A ÑO 11 - Nº 11

Frank Healey Bristol Problem Tourney 1 861

Mate en 3

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Problemas a 5 niveles

Táctica y estrategia

Mates y remates

Test de ajedrez

Finales prácticos

y otras • secciones

~------------------~ ----------1III

00011

841 49071 -- ES UNA PUILICACION

- .

r r \ I ~ r, r J r \ \J I J t J t J r \... I \ ~ '\ ~ \J . J ~ -J:J~-J-J-J :Jj ~ .:JJ'S.:J..J J-J JjJ-Jj -J Otra fascinante forma de juego

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julión Alonso Martín. j. P. de Arriaga. M./. Alberto Barreras Gorda. G.M. Juan Manuel Bellón. M.I. A/exander Bihovsky. G.M. jaan Ehlvest G.M. Epishin. El Federal G.M. Svetozar Gligoric. G.M. Nikolai Krogius. M./. Angel Martín. M.N. Pablo Morón. M.I. Juan Reyes. G.M. Oleg Romanishin. Al. Antonio Romero. Isidoro Sónchez de la Nava. G.M. Vesselin Topalov. Fernando Visier. y la colaboración exclusiva de Anatoli Karpov, Campeón Mundial.

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Printed in S ain

EL PROBLEMA DE PORTADA Por J. P. de Arriaga

EL TEMA BRISTOL

Este es el problema que presentó por primera vez el que sería conocido como tema Bristol y que consiste en despejar una línea para otra pieza que da el mate: - Primero una pieza despeja una línea atravesando la casilla

crítica. -Después la pieza que va a dar el mate utiliza la línea

despejada en el mismo sentido de marcha y da mate desde la casilla crítica. F. Healey (19-XI-1828 - 17-11-1906) fue un problemista

inglés considerado como uno de los mejores compositores de su tiempo, siendo famosos sus problemas por su finura y belleza. Publicó una colección de doscientos problemas suyos en 1866 en Londres que fue reeditada en 1918. Ganó numerosos premios y su nombre ha quedado asociado al tema Bristol, de su invención. El problema que nos ocupa formaba parte del envío de seis, dos mate en 3, dos mate en 4, dos mate en 5, con los que ganó el primer premio en el concurso de la British Chess Association en 1861.

Mates Y- remates 4

Zerdeja 8

Táctica Y- estrategia 9

Finales ~rácticos 14 Test de ajedrez 18 Cuestiones de reglamento 21 Los grandes maestros Y- las a~erturas 23 Test ~osicional 25 Problemas 26 Pasatiem~os 17 Soluciones 32

3

~M~@=~~~~r~m~w~~~a~w.~~ ______________ ~11I CADA "LOCO" CON SU MATE

Por Julián Alonso Martín.

1. f3 eS 2. 94 t\l h4 mate

El final obligado de partida más rápido que existe, termina con mate en el segundo movimiento (11). Por supuesto, el juego del blanco parece dictado

por la mente de un loco que quisiera hacerse matar. Un mínimo conocimiento del juego de ajedrez

permite evitar semejante calamidad, pues las jugadas del bando blanco están lejos

de cualquier posible racionalidad a estas alturas de la partida. ~uizás por eso, es tan frecuente

preguntarse quien o quienes han podido caer tan estrepitosamente derrotados.

El DICCIONARIO francés de Le Lionnais y Mayet, publicado en 1967 y donde este mate

se llama "del león", señala que "no se conoce ningún ejemplo de partida donde efectivamente se haya jugado así". Sin embargo ...

En el primer libro de ajedrez que yo tuve en mis manos ("El manual de José Paluzie y Luce­na", editado por primera vez muchos años antes de aquella fecha), se cuenta la sig u iente anécdo­ta:

La primera vez que jugué con D., excelente sujeto, por más que en ajedrez no es probable llegue a la altura de un Lasker, la suerte decidió que él fuese mano. Instalados en el tablero los dos ejércitos de madera, D. avanzó pausadamente, 1. 92-94, diciendo: -He ahí mi táctica favorita: empezar la re­friega en el flanco. Le contesté 1 ... e7-e5, y él repuso 2. f2-f3. - 2 ... ~d8-h4 jaque, dije yo, callando expre­samente la palabra mate. Sonrióse al principio nuestro hombre, medi­tó, se le anuló el semblante y, por fin, murmu­ró: -iQué jaque tan extraño! Si no retira Vd. la jugada, y no hace otra en su lugar, no podre­mos continuar la partida. ¿No ve Vd. que no puedo jugar? -El jaque no es un jaque extraño: es un jaque-mate; y la partida ya está concluida. -¡Cómo concluida! ¡Si apenas está empeza-da! (Histórico)

