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ReCAD – Revista electrónica de Ciencias Aplicadas al Deporte, Vol. 4, N°15, diciembre 2011. OPTIMIZACIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS ALIMENTARIAS, ANTROPOMÉTRICAS Y DE LA PERCEPCIÓN DEL ESFUERZO EN TRIATLETAS DE MEDIA Y LARGA DISTANCIA. Lassalle Carina, Onzari Marcia, Fernández Guadalupe. Contacto: [email protected] Resumen El Triatlón es un deporte combinado y de resistencia compuesto por tres disciplinas: Natación, Ciclismo y Pedestrismo. Dentro de éste, la más extrema es el "Ironman" (3800 metros de Natación, 180 km de Ciclismo y 42 km de Pedestrismo). El "Medio Ironman" (la mitad de la distancia del anterior). En este trabajo nos centraremos en estas dos especialidades. El estudio realizado tuvo como objetivo optimizar el estado nutricional de 13 triatletas masculinos, a través de la manipulación de la ingesta energética y de hidratos de carbono, las características de la última comida previa a los entrenamientos y durante el proceso de recuperación. Fue realizada una evaluación del estado nutricional que incluyó parámetros antropométricos y alimentarios con el objetivo de obtener un diagnóstico previo a la intervención. Para evaluar la percepción del esfuerzo, fue utilizada la escala de percepción subjetiva del esfuerzo de Borg durante entrenamientos de ciclismo y pedestrismo antes y después de la intervención nutricional. Como resultado del estudio fue observado, que la cantidad de energía (kcal/día) consumida por los atletas era insuficiente para cubrir la intensa actividad que realizan diariamente, ya que solo fue cubierto en promedio el 83,4 % de las kilocalorías con respecto al valor teórico de referencia. Este resultado fue mejorado notablemente luego de las seis semanas del estudio, logrando una ingesta promedio de 94,1 % respecto al valor operativo establecido. El consumo de hidratos de carbono arrojó como resultado un promedio de ingesta de 4,6 gr de HC/kg de peso antes de la intervención nutricional, inferior a los 7-10 gr de HC/kg peso definidos como valores óptimos en la literatura. Este resultando presentó una mejora luego de la intervención nutricional con un promedio de consumo de 5,4 gr HC/kg de peso. Las características antropométricas mostraron una modificación positiva luego de la intervención nutricional al igual que la percepción del esfuerzo realizado en los entrenamientos. Los atletas evaluados en este estudio, podrían elevar sus requerimientos teóricos óptimos en kilocalorías e hidratos de carbono con una intervención nutricional de mayor duración ya que fue comprobado que los atletas modificaron su consumo alimentario positivamente luego de la intervención nutricional. Las características antropométricas sufrieron también una modificación positiva luego de la intervención nutricional, acercándose al biotipo ideal para esta disciplina. Asimismo los triatletas tuvieron una sensación del esfuerzo realizado en los entrenamientos menor luego de la intervención nutricional que la manifestada al principio del estudio. Se sugiere seguir investigando en éste área, realizando un estudio con una muestra mayor y más representativa de triatletas. Palabras Claves: Triatlon, Ingesta de nutrientes, evaluación cineantropométrica, percepción del esfuerzo. Introducción El Triatlón es un deporte combinado y de resistencia compuesta de varias disciplinas que se realizan en el siguiente orden: Natación, Ciclismo y Pedestrismo. Dentro del triatlón la especialidad más extrema es el "Ironman" (3800 metros de Natación, 180 km de Ciclismo y 42

