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SUPLEMENTO CULTURAL No. 119 - 7 DE OCTUBRE DE 2013 - AÑO 3 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN Dedicamos nuestra portada al pintor Francisco Goitia, quien naciera un 4 de octubre de 1882, en Patillos, Fresnillo, Zacatecas. Su obra puede ser apreciada en el en el MUNAL, en el Distrito Federal; y en la ciudad de Zacatecas, en el museo que lleva su nombre. Francisco Goitia. Autorretrato [detalle]. 1955-1958. Óleo/tela. 63 x 123.15 cm. CONACULTA/INBA. Museo Francisco Goitia de Zacatecas. [Consulte el programa del 12 Festival Internacional de Teatro de Calle en páginas centrales]

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La gualdra 119

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Page 1: La gualdra 119

SUPLEMENTO CULTURAL No. 119 - 7 DE OCTUBRE DE 2013 - AÑO 3 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Dedicamos nuestra portada al pintor Francisco Goitia, quien naciera un 4 de octubre de 1882, en Patillos, Fresnillo, Zacatecas. Su obra puede ser apreciada en el en el MUNAL, en el Distrito Federal; y en la ciudad de Zacatecas, en el museo que lleva su nombre.

Francisco Goitia. Autorretrato [detalle]. 1955-1958. Óleo/tela. 63 x 123.15 cm. CONACULTA/INBA. Museo Francisco Goitia de Zacatecas.

[Consulte el programa del 12 Festival Internacional de Teatro de Calle en páginas centrales]

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La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Carmen Lira Saade / Dir. General

Raymundo Cárdenas Vargas /Dir. La Jornada de [email protected]

Jánea Estrada Lazarín /Dir. La Gualdra

[email protected]

Sandra Andrade Trinidad /Diseño Editorial

Juan Carlos Villegas /Ilustraciones

[email protected]

El próximo sábado 12 de octubre da ini-cio el 12 Festival Internacional de Tea-tro de Calle en Zacatecas. En páginas centrales, les compartimos el programa completo para que usted pueda agen-dar a qué obras de teatro puede asistir. Mi recomendación es que asista con su familia, todos los espectáculos son gratuitos. Dentro del festival, existe tam-bién un programa académico, dirigido primordialmente a quienes se dedican a las artes escénicas, que iniciará el lunes 14. Las conferencias, talleres y semina-rios se llevarán a cabo en la Ciudadela del Arte, el Museo Felguérez y la Pla-zuela Goitia. El lunes 14, a las 10:00 Hrs. in-tegrantes de la compañía Cirque Éloize, de Canadá, ofrecerán una conferencia magistral en el auditorio del Museo Fel-guérez. Esta compañía se funda en 1993 y está considerada como uno de los lí-deres del circo contemporáneo, combi-na en sus producciones música, danza y teatro. Ha presentado sus espectáculos en 40 países. Tiene su base en el casco antiguo de Montreal en la antigua Gare Dalhousie, edificio histórico donde la Escuela Nacional de Circo de Montreal se instaló desde 1986 hasta 2003. Ha obtenido múltiples premios internacio-nales por su trabajo, destacando los ga-nados en el Festival Mundial du Cirque de Demain en París. Del lunes 14 al viernes 18, en un horario de las 9 a las 14 horas, se impartirá el taller de maquillaje teatral, en la Ciudadela del Arte. El instructor es Henry Sánchez García (Colombia), actor y director de teatro egresado de la Escuela Nacional de Arte Dramáti-co ENAD, de la Escuela Nacional de Biodrama del Teatro Itinerante del Sol. Academia Superior de Artes ASAB de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas de Bogotá. El curso está di-rigido a directores, actores, danzarines, danzantes y artistas plásticos. Del martes 15 al jueves 17, de las 10 a las 13 horas, se impartirá el taller de malabares, a cargo del actor y malabarista experimental mexicano Adrián Martínez El Ratón; la suya es una propuesta de movimiento y cam-bio a través del juego, el humor y las

Tiempos brutalesSan Miguel, Chapala 1963-Fresnillo 2013 por Gabriel Luévano Gurrola

El templo de las musasManuel Pastrana y su enseñanza de la pintura en las mujeres zacatecanaspor Violeta Tavizón Mondragón

A veinticinco años¡No, no, no!por Mauricio Flores

Programa del 12 Festival Internacionalde Teatro de Calle en Zacatecas

Desayuno en tiffany’s, mon kupor Carlos Belmonte Grey

Pecados en el Mar Segundo de siete: Ira por B.P.B. Herrera

Cuarto de baño por Rudy Yohai

Diario de Mateopor Mateo Estrada Gaviria

La promoción de la lectura piratapor Eduardo Campech Miranda

Francisco GoitiaDel expresionismo estético a la práctica ética y a la vida religiosapor Francisco Javier González Quiñones

Con nadie por Pilar Alba

Sueño con Unabomberpor Edgar Khonde

Adiós por Alberto Huerta

Poema que debió ser un Haikupor Roberto Galaviz

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artes circenses, actos que llevan a un espacio de comunicación, magia, color y risa. Una muestra de su trabajo po-drá ser vista en la siguiente dirección electrónica: http://www.youtube.com/watch?v=eaQXQE1tAGc. El Seminario de Clown “El arte de hacer reír”, se llevará a cabo del martes 15 al jueves 17, de las 10 a las 13 horas, en la Ciudadela del Arte. Será impartido por Diego Bruzzone, integrante de la Compañía Circortito, de origen argentino-vasco. El taller está dirigido a todos los interesados en co-menzar el camino del juego y la diná-mica del clown, sobre todo a bailarines, actores, músicos, acróbatas, adolescen-tes y adultos. El seminario estará divi-dido en tres partes: técnica y juegos de clown, herramientas y códigos del artis-ta de calle, y afinación de personajes y rutinas cortas. Finalmente, el taller de mástil, se impartirá en la Plazuela Goitia, del miércoles 16 al viernes 18, de las 10 a las 13 horas. Este taller estará a cargo de Tránsito Cinco Artes Escénicas, com-pañía interdisciplinaria de teatro, dan-za, circo contemporáneo y música, que construye sus espectáculos poniendo énfasis en la construcción dramática, incorporando el diálogo y trabajando de manera conjunta con la composi-ción musical. Esta compañía se confor-ma por un grupo de egresados del Co-legio de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM, Academia Mexicana de la Danza, Escuela de Danza Contemporá-nea Ollin Yoliztli, Escuela Nacional de Artes Plásticas UNAM y Escuela Na-cional de Música UNAM. Éstas son las opciones de for-mación y capacitación, ojalá que pue-dan ser aprovechadas al máximo por todas aquellas personas que actualmen-te se dedican a las artes escénicas. El siguiente número gualdreño le proporcionaremos más información sobre los grupos participantes de esta edición del festival y seguramente le ha-remos también la reseña de las obras que se presentan este primer fin de semana. Por lo pronto, disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarí[email protected]

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7 DE OCTUBRE DE 2013

LiteraturaPor Gabriel Luévano Gurrola

Tiempos brutalesSan Miguel, Chapala 1963-Fresnillo 2013

La fotografía es un cuadrado mocho, dado los extremos devorados por el tiempo, la humedad, lo oscuro; a pun-to de ser un rombo. En blanco y negro, amarillenta además, y las mujeres dan la ilusión de haber pertenecido a una época de oro y que su piel nueva re-flejaba la riqueza de árboles humanos, rígidos para que saliera bien la foto, duros, aguantadores, felices. Árboles de oro también, los que se columbran detrás de ambas. Puede que sea un va-lle cualquiera, pero aquí resulta, y éste es un dato fiel, que es San Miguel Ar-cángel, en Jalisco. Las dos muchachas, sentadas junto, muestran la dureza queriendo desbocarse a carcajadas. Una gruesa, sólo esboza una sonrisa bienquistada entre los cachetes. El oro opaco del amarillo, más profundo en ella, nos dice que su morenez era acentuada. La otra sí enseña los dientes, todavía no excesivos y sin embargo notables. Es hermosa. Tiene las manos, a dife-rencia de su amiga (que las mantiene libres y colgantes), en el regazo. Detrás de la fotografía hay letras de mujer, garrapateadas, pre-ciosistas por esforzadas, aunque ile-gibles. Puede que cierto día se tra-duzcan de la viva voz de la escriba, o quizá haya muerto y sea imposible. De igual manera parece que son ver-sos: una dedicatoria.

