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SUPLEMENTO CULTURAL No. 92 - 18 DE MARZO DE 2013 - AÑO 2 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN La exposición Fragmentos, de Javier Marín, se inaugurará el día 21 de marzo a las 20:00 Hrs. en la Casa Municipal de Cultura de Zacatecas. Esta exposición fue gestionada ante la SHCP, que dentro de su Colección Pago en Especie y Acervo Patrimonial, tiene valiosas colecciones de los principales artistas del país. Javier Marín ha desarrollado una sólida carrera como artista visual en sus casi 30 años de trayectoria. Su obra se encuentra en diversas colecciones públicas y privadas, incluyendo el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, el Museum of Fine Arts de Boston, el Santa Barbara Museum of Art, la Blake-Purnell Collection, la Malba- Fundación Constantini en Buenos Aires, Argentina, entre otras. La obra de este escultor mexicano –autor del retablo mayor de la Catedral Basílica de Zacatecas- estará en exhibición hasta el mes de julio.

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SUPLEMENTO CULTURAL No. 92 - 18 DE MARZO DE 2013 - AÑO 2 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

La exposición Fragmentos, de Javier Marín, se inaugurará el día 21 de marzo a las 20:00 Hrs. en la Casa Municipal de Cultura de Zacatecas. Esta exposición fue gestionada ante la SHCP, que dentro de su Colección Pago en Especie y Acervo Patrimonial, tiene valiosas colecciones de los principales artistas del país. Javier Marín ha desarrollado una sólida carrera como artista visual en sus casi 30 años de trayectoria. Su obra se encuentra en diversas colecciones públicas y privadas, incluyendo el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, el Museum of Fine Arts de Boston, el Santa Barbara Museum of Art, la Blake-Purnell Collection, la Malba-Fundación Constantini en Buenos Aires, Argentina, entre otras. La obra de este escultor mexicano –autor del retablo mayor de la Catedral Basílica de Zacatecas- estará en exhibición hasta el mes de julio.

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18 DE MARZO DE 2013 / AÑO 2

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Carmen Lira Saade / Dir. General

Raymundo Cárdenas Vargas /Dir. La Jornada de [email protected]

Jánea Estrada Lazarín /Dir. La Gualdra

[email protected]

Sandra Andrade Trinidad /Diseño

Juan Carlos Villegas /Ilustraciones

[email protected]

IEsta semana inician las actividades programadas en el XXVII Festival Cultural Zacatecas. Como parte im-portante del festival, están incluidas más de 60 exposiciones de artistas locales y nacionales. Dentro de éstas, Fragmentos, de Javier Marín, se inau-gurará el día 21 de marzo a las 20:00 Hrs. en la Casa Municipal de Cultura de Zacatecas, gracias a la gestión rea-lizada por el Dir. de este recinto cul-tural municipal –Álvaro Octavio Lara H.- ante la SHCP, que dentro de su Colección Pago en Especie y Acervo Patrimonial, tiene valiosas coleccio-nes de los principales artistas del país. Para conocer un poco más del escul-tor michoacano que está considerado como uno de los artistas más impor-tantes de México, le invitamos a con-sultar su página web, http://javierma-rin.com.mx, de la que transcribimos los siguientes datos biográ� cos: Javier Marín ha desarrollado una sólida carrera como artista visual en sus casi 30 años de trayectoria. En este tiempo ha realizado más de 70 exposiciones individuales y ha par-ticipado en más de 200 exposiciones colectivas, en México, Estados Unidos y Canadá, así como en varios países de Centroamérica, Sudamérica, Asia y Europa. Su obra se encuentra en di-versas colecciones públicas y privadas, incluyendo el Museo de Arte Moder-no de la Ciudad de México, el Mu-seum of Fine Arts de Boston, el Santa Barbara Museum of Art, la Blake-Pur-nell Collection, la Malba-Fundación Constantini en Buenos Aires, Argenti-na, entre otras. En 2008 obtuvo el Pre-mio de la Tercera Bienal Internacional de Arte de Beijing, China. En el 2010 se inauguró Retablo, el retablo central y presbiterio de la Catedral Basílica de Zacatecas (Patrimonio de la Humani-dad por la UNESCO), obra monumen-tal que concluyó tras ganar el concurso para su realización en el 2008. Recien-temente fueron presentadas exposicio-nes de su obra escultórica en Shanghái (World Expo 2010) y en Bruselas (Mu-seos Reales de Bellas Artes de Bélgica). Marín nació en 1962, en Uruapan, Mi-choacán. De 1980 a 1983 estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM (Academia de San Carlos) en la Ciudad de México, donde actual-mente reside y trabaja. En sus primeras exposicio-nes mostró obra pictórica y grá� ca.

Los Dolientes

MEDI(T)ACIONESCIENTÍFICO-FILOSÓFICAS VSecuencias: en el camino a la multidi-mensión de la matemática moderna y la incertidumbre del serpor Armando Haro M.

El alma de lo oculto, la eternidad de lo perverso: Aproximaciones platónicas a la obra de Edgar Allan Poe (III)por Gabriel Luévano Gurrola

Los conjuros de la lectura por Marco Antonio Flores Zavala

Castillo de sal si puedespor Andrea Sampedro

Desayuno en Tiffany’s, mon kupor Lluna Llecha y Carlos Belmonte

Poema para leer en silenciopor Roberto Galaviz

El concilio por Edgar Khonde

Dialéctica de la lluvia por Perla Schwartz

Sobre la radionovela Ángeles: espada y espíritu

Caballos II por Guillermo Samperio

Dormir por Pilar Alba

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En un inicio para su obra escultórica empleó exclusivamente barro, des-pués trabajó sus obras en bronce y en los últimos años ha ido más allá de los métodos tradicionales en la escultura, al emplear resina de poliéster mezcla-da con materiales orgánicos, como tabaco, tierra, semillas de amaran-to, pétalos de rosas o � bras de carne seca, sumando en una misma obra, lo industrial y arti� cial del plástico, en contraste con lo orgánico, natu-ral y hasta sutil de los otros materia-les. La creciente presencia de piezas a gran escala en espacios públicos, parte contundentemente de una con-cepción contemporánea en torno a la intervención urbana. La obra pública de Marín se abre al contexto físico y humano que la rodea, proponiendo lecturas alternas de éste y de sí misma. Lleva su exploración a diversos luga-res y experiencias, fomentando una continua retroalimentación. En su trabajo creativo, Javier Marín se en-cuentra en una exploración constante de interacciones humanas y en la bús-queda de una sensación de equilibrio, tanto en forma como en concepto. “La obra de Javier Marín gira en torno al ser humano integral: mues-tra seres vivos, palpitantes, con cuerpos que se presentan vulnerados y descom-puestos, pero a la vez dignos y orgullo-sos, no frágiles sino fortalecidos. Llevan en la piel y en la carne las marcas de su existencia: eterno enfrentamiento de aparentes opuestos. La elección del ma-terial y la factura de cada pieza, la cual deja evidentes marcas en éstas, son par-te sustancial de la forma en que Marín concibe su arte.” (Citlali Bernhardt) La obra de Javier Marín –au-tor del retablo mayor de la Catedral Basílica de Zacatecas- estará en exhi-bición hasta el mes de julio.

