tema 10. infección del tracto urinario

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1 TEMA 10 INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO AUTORES Montserrat Antón Gamero. Médico Adjunto. Sección de Nefrología Infantil. Hospital Reina Sofía. Córdoba. Elena García. Médico Adjunto. Sección de Nefrología Infantil. Hospital Reina Sofía. Córdoba.

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Page 1: Tema 10. Infección del tracto urinario

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TEMA 10

INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO

AUTORES

Montserrat Antón Gamero. Médico Adjunto. Sección de

Nefrología Infantil. Hospital Reina Sofía. Córdoba.

Elena García. Médico Adjunto. Sección de Nefrología Infantil.

Hospital Reina Sofía. Córdoba.

Page 2: Tema 10. Infección del tracto urinario

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0. INTRODUCCIÓN

La infección urinaria es una de las infecciones más frecuentes en niños. El interés de los

profesionales pediatras y nefrólogos pediátricos por la infección urinaria se explica

fundamentalmente por una parte por su elevada prevalencia y por otra por la dificultad de

diagnóstico en niños pequeños no continentes como consecuencia de los síntomas

inespecíficos y la ausencia de medios diagnósticos no invasivos fiables. Además, aunque la

mayor parte de los niños con infección urinaria se recuperan sin secuelas, existen factores que

pueden determinar un riesgo de daño renal. La historia natural de la infección urinaria ha

variado en los últimos 50 años con el uso de los antibióticos y la mejora del nivel socio sanitario

y como consecuencia se han producido cambios en los protocolos diagnósticos y terapéuticos.

La multitud de publicaciones de estudios sobre infección urinaria en niños con metodología y

resultados muy heterogéneos hace que muchos profesionales anhelen un protocolo o

recomendaciones de buena práctica clínica sobre este tema que les ayude en su práctica

clínica diaria.

Sin embargo, este tema no pretende establecer un protocolo o guía de práctica clínica sobre la

infección urinaria. El objetivo principal de los autores/tutores es que al finalizar el estudio de

esta unidad didáctica el alumno conozca el manejo actual de la infección urinaria en el niño

según las últimas evidencias científicas disponibles y sea capaz de manifestar una actitud

crítica ante los antiguos y nuevos protocolos discutiendo la validez y efectividad clínica de las

diferentes actuaciones diagnósticas y terapéuticas. Para conseguirlo, iniciaremos la unidad con

un breve recuerdo histórico sobre la infección urinaria en el niño. Posteriormente se realizará

un resumen del estado actual y se expondrán las evidencias científicas disponibles

actualmente sobre el diagnóstico, tratamiento, manejo inicial, seguimiento de la infección

urinaria e información que debe ser suministrada a los pacientes, padres y cuidadores. Por

último, se expondrán, las futuras líneas de investigación sobre la infección urinaria en niños.

Finalmente, y siguiendo la metodología de evaluación de este curso de formación continuada,

se propondrán preguntas test para evaluar los conocimientos adquiridos tras el estudio de la

unidad.

Page 3: Tema 10. Infección del tracto urinario

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INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO

PALABRAS CLAVE

Infección del tracto urinario. Profilaxis antibiótica. Cicatriz renal. Reflujo vésicoureteral.

Gammagrafia renal. Cistouretrografía.

OBJETIVOS DOCENTES DEL CAPÍTULO

Al finalizar el estudio de este capítulo el alumno será capaz de:

Objetivos generales

- Reconocer el manejo de la infección urinaria según las últimas evidencias científicas

disponibles

- Manifestar una actitud crítica ante los antiguos y nuevos protocolos de infección urinaria y

discutir la efectividad clínica de las diferentes actuaciones diagnósticas y terapéuticas.

Objetivos específicos

1.- Recuerdo histórico y estado actual del manejo de la infección urinaria

- Recordar la evolución histórica en el diagnóstico y tratamiento de la infección urinaria y

reconocer los cambios actuales según la evidencia científica disponible

2.- Diagnóstico de la infección urinaria

- Identificar los signos y síntomas de la infección urinaria en las distintas edades

pediátricas

- Comparar los diferentes métodos de recogida de orina para el diagnóstico de infección

urinaria

- Reconocer la utilidad diagnostica de los parámetros urinarios según las diferentes

situaciones clínicas

- Listar las pruebas diagnosticas útiles para la localización de la infección urinaria

- Identificar los signos y síntomas de la infección urinaria en las distintas edades

pediátricas

- Comparar los diferentes métodos de recogida de orina para el diagnóstico de infección

urinaria

- Reconocer la utilidad diagnostica de los parámetros urinarios según las diferentes

situaciones clínicas

- Listar las pruebas diagnosticas útiles para la localización de la infección urinaria

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3.- Tratamiento de la infección urinaria

- Definir los criterios de ingreso hospitalario en el niño con infección urinaria

- Identificar e interpretar los factores que pueden condicionar el tratamiento de la

infección urinaria

- Detallar el tratamiento empírico de elección, vía de administración y tiempo de duración

de la infección urinaria según la edad y situación clínica

4.-Estudio y seguimiento de la infección urinaria

- Reconocer y analizar las indicaciones de los estudios de imagen recomendados tras

una infección urinaria

- Discutir la idoneidad de la profilaxis antibiótica de la infección urinaria

- Analizar la indicación de realizar urocultivos de control en el seguimiento de los niños

con infección Reconocer y analizar las indicaciones de los estudios de imagen

recomendados tras una infección urinaria

- Discutir la idoneidad de la profilaxis antibiótica de la infección urinaria

- Analizar la indicación de realizar urocultivos de control en el seguimiento de los niños

con infección urinaria

Page 5: Tema 10. Infección del tracto urinario

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1. RECUERDO HISTÓRICO. PRECEDENTES Y FUTURO PRÓXIMO

El problema de la infección urinaria hace 50 años era el de una infección infradiagnosticada,

que motivó que en largas series de necropsias se hubiera encontrado una elevada prevalencia

de daño renal crónico. El curso clínico de estos pacientes era de antecedente de episodios

recurrentes de pielonefritis que finalmente llevaban a un fallo renal con hipertensión y

proteinuria. Pronto se descubrió la relación entre los episodios de infección urinaria con daño

parenquimatoso y el fenómeno de reflujo vesicoureteral. Esta relación fue estudiada

posteriormente mediante experimentación animal.

Tras la introducción de la urografía intravenosa y la cistouretrografía miccional seriada

comenzó a descubrirse la interrelación entre la infección urinaria, el daño renal parenquimatoso

y el reflujo vesicoureteral. Esto supuso un giro en el manejo de los pacientes pediátricos con

infección urinaria en los que se trató de buscar el reflujo, y corregir éste a toda costa para

conseguir evitar la lesión parenquimatosa que en principio parecía relacionada directamente

con este hecho. Junto con los estudios de observación clínica la investigación experimental

demostró la importancia del primer episodio de infección urinaria y su relación con el daño

parenquimatoso así como la importancia del diagnóstico y tratamiento precoz de la infección

urinaria para la prevención del daño renal parenquimatoso.

Surgieron las primeras guías de práctica clínica basadas en la experiencia y recomendaciones

de los expertos referidas a la interrelación entre infección urinaria, cicatriz renal y reflujo

vesicoureteral con especial enfoque al diagnostico por imagen, el tratamiento profiláctico para

prevenir el daño renal secundario y el manejo del reflujo.

En los últimos años han surgido numerosas publicaciones que pretenden explicar el origen del

daño renal y tratan de prevenirlo. La sobrecarga asistencial de los profesionales sanitarios hace

imposible la revisión de toda la literatura respecto a un tema concreto y en este contexto nace

la medicina basada en la evidencia (MBE). Enseña al profesional sanitario las herramientas

necesarias para que este sea capaz de identificar y valorar de forma crítica los trabajos

publicados en las revistas biomédicas.

En este campo han surgido distintos documentos de MBE para recopilar y sistematizar la

información surgida respecto al manejo de la infección urinaria pediátrica y el reflujo

vesicoureteral primario como guías de práctica clínica y documentos de consenso que van a

ser objeto de nuestra revisión.

Las publicaciones de mayor relevancia en el campo clínico por su metodología e impacto en la

atención clínica en Pediatria en nuestro país son:

1. La guía NICE (National Institute for Health and Clinical Excellence) CG54 “Urinary

tract infection in children”, elaborado por la National Collaborating Centre for Women’s

and Children’s Health y publicada en 2007. Pendiente de actualización prevista a los tres

años que tendrá lugar durante el año 2011: recientemente se han publicado los puntos

sobre su próxima actualización para su discusión en la web. Esta guía anglosajona tiene

Page 6: Tema 10. Infección del tracto urinario

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limitaciones para la aplicación práctica de algunas recomendaciones en nuestro medio

debido a la diferente organización sanitaria de la asistencia pediátrica. Mientras en el

Reino Unido la asistencia en atención primaria a niños es llevada a cabo por médicos

generales, en España es realizada con éxito por pediatras.

