la gualdra no 24, lunes 14 de noviembre de 2011

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SUPLEMENTO CULTURAL 14 DE NOVIEMBRE DE 2011 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN Jörg Bierhance es director musical y artístico de la Blutenburg Kammerphilharmonie Múnich y de la Opera Nymphenburg, Múnich. Actualmen- te vive en Viena. Este director se encuentra nuevamente en Zacatecas, en esta ocasión para impartir un curso de dirección organizado por la Unidad Académica de Música de la UAZ, en el que participarán 15 alumnos de diferentes partes del país y el extranjero. El próximo día 20 de noviembre dirigirá a la Orquesta Filarmónica de Zacatecas, que se presentará en el Teatro Ramón López Velarde.

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La Gualdra No 24, lunes 14 de noviembre de 2011

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SUPLEMENTO CULTURAL 14 DE NOVIEMBRE DE 2011 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Jörg Bierhance es director musical y artístico de la Blutenburg Kammerphilharmonie Múnich y de la Opera Nymphenburg, Múnich. Actualmen-te vive en Viena. Este director se encuentra nuevamente en Zacatecas, en esta ocasión para impartir un curso de dirección organizado por la Unidad Académica de Música de la UAZ, en el que participarán 15 alumnos de diferentes partes del país y el extranjero. El próximo día 20 de noviembre dirigirá a la Orquesta Filarmónica de Zacatecas, que se presentará en el Teatro Ramón López Velarde.

I. Alejandro Ortega Neri -Alitos-, es un viajero del mundo, es un cazador de luces y sombras… es un hacedor de his-torias. Él dice que lo que hace solamente es contarlas, pero en realidad viaja todos los días con su mochila, su cámara y sus lentes en el equipaje cotidiano para bus-car elementos con los que ha de tejer, hilvanar y construir imágenes cargadas de cosas que contarle a este mundo en el que ya nada parece sorprendernos… y de pronto ahí está, a cuadro, un persona-je: la soledad de quien se sabe acompaña-do de sí mismo y sus recuerdos, la alegría del que nada ha tenido y al que todo le espera, el agua que refresca los ánimos más aciagos, los años que se han vivido y la nostalgia anticipada de los minutos que nos queden por vivir. El rostro de un niño sonriente nos hace cosquillas, nos arrebata de esta rutina, nos muestra en un solo gesto la alegría de estar en este mundo, la valía de las cosas sencillas y pequeñas, las que casi nadie aprecia por estar imbuido en una realidad que ha pasado de ser simple a complicada por voluntad propia. De la sonrisa pasamos a la sor-presa de encontrar un árbol inundado… ¿o acaso estará anegado en el llanto de los que no encuentran? ¿De los que bus-can algo y no encuentran? Ahí está una lancha… la posibilidad de tocar tierra � rme. Cada uno elegirá si trepar más en las ramas del que está ahogado, o saltar desde ellas para salvarse y volver a jugar a las canicas (con el niño que sonríe desde la orilla, a salvo). Lejos, en una ciudad cual-quiera, llueve… podría ser Zacatecas. Podría, solamente, porque Alitos le deja al espectador la posibilidad de que sea él quien nombre a las cosas y a las ciuda-des como mejor le parezca. Una mujer joven y su hijo son sorprendidos por la lluvia torrencial, lo llevaba de la mano y al correr pierde un zapato… y al niño que se suelta y corre divertido, porque le han prohibido se moje y esta vez no hay escapatoria. Sonríe. Otra vez la sonrisa franca… otra vez el agua que moja pero no inunda, que refresca pero no resfría, el agua que da vida… el agua que olvida-mos disfrutar y que añoramos sólo cuan-do falta, como hoy, como estos últimos meses eternos de sequía. Y en esta misma escena… o en otra, en cualquier parte del mundo, hay

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibída la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Carmen Lira Saade / Dir. General

Raymundo Cárdenas Vargas /Dir. La Jornada de [email protected]

Jánea Estrada Lazarín /Dir. La Gualdra

[email protected]

Sandra Andrade Trinidad /Diseño

Juan Carlos Villegas /Ilustraciones

[email protected]

Llorarle al amor nuestra muertepor Gabriel Luévano

Ciudadan@s así, necesita este paíspor Eduardo Campech Miranda

Un ser de múltiples rostrospor Nelson Guzmán

Jörg Bierhance El arte como un espejo…por Jánea Estrada

Castillo de sal si puedespor Andrea Sampedro

La década perdida en Zacatecaspor Iván Martínez

Fábulas posmodernasGlosario mínimo sobre política(primera parte)por Sigifredo Esquivel/Rolando Alvarado

Notas al programa del concierto del 20 de noviembre de la OFILZACpor Eric de la Rosa

Popularpor Pilar Alba

Poema para una cartografía de mujerpor Roberto Galaviz

Diario de Mateopor Mateo Estrada Gaviria

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un anciano que sentado, guarecido bajo los portales, lee. ¿Qué leerá mientras llueve o mientras llega la lluvia? ¿Qué elucubraciones tendrá? Parece que espe-ra mientras lee, tal vez sea un amoroso de aquéllos que no esperan nada, pero esperan… Sólo tal vez. ¿Qué elucubra-ciones tendrán quienes lo miran? Otra historia: los danzantes han esperado que el agua llegue y un día, tal vez el mismo u otro cualquiera, el agua llega. Ataviados con túnicas y penachos sonríen empapados: la fe que mueve montañas es la misma que re-compensa ahora a los que en el atrio de una iglesia han bailado para que las plan-tas vuelvan a � orecer en los campos. Y � orecen. Y la gente ríe. El anciano que lee, la señora que juega a hacer burbujas de jabón, el niño a la orilla del río, el que escapó de la mano de su madre, la mu-chacha que ha puesto un barco de papel para que navegue en la corriente repenti-na de las calles… ríen. El discurso de las elucubra-ciones de Alejandro Ortega Neri es po-lisémico, el sentido dependerá siempre del espectador, que tomará las imágenes para construir sus propias historias. Lo cierto es que este viajero del mundo, este fotógrafo que nos deja escenas de la vida cotidiana impresas en papel, en blanco y negro… tiene la peculiaridad de generar colores imaginarios. Búsquelos, ahí están, en La Casa del Artista. Las Elucubraciones de Alejandro Ortega Neri –colaborador de La Gualdra- están ahí, esperándolo, no se pierda de esta exposición fotográ� ca, y después cuéntenos: ¿cuáles fueron sus propias elucubraciones?

II. Recomendación para esta semana: el próximo domingo 20 de noviembre, en el Teatro Ramón López Velarde, se presentará la Orquesta Filarmónica de Zacatecas, bajo la dirección del director alemán Jörg Bierhance. Le sugiero que adquiera sus boletos con tiempo.Seguimos recibiendo sus colaboraciones, que disfruten su lectura.

Jánea Estrada Lazarí[email protected]

14 DE NOVIEMBRE DE 2011

La literatura, integradora y sintetiza-dora de los miedos y las esperanzas del hombre, por medio de la libertad que la diversidad supone, echa mano del tema predilecto de las almas acon-gojadas, para hallar su lazo con la vida misma. Éste es: un hombre, desprote-gido ante las inclemencias del mundo, de los pesares de la suerte, porfía en re-dimirse, salvar su alma de la morbidez que lo rodea. Alguno quizá, matará a un hombre y se dará cuenta de que en lugar de limpiar su alma la ha condena-do. Otro, a fuerza de leer copiosamente libros de caballería, partirá de su tierra a “desfacer tuertos” y tarde o temprano chocará con la solemnidad y el escar-nio del dolor y la indiferencia. En todo caso, el individuo busca la protección ante el espectáculo de la desolación que impera en cada paraje en que su vista se posa y más aún, busca un compañero, para compartir su desamparo y desen-tender la gran palabra temida durante siglos y siglos: la soledad. En la obra de la que hablaré, dos individuos buscan redimirse, no matando (a pesar de que la muerte los alcance) ni desfaciendo tuertos, sino amándose in� nitamente. Calixto y Melibea, protago-nistas y dolidos héroes epónimos de la tragicomedia del Bachiller Fernando de Rojas La Celestina, son un ejemplo perfecto del ya mencionado objeti-vo de la literatura. La puri� cación del alma y su concomitante inmolación. Para refrescar la memoria, la trama es la siguiente: Calixto, joven altivo y apa-sionado, ha caído en las infranqueables redes del amor. Melibea es su musa, escondida, vedada de sus brazos. Bus-cando una manera de entablar pronta relación, requiere los servicios de una anciana conocida como Celestina, azo-te de la pasividad, versada en las artes de la discreción y la retórica. Ella en-tonces, bajo apariencia de vendedo-ra, logra develar el amor que Melibea siente hacia Calixto y concertar visitas nocturnas. La alegría de los enamora-dos no puede ser mayor. Sin embargo, el velo de ese mundo envidioso, ofen-dido ante la idea de que alguien salga de sus dolorosos designios, no tarda-rá en cubrirlos. Los criados de Calix-to, Sempronio y Parmeno, habiendo ayudado a Celestina en la empresa, le exigen parte del pago que le ha hecho su señor y ésta, al rehusarse, provoca su furia y gana la muerte. Ya está en la fosa. La muerte la ha cobrado, como