P ANOV, en un librito para principiantes, afir­ma que la partida del loco, "fue jugada en un torneo americano". Por otro lado, en "Ajedrez brillante y anecdó­tico" un libro publicado en Buenos Aires en 1956, puede leerse con referencia a esta partida: "La ganó A. Neumann en el Torneo de 4

Leipzig de 1878". ¿Quién era este A. Neu­mann? Hay un conocido jugador con ese apellido que vivió en la misma época y que, según leemos en "The complet chess addict", tiene el asombroso récord de haber conse­guido 34 puntos de 34 partidas de un torneo celebrado en Berlín en 1885. El problema es que los tres nombres de este jugador, Gusta­vo, Ricardo y Luis, no comienzan ningüno con la letra "A" ... ; pero hay un dato "curioso": G. R. L. Neumann (1838-81) que sufrió una enfer­medad mental, murió completamente loco. Y es curioso porque, ¿de dónde procede el nombre con que, generalmente, se conoce el mate?

¿POCO IMPORTANTE?

Acaso se piense que este tema es muy elemental para ser tratado aquí. Pero en Aje­drez, todo lo que se relaciona con el mate, es importante. Los esquemas de mate, por más sencillos que parezcan, pueden ser fuente de inspiración para otras combinaciones. Por este motivo, creemos que no resulta ocioso ocuparse de este mate del loco e investigar un poco por su alrededores, es decir, por los dominios de determinadas posiciones que reflejan situaciones similares o derivadas de aquella idea de mate. Hay 8 series de movimientos con las que se consigue el mate en la 2!! jugada del Negro. (Esta última es siempre 2 ... ~h4 mate). Es muy fácil comprobarlo. Según "Ajedrez y matemáticas", de los auto­res Bonsdorff-Fabel-Riihimaa, las blancas pueden dar mate con 3. mh5 en 305 partidas diferentes, dentro de las 347 posibilidades que tiene el Blanco de dar mate en su tercer movimiento. Se cuenta del doctor Lasker la siguiente anécdota:

"Asistía como espectador a una exhibición de simultáneas y uno de los participantes le preguntó cuál era para él la mejor respuesta después de 1. e4 f6 2. d4. El campeón mundial le contestó que 2 ... g5. Después de seguir el "consejo" recibido, el aficionado vio que 3. ~h5 mate terminaba con su partici­pación en la sesión de juego. Desconcertado, fijó la mirada en Lasker quien, entre las car­cajadas de los presentes, explicó al "pardillo" que estiQ'laba 2... g5 conveniente para las blancas y no para las negras ... " Además... también se conoce un aconteci­miento "histórico", procedente de ese país (EE.UU.) donde suceden casi todos los he­chos insólitos que el mundo conoce.

Mayfield-Trinks: Campeonato Abierto de Omaha, EE.UU. 1959.

1. e4 g5 2. <í)c3 f577 3. ~h5 mate.

En la 3l! jugada blanca, mates similares pue­den darse también con la Dama en 6<í)~ (g6) o con el Alfil en 5 ª~ (h5) ó 6. <í)~ (g6).

SE AMPLíAN LAS POSIBILIDADES

Dar mate a la 3l! jugada del Negro se puede conseguir de 10.828. diferentes maneras, siempre según los autores citados más arri­ba. Una calamidad, "de locura", se produjo en una partida amistosa entre dos alumnos de segunda enseñanza, en Inglaterra y en 1961.

R. Reid-A. W. Whitebread

1. f4 e5 2. f57 d5 3. g477 Y 3 ... ~h4 mate.

Estaremos de acuerdo, no obstante, en que si bien las posibilidades matemáticas de un mate "alocado" son muy grandes, las realiza­ciones prácticas son muy escasas. La necesi­dad de proteger a nuestro Rey desde el comienzo de la partida hace despreciables jugadas tales como las que se necesitan para "hacer matar" al propio Rey. Mas los jugado­res, humanos al fin y al cabo, cometen erro­res. Hay que estar atentos para no errar ... y para castigar al contrario si éste, impruden­temente, se equivoca.

