responsabilidad ética médica

21
Responsabilidad ética médica. Dr. Conrado Solís Gómez Dentro de cada persona, tiene una instancia que le pide cuentas, y que le premia o le castiga por sus acciones, de manera que el individuo tiene que responder ante sí mismo por sus actuaciones y la instancia que le hace el requerimiento sería su conciencia, en la cual dentro sus mecanismos de referencia y sus estructuraciones que ya ha incorporado una serie de normas que se encuentran dentro del él y le dicen si algo es bueno o es malo. La conciencia es una instancia única e inapelable, y el castigo por los actos malos o en contra del código de conducta que se haya incorporado, será el sentimiento de culpa. La conciencia moral es uno de los tres sistemas que usa la mente humana para hacer juicios de valores; siendo los tres sistemas: los órganos de los sentidos, como receptores de estímulos; la mente humana, que fija su posición ante determinados estímulos y por último la conciencia moral; la cual no está dada por ninguna ley y no está escrita, sólo depende de los criterios internos de cómo vivimos y el juez en estos casos es la conciencia y no admite ninguna otra instancia, es decir que entendemos a la responsabilidad moral y ética como la obligación que tiene el médico de responder a su conciencia. Existe un deber fundamental de todo ser humano: la voluntad de vivir en la verdad y la firme voluntad de encontrarla; por lo que el hombre debe rechazar todo engaño y con mayor razón engañarse a sí mismo; el auto engaño es una trampa en la que fácilmente puede caer todo individuo, con esto se establece que el ser humano debe ser consciente y realista cuando tome sus decisiones, y no ha sabiendas que sus actos son malos, se excuse que no lo sabia; Platón, relacionó

Upload: jesus-alberto-lara-arzola

Post on 15-Dec-2015

9 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Conceptos, definiciones y puntos de vista.

TRANSCRIPT

Responsabilidad ética médica.

Dr. Conrado Solís Gómez

Dentro de cada persona, tiene una instancia que le pide cuentas, y que le premia o

le castiga por sus acciones, de manera que el individuo tiene que responder ante

sí mismo por sus actuaciones y la instancia que le hace el requerimiento sería su

conciencia, en la cual dentro sus mecanismos de referencia y sus estructuraciones

que ya ha incorporado una serie de normas que se encuentran dentro del él y le

dicen si algo es bueno o es malo.

La conciencia es una instancia única e inapelable, y el castigo por los actos malos

o en contra del código de conducta que se haya incorporado, será el sentimiento

de culpa.

La conciencia moral es uno de los tres sistemas que usa la mente humana para

hacer juicios de valores; siendo los tres sistemas: los órganos de los sentidos,

como receptores de estímulos; la mente humana, que fija su posición ante

determinados estímulos y por último la conciencia moral; la cual no está dada por

ninguna ley y no está escrita, sólo depende de los criterios internos de cómo

vivimos y el juez en estos casos es la conciencia y no admite ninguna otra

instancia, es decir que entendemos a la responsabilidad moral y ética como la

obligación que tiene el médico de responder a su conciencia.

Existe un deber fundamental de todo ser humano: la voluntad de vivir en la verdad

y la firme voluntad de encontrarla; por lo que el hombre debe rechazar todo

engaño y con mayor razón engañarse a sí mismo; el auto engaño es una trampa

en la que fácilmente puede caer todo individuo, con esto se establece que el ser

humano debe ser consciente y realista cuando tome sus decisiones, y no ha

sabiendas que sus actos son malos, se excuse que no lo sabia; Platón, relacionó

lo ético con lo natural, es decir lo que corresponde a la naturaleza humana; en

este sentido se expresa también San Agustín. Para Santo Tomás de Aquino, lo

ético es recto, lo que procede y sé realiza rectamente 1, así entonces, la conducta

ética, es la ordenación objetiva de la vida, según las exigencias de la naturaleza

humana y acorde con sus fines y su raciocinio. La razón conduce al hombre a

realizar sus fines esenciales, como son: la integridad corporal, la procreación y la

educación de los hijos, la unidad social en el amor, la paz, el orden, el fomento del

conocimiento y el dominio de las fuerzas naturales para el bien; “lo moral es,

entonces, ese imperativo que se manifiesta en la razón y que exige, libremente,

hacer el bien y evitar el mal. Es un suceso natural, o hábito de los primeros

principios, que nos ofrece el conocimiento de la verdad general e inmediatamente

intuible. “ No hagas a otro lo que no quieras que hagan a ti”.2

La ética médica, se puede definir como “la ciencia práctica que trata de la

moralidad de los actos del médico en relación con la comunidad humana”, y según

Bernhard Häring, moralista de la actualidad, lo ético se caracteriza por una

vocación de servicio, en el caso del médico y al hombre enfermo. “Lo ético del

médico se distingue fuertemente por su relación con el paciente y con la familia del

paciente el es un amigo de la familia y con una gran capacidad para la compasión

y la disposición a prestar un servicio inmediato.”3

La profesión médica fue de las primeras que manifestaron su dignidad y

responsabilidad con diversas promesas, juramentos y códigos, quedando claro

que el simple conocimiento de estos códigos no moraliza a nadie, y se hace

necesario que la enseñaza se realice de acuerdo a estos documentos de conducta

y sean aplicados a la vida práctica.

1 ROLDÁN, González J. ÉTICA MEDICA. México. 1990.

2 ROLDÁN, Op.

3 ROLDÁN, González J. ÉTICA MEDICA. México. 1990.

Históricamente como en el Código de Hammurabí4, que trata de la regulación de

la práctica médica, data de 1700 a C. en esta norma no se toman en cuenta

imperativos morales sino crueldad y castigo al cometer algunas faltas en el acto

médico. Las leyes de Manú, en la India, 200 a C, son una recopilación de un

conjunto de reglas sobre la vida diaria, y en las que se establece que los médicos

