revista dma - pobreza y misión educativa (marzo - abril 2010)

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REVISTA DE LAS HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA POBREZA Y MISIÓN EDUCATIVA damihi animas 2010 Año LVII Mensual n. 3/4 Marzo/Abril Poste Italiane SpA Spedizione in Abbonamento Postale D.L. 353/2003 (conv. in L. 27/02/2004 n° 46) rt.1, comma 2 - DCB Roma

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POBREZA Y MISIÓN EDUCATIVA

damihianimas2010Año LVII Mensual n. 3/4 Marzo/Abril

Poste Italiane SpA Spedizione in Abbonamento Postale D.L. 353/2003 (conv. in L. 27/02/2004 n° 46) rt.1, comma 2 - DCB Roma

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4 EditorialPobres para amar másde Giuseppina Teruggi

5EncuentrosPobreza y misión educativa:entrevista a la Madre

13Primerplano14El porqué de Teresa¿Qué comunidad?

16Raíces de futuroMiguel Rua “otro” Don Bosco y“otro” desde Don Bosco

18Amor y Verdad Para una colaboración responsable

20Hilo di AriadnaEsperábamos...

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Pobrezay misión educativa Profundizaciones

pedagógicasbíblicas

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D.L. 353/2003

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dmaRevista de las Hijas

de María AuxiliadoraVía Ateneo Salesiano 81

00139 Roma

tel. 06/87.274.1 • fax 06/87.13.23.06e-mail: [email protected]

Directora responsableMariagrazia Curti

RedacciónGiuseppina TeruggiAnna Rita Cristaino

ColaboradorasTonny Aldana • Julia Arciniegas

Mara Borsi • Piera Cavaglià

María Antonia Chinello • Anna CondòEmilia Di Massimo • Dora Eylenstein

Laura Gaeta • Bruna GrassiniMaría Pía Giudici • Palma Lionetti

Anna Mariani • Adriana NepiLouise Passero • María PerentalerPaola Pignatelli • Lucía M. Roces

María Rossi • Loli Ruiz Pérez

foto Unicef/Giacomo Pirozzi

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27En búsqueda28CulturasEl origen de los eclipsesde Sol y Luna

30 PastoralmenteFormarse y trabajar juntos

32Mujeres en contextoSemillas de esperanza

33Palabras claveUnidad y Misión

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AÑO LVII • MENSUAL / MARZO ABRIL 2010

Lectura evangélica

de los hechoscontemporáneos

Informacionesnoticias

novedades del mundo

de los media

35Comunicar36¿Por qué Cara a Cara?La comunicación en familia

38Comunicar la fePastoral de la comunicación

40Video Anita

42VitrinaRecensiones de vídeos y libros

45LibroEl don de los años

46CamilaLa edad de los milagros

n.3/4 marzo-abril 2010Tip. Istituto Salesiano Pio XI

Via Umbertide 11,00181 Roma

ASSOCIATAUNIONE STAMPA PERIODICA ITALIANA

Bernadette Sangma• Martha SéïdeTraductoras

Alemán • Inspectorías alemana y austriaca Español • Amparo Contreras Álvarez

Francés • Anne Marie BaudInglés • Louise Passero

Japonés • Inspectoría japonesaPolaco • Janina Stankiewicz

Portugués • María Aparecida NunesEDICIÓN EXTRACOMERCIAL

Istituto Internazionale Maria AusiliatriceVia Ateneo Salesiano 81, 00139 Roma

c.c.p. 47272000Reg. Trib. Di Roma n. 13125 del 16-1-1970Sped. abb. post. art. 2, comma 20/c,

legge 662/96 – Filiale di Roma

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muchos Países de los varios Continentes, hanhecho estallar una solidaridad expresada en losmuchos signos que cada comunidad FMA hasabido poner y de los que llega el eco conti-nuamente.

Madre Ivonne, en su Entrevista, subraya que ha“conocido muchas realidades en las que po-breza y sencillez forman parte de la vivenciacotidiana de nuestras Hermanas. Cuando seconvierten en un estilo de vida, las jóvenesquedan fascinadas por ello y se interrogan so-bre la posibilidad real de seguirnos porquepueden constatar en nosotras la alegría voca-cional que brota de la opción libre de ser po-bres y desprendidas, por la puesta en comúnde lo que somos y tenemos”.“La pobreza hay que tenerla en el corazón parapracticarla” sostenía Don Bosco. Es como decirque lo importante es sobre todo vivir pobressegún el Evangelio. Y repetía que por la “salva-ción de sus pobres jóvenes” estaría dispuesto aafrontar toda pobreza, fatiga, malestar. La mis-ma actitud estaba en María Mazzarello, queanimaba a las comunidades de Mornese y deNizza a superar la mentalidad “del mundo” pa-ra asumir una pobreza feliz. En esta línea, tam-bién el estilo de vida de Don Miguel Rua, delque se ha escrito: “Había aprendido desde mu-chacho a ‘no escucharse nunca’, ciertamenteno por el gusto de la mortificación en sí misma,sino para hacerse más dócil al servicio de la ca-ridad”.Hoy como ayer, la opción de pobreza es testi-monio de un amor más [email protected]

Pobres para amar másGiuseppina Teruggi

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Así nos querían Don Bosco y María Mazzarello:educadoras de jóvenes, con preferencia por lasmás pobres. Una opción asumida desde siem-pre con coherencia, madurada con más cono-cimiento en estos años. En la sección “Mujeresen contexto”, se ponen de manifiesto los pro-yectos de desarrollo sostenidos por las FMA endistintas partes del mundo, donde hacemosprotagonistas a las mujeres jóvenes hasta trans-formar el curso de su vida personal y familiar.Grupos de autoayuda, cooperativas, pequeñasempresas, proyectos de autoempleo están pre-sentes en numerosos centros de promociónde la dignidad de la mujer.

La Revista DMA está compartiendo reflexionese ideas sobre la pobreza. Muchos son sus moti-vos. A partir de la situación global de progresi-vo empobrecimiento hoy. Para resolver laemergencia, gran parte de las responsabilida-des competen a los gobiernos, a sus opcionespolíticas y sociales. Nosotras creemos que mu-cho depende también de las opciones cons-cientes de los individuos.

A menudo hablamos de auto delimitación, dedecisión personal de hacer a menos de mu-chas cosas con sobriedad y solidaridad. Autodelimitarse es una opción preferencial quepuede activar una reacción en cadena hasta im-plicar a jóvenes, familias, laicos y laicas con losque compartimos la misión educativa. Una re-acción benéfica a la tendencia consumista pre-valeciente y una alternativa valiente que nospone en discusión a nosotros mismos. Es unaopción que se está afirmando. Las recientes ca-tástrofes que han asolado Filipinas, Haití, Chile,

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Pobrezay misión educativa

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que más inmediatamente hace que se nosreconozca como discípulas de Jesús.El Capítulo General XX invitaba a concretarel compromiso de vivir radicalmente la re-lación con Cristo que califica nuestras rela-ciones y nos coloca, con la profecía del ‘in-sieme’, al servicio de la vida de las/los jóve-nes más pobres.En el CX XXI se hablaba del grito de comu-nión como urgencia que interpela a nues-tras comunidades y las insta a opciones va-lientes de vida y de cultura de la solidari-dad, las compromete en recorridos de eco-nomía solidaria en la sobriedad de la vidapersonal y comunitaria, en la auto limita-ción, en la administración transparente. Las preguntas llegadas de las Inspectoríasal CG XXII sobre el tema de la pobreza hansido numerosas y han interpelado confuerza a la asamblea capitular. En un tiem-po de creciente empobrecimiento y de cri-sis económica que cerca ahora ya a todoslos países del mundo y a nuestras mismascomunidades, la misión de servir a las/losjóvenes más pobres se ha sentido con par-ticular urgencia. ¿Cómo continuar eligien-do a los más pobres a partir de la experien-cia de ser nosotras mismas pobres en todaslas dimensiones de la pobreza? La radicali-dad de nuestra vida consagrada está llama-da en causa y la respuesta carismática en lamisión de educar a las jóvenes generacio-nes.Las Actas del CG XXII, en la segunda orien-tación (nº 42) hacen explícita la urgenciadel testimonio profético de la pobreza y dela opción prioritaria de las/los jóvenes más

Pobreza y misión educativaentrevista a la MadreEmilia Di Massimo, Giuseppina Teruggi

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Le dijimos a Madre Yvonne: “Háblanos de la pobreza y de la misión; re-cuérdanos el camino del compartir, porqueno queremos vivir un solo día sin que el‘corazón’ de los pobres haya llegado hastael nuestro.Háblanos de la belleza de la pobreza visi-ble sólo al corazón. Enséñanos a saber verque el anuncio de Jesús a los jóvenes pasaa través del signo de una vida sobria.Es bueno sentir todavía, mediante tus pala-bras, la fascinación de Jesús pobre y poner-nos tras su huellas; deseamos seguir asom-brándonos redescubriendo, como si fuerala vez primera, la grandeza de nuestra iden-tidad carismática”.

La Madre nos ha respondido traduciendoen palabras lo que vive y comunica.“Pobreza y misión”: entre insensatez parael mundo y bienaventuranza para quien haencontrado “la perla preciosa”, para quienquiere vivir el Evangelio y usa los bienes, vi-gilante para que de ellos no brote nunca el“mío” que nos cierra a los otros. Los otrospara nosotras tienen un nombre y un ros-tro: los jóvenes, aquellos por los que deci-dimos vivir una vida sencilla y esencial.

De las dos orientaciones surgidas del CGXXII, una es sobre la pobreza. ¿Cómo se lle-gó a esta opción?

La atención a la pobreza pertenece a lamisma identidad de la vida consagrada ysurge en cada uno de nuestros CapítulosGenerales. En los últimos se ha querido darmayor fuerza de acción a esta dimensión

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necesitados e indican una serie de pasosconcretos. Entre ellos promover una cultu-ra solidaria alternativa a la capitalista, favo-recer proyectos de desarrollo orientados almantenimiento de las obras y a suscitar elprotagonismo de los pobres defendiendolos derechos de los más débiles, promoverfrecuentes y valientes revisiones sobre laforma de vivir la pobreza con el estilo sale-siano, sobre auto delimitación y compartirlos bienes.La fidelidad a la pobreza es cuestión de fi-delidad a Cristo y a las jóvenes generacio-nes en el tiempo histórico que nos es dadovivir. No podemos desatender un compro-miso tan urgente y vital sancionado por lafuerza de una orientación.

A partir del conocimiento que usted tienedel Instituto, ¿cómo ve la relación entre po-breza y misión educativa?

El acentuarse del fenómeno del empobre-cimiento lleva a una progresiva deshuma-nización de la persona y de sus relacionesen un proceso que implica su dimensiónespiritual, su inteligencia y voluntad. Millo-nes de personas en las periferias de las me-galópolis viven una existencia deshumani-zadora. La degradación ambiental y unairracional distribución de los recursosacentúan el fenómeno de una pobreza cre-ciente que amenaza la paz.La crisis económica mundial es una llama-da clara a cambiar la forma de proyectar el

Madre Yvonne

Yvonne Reungoat, Superiora General de las Hijas de Ma-ría Auxiliadora, es la 9ª sucesora de María Dominica Maz-zarello.De origen francés, en los primeros años de vida salesiana esprofesora de escuela superior. Nombrada Directora y luegoInspectora de la provincia con sede en París, amplía su co-nocimiento del Instituto sobre todo cuando recibe el man-dato de delegada de las Inspectoras de Francia y de Españapara el Oeste de África (1990). Elegida Superiora de la pro-vincia africana con sede en Lomé (Togo), revela notable ca-pacidad de inculturación. Prefiere constantemente la rela-ción con las personas, anima a las comunidades formadaspor miembros de distinta nacionalidad a vivir en la unidadel carisma salesiano. Da la prioridad a la formación de las jó-venes, colabora con otros miembros de la Familia Salesianapara la preparación de animadores y animadoras, se hacecargo de la pobreza y sufrimiento de los últimos.Elegida Superiora Visitadora (1996) puede conocer otras re-alidades del Instituto, en particular las provincias latinoa-mericanas, europeas y asiáticas. Convertida en Vicaria Ge-neral (2002), además de seguir a las comunidades interna-cionales de Roma, coordina la organización de encuentros

formativos para neo-Inspectoras y acompaña la colaboración del Instituto con la AsociaciónCultivadores de Historia Salesiana (ACSSA). Durante el Capítulo General XXII (2008) es llama-da a animar el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora como Madre General.

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por los más pobres, en efecto, es necesarioser pobres, dando así testimonio de com-partir su vida y educándoles a la solidari-dad. La pobreza permite hacer a los jóve-nes y a los seglares protagonistas, abre a laconfianza y a horizontes de esperanza.Puedo decir que no son las grandes estruc-turas pensadas para las/los jóvenes las queimpresionan en sentido negativo a la gen-te, sino nuestra forma de vivir cuando éstano revela la Fuente que la alimenta y no essigno de Jesús, cuando el da mihi animasno es auténtico porque está separado delcetera tolle.

