n 4 junio 2007

8
Equilibrios Cómo detectarla a tiempo. Por qué no es una epidemia Año I - Número 4 - Domingo 10 de junio de 2007 Espacio de publicidad Prohibida su venta por separado Meningitis Juan Carlos Mesa: Una galería de personajes Cine Móvil: Proyecciones que cautivan

Upload: lucas-parpa

Post on 25-Jun-2015

380 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: N 4   Junio 2007

Juan Carlos Mesa: Una galería de personajes

Cine Móvil: Proyecciones que cautivan

Equilibrios

Cómo detectarla a tiempo. Por qué no es una epidemia

Año I - Número 4 - Domingo 10 de junio de 2007

Espacio de publicidad

Prohibida su venta por separado

Meningitis

Juan Carlos Mesa: Una galería de personajes

Cine Móvil: Proyecciones que cautivan

Page 2: N 4   Junio 2007

Están recién bañados y van entrando al club. Tienen entre 7 y 12 años. Se sientan y observan todo, cómo

lo arman, el tamaño de la pantalla, miran detrás de la pared donde se proyecta la luz. En un momento, el salón se oscurece y empieza la peli. Los chicos de Baradero no fueron al cine, es el cine el que llegó al pueblo.

� - EQUILIBRIOS / AccIOnES Domingo 10 de junio de 2007 - PERfIL

El Cine Móvil es una camioneta que tras-lada los equipos necesarios para proyectar películas. En el 2000, el INCAA (Instituto Na-cional de Cine y Artes Audiovisuales) otorgó a las provincias estos cines itinerantes, que llegan sobre ruedas a los pueblos. Así, la fun-ción va en busca de su espectador cuando el espectador no tiene forma de trasladarse, o donde ir al cine queda muy lejos.

Cine que se acerca, alegra y entretiene

Tienen más de 300 títulos nacionales y es gratuito. Hasta ahora, el Cine Móvil hizo proyecciones en escuelas, clubes, asociaciones, cárceles y festivales. Los re-quisitos son mínimos: lugar para proyectar que pueda oscurecerse y que tenga como mínimo 4 metros de alto para la pantalla. Sólo hace falta que el municipio lo solicite a la Dirección de Cultura de la Provincia

para que la camioneta encienda su motor y los filmes empiecen a andar.

En la Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, donde sólo el 40% de los mu-nicipios tiene salas de proyección, ya se realizaron 552 funciones llegando a más de 700.000 espectadores. En Santa Fe, el cine llegó para los inundados. En la cárcel de Olavarría, 250 internos miraron películas y en Sierra Chica eligieron una romántica.

Juan Manuel es el chofer de la camio-neta de uno de los Cines Móviles, Andrés arma los equipos y hace 8 años que reco-rren Buenos Aires rodando cine. Si bien pa-saron películas para grupos de hasta 250 personas, también lo hicieron en Máximo Fernández, un pueblo de 16 habitantes, en una escuela donde los esperaban algunos alumnos y dos madres, y en la localidad de La Lintia, donde proyectaron en una esta-ción de tren antigua que acondicionaron para la ocasión.

En el mes de junio, Cine Móvil lleva una muestra sobre medio ambiente a todo el país. Se proyectarán cinco títulos. La ver-dad incómoda, un documental de Davis Guggenheim; Historia de dos orillas, de Emilio Cartoy Díaz; Sed invasión gota gota, de Mausi Martínez, Río Arriba, de Ulises, de la Orden, y Super size me, de Morgan Spurlock.

En el club de Baradero, las primeras ri-sas y susurros empiezan a desaparecer. Los niños ya no señalan más la imagen. La luz, el sonido y el movimiento en la pantalla gigante los han cautivado. Para muchos es la primera experiencia con el cine.

[email protected]

Sala preparada. Las sillas aguardan serenas ser ocupadas por los espectadores.

Page 3: N 4   Junio 2007

La depresión de otoño es un trastorno psicológico causado por los cambios climáticos y por la falta de luz natural. Se calcula que la padece un 30% de la población, sobre todo mujeres de entre 25 y 45 años. Se caracteriza por la desmotivación, sensación de tristeza y falta de energía para encarar los quehaceres cotidianos