podían ser castigados si realizaban un tratamiento incorrecto.5 Estas leyes

manifiestan la importancia del sentido ético en la vida del médico, y de

4 Hammurabí.- El sexto rey de la I dinastía amorrea de Babilonia ( 1730-1688 a de C.), promulgó en

el año 40 de su reinado, un conjunto de leyes que, para su mejor conocimiento las mando gravar en estas las de piedras y las repartió por las capitales de su Imperio. Siguiendo los principios de las legislaciones anteriores, Hammurabí en el prólogo de sus leyes proclama el principio de la competencia penal del Estado, mediante la máxima de haber establecido su Código para administrar la justicia a sus súbditos. La impartición de justicia pasaba de este modo a la plena jurisdicción estatal, con tribunales al efecto. El Estado aspiraba no solo poner una pena concreta a un malhechor o culpable por la comisión de un delito o falta, sino también utilizar la norma como elemento de intimidación o de disuasión, tendente a evitar la comisión de abusos y a vigilar la convivencia social. Todavía los ecos de la venganza de sangre, esto es, el derecho que asistía al individuo de castigar por su cuenta al ofensor, se encuentra en la Ley del Talión ( arrastraba el derecho amorreo) y que se recogen en el Código, si bien de modo clasista, toda vez que solo era aplicable cuando el ofensor o el ofendido pertenecía a la clase social superior. También las penas, tanto las económicas como las corporales, variaban según las categorías de las personas contra quien se haya cometido el delito. El castigo fijado por el Estado, y que tenia carácter público, consistía fundamentalmente en las siguientes penas: pena de muerte, castigos corporales, composiciones económicas, multas y gemonías. La muerte podría aplicarse, entre otros modos, por ahogo, fuego o empalamiento; los castigos corporales consistían en la mutilación de un miembro o de órgano, así como en golpes y azotes; las multas en metálico y composición económica era el grupo mas alto de castigos, variando la cuantía desde el doble del costo del perjuicio ocasionado hasta el tréntuplo del mismo. Otro de los castigos fue el de la hegemonía o expulsión de un individuo de la comunidad, acarreando no sólo la infamia sino también la pérdida de sus bienes. Las leyes de Hammurabí tenían en cuenta, a la hora de determinar la Punibilidad de un hecho o acción, no solamente el hecho en sí, sino también el daño producido y la intencionalidad del sujeto. Para ser imputable un delito, esté debía ser cometido conscientemente. El suceso casual y la fuerza mayor no era punible. En la actualidad se duda si el contenido penal del Código se llegó aplicar en la realidad, los especialistas de historia del derecho mesopotámico adoptaron las dos únicas posturas posibles ante este problema: la de que las leyes Hammurabianas tuvieron su real aplicación e incluso sobrevivieron a su época y la que sustenta que jamás sobrepasaron la barrera de lo teórico, incluso algunos autores sostienen que con la severidad y crueldad de algunas de sus normas – no solo del Código de Hammurabí sino también de otros – se busca únicamente atemorizar a la población para conseguir así una “inhibición psíquica” ante los actos delictivos. Finalmente, lo que sí es un hecho es que el Código de Hammurabí, es un documento que existió, independientemente de que sus normas hubiesen sido acatadas o no (Cárdenas, op. Cit., pág. 19, 68-70) Carrillo pág. 1-2. 5 “La conducta de los cultivadores de la medicina tenía que estar en consonancia con los más altos

ideales de la vida personal y profesional. Incluso la apariencia, el vestido, el habla y los modales deberían estar por encima de todo reproche. Por ello, el estudiante que deseaba ser aprendiz de un profesor de la casta superior tenía que presentar sus pruebas de una buena conducta moral”. Roldán

compromiso con el enfermo y su responsabilidad, remitida a su conciencia y al

juicio de los Dioses.

Dos siglos antes de Cristo, Joshua, hijo de Sirá, escribió, el libro el Eclesiástico,

que forma parte de los libros sagrados que constituyen la Biblia, donde se destaca

que la misión del médico se encuentra en una franca relación con Dios; en el

último versículo establece un fuerte vínculo entre el pecado y la enfermedad, muy

propio de la actividad semítica que afirma que toda enfermedad era consecuencia

de la comisión de pecados personales; como se entiende por ejemplo en el libro

de Job. En la medicina griega entre otras cosas, se encuentra el método

hipocrático, en el contenido de esta obra, aparecen conceptos relativos a la

conducta del médico, de cómo debe ser su comportamiento, como debe hablar

para consolar al enfermo, ser cariñoso con todo el mundo y llevar una vida sin

tacha, pero la obra más importante de este famoso médico, es el Juramento

Hipocrático6, este juramento permanece después de 2,400 años, ha sufrido

adaptaciones, pero sigue siendo punto de partida para la elaboración de diversos

6 JURAMENTO HIPOCRÁTICO: Juro por Apolo médico, por Esculapio y por Higia, por Panacea y

por todos los dioses y diosas, tomándolos por testigos, que cumpliré, en la medida de mis posibilidades y mi criterio, el juramento y declaración escrita siguiente: Considera al maestro en medicina como si fuese mi padre; compartir con el mis bienes y, si llega el caso, ayudarle a sus necesidades; tener a sus hijos como hermanos míos y enseñarles este Arte, si quiere aprenderlo, sin gratificación ni compromiso; hace a mis hijos partícipes de los preceptos, enseñanzas orales y demás doctrinas, así como a los de mis maestros, y a los discípulos comprometidos y que han prestado juramento según la ley médica, pero a nadie más. Dirigir el tratamiento con los ojos puestos en la recuperación de los pacientes, en la medida de mis conocimientos y de mi juicio, y abstenerme de toda maldad o daño. No administrare a nadie un fármaco mortal, aunque me lo pida, ni tomar iniciativa de una sugerencia de ese tipo. Así mismo, no daré a ninguna mujer un pesario abortivo, sino que, a lo largo de mi vida, practicaré mi arte de forma pura y santa. No castraré, ni siquiera por tallar a los calculosos, antes bien dejaré esa actividad en manos de quienes se ocupan de esas prácticas. Al visitar una casa, entraré en ella para bien de los enfermos, absteniéndome de todo daño voluntario o de actos perversos, en especial de todo intento de seducir a mujeres o muchachos, ya sean libres o esclavos. Callaré todo cuanto vea y oiga, dentro o fuera de mi actuación profesional, que se refiera a la intimidad humana y no debe divulgarse, convencido de que tales cosas deben mantenerse en secreto. Si cumplo este juramento sin faltar a él, que se me conceda gozar de la vida y de mi actividad profesional rodeado de la consideración de todos los hombres hasta el último día de mi vida; pero si violo y juro en falso, que me ocurra todo lo contrario.

