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La Economía del Espacio o la Teoría de la Localización de la Actividad Económica Author(s): Edmundo FLORES Source: Investigación Económica, Vol. 17, No. 67 (Tercer Trimestre de 1957), pp. 331-371Published by: Facultad de Economia, Universidad Nacional Autonoma de Mexico (UNAM)Stable URL: http://www.jstor.org/stable/42777797Accessed: 15-07-2015 18:13 UTC

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La Economía del Espacio o la Teoría

de la Localización de la Actividad

Económica *

Por Edmundo FLORES'

"Así como la teoría del desarrollo económico considera el tiempo, la teoría de la lo- calización de la actividad económica toma al espacio en su enfoque sobre la econo- nomía. . .

"En principio, toda la teo- ría económica puede ser re- formulada desde el punto de vista espacial." August Lösch. The Economics of Location.

LA economica, economía del

estudia espacio,

las causas o teoría

y de los

la efectos localización

de la distribución de la actividad

de economica, estudia las causas y los efectos de la distribución de la actividad económica en el espacio, así como las leyes que determinan la evolución de su uso, a medida que una economía pasa por diferentes etapas de desarrollo.

La ubicación de los centros poblados en una región determina la secuela de acomodo de la población, y de sus actividades econó- micas dentro de las ciudades y en sus zonas circundantes. La dispo- nibilidad inicial de medios de transporte y comunicación orienta la expansión hacia ciertas zonas e impone la exploración de ciertos

* Tercer capítulo del "Tratado de Economía Agrícola". El prólogo y el capítulo I, "Significación, Naturaleza y Ambito de la Economía Agrícola", se publicaron en esta Revista, Vol. XV, No. 3, 1955. El capítulo II, "La Teoría Funcional de los Recursos", apareció en el Vol. XVII, No. 1, 1957.



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recursos "ubicuos" con preferencia a otros, a la vez que influye en la localización ulterior de nuevas vías de transporte, de nuevos centros poblados y de nuevos recursos. La conjunción de las características físicas del espacio: inmovilidad e indestructibilidad, con sus peculia- ridades económicas, hace que los usos del espacio queden interrela- cionados en una jerarquización funcional en la que ciertos usos ejercen un papel dominante, y que cristalice a su alrededor un orden previsible de usos secundarios y complementarios. La localización económica ha sido definida como "el sitio, más la elección humana",1 e invariablemente se orienta hacia otros factores económicos.

Aunque la tierra fuera una esfera homogénea surgirían ciudades. Tan pronto como se funda una ciudad y se trazan sus caminos principales, bien sea arbitrariamente o con vistas a ciertas ventajas materiales, desaparece la posibilidad del azar respecto de dónde y por qué surgirán ciudades adicionales y sobre el uso que se hará de las zonas circundantes y periféricas. De inmediato aparece la interdependencia de las localizaciones en toda la esfera de influencia de la ciudad, de sus mercados y de sus vías de transporte. Tal interdependencia determina las áreas donde las ventajas de ubicación bastan para la aglomeración, y los sitios donde las ventajas de número, de asociación y de oferta crearán nuevas ciudades. La fundación de nuevos centros poblados, a su vez, impone otros usos de la tierra; alrededor de cada ciudad se establecen anillos o zonas de actividad económica que semejan burdos círculos concéntricos distorsionados por la conformación topográfica y ecológica.

En las civilizaciones vegetales las condiciones topográficas y eco- lógicas actúan como una fuerza restrictiva de primer orden; el hombre se asienta en un habitat, y, a medida que crece la población, extiende sus actividades en el espacio circundante, ajustándose a las rígidas limitaciones impuestas por el atraso tecnológico. Tan pronto como el desarrollo de la tecnología le permite atenuar su dependencia de las actividades primarias, los usos del espacio se extienden e intensifican horizontal y verticalmente; ciertas localizaciones quedan expuestas a la obsolescencia, mientras otras adquieren importancia mayor. Surge,, así, una nueva jerarquización espacial con ima cauda diferente de usos secundarios y complementarios. Por ejemplo, a partir del Siglo XVIII ha venido ocurriendo un cambio notable en las estructuras de locali- zación: de las dominadas por los alimentos se pasó a las dominadas

1 H. B. Dorau y A. G. Hinman, Urban Land Economics. New York, Mac- millan, 1928. pp. 167-169.



La Economía ďel Espacio 333

por el carbón de piedra, y más tarde a las que se originaron en el uso de nuevas fuentes de energía: la electricidad, el petróleo y la ener- gía nuclear. Simultáneamente, la importancia de las zonas urbanas se acentúa; el desarrollo económico en una región lleva de una estructura dispersa a la concentración de actividades; la especialización creciente y la interdependencia mayor de los procesos productivos genera la transición del énfasis en las actividades basadas en los recursos extractivos hacia el énfasis en las actividades basadas en el mercado y los servicios. Tal desplazamiento en ila estructura locacional de una economía en desarrollo es evidente por el aumento espec- tacular de las actividades de servicios y por los irequisitos locacionales de la nueva industrialización.2 Se crea, así, una nueva conjunción más compleja de factores que dictan la ubicación óptima 'cambiante de las áreas de mercado y de servicios, de las zonas productoras de materias primas agrícolas e industriales, de las zonas residenciales y de recreo.

En 1911, Weber señaló que la teoría clásica del comercio internacional se desentendía del costo de transporte involucrado en tran- sitar el espacio;3 criticó a los clásicos por no reparar en que una gran parte de la industria distribuida internacionalmente está orientada a las facilidades de transporte y busca el punto mínimo de costos de transporte respecto a las materias primas y a los mercados, censu- rándolos también por atribuir, en cambio, a la división internacional del trabajo y del capital, la distribución internacional de la industria que se orienta al transporte.

De igual manera, Furlan, Engländer, Weigmann, y otros insis- tieron en la relación entre las teorías del comercio y de la localización; pero no fue sino hasta la publicación de la obra de Ohlin, Comercio Interregional e Internacional , cuando se dispuso de un serio intento para integrarlas. Ohlin pretende en su obra:

"Demostrar que la teoría del comercio internacional es sólo parte de una teoría general de la localización, en la que los aspectos espaciales de la determinación de los precios se toman en cuenta plenamente, y tomar ciertos aspectos fundamentales de tal teoría como trasfondo para ima teoría del comercio internacional, en la que

2 John R. P. Friedmann. "Locational Aspects of Economic Development", Land Economics, Vol. XXXII, número 3, Agosto, 1956.

3 Alfred Weber "Die Standortslehre und die Handelspolitik", Archiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik, Vol. XXXII (mayo 1911).




la influencia de las diferencias locales en la oferta de los factores de la producción y los costos de transporte dentro de cada país sean debidamente considerados".4

La relación de la teoría de la localización respecto al comercio interregional e internacional se menciona por ser de gran importancia para el estudio del comercio internacional de productos agrícolas. El análisis de la economía de fas plantaciones, del cual se ocupa un capí- tulo posterior de esta obra, se basa, en gran medida, en el método propuesto por Ohlin.

La economía del espacio sirve, pues, para analizar y planear la localización desde el punto de vista internacional, nacional y regional, igual que desde el punto de vista de la empresa individual. En el primer caso enuncia ciertas generalizaciones de carácter universal sobre:

a) El comportamiento y la significación de diferentes tipos de relaciones entre el espacio y la economía.

b) La evolución de los usos y de la función del espacio en diferentes etapas de desarrollo.

c) Las condiciones que pueden hacer del espacio un agente po- sitivo o negativo - un activo o un pasivo - en los diferentes ordenamientos e interrelaciones espaciales de la actividad económica.

En segundo término, proporciona los principios y la técnica para la localización óptima de una nueva empresa. Puesto que la locali- zación óptima de la empresa individual es aquella donde los ingresos netos llegan al máximo, su búsqueda puede plantearse así: Dadas todas las localizaciones menos una, determínese ésta. Para ello es necesario encontrar el punto más favorable para la producción, para las ventas o para el abastecimiento. Los dos casos primeros atañen a la localización de un productor industrial, el último a la de un consumidor.5

En la agricultura, la economía del espacio ayuda a resolver dos problemas básicos:

4 Bertil Ohlin, Interregional and International Trade. Cambridge, Mass. 1933. p. VII.

5 August Lösch. The Economics of Location, New Haven: Yale Univer- sity Press. Pag. 27. En la obra de Lösch se encuentra una detallada exposi- ción sobre la técnica de la localización de las empresas industriales. Véase en particular el capítulo 4 "Industrial Location Theory", pp. 16-35.



La Economía děl Espacio 335

a) El lugar donde debe cultivarse un producto específico para elevar al máximo los ingresos netos derivados del uso de los recursos locales, ya se trate de un productor individual o de la sociedad.

b) Lo que debe producirse en una localización particular o lo debe producir una unidad agrícola situada en un lugar particular.6

Walter Isard señala que la importancia de la economía del espacio no ha sido apreciada por los economistas ingleses y norteame- ricanos. Marshall escribió apegándose a la tradición anglosajona:

"Las dificultades del problema dependen principalmente de las variaciones en el área del espacio, y del período de tiempo sobre el que se extiende el mercado en cuestión; siendo la influencia del tiempo más importante que la del espacio".7

Los teóricos contemporáneos, con excepción de la escuela de la competencia monopólica y de Chamberlin en particular, han seguido a Marshall; su preocupación principal consiste en introducir el elemento tiempo en el análisis, y la literatura económica abunda en modelos dinámicos que tienen como punto de partida el absurdo de una economía en la que "todos los factores y los productores, todas las mercancías y los consumidores están, en efecto, congregados en un punto".8

¿Qué es el Espacio?