SUBE y BAjA / EQUILIBRIOS - �PERfIL - Domingo 10 de junio de 2007

Tristeza de otoño

Los días son cada vez más cortos. Le-vantarse temprano es despertar des-esperados por ver los primeros rayos

de sol. Es de noche, hace frío, el cuerpo se resiste y la mente no entiende por qué. Nos sentimos decaídos, sin fuerzas ni ganas. Tratamos de sobreponernos, pero la cama es una tentación e hibernar se torna una buena idea. El humor nos cambia la cara… y la vida. ¿Estamos enfermos? ¿Esto es una depresión? No precisamente, aunque a esta altura del año, más del 60% de las consultas en psiquiatría son a causa de este mal, que afecta cada vez a más personas y que no discrimina por edad, sexo o condición social. Las mujeres acuden a la consulta en mayor número que los hombres. La Organización Mundial de la Salud estima que para el año 2030 la depresión será la segunda causa de mortalidad detrás de las cardiopatías, y que entre un 30 y un 40% de la población la padecerá en algún momento de su vida. Con este cuadro de situación, es preciso saber de qué estamos hablando, ya que los diagnósticos apresurados nos llevan a co-meter equívocos. Y es que, desde hace un buen tiempo, estar “depre” o “bajoneado/a” se ha vuelto un tópico común en cualquier conversación, a la hora de definir nuestro estado de ánimo. Este uso (¿banalización?) de la palabra hace que la patología que deno-mina quede devaluada a un simple malestar pasajero, que erradicaremos fácilmente con

damian barbarosch/toma i

HaY QUe SalIr. Evitar la tentación del encierro para despejarse y levantar el ánimo.

píldoras milagrosas, comprando el próximo modelo del objeto deseado, o consumiendo el nuevo sabor de aquello que la tanda nos ofrece. La angustia y la tristeza no son malas en sí mismas (más allá de que el modelo exi-tista condene su existencia). Permiten proce-sar lo doloroso que nos pasa, actúan como válvulas de escape y evitan que el cuerpo y el alma se enfermen. El llamado de atención aparece cuando estas sensaciones persis-ten, porque podemos estar frente a un cua-dro que requiera de atención profesional. La depresión de otoño, o síndrome afec-tivo estacional, es un trastorno psicológico causado por los cambios climáticos y por la falta de luz natural, que alteran los niveles de melatonina y serotonina, hormonas que controlan el sueño, la temperatura corporal, la sensación de hambre y el humor. Se cal-cula que la padece un 30% de la población, sobre todo mujeres de entre 25 y 45 años. Se caracteriza por la desmotivación, sensa-ción de tristeza y falta de energías para en-carar los quehaceres cotidianos. Entre los síntomas más comunes está el dolor físico (generalmente de cabeza, dolor muscular, contracturas), la necesidad de dormir más de lo común, falta de ganas de toda actividad física, incremento de apetito (sobre todo de

alimentos ricos en grasas y azúcares), dismi-nución del deseo sexual y, en algunos casos, pensamientos suicidas. Es algo pasajero, ya que dura hasta que el cuerpo se adapta a las nuevas condiciones estacionales. Los síntomas, que pueden prevalecer durante el invierno, tienden a disminuir y se van con la llegada de la primavera, los días más lar-gos, y el aumento de la temperatura. ¿Cómo combatirlo? La consulta con el médico clínico siempre es lo más aconsejable, ya que es ne-cesaria la evaluación detallada para arribar

a un diagnóstico preciso. De padecer este trastorno, lo usual es cambiar ciertos hábi-tos, sobre todo apelando a una alimentación equilibrada. Una dieta rica en hierro y vitami-nas y ácidos grasos ayudará a contrarrestar el efecto del síndrome. Si la sensación per-siste, si el problema del cuerpo está cubierto y aun así no hay mejora a la vista, es tiempo de acudir a un psicólogo. Será la alternativa para tratar aquellas cuestiones de la mente que están afectando el desempeño normal del paciente. Pero hay algo más. El factor insoslayable, la sensación de inseguridad, desalienta a mu-chos a salir, adueñarse del espacio público y disfrutarlo. Sumemos la falta de ganas que provoca el frío y tendremos un conjunto de individuos anónimos que, paradójicamente, viven aislados en un espacio reducido. Hay algo peor que la tristeza de otoño: la pérdida

de los afectos y la falta de comunicación en una sociedad hipotéticamente (falsamente) cada vez más globalizada. No hacen falta otros datos para que caigamos en la cuenta de que así es cómo la mayoría de nosotros está viviendo. Apurados, estresados, conec-tados a todo tipo de tecnologías… pero in-defectiblemente solos. Por eso es tiempo de salir, y no sólo a la calle.

Mariela [email protected]

La sensación de inseguridad desalienta a muchos a salir, adueñarse del espacio público y disfrutarlo. Sumemos la falta de ganas que provoca el frío y tendremos un conjunto de individuos anónimos que, paradójicamente, viven aislados en un espacio reducido

La Organización Mundial de la Salud estima que para 2030 la depresión será la segunda causa de mortalidad detrás de las cardiopatías, y que entre un 30% y un 40% de la población la padecerá en algún momento de su vida

Page 4: N 4   Junio 2007

¿De qué hablamos cuando decimos meningitis?

