las españolas y la seguridad alimentaria

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Y LA

LAS ESPAOLAS SEGURIDAD ALIMENTARIA

Teruca Rivas

IIN D IIC E IIN D IIC E ND CE ND CE

informe

Presentacin.

...................................................................................................................................................................

6

Captulo 1: La Encuesta de CEACCU.1.1.1.2.1.3.1.4.Objetivos..............................................................................................................................................

10 11 12 20 20 20 25 29 35 35 37 47 47 49 55 55 59 63 69 69 74 77 79 3

Ficha Tcnica

........................................................................................................................................

Cuestionario Base

................................................................................................................................

Resultados A. EL ETIQUETADO A. 1. Opiniones generales sobre el etiquetado de los alimentos A. 2. Criterios de salud y seguridad aplicados a la compra de alimentos frescos y envasados A. 3. Actitud de los consumidores ante algunas menciones del etiquetado B. L A COMPETENCIA ALIMENTARIA DE LAS CONSUMIDORAS B. 1. Sus fuentes de informacin B. 2. Sus conocimientos C. POSTURA ANTE LOS ADITIVOS Y LOS TRANSGNICOS C. 1. Los aditivos C. 2. Los alimentos transgnicos D. LOS RIESGOS ALIMENTARIOS D. 1. Los riesgos percibidos por las espaolas D. 2. Los gestores de riesgos D. 3. La reaccin y prevencin domstica de los riesgos Conclusiones principales Etiquetado Competencia Alimentaria Aditivos y transgnicos Los riesgos alimentarios

.............................................................................................................................................

.............................................................................................................................

..........................................

..........................................................................................................

........................

.................................................

................................................................................................

...............................................................................................................

...........................................................

........................................................................................................................

..................................................................................................

.......................................................................................................

..........................................................................

......................................................................................................

........................................................

1.5.-

..................................................................................................................

........................................................................................................................................

............................................................................................................

...................................................................................................................

....................................................................................................................

Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeCaptulo 2: Las espaolas y el Libro Blanco persiguen la misma seguridad alimentaria?85 85 86 87 87 88 89 90 90 91 92 92 93 94 95 96 96 97 98 99 4

............................................................................................

Ha previsto el Libro Blanco mejorar y ampliar la informacin del etiquetado? El lenguaje de las etiquetas, estar ms adaptado al consumidor? Ser la Lista de Ingredientes ms legible y comprensible?

.....................................

..........................................................

........................................................................

Se controlar la veracidad de las expresiones nutritivas y saludables de algunos alimentos? Las afirmaciones enriquecido en calcio, sin gluten, sin azcar...sern ms crebles? Y se regularn otras expresiones voluntarias ajenas al campo de la salud? Contempla algo el Libro Blanco sobre los envases de los alimentos?

................

...................

.............................................

....................................................

Los ingredientes transgnicos que entren en la composicin de un alimento, sern indicados como transgnicos?

............................................................................................................

Recibiremos ms garantas de que en la autorizacin de comercializar nuevos alimentos transgnicos se habrn tenido en cuenta sus posibles riesgos en nuestra salud? Habla el Libro Blanco de algn otro tratamiento alimentario que podra sembrar inquietud entre los consumidores? Recibiremos ms informacin sobre el origen de los alimentos? Se corregirn los puntos negros de la produccin primaria?

......................................

................................................................................................................

Recibiremos ms informacin sobre la cantidd mxima de aditivos que tolera nuestra salud?

..............

................................................................

.................................................................

Todos los operadores de la cadena alimentaria sern responsables de la seguridad de sus productos ante los consumidores? Esos controles obligatorios de los empresarios, significa que no van a tener controles oficiales de la Administracin? Los organismos de control, sern ms independientes?

....................................................................................................

......................................................................................................

............................................................................

Es la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria el organismo especialmente encargado en Europa de la Seguridad Alimentaria? Las sanciones por infracciones alimentarias sern publicitadas? Establece el Libro Blanco alguna responsabilidad para los consumidores? Otros ttulos publicados de la Coleccin

...................................................................................

.................................................................

.............................................

.................................................................................................

101

Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

Presentacin

informe

PresentacinCada da es mayor la demanda por parte de la opinin pblica de informacin fiable y objetiva sobre los productos y servicios que el Mercado pone a su alcance. La alimentacin ha sido desde tiempos milenarios y sigue siendo el bien ms general y bsico de consumo, y a ello destinan en la actualidad las familias europeas una media del 20% de su renta disponible. De esas cien toneladas de alimentos que por trmino medio pasan por el tubo digestivo de cada europeo a lo largo de su vida, prcticamente todas se producen en nuestro continente, que tiene a gala el ser uno de los espacios alimentarios ms competitivos y seguros del mundo. Pero es en este mbi- 6 to donde mayores inquietudes se han desatado en los ltimos aos. Los consumidores, cada vez ms sensibilizados, preparados e informados muestran una preocupacin y un inters crecientes por conocer la naturaleza y las caractersticas de sus alimentos y bebidas, sus condiciones de obtencin, fabricacin, manipulacin y puesta en el mercado, y los efectos de todos esos factores sobre su propia salud y la de los dems seres vivos de su entono. En 1999 las noticias sobre salud que ms espacio ocuparon en los medios de comunicacin espaoles estaban relacionadas con la alimentacin, y posiblemente los estudios similares que se realicen una vez finalizado el 2000 concluirn en resultados iguales, si no mayores. Para algunos tanta informacin puede ser excesiva y generar ms de un problema de psicosis, pero es evidente que a los ciudadanos y a los medios de comunicacin los problemas derivados de la salud les preocupan mucho. La fuerte vinculacin entre salud y alimentacin est asimilndose, a raz de los escndalos alimentarios que han conocido los europeos en el ltimo lustro, a otra combinacin ms exigente y posiblemente ms adaptada a la evolucin de las sociedades desarrolladas, la seguridad y la alimentacin. Los consumidores ya no esperan slo que los alimentos, dentro de una dieta equilibrada, les procuren un correcto bienestar fsico y psquico, sino que exigen que stos sean seguros y no les causen daos a ellos ni al medio ambiente. La alimentacin, como cualquier otra actividad humana, no est exenta de riesgos ni lo ha estado nunca, pero esas contingencias se conocen hoy mucho mejor y se poseen ms medios y conocimientos para medirlas, controlarlas, prevenirlas y evitarlas en la medida de lo posible. EnLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeconsecuencia a los ciudadanos de esta Europa desarrollada nos corresponde pedir y exigir que en alimentacin, una faceta cotidiana tan bsica y universal, los riesgos sean minimizados al mximo y que por encima de cualquier otro inters legtimo sea la proteccin de la salud y la seguridad la que oriente la actividad de todos los sectores que intervienen en la alimentacin: produccin primaria, fabricantes, almacenistas, transportistas, distribuidores, manipuladores, comerciantes, autoridades pblicas y cientficos. Las ltimas crisis alimentarias (como la enfermedad de las vacas locas, la presencia de dioxinas en la carne de pollos, la utilizacin de piensos de dudosa calidad, de hormonas prohibidas o de antibiticos para el engorde fraudulento del ganado y de animales de granja, por citar algunos casos) y algunos episodios de intoxicaciones alimentarias por contaminacin con grmenes patgenos de productos alimenticios vendidos o de comidas servidas a colectividades han acabado generando en los ciudadanos demasiada desconfianza con su sistema alimentario. La polmica y la confusin se avivan tras cada nuevo accidente, aumentando el desasosiego y la desconfianza de los consumidores. Desde que en marzo de 1996 reconoci por fin el Gobierno del Reino Unido la posible relacin entre la epidemia de EEB, que afectaba al ganado bovino britnico, y la enfermedad humana de Creutzfeldt-Jakob (algo sospechado desde aos antes por varias organizaciones de consumidores y por algunas autoridades de otros Estados miembros que haban adoptado medidas unilaterales de restriccin de las importaciones de ganado bovino ingls) hasta finales de este 7 ao 2000, han salido a la luz demasiadas lagunas en la normativa comunitaria de sanidad veterinaria y de alimentos, demasiadas carencias de medios y mtodos para controlar eficazmente la salubridad de los alimentos (en especial de las carnes frescas) y la poca coordinacin existente entre las administraciones europea, nacionales y locales responsables de vigilar el estado de los alimentos, garantizar su inocuidad y gestionar adecuadamente los riesgos alimentarios. La dura crtica de la ciudadana y de los medios de comunicacin hacia las autoridades de Salud, Consumo, Agricultura y Alimentacin por dejar que un problema que inicialmente no era de salud pblica lo acabara siendo, junto con el hundimiento de algunos mercados han hecho a todos tomar conciencia de la necesidad de desarrollar una poltica alimentaria ms enfocada a la prevencin, la participacin y la transparencia. La crisis de las vacas locas ha marcado un hito en la poltica alimentaria de la Unin Europea cuya actividad reglamentaria se ha intensificado desde entonces para mejorar, racionalizar y simplificar el marco legislativo, para reforzar el control de la aplicacin de las disposiciones legales en todos los Estados de la U.E. y para mejorar la informacin alimentaria del consumidor, con un objetivo principal: reducir al mximo posible los riesgos alimentarios en toda Europa. y ofrecer realmente al consumidor el nivel ms elevado de proteccin de su salud y de su seguridad al que los ltimos Tratados de la UE le vienen dando derecho.

Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeEl mes de enero del 2000 abre una etapa importante. El da 12 la Comisin Europea adopt el Libro Blanco sobre la Seguridad Alimentaria donde se plantean varias lneas de actuacin para mejorar la poltica alimentaria en toda la Unin y para recuperar y mantener la confianza de los consumidores. Nuestra organizacin CEACCU espera y desea que esas actuaciones y cualesquiera otras que se adopten en el futuro permitan efectivamente reforzar las garantas del consumidor en sus alimentos y eviten nuevas crisis de salud y de confianza. Nos satisface que algunas necesidades y expectativas manifestadas por la mayora de los consumidores europeos y compartidas por nuestros asociados espaoles aparezcan recogidas en ese Libro Blanco como medidas prioritarias de la poltica alimentaria europea. Anhelamos que se trasladen rpida y eficazmente del papel a la realidad, contribuyendo en todo aquello que como organizacin de consumidores nos corresponde.

