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REPÚBLICA DE COLOMBIA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES SALVAJES, DESNUDOS, FEROCES Y CANÍBALES TRABAJO DE GRADO PRESENTADA COMO REQUISITO PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADORA ESTUDIANTE: MARGARITA MARÍA GÓMEZ JAIMES DIRECTORA: JUANA MARÍA MARÍN LEOZ CARRERA DE HISTORIA BOGOTÁ D.C. FEBRERO DE 2014

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REPÚBLICA DE COLOMBIA

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

SALVAJES, DESNUDOS, FEROCES Y CANÍBALES

TRABAJO DE GRADO PRESENTADA COMO REQUISITO PARA OPTAR POR EL

TÍTULO DE HISTORIADORA

ESTUDIANTE: MARGARITA MARÍA GÓMEZ JAIMES

DIRECTORA: JUANA MARÍA MARÍN LEOZ

CARRERA DE HISTORIA

BOGOTÁ D.C. – FEBRERO DE 2014

2 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

A mi mamá, por el apoyo incondicional.

A mis amigos, por siempre estar ahí.

A Piero, por la compañía.

Y a mí directora, por las conversaciones,

y claro, por creer en mí y hacer esto posible.

3 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………..………4

SOBRE HANS STADEN…………………………………………………………….……..8

Hans Staden………………………………………………………………...………..8

¿Cuál fue el recorrido del viaje de Hans Staden?......................................................11

¿Con qué propósito se escribió este libro?................................................................13

IMAGEN E ICONOGRAFÍA……………………………………………………………15

¿Cómo eran las imágenes del siglo XVI sobre América?.........................................15

¿Cuál fue la tradición iconográfica del grabador?.....................................................16

¿Cómo se pintaban los cuerpos?...............................................................................21

CANIBALISMO………………………………………………………………………….23

¿Qué es el canibalismo?............................................................................................23

¿Qué se come cuando se come a otro?......................................................................24

CONQUISTA DE BRASIL………………………………………………………………..26

¿Cuáles eran las características de la tribu tupinambá?............................................26

¿Cómo era un viaje transatlántico?...........................................................................29

¿Cómo fue la conquista de Brasil?............................................................................30

CONTEXTO DE LA ÉPOCA……………………………………………………………..35

¿Cómo se representaba a otro?..................................................................................35

¿Qué se entendía por historia en el siglo XVI?.........................................................38

¿Cómo se hicieron estas imágenes? ¿Quién leyó el libro?........................................40

EPÍLOGO…………………………………………………………………………………..44

ANEXOS…………………………………………………………………………………45

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………...57

IMÁGENES Y CUADRO……………………………………………………………….60

GUIÓN MUSEOGRÁFICO……………………………………………………………….61

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………..….69

SOBRE EL MONTAJE……………………………………………………………………70

FOTOGRAFÍAS EXPOSICIÓN…………………………………………………………..72

4 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

INTRODUCCIÓN

El alemán Hans Staden viajó desde Europa hacia América entre 1548 y 1549 y, sin siquiera

bajarse del barco, debido a un combate con unos franceses, en 1550 se embarcó

nuevamente en esta aventura trasatlántica. Un nuevo periplo que duró hasta el año de 1555,

incluyendo, en este tiempo, los nueve meses de cautiverio en la tribu tupinambá, quienes

habitaban la costa atlántica del actual Brasil y practicaban el canibalismo.

En 1557 Staden publicó Verdadera historia y descripción de un país de salvajes, desnudos,

feroces y caníbales situado en el Nuevo Mundo América, un libro definido por el autor

como de historia, a pesar de no ser él historiador. Su libro no tenía las características de las

crónicas de conquista de la época debido a que los textos de cada subcapítulo son muy

cortos y sencillos, con una ruda sintaxis y una ortografía muy particular, debido a que el

autor anotó las palabras de la lengua tupinambá como creía que las podía traducir a su

lengua materna. Además, la publicación incluyó más de 50 grabados hechos con matrices

de madera. A pesar de que fueron muchos los temas que América generó en la iconografía

de la época del Renacimiento europeo, en canibalismo fue los que más interés y fascinación

provocó.

Como se ha mencionado, los indígenas protagonistas, tanto del relato como de las imágenes

eran los tupinambá, denominación colonial que refiere a las tribus indígenas de la costa

atlántica del Brasil.1Staden fue capturado en medio de una guerra intertribal; algunas tribus

de esta zona mantenían una guerra constante, mientras que otras, eran comunidades aisladas

que rara vez establecían contactos con otras tribus. Estas guerras también incluían sistemas

de alianzas establecidas al compás de la conquista, ya que ciertas tribus se aliaban con

europeos diferentes nacionalidades con el objetivo de enfrentarse a enemigos comunes. La

tribu que capturó a Staden, en este escenario, era aliada de los franceses y enemigos de los

portugueses. Además, para los tupinambá, el arte de la guerra era primordial, ya que el

objetivo de sus batallas era capturar prisioneros, que llevaban a la aldea vencedora para

que, durante semanas o meses, fueran engordado para, finalmente, matarlos de un solo

golpe, cocinarlos y ser consumidos por los miembros de la tribu para conseguir fuerza

espiritual y perpetuar la venganza.

En relación con el tipo de canibalismo practicado por los indígenas tupinambá y con la

imagen del canibalismo americano que llegaba y se construía en Europa, es menester

mencionar que el canibalismo americano ya había sido documentado por otros viajeros

europeos, inclusive el propio Cristóbal Colón, a quien se le atribuye la invención de la

palabra caníbal, a partir de la deformación de un vocablo arawak.2 No obstante, la

1 Grupo indígena que no sobrevive en la actualidad.

2 En la pregunta correspondiente al canibalismo se profundizará en este tema.

5 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

publicación de Hans Staden es una de las primeras que empezó a introducir en Europa la

idea de un canibalismo ritual y no gastronómico. Los primeros testimonios de canibalismo

fueron llevados a Europa con la idea de que los indígenas del territorio recién descubierto

consumían carne de otros humanos por su sabor o por sus nutrientes, frente a esto, Staden,

y otros viajeros, popularizó la idea de que la antropófaga -tenía fines rituales o mágicos.

Es precisamente en las imágenes que acompañan la publicación de Hans Staden en la que

se centra la presente investigación, que a su vez, sustenta el guion museográfico de la

exposición Salvajes, desnudos, feroces y caníbales, montaje que tendrá lugar después de

presentado este trabajo3.

Las razones para la realización, tanto de la investigación como de la exposición, no se

limitan al hecho que el ícono de partes humanas asándose en una parrilla o de una cabeza

cociéndose en una hoguera llamen la atención e impacten en cualquier espectador, sino que

van más allá de esta motivación. Para muchas personas al enfrentarse a este tipo de

imágenes les es fácil pensar que estos artesanos de los albores de la imprenta retrataban la

realidad tal cual había sido, tal y como si se hubiera hecho una fotografía (aunque ni

siquiera la fotografía escapa de la subjetividad de su autor). Por esta razón, la socialización

de las imágenes tiene relevancia, sobre todo con sus debidas explicaciones y reflexiones en

torno a lo que muestran, que, precisamente, es en lo que se centra la presente investigación.

Es muy importante señalar aquí que no sólo se trata de insertar las imágenes en un

contexto, porque la historia del arte no se puede reducir de esa manera. Así como también

es primordial resaltar que partiendo de la idea que ninguna imagen puede representar la

realidad tal y como es, y mucho menos, de manera objetiva, en el caso específico de estas

imágenes de un grabador anónimo dirigido por Hans Staden, la formación europea del

artista y el hecho de nunca haber estado en América eran dos aspectos que influyeron en las

imágenes. Sin dejar de lado, el hecho de que los elementos conocidos son el punto de

partida para representar lo desconocido, de esta manera, es posible entender la razón por la

cual elementos iconográficos europeos vinieron a representar a personas que nunca habían

sido vistas por ellos. De esta manera, es posible plantear, que partiendo de la idea que una

imagen es un ‘texto’ que puede leer un analfabeto, y que todo aquello que es monstruoso

exige ser visto, los grabados anónimos dirigidos por Hans Staden en su libro de 1557, que

interpretan el canibalismo ritual practicado por los indígenas tupinambá, contienen

elementos de la iconografía europea, y no americana.

Por tanto, como parte de la construcción de un escenario en el que se expongan las

imágenes desde la reflexión sobre qué muestran y cómo lo muestran, el presente documento

está estructurado en forma pregunta-respuesta. Las preguntas fueron saliendo de la lectura

3 El guion museográfico se encuentra al final de todo este texto, inclusive, después de la bibliografía. Ver la

página 61

6 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

de la fuente primaria, con el fin de poder responder a los interrogantes que surgían de la

lectura y, también, con el fin de poder relacionar los elementos del libro con lo que pasaba

en la época en la que fue producido, y tratando de entender por qué unas cosas eran de esta

manera y no de esta otra. Las preguntas están agrupadas en grandes categorías que se

encuentran antes de cada grupo de preguntas y en el orden de relevancia escogido.

Asimismo, este preguntarse y responderse ha sido útil para imaginar, estructurar y

organizar el montaje museográfico. Realizar este montaje es un reflejo de que un proceso

de investigación histórico puede dar como resultado otro tipo de productos, y mejor aún,

llegar a públicos que, de otra manera, nunca hubieran tenido noticia de estas imágenes de la

conquista.

El estudio de la bibliografía relativa a Hans Staden nos remite a distintos grupos de temas.

En primer lugar, hay que mencionar los trabajos sobre Hans Staden; de estos solo fueron

trabajados dos artículos centrados en Staden, “Entre lo diferente y lo semejante: un viaje

antropológico”4 de Valeria Rodrigues e “Historia de Hans Staden entre los antropófagos de

Brasil”5 de Roberto Pineda, éste, es biográfico y muy cercano al texto original, pero el

trabajo de Rodrigues analiza aspectos como el texto, las ilustraciones, la antropofagia y la

representación del otro. En este primer grupo, es menester señalar también el trabajo

“Canibalia, calibanismo, antropofagia cultural y consumo en América Latina”6 de Carlos

Jáuregui, que aunque no trata solo a Staden, el análisis que realiza sobre este es sustancioso,

como más adelante se verá. En un segundo lugar, está el conjunto de trabajos en torno a la

iconografía, como “La iconografía política del Nuevo Mundo”7 de Bernadette Bucher,

Rolena Adorno y Mercedes López-Baralt, y dos obras de Jobenj Chicanagana, “Imágenes

de caníbales y salvajes del Nuevo Mundo”8 y “El festín antropofágico de los indios

tupinambá en los grabados de Theodoro de Bry”9, este segundo conjunto analiza de

distintas maneras las representaciones icónicas producidas en la conquista sobre los

indígenas y sobre todo, sus antecedentes.

En tercer lugar, sobre el canibalismo, encontramos “El mito del canibalismo. Antropología

y antropofagia”10

de William Arens, “El mito de los comedores de carne humana en

4 Rodrigues da Costa, Valeria. «Entre lo diferente y lo semejante: Un viaje antropológico.» Revista de Crítica

Literaria Latinoamericana, 2004: 123-137. 5 Pineda, Roberto. «Historia de Hans Staden entre los antropófagos de Brasil.» Maguaré, 2002: 154-186.

6 Jáuregui, Carlos A. Canibalia, calibanismo, antropofagia cultural y consumo en América Latina. Madrid:

Iberoamericana, 2008. 7 Bucher, Bernadette, Rolena Adorno, y Mercedes López-Baralt. La iconografía política del Nuevo Mundo.

Puerto Rico: Universidad de Puerto Rico, 1990. 8 Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo. Imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo Mundo. De lo

maravilloso medieval a lo exótico colonial. Siglos XV-XVII. Bogotá: Editorial Unviersidad del Rosario, 2013. 9 Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo. «El festín antropofágico de los indios tupinambá en los grabados de

Theodoro de Bry, 1592.» Fronteras de la historia, 2005: 19-82. 10

Arens, W. El mito del canibalismo. Antropología y antropofagia. México, D.F.: Siglo XXI, 1981.

7 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

América”11

de Osvaldo Silva y “Hic Sunt Caníbales: el canibalismo del Nuevo Mundo en

el imaginario europeo”12

de Paolo Vignolo. Este grupo de obras explica el canibalismo, sus

tipos de manifestaciones, las intenciones de comer a otros y la repercusión en el imaginario

europeo del acto de consumir carne humana. Es evidente que este grupo de textos persigue

el objetivo de analizar desde Occidente, actos de antropofagia cometidos por no europeos.

Finalmente, el cuarto grupo de textos, nos permiten situarnos en el contexto de la obra,

entendiendo por contexto todos aquellos hechos históricos de la época que incidieron de

alguna u otra manera, en los aspectos del libro. Así es como encontramos “El sujeto

colonial y la construcción cultural de la alteridad”13

de Rolena Adorno, “La construcción

del indio como bárbaro”14

de Alicia Barabas y “El salvaje artificial”15

de Roger Bartra, que

acercan a lala representación del otro en el siglo XVI, así como a la representación del

indígena con calificativos de bárbaro y salvaje. De la misma manera, está “Barbarie y

canibalismo en la retórica colonial: los indios Pijaos de Fray Pedro Simón”16

de Álvaro

Bolaños y “Los indios medievales de Fray Pedro de Aguado. Construcción idólatra y

escritura de la historia en una crónica del siglo XVI”17

de Jaime Borja, obras que analizan

la idea de historia en el siglo tratado. Para terminar, “El libro en el siglo XVI”18

de Matilde

Tagle y “Del manuscrito medieval al libro moderno”19

de Albert Labarre, abordan el asunto

de la imprenta, mostrando detalladamente qué fue lo que cambió con el invento, tanto en el

proceso de publicar un libro, como en la historia del mundo.

Por tanto, poniendo todo en conjunto, las referencias trabajadas, permiten hacer un

acercamiento al universo del tupinambá caníbal, y a todos los aspectos que incidieron en la

noticia que se tuvo de ellos en Europa, siempre, desde esa mirada europea.

11

Silva Galdames, Osvaldo. «El mito de los comedores de carne humana en América.» Revista Chilena de

Humanidades, 1990: 59-81. 12

Vignolo, Paolo. «Hic Sunt Canibales: el canibalismo del Nuevo Mundo en el imaginario europeo.» Anuario

Colombiano de Historia Social y de la Cultura, 2005: 151-188. 13

Adorno, Rolena. «El sujeto colonial y la construcción cultural de la alteridad.» Revista de Crítica Literaria

Latinoamericana, 1988: 55-68. 14

Barabas, Alicia. «La construcción del indio como bárbaro: de la etnografía al indigenismo.» Alteridades,

2000: 9-20. 15

Bartra, Roger. El salvaje artificial. México, D.F.: Ediciones Era, 1997. 16

Bolaños Cárdenas, Álvaro Felix. Barbarie y canibalismo en la retórica colonial: los indios pijaos de Fray

Pedro Simón. Bogotá: Cerec, 1994. 17

Borja Gómez, Jaime Humberto. Los indios medievales de Fray Pedro de Aguado. Construcción del

idólatra y escritura de la historia en una crónica del siglo XVI. Bogotá: CEJA, 2002. 18

Tagle, Matilde. «El libro en el siglo XVI.» Cap. 5 de Historia del libro. Texto e imágenes, de Matilde

Tagle. Buenos Aires: Alfagrama, 2007 19

Labarre, Albert. «Del manuscrito medieval al libro moderno.» En Historia del libro, de Albert Labarre.

México D.F.: Siglo veintiuno editores, 2002

8 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

SOBRE HANS STADEN

HANS STADEN

Hans Staden fue un artillero y arcabucero de origen alemán, que nació en Hesse en 1525.

Su deseo, inicialmente, era conocer las Indias Orientales, sin embargo, no alcanzó a llegar a

tiempo y partir hacia ese destino, así que decidió viajar a las Indias Occidentales. Staden

realizó dos viajes, el primero fue en 1547 como artillero del barco que estaba bajo el

comando del capitán Penteado. La nave pertenecía a la flotilla real y tenía como destino a

Brasil, su objetivo era el de negociar nuevas tierras, atacar barcos enemigos y soltar algunos

presos para que poblaran los nuevos territorios.

Durante este primer viaje, la expedición recorrió parte de la Costa Central y meridional del

actual Brasil, con el propósito de cargar provisiones de víveres y palo del Brasil. Casi sin

siquiera bajarse del barco, y debido a un combate con un navío francés, Staden regresó a

Europa.

En 1549, Hans Staden se embarcó nuevamente hacia América, esta vez en una flotilla de la

Corona Española, que partió desde Sevilla. En esta ocasión, Staden se alistó como

arcabucero rumbo al Río de la Plata. Este segundo viaje tampoco fue fácil, Staden terminó

como artillero del fuerte de San Maro, que había sido construido para vigilar a los indios,

que, en esta parte de la costa, libraban una guerra con los portugueses aliados con los

franceses. Fue aquí donde Staden fue capturado por los indios tupinambá en 1554, quienes

practicaban el canibalismo ritual de venganza con los prisioneros de sus batallas. Staden

convivió con ellos durante 9 meses, hasta que fue rescatado por los franceses20

.

Al principio, Staden creía que iba a ser devorado por los indios, pero, una vez que los

convenció de que no era portugués sino francés, se convirtió en un aliado de sus captores.

De regreso a Europa, en 1555, redactó su libro, dirigió el diseño de los 53 xilograbados que

acompañarían el texto y lo publicó dos años después. El libro publicado con el nombre de

“Verdadera historia de un país de salvajes, desnudos, feroces y caníbales situado en el

Nuevo Mundo América” y se convirtió en un éxito editorial21

.