CRIMEN Y CASTIGO

De la revista "Mundo del ajedrez" hemos tomado esta miniatura:

Arambel-Braga: Torneo Abierto Mar del Plata, 1975.

1. b3 e5 2. ~b2 <í)c6 3. g3 f5 4. f47

"Siempre es demasiado pronto para f4", es­cribió el inglés Yates (1884-1932) comentan­do una partida de ajedrez. Aquí, tal jugada, para el Blanco, es el primer paso de un "suici­dio".

4 .... exf 5. gxf77 ~h4 mate.

La posición final es típica de un mate del loco. Para alcanzarla, hubieran sobrado la mi­tad de los movimientos efectuados en la partida. El Rey blanco rodeado de sus propias piezas y peones, no puede oponerse al mortal ataque en la diagonal e1-h4. Este esquema (y para el Rey negro, en forma análoga, con la diagonal e8-h5) proporciona ideas de mate que, en ocasiones, se han materializado sobre el tablero, como veremos a continuación.

MA TES SEMEJANTES

Sucede, desde luego, que cuando un mate se produce a estas alturas de una partida, el juego del derrotado no puede ser un "mode­lo" a seguir. Pero desde el otro lado, el del ganador, el "cuadro" resulta muy atrayente: un mate siempre es un premio. El G. M. Fridrik Olafsson cuenta que consiguió su más breve triunfo en la siguiente forma:

Bodversson-F. Olaffson, 1947

1. f4 2. fxe5 3. exd6 4. <í) f3

e5 d6 ~xd6 <í) c6

El redactor-jefe de la revista francesa "Euro­pe echecs", Silvain Zinser, fue también pro­tagonista de un enfrentamiento similar con un jugador de su club ("de le jos, no el peor", en su expresión). Según cuenta en la citada revista (enero 79), jugó ahora 4 ... g5!7 para cazar el Caballo; y su contrario, sin apenas reflexión, jugó como en la partida que está­bamos siguiendo ...

5

5. h377 ~g3 mate.

Una repetición casi idéntica se produjo tam­bién en la partida Barney-Mc Crum disputa­da en el Tº Abierto de la Universidad de Dayton (EE.UU.), 1969. Pero la idea es tan "vieja" que ya la encontra­mos más de 350 años antes en las partidas de Gioachino Greco (1600-34), apodado "el Calabrés", por su italiano lugar de nacimiento. En su "T attato del gioco de scachi" se reúnen una serie de partidas disputadas por el autor con jugadores de fuerza muy inferior, lo que da lugar a rápidas terminaciones como la que sigue:

Greco-N.N. Roma, 1620

1. e4 b6 2. d4 ~b7 3. ~d3 f5 4. exf ~xg2 5. ~h5+ g6 6. fxg 0> f6 7. gxh 0>xh5 8. ~g6 mate.

Utilizamos ahora las notas del escritor-editor americano Irving Chernev en "The 1 000 best short games of chess" para relacionar unas cuantas repeticiones de la anterior partida: "En 1981, Deutsches Wochenschach publicó una bonita partida ganada por un tal Deich­mano La misma partida apareció en la Deuts­che Schachzeitung de 1917 con K.J. como ganador. Chess Review reprodujo las juga­das en 1935 con Pearsall como vencedor. En su libro "Lehrreiche kurpartien", Her Benzin­ger se presenta como el ganador". Lo que viene a demostrar que, contra lo que pudiera parecer a primera vista, hay mucha gente todavía no suficientemente advertida que desconoce los peligros de un Rey des­protegido. En la siguiente partida, del siglo pasado, las Blancas ofrecen como señuelo un Alfil y, por capturarlo, las Negras dejan a su Rey desam-6

parado y vulnerable a través de la diagonal h5-e8.

Teed-Delmar Nueva York, 1896

1. d4 f5 2. ~g5

Esta jugada forma parte de una interesante celada.

2 .... h6

Las Negras entran "al trapo".

3. ~h4 g5 4. ~g3 f4

El alfil no tiene escapatoria; pero ...

5. e3!

Se amenaza 6. ~h5 mate

5. ... h5 6. ~d3

Ahora la amenaza es 7. ~g6 mate.

