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  • Revista Estudios Sociales No. 77

  • Campus Central, Edificio “O”Tercer nivel, Vista Hermosa III, zona 16

    Código postal 01016, GuatemalaCentro América

    Teléfonos: +502 2426 2591 y 92Fax: +502 2426 2593

    www.url.edu.gt/idies

    Revista Estudios Sociales No. 77

    El territorio Ostúa-GüijaAna Victoria Peláez Ponce,

    María Frausto Meza, Wilson Romero

    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol en la cuenca Ostúa-Güija: evidencia de complementariedades

    María Frausto Meza

    ¿Dónde empieza el círculo? Una mirada de género a las dinámicas

    territoriales rurales de la cuenca Ostúa-GüijaAna Victoria Peláez Ponce

    El desarrollo de la cuenca Ostúa-Güija medido desde el ángulo de los ingresos

    Samuel Zapil Axjup

    Editor: ©2011 Universidad Rafael Landívar

    IDIES

    Rector:Rolando Enrique Alvarado López, S.J.

    Vicerrector de Integración Universitaria:Carlos Rafael Cabarrús Pellecer, S.J.

    Vicerrector Administrativo:Ariel Rivera Irías

    Vicerrectora Académica:Lucrecia Méndez de Penedo

    Secretaria General:Fabiola de la Luz Padilla Beltranena

    Decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales:

    Ligia Mercedes García Alburez

    Director del IDIES:Miguel von Hoegen

    Edición y diagramación:Ingrid L. Estrada C.

    Estudios Sociales / Instituto de Investi-gaciones Económicas y Sociales (IDIES). Guatemala: Universidad Rafael Landívar, 2011. No. 77. 4a. época. xx pp.

    ISSN:

    Contenido: 1. Ana Victoria Peláez, María Frausto y Wilson Romero. El territorio Ostúa-Güija. 2. María Frausto. La cadena agroalimentaria del maíz y frijol en la cuenca Ostúa-Güija: evidencia de comple-mentariedades. 3. Ana Victoria Peláez. ¿Dónde empieza el círculo? Una mirada de género a las dinámicas territoriales rurales de la cuenca Ostúa-Güija. 4. Samuel Zapil. El desarrollo de la cuenca Ostúa-Güija medido desde el ángulo de los ingresos.

    © 2011. Universidad Rafael LandívarInstituto de Investigaciones Económicas y Sociales –IDIES–

    Esta publicación es posible gracias al finan-ciamiento de:

    International Develop-ment Research Centre (IDRC), por medio del Centro Latinoameri-cano para el Desarrollo Rural (RIMISP)

  • El territorio Ostúa-GüijaAna Victoria Peláez Ponce, María Frausto Meza, Wilson Romero

    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol en la cuenca Ostúa-Güija: evidencia de complementariedades

    María Frausto Meza

    ¿Dónde empieza el círculo? Una mirada de género a las dinámicas

    territoriales rurales de la cuenca Ostúa-GüijaAna Victoria Peláez Ponce

    El desarrollo de la cuenca Ostúa-Güija medido desde el ángulo de los ingresos

    Samuel Zapil Axjup

  • Presentación .....................................................................9

    Reconocimiento .............................................................11

    El territorio Ostúa-Güija ............................................15Introducción .......................................................................15 1. ¿Cómo se llegó al territorio? ........................................ 162. Las características del territorio...................................203. Referencias bibliográficas ..............................................33

    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol en la cuenca Ostúa-Güija: evidencia de complemen-tariedadesIntroducción .......................................................................35 1. El contexto de la producción de granos básicos ........ 36 1.1 Evolución de la producción mundial de maíz y frijol ............................................................. 36 1.2 Exportaciones mundiales de maíz y frijol ............ 38

    Índice

  • 6

    Ana Victoria Peláez Ponce

    1.3 La producción de maíz y frijol en Guatemala ...... 39 1.4 Evolución reciente del comercio exterior de maíz y frijol de Guatemala .................................... 40 1.5 La desgravación arancelaria del maíz y el frijol ... 412. El cultivo de maíz y frijol en la cuenca Ostúa-Güija 43 2.1 La importancia del cultivo de maíz y frijol en la cuenca .................................................................. 43 2.2 La selección de la muestra ..................................... 45 2.3 Aspectos generales de la cadena ...........................46 2.4 Los hogares productores ........................................48 2.5 Los insumos .............................................................53 2.6 La producción ......................................................... 58 2.7 Los servicios .......................................................... 61

    2.7.1 Transporte ....................................................... 61 2.7.2 El crédito ........................................................62 2.7.3 Asistencia técnica .......................................... 63

    2.8 La comercialización ...............................................64 2.8.1 Condiciones de las transacciones ................ 653. Conclusiones ..................................................................67

    ¿Dónde empieza el círculo?Una mirada de género a las dinámicas territoriales rurales de la cuenca Ostúa-GüijaIntroducción .......................................................................711. Género en el desarrollo territorial rural ..................... 722. Género y desarrollo territorial en la cuenca Ostúa-Güija ................................................................... 74 2.1 El espacio doméstico ............................................. 77 2.2 El trabajo remunerado ........................................... 78

    2.3 El acceso a la tierra .................................................792.4 La industria local: el caso de la producción de calzado ................................................................ 822.5 Los espacios de participación política y social ..................................................................... 85

  • 7

    Introducción

    3. ¿Cómo participan las mujeres en las dinámicas territoriales? ..................................................................864. Dinámicas invisibles con efectos visibles ...................885. A romper el círculo ......................................................896. Referencias bibliográficas ............................................ 91

    El desarrollo de la cuenca Ostúa-Güija medido desde el ángulo de los ingresosIntroducción ...................................................................... 931. Un breve repaso a la literatura sobre el empleo y el ingreso no agrícola ................................................. 952. Algunos indicadores de la cuenca ...............................96 2.1 Aspectos socioeconómicos del territorio .............97 2.2 Las capacidades humanas: educación ...................98

    2.3 La situación de los ingresos .................................1002.4 Los ingresos y el empleo ...................................... 1012.5 La educación y los ingresos .................................. 1032.6 La Población Económicamente Activa y la educación ....................................................... 1052.7 La participación por sexo en el mercado laboral ................................................1062.8 Determinantes del empleo no agrícola ..............1092.9 Determinantes del ingreso ................................... 112

    3. Discusión .....................................................................1144. Conclusiones y recomendaciones .............................. 1155. Referencias bibliográficas ...........................................116

  • Presentación

    Con la publicación de tres artículos derivados del estudio so-bre las dinámicas territoriales del consumo, la pobreza y la desigualdad en la cuenca Ostúa-Güija, el Instituto de Inves-tigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar (IDIES-URL) presenta el número 77 de la Revista Estudios Sociales.

    El estudio fue realizado en el marco de la segunda fase del Programa Dinámicas Territoriales Rurales, que el Centro Lati-noamericano para el Desarrollo Rural (RIMISP) lleva a cabo en varios países de América Latina con el auspicio del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC), de Canadá. En el contexto de la agenda de investigaciones del IDIES –que se deriva del Plan Estratégico de la URL-, la experiencia constituyó un compromiso importante con el territorio estudiado, toda vez que se ha asumido institucio-nalmente la priorización de proyectos de investigación que lleven a la incidencia; es decir, promover el potencial trans-formador de la academia.

  • 10

    Miguel von Hoegen

    Los cuatro artículos se enfocan en la descripción y compren-sión de las dinámicas territoriales de la cuenca Ostúa-Güija, en las cuales destacan tanto las ventajas naturales del territo-rio como también el papel de las instituciones que, muchas veces como una mano invisible, marcan la pauta de las rela-ciones de poder dentro y fuera del territorio.

    Los artículos presentados en esta revista no agotan la diver-ados en esta revista no agotan la diver-sidad de lecciones extraídas de la experiencia; sin embargo, fortalecen algunos cometidos en la agenda de proyección o incidencia pública de la URL, particularmente respecto a la necesidad de fortalecer capacidades en los actores territoria-les, promover la visión de territorio y el capital social terri-torial, y el compromiso político de las entidades académicas en cuanto a facilitar puentes que articulen territorios con ins-tancias de los niveles nacional, regional y global.

    Miguel von HoegenDirector del IDIES

  • 11

    Introducción

    En la investigación participaron, además de los autores de los artículos y bajo la coordinación de Wilson Romero:

    Mirna ÁvalosKevin CardonaPriscilla ChangEstefanía CohnGuillermo DíazCarina EmanuelssonMara FloriánÓscar GrajedaAndrés HuardManuel LemusErick MoratayaSandy Polanco

    Así también, las siguientes entidades:

    Asociación Arco IrisMunicipalidad de Asunción MitaMunicipalidad de El Progreso JutiapaMunicipalidad de MonjasMunicipalidad de Santa Catarina Mita

    Reconocimiento

  • 12

    Ana Victoria Peláez Ponce

    En el proceso de conformación de la plataforma de actores territoriales, que acompañó el estudio, participaron princi-palmente:

    Los alcaldes de los cuatro municipios partici-pantes: Juan Orellana (Monjas), René Osorio (Santa Catarina Mita), Arturo Rodríguez (Asun-ción Mita) y Marvin Zepeda (El Progreso).

    Edwin García, director de la Sede Regional de Jutiapa, de la Universidad Rafael Landívar (URL).

    Fredy Calderón, director regional de la Univer-sidad de San Carlos de Guatemala.

    Adiel Rojas, director regional de la Universidad Rural.

    Marisol Brindis, de la URL.

    Victoria Carías, de la Municipalidad de El Pro-greso.

    Filiberto Castillo, de la URL.

    Iris Chavarría, de la URL.

    Mayra Flores, de la Municipalidad de Monjas.

    Iván Florián, de la sociedad civil de El Pro-greso.

    Sender Godoy, de la Municipalidad de Asunción Mita.

  • 13

    Introducción

    Jorge González, de la Asociación Arco Iris.

    Elban Medina, de la Asociación de Ganaderos de Monjas.

    Ester Molina, de la red de mujeres de Monjas.

    Lenin Ortiz, de la Municipalidad de Santa Catarina Mita.

    César Palma, de la Asociación de Agricultores de la Laguna de Retana.

    Rossy Polanco, de la Municipalidad de Santa Catarina Mita.