20

Staden, Hans. Viajes y cautiverio entre los caníbales. Buenos Aires: Nova, 1945, p. 163. 21

Sobre el éxito editorial de la publicación de Hans Staden, Jáuregui señala que en el mismo año (1557) fue

editado por lo menos cuatro veces en alemán (incluyendo dos publicaciones piratas) y durante los siglos XVI

y XVII tuvo varias republicaciones y traducciones. Véase: Jáuregui, Carlos A. Canibalia, calibanismo,

antropofagia cultural y consumo en América Latina. Madrid: Iberoamericana, 2008, p. 111. Y por otro lado,

Amodio afirma que en ese mismo año la publicación fue traducida al latín, holandés, inglés, portugués y

español. Véase: Amodio, Emanuele. Formas de la alteridad. Construcción y difusión de la imagen del indio

americano en Europa durante el primer siglo de la conquista de América. Quito: Ediciones ABYA-YALA,

1993.

9 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

De la mano de su libro, y según Amodio22

, Hans Staden fue el máximo propagador de la

imagen caníbal de los americanos. Así mismo, Amodio señala que esta publicación es

especialmente importante por dos razones, en primer lugar porque confirmó con bastantes

detalles el canibalismo de los indios de América y en segundo, por su naturaleza de

testimonio directo y verdadero tras el largo periodo que pasó Hans Staden como prisionero

de los indígenas tupinambá.

Al iniciar la investigación estaba presente la impresión de que casi nadie conocía ni trabaja

a Hans Staden, o que sólo aparecía como la fuente primaria de los grabados de los Grandes

Viajes de Theodore de Bry. Con el tiempo la impresión cambió y, aunque no se encuentran

muchas publicaciones centradas únicamente en Staden, al menos en castellano, los autores

lo trabajan de alguna u otra manera. En las páginas siguientes, se hará una síntesis a modo

de estado del arte, de los autores que han trabajado a Hans Staden en sus publicaciones:

Teniendo en cuenta a Arens23

, que sobre Hans Staden, señala que para este comer carne

humana tiene que ver con una naturaleza animal. La particular tesis de Arens sobre el

canibalismo (que nunca existió), al referirse a Hans Staden expone que es dudoso que un

ordinario marinero del siglo XVI haya escrito el libro solo, contando con que los escritores

fantasma ya existían en aquella época.

Sobre este tema, Jáuregui24

también opina de manera similar, y expone su duda acerca de

que haya sido Hans Staden realmente quien escribió el libro, basándose en el Prefacio. Este

prefacio, como se verá en detalle más adelante, fue escrito por un profesor de anatomía de

la Universidad de Marburg, el Doctor Dryander, y que era amigo cercano de la familia de

Hans Staden. En el prólogo, el doctor escribe que mejoró el trabajo de Staden. En este

sentido, Jaúregui señala que, no se puede concretar qué significa “mejorar” la obra del autor

e insinúa la posibilidad de que todo el libro haya sido escrito por el doctor a partir del

testimonio oral de Staden.

Así mismo, Jáuregui analiza y clasifica las principales características de la obra de Staden.

En primer lugar, apunta que Staden resignificó la formación del estereotipo de una América

caníbal. En segundo, subrayara que es precisamente a esta costumbre de los indígenas

tupinambá a la que más atención dedica (entre el horror y la fascinación). En tercero,

concluye que Staden junto a la utilización de modelos de la Antigüedad clásica y de la Edad

Media para la narración de relatos de viaje y la representación de la alteridad, Staden inició

un paradigma etnográfico moderno “que se funda en la observación participante (y a la

22

Amodio, Emanuele. Formas de la alteridad. Construcción y difusión de la imagen del indio americano en

Europa durante el primer siglo de la conquista de América. Quito: Ediciones ABYA-YALA, 1993. 23

Arens, W. El mito del canibalismo. Antropología y antropofagia. México, D.F.: Siglo XXI, 1981. 24

Jáuregui, Carlos A. Canibalia, calibanismo, antropofagia cultural y consumo en América Latina. Madrid:

Iberoamericana, 2008, pp. 110-117.

10 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

vez, distanciada) del etnógrafo, la autoridad epistemológica, étnica y religiosa y/o

intelectual frente al salvaje implícita en el acto de escribir al Otro, y la traducción de la

alteridad cultural a la mismidad”25

. En cuarto, Jáuregui califica el papel del protagonista

como curioso, lo que lo autorizó para ser testigo verdadero, pero, sin perder su distancia

cultural y moral en comparación a estos salvajes, feroces, caníbales e idólatras. En este

sentido, y según Jáuregui, Staden hace parte de la representación pero no de la alteridad. En

quinto, señala que la historia del cautiverio y liberación es la historia de su resistencia a ser

incorporado, es decir, a convertirse en un objeto, lo que convierte a la escritura en un

exorcismo diferenciador26

. En sexto y último, subraya que el relato también puede

clasificarse como religioso, al estar permeado por los conflictos de la Contrarreforma, lo

que se relaciona con la condición protestante de Staden. En este escenario, y citando a

Whitehead, Jáuregui considera que la conexión que establece entre el canibalismo tupí y el

pensamiento cristiano no es de similitud, sino el de la prueba de fe. Para Staden el modelo

para el relato de su cautiverio el del “vía crucis”, llegándose a comparar con Cristo.

En relación al escenario religioso, Roberto Pineda27

, en la línea de Jáuregui, la condición

reformadora de Staden da carta de naturaleza a su constante y directa apelación a Dios. Por

tanto, el viajero escribió su historia y la publicó para dar testimonio de su destino y para

testificar que, en un lugar donde era frágil, sobre todo después de los naufragios y las

vicisitudes vividas, la única motivación que tuvo para volver era, precisamente, la fe en

Dios.

Por su parte, en “La política del comer en Jean de Léry”, Kim Beauchsne28

, expresa que la

mirada impersonal no funciona en el texto de Hans Staden, debido a que como casi es

asesinado y consumido por estos indígenas, el miedo y la irracionalidad reemplazaron la

observación atenta de los hechos.

Asimismo, Yobenj Chicangana, en un estudio previo a su tesis doctoral29

, al hablar de

Staden, expone la idea que el hecho de que Staden y otros viajeros europeos como Léry y

Thévet hayan viajado a Brasil, esto no significa que sus representaciones iconográficas sean

más fidedignas que las que hacían otros europeos que no habían realizado el viaje

transatlántico, como Theodore de Bry, el eje central de la investigación de Chicangana.

25

Ibíd. P. 112 26

Jáuregui no explica detalladamente de qué se trata este exorcismo diferenciador. 27

Pineda, Roberto. «Historia de Hans Staden entre los antropófagos de Brasil». Maguaré, 2002: 154-186 28

Beauchesne, Kim. «"Yguatou": la política del comer en Jean de Léry.» Revista de Crítica Literaria

Latinoamericana, 2004: 99-119. 29

Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo. «El festín antropofágico de los indios tupinambá en los grabados de

Theodoro de Bry, 1592.» Fronteras de la historia, 2005: 19-82.

11 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Finalmente, Valeria Rodrigues30

realiza uno de los pocos estudios centrados únicamente en

Hans Staden. Sobre el texto señala que el autor supo aprovechar muy bien el hecho de que

el canibalismo causaba mucha curiosidad y morbo en Europa. Sin embargo, también, deja

claro que no es un autor, como algunos otros, que viajó específicamente en busca de

información, esto se debe a que su viaje no escapa a los objetivos de los viajes del siglo

XVI, que eran explorar y usurpar. Por tanto, lo define como una relación de cautivo, que, a

su vez, le permite al autor conocer aspectos de la cultura tupinambá. Asimismo, la escritura

sencilla, pero con gran cantidad de detalles, le permite al texto entrar en el campo

científico, convirtiéndose en un lugar de verdad. Sobre la posición desde la cual escribe

Staden, Rodrigues explica que otras descripciones de nativos americanos siempre se

presentan como si el nativo fuera parte de la naturaleza, en cambio, en Staden ocurre lo

contario. Staden describe al indígena como un ser diferenciado de la naturaleza, esto se

debe a su posición de cautivo, de haber sido él -el otro. En relación a lo que Rodrigues

llama ‘paratextos’ o lugares de la verdad, afirma que Staden propone la verdad a partir de

haber visto y haber vivido y que para hacer más marcada esa veracidad, se valió del nombre

de su prologuista. Valeria Rodrigues también indica que el mundo tupinambá es

interpretado a través del filtro cultural del autor, esto es, la reproducción del discurso

europeo, donde la voz del otro, se traduce por su propia traducción. Sobre el cuerpo expone

la idea de que cuando a Staden lo capturaron e identificaron como portugués, también le

quitaron sus ropas, así, en su cuerpo, estaba inscrita la frontera del Viejo y el Nuevo

mundo. Sobre las imágenes, la autora afirma que aparte de ambientar al lector sobre lo que

es América, las ilustraciones también operan como orientadoras de lo que se va leyendo.

Asimismo, subraya que en el plano pictórico, y como forma de reforzar esa veracidad, hay

un artificio en el plano de la perspectiva. En la época, la línea del horizonte que se usaba

era más alta, pero en los xilograbados que acompañan al texto, se sitúa hacia la mitad, con

el fin de integrar al espectador como un testigo ocular y crear el efecto óptico de acercar la

imagen al espectador.

¿Cuál fue el recorrido del viaje de Hans Staden?

A continuación, se relacionará el itinerario del viaje de Hans Staden, que se describe en el

Prefacio del libro: “Viajes y cautiverio entre los caníbales”

Homberg – Bremen

Bremen – Lisboa

Lisboa – Berbería – Pernambuco (28 de enero de 1548): arcabucero en un buque con

carga y penados.

Pernambuco – Lisboa: iban a cortar palo del Brasil cuando tuvieron un encuentro con

un buque francés que hacía lo mismo, se devolvieron después de haber sido derrotados

por los franceses.

30

Rodrigues da Costa, Valeria. «Entre lo diferente y lo semejante: Un viaje antropológico.» Revista de Crítica

Literaria Latinoamericana, 2004: 123-137.

12 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Lisboa – Sevilla

Sanlúcar – San Vicente (10 de febrero de 1550): la idea era ir desde Sanlúcar a

Asunción. Staden iba en uno de los tres navíos de la expedición de D. Diego de

Sanabria. El viaje duró seis meses

San Vicente – Isla Catalina: La idea era reunir en esta isla las 3 naves. Se reunieron dos

y nunca se supo nada de la tercera. Cuando se disponían a continuar con el viaje, el

navío mayor naufragó y, por esta razón permanecieron en Isla Catalina dos años,

sufriendo hambre.

Isla Catalina – San Vicente: la embarcación llegó destrozada. En San Vicente, Staden se

quedó como artillero de un fuerte que los portugueses habían hecho para defender la

entrada de la bahía.

San Vicente – lugar de la tribu tupinambá en donde fue capturado

Tribu tupinambá - Homberg: Fue rescatado por un buque francés y, regresó a su pueblo

natal a mediados de 1555. Al año siguiente, escribió el libro y lo publicó en 1557.

A continuación, se relaciona el itinerario, más detallado, que se va describiendo a lo largo

del texto. En él, se subraya que el destino inicial del viaje era la India.

Primer viaje:

Homberg, Hessen – Bremen

Bremen – Campon en un navío cargado de sal hacia Portugal.

Campon – Setubal (29 de abril de 1547) cuatro semanas de duración

Setubal – Lisboa. En Lisboa quedó como artillero en el buque Penteado que se disponía

a ir a Brasil.

Lisboa – Funchal, isla Madera

Funchal, isla Madera – Berbería

Berbería – Cabo de Ghir

Cabo de Ghir – Cap de Gel

Berbería – Pernambuco. Derrota con franceses, la flota decide tratar de volver a

Portugal.

Pernambuco – Putiguares

Putiguares- Azores: llegan el 12 de agosto, después de 108 días en la mar.

Azores – Isla Tercera

Isla Tercera – Lisboa: parte de un convoy de más de 100 naves, había estado 16 meses

en el viaje.

Segundo Viaje:

Lisboa – Puerto de Santa María, Castilla.

Puerto de Santa María, Castilla – Sevilla, Castilla.

Sevilla – Sanlúcar de Barrameda, Castilla.

13 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Sanlúcar de Barrameda, Castilla – Lisboa, Portugal.

Lisboa – Palma, Islas Canarias, Castilla

Palma, Islas Canarias – Cabo Verde, Portugal.

Cabo Verde – Guinea, Portugal.

Guinea – Isla S.- Thomé, Portugal.

Isla S. Thomé – Supraway (Naranguá), Brasil.

Supraway (Naranguá) – San Vicente

San Vicente – Santa Catalina, aldea de Acuttia. Estadía de dos años por naufragio del

navío.

Santa Catalina, fuerte Inbiassape – isla Alkatrases - San Vicente.

San Vicente – Itanhaen, lugar de portugueses. Capturado por 9 meses.

Río de Janeiro – Honfleur, Normandía, Francia, 20 de febrero de 1555.

Honfleur, Normandía, Francia – La Havre Nent.

La Havre Nent – Depen.

Depen – Londres.

Londres – Seelandt.

Seelandt – Amberes.

Homberg, Hessen – Bremen.

¿Con qué propósito se escribió este libro?

La publicación de Hans Staden tiene dos libritos, el primero se titula “Verdadera historia y

descripción de un país de salvajes, desnudos, feroces y caníbales, situado en el Nuevo

Mundo, América” y el segundo “Verdadera y breve narración del Comercio y costumbres

de los tuppininbas, cuyo prisionero yo fui”, la edición consultada en el presente trabajo es

de la editorial Nova, del año 194531

.

El libro inicia con una dedicatoria: “Al serenísimo y nobilísimo Príncipe y Señor, Señor

Felipe, Landgrave de Hessen, conde Catzeneenbogen, Dietz, Ziegenhain y Nidda, etc. mi

gracioso Príncipe y Señor.” Su prefacio tiene fecha del 20 de junio de 1556.

En el prefacio, escrito por el Doctor Dryander - de quien tampoco se sabe mucho, al igual

que de Hans Staden - éste dedica dos párrafos para decir que el libro no se escribió para

ganar fama sino para agradecer a Dios por haber ayudado a que Hans Staden pudiera volver

a su patria sano y salvo. El catedrático, especialmente, se esfuerza en dejar claro que la

historia incluida en el libro y sus grabados son totalmente verdaderos y que, tras haberlo

salvado Dios era su responsabilidad comunicar a otros lo que le pasó. Al finalizar el

prefacio encontramos éste fragmento:

31

Staden, Hans. Viajes y cautiverio entre los caníbales. Buenos Aires: Nova, 1945.

14 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Para que entonces Hans Staden no sea tachado también de haber olvidado que Dios lo

ayudó, decidió él alabar y glorificar a Dios con la impresión de esta historia y con espíritu

cristiano dar a conocer la gracia y obra, siempre que tuviera ocasión. Y si ésta no fuese su

intención (por lo demás honesta y justa) podía él ahorrarse este trabajo y economizar el

gasto, no pequeño, que la impresión y el grabado le costaron32

.

El mismo prefacio nos lleva a un tema que se tratará más adelante, pero que, por ahora, vale

la pena dejar mencionado, el fenómeno de la imprenta en el siglo XVI. En este escenario,

no cualquier persona podía tener los medios para publicar un libro y menos con

xilograbados. Por tanto, y a pesar de que Staden repite en varias oportunidades que escribió

el libro para agradecer a Dios por permitirle regresar con vida a su hogar después de haber

sido capturado por indígenas que practicaban el canibalismo, es posible concluir que Hans

Staden escribió este libro con el propósito de comunicar en Europa lo que él entendió de la

realidad americana, a partir de sus propias experiencias, concepciones y su mirada33

.

32

Staden, Hans. Viajes y cautiverio entre los caníbales. Buenos Aires: Nova, 1945, p. 14 33

Respecto de las miradas: “Es propio de las miradas el que así como son constituidas por las circunstancias

del tiempo y de su época, configuren a su vez enfoques que se convierten en interpretaciones ineludibles de

ciertos temas. De esta manera, quedan determinadas por el horizonte general de comprensión de una época,

pero sólo en el sentido de que no pueden rebasar dicho horizonte, dentro del cual, sin embargo, si pueden

configurarse enfoques diversos que serán característicos para las perspectivas y constelaciones de intereses de

los diferentes actores históricos” Frey, Herbert. «La mirada de Europa y el "otro" indoamericano.» Revista

Mexicana de Sociología, 1996: 53-70. p. 53

15 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

IMAGEN E ICONOGRAFÍA

¿Cómo eran las imágenes del siglo XVI sobre América?

En el texto de Hans Staden se incluyeron más de 50 xilograbados, que son el objeto de

estudio de la presente investigación. Con el propósito de analizar estos, partimos de lo

expuesto por Santiago Sebastián sobre las imágenes realizadas en el siglo XVI34

.

Las imágenes traducen lo nunca visto ni oído, lo nuevo en formas comprensibles y

accesibles a la visión. Las imágenes no proporcionan un reflejo exacto, directo o una

reproducción fotográficamente fiel de algo o alguien, sino pasan por el filtro de la

abstracción. Siempre dejan algo fuera, siempre silencian algún detalle, sólo transmiten un

mensaje parcial pretendiendo, sin embargo, cifrar la totalidad. A pesar de ello, las imágenes

no alcanzan la apercepción objetiva, no son puras concepciones lógicas, sino

aproximaciones subjetivas, aspectos en el sentido originario de la palabra, modos de ver que

surgen en un contexto socio-histórico y cultural muy complejo.

Según nuestra condición humana sólo somos capaces de captar las realidades por medio de

imágenes35

.

Esto quiere decir que, a pesar de que en Europa se produjeran gran cantidad de textos y se

contaran historias sobre América, solamente las imágenes ilustrarían de mejor manera

cómo es que era esa realidad americana. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, las

imágenes no representan la realidad tal y como es ella. Al ser realizadas por un ser humano,

éste deja su huella de alguna u otra manera, (aún cuando la imagen es realizada con una

máquina, como es el caso de la fotografía, pero no es el caso), omitiendo detalles o,

inclusive, adicionando otros, y siempre, por obvias razones, en relación con el contexto en

el que son hechas.

