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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DEL ZULIA FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS DOCTORADO EN CIENCIAS HUMANAS EL OBJETO DIRECTO Y LA TELICIDAD EN ESPAÑOL TESIS DOCTORAL REQUISITO INDISPENSABLE PARA OPTAR AL TÍTULO DE DOCTOR EN CIENCIAS HUMANAS DOCTORANDA MG. SC. MASIEL C. MATERA A. C.I. 10.451.046 TUTOR M. A. RAIMUNDO E. MEDINA C. Maracaibo, noviembre de 2012

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DEL ZULIA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS

DOCTORADO EN CIENCIAS HUMANAS

EL OBJETO DIRECTO Y LA TELICIDAD EN ESPAÑOL

TESIS DOCTORAL REQUISITO INDISPENSABLE PARA OPTAR AL TÍTULO DE

DOCTOR EN CIENCIAS HUMANAS

DOCTORANDA

MG. SC. MASIEL C. MATERA A. C.I. 10.451.046

TUTOR

M. A. RAIMUNDO E. MEDINA C.

Maracaibo, noviembre de 2012

“Sino que aquel monte será tuyo; pues aunque es bosque, tú lo desmontarás y lo poseerás hasta sus límites más lejanos; porque tú arrojarás al cananeo,

aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte” Josué 17:18

A Luis, Luis Antonio y Masiel carolina

Agradezco A Dios, mi Creador, mi Padre, mi Salvador. A él todo el honor y la gloria. ¡Abba Padre! A Raimundo Medina, maestro, tutor y amigo incondicional e incansable. Las largas horas de trabajo, finalmente, han dado fruto. A Godsuno Chela, maestro y amigo. Siempre dispuesto a leer, a corregir y a brindar su opinión certera. A los profesores Antonio Franco y Alberto Villegas, por los valiosos aportes que, como jurado, han hecho a este trabajo. A Luis, mi esposo, a Luis Antonio y Masiel Carolina, mis hijos, a mi mamá Guadalupe y a mi querida hermana Pina. Sin su ayuda sin límites, palabras de aliento y paciencia hubiese sido difícil culminar. A Ivonne, Elsa, Yoyce, Alexa, Daris y Emyr, hermanas y amigas en Cristo, por su apoyo más allá de las palabras.

Matera Acosta, Masiel Coromoto. El objeto directo y la telicidad en español. Tesis doctoral. Universidad del Zulia. Facultad de Humanidades y Educación. División de Estudios para Graduados. Programa de Doctorado en Ciencias Humanas. Maracaibo, Venezuela. 2012, Pp. 293

RESUMEN La gramática transformacional clásica, con Katz y Postal (1964) (c.f.Mittwock (1982)), deriva (1) Juan come de (2) Juan come algo a través de una elisión. En este período de la gramática generativa la interpretación semántica se aplica a la estructura profunda antes de la aplicación de las transformaciones. Bresnan (1978) trata (1) como sintácticamente intransitiva, pero funcionalmente transitiva, este planteamiento es acorde con lo que se llamará en 1981 Gramática Lexical-Funcional. BethLevin (1993) incluye (1) y (2) dentro de las alternacias de objeto no expresado. Cummins y Roberge (2004) explican quecualquier verbo transitivo tiene el potencial de aparecer sin un objeto directo y cualquier verbo inergativo tiene el potencial de aparecer con un objeto directo. En este trabajo planteamos como objetivo el diseño de un modelo teórico que trate de explicar la transitividad en español mediante la interacción de la estructura léxico-conceptual del evento y el sistema computacional. El marco teórico-metodológico es el Programa Minimista(Chomsky (1995, 2000, 2001)). Las conclusiones más importantes son: (i) la posición de objeto directo se proyecta aunque no tenga realización fonética, (ii) el aktionsart es formado composicionalmente mediante la interacción de los rasgos del verbo y de la posición de objeto directo. Palabras clave: Transitividad, objeto nulo, aktionsart [email protected]

Matera Acosta, MasielCoromoto. Direct Object and Telicity in Spanish.Doctoraldisertation. Universidad del Zulia. Facultad de Humanidades y Educación. División de Estudios para Graduados. Programa de Doctorado en Ciencias Humanas. Maracaibo, Venezuela. 2012, Pp. 293

ABSTRACT

Classicaltransformationalgrammar derives (1) John atefrom (2) John ate somethingthroughelision (Katz& postal (1964) (c.f.Mittwock (1982)). In thisperiodsemanticinterpretationappliestodeepstructurebeforetheapplication of transformations. Bresnan (1978) assumes (1) as sintacticallyintransitive, butfunctionallytransitive, thisapproachis in line with Lexical-FunctionalGrammar (Bresnan (1981)). BethLevin (1993) includes (1) and (2) withintheunexpressedobjectalternations. Cummins&Roberge (2004) claimthatanytransitiveverb has thepotentialtooccurwithout a directobject and anyinergativeverb has thepotentialtoappearwith a directobject. In thisresearchworkweaimtolayout a theoreticalmodelthatattemptstoexplaintransitivity in spanishthroughtheinteraction of lexical-conceptual structuresof events and a computationalsystem. ThetheoreticalframeworkistheMinimalistProgram (Chomsky (1995, 2000, 2001)). Thekeyfindings are: (i) thedirectobject position withsomeverbsisprojectedevenwithoutphoneticrealization, (ii) aktionsartiscompositionallyassembledbytheinteraction of verbal features and those of thedirectobject position. Keywords: Transitivity, nullobject, aktionsart [email protected]

PRÓLOGO

En la tesis doctoral titulada El objeto directo y la telicidad en español,

estudiamos y analizamos el problema de la transitividad en español. Nos

ocupamos esencialmente de la noción de objeto y sus implicaciones

semánticas como el aspecto interno, tipo de situación o aktionsart. Para

estudiar este problema, es necesario abordar algunos fenómenos

importantes que inciden sobre la interpretación transitiva o no de un evento,

como lo son los rasgos, el objeto nulo y la influencia de los clíticos,

específicamente el clítico se, en la interpretación aspectual del evento.

El trabajo está dividido en seis partes, además de las conclusiones y

las referencias bibliográficas.

En primer lugar, los preliminares, en los cuales exponemos el marco

teórico-metodológico en el que se explican los fenómenos; este marco es la

Gramática Generativa. Aquí exponemos la teoría generativa del lenguaje

propuesta por Chomsky a partir de 1950, así como el modelo propuesto por

este autor y las distintas evoluciones que ha experimentado desde sus inicios

hasta lo que actualmente conocemos como el Programa Minimista (1995,

2000, 2001).

Luego, presentamos la introducción en la que exponemos, de manera

crítica, los planteamientos de algunos de los autores más representativosde

la tradición ibérica del español y de la tradición americana que han estudiado

la transitividad. De esta forma, detectamos los problemas que se presentan

con respecto a la manera en que estos autores abordan este estudio y

planteamos como objetivo de la investigación el diseño de un modelo teórico

que trate de explicar la transitividad en español mediante la interacción de la

estructura léxico-conceptual del evento y el sistema computacional.

En el capítulo I, Aspectos teoréticos, introducimos algunas teorías

fundamentales dentro de la gramática generativa que sustentan la

investigación. En el capítulo II, Los rasgos, planteamos la importancia de los

rasgos como conjuntos complejos de propiedades que poseen los núcleos

(las palabras), los cuales se constituyen en los primitivos del análisis.

Asimismo, proponemos algunos de los rasgos fundamentales presentes en la

posición del verbo y en la posición del argumento interno que interactúan en

la relación verbo/complemento.

En el capítulo III, El objeto nulo, presentamos y justificamos la

propuesta de que la posición del argumento interno se proyecta aunque el

nombre en esta posición no tenga realización fonética.

El capítulo IV, que trata sobre El aktionsart y el clítico se, contiene el

estudio del aktionsart o el aspecto interno de los eventos. Estudiamos cómo

los rasgos presentes en el verbo y en el objeto directo (con realización

fonética o no) contribuyen con la interpretación de un evento como télico o

atélicoy cómo esto repercute en la interpretación transitiva o intransitiva de

ese evento. Asimismo, presentamos los clíticos, en general, como

indicadores de concordancia con la frase nominal y la manera en que el

clítico se interviene en el aktionsart de los eventos.

Luego, las conclusiones en las que exponemos de forma concreta los

aportes de nuestra investigación al estudio de la transitividad y, finalmente,

las referencias bibliográficas.

ÍNDICE GENERAL Resumen

Abstract

Prólogo

PRELIMINARES. LA GRAMÁTICA GENERATIVA………………………………

13

1. La Gramática Generativa: Una revolución cognitiva…………………………. 13

2. La concepción chomskyana del lenguaje…………………………………………… 19

2.1. El concepto de sentido común…………………………………………………………. 19

2.2. El lenguaje externalizado (L-E)………………………………………………………. 21

2.3. El lenguaje internalizado (L-I)…………………………………………………………. 22

3. La revolución cognitiva de los años cincuenta: Un cambio en

la perspectiva de la investigación……………………………………………………………

23

3.1. Bases empíricas para el estudio del L-I…………………………………………… 27

4.- El enfoque minimista………………………………………………………………………….. 30

4.1 El problema de Platón………………………………………………………………………. 30

4.2. El acercamiento de Principios y Parámetros (P y P)………………………. 32

4.3. El Programa Minimista (PM)……………………………………………………………. 35

4.3.1 El lexicón (1995)……………………………………………………………………………. 40

4.3.2. El sistema computacional (1995)…………………………………………………. 41

4.3.3. Acerca de las fases en el minimismo…………………………………………… 52

4.3.3.1. Las fases y la ciclicidad……………………………………………………………… 53

4.3.3.1.1. La condición de la ciclicidad fuerte………………………………………… 53

4.3.3.1.2. La condición de impenetrabilidad de la fase

(Phase Impenetrability Condition (PIC))…………………………………………………

53

INTRODUCCIÓN........................................................................

57

1. Panorama general del objeto directo en español………………………………. 57

1.1. La tradición ibérica del español……………………………………………………….. 57

1.2. La tradición americana…………………………………………………………………….. 73

2. El propósito de la investigación…………………………………………………………… 80

CAPÍTULO I. ASPECTOS TEORÉTICOS……………………………………………… 93

1.1. Antecedentes Históricos………………………………………………………………….. 93

1.1.1. Remarks on Nominalization. Chomsky (1970)……………………………. 96

1.1.2. La tesis de la atomicidad (The Atomicity Thesis)………………………… 100

1.1.3. La teoría de la incorporación………………………………………………………… 103

1.1.4. La cáscara FV-articulada (The Articulated VP-Shell)…………………… 105

1.1.5. La morfología distribuida (MD) (Distributed Morphology)……………

109

CAPÍTULO II. LOS RASGOS…………………………………………………………………

115

2.1. La concordancia de los rasgos………………………………………………………… 132

2.2. La concordancia del rasgo de Caso acusativo………………………………… 143

2.3. Otros rasgos presentes en la relación verbo/complemento…………..

154

CAPÍTULO III. EL OBJETO NULO…………………………………………………………

158

3.1. Una justificación del objeto nulo………………………………………………………. 163

3.2. La evidencia semántica: Dowty (1991) y Beavers (2006)……………… 193

CAPÍTULO IV. EL AKTIONSART Y EL CLÍTICO SE…………………………… 217

4.1. El aktionsart……………………………………………………………………………………… 217

4.1.1. Los rasgos [AÑADA A] y [CEA] (Cantidad especificada de A)…….. 231

4.2. Los clíticos y el aktionsart……………………………………………………………….. 235

4.2.1. La gama de significados del clítico se en español………………………. 240

4.2.2. El clítico se como un marcador del aktionsart…………………………….. 247

CONCLUSIONES…………………………………………………………………………………….. 268

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………………. 277

PRELIMINARES

LA GRAMÁTICA GENERATIVA

1. La Gramática Generativa: una revolución cognitiva

El estudio del lenguaje es una de las áreas del conocimiento más

antigua dentro de la investigación sistemática.

Chomsky (1986, 1991) explica que ya desde los siglos XVII y XVIII,

existía un interés por las cuestiones relacionadas con el estudio del lenguaje

desde el punto de vista de los universales y cita como ejemplo los

planteamientos realizados por los filósofos Leibniz y Bacon con respecto a

que, de acuerdo con su “sustancia”, la gramática es la misma en todas las

lenguas aunque varíe accidentalmente, esto es, la sustancia concebida como

la mente y sus actos; y la constante a través de las lenguas es que cada

lengua particular se vale de diversos mecanismos para la expresión del

pensamiento. Luego Bauzée, gramático racional importante del siglo XVIII y

también citado por Chomsky (1986, 1991), introduce la noción de principios

universales al establecer una diferencia entre lo que él llamó la “gramática

general” y la “gramática particular”; definiendo a la primera como una

ciencia deductiva integrada por principios generales de la lengua oral y

escrita y que son anteriores a todas las lenguas porque son los mismos que

rigen la razón humana en sus operaciones intelectuales. Luego, según

Bauzée, la ciencia del lenguaje no difiere en absoluto de la ciencia del

pensamiento. Mientras que la “gramática particular” más que una ciencia,

porque no utiliza únicamente las “leyes universales” necesarias, es una

“técnica” ya que muestra cómo las lenguas dadas ponen en uso esos

principios generales. Chomsky (1986, 1991) explica que esta idea fue

reforzada posteriormente por John Stuart Mill, al plantear que mediante

estos principios y reglas de la gramática es como las formas del lenguaje se

corresponden con las formas del pensamiento.

14

Después, en un período romántico ampliamente influenciado por las

ideas de Wilhelm von Humboldt de que el lenguaje más que comunicación es

la “expresión del espíritu”, entendiendo este como el espíritu colectivo del

pueblo; se mantuvo que los recursos disponibles para la expresión del

pensamiento en las lenguas particulares determinan, en parte, su naturaleza

y contenido y estos recursos incluyen el ingenio individual que enriquece el

significado de los pensamientos y expresiones, pero sin afectar su sistema de

sonidos, reglas de palabras y formación de oraciones.

Al mismo tiempo, Chomsky (1986, 1991) introduce la idea de que

debe haber cierta condición en el hombre que lo habilita para la adquisición

del conocimiento, con el planteamiento de Ralph Cudourth, de que la mente

no es para ser llenada con mucho a partir desde la nada, como si fuera una

vasija; y de James Harris al comparar el crecimiento del conocimiento con el

de una fruta, donde los factores externos cooperan en cierta medida, pero

es el vigor interno del árbol (en nuestro caso la mente) lo que impulsa el

crecimiento, madurez y jugosidad de la fruta (en nuestro caso el

conocimiento del lenguaje).

Ésta es una concepción platónica que aplicada al lenguaje:

“sugeriría que el conocimiento de una lengua particular crece y madura a lo largo de un recorrido que es, en parte, intrínsecamente determinado, bastante parecido a la manera como el sistema usual u otros órganos del cuerpo que se desarrollan a lo largo de un recorrido determinado por instrucciones genéticas bajo los efectos desencadenantes y formadores de los factores del ambiente”. (Chomsky;1986:2) (La traducción es nuestra).

Este período corresponde a lo que Chomsky (1991) denomina primera

revolución cognitiva de los siglos XVII y XVIII, donde, a través de algunos

de sus autores representativos, podemos evidenciar cómo la investigación

en torno al lenguaje había sido entendida dentro del marco de la mente y el

pensamiento.

15

Estas ideas fueron abandonadas por las investigaciones realizadas

dentro de las principales corrientes lingüísticas de finales del siglo XIX y la

primera mitad del siglo XX. Las razones, según Chomsky (1991), son

varias: por un lado, el impacto que produjeron la aparición del empirismo,

más bien estrechamente construido, y las posteriores teorías conductistas y

operacionalistas; luego, los resultados de los estudios realizados por la

investigación histórica y descriptiva cuyo ámbito limitado a las leyes del

sonido provee un amplio conocimiento de la historia del lenguaje.

Finalmente, como consecuencia natural de la investigación de una variedad

muy rica de lenguas que aparentemente contradecían los planteamientos

realizados por la anterior tradición racionalista.

Sin embargo, un siglo después, a mediados de los años cincuenta,

resurgen nuevamente las ideas de aquella tradición en la llamada “segunda

revolución cognitiva” (“the cognitive revolution of the 1950s”.

Chomsky;1991: 4). Con el surgimiento de la gramática generativa se

produce una convergencia de las ideas e intuiciones de aquella primera

revolución, pero con un entendimiento más técnico de aquellos sistemas

formales y computacionales; reformulando muchos planteamientos sobre el

lenguaje, que antes eran imprecisos, de una manera mucho más clara y

bajo la nueva perspectiva de una investigación mucho más productiva.

La gramática generativa se relaciona con la psicología individual,

puesto que se interesa por los estados de la mente/cerebro,

específicamente los estados cognitivos (conocimiento, entendimiento,

interpretación, etc.) y cómo entran en la conducta, esto es, los aspectos de

forma y significado que son determinados por la facultad del lenguaje;

entendiendo como tal el problema de investigación de una teoría general

sobre la estructura lingüística que busca llegar al entramado de principios y

elementos que son comunes a todas las lenguas humanas alcanzables; en

otras palabras, la gramática universal (GU).

16

Dentro de la concepción chomskyana del lenguaje, la GU es un

mecanismo elaborado por el lingüista para caracterizar la facultad del

lenguaje como una capacidad innata de la mente (genéticamente

determinada), la cual produce un lenguaje particular a partir de la

interacción con la experiencia: “un mecanismo que convierte la experiencia

en un sistema de conocimiento alcanzado: el conocimiento de una u otra

lengua”. (Chomsky;1986:3) (La traducción es nuestra).

El estudio de la gramática generativa puede situarse dentro del

estudio de la mente, como parte integral de las ciencias naturales, que se

preocupa por los problemas del lenguaje: su naturaleza, orígenes y uso.

En este punto aparecen tres preguntas fundamentales, clásicas más

bien, que se encuentran en el tapete de la discusión lingüística desde los

tiempos de la primera revolución cognitiva:

(1) (i) ¿Qué constituye el conocimiento del lenguaje? (ii) ¿Cómo es adquirido el conocimiento del lenguaje? (iii) ¿Cómo es puesto en uso el conocimiento del lenguaje?

La primera pregunta se ha relacionado con el llamado problema de

Humboldt, que se refiere a que el lenguaje es un sistema que involucra el

uso infinito de medios finitos y su respuesta se relaciona con el estado de la

mente/cerebro de la persona que conoce una lengua particular, el cual

contiene los medios finitos. La segunda se relaciona con el problema de

Platón, referido a cómo conocemos tanto con tan pocas evidencias, y la

respuesta de Chomsky está en las propiedades innatas de la mente, es

decir, cómo los principios del estado inicial de la facultad del lenguaje, que

son anteriores a la experiencia lingüística (teoría de la GU) bajo condiciones

normales de interacción social (experiencia) llegan a un estado de

conocimiento del lenguaje, un estado estable. La tercera pregunta se

relaciona con el problema de Descartes, que tiene que ver con la producción

17

y la percepción, en otras palabras cómo el conocimiento alcanzado del

lenguaje forma parte de la expresión del pensamiento y cómo es el

entendimiento de esas expresiones producidas dentro de la comunicación y

otros usos del lenguaje.

Algunas controversias han surgido por el modo de abordar las

preguntas en (1). Al tratar de abordar el lenguaje como una propiedad de la

mente/cerebro que distingue a los humanos de las otras especies, aparecen

cuestionamientos como el de si es una facultad con propiedades y

estructura específicas, o si es que el hombre adquiere el lenguaje a través

de mecanismos generalizados. Obviamente, dentro del estudio de la

gramática generativa ha habido cambios, diferentes opiniones, ideas que se

abandonan y luego se retoman bajo otro punto de vista; lo que la filosofía

Chomskyana considera como un signo de vitalidad, sobre todo si se está en

la búsqueda de respuestas a las preguntas en (1) que estén dentro de las

lenguas naturales existentes, aunque para otros es un signo de serias

deficiencias. Estos puntos de vista han convergido últimamente, y de un

modo inesperado, en cuanto a la concepción de la naturaleza del lenguaje y

su representación mental, lo que ha permitido replantear cuestiones

empíricas y responder otras.

Por otro lado, no podemos olvidar la gramática tradicional y la

gramática estructuralista, las cuales ofrecen nuevas perspectivas diferentes

sobre los problemas tradicionales y no están de acuerdo con las preguntas

en (1). La tradicional, por su confianza en la inteligencia del intérprete, la

cual no analiza; y la otra, por la estrechez de su campo.

A pesar de que la gramática tradicional y la generativa comparten

ciertos intereses (listas de excepciones (verbos irregulares, etc.),

paradigmas de construcciones regulares, varios niveles de generalidad

acerca de la forma y significado de las expresiones), la primera no estudia

cómo el intérprete de la gramática utiliza esa información para alcanzar el

18

conocimiento que luego es utilizado para formar e interpretar nuevas

expresiones, o la naturaleza y elementos de ese conocimiento. Podría

considerarse, desde la perspectiva chomskyana, como una versión

organizada y estructurada de los datos presentados a un niño que aprende

una lengua con algunos comentarios y observaciones; mientras que la

gramática generativa se interesa principalmente por la inteligencia del

intérprete y los principios y procedimientos que llevan a alcanzar un

conocimiento completo del lenguaje.

Las teorías estructuralistas de las tradiciones europea y americana, se

interesaron en proponer procesos analíticos que dieran cuenta de los

aspectos de la gramática a partir de datos; estos procesos fueron

inadecuados y no proveían respuesta a la pregunta (1.ii), y mucho menos

determinaban en qué consiste el conocimiento del hablante /intérprete. El

lenguaje se concebía como un sistema de hábitos determinado por la

experiencia disponible; la producción y la interpretación de nuevas formas

se tomaron como un asunto de analogía y no representaban problemas.

Al enfrentar abiertamente las preguntas en (1), muchos fenómenos

fueron descubiertos, surgieron muchos problemas que anteriormente habían

sido ignorados y se reveló que, más que un sistema de hábitos y analogía,

existía realmente un problema: ¿cómo explicar la riqueza, complejidad y

especificidad del conocimiento compartido por el hablante y el intérprete

con una evidencia limitada?; el problema de la pobreza de las evidencias.

Por otro lado, el conocimiento del lenguaje usualmente es concebido

como una habilidad práctica para hablar y entender. El punto de vista

chomskyano parte del hecho de que dos personas pueden compartir

exactamente el mismo conocimiento del lenguaje, pero diferir ampliamente

en sus habilidades de uso, para plantear que no se deben igualar los dos

términos. Una cosa es el conocimiento (operaciones mentales/cerebrales) y

19

otra muy diferente la habilidad para utilizar el conocimiento (destrezas que

se pueden poseer o no).

El conocimiento del lenguaje debe asumirse como “un cierto estado de

la mente/cerebro, un elemento relativamente estable en estados mentales

transitorios una vez que es alcanzado; además, como un estado de alguna

facultad de la mente distinguible –la facultad del lenguaje- con sus

propiedades específicas, estructura y organización, un “módulo” de la

mente” (Chomsky, 1986:12-13) (La traducción es nuestra).

2. La concepción chomskyana del lenguaje 2.1. El concepto de sentido común

La noción de sentido común acerca del lenguaje es la noción

preteorética, es decir, la noción intuitiva que se tiene acerca del lenguaje,

sin referirse a una gramática prescriptiva, sino al conocimiento parcial que,

por ejemplo, un niño o un aprendiz de una lengua X posee sobre esa

lengua, esto es, va hacia la adquisición del conocimiento de esa lengua, y si

alcanza este fin, puede decirse que conoce esta lengua. (c.f.

Chomsky;1986:16).

Desde Saussure (1916), con su concepción de la lengua como

producto social, los lingüistas modernos, al aproximarse científicamente al

estudio del lenguaje, esquivan esta idea, la cual parece ser indispensable.

Una comunidad de hablantes entendida en el sentido bloomfieldiano

como un grupo de individuos con la misma conducta de habla, sin

diversidad de dialectos, ni variaciones entre los hablantes, evidentemente

no existe en el mundo real, según el pensamiento chomskyano, puesto que

cada individuo adquiere una lengua a través de interacciones sociales

complejas con otros individuos, quienes varían en su modo de hablar y de

20

interpretar lo que escuchan y en la representación interna que subyace a su

uso del lenguaje.

La suposición de que “seguramente existe alguna propiedad de la

mente P que permitiría a una persona adquirir una lengua bajo condiciones

de experiencia pura y uniforme, y seguramente P (caracterizada por la GU)

es puesta en uso bajo condiciones reales de adquisición de la lengua”

(Chomsky;1986:17) (la traducción es nuestra); entendiendo P como la

propiedad de la facultad del lenguaje descrita por la GU, esto es, P es una

característica de la especie, común a todos los humanos.

Negar esta suposición es absurdo, sería afirmar que el aprendizaje

del lenguaje solo se da bajo evidencias muy contradictorias y diversas o que

la capacidad de aprender una lengua, entendida como P, existe pero no está

involucrada en el aprendizaje real, en cuyo caso no tendría sentido la

existencia de P.

Para las teorías generativas, parece claro que cualquier acercamiento

que pretenda abordar un estudio razonable sobre la naturaleza, la

adquisición y el uso del lenguaje en circunstancias reales, debe partir de

esta noción de sentido común del lenguaje, en vista de que “la

aproximación natural (…) es intentar determinar la propiedad real de la

mente P, y luego preguntar cómo P funciona bajo las condiciones más

complejas de diversidad lingüística real” (Chomsky;1986:17) (La traducción

es nuestra).

Por otro lado, el estudio del lenguaje y la GU conducidos dentro del

marco de trabajo de la psicología individual permite la posibilidad de que el

estado de conocimiento alcanzado pueda incluir alguna inferencia a la

naturaleza social del lenguaje, esto es, en la lengua de una persona dada

muchas palabras pueden estar semánticamente indeterminadas en un

21

sentido dado, en este caso esa persona puede dejarle a los expertos la

posibilidad de refinar las referencias de estas palabras.

2.2. El Lenguaje Externalizado (L-E)

Chomsky (1986) se refiere al lenguaje externalizado en el sentido

de que las construcciones gramaticales son entendidas independientemente

de las propiedades de la mente/cerebro, es decir, la noción de lenguaje

como un sistema de acciones o conductas de algún tipo; al estilo de las

lingüísticas descriptivas y estructuralistas, la psicología conductista y otras

aproximaciones contemporáneas que “tendieron a ver el lenguaje como una

colección de accione, o emisiones de habla, o formas lingüísticas ( palabras,

oraciones) apareadas con significados, o como un sistema de formas

lingüísticas o eventos” (Chomsky;1986:19) (la traducción es nuestra); en

otras palabras, el conjunto de expresiones o descripciones estructurales que

se relacionan con su significado desde el punto de vista extensional.

Bajo esta concepción, señala Chomsky (1986), encontramos el

estructuralismo saussureano, en el cual la noción del lenguaje fue tomada

como un sistema de sonidos asociados a un sistema de conceptos; la

noción bloomfieldiana del lenguaje como la totalidad de expresiones que

pueden ser hechas por una comunidad de habla, los acercamientos

lingüísticos estructural-descriptivos influenciados por las ideas de Bloomfield

(1933) sobre el sonido y la estructura de la palabra, e incluso

investigaciones actuales como la desarrollada por el filósofo David Kelogg

Lewis , quien define el lenguaje como un apareamiento de oraciones-

significados con un alcance infinito, donde el lenguaje es usado por una

población, sustanciado por un interés en la comunicación.

Bajo este punto de vista, la gramática es “una colección de

afirmaciones descriptivas concernientes al lenguaje-E, los eventos de habla

reales o potenciales” (Chomsky;1986:20) (la traducción es nuestra), es

22

decir, el instrumento que crea el lingüista para enumerar y describir los

elementos que integran el lenguaje externalizado, el cual sería su objeto

real de estudio.

La gramática universal se concibió como un conjunto de condiciones

satisfechas por el L-E, y que son ciertas en la mayoría de las lenguas, con el

consenso general de los investigadores de la época (Martin Joos (1957),

William Dwight Whitney (1976), Sapir (1921), entre otros) de que las

lenguas pueden variar entre sí de un modo ilimitado e impredecible

atendiendo a la diversidad de discursos.

2.3. El Lenguaje Internalizado (L-I)

Chomsky (1986) lo concibe como algún elemento en la mente de la

persona que conoce el lenguaje adquirido por el hablante y usado por el

hablante/oyente, en el sentido de Otto Jespersen (1924) “ una noción de

estructura en la mente/cerebro del hablante la cual es lo suficientemente

definida para guiarlo en la formación de oraciones de él mismo, en

particular, expresiones libres que pueden ser nuevas para el hablante y para

otros ” (Citado por Chomsky;1986:22) (La traducción es nuestra).

Se parte de la facultad del lenguaje como un estado inicial de la

mente (So), es decir, un nivel de abstracción de la mente en el cual se

piensa que existen principios y propiedades significativas; luego, bajo

condiciones normales de interacción social, So pasa por varios estados hasta

llegar al estado de conocimiento de una lengua, esto es, un estado estable

(Ss). Es tarea de las ciencias del cerebro descubrir cuáles son los

mecanismos físicos (procesos) que ocurren en él y permiten que se llegue a

Ss.

Ese proceso de generación mediante el cual se pasa de So a Ss, es lo

que en la visión chomskyana se llama lenguaje internalizado (en la

23

mente/cerebro); el cual es intencional, es decir, no es simplemente

relacionar una palabra o una frase con su significado por extensión, sino

más bien el contenido interno de un término o concepto que constituye su

definición formal, de manera que una persona conoce una lengua cuando

tiene el lenguaje internalizado.

Bajo este punto de vista, la gramática se restringe a la teoría

lingüística del lenguaje internalizado (L-I): “afirmaciones de la teoría de la

mente sobre el lenguaje-I, por lo tanto, afirmaciones sobre estructuras del

cerebro formuladas en un cierto nivel de abstracción a partir de

mecanismos” (Chomsky;1986:23) (la traducción es nuestra). Mientras que

la GU se refiere a la teoría sobre el estado inicial de la facultad del lenguaje,

un componente de la mente/cerebro, parte de la dotación biológica fijada,

es decir, “un sistema de condiciones derivadas de la dotación biológica

humana que identifica el lenguaje-I que es humanamente accesible bajo

condiciones normales” (Chomsky;1986:23) (La traducción es nuestra).

3. La revolución cognitiva de los años cincuenta: un cambio en la perspectiva de la investigación

El auge de la gramática generativa a partir de los años cincuenta

implicó un cambio en el centro de atención en lo que al estudio del lenguaje

se refiere. Se pasó de la conducta real o potencial y de sus productos, al

estudio del sistema de conocimiento que subyace al uso y entendimiento del

lenguaje, y de la dotación innata que hace posible que los humanos

alcancen dicho conocimiento; es decir, se pasó del estudio del L-E, como un

objeto externalizado, al estudio del L-I; el estudio del conocimiento del

lenguaje alcanzado e internamente representado en la mente/cerebro. El

propósito es describir lo que una persona sabe cuando conoce una lengua,

lo que ha sido aprendido, complementado con principios innatos,

biológicamente determinados, los cuales constituyen un componente de la

24

mente/cerebro; esto es, la facultad del lenguaje que es caracterizada por la

GU. Bajo este enfoque se enfrentan las preguntas en (1).

El lenguaje externalizado fue el objeto esencial de estudio en la

mayoría de las gramáticas tradicionales y estructurales así como en la

psicología conductista. El L-E es un producto derivativo determinado por el

L-I. Para Chomsky (1986), las razones para el cambio de perspectiva son

diversas; veamos algunas.

El lenguaje externalizado, no es un objeto del mundo real, sino más

bien artificial; por eso, su estatus en relación con otras teorías científicas no

está claro, mientras que el lenguaje internalizado es abstraído directamente

como un componente de un estado alcanzado, es decir, el estado inicial

(So) y el estado estable (Ss) del conocimiento del lenguaje que forman parte

de la mente/cerebro, un aspecto del mundo físico donde existen estados

mentales y representaciones que serán físicamente codificados de alguna

manera. Concebida de esta forma, la lingüística resulta parte de la

psicología y finalmente de la biología, por lo que puede ser incorporada

dentro de las ciencias naturales como un mecanismo con propiedades y un

paso necesario hacia la investigación seria.

Se cambió hacia la noción de sentido común del lenguaje, pues

cuando decimos que una persona conoce una lengua no nos referimos a ese

conocimiento como un conjunto finito de oraciones o pares de sonidos-

significados relacionados extensionalmente, o a un conjunto de conductas,

sino más bien a que esa persona conoce lo que hace que ese sonido y

significado se relacionen entre sí (intención) de un modo específico, posee

pues el lenguaje internalizado.

Existía una ambigüedad en cuanto al uso de los términos técnicos, lo

cual produjo un acercamiento inadecuado a la ciencia formal y dio pie a una

errónea idea acerca del estudio de la gramática. Esto se debió, en parte, a

25

razones históricas, ya que el estudio de la gramática generativa se

desarrolló a partir de la confluencia de dos tradiciones intelectuales: la

gramática tradicional y estructuralista, y el estudio de los sistemas

formales.

En la literatura inicial de la gramática generativa, el término

“lenguaje” se utilizaba regularmente para la conducta observable del

lenguaje, siguiendo más o menos la línea de Bloomfield (1933), en el

sentido de un conjunto de oraciones bien o mal formadas. El término

“gramática” era ambiguo pues se refería tanto a la teoría lingüística sobre el

L-I, como a lo que actualmente se conoce como L-I, es decir, el

conocimiento intuitivo que el hablante tiene de su lengua. Finalmente el

término “GU” también era ambiguo porque se utilizaba para hacer

referencia al estado inicial (So) y a la teoría lingüística sobre él.

A pesar de que hubo grandes precursores, no fue sino hasta mediados

de los años cincuenta cuando emergieron ideas, adaptadas del estudio de

los sistemas formales, las cuales impulsaron realmente el estudio de los

sistemas más complejos de una lengua natural, entonces se prefirió usar el

término “lenguaje”, como más cercano a la noción de sentido común, para

referirse al L-I, en otras palabras, el proceso generativo por el cual So pasa

por distintos estados, bajo condiciones normales de interacción social hasta

llegar al Ss. El término “gramática (generativa)” se utilizó para referirse a

la teoría lingüística sobre el L-I, el término “GU” para la teoría lingüística

sobre el So; y el término “lenguaje externalizado” para referirse al conjunto

de oraciones, o de sonidos, relacionados extensionalmente con sus

significados.

Muchos problemas han surgido a partir de la consideración del

lenguaje como elemento externalizado. En primer lugar, se considera la

gramática como un conjunto de reglas que solo rinde cuenta de las

oraciones bien formadas, en consecuencia no puede cuestionarse su

26

veracidad o falsedad. Luego, se considera el lenguaje como especificado por

un grupo de oraciones o pares oraciones-significados, donde el lingüista

caracteriza este conjunto infinito de objetos y las construcciones

gramaticales pueden ser escogidas de acuerdo a la conveniencia o a otros

factores involucrados.

Sin embargo, afirma Chomsky (1986), lo que está especificado es una

colocación finita de datos sobre los cuales la mente construye un L-I que

asigna un estatus a cada expresión generada bajo ciertas condiciones y, a

partir de esta información disponible, el lingüista debe descubrir la

naturaleza del So y del L-I particular alcanzado, por lo tanto el L-E no es

especificado, sino generado.

Por otro lado, la caracterización del lenguaje como un código favorece

al L-I, ya que un código, más que un conjunto de representaciones, es un

sistema específico de reglas que asignan representaciones codificadas a

representaciones de mensajes, así los códigos pueden ser diferentes aunque

sean idénticos en su apareamiento extensional código-mensaje. Así como

tampoco puede ser aceptada la definición de lenguaje de Quine (1960)

como “un complejo de la disposición actual para la conducta verbal” (citado

por Chomsky;1986:31) (la traducción es nuestra) porque dos individuos

pueden hablar la misma lengua, pero diferir en su disposición para la

conducta verbal, y si estas reglas son definidas en términos de probabilidad

de respuestas bajo determinadas condiciones es imposible asumir el

lenguaje en esos términos.

Todas estas ideas sentaron el foco de atención en la gramática

generativa. El estructuralismo de Saussure (1916) dio origen a la afirmación

de Jespersen (1924) sobre “expresiones libres” en contra del estudio de la

estructura del lenguaje; luego Bloomfield (1933) mantiene que un hablante

produce oraciones que jamás ha oído por analogía con otras que ya oyó, sin

27

embargo no explica por qué algunas analogías son válidas y otras no, por lo

cual el término “por analogía” resultó simplemente inadecuado.

En resumen el cuadro general de la teoría generativa del lenguaje es

el siguiente:

“la facultad del lenguaje es un sistema bien diferenciado de la mente/cerebro, con un estado inicial So común a la especie (muy aproximadamente, a parte de la patología, etc) (…). Dada la experiencia apropiada, eta facultad pasa del estado inicial So a algún estado Ss fijo relativamente estable, el cual luego se somete a solamente a modificaciones periféricas (es decir, adquisición de nuevos ítemes de vocabulario). El estado alcanzado incorpora un lenguaje-I (éste es el estado de tener una lengua-I particular). La GU es la teoría del So; las gramáticas particulares son teorías de varios lenguajes-I. Los lenguajes-I (…) son lenguajes humanos, donde por “lenguaje” ahora entendemos lenguaje-I. El estado fijo tiene dos componentes que pueden ser distinguidos analíticamente (…): un componente que es específico al lenguaje en cuestión y la contribución al estado inicial (…). El sistema de conocimiento alcanzado –el lenguaje-I- le asigna un estatus a todo evento físico relevante (…). La noción de lenguaje-E no tiene lugar en este cuadro (…)” (Chomsky; 1986: 25-26) (La traducción y el subrayado son nuestros).

Es decir, se estudia la GU y el L-I en una teoría del lenguaje donde el

concepto de lenguaje externalizado, como quiera que sea definido, no juega

ningún papel.

3.1. Bases empíricas para el estudio del Lenguaje Internalizado (L-I)

Hemos visto cómo la segunda revolución cognitiva (1950) retomó y

modificó muchos de los logros, intuiciones e incertidumbres de la llamada

“primera revolución cognitiva” (siglos XVII y XVIII) que a su vez formaron

parte de una revolución científica que cambió radicalmente la comprensión

del mundo. Aunque se conoció que el lenguaje incluía el uso infinito de

medios finitos no fue sino hasta la mitad del siglo XX cuando se empezó a

aclarar la vaguedad y oscuridad de las ideas básicas que sustentaron esta

intuición de Humboldt, con los logros de las ciencias formales, las cuales

28

suministraron los conceptos que describirían con claridad y precisión los

principios computacionales que generan las expresiones de un lenguaje.

Desde este punto de vista, una teoría del lenguaje rinde cuenta del

equipamiento biológico que subyace a la adquisición y uso del lenguaje. En

otras palabras, estudia el lenguaje como una facultad innata que contiene

los principios generales aplicables a todas las lenguas, los cuales se basan

en las propiedades esenciales de la mente.

El cambio en la perspectiva del estudio del lenguaje que esta

revolución implicó, conduce al análisis de los datos que puedan suministrar

evidencias acerca de los mecanismos internos de la mente y de cómo

operan tanto en las acciones ejecutivas (generación de expresiones) como

en las experiencias de la interpretación.

En concordancia con esta perspectiva, nuestra investigación se incluye

dentro de la aproximación “mentalista”, en el sentido chomskyano, la cual:

“se ocupa de los “aspectos mentales del mundo”; que están presentes junto a los aspectos mecánicos, químicos, ópticos y de cualquier otra clase. Intentamos, pues, estudiar un objeto real en el mundo natural –el cerebro, sus estados y funciones- y avanzar de ese modo en el estudio de la mente hasta su integración final con las ciencias biológicas” (Chomsky; 1998:70).

Actualmente, la lingüística como disciplina se caracteriza por la

atención a las expresiones de un hablante nativo pobremente representadas

debido a factores no lingüísticos como la memoria, por ejemplo, pero ricas

en las evidencias que proveen. En la práctica, tendemos a operar bajo la

suposición de que la intuición de este hablante nos proporciona una

evidencia directa de la estructura del L-I.

Sin embargo, Chomsky (1986) afirma que esta es una hipótesis

inexacta de trabajo. Un investigador debe tener a su disposición una

29

variedad de técnicas, puesto que las evidencias con respecto al L-I y al

estado inicial pueden venir de varias fuentes aparte de los juicios del

hablante nativo, tales como, experiencias perceptuales, el estudio de

lenguas parcialmente inventada, el uso literario o cambios en el lenguaje,

neurología, bioquímica, etc., al igual que cualquier investigación de los

aspectos del mundo físico, donde no hay forma de delimitar los tipos de

evidencias que pueden ser relevantes; pero el estudio del lenguaje es

diferente con respecto a sus intereses: estudiar una facultad particular de la

mente/cerebro, como lo es su estado inicial y sus distintos estados de

maduración alcanzados.

Indudablemente, la intuición del hablante nativo es indispensable

porque provee una evidencia significativa para el estudio de las lenguas; no

obstante, puede perder este estatus único porque no refleja directamente la

estructura del lenguaje. Algunos juicios sobre la aceptabilidad, forma y

significado pueden fracasar como evidencias directa del estatus gramatical

de algunas construcciones por razones diversas; debemos poseer un amplio

rango de evidencias y un entendimiento más profundo que nos permita

identificar cuáles juicios del hablante nativo son útiles o inciertos y por qué.

De manera que una teoría del lenguaje debe cotejar la intuición del hablante

con las expresiones producidas por él, así como proveer una explicación

para estos juicios para proporcionar una evidencia crucial sobre la

estructura de alguna lengua que apunte al esclarecimiento y caracterización

de la facultad del lenguaje, es decir, hacia la GU: “ésta debe ser lo

suficientemente predeterminada para explicar el proceso de adquisición de

una lengua nativa, y al mismo tiempo lo suficientemente flexible para

permitir la diversidad de las lenguas naturales”(Siloni;1997:1) (La

traducción es nuestra).

En este sentido, una auténtica teoría del lenguaje humano debe

satisfacer la condición de la “adecuación descriptiva”, pues debe dar un

30

informe completo de las propiedades de una lengua particular, es decir

describir correctamente el estado estable de la facultad del lenguaje. Otra

condición que debe satisfacer es la de “adecuación explicativa”, la cual

consiste en ofrecer una explicación de las propiedades de una lengua

particular en un nivel más profundo, esto es, explicar cómo cada lengua se

deriva a partir de un estado inicial general bajo las condiciones establecidas

por la experiencia.

De manera que debe abandonarse la tendencia tradicional de que el

lenguaje tiene que abordarse como un sistema de reglas específico a cada

lengua particular, sino más bien se trata de encontrar las propiedades

generales de esos sistemas de reglas que pueden ser atribuidas a la

facultad del lenguaje.

Partiremos de las evidencias que nos provee la intuición del hablante

nativo, pero procurando satisfacer la “adecuación explicativa” que nos

permita contribuir con la caracterización de la gramática universal.

4. El enfoque minimista

4.1 El problema de Platón

Es ampliamente aceptado que un niño terminará hablando la lengua

del ambiente donde se desarrolla, sin embargo, no está claro que realmente

existan datos suficientes y buenos en su entorno para que aprenda una

lengua L, hasta el punto de ser capaz de hablar casi con la competencia de

un adulto a tan temprana edad. Esto es lo que se conoce, en la teoría

chomskyana, como el problema de Platón o el problema de la pobreza de

estímulos.

Ciertamente, durante la adquisición de una lengua L, el niño no es

guiado por los adultos, es expuesto a datos que contienen errores y no

incluyen todas las construcciones gramaticales posibles. No obstante, el niño

31

es capaz de adquirir la lengua de su entorno y de mejorarla con el tiempo.

Todo parece apuntar a que el desarrollo lingüístico descansa sobre el

desarrollo cognitivo del niño y el entorno al cual está expuesto. Pero la

rapidez y la precisión con las que el niño adquiere su lengua sugieren que la

adquisición no puede estar limitada a estos dos aspectos (c. f. Hawes;

2005:5-6).

Parece que los niños están altamente predispuestos para aprehender la

lengua de sus padres, es decir, tienen un módulo interno responsable de la

adquisición del lenguaje. Este módulo interno es la facultad del lenguaje

(FL), la cual es innata y común a toda la especie humana. Es un componente

en la mente/cerebro humana dedicado al lenguaje.

La facultad del lenguaje puede ser considerada como un órgano del

lenguaje en el mismo sentido en que, por ejemplo, el sistema visual, el

sistema inmunológico y el sistema articulatorio son comúnmente descritos

como órganos del cuerpo, esto es, como subsistemas de una estructura más

compleja, los cuales tienen características distintivas e interactúan entre sí.

(c. f. Chomsky; 2000:90)

Este módulo es la Gramática Universal (GU), que Chomsky (1995:167)

describe como la teoría de las lenguas y las expresiones que ellas generan.

Así, cuando un niño adquiere una lengua específica, o una lengua L, la GU ha

adquirido un estado particular.

Así pues, dos tareas fundamentales de una teoría sobre el lenguaje

son: primero, caracterizar el estado estable que alcanza la facultad del

lenguaje de un individuo, es decir, la gramática particular de la lengua L y,

segundo, el estado inicial compartido o la GU. Dicho de otra forma, las tareas

de la adecuación descriptiva y de la adecuación explicativa respectivamente.

(c. f. Chomsky; 2000:90)

32

Es en este sentido como la Gramática Generativa ha evolucionado

desde sus inicios en los años cincuenta, pues cada vez busca describir y

explicar el problema central de la teoría gramatical –el problema de Platón-

de una manera más económica.

4.2. El acercamiento de Principios y Parámetros (P y P)

Según Chomsky (1995:13), la teoría de Principios y Parámetros (P y P)

o la teoría de Gobierno y Ligamiento (Chomsky; 1981) no es un sistema

teorético articulado con precisión, sino una aproximación particular a los

problemas clásicos del estudio del lenguaje, guiada por algunas ideas

importantes que han venido tomando forma desde los orígenes de la

Gramática Generativa y cristalizada en 1980. Este modelo busca reducir las

dificultades para alcanzar las medidas de la adecuación descriptiva y la

explicativa.

En palabras de Chomsky:

“La aproximación P y P apunta a reducir las afirmaciones descriptivas en dos categorías: lenguaje-invariable y lenguaje-particular. Las afirmaciones lenguaje-invariables son principios (incluyendo los parámetros, cada uno a la par con un principio de la GU); las lenguaje-particular son especificaciones de los valores particulares de los parámetros” (Chomsky;1995:25) (La traducción es nuestra).

Desde el punto de vista chomskyano, la GU es parte de la herencia

genética del individuo que, al igual que otros atributos heredados, no excluye

variaciones particulares entre los individuos. Un ejemplo tomado de Cook

(1998:73) puede ayudarnos a entender mejor.

El autor explica que debido a la herencia genética común, se pueden

esperar algunas variaciones. Por ejemplo, todos los seres humanos tienen

ojos, pero algunos los tienen azules, algunos marrones, otros verdes.

Asimismo, mientras que algunos principios gramaticales son universales,

33

existen también variaciones entre las lenguas particulares. Estas variaciones

son reflejos de esos principios universales.

Lo que este acercamiento propone es que el lenguaje está constituido

por principios universales y un rango de opciones, o parámetros, de cómo

estos se aplican. De manera que la variación entre las lenguas debe ser

reducible a la selección de parámetros. Si esto es así, el proceso de

adquisición de la lengua se basa en el establecimiento de los parámetros de

los principios universales. Por ejemplo, si un principio universal es que todas

las lenguas tienen el núcleo a la derecha o a la izquierda, entonces un

parámetro para el español sería que el núcleo está a la izquierda, mientras

que para el barí, lengua chibcha, el parámetro sería el núcleo a la derecha.

Una de las formas más exitosas y popular del modelo P y P es la teoría

de Gobierno y Ligamiento (GB, siglas en inglés) (Chomsky; 1981). Hornstein

(2001:2,3) explica que la teoría GB tiene cuatro características

fundamentales:

(i) La teoría GB es modular. Existen módulos para el caso, el

ligamiento, la estructura temática y la identificación de las huellas, por

ejemplo. Estos subcomponentes son distintos desde el punto de vista de la

estructura y la información que contienen.

La principal ventaja de la modularidad es que simplifica el tipo de

reglas que la gramática explota, ya que existen principios generales en cada

módulo que al combinarse bloquean la sobregeneración de reglas.

(ii) La teoría GB contiene un componente transformacional muy

general. Adoptó una regla de movimiento muy simple: mueva α. Ésta

permite que cualquier categoría se mueva a cualquier lugar en cualquier

momento, mientras que los módulos restringen la sobregeneración que esta

regla permite.

34

El movimiento supone que la categoría movida deja una huella, la cual

es permitida por el Principio de la Categoría Vacía (PCV). Este principio

restringe severamente el movimiento.

(iii) La teoría GB tiene cuatro niveles de representación en los cuales se

aplican varias condiciones para filtrar los marcadores de frase ilícitos. Estos

niveles son: la estructura-D o estructura profunda, la estructura-S o

estructura superficial, la forma fonética (FF) y la forma lógica (FL). Los dos

primeros son niveles internos y los dos últimos son niveles de interficie, los

cuales son la contribución a la interpretación fonética y semántica,

respectivamente.

La estructura-D tiene las siguientes propiedades distintivas: (a) hace

una interficie (interna) con el lexicón, (b) es el nivel donde la información

temática específica que los morfemas llevan es integrada con las estructuras

gramaticales que las transformaciones luego manipulan, (c) es el centro de

la recursividad en la gramática (la información temática que llevan los

morfemas específicos es integrada d) es la salida del componente de la

estructura de frase y (e) es la entrada al componente transformacional.

La estructura-S es el punto en la derivación en el que la información

requerida por la fonología se divide de la requerida por la semántica.

También es el centro de los llamados filtros de los módulos del ligamiento, el

PCV, la subyacencia y el caso. Es el nivel más abstracto en la GU, pues es el

más lejano a la experiencia, es decir, no es epifenomenal.

(iv) La relación gramatical central es el gobierno. Esta relación está

presente en todos los módulos de la gramática.

Al principio de los años 80, la teoría GB era considerada como un

intento altamente exitoso en la explicación de la estructura de la

35

competencia gramatical. Constituyó una gran maquinaria que era capaz de

resolver el problema de Platón en el dominio del lenguaje.

Según Chomsky (2000), este acercamiento trata de resolver la tensión

existente entre la adecuación descriptiva y la explicativa. Tensión que surge

puesto que la primera conduce hacia sistemas de reglas más complejos, que

varían en las construcciones gramaticales a través de las lenguas; mientras

que la segunda conduce a la conclusión de que la estructura del lenguaje es

altamente invariable.

A pesar de que este modelo fue exitoso en alcanzar dichas

adecuaciones, carecía de simplicidad, lo que abre la posibilidad a los

investigadores de cuestionarse qué tan cerca está la lengua L de ser el

diseño más óptimo de la facultad del lenguaje. En este sentido, surge la

necesidad de proponer explicaciones innovadoras que respondan a otros

criterios de adecuación teorética, tales como simplicidad, elegancia,

naturalidad y economía. Es entonces cuando se vislumbra en el panorama

generativista el Programa Minimista (PM).

4.3. El Programa Minimista (PM)

El consenso general entre los investigadores (Vermaat (1999),

Hornstein (2001), Hawes (2005), Chomsky (1995, 2000), entre otros) es

que el Programa Minimista (PM) surge a partir de éxito del modelo de

Principios y Parámetros.

Para Chomsky (2000: 92 - 93), es importante recalcar que se trata de

un programa y no de una teoría, aún menos que P y P, que presupone la

meta común a toda investigación sobre el lenguaje: descubrir cuáles son las

condiciones mínimas de adecuación para determinar la naturaleza de la

teoría correcta y luego preguntar por qué el lenguaje es de ese modo.

36

En este sentido, Hornstein (2001) considera que el PM retoma los

problemas fundamentales que toda teoría sobre el lenguaje debe tratar y

desarrolla gramáticas simples que explotan principios naturales unificados.