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OPTIMIZACIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS ALIMENTARIAS, ANTROPOMÉTRICAS Y DE LA PERCEPCIÓN DEL ESFUERZO EN TRIATLETAS DE MEDIA Y LARGA DISTANCIA. Lassalle Carina, Onzari Marcia, Fernández Guadalupe. Contacto: [email protected] Resumen El Triatlón es un deporte combinado y de resistencia compuesto por tres disciplinas: Natación, Ciclismo y Pedestrismo. Dentro de éste, la más extrema es el "Ironman" (3800 metros de Natación, 180 km de Ciclismo y 42 km de Pedestrismo). El "Medio Ironman" (la mitad de la distancia del anterior). En este trabajo nos centraremos en estas dos especialidades. El estudio realizado tuvo como objetivo optimizar el estado nutricional de 13 triatletas masculinos, a través de la manipulación de la ingesta energética y de hidratos de carbono, las características de la última comida previa a los entrenamientos y durante el proceso de recuperación. Fue realizada una evaluación del estado nutricional que incluyó parámetros antropométricos y alimentarios con el objetivo de obtener un diagnóstico previo a la intervención. Para evaluar la percepción del esfuerzo, fue utilizada la escala de percepción subjetiva del esfuerzo de Borg durante entrenamientos de ciclismo y pedestrismo antes y después de la intervención nutricional. Como resultado del estudio fue observado, que la cantidad de energía (kcal/día) consumida por los atletas era insuficiente para cubrir la intensa actividad que realizan diariamente, ya que solo fue cubierto en promedio el 83,4 % de las kilocalorías con respecto al valor teórico de referencia. Este resultado fue mejorado notablemente luego de las seis semanas del estudio, logrando una ingesta promedio de 94,1 % respecto al valor operativo establecido. El consumo de hidratos de carbono arrojó como resultado un promedio de ingesta de 4,6 gr de HC/kg de peso antes de la intervención nutricional, inferior a los 7-10 gr de HC/kg peso definidos como valores óptimos en la literatura. Este resultando presentó una mejora luego de la intervención nutricional con un promedio de consumo de 5,4 gr HC/kg de peso. Las características antropométricas mostraron una modificación positiva luego de la intervención nutricional al igual que la percepción del esfuerzo realizado en los entrenamientos. Los atletas evaluados en este estudio, podrían elevar sus requerimientos teóricos óptimos en kilocalorías e hidratos de carbono con una intervención nutricional de mayor duración ya que fue comprobado que los atletas modificaron su consumo alimentario positivamente luego de la intervención nutricional. Las características antropométricas sufrieron también una modificación positiva luego de la intervención nutricional, acercándose al biotipo ideal para esta disciplina. Asimismo los triatletas tuvieron una sensación del esfuerzo realizado en los entrenamientos menor luego de la intervención nutricional que la manifestada al principio del estudio. Se sugiere seguir investigando en éste área, realizando un estudio con una muestra mayor y más representativa de triatletas. Palabras Claves: Triatlon, Ingesta de nutrientes, evaluación cineantropométrica, percepción del esfuerzo. Introducción El Triatlón es un deporte combinado y de resistencia compuesta de varias disciplinas que se realizan en el siguiente orden: Natación, Ciclismo y Pedestrismo. Dentro del triatlón la especialidad más extrema es el "Ironman" (3800 metros de Natación, 180 km de Ciclismo y 42

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km de Pedestrismo). El "Medio Ironman", es la mitad de la distancia del anterior. Esta disciplina requiere que se planteen aproximadamente 10 a 14 sesiones de entrenamiento semanales con una exigencia física que debe ser acompañada de una alimentación adecuada en energía como en macronutrientes, para garantizar que dichas sesiones puedan ser llevadas a cabo adecuadamente y así garantizar una óptima recuperación post entrenamiento (Ferreira, Bardelli, y Bazán, 2005). La ingesta energética diaria adecuada para un deportista es la que mantiene un peso corporal adecuado para un óptimo rendimiento y minimiza los efectos negativos del entrenamiento Del aporte energético se recomienda que la mayor parte se realice en forma de hidratos de carbono, dado que este macronutriente es una sustancia que aporta energía que puede ser rápidamente utilizada para compensar el gasto ocasionado por la actividad física (Rey, Rodríguez Varga y Ruiz, 2006). Los atletas frecuentemente están “desnutridos” con respecto a los hidratos de carbono y por lo tanto su entrenamiento y performance se ven afectados (Coyle, 1991). El éxito deportivo es el producto de la combinación de un número de variables tanto genéticas como ambientales, que incluyen: el entrenamiento, descanso, alimentación, características antropométricas, motivación del atleta, factores climáticos y socioculturales. A través del estudio de la composición corporal puede analizarse la optimización morfológica real de un determinado atleta que puede llevarse a cabo mediante el progreso del entrenamiento y una adecuada nutrición (Landers y cols, 2000). El asesoramiento nutricional en los triatletas de mediana y larga distancia mejoraría las características alimentarias y a largo plazo influiría positivamente en las variables antropométricas y en la percepción del esfuerzo realizado en la/s sesión/nes de entrenamiento. El presente trabajo tuvo como objetivo optimizar las características alimentarias y antropométricas de un grupo de triatletas a través de una intervención alimentaria y conocer la percepción del esfuerzo realizado antes y después de dicha intervención.