En este sentido, y según López-Baralt36

, el inicio del libro ilustrado en Europa se vincula

necesariamente con el llamado descubrimiento de América, hecho histórico que le aportó

uno de sus temas más importantes: la inmersión del Nuevo Mundo en el horizonte

ideológico de Occidente o, como llama la autora, su invención en la imaginación europea.

Esta nueva realidad hizo que viejos géneros se enriquecieran, tales como las cosmografías,

los libros de viajes y dio lugar a la creación de un nuevo género: la crónica de Indias. Unos

relatos que trataban sobre los temas, los hombres y la naturaleza de América37

, que, en

ocasiones, empleaban los grabados para ilustrar y mostrar el continente americano a los

34

Sebastián, Santiago. Iconografía del indio americano. Siglos XVI-XVII. Madrid: Ediciones Tuero, 1992. 35

Ibíd., p IX, del prólogo escrito por: Dietrich Briesemeister. 36

Bucher, Bernadette, Rolena Adorno, y Mercedes López-Baralt. La iconografía política del Nuevo Mundo.

Editado por Mercedes López-Baralt. Puerto Rico: Universidad de Puerto Rico, 1990. 37

Fernández López, Justo. «Hispanoteca.» s.f. http://hispanoteca.eu/Landeskunde-

LA/Cronistas%20de%20Indias.htm (último acceso: 18 de Noviembre de 2013).

16 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

europeos38

. Unas ilustraciones realizadas, en su gran mayoría, por artesanos que no

conocían el territorio americano39

.

Después del descubrimiento y la conquista, Europa impuso sus propios valores y puntos de

vista, por lo que el descubrimiento de la realidad americana tuvo que superar un cúmulo de

prejuicios, creencias y actitudes. Fue solamente después de esto que Europa logró, con

cierta lentitud, realizar el ajuste mental necesario para poder introducir a América en su

campo de visión. Una realidad y conocimiento que, según Sebastián, los europeos fueron

capaces de asimilar40

.

En este sentido, no debemos olvidar que el lenguaje les fallaba41

y que muchas crónicas de

Indias sólo se limitaban a demostrar el asombro de los europeos, sin apostar por una

descripción que buscara el entendimiento del lector.

Unas limitaciones que también incidían en las ilustraciones. Así, el autor europeo, al

realizar las imágenes, encontraba obstáculos por su particular formación europea,

obstáculos como las técnicas que había aprendido o las herramientas que tenían. Así

mismo, los aspectos político – religiosos también limitaban el quehacer de grabadores y

editores, como veremos más adelante, las autoridades religiosas se preocuparon mucho por

los contenidos que se editaban y publicaban, debido a que podían incidir en la fe de los

creyentes.

¿Cuál fue la tradición iconográfica del grabador?

El libro de Staden, como se ha mencionado anteriormente, está ilustrado con 53 grabados y

aunque estos son una parte imprescindible de la obra, el nombre del grabador es

desconocido. Hans Staden nunca habló de haber viajado acompañado, además su viaje no

tenía el fin de escribir un libro, él sólo estaba conociendo la experiencia americana. Por

tanto, es posible decir que no viajó con la persona que ilustró su libro, así como que el

grabador anónimo era heredero de cierta tradición iconográfica.

En relación a la iconografía de caníbales del Nuevo Mundo vale la pena traer a colación el

trabajo de Chicangana-Bayona42

. Este precisa que en la iconografía de caníbales ya está

presente la imaginería medieval y que, para hacer imágenes del descubrimiento, los artistas

38

López-Baralt señala que también había razones comerciales para hacerlo, debido a que el descubrimiento

fue una empresa económica que requería publicidad. 39

Bucher, Bernadette, Rolena Adorno, y Mercedes López-Baralt. La iconografía política del Nuevo Mundo.

Puerto Rico: Universidad de Puerto Rico, 1990. 40

Sebastián, Santiago. Iconografía del indio americano. Siglos XVI-XVII. Madrid: Ediciones Tuero, 1992. 41

A los europeos les costó un gran trabajo intentar describir la realidad americana a partir de un vocabulario

relativo y referente de la realidad europea. Es lógico, ¿cómo describir algo que no se conoce si no es a partir

de lo conocido? 42

Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo. Imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo Mundo. De lo

maravilloso medieval a lo exótico colonial. Siglos XV-XVII. Bogotá: Editorial Unviersidad del Rosario, 2013.

17 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

solían usar las viejas matrices de madera a las que se les adicionaban nuevos elementos.

Una práctica que no solo facilitaba la creación y ahorraba en lo económico, sino que hacía

que la nueva imagen fuera reconocida y aceptada. Chicangana, citando a Gombrich, explica

que lo familiar siempre será el punto de partida para representar lo desconocido, no se parte

de la nada. Esto se debe a que una representación que ya existe siempre va a provocar ‘una

cierta’ fascinación sobre el artista.

Una de las primeras fuentes iconográficas sobre el canibalismo americano es el Mundus

Novus, grabado realizado por Johann Froschauer, en 1505, a partir de la carta de Américo

Vespucio. En la imagen, hay indios representados en sus actividades cotidianas, junto a

otros consumiendo carne humana. Además, aparecen unos cuerpos humanos asándose y

otros colgados de unas estructuras. Los elementos pictóricos representados tienen sus raíces

en los hombres del paraíso y el hombre salvaje de los bosques. Chicangana lo demuestra

haciendo una relación de las faldas de plumas que visten los indios en el grabado de

Froschauer, las mismas faldas de plumas que son comunes en las representaciones de Adán

y Eva cuando están huyendo del Paraíso y en los anacoretas huyendo del desierto43

.

Imagen 1. Mundus Novus, Johann Froschauer44

.

43

Ibíd., pp. 17,18. 44

Johann Froschauer, Imagen del Nuevo Mundo. Xilograbado acuarelado a mano, 22 x 33 cm, Mundus

Novus, Ausburgo. The New York Public Library, New York, 1505. Tomado de Chicangana-Bayona, Yobenj

Aucardo. Imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo Mundo. De lo maravilloso medieval a lo exótico

colonial. Siglos XV-XVII. Bogotá: Editorial Unviersidad del Rosario, 2013. p. 13

18 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Posteriormente, en las primeras ediciones del viaje de Américo Vespucio, Lettera de

Américo Vespucci, se encuentran elementos básicos que configurarán las imágenes de

canibalismo durante todo el siglo XVI: las mesas de sacrificio, las hachas, los cadáveres de

las víctimas descuartizados y las extremidades colgadas, entre otras.

A continuación, se pueden apreciar tres estampas mencionadas. Las dos primeras muestran

momentos y acontecimientos del viaje de Vespucio, mientras que la tercera, ilustra,

nuevamente, escenas cotidianas de los americanos combinadas con escenas de canibalismo.

Imagen 2. Estampas anónimas. Lettera de Américo Vespucci45

.

En las viñetas que acompañan al mapa de Waldeseemüller

46, aparece un elemento pictórico

que también acompañará la iconografía del canibalismo americano durante todo el siglo

XVI, las partes del cuerpo humano colgadas de un árbol. Chicangana recuerda que este

elemento pictórico no tendría sustento etnográfico, es decir, que no representaba la

realidad, sino que este elemento estaba presente en la iconografía europea y que fue

trasladado a las representaciones de los indígenas americanos, tal vez, como una

transformación por hacer bastantes copias. El origen del elemento se remonta,

probablemente, a las representaciones de las guerras de religión en Europa, (ocurridas

durante los siglos XVI y XVII), en las que también aparecían cadáveres colgados de

árboles47

.

45

Estampas anónimas. Lettera de Americo Vespucio, edición alemana de Joannes Gruninger, xilograbados

19,5 x 13,5 cm., Strassburg, The British Library, London, 1509. Tomado de Chicangana-Bayona, Yobenj

Aucardo. Imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo Mundo. De lo maravilloso medieval a lo exótico

colonial. Siglos XV-XVII. Bogotá: Editorial Unviersidad del Rosario, 2013. p. 30 46

El mapa de Martin Waldseemüller de 1507 es el primer documento en el que aparece la palabra América,

debido a que su fuente principal fueron las cartas de Americo Vespucio. Delgado López, Enrique y Miguel

Nicolás Caretta. «Imaginación y cartografía: un estudio sobre el proceso de descubrimiento americano.»

Cuicuilco, 2008: 111-136. Así mismo, fue fundamental para la historia de la cartografía universal, del

Renacimiento y del Nuevo Mundo, debido a que representó el trabajo cartográfico de Plotomeo y le sumó los

descubrimientos de portugueses y españoles. Urroz, Raquel. «Reseña de "América en la cartografía. A 500

años del mapa de Martín Waldseemüller” de Mayer, A.» Investigaciones geográficas (Mx), 2010: 138-142. 47

Ibíd., pp.45,47.

19 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Imagen 3. Detalle, Terra Nova del mapa de M. Waldseemüller48

.

Otro elemento del mapa examinado por Chicangana es la mesa. Esta se relaciona con las

imágenes medievales y tiene su significado en que para los europeos el matar a otro para

comérselo era visto como un sacrificio49

. Sin embargo, no se debe dejar pasar por el alto el

hecho de que para el europeo del siglo XVI, ver representado al indio que corta un cuerpo

humano tal y como si fuera un carnicero europeo, que corta animales, era totalmente válido,

si se tiene en cuenta que, debido a que los europeos en este momento consideraban que el

festín caníbal se daba por razones gastronómicas, la escena parecía cotidiana.

Imagen 4. Tortura y ejecución de Simon Poulliet50

.

48

Lorenz Fries/Martin Waldseemüller. Terra Nova. Xilograbado, 28 x 42 cm. 1522. Tomado de Chicangana-

Bayona, Yobenj Aucardo. Imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo Mundo. De lo maravilloso medieval a

lo exótico colonial. Siglos XV-XVII. Bogotá: Editorial Unviersidad del Rosario, 2013. p. 42 49

Ibíd., p. 62 50

Tortura y ejecución de Simon Poulliet, prefecto de Compiégne en París, 1346. Manuscrito 677, folio 91

verso. Biblioteca municipal. Besancon, siglo XIV. Tomado de Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo.

Imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo Mundo. De lo maravilloso medieval a lo exótico colonial. Siglos

XV-XVII. Bogotá: Editorial Unviersidad del Rosario, 2013.p. 61

20 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Por tanto, entre el relato y las imágenes de Hans Staden

51, y según Chicangana, se “integra

un proceso de transformación de lo maravilloso a lo exótico”, debido a que ambos cambian

la mentalidad de una antropofagia con fines gastronómicos, enmarcándola en contextos

rituales complejos. A pesar de que estos grabados tengan cierto compromiso con la

realidad, es cierto que en la época los artistas no tenían que cumplir un compromiso con lo

natural, debido a que a la hora de hacer un grabado, la tradición y las convenciones

culturales eran más importantes que la realidad.

En este sentido, hay un elemento introducido por los europeos a la hora de configurar estas

imágenes, este es el hacha de metal. Así, a pesar de que los indios no la conocían, ésta

aparece en toda la iconografía caníbal. Los indios aparecen cortando los cuerpos con

instrumentos de metal, lo que, nuevamente, ejemplifica la introducción de elementos

europeos para representar la realidad indígena. Aunque es cierto que, a medida que se

fueron configurando las alianzas entre distintos grupos de europeos con distintos grupos

indígenas, de lo que se hablará más adelante, los indígenas comenzaron a hacer uso de estos

instrumentos, sin embargo, el hacha de metal no era ni conocida ni utilizada antes de que

los europeos se encontraran con los indígenas.

La colección de grabados de los Grandes Viajes, realizada por Theodore de Bry, está

basada en publicaciones anteriores, una de ellas, es la de Hans Staden. Tanto en los

grabados realizados por el artista anónimo de Staden, como en los de Bry, Staden aparece

representado, éste elemento refuerza de manera importante la veracidad de la imagen, por

haber estado allí y por haber sobrevivido. Sobre esto, Chicangana afirma:

En las imágenes de Theodoro de Bry, el canibalismo es presentado para el espectador como

verídico, basado en dos argumentos: por un lado, estas escenas están integradas dentro de lo

51

Y también de Jean de Léry y André Thevet (dos europeos que también estuvieron en el actual Brasil y que

escribieron e ilustraron el canibalismo indígena) autores que de la misma manera son analizados por

Chicangana.

21 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

cotidiano y doméstico, y en segundo lugar, el énfasis en los detalles le da veracidad a los

episodios no solo por medio de ropas, adornos o artefactos, sino también por los detalles

exactos de la forma en que el prisionero es muerto, es decir, el propio ritual52

.

¿Cómo se pintaban los cuerpos?

Aunque los grabados presenten cuerpos indígenas, es evidente la inspiración del autor en el

canon de belleza renacentista, que, a su vez, se basaba en los cuerpos de la tradición

cristiana y en la mitología greco-romana. Así, para representar a las mujeres indias fueron

tres fuentes las principales: divinidades y mujeres de la mitología greco-romana, como

diosas, musas y gracias, Eva en el jardín del Paraíso del judeo-cristianismo y las brujas del

renacimiento alemán53

.

En este sentido, Jean de Léry, en un fragmento citado por Chicangana, define las pautas

para realizar hacer la imagen de los tupinambá:

Cómo figurar un tupinambá

Si quisieras ahora trazar la imagen de un indio, bastará imaginarte a un hombre desnudo,

bien conformado y proporcionado de miembros, enteramente depilado, de cabellos

tonsurados como ya expliqué, con labios y rostros hundidos y adornados de huesos y piedras

verdes, con orejas perforadas e igualmente adornadas, de cuerpo pintado, muslos y piernas

marcadas de negro con jugo de jenipapo, y con collares de fragmentos de conchas colgados

al pescuezo. Colocadle en la mano su arco y sus flechas y lo veréis retratado bien elegante a

vuestro lado. En verdad, para completar el cuadro, deberéis colocar junto a esos tupinambás

una de sus mujeres, con el hijo preso a una cinta de algodón y abrazándole con las piernas

por el lado54

.

Por tanto, según Léry, el tupinambá podía ser visualizado como un hombre desnudo, bien

proporcionado, depilado, con las piernas pintadas de color negro, con el rostro hundido, con

perforaciones en los labios y las orejas, usando huesos y piedras verdes en éstas, usando

collares hechos de conchas, y cargando un arco y unas flechas, y finalmente, acompañado

de su mujer, quien carga un hijo y lo sujeta con un trozo de algodón.

No obstante, hay que subrayar que, durante la conquista, lo que diferenciaba una ‘raza’ de

otra era el color de su piel, al margen de otra clase de diferencias, pero, como casi todas las

ilustraciones de los libros eran grabados en blanco y negro, esto se pasaba por alto55

, por

tanto, las diferencias se desvanecían. Así, tanto en las imágenes de Hans Staden como en

las de Bry, todos los cuerpos humanos son similares, parecen esculturas, son musculosos.

52

Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo. Imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo Mundo. De lo

maravilloso medieval a lo exótico colonial. Siglos XV-XVII. Bogotá: Editorial Unviersidad del Rosario, 2013,

p 106. 53

Ibíd. 54

Ibíd., p. 161. 55

No quiere decir que no hubiera imágenes a color, muchas veces los grabados se les ponía color de forma

artesanal.

22 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

La barba sería el único elemento que le permitiría al espectador diferenciar al europeo de

los indios.

En relación a la idea de dibujar cuerpos a partir de cánones, Chicangana explica que, en el

Renacimiento, el artista, por ser un ser especial, podía corregir las imperfecciones de la

naturaleza. Así los artistas del Renacimiento creían que la belleza ideal no se hallaba en un

solo y único cuerpo, sino dispersa en varios individuos, de modo que lo que el artista debía

hacer era unir todas esas partes de belleza y hacer una belleza ideal, configurando un canon.

Esto es, un conjunto de relaciones que organizan las proporciones de las partes de la obra,

acorde a un modelo acabado, el ideal de belleza. Es por esto que los artistas de la época

usaban estos cánones para representar cualquier figura humana y, es así como figuras de

dioses fueron usadas para dibujar indios, introduciéndoles pequeños cambios para

acondicionarlos a su contexto56

.

56

Ibíd.

23 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

CANIBALISMO

¿Qué es el canibalismo?

Cristóbal Colón fue el inventor de la palabra caníbal. En noviembre de 1492 la anotó en su

diario, al entender que esa era la palabra que usaban los arawaks para referirse a sus

enemigos del interior, los caribes57

. Colón mencionaba que los caníbales comían a otros

humanos, y que también había algunos con cabeza de perro y con un solo ojo. Estas

imágenes se pueden relacionar con las lecturas del propio Colón, Marco Polo, Juan de

Mandeville y Pierre D’Ailly, ya que el almirante no fue testigo de los indios comiéndose a

sus enemigos, sino que a partir de lo que entendía, deformó el vocablo arawak y lo

relacionó con la de antropofagia58

.

Para Amodio no parece tan sencillo que la palabra devenga de una única deformación del

lenguaje indígena antillano, En el siguiente cuadro, se presenta su hipótesis sobre el origen

y evolución del término caníbal59

:

Cuadro 1. Término caníbal. Origen y evolución.