La silueta de un animal giboso: eso era. Un lomo hinchado en la tierra, maculado de zapotes y mangos, flores blandas, petequias hechas piel áspe-ra en la joroba; el cerro que subieron hace cincuenta años, según la mujer removida, harta en el sillón mullido. Quizás un animal giboso y húmedo -dije sin penar-, para que ella moviera su cara a un estadio neutro de divinidad, porque se había sentado en un vejestorio pérfido cuyo polvo ha de ser igual al que los ángeles más viejos guardan bajo las alas. Yo me senté en el suelo y con las puertas abiertas, es decir, con la disposición de aguantar, volverme a comer la historia mil veces contada, debido a lo que hallamos esta tarde… Esta mujer (que mejor digo, diré algún día para evitarme quebra-deros de cabeza escondiendo y simu-lando, es mi abuela) se puso conmigo a revisar el salvaje herrumbre que se puede rescatar, las cositas viejas aún con valor, los pretextos para recordar y vencer el tedio, que hay en el desván de la casa. Ahí aparecieron los álbu-mes de fotos. Dimos revista a casi todas, las divertidas o ridículas: bodas, bau-tismos, la cronología ilustrada de los carcamales que se caen de podridos ahora, desde su nacimiento. Y salió la

añorada. A ella le brillaron los ojos y yo supe de inmediato, maldije y ben-dije (las dos cosas, simultáneas, una con más peso). “Venga pues”, exclamé en mis adentros, “platica, hoy ando de humor”. Así ocurre, a las primeras pa-labras agarra vuelo. Parecía tener de-masiada saliva, carraspeaba. Intuí que deseaba escupir pero se aguantaba y tragaba, el disimulo en la vehemencia narrativa. Esto se debe a la cantidad de imágenes que se le agolpan al ver foto-grafías (mayormente la amarillenta en sus manos, como alhaja codiciada) y le hacen sincronizar la lengua y varias glándulas (las sustancias del cuerpo, vamos, el organismo) para que ven-gan en su ayuda: siempre se anda que-jando de tener la boca seca, por eso no habla. Pero precisamente hoy y a esta hora, tiene la boca llena en abundan-cia, y la mente: se me augura un mo-nólogo largo. “La delgada es Alejandra”, dijo, “la bonita”. Quise responder que lo sabía desde antes de apreciar la foto, antes de imaginármela en lejanas pláticas, cuando llegué a la conclusión que mi abuela nunca debió haber merecido el adjetivo “delgada”. Obvio que la flaca, de dientes grandes, de belleza extraña de otro siglo, era la otra. Quise decirle que gordita siempre pero bonita tam-bién; que ambas están muy monas en las sillas enanas, que ella fue y sería para su nieto un agrado. No digo nada; sonrío.

Sabía que iba a oír de nuevo la historia del Guango, aprendida de memoria en mi cabeza. Tras la convi-vencia con esta mujer, he desarrollado la habilidad de prever siempre lo que va a decir únicamente tanteándole los movimientos, el vacilaje de las manos y las piernas al sentarse (amoratadas es-tas últimas, carcomidas de negro). Así adiviné que contaría otra vez la histo-ria del pretendiente de su amiga y en el fondo me percato que le hubiera gusta-do fuera para ella: tan bonito y tonto, lastimero el niño rengo, nervioso. - Se llamaba Tomás. Era feo pero tenía en los ojos la misericordia que nos faltaba a los demás. Efectivamente, no llevaba por nombre Guango sino Tomás Ba-zán. Tampoco había nacido enfermo. Caminaba, corría y chanceaba como los niños normales. El problema era que desconocía toda clase de jerar-quización y una orden de sus mayo-res era agua que se diluía en su oído. Así que cuando le dijeron que no se metiera en el granero porque los hom-bres estaban acomodando los costa-les de abono lo primero que hizo fue asomarse y entrar. Entonces vio los enormes bultos, parecidos al cemen-to, acomodados en enormes pilas de varios metros de altura. Su mala es-trella, seguramente, provocó que en el preciso instante en que se detuvo para tontear no sé qué ideas se viniera abajo el amasijo de mierda, dejándolo sepultado. Cuando lo sacaron, en lu-gar de encontrase con un cadáver ma-

gullado, salió Tomás como gusanito con sal, cojo y haciendo movimientos violentos con la cabeza y la manos. La presión de los costales le había dañado el sistema nervioso. Lo primero que dijo su padre al ver a su hijo caminar, atolondrado y lloroso buscando a su mamá fue: “¡Ah caray, éste quedó bien guango!”. “Exactamente”, dijo mi abue-la, aprobando la corrida repetición que hice de ese muchacho que andará por la calle, viejo, solo, “fue la maña-na en que salimos con mi tío Merced a ver Chapala, rebosante después de las lluvias y mientras chillábamos las dos. Bueno, más yo. Alejandra fue silen-ciosa hasta en el llanto. Chillábamos porque teníamos que subir el cerro de San Miguel y como estaba todo verde y mojado, abundaban las arañas y los ciempiés que salían a saludarnos con sus antenitas. En eso andábamos: en las lágrimas, antes de llegar al final donde se veía el río enorme y los tron-cos muertos mecidos en la corriente, desde esa joroba de animal que dices, cuando apareció de repente el Guan-go con una flor y se la dio a Alejan-dra. Temblaba. Un hilo de saliva le escurrió, para su pesar, de los labios. ¿Quieres saber lo que hizo ella?”. No quería. - Dime qué pasó con Alejandra. - Se fue a Ciudad Juárez. Habría caminado entre bra-zos de acero, gubias escarlatas, mu-gres modernas. Habría vivido y olvi-dado al Guango. Habría.