La meningitis es una infección en las meninges, las membranas que cubren el sistema nervioso central, causada por distintos vi-

rus o bacterias. En el primer caso, los virus ingresan al organismo por la boca, lo infectan y se eliminan por la saliva o la materia fecal, de ahí la importancia de observar estrictas medidas de higiene. La meningitis viral es la enfermedad más común en niños y jóvenes y los síntomas pueden aparecer semanas después de la infección y por lo general se asemejan a los de un resfrío. Es fatal sólo en casos excepcionales, por ser viral no se com-bate con antibióticos y no deja secuelas. Pero si esta enfermedad es por causa de alguna bacteria, la falta de atención puede dejar al paciente con discapacidad (ceguera, sordera, daño cerebral) o provo-carle la muerte. La recuperación exitosa es posible, cuando existe un diagnóstico temprano y un tratamiento acorde.

Meningitis meningococo y meningitis por neumococo

El doctor Alcides Troncoso (M.N. 68599), infectólogo, sostiene que “saber de qué se trata la enfermedad permite detectar los síntomas primeros y acudir al médico de inmediato. En lo que va del año se han dado aproximadamente 250 casos en todo el país, un número menor al del año pasado para esta misma épo-ca, que fue de 460. Por lo tanto, no es-tamos ante un brote, mucho menos ante una epidemia”.

La meningitis meningococo es causada por la bacteria Neisseria meningitidis. De los 13 subtipos existentes, en la Argen-tina predominan el B y el C, y se propaga por contacto directo: al toser o estornu-dar, al besar y al compartir utensilios que no han sido lavados. Los síntomas son fiebre, cefalea, fotofobia, rigidez en el cuello y en las extremidades, náuseas, vómitos y erupciones en la piel. En ca-sos extremos, puede ocurrir que el me-ningococo pase al torrente sanguíneo, provocando una meningococcemia, en-fermedad de rápida evolución y secuelas sumamente graves, que se da cuando la sangre es infectada por las toxinas que liberan las bacterias.

Con similar modo de propagación y síntomas, la meningitis por neumococo es producida por Streptococcus pneumo-niae, comúnmente denominado neumoco-co. Esta bacteria, causante de otras en-fermedades, como la neumonía, está pre-sente de forma transitoria o permanente en las vías respiratorias de alrededor del 40% de las personas adultas normales, sobre todo en aquellas que conviven con niños. Entre el 40% y el 60% de los niños preescolares son portadores, porcenta-je que decrece entre los escolares, al-rededor del 30%, y en los adolescentes, donde los índices varían entre el 10% y el 15%. Estas personas pueden llevar el

observación, para ver si alguno mani-fiesta los síntomas de la enfermedad, y de manera preventiva se aplican anti-bióticos. No se aconseja la vacunación como medida inmediata, dado que los anticuerpos se generan después del po-sible desarrollo de la enfermedad. La meningitis tiene una evolución rápida, ya que la mayoría de las personas se enferma entre los dos y los diez días, pero también aparecen cuadros entre los tres y los cuatros días posteriores a la exposición.

Para las meningitis causadas por virus no existen vacunas, y para las bacteria-nas, dado que pueden ser varios seroti-pos, sólo algunas formas están cubier-tas. Del calendario oficial tenemos la que previene contra el Haemophilus influenzae B, que se encuentra dentro de la cuádru-ple y se aplica a los bebés en tres dosis (a los 2, 4 y 18 meses). Por fuera del calendario oficial, para las dos bacterias más comunes, la vacuna que previene contra el neumococo es la antineumocó-cica heptavalente conjugada, que puede ser usada en menores de 2 años. Está a la venta, pero no la cubre el calenda-rio, porque una vacuna debe proveer una efectividad superior al 80%, y la antineu-mocócica sólo aporta una cobertura del 70%. Troncoso opina que, aun así, es de

� - EQUILIBRIOS / SER SanO Domingo 10 de junio de 2007 - PERfIL

meningococo en su nariz y garganta sin desarrollar la enfermedad. La mayor can-tidad de casos de meningitis bacterianas se da en menores de 16 años, y los más afectados son los menores de 5. Por eso, el doctor recomienda, cuando se trata

de bebés y niños pequeños, prestarles atención a la fiebre superior a los 38º y a la alteración de la conducta: “Cuando un niño se torna apático, tiene desgano, está somnoliento, o en los lactantes exis-te un llanto persistente, debilidad en la succión o rechazo al alimento, es preciso consultar lo antes posible con el médico, para ver de qué bacteria se trata, y en ese caso, actuar con el suministro de antibióticos”. Un procedimiento habitual para la detección es la punción lumbar, una práctica que permite un diagnóstico certero. Para el doctor Troncoso, por la exactitud y rapidez, “es algo que salva la vida. Se hace con una aguja fina y se extrae de la zona lumbar líquido cefalo-rraquídeo. El análisis en laboratorio da como resultado ante qué clase de me-ningitis nos encontramos”.

