REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS
DOCTORADO EN CIENCIAS HUMANAS
EL OBJETO DIRECTO Y LA TELICIDAD EN ESPAÑOL
TESIS DOCTORAL REQUISITO INDISPENSABLE PARA OPTAR AL TÍTULO DE
DOCTOR EN CIENCIAS HUMANAS
DOCTORANDA
MG. SC. MASIEL C. MATERA A. C.I. 10.451.046
TUTOR
M. A. RAIMUNDO E. MEDINA C.
Maracaibo, noviembre de 2012
“Sino que aquel monte será tuyo; pues aunque es bosque, tú lo desmontarás y lo poseerás hasta sus límites más lejanos; porque tú arrojarás al cananeo,
aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte” Josué 17:18
Agradezco A Dios, mi Creador, mi Padre, mi Salvador. A él todo el honor y la gloria. ¡Abba Padre! A Raimundo Medina, maestro, tutor y amigo incondicional e incansable. Las largas horas de trabajo, finalmente, han dado fruto. A Godsuno Chela, maestro y amigo. Siempre dispuesto a leer, a corregir y a brindar su opinión certera. A los profesores Antonio Franco y Alberto Villegas, por los valiosos aportes que, como jurado, han hecho a este trabajo. A Luis, mi esposo, a Luis Antonio y Masiel Carolina, mis hijos, a mi mamá Guadalupe y a mi querida hermana Pina. Sin su ayuda sin límites, palabras de aliento y paciencia hubiese sido difícil culminar. A Ivonne, Elsa, Yoyce, Alexa, Daris y Emyr, hermanas y amigas en Cristo, por su apoyo más allá de las palabras.
Matera Acosta, Masiel Coromoto. El objeto directo y la telicidad en español. Tesis doctoral. Universidad del Zulia. Facultad de Humanidades y Educación. División de Estudios para Graduados. Programa de Doctorado en Ciencias Humanas. Maracaibo, Venezuela. 2012, Pp. 293
RESUMEN La gramática transformacional clásica, con Katz y Postal (1964) (c.f.Mittwock (1982)), deriva (1) Juan come de (2) Juan come algo a través de una elisión. En este período de la gramática generativa la interpretación semántica se aplica a la estructura profunda antes de la aplicación de las transformaciones. Bresnan (1978) trata (1) como sintácticamente intransitiva, pero funcionalmente transitiva, este planteamiento es acorde con lo que se llamará en 1981 Gramática Lexical-Funcional. BethLevin (1993) incluye (1) y (2) dentro de las alternacias de objeto no expresado. Cummins y Roberge (2004) explican quecualquier verbo transitivo tiene el potencial de aparecer sin un objeto directo y cualquier verbo inergativo tiene el potencial de aparecer con un objeto directo. En este trabajo planteamos como objetivo el diseño de un modelo teórico que trate de explicar la transitividad en español mediante la interacción de la estructura léxico-conceptual del evento y el sistema computacional. El marco teórico-metodológico es el Programa Minimista(Chomsky (1995, 2000, 2001)). Las conclusiones más importantes son: (i) la posición de objeto directo se proyecta aunque no tenga realización fonética, (ii) el aktionsart es formado composicionalmente mediante la interacción de los rasgos del verbo y de la posición de objeto directo. Palabras clave: Transitividad, objeto nulo, aktionsart [email protected]
Matera Acosta, MasielCoromoto. Direct Object and Telicity in Spanish.Doctoraldisertation. Universidad del Zulia. Facultad de Humanidades y Educación. División de Estudios para Graduados. Programa de Doctorado en Ciencias Humanas. Maracaibo, Venezuela. 2012, Pp. 293
ABSTRACT
Classicaltransformationalgrammar derives (1) John atefrom (2) John ate somethingthroughelision (Katz& postal (1964) (c.f.Mittwock (1982)). In thisperiodsemanticinterpretationappliestodeepstructurebeforetheapplication of transformations. Bresnan (1978) assumes (1) as sintacticallyintransitive, butfunctionallytransitive, thisapproachis in line with Lexical-FunctionalGrammar (Bresnan (1981)). BethLevin (1993) includes (1) and (2) withintheunexpressedobjectalternations. Cummins&Roberge (2004) claimthatanytransitiveverb has thepotentialtooccurwithout a directobject and anyinergativeverb has thepotentialtoappearwith a directobject. In thisresearchworkweaimtolayout a theoreticalmodelthatattemptstoexplaintransitivity in spanishthroughtheinteraction of lexical-conceptual structuresof events and a computationalsystem. ThetheoreticalframeworkistheMinimalistProgram (Chomsky (1995, 2000, 2001)). Thekeyfindings are: (i) thedirectobject position withsomeverbsisprojectedevenwithoutphoneticrealization, (ii) aktionsartiscompositionallyassembledbytheinteraction of verbal features and those of thedirectobject position. Keywords: Transitivity, nullobject, aktionsart [email protected]
PRÓLOGO
En la tesis doctoral titulada El objeto directo y la telicidad en español,
estudiamos y analizamos el problema de la transitividad en español. Nos
ocupamos esencialmente de la noción de objeto y sus implicaciones
semánticas como el aspecto interno, tipo de situación o aktionsart. Para
estudiar este problema, es necesario abordar algunos fenómenos
importantes que inciden sobre la interpretación transitiva o no de un evento,
como lo son los rasgos, el objeto nulo y la influencia de los clíticos,
específicamente el clítico se, en la interpretación aspectual del evento.
El trabajo está dividido en seis partes, además de las conclusiones y
las referencias bibliográficas.
En primer lugar, los preliminares, en los cuales exponemos el marco
teórico-metodológico en el que se explican los fenómenos; este marco es la
Gramática Generativa. Aquí exponemos la teoría generativa del lenguaje
propuesta por Chomsky a partir de 1950, así como el modelo propuesto por
este autor y las distintas evoluciones que ha experimentado desde sus inicios
hasta lo que actualmente conocemos como el Programa Minimista (1995,
2000, 2001).
Luego, presentamos la introducción en la que exponemos, de manera
crítica, los planteamientos de algunos de los autores más representativosde
la tradición ibérica del español y de la tradición americana que han estudiado
la transitividad. De esta forma, detectamos los problemas que se presentan
con respecto a la manera en que estos autores abordan este estudio y
planteamos como objetivo de la investigación el diseño de un modelo teórico
que trate de explicar la transitividad en español mediante la interacción de la
estructura léxico-conceptual del evento y el sistema computacional.
En el capítulo I, Aspectos teoréticos, introducimos algunas teorías
fundamentales dentro de la gramática generativa que sustentan la
investigación. En el capítulo II, Los rasgos, planteamos la importancia de los
rasgos como conjuntos complejos de propiedades que poseen los núcleos
(las palabras), los cuales se constituyen en los primitivos del análisis.
Asimismo, proponemos algunos de los rasgos fundamentales presentes en la
posición del verbo y en la posición del argumento interno que interactúan en
la relación verbo/complemento.
En el capítulo III, El objeto nulo, presentamos y justificamos la
propuesta de que la posición del argumento interno se proyecta aunque el
nombre en esta posición no tenga realización fonética.
El capítulo IV, que trata sobre El aktionsart y el clítico se, contiene el
estudio del aktionsart o el aspecto interno de los eventos. Estudiamos cómo
los rasgos presentes en el verbo y en el objeto directo (con realización
fonética o no) contribuyen con la interpretación de un evento como télico o
atélicoy cómo esto repercute en la interpretación transitiva o intransitiva de
ese evento. Asimismo, presentamos los clíticos, en general, como
indicadores de concordancia con la frase nominal y la manera en que el
clítico se interviene en el aktionsart de los eventos.
Luego, las conclusiones en las que exponemos de forma concreta los
aportes de nuestra investigación al estudio de la transitividad y, finalmente,
las referencias bibliográficas.
ÍNDICE GENERAL Resumen
Abstract
Prólogo
PRELIMINARES. LA GRAMÁTICA GENERATIVA………………………………
13
1. La Gramática Generativa: Una revolución cognitiva…………………………. 13
2. La concepción chomskyana del lenguaje…………………………………………… 19
2.1. El concepto de sentido común…………………………………………………………. 19
2.2. El lenguaje externalizado (L-E)………………………………………………………. 21
2.3. El lenguaje internalizado (L-I)…………………………………………………………. 22
3. La revolución cognitiva de los años cincuenta: Un cambio en
la perspectiva de la investigación……………………………………………………………
23
3.1. Bases empíricas para el estudio del L-I…………………………………………… 27
4.- El enfoque minimista………………………………………………………………………….. 30
4.1 El problema de Platón………………………………………………………………………. 30
4.2. El acercamiento de Principios y Parámetros (P y P)………………………. 32
4.3. El Programa Minimista (PM)……………………………………………………………. 35
4.3.1 El lexicón (1995)……………………………………………………………………………. 40
4.3.2. El sistema computacional (1995)…………………………………………………. 41
4.3.3. Acerca de las fases en el minimismo…………………………………………… 52
4.3.3.1. Las fases y la ciclicidad……………………………………………………………… 53
4.3.3.1.1. La condición de la ciclicidad fuerte………………………………………… 53
4.3.3.1.2. La condición de impenetrabilidad de la fase
(Phase Impenetrability Condition (PIC))…………………………………………………
53
INTRODUCCIÓN........................................................................
57
1. Panorama general del objeto directo en español………………………………. 57
1.1. La tradición ibérica del español……………………………………………………….. 57
1.2. La tradición americana…………………………………………………………………….. 73
2. El propósito de la investigación…………………………………………………………… 80
CAPÍTULO I. ASPECTOS TEORÉTICOS……………………………………………… 93
1.1. Antecedentes Históricos………………………………………………………………….. 93
1.1.1. Remarks on Nominalization. Chomsky (1970)……………………………. 96
1.1.2. La tesis de la atomicidad (The Atomicity Thesis)………………………… 100
1.1.3. La teoría de la incorporación………………………………………………………… 103
1.1.4. La cáscara FV-articulada (The Articulated VP-Shell)…………………… 105
1.1.5. La morfología distribuida (MD) (Distributed Morphology)……………
109
CAPÍTULO II. LOS RASGOS…………………………………………………………………
115
2.1. La concordancia de los rasgos………………………………………………………… 132
2.2. La concordancia del rasgo de Caso acusativo………………………………… 143
2.3. Otros rasgos presentes en la relación verbo/complemento…………..
154
CAPÍTULO III. EL OBJETO NULO…………………………………………………………
158
3.1. Una justificación del objeto nulo………………………………………………………. 163
3.2. La evidencia semántica: Dowty (1991) y Beavers (2006)……………… 193
CAPÍTULO IV. EL AKTIONSART Y EL CLÍTICO SE…………………………… 217
4.1. El aktionsart……………………………………………………………………………………… 217
4.1.1. Los rasgos [AÑADA A] y [CEA] (Cantidad especificada de A)…….. 231
4.2. Los clíticos y el aktionsart……………………………………………………………….. 235
4.2.1. La gama de significados del clítico se en español………………………. 240
4.2.2. El clítico se como un marcador del aktionsart…………………………….. 247
CONCLUSIONES…………………………………………………………………………………….. 268
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………………. 277
PRELIMINARES
LA GRAMÁTICA GENERATIVA
1. La Gramática Generativa: una revolución cognitiva
El estudio del lenguaje es una de las áreas del conocimiento más
antigua dentro de la investigación sistemática.
Chomsky (1986, 1991) explica que ya desde los siglos XVII y XVIII,
existía un interés por las cuestiones relacionadas con el estudio del lenguaje
desde el punto de vista de los universales y cita como ejemplo los
planteamientos realizados por los filósofos Leibniz y Bacon con respecto a
que, de acuerdo con su “sustancia”, la gramática es la misma en todas las
lenguas aunque varíe accidentalmente, esto es, la sustancia concebida como
la mente y sus actos; y la constante a través de las lenguas es que cada
lengua particular se vale de diversos mecanismos para la expresión del
pensamiento. Luego Bauzée, gramático racional importante del siglo XVIII y
también citado por Chomsky (1986, 1991), introduce la noción de principios
universales al establecer una diferencia entre lo que él llamó la “gramática
general” y la “gramática particular”; definiendo a la primera como una
ciencia deductiva integrada por principios generales de la lengua oral y
escrita y que son anteriores a todas las lenguas porque son los mismos que
rigen la razón humana en sus operaciones intelectuales. Luego, según
Bauzée, la ciencia del lenguaje no difiere en absoluto de la ciencia del
pensamiento. Mientras que la “gramática particular” más que una ciencia,
porque no utiliza únicamente las “leyes universales” necesarias, es una
“técnica” ya que muestra cómo las lenguas dadas ponen en uso esos
principios generales. Chomsky (1986, 1991) explica que esta idea fue
reforzada posteriormente por John Stuart Mill, al plantear que mediante
estos principios y reglas de la gramática es como las formas del lenguaje se
corresponden con las formas del pensamiento.
14
Después, en un período romántico ampliamente influenciado por las
ideas de Wilhelm von Humboldt de que el lenguaje más que comunicación es
la “expresión del espíritu”, entendiendo este como el espíritu colectivo del
pueblo; se mantuvo que los recursos disponibles para la expresión del
pensamiento en las lenguas particulares determinan, en parte, su naturaleza
y contenido y estos recursos incluyen el ingenio individual que enriquece el
significado de los pensamientos y expresiones, pero sin afectar su sistema de
sonidos, reglas de palabras y formación de oraciones.
Al mismo tiempo, Chomsky (1986, 1991) introduce la idea de que
debe haber cierta condición en el hombre que lo habilita para la adquisición
del conocimiento, con el planteamiento de Ralph Cudourth, de que la mente
no es para ser llenada con mucho a partir desde la nada, como si fuera una
vasija; y de James Harris al comparar el crecimiento del conocimiento con el
de una fruta, donde los factores externos cooperan en cierta medida, pero
es el vigor interno del árbol (en nuestro caso la mente) lo que impulsa el
crecimiento, madurez y jugosidad de la fruta (en nuestro caso el
conocimiento del lenguaje).
Ésta es una concepción platónica que aplicada al lenguaje:
“sugeriría que el conocimiento de una lengua particular crece y madura a lo largo de un recorrido que es, en parte, intrínsecamente determinado, bastante parecido a la manera como el sistema usual u otros órganos del cuerpo que se desarrollan a lo largo de un recorrido determinado por instrucciones genéticas bajo los efectos desencadenantes y formadores de los factores del ambiente”. (Chomsky;1986:2) (La traducción es nuestra).
Este período corresponde a lo que Chomsky (1991) denomina primera
revolución cognitiva de los siglos XVII y XVIII, donde, a través de algunos
de sus autores representativos, podemos evidenciar cómo la investigación
en torno al lenguaje había sido entendida dentro del marco de la mente y el
pensamiento.
15
Estas ideas fueron abandonadas por las investigaciones realizadas
dentro de las principales corrientes lingüísticas de finales del siglo XIX y la
primera mitad del siglo XX. Las razones, según Chomsky (1991), son
varias: por un lado, el impacto que produjeron la aparición del empirismo,
más bien estrechamente construido, y las posteriores teorías conductistas y
operacionalistas; luego, los resultados de los estudios realizados por la
investigación histórica y descriptiva cuyo ámbito limitado a las leyes del
sonido provee un amplio conocimiento de la historia del lenguaje.
Finalmente, como consecuencia natural de la investigación de una variedad
muy rica de lenguas que aparentemente contradecían los planteamientos
realizados por la anterior tradición racionalista.
Sin embargo, un siglo después, a mediados de los años cincuenta,
resurgen nuevamente las ideas de aquella tradición en la llamada “segunda
revolución cognitiva” (“the cognitive revolution of the 1950s”.
Chomsky;1991: 4). Con el surgimiento de la gramática generativa se
produce una convergencia de las ideas e intuiciones de aquella primera
revolución, pero con un entendimiento más técnico de aquellos sistemas
formales y computacionales; reformulando muchos planteamientos sobre el
lenguaje, que antes eran imprecisos, de una manera mucho más clara y
bajo la nueva perspectiva de una investigación mucho más productiva.
La gramática generativa se relaciona con la psicología individual,
puesto que se interesa por los estados de la mente/cerebro,
específicamente los estados cognitivos (conocimiento, entendimiento,
interpretación, etc.) y cómo entran en la conducta, esto es, los aspectos de
forma y significado que son determinados por la facultad del lenguaje;
entendiendo como tal el problema de investigación de una teoría general
sobre la estructura lingüística que busca llegar al entramado de principios y
elementos que son comunes a todas las lenguas humanas alcanzables; en
otras palabras, la gramática universal (GU).
16
Dentro de la concepción chomskyana del lenguaje, la GU es un
mecanismo elaborado por el lingüista para caracterizar la facultad del
lenguaje como una capacidad innata de la mente (genéticamente
determinada), la cual produce un lenguaje particular a partir de la
interacción con la experiencia: “un mecanismo que convierte la experiencia
en un sistema de conocimiento alcanzado: el conocimiento de una u otra
lengua”. (Chomsky;1986:3) (La traducción es nuestra).
El estudio de la gramática generativa puede situarse dentro del
estudio de la mente, como parte integral de las ciencias naturales, que se
preocupa por los problemas del lenguaje: su naturaleza, orígenes y uso.
En este punto aparecen tres preguntas fundamentales, clásicas más
bien, que se encuentran en el tapete de la discusión lingüística desde los
tiempos de la primera revolución cognitiva:
(1) (i) ¿Qué constituye el conocimiento del lenguaje? (ii) ¿Cómo es adquirido el conocimiento del lenguaje? (iii) ¿Cómo es puesto en uso el conocimiento del lenguaje?
La primera pregunta se ha relacionado con el llamado problema de
Humboldt, que se refiere a que el lenguaje es un sistema que involucra el
uso infinito de medios finitos y su respuesta se relaciona con el estado de la
mente/cerebro de la persona que conoce una lengua particular, el cual
contiene los medios finitos. La segunda se relaciona con el problema de
Platón, referido a cómo conocemos tanto con tan pocas evidencias, y la
respuesta de Chomsky está en las propiedades innatas de la mente, es
decir, cómo los principios del estado inicial de la facultad del lenguaje, que
son anteriores a la experiencia lingüística (teoría de la GU) bajo condiciones
normales de interacción social (experiencia) llegan a un estado de
conocimiento del lenguaje, un estado estable. La tercera pregunta se
relaciona con el problema de Descartes, que tiene que ver con la producción
17
y la percepción, en otras palabras cómo el conocimiento alcanzado del
lenguaje forma parte de la expresión del pensamiento y cómo es el
entendimiento de esas expresiones producidas dentro de la comunicación y
otros usos del lenguaje.
Algunas controversias han surgido por el modo de abordar las
preguntas en (1). Al tratar de abordar el lenguaje como una propiedad de la
mente/cerebro que distingue a los humanos de las otras especies, aparecen
cuestionamientos como el de si es una facultad con propiedades y
estructura específicas, o si es que el hombre adquiere el lenguaje a través
de mecanismos generalizados. Obviamente, dentro del estudio de la
gramática generativa ha habido cambios, diferentes opiniones, ideas que se
abandonan y luego se retoman bajo otro punto de vista; lo que la filosofía
Chomskyana considera como un signo de vitalidad, sobre todo si se está en
la búsqueda de respuestas a las preguntas en (1) que estén dentro de las
lenguas naturales existentes, aunque para otros es un signo de serias
deficiencias. Estos puntos de vista han convergido últimamente, y de un
modo inesperado, en cuanto a la concepción de la naturaleza del lenguaje y
su representación mental, lo que ha permitido replantear cuestiones
empíricas y responder otras.
Por otro lado, no podemos olvidar la gramática tradicional y la
gramática estructuralista, las cuales ofrecen nuevas perspectivas diferentes
sobre los problemas tradicionales y no están de acuerdo con las preguntas
en (1). La tradicional, por su confianza en la inteligencia del intérprete, la
cual no analiza; y la otra, por la estrechez de su campo.
A pesar de que la gramática tradicional y la generativa comparten
ciertos intereses (listas de excepciones (verbos irregulares, etc.),
paradigmas de construcciones regulares, varios niveles de generalidad
acerca de la forma y significado de las expresiones), la primera no estudia
cómo el intérprete de la gramática utiliza esa información para alcanzar el
18
conocimiento que luego es utilizado para formar e interpretar nuevas
expresiones, o la naturaleza y elementos de ese conocimiento. Podría
considerarse, desde la perspectiva chomskyana, como una versión
organizada y estructurada de los datos presentados a un niño que aprende
una lengua con algunos comentarios y observaciones; mientras que la
gramática generativa se interesa principalmente por la inteligencia del
intérprete y los principios y procedimientos que llevan a alcanzar un
conocimiento completo del lenguaje.
Las teorías estructuralistas de las tradiciones europea y americana, se
interesaron en proponer procesos analíticos que dieran cuenta de los
aspectos de la gramática a partir de datos; estos procesos fueron
inadecuados y no proveían respuesta a la pregunta (1.ii), y mucho menos
determinaban en qué consiste el conocimiento del hablante /intérprete. El
lenguaje se concebía como un sistema de hábitos determinado por la
experiencia disponible; la producción y la interpretación de nuevas formas
se tomaron como un asunto de analogía y no representaban problemas.
Al enfrentar abiertamente las preguntas en (1), muchos fenómenos
fueron descubiertos, surgieron muchos problemas que anteriormente habían
sido ignorados y se reveló que, más que un sistema de hábitos y analogía,
existía realmente un problema: ¿cómo explicar la riqueza, complejidad y
especificidad del conocimiento compartido por el hablante y el intérprete
con una evidencia limitada?; el problema de la pobreza de las evidencias.
Por otro lado, el conocimiento del lenguaje usualmente es concebido
como una habilidad práctica para hablar y entender. El punto de vista
chomskyano parte del hecho de que dos personas pueden compartir
exactamente el mismo conocimiento del lenguaje, pero diferir ampliamente
en sus habilidades de uso, para plantear que no se deben igualar los dos
términos. Una cosa es el conocimiento (operaciones mentales/cerebrales) y
19
otra muy diferente la habilidad para utilizar el conocimiento (destrezas que
se pueden poseer o no).
El conocimiento del lenguaje debe asumirse como “un cierto estado de
la mente/cerebro, un elemento relativamente estable en estados mentales
transitorios una vez que es alcanzado; además, como un estado de alguna
facultad de la mente distinguible –la facultad del lenguaje- con sus
propiedades específicas, estructura y organización, un “módulo” de la
mente” (Chomsky, 1986:12-13) (La traducción es nuestra).
2. La concepción chomskyana del lenguaje 2.1. El concepto de sentido común
La noción de sentido común acerca del lenguaje es la noción
preteorética, es decir, la noción intuitiva que se tiene acerca del lenguaje,
sin referirse a una gramática prescriptiva, sino al conocimiento parcial que,
por ejemplo, un niño o un aprendiz de una lengua X posee sobre esa
lengua, esto es, va hacia la adquisición del conocimiento de esa lengua, y si
alcanza este fin, puede decirse que conoce esta lengua. (c.f.
Chomsky;1986:16).
Desde Saussure (1916), con su concepción de la lengua como
producto social, los lingüistas modernos, al aproximarse científicamente al
estudio del lenguaje, esquivan esta idea, la cual parece ser indispensable.
Una comunidad de hablantes entendida en el sentido bloomfieldiano
como un grupo de individuos con la misma conducta de habla, sin
diversidad de dialectos, ni variaciones entre los hablantes, evidentemente
no existe en el mundo real, según el pensamiento chomskyano, puesto que
cada individuo adquiere una lengua a través de interacciones sociales
complejas con otros individuos, quienes varían en su modo de hablar y de
20
interpretar lo que escuchan y en la representación interna que subyace a su
uso del lenguaje.
La suposición de que “seguramente existe alguna propiedad de la
mente P que permitiría a una persona adquirir una lengua bajo condiciones
de experiencia pura y uniforme, y seguramente P (caracterizada por la GU)
es puesta en uso bajo condiciones reales de adquisición de la lengua”
(Chomsky;1986:17) (la traducción es nuestra); entendiendo P como la
propiedad de la facultad del lenguaje descrita por la GU, esto es, P es una
característica de la especie, común a todos los humanos.
Negar esta suposición es absurdo, sería afirmar que el aprendizaje
del lenguaje solo se da bajo evidencias muy contradictorias y diversas o que
la capacidad de aprender una lengua, entendida como P, existe pero no está
involucrada en el aprendizaje real, en cuyo caso no tendría sentido la
existencia de P.
Para las teorías generativas, parece claro que cualquier acercamiento
que pretenda abordar un estudio razonable sobre la naturaleza, la
adquisición y el uso del lenguaje en circunstancias reales, debe partir de
esta noción de sentido común del lenguaje, en vista de que “la
aproximación natural (…) es intentar determinar la propiedad real de la
mente P, y luego preguntar cómo P funciona bajo las condiciones más
complejas de diversidad lingüística real” (Chomsky;1986:17) (La traducción
es nuestra).
Por otro lado, el estudio del lenguaje y la GU conducidos dentro del
marco de trabajo de la psicología individual permite la posibilidad de que el
estado de conocimiento alcanzado pueda incluir alguna inferencia a la
naturaleza social del lenguaje, esto es, en la lengua de una persona dada
muchas palabras pueden estar semánticamente indeterminadas en un
21
sentido dado, en este caso esa persona puede dejarle a los expertos la
posibilidad de refinar las referencias de estas palabras.
2.2. El Lenguaje Externalizado (L-E)
Chomsky (1986) se refiere al lenguaje externalizado en el sentido
de que las construcciones gramaticales son entendidas independientemente
de las propiedades de la mente/cerebro, es decir, la noción de lenguaje
como un sistema de acciones o conductas de algún tipo; al estilo de las
lingüísticas descriptivas y estructuralistas, la psicología conductista y otras
aproximaciones contemporáneas que “tendieron a ver el lenguaje como una
colección de accione, o emisiones de habla, o formas lingüísticas ( palabras,
oraciones) apareadas con significados, o como un sistema de formas
lingüísticas o eventos” (Chomsky;1986:19) (la traducción es nuestra); en
otras palabras, el conjunto de expresiones o descripciones estructurales que
se relacionan con su significado desde el punto de vista extensional.
Bajo esta concepción, señala Chomsky (1986), encontramos el
estructuralismo saussureano, en el cual la noción del lenguaje fue tomada
como un sistema de sonidos asociados a un sistema de conceptos; la
noción bloomfieldiana del lenguaje como la totalidad de expresiones que
pueden ser hechas por una comunidad de habla, los acercamientos
lingüísticos estructural-descriptivos influenciados por las ideas de Bloomfield
(1933) sobre el sonido y la estructura de la palabra, e incluso
investigaciones actuales como la desarrollada por el filósofo David Kelogg
Lewis , quien define el lenguaje como un apareamiento de oraciones-
significados con un alcance infinito, donde el lenguaje es usado por una
población, sustanciado por un interés en la comunicación.
Bajo este punto de vista, la gramática es “una colección de
afirmaciones descriptivas concernientes al lenguaje-E, los eventos de habla
reales o potenciales” (Chomsky;1986:20) (la traducción es nuestra), es
22
decir, el instrumento que crea el lingüista para enumerar y describir los
elementos que integran el lenguaje externalizado, el cual sería su objeto
real de estudio.
La gramática universal se concibió como un conjunto de condiciones
satisfechas por el L-E, y que son ciertas en la mayoría de las lenguas, con el
consenso general de los investigadores de la época (Martin Joos (1957),
William Dwight Whitney (1976), Sapir (1921), entre otros) de que las
lenguas pueden variar entre sí de un modo ilimitado e impredecible
atendiendo a la diversidad de discursos.
2.3. El Lenguaje Internalizado (L-I)
Chomsky (1986) lo concibe como algún elemento en la mente de la
persona que conoce el lenguaje adquirido por el hablante y usado por el
hablante/oyente, en el sentido de Otto Jespersen (1924) “ una noción de
estructura en la mente/cerebro del hablante la cual es lo suficientemente
definida para guiarlo en la formación de oraciones de él mismo, en
particular, expresiones libres que pueden ser nuevas para el hablante y para
otros ” (Citado por Chomsky;1986:22) (La traducción es nuestra).
Se parte de la facultad del lenguaje como un estado inicial de la
mente (So), es decir, un nivel de abstracción de la mente en el cual se
piensa que existen principios y propiedades significativas; luego, bajo
condiciones normales de interacción social, So pasa por varios estados hasta
llegar al estado de conocimiento de una lengua, esto es, un estado estable
(Ss). Es tarea de las ciencias del cerebro descubrir cuáles son los
mecanismos físicos (procesos) que ocurren en él y permiten que se llegue a
Ss.
Ese proceso de generación mediante el cual se pasa de So a Ss, es lo
que en la visión chomskyana se llama lenguaje internalizado (en la
23
mente/cerebro); el cual es intencional, es decir, no es simplemente
relacionar una palabra o una frase con su significado por extensión, sino
más bien el contenido interno de un término o concepto que constituye su
definición formal, de manera que una persona conoce una lengua cuando
tiene el lenguaje internalizado.
Bajo este punto de vista, la gramática se restringe a la teoría
lingüística del lenguaje internalizado (L-I): “afirmaciones de la teoría de la
mente sobre el lenguaje-I, por lo tanto, afirmaciones sobre estructuras del
cerebro formuladas en un cierto nivel de abstracción a partir de
mecanismos” (Chomsky;1986:23) (la traducción es nuestra). Mientras que
la GU se refiere a la teoría sobre el estado inicial de la facultad del lenguaje,
un componente de la mente/cerebro, parte de la dotación biológica fijada,
es decir, “un sistema de condiciones derivadas de la dotación biológica
humana que identifica el lenguaje-I que es humanamente accesible bajo
condiciones normales” (Chomsky;1986:23) (La traducción es nuestra).
3. La revolución cognitiva de los años cincuenta: un cambio en la perspectiva de la investigación
El auge de la gramática generativa a partir de los años cincuenta
implicó un cambio en el centro de atención en lo que al estudio del lenguaje
se refiere. Se pasó de la conducta real o potencial y de sus productos, al
estudio del sistema de conocimiento que subyace al uso y entendimiento del
lenguaje, y de la dotación innata que hace posible que los humanos
alcancen dicho conocimiento; es decir, se pasó del estudio del L-E, como un
objeto externalizado, al estudio del L-I; el estudio del conocimiento del
lenguaje alcanzado e internamente representado en la mente/cerebro. El
propósito es describir lo que una persona sabe cuando conoce una lengua,
lo que ha sido aprendido, complementado con principios innatos,
biológicamente determinados, los cuales constituyen un componente de la
24
mente/cerebro; esto es, la facultad del lenguaje que es caracterizada por la
GU. Bajo este enfoque se enfrentan las preguntas en (1).
El lenguaje externalizado fue el objeto esencial de estudio en la
mayoría de las gramáticas tradicionales y estructurales así como en la
psicología conductista. El L-E es un producto derivativo determinado por el
L-I. Para Chomsky (1986), las razones para el cambio de perspectiva son
diversas; veamos algunas.
El lenguaje externalizado, no es un objeto del mundo real, sino más
bien artificial; por eso, su estatus en relación con otras teorías científicas no
está claro, mientras que el lenguaje internalizado es abstraído directamente
como un componente de un estado alcanzado, es decir, el estado inicial
(So) y el estado estable (Ss) del conocimiento del lenguaje que forman parte
de la mente/cerebro, un aspecto del mundo físico donde existen estados
mentales y representaciones que serán físicamente codificados de alguna
manera. Concebida de esta forma, la lingüística resulta parte de la
psicología y finalmente de la biología, por lo que puede ser incorporada
dentro de las ciencias naturales como un mecanismo con propiedades y un
paso necesario hacia la investigación seria.
Se cambió hacia la noción de sentido común del lenguaje, pues
cuando decimos que una persona conoce una lengua no nos referimos a ese
conocimiento como un conjunto finito de oraciones o pares de sonidos-
significados relacionados extensionalmente, o a un conjunto de conductas,
sino más bien a que esa persona conoce lo que hace que ese sonido y
significado se relacionen entre sí (intención) de un modo específico, posee
pues el lenguaje internalizado.
Existía una ambigüedad en cuanto al uso de los términos técnicos, lo
cual produjo un acercamiento inadecuado a la ciencia formal y dio pie a una
errónea idea acerca del estudio de la gramática. Esto se debió, en parte, a
25
razones históricas, ya que el estudio de la gramática generativa se
desarrolló a partir de la confluencia de dos tradiciones intelectuales: la
gramática tradicional y estructuralista, y el estudio de los sistemas
formales.
En la literatura inicial de la gramática generativa, el término
“lenguaje” se utilizaba regularmente para la conducta observable del
lenguaje, siguiendo más o menos la línea de Bloomfield (1933), en el
sentido de un conjunto de oraciones bien o mal formadas. El término
“gramática” era ambiguo pues se refería tanto a la teoría lingüística sobre el
L-I, como a lo que actualmente se conoce como L-I, es decir, el
conocimiento intuitivo que el hablante tiene de su lengua. Finalmente el
término “GU” también era ambiguo porque se utilizaba para hacer
referencia al estado inicial (So) y a la teoría lingüística sobre él.
A pesar de que hubo grandes precursores, no fue sino hasta mediados
de los años cincuenta cuando emergieron ideas, adaptadas del estudio de
los sistemas formales, las cuales impulsaron realmente el estudio de los
sistemas más complejos de una lengua natural, entonces se prefirió usar el
término “lenguaje”, como más cercano a la noción de sentido común, para
referirse al L-I, en otras palabras, el proceso generativo por el cual So pasa
por distintos estados, bajo condiciones normales de interacción social hasta
llegar al Ss. El término “gramática (generativa)” se utilizó para referirse a
la teoría lingüística sobre el L-I, el término “GU” para la teoría lingüística
sobre el So; y el término “lenguaje externalizado” para referirse al conjunto
de oraciones, o de sonidos, relacionados extensionalmente con sus
significados.
Muchos problemas han surgido a partir de la consideración del
lenguaje como elemento externalizado. En primer lugar, se considera la
gramática como un conjunto de reglas que solo rinde cuenta de las
oraciones bien formadas, en consecuencia no puede cuestionarse su
26
veracidad o falsedad. Luego, se considera el lenguaje como especificado por
un grupo de oraciones o pares oraciones-significados, donde el lingüista
caracteriza este conjunto infinito de objetos y las construcciones
gramaticales pueden ser escogidas de acuerdo a la conveniencia o a otros
factores involucrados.
Sin embargo, afirma Chomsky (1986), lo que está especificado es una
colocación finita de datos sobre los cuales la mente construye un L-I que
asigna un estatus a cada expresión generada bajo ciertas condiciones y, a
partir de esta información disponible, el lingüista debe descubrir la
naturaleza del So y del L-I particular alcanzado, por lo tanto el L-E no es
especificado, sino generado.
Por otro lado, la caracterización del lenguaje como un código favorece
al L-I, ya que un código, más que un conjunto de representaciones, es un
sistema específico de reglas que asignan representaciones codificadas a
representaciones de mensajes, así los códigos pueden ser diferentes aunque
sean idénticos en su apareamiento extensional código-mensaje. Así como
tampoco puede ser aceptada la definición de lenguaje de Quine (1960)
como “un complejo de la disposición actual para la conducta verbal” (citado
por Chomsky;1986:31) (la traducción es nuestra) porque dos individuos
pueden hablar la misma lengua, pero diferir en su disposición para la
conducta verbal, y si estas reglas son definidas en términos de probabilidad
de respuestas bajo determinadas condiciones es imposible asumir el
lenguaje en esos términos.
Todas estas ideas sentaron el foco de atención en la gramática
generativa. El estructuralismo de Saussure (1916) dio origen a la afirmación
de Jespersen (1924) sobre “expresiones libres” en contra del estudio de la
estructura del lenguaje; luego Bloomfield (1933) mantiene que un hablante
produce oraciones que jamás ha oído por analogía con otras que ya oyó, sin
27
embargo no explica por qué algunas analogías son válidas y otras no, por lo
cual el término “por analogía” resultó simplemente inadecuado.
En resumen el cuadro general de la teoría generativa del lenguaje es
el siguiente:
“la facultad del lenguaje es un sistema bien diferenciado de la mente/cerebro, con un estado inicial So común a la especie (muy aproximadamente, a parte de la patología, etc) (…). Dada la experiencia apropiada, eta facultad pasa del estado inicial So a algún estado Ss fijo relativamente estable, el cual luego se somete a solamente a modificaciones periféricas (es decir, adquisición de nuevos ítemes de vocabulario). El estado alcanzado incorpora un lenguaje-I (éste es el estado de tener una lengua-I particular). La GU es la teoría del So; las gramáticas particulares son teorías de varios lenguajes-I. Los lenguajes-I (…) son lenguajes humanos, donde por “lenguaje” ahora entendemos lenguaje-I. El estado fijo tiene dos componentes que pueden ser distinguidos analíticamente (…): un componente que es específico al lenguaje en cuestión y la contribución al estado inicial (…). El sistema de conocimiento alcanzado –el lenguaje-I- le asigna un estatus a todo evento físico relevante (…). La noción de lenguaje-E no tiene lugar en este cuadro (…)” (Chomsky; 1986: 25-26) (La traducción y el subrayado son nuestros).
Es decir, se estudia la GU y el L-I en una teoría del lenguaje donde el
concepto de lenguaje externalizado, como quiera que sea definido, no juega
ningún papel.
3.1. Bases empíricas para el estudio del Lenguaje Internalizado (L-I)
Hemos visto cómo la segunda revolución cognitiva (1950) retomó y
modificó muchos de los logros, intuiciones e incertidumbres de la llamada
“primera revolución cognitiva” (siglos XVII y XVIII) que a su vez formaron
parte de una revolución científica que cambió radicalmente la comprensión
del mundo. Aunque se conoció que el lenguaje incluía el uso infinito de
medios finitos no fue sino hasta la mitad del siglo XX cuando se empezó a
aclarar la vaguedad y oscuridad de las ideas básicas que sustentaron esta
intuición de Humboldt, con los logros de las ciencias formales, las cuales
28
suministraron los conceptos que describirían con claridad y precisión los
principios computacionales que generan las expresiones de un lenguaje.
Desde este punto de vista, una teoría del lenguaje rinde cuenta del
equipamiento biológico que subyace a la adquisición y uso del lenguaje. En
otras palabras, estudia el lenguaje como una facultad innata que contiene
los principios generales aplicables a todas las lenguas, los cuales se basan
en las propiedades esenciales de la mente.
El cambio en la perspectiva del estudio del lenguaje que esta
revolución implicó, conduce al análisis de los datos que puedan suministrar
evidencias acerca de los mecanismos internos de la mente y de cómo
operan tanto en las acciones ejecutivas (generación de expresiones) como
en las experiencias de la interpretación.
En concordancia con esta perspectiva, nuestra investigación se incluye
dentro de la aproximación “mentalista”, en el sentido chomskyano, la cual:
“se ocupa de los “aspectos mentales del mundo”; que están presentes junto a los aspectos mecánicos, químicos, ópticos y de cualquier otra clase. Intentamos, pues, estudiar un objeto real en el mundo natural –el cerebro, sus estados y funciones- y avanzar de ese modo en el estudio de la mente hasta su integración final con las ciencias biológicas” (Chomsky; 1998:70).
Actualmente, la lingüística como disciplina se caracteriza por la
atención a las expresiones de un hablante nativo pobremente representadas
debido a factores no lingüísticos como la memoria, por ejemplo, pero ricas
en las evidencias que proveen. En la práctica, tendemos a operar bajo la
suposición de que la intuición de este hablante nos proporciona una
evidencia directa de la estructura del L-I.
Sin embargo, Chomsky (1986) afirma que esta es una hipótesis
inexacta de trabajo. Un investigador debe tener a su disposición una
29
variedad de técnicas, puesto que las evidencias con respecto al L-I y al
estado inicial pueden venir de varias fuentes aparte de los juicios del
hablante nativo, tales como, experiencias perceptuales, el estudio de
lenguas parcialmente inventada, el uso literario o cambios en el lenguaje,
neurología, bioquímica, etc., al igual que cualquier investigación de los
aspectos del mundo físico, donde no hay forma de delimitar los tipos de
evidencias que pueden ser relevantes; pero el estudio del lenguaje es
diferente con respecto a sus intereses: estudiar una facultad particular de la
mente/cerebro, como lo es su estado inicial y sus distintos estados de
maduración alcanzados.
Indudablemente, la intuición del hablante nativo es indispensable
porque provee una evidencia significativa para el estudio de las lenguas; no
obstante, puede perder este estatus único porque no refleja directamente la
estructura del lenguaje. Algunos juicios sobre la aceptabilidad, forma y
significado pueden fracasar como evidencias directa del estatus gramatical
de algunas construcciones por razones diversas; debemos poseer un amplio
rango de evidencias y un entendimiento más profundo que nos permita
identificar cuáles juicios del hablante nativo son útiles o inciertos y por qué.
De manera que una teoría del lenguaje debe cotejar la intuición del hablante
con las expresiones producidas por él, así como proveer una explicación
para estos juicios para proporcionar una evidencia crucial sobre la
estructura de alguna lengua que apunte al esclarecimiento y caracterización
de la facultad del lenguaje, es decir, hacia la GU: “ésta debe ser lo
suficientemente predeterminada para explicar el proceso de adquisición de
una lengua nativa, y al mismo tiempo lo suficientemente flexible para
permitir la diversidad de las lenguas naturales”(Siloni;1997:1) (La
traducción es nuestra).
En este sentido, una auténtica teoría del lenguaje humano debe
satisfacer la condición de la “adecuación descriptiva”, pues debe dar un
30
informe completo de las propiedades de una lengua particular, es decir
describir correctamente el estado estable de la facultad del lenguaje. Otra
condición que debe satisfacer es la de “adecuación explicativa”, la cual
consiste en ofrecer una explicación de las propiedades de una lengua
particular en un nivel más profundo, esto es, explicar cómo cada lengua se
deriva a partir de un estado inicial general bajo las condiciones establecidas
por la experiencia.
De manera que debe abandonarse la tendencia tradicional de que el
lenguaje tiene que abordarse como un sistema de reglas específico a cada
lengua particular, sino más bien se trata de encontrar las propiedades
generales de esos sistemas de reglas que pueden ser atribuidas a la
facultad del lenguaje.
Partiremos de las evidencias que nos provee la intuición del hablante
nativo, pero procurando satisfacer la “adecuación explicativa” que nos
permita contribuir con la caracterización de la gramática universal.
4. El enfoque minimista
4.1 El problema de Platón
Es ampliamente aceptado que un niño terminará hablando la lengua
del ambiente donde se desarrolla, sin embargo, no está claro que realmente
existan datos suficientes y buenos en su entorno para que aprenda una
lengua L, hasta el punto de ser capaz de hablar casi con la competencia de
un adulto a tan temprana edad. Esto es lo que se conoce, en la teoría
chomskyana, como el problema de Platón o el problema de la pobreza de
estímulos.
Ciertamente, durante la adquisición de una lengua L, el niño no es
guiado por los adultos, es expuesto a datos que contienen errores y no
incluyen todas las construcciones gramaticales posibles. No obstante, el niño
31
es capaz de adquirir la lengua de su entorno y de mejorarla con el tiempo.
Todo parece apuntar a que el desarrollo lingüístico descansa sobre el
desarrollo cognitivo del niño y el entorno al cual está expuesto. Pero la
rapidez y la precisión con las que el niño adquiere su lengua sugieren que la
adquisición no puede estar limitada a estos dos aspectos (c. f. Hawes;
2005:5-6).
Parece que los niños están altamente predispuestos para aprehender la
lengua de sus padres, es decir, tienen un módulo interno responsable de la
adquisición del lenguaje. Este módulo interno es la facultad del lenguaje
(FL), la cual es innata y común a toda la especie humana. Es un componente
en la mente/cerebro humana dedicado al lenguaje.
La facultad del lenguaje puede ser considerada como un órgano del
lenguaje en el mismo sentido en que, por ejemplo, el sistema visual, el
sistema inmunológico y el sistema articulatorio son comúnmente descritos
como órganos del cuerpo, esto es, como subsistemas de una estructura más
compleja, los cuales tienen características distintivas e interactúan entre sí.
(c. f. Chomsky; 2000:90)
Este módulo es la Gramática Universal (GU), que Chomsky (1995:167)
describe como la teoría de las lenguas y las expresiones que ellas generan.
Así, cuando un niño adquiere una lengua específica, o una lengua L, la GU ha
adquirido un estado particular.
Así pues, dos tareas fundamentales de una teoría sobre el lenguaje
son: primero, caracterizar el estado estable que alcanza la facultad del
lenguaje de un individuo, es decir, la gramática particular de la lengua L y,
segundo, el estado inicial compartido o la GU. Dicho de otra forma, las tareas
de la adecuación descriptiva y de la adecuación explicativa respectivamente.
(c. f. Chomsky; 2000:90)
32
Es en este sentido como la Gramática Generativa ha evolucionado
desde sus inicios en los años cincuenta, pues cada vez busca describir y
explicar el problema central de la teoría gramatical –el problema de Platón-
de una manera más económica.
4.2. El acercamiento de Principios y Parámetros (P y P)
Según Chomsky (1995:13), la teoría de Principios y Parámetros (P y P)
o la teoría de Gobierno y Ligamiento (Chomsky; 1981) no es un sistema
teorético articulado con precisión, sino una aproximación particular a los
problemas clásicos del estudio del lenguaje, guiada por algunas ideas
importantes que han venido tomando forma desde los orígenes de la
Gramática Generativa y cristalizada en 1980. Este modelo busca reducir las
dificultades para alcanzar las medidas de la adecuación descriptiva y la
explicativa.
En palabras de Chomsky:
“La aproximación P y P apunta a reducir las afirmaciones descriptivas en dos categorías: lenguaje-invariable y lenguaje-particular. Las afirmaciones lenguaje-invariables son principios (incluyendo los parámetros, cada uno a la par con un principio de la GU); las lenguaje-particular son especificaciones de los valores particulares de los parámetros” (Chomsky;1995:25) (La traducción es nuestra).
Desde el punto de vista chomskyano, la GU es parte de la herencia
genética del individuo que, al igual que otros atributos heredados, no excluye
variaciones particulares entre los individuos. Un ejemplo tomado de Cook
(1998:73) puede ayudarnos a entender mejor.
El autor explica que debido a la herencia genética común, se pueden
esperar algunas variaciones. Por ejemplo, todos los seres humanos tienen
ojos, pero algunos los tienen azules, algunos marrones, otros verdes.
Asimismo, mientras que algunos principios gramaticales son universales,
33
existen también variaciones entre las lenguas particulares. Estas variaciones
son reflejos de esos principios universales.
Lo que este acercamiento propone es que el lenguaje está constituido
por principios universales y un rango de opciones, o parámetros, de cómo
estos se aplican. De manera que la variación entre las lenguas debe ser
reducible a la selección de parámetros. Si esto es así, el proceso de
adquisición de la lengua se basa en el establecimiento de los parámetros de
los principios universales. Por ejemplo, si un principio universal es que todas
las lenguas tienen el núcleo a la derecha o a la izquierda, entonces un
parámetro para el español sería que el núcleo está a la izquierda, mientras
que para el barí, lengua chibcha, el parámetro sería el núcleo a la derecha.
Una de las formas más exitosas y popular del modelo P y P es la teoría
de Gobierno y Ligamiento (GB, siglas en inglés) (Chomsky; 1981). Hornstein
(2001:2,3) explica que la teoría GB tiene cuatro características
fundamentales:
(i) La teoría GB es modular. Existen módulos para el caso, el
ligamiento, la estructura temática y la identificación de las huellas, por
ejemplo. Estos subcomponentes son distintos desde el punto de vista de la
estructura y la información que contienen.
La principal ventaja de la modularidad es que simplifica el tipo de
reglas que la gramática explota, ya que existen principios generales en cada
módulo que al combinarse bloquean la sobregeneración de reglas.
(ii) La teoría GB contiene un componente transformacional muy
general. Adoptó una regla de movimiento muy simple: mueva α. Ésta
permite que cualquier categoría se mueva a cualquier lugar en cualquier
momento, mientras que los módulos restringen la sobregeneración que esta
regla permite.
34
El movimiento supone que la categoría movida deja una huella, la cual
es permitida por el Principio de la Categoría Vacía (PCV). Este principio
restringe severamente el movimiento.
(iii) La teoría GB tiene cuatro niveles de representación en los cuales se
aplican varias condiciones para filtrar los marcadores de frase ilícitos. Estos
niveles son: la estructura-D o estructura profunda, la estructura-S o
estructura superficial, la forma fonética (FF) y la forma lógica (FL). Los dos
primeros son niveles internos y los dos últimos son niveles de interficie, los
cuales son la contribución a la interpretación fonética y semántica,
respectivamente.
La estructura-D tiene las siguientes propiedades distintivas: (a) hace
una interficie (interna) con el lexicón, (b) es el nivel donde la información
temática específica que los morfemas llevan es integrada con las estructuras
gramaticales que las transformaciones luego manipulan, (c) es el centro de
la recursividad en la gramática (la información temática que llevan los
morfemas específicos es integrada d) es la salida del componente de la
estructura de frase y (e) es la entrada al componente transformacional.
La estructura-S es el punto en la derivación en el que la información
requerida por la fonología se divide de la requerida por la semántica.
También es el centro de los llamados filtros de los módulos del ligamiento, el
PCV, la subyacencia y el caso. Es el nivel más abstracto en la GU, pues es el
más lejano a la experiencia, es decir, no es epifenomenal.
(iv) La relación gramatical central es el gobierno. Esta relación está
presente en todos los módulos de la gramática.
Al principio de los años 80, la teoría GB era considerada como un
intento altamente exitoso en la explicación de la estructura de la
35
competencia gramatical. Constituyó una gran maquinaria que era capaz de
resolver el problema de Platón en el dominio del lenguaje.
Según Chomsky (2000), este acercamiento trata de resolver la tensión
existente entre la adecuación descriptiva y la explicativa. Tensión que surge
puesto que la primera conduce hacia sistemas de reglas más complejos, que
varían en las construcciones gramaticales a través de las lenguas; mientras
que la segunda conduce a la conclusión de que la estructura del lenguaje es
altamente invariable.
A pesar de que este modelo fue exitoso en alcanzar dichas
adecuaciones, carecía de simplicidad, lo que abre la posibilidad a los
investigadores de cuestionarse qué tan cerca está la lengua L de ser el
diseño más óptimo de la facultad del lenguaje. En este sentido, surge la
necesidad de proponer explicaciones innovadoras que respondan a otros
criterios de adecuación teorética, tales como simplicidad, elegancia,
naturalidad y economía. Es entonces cuando se vislumbra en el panorama
generativista el Programa Minimista (PM).
4.3. El Programa Minimista (PM)
El consenso general entre los investigadores (Vermaat (1999),
Hornstein (2001), Hawes (2005), Chomsky (1995, 2000), entre otros) es
que el Programa Minimista (PM) surge a partir de éxito del modelo de
Principios y Parámetros.
Para Chomsky (2000: 92 - 93), es importante recalcar que se trata de
un programa y no de una teoría, aún menos que P y P, que presupone la
meta común a toda investigación sobre el lenguaje: descubrir cuáles son las
condiciones mínimas de adecuación para determinar la naturaleza de la
teoría correcta y luego preguntar por qué el lenguaje es de ese modo.
36
En este sentido, Hornstein (2001) considera que el PM retoma los
problemas fundamentales que toda teoría sobre el lenguaje debe tratar y
desarrolla gramáticas simples que explotan principios naturales unificados.
El autor, al recoger las ideas chomskyanas sobre el PM, afirma que este
aprueba la suposición de que la GU tiene la arquitectura de P y P y que
existen algunos rasgos de las lenguas naturales que sirven como condiciones
mínimas generales de adecuación en cualquier teoría de la GU, a saber: (i)
las oraciones son las unidades lingüísticas básicas, (ii) las oraciones son
pares de sonidos y significado, (iii) no hay límite para el número de oraciones
en una lengua natural (LN), (iv) las oraciones muestran propiedades de
desplazamiento en el sentido de que las expresiones pronunciadas en una
posición son interpretadas en otra y (v) las oraciones están formadas por
palabras organizadas en unidades mayores con una estructura jerárquica,
esto es, frases.
Asimismo, el PM despliega dos tipos de consideraciones de economía.
Primero, las llamadas medidas de economía metodológica, las cuales tienen
que ver con la simplicidad y la economía. Estas medidas se fundamentan en
las ideas de Ockham, según las cuales dos relaciones primitivas son peores
que una, dos niveles son mejores que cuatro; en otras palabras, más es
peor, menos es mejor.
La razón por la cual la simplicidad y la economía son valiosas desde el
punto de vista metodológico es que mientras menos suposiciones se hagan,
se enriquece el soporte empírico pues se proponen explicaciones unificadas
para los fenómenos.
El segundo tipo de medidas minimistas es la llamada economía
sustancial o fundamental, la cual tiene que ver con las condiciones que
restringen la derivación y que apuntan a la idea de que el diseño de la lengua
L puede ser realmente óptimo y debe tener especificaciones mínimas. Así
pues, Chomsky (2000) propone la condición del menor esfuerzo, que busca
37
eliminar cualquier cosa innecesaria como los elementos superfluos en la
representación y los pasos superfluos en la derivación; la condición de que
las operaciones son permitidas solo si hay una razón para ellas, también
conocida como procrastinate y las condiciones de localidad, como por
ejemplo, la condición del movimiento/atracción más corto, que involucra el
movimiento en ciclos sucesivos. Otras condiciones fundamentales que
determinan la optimidad del lenguaje son la legibilidad o interpretación
completa y la convergencia. Veamos por qué son tan importantes.
La lengua L constituye un sistema cognitivo que almacena información
sobre el sonido, el significado y la organización estructural. Los sistemas de
ejecución tienen acceso a esta información y la ponen en uso. Desde el punto
de vista chomskyano, estos sistemas de ejecución son externos a la facultad
del lenguaje, en consecuencia, la lengua L es un sistema cognitivo
solamente. También asume que la lengua L provee información a los
sistemas de ejecución bajo la forma de niveles de representación, los cuales
son la forma fonética (FF) y la forma lógica (FL).
Los sistemas de ejecución son de dos tipos: (i) sistemas
sensoriomotores o articulatorio-perceptivos (AP) y (ii) sistemas de
pensamiento o conceptual-intencionales (CI). Cada uno tiene acceso a
niveles de representación distintos, la FF y la FL, respectivamente.
Sobre estas suposiciones, Chomsky (2000) entiende la lengua L como
un recurso que genera expresiones con la forma en (2):
(2) Exp = <Fon, Sem>
donde Fon(ética) provee las instrucciones para los sistemas AP y
Sem(ántica) provee las instrucciones para los sistemas CI. Esta es la
información sobre los sonidos y el significado que se externaliza para el uso
del lenguaje mediante los sistemas de ejecución.
38
Este punto de vista asume los términos convencionales de las teorías
estándar, donde el sistema computacional genera las propiedades del
lenguaje que entran en la FF y la FL. Estas propiedades son llamadas
rasgos. Esto significa que los rasgos fonéticos y los semánticos proporcionan
la información en la forma requerida por los sistemas AP y CI para funcionar.
Así, el marco de trabajo impone una distinción entre: (a) las expresiones
lingüísticas Exp =<FF, FL> que son internas a la mente/cerebro y (b) los
eventos observables, producciones lingüísticas y acciones, es decir, la
externalización de los actos de habla.
Ahora bien, la facultad del lenguaje debe satisfacer ciertas condiciones
de legibilidad y convergencia para poder ser usada. Esto significa que el
órgano del lenguaje debe proveer, en los sistemas de interficie FF y FL,
representaciones legibles para los sistemas externos AP y CI,
respectivamente. De manera que la computación de una expresión Exp
=<FF, FL> converge en las interficies si la expresión es legible en las
interficies. (c. f. Chomsky; 2000:95)
Podemos decir, entonces, que cuando una expresión converge es
exitosa porque satisface la condición de legibilidad. Una expresión Exp =<FF,
FL> es legible si contiene solo los elementos que proveen las instrucciones
para los sistemas de ejecución. Es decir, si los rasgos que contienen son
legibles en las interficies FF y FL, de otro modo la derivación fracasa.
El PM propone que existen rasgos interpretables los cuales son legibles
para los sistemas externos en las interficies, los otros rasgos son no-
interpretables, es decir, no son legibles para estos sistemas. Luego, para que
la expresión converja, todos los rasgos deben ser revisados y los no-
interpretables también deben ser borrados para que no se viole la condición
de legibilidad o interpretación completa, como veremos más adelante en la
Teoría de la Revisión de los rasgos y en la operación de Concordancia
(Agree).