El espacio es una dimensión neutra caracterizada por dos elementos físicos: su ubicación, o relaciones geométricas con otros puntos, y sus cualidades naturales permanentes, orografía, topogra- fía, clima, etc. El espacio puede actuar como un recurso o como una resistencia; en el primer caso contribuye a la satisfacción de ciertas necesidades humanas y es objeto de apropiación individual o colec- tiva, en el segundo es "espacio con valor negativo" 9 y constituye un obstáculo, un costo adicional, a veces prohibitivo, que puede impedir los procesos de la producción, distribución y consumo. Cuando es

• August Lösch, op. cit., p. 36 ' Alfred Marshall, Principles of Economics, Octava edición. Londres, 1936, Libro V, Capítulo XV. Sec. 1. Citado por Isard.

8 Walter Isard, Location and Space Economy: A General Theory Relating to Industrial Location, Market Areas, Land Use, Trade, and Urban Structure. The Technology Press of the Massachusetts Institute of Technology and John Wiley & Sons. New York, 1956. pp. 25. * Ely & Wehrwein, Land Economics, Macmillan. N. Y. 1940. p. 72.




necesario llevar a cabo simultáneamente varias actividades, la posi- ción relativa de éstas en el espacio influye sobre la eficiencia con que se desempeñan; su interacción en un escenario físico, social e institucional crea recursos u origina fricciones que orientan y restringen a la vez; vale decir, que canalizan las posibilidades de desarrollo ulterior.

El espacio es un recurso y, como tal, escaso, susceptible de ser sustituido, en diversos grados, por los otros factores de la producción. Sus características peculiares: inmovilidad e indestructibilidad físi- cas, dan a la economía del espacio un sesgo particular y distintivo. "Si los costos de transporte fueran completamente irregulares y sus cambios no pudieran preverse . . . tendría poco sentido estudiar la economía de la localización de las empresas. La secuela espacial de las concentraciones industriales, de los centros de consumo y de la pro- ducción de materias primas, sería arbitraria desde el punto de vista económico".10 Pero la existencia de cierta regularidad de los costos en que se incurre y de los precios que se pagan por vencer la fricción del espacio, a los que Isard llama "insumos espacio" o "insumos transporte",11 la competencia por la ocupación y apropiación de ciertas localizaciones ventajosas, que da origen a la renta, y la posibilidad consecuente de substitución entre diversas localizaciones (renta) y entre los insumos transporte versus otros insumos, dan a la economía del espacio las bases para el análisis científico y hacen indispensable su inclusión en el estudio del desarrollo económico.

Diferentes Enfoques a la Economía del Espacio

La economía del espacio ha sido estudiada siguiendo dos mé- todos diferentes:

1. El enfoque teórico general, ligado ya sea a la teoría del equilibrio parcial o total, o a la teoría de la competencia mo- nopólica.

2. El enfoque empírico-institucional. No es fácil conciliar ambos métodos, y la sola intención de ha-

cerlo posiblemente irrite a sus respectivos proponentes. A sabiendas de que se bordea la herejía, es imposible escapar a la conclusión de que, pese a numerosas discrepancias, sus investigaciones se comple-

10 Walter Isard <<fThe General Theory of Location and Space Economy", Quarterly Journal of Economics. Noviembre 1949. pp. 486-87.

11 Walter Isard. "Location and Space Economy", p. 80.



La Economía del Espacio 337

mentan y ayudan a la mejor comprensión de los problemas del uso del espacio, si bien, tal complementaridad tiene que buscarse, con la ayuda de cierta dosis de eclecticismo, a diferentes niveles y, en ocasiones, ignorando las manías metodológicas de cada escuela.

Para empezar se tropieza con dificultades terminológicas. Aun- que ambas escuelas parten de los trabajos de von Thünen, el cur- so que han seguido difiere marcadamente. Lo que hasta ahora se ha llamado economía del espacio o teoría de la localización de la actividad económica, Space Economy o Location Theory en inglés, Stan- dortstheorie en alemán, caé casi por completo dentro del enfoque teórico general. Por su parte, la escuela empírico-institucional se divide de acuerdo con las áreas que investiga: Land Economics es una disciplina que tomó su nombre del término Landwirtschaft o economía de la tierra; Urban Land Economics estudia el uso del espacio en las zonas urbanas; Industrial Land Economics en las zonas industriales.

Las contribuciones más importantes al enfoque teórico se deben sobre todo a economistas alemanes; mientras la escuela empírico- institucional es predominantemente norteamericana y su difusión en las universidades de los Estados Unidos ha sido considerable desde que Richard T. Ely, a su regreso de Alemania, dictó los primeros cursos de Economía de la Tierra en la universidad de Wisconsin en 1893. Si los teóricos alemanes y sus discípulos ponen un énfasis in- moderado y, en ocasiones, francamente bizantino en su intento de unificar la teoría de la localización con la teoría general del equilibrio, los empírico-institucionalistas, por su parte, muestran un des- dén exasperante respecto a la posibilidad de ligar sus descubrimientos a un principio o sistema general.

Ambos métodos parten del análisis de von Thünen, quien ex- plicó las causas que determinan los diferentes usos de la tierra, su distribución en el espacio, y la oferta de factores en la agricultura; pero mientras la teoría general centra su interés en la deter- minación de los precios de los factores, considerando la técnica, la magnitud de la población, la distribución del ingreso y las preferen- cias de los consumidores como constantes, la escuela institucional adopta un marco de referencia mucho más amplio y busca aislar los factores estratégicos y limitativos que determinan la secuela de uso y distribución espacial de los recursos.




El Enfoque Teórico General

Para que la teoría general explique, como pretende, por qué los instrumentos de producción están distribuidos localmente en la forma que están, y por tanto, el por qué de los precios corrientes, necesita tomar como punto de partida la distribución real y el carácter de la industria en una etapa anterior, y seguirle la pista al proceso de cambio hasta el presente, debido a que la distribu- ción local es una de las causas que determinan los precios. Por eso, la teoría general acude a la investigación cuantitativa del precio, que es la resultante de los actos de los productores y de los consumidores, ya sean particulares, empresas estatales, trabajadores, etc., todos sujetos a la influencia de los cambios en las ganancias y al incentivo de elevar al máximo sus utilidades. Entre estos datos ocupan un lugar prominente las decisiones de los empresarios, privados o públicos, respecto a la localización de nuevas empresas que buscan ubicarse en el sitio que rinda las ganancias máximas. Cada decisión de este tipo, por ejemplo, la construcción de una nueva fábrica, se basa en estimaciones sobre la situación económica futura, que a su vez se fundan en el conocimiento de la situación existente.

Respecto al problema de la localización de una nueva fábrica, siguiendo el método de la teoría general dice Lösch: "Una solución geométrica se vuelve imposible a medida que el precio y el volumen se suman a las dos variables espaciales (el punto de costos más bajos y el punto de ventas más altas) puesto que a lo sumo puede aplicarse a tres variables. Por su parte el tratamiento algebraico conduce a ecuaciones de grado insoluble. Tal complejidad surge de que hay más de un punto geográfico en donde la demanda total de un distrito circundante es máxima y a que, alejándose de tales puntos, la demanda total no disminuye siguiendo una función lineal. Nos vemos así reducidos a determinar separadamente para cada una de las varias localizaciones posibles de fábricas la demanda total asequible y, por razones similares, el volumen de producción más conveniente en función del precio de fábrica (análisis de mercados y costos). Las ganancias más altas posibles en cada uno de estos puntos pueden determinarse con base en las curvàs de costo y demanda, y en esta forma se encuentra la localización óptima: el lugar que rendiría el mayor ingreso monetario neto. No obstante, el procedimiento ha dejado de ser teórico y se ha convertido en un simple tanteo empírico debido a que sus resultados se aplican




sólo a las localizaciones realmente examinadas y no pueden ser interpolados. Puesto que es imposible analizar en esta forma todos los puntos de una área, no puede excluirse la posibilidad de que entre las localizaciones no examinadas haya ima que rendiría un ingreso mayor que la más ventajosa de las investigadas. No hay una solución científica e inequívoca para la localización de la empresa individual, pero existe una solución práctica: la prueba de ensayo y error.

No obstante, la ciencia ofrece algo al investigador práctico de la localización. Primero, le enseña a evitar los errores de la orien- tación unilateral que generalmente conducen a conclusiones equi- vocadas. Segundo - y esto es en realidad lo más importante - la teoría y las estadísticas de áreas con o sin localizaciones insufi- cientes indican no el lugar, sino la vecindad en que debe buscarse una nueva localización." 12 La conclusión de Lösch es aplicable no sólo al caso especial de la ubicación de una nueva fábrica, sino íntegramente a la teoría general cuando analiza los cambios de uso del espacio.

El Enfoque Empírico-institucional

En su obra postuma A Critical Review of Research in Land Economics (Una Revisión Crítica de la Investigación en la Econo- mía de la Tierra) Leonard Salter define así el campo de estudio de esta disciplina: "Desde 1900 hasta el presente, el trabajo que se ha dado a conocer como Economía de la Tierra ha estudiado principalmente :

1. - Los problemas que trae la conversión de la tierra de un uso principal a un uso general. (No uso a colonización o asentamiento, silvicultura à asentamiento, asentamiento a abandono, etc.) Estos problemas, que surgen de cambios y procesos sociales, han sido considerados por los economistas de la tierra como problemas públicos en vez de privados.