A veces pobreza y economía se identifican.¿Quiere ayudarnos a tener claros los térmi-nos y su significado?

La pobreza evangélica es seguramente dis-tinta de un tipo de economía entendida co-mo ahorro y acumulación de riqueza, aun-que el ahorro y una sana previsión son as-

pectos importantes dela administración eco-nómica. Pero creo queel motivo más fuerte dela distinción es el “paraquién” y “para qué” serpobres. Un motivo queenvía de nuevo a nues-tra relación personalcon Jesús para asumirsus sentimientos y vivirsus actitudes de expo-liación, humildad, pa-sión en el hacer la vo-luntad del Padre, que escariñoso y misericor-dioso hacia todos sushijos e hijas. La pobrezaevangélicamente vividacomporta el éxodo delas seguridades y la dis-ponibilidad a la misióneducativa en cualquiersituación, viviendo así

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futuro, pensándolo de nuevo en la ópticade la interdependencia y del compartir so-lidario. La tierra no está indefinidamentedisponible a los despilfarros, al abuso ymanipulación de sus recursos.A los grandes proyectos políticos, sin em-bargo, deben ponerse al lado comporta-mientos y opciones individuales y comuni-tarias. Visitando las Inspectorías, he encontradogran sensibilidad al problema de la pobre-za y a la posibilidad de ofrecer nuestraaportación a partir de la educación. Enefecto, la educación es obra de humaniza-ción, escuela de relación, ambiente deconfianza y de compartir fruto del amor.En general, donde hay una disponibilidadmayor a seguir a Jesús asumiendo su men-talidad, su estilo de vida, hay más atenciónactiva a la misión, más disponibilidad a vivirla pasión educativa, a gastarse por las/losjóvenes pobres. Para vivir la misión con y

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el da mihi animas cetera tolle.En nuestra vida es importante también laeconomía que ayuda a tener un justo co-nocimiento del coste de la vida y de la im-portancia de la delimitación personal y co-munitaria. En el Proyecto Formativo del Ins-tituto se especifica como necesaria la for-mación a la dimensión económica de la vi-da. Si pobreza y economía no se puedenidentificar, sin embargo, no hay ni siquieraque contraponerlas. La pobreza salesianallena de sentido las opciones económicasorientándolas a favor de la misión entre losjóvenes más pobres y una bien entendidaeconomía consiente prever y proveer espe-cificando los caminos legislativos para uncamino de autonomía también de las reali-dades más pobres.

Muchos jóvenes son atraídos por una vidaconsagrada pobre y sencilla, pero a menudo

es la de otros Institutos. ¿Cómo es que denuestro estilo no se capta pobreza y senci-llez?

Ante todo observo que no siempre es así.Personalmente he conocido muchas reali-dades en las que pobreza y sencillez for-man parte de la vivencia cotidiana de nues-tras Hermanas. Cuando se convierten enun estilo de vida las jóvenes quedan fasci-nadas por ello y se interrogan sobre la po-sibilidad real de seguirnos porque puedenconstatar en nosotras la alegría vocacionalque brota de la opción libre de ser pobresy desprendidas, de la puesta en común delo que somos y tenemos.Quisiera añadir el aspecto de complejidadque la gestión de grandes obras en algunaspresencias nuestras comporta. A menudose necesita más compromiso y pobrezaevangélica en este servicio que en otros.Tales obras, si son asumidas con la óptica

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vidar que estamos en la Iglesia para expre-sar el amor de Jesús Buen Pastor a las jóve-nes y a los jóvenes a través de la educa-ción.Por eso sugiero una gestión económicaque esté atenta al criterio carismático,competente y transparente, sensible a lasoportunidades legislativas que podríanaventajar nuestra misión, cuando esténaseguradas legalidad y libertad al perse-guir los objetivos institucionales. Una ges-tión autónoma, o en proceso de serlo, tan-to que asegure mantenimiento y continui-dad en el tiempo de obras y actividades,que esté impregnada de espiritualidad sa-lesiana. En efecto, la economía no es indi-ferente a la misión del Instituto, sino quees su interlocutora activa y crítica. Una ges-tión que sea compartida y se pueda revisarpor la comunidad en sus opciones, capazde hacer sitio a los seglares hasta ceder suconducción, donde esto sea necesario;que se inspire en el criterio de la sobrie-

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del carisma educativo típico de nuestroInstituto, son un testimonio evangélico dedisponibilidad a toda prueba, que implicadesprendimiento y ascesis.Algunas jóvenes podrían no sentirse paraseguirnos por un camino tan comprometi-do que hace pensar mucho en el emparra-do de rosas de Don Bosco.Sin embargo no podemos escondernosque, a veces, el activismo peligra abrumar-nos y el aburguesamiento mina la calidadevangélica de nuestra existencia. Y esto noconstituye para las jóvenes una invitación aseguir al Señor en nuestra Familia religiosa.Reorganizar nuestras presencias con la óp-tica de Jesús pobre requiere discernimien-to para no elegir lo que es más fácil, sino loque es más evangélico y salesiano.

¿Qué sugiere para que la gestión económicafavorezca la misión educativa?

Mi respuesta no se sitúa a nivel de los me-dios, sino de los criterios. No podemos ol-

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dad y solidaridad, capaz de innovación a laluz de la Doctrina Social de la Iglesia y, enparticular, de la Encíclica Caritas in veritate.

¿Qué actitudes piensa que hemos de vivirmayormente y qué opciones realizar para untestimonio profético de la pobreza?

Podemos leerlas en el objetivo de la Pro-gramación del Consejo General, así for-mulado: “Reavivar la identidad carismáticaen su dimensión de profecía para el mun-do de hoy, en un proceso de conversión alamor que se expresa en el compromiso deasumir, como comunidad, la misión edu-cativa, con la audacia del da mihi animascetera tolle”.Tales actitudes proceden por eso de un ca-mino de conversión al Amor y comprome-ten a asumir como comunidad la misióneducativa. Cuando ésta se realiza con laaudacia del da mihi animas cetera tolle, ge-nera esperanza, abre a la confianza, noshace creativas al compartir opciones que

hacen claramente legible y creíble el testi-monio de nuestra pobreza.Tales opciones hay que confrontarlas con-tinuamente con el Evangelio y el criteriocarismático que privilegia a las/os jóvenesmás pobres. A esta luz estamos llamadas arevisar tanto las obras tradicionales (queson fronteras siempre nuevas de la mi-sión), cuanto las innovadoras (nuevasfronteras). En efecto, no basta haberlas ca-talogado con este nombre para que seanverdaderamente “nuevas”. La novedad re-side en el Evangelio y en la pasión carismá-tica que siempre nos interpelan o nos in-comodan.

¿Qué relación y qué diferencia hay entrepobreza comunitaria y personal?

El aspecto comunitario de la pobrezaconstituye el ambiente, el clima en el quese expresa la pobreza personal. La pobre-za vivida comunitariamente es una dimen-sión de la formación permanente, y es lo

“…Con filial abandono en la Providencia del Padre y con una disponibilidad total,nos ponemos al servicio de la juventud necesitada, convirtiéndonos en signos de lagratuidad del amor de Dios. Así damos testimonio de que Él es nuestro único bieny de que todas las cosas creadas se nos conceden únicamente para abrirnos alamor”. Constituciones FMA art. 18

“Las jóvenes y los jóvenes, especialmente los más pobres, son la riqueza y el tesoromás grande que Dios nos confía. Son el lugar teológico, la tierra santa donde Él noshabla invitándonos a la conversión para vivir el carisma de la preventividad como re-novada alianza con Él y con todas las personas corresponsables de la misión educa-tiva. Actas CG XXII nº 31

“En una sociedad fuertemente centrada en el tener, la experiencia del don gratuitoy del servicio desinteresado es una propuesta rica de posibilidades educativas. (…)En el servicio a los más pobres los jóvenes y las jóvenes pueden expresar su propiaciudadanía evangélica y prepararse para intervenir a distintos niveles en la polis co-mo personas reflexivas, responsables y promotoras de la justicia y de la paz.Líneas orientadores de la misión educativa de las FMA nº 90

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Por otra parte, el clima comunitario estácreado por personas decididas a vivir per-sonalmente un estilo de vida según elEvangelio. Nada puede sustituir este tipode compromiso, preciosa aportación a lacalidad del testimonio comunitario, quelleva a cultivar actitudes de don en la líneadel vado io salesiano, y a privilegiar la aten-ción a las exigencias de los otros más bienque a las propias.El cruce de la dimensión comunitaria ypersonal constituye un signo muy elo-

cuente del amor prevenientede Dios.

Hemos captado que un tema re-currente de su magisterio es laalegría. Ésta ¿cómo se coloca enrelación con la pobreza?

“Con María – hemos reflexio-nado en el CG XXII – miramosal mundo sediento de amor”.La alegría nace del corazóncreyente abierto al soplo delEspíritu. En el Cenáculo conlos Apóstoles, está María quecomparte sus preocupacionesy esperanzas, les ayuda a

afrontar la realidad con valentía y audacia.Donde está María, hay pasión educativa ymisionera, hay alegría, que no es ausenciade retos, sino esperanza en un futuro ha-bitado por el Dios de la vida. Un Dios queestá de parte de los pobres, como cantaMaría en el Magníficat. Ser creyentes con María es un poderosorecurso que hace converger hacia la mi-sión, libera el corazón de cosas inútilesque pueden entristecer la vida y disminuirla alegría del don.La pobreza evangélica crea espacio y aco-gida donde Dios puede habitar y dar futu-ro y alegría a la vida.

[email protected]@cgfma.org

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que más visiblemente la gente percibe denuestro ser consagradas. Una comunidadque vive la pobreza evangélica está en ten-sión hacia el Reino de Dios y asume todassus exigencias. Está comprometida a pro-mover una cultura de la solidaridad, alter-nativa a la lógica capitalista, realiza la asce-sis, potencia redes de colaboración conorganismos que defienden los derechosde los más débiles, expresa un estilo departicipación y de comunión de los bienes

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también más allá del ámbito comunitario yde la propia inspectoría, cultiva una solida-ridad de proyecto, está abierta a la con-frontación y comprometida en una fre-cuente y valiente revisión.La pobreza, vivida comunitariamente, sos-tiene a cada una de las FMA, al asumir per-sonalmente un estilo de vida pobre. El cli-ma de familia, el sentido de pertenencia, laatención y el cuidado de las personas, elprevenir las necesidades de las Hermanasayudan a sentirse bien y animan a opcionesde vida asimismo exigentes. La pobreza co-munitaria lleva a la comunión y a compartirlos bienes a través de opciones hechas jun-tos, en el discernimiento, a la luz de los cri-terios evangélicos y carismáticos.

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Profundizaciones pedagógicas

bíblicasy educativas

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simpáticos y atrayentes. Buscó el equili-brio entre la soledad y la gozosa comuni-cación, entre la monotonía de los días ylas celebraciones festivas. No pretendióformar personas marcadas por la peniten-cia, sino orantes y siervas del amor”.

Estilo de vida

Sobre todo en el Camino de perfecciónTeresa expresa sus expectativas respectoa la vida comunitaria. Ella cree que custo-diando el amor mutuo se hace reinar alSeñor. Por esto estigmatiza a las comuni-dades que con su división se privan de lapresencia de Jesús: “Si por casualidad severifica alguna ligera disensión (palabri-lla), póngase enseguida remedio; de otraforma si se viera que la cosa va adelantecon pequeñas facciones o deseo de so-bresalir o de un punto de honor, sepanque han echado de casa al Señor; apele-mos a su Majestad, intenten obviar el de-sastre porque… hay que temer de quehaya entre ellas algún Judas”.Sylwia Ciezkowska, FMA polaca, discutióel año pasado su tesis doctoral sobre Te-resa de Ávila educadora manifestando larecíproca relación entre la santa y su co-munidad. “Fueron las Hermanas – escribe– las que la educaron como ser madre. Sino estuviera la comunidad no tendríamosa Teresa educadora y si no estuviera ellano tendríamos a la comunidad capaz deeducarla”. Y esto dice mucho también so-bre el estilo de animación. Teresa se colo-ca dentro de la comunidad como una del

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Las cualidades personales de Teresa de Ávila, que hemos descubierto en el número precedente de DMA se juegan todas dentro de la relación con Dios y con los demás, en particular con las hermanas de la comunidad, lugar de la espiritualidad de lo cotidiano, espacio que la santa llamaba Castillo de su Majestad y que María Dominica indicará como la casa del amor de Dios.