2. La guía de práctica clínica para el manejo del paciente con reflujo vesicoureteral

primario o esencial, elaborada por la Asociación Española de Nefrología Pediátrica y

publicada en 2008, incluida en GuíaSalud, portal de MBE del Ministerio de Salud.

3. Conferencia de Consenso sobre “Manejo diagnostico y terapéutico de las

infecciones del tracto urinario en la infancia “ realizado como parte del proyecto de

Investigación “Estudio de la Variabilidadad e Idoneidad del Manejo Diagnóstico y

Terapéutico de las Infecciones del Tracto Urinario en la Infancia” realizado con beca de la

gerencia Regional de Salud de la Junta de Castilla y León, publicada en 2007 y en la que

se reunió a un panel multidisciplinar de expertos de distintos ámbitos (Nefrología pediátrica,

Urgencias pediátricas, Infectología pediátrica, Urología Pediátrica, Microbiología y

Farmacología). La metodología empleada es la exposición del nivel de evidencia científica

disponible y recomendaciones de dicho grupo multidisciplinar de expertos elaborados en

forma de preguntas basadas en la revisión en profundidad sobre la evidencia existente

sobre el diagnóstico y tratamiento de la infección urinaria e información epidemiológica

sobre los uropatógenos de nuestro país según una metodología previamente

estandarizada.

4. Se encuentra en marcha y próxima a su publicación y difusión la “Guía de Práctica

Clínica sobre la Infección Urinaria en el Lactante y el Niño” de la Asociación Española

de Nefrología Pediátrica que será incluida también en el catálogo del portal GuíaSalud.

PUBLICACIONES CON METODOLOGÍA MBE SOBRE INFECCIÓN URINARIA

Nombre Tipo de documento

Fecha de publicación y referencia

Clinical effectiveness and cost-effectiveness of test for the diagnosis and investigation of urinary tract infection in children: a systematic review and economic model

Revisión sistemática

Octubre 2006 Health Technology Assesment NHS R&D HTA Programme http://www.hta.ac.uk/htacd.htm

NICE Clinical Guideline. CG54 “Urinary tract infection in children”

Guía de practica clínica

Agosto 2007 http://www.nice.org.uk/nicemedia/pdf/CG54fullguideline.pdf

Guía de práctica clínica. Manejo del paciente con reflujo vesicoureteral primario o esencial

Guía de práctica clínica

Diciembre 2008 http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_441_Reflujo_VU.pdf

Recomendaciones de la Conferencia de Consenso “Manejo Diagnóstico y Terapéutico de las Infecciones del Tracto Urinario en la Infancia”

Conferencia de consenso con panel de expertos

Junio 2007

An Pediatr (Barc). 2007;67(5):517-25

Tabla 1. Publicaciones de mayor relevancia con metodología MBE sobre infección urinaria

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2. EPIDEMIOLOGÍA

2.2 Incidencia y prevalencia

La incidencia de infección urinaria es mayor en los lactantes de ambos sexos, alrededor del 1%

de los niños sufre ITU en su primer año de vida y el 2% en los dos primeros años. Es más

frecuente en los varones hasta los 3-6 meses y disminuye sustancialmente después del

periodo de lactante. Aproximadamente una de cada 10 niñas y uno de cada 30 niños menores

de 16 años han tenido una infección urinaria.

Aunque la localización de la infección urinaria no se comunica en muchos estudios

epidemiológicos, las pielonefritis agudas son más frecuentes en niñas, en niños no

circuncidados y en aquellos que han tenido una infección urinaria previa.

Las infecciones urinarias recurrentes son más frecuentes en niñas, llegando en algunas series

la tasa de recurrencia en los siguientes cinco años tras la primera infección al 50%. En los

varones raramente ocurren las reinfecciones un año después de la primera infección.

2.2 Factores asociados a la infección urinaria

Alrededor de un tercio de los niños con infección urinaria tienen reflujo vesicoureteral que es

bilateral en la mitad de los casos. Además del reflujo, las anomalías urinarias más frecuentes

asociadas a la infección urinaria son la hidronefrosis, obstrucción urinaria y el doble sistema

excretor.

La disfunción miccional, el vaciamiento infrecuente y el estreñimiento también se asocian a

infección urinaria.

2.3 Daño parenquimatoso renal

Se estima que alrededor del 5% de los niños y niñas con primera infección urinaria

desarrollarán cicatrices renales parenquimatosas con igual incidencia en ambos sexos. Los

niños son más susceptibles de desarrollar daño renal o displasia renal intraútero y las niñas

daño renal adquirido tras las infecciones urinarias. Las cicatrices renales son más frecuentes

en niños con reflujo vesicoureteral.

El objetivo es conocer los principales datos epidemiológicos de la infección urinaria • Incidencia y prevalencia • Factores asociados • Daño parenquimatoso renal • Pronóstico a largo plazo

Page 8: Tema 10. Infección del tracto urinario

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2.5 Pronóstico a largo plazo

La escasez de estudios apropiados debido a la lentitud de la progresión del daño renal y el bajo

número de niños que sufren complicaciones hacen difícil estimar el riesgo de complicaciones a

largo plazo de haber padecido una infección urinaria. La evidencia disponible actualmente

apunta a que, en contra de lo que se preconizaba, el riesgo de padecer hipertensión asociado

con infección urinaria es muy bajo y solo se producirá en aquellos niños con cicatrices renales

severas o bilaterales y que solamente en una pequeña minoría de niños existe mayor riesgo de

enfermedad renal crónica. Los resultados de series muy cortas sugieren que las cicatrices

renales postinfecciosas parecen aumentar el riesgo de bacteriuria durante el embarazo y que

las cicatrices renales severas pueden aumentar el riesgo de hipertensión arterial y

preeclampsia.

Page 9: Tema 10. Infección del tracto urinario

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3. ETIOLOGÍA

Escherichia coli es el principal agente etiológico de la infección urinaria en la infancia

alcanzando al 70-90% de los casos. Algunas circunstancias como las malformaciones

urológicas, tratamiento antibiótico o medio hospitalario pueden condicionar la aparición de otros

microorganismos patógenos como Proteus mirabilis, Klebsiella spp. y Pseudomonas

aeruginosa. En niños pequeños Enterococcus faecalis puede ser causante de infección

urinaria. Otros microorganismos poco frecuentes son Enterobacter cloacae, Streptococcus

agalactiae, Staphylococcus spp., Serratia marcescens, Morganella morganii, Citrobacter spp. y

Acinetobacter spp.

El objetivo es conocer los principales uropatógenos causantes de la infección urinaria

Page 10: Tema 10. Infección del tracto urinario

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4. FISIOPATOLOGÍA

La infección urinaria surge de la interacción entre microorganismos que provienen de la flora

intestinal y perineal y los mecanismos protectores frente a la infección urinaria del huésped

cuando estos últimos se ven superados.

4.1 Vía de infección

• Vía ascendente: En la mayoría de los casos los gérmenes del la luz intestinal alcanzan el

tracto urinario a través de la uretra. Es la vía fundamental de la infección urinaria.

• Vía hematógena: Pueden existir infecciones urinarias que alcanzan la vía urinaria por

diseminación hematógena (clásicamente considerada en neonatos) desde un proceso

infeccioso bacteriémico.

4.2 Relación huésped-parásito

Se han identificado factores de virulencia bacteriana y factores de resistencia del huésped que

interactúan y determinan la susceptibilidad a la infección urinaria

• Factores de virulencia del germen: Las bacterias uropatógenas son aquellas que se

seleccionan de la flora fecal y son capaces de colonizar el urotelio y provocar una

reacción inflamatoria. Pueden poseer factores de virulencia determinados genéticamente

que les confieren una mayor capacidad para causar pielonefritis aguda (adhesinas,

sideroforos, toxinas, lipopolisacárido capsular, factores de resistencia a proteasas…).En

general se adhieren a urotelio mediante receptores específicos (mediada por adhesinas o

fimbrias o Pili) que pueden permitir a la bacteria ascender por el tracto urinario sin ser

eliminadas por el flujo urinario. La adhesión de la bacteria induce una respuesta

inflamatoria local con el fin de eliminar el germen pero que provoca muerte celular,

fibrosis y determinan la formación de cicatrices renales.

• Factores de resistencia del huésped: Los principales factores de defensa del huésped

son:

o Factores dinámicos: Un flujo urinario adecuado impide la adhesión de las

bacterias y la colonización del tracto urinario Las alteraciones anatómicas y

funcionales del tracto urinario favorecen el éstasis urinario y por tanto, la

infección urinaria.

o Factores microbiológicos: Flora colonizadora perineal y bacteriuria asintomática

(que disminuyen la incidencia de episodios sintomáticos) y capacidad

bactericida del urotelio mediada por el Lactobacillus.

El objetivo es reconocer las vías de infección urinaria y los factores de virulencia bacteriana y resistencia del huésped que pueden determinar la susceptibilidad a padecer una infección urinaria.