2. - Los problemas en el logro de objetivos de tenencia de la tierra, ya estén o no asociados a cambios importantes de

" Lösch, op. cit. pp. 29-30. Nota de pie de página.




uso. Estos problemas también surgen de cambios sociales, y generalmente han sido considerados por los economistas de la tierra como problemas públicos en vez de privados. 13

El estudio de estas dos categorías de problemas ha servido para conocer la dinámica y algunas de las causas y efectos que los cambios de uso de la tierra tienen sobre la sociedad. El enfoque empírico-institucional atribuye las acciones de los empresarios y, por lo tanto, los cambios en la localización de la industria y en los usos de la tierra, no sólo a los incentivos clásicos circunscritos a la elevación al máximo de las ganancias; detrás de éstos actúan fuerzas más potentes y menos estereotipadas: los cambios en la magnitud de la población, en la tenencia de la tierra, en los gustos, en la tecnología, en la distribución del ingreso, en la política fiscal y en muchas otras variables que influyen sobre las formas de produc- ción y sobre los costos. En efecto, para explicar plenamente los cambios de la localización y de la renta es indispensable tomar en cuenta la intensidad y dirección de esas fuerzas.

No es posible establecer una división precisa entre los cambios en las condiciones económicas que son objeto del análisis dinámico de los precios y los cambios que sólo pueden explicarse acudiendo al método menos cuantitativo de la escuela institucional. De hecho, ambos enfoques son necesarios para dar cuenta completa en térmi- nos de causa y efecto del valor y uso de los factores de la producción. Los cambios en las circunstancias básicas que deben su origen a las decisiones de individuos que tratan de amasar ganancias deben ser tomados en consideración, igual que los que no tienen tal origen. Aun los actos motivados por la búsqueda de ganancias no pueden analizarse exclusivamente en términos de lo que es económico para una empresa o para un individuo, puesto que muchos casos se tra- ducen en actos fallidos. Los hombres de negocios cometen errores y localizan la producción en sitios que desde el punto de vista eco- nómico resultan menos favorables que otros. Cuando tal error se ha consumado, no puede dejar de afectar los precios, por ejemplo, los salarios, en regiones diferentes, y por lo tanto afectará la locali- zación subsecuente de nuevas industrias.

13 Leonard Salter. A Critical Review of Research in Land Economics. The University of Minnesota Press. Minneapolis." 1948. p. 38.




Génesis de la Teoría de la Localización Agrícola

Para estudiar las causas de los diferentes usos de la tierra en la agricultura, estrictamente de acuerdo con sus características locacionales o espaciales y considerando la localización urbana e industrial como dada, Johann Heinrich von Thünen en su obra El Estado Aislado u, escrita en 1826, imaginó una meseta de suelo, fertilidad y clima uniformes con iguales posibilidades para la pro- ducción agrícola en todos sus puntos. Las diferencias en los cultivos y en los métodos agrícolas , en este modelo , no pueden atribuirse a la calidad de los suelos , la precipitación, la temperatura o a cualquier otro accidente físico , biológico o ecológico , sino al factor pura- mente económico de la distancia al mercado. En el centro de la meseta hay una ciudad que dispone de las mismas facilidades potenciales de transporte en todas direcciones; o sea, que en todos los casos los costos de transporte son proporcionales al peso y a la distancia.

Más allá de la zona cultivada hay selvas vírgenes que separan al Estado Aislado del resto del mundo. La gran ciudad es la única fuente de los productos manufacturados que consume el estado; de la misma manera, el campo circundante es la única fuente de alimentos para la ciudad. Las minas y salinas están cerca de la ciudad y surten a toda su población.

Von Thünen se basó en su experiencia como agricultor y en la contabilidad de su finca "Tellow". Primero se preguntó: ¿Cómo administraría mi finca racionalmente si estuviera ubicada en cualquier punto del Estado? Y más tarde: ¿Qué efectos económicos experimentaría si la desplazara hacia la periferia o si estuviera más cerca de la ciudad?

Comenzó con un producto agrícola, cuyo precio es fijado por la oferta y la demanda en la ciudad. El precio del trigo, por ejemplo, en una finca a cinco millas de la ciudad, es igual al precio en la ciudad menos el costo de transporte en carreta, que es el único sistema de transporte considerado. Basándose en un precio de 1.5

14 J. H. von Thünen. Der isolierte Staat in Beziehung auf Landwirtschaft und Nationalökonomie. Jena. Verlag von Gustav Fiescher, 1910.




thalers en la ciudad, convendrá menos sembrar trigo a medida que la distancia entre la finca y el mercado aumente.

Lugar Precio

En la ciudad 1.500 5 millas de la ciudad 1.313

10 „ „ „ „ 1.136 15 „ „ „ „ .968 20 „ „ „ „ .805 25 „ „ „ „ .656 30 fj jļ y, ff .512 35 ff ff ff ff .374 40 „ „ „ „ .242 45 „ „ „ „ .116 49.95 „ „ „ „ .000

Es evidente que más allá de cincuenta millas no se cultivará trigo para venderlo en la ciudad aún si no cuesta nada producirlo; pero como se incurre en costos de producción, el cultivo de trigo cesará mucho antes de llegar al límite de cincuenta millas. De acuerdo con sus cálculos, von Thlinen concluyó que el trigo deja- ría de sembrarse a una distancia de 31.5 millas de la ciudad. Este límite externo es el radio de un círculo que tiene por centro la ciudad.

Otros productos perecederos como las fresas, las verduras y la leche no pueden tolerar el transporte a largas distancias y tienen que producirse cerca de la ciudad, en caso de que exista demanda.

La segunda zona se destina a los bosques. En la época de von Thiinen éstos proporcionaban combustibles y materiales de cons- trucción esenciales, cuyo transporte es difícil por su peso y volumen. Con la carreta como único medio de transporte los bosques tienen que estar cerca de la ciudad.

En la tercera zona se practica una cultura de rotación de gra- míneas con leguminosas y forrajes. Von Thünen habla de: 1) pata- tas, 2) cebada, 3) trébol, 4) centeno, 5) leguminosas, 6) centeno. En la cuarta zona se introducen las pasturas y el barbecho. En la quinta se practica el sistema de rotación trienal que prevaleció en Europa desde el año 800 hasta el 1800 aproximadamente. Von Thünen menciona: 1) centeno, 2) cebada y 3) barbecho. Esta es la última zona de cultivo de cereales; más allá se criará ganado que es llevado en pie al mercado. La última , zona se destina a la caza




Diagrama I.

Diagrama 2.

Forma en que la localización determina la utilización de la tierra. Von Thünen,op.cit. p. 387




para obtener pieles cuyo transporte es relativamente fácil (véase el diagrama 1, pág. 57).

Después de agotar las posibilidades de localización dependiendo de un sólo medio de transporte, von Thíinen estudia los cambios que originaría la presencia de un río navegable. Suponiendo que el transporte por río cueste seis veces menos que el transporte por carreta, las diferentes zonas, equidistantes del mercado, se extienden siguiendo las márgenes del río. La distancia entre la unidad de producción y el mercado continúa determinando la localización de diversos cultivos, pero la presencia del río y el consecuente abara- tamiento del transporte en sus zonas de influencia distorsionan el ordenamiento concéntrico, (diagrama II) La introducción del río elimina el supuesto original respecto a las mismas facilidades de transporte en todas direcciones. Los costos de transporte siguen siendo proporcionales al peso y la distancia, pero el transporte por río ofrece nuevas posibilidades de substitución en las regiones que caen bajo su influencia. Al disminuir los insumos-transporte, el río, en efecto, crea espacio. Ahora las zonas radiales de la periferia que en el diagrama I eran la tierra de nadie, se incorporan al patrimonio del Estado aislado.

En el diagrama II aparece también otra ciudad. Esta ciudad satélite desarrolla sus propios círculos de influencia pero mientras es menor que la ciudad central, el precio de los productos agrícolas en su esfera de influencia continúa siendo determinado por el precio de la ciudad principal.

La Teoría de la Renta de la Tierra

Pára continuar, es preciso definir la renta y ver la forma en que afecta los usos del espacio y de los factores alternativos, impul- sada por la acción de fuerzas opuestas: por un lado, la ley estática de los rendimientos decrecientes, por el otro, la incesante adición de innovaciones.

Como las necesidades de espacio en la agricultura son cuantiosas, las diferencias en el precio de los servicios de la tierra debidas a diferentes posiciones espaciales, igual que a contenido de recursos, actúan como una influencia locacional. de primer orden. A esto se




debe que en la teoría de la localización agrícola, la renta diferencial siempre haya ocupado una posición central. 15

El estudio de la renta de la tierra exige hacer una breve incur- sión en la historia de las doctrinas económicas para enmendar ciertos errores de los clásicos que, de aceptarse, pondrían en peligro la con- sistencia o limitarían la aplicabilidad de la teoría del desarrollo en que se sustenta esta obra. Las definiciones de Ricardo y Marshall se toman como punto de partida; en seguida, se presenta la crítica de Marx a la tesis ricardiana y más tarde los puntos de vista de von Thünen, de Chamberlin y de otros autores modernos.

Ricardo definió la renta como "la parte del producto de la tierra que se paga al terrateniente por el uso de los poderes originales e indestructibles del suelo", e ilustró su definición así: "Si en dos unidades agrícolas adyacentes que tienen la misma extensión y la misma fertilidad natural, una dispone de todas las convenien- cias. . . mientras la otra carece de mejoras, naturalmente se pagará una remuneración mayor por el uso de la una que de la otra; no obstante, en ambos casos esa remuneración se llamará renta. Pero es evidente que sólo una porción del dinero pagado anualmente por la unidad mejorada será dada por los poderes originales e indestructibles del suelo; la otra porción será pagada por el uso del capital que fue empleado en mejorar la calidad de la tierra, y en erigir los edificios necesarios para asegurar y preservar el producto. . • Esta es una distinción de gran importancia, en el estudio de la renta y de las ganancias; porque resulta que las leyes que regulan el proceso de la renta son muy diferentes a las que regulan el proceso de las ganancias y que pocas veces operan en la misma direc- ción. En todos los países mejorados, lo que se paga anualmente a los terratenientes participa de ambos caracteres: renta y ganancias, y a veces es estacionario por los efectos de causas opuestas; otras veces avanza o retrocede, a medida que una u otra causa pre- pondera."

