parcial domiciliario
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I.S.P. JOAQUIN V. GONZALEZ.
1º PARCIAL DOMICILIARIO
INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA
ANTIGUA DE EGIPTO Y CERCANO
ORIENTE
LUCAS BAILO
1ºD
1
Para entender como surge el estado tanto en Egipto como en Mesopotamia tenemos que
comprender primeramente como funcionaban como conjunto las sociedades primitivas.
Tomando en cuenta que estamos analizando una época en el que los individuos pensaban de
forma muy diferente a nosotros y tenían una concepción del universo distinta a la nuestra es
necesario comprender el complejo funcionamiento con las que estas accionaban para poder
entender el porque de su expansión y posterior consolidación hasta lograr el “monopolio
legitimo de la coerción”1 o conformación estatal.
Según Marcelo Campagno retomando el trabajo de Pierre Clastres estas sociedades no
estatales eran igualitarias y estaban organizadas socialmente en base a una práctica de
parentesco que rige y actúa de forma cohesiva mediante un sistema de reciprocidad y
cooperación interna dentro de cada aldea. Es decir que el parentesco implica la ayuda
mutua entre los miembros de la comunidad que regula e impide la diferenciación social en
la misma.
Sin embargo en estas existen pequeños jefes de carácter guerrero que cumplen la función de
dirigir a la comunidad en tiempos belicosos y que si bien son elegidos por la misma
comunidad por su capacidad en la caza y recolección o en la guerra estos no ejercen
autoridad ni coerción sobre la aldea, están al servicio de esta y no viceversa. No pueden
emitir órdenes y en el caso que esto suceda perderían el prestigio y el “poder” que
ostentaban y la misma sociedad estaría obligada a buscar a reemplazarlos.
Esta hipótesis refuerza a la llamada teoría rupturista que sustenta Campagno y que va a
servir de base para comprender la formación del estado en Egipto. Es importante remarcar
que esta difiere de la teoría evolucionista expuesta por Maurice Godelier que explica la
formación del estado en base al aumento de poder de una parte de la sociedad ejerciendo el
dominio e imponiéndose sobre el resto (lo que el denomina
Proceso endógeno) y determina que las sociedades estatales preceden de sociedades menos
desarrolladas (jefaturas). Por su parte la teoría de Campagno predica que la práctica de
parentesco hace imposible la imposición de una parte de la sociedad sobre el resto, puesto
que trabaja en un marco de cooperación mutua y hace imposible el aumento de poder y
autoridad de unos pocos. En palabras suyas: el parentesco, en tanto practica dominante de
1 Esta frase es utilizada por Marcelo Campagno para hacer referencia a la maquinaria estatal ya consolidada y el control de una parte de una parte de la sociedad sobre el resto.
2
una situación histórica, excluye toda posibilidad de que se origine cualquier tipo de
practica que se encuentro en oposición a la norma reciprocitaria en la que aquel se basa2.
La practica del parentesco es legitima en el interior de cada comunidad, afuera de esta no
existen relaciones, es decir que en el exterior se extiende la desconfianza hacia “el otro”,
hacia el no-pariente. Por consiguiente se rompe con este sistema de reciprocidad e igualdad
que se forma en la aldea y en la interacción entre extranjeros puede teóricamente emerger
una práctica que difieran con las normas parentales. Esta interacción en puntos intersticios
intercomunales, suelen vincularse entre si a partir de contactos de tipo pacifico
(intercambios) y de tipo conflictivo (guerras)3.
En el caso de los intercambios corresponde a productos que demandaban los jefes locales
de los que hable anteriormente. Estos bienes, como el cobre el marfil y la obsidiana
principalmente, se los utilizaban como símbolo de prestigio y de posición privilegiada ante
el resto de la comunidad. Su principal destino era el de integrar los ajuares funerarios4.