IILos siguientes números de La Gualdra estaremos presentando a ustedes una serie de recomendaciones de los es-pectáculos y actividades programadas dentro del festival; por lo pronto, pue-de usted conocer lo agendado por la Cineteca Zacatecas que estará proyec-tando las películas seleccionadas en la 54 Muestra Internacional de Cine du-rante estas fechas. Disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarí[email protected]

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18 de marzo DE 2013

Por Gabriel Luévano Gurrola

El alma de lo oculto,la eternidad de lo perverso: Aproximaciones platónicas a la obra de Edgar Allan P oe (III)

Eleonora, Ligeia y Morella tienen un rasgo similar, son mujeres muy inte-ligentes. Su alma parece comprender saberes vedados para la comprensión del humano promedio, hasta el punto de aterrorizar. Son almas abstraídas en el estudio, o por lo menos, en alguna actividad depurativa como lo es la con-templación o el silencio. En el caso de Eleonora, ella y el protagonista, pasa-ban sus días en lo que el narrador mis-mo llama “el valle de la hierba irisada” (alusión quizá del mundo de las ideas), donde no existía ni la corrupción ni la concupiscencia: Habíamos arrancado al dios Eros de aquellas ondas y ahora sentíamos que había encendido dentro de nosotros las ígneas almas de nues-tros antepasados; exclama el amante de Eleonora. No obstante, ésta muere, ha-biendo comprometido su tranquilidad en el paraíso. Ante el miedo de que su amado pueda amar a otra mujer, logra que éste haga el juramento de amarla a ella siempre. El juramento es violado y el alma de Eleonora se mani� esta cons-tantemente en la vida del narrador, ya sea en sueños, o como una ligera ener-gía en los labios de su amado. Ocurre algo similar con Li-geia, cuyo saber expone Poe: He ha-blado del saber de Ligeia: era inmen-so, como nunca lo hallé en una mujer. Ligeia cae enferma, y la mancha que le impide reconciliarse íntegramente con el mundo ulterior es el contraste directo con la tranquilidad de Sócrates frente a la muerte: Aferrarse a la vida. La mujer porfía en no morir, en per-manecer con su amado, que presa de la desesperación exclama: Yo hubiera querido calmar, hubiera querido razo-nar; pero en la intensidad de su salvaje deseo de vivir, vivir, sólo vivir, el consue-lo y la razón eran el colmo de la locura. El � nal de este cuento es am-pliamente conocido. El protagonista se entrega al vicio después de la muerte de Ligeia, sin intuir que pronto la suerte le traería una última visita de la difun-ta. Las cosas nacen de su contrario y el alma, ciertamente, regresa cuando, a manera de máculas en su naturaleza, arrastra los resabios de la vida sensual. Y es en el cuento Morella, quizá una de las historias más perversas que haya maqui-nado el genio humano, donde aprecie-mos de mejor manera lo anterior.

Morella, como las anterio-res heroínas de Poe, una mujer cuyo poder de espíritu era gigantesco, hace gala de atributos más próximos al co-nocimiento ideal, sempiterno, presen-te desde siempre en el alma. Según Platón, y basado en el método mismo de su maestro, la mayéutica, el alma posee intrínsecamente el conocimien-to verdadero, dado que participaba de las ideas eternas, y al momento de ocupar un cuerpo, olvida. El proceso educativo por el que atraviesa el alma es simple recuerdo. Morella asimismo, es eterna. Cae enferma y de nuevo, un error le impide morir libre de mancha. Se aferra a la vida: Así fue; más el frágil espíritu se aferró a su envoltura de ar-cilla durante muchos días, durante mu-chas semanas y meses de tedio… Da a luz a una niña, al mo-mento de abandonar la tierra, o me-jor dicho, de abandonar su cuerpo solamente. La niña crece emulando las costumbres de su madre, bajo los ojos aterrados del narrador, que poco a poco, va identi� cando los rasgos de su difunta esposa con los de su hija. El día del bautismo, sólo bas-ta una palabra maldita, impulsada por los arcanos de una perversidad oculta, Morella, para que el alma joven de la niña, que no es otra que la de la ma-

Literatura

dre, recuerde el conocimiento vedado por la imperfección del cuerpo y excla-me de rodillas “aquí estoy”. La tortura de los personajes de Poe es casi una constante en sus narraciones. Regular-mente éstos se hayan obsesionados con algún sentido o algún rasgo físico de sus mujeres, los ojos de Morella, o los dientes de Berenice. Y el regreso de las almas representa, el castigo de ambos. La metempsicosis resulta, una propuesta � losó� ca predilecta en Poe. Ya en su primer cuento Metzen-gerstein (1832) la in� uencia de la � lo-sofía de Platón es clara y nos ofrece una coincidencia, o más que nada eviden-cia de ello. El barón Metzengerstein, es un hombre habitado por los demonios, cuya brida no es otra que las pasiones más abyectas. Es él quien provoca el incendio del castillo de su familia ene-miga y con ello la muerte del conde Berli� tzing. En Platón están presentes gran número de mitos, que ejempli� -can las máximas � losó� cas, y uno de los más recordados es el mito del auri-ga. Nuestro � lósofo creía que dentro de cada cuerpo humano, el alma libraba una batalla que consistía en el conti-nuo choque entre dos tendencias: a lo mundano y a lo divino. Dos corceles nos ilustran en este mito tal con� icto. El caballo que tiende a la vida de la me-

sura y la puri� cación es blanco. Aquél que pre� ere la dejadez y el vicio, es negro. El alma, centrada en la dua-lidad, oscila en dos extremos. En el caso de este cuento, el alma del conde Berli� tzing regresa a cobrarse la muerte, en forma, precisamente, de un caballo. Al igual que las parejas de las heroínas de Poe, Metzengerstein, Wi-lliam Wilson y muchos otros, viven en carne propia una suerte de castigo, que deviene de la falsedad de sus vidas, en-tregadas a lo mundano. Morella, Eleo-nora y Ligeia, son, en medio de su eru-dición y pureza mental, remanentes, símbolos de esa otra vida, oculta, que en la pluma del autor estadounidense cobra apariencia lóbrega y por lo tanto, morbosa. De la misma manera lo son el pozo, el péndulo, el reloj de La máscara de la muerte roja. Pero este morbo, pre-sente en las imágenes más mordaces de los cuentos de Poe, se acerca más a la idea de lo grotesco, que en palabras de Bajtín:

Ilumina la osadía inventiva, permite asociar elementos heterogéneos, aproximar lo que está lejano, ayuda a librarse de ideas con-vencionales sobre el mundo, y de elemen-tos banales y habituales: permite mirar con nuevos ojos el universo, comprende hasta qué punto lo existente es relativo, y, en con-secuencia permite comprender la posibili-dad de un orden distinto del mundo.1

La unidad del hombre, está compuesta por la unión entre alma y cuerpo. En Poe, la unidad inquietan-te del estilo, el nexo que une los ex-tremos y permite que la dualidad se presente incólume, es el alma por sí misma, eterna, acechante, recordán-donos que en cualquier momento la vida nos deparará una visita a lo ocul-to. Quizá es la manera más certera de leer la obra del bostoniano, como un ejemplo de que la realidad no se su-jeta muchas veces a la solidez que las mentes cerradas abanderan. Quizá el leer a Poe, a partir de un eco de la � -losofía griega y más que eso, un eco del miedo a lo desconocido, nos per-mita mirar a la luna, a la muerte con otros ojos, o simplemente a un retrato de mujer, donde algún alma, mohína y silenciosa, nos trata de decir: “Soy la vida misma”.