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o Factores fisico-químicos:

� Carácterísticas físicas de la orina: pH, osmolalidad. Crecimiento

bacteriano óptimo en orinas con pH de 6-7 y osmolalidades 300-1200

mOsm/kg.

� Composición de la orina: La proteína de Tamm-Horsfall tiene capacidad

de inhibir la adhesión de bacterias.

o Factores inmunológicos:

� Respuesta inmunológica local mediada por IgA secretora y expresión de

receptores de interleukinas que mediarían en la reacción inflamatoria.

� Respuesta inmunológica sistémica con producción de anticuerpos.

Page 12: Tema 10. Infección del tracto urinario

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5 . DIAGNÓSTICO

Para valorar la sospecha diagnóstica de infección urinaria es preciso reconocer los síntomas de

infección urinaria en las distintas edades, realizar una historia clínica dirigida en la que se

recoja la presencia de factores predisponentes, realizar una exploración física cuidadosa,

emprender un análisis de orina y aplicar e interpretar los parámetros analizados.

Figura 1. Aproximación diagnóstica a la infección urinaria

5.1 Historia clínica

En la historia clínica se deben recoger la sospecha prenatal y confirmación postnatal de

malformaciones urológicas. Las preguntas irán dirigidas a la investigación de factores

protectores y predisponentes: lactancia materna, inicio del control de esfínteres y hábito

miccional e intestinal. También se investigará sobre el antecedente de infecciones urinarias

previas o síndromes febriles sin foco.

HISTORIA CLÍNICA CLÍNICA RECOGIDA DE

ORINA

Malformaciones prenatales

Infecciones urinarias Fiebre sin foco

Lactancia materna

Control de esfínteres Hábito miciconal Hábito intestinal

Reflujo vesicoureteral familiar Otras malformaciones urológicas familiares

Inespecífica

Fiebre sin foco Dolor lumbar

Síndrome miccional

Afectación estado general

Genitales externos Somatometría Tensión arterial

Chorro medio

Bolsa adhesiva

Sondaje vesical Punción suprapúbica

Tira reactiva orina

Análisis microscópico

Urocultivo

ANÁLISIS DE ORINA

EXPLORACIÓN FÍSICA

El objetivo es conocer cuándo y cómo sospechar la infección urinaria, qué pruebas utilizar

y cómo confirmar nuestra sospecha clínica.

• Historia clínica

• Clínica y exploración

• Análisis de orina

• Urocultivo

• Preservación y transporte de la muestra

• Diagnóstico de localización

Page 13: Tema 10. Infección del tracto urinario

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Asimismo es conveniente recoger los antecedentes familiares de enfermedades

nefrourológicas.

Por último, es importante preguntar de forma dirigida por la existencia de signos y síntomas

sugestivos de infección urinaria según la edad del niño así como la presencia de fiebre u otros

signos de afectación sistémica.

5.2 Clínica y exploración física

Para que exista una infección urinaria además del crecimiento bacteriano en orina en número

significativo, debe existir sintomatología acompañante compatible. La forma de presentación

clínica depende de la edad del niño, el control de esfínteres y la localización de la infección

urinaria.

Los síntomas de los lactantes y niños pequeños son más inespecíficos y no suelen estar

referidos al tracto urinario mientras que en los niños mayores que controlan esfínteres suelen

presentar semiología característica urinaria. Los signos y síntomas se resumen en la tabla 2.

SIGNOS Y SÍNTOMAS DE INFECCIÓN URINARIA

Edad niño Signos y síntomas

< 3 meses Fiebre Vómitos Letargia Irritabilidad

Rechazo de tomas Fallo de medro

Dolor abdominal Ictericia Hematuria Orina maloliente

> 3 meses No control esfínteres Fiebre Dolor abdominal Molestias lumbares Vómitos Rechazo de tomas

Letargia Irritabilidad Hematuria Orina maloliente Fallo de medro

Control de esfínteres Frecuencia miccional Disuria

Disfunción miccional Cambios en el hábito miccional Dolor abdominal Molestias lumbares

Fiebre Malestar Vómitos Hematuria Orina maloliente Orina turbia

Tabla 2. Signos y síntomas de infección urinaria en niños Modificado de NICE Clinical Guideline. UTI in children

Es preciso realizar una exploración física completa con observación de los genitales externos,

orificio uretral, prepucio en varones y vagina en mujeres. Se ha realizar también somatometría

y determinación de tensión arterial.

Page 14: Tema 10. Infección del tracto urinario

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5.3 Análisis de orina

La recogida adecuada de orina y su análisis posterior ayudarán a confirmar la sospecha clínica.

El objetivo es recoger una muestra de orina de buena calidad que permita confirmar o

descartar el diagnóstico de infección urinaria. La validez del diagnóstico es importante para

evitar por una parte la realización de pruebas innecesarias y por otra, un retraso en el

diagnóstico y tratamiento de la infección urinaria.

a) Métodos de recogida de orina

En niños que han alcanzado el control de esfínteres el método de elección es la recogida por

chorro medio mientras que en aquellos no continentes esta técnica requiere paciencia y no

siempre es exitosa. En estos casos es preciso buscar un método sencillo, práctico y asequible

pero que a la vez sea fiable, teniendo en cuenta que la mayoría de las veces se recogerá en el

domicilio o en el centro de salud.

• Los métodos no invasivos como la bolsa perineal adhesiva y otros dispositivos como

la compresa estéril, menos utilizada en nuestro país, tienen alto riesgo de

contaminación que depende de la meticulosidad de su aplicación y vigilancia de la

técnica.

• Las técnicas invasivas, más fiables, pero cruentas, dolorosas y no exentas de

riesgos, sólo están disponibles en el medio hospitalario. Por lo general se reservan

como pruebas de confirmación diagnóstica o en niños que precisen un tratamiento

inmediato.

� La punción suprapúbica es la técnica considerada de referencia. El éxito en la

obtención de la muestra de orina depende de la habilidad del profesional y de la

cantidad de orina disponible en la vejiga.

Figura 2. Punción suprapúbica

¿Cuándo sospechar una infección urinaria? ¿Cuándo y a quien realizar un análisis

de orina?

Se debe sospechar una infección urinaria en

• Niños que presentan signos y síntomas compatibles en función de la edad

• Niños con fiebre sin foco aparente.

En estos casos se recomienda recoger una muestra de orina para analizar.

En los niños con fiebre con foco que tienen una evolución desfavorable se podría considerar la realización de un análisis de orina

Page 15: Tema 10. Infección del tracto urinario

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� El cateterismo vesical es más sencillo de realizar y permite la obtención de

pequeñas cantidades de orina, sin embargo, no elimina completamente la

posibilidad de contaminación.

Sin embargo, el grado de evidencia científica de estas recomendaciones es grado III y IV,

basadas en la práctica clínica y en la opinión de expertos. Es por tanto difícil establecer una

recomendación general sobre un método de recogida de orina fiable.

b) Parámetros urinarios

La clínica inespecífica y la demora en el resultado del urocultivo hacen necesario disponer de

diferentes parámetros urinarios como el análisis con reactivos o el estudio al microscopio que

faciliten un diagnóstico rápido e inicio precoz del tratamiento que disminuya el riesgo de daño

renal.

• La tira reactiva y el estudio sistemático analizan la presencia en la orina de leucocitos,

nitritos, proteínas y sangre entre otros parámetros. Es un método rápido, sencillo y

asequible, disponible fuera del medio hospitalario.

• El estudio microscópico analiza la presencia de piuria y bacteriuria, consume tiempo y

requiere recursos específicos generalmente hospitalarios.

• La tinción de gram puede orientar sobre el tipo de germen implicado

Los parámetros del análisis de orina se pueden utilizar individualmente o de forma combinada.

Informan sobre la probabilidad de tener una infección urinaria dependiendo de la validez de la

prueba utilizada, de la sospecha y situación clínica del paciente, edad y método de recogida de

orina. El resultado de los análisis puede ser diferente según la edad del niño y el método de

recogida de orina empleado. Estos resultados pueden orientarnos sobre la indicación de iniciar

el tratamiento empírico de la infección urinaria en espera de la confirmación microbiológica,

Es necesario individualizar en cada caso para escoger el método más adecuado teniendo

en cuenta el grado de sospecha clínica, la situación clínica del niño, los recursos materiales

y humanos de los que disponemos, disponibilidad de siembra de la muestra en un tiempo

adecuado y posibles acciones diagnóstico y terapéuticas posteriores derivadas del

resultado.

¿Qué método de recogida de orina es más fiable?

• En niños continentes se acepta la recogida por chorro medio de orina como método

adecuado para el análisis de orina.

• En niños que aún no controlan esfínteres algunas guías desaconsejan explícitamente

el uso de las técnicas no invasivas por el alto riesgo de contaminación, mientras que

otras las recomiendan como método de cribado en niños de bajo riesgo que en caso de

resultado positivo deberá ser confirmado con otra técnica más fiable.

