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Libro que recoge los principales resultados de proyecto de investigación del mismo nombre financiado por Fondart Convocatoria 2013

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Valoraciones Patrimoniales: Colina en dos miradas

Constanza Escobar Arellano Catalina Torrent MalujeGuillermo Álvarez Espinoza

Consultora ASIDES Ltda.

Proyecto financiado por FONDART, Convocatoria 2013

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Valoraciones Patrimoniales: Colina en dos miradasISBN: 978-956-9456-00-8

Proyecto Financiado por Fondart Convocatoria 2013 Conservación y Difusión del Patrimonio Cultural – Patrimonio Inmaterial

Investigación realizada por consultora Sociedad de Asesorías Integrales para el Desarrollo Social, Asides Ltda. www.asides.cl

Investigación y contenidos: Constanza Escobar Arellano, Catalina Torrent Maluje y Guillermo Álvarez EspinozaDiseño y diagramación: Isidora Escobar ArellanoFotografías interior: Guillermo Álvarez Espinoza, Sebastián Monreal Piza-rro

Se autoriza la reproducción parcial citando la fuente correspondiente.En este libro se utilizó tipografía Andada y Fira Sans1° edición, marzo 2014, Santiago.

Datos de contacto:

[email protected] /[email protected] Facebook: https://es-la.facebook.com/ConsultoraAsidesEn Twitter: @_Asides

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Agradecimientos

Agradecemos a todos aquellos que hicieron posible el desarrollo de la investigación patrimonial realizada en la comuna de Colina y de

éste libro que expone sus principales resultados.

Guillermo Álvarez EspinozaConstanza Escobar Arellano

Catalina Torrent Maluje

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Índice

Presentación......................................................................................................................09 Introducción......................................................................................................................12

Cap. 1. El Cuasimodo........................................................................................19El Cuasimodo.....................................................................................................................19 La Fiesta del Cuasimodo................................................................................................22La estética del Cuasimodo............................................................................................24Viviendo el Cuasimodo..................................................................................................27Relatos del Cuasimodo...................................................................................................32

Cap. 2. Fiestas Patrias en Colina....................................................................36La tradición en las fondas............................................................................................36 Un lugar de encuentro...................................................................................................43

Cap. 3. El Rodeo.................................................................................................46La práctica del rodeo......................................................................................................46 El Rodeo en el imaginario de Colina........................................................................51

Cap. 4. Colina, comuna de rayueleros..........................................................58El juego de la Rayuela.....................................................................................................58Relato: Visita al Club de Rayuela “El Rana”...........................................................67

Cap. 5. Oficios cargados de tradición............................................................71Artesanos.............................................................................................................................71 Zapateros.............................................................................................................................73 Componedores de Huesos............................................................................................76Canteros ...............................................................................................................................79

Cap. 6. Construyendo memoria.....................................................................95Tradiciones e identidad en el imaginario de Colina..........................................95Cultura y patrimonio, en su propia mirada..........................................................113Transmisión de la cultura e identidad....................................................................117

Palabras Finales................................................................................................................122Referencias.........................................................................................................................128

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Presentación

Las siguientes páginas exponen los principales resultados sur-gidos de la investigación Valoraciones Patrimoniales: Colina en dos miradas, realizada por la consultora ASIDES Ltda. entre los meses de marzo de 2013 y enero de 2014. La investigación, finan-ciada gracias al Fondart Regional, Conservación y Difusión del Patrimonio Cultural 2013, buscó explorar el nivel de conocimien-to y valoración de los habitantes de Colina, respecto a su historia local, cultural y al patrimonio inmaterial de su localidad.

La comuna de Colina se caracteriza por mantener en nuestros días una serie de tradiciones de la cultura popular de nuestro país. La Fiesta de Cuasimodo, celebración de religiosidad popular celebrada hace ya más de cien años en nuestro país, es hasta el día de hoy una de las más representativas de Chile; la presencia de los canteros, mantiene viva una tradición que ha sido funda-mental para el desarrollo de las principales urbes, y el Rodeo, un deporte tradicional que mantiene en la comuna una especial relevancia. Con estos ejemplos de tradiciones altamente visibles, conviven en la comuna una serie de otras representaciones o manifestaciones culturales, tal vez no tan reconocidas como las mencionadas: personajes típicos, saberes y oficios tradicionales, cuentos y leyendas que dan vida y cuerpo al patrimonio inma-terial de la comuna. Reconociendo este importante sustrato cul-

Introducción

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tural, es que nos propusimos desarrollar un estudio patrimonial que indagara en la percepción de los habitantes de la comuna y en su valoración respecto a los aspectos culturales característi-cos del territorio.

Para esto, nos enfocamos en contrastar dos miradas significa-tivas y posiblemente divergentes: adultos mayores y adolescen-tes. A partir de esta segmentación buscamos captar las visiones particulares de estos grupos etarios; pues mientras los adultos mayores podían tener un mayor conocimiento o haber tenido contacto de primera fuente con aspectos culturales característi-cos de la comuna, es fundamental comprender cómo las nuevas generaciones vivencian, perciben y resignifican la memoria his-tórica, cultural y patrimonial de la zona.

Para lograr estos propósitos, el proyecto realizado tomó como ruta de navegación la definición de patrimonio cultural que adopta el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, entendién-dolo como:

Monumentos, obras arquitectónicas, de escultura o de pintura monumentales, elementos o estructuras de carác-ter arqueológico, inscripciones, cavernas y grupos de ele-mentos, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia, los conjuntos: grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje les dé un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia, los lugares: obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturale-za así como las zonas incluidos los lugares arqueológicos que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico. (CNCA, 2011, p.43).

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Esta definición de patrimonio incorpora un ámbito inmaterial que es descrito por la UNESCO (2003) como las diversas manifes-taciones que se expresan a través de tradiciones orales, músicas, actos festivos, ritos, prácticas sociales o conocimientos y usos re-lacionados con la naturaleza, bajo la premisa, además, que estas manifestaciones están vivas y en constante transformación. Así, la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural In-material lo define como:

Los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las co-munidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cul-tural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se trans-mite de generación en generación, es recreado constan-temente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, in-fundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana. (UNESCO, 2003).

A partir de nuestro interés por aportar al conocimiento de las formas en que se transmite, genera y recrea en las comunidades el patrimonio inmaterial, y la búsqueda por identificar mane-ras para poder potenciar su reconocimiento y valoración en las nuevas generaciones, es que este proyecto toma forma. Así, los resultados de la investigación llevada a cabo cobran vida en el presente libro y en las cápsulas audiovisuales contenidas en el disco anexo, productos que además están disponibles en línea para su libre difusión1.

1. Libro en versión digital disponible en nuestro sitio web: www.asides.cl . Cápsulas audiovisuales en el canal de Vimeo: vimeo.com/asides y en la sección audiovisual de nuestra página. www.asides.cl/audiovisual.

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El estudio que da pie a este libro tiene su origen en nuestro inte-rés por conocer las formas de apropiación de los habitantes de la comuna de Colina respecto al patrimonio inmaterial de su loca-lidad. A partir de esta motivación, el objetivo general que guió la investigación correspondió a: “Explorar el nivel de conocimiento y valoración de los habitantes de Colina, respecto a su historia local, cultural y al patrimonio inmaterial de su localidad”.

Una vez iniciado el proceso de investigación, fue imposible no detenernos en las causas más profundas de nuestras motivacio-nes, de ahí entonces que surgió la pregunta sobre el por qué aden-trarnos en la memoria y representaciones de los habitantes de Colina. Las respuestas a esto nacen de la concepción amplia de patrimonio, en su dimensión social, comunitaria e identitaria.

Si entendemos el patrimonio cultural como todas aquellas ex-presiones materiales o inmateriales que son valoradas por la comunidad y le dan sentido de pertenencia e identidad a sus ha-bitantes, podemos ver que las expresiones patrimoniales de una comunidad están relacionadas con la identidad local y con la auto percepción de un “nosotros”. Un “nosotros” mediante el cual un grupo de individuos se entiende como parte de una misma comunidad, territorio o pueblo, de modo tal que “las identidades

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culturales son necesariamente colectivas, compartidas por y en un determinado grupo social” (Massó, 2006, p.90).

Así, la identidad, al igual que el patrimonio y la cultura, es una construcción y reconstrucción que es parte de un proceso diná-mico y cambiante en que la comunidad identifica ciertos aspec-tos como significativos. Para el desarrollo de este proceso iden-titario, la memoria juega un rol esencial. El reconocimiento de determinadas manifestaciones culturales como patrimonio de una comunidad implican ya una discriminación, al momento de definir qué elementos culturales son seleccionados o no. Dentro de ésta se encuentra también presente una elección política. Es-tos elementos implican un autorreconocimiento de la comuni-dad de los mismos, así como el deseo y voluntad por recuperar esa determinada memoria. En este proceso, se involucra también una relación particular con el tiempo: pasado, presente y futuro (Massó, 2006).

José Bengoa (2004) extrapola desde la literatura el concepto de “hipernesia”, definiéndolo como “un recuerdo desordenado de todo, sin clasificación, sin relato, sin orden ni sentido, lo cual, para cualquiera que sabe un poco de siquiatría, es tan brutal como la amnesia: el silencio del pasado, el trauma, la incapacidad de recordar, ambas son enfermedades” (pp. 90-91). Este término se vincula ineludiblemente a la memoria, en tanto esta también es una combinación entre recuerdo y olvido. Como plantea, la memoria se convierte en el principal recurso para la construc-ción de la identidad, en tanto ésta es un “correlato, porque siem-pre la selección de memoria es una interpretación, un escoger; y por ello es un texto, un discurso sobre nosotros mismos y sobre el grupo” (p.91).

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En el contexto de un mundo globalizado e intercomunicado, el autor plantea que los discursos identitarios se establecen en tres niveles:

El primer nivel es un grado profundo e irreflexible de las identi-dades que se expresan en lo cotidiano, en el lenguaje de las for-mas básicas, un “protodiscurso identitario”, aquel que es vivido por las personas, que requiere una base fundante que haga que las personas comparan sentimientos profundos. 2

Un segundo nivel se da en las sociedades organizadas y que ca-racteriza como “discurso de identidad”, entendiéndolo como un “texto ritualizado acerca de lo que se ha sido, acerca de la mora-lidad, sobre todo acerca de las fundaciones” (p.92). Este suele ser un discurso mítico y ritual, asociado especialmente a la patria, se plantea como un discurso de identidad fundacional.

Finalmente, plantea un tercer nivel, al que denomina como una “meta-identidad” o un “meta-discurso”, el que constituye la elaboración de un texto de un nivel mayor de conciencia y ex-presividad, que “reúna con mayor autoconciencia y con mayor claridad a las diversas memorias, que las asuma y las transfor-me en propuesta” (p.93). La diferencia principal de este nivel con los anteriores radica en que este constituye una acción de per-formance, de representación de la cultura, surgido a partir del encuentro de las personas. Este nivel se expresa especialmente en el encuentro con un foráneo a la cultura, y en el intento de expresar aquello que se es, y que define al individuo como parte de esa cultura.

2 Este protodiscurso sería lo que algunos han llamado cultura popular, que co-rresponde a un cúmulo de identificaciones que se han establecido en la memoria sin una mayor estructuración u organización.

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Esta distinción resulta bastante relevante para la investigación, por cuanto al acceder a las expresiones patrimoniales de Colina, a partir de los propios relatos de sus pobladores, nos enfrenta-remos a esta representación de la identidad en sus tres niveles: el protodiscurso identitario, a partir de las observaciones a las formas de interacción naturales de la comunidad; el discurso de identidad, expresado en las dinámicas de interacción inusuales o adquiridas donde se elaboren discursos de identidad3 , y final-mente en el meta-discurso identitario, en tanto recabamos en sus percepciones como habitantes externos a su comunidad, te-niendo acceso a las representaciones que éstos hacen de su cul-tura local.

Como plantea Stern, todos participamos de diversas memorias respecto a nuestras experiencias, sin embargo, al no vincularse con otras memorias o no trascender al ámbito público, pueden ser definidas como “memorias sueltas”; a medida que éstas me-morias interactúan y se articulan con otras, se va dando origen a memorias colectivas o “memorias emblemáticas”, que dan “un sentido interpretativo y un criterio de selección a las memorias personales, vividas y medio sueltas, pero no es una sola memo-ria, homogénea y sustantiva” (Stern, 1998, p.4).

El interés por reconocer estas memorias sueltas, y dialogar para poder conformarlas en memorias emblemáticas, reside también en un interés por recuperar la historia local, la historia de los ámbitos cotidianos y a partir de ello sentar las bases para un presente y futuro de la comunidad, en constante diálogo con sus procesos históricos.

3. Expresadas por ejemplo en las instancias de reunión propiciadas por nosotros, como los focus group, donde se expresa un primer nivel de reflexión en tanto a su identidad y patrimonio cultural.

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En este sentido, las páginas siguientes se plantean principalmen-te como un ejercicio de memoria, un discurso que a través de este orden se constituye como un acto de sentido. Así, a través de la resignificación social e histórica de sus características cultura-les, las comunidades también han participado en la creación de su propia realidad.

Y justamente para lograr ese nivel de participación e implicación por parte de los adolescentes y adultos mayores colinanos consi-derados en la investigación es que desarrollamos una estrategia que combina la recolección de información mediante técnicas cuantitativas y cualitativas, que incluyera la generación de datos numéricos con un mayor número de implicados, y que por otra parte nos permitiera ahondar en las significaciones y represen-taciones de la cultura local, sus tradiciones y los imaginarios so-ciales derivados de ésta.

Así entonces, desarrollamos una encuesta que fue aplicada a un total de 305 habitantes de la comuna, 155 adolescentes (46,8% hombres y 53,2% mujeres) y 150 adultos mayores (46,7% hombres y 53,3% mujeres). Las encuestas fueron realizadas en diversos puntos emblemáticos de la comuna: la plaza, sector de la Muni-cipalidad, juntas de vecinos, centros de salud, colegios y ferias, entre otros. De este modo, se encuestaron a habitantes de dis-tintos sectores: Colina Centro, Población Esmeralda, Centenario, Chicureo, sector de Liray, Las Canteras, Lo Arcaya, Lo Seco, Los Ingleses, por mencionar algunos.

El apronte cualitativo se sirvió de diversas técnicas. Por una parte, realizamos 3 focus group con adultos mayores y la mis-ma cantidad con adolescentes, lo que nos permitió contar con el testimonio de 20 y 19 participantes, respectivamente. Estos se desarrollaron a modo de conversaciones informales, guiadas

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por un moderador o moderadora, en espacios habituales para los participantes: colegios, juntas de vecinos, talleres y centros del adulto mayor, esencialmente. Además de lo anterior, efectuamos 8 entrevistas a actores claves de la comuna, 6 de ellas audiovi-suales, entre los que se contaron representantes de manifestacio-nes culturales tradicionales de la comuna (oficios, celebraciones, juegos, entre otros). Finalmente, realizamos 5 instancias de ob-servación, asistiendo a lugares o encuentros emblemáticos para la comunidad, conversando y compartiendo con los habitantes, lo que nos permitió obtener una mirada en mayor profundidad a través de este acercamiento etnográfico. De esta manera, asis-timos a la Fiesta de Cuasimodo, a una Muestra Ecuestre de Ca-rabineros, conocimos el punto de reunión de la Plaza de Armas, celebramos el 18 de Septiembre en la Fonda de la Media Luna de Santa Filomena y asistimos a un Campeonato de Rayuela.

La información recabada nos ha permitido configurar el libro de la siguiente forma. En el inicio se presentan los capítulos que de-tallan ciertas tradiciones o manifestaciones culturales que a lo largo del estudio demostraron ser las más relevantes en el imagi-nario de Colina. Así, el primer capítulo “El Cuasimodo, corriendo a Cristo Rey” presenta la famosa celebración del Cuasimodo en la comuna. El capítulo 2, “Fiestas Patrias en Colina, La fonda una fiesta familiar” se adentra en la conmemoración del aniversario patrio de nuestro país, a través de las vivencias de las fondas. Un tercer capítulo, “El Rodeo, tradición de campo” aborda esta tra-dición tan popular en la comuna, mientras el capítulo siguiente, “Colina, comuna de rayueleros. Más que un juego, un deporte y una tradición” se centra en presentar los principales elementos del juego de la Rayuela y las significaciones de este deporte em-blemático en la comuna. Las páginas siguientes continúan con el capítulo 5 “Oficios cargados de tradición”, que da cuenta de los principales oficios tradicionales destacados por los habitantes

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del territorio, muchos de los cuales luchan por perdurar. Final-mente, un último capítulo “Construyendo memoria: tradiciones e identidad de Colina” se enfoca rescatar los principales elemen-tos que conforman los imaginarios sociales en torno a la cultura e identidad de Colina, presentándose como una síntesis analítica que recoge de modo general diversos aspectos vistos en los capí-tulos anteriores. Este punto cobra especial relevancia en cuanto define los factores de identidad y autorreconocimiento que ha-cen los residentes de la comuna, en cuanto a partir de aspectos generales de un territorio se perciben y elaboran su propia iden-tidad local.

Finalmente, en el apartado “Palabras al cierre” se concluyen los aspectos más destacados de este rescate de la memoria local.

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1.

El CuasimodoCorriendo a Cristo Rey

El Cuasimodo

Una de las manifestaciones culturales más representativas de la comuna de Colina corresponde al Cuasimodo, celebración de reli-giosidad popular desarrollada en el país desde la época colonial, especialmente en la zona central. El nombre de esta fiesta deriva del evangelio en Latín “Quasi modo genio infantis” o “Como ni-ños recién nacidos”; como la mayoría de la gente no conocía el la-tín, el término derivó en Cuasimodo. El origen de esta conmemo-ración deviene de las disposiciones del Concilio de Trento (entre 1545 y 1563) que decretó a los creyentes comulgar al menos una vez al año, idealmente en la Pascua de Resurrección. A partir de entonces, se institucionalizó la costumbre de que los sacerdotes llevaran la comunión hasta el lecho de los enfermos, incapacita-dos de asistir por su cuenta a la iglesia4.

4. Mayores referencias: http://www.dibam.cl/Recursos/Contenidos%5CMuseo%20Hist%C3%B3rico%20Nacional%5Carchivos%5CCUASIMODO.pdf

El Cuasimodo

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Fotograf ía. Cuasimodistas de Colina

El Cuasimodo. Corriendo a Cristo Rey

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En nuestro país, durante el período de la Colonia, una semana después del Domingo de Resurrección, el párroco se dirigía a en-tregar la comunión a los lugareños. En esta visita, se presentaba ataviado con sus indumentarias, llevando consigo los accesorios utilizados para efectuar las misas (copones y cálices de oro). Los trayectos, en su mayoría al interior de sectores rurales despobla-dos, pronto se convirtieron en campo fértil para que los bandidos atacaran y robaran las pertenencias de los sacerdotes. Con el fin de evitar estos peligros, se formaron comitivas de hombres a ca-ballo para protegerlo durante la procesión. Para identificarse, es-tos llevaban banderas con los colores papales, indumentaria que con el correr de los años se fue combinando con la vestimenta típica del huaso.