lo hará con los sirvientes, ejecutados por la justicia. El dolor ha empañado el grácil ritmo del amor de los jóvenes que no obstante, se siguen viendo. Pero la historia no acaba en este punto. Las heteras de la casa de Celestina, acon-gojadas por la pérdida de su ama y alimentadas por la furia, solicitan a un ru� án, la venguen a ella y a los criados. En la hoguera está pues, el destino de la pareja. Calixto es muerto y Melibea, presa de la desesperación, se arroja de una torre frente la mirada de su padre. Calixto y Melibea, o incluso Celestina, que en determinados mo-mentos se roba la historia, dependen de un factor esencial para erigirse persona-jes de una de las grandes obras trágicas en la historia de las literaturas. Éste es, el dolor. Como ya se ha estudiado, desde la antigua Grecia se apostó por un des-pliegue de las emociones. El teatro y la literatura de la época, constituyen una hermosísima muestra de la sensibilidad (lúgubre si se quiere) en torno al dolor humano. Desde un Edipo vapuleado por el destino, que se arranca los ojos y es proscrito de su tierra, hasta un Te-seo arrepentido, con su hijo en brazos, destrozado (recuérdese a Melibea de la misma manera en brazos de su padre). Los griegos consideraron la descripción de los sufrimientos del hombre, una manera de identi� carse con el prójimo y sentirse parte de una unidad, en este caso la noción de “destino” y justi� car su existencia en la tierra. Con el desga-rramiento se puri� can. Esto se le conoce como catarsis. El dolor se comparte, la so-ledad, en cierta medida, también. A lo largo de la evolución literaria, esta idea se ha cobrado apariencias varias, con enfoques diferentes. Con los griegos hay fuerzas externas al hombre, que condicionan su existencia en la tierra, los dioses. Calixto y Melibea, igual-mente, ven comprometida su felicidad, que no se halla en sus manos, sino en manos de una alcahueta, avara y cha-pucera quien al � n, ha logrado que los enamorados burlen a la soledad aun-que sea por breves momentos y que, a pesar del dolorido � nal, obtengan una victoria última. La unión de la muerte. A ella se pueden entregar sin miedo a represalias, pues a lo largo del obstaculizado idilio, llevaron su sufri-miento con paso � rme, soportándolo lo mejor que pudieron. Sus corazones rebosan de la unión � nal, más allá de

la vida. El amor, en este caso, profundo y verdadero, no prescinde de muer-te como se ha visto. Y es por eso que triunfa como la obra que constituye un campo que a manera de simula-cro, le sirve al lector para conocerse a sí mismo y confabularse junto a los protagonistas en contra de la vejación que la soledad nos promete. Nosotros somos, gracias al dolor del otro. En él encontramos nuestra identidad. Ésta es una de las características de las grandes obras literarias, de las imprescindibles; lograr que con la historia de un solo personaje, o pueblo, o pareja, el mun-do entero se descubra como cuando se mira a un espejo. Amores frustrados no faltan, mucho menos las adversi-dades que los acompañan, y esta obra sintetiza los destinos de cada uno; in-vito al lector de estas líneas juzgue por sí mismo lo cierto de esta aseveración. Necesita el autor del texto, de un len-guaje, en momentos dulce y compasi-

vo, y en otros cruel y desgarrado, para ilustrar las � uctuaciones violentas del tema que trata. Es difícil permanecer pasivo e incólume ante la narración de un Parmeno y Sempronio accidenta-dos, con el cerebro de fuera, en direc-ción al patíbulo, o ante un padre que lleva los restos de su hija, hecha hino-jos, en dirección a su madre. Todos y cada uno de los personajes se hallan en la misma fosa, que ya no es tal sino el sepulcro abierto de los deseos y las aspiraciones del hombre, donde la lite-ratura nos recuerda los mecanismos de conducta del corazón humano, la ma-yor parte de las veces, desconocidos. De esta manera, el arte de plasmar el dolor, petri� cando nuestras lágrimas para el eterno recuerdo de algún amor truncado, nos otorga jubi-loso la herramienta para contra restar nuestros temores y vencer, aunque sea con las palabras, la insalvable soledad de la muerte.

Por Gabriel Luévano

Llorarle al amor nuestra muerte

LA GUALDRA NO. 24

Por Eduardo Campech Mirandai

Ciudadan@s así,necesita este país

Gustav Klimt , Hope II

El jueves 6 de octubre del presente año, acudí con mi familia a una de las fun-ciones en el Teatro Calderón del Fes-tival Internacional de Narración Oral. Durante la función, me encontraba en-vuelto en las palabras de la guanajua-tense que se presentaba, sin percatar-me que del pants que llevaba caía mi cartera a la butaca. Decidimos no quedarnos a la segunda función. En la avenida Hi-dalgo, casi esquina con avenida Juárez, quise portarme generoso con mi fami-lia e invitarles unas crujientes campe-chanas (si la sangre llama a la sangre, la fonía llama a la fonía). En ese momento eché de menos la cartera. De inmediato me regresé al teatro. Ya había dado ini-cio la segunda función. Acudí hacia la fila donde había estado sentado, pero al verla ocupada y a los espectadores tan involucrados con el evento, que me dio pena interrumpir. Salí preocupado, con la imperante necesidad de llegar pronto a casa y cancelar las tarjetas (las cuales en realidad o no contaban con fondos o tenían un crédito pírrico). En la cartera también iban la licencia vencida, la credencial del IFE, y otras identificaciones, además de documen-tos pequeños diversos, y trescientos cincuenta pesos. Al llegar a casa lo primero que hice fue tomar el teléfono y repor-tarme al banco. Publiqué en Facebook, tanto en mi muro como en el grupo “Zacatecas”. Los comentarios no eran nada halagüeños. Mi familia me pre-guntaba cuánto dinero tenía y yo res-pondía. Los días pasaron, pero era ex-traño no poder realizar varios trámites porque no contaba con un documento que avalara mi identidad (ahí supe que tener muchos amigos en el face poco vale legalmente), era extraño no contar con una identidad para las autoridades. Llegó la quincena y un compañero sa-maritano me cambió mi cheque. Ha-bía acudido al IFE, para tramitar una nueva identificación, pero ante la im-posibilidad de presentar un documen-to que les asegurara que yo soy quien soy (y que tampoco me parezco a “nai-den”), me pedían acudir acompañado de dos testigos, acta de nacimiento y comprobante de domicilio. No hice nada. Pasaron una, dos, tres semanas, y me preguntaba a mí mismo, ¿en qué basurero habría quedado mi cartera?

Mi amiga Ángeles Valle me invitó a participar en un evento de flamenco, lectura, cante jondo, video. Trabajamos para presentarlo el 4 de noviembre en el ex Templo de San Agustín, como parte del Festival de la Muerte 2011. El evento se anun-ció, entre otros espacios, aquí, en “La Gualdra”. Como no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague, con emoción estuvimos en San Agustín. Teníamos más espectadores de los que en realidad esperábamos. Mientras las chicas (Fátima, Lanthé, Casandra y Sofía) del Taller de Flamenco del Instituto Zacatecano de Cultura bailaban, Ángeles me pidió acudir con quien manejaba el sonido (Margarita) para darle una indicación. Al pasar entre el público (después de haber leído en el escenario), se acercó una señora y me preguntó: “¿Usted es el maestro Eduardo Campech?” Apre-surado como lo ameritaba la situación, respondí: -A sus órdenes, sólo permí-tame unos cinco minutos en lo que ter-mina la presentación y con todo gusto la atiendo. Una soberbia interpretación de una sevillana daba el toque final a “Lamento y quejío”. Los participantes salimos a agradecer y disfrutar de los aplausos. Entre bambalinas, y entre fe-licitaciones y autofelicitaciones, me vol-vió a abordar la señora, quien ahora dijo: “Tengo un mes buscándolo” (inmedia-tamente pensé en que a esa acreedora no la conocía), “soy su lectora. Todos los lunes lo leo en La Gualdra, y tengo algo suyo”. ¡Mi cartera! En ese momento, embriagado por el júbilo y satisfacción de la presentación, sólo atiné a darle un abrazo, un agradecimiento y manifestar mi felicidad y admiración por el hecho. Ahí mismo se encontraba Jánea Estra-da, de inmediato le conté lo sucedido y la presenté. La señora Myrna Rivas, me hacía feliz: me entregaba mi cartera con las identificaciones tan necesarias (así me evitaba un montón de trámites bu-rocráticos); me capitalizaba ya que mi quincena se había hecho agua (cortesía de las políticas neoliberales), y ¡conocía a alguien que me lee! Por esos mismos actos, se ganó mi admiración: su grado de honradez (la cartera estaba intacta, cual si la hubiese tirado momentos an-tes) y su estoicismo para leerme cada semana, son dignos de aquilatar.