Caravaggio, Judit y Holofernes

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LA GUALDRA NO. 119

Por Violeta Tavizón Mondragón

El templo de las musas

El siglo XIX fue una época de ajustes en el país, la trama social se volvía a tejer y el Estado buscaba una estabi-lidad política. Estos aires de cambio se vieron reflejados en las bellas ar-tes; de ahí que por ejemplo, Ignacio Manuel Altamirano sentara las bases de una literatura nacionalista, a tra-vés de obras que forman parte del patrimonio nacional tales como: El Zarco y Paisajes y leyendas, tradiciones y costumbres de México. Este nuevo nacionalismo se vio también refle-jado en la pintura, ya que los profe-sores de la Academia de San Carlos concentraron todos sus esfuerzos en enseñar a sus alumnos temas históri-cos y costumbristas como: El suplicio de Cuauhtémoc, Consejo de principa-les indígenas, Bailando un jarabe, por mencionar algunos. Uno de los alumnos que se formaron en esta época de reestruc-turación artística fue Manuel Pastra-

Arte

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na, pintor que nació en 1859 en la Ciudad de México; su madre Lucía González era de origen zacatecano, oriunda del municipio de Villanue-va y su padre, Joaquín Pastrana era comerciante. Ingresó a la Academia de San Carlos a la edad de catorce años, en 1873, y se mantuvo ahí hasta 1886, concluyendo en su totalidad su formación como pintor; fue testigo de la nueva didáctica empleada por sus maestros tales como Juan Corde-ro, Santiago Rebull, José Salomé Pina o José María Velasco. Fue en este año, 1886, que viajó a Zacatecas, ya que el gobernador en turno, Morfín Chávez, solicitó a la Academia un profesor de pintura que pudiera dar clases. Uno de sus principales lega-dos fue convertirse desde 1886, en profesor de la Escuela Normal para Señoritas. Es notable señalar que en el Archivo Histórico de la Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”

(AHENMAC), se encontró un docu-mento expedido en 1908, donde se hace constar que Manuel Pastrana fue nombrado “Maestro de la clase de dibujo y pintura con veintidós años de servicio”. Pastrana trasladó lo apren-dido en San Carlos a la Normal de Señoritas, destacando lo siguiente: el método que requería soltura en las manos de los alumnos para dibujar y pintar, el estudio práctico del manejo de las sombras, de la copia de obje-tos, de la perspectiva, del color y de la mezcla de tonos “duros y tiernos”, como él los llamaba; la armonía de los colores con las luces y las sombras, todo esto con el fin de crear un con-junto hermoso y verdadero. Así tam-bién, además de lo anterior, en los documentos encontrados en el citado archivo, Pastrana exigió en sus clases que los alumnos adquirieran un co-nocimiento integral. Se distinguió por ser un hombre disciplinado y exigente, por lo que en 1892, al tener su salón de clases en muy mal estado y sin nin-gún material didáctico, exigió a la Junta Directiva de la Escuela que se le surtiera de distintos recursos tales como: Modelos de bordado, blondas,

plantas y tapicería para la enseñanza de las jóvenes, un Curso completo de dibujo de figura de Boulanger y Lefe-vre, o un Curso de acuarela por Eugé-ne Liceri con cuarenta y ocho lámi-nas. Aprovechó la misma solicitud para pedir restiradores y caballetes. En 1898 gestionó con la Aca-demia de San Carlos que sus alumnas presentaran una exposición titulada Salas de dibujo y acuarelas de la Escuela Normal para profesoras de Zacatecas, incluyendo la obra de 19 jóvenes zaca-tecanas que por primera vez exhibie-ron su obra en los salones de la Acade-mia. Entre las mujeres que expusieron sobresalen los nombres de Francisca Almanza, Soledad Galaviz, Antonia García, Natalia Delgado y Constanza de León, entre otras. Es así como a partir de estos documentos encontrados en el AHENMC, podemos reconstruir su faceta como docente, concluyendo que fue un hombre que enseñó por igual, el mis-mo método a los hombres y mujeres que se unieron a las filas de sus múl-tiples alumnos; introduciendo así por primera vez en la historia de Zacate-cas, los recursos y la didáctica utiliza-da en la Academia de San Carlos. *Curadora.

Manuel Pastrana y suenseñanza de la pintura en las mujeres zacatecanas

Manuel Pastrana. Mujer de casa. Ca. 1890. Óleo sobre tela. Colección Aguilar Jiménez / Museo de

Guadalupe. CONACULTA-INAH. Fotografía: Rosi Villa.

El pintor Manuel Pastrana con alumnas. En esta vista de autor desconocido se aprecia el artista zacatecano Manuel Pastrana con algunas de sus alumnas en una clase de pintura al aire libre. Foto: autor no identifi-cado. Transición entre los siglos XIX y XX. Plata/gelatina. 7x9 cm. Colección Gilberto Becerra Silva. Fondo: Concurso de fotografía Tiempo, memoria y plata 2009. Fototeca del Estado de Zacatecas Pedro Valtierra.

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7 DE OCTUBRE DE 2013

Por Mauricio Flores *

¡No, no, no!A veinticinco años

Algo así cantaban las chilenas Javiera, Tita e Isabel Parra en las vísperas de un 5 de octubre de hace veinticinco años, fecha en que el pueblo del país andino colocó en el basurero de la historia (aunque luego protegido por el imperio británico) al dictador Au-gusto Pinochet. Durante la vibrante jornada, plebiscito sin otra alternativa entre el sí o el no, millones de chilenos retomaron el camino de la democracia truncado quince años atrás con el gol-pe militar al gobierno del presidente Salvador Allende. Basada en el acontecimiento, circula en librerías Los días del arcoíris, novela de Antonio Skármeta (Antofa-gasta, 1940) y que junto a una pieza teatral del autor, El plebiscito, sirvió de base a Pablo Larraín y Gael García para el filme No, premiado el año pa-sado en el Festival de Cannes. La pro-pia obra narrativa, inserta en un ex-tendido listado de títulos del autor (La boda del poeta, El baile de la victoria, El cartero de Neruda), mereció el premio Planeta-Casa América del 2011. En su emotiva trama, Los días… cuenta la historia de un publi-cista chileno agobiado por el tedio y el acorralamiento dictatoriales, ca-racterísticos del periodo pinochetista. Señalado por la dictadura para apoyar la campaña a favor del sí, el personaje apuesta por la alternativa contraria, misma que le aporta aires renovado-res a su vida. En paralelo, aparecen y se despliegan en escena un grupo de jóvenes que a un mismo tiempo des-piertan a la democracia y al amor. Un no, tan rotundo como festivo, cruza las páginas de la novela skarmetiana. No al desánimo en la pobla-ción, no al hábito a la dictadura, no a la desesperanza confundida con tedio, no a los actos heroicos y aislados de

la resistencia pulverizados por el régi-men. No a las madres con hijos des-aparecidos, no a las mujeres violadas, no a los adolescentes torturados, no a los obreros con riñones molidos a gol-pes, no a los ancianos sordos, no a los cesantes sin hogar, no a los estudian-tes expulsados de la universidad, no a los pianistas con las muñecas fractu-radas, no a los pezones mordidos por perros, no a los oficinistas con la mira-da perdida, no a los niños con hambre.

Desaparición forzadaEn el país de los tres mil desapareci-dos, Ñico, otro de los personajes cen-trales de Los días…, sufrirá la pérdida (en confusas circunstancias) de su pa-dre, un catedrático de nivel medio su-perior que cotidianamente insiste en la revelación de Platón, el Mito de la Caverna, la filosofía, el ser y la nada. Hasta que una mañana cualquiera, el profesor Santos no vuelve más a su clase. Conforme avanza la novela, la grisura del anciano régimen co-mienza a desdibujarse ante la buena-ventura de sus protagonistas. Apenas una muestra de todos aquéllos que fueron tejiendo un no, propuesta aglu-tinada en una docena de fuerzas po-líticas progresistas, e ilustrada con un colorido arcoíris. El 5 de octubre será fecha clave en Los días…, como también la tarde en que Ñico y Patricia (hija del publicista) se afirman desnudos ante un sí. “Quiere saber si estoy lis-to”, reflexiona Ñico ante la pregunta de Patricia. “Ya hace días que em-prendí el vuelo”, abunda. “Vivo en el país del No y sé en cada uno de mis nervios que nunca más me lo volverán a quitar. Lo siento en el pulso de mis muñecas, en mis sienes, que laten al-borotadas”.