El autor, al recoger las ideas chomskyanas sobre el PM, afirma que este

aprueba la suposición de que la GU tiene la arquitectura de P y P y que

existen algunos rasgos de las lenguas naturales que sirven como condiciones

mínimas generales de adecuación en cualquier teoría de la GU, a saber: (i)

las oraciones son las unidades lingüísticas básicas, (ii) las oraciones son

pares de sonidos y significado, (iii) no hay límite para el número de oraciones

en una lengua natural (LN), (iv) las oraciones muestran propiedades de

desplazamiento en el sentido de que las expresiones pronunciadas en una

posición son interpretadas en otra y (v) las oraciones están formadas por

palabras organizadas en unidades mayores con una estructura jerárquica,

esto es, frases.

Asimismo, el PM despliega dos tipos de consideraciones de economía.

Primero, las llamadas medidas de economía metodológica, las cuales tienen

que ver con la simplicidad y la economía. Estas medidas se fundamentan en

las ideas de Ockham, según las cuales dos relaciones primitivas son peores

que una, dos niveles son mejores que cuatro; en otras palabras, más es

peor, menos es mejor.

La razón por la cual la simplicidad y la economía son valiosas desde el

punto de vista metodológico es que mientras menos suposiciones se hagan,

se enriquece el soporte empírico pues se proponen explicaciones unificadas

para los fenómenos.

El segundo tipo de medidas minimistas es la llamada economía

sustancial o fundamental, la cual tiene que ver con las condiciones que

restringen la derivación y que apuntan a la idea de que el diseño de la lengua

L puede ser realmente óptimo y debe tener especificaciones mínimas. Así

pues, Chomsky (2000) propone la condición del menor esfuerzo, que busca

37

eliminar cualquier cosa innecesaria como los elementos superfluos en la

representación y los pasos superfluos en la derivación; la condición de que

las operaciones son permitidas solo si hay una razón para ellas, también

conocida como procrastinate y las condiciones de localidad, como por

ejemplo, la condición del movimiento/atracción más corto, que involucra el

movimiento en ciclos sucesivos. Otras condiciones fundamentales que

determinan la optimidad del lenguaje son la legibilidad o interpretación

completa y la convergencia. Veamos por qué son tan importantes.

La lengua L constituye un sistema cognitivo que almacena información

sobre el sonido, el significado y la organización estructural. Los sistemas de

ejecución tienen acceso a esta información y la ponen en uso. Desde el punto

de vista chomskyano, estos sistemas de ejecución son externos a la facultad

del lenguaje, en consecuencia, la lengua L es un sistema cognitivo

solamente. También asume que la lengua L provee información a los

sistemas de ejecución bajo la forma de niveles de representación, los cuales

son la forma fonética (FF) y la forma lógica (FL).

Los sistemas de ejecución son de dos tipos: (i) sistemas

sensoriomotores o articulatorio-perceptivos (AP) y (ii) sistemas de

pensamiento o conceptual-intencionales (CI). Cada uno tiene acceso a

niveles de representación distintos, la FF y la FL, respectivamente.

Sobre estas suposiciones, Chomsky (2000) entiende la lengua L como

un recurso que genera expresiones con la forma en (2):

(2) Exp = <Fon, Sem>

donde Fon(ética) provee las instrucciones para los sistemas AP y

Sem(ántica) provee las instrucciones para los sistemas CI. Esta es la

información sobre los sonidos y el significado que se externaliza para el uso

del lenguaje mediante los sistemas de ejecución.

38

Este punto de vista asume los términos convencionales de las teorías

estándar, donde el sistema computacional genera las propiedades del

lenguaje que entran en la FF y la FL. Estas propiedades son llamadas

rasgos. Esto significa que los rasgos fonéticos y los semánticos proporcionan

la información en la forma requerida por los sistemas AP y CI para funcionar.

Así, el marco de trabajo impone una distinción entre: (a) las expresiones

lingüísticas Exp =<FF, FL> que son internas a la mente/cerebro y (b) los

eventos observables, producciones lingüísticas y acciones, es decir, la

externalización de los actos de habla.

Ahora bien, la facultad del lenguaje debe satisfacer ciertas condiciones

de legibilidad y convergencia para poder ser usada. Esto significa que el

órgano del lenguaje debe proveer, en los sistemas de interficie FF y FL,

representaciones legibles para los sistemas externos AP y CI,

respectivamente. De manera que la computación de una expresión Exp

=<FF, FL> converge en las interficies si la expresión es legible en las

interficies. (c. f. Chomsky; 2000:95)

Podemos decir, entonces, que cuando una expresión converge es

exitosa porque satisface la condición de legibilidad. Una expresión Exp =<FF,

FL> es legible si contiene solo los elementos que proveen las instrucciones

para los sistemas de ejecución. Es decir, si los rasgos que contienen son

legibles en las interficies FF y FL, de otro modo la derivación fracasa.

El PM propone que existen rasgos interpretables los cuales son legibles

para los sistemas externos en las interficies, los otros rasgos son no-

interpretables, es decir, no son legibles para estos sistemas. Luego, para que

la expresión converja, todos los rasgos deben ser revisados y los no-

interpretables también deben ser borrados para que no se viole la condición

de legibilidad o interpretación completa, como veremos más adelante en la

Teoría de la Revisión de los rasgos y en la operación de Concordancia

(Agree).

39

De manera que el PM explora la posibilidad de que la lengua L se

aproxime al buen diseño de la facultad del lenguaje, en el sentido de que

satisface la condición de legibilidad de la manera más óptima. Esta

afirmación se formaliza en la Tesis Minimista más Fuerte (TMF), como en

(3):

(3) El lenguaje es una solución óptima para las condiciones de

legibilidad. Los dos componentes principales del PM son el lexicón y el sistema

computacional del lenguaje humano (CLH). El lexicón sirve como depósito

para los objetos lexicales de una lengua. Estos son descritos en términos de

conjuntos de rasgos. Por otro lado, la CHL genera las salidas gramaticales que

sirven a las habilidades cognitivas tales como la audición, el habla y el

entendimiento. Chomsky (1995) distingue dos formas de salida, las cuales

son la FF y la FL, dos niveles que son generados por la aplicación de

operaciones básicas bajo la influencia de un mecanismo de control definido

dentro de la CLH. El esquema de representación lo encontramos en (4):

40

(4)

Vermaat; 1999:16 (La traducción es nuestra) Ahora explicaremos brevemente en qué consiste cada uno de los

componentes de este esquema. Para esto seguiremos a Vermaat (1999).

4.3.1 El lexicón (1995)

La CLH tiene acceso a los ítemes lexicales, sobre los cuales puede

operar. Los ítemes lexicales están almacenados en un lexicón, un depósito

para la información sobre la forma, la categoría, la fonología y la sintaxis.

Cada rasgo tiene un rol específico en la CLH, pues los rasgos fonológicos

generan las formas de la FF, mientras que otro tipo de rasgos son necesarios

para generar las formas correctas de la FL. Algunos rasgos formales influyen

sobre la aplicación y actuación de las operaciones en la generación de ambas

formas de salida.

Con respecto a la manera en que la información es almacenada en el

lexicón, se debe hacer la distinción entre dos puntos de vista. Por un lado, el

lexicalismo débil que mantiene una distinción entre la morfología flexiva y la

CLH Seleccione Ensamble Mueva Deletree Mueva R

LEXICÓN

CSD

CSD

NUMERACIÓN

FL

FF

41

derivativa. La morfología flexiva crea nuevas formas de la misma palabra en

un sentido relevante: el significado central es el mismo, por ejemplo caminar

y caminó. La morfología derivacional es la manipulación de las formas

flexivas por las reglas de la sintaxis, mientras que la morfología flexiva

establece que la flexión ya está presente en el lexicón.

Por otro lado, el lexicalismo fuerte, en el cual tradicionalmente se ubica

la teoría chomskiana del 95, se aplica a la morfología flexiva donde las

palabras entran al componente sintáctico ya completamente flexionadas.

4.3.2. El sistema computacional (1995)

El sistema computacional usa tres operaciones básicas para generar la

FF y la FL. Una derivación comienza con la numeración en el lexicón. Esta

almacena los ítemes lexicales necesarios para que la derivación converja

como un multiconjunto de recursos lexicales. Los ítemes lexicales en la

numeración contienen la información necesaria de los rasgos; toda

información impuesta desde afuera es añadida a la información de los rasgos

antes de que la numeración sea formada. Un ejemplo de la numeración sería

el de (5):

(5) Numeración = {C(omplementador), tomó, la, muchacha, café}

En la numeración, el orden de los ítemes es irrelevante y, con

excepción de la categoría funcional C, todos los recursos lexicales contienen

información semántica, fonológica y de los rasgos categoriales. Una vez

formada la numeración, aparece la primera operación que es Seleccione

(Select). Esta operación lleva los ítemes lexicales desde la numeración hacia

la derivación. Así por ejemplo, Seleccione toma el ítem café desde la

numeración para formar el objeto sintáctico {café}, como se muestra en (6).

La categoría de la palabra se escribe para indicar su uso dentro de una

estructura.

42

(6) N café

La numeración se reduce en 1, como en (7): (7) {C(omplementador), tomó, la, muchacha}

La siguiente operación en la derivación es Ensamble (Merge). Esta

operación toma dos objetos sintácticos y los ensambla dentro de un nuevo

objeto sintáctico. Uno de estos objetos sintácticos es determinado como el

núcleo desde el lexicón, donde también se especifican las propiedades para

su selección. El núcleo selecciona sus argumentos sobre la base de su

estructura argumental y su papel es el de determinar la categoría de la

estructura recién formada; lo que establece, a su vez, la relación entre el

núcleo, su complemento y sus especificadores subsecuentes.

De manera que la CLH utiliza esta información para construir la

estructura de una derivación como en (8), donde se ilustra el ensamble de

la y muchacha de la frase nominal la muchacha. El determinante se

proyecta sobre su argumento, el nombre muchacha, formando una

estructura etiquetada como D(eterminante).

(8) D Ensamble N D La muchacha D N La muchacha

Con estas dos operaciones se pueden derivar estructuras simples como

en (9):

43

(9) C C V D V D N V N

La tercera operación es Mueva (Move), con la cual se pueden generar

expresiones más complejas. Esta operación describe el fenómeno del

desplazamiento. Chomsky (1998b) explica que las frases son interpretadas

en posiciones diferentes de aquellas en las que son escuchadas; así, en

expresiones análogas, estas posiciones son ocupadas e interpretadas bajo

condiciones naturales de localidad.

El ejemplo en (10) muestra que el español admite tanto el

desplazamiento de un constituyente, como en (10c), como el no

desplazamiento de ese constituyente, como en (10b):

(10) a. María puso la bicicleta en el garaje. b. ¿María puso la bicicleta dónde? c. ¿Dónde puso María la bicicleta?

Una condición que controla el movimiento, y que es fundamental

dentro del sistema computacional, es la condición de legibilidad o de

interpretación completa, la cual se mencionó anteriormente.

De acuerdo con Chomsky (1995), los rasgos no-interpretables son los

responsables del desplazamiento. Asimismo, la relación entre las nociones de

desplazamiento y legibilidad permite construir la teoría sobre las operaciones

Mueva/Atraiga (Move/Atract) y el procedimiento de Revisión de los rasgos

(Checking Theory).

44

La revisión de los rasgos depende del tipo de rasgos involucrados y

cada tipo de rasgo desempeña un papel dentro de la gramática, de ahí que el

comportamiento de una palabra dependa de los rasgos que constituyen su

estructura de rasgos. El PM propone al menos tres grupos de rasgos:

semánticos, fonológicos y formales.

Los rasgos semánticos son necesarios para interpretación de los

constituyentes en la FL. Estos capturan el significado y las relaciones entre

los constituyentes. Así, por ejemplo, el verbo comer necesita un

complemento que pueda llevar la noción semántica de cuantificación.

Los rasgos fonológicos llevan la información que es usada en el nivel de

la FF para transferir la información fonológica hacia el sistema AP. En un

momento de la derivación, conocido como Deletree (Spell out), los rasgos

fonológicos son enviados a la FF, mientras que la derivación continúa hacia la

FL y fracasará si algunos rasgos fonológicos todavía están en la FL.

El conjunto de los rasgos formales, tales como los rasgos φ (persona,

numero, género), los rasgos categoriales (nombre, verbo, preposición) y el

rasgo de caso (nominativo, dativo, acusativo) tienen su propia función dentro

del sistema computacional y juegan un papel importante en la derivación.

Los rasgos formales que poseen las categorías funcionales, como el

determinante, el auxiliar y el complementador, forman un conjunto especial

de rasgos formales y tienen una función gramatical esencial en la generación

de expresiones. Algunas categorías funcionales, aunque no tienen rasgos

fonéticos ni semánticos, como el complementador y el tiempo, sirven para

derivar el orden de las palabras. Los rasgos formales que poseen las

categorías funcionales controlan la operación Mueva/Atraiga.

Algunos rasgos son interpretables en la FL, mientras que los rasgos no-

interpretables no pueden ser leídos en la FL y necesitan ser borrados para

45

que la derivación converja, según la condición de legibilidad o interpretación

completa. Todos los rasgos semánticos son interpretables en la FL, pero

todos los rasgos fonológicos son no-interpretables en la FL e interpretables

en la FF. Estos últimos son removidos de la derivación y enviados a la

interficie FF al momento de la operación Deletree. Ahora bien, con respecto a

los rasgos formales, algunos pueden ser interpretados en la FL, como por

ejemplo el rasgo de caso del nombre y los rasgos φ del verbo.

Algunos rasgos no-interpretables tanto en la FF como en la FL se

distinguen de otros rasgos interpretables y no-interpretables por la

asignación del rasgo fuerza. La fuerza es un rasgo de rasgos y solo es

asignado a los rasgos formales de las categorías funcionales. El rasgo fuerte

debe ser removido antes de Deletree y debe ser borrado primero que los

rasgos fuertes no-interpretables. La Revisión de los Rasgos (Checking

Theory) es fundamental para remover o borrar los rasgos no-interpretables

de las estructuras lexicales.

La distinción entre rasgos interpretables y no-interpretables conduce a

dos tipos de relaciones de revisión. La revisión simétrica, que se realiza

cuando ambos rasgos son interpretables o no-interpretables, y la revisión

asimétrica, la cual se produce cuando un rasgo no-interpretable entra en una

relación de revisión con un rasgo interpretable. Sobre esta base, pueden

ocurrir las siguientes relaciones de revisión: un rasgo fuerte no-interpretable

en la FF se debe revisar contra un rasgo correspondiente, entonces, la fuerza

del rasgo es borrada. Después de esto, el rasgo mismo es revisado. Un rasgo

no-interpretable en la FL, al entrar en una relación de revisión con un con un

rasgo no interpretable correspondiente, ocasiona que ambos rasgos sean

borrados. Una relación de revisión asimétrica entre un rasgo interpretable y

un rasgo no-interpretable ocasiona que este último sea borrado.

Los rasgos interpretables pueden entrar en una relación simétrica

cuando se mueven junto con un rasgo (no-)interpretable atraído. La revisión

46

simétrica de dos rasgos interpretables no requiere que estos sean borrados,

ellos solo se comunican la información compartida; si la información difiere,

la derivación fracasa.

Una conclusión importante que podemos establecer a partir de la

revisión de los rasgos es que los rasgos no-interpretables deben ser

revisados y borrados para que la derivación converja. Esto apoya la

condición de legibilidad.

La Teoría de la Revisión de los Rasgos establece cómo son borrados los

rasgos, pero son las operaciones Mueva y Atraiga las que establecen las

bases de la revisión, esto es, en qué momento y cómo los rasgos entran en

una relación de revisión. Así, la operación Atraiga determina que si el rasgo

necesita revisar un rasgo no-interpretable, sea atraído por ese rasgo no-

interpretable. Chomsky (1995:297) define esta operación de la siguiente

manera: “Atraiga: Un elemeto sintáctico K atrae un rasgo R si R es el rasgo

más cercano que pueda entrar en una relación de revisión con una

subetiqueta de K” (la traducción es nuestra).

Esta definición está hecha en términos de condiciones de economía

tales como la condición del enlace mínimo (minimal link condition), la cual

establece que la distancia del enlace debe ser mínima. La otra condición es el

último recurso (last resort) la cual establece que todas las transformaciones

son guiadas por la necesidad de revisar un rasgo.

Normalmente las categorías funcionales son las que llevan los rasgos

no-interpretables y, en consecuencia, ellas son las que atraen los conjuntos

de rasgos. En otras palabras, una categoría funcional con un rasgo no-

interpretable atrae un rasgo correspondiente, sea interpretable o no. El

rasgo atraído se lleva con él otros rasgos que también pueden ser revisados.

La operación Mueva transfiere el conjunto de rasgos al dominio de la

47

categoría funcional, de manera que ambos rasgos formen una configuración

de revisión.

Un elemento sintáctico con un rasgo no-interpretable atrae el material

suficiente para que la derivación converja. Con respecto a los rasgos no-

interpretables en la FL, solo los rasgos formales son necesarios para la

convergencia; mientras que si la categoría que atrae posee un rasgo fuerte

no-interpretable en la FF, tanto la información fonética como la semántica

son movidas hacia el dominio de revisión (pied piping).

Ahora bien, de acuerdo con Chomsky (1995) no toda la información en

la gramática puede ser establecida en el lexicón o en el sistema

computacional. Existen condiciones para los niveles de interficie, las cuales

son establecidas desde afuera. Son las llamadas Condiciones de Salida

Desnuda (bare output conditions). Estas restringen las posibles salidas de la

CLH, como por ejemplo, secuencias de palabras impronunciables en la FF

como toneladas el camión pesa y oraciones que no pueden ser interpretadas

en la FL, como la famosa oración Las ideas pintadas de verde duermen

furiosamente. Asimismo, la operación Mueva/Atraiga están restringidas por

las condiciones de economía mencionadas anteriormente.

En el PM de 1995 la revisión de los rasgos se hace en un marcador de

frase aproximadamente como en (11):

48

(11) FFuerza

FTop FFoc “FC” FTop FFin FConcS FT “FFlex” FNeg FConcO Fv FV “FV”

Hagstrom Paul; 2003:2 (la traducción es nuestra)

Ahora bien, como el minimismo es un programa en evolución, para el

año 2000, Chomsky propone que las operaciones básicas de la CHL son

Seleccione, Ensamble, Mueva y CONC(ordancia) (Select, Merege, Move y

Agree, respectivamente).

La GU proporciona un conjunto de rasgos R o propiedades lingüísticas

y un procedimiento computacional que tiene acceso a R para generar las

expresiones. La lengua L mapea R hacia un conjunto específico de

expresiones EXP. La complejidad operativa se reduce si L hace una selección

única de un subconjunto [R] de R, sin tener acceso posterior a R. Se reduce

aún más si L incluye una operación única que ensamble R en un lexicón LEX,

sin un nuevo ensamblaje en la medida en que progresa la computación. Al

aceptar estas suposiciones, la adquisición de una lengua involucra, por lo

menos, la selección de los rasgos [R], la construcción de los ítemes lexicales

49

LEX y el refinamiento de la CLH en una de las formas posibles, esto es, el

establecimiento de parámetros.

Chomsky (2000) asume que una lengua L mapea ([R], LEX) hacia

EXP. La simplificación natural siguiente sería reducir el acceso al dominio

([R], LEX) de L. Si se considera [R] en la computación de la forma lógica,

pareciera que no se tiene acceso a [R], sino solamente a LEX y a los rasgos

de sus ítemes. La computación de las lenguas humanas se puede tomar

como un mapeo de LEX hacia las representaciones de la forma lógica.

Otra propuesta, dentro del minimismo, es que las derivaciones hacen

una selección única de una matríz lexical ML (lexical array(LA)) desde el

lexicón y luego mapea ML hacia las expresiones sin tener acceso posterior al

lexicón. Las derivaciones que se mapean requieren tener acceso lexical solo

una vez, reduciendo así la complejidad operativa.

De manera que la operación Seleccione se formaliza como en (12):

(12) a) Seleccione [R] fa partir del conjunto universal R b) Seleccione LEX, ensamblando rasgos a partir de [R]

c) Seleccione ML a partir de LEX d) Mapee ML hacia EXP, sin recurrir a [R] para la sintaxis estrecha (Chomsky; 2000:101) (La traducción es nuestra) Si la facultad del lenguaje opera con los principios de economía ya

mencionados, entonces una lengua L sigue los procedimientos en (12a) y

(12b) para especificar la lengua, aparte del establecimiento de parámetros;

luego aplica (12c) y (12d) para derivar una expresión específica.

La operación Ensamble toma dos objetos sintácticos (α, β) y forma un

nuevo objeto sintáctico K (α, β) y produce la relación “inmediatamente

contiene” o “es un miembro de” para (K, α) y (K, β), esto significa que tanto

α como β son miembros de K, debido a que ambos han sido ensamblados en

un nuevo objeto sintáctico. Mientras que la iteración de Ensamble, la cual es

50

una aplicación recursiva, resulta en la relación “contiene” o “es un término

de”.

En el 2005, Chomsky establece la Condición de no-manipulación (No-

tampering Condition) para que esta operación no cambie la estructura de los

rasgos que la experimentan. Esta condición se formaliza como en (13):

(13) Condición de no-manipulación El ensamble de X e Y deja dos objeto sintácticos sin cambios (Chomsky; 2005:5) (La traducción es nuestra)

Si esta condición se mantiene, entonces los ítemes lexicales deben

contener un rasgo inherente que les permita experimentar el ensamble con

otros ítemes lexicales para formar estructuras complejas. Este rasgo es

llamado rasgo-arista (edge-feature). Este es un rasgo que induce la

operación Ensamble y es el que permite la recursividad de esta operación.

Presumiblemente, este rasgo es la versión actual del Principio de Proyección

Extendido Generalizado (PPE-generalizado = EPP-generalized), el rasgo PPE

se llama rasgo de la periferia o rasgo-P.

También en el 2005, Chomsky distingue dos tipos diferentes de

Ensamble, a saber, el Ensamble Externo (EE) y el Ensamble Interno (EI). El

Ensamble Externo toma los ítemes lexicales no contenidos en una derivación

sintáctica y los “ensambla” dentro de la derivación sintáctica como en (14).

Este es responsable de la estructura argumental.

(14) K α β

Por otro lado, el Ensamble Interno toma un objeto sintáctico contenido

en una derivación sintáctica y lo “re-ensambla” con la derivación sintáctica

como en (15):

51

(15) γ’ K γ (α, β) γ k (α, β)

El EI ha sido referido tradicionalmente como Mueva y tiene que ver con

las propiedades relacionadas al discurso y a los efectos del alcance (c. f.

Chomsky; 2005:7).

Otra operación fundamental, en Chomsky (2000), es CONC(ordancia)

(Agree), la cual media entre las Sondas S (Probe) y las Metas M (Goal). La

Sonda es un rasgo no valorado que sale a buscar otro rasgo equivalente

valorado, la Meta, con el cual concordar, de acuerdo con la formulación de

CONC en (16):

(16) Concordancia (i) Un rasgo no-valorado R (una Sonda) en un núcleo H escanea su dominio de c-comando para otra instancia de R (una Meta) con la cual concordar. (ii) Si la Meta tiene un valor, su valor es asignado como el valor de la Sonda. (c. f. Pesetsky & Torrego;2004:2) (La traducción es nuestra)

La última operación central es Mueva (Move), la cual es la combinación

de las operaciones Ensamble y CONC. Chomsky (2000:101) explica que

“Mueva establece la concordancia entre α y R y ensambla la F(R) con la Fα,

donde la F(R) es una frase determinada por R (…) y la Fα es una proyección

encabezada por α F(R) resulta el especificador (Esp) de α([Esp,α])” (la

traducción es nuestra). Esto significa que Mueva es una operación más

compleja que sus componentes, así que es una operación de “último

52

recurso”, la cual es utilizada cuando es la única operación posible para los

requerimientos impuestos por los rasgos formales.

4.3.3. Acerca de las fases en el minimismo

La sugerencia de Chomsky (2000, 2001) es que todas las operaciones

sintácticas involucran una relación entre una Sonda y una Meta que esté lo

suficientemente cerca de la Sonda o, en el caso de la CONC múltiple, una

relación entre una Sonda y más de una Meta local. Chomsky (2001:13)

observa que las relaciones Sonda-Meta deben ser locales para minimizar la

búsqueda. La implicación es que la facultad del lenguaje solo puede procesar

cantidades limitadas de estructuras en un momento determinado; más

específicamente, solo puede tener una cantidad limitada de estructuras en su

“memoria activa” (Chomsky; 2001). Para asegurar una reducción de la carga

computacional, el autor propone que la derivación de la EXP ocurre en fases,

de tal forma que las estructuras sintácticas se construyen una fase a la vez.

Las fases de una derivación son objetos sintácticos que se derivan a

través de una escogencia de una subselección MLi. Las FC y las Fv

constituyen fases, mientras que la F(rase) T(iempo) no. Las Fv constituyen

fases cuando son transitivas, no cuando son pasivas ni acusativas.

Chomsky (2001:14) sostiene que las fases deberían ser tan pequeñas

como sea posible, esto, para minimizar la memoria. Más específicamente, el

autor sugiere que las fases son proposicionales por naturaleza y ellas

incluyen la frase complementadora (FC) y la frase v (Fv) transitiva; esto es,

una Fv con un argumento externo agente o experimentador, el cual denota

Fv*. Su razonamiento para considerar la FC y la Fv* como fases es que la FC

representa un complejo completo de una cláusula, la cual incluye una

especificación de fuerza; mientras que la Fv* representa un complejo

temático completo, es decir, un argumento externo y una estructura

argumental.

53

4.3.3.1. Las fases y la ciclicidad 4.3.3.1.1. La condición de la ciclicidad fuerte

El punto de vista chomskyano (c. f. Anagnostopoulou y Fox; 2007)

propone que las fases deben satisfacer la condición de la ciclicidad fuerte

como en (17):

(17) El núcleo de una fase es “inerte” después de que la fase es completada y no desencadena más operaciones. (Anagnostopoulou y Fox; 2007:5) (La traducción es nuestra)

De acuerdo con (17), un núcleo de una fase no puede impulsar las

operaciones de Ensamble y Atraiga en una segunda fase. Esto significa que

las derivaciones proceden de fase en fase.

Esto se deriva de los efectos de “fuerza” de la Condición del ciclo

estricto en acercamientos anteriores.

4.3.3.1.2. La condición de impenetrabilidad de la fase (CIF) (Impenetrability Phase Condition (PIC))

Chomsky (2000) propone una primera versión o versión fuerte de la

Condición de impenetrabilidad de la fase, la cual se enuncia como en (18):

(18) En una fase α con un núcleo H. El dominio de H no es accesible a operaciones fuera de α, sino sólo H y su arista son accesibles a tales operaciones. (Chomsky;2000:108) (La tradución es nuestra)

Esto obliga la operación Mueva de una frase dentro de una fase hacia

el [Esp, H] para que esta frase sea accesible a las operaciones fuera de α,

esto es, una forma fuerte de Subyacencia.

Chomsky (2001) toma una posición más flexible y modifica PIC, para

aprehender el hecho de que la arista (edge) de una fase más baja

experimenta la operación Deletree en la fase más alta subsiguiente. El autor

propone un principio orientador general, como en (19):

54

(19) La fase1 es interpretada/evaluada en la siguiente fase relevante Fase2. (Chomsky;2001:13) (La traducción es nuestra)

Como resultado de esta flexibilización, surge la versión modificada del

CIF, la cual presentamos en (20):

(20) Dada una configuración [FZ Z…[FH un [H FY]]] El dominio de H no es accesible a operaciones en ZO, sólo H y su arista son accesibles a tales operaciones. (Chomsky;2001:14) (La traducción es nuestra)

La razón por la cual el dominio del núcleo de la fase es impenetrable

con respecto a una Sonda externa es que una vez que una fase se ha

formado, el dominio de la fase experimenta una operación de transferencia

mediante la cual la estructura de dominio relevante es enviada,

simultáneamente, a los componentes fonológico y al semántico para que se

le asigne una representación fonética y semántica apropiada,

respectivamente, a partir de este punto, el dominio relevante ya no es

accesible a la sintaxis.

En general, un punto de vista chomskyano muy típico de localidad es

que ciertos factores sintácticos definen los dominios de localidad; el

movimiento, por ejemplo, solo es posible dentro de estos dominios. Algo

acerca de la forma de esos dominios, en general, aparentemente obliga a

que las dependencias no relacionadas (unbounded) sean construidas a partir

de una serie de dependencias relativamente locales, como en (21):

(21) ¿[A cuál hombre]i piensas (tú) que María ama [Ø]i bastante?

Uno de los fundamentos para una teoría de la localidad sintáctica y la

relación entre la extracción de la frase y el movimiento del núcleo es la CIF,

según la cual las operaciones sintácticas (CONC) y los procesos sintácticos

(Mueva) están restringidos por esta condición, como lo hemos expresado

55

anteriormente. Otro fundamento es lo que den Dikken (2006) llama fase

inherente. Esta es una predicación, es decir, la estructura sujeto-predicado.

Finalmente, den Dikken (2006) también hace referencia a la Extensión

de la fase, según la cual el movimiento sintáctico del núcleo H de una frase α

hacia el núcleo X del nodo β que domina a α extiende la fase desde α hasta

β; α pierde su condición de fase en el proceso y cualquier constituyente en la

arista (edge) de α termina en el dominio de la frase β derivada como

resultado de la Extensión de la fase. La arista de una proyección determinada

FH es esa parte de FH que excluye el complemento de H, es decir, esa parte

de la estructura que excluye el nodo H y cualquier especificador adjunto que

H tenga.

De acuerdo con la reseña que Caroline Heycock (2006) hace de la

publicación de Robert Frank (2002) sobre este aspecto, lo que se llama

estructuras arbóreas finitas, también llamadas árboles elementales, se

pueden combinar por sustitución y por adjunción. El primero sería una forma

de insertar un subárbol en un nodo no expandido en la frontera de otro

árbol; el segundo, permite que un subárbol sea insertado dentro de otro

árbol. Ambas operaciones incluyen la posibilidad de la recursión no

relacionada en la gramática.

INTRODUCCIÓN 1. Panorama general del objeto directo en español

A continuación realizaremos un recorrido por algunas de las teorías

que han abordado el estudio de la transitividad en español, es decir, la

relación semántico-sintáctica entre el verbo y el objeto directo. Iniciaremos

con algunos de los autores más representativos de la tradición ibérica

delespañoly luego revisaremos algunos autores de la tradición americana.

1.1. La tradición ibérica del español

(i) Para la Real Academia Española (RAE) (1931), las oraciones

transitivas son aquellas formadas por un verbo transitivo cuya acción recae

sobre un objeto diferente del sujeto y no comprendido en el significado del

verbo. Esto es, las diferencias de las oraciones intransitivas, que a veces

llevan algún objeto no comprendido en la significación del verbo.

(ii) La RAE (1959), que es una edición mejorada y reformada de la de

1931, define el acusativo en términos semánticos como el nombre sobre el

cual recae directamente la acción del verbo y ofrece el ejemplo en (1):

(1) La corriente desvió el arenal.

Se refiere a la significación intransitiva como la idea expresada por el

verbo y atribuida al sujeto cuya verificación no necesita de un argumento

interno, como en el ejemplo en (2):

(2) Juan duerme.

Mientras que, en la significación transitiva la idea expresada por el

verbo recae en el objeto directo, veamos (3):

(3) Juan duerme al niño.

58

(iii) La RAE, en el Esbozo de una nueva gramática de la lengua

española (1973) expresa que los verbos intransitivos son de predicación

completa, es decir, no llevan complemento directo, por ejemplo:

(4) a. Antonio murió.

b. El alumno estudia. Mientras que los verbos transitivos tienen complemento directo.

También afirma que poniéndoles a los verbos intransitivos un complemento

directo pasarán a ser transitivos, como en (5):

(5) a. Antonio murió en el hospital una muerte piadosa. b. El alumno estudia con ahínco las lecciones.

De modo que el uso transitivo o intransitivo del verbo depende de la

intención expresiva del hablante.

La RAE (1973) reconoce que el uso transitivo o intransitivo

predominante depende del significado del verbo. Por un lado, a algunos se

les dificulta tener un objeto externo al sujeto debido a la naturaleza del

verbo, por ejemplo, morir, vivir. Mientras que otros verbos llevan objeto

directo por naturaleza, por ejemplo, dar, entregar, abandonar, dejar,

mostrar.

(iv) Juan AlcinaFranch y José Manuel Blecua (1975) afirman que el

sujeto animado se opone al complemento directo inanimado, pues el sujeto

es agente de la acción expresada por el verbo y el complemento directo la

cosa que resulta de la acción o sobre lo que se actúa.

Con respecto a la división tradicional de los verbos en transitivos e

intransitivos, Franch y Blecua (1975) explican que gran parte de los verbos

se emplean unas veces con complemento directo y otras sin él. Esto hace

suponer que los verbos no son transitivos o intransitivos, sino que se

construyen como tales. También exponen que el objeto directo sirve para

59

hacer el significado actualizado por el verbo más especial y concreto o para

limitar su esfera de aplicabilidad.

Los autores proponen una clasificación que separa las construcciones

en dos tipos, de acuerdo con que el nombre que sirve de objeto directo (i)

responda a una realidad preexistente a la actualización del verbo o (ii)

represente a una realidad que surge como resultado de la realización del

verbo.

En el primer grupo incluyen: a. Verbos que expresan ideas de posesión, donación, atribución,

préstamo como tener, poseer, robar, dar.

b. Verbos de percepción, conocimiento o creencia como ver, observar,

escuchar, saber, sospechar, verificar.

c. Verbos que expresan las varias relaciones entre las acciones y los

objetos afectados por ellas como modificar, transformar, poner, vestir,

oprimir, ofender.

d. Verbos que expresan una relación de lugar, dirección, posición,

alejamiento como invadir, enfilar, juntar, subir.

En el segundo grupo incluyen: a. Verbos que expresan creación, resultado de la acción como hacer,

fabricar, ejecutar, realizar.

b. Verbos que expresan la relación entre enunciación, inflexión, etc. y

lo que constituye el contenido, el tema, el asunto como decir, preferir,

pronunciar, confiar, contar, debatir.

c. Verbos que expresan duración y medida como avanzar, bajar, pesar,

valer recorrer.

60

Para Franch y Blecua (1975), el complemento directo puede omitirse

para dar mayor brevedad a la expresión o por corresponder la expresión al

lenguaje directo de los interlocutores dentro de una situación determinada.

Ofrecen como ejemplo frases coloquiales especialmente en imperativo,

como en (6):

(6) a. ¡Ya no puedo más! b. Yo le explicaré. c. ¿Me permite? d. Coge el aparato y descuelga. e. Dígame. f. Cierra. g. No recuerdo. i. No comprendo. j. Ya entendí. k. Busca en el cajón. l. Por fin, le dio. m. Pide por esa boca. n. Escribe a tu familia. o. Las drogas atontan. p. La crema X embellece. q. Sabe invitar. r. No explica.

(v) Emilio Alarcos Llorach (1978) hace referencia a Correas (1625),

quien clasifica los verbos desde el punto de vista semántico en transitivos,

pasadores o pasadizos; donde la acción pasa desde la persona que hace al

acusativo, y verbos absolutos o neutros, es decir intransitivos. Según la

referencia que hace Alarcos (1978), ya Correas (1625) asumía que los

intransitivos suelen usarse como transitivos.

Para el autor no hay una separación formal entre los verbos transitivos

e intransitivos. Lo que existe son estructuras diferentes de predicados. Unas

estructuras se reducen a un solo sintagma o frase, otras presentan el núcleo

del predicado, el verbo, acompañado de términos adyacentes.

61

El enfoque que presenta Alarcos (1978) es más sintáctico que

semántico. Sin embargo, admite que la separación de los verbos transitivos e

intransitivos se basa en el aspecto semántico de la raíz verbal, ésta exige o

no delimitaciones de tipo semántico; en otras palabras, el verbo lexical exige

o no la presencia de, por ejemplo, un SN o FN objeto directo que funcione

como delimitador semántico.

Este autor clasifica los verbos, según lo que llamaremos en este

trabajo principio de selectividad, de la siguiente manera:

a. Existen verbos cuyos significados léxicos son de gran extensión

semántica y para comunicar una situación con detalles es necesario delimitar

su campo mediante otros elementos lexicales. Esta caracterización

corresponde a las construcciones transitivas.

b. Otros verbos presentan un peso semántico menos amplio, se

refieren a situaciones más concretas y admiten determinaciones a través de

categorías lexicales de campo semántico afín. Esta clase se refiere a los

verbos que aceptan objetos directos cognados.

c. Otros verbos tienen un peso semántico muy concreto y se refieren a

situaciones uniformes e inconfundibles. Estos no requieren normalmente

delimitaciones lexicales de ningún tipo. Esta clase hace referencia a los

verbos intransitivos.

Sin embargo, en el mismo capítulo XXIX, Alarcos (1978) expresa que

la mayor parte de los verbos es indiferente a estas posibilidades de llevar o

no términos adyacentes, puesto que funcionan ya como transitivos, ya como

intransitivos. El lingüista concluye en que la transitividad es una

característica de ciertos predicados, pero no del verbo o núcleo del

predicado, y consiste en la aparición de algún término adyacente.

62

(vi) Alarcos Llorach, en la Gramática de la lengua española de la RAE

(1995) plantea que a veces interesa limitar la referencia del verbo lexical a

algo más concreto mediante un término adyacente que designa el objeto

sobre el cual se desenvuelve la actividad aludida por la raíz verbal. Veamos

los ejemplos en (7):

(7) a. La mujer bebe agua. b. El maestro piensa en su situación. El adyacente es denominado objeto directo en (7a) y objeto

preposicional en (7b).

El autor explica que el objeto directo (llamado también complemento

directo o implemento) se une al verbo sin que haya ningún índice explícito de

su función. Las unidades que cumplen esta función suelen ir pospuestas al

verbo; pero si se le anteponen o si se elimina su mención porque la

referencia ya es conocida, el núcleo verbal queda incrementado con un

representante átono de su función, el cual también indica los morfemas de

género y número del sustantivo antepuesto o elidido, como se observa en los

ejemplos en (8):

(8) a. Esos libros, no los ha leído nunca.

b. ¿Has visto al maestro? -No; no lo he visto. Según Alarcos Llorach (1995), el objeto directo no posee rasgos que lo

diferencien de las unidades que desempeñan el oficio de sujeto. Así, en

oraciones como Canta la niña la copla y Canta la copla la niña lo que permite

asignar la función de sujeto a la niña y de objeto directo a la copla es el

sentido únicamente, ya que la noción denotada por el verbo solo puede ser

ejercida por el ser designado por la niña. Asimismo, ambas funciones se

diferencian porque el sujeto puede ser elidido cuando es conocido, pero la

elisión del objeto directo se compensa con el incremento personal oportuno,

como en (9):

(9) a. Canta la copla. b. La canta la niña.

63

También quedan bien diferenciados cuando los dos adyacentes tienen

número distinto, pues será el sujeto el que concuerde con la terminación

verbal, como en (10a); mientras que ambos términos coinciden en número,

las referencias semánticas del verbo deciden la función respectiva, como en

(10b):

(10) a. Lee el niño los libros. b. Lee el niño el libro.

Ahora bien, hay casos en los que la indiferenciación del sujeto léxico y

del objeto directo impide la correcta interpretación de lo comunicado, como

se evidencia en los enunciados el (11):

(11) a. Dibujaba la niña el niño. b. Mató el elefante el tigre. c. Favorece la codicia la ambición.

En estos casos, se antepone la preposición a al elemento que funciona

como objeto directo, el cual evoca al ser afectado por la actividad que

denota el verbo. Observemos los ejemplos en (11’):

(11’) a. Dibujaba a la niña el niño/Dibujaba la niña al niño. b. Mató al elefante el tigre/Mató el tigre al elefante. c. Favorece a la codicia la ambición/Favorece la ambición a la codicia.

El autor afirma que este uso de la preposición a debió generalizarse a

partir de los sustantivos que designan seres animados, sin embargo, existen

otros factores semánticos y gramaticales que lo determinan, tales como:

a) En ejemplos como Encontré comprador/Encontré al comprador, la

aparición de a está condicionada por la presencia del artículo.

b) En enunciados como Nuestro equipo recorrió Italia/Nuestro equipo

venció a Italia, la aparición de a se debe a motivos semánticos, ya que en el

primer caso Italia hace referencia a la noción geográfica y en el segundo

alude a otro equipo distinto.

64

c) Se usa a ante los sustantivos personales, como en la expresión A

ella no la conoce.

d) Aparece ante otras unidades de referencia a persona, como se

evidencia en la expresión Esperan a alguien.

e) Aparece con sustantivos que se personifican, por ejemplo, Ensalzó a

la virtud.

f) También se usa con los nombres propios de persona o animales

singularizados, como en las expresiones Fue Don quijote unos de los que

crearon a Cervantesy Yo trato a Platero cual si fuese un niño.

Alarcos Llorach (1995) establece como criterio para clasificar los verbos

como transitivos o intransitivos el hecho de que el verbo pueda admitir o no

el objeto directo. Así, cuando la actividad denotada por el verbo necesita la

especificación aportada por el objeto directo, se considera el verbo

transitivo; en caso contrario, el verbo es intransitivo. No obstante, esta

clasificación no depende de que el verbo contenga rasgos especiales, sino de

la intención comunicativa del hablante.

De manera que la mayoría de los verbos pueden aparecer con o sin

objeto directo, como observamos en (12):

(12) a. El niño comía patatas fritas/ Este niño no come. b. Fumaba siempre cigarrillos/No fumaba nunca.

También existen verbos utilizados como intransitivos que a veces

reciben un objeto directo, que puede llamarse redundante o enfático, como

la expresión en (13):

(13) Vive una vida muy regalada.

Finalmente, el autor explica que hay objetos directos que indican

medida, duración, peso y precio, como los que encontramos en (34), y

65

comenta que para algunos no son objetos directos porque responden a

preguntas formuladas con el adverbio cuánto y con ellos pueden aparecer

cuantificadores de aspecto adverbial, como por ejemplo: ¿Cuánto medía?,

Medía mucho. No obstante, aclara Alarcos, que sí son objetos directos puesto

que se producen con los incrementos personales propios de esta función y

responden a las preguntas con el interrogativo qué.

(14) a. La torre medía veintitrés metros (= Los medía). b. La sinfonía dura cuarenta y cinco minutos (= Los dura). c. Los zapatos cuestan dieciséis mil pesetas (= Las cuestan).

(vii) El Diccionario Sopena: los 15000 verbos españoles (1984)

establece una distinción entre verbos intransitivos con acusativo y verbos

transitivos con acusativo. En este último caso, el acusativo denota un

complemento necesario del concepto expresado por el verbo. Con relación al

verbo intransitivo, el acusativo solo contiene una precisión del concepto

expresado por el verbo. La idea esencial que informa el verbo se desprende

de él para sustantivarse y unírsele como un complemento. En el diccionario

se establecen dos clases de acusativos con verbos intransitivos:

a. El sustantivo en acusativo se genera de la misma raíz del verbo

(acusativo homónimo), como en los ejemplos en (15):

(15) a. Vivo vida contenta (Quijote). b. Caminar este camino en balde (Quijote). c. Es vida graciosa la que viven (Lazarillo de Tormes). d. Haber navegado una muy larga y próspera navegación (L. de Granada)

b. El sustantivo en acusativo se genera de un concepto afín, como en

(16):

(16) a. Dormir un sueño. b. Jugar una mano.

(viii) Héctor Campos (1999) define el verbo transitivo en términos del

sintagma nominal de complemento regido por el verbo. Desde el punto de

66

vista sintáctico, es el verbo el que determina la ocurrencia de un sintagma

nominal como complemento. Con relación al aspecto semántico, también es

el verbo quien determina la visibilidad del sintagma nominal complemento.

Con respecto al complemento atributivo, como en (17a), sugiere que

ser rige sintácticamente la frase la mamá de Gabrielita; luego estar no puede

aparecer en el mismo contexto, como en (17b). El sintagma en posición final

en (17a) permite la ocurrencia de Maggie como sujeto. En las oraciones

copulativas, el verbo rige sintácticamente al complemento atributivo, pero no

lo rige desde el punto de vista semántico, es el complemento atributivo el

que rige semánticamente al sujeto.

(17) a. Maggie es la mamá de Gabrielita. b. *Maggie está la mamá de Gabrielita.

No obstante, los complementos de los verbos copulativos son

pronominalizables por el pronombre clítico neutro lo, como en (18a, b):

(18) a. -¿Maggie es la mamá de Gabrielita?

-Sí, lo es. b. -¿Patty está contenta con su trabajo?

-Sí, lo está. Con los verbos lexicales no copulativos, lo parece tener el caso

acusativo; este hecho podría hacer pensar que los complementos de (2) son

directos. Luego, el autor afirma que esta paradoja demuestra lo escurridiza

que es la noción de transitividad. La única noción relevante para definir la

transitividad es la rección sintáctica y semántica.

En su explicación, Campos (1999) hace uso amplio de la propuesta de

Rafael Cano Aguilar (1981), quien agrupa más de cuatrocientos verbos en

varias categorías semánticas, de acuerdo con criterios semánticos y el tipo

de estructuras oracionales que se insertan.

En nuestro estudio de la transitividad es necesario acercarnos a la

clasificación semántica y aparentemente construccional que Cano (1981)

67

hace de los verbos en español. Por ahora, queremos enfatizar que también

este estudioso de la lengua percibe esa vacilación que existe entre verbos

transitivos e intransitivos.

(ix) Rafael Cano Aguilar (1981) examina los aciertos y debilidades de

las distintas teorías sobre la transitividad para realizar un estudio semántico

y sintáctico de más de cuatrocientos verbos transitivos españoles y los reúne

en once grandes grupos, de acuerdo con las características comunes más

relevantes que ellos presentan. Estos grupos son: verbos de acción

resultativa, verbos de carácter causal, verbos de modificación, verbos de

objeto afectado, verbos de movimiento, verbos con objeto de lugar, verbos

de posesión, verbos que indican actitud, verbos de percepción, verbos de

voluntad, emoción, o sentimientos, y verbos de comunicación verbal.

El autor “no se limita a dar (…) una descripción completa de las

construcciones transitivas del español, moderno, sino que alcanza muy

hondamente a problemas teóricos fundamentales” (Cano;1981:10), con un

énfasis especial en el valor semántico de la relación sintáctica verbo-objeto y

a las restricciones de la co-aparición de algunos sustantivos con ciertos

verbos, de acuerdo con la presencia o ausencia de determinados rasgos

semánticos. De aquí la opinión de Cano (1981:12) de que “lo transitivo no se

define sólo por ciertas categorías formales, sino que en la base implica una

relación semántica”.

Para Cano (1891), la tansitividad puede considerarse como un tipo de

estructuración funcional y semántica entre ciertos elementos de esa

estructuración, la cual es manifestada mediante ciertos caracteres formales.

Tradicionalmente, se ha concebido la transitividad como un rasgo

propio de algunos verbos en oposición a otros, de manera que ‘transitivo’ es

un rasgo que forma parte de la descripción sintáctico-semántica de ciertos

verbos de una lengua a partir de la posibilidad de formar construcciones

68

transitivas. Así pues había dos categorías paradigmáticas de verbos: los

transitivos, que poseen ese rasgo y los intransitivos, que no lo poseen.

Por otro lado, gran parte de la lingüística actual sostiene que la

transitividad es un cierto tipo de organización sintáctica de la frase, más que

un rasgo propio de los verbos. Esto, debido a que la mayoría de los verbos

puede entrar o no dentro de esa relación transitiva en la frase y funcional

como transitivos o intransitivos, de manera que no hay distinción gramatical

entre los verbos, sino distintas estructuras de predicados.

Sin embargo, de acuerdo con las afirmaciones de Cano (1981), pocos

verbos presentan lo que Blinkenberg ((1960) citado por el autor)

llamamonovalencia funcional, es decir, la propiedad de poder aparecer

exclusivamente en un tipo de estructura. Verbos como ser, estar, ir, venir,

solo aparecen en construcciones intransitivas, por lo que pueden llamarse

intransitivos, mientras que otros, como llevar, solo aparecen en

construcciones transitivas y pueden llamarse transitivos.

No obstante, Cano (1981) observa que la mayoría de los verbos no

pueden caracterizarse de una u otra forma pues tienen la propiedad de

aparecer en uno u otro tipo de estructura, en otras palabras, lo que

Blinkenberg ((1960) citado por el autor) denomina bivalencia funcional.

El autor apunta que si bien es cierto que algunos verbos aparecen con

mayor frecuencia en uno u otro tipo de estructura, utilizar el criterio de la

frecuencia para catalogar un verbo como transitivo o intransitivo es poco

científico, pues el número de expresiones de una lengua es infinito y, en

consecuencia, el recuento estadístico no sería del todo confiable.

Otro criterio que parece no ser exacto es tomar como parámetro el

carácter semántico completo de los verbos transitivos frente al carácter

semántico incompleto de los intransitivos; puesto que ir es un verbo que

69

nunca aparece en una construcción transitiva, pero su significado es tan vago

que necesita la precisión de un complemento locativo. Asimismo, verbos

como azotar, fruncir, exorcizar siempre aparecen en construcciones

transitivas, pero son muy precisos significativamente.

De manera que, para Cano (1981), el criterio semántico de completo-

incompleto no sirve para diferenciar los dos tipos de verbos si consideramos

la transitividad como un fenómeno de la oración porque la precisión

semántica ya no depende del verbo, sino de la oración.

Una posición asumida por el autor es que un mismo verbo presentará

matices o diferencias semánticas significativas diferentes según aparezca

en uno u otro tipo de frases, pero todos estos “no son sino matices de un

mismo hecho funcional: la ‘bivalencia’ propia de la mayoría de los verbos”

(Cano;1981:304).

Un aporte importante de las propuestas de Cano para nuestro trabajo

es la idea subyacente de que no están claros los límites entre lo transitivo y

lo intransitivo y que la explicación podría encontrarse al estudiar la relación

semántica y sintáctica entre el verbo y el objeto.

(x) La RAE (2009) en la Nueva gramática dela lengua españoladefine

el complemento directo y el objeto directo como una función sintáctica

dependiente del verbo que puede ser desempeñada, dentro del grupo verbal,

por varios segmentos sintácticos, tales como los nombres, los pronombres y

los grupos que forman; así como por oraciones subordinadas sustantivas. El

hecho de que el complemento directo sea nominal (Abrí la ventana) u

oracional (Prometió asistir al acto de clausura) depende del significado del

verbo. Muchos verbos admiten las dos opciones, mientras que otros admiten

sólo una.

70

Al complemento directo le corresponde el caso acusativo en latín, el

cual no se manifiesta morfológicamente en español, más que en el sistema

pronominal. Con respecto a la distinción establecida entre argumentos y

adjuntos, los complementos directos son argumentos.

Esta gramática asume que los verbos que se construyen con

complemento directo se denominan transitivos, y las oraciones que los

tienen dentro del predicado se llaman transitivas. Típicamente el

complemento directo se construye sin preposición, como en la expresiónLeo

una novela. Sin embargo, admite o exige, dependiendo del caso, la

preposición a con grupos nominales de persona y, también, en algunos casos

que hacen referencia y a las cosas. A este tipo de complementos directos,

los llama complementos preposicionales.

De acuerdo con la RAE (2009), la noción de transitividad se usa con

dos sentidos. En el sentido más amplio, tanto los complementos del verbo,

como los complementos de régimen pueden completar la significación del

verbo; de manera que el verbo olvidar es transitivo tanto en olvidar algo

como en olvidarse de algo.Esta gramática hace un uso más estrecho del

término transitivo y lo reserva solo para aquellos verbos que exigen un

complemento directo; ya que el sentido amplio del término se hace

innecesario si también se maneja la noción de argumento. Los

complementos de régimen también son argumentales, sin embargo, quedan

fuera del ámbito de estudio de nuestra tesis.

Asimismo, la RAE (2009) propone que los verbos son transitivos o

intransitivos como una consecuencia directa de su significado. Por razones

semánticas, algunos verbos necesitan de un complemento o argumento que

complete la significación del predicado; pero esto no impide que, en ciertos

contextos, puedan aparecer sin él. Ahora bien, también hay verbos

(bostezar, sollozar)que no necesitan de este complemento o argumento que

71

complete su significación, pero que también se pueden utilizar como

transitivos.