Nombres indígenas Transformación de Colón Resultado

Cavila

Calina

Kaliponam

Karípu

Caripuna

Caribes Caribes

Canime Caniba Caníbal

A pesar de las fuertes críticas recibidas, es válido rescatar de William Arens su tipología

alrededor del canibalismo60

. El autor estableció dos taxonomías61

, la primera alrededor de

57

Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo. «El nacimiento del caníbal: un debate conceptual.» Historia Crítica,

2008: 150-173. 58

La palabra antropófago se había originado en la Grecia Antigua y era utilizada para referirse a los pueblos

que vivían más allá del Mar Negro y que, se creía que consumían carne humana. Chicangana-Bayona, Yobenj

Aucardo. «El nacimiento del caníbal: un debate conceptual.» Historia Crítica, 2008: 150-173. 59

Amodio, Emanuele. Formas de la alteridad. Construcción y difusión de la imagen del indio americano en

Europa durante el primer siglo de la conquista de América. Quito: Ediciones ABYA-YALA, 1993, pp. 70-73.

“Nuestra hipótesis es la siguiente: el término “caníbal”, con el significado de antropófago, deriva del término

“canime” anotado por Colón. Las pruebas que aportamos para demostrar esta hipótesis es de orden extra-

lingüístico y se refieren a las relaciones entre los “caribes” y los otros pueblos indígenas de la región.

Pretendemos además demostrar que el término “canime” justifica la acusación de “canibalismo” hacia los

“caribes”, producida por los indígenas isleños” Ibíd., p. 70 60

Arens afirmó que no existió el canibalismo, ni en África ni en América, debido a que decidió no confiar en

ninguna fuente escrita sobre el tema. Arens, W. El mito del canibalismo. Antropología y antropofagia.

México, D.F.: Siglo XXI, 1981. 61

Según Chicangana-Bayona los antropólogos no hacen uso de estas taxonomías, pero es útil para clasificar

los relatos sobre la conquista alrededor del canibalismo.

24 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

lo que se consumía y la segunda según las motivaciones que los llevaron a consumirlos. La

primera taxonomía se divide en 3 categorías: Endocanibalismo, que significa comer a un

miembro del mismo grupo al que se pertenece, exocanibalismo, que se refiere al consumo

de personas de otros grupos y autocanibalismo que es consumir partes de su propio cuerpo.

Por su parte, la segunda taxonomía explica el canibalismo según las motivaciones.

Canibalismo gastronómico, quiere decir que se come carne humana por su valor y sabor

nutritivo, canibalismo ritual o mágico, se refiere a un esfuerzo por obtener la esencia

espiritual del difunto y, finalmente, canibalismo de supervivencia, comer carne humana en

situaciones de hambruna, es considerado un recurso pero igualmente es rechazado.

Haciendo uso de esta taxonomía planteada por Arens y, relacionándola con el canibalismo

tupinambá documentado por Staden, se podría concluir que la tribu que capturó al alemán

practicaba el exocanibalismo, debido a que consumían los cuerpos humanos de sus

enemigos, y en relación a las razones por las cuales lo hacían, se trataba de un canibalismo

ritual o mágico.

¿Qué se come cuando se come a otro?

Teniendo en cuenta que el testimonio analizado en el presente trabajo es de un europeo,

vale la pena decir que todo aquello que pudiera significar para el indígena tupinambá el

comer carne humana no puede ser completamente entendido por el europeo. Lo que el

europeo entendía era que se comía a otros humanos debido a un ritual62

.

Según Silva Galdames63

, existe un consenso en que las poblaciones que habitaban América

antes de la llegada de los europeos tenían una concepción animista del mundo, entendiendo

por animismo “la convicción de que todo lo que existe en la naturaleza, sea de origen

orgánico e inorgánico, posee un espíritu –ánima-“64

. De esta manera, los espíritus portan

substancias mágicas que pueden ser asimiladas por el cuerpo de los mortales, lo que hace

del cuerpo de los humanos portador de una o más ánimas, a las que se deben las

manifestaciones fuerza, destreza, habilidad y poder. Esto explica que, después de matar a

otro, se libere el estimulante que dota de las mencionadas facultades a quien lo ingiere.

Toda esta justificación animista del canibalismo explica la razón por la cual, antes de cada

guerra, se consultaba a los chamanes, quienes aconsejaban interpretar los sueños65

para

62

Si bien al principio de la conquista los europeos creían que los indígenas consumían carne humana por

razones gastronómicas, a partir de la segunda mitad del siglo XVI se empezó a difundir esta idea del

canibalismo ritual. 63

Silva Galdames, Osvaldo. «El mito de los comedores de carne humana en América.» Revista Chilena de

Humanidades, 1990: 59-81. 64

Ibíd., p.65 65

Si los indígenas habían soñado que asaban la carne de sus enemigos, se interpretaba como positivo, pero si

de lo contrario, soñaban que asaban su propia carne era interpretado como negativo y se aconsejaba quedarse

en casa.

25 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

predecir lo que pasaría en el combate66

. Es muy importante tener en cuenta que para los

tupinambás a pesar de que el acto de canibalismo se comete con el enemigo, éste ya es, en

cierta manera, parte de la sociedad67

, debido a que el prisionero antes de ser devorado, lo

casaban con una mujer de la aldea, para que engordara, inclusive podía tener hijos con

ella68

, era después de determinado periodo de tiempo que se organizaba su ejecución.

66

Pineda, Roberto. «La pasión por la guerra y la calavera del enemigo.» Revista de Estudios Sociales, 2003:

38-51. 67

Münzel, Mark. «Antropofagia y sentimientos. Venganza y cariño en el cuerpo devorado.» En Retóricas del

cuerpo amerindio, de Manuel Gutiérrez Estévez y Pedro Pitarch, 117-152. Madrid: Iberoamericana, 2012.

Aquí cabe destacar que se ha tenido en cuenta esta información, pero no se está de acuerdo con la hipótesis de

Münzel acerca del canibalismo de las tribus. (Münzel afirma que probablemente no hay un antropólogo que

haya visto con sus propios ojos la antropofagia indígena, y que “o bien los indígenas ágrafos que hablan

sobre la antropofagia nos esconden que, en realidad, son letrados y han leído la obra de Hans Staden (u otras

de contenido semejante de la misma época), o bien ya ha estado entre ellos otro antropológo que les ha

enseñado a presentarse como antropofágos, o (tercerca posibilidad y la más sensata) su antropofagia, real y

verdadera, o por lo menos realmente descrita en sus mitos, continuúa la tradición de los tupinambá vivida por

Staden”, pp. 120, 121. 68

El propio Staden señala que si la mujer que le había sido otorgada quedaba en estado de embarazo,

educaban al pequeño hasta ser grande, luego lo mataban de la misma manera que a los enemigos y se lo

comían. Staden, Hans. Viajes y cautiverio entre los caníbales. Buenos Aires: Nova, 1945. P, 232.

26 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

CONQUISTA DE BRASIL

¿Cuáles eran las características de la tribu tupinambá?

El término tupinambá es una designación colonial usada por los europeos para referirse a

las tribus indígenas tupis que habitaban la costa atlántica del actual Brasil. En la región,

había cuatro familias lingüísticas principales: tupí o tupí-guaraní, ge, caribe y aruak o

arawak. Esta información acerca del pasado de los grupos humanos anteriores a la

conquista presenta el mismo problema histórico que en el conjunto del continente

americano. Los indios no tenían escritura como la que conocían los europeos, lo que no

quiere decir que no tuvieran historia, así que lo que conocemos de ellos o bien es resultado

de la producción de los conquistadores o son análisis arqueológicos de las zonas habitadas

por los indígenas69

. En este sentido, los indígenas de la costa atlántica brasileña no dejaron

ninguna obra monumental, ya que sus únicos materiales de construcción eran la madera, las

lianas y la hierba. Por lo tanto, las investigaciones centradas en estos grupos humanos

tienen como fuentes los escritos de los primeros europeos que llegaron a Brasil, como

Pedro Vaz da Caminha, Antonio Pigafetta, Pedro Lopes de Sousa, los jesuitas José de

Anchieta y Manuel de Nóbrega, Ulrich Schmidel, Anthony Knivet, Jean de Léry, André

Thevet y, por supuesto, Hans Staden70

.

Por tanto, se sabe que gran cantidad de los indígenas del actual Brasil vivían en aldeas por

cortas temporadas. Este nomadismo se relacionaba con la ausencia de animales que

pudieran domesticarse, a excepción de las llamas y cobayas, por lo que la población se

dedicaba a la caza y a la pesca y no al pastoreo. Por tanto, la sociedad se estructuraba a

partir de comunidades de alta movilidad en busca de zonas mejor dotadas de animales para

la caza o la pesca. Asimismo, el ciclo estacionario les hacía migrar en pos de la recolección

de frutos en temporadas71

.

Los textos que produjo la conquista presentan a los indios tupí como “unos grupos tribales

simples e igualitarios que vivían en armonía interna, pero obsesionados con las disputas

intertribales”72

. Un asentamiento típico tupí consistía en un conjunto de casas con techo de

paja, organizadas alrededor de una plaza de armas73

, en cada una de estas cabañas vivían

varias familias. En cuanto a la tierra, la consideraban un bien común.

69

La consecuencia principal de que estas sean las dos únicas fuentes de información acerca de los indígenas

es que son visiones parcializadas, y que nunca podrá ser un estudio objetivo de la realidad pasada de los

indígenas americanos sino la perspectiva europea de las comunidades. 70

Los indios del Brasil en 1500. Vol. 1, cap. 5 de Historia de América Latina, de Leslie Bethell, 98-119.

Barcelona: Crítica, 2001. Todo lo mencionado sobre las características de la tribu tupinambá fue trabajado a

partir de este texto. 71

Ibíd. 72

Ibíd., p. 103 73

Aquí es evidente que el término plaza de armas proviene de una visión europea de la arquitectura indígena,

seguramente con el término refiere al espacio donde las personas de la aldea entran en contacto con otras

partes de la aldea.

27 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Respecto a la economía, cada grupo familiar era autosuficiente. El padre se encargaba de

cazar, pescar, luchar y despejar el bosque para hacer una plantación. Las mujeres cultivaban

y recogían mandioca, cacahuates, frutas y nueces. Asimismo, preparaban la comida y

cuidaban a los niños. Hombres y mujeres tenían entre sus pertenencias personales: cestos,

hamacas, arcos, flechas, ornamentos de plumas y canoas.

En relación con los adornos personales, los hombres tupinambá llevaban tacos pulidos de

jadeíta74

verde en sus mejillas y labios inferiores y se decoraban con plumas de los pájaros

que vivían en el Amazonas. Así, algunos chamanes tupinambá usaban mantos de plumas

escarlata del ibis guara, los guerreros colgaban de sus nalgas resinas con plumas de

avestruz y la mayoría de los hombres se ponían gorros que se hacían con plumas de perico

y papagayo. De la misma manera, las armas de cada tribu tenían sus propias características,

variaban en detalles tales como la longitud, la punta y las plumas de las flechas.

En lo referente a la organización social, entre la tribu las mujeres tenían una cierta licencia

sexual75

. Un joven tenía que demostrar su valor en el combate o matar prisioneros para que

fuera considerado como valiente para casarse, además tenía que servir y mantener a su

futuro padre político. Después de haberse casado ambos tenían que ser fieles. El

matrimonio funcionaba de manera matrilocal: el esposo se desplaza a la casa materna de su

esposa, a menos que tuviera el poder de tener su nuevo propio hogar. En el ámbito

matrimonial, es destacable que el caso de excedente de mujeres, los jefes y guerreros

practicaban la poligamia, esto era bien aceptado por las esposas, debido al orgullo de estar

con un hombre importante; generalmente, los hombres se casaban a los 25 y a los 40 ya

eran viejos.

El consejo de ancianos se reunía frecuentemente para decidir las actividades futuras de la

tribu; cada cabaña estaba bajo el mandato de un jefe. Para llegar a ser jefe, un hombre

demostraba su valor en el combate o también a partir de la riqueza de sus parientes, de los

poderes mágicos o de las dotes para hablar.

El mundo sobrenatural era muy real, aunque no tenían una religión organizada y vivían su

vida cotidiana de forma independiente de sus creencias, sentían que estaban rodeados por

espíritus o demonios, algunos buenos y la mayoría malignos. Así que la vida tribal se

hallaba envuelta en una red de leyendas, mitos, ceremonias y creencias. Todas las fiestas

tenían un significado espiritual. Cada una de las tribus tenía chamanes que interpretaban el

mundo sobrenatural y curaban a través de la fe que sus pacientes tenían en sus poderes

74

Piedra muy dura, tenaz, de aspecto jabonoso, blanquecina o verdosa con manchas rojizas o moradas, que

suele hallarse formando nódulos entre las rocas estratificadas cristalinas. Real Academia Española. s.f.

http://lema.rae.es/drae/?val=jade (último acceso: 4 de Noviembre de 2013). 75

La autora explica la licencia sexual diciendo que las jóvenes sufrían ordalías y retiros en la pubertad, pero

no especifica más.

28 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

especiales. Estos chamanes eran un vehículo entre la comunidad y el mundo sobrenatural y,

comunicarse con un espíritu era un ritual bastante complejo, el grupo de chamanes estaba

constituido por de ancianos, hombres o mujeres que habían demostrado ante los demás

poderes para curar o para profetizar. Eran ellos quienes dirigían las danzas y las ceremonias

tribales y quienes narraban las leyendas sobre sus antepasados.

En el ámbito social y religioso el arte de la guerra era central para los tupinambá. El

prestigio de un hombre era el producto directo del número de enemigos capturados o

asesinados. Los guerreros decidían enfrentarse a otras tribus cuando los presagios habían

anunciado una victoria venidera. En estos combates, usaban como armas el arco y las

flechas y el combate cuerpo a cuerpo.

Cuando se volvía de la guerra con prisioneros, éstos eran llevados a la aldea que había

ganado el combate, los prisioneros vivían allí por semanas o meses, eran engordados, se les

otorgaba una mujer y, finalmente, los mataban de un solo golpe. Posteriormente, se

cocinaba su cuerpo y cada miembro de la tribu comía un trozo para conseguir su fuerza

espiritual y perpetrar la venganza.

En relación con la guerra, hay que mencionar las alianzas establecidas por los indígenas del

litoral atlántico del actual Brasil con los distintos europeos. Según Vázquez76

, los blancos

fueron bien recibidos al principio mientras se mantuvieron unidos, pero cuando empezaron

a tener conflictos, cada grupo de europeos buscó una tribu aliada en Brasil, así: en la

frontera castellano-portuguesa, los lusitanos de San Vicente estaban aliados con los

tupiniquíes, los españoles de Santa Catalina con los guaraníes y los franceses con los

tupinambá.

No queda duda de que, como se mencionó más arriba, el libro de Hans Staden fue una de

las fuentes utilizadas para realizar la historia de las comunidades indígenas prehispánicas

que habitaban la costa atlántica de Brasil. La segunda parte del libro de Staden está

dedicada a la descripción del comercio y de las costumbres de los tupinambás. Así, Staden

en el título de cada capítulo se hace una pregunta y la responde brevemente, algunas veces

también, incluye xilograbados para explicar el texto. Las preguntas son sencillas y sobre

diversos temas como la geografía, la flora y fauna, la arquitectura de las aldeas, todo lo

relacionado con la alimentación, desde caza, cultivo y hacer fuego, la apariencia física de

los indígenas, las relaciones sociales, las creencias y, por supuesto, el ritual de la

antropofagia.

76

Vázquez, Germán. Caníbales y caminantes. Las aventuras de Hans Staden y Cabeza de Vaca. Madrid:

Ediciones SM, 1990.

29 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

¿Cómo era un viaje transatlántico?

Antes de hablar de un viaje transatlántico, es necesario mencionar qué el Oceáno Atlántico,

desde la Antigüedad, era visto como una frontera infranqueable. La geografía maginaria,

que aumentaba en vez de superarse, definió sus múltiples nombres “«La Mar Océano», el

«Mar Tenebroso», que está más allá de las «Columnas de Hércules», del «Finis Terrae»,

del «Non Plus Ultra»”77

. De este modo:

Desde que comenzó a explorarse, ya en la Antigüedad, pero sobre todo a lo largo de la Edad

Media, el Atlántico, sus aguas, sus islas y gran parte de sus costas constituyeron una

importante y extensa frontera, un espacio desierto o escasamente poblado, según los lugares,

que invitaba a la colonización y a la conquista a medida que se iba abriendo a los europeos,

en tanto que éstos, dueños de técnicas navales, bélicas y económicas relativamente

avanzadas, iniciaban sus contactos, en lejanas islas y remotas costas del que no había dejado

de ser el Mar Tenebroso, con pueblos más débiles y menos evolucionados78

.

Así, en el viaje transatlántico que unió Europa y América en el siglo XVI, dejaba de lado

toda la comodidad actual.

Lo primero que tenía que hacer quien decidiera viajar era llegar al puerto, generalmente

caminando, por días, meses, incluso, ya que en Europa había muy pocos caminos para las

bestias de carga. En el caso de la conquista española79

, la Casa de Contratación de las

Indias80

, con sede en Sevilla, expedía y controlaba los permisos para poder embarcarse.

Frente a esto, la conquista portuguesa fue bien distinta, lo que se tratará el tema más

adelante, y en las primeras etapas de conquista no se le prestó mucha atención al territorio.

Después de que el viajero estaba en el puerto con los permisos, los pasajeros se entendían

con el dueño del barco, cada uno debía llevar todo lo que fuera a necesitar en el viaje, a

excepción del agua, la cual se podía comprar en el barco. La alimentación no era muy

buena dentro del barco, en el desayuno se comía cualquier cosa fría, a la hora de la

almuerzo se prendía un fogón siempre que el tiempo lo permitiera, y a la cena, otra vez, una

comida fría81

.