Objetivo general

� Optimizar las características alimentarias y antropométricas de un grupo de triatletas a través de una intervención alimentaria y conocer la percepción del esfuerzo realizado antes y después de dicha intervención.

Objetivos específicos

1. Comparar los valores promedios de energía e hidratos de carbono de los triatletas con valores teóricos de referencia.

2. Optimizar la ingesta de hidratos de carbono de la última comida previa al inicio de los entrenamientos.

3. Optimizar la ingesta de hidratos de carbono en el período inmediato a la finalización de la sesión de entrenamiento.

4. Optimizar las características antropométricas de los triatletas. 5. Comparar las variables alimentarias, antropométricas y de percepción del esfuerzo pre

y post intervención nutricional. Variables estudiadas

� Gasto energético

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� Valor calórico total. � Consumo alimentario. � Comparación del consumo calórico promedio y de hidratos de carbono (Gr/Kg de peso)

en base al valor teórico de referencia antes de la intervención nutricional. � Comparación y adecuación del consumo calórico promedio y de hidratos de carbono

(Gr/Kg de peso) posterior a la intervención nutricional, según valor operativo. � Adecuación del consumo calórico anterior y posterior a la intervención nutricional. � Característica de la última comida previa al inicio de la/las sesiones de entrenamiento/s

antes y después de la intervención nutricional. � Característica de la comida durante la sesión de entrenamiento. � Característica de la comida posterior a la finalización de la/las sesiones de

entrenamiento/s antes y después de la intervención nutricional. � Características antropométricas antes y después de la intervención. � Percepción del esfuerzo realizado en una sesión de entrenamiento de pedestrismo y

ciclismo antes y después de la intervención nutricional.

Resultados La muestra se compuso por 13 triatletas de sexo masculino, con un promedio de edad de 36,2 años (± 5,2 años) y una antigüedad promedio en el deporte de 8 años (±

3,8 años). El promedio semanal de entrenamiento de estos atletas registra en natación: 8,5 kilómetros (± 1,5 kilómetros), en pedestrismo: 1,9 kilómetros (± 6,5 kilómetros) y 275,7 kilómetros semanales en ciclismo (± 49,6 kilómetros), contabilizando un promedio total de entrenamiento de 20 horas semanales. Donde hubo comparación numérica se utilizó la prueba de T – Student para datos pareados. Cuándo la comparación fue cualitativa (bajó- subió), se utilizó Wilcoxon , ambos con un alfa de 0,05. Comparación de la adecuación del promedio de consumo energético con respecto al promedio del valor calor teórico, anterior a la intervención nutricional Se analizó el consumo energético a través de la prueba T-Student, que arrojó diferencias significativas entre el promedio energético inicial de los triatletas con el valor teórico promedio al comenzar el estudio. Como se observa en el gráfico 1, los deportistas no cubren sus requerimientos energéticos de manera adecuada, presentando un déficit promedio de 521,9 kilocalorías con respecto al valor teórico. El porcentaje de adecuación del consumo calórico promedio teórico versus consumo calórico promedio inicial fue de un 83,4%, siendo éste inadecuado. Gráfico 1: Comparación del consumo energético promedio inicial con el valor teórico promedio, anterior a la intervención nutricional.

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Comparación de la adecuación del promedio de consumo energético con respecto al promedio del valor calórico operativo, posterior a la intervención nutricional Se analizó el consumo energético promedio a través de la prueba T-Student, arrojando que no hubo diferencias significativas entre el consumo energético promedio de los deportistas posterior a la intervención nutricional con el valor operativo energético promedio. Como se observa en el gráfico 2, los deportistas presentan un déficit de 168,7 kilocalorías con respecto al valor operativo. El porcentaje de adecuación del consumo energético promedio de los triatletas vs. el consumo energético promedio operativo fue de un 94,1 %, siendo éste adecuado; resultado satisfactorio para poder aproximar a los deportistas a valores teóricos de referencia. Gráfico 2: Comparación del consumo energético promedio operativo con el valor teórico posterior a la intervención nutricional.