El Cuasimodo

Fotograf ía. Carroza donde el sacerdote lleva el Santísimo

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Desde entonces, esta tradición se ha perpetuado y los cuasimo-distas pertenecientes a la cofradía participan activamente de esta celebración, año a año y transmitiéndola a las nuevas gene-raciones. Es una celebración única de religiosidad popular, que fue definida por el Papa Juan Pablo II como un “Verdadero teso-ro del pueblo de Dios”5 . En la actualidad aún se mantiene vigen-te en comunas como Maipú, Renca, Quinta Normal, La Florida, Peñaflor, entre otras. En Colina, se distingue por constituirse en la procesión más multitudinaria y porque aún se vive de la forma tradicional, es decir, los cuasimodistas se desplazan únicamente a caballo o en carretas, sin incluir nuevos medios de transporte como bicicletas, autos o triciclos, como sí sucede en otras comu-nas.

La Fiesta del Cuasimodo

Como toda fiesta, el Cuasimodo es una experiencia sensorial; los sentidos se ven interpelados con todas las manifestaciones de la celebración- colores, olores, sabores- y los afluentes se encuen-tran en comunión entre lo sagrado y lo profano. Como plantea Fidel Sepúlveda, la fiesta entrega el sentimiento para vivir, con-tribuyendo a la comprensión de nuestro ser en el mundo, así: “La fiesta pone en contacto nuestra piel con la piel del universo, con la tierra y las estrellas. En la fiesta nuestra piel recibe la inter-pelación del mundo de lo humano y lo divino” (Sepúlveda, 2005, p.94).

Para el autor, el Cuasimodo es la fiesta por excelencia de la Zona Centro, a través de esta celebración, “se restaura la comunicación

5. Ibíd. Pág. 3.

El Cuasimodo. Corriendo a Cristo Rey

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La Fiesta del Cuasimodo

verbal, musical, cromática, poética. Los caballos, las bicicletas, las carretelas, las camionetas dejan atrás su patente meramente utilitaria, salen a pasear, a encontrarse con sus otras dimensio-nes reprimidas en su cotidianeidad” (Sepúlveda, 2005, p.96). Y es que en el Cuasimodo de Colina esta transfiguración es mayor, en tanto su principal característica es el contar netamente con jinetes a caballo, mantenido incluso en su forma original esta tradición que data desde la época colonial.

Fotografía. Cuasimodistas de Colina

De esta manera, la fiesta se convierte en la reactualización del mito, su carácter ritual se manifiesta en la representación de la escena fundante, de aquello que da pie a la celebración, por esto, la esencia del cuasimodo es el correr a Cristo, revivir su presen-cia llevando la Eucaristía a aquellos que no pueden asistir a la iglesia, pero que -mediante la recepción de la hostia-, pueden re-cibir el cuerpo de Cristo.

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Escobar e Ibáñez (2010) indican que

La presencia de Cristo es lo que determina y configura el transcurrir de los acontecimientos. La preponderancia del cuerpo es fundamental, la gente se prepara para recibirlo, el momento se valida y legitima en tanto la presencia se vuelve una necesidad implacable para el suceso. La fiesta es prácticamente un carnaval, una algarabía, observamos en ella una ambivalencia entre lo alto y sublime del espí-ritu de Cristo resucitado y lo bajo, como el cuerpo que ha muerto, ese cuerpo como una forma de resaltar algo que subyace a las apariencias6 .

A juicio de las autoras, el destacar la profundidad que subyace a las apariencias mediante el cuerpo no es contradictorio, sino que es reflejo de la representación de la vida, estando presente en el momento de la trascendencia, en la validación y representación del cuerpo que ya no está, mediante este rito. Asimismo, las mi-sas realizadas a los enfermos, como la del medio día “son for-mas de un ritual inserto en otro, son una forma más profunda de confirmación de que lo que se vive es trascendental, una forma más para legitimar ese momento como un “encuentro” especial, como una circunstancia que supera la cotidianeidad y se obser-va como un tiempo distinto.” (Ibíd.)

La estética del Cuasimodo

Sin duda, el Cuasimodo se convierte en la más importante ins-tancia de religiosidad popular en la comuna. Además de su ca-rácter religioso, es innegable su estatuto estético, a través de una

6. Revisar: http://sangria.cl/2011/05/reportaje-la-fiesta-de-cuasimodo/

El Cuasimodo. Corriendo a Cristo Rey

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La estética del Cuasimodo

puesta en escena que no deja indiferente a nadie y que mueve a participar de distintas formas incluso a los no creyentes.

Los colores, adornos, formas, olores y sabores impregnan el am-biente. De este modo, como plantean Escobar e Ibáñez (2010)

Todo este recorrido confluye en una experiencia estética sinestésica, donde todos los sentidos son bombardeados por diferentes estímulos, que unidos al sentido ritual de esta fiesta permite vivenciar una experiencia estética.

En esta fiesta popular predomina un modo cognoscitivo de lo sensible; no se trata de una fiesta racional, donde prime el discurso, o donde se haga patente la necesidad de un saber anterior para poder vivirla y disfrutarla. Es ante todo un rito, una ceremonia que siempre se repite de la misma manera, un conjunto de reglas establecidas para el culto y ceremonias religiosas.

Podemos establecer, por lo tanto, que este rito pasa a ser el modo de llegar a conocer lo sensible, de impregnar-se de lo que en un primer minuto fue vivir la presencia del cuerpo de Cristo, y de llenar su espíritu por medio de este7.

Así, su valor principal es la experiencia y lo que provoca en cada uno de los asistentes. La aprehensión es distinta para cada uno, en todos ellos se manifiesta el rito de manera diferente, lo viven con distinta intensidad y cada uno lo “siente” de una manera es-pecial. Así, los enfermos se preparan para recibir al párroco, sus familias preparan el hogar, lo adornan e identifican para hacerlo reconocible al sacerdote. Por su parte, el cura debe contar con sus implementos para validar el rito. Los cuasimodistas, por tra-

7. Ibíd.

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dición hombres, guían y siguen el comitiva al párroco, vestidos a la usanza campesina, con sus caballos adornados de acuerdo a la ocasión, ornamentados tal como ellos con túnicas de colores re-presentativos, predominantemente blanco y amarillo, como una forma de manifestar su respeto a Cristo. Sus túnicas además se engalanan con los colores propios de sus cofradías, y presentan alusiones a los símbolos nacionales, destacando las banderas o copihues, por mencionar algunos. Más atrás les siguen las carre-tas, ataviadas con guirnaldas y cintas de regalos, como ornamen-tación adecuada para esta procesión.

Y la comunidad en general espera esta fecha, se adornan las ca-sas, se construyen altares con las imágenes de Cristo y la Virgen, la gente se agolpa en las calles, vitoreando y saludando a la comi-tiva al pasar. Se ondean pañuelos al viento y abundan los gritos de “Viva Cristo Rey” al pasar.

El Cuasimodo. Corriendo a Cristo Rey

Fotografía. Los habitantes de Colina viven el Cuasimodo

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Viviendo el Cuasimodo

Viviendo el Cuasimodo

El Cuasimodo es sin duda la principal actividad cultural que la comunidad en su conjunto reconoce como característica de Coli-na. Adultos mayores y adolescentes no dudan en destacarla como uno de los elementos que identifican a la comuna, de ahí que un 67% de los encuestados lo menciona como una de las tradiciones que conoce de su comuna y un 37% lo indica como un elemento característico.

Por su parte, al profundizar a nivel cualitativo mediante los fo-cus group, los adultos mayores la destacan como una fiesta tradi-cional en la que participa toda la comunidad y que mantiene su estampa tradicional al ser la única en que los cuasimodistas co-rren únicamente a caballo, sin la presencia de autos o bicicletas como es común en las celebraciones de otras comunas.

Cuasimodo es como la fiesta más bonita… Cuasimodo, que participa como todo el pueblo, más tradicional. (Focus group Adultos Mayores)

A mí, lo que me gusta más es el Cuasimodo, es bonito eso, me trae hartos recuerdos de mi mamá, porque mi mamá a las 7 ya estaba allá en la iglesia, nos levantaba a todos y era sagrado ir a ver, y yo que era floja para levan-tarme, pero era lindo eso. (Focus group Adultos Mayores)

-La fiesta de Cuasimodo también es muy buena aquí en Colina.

- ¿Ustedes participan?

- Sí, a mirar no más.

- Corren familiares de uno, entonces eso es muy bonito

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eso, termina con una misa religiosa, todas esas cosas, es lo que se ve aquí en Colina.

- Después se termina en la iglesia con un asado.

- Yo tengo personas cerca de mi casa que corren, es muy lindo.

- Decían que iban a ser 3.000 los que corrían este año, y todos a caballo, no hay bicicletas como se hace en otros lados, todo a caballo. Es el Cuasimodo más lindo que exis-te en Chile.

- Aquí en Colina, porque en otras partes corren en bici-cleta, como en Lampa, otros en carretón, entonces lo bo-nito es lo de campo, el caballo.

- Hay familias enteras que salen a correr… (Focus group Adultos Mayores)

- Que, suponiendo, uno va de aquí de Colina a Santiago, por ejemplo, conversarles en Santiago del Cuasimodo, lo conocen porque es una tradición, la prensa, todas esas cosas, pero no lo han vivido; y ahora, usted ve que cuan-do pasa el Cuasimodo, por aquí, por esta calle, la calle se tapa de gente a ver…

- Es que viene de todos lados, a la casa de los familiares, el único día en que se ve más visitas en las casas, porque llegan los familiares a ver la fiesta, no hay casa en que no llegue visita el día de Cuasimodo, a veces hasta como las 4 o 5 de la tarde dura… (Focus group Adultos Mayores)

Los adolescentes colinanos, por su parte, destacan que el Cuasi-modo identifica a la comuna, y que mueve a la comunidad ente-ra, pues incluso entre quienes no participan de forma directa, co-rriendo a Cristo, se preparan para recibir esta fiesta y participar de las actividades anexas que se realizan. En este sentido, todos esperan que la tradición se mantenga.

El Cuasimodo. Corriendo a Cristo Rey

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Viviendo el Cuasimodo

Que Colina es más famoso por el Cuasimodo y por las fondas, porque donde tiran las candidatas que son famo-sas. (Focus group Adolescentes)

- Cuasimodo, todos se preparan aunque de forma indi-recta. Quienes no son cuasimodistas, o no lo corren igual están atentos. Es una celebración que mueve.

- Y por familia, lo que pasa es que aquí en Colina, son to-dos de Colina entonces se escuchan los caballos, muchos caballos, todo el rato es como obvio a ir a ver. Entonces igual, o las familias de repente invitan a que se junten a ciertas partes y que vean el Cuasimodo.

- De hecho Colina completo sabe del asunto y se prepara porque por ejemplo, uno tiene esa sensación: ya vamos a juntar plata pa’ ir al persa a comprar cosas, porque viene un persa con Cuasimodo que dura 2 o 3 días

- Claro, sí, entonces toda la familia se pone de acuerdo y va a lo que son esas tradiciones de Colina.” (Focus group Adolescentes)

Es que yo creo que es como parte ya de nuestra cultura, entonces como algo que sí se va a prolongar en el tiempo y es como parte de nosotros, como algo que nos identifica.

- ¿Y les gustaría que no se perdiera?

- Obvio. Claro, que no se perdiera.

- Es que es algo que caracteriza a Colina desde su parte rural, el Cuasimodo, las fondas porque igual la fonda es una de las más grandes también de Chile, y todo eso po’…los caballos.

- Sí po’, nos caracteriza, entonces que se pierda igual se-ría como perder parte de, de Colina. (Focus group Adoles-centes)

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Para los participantes, es fundamental el rol social que realizan, al llevar la comunión a los enfermos que no pueden asistir a re-cibir el sacramento. Para ellos, es esencial mantener la actitud del cuasimodista a lo largo del año, pues a su juicio el Cuasimo-do se vive día a día, y no únicamente al momento de efectuar la corrida.

- Ya llevo 7 años corriendo, gracias a mi papá, pero igual aporte mío… para mí significa acompañar al cuerpo de Cristo sacramentado, protegerlo… porque aparte hay gente que no puede salir a comulgar a la iglesia como los demás, y les llevamos a Cristo sacramentado a sus ca-sas…y son hartas las personas, porque hay niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, pero me gusta que se unan a esta fiesta religiosa, porque eso es lo que es… me encan-taría que durara por toda la eternidad, me encantaría …

- Estamos como hace 2 semanas antes, practicando, an-dando a caballo para que no le duelan mucho los riñones (Adolescentes participantes del Cuasimodo)

Este es el quinto año, cinco años ya… es para acompañar a Cristo sacramentado, más que lucirse, algo así, es para acompañar a Cristo, el objetivo es ese… el Cuasimodo no es un puro día, son los 365 días del año, y hay que pre-pararse harto, yendo a misa, confesándose… yo creo que es bastante importante, porque todo Colina demuestra como la religiosidad, igual ya que conozcan muy bien el objetivo es porque se hace bastante acá… Yo igual empe-cé chica, y es como por herencia, mis dos hermanos corren y ellos me incentivaron a correr… Me gusta que somos to-dos ordenados, que demostramos que sobresalimos, va-mos a misa, vamos a todas las procesiones, que somos Cuasimodistas todo el año, no un puro día. (Adolescente, mujer, participante del Cuasimodo)

El Cuasimodo. Corriendo a Cristo Rey

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Viviendo el Cuasimodo

Entre los más jóvenes, la experiencia de esta celebración se vive de diversos modos. Si bien, como veíamos, muchos participantes lo hacen por el interés concreto de perpetuar una tradición de la que se sienten orgullosos, tanto por el raigambre religioso como por el de celebración popular, con las características de la cultu-ra campesina de la que se sienten parte, otros lo hacen por otros motivos. Algunos jóvenes son bastante críticos respecto a sus pa-res participantes, indicando que éstos lo harían por las connota-ciones sociales de esta celebración: por “tirar pinta”, socializar y mostrarse. Asimismo, algunos adultos también indican que la instancia se presta para presumir de su estatus, a través de la vis-tosidad y cuidados de sus caballos, como por las cuidadas tenidas de huaso, debido a los altos costos que implica su mantención.

- Ahora ya está muy masificado el Cuasimodo aquí en Co-lina, si se dan cuenta dicen este es el más grande de todo Chile, pero esto ya se está convirtiendo en un negocio y se está perdiendo la verdadera tradición del Cuasimodo, porque la mayoría de estos gallos ninguno tienen caballo, y lo arriendan pa’ venir a correr el Cuasimodo, y como esos con los que estaban hablando ahí recién, no tienen idea de lo que es el Cuasimodo, y eso echa a perder la fiesta… Y un caballo están pidiendo, 80, 100 por andar en un caballo, pero ya se está convirtiendo en negocio. Y con estas cosas me fui desilusionando. La fiesta es bonita, hay harta gen-te antigua que corre con su familia, pero hay harta gente como ellos, que no tienen idea de la fiesta, estos cabritos no tienen idea…

- Los jóvenes participan más por deporte

- Hay muchos chiquillos que no saben, recién había uno ahí que andaba con las espuelas al revés, si tú eres huaso no puedes andar con las espuelas al revés… no todos sa-ben lo que significa la procesión. (Jóvenes participantes del Cuasimodo)

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Relatos del Cuasimodo

Las percepciones sobre esta fiesta son bastante significativas para los habitantes de Colina, distintas generaciones han expe-rimentado esta tradición de distintos modos. Esto es lo que ellos comentan de esta importante celebración.

El Cuasimodo. Corriendo a Cristo Rey

Fotografía. La cantidad de cuasimodistas y la mantención de la forma tradicional de esta celebración la hace tan reconocida entre los colinanos

Nosotros todos los años lo vemos acá… aquí hay dema-siados cristianos y todos los años se van agregando cada vez muchos más… yo tengo cuatro sobrinos que corren de bien niñitos, ahora se integró el que tiene 15 años, son de los primeros que van siempre detrás del Santo. (Adulta mayor que observa el Cuasimodo)

- De toda la vida, desde niñas vemos el Cuasimodo…

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Relatos del Cuasimodo

- ¿Qué significa para ustedes?

- Todo, una tradición, una tradición, desde niños, era la felicidad más grande cuando éramos niños no dormíamos en la noche pensando para levantarnos temprano, hemos sido siempre de este lugar…

- ¿Qué creen que significa el Cuasimodo para la comuna?

- Desde que nosotras tenemos conocimiento, es lo prin-cipal el Cuasimodo, para nosotros, para toda la gente del pueblo, los antepasados, todos, van heredando, se corre…

- ¿Y se preparan de mucho tiempo antes para correr?

- A veces, los más nuevos, los otros ya están acostum-brados… tienen sus caballos, los cuidan, los tienen a su lado para cuidarlos, para que estén bonitos…

- Todos los años, antes cuando estaban mis padres nos íbamos todos tempranito y lo veíamos al llegar, con la lle-gada, todo… es muy importante para todos nosotros, yo creo que para toda la gente de Colina. (Adultas mayores que observan el Cuasimodo)

- Tengo 54 años corriendo, tradición, pero de los anti-guos… acompañar al Santísimo, se hace después de sema-na santa, y se acompaña al Santísimo que va a visitar a los enfermos que no pueden asistir a la iglesia, y se hace una vez al año, se visita a los enfermos…

- Es una fe que uno tiene. (Adultos mayores que corren el Cuasimodo)

- Participo hace 33, 34 años, todos en mi familia, mi papá, mis abuelos… pa’ nosotros significa mucho, porque es un rito que va continuando… es algo religioso, y toda la co-muna es religiosa…

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- Los jóvenes se interesan mucho, como ustedes ven hay harto joven, ahora hay más jóvenes que adultos, así va la generación participando… (Adultos que corren el Cuasimodo)

- Yo corro desde los 7 años, una vez hicimos una manda en Los Andes, y de ahí me gustó correr; mi abuelo, tíos, ahora viene un primo mío que también quiere correr.

- Yo creo que igual es importante, porque se supone que el cura va sanando a los enfermos, y es bueno para la co-muna de Colina

- Igual es bueno porque a veces se enfocan en otras co-sas y es bueno para que se enfoquen en esto y no en otras cosas. (Adolescentes que corren el Cuasimodo)

Nosotros también los acompañamos, nos sentimos bien, porque también nos parece algo bonito, y todos los años nos preparamos, le cuidamos los caballos para que ellos acompañen al padre, y los enfermos los esperan, muchos de los enfermos después que pasa el Cuasimodo se levan-tan… Para Colina es muy importante, ojalá nunca se aca-be, y los hijos, los nietos, ojalá sigan esta religión porque es lindo, muy lindo, te llega al corazón, en serio. Me habría gustado antes, a lo mejor cuando era más joven, haber participado de esta tradición, por eso ahora estoy aquí, porque quizás un día me van a visitar a mí, nadie lo sabe… (Adulta mayor que observa el Cuasimodo)

- Yo corro de más o menos los 14 años, mi hijo lleva 6 años, y él lleva como 10… más que una tradición es un re-ligión que los padres le inculcan, es bonito acompañar a Cristo, porque antes los robaban, antes eran puras parce-las, 20 cuadras de lo que es ahora entre las casas, por eso corremos a Cristo

El Cuasimodo. Corriendo a Cristo Rey

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Relatos del Cuasimodo

- Este es uno de los Cuasimodos más grandes de Chi-le, además este es el único que se corre a puro caballo, a puro jinete. Y a la gente le gusta, ya a las 6 y media están esperando que salga de la parroquia, bueno y nosotros desde antes… y la gente de la comuna se siente orgullosa, y ha venido harta gente de afuera a ver a nuestro Cuasi-modo… (Padre e hijo adolescente que corren el Cuasimodo)

Cada uno les inculca a sus hijos, son pocos los países que hacen una cuestión así, además es todo un sacrificio, es-tar todo el día, para los niños, porque se machucan harto, pero como vamos con la fe, no nos va a pasar nada… (Joven que corre el Cuasimodo)

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2.