En este sentido, la RAE (2009) propone distinguir ente dos grupos de

verbos transitivos:

A. Verbos transitivos que pueden omitir su complemento directo sin

dejar de serlo.

B. Verbos transitivos que tienen uso o correlatos intransitivos.

Pertenecen al primer grupo aquellos verbos en los que se omite el

complemento directo sin que se interpreten como intransitivos, por ejemplo,

el verbo escribir en Hace mucho que no me escribes; así como verbos que

omiten su complemento directo por razones sintácticas, como por ejemplo,

el verbo tener en En cuanto a ambición personal, puede decirse que no tenía

en absoluto. Mientras que al segundo grupo pertenecen verbos que admiten

usos transitivos e intransitivos con la diferencia semántica esperable, como

en No todas las aves vuelan / Quisiera aprender a volar cometas.

La RAE (2009) destaca que en los análisis tradicionales el complemento

directo puede sustituirse por los pronombres átonos de acusativo que tienen

su mismo género y número: lo/la/los/las, como en No pienso leer este

libro>No pienso leerlo. Si se trata de oraciones sustantivas, puede sustituirse

por pronombres átonos neutros, como en Me prometiste que vendías>Me lo

prometiste.

La razón para elegir estos pronombres como sustitutos es que los

pronombres átonos mencionados posen flexión de caso acusativo.

Manifiestan explícitamente en su morfología la información que los grupos

nominales expresan mediante la concordancia y la posición sintáctica,

además de poseer rasgos de definitud análogos a los grupos nominales

introducidos por el artículo determinado, a los cuales sustituyen.

72

Un aspecto importante a destacar es el hecho de que el complemento

directo puede ir encabezado con la preposición a. En documentos latinos de

la época preliteraria española aparece la preposición ad con acusativo de

persona, por confusión con el dativo y el romance heredó esta confusión

vacilante de los dos casos latinos. En la edad moderna, se halla muy

generalizada la tendencia a construir con la preposición a los complementos

de persona y sin preposición, como en latín, los de cosa.

Según la RAE (2009), la presencia de la preposición es obligada en

ciertos contextos, se excluye en algunos y es opcional en otros, algunas

veces con un cambio de sentido apreciable y otras con una ligera diferencia

en el significado. Esta gramática establece que hay varios factores que

determinan estos contrastes, a saber.

(i) La animacidad: El hecho de que un grupo nominal lleve o no

determinante.

(ii) La personificación: Los nombres que designan cosas pueden

asimilarse a los que denotan personas en ciertos contextos.

(iii) La definitud: El hecho de que un grupo nominal lleve o no

determinante.

(iv) La especificidad: Que el grupo nominal aluda o no a personas o

cosas particulares que el hablante o el oyente puedan identificar.

(v) La interpretación agentiva que pueda recibir el sujeto de acuerdo

con la clase semántica del verbo.

Luego, esta gramática se extiende en una descripción detallada de

cada uno de los casos donde puede aparecer o no la preposición a.

1.2. La tradición americana

73

(i) Bello (1847) divide las proposiciones en regulares, las cuales tienen

el sujeto y el atributo expresos o que tácitamente pueden suplirse, e

irregulares, que carecen de sujeto, por ejemplo, hubo fiestas, llueve a

cántaros, por el lado del norte relampaguea.

Asimismo, las proposiciones regulares las divide en transitivas o

activas, e intransitivas o neutras. La característica de las primeras es que

llevan complemento acusativo, mientras que las segundas carecen de él.

También afirma que el acusativo de la construcción activa se puede convertir

en sujeto de la pasiva. Esto significa que utiliza un argumento sintáctico para

diferenciar el acusativo

Bello (1847) también explica que existen algunos verbos, dentro de los

intransitivos, que solo en ocasiones especiales suelen llevar el complemento

acusativo, como existir, estar, permanecer, nacer, morir; y que los verbos

activos pueden usarse, y se usan, como intransitivos. En este último caso la

acción se considera como un mero estado. Veamos el ejemplo de

Bello(1847:451) en (19):

(19) El que ama, desea y teme y por consiguiente padece.

Bello (1847) afirma que también existen verbos neutros o intransitivos

que pueden ser usados como transitivos o activos, como en (20) y (21):

(20) a. Respirar b. Respirar un aire puro. c. Respirar el aire del campo. d. Respirar venganza. (21) a. Suspirar b. (…) y suspiraba aromas. (Ejemplo tomado por Bello (1847:452) de Lope de Vega)

(ii) Lenz (1944) acepta la división tradicional de verbos neutros o

intransitivos y verbos transitivos, y afirma que en las lenguas indoeuropeas

comúnmente el acusativo de la activa se convierte en pasivo. También

74

afirma que existen verbos transitivos e intransitivos que encierran una idea

vaga de actividad y un complemento completo, por ejemplo:

(22) a. pescar = coger peces b. cenar = comer la cena c. pestañear = mover las pestañas

Según Lenz (1944), estos verbos vacilan entre verbos intransitivos y

transitivos con acusativo. Aunque no lo hace de una forma explícita,

podemos presuponer que el autor admite la vacilación que existe entre

verbos transitivos e intransitivos.

(iii)Cuervo (1953) propone que la clase del verbo vacila entre el

carácter transitivo e intransitivo, y lo hace de la siguiente manera:

a.- Cambiando el acusativo en complemento preposicional, por

ejemplo:

(23) a. Arrostrar los peligros. a’. Arrostrar con los peligros. b. Huir los halagos. b’. Huir de los halagos. c. Abreviar la partida. c’. Abreviar con la partida.

b.- Recibiendo un acusativo homogéneo, por ejemplo:

(24) Morir santa muerte.

c.- Pasando del sentido intransitivo al factitivo o causativo, por

ejemplo:

(25) a. Andar por hacer andar o mover. b. Subir por hacer subir o poner arriba.

(iv)Kany (1970) expresa que ello acusativo con verbos de

entendimiento y de expresión como decir, saber, preguntar, etc., se puede

omitir, sobretodo en la conversación y casi siempre que hay un pronombre

75

complemento directo expreso. Aparentemente, y desde el punto de vista

sintáctico, parece haber una restricción en cuanto al uso de dos clíticos

juntos.

Este fenómeno lo observa Kany (1970) en Argentina, Chile, Bolivia,

Perú, Ecuador y Colombia. Veamos los ejemplos en (26):

(26) a. Cuando lo vea a tu padre, le (=se lo) voy a contar. (Argentina) b. No olvides de mandar a decirle a doña Celia. (Chile) c. Si le (= se los) devolvemos, creerá que somos unas orgullosas. (Bolivia) d. –Bueno, por ahora pidan hospedaje en la casa de los colonos. Les darán… Seguro que les darán. (Perú) e. Apenas llegue le voy a decir. (Ecuador) f. –Lleve este paquete a la señorita Dolly. -¿Y qué le digo? –Nada. Entréguele y nada más. (Colombia)

(v) Azucena Palacios Alcaine (1998), española de nacimiento, pero

americanista en cuanto a sus investigaciones sobre el español, estudia la

ausencia del pronombre átono de tercera persona en función de objeto

directo cuando el referente es un objeto [- animado]. La autora registra

algunos ejemplos y sugiere que estos permiten descartar posibles

restricciones en la elisión del pronombre átono de objeto directo [- animado].

Esta construcción aparece cuando el objeto directo tiene referencia [+

definida]. Como en (27):

(27) Tomé los platos y cv puse en la cocina.

Pero también cuando el objeto es [- definido], como se observa en

(28):

(28) ¿Traes comida? cv Traigo.

Tampoco parece existir restricciones temporales o aspectuales:

(29) a. Nadie no cv sabe. (tiempo presente) b. Sí, cv llevé. (tiempo pasado) c. Cuando cvnecesités no te cv daré ya más. (tiempo futuro) d. ¡Yo le cv dije luego al patrón! (aspecto perfectivo)

76

e. vas a contar cv. (aspecto imperfectivo) f. No puedo hacer cv. (forma no flexionada)

La semántica del verbo tampoco conlleva restricciones, veamos (30):

(30) a. cv Sabe (verbo de conocimiento) b. Yo cv vi. (verbo de percepción) c. cv Traigo. (verbo de movimiento)

Otros casos de elisión no aceptados en el español estándar, según la

autora, son:

(31) a. Siempre cv encontré cuando cv busqué. b. Y si no preguntó por Juana Rosa es porque cv sabe. c. Que no cv dijo es evidente.

(vi) Ángela Di Tullio (2005) plantea que en la gramática tradicional se

identifica al objeto directo por el papel temático de paciente afectado. Afirma

que, en realidad, este es el papel más típico que puede desempeñar porque

también puede desempeñar otros roles como el de objeto efectuado, creado

por la acción del verbo, que no tiene existencia previa, por ejemplo:

(32) María pintó un cuadro.

O bien un estímulo ligado a una percepción o a un estado psicológico,

como en (33):

(33) Manuel adora la música rock.

Pero nunca el objeto directo puede ser agente. Di Tullio (2005) expresa

que, como son distintos papeles temáticos que pueden corresponderle, es

conveniente acudir a criterios formales y definirlo a partir de sus

propiedades:

a. Configuracionalmente, el objeto directo es el S(intagma) N(ominal)

directamente dominado por el S(intagma) V(erbal) ([SN,SV]).

77

b. Desde el punto de vista categorial, el objeto directo es un SN o una

oración. Veamos (34):

(34) a. Temíamos la llegada de Juan. b. Temíamos que Juan llegara.

c. En algunos casos el SN puede ir precedido por a, la cual simplemente

es una marca de función carente de todo significado léxico. Esto sucede

cuando el núcleo del SN es un sustantivo que designa una persona, o entidad

personalizada, y el SN es específico, como se observa en (35):

(35) a. Necesito a mi secretario/a mi perro. b. Necesito a un secretario. c. necesito (un) secretario.

d. El objeto directo puede ser sustituido por un clítico acusativo: lo, la,

los, las:

(36) -¿Leíste la última novela de Vargas Llosa? –Sí, la leí.

El clítico también puede duplicar el objeto directo, como en (37)

(37) ¿Lo conocés a mi amigo Carlos? Explica Di Tullio (2005) que el clítico es un pronombre definido, así que

únicamente sustituye entidades referenciales, vemos las expresiones en

(38):

(38) a. -¿Comes carne? / #–No, no la como. b. –Ana no come nada / #Ana no lo come.

Cuando el objeto directo no está introducido por un determinante no

hace referencia a una entidad particular, sino a un tipo:

(39) a. Colecciona estampillas. b. Tiene auto. c. Cría vacas.

78

d. Usa sombrero.

Cuando carece de valor referencial, forma una unidad compleja con el

verbo:

(40) Tener coche = ser propietario de un automotor.

e. El objeto directo coincide con el sujeto de la voz pasiva, veamos

(41):

(41) a. La llegada de Julián era temida por todos.

b. La habitación aún no fue ordenada. Según la autora, la pasiva está fuertemente condicionada por la clase

semántica del verbo (factores léxicos) y por el tiempo y el aspecto del verbo

(factores gramaticales):

(42) a. *Tres hijos son tenidos por mí. b. *Secretario es necesitado por mí. c. ??El coche es comprado por Juan.

Así que los verbos tener y necesitar no admiten la pasiva y esta es

incompatible con el presente o el imperfecto del verbo comprar.

También explica Di Tullio (2005) que aunque los objetos directos

parecen reunir todas las características que diferencian los complementos de

los adjuntos, Hay algunos casos que no corresponden con las propiedades

presentados, veamos:

1.- Verbos como medir, pesar, costar, durar, valer, requieren la

presencia de un complemento de medida:

(43) a. Juan pesa 90 kg. b. La conferencia duró dos horas.

Estos casos se diferencian de otros verdaderamente transitivos como

los de (44):

79

(44) a. Juan pesó las manzanas. b. María midió la tela antes de cortarla.

2.- Expresiones como dar asco, dar (las) gracias, darse un baño, hacer

mención, echar una mirada, tomar nota, prestar atención son equivalentes a

verbos como asquear, agradecer, bañarse, mencionar, mirar, (a)notar,

atender. Están formados por un verbo que prácticamente carece de

significado léxico y un sustantivo que corresponde con el predicado

semántico, el cual carece de las características más relevantes del objeto

directo, pues no puede ser sujeto de la pasiva (*asco me es dado), no

admite la pronominalización (*me lo dio) y desde el punto de vista semántico

no denota una entidad independiente.

3.- Los verbos haber y hacer tienen usos impersonales, de significado

existencial el primero y temporal o atmosférico el segundo:

(45) a. Hay demasiada gente / demasiadas personas en esta oficina. b. Hace mucho tiempo / veinte años. c. Hace calor.

4.- Los objetos internos resultan anómalos ya que tampoco pueden ser

pasivizados ni pronominalizados, como en (46):

(46) a. *Una vida placentera fue vivida por Juan. b. *Juan la vivió.

(vii) Antonio Franco (2006), nacido en España, pero americanista en

sus estudios sobre el español, afirma que es el complemento el que completa

la significación del verbo transitivo, es decir, el verbo transitivo necesita del

complemento directo para que la acción se realice completamente. Esto no

ocurre con los llamados verbos intransitivos.

2. El propósito de la investigación

80

En principio, el tema que nos ocupa en esta tesis es la noción de objeto

y sus implicaciones semánticas como el modo de acción o aktionsart. Esta

noción ha sido útil para la descripción de los fenómenos en las lenguas

naturales, puesto que recoge un número de frases con ciertas propiedades

en su conducta y en su codificación. Esta noción se ha considerado como

primitivo dentro de ciertos enfoques en la representación lingüística, como

en la Gramática Lexical-Funcional de Bresnan (1982), entre otros.

Desde el punto de vista de la gramática tradicional, el objeto directo

es un argumento adyacente a una forma verbal que lo rige, como

observamos en los ejemplos en (47):

(47) a. Maradona golpeó la pelota. b. El carro pesa cinco mil kilos. c. El joven piensa que pronto lloverá. d. Maradona vio a María.

En las oraciones en (47a,b,d) las frases la pelota, cinco mil kilos y a

María son los complementos directos de los verbos golpear, pesar y ver,

respectivamente. En cuanto a la oración (47c), la expresión introducida por

el constituyente que es adyacente al verbo; luego, estaría de alguna forma

relacionada con los elementos que pueden catalogarse como objeto directo.

Lo que hemos argumentado puede caracterizarse en la gramática

tradicional por una serie de propiedades formales, por ejemplo, su

correspondencia con el sujeto de unaforma verbal pasiva, como en (48):

(48) a. La pelota fue golpeada (por Maradona). b. *Cinco mil kilos son pesados por el carro. c. *Que pronto lloverá es pensado por el joven. d. *A María fue vista por Maradona.

Al analizar estas expresiones nos damos cuenta de que los

constituyentes la pelota, cinco mil kilos y a María ocupan la posición de

81

objeto directo en los ejemplos en (47), pero no pueden ocupar la posición de

sujeto en las estructuras pasivas en (48b,c,d).

Si comparamos (48a) con (48b), pudiéramos decir que la pasivización

no es una propiedad del nombre que ocupa la posición del objeto directo,

sino más bien es una propiedad del verbo. La oración en (48c) nos permite

decir que la posición del objeto directo puede estar ocupada por un

complemento oracional que no puede ser pasivizado. En la oración (48d), la

llamada preposición a no permite que el objeto directo experimente la

operación de pasivización.

Evidentemente, la gramática tradicional no alcanza el nivel de

adecuación descriptiva en el análisis de las oraciones en (48) al no rendir

cuenta de la agramaticalidad de las expresiones en (48b,c,d).

En este punto, consideramos pertinente hacer algunas aclaratorias con

respecto a la preposición a que aparece en algunos casos con el

complemento directo. La lingüista Laura Brugé (2000), establece que el

español, con respecto a las otras lenguas romances, es la lengua que ha

introducido en la propia gramática, de modo más decidido, la preposición a.

La lingüista establece como condición fundamental del español que para que

la preposición a pueda aparecer, el objeto directo debe estar especificado

con el rasgo [+animado].

Brugé (2000)se apoya en la teoría de Scroten (1972) (citado por Brugé

2000), quien sigue el sistema del caso abstracto fillmoriano y le asigna a la

preposición a del objeto directo una posición estructural independiente en la

estructura profunda. La autora propone que la a ocupa la posición de núcleo

de una proyección funcional de caso, que etiqueta en forma genérica como

FF (Frase Funcional), la cual puede seleccionar como complemento una FD.

La lingüista explica que la marca de caso es el producto de la interacción

entre las propiedades lexicales y morfológicas del nombre y los requisitos

82

sintácticos sobre la posición estructural que este ocupa por lo que la FF

siempre viene proyectada como la realización de la asignación del caso por

parte del verbo a su argumento menos prominente.

Estamos de acuerdo con la propuesta de Brugé (2009) de asumir la

preposición a como una categoría funcional que se proyecta ocupando una

posición estructural.

Por otro lado, Judith Aissen (2003) establece que es común para las

lenguas con marcación abierta del caso de objeto directo marcar algunos

objetos pero no otros, esto depende de las propiedades intrínsecas del objeto

directo, no de su rol semántico o sintáctico. La autora sigue a Bossong

(1985) (Citado por Aissen 2009) y llama a este fenómeno Marcación

Diferencial del Objeto (MDO) (DifferentialObjectMarking). La lingüista afirma

que la MDO puede adoptar diversas formas y cita los casos del cingalés, en el

que la marcación del caso es opcional, pero solo se manifiesta sobre los

objetos que se refieren a objetos animados; el hebreo, donde la marcación

del caso de objeto es obligatoria, pero se limita a los objetos definidos; y el

rumano, en el cual la marcación del caso de objeto es obligatoria para

algunos objetos (los pronombres personales referidos a seres animados y los

nombres propios), opcional para otros y excluida para un tercer grupo. No

obstante las características de las diversas lenguas, la MDO es un fenómeno

altamente regido por principios.

El principio general fundamental de la MDO expresa que “mientras más

prominente sea un objeto directo, más probable es que esté marcado para el

caso” (Aissen;2003:436) (la traducción es nuestra). Las dimensiones con las

cuales la prominencia es evaluada incluye, y tal vez esté limitada a,

animacidad y definición, como se observa en las siguientes escalas:

83

a. Escala de animacidad: Humano > animado > inanimado

b. Escala de definición: Pronombre personal > nombre propio > FN definida > FN específica indefinida >FN no-específica

Martin Haspelmath (2005:3) (la traducción es nuestra) incluye una tercera

dimensión, la persona, y propone la siguiente escala:

c. Escala de persona: 1era/2da persona > 3era persona

La relación entre el principio general y las escalas es como sigue: si

algún objeto directo está marcado para el caso en alguna lengua, entonces

todos los objetos que son más altos en la escala de animacidad, la escala de

definición y la escala de persona son marcados para el caso en el mismo

grado, pero no necesariamente los más bajos.

Pensamos que la teoría de la MDO es mucho más económica y permite

explicar, de manera generalizada, el mayor número posible de los casos

descritos por la RAE (2009), si no todos.

Un consenso general en las tradiciones española y americana es que

las oraciones transitivas tienen un objeto. Expresan una actividad, una

acción o un evento que pasa del sujeto al objeto. De manera que la

diferencia esencial entre las construcciones transitivas e intransitivas está

dada por la presencia o ausencia del objeto directo. Esto conduce a la

afirmación común en las gramáticas tradicionales de que los verbos

transitivos se pueden comportar como intransitivos ante la ausencia del

objeto directo y los intransitivos como transitivos ante la presencia del

objeto directo. La RAE (2009), sigue este consenso general y, aunque trata

de dar un poco más de detalles en la descripción que realiza, revela un

carácter taxonómico al proponer dos clases de verbos transitivos; mientras

que el comportamiento del hablante nativo revela lo contrario. Pensamos que

84

proponer más taxonomías complica la gramática y, en consecuencia, el

proceso de adquisición de la lengua por un niño.

En este punto surge una interrogante que, podríamos decir, constituye

el origen de esta investigación: ¿Existen algunas restricciones o principios en

el lexicón y la sintaxis que permiten que un verbo transitivo pueda

comportarse como intransitivo en determinados contextos lingüísticos y

viceversa, o es que el uso transitivo o intransitivo de los verbos depende

exclusivamente de la intención comunicativa del hablante?

Formalmente, el verbo es el núcleo de un sintagma o frase y esta

condición le permite regir los argumentos o complementos que forman parte

de la frase. Tradicionalmente, se ha asumido que el verbo es una palabra

dotada de la posibilidad de seleccionar uno o dos complementos. Sin

embargo, no todas las palabras etiquetadas como verbo seleccionan sus

complementos. No lo hacen: (i) los verbos copulativos (ser, estar, parecer),

(ii) los pseudocopulativos (ponerse, volverse, seguir), (iii) los verbos de

soporte como por ejemplo hacer ruido, hacer una visita, donde las FDsruido

y una visita requieren del verbo hacer, (iv) los verbos que experimentan

extensiones del tipo metafórico (salir en la foto, meter la pata).

Acercamientos más formales, como el de Krifka (2001), distinguen

dentro de los verbos intransitivos los inacusativos, o falsamente intransitivos,

y los inergativos, o verdaderamente intransitivos. Los inergativos codifican

su argumento como el sujeto de un verbo intransitivo, mientras que los

inacusativos codifican su argumento como el objeto transitivo. Si esto es

así, pensamos que esta teoría no da una explicación adecuada de los casos

en que el verbo inergativo aparece con el complemento directo, como el

verbo vivir en Pedro vive feliz/Pedro vive una vida feliz. Creemos que debe

haber algo en el lexicón que determine la posibilidad de que un objeto

directo ocurra con un verbo típicamente intransitivo.

85

Ahora bien, en el caso de los inacusativos, si el único argumento es

subcategorizado en la posición de argumento interno, entonces parece más

adecuado suponer que se trata de verbos transitivos en realidad; puesto que

en español no es necesario que el único argumento con realización fonética

se mueva hacia la posición de sujeto, por ejemplo, se hundió el barco/el

barco se hundió, a diferencia del inglés. De manera que las nociones

transitivo/intransitivo se han convertido en un reto para la teoría lingüística.

Otra afirmación generalizada en las tradiciones española y americana

es el tratamiento de los clíticos como elementos argumentales, puesto que

asumen que el objeto directo siempre se puede sustituir, o es conmutable,

por los clíticos pronominales. Sin embargo, al analizar expresiones como

Juan pesa 50 kilogramos, la frase 50 kilogramos podría resultar ambigua

entre la interpretación de objeto directo y de adjunto, dependiendo de si se

entiende a Juan como un individuo cuyo peso es de 50 kilogramos o como

una persona que averigua el peso de un objeto que llega hasta 50

kilogramos. Lo interesante es que en ambos casos la frase es sustituible por

el clítico los. Además, la coexistencia del clítico con la FD en expresiones

como Estos libros, no los ha leído nunca parece apoyar más la hipótesis de

que el clítico liga al argumento topicalizado con el cual debe concordar en

género y número.

También es común la aceptación de la pasivización como una prueba

de la transitividad del verbo. Ángela Di Tullio (2005), por ejemplo, a pesar de

ser generativista, no se desprende de los análisis tradicionales al tomar la

pasivización como una característica propia del objeto directo y no de la

morfología verbal que fracasa al asignar el caso acusativo, por lo cual el

objeto se debe mover a la posición del sujeto, de acuerdo con los principios

de la teoría de Gobierno y Ligamiento. Además de asumir el análisis del

clítico como un elemento argumental.

86

Un aspecto que llama la atención es el tratamiento de las expresiones

del tipo hacer mención. Di Tullio (2005) propone que estas expresiones son

equivalentes a verbos, en este caso al verbo mencionar, puesto que el verbo

hacer carece de significado léxico prácticamente y el sustantivo mención, que

corresponde con el predicado léxico, no puede ser sujeto de la pasiva y no

admite la pronominalización. Una explicación más actualizada de los casos

como hacer mención/mencionar podría ser que las expresiones mención y

mencionar no están especificadas para la categoría sintáctica, de acuerdo

con los principios propuestos por Chomsky (1970). Si el hablante categoriza

la posición de la expresión mención como N, el argumento externo debe

estar introducido por hacer, el cual podría interpretarse como el núcleo del

nodo v que proyecta el argumento externo.

Todos estos planteamientos nos dejan ver que para responder

nuestra interrogante es necesario indagar en profundidad las condiciones que

determinan la relación entre el verbo y su complemento. Para esto, es

importante ver si estas condiciones son impuestas únicamente por el verbo o

si el nombre que ocupa la posición del complemento tiene características

particulares que se pueden traducir en condiciones sobre el verbo. Esto nos

llevará a tomar en cuenta otros elementos que son importantes para la

interpretación de un evento como transitivo o intransitivo, como el

aktionsart, llamado también aspectualidad o modo de acción.

Es importante estudiar, por ejemplo, si el evento denotado por el verbo

implica un final o no. Pensemos en el hecho de que la interpretación

aspectual del evento puede cambiar dependiendo de la configuración

sintáctica de la frase verbal; así en Pedro lee todos los días el evento se

interpreta como atélico, pero en Pedro se leyó un libro en dos horas el

evento se interpreta como télico.

En este punto surgen algunas inquietudes con respecto a las oraciones

anteriores: ¿Puede realizarse el evento de leer sin que haya algo (libros,

87

revistas, periódicos, etc.) que sea leído?, en otras palabras, ¿pierde el verbo

leer su carácter de transitivo porque no aparezca mencionado el objeto

leído? Las mismas inquietudes surgen para un verbo considerado típicamente

intransitivo como vivir, ¿pierde su carácter de intransitivo cuando aparece

acompañado de un complemento?

Para nosotros resulta más plausible suponer que la posición de objeto

tiene ciertas propiedades o rasgos que la caracterizan y que siempre se

proyecta aunque no tenga realización fonética. Si esta hipótesis, la cual

trataremos de comprobar, es cierta, entonces surge inmediatamente otra

interrogante: ¿Pudiéramos pensar que todos los verbos son potencialmente

transitivos y que la posición de objeto aparece llena cuando los rasgos del

verbo y del nombre que aparecerá como complemento así lo requieran? De

ser afirmativa la respuesta a esta interrogante, sería un claro indicio de que

el límite entre lo transitivo y lo intransitivo es cada vez menos claro.

Algunas evidencias de argumentos implícitos en otras lenguas son los

casos de objeto nulo que presenta Rizzi (1986) para el italiano:

(49) a. Questo conduce (la gente) allaseguenteconclusione This leads the people to the following conclusion ‘This leads (people) to the following conclusion’ b. Questo conduce (la gente) a [PRO concluderequantosegue] This leads the people to conclude what follows ‘This leads people to conclude what follows’

Ahora bien, el nombre que ocupa la posición del objeto también está

especificado con ciertas propiedades. Típicamente se ha hablado de estas

propiedades como los papeles temáticos, los cuales de alguna manera

determinan la distribución de los argumentos en las oraciones. Sin embargo,

las definiciones de los papeles temáticos están hechas en base a

conceptualizaciones, por lo que son ambiguas y dejan abierto un abanico de

posibilidades de diversos papeles temáticos para un argumento, además de

88

que en la vasta literatura sobre ellos no ha habido un consensosobre cuántos

y cuáles son. Esto ha conducido a que en acercamientos más recientes, como

el de Reinhart (2000), los papeles temáticos sean redefinidos en términos de

unidades más pequeñas, es decir, rasgos, los cuales permiten más

flexibilidad en el análisis, pues se pueden combinar varios rasgos en un papel

temático, y esto a su vez da mayor precisión al análisis ya que se pueden

especificar mejor las propiedades de los nombres.

Así pues, los papeles temáticos ya no son los primitivos fundamentales

en el análisis. Lo que la sintaxis realmente ve son los rasgos, los cuales

pueden ser aspectuales, y estos están asociados con los roles temáticos en

un segundo plano.

Podemos decir, entonces, que los nombres poseen ciertos rasgos que

le son inherentes, como por ejemplo las propiedades de cuantización, de

medir y de delimitar el evento. Estos rasgos se activan cuando el nombre

ocupa la posición del objeto. Aquí podríamos preguntarnos si estos rasgos

constituyen algunas de las propiedades que caracterizan la posición de

objeto; puesto que no hay evidencias de que el sujeto mida y delimite el

evento (c.f.Tenny, 1994).

Si estamos en la dirección correcta, al contrastar las oraciones en (50),

pudiéramos decir que el evento expresado en (a) se interpreta como una

actividad, pues no hay un complemento explícito que mida el evento. En (b),

la FD un libro está cuantizada y esto permite que se pueda medir el progreso

del evento, al igual que en (c). La consecuencia es que en (b) y (c) el evento

se interpreta como télico, no así en (a). Evidentemente, esto también

contribuye con la interpretación del evento como transitivo o intransitivo.

(50) a. Pedro leyó. b. Pedro leyó un libro. c. Pedro se leyó un libro.

89

Ahora bien, si comparamos los ejemplos en (b) y (c), notaremos que

en (c) aparece el clítico se y esto origina una ligera variación en la

interpretación de la aspectualidad del evento. Otra inquietud que nos

proponemos despejar es el papel que juega el clítico se en expresiones como

estas, ¿es argumental o es aspectual? En los acercamientos actuales, como

Tenny (1994), Sanz (2000), Eva Juarros (2000), la tendencia es a pensar

que tiene que ver con la propiedad de delimitación del evento.

Todos estos argumentos nos conducen a la idea de que la explicación

al problema de la transitividad no puede quedarse en la descripción de la

conducta observable del hablante nativo. Pensamos que se trata de un

fenómeno que se presenta como una propiedad de la frase verbal y de las

frases funcionales más que del verbo en sí mismo. Uno de los asuntos

esenciales con relación a la división del trabajo entre la sintaxis y la

semántica está relacionado con el estatus sintáctico de las categorías

funcionales. Es importante determinar cuáles categorías funcionales son

formales, es decir, categorías sintácticas. La GU es la que establece cuáles

son los rasgos formales que contienen las categorías funcionales.

Para explicar la conducta del hablante nativo con respecto a la

transitividad, se debe escudriñar la estructura de evento que subyace a la

frase verbal, es decir, estudiar las propiedades lexicales del verbo y de su

complemento, y cómo son codificadas en la sintaxis, esto es, el estudio de la

interficie léxico-sintáctica, que involucra una interacción entre la semántica y

la sintaxis cada vez mayor.

Debemos reconocer que algunos autores tradicionales, como Franch y

Blecua (1975), Alarcos Llorach (1978, 1995) y Rafael Cano (1981), se

aproximan a esta idea al afirmar que no hay distinción gramatical entre los

verbos, sino distintas estructuras de predicado. Sin embargo, no hacen

generalizaciones poderosas, tal vez Cano (1981) es quien profundiza el

problema desde la perspectiva funcionalista.

90

Las últimas tendencias en la gramática generativa apuntan hacia una

explicación donde se considere la relación entre el significado de las palabras

y la configuración sintáctica donde estas ocurren, en virtud de que la

interpretación de una oración resulta, en parte, del aporte semántico

individual de cada una de las palabras que participan en ella y, en parte, de

las relaciones sintácticas que mantienen entre sí.

El estudio lingüístico desde esta perspectiva implica responder otras

interrogantes como: ¿cuáles son los principios que restringen el lexicón y su

mapeo hacia el sistema computacional?, ¿cuáles son las propiedades léxicas

que determinan el tipo de configuración sintáctica de la FV?, ¿cuáles son la

propiedades léxicas que caracterizan un verbo y lo distinguen de otro?

En virtud de que los estudiosos de la lingüística tradicional se quedan

en el nivel observacional y descriptivo, en cuanto al problema de la

transitividad y su relación con el aktionsart, así como para dar respuesta a

las interrogantes e inquietudes que han surgido, con esta tesis nos

proponemos diseñar un modelo teórico que trate de explicar la transitividad

en español mediante la interacción de la estructura léxico-conceptual del

evento y el sistema computacional.

Para lograr esto, es importante que estudiemos algunos fenómenos

fundamentales dentro del problema de la transitividad, como lo son:los

rasgos, que se constituyen en los primitivos del análisis dentro del modelo

debido a la libertad interpretativa que proporcionan,el objeto nulo, las

construcciones con el clítico se y el aktionsart.

En esta tesis, estamos inclinados a seguir el punto de vista derivacional

de la gramática, como una máquina que toma las reglas lingüísticas como

instrucciones. Este punto de vista permite una serie de alternativas, por

ejemplo, la Morfología Distribuida (MD) propuesta inicialmente por Halle y

Marantz (1994). Esta es una teoría derivacional sobre la arquitectura de la

91

gramática. En este marco teórico, todos los enfoques de la morfología

reconocen la existencia de las conexiones entre los rasgos semánticos, los

sintácticos y la morfología, además de los rasgos fonológicos.

 

  

 

CAPÍTULO I

ASPECTOS TEORÉTICOS 1.1. Antecedentes históricos

De acuerdo con las ideas de Megerdoomian (2002), la naturaleza de la

interacción entre la sintaxis y el componente responsable de la formación de

palabras fue un aspecto importante para los trabajos generativistas en los

años 60 y 70. Los semantistas generativos les daban mucha importancia a

las transformaciones en la formación de objetos lingüísticos. Ellos

argumentan a favor de la existencia de un lexicón especificado con los

elementos básicos (underspecified lexicón) y propusieron un componente

sintáctico poderoso en el cual las transformaciones podían derivar tanto

estructuras sintácticas como morfológicas. Por otro lado, los proponentes del

acercamiento lexicalista argumentaron a favor de un lexicón enriquecido que

constituía un componente independiente para la formación de palabras. Este

componente implicó un sistema computacional menos complejo. Así pues, el

deber se centró en encontrar un balance entre los dos componentes de la

gramática. El debate pareció inclinarse hacia la aproximación lexicalista con

el trabajo RemarksonNominalization de Chomsky en 1970.

El debate sobre la interficie entre la sintaxis y el componente de la

formación de palabras fue revivido en 1980 con una nueva luz. Bajo la

influencia de los semantistas generativos, la investigación sobre el lexicón ha

hecho importantes afirmaciones dentro de la estructura interna de las

palabras y la naturaleza de su formación. Mientras que la investigación en

sintaxis generativa ha originado sistemas que pueden tratar la formación de

palabras dentro del componente sintáctico. Un ejemplo lo constituye el

movimiento de núcleo a núcleo, el cual permite la formación de palabras al

combinar las raíces con los afijos en la sintaxis.

94  

 

Así pues, desde el comienzo de la GG los lingüistas han debatido sobre

si existe un componente para la formación de palabras distinto de la sintaxis

o si debe ser considerado como parte de la sintaxis usando operaciones

sintácticas. De modo que cualquier teoría sobre la formación de palabras

debería caracterizar la interficie entre los componentes sintáctico y

morfológico.

En los marcos de trabajo que argumentan a favor de un componente

autónomo para la formación de palabras, la interficie con la sintaxis ocurre

en un punto único y la estructura interna de las palabras es invisible a las

operaciones sintácticas. En estos sistemas, la salida del componente de

formación de palabras constituye la entrada a la sintaxis. Esta idea es

expresada como la Hipótesis de Integridad Lexical (Lexical

IntegrityHypothesis) de Lapoint (1976), el Principio de Integridad Lexical

(Lexical IntegrityPrinciple) de Bresnan y Mchombo (1995) o la Tesis de la

Atomicidad (AtomicityThesis) en Di Sciullo y Williams (1987:49), la cual

afirma que:

“Tesis de la atomicidad: las palabras son ‘atómicas’ en el nivel de la sintaxis de la frase y de la semántica de la frase. Las palabras tienen ‘rasgos’ o propiedades, pero estos rasgos no tienen estructura y la relación de estos rasgos con la composición interna de la palabra no puede ser relevante en la sintaxis”. (La traducción es nuestra)

Los investigadores que apoyan la Hipótesis Lexicalista (Fuerte) o la

Tesis de la Atomicidad argumentan la existencia de un módulo independiente

para la formación de palabras, usualmente como parte del lexicón o un

componente morfológico paralelo a la sintaxis. En estos modelos, la

estructura interna de las palabras es sintácticamente opaca, lo que implica

que todas las modificaciones a la estructura argumental necesitan ser

llevadas dentro del componente de formación de palabras. De la misma

forma, el componente sintáctico no es capaz de mirar dentro de la frase

verbal para tener acceso a ella y modificar la estructura argumental. Estos

95  

 

modelos usualmente tienen entradas lexicales bien especificadas con

información sintáctica y morfológica. Bajo esta hipótesis, tanto la morfología

flexiva como al derivativa están dentro del componente de formación de

palabras, antes de la sintaxis, y la sintaxis es reducida al mapeo de

operaciones que no pueden ser codificadas en el lexicón.

Por otro lado, los modelos sintácticos han argumentado que los

fenómenos de formación de palabra siguen restricciones sintácticas e

interactúan con operaciones sintácticas, por lo que deben ser introducidos

dentro del componente sintáctico (Baker (1988), Lieber (1992)). Lo que guía

a estos modelos es la derivación de las propiedades observadas en los

modelos de formación de palabras, usando los recursos formales utilizados

para derivar las oraciones. Si esto es así, entonces la necesidad de un

componente autónomo para la formación de palabras se debilita de una

manera significativa.

Hay autores, como Lieber (1992), quien trata de reducir el formalismo

morfológico al formalismo sintáctico para unificar la formación de palabras y

frases. De la misma forma, Baker (1988) mostró que los procesos de

cambio en la estructura argumental y las formas complejas flexionadas

pueden ser derivadas en la sintaxis, generadas por el movimiento de núcleo

a núcleo de los ítemes lexicales a través de una sucesión de afijos que

ocupan núcleos funcionales.

Modelos sintácticos más recientes también han tratado de traer

operaciones sintácticas dentro del lexicón, como por ejemplo Hale y Keyser

(1993, 1997, 1998, 1999, 2002) o derivar palabras a partir de frases dentro

de un modelo computacional unificado, como en Halle y Marantz (1993) y

Travis (1999). En estos sistemas, las palabras como objetos morfológicos

son formadas en la sintaxis, donde los elementos básicos que forman el

predicado son combinados usando principios de la gramática que ya existen

por motivos independientes. Aquí tenemos otros autores como Borer (1994),

96  

 

Kratzer (1994), Travis (1994) Tenny (1994) Harley (1995), Ritter y Rosen

(1998), Van Hout y Roeper (1998), Mateu (2002).

En la mayoría de estos modelos, el lexicón es muy reducido, pues

consiste en una lista de entradas infraespecificadas. El soporte mayor dentro

de estos modelos es la correlación entre la estructura sintáctica y la

semántica lexical de las construcciones verbales, lo que permite un mapeo

directo de la estructura verbal descompuesta sobre proyecciones funcionales.

Según Megerdoomian (2002), cualquier modelo que pretenda estudiar

la naturaleza de la formación del predicado debe responder las siguientes

interrogantes:

(i) ¿Existe un componente bien diferenciado para la formación de

palabras o toda la formación del predicado debe ser incluida en un dominio

computacional único?

(ii) ¿Qué información está codificada en cada componente?

(iii) ¿Cómo es la interficie entre los dos componentes caracterizados?

A continuación presentaremos algunos modelos teoréticos que estudian

los fenómenos empíricos relacionados con las operaciones de cambio de

valencia en los predicados verbales y que han jugado un papel importante

en la definición de la interficie léxico-sintáctica. Para esto, seguiremos a

Megerdoomian (2002).

1.1.1. RemarksonNominalization. Chomsky (1970)

En este artículo, Chomsky contrasta, para el inglés, las propiedades de

los nominales gerundivos (gerundivenominals), es decir, los nombres

terminados en –ing, como criticizing (= el criticar), refusing (= el rechazar) y

growing (= el crecer), con los nombres derivados (derivednominals) como

97  

 

criticism (= la crítica), refusal (= el rechazo) y growth (= el crecimiento). El

autor argumentó que las diferencias sistemáticas entre ambos solo pueden

ser explicadas si las dos estructuras no son formadas del mismo modo.

Megerdoomian (2002) explica que aunque este trabajo es conocido

como el nacimiento del lexicalismo, realmente no propone un componente

generativo de formación de palabras distinto de la sintaxis; sino que hace

énfasis en una distinción que se ha llamado derivativa/flexiva.

Chomsky (1970) señala que los nominales gerundivos tienen la

estructura interna de una frase verbal (FV), aparecen en estructuras verbales

y su significado está estrechamente relacionado con el de los verbos; por lo

que es razonable analizarlos como si involucraran una transformación

gramatical a partir de una estructura subyacente semejante a una oración.

Por otro lado, los nominales derivados poseen la estructura interna de

una FN, no contienen rasgos aspectuales y su significado no se obtiene

directamente de una forma verbal con la cual se relacione; además de que

se comporta distribucionalmente como los nombres, por esto no pueden ser

obtenidos de la misma fuente verbal que los gerundivos usando reglas

transformacionales. Para aprehender sus propiedades, Chomsky (1970)

propone extender el componente de la base de la gramática, el cual está

compuesto de gramáticas libres de contexto que generan marcadores de

frase acordes con la Teoría de la X-barra.

Megerdoomian (2002) afirma que debido a esto la solución propuesta

por Chomsky (1970) no es un componente generativo de formación de

palabras en el lexicón. Más bien separó el lexicón del componente categorial

de la base e introdujo un elemento de categoría neutra (a category-neutral

element) el cual no está predeterminado con rasgos categoriales de

[nombre] o [verbo], sino que lleva un conjunto de rasgos de selección y de

98  

 

subcategorización fijos. Este elemento neutro se comporta como un nombre

cuando aparece en un contexto nominal en la sintaxis y como verbo cuando

es insertado en un contexto verbal.

Desde nuestro punto de vista, este es un antecedente importante para

nuestro trabajo, ya que nos remite a la relación que existe entre la

valoración del rasgo con respecto a las propiedades distribucionales del ítem

lexical en los acercamientos actuales. Es decir, una entrada lexical está

infraespecificada con ciertos tipos de rasgos según la posición que ocupa en

la oración. Para esta suposición nos apoyamos en los argumentos de David

Pesetsky y Esther Torrego (2004).

Estos autores asumen la idea de que los rasgos de los ítemes lexicales

interactúan mediante la operación sintáctica de concordancia (Agreement)

para influir la forma de la sintaxis y el proceso de interpretación semántica.

Para Pesetsky y Torrego (2004) la valoración de un rasgo particular está

representada morfológicamente sobre más de un ítem lexical, aun cuando la

representación semántica pueda estar careciendo de algunos de estos ítemes

lexicales.

Según Pesetsky y Torrego (2004), la Concordancia claramente

involucra rasgos de los ítemes lexicales que difieren con respecto a dos

direcciones: valorado/no-valorado e interpretable/no-interpretable. En este

momento, solo haremos una breve referencia a la dimensión de la valoración

de los rasgos, más adelante, en el curso de la investigación, retomaremos

el trabajo de estos autores y explotaremos ambas dimensiones.

Con respecto a la valoración, los autores plantean que ciertos rasgos

de los ítemes lexicales parecen venir no valorados desde el lexicón y

reciben su valor a partir de una instancia ya valorada del mismo rasgo

presente en otro ítem lexical. Así por ejemplo, el hecho de que en una

99  

 

oración el determinante, el nombre y el adjetivo tengan el rasgo de género

valorado como femenino se debe a una propiedad de los nombres. Esto

significa que tanto el determinante como el adjetivo están lexicalmente no-

valorados para el género y adquieren su valoración como una consecuencia

del proceso sintáctico de concordancia con el rasgo de género del nombre.

Del mismo modo, el rasgo de número del determinante y el adjetivo,

probablemente, están no-valorados en el lexicón, pero adquieren su

valoración como resultado de la concordancia con el nombre.

El argumento que utilizan Pesetsky y Torrego (2004) para justificar su

posición es la existencia de nombres depluralia tantum, como por ejemplo

tijeras cuya forma es de plural, lo que indica que tienen una valoración de

plural para el rasgo de número. En contraste, no hay evidencias de

determinantes ni adjetivos de pluralia tantum, al menos en las lenguas más

frecuentes. Esto sugiere que el número y el género están valorados en las

entradas lexicales de los nombres, pero no en los adjetivos y los

determinantes. De manera que elaboran la siguiente generalización: “La

existencia de formastantum paraun rasgo particular R conuna categoría

sintáctica X particular puede ser tomado como una señal de que R es un

rasgo valorado para las palabras de la categoría X” (Pesetsky y

Torrego;2004:2) (la traducción es nuestra).

Esta generalización también se extiende a los verbos. Los rasgos de

número y persona, presumiblemente, están no-valorados en la entrada

lexical del verbo (no existen verbos de pluraliatamtum ni de persona

particular tantum), de manera que son valorados como consecuencia de la

Concordancia. En contraste, el rasgo de tiempo (T) del verbo es valorado en

el lexicón (c.fPesetsky y Torrego;2004:2).

Así pues, estamos de acuerdo con la idea de Megerdoomian (2002) de

que en RemarksonNominalization, Chomsky (1970) captura las propiedades

100  

 

relacionadas con la distribución de los nominales derivados como refusal (=

el rechazo) y el verbo refuse (= rechazar).

También estamos de acuerdo con la autora en que la noción de

lexicalismo definida en el trabajo de Chomsky (1970) es muy diferente de su

uso actual. De acuerdo con el análisis lexicalista, en ese trabajo, un ítem de

categoría neutra aparece especificado en el lexicón con ciertos rasgos que

indican el rango de complementos que puede aceptar y la escogencia de

ítemes que pueden aparecer en estas frases asoc¡adas. Este análisis, según

Megerdoomian (2002), parece ser el precursor de aproximaciones

desarrolladas en algunas teorías sintácticas actuales, como la Morfología

Distribuida, donde el lexicón contiene raíces de categoría nula interpretadas

como nombres o verbos de acuerdo con el ambiente estructural donde

aparezcan.

Aunque RemarksonNominalization se ha considerado como el inicio del

lexicalismo, uno de sus plantemientos principales es que las

nominalizaciones gerundivas y derivadas deberían ser obtenidas en

componentes de la gramática diferentes para poder determinar sus distintas

propiedades, mientras que en los enfoques que apoyan la Hipótesis

Lexicalista Fuerte, todos los objetos lingüísticos son formados en el lexicón.

1.1.2. La tesis de la atomicidad (TheAtomicityThesis)

Megerdoomian (2002) apunta que en la teoría desarrollada por Di

Sciullo y Williams (DSW) (1987) se dibuja una clara distinción entre la

morfología y la sintaxis, cada componente con distintas subteorías de la

gramática y conjuntos diferentes de átomos reglas de formación del

predicado. DSW (1987) también distinguen tres conceptos de palabra: (i)

las palabras como objetos morfológicos que se forman a partir de los átomos

de la morfología. Estos átomos se combinan mediante reglas morfológicas

101  

 

de formación para crear las palabras. (ii) Las palabras como átomos

sintácticos manipulados por el componente sintáctico usando operaciones

sintácticas. Estas palabras sintácticas son los elementos principales

indivisibles de la sintaxis (Xº), los cuales podrían estar compuestos por la

salida de la morfología o por expresiones idiomáticas enlistadas. Un aspecto

muy importante es que las reglas de las sintaxis no pueden operar sobre los

átomos de la morfología. (iii) Las palabras referidas como listemas

(listemes), es decir, las unidades en el lexicón. Desde nuestro punto de

vista, estos listemas deben ser una lista de elementos más pequeños que la

palabra, tal vez conjuntos de rasgos.

Un aspecto central de esta teoría es la Tesis de la Atomicidad (una

versión de la Hipótesis Lexicalista), la cual establece que la composición

interna de la palabra no es relevante en la sintaxis. Esta propuesta es una

consecuencia lógica de la estricta división entre las dos disciplinas, ya que la

sintaxis carece de terminología para analizar los objetos morfológicos tales

como raíces o afijos.

De acuerdo conMegerdoomian (2002), aunque el sistema diseñado por

DSW (1987) es categorizado como un modelo lexicalista, difiere de los

sistemas lexicalistas tradicionales en la organización del lexicón. Para los

autores el lexicón es meramente un depósito de objetos lingüísticos que no

cumplen con las leyes de la morfología o la sintaxis. Argumentan que no

existe estructura o teoría en el componente lexical y la formación del

predicado no tiene lugar en este nivel. Un aspecto que es indudablemente

lexicalista en este modelo es la completa separación entre el componente

responsable de la formación de palabras y el componente para la formación

de las frases. Al mismo tiempo, argumentan en contra de la distinción entre

la morfología flexiva y la morfología derivacional, puesto que todos los

morfemas son manipulados dentro de un mismo componente. La

participación en la sintaxis es una propiedad intrínseca de los afijos.

102  

 

No obstante, de acuerdo con estos autores, la morfología y la sintaxis

parecen compartir terminología, lo cual permite una interacción limitada

entre ambos componentes. Por ejemplo, los rasgos categoriales (Nombre,

Verbo, Adjetivo) y los conceptos como ‘tiempo’ o ‘+plural’ pertenecen a

ambos componentes. Para ellos, las reglas de la sintaxis pueden ver que

una palabra tiene ciertas propiedades, pero no pueden ver cómo alcanzan

estas propiedades (c.f.Megerdoomian; 2002:6)

Sin embargo, DSW (1987) analizan dos tipos de fenómenos que

parecen borrar los límites entre la morfología y la sintaxis, estos son las

palabras sintácticas (syntacticwords) y el coanálisis (coanalysis). Con

respecto a las palabras sintácticas, las definen como frases (elementos

compuestos por más de una palabra morfológica) que muestran las

propiedades de un elemento Xº. Los autores muestran ejemplos de palabras

sintácticas cuya estructura es de V+complemento en algunas lenguas

romance, específicamente el francés y el italiano. En nuestro caso, algunos

ejemplos del español podrían ser:

N+V: rompecabeza, limpiaparabrisa, robacarros, picapiedra.

Para explicar los casos del francés, el italiano y las constricciones del

inglés con las estructuras de verbo-partícula, como push up(= levantar) y

breakdown(= descomponerse), proponen un reanálisis de la regla N FV

que permita mantener la Tesis de la Atomicidad. Ellos argumentan que los

pocos casos de palabras sintácticas que permanecen son considerados como

instancias de frases que han sido reanalizadas como palabras por la regla

YFX, la cual es marcada y es parte de la periferia de la gramática, es decir,

la sintaxis, puesto que lo central son las reglas morfológicas de formación de

palabras.

103  

 

Con respecto al coanálisis, este ocurre cuando las lenguas escogen

delimitar simultáneamente una frase con dos mecanismos sintácticos

distintos: una palabra se puede adjuntar a la frase como un todo o ser

marcada sobre el núcleo de la frase. Esto permite que cierto afijo o palabra

aparezca afijado ambiguamenteal núcleo o adjuntado a la frase.

Desde nuestro punto de vista, este argumento no favorece a la

Hipótesis Lexicalista Fuerte, puesto que son procedimientos sintácticos los

que permiten explicar este tipo de construcciones. En consecuencia, estamos

de acuerdo con Megerdoomian (2002) en que estos dos tipos de fenómenos

constituyen un desafío para la estricta división entre la morfología y la

sintaxis.

1.1.3. La teoría de la incorporación

Baker (1988) investiga los predicados complejos, tales como las

estructuras pasivas y causativas, los aplicativos y el ascenso del poseedor,

en un número de lenguas y propuso el proceso de la incorporación para

aprehender la unidad de varias reglas de cambio de función gramatical.

Según Megerdoomian (2002), el autor tuvo éxito al proponer una teoría

sintáctica de la formación del predicado que mantiene que todos los

fenómenos examinados son casos de incorporación de núcleos sintácticos en

categorías lexicales o morfológicas.

Baker (1988) presenta una teoría en la cual los procesos pueden ser

obtenidos mediante una derivación sintáctica, la cual se ajusta a los

principios y restricciones que ya existen en la sintaxis. El autor argumenta

que la incorporación respeta la Restricción del Movimiento del Núcleo (Head

MovementConstraint(HMC)), formulada originalmente por Travis (1984) y

que establece que un núcleo solo puede incorporar elementos que gobierna

propiamente (esto deja fuera la incorporación del sujeto o de un adverbio

con el verbo). De manera que, a nuestro entender, los procesos lingüísticos

104  

 

aparentemente diferentes y comúnmente vistos como fenómenos de cambio

de la función gramatical pueden ser explicados sobre la base del movimiento

de un elemento Xº a otro elemento Yº que gobierna la FX introducida por Xº,

como se desprende de la definición del proceso de la Incorporación que el

propio Baker (1988:22) ofrece.