"Si toda la tierra tuviera las mismas propiedades, si fuera ilimitada en cantidad y uniforme en calidad, no se podría cobrar por su uso, a menos que poseyera ventajas peculiares de situación . * Es sólo entonces debido a que la tierra no es ilimitada en cantidad

y uniforme en calidad, y a que con el progreso de la población la

15 Isard, op. cit. p. 189. * Cursiva del autor.

I -




tierra de calidad inferior o menos ventajosamente situada , * es pues- ta en cultivo, que se paga la renta por su uso. Cuando con el progreso de la sociedad, la tierra de fertilidad secundaria se pone en cultivo, comienza inmediatamente la renta en la de primera calidad, y la cantidad de esa renta dependerá de las diferencias en calidad de ambas porciones de tierra."

"Cuando la tierra de tercera calidad se pone en cultivo, la renta comienza inmediatamente en la de segunda, y es regulada igual que antes, por la diferencia de sus poderes productivos. Al mismo tiempo, aumenta la renta de las tierras de primera calidad, puesto que ésta siempre debe ser superior a la renta de las de segunda, por la diferencia entre el producto que rinden con una cantidad dada de tierra y capital. Con cada paso en el progreso de la pobla- ción, que obligue a un país a recurrir a la tierra de calidad inferior, para permitirle aumentar su aprovisionamiento de alimentos, la renta aumentará en todas las tierras más fértiles.

"Sucede a menudo que antes de que las tierras 2, 3, 4 o 5 (de calidad progresivamente más baja) sean cultivadas, el capital puede emplearse más productivamente en las tierras que ya están en cultivo. Puede ser que duplicando el capital original empleado en las tierras mejores 1, aunque el producto no se duplique aumentará en una cantidad que excede a la que podría obtenerse empleando el mismo capital en las tierras 3."

"En este caso, el capital será empleado de preferencia en las tierras viejas, y creará renta igualmente; porque la renta es siempre la diferencia entre el producto obtenido por el empleo de dos cantidades iguales de capital y trabajo. 16 En consecuencia, si las tierras buenas existieran en cantidad mucho más abundante de la que requiere la producción de alimentos para una población creciente, o si el capital pudiera emplearse indefinidamente sin un rendimiento decreciente en las tierras viejas, la renta no surgiría; porque la renta procede invariablemente del empleo de una cantidad adicional de trabajo con un rendimiento proporcionalmente decreciente." 17

* ¡Cursiva del autor. 16 Marx en este punto comenta que Ricardo tiene toda la razón pero que

debió añadir: "En las mismas cantidades de tierra." Karl Marx, El Capital, tomo m, versión inglesa. Chicago. Charles H. Kerr & Company Co-operative. 1909. p. 760. 17 David Ricardo, Principles of Political Economy and Taxation. Londres G. Bell and Sons, LTD. 1932. Todas las citas fueron tomadas del capítulo II, pp. 44-61.




La necesidad de modificar la teoría y terminología de la renta fue reconocida por Marshall, quien observó que ciertos aspectos ca- racterísticos de la renta de la tierra aparecen también en los ingresos de la riqueza creada por el hombre, y bajo ciertas circunstancias aun en la recompensa por el esfuerzo humano. El concepto que Marshall tenía de la renta era esencialmente ricardiano. 18 Después de considerar los usos acostumbrados en las transacciones mercan- tiles, observa: "Parece resultar más ventajoso reservar el término renta para el ingreso derivado de los dones gratuitos de la naturaleza." 19 A los ingresos que comparten las características de la renta pero que no provienen de la tierra los llamo cuasi-rentas. La difi- cultad de separar de otra riqueza a los "dones gratuitos de la naturaleza" por los que se recibe renta llevo a Marshall a la posición de que en muchos casos el área, la ubicación y "la anualidad que la naturaleza le ha dado de luz solar, aire y lluvia" son las 'propiedades inherentes significativas de cualquier terreno. El hombre no puede producir el clima y la extensión; la situación raramente puede atribuirse al esfuerzo por parte del propietario. Cualquier ingreso imputable a estas cualidades es renta pura.

Marx, atinadamente, atribuye la renta a dos causas: la fertilidad y la localización. Respecto de la primera aclara que "el análisis debe especificar lo que se incluye en la fertilidad natural de las tierras y qué elementos intervienen en ella". Y añade: "Aunque la fertilidad es una cualidad objetiva del suelo, siempre implica relaciones económicas: la relación al desarrollo químico y mecánico (y genético * ) de la agricultura, puesto que, naturalmente, la fertilidad cambia con este desarrollo." La influencia del desarrollo tecnológico sobre "la fertilidad diferencial de diversas tierras se reduce al resultado práctico de que, para la fertilidad económica el estado de la productividad del trabajo. . . que varía en diferentes períodos de desarrollo , es un elemento tan importante en la llamada fertilidad natural del suelo como su composición química y sus otras cualidades naturales ." 20v f

"Suponemos, entonces, la existencia de cierta etapa de desarrollo de la agricultura; suponemos, además, que la sucesión predo-

* Añadido por el autor. 18 Cari Rollinson Bye, Developments and Issues in the Theory of Rent.

Columbia University Press, 1940. p. 56. 19 Alfred Marshall, op. cit. p. 74. 20 Marx, op. cit. p. 762. Véase también la Parte VT "La Transformación de la Plusvalía en la Renta de la tierra". Tomo III. pp. 720-946.




minante de utilización de los suelos es calculada con referencia a esa etapa de desarrollo, lo que, por supuesto, siempre sucede con inversiones simultáneas de capital en suelos diferentes. Bajo estas circunstancias, la renta diferencial puede formarse ya sea en series ascendentes o descendentes, pues aunque la sucesión es mi hecho establecido para la totalidad de las tierras realmente cultivadas, siempre la precede un movimiento seriado que conduce a esta for- mación." 21

Respecto a la localización, que es tratada muy brevemente, Marx dice que "es el factor decisivo en las colonias y, en general, determina el orden o sucesión en que las tierras se pondrán en cultivo. Además, es evidente que estas dos causas distintas de la renta diferencial: la fertilidad y la localización, pueden actuar en sentido opuesto. Cierto terreno puede estar situado muy favorablemente y, no obstante, ser muy pobre en fertilidad y viceversa. Esta circuns- tancia es importante, porque explica como el trabajo de poner en cultivo el suelo de cierto país puede ocurrir igualmente del suelo peor al mejor en vez de a la inversa. Finalmente, es claro que el progreso de la producción social tiene el efecto general de nivelar las diferencias que surgen de la localización como causa de la renta de la tierra, al crear mercados locales y mejorar las localizaciones por medio de las facilidades de comunicación y transporte. . .

" 22

Después de analizar las diferentes manifestaciones de la renta en distintas etapas de desarrollo, Marx concluye; "La renta diferencial aparece cada vez. . . que las fuerzas naturales pueden ser monopolizadas y, por lo tanto, garantizar una plusvalía al capitalista industrial que las utiliza. . . Las personas que por su título a una porción del globo han sido privilegiadas con la propiedad de estos bienes capturarán una parte de la plusvalía del capital activo por medio de la renta." 23

En El Estado Aislado , von Thünen trata más objetivamente que Ricardo y Marshall el origen de la renta y sus relaciones con la localización. Para empezar, estudia la influencia de la baja de los precios de los cereales a medida que se aleja uno de la ciudad. ¿Qué efectos tendrá esta baja sobre la cuantía de la renta? Para averiguarlo analiza los costos de producción puesto que la renta

21 ibid. pp. 763-764. 23 ibid., pp. 761-762. 23 ibid., pp. 897-898.




debe ser la diferencia entre éstos y el precio de venta. Los costos de producción dependen de los precios de lo que compra el agricultor, incluyendo los salarios. Tales costos, en diferentes distritos, no son proporcionales a los precios de los cereales y por lo tanto no pueden expresarse en términos de la cantidad de producto; por ejemplo, los salarios varían localmente en forma distinta a los precios de los cereales.

Basándose en cálculos de costos para suelos de fertilidad diferente, computa la renta en términos de cantidad de producto y en dinero, demostrando que la cantidad de mano de obra utilizada, igual que el método de cultivo y la cuantía de la renta varían con la calidad y la localización de la tierra. Su estudio le permite resolver: a) .o que se producirá en distritos con una cierta localización y, b) cuál será la relación entre los precios en varios distritos. Si diferentes cultivos compiten entre sí en un distrito, el producto que rinda la renta más elevada desplazará a los demás. En esta forma llega a una teoría de la renta que es, en efecto, una explicación de la ocalización agrícola bajo las condiciones supuestas, o sea la existencia de un mercado dominante en la ciudad.

Chamberlin, en La Teoría de la Competencia Monopólica, explica las causas de la renta de los terrenos urbanos que se usan para las ventas al menudeo. Libre de la preocupación relativa a la fertilidad o productividad de xla tierra, concluye: "La renta de las tierras urbanas se explica totalmente, y la de las tierras agrícolas parcialmente, por el factor de la localización. La renta es una expre- sión de las ventajas relativas ofrecidas por diferentes sitios, y estas ventajas dependen sólo en parte del volumen relativo de ventas. Otros factores son los precios que pueden cobrarse y el tipo de nego- cio que puede establecerse más ventajosamente en una ubicación. . . La renta de cualquier sitio urbano es una expresión del valor del privilegio monopólico de proporcionar servicios de ventas en ese lugar particular . La competencia entre los empresarios para obtener esas ganancias monopólicas es la fuerza que las pone en manos del terrateniente. . . La concentración de los compradores en distritos particulares y en ciertas calles o esquinas, y la escasez relativa de espacio en tales lugares dan a cada sitio particular el excedente de

que es responsable." 24

24 Edward H. Chamberlin, The Theory of Monopolistic Competition: A Re-orientation of the Theory of Value. Cambridge. Harvard University Press. 1946. pp. 243-244.