1 Bajtín Mijail, La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento, Alianza universidad, 1988, p.37.

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LA GUALDRA NO. 92

Por Armando Haro M.

MEDI(T)ACIONES CIENTÍFICO-FILOSÓFICAS VSecuencias: en el camino a lamultidimensión de la matemática modernay la incertidumbre del ser

El atrevimiento que Cantor y Pea-no tuvieron de repensar el concepto de dimensión no fue ni a lo mucho un descubrimiento que fuese bien recibido y aceptado por la comuni-dad científica de su tiempo, ni mu-cho menos por la comunidad de los matemáticos. Sin embargo, parece ser un comportamiento natural de la historia de la ciencia y filosofía tomar con reservas los descubri-mientos que marcan el inicio de una nueva forma de comprender la reali-dad y las ideas. Fundamentalmente lo que estos matemáticos revolucio-narios hicieron fue de tal magnitud que se puede comparar al cambio que se dio en la comprensión del or-den del cosmos de Ptolomeo a Ke-pler, sin mencionar los avances que ya se habían dado en este sentido por el mundo grecorromano, por-que lo que esencialmente propusie-ron fue comprender al espacio ya no desde la visión cartesiana y euclídea, sino desde la variancia que se obser-va en la dimensión de todas las co-sas, contraviniendo no sólo dichos presupuestos euclídeos y cartesianos sino a la topología misma que fun-damentalmente dicta que, por ejem-plo, “todas las ollas de dos asas tienen la misma forma pues, suponiéndolas infinitamente flexibles y compresi-bles, se pueden transformar una en otra sin discontinuidades y sin tener que abrir ningún agujero nuevo, ni cerrar otro que ya existiera”.1 Esto nos lleva a ver que, efectivamente, así como para la filosofía hay un ser en sí que fundamenta a todas las co-sas, asimismo las cosas tienen una dimensión identitaria que topológi-camente las relaciona en cuanto a su naturaleza y propiedades. En este sentido tanto la ciencia matemática como la filoso-fía llegaron a un estado estanco en el que resultaba imposible pensar lo múltiple e infinito, lo indetermi-nado y azaroso, cuando tanto una

Durante la crisis que va de 1875 a 1925, los matemáticos se dieron cuenta de que no es posible una comprensión correcta de lo irregular y lo fragmentado (así como de lo regular y lo conexo) si se define la dimensión como número

de coordenadas. El primero en emprender un análisis riguroso fue Cantor [y a él] le siguió Peano en 1890.

Benoît Mandelbrot

Cien

cia y

filo

sofía

como la otra entregaban su intuición al principio aristotélico de la identidad. Así, siguiendo a Cantor y a Peano, será Hausdorff quien primero repensará el concepto de dimensión, la cual en apariencia, como nos comenta Man-delbrot, “podría sugerir que se trata de un concepto topológico, y no es así en absoluto. He aquí, pues, otra razón para preferir la denominación dimensión fractal”.2 Pero, ¿en qué consiste esta nueva concepción de la dimensión y en qué sentido ha abierto y complemen-tado nuevos caminos de la investiga-ción científica? Pues bien, La geometría fractal de la naturaleza es resultado de una muy profunda asimilación y me-

ditación de todas esas revoluciones que en su momento, específicamente durante el período de crisis de la mate-mática moderna, no fueron aceptadas en absoluto, tomándose tan solo como juegos matemáticos alrededor de los conceptos de lo múltiple e infinito, lo indeterminado y azaroso, pero que, en manos de Mandelbrot, será redirigida como “un regreso potente e intuitivo a la geometría griega arcaica de los pitagóri-cos”.3 Así, lo que propone dicha geome-tría es la reconsideración del concepto de dimensión de grado 1 a una dimen-sión fractal o fraccionaria, es decir, que en realidad la dimensión efectiva de todo objeto o espacio no se reduce al

espacio que ocupa un objeto ni en el que cabe, sino que cada cosa tiene en realidad distintos niveles de dimen-sionalidad, distintas formas en que podemos pensarlas de acuerdo a lo que queremos saber de tal cosa, y el ejemplo modelo para demostrar esto es un ovillo, dice Mandelbrot:

Para un observador lejano, el ovillo se reduce a un punto, una figura de dimen-sión 0. (¡De todos modos, Blaise Pascal y los filósofos medievales afirman que, a escala cósmica, nuestro mundo no es más que un punto!) Con una reso-lución de 10 cm, el ovillo de un hilo es una figura tridimensional. A 10 mm es un lío de hilos unidimensionales. A 0,1 mm cada hilo se convierte en una co-lumna, y el conjunto recupera el aspec-to de figura tridimensional. A 0,01 mm cada columna se resuelve en fibras y volvemos a tener una figura unidimen-sional, y así sucesivamente. El valor de la dimensión efectiva va cambiando. Cuando el ovillo es representado por un número infinito de puntos atómicos, vuelve a tener dimensión 0. Si cambia-mos el ovillo por una hoja de papel, nos encontraremos con una secuencia si-milar de dimensiones efectivas.4

Hasta aquí hemos visto los momen-tos en los que la ciencia y la filosofía se han encontrado, e incluso aquéllos de los que surgieron simultáneamen-te, asimismo, hemos seguido estas se-cuencias científicas que han planteado un cambio radical en la forma de com-prender geométrico-matemáticamente al mundo, por lo que ahora partiremos a ver algunas de las consecuencias que dichos cambios tuvieron en el campo de la filosofía y más específicamente con la gran revolución del pensamien-to fenomenológico, arribando poste-riormente a las posiciones que éstas han establecido en el camino de la búsqueda de un diferencial científico-filosófico y las proposiciones que para tal efecto podremos plantear.

1 B. Mandelbrot: La geometría fractal de la naturaleza, Matemas, Barcelona 1983, p. 34. 2 Ibíd., p. 35.

3 Ídem.