8

Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

C A P IIT U L O C A P IIT U L O CAP TULO CAP TULO

La Encuesta de CEACCU

informe

1.1. ObjetivosCuando CEACCU se plante en la primavera del 2000 la realizacin de una encuesta nacional sobre Seguridad Alimentaria para conocer de primera mano el estado de opinin de las espaolas acerca de este tema, se propuso comprobar de qu modo las propuestas presentadas en el Libro Blanco para reforzar las garantas del consumidor europeo respondan a las principales necesidades y expectativas manifestadas a travs de dicha encuesta. En las fechas en que se llev a cabo el trabajo de campo, septiembre de 2000, no se haba decretado an por parte del Ministerio espaol de Agricultura, Pesca y Alimentacin el cierre de 10 las fronteras de Espaa a la importacin de vacas reproductoras y sementales de Francia e Irlanda como respuesta al aumento de casos de vacas locas en dichos pases. Dicha medida, adoptada el 8 de noviembre, y las reacciones sociales tras el descubrimiento a finales del mismo mes de dos casos de vacas locas en Galicia, incrementaron de nuevo la desconfianza existente entre los consumidores acerca de la salubridad y seguridad de su alimentacin, y en particular de las carnes frescas, cuyo consumo se redujo en un 50% causando un notable hundimiento econmico en el sector vacuno nacional. Afortunadamente nuestra encuesta se anticip a esa etapa crtica de noviembre y diciembre, pues la toma de posicin de los encuestados en contextos de alta sensibilidad pueden contaminar las respuestas y alterar las opiniones que se tienen sobre el mismo tema en situaciones de aparente normalidad. Eso nos permite ofrecer una opinin ms tranquila y razonable de las espaolas sobre diversos aspectos de la seguridad alimentaria, libre de los condicionantes coyunturales que imponen el pnico y la alarma tras cada accidente alimentario. Para nuestra Confederacin, integrada por asociaciones de amas de casa, consumidores y usuarios y con una amplia y larga implantacin nacional, las cuestiones alimentarias siempre han merecido un inters preferente. La mayora de nuestras asociadas son mujeres, y por tanto son, si no nicas responsables, las corresponsables en sus hogares de la adquisicin, manipulacin y preparacin de las comidas, adems de una pieza esencial en la prescripcin y organizacin de las pautas y hbitos alimentarios de los miembros de su familia. Ya en 1992 nuestra organizacin parLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeticip en un estudio realizado por la COFACE (Confederacin de Familias de la CE) en todos los Estados europeos sobre el etiquetado alimentario. En 1996 CEACCU realiz en toda Espaa una encuesta nacional sobre la posicin de los consumidores ante diversos aspectos del etiquetado y de la oferta alimentaria cuyos resultados se incluyeron en un Estudio publicado en 1997 (El consumidor ante el Etiquetado Alimentario) editado con la cooperacin del Instituto Nacional del Consumo dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo. Desde esa fecha han sido abundantes nuestras actuaciones a favor de una mayor informacin y formacin alimentaria del consumidor, y en la defensa de sus intereses y derechos cuando han surgido episodios de crisis alimentarias en nuestro pas y en la comunidad europea. No es extrao por tanto que cuatro aos despus de aquella encuesta y en un periodo en que la poltica alimentaria est haciendo frente al desafo de reconquistar la confianza de los consumidores en su sistema alimentario, abordemos de nuevo a las espaolas para conocer qu piensan sobre diversos temas relacionados con su Seguridad Alimentaria, cul es su grado de satisfaccin con la oferta alimentaria y qu fallos observan. Nuestra organizacin trasladar esas demandas y las reivindicar en su nombre.

1.2. Ficha Tcnica11

Ambito:

Nacional. Se incluyen las provincias insulares y se excluyen Ceuta, Melilla. Mujeres entre 20 y 75 aos.

Universo: Tamao de la Muestra: Afijacin:

1.152 Proporcional

Puntos de Muestreo: Comunidades Autnomas 17 Provincias 44 Municipios 48 Procecimiento de Muestreo:

Bieptica, con seleccin de la unidad primaria, la capital de provincia, y las unidades secundarias, barrios y reas metropolitanas, de forma aleatorioa proporcional. La seleccin de las ciudades ltimas, mujeres, se realiza por rutas aleatorias en barrios y por cuotas de edad.

Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeAplicacin del Cuestionario: Temas del Trabajo de Campo: Encuestas personales directas mediante encuestadores de la red de CEACCU y de la de REDYSA. 4 al 20 de septiembre del 2000.

Para un nivel de confianza del 955% la muestra a nivel nacional presenta un margen de error de +/- 295. La relacin y el diseo del cuestionario han sido efectuados por el gabinete tcnico de CEACCU. La aplicacin del cuestionario ha sido realizada por encuestadores de la red de CEACCU y de la empresa REDYSA RESEARCH. El procesamiento y tabulacin de datos ha sido efectuado por esta ltima.

1.3. Cuestionario BaseEn la seguridad alimentaria intervienen distintos factores. Entre los ms importantes est la informacin sobre los productos alimenticios. Esta informacin se ofrece al consumidor principalmente a travs de la publicidad y de las etiquetas. 12 P. 1 En general las personas no suelen consultar siempre las etiquetas de los productos alimenticios. Por cul de las siguientes razones le parece a usted que pasa esto? (Elija dos) Las etiquetas tienen la letra muy pequea Utilizan un lenguaje que no se entiende No es una informacin completa Se tardara mucho en hacer la compra Se confa en las autorizaciones que se da a un alimento para poder venderlo Se suelen conocer las marcas que se compran

P 2. De las siguientes frases, dgame si est de acuerdo o en desacuerdo con cada una . de ellas. El etiquetado suele exagerar las caractersticas reales del producto El etiquetado afirma que el producto carece de aditivos que en realidad lleva En los productos envasados faltan datos importantes en la etiqueta El etiquetado no siempre detalla los ingredientes En ocasiones la lista de ingredientes es ilegible o incomprensibleLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informe El etiquetado confunde en ocasiones sobre la procedencia geogrfica del producto El etiquetado de los productos frescos (carnes, aves...) es completo/suficiente

P 3. Con cul de las siguientes frases est ms de acuerdo? . OPCION A: Las etiquetas sirven ms como publicidad que como informacin Las etiquetas informan bien aunque hagan algo de publicidad

OPCION B: El lenguaje de las etiquetas es demasiado cientfico / complicado de entender, pero debe ser as porque los trminos cientficos son los ms exactos El etiquetado podra, sin perder veracidad, estar ms adaptado a los conocimientos del consumidor medio P 4. En los envases de algunos alimentos aparecen en ocasiones algunas frases que aho. ra le leer. Dgame por favor cules le animan a la compra, cules le hacen desconfiar de la compra y cules le dejan indiferente. Sin colorantes ni conservantes Con vitaminas Cero caloras 0%materia grasa Rico en fibras Bajo en colesterol Sin azcar Aditivos y aromas autorizados Producto o cultivo ecolgico Producto libre de organismos modificados genticamente Agentes conservadores

13

Como Ud. Habr odo en la radio o televisin, o ledo, hay bastante polmica con los alimentos modificados genticamente (transgnicos) en torno a su seguridad para las personas, plantas y animales. P 5. Si un alimento transgnico ha sido aprobado por los organismos competentes, es . garanta suficiente para que Ud. lo compre con plena seguridad?Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informe S No... Por qu razn? P 6. Por lo que Ud. ha odo y ledo, cree que los alimentos transgnicos son para la . salud? Buenos... Malos... NS/NC Por qu razn? Por qu razn?

P 7. La informacin que se est dando sobre los alimentos transgnicos cree Ud. que . es... (Elija una opcin) Insuficiente Comprensible Poco clara Est guiada por los intereses de los fabricantes Est guiada por los intereses de los verdes y ecologistas En Espaa an no existen esos productos

14

P 8. Con cul de las siguientes frases est Ud. ms de acuerdo? . Los transgnicos son productos de mejor calidad porque las semillas se han modificado utilizando tcnicas de ingeniera gentica Los transgnicos son productos que se han modificado utilizando tcnicas de ingeniera gentica para que la produccin sea ms rentable aunque no hay una seguridad total sobre sus efectos en las personas Los transgnicos son productos que se han modificado utilizando tcnicas de ingeniera gentica para que la produccin sea ms rentable pero esto no afecta a la seguridad de las personas. NS/NC P 9. Sabe Ud. si es obligatorio poner en las etiquetas que un producto es transgnico? . S es obligatorio No es obligatorio NS

Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informe P 9 bis. Y si el producto tuviera algn componente transgnico, cree Ud. que debe. ra indicarse en la etiqueta? S No NS Vamos a hablar ahora de los aditivos, presentes en muchos de los alimentos que consumimos. Respecto a este tema: P 10 Con cul de las siguientes frases est Ud. ms de acuerdo? . Comer habitualmente productos con aditivos es bueno para la salud porque son complementos Comer habitualmente productos con aditivos es malo porque su acumulacin en el organismo puede tener consecuencias para la salud Ni lo uno ni lo otro, no afectan a la salud P 11. En cul de los siguientes alimentos cree Ud. que hay aditivos y en cules no: . Agua mineral Galletas Zumos envasados Patatas fritas Pescado congelado Pan de molde Jamn serrano Azcar Legumbres Margarinas vegetales Mermeladas Leche P 12. Dgame cul de las siguientes sustancias que suelen aparecer en la Lista de Ingre. dientes de los productos que compramos le parecen aditivos: Bicarbonato sdico Cacao desgrasado LecitinaLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

15

informe cido ctrico Glutamato monosdico Lactosa Vainilla Grasa hidrogenada Jarabe de glucosa cido pantotnico

P 13. Dgame con cul de las siguientes frases est Ud. ms de acuerdo: . Creo que el consumo de aditivos puede tener consecuencias para la salud y me gustara tener informacin sobre la cantidad mxima tolerada de aditivos en mi alimentacin No necesito esa informacin porque es muy compleja y adems depende del tipo de comidas que haga Existe informacin suficiente sobre aditivos

P 14. La informacin que tiene Ud. sobre los alimentos, sus propiedades y sus bene. 16 ficios, la obtiene principalmente de: Los programas de televisin y radio Prensa y revistas El etiquetado de estos productos Otros, cules?