La nueva Betania

Jerónimo Gracián, el más estrecho e im-portante colaborador de Teresa junto a S.Juan de la Cruz, escribe: “Teresa tenía unamanera de actuar muy amable y amistosa,así que todos los que la conocían o tení-an algo que ver con ella eran conquista-dos por eso y sentían que la amaban. Ellaexperimentaba aversión por el comporta-miento rudo y antipático de ciertos san-tos, que así no sólo se hacían antipáticosellos mismos, sino también la perfec-ción”.Una sobrina de Teresa confirma de formasimpática: “Mi tía eran tan vivaz y espon-tánea que la gente no podía creer quefuera una gran santa”.“Santa Teresa quiso infundir en la convi-vencia fraterna – escribe P. Cavaglià – untono de alegría interior y exterior, de se-renidad y libertad de espíritu, de joviali-dad y sentido del humorismo que hace

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grupo, la cual quiere vivir en la vivencia loque proclama en su enseñanza. El estilode vida que ella sueña es muy sencillo, enfunción de la persona, marcado por aquelhumanismo realista que la distingue. A lasHermanas les propone la santidad a tra-vés de la imagen de una fuente que manaagua abundantemente con modalidadesdistintas “… con su bondad no fuerza anadie, pero a los que le siguen, Jesús da abeber de mil formas”. El programa que Te-resa propone es universal, apto a todos ysegún el principio de lo graduable.

El recreoTeresa introduce en la vida monástica eltiempo del recreo, una novedad absolutapara aquella época. El recreo está pensa-do como una exigencia natural de la co-municación entre personas que vivenjuntas. Es una expresión del humanismoteresiano que le sugiere la libertad inte-

rior a la que llega y por la “lectura” inteli-gente de la psique humana.Para Santa Teresa la religiosa que busca lasoledad durante el recreo no sólo seequivoca, sino que presenta síntomas pe-ligrosos. Ana de S. Bartolomé, secretariay enfermera de la santa, escribe al propó-sito: “Algunas veces alguna religiosa pedíano ir al recreo, para un mayor recogi-miento, deseando apartarse de la comu-nidad. Pero nuestra Madre insistía muchoen que esto no se hiciera, y la reprendiódiciendo que todo era amor propio y en-gaño del demonio y que, con la excusadel espíritu, se hacía singular y perdía elamor a las Hermanas”. El recreo es, pues, un momento culmi-nante de relación fraterna, uno de losgrandes compromisos por los que luchóSanta Teresa de Jesús.

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El mandamiento de la alegría

Muy significativo en la espiritualidad deTeresa es el valor de la alegría como unarealidad compartida y común. Es difícilencontrar textos en los que la santa ha-ble de la alegría al singular. Ella imaginael cielo como una alegría en común, ungozo de la alegría de los otros.Ésta es también la actitud de Don Boscoque enseña a sus muchachos que estilode santidad es estar muy alegres y que,al inicio de la Carta desde Roma, afirma:“Mi único deseo es, el de veros felicesen el tiempo y en la eternidad”. Esta disposición a la alegría se conviertetambién en el tema generador de la vidade María Dominica, que en sus cartas,

observa el Cardenal Garrone, “la exigede sus hijas, muchas veces la indica co-mo la prueba auténtica de la santidad in-terior del ¡Espíritu de la Congregación!Perderla sería perder de vista el fin”. Amenudo es recurrente, en su corres-pondencia, la pregunta que interpela alcorazón: “¿Estáis alegres”?

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a Dios y a los jóvenes a educar, que se leconsideraba “Don Bosco resucitado”.Don Rua ha sido uno de los Salesianos queha compartido con Don Bosco en primerapersona el proceso de la fundación de laCongregación (1859) y el fatigoso trabajode la elaboración de las Constitucioneshasta la aprobación (1874). Por eso algúnestudioso le querría atribuir el apelativo de¡cofundador!Había compartido todas las fatigas del pro-ceso de fundación y descubría en cada pa-labra de las Reglas el deseo de Don Boscoque en ellas había codificado el ideal de suFamilia religiosa. Ser fiel a la Regla significa-ba querer al Padre, serle fiel.Don Rua por eso es llamado la “regla vi-viente” porque la encarnó hasta en los ma-tices conformándose en todo a ella. En suvida el punto de referencia indiscutible fuesiempre Don Bosco. Él se propuso quedar-se intencionalmente a la sombra del Padre.El Cardenal Cagliero lo define: “El ojo, lamente, el corazón de Don Bosco”.Nos han quedado apuntes de una confe-rencia de Don Rua a las FMA al terminar losEjercicios Espirituales el 21 de marzo de1909. Después de haber dicho que no me-recía todos los elogios que las Hermanas lehabían atribuido, continuó así: “Los aceptosólo porque van seguidos de la promesade que rezaréis por mí que tanto lo necesi-to. Desearía ser una copia de Don Bosco, ymientras estoy leyendo su vida, la confron-to con la mía y me encuentro humillado yhe de decir que soy, en cambio, una copiaborrador de Don Bosco. Y no lo digo por

Miguel Rua “otro” Don Boscoy…”otro” desde Don BoscoPiera Cavaglià

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Numerosas biografías del primer sucesorde Don Bosco, presentan a Miguel Rua(1837-1910) como a “otro” Don Bosco, tanatentas están a sacar a la luz los parecidosdel hijo con el padre. Las aportaciones deestudio más recientes, basadas en fuentesen gran parte inéditas, y la misma Exposi-ción preparada con ocasión del centenariode la muerte de Don Miguel Rua manifies-tan, además que su fidelidad, la originali-dad y la diversidad.

“Otro” Don Bosco

Así lo había descrito el Cardenal José Cala-sanz, ponente de la causa de Venerabilidadde Don Bosco en 1907: “otro Don Bosco”,“una reliquia viviente de Don Bosco”.Quien había conocido al uno y al otro des-cubría en Don Rua la misma dulzura, la mis-ma sencillez de vida, la misma grandeza deánimo y el mismo dinamismo apostólico.Miguel tuvo el privilegio de permanecer enel oratorio de Valdocco ininterrumpida-mente desde la niñez, a excepción del bre-ve paréntesis de dos años vividos en Mira-bello, y por lo tanto durante ¡más de 40años! Cercanísimo espiritual y físicamenteal Padre, fue su colaborador, de confianza,siempre responsable, fiel hasta el final acuanto se le había confiado.La intensa costumbre de vida lo plasmó co-mo el “sucesor de Don Bosco”, una figuratoda relativa al Padre. Había asimilado detal manera su espíritu, su creatividad edu-cativa, su amor a Jesús y a María Auxiliado-ra, su profundidad de vida toda entregada

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humildad, si-no porquees así, y re-zad a fin deque yo pue-

da ser una co-pia verdadera

de nuestro Vene-rable Padre”.

A la muerte de DonRua, a muchos les pareció que Don Boscohabía prolongado 22 años su existencia,tanto había sabido imitarlo su primer suce-sor con total fidelidad.Don Rua –como proclamó Pablo VI en laBeatificación- fue ¡fidelísimo a Don Bosco!

“Otro” desde Don BoscoAl confrontar el hijo y el Padre surgen evi-dentes diferencias. Diverso es el contextoen el que Miguel vivió: la ciudad y no elcampo. La educación familiar recibida enun ambiente obrero que se medía con lainseguridad del trabajo y numerosos lutos;las clases elementales del ayuntamientofrecuentadas en la casa los Hermanos delas Escuelas Cristianas y el diploma de ido-neidad para la enseñanza conseguido en laUniversidad de los Estudios de Turín.Diverso el carácter, la forma de ser y deafrontar los problemas. Miguel era de tem-peramento reflexivo, sensible, reservado;estaba dotado de una aguda inteligencia yde una afectividad rica y controlada; erapreciso, minucioso, atento al detalle.Al lado de Don Bosco, y en un camino deconstante autoformación, logró endulzarpuntas de intransigencia y de rigor para sercomo el Padre, hermano y amigo de todos.La recomendación de Don Bosco, incisiva yacertada, marcó para siempre su caminoespiritual: “¡Hazte amar!”.La imagen de Don Rua solo, austero y mor-tificado es ciertamente falsa. El estudio delas fuentes desmiente esta precompren-sión quizás debida a su delgadez, o a su ta-

rea de Prefecto de la Congregación, tareaque le llevaba a asumir responsabilidadesprecisas relativas a la disciplina y a la regu-laridad. Bajo un aspecto hierático y siempre calmo,Don Rua estaba abrasado por una pasión:el amor de Dios y del prójimo. Bajo susarrugas se captaba la ternura y la alegríaque Dios da a los que le aman.La misión de Miguel Rua no es la de DonBosco. Le compete a él no el fundar, sino eldar consistencia y solidez, desarrollar y lan-zar la Congregación a las fronteras de loscontinentes en un tiempo de situacionessociales variadas. Vemos en él al hombredel equilibrio que sabe armonizar fidelidady creatividad. Acoge, asimila pero supera yreinterpreta. No es sólo el gran garante dela tradición, sino el intérprete de un caris-ma a desarrollar de forma nueva salvandolo esencial pero inculturándolo en situa-ciones distintas de las del Fundador.

Ha sido el Rector Mayor del nuevo siglo,por lo tanto ha escrutado en profundidadlos signos de los tiempos nuevos, se ha de-jado interpelar y ha buscado dar respues-tas pertinentes a las nuevas llamadas en unvariado período histórico. Ha proyectado ala Congregación en nuevas fronteras: losobreros, los mineros, los emigrantes y parael Instituto FMA las residencias para lasobreras. Por lo tanto la suya es una fideli-dad a Don Bosco vivida creativamente endistintas situaciones, desconocidas para elFundador. Don Rua es el hombre de confianza deDon Bosco, dócilmente fiel al padre, y almismo tiempo el hombre del discerni-miento y de la previsión apostólica que sa-be llevar la Congregación con fidelidad aDon Bosco “más allá de Don Bosco”.

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razones, presupuesto de toda colabora-ción social constructiva (nº 59).- Una política de cooperación internacio-nal, condición para afrontar el fenómenode las migraciones (nº 62).- Formas innovadoras para un orden polí-tico, jurídico y económico que incremen-te y oriente la colaboración internacionalhacia el desarrollo solidario de todos lospueblos (nº 67).

Nos interrogamos

• En una cultura de la especialización has-ta el extremo se corre el peligro de la frag-mentación del saber y consiguientemen-te de las personas. ¿Cómo activar una co-laboración interdisciplinar que sea eficaza nivel educativo?• La ruptura del diálogo entre razón y fecomporta un coste muy gravoso para eldesarrollo de la humanidad. ¿Cómo se fa-vorece este diálogo dentro de la comuni-dad educativa?• La subsidiariedad respeta la dignidad dela persona y es el antídoto más eficaz con-tra toda forma de asistencialismo paterna-lista. ¿Qué signos de colaboración espe-jan la subsidiariedad en nuestras relacio-nes?

En acción

Algunos pasos para hacer operativa laprofundización hecha:• La Doctrina Social de la Iglesia tiene unaimportante dimensión interdisciplinar y,

… para una colaboraciónresponsableMartha Séïde, Julia Arciniegas

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El desarrollo humano integral requiereuna intervención educativa convergente ycoordinada. La comunidad educativa, porlo tanto, está llamada a vivir una experien-cia de colaboración responsable en la rea-lización del proyecto institucional.Aunque la Encíclica Caritas in Veritate nohace alusión directa a la corresponsabili-dad educativa, al menos en ocho numera-les habla de forma explícita de la colabo-ración en referencia a distintos aspectos yhay muchas otras expresiones conectadascon esta temática, como subsidiariedad,cooperación, relación, reciprocidad, fra-ternidad…

Releemos la Encíclica

- Superación de lo sectorial del saber a fa-vor de la colaboración interdisciplinar alservicio del hombre (nº 31).- Colaboración recíproca entre los Esta-dos para llegar a estar en grado de orien-tar la globalización económica y salva-guardar los fundamentos de la democra-cia (nº 41).- Diálogo fecundo entre la razón y la fe re-ligiosa, exigencia de la colaboración en lafamilia humana (nº 56).- Colaboración fraterna entre creyentes yno creyentes en la perspectiva comparti-da de trabajar por la justicia y la paz de lahumanidad (nº 57).- El principio de subsidiariedad, manifes-tación particular de la caridad y criterioguía para la colaboración fraterna (nº 57).- Adhesión a la ley moral escrita en los co-

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“Nunca como hoy nos encontramosante la necesidad de establecer nue-vas relaciones entre los pueblos y deinventar con una gran dosis de creati-vidad los mecanismos aptos a sacudira la comunidad internacional para al-canzar el respeto efectivo de los dere-chos humanos y garantizar un desa-rrollo integral, sin discriminaciones,con el fin de poner las bases para laconstrucción de una sociedad nueva”(E. Burgos – Mi chiamo RigobertaMenchú – ed. Giunti).