PD Señora Myrna Rivas, sé que lee estas líneas, y por este conducto quisiera pedirle que si por favor nos podríamos volver a ver. Tengo una deuda eterna con usted y deseo grati-ficar el gesto. Me puede encontrar en la Biblioteca Mauricio Magdaleno de lunes a viernes de nueve a quince horas; los martes de dieciocho a veintiún horas, en esos mismos hora-rios en el teléfono 92 4 05 62 o al correo electrónico. Saludos.

i [email protected]

14 DE NOVIEMBRE DE 2011

Poco antes de su retiro definitivo de las letras, cuando decidió dedicarse a dis-putar propiedades y algunas otras tareas despreciables, Shakespeare escribió la que probablemente fue su última obra: La Tempestad, drama cuya inconclusión no podemos saber si atribuírsela al can-sancio de una vida dedicada a la poesía y al teatro o a su genial sentido de la irrea-lidad del mundo. Shakespeare nos relata en ella la historia de Próspero, el duque de Mi-lán que siendo víctima de la ambición de su hermano, es desterrado en su sentido más literal (pues no sólo es expulsado de su patria sino también de la tierra, abandonándosele en el océano dentro una barca arruinada, sin jarcias ni apa-rejos) concediéndosele únicamente dos consuelos: su hija Miranda, nacida de la mujer que ha muerto al darle a luz y sus libros, a los que amaba más que a su propio ducado y cuyas artes mágicas le permitirán años después tomar vengan-za de su hermano y del rey de Milán, a quienes atrae a la isla que cobijó su nau-fragio y a quienes también concede el perdón. Al terminar la Tempestad (son también las palabras finales de la obra entera de Shakespeare), Próspero se di-rige al público o al lector que con su mi-rada le dan vida pidiéndoles terminar su historia y dictar su destino. En 1991, Peter Greenaway filmó la película Los libros de Próspero basada en La Tempestad. Las libertades del cineasta galés en su adaptación de la obra se restringen a las incursiones de su propia estética en el montaje (que le con-fieren ese aire barroco y esa densidad de elementos simbólicos característicos de sus filmes) y a las interpolaciones que describen los libros, ausentes en el dra-ma de Shakespeare. Greenaway se permite imagi-nar la prodigiosa biblioteca del duque en el exilio. Así, podemos escudriñar el Libro del agua, descolorido y con los fo-lios adheridos por efecto de la humedad, en cuyo interior se encuentran todas las asociaciones acústicas del elemento que compendia: lágrima, tempestad, nau-fragio, océano, así como un catálogo de instrumentos hidráulicos; el Libro de los colores, que no contiene palabras, sino sólo la gradación de todos los matices

Por Nelson Guzmán

Un ser de multiples rostros

Ni siquiera desde el punto de vista somos los hombres un todo materialmente constituido, idéntico para todos, y del que cualquiera puede enterarse; no, nuestra personalidad social es una creación del pensamiento de los demás.

Marcel Proust

—visibles o no para el ojo humano— y que comienza con el negro y termina con el negro; El atlas del infierno, robado por Orfeo cuando descendió infructuo-samente al Hades para rescatar a Eurí-dice y cuyos bordes están chamuscados y mordidos por Cerbero; Las biografías de Semíramis y Pasifae, volumen enne-grecido y desgastado por la frecuente consulta y en donde se relatan las vi-das licenciosas de ambas libertinas; La anatomía del nacimiento, libro herético escrito por Vesalio que pone en duda la eficiencia de la creación divina y del que saltan órganos palpitantes y ensangren-tados; El inventario de los muertos, que enlista el nombre de todos los muertos, que diariamente aumenta su grosor y que comienza con el nombre de Adán y termina con el tuyo; el último de los li-bros de Próspero es el First Folio, que en 1923 compendió por vez primera la obra de Shakespeare y en cuyo final hay una página en blanco donde el lector debe terminar el drama La Tempestad donde está leyendo la historia de Próspero. Entre los veinticuatro libros descritos en el filme, hay además de los anteriores El bestiario de la fauna pasa-da, presente y futura, El manual del an-ticuario, El libro de la geometría, La cos-mografía universal, El libro de las utopías, etc. Entre ellos, quizás el más enigmático es El libro de los rostros, cuyos folios están fabricados de diversos metales pulidos, donde cada página devuelve la imagen de quien la observa en sus múltiples versiones. El lector puede, al dar vuelta a las hojas, contemplar las diferentes for-mas de su rostro: como era en la infan-cia, como será en la vejez u observar el semblante de su cadáver; puede mirarse como ángel o como demonio y también mirar cómo cada uno de los demás hu-manos lo mira. Hay algo inquietante en este último libro: la ilimitada imagen de los rostros que cada persona posee. Pues la irrealidad de nuestra imagen no es sólo dibujada en nuestra piel por las líneas de la vida y del paso del tiempo. De modo que los contornos de nuestro semblante es tan variable como la evanescencia de las llamas; nuestro propio rostro presen-te es diverso según la multitud de ojos que lo contemplan.

Nunca llegamos a compren-demos por ejemplo el aspecto que cubre nuestras facciones ante el transeúnte que nos mira con indiferencia a nuestro paso por la calle, ni la vejez o juventud que nuestra persona entraña para un niño o un anciano. Lo despreciable y lo admi-rable de nosotros coexisten en la misma sala donde nos encontramos. Ocurre con nuestra persona lo mismo que con nuestras facciones, que sólo podemos contemplar en la asime-tría del espejo y por la cual ese lunar o cicatriz que destaca en la mejilla o en la frente lo observamos del lado inverso al que los demás perciben ¿Quién po-dría acertar a dar la cifra que defina el carácter real que un individuo posee? Probablemente ni siquiera uno mis-mo, pues por más que seamos testigos de las sombras íntimas e inconfesables de nuestros apetitos, remordimientos y memorias, hay un reducto de nues-tra persona impenetrable de cada uno frente a sí mismo. Nada más lejos entonces que considerar como in-dividuo esa prolife-ración de imágenes que pueblan nuestra cara, que como un caleidoscopio está arrojada al mundo como una pletórica fuente de rostros efímeros.

¿Hay detrás de nosotros una persona real? El origen mismo de la palabra persona nos remite a sus vínculos con el mero carácter de apariencia que nos define. Entre los romanos persona designaba la más-cara de los actores teatrales, lo mismo que προσοπον (prosopon) lo hacía en griego ¿Es alguna de las máscaras que exponemos frente a los demás o frente a nosotros mismos la que describe el aspecto real de nuestro espíritu?, ¿exis-te un gesto que nos defina más que la multitud de expresiones accidenta-les que continuamente ofrecemos? Afirmarlo sería tanto como decir que cuando mostramos otras máscaras de-jamos de ser nosotros mismos, lo que también equivale a afirmar lo que se pretende negar: que somos una mera apariencia indescifrable. En todo caso lo que podemos pensar es que somos semejantes a la vibración de una cuerda cuyo movi-miento pronuncia el tono de nuestra personalidad. Un tono y no la cuerda. Un espectro definido en las variacio-nes del rostro que llevamos, oscilantes. Justo como Próspero, que demandaba a los demás completar el semblante de su destino.

LA GUALDRA NO. 24

Por Jánea Estrada

Fotografías de Gundolf Lehmhaus

Jörg Bierhance es director musical y artístico de la Bluten-burg Kammerphilharmonie Múnich y de la Opera Nymphen-burg, Múnich. Actualmente vive en Viena. Ha dirigido, entre otras, la Orquesta Ciudad de Granada, la Sinfonietta Baden, la Orquesta Filarmónica de Zacatecas, México, la Moscow Symphony Orchestra, la Philharmonisches Orchester Ulm, Orchester der Beetho-venhalle Bonn, Shandong Symphony Orchestra en Jinan (China), Sinfonieorchester Kaposvár (Hungría), Philharmo-nie Kharkiv (Ucrania), Orchester der Norwegischen Mu-sikakademie Oslo, Vaasan Kaupungiorkesta (Finlandia) y Bulgarische Nationalphilharmonie Sofia. Nació en Osterode am Harz, Alemania, el 22 de enero de 1966. Inició su formación musical con el piano, la compsición y la viola, que estudió con Berta Volmer, Rei-ner Schmidt y en la Robert-Schumann-Musikhochschule de Düsseldorf. En esta ciudad fundó el Cuarteto Arbos, especializado en música del siglo XX. Fue violista en la Folkwang-Kammerorchester de Essen. Asimismo cursó es-tudios de Historia, Historia del Arte y Derecho en las univer-sidades de Colonia, Bonn y Múnich. En 1989 comenzó a estudiar Dirección de Orques-ta con Sergiu Celibidache en Múnich y París. De 1996 a 1998 profundizó su estudio en Bucarest con Constantin Bu-

geanu. De 1998 a 2000 asistió a las clases magistrales de Jorma Panula como becario de la Fundación de Arte y Cul-tura de Renania del Norte-Westfalia. Su interés por el estilo y la tradición de la Escuela de Viena lo llevó a participar en 1999 en la clase de Dirección de los Wiener Meisterkurse con Salvador Mas, que absolvió con distinción y en el que enseña técnica de dirección desde 2000. Ha continuado su labor pedagógica impartiendo clases magistrales en Ale-mania, México, Hungría y Bulgaria. En 2005 fundó la Blutenburg Kammerphilharmo-nie de Múnich y en 2007 la Opera Nymphenburg, ambas dedicadas principalmente a la Escuela de Viena. De 2001 a 2007 fue principal director invitado de la Orquesta Filarmónica de Vidin (Bulgaria). En 2004 y 2006 fue invitado a dirigir los conciertos sinfónicos en el Festival Internacional del Danubio de Ulm, en 2011 en el Festival Cultural Zacatecas. Jörg Bierhance se encuentra nuevamente en Zacatecas, en esta ocasión para impartir un curso de di-rección organizado por la Unidad Académica de Música de la UAZ, en el que participarán 15 alumnos de diferentes partes del país y el extranjero. El próximo día 20 de noviem-bre dirigirá a la Orquesta Filarmónica de Zacatecas, que se presentará en el Teatro Ramón López Velarde.

14 DE NOVIEMBRE DE 2011

Jánea Estrada: Háblanos del amor hacia la música… ¿Cómo surge?Jörg Bierhance: El amor hacia la músi-ca y al arte surge como una necesidad de encuentro; porque en el arte puedes ver algo de ti mismo; en la grandes obras de arte –no en las decorativas nada más, o las de moda-, como en las de Leonardo Da Vinci, Shakespeare… en las obras de los grandes maestros –sean éstos conoci-dos o desconocidos-, puedes encontrarte a ti mismo. Es como un espejo que refle-ja lo no superficial, sino lo profundo del ser humano. Mi encuentro con el arte se dio de manera natural…El arte es como el amor, quizás; si encuentras el amor de tu vida en una mujer o en un hombre, es algo similar… te ves reflejado en él y es muy peligroso si eso no sucede.