77

Lucena Samoral, Manuel. Historia de Iberoamérica. Madrid: Ediciones Cátedra, 2008, p. 26 78

Céspedes del Castillo, Guillermo. «El Atlántico en la historia.» En La exploración del Atlántico, de

Guillermo Céspedes del Castillo, 11-31. Madrid: MAPFRE, 1991. 79

Martínez, José Luis. Pasajeros de Indias. Viajes transatlánticos en el siglo XVI. México, D.F.: Fondo de

Cultura Económica, 1999. A pesar de que su estudio se centra en los viajes de la conquista española, se

tuvieron presentes las generalidades estudiadas por Martínez sobre los viajes transatlánticos. 80

La Casa de Contratación de Indias nació como una factoría, también era la agencia de las expediciones que

iban a viajar al Nuevo Mundo y administraba los ingresos que la corona española recibía de esas tierras. Para

más información véase: Piernas y Hurtado, José Manuel. La Casa de Contratación de Indias. Madrid:

Librería de Don Victoriano Suárez, 1907. 81

Generalmente, se llevaba bizcocho, vino, puerco, pescado salado, vaca, habas, guisantes, arroz, queso,

aceite, vinagre y agua. En algunas ocasiones se podía comer carne fresca porque se llevaban pollos vivos para

alimentarse durante el viaje. Ibíd. p. 62

30 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

La acomodación en las naves debió haber sido problemática, debido a que cada pasajero

requería y ocupaba en el barco una tonelada aproximadamente82

. Además, una vez el barco

salía del puerto, las personas debían acostumbrarse al continuo movimiento del barco, que

provocaba mareos y éstos a su vez suciedad y malestar. Asimismo, cada uno tenía que

defender y cuidar sus pertenencias y provisiones.

Las naves83

eran estrechas, se balaceaban, había hacinamiento por la gran cantidad de cosas

que se llevaban, los animales y el espacio para el trabajo de la tripulación. Todos estos

aspectos no permitían a los pasajeros moverse con libertad o pasear por la cubierta. Dentro

de las naves, la gente se entretenía jugando naipes o escribiendo, escuchando a alguien

tocar la guitarra o contar historias.

En su libro, Staden se refiere a una gran cantidad de incomodidades en el viaje, como las

consecuencias del viento y de las tempestades en el rumbo, los combates con grupos

enemigos, como el de los franceses del primer viaje, las paradas en el camino para cargar

provisiones, la organización de convoyes de más de 100 navíos, pero, sobre todo, recuerda

el hambre que sufrió en varias oportunidades, tanto dentro de la embarcación como en el

naufragio de dos años.

¿Cómo fue la conquista de Brasil?

La conquista de América se produjo durante el proceso de construcción de los estados

modernos en Europa. La aparición de América condiciona, rompe y modifica la historia

occidental al replantear las estructuras bíblicas, religiosas, ideológicas, geoestratégicas y

filosóficas del Viejo Mundo. América se va a convertir en el paraíso y en el escenario en el

que todo aquello que no pudo realizarse en el Viejo Mundo va a darse. Esto es, todos

aquellos mitos, leyendas y sueños que no pudieron realizarse tendrán su momento y espacio

en el Mundo Nuevo. Asimismo, en el nuevo continente chocan dos concepciones de tiempo

totalmente distintas: la lineal (europea84

) y la cíclica (indígena85

)86

.

La llegada de los europeos a América fue la consecuencia de un largo proceso que, en

realidad, significó la conquista de los oceános, según Lucena87

, que, a su vez, lo que lo

hacía realmente significativo era haber logrado desplazarse con una cierta seguridad, por

las aguas tenebrosas e infranqueables que cubrían más de la mitad del planeta. Detrás de

esos grandes viajes se encuentra la consolidación de Europa occidental y su paso de la Edad

Media a la Edad Moderna, que -cristalizó en la transformación de una Europa obligada a

82

Ibíd. p 98 83

Las primeras naves que cruzaron el Atlántico eran pequeñas carabelas, pero éstas pronto se olvidaron y se

empezaron a usar las naos o galeones. 84

La concepción lineal del tiempo está basaba en la idea que la historia va en dirección de una meta superior. 85

Observar el pasado para conocer el futuro. (En el caso específico de la cosmovisión azteca del tiempo) 86

Todorov, Tzvetan. La conquista de América el problema del Otro. México, D.F.: Siglo XXI, 1987. 87

Lucena Samoral, Manuel. Historia de Iberoamérica. Madrid: Ediciones Cátedra, 2008.

31 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

estar en sus propios límites a una Europa que ejercía dominación en territorios al otro lado

del oceáno. Una apertura de horizontes geográficos acompañada también de expansión

económica. La Europa antes de 1492 era una Europa rural, agrícola, autárquica, con muy

pocas relaciones comerciales y formas de pago premonetarias. Una realidad que va

abriéndose al capitalismo de la mano de los nuevos descubrimientos geográficos. Del

mismo modo, el descubrimiento significó la apertura, y ruptura, de horizontes mentales e

intelectuales, al entrar en contacto con realidades que no eran posibles de explicar a través

de la Biblia o de las categorías grecolatinas tan reivindicadas en esa época88

.

Analizar el proceso de conquista de América requiere, en primer lugar, revisar muchos de

los imaginarios o mitos que han sido aceptados y refrendados por la historiografía

tradicional. En este sentido, Restall, en su libro “Los siete mitos de la conquista”89

, hace un

excelente análisis de esos aspectos de la conquista que vale la pena repensar. En primer

lugar, hay que señalar lo que el autor entiende por mito: “algo ficticio que suele aceptarse

como cierto”90

. Partiendo del hecho de que “el descubrimiento” de América es uno de los

acontecimientos91

más importantes de la historia de la humanidad, resulta increíble que los

pocos hombres que se embarcaron en el proyecto pudieran lograr en tan poco tiempo y de

manera tan exitosa la consecución de la conquista del Nuevo Mundo. La imagen de una

conquista rápida, fácil y exitosa creó al conquistador como protagonista de la acción y

narración históricas. De esta manera, pensar en la conquista como un producto de las

hazañas de los grandes hombres personaliza el pasado, ignora la forma en que otros

procesos influyeron y deja en un segundo plano a hombres con trayectorias similares.

También hay que tener en cuenta que la empresa conquistadora no la realizó de ninguna

manera, un ejército, no sólo porque la figura del ejército como la conocemos en la

actualidad no aparezca sino dos siglos después de haber descubierto el Nuevo Mundo, sino

también porque los conquistadores no eran soldados ni colonos del rey. Por el contrario, se

trataba de hombres libres, jóvenes, más o menos alfabetizados, que tenían un oficio o

profesión, y que buscaban por medio de las redes de vasallaje adquirir fortuna y fama.

Asimismo, hay que entender al conquistador como alguien que tuvo la necesidad de

establecer alianzas con los indígenas desde el primer momento; principalmente, para poder

comer y ubicarse, pero también para poder comunicarse. En las crónicas, siempre está

presente la impresión de una comunicación fluida entre indígenas y europeos, como si

hablaran el mismo idioma, por lo que la presencia de un intérprete o traductor siempre

estuvo presente. Realidad que no se puede entender sin la presencia de fallos comunicativos

88

Ibíd. 89

Restall, Mathew. Los siete mitos de la conquista española. Barcelona: Paidós Ibérica, 2004. (No se citaron

las páginas de cada mito debido a que, de hecho, cada capítulo es un mito, así que se resumieron de forma

general todos los mitos) 90

Ibíd., p. 21 91

Entendiendo por acontecimiento un hecho que no es previsible dentro del marco epistemológico que se

tiene, que ni siquiera hay categorías para juzgarlo o estudiarlo. Para más información véase: Ortega,

Francisco. «Violencia social e historia: el nivel del acontecimiento.» Universitas humanística, 2008: 31-56.

32 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

en la operación. Finalmente, otro aspecto a desmitificar es la idea de superioridad

conquistadora, pero ese éxito se debe más bien a otros factores, tales como la enfermedad,

el armamento español (sobre todo la espada de acero) y la desunión indígena.

Centrándonos específicamente en la conquista del actual Brasil, es pertinente comenzar por

la palabra: Brasil. O’Brazil era una leyenda popular entre los marinos y comerciantes de los

puertos de Inglaterra e Irlanda, que se remontaba a la creencia celta de la existencia de una

isla habitada por jóvenes lindas que esperaban amor92

. Para los ingleses y portugueses que

buscaban O’Brazil, este, se convirtió, en el país de la especiería y en la tierra de la

felicidad. Así, la primera vez que la palabra Brazil aparece en un mapa es en 1330, y se

sitúa al occidente de Irlanda. A partir de este momento, comenzó a confundirse la palabra

celta Brazil, con la latina brasile, que significaba rojo oscuro y designaba al palo del

Brasil93

. Así, la nueva isla de Brasil fue ubicada a la altura de Portugal, debido a que se

sabía que la planta sólo podía crecer en climas cálidos. De este modo, llegó el momento en

el que había dos lugares en el mapa del mundo llamados igual94

.

La versión oficial de la historia de Portugal95

dice que la expedición de Pedro Alvares

Cabral descubrió Brasil el 22 de abril de 1500, y que la nueva tierra fue bautizada como

Vera Cruz. En los primeros años de conquista del territorio, Brasil era una simple escala

para los navegantes portugueses, quienes recorrieron el litoral creyendo que se trataba de

una inmensa isla. En este momento, además, Portugal no contaba con medios humanos y

económicos que le permitieran instalar una colonia en el Nuevo Mundo, ya que el mayor

esfuerzo se estaba realizando en la construcción de estado portugués en la India. Todo esto

cambió cuando el territorio se vio amenazado por los extranjeros, sobre todo los franceses

que recorrían la costa y establecían relaciones con algunos grupos indígenas y extraían palo

del Brasil para luego vender en Europa. Frente a esto, el gobierno portugués, hacia el año

de 1530, empezó a hacer mayor presencia con colonos, a quienes les correspondería

defender el litoral y el interior de la región.

92

Esta idea se cristianizó durante la Edad Media y dio origen a otra isla fantástica: Las Once mil Vírgenes.

Vázquez, Germán. Caníbales y caminantes. Las aventuras de Hans Staden y Cabeza de Vaca. Madrid:

Ediciones SM, 1990. 93

Árbol utilizado para teñir la ropa de un rojizo oscuro. 94

Ibíd., p. 14 95

Hay quienes afirman que la expedición de Pedro Alvares Cabral en 1500 no pudo haber sido la primera en

llegar al territorio de Brasil, debido a que el afán del rey Don Joao II de ampliar el meridiano divisorio de sus

tierras correspondientes (en el Tratado de Tordesillas) no pudo haber sido por pura intuición, hubiera hecho

falta la comprobación de un punto de territorio para agrandar la frontera portuguesa en el acuerdo

diplomático. Véase: Veríssimo Serrao, Joaquim. «Brasil en el siglo XVI.» En Portugal en el mundo. Un

itinerario de dimensión universal, de Joaquim Veríssimo Serrao. Madrid: MAPFRE, 1992, 301-307.

33 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Por tanto, a partir de 1530 se organizó económicamente y territorialmente el territorio. Así,

se introdujo la producción de caña de azúcar que, según Mendoca96

fue trasplantada en

1532 desde la Isla Madeira a San Vicente97

, aquí prosperó y se extendió hasta Pernambuco

y Bahía, cuyos ingenios funcionaban con mano de obra esclava traída desde África. Con el

objetivo de organizar la administración territorial en 1530, el rey Joao III envió una

expedición a cargo de Martim Afonso de Sousa, con el fin de reconocer el litoral y a partir

de ahí sentar las bases del gobierno. La expedición de Sousa, brindó a la corona portuguesa

las dimensiones exactas del territorio que debía poblar y defender. Así, la decisión fue la de

dividir el lugar en 15 capitanías y a cada sector le correspondían 50 leguas de costa y toda

la tierra hacia el interior marcando una línea horizontal. La única excepción era que la

capitanía de San Vicente, que tenía el doble de leguas.

Cada zona le era entregada a un colono en forma de donación y de forma hereditaria, con la

condición de poblarla, defenderla, llevar animales y sembrar un cultivo. Así mismo, tenía la

capacidad de nombrar funcionarios de la Administración de Portugal, cobrar tributos y

controlar el monopolio de las industrias nacientes. Este sistema no tuvo mucho éxito y solo

funcionó hasta 1548. Su fracaso se puede relacionar, en primer lugar, con la constante

presencia de corsarios, quienes tenían alianzas con algunas tribus indígenas, en segundo,

con el hecho de que cada capitán defendía los intereses de su propia capitanía y no del

conjunto y, en tercero y último, con la insuficiente fuerza de las capitanías para resistir

ataques de los franceses, quienes tenían la ayuda financiera de su corona. Finalmente, las

únicas capitanías que sobrevivieron fueron la de Pernambuco y San Vicente98

.

A partir del fracaso del sistema de capitanes, se creó una unidad política, administrativa y

militar alrededor de la figura de gobernador. Este ejercía la autoridad en nombre de la

Corona y debía proteger la costa y fomentar el progreso social y económico de las regiones.

En 1549, desembarcó el gobernador Tomé de Sousa, acompañado del proveedor de

hacienda, del oidor general de Justicia y del capitán mayor de la costa. De Sousa gobernó

hasta 1557, fue reemplazado por Mem de Sá, quien fortaleció los núcleos de población e

instaló más ingenios azucareros. Según Iglesias99

, las funciones gubernamentales estaban

estipuladas en un Estatuto, que orientaba la acción de cada tipo de autoridad. La Capital fue

la ciudad de Salvador, Bahía, y se construyó en una parte alta de la geografía para evitar

ataques bien sea de indios o de corsarios.

96

Mendoca, Renato de. «Historia de la Colonia.» En Breve historia del Brasil, de Renato de Mendoca.

Madrid: Cultura hispánica, 1950. 1- 49 97

En San Vicente funcionó el primer ingenio. Para Portugal, Brasil se convirtió en el escenario económico de

creación de factorías, que, a su vez, introdujo la mano de obra esclava. 98

«Brasil en el siglo XVI.» En Portugal en el mundo. Un itinerario de dimensión universal., de Joaquim

Veríssimo Serrao. Madrid: MAPFRE, 1992. 301-337 99

Iglesias, Francisco. Historia política de Brasil. Madrid: MAPFRE, 1992.

34 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Respecto a la evangelización, hay que tener en cuenta el contexto del Renacimiento, donde

los intelectuales se apartaban de la Iglesia100

. En el Renacimiento se asistió a la

reivindicación del mundo clásico y un desbordado amor por lo bello. Por otro lado, estaba

el asunto de la Reforma y la Contrarreforma: la Reforma fue la división de la iglesia

católica y el poder de Roma, e inició en 1517 con Martín Lutero, en contraposición, surgió

la Contrarreforma, con el fin de detener la expansión del protestantismo, por medio del

poder católico y el restablecimiento de la inquisición romana como uno de los medios para

lograrlo101

. Entonces, volviendo a la evangelización, al indio y al africano se les impuso la

fe católica pero sin hacer un diálogo que permitiera la asimilación, en parte porque a los

misioneros les faltaban algunas condiciones necesarias para esto, o simplemente no querían

establecer dicho diálogo. El resultado fue un sincretismo religioso, debido en parte al

tamaño del territorio, del aislamiento de las poblaciones, de las dificultades que presentaba

la barrera comunicativa, la pequeña cantidad de evangelizadores, pero, sobre todo, debido a

que tanto indios como africanos “repetían palabras que les eran enseñadas, pero no

penetraban su sentido. Imitaban el ritual de los cultos por puro mimetismo, sin entender su

significado. Con el indio, igual que con el negro, se dio el llamada sincretismo religioso, en

el que las palabras y gestos de las creencias originales se mezclaban con palabras y gestos

cristianos, lo que fue más evidente entre los negros, que identificaban con los santos o con

el Dios de católicos el objetivo de su culto o de su reverencia”102

.

Gran cantidad de los aspectos mencionados sobre la conquista del Brasil están presentes

tanto en los textos como en los grabados del libro de Staden; desde el imaginario del

oceáno Atlántico como un espacio monstruoso, el miedo que le tenían los portugueses a los

indígenas y todo lo que ello acarreaba, como la construcción de fuertes y el establecimiento

de alianzas con nativos, los fallos comunicativos que debieron existir entre un europeo y un

indígena a la hora de establecer una conversación, las expediciones que cargaban palo del

Brasil, sin olvidar la idea de un Brasil con una densidad poblacional muy baja y, por

supuesto, las huellas del reformismo en el viajero.

100

El pueblo conservaba su fe pero sus costumbres no iban en consonancia con ellas. 101

Véase: Arango, Biblioteca Virtual Biblioteca Luis Ángel. Biblioteca Virtual Biblioteca Luis Ángel Arango.

s.f. http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/musica/historia/historia-renacimiento1.htm (último acceso: 21

de Noviembre de 2013). La Reforma surgió en parte, debido a la difusión de ideas humanistas en Europa,

como la denuncia de las riquezas de la Iglesia, los privilegios fiscales de las propiedades de la Iglesia, el estilo

de vida de varios eclesiásticos. Por su parte, la Contrarreforma, que fue impulsada por el Concilio de Trento,

aseguró la unidad de la fe y mantenía la disciplina en la Iglesia Católica. Véase: Arango, Biblioteca Virtual

Biblioteca Luis Ángel. Biblioteca Vritual Biblioteca Luis Ángel arango. 2006.

http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/frectres/frectres10.htm (último acceso: 21 de

Noviembre de 2013). 102

Mendoca, Renato de. «Historia de la Colonia.» En Breve historia del Brasil, de Renato de Mendoca, 1 -

49. Madrid: Cultura hispánica, 1950. P 35. Se está de acuerdo con esta definición de sincretismo religioso.

35 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

CONTEXTO DE LA ÉPOCA

¿Cómo se representaba al otro?