P-15. Con respecto a frases que aparecen en el etiquetado y en publicidad como: Este producto combate el colesterol, o ayuda a adelgazar, o aumenta el calcio, le parecen a Ud. (Una respuesta) Son verdaderos sus efectos sobre la salud Exageran pero tienen algo de verdad Creo que no son ms que trucos para vender

P .16. De las siguientes posibilidades, cul le parece que es la que ms se acerca a la realidad A. Un lpido es Las grasas de un alimentoLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informe Los azcares de un alimento Las protenas de un alimento NS B. Las grasas que incrementan el colesterol malo son las Monoinsaturadas Poliinsaturadas Saturadas Vegetales NS

C. Los cdigos/expresiones tales como E-100, E-303, E-241, se refieren a Normas de Calidad reconocidas en Europa Aditivos cuya utilizacin est autorizada por la Unin Europea Son una mencin destinada a los productores y no afecta a los consumidores NS Como Ud. sabe todos los consumidores tenemos derecho a que los productos que con- 17 sumimos sean sanos y seguros P 17. Desde el punto de vista de su salud y seguridad, de las caractersticas que le leo . a continuacin dgame las tres que usted tiene ms en cuenta a la hora de comprar un producto alimenticio FRESCO y un producto alimenticio ENVASADO Que tenga buena apariencia Que sea de marca conocida Que el etiquetado sea completo y comprensible Que no lleve conservantes ni colorantes El precio La confianza en el establecimiento donde compra Que sea de categora comercial extra El envasado del producto Las condiciones higinicas del establecimiento

P .18. A lo largo del proceso de produccin de un alimento hasta que llega a su mesa, piensa Ud. que existen fallos de seguridad en los siguientes aspectos? SI/NO/NS En el uso de pesticidas y herbicidasLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informe En En En En En En En En el uso de antibiticos para el ganado la utilizacin de piensos el uso de hormonas para el engorde del ganado el almacenaje de los productos la higiene en los procesos de fabricacin de los productos la cadena del fro en los productos congelados la higiene en los comercios la manipulacin y preparacin de las comidas

P .19. Como Ud. recordar en los ltimos tiempos se han venido produciendo algunas crisis alimentarias (vacas locas, dioxinas en el pollo, hormonas en la carne...) y polmicas en torno a nuevos alimentos (como los transgnicos) Cuando se producen estas situaciones Ud... Se fija ms en las etiquetas que antes Las suele leer como siempre

P 20. Cree Ud. que las leyes actuales protegen suficientemente la salud y seguridad 18 . alimentaria de los ciudadanos espaoles? S No NS/NC

P. 21. Hay una serie de requisitos para garantizar la seguridad de los alimentos que consumimos. Califique cada uno de ellos del 1 al 5 (1=nada necesario, 5=muy necesario) Ms leyes Ms inspectores Mayor independencia de los organismos de control y sancin Mayor informacin sobre los productos en el etiquetado

P 22. Sabe Ud. si hay algn organismo de la Unin Europea especialmente encargado . de la seguridad de los alimentos? SLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informe No NS/NC P 23. Cree Ud. que cuando a un productor/fabricante se le impone una sancin por no . cumplir las leyes sobre seguridad alimentaria, se debera hacer pblica? S No NS/NC P 23 bis. Y cree Ud. que en el caso de hacerse pblicas las sanciones, ello dara ms . seguridad/confianza al consumidor? S No NS/NC Como Ud. sabe, el papel del consumidor en la seguridad alimentaria es tambin muy 19 importante. P 24. Y para terminar, querra decirme si los siguientes hbitos le parecen: muy impor. tantes, bastante importantes o poco importantes, a la hora de manipular y preparar los alimentos en casa? Lavar la fruta y la verdura con unas gotas de leja Vigilar el estado de las latas Leer las fechas de caducidad Seguir las instrucciones de conservacin Mantener la cadena del fro No recalentar los restos de comida Utilizar el producto nada ms descongelar Separar en el frigorfico los alimentos crudos de los cocinados Cambiar con frecuencia los paos de cocina Lavarse las manos antes de preparar los alimentos

Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informe1.4. ResultadosPara facilitar un estudio ms sistemtico de los resultados de esta encuesta se han agrupado las respuestas en torno a cuatro grandes temas: El etiquetado alimentario, la competencia alimentaria de los consumidores, postura ante los aditivos y los transgnicos y los riesgos alimentarios.

A. EL ETIQUETADOEl etiquetado desempea un papel fundamental tanto en lo que concierne a la proteccin de la salud como a la proteccin de los intereses econmicos del consumidor. El Eurobarmetro49 realizado sobre este tema en 1998 coincida con los resultados que revelaba nuestra encuesta espaola de 1996: Seis europeos/espaoles de cada diez leen regularmente las etiquetas, y no llegan a tres de cada diez los que nunca las consultan. Tambin en ambos casos la mayora reclamaban que las disposiciones en vigor sobre el etiquetado se reforzaran y completaran para responder a las necesidades de ciertos consumidores con intolerancias alimentarias. A. 1. OPINIONES20

GENERALES SOBRE EL ETIQUETADO DE LOS ALIMENTOS

Mejorar el etiquetado para incrementar la seguridad y el autocontrol por el propio consumidor (Pregunta 21) Punte de 1 a 5 los requisitos que considera ms necesarios para garantizar la seguridad de los alimentos: 4,24 4,15 3,84 3,74 mayor informacin sobre los productos en el etiquetado ms inspectores mayor independencia de los organismos de control y sancin ms leyes

La importancia que las espaolas conceden hoy al etiquetado parece que va ms all de lo que nuestra encuesta del 96 sealaba. Entonces nos decan que consultaba la etiqueta fundamentalmente para obtener la mxima informacin posible sobre aspectos esenciales del alimento (fecha de caducidad y composicin) y para que su consumo no resultara perjudicial (instrucciones de conservacin). Cuatro aos despus la etiqueta ha dejado de ser para la mayora una herramienta informativa para convertirse en un elemento esencialmente garantizador de la seguridad alimentaria delLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeconsumidor: el 92% de las espaolas sealan como principal requisito de seguridad alimentaria una mayor informacin sobre los productos en el etiquetado, A poca distancia, expresa como segundo gran requisito la necesidad de reforzar la inspeccin (sealado por el 89%) y en tercer lugar y ya algo ms distante, la de contar con organismos independientes para la vigilancia alimentaria (84%). Sin embargo la necesidad de ms normativa aparece como el ltimo requisito de todos estos. La indican un 81% de las encuestadas. El anlisis de estas respuestas por grupos indica que son las mujeres que trabajan y las jubiladas las que ms destacan la bastante necesidad del etiquetado, (las primeras lo valoran en 4,30 y las segundas en 4,46), seguidas por las amas de casa (4,18) y las mujeres en paro (4,03). El nico grupo que valora por igual los tres primeros requisitos es el de las estudiantes (3,95-3,97-3,95) quienes tambin conceden una importancia menor que el resto al desarrollo de ms leyes (3,37). En cualquier caso ningn grupo estima como nada, poco o simplemente necesario ninguna de esas posibilidades.

El lenguaje de las etiquetas: (Pregunta 3) El lenguaje debera estar ms adaptado al consumidor medio, sin perder veracidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84,4 % El lenguaje de las etiquetas es demasiado cientfico/complicado de entender pero debe ser as porque los trminos cientficos son los ms exactos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15,3% Ocho de cada diez espaolas consideran que los trminos del etiquetado no son claros ni comprensibles para el consumidor medio, y que sin perder veracidad, deberan simplificarse. La preferencia por trminos ms bsicos e inteligibles llega a ser manifestada por 9 de cada diez mujeres, cuando stas pertenecen a los grupos de edad entre 25 - 39 aos, tienen trabajo fuera del hogar y cuentan con estudios medios de grado superior. Frente a ellas, slo un 15,3% reconoce que el lenguaje de las etiquetas es demasiado cientfico/complicado de entender pero debe ser as porque los trminos cientficos son los ms exactos. Curiosamente, parece que una terminologa ms cientfica, si es exacta, es mejor acogida por las mujeres sin estudios (23,8%) y por las estudiantes (21,1%) que por el resto.21

Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeLas expresiones del etiquetado (Pregunta 2) La lista de ingredientes es ilegible/incomprensible . . . . . . . . . . . . . . . . 73,0 % Exagera las caractersticas del producto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69,2 % No detalla siempre todos los ingredientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66,4 % En los envasados faltan datos importantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65,8 % Engaa sobre los aditivos que lleva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60,5 % Confunde sobre la procedencia del alimento . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 % Existe una gran unanimidad al reconocer la dificultad de leer y comprender los detalles que aparecen en la lista de ingredientes. Ms de siete mujeres de cada diez los ve mal y no los comprende. No es extrao que de ese 76%, un 33% sean mujeres mayores de 55 aos que pueden tener una capacidad de visin ms reducida. Entre el resto de quienes declaran esto el 26,2% tienen de 40 a 54 aos, el 26,6%, de 25 a 39 y el 9,9% son menores de 24 aos. Casi la mitad, el 42% son amas de casa y el 38% mujeres que trabajan. Cabe suponer que es mayor problema la invisibilidad de esos datos obligatorios de la etiqueta que la incomprensin. De otras opiniones sobre el etiquetado se desprende una atencin 22 creciente a la composicin de los alimentos y serias dudas sobre la veracidad de las referencias que ofrece la Lista de Ingredientes. Existe tambin un importante consenso (casi siete mujeres de cada diez) en que el etiquetado suele exagerar las caractersticas reales del producto (69`2%) Posiblemente aqu se est interpretando el trmino etiquetado desde una ptica ms global (etiqueta con publicidad y con presentaciones verbales y grficas de los anuncios) que la escuetamente informativa ofrecida en los textos de la etiqueta. Las diferencias de opinin por grupos en este asunto no se aprecian en funcin de la edad, sino de los estudios, de tal modo que mientras el 62-65% de las que dicen eso tienen estudios de grado medio y universitarios, son un 73% de las mujeres sin estudios o con stos concluidos antes de los 19 aos las que afirman lo mismo. El tercer gran acuerdo mayoritario respecto a las menciones del etiquetado lo obtienen casi a la par las frases el etiquetado no siempre detalla la lista de ingredientes (66,4%), y faltan datos importantes en el etiquetado (65,8%) reconocido por igual por todos los grupos de entrevistadas. Entre las que mencionan el poco detalle de la lista de ingredientes sobresalen las estudiantes, un 71% de ellas opina eso, entre las amas de casa son un 63% las que lo comparten. Tambin han coincidido ms de la mitad de las encuestadas en que los productos que afirman carecer de aditivos, llevan alguno (60,5%), una impresin ms extendida entre las jubilaLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informedas y las estudiantes que entre las dems, y tambin ms apoyada por las mujeres sin estudios por las licenciadas El etiquetado suele confundir sobre la procedencia geogrfica del producto es sealado por el 59% de las mujeres. El nico grupo que no participa mayoritariamente de esta opinin es el de estudiantes. Las mujeres con ms de 40 aos, las jubiladas y las mujeres en paro son las que ms acusan esta posible confusin.