    Ruth Salguero, de la Asociación de Agricultores de la Laguna de Retana.

    Hugo Sandoval, del sector de empresarios de Monjas.

    Claudia Siekavizza, de la Municipalidad de Asunción Mita.

    Fredy Tobar, de la Asociación de Campesinos de La Montaña.

  • El territorio Ostúa-Güija

    Introducción

    Al estudio sobre las dinámicas territoriales rurales en la cuenca Ostúa-Güija precedió una secuencia de actividades que llevaron al equipo de investigación de IDIES-URL a los municipios estudiados.

    La primera fase del proyecto, realizada en 2008, compren-dió un estudio de gabinete que permitió identificar aquellos municipios que han mostrado un mejor desempeño en tres variables identificadas como motores de la dinámica de un territorio: el crecimiento económico, la pobreza y la distri-bución del ingreso. Para ello se combinó la información de los censos de población y vivienda con la proveniente de las encuestas de hogares, con el fin de estimar diversos indica-dores comparables a nivel de municipio en dos diferentes momentos del tiempo. En el caso de Guatemala, dado que la información de las encuestas de hogares solo es comparable a nivel de cada una de las ocho regiones del país, los autores de esta primera fase utilizaron los datos de la Encuesta Na-

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    Ana Victoria Peláez, María Frausto, Wilson Romero

    cional de Ingresos y Gastos Familiares (ENIGFAM) 1998 y el Censo de Población de 1994 para generar los estimadores de un primer filtro; y para el segundo momento los datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) 2006 y el Censo de Población del 20021. Los valores estima-dos fueron consumo per cápita del hogar, incidencia de la pobreza y el coeficiente de Gini (Romero y Zapil, 2009). El resultado fue un mapa de dinamismo territorial, que mues-tra cuáles municipios de Guatemala tuvieron cambios posi-tivos en cuanto a consumo, reducción de la pobreza y de la desigualdad, y cuáles permanecen estáticos o, peor aún, en retroceso.

    Además, los resultados indican –de nuevo– que los territo-rios con mayor rezago en su desarrollo corresponden a aque-llos con población mayoritariamente indígena, reflejando bajos nieles de ingreso, mayor incidencia de pobreza y defi-cientes indicadores de educación, salud y vivienda.

    1. ¿Cómo se llegó al territorio?

    A lo largo de la investigación se tuvo presente que el te-rritorio, más que un espacio físico objetivamente existente y delimitable en virtud de ciertas características físicas o eco-nómicas, es una construcción social (Schejtman y Berdegué, 2004). En él convergen elementos que trascienden la carac-terización geográfica y constituye más bien un contenedor de dinámicas económicas, sociales, culturales, políticas y am-bientales que complejizan su delimitación. En este sentido, la definición del territorio se realizó de la siguiente manera:

    1 Aplicación de la metodología Small Area Estimates (SAE) propuesta por Elbers, Lanjouw y Lanjouw (2003).

  • 17

    El territorio Ostúa-Güija

    1. A partir del mapa de dinamismo territorial, se identifica-ron los conglomerados de municipios dinámicos (mapa 1). En este primer filtro se preseleccionaron dos conglomera-dos y se descartaron dos: uno por razones de acceso y el otro, por tratarse del área metropolitana, con lo cual las posibles causas del dinamismo resultarían obvias.

    2. Se realizaron visitas de campo a los dos territorios pre-seleccionados. En estas visitas se observó la anuencia de las autoridades y las organizaciones de desarrollo locales, el valor agregado que representaría un estudio socioeco-nómico en el territorio y la presencia institucional de la URL. Además, se revisó información secundaria sobre los territorios (planes de desarrollo, actividades productivas, etc.) y se sostuvieron entrevistas con actores gubernamen-tales y académicos. Con la información obtenida se tomó la decisión de trabajar en el Suroriente de Guatemala.

    3. El conglomerado del Suroriente abarcaba más de ocho municipios, en cuatro departamentos diferentes; de ma-nera que fue necesario agregar más filtros y de esa cuenta se identificó a los municipios que albergan la cuenca del río Ostúa y el lago Güija. Aun así, no se contaba con ele-mentos suficientemente robustos como para considerar un territorio en el área; uno de ellos era el factor político, pues se tenía un conjunto de municipios dispersos en tres departamentos, y en el sistema de gobierno de Guatemala las unidades político-administrativas son los departamen-tos, cada cual con su dinámica. De tal manera que se to-maron en cuenta municipios correspondientes a dos de-partamentos: Jutiapa y Jalapa.

    4. El siguiente filtro fue tocar el terreno: se realizaron visitas y se sostuvo encuentros con actores locales para estable-cer: (1) el interés y la disponibilidad de participar en una iniciativa de investigación-acción para el desarrollo terri-

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    Ana Victoria Peláez, María Frausto, Wilson Romero

    Mapa 1. Municipios dinámicos en Guatemala, período 1998-2006

    Fuente: Romero y Zapil (2009).

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    El territorio Ostúa-Güija

    torial; y (2) los referentes económicos, políticos, sociales, culturales y ambientales para identificar marcadores terri-toriales. Como resultado se conformó el territorio entre un municipio de Jalapa (Monjas) y tres de Jutiapa (Asun-ción Mita, El Progreso y Santa Catarina Mita).

    La definición del territorio comprendió principalmente los elementos siguientes:

    La geografía física: los municipios de Asunción Mita, El Progreso, Monjas y Santa Catarina Mita pertenecen a la cuenca Ostúa-Güija, que es mucho más grande que el terri-torio seleccionado.

    Aspectos socioculturales: la mayoría de la población es no in-dígena -en contraposición a la mayoría de territorios de Gua-temala- y tiene raíces históricas comunes, lo que ha permiti-do la construcción de una identidad propia y diferente a la de otros territorios del país, así como de una institucionalidad particular.

    Los factores político-administrativos: el territorio forma parte de la región sur oriente, la que igualmente es mucho mayor que el territorio en estudio.

    La interconectividad: hay una red de carreteras en relati-vamente buen estado que comunica a todos los municipios entre sí.

    Las dinámicas productivas: generación de empleo, mercados y la diversificación agrícola. Movilidad intraterritorial y ex-traterritorial que dinamiza la economía.

    Si bien se tuvo claridad en los criterios para definir el te-rritorio, se tuvo también claridad en que el territorio es más extenso que el espacio donde se trabajó y no necesariamen-te se delimita por medio de los municipios. Así también, se

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    Ana Victoria Peláez, María Frausto, Wilson Romero

    valoró la actividad agrícola y ganadera como eje articulador del territorio y los actores; y en esta actividad, el cultivo de tomate como emblemático del desarrollo económico.

    2. Las características del territorio

    El territorio se ubica en la región Sur Oriente, próximo a la frontera entre Guatemala y El Salvador. La cuenca Ostúa-Güija traspasa los dos departamentos a los cuales pertenecen los municipios seleccionados (Jalapa y Jutiapa).

    En el mapa 2 se observa la delimitación de la cuenca y de los municipios del territorio -que se ubica en la región Suroriente- los cuales pertenecen también a la cuenca Ostúa-Güija. Esta cuenca tributa a la cuenca Alta del Río Lempa, que a su vez está integrada en la vertiente del Pacífico. La cuenca tiene una extensión de 2746.9 kms2 y se divide en sie-te subcuencas y nueve microcuencas; las principales son las de los ríos Ostúa (1543.5 km2) y Angue (619 km2).

    Entre otros factores, en el desarrollo económico del terri-torio han incidido ventajas como la de contar con agua abun-dante, estar ubicado en las cercanías de El Salvador –destino importante de la producción, sobre todo la agrícola, del te-rritorio-, contar con una adecuada red vial tanto de interco-nexión municipal como también hacia El Salvador y la ciudad capital de Guatemala y otras ciudades importantes –como Chiquimula, por ejemplo, punto de referencia comercial en el área fronteriza con Honduras–, formando parte de una de las rutas comerciales más importantes: Guatemala-El Salvador.

    La geografía física del territorio destaca por su privilegiada ubicación geográfica que le da acceso a mercados dinámicos

  • 21

    El territorio Ostúa-Güija

    vecinos, como son las cabeceras departamentales de Jutiapa, la frontera con El Salvador y la relativa cercanía hacia la ciu-dad capital. A ello se suma la dotación de recursos naturales como son los ríos y agua que han posibilitado el riego. Es-tas son condiciones ideales para un crecimiento basado en la demanda externa de productos agrícolas; sin embargo, se ha visto que este modelo, si bien genera crecimiento, no necesa-riamente produce desarrollo. Por el contrario: es posible que refuerce la desigualdad, aunque se registre un incremento en el consumo.

    En este escenario, se planteó el reto de realizar el estudio territorial con el fin de explicar las causales del dinamismo en el territorio, a partir de preguntas como las siguientes: ¿Qué

    Mapa 2. La región suroriente y la cuenca Ostúa-Güija

    Fuente: elaboración propia con datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (2002).

  • 22

    Ana Victoria Peláez, María Frausto, Wilson Romero

    determinó la reducción de la pobreza? O, ¿por qué esos muni-cipios se desarrollaron más aceleradamente que otros?

    De las primeras observaciones emergieron preguntas más específicas, de tal manera que se estableció la necesidad de explicar: ¿Qué papel juegan los factores geográficos, los re-cursos naturales, la infraestructura y la cercanía a mercados en el desarrollo del territorio? Y, ¿qué peso tienen o cómo in-ciden los factores históricos, las instituciones y los actores?

    En el análisis se separaron las externalidades, tomando en consideración que si bien inciden en las dinámicas territoria-les, los sujetos no tienen control sobre ellas. Se identificaron los factores externos siguientes: el incremento del merca-do regional centroamericano, en el que participa principal-mente con la exportación de hortalizas hacia El Salvador y Honduras, y la compra de insumos para la industria local; la emigración hacia los Estados Unidos y, con ello, la recepción de remesas monetarias, desde la década de 1970 aproximada-mente. Con ello, emergió una nueva pregunta: ¿Existen fac-tores endógenos al territorio que posibilitaron su desarrollo?