códigos éticos que guían al médico en el campo de la moral. Destacándose

claramente en el Juramento Hipocrático, el respeto a la vida humana, a la dignidad

de las personas, conceptos que la práctica de la medicina siempre deberán ser

respetados, por lo que diferentes países y culturas, lo han considerado como la

conducta ideal del médico. La invocación de Moisés Ben Maimónides, de origen

judío, llamado el español, en el XII, llega a la prosperidad una bellísima

invocación, que recoge las cualidades que debe adoptar todo médico7. La obra de

Arnau de Vilanova, catalán, médico español del siglo XIII, publicó numerosas

obras originales que ejercieron una fuerte influencia en la medicina de la Edad

Media. Uno de los más famosos profesores, doctorado en la Escuela de Medicina

de Montpellier, en Francia, entre sus obras que escribió se encuentran “Praxis

Medicinalis” (De la Practica Médica) y “De Cautelis Medicorum” (De la Prudencia

de los médicos), y describe la forma de actuar de un médico honesto y prudente.8

7 Invocación de Maimónides:

“Dios, llena mi alma de amor por el Arte de la medicina y por todas su creaturas. Aparta de mi ida intención de lucro y de buscar solo la gloria influenciado así el ejercicio de mi profesión. Sostén la fuerza de mi corazón para que esté siempre dispuesto a servir al pobre y al rico, al amigo y al enemigo, al justo y al injusto. Haz que no vea en el que sufre más que al hombre. Haz que mi espíritu permanezca claro en toda circunstancia, pues grande y sublime es la ciencia que tiene por objeto conservar la salud y la vida de las creaturas. Haz que mi enfermo tenga confianza en mí y mis conocimientos, y que siga mis consejos y prescripciones. Aleja de sus lechos a los charlatanes, al ejército de parientes con sus mil consejos, y a los que siempre lo saben todo: son una casta peligrosa que hace fracasar por vanidad las mejores intenciones. Concédeme, Dios mío, indulgencia y paciencia con los enfermos obstinados y groseros. Haz que sea moderado en todo, pero insaciable en mi amor por la ciencia. Aleja de mí la idea de que lo puedo todo. Dame la fuerza, la voluntad y la oportunidad de ampliar cada vez mis conocimientos, a fin de que pueda procurar mayores beneficios a quienes sufren” Roldán. Ética Médica. 8 “El médico debe ser estudioso, para saber.

Debe ser cauto y ordenado en el prescribir. Prudente en sus respuestas y pronósticos. Fiel en sus promesas, pero no asegure la salud porque ello Sería usurpar el poder de Dios y ofenderlo. Constante y diligente. Discreto en las visitas. Parco en el hablar Moderado en sus afectos y benévolo con los pacientes”.

En 1948, en el mes de septiembre, en la ciudad de Ginebra, la Asociación Mundial

de Médicos, órgano incorporado a la UNESCO,9 formuló y aprobó la “Declaración

de Ginebra”10, como normativa de la conducta ética de los profesionales de la

medicina; esta norma ha sido aprobada por muchas facultades y escuelas de

medicina, y debe ser parte del conocimiento del médico, y además que sea

llevada a la práctica en el ejercicio profesional. En octubre de 1949, se reunió en

Londres, la Tercera Asamblea General de la Asociación Médica Mundial, de los

trabajos realizados en esta reunión nació el “Código Internacional de Ética

Médica”11, en el que se establecen los deberes del médico en general, con sus

9 UNESCO. Siglas: “United Nations Educational Scientific and Cultural Organization”, entidad

cultural de la ONU, con sede en París, fundada en 1946, tiene como fin el mantenimiento de la paz y la seguridad, favoreciendo una colaboración internacional, en el campo educativo, científico y cultural. Diccionario Enciclopédico. Océano Uno. 10

Declaración de Ginebra: Me comprometo, solemnemente, a consagrar mi vida al servicio de la humanidad. Daré a mis maestros el respeto y la gratitud que son sus derechos. Ejerceré mi profesión con conciencia y dignidad. La salud de mis pacientes será mi primera preocupación. Respetaré los secretos que me sean confiados. Mis colegas serán mis hermanos. No permitiré consideraciones de religión, nacionalidad, raza o partido, o categoría social, para mediar entre mi deber y mi paciente. Guardaré sumo respeto por la vida humana, desde el momento de la concepción. Aun bajo amenaza no usaré la ciencia médica contra las leyes humanas. Hago estas promesas solemnemente, libremente y sobre mi honor. 11

Código Internacional de Ética Médica. I. Deberes de los médicos en general:

Al llevar a cabo su misión humanitaria, el médico debe mantener siempre una conducta moral ejemplar y apoyar los imperativos de su profesión, hacia el individuo y la sociedad.

El médico no debe dejarse influenciar por motivos de ganancias meramente.

Las siguientes prácticas son estimadas no éticas:

a) Cualquier medio de reclamo o publicidad, excepto aquellos expresamente autorizados por el uso y la costumbre y el Código de Ética Médica Nacional.

b) Participar en un plan de asistencia médica en la cual el médico carezca de independencia profesional.

c) Recibir cualquier pago en conexión con servicios, fuera del pago profesional, aunque sea con el conocimiento del paciente.

Todo procedimiento que pueda debilitar la resistencia física o mental de un ser humano está prohibido, a menos que deba ser empleada en beneficio del interés propio del individuo.

Se aconseja al médico obrar con suma cautela al divulgar descubrimientos o técnicas nuevas de tratamiento.

pacientes y con sus colegas. Ambos documentos son de importantes en nuestros

días. En 1954, la Asociación Médica Mundial, realizó su décima asamblea, con la

participación de la Cruz Roja Internacional y el Comité Internacional de Medicina y

Farmacia Militar, estableciendo postulados de Ética médica en tiempos de

guerra12, siendo el objetivo principal el de conservar la salud, salvar la vida y que

la experiencia en seres humanos en tiempos de guerra, será igual que en tiempos

El médico debe de certificar, o declarar únicamente lo que él ha verificado

personalmente.

II. Deberes de los médicos hacia los enfermos.

El médico debe recordar siempre la obligación de preservar la vida humana desde el momento de la concepción.

El médico debe a su paciente todos los recursos de su ciencia, y toda su devoción. Cuando un examen o tratamiento sobrepase su capacidad, el médico debe llamar a otro médico calificado en la materia.

El médico debe preservar absoluto secreto de todo lo que se haya confiado, o que él sepa por medio de la confidencia.

El médico debe proporcionar el cuidado médico, en caso de urgencia, como un deber humanitario, a menos que este seguro de que otros médicos pueden brindar tal cuidado.

III. El deber de los médicos entre sí:

El médico debe comportarse hacia sus colegas como él desearía que ellos se comportaran con él.

El médico no debe atraerse hacia sí los pacientes de sus colegas.

El médico debe conservar los principios de la “Declaración de Ginebra”, aprobada por la Asociación Médica Mundial.

1. 12

En médico en tiempos de guerra es igual que en tiempos de paz. La obligación primaria del médico son sus deberes profesionales. En la realización de sus deberes profesionales, la suprema guía del médico es su propia conciencia.

2. El objeto fundamental de la profesión médica es preservar la salud y salvar la vida. Considera como acto no ético de los médicos, dar consejos o realizar procedimientos profilácticos o terapéuticos que no estén justificados en el interés del propio paciente, debilitar su capacidad física o mental, sin justificación terapéutica. Asimismo es un acto no ético el empleo de sus conocimientos científicos en contra de la salud o para destruir la vida.