“Cuando los cristianos permanecenen una gran sencillez y en una infinitabondad del corazón, cuando estánatentos a descubrir la belleza profun-da del ánimo humano, están en co-munión los unos con los otros enCristo” (Fr. Roger de Taizé, Dio nonpuò che amare, Ed. Elledici).

en esta perspectiva, puede desarrollaruna función de eficacia extraordinaria.Identifiquemos algunas actitudes que fa-vorecen el diálogo interdisciplinar y lascondiciones para vivirlas en la comunidadeducativa.• La razón siempre necesita ser purificadapor la fe. A su vez, la religión siempre ne-cesita ser purificada por la razón paramostrar su rostro humano auténtico. Bus-quemos algunas estrategias para reforzarel diálogo razón-fe en la oferta formativa.• La subsidiariedad favorece la libertad yla participación en cuanto asumir las res-ponsabilidades. Señalemos algunos cami-nos para potenciar la colaboración segúnel principio de subsidiariedad.

[email protected]@cgfma.org

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nuestras fatigas, alzan exigencias, no si-guen la tradición moral de la familia”. Lospadres, además de sentirse desilusiona-dos por los hijos, a menudo se preguntantambién en qué se han equivocado.Las personas consagradas generalmenteexpresan su malestar con resentimiento,aún reconociendo, a veces, también elbien recibido. “Creía que las religiosas,los religiosos eran mejores, en cambio,son peor que los otros”. “Pensaba que enlas comunidades había entusiasmo, com-prensión, mayor tiempo para la oración,en cambio…”. “Esperaba poder expresarmi creatividad, pero no lo logro. En comu-nidad hay demasiados celos, preferencias,controles”. Y, en la desilusión, piensan de-jar el campo, esperando poderse realizarmejor en otra parte. Y se van tristes.

De la idealización a un sano realismo

Los motivos de las desilusiones y de lascrisis que llevan a abandonar al compañe-ro o la vida consagrada o a arrastrarla tris-temente, son muchos y complejos. No sepuede simplificar como puede acontecercomentando en caliente situaciones deeste tipo. También las decisiones de aban-donar, son generalmente muy atormenta-das con residuos penosos y consecuen-cias pesadas y no deseadas.Respecto a la vida consagrada, Madre An-tonia, en la Relación sobre la vida del Ins-tituto presentada en el Capítulo GeneralXXII, enumera las motivaciones expresa-das con mayor frecuencia en las peticio-

“Esperábamos…”Maria Rossi

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Nunca, como en estos últimos tiempos,me ha sucedido el escuchar confidenciasen las que las palabras “esperaba”, “creía”,“pensaba” con frecuencia se repetían enla conversación llenas de angustia, dedesconsuelo e incluso acompañadas porel llanto. Eran expresión de crisis profun-das debidas a desilusiones de uno o delotro de los miembros de la pareja, de pa-dres y de personas consagradas en bús-queda de explicaciones, de responsabili-dades, de culpables.“Creía que nuestro amor era para siem-pre. En cambio, él, no experimentandoen mí ya ningún atractivo, parece que seva con una más joven”. “Esperaba… perono ha habido colaboración por su parte.No da una mano. Es rígido y no cambia”.“Pensaba que fuera más mujer, se cuida-ra de la casa, comprendiera mis dificulta-des”. “Confiaba que madurara y, en cam-bio… Gasta y despilfarra para cosas inú-tiles. No nos entendemos y reñimos tam-bién por sandeces”. Así expresan gene-ralmente su desengaño los miembros delas parejas, culpabilizando y culpabilizán-dose. Y los padres: “Hemos invertido mucho ennuestros hijos, también económicamente.Esperábamos algo de agradecimiento y deayuda. En cambio, una vez crecidos, sehan distanciado. Se hacen vivos de vez encuando, pero más para pedir ayudas quepara ayudar”. “Para dar a nuestros hijos unfuturo sereno, hemos hecho muchos sa-crificios. Ellos, en lugar de reconocer

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nes de dispensa de los Votos. Una de es-tas motivaciones, común también al ma-trimonio y, a mi modo de ver, presentetambién en el fondo también cuando noexpresada verbalmente, es la dificultad depasar de la idealización a un sano realis-mo. Madre Antonia la expresa así: “Difi-cultad de integración comunitaria, ideali-zación de las comunidades y consiguien-te fatiga en el aceptar los límites. La vidade las comunidades concretas y los votosson considerados obstáculos a la libertady a la realización de los proyectos perso-nales”. Las crisis matrimoniales tienen lugar acualquier edad, pero parece que son másfrecuentes entre el cuarto y el séptimoaño de matrimonio, cuando las dificulta-des y los límites de la convivencia se pre-sentan en su evidente realidad y en loconcreto cotidiano. Y así puede ser tam-bién en la vida consagrada. La plena madurez humana se logra afron-tando y superando las crisis evolutivaspropias de cada edad. La crisis que empu-ja a abandonar la idealización de las per-sonas y de las comunidades humanas y al-canzar un sano realismo tiene lugar, porlo general, en la edad adulta. Quien la es-tá atravesando, experimentando tristeza,turbación, desconsuelo, la puede cambiarpor una crisis vocacional, por un error. Ladistinción entre crisis evolutiva y crisis vo-cacional no es fácil. Quien ha elaboradopositivamente las etapas evolutivas prece-dentes, está facilitado para superarla.Quien, en cambio, se ha quedado centra-do en sí mismo y en un cierto “tener queser” moralista, le cuesta salir de la ideali-zación y queda en perenne e ilusoria es-pera que sea el otro, la otra, la comunidadla que cambie. En el proceso de crecimiento personal,los dinamismos psíquicos con la expe-riencia, la reflexión y la oración, ponen a

la persona en grado de hacer un salto decalidad y de aceptar la realidad de la vidatambién con sus límites. La superación dela crisis está motivada y sostenida sobretodo por el dinamismo del amor que rom-pe los límites egocéntricos. No es fácil, niindoloro, ni hecho una vez para siempre.Ésta consiente a la persona salir de ellomás unificada y libre, más fuerte y flexi-ble, más humilde y fecunda.Quien no se desenvuelve, también con elconocimiento y aceptación de los propioslímites, y no pasa de la idealización a unsano realismo, está destinada/o a quedarangustiada/o, desilusionada/o y en peren-ne espera de que el compañero, los hijos,la comunidad, la iglesia, la política, elmundo cambie. Mientras que es sólo elcambio personal, fruto de un camino demaduración humana y espiritual el que,consintiendo captar el sentido de la vidatambién con los fallos y con los límites dela realidad, permite continuar creciendo yexpresar la propia creatividad quedandogozosamente fieles.

Nosotros esperábamos

Lo dicen también dos discípulos, dejandoa la espalda Jerusalén y yendo hacia Ema-ús (Lc 24, 21). Están en crisis, desilusiona-dos por el hecho de que Jesús, creído elliberador de Israel, terminó en la cruz. Alandar discuten animadamente entre ellos.Están heridos, divididos. Buscan explica-ciones, responsabilidades, culpables. Noentienden el sentido de los aconteci-mientos y aquella frustración inconcebi-ble los hace tristes y perdidos. Están de tal manera centrados sobre símismos que no reconocen al Viajante quese acerca. Viven una crisis evolutiva queestá convirtiéndose en una crisis vocacio-nal. Jesús se acerca, camina a su lado, co-ge su paso y hace una acción terapéutica.

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casualmente con situaciones dolorosasque nos ponen en crisis, nunca falta Algu-no/a que se acerca a nuestro malestar ysin plagiarnos nos ayuda a captar el senti-do de las derrotas, de las frustraciones, delos límites de la realidad y a ir adelante ymás allá. Reconocerlo no está desconta-do; podría tener el rostro de un extraño,de una superiora, de un no creyente pro-vocador, de un niño necesitado, de unamigo/a, de un acontecimiento.Él se hace presente: en quien compartenuestros desengaños, escucha nuestrasdificultades, recoge nuestras lágrimas; enquien nos sacude de nuestra resignacióny nos hace salir de nuestras parálisis an-gustiosas; en quien nos ayuda a ponernosa la escucha de la Palabra para volver a en-contrar el sentido de la vida y para volvera fundamentar en ella y en el compartirnuestros conocimientos, nuestros pro-yectos, nuestras existencias. Él está pre-sente en quien comparte con nosotros,aunque sea para un solo trecho de viaje,la experiencia de la comunión y de la uni-dad. Quien lo ha entrevisto y, sin abandonarlos grandes ideales, ha logrado aceptarserenamente la realidad con sus límites ypermanecer en su interior para hacer quese desenvolviera, aunque no profesional,basándose en el ejemplo de Jesús y en lapropia experiencia, podría sentirse capa-citado/a a intentar esta acción terapéuticacon quien está en dificultad. Acercarserespetuosamente, prestar una escucha ac-tiva y paciente, no plagiar y no perder elánimo por actitudes hurañas, ofrecercompartir y proximidad, sea como fuere,hacen bien, aunque el resultado no essiempre el esperado.

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Se pone a la escucha activa, hace pregun-tas, entra en sintonía con ellos, con sussentimientos, con su vivencia. Hace quesalga afuera el problema en todos sus as-pectos para identificar el punto más indi-cado para intervenir. No tiene prisa en darrespuestas; sabe que aún no están dis-puestos a la escucha. A la respuesta agre-siva de Cleofás – “Tú solo ¿eres tan foras-tero en Jerusalén que no sabes lo que haacontecido en estos días?” – no se desani-ma, sino que con paciencia y dulzura re-lanza la pregunta: “¿Qué?” A menudo latristeza nos hace intratables, hechos unmalvado.Al responder a Jesús demuestran que co-nocen todo lo que hay que saber, peroque no entienden su significado para suexistencia. En el “esperábamos”, los discí-pulos, como los padres, los consagrados ylos cónyuges expresan, no sólo un pro-blema de expectativas, sino también deempleo emotivo y económico errado. Jesús, después de haber escuchado pa-cientemente su problema, interviene confirmeza para impedir el auto conmiserarse,hacer que salgan de sí mismos, ponerles ala escucha de su mismo anuncio y descu-brir su significado. Mientras proseguían,Jesús, “empezando por Moisés y por todoslos profetas” ofrece la clave de interpreta-ción de los eventos. Gradualmente pasande la atención a sí mismos, a la escuchaatenta de su palabra y, cuando él alude aproseguir, le invitan a quedarse, a compar-tir la cena, a prolongar la compañía. Y, conla experiencia del partir el pan, no sólo re-conocen a Jesús en el viajante que se hahecho próximo, sino que comprenden elsentido de la frustración y se miran a la ca-ra sorprendidos. La tristeza ha desapareci-do. Pueden volver a Jerusalén gozosos ycontinuar su misión. Jesús, concluida feliz-mente su acción terapéutica, desaparece.Cuando en nuestra vida nos encontramos

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aMatías pensaba que él y Alice

eran así, dos primeros gemelos, solos y perdidos,

cercanos pero no lo suficiente para rozarse verdaderamente.

A ella no se lo había dicho nunca.

LA SOLEDADDE LOS NÚMEROS

PRIMEROS

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La idea de poder hacerse tan sutil hasta ser invisible le procuró un agradable apretujón en el estómago...

Foto: Studenti Facoltà CS-UPS

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“A ti no te importa nada si yo no agrado a nadie” dijo, “si nunca agradaré a nadie”. Su padre la miró interrogante, luego volvió a su cena, como si nadie hubiera hablado.

Él se dejaba llevar y sus pies no hacían ruido en las baldosas. Sus cicatrices estaban escondidas y seguras en la mano de ella.

Textos extraidos de Paolo Giordano, La solitudine dei numeri primi, Milán, Mondadori 2008.

A TI NO TE IMPORTA...

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Lectura evangélica

de los hechoscontemporáneos

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vivir continuamente en la oscuridad, siem-pre han buscado sustraerse a su destino,pero inútilmente, hasta que, un día…El soberano del País de las Tinieblas deci-dió remover el Sol o la Luna de su posiciónhabitual en el cielo, de forma que su reinorecibiera la luz al menos de uno de los doscuerpos celestes. Por eso eligió el másgrande y feroz de sus perros y le ordenóque cogiera al Sol y lo llevara cerca de su

La narración: El origende los eclipses de Sol y de Lunaa cargo de Mara Borsi

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En el Cielo, así como en la Tierra, existenvarios reinos y varias naciones. Entre otrascosas, se dice que en el Cielo existe un Pa-ís donde siempre reina la más total oscuri-dad, y que por este motivo es llamado “Pa-ís de las Tinieblas”. En este particularísimoPaís, donde no brilla nunca ni el Sol ni laLuna, se crían perros enormes y muy fero-ces, nunca vistos en ningún otro sitio de laTierra. Los reyes de este País, cansados de

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Entrevista a Teresa KIM

Pertenezco a la Inspectoría coreana y soy FMA desde hace dieciocho años. He trabajado en varios tiempos en los despachos diocesanos de la educa-ción y de la catequesis de mi Nación. He sido responsable de un centro juvenil yhe animado varios grupos de jóvenes voluntarios.