39
De manera que el PM explora la posibilidad de que la lengua L se
aproxime al buen diseño de la facultad del lenguaje, en el sentido de que
satisface la condición de legibilidad de la manera más óptima. Esta
afirmación se formaliza en la Tesis Minimista más Fuerte (TMF), como en
(3):
(3) El lenguaje es una solución óptima para las condiciones de
legibilidad. Los dos componentes principales del PM son el lexicón y el sistema
computacional del lenguaje humano (CLH). El lexicón sirve como depósito
para los objetos lexicales de una lengua. Estos son descritos en términos de
conjuntos de rasgos. Por otro lado, la CHL genera las salidas gramaticales que
sirven a las habilidades cognitivas tales como la audición, el habla y el
entendimiento. Chomsky (1995) distingue dos formas de salida, las cuales
son la FF y la FL, dos niveles que son generados por la aplicación de
operaciones básicas bajo la influencia de un mecanismo de control definido
dentro de la CLH. El esquema de representación lo encontramos en (4):
40
(4)
Vermaat; 1999:16 (La traducción es nuestra) Ahora explicaremos brevemente en qué consiste cada uno de los
componentes de este esquema. Para esto seguiremos a Vermaat (1999).
4.3.1 El lexicón (1995)
La CLH tiene acceso a los ítemes lexicales, sobre los cuales puede
operar. Los ítemes lexicales están almacenados en un lexicón, un depósito
para la información sobre la forma, la categoría, la fonología y la sintaxis.
Cada rasgo tiene un rol específico en la CLH, pues los rasgos fonológicos
generan las formas de la FF, mientras que otro tipo de rasgos son necesarios
para generar las formas correctas de la FL. Algunos rasgos formales influyen
sobre la aplicación y actuación de las operaciones en la generación de ambas
formas de salida.
Con respecto a la manera en que la información es almacenada en el
lexicón, se debe hacer la distinción entre dos puntos de vista. Por un lado, el
lexicalismo débil que mantiene una distinción entre la morfología flexiva y la
CLH Seleccione Ensamble Mueva Deletree Mueva R
LEXICÓN
CSD
CSD
NUMERACIÓN
FL
FF
41
derivativa. La morfología flexiva crea nuevas formas de la misma palabra en
un sentido relevante: el significado central es el mismo, por ejemplo caminar
y caminó. La morfología derivacional es la manipulación de las formas
flexivas por las reglas de la sintaxis, mientras que la morfología flexiva
establece que la flexión ya está presente en el lexicón.
Por otro lado, el lexicalismo fuerte, en el cual tradicionalmente se ubica
la teoría chomskiana del 95, se aplica a la morfología flexiva donde las
palabras entran al componente sintáctico ya completamente flexionadas.
4.3.2. El sistema computacional (1995)
El sistema computacional usa tres operaciones básicas para generar la
FF y la FL. Una derivación comienza con la numeración en el lexicón. Esta
almacena los ítemes lexicales necesarios para que la derivación converja
como un multiconjunto de recursos lexicales. Los ítemes lexicales en la
numeración contienen la información necesaria de los rasgos; toda
información impuesta desde afuera es añadida a la información de los rasgos
antes de que la numeración sea formada. Un ejemplo de la numeración sería
el de (5):
(5) Numeración = {C(omplementador), tomó, la, muchacha, café}
En la numeración, el orden de los ítemes es irrelevante y, con
excepción de la categoría funcional C, todos los recursos lexicales contienen
información semántica, fonológica y de los rasgos categoriales. Una vez
formada la numeración, aparece la primera operación que es Seleccione
(Select). Esta operación lleva los ítemes lexicales desde la numeración hacia
la derivación. Así por ejemplo, Seleccione toma el ítem café desde la
numeración para formar el objeto sintáctico {café}, como se muestra en (6).
La categoría de la palabra se escribe para indicar su uso dentro de una
estructura.
42
(6) N café
La numeración se reduce en 1, como en (7): (7) {C(omplementador), tomó, la, muchacha}
La siguiente operación en la derivación es Ensamble (Merge). Esta
operación toma dos objetos sintácticos y los ensambla dentro de un nuevo
objeto sintáctico. Uno de estos objetos sintácticos es determinado como el
núcleo desde el lexicón, donde también se especifican las propiedades para
su selección. El núcleo selecciona sus argumentos sobre la base de su
estructura argumental y su papel es el de determinar la categoría de la
estructura recién formada; lo que establece, a su vez, la relación entre el
núcleo, su complemento y sus especificadores subsecuentes.
De manera que la CLH utiliza esta información para construir la
estructura de una derivación como en (8), donde se ilustra el ensamble de
la y muchacha de la frase nominal la muchacha. El determinante se
proyecta sobre su argumento, el nombre muchacha, formando una
estructura etiquetada como D(eterminante).
(8) D Ensamble N D La muchacha D N La muchacha
Con estas dos operaciones se pueden derivar estructuras simples como
en (9):
43
(9) C C V D V D N V N
La tercera operación es Mueva (Move), con la cual se pueden generar
expresiones más complejas. Esta operación describe el fenómeno del
desplazamiento. Chomsky (1998b) explica que las frases son interpretadas
en posiciones diferentes de aquellas en las que son escuchadas; así, en
expresiones análogas, estas posiciones son ocupadas e interpretadas bajo
condiciones naturales de localidad.
El ejemplo en (10) muestra que el español admite tanto el
desplazamiento de un constituyente, como en (10c), como el no
desplazamiento de ese constituyente, como en (10b):
(10) a. María puso la bicicleta en el garaje. b. ¿María puso la bicicleta dónde? c. ¿Dónde puso María la bicicleta?
Una condición que controla el movimiento, y que es fundamental
dentro del sistema computacional, es la condición de legibilidad o de
interpretación completa, la cual se mencionó anteriormente.
De acuerdo con Chomsky (1995), los rasgos no-interpretables son los
responsables del desplazamiento. Asimismo, la relación entre las nociones de
desplazamiento y legibilidad permite construir la teoría sobre las operaciones
Mueva/Atraiga (Move/Atract) y el procedimiento de Revisión de los rasgos
(Checking Theory).
44
La revisión de los rasgos depende del tipo de rasgos involucrados y
cada tipo de rasgo desempeña un papel dentro de la gramática, de ahí que el
comportamiento de una palabra dependa de los rasgos que constituyen su
estructura de rasgos. El PM propone al menos tres grupos de rasgos:
semánticos, fonológicos y formales.
Los rasgos semánticos son necesarios para interpretación de los
constituyentes en la FL. Estos capturan el significado y las relaciones entre
los constituyentes. Así, por ejemplo, el verbo comer necesita un
complemento que pueda llevar la noción semántica de cuantificación.
Los rasgos fonológicos llevan la información que es usada en el nivel de
la FF para transferir la información fonológica hacia el sistema AP. En un
momento de la derivación, conocido como Deletree (Spell out), los rasgos
fonológicos son enviados a la FF, mientras que la derivación continúa hacia la
FL y fracasará si algunos rasgos fonológicos todavía están en la FL.
El conjunto de los rasgos formales, tales como los rasgos φ (persona,
numero, género), los rasgos categoriales (nombre, verbo, preposición) y el
rasgo de caso (nominativo, dativo, acusativo) tienen su propia función dentro
del sistema computacional y juegan un papel importante en la derivación.
Los rasgos formales que poseen las categorías funcionales, como el
determinante, el auxiliar y el complementador, forman un conjunto especial
de rasgos formales y tienen una función gramatical esencial en la generación
de expresiones. Algunas categorías funcionales, aunque no tienen rasgos
fonéticos ni semánticos, como el complementador y el tiempo, sirven para
derivar el orden de las palabras. Los rasgos formales que poseen las
categorías funcionales controlan la operación Mueva/Atraiga.
Algunos rasgos son interpretables en la FL, mientras que los rasgos no-
interpretables no pueden ser leídos en la FL y necesitan ser borrados para
45
que la derivación converja, según la condición de legibilidad o interpretación
completa. Todos los rasgos semánticos son interpretables en la FL, pero
todos los rasgos fonológicos son no-interpretables en la FL e interpretables
en la FF. Estos últimos son removidos de la derivación y enviados a la
interficie FF al momento de la operación Deletree. Ahora bien, con respecto a
los rasgos formales, algunos pueden ser interpretados en la FL, como por
ejemplo el rasgo de caso del nombre y los rasgos φ del verbo.
Algunos rasgos no-interpretables tanto en la FF como en la FL se
distinguen de otros rasgos interpretables y no-interpretables por la
asignación del rasgo fuerza. La fuerza es un rasgo de rasgos y solo es
asignado a los rasgos formales de las categorías funcionales. El rasgo fuerte
debe ser removido antes de Deletree y debe ser borrado primero que los
rasgos fuertes no-interpretables. La Revisión de los Rasgos (Checking
Theory) es fundamental para remover o borrar los rasgos no-interpretables
de las estructuras lexicales.
La distinción entre rasgos interpretables y no-interpretables conduce a
dos tipos de relaciones de revisión. La revisión simétrica, que se realiza
cuando ambos rasgos son interpretables o no-interpretables, y la revisión
asimétrica, la cual se produce cuando un rasgo no-interpretable entra en una
relación de revisión con un rasgo interpretable. Sobre esta base, pueden
ocurrir las siguientes relaciones de revisión: un rasgo fuerte no-interpretable
en la FF se debe revisar contra un rasgo correspondiente, entonces, la fuerza
del rasgo es borrada. Después de esto, el rasgo mismo es revisado. Un rasgo
no-interpretable en la FL, al entrar en una relación de revisión con un con un
rasgo no interpretable correspondiente, ocasiona que ambos rasgos sean
borrados. Una relación de revisión asimétrica entre un rasgo interpretable y
un rasgo no-interpretable ocasiona que este último sea borrado.
Los rasgos interpretables pueden entrar en una relación simétrica
cuando se mueven junto con un rasgo (no-)interpretable atraído. La revisión
46
simétrica de dos rasgos interpretables no requiere que estos sean borrados,
ellos solo se comunican la información compartida; si la información difiere,
la derivación fracasa.
Una conclusión importante que podemos establecer a partir de la
revisión de los rasgos es que los rasgos no-interpretables deben ser
revisados y borrados para que la derivación converja. Esto apoya la
condición de legibilidad.
La Teoría de la Revisión de los Rasgos establece cómo son borrados los
rasgos, pero son las operaciones Mueva y Atraiga las que establecen las
bases de la revisión, esto es, en qué momento y cómo los rasgos entran en
una relación de revisión. Así, la operación Atraiga determina que si el rasgo
necesita revisar un rasgo no-interpretable, sea atraído por ese rasgo no-
interpretable. Chomsky (1995:297) define esta operación de la siguiente
manera: “Atraiga: Un elemeto sintáctico K atrae un rasgo R si R es el rasgo
más cercano que pueda entrar en una relación de revisión con una
subetiqueta de K” (la traducción es nuestra).
Esta definición está hecha en términos de condiciones de economía
tales como la condición del enlace mínimo (minimal link condition), la cual
establece que la distancia del enlace debe ser mínima. La otra condición es el
último recurso (last resort) la cual establece que todas las transformaciones
son guiadas por la necesidad de revisar un rasgo.
Normalmente las categorías funcionales son las que llevan los rasgos
no-interpretables y, en consecuencia, ellas son las que atraen los conjuntos
de rasgos. En otras palabras, una categoría funcional con un rasgo no-
interpretable atrae un rasgo correspondiente, sea interpretable o no. El
rasgo atraído se lleva con él otros rasgos que también pueden ser revisados.
La operación Mueva transfiere el conjunto de rasgos al dominio de la
47
categoría funcional, de manera que ambos rasgos formen una configuración
de revisión.
Un elemento sintáctico con un rasgo no-interpretable atrae el material
suficiente para que la derivación converja. Con respecto a los rasgos no-
interpretables en la FL, solo los rasgos formales son necesarios para la
convergencia; mientras que si la categoría que atrae posee un rasgo fuerte
no-interpretable en la FF, tanto la información fonética como la semántica
son movidas hacia el dominio de revisión (pied piping).
Ahora bien, de acuerdo con Chomsky (1995) no toda la información en
la gramática puede ser establecida en el lexicón o en el sistema
computacional. Existen condiciones para los niveles de interficie, las cuales
son establecidas desde afuera. Son las llamadas Condiciones de Salida
Desnuda (bare output conditions). Estas restringen las posibles salidas de la
CLH, como por ejemplo, secuencias de palabras impronunciables en la FF
como toneladas el camión pesa y oraciones que no pueden ser interpretadas
en la FL, como la famosa oración Las ideas pintadas de verde duermen
furiosamente. Asimismo, la operación Mueva/Atraiga están restringidas por
las condiciones de economía mencionadas anteriormente.
En el PM de 1995 la revisión de los rasgos se hace en un marcador de
frase aproximadamente como en (11):
48
(11) FFuerza
FTop FFoc “FC” FTop FFin FConcS FT “FFlex” FNeg FConcO Fv FV “FV”
Hagstrom Paul; 2003:2 (la traducción es nuestra)
Ahora bien, como el minimismo es un programa en evolución, para el
año 2000, Chomsky propone que las operaciones básicas de la CHL son
Seleccione, Ensamble, Mueva y CONC(ordancia) (Select, Merege, Move y
Agree, respectivamente).
La GU proporciona un conjunto de rasgos R o propiedades lingüísticas
y un procedimiento computacional que tiene acceso a R para generar las
expresiones. La lengua L mapea R hacia un conjunto específico de
expresiones EXP. La complejidad operativa se reduce si L hace una selección
única de un subconjunto [R] de R, sin tener acceso posterior a R. Se reduce
aún más si L incluye una operación única que ensamble R en un lexicón LEX,
sin un nuevo ensamblaje en la medida en que progresa la computación. Al
aceptar estas suposiciones, la adquisición de una lengua involucra, por lo
menos, la selección de los rasgos [R], la construcción de los ítemes lexicales
49
LEX y el refinamiento de la CLH en una de las formas posibles, esto es, el
establecimiento de parámetros.
Chomsky (2000) asume que una lengua L mapea ([R], LEX) hacia
EXP. La simplificación natural siguiente sería reducir el acceso al dominio
([R], LEX) de L. Si se considera [R] en la computación de la forma lógica,
pareciera que no se tiene acceso a [R], sino solamente a LEX y a los rasgos
de sus ítemes. La computación de las lenguas humanas se puede tomar
como un mapeo de LEX hacia las representaciones de la forma lógica.
Otra propuesta, dentro del minimismo, es que las derivaciones hacen
una selección única de una matríz lexical ML (lexical array(LA)) desde el
lexicón y luego mapea ML hacia las expresiones sin tener acceso posterior al
lexicón. Las derivaciones que se mapean requieren tener acceso lexical solo
una vez, reduciendo así la complejidad operativa.
De manera que la operación Seleccione se formaliza como en (12):
(12) a) Seleccione [R] fa partir del conjunto universal R b) Seleccione LEX, ensamblando rasgos a partir de [R]
c) Seleccione ML a partir de LEX d) Mapee ML hacia EXP, sin recurrir a [R] para la sintaxis estrecha (Chomsky; 2000:101) (La traducción es nuestra) Si la facultad del lenguaje opera con los principios de economía ya
mencionados, entonces una lengua L sigue los procedimientos en (12a) y
(12b) para especificar la lengua, aparte del establecimiento de parámetros;
luego aplica (12c) y (12d) para derivar una expresión específica.
La operación Ensamble toma dos objetos sintácticos (α, β) y forma un
nuevo objeto sintáctico K (α, β) y produce la relación “inmediatamente
contiene” o “es un miembro de” para (K, α) y (K, β), esto significa que tanto
α como β son miembros de K, debido a que ambos han sido ensamblados en
un nuevo objeto sintáctico. Mientras que la iteración de Ensamble, la cual es
50
una aplicación recursiva, resulta en la relación “contiene” o “es un término
de”.
En el 2005, Chomsky establece la Condición de no-manipulación (No-
tampering Condition) para que esta operación no cambie la estructura de los
rasgos que la experimentan. Esta condición se formaliza como en (13):
(13) Condición de no-manipulación El ensamble de X e Y deja dos objeto sintácticos sin cambios (Chomsky; 2005:5) (La traducción es nuestra)
Si esta condición se mantiene, entonces los ítemes lexicales deben
contener un rasgo inherente que les permita experimentar el ensamble con
otros ítemes lexicales para formar estructuras complejas. Este rasgo es
llamado rasgo-arista (edge-feature). Este es un rasgo que induce la
operación Ensamble y es el que permite la recursividad de esta operación.
Presumiblemente, este rasgo es la versión actual del Principio de Proyección
Extendido Generalizado (PPE-generalizado = EPP-generalized), el rasgo PPE
se llama rasgo de la periferia o rasgo-P.
También en el 2005, Chomsky distingue dos tipos diferentes de
Ensamble, a saber, el Ensamble Externo (EE) y el Ensamble Interno (EI). El
Ensamble Externo toma los ítemes lexicales no contenidos en una derivación
sintáctica y los “ensambla” dentro de la derivación sintáctica como en (14).
Este es responsable de la estructura argumental.
(14) K α β
Por otro lado, el Ensamble Interno toma un objeto sintáctico contenido
en una derivación sintáctica y lo “re-ensambla” con la derivación sintáctica
como en (15):
51
(15) γ’ K γ (α, β) γ k (α, β)
El EI ha sido referido tradicionalmente como Mueva y tiene que ver con
las propiedades relacionadas al discurso y a los efectos del alcance (c. f.
Chomsky; 2005:7).
Otra operación fundamental, en Chomsky (2000), es CONC(ordancia)
(Agree), la cual media entre las Sondas S (Probe) y las Metas M (Goal). La
Sonda es un rasgo no valorado que sale a buscar otro rasgo equivalente
valorado, la Meta, con el cual concordar, de acuerdo con la formulación de
CONC en (16):
(16) Concordancia (i) Un rasgo no-valorado R (una Sonda) en un núcleo H escanea su dominio de c-comando para otra instancia de R (una Meta) con la cual concordar. (ii) Si la Meta tiene un valor, su valor es asignado como el valor de la Sonda. (c. f. Pesetsky & Torrego;2004:2) (La traducción es nuestra)
La última operación central es Mueva (Move), la cual es la combinación
de las operaciones Ensamble y CONC. Chomsky (2000:101) explica que
“Mueva establece la concordancia entre α y R y ensambla la F(R) con la Fα,
donde la F(R) es una frase determinada por R (…) y la Fα es una proyección
encabezada por α F(R) resulta el especificador (Esp) de α([Esp,α])” (la
traducción es nuestra). Esto significa que Mueva es una operación más
compleja que sus componentes, así que es una operación de “último
52
recurso”, la cual es utilizada cuando es la única operación posible para los
requerimientos impuestos por los rasgos formales.
4.3.3. Acerca de las fases en el minimismo
La sugerencia de Chomsky (2000, 2001) es que todas las operaciones
sintácticas involucran una relación entre una Sonda y una Meta que esté lo
suficientemente cerca de la Sonda o, en el caso de la CONC múltiple, una
relación entre una Sonda y más de una Meta local. Chomsky (2001:13)
observa que las relaciones Sonda-Meta deben ser locales para minimizar la
búsqueda. La implicación es que la facultad del lenguaje solo puede procesar
cantidades limitadas de estructuras en un momento determinado; más
específicamente, solo puede tener una cantidad limitada de estructuras en su
“memoria activa” (Chomsky; 2001). Para asegurar una reducción de la carga
computacional, el autor propone que la derivación de la EXP ocurre en fases,
de tal forma que las estructuras sintácticas se construyen una fase a la vez.
Las fases de una derivación son objetos sintácticos que se derivan a
través de una escogencia de una subselección MLi. Las FC y las Fv
constituyen fases, mientras que la F(rase) T(iempo) no. Las Fv constituyen
fases cuando son transitivas, no cuando son pasivas ni acusativas.
Chomsky (2001:14) sostiene que las fases deberían ser tan pequeñas
como sea posible, esto, para minimizar la memoria. Más específicamente, el
autor sugiere que las fases son proposicionales por naturaleza y ellas
incluyen la frase complementadora (FC) y la frase v (Fv) transitiva; esto es,
una Fv con un argumento externo agente o experimentador, el cual denota
Fv*. Su razonamiento para considerar la FC y la Fv* como fases es que la FC
representa un complejo completo de una cláusula, la cual incluye una
especificación de fuerza; mientras que la Fv* representa un complejo
temático completo, es decir, un argumento externo y una estructura
argumental.
53
4.3.3.1. Las fases y la ciclicidad 4.3.3.1.1. La condición de la ciclicidad fuerte
El punto de vista chomskyano (c. f. Anagnostopoulou y Fox; 2007)
propone que las fases deben satisfacer la condición de la ciclicidad fuerte
como en (17):
(17) El núcleo de una fase es “inerte” después de que la fase es completada y no desencadena más operaciones. (Anagnostopoulou y Fox; 2007:5) (La traducción es nuestra)
De acuerdo con (17), un núcleo de una fase no puede impulsar las
operaciones de Ensamble y Atraiga en una segunda fase. Esto significa que
las derivaciones proceden de fase en fase.
Esto se deriva de los efectos de “fuerza” de la Condición del ciclo
estricto en acercamientos anteriores.
4.3.3.1.2. La condición de impenetrabilidad de la fase (CIF) (Impenetrability Phase Condition (PIC))
Chomsky (2000) propone una primera versión o versión fuerte de la
Condición de impenetrabilidad de la fase, la cual se enuncia como en (18):
(18) En una fase α con un núcleo H. El dominio de H no es accesible a operaciones fuera de α, sino sólo H y su arista son accesibles a tales operaciones. (Chomsky;2000:108) (La tradución es nuestra)
Esto obliga la operación Mueva de una frase dentro de una fase hacia
el [Esp, H] para que esta frase sea accesible a las operaciones fuera de α,
esto es, una forma fuerte de Subyacencia.
Chomsky (2001) toma una posición más flexible y modifica PIC, para
aprehender el hecho de que la arista (edge) de una fase más baja
experimenta la operación Deletree en la fase más alta subsiguiente. El autor
propone un principio orientador general, como en (19):
54
(19) La fase1 es interpretada/evaluada en la siguiente fase relevante Fase2. (Chomsky;2001:13) (La traducción es nuestra)
Como resultado de esta flexibilización, surge la versión modificada del
CIF, la cual presentamos en (20):
(20) Dada una configuración [FZ Z…[FH un [H FY]]] El dominio de H no es accesible a operaciones en ZO, sólo H y su arista son accesibles a tales operaciones. (Chomsky;2001:14) (La traducción es nuestra)
La razón por la cual el dominio del núcleo de la fase es impenetrable
con respecto a una Sonda externa es que una vez que una fase se ha
formado, el dominio de la fase experimenta una operación de transferencia
mediante la cual la estructura de dominio relevante es enviada,
simultáneamente, a los componentes fonológico y al semántico para que se
le asigne una representación fonética y semántica apropiada,
respectivamente, a partir de este punto, el dominio relevante ya no es
accesible a la sintaxis.
En general, un punto de vista chomskyano muy típico de localidad es
que ciertos factores sintácticos definen los dominios de localidad; el
movimiento, por ejemplo, solo es posible dentro de estos dominios. Algo
acerca de la forma de esos dominios, en general, aparentemente obliga a
que las dependencias no relacionadas (unbounded) sean construidas a partir
de una serie de dependencias relativamente locales, como en (21):
(21) ¿[A cuál hombre]i piensas (tú) que María ama [Ø]i bastante?
Uno de los fundamentos para una teoría de la localidad sintáctica y la
relación entre la extracción de la frase y el movimiento del núcleo es la CIF,
según la cual las operaciones sintácticas (CONC) y los procesos sintácticos
(Mueva) están restringidos por esta condición, como lo hemos expresado
55
anteriormente. Otro fundamento es lo que den Dikken (2006) llama fase
inherente. Esta es una predicación, es decir, la estructura sujeto-predicado.
Finalmente, den Dikken (2006) también hace referencia a la Extensión
de la fase, según la cual el movimiento sintáctico del núcleo H de una frase α
hacia el núcleo X del nodo β que domina a α extiende la fase desde α hasta
β; α pierde su condición de fase en el proceso y cualquier constituyente en la
arista (edge) de α termina en el dominio de la frase β derivada como
resultado de la Extensión de la fase. La arista de una proyección determinada
FH es esa parte de FH que excluye el complemento de H, es decir, esa parte
de la estructura que excluye el nodo H y cualquier especificador adjunto que
H tenga.
De acuerdo con la reseña que Caroline Heycock (2006) hace de la
publicación de Robert Frank (2002) sobre este aspecto, lo que se llama
estructuras arbóreas finitas, también llamadas árboles elementales, se
pueden combinar por sustitución y por adjunción. El primero sería una forma
de insertar un subárbol en un nodo no expandido en la frontera de otro
árbol; el segundo, permite que un subárbol sea insertado dentro de otro
árbol. Ambas operaciones incluyen la posibilidad de la recursión no
relacionada en la gramática.
INTRODUCCIÓN 1. Panorama general del objeto directo en español
A continuación realizaremos un recorrido por algunas de las teorías
que han abordado el estudio de la transitividad en español, es decir, la
relación semántico-sintáctica entre el verbo y el objeto directo. Iniciaremos
con algunos de los autores más representativos de la tradición ibérica
delespañoly luego revisaremos algunos autores de la tradición americana.
1.1. La tradición ibérica del español
(i) Para la Real Academia Española (RAE) (1931), las oraciones
transitivas son aquellas formadas por un verbo transitivo cuya acción recae
sobre un objeto diferente del sujeto y no comprendido en el significado del
verbo. Esto es, las diferencias de las oraciones intransitivas, que a veces
llevan algún objeto no comprendido en la significación del verbo.
(ii) La RAE (1959), que es una edición mejorada y reformada de la de
1931, define el acusativo en términos semánticos como el nombre sobre el
cual recae directamente la acción del verbo y ofrece el ejemplo en (1):
(1) La corriente desvió el arenal.
Se refiere a la significación intransitiva como la idea expresada por el
verbo y atribuida al sujeto cuya verificación no necesita de un argumento
interno, como en el ejemplo en (2):
(2) Juan duerme.
Mientras que, en la significación transitiva la idea expresada por el
verbo recae en el objeto directo, veamos (3):
(3) Juan duerme al niño.
58
(iii) La RAE, en el Esbozo de una nueva gramática de la lengua
española (1973) expresa que los verbos intransitivos son de predicación
completa, es decir, no llevan complemento directo, por ejemplo:
(4) a. Antonio murió.
b. El alumno estudia. Mientras que los verbos transitivos tienen complemento directo.
También afirma que poniéndoles a los verbos intransitivos un complemento
directo pasarán a ser transitivos, como en (5):
(5) a. Antonio murió en el hospital una muerte piadosa. b. El alumno estudia con ahínco las lecciones.
De modo que el uso transitivo o intransitivo del verbo depende de la
intención expresiva del hablante.
La RAE (1973) reconoce que el uso transitivo o intransitivo
predominante depende del significado del verbo. Por un lado, a algunos se
les dificulta tener un objeto externo al sujeto debido a la naturaleza del
verbo, por ejemplo, morir, vivir. Mientras que otros verbos llevan objeto
directo por naturaleza, por ejemplo, dar, entregar, abandonar, dejar,
mostrar.
(iv) Juan AlcinaFranch y José Manuel Blecua (1975) afirman que el
sujeto animado se opone al complemento directo inanimado, pues el sujeto
es agente de la acción expresada por el verbo y el complemento directo la
cosa que resulta de la acción o sobre lo que se actúa.
Con respecto a la división tradicional de los verbos en transitivos e
intransitivos, Franch y Blecua (1975) explican que gran parte de los verbos
se emplean unas veces con complemento directo y otras sin él. Esto hace
suponer que los verbos no son transitivos o intransitivos, sino que se
construyen como tales. También exponen que el objeto directo sirve para
59
hacer el significado actualizado por el verbo más especial y concreto o para
limitar su esfera de aplicabilidad.
Los autores proponen una clasificación que separa las construcciones
en dos tipos, de acuerdo con que el nombre que sirve de objeto directo (i)
responda a una realidad preexistente a la actualización del verbo o (ii)
represente a una realidad que surge como resultado de la realización del
verbo.
En el primer grupo incluyen: a. Verbos que expresan ideas de posesión, donación, atribución,
préstamo como tener, poseer, robar, dar.
b. Verbos de percepción, conocimiento o creencia como ver, observar,
escuchar, saber, sospechar, verificar.
c. Verbos que expresan las varias relaciones entre las acciones y los
objetos afectados por ellas como modificar, transformar, poner, vestir,
oprimir, ofender.
d. Verbos que expresan una relación de lugar, dirección, posición,
alejamiento como invadir, enfilar, juntar, subir.
En el segundo grupo incluyen: a. Verbos que expresan creación, resultado de la acción como hacer,
fabricar, ejecutar, realizar.
b. Verbos que expresan la relación entre enunciación, inflexión, etc. y
lo que constituye el contenido, el tema, el asunto como decir, preferir,
pronunciar, confiar, contar, debatir.
c. Verbos que expresan duración y medida como avanzar, bajar, pesar,
valer recorrer.
60
Para Franch y Blecua (1975), el complemento directo puede omitirse
para dar mayor brevedad a la expresión o por corresponder la expresión al
lenguaje directo de los interlocutores dentro de una situación determinada.
Ofrecen como ejemplo frases coloquiales especialmente en imperativo,
como en (6):
(6) a. ¡Ya no puedo más! b. Yo le explicaré. c. ¿Me permite? d. Coge el aparato y descuelga. e. Dígame. f. Cierra. g. No recuerdo. i. No comprendo. j. Ya entendí. k. Busca en el cajón. l. Por fin, le dio. m. Pide por esa boca. n. Escribe a tu familia. o. Las drogas atontan. p. La crema X embellece. q. Sabe invitar. r. No explica.
(v) Emilio Alarcos Llorach (1978) hace referencia a Correas (1625),
quien clasifica los verbos desde el punto de vista semántico en transitivos,
pasadores o pasadizos; donde la acción pasa desde la persona que hace al
acusativo, y verbos absolutos o neutros, es decir intransitivos. Según la
referencia que hace Alarcos (1978), ya Correas (1625) asumía que los
intransitivos suelen usarse como transitivos.
Para el autor no hay una separación formal entre los verbos transitivos
e intransitivos. Lo que existe son estructuras diferentes de predicados. Unas
estructuras se reducen a un solo sintagma o frase, otras presentan el núcleo
del predicado, el verbo, acompañado de términos adyacentes.
61
El enfoque que presenta Alarcos (1978) es más sintáctico que
semántico. Sin embargo, admite que la separación de los verbos transitivos e
intransitivos se basa en el aspecto semántico de la raíz verbal, ésta exige o
no delimitaciones de tipo semántico; en otras palabras, el verbo lexical exige
o no la presencia de, por ejemplo, un SN o FN objeto directo que funcione
como delimitador semántico.
Este autor clasifica los verbos, según lo que llamaremos en este
trabajo principio de selectividad, de la siguiente manera:
a. Existen verbos cuyos significados léxicos son de gran extensión
semántica y para comunicar una situación con detalles es necesario delimitar
su campo mediante otros elementos lexicales. Esta caracterización
corresponde a las construcciones transitivas.
b. Otros verbos presentan un peso semántico menos amplio, se
refieren a situaciones más concretas y admiten determinaciones a través de
categorías lexicales de campo semántico afín. Esta clase se refiere a los
verbos que aceptan objetos directos cognados.
c. Otros verbos tienen un peso semántico muy concreto y se refieren a
situaciones uniformes e inconfundibles. Estos no requieren normalmente
delimitaciones lexicales de ningún tipo. Esta clase hace referencia a los
verbos intransitivos.
Sin embargo, en el mismo capítulo XXIX, Alarcos (1978) expresa que
la mayor parte de los verbos es indiferente a estas posibilidades de llevar o
no términos adyacentes, puesto que funcionan ya como transitivos, ya como
intransitivos. El lingüista concluye en que la transitividad es una
característica de ciertos predicados, pero no del verbo o núcleo del
predicado, y consiste en la aparición de algún término adyacente.
62
(vi) Alarcos Llorach, en la Gramática de la lengua española de la RAE
(1995) plantea que a veces interesa limitar la referencia del verbo lexical a
algo más concreto mediante un término adyacente que designa el objeto
sobre el cual se desenvuelve la actividad aludida por la raíz verbal. Veamos
los ejemplos en (7):
(7) a. La mujer bebe agua. b. El maestro piensa en su situación. El adyacente es denominado objeto directo en (7a) y objeto
preposicional en (7b).
El autor explica que el objeto directo (llamado también complemento
directo o implemento) se une al verbo sin que haya ningún índice explícito de
su función. Las unidades que cumplen esta función suelen ir pospuestas al
verbo; pero si se le anteponen o si se elimina su mención porque la
referencia ya es conocida, el núcleo verbal queda incrementado con un
representante átono de su función, el cual también indica los morfemas de
género y número del sustantivo antepuesto o elidido, como se observa en los
ejemplos en (8):
(8) a. Esos libros, no los ha leído nunca.
b. ¿Has visto al maestro? -No; no lo he visto. Según Alarcos Llorach (1995), el objeto directo no posee rasgos que lo
diferencien de las unidades que desempeñan el oficio de sujeto. Así, en
oraciones como Canta la niña la copla y Canta la copla la niña lo que permite
asignar la función de sujeto a la niña y de objeto directo a la copla es el
sentido únicamente, ya que la noción denotada por el verbo solo puede ser
ejercida por el ser designado por la niña. Asimismo, ambas funciones se
diferencian porque el sujeto puede ser elidido cuando es conocido, pero la
elisión del objeto directo se compensa con el incremento personal oportuno,
como en (9):
(9) a. Canta la copla. b. La canta la niña.
63
También quedan bien diferenciados cuando los dos adyacentes tienen
número distinto, pues será el sujeto el que concuerde con la terminación
verbal, como en (10a); mientras que ambos términos coinciden en número,
las referencias semánticas del verbo deciden la función respectiva, como en
(10b):
(10) a. Lee el niño los libros. b. Lee el niño el libro.
Ahora bien, hay casos en los que la indiferenciación del sujeto léxico y
del objeto directo impide la correcta interpretación de lo comunicado, como
se evidencia en los enunciados el (11):
(11) a. Dibujaba la niña el niño. b. Mató el elefante el tigre. c. Favorece la codicia la ambición.
En estos casos, se antepone la preposición a al elemento que funciona
como objeto directo, el cual evoca al ser afectado por la actividad que
denota el verbo. Observemos los ejemplos en (11’):
(11’) a. Dibujaba a la niña el niño/Dibujaba la niña al niño. b. Mató al elefante el tigre/Mató el tigre al elefante. c. Favorece a la codicia la ambición/Favorece la ambición a la codicia.
El autor afirma que este uso de la preposición a debió generalizarse a
partir de los sustantivos que designan seres animados, sin embargo, existen
otros factores semánticos y gramaticales que lo determinan, tales como:
a) En ejemplos como Encontré comprador/Encontré al comprador, la
aparición de a está condicionada por la presencia del artículo.
b) En enunciados como Nuestro equipo recorrió Italia/Nuestro equipo
venció a Italia, la aparición de a se debe a motivos semánticos, ya que en el
primer caso Italia hace referencia a la noción geográfica y en el segundo
alude a otro equipo distinto.
64
c) Se usa a ante los sustantivos personales, como en la expresión A
ella no la conoce.
d) Aparece ante otras unidades de referencia a persona, como se
evidencia en la expresión Esperan a alguien.
e) Aparece con sustantivos que se personifican, por ejemplo, Ensalzó a
la virtud.
f) También se usa con los nombres propios de persona o animales
singularizados, como en las expresiones Fue Don quijote unos de los que
crearon a Cervantesy Yo trato a Platero cual si fuese un niño.
Alarcos Llorach (1995) establece como criterio para clasificar los verbos
como transitivos o intransitivos el hecho de que el verbo pueda admitir o no
el objeto directo. Así, cuando la actividad denotada por el verbo necesita la
especificación aportada por el objeto directo, se considera el verbo
transitivo; en caso contrario, el verbo es intransitivo. No obstante, esta
clasificación no depende de que el verbo contenga rasgos especiales, sino de
la intención comunicativa del hablante.
De manera que la mayoría de los verbos pueden aparecer con o sin
objeto directo, como observamos en (12):
(12) a. El niño comía patatas fritas/ Este niño no come. b. Fumaba siempre cigarrillos/No fumaba nunca.
También existen verbos utilizados como intransitivos que a veces
reciben un objeto directo, que puede llamarse redundante o enfático, como
la expresión en (13):
(13) Vive una vida muy regalada.
Finalmente, el autor explica que hay objetos directos que indican
medida, duración, peso y precio, como los que encontramos en (34), y
65
comenta que para algunos no son objetos directos porque responden a
preguntas formuladas con el adverbio cuánto y con ellos pueden aparecer
cuantificadores de aspecto adverbial, como por ejemplo: ¿Cuánto medía?,
Medía mucho. No obstante, aclara Alarcos, que sí son objetos directos puesto
que se producen con los incrementos personales propios de esta función y
responden a las preguntas con el interrogativo qué.
(14) a. La torre medía veintitrés metros (= Los medía). b. La sinfonía dura cuarenta y cinco minutos (= Los dura). c. Los zapatos cuestan dieciséis mil pesetas (= Las cuestan).
(vii) El Diccionario Sopena: los 15000 verbos españoles (1984)
establece una distinción entre verbos intransitivos con acusativo y verbos
transitivos con acusativo. En este último caso, el acusativo denota un
complemento necesario del concepto expresado por el verbo. Con relación al
verbo intransitivo, el acusativo solo contiene una precisión del concepto
expresado por el verbo. La idea esencial que informa el verbo se desprende
de él para sustantivarse y unírsele como un complemento. En el diccionario
se establecen dos clases de acusativos con verbos intransitivos:
a. El sustantivo en acusativo se genera de la misma raíz del verbo
(acusativo homónimo), como en los ejemplos en (15):
(15) a. Vivo vida contenta (Quijote). b. Caminar este camino en balde (Quijote). c. Es vida graciosa la que viven (Lazarillo de Tormes). d. Haber navegado una muy larga y próspera navegación (L. de Granada)
b. El sustantivo en acusativo se genera de un concepto afín, como en
(16):
(16) a. Dormir un sueño. b. Jugar una mano.
(viii) Héctor Campos (1999) define el verbo transitivo en términos del
sintagma nominal de complemento regido por el verbo. Desde el punto de
66
vista sintáctico, es el verbo el que determina la ocurrencia de un sintagma
nominal como complemento. Con relación al aspecto semántico, también es
el verbo quien determina la visibilidad del sintagma nominal complemento.
Con respecto al complemento atributivo, como en (17a), sugiere que
ser rige sintácticamente la frase la mamá de Gabrielita; luego estar no puede
aparecer en el mismo contexto, como en (17b). El sintagma en posición final
en (17a) permite la ocurrencia de Maggie como sujeto. En las oraciones
copulativas, el verbo rige sintácticamente al complemento atributivo, pero no
lo rige desde el punto de vista semántico, es el complemento atributivo el
que rige semánticamente al sujeto.
(17) a. Maggie es la mamá de Gabrielita. b. *Maggie está la mamá de Gabrielita.
No obstante, los complementos de los verbos copulativos son
pronominalizables por el pronombre clítico neutro lo, como en (18a, b):
(18) a. -¿Maggie es la mamá de Gabrielita?
-Sí, lo es. b. -¿Patty está contenta con su trabajo?
-Sí, lo está. Con los verbos lexicales no copulativos, lo parece tener el caso
acusativo; este hecho podría hacer pensar que los complementos de (2) son
directos. Luego, el autor afirma que esta paradoja demuestra lo escurridiza
que es la noción de transitividad. La única noción relevante para definir la
transitividad es la rección sintáctica y semántica.
En su explicación, Campos (1999) hace uso amplio de la propuesta de
Rafael Cano Aguilar (1981), quien agrupa más de cuatrocientos verbos en
varias categorías semánticas, de acuerdo con criterios semánticos y el tipo
de estructuras oracionales que se insertan.
En nuestro estudio de la transitividad es necesario acercarnos a la
clasificación semántica y aparentemente construccional que Cano (1981)
67
hace de los verbos en español. Por ahora, queremos enfatizar que también
este estudioso de la lengua percibe esa vacilación que existe entre verbos
transitivos e intransitivos.
(ix) Rafael Cano Aguilar (1981) examina los aciertos y debilidades de
las distintas teorías sobre la transitividad para realizar un estudio semántico
y sintáctico de más de cuatrocientos verbos transitivos españoles y los reúne
en once grandes grupos, de acuerdo con las características comunes más
relevantes que ellos presentan. Estos grupos son: verbos de acción
resultativa, verbos de carácter causal, verbos de modificación, verbos de
objeto afectado, verbos de movimiento, verbos con objeto de lugar, verbos
de posesión, verbos que indican actitud, verbos de percepción, verbos de
voluntad, emoción, o sentimientos, y verbos de comunicación verbal.
El autor “no se limita a dar (…) una descripción completa de las
construcciones transitivas del español, moderno, sino que alcanza muy
hondamente a problemas teóricos fundamentales” (Cano;1981:10), con un
énfasis especial en el valor semántico de la relación sintáctica verbo-objeto y
a las restricciones de la co-aparición de algunos sustantivos con ciertos
verbos, de acuerdo con la presencia o ausencia de determinados rasgos
semánticos. De aquí la opinión de Cano (1981:12) de que “lo transitivo no se
define sólo por ciertas categorías formales, sino que en la base implica una
relación semántica”.
Para Cano (1891), la tansitividad puede considerarse como un tipo de
estructuración funcional y semántica entre ciertos elementos de esa
estructuración, la cual es manifestada mediante ciertos caracteres formales.
Tradicionalmente, se ha concebido la transitividad como un rasgo
propio de algunos verbos en oposición a otros, de manera que ‘transitivo’ es
un rasgo que forma parte de la descripción sintáctico-semántica de ciertos
verbos de una lengua a partir de la posibilidad de formar construcciones
68
transitivas. Así pues había dos categorías paradigmáticas de verbos: los
transitivos, que poseen ese rasgo y los intransitivos, que no lo poseen.
Por otro lado, gran parte de la lingüística actual sostiene que la
transitividad es un cierto tipo de organización sintáctica de la frase, más que
un rasgo propio de los verbos. Esto, debido a que la mayoría de los verbos
puede entrar o no dentro de esa relación transitiva en la frase y funcional
como transitivos o intransitivos, de manera que no hay distinción gramatical
entre los verbos, sino distintas estructuras de predicados.
Sin embargo, de acuerdo con las afirmaciones de Cano (1981), pocos
verbos presentan lo que Blinkenberg ((1960) citado por el autor)
llamamonovalencia funcional, es decir, la propiedad de poder aparecer
exclusivamente en un tipo de estructura. Verbos como ser, estar, ir, venir,
solo aparecen en construcciones intransitivas, por lo que pueden llamarse
intransitivos, mientras que otros, como llevar, solo aparecen en
construcciones transitivas y pueden llamarse transitivos.
No obstante, Cano (1981) observa que la mayoría de los verbos no
pueden caracterizarse de una u otra forma pues tienen la propiedad de
aparecer en uno u otro tipo de estructura, en otras palabras, lo que
Blinkenberg ((1960) citado por el autor) denomina bivalencia funcional.
El autor apunta que si bien es cierto que algunos verbos aparecen con
mayor frecuencia en uno u otro tipo de estructura, utilizar el criterio de la
frecuencia para catalogar un verbo como transitivo o intransitivo es poco
científico, pues el número de expresiones de una lengua es infinito y, en
consecuencia, el recuento estadístico no sería del todo confiable.
Otro criterio que parece no ser exacto es tomar como parámetro el
carácter semántico completo de los verbos transitivos frente al carácter
semántico incompleto de los intransitivos; puesto que ir es un verbo que
69
nunca aparece en una construcción transitiva, pero su significado es tan vago
que necesita la precisión de un complemento locativo. Asimismo, verbos
como azotar, fruncir, exorcizar siempre aparecen en construcciones
transitivas, pero son muy precisos significativamente.
De manera que, para Cano (1981), el criterio semántico de completo-
incompleto no sirve para diferenciar los dos tipos de verbos si consideramos
la transitividad como un fenómeno de la oración porque la precisión
semántica ya no depende del verbo, sino de la oración.
Una posición asumida por el autor es que un mismo verbo presentará
matices o diferencias semánticas significativas diferentes según aparezca
en uno u otro tipo de frases, pero todos estos “no son sino matices de un
mismo hecho funcional: la ‘bivalencia’ propia de la mayoría de los verbos”
(Cano;1981:304).
Un aporte importante de las propuestas de Cano para nuestro trabajo
es la idea subyacente de que no están claros los límites entre lo transitivo y
lo intransitivo y que la explicación podría encontrarse al estudiar la relación
semántica y sintáctica entre el verbo y el objeto.
(x) La RAE (2009) en la Nueva gramática dela lengua españoladefine
el complemento directo y el objeto directo como una función sintáctica
dependiente del verbo que puede ser desempeñada, dentro del grupo verbal,
por varios segmentos sintácticos, tales como los nombres, los pronombres y
los grupos que forman; así como por oraciones subordinadas sustantivas. El
hecho de que el complemento directo sea nominal (Abrí la ventana) u
oracional (Prometió asistir al acto de clausura) depende del significado del
verbo. Muchos verbos admiten las dos opciones, mientras que otros admiten
sólo una.
70
Al complemento directo le corresponde el caso acusativo en latín, el
cual no se manifiesta morfológicamente en español, más que en el sistema
pronominal. Con respecto a la distinción establecida entre argumentos y
adjuntos, los complementos directos son argumentos.
Esta gramática asume que los verbos que se construyen con
complemento directo se denominan transitivos, y las oraciones que los
tienen dentro del predicado se llaman transitivas. Típicamente el
complemento directo se construye sin preposición, como en la expresiónLeo
una novela. Sin embargo, admite o exige, dependiendo del caso, la
preposición a con grupos nominales de persona y, también, en algunos casos
que hacen referencia y a las cosas. A este tipo de complementos directos,
los llama complementos preposicionales.
De acuerdo con la RAE (2009), la noción de transitividad se usa con
dos sentidos. En el sentido más amplio, tanto los complementos del verbo,
como los complementos de régimen pueden completar la significación del
verbo; de manera que el verbo olvidar es transitivo tanto en olvidar algo
como en olvidarse de algo.Esta gramática hace un uso más estrecho del
término transitivo y lo reserva solo para aquellos verbos que exigen un
complemento directo; ya que el sentido amplio del término se hace
innecesario si también se maneja la noción de argumento. Los
complementos de régimen también son argumentales, sin embargo, quedan
fuera del ámbito de estudio de nuestra tesis.
Asimismo, la RAE (2009) propone que los verbos son transitivos o
intransitivos como una consecuencia directa de su significado. Por razones
semánticas, algunos verbos necesitan de un complemento o argumento que
complete la significación del predicado; pero esto no impide que, en ciertos
contextos, puedan aparecer sin él. Ahora bien, también hay verbos
(bostezar, sollozar)que no necesitan de este complemento o argumento que
71
complete su significación, pero que también se pueden utilizar como
transitivos.
En este sentido, la RAE (2009) propone distinguir ente dos grupos de
verbos transitivos:
A. Verbos transitivos que pueden omitir su complemento directo sin
dejar de serlo.
B. Verbos transitivos que tienen uso o correlatos intransitivos.
Pertenecen al primer grupo aquellos verbos en los que se omite el
complemento directo sin que se interpreten como intransitivos, por ejemplo,
el verbo escribir en Hace mucho que no me escribes; así como verbos que
omiten su complemento directo por razones sintácticas, como por ejemplo,
el verbo tener en En cuanto a ambición personal, puede decirse que no tenía
en absoluto. Mientras que al segundo grupo pertenecen verbos que admiten
usos transitivos e intransitivos con la diferencia semántica esperable, como
en No todas las aves vuelan / Quisiera aprender a volar cometas.
La RAE (2009) destaca que en los análisis tradicionales el complemento
directo puede sustituirse por los pronombres átonos de acusativo que tienen
su mismo género y número: lo/la/los/las, como en No pienso leer este
libro>No pienso leerlo. Si se trata de oraciones sustantivas, puede sustituirse
por pronombres átonos neutros, como en Me prometiste que vendías>Me lo
prometiste.
La razón para elegir estos pronombres como sustitutos es que los
pronombres átonos mencionados posen flexión de caso acusativo.
Manifiestan explícitamente en su morfología la información que los grupos
nominales expresan mediante la concordancia y la posición sintáctica,
además de poseer rasgos de definitud análogos a los grupos nominales
introducidos por el artículo determinado, a los cuales sustituyen.
72
Un aspecto importante a destacar es el hecho de que el complemento
directo puede ir encabezado con la preposición a. En documentos latinos de
la época preliteraria española aparece la preposición ad con acusativo de
persona, por confusión con el dativo y el romance heredó esta confusión
vacilante de los dos casos latinos. En la edad moderna, se halla muy
generalizada la tendencia a construir con la preposición a los complementos
de persona y sin preposición, como en latín, los de cosa.
Según la RAE (2009), la presencia de la preposición es obligada en
ciertos contextos, se excluye en algunos y es opcional en otros, algunas
veces con un cambio de sentido apreciable y otras con una ligera diferencia
en el significado. Esta gramática establece que hay varios factores que
determinan estos contrastes, a saber.
(i) La animacidad: El hecho de que un grupo nominal lleve o no
determinante.
(ii) La personificación: Los nombres que designan cosas pueden
asimilarse a los que denotan personas en ciertos contextos.
(iii) La definitud: El hecho de que un grupo nominal lleve o no
determinante.
(iv) La especificidad: Que el grupo nominal aluda o no a personas o
cosas particulares que el hablante o el oyente puedan identificar.
(v) La interpretación agentiva que pueda recibir el sujeto de acuerdo
con la clase semántica del verbo.
Luego, esta gramática se extiende en una descripción detallada de
cada uno de los casos donde puede aparecer o no la preposición a.
1.2. La tradición americana
73
(i) Bello (1847) divide las proposiciones en regulares, las cuales tienen
el sujeto y el atributo expresos o que tácitamente pueden suplirse, e
irregulares, que carecen de sujeto, por ejemplo, hubo fiestas, llueve a
cántaros, por el lado del norte relampaguea.
Asimismo, las proposiciones regulares las divide en transitivas o
activas, e intransitivas o neutras. La característica de las primeras es que
llevan complemento acusativo, mientras que las segundas carecen de él.
También afirma que el acusativo de la construcción activa se puede convertir
en sujeto de la pasiva. Esto significa que utiliza un argumento sintáctico para
diferenciar el acusativo
Bello (1847) también explica que existen algunos verbos, dentro de los
intransitivos, que solo en ocasiones especiales suelen llevar el complemento
acusativo, como existir, estar, permanecer, nacer, morir; y que los verbos
activos pueden usarse, y se usan, como intransitivos. En este último caso la
acción se considera como un mero estado. Veamos el ejemplo de
Bello(1847:451) en (19):
(19) El que ama, desea y teme y por consiguiente padece.
Bello (1847) afirma que también existen verbos neutros o intransitivos
que pueden ser usados como transitivos o activos, como en (20) y (21):
(20) a. Respirar b. Respirar un aire puro. c. Respirar el aire del campo. d. Respirar venganza. (21) a. Suspirar b. (…) y suspiraba aromas. (Ejemplo tomado por Bello (1847:452) de Lope de Vega)
(ii) Lenz (1944) acepta la división tradicional de verbos neutros o
intransitivos y verbos transitivos, y afirma que en las lenguas indoeuropeas
comúnmente el acusativo de la activa se convierte en pasivo. También
74
afirma que existen verbos transitivos e intransitivos que encierran una idea
vaga de actividad y un complemento completo, por ejemplo:
(22) a. pescar = coger peces b. cenar = comer la cena c. pestañear = mover las pestañas
Según Lenz (1944), estos verbos vacilan entre verbos intransitivos y
transitivos con acusativo. Aunque no lo hace de una forma explícita,
podemos presuponer que el autor admite la vacilación que existe entre
verbos transitivos e intransitivos.
(iii)Cuervo (1953) propone que la clase del verbo vacila entre el
carácter transitivo e intransitivo, y lo hace de la siguiente manera:
a.- Cambiando el acusativo en complemento preposicional, por
ejemplo:
(23) a. Arrostrar los peligros. a’. Arrostrar con los peligros. b. Huir los halagos. b’. Huir de los halagos. c. Abreviar la partida. c’. Abreviar con la partida.
b.- Recibiendo un acusativo homogéneo, por ejemplo:
(24) Morir santa muerte.
c.- Pasando del sentido intransitivo al factitivo o causativo, por
ejemplo:
(25) a. Andar por hacer andar o mover. b. Subir por hacer subir o poner arriba.
(iv)Kany (1970) expresa que ello acusativo con verbos de
entendimiento y de expresión como decir, saber, preguntar, etc., se puede
omitir, sobretodo en la conversación y casi siempre que hay un pronombre
75
complemento directo expreso. Aparentemente, y desde el punto de vista
sintáctico, parece haber una restricción en cuanto al uso de dos clíticos
juntos.
Este fenómeno lo observa Kany (1970) en Argentina, Chile, Bolivia,
Perú, Ecuador y Colombia. Veamos los ejemplos en (26):
(26) a. Cuando lo vea a tu padre, le (=se lo) voy a contar. (Argentina) b. No olvides de mandar a decirle a doña Celia. (Chile) c. Si le (= se los) devolvemos, creerá que somos unas orgullosas. (Bolivia) d. –Bueno, por ahora pidan hospedaje en la casa de los colonos. Les darán… Seguro que les darán. (Perú) e. Apenas llegue le voy a decir. (Ecuador) f. –Lleve este paquete a la señorita Dolly. -¿Y qué le digo? –Nada. Entréguele y nada más. (Colombia)
(v) Azucena Palacios Alcaine (1998), española de nacimiento, pero
americanista en cuanto a sus investigaciones sobre el español, estudia la
ausencia del pronombre átono de tercera persona en función de objeto
directo cuando el referente es un objeto [- animado]. La autora registra
algunos ejemplos y sugiere que estos permiten descartar posibles
restricciones en la elisión del pronombre átono de objeto directo [- animado].
Esta construcción aparece cuando el objeto directo tiene referencia [+
definida]. Como en (27):
(27) Tomé los platos y cv puse en la cocina.
Pero también cuando el objeto es [- definido], como se observa en
(28):
(28) ¿Traes comida? cv Traigo.
Tampoco parece existir restricciones temporales o aspectuales:
(29) a. Nadie no cv sabe. (tiempo presente) b. Sí, cv llevé. (tiempo pasado) c. Cuando cvnecesités no te cv daré ya más. (tiempo futuro) d. ¡Yo le cv dije luego al patrón! (aspecto perfectivo)
76
e. vas a contar cv. (aspecto imperfectivo) f. No puedo hacer cv. (forma no flexionada)
La semántica del verbo tampoco conlleva restricciones, veamos (30):
(30) a. cv Sabe (verbo de conocimiento) b. Yo cv vi. (verbo de percepción) c. cv Traigo. (verbo de movimiento)
Otros casos de elisión no aceptados en el español estándar, según la
autora, son:
(31) a. Siempre cv encontré cuando cv busqué. b. Y si no preguntó por Juana Rosa es porque cv sabe. c. Que no cv dijo es evidente.
(vi) Ángela Di Tullio (2005) plantea que en la gramática tradicional se
identifica al objeto directo por el papel temático de paciente afectado. Afirma
que, en realidad, este es el papel más típico que puede desempeñar porque
también puede desempeñar otros roles como el de objeto efectuado, creado
por la acción del verbo, que no tiene existencia previa, por ejemplo:
(32) María pintó un cuadro.
O bien un estímulo ligado a una percepción o a un estado psicológico,
como en (33):
(33) Manuel adora la música rock.
Pero nunca el objeto directo puede ser agente. Di Tullio (2005) expresa
que, como son distintos papeles temáticos que pueden corresponderle, es
conveniente acudir a criterios formales y definirlo a partir de sus
propiedades:
a. Configuracionalmente, el objeto directo es el S(intagma) N(ominal)
directamente dominado por el S(intagma) V(erbal) ([SN,SV]).
77
b. Desde el punto de vista categorial, el objeto directo es un SN o una
oración. Veamos (34):
(34) a. Temíamos la llegada de Juan. b. Temíamos que Juan llegara.
c. En algunos casos el SN puede ir precedido por a, la cual simplemente
es una marca de función carente de todo significado léxico. Esto sucede
cuando el núcleo del SN es un sustantivo que designa una persona, o entidad
personalizada, y el SN es específico, como se observa en (35):
(35) a. Necesito a mi secretario/a mi perro. b. Necesito a un secretario. c. necesito (un) secretario.
d. El objeto directo puede ser sustituido por un clítico acusativo: lo, la,
los, las:
(36) -¿Leíste la última novela de Vargas Llosa? –Sí, la leí.