    Planteados los retos, entre febrero y octubre de 2010 se realizaron las actividades de investigación que, fundamental-mente, comprendieron:

    Observación participante y no participante.•Análisis de información secundaria •

    (diagnósticos, planes municipales, monografías, etc.).Talleres con líderes locales.•Entrevistas en profundidad.•Grupos focales.•Encuesta de hogares.•Encuesta a productores agrícolas.•Encuesta a productores de calzado de cuero.•

  • 23

    El territorio Ostúa-Güija

    La tabla 1 muestra datos sobre la caracterización inicial del territorio, donde resalta un perfil socioeconómico rela-tivamente superior al resto del país, sobre todo en cuanto a educación y empleo.

    Extensión territorial (km2) 256 60 132 476 788

    Altura promedio (msnm) 960 970 700 470 888.25

    Tabla 1. Indicadores económicos

    Población total 21069 18194 23489 40391 77055

    Población rural (%) 53.06 60.2 60.04 64.28 63.64

    Población indígena (%) 2.68 0.74 0.46 1 1.04

    Jalapa

    Categoría Monjas El Pro-greso

    Sta. Catarina

    Mita

    Fuente: elaboración con datos del Centro de Población, 2002, INE; los datos de educación corresponden al Ministerio de Educación.

    Prome-dio terri-

    torial

    Asun-ción Mita

    Tasa de alfabetismo (%) 72 79 75 72 73.50

    Tasa neta escolaridad primaria (%)

    77.01 89.38 82.99 92.43 84.94

    Tasa neta escolari-dad básicos (%)

    34.49 50.12 32.63 33.79 37.28

    Tasa mortalidad infantil (%)

    19 9 6 18 10.00

    Promedio hijos por familia

    3.08 2.82 2.92 2.77 2.99

    Número personas por hogar

    4.98 4.66 4.69 4.55 4.43

    Jutiapa

  • 24

    Ana Victoria Peláez, María Frausto, Wilson Romero

    Tamaño del hogar 4.05

    Hijos por hogar 2.37

    Tabla 2. Características de los hogares

    Personas mayores a 65 años 0.61

    Niños menores a 7 años 0.51

    Mujeres (%) 52.15

    Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta socioeconómica, cuenca Ostúa-Güija, julio-agosto de 2010.

    Jefes de hogar mujer (%) 29.18

    Edad promedio población 30.37

    Edad promedio hombres 29.80

    Edad promedio mujeres 30.89

    Edad promedio hijos 16.35

    En la composición de la población total, más de la mi-tad son mujeres y estas encabezan el 29.18% de los hogares. El promedio de hijos por hogar es relativamente bajo, si se compara con la media nacional. Otro elemento importante es que, a pesar de la emigración extranjera, la edad promedio revela que se trata de territorio con población joven (tabla 2).

  • 25

    El territorio Ostúa-Güija

    Respecto al nivel educativo, en los cuatro municipios, el promedio de primaria completa es superior al promedio de la región Suroriente –el cual, a su vez, está por encima del promedio nacional–. La educación media de los municipios es levemente superior a la alcanzada en los departamentos de Jutiapa y Jalapa –9.5% y 8.7% puntos porcentuales respecti-vamente–; en este nivel, ambos departamentos están muy por debajo del promedio nacional –que es de 14.5%-. La brecha entre los indicadores del ámbito local y nacional se extiende al llegar al nivel de educación universitaria.

    Al evaluar la escolaridad por sexo se encuentra una mayor diferenciación en el ámbito nacional respecto a la región. In-cluso, en los cuatro municipios, la participación de las muje-res está levemente por encima de la de los hombres.

    !

    Gráfi ca 1. Distribución de la población por nivel educativo

    (en porcentajes)

    Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta socioeconómica 2010, IDIES-URL/RIMISP..

  • 26

    Ana Victoria Peláez, María Frausto, Wilson Romero

    Para describir el territorio era importante conocer el nivel de pobreza en los hogares. Una manera de analizarlo fue esta-bleciendo el acceso a servicios (agua domiciliar, electricidad, drenajes y teléfono); la tabla 3 muestra la situación de los mu-nicipios de El Progreso, Santa Catarina Mita, Asunción Mita y Monjas en esta materia. Esto se puede comprender mejor si se separa a los hogares en dos grupos: (1) considerar como hogares precarios a aquellos que no tienen acceso a ningún servicio, más los hogares que tienen acceso a solo uno o dos servicios; y (2) considerar como hogares no precarios a los que tienen acceso a tres de los servicios más los que cubren los cuatro servicios. Se puede decir que de los hogares en-cuestados en el territorio Ostúa-Güija, el 35% viven en con-diciones precarias y el 65% tienen acceso a tres o los cuatro servicios (tabla 3).

    Sin servicios 11.48 15.27 14.77 8.36 6.87

    Acceso a un servicio 4.13 4.32 2.84 4.01 5.87

    Tabla 3. Acceso a las diferentes combinaciones de servicios -agua, electricidad, drenajes y teléfono-

    (en porcentajes)

    Acceso a dos servicios 19.50 17.87 11.36 27.76 22.39

    Acceso a tres servicios 36.23 26.80 34.38 49.16 36.42

    Acceso a los cuatro ser-vicios

    28.66 35.73 36.65 10.70 28.96

    Los 4 muni-cipios

    El Pro-greso

    Sta. Catarina

    Mita

    Fuente: elaboración con datos de la encuesta socioeconómica 2010-URL/RIMISP.

    MonjasAsun-ción Mita

    Total 100.00100.00100.00100.00100

    Total de hogares 3352993523471,333

  • 27

    El territorio Ostúa-Güija

    En el territorio, Santa Catarina Mita es el municipio don-de los hogares muestreados tienen una mejor situación, con-siderando que el 71% tienen acceso a tres o los cuatro servi-cios. El municipio de Asunción Mita es el menos favorecido: el 49% tiene acceso a tres de los servicios y solamente un 11% a los cuatro servicios (tabla 3). En los cuatro municipios de la región se constata un déficit en los drenajes (ver anexo, al final de este artículo).

    Otra forma de captar el bienestar es definir un conjunto de necesidades que se consideran básicas y que por lo tan-to deben ser cubiertas por lo hogares; es decir, un perfil de las Necesidades Básicas Insatisfechas2 (NBI). La norma de cuáles deben ser esas necesidades varía de un país a otro, así como su forma de medir o cuantificar cada uno de los indica-dores. Para efectos del presente estudio y con fines compa-rativos, se han tomado como base los indicadores utilizados por SEGEPLAN (2002) para estimar la pobreza relacionada con las NBI, así como el procedimiento de cuantificación; son las siguientes:

    La calidad de la vivienda que incluye tipo •de vivienda, la calidad de los materiales (pa-redes, piso, etc.), cuantificando por aparte las condiciones de vivienda rural y urbana.

    El hacinamiento, cuando en un hogar viven •más de tres personas por cuarto.

    El origen y abastecimiento del agua, toman-•do en cuenta si es a través de red, chorro público, pozo, etc. y si la vivienda es rural o urbana.

    2 Uno de los métodos para realizar las estimaciones de pobreza.

  • 28

    Ana Victoria Peláez, María Frausto, Wilson Romero

    El acceso a servicio sanitario, dependiendo •si tiene o no desagüe; tipo de servicio sani-tario, considerando si es en el área rural o urbana.

    La asistencia escolar, tomando como base si •en la familia hay niñas y niños en edad escolar entre 7 y 12 años en el área urbana y de 7 a 10 años en el área rural.

    La precariedad ocupacional, que toma en •cuenta los ingresos (SEGEPLAN, 2002: 9-11).

    Los resultados de la encuesta en los cuatro municipios muestran que las necesidades insatisfechas son relativamente bajas, excepto en los servicios sanitarios, donde el 31% de los hogares no cubren esta necesidad debido a la mala calidad del servicio por lo que se puede considerar como una necesidad insatisfecha.

    En promedio, el municipio de El Progreso tiene menos NBI. Monjas muestra mayor precariedad, como puede verse en la tabla 4, ya que es el municipio con mayor porcentaje de hogares que no satisfacen los requerimientos mínimos de calidad de vivienda y servicios sanitarios.

    Para tener una idea sobre la situación del territorio en re-lación con el resto del país, se presentan los porcentajes de las NBI a nivel nacional estimadas sobre la base de la EN-COVI 2000 y la ENCOVI 2006 y las NBI para los cuatro municipios (tabla 5).

    Aunque no son estrictamente comparables las encuestas, pero considerando que la boleta de la encuesta socioeconó-

  • 29

    El territorio Ostúa-Güija

    El P

    rogr

    eso

    41%

    4112

    %73

    Sta

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    3%69

    23%

    70

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    1%55

    16%

    45

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    329%

    5716

    %73

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    itorio

    504%

    222

    17%

    261

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    2010

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    21%

    23%

    13%

    21%

    20%

    50 95 107

    157

    409

    14%

    32%

    32%

    45%

    31%

    2 1 0 1 4

    1% 0% 0% 0% 0%

    30 35 48 29 142

    9% 12%

    14% 8% 11%

    352

    299

    335

    347

    1333

    100%

    100%

    100%

    100%

    100%

  • 30

    Ana Victoria Peláez, María Frausto, Wilson Romero

    mica de IDIES/RIMISP plantea las mismas preguntas y que la diferencia entre la región y el promedio nacional es signi-ficativa, se puede considerar que por el relativo bajo nivel de las NBI los resultados son coherentes con las estimaciones realizadas aplicando el método de Estimaciones de Áreas Pe-queñas (Small Area Estimates), cuyos resultados de presentan a continuación (tabla 6).

    Otro dato importante fue establecer lo que piensan las personas en el territorio acerca de su situación económica y, en los casos concernientes, su percepción sobre su propia situación de pobreza. Para ello, en la encuesta de hogares se propuso una valoración entre 1 y 10, considerando 1 como condición extremadamente pobre y 10, como extremada-

    Calidad de vivienda 20.77 3.75

    Hacinamiento 55.26 16.65

    Tabla 5. Suroriente: necesidades básicas insatisfechas

    Origen y abasteci-miento de agua

    11.16

    Fuente: elaboración propia con información de la encuesta socioeconómica 2010 -URL/RIMISP-, ENCOVI 2000 y ENCOVI 2006.