1. ¿Cuáles son los valores detu cultura que apreciasmás?

Aunque fuertementeinfluenciada por Chi-na, la cultura coreanaha sabido desarrollaruna personalidad su-ya característica, rica

de humor y amante de los colores chillo-nes y de los acercamientos refinados, tan-to en el campo específico de las artes figu-rativas, como en todas las otras artes, des-de la literatura a la música, de la arquitec-tura a la danza.Mi nación, desde los tiempos antiguos, esconocida por su rica tradición cultural. El pueblo coreano está lleno de recursos,con una historia milenaria de luchas y de vida que han contribuido al progresode las ciencias y de la cultura del género

humano.Tenemos un carácter vibrante, di-

námico, nuestra identidad aso-cia las características de los

pueblos que habitan las islascon los de las poblacionescontinentales.A causa de su posición ge-ográfica, Corea ha estadocontinuamente expuesta alas invasiones de otros

pueblos. Por esto el pueblo

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reino. El perro obedeció al Rey y, despuésde haber llegado al Sol, aprovechó unabuena ocasión y lo aferró con la boca. Peroel Sol estaba demasiado caliente y el perroestuvo muy pronto obligado a escupirlootra vez fuera. Hizo otros intentos, pero elexcesivo calor del Sol lo convenció, al final,a que desistiera definitivamente de suspropósitos. Así el perro no pudo hacer si-no volver desconsolado a su dueño y refe-rirle cuanto había acaecido.El Rey de las Tinieblas se enfureció muchí-simo, pero estaba claro que no había nadaque hacer. Entonces ordenó al perro quese apoderara de la Luna que, no estandocaliente como el Sol, podía ser robada másfácilmente. Así el perro alcanzó la Luna y,aprovechando el momento propicio, laaferró con sus poderosas mandíbulas. Pe-

ro, la Luna se demostró también ella unapresa indigesta, porque era gélida como elhielo hasta el punto de causar dolor en to-dos los dientes del perro, que tuvo que es-cupirla rápidamente fuera. Como habíaocurrido también con el Sol, la bestia lo in-tentó varias veces, pero sus esfuerzos nosirvieron para nada.El Rey de las Tinieblas, conocido el nuevofallo, se desesperaba, pero esto no le ayu-dó desde luego a resolver el problema.Desde aquel momento, sea como fuere, enel desesperado intento de sustraerse a sudestino, los soberanos del País de las Tinie-blas confiaron de tanto en tanto a sus pe-rros la imposible empresa de posesionarsedel Sol o de la Luna.

Fábula Coreana

coreano ha desarrollado una culturaamante de la paz, contemplativa, optimis-ta, sentimental y estos son los aspectosque más admiro de mi cultura.

2. Viviendo en un ambiente internacional¿qué es lo que más aprecias de otras cultu-ras?

Vivir en un ambiente internacional me dala posibilidad de mirar a la identidad de miPaís con mayor claridad, así con más cono-cimiento entreveo recursos y límites.En contacto con la cultura occidental heafinado la conciencia histórica, actualmen-te débil en Corea a causa de la cultura nocristiana, del influjo de la postmodernidady de la mentalidad neoliberal.Viviendo junto a Hermanas procedentesde otros continentes se aprende a valorarusos, costumbres, modalidades expresivasdiferentes de las propias.De las Hermanas de América Latina apre-

cio la apertura, la capacidad de expresarsecon sencillez gozosa. Me parece que pue-do decir que nosotros, asiáticos, somos al-go individualistas y por eso de la culturaafricana me asombra mucho el sentido dela familia ampliada, de la comunidad. Laexperiencia que estoy haciendo me haayudado a entender cuán importante esinculturizar el Evangelio a partir de los re-cursos de los valores de la cultura coreana.

3. Al encontrar personas de otros Países yculturas ¿qué dificultades experimentas?

Para vivir en un ambiente intercultural senecesita valentía. A veces no es fácil supe-rar la barrera del idioma, del prejuicio ypor eso las relaciones se quedan en un ni-vel superficial. No siempre se logra ir enprofundidad. Y por eso es muy importanteabrir el corazón con el conocimiento deque los otros son siempre un don.

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Educativa: “Lugar de encuentro y de com-plementariedad entre personas convoca-das por una misión común…comunidadque para calificarse como educativa estállamada a ponerse en las perspectiva delcrecimiento continuo” (cf. LOME nº 67). Setrata de una comunidad de personas dis-puestas a poner en juego su riqueza y susideas para afrontar problemas cada vezmás complejos.

Aprender a aprenderEl escritor Kostantin Kavafis afirma: “Cuan-do te pongas de viaje hacia Itaca has de de-searte que el camino sea largo, fértil enaventuras y en experiencias. Sobre todono apresurar el viaje; haz que dure mucho,durante años, y que de viejo pongas el pieen la isla, tú, rico de los tesoros acumula-dos por el camino sin esperarte riquezasdesde Itaca. Itaca te ha dado el buen viaje,sin ella nunca te habrías puesto en cami-no: ¿qué otra cosa te esperas?”.El viaje indica el sentido de la búsquedacontinua, que es propia de la persona hu-mana. Sentirse viajantes siempre en cami-no es condición esencial para que la sedde verdad no se debilite por el tiempo, de-sencantada por las desilusiones, vana porel sentirse ya llegados. En esta lógica el artehumano es aprender a aprender. Sentirsecontinuamente peregrinos de humanidady de solidaridad, navegantes incansables ybuscadores de la sabiduría de quien sabe(como Ulises) que para navegar ha de te-ner bien en la mente la fuerza de los vien-tos de las situaciones y que para alcanzar la

Formarse y trabajar juntosAnna Mariani

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Juntos es posiblePersona y Comunidad son los “actores” enjuego en todo proceso formativo compara-ble a un camino dentro del cual la personase desenvuelve por los senderos, más omenos complejos del mundo y que necesi-ta una orientación y reorientación conti-nua para no perderse a sí mismo y para nohacer que se pierdan los compañeros deviaje. Es un viajar que pone en relación per-sonas y generaciones distintas, varias cul-turas, varios estilos, varios ritmos. El lugarprivilegiado en el que acontece el procesoformativo es la acción cotidiana y la comu-nidad el espacio de relación dentro delcual se experimenta la belleza del formarsejuntos y recíprocamente crecer en la pro-pia vocación personal. El ser partícipes deun único proceso formativo nos ayuda amirar a la acción educativa como el ‘lugarteológico’ en el que Dios se manifiesta ynos llama, confiándonos a los jóvenes y alas jóvenes para que lo encuentren. Y es enesta experiencia donde se descubre queeducadores no se nace, sino que uno sehace. El adulto que vive hoy una fase pro-blemática de desorientación, interpeladopor los jóvenes, se siente, en efecto, insta-do a redescubrir, valorar y reforzar la pro-pia función educativa, a pensar el compro-miso educativo no como individuo, sinocomo obra común a un conjunto de perso-nas más o menos de la misma edad que vi-ven en un cierto período histórico y en uncontexto sociocultural. De aquí la impor-tancia de sentirse parte de la Comunidad

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meta ha de someterse a un largo viaje noprivado de insidias y peligros. Aún cono-ciendo la importancia de cada momento yacontecimiento afronta lo nuevo, aprendepoco a poco que para poder ser uno mis-mo ha de aceptar ser llamado en causa,“derrotado” varias veces y poder triunfarsólo asumiendo derrotas y caídas. La acep-tación de lo temporal, de lo efímero, deltrabajo que hay que empezar siempre co-mo la tela de Penélope; ésta es la sabiduríade quien acoge la existencia como un retoque conduce a metas siempre nuevas.

Formarse, pero ¿cómo? Reflexiones desde la experiencia“Los humanos son seres de historias, secomprenden entre ellos explicándose his-torias, sobre sí mismos y sobre los demás,escuchando historias sobre si mismos ysobre otros”. Bruner considera la forma-ción casi como una historia de vida, un re-corrido biográfico de quien la hace y la re-cibe, o el acontecimiento de una novelaindividual que concierne a lo específicoexistencial de la persona. De la formacióncomo información a la formación como

transformación, evolución, cambio. Unaformación que se juega en lo subjetivocon una actitud de tipo hermenéutico-in-terpretativo respecto a lo que acontecedentro y fuera de nosotros, acostumbran-do a cada persona a leer en profundidad ya volver a dar significado a lo que pasa enla propia interioridad, a escucharse unomismo y a los demás, a saber-se interpre-tar. La vida es fuente de formación, nocuentan ante todo los resultados a obte-ner, sino los procesos. La perspectiva auto-biográfica es así “un camino a la formaciónen edad adulta que a través de prácticasreflexivas, de razonamiento, narrativas ymeta cognitivas pone en el centro del mis-mo proceso formativo al adulto considera-do en su subjetividad y singularidad, consus saberes, teorías, procesos de significa-ción y aprendizaje estrechamente entrela-zados a la experiencia vivida donde se re-fuerza cada vez más la compenetración,constantemente vuelta a formular, entrelos aprendizajes de la formación y losaprendizajes que se pueden volver a con-ducir a la biografía del adulto y a su vicisi-tud de vida vivida”. Explicarse es vital, construye nuestras“identidades narrativas” (P. Ricoeur), “ayu-da a vivir” (R. Tonelli). “Es –como escribeEnzo Biemmi– una forma valiosa de cui-darse de uno mismo. Vivir y trabajar juntos, formarse y proyec-tar juntos exige ponerse en camino comoComunidad Educativa. Recorrer juntos elcamino de la “memoria” para abrirse aperspectivas nuevas; encontrar espaciospara compartir la vida, para buscar y paravolver a escuchar cada día la llamada a “sercada vez más” para “ser siempre más”constructores de humanidad, testimonioslegibles en nuestros días, compañeros enel camino que nos lleva a nosotros y a losjóvenes al encuentro con Jesús.

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tación mayor al crecimiento global respecto aChina en este último decenio.Los datos muestran que Asia y el Pacíficopierden 42 millardos de dólares al año tam-bién a causa del acceso limitado de las muje-res a las oportunidades de trabajo y de los 16a los 30 millardos de dólares por la falta de ac-ceso de las mujeres a la educación. La eliminación de la desigualdad hombre/mu-jer en el mercado del trabajo en América La-tina podría aumentar la retribución de la mu-jer del 50% e incrementar la producción nacio-nal del 5%.Es aún The Economist el que hace notar quesi Japón alzara la aportación de las mujerestrabajadores al nivel americano, estimularíael crecimiento anual del 0,3% durante más de20 años.Por cada año de clase después de la cuartaelemental que las muchachas pueden fre-cuentar, la retribución aumenta el 20%, lamortalidad infantil baja el 10% y el númerode los componentes de la familia baja el 20%(Women’s Learning Partnership).En el campo del micro-crédito las mujeres re-sultan ser las que resarcen e invierten el cré-dito de forma productiva, por tanto con me-nor posibilidad de peligro de pérdida.Es significativo mirar la “feminización” de lasrespuestas a la pobreza captando la geniali-dad activada en contextos, situaciones, con-tingencias complejas de estas “horas de cri-sis” ahora ya constantes en el tiempo.

FMA para el desarrollo sostenibleMuchos son los proyectos de desarrollo delas FMA en las distintas partes del mundo. Las

Semillas de esperanzaPaola Pignatelli, Bernadette Sangma

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Descubrir lo inéditoSon muchas las previsiones sobre la crisiseconómica actual, y los organismos interna-cionales lanzan la alarma por su impacto, so-bre todo sobre las poblaciones más débiles.La situación tiene consecuencias más durassobre cuantos no son conscientes del funcio-namiento del sistema que la ha generado. Larecesión económica y financiera actual cons-tituye la prueba segura de la no funcionali-dad del sistema corriente fundado en la mar-ginación de enteras categorías de personas,entre las cuales mujeres. En efecto, se notaque uno de los sectores donde la presenciade las mujeres es particularmente insignifi-cante es precisamente el de las financias, co-mo fulcro doliente de la crisis. Nos encontra-mos ante la encrucijada y, como en toda otrasituación de emergencia, las mujeres puedendemostrar una gran capacidad de captar susoportunidades inéditas, para la vida de la so-ciedad.