• La punción suprapúbica deberá realizarse guiada por ecografía.

Page 16: Tema 10. Infección del tracto urinario

16

pero ninguno de ellos tiene validez suficiente como para basar el diagnóstico exclusivamente

en el mismo.

La aplicabilidad clínica de los parámetros urinarios para el diagnóstico de infección urinaria está

condicionada por la situación del paciente. Si la sospecha clínica es alta y el diagnóstico no

admite demora cualquier prueba que aumente la probabilidad del diagnóstico puede ser útil, sin

embargo si el diagnóstico e inicio del tratamiento no es urgente con una baja sospecha clínica

necesitaremos pruebas más válidas o esperar a la confirmación microbiológica. Es importante

señalar que no hay estudios que comparen la relación coste-efectividad de los diferentes

parámetros urinarios.

Tira reactiva de orina

La detección de nitritos tiene baja sensibilidad con elevada especificidad. Su utilización en la

práctica clínica está limitada porque aproximadamente solo la mitad de las infecciones urinarias

tienen nitritos positivos (no producen nitrato reductasa microorganismos como cocos gram

positivos, Pseudomonas, Acinetobacter). Utilizado individualmente es poco útil para el

diagnóstico de infección urinaria.

La esterasa leucocitaria tiene mayor sensibilidad pero menor especificidad. La ausencia de

leucocitos disminuye la probabilidad de tener infección urinaria, aunque no la descarta. Puede

ser negativa cuando existe neutropenia, obstrucción de la vía urinaria y pH urinario muy

alcalino. Por otra parte, la leucocituria no siempre es secundaria a infección urinaria (nefropatía

intersticial, prelitiasis).

La detección de nitritos y leucocitos es el parámetro más útil de la tira reactiva de orina para el

diagnóstico de infección urinaria. Su presencia simultánea aumenta la rentabilidad diagnóstica.

La determinación de otros parámetros mediante la tira de orina no es útil para el diagnóstico de

infección urinaria.

Análisis microscópico

El análisis al microscopio mediante observación en fresco, tinción de gram y sedimento es una

técnica más fiable que la tira reactiva, más útil aún cuando se realiza en orina fresca sin

centrifugar. La combinación de la presencia de piuria y bacteriuria es una herramienta

diagnóstica muy válida. Se debe considerar su aplicación en niños con infecciones urinarias de

alto riesgo.

Tinción de gram

Su utilidad principal es determinar si la flora causante es gram positiva para añadir tratamiento

frente al Enterococo.

Teniendo en cuenta la existencia de falsos positivos y negativos en estas pruebas

diagnósticas rápidas, la infección urinaria debe ser confirmada por urocultivo.

Page 17: Tema 10. Infección del tracto urinario

17

c) Urocultivo

A diferencia de los adultos, en los niños se acepta la necesidad de la confirmación de la

sospecha clínica de infección urinaria mediante urocultivo. El contaje de bacterias en la orina

es el método utilizado y el antibiograma permite la orientación terapéutica posterior.

En general, se considera un urocultivo positivo cuando hay un único microorganismo con un

contaje superior a 100000 UFC/ml. Sin embargo se establecen diferentes recuentos de

colonias para considerar positivo el urocultivo dependiendo del método de recogida de orina sin

que exista un consenso absoluto al respecto.

Cuando los gérmenes contaminan la orina después de eliminarse de la vejiga, suelen aparecer

en el urocultivo con una menor concentración de bacterias o como crecimiento mixto, aunque

es posible una contaminación bacteriana con > 100000 UFC de un único germen. La

interpretación de estos resultados es difícil y heterogénea.

El urocultivo como método diagnóstico de referencia está basado en estudios de

probabilidades y no ha sido validado en niños. Tiene por tanto limitaciones clínicas y su valor

debe ser individualizado en cada paciente teniendo en cuenta la sospecha y situación clínica y

los resultados de los análisis de orina realizados.

Parece razonable realizarlo en aquellas situaciones en que exista sospecha clínica y los

parámetros analizados inicialmente en la muestra de orina sugieran infección urinaria. En los

lactantes pequeños con fiebre sin foco en los que el análisis de orina sea negativo, se podría

plantear la necesidad de remitir muestra para urocultivo por el bajo valor predictivo negativo de

la tira de orina debido a la baja concentración urinaria y escasa permanencia de la orina en la

vejiga.

¿Qué parámetro urinario se debe aplicar ante la sospecha de infección urinaria?

Alguna guía de práctica clínica realiza recomendaciones sobre la aplicación de los

parámetros urinarios en función de la edad del niño, sospecha diagnóstica, situación

clínica y disponibilidad de medios.

• En general, por el mayor riesgo de daño renal e infecciones graves, se

recomienda aplicar análisis microscópico en niños menores de 2-3 años

en los que la sospecha clínica sea alta y la situación clínica no permita

demora. En caso de que no estuviese disponible se aplicará la tira reactiva

de orina.

• En niños mayores de 3 años la tira reactiva de orina es un método útil

para el diagnóstico de sospecha. Si está disponible se realizará además el

análisis microscópico.

Page 18: Tema 10. Infección del tracto urinario

18

INDICACIONES DE RECOGIDA DE UROCULTIVO

¿Siempre que exista sospecha clínica?

< 3 años > 3 años

Si sospecha clínica Infección urinaria de riesgo

Fiebre tras tratamiento > 48 horas

Infección urinaria recurrente

En tira de orina solo leucocitos o nitritos +

Si discordancia entre clínica y análisis de orina

Tabla 3. Indicaciones de recogida de urocultivo

5.4 Preservación, transporte y conservación de la muestra

La orina una vez recogida se contamina con frecuencia y el retraso en el procesamiento de la

muestra aumenta el riesgo de contaminación y por tanto la dificultad de interpretación de

resultados. Si la orina no va a ser analizada inmediatamente son necesarios medios de

conservación para evitar la contaminación. Se recomienda la conservación en frío o

preservación mediante la adición de productos químicos si la muestra no se puede procesar en

4 horas. El recuento de bacterias se puede alterar por la adición de conservantes por su

potencial toxicidad contra las bacterias de la muestra, es importante seguir las

recomendaciones del fabricante sobre el volumen de orina recomendado.

¿Cuándo es necesario recoger un urocultivo?

En general se acepta que en los niños es necesaria la confirmación microbiológica de la

infección urinaria mediante urocultivo.

Sin embargo, la guía NICE y algunos expertos, recomiendan realizarlo

• Siempre que se sospeche una infección urinaria en los niños menores de 3

años.

• En los mayores de 3 años sólo si

• Sospecha de una infección de riesgo

• Mala evolución clínica con persistencia de la fiebre a las 48 horas

del tratamiento antibiótico

• Infección urinaria recurrente

• Discordancia entre la clínica y los análisis de orina

• Resultado en la tira de orina positivo sólo de leucocitos o nitritos

Page 19: Tema 10. Infección del tracto urinario

19

5.5 Diagnóstico de localización

El interés por conseguir un diagnóstico de localización de la infección reside en la identificación

de aquellas situaciones de riesgo de daño renal que requieran un tratamiento precoz. El

método más válido es la gammagrafía renal realizada en fase aguda de la infección. Sus

principales limitaciones en la aplicación clínica, disponibilidad y coste, hace que se busquen

parámetros clínico-analíticos que orienten a la identificación de aquellas infecciones con riesgo

de daño renal.

El diagnóstico de localización se realiza en función de los signos y síntomas que sugieran

ausencia o presencia de afectación sistémica, fundamentalmente la fiebre. El dolor y las

molestias lumbares son síntomas sugestivos de pielonefritis. Sin embargo, la presentación

clínica por sí sola no es predictiva de la afectación parenquimatosa en la gammagrafía renal.

El análisis de los reactantes de fase aguda como la PCR y la procalcitonina puede ayudar al

diagnóstico de localización. Los estudios que investigan la utilidad de estos parámetros como

marcadores de infección urinaria de vías altas utilizan valores con puntos de corte variables. En

general se sugiere que un valor de PCR superior a 20 mg/l apoya el diagnóstico de pielonefritis.

La procalcitonina tiene mayor especificidad y su elevación es más precoz. Se ha apuntado que

valores superiores a 0,5 ng/ml orientarían a posible pielonefritis. El valor de estos parámetros

como predictores de cicatrices renales es aún incierto. Otros posibles marcadores plasmáticos

o urinarios de localización han mostrado escaso rendimiento.

DIAGNÓSTICO DE LOCALIZACIÓN

CLÍNICA ANALÍTICA IMAGENInfección bajo riesgo Síndrome miccional

Afebril PCR < 20 mg/l Procalcitonina < 0,5 ng/ml

Normal

Infección alto riesgo Fiebre Afectación del estado general Dolor lumbar

PCR > 20 mg/l Procalcitonina > 0,5 ng/ml

Alterada

Tabla 4. Diagnóstico de localización

Es interesante reflexionar sobre la idoneidad de recogida de una muestra para urocultivo

por un método invasivo si ésta, por diferentes circunstancias, no va a ser procesada en el

tiempo recomendado con un elevado riesgo de contaminación.