En lo que se refiere a representar al otro, vale la pena comenzar por plantearse la pregunta

de cómo referirse a algo que no se conoce. Los europeos que llegaron a América no

disponían ni de los instrumentos ni del lenguaje para enfrentarse a la representación de un

territorio que ni siquiera estaba en su cartografía103

, en su imaginario ni en su ideología; lo

que genera en el sujeto la incomprensión de lo desconocido. Los sujetos que viajaron desde

Europa hacia América en el siglo XVI, percibían al otro no desde la alteridad sino desde su

propia identidad104

. Circunstancia que construye, según Adorno, el modelo epistemológico

de los conquistadores: la similitud. Así, los europeos cuando se trataba de reconocer,

comprender y clasificar a los amerindios los comparaban con y desde lo conocido. Sin

embargo, no era este el único modelo, también estaba la oposición- que consistía en utilizar

la antítesis como un modo de conocimiento105

.

Este sujeto colonial106

europeo produce un discurso estereotipado, en el que se representa la

cultura masculina, caballeresca y cristiana. Esto es, los valores de la cultura militar

caballeresca107

eran el filtro a través del cual el europeo percibía y describía al indio. Por

tanto, eran muy comunes las relaciones entre indígenas y moros, o la percepción de los

naturales como niños y también muy asociados a la figura femenina: “El relato que surge

como consecuencia de ese tipo de viaje, es el de una apropiación, real o simbólica, del lugar

del otro y del oro, es el relato de una distorsión inherente al colonialismo, que dice entender

allí donde todavía no hay posibilidades de comprensión”108

.

De esta manera, se puede decir que la alteridad surge de la necesidad de definir la

naturaleza del otro. A través de reconocer al otro, es que el sujeto puede conocerse a si

mismo. Por tanto, parece ser que el crear esta alteridad es una exigencia, sin importar la

condición del sujeto (colonizado o colonizador). Los discursos que crearon estos procesos

culturales sobre y por el sujeto no emergieron solamente por el objetivo de conocer al otro,

sino con el fin de establecer una diferencia con ese otro. Es así como la alteridad es una

creación que posibilita el establecimiento de las fronteras de la identidad.

103

Toro, Alfonso de. «Escenificaciones de la hibridez en el discurso de la conquita: analogía y comparación

como estrategias transtatológicas para la construcción de la otredad.» Atenea, 2006: 87-149. 104

Adorno, Rolena. «El sujeto colonial y la construcción cultural de la alteridad.» Revista de Crítica Literaria

Latinoamericana, 1988: 55-68. 105

La autora no especifica mucho más sobre el modelo de la oposición. 106

Adorno lo define parándose en Babha, se denomina con éste tanto al colonizado como al colonizador. 107

Los libros de caballería se especializaban en hazañas hechas por caballeros nobles que derrotaban ejércitos,

hechiceros y conquistaban mujeres enamorados de ellos. El público lector era masculino. Adorno, Rolena. «El

sujeto colonial y la construcción cultural de la alteridad.» Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, 1988:

55-68. 108

Altuna, Elena. «Relaciones de viajes y viajeros coloniales por las Américas.» Revista de Crítica Literaria

Latinoamericana, 2004: 9-23, pp. 11,12.

36 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

El modo en el cual los europeos representaban al otro viene de la oposición tradicional

entre barbarie y civilización, se trata de una tradición aristotélica, que, a su vez, se basa en

el principio de la esclavitud natural, y éste, a su vez, se basa en el principio de oposición

dicotómica y jerarquización de lo real, de modo que la realidad se organiza

dicotómicamente en términos de subordinación de lo inferior a lo superior109

. De esta

manera es que los griegos al constituir la humanidad superior, ven a los no-griegos110

como

inferiores y como seres a quienes hay que convertir en esclavos. Para los griegos, el bárbaro

es ese ser que no habla griego y que vive bajo un régimen despótico, teniendo en cuenta

que, era posible, una sabiduría bárbara111

. La palabra bárbaro viene del griego βάρβαρος, los

griegos aplicaron el término a los escitas112

en la Edad Media, también se les llamaba

bárbaros a los tártaros. Lo que sucedió a partir del siglo XVI, fue que los españoles y

portugueses emplearon el término como clave de la interpretación del indio, esta oposición

entre barbarie y civilización se conformó durante la Edad Media, gracias a la experiencia

que tuvo Occidente con las Cruzadas, el antisemitismo y la Inquisición. Así que el hecho de

barbarizar al indio inicia con el exilio de toda la demonología medieval hacia el Nuevo

Mundo.

Sobre la figura del salvaje, Urs Bitterli113

afirma que conceptos como bárbaro, pagano o

salvaje, que son de tipo generalizador, le fueron útiles al europeo para hablar de los

indígenas, en el momento en que el encuentro cultural no podía ser asumido por el europeo.

Así, bárbaro y salvaje eran conceptos que servían para definir a la otra parte del encuentro

cultural, debido a su heterogeneidad y por supuesto, extranjería.

Por tanto, las características con las cuales los pueblos de la Antigüedad y de la Edad

Media identificaban a la barbarie, son las mismas, y casi sin modificación, que las que los

navegantes europeos utilizaban para referirse a quienes encontraron al otro lado del océano.

De la misma manera, fue usual la asociación del salvaje americano con una supuesta

condición primigenia de la humanidad.

Es muy importante mencionar aquí la visión de Roger Bartra114

, quien afirma que el

hombre que se llama a sí mismo civilizado (el europeo) no ha dado un paso sin ir

109

“En el nivel biológico, las bestias se hallan subordinadas a los hombres, en los niveles antropológico y

político, los esclavos a los hombres libres, los bárbaros a los griegos, los niños a los adultos, las mujeres a los

hombres” Gómez-Muller, Alfredo. Alteridad y ética desde el descubrimiento de América. Madrid: Ediciones

Akal, 1997. 110

Los no-griegos son naturalmente imperfectos debido a que les falta o valor o inteligencia y sólo los griegos

alcanzan la perfección, es decir, tener estas dos virtudes. 111

Hurbon, Laënec. El bárbaro imaginario. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica, 1993. 112

Habitantes nómadas del sur de Rusia. 113

Bitterli, Urs. Los «salvajes» y los «civilizados» El encuentro de Europa y Ultramar. México, D.F.: Fondo

de Cultura Económica, 1981. 114

Bartra, Roger. «El mito del salvaje.» Ciencias, 2000-2001: 88-96

37 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

acompañado de su sombra, el hombre salvaje. A partir de allí, es posible entender que los

hombres salvajes son una invención europea y que la idea de salvajismo fue aplicada a los

pueblos no europeos115

. Bartra también explica que en cada época las leyendas y mitos

sobre los hombres salvajes cumplían funciones diferentes, pero que había elementos

comunes que los hacía sobrevivir. Una sobrevivencia que se generó también por medio de

la adaptación de los mitos que se adaptaron a las nuevas condiciones. Es así como se

entiende el hecho que cada época elabora su propio hombre salvaje.

En otra publicación, Bartra116

afirma que una de las figuras que sobrevivió toda la Edad

Media fue, precisamente, la de ese hombre salvaje. Durante el medioevo era esa figura que

le permitía afirmar su idea propia de hombre civilizado, haciendo un contraste. Pero en el

pensamiento moderno, la figura se usaba como una metáfora para poder entender el

movimiento y los cambios, y de esta manera, construir el espacio histórico que le permitía

hacer la disociación de la vida civil y la vida natural. Así, ese pensamiento moderno, utilizó

la figura del salvaje para tomar distancia. Finalmente, Bartra sostiene una idea novedosa,

explica que hay historiadores que han afirmado, equívocamente que las imágenes del

hombre salvaje son el reflejo de los encuentros de los viajeros medievales y de los

colonizadores del Renacimiento con las personas de otras partes del mundo. A su parecer,

ello ocurrió de forma contraria: los europeos hicieron uso de viejos arquetipos para definir a

los habitantes con los cuales se encontraban los viajeros.

Como conclusión, y siguiendo a Alicia Barabas117

, quien también se refiere al origen griego

de la palabra bárbaro, la autora añade que si los griegos usaban el término para referirse a

otros, no necesariamente traía consigo el adjetivo de inferior. En cambio, el término de

salvaje, ya refería a que era semi-humano o no humano. La transposición de bárbaro a

salvaje, o la salvajización del bárbaro, ha sido un proceso común en la historia, esto ocurría

cada vez que el Otro empezaba a amenazar el statu quo, para lo cual era necesario que fuera

desacreditado. Es así, que salvaje y bárbaro compartían características negativas para los

civilizados que los observaban: como la de seres silvestres, que viven en espacios salvajes.

Otra vez, volviendo a la Edad Media, donde, como ya sabemos, los términos adquirieron un

calificativo de desigualdad, hay que mencionar otro aspecto que Barabas señala: el

imaginario sobre el otro que es diferente se alimentaba de representaciones que circulaban

oralmente sobre los textos que hablaban de eso. Del mismo modo, la alteridad en esa época

se construía más sobre la ficción que sobre un conocimiento verdadero. Así, es en el

Renacimiento, cuando surge la dicotomía entre este salvaje como sinónimo de inferioridad

y el salvaje que se refería a una alteridad positiva, como una expresión de inocencia natural,

o mejor conocido como el buen salvaje. Entonces, en el Descubrimiento de América lo que

115

Como una transposición de un mito que solo puede ser entendido como parte de la evolución de Occidente. 116

Bartra, Roger. El Salvaje artificial. México, D.F.: Ediciones Era, 1997. 117

Barabas, Alicia. «La construcción del indio como bárbaro: de la etnografía al indigenismo.» Alteridades,

2000: 9-20. En este artículo, la autora hace una evolución del bárbaro en el indigenismo.

38 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

pasó fue que, efectivamente, el acontecimiento generó un cambio en el pensamiento

europeo, pero no se crearon nuevas categorías para asimilar a los habitantes de América.

Así fue como los indígenas se convirtieron en los nuevos salvajes o bárbaros de los

civilizados europeos. Una de las características más usadas para desacreditarlos era pensar

a ese bárbaro como sinónimo de no humanidad o también animalidad, materializado por la

desnudez y alimentación silvestre.

Hans Staden, en su libro, nunca se refiere a los indígenas con palabras como indio,

indígena, nativo o americano. Todos los indios, sin diferenciar a los de “su tribu”, son

denominados por él como ‘salvajes’. Esto refuerza lo mencionado más arriba: el hombre

salvaje es una invención europea aplicada a personas no europeas, el llamar a otro salvaje

es lo que le permitió a Staden afirmarse como un hombre civilizado y, evidentemente,

demuestra que hasta la fecha de regreso de su segundo viaje, (65 años después del primer

viaje de Colón), Europa aún no tenía categorías para entender y asimilar al habitante de

América que se hubieran popularizado, de tal modo que un ordinario marinero alemán

hubiera podido aprender.

¿Qué se entendía por historia en el siglo XVI?

Sobre la idea de Historia del siglo XVI, desde el trabajo de Borja118

, se puede decir que la

historia se relacionaba con elementos clásicos y con la tradición cristiana, mezcla que se

dio en la Edad Media. Jaime Borja expone una serie de elementos que caracterizan la

historiografía de la época. Partiendo de la afirmación de lo peligroso que es hablar de toda

una historia del XVI como si fuera una sola, la palabra Historia en la época se definía a

partir de su etimología griega istoreo, lo que provocaba que se interpretara su definición de

dos maneras. La primera era la de recepción de una información, de sí mismo o de otros,

como ‘testigo de vista’ y la segunda significaba el relato de una información. La autoridad

que más se citaba era la de Cicerón: quien decía que la historia era la narración verdadera

de hechos pasados. Esto también se interpretó de dos formas, o bien como dominio de

hechos pasados, o bien, historia como un texto que recupera y organiza los hechos

presentes en una narración. Por tanto, el principal objetivo de la historia era el de enseñar.

Es decir, estar al servicio de la instrucción y edificación del hombre europeo; es más,

enseñar e imponer una moral estaba por encima de la noción de verdad de la época: “altivo

sistema persuasivo del magister viate (historia como maestra de individuos y naciones) que

busca solidificar las bases de la sociedad del mañana por medio de la repetición de los actos

virtuosos de los varones ilustres del ayer”119

. Por tanto, para escribir historia se apelaba a

códigos que el futuro lector pudiera a identificar y así tener como resultado un discurso

verosímil desde el cual la historia mostraba vicios y virtudes, a partir de la utilización de la

118

Borja Gómez, Jaime Humberto. Los indios medievales de Fray Pedro de Aguado. Construcción del

idólatra y escritura de la historia en una crónica del siglo XVI. Bogotá: CEJA, 2002. 119

Bolaños Cárdenas, Álvaro Felix. Barbarie y canibalismo en la retórica colonial: los indios pijaos de Fray

Pedro Simón. Bogotá: Cerec, 1994.

39 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

retórica como una técnica con la cual ordenar y generar un discurso. La historia no

necesariamente tenía que expresar una realidad, más bien expresaba interpretaciones que se

hacían de un entorno social, con el fin de dar ejemplos de vida. El hecho de afirmar que se

había sido ‘testigo de vista’ se cimentaba desde la antiguedad en la tradición occidental y

era valorado por encima de cualquier otro tipo de información. La narración histórica debía

incluir una explicación coherente y secuencial de etapas que lo justificaran, no obstante es

muy importante recordar que la frontera actual entre historia y ficción no estaba presente en

esa historiografía120

. Así mismo, acerca de la relación entre memoria e historia, podemos

decir que la historia se entiende como la “capacidad de convertirse en memoria del

pasado”121

. Por tanto, escribir era la memoria de la historia y acumular esta memoria

también suponía una superioridad frente al Otro, al -indígena, que no tenía memoria escrita

de su pasado. Por último, el carácter institucional que se le daba a la historia, se reflejaba,

en la dedicatoria a autoridades políticas.

Acerca del quehacer descriptivo, y siguiendo con Borja, resulta adecuado indicar que

América se convirtió en un espacio discursivo, en donde lo que se describía,

instantáneamente, se creaba. De manera, la palabra fue el lugar desde el que se construyó

una identidad. En el siglo XVI, para realizar una descripción se tenían que seguir unos

pasos122

que no tenían por propósito contar una verdad objetiva sino acercarse a una idea

general de lo que se iba a narrar o a sus partes. Por medio de este proceso se creó un

conjunto de imágenes sobre el indígena que no siempre eran reales123

. Es más, fue como se

creó el indio-retórico, un personaje construido por la narración, como un prisma con el cual

se iba a analizar al indio de verdad. Describir de esta manera era muy significativo porque

la intención también era la de hacer ver al lector que estaba lejos y no conocía las

realidades americanas.

120

“Siguiendo la tradición clásica y medieval, en el siglo XVI los datos históricos no tenían estatuto de verdad

si no estaban respaldados por las autoridades o por el prestigio del autor. Asumir las dos autoridades como

criterios de verdad se localizaba en una compleja vertiente de elementos que relacionaba mito, leyenda e

historia, en las cuales no se señalaba con precisión – ni había intenciones de hacerlo – la verdad de la realidad

histórica acontecida y la fantasía de la ficción o la leyenda. El hecho podía interpretarse desde la historia o

desde la tradición imaginaria, porque ambos formaban parte de un mismo cuerpo, donde primaba la verdad

del relato sobre la verdad del hecho. La ficción podía adquirir un rango de veracidad por medio de los

mecanismos retóricos, por el recurso a la escritura y fundamentalmente por el uso de las autoridades, y así lo

entendía el receptor de la obra” Borja Gómez, Jaime Humberto. Los indios medievales de Fray Pedro de

Aguado. Construcción del idólatra y escritura de la historia en una crónica del siglo XVI. Bogotá: CEJA,

2002, pp. 207, 208. 121

Borja Gómez, Jaime Humberto. Los indios medievales de Fray Pedro de Aguado. Construcción del

idólatra y escritura de la historia en una crónica del siglo XVI. Bogotá: CEJA, 2002. 122

Los pasos eran: primero detallar el conjunto, usando la verosimilitud, luego emplear el presente y por

último apelar a adverbios de lugar (de lugares conocidos) para expresar el lenguaje en relación con la

evidencia. 123

En este punto hay que decir que todo lo que se describe, se hace a partir de la sorpresa, sin dejar de lado la

idea de que los únicos que se sorprenden son los europeos, porque no es cierto.

40 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Como ya lo han señalado diversos autores trabajados, como Restall, Todorov, Bolaños, y

Borja, etc., esa construcción del indio tenía el gran objetivo de justificar los respectivos

procesos de conquista, colonización, evangelización y civilización. Lo anterior, mezclado

con la idea de la superioridad europea al lograr la imposición de una imagen, aniquiló las

posibilidades de conocer la realidad del indio, debido a que todo lo que se diferenciara de lo

europeo se percibía como una ausencia. Esto es, como todo aquello que había que crearle o

imponerle. Por esta razón, a todos los aspectos apreciados de manera negativa, los

acompañaba su descripción opuesta en la moral cristiana, de esta manera, ésta se convirtió

en el parámetro desde el cual se comparaba a las sociedades indígenas.

Recordando que el título del libro de Hans Staden comienza con “Verdadera historia”, sin

ser él historiador, la definición recoge varios elementos mencionados en este apartado: su

libro es una narración de hechos pasados y tiene una secuencia lógica de etapas ordenadas

de forma coherente, con el especial detalle de haber presenciado todo lo que describió, lo

que le daba más credibilidad. El mismo Staden dice que su objetivo era el de agradecer a

Dios por haber regresado con vida a Europa, luego de convivir con una tribu que practicaba

el canibalismo, pero los objetivos de su relato no escapan de a la idea de historia en Europa

del siglo XVI, que eran educar al hombre mostrándole vicios y virtudes. Staden siempre se

describe, rezando, incluso fue retratado así en uno de los grabados, frente a unos indios,

siempre llamados salvajes, que están comiéndose a otros, que algunos tienen más de una

mujer, etc. Si en algún momento el autor hubiese inventado algún aspecto o detalle, cosa

que no sabríamos, siempre fue con el argumento de que enseñar y edificar al lector era más

importante que la verdad.

¿Cómo se hicieron estas imágenes? ¿Quién leyó el libro?