No sólo mujeres y muchachasEs un hecho comprobado que el empleo enlas mujeres y en las muchachas tiene un efec-to multiplicador sobre la productividad y so-bre el crecimiento económico sostenible delas familias y de la sociedad. Parafraseandoun dicho común “educa a la mujer y educasal pueblo” se podría decir: “invierte en lasmujeres e inviertes para el sustentamientoeconómico de las familias”. En esta línea, pro-ponemos la atención sobre algunos hechoscertificados a nivel mundial:Según la estimación del The Economist, eltrabajo de las mujeres ha ofrecido una apor-

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protagonistas son las mujeres y las jóvenesque cambian el curso de su vida personal yfamiliar. Para la mayor parte, la formación delos grupos de autoayuda, las cooperativas,pequeñas empresas, proyectos de autoem-pleo son llevados adelante en los numerososcentros de promoción de la mujer. Haciendola búsqueda en el elenco del Instituto con lafrase “Centros de Promoción de la Mujer”, deellos se cuentan 103 en Asia, 49 en América,30 en África y 9 en Europa. En la India, las seisinspectorías juntas llegan a más de 60.000mujeres a través de los grupos de autoayuda.Desde Asia a América Latina, desde África aEuropa y Oceanía se nota el gran cambio quelas mujeres aportan a la vida de sus familias.

Mujeres del panEn Porta Palazzo, barrio multiétnico de Turín yel mercado más grande de Europa, hemosdescubierto a las “mujeres del pan”. Son nu-merosas mujeres que por la mañana salencon la cabeza tapada con el velo, con la bolsadebajo del brazo y dentro, uno encima del

otro, diez, veinte, treinta panes. El caliente yodorífero pan árabe, apenas salido del hornode casa. Se dirigen hacia la plaza, alguna entraen la carnicería árabe y se deshace de todos acincuenta céntimos la pieza. En Marruecos, el pan tradicionalmente seprepara cada día por las mujeres en las pro-pias cocinas, pero a ninguna le gusta venderpor la calle, porque deshonroso. Entonces¿por qué no dar un rostro digno a esta respe-tabilísima actividad, por qué no valorar ges-tos que, desde el mucho abuso, pueden con-vertirse en acciones transparentes empren-dedoras?Así Naima, Kadija, Fátima y otras realizan elsueño del pan. Horas de curso: 200, para ejer-citarse después en el amasar y aprender nue-vas técnicas y las normas higiénicas necesa-rias, junto a las prácticas de la contabilidad.Así construyen la recuperación de la activi-dad abusiva y la transforman en actividad em-prendedora: se convierten ¡en cooperativa!

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de la paz, de la reconciliación, de la miseri-cordia. Ésta es nuestra misión. Escribe Mons. Paolo Colombo, Directordel Consejo de las Iglesias Cristianas de laDiócesis de Milán: “Es hora de intensificarel camino ecuménico en la búsqueda de lariqueza común de fe de las distintas tradi-ciones de los cristianos. Éste es un hechoúnico”. Representa un signo de gran espe-ranza para la Iglesia de hoy. Las orientacio-nes y las iniciativas de pastoral nos estimu-lan a dar nuevos pasos concretos con todoel pueblo de Dios. Es un camino en el quetodos estamos comprometidos.Cristo nos precede y nos acompaña haciala plena comunión.El Papa Benedicto XVI nos recuerda quelos cristianos tienen la tarea de ser en Eu-ropa y entre los pueblos portadores de re-conciliación.Desde Sibiu nos llega una voz: “Con hu-mildad y oración esperamos y animamos alos hermanos”.

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Unidad y MisiónBruna Grassini

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El problema del Ecumenismonos implica a todos.El encuentro entre creyentes,también de distintas confesiones cristianas, representa uno de los giros obligadosde nuestra época.Los cristianos tienen la tarea de serentre los pueblos la Luz del mundo.La unidad es nuestra misión.(Sibiu -3ª Asamblea ecuménica – 2007)

“Quien sea que dé aunque sea sólo unamirada a la Sagrada Escritura, queda inun-dado por la Luz de Cristo”.Con estas palabras el Obispo Wolfang Hu-ber, Presidente del Consejo de la IglesiaEvangélica alemana, abría de par en par uninmenso horizonte de Luz, a conclusiónde la Tercera Asamblea Ecuménica, en Si-biu, en Rumania.La luz no puede ser dividida. La Iglesia an-tigua veía la luz como un símbolo de la Tri-nidad divina.La Luz de Cristo nos une, nos envuelve,nos penetra. Es el impulso más fuerte anuestro camino ecuménico; reconocerserecíprocamente, aunque en caminos dis-tintos: “Vivid como hijos de la Luz; el frutode la luz consiste en toda bondad, justiciay verdad” (Ef 5, 8-9).Este es el secreto y el tesoro de la espiri-tualidad cristiana: en unidad y oración, es-timar y animar a los otros hermanos cris-tianos a abrir el corazón a la verdadera Luzde Cristo, dando testimonio de los dones

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Informacionesnoticias

novedades del mundo

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buja entre sus brazos, o entre las piernasdel papá, al lado de amigos y hermanitos,delante de una pantalla luminosa.“Les encontramos y conocemos bajo for-ma de juguetería con la que entretener-nos/divertirnos”: libros, teléfonos, repro-ductores CD, micro ordenadores hablan-tes e interactivos, junto a la televisión, quehabita en todos los “interiores” a los quese hace referencia: cocina, salón, habita-ciones, estudio, desván… Por el cálculo del medio que aparece ma-yormente entre los trabajos subdivididospor niveles de edad, también añaden:“nuestro crecimiento se caracteriza en ca-da fase por la preferencia de un cara a caracon alguno de ellos. En la primera infancia la tarea importanteestá ocupada por el medio televisivo, lue-go por el vídeo juego, finalmente por el te-léfono móvil y por el ordenador”.Para confirmar nuevamente estas observa-ciones hay investigaciones en cada país.Mientras para la comunicación “de tú a tú”,no hay estadísticas. No sólo: ningún niñohabla de ello sino indirectamente en susdibujos donde – de forma que proyecta –dice que “envidia” el tiempo, y como con-secuencia la compañía, que los adultos de-dican a la televisión y al ordenador.

“Los hijos nos miran” todavíaLo recordaba ya en 1943 la obra maestra deDe Sica, un maestro del cine que sobre lamirada ciertamente sabía mucho. Hoy se re-descubre en todos los sectores, hasta en po-lítica.

La comunicación en familiaMariolina Perentaler

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“Televisión y teléfono móvil asedian alas familias” sintetiza Istat elaborando los datos señalados por la investigación “Aspectos de la vida cotidiana”, que manifiesta los comportamientos más importantes.El análisis precisa: el teléfono móvil es el bien tecnológico más difundidodespués de la televisión. La televisiónpermanece prácticamente omnipresen-te con un porcentaje del 96,4% de las familias que la poseen y el teléfono móvil con el 90,7%. Siguen el lector DVD 63,3%,el vídeo registrador 55,7%, el ordenador 54,3%,el acceso a Internet 47,3%Y ¿el “cara a cara” cotidiano?

En una investigación, hecha en todas lasclases desde la Escuela infantil a la secun-daria inferior de 15 localidades de la Ins-pectoría Triveneta Madre Mazzarello con eltítulo “Momentos tranquilos en familia”, através del dibujo los pequeños y los prea-dolescentes afirman que: “Nuestro cara acara con los medios de comunicación ini-cia desde el nacimiento”. En efecto, algu-nos trabajos escolares representan la cunacon el hermanito al lado de la televisión. “En familia el cara a cara con los medios

de comunicación “coexiste”, junto al cara acara con la mamá”. Un buen número se di-

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Es así un político italiano en un discursopúblico dice: “Va bien, sí, Internet, la tec-nología, pero no se puede hacer política sino se mira a la gente a los ojos”. Por lo tan-to, para la familia es obligatorio traducir:“No se puede hacer educación sino miran-do a los ojos”. Sin la experiencia del en-cuentro-relación, no se educa, porque eleducador/padre se enseña a sí mismo. Só-lo después (mucho después) enseña loque sabe.

¿Cómo acompañar a la generación del ordenador?“Cara a cara” traduce la convicción de quelos hijos nos miran de verdad, porque lospequeños no escuchan con los oídos, escu-chan con los ojos.Las investigaciones de Eurispes/TeléfonoAzul, que conciernen a algunas Naciones eu-ropeas, lanzan, subtensa entre datos y esta-dísticas, una alarma e indican: “Es una cos-tumbre de las familias tener siempre encen-dida la televisión. También en la mesa, sobretodo durante la cena; el único momento deconvivencia que aún ve la presencia-compa-ñía de todos”. Y los niños a su vez lo confir-man, en la infancia en particular, confesandoen masa a nivel gráfico una “tácita” envidiapor la atención / concentración obtenida – asu menoscabo – de la pantalla luminosa. Si el salto entre una generación y la otrasiempre ha sido consistente y difícil, ¿hemosde concluir que ahora se ha convertido enimposible? El “pequeño mundo antiguo” delos padres, y sobre todo de los abuelos, se haconvertido en lejanísimo para la nueva gene-ración. Desconocido e incomprensible. Silas generaciones adultas no saben recuperary desarrollar relaciones estrechas, cálidas,constantes y afectuosas, no sólo con los jóve-nes y los adolescentes sino también con losniños, se corre el peligro de que los hombresy las mujeres del mañana queden sin raíces.Sin la sabiduría de una cultura centrada en lapersona. Una cultura humanística y cristiana.¿Por qué no sentarse juntos, cercanos, de-lante de las pantallas luminosas, televisión,teléfonos móviles u ordenadores tanto da?los hijos aprenderán (pero quizás sobretodo serán los adultos los que aprendan) amover el ratón, pero sobre todo sentirán lacomunicación estrecha, que dice todo elgusto de vivir y de transmitirse una experien-cia inolvidable; un “contacto” verdadero. Elmás auténtico.

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E-reader. La nueva frontera de la lectura.

1990. Un estudiante entra en la bibliotecapara hacer una investigación. Sale de ella con7 libros apiñados en la mochila. Peso alrede-dor de 7 kg.2020. Un estudiante entra en la biblioteca pa-ra hacer una investigación. Sale de ella con 7libros descargados en su e-lector y lo meteen la mochila. Peso alrededor de 0,30kg.Los lectores digitales (e-reader) son el nuevohorizonte de la lectura, en crecimiento rapi-dísimo. Se trata de un dispositivo de las di-mensiones de un folio de papel y con el gro-sor de seis hojas de crédito superpuestas.Dentro de no mucho se llegará a “salvar” enun único dispositivo incluso 1.500 libros y asíse podrá llevar doquiera la propia biblioteca.Estos lectores digitales, ultraligeros y minia-turizados, permiten conectarse a Internet sinhilos, unirlos a un ordenador como cual-quier pen drive, tener una memoria de masacasi como un disco duro externo.Sin duda, e-reader no suplantará al libro. Po-drá ayudar a reducir el impacto ambiental y,sobre todo, a disminuir los pesos embarazo-sos de las mochilas de los muchachos. Ade-más de contribuir a constituir y a regular elmundo de la edición electrónica, que signifi-ca: nuevos lectores, nuevos formatos y nue-vos sistemas de distribución que están cam-biando rápidamente la experiencia de adqui-sición y de lectura del texto.

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porque percibían la ineficacia de su activi-dad pastoral y no veían ¡soluciones nue-vas! Esta pesadumbre era debida precisa-mente a la incapacidad de comunicación.Por lo cual no son la Pastoral o la Evangeli-zación las que se ponen en discusión, sinomás bien nuestra capacidad comunicativa.Por lo tanto, es evidente que una comuni-dad sin la PasCom pone en peligro la acti-vidad pastoral y evangelizadora que ten-dría que serle propia. Por lo tanto, la co-municación es el alma de todo. Natural-mente ésta no es nunca una acción indivi-dual, sino que se realiza en un contexto departicipación comunitaria. Ésta exige unaformación constante, siendo una cienciaen continua evolución. Es una estrategiaque exige una planificación capaz de iden-tificar los puntos fuertes y débiles de la co-municación actual y por lo tanto necesitapersonas preparadas, capaces de dialogary sobre todo siempre disponibles a apren-der. Además requiere una responsabilidadética que pueda ayudar a las personas a te-ner un justo equilibrio en su conducta in-dividual y comunitaria. En fin, es el únicocamino a recorrer porque está impulsadapor el mensaje de Jesús que nos pideanunciar a todas las gentes el Evangelio dela Salvación. Tanto seglares como religiosos pueden ydeben sentirse parte de la PasCom, atraí-dos por este gran deseo de poder perfec-cionar la comunicación con su testimoniocristiano y con sus actividades pastorales.

Pastoral de la ComunicaciónClaudio Pighin

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La Pastoral de la comunicación (PasCom) es un instrumento de evangelización concreto e indispensable. Ésta ha nacido para educar a un uso correcto de los medios de comunicación y para mejorar y hacer más eficaz el proceso de comunicación entre las personas.