    NBI 2000 Región Ostúa-GüijaNBI 2006

    16.24

    39.51

    19.5813.19

    Acceso a servicio sanitario

    32.57 30.68

    Asistencia escolar 12.33 0.30

    Precariedad ocupacional

    10.51

    32.38

    9.76

    10.6513.59

  • 31

    El territorio Ostúa-Güija

    mente rica. Como se presenta en la tabla 7, un 14.5% de la muestra se situó entre el rango 1 y 2; solo un 2% se ubicó en el rango superior -entre 9 y 10-. Si bien una buena parte de la población (31%) percibe que su situación ha mejorado en los últimos diez años, la mayoría se considera en la mitad infe-rior –entre 1 y 5-; rango que se podría considerar equivalente al concepto de pobreza relativa en el cual se sitúa el 70% de los entrevistados.

    Además de las actividades propiamente de investigación, entre 2010 y 2011 se trabajó en una iniciativa de fortaleci-miento de capacidades, con el objetivo de que los actores del territorio se apropien de una visión territorial, trascendiendo la perspectiva exclusivamente municipal. Es una tarea que continúa, dado que se trata no solo de construir capacidades sino también de fortalecer el capital social territorial.

    Monjas 1086.69 -0.0651

    Asunción Mita 479.25 -0.0655

    Tabla 6. Cambios en el consumo, pobreza y desigualdad

    El Progreso 1225.02

    Fuente: Romero y Zapil, 2009.

    Consumo* en Q GiniPobreza

    -21.07

    -26.11

    -0.0846-22.81

    Santa Catarina Mita 1873.92 -0.0659

    1425.88 -0.0702

    Promedio nacional 1938.14

    -30.77

    -25.19

    -0.0428-11.00

    Municipio

    Promedio del territorio

    * A precios de 1989.

  • 32

    Ana Victoria Peláez, María Frausto, Wilson Romero

    1 59 5% 38 3% -21

    2 183 14% 146 11% -37

    Tabla 7. Percepción de la situación económica hace 10 años y actualmente1= extremadamente pobre 10= extremadamente rico

    (valores absolutos y porcentajes)

    3 259 20% 216 17% -43

    4 214 17% 238 19% 24

    5 281 22% 247 19% -34

    CalificaciónHace 10

    añosActual-mente

    Fuente: elaboración propia con información de la encuesta socio-económica 2010 -URL/RIMISP-

    Cambio

    -2%

    -3%

    -3%

    2%

    -3%

    6 129 10% 176 14% 47

    7 93 7% 113 9% 20

    8 39 3% 72 6% 33

    9 8 1% 22 2% 14

    10 7 1% 4 0% -3

    4%

    2%

    3%

    1%

    0%

    La descripción del territorio es completada con los análisis que se presentan en los tres artículos subsiguientes, respecto a tres factores que, si bien no son los únicos, son importantes en las dinámicas territoriales: la diversificación productiva –analizada a través de las unidades familiares productoras de granos básicos-, las dinámicas de género y los ingresos. Cada uno de ellos aporta elementos para explicar el dinamismo del territorio, así como también los retos que supone mantener o mejorar estos comportamientos exitosos.

  • 33

    El territorio Ostúa-Güija

    3. Referencias bibliográficas

    Schejtman, A. y J. Berdegué (2004). Desarrollo territorial rural. Temas y debates rurales No. 1, Programa Dinámi-cas Territoriales Rurales. Santiago de Chile: RIMISP.

    Romero, W., V. Peláez y M. Frausto (2011). La dinámica territorial en la cuenca Ostúa-Güija. Guatemala: IDIES-URL/RIMISP.

    Romero, W. y S. Zapil (2009). Dinámica territorial del consumo, la pobreza y la desigualdad en Guatema-la: 1998 a 2006. Documento de trabajo No. 51, Progra-ma Dinámicas Territoriales Rurales. Santiago de Chile: IDIES-URL / RIMISP.

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    Ana Victoria Peláez, María Frausto, Wilson Romero

    Sin acceso a servicios 153 53 52 25 23

    Agua 23 7 5 7 4

    Anexo. Acceso a las diferentes combinaciones de servicios -agua, electricidad, drenajes y teléfono-

    (valores absolutos)

    Drenaje 4 1 0 0 3

    Electricidad 16 4 4 4 4

    Teléfono 12 3 1 1 7

    MunicipioRegión Ostúa-Güija

    El Pro-greso

    Sta. Catarina

    Mita

    Fuente: elaboración con datos del Centro de Población, 2002, INE; los datos de educación corresponden al Ministerio de Educación.

    MonjasAsun-ción Mita

    Agua y drenaje 8 1 1 1 5

    Agua y electricidad 99 12 20 50 17

    Agua y teléfono 46 23 6 12 5

    Drenaje y electricidad 13 3 6 1 3

    Drenaje y teléfono 6 0 0 6 0

    Electricidad y teléfono 88 23 7 13 45

    Agua, drenaje, electricidad 69 18 22 7 22

    Agua, drenaje, teléfono 13 3 1 3 6

    Agua, electricidad, teléfono 358 62 85 133 78

    Drenaje, electricidad, teléfono 43 10 13 4 16

    Todos 382 124 129 32 97

  • La cadena agroalimentaria del maíz y frijol en la cuenca Ostúa-Güija: evidencia de complementariedades*

    Introducción

    En este documento se analizan algunos aspectos relevan-tes de la cadena agroalimentaria de maíz y frijol en la cuenca Ostúa-Güija, con el propósito de explorar sobre la existencia de complementariedades entre la producción agrícola de gra-nos básicos –destinada al consumo local– y la producción de hortalizas (principalmente tomate) destinada al mercado ex-traterritorial. Esto porque en el estudio preliminar se planteó como una de las hipótesis explicativas de la dinámica de cre-cimiento y reducción de la pobreza que ha experimentado el territorio, la interrelación de diversos factores; uno de estos es la diversificación productiva agrícola que se ha registrado en el territorio, fundamentalmente con la incorporación de nuevos cultivos, sobre todo hortalizas.

    * Este artículo se elaboró utilizando la información recabada en el marco del proyecto de investigación sobre las Dinámicas territoriales rurales en la cuenca Ostúa-Güija, auspiciada por RIMISP.

  • 36

    María Frausto Meza

    Para ello, se exploran dos aspectos: la incorporación de los productores de granos básicos (o sus familiares) al mer-cado laboral como jornaleros en el cultivo de tomate; y la producción de tomate por parte de los propios productores de granos básicos, una vez que han aprendido, en la práctica, los aspectos esenciales que demanda este.

    Además, se analizan brevemente algunos temas como composición familiar, principales fuentes de ingreso de los hogares, destino de la producción, estructura de la cadena, canales de distribución, entre otros.

    1. El contexto de la producción de granos básicos

    1.1 Evolución de la producción mundial de maíz y frijol

    El maíz se produce en 162 países a nivel mundial. Duran-te el último quinquenio (y la última década), la producción mundial de este grano ha estado concentrada en dos grandes países: China y Estados Unidos, que en conjunto producen cerca de dos terceras partes del volumen total. A estos se su-man Brasil, México e Indonesia, que producen en conjunto cerca del 70% del total de maíz (tabla 1). Guatemala produce menos del 0.1% del total mundial y la producción es insufi-ciente para cubrir la demanda interna.

    Los datos de la base estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAOSTAT) indican que el frijol se produce en 123 países al-rededor del mundo. Sin embargo, tres de ellos (Brasil, Myan-mar y la India) producían en conjunto cerca del 40% del to-tal. China y Estado Unidos aportaban en conjunto otro 15% (tabla 2).

  • 37

    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    20092006 2007

    Estados Unidos 39.6 37.9 41.9 37.2 40.7

    China 19.6 21.5 19.3 20.1 20

    Resto del mundo 31.5 29.8 27.5 30.7 28.5

    Tabla 1. Producción mundial de maíz, principales productores

    (en millones de toneladas métricas y %)

    Brasil 4.9 6 6.6 7.1 6.3

    México 2.7 3.1 3 2.9 2.5

    Indonesia 1.8 1.6 1.7 2 2.2

    20082005

    Total mundial 713.5 706.7 789.6 826.7 818.8

    20092006 2007

    Brasil 16.0 16.7 15.0 16.4 16.8

    Myanmar 11.5 12 13.3 15.2 14.5

    Resto del mundo 42.6 42.8 40.5 40.7 44.1

    Tabla 2. Producción mundial de frijol, principales productores

    (en millones de toneladas métricas y %)

    India 13.9 15.7 18.5 14.2 11.8

    China 9.6 7.5 7.2 8.1 7.2

    Estados Unidos 6.4 5.3 5.5 5.5 5.6

    20082005

    Total mundial 18887.7 20764.121193.4 21144.2 20699

    Fuente: elaboración con datos de FAOSTAT.

    Fuente: elaboración con datos de FAOSTAT.

  • 38

    María Frausto Meza

    1.2 Exportaciones mundiales de maíz y frijol

    Estados Unidos es también el mayor exportador de maíz. En América Latina, Argentina y Brasil aparecen entre los principales diez países exportadores de este cereal (tabla 3); sin embargo, el volumen exportado por ambos es de solo una tercera parte del que comercia EEUU en el exterior. Por el lado de los importadores, Japón se ubica en el primer lugar, con más de 16 millones de toneladas de maíz. México y Co-lombia también están entre los diez principales importado-res, a pesar de que, al menos en el caso de México, se ubica en el lugar número cinco entre los productores; es decir, la demanda mundial de maíz supera a la producción debido, so-bre todo, a que buena parte de esta se utiliza para elaborar biocombustibles y concentrado.

    Estados Unidos 47.8 Japón 16.2

    Argentina 8.5 Corea 7.3

    Tabla 3. Principales exportadores e importadores de maíz, 2009

    (en millones de toneladas métricas y %)

    Brasil 7.8 México 7.3

    Ucrania 7.2 China 4.7

    Francia 6.7 España 4.0

    Fuente: elaboración con datos de FAOSTAT.