Estos intercambios podrían producir disputas entre comunidades por algún producto o bien
exótico en pugna entre ellas. Cabe decir que estos conflictos bélicos no modificaban el
status quo de la aldea ya que se trataban de ataques y posterior retirada. Cuando estos
ataques fueron incentivados estratégicamente para asegurarse la obtención de determinado
bien o la eliminación de competidores esto ya se traduce como una guerra de conquista
donde se establecen los limites de dominador – dominado entre no parientes, ejerciendo el
monopolio legitimo de la coerción y construyendo así un vinculo característico de una
sociedad estatal.
En este marco y con estas premisas, a continuación, tratare de explicar la posible
conformación y consolidación del estado egipcio hacia el 3500-3000 A.C.
1) Hacia el 3500 AC en el valle del Nilo existían sociedades de Jefaturas regidas por estas
practicas de parentesco expuestas anteriormente. A partir de esta época estas pequeñas
comunidades entraron en conflicto permanente, probablemente por la obtención de bienes
de prestigio buscados intensamente por las elites.
En el marco de estas hostilidades, algunas de estas comunidades seguramente lograron la
dominación militar sobre otra u otras estableciendo un monopolio coercitivo sobre estas y 2 CAMPAGNO, Marcelo, “Parentesco, intercambios, conflictos. Consideraciones sobre el surgimiento del estado”. En: DANERI RODRIGO, Alicia (comp.), relaciones de intercambio entre Egipto y el mediterráneo oriental (IV Milenio), Buenos Aires, Editorial Biblos, 2001, Pág. 17.3 Ibídem., Pág. 18.4 Ibídem., Pág. 20.
3
dando lugar a las primeras practicas de índole estatal. Aunque estas podían emerger y
disolverse rápidamente, en algún momento la dominación se estabilizaría, ya sea por un
mayor ejército por parte de los vencedores o una mejor táctica y armamentaria de esta.
O sea que una comunidad pudo imponerse sobre otras, adquiriendo fuerza y mayor potencia
bélica, hasta llegar a un punto que se hizo muy difícil hacerla sucumbir. Una comunidad de
200 o 300 habitantes ya no seria rival de otra comunidad que hubiese dominado a sus
comunidades vecinas y aumentado sus números de habitantes a 5000 o más.5
Estos vínculos de dominación se dieron en varios puntos del alto Egipto y lograron la
formación de tres núcleos estatales o “Proto-estados”. Hieracómpolis, Nagada, y Abidos.
Se llego a la conclusión de estos tres centros, gracias a los restos arqueológicos encontrados
en esas zonas (tumba 100, cementerio T y cementerio U, respectivamente) donde se han
encontrado varias tumbas y ajuares de grandes dimensiones y riqueza, que deducen a la
formación de una elite o por lo menos una diferenciación social. A la par que en
comunidades periféricas a estas (Guebelein, Armant, Mahasna) no hay cambios drásticos
en la arquitectura de las tumbas o experimentan una disminución en el tamaño y en riqueza
en paralelo al aumento en las tumbas y en los ajuares de los Proto-estados.
Una vez ya formados estos tres protoestados, los conflictos bélicos no cesaron y continuo la
competencia por los bienes de prestigios, sin embargo otro objetivo se sumo a la causa.
La practica estatal fue representada como un mandato divino y su cabeza, el faraón, como
una divinidad. A partir de esto la extensión del estado era vista como un despliegue de un
plan divino y una imposición de un orden por sobre el caos.
De hecho en las fuentes utilizadas en la cátedra, tenemos imágenes de la Tumba 100 de
Hieracómpolis, donde entre los objetos encontrados, se encuentra el mango de cuchillo de
Gebel el-Arak, donde se ve una escena que muestra a un hombre conteniendo a dos leones
antitéticos. Esta imagen, por lo menos, podría representar al monarca o faraón como
mediador entre el orden y el caos. O sea la creencia en las cualidades de este imponiendo el
orden divino.6 Estos pensamientos estaban representados en los tres núcleos de poder lo que
condiciono al enfrentamiento entre ellos y su posterior consolidación.