La comunicación abraza todos los ámbitosy no puede limitarse únicamente a algu-nos sectores de nuestra vida eclesial. Porlo cual, por ejemplo, pensar en invertirenergías únicamente en los medios de co-municación quiere decir no alcanzar ple-namente los objetivos del proceso comu-nicativo. Se necesita mucho más y PasComnos sale al paso. En efecto, no podemosconsiderarla únicamente como una activi-dad pastoral que se añade a muchas otraspara enriquecer nuestra acción evangeli-zadora; en cambio es un instrumento es-pecial que invade todas las actividades pa-ra hacerlas más eficaces y sólidas; porqueno sirve nada tener una miríada de activi-dades pastorales en nuestras comunida-des sin tener una capacidad comunicativa.Todo esto se puede comprender mejorpensando cuán a menudo constatamos laesterilidad, el desánimo, la tristeza denuestra acción pastoral-evangelizadora.Cuantas veces he encontrado a personasde Iglesia que decían que, en un ciertosentido, se sentían derrotadas y afligidas

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¿De qué se ocupa la PasCom?Educa comunicadores sociales “comprome-tidos con la Verdad”, a través de actividadesque favorecen la vida de las personas en elpropio ambiente. Ayuda a las personas in-sertas en la pastoral y profesionales del áreaa hacer un uso prudente de los medios decomunicación como radio, televisión, dia-rio, Internet y otros. Desarrolla una acciónde acogida de las personas en la comuni-dad para hacerles sentir a gusto, como her-manos y hermanas. Organiza actividadesformativas de comunicación y promociónhumana a favor de la comunidad, a fin deque haya cada vez una mayor identidad en-tre el comunicador y el que recibe. Se com-promete a desarrollar actividades de anima-ción comunitaria y de producción a travésde periódicos, audiovisuales, radio, Inter-net, fotografías, pintura de carteles y otrascosas. Instituye portavoces de las mismascomunidades o de entes diocesanos y re-ligiosos, a fin de que las informaciones nose distorsionen o se interpreten mal porquien las recibe. Participa en los debates so-

ciales para dar su aportación alproceso de democratización delos medios de comunicación so-cial. Celebra jornadas o momentosconmemorativos, comprobandola importancia de los medios decomunicación en el contexto de laIglesia, siguiendo las indicacio-nes del mismo Magisterio. En efec-to, no hay que olvidar que pose-emos una riqueza de enseñanzasde la Madre Iglesia que, sin embar-go, a menudo aparecen distantesy “despegadas” de la práctica delos fieles; y el motivo de esto po-dría ser sencillo; estos documen-tos en la mayor parte de los casos

no se conocen del todo. Además la PasCom,realiza estudios de investigación para com-prender mejor los niveles de comunicaciónen el ámbito de las comunidades y socie-dades. Registra, a través de soportes técni-cos mediáticos, hechos históricos relevan-tes para ayudar a construir una memoria his-tórica, muy importante en el crecimientodel ser humano. Prácticamente todo esto seexpresa a través de la publicación de libros,soportes de papel, la utilización de mediosaudiovisuales e Internet, etc. Momento fundamental de estas activida-des es, en fin, la revisión de cada proyec-to, para comprender hasta qué punto he-mos logrado hacer fluida la actividad co-municativa. A menudo este feedback con-clusivo no está bastante considerado ennuestras actividades comunitarias; de estamanera, sin embargo, resulta difícil tenerun conocimiento real de cuál es el nivelde nuestra comunicación, cuáles son lospuntos débiles a mejorar y qué puntosfuertes hay que consolidar.

(La reflexión proseguirá en el próximo número)

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por Dora Maria Eylenstein

Desaprobación y elogios

Como todo acontecer hu-mano, las cosas son del co-lor del cristal con que se mi-ran. La Legislatura de la ciudadde Buenos Aires declaró alfilme como obra de interéssocial por contribuir a la in-tegración de las personascon discapacidad.

ja con una libertad que no-sotros no tenemos.Según Carnevale, “su perso-naje, Anita, y ella se adaptana cualquier situación de lamejor manera”, mientrasque la gente con capacida-des supuestamente norma-les sufre ataques de pánicoy requiere de psicoanálisispara hacer frente a aquelloque no comprende.

El porcentaje mayor de es-pectadores suma a los elo-gios que cosecha esta pelí-cula.No obstante, entre el públi-co alguna persona la desa-prueba. El punto de desa-cuerdo es precisamente laactuación de la protagonis-ta del filme, Alejandra Man-zo, actriz de 36 años con sín-drome de Dawn que traba-

ANITA: la vida puede cambiar en un instantede Marcos Carnevale, Argentina 2009

Anita tiene síndrome de Down y vive consu madre en el barrio de Once, en BuenosAires. El 18 de julio de 1994 el atentado ala mutual judía AMIA cambió su vida parasiempre. Anita no entiende qué ha pasado,sólo recuerda que su madre salió a hacerun trámite y de pronto la tierra tembló. Elruido la asusta y decide salir de su casa, sepierde en la gran ciudad donde comienzauna larga odisea. Ella no sabe qué ha suce-dido, no sabe que la están buscando... nopodrá comprender lo incomprensible. El 18 de julio de 1994 se produjo el mayorataque terrorista de la historia argentina:el atentado a la sede de la Asociación Mu-tual Israelita Argentina (AMIA), en BuenosAires. Una camioneta blanca cargada deexplosivos estalló frente a la puerta de laAMIA a las 9:53 y se llevó la vida de 85personas. La Justicia aún no esclareció el hecho de-bidamente. La injusticia sigue latente y elséptimo arte busca un camino que aportereflexiones a partir de la tragedia. El director argentino Marcos Carnevale encontró una forma, lo canalizó a través

de “Anita”, filme estrenado en Argentina en agosto de 2009.Anita, una joven que vive junto a su madreen el barrio porteño de Once, momentáne-amente se encuentra sola en su casa cuan-do aconteció la explosión. No entiende na-da de lo ocurrido.Pero Anita no es la única que no entiendepor qué pueden ocurrir cosas como las su-cedidas en la AMIA. La analogía es clara. Marcos Carnevale señala en declaraciones periodísticas quesu preocupación “básica y hasta ingenua”es la de no comprender por qué “el hom-bre sigue matando al hombre”. A renglón seguido, asegura que trató de noretratar con sus personajes al judío estere-otipado porque considera que pretenderexplicar los grandes crímenes a partir de razones políticas, religiosas o económi-cas es una equivocación, resulta incom-prensible a la hora de matar a un ser humano.“Que haya guerras o atentados como elde la AMIA o las bombas de ETA, o lo delas Torres Gemelas, lo repudio con todami alma”, señaló el director.

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Cuando la aguja larga

En “Anita”, protagonizadapor notables figuras delcine argentino como Nor-ma Aleandro, Luis Luquey Leonor Manso, la histo-ria se centra en las viven-cias de una joven con sín-drome de Dawn que,asustada ante la gran ex-plosión del atentado a laAMIA, sale de su casadesconcertada, sin saberqué pasa, se pierde en lagran ciudad, se relacionacon diversas personasque de distintos modos laatienden y ante las de-mandas y requerimientosexpresa lo que su mente,entre otras cosas, regis-tró: “cuando la aguja largaesté arriba, mami viene”.Se trata de una certezaque abre a la reflexión so-bre el tema de la relaciónfilial, la protección, el cui-dado de los más débiles,los afectos, la separación,la acogida, que si biensiempre requieren en ma-yor o menor medida decomprensión, paciencia yamor, en situaciones co-mo las que muestra el fil-me se hacen más gravosasy difíciles de sobrellevar.La actuación de Dora, lamamá de Anita, es unfuerte testimonio de pa-ciencia, dulzura, com-prensión y cuidado ma-ternal. Se trata de unamujer-madre que educa y

prepara a sus hijos en vis-ta a que las circunstanciasde la vida pueden hacerque todo cambie en uninstante. Puso en la base

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SOBRE LA IDEA DEL FILM

La realidad es una sola, lo quepuede cambiar es de qué pers-pectiva se la mire, y cuandouna película toma una cues-tión social, la magnifica y laplantea como única realidadestamos en un serio problema.

“Anita” cae en ese gran error,en poner a todo y todos enuna misma bolsa y criticarloscon el solo propósito de mi-rar la realidad con un ángulototalmente inverosimil. Anitaes una muchacha con Sin-drome de Down y quin vivecon su madre,la cual le hacela vida un poco más fácil.Pero tras el atentado en laAmia y la muerte de su serquerido, ella va a quedar solaen la ciudad y va a buscar deun alma solidaria que laayude a volver con sus seresqueridos.En su deambular, Anita, “al-midonada y compuesta”, ca-mina entre escombros, poraceras bien trazadas, callesamplias y otras estrechas yoscuras… todo un lenguajeque, más allá de las dificulta-des, dibuja los “escombros”y “derrumbes” de “dignida-des humanas” con las que aAnita le toca relacionarse.¡Qué variedad de ayuda, demodos…! ¡Qué variada ga-ma de “solidaridad”, de aco-gida…!

Sin embargo, la protagonistano repara en el trato recibi-do y manifiesta transparentegratitud a todos. La cuota de agradecimientono difiere en medidas. Es pa-ra todos plena y colmada. Enla oscuridad de compren-sión en la que se halla en-vuelta, contrasta la transpa-rencia de “su” verdad: “mecaí de la escalera”, “me dijis-te que me quede acá”, “ten-go hambre”, “¿me haces unchocolate con vainillas?”,“mami viene”… Esto leacompaña permanentemen-te y le fortalece en el caminode la esperanza.

SOBRE EL SUEÑO DEL FILM

Al final de la película, con ca-racteres blancos sobre fondonegro, resalta la siguiente fra-se: “A veces me gustaría pre-guntarle a Dios por qué ha-biendo tanta violencia y tantainjusticia en el mundo no ha-ce nada al respecto; pero séque Él me preguntaría lo mis-mo”.

La propuesta es visualizar elactuar de cada uno de lospersonajes del filme a favorde la protagonista (a favor dela inclusión, de la vida) y re-visar en qué medida nuestroactuar, nuestras actitudes,responden de igual manera.

PARA HACER PENSAR

de la edificación de la “ca-sa” de su hija sólidos va-lores. Preparó a su hija.Su figura es ejemplo y ungrito de “sí por la vida”.

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En la película, Mandela acude a Pienaar paraque lleve a su equipo a lo más alto, citando unpoema que, para él, fue fuente de inspiración yfortaleza durante sus años en prisión. El poemaes “Invictus” de William Ernest Henley.Para comprender mejor esta historia, John Car-lin, autor del libro “El factor humano”, en el quese basa la película, explica, “Lo que hay que en-tender es que, a los sudafricanos negros, la ca-miseta verde de los Springboks les recordabaintensamente el apartheid. Odiaban esa cami-seta porque simbolizaba, tanto como cualquierotra cosa, las tremendas humillaciones a lasque estuvieron sometidos. La habilidad deMandela fue reconocer que ese símbolo de di-visión y odio se podía transformar en un pode-roso instrumento de unidad nacional”. Pensabaque eliminar el querido equipo de rugby de lossudafricanos blancos sólo aumentaría las dife-rencias entre las razas, hasta tal punto que di-chas diferencias nunca se podrían salvar. Paralos sudafricanos fue un momento decisivo ensu historia, una experiencia compartida queayudó a cicatrizar las heridas del pasado dandonuevas esperanzas para el futuro.

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“INVICTUS” Clint EastwoodUSA – 2009

Describe cómo el Presidente Mandela yFrançois Pienaar se unieron para convertir susesperanzas individuales: la esperanza del presi-dente unificar su país y la del capitán hacer queel equipo de la nación ganara la Copa del Mun-do, en un objetivo compartido bajo el lema“Un equipo, un país”.Al comienzo de “Invictus”, Nelson Mandela, unhombre que ha pasado 27 años en prisión porluchar contra el apartheid, es elegido presiden-te de una Sudáfrica que sigue estando dividida.Aunque el injusto régimen ha terminado ofi-cialmente, las actitudes raciales, mantenidasdurante mucho tiempo entre la gente, no sepueden eliminar fácilmente. Con su país al bor-de del colapso, el Presidente Mandela ve espe-ranzas en un extraño lugar: el campo de rugby.Con Sudáfrica lista para ser la sede de las Fina-les de la Copa del Mundo, Mandela espera uni-ficar el país con la ayuda de su equipo nacional,los Springboks.

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barca en una misión quijotesca para sacarle dela calle y devolverle al mundo de la música. Se-gún lucha para conseguirlo, se da cuenta deque Ayers, gracias a su incansable pasión, suobstinado amor por la libertad y su valienteempeño en conectar y amar, le está cambian-do a él. La película es una historia de amistad incondi-cional, a pesar de las diferencias entre las per-sonas. En abril de 2005 el verdadero Steve Ló-pez comenzó a escribir sobre el músico calle-jero Nathaniel Ayers. Sus artículos se convir-tieron en un fenómeno entre los lectores. Loque lo motiva a escribir el libro: El Solista: ALost Dream, una improbable amistad, y el po-der redentor de la música. Este hecho real fuela inspiración de esta película. El director pre-senta un retrato humano y realista, por eso esaún más conmovedor. Es tan realista que utili-zaron a personas reales que viven en la calle.