Fiestas Patrias en Colina. La Fonda, una fiesta familiar

La tradición en las fondas

Las fondas que se realizan en Colina para la celebración nacional del 18 de Septiembre son reconocidas por los colinanos como una de sus tradiciones culturales más importantes y populares a ni-vel comunal. A pesar de que esta tradición se extiende a lo largo de todo Chile durante el período de Fiestas Patrias, los habitantes de Colina consideran que las fondas de su comuna son “de las más grandes y tradicionales” del país.

- Es que es algo que caracteriza a Colina desde su parte rural…las Fondas porque igual la Fonda es una de las más grandes también de Chile, y todo eso po’…los caballos.

- Si po’ nos caracteriza entonces que se pierda igual sería como perder parte de, de Colina (Focus group Adolescentes)

Fiestas Patrias en Colina. La Fonda, una fiesta familiar

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Fotografía. Fonda en Santa Filomena

La tradición en las fondas

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Sin lugar a dudas, es uno de los eventos más esperados del año en Colina, tanto para los jóvenes como para los más adultos. La fon-da que se desarrolla actualmente en el sector de Santa Filomena es percibida como una gran fiesta familiar. Es en esta instancia donde se puede observar el despliegue de gran parte de las ac-tividades típicas que se conservan como patrimonio inmaterial arraigado en las prácticas y costumbres de los habitantes de la comuna.

Las fondas de Colina se destacan por su riqueza cultural, dada la gran cantidad de actividades típicas que se realizan en ellas tales como; el rodeo, los bailes folclóricos, las muestras de artesanía local, el Campeonato de Rayuela, las carreras de perros, el tirar la cuerda, además de la preparación de los platos y tragos típicos (como los asados, empanadas, chicha y mote con huesillo). Todas estas actividades se conjugan en un sólo evento al cual acuden las familias de Colina, no sólo como espectadores, sino como par-tícipes de esta gran fiesta cultural. Los colinanos señalan que la fonda de su comuna es una de las más “tradicionales”, pues con-serva gran parte de las costumbres ligadas a “la vida de campo” y al “huaso chileno”.

- Pa’ las fondas que hacen campeonatos de Rayuela, ro-deo. Sí, campeonatos de cueca.

- ¿Y ustedes participan de eso?

- Vamos en parte, vamos a mirar. Yo sí participo, porque estamos en el taller de folclore entonces participamos en casi todo eso. (Focus group Adolescentes)

Fiestas Patrias en Colina. La Fonda, una fiesta familiar

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Fotografía. Preparación de anticuchos en Fonda Santa Filomena

Los adultos mayores de Colina perciben las fondas como una tradición netamente campesina, ellos recuerdan las ramadas de su época como actividades muy ligadas a la naturaleza y a las costumbres del campo. De hecho, los nacidos y criados en la comuna señalan que dichas tradiciones eran parte de su vida co-tidiana, que se practicaban todo el año, por ejemplo, que desde niños jugaban con piedras a la rayuela, trabajaban en la cosecha de las chacras, en el arado y tenían una estrecha relación con los animales. También hacen énfasis en la variedad de actividades que se realizaban y que aún se continúan haciendo en las fondas, como el desarrollo de la gastronomía chilena, los bailes folclóri-cos y los juegos típicos.

- ¿Cómo eran las fondas tradicionales?

- Palitos parados, de sauce, álamo, todo era con verde…

- Claro, más verde, más como campesino y había varie-dad en lo que vendían, cosas baratas, así que a mí siempre me gustaba porque a mí me esposo siempre me llevaba y me compraba un vasito de chicha y los niños a los juegos, era la felicidad, uno esperaba el 18…

La tradición en las fondas

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- Antes el Estadio Municipal estaba aquí atrás (señala lugar donde hoy se encuentra el CESFAM), en ese estadio había hasta medialuna, donde corrían vacas, los huasi-tos; era todo ahí, las fondas se hacían en las orillas de la cancha, el que tenía para pagar un pequeño permiso, lo pagaba y ponía empanadas, por ejemplo, y en la cancha se hacían campeonatos de fútbol, con rodeo, carreras a la chilena. (Focus group Adultos Mayores)

Una de las tradiciones de las fondas más disfrutadas por los resi-dentes de Colina es el rodeo. En Santa Filomena se encuentra una medialuna donde los jinetes colinanos hacen alarde de su talento para cabalgar y demostrar su dominio en la “atajada” de los no-villos. Si bien, Colina es una comuna que progresivamente se ha ido urbanizando, aún sus habitantes la perciben como una zona donde se desarrollan dinámicas de campo tradicionales, donde la figura del “huaso chileno” no escapa a lo cotidiano. Es por ello que, dentro del contexto de la fonda, el rodeo es una de las acti-vidades más populares, familias completas que conservan esta tradición son las primeras en disponerse en la medialuna para ver correr a sus jinetes.

El Campeonato de Rayuela que se realiza en la fonda de Santa Filomena también es una de las actividades más concurridas, es allí a donde acuden los ocho clubes de rayuela que existen actual-mente en Colina para concursar por el título de campeón. Como es una práctica que se desarrolla constantemente, habiendo par-tidos y campeonatos a nivel comunal, son los mismos jugadores los encargados de organizar el torneo al interior de la fonda. El campeonato se juega durante todo el día, sólo después de haber cumplido con sus lanzamientos, los jugadores se relajan y se aprestan a disfrutar de la comida, bebida y el baile de la fonda.

Fiestas Patrias en Colina. La Fonda, una fiesta familiar

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Fotografía. Campeonato de rayuela, Fonda Santa Filomena

Las carreras de perros galgos son un infaltable de las fondas de Colina. Esta competencia consiste en una carrera de dos perros que corren tras una “liebre”, que suele ser una bolsa atada a un cordel que atraviesa la pista de carrera. La distancia de la pista depende del lugar donde se realice la competencia, sólo se nece-sita de un espacio amplio y abierto para que los canes puedan desplegar todo su potencial. En la explanada de Santa Filomena se prepara una pista de alrededor de 50 metros de largo por dos de ancho. Durante el desarrollo de la fonda, las familias que par-ticipan de esta competencia son las primeras en asentarse con sus carpas y autos a un costado de la pista de carrera para poder tener la mejor vista de la competencia. En cada carrera hay di-versos tipos de apuestas, se puede apostar en un pozo común o bien realizar una apuesta “directa”, la que se hace de persona a persona. Durante la fonda se puede observar cómo hay familias colinanas que se dedican a criar a sus perros competidores, los cuales son atendidos y cuidados como si fueran uno más del clan.

La tradición en las fondas

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Fotografía. Carrera de perros galgos, Fonda Santa Filomena

Fotografía. Preparación de los perros en la jaula de salida

Al interior de la fonda, los participantes también pueden dis-frutar de las numerosas muestras de artesanía (local y de otras comunas), muestras de animales y variados puestos donde se pueden comprar todo tipo de artículos para celebrar las fiestas, como volantines, juguetes para niños, chupallas para evadir el calor, entre otros.

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Fotografía. Feria de artesanías, Fonda Santa Filomena

Un lugar de encuentro

En el centro de la fonda se instala una gran carpa donde se dispo-ne la zona de baile, ahí es donde los colinanos bailan cueca (baile nacional), cumbias y rancheras. Durante el día los comensales se divierten con las actividades y juegos tradicionales, sin embargo, en la noche comienza la fiesta y los asistentes se preparan para demostrar sus mejores pasos en la pista de baile. Este es el lugar donde culmina el júbilo y la algarabía que encienden los ánimos de la celebración de las Fiestas Patrias.

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Fotografía. Escenario, pista de baile y comedores, Fonda Santa Filomena

Una tradición que va más allá de los juegos tradicionales chile-nos, son los asados familiares que se instalan en Santa Filomena. Para el disfrute de la celebración, se dispone de una gran expla-nada donde la familia extendida acude a instalarse con carpas para pasar todo el día, la noche, y quizás, todo el fin de semana al interior de la fonda. En los pastizales, la familia, y especialmente los niños, gustan de encumbrar volantines. Se puede observar que en dicha explanada se desarrolla una verdadera dinámica fa-miliar donde padres, madres, hijos/as, tíos/as y abuelos/as com-parten la comida y bebida alrededor de las parrillas. Es en esta zona de asados familiares donde se concentra la mayoría de los asistentes, representando así el corazón de la fonda colinana.

Fiestas Patrias en Colina. La Fonda, una fiesta familiar

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Fotografía. Asado familiar en la Fonda Santa Filomena

La tradición en las fondas

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3.

El Rodeo.Tradición de campo

La práctica del rodeo

Colina es una comuna reconocida en el país por el desarrollo de la tradición del rodeo. Actualmente, la comuna cuenta con varios lugares en los que se practica este deporte; San Luis, Santa Filo-mena, La Reina sur, Chacabuco y Peldehue son las medialunas que reciben a los cientos de huasos que compiten en los torneos locales y nacionales.

A nivel nacional Colina es una comuna que es muy aman-te de las tradiciones y de este deporte en particular que es el rodeo. Hay harta gente que lo practica mucho, que le gusta, hay mucho fanatismo por el rodeo y también hay muy buenos jinetes…bueno, de hecho, hemos tenido cam-peones nacionales de rodeo… También han habido cam-peones de clasificatorios, donde llegan 100, 120 colleras, que juntan su puntaje durante una temporada y ganan su puesto para ir al campeonato nacional. Así que en cuanto a caballos para el rodeo y jinetes para el rodeo creo que estamos muy bien. (Presidente Asociación de huasos Santiago Norte)

El Rodeo.Tradición de campo

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La práctica del rodeo

Fotografía. El rodeo, una tradición por excelencia en Colina

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El rodeo se practica al interior de las medialunas, recintos con forma circular que tienen entre 40 y 50 metros de diámetro. A un costado de la medialuna, se encuentra el apiñadero, que es el lugar desde donde comienza una carrera de rodeo. Aledaños a éste, se encuentran las “atajadas”, que son los sectores donde los jinetes deben detener al novilllo.

Fotografía. Costado externo de la medialuna de Santa Filomena

Fotografía. Medialuna de Santa Filomena

El Rodeo.Tradición de campo

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Fotografía. Jinetes esperando al novillo en el apiñadero. Medialuna Santa Filomena

Las competencias del rodeo consisten en que una ‘collera’, grupo comprendido por dos jinetes y dos caballos, debe atajar a un no-villo en tres oportunidades. Al principio de la carrera, la collera debe posicionarse para esperar al novillo en el apiñadero, una vez que el animal sale, deben dar dos vueltas dentro de éste. Du-rante la carrera, un integrante de la collera debe ir atrás arrean-do al novillo y el otro debe disponerse a un costado para dirigirlo, esto permite que los jinetes puedan conducir al animal al interior de la medialuna. Si la collera no comete ninguna falta dentro del apiñadero, esto se considera como un ‘punto bueno’. Posterior-mente, la collera debe proceder a sacar al novillo del apiñadero para llevarlo a la cancha, es ahí donde se deben realizar las ataja-das. Primero se realiza la atajada “de la mano de adelante”, luego “de la mano de atrás” y finalmente se repite la faena “de la mano de adelante”. La puntuación de las atajadas puede variar entre 0 y 4 según su ejecución. Si el jinete no logra atajar al novillo, ello se considera como ‘punto malo’. Para finalizar, la collera debe entre-gar de forma correcta al novillo a la puerta de salida. Una carrera perfecta, sin fallas en su ejecución, obtendría 13 puntos buenos, es decir, realizando todas las atajadas de 4 puntos buenos cada una más el punto por la buena salida del apiñadero.

La práctica del rodeo

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Fotografía. Atajada del novillo. Medialuna Santa Filomena

Fotografía. Jinetes conduciendo al novillo. Rodeo en Santa Filomena

El Rodeo.Tradición de campo

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El Rodeo en el imaginario de Colina

Los habitantes de Colina identifican el rodeo como una de las principales tradiciones de su comuna. Tanto los adultos mayores como los adolescentes colinanos mencionan que este deporte na-cional es practicado frecuentemente en las medialunas de distin-tos sectores de la comuna.

- ¿Dónde y cuándo se hace el rodeo acá en Colina?

- Es una tradición… se hace en San Luis, la única parte donde hay medialuna aquí en el sector -San Luis-… en Pol-paico tienen medialuna, en Lampa también, acá se corre en San Luis por un club de rodeo…

- Se hace todos los años…

- Uno sabe cuándo va a haber rodeo, cada tres meses….

- Más o menos…

- …para el 18 todos los días…

- ¿A ustedes les gusta el rodeo?

- Sí, para el 18 es bonito.

- Hay hasta niñas que corren, se ponen su uniforme y corren. (Focus group Adultos Mayores)

- ¿Qué tradiciones culturales pueden destacar ustedes de Colina?

- El rodeo. Sí, se hace harto rodeo en Septiembre, en Pel-dehue. En la Santa Filomena. (Focus group Adolescentes)

- ¿Qué tradición cultural destacan que se realicen acá en Colina?

- Pa’ abril … y las fondas me imagino que son ahora en Septiembre.

El Rodeo en el imaginario de Colina

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- Sí. Los rodeos también. La mayoría que hacen pa’ Sep-tiembre son fondas, pero allá en la “Reina Sur” se hace mucho el rodeo, hay fines de semana entero que rodeo día y noche.

- El rodeo con el fútbol son los deportes que más se ha-cen aquí. Es que todos los domingos juegan los equipos, es un campeonato de todo el año. (Focus group Adolescentes)

En Colina la temporada de rodeo es usualmente casi todo el año, se practica desde Agosto hasta Mayo y se detiene solamente en el invierno, pues no es posible realizarlo con clima frío y lluvioso. Desde inicios de Agosto, se juegan los llamados “rodeos pichan-ga”, que son rodeos para que los jinetes se prepararen para las competencias oficiales. Los meses de Agosto, Septiembre, Octu-bre y Noviembre son los meses cuando el deporte se practica con mayor frecuencia y se realizan las clasificatorias y los campeo-natos oficiales. En tanto, los meses de Diciembre, Enero y Febre-ro la frecuencia baja bastante por el calor de las fechas estivales, lo cual hace más desgastante la actividad tanto para los jinetes como para los animales.

Fotografía. Jinetes esperando la competencia. Medialuna Santa Filomena

El Rodeo.Tradición de campo

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Esta tradición, de orígenes ligados al campo y al fundo chileno, es desarrollada por familias que la mantienen por generaciones. Hoy en día, dichas familias participan de asociaciones y clubes asociados a la disciplina. Por lo general, las personas que prac-tican el rodeo lo hacen porque han heredado la práctica de sus padres y lo han desarrollado desde temprana edad, aprendiendo a montar caballos y a arrear el ganado.

Mira, en realidad el rodeo es una tradición que se va a heredando de los padres, sí hay casos puntuales que hay gente que no tiene nada que ver con el rodeo que va a mi-rarlo y se enamora y empieza a practicar, pero la verdad que los mejores y a los que más les gusta es un tema que se va heredando de familia. Porque igual el rodeo es de mucha práctica, hay que dedicarle mucho tiempo, pasión, tienes que tener el tiempo, la plata tienes que tener las ganas, eso significa el rodeo. (Presidente de la Asociación de Huasos Santiago Norte)

Actualmente existen dos asociaciones de rodeo en Colina que for-man parte de la Federación de Clubes de Huasos de Chile desde el año 1990, la Asociación Chacabuco y la Asociación de Huasos Santiago Norte. Entre ambas asociaciones se concentra un total de doce clubes de rodeo a nivel comunal, ellos son; Club El Alba de Guay-Guay, Club Quilapilún, Club Héroes de Chacabuco, Club San José de la Gloria, Club Laboral Colina, Club La Portada Reina Sur, Club Racho Peldehue, Club Villa Peldehue, Club Reina Sur, Club Los Criollos de Estación Colina, Club El Grillar de Batuco y el Club Santa Filomena. Antiguamente estos clubes solían agrupar-se todos en una asociación, la Chacabuco, sin embargo, cuando el deporte comenzó a tener mayor auge y una mayor cantidad de jinetes deseaba participar de los rodeos, fue necesario que se separaran para poder desarrollar mayor competitividad en la co-muna. Al estar los clubes asociados a la Federación Nacional, la práctica del rodeo en Colina adquirió un carácter más reglamen-

El Rodeo en el imaginario de Colina

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tario y aumentó considerablemente la frecuencia de las compe-tencias, pues antes de este hito (que se concreta en los años 90) los rodeos se organizaban más que nada en torno a las relaciones de amistad y confianza entre los jinetes.

Bueno, en esos años nosotros partimos en una sola ins-titución que era la Asociación Chacabuco, en ella partimos todos los clubes de acá en la comuna, pero después por algunas diferencias entre los socios, y más que eso, por temas de cupo, porque cuando habían rodeo los fines de semana éramos muchos para salir todos a un mismo ro-deo, entonces después de eso nos separamos…Esta aso-ciación (Santiago Norte) nosotros partimos asociándonos a la Federación de Clubes de Huasos de Chile en el año 90, cuando partió el rodeo acá en la zona más reglamentario, antes se hacía más por amistad, se hacía un par de veces en el año, pero desde año 90 nos afiliamos a una federa-ción en la cual está prácticamente todo el país asociado, donde competimos durante una temporada para poder llegar a un clasificatorio y después del clasificatorio los mejores puedan pasar al campeonato nacional. (Presidente Asociación de Huasos Santiago Norte)

Los mismos jinetes y corraleros que practican este deporte desta-can que es una disciplina altamente demandante en términos de los recursos económicos y del tiempo que se requiere para mante-ner y entrenar a los animales (novillos y caballos). Es por ello que quienes mantienen la tradición del rodeo deben ser verdaderos amantes del deporte y contar con los recursos necesarios para conservarlo.

Hoy en día es un deporte muy caro, antiguamente los que organizábamos un rodeo nos prestaban los animales para que pudiéramos hacerlo, hoy en día tenemos que pagar el arriendo del animal, un animal bueno, bueno, sin correr,

El Rodeo.Tradición de campo

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que hay diferentes tipos (claveles, americanos), este ese novillo hoy en día te cuesta 65, 70 mil pesos por correrlo una vez, eso encarece mucho el rodeo. Pero en fin, es un deporte que a la gente le gusta mucho y que lo ha seguido haciendo y sacándolo adelante. (Jinete Adulto)

Además del coste que implica la mantención y entrenamiento de los caballos, se añade el costo de los novillos que se corren, lo cual encarece más el deporte. En particular, los jinetes de Colina identifican que los ha afectado bastante el cambio climático de la zona, ya que han tenido que sobrellevar varias temporadas de sequía, lo cual impide a los corraleros poder criar a sus propios novillos.