    Exporta-ciones

    Importa-cionesPaísPaís

  • 39

    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    1.3 La producción de maíz y frijol en Guatemala

    En el país se producen dos variedades principales de maíz (blanco y amarillo) así como otras tres de menor importancia (maíz dulce, maíz de otros colores y maíz para ensilaje). En cuanto al frijol, la variedad que más se cultiva en el país es el negro, que abarca prácticamente el 100% del total produci-do. En 2003 se cultivaron en Guatemala más de 1.06 millones de toneladas métricas de maíz, de las cuales más del 87% fue-ron de maíz blanco. Según datos de la encuesta agropecuaria 2005, para ese año la producción de maíz de Guatemala se había incrementado a 1.4 millones de toneladas. En el caso del frijol, la producción para 2003 fue de 110 mil toneladas, de las cuales el 98% fue frijol negro (tabla 4).

    FrijolMaíz

    Maíz blanco 87.21 Negro 99.49

    Maíz amarillo 12.05 Otros colores 1.51

    Tabla 4. Guatemala: producción de maíz y frijol, por variedad

    (en millones de toneladas métricas)

    Otros tipos de maíz

    0.75

    Fuente: elaboración propia con datos del Censo Agropecuario, 2003 del INE.

    1.06 0.11Total producciónTotal producción

    El maíz es parte de la dieta básica del guatemalteco, por lo que se produce en prácticamente todos los municipios del país. Sin embargo, nueve municipios (La Libertad, San Luis y Sayaxché, de Petén; San Pedro Carchá, Chisec y Cobán, de Alta Verapaz; Retalhuleu y San Andrés Villa Seca, de Retal-huleu; e Ixcán, de Quiché) tienen una producción conjunta

  • 40

    María Frausto Meza

    del 25.4% del total nacional, pero son los de Petén los que aportan mayores volúmenes.

    El frijol también se cultiva en prácticamente todos los municipios del país, por ser uno de los granos básicos que forman parte de la dieta básica del guatemalteco. Sin embar-go, cuatro de los municipios de Petén (San Luis, La Libertad, Sayaxché y Poptún) eran, en 2003, los principales producto-res, y en conjunto aportaban cerca de una cuarta parte del total nacional.

    1.4 Evolución reciente del comercio exterior de maíz y frijol de Guatemala

    Las exportaciones de maíz desde Guatemala hacia otros destinos habían estado centradas, hasta 2007, en el maíz para la siembra; a partir de ese año, las exportaciones de maíz blanco empezaron a ser significativas y se observó un pico en 2008 cuando alcanzaron su mayor volumen cercano a las 12 mil toneladas métricas.

    Las importaciones de maíz a Guatemala se han integrado principalmente por maíz amarillo, que se destina para la in-dustria1 y en menor medida por maíz blanco. En el período que cubre la información, el país ha sido un importador neto de prácticamente todas las variedades de maíz, con excepción del maíz para semilla y el maíz dulce. Esto muestra que en el país la producción es insuficiente para cubrir la demanda na-cional. Ello, además de impactar negativamente en la balanza comercial también implica una pérdida de soberanía alimen-

    1 Se utiliza en la elaboración de concentrado para animales así como en la elabo-ración de harinas y alimentos preparados como tostadas, golosinas industrializa-das, etc.

  • 41

    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    taria, dado que el maíz es un elemento fundamental en la die-ta del guatemalteco, sobre todo de los sectores más pobres.

    En el caso del maíz blanco, aún en 2008, cuando alcanzó su máximo volumen de exportaciones, el país importó unas 19,559 toneladas métricas, lo que implicó un saldo negativo mayor a siete mil toneladas de ese grano (gráfica 1). En el año 2005, se reportó el mayor volumen de importaciones, por en-cima de 53 mil toneladas métricas. Ello puede estar asociado al impacto negativo que tuvo en el país el paso del huracán Stan, que dejó pérdidas millonarias y afectó severamente la agricultura.

    Como se observa en la gráfica 1, el saldo neto de las ex-portaciones de maíz tanto amarillo como blanco ha sido per-sistentemente negativo desde 2002. Esto implica que el país está perdiendo soberanía en la producción de uno de sus ali-mentos básicos. Ello tiene consecuencias también en el saldo de la balanza de pagos, haciéndola más deficitaria.

    1.5 La desgravación arancelaria del maíz y el frijol

    La tendencia hacia el incremento de las importaciones de maíz ha estado influenciada tanto por fenómenos naturales que han impactado negativamente los volúmenes cosechados del grano como por la desgravación arancelaria progresiva en el caso del maíz blanco y por el aumento también progresivo en el volumen del contingente de maíz blanco que puede en-trar libre de aranceles al país.

    Durante el primer año de vigencia del tratado de libre co-mercio entre EEUU, República Dominicana y Centroaméri-ca (DR-CAFTA) podrán entrar al país, libres de aranceles, un

  • 42

    María Frausto Meza

    Grá

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    1. G

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  • 43

    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    contingente de 525 mil toneladas métricas de maíz amarillo, las que se irán incrementando anualmente en 25 mil tonela-das hasta el año diez a partir del cual no habrá ningún límite a la cantidad de maíz amarillo que pueda ingresar. La desgra-vación del arancel para este producto será progresiva, por un período de diez años, de acuerdo con la categoría “C”2.

    En el caso del maíz blanco3, se estableció una cuota inicial de 20,400 toneladas métricas para el primer año de vigencia del tratado. Esa cuota se incrementará en 400 toneladas mé-tricas anuales, hasta llegar al año 15. El maíz blanco, en el caso de Guatemala, fue incluido en la categoría “H”, por lo que el arancel se mantendrá, y se aplicará el trato de nación más favorecida a los volúmenes que rebasen la cuota definida.

    2. El cultivo de maíz y frijol en la cuenca Ostúa-Güija

    2.1 La importancia del cultivo de maíz y frijol en la cuenca

    En años recientes, el territorio de la cuenca Ostúa-Güija ha mostrado una importante diversificación de su base produc-tiva, expresada en que su Población Económicamente Activa (PEA), además de las actividades agrícolas, se dedica a activi-dades de servicios, comercio, y en menor medida, industria. Sin embargo la actividad agrícola y el cultivo de granos bási-cos continúa siendo importante tanto por volumen producido como por extensión destinada al cultivo.

    De acuerdo con los datos del Censo Agropecuario 2003, del Instituto Nacional de Estadística (INE), en cuatro de los

    2 Ver: párrafo 10 del apéndice I, Anexo 3.3. Notas generales de Guatemala, del documento DR-CAFTA.

    3 En el párrafo 11 de ese mismo documento.

  • 44

    María Frausto Meza

    municipios de la cuenca Ostúa-Güija (Monjas, El Progreso, Asunción Mita y Santa Catarina Mita), ese año se cultivó cer-ca de 2% de la producción total de maíz y frijol (1.06 millones de toneladas de maíz). Jalapa y Jutiapa en conjunto contribu-yeron con cerca del 10% de ese total; y la participación de los municipios de la cuenca en la producción departamental de maíz fue cerca del 15% del total de maíz y cerca del 11% en el caso del frijol (tabla 5).

    En el área rural del territorio, el cultivo de granos básicos (sobre todo maíz y frijol) es una de las actividades principales de las familias de menos recursos. Al año 2003, el municipio de Monjas destinaba una mayor proporción de su superficie al cultivo de maíz (70%); en los otros tres municipios, sola-mente un 50% de la superficie destinada a cultivos es utili-zada para la siembra de maíz. Por lo que respecta al frijol, El Progreso y Santa Catarina Mita dedicaban cerca de una tercera parte de la tierra a su cultivo; mientras que en Monjas y Asunción Mita, solo se utilizaba cerca del 15%.

    Maíz, todas las

    variedades

    Frijol, todas las

    variedades

    Jalapa y Jutiapa 19.35

    Cuenca / producción nacional 2.11

    Tabla 5. Cuenca Ostúa-Güija: participación en la producción de frijol y maíz

    Cuenca / Jalapa y Jutiapa 10.92

    Fuente: elaboración propia con datos del Censo Agropecuario, 2003 del INE.

    2,290,269 23,068,316Total nacional

    10.30

    1.6

    15.2

    Nota: producción en quintales.

  • 45

    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    En la cuenca Ostúa-Güija, el cultivo de maíz y frijol, al igual que en el resto del país, se realiza principalmente con mano de obra familiar y solamente en esporádicas ocasiones se contrata a otras personas de forma temporal.

    Por la importancia tanto en la superficie destinada como en su contribución a la seguridad alimentaria, se hizo un bre-ve estudio sobre la cadena de valor del maíz y el frijol en la cuenca Ostúa-Güija, por medio de una encuesta realizada en septiembre de 2010.

    2.2 La selección de la muestra

    Dentro de la cuenca Ostúa-Güija, tomando en cuenta a los cuatro municipios incluidos en el estudio, Asunción Mita tenía el mayor volumen de producción de maíz. Con aproxi-madamente 137 mil quintales en 2003; Santa Catarina Mita le seguía en importancia, con cerca de 81 mil quintales; El Progreso, con alrededor de 70 mil quintales; y Monjas con cerca de 64 mil quintales. Dentro de estos municipios, se se-leccionó la muestra a fin de encuestar a los productores de maíz y frijol.

    Fue imposible obtener un listado de las unidades de pro-ducción detectadas por el Instituto Nacional de Estadística durante el Censo Agropecuario 2003, dadas las normas de confidencialidad. Tampoco fue posible obtener un listado de productores individuales en los respectivos municipios. Ante esta dificultad, se solicitó el apoyo de la Sede Regional de la URL y de algunos miembros de las asociaciones de produc-tores integradas en la Federación de Asociaciones Agrícolas de Guatemala (FASAGUA), así como también de las munici-palidades. De esta manera, por medio de un grupo focal fue

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    María Frausto Meza

    posible ubicar los poblados con mayores concentraciones de productores. Luego de ello, se obtuvieron algunos listados del número de productores a nivel de comunidad o poblado. El acercamiento con estas organizaciones y con personal téc-nico de algunas oficinas municipales de planificación, posi-bilitó la comunicación y el acceso a las comunidades a fin de recabar la información pertinente.

    Las 80 encuestas programadas se distribuyeron conforme el número de productores identificados en cada municipio y lugar poblado: 24 en Asunción Mita, 9 en El Progreso, 19 en Santa Catarina Mita y 28 en Monjas. De las 80 encuestas, se completaron 79.

    2.3 Aspectos generales de la cadena

    Para analizar la estructura de la cadena, se utilizaron los datos de las 79 boletas válidas, que contienen información tanto de los productores individuales como de sus familias, lo cual representa un total de 283 personas.