El clítico también puede duplicar el objeto directo, como en (37)
(37) ¿Lo conocés a mi amigo Carlos? Explica Di Tullio (2005) que el clítico es un pronombre definido, así que
únicamente sustituye entidades referenciales, vemos las expresiones en
(38):
(38) a. -¿Comes carne? / #–No, no la como. b. –Ana no come nada / #Ana no lo come.
Cuando el objeto directo no está introducido por un determinante no
hace referencia a una entidad particular, sino a un tipo:
(39) a. Colecciona estampillas. b. Tiene auto. c. Cría vacas.
78
d. Usa sombrero.
Cuando carece de valor referencial, forma una unidad compleja con el
verbo:
(40) Tener coche = ser propietario de un automotor.
e. El objeto directo coincide con el sujeto de la voz pasiva, veamos
(41):
(41) a. La llegada de Julián era temida por todos.
b. La habitación aún no fue ordenada. Según la autora, la pasiva está fuertemente condicionada por la clase
semántica del verbo (factores léxicos) y por el tiempo y el aspecto del verbo
(factores gramaticales):
(42) a. *Tres hijos son tenidos por mí. b. *Secretario es necesitado por mí. c. ??El coche es comprado por Juan.
Así que los verbos tener y necesitar no admiten la pasiva y esta es
incompatible con el presente o el imperfecto del verbo comprar.
También explica Di Tullio (2005) que aunque los objetos directos
parecen reunir todas las características que diferencian los complementos de
los adjuntos, Hay algunos casos que no corresponden con las propiedades
presentados, veamos:
1.- Verbos como medir, pesar, costar, durar, valer, requieren la
presencia de un complemento de medida:
(43) a. Juan pesa 90 kg. b. La conferencia duró dos horas.
Estos casos se diferencian de otros verdaderamente transitivos como
los de (44):
79
(44) a. Juan pesó las manzanas. b. María midió la tela antes de cortarla.
2.- Expresiones como dar asco, dar (las) gracias, darse un baño, hacer
mención, echar una mirada, tomar nota, prestar atención son equivalentes a
verbos como asquear, agradecer, bañarse, mencionar, mirar, (a)notar,
atender. Están formados por un verbo que prácticamente carece de
significado léxico y un sustantivo que corresponde con el predicado
semántico, el cual carece de las características más relevantes del objeto
directo, pues no puede ser sujeto de la pasiva (*asco me es dado), no
admite la pronominalización (*me lo dio) y desde el punto de vista semántico
no denota una entidad independiente.
3.- Los verbos haber y hacer tienen usos impersonales, de significado
existencial el primero y temporal o atmosférico el segundo:
(45) a. Hay demasiada gente / demasiadas personas en esta oficina. b. Hace mucho tiempo / veinte años. c. Hace calor.
4.- Los objetos internos resultan anómalos ya que tampoco pueden ser
pasivizados ni pronominalizados, como en (46):
(46) a. *Una vida placentera fue vivida por Juan. b. *Juan la vivió.
(vii) Antonio Franco (2006), nacido en España, pero americanista en
sus estudios sobre el español, afirma que es el complemento el que completa
la significación del verbo transitivo, es decir, el verbo transitivo necesita del
complemento directo para que la acción se realice completamente. Esto no
ocurre con los llamados verbos intransitivos.
2. El propósito de la investigación
80
En principio, el tema que nos ocupa en esta tesis es la noción de objeto
y sus implicaciones semánticas como el modo de acción o aktionsart. Esta
noción ha sido útil para la descripción de los fenómenos en las lenguas
naturales, puesto que recoge un número de frases con ciertas propiedades
en su conducta y en su codificación. Esta noción se ha considerado como
primitivo dentro de ciertos enfoques en la representación lingüística, como
en la Gramática Lexical-Funcional de Bresnan (1982), entre otros.
Desde el punto de vista de la gramática tradicional, el objeto directo
es un argumento adyacente a una forma verbal que lo rige, como
observamos en los ejemplos en (47):
(47) a. Maradona golpeó la pelota. b. El carro pesa cinco mil kilos. c. El joven piensa que pronto lloverá. d. Maradona vio a María.
En las oraciones en (47a,b,d) las frases la pelota, cinco mil kilos y a
María son los complementos directos de los verbos golpear, pesar y ver,
respectivamente. En cuanto a la oración (47c), la expresión introducida por
el constituyente que es adyacente al verbo; luego, estaría de alguna forma
relacionada con los elementos que pueden catalogarse como objeto directo.
Lo que hemos argumentado puede caracterizarse en la gramática
tradicional por una serie de propiedades formales, por ejemplo, su
correspondencia con el sujeto de unaforma verbal pasiva, como en (48):
(48) a. La pelota fue golpeada (por Maradona). b. *Cinco mil kilos son pesados por el carro. c. *Que pronto lloverá es pensado por el joven. d. *A María fue vista por Maradona.
Al analizar estas expresiones nos damos cuenta de que los
constituyentes la pelota, cinco mil kilos y a María ocupan la posición de
81
objeto directo en los ejemplos en (47), pero no pueden ocupar la posición de
sujeto en las estructuras pasivas en (48b,c,d).
Si comparamos (48a) con (48b), pudiéramos decir que la pasivización
no es una propiedad del nombre que ocupa la posición del objeto directo,
sino más bien es una propiedad del verbo. La oración en (48c) nos permite
decir que la posición del objeto directo puede estar ocupada por un
complemento oracional que no puede ser pasivizado. En la oración (48d), la
llamada preposición a no permite que el objeto directo experimente la
operación de pasivización.
Evidentemente, la gramática tradicional no alcanza el nivel de
adecuación descriptiva en el análisis de las oraciones en (48) al no rendir
cuenta de la agramaticalidad de las expresiones en (48b,c,d).
En este punto, consideramos pertinente hacer algunas aclaratorias con
respecto a la preposición a que aparece en algunos casos con el
complemento directo. La lingüista Laura Brugé (2000), establece que el
español, con respecto a las otras lenguas romances, es la lengua que ha
introducido en la propia gramática, de modo más decidido, la preposición a.
La lingüista establece como condición fundamental del español que para que
la preposición a pueda aparecer, el objeto directo debe estar especificado
con el rasgo [+animado].
Brugé (2000)se apoya en la teoría de Scroten (1972) (citado por Brugé
2000), quien sigue el sistema del caso abstracto fillmoriano y le asigna a la
preposición a del objeto directo una posición estructural independiente en la
estructura profunda. La autora propone que la a ocupa la posición de núcleo
de una proyección funcional de caso, que etiqueta en forma genérica como
FF (Frase Funcional), la cual puede seleccionar como complemento una FD.
La lingüista explica que la marca de caso es el producto de la interacción
entre las propiedades lexicales y morfológicas del nombre y los requisitos
82
sintácticos sobre la posición estructural que este ocupa por lo que la FF
siempre viene proyectada como la realización de la asignación del caso por
parte del verbo a su argumento menos prominente.
Estamos de acuerdo con la propuesta de Brugé (2009) de asumir la
preposición a como una categoría funcional que se proyecta ocupando una
posición estructural.
Por otro lado, Judith Aissen (2003) establece que es común para las
lenguas con marcación abierta del caso de objeto directo marcar algunos
objetos pero no otros, esto depende de las propiedades intrínsecas del objeto
directo, no de su rol semántico o sintáctico. La autora sigue a Bossong
(1985) (Citado por Aissen 2009) y llama a este fenómeno Marcación
Diferencial del Objeto (MDO) (DifferentialObjectMarking). La lingüista afirma
que la MDO puede adoptar diversas formas y cita los casos del cingalés, en el
que la marcación del caso es opcional, pero solo se manifiesta sobre los
objetos que se refieren a objetos animados; el hebreo, donde la marcación
del caso de objeto es obligatoria, pero se limita a los objetos definidos; y el
rumano, en el cual la marcación del caso de objeto es obligatoria para
algunos objetos (los pronombres personales referidos a seres animados y los
nombres propios), opcional para otros y excluida para un tercer grupo. No
obstante las características de las diversas lenguas, la MDO es un fenómeno
altamente regido por principios.
El principio general fundamental de la MDO expresa que “mientras más
prominente sea un objeto directo, más probable es que esté marcado para el
caso” (Aissen;2003:436) (la traducción es nuestra). Las dimensiones con las
cuales la prominencia es evaluada incluye, y tal vez esté limitada a,
animacidad y definición, como se observa en las siguientes escalas:
83
a. Escala de animacidad: Humano > animado > inanimado
b. Escala de definición: Pronombre personal > nombre propio > FN definida > FN específica indefinida >FN no-específica
Martin Haspelmath (2005:3) (la traducción es nuestra) incluye una tercera
dimensión, la persona, y propone la siguiente escala:
c. Escala de persona: 1era/2da persona > 3era persona
La relación entre el principio general y las escalas es como sigue: si
algún objeto directo está marcado para el caso en alguna lengua, entonces
todos los objetos que son más altos en la escala de animacidad, la escala de
definición y la escala de persona son marcados para el caso en el mismo
grado, pero no necesariamente los más bajos.
Pensamos que la teoría de la MDO es mucho más económica y permite
explicar, de manera generalizada, el mayor número posible de los casos
descritos por la RAE (2009), si no todos.
Un consenso general en las tradiciones española y americana es que
las oraciones transitivas tienen un objeto. Expresan una actividad, una
acción o un evento que pasa del sujeto al objeto. De manera que la
diferencia esencial entre las construcciones transitivas e intransitivas está
dada por la presencia o ausencia del objeto directo. Esto conduce a la
afirmación común en las gramáticas tradicionales de que los verbos
transitivos se pueden comportar como intransitivos ante la ausencia del
objeto directo y los intransitivos como transitivos ante la presencia del
objeto directo. La RAE (2009), sigue este consenso general y, aunque trata
de dar un poco más de detalles en la descripción que realiza, revela un
carácter taxonómico al proponer dos clases de verbos transitivos; mientras
que el comportamiento del hablante nativo revela lo contrario. Pensamos que
84
proponer más taxonomías complica la gramática y, en consecuencia, el
proceso de adquisición de la lengua por un niño.
En este punto surge una interrogante que, podríamos decir, constituye
el origen de esta investigación: ¿Existen algunas restricciones o principios en
el lexicón y la sintaxis que permiten que un verbo transitivo pueda
comportarse como intransitivo en determinados contextos lingüísticos y
viceversa, o es que el uso transitivo o intransitivo de los verbos depende
exclusivamente de la intención comunicativa del hablante?
Formalmente, el verbo es el núcleo de un sintagma o frase y esta
condición le permite regir los argumentos o complementos que forman parte
de la frase. Tradicionalmente, se ha asumido que el verbo es una palabra
dotada de la posibilidad de seleccionar uno o dos complementos. Sin
embargo, no todas las palabras etiquetadas como verbo seleccionan sus
complementos. No lo hacen: (i) los verbos copulativos (ser, estar, parecer),
(ii) los pseudocopulativos (ponerse, volverse, seguir), (iii) los verbos de
soporte como por ejemplo hacer ruido, hacer una visita, donde las FDsruido
y una visita requieren del verbo hacer, (iv) los verbos que experimentan
extensiones del tipo metafórico (salir en la foto, meter la pata).
Acercamientos más formales, como el de Krifka (2001), distinguen
dentro de los verbos intransitivos los inacusativos, o falsamente intransitivos,
y los inergativos, o verdaderamente intransitivos. Los inergativos codifican
su argumento como el sujeto de un verbo intransitivo, mientras que los
inacusativos codifican su argumento como el objeto transitivo. Si esto es
así, pensamos que esta teoría no da una explicación adecuada de los casos
en que el verbo inergativo aparece con el complemento directo, como el
verbo vivir en Pedro vive feliz/Pedro vive una vida feliz. Creemos que debe
haber algo en el lexicón que determine la posibilidad de que un objeto
directo ocurra con un verbo típicamente intransitivo.
85
Ahora bien, en el caso de los inacusativos, si el único argumento es
subcategorizado en la posición de argumento interno, entonces parece más
adecuado suponer que se trata de verbos transitivos en realidad; puesto que
en español no es necesario que el único argumento con realización fonética
se mueva hacia la posición de sujeto, por ejemplo, se hundió el barco/el
barco se hundió, a diferencia del inglés. De manera que las nociones
transitivo/intransitivo se han convertido en un reto para la teoría lingüística.
Otra afirmación generalizada en las tradiciones española y americana
es el tratamiento de los clíticos como elementos argumentales, puesto que
asumen que el objeto directo siempre se puede sustituir, o es conmutable,
por los clíticos pronominales. Sin embargo, al analizar expresiones como
Juan pesa 50 kilogramos, la frase 50 kilogramos podría resultar ambigua
entre la interpretación de objeto directo y de adjunto, dependiendo de si se
entiende a Juan como un individuo cuyo peso es de 50 kilogramos o como
una persona que averigua el peso de un objeto que llega hasta 50
kilogramos. Lo interesante es que en ambos casos la frase es sustituible por
el clítico los. Además, la coexistencia del clítico con la FD en expresiones
como Estos libros, no los ha leído nunca parece apoyar más la hipótesis de
que el clítico liga al argumento topicalizado con el cual debe concordar en
género y número.
También es común la aceptación de la pasivización como una prueba
de la transitividad del verbo. Ángela Di Tullio (2005), por ejemplo, a pesar de
ser generativista, no se desprende de los análisis tradicionales al tomar la
pasivización como una característica propia del objeto directo y no de la
morfología verbal que fracasa al asignar el caso acusativo, por lo cual el
objeto se debe mover a la posición del sujeto, de acuerdo con los principios
de la teoría de Gobierno y Ligamiento. Además de asumir el análisis del
clítico como un elemento argumental.
86
Un aspecto que llama la atención es el tratamiento de las expresiones
del tipo hacer mención. Di Tullio (2005) propone que estas expresiones son
equivalentes a verbos, en este caso al verbo mencionar, puesto que el verbo
hacer carece de significado léxico prácticamente y el sustantivo mención, que
corresponde con el predicado léxico, no puede ser sujeto de la pasiva y no
admite la pronominalización. Una explicación más actualizada de los casos
como hacer mención/mencionar podría ser que las expresiones mención y
mencionar no están especificadas para la categoría sintáctica, de acuerdo
con los principios propuestos por Chomsky (1970). Si el hablante categoriza
la posición de la expresión mención como N, el argumento externo debe
estar introducido por hacer, el cual podría interpretarse como el núcleo del
nodo v que proyecta el argumento externo.
Todos estos planteamientos nos dejan ver que para responder
nuestra interrogante es necesario indagar en profundidad las condiciones que
determinan la relación entre el verbo y su complemento. Para esto, es
importante ver si estas condiciones son impuestas únicamente por el verbo o
si el nombre que ocupa la posición del complemento tiene características
particulares que se pueden traducir en condiciones sobre el verbo. Esto nos
llevará a tomar en cuenta otros elementos que son importantes para la
interpretación de un evento como transitivo o intransitivo, como el
aktionsart, llamado también aspectualidad o modo de acción.
Es importante estudiar, por ejemplo, si el evento denotado por el verbo
implica un final o no. Pensemos en el hecho de que la interpretación
aspectual del evento puede cambiar dependiendo de la configuración
sintáctica de la frase verbal; así en Pedro lee todos los días el evento se
interpreta como atélico, pero en Pedro se leyó un libro en dos horas el
evento se interpreta como télico.
En este punto surgen algunas inquietudes con respecto a las oraciones
anteriores: ¿Puede realizarse el evento de leer sin que haya algo (libros,
87
revistas, periódicos, etc.) que sea leído?, en otras palabras, ¿pierde el verbo
leer su carácter de transitivo porque no aparezca mencionado el objeto
leído? Las mismas inquietudes surgen para un verbo considerado típicamente
intransitivo como vivir, ¿pierde su carácter de intransitivo cuando aparece
acompañado de un complemento?
Para nosotros resulta más plausible suponer que la posición de objeto
tiene ciertas propiedades o rasgos que la caracterizan y que siempre se
proyecta aunque no tenga realización fonética. Si esta hipótesis, la cual
trataremos de comprobar, es cierta, entonces surge inmediatamente otra
interrogante: ¿Pudiéramos pensar que todos los verbos son potencialmente
transitivos y que la posición de objeto aparece llena cuando los rasgos del
verbo y del nombre que aparecerá como complemento así lo requieran? De
ser afirmativa la respuesta a esta interrogante, sería un claro indicio de que
el límite entre lo transitivo y lo intransitivo es cada vez menos claro.
Algunas evidencias de argumentos implícitos en otras lenguas son los
casos de objeto nulo que presenta Rizzi (1986) para el italiano:
(49) a. Questo conduce (la gente) allaseguenteconclusione This leads the people to the following conclusion ‘This leads (people) to the following conclusion’ b. Questo conduce (la gente) a [PRO concluderequantosegue] This leads the people to conclude what follows ‘This leads people to conclude what follows’
Ahora bien, el nombre que ocupa la posición del objeto también está
especificado con ciertas propiedades. Típicamente se ha hablado de estas
propiedades como los papeles temáticos, los cuales de alguna manera
determinan la distribución de los argumentos en las oraciones. Sin embargo,
las definiciones de los papeles temáticos están hechas en base a
conceptualizaciones, por lo que son ambiguas y dejan abierto un abanico de
posibilidades de diversos papeles temáticos para un argumento, además de
88
que en la vasta literatura sobre ellos no ha habido un consensosobre cuántos
y cuáles son. Esto ha conducido a que en acercamientos más recientes, como
el de Reinhart (2000), los papeles temáticos sean redefinidos en términos de
unidades más pequeñas, es decir, rasgos, los cuales permiten más
flexibilidad en el análisis, pues se pueden combinar varios rasgos en un papel
temático, y esto a su vez da mayor precisión al análisis ya que se pueden
especificar mejor las propiedades de los nombres.
Así pues, los papeles temáticos ya no son los primitivos fundamentales
en el análisis. Lo que la sintaxis realmente ve son los rasgos, los cuales
pueden ser aspectuales, y estos están asociados con los roles temáticos en
un segundo plano.
Podemos decir, entonces, que los nombres poseen ciertos rasgos que
le son inherentes, como por ejemplo las propiedades de cuantización, de
medir y de delimitar el evento. Estos rasgos se activan cuando el nombre
ocupa la posición del objeto. Aquí podríamos preguntarnos si estos rasgos
constituyen algunas de las propiedades que caracterizan la posición de
objeto; puesto que no hay evidencias de que el sujeto mida y delimite el
evento (c.f.Tenny, 1994).
Si estamos en la dirección correcta, al contrastar las oraciones en (50),
pudiéramos decir que el evento expresado en (a) se interpreta como una
actividad, pues no hay un complemento explícito que mida el evento. En (b),
la FD un libro está cuantizada y esto permite que se pueda medir el progreso
del evento, al igual que en (c). La consecuencia es que en (b) y (c) el evento
se interpreta como télico, no así en (a). Evidentemente, esto también
contribuye con la interpretación del evento como transitivo o intransitivo.
(50) a. Pedro leyó. b. Pedro leyó un libro. c. Pedro se leyó un libro.
89
Ahora bien, si comparamos los ejemplos en (b) y (c), notaremos que
en (c) aparece el clítico se y esto origina una ligera variación en la
interpretación de la aspectualidad del evento. Otra inquietud que nos
proponemos despejar es el papel que juega el clítico se en expresiones como
estas, ¿es argumental o es aspectual? En los acercamientos actuales, como
Tenny (1994), Sanz (2000), Eva Juarros (2000), la tendencia es a pensar
que tiene que ver con la propiedad de delimitación del evento.
Todos estos argumentos nos conducen a la idea de que la explicación
al problema de la transitividad no puede quedarse en la descripción de la
conducta observable del hablante nativo. Pensamos que se trata de un
fenómeno que se presenta como una propiedad de la frase verbal y de las
frases funcionales más que del verbo en sí mismo. Uno de los asuntos
esenciales con relación a la división del trabajo entre la sintaxis y la
semántica está relacionado con el estatus sintáctico de las categorías
funcionales. Es importante determinar cuáles categorías funcionales son
formales, es decir, categorías sintácticas. La GU es la que establece cuáles
son los rasgos formales que contienen las categorías funcionales.
Para explicar la conducta del hablante nativo con respecto a la
transitividad, se debe escudriñar la estructura de evento que subyace a la
frase verbal, es decir, estudiar las propiedades lexicales del verbo y de su
complemento, y cómo son codificadas en la sintaxis, esto es, el estudio de la
interficie léxico-sintáctica, que involucra una interacción entre la semántica y
la sintaxis cada vez mayor.
Debemos reconocer que algunos autores tradicionales, como Franch y
Blecua (1975), Alarcos Llorach (1978, 1995) y Rafael Cano (1981), se
aproximan a esta idea al afirmar que no hay distinción gramatical entre los
verbos, sino distintas estructuras de predicado. Sin embargo, no hacen
generalizaciones poderosas, tal vez Cano (1981) es quien profundiza el
problema desde la perspectiva funcionalista.
90
Las últimas tendencias en la gramática generativa apuntan hacia una
explicación donde se considere la relación entre el significado de las palabras
y la configuración sintáctica donde estas ocurren, en virtud de que la
interpretación de una oración resulta, en parte, del aporte semántico
individual de cada una de las palabras que participan en ella y, en parte, de
las relaciones sintácticas que mantienen entre sí.
El estudio lingüístico desde esta perspectiva implica responder otras
interrogantes como: ¿cuáles son los principios que restringen el lexicón y su
mapeo hacia el sistema computacional?, ¿cuáles son las propiedades léxicas
que determinan el tipo de configuración sintáctica de la FV?, ¿cuáles son la
propiedades léxicas que caracterizan un verbo y lo distinguen de otro?
En virtud de que los estudiosos de la lingüística tradicional se quedan
en el nivel observacional y descriptivo, en cuanto al problema de la
transitividad y su relación con el aktionsart, así como para dar respuesta a
las interrogantes e inquietudes que han surgido, con esta tesis nos
proponemos diseñar un modelo teórico que trate de explicar la transitividad
en español mediante la interacción de la estructura léxico-conceptual del
evento y el sistema computacional.
Para lograr esto, es importante que estudiemos algunos fenómenos
fundamentales dentro del problema de la transitividad, como lo son:los
rasgos, que se constituyen en los primitivos del análisis dentro del modelo
debido a la libertad interpretativa que proporcionan,el objeto nulo, las
construcciones con el clítico se y el aktionsart.
En esta tesis, estamos inclinados a seguir el punto de vista derivacional
de la gramática, como una máquina que toma las reglas lingüísticas como
instrucciones. Este punto de vista permite una serie de alternativas, por
ejemplo, la Morfología Distribuida (MD) propuesta inicialmente por Halle y
Marantz (1994). Esta es una teoría derivacional sobre la arquitectura de la
91
gramática. En este marco teórico, todos los enfoques de la morfología
reconocen la existencia de las conexiones entre los rasgos semánticos, los
sintácticos y la morfología, además de los rasgos fonológicos.
CAPÍTULO I
ASPECTOS TEORÉTICOS 1.1. Antecedentes históricos
De acuerdo con las ideas de Megerdoomian (2002), la naturaleza de la
interacción entre la sintaxis y el componente responsable de la formación de
palabras fue un aspecto importante para los trabajos generativistas en los
años 60 y 70. Los semantistas generativos les daban mucha importancia a
las transformaciones en la formación de objetos lingüísticos. Ellos
argumentan a favor de la existencia de un lexicón especificado con los
elementos básicos (underspecified lexicón) y propusieron un componente
sintáctico poderoso en el cual las transformaciones podían derivar tanto
estructuras sintácticas como morfológicas. Por otro lado, los proponentes del
acercamiento lexicalista argumentaron a favor de un lexicón enriquecido que
constituía un componente independiente para la formación de palabras. Este
componente implicó un sistema computacional menos complejo. Así pues, el
deber se centró en encontrar un balance entre los dos componentes de la
gramática. El debate pareció inclinarse hacia la aproximación lexicalista con
el trabajo RemarksonNominalization de Chomsky en 1970.
El debate sobre la interficie entre la sintaxis y el componente de la
formación de palabras fue revivido en 1980 con una nueva luz. Bajo la
influencia de los semantistas generativos, la investigación sobre el lexicón ha
hecho importantes afirmaciones dentro de la estructura interna de las
palabras y la naturaleza de su formación. Mientras que la investigación en
sintaxis generativa ha originado sistemas que pueden tratar la formación de
palabras dentro del componente sintáctico. Un ejemplo lo constituye el
movimiento de núcleo a núcleo, el cual permite la formación de palabras al
combinar las raíces con los afijos en la sintaxis.
94
Así pues, desde el comienzo de la GG los lingüistas han debatido sobre
si existe un componente para la formación de palabras distinto de la sintaxis
o si debe ser considerado como parte de la sintaxis usando operaciones
sintácticas. De modo que cualquier teoría sobre la formación de palabras
debería caracterizar la interficie entre los componentes sintáctico y
morfológico.
En los marcos de trabajo que argumentan a favor de un componente
autónomo para la formación de palabras, la interficie con la sintaxis ocurre
en un punto único y la estructura interna de las palabras es invisible a las
operaciones sintácticas. En estos sistemas, la salida del componente de
formación de palabras constituye la entrada a la sintaxis. Esta idea es
expresada como la Hipótesis de Integridad Lexical (Lexical
IntegrityHypothesis) de Lapoint (1976), el Principio de Integridad Lexical
(Lexical IntegrityPrinciple) de Bresnan y Mchombo (1995) o la Tesis de la
Atomicidad (AtomicityThesis) en Di Sciullo y Williams (1987:49), la cual
afirma que:
“Tesis de la atomicidad: las palabras son ‘atómicas’ en el nivel de la sintaxis de la frase y de la semántica de la frase. Las palabras tienen ‘rasgos’ o propiedades, pero estos rasgos no tienen estructura y la relación de estos rasgos con la composición interna de la palabra no puede ser relevante en la sintaxis”. (La traducción es nuestra)
Los investigadores que apoyan la Hipótesis Lexicalista (Fuerte) o la
Tesis de la Atomicidad argumentan la existencia de un módulo independiente
para la formación de palabras, usualmente como parte del lexicón o un
componente morfológico paralelo a la sintaxis. En estos modelos, la
estructura interna de las palabras es sintácticamente opaca, lo que implica
que todas las modificaciones a la estructura argumental necesitan ser
llevadas dentro del componente de formación de palabras. De la misma
forma, el componente sintáctico no es capaz de mirar dentro de la frase
verbal para tener acceso a ella y modificar la estructura argumental. Estos
95
modelos usualmente tienen entradas lexicales bien especificadas con
información sintáctica y morfológica. Bajo esta hipótesis, tanto la morfología
flexiva como al derivativa están dentro del componente de formación de
palabras, antes de la sintaxis, y la sintaxis es reducida al mapeo de
operaciones que no pueden ser codificadas en el lexicón.
Por otro lado, los modelos sintácticos han argumentado que los
fenómenos de formación de palabra siguen restricciones sintácticas e
interactúan con operaciones sintácticas, por lo que deben ser introducidos
dentro del componente sintáctico (Baker (1988), Lieber (1992)). Lo que guía
a estos modelos es la derivación de las propiedades observadas en los
modelos de formación de palabras, usando los recursos formales utilizados
para derivar las oraciones. Si esto es así, entonces la necesidad de un
componente autónomo para la formación de palabras se debilita de una
manera significativa.
Hay autores, como Lieber (1992), quien trata de reducir el formalismo
morfológico al formalismo sintáctico para unificar la formación de palabras y
frases. De la misma forma, Baker (1988) mostró que los procesos de
cambio en la estructura argumental y las formas complejas flexionadas
pueden ser derivadas en la sintaxis, generadas por el movimiento de núcleo
a núcleo de los ítemes lexicales a través de una sucesión de afijos que
ocupan núcleos funcionales.
Modelos sintácticos más recientes también han tratado de traer
operaciones sintácticas dentro del lexicón, como por ejemplo Hale y Keyser
(1993, 1997, 1998, 1999, 2002) o derivar palabras a partir de frases dentro
de un modelo computacional unificado, como en Halle y Marantz (1993) y
Travis (1999). En estos sistemas, las palabras como objetos morfológicos
son formadas en la sintaxis, donde los elementos básicos que forman el
predicado son combinados usando principios de la gramática que ya existen
por motivos independientes. Aquí tenemos otros autores como Borer (1994),
96
Kratzer (1994), Travis (1994) Tenny (1994) Harley (1995), Ritter y Rosen
(1998), Van Hout y Roeper (1998), Mateu (2002).
En la mayoría de estos modelos, el lexicón es muy reducido, pues
consiste en una lista de entradas infraespecificadas. El soporte mayor dentro
de estos modelos es la correlación entre la estructura sintáctica y la
semántica lexical de las construcciones verbales, lo que permite un mapeo
directo de la estructura verbal descompuesta sobre proyecciones funcionales.
Según Megerdoomian (2002), cualquier modelo que pretenda estudiar
la naturaleza de la formación del predicado debe responder las siguientes
interrogantes:
(i) ¿Existe un componente bien diferenciado para la formación de
palabras o toda la formación del predicado debe ser incluida en un dominio
computacional único?
(ii) ¿Qué información está codificada en cada componente?
(iii) ¿Cómo es la interficie entre los dos componentes caracterizados?
A continuación presentaremos algunos modelos teoréticos que estudian
los fenómenos empíricos relacionados con las operaciones de cambio de
valencia en los predicados verbales y que han jugado un papel importante
en la definición de la interficie léxico-sintáctica. Para esto, seguiremos a
Megerdoomian (2002).
1.1.1. RemarksonNominalization. Chomsky (1970)
En este artículo, Chomsky contrasta, para el inglés, las propiedades de
los nominales gerundivos (gerundivenominals), es decir, los nombres
terminados en –ing, como criticizing (= el criticar), refusing (= el rechazar) y
growing (= el crecer), con los nombres derivados (derivednominals) como
97
criticism (= la crítica), refusal (= el rechazo) y growth (= el crecimiento). El
autor argumentó que las diferencias sistemáticas entre ambos solo pueden
ser explicadas si las dos estructuras no son formadas del mismo modo.
Megerdoomian (2002) explica que aunque este trabajo es conocido
como el nacimiento del lexicalismo, realmente no propone un componente
generativo de formación de palabras distinto de la sintaxis; sino que hace
énfasis en una distinción que se ha llamado derivativa/flexiva.
Chomsky (1970) señala que los nominales gerundivos tienen la
estructura interna de una frase verbal (FV), aparecen en estructuras verbales
y su significado está estrechamente relacionado con el de los verbos; por lo
que es razonable analizarlos como si involucraran una transformación
gramatical a partir de una estructura subyacente semejante a una oración.
Por otro lado, los nominales derivados poseen la estructura interna de
una FN, no contienen rasgos aspectuales y su significado no se obtiene
directamente de una forma verbal con la cual se relacione; además de que
se comporta distribucionalmente como los nombres, por esto no pueden ser
obtenidos de la misma fuente verbal que los gerundivos usando reglas
transformacionales. Para aprehender sus propiedades, Chomsky (1970)
propone extender el componente de la base de la gramática, el cual está
compuesto de gramáticas libres de contexto que generan marcadores de
frase acordes con la Teoría de la X-barra.
Megerdoomian (2002) afirma que debido a esto la solución propuesta
por Chomsky (1970) no es un componente generativo de formación de
palabras en el lexicón. Más bien separó el lexicón del componente categorial
de la base e introdujo un elemento de categoría neutra (a category-neutral
element) el cual no está predeterminado con rasgos categoriales de
[nombre] o [verbo], sino que lleva un conjunto de rasgos de selección y de
98
subcategorización fijos. Este elemento neutro se comporta como un nombre
cuando aparece en un contexto nominal en la sintaxis y como verbo cuando
es insertado en un contexto verbal.
Desde nuestro punto de vista, este es un antecedente importante para
nuestro trabajo, ya que nos remite a la relación que existe entre la
valoración del rasgo con respecto a las propiedades distribucionales del ítem
lexical en los acercamientos actuales. Es decir, una entrada lexical está
infraespecificada con ciertos tipos de rasgos según la posición que ocupa en
la oración. Para esta suposición nos apoyamos en los argumentos de David
Pesetsky y Esther Torrego (2004).
Estos autores asumen la idea de que los rasgos de los ítemes lexicales
interactúan mediante la operación sintáctica de concordancia (Agreement)
para influir la forma de la sintaxis y el proceso de interpretación semántica.
Para Pesetsky y Torrego (2004) la valoración de un rasgo particular está
representada morfológicamente sobre más de un ítem lexical, aun cuando la
representación semántica pueda estar careciendo de algunos de estos ítemes
lexicales.
Según Pesetsky y Torrego (2004), la Concordancia claramente
involucra rasgos de los ítemes lexicales que difieren con respecto a dos
direcciones: valorado/no-valorado e interpretable/no-interpretable. En este
momento, solo haremos una breve referencia a la dimensión de la valoración
de los rasgos, más adelante, en el curso de la investigación, retomaremos
el trabajo de estos autores y explotaremos ambas dimensiones.
Con respecto a la valoración, los autores plantean que ciertos rasgos
de los ítemes lexicales parecen venir no valorados desde el lexicón y
reciben su valor a partir de una instancia ya valorada del mismo rasgo
presente en otro ítem lexical. Así por ejemplo, el hecho de que en una
99
oración el determinante, el nombre y el adjetivo tengan el rasgo de género
valorado como femenino se debe a una propiedad de los nombres. Esto
significa que tanto el determinante como el adjetivo están lexicalmente no-
valorados para el género y adquieren su valoración como una consecuencia
del proceso sintáctico de concordancia con el rasgo de género del nombre.
Del mismo modo, el rasgo de número del determinante y el adjetivo,
probablemente, están no-valorados en el lexicón, pero adquieren su
valoración como resultado de la concordancia con el nombre.
El argumento que utilizan Pesetsky y Torrego (2004) para justificar su
posición es la existencia de nombres depluralia tantum, como por ejemplo
tijeras cuya forma es de plural, lo que indica que tienen una valoración de
plural para el rasgo de número. En contraste, no hay evidencias de
determinantes ni adjetivos de pluralia tantum, al menos en las lenguas más
frecuentes. Esto sugiere que el número y el género están valorados en las
entradas lexicales de los nombres, pero no en los adjetivos y los
determinantes. De manera que elaboran la siguiente generalización: “La
existencia de formastantum paraun rasgo particular R conuna categoría
sintáctica X particular puede ser tomado como una señal de que R es un
rasgo valorado para las palabras de la categoría X” (Pesetsky y
Torrego;2004:2) (la traducción es nuestra).
Esta generalización también se extiende a los verbos. Los rasgos de
número y persona, presumiblemente, están no-valorados en la entrada
lexical del verbo (no existen verbos de pluraliatamtum ni de persona
particular tantum), de manera que son valorados como consecuencia de la
Concordancia. En contraste, el rasgo de tiempo (T) del verbo es valorado en
el lexicón (c.fPesetsky y Torrego;2004:2).
Así pues, estamos de acuerdo con la idea de Megerdoomian (2002) de
que en RemarksonNominalization, Chomsky (1970) captura las propiedades
100
relacionadas con la distribución de los nominales derivados como refusal (=
el rechazo) y el verbo refuse (= rechazar).
También estamos de acuerdo con la autora en que la noción de
lexicalismo definida en el trabajo de Chomsky (1970) es muy diferente de su
uso actual. De acuerdo con el análisis lexicalista, en ese trabajo, un ítem de
categoría neutra aparece especificado en el lexicón con ciertos rasgos que
indican el rango de complementos que puede aceptar y la escogencia de
ítemes que pueden aparecer en estas frases asoc¡adas. Este análisis, según
Megerdoomian (2002), parece ser el precursor de aproximaciones
desarrolladas en algunas teorías sintácticas actuales, como la Morfología
Distribuida, donde el lexicón contiene raíces de categoría nula interpretadas
como nombres o verbos de acuerdo con el ambiente estructural donde
aparezcan.
Aunque RemarksonNominalization se ha considerado como el inicio del
lexicalismo, uno de sus plantemientos principales es que las
nominalizaciones gerundivas y derivadas deberían ser obtenidas en
componentes de la gramática diferentes para poder determinar sus distintas
propiedades, mientras que en los enfoques que apoyan la Hipótesis
Lexicalista Fuerte, todos los objetos lingüísticos son formados en el lexicón.
1.1.2. La tesis de la atomicidad (TheAtomicityThesis)
Megerdoomian (2002) apunta que en la teoría desarrollada por Di
Sciullo y Williams (DSW) (1987) se dibuja una clara distinción entre la
morfología y la sintaxis, cada componente con distintas subteorías de la
gramática y conjuntos diferentes de átomos reglas de formación del
predicado. DSW (1987) también distinguen tres conceptos de palabra: (i)
las palabras como objetos morfológicos que se forman a partir de los átomos
de la morfología. Estos átomos se combinan mediante reglas morfológicas
101
de formación para crear las palabras. (ii) Las palabras como átomos
sintácticos manipulados por el componente sintáctico usando operaciones
sintácticas. Estas palabras sintácticas son los elementos principales
indivisibles de la sintaxis (Xº), los cuales podrían estar compuestos por la
salida de la morfología o por expresiones idiomáticas enlistadas. Un aspecto
muy importante es que las reglas de las sintaxis no pueden operar sobre los
átomos de la morfología. (iii) Las palabras referidas como listemas
(listemes), es decir, las unidades en el lexicón. Desde nuestro punto de
vista, estos listemas deben ser una lista de elementos más pequeños que la
palabra, tal vez conjuntos de rasgos.
Un aspecto central de esta teoría es la Tesis de la Atomicidad (una
versión de la Hipótesis Lexicalista), la cual establece que la composición
interna de la palabra no es relevante en la sintaxis. Esta propuesta es una
consecuencia lógica de la estricta división entre las dos disciplinas, ya que la
sintaxis carece de terminología para analizar los objetos morfológicos tales
como raíces o afijos.
De acuerdo conMegerdoomian (2002), aunque el sistema diseñado por
DSW (1987) es categorizado como un modelo lexicalista, difiere de los
sistemas lexicalistas tradicionales en la organización del lexicón. Para los
autores el lexicón es meramente un depósito de objetos lingüísticos que no
cumplen con las leyes de la morfología o la sintaxis. Argumentan que no
existe estructura o teoría en el componente lexical y la formación del
predicado no tiene lugar en este nivel. Un aspecto que es indudablemente
lexicalista en este modelo es la completa separación entre el componente
responsable de la formación de palabras y el componente para la formación
de las frases. Al mismo tiempo, argumentan en contra de la distinción entre
la morfología flexiva y la morfología derivacional, puesto que todos los
morfemas son manipulados dentro de un mismo componente. La
participación en la sintaxis es una propiedad intrínseca de los afijos.
102
No obstante, de acuerdo con estos autores, la morfología y la sintaxis
parecen compartir terminología, lo cual permite una interacción limitada
entre ambos componentes. Por ejemplo, los rasgos categoriales (Nombre,
Verbo, Adjetivo) y los conceptos como ‘tiempo’ o ‘+plural’ pertenecen a
ambos componentes. Para ellos, las reglas de la sintaxis pueden ver que
una palabra tiene ciertas propiedades, pero no pueden ver cómo alcanzan
estas propiedades (c.f.Megerdoomian; 2002:6)
Sin embargo, DSW (1987) analizan dos tipos de fenómenos que
parecen borrar los límites entre la morfología y la sintaxis, estos son las
palabras sintácticas (syntacticwords) y el coanálisis (coanalysis). Con
respecto a las palabras sintácticas, las definen como frases (elementos
compuestos por más de una palabra morfológica) que muestran las
propiedades de un elemento Xº. Los autores muestran ejemplos de palabras
sintácticas cuya estructura es de V+complemento en algunas lenguas
romance, específicamente el francés y el italiano. En nuestro caso, algunos
ejemplos del español podrían ser:
N+V: rompecabeza, limpiaparabrisa, robacarros, picapiedra.
Para explicar los casos del francés, el italiano y las constricciones del
inglés con las estructuras de verbo-partícula, como push up(= levantar) y
breakdown(= descomponerse), proponen un reanálisis de la regla N FV
que permita mantener la Tesis de la Atomicidad. Ellos argumentan que los
pocos casos de palabras sintácticas que permanecen son considerados como
instancias de frases que han sido reanalizadas como palabras por la regla
YFX, la cual es marcada y es parte de la periferia de la gramática, es decir,
la sintaxis, puesto que lo central son las reglas morfológicas de formación de
palabras.
103
Con respecto al coanálisis, este ocurre cuando las lenguas escogen
delimitar simultáneamente una frase con dos mecanismos sintácticos
distintos: una palabra se puede adjuntar a la frase como un todo o ser
marcada sobre el núcleo de la frase. Esto permite que cierto afijo o palabra
aparezca afijado ambiguamenteal núcleo o adjuntado a la frase.
Desde nuestro punto de vista, este argumento no favorece a la
Hipótesis Lexicalista Fuerte, puesto que son procedimientos sintácticos los
que permiten explicar este tipo de construcciones. En consecuencia, estamos
de acuerdo con Megerdoomian (2002) en que estos dos tipos de fenómenos
constituyen un desafío para la estricta división entre la morfología y la
sintaxis.
1.1.3. La teoría de la incorporación
Baker (1988) investiga los predicados complejos, tales como las
estructuras pasivas y causativas, los aplicativos y el ascenso del poseedor,
en un número de lenguas y propuso el proceso de la incorporación para
aprehender la unidad de varias reglas de cambio de función gramatical.
Según Megerdoomian (2002), el autor tuvo éxito al proponer una teoría
sintáctica de la formación del predicado que mantiene que todos los
fenómenos examinados son casos de incorporación de núcleos sintácticos en
categorías lexicales o morfológicas.
Baker (1988) presenta una teoría en la cual los procesos pueden ser
obtenidos mediante una derivación sintáctica, la cual se ajusta a los
principios y restricciones que ya existen en la sintaxis. El autor argumenta
que la incorporación respeta la Restricción del Movimiento del Núcleo (Head
MovementConstraint(HMC)), formulada originalmente por Travis (1984) y
que establece que un núcleo solo puede incorporar elementos que gobierna
propiamente (esto deja fuera la incorporación del sujeto o de un adverbio
con el verbo). De manera que, a nuestro entender, los procesos lingüísticos
104
aparentemente diferentes y comúnmente vistos como fenómenos de cambio
de la función gramatical pueden ser explicados sobre la base del movimiento
de un elemento Xº a otro elemento Yº que gobierna la FX introducida por Xº,
como se desprende de la definición del proceso de la Incorporación que el
propio Baker (1988:22) ofrece.
De acuerdo conMegerdoomian (2002), esta propuesta sintáctica
también se sustenta de la correlación directa entre el significado y la
estructura de los predicados. Esto se evidencia a través de la formulación de
la Hipótesis de la Uniformidad de la Asignación Temática (Uniformity of Theta
AssignmentHypothesis (UTAH) (Baker 1988)), la cual plantea que relaciones
temáticas idénticas son proyectadas hacia relaciones estructurales idénticas
en un nivel de representación anterior a la estructura-S, esto es, el nivel de
la estructura-D (c.f. Baker; 1988: 46). Así, en una operación de cambio de
valencia, como se presenta en las estructuras causativas por ejemplo, la
relación temática entre el verbo subyacente y su argumento permanece
igual.
Esto nos conduce a apoyar la idea de que el fenómeno del cambio de la
función gramatical se puede explicar a partir de la hipótesis de que la
afijación de los ítemes del nivel Xº, que reciben un papel temático en su
posición estructural original, permiten cambios en las relaciones de gobierno
dentro de la oración, ya que luego son movidos a otras posiciones Xº para
satisfacer su subcategorización de rasgos morfológicos.
Pensamos que el trabajo de Baker (1988) contribuye con las teorías
que argumentan a favor de la interficie léxico-sintáctica, pues mediante la
incorporación se reflejan no solo los procesos lexicales de una derivación,
sino también los procesos sintácticos correspondientes. En un trabajo
anterior, (Matera; 2001), hemos hecho referencia al proceso de la
incorporación como un procedimiento sintáctico que ocurre en el lexicón al
105
tratar de explicar el ascenso del poseedor en la FD en wayuunaiki (lengua
guajira), así como las construcciones con aplicativo en la misma lengua.
1.1.4. La cáscara-FV articulada (TheArticulated VP-shell)
Hale y Keyser (1993 y trabajos subsiguientes) desarrollan una
representación lexical de la estructura argumental, que denominan sintaxis-L
(L-syntax), la cual está sujeta a principios sintácticos. Dentro de este
componente lexical, los ítemes lexicales son descompuestos en unidades
atómicas básicas las cuales son puestas juntas a través de los mecanismos
sintácticos de la complementación y la adjunción. Según expone
Megerdoomian (2002), la derivación de los ítemes lexicales está sujeta a
principios de buena formación sintáctica, como lo son la Restricción del
Movimiento del Núcleo y el Principio de la Categoría Vacía
(EmptyCategoryPrinciple (Chomsky 1981)).
Hale y Keyser (1993) siguen la estructura de la cáscara-FV propuesta
por Larson (1988), según la cual un predicado verbal, como por ejemplo
put(= colocar), es descompuesto en dos núcleos verbales distintos, cada uno
de los cuales proyecta un argumento en una estructura arbórea binaria como
en (1):
106
(1)FV FNV1’ Los niños V1 FV2 FP V2’ sus libros V2FP colocar P FN en el estante (Hale y Keyser (1993) citado por Megerdoomian (2002)) (La traducción es nuestra)
En esta configuración la FV1 corresponde al nodo funcional v que
introduce al causador. En Kratzer (1996) el argumento externo no es
introducido por el verbo, sino por un predicado separado que ella denomina
voz. Este es un núcleo funcional que denota la relación temática que se
mantiene entre el argumento externo y el evento descrito por el verbo
mediante la regla de Identificación del Evento (EventIdentification). Esta
regla permite añadir ciertas condiciones al evento que el verbo describe, por
ejemplo, el nodo voz añade la condición de que el evento tiene un agente, o
un experimentante o cualquier otro papel temático posible para los
argumentos externos.
Esta teoría es una explicación de cómo los argumentos externos son
sintácticamente introducidos aunque no son proyectados por el verbo. Esta
posición es asumida en los acercamientos más actuales a la interficie léxico-
sintáctica como los de Halle y Marantz(1993), Chomsky (1995), Haidi Harley
(1995), LiinaPylkkanën (2002), María Cristina Cuervo (2003), entre otros.
En esta investigación, no profundizaremos en la relación del sujeto con
la frase verbal, puesto que no es nuestro objetivo. Sin embargo, asumimos
107
la postura de los autores mencionados en el párrafo anterior, ya que nos
permite obviar el sujeto como una proyección del verbo y concentrarnos en
la relación verbo y su complemento como único argumento proyectado por
el verbo.
Hale y Heyser (1993) explican que en la derivación de la sintaxis-L
de un verbo denominal del inglés como shelve (=colocar en un estante), el
verbo es derivado a través de la combinación de cuatro núcleos sintácticos
distintos (el nombre shelf (= estante), la preposición on (=en) y dos verbos)
mediante el mecanismo de la incorporación como en (2):
(2) FV FN V1’ Los niños V1 FV2 estanteari FN V2’ sus libros V2 FP hi P FN hi N hi (Hale y Keyser (1993) citado por Megerdoomian (2002)) (La traducción es nuestra)
Todos estos núcleos, explica Megerdoomian (2002), contribuyen con el
significado del verbo: la preposición P representa la relación locativa, shelf
(= estante), el complemento de P, corresponde al punto final de un cambio
de ubicación, el verbo más bajo aporta la noción de ESTAR/SER EL RESULTADO DE
ALGO y el verbo más alto denota la causación o CAUSA. Así, el verbo
shelve(=colocar sobre un estante) puede ser entendido como: CAUSAR X ESTAR
EN UN ESTANTE.
108
Hale y Keyser (1993) plantean que los papeles temáticos de los
argumentos verbales serán determinados por la estructura en la que
aparecen; en consecuencia, se mueven hacia la eliminación de los papeles
temáticos pues los conceptos que expresan se pueden predecir directamente
de la configuración estructural.
En general, estos autores presentan una concepción del predicado
verbal en la que el verbo se descompone en varios elementos básicos. A
nuestro juicio, en una visión más actualizada, estos elementos básicos
pueden ser rasgos, los cuales son representados dentro de la estructura
sintáctica y llevan contenido semántico. Así, varios verbos se forman a partir
de la combinación de estos elementos básicos, la distribución y roles
semánticos de los argumentos son predecibles a partir de la configuración
(c.f.Megerdoomian; 2002:10)
Hale y Keyser (1993) crean un modelo que introduce la sintaxis en el
lexicón, pero que mantiene dos componentes: el lexical, llamado sintaxis-L y
el sintáctico, llamado sintaxis-S. Nosotros pensamos que es la sintaxis-L la
que contribuye a aclarar la interficie léxico-sintáctica debido a la propuesta
de que los elementos son formados en la sintaxis-L mediante operaciones
sintácticas y luego son insertados en una configuración sintáctica en la
sintaxis-S.
Megerdoomian (2002:10) recoge las propiedades de los ítemes de la
sintaxis-L, que los diferencian de los elementos sintácticos, como se observa
en (3):
(3) Un ítem de la sintaxis-L: (i) Posee la misma estructura argumental de un verbo solo, tal como
put(=colocar)
109
(ii) Involucra un cambio en la categoría gramatical, por ejemplo: N (iii) Tiene un significado definido (iv) Está sujeto a cambios morfofonológicos (v) No resultan de una derivación productiva. 1.1.5. La morfología distribuida (MD) (DistributedMorphology)
Halle y Marantz (1993) introducen la Teoría de la Morfología Distribuida
(MD) con la propuesta de que los mecanismos tradicionalmente atribuidos a
la morfología no están concentrados en un componente único de la
gramática, sino más bien están distribuidos entre componentes distintos. De
esta manera, toda la formación de palabras ocurre en la sintaxis, como
resultado de la combinación sintáctica de núcleos, puesto que los procesos
de movimiento de núcleo y las operaciones de ensamble (merge) manipulan
objetos morfosintácticos abstractos y los combinan para formar objetos
lingüísticos. En otras palabras, aparentemente no hay límites claros entre la
morfología y la sintaxis. Mientras que la asignación de los rasgos fonológicos
a estos elementos morfosintácticos ocurre después de la sintaxis en el nivel
de inserción del vocabulario.
Megerdoomian (2002:11) presenta la arquitectura de la gramática
propuesta por la teoría de la MD, que vemos en (4):
(4)
110
En el marco de trabajo de la MD, el lexicón es dividido en tres listas,
las cuales entran en la computación en diferentes niveles como se muestra
en (4).
La primera es el lexicón estricto o propiamente dicho (narrow lexicón),
que contiene las unidades básicas del lenguaje con las que opera la sintaxis.
Esta lista consiste en raíces atómicas y conjuntos de rasgos funcionales tales
como T o v, las cuales se combinan en la sintaxis mediante el mismo
mecanismo usado para construir frases.
Dentro de la MD, Harley y Noyer (1998) proponen la hipótesis del
morfema-L (L-MorphemeHypothesis), la cual mantiene que las categorías
tradicionales de nombre, adjetivo, verbo no tienen un significado universal y
son derivadas de unidades más pequeñas. Son elementos de categoría
neutra, igual al propuesto por Chomsky (1970), que se interpretan de
acuerdo con el contexto donde aparezcan. Así, por ejemplo, si la categoría
aparece en el contexto del rasgo D para el determinante, se interpreta como
nombre; si aparece en el contexto de una v, se interpreta como verbo.
Computational System LexiconSyntax = Single generative engine of grammar
(“merge”, “agree”, “move”) Vocabulary Morphology LF Items semantic Interface Encyclopedia PF Phonetic Interface
Structure of Grammar The Distributed Morphology/Minimalist Syntax model
111
La segunda lista es el vocabulario, el cual se aplica después de la
sintaxis, provee la información para la forma fonética hacia los nodos
terminales de la estructura y determina la relación entre los nodos
terminales representados por rasgos y su realización fonológica. Estosítemes
de vocabulario están infraespecificados, esto es, no necesariamente tienen
todos los rasgos gramaticales especificados por un nodo terminal. Sin
embargo, el ítem de vocabulario que mejor satisfaga los rasgos del nodo
terminal es el que tendrá éxito en la derivación.
La operación deletree (spell-out) es el punto donde se insertan los
ítemes de vocabulario o rasgos fonológicos. Hasta el momento de la inserción
del vocabulario, es imposible distinguir dos ítemes de vocabulario
representados con el mismo nodo terminal en la sintaxis. Para poderlos
distinguir es necesario que se seleccione un ítem de vocabulario cuyos rasgos
sean satisfechos por los rasgos contenidos en el nodo terminal. A pesar de
que todos los ítemes de vocabulario pudieran ser insertados en cualquier
nodo terminal, solo se insertará aquel que tenga la mayoría de rasgos
correspondientes con los rasgos del nodo terminal. Esto lo formalizó Halle
(1997) en el Principio del Subconjunto (SubsetPrinciple) (c.f.Megerdoomian
(2002: 12).
La lista final es la enciclopedia. Esta es una lista de expresiones
idiosincrásicas o idiomáticas que no tienen un estatus especial dentro de la
MD.
De acuerdo con Megerdoomian (2002), una de las afirmaciones más
importantes de la MD es la propuesta de que ninguna computación se lleva
a cabo fuera del lexicón y que no existe un componente sintáctico separado.
El mismo mecanismo que se usa para combinar las palabras en las oraciones
es utilizado para combinar los morfemas dentro de la palabra.Dicho de otro
112
modo, podemos decir que no hay separación entre el componente de
formación de palabras y el sistema computacional.
En el marco de trabajo de la MD, la distinción entre la morfología derivativa y
la morfología flexiva es explicada en la sintaxis y no en componentes
separados. Es decir, no hay un componente flexivo y otro derivativo.
Según Marantz (2001) esta diferencia es redefinida en términos de
morfología interna y externa, donde lo interno se refiere a lo más cercano a
la raíz y lo externo es relativo a la posición estructural.
CAPÍTULO II
LOS RASGOS
El trabajo de Chomsky y los estudiosos de las gramáticas generativas,
hasta el momento, ha resultado en cambios esenciales1. Ha habido un
cambio de un sistema de reglas a un sistema de principios, así como una
modificación con respecto a una fuerte tendencia en torno a una concepción
representacional de las derivaciones. En los años cincuenta, los sistemas de
reglas a los cuales Chomsky hace referencia son las reglas de estructura de
frase, o reglas sintagmáticas, y las reglas transformacionales.
El punto de vista chomskyano define una transformación como una
función biyectiva (maponto) de una cuerda de símbolos terminales con su
marcador de frase hacia otro marcador de frase. Tales funciones pueden
repetirse, por lo tanto, no pueden ser simplemente relaciones entre las
1 Period Framework Maintexts 1955-59 Earlytransformationalgrammar • The logical Structure of Linguistic Theory
(19955-56) • Syntactic Structures (1957) • Review of Skinner (1959)
1962-66 The Standard Theory • Aspects of the Theory of Language (1965) • Cartesian Linguistics (1966)
1968-72 Extended Standard Theory • Remarks on Nominalization (1970) • Studies on Semantics in Generative
Grammar (1972) 1973-80 Revised Extended Standard
Theory/Conditions • Conditions on Transformations (1973) • Reflections on Language (1975) • Essays on Formal Interpretation (1977)
1980-90 Government and Binding/Principles and Parameters
• Lectures on Government and Binding (1981)
• Knowledge of Language (1986) 1991-99 The Minimalist Program • A Minimalist Program for Linguistic Theory
(1992) • The Minimalist Program (1995)
2000 Phase derivation/Level Free • Minimalist Inquiry (2000) • Derivation by Phase (2001) • Beyond Explanatory Adequacy(2001)
Collins John (2008)
115
oraciones. La idea Chomsky fue, entonces, emplear el análisis
transformacional para llegar a un análisis más explicativo, más predictivo.
Para definir las transformaciones J.M. Levelt (1974) recurre a los
siguientes principios formales:W(VN, VT) en el conjunto de terminales,
conectados, bien-formados y etiquetados entre corchetes sobre un
vocabulario no-terminal VN y un vocabulario terminal VT. W es un conjunto
de diagramas arbóreos terminales (completos). Sea w un subconjunto
posiblemente infinito de W, entonces w⊂W, y W es un tipo de árbol.