En cuanto a los enfrentamientos entre Nagada y Hieracómpolis, los registros arqueológicos
muestran una caída en las riquezas de los ajuares en las tumbas de Nagada hacia Nagada
III y paralelamente un crecimiento en la necrópolis de Hieracómpolis en la misma época
5 CAMPAGNO, Marcelo, De los jefes parientes a los reyes dioses. Surgimiento y Consolidación del estado en el antiguo Egipto, Barcelona, Aula Aegyptiaca, 2002, Pág. 172.6 Ibidem., Pág. 179
4
que podría ser explicada como una subordinación del segundo hacia el primero. De hecho
se suele explicar esta disputa análogamente con la disputa de Horus y Seth en la que el
primero representaría a Hieracómpolis y el segundo a Nagada. Y siguiendo esta línea, la
concepción de Alto y Bajo Egipto, pudo ser una representación, de Hieracómpolis en
posición del Alto Egipto y Nagada en posición del Bajo Egipto.
Una vez que Hieracómpolis venciera a Negada, es probable que entre las elites del
vencedor y Abidos se produjera una alianza pacifica, trasladando el centro de gravedad
político y funerario hacia Abidos7 (incluso que Abidos participo a favor de Hieracómpolis
en su conflicto con Nagada) constituyendo de esta manera al unificación del valle del Nilo
y la creación del Proto-reino hacia el 3200 AC.
Si nos remontamos a las fuentes en la Paleta de Tjehenu la parte inferior muestra siete
ciudades fortificadas que posiblemente conmemora una serie de victorias del reino de
Hieracómpolis. Kemp analiza esta paleta en el momento donde los Proto-estados entraron
en conflicto por el territorio, probando posiblemente el avance de Hieracómpolis hacia el
norte. Por otro lado en la Paleta de Narmer, más preferente en el reverso de esta, dos
animales con largos cuellos entrelazados simbolizan la armonía, desde mi perspectiva esto
puede significar, tal vez, la alianza entre Hieracómpolis y Abidos.
Es importante aportar que una vez que un rey que se considera sagrado domina a otro con
las mismas características este se convierte en un rey doblemente divino. Por ejemplo para
un campesino de Nagada que ve a su rey como una divinidad, como se expuso
anteriormente, al ver que es dominado por otro de similares atributos, este lo asimila como
una fuerza superior, una divinidad aun mayor a la que venia venerando. Esto ayudo a
generar un consentimiento general hacia la conformación y la expansión estatal.
Una vez emergida la practica estatal, una serie de efectos culturales y políticos desembocan
en la incorporación de las áreas –hasta entonces- periféricas al Proto-reino.
Consolidada la elite en el poder mantuvo su demanda de bienes de prestigios pero a una
escala mucho mayor lo cual devino, por medios de contactos e intercambios, a una
expansión y asimilación cultural hacia el sur y el norte. En el sur precisamente en la zona
de Nubia los egipcios podias acceder a una serie de objetos como pieles de leopardo aceites
vegetales, Ebano y sobre todo de mayor importancia el marfil, a juzgar por el antiguo
nombre del asentamiento de Elefantina8.
7 Ibídem., Pág. 1838 Ibídem., Pág. 190
5
Por su parte desde el norte, en la zona del Delta los Egipcios se hacían de cobre, sal, asfalto,
miel entre otros productos, que en realidad eran proveniente de Palestina y el Bajo Egipto
constituía un paso obligado hacia la región cananea. También hay pruebas que remiten al
contacto comercial, por lo menos, con Mesopotamia.
Justamente estas redes comerciales trajeron aparejado una serie de elementos culturales
alto egipcios (comprobados por la arqueología), que posteriormente ayudaran a la
unificación completa de toda la zona del Nilo.
Esta expansión cultural fue seguida de una fase de expansión política tanto hacia al sur
como hacia el norte. Pero ¿Qué tipo de práctica existía en estas zonas periféricas?