6 .... b!. h6

Parece suficiente; pero "casa con dos puer­tas mala es de guardar".

7. ~xh5+!

El Blanco llama en la primera puerta ...

7 .... b!. xh5

... y entra por la segunda.

8. ~g6 mate.

Otro ejemplo de las consecuencias fatales que produce la desprotección del Rey por el flanco, se pone de manifiesto en esta breve

partida, tomada del manual de Paluzí e al que nos referimos antes.

Frasser-N.N. ?

1. e4 d5 2. e5 d4 3. ~d3 'ti d7 4. e6! fxe6 5. 'fl'f h5+ g6 6. ~xg6+ hxg6 7. 'fl'f xg6 mate.

En la siguiente breve partida el "alocado" mate no llegó a producirse; pero como la alternativa era perder la Dama, las Blancas optaron por el abandono.

Gibaud-Lazard Parí s, 1924

1. d4 'ti f6 2. 'tid2 e5 3. dxe5 'tig4 4. h3n 'tie3! 5. rinden.

Añadiremos ahora que esta partida va siem­pre acompañada de una aureola legendaria y polémica. Hay quien dice que, disputada en un café de París, un· camarero dejó caer la bandeja de platos que llevaba, asombrado por la 4J! jugada de Lazard ... Por supuesto que Gibaud negaba, sistemáticamente, que tal descalabro le hubiera sucedido en realidad ... Por si lo de la capital de Francia fuera un "invento", en otra capital europea se encar­garon de hacerlo real unos pocos años más tarde.

Muntenau-Cioara Budapest, 1948

1. d4 'tif6 2. 'tid2 e5 3. dxe5 'tig4 4. 'tigf3 ~e7 5. h3? 'tie3! 6. rinden.

Otra versión, más corta y más creíble, pues se trata de una partida rápida, es:

Cullen-Glascoe Oakland, 1977

1.d4 ~f6 2. 0>d2 e5 3. dxe5 'tig4 4. f4 0>e3 5. rinden.

Los más prestigiosos "educadores" del jue­go, recomiendan empezar los EJERCICIOS prácticos a partir de los esquemas más sen­cillos. Los que acabamos de presentar hasta aquí puede que estén entre los más elemen­tales ... ipero no los olvide! Porque, además, nos van a servir para introducir otra cuestión.

PARA EL "LOCO" BASTA UN ALFIL

La Dama es una pieza con potencial superior a la suma de potenciales que tienen Torre y

Alfil, cuyos movimientos acumula aquella "gran" pieza en su marcha. Pero, a poco que nos fijemos, podremos comprobar que, en el MATE DEL LOCO, la dama solamente utiliza su capacidad como Alfil para asestar el golpe mortal al Rey contrario, en una acción "dibu­jada" por dos líneas diagonales que semejan la trayectoria de un rayo de luz "rebotado" en un espejo representado por la banda del tablero escaqueado.

Nos ocuparemos de un tipo de mates "ases­tados" por alfil y que responden a esta ima­gen, en un próximo artículo. Sin embargo, para que se vea hasta dónde alcanzan los ALREDEDORES (suburbios o barrios residen­ciales) del mate que hemos considerado, aquí va un curioso ejemplo de entre los mates que puede conseguir el ALFIL LOCQ. Tomado de las posiciones que R. TORAN ofrece en ABC, se lo proponemos como

EJERCICIO

I W .1 .l .l .-

1-

.1 .1 ji .l .i. ~ li li

lili ~lili A~ I

La Torre negra en la primera línea paraliza por completo el juego del Blanco. Pero ¿Cómo rematar fulminantemente el juego? •

7

1m UNA HISTORIA DE DAMAS

Por Román Torán.

P ocas partidas perdió a lo largo de su carrera el que fue campeón mundial-1921 a 1927-

José Raúl Capablanca. Entre su reducido núme­ro de derrotas hubo una que me sorprendió vivamente en mis primeros pasos ajedrecísti­cos. Me refiero a la partida Samisch - Capablan­ca, del torneo de Carlsbad, de 1929. La crónica de este juego podría haber dicho: Un incomprensi ­ble error de Capablanca en la apertura le costó una pieza. Sorprendentemente, el gran maestro cubano optó por continuar la resistencia y, aun­que planteó algunos problemas al alemán, aca­bó inclinando su rey en la jugada 62.