Acá –en Colina- no es como el sur que hay harta abun-dancia de caballo, entonces aquí la gente se las ingenia y llegan con animales de otras partes del país, del sur prácticamente donde está la masa ganadera, para poder realizar los rodeos. Porque antiguamente no era tan seco Colina, llevamos varios años ya de sequía en que los co-rraleros nos ha afectado mucho, se nos complica un poco tener el ganado. (Presidente de la Asociación de Huasos San-tiago Norte)

Aunque históricamente el rodeo corresponde a una actividad de-sarrollada por hombres, actualmente también se pueden obser-var en los torneos a mujeres que se han sumado al desarrollo de esta tradicional actividad. De hecho, Colina es la comuna donde se realizó el primer rodeo femenino el 2009 organizado por la Agrupación Nacional de Mujeres del Rodeo. Junto a ello, una vez que la Federación Nacional de Rodeos y Clubes de Huasos de Chi-le permitió que las mujeres corrieran en los rodeos, una colinana, Helia Álvarez, se convirtió en la primera mujer en la historia en ser campeona de Chile.

El Rodeo en el imaginario de Colina

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…creo que salimos en todas partes del país como noticia cuando la señora Helia Álvarez fue campeona nacional de rodeo, la primera mujer en la historia del rodeo que se gana un título de campeona nacional. (Jinete adulto)

Fotografía. Joven mujer participando en el torneo de Santa Filomena

En general, en Colina se observa bastante interés de los jóvenes por el rodeo, siempre considerando a aquellos que han nacido en familias ligadas a esta tradición. Con el pasar de los años, este deporte se ha vuelto mucho más familiar, con la inclusión de las mujeres y jóvenes jinetes que han ido mostrando un muy buen nivel en las competencias, incluso en ocasiones superando a los jinetes con mayor experiencia. También son bastante populares los rodeos “padre e hijo”, donde parejas de consanguíneos compi-ten por ser la collera ganadora.

Mira, el interés de los jóvenes por el rodeo ha ido de me-nos a más, hay mucho joven que están integrándose al rodeo desde muy niños, antiguamente uno iba a un rodeo campeonato de clasificatorias nacionales y siempre eran

El Rodeo.Tradición de campo

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los más adultos, la gente con más experiencia los que te-nían los primeros lugares, pero hoy en día hay mucho ji-nete joven y muy bueno que compiten al mismo nivel que los jinetes más antiguos. Por eso creo yo que ha ido en crecimiento el rodeo, porque hay más gente interesada, y lo otro bueno que yo creo que le pasó al rodeo fue que se le abrieron las puertas a las mujeres para que pudieran participar entonces se ha hecho un deporte familiar, por-que puede correr el esposo con su esposa, puede correr el papá con la hija, así, entonces está ya hecho para toda la familia, es un deporte familiar. (Presidente de la Asociación de Huasos Santiago Norte)

El Rodeo en el imaginario de Colina

Fotografía. Rodeo medialuna Santa Filomena

Por último, cualquiera que sea la modalidad de rodeo que se co-rra, es innegable que esta actividad corresponde a un importante patrimonio inmaterial de la comuna de Colina, en la que cientos de jinetes mantienen esta tradición por generaciones.

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4.

Colina, comuna de rayueleros. Más que un juego, un deporte y una tradición.

El juego de la Rayuela

La Rayuela es reconocida en Colina como una de las tradiciones más importantes que se conserva a nivel comunal, siendo prac-ticada con frecuencia en diversas localidades del sector. En la comuna existen actualmente ocho clubes de Rayuela, los cuales compiten a nivel local, regional, e incluso, en campeonatos na-cionales, habiendo obtenido en numerosas ocasiones títulos que llenan de orgullo a los rayueleros colinanos.

La Rayuela es un juego típico asociado frecuentemente a las zo-nas campestres de Chile, aunque también ha obtenido populari-dad en algunas zonas urbanas del país. El juego consiste en lan-zar un tejo circular y metálico hacia una traza dibujada con tiza, o a una lienza, que cruza el centro de un cajón que está relleno con barro (la cancha del juego). Cuando el tejo cae en dicha lienza o traza, se produce el “punto quemado”, la mayor puntuación del juego. La distancia de lanzamiento puede variar entre los 10 y los 14 metros, dependiendo de cómo se acuerde entre los jugadores.

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Los rayueleros de Colina juegan con un tejo que tiene forma ci-líndrica y que puede pesar desde 1 kilo hasta los 2 kilos y 300 gramos. Los tejos son lanzados desde una distancia de 14 metros desde donde se ubica el jugador hasta la lienza en la cancha de juego. Esta modalidad de la Rayuela se juega desde Arica hasta Chillán, más hacia el sur del país, se juega con una “paipa”, o tejo circular achatado. Además, en la zona sur la distancia del juego se calcula en “pasos” y no en metros, jugándose por lo general entre los 18 y los 20 pasos.

En una entrevista con el Presidente de la Asociación de Rayuela de Colina, éste relata que los orígenes del juego se remontan al

El juego de la Rayuela

Fotografía. Campeonato de Rayuela en Santa Filomena

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período prehispánico, estando asociado a antiguas tradiciones lú-dicas del pueblo mapuche. También comenta que posteriormente fueron adoptadas por los militares en la época de la Colonia. Jun-to a ello, el experimentado jugador hace énfasis en lo arraigada que está dicha tradición cultural en Colina, sosteniendo que la comuna siempre ha tenido “tradición de rayueleros”.

Bueno, según la historia esto lo jugaban los araucanos con tejos de piedra, también, en la antigüedad, en la Colo-nia, lo jugaban los militares y de ahí que existe la Rayuela. Acá en Colina yo tengo conocimiento que desde el año 40 se juega Rayuela, pero siempre en Colina ha habido tradi-ción de rayueleros. (Jugador de Rayuela, Adulto, Hombre)

- En cualquier parte de la calle, y andábamos con tejos, y ahí apostábamos los 4, el que ganaba ya tenía que gastar la plata…

- El botellón… eso se es lo que se gana con la Rayuela… Claro que hay campeonatos, incluso llegaron a jugar aquí a Colina un equipo de Arica…

Tejos utilizados desde Arica hasta Chillán

Tejos utilizados en la zona sur de Chile

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- Vienen de todos lugares, el que sale campeón, se lleva el premio…

- Si no somos tan malos para la Rayuela. (Focus group Adultos Mayores)

Fotografía. Jugadores del club de Rayuela Unión Los Copihues de Colina

Tanto en Colina como en otras comunas del país, la Rayuela es un juego practicado principalmente por hombres adultos y adultos mayores, por lo que podría considerarse como una actividad cul-tural que aún posee un marcado sesgo etario y de género. Si bien existen en Chile clubes de Rayuela femeninos, los ocho clubes de Colina son conformados sólo por hombres. A pesar de ello, la Ra-yuela es considerada por sus jugadores como un deporte bastan-te familiar, donde en ocasiones los nietos/as, hijos/as, madres y esposas son invitados a compartir en partidos y/o campeonatos, aunque relegándose su rol sólo al de “espectadores”.

El juego de la Rayuela

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Hay vecinos, familiares , amigos, acá a Colina ha llegado bastante gente que se integran a los clubes, el deporte es bastante familiar, porque en el verano se hacen partidos amistosos, ya sea vamos a jugar a san Antonio, a Ranca-gua, y muchos jugadores van con sus señoras, aprovechan de pasear, de salir por el día. (Jugador de Rayuela, Adulto, Hombre)

Conformado como un ambiente primordialmente masculino, el juego es practicado frecuentemente por hombres entre los 35 y 70 años, y se observa una baja o casi nula participación de jóve-nes. A pesar de ello, algunos jóvenes colinanos expresan valorar la Rayuela como una importante tradición cultural de la comuna, pero que no posee tanto auge o popularidad entre sus pares. Los adolescentes de Colina expresan sentirse mucho más interesados en practicar actividades como el fútbol, el “skate” (monopatín), la música hip hop y el arte urbano del grafiti.

- Ahora se está perdiendo mucho más.

- Sí (asienten varios jóvenes). No es como antes que, por ejemplo, en el Colorado, es cosa de todos los sábados, los viernes, juntas familiares, jugar a la Rayuela. (Focus group Adolescentes)

Los propios rayueleros de la comuna comentan que son muy pocos los jóvenes que se interesan en practicar el juego, lo cual les resulta preocupante en términos del traspaso generacional de esta práctica cultural. Actualmente, los jugadores de Rayuela intentan reivindicarla como deporte nacional, para así ser reco-nocida y valorada como parte del patrimonio histórico y cultural del país. De esta manera, señalan, logrará tener una mayor difu-sión de su práctica en las escuelas y poder llegar a encantar a la población joven.

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- ¿Usted cree que los jóvenes se interesan por este de-porte?

- Eh, esa cosa se da poco, porque antiguamente el juga-dor que dejaba de jugar fútbol ya a sus 35 años más o me-nos, llegaba a jugar Rayuela, ahora igual se da, pero poco, porque la juventud por decirte como un 10% se interesa por jugar Rayuela, incluso Federación de Chile (de Rayue-la) está pidiendo que para el próximo mes salga la Rayue-la ya reconocida como deporte nacional por ley, entonces van a exigir que sea obligatorio así como enseñar cueca en los colegios , también sea obligatorio jugar Rayuela, porque es un deporte nacional. (Jugador de Rayuela, Adulto)

A pesar de no despertar el interés deseado en los jóvenes, la Ra-yuela juega un papel relevante en incluir y conservar como juga-dores a adultos mayores, inclusive a los de edad más avanzada. Para los rayueleros, este deporte adquiere relevancia para una determinada comunidad no sólo por su carácter patrimonial, sino porque también inculca el respeto hacia el adulto mayor. A diferencia de otros juegos o deportes, la Rayuela da cabida a que los adultos mayores, muchos de ellos jubilados, puedan con-tinuar practicándola, lo cual permite que se sientan integrados y valorados por su entorno, percibiéndose como parte de la vida social de una determinada localidad, barrio o vecindad.

Lo bonito de este deporte es que uno comparte con la gente adulta mayor, entonces hay un respeto a nivel de todos, incluso yo con 17 años que partí en esto, siempre hubo un respeto de las personas hacia mí, y es por eso que el club se ha sabido mantener y hemos sido uno de los clubes más grandes de Colina y del área Metropolitana, y con pura gente de acá de la comuna de Colina….Nosotros aquí tenemos jugadores que están desde que se fundó el Club, que son mayores de 70 años y todavía siguen jugan-do. (Jugador de Rayuela, Adulto).

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Fotografía. Jugador del club de Rayuela Unión Termas de Colina, Campeonato de Santa Filomena

Otro elemento fundamental de la Rayuela es su carácter de de-porte autogestionado por la comunidad. Por lo general, el finan-ciamiento para el mantenimiento de las canchas y la gestión de partidos y/o campeonatos la realizan los propios jugadores, es-tructurando sus propias organizaciones a nivel local.

Los clubes de Rayuela de Colina operan al interior de restauran-tes; dado que es una tradición ligada más bien a sectores popula-res de la población, a sus jugadores les resulta difícil conseguir los recursos necesarios para acceder a un espacio que funcione exclusivamente como sede para la práctica del juego. Esto supone que las organizaciones sociales deben realizar grandes esfuerzos de coordinación y gestión para lograr mantener esta práctica cul-tural, esfuerzo que sólo es alentado por el amor al juego y el apego a la tradición.

Por otro lado, la recurrente falta de recursos refleja un total aban-

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dono por parte de la institucionalidad, la que no ha tenido un papel relevante en potenciar esta práctica. De esta manera, esta tradición comunitaria sólo se sostiene y mantiene en el tiempo gracias a organizaciones sociales fuertemente arraigadas en las vecindades o barrios, lo cual también permite su traspaso de ge-neración en generación.

Funciona un restaurant también, es que la mayoría por así decirlo, como un 70% de las canchas de Rayuela fun-cionan adentro de los restaurantes, porque es difícil tener una sede, tener un espacio donde cada club pueda hacer su cancha y mantenerla. Entonces funcionan en los res-taurantes y los dueños les prestan la cancha a los clubes. Acá mismo funcionan 2 clubes, que es ‘El Rana’ de local, y ‘Unión Termas’ que también se les presta una cancha y funcionan a nivel local. Y las demás canchas están acá en Colina en Esmeralda, Los Ingleses, San José, Santa Filome-na y Reina Norte. (Jugador de Rayuela, Adulto, Hombre)

En consideración a lo anterior, la práctica de la Rayuela es una expresión cultural enraizada en la memoria social, se constituye como una tradición deportiva comunitaria, que promueve valo-res como; la autogestión, la reciprocidad y la solidaridad. Ello se refleja en las relaciones de amistad, compañerismo y confianza que promueve, donde vecinos que se conocen desde hace años o compañeros de trabajo de una misma fábrica o empresa, acuden a compartir y pasar un buen rato con los amigos y familia. Tam-bién esto puede observarse en cómo los clubes suelen prestarse las canchas de juego (de manera totalmente gratuita) cuando uno de ellos tiene problemas con el mantenimiento de su can-cha o ésta misma la están remodelando. Asimismo, la existencia de partidos amistosos y visitas entre sí de los mismos clubes son aspectos de la dinámica del juego que permiten reforzar los lazos sociales que se construyen entre jugadores, conformándose vín-culos de compañerismo que suelen mantenerse en el largo plazo.

El juego de la Rayuela

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Claro, acá los días sábado los jugadores se juntan a en-trenar, juegan su partido, se sirven su trago, su comida y los días domingo se juega el campeonato, donde nos toca jugar de local semana por medio, justo hoy día se está ju-gando el último partido del campeonato oficial. (Jugador de Rayuela, Adulto)

Yo creo que esto es como la cueca, que nunca se va a aca-bar, entonces la Rayuela yo creo que es lo mismo. (Jugador de Rayuela, Adulto)

- ¿La Rayuela se juega todavía?

- Sí

- Muchos años atrás, ahora ya es poco, es que se ha ido perdiendo, habían muchos locales donde salían a jugar, pero todavía queda gente, pero antes era en grupo

- Ahora lo que pasa es que todos esos grupos de repar-tieron, porque antes como pueblo era chiquito, entonces era todo por aquí, pero ahora, por ejemplo tiene San Luis, más arriba, tiene club de Rayuela; Algarrobal, tiene Club de Rayuela; San Miguel, tiene Club de Rayuela donde el “Rana”, que ahí llegan todos, y así; Esmeralda tiene Club de Rayuela, pero son del club, no como antes que se jun-taban y “vamos a jugar rayuelita”. (Focus group Adultos Ma-yores)

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Relato: Visita al Club de Rayuela “El Rana”

Domingo 29 de septiembre del 2013. Colina.

La tarde de domingo está soleada y tranquila, camina-mos por una de las calles principales del centro de Colina, luego doblamos por María Ester Fuenzalida en busca del Club de Rayuela “El Rana”, el más antiguo de la comuna en dicho deporte. Son ya las cuatro, hemos llegado puntua-les a nuestra visita.

Cuando nos acercamos a la numeración indicada, ya desde la calle se pueden escuchar hombres vociferando y risas estridentes. Al ingresar al lugar nos percatamos que el Club está inserto al interior de un restaurant. Ve-mos algunos hombres sentados en las mesas comiendo

Fotografía. Miembros de los clubes de Rayuela observando el campeonato de Santa Filomena.

Relato: Visita al Club de Rayuela “El Rana”

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y bebiendo, otros conversando en la barra. Ambientando el lugar se oye música bailable (principalmente cumbias y rancheras). Los comensales nos miran fijamente, hacién-donos notar que no es muy común la presencia de extra-ños en el lugar.

Al ingresar, preguntamos a uno de los hombres parado junto a la puerta por Don Javier Morán (Presidente del Club), éste nos dice que debemos conversar con una de las señoras que se encuentra en la cocina del restaurant para poder ubicarlo.

Nos asomamos tímidamente a la cocina, donde podemos ver salir del horno una veintena de empanadas de pino listas para servir. En el lugar se encuentran dos señoras de alrededor de 50 años. Mientras una de ellas retira la bandeja de empanadas, la otra se nos acerca a preguntar-nos qué necesitamos, nos indica que debemos ir a la parte posterior de la sede, porque allí se encuentra el Club “El Rana” y Don Javier.

Pasando el restaurant a través de un largo pasillo, lo-gramos encontrar a Don Javier que nos recibe muy ama-blemente y nos enseña los diversos lugares del Club. Al interior de éste se encuentran dos canchas de juego, una es utilizada por el Club de Rayuela “El Rana” y la otra, se-gún nos cuenta nuestro anfitrión, le es prestada al Club de Rayuela “Unión Termas”. Nos encontramos con que en ambas se están jugando partidos, pues es la final del cam-peonato de Colina. Las canchas son techadas, lo cual les permite jugar incluso en períodos de invierno.

El ambiente que se genera es bastante distendido, den-tro de la sede hay alrededor de 40 jugadores, mientras unos lanzan, otros beben un ponche traído por la señora que cocinaba las empanadas. Es claramente un mundo de hombres, no encontramos ni una sola presencia femenina a parte de las cocineras del restaurant. Son principalmen-

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te hombres adultos y adultos mayores, nos impresiona la aparente edad avanzada de algunos, los cuales demues-tran en su semblante poseer la sabiduría de años de ex-periencia como jugadores. Sólo advertimos la presencia de dos jóvenes, de alrededor de veinte años de edad, al parecer son hijos de jugadores.

A un lado de las canchas, se dispone una mesa donde uno de los hombres anota a los jugadores que se inscriben para jugar, lo hacen en equipos de a dos. Vemos que mien-tras algunos se disponen para tirar los tejos, otros obser-van detenidamente el juego sentados en las graderías de madera ubicadas especialmente para los espectadores. Otros en cambio, se ubican al lado del cajón de madera con la lienza, la cual suena cada vez que un jugador anota la mayor puntuación (pues tiene una campanilla colgada en una de sus esquinas). Estos hombres son los encarga-dos de sacar los tejos una vez terminados los lanzamien-tos y aplanar la arena del cajón, son alrededor de cinco. Hacia otro lado de la cancha, vemos cómo los jugadores se preparan retirando el barro de los tejos cilíndricos que ya se utilizaron, lo hacen con dedicación, puliendo y lijando el barro seco sobrante.

Cuando vemos a los hombres que se dirigen a lanzar el tejo, nos impresiona su actitud solemne, como poniendo su honor en juego, demostrando que se requiere no sólo de destreza para jugar Rayuela, sino también de temple y concentración. Cuando un jugador se dispone a lanzar, cada uno con sus diferentes técnicas, se destaca que to-dos los demás respetan ese crucial momento, las risas y parloteos se detienen, en la cancha sólo abunda el silen-cio. Una vez terminado el lanzamiento, el club resuena con aplausos, risas o bromas hacia los participantes, las que irrumpen fuertemente por el eco que se genera en el lugar.