Antonio Skármeta, Los días del arcoíris, Planeta, Chile, 2013, 234 pp.

* [email protected]

Libros

No se piense eterno y durable… No convence su cara de jefe… No me agrada de ni una manera… No hay versión para justificarlo… No hay pa-labras para definirlo… No prospera su teje-maneje… No produce versos emotivos… No me agobie con tanta necera… No me gusta, no… No lo quiero, no, no, no…

Días antes de la votación los sociólogos publicaron sus encuestas. El sesenta y cinco por ciento de los indecisos habían optado por votar No. Sumado a la gran mayoría que votaría No a como diera lugar, las encues-tas aseguraban que la opción contra Pinochet ganaría el plebiscito.

El equipo comandado por el ministro de Interior no mostró nin-guna reacción ni flexibilidad frente a la ola de popularidad del No. En los abundantes programas que emitieron aprovechando el monopolio de la televisión que tenía el gobierno nunca les hablaron a los indecisos, sino a sus más fervientes partidarios. Pinochet siguió creyéndoles al ministro Fernández y sus ase-sores, que le extendían sólo encuestas favorables. La campaña del No era inofensiva, y los sociólogos, que daban por ganadores a sus enemi-gos, mi general, son una banda de delincuentes cesantes. Uno de esos delincuentes cesantes escribió: “Los dioses cie-gan a aquéllos a quienes quieren perder”. Los días del arcoíris (fragmento) Antonio Skármeta

Sólo encuestas favorables

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CIRKÓPOLIS

TRANSITion

LA RISA ES BELLA

CIRCO VENECIANO

Cirque Éloize ha estado creando conmovedores espectáculos llenos de magia desde 1993; es uno de los líderes en las artes circenses contemporáneas. Cimentado en los talentos multidisciplinarios de sus artistas, expresa su naturaleza innovadora a través de la teatralidad y la humanidad, y combina artes circenses con música, danza y teatro de una manera original y visionaria. Cirkópolis es un espectáculo que combina el mundo del circo, la danza y el teatro. En el co-razón de una dura e imponente ciudad en apariencia, engranes gigantes y portales oscuros simbolizan un mecanismo que destruye la individualidad. Realizado dentro de un inventivo diseño de escenario y acompañado de una partitura original y proyecciones de video, doce acróbatas y artistas multidiscipli-narios se rebelan contra la monotonía, se reinventan a sí mismos y desafían los límites de esta ciudad-fábrica.

PAN.OPTIKUM es un colectivo artístico consagrado desde hace años a desarrollar formas interactivas de teatro y teatro musical que conscientemente busca el balance entre el género del teatro de acción y diversos temas extraídos de la narrativa y la literatura dramática clásica, la ópera y las artes plásticas. “Los hombres siempre buscan la felicidad y terminan en guerra”, se retoma esta frase de la obra Le soleil ni la mort, de Wajdi Mouawad, desarrollando a partir de ella una parábola que relata la cuestión sobre la delimitación interna y externa de las sociedades civiles en cuadros escénicos aso-ciativos. El público podrá reflexionar y preguntarse por qué las diferencias raciales o ideológicas han generado disputas y guerras, que casi siempre justifican el enfrentamiento a partir de nociones divinas.

Circortito es una compañía de teatro de calle, formada en el año 2006 por Sarini (Sara Álvarez, Vitoria-Gasteiz) y Dieguete (Diego Bruzzone, Buenos Aires). Sarini: extrovertida trapecista y acróbata, que con sus bellas destrezas dejará boquiabierto al público. Dieguete: divertido, atrevido humorista que te llevará de lo absurdo a lo tierno en un abrir y cerrar de ojos. La risa es bella. Dieguete es un personaje absurdo, travieso, ingenuo, delirante y lunático, que invita al público en clave de humor a entrar en su universo humorístico. Éste es un espectáculo de idioma universal lleno de emociones, juegos y una gran participa-ción del público; ensalada ilustrada de humor, equilibrios, malabares, y una cuota infaltable de risas, algo inevitable en cualquiera de sus espectáculos. El espectáculo es para todo público.

A la manera de las festividades públicas tradicionales europeas del siglo XVIII, el carnaval de Venecia citaba al pueblo para divertirse y disfrutar. El Circo Veneciano y sus personajes convierten el lugar en un carnaval per-petuo con los disfraces tradicionales, los personajes de la comedia del arte, como el arlequín y los zanqueros, entre otros. Las máscaras y los disfraces juegan el papel principal, desaparecen las divisiones de clases, todos son iguales y tampoco sabemos quiénes son. Los participantes disfrutan desfilando por el espacio, se juegan bromas y todo está permitido. Apoyados en recursos circenses con habilidades y lenguajes expresivos como la pantomima, la ex-presión corporal, máscaras, malabares con fuego, zancos, cargadas, cubo y rueda alemana, buscan llegar a través de los sentidos al ánimo y abrir la ensoñación que tiene que ver con otras realidades internas del alma.

Cirque Éloize, CanadáDir. Jeannot PainchaudSábado 12 y domingo 13; 20:30 Hrs.Plaza de Armas

Pan Optikum, AlemaniaDir. Sigrun FritschVienes 18 y sábado 19Plaza de Armas, 20:30 Hrs.

Cía Circortito, ArgentinaDri. Mariano di FrancoDomingo 13 y lunes 14Plaza 450, 17:00 Hrs.CIA. CIRCORTITO, País Vasco - Argentina

Wagner Pro, Distrito FederalDomingo 13 y lunes 14Plazuela Goitia, 18:00 Hrs.

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7 DE OCTUBRE DE 2013

12 Festival de Teatro de CalleINSTRUCCIONES PARA LLORAR

SER O NO SER HAMLET

Tránsito Cinco es una compañía interdisciplinaria de teatro, danza, circo contemporáneo y música, fundada en 2005. Instrucciones para llorar. Teatro circo para niños. Una niña entra triste a su desván buscando refugio, pues no le permiten llorar, en ese lugar apartado descubre una luna enjaulada y decide libe-rarla; ésta le muestra un mundo mágico con personajes que la invitan a un viaje a través del mar de la imaginación. En esta aventura su barco naufraga, pero logran llegar a una isla en donde los inocentes intentos fallidos de escapar de sus compañeros, le muestran sin darse cuenta que llorar no es algo que se deba ocultar, sólo hay que abrir la jaula para dejarlo escapar. La obra ofrece la posibilidad de enten-der el llanto como un acto natural y liberador, de manera cómica.

Esta obra transcurre en un tiempo y espacio lamentablemente indeterminado. Ser o no ser Hamlet -adaptación libre de la obra Hamlet, de William Shakespeare-, no sólo es un dilema en la altura de una sociedad en decadencia, proviene de una sensación filosófica, rica en una problemática social y ética, ya que el problema principal se agudiza en la conciencia humanista de un joven que pudiese ser cual-quiera que ocupe un lugar en este espacio que nos atemoriza con su corrupción, abuso del poder, la injusticia y el libertinaje. Hamlet no sólo es el nombre del príncipe de Dinamarca, es y somos todos al momento de estar en guerra, al afrontar la violenta batalla contra la traición y la falta de lealtad y amor.