3. La experiencia en seres humanos en tiempos de guerra, está gobernada por el mismo código que en tiempos de paz.

4. En emergencia, el médico debe también dar un cuidado imparcial y sin consideración del sexo, de la raza, de la nacionalidad, de la región o de la filiación política del enfermo. El médico no debe utilizar sus privilegios y facilidades sino con propósitos profesionales. En Casos de emergencia, el médico y el personal que trabaja con él, debe dar sus servicios con la mayor capacidad cuando son requeridos, sin otra distinción que no sea la de la urgencia médica para la cual son requeridos. Dr. Roldán González. Ética Médica.

de paz, y es una obligación de todo médico en casos de urgencia, sin distinción

de persona, por su nacionalidad, raza, credo, diferencias económicas, filiación

política, etc.

La Asociación Médica mundial ha seguido celebrando sus asambleas anuales en

pro de la dignificación de la medicina. Y se ha generado otros documentos como

el Código de Nuremberg (1947) y la Declaración de Helsinki. (1964)

Estos documentos, códigos, declaración, que en el campo de la medicina,

encierran la enseñanza de la responsabilidad, los deberes y obligaciones del

profesional de la medicina, han sido y sigue siendo parte elemental de la

enseñaza básica de estos profesionales, para darle a su quehacer una justa

dimensión humana.

5.5. Responsabilidad bioética.

La bioética en comparación con la ética es una disciplina muy joven de apenas

unos 20 años, y por tal motivo desconocida para muchos profesionales de las

ciencias de la salud a pesar de sus grandes avances, reflexiones y debates a

cerca de los enfoques bioéticos que se han realizado en el campo de las ciencias

médicas. La bioética es el producto de nuevas corrientes filosóficas surgidas

desde el siglo pasado13, pero sobre todo, ante la necesidad de replantear el papel

13

Corrientes Personalistas, poniendo atención la fundamental, en la moral de la persona, reconoce a la dignidad hombre por su esencia y no solo por la capacidad de ejercer su autonomía; el personalismo acepta la indivisibilidad del hombre, como unidad física, psíquica y espiritual, desde el momento de la concepción hasta la muerte, con fundamento en el pensamiento naturalista y muchos pensadores cristianos que comparten esta forma de pensar como Maritain, Mounier y Wilson, y el más contemporáneo Ellio Sgreccia. Y se sintetiza en cinco principios: a) Valor de la corporeidad ( unidad indivisible), b) Valor de la vida física (El derecho a la vida es el primer derecho), c) principio de libertad ( requisito indispensable para la actuación responsable como seres humano;, relación médico paciente), d) principio de totalidad ( el todo es más que cada una de sus partes), e) principio de socialidad/subsidiariedad ( necesidad de ayudar a los demás, reconociendo igual dignidad para todos.). La ética de cuidado y las corrientes feministas, hace reflexionar al profesional sobre la toda de decisiones, que puede tener muchas objeciones, el problema de sexo puede ser un problema de clases sociales, cultura que tiene más implicaciones

que tiene el hombre ante el mundo y que cada vez esta siendo más tecnificado,

desarrollado, comunicado y por ende más peligroso; es además un intento de

lograr procedimientos seculares consensuados14, para formular, analizar y atenuar

los dilemas que plantea la moderna investigación médica y biológica.

Es la necesaria reflexión del personal médico, sobre los aspectos éticos del

ejercicio de la profesión, con énfasis en reconocer al paciente como un sujeto

autónomo, que tiene derecho a saber, opinar y decidir sobre la conducta que

pretenden asumir los profesionales de la medicina, con la intención de promover la

salud, evitar enfermedades, diagnosticar, tratar y rehabilitar en los casos

necesarios.

El diccionario de la Real Academia Española, en su vigésima primera edición,

define a la Bioética como la “disciplina científica que estudia los aspectos éticos de

la medicina y la biología en general; así como las relaciones del hombre con los

restantes seres vivos”15.

psicológicas que filosóficas y se fundamenta en las costumbres y los influjos culturales, que siendo muy importantes no pueden desplazar los principios éticos. Casuística, se busca un modelo que sirva para la resolución de problemas actuales, sin negar los principios éticos, solo que no son aceptados como absolutos, viviendo en una sociedad tan heterogénea, si se actúa sin consenso se choca con muchas dificultades, sin duda funciona como método de análisis de casos particulares, pero no es confiable ni en la teoría ni la práctica moral. Estas corrientes solo analizan un caso en lo particular, Potter, insiste en que se necesita una infraestructura filosófica, que permita incluir más participantes y hacerla más fuerte filosóficamente, además de ser comprensible, para médicos, paramédicos, economistas, sociólogos, ecologistas, industriales y políticos, quienes tiene una responsabilidad moral con la vida y la salud. El pensamiento Nietzche, acepta la posibilidad de discusión de varias verdades vistas desde perspectivas imposibles de analizar. El continuo desarrollo científico- tecnológico, la evidente necesidad de socializar la atención médica, la sociedad neoliberal, consumista y hedonista, el futuro se vislumbra incierto y peligroso, por lo que sin duda no debemos de familiarizar con los giros de la filosofía moral contemporánea, e iniciarnos con ella, quedado claro que es una necesidad volver la vista al humanismo olvidado antes los embates de la modernidad. HERNÁNDEZ, Arriaga J. Luis. Ética en la Investigación Biomédica. Editorial Manual Moderno. México, 2000 páginas 9-16. 14

Fernando Lolas. Bioética, “El diálogo moral en las ciencias de la vida”. En la introducción manifiesta que habla en forma intencional de procedimiento seculares para indicar que el marco de referencia deseable debe superar creencias, intuición, dogmas o doctrinas. 15

LOLAS, Fernando. Bioética, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1998. página 13

En palabras del Dr. Manuel Velasco Suárez, define a la Bioética, como “la

disciplina que en cierta forma, norma la conducta del hombre para todo aquello

que interviene o interfiere con la vida; si se interviene o interfiere con ella,

necesariamente se tiene que actuar con una ética racional”16

Para Sgreccia17, la bioética la entiende como la “parte de la filosofía moral que

considera lo lícito de los actos relacionados con la vida del hombre y

particularmente de aquellos actos relacionados con la práctica y desarrollo de las

ciencias médicas y biológicas”

Etimológicamente entendemos por Bioética, como la ética de la vida, y en una

forma más amplía es la ética de las ciencias de la vida; disciplina que correlaciona

los principios éticos con las acciones humanas; es la filosofía moral aplicada al

campo de la ciencia, es decir la ética médica. Por que sus principios y

conclusiones se fundamentan en la filosofía moral18.