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Comparación del consumo energético anterior y posterior a la intervención con respecto al consumo energético teórico En el gráfico 3, se observa la modificación en el consumo calórico de los atletas anterior y posterior a la intervención nutricional. Si bien estadísticamente no es posible afirmar una suba en el consumo calórico mediante el test de Wilcoxon, se observa que anterior a la intervención nutricional 10 de los 13 triatletas se encontraban por debajo del consumo teórico de energía y luego de la intervención nutricional 4 deportistas alcanzaron a cubrir el valor teórico, superándolo 2 de ellos. El resto aún se encuentra alejado del valor teórico aunque se observa una tendencia de aumento en el consumo, lo que indicaría que con una intervención de mayor duración, los deportistas podrían acercarse al valor calórico teórico ideal. Gráfico 3. Consumo energético anterior y posterior a la intervención nutricional vs. Consumo energético teórico.

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Comparación del consumo de hidratos de carbono (gr/ kg) en base a valores teóricos de referencia, anterior a la intervención nutricional Se analizó el consumo de hidratos de carbono por kilo de peso de los triatletas al comienzo del estudio, se observa que solo 3 de 13 triatletas cubren el requerimiento óptimo sugerido de 7-10 gr de HC/kg de peso. En el gráfico 4, se incluyó el valor mínimo establecido como operativo para resaltar la inadecuación en la ingesta de este macronutriente, observándose que 8 de 13 triatletas no cubren el requerimiento mínimo de 5 gr de HC/kg de peso, cubriendo ese valor solo 2 de ellos. Gráfico 4. Consumo de gramos de hidratos de carbono (Gr/Kg de peso) anterior a la intervención nutricional

Consumo de gramos de hidratos de carbono (Gr/Kg de peso) posterior a la intervención nutricional según valor operativo Se analizó el consumo de hidratos de carbono por kilo de peso de los triatletas posterior a la intervención nutricional, observándose como muestra el gráfico 5, que 7 de 13 triatletas cubrieron el requerimiento de hidratos de carbono por kilo de peso. De este total, 5 atletas llegaron al mínimo de 5 gr de HC/kg de peso y 2 triatletas cubren el requerimiento óptimo sugerido de 7-10 gr de HC/kg de peso. Del total de deportistas, 6 de ellos todavía no cubrieron los requerimientos mínimos. Gráfico 5. Consumo de hidrato de carbono (Gr/Kg de peso) posterior a la intervención nutricional

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Comparación del consumo de hidratos de carbono (Gr/Kg de peso) anterior y posterior a la intervención nutricional, según valor teórico y operativo En el gráfico 6, se puede observar el consumo de hidratos de carbono por kilo de peso anterior y posterior a la intervención nutricional. Se aplicó el Test de Wilcoxon que arrojando diferencias significativas entre consumo de hidratos de carbono por kilo de peso anterior a la intervención nutricional con respecto al consumo posterior. Se observa que 11 de los 13 triatletas aumentaron su consumo de hidratos de carbono por kilo de peso. Si bien algunos atletas no cubren aún los valores mínimos establecidos como deseables, existe una tendencia en el incremento del consumo de dicho macronutriente a favor de valores teóricos óptimos ya que el valor de consumo promedio posterior a la intervención nutricional fue de 4,5 gr de HC/kg de peso y el actual promedio subió a 5,4 gr de HC/kg de peso.

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Gráfico 6. Comparación del consumo de hidratos de carbono (Gr/Kg de peso) anterior y posterior a la intervención nutricional.