En 1952, co incid í con el que fue gran maestro peruano, Esteban Canal, en el torneo de Venecia. Tenía una buena amistad con el entonces ya veterano gran maestro, pues habíamos compe­tido un año antes en el torneo de Madrid. Como hispanos, además, nos unía nuestro idioma co­mún, que él confesó le gustaba practicarcuando tenía la menor ocasión, pues vivía en Italia desde hacía muchos años y donde residió hasta su muerte.

Una tarde, después de comer y mientras tomá­bamos café en la plaza de San Marcos, hablába­mos de losg ra ndescampeonesysobretodo, del genia l Capablanca. Me comentó que se le llegó a comparar con el entonces galán de cine más "sexy", Rodolfo Valentino, el cual tenía un gran éxito con las mujeres: "Ello fue un handicap en su carrera y le costó alguna derrota".

Súbitamente, me acordé de la citada partida con Samisch. Canal había jugado en muchos torneos europeos por aquella época y también jugó en Carlsbad. Esta f ue su sorprendente ver­sión de los hechos:

"Paseaba por la sala esperando lajugada de mi adversario cuando, súbitamente, vi entrar a la acompañante de Capablanca de los últimos meses. Ajeno a su llegada, Capablanca conver­saba con una joven en una salita del cas ino escenario del torneo. Quise evitar un incidentey me di buena prisa en advertir a Capa blanca. Con su rapidez de reflejos me dijo: 'Siéntate ahí', de forma que la señorita quedase entre los dos y no se pudiera saber quién le acompañaba. Pero esta maniobra no convenció a la recién llegada, que armó un buen escándalo. Capablanca se reincor­poró a la partida y cometió un grave error que le costó una pieza. Normalmente, hubiera abando­nado, pero quería quese calmase el enfado de su acompañante, por lo que continuó jugando y, ante el asombro general, a punto estuvo de salvarse".

8

Hasta aquí, la versión de los hechos de un testigo de excepción. Como complemento, ofre­cemos el desarrollo de la partida :

Blancas: Samisch Negras: Capablanca

1. d4 0> f6 2. c4 e6 3. 0>c3 ~b4 4. a3

La aguda variante de Samisch, contra la de­fensa nimzoindia. Capablanca prefería 4. ~c2 y Rubinstein 4. e3, siendo ambas las conti ­nuaciones más usuales, en la actualidad.

4 ... ~xc3+ 5. bxc3 d6

Un punto pasiva. Se prefieren esquemas más incisivos, últimamente, como 5 ... c5 y 5 ... b6.

6. f3 e5 7. e4 0>c6 8. ~e3 b6 9. ~d3 ...

J. .i.'i'W w ... .! .! .!.!.!

.l • .l • .l iiiiii

ii ii~~ii iiii

Ji ~~ ~ A A esta altura de la partida fue cuando se produjo el incidente y, al volver al tablero, Capablanca jugó precipitadamente:

9 ... ~a6n

Para seguir con ... 0>a5, presionando sobre el peón de "c4". Pero esta jugada constituye un graví simo error pues, con el tema de la doble amenaza, las blancas están en condiciones de forzar la ganancia de material:

1 O. ~a4! ~b7 11. d5 ~d7 12. dxc6 ~xc6 13. ~c2 ...

y las blancas tienen una clara superioridad: un alfil a cambio de un peón. Ofrecemos el resto de la partida, para completar esta pe­queña historia:

13 ... 0-0-0 14. 0le2 ~e6 15. ~g5 h6 16. ~xf6 ~xf6 17. o-o h5 18. f4 ~h6 19. ,ªae1 ,ªhe8 20. f5 ~e3+ 21. l1i?h1 ~c5 22. ~c1 f6 23. ,ª f3 ,ªh8 24. ~b2 a5 25. ,ªb1 h4 26. 0ld4! ~d7 27. 0lb3 ~c6 28. 0l xa5! ~a8 29. 0lb3 h3 30. g3 g6 31. fxg6 f5 32. ~c2 ,ªhg8 33. 0ld2 f4 34. gxf4 ,ªxg6 35. f5 ,ªg2 36. ,ªg1 ,ªgd8 37. ,ªxg2 hxg2+ 38. ~g1 ~xa3 39. ,ªg3 ,ªxg3 40. hxg3 ~a4 41. ~b 1 ~xc3 42. 0l f3 ~b3 43. ~xg2 ,º"xc4 44. ,º,xc4 ~xc4 45. ~f2 d5 46. exd5 e4 47. 0ld2 ~xd5 48. ~e2 ~xf5 49. ~xe4 ~b5+ 50. \li? f3 ~a5 51. 0lc4 ~a1 52. g4