“El solista”JOE WRIGHT USA 2009

El columnista Steve López ha llegado a una si-tuación límite. El periódico está en crisis, sumatrimonio se ha terminado, y no recuerda loque tanto le apasionaba de su trabajo. Unbuen día, mientras cruza el barrio de Skid Row,en Los Ángeles, ve a Nathaniel Ayers, un miste-rioso y desaliñado personaje que toca un vio-lín de dos cuerdas con toda su alma. Al princi-pio, el periodista se acerca al indigente pen-sando que podría ser el tema para una colum-na en esta ciudad de millones de habitantes.Empieza a desvelar el misterio de por qué estebrillante y a menudo abstraído músico calleje-ro, antaño un prodigio musical destinado a lafama, acabó viviendo en túneles y portales, yuna idea se apodera de él. Está persuadido deque puede cambiar la vida de Ayers y se em-

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a cargo de Tonny Aldana

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Nolan AlbertCIENCIA Y RELIGIÓN. DOS VISIONES DEL MUNDO Madrid 2009

En estos escritos, Albert Nolan, autor de¿Quién es este hombre? y Jesús, hoy: unaespiritualidad de libertad, sienta las basesde una teología y una espiritualidad que to-man partido por los pobres y la causa de lajusticia. Algunos de estos textos nacieronde la larga lucha contra el sistema del apart-heid en Sudáfrica. Pero su obra trasciendela situación sudafricana para hablar a todoslos cristianos que viven en un mundo mar-cado por la desigualad, la violencia y la ex-plotación. No se limita a exhortarnos a la resistencia,sino que también nos desafía a abrazar laespiritualidad de Jesús, mostrando cómo elpoder salvífico de Dios puede capacitarnospara alcanzar la liberación personal y con-tribuir a la creación de estructuras de gra-cia.Una vez más, revela, en un lenguaje com-prensible, el sentido y el poder del Evange-lio para la actual situación histórica. Sunuevo libro pone de manifiesto que Jesúsno permitirá que perdamos la esperanza nisiquiera en medio de la presente crisis cul-tural y económica.

Gené Gordó i AubarellCENTROS EDUCATIVOS: ¿ISLAS O NODOS?GRAÓ, España 2009

En este tiempo en el que las principales ac-tividades económicas y sociales de todo elplaneta están estructurándose en red,cuando la sociedad es red, cuando hay unatransformación cultural y una manera nue-va de interactuar, de entender la acción or-ganizativa, más allá de los propios muros,

hay que preguntarse si nuestro sistemaeducativo tiene la capacidad de adaptarse ala misma velocidad a la que está progresan-do la sociedad, o si contrasta con ella portodo lo contrario. La autora propone avanzar en un modeloorganizativo que traslade la acción educati-va de los centros a la red educativa y en-tienda los centros educativos como organi-zaciones-red, erigiéndose el nodo comoelemento básico de una estructura de ma-yor alcance, la red educativa. Pasando de la organización que aprende ala organización que aprende en red, gestio-nando el conocimiento de otra manera ycon un nuevo tipo de liderazgo, propio deestas organizaciones.

González Carvajal LuisLA FUERZA DEL AMOR INTELIGENTESal terrae 2009. Madrid

El libro ha sido escrito pensando en quienno están especialmente familiarizado conlas ciencias sociales ni con la moral socialpara que, al leer la Encíclica, se comprendaa qué se refieren muchas de sus afirmacio-nes. Por eso en su comentario el autor ex-plicita dichos contextos siempre que resul-ta necesario para entender mejor el mensa-je del Papa. Es posible que, además de en-tender la encíclica, se comprenda gracias aello, por ejemplo, las causas de la crisiseconómica que padecemos.De hecho, la encíclica ha sido muy bien va-lorada por propios y extraños, porque ayu-da a tomar postura ante los grandes proble-mas de nuestro tiempo con lucidez, y estetexto explica de modo claro y con brevedadel contenido de la encíclica.

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superar las cargas que conlleva. Es un pe-riodo especial de la existencia, quizá elmás especial. Pero con él, se presentan losmiedos y las esperanzas de toda la vida.Para poder vivir bien estos años, se ha demirar a cada uno de los miedos y esperan-zas de frente y con vitalidad. Lo importan-te en la vida no es la edad, el número deaños que conseguimos arrancarle. Lo im-portante es la forma de envejecer, el ir vi-viendo los valores que se nos ofrecen encada estadio de la vida, estando inclusodispuestos a “desasirnos de la vida que he-mos planeado, a fin de poder disfrutar dela vida que nos aguarda”, como dice E.M.Foster. Estos años crepusculares –razonablemen-te activos, mentalmente despiertos, du-chos y llenos de curiosidad, socialmenteimportantes, espiritualmente significati-vos- están pensados para ser años buenos.La etapa final de la vida es una de las másimportantes, una de las mejores. La vida esun mosaico compuesto de múltiples pie-zas, cada una de las cuales es completa ensí misma y representa un peldaño en el ca-mino hacia el resto de ellas.

Decidir vivir con alegría

Este es el periodo de la vida del que hablael salmista cuando ora: “Gustad y ved québueno es el Señor…”. Lo que se haya esta-do haciendo durante los años anterioresformaba parte de la voluntad de Dios. To-do tenía un sentido. Era lo que se necesi-

El don de los añosMaría Dolores Ruiz Pérez

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Joan Chittister, religiosa benedictina, teó-loga y psicóloga social es autora de éxitoscomo El fuego en estas cenizas, En buscade la fe, Doce pasos hacia la libertad inte-rior y otros. En este libro nos invita a acep-tar la vejez como una parte natural de la vi-da, como una etapa que es, a la vez, activay contemplativa, productiva y propicia a lareflexión. Los años pueden conferir sabi-duría, libertad y una clase distinta de feli-cidad. Proporcionan una iluminación parala propia persona y para los otros. Pero pa-ra vivir bien esta etapa de la vida, agrade-cidos por haber llegado a ella, es necesa-rio contemplar y ser conscientes de lasambivalencias que las experiencias conlle-van. Extraer de ellas el jugo y quedarse conlo bueno. El envejecimiento puede traer la sensaciónde sentirse de algún modo al margen de lavida, la tentación de aislarse. Es necesariopermanecer interesados, involucrados. Enesta fase de la vida también es precisoafrontar los miedos y el misterio de la eter-nidad. El objeto de la obra, es por tanto,aportar luz para ayudarnos a vivir orienta-dos hacia la plenitud de la vida, renován-donos hasta el final. Destaco algunas desus ideas más interesantes.

Bendiciones de esta etapa

No todo el mundo que vive estos años losentiende, ni los acoge con agrado. La tareaespiritual del otoño de la vida es aceptarlas bendiciones de esta etapa de la vida y

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taba en aquel momento para crecer comoseres humanos plenos. Sin duda era muy,pero que muy bueno, ahora se puede sa-ber. De la vida anterior a este periodo haylecciones que aprender, lecciones que to-davía pueden ser útiles, siempre que se lespreste atención. Hay que saber vivir congratitud por todas las etapas que nos hantraído hasta aquí, por los recuerdos quenos causan gran alegría, por las personasque nos han ayudado, por los logros, … lasexperiencias piden a gritos ser celebradas,viven con nosotros por siempre. Uno se puede sentir orgulloso de dóndeha estado, de lo que ha conquistado con-forme crecía, de aquello en lo que se haconvertido durante el proceso, sin dudaen una persona más humana. Ahora, qui-zás más que nunca uno puede decidir quées lo que quiere hacer con la vida, y notanto que es lo que debe o se siente obli-

gado a hacer. Puede optar por caminar condelicadeza a través de esta última gran eta-pa de la vida en la que todo comienza a te-ner sentido, a adquirir un nuevo significa-do. Sentirse feliz de tener los años que setienen, de saber lo que se sabe, de tenerincluso hoy más tarea que ayer. Puede de-cir sonreír a todo el que se encuentre, ju-gar con los niños, hacer preguntas a los jó-venes … y escuchar sus respuestas. Darsea quien necesita una mano y quizás no en-cuentre más que la tuya.

¿Qué estamos dejando detrás de no-sotros?

Esa es la cuestión que determina el timbrede una vida. Dejamos nuestra actitud hacia el mundo.Se nos recordará por la capacidad que ha-yamos tenido de inspirar en los demás elamor a la vida, por lo abiertos que haya-mos sido con quienes hemos compartidonuestra existencia. Se nos recordará pornuestras sonrisas y nuestras malas caras,por nuestras risas y nuestras quejas, pornuestra amabilidad y nuestro egoísmo. Dejamos a los ojos de todo el mundo elsistema de valores que ha marcado todo loque hemos hecho. Los demás conocen laprofundidad de nuestra vida espiritual porla forma en que tratamos a quienes nos ro-dean, por lo que pensamos sobre la vida ypor aquello a lo que hemos dedicadonuestros días. Dejamos el recuerdo de cómo hemos tra-tado a los extraños, de cómo hemos ama-do a las personas mas cercanas, de cómonos hemos preocupado por quienes nosaman, de cómo les hemos hablado en losmomentos difíciles, de cómo nos hemosentregado.

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no, corresponde, por lógica opuesta, la¡bondad de Dios! Si queremos ser – y¡tenemos que serlo! – ancianas felices,hemos de recordar que Dios (ya algoviejo también Él, ¡probablemente!) dioa Sara la alegría de la maternidad, cuan-do tenía un ¡buen montón de años! Y alviejo Simeón la alegría de ver al Mesías¡poco antes de morir!Recordémoslo ¡todo esto! nosotras an-cianas. Porque con esta seguridad delmilagro dispuesto a cumplirse de unmomento a otro, en nuestra vida sóloaparentemente no-eficiente, no nos se-rá difícil “sostener la misión de las jóve-nes, abrirnos con benevolencia a las jó-venes generaciones”, como dicen toda-vía nuestras ¡sabias Constituciones! Pe-ro esto, lo recuerden también nuestrasSuperioras y nuestras Hermanas ¡másjóvenes! No vale la pena hacer estadísti-cas sobre el número de las FMA en losdecenios por venir, sobre la edad mediade las FMA (sobre todo hablo de la situa-ción de ¡la vieja Europa!). Nuestra edades todavía una etapa evolutiva, lo dicenlos psicólogos de ¡formación reciente!Aún puede suceder ¡algo nuevo paranosotras! En cuanto concierne al ser yno al aparentar, nosotras tenemos el car-go de tareas significativas dentro de¡nuestras comunidades! Digamos por lotanto NO a toda forma de prejubilacióny SÍ a la ¡igualdad de oportunidades!Santa Sara y San Simeón, ¡rogad por no-sotras!

La edad de los milagros

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Pasemos ahora de los aspectos físicosde la ancianidad a los psicológicos.Y aquí entramos ¡de veras en lo vivo!Porque ya se sabe, el anciano está mu-cho más anclado en el pasado que en elpresente, a menudo siente la soledad yla propia inutilidad, tiene problemas dememoria; mantiene intacta aquella a lar-go plazo pero a menudo no recuerda lascosas recientes, vive la enfermedad, laincapacidad, siente la muerte ¡más cer-cana!Pues bien, a esta visión de la terceraedad yo digo ¡no! La persona anciana,sobre todo la Hermana anciana, no es¡sólo esto! Es hora de revisar los lugarescomunes. Entonces bastaría con ir a releer nuestrasConstituciones, que, en el artículo 106,hablan de la ancianidad como de un¡tiempo precioso! El tiempo ¡“del aban-dono en la bondad del Señor”! Queri-das hermanas ancianas, mis coetáneas,he aquí el secreto: ¡abandono en la bon-dad del Señor! Ciertamente, en el planohumano, es verdad, la vejez es sobre to-do el tiempo del abandono. Basta.¿Quién no sabe que un anciano es pocoatrayente, algo curvado, gruñón, melan-cólico, algo desmemoriado, más bienineficiente? ¿Y que la sociedad de hoy,de la que el mundo religioso forma par-te, celebra complacida los valores y el di-namismo juvenil, olvidando y marginan-do a los ancianos?Pero, queridas mías, al abandono huma-

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ENCUENTROS: Pobreza y justicia

PRIMER PLANO: Hilo de Ariadna Identidad y relación

EN BÚSQUEDA: Mujeres en contexto Manos empastadas de justicia

COMUNICAR Cara a cara Comunicar en la comunidad

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“Es el Señor el que nos ha reunido,nuestra casa es el Castillo de su Majestad.

Él cuidará de nosotras”.(Teresa d’Avila)

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CANTO A LA VIDA

“ÉL LOS PASTOREABACON CORAZÓN PERFECTO,

Y CON MANO DIESTRA LOS GUIABA”.

(SAL 78,72)

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