La renta urbana se debe a fuerzas locacionales de carácter mo- nopólico temporal que establecen la diferenciación del mercado y no del producto. Las ventajas de una ubicación particular pueden utilizarse al máximo mediante la construcción de rascacielos que multiplican el espacio utilizable de una localización. Sin embargo, la construcción de rascacielos está sujeta a la ley de los rendimientos decrecientes 'que se manifiesta haciendo que los costos, a partir de cierto número de pisos, aumenten a un ritmo proporcionalmente mayor que el espacio creado. De igual manera, las zonas urbanas de rentas altas están sujetas a 'la misma ley que se manifiesta cuando, a partir de cierto punto, las inversiones adicionales para aumentar el espacio o intensificar su uso generan un aumento más que proporcional de la aglomeración y de otras desventajas de la concentración urbana.

La renta diferencial, entonces, no es un fenómeno caracterís- tico de la agricultura sino que también surge cuando la oferta de cualquier factor es limitada, a corto o largo plazo, y cuando sus posibilidades de substitución por otros factores representan una alternativa más costosa. En ese momento, la competencia para asegurar el uso del factor escaso genera un excedente neto que es la renta.

La teoría de la renta de la tierra según Ricardo, John Suart Mili y Marshall omite el análisis de los factores locacionales y atribuye a la tierra características tan faltas de objetividad que rayan en el misticismo. En su penetrante ensayo Algunos Aspectos de la Teoría de la Renta : von Thiinen vs. Ricardo , Bertil Ohlin comenta: "Es difícil encontrar un hecho más interesante y sorprendente en la historia de las doctrinas económicas de los últimos cien años que la supervivencia sin cambios esenciales de la teoría de la renta de Ricardo." 25

Cuando Ricardo o sus discípulos tropiezan con fenómenos que se deben a la acción de fuerzas locacionales, mencionan la ubicación o situación, pero no analizan sus consecuencias. Esto bastaría para invalidar sus conclusiones pero, aun si se le olvida deliberadamente, la teoría clásica cae por los suelos a causa de que, además, atribuye a la tierra "poderes originales e indestructibles" según Ricardo, o

25 Bertil Ohlin "Some Aspects of the Theory of Rent: Von Thiinen vs. Ricardo", en Economics, Sociology & the Modern World: Essays in Honor- of T. N. Carver. Harvard University Press 1935. p. 171.




"propiedades inherentes significativas", "dones gratuitos como la anualidad que la naturaleza ha dado (a un terreno) de luz solar, aire y lluvia", según Marshall. Esta actitud recuerda el culto de la fertilidad practicado por los pueblos primitivos de que habla Mali- nowski en Magia, Ciencia y Religión. 26 Atribuir a la tierra carac- terísticas sui gèneris fuera de la ubicación, lleva al misticismo; con- cebirla como un factor rígidamente limitado y sujeto fatalmente a la acción inmediata y secular de los rendimientos decrecientes revela un concepto estático y simplista de los recursos que desemboca en el callejón sin salida del malthusianismo. La omisión del análisis espacial y el concepto estático de los recursos invalidan por partida doble la teoría ricardiana de la renta.

Con base en el modelo de Von Thiinen las tierras marginales no producen renta y, en consecuencia, carecen de valor. A medida que se aparta uno del margen aumenta la renta y se inicia la competencia para poseerla. Así se establece un precio que tiende a mantener una relación directa con la renta. Si los compradores y vendedores prevén que las rentas futuras serán ima serie de ingresos relativamente estable, el valor presente de los ingresos futuros se expresa en la fórmula:

R V =

I

En la que R es la renta anual e 7 la tasa corriente de interés. Así una hectárea de tierra agrícola que se espera produzca $ 5.00 de renta durante un período largo, capitalizada al 5% de interés, se venderá por $ 100.00. Si los compradores y vendedores anticipan que la demanda futura de las tierras aumente, esto se reflejará en el aumento del precio de venta. Los lotes urbanos baldíos o las tierras rurales ociosas no producen renta, sin embargo, se venden a un precio que refleja la renta anticipada. Los terrenos rurales cercanos a las ciudades se valúan con base en sus usos urbanos potenciales en vez de capitalizar sus rentas agrícolas. 27 La fórmula anterior supone ima tasa constante de interés. Si la tasa de interés baja, un terreno aumentará de valor.

20 Bronislaw Malinowski, Magic, Science and Religion and Other Essaya Doubleday Anchor Books. New York, 1955.

27 Ely & Wehrwein, op. cit. p. 120.




Diferencias Entre el Valor de la Tierra y la Renta Capitalizada

No debe inferirse que los valores de la tierra representan en realidad la capitalización de la renta económica o el ingreso neto que se deriva de la utilización de la tierra. Los valores corrientes de la tierra no corresponden más de cerca a los valores capitalizados del ingreso debido a muchas causas. A menudo la costumbre y la tradición hacen que los valores de la tierra y las tasas de arrenda- miento sean muy superiores a las que se justificarían con base en la renta económica o en el ingreso neto que se obtendría de la utili- zación de tales tierras. Richard Jones observó que las rentas pagadas por los campesinos en Inglaterra tenían su origen en causas distintas a la capitalización estricta de la renta económica, y que la competencia, que estaba limitada por prácticas tradicionales, daba por resultado rentas reales y valores de la tierra muy diferentes a los que prevalecerían si tan solo entraran en juego las fuerzas eco- nómicas. 28 Jones clasificó las rentas en dos grupos: las rentas pagadas por los campesinos y las pagadas por los agricultores propietarios, y señaló, atinadamente, que las rentas pagadas por los campesinos son determinadas de modo exclusivo por la capacidad desigual de regateo entre el propietario y los campesinos atados a la tierra, que uti izan su fuerza de trabajo en la agricultura y logran a cambio una subsistencia precaria.

Los valores psicológicos y sentimentales atribuídos a ciertos lugares y el prestigio social derivado de su propiedad determinan o modifican también el precio de venta y las tasas de arrenda- miento. Muchas personas a quienes la propiedad de la tierra con- fiere un sentido de seguridad que no obtienen de otras posesiones están dispuestas a pagar sumas que exceden la capitalización de su valor a la tasa corriente de interés. Por ende, la creencia gene- raizada de que la oferta de la tierra está rígidamente limitada hace que sus valores tiendan a exceder las sumas justificadas por sus rendimientos económicos.

Independientemente de las causas de la disparidad entre el valor de la tierra y su renta capitalizada, es claro que si el comprador de tierras va a obtener un producto razonable de su inversión o a explotar la tierra con utilidades razonables debe proceder con gran

38 Richard Jones, Peasant Bents, Macmillan, Londres, 1895.




cautóa para no exceder el ingreso neto capitalizado en el precio que paga por la compra de la tierra. Esto se aplica al caso de un comprador o al de un arrendatario. Por lo tanto, la renta econó- mica es el factor individual al que debe concederse mayor importancia cuando se estime el nivel de precios o se valúen las tierras urbanas, agrícolas, foresta' es, minerales, o de cualquier otro tipo. 29

Para la empresa agrícola, la renta diferencial juega el mismo papel que los costos diferenciales de la mano de obra en una empresa que utiliza trabajo intensivamente, o el costo diferencial de la fuerza motriz en una industria que usa energía intensivamente. En el caso de la empresa agrícola, es de importancia crítica inves- tigar la relación de substitución entre los egresos renta y los agresos transporte; en el caso de la empresa industrial es importante exa- minar la relación de substitución entre los agresos mano de obra, capital fijo y transporte. En este sentido, la teoría de la loca ización agrícola es igual a la industrial. La comparación de los costos diferenciales y la investigación de las relaciones de substitución entre varios egresos son básicos para ambas. La única diferencia signi- ficativa yace en que la pequenez de muchas empresas agrícolas que producen la mayor parte de las cosechas, aunada a la concentra- ción de ¡os mercados en puntos particulares permite, en general, un análisis locacional más profundo en la esfera agrícola que en la industrial. 30

Los precios pagados localmente por el uso de recursos productivos, ya se trate del espacio donde ubicar una fábrica o una explo- tación agrícola o de ¡a mano de obra o de cualquier otro factor, dependen de los precios pagados por los demás factores y de las posibilidades de substitución. El factor más escaso y menos substi- tuible ocupará una posición estratégica que permitirá a sus propietarios derivar una renta. Por ejemplo,^ donde la mano de obra es relativamente abundante y barata es posible que la tierra tenga un valor considerable. Contrariamente las tierras de la misma calidad y accesibilidad al mercado tendrán un valor más bajo donde los salarios sean más altos.

Es imposible explicar las diferencias locales de la renta de los recursos sin explicar al mismo tiempo las diferencias locales en los

29 Rolan R. Renne, Land Economics: Principles, Problems, and Policies In Utilizing Land Resources. Harper & Brothers. Nueva York, Londres, 1947. p. 218. 30 Isard, op. cit. p. 189-190.




precios de los otros medios de producción. En todos los casos, el ingreso obtenido por los propietarios de los factores más escasos y menos substituibles, tiene el carácter de renta. La elasticidad de la oferta de tales factores, gobernada por las condiciones econó- micas, institucionales y tecnológicas prevalecientes, determina la posibilidad de que sus valores como capital correspondan a sus costos de producción.