Para hablar sobre la producción de un libro como el de Hans Staden es pertinente, hablar

sobre la imprenta. Según Gaur124

, la imprenta es la multiplicación, por medios mecánicos,

de la información gráficamente almacenada. El autor especifica que la imprenta no es una

forma nueva de almacenamiento de la información, sino una forma de multiplicar, de

manera idéntica, la información que ya estaba almacenada.

A pesar de que varios autores refieren que ya había imprenta en China muchísimos años

antes que en Europa. En el territorio europeo su nacimiento se sitúa hacia 1450 de la mano

de Johannes Gutenberg. Con su experiencia de orfebre, Gutenberg fundió tipos móviles de

metal en un molde para imprimir. La innovación tecnológica fue adaptar los tipos móviles y

poder combinar sin límite todas las letras del alfabeto para poder hacer todas las palabras de

una página y que, de la misma manera, se pudieran reutilizar para la siguiente página y,

posteriormente, para siguientes libros.

124

Gaur, Albertine. «Mecanización e imprenta.» Cap. 19 de Historia de la escritura, de Albertine Gaur.

Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1990. 227-239

41 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

En una imprenta, las condiciones de trabajo eran duras. La tarea la realizaban un cajista,

que hacía la composición con los tipos móviles, el prensista que maniobraba la prensa de

imprimir, mientras que otra persona entintaba las hormas y las aplicaba125

. Al final del

proceso se encontraba el corrector126

, que corregía las pruebas, debido a que una

composición no estaba exenta de errores que podían ocurrir por la velocidad de la

composición o por una lectura o interpretación equivocada. El trabajo era pesado, se

trabajaba casi todo el día y los salarios no eran mucho más altos que los de obreros menos

especializados, a pesar de que se necesitaba ser alfabeto para trabajar allí e, incluso, tener

conocimientos de latín127

.

Por otro lado, según Labarre, el problema más grande al que se enfrentaba la imprenta era

el de la financiación, debido a que el dinero necesario para comprar los materiales e

instrumentos necesarios, además de la materia prima era bastante, sobre todo si se tiene en

cuenta que el dinero se recuperaba en plazos más o menos largos.

Por su parte, con respecto a la competencia, a la cual se vio sometida el libro una vez

inventada la imprenta hay que decir que la falsificación existió desde el principio. Una

primera solución fue la de los privilegios, esto era un poder público que se solicitaba para

que cualquier otra persona no publicara el mismo libro por determinada cantidad de tiempo.

Sin embargo, este sistema traía de la mano el problema del monopolio, debido a que

algunos estados otorgaban estos privilegios por largo tiempo o se renovaban de manera

indefinida. No obstante, los convenios no eran internacionales y una vez en otro país esos

privilegios eran letra muerta. Los privilegios eran también un instrumento de control, ya

que como se trataba de ideas, y el libro, como vehículo de éstas se vio controlado por las

autoridades religiosas y civiles. Una prueba de la falsificación de las publicaciones es que,

como se mencionó más arriba, el mismo libro de Hans Staden tuvo dos ediciones piratas en

el mismo año de publicado.

En lo relacionado con los lectores, como era de esperarse, en un principio seguían siendo

los mismos lectores de los manuscritos. Esto es, personas que sabían leer. En este sentido,

Jacques Lafaye hace un estudio de quiénes podían ser esos lectores. Así, aparte de los

clérigos, existía un importante conjunto de lectores laicos, como juristas, abogados y

125

La tinta tipográfica se componía de dos sustancias: negro de humo que se obtenía de la combustión de pez

de resinas y un barniz extraído del aceite de linaza, al que se la añadía resina como sustancia fijadora para

evitar manchas o que se corriera la tinta. Tagle, Matilde. «La imprenta.» Cap. 4 de Historia del libro. Texto e

imágenes, de Matilde Tagle. Buenos Aires: Alfagrama, 2007. 140-161 126

Labarre, Albert. «Del manuscrito medieval al libro moderno.» En Historia del libro, de Albert Labarre.

México D.F.: Siglo veintiuno editores, 2002. 70-100 127

Martínez de Sousa, José. «El libro en el siglo XV.» En Pequeña historia del libro, de José Martínez de

Sousa. Gijón: Ediciones Trea, 1999. 73-136

42 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

notarios, así como médicos y cirujanos128

. Según Labarre, en el siglo XVI, la producción

global de los libros oscilaba entre 150.000 y 200.000 ediciones, lo que representan cerca de

200 millones de ejemplares. Geográficamente, la producción se repartía de este modo:

Alemania produjo 45.000 ejemplares, Inglaterra 26.000, Polonia 3.500, París 25.000,

Venecia 15.000 y Lyon 13.000129

.

En un principio, el invento de Gutenberg siguió siendo medieval130

, esto se comprueba con

el hecho de que el primer libro impreso fue la biblia y por el hecho de que en el siglo XV,

tres cuartas partes de los libros eran en latín y relacionados con el ámbito religioso.

Con respecto a las imágenes, fue en Alemania donde se implantó la técnica del grabado en

madera o xilografía, ya que esta se adaptaba de forma fácil a la horma de los caracteres

tipográficos, así que el texto y la imagen podían imprimirse al mismo tiempo, desplazando

a las ilustraciones pintadas. El primer impresor que introdujo grabados xilográficos como

ilustraciones del texto fue Alberto Pfister131

. En un principio, eran imitaciones de un dibujo

que el artista dibujaba sobre el bloque de madera. Se recortaban las zonas blancas o sin

dibujo, quitando con una gubia de entre 3 y 5 mm la madera sobrante, la imagen dibujada

sobresalía en relieve y luego se imprimía. En este cambio, la experimentación técnica y

artística aumentó. El grabado en madera fue prácticamente el único método utilizado para

imprimir imágenes junto con caracteres móviles hasta finales del siglo XVI. Esta técnica es

la que utilizó el grabador anónimo del libro de Hans Staden para realizar las ilustraciones.

Se diferencian de los grabados hechos en láminas de cobre porque los de madera son más

toscos, las líneas son más gruesas, -y tienen menos detalles.

Sobre el contenido de las imágenes: “el objetivo del artista del Renacimiento es la

representación del mundo sensible; el arte se aparta en un primer momento del simbolismo

metafísico y se vuelve hacia la realidad. Todas las expresiones artísticas de este periodo se

mueven dentro de un espacio terrenal, un espacio donde está el hombre. Lo esencial en esta

concepción artística es el principio de unidad o al menos una tendencia a la unidad y la

aspiración a despertar una impresión unitaria aun con toda la plenitud de detalles y

colores”132

. Por lo tanto, las imágenes que acompañaban el texto de Staden cumplen

plenamente con este objetivo renacentista, en las imágenes todo es muy real, contienen

varios elementos interesantes: en casi todas las imágenes está presente el cielo, y en este el

sol y la luna, que a veces aparecen al tiempo, tienen ojos, nariz y boca, inclusive hay

128

Lafaye, Jacques. Albores de la imprenta. El libro en España y Portugal y sus posesiones de ultramar

(siglos XV-XVI). México, D.F.: Fondo de Cultura Económica, 2002. 129

Labarre, Albert. «Del manuscrito medieval al libro moderno.» En Historia del libro, de Albert Labarre.

México D.F.: Siglo veintiuno editores, 2002, 70-100. 130

Ibíd. 131

Tagle, Matilde. «El libro en el siglo XVI.» Cap. 5 de Historia del libro. Texto e imágenes, de Matilde

Tagle. Buenos Aires: Alfagrama, 2007 132

Ibíd., p. 175

43 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

algunos que tienen un personaje que hace de viento que sopla, hay varios grabados que son

escenas simultáneas, entonces hay grabados en los cuales mientras hay escenas de

actividades cotidianas también está representando acontecimientos específicos, también es

posible apreciar serios problemas de perspectiva y proporción, de la misma manera siempre

hay un animal ‘adornando’ la escena; igualmente se ve una influencia de la cartografía, así

hay imágenes que al mismo tiempo pretenden ser casi como un mapa y un dibujo

explicativo, el elemento que diferencia a Staden de los demás indígenas es la barba.

Finalmente, se aprecia el ícono de las partes humanas en una parrilla, sin olvidar la

influencia de la arquitectura europea en la representación de las aldeas.

44 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Epílogo

A modo de epílogo, podemos decir que en el libro de Hans Staden cristaliza todo lo

trabajado en esta investigación, cada una de las preguntas planteadas y sus correspondientes

respuestas. Es posible apreciar que la curiosidad que generaba el Nuevo Mundo en Europa

era tan grande que llevó a este común alemán a embarcarse en una aventura transatlántica,

lejos de las comodidades con las que hoy podemos viajar. En esta aventura, eran unas las

ideas con las que Hans Staden desembarcó, que eran sus propias ideas sobre América, y

fueron otras con las que llegó de nuevo a su hogar. Desde el primer contacto con los nativos

americanos, a excepción de que fueran encuentros violentos, Hans Staden y los europeos en

general se vieron en la necesidad de establecer alianzas con los indígenas para poder

sobrevivir. Unas alianzas que, en un principio, se establecieron a través de una

comunicación abundante en fallos, debido a que ninguna de las dos partes tenía

conocimiento del idioma del otro, ni siquiera era parecido a otros idiomas que pudieran

saber.

También, es importante señalar que el hecho de que Hans Staden haya publicado su libro en

aquella infancia de la imprenta, no quiere decir que haya sido con poco presupuesto, sobre

todo por las imágenes que incluyó en él. Precisamente, como se trataba de los albores de la

imprenta, los lectores eran casi los mismos que los de los manuscritos anteriores al libro

impreso, esto es, se trataba de las mismas personas alfabetas. Sin embargo, al incluir en su

libro estos xilograbados, el mismo pudo alcanzar más público, porque no se necesitaba

saber leer para poder ver y entender una imagen. Sin embargo, estas imágenes no lo

cuentan todo y lo que cuentan lo hacen con cierta imprecisión, en comparación a cómo

debió haber sido la realidad. Esto se debe a que, por una parte, como vimos, los elementos

iconográficos de los xilograbados estaban viciados por normas del arte renacentista y, por

otra, a que parte de los elementos de las imágenes no tenían sustento etnográfico. Aunque

es menester recordar que el testimonio de Staden es uno de los que introduce en el

escenario europeo la idea del exocanibalismo ritual o mágico, lejos de la idea del

canibalismo gastronómico, y permite entender que el consumo de carne humana que tiene

el propósito de consumir un ánima o perpetuar una venganza.

45 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

ANEXOS

Retrato de Hans Staden. p. 2

46 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

p. 61

47 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

p. 70

48 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

p. 103

49 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

p. 129

50 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

p. 145

51 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

p. 189

52 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

p. 233

53 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

p. 237

54 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

p. 240

55 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

p. 241

56 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

p. 242

57 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

BIBLIOGRAFÍA

FUENTE PRIMARIA

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caníbales situado en el Nuevo Mundo América. Hesse: Casa de Andrés Colben,

1557. {Edición consultada: Staden, Hans. Viajes y cautiverio entre los caníbales.

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60 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

IMÁGENES Y CUADRO

Imagen 1. Mundus Novus, Johann Froschauer

Johann Froschauer, Imagen del Nuevo Mundo. Xilograbado acuarelado a mano, 22 x 33

cm, Mundus Novus, Ausburgo. The New York Public Library, New York, 1505. Tomado

de Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo. Imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo

Mundo. De lo maravilloso medieval a lo exótico colonial. Siglos XV-XVII. Bogotá:

Editorial Unviersidad del Rosario, 2013. p. 13

Imagen 2. Estampas anónimas. Lettera de Américo Vespucci

Estampas anónimas. Lettera de Americo Vespucio, edición alemana de Joannes Gruninger,

xilograbados 19,5 x 13,5 cm., Strassburg, The British Library, London, 1509. Tomado de

Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo. Imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo Mundo.

De lo maravilloso medieval a lo exótico colonial. Siglos XV-XVII. Bogotá: Editorial

Unviersidad del Rosario, 2013. p. 30

Imagen 3. Detalle, Terra Nova del mapa de M. Waldseemüller

Lorenz Fries/Martin Waldseemüller. Terra Nova. Xilograbado, 28 x 42 cm. 1522. Tomado

de Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo. Imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo

Mundo. De lo maravilloso medieval a lo exótico colonial. Siglos XV-XVII. Bogotá:

Editorial Unviersidad del Rosario, 2013. p. 42

Imagen 4. Tortura y ejecución de Simon Poulliet

Tortura y ejecución de Simon Poulliet, prefecto de Compiégne en París, 1346. Manuscrito

677, folio 91 verso. Biblioteca municipal. Besancon, siglo XIV. Tomado de Chicangana-

Bayona, Yobenj Aucardo. Imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo Mundo. De lo

maravilloso medieval a lo exótico colonial. Siglos XV-XVII. Bogotá: Editorial Unviersidad

del Rosario, 2013.p. 61

Cuadro 1. Término caníbal. Origen y evolución.

Amodio, Emanuele. Formas de la alteridad. Construcción y difusión de la imagen del indio

americano en Europa durante el primer siglo de la conquista de América. Quito: Ediciones

ABYA-YALA, 1993, p. 70

61 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

GUIÓN MUSEOGRÁFICO

ESPACIO

Después de hacer las diligencias correspondientes para obtener el préstamo del espacio, y

luego de pedir permiso a los tres decanos del edificio Manuel Briceño (decanos de las

facultad de Psicología, Filosofía y Ciencias Sociales) se obtuvo la autorización del asistente

de Bienestar Universitario, Roberto Vela Mantilla, para realizar la exposición en el hall del

primer piso del edificio Manuel Briceño de la Pontificia Universidad Javeriana, durante dos

semanas, (del 7 al 21 de febrero del 2014). Se adjunta el correo de autorización.

Señores

VIGILANCIA

ADMINISTRACIÓN DE CAMPUS

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

ASUNTO: AUTORIZACIÓN PRESENTACIÓN TRABAJO DE GRADO

Después de haber sido estudiada la solicitud por parte del Comité de Uso del Campus, queremos

comunicarle que se autoriza a la estudiante Margarita Gomez, de la Facultad de Ciencias Sociales,

para realizar la actividad en mención, los días 7 al 21 de febrero del presente año, en el Hall del

Edificio Manuel Briceño, S.J.

Favor tener especial cuidado en no interrumpir las actividades académicas de la Universidad,

especialmente la actividad normal en los salones de clase y en las oficinas, es importante asegurarse

de garantizar la movilidad y estética del lugar,

Favor coordinar aspectos logísticos con la Ingeniera Linda Santoval, Jefe de la Oficina de

Administración de Campus, ext. 5025.

Saludos Cordiales,

Roberto Vela Mantilla Asistente Bienestar Universitario

Vicerrectoría del Medio Universitario

Cra 7a No 40-90 Ed. Emilio Arango 7to Piso

Bogotá, Colombia

Tel: (57-1)3208320 Ext 2062-2191 Fax: Ext 2171

[email protected]

*

Por otro lado, por medio de la señora Ana Teresa Salamanca Godoy, Coordinadora de

Cogística y Servicios Operacionales de la Dirección de Recursos Físicos de la Pontificia

Universidad Javeriana se pidieron en préstamo para las fechas de la exposición 10 paneles

de 1 metro de ancho por 2,20 metros de alto, donde irán los objetos en dos dimensiones.

Por su parte, el Archivo Histórico Juan Manuel Pachecho S.J. de la Pontificia Universidad

Javeriana, por medio de David Díaz, analista de contenidos, dio en préstamos por el tiempo

de la exposición 3 vitrinas, de dos tamaños: las dos pequeñas miden: 76,5 cms de alto, 75

62 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

cms de ancho, y el espacio para exponer, que es lo que se encuentra dentro del vidrio de

61,5cms. La vitrina grande tiene el mismo alto, mide 150cms de ancho por 75cms, y el

espacio para exponer es de 136cms x 61,5cms.

RECORRIDO

El recorrido de la exposición idealmente será a partir de la entrada, de izquierda a derecha,

dejando de intermedio el corredor que comunica a las personas a oficinas de la Facultad de

Psicología, después del intermedio, al otro lado del espacio, habrá una vitrina y otros

paneles, para completar un recorrido circular.

GUION MUSEOGRÁFICO

Título

Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Texto inicial

Hans Staden, de origen alemán vino a América en dos oportunidades, la primera vez casi

que ni se bajó de la embarcación, y la segunda, fue capturado durante 9 meses por la tribu

indígena tupinambá (antiguos habitantes de la costa atlántica del actual Brasil, que

practicaban el canibalismo).

De vuelta a Europa, publicó el libro "Verdadera historia de un país de salvajes, feroces y

caníbales situado en el Nuevo Mundo América" en 1557, que incluía más de 50

xilograbados anónimos, dirigidos por él. El libro fue publicado durante la revolución

causada por la imprenta, por eso fue posible reproducirlo, y así, se convirtió en un best-

seller de la época.

Objeto: Retrato de Hans Staden

Texto: Retrato de Hans Staden (1525-1579)

Objeto: Grabado página 61

Texto: Xilograbado sobre la guerra de los tupinambás y sus enemigos. Están indicados los

lugares: San Maro, San Vicente, Kiamuru Oca, Bertioga y un ingenio.

Objeto: Grabado página 70

Texto: Xilograbado sobre captura de los enemigos. Es una representación dual. En el centro

aparece Hans Staden en la captura y a la izquierda se encuentra en una canoa rezando.

Objeto: Grabado página 103

Texto: Hans Staden está en el centro, orando. Es de noche, los indios fuman en un círculo

en torno al prisionero. En la parte superior dice: “Oh mi Señor y mi Dios, ayúdame a llevar

esta pena hacia un fin bienaventurado”

Objeto: Grabado página 129

Texto: Xilograbado de escenas simultáneas. Se ve el sacrificio y el descuartizamiento. Un

indio arroja una cabeza al agua y se ven 3 parrillas donde se asan partes humanas.