4 Ibíd., p. 36.

M.C. Escher, Mosaico II, 1957

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Artes visualesLos Dolientes*La exposición organizada por el Nú-cleo ISSSTEZAC de Cultura [NIC], bajo la coordinación de Alfonso Ló-pez Monreal, se inaugurará el día 23 de marzo a las 18:00 Hrs., en el Pala-cio de la Mala Noche (ahora Tribu-nal Superior de Justicia). El tema –a sugerencia de uno de los niños par-ticipantes- es la Procesión del Silen-cio; en ésta participan los integrantes de dos talleres del NIC: el Refugio Reyes, de cerámica; y el de Pintura y Grabado Pedro Coronel –éste úl-timo conformado sólo por niños-. Grabados sobre papel y sobre placas de cerámica, será lo que usted podrá apreciar en esta muestra. Los integrantes del taller de cerámica que participarán en la ex-posición a inaugurarse este próximo sábado son los niños Abraham San-tana Medina, Sara Flores Martínez, Valeria Flores Martínez, Alejandro Sánchez Ortegón, Omar Santiago Muñoz, Eder Alejandro Alvarado García, Sofía Guzmán Gamboa, He-lena Guzmán Gamboa, Melanie Ló-pez Cantú, Diego Garay Ramos, Ale-

El dolor y la muerte son dos realidades ineludibles para cualquier ser humano. Por eso buscamos siempre una manera para enfrentarlos. Para los cristianos dolor y muerte producen la verdadera vida, pero no buscándolos sino viéndolos con Cristo a nuestro lado. En la primitiva predicación (kerigma) el primer relato siempre era el de la pasión y muerte de Jesús de Nazareth, y desde la Edad Media el pueblo comenzó las representaciones de estos momentos con los cuales se corona la total entrega de la vida de Cristo. Él mismo decía: “No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos”, por eso los amigos de Jesús lo acompañan en ese dolor pero cubriendo su rostro y así su penitencia tendrá el mérito de lo oculto y el Padre que está en lo oculto se lo premiará. La cruz, instrumento de muerte se transforma en vida y redención por la que Cristo llena de fecundidad el dolor y la muerte. Sólo el que muere puede resucitar. Los alumnos del NIC decidieron unirse a esta expresión popular, y así nos dan lo mejor de su arte en esta exposición; hay que hacer notar que la propuesta vino de uno de los mismos alumnos, lo cual es verdade-ramente plausible y alentador.

Presbítero Sixto Mazzoco

Lizeth Loera Madera, punta seca en aluminio, 2013.

Alejandro Max Cruz Manilla, Linografía, 2013.

jandro Garay Ramos, Carlos Andrés Bañuelos González y Ángela García Gaytán; y los adultos Verónica Agui-lera Ibáñez, María Teresa Reyes Re-yes, Sara del Refugio Ortiz García, Andrés Santana Medina, Josefina Rubio Rodríguez, Lorena Rodríguez Herrera, Jorge Iván Núñez Soto, Eric Nava Muñoz, Perla Ramírez Ma-gadán, Paris Alain Espinosa Rubio, Leobardo Miranda Flores y Karina Elizabeth Luna Juárez. Los integrantes del taller de grabado y pintura que participarán son Pedro Luis Sánchez Ortegón, Ilka Fernanda Santana González, Eduar-do Ortega Dávila, Jesús Yael Flores Ramos, Alejandro Max Cruz Mani-lla, Emiliano Muñoz Salazar, Mar-tín Francisco Pulido Celaya, Maria-na Oderay Esparza Romero, Lizeth Loera Madera, Mauricio Sánchez Ortegón, Karla Sofía Acuña Nun-garay, Mía Itzel Perales Luna, Arely Mariana Alvarado Bautista, Ángela García Gaytán, Andrea Cecilia Reyes Vanegas, Daria Lidia Reyes Vanegas y Alfredo Medina Delgadillo.

Láminas de aluminio utilizadas para los grabados, integrantes del Taller de Pintura y Grabado Pedro Coronel, del NIC.

* Exposición del Núcleo ISSSTEZAC de Cultura [NIC].

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Libr

os

Por Marco Antonio Flores Zavala

Los conjuros de la lectura1

1 Fragmento del libro Jesús González Ortega. Notas biográficas, de Marco Antonio Flores Zavala (Zacatecas, Gran Logia del Estado de Zacatecas, Instituto Zacatecano de Cultura, Gobierno del Estado de Zacatecas, 2013).2 “Jesús González Ortega a Benito Juárez”, Saltillo, Coah., agosto 31 de 1868.3 “Discurso pronunciado por el C. Lic. Antonio García Carrillo…”, en el Periódico Oficial del gobierno del estado de Coahuila, n. 4, marzo 4 de 1881.4 Lauro González Ortega señala como contertulios de su padre a Marcos García Ramos, el general Salvador F. de la Cavada, Jesús María Barreda, Jesús M. Gil, Miguel Cicero, Jesús García y Rafael Melo. En “Remitido”, Periódico Oficial del gobierno del estado de Coahuila, n. 4, marzo 4 de 1881.

Después de ser puesto en libertad (agosto de 1868), tras la prisión de 18 me-ses, Jesús González Or-tega decidió permanecer en la ciudad de Saltillo, Coahuila. Esto lo expresó en una carta que envió a Benito Juárez. Agregó que marcharía al extran-jero, si el presidente lo in-dicaba. El zacatecano de-claró que la estancia, en el

norte de México, dependería de la reacción pública sobre el manifiesto que circuló al salir de prisión. Además, consignó su subordinación al gobierno. Lo hizo “con el carácter de simple ciudadano” […].2 Cierto el alejamiento de la esfera pública política, dio un paso vertiginoso: se recluyó al es-pacio privado. Entre 1868 y 1881, el líder liberal y emergente militar republicano no intervino más en disputas políticas, ni sostuvo las decimonónicas re-des de correspondencia (la forma ilustrada de hacer política) que tanto le ayudaron en su ascenso social y político […] La docena de años que vivió en Saltillo, según Antonio García Carrillo, orador en la cere-monia fúnebre que efectúo el gobierno de Coahuila, las vivió recluso

Como huyendo de la sociedad, cuyo gobierno había correspondido tan mal a sus grandes y meritorios sacri-ficios. Durante ese período de su vida, en que se pasa-ron por lo menos doce años, consagró sus trabajos a la lectura de buenos libros, únicos amigos que le acompa-ñaban, dulcificándole las amarguras del ostracismo, y a escribir sus concepciones para legarlas a la posteridad, como una prueba de la lucidez y poderío de su grande espíritu.3

Con González Ortega vivió su esposa, y de vez en vez, desde Zacatecas, les visitaba su hijo Lauro. Los otrora teultecas vivieron en un edificio situado en la plaza de armas de Saltillo. Sus contra-esquinas fueron la actual catedral y el palacio esta-tal de gobierno. Pero atenuemos la reclusión, en la ciudad colaboró discretamente en obras filantró-picas e hizo sociabilidad con parte de los liberales republicanos […].4

Existen múltiples marcas de cómo leyó los textos de su impresionante biblioteca. Los epí-grafes de esta sección, indican que las horas y los lugares no eran premeditados ni exclusivos; pero sí eran cómodos: cerca de una chimenea o de un zaguán. Era según la estación. En algún momento de su vida leyó con anteojos.