Característica de la última comida previa al inicio de las sesiones de entrenamientos anterior a la intervención nutricional Como se puede observar en el gráfico 7, que 4 de 13 triatletas estaban adecuados en la ingesta anterior a la sesión/es de entrenamiento antes de la intervención nutricional; y 9 de ellos estaban inadecuados. Gráfico 7. Ingesta de Hidratos de carbono (Gr/Kg de peso) previo al inicio de la/s sesión/es de entrenamiento, antes de la intervención nutricional

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Característica de la última comida previa al inicio de la/s sesión/es de entrenamientos posterior a la intervención nutricional Se observa en el gráfico 8 que, 7 de 13 triatletas estuvieron adecuados en la ingesta anterior a la sesión/es de entrenamiento posterior a la intervención nutricional y 6 de ellos estuvieron inadecuados en la misma. Gráfico 8. Ingesta de Hidratos de carbono (Gr/Kg de peso) previo al inicio de la/s sesión/es de entrenamiento, posterior la intervención nutricional

Tiempo de ingesta de hidratos de carbono anterior a la/s sesión/es de entrenamiento, anterior a la intervención nutricional Como se puede observar en el gráfico 9, que 7 de 13 atletas estuvieron adecuados en el tiempo de ingesta de hidratos de carbono anterior a la sesión/es de entrenamiento, anterior a la intervención nutricional. Asimismo se observa que, 6 de 13 ellos estuvieron inadecuados en el tiempo de ingesta de hidratos de carbono anterior a la sesión de entrenamiento, anterior a la intervención nutricional. Gráfico 9. Tiempo de ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg de peso) anterior a la sesión de entrenamiento, anterior a la intervención nutricional.

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Tiempo de ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg de peso) anterior a la sesión de entrenamiento, posterior a la intervención nutricional. En el gráfico 10 se observa que, 11 de los 13 triatletas estuvieron adecuados en el tiempo de ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg peso) anterior a la sesión de entrenamiento posterior a la intervención nutricional; se observa también que 2 de los 13 triatletas estuvieron inadecuados en el tiempo de ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg peso) posterior a la intervención nutricional. Gráfico 10. Tiempo de ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg de peso) anterior a la sesión de entrenamiento, posterior a la intervención nutricional.

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Característica de la comida inmediatamente posterior a la finalización de la/s sesión/es de entrenamiento/s, anterior a la intervención nutricional. En el gráfico 11 se observa que, 3 de 13 triatletas estuvieron adecuados en la ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg peso) inmediatamente después de finalizada la sesión de entrenamiento anterior a la intervención nutricional, y que 10 de ellos estuvieron inadecuados en dicha ingesta. Gráfico 11. Ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg peso) inmediatamente después de finalizada la sesión de entrenamiento.

Característica de la comida inmediatamente posterior a la finalización de la/s sesión/es de entrenamiento/s, posterior a la intervención nutricional. En el gráfico 12 se observa que, 1 triatleta se adecuó a la ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg peso) inmediatamente después de finalizada la sesión de entrenamiento, posterior a la intervención nutricional, y que 12 de 13 triatletas registraron una ingesta inadecuada de hidratos de carbono (Gr/kg peso) inmediatamente después de finalizada la sesión de entrenamiento, posterior a la intervención nutricional. Grafico 12. Ingesta de hidratos de carbono (Gr/ Kg peso) inmediatamente después de finalizada la sesión de entrenamiento.

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Tiempo de ingesta de hidratos de carbono (gr/ kg peso) inmediatamente después de finalizada la/s sesión/es de entrenamiento, anterior a la intervención nutricional Como se observa en el gráfico 13, que 3 de 13 triatletas registraron un adecuado tiempo de ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg peso) inmediatamente después de finalizada la sesión de entrenamiento, anterior a la intervención nutricional y que, 10 de 13 triatletas registraron un inadecuado tiempo de ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg peso) inmediatamente después de finalizada la sesión de entrenamiento, anterior a la intervención nutricional. Gráfico 13. Tiempo de ingesta de hidratos de carbono (Gr/Kg de peso) inmediatamente después de finalizada la sesión de entrenamiento.

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Tiempo de ingesta de hidratos de carbono (Gr/Kg de peso) inmediatamente después de finalizada la sesión de entrenamiento, posterior a la intervención nutricional. En el gráfico 14 se puede observar que, 6 de 13 triatletas presentaron un tiempo de ingesta adecuado de hidratos de carbono (Gr/kg de peso) inmediatamente después de finalizada la sesión de entrenamiento, posterior a la intervención nutricional. Asimismo se observa que, 7 de 13 triatletas, realizaron un inadecuado tiempo de ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg de peso) inmediatamente después de finalizada la sesión de entrenamiento, posterior a la intervención nutricional. Grafico 14. Tiempo de ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg. de peso) inmediatamente después de finalizada la sesión de entrenamiento.