¿Cuál es la prueba más efectiva/útil para el diagnóstico de localización de la

infección urinaria?

La gammagrafía renal en fase aguda es la prueba más efectiva para el diagnóstico de

pielonefritis. Los signos clínicos como afectación del estado general, fiebre y dolor lumbar

así como la elevación de los reactantes de fase aguda, PCR y procalcitonina, apoyan el

diagnóstico.

Page 20: Tema 10. Infección del tracto urinario

23

7. DIAGNÓSTICO POR IMAGEN

La finalidad de los estudios de imagen es prevenir el daño renal parenquimatoso y la

progresión del mismo, con la intención de evitar la morbilidad asociada. Antes de la

publicación de la Guía NICE “Urinary tract infection in children” del año 2007 y posteriormente

la Conferencia de Consenso en nuestro medio, en la práctica clínica habitual se abogaba por

la realización de una ecografía renal y una cistouretrografía miccional tras el primer episodio

de infección urinaria en menores de un año y a cualquier edad siempre que se tratase de un

episodio de infección febril o recurrente acompañado de una gammagrafía renal con DMSA

(en fase aguda o no, según la disponibilidad). Todo ello se sustentaba en el convencimiento

de la implicación directa del reflujo vésicoureteral y la infección urinaria en el daño renal

parenquimatoso y que este podría ser prevenido con el uso de profilaxis antibiótica que evitara

la recurrencia de la infección urinaria. Posteriormente se demostró que existía daño renal

congénito que podía estar asociado al reflujo y presente ya en el momento del nacimiento, por

tanto, no susceptible de prevención.

La guía NICE introdujo como novedad en el diagnóstico por imagen la individualización en

función de los factores de riesgo de daño renal. Se impone, según la evidencia científica,

individualizar en cada caso, el/los estudio/s pertinentes, a fin de minimizar riesgos y obtener la

información necesaria, adaptada al riesgo que comporta la infección urinaria para cada

paciente en concreto. Los principales factores de riesgo de daño renal que deben ser tenidos

en cuenta para la realización de pruebas de imagen son:

� La edad del paciente: Los pacientes menores de 6 meses deben recibir un enfoque

diagnóstico concreto por su edad.

� La capacidad de controlar esfínteres (alrededor de los 3 años de vida).

El objetivo es reconocer y analizar las indicaciones de los estudios de imagen

recomendados tras una infección urinaria.

• Confirmar el diagnóstico de pielonefritis.

• Poner en evidencia la existencia de cicatrices congénitas o adquiridas.

• Valorar la función renal total y relativa de ambas unidades renales.

• Establecer el plan terapéutico en fase aguda y tras el episodio infeccioso.

• Evaluar resultados del tratamiento médico.

• Descartar factores predisponentes para futuros episodios infecciosos:

alteraciones anatómicas (reflujo vesicoureteral, obstrucción de la vía urinaria,

litiasis) o funcionales (trastornos urodinámicos, hipercalciuria).

• Programar seguimiento en función del pronóstico de lesión y la posibilidad de

recurrencia.

Page 21: Tema 10. Infección del tracto urinario

24

� Atipicidad del episodio infeccioso: definido por

� Persistencia de la fiebre 48 horas a pesar de tratamiento correcto.

� Estado clínico de gravedad o sepsis.

� Flujo urinario escaso, elevación de creatinina o pobre capacidad de

concentración.

� Masa abdominal o vesical.

� Germen distinto de E. coli.

� Recurrencia de las infecciones:

� Dos o más episodios de infección urinaria con pielonefritis.

� Un episodios de pielonefritis más uno o más episodios de infección de vías

bajas.

� Tres o más episodios de cistitis o infección urinaria baja.

� Alteraciones de pruebas de imagen realizadas en fase aguda para localización de la

infección urinaria.

El diagnóstico por imagen se puede realizar en dos contextos diferentes. Puede ser útil para el

diagnóstico de localización de la infección urinaria y puede formar parte del manejo a largo

plazo de los pacientes con antecedente de infección urinaria, para detectar factores de riesgo

de recidiva y la existencia de daño renal crónico.

Figura 3. Factores determinantes de los estudios de imagen en la infección urinaria pediátrica.

EVALUACIÓNDIAGNÓSTICA

PRONÓSTICO RIESGO DE

RECURRENCIA

LOCALIZACIÓN ITU CICATRICES ANOMALÍAS

ANATÓMICAS ALTERACIONESFUNCIONALES

REFLUJO VESICOURETERAL

OBSTRUCCIÓN

LITIASIS

Page 22: Tema 10. Infección del tracto urinario

25

7.1 Pruebas de imagen para localización de la infección urinaria

En ocasiones puede resultar útil la localización de la infección urinaria, es decir la afectación

del parénquima renal en el proceso infeccioso, para guiar el manejo de la infección. En los

casos en los que la respuesta al tratamiento es satisfactoria no será preciso el diagnóstico de

localización.

El diagnóstico de localización habitualmente se basa en una combinación de datos clínicos y

analíticos. Si fuese necesario el diagnóstico por imagen, la ultrasonografía convencional

puede ayudar pero la prueba gold-standard para el diagnóstico de pielonefritis es la

gammagrafía renal con DMSA-Tc99m con una alta sensibilidad y especificidad. En los

estudios de comparación de la ultrasonografía con la DMSA, la primera demostró muy baja

sensibilidad y alta especificidad; sin embargo, si se utiliza el doppler la sensibilidad puede

aproximarse muchísimo a la de la gammagrafía renal.

Ésta ha sido comparada con la urografía iv (menor sensibilidad y alta especificidad, pero

toxicidad de contraste y riesgo de reacciones), TAC (baja sensibilidad) y RMN ( baja

especificidad) aunque los estudios disponibles hasta el momento no son numerosos y no se

pueden extraer conclusiones sobre la utilidad de dichas pruebas.

7.2 Pruebas de imagen para el diagnostico de anomalías y factores predisponentes

para la recurrencia.

En este caso, los estudios de imagen se dirigen a la detección de factores que podrían

predisponer a la recurrencia de las infecciones y por consiguiente al daño renal, teniendo en

cuenta que existen estrategias para evitar la recurrencia y el daño renal basadas en la

utilización de profilaxis con dosis bajas de antibióticos a largo plazo. Existen numerosísimas

series que han tratado de identificar los principales factores de recurrencia.

• En general no se recomienda el uso rutinario de las pruebas de imagen para la

localización de la infección;

• Si se plantea la necesidad de buscar la localización de la infección, se realizará en

primer lugar una ecografía doppler que obviará la necesidad de una gammagrafía

renal en caso de que el resultado sea positivo.

• Cuando el diagnostico de pielonefritis no pueda establecerse se recomendará la

realización de una gammagrafía renal con DMSA.

• ¿Es preciso realizar pruebas de imagen para la localización de la infección

urinaria?

• ¿Cuál es la prueba gold standard para el diagnóstico de pielonefritis?

Page 23: Tema 10. Infección del tracto urinario

26

En la revisión de la NICE sobre la infección urinaria en niño se identifican como principales

factores de riesgo para las recurrencias:

� Edad menor de 6 meses.

� Historia familiar de infección urinaria.

� Reflujo vesicoureteral de alto grado, bilateral o reflujo intrarrenal

� Disfunción miccional.

� Estreñimiento.

� Ingesta escasa de líquidos.

Con la anamnesis podemos detectar hasta 5 de los 6 factores implicados en la recurrencia.

Para el diagnóstico de reflujo vesicoureteral u obstrucción/dilatación del tracto urinario será

preciso el apoyo con técnicas de imagen.

a) Evaluación de la estructura de la vía urinaria

Las anomalías más frecuentes identificadas en niños tras infección urinaria son la

hidronefrosis, la obstrucción, el reflujo vesicoureteral, las cicatrices y las duplicidades de la vía

urinaria con una prevalencia que en conjunto oscila entre 10-75% según las series.

Estas alteraciones son detectadas con distintas pruebas de imagen y no existen estudios de

alta calidad que evalúen la efectividad clínica de las pruebas de imagen y el valor diagnóstico

de los hallazgos detectados en las mismas.

• La ultrasonografía nos permite evaluar el tamaño renal, la presencia de

dilatación de la vía urinaria y de forma indirecta la obstrucción de la misma, la

vejiga, la presencia de litiasis de gran tamaño así como otras anomalías

congénitas de la vía urinaria (doble sistema excretor, riñones en herradura,

displasia renal, presencia de quistes…). El estudio mediante ecografía de la

estructura renal nos puede resultar útil también durante el proceso agudo si se

sospechan complicaciones (absceso, obstrucción).

• Es una técnica no invasiva, muy accesible y que no utiliza radiaciones ionizantes

por lo que puede ser muy apropiada para niños y para la aproximación inicial a

las anomalías de la vía urinaria.