De acuerdo conMegerdoomian (2002), esta propuesta sintáctica

también se sustenta de la correlación directa entre el significado y la

estructura de los predicados. Esto se evidencia a través de la formulación de

la Hipótesis de la Uniformidad de la Asignación Temática (Uniformity of Theta

AssignmentHypothesis (UTAH) (Baker 1988)), la cual plantea que relaciones

temáticas idénticas son proyectadas hacia relaciones estructurales idénticas

en un nivel de representación anterior a la estructura-S, esto es, el nivel de

la estructura-D (c.f. Baker; 1988: 46). Así, en una operación de cambio de

valencia, como se presenta en las estructuras causativas por ejemplo, la

relación temática entre el verbo subyacente y su argumento permanece

igual.

Esto nos conduce a apoyar la idea de que el fenómeno del cambio de la

función gramatical se puede explicar a partir de la hipótesis de que la

afijación de los ítemes del nivel Xº, que reciben un papel temático en su

posición estructural original, permiten cambios en las relaciones de gobierno

dentro de la oración, ya que luego son movidos a otras posiciones Xº para

satisfacer su subcategorización de rasgos morfológicos.

Pensamos que el trabajo de Baker (1988) contribuye con las teorías

que argumentan a favor de la interficie léxico-sintáctica, pues mediante la

incorporación se reflejan no solo los procesos lexicales de una derivación,

sino también los procesos sintácticos correspondientes. En un trabajo

anterior, (Matera; 2001), hemos hecho referencia al proceso de la

incorporación como un procedimiento sintáctico que ocurre en el lexicón al

105  

 

tratar de explicar el ascenso del poseedor en la FD en wayuunaiki (lengua

guajira), así como las construcciones con aplicativo en la misma lengua.

1.1.4. La cáscara-FV articulada (TheArticulated VP-shell)

Hale y Keyser (1993 y trabajos subsiguientes) desarrollan una

representación lexical de la estructura argumental, que denominan sintaxis-L

(L-syntax), la cual está sujeta a principios sintácticos. Dentro de este

componente lexical, los ítemes lexicales son descompuestos en unidades

atómicas básicas las cuales son puestas juntas a través de los mecanismos

sintácticos de la complementación y la adjunción. Según expone

Megerdoomian (2002), la derivación de los ítemes lexicales está sujeta a

principios de buena formación sintáctica, como lo son la Restricción del

Movimiento del Núcleo y el Principio de la Categoría Vacía

(EmptyCategoryPrinciple (Chomsky 1981)).

Hale y Keyser (1993) siguen la estructura de la cáscara-FV propuesta

por Larson (1988), según la cual un predicado verbal, como por ejemplo

put(= colocar), es descompuesto en dos núcleos verbales distintos, cada uno

de los cuales proyecta un argumento en una estructura arbórea binaria como

en (1):

106  

 

(1)FV FNV1’ Los niños V1 FV2 FP V2’ sus libros V2FP colocar P FN en el estante (Hale y Keyser (1993) citado por Megerdoomian (2002)) (La traducción es nuestra)

En esta configuración la FV1 corresponde al nodo funcional v que

introduce al causador. En Kratzer (1996) el argumento externo no es

introducido por el verbo, sino por un predicado separado que ella denomina

voz. Este es un núcleo funcional que denota la relación temática que se

mantiene entre el argumento externo y el evento descrito por el verbo

mediante la regla de Identificación del Evento (EventIdentification). Esta

regla permite añadir ciertas condiciones al evento que el verbo describe, por

ejemplo, el nodo voz añade la condición de que el evento tiene un agente, o

un experimentante o cualquier otro papel temático posible para los

argumentos externos.

Esta teoría es una explicación de cómo los argumentos externos son

sintácticamente introducidos aunque no son proyectados por el verbo. Esta

posición es asumida en los acercamientos más actuales a la interficie léxico-

sintáctica como los de Halle y Marantz(1993), Chomsky (1995), Haidi Harley

(1995), LiinaPylkkanën (2002), María Cristina Cuervo (2003), entre otros.

En esta investigación, no profundizaremos en la relación del sujeto con

la frase verbal, puesto que no es nuestro objetivo. Sin embargo, asumimos

107  

 

la postura de los autores mencionados en el párrafo anterior, ya que nos

permite obviar el sujeto como una proyección del verbo y concentrarnos en

la relación verbo y su complemento como único argumento proyectado por

el verbo.

Hale y Heyser (1993) explican que en la derivación de la sintaxis-L

de un verbo denominal del inglés como shelve (=colocar en un estante), el

verbo es derivado a través de la combinación de cuatro núcleos sintácticos

distintos (el nombre shelf (= estante), la preposición on (=en) y dos verbos)

mediante el mecanismo de la incorporación como en (2):

(2) FV FN V1’ Los niños V1 FV2 estanteari FN V2’ sus libros V2 FP hi P FN hi N hi (Hale y Keyser (1993) citado por Megerdoomian (2002)) (La traducción es nuestra)

Todos estos núcleos, explica Megerdoomian (2002), contribuyen con el

significado del verbo: la preposición P representa la relación locativa, shelf

(= estante), el complemento de P, corresponde al punto final de un cambio

de ubicación, el verbo más bajo aporta la noción de ESTAR/SER EL RESULTADO DE

ALGO y el verbo más alto denota la causación o CAUSA. Así, el verbo

shelve(=colocar sobre un estante) puede ser entendido como: CAUSAR X ESTAR

EN UN ESTANTE.

108  

 

Hale y Keyser (1993) plantean que los papeles temáticos de los

argumentos verbales serán determinados por la estructura en la que

aparecen; en consecuencia, se mueven hacia la eliminación de los papeles

temáticos pues los conceptos que expresan se pueden predecir directamente

de la configuración estructural.

En general, estos autores presentan una concepción del predicado

verbal en la que el verbo se descompone en varios elementos básicos. A

nuestro juicio, en una visión más actualizada, estos elementos básicos

pueden ser rasgos, los cuales son representados dentro de la estructura

sintáctica y llevan contenido semántico. Así, varios verbos se forman a partir

de la combinación de estos elementos básicos, la distribución y roles

semánticos de los argumentos son predecibles a partir de la configuración

(c.f.Megerdoomian; 2002:10)

Hale y Keyser (1993) crean un modelo que introduce la sintaxis en el

lexicón, pero que mantiene dos componentes: el lexical, llamado sintaxis-L y

el sintáctico, llamado sintaxis-S. Nosotros pensamos que es la sintaxis-L la

que contribuye a aclarar la interficie léxico-sintáctica debido a la propuesta

de que los elementos son formados en la sintaxis-L mediante operaciones

sintácticas y luego son insertados en una configuración sintáctica en la

sintaxis-S.

Megerdoomian (2002:10) recoge las propiedades de los ítemes de la

sintaxis-L, que los diferencian de los elementos sintácticos, como se observa

en (3):

(3) Un ítem de la sintaxis-L: (i) Posee la misma estructura argumental de un verbo solo, tal como

put(=colocar)

109  

 

(ii) Involucra un cambio en la categoría gramatical, por ejemplo: N (iii) Tiene un significado definido (iv) Está sujeto a cambios morfofonológicos (v) No resultan de una derivación productiva. 1.1.5. La morfología distribuida (MD) (DistributedMorphology)

Halle y Marantz (1993) introducen la Teoría de la Morfología Distribuida

(MD) con la propuesta de que los mecanismos tradicionalmente atribuidos a

la morfología no están concentrados en un componente único de la

gramática, sino más bien están distribuidos entre componentes distintos. De

esta manera, toda la formación de palabras ocurre en la sintaxis, como

resultado de la combinación sintáctica de núcleos, puesto que los procesos

de movimiento de núcleo y las operaciones de ensamble (merge) manipulan

objetos morfosintácticos abstractos y los combinan para formar objetos

lingüísticos. En otras palabras, aparentemente no hay límites claros entre la

morfología y la sintaxis. Mientras que la asignación de los rasgos fonológicos

a estos elementos morfosintácticos ocurre después de la sintaxis en el nivel

de inserción del vocabulario.

Megerdoomian (2002:11) presenta la arquitectura de la gramática

propuesta por la teoría de la MD, que vemos en (4):

(4)

110  

 

En el marco de trabajo de la MD, el lexicón es dividido en tres listas,

las cuales entran en la computación en diferentes niveles como se muestra

en (4).

La primera es el lexicón estricto o propiamente dicho (narrow lexicón),

que contiene las unidades básicas del lenguaje con las que opera la sintaxis.

Esta lista consiste en raíces atómicas y conjuntos de rasgos funcionales tales

como T o v, las cuales se combinan en la sintaxis mediante el mismo

mecanismo usado para construir frases.

Dentro de la MD, Harley y Noyer (1998) proponen la hipótesis del

morfema-L (L-MorphemeHypothesis), la cual mantiene que las categorías

tradicionales de nombre, adjetivo, verbo no tienen un significado universal y

son derivadas de unidades más pequeñas. Son elementos de categoría

neutra, igual al propuesto por Chomsky (1970), que se interpretan de

acuerdo con el contexto donde aparezcan. Así, por ejemplo, si la categoría

aparece en el contexto del rasgo D para el determinante, se interpreta como

nombre; si aparece en el contexto de una v, se interpreta como verbo.

 

 

 

Computational System LexiconSyntax = Single generative engine of grammar

(“merge”, “agree”, “move”) Vocabulary Morphology LF Items semantic Interface Encyclopedia PF Phonetic Interface

Structure of Grammar The Distributed Morphology/Minimalist Syntax model

111  

 

La segunda lista es el vocabulario, el cual se aplica después de la

sintaxis, provee la información para la forma fonética hacia los nodos

terminales de la estructura y determina la relación entre los nodos

terminales representados por rasgos y su realización fonológica. Estosítemes

de vocabulario están infraespecificados, esto es, no necesariamente tienen

todos los rasgos gramaticales especificados por un nodo terminal. Sin

embargo, el ítem de vocabulario que mejor satisfaga los rasgos del nodo

terminal es el que tendrá éxito en la derivación.

La operación deletree (spell-out) es el punto donde se insertan los

ítemes de vocabulario o rasgos fonológicos. Hasta el momento de la inserción

del vocabulario, es imposible distinguir dos ítemes de vocabulario

representados con el mismo nodo terminal en la sintaxis. Para poderlos

distinguir es necesario que se seleccione un ítem de vocabulario cuyos rasgos

sean satisfechos por los rasgos contenidos en el nodo terminal. A pesar de

que todos los ítemes de vocabulario pudieran ser insertados en cualquier

nodo terminal, solo se insertará aquel que tenga la mayoría de rasgos

correspondientes con los rasgos del nodo terminal. Esto lo formalizó Halle

(1997) en el Principio del Subconjunto (SubsetPrinciple) (c.f.Megerdoomian

(2002: 12).

La lista final es la enciclopedia. Esta es una lista de expresiones

idiosincrásicas o idiomáticas que no tienen un estatus especial dentro de la

MD.

De acuerdo con Megerdoomian (2002), una de las afirmaciones más

importantes de la MD es la propuesta de que ninguna computación se lleva

a cabo fuera del lexicón y que no existe un componente sintáctico separado.

El mismo mecanismo que se usa para combinar las palabras en las oraciones

es utilizado para combinar los morfemas dentro de la palabra.Dicho de otro

112  

 

modo, podemos decir que no hay separación entre el componente de

formación de palabras y el sistema computacional.

En el marco de trabajo de la MD, la distinción entre la morfología derivativa y

la morfología flexiva es explicada en la sintaxis y no en componentes

separados. Es decir, no hay un componente flexivo y otro derivativo.

Según Marantz (2001) esta diferencia es redefinida en términos de

morfología interna y externa, donde lo interno se refiere a lo más cercano a

la raíz y lo externo es relativo a la posición estructural.

 

 

 

 

CAPÍTULO II

LOS RASGOS

El trabajo de Chomsky y los estudiosos de las gramáticas generativas,

hasta el momento, ha resultado en cambios esenciales1. Ha habido un

cambio de un sistema de reglas a un sistema de principios, así como una

modificación con respecto a una fuerte tendencia en torno a una concepción

representacional de las derivaciones. En los años cincuenta, los sistemas de

reglas a los cuales Chomsky hace referencia son las reglas de estructura de

frase, o reglas sintagmáticas, y las reglas transformacionales.

El punto de vista chomskyano define una transformación como una

función biyectiva (maponto) de una cuerda de símbolos terminales con su

marcador de frase hacia otro marcador de frase. Tales funciones pueden

repetirse, por lo tanto, no pueden ser simplemente relaciones entre las

                                                            1 Period Framework Maintexts 1955-59 Earlytransformationalgrammar • The logical Structure of Linguistic Theory

(19955-56) • Syntactic Structures (1957) • Review of Skinner (1959)

1962-66 The Standard Theory • Aspects of the Theory of Language (1965) • Cartesian Linguistics (1966)

1968-72 Extended Standard Theory • Remarks on Nominalization (1970) • Studies on Semantics in Generative

Grammar (1972) 1973-80 Revised Extended Standard

Theory/Conditions • Conditions on Transformations (1973) • Reflections on Language (1975) • Essays on Formal Interpretation (1977)

1980-90 Government and Binding/Principles and Parameters

• Lectures on Government and Binding (1981)

• Knowledge of Language (1986) 1991-99 The Minimalist Program • A Minimalist Program for Linguistic Theory

(1992) • The Minimalist Program (1995)

2000 Phase derivation/Level Free • Minimalist Inquiry (2000) • Derivation by Phase (2001) • Beyond Explanatory Adequacy(2001)

Collins John (2008)  

 

115  

 

oraciones. La idea Chomsky fue, entonces, emplear el análisis

transformacional para llegar a un análisis más explicativo, más predictivo.

Para definir las transformaciones J.M. Levelt (1974) recurre a los

siguientes principios formales:W(VN, VT) en el conjunto de terminales,

conectados, bien-formados y etiquetados entre corchetes sobre un

vocabulario no-terminal VN y un vocabulario terminal VT. W es un conjunto

de diagramas arbóreos terminales (completos). Sea w un subconjunto

posiblemente infinito de W, entonces w⊂W, y W es un tipo de árbol.

Indiquemos cualquier conjunto finito de tipos de árboles con la letra f. La

salida de una transformación debe ser un conjunto finito. El conjunto

completo de tales conjuntos finitos f sobre W(VN,VT) se denota así: F (W

(VN,VT)), o simplemente F (W). Esto representa el conjunto finito de tipos de

árbol. Luego, las transformaciones se pueden definir como sigue:

(1) Una transformación sobre (VN, VT) es un par (w,f), en el cual w es un subconjunto deW(VN,VT), y f es un subconjunto de F (W).

(J. M. Levelt, 1974:61)(La traducción es nuestra)

Es decir, una transformación mapea un subconjunto de W en los

subconjuntos de F; en otras palabras, una transformación T es un conjunto

del producto cartesiano de W y F,T ⊂WxF.

En Aspects of thetheory of Syntax (Chomsky, 1965), solo tres

transformaciones elementales son admitidas: la adjunción, la sustitución y la

elisión de un factor o de una cadena de factores; esto dentro de los límites

del principio de recuperabilidad2.

                                                            2 Principio de Recuperabilidad: Condición de Recuperabilidad: El contenido de una categoría nula debe ser recuperable (a partie de una categoría abierta co-indizada en la oración) (JamalOuhalla; 1990:80) (La traducción es nuestra)

116  

 

Consideremos brevemente la transformación pasiva. En

SyntacticStructures (Comsky, 1957) encontramos la siguiente

representación:

(2) Pasiva opcional Análisis estructural: FN-AUX-V-FN Cambio estructural: X1-X2-X3-X4X4-X2+ser+participio-X3-por+X1

Como puede notarse la transformación pasiva es en realidad un

conjunto de operaciones: (i) ésta permuta una FN sujeto con una FN que

sigue al verbo; (ii) une el auxiliar pasivo ser+participio a la derecha de la

frase auxiliar; (iii) adjunta el símbolo terminal por a la izquierda de la FN

sujeto ya permutada. Esta representación permite explicar que una oración

activa y su correspondiente pasiva, aparentemente, tienen la misma

estructura profunda subyacente. Luego, este enfoque transformacional

selecciona las oraciones activas y pasivas a través de un factor común: la

estructura profunda3.

Mientras que en SyntacticStructures (1957) los símbolos terminales, es

decir, las palabras de las lenguas naturales eran introducidas a través de

reglas de estructura de frase, en la gramática propuesta en Aspects (1965),

los diagramas arbóreos terminaban en símbolos vacíos ( ). Luego, las

reglas lexicales reemplazaron estos símbolos vacíos con símbolos terminales.

Un símbolo terminal consta de tres partes: (i) una parte fonológica, en la

cual se establecen las propiedades sonoras del símbolo terminal; (ii) una

parte sintáctica o conjuntos de rasgos sintácticos; (iii) un conjunto de rasgos

semánticos.

                                                            3 En 1957, Chomsky desarrolló la idea de que cada oración en una lengua tiene dos niveles de representación –unaestructura profunda yuna estructura de superficie. La estructura profunda representaba las relaciones semánticas fundamentales deuna oración, y era mapeada sobre laestructura de superficie vía transformaciones. En la sintaxis minimista estos dos estratos son eliminados.

117  

 

Una condición para el reemplazo de un símbolo vacío por un

símbolo terminales que este último fuese de la categoría lexical correcta.

Chomsky distingue categorías dentro de una categoría. En el caso de los

verbos, las subcategorías son los verbos transitivos y los intransitivos.

La transitividad y la intransitividad son los rasgos sintácticos llamados

rasgos de subcategorización (estricta). La transitividad se puede denotar

como sigue: [+_FN]. Esto significa que un símbolo terminal con este rasgo

puede aparecer en el lugar marcado con _ inmediatamente antes de una FN

en la estructura profunda. Además de los rasgos categoriales y

subcategoriales, los símbolos terminales también necesitan los rasgos de

selección. La naturaleza del objeto, obviamente, determina la clase de verbo

transitivo que puede ser seleccionado. El símbolo terminal empanadas debe

tener los rasgos de selección [+objeto físico, +comible] para que ocupe la

posición de objeto en una expresión como comer empanadas. Luego, en el

modelo introducido enAspects (1965) cada símbolo terminal recibe tres

clases de rasgos: categoriales, subcategoriales y de selección. Y el conjunto

de rasgos de un elemento lexical se llama símbolo complejo4.

En Aspects(1965:103-104), Chomsky trata de mejorar el análisis de la

transformación pasiva al proponer que la frase pasiva introducida con la

preposición por constituye un ejemplo de un adverbio de manera o modo. La

motivación se origina de la observación de que la pasivización parece posible

solo con verbos que ocurren con adverbios de modo. Así, la frase introducida

con la preposición por puede existir en la estructura subyacente, de este

modo se elimina la necesidad de insertar un elemento gramatical específico

de la lengua (por) con el uso de la transformación pasiva.

                                                            4En la teoría de Lakoff (1970), el símbolo complejo contiene la información sintáctica y semántica en las entradas de los diccionarios en forma de rasgos.

118  

 

En RemarksonNominalization (Chomsky; 1970), el autor analiza tres

tipos de construcciones: (i) oraciones como John has refusedtheoffer,

interpretada como el que rechaza la oferta es John; (ii)

John’srefusingtheoffer, etiquetada como un nominalgerundivo (gerundive

nominal) e interpretada como Lo que John hace es rechazar la oferta; (iii)

John’srefusal of theoffer, llamada nominal derivado (derived nominal) e

interpretada como aquello que es rechazado es la oferta. (c.f.Botha Rudolf;

1981).

El asunto esencial de este trabajo es determinar cómo se puede

aprehender mejor en la teoría losnominales derivados. Dos posibilidades son

consideradas: (i) estos se derivan de oraciones subyacentes asociadas, (ii)

estos se generan en la base (el punto de vista lexicalista). Este artículo es

altamente famoso por introducir una argumentación a favor de la posición

lexicalista y en contra de la posición transformacionalista. El autor añade “si

la hipótesis lexicalista está en lo correcto, deberíamos esperar que los

nominales derivados correspondan a las estructuras de la base más que a

las transformaciones” (Chomsky; 1970:193 (la traducción es nuestra)).

Otra afirmación que hace el autor se refiere a la naturaleza de las

categorías sintácticas. En la página 190 de Remarks, Chomsky escribe:

“Yonotétempranamenteque laposiciónlexicalista no era formulabledentrodel marco de trabajo de la teoríasintácticadisponiblepara el momento del trabajo de Lee sobrelasnominalizaciones. Elproblema era quelasgeneralizacionesobviassobrelaspropiedadesdistributionalesde la base y lasformasderivadaseranexpresables, en esemarco de trabajo, solo en términos de transformacionesgramaticales. No existíaotromodo de expresarel hecho de queel contexto en el cualrechazaraparecieracomo unverbo yrechazocomo un nombreestuvieranestrechamenterelacionados. Sin embargo, cuando el lexicónesseparadodelcomponentecategorial de la base y susentradasson analizadasen términos de rasgoscontextuales, estadificultaddesaparece. Podemos registrarrechazar en el lexicóncomo un item con ciertosrasgosde selección y de subcategorizaciónestrictosfijos, lo

119  

 

cualeslibreconrespecto alos rasgoscategoriales[nombre] y[verbo]” (La traducciónesnuestra)

Entre otras subteorías, Chomsky elimina la distinción entre los rasgos y

las categorías.

En ConditionsonTransformations(1973:232-286), Chomsky comienza a

alejarse de los enfoques basados en las reglas y abre el camino para

investigar un principio más abstracto que pudiera unificar las restricciones

anteriores, las cuales eran específicas con respecto a las estructuras.

Michael K. Brame, en AlternativestotheTensed S and

theSpecifiedSubjectCondition (1977), hace una introducción muy clara a las

condiciones llamadas Tensed S y SpecifiedSubject. El autor considera

primero SpecifiedSubjectCondition. Esta se puede ilustrar a través de la regla

Cambio del Objeto (ObjectShift) que, aparentemente relaciona oraciones

como en (3):

(3) a. It is pleasant for the rich [for the poor immigrants to do the hard work] b. *The hard work is pleasant for the rich[for the poor immigrants to do] (Brame;1977:384)

El problema es por qué el objeto thehardwork en (3a) no puede ser

movido a través del Cambio del Objetopara producir (3b). De acuerdo con

Chomsky (1973), el movimiento está bloqueado por una restricción sobre las

transformaciones. Esta restricción prohíbe el movimiento, la elisión, etc. de

una categoría a través de un Sujeto Especificado, donde sujeto especificado

equivale, aproximadamente, al sujeto lexical. Una formulación simplificada

de esta restricción es la siguiente:

(4) Condición del sujeto especificado(SpecifiedSubjectCondition (SSC)) Ninguna regla puede involucrar X, Y en la estructura … X …[α … Z … -WYV …] … Donde Z es el sujetoespecificado de WYV en α, una categoría cíclica

(Brame;1977:382)(La traducción es nuestra)

120  

 

Consideremos un ejemplo adicional que ilustra una prohibición contra

el Cambio del Objeto.

(5)a. It is good [that C.C. Wei invented the precision bidding system] b. *The precision bidding system is good [that C.C. Wei invented] (Brame;1977:384)

Vemos que el Cambio del Objetono puede aplicarse a (5a) para

producir (5b). La prohibición se desprende de SSC, pero existe otra

condición para bloquear (6b). Esta condición prohíbe el movimiento o la

elisión de una oración con tiempo lingüístico como se presenta en (6):

(6) Condición de la O con tiempo (Tensed S Condition) Ninguna regla puede involucrar X, Y en laestructura … X …[α … Y …] … Donde α es una oración con tiempo

(Brame;1977: 383) (La traducción es nuestra)

Se puede observar que, inicialmente, en la gramática generativo-

transformacional, las restricciones en la aplicabilidad de las reglas eran una

propiedad inherente a las reglas de las mismas. Posteriormente, después de

formular la Extended Standard Theory, Chomsky necesitó restringir las

gramáticas disponibles en varios puntos. El autor especificó algunas áreas

sujetas a restricciones a través de la imposición de condiciones. Estas son la

base, el componente transformacional, el sistema de reglas interpretativas,

las estructuras-s y la forma lógica. El propósito de imponer estas

restricciones fue lograr un sistema de reglas con un poder expresivo

limitado. Esta orientación en la gramática generativa condujo a la teoría

conocida como Gobierno y Ligamiento (1981), también conocida como

Principios y Parámetros (P y P).

Gobierno y Ligamiento es modular. La gramática está dividida en varios

subcomponentes o subteorías sensibles a diversas clases de requerimientos

relacionados con la buena formación. Hay subteorías para el caso, el

121  

 

ligamiento, la estructura de frase, el movimiento, el control, la teoría

temática y la identificación de las huellas.

El Programa Minimista (PM) asume la suposición de que la gramática

universal tiene una arquitectura fundamentada en principios y parámetros.

La idea central del minimismo es que una teoría lingüística debe

contener tan pocas derivaciones como sea posible, por esto algunas de las

nociones desarrolladas en los primeros años de la teoría generativa han sido

abandonadas en un intento por derivarlas de conceptos más básicos. Así, por

ejemplo, al reanalizar la transformación pasiva en términos del alcance del

cuantificador, es posible establecer que la oración activa y pasiva no

provienen de la misma estructura profunda. Veamos los siguientes ejemplos

tomados de Lightfoot (1982) (la traducción es nuestra)):

(7) Muchos banqueros son ricos.

La forma lógica de esta expresión indica que existen muchas X tal que

esta proposición se mantiene: X es un banquero y X es rico. La formalización

es como en (8):

(8) Muchos X (X es un banquero y X es rico)

De manera que la proposición está dentro del alcance del cuantificador.

Veamos ahora las expresiones en (9a,b) con dos cuantificadores, muchos y

no, cuyas formas lógicas son (10a,b) respectivamente. En (10a) el

cuantificador no está dentro del alcance del cuantificador muchos, pero en

(10b) muchos está dentro del alcance de no.

(9) a. Muchos banqueros no son ricos. b. No muchos banqueros son ricos. (10) a. Muchos X (X es un banquero y X no es rico) b. No (muchos X (X es un banquero y X es rico)

122  

 

Así, (9a) significa que para muchos banqueros es el caso que ellos son

ricos y (9b) significa que no es el caso que muchos banqueros son ricos.

Ahora bien, al comparar las expresiones en (9) con la expresión en (7)

observamos que (9b) contradice la proposición Muchos banqueros son ricos,

mientras que (9a) no la contradice, esto porque existe la posibilidad de que

haya muchos banqueros ricos y muchos banqueros pobres. Sin embargo,

solo la expresión en (9b) es equivalente a Pocos banqueros son ricos.

Parece ser el caso que el orden lineal de los cuantificadores en la

estructura superficial se corresponde con su ordenamiento en la forma

lógica. Esta generalización puede establecerse para la transformación pasiva.

Veamos las expresiones en (11a,b) cuya forma lógica aparece en (12a,b)

respectivamente.

(11) a. Muchos banqueros leen pocos libros. b. Pocos libros son leídos por muchos banqueros. (12) a. Muchos X (X es un banquero y X lee pocos libros) b. Pocos X (X es un libro y muchos banqueros leen X)

La lectura más natural es que (11a) significa que muchos banqueros

hacen muy pocas lecturas y quizás están semialfabetizados; mientras que

(11b) significa que no hay muchos libros que tengan numerosos lectores

entre los banqueros. Así pues, el paralelismo cercano entre la estructura

superficial y las relaciones de alcance en la forma lógica, permiten explicar

que ambas estructuras son diferentes, es decir, una (la pasiva) no depende

de la otra (la activa).

Desde el punto de vista chomskyano, el minimismo es una

implementación más general de P y P. Según este modelo del lenguaje la FL

consiste en un conjunto de principios universales combinados con una serie

de parámetros. Los principios son considerados como innatos, lo que significa

que cada lengua se adhiere a ellos pues son parte de la gramática universal.

Los parámetros, en cambio, son concebidos como “interruptores” que se

123  

 

establecen en dos posiciones. De acuerdo con este punto de vista, aprender

la sintaxis de una lengua nativa es adquirir los parámetros adecuados a esa

lengua.

El enfoque chomskyano, como hemos expresado en las páginas

anteriores, describe la sintaxis como un sistema cognitivo que conecta otros

dos sistemas cognitivos: el sistema articulatorio-perceptivo y el sistema

conceptual-intencional. De ahí que el modelo defina dos niveles de interficie,

la FF y la FL, respectivamente.

La arquitectura del modelo sintáctico se construye mediante la

selección de un conjunto de ítemes lexicales del lexicón llamado numeración.

Los ítemes se seleccionan uno a uno y son ensambladosen la estructura al

mismo tiempo que ocurren otras operaciones. El resultado de esta derivación

es la FL. Si durante la derivación de la FL algún principio de la gramática es

violado se dice que la derivación fracasa y la expresión resultante es

agramatical. En algún punto de la derivación de la FL, la operación Deletree

tiene lugar. Esta operación se refiere al proceso de derivar la FF, la cual

contiene básicamente los rasgos fonológicos y prosódicos de la cláusula.

Otros conceptos fundamentales de la sintaxis minimista son la

economía, el Principio de la Interpretación Completa y los rasgos. La

economía se refiere a que las operaciones de la CLH deben tener el menor

costo posible. El costo es definido en términos del número de operaciones

tomadas para realizar una derivación y, a veces, en términos del peso

relativo de diferentes operaciones, es decir, algunas operaciones pueden ser

más costosas que otras.

En el período del minimismo comprendido desde 1993 hasta1995, el

modelo del lenguaje debía ser capaz de comparar el costo de diferentes

derivaciones y luego seleccionar la menos costosa, lo que se llamó economía

global relativa. Esta idea fue abandonada porque exigía mucho del sistema

124  

 

computacional, ya que en lugar de derivar una cláusula era necesario derivar

varias. La idea fue reemplazada por la economía local absoluta, la cual

expresa que encada paso de la derivación, cuando hay diferentes opciones

para continuar, se debe escoger la derivación menos costosa sin importar el

costo de la derivación total. La consecuencia de esto es la desaparición de la

noción de economía de la mayoría de los dominios de la teoría.

La idea de la economía fue basada en la comparación de diferentes

opciones, pero la economía local absolutapropone que en cada situación solo

una opción es posible. Esta noción de economía es la base para la condición

de minimalidad, la cual establece que la distancia entre dos elementos

concordantes debe ser lo más corta posible.

El concepto de interpretación completa es un principio fundamental en

el minimismo y establece que la representación sintáctica no puede contener

elementos sin relevancia semántica. Este principio ha conducido al

abandono de varias nociones importantes de la teoría de P y P, más

notablemente de la Teoría de la X-barra, los subíndices y las etiquetas de las

categorías, aunque muchos autores continúan usando estas nociones como

recurso mnemotécnico, para hacer el análisis más fácil de leer, y no como

parte del aparato teorético.

Una noción fundamental en el minimismo es la noción de rasgos. Los

rasgos son propiedades de los núcleos. Los núcleos son los componentes

sintácticos básicos, los elementos con los cuales la CLH construye las

estructuras. En principio, cada palabra es un núcleo, pero elementos como

los afijos, los determinantes, los complementadores, etc., también son

núcleos. Los núcleos pueden estar encubiertos, es decir, pueden carecer de

contenido fonológico, afirmación que es importante para el desarrollo de esta

investigación.

125  

 

Otra noción fundamental para este trabajo, sobre la cual disertaremos

más adelante, es que un núcleo puede ser descrito como un “paquete” de

rasgos, es decir, como una estructura compleja de rasgos. Ejemplos típicos

de rasgos son género, número, persona, (in)definido, tiempo, caso, etc., los

cuales son llamados rasgos sintácticos. El modelo de la gramática también

especifica rasgos semánticos tales como el rasgo cuantizado, un rasgo

interrogativo, rasgos de tópico y foco, rasgo télico, etc. Otros rasgos menos

importantes para la sintaxis propiamente dicha, pero esenciales para el

lenguaje son los rasgos fonológicos y prosódicos.

En el PM de los años comprendidos entre 1993 y 1995, los rasgos

fueron considerados binarios, por ejemplo, un núcleo tiene un rasgo

[Tiempo], el cual toma el valor [+Tiempo] o [-Tiempo]5.

En los desarrollos recientes de la teoría existe una tendencia hacia un

sistema de rasgos valorados, en el cual los rasgos pueden tener más de un

valor. Por ejemplo, un nombre tiene un rasgo [Género], el cual puede ser

valorado como masculino, femenino o neutro (posiblemente otros

dependiendo de la lengua). El rasgo [Tiempo] ahora especifica tiempo

pasado, presente, futuro y su ausencia significa infinitivo, lo que en el

sistema anterior era [-Tiempo].

Estamos de acuerdo y asumimos la posición básica dentro del

minimismo de que los rasgos son propiedades de átomos sintácticos y en

consecuencia, son objetos de la teoría directamente. En otras palabras, son

primitivos del análisis. Desde esta perspectiva, las estructuras de rasgos

posibles son tales que las propiedades de los rasgos les permiten establecer

relaciones con otros átomos; es decir, las categorías, como átomos, se

relacionan entre sí debido a las propiedades de los rasgos.

                                                            5Esta es una noción propuesta por Chomsky en su libro Aspects of theTheory of Language (1965)), la cual introdujo desde la fonología y propone que las categorías llevan rasgos distintivos, los cuales son esencialmente binarios.

126  

 

Un acercamiento que nos ayudaría a entender mejor algunos aspectos

conceptuales sobre los rasgos, así como la noción de los rasgos como una

estructura compleja o “paquete” es el punto de vista de Adger&Svenious

(2009).

Para explicar la estructura interna de un rasgo y cómo los rasgos se

juntan para formar estructuras más grandes, los autores toman como punto

de partida la noción privatividad del rasgo. Un rasgo privativo es aquel que

no posee ninguna propiedad más allá de su distintividad de otros rasgos, de

manera que dos objetos lingüísticos serán diferentes el uno del otro con

respecto a un rasgo privativo solo en el caso de que esté presente en uno y

ausente en el otro.En otras palabras, un rasgo privativo es una propiedad

que un objeto puede tener o no.

Veamos un ejemplo para entender mejor el concepto de“privativo”.

Supongamos que mediante un código de luces de colores, azul y rojo,

podemos hacer un pronóstico del tiempo y que estas luces pueden ser

intermitentes o no. Para relacionar estas luces y poder establecer los

estados del tiempo, utilizaremos los rasgos [precipitación] y [bueno] sin

ningún tipo de valoración. La correspondencia entre los estados sería de la

siguiente manera:

(13) [bueno] = azul no-intermitente(estable-soleado) [] = azul intermitente (no estable-nublado) [precipitación,bueno] = rojo no-intermitente (lluvia estable) [precipitación] = rojo intermitente(lluvia no estable)

Así, cuando el estado del tiempo tiene el rasgo [precipitación], la luz es

de color rojo, si no lo tiene es de color azul. Por otro lado, cuando el estado

del tiempo tiene el rasgo [bueno] la luz es no-intermitente (o estable), y

cuando no lo tiene es intermitente (o no estable). De esta forma se evidencia

que un rasgo privativo es simplemente una propiedad que un objeto puede o

no tener.

127  

 

En este sistema privativo, según Adger&Svenious (2009) los rasgos

son definidos simplemente como una lista:

(14) Un símbolo atómico dibujado a partir del conjunto R = {A, B, C, D, E…} es un rasgo.

De modo que la diferencia entre las expresiones referenciales ojo y

ojos la podemos representar con dos rasgos privativos[N] y [plural], a partir

de los cuales es posible construir dos objetos lingüísticos distintos si se

mantiene la presencia del rasgo [N] en ambos y se permite que la presencia

del rasgo [plural] varíe, como en (15):

(15) ojo[N]; ojos[N, plural]

En los sistemas de rasgos privativos, las restricciones se dan sobre el

tipo de operaciones que pueden ser definidas sobre los rasgos, lo que

implica la existencia de tipos de rasgos y alguna organización en el sistema

de rasgos. Adger&Svenious (2009) explican que los rasgos privativos pueden

estar organizados en una secuencia funcional o en una geometría.

La secuencia funcional C(omplementador)-T(iempo)-v-V, que aveces es

interpretada como una restricción sobre el ensamble externo, puede codificar

restricciones de coocurrencia de arriba hacia abajo; por ejemplo, si C está

presente, T también lo está, pero no viceversa.

En el modo de organización de la geometría, los rasgos de persona,

número y género se agrupan bajo un nodo único φ, el cual es relevante para

la concordancia. Esta geometría normalmente codifica restricciones

distribucionales de abajo hacia arriba. Así por ejemplo, [emisor] y [receptor]

implican [persona], de manera que el rasgo [persona] los domina en la

geometría. Esto implica que se debe formular una regla que los involucre a

ambos a través del rasgo [persona], Ahora bien, si la tercera persona es la

ausencia del emisor y del receptor, entonces el rasgo [persona] abarca a

todas las personas. Más adelante, revisaremos estos aspectos sobre la

128  

 

secuencia funcional y la organización de la geometría de forma más

detallada.

Estos autores plantean que, en cualquiera de los dos modos de

organización, en un sistema únicamente basado en rasgos privativos es

posible distinguir objetos lingüísticos, pero es difícil ver cómo estos objetos

establecen relaciones de dependencia. Para ilustrar esto, recurren a la

concordancia entre el determinante y el nombre en inglés y el adjetivo en

español.

(16) a. Esta trampa mortal b. *Esta trampas mortal c. Estas trampas mortales d. *Estas trampa mortales

Si el rasgo [plural] es privativo, no hay manera de capturar la relación

de concordancia dentro del sistema de rasgos, en consecuencia, se

necesitan ciertas operaciones sintácticas muy generales para mantener la

condición de inclusividad. En el marco de trabajo minimista, la inclusividad

implica que debe haber alguna operación de concordancia de rasgos interna

a la sintaxis, como por ejemplo, alguna regla que estipule que el rasgo

[plural] de N debe ser copiado a D(eterminante), o concordancia con un

rasgo [plural] de D. Sin embargo, cualquier operación de concordancia de los

rasgos implica que estos tengan una propiedad adicional, esto es, la

propiedad de requerir concordancia, lo cual significa que el sistema ya no es

privativo en esencia.

Por esto,Adger&Svenious (2009) que el trabajo de los principales

enfoques minimistas está en la dirección correcta al asumir que existe algún

tipo de concordancia sintáctica y que el sistema de rasgos de una lengua

natural no puede ser exclusivamente privativo, sino que la capacidad

descriptiva del sistema de rasgos debe ser más poderosa. Así pues,

proponen un sistema de rasgos basado en clases de rasgos. Es decir,

129  

 

existen propiedades y reglas que se aplican a los miembros de un

subconjunto de rasgos agrupándolos en clases. De modo que el sistema de

rasgos ya no es exclusivamente privativo, pues estos tienen la propiedad de

pertenecer a una clase activa en la sintaxis.

Así N, V, A, P, C, T y D pueden ser miembros de la clase de los rasgos

categoriales; Nom, Ac, Dat y Gen pueden ser miembros de la clase de rasgos

de caso, hablante, oyente y ∅ son miembros de la clase de rasgos de

persona y, a su vez, Persona, Género, Número pueden ser miembros de la

clase de los rasgos-φ.

Los autores proponen un sistema de rasgos, dentro del minimismo,

donde hay rasgos de primer orden, que serían los mencionados en el párrafo

anterior, y rasgos de segundo orden, los cuales se refieren a cualquier

propiedad de los rasgos que definan una clase de rasgos. A su vez, los

rasgos de segundo orden pueden ser fijos o variables.

Los rasgos fijos de segundo orden expresan la propiedad que tiene un

rasgo de pertenecer a una clase específica de rasgos. Son más bien tipos de

rasgos que rasgos simbólicos y pueden ser fijados universalmente o

parametrizados; como por ejemplo, el rasgo PPE del rasgo categorial T.

Los rasgos variables de segundo orden hacen referencia a un número

de propiedades de un rasgo determinado que una lengua determinada puede

tener en unos casos y no tener en otros, son rasgos simbólicos más que

tipos de rasgos; por ejemplo, la propiedad de ser interpretable o no-

interpretable, la propiedad de fuerza.

Estos rasgos son los responsables de las relaciones de dependencia.

Así, la propiedad de un rasgo de ser interpretable o no-interpretable es la

responsable de la identidad de rasgos, la cual es una noción fundamental

dentro del minimismo, como veremos posteriormente. Los rasgos no-

130  

 

interpretables impulsan la búsqueda de su rasgo correspondiente, una vez

que este último es encontrado, la búsqueda termina y el rasgo es borrado.

De modo que se produce una asimetría interpretable/no-interpretable de

rasgo a rasgo y solo el movimiento abierto es el que impacta el orden final

de los constituyentes.

Adger&Svenious (2009) proponen un sistema de rasgos definidos de la

siguiente forma:

(17) a. Un símbolo atómico obtenido a partir del conjuntoR = {A, B, C, D, E…}

es un rasgo de primer orden b. Un símbolo atómico obtenido a partir del conjunto P = {X, Y, Z…} es

un rasgo de segundo orden c. Donde p ∈P y r∈R, luego rp es un rasgo (Adger&Svenious; 2009:9) (La traducción es nuestra) A nuestro juicio, esta es una versión más elaborada de la propuesta

hecha por Bejar (2003), quien estudia los rasgos como símbolos complejos

que tienen cierta organización interna. Esta organización podríamos

explicarla en términos de conjuntos y subconjuntos. Así, a cada miembro del

conjunto de rasgos de primer orden le corresponden ciertas propiedades o

rasgos de segundo orden, los cuales contienen dos subconjuntos: los rasgos

fijos de segundo orden y los rasgos variables de segundo orden. Esto lo

podemos graficar como en (18):

(18) R = {A, B, C…} P = {{{X…},{ Y, Z …}}, {{X…}, {Y, Z …}}, {{X…}, {Y, Z …}}…}

Donde F es el conjunto de rasgos categoriales, que son rasgos de

primer orden, por ejemplo, A = [caso]; P es el conjunto de propiedades o

131  

 

rasgos de segundo orden, los cuales pueden ser fijos (el subconjunto {X…}),

por ejemplo [Nom], [Ac], [Dat]; o variables (el subconjunto {Y, Z…}), por

ejemplo [interpretable/no-interpretable].

Ahora bien, según Adger&Svenious (2009), un rasgo no es

simplemente valorado o no-valorado, sino que un rasgo es valorado como

algo. Chomsky (2001) reemplaza la idea de que la interpretabilidad guía la

revisión de los rasgos con la idea de que los rasgos valorados son los que lo

hacen.

En su sistema de rasgos, Adger&Svenious (2009) establecen la

valoración de los rasgos de la siguiente manera:

(19) a. Un rasgo es un par ordenado <At, Val> donde b. At es obtenido a partir del conjunto de atributos {A, B, C, D, E…} c. y Val es obtenido a partir del conjunto de valores {a, b, c…} Así, Una clase de rasgo o atributo (o rasgo categorial) tiene la propiedad (o

rasgo fijo de segundo orden) de poder tomar otras propiedades (o rasgos

variables de segundo orden) como sus valores. En otras palabras, la

propiedad de ser capaz de tener un valor es un rasgo fijo de segundo orden,

mientras que la propiedad de tener o no un valor es un rasgo variable de

segundo orden que provee instrucciones a la sintaxis. De manera que la

propiedad de identidad de rasgos, que es importante para capturar las

dependencias sintácticas, se construye a partir de la naturaleza de los rasgos

de segundo orden.

A nuestro entender, este sistema lo podemos esquematizar como en

(20):

(20) R = At = {A, B, C…}

132  

 

P = Val = {{{X…}, { Y, Z …}}, {{X…}, {Y, Z …}}, {{X…}, {Y, Z …}}…}

En su sistema de rasgos, Adger&Svenious (2009) mantienen las

distinciones interpletable/no-interpretable y valorado/no-valorado porque

algunos rasgos, como por ejemplo los rasgos de caso, son tomados como no

interpretables aunque tengan un valor.

2.1. La concordancia de los rasgos

Los rasgos de los ítemes lexicales interactúan a través de la

concordancia (agreement) para influir en la forma de la estructura sintáctica

y en el proceso de la interpretación semántica. El valor que toma un rasgo

en particular puede representarse morfológicamente en más de un ítem

lexical, aunque la interpretación puede no estar presente en algunos de estos

ítemes lexicales en el conjunto {R}; es decir, el conjunto universal de rasgos

que pueden entrar en la CLH. El ejemplo citado por Pesetsky y Torrego

(2004) provine del latín. En las expresiones en (21a,b), se puede observar la

concordancia entre el determinante, el nombre y el adjetivo; así como

también entre la FD y el verbo finito.

(21) a. HaecpuellaRomana This-Nom-Fem-Sing Girl-Nom-Fem-Sing Roman-Nom-Fem-Sing (‘Esta muchacha romana ambulant walks-3-sing camina’) b. HaepuellaeRomana These-Nom-Fem-Pl girl-Nom-Fem-Pl Roman-Nom-Fem-Pl

(‘Estas muchachas romanas ambulant walk-3-Pl caminan’)

(Pesetsky& Torrego; 2004:1) (La traducción es nuestra)

133  

 

De los ejemplos anteriores se infiere que la concordancia involucra los

rasgos de los ítemes lexicales que difieren con relación a dos aspectos:

valorado/no-valorado e interpretable/no-interpretable.

Ya hemos mencionado que Ensamble, Conc y Mueva son las tres

operaciones esenciales en la computación. Ensamble, proporciona dos

relaciones naturales: hermandad (sisterhood) e inmediatamente-contiene,

de las cuales se derivan tres nuevas relaciones: contiene, identidad y c-

comando. El cotejo (matching) de una sonda y una meta induce la Conc.

La intuición primaria acerca de la relación de Conc como se manifiesta

en Chomsky (2000, 2001) está relacionada con los siguientes puntos:

(i) La Conc no es una relación simétrica, sino asimétrica entre una

Sonda (S) y una Meta(M). La Sonda tiene rasgos no-interpretables (Rn-i),

mientras que laMeta tiene rasgos interpretables(Ri) de cotejo.La Conc

elimina los rasgos Rn-i de S al darles valor y al elidirlos; es decir,

deletrearlos fonológicamente. De esto se desprende que la valoración es la

unificación de los valores de los rasgos.

(ii) Siguiendo la noción de la matriz Atributo-Valor que se utiliza en la

Gramática Lexical-Funcional, en la cual una matriz tiene un atributo a la

izquierda y su valor a la derecha, en el minimismo, los rasgos Rn-i tienen

atributos con valores vacíos en las estructuras de los rasgos, por ejemplo,

[R:_] mientras que los rasgos Ri tienen atributos con los valores

especificados,como [R:X]. Esta es una caracterización de los rasgos Rn-i que,

en forma concisa, interpreta la diferencia entre los rasgos inherentes (Ri) y

los rasgos relacionados (Rn-i).

(iii) Las condiciones en la relación Sonda-Meta. La primera condición expresa que la S y la M deben ser lo

suficientemente locales; es decir, que el espacio de búsqueda por parte de la

134  

 

S es limitado. El cotejo es una relación que se mantiene entre una Sonda y

una Meta, para que el cotejo introduzca la Conc, la Meta debe estar en el

dominio D(S) de la S y debe satisfacer las condiciones de localidad.

En este trabajo, estamos de acuerdo con A. Marantz(2007) en su

artículo Phases and Words donde manifiesta la idea de Chomsky (2001)

según la cual es necesario abrir nuevas investigaciones sobre los dominios

de localidad para a los procesos semánticos y fonológicos. Sacamos este

punto a colación puesto que este trabajo está estrechamente relacionado con

el componente semántico en la relación de un verbo como comer y las frases

determinantes que pueden ocupar la posición de argumento interno. Desde

el punto de vista semántico, una noción general de c-comando es necesaria

para explicar la relación entre el verbo y su complemento. Atkinson (2008)

establece que la propuesta reciente de que la relación Sonda-Meta, una

variante restringida del c-comando, deba ser acomodada en el conjunto de

relaciones fundamentales a expensas de la hermandad (sisterhood) parece

ser inadecuada. Este aspecto lo profundizaremos posteriormente.

La segunda condición en la relación Sonda-Meta es que ambas deben

cotejarse en términos de los atributos que entran en la concordancia. Los

atributos de la Sonda deben subsumir, es decir, considerar como parte de un

conjunto más amplio, los atributos de la Meta. Esto permite que la S tenga

un subconjunto de los atributos en la M.

Chomsky (2001) asume que los rasgos no-interpretables son no-

valorados. Estos reciben sus valores bajo la Conc y aclara también que el

cotejo no es identidad, sino no-diferencia; esto es, el mismo rasgo

independientemente del valor.

M. Richards (2007) en OnPhases, PhaseHeads and

FunctionalCategories, hace mención de algunos de los problemas que tiene

elminimismo con respecto a las categorías funcionales nucleares (CFN), esto

135  

 

es C, T y v. Uno de los problemas está relacionado con la “defectividad”

(defectiveness), es decir, la alternancia defectivo/no-defectivo de las CFN.

Cuando un elemento es defectivo (las categorías T y v) define un

subconjunto de categorías funcionales esenciales que tiene una contraparte

defectiva, es decir, φ-incompleto; este no es capaz de desactivar un

elemento cotejado al elidir sus rasgos no valorados. Si T es seleccionado por

C, T tiene un conjunto completo de rasgos-φ, el cual es expresado cuando T

es finito, o no expresado en el caso de Control (teoría del Control) como en

[Danielesperaba[PRO salir temprano]]. Si T es seleccionado por V, como en

los casos de ascenso y marcación excepcional del caso(MEC) como el

ascenso hacia el objeto (E.C.M. as rasing-to-object) en la lengua inglesa, T

solo un subconjunto de rasgos-φ, (sólo [persona]); por consiguiente es

defectivo. C expresa fuerza/modo, tiene rasgos-φ y rasgos PPE opcionales.

Ilustremos los casos de ascenso y marcación excepecional del caso como

ascenso hacia el objeto en inglés:

(23) Ascenso a. There are likely to be awarded Expletivo ser-Pres-Pl probable no-finito ser conceder-participio several prizes

variospremio-pl b. Several prizes are likely to be awarded

(24) Marcación excepcional de caso como ascenso hacia el objeto a. We expected there to be awarded several prizes b. We expected several prizes to be awarded

El Esp T def(ectivo) de α es rellenado por Ensamble o por Mueva.T def

coteja el sujeto en algunos de sus rasgos para implementar el ascenso, pero

no entodos para impedir la inactivación.

136  

 

Chomsky asume que este rasgo es [persona]. Los expletivos también

deben tener el rasgo [persona], puesto que ellos también experimentan el

ascenso, como se observa en (25):

(25) a. C [T be expected[there to arrive[DOa man]] b. There is expected[to arrivea man]

Los expletivos puros del tipo there no tienen otros rasgos formales.

Cuando T es φ-completo, T valora y borra el caso estructural para N. El

conjunto-φ de N, que es siempre completo, valora y borra los rasgos-φ de T

con y sin movimiento.

Con la Sonda defectiva, la concordancia no se manifiesta y al caso de

la Meta cotejada no se le asigna un valor.

Chomsky (2000,2001) asume que la FD Meta tiene un Rn-i, a saber, el

Caso (o algo como el Caso en las situaciones del movimiento-A’, tales como

WH, TOP, FOC, etc., que impulsa a la frase relevante en cada caso a

experimentar el tipo correcto de movimiento. Chomsky establece la

definición de la Conc de tal forma que tanto la Sonda como la Meta requieren

tener rasgos Rn-i.

En este marco de trabajo se asume que el caso tiene las siguientes

propiedades:

(i) El Caso es un Rn-i en las FDs, de tal forma que las FDs referenciales

tengan algo como {PHI/CONC:[PER:X, NUM:Y, GEN:Z], [CASO:_],…} como su

estructura de rasgos.