Los libros existentes en la actual biblioteca Colecciones Especiales “Elías Amador” (sita en uno de los salones del Museo Pedro Coronel de la ciudad de Zacatecas) tienen marcas simples de apropiación: la firma del liberal zacatecano, la dedicatoria de un donante, el nombre de Lauro González Ortega. Pero no hay señas de rayado en los impresos. Las omisiones del subrayado y la movili-dad del acervo, invitan a inferir que su lectura fue un performance romántico: lectura silente, con pau-sas para evocar, trascribir oraciones en “recados” (hojas cortadas a medio pliego) donde se asentaba la oración, el apellido del autor leído y la página donde estaba la sentencia preferente. En el conjunto de los textos integrados, en la segunda parte de este libro, se puede apreciar las preferencias literarias (Milton, Chateaubriand), historiográficas (César Cantú) y las tradiciones políticas (la revolución francesa). Como lector, que bien es sinónimo deci-monónico de ciudadano, hay un referente historio-gráfico: Alexis de Tocqueville. Su lectura, apropia-

ción y debate público, coloca a González Ortega en la nueva oleada de políticos demócratas que emer-gieron en la década de 1850. El libro fue circulado en México en 1855:

Alejo de TOCQUEVILLE. De la democracia en la América del norte. México, Imp. Ignacio Cumplido (publicación de El Republicano), dos tomos, 1855.

En septiembre de 1867, al redactar una pro-testa por su detención en Monterrey, Nuevo León, trascribió del analista francés:

La voluntad nacional es una de las voces de que han abu-sado más los trapaceros de todos los tiempos y los dés-potas de todas las edades. Unos han visto su expresión en los sufragios comprados de algunos agentes del poder; otros en los votos de una minoría interesada o medrosa; y hasta los hay que la han descubierto de todo dictada en el silencio de los pueblos y han pensado que del hecho de la obediencia nacía para ellos el derecho del mundo (Tocqueville, La democracia en América, tomo I).5

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LibrosLos conjuros de la lectura1

5 “Jesús González Ortega a Lic. Manuel Z. Gómez”, Monterrey, Nuevo León, septiembre 10 de 1867. 6 El Pobre Diablo, n. 4, Tlaltenango, enero 19 de 1856.

Era una mañana del mes de abril de 184... La hermosa Guadalajara estaba silenciosa, entre-gada a los brazos del sueño. Ni un celaje volaba por el éter, la bóveda azulada recamada de lu-ceros parecía el pabellón de la providencia con que cubre al mundo. Pasaba esta hora, lleno de hastío y cansancio, producido por una noche de orgía, por una de las calles de la ciudad... Oí unos salmos y maquinalmente me acerqué a la puerta por donde salían las voces. Al pisar el umbral de ella se conmovió todo mi ser de una manera eléctrica; di un paso y vi un cuadro más solitario, sí, pero más solemne e imponen-te que el de la orgía; las impresiones que había adquirido en ésta, las diversas imágenes que ofuscaban mi ardiente fantasía, se disiparon en el acto. Era un sacerdote que con un crucifijo en una mano, en la otra una vela de cera encen-dida, y que con voz sonora recitaba los salmos del bardo de Israel, una mujer en cuyo pálido semblante se veían las sombras de la muerte, la inocencia y la resignación... Era la misma que me había hecho soñar en dichas, en ventura y en amor; era el ángel que bajara al mundo para mostrarme el camino de la bienandanza y que, habiendo cumplido su sublime misión, batió las alas y se alzó a las regiones del cielo, dejándo-me tras sí un rastro de luz. Abrió los ojos, me miró un instante y, señalándome con ellos al empíreo, expiró. El sacerdote cubrió aquellos restos mortales... Era una estatua de marfil, era la estatua del sueño trabajada por el buril de Fidias. La campana matriz de catedral saludó en ese acto del alba, el crepúsculo de la maña-na coloreó con sus rosadas luces al Oriente, la naturaleza toda entonó un himno al Hacedor del día, mi amada voló al seno de Dios, su imagen la vi retratada en el manto de la aurora... Ella bajó a la tumba y se llevó mis ensueños, mis es-peranzas y mi porvenir... Dio un paso el tiempo al abismo de la eternidad y arrebató en su curso mi más hermosa y ardiente ilusión.

Tlaltenango, enero 18 de 1856.

Una ilusiónperdida6

[fragmento]Jesús González Ortega

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LA GUALDRA NO. 92

Au bout du conte

Au bout du conte (“en resumidas cuentas” o “al fi-nal del cuento”), comedia dirigida por Agnès Jaoui, narra la historia de varios personajes que se cru-zan, se entrelazan, se quieren, se odian, se buscan, se rechazan. Personajes que creen en el amor, en el destino, en las señales, en Dios, en el talento, en la nada. Personajes que sufren, que esperan, que desean. Co-escrita e interpretada por dos actores de largo recorrido: la ya mencionada actriz, guio-nista, directora y cantante francesa, Agnès Jaoui, y el también actor y guionista francés, Jean-Pierre Bacri –conocidos por películas como Un air de famille, On connaît la chanson, Le goût des autres, Comme une image o Parlez-moi de la pluie. La cinta mezcla humor y drama, fantasía y ficción, realidad y cuento de hadas para hablar-nos de la vida misma. La cámara nos sumerge en un mundo en el que los colores, la naturaleza, los animales, tienen un papel destacado y en el que todo puede ocurrir en cualquier momento, situándonos al lí-mite de la fantasía y de lo absurdo. Un mundo que mezcla elementos muy heteróclitos, que se yuxtaponen constantemente y que obligan al espectador, de forma casi incons-ciente, a mirar la película con ojos de niño, cuando todavía todo es posible y no se cuestionan la vera-cidad o la factibilidad de los hechos. Son dos universos paralelos: el feérico –encarnado por Marianne (Agnès Jaoui) una co-

Por Lluna Llecha y Carlos Belmonte

Desayuno en tiffany´s, mon ku

mediante que vive en una casa sacada de un cuento de hadas, que prepara una obra de teatro con un grupo de niños e incapaz de centrarse en las cosas materiales– y el terrenal –simbolizado por Pierre (Jean-Pierre Bacri), profesor de autoescuela, apáti-co, irascible, que odia a los niños y que no cree en nada hasta el día en que una vidente le pronostica la fecha exacta de su muerte. En el universo de Marianne está también su sobrina, Laura (Agathe Bonitzer), una joven que cree en el gran amor, en los sueños premonitorios y que nos aparece unas veces como caperucita roja, perdida en el bosque y dejándose seducir por el lobo, Maxime (Benjamin Biolay), o como La ce-nicienta que a media noche sale corriendo tras la persona amada, de la que solo conseguirá encon-trar el zapato. Y está Sandro (Arthur Dupont), el hijo de Pierre, un joven tímido, compositor y pianista talentoso, con poca confianza en sí mismo. En el universo de Pierre, están los padres de Laura, ricos y la madre preocupada únicamente por no aparentar la edad que tiene y por detener el tiempo en su cuerpo. Una película que transmite de manera in-directa, como en los cuentos, temas universales: el miedo, la muerte, el amor, la fe... Estrenada en cines franceses el 6 de marzo de 2013, la cinta está gozando de buena crítica y esperamos que se estrene próximamen-te en español.