El desarrollo tecnológico, al aumentar las posibilidades de subs- titución, tiene el efecto de minar el carácter monopólico de los factores limitativos, lo mismo en lo referente a la tierra, que al capital o a la mano de obra. No obstante, y esto es crucial en el análisis de la economía latinoamericana , la escasez de un factor puede lograrse artificialmente por la coerción social y por la vigencia de instituciones que impiden el progreso tecnológico. En una economía estancada los rendimientos decrecientes perpetúan y tienden a aumentar la renta de los factores objeto de monopolio.

Esto se observa, por ejemplo, en Perú. Según Mariátegui: "En la agricultura de la Sierra del Perú no se ha desarrollado el régimen del salario libre. El hacendado no se preocupa de la productividad de las tierras. Sólo se preocupa de su rentabilidad. Los factores de la producción se reducen para él casi únicamente a dos: la tierra y el indio. La propiedad de la tierra le permite explotar ilimitada- mente la fuerza de trabajo del indio. La usura practicada sobre esta fuerza de trabajo - que se traduce en la miseria del indio - se suma a la renta de la tierra calculada al tipo usual de arrenda- miento." 31

En síntesis, la renta debe analizarse en su contexto social y en función del uso y de las posibilidades de substitución de la tierra. En los terrenos urbanos la localización es obviamente su factor determinante. En la agricultura la renta es generada preponde- rantemente por factores locacionales, mientras la fertilidad, en abierta contradicción con la teoría clásica, es en muchos casos un factor secundario.

La localización económica es la distancia relativa al iņercado y constituye una variable independiente sujeta a modificaciones originadas por el progreso de las comunicaciones, por la expansión urbana, por el crecimiento industrial y por los efectos de las inno-

31 José Carlos Mariátegui. Siete Ensayos de Interpretación de la Reali- dad Peruana. Segunda Edición, Biblioteca Amauta, Lima, Perú. p. 79.




vaciones, igual que por las tarifas de transporte, por la política fiscal y por los cambios institucionales.

La fertilidad también es un concepto relativo. La influencia de la tecnología en diferentes etapas de desarrollo es un elemento sin el cual carece de sentido evaluarla. Respecto a la originalidad de los poderes de la naturaleza "el pasado carece de importancia excepto en la medida que afecta la actividad en el futuro. Por lo tanto, la distinción entre recursos naturales e instrumentos de capital no tiene sentido. Que un terreno sea 'virginal' o haya sido 'me- jorado' por los esfuerzos del hombre carece de interés. Solamente importan las posibilidades de los cambios futuros en la oferta de instrumentos productivos." 32

La diferencia entre el cultivo intensivo y el extensivo se refiere a la intensidad de la aplicación de insumos de mano de obra o capital en una unidad de tierra. Si la misma cantidad de mano de obra, de capital, o de ambos, se concentra en la misma unidad, el cultivo es intensivo y la fertilidad es mayor; si se diluye entre varias unidades adyacentes el cultivo es extensivo. Naturalmente, puede argüirse que la acción de la ley de los rendimientos decrecientes impide la aplicación de dosis sucesivas de insumos de mano de obra y capital a una superficie dada de tierra. Esta aseveración irrefu- table en el caso de un terreno individual no puede aplicarse al total de las tierras en cultivo, pues contradice la experiencia registrada a partir de la revolución industrial.

El supuesto de una tecnología estacionaria en que descansa la ley de los rendimientos decrecientes es aplicable sólo en casos excep- cionales, y la esencia del progreso económico, como se verá más adelante en detalle, consiste en impedir la aparición de los rendimientos decrecientes mediante cambios en la función-producción o, lo que es lo mismo, innovaciones.

El orden de utilización de las tierras agrícolas no está sujeto a la rigidez que le atribuyen Ricardo y Marshall basándose en el supuesto de la fertilidad decreciente de la tierra. La localización puede hacer costeable la utilización inmediata de ciertas zonas aunque su fertilidad sea deficiente o nula. »

32 Ohlin, op. cit., p. 181.




LA LOCALIZACION DE LA PRODUCCION AGRICOLA EN FUNCION DE LA RENTA

El mecanismo por el que la renta determina la localización de la agricultura en particular y los diferentes usos de la tierra en general, puede ilustrarse gráficamente partiendo de supuestos similares a los de Von Thiinen. En La Localización de la Producción Agrícola, Dunn hace la presentación siguiente: 33

R = E (p-a) - Efk

Expresa la renta derivada de un so'o producto en función de la distancia.

Las variables se clasifican como sigue: Variable dependiente R = renta por unidad de tierra Variable independiente K = distancia Constantes o parámetros E = rendimiento por unidad de tierra p= precio del mercado por unidad de producto a = costo de producción por unidad de producto f = tarifa de transporte por unidad de distancia para cada pro-

ducto.

Bajo los supuestos implícitos en la designación de los paráme- tros, la fórmula describe una relación funcional lineal entre dos variables: distancia y renta. La gráfica 1 representa explícitamente esta fundón-distancia.

En el punto de intersección R una unidad de tierra que produzca en el mercado obtendrá una renta igual al rendimiento de ingreso neto por unidad. La inclinación indica que a medida que aumenta la distancia al mercado la renta máxima por unidad de tierra, E (p-a), disminuye por cada unidad de distancia a una tasa igual al producto del rendimiento y de la tarifa de transportu.

33 Edgar S. Dunn, Jr. The Location of Agricultural Production, University of Florida Press, Gainesville. 1954. pp. 7-15. Esta presentación de la función renta es idéntica a la que Hoover llama "renta de la superficie" en su obra, Location Theory and the Shoe and Leather Industries, Cambridge, Mass. 1937. Isard recurre también a la misma función para ilustrar el mecanismo de la renta.




GRAFICA 1

R ļ - R=e(.P-a)

SHē

Nv TAN L0 = -ef

o N < ^

La renta es enteramente absorbida en el punto de intersección k donde k= p-a/f-

La línea de la renta representa la renta marginal de una industria dedicada a producir un solo bien. Cada valor de k indica la renta que se derivará de una unidad infinitesimal de tierra a esa distancia del mercado. A medida que la industria aumenta su producción al ocupar tierras más distantes (es decir, a medida que aumenta el valor de k) esta línea indica la cantidad que se añadirá a la renta total por la adición de cada unidad sucesiva de tierra, o sea, el in- cremento marginal. Puesto que la renta es el sobrante neto de los costos de producción, la ordenada OK es la línea de costo marginal. El punto que produce la ganancia máxima es aquel donde la renta marginal es igual al costo marginal, o sea donde k= p-a/f.

El caso de dos productos distintos aparece en la gráfica 2.

En el caso de un solo producto AB representa la renta marginal. Sin embargo, la industria II puede producir en los mismos terrenos con una renta marginal CD. Puesto que cerca del mercado la renta en cada unidad ocupada por la industria I es mayor que en la II, la industria I se localizará cerca de éste. No obstante, la posibilidad de la industria II de producir renta representa un uso alternativo de la misma tierra. La industria I extenderá su producción espacial- mente hasta que su renta marginal sea igual al costo marginal, ambos expresados en función de la distancia. Así se determina el límite de la industria I en el punto E.




GRAFICA 2

R

A i

' INDUSTRIA T

c _ '

J ' INDUSTRIA IT

° e e o

La solución de equilibrio para la industria II representa un nuevo problema. Puesto que la industria II no puede competir por el uso de la tierra cerca del mercado, necesita tomar en consideración dos márgenes. La localización se mide en términos de distancia radial al mercado; en este caso se establece mi límite interno y un límite externo. En la gráfica 2, ambas industrias producen con ganancias en el área OB (se habla del área porque las distancias radiales crean un anillo alrededor del mercado). Sobre cierta parte de esta área la industria II rinde un producto mayor; por lo tanto extenderá su producción hacia el mercado hasta que su renta marginal CD sea igual a AB, que también representa el costo marginal de la industria II. El límite de su ampliación es E, punto que también determina el límite interno de localización del producto II. El límite externo de la industria II es igual al punto de equilibrio en el caso de un solo producto y se establece donde la renta marginal CD es igual al costo marginal.




GRAFICA 3

B

^ RI ^ RO

La gráfica 3 representa el caso de varios productos. Desde el punto de vista agronómico la tierra puede utilizarse para obtener una inmensa variedad de productos. Cada producto o industria se designa I1; I2, ... In. Cada industria tiene una función-renta marginal Ri, R2, ... Rn. Las diversas industrias se ordenan en el espacio siguiendo la inclinación decreciente de sus funciones renta-marginal. Esto hace posible formular en términos generales el equilibrio espacial para cualquier industria. Tómese I3 como ejemplo de cualquier industria. Esta industria ampliará su producción hacia el mercado mientras goce de una ventaja respecto a la industria que compite más 'de cerca con ella, que en este caso es I2. Así se establece un límite interno krl (industria r, límite interno). A la vez, se extiende en sentido opuesto al mercado en la medida en que su renta marginal es mayor que el costo de oportunidad marginal, en este caso L. Así




se establece el límite externo, kro. Siguiendo este principio resulta que el equilibrio espacial de una industria se establece cuando:

Rr = Rr_i (establece krí)

Rr = Rr-1 (establece kro)

Estas fórmulas comprenden todos los casos posibles porque:

Rr = Rr kri = 0

Rr = Rn* Rr. i = o

y por lo tanto

Kro queda establecido

La producción conjunta

La limitación obvia del análisis precedente es que se basa en el supuesto de que cada empresa da sólo un producto siendo que una de las características principales de la agricultura es la producción conjunta. Como las relaciones de costos en la producción conjunta son muy importantes hay que estudiar la forma en que diferentes relaciones de costos afectan la localización.