Tránsito Cinco, Distrito FederalDir. Jorge DíazJueves 17 y viernes 18Plaza 450, 17:00 Hrs.

Teatro en Movimiento, ZacatecasDir. Manuel TrejoMartes 15 y miércoles 16Plaza Bicentenario, 20:30 Hrs.

PROGRAMADel 12 al 19 de octubre

GRUPOS INTERNACIONALESCIRKOPOLISCirque Éloize, CanadáSábado 12 y domingo 13; 20:30 Hrs.Plaza de Armas

TRANSITionPan Optikum, AlemaniaVienes 18 y sábado 19Plaza de Armas, 20:30 Hrs.

LA RISA ES BELLACía Circortito, ArgentinaDomingo 13 y lunes 14Plaza 450, 17:00 Hrs.

VARIACIONES COTIDIANAS EN B&NMarabunta Central de Artes Libres, Chile – México – UruguayDomingo 13 y lunes 14Plaza Genaro Codina, 19:00 Hrs.

ÉRASE UNA VEZ UN REYColectivo Baca Teatro, ColombiaJueves 17 y viernes 18Plazuela Genaro Codina, 19:00 Hrs.

EL MOSQUITO DENGOSOCia Trupe Emanuel, Brasil-MéxicoMartes 15 y miércoles 16Plaza 450, 17:00 Hrs.

ESPECTÁCULOS NACIONALES

CIRCO VENECIANOWagner Pro, Distrito FederalDomingo 13 y lunes 14Plazuela Goitia, 18:00 Hrs.

BIOGRAFÍA PINTADA DE UN CIRCOTránsito Cinco, Distrito FederalMartes 15 y miércoles 16Plaza Goitia, 18:00 Hrs.

EL PRÍNCIPE KUKCornisa 20, San Miguel de AllendeViernes 18 y sábado 19Plaza Goitia, 18:00 Hrs.

VIAJEROS… EL SEÑOR DE LOS SIETE COLO-RES (Itinerante)La Quinta Teatro, Distrito Federal

Lunes 14 y martes 15Jardín Juárez – Congreso del Estado - Plaza Miguel Auza, 19:00 Hrs.

ONIRIAColectivo Multidisciplinario, GuadalajaraJueves 17 y viernes 18Plaza Miguel Auza, 19:00 Hrs.

INSTRUCCIONES PARA LLORARTránsito Cinco, Distrito FederalJueves 17 y viernes 18Plaza 450, 17:00 Hrs.

EL GATO (Intervenciones)Clan de Clauns, QuerétaroMartes 15 y miércoles 16Plaza Genaro Codina, 18:00 Hrs.

LA SERENATA (Intervenciones)Clan de Clauns, QuerétaroJueves 17 y viernes 18Plaza de la Caja, 18:00 Hrs.

GRUPOS ZACATECANOSEL SECRETOLos CosmicómicosDomingo 13 y lunes 14Plaza Bicentenario, 20:30 Hrs.

SER O NO SER HAMLETTeatro en MovimientoMartes 15 y miércoles 16Plaza Bicentenario, 20:30 Hrs.

MOBY DICKGrupo MoMoJueves 17 y viernes 18Plaza Bicentenario, 20:30 Hrs.

LA HIJA DEL DIABLOGrupo Leyendas de ZacatecasMartes 15 y miércoles 16Plaza Genaro Codina, 20:30 Hrs.

RETABLOS (Itinerante)La otra cara de la lunaDel 14 al 18 de octubreParateatralidad

TUTÚ FLASH MOB (Intervenciones)DanzacDel 17 al 19 de octubreParateatralidad

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LA GUALDRA NO. 119

Octubre 12 [2004]:Hace días encontré en mi buzón una invitación. Era para una fiesta infantil. La dejaron las niñas de uno de los de-partamentos del primer piso. La guar-dé por respeto. Me parece admirable el afán que se impuso la madre. Cada miércoles y viernes vendía tamales. El sábado y domingo ofrecía menudo. Al principio me fastidiaba el anuncio, porque me tocaba a deshoras. Ahora comprendo que era para reunir recur-sos económicos. La invitación está en un trozo de foamy. En un lado está el rostro de Mimi; en el anverso escribie-ron los datos de la reunión con tinta de pluma bic. He decidido permanecer en esta área de la ciudad. Luis… Luis… vimos Deseando amar. Me he propuesto estar con él. Pese a todo. Agregado: estoy leyendo El último lector [David Toscana, Ed. Mon-dadori, 2004]. Noviembre 2: Diarios de motocicleta (1) no está de alucine. Tampoco es mala. Sale Gael García Bernal. Hay escenas e imá-genes que serán memorables para el rostro de Gael. También permiten re-crear la iconografía de Guevara. El día bien. Todo va bien. Mis muertos no me hacen sufrir. Los vivos tampoco. Enero 2 [2005]: Dejar de escribir, quizá sirve para olvidar. Para no hacer memoria. Pero así es esto, todo por vivir y andar entre contradicciones. Seguir leyendo ayuda a comprender diferente. Aunque el contexto diga que el equivocado soy yo. Cierto: estoy muy bebido. El año comienza y la vida sigue, y yo estoy aquí. Estoy cansado de las fiestas felices de estos días. Luis no ha vuelto… deseo que le vaya bien. No sirvo para querer. Enero 15: Expreso polar (Dir. Robert Zemeckis, USA, 2004) me gustó por la historia. Sólo una pregunta ¿Por qué so-mos obligados a creer? Alejandro Magno (Dir. por Oliver Stone, Prot. Colin Farrell, USA, 2004). Me gustó. Los pasajes gay son parte de su leyenda y condición huma-na. Me recordó a C. Le escribí. No ha respondido. Héroe (Dir. Zhang Yimou, China, 2002). Fui con Omar. Toda una tarde con Omar.

(1) Dir. Walter Salles, USA, 2004. Adaptación de

los diarios de Ernesto Guevara.

Diar

io de

Mat

eoPor Mateo EstradaGaviria Por Eduardo Campech Miranda

La promoción de la lectura pirata

La colaboración anterior hablaba de los libros de superación personal y autoayu-da. Planteé, lo que mi juicio son algunas de las características que los distinguen. En función de lo anterior, me permitiré plantear una postura ante algunas prácti-

cas de promoción de la lectura, derivadas en este tipo de textos. Hace años un joven me decía, ufano, que ha-bía leído la obra completa (hasta entonces publicada) de Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Cuando le mostré un título de la colección “Punto de Encuentro” de editorial Everest, lo devoró en los tres días que estaríamos en la capacitación y concluyó que le había agradado más que lo que había leído hasta entonces. Si el joven en cuestión leía a Sánchez, es por-que era el material bibliográfico y de lectura que estaba a su alcance. Igual que se entiende que quien no haya estudiado tenga una mala ortografía, creo que es com-prensible que quien sólo acceda a un material de dudo-sa calidad crea que es un buen lector. Un buen lector no necesariamente es quien se atiborra de libros para luego vomitar (sin digerir) los planteamientos. Puede tener buena memoria, pero nula capacidad de análisis. Un buen lector no necesariamen-te ha leído el canon literario occidental, pero tiene la disposición de hacerlo, y de dotarse de las herramientas necesarias para asimilar lo planteado. Un buen lector sabe que cada lectura es un reto intelectual, que cada libro es un diálogo inteligente con el autor, y no sólo un discurso de éste al lector.