Medidas de prevenciónUna práctica habitual en los pequeños

es llevarse los alimentos o los objetos a la boca, y compartirlos. Y algo que no sólo los más chicos hacen, es descuidar la higiene. En esta época, donde abun-dan las infecciones respiratorias como la gripe y la neumonitis, es importante cubrirse la nariz y la boca al toser o estor-nudar, lavarse frecuentemente las manos, sobre todo después de ir al baño o de cambiar pañales. Proteger a los bebés, ya que son vulnerables a contraer este tipo de enfermedades. Promover la lac-tancia, y perseverar ante las dificultades que pueda presentar, ya que las madres optan por las mamaderas mucho antes de lo aconsejable, que son los seis me-ses de edad. Respetar el cronograma del calendario oficial de vacunación. No com-partir utensilios y evitar el hacinamiento. El doctor afirma: “A diferencia de la gripe, estas secreciones son infectivas después de un contacto prolongado, esto es, des-pués de estar expuestos durante varios días, y a lo largo de muchas horas. Por eso es preciso airear los lugares donde se concentran personas, como el ámbito laboral o los medios de transporte. Venti-lar las aulas durante los recreos. Y a los que trabajan con niños, como docentes de guarderías, jardines maternales y de infantes, desinfectar los elementos con que juegan los chicos y evitar que pasen de boca en boca. Otra práctica que des-alentamos los especialistas (no “prohibi-mos”, aclara el doctor) es que los jóvenes acudan con frecuencia, en esta época del año, a lugares cerrados, ya que es ideal para la propagación de enfermedades contagiosas”.

Las vacunasLos más proclives al contagio son los

que viven o que comparten ambientes, como el escolar o el laboral, con una persona que ha presentado la infección. Cuando en estos grupos se da un caso, el resto de los integrantes queda bajo

Brote y epidemia son palabras que se reproducen en toda información referida a la enfermedad, y de poco sirven los comunicados de las autoridades sanitarias que intentan erradicar el temor en la población. La meningitis se da todo el año pero recrudece en el otoño y la primavera. Por eso, conocer en profundidad sus

características, nos ayudará a echar luz sobre el tema y descubrir los síntomas a tiempo.

Diagnóstico temprano. Es fundamental para que la recuperación sea exitosa.

Es importante cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar, lavarse las manos después de ir al baño o de cambiar pañales. Proteger a los bebés, promover la lactancia y respetar el cronograma de vacunación. No compartir utensilios y evitar el hacinamiento

En lo que va del año se han dado aproximadamente 250 casos en todo el país, un número menor al del año pasado para esta misma época, que fue de 460. Por lo tanto, no estamos ante un brote ni ante una epidemia

Fundamental. No descuidar la higiene, para evitar el contagio.

damian barbarosch/toma i

Page 5: N 4   Junio 2007

SER SanO / EQUILIBRIOS - �PERfIL - Domingo 10 de junio de 2007

La bronquiolitis es un proceso de inflamación de los bronquiolos, donde se produce un espasmo. El tratamiento es la nebulización con corticoides. En los lactantes, la leche materna es la mejor defensa.

Con frecuencia se utilizan vocablos que no se aplican a lo que se quiere decir, tanto en el lenguaje coloquial como en los medios masivos de comunicación. Es el caso del término epidemia, que hemos escuchado mucho últimamente en referencia a la meningitis. ¿Hay o no un brote? ¿Estamos ante la presencia de una epidemia? La primera respues-ta a estas preguntas está en la etimo-logía. Veamos: epidemia es la aparición súbita de una enfermedad, que ataca un gran número de individuos que ha-bitan una región determinada. Para que una enfermedad sea considerada epi-demia, la cantidad de afectados debe superar el número habitual de casos esperados. Cuando una enfermedad persiste durante años y en un determi-nado lugar, estamos ante la presencia de una endemia. El número de afecta-dos puede, o no, ser elevado. Y cuando una enfermedad que se extiende tras-pasando fronteras supera la cantidad de casos estimados y, además, persis-te en el tiempo, se habla de una pande-mia. El lenguaje nos ayuda, tanto como la ciencia, a clarificar la situación.