Im ~f1+ 53. ~g3 ~g1+ 54. ~h4 ~h2+ 55. \li?g5 ~b8 56. ~g6 \li? a7 57. g5 b5 58. 0le5 c5 59. ~d5 ~c2+ 60. ~f6 b4 61. g6 b3 62. g7 Y las negras abandonaron.

Capablanca casi rozó las tablas. No sabemos, sin embargo cómo se resolvió la historia con su enojada acompañante, cuando al f inal se encontraron, después de tantas horas de juego y espera. Es probable que, tras los problemas tenidos con su dama, el genial campeón omitió la jugada de la dama adver­saria, 1 O. ~a4. ..

TJ fJ(caO~@J JI' @§a{f@Ja@~a~o@,---______ ------,lm

LA POSICiÓN DEL REY Por el gran maestro Nikolai Krogius.

S abido es que la estrategia responde a la pregunta "¿qué debo hacer?", en tanto que

la táctica es la rép lica 'a "¿cómo hacerlo?" A la estrategia se refieren la va loración de la posi­ción y la preparación de un plan de juego general.

Acompañando a la valoración de la posición, esto es, a la comparación de las fuerzas y posibilidades de las blancas y de las neg ras, va la elaboración de un plan de acciones, y para ello el ajedrecista se apoya en sus razonamien­tos sobre los factores re lativamente estables del juego, que se ll aman indicios estratég icos o elementos de la estrateg ia. Ex isten algu nos sistemas de clasificac ión de estos indicios. Bajo nuestro punto de vista , e l más interesante es el siguiente, en el que se incluyen siete elementos esenciales:

1. La posición del rey y la posibi lidad de atacarlo.

2. La relació n de fuerzas materiales. 3. La posic ión en el centro. Posibilidades de

dominar el centro. 4. La disposición de los peones. 5. El desarrollo (movi lizac ión) de las piezas. 6. El dominio de las líneas abiertas y las

diagonales. 7. El valor re lativo de las piezas menores. Teni endo en cuenta la presencia de estos

indicios en cua lquier posición concreta en el tablero, el ajedrecista, con mayor o menor conciencia y objet ividad, valora la posición y prepara un determinado plan de juego.

Al examinar el pape l de los elementos estra­tégicos, es imprescindible prestar atención a lo siguiente: en la mayoría de los casos es difícil o

imposible determinar una única escala relativa al valor de los indicios estratégicos. De ellos hay que distinguir lo principal, que depende de las particularidades concretas de la posición. Además, los factores estratégicos y tácticos es­tá n fuertemente li gados entre sí. El éxito de u na ope ración táctica es posib le sólo cuando la po­sición contiene suficientes fundamentos estra­tég icos.

Así, por ejemplo, es dudoso que el empleo de la destrucción de la defensa tenga perspectivas si las fuerzas principa les del bando que rea liza este procedimiento no están desarrolladas y no pueden continuar el ataque .

Por otra parte, en el proceso de la valorac ión de la posición, el ajedrecista no puede l imitarse a ca lcular los más o los m enos en la ba lanza estratégica. También es imprescindible un cál­cu lo táctico de situación creada, aunque se presenten como insignificantes. M. Euwe ad­virtió con justicia: "La estrateg ia ex ige razona­miento, la táctica, una profunda visión" ... "Un error t áctico, por lo genera l, resulta cons idera­blemente más pesado que uno estratég ico". Hay que tener en cuenta que un error táctico encuentra un castigo bastante rápido y, con frecuencia, inmediato.

Pasemos ahora a examina r de una forma más co ncreta los diversos elementos estratégicos.

La posición del rey. Valorando una posición por este criterio, el ajedrecista, por reg la gene­ra l, tiene en cuenta una de estas tres situaciones típicas: 1} el rey de un bando (o ambos reyes) se encuentra en el centro; 2} ambos reyes se han enrocado en el mismo lado; 3} se han real izado enroques opuestos.