Objeto: Grabado página 145

63 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Texto: Xilograbado sobre el regreso de una guerra y el desembarque de un grupo de

prisioneros. Un indígena se dispone a matar a uno de los enemigo. En la parte de arriba

unos indios descuartizan un cadáver y llevan sus partes a asar.

Objeto: Grabado página 189

Texto: Xilograbado que muestra la aldea Ubatuba. Es posible ver los cráneos en la entrada.

Objeto: Grabado página 237

Texto: Xilograbado de los momentos antes de la muerte del prisionero, los indígenas bailan

alrededor del palo “ibirapema” con el cual matarían al enemigo con un golpe.

Objeto: Grabado página 241

Texto: Xilograbado que representa el consumo del cuerpo humano. Los niños y mujeres

comen las menudencias.

Objeto: Grabado página 242

Texto: Xilograbado que representa la cocción de la cabeza de la víctima. Hans Staden está a

la derecha, orando.

Objeto: partes de un maniquí de hombre

Texto: "Por qué un enemigo devora a otro.

No lo hacen para matar el hambre, sino por grande odio y envidia, y cuando ellos

combaten, gritan uno a otro con grande odio: "a ti te suceda, mi comida, cosa mala", "tu

cabeza quiero cortar ya", "para mis parientes vengar yo estoy aquí" tu carne será hoy, antes

que el sol entre, mi asado". Todo esto hacen por gran enemistad"

Hans Staden, página 226

Realizado por: Alejandra Ardila, Andrés Ardila, Vanessa Cárdenas, Margarita Gómez y

Sebastián Molano. (2014)

Objeto: maqueta con el recorrido del viaje.

Texto: Recorrido hecho por Hans Staden en sus dos viajes a América.

¿Ud. se imagina un viaje de más de tres meses de duración en un barco, estrecho que se

balancea todo el tiempo, que provoca mareos, que la gente se vomita, con animales y que la

vista para todas las direcciones es mar?

Realizado por: Margarita Gómez y Laura Sáenz

Objeto: Experimento de Ángela Rodríguez Marroquín

Texto: A. Grabado original de Theodore de Bry.

B. Primera interferencia: se borran los elementos distintivos de cada uno y los rostros y se

dejan los cuerpos.

C. Segunda interferencia: Los artefactos y adornos del tupinambá son pasados a Staden y la

barba y el cabello de Staden son pasados al tupinambá.

64 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Experimento realizado por Ángela Rodríguez Marroquín

Tomado de: Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo. Imágenes de caníbales y salvajes del

Nuevo Mundo. De lo maravilloso medieval a lo exótico colonial. Siglos XV-XVIII. Bogotá:

Editorial Universidad del Rosario, 2013

Era común dibujar los cuerpos como si fueran maniquíes.

Objeto: Gráfico de la clasificación del canibalismo.

Objeto: imitación de una matriz de madera con tinta, con un grabado de Hans

Staden, página 240

Texto: El libro de Hans Staden se publicó en una época en la que ya no se tardaban meses

para hacer un libro, sino que, se podían hacer cientos en un día.

Xilograbado sobre el descuartizamiento de la víctima.

Objeto: Libro de la edición consultada

Texto: Libro de Hans Staden, edición en español. Staden, Hans. Viajes y cautiverio

entre caníbales. Buenos Aires: Nova, 1945.

(Disponible en la colección general de la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J.

Pontificia Universidad Javeriana)

Objeto: Grabado de Theodore de Bry

Texto: En el arte del siglo XVI, la diferencia racial era el color de la piel. Esto no se notaba

en los grabados en blanco y negro.

Objeto: Créditos

Texto: “Salvajes, desnudos, feroces y caníbales”

Exposición

Trabajo de Grado

Margarita María Gómez Jaimes

Dirigido por Juana María Marín Leoz

Carrera de Historia

Facultad de Ciencias Sociales

Pontificia Universidad Javeriana

2014

Agradecimientos

Claudia Silvia Cogollos Amaya (Dirección carrera de Historia)

Germán Rodrigo Mejía Pavony (Decano Facultad Ciencias Sociales)

Margarita María Tascón (Asistente Decanatura Facultad Ciencias Sociales)

David Francisco Díaz Pescador (Analista de Contenidos del Archivo Histórico Javeriano)

Archivo Histórico Juan Manuel Pacheco S.J.

65 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

Idania Álvarez, Alejandra Ardila, Andrés Ardila, Vanessa Cárdenas, Jorge Hernández,

Javier Gómez, Luz Marina Jaimes, Nicolás Molina, Sebastián Molano, Laura Sáenz,

Valentina Simpson.

TIPOGRAFÍA

La tipografía escogida es Segoe UI Ligth de Windows.

Los colores escogidos son violeta: 6505c8 y gris: 6d6c6d de la suite de Adobe Master

Collection CS5.

TEXTOS DEL FOLLETO

Primera cara. Texto encima de la imagen (p. 242)

(Logo de la Javeriana)

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Ciencias Sociales

Carrera de Historia

Trabajo de Grado

Dirigido por Juana María Marín Leoz

Texto debajo de la imagen

SALVAJES, DESNUDOS, FEROCES Y CANÍBALES

Exposición. Del 7 al 21 de febrero de 2014

Primer piso – Edificio Manuel Briceño (95)

Curaduría: Margarita Gómez Jaimes

Texto principal: Salvajes, desnudos, feroces y caníbales

La presente exposición se centra en los grabados del libro de Hans Staden, un alemán

común alemán que estuvo en Brasil en dos oportunidades; la primera vez casi ni se bajó de

la nave y, la segunda, fue capturado y apresado durante 9 meses por la tribu indígena

tupinambá -habitantes de la costa atlántica de Brasil- quienes practicaban el canibalismo

ritual.

De regreso a Europa, en 1557 -2 años después de su regreso- publicó el libro “Verdadera

historia de un país de salvajes desnudos feroces y caníbales situado en el Nuevo Mundo

América”. Esta publicación incluía más 50 xilograbados -impresiones hechas a partir de

matrices de madera- realizados por un autor anónimo, hasta la fecha, bajo la dirección de

Staden. Su libro, desde el momento de su publicación, se convirtió en éxito editorial,

inclusive, en el mismo año de publicación, fue traducido al latín, holandés, inglés,

portugués y español, incluyendo ediciones piratas.

Todo esto fue posible debido a que el momento histórico de su publicación coincidió con la

revolución causada por el fenómeno de la imprenta en Europa. Hubieran sido otras las

condiciones de copia y distribución del libro si se hubiera publicado antes de que Johannes

Guttenberg terminara de perfeccionar el sistema que le permitió a Europa pasar de tardar

meses en copiar un libro a pasar horas o días.

Las imágenes, contenido primordial de este libro y objeto central de la investigación y el

presente montaje museográfico, retratan –entre otros temas-, paso a paso, el ritual caníbal

66 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

practicado por esta tribu indígena. Son representaciones europeas de esta costumbre. Los

cuerpos indígenas corresponden más bien al seguimiento de cánones renacentistas, -a su

vez, recuperados de la Antigüedad griega y romana-, ya que esta era la forma de proceder a

la hora de dibujar un humano.

A pesar de que las intenciones de Staden con su libro eran agradecer a su Dios, por haberle

permitido regresar con vida a su hogar, el autor deja claro que todo lo escrito y

representado fue verdad y que en ningún momento su objetivo era ganar fama. Asimismo,

su libro, aunque particular y original, con una ruda sintaxis y especial ortografía, refleja los

objetivos de los libros de historia del siglo XVI, tales como recurrir a lo conocido y familiar

para interpretar y representar lo desconocido o edificar al hombre europeo. Nuestro viajero

se salvó gracias al sistema de alianzas que se había ido estableciendo durante esta primera

fase de conquista europea del continente americano, este consistía en que ciertos grupos

indígenas eran aliados de europeos de nacionalidades específicas y enemigos de los otros.

El arte de la guerra era muy importante en la vida social y religiosa de las tribus de esta

zona de Brasil. Específicamente, entre los tupinambá entre más enemigos capturara,

asesinara y comiera más reconocimiento tenían los hombres dentro de su tribu. El objetivo

de las batallas era capturar enemigos en combates de cuerpo a cuerpo o combates usando

arco y flechas. Después de cada batalla, los prisioneros eran llevados a la aldea vencedora,

donde vivían por días o meses, mientras engordaban. Finalmente, los mataban de un solo

golpe con el palo “ibirapema”, lo descuartizaban, lo asaban y cocían. Posteriormente cada

miembro de la tribu consumía una parte con el fin de obtener la fuerza espiritual del difunto

y perpetuar la venganza con la tribu enemiga.

Los grabados anónimos del libro de Hans Staden y otros europeos con trayectorias

similares fueron los primeros que introdujeron en Europa la idea de que los caníbales

americanos llevaban a cabo la temida antropofagia con motivaciones rituales o mágicas,

frente a aquellos relatos y representaciones producidas anteriormente, desde Cristóbal

Colón, que alimentaron en Europa la idea de que los indígenas consumían carne humana

por su sabor o por sus nutrientes.

Es evidente que Hans Staden se aprovechó de la curiosidad que causaba el fenómeno y

recurriendo al recurso de la imagen, pudo llegar a cualquier analfabeto e intentó llenar los

espacios vacíos que dejaban las palabras de su relato en la mente de quienes leían sobre sus

captores, los tupinambá, en palabras del propio Staden, “salvajes, desnudos, feroces y

caníbales”.

IMÁGENES

(1) Staden, Hans. Viajes y cautiverio entre los caníbales. Buenos Aires: Nova, 1945, p.

242.

(2) Staden, Hans. Viajes y cautiverio entre los caníbales. Buenos Aires: Nova, 1945, p.

129.

(3) Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo. Imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo

Mundo. De lo maravilloso medieval a lo exótico colonial. Siglos XV-XVII. Bogotá:

Editorial Unviersidad del Rosario, 2013, p. 165.

(4) Theodoro de Bry. Americae tertia Pars. Grabado en cobre. Frankfurt, 1592.

(5) Staden, Hans. Viajes y cautiverio entre los caníbales. Buenos Aires: Nova, 1945, p.

240.

67 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

BIBLIOGRAFÍA

Staden, Hans. Verdadera historia y descripción de un país de salvajes, desnudos, feroces y

caníbales situado en el Nuevo Mundo América. Hesse: Casa de Andrés Colben,

1557. {Edición consultada: Staden, Hans. Viajes y cautiverio entre los caníbales.

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*

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Silva Galdames, Osvaldo. «El mito de los comedores de carne humana en América.»

Revista Chilena de Humanidades, 1990: 59-81.

*

Diseño gráfico: Nicolás Molina Nicholls

Para mayores informes: [email protected]

INVITACIÓN

El afiche diseñado para invitar a la exposición fue colgado en las carteleras de la

universidad:

68 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

69 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

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70 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

MONTAJE

La exposición Salvajes, desnudos, feroces y caníbales, fue un trabajo pionero, ya que por

primera vez se entregaba como Trabajo de Grado de la carrera de Historia de la Pontificia

Universidad Javeriana un montaje museográfico. El montaje museográfico expuso algunos

grabados incluidos en el libro de Hans Staden Verdadera historia y descripción de un país

de salvajes desnudos feroces y caníbales situado en el Nuevo Mundo América” una

imitación de una matriz de madera de uno de los grabados anónimos del libro de Staden,

con una copia, un grabado de Theodore de Bry, un experimento realizado por Ángela

Rodríguez Marroquín133

, una maqueta con los recorridos del viaje de Hans Staden, una

imitación de partes humanas descuartizadas y una clasificación del canibalismo.

El montaje fue realizado el 6 y 7 de febrero de 2014, en el hall del edificio Manuel Briceño

(95) de la Pontificia Universidad Javeriana – Sede Bogotá. Por ser un espacio de la

universidad, no requirió alquiler y el uso del espacio fue autorizado por la Vicerrectoría del

Medio Universitario. Por otra parte, los paneles fueron facilitados por la Oficina de Planta

Física de la Universidad. Finalmente, las vitrinas, fueron facilitadas por el Archivo

Histórico Juan Manuel Pacheco S.J. por intermedio y en colaboración de David Díaz. En

este escenario, es menester señalar que los materiales de todos los objetos incluidos en el

montaje fueron autogestionados.

En cuanto al guion museográfico, donde se encontraban los textos del folleto, este contenía

la información que un visitante pudiera necesitar como complemento de la exposición: el

título, el mismo grabado de las invitaciones, la fecha, el lugar, dos grabados del libro de

Staden, el grabado de Theodore de Bry y el experimento de Ángela Rodríguez Marroquín,

una bibliografía pertinente y, por supuesto, un texto donde se explicaba brevemente que la

exposición giraba en torno a los grabados anónimos del libro de Staden, el libro, el

momento histórico de su publicación en lo referente al fenómeno de la imprenta en Europa,

la reflexión en torno a la representación de los cuerpos indígenas, el sistema de alianzas por

medio del cual Staden pudo regresar con vida a su hogar, algunos detalles sobre el arte de la

guerra dentro de los tupinambá y por supuesto, el ritual caníbal; así como uno de los efectos

más importantes de la publicación del libro de Hans Staden. Sobre el folleto, el guion

mencionaba que el diseño gráfico del folleto estaría a cargo de Nicolás Molina Nicholls,

finalmente, él no pudo estar a cargo de este diseño, así que lo hice yo misma, sin haber

hecho nunca uno antes. Este punto es de especial importancia, porque lleva necesariamente

a plantear la idea de que el proceso y sus resultados fueron espacios de experimentación,

donde los objetos presentes en el montaje fueron hechos a mano.

La matriz de madera fue el único objeto donde yo no intervine, debido a que estuvo a cargo

de un artista gráfico (Pablo Cardona). La experimentación estuvo muy presente en el

proceso de rellenar el maniquí, porque a pesar de estar acompañada de una artista visual

133

El experimento se encuentra publicado en el libro: Chicangana-Bayona, Yobenj Aucardo. Imágenes de

caníbales y salvajes del Nuevo Mundo. De lo maravilloso medieval a lo exótico colonial. Siglos XV-XVII.

Bogotá: Editorial Unviersidad del Rosario, 2013. Consiste en una interferencia realizada con el fin de mostrar

que los artistas del Renacimiento pintaban a partir de cánones los cuerpos humanos. A partir de un grabado de

Theodore de Bry donde aparece representado Hans Staden, Ángela Rodríguez cambia las cabezas y elementos

distintivos del europeo y del indígena, el resultado es que los cuerpos son exactamente iguales.

71 | Salvajes, desnudos, feroces y caníbales.

con énfasis en expresión plástica (Alejandra Ardila) era un trabajo que ella nunca había

hecho, y así fue como muchas decisiones se tomaron en el momento de la práctica.

Asimismo, la maqueta, a pesar de estar acompañada de una estudiante de arquitectura

(Laura Sáenz), también tuvo mucho de experimentación debido a que los arquitectos

aprenden a hacer modelos de edificios y no del mundo.

En cuarto lugar, me parece muy importante señalar que el recorrido planteado en el guion

museográfico tuvo que ser modificado al momento de armar los paneles, porque en ningún

momento tomé la medida del techo de la sala y no sabía que los paneles eran más altos que

el techo. Del mismo modo, desconocía que no se pudiera cubrir la cartelera de la recepción

del edificio Manuel Briceño. El cambio de recorrido significó que los objetos

tridimensionales en las vitrinas estuvieran un poco alejados de los grabados y las piezas de

dos dimensiones, aunque la exposición siguió teniendo fluidez, este cambio no permitió

que los espectadores pudieran ver los objetos intercalados.

En quinto lugar, quisiera mencionar que me faltó materializar la idea del grabador anónimo

de Hans Staden. Aunque en los textos, tanto el de la exposición como el del folleto, se

menciona que hasta la fecha desconocemos el nombre del grabador de las imágenes,

hubiera sido mucho más efectivo llevar a una idea plástica la idea de qué significa dirigir a

alguien en la producción de unas imágenes sobre un territorio que desconoce. Asimismo,

hay que decir que la vitrina donde estaba expuesta la matriz de madera con la copia, iba a

incluir el libro de la edición consultada, sin embargo esto no fue posible debido a que el

libro estaba perdido dentro de la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S.J. de la Pontificia

Universidad Javeriana.

Finalmente, es menester señalar que la exposición fue bastante visitada, en parte porque la

locación escogida se prestaba para este fin, al ser la entrada de un edificio donde funcionan

tres facultades de la universidad, así como por la publicidad hecha, tanto en las carteleras

de la universidad como en las redes sociales del Archivo Histórico y la Facultad de

Ciencias Sociales. No hay que olvidar, la entrevista transmitida por la emisora Javeriana

Estéreo (91.9 fm) el miércoles 19 de febrero a las 19:55 donde se explicó brevemente de

qué se trataba la exposición. Esta entrevista fue realizada por María Gabriela Novoa, quien

me contactó vía Facebook para cuadrar la cita, la directora de la tesis Juana María Marín

Leoz también fue entrevistada.

Para terminar, quisiera mencionar mi agradecimiento a todas las personas que hicieron esto

posible, sobre todo a la directora del Trabajo de Grado, Juana Marín, y a las personas de la

Facultad de Ciencias Sociales y del Archivo Histórico Juan Manuel Pacheco, S.J. Así

mismo, y muy especialmente, a las personas que más ayudaron en el montaje: Idania

Álvarez y Valentina Simpson. Me parece que tanto el proceso como el resultado del

presente Trabajo de Grado dejan la iniciativa abierta a los estudiantes para que se

propongan hacer con la historia otro tipo de productos, por más mercantil que suene la

expresión, porque es muy importante poner en práctica otro tipo de conocimientos

aprendidos durante la formación y poder llevar a otros públicos los resultados de una

investigación.

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FOTOGRAFÍAS DEL MONTAJE

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