El valor de las palabras

Los síntomas son fiebre, cefalea, fotofobia, rigidez en el cuello y en las extremidades, náuseas, vómitos y erupciones en la piel. Cuando un niño se torna apático, está somnoliento, o en los lactantes existe un llanto persistente, debilidad en la succión o rechazo al alimento, es preciso consultar lo antes posible con el médico

damian barbarosch/toma i

una gran efectividad, y debería estar entre las obligatorias, de modo que todos pu-dieran acceder a ella. La que previene la meningitis causada por meningococo, la antimeningocócica conjugada C, tampoco integra el calendario. De todos modos no

es tan efectiva, ya que la bacteria posee muchos serotipos y la vacuna protege só-lo contra uno.

Estar alerta es lo que nos ayuda a detectar cualquier indicio de una enfer-medad de estas características. Tanto

el diagnóstico preciso, como evitar la au-tomedicación y no entrar en pánico, sino informarse.

Mariela Bosqui

[email protected]

Page 6: N 4   Junio 2007

� - EQUILIBRIOS / afInES Domingo 10 de junio de 2007 - PERfIL

el fatídico alimento, para luego taparlo con el “Quijote” o las obras completas de Jorge Luis Borges.De todas estas formas de deshacerse del sanguchito traidor seguimos prefiriendo la actitud del “heroico” que, haciendo de tripas corazón, se lo traga cual manjar apetecible. No es el más creativo pero al fin de cuentas es el más solidario, que piensa que una fiesta se hace para el disfrute de todos.

Ricardo [email protected]

El desechador de sándwichesUno de los atractivos de las fies-

tas (sean cumpleaños, casa-mientos o reuniones por cual-quier motivo) es la comida.

La posibilidad de probar variedad ali-mentaria que nos saque de la rutina de almuerzos y cenas nos seduce.Nos preparamos desde la mañana, cuan-do sabemos que unas horas después nos aguardan distintos platos. Y uno de los clásicos bocados para esas festivi-dades es el sándwich, al que no hay que errarle, pues todo lo que entra al estó-mago ocupa espacio y no vaya a ser que uno le quite lugar a lo sabroso.Es por eso que cuando uno, en una ce-lebración, muerde el emparedado equi-vocado debe tomar una medida drástica y deshacerse de él.Para algunos será el roquefort, para otros la anchoa o el apio o, quién dice, el mismísimo jamón. Lo cierto es que cuando nos topamos en la boca con el sabor a resistir, es el momento de aban-donar el tentempié.Y aquí es donde aparece la clase o categoría del “abandonador”. Nos en-contramos con el “pilato” que, sin que nadie lo advierta, lo posará, mordido, en el mismo plato. Se saca ágilmente un dilema de encima pero les transfiere un doble problema a los demás: el gusto y un sándwich mordido.Otro “desechador” es el “asfixiado”. Una vez probado el sándwich intragable dice que le falta el aire y se va para el balcón. El bocadillo reposará pronto unos pisos más abajo, en el mal acostumbrado patio.Está el “escondedor”, que lo oculta de-bajo de la mesa con mantel largo o de la alfombra oportuna.El “urgido” o “necesitado”, que pregun-ta por el baño, puede llegar a tapar el inodoro si se trata de una baguette.También el “ecológico”, que abona las plantas depositándolo en una maceta.El “prestidigitador”, que lo esconde en una servilleta o debajo de un almohadón del sillón con un pase de magia.Un caso a destacar es el del “intelec-tual” que, con falso interés, se acerca a la biblioteca y tomando un libro lo cu-riosea mientras deposita en el hueco

damian barbarosch/toma i

PEQUEñOS PErSONaJES cOTiDiaNOS

l De cada docena de sándwiches de miga uno es desechado.l El gusto más abandonado es el triple de pepino y lengua de ca-bra. De cada veinte se rechazan diecinueve. l El menos rechazado es el de jamón cocido y queso.l El Señor Nicanor Prieto ha concurrido a más de setecien-tas fiestas y de todas ellas se

llevó a su casa un sándwich sin terminar.l De esos setecientos, Nicanor tiene una colección de trescientos veinte gustos que no se repiten.l El lugar en el que más se han encontrado sándwiches es en el sofá de la señora ana Luisa albert, que ya lleva acumulados 114 triples .y 221 simples de miga.