Si bien nos encontramos en un contexto competitivo, percibimos que el ambiente es de cercanía y amistad. A

Relato: Visita al Club de Rayuela “El Rana”

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pesar de que los jugadores bromean entre ellos y se de-safían mutuamente, las actitudes y gestos develan sólo confianza y compañerismo. En ningún momento vemos arrebatos de agresividad ni potenciales peleas, lo cual también es destacado por Don Javier como un valor im-portante del juego, el respeto hacia los demás. Los juga-dores son los mismos vecinos del barrio, amigos de juga-dores y/o familiares, por tanto, la dinámica del juego se desarrolla dentro de un círculo social íntimo, comunitario y fraternal. Ello nos hace apreciar que, más que un juego, la Rayuela es un deporte y una tradición cultural que for-ma parte del patrimonio arraigado en la comuna de Colina y en otras partes a lo largo del país.

Fotografía. Joven participante del campeonato

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5.

Oficios cargados de tradición

La comuna de Colina mantiene en sus raíces el raigambre tradi-cional, lo que se enfatiza en diversos oficios que aún perduran en estas tierras no con pocas dificultades.

Artesanos

Entre los artesanos de la comuna dedicados a la madera, metales o talabartería, se aprecia un fuerte interés por rescatar las tra-diciones culturales a través de sus creaciones. El fin de su labor, como enfatizan, consiste en dar a conocer antiguas técnicas de trabajo manual, muy enlazadas con el carácter rural de la zona y sus ricas tradiciones. Así por ejemplo, los artesanos que trabajan el cuero encuentran su principal fuente laboral en la confección de artículos destinados al rodeo y a la vestimenta típica de los huasos: sombreros, zapatos, silla de montar entre otros.

Junto con lo anterior, algunos de ellos demuestran un interés ma-nifiesto por investigar en profundidad las tradiciones de la zona, para dar un mayor sustento creativo a su obra, y proyectar sus inquietudes en un diseño propio.

Artesanos

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Yo he sido muy perseverante en lo que realizo y he hecho un trabajo también de investigación, o sea lo que yo reali-zo no es solamente una artesanía meramente tradicional, o sea de muchos trabajos que yo tengo hay un trabajo de investigación, para poder proyectar lo que yo quiero a tra-vés de un diseño en particular. (Artesano)

Yo puedo proyectar a través de mis trabajos son todas las tradiciones, eh... culturas y también historias de Chile en general. (Artesano)

Fotografía. Artesanía en madera.

Asimismo, se aprecia un profundo amor por su trabajo, por la posibilidad de transmitir su sensibilidad y visión de mundo, a través de obras forjadas con su trabajo manual.

Yo creo que aquí hay un factor que es la sensibilidad, la percepción de poder ver las cosas de una forma distin-ta, y de ahí hay un, un convencimiento personal de poder

Oficios cargados de tradición

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plasmar ya sea en cualquier cosa que uno realice en forma manual, no se po’…el amor, el sentimiento, el cariño y de ahí hay un resultado, un proceso en el cual surge lo que uno pueda reflejar desde el alma hacia fuera. (Artesano)

Si bien entre los artesanos se conocen y recomiendan unos a otros, consideran que su labor en general está más bien invisibili-zada en la comunidad. Perciben que cada vez son menos aquellos que valoran sus trabajos, especialmente entre los más jóvenes, donde visualizan cierto declive de las tradiciones que los caracte-rizan. En este sentido, creen que se necesita mayor difusión para dar a conocer su labor.

Yo en este oficio he conocido a muchas personas, en di-ferentes tipos de actividades, ya sea en piedra, trabajan en piedra, pintura, cerámica, eh…tejidos, pero toda esa gente está como perdida, por decirlo así. Porque tienen trabajos paralelos. ¿Y por qué razón? Porque no hay aquí en la comuna una difusión o actividades que se generen para poder proyectar todas, todos estos trabajos que son preciosos. Por decirte algo yo, tengo una persona que conozco que es también de acá de Colina que trabaja en piedra y esa piedra él la extrae de la cuesta Chacabuco y hacen unos trabajos pero…espectaculares en piedra. (Ar-tesano)

Zapateros

El oficio del zapatero es otro de los trabajos tradicionales que aún persisten en la comuna. Una tarea compleja, que requiere conocimiento detallado de distintas etapas del proceso, desde la confección hasta la reparación de partes del calzado. En la actua-lidad predomina el trabajo de cambios de suela, de tacos o puesta de parches, cambiando de forma considerable respecto a antaño.

Zapateros

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Fotografía. Calzado en reparación. Zapatería de Colina.

A juicio de los zapateros, en las nuevas generaciones, este oficio es escasamente valorado. La proliferación de calzado a bajo costo y menor duración, ha resquebrajado la tradición de reparar los zapatos, optando en cambio por adquirir un nuevo par más bara-to, y que, de acuerdo a la moda imperante, duren la temporada. Esta situación ha mermado el oficio de la reparación. Por su par-te, la confección de calzado se ha reducido casi exclusivamente al calzado para la vestimenta típica del huaso, para usarse especial-

Ha cambiado harto en cuando a las personas antiguas con las de ahora, ha cambiado la forma de trabajar en zapato, antes de trabajaba en suela, y ahora es todo de goma… ha cambiado harto, pero el oficio es de hace mu-cho tiempo, y yo creo que va a seguir… a veces conversa-mos con el maestro zapatero acá, que quedan muy pocos, maestros zapateros ya no hay casi, y a los jóvenes no les gusta, no les interesa, a pesar que es bien complicado, lo mantiene a uno… yo tengo todo al día, mi casa, no me falta nada… (Zapatero)

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mente en los rodeos8 y en la celebración del Cuasimodo9 . Esta situación ha llevado a que en la actualidad sólo se mantengan funcionando tres zapaterías oficiales, cuyos trabajos se enfocan en el reemplazo de tapillas, cambio de suela o parches. Asimismo, entre las nuevas generaciones son pocos los que se interesan por aprender esta técnica, por lo que los zapateros, de mediana y ter-cera edad en su mayoría, temen por la continuidad de esta labor.

Le he dicho a un joven que venga a aprender, pero no les gusta… por eso yo pienso que entre los jóvenes es difí-cil que tomen este trabajo, porque ya van quedando muy pocos zapateros. Quizás aquí en Colina hay más zapate-ros que en cualquier otro lado, yo vengo de San Bernardo, pero allá no se ven. Y es difícil encontrar otro zapatero, y acá a veces me falta otra mano, pero es difícil conseguir porque no hay, no hay zapateros, y los jóvenes no se inte-resan en aprender. Este trabajo no lo ven como un trabajo que sobreviva uno, porque claro, este trabajo es compli-cado, pero uno puede sobrevivir con esto, yo ya llevo 25 años en Colina con esta reparadora, y he podido vivir bien. (Zapatero)

Fotografía. Una de las zapaterías de Colina en pleno funcionamiento.

8. Mayores antecedentes, ver Capítulo 3. El Rodeo9. Mayores antecedentes sobre esta celebración, ver Capítulo 1. El Cuasimodo.

Zapateros

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Componedores de Huesos

Otro de los oficios en que Colina tiene a exponentes destacados refiere a los componedores de huesos. La composición de huesos es un oficio tradicional ancestral en nuestro país. Reconocido como una técnica de medicina campesina, se caracteriza por la sanación y recomposición de huesos, tendones, articulaciones o ligamentos a través de masajes realizados con cremas, ungüen-tos o aceites. Sus practicantes, generalmente han conocido la la-bor por la enseñanza de su padre o madre, quienes a su vez la aprendieron de los suyos. De esta manera, el oficio se transmite de generación en generación, dando cuenta de un conocimiento no académico, pero sí fundado en el conocimiento del cuerpo y de sus elementos, a través de la práctica.

- Oye antes había por ahí en la San Martín, había un caba-llero de esto también que arreglaba los huesitos, pero ese caballero tiene que estar muerto.

- Falleció

- A mi hijo, se cayó, se le salió el huesito de aquí (señala), y de ahí de donde mismo era que se cayó jugando lo llevó el entrenador donde ese caballero.

- ¿A dónde?

- Detrás de la cárcel. Por el San Martín vive, a la orilla del río, por ahí, porque lo fueron a buscar.

- Mi papá, pero hace años, hace años…

- Si empezó así, le echaron una crema y le empiezan a ca-lentar el huesito, el huesito, el huesito, y de repente ¡Plum! …sabes tú que mi hijo se hizo pipí (risas), y tenía mi hijo en ese tiempo 22 años.

- Sí, po, si igual duele (Focus group, Adultos mayores)

Oficios cargados de tradición

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Fotografía. El trabajo manual es parte fundamental en la composición de huesos

Para realizar el oficio, se requieren técnicas especiales y alter-nativas a la medicina tradicional. Los componedores tienen un gran sentido del tacto, pudiendo reconocer las diferencias entre una quebradura, trizadura o astilladura de hueso, así como entre un esguince o una torcedura, pudiendo sanar a través de masajes reparadores (y muchas veces en varias sesiones, de acuerdo a la gravedad), las lesiones más comunes. Debido al conocimiento no formalizado, y a la transmisión oral y práctica que se hace de la técnica, este oficio puede inscribirse dentro de lo que la Conven-ción Internacional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial ha definido como tal.

En Colina destaca la figura de Don Isidro Morales Chapa, más conocido como ‘Chapita’, quien se ha desempeñado por cerca de 40 años como componedor de huesos. Este oficio fue una heren-cia familiar de su padre, quien a su vez lo aprendió del suyo, y así sucesivamente durante generaciones precedentes.

Componedores de Huesos

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Fotografía. Chapita tratando a uno de sus fieles pacientes

Chapita es un hombre de campo. Su mirada bondadosa refleja años de sabiduría acumulados a través de la realización del oficio que tanto ama. Durante los últimos 40 años se ha desempeñado como componedor de huesos en Colina, labor que aprendió gra-cias a las enseñanzas de su padre y que hoy busca transmitir a uno de sus hijos. Hoy, Chapita es uno de los últimos bastiones de una herencia de medicina tradicional y mantiene una lucha, tal vez inconsciente, por perpetuar este saber no convencional.

Igual que los caballeros que componen los huesitos, aquí al frente tenemos un caballero, cualquier gente vienen a ver a este caballero, y ahora está enfermo, y como que la gente ahora ya no cree mucho en eso, van a hospitales ¿y qué pasa? les ponen yesos. Eso es otra cosa nuestra. (Fo-cus group Adultos Mayores)

Este componedor representa a muchos hombres y mujeres que a través de sus acciones y de su trabajo diario perpetúan estos conocimientos ancestrales sin buscar mayor reconocimiento que el otorgar alivio a quienes atienden.

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Yo fui donde una señora, que una vez me compuso un pie, me caí…y me compuso los dedos de los pies y el tobillo. Y fui donde ella y me dice: “Ah, mira el tobillo donde lo tenís me dijo y me hace así (hace un gesto con las manos) pa’ dentro el tobillo, llegó a sonar. (Focus group Adultos Mayores)

Canteros

Otro de los oficios tradicionales, y tal vez el más reconocido de la zona, refiere a los canteros. Esta labor se concentra en el sector de Las Canteras, poblado ubicado en el cerro Pan de Azúcar, a 16 km. de Santiago, en la ruta de la Autopista Los Libertadores, per-teneciente a la comuna de Colina, donde residen en su mayoría los mineros artesanales.

Como describen sus mismos habitantes, el sector de Las Canteras tiene una población aproximada de 2.500 personadas, en torno a 500 familias que se ubican a un costado de la Avenida Fermín Vergara, mismo lugar en el que se apostan los talleres.

Somos como 2.500 personas aproximadamente, o como 500 familias, en una distancia de 2.5 kilómetros, de la po-blación, que es angosta, tiene longitud, pero en el ancho no es mucho, y todos los talleres que están aquí monta-dos en Las Canteras, están montados a un costado de la Avenida Fermín Vergara, al costado norte, estamos bien estrechos o muy apegados a la calle, aunque no tenemos mucho espacio, eso ocurre con los siete talleres que creo que hay en Las Canteras similar a este. Es una problemáti-ca para nosotros en este momento, pero hemos funciona-do hace bastantes años de esta forma. (Cantero)

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Fotografía. Las Canteras

Historia de Las Canteras

La historia de formación del poblado de Las Canteras está trazada con un fuerte componente casi mítico. Los canteros de la zona relatan sus orígenes atribuyéndolos a un pasado precolombino, vinculado a un oficio de data histórica en Latinoamérica, y cu-yos máximos exponentes fueron los Incas, en la construcción de Machu Pichu. El trabajo de esta civilización con un tipo de piedra de granito rojo, muy difícil de trabajar, los perfila como los más avezados canteros a juicio de los habitantes actuales de Las Can-teras. De esta manera, para ellos la raigambre histórica de su la-bor, incluso antes de la Conquista los vincula y sitúa de un modo especial en el trabajo con la piedra.

Los mejores canteros del mundo fueron los Incas por lo siguiente: en Egipto se trabajaba la piedra toba amarilla, que es la que está en las pirámides; en Roma se trabajaba

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el Mármol y el granito “ala de mosca”, que es un granito blanco; pero en Machu Picchu existe el granito rojo, que es lo más duro que hay en piedra. (Cantero)

Este relato de mito fundacional respecto al trabajo en las cante-ras prosigue con la llegada de los españoles, en cuyas filas venía un contingente importante de trabajadores de las piedras, lo que viene a perpetuar la labor ya realizada de antemano en estas tie-rras.

Yo no miro al Poblado de Las Canteras como un pueblo de 128 años, como todo el mundo le dice en Colina, sino que va más allá, porque los canteros que llegaron a Chile venían de una comunidad de canteros, y esa comunidad, que estaba en España, venía de alguna otra comunidad de canteros. (Cantero)

Así, de acuerdo a lo que indican, la comunidad de canteros ve-nida de ultramar comienza a trabajar para dar vida a la capital desde sus inicios.

Los canteros trabajaban en la cantera del San Cristóbal haciendo soleras y adoquines, eso fue lo principal por muchos años. De hecho, la primera calle adoquinada de Santiago, se habla del 1659, que fue primer empedrado, la historia no especifica si eran adoquines o piedras de cual-quier tipo, pero podríamos decir que en 1659 se empedró la primera calle, y en 1682, por orden del Gobernador, se mandó a poner solera en todas las calles. (Cantero)

Posteriormente, y a partir del declive en la construcción de ado-quines en Santiago, los canteros habrían comenzado a emigrar, llegando a poblar los sectores de Renca, Conchalí y el sector Pan

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de Azúcar en Colina. De este modo, hacia finales del s. XIX, re-latan, se instalan en las afueras de lo que hoy se conoce como Colina, y comienzan a asentarse como comunidad.

Los que hacían adoquines decidieron emigrar, entonces no hallaron nada mejor que irse a los cerros de Renca, de Conchalí, donde hoy está la Pincoya, y otros emigraron a Colina, al sector del fundo Pan de Azúcar, donde hoy esta-mos instalados, pero tampoco fue por casualidad, porque las familias grandes de Colina, como los Vergara, los Mon-tt, los Ruiz-Tagle… este canal que pasa por el pueblo, que es preincaico, lo tuvieron que ir agrandando, y para agran-dar el canal, necesitaban canteros. Estamos hablando de a principios de 1800, iban a buscar a los canteros a Conchalí, y los canteros venían a cortar las piedras, agrandaban el canal, entonces ellos les iban contando a las nuevas ge-neraciones que esas piedras eras buenas, que era buena piedra, entonces eso se fue quedando en las generaciones del San Cristóbal, entonces cuando tuvieron que emigrar, ya sabían que la piedra era buena, no fue casualidad, y acá llegaron a fines de 1884, en octubre más o menos. (Cantero)

Este relato de los canteros alude al origen del poblado de las can-teras. De acuerdo a lo que plantea el antropólogo Matías Garcés en su tesis de grado (2008), el origen del sector se remonta a la canalización del Canal del Carmen, para resolver problemas de regadía en algunas haciendas de la Colina. Este proceso, enco-mendado por la familia Figueroa, Vergara y Ruiz Tagle, requirió contar con un alto número de canteros del San Cristóbal, para di-namitar y organizar las rocas en los bordes del lecho del río. Como indica el autor “En el marco de estos trabajos, los mineros se dan cuenta que en el cerro Pan de Azúcar existían piedras calizas y ba-saltos de buena calidad, regresando a sus yacimientos de origen con un conocimiento que será transmitido generacionalmente y aplicado con el tiempo” (Garcés, 2008, p.24). Así, posteriormente

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cuando el “Plan de Transformación de Santiago” elaborado por Vicuña Mackenna en el año 1872, exigió el aumento de la explo-tación de las canteras existentes en el cerro San Cristóbal para llevar a cabo las remodelaciones urbanísticas y estas no dieron abasto, “un grupo de canteros que tenía conocimientos de los an-tiguos trabajados efectuados en el Canal del Carmen informa a los contratistas que en el cercano cerro Pan de Azúcar existían yacimientos de rocas basálticas de buena calidad” (Ibíd). De este modo, los canteros se asientan en el antiguo fundo Los Hornos de Colina, propiedad de Fermín Vergara Montt. De acuerdo a esto, si bien no se cuenta con una fecha de llegada exacta, se ha estable-cido como fecha de fundación el 24 de octubre de 1884, la que es conmemorada anualmente como el Día del Cantero.

Fotografía. Los primeros canteros. Archivo personal de Rolando Abarca.

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La identidad de los canteros, se sustenta en este oficio tradicio-nal. Uno que ha marcado el desarrollo de las urbes y que, como indican, fue primordial en la configuración de las ciudades, a tra-vés de la construcción de sus calles, con los adoquines que tanto identifican al centro histórico de la capital, y que actualmente buscan rescatarse a través del Plan Barrio Cívico implementado en Santiago10 , así como de los edificios tradicionales como la Ca-tedral Metropolitana, la Iglesia de Santo Domingo, el Palacio de la Moneda, el Puente Cal y Canto, por ejemplo.

Bajo el estudio del académico Gómez Villar (2012), la construc-ción identitaria de los habitantes de esta zona bajo este relato originario de su labor, está dado además por el fin práctico para lograr la declaración de Las Canteras como Zona Típica, con el fin de proteger el patrimonio del territorio, y evitar la apropiación y transformación de este lugar por parte de las inmobiliarias que abundan en el sector. Como el autor plantea: “En sus discursos patrimoniales, la estrategia no es enfatizar los cambios o ruptu-ras con el pasado, sino presentar una “mágica” línea de continui-dad que impacte en la opinión pública y en los actores políticos” (Gómez Villar, 2012, p.82).

Finalmente, y luego de un intrincado proceso iniciado en 1998 (Gómez Villar, 2012), durante el mes de enero del 2013, Las Can-teras fue declarada como Zona Típica por el Consejo de Monu-mentos Nacionales. De acuerdo a la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales, esta declaratoria reconoce que:

Las Zonas Típicas o Pintorescas constituyen agrupacio-nes de bienes inmuebles urbanos o rurales, que forman una unidad de asentamiento representativo de la evolu-

10. Para más información visitar: http://www.gob.cl/santiago-2-0/barrio-civico-santiago-2-0/ y http://www.gob.cl/barrio-civico/.