El etiquetado de los productos frescos Slo un 37,5% de las mujeres consultadas considera que el etiquetado de los productos frescos (carnes, aves,...) es completo o suficiente. Es decir no llegan a cuatro de cada diez las que estn satisfechas con la informacin que reciben sobre los alimentos frescos. El 61% de las espaolas no est de acuerdo con ello, siendo las mujeres con estudios de grado medio y universitarios las ms disconformes con el insuficiente etiquetado de los alimentos que se venden frescos, mientras que las jubiladas (un 48% de ellas) son las ms conformes con la informacin que recibe el consumidor de los productos frescos. Las recientes actualizaciones de algunas normativas de etiquetado y presentacin de ciertos alimentos frescos pueden suponer notables mejoras en este sentido. Etiquetas, soporte publicitario? (Pregunta 3) Las etiquetas sirven ms como publicidad que como informacin . . . . . . . 57,2 % Las etiquetas informan bien aunque hagan algo de publicidad . . . . . . . . 42,6% La opinin de las espaolas acerca del grado de finalidad publicitaria del etiquetado est dividida. Sin embargo la mayora (casi 6 de cada diez mujeres) se inclina a considerar que en el etiquetado actual predomina la dimensin publicitaria por encima de la informativa. Las mujeres desde los 20 a los 39 aos, las estudiantes y las que poseen estudios universitarios son las ms propensas a esta postura, mientras que las mayores de 40 aos, las jubiladas y las mujeres con estudios bsicos defienden ms el que informan bien aunque lleven cierta carga publicitaria. Por qu no se consultan siempre las etiquetas (Pregunta 1) Tardara en comprar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45,9% Compro marcas conocidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44,7%Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

23

informe Tienen letra muy pequea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43,3% Confo en las autorizaciones previas del alimento . . . . . . . . . . . . . . . . 5,3% Lenguaje no entendible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20,2% No informan completamente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13,8% Ns/nc . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,1%

Para casi la mitad de las mujeres espaolas (algo ms cuatro de cada diez) los tres motivos mayoritariamente citados por los que en ocasiones no consultan el etiquetado se relacionan con cuestiones prcticas: tardara en comprar, compro marcas conocidas y tienen letra muy pequea. Suponemos por tanto que las causas mayoritarias de esa no lectura obedecen ms a una economa de tiempo y de esfuerzos, y a una fidelidad a las marcas, que a un desinters por la informacin que el etiquetado ofrece. Con todo la informacin del etiquetado resulta insuficiente para el 13,8% de las mujeres, quienes declaran no consultar siempre la etiqueta por esa causa. Mientras que el retraso impuesto por la lectura de las etiquetas en el lugar de venta resulta muy importante para las menores de 24 aos y considerable para el grupo de 25 a 39 aos, no lo es para las personas mayores de 55 aos, grupo en el que casi seis de cada diez manifiestan que es la letra muy pequea el principal obstculo para la lectura de las etiquetas. En cambio slo 24 3 de cada diez mujeres menores de 24 aos dicen que esa letra pequea ocasiona la mayor dificultad para consultar las etiquetas. Por otro lado, la habitual adquisicin de marcas conocidas es lo que elimina para casi cinco de cada diez mujeres que trabajan la necesidad de consultar cada vez la etiqueta. La fidelidad y la confianza en las marcas se aprecia menos entre las mujeres en paro; slo 3 de cada diez dicen que no consultan la etiqueta por ser de marca conocida. No parece que sea la posible incomprensin de los trminos del etiquetado, el motivo principal para prestar poca atencin a las etiquetas ya que slo dos de cada diez entrevistadas lo achaca a ello. Analizando las respuestas de los grupos se observa que la falta de entendimiento de las expresiones del etiquetado se vuelve un obstculo mayor a medida que aumenta la edad: dicen que no entienden el lenguaje un 16,4% de las menores de 24, entre las mayores de 40 lo afirman el 20%, y ente las mayores de 55 aos, el 25,5% . La tendencia inversa se aprecia en relacin al nivel de estudios: a menos nivel formativo, ms obstculo supone la comprensin del etiquetado y por tanto su lectura se evita con ms frecuencia. As lo manifiestan un 30,6% de las mujeres sin estudios mientras que slo el 18% de las mujeres con estudios medios y superiores alegan este obstculo. Sin embargo tampoco se argumenta como motivo para no leer las etiquetas la confianza en los controles alimenticios previos que se hayan realizado sobre el alimento antes de su puesta en el mercado, bien por los propios operadores econmicos o por las autoridades, pues deLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informecada diez entrevistadas slo 2,5 indican que ese es el motivo para no leerlas. Esta confianza se reduce a medida que aumenta la edad de las mujeres, de modo tal que son un 35% de las menores de 24 aos, un 27% de las de 25 a 39, un 25% de las mayores de 40 aos, y el 18,5% de las mayores de 55 aos las que indican que las autorizaciones por las que ha pasado un producto alimenticio antes de llegar a la mesa hacen innecesaria una consulta minuciosa de la etiqueta.

A.2. CRITERIOS

DE SALUD Y SEGURIDAD APLICADOS A LA COMPRA DE ALIMENTOS

FRESCOS Y ENVASADOS

La proteccin de la salud y la seguridad alimentaria guarda para las espaolas una estrecha relacin con el etiquetado que llevan los alimentos, como acabamos de observar, pero tambin la vinculan con otros factores de la venta y de la presentacin de los alimentos frescos y envasados. El orden de importancia que se concede a estos factores como indicadores de la mayor o menor seguridad que pueden aportar los alimentos permite conocer los atributos de calidad y salubridad alimentarias ms interesantes para las consumidoras espaolas.

(Pregunta 17) Factores de seguridad, en orden decreciente, que condicionan la compra de productos frescos: Buena apariencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71,64% Higiene del establecimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64,4% Confianza en el establecimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49,5% El precio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35,0% No lleve conservantes/colorantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22,2% Marca conocida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18,3% Etiquetado completo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16,3% Categora comercial extra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10,3% Envasado del producto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10,1% NS/NC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,3%

25

La composicin del alimento (adicin de conservantes y colorantes) y la informacin del etiquetado no son los criterios aplicados principalmente. La mitad de la poblacin femenina fundamenta su eleccin en otras variables ms subjetivas como el aspecto algo que puede estar mejoLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informerado precisamente con algunos aditivos o sustancias qumicas la higiene y la confianza. La cuarta variable en importancia es el precio, una indicacin ya ms concreta que permite una comparacin ms racional entre alimentos de la misma naturaleza, composicin y categora. Los dems aspectos (ausencia de algunos aditivos, marca comercial, etiquetado, categora comercial y forma de envasado) slo son apreciados por dos o por una de cada diez mujeres. Posiblemente cuando el etiquetado de los alimentos frescos se generalice a todos ellos entrar en consideracin para ms poblacin, con independencia del lugar donde se acostumbre a realizar la compra de alimentos, ya que efectivamente cuando ste es insuficiente es la informacin verbal proporcionada por quien los despacha y la credibilidad que esa persona o empresa nos merece, la que ayuda al consumidor a tomar una decisin. (Sera interesante repetir esta pregunta tres meses despus, cuando han aparecido algunos casos de vacas locas en Espaa, para valorar si el etiquetado completo de los alimentos frescos sigue siendo un elemento que se valora por detrs de la confianza en el establecimiento vendedor). De las respuestas dadas segn los grupos, destacamos lo siguiente: La apariencia del producto es el primer criterio de seguridad y salud valorado al hacer la compra de alimentos frescos, pero mientras un 79% de las mujeres en paro alegan eso, slo lo ven as el 68,2% de las mujeres con estudios medios, y el 68,4% de las estudiantes. Las mujeres con estudios universitarios valoran la higiene del establecimiento casi tanto 26 como la apariencia del alimento (un 69,4% lo primero, la apariencia un 71%). La confianza en el establecimiento, tercer criterio de importancia para la media de mujeres consultadas, ofrece respuestas ms dispares. Es un criterio cuyo valor aumenta con la edad, apenas el 38% de las jvenes menores de 24 aos lo aprecia, mientras que s lo hacen el 55% de las mayores de 55 aos. Las estudiantes y las mujeres en paro son las que menos importancia relativa dan a este aspecto y en cambio las jubiladas (un 57,5%) las que ms. El precio del alimento ayuda al 35% de las espaolas a sopesar las condiciones de seguridad y salubridad que puede aportarles un alimento. Llama la atencin que para las mujeres jvenes (entre 20-24 aos), las estudiantes y las mujeres en paro el tercer criterio no es la confianza en el establecimiento, como sucede en todos los dems grupos, sino el precio. Sin embargo, el precio es menos valorado por las que terminaron los estudios con 14 aos y por las mujeres entre 40 y 54 aos. Para stas ltimas el precio es casi tan importante como la ausencia de aditivos en los alimentos frescos. La posible presencia de colorantes y conservantes en los alimentos frescos ocupa el quinto puesto entre los atributos de seguridad y salud de los alimentos frescos. Las mujeres en paro y las estudiantes se guan ms por la confianza en la marca o la identidad del responsable de la puesta en el mercado de este tipo de alimentos que por la presencia de algn tipo de estos aditivos en los productos frescos.Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeSi la marca conocida aparece situada en el sexto lugar de esta bsqueda de seguridad de los alimentos frescos para la generalidad de las espaolas, el etiquetado aparece en el sptimo. En trminos relativos slo un 10,5 de estudiantes le conceden atencin; la mxima se le ofrecen la mujeres en paro, pero no llegan al 20%. La categora comercial extra parece que no aporta pruebas de seguridad a la hora de adquirir alimentos frescos. Las espaolas la citan como el octavo criterio de importancia, pero no llegan a una de diez las jubiladas, estudiantes, y mujeres en paro que lo destacan. El envasado del producto es de todos los elementos citados el que a juicio de las espaolas menos valores de seguridad aporta a los alimentos frescos, posiblemente porque una gran mayora de espaolas acostumbran a adquirir estos alimentos al peso en el comercio minorista, y no en forma preenvasada, un sistema de presentacin ms propio de las grandes superficies. Las espaolas parece que tampoco consideran la mayor o menor higiene que pueden ofrecer los distintos materiales de envasado o de presentacin que entran en contacto con los alimentos: redes y bolsas de plstico, canastos de mimbre, cajas de madera, bandejas de corcho blanco, papel de envolver, etc. Los grupos de mujeres entre 20 y 24 aos y entre 25 y 39 aos conceden ms importancia al envasado como elemento de seguridad que las mayores de 40 aos, posiblemente porque stas frecuentan ms los establecimientos donde se encuentran alimentos frescos envasados previamente por el vendedor. Se observa tambin que a medida que se tienen ms estudios tambin se valora ms la influencia de este aspecto en el resultado final de la seguridad 27 alimentaria de los productos frescos.