    Para el caso de la cadena de valor del maíz y frijol, se iden-tificaron cinco eslabones:

    El acceso a insumos y servicios –los princi-1. pales insumos son: la semilla mejorada, ferti-lizantes e insecticidas; mientras que los ser-vicios están constituidos fundamentalmente por el acceso al crédito, la infraestructura y la capacitación–; la producción, que es llevada a cabo funda-2. mentalmente con mano de obra familiar; la intermediación que es realizada principal-3. mente por mayoristas;

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    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    la venta al detalle, que es realizada por un 4. sinnúmero de vendedores, en los mercados municipales o cantonales, así como en los dos principales mercados al mayoreo; yel consumo final.5.

    También se encontró que los productores utilizan tres ca-nales distintos para vender el maíz y frijol, dependiendo de la disponibilidad de medios de transporte. En primer lugar está la venta directa en la parcela; en segundo, la venta en el mercado local; y en tercero, la venta en el mercado nacional (principalmente la ciudad capital).

    En el siguiente diagrama se presenta un esquema de la ca-dena de valor, así como de los canales de distribución:

    Diagrama 1. Cadena de valor del maíz y frijol

    Fuente: elaboración propia.

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    María Frausto Meza

    2.4 Los hogares productores

    El número de integrantes de las familias de los producto-res es más o menos variado, aunque, en promedio, los hogares se conforman por alrededor de cuatro integrantes. El número de hijos también es variado, aunque en promedio es de tres; sin embargo, se encontró al menos dos casos de hogares con hasta siete hijos. Se trata, en general, de familias nucleares pues en muy pocos casos viven en el hogar parientes distintos de la esposa y los hijos. También se encontró algunos casos (al menos dos) de productores individuales que son solteros y que aunque viven con sus padres, manejan su parcela como unidad productiva independiente.

    Los hogares están encabezados por hombres con una edad promedio de 55 años. Los rangos de edad son muy variados, y van de los 21 a los 92. Las esposas o cónyuges tienen edades promedio de 48 años; mientras que la edad promedio de los hijos y las hijas es de 16 años.

    Aproximadamente el 12.5% de encuestados son analfabe-tas; de ellos, cerca del 61% son hombres y el otro 39%, muje-res. Los productores tienen una escolaridad promedio de 3.7 años; para las esposas o cónyuges es de 4 años; y para los hijos, 6 años (tabla 6). Esto denota una mejora en la situación de es-colaridad de la siguiente generación y es acorde con los datos que se encontraron en la primera fase de la investigación, se-gún los cuales en la región suroriente, la escolaridad promedio de las personas es mayor que a nivel nacional. Incluso, se en-contró algunos casos de hijos de productores de maíz y frijol que en la actualidad están estudiando el grado de licenciatura en alguna de las universidades que tiene sede en Jutiapa.

    Sin embargo, estos niveles de escolaridad promedio toda-vía son bajos si se tiene en cuenta que, de acuerdo con al-

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    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    gunos estudios, los retornos crecientes a la educación solo comienzan a mostrarse a partir de los doce años completos de escolaridad4. Además, para realizar trabajos dentro de al-gunos oficios se requiere, al menos, tener el nivel básico e incluso contar con alguna carrera técnica. De ahí que las per-sonas que cuentan con menos de seis años de escolaridad y viven en el área rural se encuentren ocupadas principalmente en la agricultura, sobre todo en el cultivo de granos básicos de subsistencia. Esta es la principal actividad a la que se dedi-ca la casi totalidad de productores entrevistados.

    Años escolaridad

    Número de personas

    Jefe del hogar 76

    Cónyuge 59

    Tabla 6. Parentesco de años de escolaridad, según parentesco

    Hijo (a) 96

    Fuente: elaboración propia con datos del Censo Agropecuario, 2003 del INE.

    259 5.0Total

    3.7

    4.2

    6.4

    Nota: no incluye a los menores de siete años.

    Yerno / Nuera 1

    Nieto (a) 6

    Padres / Suegros 10

    6

    5.5

    3.2

    Otros parientes 7 5.7

    4 Véase, entre otros, Saidón, 2008.

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    María Frausto Meza

    El 63% de los varones incluidos en la muestra reportaron como su principal ocupación la agricultura; un 1% se dedica al comercio, albañilería y artesanía, como su principal acti-vidad; 3.6% es empleado en el sector público; el 15.3% es es-tudiante; y el 12.4% restante no reporta ocupación por ser menores de edad.

    Los datos indican que el principal trabajo que realizan las mujeres es en su casa (cuidado y mantenimiento del hogar y los hijos); aunque un 16% de las cónyuges o esposas realiza alguna actividad remunerada y otras tres de quienes tienen como ocu-pación principal la de ama de casa señalaron que su actividad secundaria era la de dependientes en algún establecimiento.

    Si bien no todos los hijos incluidos en la encuesta están estudiando, esto se debe a que en algunos casos se trata de menores de siete años (por lo que se incluyen entre quienes no reportan actividad), y en otros, de mayores de 20 y quie-nes ya están incorporados en el mercado laboral (tabla 7).

    En promedio, quienes cultivan maíz y frijol llevan más de 31 años de dedicarse a la agricultura y más o menos el mismo tiempo de sembrar estos granos, lo que refuerza la experiencia y el grado de conocimiento que llegan a adquirir en su cultivo.

    La agricultura es una fuente de ingresos para todos los productores incluidos en la muestra. Del total de encuesta-dos (79), 38 señalaron que el 100% de sus ingresos provenían de la agricultura; para diecisiete de ellos es la fuente que ge-nera entre un 60% y un 95% de sus ingresos; y los veinticinco restantes indicaron que esta actividad genera al menos entre el 30% y el 50% de sus ingresos.

    Del total de encuestados, 18 de ellos mencionaron a la ga-nadería como actividad que les reporta algún ingreso, y su

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    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    Agricultor 76 0 10 4 90

    Ganadero 0 2 0 0 2

    Total 79 57 114 33 283

    Tabla 7. Actividad principal de los integrantes de los hogares

    Ama de casa 0 48 8 8 64

    Estudiante 0 0 48 8 56

    Empleado 1 2 11 2 16

    Relación de parentesco conel jefe de hogar

    JefeCón-yuge

    Hi-jo (a) Otros Total

    Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta de cadena de valor IDIES-URL, 2010.

    Ocupación principal

    Profesor 0 1 3 0 4

    Comerciante agrícola 1 2 0 0 3

    Trabajadora del hogar 0 0 5 0 5

    Otros 0 1 3 4 9

    No reporta 1 1 26 7 34

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    María Frausto Meza

    importancia está en rangos de entre el 10% y el 60% de los ingresos familiares; 8 dijeron que una parte de sus ingresos provenían del comercio, en aportes que van del 10% al 70%. Otras actividades reconocidas como fuente de ingresos son: servicios, industria y construcción; en estos casos, el aporte de estas actividades a los ingresos fue de entre el 10% y el 50%.

    Al conversar con algunos actores locales así como en la observación realizada durante el trabajo de campo, surgió la idea de que en el territorio de la cuenca Ostúa-Güija exis-te cierto grado de complementariedad entre la producción agrícola que se destina al mercado y la que se destina al auto-consumo. Los datos de la encuesta indican que al menos un 27% del total de los productores cuya actividad principal es el cultivo de maíz y frijol, también cultivan tomate estacio-nalmente, como una forma de obtener ingresos adicionales, como se muestra en la tabla siguiente.

    Por otra parte, en el caso de los productores encuestados cuyo principal cultivo es el tomate (que destinan al mercado) un 85% de ellos también siembran maíz y otro 75% siembran frijol, ya sea para el autoconsumo y/o como una forma de ro-tar los cultivos y dejar descansar sus tierras. De ahí que se puede afirmar la existencia de la complementariedad entre el cultivo de granos básicos y el del tomate (tabla 8).

    Además, cerca de un 18% de los productores de granos básicos (o sus hijos) se emplea como mano de obra durante las épocas de cultivo de tomate; es decir, cerca de una de cada cinco personas encuestadas trabajaba en el cultivo de tomate. Si bien este dato es menor que el esperado, es proba-ble que esté influenciado por el hecho de que en la muestra se excluyeron algunos de los lugares poblados cuya actividad principal es justamente el cultivo de tomate.

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    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    2.5 Los insumos

    Para analizar la cadena del maíz y frijol, se consideraron las diversas fases que conlleva la producción de dichos granos hasta llegar al consumidor final. No obstante, la información sobre estas fases se recabó a partir de las encuestas a los pro-ductores. Respecto al uso de insumos, las encuestas permiten concluir que: los productores de maíz y frijol utilizan cuatro insumos principales: semilla (que puede ser mejorada o crio-lla); fertilizante; insecticida y herbicida. Estos tres últimos son utilizados por prácticamente todos los productores de maíz y frijol encuestados. En cambio, la semilla mejorada únicamente es usada por el 71% de los productores de maíz, y por el 57% de los productores de frijol.

    El uso de semilla mejorada por parte de los productores de maíz y frijol es relativamente reciente, si se compara con el promedio de años de uso de los otros insumos, pues es de alrededor de quince años. Si bien esto podría estar ocasio-nando menores rendimientos a los productores que no utili-

    Maíz 63 48

    Frijol 16 16

    Tabla 8. Número de productores por tipo de cultivo principal y secundario

    Tomate 81 60

    Fuente: elaboración con datos de la encuenta de cadena de valor IDIES-URL, 2010.

    No. pro-ductores

    Cultivos secundariosMaíz

    Principal cultivo Tomate Frijol

    13

    8

    81

    63

    15

    68

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    María Frausto Meza

    zan la semilla mejorada, también les da cierta independencia respecto a la disponibilidad y el precio del insumo.

    Los productores de frijol tienen, en promedio, más tiempo de haber empezado a utilizar fertilizante, insecticida y herbi-cida; pero menos tiempo de haber empezado a usar semilla mejorada. El fertilizante es el insumo que tiene más años, en promedio, de estar siendo utilizado tanto por productores de maíz como de frijol, con más de 22 años. No obstante, el rango es bastante amplio y los datos van desde uno hasta 50 años.