Promoción de la lectura

Siempre me ha parecido odioso, y ocioso, dar consejos cuando no los piden; decir a otros cómo deben vivir cuando no he logrado solucionar mi vida; o dar re-cetas para resolver conflictos cuando los propios siguen mermando mi salud mental. Me parece una práctica de promoción de la lectura pirata, hablar del gusto por la lectura cuando, teniendo una gran diversidad y riqueza bibliográfica –como puede ser una sala de lectura o una biblioteca pública- se sigan privilegiando y ofreciendo sólo textos de superación personal. Los propósitos están confundidos. No buscan formar lectores, sino compartir su experiencia de vida (ellos han padecido en carne propia las torturas de este valle de lágrimas en que nos puso Dios) como argumen-tación. Intentan persuadir de las virtudes y los vicios. Advierten sobre la decadencia, cantan, aplauden, lloran. Y algún incauto dirá: “Qué buen trabajo, cómo hacen llo-rar a los adolescentes”. No está mal, insisto, cada quien hace de su lec-tura un papalote. Pero que no se ostenten como pro-motores (y mucho menos mediadores) de lectura. Su trabajo va en otro sentido, hacia otros terrenos. Su tra-bajo se dirige en abrirse una oportunidad para el aplau-so fácil, para tomar la palabra. Son predicadores de sus propias limitantes. Si los textos de superación personal son litera-tura pirata, no podemos esperar que quien “promueva la lectura” con ellos, sea un promotor serio y compro-metido, porque ni siquiera se ha otorgado a sí mismo, la oportunidad y el privilegio de encontrar, y enfrentar, a sus fantasmas desde la literatura.

Jean-Michel Basquiat, Libertad

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7 DE OCTUBRE DE 2013

Por Carlos Belmonte Grey

Desayuno entiffany’s, mon ku

Cine

Los franceses tienen la fama de ser los más quejosos de Europa: los que me-nos trabajan y más huelgas hacen. Huelgas como las de la So-ciété Nationale des Chemins de Fer Français (SNCF) –Sociedad General de Ferrocarriles Franceses- que pueden dejar parados a diez millones de pasa-jeros en un solo día por la interrupción de viajes nacionales o lo regionales en la zona metropolitana de París. Huelgas que reclaman con-servar la semana laboral de 35 horas; la jubilación a 62 años; la Ayuda para la reinserción laboral, que es una coti-zación mensual asignada al trabajador que ha perdido su empleo y que se calcula según los ingresos del último año de trabajo y que puede extender-se a cubrir 36 meses de desempleo; las ayudas para el alquiler de apartamen-tos calculadas según el estatuto de la persona; el seguro de Revenu de Solida-rite Active (RSA) asignado a quienes no tienen ningún tipo de ingreso ni tra-bajo y que puede llegar loas 750 euros mensuales (12,500 pesos). Ante esta situación del es-tado del bienestar las clases medias aburguesadas y la aristocracia conser-vadora contraatacan coléricas: “Pero, ¿qué más quieren los huelguistas?, tie-

Las Nieves del Kilimandjaro nen todo, lo que no quieren es trabajar, son unos huevones los profesores, trans-portistas, obreros industriales”, etc., etc. Presentar este contexto es necesario para poder explicar la cinta salida en cines en el año 2011, realiza-da por Robert Guédiguian y estelariza-da por Ariane Ascaride y Jean-Pierre Darroussin, Les neiges du Kilimandjaro (Las nieves del Kilimandjaro). Una cinta surgida en medio de intensas manifestaciones de rei-vindicaciones proletarias pero sobre todo, de manifestaciones defensivas ante los ataques por la implementa-ción de políticas neoliberales pro-movidas por el ex presidente Nicolas Sarkozy que consideran como válida la consigna que demanda “Más trabajo para ganar más”. La cinta presenta la proble-mática proletaria a partir de la división generacional de una familia, en la que los padres fueron militantes durante los 60 en demanda de un estado del bienestar extendido a la clase obrera, y sus hijos clasemedieros acomodados en casas con jardines arreglados para hacer carnes asadas y que consideran las manifestaciones como actitudes retrógradas y antinacionalistas.

Así, dentro del círculo fa-miliar la cinta argumenta la validez y pertinencia de actitudes gremiales que pueden llegar a afectar a la población durante algún tiempo pero que son ejercicios de presión cívica frente a los poderes fácticos del Estado central. Inspirado en el poema de Victor Hugo “Las pobres gentes”, Ro-bert Guédiguian buscó guiarse por el pasado para observar la evolución de

la sociedad, y, como Victor Hugo, dar la palabra a personas modestas que normalmente no tienen ese beneficio. La cinta ganó ese año el Pre-mio Turia de la Comunidad Valencia como Mejor Película Extranjera y estuvo nominada en Cannes en la categoría de Una cierta Mirada en la edición 2011. Es una cinta que no caería nada mal poder difundir entre la “que-josa” sociedad mexicana.

Ha caído una noche sin estrellas. Nubes densas y oscuras encapo-tan el cielo. Un relámpago brilla y se oyen truenos. Las nubes se amontonan, ya no hay luna. Las olas que se agitan golpean en las rocas y se estrellan en picos afi-lados. Las espumas se pierden entre espinos. Otro trueno más cerca, otro relámpago, y la lluvia precipita su caída con trozos de granizo sobre el mar. Las olas se estiran hacia lo alto cada vez que renacen: buscan rasgar las nubes. El relámpago se multipli-ca, raya una y otra vez el espejo

Por un momento, la confundí conmi-go. Pero no era yo. Era una extraña. Intenté hablar con ella pero parecía no me escuchaba. Totalmente ajena a la circunstancia, estaba frente a mí despreocupada de mi presencia, en-sayando muecas y ademanes. Se está burlando de mí, pensé. Entonces, se puso seria. Nadie me obligaba a perma-necer en el cuarto de baño, pero ahí estaba yo, mimetizando cada uno de sus movimientos como si no tuviera

salado, la enorme tela oscura que hon-dea bruscamente. Retumba el hori-zonte con ecos que resuenan desde el negro profundo, se colapsan las nubes derramando su entraña entre las olas golpeadas por las rocas, que encajan cada pico entre la sal, erizando la es-puma, y crujen los relámpagos como venas de luz en la boca voraz de la caverna herida, colosal e infinita, que forman mar y cielo ávidos de expul-sión. Hasta el amanecer.

* Escritora mexicana-española, autora de Los

Viajes de Tito Cottage, www.titocottage.com Fa-

cebook: BPB Herrera.

voluntad propia. Que ella sacaba la lengua, yo la imitaba. Si arquea-ba las cejas, yo hacía lo mismo. Si se encogía de hombros, igual. Así hemos estado un buen rato. Cuando se agachó a re-coger un pasador, se escuchó una flatulencia. Con la cara son-rojada dijo: Ah caray, si ha sido usted, por un instante pensé que había sido yo. Indignada se mar-chó del cuarto de baño y yo hice lo mismo.

Por B.P.B. Herrera*

Por Rudy Yohai

Pecados en el Mar Segundo de siete: Ira

Cuarto de baño

Río de palabras

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LA GUALDRA NO. 119

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS

B A S E S :

• Podrán participar todos los poetas de habla española que residan en la república mexicana.

• Los participantes deberán enviar un libro de poemas inédito, con una extensión obligatoria mínima de setenta cuarti-

llas, tema y forma libres.