(Pregunta 17) Factores de seguridad, en orden decreciente, que condicionan la compra de productos envasados: Marca conocida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57,5% Envasado del producto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44,6% Etiquetado completo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42,8% El precio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36,5% No conservantes/colorantes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34,8% Higiene del establecimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22,3% Buena apariencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22,2% Confianza en establecimiento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20,9% Categora comercial extra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12,6% NS/NC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

1,0%

informeCuando los alimentos se venden envasados los criterios de salud y seguridad alimentaria observados en el momento de la compra de alimentos frescos se invierten. El aspecto del alimento, la higiene del establecimiento y la confianza en ste pasan a ser slo importantes para 2 de cada 10 personas. El primer factor pasa a ser la marca conocida pero no para el amplio conjunto de mujeres que situaba en primer lugar el criterio del aspecto al hablar de alimentos frescos. Slo un 57,5% de la poblacin femenina est de acuerdo en que la marca conocida es la primera garanta de seguridad del alimento envasado. A medida que se poseen ms estudios la confianza en el rtulo comercial que acompaa al producto decrece, de tal modo que si para el 62,5% de las mujeres sin estudios la marca de algunos fabricantes es un signo de seguridad, entre las de estudios superiores medios lo es para el 58% y entre las de estudios universitarios slo para el 48%. El tipo y caractersticas de envasado es la segunda consideracin de garanta, para el 44,6% de las espaolas. Entre ellas, las amas de casa son las que menor importancia relativa le dan, seguidas por las mujeres que trabajan. Las que ms: estudiantes (un 55,3% destacan su importancia) y las jubiladas. Comparando estas respuestas con las dadas sobre el envasado en alimentos frescos observamos que el grupo de ocupacin que ms aprecia este criterio es sin duda el de las estudiantes. A las jubiladas les importan mucho ms en los envasados que en los frescos. En unos y otros son las amas de casa el grupo que menos relaciona este aspecto con el de la salud y la seguridad de los alimentos. 28 La tercera posicin corresponde al etiquetado completo. La percepcin en la seguridad aportada por este elemento est estrechamente vinculada con el nivel de estudios: a ms formacin, ms importancia tiene el etiquetado como factor de seguridad alimentaria de los alimentos envasados, siendo para las mujeres con estudios universitarios ms primordial que la fama de la marca. Con relacin a la ocupacin, son las estudiantes y las amas de casa las que menos atencin le otorgan. En resumen, si hablamos de alimentos envasados los tres factores que mejor ayudan a las espaolas a determinar el nivel de seguridad y salud exigible a los productos de alimentacin son por este orden la marca del producto, su envasado y su etiquetado completo. As lo sealan al menos cuatro de cada diez espaolas. Y el que menos la categora comercial extra, slo una de cada diez espaolas lo vincula con una posible mayor seguridad del alimento. Prcticamente el mismo resultado que en los alimentos frescos. Parece que las referencias a la categora comercial son las menos valoradas en materia de seguridad alimentaria cuando en muchas reglamentaciones tcnicas alimentarias los defectos en el aspecto, el tipo de tratamiento o las sustancias que intervienen en la composicin final del alimento varan sustancialmente en funcin de la categora. Es posible pensar que las espaolas comprenden lo que quiere decir la expresin categora comercial extra? El resultado sera el mismo si sustituyramos ese trmino por el de carnes, filetes o piezas de tercera, segunda, primera o de calidad extra?Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeEl precio es el criterio ms estable de relacin entre alimentacin y salud. Tanto en los alimentos frescos como envasados ocupa el cuarto puesto de los factores que ayudan a medir la mayor o menos seguridad de los alimentos; lo mismo sucede con la observacin de la ausencia de conservantes y colorantes, se mantiene en 5 lugar en los dos tipos de alimentos. En trminos generales la ausencia de los aditivos es considerada un criterio de mayor seguridad en los alimentos envasados (lo opina un 34,8% de las mujeres) que en los frescos (slo lo era para el 22,2%). Para las jubiladas la presencia de estos aditivos no guarda una relacin importante con la seguridad alimentaria ni en alimentos frescos ni en envasados (slo un 19,5% lo seala en ambos casos como elemento considerable de la seguridad). Para las estudiantes su presencia en alimentos frescos no tiene una relacin importante con la seguridad (slo lo estima el 15%) pero s en los envasados, donde es el grupo que ms lo considera seguido por el de mujeres de 40 a 54 aos. Para las amas de casa tambin es notablemente ms valorado como criterio de seguridad en los envasados que en los frescos. La higiene del local y la confianza en el establecimiento no parecen influir en la seguridad apreciable de los productos envasados en la misma medida que en la de los frescos. La higiene pasa del segundo criterio en importancia en los frescos, a ocupar el puesto sexto cuando se trata de productos envasados. La confianza, del tercero al octavo. Esos aspectos han cedido lugar a la marca del producto; parece que estando el alimento correctamente envasado por una firma de confianza, los defectos de higiene o de atencin al cliente que pueda tener el comercio de ven- 29 ta, no afectaran a la previsible garanta que la marca ofrece. Sin embargo pueden existir irregularidades en el establecimiento de venta que perjudiquen el nivel de inocuidad pretendido por el fabricante (inadecuadas condiciones de almacenamiento y rotacin de los alimentos, de exposicin para la venta, de control de la temperatura de conservacin, daos en el envase, contaminacin cruzada con alimentos frescos, etc.) Para las estudiantes y las mujeres en paro el criterio de la higiene en los comercios de alimentos envasados es ms importante que para las dems. La confianza en el establecimiento vendedor de los alimentos envasados es un valor de seguridad para el 20% de las espaolas. Se le concede ms relevancia a medida que crece la edad de las entrevistadas, pero decrece en cambio con el aumento del nivel de estudios. Si es un aspecto considerablemente importante para el 27% de las jubiladas, por delante del nivel de higiene, slo resulta apreciado por el 7,9% de las estudiantes y por el 16,9 de las mujeres con estudios universitarios.

A.3. ACTITUD

DE LOS CONSUMIDORES ANTE ALGUNAS MENCIONES DEL ETIQUETADO

Como acabamos de ver el etiquetado completo de los alimentos representa el tercer atributo de salud y seguridad alimentaria para las espaolas, detrs de la marca (cuando es conocida) y del procedimiento de envasado. Pero el etiquetado no tiene slo una dimensin funcional al facilitar la informacin de losLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informedatos ms esenciales de un alimento. Sirve tambin como elemento comparativo de las diferencias existentes entre productos similares. Esta segunda dimensin es subrayada en muchos casos por los fabricantes y anunciantes en elementos destacados de la etiqueta y en la publicidad, para que el consumidor no pase de largo, repare mejor en las supuestas diferencias y considere que ese producto le interesa ms que los otros. Hemos querido conocer cules son las presentaciones y las menciones del etiquetado (y por tanto, cuales son los productos) que hoy da atraen ms el inters de las espaolas. En la Encuesta de CEACCU de 1996 ya nos interesbamos por el efecto de atraccin/ rechazo de ciertas frases presentes en el etiquetado. Las similitudes en la metodologa de ambas encuestas, en el universo al que representan, el tamao de la muestra y su distribucin geogrfica) nos permiten realizar algunas comparaciones entre los resultados dados a las mismas preguntas en aquel momento y en ste. Las diferencias ms destacables corresponden precisamente a este campo de las simpatas o antipatas sentidas hacia algunas expresiones usadas en el etiquetado, donde se observan variaciones interesantes en la mentalidad de las espaolas de 1996 y del 2000. Hay que precisar que en el cuestionario actual se ha recogido la expresin libre de ingredientes transgnicos o sin OGM que no exista en 1996, y que la mencin alimento o bebida light (ms habitual en 1996) la equiparamos, aunque no sea idnticamente exacta, a la de 30 sin caloras.