La FD expletiva se asume que tiene la estructura de rasgos

siguientes{[PER:X],…}, esto es, los expletivos no requieren caso.

137  

 

(ii) El caso es valorado/elidido bajo la Conc con una Sonda que tiene

rasgos-φ completos (persona, número, género), aunque el caso no es

cotejado ya que no es una propiedad de las Sondas.

Chomsky (2000,2001) sugiere que la Conc existe porque esta

operación elide los rasgos no interpretables. El borrado de los rasgos no-

interpretables es un requisito impuesto por las interficies entre la sintaxis y

los sistemas vecinos, es decir, la FF y la FL. Si hay una conexión lógica entre

la valoración de los rasgos no-valorados y la elisión de los rasgos no-

interpretables, como se conjetura en su marco de trabajo, entonces, la

interpretabilidad y la valoración deben ir de la mano. Luego, una hipótesis

esencial es la relación bicondicional en (26):

(26) Bicondicional Valoración/Interpretabilidad Un rasgo F es no-interpretable sii está no-valorado (Chomsky; 2001: 5) (La traducción es nuestra)

Chomsky (2000,2001) establece la definición de la Conc de tal forma

que tanto S como M requieren tener rasgos Rn-i.

¿Cómo desarrolla Chomsky la intuición de que el Caso es valorado solo

a través de una relación con un núcleo asignador de Caso? El autor asume

que el valor del atributo Caso en la FD Meta es una estructura de rasgo

PHI/CONC completa en la Sonda; esto es, el Caso toma una estructura de

rasgos como su valor, en lugar de un átomo, es decir, la matriz atributo-

valor o estructura de rasgos se hace más compleja donde los atributos tienen

una matriz atributo-valor o estructura de rasgos como valor, en cuyo caso

los atributos no tienen valores atómicos, veamos (27):

(27) a. Estructura simple: Rasgo Atributo Valor

b. Estructura compleja: Rasgo Atributo [ValorAtributo-Valor]

Yoon (2000:5) esquematiza los rasgos de la siguiente manera:

138  

 

(28) a. Rasgos simples (átomo valorado) PER: {1,2,3} GEN: {m,f,n} NUM: {sg,pl} b. Rasgos complejos (rasgo-estructura/categoría valorada) CASO: {conjunto de rasgos-φ completo/AGR} c. EPP/ESPEC: {conjunto no vacío/lista de categorías}

Yoon (2000) sugiere que la SUBCAT(EGORIZACIÓN) o c-selección

tendría también un conjunto o una lista de categorías como valor. Si el rasgo

EPP es una categoría toma como su valor un conjunto/lista de cardinalidad

n=1, se obtiene un solo Esp; si el rasgo PPE es valorado para un

conjunto/lista cuya cardinalidad/extensión es n ≥ 1, se obtienen múltiples

Esp.

El diagrama en (29) ilustra el mecanismo que se ha desarrollado:

(29) FT

FD1 T’ T CONC PER:2FD GEN:3 NUM:45 CONC PER: 1era 2 GEN: n 3 PPE:1NUM: sg 4 ...

CASO: 5

… Negrita: R no-interpretable valorado Normal: R interpretable  

(Yoon; 2000:6) (La traducción es nuestra)

139  

 

A nuestro entender, esta estructura compleja de rasgos, es como la

propuesta por Adger&Sveniuos (2009). Así pues, asumiremos este modelo,

el cual organiza la estructura interna de los rasgos de la FD en términos de

conjunto, pero con algunas modifiaciones, tomando en cuenta que un rasgo

es un par ordenado <At, Val>. Veamos la formalización en (30), que se

corresponde con la estructura en (31):

(30) Conjunto-φ= {<At{Val<At,Val>}>} (Rasgos PPE) (31) Conjunto-φ CONC: PER: 1era, 2da, 3era (RasgosPPE) GEN: Masc, Fem, Neu NUM: Sing, Plu CASO: {NOM: no-int}

Los rasgos de CONC [PER, GEN, NUM]son interpretables para el

nombre, por lo cual ya están valorados en la FD, pero son no-interpretables

para el verbo, por lo cual no están valorados en el especificador de T. Por

otro lado, el rasgo de CASO [NOM] es no-interpretable en la FD y no está

valorado en ella, pero es interpretable en el verbo por lo cual ya está

valorado en el especificador de T. de modo que el esquema en (29) sería

como en (32):

(32) FT FD1 T’ CAT: T(finito) CONC: PER: no-int GEN: no-int FD NUM: no-int CAT: D CASO: NOM CONC: PER: 1era GEN: Neu NUM: Sing

140  

 

CASO: no-int

En este punto es importante aclarar el estatus de los rasgos PPE. De acuerdo con Chomsky (2000) todas las categorías funcionales

nucleares (CFN) deben tener rasgos-φ, esto es obligatorio para T y v, los

cuales son no interpretables y constituyen el centro de concordancia del

caso estructural, puesto que ni T ni v asignan caso inherente; así como de la

dislocación, es decir, Mueva. Cada CFn permite un especificador extra más

allá de su especificación semántica, veamos (33):

(33) Para C = una frase Wh ascendida Para T = el sujeto superficial Para v = la frase ascendida por el cambio del objeto (ObjectShift)

Para T, la propiedad de permitir un especificador extra es el Principio

de Proyección Extendido (PPE) (EPP = Extended ProjectionPrinciple)

propuesto por Chomsky (1981) en la teoría de Gobierno y Ligamiento para

garantizar la posición del sujeto y de los expletivos en inglés. Actualmente,

por analogía, se llaman rasgos PPE a las propiedades de C, T y vque

determinan posiciones no forzadas por el Principio de Proyección como, por

ejemplo, el Ensamble Externo (EE = ExternalMerge), o ensamble

propiamente dicho, que no es parte de la operación Mueva.

Las propiedades relevantes de T tienen que ver con Caso/Conc y los

rasgos PPE. Si el argumento externo no asciende hacia el [Esp, T] es

introducido por el EE, mientras que si el argumento externo asciende el [Esp,

T] extra es introducido por el Ensamble Interno (EI = InternalMerge)

producido por la operación Mueva o dislocación. De este modo, tomamos los

rasgos PPE como una etiqueta general para designar los rasgos involucrados

en la operación de laConc. Estos rasgos son sintácticos (no-semánticos), de

allí su nombre, son no-interpretables e incluyen los rasgos-φ y el Caso, que

constituyen el conjunto-φ.

141  

 

Ahora bien, como los rasgos no-interpretables son considerados como

imperfecciones, estos deben ser borrados en el curso de la derivación para

que haya convergencia. Chomsky (2000, 2001) propone una Sonda (S) que

busca una Meta (M) para cotejar los rasgos no-interpretables y establecer la

Conc, es decir, el borrado de los rasgos. De modo que la Conc es guiada por

los rasgos no-interpretables.

El cotejo de los rasgos es una relación que se mantiene de una Sonda y

una Meta. No todo par de cotejo induce Conc. Para hacerlo, la M debe estar

en el dominio de la S = D(S) y satisfacer condiciones de localidad. Chomsky

(2000:122) define el cotejo como en (34):

(34) a. El cotejo es una identidad de rasgos b. D(S) es el hermano de S c. La localidad se reduce al c-comando más cercano

(La traducción es nuestra)

Así, el D(S) es el dominio de c-comando de la S, y un rasgo de cotejo

de la M está más cercano a la S si no existe una M’ en el D(S) cotejando a

la S tal que la M es el D(M’). Así, los términos de un mismo dominio están

equidistantes de las sondas.

El dominio mínimo de un núcleo H es el conjunto de términos

inmediatamente contenidos en la proyección de H. veamos (35):

(35) FH

FX2 FH FX1 H’ H YZ En (35), FX1 y YZ constituyen el dominio mínimo de H. Según

Chomsky (2000), para que las operaciones de la Conc y Mueva tengan lugar,

la Meta (así como la Sonda) debe estar activa y debe ser local.

142  

 

La identidad de los rasgos es entendida como identidad en la

escogencia de un rasgo, no del valor. Es decir, para que se produzca la

Conc, S busca el mismo rasgo en M, pero con diferente valor.

Al igual que Chomsky (2000) asumimos el borrado de los rasgos como

una operación “todo de una vez”, esto es, el conjunto-φ se toma como una

unidad con el rasgo de caso estructural. Los rasgos del conjunto-φ no se

borran de manera selectiva, sino que se borran todos juntos o no se borran.

Así, seguimos a Chomsky (2000,2001) cuando afirma que solamente una

Sonda con un complemento de rasgos-φ completo(el conjunto-φ= rasgos

EPP) es capaz de borrar los rasgos que activan la meta cotejada.

De manera que en el esquema en (29) para el conjunto-φ de T solo hay

una opción para la Conc. El conjunto-φ candidato en la Sonda, el cual se

borra bajo cotejo tomando el rasgo de Caso como un reflejo de sí mismo, es

decir, el Caso también se borra bajo el cotejo de la Sonda “todo de una

vez”. El resultado es la estructura en (36):

(36) FT FD1 T’ T CAT: T(finito) CONC: PER: 1era GEN: Neu FD NUM: Sing CAT: D CASO: Nom CONC: PER: 1era GEN: Neu NUM: Sing CASO:Nom Negrita: R no-interpretable valorado Normal: R interpretable

143  

 

Hemos visto como es el cotejo de esta estructura compleja de rasgos en la

FD argumento externo. No obstante, la misma estructura de rasgos es

plausible para la posición del argumento interno, en tanto que es una FD.

Veamos (37):

(37) Conjunto-φ CONC: PER: 1era,2da,3era

(Rasgos PPE)GEN: Masc, Fem, Neu NUM: Sin, Plu CASO: {Ac: no-int}

La diferencia es que en la estructura de rasgos del objeto, el rasgo de

caso a valorar es el caso acusativo. Además, como en esta investigación el

interés está centrado en la relación verbo/complemento, más adelante

indagaremos cuáles rasgos semánticos, además de los sintácticos, son

propios de esta posición.

2.2. La concordancia del rasgo de Caso acusativo

En la GG, está claro que la distribución de las expresiones nominales

está orientada por principios especiales. En lenguas como el latín y el

español, entre otras, un tipo de Caso llamado acusativo se encuentra en los

complementos de V y algunas veces de P(reposición).

Pestesky& Torrego (2009:2) presentan una primera aproximación

relacionada con el caso acusativo:

(38) Caso acusativo en las lenguas tipo-latín a. V y P asignan caso acusativo a una FN complemento b. N y A no asignan caso acusativo (a una FN complemento)

(La traducción es nuestra)

144  

 

En general, el Caso es visible en la forma de la morfología del caso,

por ejemplo, la inflexión y las partículas. Sin embargo, una suposición

esencial es que el Caso abstracto existe sin la morfología abierta. Luego,

cuando mencionamos el Caso (con mayúscula inicial) nos referimos al Caso

abstracto y no a la morfología del caso. Otra suposición importante es que

una FN abierta debe tener Caso (abstracto). Este principio se conoce como

el Filtro de Caso, y se formaliza como en (39).

(39) Filtro de Caso *[FN-caso] (Chomsky; 1981:49) (La traducción es nuestra)

Si asumimos que el español tiene una variante abstracta del Caso

acusativo, el cual puede ser asignado por V o P, el complemento nominal de

V o P recibirá Caso, de acuerdo con lo establecido en (40), y satisfará el

filtro de Caso.

(40) Asignación del caso acusativo αle asigna caso acusativo a β solo si (i) α es V o P (no N o A); y (ii) βes el complemento de α

Pestesky& Torrego (2009: 4) (La traducción es nuestra)

Para el minimismo, las interrogantes cruciales de la Teoría del Caso

están relacionadas con la diferencia entre la asignación del Caso nominativo

y del acusativo y la posibilidad de desarrollar una teoría.

Una perspectiva, ejemplificada en Chomsky (1991), propone asimilar la

asignación del Caso acusativo al mismo tipo de configuración estructural que

el Caso nominativo. Concretamente, una relación especificador-núcleo, una

relación asimétrica. Como se muestra en (41).

(41) FI (=FT) FN I’ CONC-S FF

145  

 

F (FNEG) NEG FCONC CONC-O FV (ADV) FV V …

(Chomsky; 1991: 434) (La traducción es nuestra) Cuando F(lexión) es +Finita, la FN, FI (=FT) recibe el Caso nominativo.

En términos de las categorías usadas en el minimalismo inicial, el T finito le

asigna Caso nominativo a su especificador.

Pestesky& Torrego (2009) sugieren que en muchas lenguas, como el

español, el Caso nominativo parece posible en las FNs que están c-

comandadas por T (y estructuralmente cerca de T aún sin movimiento). Esto

sugiere que el Caso nominativo no es necesariamente asignado por T finito a

su especificador directamente. Parece que T puede asignar caso nominativoa

una posición cercana, a la cual c-comanda.

En este trabajo pensamos que la sugerencia de Pestesky& Torrego

(2009) mencionada anteriormente está estrechamente relacionada con lo

que se conoce con el nombre de Generalización de Burzio(Burzio; 1986, Cap.

6). Esta generalización establece una correlación entre la asignación de

papel temático al sujeto y la asignación de Caso al objeto. Veamos (42):

(42) La generalización de Burzio (i) Un verbo que carece de un argumento externo fracasa en

asignar caso acusativo (ii) Un verbo que fracasa en asignar caso acusativo fracasa en

teta-marcar a un argumento externo (Burzio; 1986: 185) (La traducción es nuestra)

Al notar que los verbos inacusativos carecen de un papel temático

externo (agente), Burzio (1986) enlaza la habilidad de un verbo de asignar

146  

 

Caso acusativo a la habilidad de asignar un papel temático externo, como

puede observarse en diversas lenguas a través de los ejemplos en (43):

(43) TransitivoInacusativo Inglés: Paul breaks the window >The window breaks Francés: Paul casse la finêtre>La finêtresecasse Italiano: Paolo rompe la finestra> La finestrasi rompe Polaco: Pawelrozbijaokno>Oknorozbijasię Portugués: O paulo parte a jarela>A jarela parte-se Esloveno: Pavel razbijeokno>Oknoserazbije Español: Pablo parte la ventana > La ventana se parte

(Konrad Szczesniac (2008:2) (La traducción es nuestra)

En los ejemplos anteriores, todas las oraciones inacusativas presentan

las siguientes características: (i) el sujeto es la entidad que experimenta un

cambio de estado; luego, es un argumento interno; (ii) el objeto nocional

tiene la posibilidad de moverse, probablemente, hacia la posición de sujeto

cuando no hay una entidad distinta responsable de la iniciación del cambio

de estado.

Ellen Woolford (2003:305) presenta una alternativa a la Generalización

de Burzio (1986), como sigue en (44):

(44) Nueva generalización descriptiva (que reemplaza la de Burzio 1986) El objeto obtiene caso nominativo cuando no existe un sujeto nominativo.

Woolford (2003) se adhiere a la propuesta de Tsunoda (1981)

(c.f.Woolford (2003)) según la cual cada cláusula tiene un nominativo (o

absolutivo), porque es el Caso menos marcado. La idea intuitiva de esta

147  

 

propuesta es simple: si un objeto puede ser autorizado para estar en Caso

nominativo o acusativo, surgirá con el Caso nominativo porque la gramática

prefiere el Caso menos marcado sobre uno más marcado. La lingüista

establece la siguiente jerarquía con respecto a la marcación del Caso:

(45) Jerarquía universal para la marcación del caso (menos marcado) nominativo > acusativo > dativo (más marcado)

(Ellen Woolford; 2003: 307)(La traducción es nuestra)

Un enfoque al problema relacionado con los inacusativos fue

desarrollado por Chomsky (1995), quien sugirió que el asignador de Caso

acusativo podría no ser V después de todo, pero que podría ser un núcleo

separado de v el cual es responsable, simultáneamente, de asignar el Caso

acusativo y el papel temático del argumento externo. La categoría v toma

una FV como complemento y se combina con V a través de una operación

parecida al movimiento del núcleo, para producir los verbos transitivos que

realmente escuchamos. Veamos (46):

(46) María v[FV comió empanadas]

(Elaborado a partir de un ejemplo de Pesetsky& Torrego (2004:7)

En la teoría GB (Chomsky; 1981) el autor examina la posibilidad de

que el Caso sea una característica de las FNs para recibir interpretación. Esta

idea se plasma en la Condición de Visibilidad. La intuición que subyace a esta

hipótesis es que un papel temático es asignado a un elemento α en una

posición teta-marcada P y luego es heredado por un argumento en la

cadena que contiene a α, pero sólo si la cadena tiene Caso.

En DerivationbyPhase (2001), Chomsky mantiene que las CFN son T=

tiempo, C = complementador y v = un verbo ligero que introduce las frases

transitivas.Sin embargo, cuando la construcción es transitiva, es decir,

cuando tiene su estructura argumental completa con su argumento interno y

su argumento externo, el autor propone que v = v*. Solamente v* es φ-

148  

 

completo y asigna el acusativo bajo Conc, indirectamente a través de V;

mientras que v es defectivo o φ-incompleto, por lo tanto, no asignador de

Caso. El nominativo es responsabilidad de T así T es como v* puesto que es

φ-completo, pero es diferente de v* ya que asigna Caso nominativo en lugar

de acusativo. De modo que los predicados inacusativos, los pasivos y otros

predicados defectivostendrán su único argumento en nominativo, mientras

que el mismo argumento de un predicado transitivo correspondiente toma

acusativo.

Así, C completo, esto es, con su conjunto-φ completo, selecciona un T

completo para borrar sus rasgos PPE bajo la relación cotejo/Conc. Mientras

que v* selecciona un V completo para revisar los rasgos PPE.

En una oración transitiva, el objeto concuerda con V y se le asigna el

Caso acusativo en el [Esp, v*](indirectamente a través de V) en una

estructura como en (47):

(47) FT Esp T’

T° Fv* AEFv*

Esp CON: PER: ni-intv* GEN: no-int NUM: no-intv* FV CASO:Ac Esp V’ V FD {CAT: V}CAT: D CONC: PER: 3era GEN: Masc NUM: Sing CASO: no-int

149  

 

Los rasgos de CONC, como ya hemos dicho, son interpretables para el

nombre, por lo que ya están valorados en la FD; pero son no-interpretables

para el verbo, por lo cual no están valorados en el [Esp, v*]. Mientras que el

rasgo de CASO Ac es no-interpretable en la FD, pero es interpretable para el

verbo, por lo cual está valorado en el [Esp, v*]. Estos rasgos se cotejan y se

borran “todo de una vez” y los rasgos no-valorados adquierensu valor. El

resultado es una estructura como en (48).

(48) Fv* Esp CONC: PER: 3eraFv* GEN: Masc NUM: Singv* FV CASO: Ac Esp V’ V FD {CAT: V} CAT: D CONC: PER: 3era GEN: Masc NUM: Sing CASO: Ac Negrita: R no-interpretable valorado Normal: R interpretable

Chomsky (2000,2001) propone un sistema que difiere ligeramente de

la teoría de Chomsky (1995). Los procesos sintácticos son dirigidos todavía

por los rasgos no-interpretables dentro del sistema. Sin embargo, se asume

que estos rasgos se pueden cotejar de una manera menos local. Luego, un

rasgo no-interpretable busca el rasgo interpretable del mismo tipo más

cercano y, una vez que tal rasgo ha sido identificado, el rasgo o los rasgos

no-interpretables pueden ser elididos mediante la Conc. En cuanto a los

procesos de movimiento, estos son impulsados por un rasgo de selección no-

interpretable, el cual puede estar presente en varios núcleos. Chomsky

150  

 

(2000, 2001) llama este rasgo un rasgo PPE y tiene la propiedad de requerir

un especificador en la proyección en la cual su núcleo ocurre.

Una consecuencia importante de este sistema revisado está

relacionada con el contraste entre movimientos abiertos y movimientos

encubiertos. En Chomsky (1993 – 1995) se asume que ciertos movimientos

son impulsados por lo que se ha llamado rasgos fuertes, mientras que otros

movimientos son impulsados por los rasgos débiles. La presencia de un

rasgo fuerte conduce el movimiento en la sintaxis abierta. Por otro lado, un

rasgo débil es cotejado no-abiertamente. En Chomsky (1995), el movimiento

no abierto es simplemente el movimiento de rasgos más que los

constituyentes completos. Este proceso y, desde luego, los rasgos débiles,

son eliminados del sistema de Chomsky (2000, 2001) porque la elisión de

rasgos se puede hacer en una forma menos local.

En esta investigación, adoptamos la suposición de Chomsky (1995)

Chomsky (2000, 2001) según la cual los procesos semánticos son dirigidos

por la presencia de rasgos no-interpretables. También asumimos la

propuesta de Chomsky (2000, 2001) de que el movimiento solo es

impulsado por los rasgos PPE.

SandiwayFong (2011) muestra de forma concisa el proceso de una

posible derivación, veamos las configuraciones en (49) a (53):

(49) Teta Ensamble de V y N V V N comer empanadas

El objeto directo se ensambla con V, inicialmente. Aquí es identificado

su papel temático.

(50) Ensamble de v y V

151  

 

v v* V V N comer empanadas

La Sonda v*concuerda con la Meta [N empanadas]

(51) Teta Ensamble de N y v v* N v* Juan v* V V N Comer empanadas

Juan es ensamblado, inicialmente, en el [Esp, v*]. La posición del

sujeto interno en la FV. Aquí es identificado su papel temático.

(52) Ensamble de T y v T T v N v Juan v* V V N comer empanadas

La Sonda T concuerda con la Meta [N Juan] Los rasgos-φ de T son

valorados por Juan. Juan obtiene el Caso nominativo por T.

(53) Mueva hacia el Esp, T

152  

 

T N T Juan T v N v Juan v* V V N comer empanadas

La teoría de la copia: solo la primera ocurrencia de Juan se pronuncia. (54) C C T N T Juan T v N v Juan v* V V N comer empanadas

La configuración completa es como en (55):

153  

 

(55) C C T Selec (T) N T Caso (Nom) Pers (3) Num (Sg) T v* Gen (Masc)Selec (v) Valor (Caso (Nom)) JuanEPP N v* PER (3) NUM (Sg) Juan GEN (Masc) v* V Selec (V) Conc Pasado (+)Selec (Esp (N)) V N Valor (Caso (AC)) Selec (N) Caso (Ac) PER (3) PER (3) NUM (Pl) comer NUM (Pl) GEN (Fem) GEN (Fem) Empanadas Conc (Fong;2005:6) (La traducción es nuestra)

Hemos elaborado la configuración en (55) de acuerdo con la

arquitectura presentada en (47) y (48). Mientras que en Fong(2005) la

configuración es realizada bajo un modelo guiado por la selección de arriba

154  

 

hacia abajo (aparentemente como las Reglas de Estructura de Frase de los

años 50); en este trabajo relacionado con la transitividad, suponemos que,

ciertamente, el verbo selecciona el objeto directo, pero esta selección está

relacionada con los rasgos semánticos de los verbos como en los ejemplos en

(56a, b, c):

(56) a. Objetos efectuados (un objeto efectuado es un objeto cuya existencia es el resultado de una acción nombrada por el verbo:

- Construir una casa - Escribir una carta - Ejecutar una sonata

b. Objetos destruidos:

- Destruir una evidencia - Comer una empanada

c. Objetos que experimentan un cambio de estado definitivo

- Pintar una casa - Pulir un zapato - Corregir un artículo

La relación entre el verbo y el objeto directo es una relación de EE;

como tal, no es sensible a la noción de localidad, ni está dirigida por laConc,

aunque dado el principio del Último Recurso, EE está dirigido por la

necesidad de cotejar los rasgos.

2.3. Otros rasgos presentes en la relación verbo/complemento

155  

 

De acuerdo con Halle &Marantz (1993), en la Morfología Distribuida

(MD), la sintaxis propiamente dicha no manipula nada que se le parezca a los

ítemes lexicales, sino más biengenera estructuras mediante la combinación

de morfosintácticos y semánticos, vía Mueva y Ensamble, seleccionados a

partir del inventario disponible, sujeto a los principios y parámetros que

gobiernan tal combinación.

En este sentido, las unidades del análisis presentan la siguiente

estructura:

(57) Rasgos semánticos Rasgos sintácticos Rasgos fonológicos Rasgos morfológicos

Los autores llaman a estas unidades Ítemes de Vocabulario. Estos

ítemes presentan tres propiedades que, juntas, diferencian la MD de otros

acercamientos. Estas son: (i) la Inserción Tardía (Late Insertion), (ii) la

Subespecificación (Underspecification) y (iii) la Estructura Jerárquica

Sintáctica “Siempre Hacia Abajo” (SyntacticHierarchicalStructureAlltheWay

Down).

La Inserción Tardía se refiere a la hipótesis de que la expresión

fonológica de los terminales sintácticos es, en todos los casos, provista en el

mapeo hacia la FF. En otras palabras, las categorías sintácticas son

puramente abstractas y no tienen ningún contenido fonológico. Solo después

de la sintaxis son expresiones fonológicas llamadas Ítemes de Vocabulario,

insertados en el proceso llamado Deletree (Spell-Out).

La subespecificación de los Ítemes de Vocabulario significa que las

expresiones fonológicas no necesitan estar totalmente especificadas para las

posiciones sintácticas donde pueden ser insertadas.

156  

 

La Estructura Jerárquica Sintáctica “Siempre Hacia Abajo” implica que

los elementos dentro de la sintaxis y de la morfología entran en los mismos

tipos de estructuras de los constituyentes, tal como puede ser diagramado a

través de los árboles ramificados binarios.

En los próximos capítulos, nos apoyaremos en el planteamiento de la

MD acerca de que los Ítemes de Vocabulario no tienen rasgos fonéticos hasta

que son deletreados hacia la interficie FF, para desarrollar nuestra hipótesis

de que tanto en posición del objeto como en el verbo están presentes rasgos

que no necesariamente se manifiestan mediante la realización fonética.

Aparentemente, estos rasgos son semánticos, tales como el rasgo [±

AÑADA A] en el verbo, el cual expresa progreso dinámico, no estatividad o

cualquier término disponible que permita distinguirlo de los verbos estativos.

El otro es el rasgo [+CEA] (Cantidad especificada de A =SpecifiedQuantity of

A) como una propiedad del nombre (en la posición de objeto), la cual

expresa que la FN pertenece a una cantidad especificada de cosas o de

masa. Estos rasgos juntos, mediante la selección semántica simétrica que

hace el verbo de su argumento interno/complemento –y que termina en un

cotejo asimétrico de rasgos- contribuyen con la interpretación aspectual del

evento.

CAPÍTULO III

EL OBJETO NULO

Mientras que un gran número de generativistas que trabajan en el área

de la sintaxis lo hacen en el marco de trabajo chomskyano, otros utilizan

diversos formalismos que varían en la formulación precisa de las reglas y las

restricciones. Entre los generativistas que no trabajan en la perspectiva

chomskyana está Joan Bresnan, proponente de la Gramática lexical-

Funcional (1981).

J. Bresnan (1995), en Lexicality and ArgumentStructure, asume que la

estructura argumental puede verse desde dos dimensiones. Desde el punto

de vista semántico, la estructura argumental refleja los participantes

nucleares en un evento, luego, la estructura argumental equivale a la

estructura eventiva. Desde el punto de vista sintáctico, la estructura

argumental representa la información mínima necesaria para caracterizar los

dependientes sintácticos de un núcleo que autoriza los argumentos.

Sintácticamente, la estructura argumental refleja un tipo de

subcategorización.Si esto es así, la estructura argumental es una interficie

entre la semántica y la sintaxis de los predicados (los verbos), como se

muestra en (1):

(1) semántica lexical estructura – a(rgumental) estructura sintáctica

En este esquema, la estructura argumental codifica, cifra la

información lexical acerca del número de argumentos, su tipo sintáctico y su

organización jerárquica necesaria para el mapeo hacia la estructura

sintáctica.

159   

También comentaBresnan (1995) que la investigación en la semántica

lexical ha mostrado que gran parte de la información acerca de los

argumentos, su número, su estatus obligatorio y su organización jerárquica

en la estructura argumentales es , de hecho, predecible a partir de la

semántica. La lingüista cita a Rappaport-Hovav y Levin (1995) quienes

sugieren, en su trabajo sobre la elasticidad del significado del verbo, que el

número y el estatus obligatorio de los argumentos es predecible a partir de

su semántica lexical, como se ilustra en (2).

(2) Semántica lexical: actividad realización Estructura argumental: barrer <ext(int)> barrer<extint[]> Sintaxis: FN1 barrer FN2 FN1 barrer FN2FA/FP

(Bresnan, 1995:2) (La traducción es nuestra)

Tanto la presencia del argumento FA/FP en la realización como el

estatus obligatorio de la FN objeto, como se muestra en (3), se pueden

derivar de la semántica lexical.

(3) a. Mary swept (the path) ‘María barrio (el camino)’ b. Mary swept *(the leaves) from the path ‘María barrio *(las hojas) del camino’ c. Mary swept *(the path) clean ‘María barrio *(el camino) hasta quedar limpio’

(Bresnan; 1995: 2) (La traducción es nuestra)

Lo que ocurre en las expresiones en (3), tiene su basamento en las

generalizaciones propuestas por Rappaport-Hovav y Levin (1995), como

sigue:

160   

(4) Debe haber, por lo menos, un argumento sintáctico expresado por cada subevento. Un co-argumento de un subevento se puede dejar no-expresado si se entiende prototípicamente.

(Bresnan; 1995: 2) (La traducción es nuestra)

La actividad de barrer es un subevento de actividad única que involucra

dos participantes, el actor y la superficie. Estos son los que hemos llamado

los participantes nucleares en el evento.

La posición asumida por la lingüista muestra su desacuerdo con la

existencia de mecanismos internos en la sintaxis (la estructura profunda y la

estructura superficial) para dar cuenta de los fenómenos en las lenguas

naturales. El marco de trabajo de la autora no apoya las transformaciones

como procedimiento para obtener los resultados que alcancen la adecuación

explicativa.

La gramática transformacional explicada en Aspects of theTheory of

Syntax (Chomsky 1965) tiene tres componentes: sintáctico, semántico y

fonológico; los componentes semántico y fonológico tienen acceso a la

salida del componente sintáctico, pero no al contrario. En las configuraciones

arbóreas creadas por las reglas de estructura de frase, las palabras son

tomadas del lexicón e insertadas en el lugar apropiado. Los árboles

resultantes son las estructuras profundas de las lenguas naturales. Las

transformaciones convierten las estructuras profundas en otros árboles, los

cuales constituyen las estructuras superficiales. Luego, el componente

sintáctico produce dos salidas para cada oración: una estructura profunda

(EP), relevante para la interpretación semántica, y una estructura superficial

(ES), de interés para reglas fonológicas.

Chomsky (1965) explica que:

161   

"Las reglas de proyección1 del componente semántico operan en la estructura profunda generada por la base asignándole una interpretación semántica (una “lectura”) a cada constituyente, sobre la base de las lecturas asignadas a sus partes (por último, las propiedades semánticas intrínsecas de los formativos) y las categorías y las relaciones gramaticales representadas en la estructura profunda.” (Chomsky; 1965:144) (La traducción es nuestra)

En LecturesonGovernment and Binding (G & B) (Chomsky 1981), la

estructura profunda es donde el papel temático de una expresión coincide

perfectamente con su función gramatical. En la estructura profunda, las

posiciones que son temáticamente activas deben ser ocupadas y las que no

son temáticamente activas deben estar vacías.

Sin embargo, hay argumentos contra la estructura profunda,

inicialmente, la desaparición de las reglas de estructura de frase; otro

argumento está relacionado con la reducción del poder generativo de las

reglas transformacionales. Otra razón contra la estructura profunda es que

ésta asume el hecho de que el Criterio Temático es administrado en la

estructura profunda, y debido al Principio de Proyección, en la estructura

superficial y en la forma lógica.

La estructura profunda es el lugar donde sucede la recursión

gramatical, es decir, la propiedad que tienen las reglas de ser aplicadas

repetidamente para generar una oración. Dentro de la gramática de P y P, la

EP es la salida de las operaciones de estructura de frase y la inserción lexical

y la entrada a las operaciones de movimiento. Aunque la noción de EP fue

                                                            1La teoríainterpretativa de Kate Fodor contiene doscomponentes, el dictionario, mástardellamadolexicón, y lasreglas de proyección. El primerocontiene, paracada item lexical, unacaracterizacióndelrolqueéstejuegaen la interpretaciónsemántica. El últimodeterminacómolascombinacionesestructuradasde los ítemeslexicalesasiganunsignificadoa la oracióncomo un todo. (…) El primer paso en la interpretación de unaoraciónes el rellenode los ítemeslexicales a partirdeldiccionariodentro del marcador de frasegeneradosintácticamente.Después de la inserción, lasreglas de proyección se aplicanhaciaarribadesde el fondodelárbol, amalgamandolaslecturas de los nodosqueinmediatamente los dominan. (KarimNazariBagha (2011))

162   

muy importante dentro de esta gramática, se convirtió en dudosa después

del desarrollo del minimismo, donde la EP y la ES ya no existen; y solo la

FF y la FL permanecen como los únicos niveles de la representación

argumental.

Una razón es que la recursión no se pierde con la eliminación de la EP

puesto que la operación Ensamble puede asegurar la recursión al unir los

ítemes lexicales y crear las estructuras fraseales que se cumplen con la

teoría de la X-barra.

Otra razón es que, dentro de G & B, el Principio de Proyección termina

por hacer el sistema intrínsecamente redundante. Desde la perspectiva del

minimismo, esta redundancia se puede eliminar al asumir que el criterio

temático se da en el nivel conceptualmente necesario de la FL, más

específicamente, los papeles temáticos solo pueden ser asignados bajo la

operación Ensamble.

La ES es un nivel meramente teórico, esto es, no es consecuencia de

una necesidad conceptual (virtual). Esta no es relavente para lo que

podemos llamar Condiciones de Salida Desnuda o Condiciones de la

Interficie. Adicionalmente, las condiciones de economía deberían favorecer

una teoría que tenga menos niveles de representación, si es posible.

Estos argumentos justifican el hecho de que apoyemos el

planteamiento de Bresnan (1995) de concebir la estructura argumental como

unainterficie léxico-sintáctica.

En las páginas anteriores, hemos hablado sobre la concepción de la

transitividad en las tradiciones española y americana. La afirmación más

generalizada en estas tradiciones es que la transitividad se define

básicamente por la presencia del objeto directo, puesto que las oraciones

163   

transitivas expresan un evento que pasa del sujeto al objeto; mientras que la

intransitividad es definida por la ausencia del objeto. Otra afirmación que se

puede concluir a partir de estas tradiciones es que los verbos transitivos se

comportan como intransitivos cuando aparecen sin el objeto directo.

No obstante, cuando analizamos una oración como Pedro lee todos los

días, resulta difícil pensar que el evento de leer se pueda realizar sin que

haya algo que sea leído, aunque el objeto leído no se mencione en la

oración. De manera que, como expresamos anteriormente, parece que la

posición de objeto tiene ciertas propiedades que la caracterizan y que

permiten que siempre se proyecte aunque no se realice fonéticamente. Estas

propiedades son las mismas que permiten que verbos considerados como

típicos verbos intransitivos sean usados como transitivos. Un ejemplo sería el

verbo vivir en una oración como vivir la vida locamente.

En este capítulo estudiaremos la interficie léxico semántica,

enfatizando la relación entre el verbo y su argumento interno directo.

3.1. Una justificacióndel objeto nulo

La gramática generativo-transformacional clásica deriva la expresión en

(5), con verbos de consumo en inglés, de la que se puede observar en (6) a

través de una transformación de elisión (c.f.Mittwoch; 1982):

(5) John ate / Juan comió. (6) John ate something / Juan comió algo.

Una posición relacionada con la incorporación es sostenida por J. Gruber

(1976:34), quien sugiere que podemos decir una expresión como en (7a):

(7a)Thebabyiseating cereal / El bebé está comiendo cereal.

Así como la expresión en (7b):

164   

(7b)Thebabyiseating a marble / El bebé se está comiendo una metra.

Pero si decimos una expresión como en (7c):

(7c)Thebabyiseating / El bebé está comiendo.

Automáticamente, se hace la implicación de que el bebé está comiendo

alguna clase de comida, y no posiblemente una metra. Esta interpretación

pareciera relacionarse con el conocimiento enciclopédico y no lingüístico.

Esta situación se evidencia, según Gruber (1976), por la imposibilidad

de decir la expresión en (8):

(8) *(I) knowthat John waseating at five o’ clockbecause I sawhimeatingdirt at thatmoment / *(Yo) sé que Juan estaba comiendo a las cinco porque lo vi comiendo sucio en ese momento.

Lo que significa que una oración con el objeto dirt/sucio no puede

implicar una oración con el objeto incorporado (a menos que estemos

hablando acerca de una lombriz, cuya comida es normalmente el sucio). De

la misma manera, lo contrario es también verdadero: una oración con el

objeto incorporado, con este verbo de consumo, no puede implicar una

oración con dirt/sucio, como en (9):

(9) *(I) knowthat John waseatingdirt at five o’ clockbecause I sawhimeating at thatmoment / *(Yo) sé que Juan estaba comiendo sucio a las cinco porque lo vi comiendo en ese momento.

Sin embargo, la oración con el objeto incorporado puede implicar otra

con food/comida y viceversa, como en (10):

(10) (I) knowthat John waseating at five o’ clockbecause I sawhimeatingfood at thatmoment/ (Yo) sé que Juan estaba comiendo a las cinco porque lo vi comiendo comida en ese momento.

Un aspecto altamente tratado en la semántica léxica es la confluencia o

no confluencia entre el tipo semántico impuesto por el verbo a su argumento

165   

interno, es decir, el tipo impuesto por las restricciones de selección y el tipo

de argumento seleccionado.

Así pues, con un verbo como leer se esperaría que su argumento

interno sea de un tipo semántico relacionado con una entidad textual o

simbólica, sin embargo, una expresión como en (11) resulta aceptable a

pesar de que el complemento es una entidad de tipo espacio/material.

(11) Leer la hoja.

Los casos de no confluencia son de uso corriente, veamos los ejemplos

en (12):

(12) a. Escuchar el piano. b. Beber la botella. c. Atarse los zapatos.

Para explicar este fenómeno han surgido varios acercamientos. Por un

lado, Pustejovsky (1995), y otros, sugieren que existe un desplazamiento del

significado en el nombre que es el argumento del verbo, si un argumento

como hoja posee un potencial polisémico que le permite aparecer o bien

como objeto espacio/material, o bien como entidad simbólica, de acuerdo

con las restricciones impuestas por el verbo.

Por otro lado, Langaker (1991, 1997), y otros, suponen que es el verbo

el que desplaza su significado en función de la naturaleza del argumento. De

manera que el verbo leer posee un potencial polisémico que permite que

pueda aparecer con entidades simbólicas, como en (13):

(13) Leer una novela.

Y con entidades espacio/materiales, como en (11), que repetimos en (14):

(14) Leer la hoja.

166   

Sin embargo, con verbos de consumo, como comer, en el sentido de

masticar y desmenuzar el alimento, su potencial polisémico se restringe a la

presencia de un argumento interno del tipo material con o sin forma y

dimensión precisas en el espacio.

Estas consideraciones semánticas están relacionadas con el lexicón de

alguna manera.

En español, la realización fonética del objeto, como en (15a, b), parece

estar relacionada con el énfasis que el hablante quiere expresar al emitir tal

proposición. Esta afirmación parece apoyarse en las proposiciones que

presentan un objeto cognado, cuya realización se percibe como enfática.

Veamos los ejemplos:

(15)a. María sonrió una sonrisa malévola. b. Juan murió una muerte terrible.

Es de hacer notar que Real-Puigdollers (2007) considera que las

expresiones en (15a, b) están mal formadas. La lingüista sostiene que en las

lenguas romances las construcciones con objeto cognado no están

autorizadas, sino que se observa otro tipo de estrategia a través de las

frases adjuntas, como en (16a, b):

(16) a. María sonrió con una sonrisa malévola. b. Juan murió de una muerte terrible.

Bressnan (1978) (c.f.Mittwoch; 1982) trata la expresión en (12), en

inglés, como sintácticamente intransitiva, pero funcionalmente transitiva y

aprehende la relación semántica entre (12) y (13) a través de una regla de

mapeo lexical, la cual presentamos en (17):

(17) eat: V, [__NP], NP1 EAT NP2 [__], Эy, NP1 EAT y

167   

Mittwoch (1982) también comentala posición de Fodor&Fodor (1980)

quienes, basados en la hipótesis de la ambigüedad del alcance del

cuantificador, sostienen que eat/comer, así como eatsomething/comer algo

no son equivalentes en combinación con otros cuantificadores, como en

(18a, b), o en contextos opacos, como en (19a, b):

(18)a. Everybody ate something / Cada quien comió algo. b.Everybody ate / Cada quien comió (19) a. Bill believes that John ate something / Bill creeque Juan comióalgo. b. Bill believes that John ate / Bill creeque Juan comió.

En (18a) y (19a), something/algo puede tener alcance amplio o

estrecho, pero en (18b) y (19b), el pronombre implícito solo puede tener la

lectura del alcance estrecho, por lo que la inferencia de (12) a partir de (13)

no debe aprehenderse ni en el nivel sintáctico ni en el funcional, en los

cuales eat/comer sin un objeto sería intransitivo. Asimismo, la entrada lexical

en (17) debe ser reemplaza por la entrada lexical en (20):

(20) eat: V [__NP], NP1 EAT NP2 [__], NP1 EAT la cual puede estar seguida por un postulado del significado que considere

las distinciones del alcance involucradas, como en (21):

(21) X EAT ≡ Эy X EAT y

Sin embargo, este postulado pareciera actuar como una regla de

enlace entre la forma transitiva y la intransitiva en (20) al proponer la

existencia de la variable y ligada al cuantificador existencial.

De acuerdo con nuestra opinión, este postulado en lugar de apoyar la

hipótesis de la ambigüedad del alcance del cuantificador sobre la que

Fodor&Fodor (1980) fundamentan su afirmación de la separación sintáctica y

168   

funcional de las oraciones en (12) y (13), parece confirmar la relación

semántica existente entre ellas.

Pietrosky y Horsntein (2002) piensan que el trabajo reciente contradice

la posición tradicional de que una proposición como en (22) tiene dos

lecturas.

(22) Cada muchacha empuja algún camión.

Desde su punto de vista, la proposición en (22) no tiene una segunda

lectura en la cual algún camión tenga el alcance más amplio.

Esta posición contradice la hipótesis de la ambigüedad del alcance del

cuantificador y no contradice la posibilidad de que la oración en (12) derive

de la oración en (13).

Otro enfoque que apoya esta derivación es el de Huang (1992). Según Huang (1992), los objetos nulos plantean problemas

interesantes a la teoría de las categorías vacías. El autor asume la afirmación

de Chomsky (1981-1982) de que las FNs vacías se categorizan en el mismo

nivel que los elementos con realización fonética sobre la base de los rasgos

[αanafórico] y [β pronominal], como sus rasgos intrínsecos o funcionalmente

de acuerdo al estatus de los elementos que localmente lo ligan. Debe tenerse

en cuenta que las categorías vacías están sujetas a condiciones generales de

buena formación, tales como los principios de la Teoría del Ligamiento.

El lingüista afirma que un objeto nulo no puede ser considerado como

un PRO, puesto que ocurre en una posición gobernada y marcada para el

caso. No tiene la apariencia de la huella de una FN, puesto que no es ligada

por un argumento a una posición no temática, pero tampoco tiene la

169   

apariencia de una huella-Wh o de una variable, puesto que aparentemente

no es ligada por una frase no-argumental.

Asimismo, afirma que el objeto nulo no debe analizarse como un pro,

puesto que no reúne los requerimientos de permisibilidad e identificación;

sino que debe analizarse como una variable ligada por un tópico nulo o, más

generalmente, por un operador nulo que ocupa el borde izquierdo en la

representación sintáctica.La razón principal para asumir este enfoque es el

hecho de que solo puede ser interpretado deícticamente. Es decir, debe ser

interpretado como un ente cuya referencia se ha establecido en el discurso,

esto es, un tópico discursivo. Al contrario de lo que ocurre con un pronombre

con realización fonética que ocupe la posición de un objeto nulo, ya que

puede ser usado deícticamente o anafóricamente, para referirse al tópico del

discurso o al sujeto matriz, respectivamente. Si el objeto nulo fuera

analizado simplemente como un pro, lo que se esperaría es que sus

posibilidades referenciales fueran las mismas de los pronombres con

realización fonética.

Además, la categoría pro está excluida de la posición de objeto porque,

tanto PRO como pro están sujetos a la Regla de Control Generalizada (RCG),

la cual establece que un pronominal vacío debe estar coindizado por el

elemento nominal más cercano. Si pro ocurre en la posición de objeto,

entonces debe estar coindizado con la FN más cercana, es decir, su propio

sujeto, de acuerdo a la RCG. Esta coindización violaría el principio B de la

teoría del ligamiento, el cual plantea que los pronombres deben estar libres

en su categoría de gobierno.

De los planteamientos hechos por Huang (1992) podemos generalizar

que el objeto nulo debe ser incluido dentro del inventario de categorías

vacías como una nueva categoría, especificada con los rasgos [- anafórico] y

170   

[- pronominal], es decir, se comporta como una expresión referencial, que

responde al principio C de la teoría del ligamiento, el cual expresa que una

expresión referencial debe ser libre en cualquier contexto. De manera que

puede ocupar la posición de objeto, pues no está sujeto a la RCG.

En consecuencia, las teorías de Gruber (1976), Bressnan (1978),

Huang (1992), y el postulado semántico de Fodor&Fodor (1980) parecieran

apoyar la posibilidad de que dentro del Programa Minimista (Chomsky, 2000,

2001 en adelante), se proyecte una posición de objeto, la cual debe codificar

rasgos intrínsecos de los nombres y otros rasgos adquiridos en la sintaxis.

Un aspecto intrínseco de los nominales es la noción de cantidad que,

de acuerdo con Bold (2002), es inseparable de los cuerpos, puesto que todos

tienen propiedades cuantificativas inherentes e inseparables, las cuales

mantienen la capacidad de ser cuantificadas o numeradas. Aunque no todos

los cuerpos pueden ser cuantificables de la misma manera; por ejemplo

papas y azúcar.

Así pues, uno de los rasgos que puede estar presente en la posición

proyectada para el objeto es el rasgo [propiedad cuantitativa], como se

observa en los ejemplos de los verbos de consumo en (23a-h):

(23)a. Juan comió cv. b. Trae la comida. A Juan le gusta comer cv caliente. c. María comió cv nerviosa. d. ¡Qué bien se come cv aquí, con este aire tan bueno! e. Dormías siempre en tu estudio y, a veces, incluso comías cv allí. f. En realidad, donde comimos cv fue en Barquisimeto. g. Yo estoy a dieta, pero tú comerás cv como de costumbre. h. Si no te importa, te invitaré a comer cv un día de estos.

171   

Y con otros verbos que no son de consumo como en (24a-h):

(24)a. ¿Cuál documento memorizó cuál documento el espía antes de comer cv? b. El Papa no escribió libros el mismo, alguien escribió cv por él. c. Esta novela divierte cv cuando uno la toma con sentido del humor. d. El que calla cv otorga cv. e. Es mejor reutilizar cv que reciclar cv. f. ¿Compraste cv en rebaja? g. Bata cv hasta espesarse y colorearse como un limón. h. ¿Qué libro archivaste qué librosin leer cv?

En el Programa Minimista, los rasgos son las propiedades del lenguaje

que entran en el sistema computacional y que son mapeados a la forma

fonológica y a la forma lógica. Ellos son las unidades básicas de construcción

de la sintaxis; y las formas como se combinan y se relacionan son las que

producen los fenómenos observados.

El rasgo [propiedad cuantitativa] tiene efecto en la interpretación

semántica, por lo tanto es un rasgo interpretable.

Un rasgo también puede tener efecto en la sintaxis de la palabra. Un

rasgo morfosintáctico es una propiedad de las palabras a la cual la sintaxis

es sensible, y que puede determinar la forma que tenga la palabra. Los

rasgos son los elementos esenciales de las lenguas que relacionan el sonido

con el significado. Por esto la propiedad cuantitativa es capaz de determinar

que el objeto tenga o no realización fonética.

Por otro lado, si partimos de la afirmación chomskyana dentro del

Programa Minimista de que los ítemes lexicales tienen rasgos idiosincrásicos,

codificados en el lexicón, así como rasgos que son adquiridos cuando entran

en una derivación particular, podemos asumir que cada categoría tiene sus

rasgos inherentes; pero dentro de un mismo dominio los rasgos deben

concordar para que la derivación no fracase. En consecuencia, si el rasgo

172   

[propiedad cuantitativa] es morfosintáctico e inherente al nombre, el verbo

puede adquirirlo a través de un principio, el cual enunciamos en (25):

(25).- Añada el rasgo [propiedad cuantitativa] a un verbo que no tenga otra propiedad cuantitativa.

Rasgos de este tipo deben ser revisados en una categoría funcional en

el borde izquierdo fuera de la cáscara verbal larsoniana.

Aunque no hay un consenso con respecto al conjunto de rasgos que

usan las lenguas naturales, hay rasgos que parecen relacionarse con

nuestras capacidades mentales esenciales, como la cuantificación, la medida,

el tiempo y la ubicación. Estos rasgos se profundizarán en los capítulos

posteriores.

Existe una vacilación en la mayoría de los verbos del español entre la

transitividad e intransitividad, puesto que los verbos intransitivos se usan

como transitivos al agregarles el objeto directo y viceversa.Los ejemplos en

(26–28), cuyas expresiones en inglés y en italiano son tomadas de Rizzi

(1986), mientras que las expresiones en español son nuestras, se evidencia

la opcionalidad de la realización fonética del objeto directo. En estos

ejemplos, el material lingüístico entre paréntesis es opcional.

(26) a. This leads (people) to the following conclusion. b. Questo conduce (la gente) allaseguenteconclusione. c. Esto conduce (a la gente) a la siguiente conclusión. (27) a. This sign cautions (people) against avalanges. b. Questocartellomette in guardia (la gente) contro le valanghe. c. Este cartel advierte (a la gente) contra las avalanchas.

(28) a. John is always ready to please (people). b. Gianni è sempre pronto ad accontentare (la gente). c. Juan está siempre listo para complacer (a la gente).

173   

Rizzi (1986), en su intento por demostrar que no siempre existe una

adecuación entre el papel temático inherente al significado lexical de un

verbo y los estancos estructurales en las representaciones sintácticas,

recurre al estatus sintáctico del objeto implícito, sobreentendido o nulo y

propone que la configuración que subyace a las expresiones en (26–28) es

como la que se presenta en (29), en la cual el símbolo ecestá en el lugar de

una categoría vacía (cv), la cual es un elemento fonéticamente nulo.

(29) VP

V NP X ec (Rizzi;1896:501) Este análisis se fundamenta en algunas subteorías del modelo

Principios y Parámetros (Chomsky; 1981).

Consideremos el Principio de Proyección propuesto por Chomsky

(1981) según el cual las representaciones en cada nivel sintáctico (la forma

lógica, la estructura-D y la estructura-S) se proyectan desde el lexicón,

donde estas representaciones contemplan las propiedades de

subcategorización de los ítemes lexicales. Si la opcionalidad de las

expresiones entre paréntesis en (21–28) es intuitivamente correcta, el objeto

faltante en esas expresiones es parte del significado lexical de los verbos

conducir, advertir y complacer en español y sus equivalentes en inglés e

italiano. También se puede nombrar el papel temático que recibe la cv, el

cual es el mismo que recibe la FN plena como objeto. El Principio de

Proyección nos hace pensar que la hipótesis en (29) es correcta.

174   

Para Rizzi (1986), la posición cv puede estar ocupada por un

pronombre genérico cero con un significado arbitrario; aunque las lenguas

particulares difieren en cuanto a las evidencias empíricas. Por ejemplo, el

lingüista asume que el objeto nulo en italiano está sintácticamente activo,

puesto que puede actuar como controlador, como ligador y como sujeto de la

predicación para las cláusulas reducidas adjuntas y argumentales; mientras

que el objeto nulo en inglés parece estar sintácticamente inerte en los

mismos contextos.