Oficios cargados de tradición

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ción de una comunidad humana y que destacan por su uni-dad estilística, su materialidad o técnicas constructivas; que tienen interés artístico, arquitectónico, urbanístico y social, constituyendo áreas vinculadas por las edifica-ciones y el paisaje que las enmarca, destaca y relaciona, conformando una unidad paisajística con características ambientales propias, que definen y otorgan identidad, re-ferencia histórica y urbana en una localidad, poblado o ciudad11 .

De esta forma, este reconocimiento les brindó un marco de pro-tección para el poblado que se caracteriza porque la totalidad de sus habitantes se dedican al trabajo de la piedra.

- Ahora ya eh se decretó un lugar, eh de reliquia nacio-nal, como artesanía.

- El abuelo de mi cuñado fue fundador de las canteras

- En Chacabuco también hay unas canteras, también tra-bajan lo mismo. (Focus group Adultos Mayores)

El oficio del cantero

Los canteros de Colina tienen una tradición de más de 100 años, logrando adquirir un modo de subsistencia por medio de los fru-tos que las imponentes canteras les entregan, principalmente mediante la manufactura de adoquines y esculturas en piedra. Hoy en día, el sindicato de canteros acoge a cerca de 350 traba-jadores, creando un estatuto preventivo que les faculta para ex-plotar los recursos únicamente a los nacidos en el poblado de Las

11. Sitio web Consejo de Monumentos Nacionales: http://www.monumentos.cl/OpenDocs/asp/pagDefault.asp?boton=Doc50&argInstanciaId=50&argCarpe-taId=&argTreeNodosAbiertos=&argTreeNodoActual=0&argTreeNodoSel=0 .

El oficio del cantero

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Canteras, lo cual protege y fomenta la permanencia en el tiempo de este particular oficio.

En el cerro de hace la extracción del material y se fabri-can adoquines, es más común; aquí en los talleres tene-mos otra área de trabajo, que son figuras de distintas for-mas, piezas, envases, piletas, es bien amplia la variedad del trabajo. (Cantero)

La tradición histórica de oficio concuerda con la forma de trans-ferencia de éste, traspasado de generación en generación, me-diante la enseñanza de sus padres y cercanos. Los canteros en-trevistados concuerdan en haberse iniciado tempranamente en esta labor; ya en su niñez acudían con sus padres o familiares a trabajar a las canteras, conociendo desde la infancia el trabajo de la piedra, primero bajo aproximaciones más tangentes y prin-cipalmente mediante el juego, para luego incorporarse de forma activa a la labor productiva. Concuerdan además en el aprendiza-je constante de su trabajo, ya que nunca se deja de adquirir nue-vos conocimientos.

Yo trabajo de lleno desde los 17 años, pero relacionado con la piedra desde chico, porque uno comienza prime-ro a jugar con las herramientas y empieza a conocerlas, a conocer sus nombres, qué función cumple cada una, y a manipularlas desde chico, entonces cuando uno ya tiene unos 13 años sabe bastante del oficio: cómo se trabaja, qué diferencias hay entre una piedra y otra, a esa edad ya sabe bastante uno sin darse cuenta. Entonces el apren-dizaje comienza desde bastante chico, ya hacia los 17, 18 años tenía hartos conocimientos, ya estaba ganando pla-ta a esa edad, claro que en este oficio, aunque uno parta desde chico, no es que tenga todo aprendido, nunca deja de aprender. Yo ahora rengo 44 años y sigo aprendiendo de la piedra, o del oficio, distintos conocimientos, cómo

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procesar, o cómo hacer las cosas más fáciles, creo que no voy a dejar de aprender nunca en este oficio. (Cantero)

Empiezo a trabajar como a los 15-16 años, ahí empieza mi relación con el trabajo, yo corté piedra para las piletas que están afuera de La Moneda, de la Plaza de la Consti-tución, mis amigos trabajan ahí, yo no podía trabajar ahí porque era menor de edad, pero ahí comenzó mi relación con la piedra, año `80-̀ 81 fueron años de hartas lucas, la gente fue comprando vehículos, y el pueblo empezó a tirar para arriba. (Cantero)

El oficio, para los actuales canteros se manifiesta como una he-rencia, un destino natural a partir de lo ya realizado por sus pa-dres, abuelos y así hacia atrás. Para ellos, es un destino que asu-men llenos de orgullo.

El oficio yo lo tomo heredándolos de mi papá y mis tíos, y mi papá de mi abuelo, asó ocurre con todas las fami-lias que hay acá, se traspasa el oficio de generación en generación, estamos trabajando en forma constante en la piedra, no tenemos cambio de oficio, desde el inicio, en general, los canteros nacen siendo canteros y mueren siendo canteros. (Cantero)

Fotografía. Piedras extraídas del cerro.

El oficio del cantero

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Sin embargo, en las nuevas generaciones esta herencia está per-diendo la fuerza de antaño. No son pocas las familias de canteros que buscan que sus hijos sean profesionales, que cuenten con un título, y puedan si así lo deciden, a partir de esa formación profe-sional seguir vinculados al oficio. Sin embargo, también les gene-ra preocupación el desinterés de algunos jóvenes por continuar con la tradición que dio vida a este sector.

Así como a nosotros nos traspasaron el oficio, yo tam-bién lo estoy haciendo con mi hijo, que tiene 16 años, que a esa edad ya sabe hacer varias cosas en piedra, y tam-bién ya se gana sus lucas, cada vez que puedo llevarlo a un trabajo que no sea aquí en el taller, que sean cosas que yo sé que son difíciles de explicar en palabras, yo lo llevo a la obra, para que me ayude y para que él se dé cuenta de todo lo que uno hace ahí en el lugar, mediciones, apli-car ciertos pegamentos, cómo se fijan las piedras, o cómo se cuidan desde que uno se las lleva del taller hasta que se instalan. La intención mía con mi hijo es que él siga el mismo oficio, independiente que estudie, si tienen la po-sibilidad de alguna profesión, me gustaría que lo hiciera, pero que siguiera en el área de la piedra, con su título ahí guardado, pero en el oficio. (Cantero)

La preocupación que se me genera es que en caso de mi hijo, que es un caso que está ocurriendo con muchos muchachos acá, es que están dejando un poco de partir tempranamente en la piedra; ahora hay muchos jóvenes que tienen 15 o 18 años, y no tienen idea del conocimiento del oficio, sabe que vive en Las Canteras, que su papá y su tío es cantero, pero él no está muy relacionado con la tierra, está preocupado de sacar una carrera, y de irse a trabajar a otro lugar. (Cantero)

Oficios cargados de tradición

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Las canteras tienen mucho futuro en cuanto a las nuevas generaciones, porque los chiquillos estudian, algunos se reciben y al final terminan en la cantera, porque, como se criaron libres, no les gustan los jefes, que los anden man-dando, eso es lo que mueve a los chiquillos. (Cantero)

Ser cantero en estos días

En general, se aprecia en los canteros una auto representación como portadores de un saber especial, de un patrimonio intangi-ble importante y digno de relevar y perpetuar. Ven en el trabajo la posibilidad de trascendencia, la inmanencia a través de la forma que dan con sus manos a la piedra. Junto con ello, evidencian la significancia a que sus descendientes vean sus trabajos y sepan que han contribuido a forjar lugares tan emblemáticos de deter-minadas ciudades. De ahí la importancia que atribuyen a mante-ner sus tradiciones, y que los llevó a efectuar un largo proceso de lucha para que la zona pudiera reconocerse como Zona Típica.

A mí me motiva mucho eso, sé que el trabajo que voy a hacer va a estar ahí siempre y van a poder verlo mis nietos, mis bisnietos, nosotros trascendemos, como trasciende la piedra, es importante para nosotros eso. (Cantero)

Me gusta el reconocimiento de la gente, pues el cante-ro tiene una particularidad, donde va a trabajar, al gente queda mirando, por ser un oficio poco conocido, y llama la atención que tú puedas crear algo de una piedra, por-que la gente común tiene otra visión de las piedras, por-que nosotros creamos cosas de las piedras y vivimos de las piedras, cuando estamos en un siglo de tecnología de punta, todo el mundo tienen celulares y domina el com-putador, y que haya gente que se gane la vida como se la ganaba el ser humano hace 500 años, es espectacular y

Ser cantero en estos días

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respetable. La piedra está presente en el ayer, en el pre-sente y en el futuro. (Cantero)

No prima lo material, lo que prima aquí es el amor por el oficio y el amor por patrimonio que tenemos nosotros. Te-nemos un patrimonio increíble, nosotros fuimos declara-dos pueblo típico el 13 de enero del 2010, único pueblo en Chile que fue declarado por la riqueza intangible. O sea, el Consejo de Monumentos Nacionales, en su ley, no tiene el estado de riqueza intangible, lo que tiene que tener un pueblo para ser declarado pueblo típico es la riqueza tan-gible, las construcciones, los monumentos, nosotros no tenemos nada de eso, pero se buscó un subterfugio para que el pueblo no muera. (Cantero)

Fotografía. Piedra y cincel, compañeros inseparables en la labor del cantero

Así se deja entrever el carácter simbólico atribuido a la piedra, la que se asocia a la idea de unidad, fuerza, solidez y lo impere-cedero, además de vincularse con la sabiduría, por su carácter

Oficios cargados de tradición

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inmutable (Cirlot, 1979; Chevalier, 1986). En este caso, la sabiduría ancestral de un trabajo adquirido mediante la herencia.

Junto con ello se aprecia un fuerte cariño por el trabajo, por reali-zar un oficio que aman, y poder desarrollar un trabajo artístico y de creación, mediante el cual dan vida a una obra ya oculta bajo la piedra.

Lo que me gusta a mí, es que he ido creando conciencia en los canteros, de tenerle cariño al oficio y eso te va ha-ciendo el trabajo más liviano… al enamorarte de tu pega y de tu historia, tú trabajas con agrado, pero si no estás con agrado en tu trabajo, debe ser terrible. Nosotros tratamos de inculcarles a los chiquillos jóvenes el amor por el oficio, y los chiquillos se van sintiendo orgullosos. (Cantero)

La piedra tiene vida, después de eso, la piedra cobra forma, como decía Miguel Ángel: “siempre dentro de la piedra hay algo”, hay una figura, un adoquín, y lo único que el cantero hace es sacar lo que sobra a la piedra. Yo de repente agarro una piedra y sé adentro de esa piedra hay un plato de pileta, lo que tengo que hacer es sacar-le lo que está afuera, entonces eso a nosotros nos da el respeto por la piedra, mucha gente que nos ve de afuera nos dice que somos artistas, que hacemos creaciones que nadie hace, pero también nosotros sabemos que la piedra tiene en sí, y nosotros lo que hacemos en descubrir lo que la piedra trae, hay piedras que traen piletas, figuras de mujer, sirenas, mesas de centro y ahí están, hay que des-cubrirlas no más. (Cantero)

Encuentro genial ser cantero, no solamente por la parte económica, también por lo que uno puede aprender del oficio y desarrollarse como artesano o como cas artista

Ser cantero en estos días

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creo yo; y la piedra nos permite esto, es un trabajo que nos da una relajación de poderlo hacer en tiempos que uno maneja, ya sea el horario de partida o de salida, y eso es porque el oficio nos permite tener esa comodidad. (Cantero)

Fotografía. Cantero trabajando la piedra

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Los canteros en el imaginario de Colina

A pesar de esta amplia historia en la construcción fundacional de Santiago, y de la continuidad de su labor en las canteras, al interior de Colina no se aprecia un reconocimiento transversal a estos artesanos. Son más bien reconocidos por aquellos vincula-dos al ámbito creativo, como artistas y artesanos, o por quienes tienen mayor familiaridad con el sector de Las Canteras.

Por ejemplo los canteros, ellos tienen un legado histó-rico que, gran parte de Santiago, gran parte de las calles que se han realizado en Santiago están hechos con ado-quines que ellos fabricaron. Entonces si tú lo miras de ese punto de vista tiene que ver también con la, la evolución de… de nuestra ciudad de Santiago, de pavimentar las calles, hicieron algunos trabajos también en la catedral, en algunos museos también, eh …y todos esos trabajos tienen mucha importancia porque ellos a través de eso están proyectando una tradición, que viene de montones de generaciones, de personas que actualmente están tra-bajando ahí pero eso lo han legado de sus antepasados, de sus abuelos, tatarabuelos. (Artesano)

- Yo trabajé cerca de los canteros. Estuve de guardia, tra-bajaba en un condominio cerca de Las Canteras… cuando tronaban esas dinamitas que ellos cargan, se sentía todo ahí, porque el cerro estaba cerquita, salía la humareda. Los camiones subían el cerro, hasta la punta del cerro mu-chas veces, y bajaban cargaditos para abajo con piedras, y las trabajan en las casas de ellos, porque hay una calle que tiene como un kilómetro más o menos de largo, ahí, donde usted vaya , hay piedras, dibujos, por ejemplo…

- Hacen cosas muy bonitas…

Los canteros en el imaginario de Colina

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- Muy bien talladitas, trabajan muy bien…

- Hacen piletas, lo más lindo que hay ahí, tienen una mano única para trabajar los caballeros. Claro que son distintas piedras, porque ellos las elijen. Hay piedras, por ejemplo, para hacer estos que ponen en la calle, adoqui-nes, no sé si se verán todavía en Santiago calles con las piedras así. La piedra para dibujarla, es otra; tienen una piedra que es como una cáscara, que las van poniendo en las murallas ahora y parece que fueran murallas de pie-dra, y no, es la pura cáscara. (Focus group Adultos Mayores)

En este sentido, se evidencia que a pesar de que el poblado es par-te administrativa de la comuna de Colina, sus habitantes no lo perciben como tal, sino como un sector específico que marca sus diferencias con la comuna, tal como también sucede con el sector de Chicureo.

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Tradiciones e identidad en el imaginario de Colina

6.

Construyendo memoriaTradiciones e identidad de Colina

Como hemos visto a través de las páginas precedentes, Colina po-see una serie de hitos y tradiciones bastante reconocidas que van configurando la identidad y patrimonio inmaterial de la comuna. Llegado este punto, una vez revisadas las tradiciones que el estu-dio distinguió como más relevantes, nos adentraremos a visión más amplia respecto al imaginario cultural de los habitantes de Colina. Así, el presente capítulo se centra en exhibir las represen-taciones simbólicas y la apropiación que tienen adultos mayores y adolescentes respecto a la cultura, identidad y patrimonio de Colina, combinando las percepciones recabadas mediante los instrumentos cualitativos, con los datos proporcionados por las encuestas.

Tradiciones e identidad en el imaginario de Colina

La representación simbólica de Colina presenta una imagen bas-tante transversal entre adultos mayores y adolescentes. Al solici-tarles mencionar los tres principales elementos que caracterizan a la comuna, las respuestas de los encuestados remarcan una se-rie de conceptos que dan vida al imaginario de la zona. A través de

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la siguiente representación visual que muestra en mayor tamaño las palabras más recurrentes, se puede apreciar la confluencia de miradas en torno a elementos característicos de la comuna.

Imagen. Elementos que identifican a Colina

Así, y como ya veíamos en el Capítulo 1, la fiesta tradicional del Cuasimodo emerge como la más nombrada en ambos segmen-tos, mencionada por un 37% de los encuestados. Destaca también entre las características de la comuna la Cárcel, asociada además al concepto de delincuencia. Al profundizar en las entrevistas realizadas, puede verse que la instalación de las cárceles en la comuna ha traído consigo un cambio en la representación de ésta, asociada a la llegada de más y nueva gente a la zona, mayor delincuencia, junto a la estigmatización del sector. Estas trans-formaciones hacen que los habitantes de Colina, especialmente los adultos mayores, contrapongan el Colina actual con el Colina

Construyendo memoria. Tradiciones e identidad de Colina

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Tradiciones e identidad en el imaginario de Colina

de antaño, con mayor tranquilidad y seguridad. Entre los adoles-centes, las cárceles representan uno de los principales elementos que caracterizan a la comuna, especialmente para los foráneos a ella. Los jóvenes perciben la discriminación y estigmatización del sector a raíz de estos recintos y consienten en que los ajenos a la comuna al mencionarla, lo primero que reconocen de ella son las cárceles. A su juicio, esto los estigmatiza y obvia muchos de los otros atributos de la comuna.

- Porque es más conocido por las cárceles que hay aquí que por otra cosa. Porque dicen Colina: Ah, las cárceles, Colina 1, Colina 2, los traficantes… entonces Colina debe-ría ser conocido por otra cosa, no por eso.

- Sí, pues tiene harto más, están las Canteras…

- Chicureo. Las termas de Colina. Bueno…se ha hecho más conocido por esto de Los Méndez, porque ellos viven ahí en Chicureo.

- Ah y ahí hay como una diferencia entre Colina… Es como si se partiera en dos la comuna. Como si Colina fuera dos, dos comunas en una. Porque una por ejemplo le nombran Chicureo: ah, el Camiroaga, listo…y uno nombra Colina… delincuencia, delincuencia

- Colina es el pueblo, Chicureo es más de los que tienen más plata. Más de los cuicos. (Focus group adolescentes)

Pero igual yo cacho que todos estamos de acuerdo que cuándo uno dice que es de Colina, te preguntan si es de la 1 o la 2… la cárcel.

- También si es huaso, si es campo, todos creen que todo es campo (Focus group Adolescentes)

- Huasos. Colina 1, Colina 2. Las cárceles. Eso es un patri-monio aquí. Sí. Como Colina 1, Colina 2 altiro así.

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- Ese es como un elemento que identifica a Colina

- Sí (responden varios)

- Sí, lamentablemente. O nos dicen huasos, huasitos. ¿Y el caballo adonde lo dejaste? (Focus group Adolescentes)

A pesar de esto, el imaginario de Colina trasciende este ámbito delictual, destacando además la Plaza de Armas, como un cen-tro de reunión emblemático, especialmente para la juventud, que una vez finalizadas las horas de clases lo utilizan como punto de encuentro habitual. Junto con ello, el remozado Parque San Miguel se ubica como un elemento de distinción a juicio de los colinanos encuestados, en tanto es sede de diversas actividades y celebraciones, especialmente municipales. En esta línea, la Muni-cipalidad y la figura del Alcalde toman fuerza como figuras visi-bles y relevantes dentro de la comuna, con una gran cantidad de menciones.