Indiquemos cualquier conjunto finito de tipos de árboles con la letra f. La
salida de una transformación debe ser un conjunto finito. El conjunto
completo de tales conjuntos finitos f sobre W(VN,VT) se denota así: F (W
(VN,VT)), o simplemente F (W). Esto representa el conjunto finito de tipos de
árbol. Luego, las transformaciones se pueden definir como sigue:
(1) Una transformación sobre (VN, VT) es un par (w,f), en el cual w es un subconjunto deW(VN,VT), y f es un subconjunto de F (W).
(J. M. Levelt, 1974:61)(La traducción es nuestra)
Es decir, una transformación mapea un subconjunto de W en los
subconjuntos de F; en otras palabras, una transformación T es un conjunto
del producto cartesiano de W y F,T ⊂WxF.
En Aspects of thetheory of Syntax (Chomsky, 1965), solo tres
transformaciones elementales son admitidas: la adjunción, la sustitución y la
elisión de un factor o de una cadena de factores; esto dentro de los límites
del principio de recuperabilidad2.
2 Principio de Recuperabilidad: Condición de Recuperabilidad: El contenido de una categoría nula debe ser recuperable (a partie de una categoría abierta co-indizada en la oración) (JamalOuhalla; 1990:80) (La traducción es nuestra)
116
Consideremos brevemente la transformación pasiva. En
SyntacticStructures (Comsky, 1957) encontramos la siguiente
representación:
(2) Pasiva opcional Análisis estructural: FN-AUX-V-FN Cambio estructural: X1-X2-X3-X4X4-X2+ser+participio-X3-por+X1
Como puede notarse la transformación pasiva es en realidad un
conjunto de operaciones: (i) ésta permuta una FN sujeto con una FN que
sigue al verbo; (ii) une el auxiliar pasivo ser+participio a la derecha de la
frase auxiliar; (iii) adjunta el símbolo terminal por a la izquierda de la FN
sujeto ya permutada. Esta representación permite explicar que una oración
activa y su correspondiente pasiva, aparentemente, tienen la misma
estructura profunda subyacente. Luego, este enfoque transformacional
selecciona las oraciones activas y pasivas a través de un factor común: la
estructura profunda3.
Mientras que en SyntacticStructures (1957) los símbolos terminales, es
decir, las palabras de las lenguas naturales eran introducidas a través de
reglas de estructura de frase, en la gramática propuesta en Aspects (1965),
los diagramas arbóreos terminaban en símbolos vacíos ( ). Luego, las
reglas lexicales reemplazaron estos símbolos vacíos con símbolos terminales.
Un símbolo terminal consta de tres partes: (i) una parte fonológica, en la
cual se establecen las propiedades sonoras del símbolo terminal; (ii) una
parte sintáctica o conjuntos de rasgos sintácticos; (iii) un conjunto de rasgos
semánticos.
3 En 1957, Chomsky desarrolló la idea de que cada oración en una lengua tiene dos niveles de representación –unaestructura profunda yuna estructura de superficie. La estructura profunda representaba las relaciones semánticas fundamentales deuna oración, y era mapeada sobre laestructura de superficie vía transformaciones. En la sintaxis minimista estos dos estratos son eliminados.
117
Una condición para el reemplazo de un símbolo vacío por un
símbolo terminales que este último fuese de la categoría lexical correcta.
Chomsky distingue categorías dentro de una categoría. En el caso de los
verbos, las subcategorías son los verbos transitivos y los intransitivos.
La transitividad y la intransitividad son los rasgos sintácticos llamados
rasgos de subcategorización (estricta). La transitividad se puede denotar
como sigue: [+_FN]. Esto significa que un símbolo terminal con este rasgo
puede aparecer en el lugar marcado con _ inmediatamente antes de una FN
en la estructura profunda. Además de los rasgos categoriales y
subcategoriales, los símbolos terminales también necesitan los rasgos de
selección. La naturaleza del objeto, obviamente, determina la clase de verbo
transitivo que puede ser seleccionado. El símbolo terminal empanadas debe
tener los rasgos de selección [+objeto físico, +comible] para que ocupe la
posición de objeto en una expresión como comer empanadas. Luego, en el
modelo introducido enAspects (1965) cada símbolo terminal recibe tres
clases de rasgos: categoriales, subcategoriales y de selección. Y el conjunto
de rasgos de un elemento lexical se llama símbolo complejo4.
En Aspects(1965:103-104), Chomsky trata de mejorar el análisis de la
transformación pasiva al proponer que la frase pasiva introducida con la
preposición por constituye un ejemplo de un adverbio de manera o modo. La
motivación se origina de la observación de que la pasivización parece posible
solo con verbos que ocurren con adverbios de modo. Así, la frase introducida
con la preposición por puede existir en la estructura subyacente, de este
modo se elimina la necesidad de insertar un elemento gramatical específico
de la lengua (por) con el uso de la transformación pasiva.
4En la teoría de Lakoff (1970), el símbolo complejo contiene la información sintáctica y semántica en las entradas de los diccionarios en forma de rasgos.
118
En RemarksonNominalization (Chomsky; 1970), el autor analiza tres
tipos de construcciones: (i) oraciones como John has refusedtheoffer,
interpretada como el que rechaza la oferta es John; (ii)
John’srefusingtheoffer, etiquetada como un nominalgerundivo (gerundive
nominal) e interpretada como Lo que John hace es rechazar la oferta; (iii)
John’srefusal of theoffer, llamada nominal derivado (derived nominal) e
interpretada como aquello que es rechazado es la oferta. (c.f.Botha Rudolf;
1981).
El asunto esencial de este trabajo es determinar cómo se puede
aprehender mejor en la teoría losnominales derivados. Dos posibilidades son
consideradas: (i) estos se derivan de oraciones subyacentes asociadas, (ii)
estos se generan en la base (el punto de vista lexicalista). Este artículo es
altamente famoso por introducir una argumentación a favor de la posición
lexicalista y en contra de la posición transformacionalista. El autor añade “si
la hipótesis lexicalista está en lo correcto, deberíamos esperar que los
nominales derivados correspondan a las estructuras de la base más que a
las transformaciones” (Chomsky; 1970:193 (la traducción es nuestra)).
Otra afirmación que hace el autor se refiere a la naturaleza de las
categorías sintácticas. En la página 190 de Remarks, Chomsky escribe:
“Yonotétempranamenteque laposiciónlexicalista no era formulabledentrodel marco de trabajo de la teoríasintácticadisponiblepara el momento del trabajo de Lee sobrelasnominalizaciones. Elproblema era quelasgeneralizacionesobviassobrelaspropiedadesdistributionalesde la base y lasformasderivadaseranexpresables, en esemarco de trabajo, solo en términos de transformacionesgramaticales. No existíaotromodo de expresarel hecho de queel contexto en el cualrechazaraparecieracomo unverbo yrechazocomo un nombreestuvieranestrechamenterelacionados. Sin embargo, cuando el lexicónesseparadodelcomponentecategorial de la base y susentradasson analizadasen términos de rasgoscontextuales, estadificultaddesaparece. Podemos registrarrechazar en el lexicóncomo un item con ciertosrasgosde selección y de subcategorizaciónestrictosfijos, lo
119
cualeslibreconrespecto alos rasgoscategoriales[nombre] y[verbo]” (La traducciónesnuestra)
Entre otras subteorías, Chomsky elimina la distinción entre los rasgos y
las categorías.
En ConditionsonTransformations(1973:232-286), Chomsky comienza a
alejarse de los enfoques basados en las reglas y abre el camino para
investigar un principio más abstracto que pudiera unificar las restricciones
anteriores, las cuales eran específicas con respecto a las estructuras.
Michael K. Brame, en AlternativestotheTensed S and
theSpecifiedSubjectCondition (1977), hace una introducción muy clara a las
condiciones llamadas Tensed S y SpecifiedSubject. El autor considera
primero SpecifiedSubjectCondition. Esta se puede ilustrar a través de la regla
Cambio del Objeto (ObjectShift) que, aparentemente relaciona oraciones
como en (3):
(3) a. It is pleasant for the rich [for the poor immigrants to do the hard work] b. *The hard work is pleasant for the rich[for the poor immigrants to do] (Brame;1977:384)
El problema es por qué el objeto thehardwork en (3a) no puede ser
movido a través del Cambio del Objetopara producir (3b). De acuerdo con
Chomsky (1973), el movimiento está bloqueado por una restricción sobre las
transformaciones. Esta restricción prohíbe el movimiento, la elisión, etc. de
una categoría a través de un Sujeto Especificado, donde sujeto especificado
equivale, aproximadamente, al sujeto lexical. Una formulación simplificada
de esta restricción es la siguiente:
(4) Condición del sujeto especificado(SpecifiedSubjectCondition (SSC)) Ninguna regla puede involucrar X, Y en la estructura … X …[α … Z … -WYV …] … Donde Z es el sujetoespecificado de WYV en α, una categoría cíclica
(Brame;1977:382)(La traducción es nuestra)
120
Consideremos un ejemplo adicional que ilustra una prohibición contra
el Cambio del Objeto.
(5)a. It is good [that C.C. Wei invented the precision bidding system] b. *The precision bidding system is good [that C.C. Wei invented] (Brame;1977:384)
Vemos que el Cambio del Objetono puede aplicarse a (5a) para
producir (5b). La prohibición se desprende de SSC, pero existe otra
condición para bloquear (6b). Esta condición prohíbe el movimiento o la
elisión de una oración con tiempo lingüístico como se presenta en (6):
(6) Condición de la O con tiempo (Tensed S Condition) Ninguna regla puede involucrar X, Y en laestructura … X …[α … Y …] … Donde α es una oración con tiempo
(Brame;1977: 383) (La traducción es nuestra)
Se puede observar que, inicialmente, en la gramática generativo-
transformacional, las restricciones en la aplicabilidad de las reglas eran una
propiedad inherente a las reglas de las mismas. Posteriormente, después de
formular la Extended Standard Theory, Chomsky necesitó restringir las
gramáticas disponibles en varios puntos. El autor especificó algunas áreas
sujetas a restricciones a través de la imposición de condiciones. Estas son la
base, el componente transformacional, el sistema de reglas interpretativas,
las estructuras-s y la forma lógica. El propósito de imponer estas
restricciones fue lograr un sistema de reglas con un poder expresivo
limitado. Esta orientación en la gramática generativa condujo a la teoría
conocida como Gobierno y Ligamiento (1981), también conocida como
Principios y Parámetros (P y P).
Gobierno y Ligamiento es modular. La gramática está dividida en varios
subcomponentes o subteorías sensibles a diversas clases de requerimientos
relacionados con la buena formación. Hay subteorías para el caso, el
121
ligamiento, la estructura de frase, el movimiento, el control, la teoría
temática y la identificación de las huellas.
El Programa Minimista (PM) asume la suposición de que la gramática
universal tiene una arquitectura fundamentada en principios y parámetros.
La idea central del minimismo es que una teoría lingüística debe
contener tan pocas derivaciones como sea posible, por esto algunas de las
nociones desarrolladas en los primeros años de la teoría generativa han sido
abandonadas en un intento por derivarlas de conceptos más básicos. Así, por
ejemplo, al reanalizar la transformación pasiva en términos del alcance del
cuantificador, es posible establecer que la oración activa y pasiva no
provienen de la misma estructura profunda. Veamos los siguientes ejemplos
tomados de Lightfoot (1982) (la traducción es nuestra)):
(7) Muchos banqueros son ricos.
La forma lógica de esta expresión indica que existen muchas X tal que
esta proposición se mantiene: X es un banquero y X es rico. La formalización
es como en (8):
(8) Muchos X (X es un banquero y X es rico)
De manera que la proposición está dentro del alcance del cuantificador.
Veamos ahora las expresiones en (9a,b) con dos cuantificadores, muchos y
no, cuyas formas lógicas son (10a,b) respectivamente. En (10a) el
cuantificador no está dentro del alcance del cuantificador muchos, pero en
(10b) muchos está dentro del alcance de no.
(9) a. Muchos banqueros no son ricos. b. No muchos banqueros son ricos. (10) a. Muchos X (X es un banquero y X no es rico) b. No (muchos X (X es un banquero y X es rico)
122
Así, (9a) significa que para muchos banqueros es el caso que ellos son
ricos y (9b) significa que no es el caso que muchos banqueros son ricos.
Ahora bien, al comparar las expresiones en (9) con la expresión en (7)
observamos que (9b) contradice la proposición Muchos banqueros son ricos,
mientras que (9a) no la contradice, esto porque existe la posibilidad de que
haya muchos banqueros ricos y muchos banqueros pobres. Sin embargo,
solo la expresión en (9b) es equivalente a Pocos banqueros son ricos.
Parece ser el caso que el orden lineal de los cuantificadores en la
estructura superficial se corresponde con su ordenamiento en la forma
lógica. Esta generalización puede establecerse para la transformación pasiva.
Veamos las expresiones en (11a,b) cuya forma lógica aparece en (12a,b)
respectivamente.
(11) a. Muchos banqueros leen pocos libros. b. Pocos libros son leídos por muchos banqueros. (12) a. Muchos X (X es un banquero y X lee pocos libros) b. Pocos X (X es un libro y muchos banqueros leen X)
La lectura más natural es que (11a) significa que muchos banqueros
hacen muy pocas lecturas y quizás están semialfabetizados; mientras que
(11b) significa que no hay muchos libros que tengan numerosos lectores
entre los banqueros. Así pues, el paralelismo cercano entre la estructura
superficial y las relaciones de alcance en la forma lógica, permiten explicar
que ambas estructuras son diferentes, es decir, una (la pasiva) no depende
de la otra (la activa).
Desde el punto de vista chomskyano, el minimismo es una
implementación más general de P y P. Según este modelo del lenguaje la FL
consiste en un conjunto de principios universales combinados con una serie
de parámetros. Los principios son considerados como innatos, lo que significa
que cada lengua se adhiere a ellos pues son parte de la gramática universal.
Los parámetros, en cambio, son concebidos como “interruptores” que se
123
establecen en dos posiciones. De acuerdo con este punto de vista, aprender
la sintaxis de una lengua nativa es adquirir los parámetros adecuados a esa
lengua.
El enfoque chomskyano, como hemos expresado en las páginas
anteriores, describe la sintaxis como un sistema cognitivo que conecta otros
dos sistemas cognitivos: el sistema articulatorio-perceptivo y el sistema
conceptual-intencional. De ahí que el modelo defina dos niveles de interficie,
la FF y la FL, respectivamente.
La arquitectura del modelo sintáctico se construye mediante la
selección de un conjunto de ítemes lexicales del lexicón llamado numeración.
Los ítemes se seleccionan uno a uno y son ensambladosen la estructura al
mismo tiempo que ocurren otras operaciones. El resultado de esta derivación
es la FL. Si durante la derivación de la FL algún principio de la gramática es
violado se dice que la derivación fracasa y la expresión resultante es
agramatical. En algún punto de la derivación de la FL, la operación Deletree
tiene lugar. Esta operación se refiere al proceso de derivar la FF, la cual
contiene básicamente los rasgos fonológicos y prosódicos de la cláusula.
Otros conceptos fundamentales de la sintaxis minimista son la
economía, el Principio de la Interpretación Completa y los rasgos. La
economía se refiere a que las operaciones de la CLH deben tener el menor
costo posible. El costo es definido en términos del número de operaciones
tomadas para realizar una derivación y, a veces, en términos del peso
relativo de diferentes operaciones, es decir, algunas operaciones pueden ser
más costosas que otras.
En el período del minimismo comprendido desde 1993 hasta1995, el
modelo del lenguaje debía ser capaz de comparar el costo de diferentes
derivaciones y luego seleccionar la menos costosa, lo que se llamó economía
global relativa. Esta idea fue abandonada porque exigía mucho del sistema
124
computacional, ya que en lugar de derivar una cláusula era necesario derivar
varias. La idea fue reemplazada por la economía local absoluta, la cual
expresa que encada paso de la derivación, cuando hay diferentes opciones
para continuar, se debe escoger la derivación menos costosa sin importar el
costo de la derivación total. La consecuencia de esto es la desaparición de la
noción de economía de la mayoría de los dominios de la teoría.
La idea de la economía fue basada en la comparación de diferentes
opciones, pero la economía local absolutapropone que en cada situación solo
una opción es posible. Esta noción de economía es la base para la condición
de minimalidad, la cual establece que la distancia entre dos elementos
concordantes debe ser lo más corta posible.
El concepto de interpretación completa es un principio fundamental en
el minimismo y establece que la representación sintáctica no puede contener
elementos sin relevancia semántica. Este principio ha conducido al
abandono de varias nociones importantes de la teoría de P y P, más
notablemente de la Teoría de la X-barra, los subíndices y las etiquetas de las
categorías, aunque muchos autores continúan usando estas nociones como
recurso mnemotécnico, para hacer el análisis más fácil de leer, y no como
parte del aparato teorético.
Una noción fundamental en el minimismo es la noción de rasgos. Los
rasgos son propiedades de los núcleos. Los núcleos son los componentes
sintácticos básicos, los elementos con los cuales la CLH construye las
estructuras. En principio, cada palabra es un núcleo, pero elementos como
los afijos, los determinantes, los complementadores, etc., también son
núcleos. Los núcleos pueden estar encubiertos, es decir, pueden carecer de
contenido fonológico, afirmación que es importante para el desarrollo de esta
investigación.
125
Otra noción fundamental para este trabajo, sobre la cual disertaremos
más adelante, es que un núcleo puede ser descrito como un “paquete” de
rasgos, es decir, como una estructura compleja de rasgos. Ejemplos típicos
de rasgos son género, número, persona, (in)definido, tiempo, caso, etc., los
cuales son llamados rasgos sintácticos. El modelo de la gramática también
especifica rasgos semánticos tales como el rasgo cuantizado, un rasgo
interrogativo, rasgos de tópico y foco, rasgo télico, etc. Otros rasgos menos
importantes para la sintaxis propiamente dicha, pero esenciales para el
lenguaje son los rasgos fonológicos y prosódicos.
En el PM de los años comprendidos entre 1993 y 1995, los rasgos
fueron considerados binarios, por ejemplo, un núcleo tiene un rasgo
[Tiempo], el cual toma el valor [+Tiempo] o [-Tiempo]5.
En los desarrollos recientes de la teoría existe una tendencia hacia un
sistema de rasgos valorados, en el cual los rasgos pueden tener más de un
valor. Por ejemplo, un nombre tiene un rasgo [Género], el cual puede ser
valorado como masculino, femenino o neutro (posiblemente otros
dependiendo de la lengua). El rasgo [Tiempo] ahora especifica tiempo
pasado, presente, futuro y su ausencia significa infinitivo, lo que en el
sistema anterior era [-Tiempo].
Estamos de acuerdo y asumimos la posición básica dentro del
minimismo de que los rasgos son propiedades de átomos sintácticos y en
consecuencia, son objetos de la teoría directamente. En otras palabras, son
primitivos del análisis. Desde esta perspectiva, las estructuras de rasgos
posibles son tales que las propiedades de los rasgos les permiten establecer
relaciones con otros átomos; es decir, las categorías, como átomos, se
relacionan entre sí debido a las propiedades de los rasgos.
5Esta es una noción propuesta por Chomsky en su libro Aspects of theTheory of Language (1965)), la cual introdujo desde la fonología y propone que las categorías llevan rasgos distintivos, los cuales son esencialmente binarios.
126
Un acercamiento que nos ayudaría a entender mejor algunos aspectos
conceptuales sobre los rasgos, así como la noción de los rasgos como una
estructura compleja o “paquete” es el punto de vista de Adger&Svenious
(2009).
Para explicar la estructura interna de un rasgo y cómo los rasgos se
juntan para formar estructuras más grandes, los autores toman como punto
de partida la noción privatividad del rasgo. Un rasgo privativo es aquel que
no posee ninguna propiedad más allá de su distintividad de otros rasgos, de
manera que dos objetos lingüísticos serán diferentes el uno del otro con
respecto a un rasgo privativo solo en el caso de que esté presente en uno y
ausente en el otro.En otras palabras, un rasgo privativo es una propiedad
que un objeto puede tener o no.
Veamos un ejemplo para entender mejor el concepto de“privativo”.
Supongamos que mediante un código de luces de colores, azul y rojo,
podemos hacer un pronóstico del tiempo y que estas luces pueden ser
intermitentes o no. Para relacionar estas luces y poder establecer los
estados del tiempo, utilizaremos los rasgos [precipitación] y [bueno] sin
ningún tipo de valoración. La correspondencia entre los estados sería de la
siguiente manera:
(13) [bueno] = azul no-intermitente(estable-soleado) [] = azul intermitente (no estable-nublado) [precipitación,bueno] = rojo no-intermitente (lluvia estable) [precipitación] = rojo intermitente(lluvia no estable)
Así, cuando el estado del tiempo tiene el rasgo [precipitación], la luz es
de color rojo, si no lo tiene es de color azul. Por otro lado, cuando el estado
del tiempo tiene el rasgo [bueno] la luz es no-intermitente (o estable), y
cuando no lo tiene es intermitente (o no estable). De esta forma se evidencia
que un rasgo privativo es simplemente una propiedad que un objeto puede o
no tener.
127
En este sistema privativo, según Adger&Svenious (2009) los rasgos
son definidos simplemente como una lista:
(14) Un símbolo atómico dibujado a partir del conjunto R = {A, B, C, D, E…} es un rasgo.
De modo que la diferencia entre las expresiones referenciales ojo y
ojos la podemos representar con dos rasgos privativos[N] y [plural], a partir
de los cuales es posible construir dos objetos lingüísticos distintos si se
mantiene la presencia del rasgo [N] en ambos y se permite que la presencia
del rasgo [plural] varíe, como en (15):
(15) ojo[N]; ojos[N, plural]
En los sistemas de rasgos privativos, las restricciones se dan sobre el
tipo de operaciones que pueden ser definidas sobre los rasgos, lo que
implica la existencia de tipos de rasgos y alguna organización en el sistema
de rasgos. Adger&Svenious (2009) explican que los rasgos privativos pueden
estar organizados en una secuencia funcional o en una geometría.
La secuencia funcional C(omplementador)-T(iempo)-v-V, que aveces es
interpretada como una restricción sobre el ensamble externo, puede codificar
restricciones de coocurrencia de arriba hacia abajo; por ejemplo, si C está
presente, T también lo está, pero no viceversa.
En el modo de organización de la geometría, los rasgos de persona,
número y género se agrupan bajo un nodo único φ, el cual es relevante para
la concordancia. Esta geometría normalmente codifica restricciones
distribucionales de abajo hacia arriba. Así por ejemplo, [emisor] y [receptor]
implican [persona], de manera que el rasgo [persona] los domina en la
geometría. Esto implica que se debe formular una regla que los involucre a
ambos a través del rasgo [persona], Ahora bien, si la tercera persona es la
ausencia del emisor y del receptor, entonces el rasgo [persona] abarca a
todas las personas. Más adelante, revisaremos estos aspectos sobre la
128
secuencia funcional y la organización de la geometría de forma más
detallada.
Estos autores plantean que, en cualquiera de los dos modos de
organización, en un sistema únicamente basado en rasgos privativos es
posible distinguir objetos lingüísticos, pero es difícil ver cómo estos objetos
establecen relaciones de dependencia. Para ilustrar esto, recurren a la
concordancia entre el determinante y el nombre en inglés y el adjetivo en
español.
(16) a. Esta trampa mortal b. *Esta trampas mortal c. Estas trampas mortales d. *Estas trampa mortales
Si el rasgo [plural] es privativo, no hay manera de capturar la relación
de concordancia dentro del sistema de rasgos, en consecuencia, se
necesitan ciertas operaciones sintácticas muy generales para mantener la
condición de inclusividad. En el marco de trabajo minimista, la inclusividad
implica que debe haber alguna operación de concordancia de rasgos interna
a la sintaxis, como por ejemplo, alguna regla que estipule que el rasgo
[plural] de N debe ser copiado a D(eterminante), o concordancia con un
rasgo [plural] de D. Sin embargo, cualquier operación de concordancia de los
rasgos implica que estos tengan una propiedad adicional, esto es, la
propiedad de requerir concordancia, lo cual significa que el sistema ya no es
privativo en esencia.
Por esto,Adger&Svenious (2009) que el trabajo de los principales
enfoques minimistas está en la dirección correcta al asumir que existe algún
tipo de concordancia sintáctica y que el sistema de rasgos de una lengua
natural no puede ser exclusivamente privativo, sino que la capacidad
descriptiva del sistema de rasgos debe ser más poderosa. Así pues,
proponen un sistema de rasgos basado en clases de rasgos. Es decir,
129
existen propiedades y reglas que se aplican a los miembros de un
subconjunto de rasgos agrupándolos en clases. De modo que el sistema de
rasgos ya no es exclusivamente privativo, pues estos tienen la propiedad de
pertenecer a una clase activa en la sintaxis.
Así N, V, A, P, C, T y D pueden ser miembros de la clase de los rasgos
categoriales; Nom, Ac, Dat y Gen pueden ser miembros de la clase de rasgos
de caso, hablante, oyente y ∅ son miembros de la clase de rasgos de
persona y, a su vez, Persona, Género, Número pueden ser miembros de la
clase de los rasgos-φ.
Los autores proponen un sistema de rasgos, dentro del minimismo,
donde hay rasgos de primer orden, que serían los mencionados en el párrafo
anterior, y rasgos de segundo orden, los cuales se refieren a cualquier
propiedad de los rasgos que definan una clase de rasgos. A su vez, los
rasgos de segundo orden pueden ser fijos o variables.
Los rasgos fijos de segundo orden expresan la propiedad que tiene un
rasgo de pertenecer a una clase específica de rasgos. Son más bien tipos de
rasgos que rasgos simbólicos y pueden ser fijados universalmente o
parametrizados; como por ejemplo, el rasgo PPE del rasgo categorial T.
Los rasgos variables de segundo orden hacen referencia a un número
de propiedades de un rasgo determinado que una lengua determinada puede
tener en unos casos y no tener en otros, son rasgos simbólicos más que
tipos de rasgos; por ejemplo, la propiedad de ser interpretable o no-
interpretable, la propiedad de fuerza.
Estos rasgos son los responsables de las relaciones de dependencia.
Así, la propiedad de un rasgo de ser interpretable o no-interpretable es la
responsable de la identidad de rasgos, la cual es una noción fundamental
dentro del minimismo, como veremos posteriormente. Los rasgos no-
130
interpretables impulsan la búsqueda de su rasgo correspondiente, una vez
que este último es encontrado, la búsqueda termina y el rasgo es borrado.
De modo que se produce una asimetría interpretable/no-interpretable de
rasgo a rasgo y solo el movimiento abierto es el que impacta el orden final
de los constituyentes.
Adger&Svenious (2009) proponen un sistema de rasgos definidos de la
siguiente forma:
(17) a. Un símbolo atómico obtenido a partir del conjuntoR = {A, B, C, D, E…}
es un rasgo de primer orden b. Un símbolo atómico obtenido a partir del conjunto P = {X, Y, Z…} es
un rasgo de segundo orden c. Donde p ∈P y r∈R, luego rp es un rasgo (Adger&Svenious; 2009:9) (La traducción es nuestra) A nuestro juicio, esta es una versión más elaborada de la propuesta
hecha por Bejar (2003), quien estudia los rasgos como símbolos complejos
que tienen cierta organización interna. Esta organización podríamos
explicarla en términos de conjuntos y subconjuntos. Así, a cada miembro del
conjunto de rasgos de primer orden le corresponden ciertas propiedades o
rasgos de segundo orden, los cuales contienen dos subconjuntos: los rasgos
fijos de segundo orden y los rasgos variables de segundo orden. Esto lo
podemos graficar como en (18):
(18) R = {A, B, C…} P = {{{X…},{ Y, Z …}}, {{X…}, {Y, Z …}}, {{X…}, {Y, Z …}}…}
Donde F es el conjunto de rasgos categoriales, que son rasgos de
primer orden, por ejemplo, A = [caso]; P es el conjunto de propiedades o
131
rasgos de segundo orden, los cuales pueden ser fijos (el subconjunto {X…}),
por ejemplo [Nom], [Ac], [Dat]; o variables (el subconjunto {Y, Z…}), por
ejemplo [interpretable/no-interpretable].
Ahora bien, según Adger&Svenious (2009), un rasgo no es
simplemente valorado o no-valorado, sino que un rasgo es valorado como
algo. Chomsky (2001) reemplaza la idea de que la interpretabilidad guía la
revisión de los rasgos con la idea de que los rasgos valorados son los que lo
hacen.
En su sistema de rasgos, Adger&Svenious (2009) establecen la
valoración de los rasgos de la siguiente manera:
(19) a. Un rasgo es un par ordenado <At, Val> donde b. At es obtenido a partir del conjunto de atributos {A, B, C, D, E…} c. y Val es obtenido a partir del conjunto de valores {a, b, c…} Así, Una clase de rasgo o atributo (o rasgo categorial) tiene la propiedad (o
rasgo fijo de segundo orden) de poder tomar otras propiedades (o rasgos
variables de segundo orden) como sus valores. En otras palabras, la
propiedad de ser capaz de tener un valor es un rasgo fijo de segundo orden,
mientras que la propiedad de tener o no un valor es un rasgo variable de
segundo orden que provee instrucciones a la sintaxis. De manera que la
propiedad de identidad de rasgos, que es importante para capturar las
dependencias sintácticas, se construye a partir de la naturaleza de los rasgos
de segundo orden.
A nuestro entender, este sistema lo podemos esquematizar como en
(20):
(20) R = At = {A, B, C…}
132
P = Val = {{{X…}, { Y, Z …}}, {{X…}, {Y, Z …}}, {{X…}, {Y, Z …}}…}
En su sistema de rasgos, Adger&Svenious (2009) mantienen las
distinciones interpletable/no-interpretable y valorado/no-valorado porque
algunos rasgos, como por ejemplo los rasgos de caso, son tomados como no
interpretables aunque tengan un valor.
2.1. La concordancia de los rasgos
Los rasgos de los ítemes lexicales interactúan a través de la
concordancia (agreement) para influir en la forma de la estructura sintáctica
y en el proceso de la interpretación semántica. El valor que toma un rasgo
en particular puede representarse morfológicamente en más de un ítem
lexical, aunque la interpretación puede no estar presente en algunos de estos
ítemes lexicales en el conjunto {R}; es decir, el conjunto universal de rasgos
que pueden entrar en la CLH. El ejemplo citado por Pesetsky y Torrego
(2004) provine del latín. En las expresiones en (21a,b), se puede observar la
concordancia entre el determinante, el nombre y el adjetivo; así como
también entre la FD y el verbo finito.
(21) a. HaecpuellaRomana This-Nom-Fem-Sing Girl-Nom-Fem-Sing Roman-Nom-Fem-Sing (‘Esta muchacha romana ambulant walks-3-sing camina’) b. HaepuellaeRomana These-Nom-Fem-Pl girl-Nom-Fem-Pl Roman-Nom-Fem-Pl
(‘Estas muchachas romanas ambulant walk-3-Pl caminan’)
(Pesetsky& Torrego; 2004:1) (La traducción es nuestra)
133
De los ejemplos anteriores se infiere que la concordancia involucra los
rasgos de los ítemes lexicales que difieren con relación a dos aspectos:
valorado/no-valorado e interpretable/no-interpretable.
Ya hemos mencionado que Ensamble, Conc y Mueva son las tres
operaciones esenciales en la computación. Ensamble, proporciona dos
relaciones naturales: hermandad (sisterhood) e inmediatamente-contiene,
de las cuales se derivan tres nuevas relaciones: contiene, identidad y c-
comando. El cotejo (matching) de una sonda y una meta induce la Conc.
La intuición primaria acerca de la relación de Conc como se manifiesta
en Chomsky (2000, 2001) está relacionada con los siguientes puntos:
(i) La Conc no es una relación simétrica, sino asimétrica entre una
Sonda (S) y una Meta(M). La Sonda tiene rasgos no-interpretables (Rn-i),
mientras que laMeta tiene rasgos interpretables(Ri) de cotejo.La Conc
elimina los rasgos Rn-i de S al darles valor y al elidirlos; es decir,
deletrearlos fonológicamente. De esto se desprende que la valoración es la
unificación de los valores de los rasgos.
(ii) Siguiendo la noción de la matriz Atributo-Valor que se utiliza en la
Gramática Lexical-Funcional, en la cual una matriz tiene un atributo a la
izquierda y su valor a la derecha, en el minimismo, los rasgos Rn-i tienen
atributos con valores vacíos en las estructuras de los rasgos, por ejemplo,
[R:_] mientras que los rasgos Ri tienen atributos con los valores
especificados,como [R:X]. Esta es una caracterización de los rasgos Rn-i que,
en forma concisa, interpreta la diferencia entre los rasgos inherentes (Ri) y
los rasgos relacionados (Rn-i).
(iii) Las condiciones en la relación Sonda-Meta. La primera condición expresa que la S y la M deben ser lo
suficientemente locales; es decir, que el espacio de búsqueda por parte de la
134
S es limitado. El cotejo es una relación que se mantiene entre una Sonda y
una Meta, para que el cotejo introduzca la Conc, la Meta debe estar en el
dominio D(S) de la S y debe satisfacer las condiciones de localidad.
En este trabajo, estamos de acuerdo con A. Marantz(2007) en su
artículo Phases and Words donde manifiesta la idea de Chomsky (2001)
según la cual es necesario abrir nuevas investigaciones sobre los dominios
de localidad para a los procesos semánticos y fonológicos. Sacamos este
punto a colación puesto que este trabajo está estrechamente relacionado con
el componente semántico en la relación de un verbo como comer y las frases
determinantes que pueden ocupar la posición de argumento interno. Desde
el punto de vista semántico, una noción general de c-comando es necesaria
para explicar la relación entre el verbo y su complemento. Atkinson (2008)
establece que la propuesta reciente de que la relación Sonda-Meta, una
variante restringida del c-comando, deba ser acomodada en el conjunto de
relaciones fundamentales a expensas de la hermandad (sisterhood) parece
ser inadecuada. Este aspecto lo profundizaremos posteriormente.
La segunda condición en la relación Sonda-Meta es que ambas deben
cotejarse en términos de los atributos que entran en la concordancia. Los
atributos de la Sonda deben subsumir, es decir, considerar como parte de un
conjunto más amplio, los atributos de la Meta. Esto permite que la S tenga
un subconjunto de los atributos en la M.
Chomsky (2001) asume que los rasgos no-interpretables son no-
valorados. Estos reciben sus valores bajo la Conc y aclara también que el
cotejo no es identidad, sino no-diferencia; esto es, el mismo rasgo
independientemente del valor.
M. Richards (2007) en OnPhases, PhaseHeads and
FunctionalCategories, hace mención de algunos de los problemas que tiene
elminimismo con respecto a las categorías funcionales nucleares (CFN), esto
135
es C, T y v. Uno de los problemas está relacionado con la “defectividad”
(defectiveness), es decir, la alternancia defectivo/no-defectivo de las CFN.
Cuando un elemento es defectivo (las categorías T y v) define un
subconjunto de categorías funcionales esenciales que tiene una contraparte
defectiva, es decir, φ-incompleto; este no es capaz de desactivar un
elemento cotejado al elidir sus rasgos no valorados. Si T es seleccionado por
C, T tiene un conjunto completo de rasgos-φ, el cual es expresado cuando T
es finito, o no expresado en el caso de Control (teoría del Control) como en
[Danielesperaba[PRO salir temprano]]. Si T es seleccionado por V, como en
los casos de ascenso y marcación excepcional del caso(MEC) como el
ascenso hacia el objeto (E.C.M. as rasing-to-object) en la lengua inglesa, T
solo un subconjunto de rasgos-φ, (sólo [persona]); por consiguiente es
defectivo. C expresa fuerza/modo, tiene rasgos-φ y rasgos PPE opcionales.
Ilustremos los casos de ascenso y marcación excepecional del caso como
ascenso hacia el objeto en inglés:
(23) Ascenso a. There are likely to be awarded Expletivo ser-Pres-Pl probable no-finito ser conceder-participio several prizes
variospremio-pl b. Several prizes are likely to be awarded
(24) Marcación excepcional de caso como ascenso hacia el objeto a. We expected there to be awarded several prizes b. We expected several prizes to be awarded
El Esp T def(ectivo) de α es rellenado por Ensamble o por Mueva.T def
coteja el sujeto en algunos de sus rasgos para implementar el ascenso, pero
no entodos para impedir la inactivación.
136
Chomsky asume que este rasgo es [persona]. Los expletivos también
deben tener el rasgo [persona], puesto que ellos también experimentan el
ascenso, como se observa en (25):
(25) a. C [T be expected[there to arrive[DOa man]] b. There is expected[to arrivea man]
Los expletivos puros del tipo there no tienen otros rasgos formales.
Cuando T es φ-completo, T valora y borra el caso estructural para N. El
conjunto-φ de N, que es siempre completo, valora y borra los rasgos-φ de T
con y sin movimiento.
Con la Sonda defectiva, la concordancia no se manifiesta y al caso de
la Meta cotejada no se le asigna un valor.
Chomsky (2000,2001) asume que la FD Meta tiene un Rn-i, a saber, el
Caso (o algo como el Caso en las situaciones del movimiento-A’, tales como
WH, TOP, FOC, etc., que impulsa a la frase relevante en cada caso a
experimentar el tipo correcto de movimiento. Chomsky establece la
definición de la Conc de tal forma que tanto la Sonda como la Meta requieren
tener rasgos Rn-i.
En este marco de trabajo se asume que el caso tiene las siguientes
propiedades:
(i) El Caso es un Rn-i en las FDs, de tal forma que las FDs referenciales
tengan algo como {PHI/CONC:[PER:X, NUM:Y, GEN:Z], [CASO:_],…} como su
estructura de rasgos.
La FD expletiva se asume que tiene la estructura de rasgos
siguientes{[PER:X],…}, esto es, los expletivos no requieren caso.
137
(ii) El caso es valorado/elidido bajo la Conc con una Sonda que tiene
rasgos-φ completos (persona, número, género), aunque el caso no es
cotejado ya que no es una propiedad de las Sondas.
Chomsky (2000,2001) sugiere que la Conc existe porque esta
operación elide los rasgos no interpretables. El borrado de los rasgos no-
interpretables es un requisito impuesto por las interficies entre la sintaxis y
los sistemas vecinos, es decir, la FF y la FL. Si hay una conexión lógica entre
la valoración de los rasgos no-valorados y la elisión de los rasgos no-
interpretables, como se conjetura en su marco de trabajo, entonces, la
interpretabilidad y la valoración deben ir de la mano. Luego, una hipótesis
esencial es la relación bicondicional en (26):
(26) Bicondicional Valoración/Interpretabilidad Un rasgo F es no-interpretable sii está no-valorado (Chomsky; 2001: 5) (La traducción es nuestra)
Chomsky (2000,2001) establece la definición de la Conc de tal forma
que tanto S como M requieren tener rasgos Rn-i.
¿Cómo desarrolla Chomsky la intuición de que el Caso es valorado solo
a través de una relación con un núcleo asignador de Caso? El autor asume
que el valor del atributo Caso en la FD Meta es una estructura de rasgo
PHI/CONC completa en la Sonda; esto es, el Caso toma una estructura de
rasgos como su valor, en lugar de un átomo, es decir, la matriz atributo-
valor o estructura de rasgos se hace más compleja donde los atributos tienen
una matriz atributo-valor o estructura de rasgos como valor, en cuyo caso
los atributos no tienen valores atómicos, veamos (27):
(27) a. Estructura simple: Rasgo Atributo Valor
b. Estructura compleja: Rasgo Atributo [ValorAtributo-Valor]
Yoon (2000:5) esquematiza los rasgos de la siguiente manera:
138
(28) a. Rasgos simples (átomo valorado) PER: {1,2,3} GEN: {m,f,n} NUM: {sg,pl} b. Rasgos complejos (rasgo-estructura/categoría valorada) CASO: {conjunto de rasgos-φ completo/AGR} c. EPP/ESPEC: {conjunto no vacío/lista de categorías}
Yoon (2000) sugiere que la SUBCAT(EGORIZACIÓN) o c-selección
tendría también un conjunto o una lista de categorías como valor. Si el rasgo
EPP es una categoría toma como su valor un conjunto/lista de cardinalidad
n=1, se obtiene un solo Esp; si el rasgo PPE es valorado para un
conjunto/lista cuya cardinalidad/extensión es n ≥ 1, se obtienen múltiples
Esp.
El diagrama en (29) ilustra el mecanismo que se ha desarrollado:
(29) FT
FD1 T’ T CONC PER:2FD GEN:3 NUM:45 CONC PER: 1era 2 GEN: n 3 PPE:1NUM: sg 4 ...
CASO: 5
… Negrita: R no-interpretable valorado Normal: R interpretable
(Yoon; 2000:6) (La traducción es nuestra)
139
A nuestro entender, esta estructura compleja de rasgos, es como la
propuesta por Adger&Sveniuos (2009). Así pues, asumiremos este modelo,
el cual organiza la estructura interna de los rasgos de la FD en términos de
conjunto, pero con algunas modifiaciones, tomando en cuenta que un rasgo
es un par ordenado <At, Val>. Veamos la formalización en (30), que se
corresponde con la estructura en (31):
(30) Conjunto-φ= {<At{Val<At,Val>}>} (Rasgos PPE) (31) Conjunto-φ CONC: PER: 1era, 2da, 3era (RasgosPPE) GEN: Masc, Fem, Neu NUM: Sing, Plu CASO: {NOM: no-int}
Los rasgos de CONC [PER, GEN, NUM]son interpretables para el
nombre, por lo cual ya están valorados en la FD, pero son no-interpretables
para el verbo, por lo cual no están valorados en el especificador de T. Por
otro lado, el rasgo de CASO [NOM] es no-interpretable en la FD y no está
valorado en ella, pero es interpretable en el verbo por lo cual ya está
valorado en el especificador de T. de modo que el esquema en (29) sería
como en (32):
(32) FT FD1 T’ CAT: T(finito) CONC: PER: no-int GEN: no-int FD NUM: no-int CAT: D CASO: NOM CONC: PER: 1era GEN: Neu NUM: Sing
140
CASO: no-int
En este punto es importante aclarar el estatus de los rasgos PPE. De acuerdo con Chomsky (2000) todas las categorías funcionales
nucleares (CFN) deben tener rasgos-φ, esto es obligatorio para T y v, los
cuales son no interpretables y constituyen el centro de concordancia del
caso estructural, puesto que ni T ni v asignan caso inherente; así como de la
dislocación, es decir, Mueva. Cada CFn permite un especificador extra más
allá de su especificación semántica, veamos (33):
(33) Para C = una frase Wh ascendida Para T = el sujeto superficial Para v = la frase ascendida por el cambio del objeto (ObjectShift)
Para T, la propiedad de permitir un especificador extra es el Principio
de Proyección Extendido (PPE) (EPP = Extended ProjectionPrinciple)
propuesto por Chomsky (1981) en la teoría de Gobierno y Ligamiento para
garantizar la posición del sujeto y de los expletivos en inglés. Actualmente,
por analogía, se llaman rasgos PPE a las propiedades de C, T y vque
determinan posiciones no forzadas por el Principio de Proyección como, por
ejemplo, el Ensamble Externo (EE = ExternalMerge), o ensamble
propiamente dicho, que no es parte de la operación Mueva.
Las propiedades relevantes de T tienen que ver con Caso/Conc y los
rasgos PPE. Si el argumento externo no asciende hacia el [Esp, T] es
introducido por el EE, mientras que si el argumento externo asciende el [Esp,
T] extra es introducido por el Ensamble Interno (EI = InternalMerge)
producido por la operación Mueva o dislocación. De este modo, tomamos los
rasgos PPE como una etiqueta general para designar los rasgos involucrados
en la operación de laConc. Estos rasgos son sintácticos (no-semánticos), de
allí su nombre, son no-interpretables e incluyen los rasgos-φ y el Caso, que
constituyen el conjunto-φ.
141
Ahora bien, como los rasgos no-interpretables son considerados como
imperfecciones, estos deben ser borrados en el curso de la derivación para
que haya convergencia. Chomsky (2000, 2001) propone una Sonda (S) que
busca una Meta (M) para cotejar los rasgos no-interpretables y establecer la
Conc, es decir, el borrado de los rasgos. De modo que la Conc es guiada por
los rasgos no-interpretables.
El cotejo de los rasgos es una relación que se mantiene de una Sonda y
una Meta. No todo par de cotejo induce Conc. Para hacerlo, la M debe estar
en el dominio de la S = D(S) y satisfacer condiciones de localidad. Chomsky
(2000:122) define el cotejo como en (34):
(34) a. El cotejo es una identidad de rasgos b. D(S) es el hermano de S c. La localidad se reduce al c-comando más cercano
(La traducción es nuestra)
Así, el D(S) es el dominio de c-comando de la S, y un rasgo de cotejo
de la M está más cercano a la S si no existe una M’ en el D(S) cotejando a
la S tal que la M es el D(M’). Así, los términos de un mismo dominio están
equidistantes de las sondas.
El dominio mínimo de un núcleo H es el conjunto de términos
inmediatamente contenidos en la proyección de H. veamos (35):
(35) FH
FX2 FH FX1 H’ H YZ En (35), FX1 y YZ constituyen el dominio mínimo de H. Según
Chomsky (2000), para que las operaciones de la Conc y Mueva tengan lugar,
la Meta (así como la Sonda) debe estar activa y debe ser local.
142
La identidad de los rasgos es entendida como identidad en la
escogencia de un rasgo, no del valor. Es decir, para que se produzca la
Conc, S busca el mismo rasgo en M, pero con diferente valor.
Al igual que Chomsky (2000) asumimos el borrado de los rasgos como
una operación “todo de una vez”, esto es, el conjunto-φ se toma como una
unidad con el rasgo de caso estructural. Los rasgos del conjunto-φ no se
borran de manera selectiva, sino que se borran todos juntos o no se borran.
Así, seguimos a Chomsky (2000,2001) cuando afirma que solamente una
Sonda con un complemento de rasgos-φ completo(el conjunto-φ= rasgos
EPP) es capaz de borrar los rasgos que activan la meta cotejada.
De manera que en el esquema en (29) para el conjunto-φ de T solo hay
una opción para la Conc. El conjunto-φ candidato en la Sonda, el cual se
borra bajo cotejo tomando el rasgo de Caso como un reflejo de sí mismo, es
decir, el Caso también se borra bajo el cotejo de la Sonda “todo de una
vez”. El resultado es la estructura en (36):
(36) FT FD1 T’ T CAT: T(finito) CONC: PER: 1era GEN: Neu FD NUM: Sing CAT: D CASO: Nom CONC: PER: 1era GEN: Neu NUM: Sing CASO:Nom Negrita: R no-interpretable valorado Normal: R interpretable
143
Hemos visto como es el cotejo de esta estructura compleja de rasgos en la
FD argumento externo. No obstante, la misma estructura de rasgos es
plausible para la posición del argumento interno, en tanto que es una FD.
Veamos (37):
(37) Conjunto-φ CONC: PER: 1era,2da,3era
(Rasgos PPE)GEN: Masc, Fem, Neu NUM: Sin, Plu CASO: {Ac: no-int}
La diferencia es que en la estructura de rasgos del objeto, el rasgo de
caso a valorar es el caso acusativo. Además, como en esta investigación el
interés está centrado en la relación verbo/complemento, más adelante
indagaremos cuáles rasgos semánticos, además de los sintácticos, son
propios de esta posición.
2.2. La concordancia del rasgo de Caso acusativo
En la GG, está claro que la distribución de las expresiones nominales
está orientada por principios especiales. En lenguas como el latín y el
español, entre otras, un tipo de Caso llamado acusativo se encuentra en los
complementos de V y algunas veces de P(reposición).
Pestesky& Torrego (2009:2) presentan una primera aproximación
relacionada con el caso acusativo:
(38) Caso acusativo en las lenguas tipo-latín a. V y P asignan caso acusativo a una FN complemento b. N y A no asignan caso acusativo (a una FN complemento)
(La traducción es nuestra)
144
En general, el Caso es visible en la forma de la morfología del caso,
por ejemplo, la inflexión y las partículas. Sin embargo, una suposición
esencial es que el Caso abstracto existe sin la morfología abierta. Luego,
cuando mencionamos el Caso (con mayúscula inicial) nos referimos al Caso
abstracto y no a la morfología del caso. Otra suposición importante es que
una FN abierta debe tener Caso (abstracto). Este principio se conoce como
el Filtro de Caso, y se formaliza como en (39).
(39) Filtro de Caso *[FN-caso] (Chomsky; 1981:49) (La traducción es nuestra)
Si asumimos que el español tiene una variante abstracta del Caso
acusativo, el cual puede ser asignado por V o P, el complemento nominal de
V o P recibirá Caso, de acuerdo con lo establecido en (40), y satisfará el
filtro de Caso.
(40) Asignación del caso acusativo αle asigna caso acusativo a β solo si (i) α es V o P (no N o A); y (ii) βes el complemento de α
Pestesky& Torrego (2009: 4) (La traducción es nuestra)
Para el minimismo, las interrogantes cruciales de la Teoría del Caso
están relacionadas con la diferencia entre la asignación del Caso nominativo
y del acusativo y la posibilidad de desarrollar una teoría.
Una perspectiva, ejemplificada en Chomsky (1991), propone asimilar la
asignación del Caso acusativo al mismo tipo de configuración estructural que
el Caso nominativo. Concretamente, una relación especificador-núcleo, una
relación asimétrica. Como se muestra en (41).
(41) FI (=FT) FN I’ CONC-S FF
145
F (FNEG) NEG FCONC CONC-O FV (ADV) FV V …
(Chomsky; 1991: 434) (La traducción es nuestra) Cuando F(lexión) es +Finita, la FN, FI (=FT) recibe el Caso nominativo.
En términos de las categorías usadas en el minimalismo inicial, el T finito le
asigna Caso nominativo a su especificador.
Pestesky& Torrego (2009) sugieren que en muchas lenguas, como el
español, el Caso nominativo parece posible en las FNs que están c-
comandadas por T (y estructuralmente cerca de T aún sin movimiento). Esto
sugiere que el Caso nominativo no es necesariamente asignado por T finito a
su especificador directamente. Parece que T puede asignar caso nominativoa
una posición cercana, a la cual c-comanda.
En este trabajo pensamos que la sugerencia de Pestesky& Torrego
(2009) mencionada anteriormente está estrechamente relacionada con lo
que se conoce con el nombre de Generalización de Burzio(Burzio; 1986, Cap.
6). Esta generalización establece una correlación entre la asignación de
papel temático al sujeto y la asignación de Caso al objeto. Veamos (42):
(42) La generalización de Burzio (i) Un verbo que carece de un argumento externo fracasa en
asignar caso acusativo (ii) Un verbo que fracasa en asignar caso acusativo fracasa en
teta-marcar a un argumento externo (Burzio; 1986: 185) (La traducción es nuestra)
Al notar que los verbos inacusativos carecen de un papel temático
externo (agente), Burzio (1986) enlaza la habilidad de un verbo de asignar
146
Caso acusativo a la habilidad de asignar un papel temático externo, como
puede observarse en diversas lenguas a través de los ejemplos en (43):
(43) TransitivoInacusativo Inglés: Paul breaks the window >The window breaks Francés: Paul casse la finêtre>La finêtresecasse Italiano: Paolo rompe la finestra> La finestrasi rompe Polaco: Pawelrozbijaokno>Oknorozbijasię Portugués: O paulo parte a jarela>A jarela parte-se Esloveno: Pavel razbijeokno>Oknoserazbije Español: Pablo parte la ventana > La ventana se parte
(Konrad Szczesniac (2008:2) (La traducción es nuestra)
En los ejemplos anteriores, todas las oraciones inacusativas presentan
las siguientes características: (i) el sujeto es la entidad que experimenta un
cambio de estado; luego, es un argumento interno; (ii) el objeto nocional
tiene la posibilidad de moverse, probablemente, hacia la posición de sujeto
cuando no hay una entidad distinta responsable de la iniciación del cambio
de estado.
Ellen Woolford (2003:305) presenta una alternativa a la Generalización
de Burzio (1986), como sigue en (44):
(44) Nueva generalización descriptiva (que reemplaza la de Burzio 1986) El objeto obtiene caso nominativo cuando no existe un sujeto nominativo.
Woolford (2003) se adhiere a la propuesta de Tsunoda (1981)
(c.f.Woolford (2003)) según la cual cada cláusula tiene un nominativo (o
absolutivo), porque es el Caso menos marcado. La idea intuitiva de esta
147
propuesta es simple: si un objeto puede ser autorizado para estar en Caso
nominativo o acusativo, surgirá con el Caso nominativo porque la gramática
prefiere el Caso menos marcado sobre uno más marcado. La lingüista
establece la siguiente jerarquía con respecto a la marcación del Caso:
(45) Jerarquía universal para la marcación del caso (menos marcado) nominativo > acusativo > dativo (más marcado)
(Ellen Woolford; 2003: 307)(La traducción es nuestra)
Un enfoque al problema relacionado con los inacusativos fue
desarrollado por Chomsky (1995), quien sugirió que el asignador de Caso
acusativo podría no ser V después de todo, pero que podría ser un núcleo
separado de v el cual es responsable, simultáneamente, de asignar el Caso
acusativo y el papel temático del argumento externo. La categoría v toma
una FV como complemento y se combina con V a través de una operación
parecida al movimiento del núcleo, para producir los verbos transitivos que
realmente escuchamos. Veamos (46):
(46) María v[FV comió empanadas]
(Elaborado a partir de un ejemplo de Pesetsky& Torrego (2004:7)
En la teoría GB (Chomsky; 1981) el autor examina la posibilidad de
que el Caso sea una característica de las FNs para recibir interpretación. Esta
idea se plasma en la Condición de Visibilidad. La intuición que subyace a esta
hipótesis es que un papel temático es asignado a un elemento α en una
posición teta-marcada P y luego es heredado por un argumento en la
cadena que contiene a α, pero sólo si la cadena tiene Caso.
En DerivationbyPhase (2001), Chomsky mantiene que las CFN son T=
tiempo, C = complementador y v = un verbo ligero que introduce las frases
transitivas.Sin embargo, cuando la construcción es transitiva, es decir,
cuando tiene su estructura argumental completa con su argumento interno y
su argumento externo, el autor propone que v = v*. Solamente v* es φ-
148
completo y asigna el acusativo bajo Conc, indirectamente a través de V;
mientras que v es defectivo o φ-incompleto, por lo tanto, no asignador de
Caso. El nominativo es responsabilidad de T así T es como v* puesto que es
φ-completo, pero es diferente de v* ya que asigna Caso nominativo en lugar
de acusativo. De modo que los predicados inacusativos, los pasivos y otros
predicados defectivostendrán su único argumento en nominativo, mientras
que el mismo argumento de un predicado transitivo correspondiente toma
acusativo.
Así, C completo, esto es, con su conjunto-φ completo, selecciona un T
completo para borrar sus rasgos PPE bajo la relación cotejo/Conc. Mientras
que v* selecciona un V completo para revisar los rasgos PPE.
En una oración transitiva, el objeto concuerda con V y se le asigna el
Caso acusativo en el [Esp, v*](indirectamente a través de V) en una
estructura como en (47):
(47) FT Esp T’
T° Fv* AEFv*
Esp CON: PER: ni-intv* GEN: no-int NUM: no-intv* FV CASO:Ac Esp V’ V FD {CAT: V}CAT: D CONC: PER: 3era GEN: Masc NUM: Sing CASO: no-int
149
Los rasgos de CONC, como ya hemos dicho, son interpretables para el
nombre, por lo que ya están valorados en la FD; pero son no-interpretables
para el verbo, por lo cual no están valorados en el [Esp, v*]. Mientras que el
rasgo de CASO Ac es no-interpretable en la FD, pero es interpretable para el
verbo, por lo cual está valorado en el [Esp, v*]. Estos rasgos se cotejan y se
borran “todo de una vez” y los rasgos no-valorados adquierensu valor. El
resultado es una estructura como en (48).
(48) Fv* Esp CONC: PER: 3eraFv* GEN: Masc NUM: Singv* FV CASO: Ac Esp V’ V FD {CAT: V} CAT: D CONC: PER: 3era GEN: Masc NUM: Sing CASO: Ac Negrita: R no-interpretable valorado Normal: R interpretable
Chomsky (2000,2001) propone un sistema que difiere ligeramente de
la teoría de Chomsky (1995). Los procesos sintácticos son dirigidos todavía
por los rasgos no-interpretables dentro del sistema. Sin embargo, se asume
que estos rasgos se pueden cotejar de una manera menos local. Luego, un
rasgo no-interpretable busca el rasgo interpretable del mismo tipo más
cercano y, una vez que tal rasgo ha sido identificado, el rasgo o los rasgos
no-interpretables pueden ser elididos mediante la Conc. En cuanto a los
procesos de movimiento, estos son impulsados por un rasgo de selección no-
interpretable, el cual puede estar presente en varios núcleos. Chomsky
150
(2000, 2001) llama este rasgo un rasgo PPE y tiene la propiedad de requerir
un especificador en la proyección en la cual su núcleo ocurre.