JE: Cuando tú diriges, lo haces con amor, entonces ¿podría suponer que te ves re-flejado en lo que se logra en el concierto?JB: No… el director es el primero entre iguales; el director es sólo una pieza más, pero indispensable, de lo que se logra en el momento supremo de hacer música. En el concierto todos los que participa-mos somos indispensables, el director, el concertino, el primer violín… hasta el último músico que ves en la fila más alejada. En el momento en que dirijo no tengo tiempo para reflejarme… músicos y director estamos en una comunicación directa, intensa. Es un hecho que la músi-ca en sí es un espejo de la vida… aunque no se pueda definir de manera exacta, no se puede decir la música es azul, por ejemplo. Mozart, es el mejor ejemplo de lo que sucede con la buena música… es la música más natural, la más directa y la más sencilla. Las óperas de Mozart son muy sencillas ¿sabes?, y la gente se ve re-flejada en lo que ahí sucede.

JE: ¿Es uno de tus compositores predi-lectos?JB: Sí, claro, es el mejor, por su senci-llez… en la música de Mozart, en toda la música, es muy importante que el direc-tor no disturbe, no moleste… no estor-be… a la música hay que dejarla fluir…

JE: Es la segunda vez que vistas Zacate-cas, tú podrías estar en cualquier parte del mundo y eliges estar aquí… ¿podrías hablarnos de eso?JB: Zacatecas me gustó mucho, yo estuve

aquí en abril pasado y nos quedó la in-quietud de dirigir algo más clásico. Hay muchos proyectos por hacer todavía. Me gusta mucho que la Unidad Académica de Música de la Universidad sea tan am-biciosa… que busque que sus profesores y alumnos sigan capacitándose. En ese sentido es muy competitiva, así debe de ser… la gente aquí es muy abierta, muy amable y tiene mucha disposición de aprender. Además de venir a dar un cur-so de dirección, vengo a trabajar con la OFILZAC, a dirigir el programa del 20 de noviembre, por invitación de Alfon-so Vázquez, con quien tengo una muy buena relación. Nos conocimos en Viena hace dos años y desde entonces planea-mos el trabajar juntos.

El verano pasado, varios integrantes de la EMUAZ estuvieron en Viena tomando un curso de dirección en Viena, con Jörg Bierhance. De acuerdo a lo manifestado por Alfonso Vázquez, director titular de la OFILZAC y docente de la EMUAZ, quien se encuentra con nosotros durante la en-trevista.

JE: Es muy importante para los estudian-tes de la Escuela de Música tener la opor-tunidad de estar en contacto con artistas como tú…JB: Más que conmigo, con todos los in-tegrantes de esta orquesta magnífica. De hecho, las puertas de los ensayos con la OFILZAC estarán abiertas para todos aquellos estudiantes que deseen asistir, a partir del viernes hasta el domingo –que tendremos ensayo general por la ma-ñana- estaremos ensayando de manera exhaustiva. Eso sí, con la condición de que lleguen puntuales y con el celular apagado (ríe y bromea a continuación), podría morir en el momento el que lleve un celular y éste suene durante el ensayo o durante el concierto…

JE: ¿El problema con los celulares duran-te los conciertos es nada más en México?JB: No… es un problema global. A mí me parece incomprensible… es una falta de respeto para todos: músicos y espec-tadores… durante un concierto en Bul-garia, recuerdo que alguien contestó en voz alta y dijo “Ahora no puedo hablar, estoy en un concierto”. Es terrible… es como…. ¡cagar en la mesa! (ahora todos reímos)

JE: Volviendo con el tema de la OFILZAC, ¿te imaginaste que en Zacatecas existiera una orquesta filarmónica como ésta?JB: Conocía poco sobre Zacatecas, pero estoy gratamente sorprendido de en-contrarme con una orquesta tan seria y tan profesional. En Europa hay muchas orquestas, los poblados más pequeños tienen la suya y la gente se siente muy or-gullosa. Cuando la gente se siente iden-tificada con su orquesta, se emociona tanto en un concierto como lo hacen los aficionados de futbol con su equipo. En Alemania, después de la Segunda Gue-rra Mundial, todo quedó destruido… no había casa habitables, no había comida, ni trabajo, nada… Lo único que nunca paró fueron los conciertos; la gente no te-nía dinero para pagar el boleto, entonces para poder entrar, llevaba carbón para prender la calefacción y no morirse de frío esas horas. Creo que la música sal-vó al país, lo hizo resurgir de las ruinas. Así es la música, la música verdadera, la que se escucha en vivo (no la de los ipods o grabaciones). Es muy bueno entonces que un Estado como Zacatecas tenga su orquesta filarmónica, bueno para la gente que tiene la oportunidad de asistir, de dis-frutar, de acrecentar su espíritu… y bueno para los gobiernos, para los políticos, por-que una orquesta puede viajar por el mun-do como embajadora cultural del lugar al que pertenece. La gente de Zacatecas debe sentirse muy orgullosa de esta orquesta y debe asistir el próximo domingo al con-cierto para comprobar lo que digo.

JE: ¿Qué podemos esperar del próximo concierto?JB: Trabajaremos mucho para que el con-cierto sea excelente y yo confío en que así será, tendremos que recurrir a dos ingredientes: a la pasión mexicana y a la eficiencia alemana. Será un reto grande y seguro ofreceremos a los asistentes un muy buen concierto.

JE: La pasión mexicana me queda claro en qué consiste, pero ¿a qué te refieres con eficiencia alemana?JB: A la disciplina. A que hemos de con-centrarnos sólo en lo importante… lo que no es importante lo dejaremos de lado. No perderemos tiempo, porque no lo tenemos de sobra; nos enfocaremos en lo trascendente, en lo fundamen-tal. Si así fuéramos en todo en la vida, tendríamos más tiempo de hacer cosas divertidas, el trabajo sería menos. Pero tendemos a distraernos mucho y perde-mos un tiempo valioso en ver televisión, en internet…

JE: ¿Eres así de disciplinado y trabajador siempre?JB: (Ríe) No soy muy trabajador… pero sí soy disciplinado… me gusta trabajar pocas horas al día para poder dedicarme a otras cosas en mi vida… a pasar tiem-po con mi hija recién nacida, con mi esposa… a leer, a velear, a nadar. Desde chico he sido muy deportista, me gus-ta el futbol… ver jugar a mi equipo, el Dortmund, de la Bundesligue…

JE: ¿Has leído literatura latinoameri-cana?JB: Acabo de leer a Ángeles Mastreta y ahora estoy leyendo Rayuela, en alemán. Tengo que leer a Octavio Paz, a Ramón López Velarde… Mis viajes son siempre un intercambio, al lugar que voy llevo cosas y me regreso con cosas diferentes. Algún día regresaré con mi familia para disfrutar más de Zacatecas…

Jörg Bierhance no conoce todavía la li-teratura de Ramón López Velarde, Am-paro Dávila, o Severino Salazar… seguro está que cuando los lea regresará a Zaca-tecas con más ganas todavía. El próximo domingo dirigirá a la OFILZAC, ojalá que el Teatro Ramón López Velarde luz-ca un lleno completo.

LA GUALDRA NO. 24

Por Iván Martínez*La decada perdida en Zacatecas

El próximo año se cumplirán 30 años del inicio de actividades de lo que hoy es la Unidad de Música de la UAZ. Imagino que además de muchos con-ciertos, quienes por ahí han pasado habrán de reflexionar sobre el camino transitado, como escuela y como cen-tro que fue de la actividad cultural en Zacatecas.

Hace alrededor de cinco años no me gustaba Joaquín Sabina. Bueno, en rea-lidad no lo conocía, había escuchado “Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una y las dos y las tres…”, pero no tenía idea de quién era y no era una canción que encontrara especialmente agradable. Luego el señor Sabina fue me-tiéndose, escurriéndose poco a poco en mis gustos musicales. La semana pasada asistí a uno de sus conciertos en el DF de la gira “El penúltimo tren”. Las canciones de Joaquín Sa-bina, para mí, siempre tienen un sabor a nostalgia y melancolía, hasta el punto que a veces hace que uno quiera dejar de escucharlas; pero la magia reside precisamente en el hecho de que con todo y todo quieras seguir oyéndolas. Porque recuerdas la canción de las no-ches perdidas, la incompatibilidad de caracteres, las lágrimas de plástico azul, el tratado de impaciencia número 10 en el que a veces todos nos encontramos. Los 19 días y 500 noches que nos tar-damos en comenzar a olvidar, mientras

Castillo de sal si puedesPor Andrea Sampedro

A mis maestros de la UAMUAZ, con cariño y agradecimiento

Yo he comenzado a evocar mi paso por ahí y no puedo sino sentir-me afortunado de él. De haber vivido y crecido en un Zacatecas diferente no sólo al de hoy, cuya complejidad co-rresponde a otros intentar salvar, sino diferente al que, culturalmente y pa-rafraseando a Carlos Salinas, ha sido para todos una Década perdida.

afirmamos, afirmo que yo también sé ju-garme la boca y que no necesito pastillas para no soñar. Es música que incluso en estos tiempos nos lleva como un explorador por el boulevard de los sueños rotos y a la orilla de la chimenea, mientas pensamos que nos sobran los motivos, pero no nos sobran, porque nunca sobran ni faltan razones para escuchar a Joaquín Sabina, ni para querer y llorar y extrañar y soñar y desear mientras lo hacemos con res-ponsabilidad y desenfado. Porque resumiendo aunque Sabina no le guste a todo mundo y a muchos les parezca sobrevalorado o puro ruido, mientras una de sus can-ciones signifique algo, aunque sea para una persona, nada de eso importa. Así que si quieren, escúchenlo, y yo aprovecho para felicitar a la (parcial-mente) culpable de mi gusto por Joaquín Sabina: Minerva, por su cumpleaños, a ella que siempre será (parafraseando a Joaquín) tan joven y tan vieja, like a rolling stone. Y “de momento, nada de adiós muchachos”.