El análisis de la producción conjunta se facilita si se la divide en las categorías siguientes:

1. Producción conjunta específicamente agrícola: a) coproductos b) diversificación agrícola

2. Integración de procesos agrícolas e industriales.

a) Los coproductos

Muchas cosechas dan coproductos, por ejemplo: el algodón y su semilla, la lana y la carne de carnero. En este caso se incurre en "costos conjuntos reales" porque los coproductos resultan del mismo

proceso y mantienen proporciones relativamente constantes. La si- tuación es la misma cuando se produce un bien único y el proceso de equilibrio para la empresa es idéntico. El producto puede me- dirse en unidades compuestas, por ejemplo, una tonelada de algodón y X kilos de semilla, de acuerdo con las proporciones obtenidas

por el uso de una variedad en una región. La renta se determina de



La Economìa del Espacio 361

acuerdo con el mecanismo descrito en las gráficas. El efecto de la función distancia-renta y la competencia motivada por las posibilidades alternativas de cultivar otros productos o destinar la tierra a otros usos, determinan là localización y la amplitud de las zonas de cultivo.

La única diferencia respecto al caso de un solo producto es que la misma zona produce dos bienes cuyos límites espaciales coinciden. Como el precio compuesto es más elevado que el precio por unidad de cada producto considerado aisladamente, la línea de la renta marginal para la producción conjunta será más alta que para cualquiera de sus componentes. En consecuencia, la producción de coproductos para los que hay demanda tiene el efecto de ampliar el área de la producción para el producto básico o dominante .

b) La diversificación agrícola

La estacionalidad y el efecto de factores fijos - como la mano de obra - y de factores indivisibles - como la maquinaria agrícola - hacen imperativa la diversificación agrícola y la integración de procesos agrícolas e industriales para utilizar más eficientemente los factores fijos e indivisibles, disminuir los costos brutos de operación y, en consecuencia, aumentar el valor agregado de la producción.

El uso intensivo de la mano de obra y de la maquinaria disminuye los costos marginales y aumenta los ingresos; por ejemplo, si se puede sumar al plan de operación un cultivo que requiera insumos de mano de obra y equipo, cuando éstos no se utilizan en la produc- ción de los renglones principales, se logran economías de producción conjunta. Por ende, la diversificación facilita el mantenimiento y el aumento de la fertilidad de la tierra.

Diversificar es integrar varios procesos productivos, cada uno de los cuales produce un solo bien. La diversificación altera los supuestos bajo los que se ha estudiado hasta ahora la localización de la actividad económica e impone la necesidad de analizar la produc- ción de la empresa agrícola como un todo. Un agricultor no puede emprender el cultivo diversificado sin decidir de antemano la forma en que utilizará el total de sus tierras; la elección del plan general de producción se hace en función de las combinaciones posibles de productos que prometan las ganancias más elevadas y las rentas más altas.




Integración de procesos agrícolas e industriales

Otra forma de aumentar los ingresos mediante la utilización intensiva de los factores abundantes consiste en combinar la pro- ducción agricola con la industrial/Puede lograrse así la disminución del peso y la substitución de insumos transporte por insumos locales de trabajo y por capital y, además, el aprovechamiento de re- siduos y subproductos como fertilizantes. Igual que la diversificación, la integración disminuye los costos marginales.

La disminución del peso del producto permite substituir los insumos transporte por insumos de mano de obra y capital, en caso de que tal substitución resulte económica. La reducción del peso se logra mediante diversos procedimientos: deshidratación de leche, carne, etc.; el enlatado o congelación de frutas, legumbres y productos perecederos; la reducción del volumen mediante la compre- sión. La integración de actividades agrícolas con actividades ga- naderas e industriales permite la utilización más intensiva de los factores, por ejemplo, la producción y venta de tocino, jamón y carne en vez de la venta de maíz o forrajes. Estos procesos permiten localizar racionalmente lejos de sus mercados ciertas empresas refina- doras como las destilerías, los ingenios azucareros, las plantas enla- tadoras de carnes.

Las economías agrícolas avanzadas se caracterizan por llevar este proceso de diversificación e industrialización lo más lejos posible mientras, en contraste, las sociedades agrícolas tradicionales tienden al monocultivo regional.

La producción conjunta modifica las conclusiones logradas para un solo producto. En el caso del trigo, por ejemplo, éste podrá rendir la renta más alta a condición de que los campos restantes se uti- licen en forma definida (la forma más favorable para el cultivo de trigo en el campo en cuestión), pero aun si cada campo se cultiva de acuerdo con un plan general cuyo propósito sea elevar al máximo las utilidades de la empresa, la renta del trigo será la más alta tan sólo en algunos campos. El trigo no se cultivará en todos los terrenos donde pueda producir las rentas más altas ni producirá los rendimientos más altos en todos los campos donde se cultive. Conside- rando la tecnología y los precios como dados - o sea, tratándose de un plan a corto plazo - el agricultor determinará la proporción de los factores y de los productos, la escala de las operaciones y todas las relaciones sobre las que, ejerce control en forma tal que sea con-




sistente con el pago máximo de la renta de la tierra. En la franja del trigo, por lo tanto, no es éste como tal el que rinde una ganancia máxima, sino un sistema de producción que incluye su cultivo parcial. El trigo se cultivará dondequiera que un sistema favorable a él sea más ventajoso que cualquier otro sistema de producción que lo ex- cluya.

En la práctica cualquier anillo o franja de producción agrícola puede dedicarse a la producción de una combinación de diversos productos y la misma cosecha puede aparecer en círculos sucesivos. Por lo tanto, el número total de anillos o zonas posibles aumenta, puesto que deja de tener como límite el número de productos posibles y es determinado, en cambio, por el número de combinaciones posibles, ordenadas en sistemas. Si bien bajo tales circunstancias la secuela de los anillos de Thíinen es difícil de identificar en la locali- zación de la producción, persiste el hecho de que tal secuela actúa como un principio rector, sólo que proyectada en los ingresos y en las rentas más altas, a medida que se está más cerca del mercado. Los ingresos altos permiten el pago de rentas más cuantiosas y obligan al uso más intensivo de la tierra por unidad de superficie.

Condiciones para la formación de anillos : la relación entre la distancia y la intensidad .

Lösch afirma que "En una economía dinámica deben formarse los anillos de Thiinen, mientras en una economía tradicional puede también prevalecer un orden inverso* La secuencia de los anillos no puede demostrarse en el caso tradicional como un orden necesario, y únicamente puede suponerse como un posible principio de organi- zación.34 En una economía dinámica sólo los ingresos totales son decisivos ; no hay criterios adicionales para cultivos individuales o para usos específicos . La renta y las líneas de la función distancia -

renta marginal se basan en la producción de toda la unidad y no en un solo producto . El sistema de producción más ventajoso para la empresa sólo puede determinarse previa experimentación y aun en este caso subsiste la incertidumbre debido a la posibilidad de in- numerables combinaciones y a que su elección depende en general de relaciones irregulares locales entre la oferta y la demanda.

* Subrayado por Lösch. 84 Lösch, op. cit., 57.




La Competencia y el Tamaño de la Unidad Espacial

La interrelation de las funciones renta marginal para todos los usos y las posibilidades consecuentes de substitución entre la renta y otros insumos hacen que el tamaño de la unidad espacial tienda a aumentar a medida que la unidad esté situada más lejos del mercado. La escasez física del espacio en el centro hace imperativa la utiliza- ción intensiva de unidades espaciales relativamente pequeñas. La competencia eleva el valor de la tierra a niveles que hacen incosteable su operación excepto a altos niveles de intensidad.

El Caso de Varios Mercados

Las regiones de oferta y demanda forman lo que se llama "áreas de mercado". Las áreas de demanda juegan un papel más importante en la localización no-agrícola y las áreas de oferta en la localización agrícola.

Cuando la producción no se agrupa alrededor de un centro de consumo como se ha supuesto hasta ahora, sino alrededor de varios, éstos eligen sus fuentes de abastecimiento del productor más importante si están lo suficientemente cerca. Alrededor de cada centro de consumo se forman anillos y si existen varios centros contiguos los anillos externos son desplazados hacia la periferia. El número de anillos desplazados aumenta con la densidad de los pueblos. Para los anillos interiores el pueblo es el centro del mercado para los ex- teriores la aglomeración de pueblos.35

La presencia de varios centros de consumo en una región afecta la formación de anillos porque, en el margen, un mismo terreno queda expuesto a la acción de fuerzas locacionales generadas en diferentes centros. En el caso de que un terreno esté en la "tierra de nadie", en el momento en que se inicie su utilización comenzará a generar sus propias fuerzas locacionales y a actuar, por lo tanto, como un centro de consumo único. En este caso la utilización de la tierra se ordena como lo apuntó Von Thünen; pero si hay varios centros de consumo, cuando sus margenes se tocan, los espacios vacantes que resultan cuando los círculos se juntan pueden convertirse en centros importantes de producción y abastecimiento de productos para los que haya demanda en los círculos ya formados. Es posible entonces establecer un nuevo centro de producción entre tres centros

85 ibid. p. 51.



La Economía del Espacio

poblados en lugar de situarlo en uno de los centros poblados originales. Este punto es determinado por lo que Lösch llama "localización en el centro de gravedad". Comparada con la localización en cualquiera de los centros poblados originales, tal ubicación tiene la des- ventaja de que la demanda local es nula, pero ofrece la ventaja de estar más próxima a los puntos de venta circundantes en una área mayor. Si la localización de un nuevo centro de producción no se hace siguiendo el centro de gravedad, los espacios vacantes que resultan cuando los círculos externos se tocan pueden utilizarse compri- miendo los círculos imo contra otro, hasta hacer que resulte un panal o secuencia de exágonos como la que aparece en el diagrama III.