La historiografía tradicional habla de un reino en el bajo Egipto simétricamente opuesto al
que existía en el Nilo. Si bien los registros arqueológicos encontraron muy poca
información en el Delta en relación con el Valle ya que afrontaba mayores dificultades en
su trabajo, se llego sugerir que existía una diferenciación sociopolítica en e Bajo Egipto, en
torno al 3200 AC. Campagno propone tres escenarios posibles que podrían caracterizar las
formas de organización en que estaba embestido el Bajo Egipto:
Autonomía Local: Existían sociedades de jefatura o comunales, análogo a la organización
que existía en el Valle antes de la formación de los Proto-estados, donde existían las
practica de parentesco, con una elite con funciones de liderazgo pero no ejerciendo
coerción sobre el resto de la comunidad.
Autonomía Supra-local: Habitaban sociedades basadas en practicas Proto-estatales,
manteniendo en subordinación a una o varias comunidades vecinas y con una elite
ejerciendo el monopolio legitimo de la coerción
Heteronomia: Significa que la zona estaba en subordinación del alto Egipto, sin un
dominio territorial excesivo, sino con un control regional, a manera de enclaves,
posiblemente de carácter comercial o militar9.
Cualquiera de estos tres posibles escenarios podrían incluso coexistir en el Delta con la
expansión del Proto-reino sureño. En tanto que en el Sur del Valle Se ha sugerido la
presencia de un Proto-estado en Qustul, Nubia, lo que indica una expansión violenta hacia
esta zona y donde la iconografía confirman ciertas acciones militares y la supremacía
egipcia en Nubia.
9 CAMPAGNO, Marcelo, “Dinámicas sociopolíticas en el Delta del Nilo a fines del IV mileno AC: Un problema teórico”. En: XI Jornadas interescuelas/Departamentos de Historia, Universidad Nacional de Tucumán, 19 al 22 de septiembre de 2007.
6
Pero sin desviarnos del tema, la expansión política del sur hacia sus periferias podría tener
su respuesta en la potencia bélica en la que se había transformado el Proto-reino lo cual
permitiría dirigirla hacia otras regiones e imponer su dominio hacia estas. Y dado que el
faraón es un dios que impone el orden, justificaría esa expansión, para controlar las
regiones donde reina el caos, o sea sus periferias. Otra cuestión tiene que ver con esta
homogenización cultural de la que hable, donde las distintas comunidades viendo al faraón
como un dios y la magnitud de su maquina estatal pudieron voluntariamente someterse al
monarca, como propagador cósmico del orden y con ello al estado.
El estado definiría su ultima etapa de consolidación con fundación de la ciudad de Menfis
hacia el 3000 AC, en el vértice entre el Delta y el Valle del Nilo.
Esta fundación se puede considerar como el desarraigo del faraón de su comunidad de
origen, donde no puede someter tributariamente a su comunidad por la practica de
parentesco que rige allí, hacia otra ciudad ubicada a cientos de kilómetros de esta donde
podría tributar a sus antiguos parientes bajo las mismas condiciones que a sus súbditos.
2) Para explicar el proceso de formación del estado Mesopotámico tenemos que
centrarnos, primeramente, en un conjuntos de transformaciones técnicas generadas en la
Baja Mesopotamia en torno al 3500 – 3200 AC que beneficiaron al crecimiento
demográfico. Estas innovaciones trajeron aparejada un aumento en la productividad, que
acarreo como consecuencias la irrupción de formas de administración centralizada y
agencias para regularla.
Entre estas innovaciones las más novedosas y fundamentales fueron la regulación hídrica
en los campos y el uso del animal de tiro tanto para el arado como para el trillo.