• Como inconveniente fundamental, es una prueba de sensibilidad variable y poco

útil para el diagnóstico de reflujo vesicoureteral.

Page 24: Tema 10. Infección del tracto urinario

27

b) Diagnóstico de reflujo vesicoureteral

La mayoría de los pacientes que sufrían infección urinaria hasta hace poco, eran

investigados para descartar la presencia reflujo vesicoureteral debido a la relación estrecha

que se le atribuía con la lesión renal. Actualmente existe un gran debate sobre esta relación,

de la que no existe evidencia salvo para la recurrencia de la infección urinaria y el reflujo de

alto grado e intrarrenal que sí se ha relacionado con el daño parenquimatoso. En los casos

de reflujo de alto grado, el daño renal puede estar presente al nacimiento y éste no es

susceptible de prevención con estrategias dirigidas al reflujo vesicoureteral. La prevalencia

de reflujo vesicoureteral en pacientes que han sufrido una infección urinaria es de un 30%

para ambos sexos en las grandes series.

c) Otras técnicas de imagen y sus utilidades

En función de los hallazgos de otras pruebas de imagen y la sospecha clínica puede estar

indicada la realización de otros exámenes para evaluar otro tipo de anomalías que pueden

estar implicadas en la recurrencia de la infección urinaria. Así, pueden ser útiles en función

del contexto clínico:

• La técnica que se considera el gold standard para el diagnóstico de reflujo es la

cistouretrografía miccional seriada (CUMS), ya que es la única que proporciona

información sobre la uretra y permite la clasificación del reflujo. No está exenta

de dificultades y complicaciones significativas (infección, trauma uretral,

radiación).

• La cistosonografía presenta sensibilidad superior al 70% en diversos estudios

pero su disponibilidad aún es limitada y no exime de las complicaciones

relacionadas con el sondaje uretral.

• Las técnicas más sensibles para la detección de reflujo son la cistografía

isotópica y la cistosonografía aunque la evidencia es aún limitada para las

técnicas isotópicas. Parece que el mayor tiempo de exploración en ambas

técnicas las hace más sensibles para detectar el reflujo.

• La técnica de elección para el diagnóstico inicial es la CUMS (ofrece definición

anatómica). Las técnicas isotópicas tendrían su indicación fundamental en el

seguimiento y en reflujos secundarios a disfunción vesical.

• La ecografía convencional en este caso presenta muy baja sensibilidad en la

mayoría de las series para el diagnóstico de reflujo.

¿Cuál es la importancia del diagnóstico de reflujo vesicoureteral?

¿Cuál es la prevalencia de reflujo en pacientes que han sufrido un primer episodio de infección urinaria?

¿Qué prueba es más fiable para el diagnóstico?

Page 25: Tema 10. Infección del tracto urinario

28

• ¿Cuál es la importancia clínica de la detección de la nefropatía cicatricial?

• ¿Cuál es la mejor prueba para el diagnóstico de lesión parenquimatosa?

� Renograma diurético con MAG-3: Empleado para evaluar la obstrucción al flujo

urinario y su gravedad en caso de dilatación de la vía urinaria. También es útil para

la valoración del funcionalismo renal. Su uso ha desplazado a la urografía

intravenosa.

� La resonancia magnética nuclear dirigida a la vía urinaria (Urorresonancia) que

está cobrando importancia; parece un método prometedor también para la

detección de defectos parenquimatosos.

� La urografía intravenosa, desplazada para la evaluación de los defectos

parenquimatosos, la función renal y la obstrucción del flujo urinario; su uso estaría

justificado para mejor definición anatómica previo a una posible intervención.

� El TAC abdómino-pélvico en el estudio de las complicaciones de la infección

urinaria.

� La radiografía simple de abdomen para la detección de litiasis con características

de radioopacidad.

7.3 Pruebas de imagen para el diagnóstico de daño renal.

La importancia de la nefropatía cicatricial no es sólo de carácter pronóstico. También se ha

descrito la presencia de cicatrices en la primera infección urinaria como un factor de riesgo de

recurrencia. Existe mayor riesgo de cicatrices cuando existe retraso en el diagnóstico y

tratamiento de la infección urinaria, en infecciones recurrentes y cuando existe reflujo de alto

grado. La prevalencia de defectos parenquimatosos renales tras un episodio de infección

urinaria es de un 5%. El riesgo de nuevas lesiones en el seguimiento de pacientes con

nefropatía cicatricial es muy bajo (2,1%).

Con anterioridad a la introducción de los exámenes de Medicina Nuclear, el diagnóstico de las

lesiones cicatriciales se realizaba con urografía intravenosa en la que se visualizaba

deformación radiológica de cálices con adelgazamiento de la cortical, irregularidad del

contorno renal y en casos severos riñones atróficos o no funcionantes. Tras la introducción de

la escintigrafía, con distintos trazadores se han detectado anomalías de la captación renal

como lesiones cicatriciales. En el caso del ácido dimercaptosuccínico (DMSA), éste es

captado por las células del túbulo proximal y su excreción es mínima. Una alteración de la

captación se interpreta como lesión que puede deberse a un proceso agudo (pielonefritis) o a

un defecto crónico en el caso de la nefropatía cicatricial. Existe una buena concordancia entre

gammagrafía renal con DMSA y MAG-3.

Page 26: Tema 10. Infección del tracto urinario

29

7.4 Recomendaciones para la realización de estudios de imagen en la infección

urinaria pediátrica

El siguiente algoritmo resume las actuaciones diagnósticas en la infección urinaria pediátrica

según las recomendaciones de las guías actuales (Guía NICE “Urinary tract infection in

children” 2007 y Conferencia de Consenso “Manejo Diagnóstico y Terapéutico de las

Infecciones del Tracto Urinario” 2007).

Como diferencias que introduce la Conferencia de Consenso en las recomendaciones sobre

los estudios de imagen en la infección urinaria pediátrica de la guía NICE:

� La realización opcional de DMSA cuando existen criterios de atipicidad o en menores

de 6 meses de manera opcional.

� La realización de CUMS de forma selectiva a todas las edades cuando existen

criterios de atipicidad o si se detectan anomalías en las pruebas de imagen (esto sólo

se considera en la guía NICE en pacientes que no controlan esfínteres).

Hemos preferido mostrar los algoritmos de diagnóstico en función de los factores de riesgo de

daño renal con fines didácticos.

Figura 4. Estudios de imagen propuestos para la infección urinaria pediátrica

INFECCIÓN CON RIESGO DE DAÑO

RENAL

MENORES DE 6 MESES INFECCIÓN URINARIA ATÍPICA

INFECCIÓN URINARIA RECURRENTE

ECOGRAFÍA RENALEn fase aguda

ECOGRAFÍA RENAL En fase aguda o diferida

DMSA DiferidaPacientes que no controlen

esfínter En mayores, opcional

CUMSPacientes que no controlen

y/o si existen alteraciones de la imagen

ECOGRAFÍA RENALNo en fase aguda, salvo

menores de 6 meses

CUMSEn menores de 6 meses y/o

si alteraciones en ECO o DMSA.

DMSA DiferidaSiempre

DMSA DiferidaOpcional

CUMSSi ECO o DMSA patológicas

• Comparando los distintos estudios empleados para el diagnóstico de los defectos

parenquimatosos (cicatrices), la gammagrafía renal con DMSA-Tc99m es la más

sensible (incluida RMN) aunque las implicaciones a largo plazo de estos hallazgos

se desconocen.

Page 27: Tema 10. Infección del tracto urinario

20

6-TRATAMIENTO

El tratamiento precoz es fundamental para el pronóstico de los niños con infección urinaria. El

retraso en los resultados de las pruebas microbiológicas hace que el inicio del tratamiento sea

frecuentemente empírico basado en la etiología más probable y su perfil teórico de sensibilidad

a antimicrobianos, para ajustarse posteriormente en función del resultado de los estudios

microbiológicos.

MANEJO INICIAL ANTE LA SOSPECHA DE INFECCIÓN URINARIA

Edad Hasta el control de esfínteres Control esfínteresExamen microscópico

Piuria + Piuria - Tira de orina Nitritos + Nitritos -

Bacteriuria + Tratamiento Tratamiento Leucocitos + Tratamiento Tratamiento si síntomas específicos

Bacteriuria - Tratamiento si clínica

No tratamiento Leucocitos - Tratamiento No tratamiento

Tabla 5. Manejo inicial ante la sospecha de infección urinaria

La elección del tipo de antibiótico, duración de tratamiento y vía de administración depende por

tanto de la situación clínica y del patrón de sensibilidad bacteriana local. No parece que existan

diferencias en la eficacia entre los diferentes antibióticos y pautas de tratamiento utilizadas.

Aunque clásicamente se ha diferenciado el tratamiento según la localización de la infección

urinaria, en la práctica clínica esto no es tarea sencilla ni siempre posible. Es importante pues,

distinguir al menos entre infecciones de alto y bajo riesgo según la edad del niño y la presencia

de fiebre u otros síntomas de afectación del estado general.