Con respecto al español, nosotros hemos encontrado que es similar al

italiano en cuanto al papel de controlador de la cv. Veamos los ejemplos en

(30):

(30) a. Esto conduce a la gente a la siguiente conclusión. b. Esto conduce cv a la siguiente conclusión. c. Esto conduce a la gente a [PRO concluir lo que sigue]. d. Esto conduce cv a [PRO concluir lo que sigue].

La agramaticalidad de la oración en (31) muestra que un objeto

controlador no puede omitirse en inglés.

(31) *This leads [PRO to conclude what follows].

La Generalización de Bach (1979:503), en (32), da cuenta de esta

restricción descriptiva:

(32) En las estructuras de control por el objeto, la FN objeto

debe estar estructuralmente representada. De manera que ningún objeto cero representado estructuralmente es

posible en inglés. Sin embargo, la expresión en (30d) en español está bien

formada. Esto quiere decir que la cv es un objeto cero nulo representado

estructuralmente.

175   

Con respecto al ligamiento, Rizzi (1986) afirma que el objeto nulo con

una representación arbitraria en italiano puede ser antecedente de una

anáfora. Para nosotros, este fenómeno en español puede tener lugar en una

expresión como en (33):

(33) El lado cómico de las situaciones los reconcilia cv unos con otros.

Aquí la locución unos con otros es un elemento anafórico que refuerza

el matiz de reciprocidad,el clítico los lo asumimos como un marcador de

concordancia. Este punto de vista será ampliado en el capítulo IV.

El evento expresado por el verbo transitivo reconciliar puede ejercer

una acción sobre el objeto como en (34a-b):

(34)a. Pero el hecho de que me acercara a ella pareció

reconciliarla momentáneamente… b. No han sido numerosas las tentativas por reconciliar la

legitimidad formal con la realidad tradicional. En suma, parece haber una fuerte evidencia de que en español, así

como en italiano, se puede proponer que existe un objeto nulo en las

situaciones descritas hasta ahora.

Un aspecto interesante lo observamos en cuanto a la predicación

secundaria, donde notamos que una categoría vacía puede estar modificada

por un adjetivo, como en (35a, b), y por un nominal, como en (35c).

(35) a. Trae la comida. A Juan le gusta comer cv caliente. b. La maestra llegó cv cansada. c. Nombraron cv embajador en Sierra Leona.

En (35a), la cv ocupa la posición del objeto del verbo comer y A Juan

ocupa la posición del sujeto dativo, de acuerdo a Masullo (1992), Cuervo

(2003) y Matera – Medina (2005). En (35b), llegar es un verbo inacusativo y

La maestra se genera como su argumento interno, el cual luego se mueve

176   

hacia la posición inicial. Mientras que en (35c), la cv se entiende como una

categoría vacía realmente arbitraria.

Cummins y Roberge (2004) señalan la asimetría que existe entre los

sujetos y los objetos en la gramática generativa. Por ejemplo, mientras que

el Principio de Proyección Extendida asegura que la posición de sujeto

siempre se proyecta; con respecto a los objetos, solo los verbos transitivos y

los inacusativos proyectan esta posición.

En un estudio basado en el inglés y el francés, los autores reiteran la

posibilidad de que los verbos intransitivos aparezcan con un objeto directo y

que los verbos transitivos aparezcan sin un objeto directo con realización

fonética. Nosotros observamos esto en español a través de los ejemplos en

(36a, b) y (37a, b), respectivamente:

(36) a. A María la fueron del trabajo. b. Pedro gruñó ofensas contra María. (37) a. El Papa no escribió su libro él mismo, alguien escribió cv por él. b. ¿Por qué los regalos de la casa del truco confunden cv?

Los autores proponen la idea de que los objetos nulos o implícitos

pueden ser atribuidos al Requisito de Transitividad (RT) en (38):

(38) Requisito de Transitividad (RT) Una posición de objeto está usualmente incluida en la FV

independientemente de la selección lexical. Según Cummins y Roberge (2004), la motivación empírica de esta

hipótesis es la evidencia bien documentada de que cualquier verbo transitivo

tiene el potencial de aparecer sin un objeto directo y cualquier verbo

inergativo tiene el potencial de aparecer con un objeto directo. El RT expresa

el concepto de que la transitividad es una propiedad del predicado (FV) más

que una propiedad del contenido lexical del verbo.

177   

En español, hay evidencias de que un objeto nulo o implícito tiene un

efecto:

(i) Los objetos nulos pueden entrar en una red de relaciones con

pronombres compatibles y algunas veces requieren correferencia con

pronombres o con otro objeto nulo, como en (39):

(39)a. Esta novela divierte cvi cuando unoi la toma con sentido del humor. b. El que calla cv otorga cv. c. Su actitud intimida cv, hasta que comprendes que es un farsante. d. Es mejor reutilizar cv que reciclar cv.

(ii) Los autores retoman la idea de que los objetos implícitos pueden

servir como el argumento de un predicado secundario, como en (40a,b):

(40) a. ¿Compraste cv en rebaja? b. Bata cv hasta espesarse y colorearse como el limón.

En este punto, creemos que es adecuado hacer mención del enfoque

propuesto por G. Legendre (1997) sobre las relaciones internas del

predicado secundario, y de este con el objeto directo. Según la autora, las

expresiones en (41a-d) tienen la configuración que se muestra en (42).

(41) a. Pedro (se) come la carne cruda. b. Pedro (se) ha servido la carne congelada. c. (Yo) he visto a María con lágrimas. d. (Yo) he conocido a María feliz.

178   

(42) FV V’ V’ F Gén(ero) V FN FNGén’ comer la carneiPROiGén FA Fem cruda (G. Legendre;1997:45) (La traducción es nuestra)

Notemos que en (41) el objeto directo tiene realización fonética y que

las predicaciones secundarias descriptivas orientadas hacia el objeto

incluyen frases adjetivales en (41a,d), participios pasados en (41b) y frases

preposicionales en (41c). Para la autora, el elemento vacío en la predicación

secundaria en español, en este caso, puede ser el elemento PRO en el

especificador en la frase funcional Gén controlado por el objeto directo del

verbo lexical. En el caso de que esta posición de objeto esté ocupada por

una cv, esta controla a PRO en el especificador de la predicación secundaria,

como ya hemos visto en los ejemplos.

(iii) Se requiere de un objeto implícito representado sintácticamente

para dar explicaciones acerca de la disponibilidad de una interpretación de

un vacío parasitario (parasitic gap) en las oraciones como en (43a,b):

(43) a. ¿Cuál documento memorizó cuál documento el espía antes de comercv? b. ¿Qué libro archivaste qué librosin leer cv?

179   

El fenómeno relacionado con los vacíos parasitarios en español

muestra la necesidad, aun dentro de un enfoque lexical, de proyectar una

posición argumental vacía.

(iii) Otro aspecto que abordanCummins y Roberge (2004) se relaciona

con el hecho de que el objeto nulo de un verbo transitivo puede recibir una

especificación adicional, como en (44a), mientras que el argumento de un

verbo inacusativo no se comporta de la misma manera, como en (44b):

(44) a. Es una cosa tan fácil de leer cv, sobre todo a los amigos. b. *Es una cosa tan difícil de partir, sobre todo a los amigos.

Los objetos nulos pueden observarse en diferentes construcciones y

los medios para recuperarlos también pueden ser diversos. Cummins y

Roberge (2004) proponen tres formas para recuperar la identidad o la

referencia de los objetos nulos. La primera es internamente a través del

material lingüístico en la F(rase) Flex(iva), en la teoría de P y P. Un medio

esencial de recuperabilidad se origina en las características lexicales del

verbo, así como en la verdadera interpretación del objeto prototípico. Por

ejemplo, el objeto prototípico de los verbos psicológicos que comúnmente se

encuentra con los objetos nulos es la interpretación de tercera persona

humana afectada, como en (45a,b):

(45) a. La magia de los deportes está en sorprender cv, en desconcertar cv. b. Donde el chef nunca vacila o despista cv es en la confianza por su gusto y la moderación de sus ingredientes.

La identidad de los objetos nulos determinados puede ir de lo

vagamente predecible, como en (46a), a lo más ajustadamente

determinado, como en (46b), a lo completamente predecible, como en

(46c):

180   

(46) a. −Juan, ¿qué haces? −Exploro {cv/la zona} b. En mi apuro por abrir cv, rompí la puerta. c. Juan montó a caballo todo el tiempo, nosotros desmontamos cv a la media hora.

El objeto nulo permitido internamente no refiere a otro elemento

lingüístico y no está en una relación con un nominal [+específico]:

(47) −¿Qué ocurrió con todas las hortalizas? −Bueno, Juan (las) ha estado picando cv en pedacitos toda la tarde.

Cuando el objeto nulo permitido internamente no refiere, no alude y

no es anafórico, el significado comunicacional, o la pragmática, puede actuar

en la interpretación y lo que decimos puede contribuir a la implicación de

una referencia buscada por el que pronunció la expresión. Por ejemplo, la

expresión en (48):

(48) −Tenemos que desechar los platos feos antes de que lleguen tus futuros suegros. −Bien, tú lavas cv y yo seco cv.

Otros factores que realzan la recuperabilidad se encuentran en la

FFlex. Estos incluyen los factores que contribuyen a la desactualización, es

decir, la referencia a un evento no existente, no real, como en la secuencia

de verbos en (49), el imperativo en (50), los usos de contraste en (51), el

infinitivo en (52) y el tiempo genérico en (53):

(49) Secuencia de verbos: Él robará cv, atracará cv y asesinará cv. (50) Imperativo: Deja ver cv. (51) Usos de contraste: Él teoriza acerca del lenguaje, yo solo describo cv. (52) Infinitivo: Para compensar cv, he decidido usar estos símbolos fonéticos de ahora en adelante.

181   

(53) Tiempo presente genérico: Un pintor perturba cv mucho menos que un escritor.

Cummins y Roberge (2004) sugieren que el objeto nulo se puede

describir como un objeto cognado nulo. Los objetos cognados plenos con

realización fonética si no están especificados no añaden ninguna

información semántica más allá de la que contiene el verbo mismo. El

objeto cognado nulo es similar y por esto las construcciones con objetos

cognados nulos se describen como si se enfocaran en el evento expresado

por el verbo. Los autores comparan la interpretación que contiene un objeto

cognado nulo con la interpretación constitutiva (Theticinterpretation): “una

afirmación es hecha en cuanto a la existencia de un objeto o de un evento

que involucra el objeto” (Basílico; 1998: 542) (la traducción es nuestra).

Pero el objeto no es aislado del evento.

La propuesta de los autores es que el objeto cognado nulo es

estructuralmente un nombre vacío y nulo. Esta clase de objeto puede

concebirse como un constituyente cuyo contenido semántico se deriva del

verbo, por lo tanto, es semánticamente cognado con el verbo:

(54) V

V N cognado

El objeto cognado nulo está disponible para todos los verbos. La

diferencia entre los tradicionalmente llamados verbos transitivos y los

inergativoses que el objeto cognado nulo es el objeto más marcado para los

verbos transitivos y el objeto menos marcado para los inergativos, como en

(55a,b). Además, ambas clases pueden tener objetos que son

semánticamente independientes del verbo, como en (55c):

182   

(55) a. VVObjetos cognados nulos Comer N comible Dormir N que puede dormir

b.V VObjetos lexicalmente condicionados Comer un cambur Dormir una buena siesta c.VVObjetos lexicalmente independientes

Comer tierra Dormir al vigilante

(hacer comer tierra a alguien) (sacarlo de su función forzosamente)

En un estudio más reciente sobre el objeto nulo en francés, Cummins y

Roberge (2005) toman la propuesta de Lambrecht y Lemoine (1996),

quienes basados en la noción de la referencia “definida” e “indefinida”

resaltan los diferentes factores léxicos, construccionales, pragmáticos,

discursivos que deben figurar en la comprensión de los objetos nulos.

El propósito de Cummins y Roberge (2005) es determinar cómo los

objetos nulos se adecuan a los sistemas gramaticales, semánticos y

pragmáticos del francés. En nuestro caso, veremos cómo las consideraciones

sobre el objeto nulo hechas por estos lingüistas se manifiestan en los

sistemas sintáctico y semántico en español. El aspecto pragmático está fuera

del alcance de esta tesis.

Un aspecto que debe ser considerado es el de la clasificación de los

objetos nulos. Varios autores, citados por Cummins y Roberge (2005), están

de acuerdo con establecer una distinción mayor entre los objetos nulos cuya

interpretación es libre del contexto, es decir, con un referente no-específico y

aquellos que tienen un referente específico. Por ejemplo, Larjavaara (2000)

propone la distinción genérico/latente basada en la habilidad del escucha

para identificar un posible referente. Las categorías de indefinidos (aquellos

objetos nulos que no pueden referirse a una entidad en el discurso) y

183   

definidos (aquellos objetos nulos que se deben interpretar como referidos a

una entidad en el discurso) propuestas porLambrecht y Lemoine (1996)

capturan una distinción similar. Sin embargo, estos añaden una tercera

categoría, la cual denominan libres, para indicar los casos indeterminados.

El propósito de estas distinciones es diferenciar los casos canónicos de

estos dos tipos. Cummins y Roberge (2005) lo ilustran con ejemplos del

francés, nosotros presentamos los ejemplos en español.

(56) Genérico/indefinido Los escritores atraen cv sexualmente. (57) Latente/definido Antes, yo tuve mi expedientei en Jester, pero loi eliminé cvi.

En (57), el clítico lo indica la concordancia con los rasgos φ de la posición de objeto.

Ahora bien, entre los polos canónicos expresados en (56) y (57)hay

casos difíciles de clasificar, como el que vemos en el ejemplo en (58):

(58) El cantante Simón Díaz nos regaló uno de sus éxitos, “Caballo viejo”, lo cual nos conmovió cv mucho.

En casos como este, el objeto nulo es parcialmente identificable a

partir del contexto del habla, pero no es definido o específico. Esto es, en

(58) se puede inferir que la referencia del objeto nulo de conmover puede

ser la totalidad del discurso (las personas presentes) o un subconjunto de

éste.

Al igual que en francés, podemos ver que casos como los de (58)

evidencian la necesidad de ir más allá de las clasificaciones basadas en la

distinción definido/indefinido para dar cuenta del rango completo de objetos

nulos en español.

184   

Así pues, apoyamos las suposiciones sintácticas y semánticas hechas

por Cummins y Roberge (2005). Desde el punto de vista sintáctico, los

lingüistas asumen las operaciones minimistas básicas, la más importante es

el Ensamble, pues permite la creación de una Vmax a partir del Ensamble de

V y otro constituyente. Este se convierte en una relación V-objeto

interpretada como una relación complementación/transitividad.

Los autores también asumen que los objetos nulos están

estructuralmente presentes, afirmación que es fundamental para nuestro

trabajo. Continúan apoyándose en el Requisito de Transitividad, propuesto

por Roberge (2002) y sostienen que todos los objetos nulos están

sintácticamente representados. El Requisito de Transitividad, el cual es

paralelo al Principio de Proyección Extendido para los sujetos, establece que

la posición de objeto (complemento del verbo) es proporcionada por la

Gramática Universal. Luego, la posición de objeto no es vista como una

característica que depende de los rasgos léxico–semánticos del verbo, sino

más bien como un elemento integral del predicado.

El PPE establece una clara distinción entre la selección y la

subcategorización, de manera que un sujeto externalizado es ensamblado sin

considerar si el verbo lexical lo selecciona o no. El Principio de Proyección, el

cual en la teoría de P y P se aplica a los objetos directos (entre otros

argumentos) hace lo opuesto: establece que la selección y la

subcategorización son una sola y la misma. Consecuentemente, una posición

de objeto directo es ensamblada dentro de la FV si y solo si el verbo lexical

selecciona uno, es decir, la relación V-objeto es una relación de selección o

subcategorización. El Requisito de Transitividad propone extender la división

entre la selección y la subcategorización a la posición de objeto. Es decir, de

la misma manera que el PPE hace que la posición del sujeto sea insertada, el

RT hace que la posición de objeto siempre sea proyectada dentro de la

185   

FV.Empíricamente, esta propuesta surge de la evidencia presentada por

muchos investigadores, desde Blinkenberg (1960) hasta Larjavaara (2000),

de que la gran mayoría de los verbos (por lo menos en francés,y en nuestro

caso lo hemos visto también en español) pueden aparecer con y sin

complemento directo, sin considerar el contenido semántico del verbo o la

relación semántica entre el verbo y el objeto. Si este es el caso, debe

proyectarse opcional u obligatoriamente. La última opción, como ya hemos

dicho, la más restrictiva, está incorporada en el RT.

Cummins y Roberge (2005) definen un objeto nulo en forma

descriptiva como un elemento fonológicamente nulo en la FV, involucrado en

el evento denotado por la FV. Si los sujetos son emsamblados en el

especificador de Fv, entonces un elemento nulo dentro de la FV se tomará

automáticamente como un objeto nulo, excluyendo los argumentos externos

de la definición. Esta definición amplía la cobertura empírica del concepto de

objeto nulo considerablemente, luego, un objeto nulo está presente en todas

las oraciones en español, que presentamos en (59):

(59) a. Uno de los dos invitados no ha comido cv. b. Rosa está muerta. ¿Cómo lo explicas cv? c. Tú estás retrasado. Yo loi observo cvi. d. La carta estaba en el suelo. Yo la recogí cv. e. Él lee cv una vez, él sabe cv. f. Bueno, José, a nosotros no nos gusta cv en absoluto. g. Una buena cerveza reconcilia cv con uno mismo.

Ahora bien, desde el punto de vista semántico, los autores parten de

que las suposiciones relacionadas con el componente sintáctico plantean la

cuestión de qué tipo derelación se mantiene entre un objeto directo y el

núcleo V si no están en una relación de selección. Claramente, bajo el punto

de vista presentado aquí, esta relación es más parecida a la selección. En

otras palabras, la semántica lexical del verbo contribuye con la interpretación

semántica real o potencial del objeto directo obligatoriamente ensamblado.

186   

Varias opciones están disponibles. Las propiedades lexicales del verbo sirven

para limitar las interpretaciones posibles del objeto directo. En este sentido,

la relación entre el verbo y el objeto pudiera ser un tipo de relación de

modificación. Pero esto no es comúnmente aceptado en una relación de

complementación. Este tema se aborda directamente en Hale y Keyser

(2000:88–94) pero en el contexto más restringido de los verbos

denominales.

Cummins y Roberge (2005) aceptan la sugerencia de Hale y Keyser

(2000:92) de que la relación se trata de la autorización clasificatoria

mediante la cual “el verbo identifica al complemento hasta cierto punto

suficiente” (la traducción es nuestra). Hale y Keyser (2000) usan el término

“hiponimia” para hacer referencia a esta relación de selección y la ilustran

como en (60):

(50) V V {bailar} N {bailar} bailar (Hale y Keyser;2000:93) (La traducción es nuestra)

Además de esta relación, se debe asumir que los ítemes lexicales (los

verbos, más específicamente) incluyen algún tipo de especificación en

cuanto a los papeles que tienen los participantes involucrados en la

denotación del ítem. Esta especificación puede ser un marco semántico o

rejilla temática. Sin embargo, dadas las suposiciones de Cummins y Roberge

(2005) con respecto al ensamblaje de un objeto, las especificaciones

temáticas estructuras pueden hacerse (i) remplazables, superfluas, puesto

187   

que no son responsables por la proyección de una posición de objeto, (ii)

incorrectas, puesto que las predicciones que hace son confirmadas.

Finalmente, la distinción bien reconocida entre sentido y referencia se

hace evidente de una manera crucial en el estudio de los objetos nulos. La

autorización semántica que adoptan Cummins y Roberge (2005) hace posible

que el verbo identifique su complemento. Cuando existe la referencia del

complemento, debe determinarse independientemente. Este es el punto en el

cual la pragmática puede desempeñar un papel, pero, como ya hemos dicho,

está fuera del alcance de este trabajo.

Estos lingüistas hablan de una tipología de objetos nulos para el

francés. En primer lugar, los objetos nulos definidos recuperados por un

clítico, los cuales son muy familiares en las lenguas romance y que en

español podemos ilustrar mediante el ejemplo en (60):

(60) Llamé a Juan, pero no loi pude alcanzar cvi.

Este caso normalmente no es mencionado en el estudio de los objetos

nulos, porque su recuperación por el clítico es completa, directa y obligatoria,

Sin embargo, este caso cabe en la definición de Cummins y Roberge (2005)

y es esencial en el reporte del fenómeno que estudiamos en este trabajo.

Cummins y Roberge(2005) adoptan un análisis estándar, aunque

controversial, el cual apoya el punto de vista de los clíticos objetivos como

indicadores de la concordancia con los rasgos φ de la posición de objeto. Los

autores explican que el objeto nulo es un pronominal nulo (pro); su

contenido semántico corresponde a sus rasgos φ (persona, número, género),

los cuales son recuperados a través de la revisión de rasgos (ver Roberge

1990, Sportiche 1998).

188   

En segundo lugar, están los objetos nulos definidos que en francés no

son recuperados por un clítico. Este caso es idéntico al anterior, con la

diferencia de que no hay un clítico con realización fonética. Al igual que el

objeto nulo recuperado por un clítico, este objeto nulo es definido,

referencial, aparece en los mismos contextos y su interpretación es idéntica.

Asimismo, la correferencia entre el nombre lexical y el objeto nulo es inferida

de la misma manera, puesto que ocurren exactamente en los mismos

contextos.

Ahora bien, al observar los ejemplos en español, notamos que el clítico

siempre aparece, por lo que consideramos que no es necesario proponer tal

tipo de objetos nulos.

(61) a. Una mano fue extendida hacia él. No necesita ayuda. Fastidiado, él lai ignoró cvi y subió. a’. *Una mano fue extendida hacia él. No necesita ayuda. Fastidiado, él ignoró cv y subió. b. -¿Revisaste tus entrevistas? - Lasi revisé cvi. b’. -¿Revisaste tus entrevistas? - *Revisé cv. c. (…) Y la mirada en su cara el día en que trajiste a casa una persiana decorada con una foto de Marilyn Monroe (…) si él realmente lai odiara cvi, la pondríasen el baño. c’. *(…) Y la mirada en su cara el día en que trajiste a casa una persiana decorada con una foto de Marilyn Monroe (…) si él realmente odiara cv, la pondrías en el baño.

Varios investigadores han analizado los objetos nulos definidos

referenciales como variables nulas ligadas por un tópico nulo u otro operador

nulo en la periferia izquierda. La evidencia a favor de este tipo de análisis

189   

usualmente involucra la inhibición del objeto nulo cuando hay otro material

lingüístico en el especificador de la FC.

Según Cummins y Roberge (2005), un tercer tipo de objeto nulo, el

objeto nulo cognado, se corresponde con el caso canónico de objeto nulo

genérico o indefinido, en lo que es llamado usualmente uso absoluto.

Veamos un ejemplo de uso absoluto en español:

(62) Desde lejos, Francia continúa atrayendo cv, pero de cerca los franceses fastidian cv.

Bajo el RT, los autores sostienen que aún en estos casos el objeto nulo

tiene representación sintáctica: no es una ausencia, no está incorporado

dentro del verbo, el verbo permanece transitivo. En el caso canónico

genérico o indefinido, el objeto nulo no tiene antecedente o referente posible

en el contexto lingüístico y extralingüístico. Además, el objeto nulo no puede

ser él mismo un antecedente de una expresión definida, como se observa en

(63):

(63) Con la tarjeta visa, usted empieza comprando cv y termina volando.

Como se observa no hay ningún antecedente lingüístico, ni ningún

posible referente del objeto nulo.

La inhabilidad para servir como un antecedente no es una

característica de todos los objetos nulos. En español, los objetos nulos que

son recuperados por clíticos pueden ser referentes de un pronombre,

recordemos el ejemplo en (61c), el cual retomamos en (64):

(64) Si realmente loi odiaras cvi lo pondrías en el baño.

En este ejemplo, el complemento de odiar es lo más parecido al

referentedel clítico lo.

190   

La semántica del objeto nulo en el uso absoluto corresponde con la

semántica de un objeto prototípico del verbo, así:

(65) a. Comprar cv (cv = lo que es o puede ser comprado) b. Fastidiar cv (cv = lo que es o puede ser fastidiado)

En este sentido, estos objetos nulos corresponden con los objetos

cognados, cuya semántica es derivada de la semántica del verbo, como en

(66):

(66) a. Vivir la propia vida, cantar una canción. b. Combatir el último combate. c. ¡Qué sueño soñé!

Estas características les permitieron a Cummins y Roberge (2005)

explicar la afirmación hecha por ellos en su trabajo anterior de que el objeto

nulo en francés, en su uso absoluto, es un objeto nulo cognado, un nombre

cuya semántica es derivada a partir de la semántica del verbo. En nuestro

caso, estos argumentos nos han permitido justificar el objeto nulo en

español.

En este trabajo, nuestro interés está relacionado con el intento de

especificar las fuerzas conceptuales y lingüísticas para la construcción de las

bases del conocimiento relacionado con la transitividad y su efecto en la

telicidad.

Como ya hemos observado, Cummins y Roberge (2004, 2005) asumen

una posición, desde el punto de vista sintáctico, en la cual una posición de

objeto interno en la FV siempre es obligatorio debido a razones conceptuales

y empíricas. En su propuesta, tiene un papel importante el enfoque de Hale

y Keyser (1993, el cual es el fundamento de su trabajo del 2000 y que es

citado porCummins y Roberge en el 2005) relacionado con los verbos

denominales. Estos autores se apoyan en la suposición fundamental de que

191   

la sintaxis se proyecta a partir del lexicón. El caso especial que Hale y Keyser

(1993) investigan es el relacionado con verbos en inglés como shelve (poner

en un estante) y saddle (ensillar). Los lingüistas, siguiendo a Baker (1998),

asumen que tales verbos se forman a través de la incorporación del nombre

hacia algún tipo verbo. El resultado corresponde al verbo denominal. Este

proceso de incorporación debe adecuarse a ciertos principios sintácticos,

entre los cuales se encuentra la Restricción del Movimiento del Núcleo, que

se enuncia como en (67):

(67) La Restricción del Movimiento del Núcleo Un X° sólo se puede mover hacia un Y° que lo gobierne (Hale y Keyser;1993:55) (La traducción es nuestra)

Baker (2009) afirma que, de acuerdo con todos los registros, una

propiedad de la incorporación del nombre hacia un núcleo verbal en muchas

lenguas solo se puede interpretar como la expresión del argumento objeto

directo/tema. Baker (2009) considera que el movimiento del núcleo se

necesita en la teoría generativa, contrario a la posición reduccionista de

algunos sintactistas que trabajan en el marco del minimismo.

Hale y Keyser (1993) explican que, esencialmente, el proceso

derivacional de los verbos denominales de dos tipos: (i) inergativos o

verdaderamente intransitivos; (ii) locatum y locativos; así como de los

verbos deadjetivales. Esta derivación implica el proceso de la incorporación.

Este proceso involucra una raíz, nominal o adjetival, desnuda y un verbo

fonológicamente vacío. Tanto el nombre como el adjetivo son complementos

del verbo. En un movimiento de núcleo a núcleo se adjunta el nombre o el

adjetivo a una raíz verbal, y así se fusionan dos ítemes en una palabra.

Luego, el verbo ya no está vacío, pues comparte la matriz fonológica del

nombre o del adjetivo, como vemos en (68a,b):

192   

(68) a. V’ b. V’ V FN V FA N V N A V A h h

(Matera y Medina;2005:83)

Es necesario resaltar que, de acuerdo con esta teoría presentada por

Hale y Keyser (1993), aun los llamados verbos inergativos presentan una

frase nominal como complemento. Este aspecto es fundamental para la

teoría sintáctica de Cummins y Roberge (2005).

Por otro lado, Roberts (2011) comenta las razones que condujeron a

Chomsky (2001) a sugerir la exclusión del movimiento del núcleo de las

operaciones esenciales de la sintaxis estricta. Una razón es la afirmación de

Chomsky (2001:37) de que el movimiento del núcleo nunca afecta la

interpretación: “Los efectos semánticos del sistema flexivo central son

escasos o inexistentes, en contraste con el movimiento-FX” (la traducción es

nuestra). Otra razón está relacionada con la naturaleza del disparador o

elemento que impulsa el movimiento del núcleo: por ejemplo, T en una

lengua como el francés, el cual presenta un movimiento de la FD constante

hacia el especificador de la FT y un movimiento de V hacia T (Pollock; 1989).

Luego, T debe tener los disparadores relevantes para estos movimientos:

rasgos-φ (no-interpretables/no-valorados) y un rasgo EPP para impulsar el

movimiento de la FD y, presumiblemente, alguna forma de rasgos-V

combinados con un rasgo disparador del movimiento que impulse el

movimiento de V. Si todo ocurre como se espera, el sistema debe tener la

información relacionada con los rasgos lo suficientemente especificada para

193   

ser capaz de distinguir correctamente los dos conjuntos de disparadores: un

disparador del movimiento-FX para D y un disparador del movimiento del

núcleo para V.

Roberts (2011) menciona otras razones y las reacciones que estas han

provocado, las cuales han conducido a una re-evaluación del movimiento del

núcleo. Queda abierta la pregunta de por qué no se considera como parte de

la sintaxis el movimiento del núcleo.

La posición asumida por Chomsky (2001) y otros investigadores que

trabajan en el marco minimista debilita la posición sintáctica fuerte de

Cummins y Roberge (2004, 2005). Por esto, además del aspecto sintáctico,

es necesario considerar el aspecto semántico que abordaremos desde el

punto de vista de Dowty (1991) y Beavers (2006).

3. 2.La evidencia semántica: Dowty (1991) y Beavers (2006)

La realización sintáctica de los argumentos de un verbo es en gran

parte predecible por la semántica lexical del verbo. Esta posición está

sistematizada en la Hipótesis de la Alineación Universal (Universal

AlignemetHypothesis) de Perlmutter y Postal (1984), que presentamos en

(69):

(69) Hipótesis de la Alineación Universal Existen principios de la GU los cuales predicen la relación [gramatical] inicial que lleva cada nominal en una cláusula determinada a partir del significado de la cláusula.

(Beavers;2006:1) (La traducción es nuestra)

Para saber a cuáles aspectos del significado de la cláusula y a cuáles

categorías morfosintácticas o relaciones gramaticales se refiere esta

hipótesis, es necesario examinar una serie de cláusulas y hallar los aspectos

comunes subyacentes. Consideremos las oraciones en (70a,d):

194   

(70) a. Luis rompió el vaso. b. Luis pintó el garaje. c. Luis movió los platos. (Beavers; 2006: 1) (La traducción es nuestra) d. Luis hundió el libro.

En cada una de estas oraciones hay un agente o causador del evento,

quien actúa sobre otro participante llamado paciente. En todos los casos, el

paciente es afectado o cambiado de alguna manera. Además, el agente está

codificado como sujeto en todos los casos y el paciente está codificado como

el objeto directo. La correlación es sistemática. Estos hallazgos hacen

suponer que, por lo menos, las nociones semánticas de causa y efecto son

relevantes para la realización argumental. Podemos preguntarnos cuál es la

mejor forma de representar tales elementos del significado y cómo podemos

relacionarlos a la codificación morfosintáctica de los participantes

involucrados.

Algunas teorías sobre la materialización de los argumentos han basado

sus generalizaciones en la noción de la prominencia morfosintáctica, con

respecto a los co-argumentos de un solo verbo en una cláusula

determinada, comprendida como alguna asimetría morfológica o sintáctica

que se presenta entre ellos. Una forma de definir la prominencia

morfosintáctica es en términos de la marcación del caso morfológico que

lleva cada argumento. La marcación determina una clasificación de los casos

de los nominales en una jerarquía de marcación. Por ejemplo, en los sistema

nominativo-acusativos de marcación de caso, el caso nominativo es menos

marcado que el caso acusativo, el cual es menos marcado que el caso

dativo, el cual es menos marcado que los casos oblicuos, etc. En términos

de marcación, podemos decir que un participante materializado en un caso

menos marcado es más prominente morfológicamente que uno materializado

en un caso más marcado.

195   

La prominencia morfosintáctica, también se puede definir en términos

de las funciones gramaticales tales como el sujeto, el objeto directo, el

objeto indirecto y el oblicuo.

En términos de accesibilidad a los fenómenos morfosintácticos, se

puede decir que un participante que tiene una función gramatical más

accesible es más prominente morfosintácticamente que un participante cuya

función gramatical es menos accesible. Igualmente, muchas teorías de la

sintaxis han asumido que hay asimetrías estructurales o configuracionales

entre los co-argumentos de un núcleo sintáctico en términos de nociones

tales como c-comando, donde los sujetos c-comandan los objetos, pero no a

la inversa. En términos de c-comando, podemos definir un participante como

más prominente morfosintácticamente que otro si el primero c-comanda al

segundo (otra vez se predice que el sujeto es más prominente que los

objetos directos respectivos en (70)). Cada uno de estos factores

morfosintácticos, resumidos en (71), proporciona una forma de decir que un

argumento de un verbo es más prominente morfosintácticamente que otro:

(71) Jerarquía del caso Jerarquía de accesibilidad Configuración Nom> Ac >Dat>Obl SU > OD > OI > OBL SU c-comanda OD (c.f. Croft; 2003: 142) (Keenan &Comrie; 1997: 66) (Chomsky; 1981)

(Beavers;2006:3) (La traducción es nuestra)

La prominencia morfosintáctica con respecto a dos participantes

normalmente se asume que está atada, de alguna manera, a la prominencia

semántica de estos dos participantes. La prominencia semántica se puede

definir de varias formas, pero casi siempre esta noción se define en términos

de alguna clase de componente estructurado en el significado del verbo de la

cláusula. Los enfoques iniciales de la semántica lexical asumieron que el

significado de un verbo consistía, por lo menos parcialmente, en una lista de

etiquetas de papeles temáticos que el verbo asigna a sus argumentos

196   

(c.f.Gruber;1965). Además, estas etiquetas de papeles temáticos son

normalmente alineadas la una con respecto a la otra en términos de una

jerarquía de papeles temáticos. La alineación relativa de los papeles

temáticos de acuerdo con la jerarquía determina la prominencia con respecto

a cómo se materializan los participantes que llevan esos papeles. Por

ejemplo, Baker (1997) (c.f. Beavers;2006:4) asume una jerarquía de los

papeles temáticos en la cual al agente supera al paciente y el paciente

supera al beneficiario, como se muestra en (72):

(72) a. Luis le dio el libro a Luisa. a’ Agente > paciente > beneficiario

La investigación más reciente ha asumido que el significado de una

cláusula consiste, esencialmente, en una estructura eventiva que captura la

estructura básica del evento descrito por la cláusula en términos de una

descomposición estructurada en subeventos más básicos. Por ejemplo el

evento causado de cambio de estado descrito en Luis rompió el vaso puede

ser descompuesto en un subevento causante y un subevento de cambio de

estado que está incrustado o es posterior al subevento causante. La plantilla

eventiva para Luis rompió el vaso se muestra en (73):

(73) [ACTUAR X], CAUSAR [CONVERTIRSE Y <roto>]]

Beavers (2006) estableceque:

“mientrasestas son jerarquías de roles temáticos o odescomposición de predicados, un principio muy simple (y seductive) guíatodoestetrabajo,estoes, que la prominenciamorfosintácticarefleja la prominenciasemántica, un principio referidopor Levin y Rappaport (2005: 14 off)como “representación de la prominencia”. Sin embargo, los tipos de análisisquehanseguido en estatradiciónhantendido a sercirculares en naturaleza. Las relaciones de prominenciasemántica sonusualmenteestablecidasbasadaslasrelaciones de prominencioamorfosintácticaqueellosquierenexplicar” (Beavers; 2006: 5).

197   

En particular, la mayoría de las teorías de la semántica lexical han

codificado la prominencia semántica en términos de la estructura de las

representaciones del significado lexical, el cual es luego relacionado

directamente con la estructura de las jerarquías de prominencia

morfosintáctica en (71). Mientras que las jerarquías de prominencia

morfosintáctica como las que se presentan en (71) normalmente son

motivadas en aspectos morfosintácticos independientes, a las propiedades

estructurales de las representaciones del significado lexical necesariamente

no se les da una motivación semántica independiente.

Dentro de la semántica lexical, un punto de vista importante es la

teoría de la selección del sujeto y del objeto propuesta por Dowty (1991), la

cual se basa en la implicación lógica lexical y los proto-papeles. Esta teoría

tiene dos propiedades cruciales. El autor asume que los papeles temáticos

no son etiquetas atómicas, sino conjuntos de implicaciones lógicas lexicales.

Estas son propiedades asignadas por un predicado a sus argumentos en

virtud de los papeles que los argumentos tienen en el evento descrito por el

predicado. La otra innovación en esta teoría es que no hay condiciones

necesarias o independientemente suficientes sobre cuál o cuáles

implicaciones lógicas lexicales determinan la materialización del sujeto o del

objeto para un participante determinado. En su lugar, la selección del sujeto

y del objeto está determinada por los prototipos de los papeles temáticos o

los proto-papeles. Un proto-papel es un conjunto (pequeño) de implicaciones

lógicas lexicales muy generales que describen el papel de un participante

“canónico” de cierto tipo. No es un papel temático per se, en el sentido de

que este no es asignado por un verbo a uno de sus argumentos. Más bien,

un proto-papel es un criterio con el cual se puede comparar las propiedades

de los diferentes participantes en el mismo evento cuando se determine la

materialización argumental.

198   

Dowty (1991) propone dos proto-papeles, un proto-agente y un proto-

paciente, cuyas implicaciones lexicales definitorias se presentan en (74) y

(75):

(74) El proto-agente: (i) Participación volitiva en el evento o estado (ii) Sensibilidad (y/o percepción) (iii) Causar un evento o cambio de estado en otro participante (iv) Movimiento (con respecto a la posición de otro participante) (v) Existe independientemente del evento nombrado por el verbo (75) El proto-paciente: (i) Experimenta cambio de estado (ii) Tema incremental (iii) Causalmente afectado (iv) Estacionario (con respecto al movimiento de otro participante) (v) No existe independientemente del evento o no existe en absoluto

(Dowty;1991:572) (La traducción es nuestra)

Las propiedades en (74) definen un agente canónico, esto es, algo que

actúa volitivamente, es sensible, es un causador (del evento o de algún

cambio), es activo con respecto al paciente (tiene propiedades

independientes que le permiten estar en movimiento), y existe

independientemente del evento (no existe o deja de existir con el evento).

Cada implicación lógica lexical es técnicamente independiente de las otras

(esto es, no dependen las unas de las otras) y no son mutuamente

excluyentes (ninguna implicación lógica lexical excluye a otra).

Las propiedades en (75) definen un paciente canónico, esto es, algo

que experimenta un cambio de alguna clase (es movido o alterado), es un

tema incremental, es decir, determina la estructura aspectual del evento a

través de alguna función de mapeo homomórfico, esta propiedad será

explotada posteriormente en nuestro trabajo. El proto-paciente es

causalmente afectado por el agente (es manejado o manipulado de alguna

199   

manera), es estacionario con respecto al agente (no tiene la propiedad de

estar en movimiento independientemente del agente) y posiblemente no

existe independientemente del evento (puede existir debido al evento). Otra

vez,

estas propiedades son independientes. Ningún participante real en un

evento determinado debe satisfacer todas o cualquiera de estas condiciones.

Las propiedades que Dowty (1991) propone son motivadas por la

materialización argumental. Los ejemplos que usa el lingüista para motivar

las propiedades en (74) y (75) se muestran en (76) y (77), respectivamente,

donde cada propiedad es motivada por la existencia de algunas oraciones en

las cuales esa propiedad es el único determinante de la realización para

algún participante. Estos ejemplos son tomados de Dowty (1991;572–574) y

los presenta Beavers (2006:17). Las traducciones al español son nuestras.

(76) Ejemplos que ilustran la independencia de las implicaciones lógicas lexicales del proto-agente: a. Sólo la voluntad John is being polite to Bill/is ignoring Mary. ‘juan está siendo cortés con Bill/está ignorando a María.’ What he did was not eat [anything] for two days. ‘Lo que él hizo fue no comer [nada]durante dos días.’ b. Sólosensibilidad/percepción John knows/believes/is dissapointed at the statement. ‘Juan conoce/cree/está desilusionado por la afirmación.’ John sees/fears Mary. ‘Juan ve/le teme a María.’

200   

c. Sólocausalidad His loneliness causes his unhappiness. ‘Su soledad causa su infelicidad.’ Teenageunemployment causes deliquency. ‘El desempleo en los adolescentes causa la delincuencia.’ d. Sólomovimiento The rollling tumbleweed passed the rock. ‘El cardo ruso rodante rebas la roca’ The bullet overtook the arrow. ‘La bala rebasó la flecha.’ Water filled the boat. ‘El agua llenó el bote.’ He accidentally fell. ‘Él se cayó accidentalmente.’ e. Existencia independiente John needs a new car. ‘Juan necesita un carro Nuevo.’ (77) Ejemplos que ilustran la independencia de las implicaciones lógicas lexicales del proto-paciente (en las FNs objeto): a. John made a mistake. (Llegar a existir, por lo tanto (77e) más abajo) ‘Juan cometió un error.’ John moved the rock. (Cambio indefinido de posición) ‘Juan movió la piedra.’ John erasedthe error. (Dejar de existir) ‘Juan borró el error.’ b. Tema incremental John crossed the driveway/Filled the glass with water. (también estacionario con respecto a otros argumentos) ‘Juan atravesó el paso de vehículos/llenó el vaso con agua.’ c. Causalmente afectado Smoking causes cancer. ‘Fumar causa cáncer.’

201   

d. Estacionario con respecto a otro participante The bullet entered/overtook the arrow. ‘La bala entró en/rebasó la flecha.’ e. Existencia no-independiente del evento John built a house/erased an error. (Llegar a existir y dejar de existir, no es independiente de (77a) ‘Juan construyó una casa/borró el error.’ This situation constitutes a major dilemma for us. ‘Esta situación constituye un dilema mayor para nosotros.’ John needs a car/seeks a unicorn/lacks enough money to buy it. ‘Juan necesita un carro/busca un unicornio/carece de suficiente dinero para comprarlo.’

Crucial para la teoría de la realización argumental propuesta por Dowty

(1991) es la ‘prototipicalidad’ de los co-argumentos del mismo verbo. El

proto-agente y el proto-paciente de un verbo determinado son los

participantes en el evento que llevan la mayoría de las implicaciones lógicas

lexicales de proto-agente y proto-paciente con respecto a sus co-

argumentos. El enlace de los participantes a las funciones de sujeto y de

objeto de un verbo particular está determinado por el siguiente principio:

(78) Principio de la Selección Argumental En los predicados con un sujeto gramatical y un objeto gramatical, el argumento para el cual el predicado [lexicalmente] implica el mayor número de propiedades de proto-agente será lexicalizado como el sujeto del predicado; el argumento que tenga el mayor número de implicaciones [lexicales] de proto-paciente será lexicalizado como el objeto directo.

(Dowty;1991:576)

Beavers(2006) cita un ejemplo relacionado con el verbo build

(construir) como en la oración Juan construyó la casa. El verbo construir le

asigna a uno de sus participantes (el CONSTRUCTOR)más o menos todas las

implicaciones en (74). Por ejemplo, este es presumiblemente volitivo en el

ejemplo (o por lo menos interpretado como volitivo aun para agentes no

volitivos como en La computadora construyó el módulo), este es sensible o

202   

tiene alguna percepción (o es interpretado como tal), este causa un cambio

de estado en otro participante, el cual puede ser referido como lo

CONSTRUIDO (causa que lo CONSTRUIDO sea construido), este se mueve en

forma independiente de lo CONSTRUIDO (en realidad metafóricamente), y

existe en forma independiente del evento. No parece que muestre alguna

implicación lógica lexical de proto-paciente. Luego, un constructor es un

proto-agente canónico, o por lo menos tiene la mayoría o todas las

implicaciones de proto-agente.

Por otro lado, lo CONSTRUIDO tiene la mayoría o todas las

implicaciones lógicas lexicales de proto-paciente, las cuales son asignadas

por el verbo construir. Por ejemplo, este experimenta un cambio de estado,

es un tema incremental (las partes estructuradas del evento de construir

están relacionadas con las partes estructuradas de la cosa que se construye),

es causalmente afectado en el evento de la construcción, es estacionario con

respecto al movimiento del CONSTRUCTOR, llega a la existencia en el curso

del evento y así su existencia es contingente al evento. Este no muestra

ninguna implicación lógica lexical de proto-agente. Luego, el CONSTRUCTOR

es el proto-agente y lo CONSTRUIDO es el proto-paciente de construir. Por

el Principio de la Selección Argumental, el sujeto de construir es el

CONSTRUCTOR y el objeto directo es lo CONSTRUIDO.

Dowty (1991) comenta dos corolarios del Principio de Selección

Argumental, a saber:

“Corolario 1: Si dos argumentos de una relación tienen (aproximadamente) igual número de propiedades implicadas de proto-agente y de proto-paciente, entonces cualquiera o ambos pueden ser lexicalizados como el sujeto (e igualmente para los objetos). Corolario 2: Con un predicado de tres lugares, el argumento no-sujeto que tenga el número mayor de propiedades de proto-paciente implicadas será lexicalizado como el objeto directo y el no-sujeto que

203   

tenga menos propiedades implicadas de proto-paciente será lexicalizado como un objeto oblicuo preposicional. Del mismo modo, si dos argumentos no-sujetos tienen aproximadamente igual número de propiedades de proto-paciente implicadas, cualquiera de los dos o ambos pueden ser lexicalizados como objeto directo.” (Beavers; 2006:19) (La traducción es nuestra)

El corolario 1 se manifiesta de dos formas. Primero, hay verbos que

permiten las alternancias del sujeto y del objeto, normalmente simétricas.

Por ejemplo, los verbos estativos de comparación o configuración tales como

parecerse e intersectar (en su lectura estativa), de manera que se

encuentran alternancias como Juan se parece a María vs María se parece a

Juan (los cuales son equivalentes desde el punto de vista de la condición

veritativa) y La línea A intersecta la línea B vs La línea B intersecta la línea A.

Esto no equivale a decir que las variantes son intercambiables, puesto que

ellas pueden cambiar la información estructuralmente (por ejemplo, cuál

participante es el tópico discursivo) y para parecerse quizás cada variante

refleja una selección diferente de cuál participante es la base de la

comparación y cuál es el activamente comparado. Sin embargo, ningún

participante lleva implicaciones lógicas lexicales de proto-papel.

Segundo, hay pares de verbos como comprar y vender. Para Juan le

vendió a María un carro y María compró el carro de Juan ambos participantes

animados son igualmente el agente de una transacción comercial, donde

Juan recibe el dinero de María en intercambio por un carro y María recibe un

carro de Juan en intercambio por dinero. Luego, cualquiera de los

participantes pudo ser materializado como el sujeto que describe la

transacción.

El corolario 2 hace predicciones acerca de los verbos con asignaciones

no-simétricas de proto-agente y proto-paciente, que además tienen más de

dos participantes. Hay dos predicciones que resultan de este corolario. La

204   

primera tiene que ver con que si hay tres participantes y uno es el sujeto (y

en consecuencia probablemente el proto-agente), entonces de los dos

participantes restantes el más proto-paciente es el objeto y el otro es no-

sujeto, no-objeto. Esto es más o menos lo que uno esperaría a partir del

Principio de la selección argumental, puesto que el proto-agente y el proto-

paciente deben ser sujeto y objeto respectivamente, y no deja ninguna

función gramatical para el tercer participante. La segunda predicción es que

si los dos participantes no-sujetos son igualmente como proto-pacientes, es

decir, tienen el mismo número de implicaciones lexicales de proto-paciente,

entonces cualquiera puede ser materializado como el objeto directo y el otro

como un oblicuo. Como el corolario 1, este predice que debemos encontrar

verbos de tres argumentos que exhiban alguna alternancia objeto/oblicuo y

segundo que debemos encontrar pares de verbos que manifiesten cada

opción de realización, en ambos casos sin una diferencia apreciable en

significado con respecto a la asignación de papel temático.

El primer caso tiene como ejemplo un verbo como blame (= culpar), el

cual muestra una alternancia objeto/oblicuo como en John blamed Mary

forhisproblems (Juan culpó a María de sus problemas) vs John

blamedhisproblemson Mary (Juan culpó a María de sus problemas), y no

muestra contrastes semánticos relevantes. Sin embargo, Beavers (2006)

dice estar consciente de ejemplos en inglés o en cualquier otra lengua que

demuestren la segunda predicción, esto es, pares verbales similaresa

comprar/vender que son verbos de tres argumentos que describen más o

menos las mismas situaciones donde cada verbo lexicaliza el mismo

participante como sujeto, pero un participante diferente como objeto directo

sin una diferencia apreciable en el significado. Ahora bien, el lingüista no

intenta explicar por qué estos verbos son difíciles de encontrar.

205   

Beavers (2006) adopta y modifica las propuestas de Dowty (1991) al

dar definiciones más explícitas de lo que quiere interpretar como un papel

temático, cómo los papeles temáticos son asignados a los participantes y las

nociones teoréticas adoptadas en la discusión de las alternancias

argumeto/oblicuo. El autor comienza por hacer explícita la noción de

estructura argumental que está implícita en el enfoque de Dowty (1991) y

critica el hecho de que este solo se aplica a verbos con un sujeto y un objeto

(y posiblemente a un tercero, el argumento oblicuo)y no cubre los verbos

intransitivos con un solo argumento o los verbos intransitivos con

complementos oblicuos. Como uno de los propósitos principales del trabajo

de Beavers (2006)es acomodar un conjunto más diverso de los patrones de

enlace, el lingüista propone revisar el Principio de la Selección Argumental

como en (79), para dar cuenta de otros tipos de verbos.

(79) Principio de la Selección Argumental (Revisión 1) En los predicados con un sujeto gramatical, un argumento que tenga el mayor número de implicaciones lexicales de proto-agente será lexicalizado como el sujeto del predicado; si el predicado autoriza un objeto gramatical, un argumento que tenga el mayor número de implicaciones lexicales de proto-paciente será lexicalizado como el objeto directo.

(Beavers;2006:34) (La traducción es nuestra)

Esta modificación involucra dos revisiones cruciales. Primero, el autor

cambia la referencia de “el” participante que lleve un número mayor de

implicaciones lexicales de proto-agente o proto-paciente hacia “un”

participante que lleve un número mayor de implicaciones lexicales de proto-

agente o proto-paciente. Esto, debido a la posibilidad de que dos

participantes puedan tener números iguales de implicaciones lexicales de

proto-agente o deproto-paciente, en cuyo caso solo uno puede ser

lexicalizado como el sujeto o el objeto y el otro debe ser materializado como

un oblicuo. Segundo, mientras que Beavers (2006) asume que todos los

predicados tienen un sujeto gramatical, donde el sujeto es algún argumento

206   

que tenga tantas o más implicaciones lexicales de proto-agente que otro, la

materialización de un participante de proto-paciente como un objeto directo

es contingente a un predicado que permita un objeto directo. En principio,

debe haber tres tipos de verbos que consideren la autorización de un objeto

directo, esto es, tres tipos de verbos que consideren su Estructura

Argumental del Predicado (EAP), definidos en términos de las funciones

gramaticales, como en (80):

(80) a. Verbos que obligatoriamente deben tener un objeto directo V: EAP < Sujeto, Objeto, … > b. Verbos que toman un objeto opcional V: EAP < Sujeto, (Objeto), … > c. Verbos que no permiten un objeto directo V: EAP < Sujeto, … >

(Beavers;2006:35) (La traducción es nuestra)

Cuáles predicados permiten o no los objetos directos, opcionalmente o

de otra forma, es esencialmente una pregunta sobre qué subyace a la

transitividad en las lenguas, un tema complejo del cual Beavers (2006) no

intenta hablar completamente en este trabajo puesto que su foco primario es

sobre la semántica de las alternancias argumento/oblicuo. Sin embargo, no

sería sorprendente si los factores que determinan la transitividad en las

lenguas y los que figuran en las alternancias objeto/oblicuo están

relacionados. Por el momento, el autor asume que el verbo requiere un

objeto directo, permite un objeto directo opcional o no permite un objeto

directo. Debido al principio de la selección argumental, un proto-agente

siempre está enlazado al sujeto en la EAP del verbo, y si este autoriza un

objeto directo (obligatorio u opcional), entonces debe ser un proto-paciente.