Numeros imagiNarios

ahora! Una falsa lectura del prólogo, para aprovechar y esconder el sándwich no deseado

Page 7: N 4   Junio 2007

EQUILIBRIOS - �PERfIL - Domingo 10 de junio de 2007

Ultimamente se escucha que Bue-nos aires está saturada de autos, polución, ruidos, medios de trans-

porte atiborrados de pasajeros y vías de acceso cada más inaccesibles. En estas circunstancias, podría pasarnos que, un día, viajando en colectivo por el microcen-tro, veamos un trabajador con un martillo neumático arreglando alguna calle en hora pico. Toquemos timbre, gritemos “parada”, porque el chofer no escuchó y digamos: me bajo aquí. caminemos entre los autos hasta el operario y, para su desconcierto, le pidamos su herramienta de trabajo. Nos pongamos el gorro o camiseta y anteojos protectores, los auricula-res de la radio y empece-mos meta y meta picar el asfalto. Después de un rato, encontraríamos los durmientes de la vie-ja red de tranvías de la ciudad sólo unas capas más abajo.

El tranvía existió en to-do el país desde finales del 1800, y a principios de 1960 desapareció por disposición guber-namental. Los primeros tranvías urbanos a caba-llo circularon por Buenos aires desde los carnava-les de 1870. Para 1897 la ciudad de La Plata probaba el tranvía eléc-trico y unos años más tarde se instalaba defi-nitivamente en el resto de las ciudades.

Los recorridos del tranvía eran fijos y la mayor parte de la red se ubicaba en las ciuda-des, aunque, en muchos casos, tenían ramales que llegaban a los co-nurbanos.

Los argentinos dis-ponían de tranvías en la mayoría de las pro-vincias. Dolores, San Nicolás, Luján y Mar del Plata tuvieron tranvías a caballo. Los rosarinos contaron con la segun-da red más grande del país. En resistencia era a vapor y en córdoba, Mendoza y Tucumán, eléctrico.

Buenos aires tuvo más de 100 líneas que recorrían la ciudad en todas las direc-ciones. Los porteños contaron con 875 Km de vías. Para el año 1935, cada calle tenía una línea, herencia que hoy se conserva con los colectivos.

En un principio, los coches identificaban su recorrido con el destino, por ejemplo, recoleta o Liniers. Sin embargo, como mu-cha gente no sabía leer, debieron incluir banderas de color que posibilitaban reco-nocer el trayecto. En 1904, las compañías

decidieron usar numeración y se dividieron las decenas hasta el número 100.

aquilino González Podestá, de la asocia-ción de amigos del Tranvía, dice que, en realidad, “antes de haber tranvías ya exis-tían, y después de sacarlos, continuaron existiendo”. Los primeros tranvías fueron, en realidad, los prototranvías que trasla-daban pasajeros hasta el tren, eran una prolongación del ferrocarril. Y luego de la disposición de gobierno en 1962, donde se dispuso por decreto la eliminación de la redes de tranvías del país, continuaron fun-cionando dos líneas. “aun hoy, por ejemplo, el premetro, bien podría llamarse por su

nombre: un tranvía”, cuenta entre risas. En la actualidad, 400 ciudades en el

mundo decidieron reinstalar o renovar su red de tranvías porque no contaminan el medio ambiente y por sus bajos costos de construcción. En Buenos aires, se es-tá realizando un tramo en Puerto Madero para suplir la ausencia de transporte de la zona. recorrerá 2 km a lo largo de alicia Moreau de Justo con el objetivo de probar su funcionamiento.

Carolina Di [email protected]

Tranvía, un transporte que se extraña

RIncOnES

damian barbarosch/toma i

Usted puede acercarse y realizar los paseos gratuitos que brinda la Línea de Tranvías Históricos en el barrio porteño de Caballito.

El servicio es operado y mantenido “ad-honó-rem” por los miembros de la AAT. Los tranvías que integran la flota co-lección parten cada 20

minutos desde la única parada de la línea, ubi-cada en Emilio Mitre al 500 (E. Mitre esq. José Bonifacio) [email protected]

La construcción de los ferrocarriles en argentina propició la llegada de ciudadanos británicos por estos pa-