• La vigencia del certamen comenzará con la publicación de la presente convocatoria y concluirá el 25 de octubre del

año en curso (los libros que por circunstancias especiales sean recibidos después, pero que ostenten sello postal de

envío dentro del límite estipulado por la convocatoria, podrán participar).

• Los participantes deberán remitir su libro a:

Premio Nacional de Poesía «Ramón López Velarde» 2013

Coordinación de Extensión

Alameda 414

98000 Zacatecas, Zacatecas

[Teléfonos: (01–492) 92–297–17 y (01–492) 92–514–78]

• Los participantes deberán enviar cuatro tantos del libro, escritos a máquina o en computadora, a doble espacio, en

papel tamaño carta y por una sola cara.

• Deberán suscribirse con seudónimo y, en sobre cerrado que ostente el mismo, adjuntar los siguientes datos, relativos a

la identificación de su autor:

a) nombre completo; b) domicilio, número telefónico y/o correo electrónico.

• Concluido el plazo de recepción, el conjunto de los sobres así suscritos será depositado en la Notaría Pública número

30, cuyo titular abrirá el que, atendiendo al dictamen del Jurado Calificador, la instancia organizadora le indique, des-

truirá de inmediato el resto y dará fe de la legalidad del proceso.

• El Jurado Calificador estará integrado por tres poetas y/o críticos de comprobada capacidad, autoridad y solvencia.

• El Jurado Calificador emitirá su fallo el 25 de noviembre del año en curso y la instancia organizadora lo notificará al poe-

ta triunfador en seguida, divulgándolo además por los diversos medios de comunicación tanto locales como nacionales.

• El fallo del Jurado Calificador será inapelable.

• Los gastos que ocasione el traslado del poeta triunfador, desde su lugar de residencia hasta la ciudad de Zacatecas, así

como los de su estancia en ésta, serán cubiertos por la Institución.

• El Premio será entregado en solemne acto a efectuarse en el foyer del Teatro «Fernando Calderón», el 6 de diciembre del

año en curso, dentro de las actividades correspondientes al Festival Internacional de Poesía «Ramón López Velarde».

• No se devolverá ningún libro.

• No se aceptará ningún libro enviado a través del correo electrónico.

• No podrán participar: a) poetas que hayan recibido este Premio; b) libros premiados o que se encuentren participando

en certámenes similares.

• La Universidad Autónoma de Zacatecas se reservará los derechos de edición del libro triunfador por un año.

• Premio único e indivisible: $150,000.00 en efectivo y diploma.

• Los casos no previstos en la presente convocatoria, y que no contradigan sus disposiciones, serán resueltos de común

acuerdo por el Jurado Calificador y la instancia organizadora.

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7 DE OCTUBRE DE 2013

Artes visuales

Por Francisco Javier González Quiñones

Francisco GoitiaDel expresionismo estético a la práctica éticay a la vida religiosa

El arte es un conjunto de expresiones estéticas que por sí solas no tienen ra-zón de ser, para justificar su existen-cia deben estar expuestas al público con el fin de causarle una sucesión de impresiones que lleven a calificarlas. Una obra de arte, para que se consi-dere como tal, debe de reunir y con-juntar una serie de atributos que en el grado en que se cumplen impactan la sensibilidad de sus oyentes, lectores o espectadores. La armonía, el equi-librio, la proyección, la perspectiva y los contrastes son algunos de esos atributos que son válidos y funda-mentales para la hechura de una bue-na obra musical o plástica. En principio una obra artís-tica puede destacar por la excelencia en su técnica, por marcar un estilo propio o por ser de espejo de la rea-lidad, muchas veces -en este último caso- ese espejo lleva implícita una crítica, un reclamo o una consigna, ante esa realidad. En este contexto, tanto el músico como el artista plásti-co trascienden en medida de que sus obras logran o cumplen un objetivo social, aunque muchas veces dicho objetivo no sea conscientemente per-seguido. Los artistas con conciencia social son aquéllos que por la praxis de esa conciencia alcanzan cierto pri-vilegio y reconocimiento como miem-bros distinguidos de una comunidad. Francisco Goitia (4 de oc-tubre de 1882, Patillos, Fresnillo

Zacatecas - 26 de marzo 1960, Xochi-milco, México, D.F.) es un ejemplo claro del artista con conciencia so-cial: comprometido consigo mismo, con su arte y con las clases sociales a las que refieren sus obras. Las obras de Goitia están plasmadas por el ma-nejo magistral de las técnicas estéti-cas pero sobre todo impregnadas por su profunda ética, es decir su con-ciencia social. Por eso sus paisajes no se limitan a imitar un bonito atarde-cer o un anochecer de sombras, sino que son sólo el fondo donde se mues-tra la cruda realidad de la pobreza, la muerte, la desolación, la crueldad de la guerra y el dolor humano. Muestra de ello son sus pinturas, Pordiosero en el muladar, Paisaje de los ahor-cados, los paisajes de Santa Mónica y de Patillos y su obra maestra Tata Jesucristo. Hay que destacar que no obstante su trasfondo social la obra de Goitia no tiene tintes políticos ni folklóricos. Seguramente porque nun-ca se inclinó ni se preocupó por ser grato a los círculos de poder y por el respeto que tuvo hacia los indígenas y marginados con los cuales convivió y a quienes conoció de cerca. Javier Sicilia, Premio Nacio-nal de Poesía Aguascalientes 2009 y poeta de una sola obsesión: Dios en el alma humana. Además gran conoce-dor de la obra de Goitia y quien, junto con Jorge González de León, obtuvo el Ariel para el mejor guión cinemato-

gráfico por Goitia, un dios para sí mis-mo, define al artista zacatecano con dos palabras: coherente y profético. Al referirse a la obra maestra de Goi-tia, Tata Jesucristo, Sicilia entusias-mado señala que uno de la prodigios de esta pintura es que no obstante que la imagen de Cristo no se ve en ella, el misterio de Dios se intuye, se ve y se siente en los rostros de las dos mujeres plasmadas en la pintura. Goitia, tal vez sin saberlo, representa al esteta, al ético y al re-ligioso al que se refiere el filósofo existencialista Soren Kierkegaard. En el camino de su vida Goitia expe-rimentó los tres estadios; el estético, el ético y el religioso, de la existen-cia humana que definen la filosofía de Kierkegaard. Pero muy pronto la estética fue sólo una cuestión de téc-nica plástica pero no de dirección de su vida, su distintiva modestia y su respeto hacia los demás marcaron su conducta ética y, finalmente, sus últi-mos años los vivió como un religioso, retirado de la vanidad de los elogios. Por eso Goitia culminó su existencia como un verdadero franciscano, tal como lo hace notar Javier Sicilia, si-guiendo los preceptos de humildad y viviendo en la pobreza como predicó con el ejemplo San Francisco de Asís, sin duda su modelo de vida religiosa. A propósito de la religiosi-dad de Francisco Goitia, el excelente exponente del fotoperiodismo, Ro-

drigo Moya, captó en imágenes foto-gráficas el sepelio de Goitia, en una de esa imágenes, se aprecia que el artista, ya dentro de su féretro, mues-tra un rostro apacible y encima de su mano derecha porta un Escapulario y un cordón blanco de tres nudos, importantes símbolos de la Tercera Orden de San Francisco de Asís, a la cual perteneció el pintor anacoreta. Goitia vivió sus últimos años, déca-das, una vida muy austera, en una hu-milde vivienda en Xochimilco, Méxi-co, D.F. a la cual se retiró como un solitario, alejado de las comodidades urbanas que siempre ha ofrecido la modernidad. No obstante el ritmo pausa-do que Goitia le impregnó a cada una de sus obras, su producción pictórica es considerable o al menos suficiente para testimoniar su calidad de artista. Por fortuna mucha de su obra se con-serva en museos, para regocijo y sana sacudida de los espíritus de quienes acuden a contemplar sus pinturas. El arte de Goitia, como acer-tadamente lo dice uno de sus estudio-sos, Alfonso de Neuvillate -aludien-do a Baudelaire- es como un fuego redentor. Sin duda la crudeza y el realismo de sus obras de alguna for-ma son como fuego que alumbra las conciencias para no soslayar nuestra mirada ante la pobreza, la desolación y la muerte, pero sobre todo ante el dolor humano.