Una consecuencia importante de este sistema revisado está
relacionada con el contraste entre movimientos abiertos y movimientos
encubiertos. En Chomsky (1993 – 1995) se asume que ciertos movimientos
son impulsados por lo que se ha llamado rasgos fuertes, mientras que otros
movimientos son impulsados por los rasgos débiles. La presencia de un
rasgo fuerte conduce el movimiento en la sintaxis abierta. Por otro lado, un
rasgo débil es cotejado no-abiertamente. En Chomsky (1995), el movimiento
no abierto es simplemente el movimiento de rasgos más que los
constituyentes completos. Este proceso y, desde luego, los rasgos débiles,
son eliminados del sistema de Chomsky (2000, 2001) porque la elisión de
rasgos se puede hacer en una forma menos local.
En esta investigación, adoptamos la suposición de Chomsky (1995)
Chomsky (2000, 2001) según la cual los procesos semánticos son dirigidos
por la presencia de rasgos no-interpretables. También asumimos la
propuesta de Chomsky (2000, 2001) de que el movimiento solo es
impulsado por los rasgos PPE.
SandiwayFong (2011) muestra de forma concisa el proceso de una
posible derivación, veamos las configuraciones en (49) a (53):
(49) Teta Ensamble de V y N V V N comer empanadas
El objeto directo se ensambla con V, inicialmente. Aquí es identificado
su papel temático.
(50) Ensamble de v y V
151
v v* V V N comer empanadas
La Sonda v*concuerda con la Meta [N empanadas]
(51) Teta Ensamble de N y v v* N v* Juan v* V V N Comer empanadas
Juan es ensamblado, inicialmente, en el [Esp, v*]. La posición del
sujeto interno en la FV. Aquí es identificado su papel temático.
(52) Ensamble de T y v T T v N v Juan v* V V N comer empanadas
La Sonda T concuerda con la Meta [N Juan] Los rasgos-φ de T son
valorados por Juan. Juan obtiene el Caso nominativo por T.
(53) Mueva hacia el Esp, T
152
T N T Juan T v N v Juan v* V V N comer empanadas
La teoría de la copia: solo la primera ocurrencia de Juan se pronuncia. (54) C C T N T Juan T v N v Juan v* V V N comer empanadas
La configuración completa es como en (55):
153
(55) C C T Selec (T) N T Caso (Nom) Pers (3) Num (Sg) T v* Gen (Masc)Selec (v) Valor (Caso (Nom)) JuanEPP N v* PER (3) NUM (Sg) Juan GEN (Masc) v* V Selec (V) Conc Pasado (+)Selec (Esp (N)) V N Valor (Caso (AC)) Selec (N) Caso (Ac) PER (3) PER (3) NUM (Pl) comer NUM (Pl) GEN (Fem) GEN (Fem) Empanadas Conc (Fong;2005:6) (La traducción es nuestra)
Hemos elaborado la configuración en (55) de acuerdo con la
arquitectura presentada en (47) y (48). Mientras que en Fong(2005) la
configuración es realizada bajo un modelo guiado por la selección de arriba
154
hacia abajo (aparentemente como las Reglas de Estructura de Frase de los
años 50); en este trabajo relacionado con la transitividad, suponemos que,
ciertamente, el verbo selecciona el objeto directo, pero esta selección está
relacionada con los rasgos semánticos de los verbos como en los ejemplos en
(56a, b, c):
(56) a. Objetos efectuados (un objeto efectuado es un objeto cuya existencia es el resultado de una acción nombrada por el verbo:
- Construir una casa - Escribir una carta - Ejecutar una sonata
b. Objetos destruidos:
- Destruir una evidencia - Comer una empanada
c. Objetos que experimentan un cambio de estado definitivo
- Pintar una casa - Pulir un zapato - Corregir un artículo
La relación entre el verbo y el objeto directo es una relación de EE;
como tal, no es sensible a la noción de localidad, ni está dirigida por laConc,
aunque dado el principio del Último Recurso, EE está dirigido por la
necesidad de cotejar los rasgos.
2.3. Otros rasgos presentes en la relación verbo/complemento
155
De acuerdo con Halle &Marantz (1993), en la Morfología Distribuida
(MD), la sintaxis propiamente dicha no manipula nada que se le parezca a los
ítemes lexicales, sino más biengenera estructuras mediante la combinación
de morfosintácticos y semánticos, vía Mueva y Ensamble, seleccionados a
partir del inventario disponible, sujeto a los principios y parámetros que
gobiernan tal combinación.
En este sentido, las unidades del análisis presentan la siguiente
estructura:
(57) Rasgos semánticos Rasgos sintácticos Rasgos fonológicos Rasgos morfológicos
Los autores llaman a estas unidades Ítemes de Vocabulario. Estos
ítemes presentan tres propiedades que, juntas, diferencian la MD de otros
acercamientos. Estas son: (i) la Inserción Tardía (Late Insertion), (ii) la
Subespecificación (Underspecification) y (iii) la Estructura Jerárquica
Sintáctica “Siempre Hacia Abajo” (SyntacticHierarchicalStructureAlltheWay
Down).
La Inserción Tardía se refiere a la hipótesis de que la expresión
fonológica de los terminales sintácticos es, en todos los casos, provista en el
mapeo hacia la FF. En otras palabras, las categorías sintácticas son
puramente abstractas y no tienen ningún contenido fonológico. Solo después
de la sintaxis son expresiones fonológicas llamadas Ítemes de Vocabulario,
insertados en el proceso llamado Deletree (Spell-Out).
La subespecificación de los Ítemes de Vocabulario significa que las
expresiones fonológicas no necesitan estar totalmente especificadas para las
posiciones sintácticas donde pueden ser insertadas.
156
La Estructura Jerárquica Sintáctica “Siempre Hacia Abajo” implica que
los elementos dentro de la sintaxis y de la morfología entran en los mismos
tipos de estructuras de los constituyentes, tal como puede ser diagramado a
través de los árboles ramificados binarios.
En los próximos capítulos, nos apoyaremos en el planteamiento de la
MD acerca de que los Ítemes de Vocabulario no tienen rasgos fonéticos hasta
que son deletreados hacia la interficie FF, para desarrollar nuestra hipótesis
de que tanto en posición del objeto como en el verbo están presentes rasgos
que no necesariamente se manifiestan mediante la realización fonética.
Aparentemente, estos rasgos son semánticos, tales como el rasgo [±
AÑADA A] en el verbo, el cual expresa progreso dinámico, no estatividad o
cualquier término disponible que permita distinguirlo de los verbos estativos.
El otro es el rasgo [+CEA] (Cantidad especificada de A =SpecifiedQuantity of
A) como una propiedad del nombre (en la posición de objeto), la cual
expresa que la FN pertenece a una cantidad especificada de cosas o de
masa. Estos rasgos juntos, mediante la selección semántica simétrica que
hace el verbo de su argumento interno/complemento –y que termina en un
cotejo asimétrico de rasgos- contribuyen con la interpretación aspectual del
evento.
CAPÍTULO III
EL OBJETO NULO
Mientras que un gran número de generativistas que trabajan en el área
de la sintaxis lo hacen en el marco de trabajo chomskyano, otros utilizan
diversos formalismos que varían en la formulación precisa de las reglas y las
restricciones. Entre los generativistas que no trabajan en la perspectiva
chomskyana está Joan Bresnan, proponente de la Gramática lexical-
Funcional (1981).
J. Bresnan (1995), en Lexicality and ArgumentStructure, asume que la
estructura argumental puede verse desde dos dimensiones. Desde el punto
de vista semántico, la estructura argumental refleja los participantes
nucleares en un evento, luego, la estructura argumental equivale a la
estructura eventiva. Desde el punto de vista sintáctico, la estructura
argumental representa la información mínima necesaria para caracterizar los
dependientes sintácticos de un núcleo que autoriza los argumentos.
Sintácticamente, la estructura argumental refleja un tipo de
subcategorización.Si esto es así, la estructura argumental es una interficie
entre la semántica y la sintaxis de los predicados (los verbos), como se
muestra en (1):
(1) semántica lexical estructura – a(rgumental) estructura sintáctica
En este esquema, la estructura argumental codifica, cifra la
información lexical acerca del número de argumentos, su tipo sintáctico y su
organización jerárquica necesaria para el mapeo hacia la estructura
sintáctica.
159
También comentaBresnan (1995) que la investigación en la semántica
lexical ha mostrado que gran parte de la información acerca de los
argumentos, su número, su estatus obligatorio y su organización jerárquica
en la estructura argumentales es , de hecho, predecible a partir de la
semántica. La lingüista cita a Rappaport-Hovav y Levin (1995) quienes
sugieren, en su trabajo sobre la elasticidad del significado del verbo, que el
número y el estatus obligatorio de los argumentos es predecible a partir de
su semántica lexical, como se ilustra en (2).
(2) Semántica lexical: actividad realización Estructura argumental: barrer <ext(int)> barrer<extint[]> Sintaxis: FN1 barrer FN2 FN1 barrer FN2FA/FP
(Bresnan, 1995:2) (La traducción es nuestra)
Tanto la presencia del argumento FA/FP en la realización como el
estatus obligatorio de la FN objeto, como se muestra en (3), se pueden
derivar de la semántica lexical.
(3) a. Mary swept (the path) ‘María barrio (el camino)’ b. Mary swept *(the leaves) from the path ‘María barrio *(las hojas) del camino’ c. Mary swept *(the path) clean ‘María barrio *(el camino) hasta quedar limpio’
(Bresnan; 1995: 2) (La traducción es nuestra)
Lo que ocurre en las expresiones en (3), tiene su basamento en las
generalizaciones propuestas por Rappaport-Hovav y Levin (1995), como
sigue:
160
(4) Debe haber, por lo menos, un argumento sintáctico expresado por cada subevento. Un co-argumento de un subevento se puede dejar no-expresado si se entiende prototípicamente.
(Bresnan; 1995: 2) (La traducción es nuestra)
La actividad de barrer es un subevento de actividad única que involucra
dos participantes, el actor y la superficie. Estos son los que hemos llamado
los participantes nucleares en el evento.
La posición asumida por la lingüista muestra su desacuerdo con la
existencia de mecanismos internos en la sintaxis (la estructura profunda y la
estructura superficial) para dar cuenta de los fenómenos en las lenguas
naturales. El marco de trabajo de la autora no apoya las transformaciones
como procedimiento para obtener los resultados que alcancen la adecuación
explicativa.
La gramática transformacional explicada en Aspects of theTheory of
Syntax (Chomsky 1965) tiene tres componentes: sintáctico, semántico y
fonológico; los componentes semántico y fonológico tienen acceso a la
salida del componente sintáctico, pero no al contrario. En las configuraciones
arbóreas creadas por las reglas de estructura de frase, las palabras son
tomadas del lexicón e insertadas en el lugar apropiado. Los árboles
resultantes son las estructuras profundas de las lenguas naturales. Las
transformaciones convierten las estructuras profundas en otros árboles, los
cuales constituyen las estructuras superficiales. Luego, el componente
sintáctico produce dos salidas para cada oración: una estructura profunda
(EP), relevante para la interpretación semántica, y una estructura superficial
(ES), de interés para reglas fonológicas.
Chomsky (1965) explica que:
161
"Las reglas de proyección1 del componente semántico operan en la estructura profunda generada por la base asignándole una interpretación semántica (una “lectura”) a cada constituyente, sobre la base de las lecturas asignadas a sus partes (por último, las propiedades semánticas intrínsecas de los formativos) y las categorías y las relaciones gramaticales representadas en la estructura profunda.” (Chomsky; 1965:144) (La traducción es nuestra)
En LecturesonGovernment and Binding (G & B) (Chomsky 1981), la
estructura profunda es donde el papel temático de una expresión coincide
perfectamente con su función gramatical. En la estructura profunda, las
posiciones que son temáticamente activas deben ser ocupadas y las que no
son temáticamente activas deben estar vacías.
Sin embargo, hay argumentos contra la estructura profunda,
inicialmente, la desaparición de las reglas de estructura de frase; otro
argumento está relacionado con la reducción del poder generativo de las
reglas transformacionales. Otra razón contra la estructura profunda es que
ésta asume el hecho de que el Criterio Temático es administrado en la
estructura profunda, y debido al Principio de Proyección, en la estructura
superficial y en la forma lógica.
La estructura profunda es el lugar donde sucede la recursión
gramatical, es decir, la propiedad que tienen las reglas de ser aplicadas
repetidamente para generar una oración. Dentro de la gramática de P y P, la
EP es la salida de las operaciones de estructura de frase y la inserción lexical
y la entrada a las operaciones de movimiento. Aunque la noción de EP fue
1La teoríainterpretativa de Kate Fodor contiene doscomponentes, el dictionario, mástardellamadolexicón, y lasreglas de proyección. El primerocontiene, paracada item lexical, unacaracterizacióndelrolqueéstejuegaen la interpretaciónsemántica. El últimodeterminacómolascombinacionesestructuradasde los ítemeslexicalesasiganunsignificadoa la oracióncomo un todo. (…) El primer paso en la interpretación de unaoraciónes el rellenode los ítemeslexicales a partirdeldiccionariodentro del marcador de frasegeneradosintácticamente.Después de la inserción, lasreglas de proyección se aplicanhaciaarribadesde el fondodelárbol, amalgamandolaslecturas de los nodosqueinmediatamente los dominan. (KarimNazariBagha (2011))
162
muy importante dentro de esta gramática, se convirtió en dudosa después
del desarrollo del minimismo, donde la EP y la ES ya no existen; y solo la
FF y la FL permanecen como los únicos niveles de la representación
argumental.
Una razón es que la recursión no se pierde con la eliminación de la EP
puesto que la operación Ensamble puede asegurar la recursión al unir los
ítemes lexicales y crear las estructuras fraseales que se cumplen con la
teoría de la X-barra.
Otra razón es que, dentro de G & B, el Principio de Proyección termina
por hacer el sistema intrínsecamente redundante. Desde la perspectiva del
minimismo, esta redundancia se puede eliminar al asumir que el criterio
temático se da en el nivel conceptualmente necesario de la FL, más
específicamente, los papeles temáticos solo pueden ser asignados bajo la
operación Ensamble.
La ES es un nivel meramente teórico, esto es, no es consecuencia de
una necesidad conceptual (virtual). Esta no es relavente para lo que
podemos llamar Condiciones de Salida Desnuda o Condiciones de la
Interficie. Adicionalmente, las condiciones de economía deberían favorecer
una teoría que tenga menos niveles de representación, si es posible.
Estos argumentos justifican el hecho de que apoyemos el
planteamiento de Bresnan (1995) de concebir la estructura argumental como
unainterficie léxico-sintáctica.
En las páginas anteriores, hemos hablado sobre la concepción de la
transitividad en las tradiciones española y americana. La afirmación más
generalizada en estas tradiciones es que la transitividad se define
básicamente por la presencia del objeto directo, puesto que las oraciones
163
transitivas expresan un evento que pasa del sujeto al objeto; mientras que la
intransitividad es definida por la ausencia del objeto. Otra afirmación que se
puede concluir a partir de estas tradiciones es que los verbos transitivos se
comportan como intransitivos cuando aparecen sin el objeto directo.
No obstante, cuando analizamos una oración como Pedro lee todos los
días, resulta difícil pensar que el evento de leer se pueda realizar sin que
haya algo que sea leído, aunque el objeto leído no se mencione en la
oración. De manera que, como expresamos anteriormente, parece que la
posición de objeto tiene ciertas propiedades que la caracterizan y que
permiten que siempre se proyecte aunque no se realice fonéticamente. Estas
propiedades son las mismas que permiten que verbos considerados como
típicos verbos intransitivos sean usados como transitivos. Un ejemplo sería el
verbo vivir en una oración como vivir la vida locamente.
En este capítulo estudiaremos la interficie léxico semántica,
enfatizando la relación entre el verbo y su argumento interno directo.
3.1. Una justificacióndel objeto nulo
La gramática generativo-transformacional clásica deriva la expresión en
(5), con verbos de consumo en inglés, de la que se puede observar en (6) a
través de una transformación de elisión (c.f.Mittwoch; 1982):
(5) John ate / Juan comió. (6) John ate something / Juan comió algo.
Una posición relacionada con la incorporación es sostenida por J. Gruber
(1976:34), quien sugiere que podemos decir una expresión como en (7a):
(7a)Thebabyiseating cereal / El bebé está comiendo cereal.
Así como la expresión en (7b):
164
(7b)Thebabyiseating a marble / El bebé se está comiendo una metra.
Pero si decimos una expresión como en (7c):
(7c)Thebabyiseating / El bebé está comiendo.
Automáticamente, se hace la implicación de que el bebé está comiendo
alguna clase de comida, y no posiblemente una metra. Esta interpretación
pareciera relacionarse con el conocimiento enciclopédico y no lingüístico.
Esta situación se evidencia, según Gruber (1976), por la imposibilidad
de decir la expresión en (8):
(8) *(I) knowthat John waseating at five o’ clockbecause I sawhimeatingdirt at thatmoment / *(Yo) sé que Juan estaba comiendo a las cinco porque lo vi comiendo sucio en ese momento.
Lo que significa que una oración con el objeto dirt/sucio no puede
implicar una oración con el objeto incorporado (a menos que estemos
hablando acerca de una lombriz, cuya comida es normalmente el sucio). De
la misma manera, lo contrario es también verdadero: una oración con el
objeto incorporado, con este verbo de consumo, no puede implicar una
oración con dirt/sucio, como en (9):
(9) *(I) knowthat John waseatingdirt at five o’ clockbecause I sawhimeating at thatmoment / *(Yo) sé que Juan estaba comiendo sucio a las cinco porque lo vi comiendo en ese momento.
Sin embargo, la oración con el objeto incorporado puede implicar otra
con food/comida y viceversa, como en (10):
(10) (I) knowthat John waseating at five o’ clockbecause I sawhimeatingfood at thatmoment/ (Yo) sé que Juan estaba comiendo a las cinco porque lo vi comiendo comida en ese momento.
Un aspecto altamente tratado en la semántica léxica es la confluencia o
no confluencia entre el tipo semántico impuesto por el verbo a su argumento
165
interno, es decir, el tipo impuesto por las restricciones de selección y el tipo
de argumento seleccionado.
Así pues, con un verbo como leer se esperaría que su argumento
interno sea de un tipo semántico relacionado con una entidad textual o
simbólica, sin embargo, una expresión como en (11) resulta aceptable a
pesar de que el complemento es una entidad de tipo espacio/material.
(11) Leer la hoja.
Los casos de no confluencia son de uso corriente, veamos los ejemplos
en (12):
(12) a. Escuchar el piano. b. Beber la botella. c. Atarse los zapatos.
Para explicar este fenómeno han surgido varios acercamientos. Por un
lado, Pustejovsky (1995), y otros, sugieren que existe un desplazamiento del
significado en el nombre que es el argumento del verbo, si un argumento
como hoja posee un potencial polisémico que le permite aparecer o bien
como objeto espacio/material, o bien como entidad simbólica, de acuerdo
con las restricciones impuestas por el verbo.
Por otro lado, Langaker (1991, 1997), y otros, suponen que es el verbo
el que desplaza su significado en función de la naturaleza del argumento. De
manera que el verbo leer posee un potencial polisémico que permite que
pueda aparecer con entidades simbólicas, como en (13):
(13) Leer una novela.
Y con entidades espacio/materiales, como en (11), que repetimos en (14):
(14) Leer la hoja.
166
Sin embargo, con verbos de consumo, como comer, en el sentido de
masticar y desmenuzar el alimento, su potencial polisémico se restringe a la
presencia de un argumento interno del tipo material con o sin forma y
dimensión precisas en el espacio.
Estas consideraciones semánticas están relacionadas con el lexicón de
alguna manera.
En español, la realización fonética del objeto, como en (15a, b), parece
estar relacionada con el énfasis que el hablante quiere expresar al emitir tal
proposición. Esta afirmación parece apoyarse en las proposiciones que
presentan un objeto cognado, cuya realización se percibe como enfática.
Veamos los ejemplos:
(15)a. María sonrió una sonrisa malévola. b. Juan murió una muerte terrible.
Es de hacer notar que Real-Puigdollers (2007) considera que las
expresiones en (15a, b) están mal formadas. La lingüista sostiene que en las
lenguas romances las construcciones con objeto cognado no están
autorizadas, sino que se observa otro tipo de estrategia a través de las
frases adjuntas, como en (16a, b):
(16) a. María sonrió con una sonrisa malévola. b. Juan murió de una muerte terrible.
Bressnan (1978) (c.f.Mittwoch; 1982) trata la expresión en (12), en
inglés, como sintácticamente intransitiva, pero funcionalmente transitiva y
aprehende la relación semántica entre (12) y (13) a través de una regla de
mapeo lexical, la cual presentamos en (17):
(17) eat: V, [__NP], NP1 EAT NP2 [__], Эy, NP1 EAT y
167
Mittwoch (1982) también comentala posición de Fodor&Fodor (1980)
quienes, basados en la hipótesis de la ambigüedad del alcance del
cuantificador, sostienen que eat/comer, así como eatsomething/comer algo
no son equivalentes en combinación con otros cuantificadores, como en
(18a, b), o en contextos opacos, como en (19a, b):
(18)a. Everybody ate something / Cada quien comió algo. b.Everybody ate / Cada quien comió (19) a. Bill believes that John ate something / Bill creeque Juan comióalgo. b. Bill believes that John ate / Bill creeque Juan comió.
En (18a) y (19a), something/algo puede tener alcance amplio o
estrecho, pero en (18b) y (19b), el pronombre implícito solo puede tener la
lectura del alcance estrecho, por lo que la inferencia de (12) a partir de (13)
no debe aprehenderse ni en el nivel sintáctico ni en el funcional, en los
cuales eat/comer sin un objeto sería intransitivo. Asimismo, la entrada lexical
en (17) debe ser reemplaza por la entrada lexical en (20):
(20) eat: V [__NP], NP1 EAT NP2 [__], NP1 EAT la cual puede estar seguida por un postulado del significado que considere
las distinciones del alcance involucradas, como en (21):
(21) X EAT ≡ Эy X EAT y
Sin embargo, este postulado pareciera actuar como una regla de
enlace entre la forma transitiva y la intransitiva en (20) al proponer la
existencia de la variable y ligada al cuantificador existencial.
De acuerdo con nuestra opinión, este postulado en lugar de apoyar la
hipótesis de la ambigüedad del alcance del cuantificador sobre la que
Fodor&Fodor (1980) fundamentan su afirmación de la separación sintáctica y
168
funcional de las oraciones en (12) y (13), parece confirmar la relación
semántica existente entre ellas.
Pietrosky y Horsntein (2002) piensan que el trabajo reciente contradice
la posición tradicional de que una proposición como en (22) tiene dos
lecturas.
(22) Cada muchacha empuja algún camión.
Desde su punto de vista, la proposición en (22) no tiene una segunda
lectura en la cual algún camión tenga el alcance más amplio.
Esta posición contradice la hipótesis de la ambigüedad del alcance del
cuantificador y no contradice la posibilidad de que la oración en (12) derive
de la oración en (13).
Otro enfoque que apoya esta derivación es el de Huang (1992). Según Huang (1992), los objetos nulos plantean problemas
interesantes a la teoría de las categorías vacías. El autor asume la afirmación
de Chomsky (1981-1982) de que las FNs vacías se categorizan en el mismo
nivel que los elementos con realización fonética sobre la base de los rasgos
[αanafórico] y [β pronominal], como sus rasgos intrínsecos o funcionalmente
de acuerdo al estatus de los elementos que localmente lo ligan. Debe tenerse
en cuenta que las categorías vacías están sujetas a condiciones generales de
buena formación, tales como los principios de la Teoría del Ligamiento.
El lingüista afirma que un objeto nulo no puede ser considerado como
un PRO, puesto que ocurre en una posición gobernada y marcada para el
caso. No tiene la apariencia de la huella de una FN, puesto que no es ligada
por un argumento a una posición no temática, pero tampoco tiene la
169
apariencia de una huella-Wh o de una variable, puesto que aparentemente
no es ligada por una frase no-argumental.
Asimismo, afirma que el objeto nulo no debe analizarse como un pro,
puesto que no reúne los requerimientos de permisibilidad e identificación;
sino que debe analizarse como una variable ligada por un tópico nulo o, más
generalmente, por un operador nulo que ocupa el borde izquierdo en la
representación sintáctica.La razón principal para asumir este enfoque es el
hecho de que solo puede ser interpretado deícticamente. Es decir, debe ser
interpretado como un ente cuya referencia se ha establecido en el discurso,
esto es, un tópico discursivo. Al contrario de lo que ocurre con un pronombre
con realización fonética que ocupe la posición de un objeto nulo, ya que
puede ser usado deícticamente o anafóricamente, para referirse al tópico del
discurso o al sujeto matriz, respectivamente. Si el objeto nulo fuera
analizado simplemente como un pro, lo que se esperaría es que sus
posibilidades referenciales fueran las mismas de los pronombres con
realización fonética.
Además, la categoría pro está excluida de la posición de objeto porque,
tanto PRO como pro están sujetos a la Regla de Control Generalizada (RCG),
la cual establece que un pronominal vacío debe estar coindizado por el
elemento nominal más cercano. Si pro ocurre en la posición de objeto,
entonces debe estar coindizado con la FN más cercana, es decir, su propio
sujeto, de acuerdo a la RCG. Esta coindización violaría el principio B de la
teoría del ligamiento, el cual plantea que los pronombres deben estar libres
en su categoría de gobierno.
De los planteamientos hechos por Huang (1992) podemos generalizar
que el objeto nulo debe ser incluido dentro del inventario de categorías
vacías como una nueva categoría, especificada con los rasgos [- anafórico] y
170
[- pronominal], es decir, se comporta como una expresión referencial, que
responde al principio C de la teoría del ligamiento, el cual expresa que una
expresión referencial debe ser libre en cualquier contexto. De manera que
puede ocupar la posición de objeto, pues no está sujeto a la RCG.
En consecuencia, las teorías de Gruber (1976), Bressnan (1978),
Huang (1992), y el postulado semántico de Fodor&Fodor (1980) parecieran
apoyar la posibilidad de que dentro del Programa Minimista (Chomsky, 2000,
2001 en adelante), se proyecte una posición de objeto, la cual debe codificar
rasgos intrínsecos de los nombres y otros rasgos adquiridos en la sintaxis.
Un aspecto intrínseco de los nominales es la noción de cantidad que,
de acuerdo con Bold (2002), es inseparable de los cuerpos, puesto que todos
tienen propiedades cuantificativas inherentes e inseparables, las cuales
mantienen la capacidad de ser cuantificadas o numeradas. Aunque no todos
los cuerpos pueden ser cuantificables de la misma manera; por ejemplo
papas y azúcar.
Así pues, uno de los rasgos que puede estar presente en la posición
proyectada para el objeto es el rasgo [propiedad cuantitativa], como se
observa en los ejemplos de los verbos de consumo en (23a-h):
(23)a. Juan comió cv. b. Trae la comida. A Juan le gusta comer cv caliente. c. María comió cv nerviosa. d. ¡Qué bien se come cv aquí, con este aire tan bueno! e. Dormías siempre en tu estudio y, a veces, incluso comías cv allí. f. En realidad, donde comimos cv fue en Barquisimeto. g. Yo estoy a dieta, pero tú comerás cv como de costumbre. h. Si no te importa, te invitaré a comer cv un día de estos.
171
Y con otros verbos que no son de consumo como en (24a-h):
(24)a. ¿Cuál documento memorizó cuál documento el espía antes de comer cv? b. El Papa no escribió libros el mismo, alguien escribió cv por él. c. Esta novela divierte cv cuando uno la toma con sentido del humor. d. El que calla cv otorga cv. e. Es mejor reutilizar cv que reciclar cv. f. ¿Compraste cv en rebaja? g. Bata cv hasta espesarse y colorearse como un limón. h. ¿Qué libro archivaste qué librosin leer cv?
En el Programa Minimista, los rasgos son las propiedades del lenguaje
que entran en el sistema computacional y que son mapeados a la forma
fonológica y a la forma lógica. Ellos son las unidades básicas de construcción
de la sintaxis; y las formas como se combinan y se relacionan son las que
producen los fenómenos observados.
El rasgo [propiedad cuantitativa] tiene efecto en la interpretación
semántica, por lo tanto es un rasgo interpretable.
Un rasgo también puede tener efecto en la sintaxis de la palabra. Un
rasgo morfosintáctico es una propiedad de las palabras a la cual la sintaxis
es sensible, y que puede determinar la forma que tenga la palabra. Los
rasgos son los elementos esenciales de las lenguas que relacionan el sonido
con el significado. Por esto la propiedad cuantitativa es capaz de determinar
que el objeto tenga o no realización fonética.
Por otro lado, si partimos de la afirmación chomskyana dentro del
Programa Minimista de que los ítemes lexicales tienen rasgos idiosincrásicos,
codificados en el lexicón, así como rasgos que son adquiridos cuando entran
en una derivación particular, podemos asumir que cada categoría tiene sus
rasgos inherentes; pero dentro de un mismo dominio los rasgos deben
concordar para que la derivación no fracase. En consecuencia, si el rasgo
172
[propiedad cuantitativa] es morfosintáctico e inherente al nombre, el verbo
puede adquirirlo a través de un principio, el cual enunciamos en (25):
(25).- Añada el rasgo [propiedad cuantitativa] a un verbo que no tenga otra propiedad cuantitativa.
Rasgos de este tipo deben ser revisados en una categoría funcional en
el borde izquierdo fuera de la cáscara verbal larsoniana.
Aunque no hay un consenso con respecto al conjunto de rasgos que
usan las lenguas naturales, hay rasgos que parecen relacionarse con
nuestras capacidades mentales esenciales, como la cuantificación, la medida,
el tiempo y la ubicación. Estos rasgos se profundizarán en los capítulos
posteriores.
Existe una vacilación en la mayoría de los verbos del español entre la
transitividad e intransitividad, puesto que los verbos intransitivos se usan
como transitivos al agregarles el objeto directo y viceversa.Los ejemplos en
(26–28), cuyas expresiones en inglés y en italiano son tomadas de Rizzi
(1986), mientras que las expresiones en español son nuestras, se evidencia
la opcionalidad de la realización fonética del objeto directo. En estos
ejemplos, el material lingüístico entre paréntesis es opcional.
(26) a. This leads (people) to the following conclusion. b. Questo conduce (la gente) allaseguenteconclusione. c. Esto conduce (a la gente) a la siguiente conclusión. (27) a. This sign cautions (people) against avalanges. b. Questocartellomette in guardia (la gente) contro le valanghe. c. Este cartel advierte (a la gente) contra las avalanchas.
(28) a. John is always ready to please (people). b. Gianni è sempre pronto ad accontentare (la gente). c. Juan está siempre listo para complacer (a la gente).
173
Rizzi (1986), en su intento por demostrar que no siempre existe una
adecuación entre el papel temático inherente al significado lexical de un
verbo y los estancos estructurales en las representaciones sintácticas,
recurre al estatus sintáctico del objeto implícito, sobreentendido o nulo y
propone que la configuración que subyace a las expresiones en (26–28) es
como la que se presenta en (29), en la cual el símbolo ecestá en el lugar de
una categoría vacía (cv), la cual es un elemento fonéticamente nulo.
(29) VP
V NP X ec (Rizzi;1896:501) Este análisis se fundamenta en algunas subteorías del modelo
Principios y Parámetros (Chomsky; 1981).
Consideremos el Principio de Proyección propuesto por Chomsky
(1981) según el cual las representaciones en cada nivel sintáctico (la forma
lógica, la estructura-D y la estructura-S) se proyectan desde el lexicón,
donde estas representaciones contemplan las propiedades de
subcategorización de los ítemes lexicales. Si la opcionalidad de las
expresiones entre paréntesis en (21–28) es intuitivamente correcta, el objeto
faltante en esas expresiones es parte del significado lexical de los verbos
conducir, advertir y complacer en español y sus equivalentes en inglés e
italiano. También se puede nombrar el papel temático que recibe la cv, el
cual es el mismo que recibe la FN plena como objeto. El Principio de
Proyección nos hace pensar que la hipótesis en (29) es correcta.
174
Para Rizzi (1986), la posición cv puede estar ocupada por un
pronombre genérico cero con un significado arbitrario; aunque las lenguas
particulares difieren en cuanto a las evidencias empíricas. Por ejemplo, el
lingüista asume que el objeto nulo en italiano está sintácticamente activo,
puesto que puede actuar como controlador, como ligador y como sujeto de la
predicación para las cláusulas reducidas adjuntas y argumentales; mientras
que el objeto nulo en inglés parece estar sintácticamente inerte en los
mismos contextos.
Con respecto al español, nosotros hemos encontrado que es similar al
italiano en cuanto al papel de controlador de la cv. Veamos los ejemplos en
(30):
(30) a. Esto conduce a la gente a la siguiente conclusión. b. Esto conduce cv a la siguiente conclusión. c. Esto conduce a la gente a [PRO concluir lo que sigue]. d. Esto conduce cv a [PRO concluir lo que sigue].
La agramaticalidad de la oración en (31) muestra que un objeto
controlador no puede omitirse en inglés.
(31) *This leads [PRO to conclude what follows].
La Generalización de Bach (1979:503), en (32), da cuenta de esta
restricción descriptiva:
(32) En las estructuras de control por el objeto, la FN objeto
debe estar estructuralmente representada. De manera que ningún objeto cero representado estructuralmente es
posible en inglés. Sin embargo, la expresión en (30d) en español está bien
formada. Esto quiere decir que la cv es un objeto cero nulo representado
estructuralmente.
175
Con respecto al ligamiento, Rizzi (1986) afirma que el objeto nulo con
una representación arbitraria en italiano puede ser antecedente de una
anáfora. Para nosotros, este fenómeno en español puede tener lugar en una
expresión como en (33):
(33) El lado cómico de las situaciones los reconcilia cv unos con otros.
Aquí la locución unos con otros es un elemento anafórico que refuerza
el matiz de reciprocidad,el clítico los lo asumimos como un marcador de
concordancia. Este punto de vista será ampliado en el capítulo IV.
El evento expresado por el verbo transitivo reconciliar puede ejercer
una acción sobre el objeto como en (34a-b):
(34)a. Pero el hecho de que me acercara a ella pareció
reconciliarla momentáneamente… b. No han sido numerosas las tentativas por reconciliar la
legitimidad formal con la realidad tradicional. En suma, parece haber una fuerte evidencia de que en español, así
como en italiano, se puede proponer que existe un objeto nulo en las
situaciones descritas hasta ahora.
Un aspecto interesante lo observamos en cuanto a la predicación
secundaria, donde notamos que una categoría vacía puede estar modificada
por un adjetivo, como en (35a, b), y por un nominal, como en (35c).
(35) a. Trae la comida. A Juan le gusta comer cv caliente. b. La maestra llegó cv cansada. c. Nombraron cv embajador en Sierra Leona.
En (35a), la cv ocupa la posición del objeto del verbo comer y A Juan
ocupa la posición del sujeto dativo, de acuerdo a Masullo (1992), Cuervo
(2003) y Matera – Medina (2005). En (35b), llegar es un verbo inacusativo y
La maestra se genera como su argumento interno, el cual luego se mueve
176
hacia la posición inicial. Mientras que en (35c), la cv se entiende como una
categoría vacía realmente arbitraria.
Cummins y Roberge (2004) señalan la asimetría que existe entre los
sujetos y los objetos en la gramática generativa. Por ejemplo, mientras que
el Principio de Proyección Extendida asegura que la posición de sujeto
siempre se proyecta; con respecto a los objetos, solo los verbos transitivos y
los inacusativos proyectan esta posición.
En un estudio basado en el inglés y el francés, los autores reiteran la
posibilidad de que los verbos intransitivos aparezcan con un objeto directo y
que los verbos transitivos aparezcan sin un objeto directo con realización
fonética. Nosotros observamos esto en español a través de los ejemplos en
(36a, b) y (37a, b), respectivamente:
(36) a. A María la fueron del trabajo. b. Pedro gruñó ofensas contra María. (37) a. El Papa no escribió su libro él mismo, alguien escribió cv por él. b. ¿Por qué los regalos de la casa del truco confunden cv?
Los autores proponen la idea de que los objetos nulos o implícitos
pueden ser atribuidos al Requisito de Transitividad (RT) en (38):
(38) Requisito de Transitividad (RT) Una posición de objeto está usualmente incluida en la FV
independientemente de la selección lexical. Según Cummins y Roberge (2004), la motivación empírica de esta
hipótesis es la evidencia bien documentada de que cualquier verbo transitivo
tiene el potencial de aparecer sin un objeto directo y cualquier verbo
inergativo tiene el potencial de aparecer con un objeto directo. El RT expresa
el concepto de que la transitividad es una propiedad del predicado (FV) más
que una propiedad del contenido lexical del verbo.
177
En español, hay evidencias de que un objeto nulo o implícito tiene un
efecto:
(i) Los objetos nulos pueden entrar en una red de relaciones con
pronombres compatibles y algunas veces requieren correferencia con
pronombres o con otro objeto nulo, como en (39):
(39)a. Esta novela divierte cvi cuando unoi la toma con sentido del humor. b. El que calla cv otorga cv. c. Su actitud intimida cv, hasta que comprendes que es un farsante. d. Es mejor reutilizar cv que reciclar cv.
(ii) Los autores retoman la idea de que los objetos implícitos pueden
servir como el argumento de un predicado secundario, como en (40a,b):
(40) a. ¿Compraste cv en rebaja? b. Bata cv hasta espesarse y colorearse como el limón.
En este punto, creemos que es adecuado hacer mención del enfoque
propuesto por G. Legendre (1997) sobre las relaciones internas del
predicado secundario, y de este con el objeto directo. Según la autora, las
expresiones en (41a-d) tienen la configuración que se muestra en (42).
(41) a. Pedro (se) come la carne cruda. b. Pedro (se) ha servido la carne congelada. c. (Yo) he visto a María con lágrimas. d. (Yo) he conocido a María feliz.
178
(42) FV V’ V’ F Gén(ero) V FN FNGén’ comer la carneiPROiGén FA Fem cruda (G. Legendre;1997:45) (La traducción es nuestra)
Notemos que en (41) el objeto directo tiene realización fonética y que
las predicaciones secundarias descriptivas orientadas hacia el objeto
incluyen frases adjetivales en (41a,d), participios pasados en (41b) y frases
preposicionales en (41c). Para la autora, el elemento vacío en la predicación
secundaria en español, en este caso, puede ser el elemento PRO en el
especificador en la frase funcional Gén controlado por el objeto directo del
verbo lexical. En el caso de que esta posición de objeto esté ocupada por
una cv, esta controla a PRO en el especificador de la predicación secundaria,
como ya hemos visto en los ejemplos.
(iii) Se requiere de un objeto implícito representado sintácticamente
para dar explicaciones acerca de la disponibilidad de una interpretación de
un vacío parasitario (parasitic gap) en las oraciones como en (43a,b):
(43) a. ¿Cuál documento memorizó cuál documento el espía antes de comercv? b. ¿Qué libro archivaste qué librosin leer cv?
179
El fenómeno relacionado con los vacíos parasitarios en español
muestra la necesidad, aun dentro de un enfoque lexical, de proyectar una
posición argumental vacía.
(iii) Otro aspecto que abordanCummins y Roberge (2004) se relaciona
con el hecho de que el objeto nulo de un verbo transitivo puede recibir una
especificación adicional, como en (44a), mientras que el argumento de un
verbo inacusativo no se comporta de la misma manera, como en (44b):
(44) a. Es una cosa tan fácil de leer cv, sobre todo a los amigos. b. *Es una cosa tan difícil de partir, sobre todo a los amigos.
Los objetos nulos pueden observarse en diferentes construcciones y
los medios para recuperarlos también pueden ser diversos. Cummins y
Roberge (2004) proponen tres formas para recuperar la identidad o la
referencia de los objetos nulos. La primera es internamente a través del
material lingüístico en la F(rase) Flex(iva), en la teoría de P y P. Un medio
esencial de recuperabilidad se origina en las características lexicales del
verbo, así como en la verdadera interpretación del objeto prototípico. Por
ejemplo, el objeto prototípico de los verbos psicológicos que comúnmente se
encuentra con los objetos nulos es la interpretación de tercera persona
humana afectada, como en (45a,b):
(45) a. La magia de los deportes está en sorprender cv, en desconcertar cv. b. Donde el chef nunca vacila o despista cv es en la confianza por su gusto y la moderación de sus ingredientes.
La identidad de los objetos nulos determinados puede ir de lo
vagamente predecible, como en (46a), a lo más ajustadamente
determinado, como en (46b), a lo completamente predecible, como en
(46c):
180
(46) a. −Juan, ¿qué haces? −Exploro {cv/la zona} b. En mi apuro por abrir cv, rompí la puerta. c. Juan montó a caballo todo el tiempo, nosotros desmontamos cv a la media hora.
El objeto nulo permitido internamente no refiere a otro elemento
lingüístico y no está en una relación con un nominal [+específico]:
(47) −¿Qué ocurrió con todas las hortalizas? −Bueno, Juan (las) ha estado picando cv en pedacitos toda la tarde.
Cuando el objeto nulo permitido internamente no refiere, no alude y
no es anafórico, el significado comunicacional, o la pragmática, puede actuar
en la interpretación y lo que decimos puede contribuir a la implicación de
una referencia buscada por el que pronunció la expresión. Por ejemplo, la
expresión en (48):
(48) −Tenemos que desechar los platos feos antes de que lleguen tus futuros suegros. −Bien, tú lavas cv y yo seco cv.
Otros factores que realzan la recuperabilidad se encuentran en la
FFlex. Estos incluyen los factores que contribuyen a la desactualización, es
decir, la referencia a un evento no existente, no real, como en la secuencia
de verbos en (49), el imperativo en (50), los usos de contraste en (51), el
infinitivo en (52) y el tiempo genérico en (53):
(49) Secuencia de verbos: Él robará cv, atracará cv y asesinará cv. (50) Imperativo: Deja ver cv. (51) Usos de contraste: Él teoriza acerca del lenguaje, yo solo describo cv. (52) Infinitivo: Para compensar cv, he decidido usar estos símbolos fonéticos de ahora en adelante.
181
(53) Tiempo presente genérico: Un pintor perturba cv mucho menos que un escritor.
Cummins y Roberge (2004) sugieren que el objeto nulo se puede
describir como un objeto cognado nulo. Los objetos cognados plenos con
realización fonética si no están especificados no añaden ninguna
información semántica más allá de la que contiene el verbo mismo. El
objeto cognado nulo es similar y por esto las construcciones con objetos
cognados nulos se describen como si se enfocaran en el evento expresado
por el verbo. Los autores comparan la interpretación que contiene un objeto
cognado nulo con la interpretación constitutiva (Theticinterpretation): “una
afirmación es hecha en cuanto a la existencia de un objeto o de un evento
que involucra el objeto” (Basílico; 1998: 542) (la traducción es nuestra).
Pero el objeto no es aislado del evento.
La propuesta de los autores es que el objeto cognado nulo es
estructuralmente un nombre vacío y nulo. Esta clase de objeto puede
concebirse como un constituyente cuyo contenido semántico se deriva del
verbo, por lo tanto, es semánticamente cognado con el verbo:
(54) V
V N cognado
El objeto cognado nulo está disponible para todos los verbos. La
diferencia entre los tradicionalmente llamados verbos transitivos y los
inergativoses que el objeto cognado nulo es el objeto más marcado para los
verbos transitivos y el objeto menos marcado para los inergativos, como en
(55a,b). Además, ambas clases pueden tener objetos que son
semánticamente independientes del verbo, como en (55c):
182
(55) a. VVObjetos cognados nulos Comer N comible Dormir N que puede dormir
b.V VObjetos lexicalmente condicionados Comer un cambur Dormir una buena siesta c.VVObjetos lexicalmente independientes
Comer tierra Dormir al vigilante
(hacer comer tierra a alguien) (sacarlo de su función forzosamente)
En un estudio más reciente sobre el objeto nulo en francés, Cummins y
Roberge (2005) toman la propuesta de Lambrecht y Lemoine (1996),
quienes basados en la noción de la referencia “definida” e “indefinida”
resaltan los diferentes factores léxicos, construccionales, pragmáticos,
discursivos que deben figurar en la comprensión de los objetos nulos.
El propósito de Cummins y Roberge (2005) es determinar cómo los
objetos nulos se adecuan a los sistemas gramaticales, semánticos y
pragmáticos del francés. En nuestro caso, veremos cómo las consideraciones
sobre el objeto nulo hechas por estos lingüistas se manifiestan en los
sistemas sintáctico y semántico en español. El aspecto pragmático está fuera
del alcance de esta tesis.
Un aspecto que debe ser considerado es el de la clasificación de los
objetos nulos. Varios autores, citados por Cummins y Roberge (2005), están
de acuerdo con establecer una distinción mayor entre los objetos nulos cuya
interpretación es libre del contexto, es decir, con un referente no-específico y
aquellos que tienen un referente específico. Por ejemplo, Larjavaara (2000)
propone la distinción genérico/latente basada en la habilidad del escucha
para identificar un posible referente. Las categorías de indefinidos (aquellos
objetos nulos que no pueden referirse a una entidad en el discurso) y
183
definidos (aquellos objetos nulos que se deben interpretar como referidos a
una entidad en el discurso) propuestas porLambrecht y Lemoine (1996)
capturan una distinción similar. Sin embargo, estos añaden una tercera
categoría, la cual denominan libres, para indicar los casos indeterminados.
El propósito de estas distinciones es diferenciar los casos canónicos de
estos dos tipos. Cummins y Roberge (2005) lo ilustran con ejemplos del
francés, nosotros presentamos los ejemplos en español.
(56) Genérico/indefinido Los escritores atraen cv sexualmente. (57) Latente/definido Antes, yo tuve mi expedientei en Jester, pero loi eliminé cvi.
En (57), el clítico lo indica la concordancia con los rasgos φ de la posición de objeto.
Ahora bien, entre los polos canónicos expresados en (56) y (57)hay
casos difíciles de clasificar, como el que vemos en el ejemplo en (58):
(58) El cantante Simón Díaz nos regaló uno de sus éxitos, “Caballo viejo”, lo cual nos conmovió cv mucho.
En casos como este, el objeto nulo es parcialmente identificable a
partir del contexto del habla, pero no es definido o específico. Esto es, en
(58) se puede inferir que la referencia del objeto nulo de conmover puede
ser la totalidad del discurso (las personas presentes) o un subconjunto de
éste.
Al igual que en francés, podemos ver que casos como los de (58)
evidencian la necesidad de ir más allá de las clasificaciones basadas en la
distinción definido/indefinido para dar cuenta del rango completo de objetos
nulos en español.
184
Así pues, apoyamos las suposiciones sintácticas y semánticas hechas
por Cummins y Roberge (2005). Desde el punto de vista sintáctico, los
lingüistas asumen las operaciones minimistas básicas, la más importante es
el Ensamble, pues permite la creación de una Vmax a partir del Ensamble de
V y otro constituyente. Este se convierte en una relación V-objeto
interpretada como una relación complementación/transitividad.
Los autores también asumen que los objetos nulos están
estructuralmente presentes, afirmación que es fundamental para nuestro
trabajo. Continúan apoyándose en el Requisito de Transitividad, propuesto
por Roberge (2002) y sostienen que todos los objetos nulos están
sintácticamente representados. El Requisito de Transitividad, el cual es
paralelo al Principio de Proyección Extendido para los sujetos, establece que
la posición de objeto (complemento del verbo) es proporcionada por la
Gramática Universal. Luego, la posición de objeto no es vista como una
característica que depende de los rasgos léxico–semánticos del verbo, sino
más bien como un elemento integral del predicado.
El PPE establece una clara distinción entre la selección y la
subcategorización, de manera que un sujeto externalizado es ensamblado sin
considerar si el verbo lexical lo selecciona o no. El Principio de Proyección, el
cual en la teoría de P y P se aplica a los objetos directos (entre otros
argumentos) hace lo opuesto: establece que la selección y la
subcategorización son una sola y la misma. Consecuentemente, una posición
de objeto directo es ensamblada dentro de la FV si y solo si el verbo lexical
selecciona uno, es decir, la relación V-objeto es una relación de selección o
subcategorización. El Requisito de Transitividad propone extender la división
entre la selección y la subcategorización a la posición de objeto. Es decir, de
la misma manera que el PPE hace que la posición del sujeto sea insertada, el
RT hace que la posición de objeto siempre sea proyectada dentro de la
185
FV.Empíricamente, esta propuesta surge de la evidencia presentada por
muchos investigadores, desde Blinkenberg (1960) hasta Larjavaara (2000),
de que la gran mayoría de los verbos (por lo menos en francés,y en nuestro
caso lo hemos visto también en español) pueden aparecer con y sin
complemento directo, sin considerar el contenido semántico del verbo o la
relación semántica entre el verbo y el objeto. Si este es el caso, debe
proyectarse opcional u obligatoriamente. La última opción, como ya hemos
dicho, la más restrictiva, está incorporada en el RT.
Cummins y Roberge (2005) definen un objeto nulo en forma
descriptiva como un elemento fonológicamente nulo en la FV, involucrado en
el evento denotado por la FV. Si los sujetos son emsamblados en el
especificador de Fv, entonces un elemento nulo dentro de la FV se tomará
automáticamente como un objeto nulo, excluyendo los argumentos externos
de la definición. Esta definición amplía la cobertura empírica del concepto de
objeto nulo considerablemente, luego, un objeto nulo está presente en todas
las oraciones en español, que presentamos en (59):
(59) a. Uno de los dos invitados no ha comido cv. b. Rosa está muerta. ¿Cómo lo explicas cv? c. Tú estás retrasado. Yo loi observo cvi. d. La carta estaba en el suelo. Yo la recogí cv. e. Él lee cv una vez, él sabe cv. f. Bueno, José, a nosotros no nos gusta cv en absoluto. g. Una buena cerveza reconcilia cv con uno mismo.
Ahora bien, desde el punto de vista semántico, los autores parten de
que las suposiciones relacionadas con el componente sintáctico plantean la
cuestión de qué tipo derelación se mantiene entre un objeto directo y el
núcleo V si no están en una relación de selección. Claramente, bajo el punto
de vista presentado aquí, esta relación es más parecida a la selección. En
otras palabras, la semántica lexical del verbo contribuye con la interpretación
semántica real o potencial del objeto directo obligatoriamente ensamblado.
186
Varias opciones están disponibles. Las propiedades lexicales del verbo sirven
para limitar las interpretaciones posibles del objeto directo. En este sentido,
la relación entre el verbo y el objeto pudiera ser un tipo de relación de
modificación. Pero esto no es comúnmente aceptado en una relación de
complementación. Este tema se aborda directamente en Hale y Keyser
(2000:88–94) pero en el contexto más restringido de los verbos
denominales.
Cummins y Roberge (2005) aceptan la sugerencia de Hale y Keyser
(2000:92) de que la relación se trata de la autorización clasificatoria
mediante la cual “el verbo identifica al complemento hasta cierto punto
suficiente” (la traducción es nuestra). Hale y Keyser (2000) usan el término
“hiponimia” para hacer referencia a esta relación de selección y la ilustran
como en (60):
(50) V V {bailar} N {bailar} bailar (Hale y Keyser;2000:93) (La traducción es nuestra)
Además de esta relación, se debe asumir que los ítemes lexicales (los
verbos, más específicamente) incluyen algún tipo de especificación en
cuanto a los papeles que tienen los participantes involucrados en la
denotación del ítem. Esta especificación puede ser un marco semántico o
rejilla temática. Sin embargo, dadas las suposiciones de Cummins y Roberge
(2005) con respecto al ensamblaje de un objeto, las especificaciones
temáticas estructuras pueden hacerse (i) remplazables, superfluas, puesto
187
que no son responsables por la proyección de una posición de objeto, (ii)
incorrectas, puesto que las predicciones que hace son confirmadas.
Finalmente, la distinción bien reconocida entre sentido y referencia se
hace evidente de una manera crucial en el estudio de los objetos nulos. La
autorización semántica que adoptan Cummins y Roberge (2005) hace posible
que el verbo identifique su complemento. Cuando existe la referencia del
complemento, debe determinarse independientemente. Este es el punto en el
cual la pragmática puede desempeñar un papel, pero, como ya hemos dicho,
está fuera del alcance de este trabajo.
Estos lingüistas hablan de una tipología de objetos nulos para el
francés. En primer lugar, los objetos nulos definidos recuperados por un
clítico, los cuales son muy familiares en las lenguas romance y que en
español podemos ilustrar mediante el ejemplo en (60):
(60) Llamé a Juan, pero no loi pude alcanzar cvi.
Este caso normalmente no es mencionado en el estudio de los objetos
nulos, porque su recuperación por el clítico es completa, directa y obligatoria,
Sin embargo, este caso cabe en la definición de Cummins y Roberge (2005)
y es esencial en el reporte del fenómeno que estudiamos en este trabajo.
Cummins y Roberge(2005) adoptan un análisis estándar, aunque
controversial, el cual apoya el punto de vista de los clíticos objetivos como
indicadores de la concordancia con los rasgos φ de la posición de objeto. Los
autores explican que el objeto nulo es un pronominal nulo (pro); su
contenido semántico corresponde a sus rasgos φ (persona, número, género),
los cuales son recuperados a través de la revisión de rasgos (ver Roberge
1990, Sportiche 1998).
188
En segundo lugar, están los objetos nulos definidos que en francés no
son recuperados por un clítico. Este caso es idéntico al anterior, con la
diferencia de que no hay un clítico con realización fonética. Al igual que el
objeto nulo recuperado por un clítico, este objeto nulo es definido,
referencial, aparece en los mismos contextos y su interpretación es idéntica.
Asimismo, la correferencia entre el nombre lexical y el objeto nulo es inferida
de la misma manera, puesto que ocurren exactamente en los mismos
contextos.
Ahora bien, al observar los ejemplos en español, notamos que el clítico
siempre aparece, por lo que consideramos que no es necesario proponer tal
tipo de objetos nulos.
(61) a. Una mano fue extendida hacia él. No necesita ayuda. Fastidiado, él lai ignoró cvi y subió. a’. *Una mano fue extendida hacia él. No necesita ayuda. Fastidiado, él ignoró cv y subió. b. -¿Revisaste tus entrevistas? - Lasi revisé cvi. b’. -¿Revisaste tus entrevistas? - *Revisé cv. c. (…) Y la mirada en su cara el día en que trajiste a casa una persiana decorada con una foto de Marilyn Monroe (…) si él realmente lai odiara cvi, la pondríasen el baño. c’. *(…) Y la mirada en su cara el día en que trajiste a casa una persiana decorada con una foto de Marilyn Monroe (…) si él realmente odiara cv, la pondrías en el baño.
Varios investigadores han analizado los objetos nulos definidos
referenciales como variables nulas ligadas por un tópico nulo u otro operador
nulo en la periferia izquierda. La evidencia a favor de este tipo de análisis
189
usualmente involucra la inhibición del objeto nulo cuando hay otro material
lingüístico en el especificador de la FC.
Según Cummins y Roberge (2005), un tercer tipo de objeto nulo, el
objeto nulo cognado, se corresponde con el caso canónico de objeto nulo
genérico o indefinido, en lo que es llamado usualmente uso absoluto.
Veamos un ejemplo de uso absoluto en español:
(62) Desde lejos, Francia continúa atrayendo cv, pero de cerca los franceses fastidian cv.
Bajo el RT, los autores sostienen que aún en estos casos el objeto nulo
tiene representación sintáctica: no es una ausencia, no está incorporado
dentro del verbo, el verbo permanece transitivo. En el caso canónico
genérico o indefinido, el objeto nulo no tiene antecedente o referente posible
en el contexto lingüístico y extralingüístico. Además, el objeto nulo no puede
ser él mismo un antecedente de una expresión definida, como se observa en
(63):
(63) Con la tarjeta visa, usted empieza comprando cv y termina volando.
Como se observa no hay ningún antecedente lingüístico, ni ningún
posible referente del objeto nulo.
La inhabilidad para servir como un antecedente no es una
característica de todos los objetos nulos. En español, los objetos nulos que
son recuperados por clíticos pueden ser referentes de un pronombre,
recordemos el ejemplo en (61c), el cual retomamos en (64):
(64) Si realmente loi odiaras cvi lo pondrías en el baño.
En este ejemplo, el complemento de odiar es lo más parecido al
referentedel clítico lo.
190
La semántica del objeto nulo en el uso absoluto corresponde con la
semántica de un objeto prototípico del verbo, así:
(65) a. Comprar cv (cv = lo que es o puede ser comprado) b. Fastidiar cv (cv = lo que es o puede ser fastidiado)
En este sentido, estos objetos nulos corresponden con los objetos
cognados, cuya semántica es derivada de la semántica del verbo, como en
(66):
(66) a. Vivir la propia vida, cantar una canción. b. Combatir el último combate. c. ¡Qué sueño soñé!