gos. calificados para aquella importante empresa y en búsqueda de una mejor vida en el nuevo continente, formaron colonias, fundaron colegios para la educación de sus hijos y trajeron algo que hacer en sus ratos libres: jugar al fútbol.El primer partido se jugó el 20 de junio de 1867. Los hermanos Thomas y James Hogg resolvieron en el mes de mayo de ese mismo año invitar, por medio de un aviso en el diario The Standard, a una reunión para propulsar la práctica de aquel deporte. así, sin demoras ni vacilaciones, fundaron el Buenos aires Football club y se organizó un encuentro entre los Boinas blancas y Boi-nas coloradas –difícil de imaginar aquella situación... ¿verdad?. En fin, para concluir con el relato histórico diré que el escenario fue el Buenos aires cricket club, en los bos-ques de Palermo, próximo al predio donde en la actualidad se levanta el Planetario, y donde un monolito ubicado en las inmedia-ciones recuerda el acontecimiento. Hecha la referencia histórica voy a sin-cerarme con la elección de las palabras y con los lectores que se detengan en esta columna que hoy nos relaciona. No es a los hermanos Hogg a quienes pretendo rememorar. No por falta de méritos ni por ausencia de imaginario romántico de la his-toria del fútbol argentino. como habrán no-tado, Marca País es una columna en la que existe, en menor o mayor medida, algún resquicio que deja ver por momentos ras-tros de la idiosincrasia nuestra. Entonces ¿por qué no? rastros también de la historia de quienes en ella escribimos. Dicho esto a modo de licencia crónica, hoy voy a revivir el fútbol que prefiero, el fútbol de amigos. Ese que solemos denominar “jugar a la pe-lota” y que desde su nombre nos permite la fantasía y la esperanza de jugar toda la vida…en la escuela, en las plazas de los

Jugar siempre

barrios y en la cancha alquilada una hora por semana. Jugar siempre. imagino lectores ofuscados ante la ausencia de biografías ineludibles a la hora de escribir sobre el fútbol argentino: Maradona, Bochini, cárdenas, Labruna y tantos otros. a ellos les aviso –quizás tarde– que no busquen en estos párrafos fechas de inauguración de asocia-ciones de Fútbol en mayúscula; ni pases de futbolistas argentinos a Europa, históricos por la cantidad de cifras. Hoy escribo del fútbol como quien revive momentos de su vida, con la ternura con la que un artesano construye ilusiones de trapo y revela en sus marionetas los recuerdos mejores. Para aquellos que estamos lejos de participar de juegos de fútbol con tribunas repletas y fo-tos en serie de nuestro gol en las portadas de diarios y revistas, jugar también es cosa seria. Del mismo modo preparamos nuestros rituales con los elementos necesarios: llevar un bolso con la indumentaria precisa y dejarlo esperan-do que llegue la hora final de nuestra jornada laboral, mirarse de modo cómplice con aque-llos que en cuestión de minutos correremos tras una pelota y animarse a decirle al jefe que deje de intentar goles históricos y pase el ba-lón... en la cancha, claro. Porque es allí donde volvemos a jugar, donde se suceden momen-tos rememorados por siempre. Necesarios y gloriosos triunfos apenas evocados por los que allí estaban, empates defendidos hasta último minuto bajo el arco, que dejan las cosas en estado de latencia hasta la semana próxima y –por supuesto– derrotas por goleadas que nos invitan a reírnos de nuestros pifies.Luego suena un timbre –por cierto, similar al de los recreos de escuela– y culmina el partido. Entonces, darse la mano en el círculo central es lo correcto, decirle “muy bien... muy bien” a los del otro equipo, compartir una botella de agua fría que recomponga nuestro físico amateur y dejar que el cansancio sea un sín-toma de juego.

Martín [email protected]

maRca PaIS

damian barbarosch/toma i

¿Por qué te fuiste? Es la pregunta que surge al recordarlo.

Del otro lado La línea que divide al profesional del amateur no impide que todos jueguen

Paseo turístico en el Tranvía de Caballito

Page 8: N 4   Junio 2007

8 - equilibrios / personas Domingo 10 de junio de 2007 - perfil

Un cruce de voces en el portero eléc-trico llevó a suponer que el edificio era otro, al recibir como respuesta

un “no” ante la pregunta: ¿se encuentra Juan Carlos Mesa? Finalmente el episo-dio se esclareció y el silencio de ascensor acompañó los diez pisos hasta el hall de ingreso al departamento. Allí la espera se hizo larga, debido a la ansiedad previa al encuentro, y a que un “paparazzi”, ano-tado en la agenda sobre el escritorio del humorista marcaba la entrevista para una semana después. El error de interpreta-ción mutuo generado al convenir la nota telefónicamente se subsanó, y la charla tuvo su inicio entre fotos de otros tiempos y nuevas tecnologías.

Equilibrios: ¿Cómo construye Juan Car-los Mesa sus personajes?

Mesa: Desde la cotidianidad. Hago un humor de denuncia, casi municipal, una suerte de crítica a cosas que padecemos todos los ciudadanos. Dicen que el dibu-jante se dibuja a sí mismo… el humorista se caricaturiza, entonces de pronto si hago “protección al gordo”, estoy hablando de mi condición de gordo, asumiendo que ése no es un tema para tomarlo ligeramente. Pero de alguna manera, desde el humor, se tiende a corregir los problemas, los vicios y las necesidades que tiene una persona.

E: ¿Cómo define el tipo de humor que hace?