No sé si a lo que pasó en los noventa deba llamar una época de oro, pero sí fue una larga temporada en que La Escuela era el centro de muchas co-sas, empezando por toda la actividad cultural del Estado, pues alrededor de ella se reunían escritores, pintores y por supuesto, un número importante de músicos de primer nivel que pu-sieron el nombre de Zacatecas como referente musical de lo que pasaba en provincia, y un responsable vínculo con la sociedad a través de temporadas de conciertos que llenaban el Teatro Calderón con un público ejemplar que cada vez fue más educado. Al no tener una orquesta sin-fónica como sí Aguascalientes, Guada-lajara y Guanajuato, concentrábamos la actividad camerística de por lo menos todo el norte, sin dejar de procurar la relación con estas tres orquestas y nos sentíamos privilegiados de tener a al-gunos de sus músicos como maestros; teníamos una orquesta de cámara pro-fesional que ofrecía una temporada re-gular cada semestre y que compartía los jueves con los legendarios recitales de piano de Oscar Tarragó, mientras que los otros días disfrutábamos admirados los recitales de nuestros otros maestros; o un Coro de alumnos cuyo nivel semi-

profesional le permitía viajar en dos o tres ocasiones por semestre para cantar con orquestas de todo el país. Zacatecas gozaba de dos fes-tivales dedicados a la música de con-cierto que no le pedirían nada a lo que hoy se hace con tanta pompa en otras ciudades; ambos se hacían desde la Universidad. Académicamente, los ejem-plos de alumnos que ganaron concur-sos nacionales, de alumnos que llega-ban de todo el país para estudiar con nosotros o de los que salieron para ocupar sillas en orquestas profesiona-les, no cabrían en este espacio. Cierto que antes existió ma-yor apoyo y relación con lo que se hacía desde el Instituto Zacatecano de Cultu-ra, tampoco cabrán las quejas o la enu-meración de errores externos; no to-davía. Sí una invitación a que tras diez años perdidos, en que se extinguieron las temporadas, la Camerata, los festi-vales, las glorias ganadas en concursos y los profesores visitantes, el inicio de la cuarta década sirva para dejar atrás la mediocridad y la ignorancia que pasmó a Zacatecas durante la primera década de los dos miles.

* [email protected]

14 DE NOVIEMBRE DE 2011

Por Sigifredo Esquivel/Rolando Alvarado

La biopolítica es una noción social analítica que nos permite ver la emer-gencia de las formas de gobierno, ges-tión y administración de la vida. La biopolítica entrelaza la vida y la políti-ca, proyecta la política sobre la vida, e introduce la vida en el campo de la po-lítica. La tensión irreductible entre vida y política designa una encrucijada de problemas que cuestionan y provocan otros campos y otros conceptos. En Vi-gilar y castigar, Michel Foucault quiere documentar el cambio en la raciona-lidad gubernamental que tuvo lugar cuando se ocultó la violencia estatal a través de lo que denominó “estrate-gias de normalización”. Como ejemplo emblemático citaba la reforma que el radicalismo inglés, en la figura de Bentham, propuso para la reeducación de los criminales: el panóptico. Un criminal ya no sería materia endeble entre las manos del soberano, sino que pasaría a instituciones de reinserción social pertinentes a sus problemas. La estrategia normalizadora operaba sobre los cuerpos individuales. Poste-riormente, en sus lecturas en el Colegio de Francia, Foucault trató de mostrar otra mutación en el ejercicio de la ra-cionalidad de gobierno. Se introducen los mecanismos de seguridad que ope-ran al nivel poblacional, con el fin de mejorar la vida de esa población. Esto lleva a Foucault a denominar ese tipo de ejercicio del poder estatal “biopo-der”. El biopoder no muestra violencia ya que su objetivo manifiesto es me-jorar la vida de la población. Para ello desarrolla un cierto conocimiento que funda su práctica; no opera, como el poder soberano, desde la pura deci-sión incuestionable del soberano, sino desde una cierta forma de racionalidad científica. De modo tal que las opera-ciones del biopoder son muy variadas; reformas a la seguridad social, planes de desarrollo urbano, simplificaciones en trámites administrativos, diseño de políticas de jubilación y de pensiones, protección del mercado, control de la sexualidad de la población y, por su-puesto, control sobre el consumo de estupefacientes.

Biopolítica:

Estado(moderno/ posmoderno):

Intelectuales:

Ciudadanía y sociedadcivil:

Mercado

Disenso:

Utopía de la pluralidad:

En el principio era la horda primitiva nómada. Según algunos el paleolítico fue el único período de felicidad ple-na. Con la agricultura, las ciudades, la religión y la estratificación social vino la sociedad jerárquica. Posterior-mente con el ascenso de la burguesía sobrevino la ilusión de recuperar una supuesta igualdad perdida, para lo que se inventó el concepto de “ciudadanía” a imagen y semejanza de lo que se cree fue el ciudadano de la polis griega. Sal-vando el abismo que media entre una sociedad esclavista extinta y una na-ciente sociedad capitalista el liberalis-mo introdujo el concepto de igualdad jurídica como base de la ciudadanía: es ciudadano aquél que pertenece a un Estado que le confiere derechos y obligaciones independientemente de su posición en el tinglado social. En la práctica, la sociedad civil, en las sociedades contemporáneas, bien se podría decir que funciona como con-ciencia desdichada de una izquierda progresista que no quiere renunciar a sus prerrogativas pequeño-burguesas pero que siente compasión por la mi-seria que le circunda.

En su obra La diferencia, Lyotard ha-bía pensado una forma político-ética para hacer valer una diferencia irre-ductible a todo litigio legal. Y aunque la idea resulta sugerente, en la práctica la diatriba posmodernista del pensa-dor francés se puede traducir perfec-tamente en los lugares comunes del multiculturalismo que hace de la dife-rencia un gueto para justificar el opro-bio de las desigualdades. La cuestión central (lenguaje que al posmodernis-mo le resulta alérgico) sería potenciar una diferencia constituyente que no se vea atrapada por la desigualdad cons-tituida.

Proclamar leyes y hacer que se cum-plan en todos los ámbitos de la vida humana mediante la coerción legíti-ma. Para Foucault una de las mutacio-nes básicas en la racionalidad guber-namental, que marca la modernidad política, es el reconocimiento por parte del Estado de que las leyes del ámbito económico no son ni enuncia-das ni controladas desde los medios estatales. El Estado neoliberal radica-liza esta posición construyendo una institucionalidad que da condiciones de viabilidad y expansión ilimitada del mercado, y de manera más específica, el mercado es sustituido por una eco-nomía virtual especulativa; el estado ultraliberal será un guardián al servi-cio de los mega-oligopolios que con-trolan toda la economía global.

En su mayoría se trata de sujetos cla-se media progresista (post)ilustrada que tienen su vida resuelta y suficiente tiempo libre como para disertar sobre los tópicos y clichés del momento. Con gestos adustos y ademanes graves di-sertan sobre las funciones del Estado, la sociedad civil, el cambio climático… Generalmente buscan el cobijo del financiamiento estatal (ya sea directa-mente en algún puesto como funcio-narios públicos o en una supuesta insti-tución educativa que se dice autónoma, ej. universidad pública) y desde ahí construyen siniestras lucubraciones en sótanos estatales o cubículos académi-cos. Su crítica suele ser menos oportu-na que oportunista, menos interesante que interesada, menos inteligente que indigente, pero eso es lo que menos importa en un contexto donde el pen-samiento hegemónico (estrictamente hablando no pensamiento) ha hecho superflua cualquier impugnación real y verdadera del estado de cosas existente. Y para acabar pronto, y en última ins-tancia, ningún intelectual, salvo algún patológico caso, que siempre ha habido, estaría dispuesto a abandonar sus pre-rrogativas sociales, laborales, políticas y de marketing mediático.

En un inicio el mercado implica el con-cepto moral de intercambio justo, que debe ser garantizado por un Estado. En los términos del cambio que se operó en la racionalidad gubernamental, la acción del Estado deja de ser necesaria, al mismo tiempo que los conceptos mo-rales se abandonan en el basurero de la historia. Obviando el necesario paso por el radicalismo inglés (Jeremy Bentham, William Goodwin) podemos decir que el mercado competitivo es aquél que permite a todos sus usuarios obtener el máximo de satisfacción. Un mercado no competitivo es aquél que no produce satisfacción máxima en sus usuarios. A la postre la idea de mercado competitivo, dentro del capitalismo realmente exis-tente, capitalismo corporativo integrado, resulta ser una de las más nefastas uto-pías, pues subyace a dicha visión el axio-ma de la ganancia ilimitada como único fin de una economía que, en la actuali-dad, año 2011, ha producido 200 millo-nes de desempleados. Ahora el mercado ultraliberal (neoliberal) puede prescin-dir de una tercera parte de la población mundial sin que ello que cause, aparen-temente, ningún problema. En América Latina la tradición del estatalismo pa-ternalista y la cultura ancestral de la co-rrupción, el nulo interés por el desarrollo tecnológico y la ausencia de generación de conocimiento nuevo, han hecho que nuestros países entren en el esquema global como arsenales de recursos ma-teriales (mano de obra barata, materias primas no renovables…). El libre merca-do ha sido sustituido por el club casino mundial donde cerca de 1,200 empresas transnacionales juegan al turista en bol-sas de valores virtuales, en dicho lucrati-vo juego la apuesta más remunerada es la del riesgo y la catástrofe; todos están felices pues cuando algún poderoso está a punto de naufragar el estado ultralibe-ral saldrá en su salvamento.