Atraccin y rechazo de algunos trminos del etiquetado (Pregunta 4:) Frases del etiquetado que animan a comprar a mas de la mitad de la poblacin 2000 rico en fibras bajo en colesterol con vitaminas 0% de materia grasa 71,7% 64 % 63,6% 52,6% sin colorantes ni conservantes 69,9% 1996 82,5% 78,4% 73 % 77,1% 74,4%* (*bajo en materia grasa)

La comparacin entre los porcentajes de las dos columnas revela que las espaolas se sienLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeten menos seducidas por esos trminos ahora que hace cuatro aos. El nivel de impacto y de atraccin que esas frases producen en las compradoras sigue siendo importante si tenemos en cuenta que todas ellas arrastran a ms de la mitad de la poblacin a comprar los productos que indican esas cualidades, pero en todos los casos por lo menos una mujer de cada diez ha escapado de su influjo. Detenindonos en cada una de las frases, observamos otros aspectos interesantes: Rico en fibras anima especialmente a mujeres con estudios superiores medios y universitarios, y menos a las jubiladas. Sin colorantes ni conservantes anima ms a mujeres entre los 40-54 aos, a las que estn en paro y a las de estudios superiores medios, y bastante menos a las jvenes entre 20-24 aos. Bajo en colesterol tiene una aceptacin equivalente entre los distintos grupos de edad, ocupacin y formacin. Con vitaminas seduce especialmente a las mujeres jvenes entre 20-24 aos y a las estudiantes, y a las que menos a las mujeres jubiladas. 0% de materia grasa llama sobre todo la atencin de las estudiantes y de las mujeres jvenes (menores de 35 aos) y apenas atrae a cuatro de cada diez jubiladas.31

Frases que animan, pero a menos poblacin: 2000 Sin azcar Cero caloras Libre de organismos modificados genticamente (OGM) Producto o cultivo ecolgico 46,8% 46,% 42,6% 42,4% 1996 47,4% 36,9% 0,1% (*light)

Estas menciones no incitan al consumo a tanta poblacin como las anteriores, pero siguen resultando atractivas para casi la mitad de las espaolas. Entre estas expresiones se observa un espectacular aumento en el gancho de los productos procedentes de la agricultura o ganadera ecolgica (aquellas frutas, hortalizas, huevos, verduras, vinos, cereales, legumbres o sus derivados) en cuya obtencin no se han empleado pesticidas ni abonos qumicos de sntesis, o los crnicos, procedentes de explotaciones o granjas donde se alimenta a los animales a base de forrajes de produccin ecolgica y alimentos procedentes deLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informefincas ecolgicas, sin uso de promotores o estimuladores del engorde (hormonas, clenbuterol, antibiticos...). La polmica sobre los efectos para la salud humana, animal y ambiental mantenida entre los defensores y detractores de la ingeniera gentica aplicada a la produccin de alimentos y a la extensin de cultivos con semillas transgnicas durante estos cuatro seguramente ha favorecido la popularizacin del trmino alimentos transgnico. En 1996 un 57,6% de la poblacin femenina no los conoca o no haba odo hablar de ellos. El resultado de nuestra encuesta seala que un alimento en cuya etiqueta figure la frase libre de organismos modificados genticamente anima a la compra a cuatro de cada diez espaolas. Al menos tericamente porque an es difcil para muchas localizarlos en el mercado e identificar correctamente los que contienen o no OGM entre sus ingredientes. Respecto a los alimentos ecolgicos y a los libres de OGM existe una coincidencia en el atractivo que despiertan ambos entre las mujeres que tienen estudios superiores (universitarios y de grado medio) y entre las mujeres que trabajan fuera del hogar. A las que menos llaman la atencin esos etiquetados es a las amas de casa, a las mujeres jubiladas y a las que estn en paro. Entre las estudiantes no existe el mismo criterio sobre estas menciones: Los productos o cultivos ecolgicos gozan ms de su predileccin (por encima de la media) mientras que los que carecen de OGM slo atraen a tres de cada diez, como les ocurre a las mujeres sin estudios. La expresin sin azcar anima poderosamente a las mujeres sin estudios (a ms de la mitad de ellas, el 59%) y menos a las estudiantes (39%), a pesar de que stas ltimas si manifiestan ms inters que las dems en los alimentos con cero caloras (el 60%) seguidas por las mujeres jvenes (56%). No as las jubiladas, slo el 31% declara que esa frase le anima a comprar.32

Frases que disuaden de comprar: 2000 Con agentes conservadores Aditivos y aromas autorizados 42,1% 35,8% 1996 43,9% 62,2%

Tanto en 1996 como ahora esas dos expresiones eran las ms rechazadas por las espaolas a la hora de comprar alimentos en cuyo etiquetado figurara alguna de ellas. Con agentes conservadores es la frase que ms hace desconfiar, principalmente a las mujeres con estudios universitarios (a un 48% de ellas) mientras que entre las estudiantes y las jubiladas son bastante menos las que recelan (el 26,3% de las estudiantes y el 29,9% de las jubiladas). Aditivos y aromas autorizados Aunque esta expresin ya no aparece textualmente en lasLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeetiquetas pues se debe citar cada categora de aditivos y a continuacin el nmero de stos o su nombre, la citacin de esta frase ha ido perdiendo carga negativa entre las mujeres espaolas, si comparamos los resultados de 1996 con los del 2000. La desconfianza suscitada por el trmino aditivos se ha reducido considerablemente, si antes eran seis de cada diez las que recelaban de stos ahora son slo tres y media de cada diez. Las que trabajan, las mujeres en paro, las de estudios superiores y universitarios son las ms prevenidas ante estas expresiones, mientras que las que carecen de estudios, las jubiladas y las amas de casa se muestran ms tranquilas frente a la mencin de los aditivos.

Frases que dejan indiferentes 2000 Con agentes conservadores Sin azcar Aditivos y aromas autorizados Producto o cultivo ecolgico Cero caloras 35,2% 35 % 34,9 % 29,5 % 28,7 % 1996 28,4% 42,6% 27,0% 13,9% (light)33

Estas cinco sentencias del etiquetado son las que en el 2000 despiertan mayor indiferencia entre las espaolas a la hora de la compra de unos alimentos respecto a otros. Prcticamente todas, salvo la expresin sin azcar han ganado cotas de mayor frialdad en la mente de las espaolas. Puede ser debido a un mayor desinters por esas cualidades, a una mayor incredulidad sobre su veracidad o a un descenso en la percepcin del riesgo que comportan los alimentos carentes de esas condiciones. Si analizamos qu grupos de mujeres son los que superan la indiferencia media del 34% hacia la expresin aditivos y aromas autorizados, encontramos que mientras el 47,4% de las estudiantes y el 42% de las menores de 24 aos alegan indiferencia, slo lo declaran el 31,2% de las mujeres en paro y el 32,6% de las amas de casa. Coinciden los mismos grupos, el de estudiantes (en un 57,9%) y el de mujeres jvenes (en un 43,7%) en sentir una indiferencia mayor que la media respecto a la expresin con agentes conservadores. Tambin para las estudiantes y las mujeres jvenes, junto con las mujeres con estudios superiores (grado medio y universitarios), el desinters hacia los productos sin azcar supera al de la media. Sin embargo esta es la nica mencin que ha invertido su tendencia. Si hace cuatro aosLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informea ms mujeres les daba igual la existencia de alimentos sin azcar, ahora ya no da tanto lo mismo: hay un 7% menos de indiferentes. Dnde se sitan ahora las indiferentes del 96? , la mencin sin azcar les atrae ms ahora que entonces? No, la atraccin por ese trmino ha descendido un punto porcentual en estos cuatro aos. Ese 7% de indiferentes ha adoptado una postura de desconfianza. Si en 1996 slo un 9,5 % declaraba su suspicacia hacia esta frase, son ahora un 17,7%. El sello de producto o cultivo ecolgico deja indiferentes a casi tres de cada diez espaolas, y en mayor medida a los grupos de jubiladas, estudiantes y mujeres sin estudios. Las jubiladas, junto a las mujeres mayores de 55 aos, son las que demuestran mayor desinters que la media por los alimentos con cero caloras. Esos mismos dos grupos son los menos deslumbrados por los alimentos que se anuncian libres de organismos transgnicos, advertencia hacia la que las universitarias resultan las menos indiferentes. Los reclamos saludables de algunos etiquetados (Pregunta 15) Respecto a frases citadas en el etiquetado y en publicidad (combate el colesterol, ayuda a adelgazar, o aumenta el calcio), le parecen a usted: Sus efectos sobre la salud son verdaderos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,8% Exageran pero tienen algo de verdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45,5% Son slo trucos para vender . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50,7% En la encuesta de 1996 uno de los resultados ms unnimes y mayoritarios reflej que un 86,7% de las espaolas senta una gran atraccin hacia los alimentos anunciados como portadores de beneficios para la salud. Slo a un 2,1% le disgustaban, y al 10,9% le dejaban indiferente. En ese ao las alegaciones saludables convencan especialmente al 100% de las estudiantes, y a un 97% de las mujeres sin estudios. El resto de los grupos opinaba en torno a la media. En el 2000 su atractivo se ha reducido. Si sumamos los porcentajes de las que consideran que sus efectos son ciertos y el de las que afirman que aunque exageran tienen algo de verdad obtenemos un 49,3%. Es decir, la mitad de la poblacin femenina confa en ellos. Lejos est la cifra del 86,7% que en 1996 confesaba sentirse atrada por ellos. Entre el 3,8% que asegura que sus efectos sobre la salud son ciertos vuelven a destacar por encima de la opinin media la de las mujeres sin estudios (el 8,1% de ellas) seguidas por las mujeres en paro (7,8%). Si analizamos cules son los grupos ms crdulos de las propiedades beneficiosas de estosLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

34

informealimentos (aunque algo exageren en su publicidad) volvemos a encontrar en cabeza al de estudiantes (esta vez el 63%), seguido por el 62% de las mujeres en paro y el 53,5% de las mujeres con estudios bsicos. Como tendencia general se muestran ms interesadas en estos alimentos las mujeres jvenes que las mayores. Aunque entre quienes ms creen en la veracidad de las alegaciones saludables hay una mayor representacin de mujeres sin estudios que de otras categoras, la mayora de las mujeres sin estudios coincide con la opinin mayoritaria de que son trucos para vender. La opinin en torno a la veracidad de esta nueva oferta alimentaria est exactamente dividida a la mitad. El 49,3 confa total o parcialmente en sus efectos mientras que el 50,7 de las mujeres manifiestan su suspicacia al sostener que son slo trucos para vender. Ente ellas las ms crticas son las jubiladas y las amas de casa. Nadie responde que no sabe o no contesta a esta pregunta. Con relacin al nivel de estudios se observa lo siguiente: Las de estudios universitarios y estudios medios estn prcticamente divididas a la mitad con una ligera inclinacin a confiar en sus virtudes (51%), una inclinacin que se hace mayor entre las mujeres con estudios bsicos concluidos a los 14 aos. Sin embargo, quienes carecen de estudios de cualquier nivel son las ms desconfiadas, un 53,8% opinan que son trucos para vender, aunque en este mismo grupo se da tambin el mayor 35 porcentaje de opinin sobre sus exclusivos efectos verdaderos (8,1%).