Los antecedentes más remotos se encuentran en los crímenes de la guerra por

nazis, durante la II Guerra Mundial, cuando realizaron experimentos directamente

en humanos, con prisioneros de guerra, que al ser descubiertos dan origen al

Código de Nuremberg19, Estas diez reglas son el principio de una legislación

16

Cfr. “Los Comités de Bioética”, Revista de la CONAMED, México, año 3, vol.1, núm. 12, julio – septiembre de 1999, p.18. 17

FAJARDO, Ortiz Guillermo. El legado, el saldo y los modelos de la ética de la atención médica. Rev. Méd. IMSS. México, 1991. 18

HERNÁNDEZ, Arriaga J. Luis. ÉTICA EN LA INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA. Editorial Manual Moderno. México. 1999. 19

Código de Nuremberg. Regla 1.El consentimiento del sujeto es esencial. Regla 2.El experimento de ser tal que conduzca a resultados positivos para el bien de la sociedad, imposible llevarlo a cabo por otros métodos o medios de estudio que sean por naturaleza improvisados e innecesarios. Regla3. El experimento debe diseñarse y basarse en resultados de la experimentación en animales y en el conocimiento de la historia natural de la enfermedad o de otros estudios, que permitan anticipar los resultados y por tanto, justificar la realización del mismo. Regla 4. El experimento debe ser conducido de tal manera que evite toda lesión o sufrimiento mental o físico innecesario.

relacionadas con la investigación en humanos, aunque algunas son muy

discutibles, establecen los procedimientos para la experimentación y las

características que deberá poseer el experimentador. Le siguió la Declaración de

Helsinki20, en junio de 1964, aprobada por la Asociación Mundial de Médicos, que

Regla 5. No deber realizarse un experimento cuando haya razones a priori para pensar en la posibilidad de lesiones mortales, o que incapaciten al sujeto, excepto quizá en aquellos donde los médicos e investigadores también sirven como sujetos de experimentación. Regla 6. El grado de riesgo de un experimento nunca debe exceder a la importancia de lo que pretende demostrarse. Regla 7.Se debe tomar todas las precauciones para proteger a los sujetos de experimentación, aún contra la más remota posibilidad de lesión, incapacidad o muerte. Regla 8. El experimento sólo deber realizarse por personas altamente capacitadas. Debe exigir siempre el mayor grado de habilidad y de cuidado a todas las personas que conducen o participan en todas las fases del mismo. Regla 9. Durante el desarrollo del experimento, el sujeto podrá pedir que se suspenda, si se siente afectado mental o físicamente para continuarlo. Regla 10. Durante del desarrollo del experimento, los científicos encargados deben estar dispuestos a darlo por terminado en cualquier momento, si consideran, en el ejercicio de su buena fe, de su gran preparación y de su juicio sereno, virtudes en ellos muy esperada, que la continuación del mismo puede, muy posiblemente, resultar en lesión, incapacidad o muerte del sujeto en experimentación. Julio Roldán. 20

Declaración de Helsinki. I. Principios fundamentales.

1. La investigación clínica debe sujetarse a los principios morales y científicos que justifican la investigación médica y debe estar basada en experimentos de laboratorio, realizados en animales, o en otros hechos científicamente establecidos. 2. La investigación clínica debe ser dirigida solamente por las personas calificadas científicamente y bajo la supervisión de un médico calificado. 3. La investigación clínica no puede llevarse a cabo legítimamente si la importancia del objetivo no está en proporción al riesgo inherente para la persona sujeta a la investigación. 4. Todo proyecto de investigación clínica debe ser precedido por una cuidadosa valoración del riesgo inherente en comparación con los beneficios previsibles para el sujeto o para otros. 5. Precaución especial ha de tener el médico al realizar una investigación clínica en la que la personalidad del sujeto sometido a investigación está expuesta a alteraciones por causa de las drogas o del procedimiento experimental

II. Experimentación esencialmente terapéutica. 1. El tratamiento de una persona enferma, el médico debe de ser libre para usar una medida terapéutica nueva, si a su juicio ofrece esperanzas de salvar la vida, restablecer la salud o aliviar el sufrimiento. Si es posible, de acuerdo con la psicología del paciente, el médico debe obtener el consentimiento del enfermo libremente, dado después de que le haya sido proporcionada una explicación plena. En caso de incapacidad legal del paciente, debe ser conseguido también el consentimiento del tutor legal; en el caso de incapacidades físicas, el permiso de tutor sustituye a la del paciente. 2. El médico puede añadir a las medidas terapéuticas, experimentos sobre el ser humano, siendo el objetivo la adquisición de nuevos conocimientos médicos, sólo en la medida en que la investigación clínica sea justificada por su valor terapéutico para el paciente.

III. Experimentación clínica no terapéutica. 1. En la aplicación puramente científica de la investigación clínica llevada a cabo en un ser humano, es obligación del médico seguir siendo el protector de la vida y de la salud de la persona en la que se esta realizando la investigación clínica. 2. La naturaleza, el fin y el riesgo sobre la vida o la salud del sujeto sometido a experimentación deber ser explicados al sujeto por el médico.

sirve de guía a los médicos en la investigación clínica, sin que con esto se diga

que el médico se exonere de su responsabilidad ética y jurídica; establece los

fundamentos para la investigación clínica.

En México, la Secretaria de Salud, con base a las facultades que le confiere la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicó el 23 de diciembre

de 1986, El Reglamento de la Ley General de Salud en materia de investigación

para la salud; y que abordaremos posteriormente cuando analicemos los temas

relacionados a los Códigos y Reglamentos que norman el quehacer médico en

nuestro país.

El surgimiento de la bioética se da al final del siglo pasado, y es producto de la

obtención de nuevos recursos terapéuticos, el desarrollo industrial, el crecimiento

de la población y el riesgo ambiental, por lo que Aldo Leopold, ingeniero forestal,

escribe su libro The Land Ethic, A Sound County Almac (1946), reflejando su

preocupación de profesional, no médico, sobre la responsabilidad en la salud y la

vida; no sólo del hombre, sino de toda la especie que habita el planeta y

posteriormente en 1969, Daniel Callahan, fundó en Hudson cerca de Nueva York,

el Hasting Center, primera institución en el mundo dedicado a la bioética, en 1971,