Cualquier participante autorizado por el verbo que no es materializado como

un sujeto o un objeto debe ser materializado como un oblicuo o no debe ser

materializado.

207   

Beavers (2006) también asume que, además de su estructura

argumental, un verbo autoriza un conjunto de papeles temáticos, como en

(81):

(81) V: PAPELES < R1, …, Rn>

El verbo V autoriza n papeles (esto es, n participantes). Cada papel

temático Ri es un papel temático individual, en el sentido de Dowty

(1989:76), definido como el conjunto de implicaciones lexicales específicas

del verbo que relacionan un participante x con el evento e. Lo vemos en

(82):

(82) ∀α[α∈Ri→α (x,e)]

Los elementos α en Risonespecíficos del verbo V y describen la participación exacta de x en e. Por ejemplo, para el verbo construir los papeles asignados son CONSTRUCTOR y CONSTRUIDO, dos conjuntos de implicaciones lógicas lexicales que son muy específicos de los eventos de construir. (83) Construir: PAPELES < CONSTRUCTOR, CONSTRUIDO >

Como ilustración, las implicaciones lexicales de un CONSTRUIDO

podrían estar formadas por las siguientes propiedades, entre otras:

(84) Propiedades de un CONSTRUIDO i. De estar no construido pasa a estar construido ii. Está homórficamente relacionado con el evento de construir iii. Está dirigido por el CONSTRUCTOR iv. Es inactivo con respecto al CONSTRUCTOR v. Llega a la existencia en el evento de construir vi. …

(Beavers;2006:36) (La traducción es nuestra)

Para el papel de lo CONSTRUIDO en (84), mínimamente se sabe que

viene a estar completamente construido en el curso del evento, que el

progreso del evento está ligado al participante de alguna manera, lo

208   

CONSTRUIDO es manipulado por el agente del evento, es estacionario con

respecto a al agente, llega a existir en el curso del evento y otras

implicaciones lexicales no nombradas en (84). Además, la implicación lexical

en (84i) implica lógicamente la implicación en (84v). Como se evidencia en

(85):

(85) Pasa de estar no-construido a estar construido → llega a la existencia en el evento de construir

(Beavers;2006:37) (La traducción es nuestra)

Esto saca a relucir una propiedad crucial de los papeles temáticos

individuales, a saber, que las implicaciones lógicas lexicales que un verbo

asocia con un participante determinado no son necesariamente

independientes, ellas pueden establecer relaciones implicacionales con

otros. De hecho, en tanto que los papeles temáticos individuales se supone

que abarcan todo lo que sabemos del papel de un participante en el evento,

ellos constituyen, en algún sentido, una conclusión implicacional y así para

una implicación lexical α en un papel determinado, una implicación lexical β

implicada por α también es un miembro de ese papel.

Entre las otras numerosas implicaciones lexicales más allá de las

presentadas en (84) que comprenden un papel de CONSTRUIDO, algunas de

ellas son más generales que otras y comprenden propiedades del

participante que pueden aplicarse a otros participantes en otros eventos

teoréticamente. En particular, las implicaciones lexicales específicas del

verbo en (84) implican más o menos todas las implicaciones lexicales del

proto-paciente. Veamos (86).

209   

(86) Implicaciones lexicales específicas Implicaciones lexicales de proto- del verbo de un CONSTRUIDO paciente de un CONSTRUIDO i. Pasa de estar no-construido a estar → experimenta cambio de estado construido ii. Está homomórficamente relacionado → Tema incremental con el evento de construir iii. Es manejado por el CONSTRUCTOR→ causalmente afectado por otro participante iv. Es inactivo con respecto al→ estacionario con respecto al CONSTRUCTOR movimiento de otro participante vi. Llega a la existencia en el evento → no existe independientemente de construir del evento, o no existe

(Beavers;2006:37) (La traducción es nuestra)

Dada la propiedad de la conclusión implicacional de los papeles

temáticos individuales, todas las implicaciones lexicales de proto-papel en

(86) son también miembros de lo CONSTRUIDO; claro, no todas estas

implicaciones lexicales son totalmente independientes las unas de las otras.

Además de la relación implicacional en (85), las siguientes relaciones

implicacionales también se mantienen:

(87) a. Viene a la existencia en el evento → experimenta un cambio de estado de construir b. Viene a la existencia en el evento → no existe independientemente del de construir evento

Luego, un papel temático individual, como se define en este

acercamiento, es un conjunto bien especificado de implicaciones léxicas

acerca del papel que un participante juega en el evento. Está estructurado

internamente por las relaciones implicacionales que involucran no solo las

implicaciones léxicas específicas del verbo, sino también las implicaciones

léxicas en un nivel más alto de generalidad; incluyendo las implicaciones

lexicales que comprenden los proto-papeles definidos anteriormente. Por otro

210   

lado, el objeto del verbo search (=buscar) en John searchedthewoods

(=Juan buscó las maderas) tiene un papel temático individual al cual

Beavers(2006) se refiere como el papel de lo BUSCADO, que consiste en una

serie de implicaciones léxicas que incluye algunas, pero no todas, las

implicaciones de proto-paciente en (75), como se muestra en (88):

(88) Implicaciones léxicas específicas del Implicaciones léxicas de un proto- verbo de un BUSCADO paciente de un BUSCADO i. Está homomórficamente relacionado → Tema incremental con el evento ii. Es manejado por el BUSCADOR → causalmente afectado por otro participante iii. Es inactivo con respecto al → estacionario con respecto al BUSCADOR movimiento de otro participante iv. …

Otra vez, las implicaciones léxicas que comprenden el papel BUSCADO

en (88) no tienen el propósito de ser exhaustivas o correctamente

formuladas.Pero cualquier cosa en la que consista lo BUSCADO, este

finalmente incluye las implicaciones de proto-paciente en la segunda

columna en (88). Cuando se comparan los BUSCADO y lo CONSTRUIDO,

vemos que aunque ellos consisten generalmente en implicaciones léxicas

muy diferentes, comparten algunas de las implicaciones léxicasde proto-

paciente. Por ejemplo, estar homomórficamente relacionado a un evento de

construir y estar homomórficamente relacionadoa un evento de buscar,

mientras que son implicaciones lexicales distintas, ambas implican la misma

implicación léxica del proto-paciente del tema incremental.

Así, es posible comparardos papeles temáticos individuales en términos

de las implicaciones léxicas de proto-papel que ellos implican. Como el papel

de BUSCADO solo implica tres de las implicacionesdel proto-paciente en (75),

mientras que el papel de CONSTRUIDO implica las cinco, entonces el primero

211   

es menos como un papel de proto-paciente que el segundo. De esta manera,

Beavers (2006) puede mantener el Principio de la Selección Argumental del

Dowty (1991) pero proporciona un modelo explícito de las implicaciones

léxicas específicas del verbo sobre las cuales se basa la comparación.

Más allá de comparar los papeles en términos de su relativa

prototipicalidad, podemos también compararlos y clasificarlos en términos de

otras implicaciones léxicas compartidas. Beavers (2006) hace esto

entérminos de lo que es referido por Dowty (1989:77) como tipos de papeles

temáticos, veamos (89):

(89) Un tipo de papel temático τes la intersección de dos o más papeles temáticos individuales, esto es, el conjunto de implicaciones léxicas que diferentes papeles temáticos individuales tienen en común, los cuales clasifican los papeles temáticos individuales en clases equivalentes.

(Beavers;2006:39) (La traducción es nuestra)

Los tipos de papeles temáticos son más útiles que los papeles

temáticos individuales para establecer las restricciones sobre la realización

argumental, puesto que los tipos se aplican a más de un verbo y así

proporcionan una herramienta para establecer generalizaciones entre los

argumentos de verbos diferentes. Sin embargo, un tipo de papel temático

definido simplemente como una intersección de dos o más papeles temáticos

individuales es una noción casi inútil, ya que hay exponencialmente muchos

tipos de papeles temáticos basados en el número de implicaciones léxicas

que juegan un papel en todos los papeles temáticos individuales diferentes

que existen en una lengua determinada.

Sin embargo, presumiblemente, algunos tipos de papeles temáticos

serán relevantes para la realización argumental y otros no serán relevantes.

De hecho, no parece ser el caso que varios tipos de papeles temáticos

diferentes se repitan una y otra vez en los diferentes patrones de realización

212   

argumental. No es de extrañar que los tipos de papeles temáticos que se

repiten y establecen una diferencia para la realización argumental son

aquellos que (a) constan solo de implicaciones léxicas muy generales, por

ejemplo, sobre el mismo nivel de generalidad como las implicaciones léxicas

en (74) y (75) que definen un proto-agente y un proto-paciente; y (b)

corresponden a las nociones que se han repetido en la literatura sobre la

realización argumental por décadas, a saber, cambio de estado, causalidad

movimiento y posesión. Luego, mientras que hay numerosos tipos de

papeles temáticos posibles, solo un número pequeño de tipos de papeles

temáticos muy generales desempeñan un papel en las generalizaciones

lingüísticas acerca de la realización argumental.

Estos tipos de papeles temáticos recurrentes son obviamente de

importancia lingüística y corresponden a lo que Dowty (1989:77) llama tipos

de papeles L-temáticos (=papeles L-temáticos), los tipos de papeles

temáticos intrínsecamente importantes. Los papeles L-temáticos constituyen

el conjunto de tipos de papeles temáticos que discute Beavers (2006) y

presumiblemente hay un número pequeño de estos.

Para los fines de su discusión, el lingüista asume que los papeles L-

temáticos solo consisten de implicaciones muy generales, que son

significativas para la realización argumental en un amplio rango de verbos,

tales como las implicaciones léxicas que conforman los papeles de proto-

agente y proto-paciente en (74) y (75). Si, por ejemplo, asumimos que los

papeles de proto-agente y deproto-paciente son los roles L-temáticos, como

lo son todos los subconjuntos de estos dos papeles de proto-papeles,

entonceslos papeles CONSTRUIDO y BUSCADO tienen diferentes papeles L-

temáticos (puesto que ellos tienen diferentes números de implicaciones

lógicas lexicales de proto-paciente). Sin embargo, CONSTRUIDO Y

DESTRUIDO (el objeto de destruir) presumiblemente tengan los mismos

213   

papeles L-temáticos, puesto que ambos tienen todas las implicaciones léxicas

de proto-paciente en (75). Estas aparecen resumidas en (90):

(90) Papeles L-temáticos de tres papeles temáticos individuales basados en las implicaciones de proto-paciente:

CONSTRUIDO DESTRUIDO BUSCADO i. Experimenta cambio de estado

i. Experimenta cambio de estado

i. experimenta cambio de estado

ii. Tema incremental ii. Tema incremental ii. Tema incremental iii. Causalmente afectado por otro participante

iii. Causalmente afectado por otro participante

iii. Causalmente afectado por otro participante

iv. Estacionario con respecto al movimiento de otro participante

iv. Estacionario con respecto al movimiento de otro participante

iv. Estacionario con respecto al movimiento de otro participante

v. No existe independientemente del evento, o no existe en absoluto

v. No existe independientemente del evento, o no existe en absoluto

________

De hecho, Beavers (2006) solo postula los papeles L-temáticos que

contienen las implicaciones léxicas relevantes para la selección argumental

directa (esto es, están implicados en el principio de la selección argumental).

Esto contendrá casi exclusivamente las implicaciones léxicas en (74) y (75),

con la excepción de una implicación léxica propuesta por el autor, la cual no

es una implicación de proto-papel pero es relevante para la realización del

objeto indirecto (OI) y es incorporada en la versión final de Principio de

selección argumental. Esta versión final la enunciamos en (91):

(91) Principio de selección argumental (final)

214   

En los predicados con sujeto gramatical, un argumento que tenga el mayor número de implicaciones lexicales de proto-agente será lexicalizado como el sujeto del predicado; si el predicado permite un objeto gramatical, un argumento que continúa teniendo el mayor número de implicaciones léxicas de proto-paciente será lexicalizado como el objeto directo (OD); si el predicado permite un objeto indirecto, el argumento que continúa teniendo el papel L-temático POSEEDOR PROSPECTIVO será lexicalizado como el objeto indirecto.

(Beavers;2006:197–198) (La traducción es nuestra)

Con respecto al tema incremental y su papel en la determinación de las

clases aspectuales de la FV en la cual puede ocurrir, podemos decir que esta

implicación lógica lexical no solo aparece en el trabajo de Dowty (1991), sino

en el de otros lingüistas como Tenny (1994) y Krifka (1998). La idea central

es que el argumento objeto directo de verbos como comer y podar es

agotado o consumido en la medida en que el evento denotado por el verbo

progresa, como en (92a,b):

(92) a. Luis *(se) comió la empanada. b. Luis podó el césped.

El progreso del evento de comer o de podarse puede evaluar al mirar

los cambios que experimentan tanto la empanada como elcésped. Dowty

(1991) explica la relación semántica que existe entre el proto-paciente en las

oraciones en (92) de la siguiente manera:

“Si le digo a mi hijo que pode la grama (en este momento) y luego miro la grama una hora más tarde, seré capaz de concluir algo acerca del “aspecto” del evento de podar la grama a partir del estado de la grama, como sigue, que el evento no ha comenzado todavía, que el evento ha sido parcialmente completado o que el evento ha sido completado, de acuerdo a si las hojas del césped están altas, parcialmente cortadas o totalmente cortadas. Por otro lado, no estaré necesariamente en la capacidad de inspeccionar el estado de mi hijo y concluir algo acerca de terminación de podar el césped. En este evento, mi hijo es el agente y el césped es el tema, de hecho, el tema incremental” (Dowty;1991:567) (La traducción es nuestra)

215   

Formalmente, existe un homomorfismo de las partes de un tema

incremental hacia las partes del evento del cual es el tema.

El tema incremental es relevante en el estudio de la teoría del aspecto

y, de acuerdo con las implicaciones lógicas propuestas por Dowty (1991), el

tema incremental es una propiedad típicamente asociada al argumento

paciente. Dowty (1991:567 – 568) agrega lo siguiente:

“La hipótesis de que los predicados verbales son homomorfimos claramente explica el rompecabezas de larga data de Verkuyl (1972) acerca de la forma en que los argumentos plurales escuetos o desnudos y los términos de masa pueden hacer que un predicado télico se comporte como si fuese ‘durativo’ o ‘imperfectivo’ en aspecto, como en los ejemplos conocidos en (19): (19) a. John drank a glass of beer. ‘Juan *(se) bebió un vaso de cerveza. (‘perfectivo’) b. John drank a beer (for an hour) ‘Juan bebió cerveza (durante una hora) (‘durativo’)”

Notemos que, en la traducción española, tanto en la oración (92a)

como en la (19) (que aparece en la cita de Dowty (1991)), es necesario

introducir el clítico se en estas construcciones transitivas, lo que puede

implicar que se es un núcleo eventivo, como veremos en el capítulo

siguiente.

CAPÍTULO IV

EL AKTIONSART Y EL CLÍTICO SE

4.1. El aktionsart

Aktionsart, aspecto inherente, aspecto lexical, aspecto interior, todos

estos términos se refieren al estudio de la forma en que un predicado

describe un evento. Intuitivamente, un evento se puede describir como

poseedor de un punto final o como un evento que carece de tal punto final.

Consideremos las oraciones en (1a-c):

(1) a. Pedro construyó una casa. b. Pedro se bebió una lata de cerveza ayer. c. Pedro bebió cerveza ayer.

Las oraciones en (1a-b) describen eventos que se interpretan como

terminados o completados. En (1a), se entiende que se llega a un punto final

del evento que corresponde al hecho de que la casa esté terminada, ya

construida. En (1b), el punto final está relacionado con el hecho de que la

lata de cerveza esté vacía, después de que la cerveza haya sido consumida.

Las expresiones en (1a-b) describen lo que se llama eventos télicos.

La intuición relacionada con las oraciones en (1a-b) contrasta con la

que se puede observar en (1c), la cual describe un evento que no especifica

la cantidad de cerveza ingerida y, por lo tanto, no hay un punto final para

este evento. La oración en (1c) describe lo que se llama un evento atélico.

Se puede decir que los verbos tienden a tener significado aspectual

inherente porque las actividades, las situaciones y los eventos descritos por

los verbos (eventualidades (Bach (1986)) tienden a tener propiedades

temporales inherentes.

Podemos observar que la naturaleza del argumento interno afecta la

interpretación del evento descrito por el predicado (Verkuyl(1993),

Krifka(1989)). En la oración (1a) el argumento interno denota una cantidad

218  específica de casas (una casa); en la oración (1b), el argumento interno

denota una cantidad específica de cerveza (una lata de cerveza) y en la

oración (1c), el argumento interno no denota una cantidad específica de

cerveza.

Asimismo, se puede observar que la oración (1a) pudiera expresarse

como en (2):

(2) Pedro se construyó una casa (a todo trapo).

Otro aspecto importante en la lengua española es que la oración (1b)

se percibe más directamente como télica cuando el clítico se está presente

en la oración.

Desde la altamente conocida clasificación de los verbos de Vendler

(1967), quien propone cuatro clases aspectuales de verbos basados en sus

restricciones sobre adverbios de tiempo, tiempos lingüísticos e implicaciones

lógicas y establece pruebas para distinguirlos entre sí, los lingüistas han

asumido esta posición (c.f.Dowty(1979)). Estas clases lexicales-aspectuales

o aktionsart o modos de acción son:

(i) Estados: que no tienen un final natural. Son ejemplos: conocer,

crecer, haber/tener, desear, amar, etc.

(ii) Actividades: tampoco tienen un final natural. Son ejemplos: correr,

caminar, nadar, empujar una carreta, conducir un carro, etc.

(iii) Realizaciones: constituyen eventos en los que hay un proceso que

conduce a un final. Son ejemplos: pintar un cuadro, hacer una silla, dar un

sermón, dibujar un círculo, empujar una carreta, recuperarse de una

enfermedad, etc.

(iv) Logros: son eventos instantáneos. Por ejemplo: reconocer,

detectar, encontrar, perder, alcanzar, morir, ubicar, localizar, etc.

219  

En este trabajo, las clases de eventos que nos interesa enfocar son los

eventos de realización y los eventos de logro.

Vendler (1967) establece generalizaciones importantes sobre estas dos

clases con respecto a los marcadores aspectuales con los que aparecen:

Los verbos de logro no admiten los tiempos progresivos:

(3) *Pedro está encontrando la llave.

Los verbos de realización sí admiten los tiempos progresivos: (4) Pedro está dibujando un círculo

Ambos tipos de verbos toman adverbios de tiempo con en, tales como

en una hora:

(5) a. Pedro encontró la llave en una hora. (Logro) b. Pedro dibujó un círculo en una hora. (Realización)

Dowty (1979), entre otros, menciona algunas de las pruebas

lingüísticas diseñadas por Vendler (1967) para distinguir entre el aktionsar o

modos de acción.

Entre las pruebas más comunes para diferenciar las clases aspectuales

están: (i) La paradoja imperfectiva y (ii) la prueba de los adverbios

puntuales (en X tiempo) y los adverbios que indican un lapso de tiempo

(durante X tiempo).

La paradoja imperfectiva consiste en que si el progresivo del verbo (v-

ando/-iendo) no implica el imperfectivo (ha v-do), entonces el predicado es

un evento de realización o de logro.

(6) Realización Pedro está pintando un cuadro No implica Pedro ha pintado un cuadro

220  (7) Logro Los delincuentes están secuestrando a la pareja No implica Los delincuentes han secuestrado a la pareja

Ahora bien, la forma progresiva resulta extraña con los verbos de

logro, no obstante, en nuestra variación dialectal del español del Caribe, se

utiliza con sentido imperfectivo; esto apoya la paradoja. Veamos el ejemplo

en (8):

(8) a. Estoy llegando a tu casa = no he llegado a tu casa aún b. Estoy contactando a Pedro = no he contactado a Pedro aún

Los adverbios puntuales se utilizan para diferenciar los verbos de logro,

como se observa en (9) donde la FP en la tarde, en (9b), se interpreta como

un momento específico de la tarde. Mientras que los adverbios que indican

lapso de tiempo se utilizan para diferenciar los verbos de realización, como

se observa en (10) donde la frase en un año indica un espacio de tiempo en

el cual ocurre un proceso que provee un punto final natural, es decir, el

lapso de tiempo que tardóPedro en construir la casa.

(9) a. Los delincuentes secuestraron a la pareja a las tres de la tarde b. Los delincuentes secuestraron a la pareja en la tarde (10) Pedro construyó la casa en un año

Como ya hemos expresado, la (a)telicidad está relacionada con cómo

se concibe un evento, si tiene un punto final inherente (o punto de

completación) o si no lo tiene. Por ejemplo, el modificador adverbial durante

una hora es posible con actividades, como se observa en (11), pero

normalmente no es posible con eventos de realización, como se observa en

(12), y tampoco es posible con eventos de logro, como en (13):

(11) Juan nadó durante una hora. (12) *Juan construyó una casa durante un año. (13) *Juan ganó la carrera durante una hora.

221  

La modificación temporal con el modificador adverbial en una hora

muestra un esquema opuesto. Los eventos télicos se combinan en forma

exitosa con un modificador adverbial en X tiempo.

Mourelatos (1978)caracteriza las clases aspectuales propuestas por

Vendler (1967) de la siguiente manera:

(i) Los estados, que pueden perdurar o persistir a lo largo del tiempo,

difieren de las realizaciones y de las actividades en que no pueden ser

calificados como acciones en absoluto. Los verbos que expresan estados no

tienen formas progresivas. Según este autor, no se puede decir –al menos

no en buen inglés- I am knowing (Estoy conociendo) o I am loving (Estoy

amando). Un estado, como su nombre lo indica, no involucra dinamismo,

aunque puede presentarse o ser adquirido como el resultado de un cambio y,

aunque puede proveer el potencial del cambio, en sí mismo no constituye un

cambio.

(ii) Las actividades, las cuales tienen como rasgo esencial la

homogeneidad. Si Juan está(o estuvo o estará o ha estado) corriendo

durante media hora, debe ser cierto que él está (o estuvo o estará o ha

estado) corriendo en cualquier espacio de tiempo dentro de este período,

pues cualquier parte del proceso es de la misma naturaleza que el proceso

completo.

(iii) Las realizaciones, que tienen duración, intrínsecamente. Así,

podemos decir propiamente “X V-pas(ado)” con referencia a la totalidad de

ese segmento de tiempo y no solo con referencia a un momento único, por

ejemplo, Juan escribió la carta durante el descanso del almuerzo. Además,

una realización no es homogénea.

(iv) Los logros capturan o el inicio o el climax de un evento. Por sí

mismos, no pueden ocurrir durante todo un intervalo de tiempo.

222  

Mourelatos (1978:426) propone lo que llama Tricotomía Generalizada,

la cual aparece en un esquema de contrastes binarios, como se observa en

(14):

(14) Situaciones Estados Ocurrencias (Acciones) Procesos Eventos (Actividades) (Actuaciones) Desarrollos Ocurrencias puntuales (Realizaciones) (Logros) (La traducción es nuestra)

Los ejemplos que este autor ofrece son los siguientes: (15) Estado: El aire huele a Jazmín. Proceso: Está nevando. Desarrollo: El sol se ocultó. Ocurrencia puntual: El cable se partió, Él parpadeó, Las piedras pequeñas golpearon el agua.

Parsons (1990) categoriza las oraciones de la siguiente manera: (i) Eventos (Realizaciones), como en la expresión (16), los cuales

pueden tomar o no una cantidad de tiempo.

(16) Agatha hizo un sandwich.

(ii) Eventos (Logros), como en la oración en (17), que son instantáneos

por su naturaleza.

(17) Ella ganó la carrera.

223  

(iii) Los estados, como el ejemplo en (18), tienen la particularidad de

que se mantienen constantes durante una cantidad de tiempo variable, sin

que haya progreso en el evento.

(18) El vestido es rosado.

(iv) Los procesos, evidenciados en la oración en (19), no son sucesos,

pero son como los estados en que no tienen puntos finales naturales,

aparentemente.

(19) María corrió.

Este autor, generalmente, no le presta atención a la distinción entre los

eventos de realización y los de logro. También está de acuerdo con la

división entre eventos y estados genéricos, por un lado, y eventos y estados

particulares, por el otro lado. Su teoría implica una distinción básica entre la

culminación del evento y el hecho de que una eventualidad se pueda

mantener constante sin que haya progreso.

En el caso de los eventos-realizaciones, las subpartes que tienen un

significado especial son fáciles de identificar, un evento tiene tanto una

porción de desarrollo como una culminación. Los eventos-logros culminan

cuando suceden. Estos tienen porciones de desarrollo anteriores al momento

de la culminación. Esta posición explica la aceptabilidad de una oración como

la que presentamos en (20), en la cual se hace énfasis en las porciones

anteriores al momento de la culminación que se realiza cuando Juan llega de

primero a la meta.

(20) Juan está ganando la carrera.

Este punto de vista, también apoya la prueba de la paradoja

imperfectiva con los eventos de logro, pues el progresivo no implica el

perfectivo, es decir, lo que se interpreta es que Juan no ha ganado la carrera

aún.

224  

Para los estados, Parsons (1990) asume que la noción de culminación

no se aplica. En un momento dado, un estado se mantiene constante o no.

La oración en (21) es un ejemplo paradigmático de una oración de proceso,

puesto que correr por sí mismo no parece que implica una noción de

culminación.

(21) María corre.

I. Depraetere (1995) expresa que un examen más cuidadoso de la

discusión sobre la clasificación de Vendler (1967) revela que dos tipos de

conceptos son entrelazados con frecuencia en las clasificaciones. La lingüista

añade que esta diferencia conceptual se hace visible a partir de la paradoja

imperfectiva de Dowty (1977), según la cual el uso de la forma progresiva

aparentemente tiene el efecto de sacar el punto final integrado en oraciones

como Juan estaba dibujando un círculo. De aquí surge la pregunta acerca de

si todavía hay una referencia a una realización. Oraciones de este tipo

demuestran que es necesario tener dos distinciones: una clasificación basada

en los puntos finales potenciales, llamada (a)telicidad, y otra basada en los

límites temporales reales categorizada como (no)limitada cronológicamente.

Depraetere (1995) se adhiere a la definición de (a)telicidad que hemos

utilizadoen este trabajo, es decir, al punto final o terminal; mientras que la

noción de (no)limitado cronológicamente gira alrededor de un límite temporal

o un límite relacionado con el tiempo cronológico.

Una oración es limitada cronológicamente si representa una situación

que ha alcanzado un límite en el tiempo cronológico, sin considerar si la

situación tiene un punto final inherente o buscado. Ahora bien, una oración

es no-limitada cronológicamente si no representa una situación que haya

alcanzado un límite en el tiempo cronológico. Los ejemplos en (22a-d) son

oraciones limitadas cronológicamente, mientras que las oraciones en (22e-f)

son no-limitadas cronológicamente.

225  (22) a. I met John at 5 o’clock. ‘Yo me encontré con Juan a las 5’. b. Judith played in the garden for an hour. ‘Judith jugó en el jardín durante una hora’. c. Julian lived in Paris from 1979 until May 1980. ‘Julián vivió en Paris desde 1979 hasta mayo de 1990’. d. I havelived in Paris. ‘Yo he vivido en Paris’. e. She lives on the corner of Russell Square. ‘Ella vive en la esquina de la plaza Russell’. f. She is writing a nursery rhyme. ‘Ella está escribiendo una poesía infantil’. (Depraetere;1995:3) (La traducción es nuestra)

En el ejemplo en (22a), la naturaleza de la situación es tal que solo

toma un tiempo limitado cronológicamente. El carácter puntual del evento y

el uso de una forma no progresiva determinan la limitación cronológica de la

oración. En (22b) y (22c), los adverbios imponen los límites en el tiempo

cronológico. En (22d), el tiempo lingüístico usado indica que hay límites en el

tiempo cronológico, es decir, la propiedad “limitado cronológicamente” en

(22d) es el resultado del uso de un tiempo perfecto.

Depraetere (1995:4-5) afirma que el carácter (a)télico de una oración

no es afectado por el progresivo, a diferencia de la propiedad (no)limitación

cronológica. Las oraciones que se presentan en (23) las considera como

télicas, sin tomar en cuenta el hecho de que el verbo esté en forma

progresiva o no.

226  (23) a. John opened the parcel.(telicbounded) ‘Juan abrió el paquete’.(télicolimitado cronológicamente) b. John was opening the parcel. (telicunbounded) ‘Juan estuvo abriendo el paquete’. (télico no-limitado cronológicamente) c. Ten firecrackersexploded. (telicbounded) ‘Diez cohetes explotaron’. (télico limitado cronológicamente) d. Ten firecrackerswereexploding. (telicunbounded) ‘Diez cohetes estuvieron explotando’. (télico no-limitado cronológicamente) (Depraeter;1995:5) (La traducción es nuestra)

Sin embargo, el cambio de un evento de ser limitado cronológicamente

a ser no-limitado cronológicamente causado por un factor diferente al

progresivo puede coincidir con el cambio de télico a atélico, como

observamos en (24a-b).

(24) a. John left at 8 o’clock. (telicbounded) ‘Juan partió a las 8’. (télico limitado cronológicamente) b. John leaves at 8 o’clock. (atelicunbounded) ‘Juan parte a las 8’. (atélico no-limitado cronológicamente) (Depraeter;1995:5) (La traducción es nuestra) No obstante, Parsons (1990) sostiene que cambiar un evento,

semánticamente, a la forma progresiva requiere que este sea tratado como

un verbo de estado; la oración en cuestión requiere que, para su veracidad,

el evento se mantenga, no que este culmine. Por lo tanto, las oraciones de

evento en la forma progresiva se formalizan de manera diferente a aquellas

que no están en dicha forma. La oración no-progresiva en (25) recibe la

formalización en (26):

(25) Agatha crossedthe Street. ‘Agatha cruzó la calle’. (26) (∃t) [t < ahora y (∃e) [cruce (e) y Sujeto (e, Agatha) y Objeto (e, la calle) y Cul (e,t)]]

(Parsons;1990:171) (La traducción es nuestra)

227  

La oración en (27) se trata de la misma manera, excepto que la frase

iscrossing (está cruzando) se clasifica como una forma verbal estativa. Por lo

tanto, el autor escoge mantener en lugar de culminar, el resultado es como

en (28):

(27) Agatha wascrossingthe Street. ‘Agatha estaba cruzando la calle’. (28) (∃t) [t < ahora y (∃e) [cruce (e) y Sujeto (e, Agatha) y Objeto (e, la calle) y mantiene (e,t)]]

(Parsons;1990:171) (La traducción es nuestra)

J. E. MacDonald (2006) explica que el aspecto es un término que se ha

usado en la lingüística para hacer referencia (por lo menos) a dos campos

distintos de estudio. Podemos referirnos a estos dos campos como aspecto

interno y aspecto externo, aspecto lexical y aspecto gramatical o aspecto

situacional y punto de vista, respectivamente, en concordancia a lo

propuesto por Carlota Smith (1997).

Basada en ZenoVendler (1967), Smith (1997) propone cinco tipos de

situación, de acuerdo con las propiedades temporales del evento o del estado

del cual se habla, como se muestra en (29):

(29) Tipos de Situación

(i) Estado: estático, durativo. (saber la respuesta, amar a María) (ii) Actividad: dinámico, durativo, atélico. (reir, pasear en el parque) (iii) Realización: dinámico, durativo, télico, consiste en proceso y resultado. (construiruna casa, aprender español, caminar a la escuela) (iv) Semelfactivo: dinámico, atélico, instantáneo. (golpear) (v) Logro: dinámico, télico, instantáneo. (ganar una carrera, alcanzar lacima, encontrar la llave)

228  

Los tipos de punto de vista se presentan en (30): (30) Tipos de Puntos de Vista

(i) Punto de Vista Perfectivo: Se centra en una situación en su totalidad, incluyendo tanto el punto extremo inicial como el final. (ii) Punto de Vista Imperfectivo: Se centra en una parte de una situación, no incluye ni el punto extremo inicial ni el final. (iii) Punto de Vista Neutral: Es flexible, incluye el punto extremo inicial de una situación y, por lo menos, un estadio interno.

Los sistemas aspectuales tienen propiedades consistentes. Los

componentes del punto de vista y del tipo de situación constituyen

subsistemas cerrados, y le ofrecen al hablante alternativas que son limitadas

y obligatorias. Este acercamiento considera dos clases de formas lingüísticas

superficiales: (i) Los morfemas lexicales, los cuales son usualmente

expresiones referenciales (entidades, eventos, conceptos), y forman una

clase abierta; (ii) Los morfemas gramaticales, estos expresan funciones

gramaticales y relaciones; además, es una clase limitada o cerrada.

El punto de vista es normalmente expresado por los morfemas

gramaticales, que con frecuencia aparecen en el sistema flexivo del verbo. La

Situación es expresada por la constelación verbal. Las constelaciones

verbales están asociadas con los tipos de situaciones particulares

(estatividad, actividad, etc.). Las Situaciones se pueden presentar con más

de un Punto de Vista, de acuerdo con la alternativa escogida por el hablante.

En este trabajo, estudiaremos la naturaleza del aspecto interno o tipo

de situación (o aktionsart) en la lengua española.

En (31), se presenta un gráfico de la estructura temporal de las

situaciones. Las letras mayúsculas indican los puntos extremos; los puntos

representan estadios. En principio, una situación puede tener estadios

preliminares, estadios internos y estadios resultantes.

229  (31) Estructura Temporal Abstracta de las Situaciones: … I…F…

Hay varios tipos de puntos extremos; los puntos extremos de un

evento pueden tener estructura interna; los eventos pueden ser instantáneos

y carecer de estadios internos.

Las constelaciones verbales pueden asociarse con varios tipos de

situación. En los ejemplos mostrados en (32), las oraciones en (a)

representan categorizaciones básicas; las oraciones en (b) representan

niveles derivados, es decir, resultados de cambios de tipo de situación.

(32) a. Luis supo la verdad. (Estativo) b. De repente, Luis supo la verdad. (Logro) a´. María tosió. (Semelfactivo) b´. María tosió durante una hora. (Actividad) a´´. Luis jugó seis entradas el viernes. (Realización) b´´. Luis siempre juega seis o siete entradas los viernes. (Estado habitual)

Los cinco tipos de situaciones idealizadas definen conjuntos de

propiedades temporales conceptuales. Las propiedades temporales de

dinamismo, telicidad y duración distinguen los clásicos tipos de situaciones,

que presentamos en (33):

(33) a.[Estático/Dinámico]: Los estados son estáticos, los eventos son dinámicos. b. [Télico/Atélico]: Los eventos pueden ser télicos o atélicos.

Los eventos télicos tienen un cambio de estado, el cual constituye el

resultado o meta del evento. Cuando la meta se obtiene, ocurre un cambio

de estado y el evento es completo. Los eventos télicos incluyen eventos sin

agentes. Los eventos télicos tienen un punto extremo final natural. En

contraste, los eventos atélicos son simplemente procesos. Pueden cesar en

cualquier momento: no hay resultado; tienen un punto extremo final

arbitrario.

230  c. [Durativo/Instantáneo]: Las situaciones son durativas o instantáneas. Esta noción de lo que es instantáneo es conceptual.

El conjunto de rasgos que distinguen los tipos de situación están

registrados en (34), en términos binarios.

(34) Rasgos Temporales de los Tipos de Situación Situaciones Estático Durativo Télico Estado + + - Actividad - + - Realización - + + Semelfactivo - - - Logro - - +

Desde su perspectiva, Smith (1997) incluye la cadena causal. Esta

ayuda a entender la relación entre las constelaciones verbales y las

situaciones. También, establece los componentes básicos de la estructura

causal. Con la cadena, relacionamos las constelaciones verbales con la

estructura causal de las situaciones. El mapeo de las constelaciones verbales

hacia la cadena causal nos permite considerar su naturaleza lexical. La

autora adopta la cadena causal en (35):

(35) Cadena Causal Causa Sujeto Acción Instrumento Objeto Resultado

No es el caso que todos los componentes deban aparecer en un

evento dado. El esquema es icónico de izquierda hacia la derecha. Las partes

más hacia la izquierda son las primeras en el tiempo no lingüístico, y

anteriores causalmente a la porción más hacia la derecha. Algunos

elementos son simultáneos, por ejemplo, si un instrumento está presente,

este es parte de la acción de un evento.

La expansión lexical de una constelación verbal indica cuánto cubre de

la cadena causal. Por ejemplo, llegar a Maracaibo tiene una expansión corta

al final de la cadena; mientras que ira Maracaibo cubre una parte mayor de

231  la cadena. Ambas constelaciones verbales son télicasir a Maracaibo es una

realización, llegar a Maracaibo es un logro. Hay localidades típicas en las

cadenas causales para cada tipo de situación. Las actividades y los

semelfactivos expanden la primera parte de la cadena y no tienen el estadio

de resultado, las realizaciones tienen la expansión mayor, con frecuencia

incluyen causa o agente. Algunos logros están del lado derecho de la cadena,

otros incluyen estadios anteriores. Los estativos tienen una expansión corta.

Las oraciones causativas se expanden en toda la cadena, por ejemplo,

Luis rompió el vaso; aquí se incluye una causa, un agente y un cambio de

estado. Las oraciones incoativas presentan la ocurrencia de un estado sin el

agente, como en El vaso se rompió.

4.1.1. Los rasgos [AÑADA A] y [CEA] (Cantidad especificada de A)

Verkuyl(1993) ha demostrado que el aktionsart,tipo de situación o lo

que el propio Verkuyl (1993) denomina aspecto interno, está

composicionalmente formado, pues las propiedades del verbo y las

propiedades del nombre en la posición de argumento interno interactúan

para derivar el aspecto de la clase verbal. Lo que este autor llama aspecto

externo (o punto de vista en concordancia con Smith (1997)) corresponde al

papel que desempeñan los modificadores adverbiales y otros elementos en la

oración, los cuales pueden modificar el aspecto interno pero no deshacerlo.

De acuerdo con este autor, un cambio en un dominio de interpretación

se conceptualiza en términos de un movimiento a lo largo de un Camino

(Path) desde un punto cero hasta un punto final. En las expresiones de las

lenguas naturales, el verbo y el argumento interno crean un Camino; esto

es, un conjunto de índices y posiciones que nos permiten contar el evento.

En otras palabras, Una función une el argumento interno con el verbo,

asociando los índices con las divisiones del conjunto de elementos del

232  argumento interno, es una función de sucesión. Luego, otra función toma el

sujeto como el dominio con respecto a la frase verbal.

Verkuyl (1993) asume que el aspecto interno de la FV se puede

reducir a tres parámetros: (i) un parámetro en el verbo, el cual decide si el

mismo se puede combinar con el objeto para usarlo como instrumento para

contar y está codificado a través del rasgo [± AÑADA A]; (ii) un parámetro

nominal, el cual decide si el nombre tiene su cardinalidad especificada o no

(la cardinalidad de un conjunto es una medida del número de miembros del

conjunto) y está codificado mediante el rasgo [± CEA]; (iii) una relación

temática, la cual decide si el objeto tiene que ser afectado totalmente o no.

Los verbos tienen una propiedad de adición que se manifiesta

teóricamente a través del rasgo [± AÑADA A], que de alguna manera

primaria distingue los estados [- AÑADA A] de los eventos [+ AÑADA A]. Los

eventos incluyen los que se llaman realizaciones, logros y procesos en la

clasificación de Vendler-Dowty (1979). Este rasgo asimila inmediatamente la

noción de progreso en el tiempo y en el espacio a través de una función del

sucesor que opera en los intervalos. El progreso en el tiempo debe

expresarse a través de una clase de índice numérico proporcionado por el

verbo, el cual debe sintonizarse con su argumento interno. En otras

palabras, el rasgo[+ AÑADA A] no solo especifica que el verbo no es estativo,

sino también que este es capaz de combinarse con el argumento nominal

interno y se crea un Camino.

Los verbos se pueden “componer” con el argumento interno, el cual

tiene el rasgo aspectual [±CEA]. El argumento externo tiene un papel menos

relevante.

La contribución de la frase nominal (FN) argumento interno a la

información aspectual se puede considerar en términos del rasgo de la FN

[±CEA], en el cual CEA significa “Cantidad especificada de A”, donde A es la

233  denotación del nombre en la FN. Esta expresa la delimitación y la

cuantificación de los argumentos.

Este es un rasgo del sistema del Det(erminante) y se define en la

teoría estándar de la cuantificación de la siguiente manera:

(36) a. Una FD con la forma Det N denota una cantidad específica de A en E relativo a B si y solo si A ∩ B es delimitada b. Una FN con la forma Det N denota una cantidad no especificada de A en E relativo a B si A ∩ B = ∅ o si (A ∩ B) no puede determinarse c. Un conjunto S es delimitado si hay una m∈ Z+ (=N\{0}) tal que para todo Xi∈ S, i ≤ m (i es un número asignado a los miembros de S)

(Verkuyl;1993:92) (La traducción es nuestra)

Es decir, si hay alguna información de la cantidad de la FN, bien sea

dos, muchos, pocos, entonces la FN debe interpretarse como [+CEA], de otra

forma esta es [-CEA]. Así, frases nominales como una empanada, tres latas

de cerveza, una pieza de pan, etc., se etiquetan como [+CEA], mientras que

frases nominales como empanadas, cerveza, pan, etc., son [-CEA].

Aparentemente, los argumentos de ciertos tipos de verbos determinan

si el aspecto es durativo o no. Puede decirse que las propiedades del verbo y

las propiedades de la FN argumento interno cumplen con lo que el autor

llama Principio Plusrelacionado con la composicionalidad ([+AÑADA A],

[+CEA]), solo así el predicado es terminativo, marca un punto final, es decir,

es télico.

Para que la situación sea delimitada, el verbo tiene que ser [+AÑADA

A]. En otras palabras, el Principio Plus dice que el verbo además de tener un

valor positivo, debe saber la cardinalidad de sus argumentos.

Solo una composición de un verbo [+AÑADA A] con argumentos [+CEA]

produce el aspecto terminativo bien formado y describe una interpretación

234  con respecto a los valores del predicado entre terminativo y durativo, como

se observa en (37):

(37) a. Construir una casa. [+AÑADA A][+CEA] (Valor aspectual terminativo) b. Construir casas. [-AÑADA A][-CEA] (Valor aspectual durativo) c. Quiere un libro. [-AÑADA A][+CEA] (Valor aspectual durativo)

Otro punto importante para definir el aspecto interno de la FV en

Verkuyl (1993) es la relación temática que se produce entre el verbo con el

rasgo [+AÑADA A] y el objeto. La relación temática puede tener dos formas,

puede ser una relación de igualdad, representada con el símbolo =; o puede

ser una relación de subconjunto, representada con el símbolo ⊆. La primera

indica que el objeto ha sido totalmente afectado y la segunda indica que

este ha sido parcialmente afectado. En la expresión Juan se comió un

bocadillo, la frase un bocadillo denota el objeto afectado porque el bocadillo

gradualmente desaparece en el proceso de comer. En contraste, la expresión

Él vio a su padre no denota un objeto afectado. En la oración Él cargó el

camión con heno, el objeto se interpreta como totalmente afectado en

contraste con la oración Él cargó heno en el camión, en la cual solo parte del

camión pudo ser afectada.

Algunos verbos que imponen una relación ⊆ con respecto al

complemento nominal son empujar, cortar, planchar, pintar, etc. Con estos

verbos no importa cuál es la cardinalidad del objeto, pues una lectura

durativa siempre estará disponible.

Entre los verbos que imponen una relación = se encuentrancomer,

construir, beber, escribir, etc. Para estos verbos la cardinalidad del objeto es

crucial para definir si la FV es durativa o terminativa.

235  

En este trabajo, asumimos que con la mayoría de los verbos que

BethLevin (1993:33) ubica entre las alternancias de objeto no expresado, es

decir, sin realización fonética, este objeto se percibe con el rasgo [+CEA].

Por ejemplo:

(38) a. Miguel comió empanadas durante media hora/*en media hora. b. Miguel se comió una empanada *durante un minuto/ en un minuto. c. Miguel comió ___?*durante un minuto/en un minuto.

El ejemplo en (38c) muestra que el modificador adverbial en un minuto

se “compone” con el resto de la oración más fácilmente y, así, expresa un

valor aspectual terminativo.

Otros verbos que BethLevin (1993:33) menciona en la alternancia

antes nombrada, los presentamos en (39): (39) a. Hornear b. Esculpir c. Cortar d. Limpiar e. Cocinar f. Tejer g. Beber h. Pescar i. Leer j. Zurcir 4. 2. Los clíticos y el aktionsart

La lectura del capítulo 1 de la tesis doctoral de Carlos González Vergara

(2006) da una visión amplia y profunda del tratamiento que han recibido los

clíticos en español. Ya en el análisis de las oraciones en (1a-c) y (2) vimos

que el clítico se tiene un papel muy importante en la formación de la

telicidad. En el caso de la tesis de González Vergara (2006), el interés está

centrado en las construcciones no reflexivas con se. El estudio de este clítico

no se aparta de las formas me, nos, te, os, lo, los, la, las, le y les.

236  

Tradicionalmente, la RAE (1973), Bello (1847), Gili Gaya (1943), Alcina

y Blecua (1975), entre otros, se refieren a los clíticos en general como

argumentos verbales. Por otro lado, Lenz (1935), García Miguel (1991),

Alarcos Llorach (1984) y otros consideran los clíticos como formas

inseparables del verbo. Uno de los fundamentos para asumir esta posición

se basa en el hecho de que en las oraciones en las cuales un referente es

señalado tanto por uno de los clíticos como por una frase determinante en

los casos de doblado del clítico o duplicación, el clítico es el que debe

aparecer de forma obligada en la oración;mientras que la frase determinante

tiene una presencia opcional definida, según Gonzáles Vergara (2006), por

propósitos informativos como en (40a). La realización obligatoria se aprecia

también en (40b), en los que si se elimina el clítico, el significado de la

oración varía. El autor compara estas características con las que se

encuentran en la forma flexiva del verbo con respecto a la frase con la

función de sujeto en la oración, como en (40c). Este análisis justificaría el

carácter de morfema de concordancia objetiva de los clíticos.

(40) a. (A Pedro) no *(lo) molestes/(A Juan) *(le) di su regalo. b. No # (lo) molestes/# (le) di su regalo. c. (Yo) caminé/camin*(-é).

Según González Vergara (2006), López García (1998:495-503) ha

demostrado que la situación de estas estructuras en español no es clara,

puesto que cuando la frase determinante de tercera persona se postpone al

verbo, la presencia del clítico es opcional si corresponde al complemento

indirecto, como en (41a), y vacilante si su función es la de complemento

directo, como en (41b), y llega a ser excluido en algunos casos, como en

(41c). En este trabajo, estamos totalmente de acuerdo en que la

interpretación de las expresiones en (41a-b) está sujeta a variaciones

dialectales.

237  (41) a. (Le) di su regalo a Juan. b. No (lo) molestes aPedro. c. María (*la) prefiere una fiesta sorpresa.

Aunque en (41c) el clítico tiene que ser excluido, no ocurre así en los

casos como en (42a-b), (43a-b) y (44a-b).

(42) a. María prefiere una cerveza rubia. b. María la prefiere (*una cerveza) rubia. (43) a. María prefiere una fiesta de noche. b. María la prefiere (*una fiesta) de noche. (44) a. María prefiere una fiesta sorpresa. b. María la prefiere (*una fiesta) sorpresa.

En los ejemplos en (42), (43) y (44), el determinante y el núcleo

nominal son los constituyentes elididos en cada caso. Aparentemente, es la

relación del constituyente una fiesta sorpresa con el verbo lexical preferir lo

que excluye la posibilidad del uso del clítico en (41c). También podemos

observar que la duplicación en (42), (43) y (44) no es posible.

González Vergara (2006) respalda la conclusión de que en la primera y

segunda persona, las formas átonas son verdaderos morfemas de

conjugación objetiva, mientras que en la tercera persona se observa un

fenómeno de “concordancia impostada” basada en factores informativos.

Con respecto a los trabajos realizados en el marco de la gramática

generativa, ciertamente, las propuestas no han sido homogéneas. Para D.

Perlmutter (1972), R. Kayne (1975) (c.f. González Vergara;2006:7)

yUriagereka (1995) los clíticos son argumentos verbales. Este último asume

que los clíticos de tercera persona y los determinantes están relacionados

sincrónica y diacrónicamente. La correlación sincrónica, la observamos en

las configuraciones en (45a-b):

238  (45) a. FD b. FD (doble) D’ D’ D FN D FN clítico pro regular lexical determinador nominal

(Uriagereka;1995:81)(La traducción es nuestra)

En (45a), el clítico y un antecedente se originan dentro de un

constituyente de doblaje, esta es la forma como el clítico y su doble se

asocian. Strozer (1976) y Rivas (1977), entre otros, sostienen una posición

distinta, pues para ellos los clíticos se generan en la base anexados al nodo V

y coindexados con la posición argumental del verbo. Jaegli (1986)(c.f.

González Vergara (2006)) considera que los clíticos no pueden identificarse

ni con las palabras ni con las unidades flexivas, ya que comparten

características con ambas.

J. Franco (1993, 2000), Arce-Arenales (1989), Sanz y Laka (2000) (c.f.

González Vergara (2006)) y Mendikoetxea (1999) comparten la idea de que

los clíticos son morfemas de concordancia con el objeto. En su tesis, J.

Fontana (1993) propone un estudio de los cambios que ocurrieron en la

estructura de frase y en el sistema de los clíticos pronominales en el español

medieval y renacentista con la meta de explicar las diferencias básicas entre

las propiedades sintácticas de los clíticos en español antiguo y sus

contrapartes en los dialectos del español moderno. Para el autor, aunque los

clíticos fueron pronombres en su momento, en el español moderno son

elementos morfemáticos.

Ricardo Bermúdez-Otero y John Payne(2011) afirman que los lingüistas

de creencias muy diferentes concuerdan en el punto de vista de que los

clíticos no existen como una clase de objeto gramatical independiente,

aunque en la descripción de una lengua particular el investigador pueda

querer explicar el clítico con el sentido de alguna propiedad o grupo de

239  propiedades de ciertas palabras o afijos, la teoría gramatical general no

debería reconocer los clíticos como una categoría. Tanto los

sintactistaslexicalistas como los no-lexicalistas han llegado a esta conclusión.

Geraldine Legendre (1999) afirma que, en el marco de la gramática

generativa, las propuestas de los estudiosos sobre el estatus de los clíticos

especiales se pueden agrupar en tres tendencias, estas son el enfoque

sintáctico, el enfoque lexical y el enfoque Forma Fonética/postsintáctico.

De acuerdo con la lingüista, en el enfoque sintáctico iniciado por

Kayne (1975), los clíticos pronominales son unidades sintácticamente

independientes que difieren (en la sintaxis) de las frases nominales

completas con respecto a su posición superficial. Para algunos lingüistas

como Uriagereka (1995), su posición superficial se deriva por la generación

en la posición de argumento en la base seguida por el movimiento y la

incorporación a través de la adjunción a un núcleo existente. Para otros

como Sportiche (1996), los clíticos son núcleos de proyecciones funcionales

generados en la base. Ambos enfoques están incrustados dentro de un punto

de vista general de la sintaxis.

Mientras que el enfoque sintáctico tiene sus raíces empíricas en la

distribución complementaria entre los clíticos pronominales y las frases

nominales completas en las lenguas romance como el francés y el italiano, el

enfoque lexicalista apoyado por Strozer (1976), Rivas (1977) y otros, tiene

sus raíces empíricas en las lenguas que permiten el doblaje del clítico como

el español y el rumano. En el enfoque lexical, el complejo [clítico-verbo] es

un ítem lexical formado por las reglas de formación de palabras del lexicón y

es directamente insertado en la estructura sintáctica. Los clíticos

pronominales son marcadores de concordancia que exhiben los rasgos

personales. La posición argumental correspondiente está ocupada por una

categoría vacía coindexada c-comandada por el complejo [clítico-verbo].