B. LA COMPETENCIA

ALIMENTARIA DE LAS CONSUMIDORAS

El etiquetado de los alimentos, siempre que la etiqueta sea exacta, est al da y sea fcil de leer, puede proporcionar la informacin crucial para efectuar una eleccin y una decisin acertadas. Pero esta funcin del etiquetado como elemento esencial de la seguridad alimentaria slo puede cumplir su objetivo si est respaldado con un conocimiento satisfactorio del consumidor medio sobre las cuestiones alimentarias.

B.1. SUS

FUENTES DE INFORMACIN

A travs de esta encuesta hemos querido conocer cules son las guas ms usadas por las espaolas para informarse sobre los alimentos, sus propiedades y sus beneficios, es decir, cules son las fuentes de informacin ms accesibles para ellas, lo que no significa que sean las ms pertinentes.

Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informe(Pregunta 14) Etiquetado de los productos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33,4% Los programas de televisin y radio (publicidad) . . . . . . . . . . . . . . 32,2% Prensa, revistas y libros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conferencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Estudios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Otras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8,9% 2,5% 0,6% 2,4%

Aunque vuelve a ser el etiquetado la fuente de conocimiento ms declarada, el escaso margen en el porcentaje de mujeres que recurren antes a ste que a la informacin procedente de los medios audiovisuales no permite establecer una diferencia que nos muestre a cul de ambos se recurre ms. Pero s podemos afirmar que los conocimientos alimentarios del 65,6% de la poblacin femenina proceden de la consulta de las etiquetas y de la exposicin radio-televisiva, y que si incorporamos a esos dos sistemas de informacin la lectura de revistas, peridicos y libros, estaremos identificando casi al 100% (94,5%) el origen de la informacin sobre los alimentos manejada por las espaolas. Por grupos de mujeres se aprecian mayores diferencias con relacin a las fuentes de informacin a las que acceden de modo preferente: Las mujeres en paro y las que acabaron los estudios a los 14 aos son los grupos que ms recurren a la consulta del etiquetado como medio de conocimiento, en tasas que superan el 40% de su poblacin. Al contrario que las estudiantes y las de estudios medios superiores, slo el 27% de ellas acuden a este canal informativo con preferencia sobre los dems. El 45,5% de las estudiantes, el 35% de las amas de casa y de las jubiladas reciben la mayor informacin a travs de los programas de radio y televisin, en trminos similares a las mujeres sin estudios. Los medios impresos (prensa, revistas, libros...) son preferidos por las mujeres con estudios superiores de grado medio y universitarios, y por las trabajadoras; bastante menos por las estudiantes y las amas de casa Las mujeres jubiladas por encima de todas las dems (el 8% de ellas) seguidas a mayor distancia por las amas de casa (el 3%) son los sectores que ms asisten a conferencias y reuniones divulgativas sobre cuestiones alimentarias, seguidas a mayor distancia por las estudiantes. Las nicas que citan los estudios como fuente de informacin son las estudiantes y las mujeres menores de 24 aos, aunque en niveles bajos (un 2%)36

Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeHubiera sido interesante completar esta consulta con otra relativa a quienes son los transmisores de la mayor cantidad de los contenidos alimentarios en los medios de comunicacin segn las consumidoras. Esa observacin del pblico nos permitira valorar el mayor o menor impacto que pueden tener unas fuentes sobre otras, y unos contenidos sobre otros. La diversidad de fuentes alimentarias (organizaciones de consumidores, autoridades pblicas, asesores habituales de secciones o programas fijos, cientficos, periodistas o anunciantes) y de formatos con contenido alimentario (campaas institucionales, noticias, programas de entretenimiento, concursos, tertulias, debates, secciones de consulta, anuncios publicitarios...) provoca niveles muy distintos de atencin, inters y credibilidad.

B.2. SUS

CONOCIMIENTOS

La abundancia de informacin sobre cuestiones alimentarias en los ltimos aos junto a la creciente preocupacin por todos los asuntos relacionados con la salud, la nutricin y la alimentacin han familiarizado a las espaolas con una terminologa que hasta hace poco estaba reservada slo a los expertos y a los profesionales. Pero, su competencia alimentaria ha mejorado? Tienen ya una alfabetizacin alimentaria suficiente para tomar decisiones correctas en materia de alimentacin? El acceso a niveles educativos superiores implica una mejor formacin alimentaria?37

Nivel bsico Igual que hicimos en 1996, hemos querido medir el grado de comprensin de las espaolas sobre algunas expresiones habituales de las etiquetas de los alimentos. Si en 1996 la calificacin media tras un examen parecido fue suspenso (3,95), en esta ocasin el nivel de conocimientos bsicos demostrados ha sido mayor y supera el aprobado: 5,24, lo cual refuerza nuestra idea de que an existiendo importantes y serias lagunas en la formacin alimentaria de las consumidoras, su nivel de alfabetizacin alimentaria va mejorando sensiblemente. Conviene recordar que cuando preguntbamos anteriormente sobre los motivos por los que no siempre se consultaban las etiquetas: Slo el 20% manifest que se deba a la incomprensin (lenguaje no entendible) de las etiquetas, lo cual pareca significar que el 80% restante las entenda correctamente. Pero en nuestra evaluacin los resultados, aunque superen a los del control de 1996, no son tan optimistas. Dos preguntas se repitieron en ambos cuestionarios, la relativa a los lpidos y a la clave de identificacin europea de los aditivos autorizados. Reseamos a continuacin los resultados de ambas encuestas.

Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informePregunta 16: Un lpido es: 2000 Las grasas de un alimento Los azcares de un alimento Las protenas de un alimento Ns/nc 67,2 % 3,7 % 5,0 % 24,0 % 1996 56,8% 3,9% 4,3% 34,9%

Los aciertos han aumentado significativamente y la indecisin o ignorancia se ha reducido en diez puntos porcentuales en ambos casos. Los mayores niveles de acierto se dan entre las mujeres con ms estudios. Un 90% de las que cuentan con estudios universitarios facilitaron esta opcin, as como el 84% de las estudiantes y el 82% de las de estudios superiores medios, mientras que slo el 34% de las mujeres sin estudios seal esta posibilidad. Respecto a la edad se observa una relacin inversa, a ms edad ms desconocimiento, pues slo dieron la respuesta correcta el 50% de las mayores de 55 aos 38 frente al 78% de las menores de 24 aos. Quienes no lo tienen claro son especialmente las mujeres sin estudios (un 57%) las que tienen estudios bsicos (41%), el 40% de las jubiladas y el 34% de las amas de casa. Los cdigos/expresiones tales como E-100... se refieren a: 2000 Aditivos autorizados por UE NS/NC Normas de calidad reconocidas en Europa Mencin destinada a productores 54,8% 31,3% 8`9% 5% 1996 44,2% 48,2% 5,4% 2,2%

Observamos que en estos cuatro aos ms espaolas han aprendido a identificar detrs del cdigo E seguido de un nmero de tres dgitos la presencia de algn aditivo autorizado en la lista de ingredientes de un alimento. Su reconocimiento supera ya al de la mitad de la poblacin femenina, y su ignorancia se ha reducido significativamente, a pesar del leve aumento de mujeres que sostienen equivocadamente que se trata de normas de calidad o de una mencin para los productores.Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeHasta los 39 aos estas siglas se conocen bastante bien por casi siete de cada diez mujeres pero entre los 40 y los 54 aos slo las identifican cinco de cada diez y a partir de los 58, no llegan a cuatro de cada diez las que comprenden su significado. El nivel de estudios contribuye como en los dos casos anteriores ha favorecer su identificacin, aunque en este caso slo el 76% de las licenciadas lo ha acertado. Analizando las respuestas por grupos de trabajo la mitad de la poblacin de jubiladas, paradas y de amas de casa ignora su significado; en cambio casi siete de cada diez estudiantes y mujeres que trabajan fuera de su casa reconocen estas siglas. Las grasas que incrementan el colesterol malo son las: Saturadas NS NC Poliinsaturadas Monoinsaturadas Vegetales 35,3 % 30,6% 24,9 % 7,5 % 2,4 %

Esta ha sido la pregunta ms difcil para las espaolas y la de peor nota. Slo acertaron 39 un 35%. Al igual que en la cuestin anterior, la respuesta correcta se ofrece a medida que aumenta el nivel de estudios y en sentido contrario a la edad. Pero lamentablemente la respuesta poliinsaturadas ha sido marcada por el 32% de las mujeres con estudios universitarios. La misma opcin errnea ha recibido ms apoyo entre las mujeres jvenes que entre las mayores (el 30% de las menores de 39 aos cree que estas grasas son perjudiciales para el colesterol cuando slo opinan lo mismo el 18% de las mayores de 55 aos). Un 52,5 de las mujeres sin estudios no supo responder a esta pregunta; tampoco el 50,4 de las de estudios acabados a los 14 aos, ni un 46,6 de las jubiladas. En resumen, el nivel medio de conocimiento y comprensin de las menciones ms bsicas del etiquetado est aumentando pero sigue siendo insuficiente. La nota media obtenida por las espaolas de 5,24 no garantiza que el decisivo papel que siguen desempeando muchas mujeres en nuestro pas en cuanto compradoras, manipuladoras de alimentos y organizadoras educadoras de los hbitos dietticos de los miembros de su hogar, sea realizado de modo satisfactorio. Todava sus conocimientos distan mucho de ser los ms adecuados y correctos para asegurar que las elecciones que realizan de los alimentos a travs del etiquetado estn bien fundamentadas. Teniendo en cuenta que no han sabido contestar acertadamente a estas tres preguntas elementales un 64,7% de la poblacin, debemos deducir que an sigue siendo el analfabetismo aliLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informementario el dominante en nuestra sociedad desarrollada, en la que cada vez circulan ms diversidad de productos alimentarios y donde la correcta ponderacin de sus beneficios y riesgos no puede ser an ejercida adecuadamente por la mayora de la poblacin femenina adulta.