Estas características les permitieron a Cummins y Roberge (2005)
explicar la afirmación hecha por ellos en su trabajo anterior de que el objeto
nulo en francés, en su uso absoluto, es un objeto nulo cognado, un nombre
cuya semántica es derivada a partir de la semántica del verbo. En nuestro
caso, estos argumentos nos han permitido justificar el objeto nulo en
español.
En este trabajo, nuestro interés está relacionado con el intento de
especificar las fuerzas conceptuales y lingüísticas para la construcción de las
bases del conocimiento relacionado con la transitividad y su efecto en la
telicidad.
Como ya hemos observado, Cummins y Roberge (2004, 2005) asumen
una posición, desde el punto de vista sintáctico, en la cual una posición de
objeto interno en la FV siempre es obligatorio debido a razones conceptuales
y empíricas. En su propuesta, tiene un papel importante el enfoque de Hale
y Keyser (1993, el cual es el fundamento de su trabajo del 2000 y que es
citado porCummins y Roberge en el 2005) relacionado con los verbos
denominales. Estos autores se apoyan en la suposición fundamental de que
191
la sintaxis se proyecta a partir del lexicón. El caso especial que Hale y Keyser
(1993) investigan es el relacionado con verbos en inglés como shelve (poner
en un estante) y saddle (ensillar). Los lingüistas, siguiendo a Baker (1998),
asumen que tales verbos se forman a través de la incorporación del nombre
hacia algún tipo verbo. El resultado corresponde al verbo denominal. Este
proceso de incorporación debe adecuarse a ciertos principios sintácticos,
entre los cuales se encuentra la Restricción del Movimiento del Núcleo, que
se enuncia como en (67):
(67) La Restricción del Movimiento del Núcleo Un X° sólo se puede mover hacia un Y° que lo gobierne (Hale y Keyser;1993:55) (La traducción es nuestra)
Baker (2009) afirma que, de acuerdo con todos los registros, una
propiedad de la incorporación del nombre hacia un núcleo verbal en muchas
lenguas solo se puede interpretar como la expresión del argumento objeto
directo/tema. Baker (2009) considera que el movimiento del núcleo se
necesita en la teoría generativa, contrario a la posición reduccionista de
algunos sintactistas que trabajan en el marco del minimismo.
Hale y Keyser (1993) explican que, esencialmente, el proceso
derivacional de los verbos denominales de dos tipos: (i) inergativos o
verdaderamente intransitivos; (ii) locatum y locativos; así como de los
verbos deadjetivales. Esta derivación implica el proceso de la incorporación.
Este proceso involucra una raíz, nominal o adjetival, desnuda y un verbo
fonológicamente vacío. Tanto el nombre como el adjetivo son complementos
del verbo. En un movimiento de núcleo a núcleo se adjunta el nombre o el
adjetivo a una raíz verbal, y así se fusionan dos ítemes en una palabra.
Luego, el verbo ya no está vacío, pues comparte la matriz fonológica del
nombre o del adjetivo, como vemos en (68a,b):
192
(68) a. V’ b. V’ V FN V FA N V N A V A h h
(Matera y Medina;2005:83)
Es necesario resaltar que, de acuerdo con esta teoría presentada por
Hale y Keyser (1993), aun los llamados verbos inergativos presentan una
frase nominal como complemento. Este aspecto es fundamental para la
teoría sintáctica de Cummins y Roberge (2005).
Por otro lado, Roberts (2011) comenta las razones que condujeron a
Chomsky (2001) a sugerir la exclusión del movimiento del núcleo de las
operaciones esenciales de la sintaxis estricta. Una razón es la afirmación de
Chomsky (2001:37) de que el movimiento del núcleo nunca afecta la
interpretación: “Los efectos semánticos del sistema flexivo central son
escasos o inexistentes, en contraste con el movimiento-FX” (la traducción es
nuestra). Otra razón está relacionada con la naturaleza del disparador o
elemento que impulsa el movimiento del núcleo: por ejemplo, T en una
lengua como el francés, el cual presenta un movimiento de la FD constante
hacia el especificador de la FT y un movimiento de V hacia T (Pollock; 1989).
Luego, T debe tener los disparadores relevantes para estos movimientos:
rasgos-φ (no-interpretables/no-valorados) y un rasgo EPP para impulsar el
movimiento de la FD y, presumiblemente, alguna forma de rasgos-V
combinados con un rasgo disparador del movimiento que impulse el
movimiento de V. Si todo ocurre como se espera, el sistema debe tener la
información relacionada con los rasgos lo suficientemente especificada para
193
ser capaz de distinguir correctamente los dos conjuntos de disparadores: un
disparador del movimiento-FX para D y un disparador del movimiento del
núcleo para V.
Roberts (2011) menciona otras razones y las reacciones que estas han
provocado, las cuales han conducido a una re-evaluación del movimiento del
núcleo. Queda abierta la pregunta de por qué no se considera como parte de
la sintaxis el movimiento del núcleo.
La posición asumida por Chomsky (2001) y otros investigadores que
trabajan en el marco minimista debilita la posición sintáctica fuerte de
Cummins y Roberge (2004, 2005). Por esto, además del aspecto sintáctico,
es necesario considerar el aspecto semántico que abordaremos desde el
punto de vista de Dowty (1991) y Beavers (2006).
3. 2.La evidencia semántica: Dowty (1991) y Beavers (2006)
La realización sintáctica de los argumentos de un verbo es en gran
parte predecible por la semántica lexical del verbo. Esta posición está
sistematizada en la Hipótesis de la Alineación Universal (Universal
AlignemetHypothesis) de Perlmutter y Postal (1984), que presentamos en
(69):
(69) Hipótesis de la Alineación Universal Existen principios de la GU los cuales predicen la relación [gramatical] inicial que lleva cada nominal en una cláusula determinada a partir del significado de la cláusula.
(Beavers;2006:1) (La traducción es nuestra)
Para saber a cuáles aspectos del significado de la cláusula y a cuáles
categorías morfosintácticas o relaciones gramaticales se refiere esta
hipótesis, es necesario examinar una serie de cláusulas y hallar los aspectos
comunes subyacentes. Consideremos las oraciones en (70a,d):
194
(70) a. Luis rompió el vaso. b. Luis pintó el garaje. c. Luis movió los platos. (Beavers; 2006: 1) (La traducción es nuestra) d. Luis hundió el libro.
En cada una de estas oraciones hay un agente o causador del evento,
quien actúa sobre otro participante llamado paciente. En todos los casos, el
paciente es afectado o cambiado de alguna manera. Además, el agente está
codificado como sujeto en todos los casos y el paciente está codificado como
el objeto directo. La correlación es sistemática. Estos hallazgos hacen
suponer que, por lo menos, las nociones semánticas de causa y efecto son
relevantes para la realización argumental. Podemos preguntarnos cuál es la
mejor forma de representar tales elementos del significado y cómo podemos
relacionarlos a la codificación morfosintáctica de los participantes
involucrados.
Algunas teorías sobre la materialización de los argumentos han basado
sus generalizaciones en la noción de la prominencia morfosintáctica, con
respecto a los co-argumentos de un solo verbo en una cláusula
determinada, comprendida como alguna asimetría morfológica o sintáctica
que se presenta entre ellos. Una forma de definir la prominencia
morfosintáctica es en términos de la marcación del caso morfológico que
lleva cada argumento. La marcación determina una clasificación de los casos
de los nominales en una jerarquía de marcación. Por ejemplo, en los sistema
nominativo-acusativos de marcación de caso, el caso nominativo es menos
marcado que el caso acusativo, el cual es menos marcado que el caso
dativo, el cual es menos marcado que los casos oblicuos, etc. En términos
de marcación, podemos decir que un participante materializado en un caso
menos marcado es más prominente morfológicamente que uno materializado
en un caso más marcado.
195
La prominencia morfosintáctica, también se puede definir en términos
de las funciones gramaticales tales como el sujeto, el objeto directo, el
objeto indirecto y el oblicuo.
En términos de accesibilidad a los fenómenos morfosintácticos, se
puede decir que un participante que tiene una función gramatical más
accesible es más prominente morfosintácticamente que un participante cuya
función gramatical es menos accesible. Igualmente, muchas teorías de la
sintaxis han asumido que hay asimetrías estructurales o configuracionales
entre los co-argumentos de un núcleo sintáctico en términos de nociones
tales como c-comando, donde los sujetos c-comandan los objetos, pero no a
la inversa. En términos de c-comando, podemos definir un participante como
más prominente morfosintácticamente que otro si el primero c-comanda al
segundo (otra vez se predice que el sujeto es más prominente que los
objetos directos respectivos en (70)). Cada uno de estos factores
morfosintácticos, resumidos en (71), proporciona una forma de decir que un
argumento de un verbo es más prominente morfosintácticamente que otro:
(71) Jerarquía del caso Jerarquía de accesibilidad Configuración Nom> Ac >Dat>Obl SU > OD > OI > OBL SU c-comanda OD (c.f. Croft; 2003: 142) (Keenan &Comrie; 1997: 66) (Chomsky; 1981)
(Beavers;2006:3) (La traducción es nuestra)
La prominencia morfosintáctica con respecto a dos participantes
normalmente se asume que está atada, de alguna manera, a la prominencia
semántica de estos dos participantes. La prominencia semántica se puede
definir de varias formas, pero casi siempre esta noción se define en términos
de alguna clase de componente estructurado en el significado del verbo de la
cláusula. Los enfoques iniciales de la semántica lexical asumieron que el
significado de un verbo consistía, por lo menos parcialmente, en una lista de
etiquetas de papeles temáticos que el verbo asigna a sus argumentos
196
(c.f.Gruber;1965). Además, estas etiquetas de papeles temáticos son
normalmente alineadas la una con respecto a la otra en términos de una
jerarquía de papeles temáticos. La alineación relativa de los papeles
temáticos de acuerdo con la jerarquía determina la prominencia con respecto
a cómo se materializan los participantes que llevan esos papeles. Por
ejemplo, Baker (1997) (c.f. Beavers;2006:4) asume una jerarquía de los
papeles temáticos en la cual al agente supera al paciente y el paciente
supera al beneficiario, como se muestra en (72):
(72) a. Luis le dio el libro a Luisa. a’ Agente > paciente > beneficiario
La investigación más reciente ha asumido que el significado de una
cláusula consiste, esencialmente, en una estructura eventiva que captura la
estructura básica del evento descrito por la cláusula en términos de una
descomposición estructurada en subeventos más básicos. Por ejemplo el
evento causado de cambio de estado descrito en Luis rompió el vaso puede
ser descompuesto en un subevento causante y un subevento de cambio de
estado que está incrustado o es posterior al subevento causante. La plantilla
eventiva para Luis rompió el vaso se muestra en (73):
(73) [ACTUAR X], CAUSAR [CONVERTIRSE Y <roto>]]
Beavers (2006) estableceque:
“mientrasestas son jerarquías de roles temáticos o odescomposición de predicados, un principio muy simple (y seductive) guíatodoestetrabajo,estoes, que la prominenciamorfosintácticarefleja la prominenciasemántica, un principio referidopor Levin y Rappaport (2005: 14 off)como “representación de la prominencia”. Sin embargo, los tipos de análisisquehanseguido en estatradiciónhantendido a sercirculares en naturaleza. Las relaciones de prominenciasemántica sonusualmenteestablecidasbasadaslasrelaciones de prominencioamorfosintácticaqueellosquierenexplicar” (Beavers; 2006: 5).
197
En particular, la mayoría de las teorías de la semántica lexical han
codificado la prominencia semántica en términos de la estructura de las
representaciones del significado lexical, el cual es luego relacionado
directamente con la estructura de las jerarquías de prominencia
morfosintáctica en (71). Mientras que las jerarquías de prominencia
morfosintáctica como las que se presentan en (71) normalmente son
motivadas en aspectos morfosintácticos independientes, a las propiedades
estructurales de las representaciones del significado lexical necesariamente
no se les da una motivación semántica independiente.
Dentro de la semántica lexical, un punto de vista importante es la
teoría de la selección del sujeto y del objeto propuesta por Dowty (1991), la
cual se basa en la implicación lógica lexical y los proto-papeles. Esta teoría
tiene dos propiedades cruciales. El autor asume que los papeles temáticos
no son etiquetas atómicas, sino conjuntos de implicaciones lógicas lexicales.
Estas son propiedades asignadas por un predicado a sus argumentos en
virtud de los papeles que los argumentos tienen en el evento descrito por el
predicado. La otra innovación en esta teoría es que no hay condiciones
necesarias o independientemente suficientes sobre cuál o cuáles
implicaciones lógicas lexicales determinan la materialización del sujeto o del
objeto para un participante determinado. En su lugar, la selección del sujeto
y del objeto está determinada por los prototipos de los papeles temáticos o
los proto-papeles. Un proto-papel es un conjunto (pequeño) de implicaciones
lógicas lexicales muy generales que describen el papel de un participante
“canónico” de cierto tipo. No es un papel temático per se, en el sentido de
que este no es asignado por un verbo a uno de sus argumentos. Más bien,
un proto-papel es un criterio con el cual se puede comparar las propiedades
de los diferentes participantes en el mismo evento cuando se determine la
materialización argumental.
198
Dowty (1991) propone dos proto-papeles, un proto-agente y un proto-
paciente, cuyas implicaciones lexicales definitorias se presentan en (74) y
(75):
(74) El proto-agente: (i) Participación volitiva en el evento o estado (ii) Sensibilidad (y/o percepción) (iii) Causar un evento o cambio de estado en otro participante (iv) Movimiento (con respecto a la posición de otro participante) (v) Existe independientemente del evento nombrado por el verbo (75) El proto-paciente: (i) Experimenta cambio de estado (ii) Tema incremental (iii) Causalmente afectado (iv) Estacionario (con respecto al movimiento de otro participante) (v) No existe independientemente del evento o no existe en absoluto
(Dowty;1991:572) (La traducción es nuestra)
Las propiedades en (74) definen un agente canónico, esto es, algo que
actúa volitivamente, es sensible, es un causador (del evento o de algún
cambio), es activo con respecto al paciente (tiene propiedades
independientes que le permiten estar en movimiento), y existe
independientemente del evento (no existe o deja de existir con el evento).
Cada implicación lógica lexical es técnicamente independiente de las otras
(esto es, no dependen las unas de las otras) y no son mutuamente
excluyentes (ninguna implicación lógica lexical excluye a otra).
Las propiedades en (75) definen un paciente canónico, esto es, algo
que experimenta un cambio de alguna clase (es movido o alterado), es un
tema incremental, es decir, determina la estructura aspectual del evento a
través de alguna función de mapeo homomórfico, esta propiedad será
explotada posteriormente en nuestro trabajo. El proto-paciente es
causalmente afectado por el agente (es manejado o manipulado de alguna
199
manera), es estacionario con respecto al agente (no tiene la propiedad de
estar en movimiento independientemente del agente) y posiblemente no
existe independientemente del evento (puede existir debido al evento). Otra
vez,
estas propiedades son independientes. Ningún participante real en un
evento determinado debe satisfacer todas o cualquiera de estas condiciones.
Las propiedades que Dowty (1991) propone son motivadas por la
materialización argumental. Los ejemplos que usa el lingüista para motivar
las propiedades en (74) y (75) se muestran en (76) y (77), respectivamente,
donde cada propiedad es motivada por la existencia de algunas oraciones en
las cuales esa propiedad es el único determinante de la realización para
algún participante. Estos ejemplos son tomados de Dowty (1991;572–574) y
los presenta Beavers (2006:17). Las traducciones al español son nuestras.
(76) Ejemplos que ilustran la independencia de las implicaciones lógicas lexicales del proto-agente: a. Sólo la voluntad John is being polite to Bill/is ignoring Mary. ‘juan está siendo cortés con Bill/está ignorando a María.’ What he did was not eat [anything] for two days. ‘Lo que él hizo fue no comer [nada]durante dos días.’ b. Sólosensibilidad/percepción John knows/believes/is dissapointed at the statement. ‘Juan conoce/cree/está desilusionado por la afirmación.’ John sees/fears Mary. ‘Juan ve/le teme a María.’
200
c. Sólocausalidad His loneliness causes his unhappiness. ‘Su soledad causa su infelicidad.’ Teenageunemployment causes deliquency. ‘El desempleo en los adolescentes causa la delincuencia.’ d. Sólomovimiento The rollling tumbleweed passed the rock. ‘El cardo ruso rodante rebas la roca’ The bullet overtook the arrow. ‘La bala rebasó la flecha.’ Water filled the boat. ‘El agua llenó el bote.’ He accidentally fell. ‘Él se cayó accidentalmente.’ e. Existencia independiente John needs a new car. ‘Juan necesita un carro Nuevo.’ (77) Ejemplos que ilustran la independencia de las implicaciones lógicas lexicales del proto-paciente (en las FNs objeto): a. John made a mistake. (Llegar a existir, por lo tanto (77e) más abajo) ‘Juan cometió un error.’ John moved the rock. (Cambio indefinido de posición) ‘Juan movió la piedra.’ John erasedthe error. (Dejar de existir) ‘Juan borró el error.’ b. Tema incremental John crossed the driveway/Filled the glass with water. (también estacionario con respecto a otros argumentos) ‘Juan atravesó el paso de vehículos/llenó el vaso con agua.’ c. Causalmente afectado Smoking causes cancer. ‘Fumar causa cáncer.’
201
d. Estacionario con respecto a otro participante The bullet entered/overtook the arrow. ‘La bala entró en/rebasó la flecha.’ e. Existencia no-independiente del evento John built a house/erased an error. (Llegar a existir y dejar de existir, no es independiente de (77a) ‘Juan construyó una casa/borró el error.’ This situation constitutes a major dilemma for us. ‘Esta situación constituye un dilema mayor para nosotros.’ John needs a car/seeks a unicorn/lacks enough money to buy it. ‘Juan necesita un carro/busca un unicornio/carece de suficiente dinero para comprarlo.’
Crucial para la teoría de la realización argumental propuesta por Dowty
(1991) es la ‘prototipicalidad’ de los co-argumentos del mismo verbo. El
proto-agente y el proto-paciente de un verbo determinado son los
participantes en el evento que llevan la mayoría de las implicaciones lógicas
lexicales de proto-agente y proto-paciente con respecto a sus co-
argumentos. El enlace de los participantes a las funciones de sujeto y de
objeto de un verbo particular está determinado por el siguiente principio:
(78) Principio de la Selección Argumental En los predicados con un sujeto gramatical y un objeto gramatical, el argumento para el cual el predicado [lexicalmente] implica el mayor número de propiedades de proto-agente será lexicalizado como el sujeto del predicado; el argumento que tenga el mayor número de implicaciones [lexicales] de proto-paciente será lexicalizado como el objeto directo.
(Dowty;1991:576)
Beavers(2006) cita un ejemplo relacionado con el verbo build
(construir) como en la oración Juan construyó la casa. El verbo construir le
asigna a uno de sus participantes (el CONSTRUCTOR)más o menos todas las
implicaciones en (74). Por ejemplo, este es presumiblemente volitivo en el
ejemplo (o por lo menos interpretado como volitivo aun para agentes no
volitivos como en La computadora construyó el módulo), este es sensible o
202
tiene alguna percepción (o es interpretado como tal), este causa un cambio
de estado en otro participante, el cual puede ser referido como lo
CONSTRUIDO (causa que lo CONSTRUIDO sea construido), este se mueve en
forma independiente de lo CONSTRUIDO (en realidad metafóricamente), y
existe en forma independiente del evento. No parece que muestre alguna
implicación lógica lexical de proto-paciente. Luego, un constructor es un
proto-agente canónico, o por lo menos tiene la mayoría o todas las
implicaciones de proto-agente.
Por otro lado, lo CONSTRUIDO tiene la mayoría o todas las
implicaciones lógicas lexicales de proto-paciente, las cuales son asignadas
por el verbo construir. Por ejemplo, este experimenta un cambio de estado,
es un tema incremental (las partes estructuradas del evento de construir
están relacionadas con las partes estructuradas de la cosa que se construye),
es causalmente afectado en el evento de la construcción, es estacionario con
respecto al movimiento del CONSTRUCTOR, llega a la existencia en el curso
del evento y así su existencia es contingente al evento. Este no muestra
ninguna implicación lógica lexical de proto-agente. Luego, el CONSTRUCTOR
es el proto-agente y lo CONSTRUIDO es el proto-paciente de construir. Por
el Principio de la Selección Argumental, el sujeto de construir es el
CONSTRUCTOR y el objeto directo es lo CONSTRUIDO.
Dowty (1991) comenta dos corolarios del Principio de Selección
Argumental, a saber:
“Corolario 1: Si dos argumentos de una relación tienen (aproximadamente) igual número de propiedades implicadas de proto-agente y de proto-paciente, entonces cualquiera o ambos pueden ser lexicalizados como el sujeto (e igualmente para los objetos). Corolario 2: Con un predicado de tres lugares, el argumento no-sujeto que tenga el número mayor de propiedades de proto-paciente implicadas será lexicalizado como el objeto directo y el no-sujeto que
203
tenga menos propiedades implicadas de proto-paciente será lexicalizado como un objeto oblicuo preposicional. Del mismo modo, si dos argumentos no-sujetos tienen aproximadamente igual número de propiedades de proto-paciente implicadas, cualquiera de los dos o ambos pueden ser lexicalizados como objeto directo.” (Beavers; 2006:19) (La traducción es nuestra)
El corolario 1 se manifiesta de dos formas. Primero, hay verbos que
permiten las alternancias del sujeto y del objeto, normalmente simétricas.
Por ejemplo, los verbos estativos de comparación o configuración tales como
parecerse e intersectar (en su lectura estativa), de manera que se
encuentran alternancias como Juan se parece a María vs María se parece a
Juan (los cuales son equivalentes desde el punto de vista de la condición
veritativa) y La línea A intersecta la línea B vs La línea B intersecta la línea A.
Esto no equivale a decir que las variantes son intercambiables, puesto que
ellas pueden cambiar la información estructuralmente (por ejemplo, cuál
participante es el tópico discursivo) y para parecerse quizás cada variante
refleja una selección diferente de cuál participante es la base de la
comparación y cuál es el activamente comparado. Sin embargo, ningún
participante lleva implicaciones lógicas lexicales de proto-papel.
Segundo, hay pares de verbos como comprar y vender. Para Juan le
vendió a María un carro y María compró el carro de Juan ambos participantes
animados son igualmente el agente de una transacción comercial, donde
Juan recibe el dinero de María en intercambio por un carro y María recibe un
carro de Juan en intercambio por dinero. Luego, cualquiera de los
participantes pudo ser materializado como el sujeto que describe la
transacción.
El corolario 2 hace predicciones acerca de los verbos con asignaciones
no-simétricas de proto-agente y proto-paciente, que además tienen más de
dos participantes. Hay dos predicciones que resultan de este corolario. La
204
primera tiene que ver con que si hay tres participantes y uno es el sujeto (y
en consecuencia probablemente el proto-agente), entonces de los dos
participantes restantes el más proto-paciente es el objeto y el otro es no-
sujeto, no-objeto. Esto es más o menos lo que uno esperaría a partir del
Principio de la selección argumental, puesto que el proto-agente y el proto-
paciente deben ser sujeto y objeto respectivamente, y no deja ninguna
función gramatical para el tercer participante. La segunda predicción es que
si los dos participantes no-sujetos son igualmente como proto-pacientes, es
decir, tienen el mismo número de implicaciones lexicales de proto-paciente,
entonces cualquiera puede ser materializado como el objeto directo y el otro
como un oblicuo. Como el corolario 1, este predice que debemos encontrar
verbos de tres argumentos que exhiban alguna alternancia objeto/oblicuo y
segundo que debemos encontrar pares de verbos que manifiesten cada
opción de realización, en ambos casos sin una diferencia apreciable en
significado con respecto a la asignación de papel temático.
El primer caso tiene como ejemplo un verbo como blame (= culpar), el
cual muestra una alternancia objeto/oblicuo como en John blamed Mary
forhisproblems (Juan culpó a María de sus problemas) vs John
blamedhisproblemson Mary (Juan culpó a María de sus problemas), y no
muestra contrastes semánticos relevantes. Sin embargo, Beavers (2006)
dice estar consciente de ejemplos en inglés o en cualquier otra lengua que
demuestren la segunda predicción, esto es, pares verbales similaresa
comprar/vender que son verbos de tres argumentos que describen más o
menos las mismas situaciones donde cada verbo lexicaliza el mismo
participante como sujeto, pero un participante diferente como objeto directo
sin una diferencia apreciable en el significado. Ahora bien, el lingüista no
intenta explicar por qué estos verbos son difíciles de encontrar.
205
Beavers (2006) adopta y modifica las propuestas de Dowty (1991) al
dar definiciones más explícitas de lo que quiere interpretar como un papel
temático, cómo los papeles temáticos son asignados a los participantes y las
nociones teoréticas adoptadas en la discusión de las alternancias
argumeto/oblicuo. El autor comienza por hacer explícita la noción de
estructura argumental que está implícita en el enfoque de Dowty (1991) y
critica el hecho de que este solo se aplica a verbos con un sujeto y un objeto
(y posiblemente a un tercero, el argumento oblicuo)y no cubre los verbos
intransitivos con un solo argumento o los verbos intransitivos con
complementos oblicuos. Como uno de los propósitos principales del trabajo
de Beavers (2006)es acomodar un conjunto más diverso de los patrones de
enlace, el lingüista propone revisar el Principio de la Selección Argumental
como en (79), para dar cuenta de otros tipos de verbos.
(79) Principio de la Selección Argumental (Revisión 1) En los predicados con un sujeto gramatical, un argumento que tenga el mayor número de implicaciones lexicales de proto-agente será lexicalizado como el sujeto del predicado; si el predicado autoriza un objeto gramatical, un argumento que tenga el mayor número de implicaciones lexicales de proto-paciente será lexicalizado como el objeto directo.
(Beavers;2006:34) (La traducción es nuestra)
Esta modificación involucra dos revisiones cruciales. Primero, el autor
cambia la referencia de “el” participante que lleve un número mayor de
implicaciones lexicales de proto-agente o proto-paciente hacia “un”
participante que lleve un número mayor de implicaciones lexicales de proto-
agente o proto-paciente. Esto, debido a la posibilidad de que dos
participantes puedan tener números iguales de implicaciones lexicales de
proto-agente o deproto-paciente, en cuyo caso solo uno puede ser
lexicalizado como el sujeto o el objeto y el otro debe ser materializado como
un oblicuo. Segundo, mientras que Beavers (2006) asume que todos los
predicados tienen un sujeto gramatical, donde el sujeto es algún argumento
206
que tenga tantas o más implicaciones lexicales de proto-agente que otro, la
materialización de un participante de proto-paciente como un objeto directo
es contingente a un predicado que permita un objeto directo. En principio,
debe haber tres tipos de verbos que consideren la autorización de un objeto
directo, esto es, tres tipos de verbos que consideren su Estructura
Argumental del Predicado (EAP), definidos en términos de las funciones
gramaticales, como en (80):
(80) a. Verbos que obligatoriamente deben tener un objeto directo V: EAP < Sujeto, Objeto, … > b. Verbos que toman un objeto opcional V: EAP < Sujeto, (Objeto), … > c. Verbos que no permiten un objeto directo V: EAP < Sujeto, … >
(Beavers;2006:35) (La traducción es nuestra)
Cuáles predicados permiten o no los objetos directos, opcionalmente o
de otra forma, es esencialmente una pregunta sobre qué subyace a la
transitividad en las lenguas, un tema complejo del cual Beavers (2006) no
intenta hablar completamente en este trabajo puesto que su foco primario es
sobre la semántica de las alternancias argumento/oblicuo. Sin embargo, no
sería sorprendente si los factores que determinan la transitividad en las
lenguas y los que figuran en las alternancias objeto/oblicuo están
relacionados. Por el momento, el autor asume que el verbo requiere un
objeto directo, permite un objeto directo opcional o no permite un objeto
directo. Debido al principio de la selección argumental, un proto-agente
siempre está enlazado al sujeto en la EAP del verbo, y si este autoriza un
objeto directo (obligatorio u opcional), entonces debe ser un proto-paciente.
Cualquier participante autorizado por el verbo que no es materializado como
un sujeto o un objeto debe ser materializado como un oblicuo o no debe ser
materializado.
207
Beavers (2006) también asume que, además de su estructura
argumental, un verbo autoriza un conjunto de papeles temáticos, como en
(81):
(81) V: PAPELES < R1, …, Rn>
El verbo V autoriza n papeles (esto es, n participantes). Cada papel
temático Ri es un papel temático individual, en el sentido de Dowty
(1989:76), definido como el conjunto de implicaciones lexicales específicas
del verbo que relacionan un participante x con el evento e. Lo vemos en
(82):
(82) ∀α[α∈Ri→α (x,e)]
Los elementos α en Risonespecíficos del verbo V y describen la participación exacta de x en e. Por ejemplo, para el verbo construir los papeles asignados son CONSTRUCTOR y CONSTRUIDO, dos conjuntos de implicaciones lógicas lexicales que son muy específicos de los eventos de construir. (83) Construir: PAPELES < CONSTRUCTOR, CONSTRUIDO >
Como ilustración, las implicaciones lexicales de un CONSTRUIDO
podrían estar formadas por las siguientes propiedades, entre otras:
(84) Propiedades de un CONSTRUIDO i. De estar no construido pasa a estar construido ii. Está homórficamente relacionado con el evento de construir iii. Está dirigido por el CONSTRUCTOR iv. Es inactivo con respecto al CONSTRUCTOR v. Llega a la existencia en el evento de construir vi. …
(Beavers;2006:36) (La traducción es nuestra)
Para el papel de lo CONSTRUIDO en (84), mínimamente se sabe que
viene a estar completamente construido en el curso del evento, que el
progreso del evento está ligado al participante de alguna manera, lo
208
CONSTRUIDO es manipulado por el agente del evento, es estacionario con
respecto a al agente, llega a existir en el curso del evento y otras
implicaciones lexicales no nombradas en (84). Además, la implicación lexical
en (84i) implica lógicamente la implicación en (84v). Como se evidencia en
(85):
(85) Pasa de estar no-construido a estar construido → llega a la existencia en el evento de construir
(Beavers;2006:37) (La traducción es nuestra)
Esto saca a relucir una propiedad crucial de los papeles temáticos
individuales, a saber, que las implicaciones lógicas lexicales que un verbo
asocia con un participante determinado no son necesariamente
independientes, ellas pueden establecer relaciones implicacionales con
otros. De hecho, en tanto que los papeles temáticos individuales se supone
que abarcan todo lo que sabemos del papel de un participante en el evento,
ellos constituyen, en algún sentido, una conclusión implicacional y así para
una implicación lexical α en un papel determinado, una implicación lexical β
implicada por α también es un miembro de ese papel.
Entre las otras numerosas implicaciones lexicales más allá de las
presentadas en (84) que comprenden un papel de CONSTRUIDO, algunas de
ellas son más generales que otras y comprenden propiedades del
participante que pueden aplicarse a otros participantes en otros eventos
teoréticamente. En particular, las implicaciones lexicales específicas del
verbo en (84) implican más o menos todas las implicaciones lexicales del
proto-paciente. Veamos (86).
209
(86) Implicaciones lexicales específicas Implicaciones lexicales de proto- del verbo de un CONSTRUIDO paciente de un CONSTRUIDO i. Pasa de estar no-construido a estar → experimenta cambio de estado construido ii. Está homomórficamente relacionado → Tema incremental con el evento de construir iii. Es manejado por el CONSTRUCTOR→ causalmente afectado por otro participante iv. Es inactivo con respecto al→ estacionario con respecto al CONSTRUCTOR movimiento de otro participante vi. Llega a la existencia en el evento → no existe independientemente de construir del evento, o no existe
(Beavers;2006:37) (La traducción es nuestra)
Dada la propiedad de la conclusión implicacional de los papeles
temáticos individuales, todas las implicaciones lexicales de proto-papel en
(86) son también miembros de lo CONSTRUIDO; claro, no todas estas
implicaciones lexicales son totalmente independientes las unas de las otras.
Además de la relación implicacional en (85), las siguientes relaciones
implicacionales también se mantienen:
(87) a. Viene a la existencia en el evento → experimenta un cambio de estado de construir b. Viene a la existencia en el evento → no existe independientemente del de construir evento
Luego, un papel temático individual, como se define en este
acercamiento, es un conjunto bien especificado de implicaciones léxicas
acerca del papel que un participante juega en el evento. Está estructurado
internamente por las relaciones implicacionales que involucran no solo las
implicaciones léxicas específicas del verbo, sino también las implicaciones
léxicas en un nivel más alto de generalidad; incluyendo las implicaciones
lexicales que comprenden los proto-papeles definidos anteriormente. Por otro
210
lado, el objeto del verbo search (=buscar) en John searchedthewoods
(=Juan buscó las maderas) tiene un papel temático individual al cual
Beavers(2006) se refiere como el papel de lo BUSCADO, que consiste en una
serie de implicaciones léxicas que incluye algunas, pero no todas, las
implicaciones de proto-paciente en (75), como se muestra en (88):
(88) Implicaciones léxicas específicas del Implicaciones léxicas de un proto- verbo de un BUSCADO paciente de un BUSCADO i. Está homomórficamente relacionado → Tema incremental con el evento ii. Es manejado por el BUSCADOR → causalmente afectado por otro participante iii. Es inactivo con respecto al → estacionario con respecto al BUSCADOR movimiento de otro participante iv. …
Otra vez, las implicaciones léxicas que comprenden el papel BUSCADO
en (88) no tienen el propósito de ser exhaustivas o correctamente
formuladas.Pero cualquier cosa en la que consista lo BUSCADO, este
finalmente incluye las implicaciones de proto-paciente en la segunda
columna en (88). Cuando se comparan los BUSCADO y lo CONSTRUIDO,
vemos que aunque ellos consisten generalmente en implicaciones léxicas
muy diferentes, comparten algunas de las implicaciones léxicasde proto-
paciente. Por ejemplo, estar homomórficamente relacionado a un evento de
construir y estar homomórficamente relacionadoa un evento de buscar,
mientras que son implicaciones lexicales distintas, ambas implican la misma
implicación léxica del proto-paciente del tema incremental.
Así, es posible comparardos papeles temáticos individuales en términos
de las implicaciones léxicas de proto-papel que ellos implican. Como el papel
de BUSCADO solo implica tres de las implicacionesdel proto-paciente en (75),
mientras que el papel de CONSTRUIDO implica las cinco, entonces el primero
211
es menos como un papel de proto-paciente que el segundo. De esta manera,
Beavers (2006) puede mantener el Principio de la Selección Argumental del
Dowty (1991) pero proporciona un modelo explícito de las implicaciones
léxicas específicas del verbo sobre las cuales se basa la comparación.
Más allá de comparar los papeles en términos de su relativa
prototipicalidad, podemos también compararlos y clasificarlos en términos de
otras implicaciones léxicas compartidas. Beavers (2006) hace esto
entérminos de lo que es referido por Dowty (1989:77) como tipos de papeles
temáticos, veamos (89):
(89) Un tipo de papel temático τes la intersección de dos o más papeles temáticos individuales, esto es, el conjunto de implicaciones léxicas que diferentes papeles temáticos individuales tienen en común, los cuales clasifican los papeles temáticos individuales en clases equivalentes.
(Beavers;2006:39) (La traducción es nuestra)
Los tipos de papeles temáticos son más útiles que los papeles
temáticos individuales para establecer las restricciones sobre la realización
argumental, puesto que los tipos se aplican a más de un verbo y así
proporcionan una herramienta para establecer generalizaciones entre los
argumentos de verbos diferentes. Sin embargo, un tipo de papel temático
definido simplemente como una intersección de dos o más papeles temáticos
individuales es una noción casi inútil, ya que hay exponencialmente muchos
tipos de papeles temáticos basados en el número de implicaciones léxicas
que juegan un papel en todos los papeles temáticos individuales diferentes
que existen en una lengua determinada.
Sin embargo, presumiblemente, algunos tipos de papeles temáticos
serán relevantes para la realización argumental y otros no serán relevantes.
De hecho, no parece ser el caso que varios tipos de papeles temáticos
diferentes se repitan una y otra vez en los diferentes patrones de realización
212
argumental. No es de extrañar que los tipos de papeles temáticos que se
repiten y establecen una diferencia para la realización argumental son
aquellos que (a) constan solo de implicaciones léxicas muy generales, por
ejemplo, sobre el mismo nivel de generalidad como las implicaciones léxicas
en (74) y (75) que definen un proto-agente y un proto-paciente; y (b)
corresponden a las nociones que se han repetido en la literatura sobre la
realización argumental por décadas, a saber, cambio de estado, causalidad
movimiento y posesión. Luego, mientras que hay numerosos tipos de
papeles temáticos posibles, solo un número pequeño de tipos de papeles
temáticos muy generales desempeñan un papel en las generalizaciones
lingüísticas acerca de la realización argumental.
Estos tipos de papeles temáticos recurrentes son obviamente de
importancia lingüística y corresponden a lo que Dowty (1989:77) llama tipos
de papeles L-temáticos (=papeles L-temáticos), los tipos de papeles
temáticos intrínsecamente importantes. Los papeles L-temáticos constituyen
el conjunto de tipos de papeles temáticos que discute Beavers (2006) y
presumiblemente hay un número pequeño de estos.
Para los fines de su discusión, el lingüista asume que los papeles L-
temáticos solo consisten de implicaciones muy generales, que son
significativas para la realización argumental en un amplio rango de verbos,
tales como las implicaciones léxicas que conforman los papeles de proto-
agente y proto-paciente en (74) y (75). Si, por ejemplo, asumimos que los
papeles de proto-agente y deproto-paciente son los roles L-temáticos, como
lo son todos los subconjuntos de estos dos papeles de proto-papeles,
entonceslos papeles CONSTRUIDO y BUSCADO tienen diferentes papeles L-
temáticos (puesto que ellos tienen diferentes números de implicaciones
lógicas lexicales de proto-paciente). Sin embargo, CONSTRUIDO Y
DESTRUIDO (el objeto de destruir) presumiblemente tengan los mismos
213
papeles L-temáticos, puesto que ambos tienen todas las implicaciones léxicas
de proto-paciente en (75). Estas aparecen resumidas en (90):
(90) Papeles L-temáticos de tres papeles temáticos individuales basados en las implicaciones de proto-paciente:
CONSTRUIDO DESTRUIDO BUSCADO i. Experimenta cambio de estado
i. Experimenta cambio de estado
i. experimenta cambio de estado
ii. Tema incremental ii. Tema incremental ii. Tema incremental iii. Causalmente afectado por otro participante
iii. Causalmente afectado por otro participante
iii. Causalmente afectado por otro participante
iv. Estacionario con respecto al movimiento de otro participante
iv. Estacionario con respecto al movimiento de otro participante
iv. Estacionario con respecto al movimiento de otro participante
v. No existe independientemente del evento, o no existe en absoluto
v. No existe independientemente del evento, o no existe en absoluto
________
De hecho, Beavers (2006) solo postula los papeles L-temáticos que
contienen las implicaciones léxicas relevantes para la selección argumental
directa (esto es, están implicados en el principio de la selección argumental).
Esto contendrá casi exclusivamente las implicaciones léxicas en (74) y (75),
con la excepción de una implicación léxica propuesta por el autor, la cual no
es una implicación de proto-papel pero es relevante para la realización del
objeto indirecto (OI) y es incorporada en la versión final de Principio de
selección argumental. Esta versión final la enunciamos en (91):
(91) Principio de selección argumental (final)
214
En los predicados con sujeto gramatical, un argumento que tenga el mayor número de implicaciones lexicales de proto-agente será lexicalizado como el sujeto del predicado; si el predicado permite un objeto gramatical, un argumento que continúa teniendo el mayor número de implicaciones léxicas de proto-paciente será lexicalizado como el objeto directo (OD); si el predicado permite un objeto indirecto, el argumento que continúa teniendo el papel L-temático POSEEDOR PROSPECTIVO será lexicalizado como el objeto indirecto.
(Beavers;2006:197–198) (La traducción es nuestra)
Con respecto al tema incremental y su papel en la determinación de las
clases aspectuales de la FV en la cual puede ocurrir, podemos decir que esta
implicación lógica lexical no solo aparece en el trabajo de Dowty (1991), sino
en el de otros lingüistas como Tenny (1994) y Krifka (1998). La idea central
es que el argumento objeto directo de verbos como comer y podar es
agotado o consumido en la medida en que el evento denotado por el verbo
progresa, como en (92a,b):
(92) a. Luis *(se) comió la empanada. b. Luis podó el césped.
El progreso del evento de comer o de podarse puede evaluar al mirar
los cambios que experimentan tanto la empanada como elcésped. Dowty
(1991) explica la relación semántica que existe entre el proto-paciente en las
oraciones en (92) de la siguiente manera:
“Si le digo a mi hijo que pode la grama (en este momento) y luego miro la grama una hora más tarde, seré capaz de concluir algo acerca del “aspecto” del evento de podar la grama a partir del estado de la grama, como sigue, que el evento no ha comenzado todavía, que el evento ha sido parcialmente completado o que el evento ha sido completado, de acuerdo a si las hojas del césped están altas, parcialmente cortadas o totalmente cortadas. Por otro lado, no estaré necesariamente en la capacidad de inspeccionar el estado de mi hijo y concluir algo acerca de terminación de podar el césped. En este evento, mi hijo es el agente y el césped es el tema, de hecho, el tema incremental” (Dowty;1991:567) (La traducción es nuestra)
215
Formalmente, existe un homomorfismo de las partes de un tema
incremental hacia las partes del evento del cual es el tema.
El tema incremental es relevante en el estudio de la teoría del aspecto
y, de acuerdo con las implicaciones lógicas propuestas por Dowty (1991), el
tema incremental es una propiedad típicamente asociada al argumento
paciente. Dowty (1991:567 – 568) agrega lo siguiente:
“La hipótesis de que los predicados verbales son homomorfimos claramente explica el rompecabezas de larga data de Verkuyl (1972) acerca de la forma en que los argumentos plurales escuetos o desnudos y los términos de masa pueden hacer que un predicado télico se comporte como si fuese ‘durativo’ o ‘imperfectivo’ en aspecto, como en los ejemplos conocidos en (19): (19) a. John drank a glass of beer. ‘Juan *(se) bebió un vaso de cerveza. (‘perfectivo’) b. John drank a beer (for an hour) ‘Juan bebió cerveza (durante una hora) (‘durativo’)”
Notemos que, en la traducción española, tanto en la oración (92a)
como en la (19) (que aparece en la cita de Dowty (1991)), es necesario
introducir el clítico se en estas construcciones transitivas, lo que puede
implicar que se es un núcleo eventivo, como veremos en el capítulo
siguiente.
CAPÍTULO IV
EL AKTIONSART Y EL CLÍTICO SE
4.1. El aktionsart
Aktionsart, aspecto inherente, aspecto lexical, aspecto interior, todos
estos términos se refieren al estudio de la forma en que un predicado
describe un evento. Intuitivamente, un evento se puede describir como
poseedor de un punto final o como un evento que carece de tal punto final.
Consideremos las oraciones en (1a-c):
(1) a. Pedro construyó una casa. b. Pedro se bebió una lata de cerveza ayer. c. Pedro bebió cerveza ayer.
Las oraciones en (1a-b) describen eventos que se interpretan como
terminados o completados. En (1a), se entiende que se llega a un punto final
del evento que corresponde al hecho de que la casa esté terminada, ya
construida. En (1b), el punto final está relacionado con el hecho de que la
lata de cerveza esté vacía, después de que la cerveza haya sido consumida.
Las expresiones en (1a-b) describen lo que se llama eventos télicos.
La intuición relacionada con las oraciones en (1a-b) contrasta con la
que se puede observar en (1c), la cual describe un evento que no especifica
la cantidad de cerveza ingerida y, por lo tanto, no hay un punto final para
este evento. La oración en (1c) describe lo que se llama un evento atélico.
Se puede decir que los verbos tienden a tener significado aspectual
inherente porque las actividades, las situaciones y los eventos descritos por
los verbos (eventualidades (Bach (1986)) tienden a tener propiedades
temporales inherentes.
Podemos observar que la naturaleza del argumento interno afecta la
interpretación del evento descrito por el predicado (Verkuyl(1993),
Krifka(1989)). En la oración (1a) el argumento interno denota una cantidad
218 específica de casas (una casa); en la oración (1b), el argumento interno
denota una cantidad específica de cerveza (una lata de cerveza) y en la
oración (1c), el argumento interno no denota una cantidad específica de
cerveza.
Asimismo, se puede observar que la oración (1a) pudiera expresarse
como en (2):
(2) Pedro se construyó una casa (a todo trapo).
Otro aspecto importante en la lengua española es que la oración (1b)
se percibe más directamente como télica cuando el clítico se está presente
en la oración.
Desde la altamente conocida clasificación de los verbos de Vendler
(1967), quien propone cuatro clases aspectuales de verbos basados en sus
restricciones sobre adverbios de tiempo, tiempos lingüísticos e implicaciones
lógicas y establece pruebas para distinguirlos entre sí, los lingüistas han
asumido esta posición (c.f.Dowty(1979)). Estas clases lexicales-aspectuales
o aktionsart o modos de acción son:
(i) Estados: que no tienen un final natural. Son ejemplos: conocer,
crecer, haber/tener, desear, amar, etc.
(ii) Actividades: tampoco tienen un final natural. Son ejemplos: correr,
caminar, nadar, empujar una carreta, conducir un carro, etc.
(iii) Realizaciones: constituyen eventos en los que hay un proceso que
conduce a un final. Son ejemplos: pintar un cuadro, hacer una silla, dar un
sermón, dibujar un círculo, empujar una carreta, recuperarse de una
enfermedad, etc.
(iv) Logros: son eventos instantáneos. Por ejemplo: reconocer,
detectar, encontrar, perder, alcanzar, morir, ubicar, localizar, etc.
219
En este trabajo, las clases de eventos que nos interesa enfocar son los
eventos de realización y los eventos de logro.
Vendler (1967) establece generalizaciones importantes sobre estas dos
clases con respecto a los marcadores aspectuales con los que aparecen:
Los verbos de logro no admiten los tiempos progresivos:
(3) *Pedro está encontrando la llave.
Los verbos de realización sí admiten los tiempos progresivos: (4) Pedro está dibujando un círculo
Ambos tipos de verbos toman adverbios de tiempo con en, tales como
en una hora:
(5) a. Pedro encontró la llave en una hora. (Logro) b. Pedro dibujó un círculo en una hora. (Realización)
Dowty (1979), entre otros, menciona algunas de las pruebas
lingüísticas diseñadas por Vendler (1967) para distinguir entre el aktionsar o
modos de acción.
Entre las pruebas más comunes para diferenciar las clases aspectuales
están: (i) La paradoja imperfectiva y (ii) la prueba de los adverbios
puntuales (en X tiempo) y los adverbios que indican un lapso de tiempo
(durante X tiempo).
La paradoja imperfectiva consiste en que si el progresivo del verbo (v-
ando/-iendo) no implica el imperfectivo (ha v-do), entonces el predicado es
un evento de realización o de logro.
(6) Realización Pedro está pintando un cuadro No implica Pedro ha pintado un cuadro
220 (7) Logro Los delincuentes están secuestrando a la pareja No implica Los delincuentes han secuestrado a la pareja
Ahora bien, la forma progresiva resulta extraña con los verbos de
logro, no obstante, en nuestra variación dialectal del español del Caribe, se
utiliza con sentido imperfectivo; esto apoya la paradoja. Veamos el ejemplo
en (8):
(8) a. Estoy llegando a tu casa = no he llegado a tu casa aún b. Estoy contactando a Pedro = no he contactado a Pedro aún
Los adverbios puntuales se utilizan para diferenciar los verbos de logro,
como se observa en (9) donde la FP en la tarde, en (9b), se interpreta como
un momento específico de la tarde. Mientras que los adverbios que indican
lapso de tiempo se utilizan para diferenciar los verbos de realización, como
se observa en (10) donde la frase en un año indica un espacio de tiempo en
el cual ocurre un proceso que provee un punto final natural, es decir, el
lapso de tiempo que tardóPedro en construir la casa.
(9) a. Los delincuentes secuestraron a la pareja a las tres de la tarde b. Los delincuentes secuestraron a la pareja en la tarde (10) Pedro construyó la casa en un año
Como ya hemos expresado, la (a)telicidad está relacionada con cómo
se concibe un evento, si tiene un punto final inherente (o punto de
completación) o si no lo tiene. Por ejemplo, el modificador adverbial durante
una hora es posible con actividades, como se observa en (11), pero
normalmente no es posible con eventos de realización, como se observa en
(12), y tampoco es posible con eventos de logro, como en (13):
(11) Juan nadó durante una hora. (12) *Juan construyó una casa durante un año. (13) *Juan ganó la carrera durante una hora.
221
La modificación temporal con el modificador adverbial en una hora
muestra un esquema opuesto. Los eventos télicos se combinan en forma
exitosa con un modificador adverbial en X tiempo.
Mourelatos (1978)caracteriza las clases aspectuales propuestas por
Vendler (1967) de la siguiente manera:
(i) Los estados, que pueden perdurar o persistir a lo largo del tiempo,
difieren de las realizaciones y de las actividades en que no pueden ser
calificados como acciones en absoluto. Los verbos que expresan estados no
tienen formas progresivas. Según este autor, no se puede decir –al menos
no en buen inglés- I am knowing (Estoy conociendo) o I am loving (Estoy
amando). Un estado, como su nombre lo indica, no involucra dinamismo,
aunque puede presentarse o ser adquirido como el resultado de un cambio y,
aunque puede proveer el potencial del cambio, en sí mismo no constituye un
cambio.
(ii) Las actividades, las cuales tienen como rasgo esencial la
homogeneidad. Si Juan está(o estuvo o estará o ha estado) corriendo
durante media hora, debe ser cierto que él está (o estuvo o estará o ha
estado) corriendo en cualquier espacio de tiempo dentro de este período,
pues cualquier parte del proceso es de la misma naturaleza que el proceso
completo.
(iii) Las realizaciones, que tienen duración, intrínsecamente. Así,
podemos decir propiamente “X V-pas(ado)” con referencia a la totalidad de
ese segmento de tiempo y no solo con referencia a un momento único, por
ejemplo, Juan escribió la carta durante el descanso del almuerzo. Además,
una realización no es homogénea.
(iv) Los logros capturan o el inicio o el climax de un evento. Por sí
mismos, no pueden ocurrir durante todo un intervalo de tiempo.
222
Mourelatos (1978:426) propone lo que llama Tricotomía Generalizada,
la cual aparece en un esquema de contrastes binarios, como se observa en
(14):
(14) Situaciones Estados Ocurrencias (Acciones) Procesos Eventos (Actividades) (Actuaciones) Desarrollos Ocurrencias puntuales (Realizaciones) (Logros) (La traducción es nuestra)
Los ejemplos que este autor ofrece son los siguientes: (15) Estado: El aire huele a Jazmín. Proceso: Está nevando. Desarrollo: El sol se ocultó. Ocurrencia puntual: El cable se partió, Él parpadeó, Las piedras pequeñas golpearon el agua.
Parsons (1990) categoriza las oraciones de la siguiente manera: (i) Eventos (Realizaciones), como en la expresión (16), los cuales
pueden tomar o no una cantidad de tiempo.
(16) Agatha hizo un sandwich.
(ii) Eventos (Logros), como en la oración en (17), que son instantáneos
por su naturaleza.
(17) Ella ganó la carrera.
223
(iii) Los estados, como el ejemplo en (18), tienen la particularidad de
que se mantienen constantes durante una cantidad de tiempo variable, sin
que haya progreso en el evento.
(18) El vestido es rosado.
(iv) Los procesos, evidenciados en la oración en (19), no son sucesos,
pero son como los estados en que no tienen puntos finales naturales,
aparentemente.
(19) María corrió.
Este autor, generalmente, no le presta atención a la distinción entre los
eventos de realización y los de logro. También está de acuerdo con la
división entre eventos y estados genéricos, por un lado, y eventos y estados
particulares, por el otro lado. Su teoría implica una distinción básica entre la
culminación del evento y el hecho de que una eventualidad se pueda
mantener constante sin que haya progreso.
En el caso de los eventos-realizaciones, las subpartes que tienen un
significado especial son fáciles de identificar, un evento tiene tanto una
porción de desarrollo como una culminación. Los eventos-logros culminan
cuando suceden. Estos tienen porciones de desarrollo anteriores al momento
de la culminación. Esta posición explica la aceptabilidad de una oración como
la que presentamos en (20), en la cual se hace énfasis en las porciones
anteriores al momento de la culminación que se realiza cuando Juan llega de
primero a la meta.
(20) Juan está ganando la carrera.
Este punto de vista, también apoya la prueba de la paradoja
imperfectiva con los eventos de logro, pues el progresivo no implica el
perfectivo, es decir, lo que se interpreta es que Juan no ha ganado la carrera
aún.
224
Para los estados, Parsons (1990) asume que la noción de culminación
no se aplica. En un momento dado, un estado se mantiene constante o no.
La oración en (21) es un ejemplo paradigmático de una oración de proceso,
puesto que correr por sí mismo no parece que implica una noción de
culminación.
(21) María corre.
I. Depraetere (1995) expresa que un examen más cuidadoso de la
discusión sobre la clasificación de Vendler (1967) revela que dos tipos de
conceptos son entrelazados con frecuencia en las clasificaciones. La lingüista
añade que esta diferencia conceptual se hace visible a partir de la paradoja
imperfectiva de Dowty (1977), según la cual el uso de la forma progresiva
aparentemente tiene el efecto de sacar el punto final integrado en oraciones
como Juan estaba dibujando un círculo. De aquí surge la pregunta acerca de
si todavía hay una referencia a una realización. Oraciones de este tipo
demuestran que es necesario tener dos distinciones: una clasificación basada
en los puntos finales potenciales, llamada (a)telicidad, y otra basada en los
límites temporales reales categorizada como (no)limitada cronológicamente.
Depraetere (1995) se adhiere a la definición de (a)telicidad que hemos
utilizadoen este trabajo, es decir, al punto final o terminal; mientras que la
noción de (no)limitado cronológicamente gira alrededor de un límite temporal
o un límite relacionado con el tiempo cronológico.
Una oración es limitada cronológicamente si representa una situación
que ha alcanzado un límite en el tiempo cronológico, sin considerar si la
situación tiene un punto final inherente o buscado. Ahora bien, una oración
es no-limitada cronológicamente si no representa una situación que haya
alcanzado un límite en el tiempo cronológico. Los ejemplos en (22a-d) son
oraciones limitadas cronológicamente, mientras que las oraciones en (22e-f)
son no-limitadas cronológicamente.
225 (22) a. I met John at 5 o’clock. ‘Yo me encontré con Juan a las 5’. b. Judith played in the garden for an hour. ‘Judith jugó en el jardín durante una hora’. c. Julian lived in Paris from 1979 until May 1980. ‘Julián vivió en Paris desde 1979 hasta mayo de 1990’. d. I havelived in Paris. ‘Yo he vivido en Paris’. e. She lives on the corner of Russell Square. ‘Ella vive en la esquina de la plaza Russell’. f. She is writing a nursery rhyme. ‘Ella está escribiendo una poesía infantil’. (Depraetere;1995:3) (La traducción es nuestra)
En el ejemplo en (22a), la naturaleza de la situación es tal que solo
toma un tiempo limitado cronológicamente. El carácter puntual del evento y
el uso de una forma no progresiva determinan la limitación cronológica de la
oración. En (22b) y (22c), los adverbios imponen los límites en el tiempo
cronológico. En (22d), el tiempo lingüístico usado indica que hay límites en el
tiempo cronológico, es decir, la propiedad “limitado cronológicamente” en
(22d) es el resultado del uso de un tiempo perfecto.
Depraetere (1995:4-5) afirma que el carácter (a)télico de una oración
no es afectado por el progresivo, a diferencia de la propiedad (no)limitación
cronológica. Las oraciones que se presentan en (23) las considera como
télicas, sin tomar en cuenta el hecho de que el verbo esté en forma
progresiva o no.
226 (23) a. John opened the parcel.(telicbounded) ‘Juan abrió el paquete’.(télicolimitado cronológicamente) b. John was opening the parcel. (telicunbounded) ‘Juan estuvo abriendo el paquete’. (télico no-limitado cronológicamente) c. Ten firecrackersexploded. (telicbounded) ‘Diez cohetes explotaron’. (télico limitado cronológicamente) d. Ten firecrackerswereexploding. (telicunbounded) ‘Diez cohetes estuvieron explotando’. (télico no-limitado cronológicamente) (Depraeter;1995:5) (La traducción es nuestra)
Sin embargo, el cambio de un evento de ser limitado cronológicamente
a ser no-limitado cronológicamente causado por un factor diferente al
progresivo puede coincidir con el cambio de télico a atélico, como
observamos en (24a-b).