Tata JesucristoFrancisco Goitia. Foto de Rodrigo Moya.

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LA GUALDRA NO. 119 / 7 DE OCTUBRE DE 2013

Río d

e pal

abra

sPor Pilar Alba

Por Alberto Huerta

Por Roberto Galaviz

Por Edgar Khonde

Con nadie

Adiós

Poema que debió ser un Haiku

Sueñocon Unabomber

Si no es conmigo, no será con nadie. Recuerdo sus palabras como una for-ma de ahogar el coraje, de expulsar el enojo, como un último recurso para evitar el abandono. Con tranquilidad lo vi alejarse, con la consciencia de que se ha hecho algo bueno, mi madre siempre decía que era mejor un dolor fuerte pero rápido a uno pequeño pero prolongado, como cuchillo de madera que no corta pero bien que jode. Y es que eso fue lo que pensé cuando me dijo, cuando me lo propuso: vente conmigo, anda, bien podemos estar toda la vida juntos… toda la vida, así como si nada, como si fuera poca cosa, asunto de un ratito. Yo creo

¿Por qué? ¡Dime! ¿Por qué? ¿Así nomás? Pues qué pocamadre. De plano. No. No. Mira… Escúchame… ¡Carajo! Cuando te pones en ese plan neuras nada más tú hablas, tú tienes la razón… ¿Que sufres? ¿Mucho? No mames… Sí, no mames… Bajo ese escudo has estado jodiendo a un chinguísimo de gente… Sí, el prin-cipal jodido has sido tú. ¡Ah, sí! Mira que cómodo. Siempre, escúchame bien, siempre te la has pasado de putamadre… sí, siempre… ¡Muy bien vestidito!.. Pero si… ¿A costillas de quién? ¡Ah, no! Za-patos caros… Sí, sí, tú, te los compraste.

Tengo cubierta la cara por un pasamon-tañas negro y un fusil entre las manos. Ella (aunque no sé quién es) manipu-la un reloj digital que luego coloca en un pedestal, me acerco y le pregunto al oído, qué haces. De afuera escucho sirenas, los techos son altos en el lugar donde estamos, el piso es tan brillante que refleja unas imágenes abigarradas de nosotros mismos. Si nos traicionan, volamos todo, dice. Camino hacia la puerta, veo patrullas formando barrica-das y policías apuntado con sus armas de cargo; también veo a un tipo vestido con un traje Givenchy que toma el al-tavoz e ininteligiblemente ordena algo. Regreso a donde ella coloca explosivos adheridos con cinta gaffer a las manos de los rehenes, ¿quién nos va a traicio-nar?, pregunto. Ella fija su mirada en el reloj digital, no puedo descifrar los números, estamos soñando, dice ella. Entiendo, claro, por eso no entiendo los números, porque estoy soñando. Interrumpe mi reflexión, tenemos que acabar antes de que despertemos, dice, ¿acabar con qué? Cuestiono cuando ella señala la puerta de la bóveda, tene-mos que saber qué hay detrás de eso,

que él así lo pensaba, pero en mí se abrió un abismo, pensé en la eternidad juntos, más allá de los domingos por la tarde, lejos de las cuatro paredes del cuarto en donde nos encontrábamos… No, eso no era lo que yo quería; no era lo que andaba buscando. La mujer voltea para cruzar la calle, lo hace con dificultad, le pe-san los años, le pesa la vida, le pesa la soledad. Pesa aquella frase que siem-pre recuerda: si no es conmigo no será con nadie, esas palabras que se vol-vieron lapidarias, convirtiéndose en la maldición que es la única quien la acompaña hasta el final de sus días.

Sí, pero… ¿A costillas de quién? Comes a llenar… Sí, sí… ¿Cuándo has comprado un huevo? Sí, fíjate que sí. ¡Un hue-vo! ¿Que tú pagabas las cuentas? ¿De qué? ¿Dime de qué? ¿Cuáles putas cuentas? No, mira, eso sí que no, a mí no me gri-tas. No, no, ve a gritarles a tus amigos, a tu mamacita… Sí, a ver si ellos te aguan-tan. Sí, como lo oyes. Sí, ¿dónde? ¿Qué? De plano, tú no conoces la palabra vergüenza. Su significado. ¿Dignidad? ¡Chingado! ¡Muy digno! ¡Dignísimo! ¿Qué? Que no me grites. No… Voy a col-gar… Sí… Adiós…

*Trataré de decir exactamentelo que pasa:estoy pensando en ti y por esoescribo

pienso en ti que erestodavíael objetivo de un reflector que te alcanza

(uno pensaría en estos casosque en efecto, si Dios existe tiene que ser algo que brilla,o que al menos dirige lo que tiene queestar iluminado, como tú)

pienso en ti que eres en mi memoria una nube al atardecerque al cerrar los ojos,se queda ahí,-a nuestro modo-por mucho tiempo.

Casi siemprelas palabras son insuficientespara describir, para decir cualquier cosa;

intento explicarexactamente lo que pasa es posible, muy posibleque no pueda siquiera acercarme

dice. Le pregunto que cómo abrimos la puerta de la bóveda. Entiendo lo del reloj, claro, es un despertador, en caso de que algo salga mal despertaremos y todo volará o desaparecerá al instante y saldremos librados. No lo sé, tú eres el escritor, tú debes saber cómo abrir la bóveda, para eso te contraté, dice. Lo siento, pero no sé cómo abrirla, respondo. Cuando despierto escribo: la bóveda se abre obligando a un rehén, el director del banco, a digitar la clave de acceso, no sé qué hay en su interior, tam-poco sé si salimos vivos. Dos días después le pido a Já-nea Estrada que publique este relato en La Gualdra, esperando que usted lo lea (la que me contrató para robar dentro del sueño), y entienda entonces cómo abrir la bóveda, sin embargo le advier-to que si seguimos con el plan, lo más seguro es que todos volemos dentro de ese sueño. Y no lo digo poéticamente, cuando digo volar pienso en explotar, en que mi sueño se llene de trozos de gente y litros y litros de sangre.

*@edgarkhonde

Francis Picabia, Aelo

intento decir (y necesito que imagines)cómo te extrañé cuando al subir a mi autoy poner mi mano derecha sobre la palanca de velocidades para elegir –drive- (y marcharme de nosotros)noté cerca de mi muñeca un rastroinnegablemente tuyo:

una pequeño esbozode maquillaje pálido-que era el resumende nuestra historia-(nuestra historiapequeña, como Haiku japonés)

un esbozo, un bocetocual si éste hubiera sido concebido por un Van Goghirremediablementecercano a la muerte

el trazo simple y únicoque esta nochenos une/aunque sea un poco.