Recurriendo a la teoría de juegos, Ro-bert Nozick en “Anarchy, State and Uto-pia”, explica en forma sucinta por qué una pluralidad de visiones individuales diferentes que coexisten bajo la condi-ción de libre tránsito entre ellas es una utopía. La tinta crítica alrededor de las ideas de Nozick ha corrido en abun-dancia, tomando por foco los concep-tos de anarquía y Estado mínimo que aparecen en el título. Menos se ha dicho sobre la utopía. La utopía prevista por Nozick se basa en sostener que las dis-cusiones sustantivas sobre los modos de vida humanos son irreductibles, pero indican formas de vida válidas. Por lo cual resulta absolutamente ilusoria la fórmula del consenso, dicha fórmula consigna la construcción armónica de mundos humanos diversos con libre tránsito entre ellos.

LA GUALDRA NO. 24

JUEVES 17 y 24Tradicional ConciertoBanda Sinfónica del Estado Dir. Salvador García y OrtegaPlazuela Goitia19:00 horas

VIERNES y SÁBADOSLeyendas de ZacatecasFrente a Catedral20:00 horas

SÁBADOS 19 y 26Restauración Virtual del Antiguo Templo de San Agustín20:00 horas

DOMINGOS 20 y 27Tradicional ConciertoOrquesta Típica de ZacatecasDir. Florentino RaygozaCasa Municipal de Cultura de ZacatecasEntrada libre / 18:00 horasCoordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas

JUEVES 10, VIERNES 11 y SÁBADO 12Encuentro Regional de Narradores del Centro OccidenteLas conjugaciones de los tiempos: Ampa-ro Dávila y Severino SalazarLecturas, seminarios, talleres y presenta-ciones de librosFondo Regional para la Cultura y las Artes del Centro OccidenteDe 9:00 a 14:00 y de 16:30 a 21:00 horas. Varios foros del Centro Histórico Mayores Informes: Ofi cina de Enlace del Fondo Re-gional, Tel: 922 11 13 y 922 11 52 Ext. 125

MIÉRCOLES 16Ópera Matilde o “México 1810” de Julián CarrilloOrquesta Sinfónica de Aguascalientes. Director: Román Revueltas Retes. Director Concertador: José Miramontes ZapataCompañía de Ópera de Zacatecas. Direc-tor: Artístico: José Manuel DelgadilloCoordinadora General: Patricia AhumadaSolistas: Zaira Soria – SopranoJosé Luis Ordoñez – TenorSaúl Sánchez Román – TenorOziel Garza-Ornelas – BarítonoCarlos Sánchez – BarítonoProducción General: Secretaría de Cultura de San Luis PotosíTeatro “Ramón López Velarde” / 20:30 horasAdmisión: Luneta $ 150.00 – General $ 100.00Coordina: Fondo Regional para la Cultura y las Artes del Centro Occidente

JUEVES 17Presentación del libro4 Tomos “Origen y Desarrollo del Liberalis-mo Mexicano”Del autor zacatecano: Ricardo Delgado RománSalón de Recepciones de Palacio de Gobierno 18:00 horas

MIÉRCOLES 16, JUEVES 17, VIERNES 18 Y SÁBADO 19Encuentro Regional de Narradores del Centro OccidenteLas conjugaciones de los tiempos: Ampa-ro Dávila y Severino SalazarLecturas, seminarios, talleres y presenta-ciones de librosFondo Regional para la Cultura y las Artes del Centro OccidenteDe 9:00 a 14:00 y de 16:30 a 21:00 horas. Varios foros del Centro Histórico. Mayores Informes:Ofi cina de Enlace del Fondo Regional, Tel: 922 11 13 y 922 11 52 Ext. 125

SÁBADO 19Danza folklóricaPresencia Cultural COBAEZPlantel ZacatecasPlazuela Goitia 17:30 horas

DOMINGO 20

CONCIERTOOrquesta Filarmónica de ZacatecaDirector Invitado: Jörg Bierhance Director: Alfonso Vázquez SosaSolista: Félix Alanis – ViolínTeatro “Ramón López Velarde”18:00 horas / Admisión: $ 50.00

MIÉRCOLES 23Bellas Artes a todas partesLectura en voz alta: “Leo… luego existo” FRANCESCA GUILLEN, Actriz. Casa Mu-nicipal de Cultura de Zacatecas. Entrada libre / 19.00 horas. Coordinan: Instituto Nacional de Bellas Artes. Casa Municipal de Cultura de Zacatecas. Instituto Zacate-cano de Cultura “Ramón López Velarde”

VIERNES 25Jornada Estatal del RockRock pop y alternativoPlazuela Goitia .De 16:00 a 21:00 horas

SÁBADO 26Jornada Estatal del RockFuente de Luz y Sonido del Parque Sierra de Álica. De 12:00 a 21:00 horas

Presentación del discoCantares de la Revolución MexicanaDel grupo Estampa NorteñaProyecto PECDAZAuditorio del Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez” 19:00 horas

DOMINGO 27Música clásicaAlumnos de la Academia de Canto de la Unidad Académica de Artes de la U.A.Z. Au-ditorio del Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez” Entrada libre / 13:00 horas

JEREZ

JUEVES 24Bellas Artes a todas partesLectura en voz alta: “Leo… luego existo” FRANCESCA GUILLEN, ActrizTeatro HinojosaEntrada libre / 20:00 horas

MUESOS Y GALERIAS

MUSEO DE ARTE ABSTRACTO MANUEL FELGUEREZFrisas Pinturas ObjetosDe Oscar GutmanSala de Exposiciones Temporales I

Puntos de TensiónSala de Exposiciones Temporales IIPermanencia: 14 de noviembre

Visitas guiadas Grupos escolares Lunes, miércoles, jueves y viernes de 10h00 a 12h00 horas, previa cita 924 37 05

Visitas guiadas para familias.Domingos de 10h00 a 13h00 horas, previa cita 924 37 05, según disponibilidad, entrada gratuita para los zacatecanos.

MUSEO FRANCISCO GOITIACálculo PictóricoDe Jorge LunaPermanencia: Hasta noviembre

MUSEO PEDRO CORONELSigno y EspírituDe José Luis BustamantePermanencia: 5 de noviembre

FOTOTECA DE ZACATECAS PEDRO VALTIERRALa ciudad y sus quinceañerasColectiva. Permanencia: 20 de noviembre

El Yucatán de ayer, una muestra fotográfi ca. ColectivaPermanencia: 4 de diciembre

Llantos y refl ejos De Cinthya de AndaVestíbulo del Teatro José González Echeve-rría. Fresnillo, Zacatecas.Permanencia: 27 de noviembre

GALERIA ARROYO DE LA PLATAExposición colectiva y venta permanente. Manuel Felguérez, Pedro Coronel, Rafael Coronel, Emilio Carrasco, Juan Manuel de la Rosa, Luís Felipe de la Torre, Francisco de Santia-go, Ismael Guardado, Jesús Reyes Cordero, Tarsicio Pereyra, Luís Enrique Gutiérrez, Ja-vier Cortez, Ángeles Perelló, Pedro Valtierra, Armando Ezequiel Haro, Eduardo Román Quezada, Juan Carlos Villegas, Enrique Barajas Pro.IRMA VALERIO GALERIASExposición colectiva y venta permanente: Manuel Felguérez, Pedro Coronel, Rafael Coronel, Francisco de Santiago,Mario Martín del Campo, Jazzamoart, Sergio Garval, Luis Filcer, Benjamín Domínguez, José Luis Bus-tamante, Ismael Guardado, Georgina Gómez,

PROGRAMA DEL 16 AL 20DE NOVIEMBRE

Miércoles 16 / 19:00 hrs. INAUGURACIÓN MUESTRA INTERNACIONAL DE CINE Y DERECHOS HUMANOS

Cortometrajes:1.Los invisibles, Dir. Marc Silver y Gael García Bernal. Méxi-co/2010/24 min.2.Negritud, Dir. Patrick Bencomo. España/2008/6.30 min3.Diáspora, Dir. Tasoula Kallenou. Australia/ 2005/ 8 min. Tema MIGRACIÓN. Cine-debate con especialista al fi nalizar la función

Miércoles 16 / 20:00 hrs.Immigrant Nation! The Battle for the Dream (Nación de inmi-grantes)Tema MIGRACIÓNDir. Esaú Meléndez. México y EUA/ 2007/ 96 min.

Jueves 17 / 11:00 hrs.Paquete de cortometrajes de LA MATATENA. •El último elote, •Escúchame, •¡Golpes NO!, •Lo que vale no se ve, •Me acepto, •Mi historia en el mundo oyente, •La familia silencio.Niñas y niños realizadoresMéxico/ 29 min.Cine-debate al fi nalizar la función

Jueves 17 / 18:00 hrs.Hermano . Dir. Marcel RasquinVenezuela/ 2010/ 97 min. Tema JUVENTUDCine-debate al fi nalizar la función

Jueves 17 / 20:00 hrs.1. Test, Dir. Marta Aledo y Natalia Mateo. España /2008/ 12’2. Ganadores del 2º concurso “Un minuto por los Derechos Humanos”, Dir. Varios. México/ 2010/ 4 min.3. Viudas del carbón. Mujeres sin nombre, Dir. R. Novoa y S. Lovera. México / 2008/ 60 min.Tema MUJERESCine-debate al fi nalizar la función

Viernes 18 / 11:00 hrs.Paquete de cortometrajes de LA MATATENA. •El último elote, •Escúchame, •¡Golpes NO!, •Lo que vale no se ve, •Me acepto, •Mi historia en el mundo oyente, •La familia silencio.Niñas y niños realizadores.México/ 29 min.