• En general, el tratamiento de las pielonefritis agudas o en nuestro caso referidas como

infecciones de alto riesgo se inicia con cefalosporinas de tercera generación o

amoxicilina-clavulánico. En ocasiones es necesario utilizar la asociación de antibióticos

añadiendo aminoglucósidos, gentamicina o amikacina en dosis única diaria. No se ha

establecido la duración óptima del tratamiento que en general se mantiene entre 7 y 10

días. Son aceptadas tanto la administración oral como intravenosa o pautas mixtas y puede

estar condicionado por el ingreso hospitalario.

El objetivo es conocer qué debe hacerse para erradicar la infección, aliviar los síntomas y

evitar el daño renal.

• Tratamiento en general

• Situaciones especiales

• Otros tratamientos

• Criterios de ingreso hospitalario

Page 28: Tema 10. Infección del tracto urinario

21

• En las cistitis, infecciones de vías bajas o de bajo riesgo, se recomienda ciclos cortos

de tratamiento antibiótico de 3-4 días con trimetroprim, nitrofurantoína, fosfomicina,

cefalosporinas de primera generación o amoxicilina.

6.1 Situaciones especiales

• En niños menores de 3 meses se debe considerar como posible uropatógeno Enterococcus

faecalis y por tanto asociar ampicilina o elegir como tratamiento empírico amoxicilina-

clavulánico.

• En aquellos niños que estén recibiendo profilaxis antibiótica y se sospeche una infección

urinaria se recomienda utlizar otro antibiótico diferente por la posible resistencia.

• En niños con uropatías complejas, tratamiento antibiótico previo o con ingresos

hospitalarios recientes se debe considerar ampliar la cobertura antibiótica a otros

uropatógenos como Proteus mirabilis, Klebsiella spp. y Pseudomonas aeruginosa.

• En el medio hospitalario se debe tener en cuenta la posibilidad de gérmenes productores

de betalactamasas de espectro ampliado resistentes a cefalosporinas que requieren

tratamiento con carbapenémicos.

• No se pueden establecer recomendaciones en el uso de fluorquinolonas en niños por la

escasez de estudios sobre su eficacia y seguridad. En general, se reserva su uso a

pacientes con uropatías y según el resultado de antibiograma.

• Se recomienda no realizar tratamiento antibiótico en las bacteriurias asintomáticas.

6.2 Otros tratamientos. Tratamiento sintomático

En general se consideran aconsejables las medidas higiénicas del hábito miccional

aconsejables como tratamiento sintomático de la infección urinaria aunque no se han analizado

estudios que evidencien su eficacia así como la de otros tratamientos sintomáticos.

Tabla 6. Tratamiento de la infección urinaria

TRATAMIENTO ANTIBIÓTICO

Infección de riesgo/pielonefritis Infección de bajo riesgo/cistitis

Intravenoso Oral Oral

Aminoglucósidos

Cefotaxima

Ceftriaxona

Amoxicilina-clavulánico

Cefuroxima

Cefixima

Amoxicilina-clavulánico

Cefuroxima

Amoxicilina- clavulánico

Nitrofurantoína

Fosfomicina

Fosfomicina trometanol

Cefalosporina 1ª, 2ª, 3ª generación

Page 29: Tema 10. Infección del tracto urinario

22

6.3 Criterios de ingreso hospitalario

Clásicamente se recomendaba el ingreso hospitalario de niños pequeños con infección urinaria

de vías altas o sospecha de pielonefritis aguda para recibir tratamiento intravenoso durante los

primeros días. Tras la publicación de estudios que confirman la validez de tratamiento

antibiótico oral en las pielonefritis los criterios de ingreso se han modificado.

Es difícil establecer recomendaciones de ingreso hospitalario ya que apenas existen estudios

que analicen su efectividad y rentabilidad. Se debe valorar por una parte el impacto psicológico

del ingreso, la posibilidad de yatrogenia y adquisición de infecciones hospitalarias frente al

riesgo de daño renal o evolución a una sepsis urinaria.

En general, se recomienda el ingreso de los lactantes pequeños (< 3 meses), niños con

afectación del estado general, uropatía o nefropatía grave subyacente, alteraciones

hidroelectrolíticas, inmunodeficiencia, intolerancia oral o imposibilidad o ineficacia de

tratamiento y seguimiento ambulatorio.

Page 30: Tema 10. Infección del tracto urinario

30

8. SEGUIMIENTO CLÍNICO

8.1 Indicaciones del seguimiento tras una infección urinaria

El seguimiento de los niños que ha padecido una infección urinaria surge por la observación

de procesos recurrentes y anomalías renales y urinarias.

El seguimiento estaría INDICADO:

� Si es necesario realizar pruebas de imagen. Si el resultado de los exámenes es

normal, no es necesario continuar seguimiento; si se detecta alguna anomalía el

seguimiento se hará en función de ésta.

� Si se trata de infecciones urinarias recurrentes.

� Si existen defectos parenquimatosos bilaterales o importantes, alteración de la

función renal, proteinuria o hipertensión.

NO ESTÁ INDICADO:

En casos de bacteriuria asintomática.

En pacientes asintomáticos, para realizar urocultivos de control, después de un

episodio de infección urinaria.

En pacientes a los que no se ha realizado pruebas de imagen.

� INDICADO NO INDICADO

Realización de pruebas de imagen No ha precisado estudios de imagen

Anomalías de las pruebas de imagen Pruebas normales

Seguimiento del RVU Urocultivos rutinarios

Seguimiento del daño renal Defectos parenquimatosos pequeños

Prevención de la recurrencia Bacteriuria asintomática

Tabla 8. Indicaciones de seguimiento tras episodio de infección urinaria

Objetivo: Establecer las indicaciones de seguimiento clínico y designar la estrategia.

• La realización de pruebas de imagen para detección de anomalías.

• Diagnóstico y seguimiento de reflujo: derivación a Cirugía si precisa corrección.

• Prevención de la recurrencia y manejo de la profilaxis antibiótica.

• Seguimiento del daño renal y sus repercusiones: evaluación de función renal,

proteinuria e hipertensión.

Page 31: Tema 10. Infección del tracto urinario

31

8.2 Urocultivos de control.

El objetivo de la realización de controles de urocultivo en pacientes asintomáticos es

descubrir la presencia de bacteriuria asintomática que no se asocia a mayor frecuencia de

infecciones ni de daño renal, por tanto no es preciso realizar urocultivos de control a

pacientes asintomáticos ni tratar la bacteriuria en caso de detectarse.

8.3 Profilaxis antibiótica.

Analizando la utilidad de la profilaxis antibiótica frente a placebo, sólo se encuentra

disminución de la prevalencia de urocultivos positivos asintomáticos pero no existe evidencia

de alto nivel en cuanto a episodios sintomáticos y daño renal parenquimatoso secundario. La

profilaxis antibiótica podría estar indicada en pacientes con infecciones urinarias recurrentes

aunque no se puede asegurar que la profilaxis no tenga un papel importante en uropatías

más complejas que salen del ámbito de aplicación de la guía. La guía NICE, pese a las

restricciones de la indicación de profilaxis la recomienda para realización de cistografía y

existe algún estudio que pone en duda la utilidad de la profilaxis en estos casos.

La Conferencia de Consenso sobre el manejo de la infección urinaria pediátrica y la

GPC sobre el manejo de reflujo vesicoureteral primario aconsejan las siguientes

indicaciones de la profilaxis antibiótica:

• Tras un primer episodio de infección urinaria, hasta la realización de estudios

de imagen que descarten la presencia de un reflujo de alto grado si este pudiera

sospecharse. Grado de recomendación B.

• Reflujo vesicoureteral:

� No se recomienda en reflujos grado I-III pero esta recomendación se deriva

de un único estudio con periodo de seguimiento corto por lo que no puede

considerarse inapropiada.

� Reflujos grado IV-V, al menos durante un año y continuar después en función

de la evolución del reflujo y de la existencia de infecciones. Si con profilaxis,

el paciente presenta infecciones urinarias recurrentes sería aconsejable

considerar la cirugía del reflujo. Grado de recomendación C.

• Infecciones urinarias recurrentes: no existe evidencia sobre la utilidad de la

profilaxis antibiótica en estos pacientes pero se debería considerar el diagnóstico

de disfunción vesical en estos pacientes.

• ¿Cuándo debe indicarse la profilaxis antibiótica? • ¿Cuáles son los antibióticos adecuados?

Page 32: Tema 10. Infección del tracto urinario

32

Los antibióticos apropiados para la profilaxis de la infección urinaria son antibióticos que se

eliminan por vía urinaria y con comportamiento bacteriostático:

� Nitrofuratoína (en niños mayores): primera elección.

� Trimetoprim: primera elección

� Amoxicilina: primera elección en el neonato.

� Fosfomicina.

� Cotrimoxazol.