(24) a. John left at 8 o’clock. (telicbounded) ‘Juan partió a las 8’. (télico limitado cronológicamente) b. John leaves at 8 o’clock. (atelicunbounded) ‘Juan parte a las 8’. (atélico no-limitado cronológicamente) (Depraeter;1995:5) (La traducción es nuestra) No obstante, Parsons (1990) sostiene que cambiar un evento,
semánticamente, a la forma progresiva requiere que este sea tratado como
un verbo de estado; la oración en cuestión requiere que, para su veracidad,
el evento se mantenga, no que este culmine. Por lo tanto, las oraciones de
evento en la forma progresiva se formalizan de manera diferente a aquellas
que no están en dicha forma. La oración no-progresiva en (25) recibe la
formalización en (26):
(25) Agatha crossedthe Street. ‘Agatha cruzó la calle’. (26) (∃t) [t < ahora y (∃e) [cruce (e) y Sujeto (e, Agatha) y Objeto (e, la calle) y Cul (e,t)]]
(Parsons;1990:171) (La traducción es nuestra)
227
La oración en (27) se trata de la misma manera, excepto que la frase
iscrossing (está cruzando) se clasifica como una forma verbal estativa. Por lo
tanto, el autor escoge mantener en lugar de culminar, el resultado es como
en (28):
(27) Agatha wascrossingthe Street. ‘Agatha estaba cruzando la calle’. (28) (∃t) [t < ahora y (∃e) [cruce (e) y Sujeto (e, Agatha) y Objeto (e, la calle) y mantiene (e,t)]]
(Parsons;1990:171) (La traducción es nuestra)
J. E. MacDonald (2006) explica que el aspecto es un término que se ha
usado en la lingüística para hacer referencia (por lo menos) a dos campos
distintos de estudio. Podemos referirnos a estos dos campos como aspecto
interno y aspecto externo, aspecto lexical y aspecto gramatical o aspecto
situacional y punto de vista, respectivamente, en concordancia a lo
propuesto por Carlota Smith (1997).
Basada en ZenoVendler (1967), Smith (1997) propone cinco tipos de
situación, de acuerdo con las propiedades temporales del evento o del estado
del cual se habla, como se muestra en (29):
(29) Tipos de Situación
(i) Estado: estático, durativo. (saber la respuesta, amar a María) (ii) Actividad: dinámico, durativo, atélico. (reir, pasear en el parque) (iii) Realización: dinámico, durativo, télico, consiste en proceso y resultado. (construiruna casa, aprender español, caminar a la escuela) (iv) Semelfactivo: dinámico, atélico, instantáneo. (golpear) (v) Logro: dinámico, télico, instantáneo. (ganar una carrera, alcanzar lacima, encontrar la llave)
228
Los tipos de punto de vista se presentan en (30): (30) Tipos de Puntos de Vista
(i) Punto de Vista Perfectivo: Se centra en una situación en su totalidad, incluyendo tanto el punto extremo inicial como el final. (ii) Punto de Vista Imperfectivo: Se centra en una parte de una situación, no incluye ni el punto extremo inicial ni el final. (iii) Punto de Vista Neutral: Es flexible, incluye el punto extremo inicial de una situación y, por lo menos, un estadio interno.
Los sistemas aspectuales tienen propiedades consistentes. Los
componentes del punto de vista y del tipo de situación constituyen
subsistemas cerrados, y le ofrecen al hablante alternativas que son limitadas
y obligatorias. Este acercamiento considera dos clases de formas lingüísticas
superficiales: (i) Los morfemas lexicales, los cuales son usualmente
expresiones referenciales (entidades, eventos, conceptos), y forman una
clase abierta; (ii) Los morfemas gramaticales, estos expresan funciones
gramaticales y relaciones; además, es una clase limitada o cerrada.
El punto de vista es normalmente expresado por los morfemas
gramaticales, que con frecuencia aparecen en el sistema flexivo del verbo. La
Situación es expresada por la constelación verbal. Las constelaciones
verbales están asociadas con los tipos de situaciones particulares
(estatividad, actividad, etc.). Las Situaciones se pueden presentar con más
de un Punto de Vista, de acuerdo con la alternativa escogida por el hablante.
En este trabajo, estudiaremos la naturaleza del aspecto interno o tipo
de situación (o aktionsart) en la lengua española.
En (31), se presenta un gráfico de la estructura temporal de las
situaciones. Las letras mayúsculas indican los puntos extremos; los puntos
representan estadios. En principio, una situación puede tener estadios
preliminares, estadios internos y estadios resultantes.
229 (31) Estructura Temporal Abstracta de las Situaciones: … I…F…
Hay varios tipos de puntos extremos; los puntos extremos de un
evento pueden tener estructura interna; los eventos pueden ser instantáneos
y carecer de estadios internos.
Las constelaciones verbales pueden asociarse con varios tipos de
situación. En los ejemplos mostrados en (32), las oraciones en (a)
representan categorizaciones básicas; las oraciones en (b) representan
niveles derivados, es decir, resultados de cambios de tipo de situación.
(32) a. Luis supo la verdad. (Estativo) b. De repente, Luis supo la verdad. (Logro) a´. María tosió. (Semelfactivo) b´. María tosió durante una hora. (Actividad) a´´. Luis jugó seis entradas el viernes. (Realización) b´´. Luis siempre juega seis o siete entradas los viernes. (Estado habitual)
Los cinco tipos de situaciones idealizadas definen conjuntos de
propiedades temporales conceptuales. Las propiedades temporales de
dinamismo, telicidad y duración distinguen los clásicos tipos de situaciones,
que presentamos en (33):
(33) a.[Estático/Dinámico]: Los estados son estáticos, los eventos son dinámicos. b. [Télico/Atélico]: Los eventos pueden ser télicos o atélicos.
Los eventos télicos tienen un cambio de estado, el cual constituye el
resultado o meta del evento. Cuando la meta se obtiene, ocurre un cambio
de estado y el evento es completo. Los eventos télicos incluyen eventos sin
agentes. Los eventos télicos tienen un punto extremo final natural. En
contraste, los eventos atélicos son simplemente procesos. Pueden cesar en
cualquier momento: no hay resultado; tienen un punto extremo final
arbitrario.
230 c. [Durativo/Instantáneo]: Las situaciones son durativas o instantáneas. Esta noción de lo que es instantáneo es conceptual.
El conjunto de rasgos que distinguen los tipos de situación están
registrados en (34), en términos binarios.
(34) Rasgos Temporales de los Tipos de Situación Situaciones Estático Durativo Télico Estado + + - Actividad - + - Realización - + + Semelfactivo - - - Logro - - +
Desde su perspectiva, Smith (1997) incluye la cadena causal. Esta
ayuda a entender la relación entre las constelaciones verbales y las
situaciones. También, establece los componentes básicos de la estructura
causal. Con la cadena, relacionamos las constelaciones verbales con la
estructura causal de las situaciones. El mapeo de las constelaciones verbales
hacia la cadena causal nos permite considerar su naturaleza lexical. La
autora adopta la cadena causal en (35):
(35) Cadena Causal Causa Sujeto Acción Instrumento Objeto Resultado
No es el caso que todos los componentes deban aparecer en un
evento dado. El esquema es icónico de izquierda hacia la derecha. Las partes
más hacia la izquierda son las primeras en el tiempo no lingüístico, y
anteriores causalmente a la porción más hacia la derecha. Algunos
elementos son simultáneos, por ejemplo, si un instrumento está presente,
este es parte de la acción de un evento.
La expansión lexical de una constelación verbal indica cuánto cubre de
la cadena causal. Por ejemplo, llegar a Maracaibo tiene una expansión corta
al final de la cadena; mientras que ira Maracaibo cubre una parte mayor de
231 la cadena. Ambas constelaciones verbales son télicasir a Maracaibo es una
realización, llegar a Maracaibo es un logro. Hay localidades típicas en las
cadenas causales para cada tipo de situación. Las actividades y los
semelfactivos expanden la primera parte de la cadena y no tienen el estadio
de resultado, las realizaciones tienen la expansión mayor, con frecuencia
incluyen causa o agente. Algunos logros están del lado derecho de la cadena,
otros incluyen estadios anteriores. Los estativos tienen una expansión corta.
Las oraciones causativas se expanden en toda la cadena, por ejemplo,
Luis rompió el vaso; aquí se incluye una causa, un agente y un cambio de
estado. Las oraciones incoativas presentan la ocurrencia de un estado sin el
agente, como en El vaso se rompió.
4.1.1. Los rasgos [AÑADA A] y [CEA] (Cantidad especificada de A)
Verkuyl(1993) ha demostrado que el aktionsart,tipo de situación o lo
que el propio Verkuyl (1993) denomina aspecto interno, está
composicionalmente formado, pues las propiedades del verbo y las
propiedades del nombre en la posición de argumento interno interactúan
para derivar el aspecto de la clase verbal. Lo que este autor llama aspecto
externo (o punto de vista en concordancia con Smith (1997)) corresponde al
papel que desempeñan los modificadores adverbiales y otros elementos en la
oración, los cuales pueden modificar el aspecto interno pero no deshacerlo.
De acuerdo con este autor, un cambio en un dominio de interpretación
se conceptualiza en términos de un movimiento a lo largo de un Camino
(Path) desde un punto cero hasta un punto final. En las expresiones de las
lenguas naturales, el verbo y el argumento interno crean un Camino; esto
es, un conjunto de índices y posiciones que nos permiten contar el evento.
En otras palabras, Una función une el argumento interno con el verbo,
asociando los índices con las divisiones del conjunto de elementos del
232 argumento interno, es una función de sucesión. Luego, otra función toma el
sujeto como el dominio con respecto a la frase verbal.
Verkuyl (1993) asume que el aspecto interno de la FV se puede
reducir a tres parámetros: (i) un parámetro en el verbo, el cual decide si el
mismo se puede combinar con el objeto para usarlo como instrumento para
contar y está codificado a través del rasgo [± AÑADA A]; (ii) un parámetro
nominal, el cual decide si el nombre tiene su cardinalidad especificada o no
(la cardinalidad de un conjunto es una medida del número de miembros del
conjunto) y está codificado mediante el rasgo [± CEA]; (iii) una relación
temática, la cual decide si el objeto tiene que ser afectado totalmente o no.
Los verbos tienen una propiedad de adición que se manifiesta
teóricamente a través del rasgo [± AÑADA A], que de alguna manera
primaria distingue los estados [- AÑADA A] de los eventos [+ AÑADA A]. Los
eventos incluyen los que se llaman realizaciones, logros y procesos en la
clasificación de Vendler-Dowty (1979). Este rasgo asimila inmediatamente la
noción de progreso en el tiempo y en el espacio a través de una función del
sucesor que opera en los intervalos. El progreso en el tiempo debe
expresarse a través de una clase de índice numérico proporcionado por el
verbo, el cual debe sintonizarse con su argumento interno. En otras
palabras, el rasgo[+ AÑADA A] no solo especifica que el verbo no es estativo,
sino también que este es capaz de combinarse con el argumento nominal
interno y se crea un Camino.
Los verbos se pueden “componer” con el argumento interno, el cual
tiene el rasgo aspectual [±CEA]. El argumento externo tiene un papel menos
relevante.
La contribución de la frase nominal (FN) argumento interno a la
información aspectual se puede considerar en términos del rasgo de la FN
[±CEA], en el cual CEA significa “Cantidad especificada de A”, donde A es la
233 denotación del nombre en la FN. Esta expresa la delimitación y la
cuantificación de los argumentos.
Este es un rasgo del sistema del Det(erminante) y se define en la
teoría estándar de la cuantificación de la siguiente manera:
(36) a. Una FD con la forma Det N denota una cantidad específica de A en E relativo a B si y solo si A ∩ B es delimitada b. Una FN con la forma Det N denota una cantidad no especificada de A en E relativo a B si A ∩ B = ∅ o si (A ∩ B) no puede determinarse c. Un conjunto S es delimitado si hay una m∈ Z+ (=N\{0}) tal que para todo Xi∈ S, i ≤ m (i es un número asignado a los miembros de S)
(Verkuyl;1993:92) (La traducción es nuestra)
Es decir, si hay alguna información de la cantidad de la FN, bien sea
dos, muchos, pocos, entonces la FN debe interpretarse como [+CEA], de otra
forma esta es [-CEA]. Así, frases nominales como una empanada, tres latas
de cerveza, una pieza de pan, etc., se etiquetan como [+CEA], mientras que
frases nominales como empanadas, cerveza, pan, etc., son [-CEA].
Aparentemente, los argumentos de ciertos tipos de verbos determinan
si el aspecto es durativo o no. Puede decirse que las propiedades del verbo y
las propiedades de la FN argumento interno cumplen con lo que el autor
llama Principio Plusrelacionado con la composicionalidad ([+AÑADA A],
[+CEA]), solo así el predicado es terminativo, marca un punto final, es decir,
es télico.
Para que la situación sea delimitada, el verbo tiene que ser [+AÑADA
A]. En otras palabras, el Principio Plus dice que el verbo además de tener un
valor positivo, debe saber la cardinalidad de sus argumentos.
Solo una composición de un verbo [+AÑADA A] con argumentos [+CEA]
produce el aspecto terminativo bien formado y describe una interpretación
234 con respecto a los valores del predicado entre terminativo y durativo, como
se observa en (37):
(37) a. Construir una casa. [+AÑADA A][+CEA] (Valor aspectual terminativo) b. Construir casas. [-AÑADA A][-CEA] (Valor aspectual durativo) c. Quiere un libro. [-AÑADA A][+CEA] (Valor aspectual durativo)
Otro punto importante para definir el aspecto interno de la FV en
Verkuyl (1993) es la relación temática que se produce entre el verbo con el
rasgo [+AÑADA A] y el objeto. La relación temática puede tener dos formas,
puede ser una relación de igualdad, representada con el símbolo =; o puede
ser una relación de subconjunto, representada con el símbolo ⊆. La primera
indica que el objeto ha sido totalmente afectado y la segunda indica que
este ha sido parcialmente afectado. En la expresión Juan se comió un
bocadillo, la frase un bocadillo denota el objeto afectado porque el bocadillo
gradualmente desaparece en el proceso de comer. En contraste, la expresión
Él vio a su padre no denota un objeto afectado. En la oración Él cargó el
camión con heno, el objeto se interpreta como totalmente afectado en
contraste con la oración Él cargó heno en el camión, en la cual solo parte del
camión pudo ser afectada.
Algunos verbos que imponen una relación ⊆ con respecto al
complemento nominal son empujar, cortar, planchar, pintar, etc. Con estos
verbos no importa cuál es la cardinalidad del objeto, pues una lectura
durativa siempre estará disponible.
Entre los verbos que imponen una relación = se encuentrancomer,
construir, beber, escribir, etc. Para estos verbos la cardinalidad del objeto es
crucial para definir si la FV es durativa o terminativa.
235
En este trabajo, asumimos que con la mayoría de los verbos que
BethLevin (1993:33) ubica entre las alternancias de objeto no expresado, es
decir, sin realización fonética, este objeto se percibe con el rasgo [+CEA].
Por ejemplo:
(38) a. Miguel comió empanadas durante media hora/*en media hora. b. Miguel se comió una empanada *durante un minuto/ en un minuto. c. Miguel comió ___?*durante un minuto/en un minuto.
El ejemplo en (38c) muestra que el modificador adverbial en un minuto
se “compone” con el resto de la oración más fácilmente y, así, expresa un
valor aspectual terminativo.
Otros verbos que BethLevin (1993:33) menciona en la alternancia
antes nombrada, los presentamos en (39): (39) a. Hornear b. Esculpir c. Cortar d. Limpiar e. Cocinar f. Tejer g. Beber h. Pescar i. Leer j. Zurcir 4. 2. Los clíticos y el aktionsart
La lectura del capítulo 1 de la tesis doctoral de Carlos González Vergara
(2006) da una visión amplia y profunda del tratamiento que han recibido los
clíticos en español. Ya en el análisis de las oraciones en (1a-c) y (2) vimos
que el clítico se tiene un papel muy importante en la formación de la
telicidad. En el caso de la tesis de González Vergara (2006), el interés está
centrado en las construcciones no reflexivas con se. El estudio de este clítico
no se aparta de las formas me, nos, te, os, lo, los, la, las, le y les.
236
Tradicionalmente, la RAE (1973), Bello (1847), Gili Gaya (1943), Alcina
y Blecua (1975), entre otros, se refieren a los clíticos en general como
argumentos verbales. Por otro lado, Lenz (1935), García Miguel (1991),
Alarcos Llorach (1984) y otros consideran los clíticos como formas
inseparables del verbo. Uno de los fundamentos para asumir esta posición
se basa en el hecho de que en las oraciones en las cuales un referente es
señalado tanto por uno de los clíticos como por una frase determinante en
los casos de doblado del clítico o duplicación, el clítico es el que debe
aparecer de forma obligada en la oración;mientras que la frase determinante
tiene una presencia opcional definida, según Gonzáles Vergara (2006), por
propósitos informativos como en (40a). La realización obligatoria se aprecia
también en (40b), en los que si se elimina el clítico, el significado de la
oración varía. El autor compara estas características con las que se
encuentran en la forma flexiva del verbo con respecto a la frase con la
función de sujeto en la oración, como en (40c). Este análisis justificaría el
carácter de morfema de concordancia objetiva de los clíticos.
(40) a. (A Pedro) no *(lo) molestes/(A Juan) *(le) di su regalo. b. No # (lo) molestes/# (le) di su regalo. c. (Yo) caminé/camin*(-é).
Según González Vergara (2006), López García (1998:495-503) ha
demostrado que la situación de estas estructuras en español no es clara,
puesto que cuando la frase determinante de tercera persona se postpone al
verbo, la presencia del clítico es opcional si corresponde al complemento
indirecto, como en (41a), y vacilante si su función es la de complemento
directo, como en (41b), y llega a ser excluido en algunos casos, como en
(41c). En este trabajo, estamos totalmente de acuerdo en que la
interpretación de las expresiones en (41a-b) está sujeta a variaciones
dialectales.
237 (41) a. (Le) di su regalo a Juan. b. No (lo) molestes aPedro. c. María (*la) prefiere una fiesta sorpresa.
Aunque en (41c) el clítico tiene que ser excluido, no ocurre así en los
casos como en (42a-b), (43a-b) y (44a-b).
(42) a. María prefiere una cerveza rubia. b. María la prefiere (*una cerveza) rubia. (43) a. María prefiere una fiesta de noche. b. María la prefiere (*una fiesta) de noche. (44) a. María prefiere una fiesta sorpresa. b. María la prefiere (*una fiesta) sorpresa.
En los ejemplos en (42), (43) y (44), el determinante y el núcleo
nominal son los constituyentes elididos en cada caso. Aparentemente, es la
relación del constituyente una fiesta sorpresa con el verbo lexical preferir lo
que excluye la posibilidad del uso del clítico en (41c). También podemos
observar que la duplicación en (42), (43) y (44) no es posible.
González Vergara (2006) respalda la conclusión de que en la primera y
segunda persona, las formas átonas son verdaderos morfemas de
conjugación objetiva, mientras que en la tercera persona se observa un
fenómeno de “concordancia impostada” basada en factores informativos.
Con respecto a los trabajos realizados en el marco de la gramática
generativa, ciertamente, las propuestas no han sido homogéneas. Para D.
Perlmutter (1972), R. Kayne (1975) (c.f. González Vergara;2006:7)
yUriagereka (1995) los clíticos son argumentos verbales. Este último asume
que los clíticos de tercera persona y los determinantes están relacionados
sincrónica y diacrónicamente. La correlación sincrónica, la observamos en
las configuraciones en (45a-b):
238 (45) a. FD b. FD (doble) D’ D’ D FN D FN clítico pro regular lexical determinador nominal
(Uriagereka;1995:81)(La traducción es nuestra)
En (45a), el clítico y un antecedente se originan dentro de un
constituyente de doblaje, esta es la forma como el clítico y su doble se
asocian. Strozer (1976) y Rivas (1977), entre otros, sostienen una posición
distinta, pues para ellos los clíticos se generan en la base anexados al nodo V
y coindexados con la posición argumental del verbo. Jaegli (1986)(c.f.
González Vergara (2006)) considera que los clíticos no pueden identificarse
ni con las palabras ni con las unidades flexivas, ya que comparten
características con ambas.
J. Franco (1993, 2000), Arce-Arenales (1989), Sanz y Laka (2000) (c.f.
González Vergara (2006)) y Mendikoetxea (1999) comparten la idea de que
los clíticos son morfemas de concordancia con el objeto. En su tesis, J.
Fontana (1993) propone un estudio de los cambios que ocurrieron en la
estructura de frase y en el sistema de los clíticos pronominales en el español
medieval y renacentista con la meta de explicar las diferencias básicas entre
las propiedades sintácticas de los clíticos en español antiguo y sus
contrapartes en los dialectos del español moderno. Para el autor, aunque los
clíticos fueron pronombres en su momento, en el español moderno son
elementos morfemáticos.
Ricardo Bermúdez-Otero y John Payne(2011) afirman que los lingüistas
de creencias muy diferentes concuerdan en el punto de vista de que los
clíticos no existen como una clase de objeto gramatical independiente,
aunque en la descripción de una lengua particular el investigador pueda
querer explicar el clítico con el sentido de alguna propiedad o grupo de
239 propiedades de ciertas palabras o afijos, la teoría gramatical general no
debería reconocer los clíticos como una categoría. Tanto los
sintactistaslexicalistas como los no-lexicalistas han llegado a esta conclusión.
Geraldine Legendre (1999) afirma que, en el marco de la gramática
generativa, las propuestas de los estudiosos sobre el estatus de los clíticos
especiales se pueden agrupar en tres tendencias, estas son el enfoque
sintáctico, el enfoque lexical y el enfoque Forma Fonética/postsintáctico.
De acuerdo con la lingüista, en el enfoque sintáctico iniciado por
Kayne (1975), los clíticos pronominales son unidades sintácticamente
independientes que difieren (en la sintaxis) de las frases nominales
completas con respecto a su posición superficial. Para algunos lingüistas
como Uriagereka (1995), su posición superficial se deriva por la generación
en la posición de argumento en la base seguida por el movimiento y la
incorporación a través de la adjunción a un núcleo existente. Para otros
como Sportiche (1996), los clíticos son núcleos de proyecciones funcionales
generados en la base. Ambos enfoques están incrustados dentro de un punto
de vista general de la sintaxis.
Mientras que el enfoque sintáctico tiene sus raíces empíricas en la
distribución complementaria entre los clíticos pronominales y las frases
nominales completas en las lenguas romance como el francés y el italiano, el
enfoque lexicalista apoyado por Strozer (1976), Rivas (1977) y otros, tiene
sus raíces empíricas en las lenguas que permiten el doblaje del clítico como
el español y el rumano. En el enfoque lexical, el complejo [clítico-verbo] es
un ítem lexical formado por las reglas de formación de palabras del lexicón y
es directamente insertado en la estructura sintáctica. Los clíticos
pronominales son marcadores de concordancia que exhiben los rasgos
personales. La posición argumental correspondiente está ocupada por una
categoría vacía coindexada c-comandada por el complejo [clítico-verbo].
240
El enfoque Forma Fonética/postsintáctico es propuesto por los
morfólogos (Anderson (1992, 1993, 1995) entre otros), quienes han
sostenido que los clíticos son las manifestaciones morfofonológicas de los
rasgos morfosintácticos del verbo, esto es, afijos flexivos. En el léxico, los
verbos están enriquecidos con la información de los rasgos que se realizan
en la Forma Fonética de la gramática. Una visión prominente es que los
clíticos son un ejemplo de la morfología en el nivel de la frase, esto es, los
clíticos son para las frases lo que los afijos para las raíces (en el nivel de la
palabra).Estos tres enfoques han dado paso a otras interpretaciones. Las
variaciones dentro de ciertos límites dejan ver la diversidad de hechos
empíricos y los puntos de vista divergentes sobre la arquitectura de la
gramática.
4.2.1. La gama de significados del clítico se en español
Con relación al tema específico del clítico se, González Vergara (2006)
asegura que las opiniones con respecto a su categoría han ido generalmente
de la mano con el tratamiento del resto de los clíticos. Es necesario resaltar
las observaciones de Mendikoetxea (1999:1650) de que la mayoría de
quienes presentan el clítico se como un pronombre encuentran, como norma,
dificultades para relacionar esta caracterización con el sentido impersonal o
pasivo que se desprende de algunas de las construcciones en las que este
elemento aparece y, en consecuencia, matizan esta afirmación indicando que
su naturaleza pronominal varía a las de un “marcador” o “signo” de pasividad
e impersonalidad.
Otros autores, si bien utilizan símbolos distintos a los de “signo” o
“marca”, también describen de manera diferente el comportamiento del
clítico se en las oraciones de significado reflexivo, por una parte, y de
sentido impersonal o pasivo, por otra.
241
González Vergara (2006) menciona algunos de los argumentos para
negar la condición de pronombre sujeto del clítico se de las oraciones
impersonales: (i) no admite la inversión pasiva, como observamos en (46a),
(ii) su posición con respecto a la negación es diferente a la de las otras
frases en función de sujeto, como en (46b), (iii) no puede ser elidido por
identidad, lo vemos en (46c), (iv) no se comporta como un sujeto en
estructuras de ascenso del sujeto, como en (46d).
(46) a. Se aplaudió a los artistas > *Los artistas fueron aplaudidos por se. b. Uno no debe admirar a los malvados > no se debe admirar a los malvados. c. Pedro sonreía > Sonreía/ Se sonreía >#Sonreía. d. oigo que se habla > Oigo hablar a se.
(González Vergara;2006:11)
El lingüista concluye que la opción de considerar el clítico se como un
pronombre en las oraciones de sentido pasivo e impersonal no resulta
adecuada, mientras que su visión como “marca”, si bien no contraviene los
hechos, se presenta como muy poco explicativa.
Por otra parte, E. García (1975) sostiene que se es un pronombre
reflexivo en todas las oraciones en que aparece y redefine la reflexividad
como constituida por los rasgos “no persona” y “deíxis débil”; la forma se
sería un elemento sin referencia anafórica obligada que permite prescindir de
lo denotado en otras circunstancias por la misma forma (c.f. González
Vergara;2006:12).
Para Otero (1999) (c.f. González Vergara;2006:16), el clítico se no es
pronombre y tampoco posee naturaleza reflexiva. Este clítico adquiere la
imagen reflexiva de la construcción sí (mismo), el verdadero reflexivo.
Otro tipo de oraciones que han puesto en entredicho la condición
pronominal de se son las construcciones en (47a-b):
242 (47) a. El barco se hundió. b. Pedro se resfrió.
(González Vergara;2006:14)
Pensamos que en la expresión en (47a) probablemente el barco se
generó en la posición de argumento interno (hundir el barco); si el clítico se
es ensamblado a la frase hundir el barco, aparentemente se actúa como un
clausurador y ningún otro constituyente puede ser ensamblado con se hundió
el barco, luego, el argumento interno puede moverse a la posición de sujeto
como aparece en (47a). En la oración (47b) es menos evidente que Pedro se
haya generado como argumento interno, puesto que Pedro estaría
introducido por a, un marcador diferencial de objeto en una oración como X
resfrió a Pedro; si Pedro se mueve a la posición de sujeto, entonces no sería
necesario este marcador y la oración que se derive podría ser como la que
aparece en (47b).
Según Arce-Arenales (1989) (c.f. González Vergara;2006:28), ni en los
casos en los que aparece en oraciones de significado plenamente reflexivo se
puede ser considerado como un pronombre, ya que surgiría el problema de
cortar con dos elementos en idéntico caso en una misma expresión.
Fernández Soriano (1993 y 1999) (c.f. González Vergara;2006:16)
acepta un alto grado de coincidencia entre clíticos y morfemas y planteas las
siguientes características que manifiestan una relación estrecha entre ambos
tipos de elementos:
(i) Tanto los clíticos como los morfemas son formas dependientes. Esto
se evidencia en hechos como su imposibilidad de recibir marcas distintivas
como la que constituye ser objeto de una interrogación y de entrar en
relaciones de contraste, como en (48a), de coordinarse como en (48b) y de
ser elididos por identidad, como en (48c):
243 (48) a. -¿Lo viste o la viste? -*La b. *María se y lo asustó. c. *Pedro lo vio y compró.
(ii) Los clíticos, a diferencia de otras unidades inacentuadas como el
artículo y la semejanza con los morfemas, se ajustan siempre y
exclusivamente a los integrantes de una misma categoría gramatical, el
verbo, en nuestro caso.
(iii) Los clíticos forman grupos con un ordenamiento definido y rígido,
propiedad que los asemeja a los morfemas verbales y que contrasta con la
libertad del ordenamiento de las palabras en español.
(iv) En algunos dialectos los clíticos no argumentales pueden aparecer
antes que el morfema verbal de tercera persona de plural, como se observa
en expresiones del tipo “márchesen” (c.f. “márchense”) o “désen” (c.f.
“dénse”).
(v) Los clíticos actúan de manera similar a los morfemas en su
capacidad de desencadenar procesos morfológicos en el verbo al que se
adjuntan.
Así pues, podemos decir que, desde la perspectiva de González
Vergara (2006), el clítico es un morfema verbal. Una pregunta que se puede
plantear en este estadio de la discusión es si el clítico se es el mismo
constituyente en todos los tipos de oraciones en las que aparece o si, por el
contrario, se trata de elementos diferentes.
Para Susana Aspiazu Torres (2004), las funciones semánticas de se
cubren un amplio espectro de variaciones sutiles, tanto sintácticas como
conceptuales que toman la forma de un continuum como se muestra en
(49):
244 (49):
1
Reflexivo 2
Causativo 3
Agentivo 4
Media 5
Media 6
Media 7
Agentivo 8
Impersonal Intransitivo Anímica Dinámica Incoativa Indefinida
Media pasiva
- El fraile se inculpó en el juicio
- Voy a Cortarme El pelo
- El fraile Se retractó - Se refiere ati - Siéntate
- Me alegro de que vengas
- Nos Salimos De la Carretera - Se murió de cáncer
- Se ha roto la taza - Este tejido se estropea en seguida
- Se quemó el bosque para acabar con la plaga
- No se sabe nada nuevo - Se detuvo a los ladrones
S= Agente= Paciente
S= Paciente ≠ Agente (?)
S= Agente (no paciente)
S= Experi- menta- dor Anima- do
S= Agente/ Experi- mentador
S= Experi- menta- dor Inanima-do
S= Paciente ≠ Agente animado y descono- cido
S=∅ Agente animado y descono-cido
+ Argumento interno - Argumento interno
(Aspiazu Torres;2004:12) Por su parte, Contreras (1964) (c.f. González Vergara(2006:20)) propone
trece clases del clítico se de acuerdo con sus valores semánticos,
funcionales, léxicos, dialectales y estilísticos. Veamos:
(50) (a)Se oblicuo: Alomorfo de le: Pedro se lo dio a María. (b)Se reflexivo directo e indirecto: Pedro se lava/ Pedro se lava las manos. (c)Se recíproco directo e indirecto: Pedro y María se alaban/ Pedro y María se alaban sus logros. (d)Se pasivo: Se firmaron las paces por los plenipotenciarios (considerado así sólo cuando la oración presenta un complemento agente). (e)Seindeterminativo: Plantea la indeterminación del agente del proceso especificado: Se desea la felicidad.
Estructura transitiva + Transitividad
Estructura intransitiva - Transitividad
Estructura
Sujeto animado Sujeto inanimado No sujeto
245 (f)Se léxico: Distingue conceptualmente entre dos verbos: Pedro fue a Valdivia/Pedro se fue a Valdivia. (g)Se aspectual: Establece distinciones en el aktionsart del verbo en el que aparece: Pedro durmió/Pedro se durmió. (h)Se sociocultural: Establece distinciones entre variantes diastráticas: Pedro enfermó/Pedro se enfermó. (i)Se dialectal: Pedro casó/Pedro se casó. (j)Se afectivo: Pedro bebió un tonel de vino/Pedro se bebió un tonel de vino. (k)Se estilístico: Muestra variaciones diafásicas entre el habla formal y el habla informal: Pedro murió/Pedro se murió. (l)Se narrativo: Érase una vez. (m)Se morfológico o estructural: Forma parte indisociable del verbo: Pedro se arrepintió.
Eva Juarros-Daussà (2000) distingue las siguientes ocurrencias de la
categoría funcional se, la cual presentamos en (51a-e):
(51) (a) Se impersonal: (i) Aquí se vive bien. (ii) En esta granja se mata a seis mil pollos cada día.
Las expresiones donde ocurrese impersonal se caracterizan por carecer
de argumento externo. La FD postverbal no funciona como sujeto y la
flexión verbal exhibe la tercera persona de singular por defecto.
(51) b. Se pasivo reflexivo: (i) Se necesitan buenas ideas. (ii) Se necesita una buena idea.
Aquí, no ocurre el argumento externo y la flexión verbal muestra la
concordancia con la FD postverbal.
246 (51) c. Se medio: (i) Las puertas se han cerrado de golpe.
En esta oración, el argumento externo no tiene realización fonética. (51) d. Se reflexivo y recíproco: (i) Marta se está limpiando. (ii)Lidia y Barry se aman con locura.
En cada caso de los ejemplos en (d), la FD se genera como objeto
subyacente del verbo y luego se mueve hacia la posición de sujeto oracional,
en concordancia con el marco teórico propuesto por Hale y keyser (1993).
La vque permite la presencia del sujeto causador no ocurre y en su lugar
tiene realización el operador se.
(51) e. Se aspectual: (i) Los estudiantes se están durmiendo en la clase. (ii) José comió (?el) pastel. (ii’) José se comió *(el) pastel.
Para la autora, esta categoría pudiera hacer enlace con otras. En
contraste con las categorías precedentes, el argumento externo es el sujeto
oracional.
La oración (51e.i) tiene una interpretación incoativa, y el argumento
externo es el sujeto de la oración. La oración (51e.ii’) tiene una
interpretación télica.
En la propuesta de Juarros-Daussà (2000), La FD que ocupa el
especificador de la Fv tanto de los verbos transitivos como de los verbos
inergativos se introduce sintácticamente. Las inacusativas son intransitivas
con un solo argumento interno y ningún argumento externo. La categoría se
con inacusativos también es introducida sintácticamente.
Veamos las expresiones en (52a-b):
(52) a. Se construyó una casa/Una casa se construyó. b. Se destruyó una casa/Una casa se destruyó.
247
En estas oraciones, cuando el argumento interno precede a la categoría
funcional se, parece que es necesario hacer un ejercicio mental para obtener
el significado de la expresión. Esta puede ser una explicación para el hecho
de que, por ejemplo, en español coexisten la morfología pasiva y else.
La expresión en (53) puede tener más de una lectura: (i) del conjunto
de los esclavos, un subconjunto pudo haber denunciado un hecho que se
mantenía callado, (ii) los esclavos se vendieron ellos mismos, (iii) alguien
vendió a los esclavos. Esta ambigüedad no se presenta en la expresión en
(54), puesto que todavía cabe la posibilidad de introducir el agente.
(53) Los esclavos se vendieron. (54) Los esclavos fueron vendidos. 4.2.2. El clítico se como un marcador del aktionsart
Podemos notar que en la clasificación de Aspiazu Torres (2004) no se
hace mención al uso del clíticose que hemos identificado en las oraciones en
(1b) y en (2), las cuales repetimos como (55):
(55) a. Pedro se bebió una lata de cerveza. b. Pedro se construyó una casa (a todo trapo).
Sin embargo, Contreras (1964) y Juarros-Daussà (2000) sí consideran
un se aspectual como el ejemplo en (56):
(56) Pedro se durmió.
En las oraciones en (55a-b) y (56), el clítico se puede ser elidido y no
se modifican sustancialmente las estructuras sintácticas de las oraciones,
veamos (57):
(57) a. Pedro bebió una lata de cerveza. b. Pedro construyó una casa (a todo trapo). c. Pedro durmió.
248
Cuando decimos que no se modifica sustancialmente la estructura
sintáctica de las oraciones, nos referimos al hecho de que las posiciones
argumentales en (57a-c) quedan saturadas por las frases que reciben papel
temático a través de la operación Ensamble, de acuerdo con el Principio de la
asignación del papel temático (PAPT):
(58) Principio de la asignación del papel temático (PAPT): Los papeles temáticos solo pueden ser asignados bajo la operación Ensamble.
(Hornstein, Nunes& Grohman;2005:54) (La traducción es nuestra)
Eso es, la presencia o ausencia del clítico se no modifica la función
sintáctica de los argumentos.
Andrés Bello (1847:951(359)) expresa:
“En las combinaciones binarias de los dativos, el segundo de ellos pertenece al régimen propio del verbo y el primero llamado superfluo, sirve solo para indicar el interés que uno tiene en la acción significada por el verbo, o para dar un tono familiar y festivo a la oración”
Los ejemplos citados por Bello (1847) son los siguientes:
(59) a. Póngamele un colchón mullido (al enfermo). b. Me le dieron una buena felpa (al ladrón).
Vemos que los verbos poner y dar no requieren el clítico me, en cada
caso, para saturar sus posiciones argumentales.
El clítico se en los ejemplos en (55) y (56) y el clítico me en los
ejemplos en (59) tienen en común que no son argumentos verbales y no
reciben papel temático. Desde el punto de vista semántico, podemos decir
como Bello (1847) que el clítico me en (59) indica “interés”, mientras que el
clítico se en (55) y (56) de alguna manera parece medir el evento referido
por el verbo. Notemos que si la posición de argumento está ocupada por una
frase nominal no-cuantizada, el clítico se no puede ocurrir en la misma
expresión, como en (60):
249 (60) a. *Pedro se compró azúcar ayer. b. *Pedro se comió empanadas ayer.
El caso de Pedro murió/Pedro se murió parece ser un contraejemplo a
la generalización ejemplificada por las oraciones en (60a-b), sin embargo, la
oración sin el clítico se es más usada cuando el hablante no tiene la intención
de hacer referencia al proceso que pudo haber ocurrido antes de llagar al
punto de la muerte, como lo vemos en el ejemplo en (61):
(61) Pedro murió en un accidente de transito esta mañana.
El evento descrito en (61) difiere del que se describe en (62), en el
cual morir se comprende como un proceso que llega a un punto final:
(62) Pedro se murió esta mañana después de una larga enfermedad.
Las estructuras transitivas que admiten un clítico se, que podríamos
llamar cuantizado siguiendo a Krifka (1989) y Nishida (1994),tienen como
característica, por un lado, el carácter cuantizado del objeto directo y, por
otro lado, el hecho de que no todos los verbos transitivos admiten la
construcción con secuantizado.
En el trabajo seminal Aspectual Rolesand TheSyntax-Semantics
Interface, Tenny (1994) propone una categorización de los predicados
delimitados o circunscriptos. La delimitación o circunscripción se refiere a la
propiedad de un evento de tener un punto final en el tiempo cronológico
marcado, definido e inherente. La oración citada por la autora es la que
observamos en (63):
(63) John consumedanorange in anhour. ‘juan consumió una naranja en una hora’. (Tenny;1994:6) (La traducción es nuestra)
Esta oración describe un evento delimitado, puesto que el consumo de
la naranja requiere de un proceso, cierto tiempo cronológico y tiene un punto
250 final inherente que se refleja cuando ya la naranja ha sido totalmente
consumida.
Un aspecto central de la teoría de Tenny (1994) es la correspondencia
entre el argumento en una representación semántica que tiene el papel
aspectual de ‘medir el evento’ y el argumento sintáctico que puede
caracterizarse como el argumento interno del verbo. Esta propiedad
aspectual crucial está asociada con el argumento interno directo del verbo,
esto es, el argumento interno directo de un verbo ‘mide’ en el tiempo el
evento descrito por el verbo.
La idea de que un objeto mida un evento puede aclararse con el uso de
la propiedad aspectual de delimitación (delimitedness). Un evento delimitado
es codificado por la lengua como aquel que tiene un punto final en el tiempo
cronológico. La diferencia entre los eventos delimitados y lo no-delimitados la
ilustramos en (64) y (65):
(64) Delimitado: a. Destruir la ciudad (en una hora/*durante una hora). b. trepar un árbol (en una hora/?durante una hora). (65) No-delimitado: a. Amar el jazz (*en una hora/durante una hora) b. Empujar una carreta (*en un día/durante un día)
Sin embargo, la propiedad de delimitación puede depender de otros
elementos en la frase verbal. En una oración como (66), el punto final
inherente no solo requiere de un objeto directo cuantizado, sino del
secuantizado.
(66) Juan ?(se) comió una empanada completa en dos minutos.
Los ejemplos en (63) y (66) se refieren a una clase de predicados
delimitados: los verbos de consumo, creación y destrucción. En la
terminología empleada por Tenny (1994), las realizaciones y los logros son
251 delimitados, los estativos y las actividades son no-delimitados. La
delimitación está estrechamente relacionada con la telicidad. Bach (1986) y
Mourelatos (1978) se refieren a los no-estativos delimitantes como los
términos que describen los ‘eventos’ y los no-delimitantes no-estativos
como los términos que describen los ‘procesos’.
Otra categoría de predicados delimitados está formada por los
predicados de cambio de estado. Desde este punto de vista, Tenny (1994) se
apoya en Dowty (1979), quien introduce una distinción entre cambios de
estado definido e indefinido. Los predicados de cambios de estado definido se
corresponden con los predicados delimitantes. Algunos ejemplos los
observamos en (67):
(67) Abrir la puerta, madurar la fruta, secar la ropa
Hay un cambio de estado resultante e inherente en el significado de
estos verbos.Algunos verbos de cambio de estado son verbos de logro en
Vendler (1967):
(68) a. Thebaseballcrackedtheglass. ‘La pelota de beisbol rompió el vaso’ b. Theterroristexplodedthebomb. ‘El terrorista explotó la bomba’.
(Tenny;1994:16) (Latraducción es nuestra)
Una observación muy importante que hace la autora es que los verbos
de cambio de estado con argumentos delimitantes difieren de los verbos de
tema incremental en el hecho de que el términus temporal del evento no es
necesariamente logrado a través del progresar en forma incremental a través
del objeto. El términus es logrado con el progreso a lo largo de grados
medibles del cambio en alguna propiedad esencial del verbo.
252
En la propuesta de Tenny (1994), todos los argumentos internos
directos que experimentan cambios miden el evento, aunque este sea
delimitado o no. Veamos:
(69) a. Empujar la carreta (*en una hora/durante una hora). b. Empujar la carreta hasta San Francisco (en una hora/durante una hora)
En (69a) el verbo y su argumento interno directo describen un evento
no delimitado, más que uno delimitado. En (69b), con la adición de la frase
que indica la meta (que Tenny (1994) denomina argumento interno
indirecto) el evento se hace delimitado. Sin embargo, la carreta todavía mide
el evento en ambas expresiones. La delimitación en (69b) se logra a través
de la referencia a la propiedad del argumento interno que interviene en el
evento; a saber su ubicación, es decir, la carreta experimenta un cambio de
ubicación. Así, la frase meta delimita el evento al referirse a esa propiedad
del objeto directo que experimenta el cambio esencial en el evento.
La tercera categoría a la que la autora hace referencia está relacionada
con los objetos de trayectoria de los verbos de ruta(pathobjects of
‘routeverbs’). Estos miden el evento pero experimentan cambio o
movimiento durante el evento. Los objetos de trayectoria elsendero de los
Apalaches y la escalera en (70) definen una trayectoria y una distancia
recorridas en el evento.
(70) a. SuewalkedtheAppalachianTrail. ‘Sue caminó el sendero de los Apalaches’. b. Bill climbedtheladder. ‘Bill subió la escalera’.
(Tenny;1994:17) (La traducción es nuestra)
La lectura delimitada en (70a-b) expresa que la caminata y el subir
están medidos por la longitud del sendero de los Apalaches y de la escalera,
respectivamente. Tenny (1994) también asume que hay objetos directos
253 que son eventos o ejecuciones, los cuales también pueden ser objetos de
trayectoriao extensión espacial, como en (71):
(71) a. Tocar una sonata. b. Traducir un poema.
En estos casos, las frases verbales describen eventos que van desde el
comienzo hasta el final. Cuando se toca una sonata, el fin de la pieza musical
es el fin del evento; asimismo, traducir un poema se interpreta como dar
inicio a la traducción con la primera estrofa hasta que se alcanza el final del
poema. De modo que ambos objetos miden y delimitan el evento,
respectivamente.
Nishida (1994), propone que el clítico se usado en ciertas
construcciones transitivas se comporta como referido a una clase de
situaciones que están cuantitativamente delimitadas. Las clases de
situaciones a la que la autora hace referencia son los eventos y los estados.
De esto se desprende que la noción de ‘cuantitativamente delimitado’ no esté
restringida a lo que se comprende como telicidad.
Todas las oraciones con seq (=secuantizado) deben tener una FN
objeto directo cuantitativamente delimitada. Las oraciones con seqtratan de
expresar situaciones delimitadas en el tiempo y en el espacio. El seq lo
observamos en expresiones como las de (72):
(72) a. Juan se tomó una copa de vino anoche antes de acostarse. b. Yo me comí diez manzanas y ahora me duele el estómago. c. José y yo ya nos sabemos toda la lección.
Tomar y comer son verbos de consumo, mientras que saber es un
verbo de estado, aunque en (72c) parece indicar un proceso puesto que la
lección se puede aprender en partes.
254
El seq es crucialmente diferente a cualquier otro uso dese. Notemos
que las expresiones (72a-c) permanecen como oraciones bien formadas sin
seq, veamos los ejemplos en (73):
(73) a. Juan tomó una copa de vino anoche antes de acostarse. b. Yo comí diez manzanas y ahora me duele el estómago. c. José y yo sabemos toda la lección.
Ahora bien, la omisión del seno-q sí produce oraciones mal formadas o
con un significado diferente, veamos:
(74) a. Se reflexivo/recíproco: *Los niños __ miraron. b. Se inherente: *Juan __ arrepintió de haberlo hecho. c. Se medio: *Los carros japoneses __ venden bien aquí. d. Se pasivo: *Esos puentes __ construyeron en 1800.
Según Nishida (1994), el primer tratamiento extensivo de seq aparece
en Arce-Arenales (1989). Este autor observa que las oraciones transitivas
con seq, las cuales él llama oraciones hipertransitivas, expresan oraciones
completivas y define el clítico se en estas oraciones como un marcador
aspectual.
Arce-Arenales (1989) afirma que los dos argumentos nominales, esto
es, el objeto directo y el sujeto, de las oraciones hipertransitivas están
sujetos a ciertas restricciones: (i) el objeto directo debe estar acompañado
por un determinante y (ii) el sujeto debe ser un agente especificado. El
autor observa que los verbos que pueden ocurrir en oraciones
hipertransitivas son mayoritariamente verbos ‘incorporativos’, tales como
comer, beber,mamar, robar, etc. , los cuales tienen el significado general de
255 ‘tomar algo dentro de uno mismo’, pero que la clase se ha extendió para
incluir algunos verbos de movimiento como caminar, nadar, etc.
El trabajo de Arce-Arenales (1989) no es más completo que la breve
descripción de Strozer (1976) sobre el tópico, puesto que simplemente
describe hechos independientes sin explicar cómo estos hechos se relacionan
con el significado de la oración como un todo.
Arce-Arenales (1989) afirma que el objeto directo de las oraciones con
seq debe estar acompañado por un determinante. Ciertamente, como se
muestra en (75a) y (76a), las oraciones con seq están mal formadas cuando
tienen un objeto directo compuesto por una FN desnuda o escueta, mientras
que las oraciones sin seq están bien formadas, como se evidencia en (75b) y
(76b):
(75) a. *Juan se tomó vino anoche antes de acostarse. b. Juan tomó vino anoche antes de acostarse. (76) a. *Yo me comí manzanas y ahora me duele el estómago. b. Yo comí manzanas y ahora me duele el estómago.
Sin embargo, la información en (77) inmediatamente le plantea un
problema a la generalización de Arce-Arenales (1989). La oración (77a) con
seq está mal formada aunque el objeto directo está acompañado por un
determinante; mientras que la oración en (77b) está bien formada sin el
seq.
(77) a. *José y yo nos sabemos muy bien el español. b. José y yo sabemos muy bien el español.
La observación anterior no debe descartar la posibilidad de que todas
las frases nominales que aparezcan como objeto directo en las oraciones con
seq comparten alguna propiedad común. Observemos la oración en (78):
(78) Juan se conoce bien la poesía española.
256
El objeto directo en (78) está acompañado por un artículo definido.
Esta expresión es ambigua por sí misma; puede ser interpretada como
referida a algún poema español específico o a la poesía española en forma
colectiva. Sin embargo, cuando aparece como el objeto directo de oraciones
con seq como en (78), esta es interpretada solo con el segundo sentido,
como ‘el poema español’. Esto indica que para caracterizar el objeto directo
en las oraciones con seq, necesitamos ver su propiedad semántica –más
específicamente su propiedad de referencia-más que su propiedad formal.
Hay una analogía entre la estructura parte-todo de los eventos y de las
cosas, como lo ha notado Bach (1986). Las cosas contables difieren de las
cosas no contables acumulativas en la relación de las partes hacia el todo.
Para las cosas no contables una parte propia cuenta como un ejemplo del
todo. En contraste, para las cosas contables una parte propia no es un
ejemplo del todo. Consideremos los términos agua y un vaso de agua. Agua
es acumulativo; algo de agua en un envase es agua. Pero un vaso de agua
es una cosa contable, y una parte propia no es un ejemplo del todo. Algo de
agua en un vaso es diferente de un vaso de agua.
Las mismas relaciones entre parte y todo se mantienen para los
eventos de diferentes tipos. Las realizaciones corresponden a cosas
contables. Las actividades a cosas acumulativas. La expresión Luis camina es
una actividad. Una parte propia es un ejemplo del todo. Parte de caminar es
un evento de caminar. Juan estuvo caminando implica que Juan caminó. En
contraste, las realizaciones son contables, es decir, una parte no es un
ejemplo del todo; de Juan estaba construyendo una casa no podemos
concluir que Juan construyó una casa.
Los eventos télicos son específicos y contables. Esta propiedad es
expresada en parte por los argumentos nominales de una oración télica, la
cual debe incluir un nombre contable. Veamos:
257 (79) a. Él tocó sonatas. (Actividad: atélica) b. Él tocó una sonata. (Realización: télica)
Observemos ahora las expresiones en (80a-b) que proporcionan listas
de expresiones nominales que pueden aparecer o no como el objeto directo
con seq, respectivamente.
(80) a. Compatibles con seq: Una copa de vino, diez manzanas, toda la lección, etc. b. Incompatibles con seq: Vino, manzanas, el español, etc.
Hay una clara distinción entre los dos tipos de nominales con respecto
a los tipos de entidades que denotan. Los dos conjuntos corresponden
(aproximadamente) a lo que krifka (1989) caracteriza como cuantizado y
acumulativo, respectivamente. Los conjuntos nominales compatibles con seq
se refieren a entidades que son cuantitativamente delimitadas, mientras que
los que no son compatibles con seq se refieren a entidades que no tienen un
límite claro. El último conjunto de expresiones incluye los llamados “términos
de masa” y los “plurales escuetos o desnudos” y tienen la propiedad de
referir acumulativamente. Los nominales que son compatibles con seq
incluyen los llamados “nombres contables” y los términos de medida y
carecen de la propiedad de referencia acumulativa.
No todos los nominales tienen referencias que no son ambiguamente
cuantizadas o acumulativas, como los que se muestran en (80a-b).
Tomemos por ejemplo la frase el libro. Esta expresión es ambigua pues se
puede usar para hacer referencia a la totalidad o a alguna parte propia de un
objeto. Si se usa con el primer sentido, el objeto tiene un límite definido;
mientras que si es usado con el último sentido, el objeto carece de un límite
definido. Observemos los ejemplos en (81) y (82), los cuales contrastan una
oración sin seq y otra con seq, respectivamente.
258 (81) Juan leyó el libro anoche. (82) Juan se leyó el libro anoche.
Para que la oración en (81) sea verdadera, no es necesario que todo el
libro haya sido leído. Por otro lado, (82) es verdadera si y solo si todo el libro
fue leído. Por ejemplo, (81) permite la conjunción entre una frase y una
cláusula que obliga una lectura partitiva sobre el libro, como se muestra en
(83), mientras que (82) no lo hace, como se muestra en (84):
(83) Juan leyó el libro un poco más anoche y ahora le faltan dos capítulos. (84) Juan se leyó la novela *un poquito más anoche *y ahora le faltan dos capítulos.
¿Debe el objeto directo de las oraciones con seq ser referencial como
afirma Strozer (1976)? Observemos (85), (86) y (87), donde el objeto
directo se compone de un elemento con un cuantificador, una palabra
interrogativa, y una expresión genérica; todas estas expresiones son no-
referenciales.
(85) Juan no se leyó ningún libro este verano. (86) ¿Qué libro dijo que ya se leyó Juan? (87) *En esos días, Juan no quería comerse las uvas en esa región.
Mientras que (85) y (86) están bien formadas, (87) está mal
formada. La gramaticalidad de (85) y (86) muestra que la referencialidad no
es una propiedad crucial para el objeto directo de la oración con seq. ¿Por
qué pueden una oración con cuantificador y una palabra interrogativa ocupar
la posición del objeto directo en las oraciones con seq, mientras que una
expresión genérica no puede?
Los cuantificadores como ningún o palabras interrogativas como qué
tienen alcance sobre toda la oración, las interpretaciones para (85) y (86)
son aproximadamente como en (88) y (89), respectivamente.
259 (88) No existe ninguna X tal que sea un libro y John lo lea (completamente) (89) Para qué X, tal que es un libro y John lo lea (completamente)
En ambos casos, la variable X, que está como el objeto directo, tiene
alcance sobre las entidades que pueden ser referidas como un libro y tales
entidades son cuantitativamente delimitadas cuando representan la longitud
total de un libro. En contraste, las entidades referidas por las expresiones
genéricas, como las uvas cultivadas en esa región, carecen de un límite
claro.
Como ya hemos visto, hay una clase de verbos que traduce la
propiedad del argumento interno de ser contado a la delimitación del evento.
Sin embargo, aparentemente, no hay una clase de verbos que traduzca la
propiedad del argumento externo de ser contado a la delimitación del
evento. Veamos:
(90) a. La grama rodeó la casa. (no-delimitado) b. Siete grandes árboles rodearon la casa. (no-delimitado)
Las propiedades contable/no-contable del argumento interno y no del
argumento externo interactúan con las propiedades aspectuales de las
frases verbales. Esta asimetría entre los argumentos internos y externos
tiene sentido a la luz del requisito de que solo los argumentos internos miden
el evento.
Con respecto al sujeto, recordemos que Arce-Arenales (1989) afirma
que el sujeto en las oraciones con seq debe ser agentivo y especificado. Pero
un examen más detallado, muestra que el sujeto no tiene que ser agentivo
ni especificado. Consideremos primero la agentividad. El clítico seq ocurre
no solo con verbos dinámicos como beber y comer, sino también con verbos
no dinámicos como saber; para los verbos dinámicos, el sujeto asume un rol
semántico no-agentivo. En cuanto a la especificidad, una expresión nominal
es específica si esta se refiere a un objeto o a un individuo que es
260 especificable en el contexto. Luego, las expresiones no referenciales como
una palabra interrogativa no deberían ser capaces de aparecer como el
sujeto de las oraciones con seq. Este con seguridad no es el caso, como se
muestra en (91):
(91) ¿Quién dijiste que ya se sabe toda la lección?
Además, el sujeto nulo en (92) se puede interpretar como un agente
no especificado (así como especificado) aunque seq está presente.
(92) Se habían acabado todo el vino para las ocho.
La pregunta natural que surge en este estudio es: ¿Debe el sujeto en
las oraciones con seq ser cuantizado como el objeto directo? Observemos
(93):
(93) Los invitados se tomaron el vino que trajo Sergio de Francia.
Esta oración es verdadera si y solo si todo el vino está involucrado en
el evento. Sin embargo, esta es todavía verdadera aún si no todos los
invitados están involucrados en el evento reportado. Es posible coordinar una
cláusula explícitamente negando la participación de todos los invitados, como
vemos en (94):
(94) Los invitados se tonaron el vino que trajo Sergio de Francia. Claro, algunos tomaban soda.
En suma, la delimitación cuantitativa no se requiere para el sujeto de
las oraciones con seq.