Nivel superior En la encuesta hemos incorporado otro tramo de preguntas de mayor dificultad relativas a los aditivos. En la primera solicitbamos a las encuestadas que nos sealaran de entre una serie de sustancias que aparecen con cierta frecuencia en la lista de ingredientes de alimentos de consumo habitual (productos de bollera, conservas, margarinas, preparados alimenticios y derivados lcteos, entre otros) cules consideraban que eran aditivos y cules no. Estos han sido los resultados:

(Pregunta 12) Sustancias de la lista de ingredientes consideradas aditivos SI SON Glutamato monosdico Lecitina Acido ctrico Bicarbonato sdico 64,6% 55,6% 48 % 43,1 % NO SON 6,8% 22 % 37,1% 40,9% NS/NC 28,6% 22,3% 14,9% 16 %40

De los diez trminos citados, tan slo cuatro correspondan a aditivos. El reconocido por mayor nmero de mujeres ha sido el Glutamato monosdico (E-621) un potenciador del sabor. Posiblemente su mayor popularidad se debe a que esta sustancia es una de las ms representativas del grupo de aditivos empleados para reforzar el sabor de muchos preparados alimenticios, grupo que es junto con los colorantes uno de los que ms polmica origina porque muchos consideran que su uso no es necesario. Su reconocimiento aumenta con el nivel de estudios, y por grupos de ocupacin son las mujeres trabajadoras las que mejor lo conocen. Pese a ser el ms identificado es el que recibe de entre estos cuatro el mayor nmero de respuestas de ignorancia, procedentes en mayor parte de mujeres sin estudios y jubiladas. El segundo aditivo identificado es la Lecitina (E-322) Aunque su nmero de cdigo correspondera a un antioxidante, su principal funcin en los alimentos es como emulsionante. Por ejemplo, la lecitina presente en la yema del huevo es la que permite obtener la salsa mahonesa,Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeque es una emulsin de aceite en agua. Su actividad como antioxidante se debe a la presencia de tocoferoles. La lecitina se utiliza en todo el mundo como emulsionante en la industria del chocolate, en repostera, pastelera, fabricacin de galletas, etc. Tambin se utiliza en algunos tipos de pan, y en margarinas, caramelos, grasas comestibles y sopas, entre otros. Es tambin el agente instantaneizador ms utilizado en productos tales como el cacao en polvo para desayuno. A mayor nivel de estudios, mejor se le seala. Por categoras de ocupacin, son las mujeres trabajadoras las que ms lo conocen. El tercero reconocido, pero por menos de la mitad de las espaolas, es el cido ctrico (E-330). Pertenece al grupo de los antioxidantes, y cumple una importante funcin como reforzador de la accin de otros antioxidantes (sinrgico de antioxidantes). Se obtiene a partir del jugo de limn por fermentacin de azcares o por sntesis El cido ctrico y sus derivados estn entre los aditivos mas utilizados. Se pueden emplear en prcticamente cualquier tipo de producto alimentario elaborado: bebidas refrescantes (excepto las de cola), zumos de frutas, en los caramelos, en pastelera, helados, en la elaboracin de encurtidos, pan, conservas de pescado y crustceos frescos o congelados por su cualidad de retrasar las oxidaciones y los procesos de ranciedad provocados por la luz y el oxgeno. En nuestra encuesta result conocido por ms de la mitad de las amas de casa y de las muje- 41 res trabajadoras. No as por las estudiantes ni las mujeres con estudios universitarios, que ofrecieron una tasa de respuesta similar a la de las mujeres sin estudios (41%) El Bicarbonato sdico (E-500 ii) es empleado en tecnologa alimentaria como aditivo acidulante y gasificante. Ha sido el menos reconocido como aditivo de los cuatro mencionados posiblemente por su familiaridad. En elaboraciones culinarias domsticas se emplea frecuentemente como sustituto de las levaduras o para el tratamiento de algunas aguas duras (en el remojo de legumbres secas, o en la coccin de ciertas verduras) Resulta tambin popular su uso mdico como regulador del Ph para la correccin de cidos del jugo gstrico, o su empleo domstico en algunas operaciones de limpieza. El nico grupo que lo identific mayoritariamente como aditivo ha sido el de mujeres en paro. Si tuviramos que puntuar el nivel de conocimiento de estos cuatro aditivos por parte de las mujeres espaolas, y comprobando que son en su conjunto identificados correctamente por un 52,82% de la poblacin, calificaramos esta materia con un 5,2 de nota media para las espaolas. Pero esa suficiencia media no se mantiene si observamos las confusiones que manifiestan a continuacin, al determinar tambin como aditivos otras sustancias que no lo son.

Las Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeSI SON Vainilla Cacao desgrasado Lactosa Jarabe de glucosa Grasa hidrogenada Acido pantotnico 39 % 45,8% 51 % 69,3% 71,6% 58,2% NO SON 49`6% 36,8% 33,5% 12,8% 7,9 % 7,4% NS/NC 11,5% 16 % 15,5% 17,9% 20,5% 34,5%

Los aciertos a esta parte del control son mnimos. Slo un 24,66 de las espaolas son capaces de distinguir que stos no son aditivos. La nota correspondiente sera un 2,4. Resulta llamativo que cuatro de stos componentes (la grasa hidrogenada, el jarabe de glucosa, el cido pantotnico y la lactosa) sean juzgados como aditivos por ms de la mitad de las espaolas. No slo eso, dos de ellos (el jarabe de glucosa y el cido pantotnico) reciben ms credibilidad como aditivos que los que realmente lo son. La grasa hidrogenada es una grasa que ha sido alterada qumicamente mediante la adicin 42 de tomos de hidrogeno a los cidos grasos de la grasa. La norma de etiquetado obliga a que las grasas o aceites que hayan reducido el grado de insaturacin para favorecer su punto de fusin y tener una mejor aplicacin alimentaria, lo precisen en el etiquetado. Por eso es habitual encontrar el calificativo hidrogenado junto a la mencin del aceite vegetal o de las grasas, por ejemplo en margarinas o productos de repostera. Se considera aditivo por un 71,6%, el mayor ndice de fallos se da entre las estudiantes y las mujeres licenciadas; el menor, entre las jubiladas y las amas de casa. Slo un 7,9% de las mujeres considera que no es un aditivo. El cacao desgrasado es la masa de cacao a la que se ha substrado una mayor o menor proporcin de las materias grasas presentes en las semillas de este fruto. Del procedimiento de desgrasado se obtiene la manteca de cacao. Un 45,5% de espaolas lo juzga como aditivo frente al 36,8% que considera acertadamente lo contrario. Son ms las mujeres que creen que el cacao desgrasado es un aditivo que las que sostenan que el bicarbonato sdico lo era. Esta vez las licenciadas y las estudiantes lo identifican mejor que los otros sectores. El jarabe de glucosa es un tipo de azcar natural, sustituto del azcar, que se obtiene a partir del almidn de maz y es utilizado como edulcorante nutritivo (no tiene el carcter funcional de los aditivos) en la elaboracin de caramelos, turrones, dulces de leche, helados, productos lcteos, repostera, etc. Existe entre los aditivos autorizados un edulcorante funcional, el maltitol (E-965 ii) denominado jarabe de glucosa hidrogenado, cuyo uso est prohibido en alimentos destinados a ser ingeridos en forma lquida. Pero aqu nos referamos al primero, en suLas Espaolas y la Seguridad Alimentaria

informeforma qumicamente pura. Slo un 12,8% de la poblacin lo ha clasificado como no aditivo mientras que casi 7 de cada diez mujeres consideraban lo contrario. La lactosa es considerada aditivo por el 51%; slo acierta el 33,5%. Realmente es un hidrato de carbono (glcido) de la leche que se obtiene del suero de la leche por reduccin y cristalizacin. Se emplea en forma de polvo blanco, inodoro y de sabor muy dulce en panadera y confitera, en la fermentacin lctica y en la fabricacin de margarina y mantequilla. La vainilla es el nico de estos componentes al que la mitad de las espaolas distingue como no aditivo (el 49,6%). Lo aciertan el 58% de las mujeres con estudios universitarios y la mitad de las amas de casa, mujeres que trabajan, mujeres en paro y jubiladas. Si bien su identificacin es directamente proporcional al nivel de estudios, entre las estudiantes actuales son un 52,6% las que creen que es un aditivo. Es un fruto que una vez curado se utiliza como especia aromatizante de licores, chocolates o postres lcteos. El Acido pantotnico es entre todos los citados el elemento ms desconocido. Un 34,5% de la poblacin no ha sabido catalogarlo de aditivo ni de no aditivo. El cido pantotnico, tambin denominado vitamina B5 o vitamina W, es un elemento esencial de un complejo sistema de enzimas conocido como coenzima A, que es sintetizado por bacterias, levaduras y vegetales verdes. Este complejo es fundamental para la conversin y liberacin de energa a partir de los hidratos de carbono y las grasas. Las fuentes alimenticias ricas en cido pantotnico son la levadura de 43 cerveza, los huevos, el brculi y los rganos y vsceras animales. Slo el 7,4% ha indicado que no es un aditivo. Su terminologa evoca posiblemente el nombre de un aditivo ya que en esta ocasin las mujeres a medida que aumenta el nivel de estudios ms se le encuadra entre los aditivos. Entre quienes aciertan (el 7,4%) destacan las mujeres menores de 24 aos (un 13,6% de ellas indic que no era aditivo) y el 11,7% de las mujeres en paro. En resumen, si tuviramos que otorgar una hipottica calificacin sobre el reconocimiento global por parte de las espaolas de los aditivos, hallaramos la nota media entre las respuestas acertadas del primer bloque (aditivos que s son) y del segundo (sustancias que no son aditivos). Concluiramos en una puntuacin de 3,8 sobre 10 para el conocimiento de las espaolas sobre los aditivos pues slo un 38,7% las espaolas se demuestran capaces de discriminar con acierto que sustancias son aditivos de las que no lo son. La calificacin final sobre la competencia alimentaria de las espaolas sera un 4,5, suspenso alto, pero suspenso. (Sera el resultado de la media entre la nota del 5,4 en la prueba bsica, y del 3,8 en la de ms dificultad sobre reconocimiento de aditivos)

Las Espaolas y la Seguridad A