240  

El enfoque Forma Fonética/postsintáctico es propuesto por los

morfólogos (Anderson (1992, 1993, 1995) entre otros), quienes han

sostenido que los clíticos son las manifestaciones morfofonológicas de los

rasgos morfosintácticos del verbo, esto es, afijos flexivos. En el léxico, los

verbos están enriquecidos con la información de los rasgos que se realizan

en la Forma Fonética de la gramática. Una visión prominente es que los

clíticos son un ejemplo de la morfología en el nivel de la frase, esto es, los

clíticos son para las frases lo que los afijos para las raíces (en el nivel de la

palabra).Estos tres enfoques han dado paso a otras interpretaciones. Las

variaciones dentro de ciertos límites dejan ver la diversidad de hechos

empíricos y los puntos de vista divergentes sobre la arquitectura de la

gramática.

4.2.1. La gama de significados del clítico se en español

Con relación al tema específico del clítico se, González Vergara (2006)

asegura que las opiniones con respecto a su categoría han ido generalmente

de la mano con el tratamiento del resto de los clíticos. Es necesario resaltar

las observaciones de Mendikoetxea (1999:1650) de que la mayoría de

quienes presentan el clítico se como un pronombre encuentran, como norma,

dificultades para relacionar esta caracterización con el sentido impersonal o

pasivo que se desprende de algunas de las construcciones en las que este

elemento aparece y, en consecuencia, matizan esta afirmación indicando que

su naturaleza pronominal varía a las de un “marcador” o “signo” de pasividad

e impersonalidad.

Otros autores, si bien utilizan símbolos distintos a los de “signo” o

“marca”, también describen de manera diferente el comportamiento del

clítico se en las oraciones de significado reflexivo, por una parte, y de

sentido impersonal o pasivo, por otra.

241  

González Vergara (2006) menciona algunos de los argumentos para

negar la condición de pronombre sujeto del clítico se de las oraciones

impersonales: (i) no admite la inversión pasiva, como observamos en (46a),

(ii) su posición con respecto a la negación es diferente a la de las otras

frases en función de sujeto, como en (46b), (iii) no puede ser elidido por

identidad, lo vemos en (46c), (iv) no se comporta como un sujeto en

estructuras de ascenso del sujeto, como en (46d).

(46) a. Se aplaudió a los artistas > *Los artistas fueron aplaudidos por se. b. Uno no debe admirar a los malvados > no se debe admirar a los malvados. c. Pedro sonreía > Sonreía/ Se sonreía >#Sonreía. d. oigo que se habla > Oigo hablar a se.

(González Vergara;2006:11)

El lingüista concluye que la opción de considerar el clítico se como un

pronombre en las oraciones de sentido pasivo e impersonal no resulta

adecuada, mientras que su visión como “marca”, si bien no contraviene los

hechos, se presenta como muy poco explicativa.

Por otra parte, E. García (1975) sostiene que se es un pronombre

reflexivo en todas las oraciones en que aparece y redefine la reflexividad

como constituida por los rasgos “no persona” y “deíxis débil”; la forma se

sería un elemento sin referencia anafórica obligada que permite prescindir de

lo denotado en otras circunstancias por la misma forma (c.f. González

Vergara;2006:12).

Para Otero (1999) (c.f. González Vergara;2006:16), el clítico se no es

pronombre y tampoco posee naturaleza reflexiva. Este clítico adquiere la

imagen reflexiva de la construcción sí (mismo), el verdadero reflexivo.

Otro tipo de oraciones que han puesto en entredicho la condición

pronominal de se son las construcciones en (47a-b):

242  (47) a. El barco se hundió. b. Pedro se resfrió.

(González Vergara;2006:14)

Pensamos que en la expresión en (47a) probablemente el barco se

generó en la posición de argumento interno (hundir el barco); si el clítico se

es ensamblado a la frase hundir el barco, aparentemente se actúa como un

clausurador y ningún otro constituyente puede ser ensamblado con se hundió

el barco, luego, el argumento interno puede moverse a la posición de sujeto

como aparece en (47a). En la oración (47b) es menos evidente que Pedro se

haya generado como argumento interno, puesto que Pedro estaría

introducido por a, un marcador diferencial de objeto en una oración como X

resfrió a Pedro; si Pedro se mueve a la posición de sujeto, entonces no sería

necesario este marcador y la oración que se derive podría ser como la que

aparece en (47b).

Según Arce-Arenales (1989) (c.f. González Vergara;2006:28), ni en los

casos en los que aparece en oraciones de significado plenamente reflexivo se

puede ser considerado como un pronombre, ya que surgiría el problema de

cortar con dos elementos en idéntico caso en una misma expresión.

Fernández Soriano (1993 y 1999) (c.f. González Vergara;2006:16)

acepta un alto grado de coincidencia entre clíticos y morfemas y planteas las

siguientes características que manifiestan una relación estrecha entre ambos

tipos de elementos:

(i) Tanto los clíticos como los morfemas son formas dependientes. Esto

se evidencia en hechos como su imposibilidad de recibir marcas distintivas

como la que constituye ser objeto de una interrogación y de entrar en

relaciones de contraste, como en (48a), de coordinarse como en (48b) y de

ser elididos por identidad, como en (48c):

243  (48) a. -¿Lo viste o la viste? -*La b. *María se y lo asustó. c. *Pedro lo vio y compró.

(ii) Los clíticos, a diferencia de otras unidades inacentuadas como el

artículo y la semejanza con los morfemas, se ajustan siempre y

exclusivamente a los integrantes de una misma categoría gramatical, el

verbo, en nuestro caso.

(iii) Los clíticos forman grupos con un ordenamiento definido y rígido,

propiedad que los asemeja a los morfemas verbales y que contrasta con la

libertad del ordenamiento de las palabras en español.

(iv) En algunos dialectos los clíticos no argumentales pueden aparecer

antes que el morfema verbal de tercera persona de plural, como se observa

en expresiones del tipo “márchesen” (c.f. “márchense”) o “désen” (c.f.

“dénse”).

(v) Los clíticos actúan de manera similar a los morfemas en su

capacidad de desencadenar procesos morfológicos en el verbo al que se

adjuntan.

Así pues, podemos decir que, desde la perspectiva de González

Vergara (2006), el clítico es un morfema verbal. Una pregunta que se puede

plantear en este estadio de la discusión es si el clítico se es el mismo

constituyente en todos los tipos de oraciones en las que aparece o si, por el

contrario, se trata de elementos diferentes.

Para Susana Aspiazu Torres (2004), las funciones semánticas de se

cubren un amplio espectro de variaciones sutiles, tanto sintácticas como

conceptuales que toman la forma de un continuum como se muestra en

(49):

244  (49):

1

Reflexivo 2

Causativo 3

Agentivo 4

Media 5

Media 6

Media 7

Agentivo 8

Impersonal Intransitivo Anímica Dinámica Incoativa Indefinida

Media pasiva

- El fraile se inculpó en el juicio

- Voy a Cortarme El pelo

- El fraile Se retractó - Se refiere ati - Siéntate

- Me alegro de que vengas

- Nos Salimos De la Carretera - Se murió de cáncer

- Se ha roto la taza - Este tejido se estropea en seguida

- Se quemó el bosque para acabar con la plaga

- No se sabe nada nuevo - Se detuvo a los ladrones

S= Agente= Paciente

S= Paciente ≠ Agente (?)

S= Agente (no paciente)

S= Experi- menta- dor Anima- do

S= Agente/ Experi- mentador

S= Experi- menta- dor Inanima-do

S= Paciente ≠ Agente animado y descono- cido

S=∅ Agente animado y descono-cido

+ Argumento interno - Argumento interno

(Aspiazu Torres;2004:12) Por su parte, Contreras (1964) (c.f. González Vergara(2006:20)) propone

trece clases del clítico se de acuerdo con sus valores semánticos,

funcionales, léxicos, dialectales y estilísticos. Veamos:

(50) (a)Se oblicuo: Alomorfo de le: Pedro se lo dio a María. (b)Se reflexivo directo e indirecto: Pedro se lava/ Pedro se lava las manos. (c)Se recíproco directo e indirecto: Pedro y María se alaban/ Pedro y María se alaban sus logros. (d)Se pasivo: Se firmaron las paces por los plenipotenciarios (considerado así sólo cuando la oración presenta un complemento agente). (e)Seindeterminativo: Plantea la indeterminación del agente del proceso especificado: Se desea la felicidad.

Estructura transitiva + Transitividad

Estructura intransitiva - Transitividad

Estructura 

Sujeto animado Sujeto inanimado No sujeto

245   (f)Se léxico: Distingue conceptualmente entre dos verbos: Pedro fue a Valdivia/Pedro se fue a Valdivia. (g)Se aspectual: Establece distinciones en el aktionsart del verbo en el que aparece: Pedro durmió/Pedro se durmió. (h)Se sociocultural: Establece distinciones entre variantes diastráticas: Pedro enfermó/Pedro se enfermó. (i)Se dialectal: Pedro casó/Pedro se casó. (j)Se afectivo: Pedro bebió un tonel de vino/Pedro se bebió un tonel de vino. (k)Se estilístico: Muestra variaciones diafásicas entre el habla formal y el habla informal: Pedro murió/Pedro se murió. (l)Se narrativo: Érase una vez. (m)Se morfológico o estructural: Forma parte indisociable del verbo: Pedro se arrepintió.

Eva Juarros-Daussà (2000) distingue las siguientes ocurrencias de la

categoría funcional se, la cual presentamos en (51a-e):

(51) (a) Se impersonal: (i) Aquí se vive bien. (ii) En esta granja se mata a seis mil pollos cada día.

Las expresiones donde ocurrese impersonal se caracterizan por carecer

de argumento externo. La FD postverbal no funciona como sujeto y la

flexión verbal exhibe la tercera persona de singular por defecto.

(51) b. Se pasivo reflexivo: (i) Se necesitan buenas ideas. (ii) Se necesita una buena idea.

Aquí, no ocurre el argumento externo y la flexión verbal muestra la

concordancia con la FD postverbal.

246  (51) c. Se medio: (i) Las puertas se han cerrado de golpe.

En esta oración, el argumento externo no tiene realización fonética. (51) d. Se reflexivo y recíproco: (i) Marta se está limpiando. (ii)Lidia y Barry se aman con locura.

En cada caso de los ejemplos en (d), la FD se genera como objeto

subyacente del verbo y luego se mueve hacia la posición de sujeto oracional,

en concordancia con el marco teórico propuesto por Hale y keyser (1993).

La vque permite la presencia del sujeto causador no ocurre y en su lugar

tiene realización el operador se.

(51) e. Se aspectual: (i) Los estudiantes se están durmiendo en la clase. (ii) José comió (?el) pastel. (ii’) José se comió *(el) pastel.

Para la autora, esta categoría pudiera hacer enlace con otras. En

contraste con las categorías precedentes, el argumento externo es el sujeto

oracional.

La oración (51e.i) tiene una interpretación incoativa, y el argumento

externo es el sujeto de la oración. La oración (51e.ii’) tiene una

interpretación télica.

En la propuesta de Juarros-Daussà (2000), La FD que ocupa el

especificador de la Fv tanto de los verbos transitivos como de los verbos

inergativos se introduce sintácticamente. Las inacusativas son intransitivas

con un solo argumento interno y ningún argumento externo. La categoría se

con inacusativos también es introducida sintácticamente.

Veamos las expresiones en (52a-b):

(52) a. Se construyó una casa/Una casa se construyó. b. Se destruyó una casa/Una casa se destruyó.

247  

En estas oraciones, cuando el argumento interno precede a la categoría

funcional se, parece que es necesario hacer un ejercicio mental para obtener

el significado de la expresión. Esta puede ser una explicación para el hecho

de que, por ejemplo, en español coexisten la morfología pasiva y else.

La expresión en (53) puede tener más de una lectura: (i) del conjunto

de los esclavos, un subconjunto pudo haber denunciado un hecho que se

mantenía callado, (ii) los esclavos se vendieron ellos mismos, (iii) alguien

vendió a los esclavos. Esta ambigüedad no se presenta en la expresión en

(54), puesto que todavía cabe la posibilidad de introducir el agente.

(53) Los esclavos se vendieron. (54) Los esclavos fueron vendidos. 4.2.2. El clítico se como un marcador del aktionsart

Podemos notar que en la clasificación de Aspiazu Torres (2004) no se

hace mención al uso del clíticose que hemos identificado en las oraciones en

(1b) y en (2), las cuales repetimos como (55):

(55) a. Pedro se bebió una lata de cerveza. b. Pedro se construyó una casa (a todo trapo).

Sin embargo, Contreras (1964) y Juarros-Daussà (2000) sí consideran

un se aspectual como el ejemplo en (56):

(56) Pedro se durmió.

En las oraciones en (55a-b) y (56), el clítico se puede ser elidido y no

se modifican sustancialmente las estructuras sintácticas de las oraciones,

veamos (57):

(57) a. Pedro bebió una lata de cerveza. b. Pedro construyó una casa (a todo trapo). c. Pedro durmió.

248  

Cuando decimos que no se modifica sustancialmente la estructura

sintáctica de las oraciones, nos referimos al hecho de que las posiciones

argumentales en (57a-c) quedan saturadas por las frases que reciben papel

temático a través de la operación Ensamble, de acuerdo con el Principio de la

asignación del papel temático (PAPT):

(58) Principio de la asignación del papel temático (PAPT): Los papeles temáticos solo pueden ser asignados bajo la operación Ensamble.

(Hornstein, Nunes& Grohman;2005:54) (La traducción es nuestra)

Eso es, la presencia o ausencia del clítico se no modifica la función

sintáctica de los argumentos.

Andrés Bello (1847:951(359)) expresa:

“En las combinaciones binarias de los dativos, el segundo de ellos pertenece al régimen propio del verbo y el primero llamado superfluo, sirve solo para indicar el interés que uno tiene en la acción significada por el verbo, o para dar un tono familiar y festivo a la oración”

Los ejemplos citados por Bello (1847) son los siguientes:

(59) a. Póngamele un colchón mullido (al enfermo). b. Me le dieron una buena felpa (al ladrón).

Vemos que los verbos poner y dar no requieren el clítico me, en cada

caso, para saturar sus posiciones argumentales.

El clítico se en los ejemplos en (55) y (56) y el clítico me en los

ejemplos en (59) tienen en común que no son argumentos verbales y no

reciben papel temático. Desde el punto de vista semántico, podemos decir

como Bello (1847) que el clítico me en (59) indica “interés”, mientras que el

clítico se en (55) y (56) de alguna manera parece medir el evento referido

por el verbo. Notemos que si la posición de argumento está ocupada por una

frase nominal no-cuantizada, el clítico se no puede ocurrir en la misma

expresión, como en (60):

249  (60) a. *Pedro se compró azúcar ayer. b. *Pedro se comió empanadas ayer.

El caso de Pedro murió/Pedro se murió parece ser un contraejemplo a

la generalización ejemplificada por las oraciones en (60a-b), sin embargo, la

oración sin el clítico se es más usada cuando el hablante no tiene la intención

de hacer referencia al proceso que pudo haber ocurrido antes de llagar al

punto de la muerte, como lo vemos en el ejemplo en (61):

(61) Pedro murió en un accidente de transito esta mañana.

El evento descrito en (61) difiere del que se describe en (62), en el

cual morir se comprende como un proceso que llega a un punto final:

(62) Pedro se murió esta mañana después de una larga enfermedad.

Las estructuras transitivas que admiten un clítico se, que podríamos

llamar cuantizado siguiendo a Krifka (1989) y Nishida (1994),tienen como

característica, por un lado, el carácter cuantizado del objeto directo y, por

otro lado, el hecho de que no todos los verbos transitivos admiten la

construcción con secuantizado.

En el trabajo seminal Aspectual Rolesand TheSyntax-Semantics

Interface, Tenny (1994) propone una categorización de los predicados

delimitados o circunscriptos. La delimitación o circunscripción se refiere a la

propiedad de un evento de tener un punto final en el tiempo cronológico

marcado, definido e inherente. La oración citada por la autora es la que

observamos en (63):

(63) John consumedanorange in anhour. ‘juan consumió una naranja en una hora’. (Tenny;1994:6) (La traducción es nuestra)

Esta oración describe un evento delimitado, puesto que el consumo de

la naranja requiere de un proceso, cierto tiempo cronológico y tiene un punto

250  final inherente que se refleja cuando ya la naranja ha sido totalmente

consumida.

Un aspecto central de la teoría de Tenny (1994) es la correspondencia

entre el argumento en una representación semántica que tiene el papel

aspectual de ‘medir el evento’ y el argumento sintáctico que puede

caracterizarse como el argumento interno del verbo. Esta propiedad

aspectual crucial está asociada con el argumento interno directo del verbo,

esto es, el argumento interno directo de un verbo ‘mide’ en el tiempo el

evento descrito por el verbo.

La idea de que un objeto mida un evento puede aclararse con el uso de

la propiedad aspectual de delimitación (delimitedness). Un evento delimitado

es codificado por la lengua como aquel que tiene un punto final en el tiempo

cronológico. La diferencia entre los eventos delimitados y lo no-delimitados la

ilustramos en (64) y (65):

(64) Delimitado: a. Destruir la ciudad (en una hora/*durante una hora). b. trepar un árbol (en una hora/?durante una hora). (65) No-delimitado: a. Amar el jazz (*en una hora/durante una hora) b. Empujar una carreta (*en un día/durante un día)

Sin embargo, la propiedad de delimitación puede depender de otros

elementos en la frase verbal. En una oración como (66), el punto final

inherente no solo requiere de un objeto directo cuantizado, sino del

secuantizado.

(66) Juan ?(se) comió una empanada completa en dos minutos.

Los ejemplos en (63) y (66) se refieren a una clase de predicados

delimitados: los verbos de consumo, creación y destrucción. En la

terminología empleada por Tenny (1994), las realizaciones y los logros son

251  delimitados, los estativos y las actividades son no-delimitados. La

delimitación está estrechamente relacionada con la telicidad. Bach (1986) y

Mourelatos (1978) se refieren a los no-estativos delimitantes como los

términos que describen los ‘eventos’ y los no-delimitantes no-estativos

como los términos que describen los ‘procesos’.

Otra categoría de predicados delimitados está formada por los

predicados de cambio de estado. Desde este punto de vista, Tenny (1994) se

apoya en Dowty (1979), quien introduce una distinción entre cambios de

estado definido e indefinido. Los predicados de cambios de estado definido se

corresponden con los predicados delimitantes. Algunos ejemplos los

observamos en (67):

(67) Abrir la puerta, madurar la fruta, secar la ropa

Hay un cambio de estado resultante e inherente en el significado de

estos verbos.Algunos verbos de cambio de estado son verbos de logro en

Vendler (1967):

(68) a. Thebaseballcrackedtheglass. ‘La pelota de beisbol rompió el vaso’ b. Theterroristexplodedthebomb. ‘El terrorista explotó la bomba’.

(Tenny;1994:16) (Latraducción es nuestra)

Una observación muy importante que hace la autora es que los verbos

de cambio de estado con argumentos delimitantes difieren de los verbos de

tema incremental en el hecho de que el términus temporal del evento no es

necesariamente logrado a través del progresar en forma incremental a través

del objeto. El términus es logrado con el progreso a lo largo de grados

medibles del cambio en alguna propiedad esencial del verbo.

252  

En la propuesta de Tenny (1994), todos los argumentos internos

directos que experimentan cambios miden el evento, aunque este sea

delimitado o no. Veamos:

(69) a. Empujar la carreta (*en una hora/durante una hora). b. Empujar la carreta hasta San Francisco (en una hora/durante una hora)

En (69a) el verbo y su argumento interno directo describen un evento

no delimitado, más que uno delimitado. En (69b), con la adición de la frase

que indica la meta (que Tenny (1994) denomina argumento interno

indirecto) el evento se hace delimitado. Sin embargo, la carreta todavía mide

el evento en ambas expresiones. La delimitación en (69b) se logra a través

de la referencia a la propiedad del argumento interno que interviene en el

evento; a saber su ubicación, es decir, la carreta experimenta un cambio de

ubicación. Así, la frase meta delimita el evento al referirse a esa propiedad

del objeto directo que experimenta el cambio esencial en el evento.

La tercera categoría a la que la autora hace referencia está relacionada

con los objetos de trayectoria de los verbos de ruta(pathobjects of

‘routeverbs’). Estos miden el evento pero experimentan cambio o

movimiento durante el evento. Los objetos de trayectoria elsendero de los

Apalaches y la escalera en (70) definen una trayectoria y una distancia

recorridas en el evento.

(70) a. SuewalkedtheAppalachianTrail. ‘Sue caminó el sendero de los Apalaches’. b. Bill climbedtheladder. ‘Bill subió la escalera’.

(Tenny;1994:17) (La traducción es nuestra)

La lectura delimitada en (70a-b) expresa que la caminata y el subir

están medidos por la longitud del sendero de los Apalaches y de la escalera,

respectivamente. Tenny (1994) también asume que hay objetos directos

253  que son eventos o ejecuciones, los cuales también pueden ser objetos de

trayectoriao extensión espacial, como en (71):

(71) a. Tocar una sonata. b. Traducir un poema.

En estos casos, las frases verbales describen eventos que van desde el

comienzo hasta el final. Cuando se toca una sonata, el fin de la pieza musical

es el fin del evento; asimismo, traducir un poema se interpreta como dar

inicio a la traducción con la primera estrofa hasta que se alcanza el final del

poema. De modo que ambos objetos miden y delimitan el evento,

respectivamente.

Nishida (1994), propone que el clítico se usado en ciertas

construcciones transitivas se comporta como referido a una clase de

situaciones que están cuantitativamente delimitadas. Las clases de

situaciones a la que la autora hace referencia son los eventos y los estados.

De esto se desprende que la noción de ‘cuantitativamente delimitado’ no esté

restringida a lo que se comprende como telicidad.

Todas las oraciones con seq (=secuantizado) deben tener una FN

objeto directo cuantitativamente delimitada. Las oraciones con seqtratan de

expresar situaciones delimitadas en el tiempo y en el espacio. El seq lo

observamos en expresiones como las de (72):

(72) a. Juan se tomó una copa de vino anoche antes de acostarse. b. Yo me comí diez manzanas y ahora me duele el estómago. c. José y yo ya nos sabemos toda la lección.

Tomar y comer son verbos de consumo, mientras que saber es un

verbo de estado, aunque en (72c) parece indicar un proceso puesto que la

lección se puede aprender en partes.

254  

El seq es crucialmente diferente a cualquier otro uso dese. Notemos

que las expresiones (72a-c) permanecen como oraciones bien formadas sin

seq, veamos los ejemplos en (73):

(73) a. Juan tomó una copa de vino anoche antes de acostarse. b. Yo comí diez manzanas y ahora me duele el estómago. c. José y yo sabemos toda la lección.

Ahora bien, la omisión del seno-q sí produce oraciones mal formadas o

con un significado diferente, veamos:

(74) a. Se reflexivo/recíproco: *Los niños __ miraron. b. Se inherente: *Juan __ arrepintió de haberlo hecho. c. Se medio: *Los carros japoneses __ venden bien aquí. d. Se pasivo: *Esos puentes __ construyeron en 1800.

Según Nishida (1994), el primer tratamiento extensivo de seq aparece

en Arce-Arenales (1989). Este autor observa que las oraciones transitivas

con seq, las cuales él llama oraciones hipertransitivas, expresan oraciones

completivas y define el clítico se en estas oraciones como un marcador

aspectual.

Arce-Arenales (1989) afirma que los dos argumentos nominales, esto

es, el objeto directo y el sujeto, de las oraciones hipertransitivas están

sujetos a ciertas restricciones: (i) el objeto directo debe estar acompañado

por un determinante y (ii) el sujeto debe ser un agente especificado. El

autor observa que los verbos que pueden ocurrir en oraciones

hipertransitivas son mayoritariamente verbos ‘incorporativos’, tales como

comer, beber,mamar, robar, etc. , los cuales tienen el significado general de

255  ‘tomar algo dentro de uno mismo’, pero que la clase se ha extendió para

incluir algunos verbos de movimiento como caminar, nadar, etc.

El trabajo de Arce-Arenales (1989) no es más completo que la breve

descripción de Strozer (1976) sobre el tópico, puesto que simplemente

describe hechos independientes sin explicar cómo estos hechos se relacionan

con el significado de la oración como un todo.

Arce-Arenales (1989) afirma que el objeto directo de las oraciones con

seq debe estar acompañado por un determinante. Ciertamente, como se

muestra en (75a) y (76a), las oraciones con seq están mal formadas cuando

tienen un objeto directo compuesto por una FN desnuda o escueta, mientras

que las oraciones sin seq están bien formadas, como se evidencia en (75b) y

(76b):

(75) a. *Juan se tomó vino anoche antes de acostarse. b. Juan tomó vino anoche antes de acostarse. (76) a. *Yo me comí manzanas y ahora me duele el estómago. b. Yo comí manzanas y ahora me duele el estómago.

Sin embargo, la información en (77) inmediatamente le plantea un

problema a la generalización de Arce-Arenales (1989). La oración (77a) con

seq está mal formada aunque el objeto directo está acompañado por un

determinante; mientras que la oración en (77b) está bien formada sin el

seq.

(77) a. *José y yo nos sabemos muy bien el español. b. José y yo sabemos muy bien el español.

La observación anterior no debe descartar la posibilidad de que todas

las frases nominales que aparezcan como objeto directo en las oraciones con

seq comparten alguna propiedad común. Observemos la oración en (78):

(78) Juan se conoce bien la poesía española.

256  

El objeto directo en (78) está acompañado por un artículo definido.

Esta expresión es ambigua por sí misma; puede ser interpretada como

referida a algún poema español específico o a la poesía española en forma

colectiva. Sin embargo, cuando aparece como el objeto directo de oraciones

con seq como en (78), esta es interpretada solo con el segundo sentido,

como ‘el poema español’. Esto indica que para caracterizar el objeto directo

en las oraciones con seq, necesitamos ver su propiedad semántica –más

específicamente su propiedad de referencia-más que su propiedad formal.

Hay una analogía entre la estructura parte-todo de los eventos y de las

cosas, como lo ha notado Bach (1986). Las cosas contables difieren de las

cosas no contables acumulativas en la relación de las partes hacia el todo.

Para las cosas no contables una parte propia cuenta como un ejemplo del

todo. En contraste, para las cosas contables una parte propia no es un

ejemplo del todo. Consideremos los términos agua y un vaso de agua. Agua

es acumulativo; algo de agua en un envase es agua. Pero un vaso de agua

es una cosa contable, y una parte propia no es un ejemplo del todo. Algo de

agua en un vaso es diferente de un vaso de agua.

Las mismas relaciones entre parte y todo se mantienen para los

eventos de diferentes tipos. Las realizaciones corresponden a cosas

contables. Las actividades a cosas acumulativas. La expresión Luis camina es

una actividad. Una parte propia es un ejemplo del todo. Parte de caminar es

un evento de caminar. Juan estuvo caminando implica que Juan caminó. En

contraste, las realizaciones son contables, es decir, una parte no es un

ejemplo del todo; de Juan estaba construyendo una casa no podemos

concluir que Juan construyó una casa.

Los eventos télicos son específicos y contables. Esta propiedad es

expresada en parte por los argumentos nominales de una oración télica, la

cual debe incluir un nombre contable. Veamos:

257  (79) a. Él tocó sonatas. (Actividad: atélica) b. Él tocó una sonata. (Realización: télica)

Observemos ahora las expresiones en (80a-b) que proporcionan listas

de expresiones nominales que pueden aparecer o no como el objeto directo

con seq, respectivamente.

(80) a. Compatibles con seq: Una copa de vino, diez manzanas, toda la lección, etc. b. Incompatibles con seq: Vino, manzanas, el español, etc.

Hay una clara distinción entre los dos tipos de nominales con respecto

a los tipos de entidades que denotan. Los dos conjuntos corresponden

(aproximadamente) a lo que krifka (1989) caracteriza como cuantizado y

acumulativo, respectivamente. Los conjuntos nominales compatibles con seq

se refieren a entidades que son cuantitativamente delimitadas, mientras que

los que no son compatibles con seq se refieren a entidades que no tienen un

límite claro. El último conjunto de expresiones incluye los llamados “términos

de masa” y los “plurales escuetos o desnudos” y tienen la propiedad de

referir acumulativamente. Los nominales que son compatibles con seq

incluyen los llamados “nombres contables” y los términos de medida y

carecen de la propiedad de referencia acumulativa.

No todos los nominales tienen referencias que no son ambiguamente

cuantizadas o acumulativas, como los que se muestran en (80a-b).

Tomemos por ejemplo la frase el libro. Esta expresión es ambigua pues se

puede usar para hacer referencia a la totalidad o a alguna parte propia de un

objeto. Si se usa con el primer sentido, el objeto tiene un límite definido;

mientras que si es usado con el último sentido, el objeto carece de un límite

definido. Observemos los ejemplos en (81) y (82), los cuales contrastan una

oración sin seq y otra con seq, respectivamente.

258  (81) Juan leyó el libro anoche. (82) Juan se leyó el libro anoche.

Para que la oración en (81) sea verdadera, no es necesario que todo el

libro haya sido leído. Por otro lado, (82) es verdadera si y solo si todo el libro

fue leído. Por ejemplo, (81) permite la conjunción entre una frase y una

cláusula que obliga una lectura partitiva sobre el libro, como se muestra en

(83), mientras que (82) no lo hace, como se muestra en (84):

(83) Juan leyó el libro un poco más anoche y ahora le faltan dos capítulos. (84) Juan se leyó la novela *un poquito más anoche *y ahora le faltan dos capítulos.

¿Debe el objeto directo de las oraciones con seq ser referencial como

afirma Strozer (1976)? Observemos (85), (86) y (87), donde el objeto

directo se compone de un elemento con un cuantificador, una palabra

interrogativa, y una expresión genérica; todas estas expresiones son no-

referenciales.

(85) Juan no se leyó ningún libro este verano. (86) ¿Qué libro dijo que ya se leyó Juan? (87) *En esos días, Juan no quería comerse las uvas en esa región.

Mientras que (85) y (86) están bien formadas, (87) está mal

formada. La gramaticalidad de (85) y (86) muestra que la referencialidad no

es una propiedad crucial para el objeto directo de la oración con seq. ¿Por

qué pueden una oración con cuantificador y una palabra interrogativa ocupar

la posición del objeto directo en las oraciones con seq, mientras que una

expresión genérica no puede?

Los cuantificadores como ningún o palabras interrogativas como qué

tienen alcance sobre toda la oración, las interpretaciones para (85) y (86)

son aproximadamente como en (88) y (89), respectivamente.

259  (88) No existe ninguna X tal que sea un libro y John lo lea (completamente) (89) Para qué X, tal que es un libro y John lo lea (completamente)

En ambos casos, la variable X, que está como el objeto directo, tiene

alcance sobre las entidades que pueden ser referidas como un libro y tales

entidades son cuantitativamente delimitadas cuando representan la longitud

total de un libro. En contraste, las entidades referidas por las expresiones

genéricas, como las uvas cultivadas en esa región, carecen de un límite

claro.

Como ya hemos visto, hay una clase de verbos que traduce la

propiedad del argumento interno de ser contado a la delimitación del evento.

Sin embargo, aparentemente, no hay una clase de verbos que traduzca la

propiedad del argumento externo de ser contado a la delimitación del

evento. Veamos:

(90) a. La grama rodeó la casa. (no-delimitado) b. Siete grandes árboles rodearon la casa. (no-delimitado)

Las propiedades contable/no-contable del argumento interno y no del

argumento externo interactúan con las propiedades aspectuales de las

frases verbales. Esta asimetría entre los argumentos internos y externos

tiene sentido a la luz del requisito de que solo los argumentos internos miden

el evento.

Con respecto al sujeto, recordemos que Arce-Arenales (1989) afirma

que el sujeto en las oraciones con seq debe ser agentivo y especificado. Pero

un examen más detallado, muestra que el sujeto no tiene que ser agentivo

ni especificado. Consideremos primero la agentividad. El clítico seq ocurre

no solo con verbos dinámicos como beber y comer, sino también con verbos

no dinámicos como saber; para los verbos dinámicos, el sujeto asume un rol

semántico no-agentivo. En cuanto a la especificidad, una expresión nominal

es específica si esta se refiere a un objeto o a un individuo que es

260  especificable en el contexto. Luego, las expresiones no referenciales como

una palabra interrogativa no deberían ser capaces de aparecer como el

sujeto de las oraciones con seq. Este con seguridad no es el caso, como se

muestra en (91):

(91) ¿Quién dijiste que ya se sabe toda la lección?

Además, el sujeto nulo en (92) se puede interpretar como un agente

no especificado (así como especificado) aunque seq está presente.

(92) Se habían acabado todo el vino para las ocho.

La pregunta natural que surge en este estudio es: ¿Debe el sujeto en

las oraciones con seq ser cuantizado como el objeto directo? Observemos

(93):

(93) Los invitados se tomaron el vino que trajo Sergio de Francia.

Esta oración es verdadera si y solo si todo el vino está involucrado en

el evento. Sin embargo, esta es todavía verdadera aún si no todos los

invitados están involucrados en el evento reportado. Es posible coordinar una

cláusula explícitamente negando la participación de todos los invitados, como

vemos en (94):

(94) Los invitados se tonaron el vino que trajo Sergio de Francia. Claro, algunos tomaban soda.

En suma, la delimitación cuantitativa no se requiere para el sujeto de

las oraciones con seq.

Así pues, las oraciones con seq se perciben como télicas. Recordemos

que tanto Arce-arenales (1989) como Strozer (1976) observan que las

oraciones con seq expresan acciones completivas o completables,

respectivamente. Esta propiedad aspectual y la propiedad referencial del

objeto no son independientes una de la otra. En semántica, en ciertas

261  construcciones transitivas hay una analogía entre el tipo de entidad denotada

por el objeto directo directo y el tipo de situación denotada por el objeto

verbal.

Un enfoque que nos llama la atención es el de Montserrate Sanz

(2000), quien toma como antecedentes fundamentales las propuestas de

Vendler (1967), Tenny (1994) y Parsons (1990).

Sanz (2000) propone que las oraciones se clasifican según el tipo de

evento, estos son: estados, actividades, realizaciones y logros. Asimismo,

establece una correspondencia entre los tipos de evento y los tipos de

predicado sintáctico, los cuales son transitivos, inergativos e inacusativos.

La correspondencia es como sigue:

(95) a. Los predicados transitivos expresan cualquier tipo de acción b. Los predicados inergativos solo expresan actividades c. Los predicados inacusativos expresan estados y logros d. Los eventos télicos solo son expresados por predicados transitivos e inacusativos.

En otras palabras, los eventos de realización y de logro son eventos

télicos y solo son expresados por predicados transitivos e inacusativos.

Nos limitaremos a comentar algunos aspectos de la teoría de Sanz

(2000) relacionados con la telicidad de las construcciones con verbos de

realización.

De acuerdo con la autora, el tipo de evento es parte del componente

funcional y esta es la base para proponer una proyección funcional, la Frase

Evento (FE) situada por encima de la FT, en un análisis de tipo larsoniano

(1988); donde las propiedades aspectuales están codificadas como rasgos

formales que tendrán consecuencias sintácticas.

262  

La FE, en español, puede codificar rasgos interpretables y no-

interpretables. Puede hospedar los rasgos [±télico] y [±puntual]. El rasgo

interpretable [+télico] se refiere a los eventos que involucran un punto final

en el tiempo, lo que resulta en un nuevo estado de cosas. El rasgo no-

interpretable [+puntual] tiene que ver con los eventos instantáneos. De

manera que, si un evento es[+télico][-puntual], se interpreta como un evento

de realización; mientras que si es [+télico][+puntual] se interpreta como un

evento de logro.

La evidencia fundamental de que existe la FE proviene de las

construcciones transitivas con el clítico se en español, las cuales expresan

eventos de realización.

El clítico se es el núcleo de la FE y también contiene rasgos-φ que

concuerdan con los rasgos-φ del argumento externo del verbo. Al mismo

tiempo, Sanz (2000) propone que el rasgo [+medir] está en la posición del

objeto y se revisa en el segundo especificador de la proyección del verbo

ligero v.

Según Esther Torrego (1998), esta es una proyección funcional fuerte

que contiene tanto el rasgo de Caso acusativo inherente, como el rasgo de

caso acusativo estructural, los cuales son no-interpretables.

Sanz (2000) asocia el rasgo de Caso inherente con las propiedades de

medición que tiene el objeto, es decir, la revisión del rasgo de Caso

inherente es la revisión del rasgo [+medir] en el mismo especificador. Esto es

fundamental dentro de su teoría, pues cuando el verbo es delimitado por su

objeto no requiere el rasgo [±télico], el cual es revisado en la categoría

funcional FE.

263  

El mecanismo adoptado por Sanz (2000) para la revisión de los rasgos

es la teoría de la revisión de los rasgos propuesta por Chomsky en el

Programa Minimista (2000).

Un argumento fundamental dentro de la teoría de Sanz (2000) es que

el clítico se es un marcador abierto de la telicidad pues es un morfema verbal

independiente que debe ser pronunciado para que la oración se interprete

como una realización.

Así una construcción transitiva con se, como la que vemos en (96) se

interpreta como una realización, mientras que la misma oración transitiva sin

el clítico se, como en (97) tiene la interpretación de una actividad.

(96) Pedro se leyó un libro. (97) Pedro leyó un libro.

El argumento que Sanz (2000) ofrece es que al tratarse de un objeto

inanimado no puede estar marcado con la preposición o partícula a, en

consecuencia, no revisa el rasgo de Caso acusativo inherente ni el rasgo

[+medir]; por lo tanto, no mide el evento. Así, la única vía para revisar la

telicidad es a través de la realización fonética del clítico se en la FE.

Sin embargo, en una oración como (97), el sujeto tiene el rol de

agente, si seguimos a Torrego (1998) esta es una evidencia de que, aunque

el objeto no es animado, ha revisado el Caso acusativo inherente y, junto

con él, el rasgo [+medir]. De manera que el objeto permite medir el

progreso del cambio en la duración del evento hasta su fin. La pregunta que

surge aquí es: ¿Por qué no tiene realización fonética el clítico se?

En nuestra variedad dialectal del español del Caribe, una explicación

posible está en las propiedades de cuantización que pueden tener los

nombres. Los rasgos [+cuantizado]o [+CEA](Verkuyl (1993))y [+medir]

presentes en el objeto directo hacen que el verbo adquiera el rasgo télico,

264  esto siguiendo a Torrego (1998) y apoyándonos en el rasgo [+AÑADA A]

(Verkuyl (1993)), luego, este complejo de rasgos es revisado en la FE.

Asumimos que aunque la FE no tenga realización fonética, estos rasgos están

codificados en ella.Así, al aparecer el clítico se la delimitación se hace

explícita, de manera que la telicidad se marca abiertamente.

Esta explicación es aplicable a los casos de objeto nulo, es decir,

cuando el objeto no tiene realización fonética.

Si analizamos oraciones como (98), veremos que aunque el objeto no

tiene realización fonética, el evento se interpreta como télico, esto es, una

realización, porque los rasgos [+cuantizado] y [+medir] están presentes y

son revisados.

98) a. Pedro leyó ∅ b. Pedro leyó ∅ en una hora.

Una evidencia de esto la encontramos en la agramaticalidad de las

mismas oraciones con la presencia del clítico se, veamos los ejemplos en

(99):

(99) a. *Pedro se leyó ∅ b. *Pedro se leyó ∅ en una hora.

La presencia de un adverbio durativo impulsa la interpretación de

actividad, por esto la oración en (100) es gramatical:

(100) Pedro leyó ∅ durante una hora.

Asimismo, esta explicación también es aplicable a otras expresiones

como limpiar la mesa, examinar el libro. Esta explicación confirma que el

aktionsart o modo de acción abarca más la FV que el verbo en sí mismo y

que los lazos entre la semántica y la sintaxis son cada vez más estrechos.

265  

De manera que podemos afirmar, al igual que Nishida (1994), Zagona

(1996), De Miguel y Fernández Lagunilla (2000), Sanz (2000), entre otros,

que el clítico seq es un marcador abierto de la telicidad en construcciones

transitivas y que este tipo de oraciones requieren una FN objeto directo

cuantizada.

En este trabajo, el interés es estudiar cómo influye el clítico se en el

aktionsart de las construcciones transitivas. Sin embargo, con respecto a las

oraciones intransitivas en las que aparece este clítico, hemos observado que,

aparentemente, también es un marcador abierto de la telicidad y se trata de

unseq. Podemos asumir el punto de vista de McCready y Nishida (2007). Para

estos autores, las construcciones intransitivas están formadas por verbos

puramente intransitivos, por ejemplo, dormir, que toman un argumento

meta o fuente, por ejemplo, ir o salir, que toman un complemento

predicativo, como estar.

El clítico en este tipo de construcciones, puede aparecer en predicados

dinámicos y estativos. A pesar de las propiedades aspectuales del verbo

base, las oraciones intransitivas dinámicas con se son predicados de logro

que denotan transiciones, mientras que las construcciones estativas denotan

el estado resultante de una transición.

De acuerdo con McCready y Nishida (2007), estos tipos de predicados

son caracterizados como inacusativos, los cuales toman un sujeto tema, es

decir, un sujeto que tiene el rol de paciente, por lo tanto un sujeto

derivado.A diferencia de las construcciones transitivas con se, no involucran

un tema incremental, más bien la relación homomórfica entre el objeto

denotado por el argumento interno y el evento, propia de las construcciones

transitivas, no existe aquí. Esto se mantiene aún para el argumento sujeto,

el cual puede pensarse que se comporta como un objeto directo dada la

naturaleza de los verbos inacusativos.

266  

Asimismo, el requerimiento para la cuantización se mantiene, aunque

en este tipo de construcciones es un requerimiento sobre los sujetos.

Mientras las oraciones intransitivas con se son compatibles con un sujeto

cuantizado como en (101a), la oración en (101b) muestra que los sujetos

no-cuantizados no son preferidos. La contraparte sin el clítico se, toma una

FN sujeto que puede ser cuantizada o no, como en (101c):

(101) a. Hoy se murieron los hombres/dos hombres en la residencia. b. *Hoy se murieron hombres en la residencia. c. Hoy murieron los hombres/dos hombres/hombres en la residencia.

CONCLUSIONES

Chomsky (1995, 2000, 2001) en su objetivo por buscar una

computación eficiente, sostiene que se debe asumir que el lenguaje usa los

medios más simples posibles para crear lo que se llama combinatorialidad

(combinatoriality, en inglés). La forma más simple de lograr esta

combinatorialidades colocar dos objetos lingüísticos juntos en una unidad

mayor, es decir, tomar a y b y crear el conjunto {a,b}. Esta es la operación

ensamble (c.f.Jackendoff (2011)). Estos objetos lingüísticos que pueden

juntarse vienen expresados en términos de rasgos y tienen relación 0con la

estructura argumental y la estructura aspectual. De acuerdo con nuestros

hallazgos, ambas estructuras están relacionadas a través de las propiedades

cuantificacionales de los argumentos y las relaciones que establecen con la

eventualidad.

En atención a esto, el modelo que hemos desarrollado contiene los

siguientes aspectos:

- Estamos deacuerdo y asumimos la posición básica dentro del minimismo

(Chomsky(2000,2001)) de que los rasgos son propiedades de átomos

sintácticos y, en consecuencia, son objetos de la teoría directamente. En

otras palabras, son primitivos del análisis y las categorías, como átomos, se

relacionan entre sí debido a las propiedades de los rasgos.

- Proponemos la siguiente estructura compleja de rasgos para la FD sujeto,

cuya estructura interna se organiza en términos de conjunto tomando en

cuenta que un rasgo es un par ordenado <At, Val>. La formalización la

presentamos en (1) y se corresponde con la estructura en (2):

(1)Conjunto-φ= {<At{Val<At,Val>}>} (Rasgos PPE)

269  (2) Conjunto-φ CONC: PER: 1era, 2da, 3era (RasgosPPE) GEN: Masc, Fem, Neu NUM: Sing, Plu CASO: {NOM: no-int} - Tomamos los rasgos PPE como una etiqueta general para designar los

rasgos involucrados en la Conc. Estos rasgos son sintácticos (no-

semánticos), de allí su nombre, son no-interpretables e incluyen los rasgos-φ

y el Caso; estos constituyen el conjunto-φ.

- La misma estructura de rasgos que propusimos en (2) es plausible para la

posición de argumento interno, en tanto que es una FD. Esta estructura la

presentamos en (3):

(3) Conjunto-φ CONC: PER: 1era, 2da, 3era (Rasgos PPE) GEN: Masc, Fem, Neu NUM: Sin, Plu CASO: {Ac: no-int} - En una oración transitiva, el objeto concuerda con V y se le asigna el Caso

acusativo en el [Esp, v*] (indirectamente a través de V) en la estructura que

proponemos en (4):

270  (4) FT Esp T’

T° Fv* AE Fv*

Esp CON: PER: ni-intv* GEN: no-int NUM: no-intv* FV CASO:Ac Esp V’ V FD {CAT: V}CAT: D CONC: PER: 3era GEN: Masc NUM: Sing CASO: no-int

Los rasgos de CONC son interpretables para el nombre, por lo que ya

están valorados en la FD; pero son no-interpretables para el verbo, por lo

cual no están valorados en el [Esp, v*]. Mientras que el rasgo de CASO Ac es

no-interpretable en la FD, pero es interpretable para el verbo, por lo cual

está valorado en el [Esp, v*]. Estos rasgos se cotejan y se borran “todo de

una vez” y los rasgos no-valorados adquieren su valor. El resultado es una

estructura como en (5).

271  

(5)Fv*

Esp CONC: PER: 3eraFv* GEN: Masc NUM: Singv* FV CASO: Ac Esp V’ V FD {CAT: V} CAT: D CONC: PER: 3era GEN: Masc NUM: Sing CASO: Ac Negrita: R no-interpretable valorado Normal: R interpretable - Otros rasgos especificados en la relación verbo/complemento son los

rasgos semánticos. Uno de ellos es el rasgo [± AÑADA A] en el verbo, el cual

expresa progreso dinámico, no estatividad o cualquier término disponible que

permita distinguirlo de los verbos estativos. El otro, es el rasgo [±CEA]

(Cantidad especificada de A =SpecifiedQuantity of A) como una propiedad

del nombre, la cual expresa que la FN pertenece a una cantidad especificada

de cosas o de masa. Estos rasgos juntos, mediante la selección semántica

simétrica que hace el verbo de su argumento interno/complemento –y que

termina en un cotejo asimétrico de rasgos- contribuyen con la interpretación

aspectual del evento.

-El objeto nulo debe ser incluido dentro del inventario de categorías vacías

como una nueva categoría, especificada con los rasgos [-anafórico][-

pronominal], es decir, se comporta como una expresión referencial y debe

ser libre en cualquier contexto.

- Se proyecta una posición de objeto, aunque no tenga realización fonética,

la cual debe codificar rasgos intrínsecos de los nombres y otros rasgos

adquiridos en la sintaxis.

272  - Una característica intrínseca a los nombres e inseparable de los cuerpos es

la noción de cantidad, esta les proporciona la capacidad de ser cuantificados

o numerados. Así pues, proponemos que uno de los rasgos que está

presente en la posición proyectada para el objeto es el rasgo [propiedad

cuantitativa] o [±CEA], el cual es interpretable por cuanto tiene efecto en la

interpretación semántica y que puede tener efecto en la sintaxis, pues es

capaz de determinar que el objeto tenga o no realización fonética.

Proponemos que este rasgo puede ser adquirido por el verbo mediante el

principio que enunciamos en (6):

(6) Añada el rasgo [propiedad cuantitativa] a un verbo que no tenga otra propiedad cuantitativa. - La representación del objeto nulo en la estructura se apoya en el Requisito

de Transitividad propuesto por Cummins y Roberge(2004) y que se enuncia

en (7):

(7) Requisito de Transitividad (RT) Una posición de objeto está usualmente incluida en la FV

independientemente de la selección lexical. - La realización sintáctica de los argumentos es predecible a partir de la

semántica lexical.

- Una característica importante del nombre que ocupa la posición de

argumento interno es la propiedad de poder ser un tema incremental. Esta

propiedad la tomamos de la teoría de la selección del sujeto y el objeto

propuesta por Dowty (1991), la cual se basa en la implicación lógica lexical y

los proto-papeles. En esta teoría, los papeles temáticos son conjuntos de

implicaciones lógicas lexicales que se traducen en las propiedades asignadas

por el verbo a sus argumentos según su papel temático. De manera que la

selección del sujeto y el objeto está determinada por los proto-papeles. Un

proto-papel es un conjunto pequeño de implicaciones lógicas lexicales muy

generales quedescriben el papel de un participante canónico en el evento.

273  Dowty (1991) propone dos proto-papeles: el proto-agente y el proto-

paciente.

- El tema incremental es una de las propiedades fundamentales del proto-

paciente que contribuye a especificar la clase aspectual de la frase verbal a

la que pertenece.

- Existe un homomorfismo de las partes de un tema incremental hacia las

partes de un evento, pues el progreso del evento con ciertos tipos de verbos,

por ejemplo verbos de consumo, se puede evaluar al mirar los cambios que

experimenta el objeto en la posición de argumento interno.

- El aspecto es un término que se usa para hacer referencia (por lo menos)

a dos campos distintos de estudio: (i) el aspecto interno, lexical, tipo de

situación o aktionsart y (ii) el aspecto externo, gramatical o punto de vista.

- El aktionsart está composicionalmente formado, pues las propiedades del

verbo y las propiedades del nombre en la posición de argumento interno

interactúan para derivar el aspecto de la clase verbal. Estas propiedades son:

(i) un parámetro en el verbo codificado a través del rasgo [± AÑADA A], el

cual decide si se puede combinar con el objeto directo; (ii) un parámetro en

el nombre codificado a través del rasgo [±CEA], el cual determina la

cardinalidad del nombre en la posición de argumento interno y (iii) una

relación temática que decide si el objeto directo es total o parcialmente

afectado.

- Para que el aktionsart de un evento se terminativola composicionalidad del

evento debe tener los rasgos [+ AÑADA A], [+CEA].

- Asumimos la postura consensual entre la mayoría de los autores revisados,

que han estudiado los clíticos dentro del generativismo, de que los clíticos en

general son morfemas que expresan concordancia con la frase nominal.

274  - El argumento interno directo del verbo tiene la propiedad de medir en el

tiempo el evento descrito por el verbo. La idea de que un objeto mida el

evento se puede aclarar con la propiedad aspectual de delimitación.

- La propiedad de delimitación puede depender de otros elementos en la

frase verbal como la presencia del clítico se que llamamos, siguiendo a

Nishida (1994), secuantizado (seq), puesto que se refiere a una clase de

situaciones que están cuantitativamente delimitadas.

- El clítico seq mide le evento, por lo que su presencia o ausencia no modifica

la función sintáctica de los argumentos.

- Los conjuntos nominales compatibles con seq se refieren a entidades que

son cuantitativamente delimitadas, esto es, los nombres contables y los

términos de medida. Además, carecen de la propiedad de referencia

acumulativa.

- No hay una clase de verbos que traduzca la propiedad de ser contado del

argumento externo hacia el verbo, por lo que solo las propiedades

aspectuales delos rasgos en la posición objeto directo interactúan con el

verbo. En consecuencia, solo los argumentos internos miden el evento.

- El clítico seq es un marcador abierto de la telicidad. En los ejemplos (8a-b),

la oración (8b) se percibe como un evento télico aunque no aparezca el seq

debido a que el objeto directo es cuantizado y, en consecuencia, mide y

delimita el evento. El caso en (8a), donde el objeto directo es cuantizado, al

aparecer el clítico la delimitación del evento se hace explícita, de manera que

la telicidad se marca abiertamente.

(8) a. Pedro se leyó un libro. b. Pedro leyó un libro. - En este trabajo hemos considerado que la sintaxis tiene un papel muy

importante en la influencia aspectual del nombre. Aparentemente, el lexicón

275  contiene información sobre la estructura argumental que se correlaciona de

una manera sistemática con la estructura sintáctica.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

• Adesse. (2006). Alternancias de Diátesis y Esquemas Sintáctico-

Semánticos del Español. http://adesse.com. Fecha de consulta: 25-08-2006

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