Así pues, las oraciones con seq se perciben como télicas. Recordemos
que tanto Arce-arenales (1989) como Strozer (1976) observan que las
oraciones con seq expresan acciones completivas o completables,
respectivamente. Esta propiedad aspectual y la propiedad referencial del
objeto no son independientes una de la otra. En semántica, en ciertas
261 construcciones transitivas hay una analogía entre el tipo de entidad denotada
por el objeto directo directo y el tipo de situación denotada por el objeto
verbal.
Un enfoque que nos llama la atención es el de Montserrate Sanz
(2000), quien toma como antecedentes fundamentales las propuestas de
Vendler (1967), Tenny (1994) y Parsons (1990).
Sanz (2000) propone que las oraciones se clasifican según el tipo de
evento, estos son: estados, actividades, realizaciones y logros. Asimismo,
establece una correspondencia entre los tipos de evento y los tipos de
predicado sintáctico, los cuales son transitivos, inergativos e inacusativos.
La correspondencia es como sigue:
(95) a. Los predicados transitivos expresan cualquier tipo de acción b. Los predicados inergativos solo expresan actividades c. Los predicados inacusativos expresan estados y logros d. Los eventos télicos solo son expresados por predicados transitivos e inacusativos.
En otras palabras, los eventos de realización y de logro son eventos
télicos y solo son expresados por predicados transitivos e inacusativos.
Nos limitaremos a comentar algunos aspectos de la teoría de Sanz
(2000) relacionados con la telicidad de las construcciones con verbos de
realización.
De acuerdo con la autora, el tipo de evento es parte del componente
funcional y esta es la base para proponer una proyección funcional, la Frase
Evento (FE) situada por encima de la FT, en un análisis de tipo larsoniano
(1988); donde las propiedades aspectuales están codificadas como rasgos
formales que tendrán consecuencias sintácticas.
262
La FE, en español, puede codificar rasgos interpretables y no-
interpretables. Puede hospedar los rasgos [±télico] y [±puntual]. El rasgo
interpretable [+télico] se refiere a los eventos que involucran un punto final
en el tiempo, lo que resulta en un nuevo estado de cosas. El rasgo no-
interpretable [+puntual] tiene que ver con los eventos instantáneos. De
manera que, si un evento es[+télico][-puntual], se interpreta como un evento
de realización; mientras que si es [+télico][+puntual] se interpreta como un
evento de logro.
La evidencia fundamental de que existe la FE proviene de las
construcciones transitivas con el clítico se en español, las cuales expresan
eventos de realización.
El clítico se es el núcleo de la FE y también contiene rasgos-φ que
concuerdan con los rasgos-φ del argumento externo del verbo. Al mismo
tiempo, Sanz (2000) propone que el rasgo [+medir] está en la posición del
objeto y se revisa en el segundo especificador de la proyección del verbo
ligero v.
Según Esther Torrego (1998), esta es una proyección funcional fuerte
que contiene tanto el rasgo de Caso acusativo inherente, como el rasgo de
caso acusativo estructural, los cuales son no-interpretables.
Sanz (2000) asocia el rasgo de Caso inherente con las propiedades de
medición que tiene el objeto, es decir, la revisión del rasgo de Caso
inherente es la revisión del rasgo [+medir] en el mismo especificador. Esto es
fundamental dentro de su teoría, pues cuando el verbo es delimitado por su
objeto no requiere el rasgo [±télico], el cual es revisado en la categoría
funcional FE.
263
El mecanismo adoptado por Sanz (2000) para la revisión de los rasgos
es la teoría de la revisión de los rasgos propuesta por Chomsky en el
Programa Minimista (2000).
Un argumento fundamental dentro de la teoría de Sanz (2000) es que
el clítico se es un marcador abierto de la telicidad pues es un morfema verbal
independiente que debe ser pronunciado para que la oración se interprete
como una realización.
Así una construcción transitiva con se, como la que vemos en (96) se
interpreta como una realización, mientras que la misma oración transitiva sin
el clítico se, como en (97) tiene la interpretación de una actividad.
(96) Pedro se leyó un libro. (97) Pedro leyó un libro.
El argumento que Sanz (2000) ofrece es que al tratarse de un objeto
inanimado no puede estar marcado con la preposición o partícula a, en
consecuencia, no revisa el rasgo de Caso acusativo inherente ni el rasgo
[+medir]; por lo tanto, no mide el evento. Así, la única vía para revisar la
telicidad es a través de la realización fonética del clítico se en la FE.
Sin embargo, en una oración como (97), el sujeto tiene el rol de
agente, si seguimos a Torrego (1998) esta es una evidencia de que, aunque
el objeto no es animado, ha revisado el Caso acusativo inherente y, junto
con él, el rasgo [+medir]. De manera que el objeto permite medir el
progreso del cambio en la duración del evento hasta su fin. La pregunta que
surge aquí es: ¿Por qué no tiene realización fonética el clítico se?
En nuestra variedad dialectal del español del Caribe, una explicación
posible está en las propiedades de cuantización que pueden tener los
nombres. Los rasgos [+cuantizado]o [+CEA](Verkuyl (1993))y [+medir]
presentes en el objeto directo hacen que el verbo adquiera el rasgo télico,
264 esto siguiendo a Torrego (1998) y apoyándonos en el rasgo [+AÑADA A]
(Verkuyl (1993)), luego, este complejo de rasgos es revisado en la FE.
Asumimos que aunque la FE no tenga realización fonética, estos rasgos están
codificados en ella.Así, al aparecer el clítico se la delimitación se hace
explícita, de manera que la telicidad se marca abiertamente.
Esta explicación es aplicable a los casos de objeto nulo, es decir,
cuando el objeto no tiene realización fonética.
Si analizamos oraciones como (98), veremos que aunque el objeto no
tiene realización fonética, el evento se interpreta como télico, esto es, una
realización, porque los rasgos [+cuantizado] y [+medir] están presentes y
son revisados.
98) a. Pedro leyó ∅ b. Pedro leyó ∅ en una hora.
Una evidencia de esto la encontramos en la agramaticalidad de las
mismas oraciones con la presencia del clítico se, veamos los ejemplos en
(99):
(99) a. *Pedro se leyó ∅ b. *Pedro se leyó ∅ en una hora.
La presencia de un adverbio durativo impulsa la interpretación de
actividad, por esto la oración en (100) es gramatical:
(100) Pedro leyó ∅ durante una hora.
Asimismo, esta explicación también es aplicable a otras expresiones
como limpiar la mesa, examinar el libro. Esta explicación confirma que el
aktionsart o modo de acción abarca más la FV que el verbo en sí mismo y
que los lazos entre la semántica y la sintaxis son cada vez más estrechos.
265
De manera que podemos afirmar, al igual que Nishida (1994), Zagona
(1996), De Miguel y Fernández Lagunilla (2000), Sanz (2000), entre otros,
que el clítico seq es un marcador abierto de la telicidad en construcciones
transitivas y que este tipo de oraciones requieren una FN objeto directo
cuantizada.
En este trabajo, el interés es estudiar cómo influye el clítico se en el
aktionsart de las construcciones transitivas. Sin embargo, con respecto a las
oraciones intransitivas en las que aparece este clítico, hemos observado que,
aparentemente, también es un marcador abierto de la telicidad y se trata de
unseq. Podemos asumir el punto de vista de McCready y Nishida (2007). Para
estos autores, las construcciones intransitivas están formadas por verbos
puramente intransitivos, por ejemplo, dormir, que toman un argumento
meta o fuente, por ejemplo, ir o salir, que toman un complemento
predicativo, como estar.
El clítico en este tipo de construcciones, puede aparecer en predicados
dinámicos y estativos. A pesar de las propiedades aspectuales del verbo
base, las oraciones intransitivas dinámicas con se son predicados de logro
que denotan transiciones, mientras que las construcciones estativas denotan
el estado resultante de una transición.
De acuerdo con McCready y Nishida (2007), estos tipos de predicados
son caracterizados como inacusativos, los cuales toman un sujeto tema, es
decir, un sujeto que tiene el rol de paciente, por lo tanto un sujeto
derivado.A diferencia de las construcciones transitivas con se, no involucran
un tema incremental, más bien la relación homomórfica entre el objeto
denotado por el argumento interno y el evento, propia de las construcciones
transitivas, no existe aquí. Esto se mantiene aún para el argumento sujeto,
el cual puede pensarse que se comporta como un objeto directo dada la
naturaleza de los verbos inacusativos.
266
Asimismo, el requerimiento para la cuantización se mantiene, aunque
en este tipo de construcciones es un requerimiento sobre los sujetos.
Mientras las oraciones intransitivas con se son compatibles con un sujeto
cuantizado como en (101a), la oración en (101b) muestra que los sujetos
no-cuantizados no son preferidos. La contraparte sin el clítico se, toma una
FN sujeto que puede ser cuantizada o no, como en (101c):
(101) a. Hoy se murieron los hombres/dos hombres en la residencia. b. *Hoy se murieron hombres en la residencia. c. Hoy murieron los hombres/dos hombres/hombres en la residencia.
CONCLUSIONES
Chomsky (1995, 2000, 2001) en su objetivo por buscar una
computación eficiente, sostiene que se debe asumir que el lenguaje usa los
medios más simples posibles para crear lo que se llama combinatorialidad
(combinatoriality, en inglés). La forma más simple de lograr esta
combinatorialidades colocar dos objetos lingüísticos juntos en una unidad
mayor, es decir, tomar a y b y crear el conjunto {a,b}. Esta es la operación
ensamble (c.f.Jackendoff (2011)). Estos objetos lingüísticos que pueden
juntarse vienen expresados en términos de rasgos y tienen relación 0con la
estructura argumental y la estructura aspectual. De acuerdo con nuestros
hallazgos, ambas estructuras están relacionadas a través de las propiedades
cuantificacionales de los argumentos y las relaciones que establecen con la
eventualidad.
En atención a esto, el modelo que hemos desarrollado contiene los
siguientes aspectos:
- Estamos deacuerdo y asumimos la posición básica dentro del minimismo
(Chomsky(2000,2001)) de que los rasgos son propiedades de átomos
sintácticos y, en consecuencia, son objetos de la teoría directamente. En
otras palabras, son primitivos del análisis y las categorías, como átomos, se
relacionan entre sí debido a las propiedades de los rasgos.
- Proponemos la siguiente estructura compleja de rasgos para la FD sujeto,
cuya estructura interna se organiza en términos de conjunto tomando en
cuenta que un rasgo es un par ordenado <At, Val>. La formalización la
presentamos en (1) y se corresponde con la estructura en (2):
(1)Conjunto-φ= {<At{Val<At,Val>}>} (Rasgos PPE)
269 (2) Conjunto-φ CONC: PER: 1era, 2da, 3era (RasgosPPE) GEN: Masc, Fem, Neu NUM: Sing, Plu CASO: {NOM: no-int} - Tomamos los rasgos PPE como una etiqueta general para designar los
rasgos involucrados en la Conc. Estos rasgos son sintácticos (no-
semánticos), de allí su nombre, son no-interpretables e incluyen los rasgos-φ
y el Caso; estos constituyen el conjunto-φ.
- La misma estructura de rasgos que propusimos en (2) es plausible para la
posición de argumento interno, en tanto que es una FD. Esta estructura la
presentamos en (3):
(3) Conjunto-φ CONC: PER: 1era, 2da, 3era (Rasgos PPE) GEN: Masc, Fem, Neu NUM: Sin, Plu CASO: {Ac: no-int} - En una oración transitiva, el objeto concuerda con V y se le asigna el Caso
acusativo en el [Esp, v*] (indirectamente a través de V) en la estructura que
proponemos en (4):
270 (4) FT Esp T’
T° Fv* AE Fv*
Esp CON: PER: ni-intv* GEN: no-int NUM: no-intv* FV CASO:Ac Esp V’ V FD {CAT: V}CAT: D CONC: PER: 3era GEN: Masc NUM: Sing CASO: no-int
Los rasgos de CONC son interpretables para el nombre, por lo que ya
están valorados en la FD; pero son no-interpretables para el verbo, por lo
cual no están valorados en el [Esp, v*]. Mientras que el rasgo de CASO Ac es
no-interpretable en la FD, pero es interpretable para el verbo, por lo cual
está valorado en el [Esp, v*]. Estos rasgos se cotejan y se borran “todo de
una vez” y los rasgos no-valorados adquieren su valor. El resultado es una
estructura como en (5).
271
(5)Fv*
Esp CONC: PER: 3eraFv* GEN: Masc NUM: Singv* FV CASO: Ac Esp V’ V FD {CAT: V} CAT: D CONC: PER: 3era GEN: Masc NUM: Sing CASO: Ac Negrita: R no-interpretable valorado Normal: R interpretable - Otros rasgos especificados en la relación verbo/complemento son los
rasgos semánticos. Uno de ellos es el rasgo [± AÑADA A] en el verbo, el cual
expresa progreso dinámico, no estatividad o cualquier término disponible que
permita distinguirlo de los verbos estativos. El otro, es el rasgo [±CEA]
(Cantidad especificada de A =SpecifiedQuantity of A) como una propiedad
del nombre, la cual expresa que la FN pertenece a una cantidad especificada
de cosas o de masa. Estos rasgos juntos, mediante la selección semántica
simétrica que hace el verbo de su argumento interno/complemento –y que
termina en un cotejo asimétrico de rasgos- contribuyen con la interpretación
aspectual del evento.
-El objeto nulo debe ser incluido dentro del inventario de categorías vacías
como una nueva categoría, especificada con los rasgos [-anafórico][-
pronominal], es decir, se comporta como una expresión referencial y debe
ser libre en cualquier contexto.
- Se proyecta una posición de objeto, aunque no tenga realización fonética,
la cual debe codificar rasgos intrínsecos de los nombres y otros rasgos
adquiridos en la sintaxis.
272 - Una característica intrínseca a los nombres e inseparable de los cuerpos es
la noción de cantidad, esta les proporciona la capacidad de ser cuantificados
o numerados. Así pues, proponemos que uno de los rasgos que está
presente en la posición proyectada para el objeto es el rasgo [propiedad
cuantitativa] o [±CEA], el cual es interpretable por cuanto tiene efecto en la
interpretación semántica y que puede tener efecto en la sintaxis, pues es
capaz de determinar que el objeto tenga o no realización fonética.
Proponemos que este rasgo puede ser adquirido por el verbo mediante el
principio que enunciamos en (6):
(6) Añada el rasgo [propiedad cuantitativa] a un verbo que no tenga otra propiedad cuantitativa. - La representación del objeto nulo en la estructura se apoya en el Requisito
de Transitividad propuesto por Cummins y Roberge(2004) y que se enuncia
en (7):
(7) Requisito de Transitividad (RT) Una posición de objeto está usualmente incluida en la FV
independientemente de la selección lexical. - La realización sintáctica de los argumentos es predecible a partir de la
semántica lexical.
- Una característica importante del nombre que ocupa la posición de
argumento interno es la propiedad de poder ser un tema incremental. Esta
propiedad la tomamos de la teoría de la selección del sujeto y el objeto
propuesta por Dowty (1991), la cual se basa en la implicación lógica lexical y
los proto-papeles. En esta teoría, los papeles temáticos son conjuntos de
implicaciones lógicas lexicales que se traducen en las propiedades asignadas
por el verbo a sus argumentos según su papel temático. De manera que la
selección del sujeto y el objeto está determinada por los proto-papeles. Un
proto-papel es un conjunto pequeño de implicaciones lógicas lexicales muy
generales quedescriben el papel de un participante canónico en el evento.
273 Dowty (1991) propone dos proto-papeles: el proto-agente y el proto-
paciente.
- El tema incremental es una de las propiedades fundamentales del proto-
paciente que contribuye a especificar la clase aspectual de la frase verbal a
la que pertenece.
- Existe un homomorfismo de las partes de un tema incremental hacia las
partes de un evento, pues el progreso del evento con ciertos tipos de verbos,
por ejemplo verbos de consumo, se puede evaluar al mirar los cambios que
experimenta el objeto en la posición de argumento interno.
- El aspecto es un término que se usa para hacer referencia (por lo menos)
a dos campos distintos de estudio: (i) el aspecto interno, lexical, tipo de
situación o aktionsart y (ii) el aspecto externo, gramatical o punto de vista.
- El aktionsart está composicionalmente formado, pues las propiedades del
verbo y las propiedades del nombre en la posición de argumento interno
interactúan para derivar el aspecto de la clase verbal. Estas propiedades son:
(i) un parámetro en el verbo codificado a través del rasgo [± AÑADA A], el
cual decide si se puede combinar con el objeto directo; (ii) un parámetro en
el nombre codificado a través del rasgo [±CEA], el cual determina la
cardinalidad del nombre en la posición de argumento interno y (iii) una
relación temática que decide si el objeto directo es total o parcialmente
afectado.
- Para que el aktionsart de un evento se terminativola composicionalidad del
evento debe tener los rasgos [+ AÑADA A], [+CEA].
- Asumimos la postura consensual entre la mayoría de los autores revisados,
que han estudiado los clíticos dentro del generativismo, de que los clíticos en
general son morfemas que expresan concordancia con la frase nominal.
274 - El argumento interno directo del verbo tiene la propiedad de medir en el
tiempo el evento descrito por el verbo. La idea de que un objeto mida el
evento se puede aclarar con la propiedad aspectual de delimitación.
- La propiedad de delimitación puede depender de otros elementos en la
frase verbal como la presencia del clítico se que llamamos, siguiendo a
Nishida (1994), secuantizado (seq), puesto que se refiere a una clase de
situaciones que están cuantitativamente delimitadas.
- El clítico seq mide le evento, por lo que su presencia o ausencia no modifica
la función sintáctica de los argumentos.
- Los conjuntos nominales compatibles con seq se refieren a entidades que
son cuantitativamente delimitadas, esto es, los nombres contables y los
términos de medida. Además, carecen de la propiedad de referencia
acumulativa.
- No hay una clase de verbos que traduzca la propiedad de ser contado del
argumento externo hacia el verbo, por lo que solo las propiedades
aspectuales delos rasgos en la posición objeto directo interactúan con el
verbo. En consecuencia, solo los argumentos internos miden el evento.
- El clítico seq es un marcador abierto de la telicidad. En los ejemplos (8a-b),
la oración (8b) se percibe como un evento télico aunque no aparezca el seq
debido a que el objeto directo es cuantizado y, en consecuencia, mide y
delimita el evento. El caso en (8a), donde el objeto directo es cuantizado, al
aparecer el clítico la delimitación del evento se hace explícita, de manera que
la telicidad se marca abiertamente.
(8) a. Pedro se leyó un libro. b. Pedro leyó un libro. - En este trabajo hemos considerado que la sintaxis tiene un papel muy
importante en la influencia aspectual del nombre. Aparentemente, el lexicón
275 contiene información sobre la estructura argumental que se correlaciona de
una manera sistemática con la estructura sintáctica.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
• Adesse. (2006). Alternancias de Diátesis y Esquemas Sintáctico-
Semánticos del Español. http://adesse.com. Fecha de consulta: 25-08-2006
• Adger, D. (2003). Core Syntax: A Minimalist Approach. Oxford
University Press. Oxford.
• Adger, D.;Svenious, P. (2009). Features in Minimalist Syntax. Draft of a chapter to appear in C. Boeckx (ed.) The Handbook ofLinguistic Minimalism.http://ling.auf.net/lingBuzz/000825. Fecha de consulta: Febrero 2010.
• Aissen, J. (2003). Differential Object marking: Iconicity vs.
Economy. Natural Language and Linguistic Theory 21. Pp. 435 - 483 • Alarcos Llorach, E. (1995). Gramática de la lengua española. Real
Academia Española. Colección Nebrija y Bello. Espasa Calpe. Madrid
• Alarcos Llorach, E. (1978). Estudios de gramática funcional del español. Segunda edición aumentada. Gredos. España.
• Alboiu, G.; M. Barrie; C. Frigeni(2002). Derived Reflexives in
Romance: The Case of SE. Actes de C’ACL/2002 CLA Proceedings. • Alboiu, G.; M. Barrie; C. Frigeni (2004). SE and the
Unaccusative/Unergative Paradox. En: Antwerp Working Papers in Linguistics. M. Coene, G de Cuyper and Y. D’Hulst (Eds). Pp. 39-109
• Alcaraz, Enrique;María Antonieta Martínez (1998). Diccionario de
lingüística Moderna. Editorial Ariel S. A. Barcelona. España.
• Alonso, A.; Henriquez Ureña, P. (1951). Gramática castellana. Editorial Losada S. A. Buenos Aires.
• Arad, Maya (1996). A Minimalist View of the Syntax-Lexical
Semantics Interface. University College of London Working Papers on Linguistics 8. Pp. 215-242
• Arce-Arenales, M. (1989). Semantic Structure and Syntactic Function: The Case of the Spanish se.Tesis doctoral. Universidad de Colorado en Boulder.
• Aspiazu, S. (2004). Reflexiones en torno al clítico se en español. En:
ELUA, 18. Pp. 7-20
278
• Atkinson, M. (2008). Mother Merge and her Children. Department of Language and Linguistics. University of Essex http://citeseerx.ist.psu.edu. Consultado el 13-11-11
• Bach, E. (1979). Montague Grammar and Classical Transformational Grammar. En: Linguistics, philosophy and Montague grammar. Steven Marianne Mithun (Ed). Austin: University of Texas Press.
• Bagha, K. N. (2011). Generative semantics. www.ccsenet.org/elt.English Language TeachingVol 4. N| 3. Sept. 2011. Pp 223 - 231
• Baker, M. (1988). Incorporation: A Theory of Grammatical Function
Changing. University of Chicago Press. Chicago, IL.
• Barner, David; Alan Bale (2002). No nouns, no verbs; psycholinguistic arguments in favor of lexical underspecification. En: Lingua. Nº 112. Pp 771-191
• Beavers, J. T. (2006). Argument/Oblique Alternations and the Structure of Lexical Meaning. Stanford UniversityDissertation.
• Bello, A. (1847). Gramática de la lengua castellana. Dedicada al uso
de los americanos. Edición Crítica de Ramón Trujillo (1981). Instituto Universitario de Lingüística Andrés Bello. Aula de Cultura de Tenerife.
• Bejar, S. (2003).Phy Syntax: A Theory of Agreement.A thesis submitted in conformity with the requirements for degree of Doctor Philosophy Graduate Department of Linguistics. University of Toronto.
• Bermúdez-Otero, R.; J. Payne (2011). Morphology and its
Interfaces. In Alexandra Galani, Glyn Hicks, and George Tsoulas (Eds), John Benjamins. Amsterdan.
• Bloomfield, L. (1933). Language. Edición de 1984. The University of
Chicago Press. Chicago.
• Bobaljik, J. D.; H. Thráinson(1998). Two Heads Aren’t Allways Better Than One. En: Syntax Nº 1. Pp. 37-71
• Bogard, S. (2006). El clítico SE. Valores y evolución. En: Sintaxis
histórica de la lengua española. Primera parte: la frase verbal. Vol. 2. Dirigido por Concepción Company. Universidad Autónoma de México. Fondo de Cultura Económica, México. Pp. 755-870
• Borer, H. (1994). The Projection of Arguments. The First International conference of GREL, Fes, Moroco.
279
• Botha, R. (1981). The Conduct of Linguistic Inquiry. Mouton Publishers, TheHage, The Netherlands.
• Botrina, R. (2005). Francis Bacon’s Natural Philosophy as a Universal Language. En: Studies in Logic, Grammar and Rethoric 8 (21). Pp. 89-99
• Brame, Michael K. (1977). Alternatives to the Tensed S and the
Specified Subject Conditions. En Linguistics and Philosophy 1. Pp.381-411
• Bresnan, J. (1978). A realistic Transformational Grammar. En
Linguistic Theory and Psychological Reality. M. Halle, J, Bresnan y G. Miller Eds. The MIT press. Cambridge, MA. Pp 1 – 59
• Bresnan, J. (1995). Lexicality and Argument Structure. Paris Syntax
and Semantics Conference. October 12, 1995
• Bresnan, J.; S.Mchombo (1995). The Lexical Integrity Princiople: Evidence from Bantu. En: Natural Language & Linguistic Theory 13. Pp. 181-254
• Bresnan, Joan (2001). Lexical Functional Syntax. Blackwell. Oxford.
• Brugé, L. (2000) Categoriefunzionali del nomenelle lingue romanze.
Cisalpino. IstitutoEditoriale Universitario – MonduzziEditoreS.p.A. Milano
• Burzio, L. (1986). Italian Syntax. A Governmente and Binding Approach. D. Reidel Publishing Company. Dordretcht
• Campos, Héctor (1999). Transitividad e intransitividad.
En:Gramática descriptiva de la lengua española. RAE. Dirigida por Ignacio Bosque y Violeta Demonte. Tomo II. Editorial Espasa Calpe S. A. Madrid. España. Pp.1520-1629
• Cano, R. (1981). Estudios sintácticos transitivos en el español
actual. Editorial Gredos. Madrid
• Casadio, Claudia (1999). Minimalism and the logical structure of the lexicon. Dipartimento di Filosofia e ScienzeUmane. University of Chieti. Italy. Presentado en la 11th European Summer School in Logic, Language and Information. Utrecht, August 99.
• Chia-Yi, Tony Pi (1999). Mereology in Event Semantics. A Thesis submitted to the Faculty of Graduate Studies and Research in partial fullfilment of the requirements of the Degree of Doctor of Philosophy. Department of Linguistics. McGill University. Montreal.
280
• Chierchia, Gennaro; Sally McConnell-Gine (1999). An Introduction to Semantics.The MIT Press. Cambridge, Massachusetts.
• Chomsky, Noam (1957). Syntactic Structure. The MIT Press. Massachusetts.
• Chomsky, Noam (1965). Aspects of the Theory of Syntax. The MIT
Press. Massachusetts.
• Chomsky, Noam (1970). Remarks on Nominalization. En: Readings in English Transformational Grammar. Jacobs and Rosembaum (Eds) Ginn and Company. Watham, Massachusetts. Pp. 184-221
• Chomsky, Noam (1973). Conditions on transformations. En A
Festschrift for Morris Halle. S. R. Anderson and P. Kiparsky (Eds.) New York: Holt, Reinhart and Winston. Pp. 232-286
• Chomsky, Noam. (1981). Lectures on Government and Binding. The
Pisa Lectures. Mouton de Gruyter – Berlin, New York
• Chomsky, Noam (1986). Knowledge of Language. Its nature, Origin and Use. Preager, New York.
• Chomsky, Noam (1991). Linguistics and Adjacent Fields: A Personal
View. En: The Chomskyan Turn. Edited by AsaKasher. Basil Blackwell Ltd. Oxford. Pp. 3-25
• Chomsky, Noam (1991). Linguistics and Cognitive Science:
Problems and Mysteries. En: The Chomskyan Turn. Edited by AsaKasher. Basil Blackwell Ltd. Oxford. Pp. 26-55
• Chomsky, Noam (1992). Some Notes on Economy of Derivation. En:
Principles and Parameters in Comparative Grammar. R. Freidin (Ed). The MIT Press, Cambridge, MA. Pp. 417-454
• Chomsky, Noam (1992a). A Minimalist Program for Linguistic
Theory. En: MIT Occasional Papers in Linguistics. Number 1. Department of Linguistics and philosophy. MIT Cambridge, MA.
• Chomsky, Noam (1993). A Minimalist Program for Linguistics Theory. En: The View from Building 20. K. Hale and S. J. Keyser (Eds). The MIT Press, Cambridge. Pp. 1-52
• Chomsky, Noam (1995) The Minimalist Program. The MIT Press.
Cambridge, Massachusetts.
• Chomsky, Noam (1998). Minimalist Inquiries: The Framework. En: MIT Occasional Papers in Linguistics. Number 15. Department of Linguistics and philosophy. MIT Cambridge, MA.
281
• Chomsky, Noam (1998). Una aproximación naturalista a la mente y al lenguaje. Edit. PrensaIbérica. Barcelona. España.
• CHOMSKY, Noam (1999). El programa minimalista. Versión de Juan
Romero Morales. Alianza Editorial S. A. Madrid.
• Chomsky, Noam (2000). Minimalist Inquiries: The Framework. En: Step by Step. Essays on Minimalist Syntax in Honor of Howard Lasnisk. Roger Martin, David Michaels and Juan Uriagereka (Eds). MIT Press, Cambridge, MA. Pp. 89-151
• Chomsky, Noam (2001). Derivation by Phase. En: Ken Hale, A Life
in Language. Michael kentowicz (Ed). The MIT Press, Cambridge, MA. Pp. 1-52
• Collins, John ((2008). Chomsky. A Guide for the Perplexes.
Continuum International Publishing Group. New York
• Cook, V. J. (1988). Chomsky’s Universal Grammar. An Introduction. Applied Language Studies. Edited by David Crystal and Keith Johnson. Basil Blackwell. NY.
• Crystal, David (1997). A Dictionary of Linguistics and Phonetics.
Blackwell Publishers. Cambridge. Massachusetts.
• Cuervo, María Cristina. (2003). Datives at Large. Submited to the Department of Linguistics and Philosophy in partial fulfillment of the requirements for the Degree of Doctor of Philosophy in Linguistics at the Massachusetts Institute of Technology.
• Cuervo, R. J. (1953). Diccionario de construcción y régimen de la
lengua castellana. Instituto Caro y Cuervo. Bogotá.
• Cummins, S.; Y. Roberge(2004). Null Objects in French and English.http://www.class.utoronto.ca/roberge/pdf/null_object.pdf. Fecha de consulta: 15-06-2008
• Depraeter(1995)Onthenecessity of distinguishingbetween (un)boundednessand (a)telicity. En: Linguistics and Philosophy18, 1-19.
• De Alencar, L.; C.Kelling (2005). Are reflexive Constructions Transitive or Intransitive? Evidence from German and Romance. Proceedings of the LGF05 Conference. University of Bergen. Miriam Butt and Tracy Holloway King (Eds).
• De Miguel, E.; M. Fernández Lagunilla (2000). El operador SE. En: Revista Española de Lingüística. Vol. 30. Nº 1. Pp. 13-43
282
• De Miguel, Elena (2003). Qué significan aspectualmente algunos verbos y qué pueden llegar a significar. Universidad Autónoma de Madrid.http://www.uam.es/personal_pdi/filoyletras/elenamel/Archivos/aspecto.pdf. Fecha de consulta: 18-08- 2006
• De Saussure, F. (1916). Curso de lingüística general. Publicado por C. Bally y A. Sechehaye. A. Riedling. Traducción de Amado Alonso (1955).
• Demonte, Violeta (2003). Qué es sintáctico y qué es léxico en la interfaz entre sintaxis y léxico-semántica: hipótesis y conjeturas.http://www.uam.es/personal_pdi/filoyletras/elenamel/Archivos/aspecto.pdf. Fecha de Consulta: 03-08-2006
• Di Sciullo, A.; E. Williams (1987). On the Definition of Word. En: LinguisticInquiryMonograph 14. The MI Press.
• Di Tullio, A. (2005). Manual de gramática del español. La isla de la luna, Argentina.
• Diccionario de lengua española.http://www.WordReference.com. Fecha de consulta: abril 2006
• Diccionario Sopena (1980). Los 15.000 verbos españoles. Barcelona. • Dowty, David (1979). Word Meaning and Montague Grammar. D.
Reidel Publishing Company. Dodrecht.
• Dowty, D.; R. Wall; S. Peters (1981). Introduction to Montague Semantics. D Reidel Publishing Company. Dordrecht.
• Dowty, David (1991). Thematic Proto-Roles and Argument
Selection. En: Language. Vol 67, Nº3. Pp- 547-619
• Dwight Whitney, William (1979). The Life and Growth of Language. Dover Publications, INC. New York.
• Emonds, J. (1985). A Unified Theory of Syntactic Categories. Foris. Dordrecht.
• Espinosa, D. (1998). El objeto indirecto como función sintáctica
oracional. Criterios para su delimitación y definición. En: Contextos XVI/31-32. Pp. 87-134
• Eespinosa, Jacinto (1997). Estructuras sintácticas transitivas e intransitivas en español. Servicio dePublicaciones Universidad de Cádiz. España.
283
• Fillmore, C. (1968). TheCase for Case. En: Universals in Linguistics Theory. Bach and Harms (Eds). Holt, Richart and Winston. London. Pp. 1-90
• Fodor, J.; Janet Dean Fodor (1980). Functional Structure,
Quantifiers and Meaning Postulates. LinguisticInquiry 11. Pp 759 - 769
• Franch, J. A.; J. M. Blecua (1975). Gramática española. Editorial
Ariel, Barcelona.
• Franco, Antonio (2005). Fundamentos de una gramática comunicativa aplicada al estilo periodístico. Tesis para optar al título de Doctor en Ciencias Humanas. Universidad del Zulia. Maracaibo
• Franco, Antonio (2006). Curso de Lengua Española. Ortografía y
Mofosintaxis. Colección Libro de Texto 3. Ediluz. Maracaibo.
• Fong, S. (2009). Parsing in The Minimalist Program. On SOV Languages and RelativizationCanadian Journal of Linguistics (CJL)53(2-3),237-252.
• Fong, S. (2005). Computation with Probes and Goals. A Parsing
Perspective. In Di Sciullo, A. M. and R. Delmonte (Eds) UG and External System. JhonBenjamins Pp. 311-334
• Fong, S. (2011). A Computational Implementation of Syntactic
Binding Theory in The Minimalist Program. 2ndToint Arizona State University/University of Arizona Linguistic Symposium, Phoenix AZ. October
• Fontana, J. (1993). Phrase Structure and the Syntax of Clitics in the
History of Spanish. Ph.D. Dissertation. The Institute for research in Cognitive Science. University of Pennsylvania. Philadelphia.
• García, E. (1975). The Role of Theory in Linguistics Analysis. The
Spanish Pronoun System. North-Holland Linguistics Series, 19. North-Holland Publishing Company. Amsterdam.
• Gili Gaya, S. (1943). Curso superior de sintaxisespañola. Edición de
1998. Vox. Barcelona
• Gómez Torrego, L. (1985). Teoría y práctica de la sintaxis. Alhambra Universidad. Madrid.
• González de la Calle, P. (1946). Orientación filológica de Leibnitz.
En: Boletín del Instituto Caro y Cuervo. Año II. Número 2. Pp. 233-276
284
• González Vergara, C. (2006). Las construcciones no reflexivas con <<se>>. Unapropuestadesde la GramáticadelPapel y la Referencia. Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Filología. InstitutoUniversitario de Investigación Ortega y Gasset. Doctorado en LingüísticaTeórica y susAplicaciones..
• Groefsema, Marjolein (1995) Understood arguments: A
semantic/pragmatic approach. En: Lingua. Nº 96. Pp 139-161
• Gruber, J. (1976). Lexical Structures in Syntax and Semantics. North-Holland Publishing Company, Amsterdam.
• Gruber, J. (1965). Studies in Lexical Relations. Ph. D. Thesis. Massachusetts Institute of Tecnology. Dept. of Modern Language.
• GuijarroMorales, José Luis (1999). La lengua no puede ser enseñada, sino despertada interiormente (W. Von Humboldt): ¡Otro mito difícil de extirpar! http//cvc.cervantes.es/enseñanza/bibliotec_ele/pdf/10/10_0349.pdf. ASELE. Actas X. Centro Virtual Cervantes. Fecha de consulta: diciembre 2009
• Hagstrom, Paul (2003). CAS LX 523 Syntax II. Week 1: Introduction and a Minimalist Program for Linguistic Theory, part I. Boston University.http://www.bu.edu/linguistics/UG/course/Lx522/archives/category/homework-notes/index.html. Fecha de consulta: enero 2010
• Hale, K.; Jay Keyser (2002). Prolegomenon to a Theory of Argument
Structure. Cambridge University Press. Cambridge.
• Halle, M.; A. Marantz (1993). Some Key Features of Distributed Morphology. En: MIT Working Papers in Linguistics 21. Pp. 275-288
• Harley, Heidi (1995). Subjects, Events and Licensing. Submited to the Department of Linguistics and Philosophy in partial fulfillment of the requirements for the Degree of Doctor of Philosophy in Linguistics at the Massachusetts Institute of Technology.
• Harley, H. & R. Noyer. (1999). State-of-the-Article: Distributed Morphology. En:Glot International 44. Pp. 3-9
• Haspelmath, M. (2005). Explaining Syntactic Universals. LSA
Institute, MIT LSA203,21 July 2005. Wwwstaff.eva.mpg.de/∼haspelmath/2DiffCaseMarking.pdf. Fecha de consulta. Diciembre de 2011.
285
• Hawes, Timothy (2005). The Development of Minimalist Syntax. Senior Honors Project. Northeastern University.
• Hornstein, N. (2001). Move! A Minimalist Theory of Construal. Malden MA: Blackwell Publishers.
• Hornstein, Nunes&Grohman (2005). Understanding Minimalism. Cambridge Textbook in Linguistics.
• Horvath, D.; T.Siloni (2006). The Theta Phase: Successive Internal
V-Merger. TheInterphrasesConferences. (Poster Session). University of Cyprus.
• Huang, T. (1992). Remarks on the Status of the Null Object. En: Principles and Parameters in Comparative Grammar. R. Freidin (Ed). The MIT Press, Massachusetts.
• Huddleston, Rodney (1976). An Introduction to English Transformational Syntax. Lingman Group LTD. England
• Jackendoff, Ray (1995). Semantic Structure. The MIT Press.
Massachusetts.
• Jackendoff, Ray (2011). What is the human language faculty? Two views. En Language. Vol 87. Nº 3. Pp 586-624
• Jespersen, Otto (1924). The Philosophy of Grammar. Norton. New
York.
• Joos, M. (1950). Descrption on Language Design. En: Readings in Linguistics I. The University of Chicago Press. Chicago. Pp. 349-356
• JuarrosDaussá, E. (2000). The Syntactic Operator SE in Spanish.
FourthHispanicSymposium. IndianeUniversity. Bloomington. • Kany, C. (1970). Sintaxis hispanoamericana. Editorial Gredos.
España.
• Kaway M. (2002). Θ Theory and Configuration. En: RevueQuébécoise de Linguistique. Vol 31. Nº 2. Montreal. Pp. 157-170
• Kratzer, A. (1995). Stage-Level and Individual-Level Predicates. En: The Generic Book. G. Carlson and J. Pelletier (Eds). Chicago University Press. Pp. 125-175
• Kratzer, A. (1996). Severing the External Argument form its Verb. En: Phrase Structure and the Lexicon. J. Rooryck and L. Zring (Eds). Dordrecht (Kluwer). Pp. 109-137
286
• Krifka, M. (1989). Nominal Reference, Temporal Constitution and Quantification in Event Semantics. En: Semantics and Contextual Expresion. R. Bartsch, J. van Benthem, P. von Emde (Eds.) DordretchForis Publication.
• Krifka, M. (2003) Semantic and Pragmatic Conditions for the Dative
Alternation.http://www.amor.rz.hu-berling.de. Fecha de consulta: junio 2004
• La Nueva Lengua Española. Zamora, Sergio. (2002). ¿Qué es la
gramática?.Guadalajara.Jalisco.Mexico.http://www.sergiozamora.com.Fecha de consulta: 25-08-2006
• Lakoff, George (1970). Irregularity in Syntax. Indiana University
Doctoral Dissertation. New York: Holt. Reinhart and Winston
• Langaker, R. (1991). Concept, Image, Symbol: The Cognitive Basis of Grammar. Berlin – Mouton de Gruyter
• Lasnik, H. (1992). On the Necessity of Binding Conditions. En
Principles and Parameters in Comparative Grammar. R. Freidin (Ed). The MIT Press. Cambridge.
• Larson, R. (1988). On the Double Object Construction. En:
LinguisticInquiry, Vol.19. Nº 3. Pp. 335-391 • Larson, R.; G. Segal (1995). Knowledge of Meaning. The MIT Press.
Massachusets.
• Lasnik, Howard; Juan Uriagereka(2005). A Course in Minimalist Syntax. Blackwell Publisher. Oxford
• Legendre, G. (1997). Secondary Predication and Functional
Projections in French. En: Natural Language & Linguistic Theory. Nº 15. Pp. 43-87
• Legendre, G. (1999). On the Status and Positioning of Verbal Clitics.JHU manuscript.
• Lemmen, H. (2005). To bundle or not to Bundle? Researching Verbs
in Dutch or Reflexivization. M. A. Thesis. Faculty of Arts-Utrecht University.
• Lenz, R. (1944). La oración y sus partes. Estudios de gramática
general y castellana. Cuarta edición. Editorial Nascimiento. Santiago, Chile.
287
• Levelt, J. M. (1994).Formal Grammar in Linguistics and Psycholinguistics (Vol. II). Aplication in Linguistics Theory. Mouton. The Hague. Paris
• Levin, Beth (1993). English Verbs Classes. The University of Chicago Press. Chicago.
• Levin, Beth (2006). Aspect, Lexical Semantics Representation and
Argument Expression. Stanford University.http//does.google.com/viewer?a=v&q=cache:cIL7yU38yg8J:citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download%3Fdoi%3D10.1.1.14.1157%26rep%3Drep1%26typ. Fecha de consulta: 08-08-2006
• Levin, Beth; Malka Rappaport Hovav (1996). Unacusativity at the
Syntax-Lexical Semantics Interface. The MIT Press. Cambridge, Massachusetts, London, England.
• Lieber, R. (1992). Deconstructing Morphology. University Chicago Press. Chicago, IL.
• Lightfoot, David (1982). The Language Lottery: Towards a Biology of
Grammar. The Mitt Press. Cambridge
• McCready, E.; Chiyo Nishida (2007). Reflexive Intransitives in Spanish and Event Semantics. En: Language and Cognition. Event Structures in Linguistics and interpretation. Johannes Dölling, TatjanaHeyde-Zabatow, Martin Schäfer (Eds). De Geryter, Germany. Pp. 223-243
• MacDonlad, J. E. (2006). The Syntax of Inner Aspect. Tesis doctoral
no publicada. Stony Brook University
• Marantz, A. (1997). No Escape from Syntax: Don’t Try Morphological Analysis in the Privacy of Your Own Lexicon. En: Proceedings of the 27th Annual Penn Linguistics Colloquium. UPenn Working in Linguistics 4. Philadelphia, PA
• Marantz, A. (2007). Phases and Words.En The Theory of Grammar.
S-H Choeet all, eds. Seoul:Dongln. Pp 191-232
• Marcos Marín, F. (1980). Curso de gramática española. Concel-Kapelusz. Madrid.
• Matera, M. (2001). La sintaxis de chi…-kai, tü…-kalü, na…-kana en
wayuunaiki. Trabajo de grado presentado como requisito para optar al título de Magister Scientiarum en Lingüística y Enseñanza del Lenguaje. Universidad del Zulia.
288
• Matera, Masiel; R. Medina (2005). El sujeto lógico dativo con verbos de la clase gustar. En: Letras. Nº 70. Primer semester de 2005. Pp. 45-77
• Matera, Masiel; R. Medina (2005). La frase preposicional como complemento y como adjunto en la frase verbal. Universidad del Zulia. Presentado en las XVIII Jornadas de la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina (ALFAL). Diciembre de 2005. Caracas.
• Matera, Masiel; R. Medina (2005). La ocurrencia del clítico dativo en
construcciones con dos argumentos internos en español. Universidad del Zulia. Presentado en el XXIV Encuentro Nacional de Docentes e Investigadores de la Lingüística (ENDIL). Octubre de 2005. San Cristóbal. Edo. Táchira.
• Matera, Masiel; R. Medina (2005). La ocurrencia del doble dativo en español. Universidad del Zulia. Presentado en el XIV Congreso Internacional de la ALFAL. Universidad Autónoma de Nuevo León. Octubre de 2005. Monterrey, Nuevo León, México
• Matera, Masiel; R. Medina (2005). La relación aspecto-argumento.
Universidad del Zulia. Presentado en las V Jornadas de Investigación Literarias y Lingüísticas “Ana Arenas Saavedra”. Junio de 2005. Maracaibo.
• Matera, Masiel; R. Medina (2006). Las estructuras argumentales y
las alternancias en español. Universidad del Zulia. Presentado en el XXV Encuentro Nacional de Docentes e Investigadores de la Lingüística (ENDIL). Maracaibo. Junio de 2006. San Cristóbal. Edo. Táchira.
• Mateu, Jaume (2002). Argument Structure: Relational Construal at the Syntax-Semantics Interface. Tesis doctoral dirigida por la Dra. GemmaRigau I Oliver. Departament de Filologia Catalana. Facultat de Filosofia i Lletres. UniversitatAutònoma de Barcelona. España.
• McKoon& McFarland (2000). Externally and Internally Caused Change of States Verbs. En: Language. Vol. 76. Number 4. Pp. 833-858
• Megerdoomian, K. (2002). Beyond Words and Phrases: A Unified Theory of Predicate Composition. Ph. D. Thesis. University of Southern California.
• Mendikoetxea, Amaya (1999). Construcciones con se: medias, pasivas e impersonales. En: Gramática descriptiva de la lengua española, volumen 2. Ignacio Bosque yVioleta Demonte(Dirs.). Espasa Calpe, Madrid. Pp. 1631-1722.
289
• Mendikoetxea, Amaya (2004). En busca de los primitivos léxicos y
su realización sintáctica: del léxico a la sintaxis. Universidad Autónoma de Madrid. Presentado en la 2ª zarza Temàtica de GramàticaTeòrica. Barcelona. UAB.26/11/2004.
• Mittwoch, A. (1982). On the Difference between Eating and Eating Something: Activities versus Accomplishments. En: LinguisticInquiry, Vol. 13. Nº 1. Pp. 113-122
• Morimoto, Y. (2008). Me estuve quieto: el concepto de estado y el llamado SE aspectual. Actas del XXXVII Simposio Internacionbal de la Sociedad Española de Lingüística (SEL). Editadas por Olza, I., Casado, M. y González, R. Departamento de Lingüística Hispánica y Lenguas Modernas. Pamplona.
• Mourelatos, A. P. D. (1978) Events, Processes and States. En: Linguistics and Philosophy 2. Pp. 415-434.
• Neske, Garret (XXXX).The Minimalist program: A Bridge Principle in
Biolinguistics. New York University.http:/homepages.nyu.edu/∼gtn206/MinProBioLing.pdf.Fecha de consulta: Enero de 2010
• Nirenburg, Sergei; VictorRaskin (2006). Ten Choices for Lexical Semantics. Computing Research Laboratory. New Mexico State University. Las Cruces, NM88003.http://crl.nmsu.edu/Research/Pubs/MCCS/pdf/mccs-96.Fecha de consulta: 14-02-2006
• Nishida, Chiyo (1994). ThespanishReflexiveCliticse as an Aspectual ClassMarker. En: Language. Vol. 32, Nº 3. Pp. 425-458
• Ouhalla, Jamal (1999). Introducing Transformational Grammar.
From Principles and Parameters to Minimalism. Second Edition.Arnold, a member of the Hodder Headline Group. London-Sidney-Auckland
• PalaciosAlcaine, Azucena (1998) Variación sintáctica en el sistema pronominal del español paraguayo. En: Anuario de Lingüística Hispánica XVI. Pp. 451-474
• Paradis, C. (2005) Ontologies and Construals in Semantics. En: Axiomathes. Number 15. Pp. 541-573
• Parsons, T. (1990). Events in the Semantics of English. A Study in
Subatomic Semantics. The MIT Press. Cambridge, Massachusetts.
290
• Pesetsky, D.; E.Torrego (2004). The Syntax of Valuation and the Interpretability of Features. The Spring 2004 seminars at Ma Institute of Technology
• Pesetsky, D.; Torrego, E. (2009). Case. Draft of a chapter to appear in The Oxford handbook of Linguistic Minimalism. C. Boeckx (ed.)http://web.mit.edu/linguistics/people/faculty/pesetsky/Case_chapter.pdf. Consultado el 10-11-11
• Pietrosky, P.; N. Hornstein(2002). Does Every Sentence Like This Exhibit a Scope Ambiguity? En: Belief and Meaning. W. Hinzen and H. Rott (Eds). Hansel-Hohenhousen.
• Pollock, J-V. (1989). Verb Movement, Universal Grammar and the Structure of IP. En: Linguistic Inquiry 20. Pp. 365-424
• Pustejovsky, J. (1995). The Syntax of Event Structure. Cognition 41.
Pp. 47 - 81
• Pustejovsky, James (1998). The Generative Lexicon. The MIT Press. Cambridge, Massachusetts, London, England.
• Pylkkänen, Liina (2002). Introducing Arguments. Submitted to the Department of Linguistics and Philosophy in partial fulfillment of the requirements for the Degree of Doctor of Philosophy in Linguistics at the Massachusetts Institute of Technology.
• Quine, M. V. (1973). Filosofía de la lógica. Alianza Universidad. Madrid.
• RAE. (1959). Gramática de la lengua española. Nueva edición reformada de 1931. Espasa-Calpe S. A. Madrid.
• RAE. Asociación de Academias de la Lengua española. (2005).
Diccionario Panhispánico de dudas. Ed. Santillana. Bogotá. Colombia.
• RAE. Comisión de gramática (1999). Esbozo de una nueva
gramática de la lengua española. Editorial Espasa Calpe. Madrid. España.
• RAE. (2003). Gramática descriptiva de la lengua española. Vol 2. Las construcciones sintácticas fundamentales. Relaciones temporales, aspectuales y modales. Dirigida por Ignacio Bosque y Violeta Demonte. Editorial Espasa Calpe, S. A. Madrid, España.
291
• RAE. Asociación de Academias de la Lengua Española. (2009). Nueva gramática de la lengua española. Sintaxis II. EspasaLibros, S. L. U. España.
• Ramchand, Gillian Catriona (2008). VerbMeaning and the Lexicon. A
First-Phase Syntax. Cambridge University Press.
• Rappaport Hovav, Malka; Beth Levin (2002). Change of States Verbs: Implications for Theories of Argument Projection. En: BLS. Number 28. Pp. 1-12
• Real-Puidollers (2007). The Nature of Cognate Objects in Romance. XVIII Colloquium on Generative Grammar. Girone, 13th-15th June.
• Reinhart, T. (2002). The Theta System: An Overview. En: Teoretical Linguistics 28 (3). Pp. 229-290
• Reinhart, T. (2000). The Theta System: Syntactic Realization of Verbal Concepts.http://igitur-archive.library.uu.nl/let/2006-1215-202805/reinhart_00_theta10.pdf
• Reinhart, T. (2001). Experiencing Derivations. Lecture given at SALT XI. Published in Rachel Hastings, Brendan Jackson and ZsoliaZvolenszky (Eds). Proceedings from Semantics Linguistics Theory. Italce, NY CLC Publication.
• Reinhart, T.; T.Siloni (2003). Thematic Arity Operations and
Parametric Variations. OTS Working Papers in Linguistics. TL-03-001.
• Reinhart, T.; T. Siloni(2004). Against the Un-accsative Analysis of Reflexives. En: The Unaccusative Puzzle. Alexiadou, A., Anagnostopoulou, E. and Everact, M. (Eds). Oxford OUP. Pp. 159-180
• Reinhart, T.; T.Siloni (2005). The Lexicon-Syntax Parameter: Reflexivization and Other Arity Operations. En: Linguistic Inquiry 36, 3. Pp. 389-436
• Richards, M. (2007).On Phases, Phase Heads and Functional
Categories. En:Nanzan Linguistics 1. Vil. 1. Pp. 105-127
• Ritter, E.; S. Th. Rosen (1998). Delimiting Events in Syntax. En: The Projection of Arguments: Lexical and Syntactic Constraints. W. Geuder& M. Butt (Eds). CSLI Standford: Center for the Study of Language and Information. Pp. 135-164
• RIVAS, Alberto. 1977: A theory of clitics. Tesis doctoral, MIT.
292
• Rizzi, L. (1986). Null Objects in Italian and the Theory of Pro. En LinguisticInquiry. Vol. 17, Nº3. Pp. 501-557
• Rizzi, L. (1997). The Fine Structure of the Left Periphery. En:
Elements of Grammar. L. Haegeman (Ed). Kluwer. Pp. 335-391
• Roberts, I. (2011). Head Movement and the Minimalist Program. In C. Boeckx (ed) The Oxford Handbook of Minimalism. Oxford: Oxford University Press. www.ling.cam.ac.uk/people/roberts/pub.html. Fecha de consulta: Noviembre de 2011.
• Sanz, Montserrat (2000). Events and Predication. A New Approach
to Syntactic Pricessing in English and Spanish. John Benjamins publishing Company. Amsterdam/Philadelphia.
• Siloni, T. (2008). Active Lexicon. En: TheoreticalLinguistics. Vol.
28:3. Pp. 383-400
• Smith, Carlota (1997). The Parameter of Aspect. 2nd edition. Dordrecht: Kluwer Publishing Company.
• Sportiche, D. (1996)CliticConstruction. En: PhraseStructure and theLexicon. J. Rooryck and L. zaring (Eds.)Dordrecht: KluwerAcademic. Pp 213-276
• Stnaford Encyclopedia of Philosophy (2007). Leibniz Philosophy on Mind.
• Szczesniack, K. (2008). Unaccusative Marks. En Morphosyntactic
Issues in Second Language Acquisition. Edited by DanutaCabry’s- Barker. Multilingual matters .Pp 121 – 131
• Tang Dang, Hoa (2004). Investigations into the Role of Lexical
Semantics in Word Sense Disambiguation. A Dissertation in Computer and Information Science. Presented to the Faculties of the University of Pensylvania in partial fullfilment of the requirements of the Degree of Doctor of Philosophy.
• Tenny, Carol (1994). Aspectual Roles and the Syntactic-Semantic Interface. Kluwer: Dordrecht.
• Tenny, Carol; JamesPustejovsky (2000). A History of Events in Linguistics Theory. En: Events as Grammatical Objects. Carol Tenny and James Pustejovsky (Eds). CSLI Publications.
• Torrego, E. (1998). The Dependencies of Objects. Linguistic Inquiry
Monographs. 34. MIT Press.
293
• Travis, L. (1994). Event Phrase and a Theory of Functional Categories. En: Proceedings of the 1994 Conference of the Canadian Linguistic Association. Toronto Working Papers in Linguistics, Toronto.
• Travis, L. (1999). The L-Syntax/S-Syntax Boundary: Evidence from Austronesian. En: Formal Issues in Austronesian Syntax. Ileana Paul, Vivianne Phillips, Lisa Travis (Eds). Kluwer Academic Publisher. Dordrecht.
• Travis, L. (2006). Inner Aspect. The Articulation of VP. Kluwer Academic Publisher.
• Ura, H. (2000). Checking Theory and Grammatical Functions in
Universal Grammar. Oxford University Press
• Uriagereka, J. (1995). Aspects of the Syntax of Clitic Placement in Western Romance. En: Linguistic Inquiry, Number 1. Pp. 79-123
• Van Hout, A.; T. Roeper(1998). Events and Aspectual Structure in
Derivational Morphology. En: Heidi Harley, Papers from the Upenn/MIT Roundtable on Argument Structure and Aspect. Vol 32. MIT Papers in Linguistics. Cambridge, Mass. Pp. 175-200
• Van Valin, R.; R. La Polla (1996). Syntax. Structure, meaning and
function. Cambridge University Press. Cambridge.
• Vendler, Zeno (1967). Linguistics in Philosophy. Ithace, Cornell University Press.
• Verkuyl, H. (1993). A Theory of Aspectuality. Cambridge Studies on
Linguistics 64. Cambridge.
• Vermaat, Willemijn (1999). Controlling Movement: Minimalism in a Deductive Perspective. Thesis submitted to obtain the degree of doctorandusin CognitieveKunstmatigeIntelligentie at Utrecht University.
• Volpe, Mark (2004). Affected Object Unergatives. Snipets-Issue 8. Stony Brook University. http://www.ledonline/snipets/.Fecha de consulta: Febrero de 2010
• Wall, R. (1972). Introduction to Mathematical Linguistics. Prentice-Hall. New Jersey.
• Weshler, Stephen (2005). What is Right and Wrong about Little v. En: Grammar and Beyond-Essays in Honor of Lars Hellan. Mila Vulchanova& Tor A Åfarli (editores). Olso Novus Press. Pp 179-195.
294
• Woollond, E. (2006). Lexical Case, Inherent Case and Argument
Structure. En: Linguistic Inquiry. Vol37. Nº 1. Pp. 11-130
• Woolford, E. (2003). Burzio’s Generalization,Markedness and
Locality Constraints on Nominative Objects. En:New Perspectives on Case Theory.Ellen Brandner and Heike Zinsmeister (eds.) CSLI Publications. Pp. 229-327
• Yoon, J. (2000). Noam Chomsky: “Derivation by Phase”. To appear in Ken Hale: A Life in Language. M. Kentowicz ed. MIT Press. http://www.punksinscience.org/kleanthes/courses/MATERIALS/Yoon.pdf. Consultado en septiembre de 2011
• Zushi, Mihoko (2003). Null arguments: the case of Japanese and Romance. En: Lingua. Nº 113. Pp. 559-604.