En esta ocasión quiero invitarlos a ver una de mis series de televisión favoritas de esta temporada. Bunheads es una comedia dramática creada por Amy Sherman-Palladino, quien fue también la mente maestra detrás de Gilmore Girls (2000-2007). La historia gira principalmente en torno a Michelle, una bailarina que vive y trabaja en Las Vegas, pero cuya carrera se encuentra estancada. Por varios giros del destino Michelle termina vi-viendo en un pueblito llamado Paradise, que es en donde se desarrolla la historia, en ese paraíso conocemos a los demás personajes, entre los que se encuentran unas adolescentes estudiantes de ballet (que sorprendentemente son interpretadas por actrices/bailarinas de la edad que represen-tan), la maestra de ballet Fanny (interpretada por Kelly Bishop –Emily Gilmore-), y otros pintores-cos seres. Las razones que hacen de Bunheads una serie encantadora son: sus diálogos chispeantes (un muy buen guión), las actuaciones, las escenas de baile y además la temática que es apropiada para toda la familia. Por otro lado, si les gusta-ba Gilmore Girls, estoy segura que les va a gus-tar esta serie, varios de los actores que salían en el programa anterior de Amy Sherman también participan, y volvemos a disfrutar de su sentido del humor sarcástico pero a la vez inocente con un millón de referencias a la cultura Pop. Al principio parece difícil y uno piensa que el personaje de Michelle (interpretado por la actriz, cantante y bailarina, ganadora de varios premios Tony, Sutton Foster) es una imitación barata de Lorelai Gilmore, pero poco a poco em-pezamos a comprender al personaje y no tarda en ganarse un lugar en nuestros corazones. Bunheads pasa por el canal Sony los sá-bados y los domingos a las 10 de la mañana, así que, cuando se despierten el fin de semana pren-dan su televisor, porque este encantador progra-ma acaba de terminar su primera temporada de 18 capítulos en Estados Unidos, y deseo, verda-deramente deseo, que no muera, y con un horario tan extraño parece que al menos en México no se le augura un gran futuro. Así que dejemos por una hora los pro-gramas de política, violencia e intrigas amorosas, y veamos uno en el que lo importante es la amis-tad, la dedicación para alcanzar tus sueños (para nada estilo libros de superación personal) y por supuesto: el baile.

Por Andrea Sampedro

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18 de marzo DE 2013

El concilioPoema para leer en silencio

Dialéctica de la lluvia

Por Edgar KhondePor Roberto Galaviz

Por Perla Schwartz

[Léase mientras no escucha nada en absoluto]

*Hay noches, como éstaen que las palabras juegan a esconderse

escucho el movimiento singular que hacen al alejarse(algunas vuelan, otras corren siempre tropezando) las palabras más hábiles-que son las que inventaron este juego-jugado ya por muchos otros desde hace tanto optan por el silencio:

por camuflarse en la cada vez más grave memoriaen los momentos muertos a orilla de carreteraen la secuencia siempre repetida de los árboles desde el parabrisas a 150 km/hbuscan perderse en el color ámbar de la cervezaen las ruinas de la sombra de una mujer que al irse se llevó una maleta llena de recuerdos (que definitivamente le pertenecían)

es un juego que les agradasin embargo, a veces se alejan tanto o se esconden tan bienque me duele no saber nunca más de ellasquisiera poner anuncios de recompensa

ISe despliegael grafiti de agua,configuraun denso telón,las sombras adquierenel matiz de lo difuso.La lluvia y sus contornosno dejan resquicioalguno para las impurezas.Sabiamentealivia esas turbulenciasque obstruyen al ser.

IILa implacable furiade las nubesexhala su rabia:

El sexto día, pasadas las dos de la tarde, José tomó la palabra, había convenido con Noé y el Oso reventar la sesión, pos-tergar los resultados al menos 48 horas más, y de ser posible, no llegar a ningún acuerdo; aunque era poco probable por-que sabían que nadie en el concilio se iba a marchar sin haber concertado un ve-redicto, los representantes de cada orden tenían la consigna de negociar un resul-tado, cualquiera, pero uno. Nadie iba a abandonar la sede sin ninguna conclu-sión. José dijo, propongo que nos lleve-mos esta discusión a nuestros pueblos y regresemos en un par de meses con una posición al respecto. En el auditorio se escucharon murmullos de desaproba-ción, aunque nadie alzó la voz Tino se levantó y se dirigió ha-cia el estrado, se declaró desde que tomó el micrófono en contra. Su perorata con-sistió en exponer los principios de la mecánica, ya de por sí era complicado ejercer una fuerza sin punto de apoyo (de proporción inversa), mucho menos era viable que un objeto semejante el objeto adherido a una superficie, hiciera las veces de palanca. El Oso dijo que ¡im-posible!, no se podía llegar a esa conclu-sión si antes no se sometía el problema a un periodo de pruebas, Noé lo secundó ejemplificando con diagramas que expu-so a través de una proyección, y soltó que se requería, y que él lo proponía, elegir los tres laboratorios más prestigiosos, para encargarles los análisis pertinen-tes… Aunque la mayoría de asistentes al cónclave le guardaban un respeto casi religioso a ese trío de viejos, la discusión subió de tono, los más jóvenes espetaban que si el problema y su respuesta eran verbalizables, entonces era posible no sólo resolverlo, sino llevar a la práctica la respuesta. José, Noé y el Oso, sabían que si retardaban las cosas, tendrían tiempo de dirigirse a la oficina de patentes, regis-trar el descubrimiento, y mal que bien, obtener unos ingresos extra cada vez que alguien enunciara la sentencia. Pero ello dependía de que quienes decían que sí era posible y quienes afirmaban lo con-trario no se pusieran de acuerdo o no se sometieran los unos a los otros. Me pareció que estaba dormi-do, estuvo roncando, pero no; yo estaba enterado de la conspiración liderada por José porque estuvo alardeando de ello mientras jugábamos cubilete en la taber-na de Alejandría, la única donde sirven ese licor llamado absenta. Abrió los ojos, Lucas ordenó que nos calláramos, pero Gepetto emitió, fuerte, poderoso, sin es-pacio para la réplica: ni madres, un clavo no saca a otro clavo.