Tabla 1. Ingesta de hidratos de carbono (Gr/kg peso) y tiempo de ingesta, anterior y posterior la/s sesión/es de entrenamiento, anterior y posterior a la intervención nutricional.

VARIABLES

ANTERIOR A LA INTERVENCIÓN NUTRICIONAL

POSTERIOR A LA INTERVENCIÓN NUTRICIONAL

Ingesta de hidratos de carbono (Gr/Kg de peso) previo al inicio de la sesión de

entrenamiento.

ADECUADO

31% 53,8%

INADECUADO

69% 46%

ADECUADO

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Tiempo de ingesta anterior a la sesión de

entrenamiento.

53,8% 84%

INADECUADO

46,1% 15%

Ingesta de hidratos de carbono (Gr/Kg de

peso) inmediatamente posterior a la finalización de la sesión de entrenamiento.

ADECUADO

23% 7%

INADECUADO

77% 92%

Tiempo de ingesta de hidratos de carbono

(Gr/Kg de peso inmediatamente posterior a la finalización de la sesión de

entrenamiento.

ADECUADO

23% 46%

INADECUADO

77% 54%

Característica de la comida durante la sesión de entrenamiento en ciclismo, anterior y posterior a la intervención nutricional Como se observa en el gráfico 15, los 13 triatletas participantes de este estudio, no consumían hidratos de carbono durante la sesión de entrenamiento y los 7 atletas restantes no llegaban a cubrir su requerimiento mínimo de hidratos de carbono antes de la intervención nutricional. Luego de la intervención nutricional se observa que 8 atletas alcanzan el requerimiento mínimo de hidratos de carbono recomendado. Gráfico 15. Consumo de hidratos de carbono durante la sesión de entrenamiento en ciclismo.

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La variación que se observa en el gráfico de los límites inferiores y superiores corresponde al requerimiento individual establecido en base a las horas de entrenamiento. Características antropométricas anterior y posterior a la intervención nutricional

Peso Se observa en el gráfico 16 que 11 de 13 triatletas descendieron su masa corporal, se observará en los próximos gráficos que dicho descenso corresponderá mayormente a una pérdida de la masa adiposa. Si bien 2 de los 13 deportistas tuvieron un incremento de la masa corporal, lo hicieron en función de un aumento de la masa muscular. Fue realizado el Test de Wilcoxon, arrojando diferencia significativa a favor de la intervención nutricional. Gráfico 16. Modificación del peso corporal de los triatletas posterior a la intervención nutricional.

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Masa Muscular En el siguiente gráfico 17 se observa que 6 de 13 triatletas aumentaron su masa muscular luego de la intervención nutricional. Del resto de los atletas, 5 mostraron un descenso poco de significativo de la masa muscular, si bien no es beneficioso dicho descenso, el mismo está asociado a un descenso de peso a expensas de la masa adiposa. Los 2 atletas restantes, manifestaron no haber cumplido con el plan de alimentación pautado, con lo cual la pérdida de masa muscular pudo haberse dado por la restricción calórica producida. Fue realizado el Test de Wilcoxon, arrojando diferencia significativa a favor de la intervención nutricional. Gráfico 17. Modificación de la masa muscular.

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Masa Adiposa Como se muestra en el gráfico 18 que 12 de 13 triatletas descendieron la masa adiposa luego de la intervención nutricional, 1 de ellos mostró un aumento que resultó poco significativo con respecto al valor de la antropometría inicial. (13,9 kg vs. 14,6 kg). Fue realizado el Test de Wilcoxon, arrojando diferencia significativa a favor de la intervención nutricional. Gráfico 18. Modificación de la masa adiposa

Percepción del esfuerzo realizado en ciclismo anterior y posterior a la intervención nutricional Se observa en el gráfico 19 que 7 de los 13 triatletas mejoraron la percepción del esfuerzo realizado en ciclismo (manifestaron menor sensación de esfuerzo realizado en la sesión de entrenamiento), 4 mantuvieron la percepción al inicio y al final de la intervención nutricional y 2 de ellos empeoraron la percepción, lo que implica una mayor sensación de esfuerzo realizado en la sesión de entrenamiento, coincidiendo estos dos registros con aquellos atletas que incumplieron el plan de alimentación pautado y que presentaron un descenso de la masa muscular reflejada en la antropometría realizada al final del estudio. Gráfico 19. Comparación del esfuerzo realizado en los entrenamientos de ciclismo anterior y posterior a la intervención nutricional.