En el caso de la primera dos sistemas se implementaron para su desarrollo: el riego a manta
y el riego por surco. El primero consistía en la inundación completa del terreno bajo una
fina capa de agua. Este sistema se podía desplegar desde ámbito familiar o individual sin
requerir mucha coordinación de los campos vecinos. El riego por surco, se practicaba en
campos largos y como lo muestra el grafico de fuentes de la cátedra, se extendían cientos
de metros en forma de pendiente, adyacentes a una acequia y a una cabecera baja hacia
vaguadas de drenaje. Este tipo de riego necesitaba de mucha coordinación y planificación
debido a sus dimensiones, requiriendo de la presencia de un agente externo que regule y
coordine su desarrollo. Cuando estaban listos permitían una productividad a gran escala10
10 LIBERANI, Mario. Uruk, la primera ciudad, Barcelon, Bellatera, 2006. Pág. 28
7
en combinación con el uso del arado (que permitía cavar surcos rectilíneos y agregándole
un embudo que servia como sembradera, se maximizaba tiempo y esfuerzo) y también el
trillo.
Una vez conformada la agencia centralizada o administrativa, empieza a desarrollarse una
relación tripolar que une a dicha agencia, a las comunidades productivas y al templo. Este
centro religioso que también cumple con funciones políticas y administrativas, se forma en
el periodo de tiempo anterior al trabajado, conocido como periodo Ubaid, que en su ultima
etapa empieza a manifestar altos rendimientos agrícolas y producir un excedente. Si bien
este progreso no trajo aparejado grandes estratificaciones socio-políticas, se empezaron a
crear estos templos que crece de forma paralela a los rendimientos agrícolas tomando
formas monumentales y empezando a asumir funciones económicas.
Ahora, esta relación tripartita que mencione funcionaba de la siguiente manera: las
comunidades productivas como mano de obra trabajaban en estas agencias administrativas
que a su vez le entregaba el producto al templo que se encarga de mantener a los
especialistas y administradores no productores utilizando el excedente hacia fines sociales
(obras de infraestructura agrícola, y de defensa para toda la comunidad).
Esta estrategia de centralización tiene su carácter ideológico en el sentido de que el templo
era la única institución capaz de convencer a los productores de que cedieran una porción
de su trabajo en beneficio de la comunidad y sus dirigentes.11
Y acá esta la cuestión, desde mi punto de vista y justificado en las fuentes, del gran motor
cohesivo y coercitivo que era la religión para el hombre mesopotámico. Entre su panteón
religioso se encontraban el dios, posiblemente mas querido de los hombres, Enlil que
representaba a la tierra y a toda la Mesopotamia y era el que elegía los soberanos y les daba
órdenes para garantizar la supervivencia y la prosperidad a sus subditos y Enki de quien
vino la idea de crear la humanidad para hacer el trabajo de los dioses12 y llevaba a cabo las
leyes promulgadas por Enlil.
Estas divinidades justificaban tanto el poder político de los que sustentaban la autoridad,
como del tributo ejercido por la comunidad y es en este marco en donde cobra importancia
el templo como factor regulador del sistema Proto-urbano.
Sobre este marco tiene lugar la llamada “Revolución urbana” y la aparición de minorías
dirigentes políticos religiosas y también un cuerpo administrativo (aparición de la escritura
11 Ibidem. Pág. 3812 Roux, Georges, Mesopotamia. Historia política, económica y cultural. Madrid, Akal, 1998, Pág. 105.
8
y escribas justificado en las fuentes), con una diferenciación en la estratificación social y la
especialización laboral. Todos ellos reunido al núcleo de la ciudad mientra que el sector
productivo, por razones estratégicas se centra en los territorios circundantes (pueblos).
Ahora bien, este complejo aparato tenia su base económica básicamente en dos elementos
la cebada y la oveja. La cebada constituía el cereal básico en la dieta bajamesopotamica. Y
es que cuando hablaba anteriormente de excedente, básicamente estaba hablando de este
cereal. Para la hacienda el problema organizativo consistía en producir y acumular grandes
cantidades mediante La implementación de los canales de riego y el cultivo en tierras
pertenecientes al propio templo, pagándoles racionalmente a la mano de obra y quedándose
con el resto que lo trasformaba en excedente de producción.