M: Soy un enamorado del humor por el absurdo, surrealista, entonces juego un poco con ese tipo de cosas, aunque siem-pre hay un elemento de la realidad que me ayuda para hacer que el personaje sea creí-ble, a través de hechos que conocemos todos y que nos vinculan a problemas; por ejemplo, una pareja que se encuentra para devolverse cosas insólitas que compraron en su momento entre los dos. Esa situa-ción le da al sketch un halo de travesura por el absurdo.

E: Hace un tiempo dijo que en la actua-lidad, en lo que primero que se ahorra al momento de generar un producto es en el guionista de humor…

M: Eso es lamentable, pero sucede. Si yo antes podía ir a un canal y llevar un

proyecto para hacer una comedia de cos-tumbres con un elenco de 15 personas, ahora el que te atiende –que en todo caso es una productora– en lugar de contratar tanta gente, hace un programa con un en-tretenedor que alcanza un gran suceso popular. Y después hay 15 programas que viven de ese programa, y eso atenta contra el trabajo del autor, que es quien debe per-geñar una idea, elaborarla creativamente y proponerla.

E: Siempre tuvo una conexión con su familia en lo laboral. ¿Qué les transmitió a sus hijos?

M: Ellos se hicieron a mi lado. Comen-zaron escribiendo y los incorporé en el mo-mento en que los empecé a necesitar y los vi maduros y capaces de hacerlo. Ahora trabaja cada uno por su lado, Juan Martin para RSM y Gabriel está en Pol-Ka escri-biendo en un equipo para Son de Fierro… lo siento como una gran satisfacción

E: ¿Considera que la improvisación im-plica un riesgo?

M: Hay mucha gente que tiene capa-cidad para improvisar, lo malo es cuan-do uno descubre que hay personas que echan mano a recursos que no deberían ser utilizados en los medios, porque las-timan, agravian, agraden y molestan. Son golpes bajos, como reírse de la desgracia del prójimo.

E: ¿Cómo definiría el humor?M: Como una forma de ayudar a la gen-

te. Una de las grandes emociones de mi vida fue un día en el aeroparque. Yo estaba esperando el avión para ir a Córdoba y una señora llorando me agarró la mano y me dijo: “¿Sabe por qué estoy tan emocionada Mesa? Porque cuando usted hacía Mesa de noticias, mi marido, a quien perdí hace poco, padecía una enfermedad terminal, y la única persona que entraba a su habita-ción y lo acompañó hasta el último minuto fue usted, con el humor y con su progra-ma”. Entonces, en ese momento uno cree que es médico, y le está ofreciendo una medicina al otro. El humor es eso.

Juan Carlos Mesa:

Humorista, actor y guionista. Multimediático y transgeneracional. Escribió para Pepe Biondi, Tato Bores y Alberto Olmedo. Autor de Los Campanelli, Mesa de Noticias, libretos cinematográficos y recordados ciclos de radio, con más de 45 años de profesión, se enorgullece de que dos de sus tres hijos trabajen como guionistas. Hoy ocupa su tiempo en preparar sus apariciones diarias en el programa de Dady Brieva en radio Mitre, y en un libro que espera editar el año que viene.

damian barbarosch / Toma i

Escritor de lo espontáneo

Un don. Conjugado a la repentización heredada de sus padres, es la fórmula perfecta que le permitió ser quien es.

E: ¿Se siente una persona equilibrada en los diferentes aspectos de su vida?

M: Hay veces que por ahí me acuerdo de cuando trabajaba intensamente, y mi papá se asomaba mientras yo escribía y le decía: “Después papá, ahora dejame, después”. Cuando lo perdí sentí una gran culpa y me dije: “Qué idiota, ¿por qué des-pués? ¿Por qué no me di cuenta de que en la vida a veces no hay después?” Por eso, cuando estoy con mis hijos o con mis nietos… es ¡ahora!

E: Cuando comenzó, ¿se imaginó una carrera tan prolongada?

M: Me pesan los años, como a cualquier persona, pero estoy agradecido porque és-te es un tiempo que viene por añadidura. Mis hijos son una continuidad de mi tiempo de trabajo, pero no estoy nunca en la idea de decir “hasta acá”. Será hasta que Dios quiera, mientras el tiempo aguante, como decía (Luis) Sandrini.

Sebastián Delfino [email protected]

Staff Equilibrios

Producción integral: Intratopía SRL. Dirección: Ricardo Federici. Editor General: Sebastián Delfino. Redacción: Carolina Di Palma / Mariela Bosqui. Colaboran en este número: Martín Toro. Ilustración: Eric A Cucit. Publicidad: (15) 6171-7484 / 5510-5048. Mail: [email protected]