    En el caso de los insecticidas y herbicidas, el promedio de años en que los encuestados los han utilizado es de mayor a 20. Esto da una idea de la importancia que los productores dan a estos insumos como elemento para incrementar su pro-ducción.

    Solo 21 del total de productores entrevistados (79) usan fertilizante orgánico, lo que representa alrededor de una cuarta parte del total. De los productores de frijol (16), cerca de una tercera parte dijo utilizar este tipo de abono; mientras que de quienes cultivan maíz (63) solamente el 25% lo utiliza. Sin embargo, el total de ellos lo hace en combinación con el fertilizante químico. En cuanto al abono químico, es usa-do por 67 de los encuestados (83%). Proporcionalmente los productores de frijol son los que hacen un mayor uso de este insumo (94%).

    Los productores indicaron que en diversas ocasiones han cambiado la marca del insumo que usan, esperando obtener mejores resultados en sus cultivos. La semilla es el insumo que menos productores de frijol han cambiado, pero ese cambio fue más reciente que el del resto de insumos; pero, en el caso de los productores de maíz, la semilla mejorada ha

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    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    sido cambiada por un mayor número de productores, aunque con una mayor antigüedad.

    A raíz del abandono de los programas de extensión agrí-cola por parte del Estado5, las empresas comercializadoras de insumos agroquímicos han realizado la labor de asesorar a los productores. Sin embargo, esa asesoría no está exenta de intereses, pues las capacitaciones que se brindan son, sobre todo, en la utilización de insumos agroquímicos provistos por estas empresas. La influencia que ejercen dichos proveedores se evidencia en el hecho de que 40 de los encuestados dijeron que han recibido la recomendación de alguna de estas em-presas para utilizar sus productos (tabla 9). Los agroservicios locales también fueron mencionados como una de las fuentes que recomienda utilizar determinado insumo.

    La mayoría de los productores encuestados (45) se acercaron a un solo proveedor para adquirir los insumos. Otros (18) se acer-caron a dos distintos proveedores para abastecerse de insumos y solo tres productores acudieron a tres proveedores.

    Los productores de maíz y frijol tienen, en promedio, cer-ca de 16 años de conocer al comerciante que les vende los insumos; y la confianza que le tienen es, en promedio, bas-tante alta (cercana a 8, en una escala de 1 a 10, donde 1 es total desconfianza y 10 plena confianza).

    Respecto al conocimiento sobre los precios de los insumos, únicamente 39 de ellos dijeron que los conocen con anterio-ridad. De los que contestaron afirmativamente, en promedio se enteran con una anticipación de 22 días. Sin embargo, los

    5 Una de las acciones en el marco de las medidas de reducción del Estado fue el cierre, en 1996, de los programas de extensión agrícola, que por casi tres décadas proveyeron asistencia técnica a pequeños y microproductores agropecuarios en todo el país.

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    María Frausto Meza

    datos tienen una variación muy alta, pues van de uno a no-venta días. Por otro lado, 69 de los encuestados consideraron que es muy importante conocer con anticipación los precios de los insumos. Solo tres de las personas señalaron que cono-cer con anterioridad los precios de los insumos les es desde poco hasta nada importante para la toma de decisiones sobre la siembra de su cultivo.

    El lugar más común para realizar la compra de sus insumos fue la cabecera municipal de cada uno de los municipios, se-guido por las principales aldeas de estos municipios, donde se han ubicado algunas empresas de agroservicios. Práctica-mente la mitad de los encuestados (39) tarda entre dos y diez minutos para llegar al lugar de compra; una cuarta parte (21) tarda entre 11 y 20 minutos; 18 tardan entre 21 y 30 minutos;

    Ha recomendado uso

    Bayer 18

    Agro servicio 14

    Tabla 9. Empresas que recomiendan uso de agroquímicos

    SYNGENTA 3

    Fuente: elaboración con datos de la encuesta de cadena de valor IDIES-URL, 2010.

    Nota: Dirección General de Servicios Agrícolas del Ministerio de Agricul-tura, Ganadería y Alimentación, desaparecida a mediados de la década de 1990. El entrevistado mencionó la institución que recordaba como proveedora de servicios de extensión agrícola.

    Otras empresas 7

    DIGESA 1*

    Profesional independiente

    1

    Empresa

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    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    y solamente uno indicó que se tardan hasta cuarenta minu-tos para llegar al punto en donde se abastece de los insumos. Esto da una idea de la facilidad de comunicaciones, dada la buena red vial dentro del territorio, que incide en bajos cos-tos de transporte, bajos costos de transacción y mejor acceso a la información.

    De igual manera, prácticamente la mitad de los encues-tados dijo desplazarse a pie o en algún medio de transporte público al lugar de compra de los insumos, el resto lo hace en su propio automóvil o en taxi (28), y en menor medida en motocicleta (8) y otro medio de transporte (3).

    Algunos productores cuentan con mayor capital fijo y equipo para realizar sus operaciones, tanto de producción como de transporte y comercialización. Algunas de estas personas que poseen mayores niveles de capital y equipo son productores ocasionales de tomate. Del total de encuestados, 60 cuentan con cercos de alambre para proteger sus cultivos de la invasión de animales; 61 poseen un almacén o grane-ro (generalmente se trata de silos metálicos con capacidad de alrededor de un metro cúbico). Este recurso les posibilita almacenar parte de la cosecha de granos básicos y esperar a que en el mercado los precios les sean más favorables. Por otro lado, 28 de ellos dijeron tener arado; ocho dijeron poseer un tractor –este dato es importante, pues en las entrevistas a los productores de tomate algunos de ellos señalaron que alquilaban el servicio de tractorado a otras personas; es decir que es posible que entre los productores de maíz y frijol se encuentren algunos de los que prestan este servicio a los que cultivan tomate (ver tabla 10).

    Además, ocho productores de maíz y frijol tenían un ca-mión o pick up propio, con el que podían trasladar su pro-ducción al mercado de la ciudad capital y de otras ciudades cercanas.

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    María Frausto Meza

    Almacén / granero

    61 77.2

    Cercos de alambre

    60 75.9

    Tabla 10. Capital fijo y equipo con el que cuentan los productores

    Arado 28 35.4

    Tractor 9 11.4

    Camión 8 10.1

    Fuente: elaboración con datos de la encuenta de cadena de valor IDIES-URL, 2010.

    No. per-sonas %Capital fijo

    Machetes 74 93.7

    Palas 72 91.1

    Mochila fumigadora

    72 91.1

    Azadones 71 89.9

    Carretillas 47 59.5

    No. per-sonas %Equipo

    Rastrillos 34 43.0

    Mangueras 32 40.5

    Aparejos 28 35.4

    Azadones 11 13.9

    Motor de elec-tricidad para riego

    6 7.6

    2.6 La producción

    La cuenca Ostúa-Güija cuenta con suelos, clima y agua que la hacen propicia para el cultivo de hortalizas. No se tienen

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    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    Gráfica 2. Productores, según número de años de cultivar maíz y frijol

    Fuente: elaboración con datos de la encuenta de cadena de valor IDIES-URL, 2010.

    Años de cultivar maíz y frijol

    Núm

    ero

    de p

    rodu

    ctor

    es

    Si bien el territorio de la cuenca Ostúa-Güija, al igual que la mayor parte del territorio del país, tiene poca vocación agrícola, el cultivo de maíz y frijol son tradicionales, e incluso el suroriente ha sido históricamente uno de los principales graneros del país y en la cuenca está ubicado el municipio de Ipala, muy famoso por su producción de frijol de buena calidad –aunque este no fue incluido en el estudio.

    informes sobre la fecha exacta de la introducción del cultivo del tomate, pero algunos productores señalan que tienen más de 50 años de cultivarlo. Los datos de la encuesta indican que un poco más de la mitad de estos productores tienen veinte años o más de sembrar tomate (gráfica 2).

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    María Frausto Meza

    La mayoría de los productores (81%) cuenta con extensio-nes muy pequeñas de tierra, pues sus fincas tienen áreas me-nores a tres hectáreas y pueden ser considerados como pro-ductores de autoconsumo, con muy pocos excedentes para la venta. Le siguen en importancia los que tienen entre tres y diez hectáreas (13%). Estos pueden ser considerados media-nos productores, de acuerdo con el tamaño de sus fincas. En general, este grupo tiene un mayor nivel de producción que destina al mercado local. Finalmente, en el grupo de grandes productores (6%) se ubican los que tienen entre diez y más de veinte hectáreas, los que además, cuentan con mejor tec-nología así como bienes de capital y equipo.

    El destino que los productores de frijol y maíz dan a su producción es claramente diferenciado. En el caso de los pri-meros, el principal destino de su producción es claramente el mercado, sea este local o nacional. Es decir, se produce para la venta. Entre los productores de maíz en cambio, existe un grupo que destina la mayor parte de su producción al auto-consumo (sobre todo, entre los productores más pequeños); un segundo grupo vende su maíz en el mercado local, este es el grupo más numeroso; y un tercer grupo logra colocar su maíz en el mercado nacional. El hecho de que un grupo de productores tanto de maíz como de frijol vendan sus gra-nos en el mercado local permite refrendar la hipótesis de que existe cierto grado de complementariedad entre la produc-ción de tomate y la producción de granos básicos, pues es probable que una parte de estos granos sean adquiridos por los productores de tomate y/o por las personas que se em-plean como jornaleros en el cultivo del tomate.

    Aunque no en todos los casos se da así, parece haber una relación positiva entre el tamaño de la finca y el uso de algún sistema de riego. En general, es común que por no contar con sistemas de riego, los pequeños productores cultiven so-lamente en la temporada de lluvia.

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    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    Respecto a los estándares de calidad, un 75% de los en-cuestados dijo conocer las características que demanda el mercado y ser capaces de producir con calidad. Las más im-portantes y por las cuales se evalúan esos estándares son que esté libre de contaminantes y de daños de insectos, el color y el tamaño. Si el maíz o el frijol no cumplen con estas carac-terísticas, es común que los productores reciban un menor precio por ellos.

    2.7 Los servicios

    2.7.1 Transporte

    En las cabeceras municipales, se encuentran ubicados los principales servicios, entre los que destacan los puestos de salud, los proveedores de insumos y crédito, así como los mercados y las terminales de autobuses y microbuses que con un flujo constante del servicio conectan a los municipios con sus vecinos y con las principales ciudades del país.