Por otra parte existía el denominado ciclo de la lana. Este proceso estaba marcado por una
división de tareas que abarcaban la cría, la esquila, el hilado y la confección,
respectivamente. La cría se realizaba fuera del ámbito urbano. La administración confiaba a
sus rebaños a distintos pastores (entre 100 y 200 animales) y este debía entregar casi un kilo
de lana por oveja a la agencia central. El esquileo y la confección en cambio se realizaba en
la ciudad, mas precisamente en edificios mitad taller textil- mitad cárcel y lo realizaban
generalmente esclavos – femeninos y menores- y trabajadores estacionarios y tributarios. El
trabajo terminado era utilizado tanto como para la retribución interna del trabajo como para
el comercio realizados por mercaderes al servicio del templo. Este producto también
solventaba la falta de materias primas que se empezaron exigir para la construcción
monumental y la artesanía de lujo, y que no se encontraban en la región controlada,
generando intercambios comerciales en la periferia. Los mercaderes especialistas no eran
esclavos ni tributaban, mantenían una relación comercial “regulada” por la administración
central, mediante la fijación de precios y por medios de enclaves13 (según campagno)
realizaban su actividad comercial.
Por ultimo parece justo destacar brevemente el sector artesanal, clasificado en la clase de
no-productores, que la agencia incorporo como parte de su organización y que se encargo
de proporcionándoles materias primas para que realicen sus pedidos a cambio de raciones
de comida o lotes de tierras.
Este desarrollo económico, expuesto, consolido la unificación de la Baja Mesopotamia en
un solo centro, Uruk, con “enclaves coloniales” en algunos lugares de la Alta Mesopotamia
13 CAMPAGNO, Marcelo. El origen de los primeros estados. La “revolución urbana” en America precolombina. Buenos Aires. Eudeba. 2007. Pág. 28
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y El Eufrates medio. Estas zonas llamadas periféricas variaban en cuanto su influencia con
el centro nuclear (Uruk), en el sentido que algunas se insertaron plenamente a su horizonte
culturas, mas otras solo en forma parcial.
Sin embargo, Cuando la larga etapa de formación estatal, alcanza el grado máximo de
organización y expansión, experimenta una crisis. En la periferia esta crisis es total y las
colonias son aparentemente abandonadas casi en su totalidad, dejando un vacío. En cuanto
al centro nuclear, esta crisis no repercute tanto, salvo una pequeña caída demográfica y una
reorganización política con perdida de centralidad en Beneficio de otros centros. De este
colapso se han descripto dos interpretaciones alternativas: la crisis del centro provoco el
abandono de sus colonias o cambios en la periferia causaron una reducción en el radio de la
influencia de Uruk.
Esta teoría es sustentada por uno de los autores que trabaja la cátedra: Mario Liberani, que
se inclina en una transformación radical sobre las bases productivas, regulada por un
templo y una agencia central, que favoreció a la formación estatal en torno a un centro
urbano (Uruk).
La otra alternativa que baraja la cátedra es la de Marcelo Campagno, que utilizando el
esquema que expuse anteriormente para justificar el surgimiento estatal en Egipto, va
intentar explicar los cambios ocurridos en la Baja Mesopotamia, en el periodo de tiempo
trabajado. Este autor explica la expansión de la población urbana en Uruk no a través de un
crecimiento natural, sino en torno a un desdoblamiento en sus áreas periféricas, que
abandonando sus aldeas, por diversas causas (factores religiosos, estratégicos, productivos
o climáticos), se dirigieron a la ciudad. Al establecerse en la ciudad, estas tramas parentales
(teniendo el cuenta la teoría de Campagno), que eran consideradas no-parientes para las
personas que ya estaban establecidas y que formaban un vinculo cooperativo, pudieron ser
acogidas por dispositivos de adopción con modos de subordinación símiles al patronazgo.