Viernes 18 / 18:00 hrs. Agnus Dei Tema INFANCIACine-debate con especialista al fi nalizar la funciónDir. Alejandra SánchezMéxico/ 2011/ 84 min.

Viernes 18 / 20:00 hrs. Los Herederos Tema INFANCIADir. Eugenio PolgovskyMéxico/ 2008/ 90 min.

Sábado 19 / 18:00 hrs.El cielo abiertoTema CONFLICTOS ARMADOSDir. Everardo González México/ 2011/ 100 min.

Sábado 19 / 20:00 hrs.1. Ganadores del 2º concurso “Un minuto por los Derechos Humanos”. Varios directores. México/ 2010/ 10 min.2. México Bárbaro 2010. Dir. Luis Rincón. México/ 2010/ 90 min.Tema DERECHOS HUMANOSCine-debate al fi nalizar la función.

Domingo 20 / 18:00 hrs.Paquete de cortometrajes. Cine charla al fi nalizar la función. 1. G-8 en Heiligendamm (libertad de expresión), Varios direc-tores. Alemania/2007/12 min.2. La discapacidad invisible (discapacidad), Dir. Ane Larraña-ga. España/2007/ 25 min.3. Sabou (discapacidad), Dir. Elena Misó. España /2006/ 18 min.4. ONE HUNDREDTH OF A SECOND (confl ictos armados). Dir. Susan Jacobson. Inglaterra/2006/ 5 .33 min.5. Barrios. Beats and blood (juventud). Dir. Ioan Grillo. México-Reino Unido/2010/ 18 min.

Domingo 20 / 20:00 hrs.Cortometrajes: 1. Huicholes y Plaguicidas (medio ambiente). Dir. Patricia Díaz Sánchez. México/ 2011/ 27 min.2. Ganadores del 2º concurso “Un minuto por los Derechos Humanos” (medio ambiente). Dir. varios. México/ 2010/ 5 min.3. La niña que tenía una sola oreja (infancia). Dir. Álvaro León. España/ 2009/13 min.4. La casa de Chayo (infancia). Dir. Giusseppe Solano. México/ 2010/ 10 min.5. THE BURNING MAN (Racismo). Dir. Adze Ugah. South Africa/ 2008/ 24’

Domingo 20 / 20:00 hrs.VÁMONOS CON PANCHO VILLADir. Fernando de FuentesMéxico/1935/92 min.

Gabriela Suárez del Real, Emilio Carrasco, Rito Sampedro, Rita Gallé, Carmen Alarcón, Enrique Barajas Pro, José Esteban Martínez, Jorge Vallejo.

MUSEOGRABADOExposición y venta de obra gráfi ca:Francisco Toledo, Vicente Rojo, Manuel Felguérez, Alberto Castro Leñero. Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez”De lunes a sábado de 10h00 a 17h00 Tel: 492.103.04.07 www.museograbado.com

MUNOExhibición y venta de obra gráfi ca:Bem Dierckx, Marcelo Balzaretti,Plinio Ávila, Ernesto Morales, Adam Leech.Objetos de diseñadores mexicanosTacuba 128, centro históricoDe lunes a sábado de 12h00 a 21h00 horas. Tel. 492.126.56.32 www.muno.com.mx

TALLERES, CURSOS Y SEMINARIOS

INSTITUTO ZACATECANO DE CULTURATalleres de DanzaBallet Clásico – Blanca AlatorreDanza Contemporánea – Mauro CháirezDanza Flamenca – Ángeles ValleDanza Jazz – Susana AlemánDe lunes a viernesDe 16:00 a 21:00 horasDe septiembre 2011 a junio 2012

MUSEO ZACATECANOTaller de Creatividad para adolescentes y adultosImparte: Sonia Félix CheritLos lunes y juevesInicia: 7 de noviembre – culmina: 1 de diciembreDe 16:00 a 19:00 horasSalón Huricuta Cuota de recuperación: $ 750.00

CENTRO CULTURAL CIUDADELA DEL ARTETalleres de MúsicaGuitarra y Trompeta - Antonio Ramírez ZacaríasDe 8:00 a 10:00 horasDe agosto 2011 a junio 2012

Talleres de LiteraturaEnsayo - Mtro. Sigifredo Esquivel MarínSábados de 17:00 a 20:00 horasPoesía - Mtro. Javier Acosta EscareñoSábados de 11:00 14:00 horas

Segunda Parte del Seminario de PoesíaImparte: Dr. Veremundo Carrillo TrujilloDel 19 de septiembre a noviembreDe 17:00 a 20:00 horasCuota de recuperación $300.00

FOTOTECA ZACATECAS PEDRO VAL-TIERRATaller de heliograbado Del 25 al 27 de noviembre. Con una duración total de 24 horasDe 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 horas Costo: $ 1,600.00, incluye materiales, quími-cos, papel y uso de laboratorioLímite de 10 personas.

Taller de iluminación de obra artística y producto Impartido por la fotógrafa Cristina OrtegaDel 17 al 19 de noviembreDe 17:00 a 19:00 horasCosto: $ 700.00. Cupo limitado a 10 personas. En colaboración con Casa Engracia. Infor-mes 92 4 20 15 y 492 5 44 29 58

ConcursosDe la pluma a la lente. Convocatoria de concurso de fotografía en colaboración con Revista La Pluma del Ganso, Club fotográ-fi co de México A.C., Revista Cuartoscuro y Fototeca de Zacatecas Pedro Valtierra. Re-cepción de trabajos hasta el 10 de diciembre de 2011, consulta de bases en www.clubfo-tomexico.org.mx y www.cuartoscuro.com.

14 DE NOVIEMBRE DE 2011

Sin temor a errar, podría decirse que los autores que se interpretarán en esta ocasión representan el inicio formal y el final del Romanticismo Alemán en un sentido muy estricto. Si bien está la figura de Richard Wagner, su con-cepción de la ópera y la manera de desarrollar su discurso musical, aunque emparentado con las aportaciones weberianas, son lo que abre el camino a nuevas concepciones musicales que se cristalizarán en las obras de los compositores llamados ultra o pos románticos.

refleja en su vida y en su obra los más al-tos valores perseguidos por los románti-cos germanos. No sólo fue compositor, sino también director y un gran virtuoso, ligado al mundo de las letras pues tam-bién fue novelista y ensayista. En sus días existían ya las diferentes formas de ópera italianas y francesas. Pero lo más cercano en el mundo alemán era el singspiel, obra o teatro musical, en el que se alternaban partes habladas y cantadas. La primera de sus obras que refleja la visión romántica fue Der Freischütz, en la que deja de lado las secciones habladas y que es totalmente cantada es una ópera posterior Euryanthe, la cual, según la crítica especializada, es-tuvo llamada a ser su obra maestra, de no ser porque la leyenda medieval en la que se inspira su argumento ya había sido abor-dada con maestría por Shakespeare en Cymbeline. La música de Weber es de ex-celente factura. En la Obertura podemos escuchar algunos de los temas musicales que se presentarán a lo largo de la obra, especialmente los referidos a Adolar, el héroe de la historia, y con el que se cas-tiga a una de los intrigantes que intentan separarlo de su amada Euryanthe, la joven Eglantina, que se siente acosada por fan-tasmas. La estructura es cercana al Allegro Sonata. El primer tema corresponde a la declaración de confianza en su amada que Adolar hace en el primer acto; mien-tras el segundo, de carácter mucho más lí-rico está tomado del aria del segundo acto donde hace su declaración de amor. En el desarrollo se introduce un brusco cambio de tempo, con un Largo que propone un ambiente de calma que será interrumpida por lo que se ha dado por un tema más te-rrible que sugiere las torturas de Eglanti-na, así como los peligros que enfrentarán los amantes. En la reprisa, el aria de amor de Adolar se transforma para tener un ca-rácter de marcha real o triunfal. La uni-dad de toda la pieza está cimentada en las figuras rítmicas utilizadas por Weber con maestría para crear diferentes ambientes.por su parte, ha sido el protagonista de innumerables mitos y leyendas que han acentuado la imagen del artista románti-co. Si bien Brahms se sentía como el he-