André Hellegers, médico católico, bajo los auspicios de los esposos Kennedy,

funda lo que actualmente es el Kennedy Institute of Ethic, dependiente de la

Universidad de Georgetown, en el mismo año, Van Rensselaer Poter, bioquímico

3. La investigación clínica en un ser humano no puede ser empleada sin su consentimiento libre, después de que haya sido informado; si él es legalmente incompetente, debe obtener el consentimiento del tutor legal. El sujeto de la investigación clínica debe estar en un estado metal, físico y legal tal que sea hábil para ejercer su poder de elección. El consentimiento por lo general, debe obtenerse por escrito. Sin embargo, la responsabilidad de la investigación clínica siempre esta en el investigador, y nunca recae en el sujeto, aún después de haber obtenido el consentimiento. 4.El investigador debe respetar el derecho de toda persona a salvaguardar su integridad personal, especialmente si el sujeto está en una relación de subordinado respecto del investigador. En cualquier momento, durante el desarrollo de la investigación clínica, el sujeto sometido a ella, o su tutor, debe ser libre para retirar la autorización a proseguir la investigación. El investigador o el equipo debe interrumpir la investigación, si a juicio de investigador, o el equipo, puede ser dañosa para el individuo si continúa.

e investigador del cáncer, publica su libro “Bioetthics, bridge to the future”21, y

utiliza por primera vez el término de bioética, y publica además un propuesta para

una bioética más amplia, orientada al bien social de la supervivencia de hombre,

con el título de The Global Bioethics.

Como se puede ver, la bioética nace en EUA, después pasa a Europa; Francisco

Abel, médico y sacerdote, en 1980, funda el Centro Borja de Bioética en Barcelona

España, en este mismo año, en una reunión del CIOMS, el doctor José Kuty Poter,

da inicio a su preocupación por aspectos humanísticos de la medicina y funda en

México el Instituto de Humanismo en Ciencias de la Salud, dentro de la

Universidad Anáhuac. En Sudamérica, inician con este movimiento José Alberto

Mainetti y Carlos Tealdi, en Argentina y en Chile se ha consolidado

importantemente, iniciando el Programa Regional de Bioética para América Latina

y el Caribe dependiente de OPS/OMS22 con sede en Santiago de Chile.

La bioética se fundamenta en varias corrientes filosóficas23 que surgen desde el

siglo XIX, donde se afirma que existen deberes que se identifican a primera vista,

por lo que en un principio se reconocen como prima facie, desarrollada por Ross y

aplicada a la medicina por Tomas Beauchamp y James Childress, con su teoría

principalista. Otros estudiosos, historiadores, médicos, teólogos, han señalado

diversos matices. En Norteamérica neoliberal y la Europa social Demócrata, dan

origen a nuevas corrientes, desligadas de las tradiciones culturales, condición

económica y realidades sociopolíticas en los 80, fecha que se da inicio a la

bioética en el continente europeo; en los 90, la bioética llega a Latinoamérica y el

Caribe, donde existen fuerte influencia cultural y religiosa, que choca con el

modelo neoliberal, dando origen a conflictos sociales, y algunos países bloquean

estas acciones con base a sus derechos de autonomía24.

21

Bioética, Puente hacia el futuro 22

OPS. Organización Panamericana de la Salud. 23

Neoliberal, Consumista y Hedonista. 24

HERNÁNDEZ, Arriaga J. Luis. ÉTICA EN LA INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA. Editorial Manual Moderno. México. 1999. pág. 12

Los principios fundamentales de bioética, son los mismos que tradicionalmente

conocemos para la ética médica, a la que se le agregan dos nuevos principios: La

autonomía del paciente y la Justicia, que debe ejercer la sociedad a través de sus

instituciones de salud.

El principio de Beneficencia, significa hacer el bien, en todas y cada una de las

acciones, que se realice él médico conscientemente, porque el daño o la simple

idea de hacer daño, no debe estar presente en un profesional de la salud. En la

sociedad actual, sé ha exagerado el uso de la tecnología, llevándolo en forma

inconsciente a la deshumanización, haciendo necesario la formación humanística

sin duda, en los profesionales de la medicina, para dar al humano el trato que le

corresponde. También se hace beneficencia, si el médico se preocupa por hacer

buenos y correctos diagnósticos, además de establecer una buena relación

médico – paciente, fundamental tanto para el diagnóstico, tratamiento y el

pronóstico de los pacientes.

El principio de no maleficencia, sinónimo de “no hacer daño”, de igual forma que

en la ética se reconoce la necesidad, la obligación de hacer el bien y no el mal,

entrando de nuevo en la controversia de que es lo bueno y lo malo; se sustentan

en sus propias teorías filosóficas25, en el sistema de valores morales y la

idealización, de acuerdo a la concepción de la realidad que tiene para el hombre;

estos valores tienen un carácter histórico, lo que los hace cambiantes con relación

a los cambios que sufre la sociedad, siendo ésta la que determina estos valores.

El principio de autonomía. Se entiende como aceptar a otro como persona moral

responsable y libre para tomar decisiones. El pleno ejercicio de este derecho por

25

La No maleficencia: Algunos autores la consideran como básico y fundamental de la ética y se encuentra en los preceptos hipocráticas Primun non nocere, “primero no hacer daño”. El peso de la argumentación reside en un concepto apropiado de daño o mal, que alude a las creencias y doctrinas; como por ejemplo: para la medicina griega era malo todo lo que fuera en contra de la naturaleza; para los romanos que se encontraban impregnados de legalidad, lo malo era lo contrario a la ley; en un contexto religioso, lo malo es lo que contraviene el orden divino. LOLAS, Fernando, BIOÉTICA. El dialogo en las ciencias de la vida. Universidad, Santiago de Chile. 1998. página 53.

parte del paciente, es el consentimiento informado, fundado en dos elementos

básicos que son la información y el consentimiento. La primera es competencia del

médico y la segunda del paciente y que debe ser voluntario, bajo ninguna forma

de presión, además de poseer la competencia metal para toma de decisiones;

tiene la finalidad de proteger al paciente o al sujeto en investigación. El profesional

de la medicina en su ejercicio diario se encuentra con una categoría mucho más

amplia del derecho de autonomía, que es ver al paciente como un todo, con sus

valores más preciados que son la vida y la salud; en que se debe respetar su

individualidad y su derecho de libertad de opción, siendo aquí donde se presentan

los principales conflictos éticos y otros casos son cuando el derecho de la

autonomía, son contrarios al derecho de elección de la comunidad. (Secreto

profesional, en algunos padecimientos que afectan a terceros)

El principio de la justicia, en el campo de la salud, se entiende a lo que se

determinan como “justicia distributiva” o es decir la distribución equitativa de los

bienes escasos en una comunidad, o dar a cada quién lo suyo, lo propio, lo

necesario y que se encuentra vinculado irremediablemente al proyecto social del

modelo económico que impere en la sociedad. El principio de justicia es a nivel de

la sociedad y de las instituciones, pero no evade la responsabilidad de profesional

de la salud, en la observación de estos principios bioéticos. Obrar con justicia, se

entiende también hacer un buen uso de los recursos, no derrochar recursos en

algo irremediables (prolongar la muerte de paciente irremediable), o proporcionarlo

a otro que tiene mayor posibilidad de vida y además de trata la urgencia en forma

prioritaria. Si se entiende que la salud es un problema público, el Estado está

obligado dar a cada quién lo necesario, en el momento preciso y con

independencia de su status social.