Río de palabras

en los postes, en las bardas, pero ¿quién tendría el hábito de buscar palabras ex-traviadas?

peor aún, si esas palabras ni siquiera han sido suyas.

me compadezco de algunas de mis palabras tienen tanto tiempo libre porque a veces uso el silencio como estrategia para acercarme a una bocapara quitar un vestido y tocar un cuerpopara decir adiós y -decir no te vayas-

les arranco la posibilidad de ser

se ponen impacientes, pero esperanporque saben -aún ellas más que yo-que el tiempo les perteneceque un día me iré y vendrán otros queles pondrán una correa y las sacarán a pasear diarioo al menos, tendrán un jardínese día sabrán al fin, que también ellas extrañan el silencio, aunque sea de vez en cuando.

el pentagrama del tiempose extravía de su centro.

IIIObservas el devenir de la lluvia,buscas comprendersu dialéctica secretaen la ventana de tu habitaciónlas gotas dibujanfiligranas.Aumenta tu orfandad emocionalel agua desmelenaa tu tristeza portentosa.

IVBuceas entre las partículasdel lenguaje,la lluvia te invade

con su música sonámbulay resurgeesa Dama Oceánicacapaz de navegarentre los arrecifesde su inconsciente,vence a su incertidumbre.

VSe desdibujan las fronterasentre las nubes y el cielo,la lluvia deslavaa los espectros:se restaura el equilibrio. VIConfrontas el amplio catálogode erratas de la vida,aunque la lluviaavive tu melancolíatiene el poder de transportartea un status de redención.

VIIEl agua y su movimiento incesante,desarraiga al polvo,otredad de una naturaleza indómitaque no se doblegaante los designios de la quietud. VIIILluvia-desgarradurasus nubes errantesconfiguranla partitura del horizonte,el caos ya no amenazala lluvia imponeuna asepsia del mundo.

Diego Montoya, Un cielo cruel y una tierra colorada, acrílicosobre papel 45x60cm, 2013.

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LA GUALDRA NO. 92

La Cineteca Zacatecas está ubicada en calle Dr. Hierro #303, centro histórico de Zacate-cas. La proyección de las películas se realiza de manera gratuita, con fi nes culturales y

educativos. Excepto cine conciertos y 54 Muestra Internacional de cine

Lunes 18MARLEY Dir. Kevin McDonaldEstados Unidos/ 2012/ 144min.El legado que Bob Mar-ley dejó a la historia de la música es único e inigualable. Además de poner a Jamaica en

el mapa y al reggae en los oídos de todo el mundo, fue un líder social que difundió la cultura rastafari y se convirti ó en un profeta políti co al conciliar posturas opuestas.

Martes 19UNA LUZ EN LAOSCURIDADDir. Agnieszka HollandPolonia/ 2011/ 145 min.Polonia, 1943: Leopold Socha, trabajador en las alcantarillas de la ciudad de Lvov y ladronzuelo, descubre a un grupo de

judíos escondiéndose en el drenaje de las atrocidades de la ocupación nazi. Durante meses les brindará refugio a cambio de di-nero, sin imaginar la transformación que su conciencia sufrirá tras la experiencia.

54 MUESTRA INTERNACIONAL DE CINE [Dentro del XXVII Festi val Cultural Zacatecas]Funciones 18:00 y 20:30 Hrs. Cooperación $30.00

Miércoles 2018:00 y 20:00 Hrs.LA SIRGADir. William VegaColombia/ 2012/ 89 min.El recuerdo de una guerra que la dejó sin nada y la exilió de su comunidad

de origen, atormenta a Alicia, de poco más de quince años, quien intenta rehacer su vida en La Sirga, un hostal decadente a orillas de La Co-cha, una gran laguna en lo alto de los Andes.

Jueves 2118:00 y 20:00 Hrs.COSMÓPOLISDir. David Cronen-bergFrancia/ 2012/ 108 min.Nueva York está convulsionada: la era del capitalismo

está vislumbrando su pronto fi nal. Eric Packer, el “niño maravilla” de las altas fi nanzas se re-fugia en su limusina blanca, mientras que una visita del presidente de los Estados Unidos pa-raliza Manhatt an.

Viernes 22LA VOZDORMIDADir. Benito Zam-branoEspaña/ 2011/ 128 min.Pepita, una joven andaluza, llega a Madrid para tra-

bajar como asistente domésti ca y así ayudar a Hortensia, su hermana embarazada y pre-sa en Las Ventas –donde dará a luz– por sus actos anti franquistas.

Sábado 2318:00 y 20 Hrs.LA DEMORADir. Rodrigo PláUruguay/ 2012/ 84 min.M o n t e v i d e o . Conforme el an-ciano Agustí n es cada día más se-

nil, su dependencia hacia María, la madura hija divorciada y con dos hijos que se ocupa de él, es más pronunciada. Pronto la presión económica y social que genera la presencia del padre conduce a la desesperada hija al borde de una decisión difí cil de tomar.

Domingo 2412:00, 18:00 y 20:10 Hrs.AMORDir. Michael HanekeAustria/ 2012/ 127 min.Ganadora de la Palma de Oro en el Festi val de Cannes 2012, la cinta nos introduce en la historia de un amor al fi nal de sus días. Georges y Anne son un matrimonio octo-genario de profesores de música jubilados, interpretado por dos le-yendas del cine francés: Jean-Louis Trinti gnant y Emmanuelle Riva.