Para la juventud, los desfiles realizados anualmente para conme-morar las Glorias Navales, el aniversario patrio y el aniversario de la comuna son elementos representativos y una tradición en Colina. Los adolescentes participan a través de sus establecimien-tos educaciones junto a sus compañeros de curso, con impecable presentación, y algunos mediante su intervención como parte de grupos folclóricos que realizan el tradicional esquinazo al cierre del desfile. Además de los colegios y liceos, participan diversas or-ganizaciones como la Cruz Roja, Bomberos, o Clubes de Huasos de Colina. Su continuidad año a año y la participación directa de los jóvenes perfila estos desfiles como eventos importantes y reconocidos por los adolescentes como parte de la vida de Colina. Finalmente, se destacan conceptos que pueden asociarse a la vida rural y a las tradiciones. Las Fiestas, el campo, las fondas, el rodeo o la agricultura, las Fiestas Patrias, entre otras, reflejan un pano-rama en que las tradiciones huasas siguen vitales en la mente de

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sus habitantes. En este punto, puede distinguirse otra diferencia entre los adolescentes y el segmento de mayor edad. Si para estos últimos, la ruralidad se destaca como un valor en sí mismo, bajo un ideal de tranquilidad, seguridad y tradiciones del mundo del campo, para algunos adolescentes este carácter rural parece de-notar cierto rasgo despectivo, intentando aclarar que la comuna se ha modernizado y que combina los rasgos positivos de la rura-lidad con las comodidades de una ciudad.

Piensan que es campo. Si creen que es rural. Que es como más huaso, cosas así. Como tipo “Carmona” (risas). O un poco más solo, más alejado. Porque igual está bien alejado de Santiago. (Focus group Adolescentes)

La parte rural que tiene Colina, lo identifica harto, por-que todos saben dónde queda Filomena, San Luis, enton-ces esas partes igual son como…lo distinguen de otras partes. (Focus group Adolescentes)

Pero Colina es lindo, porque tiene su parte rural y aún así estamos como, no estamos campesinos igual tenemos su-permercados, tiendas y todo, entonces como que se mo-dernizó pero no pierde la parte rural que lo caracteriza. (Focus group Adolescentes)

Por otra parte, entre las tradiciones conocidas nuevamente el Cuasimodo emerge como la tradición por excelencia en la comu-na. Esta situación puede entenderse también por la elevada pre-sencia del catolicismo en la comuna, dato que se corrobora en la encuesta al observar que un 55,5% de los adolescentes y un 60,7% de los adultos mayores indican que su credo es católico. Además de ésta, las fiestas populares, los rodeos y las fondas de las cele-braciones de las Fiestas Patrias son las principales.

Cuasimodo es como la fiesta más bonita… Cuasimodo, que participa como todo el pueblo, más tradicional. La

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otra es la que se está haciendo ahora nueva, la Trilla a Ye-gua Suelta que se hace en Enero… y las Fiestas Patrias que también son muy bonitas aquí en Colina. Las Fondas tan bonitas que se hacen. (Focus group Adultos Mayores)

Al ahondar en los relatos, se pueden encontrar una serie de otros elementos que se convierten en tradiciones de la comuna, mu-chas de las cuales no se perciben como tal y por ende no son men-cionadas en las preguntas específicas, pero van surgiendo en las conversaciones con los habitantes de Colina. Así, fluyen detalles de leyendas, personajes típicos, o celebraciones populares que han dejado de realizarse. Entre éstos, podemos destacar:

Leyendas

Tanto adolescentes como adultos mayores conocen historias de fenómenos paranormales, apariciones o presencias diabólicas en determinados puntos de la comuna. Estas historias han sido co-mentadas por familiares, amigos, por lo que han sido parte de la vida cotidiana de muchos, y en el caso de algunos adultos mayo-res, incluso han sido experimentadas. El relato de estas leyendas se complementa con los aportes de los participantes en los focus group, por lo que resulta importante visualizarlo en su contexto completo. De esta forma, los principales mitos expuestos por los propios habitantes de Colina se abocan a la figura del diablo y de la Llorona.

A continuación, presentamos las leyendas relatadas tal como fue-ron comentadas en las conversaciones grupales:

- Aquí hay muchas historias que no se saben, todos no las sacan no las dan a conocer ni a las nuevas generacio-nes. Inclusive antes, habían años atrás no existía los cami-

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nos pavimentados. Antes… muchos decían que sí existía el diablo, la Llorona, y era verdad po’.

- En Santa Filomena

- Yo por la puerta de mi casa bajaba la Llorona, por la puerta de mi casa bajaba el diablo. Al lado abajo había un vecino que el diablo lo acompañaba todas las mañanas en su carretón a dejar las verduras a Santiago.

- ¡Ay, qué terrible!, menos mal que se fue

- Porque antes no había movilización, solamente se iba en carretón.

- Este era más diablo que él diablo po’ (risas)…

- A lo mejor era la diabla (risas). (Focus group Adultos Ma-yores)

- Yo vivía en Esmeralda y antes las calles eran todas ce-rradas por puros morales, zarzamora, y no existía la luz, existían los chonchones a parafina.

- Sí, eso pasó en todos los lugares, todas partes

- En aquellos siglos, aquellos tiempos entonces existía más la realidad y las figuras realmente del diablo. Noso-tros estábamos una vez así como están ustedes, me invi-taron, la vecina del lado abajo a cenar, porque antes se cenaba en la noche, no como ahora, y al lado habían unas matas de duraznos y habíamos como, como 7 personas y niños, y en eso de repente llega y se movió el árbol y la fi-gura. Salieron todos arrancando, yo me quedé ahí porque no tenía idea…y después me gritan de adentro: ¡arranca, el diablo!

- Shh.. el diablo estaba ahí mismo (risas) pero más diablo que el diablo…

- Y resulta que ahí mismo había una mata de higuera, esa

Leyendas

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mata de higuera después la sacaron porque la señora des-pués empezó a cuidar niños, puso una casita, una media-gua, armó un par de dormitorios ahí, en la noche llegaba el diablo porque le sacaron su mata de higuera y le penaba.

-No, si antes existía…

- A las 12 de la noche ellos trancaban, ponían cerrojos, le abrían la puerta. Quedaban todos ahí. Por qué hicieron la parroquia actualmente que es de Esmeralda era para atajar el paso del diablo. Porque por ahí pasaba

- Sí, si esa era su trayectoria

- Eh, claro, era su camino y por ahí bajaba la Llorona tam-bién. Y por eso fue construida la Iglesia de Esmeralda en ese lugar. Igual que el Cerro La Cruz, le pusieron la cruz y le pusieron la gruta porque ahí también se aparecía…donde se hacía la procesión del Vía Crucis. Y el único lugar, donde se hace en este momento en vivo, el único. (Focus group Adultos Mayores)

Pero igual ahí en la Reina Sur hay una cruz, a la entrada, que está al costado izquierdo. Que dicen que esa cruz…y al fondo está la iglesia, la….hay una iglesia, es colonial, tiene harto tiempo, es como una casona. Y decían que esa cruz la pusieron ahí porque decían que en el tiempo de la colonia pasaba la carreta del diablo, así se llevaba la gente, y para que no pasara más eso pusieron esa cruz y pusieron una iglesia, pero la iglesia es grande así como ocupa como 3 veces este colegio más o menos, es grande siempre hacen eventos ahí los días sábados, hacen casa-mientos, cuestiones así, pero eso…eso más que nada, ahí en la Reina Sur. (Focus group Adolescentes)

Ah, dicen que un hombre tiene una cabeza de chancho y pena. Que se aparecía ahí en el puente de Colina…allá arri-

Construyendo memoria. Tradiciones e identidad de Colina

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ba. Se dice que era un vagabundo que por el frío, estaba ahí en el puente de Colina o algo así no sé a dónde, que por el frío se puso una cabeza de chancho y es algo que se le encarnó y no se la pudo sacar más. Después con el tiempo no se la pudo sacar. También está la de la Llorona, que sale la Llorona en la noche…

- A mí me da que eso no es, no aparece, es la imaginación que uno tiene porque dicen que cuando ladran los perros mucho en la noche, aparece.

- ¿Y ustedes saben de alguien que la haya visto?

- Mi primo. Sí, porque pa’ allá donde vivimos nosotros es más campo que aquí, puro campo pa’ allá, hay casas lejos no hay cerca.

- En mi casa también iba la Llorona. Al lado de mi casa se ponía a llorar. Una casa viejita que tenía mi mamá. (Focus group Adolescentes)

Personajes Típicos

Además de las leyendas, los habitantes de la comuna reconocen distintos personajes representativos o tradicionales en la comu-na. La relevancia adquirida por estos personajes se da por poseer alguna característica particular (física o en su comportamiento), algún oficio que los distingue o por ser habituales en ciertos espa-cios del territorio. Tal como en el caso anterior, la descripción de estos personajes se enriquece con el relato y comentarios que van surgiendo en la conversación. De esta forma, al preguntarles por personajes típicos o reconocidos de Colina, esto es lo que surge.

- ¿Conocen algún personaje típico de la comuna?

- El alcalde (risas).

- El loquito del cementerio. El “Mangarria”. El que va en

Leyendas

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las calles y saca como fotos… o el “Coca-Cola”. Ah y el pe-rro que murió que no se pronuncia el nombre (baja la voz).

- ¿Quién?, cuéntenme…

- Cuenta tú, perro po’.

- Puedo contar que alguien que es muy conocido bue-no, no, los jóvenes no lo conocen, pero sí la gente mayor de edad. Es que un fotógrafo que vive aquí en Colina y es profesional, vive cerca de mí, literalmente al frente mío y siempre está con la Municipalidad participando en las, sacar fotos cuando el alcalde entrega cosas, en todo as-pecto…

- El que se pone afuera del Tottus

- El del pueblito, el del pueblito.

- El único lugar donde hacen piercings es el pueblito. Sí.

- ¿El pueblito, qué es?

- Pueblito artesanal. Es chico, como de cuatro puestos (risas). Son súper pocos pero es súper conocido en Colina, casi todos van pa’ allá… Todos van para allá, es bacán. ¿Querís un piercing? El pueblito. Aparte queda en el cen-tro. Sí po’. (Focus group Adolescentes)

- Hay un enfermito que tiene deficiencia mental que tra-baja en el cementerio llevando el agua y que a mí me da miedo. Que me persigue. Y todos los conocen.

- ¿Cuál es ese?

- Que no sé como le dicen, pero camina raro y es peladito.

- Pero hay uno que a veces anda en la feria

- ¡Sí, anda en todos lados!

- Que se viste de viejito pascuero, o de Cuasimodista.

Construyendo memoria. Tradiciones e identidad de Colina

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- Ese es, el mismo

- El que se pone como un palito pal’ Cuasimodo, se sube.

- O el “Chupalla loca”, el de la feria que anda con el megáfono (risas)

- Él sí que es conocido.

- ¿Y qué hace él?

- Es predicador. Predica, con un megáfono y con un par-lante

- Oh, y grita…

- Y predica todo, la palabra de Dios, se motiva de verdad. Y le regala dulces a los niños

- Mi mamá no me dejaba recibir –

- A mi tampoco (risas)

- Yo sí los recibía (risas), eran dulces.

- ¿Pero él es inofensivo…?

- Sí, si él sólo predica la palabra de Dios, pero por toda la feria, por todo el centro

- Y gritando

- Y con megáfono. (Focus group Adolescentes)

De los personajes comentados por los adolescentes, y aquellos re-conocidos por los adultos mayores puede advertirse que existen ciertas diferencias en el tipo de personas mencionadas. Así, los adolescentes dan cuenta de gente conocida en su medio, que se mueve por las zonas céntricas de la comuna, y que no necesaria-mente realizan alguna actividad tradicional, sino que son reco-nocibles por poseer cierta particularidad.

Personajes Típicos

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Los adultos mayores, en cambio, reviven historias con persona-jes que en su mayoría ya son desconocidos para los jóvenes, y a su vez, no se muestran tan conocedores de los mencionados por éstos. Esta situación puede entenderse tanto por el ciclo de vida de ambos segmentos, y por el grado de participación actual en la vida comunitaria. En el caso de los adolescentes, la asistencia a colegios o liceos en el centro de la comuna, los obliga a tomar contacto con jóvenes de diversos sectores y a tener una mayor movilización dentro de la comuna, siendo comunes los traslados de un lado a otro, lo que puede redundar en un conocimiento de un espectro más amplio de público, potenciado por el contacto y la conversación frecuente con sus pares. Para los adultos mayo-res, en cambio, las dificultades en los desplazamientos, pueden limitar una participación más extensiva, o con un grupo amplio, concentrándose en las reuniones más cercanas a su hogar, o con su segmento etario, lo que podría mermar su conocimiento res-pecto a estos personajes en un sector mayor de la comuna. Así, los personajes que estos identifican corresponden a:

- Pepe camión, el camión le llamaban, y era conocido por la gente, los choferes hasta los carabineros los hacía para él… (risas) y los carabineros se paraban. Si dirigía el tránsito, se paraba en medio de la carreteara y dirigía el tránsito

- Entonces todo eso era bonito, ya después que lo fui co-nociendo, se me fue quitando el miedo, pero al principio cuando lo vi…

- Y tenía su carnet de identidad también, porque yo mis-ma le tomé la fotografía para que fuera al departamento del tránsito y molestó hasta que le dieron el carnet. Tenía su carnet de conductor (risas)

- Y la otra también que yo me acuerdo es de la “Mexica-na”…

Construyendo memoria. Tradiciones e identidad de Colina

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- Sí, también (asienten varios)

- Era borrachita, era curadita

- Y la reina de Colina

- Pero no era atrevida y cantaba pero precioso, yo siem-pre le pasaba plata porque me gustaba como cantaba y si estaba curá, ahí sí que no había que hablarle. Ahí era cosa seria, ahí se daba a conocer, pero cuando estaba buena y sana para juntar plata pa’ tomar…pero cantaba precioso.

- La otra es…la Marta Araos. Es una persona vigente to-davía…la reina que fue, no sé cuántas veces reina, el año 56 por ahí creo que fue. Muy buena moza, está añosa no sé… la verdad es que nadie…pero es aún, ella hasta anda en bicicleta en la actualidad, sí está viejecita y todo pero muy activa, se conserva muy activa. (Focus group Adultos Mayores)

- Es que igual ustedes no lo habían sacado, también hay una reliquia. Es muy antigua de nosotros, y también es aborrecida de todos. Él peleó en la segunda guerra mun-dial y se llama el “Lacho e’ la burra” el apodo.

- Ah, sí…

- Don Esteban. Él vive en Esmeralda

- ¿Todavía vive?

- Sí. Ayer nomás estaba en un quiosquito por ahí toman-do su desayuno ahí.

- No te puedo creer, ooh…

- Él fue muy querido de alcaldes, lo ayudaron mucho. Vive en Esmeralda. ¿Por qué le decían el “lacho e’ la bu-rra”? Porque resulta que él, su vida fue transportando leña en un burro. Tenía dos burros, una burra y un burro. Y le pusieron el lacho e’ la burra - Bajaba del cerro, tría su leñita, la vendía a la gente de campo… y él fue un guerrero

Personajes Típicos

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que peleó en la segunda guerra mundial. Es la reliquia que nos va quedando de los muchos más antiguos. (Focus group Adultos Mayores)

Celebraciones de antaño

Dentro de las antiguas celebraciones, resalta el recuerdo de La Fiesta de la Primavera entre los adultos mayores. La concurrida fiesta cobraba vida con el desfile de los carros alegóricos y la elec-ción de la Reina, y era uno de los principales hitos anuales dentro de la comuna. La tradición se perdió hace más de 15 años, según indican, principalmente porque ya no se contaba con organiza-dores para llevarla a cabo.

- Con las cosas que pasaban antes, cosas bonitas. Se ha-cía la fiesta de la primavera, se hacían mmm….venían es-tudiantinas, o sea habían cosas bien bonitas acá en Colina que no sé qué pasó que ya no se hacen.

- Mi hermana mayor siempre salía reina de la fiesta de la primavera. Todos los años porque era muy agraciada, muy buena moza. Y la mayor reina de acá… (Focus group Adultos Mayores)

- ¿Ustedes recuerdan más o menos cuándo fue la última fiesta de la primavera?

- Hacen como dos décadas más o menos, si hace bas-tante tiempo…hartos años. Hace como 15 no más, porque tenía entre 7 y 8 años y yo la vestía de flores, por todos lados y ella bailaba cueca en el escenario.

- ¿Y por qué se perdió la fiesta, ya no se hace? ¿lo saben?

- Ya se está perdiendo. Esa tradición se perdió. Es que resulta que las personas que se dedicaban a organizar-la, desdichadamente algunos se cambiaron de la comuna,

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otros fallecieron, entonces se fue desmoronando y ya no había gente que se dedicara a organizar. Ese fue el moti-vo por el cual se fue desapareciendo. (Focus group Adultos Mayores)

Otra de las tradiciones recordadas corresponde a las carreras a la chilena. Estas son carreras entre dos caballos montados por jinetes a pelo, es decir sin monturas, bridas, ni espuelas, de modo que deben sujetarse del pelo del animal para no caer. Las carreras realizadas generaban gran interés entre los habitantes de la co-muna, sin embargo, como nos indican, dejaron de hacerse debido a las peleas que se suscitaban entre sus competidores.

- ¿De qué se tratan las carreras a la chilena?

- Se tratan de echarle el menos peso al caballo, y se montan dos huasos, y la cancha a lo largo…

- El que sale a la punta, ése es el que gana.

- El primero que llega, por eso le ponían le menos peso posible, le ponían sacos con una huincha amarrada abajo y esa era toda la montura que llevaba. (Focus Adultos Ma-yores)

Las trillas a yegua suelta eran una actividad común realizada en el mundo campesino mediante la cual yeguas y caballos pisotea-ban las gavillas para separar la paja del grano. El avance de las tecnologías y la incorporación de nuevas maquinarias para rea-lizar este proceso determinaron el fin de esta tradición, que sin embargo se mantiene aún en la memoria de la comunidad. Como un intento de rememorarla, se han realizado trillas de exhibición para presentarla a los más jóvenes.

La Trilla es un poco separar el trigo de la paja, eso an-tiguamente aquí en Colina lo hacían, por lo que recopi-lamos nosotros la historia con los vecinos de acá, que

Celebraciones de antaño

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hacía como 65 años más menos que no se realizaba esa actividad, antes se hacía por trabajo, ahora se hace por recuperar un poco la tradición y la cultura del país que estaba perdida. Acá se conversó con el Alcalde si existía la posibilidad de recuperar esa cultura…. Al final lo hicimos, realizamos el trabajo de principio a fin, desde la siembra del trigo, el riego, la administración de los matamaleza, luego se ciega, chona, todo a mano, luego se confecciona una ‘hera’ que es un círculo donde se pone la paja, se pone unos cordeles, y ahí llega el día de la cosecha cuando se echan las yeguas con los huasos y van corriendo las ye-guas y van pisando la paja. Se hace como una tradición anual, llega mucho huaso, mucho vecino antiguo de la co-muna, porque ellos lo veían cuando eran niños y no habían visto más esta experiencia, porque esta experiencia es como una fiesta para la ciudadanía, donde hay folclor, hay cueca, donde hubo patios de comida, ferias artesanales, se hizo en la medialuna de Santa Filomena. (Presidente Aso-ciación de Huasos Santiago Norte)

Así, se puede observar que las tradiciones de la comuna conti-núan estando vigentes en el imaginario de estos dos segmentos, aunque con énfasis disímiles. Mientras los adultos mayores re-memoran muchos acontecimientos o tradiciones ya perdidas más ligadas a la vida del campo, los adolescentes guardan el re-cuerdo o conocimiento de algunos elementos, al tiempo que van forjando nuevas tradiciones. Es significativo que muchos de ellos clamen por el reconocimiento de diversas actividades como parte de la cultura de la comuna, y que se entiendan estas expresiones como constituyentes de las tradiciones de Colina.