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Percepción del esfuerzo realizado en pedestrismo anterior y posterior a la intervención nutricional Como se observa en el gráfico 20 que 11 de los 13 triatletas mejoraron la percepción del esfuerzo realizado en pedestrismo (manifestaron menor sensación de esfuerzo realizado en la sesión de entrenamiento), 1 mantuvo la percepción al inicio y al final de la intervención nutricional y 1 de ellos empeoró la percepción, lo que implica una mayor sensación de esfuerzo realizado en la sesión de entrenamiento. Gráfico 20. Comparación del esfuerzo realizado en los entrenamientos de pedestrismo anterior y posterior a la intervención nutricional.

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Si bien no es posible afirmar que los atletas mejoraron la percepción del esfuerzo realizado en las sesiones de entrenamiento gracias a la intervención nutricional realizada en este estudio (ya que la performance depende de distintos factores antes mencionados), es sabido que una correcta alimentación impacta favorablemente en el rendimiento deportivo con una posible mejora en la percepción del esfuerzo realizado. Discusión Uno de los principales objetivos del estudio fue determinar si la cantidad de energía (kcal/día) consumida por cada atleta era suficiente para cubrir sus necesidades aumentadas por la intensa actividad que realizan diariamente. El total de los atletas no cubren sus necesidades energéticas, ya que solo las cubren en un 83,4 %. Es decir, los atletas consumen insuficientes calorías, lo cual puede condicionar su rendimiento deportivo. Para mantener los depósitos corporales adecuados y para preservar las capacidades de performance es necesario un alto consumo de hidratos de carbono durante la etapa de entrenamiento. La importancia de estos como fuente de energía, hace que su ingesta sea una variable importante a analizar en la comunidad deportiva. Cuando el plan de alimentación no está planificado adecuadamente los deportistas tienden a ingerir insuficiente cantidad de alimentos fuente de hidratos de carbono. La ingesta promedio de hidratos de carbono por kg. de peso corporal antes de la intervención nutricional fue de 4,6 gr de HC/kg peso/día, inferior a los 7-10 gr de HC/kg peso/día definidos como valores óptimos en la literatura. Pudo observarse luego de la intervención que este valor promedio subió a 5,4 gr de HC/kg de peso/día, lo que indica la importancia de la intervención nutricional sobre los deportistas para aproximarlos a valores óptimos de ingesta. Para el resto de los deportistas que se encontraban por encima del valor de 5 gr/kg de peso establecido como rango mínimo deseable, se realizó una suba de 1 a 1,5 gr de HC/kg de peso/día para optimizar aún más la ingesta. Diferentes estudios realizados en deportistas presentaron patrones alimentarios similares a los obtenidos en ésta investigación. Uno de ellos realizado sobre 58 atletas de elite, miembros del equipo nacional griego de natación y waterpolo, indica que la ingesta energética promedio fue insuficiente tanto en los hombres como en las mujeres. (Farajian, 2004). Un estudio realizado sobre futbolistas españoles de distintas edades, indicó que el consumo de hidratos de carbono, por kg de peso corporal fue de 4.5 g/kg y 3.8 g/kg, notablemente inferiores a lo recomendado (Ruiz, 2005). Otro estudio realizado sobre 41 futbolistas argentinos, determinó que un 39% de los deportistas no cubría sus requerimientos calóricos, un 32% presentaba una ingesta calórica adecuada y que un 29% se encontraba por encima de los requerimientos. En relación a los Hidratos de carbono, los datos reflejaron que el 73% de los futbolistas tenían una ingesta inadecuada de dicho macronutriente, el 20 % tenía una ingesta que superaba las recomendaciones y sólo un 7% de los deportistas se adecuaba en su consumo. El promedio total de consumo fue de 6.29 gr. de HC/kg peso/día (Francisco, Peretti y Ruggia, 2002). Un cuarto estudio, que evaluó la ingesta de energía y de hidratos de carbono del equipo de basquetbol masculino de 15-16 años de Cuba, indicó que la ingesta energética promedio de los deportistas fue de 1975,29 ± 728,83 Kcal, siendo ésta insuficiente, ya que las necesidades de los atletas eran en promedio de 3906-4427 Kcal. Asimismo, el consumo de hidratos de carbono fue también inadecuado, arrojando un consumo promedio de 5.4 gr/kg de peso/ día (Hernández Gallardo, Arencibia Moreno y Bosques Cotelo, 2008). Una vez analizados los resultados de esta investigación, podemos tratar de establecer las causas que llevan a que la mitad de los deportistas no cubran el valor calórico ni la ingesta de hidratos de carbono necesaria para su nivel de actividad. Algunas de las causas que pueden afectar la ingesta pueden deberse a las sesiones de entrenamiento que realizan los triatletas, ya que al tener