Por Eric de la Rosa

Notas al programa del concierto del 20 de noviembre de la OFILZAC*

Carl Maria von Weber Johannes Brahmsredero y continuador musical de Beetho-ven, se consideraba a sí mismo como el primero entre la fila de los wagnerianos. Su obra en general está muy emparenta-da con las primeras décadas del romanti-cismo decimonónico, y más aún con las técnicas contrapuntísticas de Bach, de quien era gran admirador, así como su preocupación por las estructuras musi-cales del periodo clásico, en cuyo piná-culo se encuentran las grandes formas orquestales: el concierto y la sinfonía. Brahms poseía un gran senti-do de la autocrítica, aunado a un carácter más bien modesto. Quizá por ello fue que tardó en componer utilizando las grandes formas orquestales. La gran mayoría de ellas tuvieron problemas de comprensión en sus días, sin embargo se consideran hoy como fundamentales en el reperto-rio orquestal y de solistas de prestigio. Su Concierto para Violín op. 77 es su quin-ta obra orquestal de gran envergadura, siendo precedida por sus dos primeras sinfonías, el Requiem Alemán y el Primer concierto para piano. Fue escrito en 1878 y estrenado el año siguiente con el com-positor en la dirección y Joseph Joachim al violín, quien además colaboró con el compositor en el desarrollo de la cadencia. Pese a su preocupación por las formas clásicas, cada uno de los mo-vimientos del concierto son auténticas muestras de audacia estructural. El pri-mer movimiento es un allegro sonata que no se apega a la tradicional forma de ex-poner los temas en un concierto. Además su carácter meditativo y el parentesco de las atmósferas de los dos temas, con constantes ascensos y descensos emoti-vos, dificulta la audición estructural. A esto hay que agregarle que no es el tra-dicional concierto de un virtuosismo abierto, sino que exige del intérprete una profundidad emocional enorme, así como gran dominio de los recursos del instrumento tanto como de aguante. El primer movimiento dura alrededor de los 20 minutos. Cuando está a punto de alcanzar su final, después de una exigente cadencia, la atmósfera grave que se plan-tea desde el comienzo, nos va llevando a una aparente elevación a sublimes altu-

ras, que de pronto son interrumpidas por un nuevo empuje tanto del solista como de la orquesta para dar un final brillante. El Adagio central vino a susti-tuir otros dos movimientos que no ter-minar de cuajar. El material del Scherzo eliminado fue reelaborado por su autor e incluido en su Segundo Concierto para Piano. Pese a todo, Brahms no estaba sa-tisfecho con el nuevo movimiento lento, pero a insistencia de Joachim no fue des-echado. El último movimiento es más ligero, aunque estructuralmente es una mezcla entre rondo sonata y allegro sona-ta. El material es más ligero y amable, con tintes húngaros y zíngaros, a la vez que su virtuosismo es más tradicional. Después de la montaña rusa emocional y profun-da del primer movimiento, de la ternura y nostalgia del segundo, se agradece un final luminoso y optimista para este concierto con dimensiones de sinfonía. Entre las obras de Brahms me-jor recibidas por el público en su estreno se encuentra la Cuarta Sinfonía Op. 98. Se estrenó en octubre de 1885. Si Beetho-ven basó el primer movimiento de su famosa Quinta en un motivo de cuatro notas, Brahms utiliza un motivo de dos notas, una negra y una blanca, que desa-rrollan una melodía en terceras y sextas ascendentes y descendentes. Dentro de la estructura propia del Allegro sonata se esconde un tratamiento canónico del ma-terial del primer tema. El ambiente en ge-neral es de constante movimiento, de una fluidez que no permite el descanso, sino hasta su sorprendente final, que en vez de

utilizar la clásica relación entre la domi-nante y la tónica utiliza una cadencia pla-gal, también conocida como cadencia del Amén, puesto que es utilizada en muchas obras religiosas para culminar, lo que le da un final más suave al movimiento. El segundo movimiento, para algunos críti-cos y melómanos, es uno de los más amo-rosos jamás creados por Brahms, con un carácter profundamente lírico, con tintes bucólicos. Sobre su final Casper Höweler decía que era como si las suaves fanfa-rrias del inicio se transformaran en el eco de una cacería que se pierde a lo lejos. En contraste, el tercer movi-miento tiene un acentuado carácter de danza, en la cual hace uso profuso de diver-sos instrumentos, entre ellos, el triángulo y los timbales. Fue quizá el movimiento más apreciado por el público en tiempos del compositor, pues constantemente se pedía que se bisara su interpretación. En el últi-mo movimiento, volvemos a encontrarnos con un tema con variaciones en el cual se funde una danza barroca, la chacona. En la última variación, algo así como la número 30, se vuelve a presentar el uso del canon entre la sección grave y los violines para dar paso a una breve y enérgica coda. Hay que señalar, por último, que el tema de la chaco-na proviene de la Cantata 150 de J. S. Bach, ligeramente modificada por Brahms y de gran simplicidad, con lo que una vez más queda demostrado lo dicho por Bernstein y que nos queda muy claro: sólo los gran-des genios son capaces de levantar grandes obras con el material más simple.* Fragmento del original, que podrá apreciar completo en el programa de mano, el próximo domingo.

Mejor léase mientras se escucha: Murasaki de: Comisario Pantera.

Lunes 7. Esbozo: Antonio de San-doval escribió un texto que puede clasificarse como autobiográfico. El documento es el más antiguo que está en el archivo de la parro-quia de San Juan Bautista del Teúl. Jesús González Ortega lo trascribió dos siglos después. Una versión la hizo en 1858; la reelaboró durante su estancia en Saltillo (entre 1870 y 1880). Esto implica que hay tres ver-siones. El relato inicial debo leerlo en el horizonte intelectual católico del siglo XVI. Además tengo que analizar “la búsqueda del sentido” de Sandoval (leeré a Weber). Considerar, capítulo V: En la versión de Saltillo, González Or-tega no trascribió un episodio del texto de Sandoval. Es donde el fraile español describe las construcciones del Teúl y cómo va cubriendo lo que supone son las áreas con mayor peso sagrado. Martes 8. Iré a la Ciudad de México el 25 [de noviembre]. Voy al Munal, para participar en la curaduría de la exposición “Los retratos novohispanos”. El retrato de Sandoval es uno de los referen-tes de la exposición; y justo por ello me invitaron, por ser el estudioso de fray Antonio de Sandoval. Los del museo pagarán todos los gastos. Viajaré en avión. Desde que nació “Juanito”, JC no ha estado días “completos y seguidos”. Llega feliz, pero confor-me avanza el tiempo y debemos atender asuntos de la casa se pone gradualmente iracundo. Yo no dudo, amo a JC; “le quiero a morir”. En “mi mundo” nuestra relación no es atípica. Lo que sí me intriga es cómo va a afrontar su “realidad”. Jueves 10. Día con un clá-sico frío seco zacatecano. Viernes 11.11.11. Sí me atemoriza la violencia y los acci-dentes… Sábado 12. Salí con Ro-dolfo. Fuimos a un bar de la plaza de Santo Domingo. Confieso: deses-pero por saber si es o no. Me encan-ta cómo ríe. Avienta su cabeza hacia atrás y tapa su boca. Cuando eructa también cubre la boca, lo hace con discreción y voltea al lado opuesto de su interlocutor. Pese a su leve as-pecto rudo, sus manos son suaves. No habla de qué familia proviene. ¡Tampoco de fútbol! FO y amigos miran el box. Quisiera salir y beber con ellos, pero JC está otra vez ebrio y tirado en la cama. Creo que esto empieza a pudrirse…

Mujeres con lunares cosidos a los plieguesde sus piernas

mujeres con cicatrices órbitas y faldas panorámicascon risitas de putas y miradas de niñacon el abandono semiesférico desus vestidos poliéster

caminan por la calle y lo único que se escuchaes el taconeo en la alfombra roja de sus irresistibles infiernos

el movimiento sin pausa de sus lenguas en modo very important people

todo lo que existe, dígase lo que se digaes una mujer, muchas mujeres, la idea de una mujer.

Esa es la creciente escala Richter a la que aspiramos todos una mujer hermosa cobrando cercanía:el epicentro de todo placer real.

Mujeres con el fleco desgastado por el humode los cigarrillos que descansan en sus bocasde encrucijada perfecta

mujeres que te ignoran con todo el movimiento de su caderamujeres que con el color rojo de su cabello amagan con besartey después, como cualquier amenaza genuinadesaparecen

El equilibrio del mundo entero, -y naturalmente su des-trucción-descansa en el tobillo izquierdo de una mujer hermosa

-única Ítaca posible-

Las mujeres son como Dios(salvo que mejores)ya que si tienes suerte,has rezado lo suficientey tienes un par de deportivos en tu cocherapodrás despertar con una nueva deidad cada mañana.

Y sí, yo no soy popular. Casi no tengo amigos en el Facebook, no chateo ni tengo visitas en mi blog. Aún no he logrado obtener mani-tas de aprobación en mis comen-tarios, ni cuando se me ocurrió aquello de poner en mi muro: “Si el amor es pasajero, ¿por qué no ha tomado mi tren?”, estuve co-nectada todo el día, entrando casi cada dos horas a mi Face, para ver cuál había sido la reacción de mi comentario, pero esperé, espe-ré y nada. Mientras que yo, por el contrario, sí me tomo la molestia de ver los muros de las personas

que conozco y hasta de las que no pero que sus nombres me resultan atractivos o están raros, les pongo comentarios; y así como los roma-nos, les doy mi aprobación a lo que comentan, a la música que ponen y a sus videos, aunque a veces ni les entienda. Y es que definitivamente no, no soy popular, no voy a tomar el café, ni tengo reuniones, comi-das o fiestas cada fin de semana, no voy al cine, ni al antro, no me invitan a baby showers ni a despe-didas de solteras. Lo repito, casi no tengo amigos… sin embargo, hay un hombre que me busca por las

noches, se encadena a mi cintura, me habla con palabras dulces, me dedica canciones con su celular, se mete conmigo en la cama, entra en mi cuerpo como en su casa. Perma-nece junto a mí en la noche y sale al día siguiente sin hacerme promesas de que volverá otra vez por la no-che. Pero siempre regresa y se que-da conmigo, me acaricia el cabello y algunas veces sólo nos quedamos dormidos. Sí, definitivamente no soy popular, no tendré una placa a la mejor amiga, ni un premio por ser la más sociable, pero mientras él venga, los demás me valen madre.

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LA GUALDRA NO. 24 / 14 DE NOVIEMBRE DE 2011