Tanto la amoxicilina, como el amoxi-clavulánico y las cefalosporinas deberían reservarse

para situaciones especiales por el elevado índice de resistencias pero pueden resultar útiles

cuando otros preparados fallan o no son bien tolerados.

8.4 Medidas no farmacológicas para la prevención de la recurrencia: corrección del

hábito miccional e intestinal

Existe poca evidencia que apoye las medidas no farmacológicas para la prevención de las

infecciones urinarias. En cuanto a la utilidad del extracto de arándanos, no existen

actualmente estudios de evidencia que soporten la recomendación de su uso con fines

terapéuticos o profilácticos (Rev Syst Cochrane Data Base, 2005). Entre los factores

relacionados con la recurrencia de las infecciones encontramos el vaciado vesical poco

frecuente, la ingesta de líquidos escasa y el hábito intestinal estreñido.

8.5 Nefropatía cicatricial asociada a la infección urinaria

Los pacientes con lesiones parenquimatosas no deben controlarse si son de pequeño

tamaño y unilaterales. Si son extensas o bilaterales, o están asociadas a alteración de la

función renal, proteinuria o elevación de la tensión arterial si deben ser seguidas por el

riesgo de progresión a enfermedad renal crónica.

Es recomendable realizar determinación de microalbuminuria como marcador precoz de

hiperfiltración. La determinación de niveles elevados de alfa-1 microglobulina es un marcador

de progresión de la lesión en DMSA y por tanto de progresión del daño renal.

• ¿Existen marcadores de progresión en pacientes con daño renal? • ¿Qué seguimiento debe hacerse?

• La experiencia clínica junto con la evidencia disponible indican que la evaluación

del hábito miccional e intestinal junto con la higiene genital son efectivas en la

prevención de futuras infecciones.

• En presencia de reflujo vesicoureteral el manejo de la disfunción miccional

adquiere especial importancia para la prevención de la recurrencia.

Page 33: Tema 10. Infección del tracto urinario

33

Valores de creatinina superiores a 0,6 mg/dl en pacientes con reflujo severo y nefropatía por

reflujo antes del año de vida de vida marcan la progresión a enfermedad renal crónica; y un

aclaramiento de creatinina < 40 ml/min/1,73m2 así como proteinuria moderada ( >0,8 mg/mg

de índice proteína/creatinina) marcan la progresión a insuficiencia renal terminal. De esto se

deriva la recomendación sobre la necesidad realizar una determinación de creatinina y

proteinuria en orina de micción aislada en pacientes con nefropatía por reflujo importante

(Nivel de evidencia C).

Figura 5. Marcadores de daño renal y de progresión del mismos en pacientes con nefropatía cicatricial.

HTA, hipertensión arterial; ERC, enfermedad renal crónica; ERCT, enfermedad renal crónica

Terminal; Crp, creatinina plasmática; Pr/Cr orina, cociente proteina/creatinina en mg/mg en

orina; ClCr, aclaramiento de creatinina; EUA, excreción urinaria de albúmina; �-1 G orina, alfa-1

microglobulina en orina.

8.6 Seguimiento en Atención Primaria y criterios de derivación a Nefrología

Pediátrica.

Tanto el manejo terapéutico inicial, salvo complicación evolutiva, como la aproximación

diagnóstica a la infección urinaria están al alcance del Pediatra General y deben ser

realizados en este ámbito en el que podrían dar comienzo, en caso necesario los estudios de

imagen de los que se disponga. El seguimiento en Atención Primaria debe incluir:

• Establecer el tratamiento y manejo de la infección urinaria así como el seguimiento

apropiado del proceso agudo.

• Establecer la profilaxis antibiótica apropiada en caso necesario.

• Estudio ecográfico diferido.

• Estudio cistográfico para valorar la presencia de reflujo.

Marcador precoz de

hiperfiltración

Marcador precoz de daño progresivo

Marcador precoz de progresión a

ERC

Marcador precoz de progresión a

ERCT

Marcador precoz de progresión a

ERCT

����

�����

����

Page 34: Tema 10. Infección del tracto urinario

34

• Gammagrafía renal con DMSA-Tc99m, si está disponible para descartar la

presencia de lesiones cicatriciales congénitas o adquiridas.

Son competencias del Especialista de Nefrología Pediátrica:

• Valoración de pacientes con reflujo de alto grado que precisen profilaxis antibiótica.

• Seguimiento de lesiones cicatriciales detectadas en el estudio de infección urinaria.

• Seguimiento de pacientes con alteración de la función renal, hipertensión o

proteinuria.

• Seguimiento de pacientes con infecciones urinarias recurrentes pese a tratamiento

profiláctico correcto.

Tabla 9. Indicaciones de seguimiento en Atención Primaria y Atención Especializada

ATENCIÓN PRIMARIA

Tratamiento y manejo del proceso agudo

Establecer la profilaxis antibiótica si fuera

necesaria

Diagnóstico por imagen

ATENCIÓN ESPECIALIZADA

Seguimiento de RVU alto grado

Seguimiento de cicatrices

Seguimiento de alteración de la función renal,

proteinuria e hipertensión

Seguimiento de infecciones urinarias

recurrentes

8.7 Información para padres y cuidadores

La información sobre infección urinaria debe ofrecerse, en primer lugar, en las visitas prenatales o

postnatales si existe anomalía urológica detectada intraútero que pueda suponer riesgo de aparición

de infección urinaria. Se debe instruir a los padres o cuidadores de cuáles son los síntomas y signos

de infección urinaria y cuándo consultar al pediatra.

Durante el transcurso de una infección urinaria y tras la misma, los padres y cuidadores así como el

paciente si fuese posible deben recibir información.

El objetivo es reconocer la información que se debe ofrecer a los padres, cuidadores y

pacientes sobre la infección urinaria y posibles complicaciones asociadas.

• ¿Cuándo y cómo se debe informar a padres-cuidadores y niños?

• ¿Qué recomendaciones son útiles para los padres tras una infección urinaria?

• Participación en la toma de decisiones en el seguimiento de los pacientes pediátricos

con ITU.

Page 35: Tema 10. Infección del tracto urinario

35

• Sobre el diagnóstico de infección: Técnica de recogida de orina y tipos de test para el

diagnóstico de infección urinaria.

• Sobre el tratamiento de la infección urinaria: Opciones de tratamiento y evolución esperable

con el tratamiento así como posibles complicaciones.

• Exámenes complementarios necesarios para el diagnóstico de infección y valoración de la

evolución del paciente.

• Seguimiento posterior: Razones del seguimiento (riesgo de recurrencia, cómo reconocerla y

prevenirla; riesgo de anomalías urológicas asociadas y de daño renal), esquema de

seguimiento y participación en la toma de decisiones.

La información debe estar disponible y ofrecerse de manera clara recurriendo incluso a la utilización

de esquemas para su comprensión. Los niños y jóvenes deben tener acceso a la información en una

forma adecuada a sus posibilidades de comprensión.

Page 36: Tema 10. Infección del tracto urinario

36

9 FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

A pesar de la publicación de los últimos trabajos con metodología basada en la evidencia cuyas

recomendaciones se han resumido en el apartado anterior, continúan las dudas sobre algunos

de los aspectos del manejo de la infección urinaria en el niño. En estos documentos, no

obstante, se detalla la falta de estudios con diseño metodológico adecuado que aporten

evidencias científicas sobre estos aspectos y se recomiendan las principales líneas de

investigación para futuros estudios que se resumen a continuación.

• El diagnóstico de la infección urinaria sigue siendo un aspecto complejo, sobre todo en

los niños no continentes. Se recomienda llevar a cabo nuevos estudios con adecuada

metodología científica que analicen la exactitud de las pruebas diagnósticas de

infección urinaria estratificados por el método de recogida de la orina y edad del niño y

su relación coste-efectividad.

• En cuanto a las pruebas de imagen, en los últimos años se han publicado estudios que

aportan más información.

• Sobre la ecografía prenatal, existen estudios con alta concordancia de la

ecografía prenatal con ecografía post-ITU. La normalidad de la ecografía

prenatal podría evitar la realización de ecografía renal en fase aguda en un

primer episodio de ITU siempre que existiera estandarización de la información

obtenida en la ecografía prenatal.

• Sobre pruebas de imagen para el diagnóstico de reflujo, la ecocistografía tiene

una buena validez comparada con la CUMS incluso puede detectar reflujos no

apreciados mediante CUMS pero es necesaria una mayor experiencia y

estandarización de la técnica. El estudio doppler del chorro ureteral comparado

con la ecocistografía parece tener indicadores de validez aceptables para el

estudio de reflujo.

• El plan de actualización de la Guía NICE que preveé la publicación de una nueva

edición en el año 2011 versa fundamentalmente sobre las pruebas de imagen en la

infección urinaria. Parece que no existe evidencia sobre la prueba más efectiva y costo-

efectiva entre las pruebas de imagen para la detección de anomalías estructurales y

del reflujo vesicoureteral. Aunque se reconoce el área de investigación futura con la

RMN como prueba de imagen en la ITU.

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37

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