DIAGRAMA III

Desarrollo de las áreas de mercado partiendo de un círculo grande, hasta llegar finalmente a pequeños hexágonos.

Fuente: A. Lösch, The Economics of Location. Yale University. Press, New Haven, Conn., 1954. Fig. 23.

La Forma de una Región

Con base en la geometría existen otras dos posibilidades de utilizar las esquinas entre los círculos de mercados: pueden conce- birse regiones económicas triangulares o cuadrangulares, pero el exá- gono tiene la ventaja de aproximarse más a la forma circular ideal. En consecuencia, aunque la demanda media en el círculo excede la de cualquier polígono de igual superficie, la demanda por unidad de superficie es mayor en el exágono que en el triángulo o en el cuadrán- gulo; pero además, como los círculos dejan esquinas vacantes, la demanda por unidad en el área total excede también la del círculo. O sea que "entre todas las posibilidades de lograr la misma demanda total, un triángulo requiere el máximo de superficie y un exágono




regular el mínimo. La forma de panal es por lo tanto más ventajosa para las regiones económicas".39 Las ventajas de la forma exagonal se acentúan en los linderos de la región cuando la demanda es más elástica y disminuyen a medida que la demanda es menos elástica. En el primer caso, por ejemplo, la demanda disminuirá rápidamente con la distancia del sitio de producción, y tal disminución se acentúa a medida que porciones mayores del área de mercado tales como las esquinas de los triángulos estén relativamente lejos del centro.

El tamaño y la configuración de cualquier región influyen sobre las ventajas relativas de la forma de panal Por ejemplo, si la región

DIAGRAMA IV

Patrón teórico de un paisaje económico. Fuente: A. Lösch, op. cit. Fig. 28.

* ibid. p. 112.




total es pequeña en relación con el área de mercado individual, o muy irregular, pueden registrarse desviaciones muy marcadas, que sugie- ren que la ampliación de la región es necesaria en caso de que quiera utilizársela plenamente.

En síntesis, el exágono regular es más conveniente como patrón regional cuando el área total es más grande y más regular, cuando la demanda es más elástica en los linderos y cuando la distância de transporte se aproxima más a la forma ideal.37

El diagrama IV muestra la superposición de varias redes de áreas de mercado exagonales. Las diversas redes se ordenan cuando menos alrededor de un centro de producción común y por lo tanto, de acuerdo con Lösch: 1) El mayor número de localizaciones coinciden; 2) La demanda efectiva local es máxima; y 3) La suma de las distancias más cortas entre las localizaciones es mínima.

El diagrama V representa ima combinación de patrones rurales y urbanos de utilización de la tierra que supone la jerarquización limitada de unos cuantos usos urbanos con sus zonas agrícolas de tierra adentro. Las ciudades están separadas por una distancia considerable. Alrededor de cada ciudad hay anillos de Von Thünen que no aparecen como círculos concéntricos sino como franjas distorsiona- das, que reflejan en parte el efecto de las tarifas de transportes más bajos en los márgenes de las principales vías de comunicación. ' Las vías de comunicación concuerdan con la secuela sugerida por Lösch, quien observa que "El tráfico más denso tiene lugar en los vectores; dando ocasión a que idealmente doce líneas principales irradien de las metrópolis, o sea que, seis líneas las atraviesan. Por ejemplo, 11 líneas de ferrocarril irradian de Berlín; de París, incluyendo ra- males dentro de un radio de alrededor de 40 kilómetros, exactamente 12; de Londres parten 12 carreteras. 38 La red de transportes del diagrama V toma en cuenta las economías de urbanización.

Muchas otras fuerzas distorsionan la simetría de la secuela de Von Thünen alrededor de las ciudades y en los linderos de sus esferas agrícolas. A la derecha, en el diagrama V, existe un área de pantanos que, a corto plazo, elimina cualquier actividad agrícola; a la izquier- da, hay ima región con suelos particularmente apropiados para la producción de un cosecha que de otra forma no se cultivaría tan cerca de la ciudad. En la ciudad, las áreas de mercado están consti-

37 ibid. p. 114. 38 Lösch, ibid. p. 129, nota de pie 11.




DIAGRAMA V

Patrón teórico de utilización rural y urbana de la tierra. Fuente: W. Isard, op. cit. Fig. 53.




tuidas por residentes urbanos, pero a medida que uno se aparta de ella, las áreas de mercado comprenden un número credente de pobla- ción rural. Los puntos aislados, a distancias considerables de la ciudad, son pequeños centros de ventas al menudeo y de servicios que surten a la población rural. 39

El diagrama V exagera la simetría de los patrones de utilización de la tierra, al tomar un número reducido de fuerzas perturbadoras; naturalmente, en la realidad el patrón es más complejo, pero ya se trate de un diagrama ultrasimplificado o de una minuciosa represen- tación de los usos importantes de la tierra, el mecanismo de las fuerzas competitivas es el mismo; la distancia al mercado y del mercado, la interrelación de las funciones renta marginal para todos los usos y las posibilidades consecuentes de substitución dan la clave para el análisis de la localización y del uso de la tierra.

Resumen

Del análisis precedente se desprenden varias generalizaciones útiles al estudio de los problemas de la localización en una economía dinámica:

1. La importancia de la economía del espacio no ha sido apreciada generalmente por los economistas contemporáneos, y la literatura económica actual abunda en modelos teóricos que tienen como punto de partida el absurdo de una economía en la que todos los factores y los productores, todas las mercancías y los consumidores están, en efecto, congregados en un punto.

2. Con el desarrollo económico los usos del espacio se extienden e intensifican horizontal y verticalmente. Las estructuras locacionales se transforman, impelidas por la acción combinada de dos fuerzas que tienen distinto origen: por un lado, las innovaciones que crean nuevas fuentes de energía, aumentan el quántum de recursos y multiplican la complejidad de los mercados; por el otro, el cambio de énfasis de las actividades basadas en los recursos extractivos hacia las actividades basadas en el mercado y los servicios.

3. Ciertas estructuras locacionales actúan principalmente como "áreas de oferta", mientras otras operan como "áreas de demanda". Las áreas de demanda juegan un papel más importante en la locali- zación no-agrícola y las áreas de oferta en la localización agrícola. Tal distinción, no obstante, se establece por conveniencia analítica puesto

39 Isard, op. cit. pp. 271-278.




que en todos los casos, si bien en grados de intensidad variable, las localizaciones actúan como áreas de oferta y demanda, formando lo que se llama "áreas de mercado".

4. La ubicación, la magnitud, la organización y el grado de avance técnico de un área de mercado determinan el uso del espacio y el aprovechamiento que se hace de sus cualidades físicas en toda la esfera de influencia del mercado en cuestión. A esto se debe que ciertos economistas, entre ellos Ohlin y Weigmann, arguyan que la dinámica del comercio internacional e interregional puede explicarse en forma más consistente por la teoría de la localización que por el principio clásico de la ventaja comparativa.

5. Generalmente se considera que los usos principales de la tierra son: la ganadería, la silvicultura, la agricultura, los usos residenciales, industriales urbanos y los usos con fines de esparcimiento o de recreo. Como las necesidades de espacio en la ganadería, la silvicultura y la agricultura son cuantiosas, las diferencias en el precio de los servicios de la tierra debidas a diferentes posiciones espaciales, igual que a contenido de recursos, actúan como una influencia locacional de primer orden. A esto se debe que en la teoría de la localización agrícola, la renta diferencial siempre haya ocupado ima posición central. No obstante, la renta diferencial no es un fenómeno caracterís- tico de la agricultura y actividades afines, sino que también surge cuando la oferta de cualquier factor es limitada, a corto o largo plazo, y cuando sus posibilidades de substitución por otros factores representan una alternativa más costosa. En ese momento, la competencia para asegurar el uso del factor escaso genera un excedente neto que es la renta.

6. Dado el lugar de consumo de un producto, su forma de pro- ducción varía con la distancia de dicho lugar. La "forma de produc- ción" se refiere a la intensidad de aplicación de los factores, a los sistemas de cultivo en la agricultura y al grado de diversificación y de integración de los procesos agrícolas e industriales que se lle- van a cabo localmente.

7. La intensidad de uso de la tierra aumenta a medida que la producción ocurre más cerca del mercado. Los usos de la tierra que producen la renta más alta o, alternativamente, los usos que pueden absorber mayores insumos de capital, desplazan a los demás y tienden a situarse más cerca del mercado.

8. El tamaño de la unidad espacial tiende a aumentar a medida que la unidad está más lejos del mercado. La escasez física del es-




pació en el centro, la multiplicidad de usos y las posibilidades de substitución hacen imperativa la utilización intensiva de unidades espaciales relativamente pequeñas. La competencia tiene el efecto de elevar el valor de la tierra a niveles que hacen incosteable la posesión de unidades extensas, puesto que proporcionalmente éstas demandan la inversión de capitales cuantiosos para su operación económica

9. La distancia al mercado y del mercado, la interrelation de las funciones renta marginal para todos los usos y las posibilidades consecuentes de substitución dan la clave para el análisis de la locali- zación y del uso de la tierra.

10. Para explicar plenamente los cambios de la localización y de la renta es indispensable tomar en cuenta también la intensidad y dirección de algunas fuerzas muy potentes que, en último análisis, influyen de manera determinante sobre las formas de producción y los costos. Los cambios de la propiedad y tenencia de la tierra, de la tecnología, de la tasa de acumulación de capital, de la distribución del ingreso, de la magnitud de la población, de la política fiscal y de muchas otras variables deben analizarse para dar cuenta plena de la dinámica de la localización en casos concretos.



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