Esto quiere decir que no se asentaban definitivamente en la sociedad, sino desde una
posición dependiente. Sin embargo, por otro lado tales tramas heterogéneas (las nuevas y
las ya establecidas), pudieron haber alcanzado relaciones conflictivas, convertidas en
disputas faccionales. El predominio de una facción sobre la otra, podrían haber creado una
diferenciación social y si ese predominio se hubiese instituido de forma permanente, según
Campagno, estarían dadas las condiciones para que emerja la practica estatal en el mismo
centro urbano.14
14 Ibídem., pp. 99-100.
10
Lo que el autor intenta explicar aquí es que “las practicas no- paréntales no emergen en el
seno de las tramas de parentesco, sino en sus intersticios”. Y en este caso los puntos
intersticios surgen en el interior del núcleo urbano.
Una vez descriptos los dos procesos es necesario percibir las similitudes y diferencias que
surgen en la conformación de ambos.
3) Similitudes:
La dimensión temporal que acarrean los dos procesos en un tiempo comprendido
entre el 3500-3200 AC. Lo que resalta, según el texto de Liberani, el carácter
primario de los estados en ambos casos, es decir, la no influencia de procesos
similares anteriores al desarrollo de estos.
La utilización de la escritura y la iconografía como medio para la legitimación del
poder en ambos casos y para funciones administrativas y contables.
La religión como fuerza cohesiva y legitimada en la introducción, consolidación y
expansión de la práctica estatal.
Establecimientos de puntos comerciales o enclaves en las zonas periféricas (en el
caso de Egipto, antes de su expansión hacia el Delta).
Diferencias:
El origen de las practicas estatales en Egipto esta relacionado al conflicto bélico
entre comunidades por la búsqueda de bienes suntuarios (carácter violento). En
cambio Mesopotamia esta vinculado a un desarrollo tecnológico que afecta y
desarrolla cambios en la organización de la comunidad (carácter pacifico).
En Egipto la religión estatal esta íntimamente ligada a el rey como una divinidad
que trae el orden. En cambio en Mesopotamia el rey es un representante de dios en
la tierra que actúa bajos el mandato de este.
Según el análisis de Campagno, en Egipto los puntos intersticios, claves para el
nacimiento estatal, se producen afuera de la comunidad, son externos, en tanto que
en Mesopotamia se producen en el interior del propio núcleo urbano.
En Mesopotamia el surgimiento esta relacionado y centralizado en lo urbano. En
cambio en Egipto, lo urbano no esta tan marcado si no que el proceso es mas
expansivo abarcando zonas y regiones mas amplias.
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BIBLIOGRAFIA: CAMPAGNO, Marcelo, “Dinámicas sociopolíticas en el Delta del Nilo A fines
del IV milenio a.C.: Un problema teórico”, en XI Jornadas
Interescuelas/Departamentos de Historia, Universidad Nacional de Tucumán, 19 de
septiembre de 2007.
CAMPAGNO, Marcelo, De los jefes parientes a los reyes dioses. Surgimiento y
consolidación del estado en el Antiguo Egipto, Barcelona, Aula Aegyptiaca, 2002,
pp. 171-201
12
CAMPAGNO, Marcelo, “Parentesco, intercambios, conflictos. Consideraciones
sobre el surgimiento del estado en Egipto.”, en DANERI RODRIGO, Alicia
(Comp.), Relaciones de intercambio entre Egipto y el Mediterráneo Oriental (IV
Milenio), Buenos Aires, Editorial Biblos, 2001, pp. 13-27.
CAMPAGNO, Marcelo, El origen de los primeros Estados. La “Revolución
urbana” en America precolombina. Buenos Aires, Eudeba, 2007. (Cáp. 3.2 pp. 25-
29); (Cáp. 6 pp. 92-107).
LIVERANI, Mario. Uruk. La primera ciudad, Barcelon, Bellaterra, 2006, pp. 25-
74 y pp. 95-107 (Cap.2: La transformación social del territorio. Cap.3: La
administración de una economía compleja. Cáp.5: Centro y periferia)
ROUX, George. Mesopotamia. Historia política, económica y cultura., Madrid,
Akal, 1998, (Cap.6: Los dioses de Sumer) pp. 101-119.
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