Arista 5Zacatecas

Plaza de Armas Jueves 28 de Marzo

19:30 Horas

Maria Daniela y su sonido Lasser

D.F.Plaza de Armas

Lunes 25 de Marzo19:30 Horas

HuayrapamushkaZacatecasPlaza de Armas Domingo 24 de Marzo19:30 Horas

Paloma san basilioEspañaPlaza de Armas Domingo 24 de Marzo20:30 Horas

Íride Martínez y Alan PingarrónCosta Rica / México

Plaza de ArmasSábado 23 de Marzo

20:30 Horas

Mariachi Vargas / Mariachi Imperial / Gallos Reales

D.F. / ZacatecasPlaza de Armas

Martes 26 de Marzo19:30 Horas

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18 DE MARZO DE 2013

La radionovela Ángeles: espada y espíritu, coproducción de la Universidad Autónoma de Zacatecas, el Fondo Es-tatal para la Cultura y las Artes de Zacatecas (FECAZ) y el Instituto Zacatecano de Cultura, inició sus transmisio-nes el pasado 7 de marzo en Radio ILCE, medio cuya señal abarca la mayor parte del continente americano y el Caribe. Gracias a las gestiones de Teresa Velázquez Navarrete, directora de Radio Zacatecas, fue posible que esta producción se incluyera en la programación de Ra-dio ILCE, será transmitida todos los jueves, a las 8:00 de la noche, a lo largo de diez semanas. La difusora es de-pendiente del Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa, organismo que enlaza a diversas productoras y emisoras educativas y culturales desde Canadá hasta La Patagonia, en Argentina; transmite 24 horas al día, los 365 días del año, a través del Canal 18 de la Red Satelital de Televisión Educativa (EDUSAT) y por Internet a través del sitio ilce.edu.mx/radioilce/ Ángeles: espada y espíritu, producida en el año 2010 para conmemorar el centenario del inicio de la Revolución Mexicana, fue fi nanciada por el FECAZ y realizada con el apoyo del equipo técnico y humano de la Coordinación de Comunicación Social de la UAZ bajo la coordinación de Jael Alvarado Jáquez productora y con-ductora de los programas Avance Universitario y Chinchi-lagua. La edición fi nal consta de diez episodios de media hora en los que se presenta de manera dramatizada la vida del general Felipe Ángeles, militar educado en Fran-cia durante el Porfi riato que se mantuvo al lado de Fran-cisco I. Madero durante la decena trágica y que, tras el asesinato de éste, se unió al ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza. Se le recuerda por su desempeño como estratega y artillero dentro la División del Norte co-mandada por Pancho Villa, cuya victoria más notable fue la Batalla de Zacatecas en junio de 1914. Esta radionovela contó con la participación de más de sesenta actores, entre ellos, Javier Ordaz, como Felipe Ángeles, Leopoldo Elías Smith McDonald en el pa-pel de Pancho Villa, Salvador Hernández como Venustia-no Carranza, Venicio Arvizu, como Francisco I. Madero y José Luis Guerrero como Victoriano Huerta. La música original fue compuesta por Roberto “Padre” Magallanes, docente del Área de Arte y Cultura de nuestra Casa de Estudios.

Radionovela producida en la UAZ se transmiteinternacionalmente

Redacción/UAZ

“Traemos hasta su paladar lossaberes del mediterráneo”Juan de Tolosa 104, Centro, Zacatecas, Zac. / 922 67 46 / Frente a la Fuente de los Conquistadores

Del 22 de marzo al 6 de abril

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LA GUALDRA 92 / 18 DE marzo DE 2013

Río d

e pal

abra

sPor Guillermo Samperio

Por Pilar AlbaCaballos II Dormir

Se percibe ya el eco de sus pasos remotos, vestigios del sonido de la pezuña que golpea, sus cascos salpicaron la espuma de la playa. Sus figuras cruzaron próximas, se alejaron, se disolvieron en la ba-hía y viene el eco recuerdo de su paso; pasaron, por aquí pasaron, por el horizonte. Hacían polvareda en los montes, los caminos; las cri-nes claras se distinguieron en las noches distantes. Los prietos se metamorfoseaban en la noche; las manchas blancas de los pintos eran raudos mapas. Cuerpos iluminados por su madre, la bombilla milenaria contra el mantón nocturno, cos-turera que hila estrellas. Sus hocicos nítidos bajo el halago materno, pasaron, por aquí pasaron y por el olvido del olvido, sombras que atravesaron la Zona Tenebrosa; los de alas blancas volaron contra la huma-reda. Les pusieron nombres como a los humanos, algunos ganaron la partida, conquistaron honor y aura. Galoparon los li-bros en torneos, guerras, cacerías, traslados esculpidos; muertos, dispersos en el campo de batalla sobre la falda del montesu sangre escurría entre hierbajos, arena, rocas. Los hombres hambrien-tos asaban sus patas; pasaron, por aquí pasaron y por honores y por el terror. Antes de la construcción de castillos, antes de las murallas, antes de los caserones burdos, antes de Adán y Eva, antes de los hombres. En el inmenso silencio del mundo, el cosmos, desde allá vinieron, pasaron, se alejaron, enérgicos, determinantes; los cas-cos enterrándose, los músculos de las ancas firmes, ágiles, móviles. Se alejaron, se difumi-naron en la neblina humosa de la costa. El viento dolorido recuerda

Quisiera dormir contigo, hoy tengo una gran tristeza. Dormir, así sola-mente, no es necesario el abrazo, no busco el contacto físico, tampoco saciar deseos o consumar pasiones. No, aunque no niego que me gus-taría tomar tu mano; sí, sólo eso, tu mano para sentir su calor, la hume-dad del sudor y las pulsaciones… Sé que es mucho pedir, pero en verdad quiero dormir contigo y, si me lo permites, también hablarte al oído, cantar canciones de cuna, susurrar versos, oraciones… lo que sea con tal de conciliar el sueño y no recurrir al truco de los corderos que cruzan la cerca o al de la cuenta regresiva que conduce al infinito… Sé que a tu lado no sentiré el frío, ése que se

sus nombres, los va pronunciando con gozo, nostalgia, compasión. Las palabras se esparcen, caen sobre la arena; llega el padre mar, les lame las patas, se las lleva, las guarda en su vientre. Engulle también las zapa-tillas de la Doncella de don Gui-llom, mi amo y señor, el espada de los Sueños Agoreros, demoledor del laberinto de su alma; lo cu-bre la piel del Minotauro de sus interioridades. Mi amo, a quien protejo en escaramuzas, refriegas, emboscadas. Me llama el dilecto Nau-tilius; aunque guerrero, soy nos-tálgico. Mientras pasto recuerdo a los de mi antigua estirpe, cuando eran de carne, hueso, músculo, naturales. Pasaron, por aquí pasa-ron, me dice mi amo; sus cascos salpicaron la espuma de la playa y galoparon hacia la noche más prieta, hacia un tórrido llanto del cielo. El eco de su trote se escu-cha en las noches en los momentos en que la bombilla cósmica está en su esplendor máximo. Los pelíca-nos gimen, los peces-espada, los caballitos de mar, gimen los delfi-nes aritméticos, las garzas, gimen las doncellas que miran su cara en el estanque. Sí, pasaron, estuvieron, fueron, pasaron, guardamos su sombra. Don Guillom les reza al-gunas noches, gime lento como si le hubiera alcanzado una lanzada en el cuello; gime por ellos, los otros héroes, gime, gime, lento gime, en tanto el caballero piensa en el cobijo que su dueña, la Dama de Ojos Oceánicos, puede otor-garle, le ponga la mantilla de una caricia entre los cabellospara que sus lágrimas escurransobre su armadura, su escudo, su dolor de caballero, humedeciendo su blusón azul y púrpura.

cuela entre las cobijas a las tres de la madrugada, que te despierta, te obli-ga a levantarte salir, cruzar la puerta, el patio, llegar al fondo ir al baño; y regresar, sentir cada vez más adentro, ahora hasta en los huesos: el hastío. En verdad, hoy me siento triste, sí, más que cualquier otro día: déjame dormir contigo, si quieres no hago nada de lo que antes te dije, nada más me acuesto a tu lado, cierro los ojos me hundo en el sueño y me quedo dormido, aunque luego te levantes y te vayas, aunque no nos sorprenda el día juntos, no importa. Sólo quiero conciliar el sueño… a ver si ahora lo consigo, a ver si ahora, sí, ya no des-pierto y me quedo por siempre dor-mido.

Pablo Picasso, Dormir, 1932