La bioética está formada por el equilibrio entre los conocimientos científicos y los

filosóficos, donde se puede concluir que el médico debe tener amplio conocimiento

filosófico, que entienda y resuelva los problemas de la vida, de la justicia, la gloria,

el éxito y principalmente de la libertad, por lo que debe de ser consciente del deber

ser, es decir, saber, que cosa se debe hace y cual no se debe hacer,

independientemente de que se puedan o no hacerlo. 26

En la revista Life, en 1962, narra la historia del primer comité de Seattle27 que tuvo

la responsabilidad de decidir quién podía acceder a un tratamiento novedoso: la

hemodiálisis. Como todo avance técnico que promete salvar vidas, la demanda

supera la capacidad de atención, apareciendo la necesidad de decidir a quien se

le otorgaba este beneficio y a quién no; decisión difícil cuando existe la certeza de

la eficacia del procedimiento. Henry Beecher, profesor de anestesia de Harvard,

publicó un artículo en la revista New England Journal of Medicine, con el título

“Ética e investigación Clínica”, en el cual indicaba que más o menos 12% de los

artículos médicos publicados en 1964 en una revista empleaban procedimientos

reñidos con la ética; en 1970, publicó un libro titulado Research and the individual (

investigación e individuo), que plantea dilemas que persisten hasta la actualidad,

como son: El tema del valor y los límites de la investigación en humanos. Las

primeras reflexiones de la Alemania nacionalista; de una sofisticada tecnología

médica, una profesión respetada y una masiva aplicación de métodos de

destrucción humana coexistieron. Después de la Segunda Guerra Mundial, un

tribunal estadounidense juzgó a algunos médicos por su participación en

experimentos inhumanos; dando origen a lo que se conoce como “ consentimiento

informado”. La primera norma sobre está materia se promulgó paradójicamente en

Alemania nacionalista en 1931. En 1967, prestigiada institución de investigación

estadounidense, el Nacional Institute of Health, estableció una comisión

evaluadora de los procedimientos empleados en los estudios con sujetos

humanos, financiados con recursos del gobierno.

26

RAMÍREZ, Covarrubias Guillermo Dr. MEDICINA LEGAL MEXICANA. Editorial 2000. México. 27

En la ciudad de Seattle, en el Estado de Washington, en 1962, se realizó un verdadero experimento social: Se integró un comité de personas, muchas de las cuales ignoraban la medicina, con la tarea de tomar las decisiones sobre quién accedía al tratamiento salvador. Fundaron un procedimiento para la toma de decisiones en el campo médico que trascendía a la profesión médica, constituyendo un verdadero comité de ética, que en sus deliberaciones tomaban en cuenta no sólo la historia clínica sino también la historia vital de los enfermos.

Se puede decir que en la actualidad se encuentran regulados todos los centros de

investigación, sin que con esto sé de solución a la necesidad de investigar en

humanos y con el control riguroso de las exigencias del método científico;

quedando claro que existen controversias de difícil armonización práctica que

exigen una constante reflexión. Cristian Barnard, realizó el primer transplante

cardíaco, para lo cual el donador debe esta muerto- vivo, es decir cerebralmente

muerto, pero activo; dando origen al dilema de determinar cuando alguien ha

muerto, siendo objeto de reflexiones jurídicas y filosóficas. En todo el mundo los

trasplantes de órganos han originado grandes debates sobre el concepto de la

muerte, sobre los signos de la muerte, sobre la posibilidad de una legislación que

distinga los distintos tipos de muerte, como por ejemplo, el concepto de muerte

cerebral28. El caso de Tuskegee29, un estudio sobre la historia natural de la sífilis,

donde se demuestra que la ética de investigación científica no es sólo un asunto

de “consentimiento informado”, es también, compasión a sus semejantes,

delegada en los profesionales y que no puede ser defraudada, con engaños sobre

los riesgos y con estudios manipulados a un fin que lesione de alguna forma al

paciente, aun cuando el objetivo sea incrementar el conocimiento, que podría

después ser útil a la humanidad; en este caso deben ser consideradas: la

necesidad del saber, el beneficio de la humanidad, el respeto a las decisiones de

las personas sobre su cuerpo y los límites que pueden ser impuestos a los

28

La muerte cerebral ocurre cuando un individuo privado de la actividad mental superior, es sometido a medios artificiales para mantener la respiración y la circulación. Es decir con respirador artificial y medicamentos como la dopamina. Se presenta esta situación cuando el tallo cerebral sufre daño neuronal y que causa a la víctima un daño irreversible y sin la intervención médica el paro del corazón sería en pocos minutos evolucionado hacia la muerte. El objetivo de estas medidas artificiales es oxigenar los tejidos para fines de donación de órganos y que a pesar de estas medidas el paro sobrevendría en término de 48 a 72 horas. Existen criterios para determinar la muerte cerebral y los más conocidos son los emanados del Comité Ad hoc de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en 1968, y son: Ausencia absoluta de respuesta a estímulos externos, ausencia de movimientos espontáneos y de movimientos respiratorios, ausencia de reflejos, electroencefalograma isoeléctrico. Vargas Alvarado. 29

Tuskegee, localidad del Estado de Alabama, en los Estados Unidos, en 1932, se inició un estudio, sobre la historia natural de la sífilis no tratada. Se hace este estudio en personas de color, que nuca se les informó el objetivo de la investigación, ni de los riesgos de la misma, se le dio a cambio, alimentos, transporte y un funeral gratis, aún cuando la penicilina estaba disponible, no se les dieron tratamiento. El caso se publicó 1972, influyó en el Congreso de los Estados Unidos, para crear una Comisión Nacional para la protección de los sujetos Humanos en la Investigación Biomédica y Contractual en 1974. Seguida por la Comisión Presidencial para los Estudios de los problemas Éticos en Medicina y en la investigación Biomédica y Conductual, en 1979.

estudios que suponen riesgos para los sujetos. Los principios Bioéticos aplicables

a la medicina, son: a) defensa de la vida; b) libertad y responsabilidad; c) totalidad

y principio terapéutico; d) sociabilidad y subsidiaridad, y e) beneficencia,

autonomía y justicia.