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sesiones de doble turno y a la actividad laboral que realizan se ven obligados a entrenar en horas muy tempranas por la mañana con la consecuente restricción de alimentos que les permite entrenar rápidamente sin respetar los tiempos mínimos recomendados. Poca flexibilidad horaria a lo largo del día con la consecuente desorganización alimentaria. Creemos que existen a su vez escasos o equivocados conocimientos acerca del tema nutricional por parte de los deportistas y/o entrenadores por falta en muchos de los casos falta de asesoramiento nutricional por parte de un profesional. A su vez podrían existir ciertos patrones de conducta alimenticia inadecuados por temor a la modificación de parámetros estéticos y/o antropométricos deseados como “ideales” que llevaría a los deportistas a realizar ciertas prácticas inadecuadas de alimentación como restricción calórica y especialmente el de hidratos de carbono. Es importante que tanto los atletas como sus entrenadores se internalicen sobre cuáles son los requerimientos energéticos y de macronutrientes necesarios y adecuados para realizar la actividad, para poder satisfacer la demanda que supone la especialidad practicada. Estableciendo igual importancia al plan de entrenamiento que al plan alimentario que pueda brindarles los sustratos necesarios para que el triatleta, en este caso, alcance su máximo rendimiento. Nuestro rol como nutricionista fue evaluar al atleta, establecer los requerimientos, prescribir su plan alimentario y educar sobre los hábitos alimentarios adecuados, se destaca el rol que la educación nutricional y un adecuado asesoramiento individual tienen sobre el atleta. Esto supone una evaluación y seguimiento constante al deportista para poder influenciar positivamente en su conducta alimenticia. Conclusión El éxito deportivo tiene relación con características genéticas y ambientales, entre las cuales la alimentación tiene una importancia significativa. La educación alimentaria cumple un rol fundamental en el logro de una adecuada nutrición viéndose reflejada en la mejora del rendimiento deportivo. Los deportistas evaluados en este estudio, podrían elevar sus requerimientos teóricos óptimos en kilocalorías e hidratos de carbono con una intervención nutricional de mayor duración ya que se pudo comprobar luego de la intervención realizada, que los atletas modificaron su consumo alimentario positivamente. Las características antropométricas sufrieron también una modificación luego de la intervención nutricional, acercándose al biotipo ideal para esta disciplina. Asimismo los triatletas manifestaron una sensación del esfuerzo realizado en los entrenamientos menor luego de la intervención nutricional que la descripta al principio del estudio. Sugerimos seguir investigando en éste área, realizando un estudio con una muestra mayor y más representativa de triatletas, optimizando los métodos de evaluación de la ingesta, seguimiento nutricional en períodos más largos de tiempo y educación alimentaria, que proporcione patrones alimenticios más adecuados en la comunidad deportiva. Esperamos que los resultados que se obtuvieron con esta investigación aporten datos útiles para mejorar la alimentación de los deportistas en general, ya que consideramos que una alimentación variada, balanceada y adecuada impacta positivamente en el rendimiento, tanto de los entrenamientos como en la competencia, favorece una óptima recuperación, y colabora en la preservación de su salud. Bibliografía

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