    FrijolMaíz

    Autoconsumo 9

    Mercado local 43

    Tabla 11. Principal destino de la producción, según cultivo

    (en número de productores)

    Mercado nacional 14

    Fuente: elaboración con datos de la encuenta de cadena de valor IDIES-URL, 2010.

    0

    13

    3

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    María Frausto Meza

    En el territorio existen vías de comunicación en estado entre regular y bueno, y prácticamente todas las comunida-des cuentan con, al menos, caminos de terracería transitables todo el año, lo que facilita a los productores trasladar sus cul-tivos hasta los mercados locales y al mercado nacional.

    2.7.2 El crédito

    La mayor parte de los encuestados (59 de 79) afirmó que financia la producción con fondos propios. Dos fueron las ra-zones principales que adujeron para no solicitar crédito: (1) es demasiado caro y (2) los bancos les piden muchos requisitos para darles el préstamo. Entre quienes han financiado la pro-ducción acudiendo al crédito, se mencionaron como fuentes, en su orden de importancia: familiares y amigos, BANRU-RAL, proveedores de insumos, cooperativas de crédito y los habilitadores-comerciantes.

    Aunque los proveedores de insumos no son la principal fuente de crédito para los productores de maíz y frijol, siguen jugando un papel importante por cuanto adelantan los insu-mos (sobre todo agroquímicos) para que el productor pueda sembrar a tiempo. No es casual que en todas las cabeceras municipales y en algunas aldeas principales algunas casas co-merciales de estos insumos tengan instalado, al menos, un punto de venta.

    Si bien el crédito es importante para la producción, no todos los años se recurre a él. De los 20 encuestados que di-jeron que sí suelen financiar su producción con crédito, solo 14 hicieron gestiones para obtener un crédito o préstamo du-rante la cosecha pasada. El total de ellos obtuvo el financia-miento, por el monto exacto de lo que solicitó.

  • 63

    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    Debido a que la inversión necesaria para el cultivo de maíz y frijol es relativamente baja, los montos solicitados también lo son y van en rangos desde los Q300.00 hasta los Q25,000.00. Los plazos para cancelar los créditos son relati-vamente cortos y van desde los tres meses hasta un año. Sola-mente en uno de los casos el monto del préstamo se destinó a un uso diferente que financiar la producción; en el resto de casos, el fin fue la compra de insumos agrícolas.

    2.7.3 Asistencia técnica

    Cerca del 85% de productores encuestados indicó que no recibe asistencia técnica. Esto podría ser un indicio de las dificultades que deben sortear los productores de granos bá-sicos para acceder a este tipo de servicios desde que ya no es provisto por el Estado y deben pagar por él; esto conlleva también una condicionante para elevar la productividad y ca-lidad del maíz y frijol, así como que no contengan residuos químicos al momento de su venta. Este es uno de los requisi-tos fundamentales que exigen mercados como los de Estados Unidos o Europa. Quienes no han recibido asistencia técnica indicaron dos razones básicas para no haberlo hecho: (1) la asistencia técnica disponible no les es útil; y (2) nadie se ha acercado a ellos para ofrecerles este servicio.

    Quienes sí han recibido asistencia técnica, indicaron que esta se ha concentrado en aspectos directamente relaciona-dos con el cultivo, como son: el control de plagas, la selección de semillas, la introducción de nuevas variedades, técnicas de cosecha, etc. Sin embargo, esta asistencia técnica ha sido proporcionada en el total de los casos por personal de las empresas proveedoras de agroquímicos, por lo que puede inferirse que más bien se ha tratado de capacitación en el uso y manejo de determinados productos provistos por estas

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    María Frausto Meza

    empresas. La participación del Ministerio de Agricultura, de otras dependencias del gobierno, así como de las universi-dades o de Organizaciones no Gubernamentales (ONG) es prácticamente nula en el tema de asistencia técnica para el cultivo de maíz y frijol.

    Los aspectos relacionados con la comercialización, pro-cesamiento y gestión empresarial han sido dejados de lado, a pesar de que es precisamente en estos donde se podrían dar saltos en la cadena y, con ello, incrementar los niveles de eficiencia de los productores.

    2.8 La comercialización

    Los canales utilizados por los productores para la comer-cialización el maíz y el frijol son principalmente tres:

    La venta del cultivo en la misma parcela (caso exclu-1. sivo de los productores de maíz), es decir, el acopia-dor acude a la parcela y transporta el maíz hasta los mercados mayoristas. La venta en los mercados locales, a donde acuden 2. los productores, que por lo general venden a un ma-yorista (depósitos), que a su vez se encarga de ven-der a los minoristas y estos últimos al consumidor final. La venta en los mercados nacionales, sobre todo en 3. el mercado de La Terminal –en la ciudad capital de Guatemala–, donde se vende a mayoristas. Por los volúmenes de producción, ninguno de los produc-tores vende directamente a algún destino industrial y a pesar de que el territorio en su conjunto es un importante productor del grano, el país importa la mayor parte del maíz que se industrializa.

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    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    El 81% de los productores vendió a un intermediario; el 11.4% vendió directamente al consumidor final; el 8% no in-dicó. Las razones que adujo la mayoría de encuestados para preferir vender en estos mercados fueron: la obtención de un mejor precio (40%); y la confianza de que les paguen lo acordado (33%).

    Dado que tanto el maíz y el frijol son granos, se pueden almacenar si se cuenta con instalaciones adecuadas, para es-perar un mejor precio en el mercado. Sin embargo, solo un 35% lo hace; la mayoría de productores (52%) dijo que vendió su producción tan pronto como cosechó; y un 5% dijo que su venta ya estaba comprometida, por haber recibido adelantos.

    Para quienes venden su producción en la parcela, el trans-porte tiene un costo cero. En cambio, quienes trasladan su producción a los mercados locales y nacionales incurren en costos, que varían de acuerdo con las distancias entre los Q5.00 y los Q15.00. En este eslabón, de acuerdo con la en-cuesta, solamente un 11% de los productores son, a la vez, comerciantes y venden su producción a los consumidores finales. El resto de ellos venden a un intermediario que en ocasiones es también transportista.

    Los precios que los productores recibieron por quintal de maíz oscilaron entre Q65.00 y Q90.00. Para la mayoría de productores (62%), estos precios fueron inferiores a lo espe-rado; para el 30%, los precios eran los esperados; y el resto dijo que recibió precios por encima de sus expectativas.

    2.8.1 Condiciones de las transacciones

    Es común que el proceso de venta se realice relativamente rápido y que no se incurra en elevados costos de transacción.

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    María Frausto Meza

    Para el caso de los productores de maíz y frijol, el 85% de ellos acudió una sola vez con el comerciante-intermediario para acordar las condiciones de venta; en el 15% restante de los casos, los productores debieron acudir entre dos y hasta seis veces para hacerlo.

    El tiempo promedio que utilizan los productores para ne-gociar las condiciones de venta es de tres horas. Esto incluye el tiempo de traslado hacia los puntos de venta, por lo que el tiempo real de negociación debe ser menor.

    La mayor parte de productores (86%) acudió personal-mente a negociar las condiciones de venta con el comprador; un 9% envía a un representante y el resto dijo utilizar otro sistema. Generalmente, las ventas se cancelan al contado (85% de los casos) y el 4% de las transacciones son al crédito; el 11% restante no indicó.

    El total de productores aseguró que es común que por el maíz y frijol entregado no se firme ningún documento legal que ampare la venta, tanto si es al contado como si es al cré-dito. Esto evidencia que los productores tienen un alto gra-do de confianza en los comerciantes. Al preguntar sobre ese particular, el 70% de los encuestados señaló que su nivel de confianza en los comerciantes es de entre 7 y 10; únicamente el 12% calificó su nivel de confianza con valores de cinco o menos.

    La confianza surge del hecho de que en cerca del 96% de los casos en que las ventas se realizan al crédito, los comer-ciantes han cumplido lo pactado. Debido a que la gran ma-yoría de productores vende al contado, no incurren en costos para que se les cancele el valor de su producción. El resto de productores debe acudir de una a dos veces para hacer efec-tivo el cobro.

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    La cadena agroalimentaria del maíz y frijol…

    3. Conclusiones

    La producción de maíz y frijol en Guatemala tiene como principal destino el abastecimiento del mercado nacional. El cultivo de estos productos está disperso en todo el país por ser ambos parte fundamental de la dieta del guatemalteco. En la cuenca Ostúa-Güija, y en la región del suroriente, el cultivo de maíz y frijol es una de las actividades económicas más importantes.

    Para analizar la cadena de valor del maíz y frijol, se encues-tó a 79 hogares productores de la cuenca y se estableció que esta cadena consta de cinco eslabones: 1) el acceso a insumos y servicios; 2) la producción; 3) la intermediación; 4) la venta al detalle; y 5) el consumo final.

    Los productores utilizan tres canales distintos de comer-cialización: la venta en la parcela (al transportista-acopiador); la venta en los mercados locales a los vendedores al detalle; y la venta en los mercados mayoristas, sobre todo el de La Terminal (en la ciudad de Guatemala).

    La principal ocupación de estos hogares es la agricultura, y algunos productores o sus hijos se emplean como mano de obra en el cultivo de tomate. Otras fuentes de ingreso para estos hogares son: el comercio, la ganadería, los servicios y la construcción, entre otros.

    La evidencia apunta a que en el territorio de la cuenca Ostúa-Güija, la diversificación productiva agrícola que ha implicado la introducción de cultivos como las hortalizas, so-bre todo tomate que se destina a la exportación, se realizó sin abandonar por ello el cultivo de granos básicos que se desti-nan principalmente al mercado local y que contribuyen a ga-rantizar la seguridad alimentaria. Antes bien, se ha dado una

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    María Frausto Meza

    complementariedad entre ambos cultivos. Esto se constata al observar que un 27% de los productores de granos básicos de la cuenca Ostúa-Güija también cultivan tomate estacio-nalmente, como una forma de obtener ingresos adicionales; otro 18% de estos productores o sus familiares también se emplean como jornaleros en el cultivo del tomate, con lo que pueden diversificar sus fuentes de ingresos.

    Además de lo anterior,