En México, él Doctor Bernardo Sepúlveda, cuando tenía el cargo del Consejo

Superior de Salubridad, alentó la formación de los comités de ética en los

hospitales. Estableciendo en la Ley General de Salud, que para todas la

instituciones de salud que realizaran investigación en humanos, deberían de

contar con un comité de bioética; en el artículo 98, así como se previene en

artículo 99, en materia de investigación para la salud.30

En materia de control sanitario de la disposición de tejidos y cadáveres en seres

humanos, desde 1985, se estableció que todas las instituciones que realicen

transplantes, tienen la obligación de tener internamente un comité de transplantes,

con la obligación de vigilar la observancia de los principios éticos, aprobada esta

obligación el 26 de mayo de 2000, (artículo 316)31. En 1992, se creó el Comité

Nacional de Bioética, como parte del Consejo de Salubridad; y por acuerdo

publicado 23 de octubre del 2000, se creó la Comisión Nacional para el Genoma

Humano, con la pretensión de dar respuesta a las implicaciones éticas, sociales,

jurídicas y económicas, como resultado de la investigación científica del genoma

humano. El Dr. Velasco Suárez, afirmó, la aceptación de la mayoría de las

30

Ley General de Salud. Art. 98. En las instituciones de salud, bajo la responsabilidad de los directores o titulares respectivos y de conformidad con las disposiciones aplicables, se constituirán: una comisión de investigación, una comisión de ética, en el caso de que se realice investigación en seres humanos, y una comisión de bioseguridad, encargada de regular el uso de radiaciones ionizantes o de técnicas de ingeniería genética. El Consejo de Salubridad General emitirá las disposiciones complementarias sobre áreas o modalidades de la investigación en las que considere necesario. 31

Ley General de Salud. Art. 316. 2º Párrafo. Los establecimientos en los que se extraigan órganos y tejidos o se realicen transplantes, adicionalmente, deberán contar con comité interno de transplantes y con un coordinador de estas acciones, que serán supervisadas por el comité institucional de bioética respectivo.

instituciones hospitalarias, creándose los comités de bioética en todos los estados

de la República. Dentro de las atribuciones de los Comités de bioética, se

establecen las normas y lineamientos de carácter ético, que sé debe seguir en el

quehacer médico; se conforma de manera multidisciplinaria con médicos, filósofos

y abogados, entre otros; los especialistas, debe estar integrado en los hospitales,

por integrantes de cada una de las áreas y en los casos de las instituciones,

también, le deberá representar un integrante por cada institución. La organización

y funcionamiento de los Comités, son de carácter obligatorio y su integración y

operación son responsabilidad de la Secretaría de Salud en cada entidad

federativa.

El comité de enseñanza, investigación, capacitación y ética, son los responsables

de analizar y evaluar la aplicación de los programas de docencia médica y

paramédica, así como supervisar y validar protocolos de investigación. La materia

de ética tiene como responsabilidad vigilar y dar cumplimiento a los principios

deontológico y bioéticos, solicitar al responsable de área de enseñanza se

elaboren los programas de capacitación continua; con base al código de ética32,

donde se establecen los principios morales que habrán de seguirse en la practica

médica. Otro ordenamiento de importancia es el Código de Nuremberg, 1949, su

origen fue para evitar que se repitieran las atrocidades en el ejercicio de la

medicina durante el régimen nazi. La Declaración de Helsinki, 1964, de gran

importancia para la investigación en humanos, estableciendo que la investigación

clínica deberá acomodarse a los principios científicos y morales que lo justifiquen,

32

Código de Ética.- El Código de Ética, en 1794, se publicó en Inglaterra, que son la base de varios documentos con este tema. En 1947, el primer Código de Ética de los Estados Unidos, donde se destaca la importancia de la relación médico paciente; este mismo Código, fue revisado en 1948, y se redujo a diez principios. En 1948, se adoptó la Declaración Ginebra por World Medical Association, que destaca como primer objetivo la salud del enfermo, exalta la gratitud a los maestros prevista en el Juramento Hipocrático, además de la vocación de servicio. 1949, surge el Comité Internacional de Ética Médica ( Asociación Medica Mundial, 1949, 1968, 1983), con base en la Declaración de Ginebra, que tiene en primer plano el conservar la vida, dando gran importancia al Secreto médico, los deberes de los médicos en general y dispone: “El médico debe, en todos los tipos de practica médica, dedicarse a proporcionar un servicio médico competente, con plena independencia técnica y moral, con respeto y compasión por la dignidad humana. El médico debe tratar con honestidad a pacientes y colegas y esforzarse por dejar al descubierto a aquellos médicos débiles de carácter, o deficientes en competencia profesional, o a quienes incurran en

fraude o engaño” García Ramírez.

con base a experimentos en laboratorios y con animales, además de advertir la

necesidad de organismos que garanticen la calidad de los protocolos de

investigación y el consentimiento informado. 1977, la Asociación Mundial de

Psiquiatría, propuso la Declaración de Hawai, que contiene principios éticos en la

materia. La ONU, 1982, aprobó los Principios de Ética Médica, para el personal de

salud, con relación a personas presas o detenidas, contra la tortura o tratos

inhumanos. 1987 la Conferencia de los Consejos Profesionales de Médicos de la

Comunidad Europea expidió los Principios de Ética Médica Europea. 1996 el

Comité de Ética de la Asociación Mundial de Psiquiatría aprobó la Declaración de

Madrid, donde abarca materias como la eutanasia, la tortura, la pena de muerte, la

selección del sexo y el transplante de órganos. 1997, 186 países miembros

UNESCO aprobaron la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los

Derechos Humanos, que fue elaborado por el Comité Internacional de Bioética,

considerado como el primero de carácter universal en el campo de la biología y la

genética, en que se abordan temas como el respeto a la dignidad de las personas,

el consentimiento informado, el derecho a no ser informado, la confidencialidad y a

una reparación justa.

En México, las normas de la bioética, se encuentran en la Constitución Política, el

Código Penal, en la Ley General de Salud y el Código Nacional de Bioética,

compilados por la Comisión Nacional de Bioética y el Consejo de Salubridad

General en 1993, que comprende seis partes: Salud, Adicciones, Transplantes de

órganos, Tratado sobre desarme nuclear, Ecología y Derechos Humanos.

Se hace necesario que los facultativos, conozcan estos códigos, porque se ha

demostrado por Samuel Ponce de León, en una encuesta, que la mayoría de los

internos, pasantes y residentes los desconocen, además de que no han recibido

cursos de ética en su formación profesional; los ordenamientos jurídicos poco

pueden hacer si son desconocidos, razón por la cual no funcionan y solo serán

exigibles cuando estén fundados en principios éticos y no en un consenso político

o por acuerdo de las mayorías.