Por lo mismo, puede verse que la mantención de las tradiciones culturales de la zona es un elemento altamente importante tanto para adolescentes como para adultos mayores. Al preguntarles por la importancia que atribuyen a la mantención de las tradicio-

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Consecuente con este mayor énfasis en la alta importancia de mantener estas tradiciones, los adultos mayores son más bien críticos al sentir que en las generaciones jóvenes éstas se en-cuentran en declive. A su juicio, existe un desconocimiento por la realidad tradicional de la comuna, por conocer y mantener las tradiciones, y consideran que en la actualidad los adolescentes y jóvenes tienen otras preocupaciones e intereses, y que son muy distintos a como ellos eran en su época de juventud.

nes culturales de la zona, es significativo el porcentaje de adultos mayores que lo considera muy importante (66,4%) o importante (26,2%). Para los adolescentes en cambio, la percepción es más pa-reja en estas opciones, considerando en poco más de un 46% que es muy importante y en un 44% que es importante mantenerlas. Resulta revelador además que ambos grupos confluyen en una percepción generalizada al respecto, manifestando en muy baja medida que no les parece importante.

Gráfico. ¿Qué tan importante le parece que se mantengan las tradiciones culturales de la zona? (Porcentajes)

Celebraciones de antaño

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- La generación de ahora desconoce lo neto realmente de Colina

- No lo toman en cuenta los niños de ahora, no

- Muy escasamente en los colegios se comenta porque como la generación ha cambiado, entonces no se habla de esto porque eh, la gente antigua lo reservaba mucho, no era muy, hecho de tema de conversación.

- Se nota hasta en la vestimenta de ahora porque, eh, para bailar cueca antes la gente era sencilla, se ponía una falda, una blusa encima y vamos bailando cueca, ahora no po’ si no es un vestido bien ancho con hartos falsos y har-tas cosas, ahora no es una china, es pucha…

- Es como una competencia de vestuario

- Es como una competencia. Claro.

- Sí, yo también lo tomo por ese lado, es como una com-petencia, por ejemplo si la persona sacó de un color, la otra quiere similar o saca de otro… y el verdadero huaso del vestido de china tiene que ser floreado

- Claro. Y sencillo (Focus group adultos mayores)

- La juventud no está ni ahí ahora, no es como los anti-guos…

- Claro que nosotros los miramos a los jóvenes como los adultos, por ejemplo, las palabras de los niños jóvenes, a la gente mayor le molesta, porque uno no está acostum-brada, pero la juventud es así ahora, tiene otra forma, hasta los mismos colegios, los liceos, han hecho cambiar a los niños… (Focus group adultos mayores)

Los adolescentes, por su parte, también ven cierta apatía de al-gunos de sus pares en este aspecto, sin embargo, aún pervive un

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segmento bastante interesado en perpetuar las tradiciones, reco-nociendo que son estos elementos los que van dando vida a la cultura y a su identidad en tanto habitantes de Colina.

- Es que yo creo que es como parte ya de nuestra cultura, entonces como algo que sí se va a prolongar en el tiempo y es como parte de nosotros, como algo que nos identifica.

- ¿Y les gustaría que no se perdiera?

- Obvio. Claro, que no se perdiera.

- Es que es algo que caracteriza a Colina desde su parte rural, el Cuasimodo, las fondas porque igual la fonda es una de las más grandes también de Chile, y todo eso po’…los caballos.

- Sí, po’ nos caracteriza entonces que se pierda igual se-ría como perder parte de, de Colina. (Focus group Adoles-centes)

Que los jóvenes ya no son tan apegados a las tradiciones, las encuentran como no sé, como pasado de moda por así decirlo de una forma linda, entonces como que pierden esa parte de ellos que en realidad nos hace ser Colinanos, porque somos de Colina. (Focus group Adolescentes)

Cultura y patrimonio, en su propia mirada

La importancia atribuida a perpetuar las tradiciones se relaciona con los conceptos que tanto adolescentes como adultos mayores tengan de cultura y patrimonio. La forma como se entienden e interpretan éstos puede determinar la visión general de éstos res-pecto a sus tradiciones y a la identidad en tanto habitantes de Colina.

Cultura y patrimonio, en su propia mirada

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Al indagar en la visión que estos grupos tenían de los conceptos pudimos identificar distintos realces en su percepción. Así, en cuanto al concepto de cultura, los adolescentes la entienden bajo una mirada amplia, reconociéndola como las expresiones de una comunidad que van forjando su manera de entenderse y recono-cerse. Así, muchos la definen como las costumbres y tradiciones que identifican a un pueblo o comunidad, como las creaciones de la gente, formas de vivir y pensar de un grupo social, como las creencias, saberes y experiencias de una sociedad, que se trans-miten a lo largo del tiempo. Al mismo tiempo, al definirla real-zan ciertos valores como educación, respeto, como ejemplos. A partir de ello puede notarse que su noción refleja un concepto en continua transformación, entendiéndola como las manifestacio-nes de un pueblo que van creando su identidad. Es aquí donde el concepto de memoria colectiva parece aglutinar sus definiciones, entendiendo también que todo es cultura, y que por ende sus ex-presiones artísticas o ideológicas también lo son; de ahí que no sean pocos que indiquen que la música, el hip hop o el skate, son parte de la cultura experimentada por la juventud.

Imagen. Cultura entendida por los adolescentes

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Por su parte, los adultos mayores asocian cultura mucho más a la educación. Para ellos, la cultura se relaciona tanto con la edu-cación entendida como enseñanza y conocimientos, como una forma de comportarse de forma educada. Así, valores como el respeto, el buen trato hacia las demás personas, o tener hábitos correctos dan cuenta de la cultura que se poseen. En su otra acep-ción, se la entiende como el saber tradicional de una comunidad, como las tradiciones y costumbres que se han aprendido a lo lar-go de la vida.

Imagen. Cultura entendida por los adultos mayores

La concepción respecto a patrimonio, entre los adolescentes está fuertemente cruzada por el concepto de cultura. Para ellos, pa-trimonio remite a lo cultural, a aquello que representa e identi-fica un territorio, y se vincula con la historia y la herencia. Así, al momento de definirlo remiten a la ejemplificación a través de edificios, casas, iglesias o monumentos históricos; se recuerda un pasado en que se forjaron elementos importantes que constituye lo propio de un lugar, en este caso de Colina. Resulta interesante, que el concepto de patrimonio parece ser entendido por los más

Cultura y patrimonio, en su propia mirada

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jóvenes más asociado a la dimensión material de éste, recordan-do ciertas construcciones que aparecen como emblema de la co-muna.

Imagen. Patrimonio entendido por los adolescentes

Entre los adultos mayores este concepto genera más incertidum-bre. Muchos dicen no conocerlo, nunca haber escuchado el tér-mino, o que no se los enseñaron en la escuela. A primera vista, aparece como un término más lejano y no de uso común. Aque-llos que se aventuran a definirlo lo hacen en relación a todo lo antiguo que persiste en la actualidad, construcciones, edificios, iglesias que tienen una larga data y que son representativas de la comunidad, por su carácter histórico y tradicional. Nuevamente, se observa que el concepto está relacionado con la materialidad, más que con los diversos elementos que constituyen el patrimo-nio inmaterial de una comunidad.

Construyendo memoria. Tradiciones e identidad de Colina

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Imagen. Patrimonio entendido por los adultos mayores

Transmisión de la cultura e identidad

Los medios a través de los cuales los adultos mayores y adoles-centes se informan de las actividades culturales realizadas en la comuna difieren de forma importante entre ellos. Así, en am-bos grupos prevalecen como fuentes de información el diario, la radio y la televisión, pero entre los adolescentes además toman fuerza la información a través de Internet, familia o amigos, que en el caso de los adultos mayores es bastante menor.

Cultura y patrimonio, en su propia mirada

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Tabla. ¿A través de qué medios se informa usted de las actividades culturales que se realizan en la comuna?

En general, se visualiza que un mayor porcentaje de adultos ma-yores indica conocer alguna organización o institución de la co-muna que se preocupe de temas culturales, con un 45,9% que así lo declara superando al 30,5% de adolescentes que así lo indica. La participación en alguna organización social o comunitaria, en cambio es bastante menor en ambos grupos, con un 31,8% para el caso de los adultos mayores y un 7,4% para los adolescentes. De estas organizaciones en las que participan, la totalidad de los adolescentes indica que se preocupan o interesan por desarrollar actividades culturales, en tanto un 75% de los adultos mayores así lo manifiesta.

Construyendo memoria. Tradiciones e identidad de Colina

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Gráfico. ¿Conoce alguna organización o institución de la comuna que se preocupe de temas culturales?/ ¿Participa usted en alguna organización social o comunitaria?

Porcentaje

El interés por conocer aspectos de la cultura local y el patrimo-nio de Colina se visualiza bastante disímil entre adolescentes y adultos mayores. Al preguntarles en una escala de 1 a 7 por este interés, el análisis de los resultados nos permite concluir que un 42,3% de los adolescentes posee un bajo interés, y un 27,5% presenta un alto interés. Entre los adultos mayores, en cambio, mientras un 18,1% cuenta con un bajo interés, es mayoritario el porcentaje que demuestra un alto interés en conocer este ámbito, manifestándolo en casi un 64%.

Cultura y patrimonio, en su propia mirada

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Gráfico. ¿Cómo calificaría su interés por conocer aspectos de la cultura local y el pa-trimonio de Colina?

La frecuencia de conversaciones con cercanos respecto a la his-toria o tradiciones de la comuna también difiere de forma im-portante entre los adolescentes y los adultos mayores. En ambos casos, se conversa principalmente con la familia, por cuanto un 11% de los adolescentes indica conversar siempre con ellos, as-cendiendo a un 26,2% para el caso de los adultos mayores; mien-tras que un 15,9% de los adolescentes y un 9,4% declaran que con-versan de modo frecuente respecto al tema. En segundo lugar, en relación a las conversaciones con amigos respecto a la historia o tradiciones de comuna, se ve que mientras un 6,9% de los adoles-centes indica hacerlo siempre, entre los adultos mayores alcanza un 18,1%.

Construyendo memoria. Tradiciones e identidad de Colina

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Gráfico. En general, con qué frecuencia conversa con … sobre la historia o tradiciones de esta comuna? (Porcentajes)

Así, se evidencia que entre los adultos mayores se dan en mayor medida las conversaciones referidas a esta temática con diver-sos cercanos, especialmente con su familia o amigos, que para los adolescentes; pues mientras los primeros declaran conversar siempre de estos temas en mayor medida, los adolescentes indi-can de forma preferente hacerlo con frecuencia.

Cultura y patrimonio, en su propia mirada

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Palabras Finales

La realización de este trabajo patrimonial ha implicado una pro-funda interacción con los habitantes de la comuna, residentes de diversos sectores de Colina, así como representantes de ex-presiones tradicionales. A través de las entrevistas, focus group, encuestas y observaciones hemos efectuado un proceso de me-moria en que los vecinos de la zona han recordado y señalado los principales hitos y tradiciones que han marcado la historia de su comuna, y de esta manera han ido definiendo y perfilando una construcción respecto a su propia identidad. A través de este pro-ceso de memoria colectiva, se concretiza el reconocimiento de un “nosotros”, entendiéndose como una comunidad con caracterís-ticas particulares dentro de la Región Metropolitana.

El patrimonio inmaterial identificado a través de la propia me-moria y práctica de los habitantes respecto a qué los define y qué forma parte de su identidad, genera un sentido de pertenencia colectivo respecto a la comuna. Así, los principales aspectos des-tacados por sus habitantes refieren a caracterizar a Colina como una comuna “amante de las tradiciones”.

Palabras Finales

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Sin lugar a dudas, la Fiesta del Cuasimodo es la celebración más destacada y valorada por los habitantes de la comuna, posicio-nándose como una expresión de religiosidad popular única, que es festejada transversalmente por todos los sectores de la pobla-ción colinana una semana después de la Pascua de Resurrección. El Cuasimodo se instala en los corazones de los lugareños como un evento cultural que logra detener por un día completo sus ac-tividades cotidianas para transportarlos a vivir y experienciar la celebración en su máxima expresión, y en especial, los hace resaltar con orgullo que Colina es la única comuna del país donde esta tradición se conserva como antaño, en que todos los cuasi-modistas (actualmente más de 3000 jinetes) corren a caballo para escoltar al Santísimo.

Si bien, no todos los colinanos “corren a Cristo”, la mayoría par-ticipa de alguna forma de esta fiesta, adornando sus casas con cintas de colores o madrugando para lograr un buen lugar para ver la procesión. La alegría y emoción que produce el Cuasimodo se puede notar no sólo acudiendo a la fiesta, sino que ella misma existe de manera latente en los discursos de los colinanos. Ello ocurre de manera transgeneracional ya que, tanto en los relatos de los adolescentes como de los adultos mayores, se enalteció al Cuasimodo como la principal tradición de la comuna.

Además del Cuasimodo, se pudo indagar en importantes tradicio-nes para la comuna tales como, el Rodeo, la Rayuela y las Fondas para Fiestas Patrias, siendo actividades culturales que no sólo es-tán enraizadas en la memoria histórica, sino que son tradiciones “vivas” que los los habitantes de la comuna se han encargado de perpetuar por generaciones. Junto a ello, la conservación en la comuna de algunos oficios tradicionales, artesanos, zapateros, componedores de huesos y, en especial, el de los Canteros que aún trabajan la piedra y que valoran su labor esencial en la cons-trucción de las principales urbes del país, refleja que la comuna

Palabras Finales

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continúa poseyendo algunas características propias de zona ru-ral, aun cuando se ha urbanizado progresivamente con el pasar de los años.

La dialéctica entre lo rural y lo urbano que se expresa en la co-muna de Colina resulta uno de los elementos más interesantes que emergieron a través de la recopilación de datos, discursos y memorias de los colinanos que participaron de esta investiga-ción. Colina es una comuna donde aún se desarrollan dinámicas propias de la vida campesina y la mayoría de sus tradiciones más ancestrales corresponden a prácticas históricamente arraigadas en la comunidad. Por otro lado, la comuna convive con los efec-tos de su mayor conectividad con la capital, su progresiva urba-nización y, por sobre todo latente en el imaginario social, de la construcción de las cárceles Colina I y Colina II. Éstas adquieren un carácter relevante en la definición de los discursos identita-rios de la comuna, lo cual se expresa en que la mayoría de los actores sociales encuestados declararon que una de las cosas que más identifica a la comuna son dichos recintos penales, lo cual destacan que han traído, según sus propias palabras, mayor de-lincuencia y estigmatización a la población colinana.

En términos transversales, tanto los adolescentes como los adul-tos mayores encuestados indicaron tener un alto interés en los temas culturales y además expresan valorar altamente la conser-vación de las tradiciones y el patrimonio de la comuna. En el caso de los más jóvenes, estas tradiciones son parte de la memoria co-lectiva, pero consienten en que muchos de su edad no tienen el interés por conocerlas o perpetuarlas, mirada que concuerda con la de los adultos mayores que perciben que para la actual genera-ción las expresiones culturales tradicionales no tienen la misma trascendencia de tiempos pasados.

Resulta importante destacar la construcción del concepto de cul-tura y patrimonio para los adolescentes y adultos mayores. Para

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los primeros, cultura remite a las expresiones de la comunidad que van forjando el auto reconocimiento y la identidad de ésta, de ahí que destaquen su interés por que además se considere como tal sus propias expresiones y manifestaciones culturales. De esta forma, además de reconocer las costumbres propias de Colina como parte de la cultura e identidad del territorio, abogan también porque se conciban como tal los ámbitos de su interés, la música, el hip hop, el skate o los grafitis, por mencionar algunos. Para los mayores, en cambio, el énfasis está en la cultura como educación, enseñanza o los saberes tradicionales que se transmi-ten intergeneracionalmente, de ahí que vinculen mucho más el concepto con las representaciones tradicionales. Patrimonio, en tanto, es asociado por los adolescentes a lo cultural, a todo lo que identifica un territorio, vinculado con la herencia y la historia de una comunidad; mientras que para los mayores, aparece como un concepto más bien difuso asociado a todo lo “antiguo” que per-siste en la actualidad y representa a la comuna. Es significativo entonces que el concepto en el imaginario de estos grupos se aso-cie principalmente a su dimensión material, a las construcciones representativas del territorio. Siendo Colina, como hemos visto, una comuna llena de expresiones que dan forma a un considera-ble patrimonio inmaterial, en la representación de sus habitantes éstas expresiones no son percibidas o apreciadas como parte del patrimonio intangible de su pueblo.

A pesar de esta disquisición conceptual, respecto a cultura y pa-trimonio, resulta claro que los colinanos en general reconocen y valoran sus manifestaciones culturales. Sin embargo, también es cierto que es el concepto de patrimonio inmaterial el que está poco difundido y aún no encuentra un asidero concreto dentro de su imaginario social como término aglutinador de todos aque-llos aspectos que sí reconocen como identitarios y definitorios de Colina. De esta manera el imaginario de la comuna remite a una representación simbólica que remarca los aspectos más tradicio-

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nales de ésta, en que el patrimonio inmaterial se inscribiría en torno a ámbitos característicos de Colina, entre los que destacan el Cuasimodo, celebraciones, oficios populares y juegos tradicio-nales.

De acuerdo a lo anterior, Colina tiene un enorme potencial cul-tural y habitantes conocedores e interesados por perpetuar estas manifestaciones que la hacen característica, resulta importante entonces fortalecer las vías para que las necesidades culturales de la comuna se satisfagan y la mantención de este rico legado cultural se efectúe.

Para esto, podría resultar interesante realzar las alianzas entre las instituciones locales que potencian la cultura con las escuelas y centros del adulto mayor; muy significativo sería además de-sarrollar un nexo intergeneracional, propiciando el contacto de los adultos mayores con los adolescentes y niños de la comuna, con el fin que sean ellos mismos quienes a partir de sus relatos continúen forjando y transmitiendo las principales tradiciones de la comuna. Asimismo, se revela como necesario aumentar la difusión de las actividades culturales a través de la creación de lazos con las organizaciones locales existentes, permitiendo que un amplio número de vecinos de Colina conozcan el panorama actual. Resultaría importante además promover actividades des-tinadas a que los jóvenes conozcan las tradiciones de la comuna, y junto con ello es importante fomentar desde todas las aristas una concepción de cultura en su sentido extenso, que integre la diversidad de expresiones que son entendidas por los jóvenes como parte de ella y que desarrolle una oferta cultural adecuada a estos intereses.

Así, a través de la recopilación de las expresiones y tradiciones culturales de Colina, bajo la mirada de adolescentes y adultos mayores de la comuna, esperamos contribuir a la puesta en valor del patrimonio inmaterial de esta zona tan especial de la Región

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Metropolitana. El trabajo de memoria realizado por los propios habitantes nos permite aproximarnos a la evidencia viva de tra-diciones que expresan ineludiblemente la identidad de ésta co-munidad a partir de la construcción de un relato común que da vida a las memorias emblemáticas de Colina.

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