Pasemos al primero. Veamos en primer luga r 9

una posición con un rey en el centro. En el diagrama 1, tenemos una posición surgida de la partida E. Lasker-Pirc (Moscú , 1935). Juegan las blancas.

.1 .i. WA 1-A. .lA.

.! .!.!.

DIAGRAMA I

Intentemos valorar la situación del tablero. En la relación material las fuerzas están iguala­das. En el centro las piezas blancas están algo más activas (ocupan cuatro filas y las negras sólo tres), pero la falange de peones negros en d6 y e6 controlan las casillas c5, d5, e5 y f5. La disposición de los peones negros es algo mejor, ya que las blancas tienen ais lado el peón e4. Potencialmente también son algo mejores las piezas ligeras negras, ya que tienen la pareja de alfiles contra alfil y caballo, lo que en una posición abierta puede darles ventaja. Así, en la totalidad de los cuatro factores examinados, hay que dar una pequeña preferencia a las negras.

Sin embargo, en el resto de los criterios, las blancas tienen clara ventaja: su rey está enroca­do, y el enemigo aún se encuentra en el centro. Además, el rey negro está privado de la cober­tura del peón por la columna "f",lo que hace su situación en el centro peligrosa. Además, en la única columna abierta (aquella que está libre de peones), está dispuesta la torre blanca. Pero lo principal es que sus piezas están mucho mejor desarrolladas y preparadas para acciones acti­vas, que las fuerzas negras aún están movilizán­dose: las torres están aisladas, los alfiles se encuentran en su posición inicial y la dama centralizada es dudoso que pueda considerarse un mérito, ya que aquí está expuesta al ataque de las piezas enemigas de menor valor. Sólo el caballo negro ocupa un sitio excelente, pero como ya se sabe, "uno solo no lucha" .

Hagamos un resumen: la posición hay que valorarla como favorab le para las blancas, de­bido a su considerable ventaja en el desarrollo de las piezas y la peligrosa posición del rey

10

negro en el centro. No obstante, ¿cómo se pre­sentan los planes de ambos bandos? Para las negras es imprescindible desarrollar, lo más rápido posible, las piezas (sobre todo el alfil f8) y retirar el rey del centro.

El plan blanco lógicamente debe partirde esta base: asestar un golpe en el punto más vulnera­ble; en este momento, la mala posición del rey. Favorece la realización de este objetivo el hecho de que las piezas blancas ya estén movilizadas y preparadas para las acciones activas, y las piezas negras se encuentran en sus posiciones iniciales.

Hayque advertir que, en la situación examina­da,las blancas deben apresurarse en realizar su plan, ya que para las negras son suficientes dos o tres jugadas para igualar la ventaja de desarro­llo del enemigo.

También hay que advertir al lector que los elementos estratégicos también se diferencian por su duración y estabi lidad. Entre los más estables se encuentran la relación material de fuerzas o la disposición de los peones. Y el desarrollo de las piezas, sin embargo, es el más variable de los elementos estratégicos.

Así, el plan de las blancas está determinado. Ahora es necesario encontrar el procedi­miento táctico para llevarlo a cabo. ¿Cómo se puede llegar hasta el rey negro? El sacrificio de peón 1. e5, se refuta mediante 1 ... de 2. 01 f3 01g4. Ya hemos dicho, que la única pieza negra que se encuentra "en su sitio" 'es el caballo f6. Por eso vamos a ver la posibilidad de eliminar este caballo. Después de 1 . .Qg,g5 .Qg, e 7, no se ve nada real. ¿Y si sacrificamos la torre por el caballo?

Resulta que esta continuación (procedimien­to táctico de destrucción de la defensa), es el más fuerte y, por añadidura, la única posibili­dad de organizar un fuerte ataque sobre la posición del rey negro.

En la partida siguió: 1. ~xf6 9f 2. 'f1!lh5+ ~d8. Otras retiradas del rey tampoco le salvaban. Por ejemplo, 1... Il!lId7 2. 'f1!l f7+ .Qg,e7 3. 01 f5 ~e8 (3 ... ef? 4. 'f1!l xc4, la clavada de la diagonal a2-g8 justifica, en muchos casos, la combinación de las blancas), 4. ~d1 d5 5. 01xd5 ed 6. ~xd5+, con ataque ganador, o 1 ... VR e7 2 ... 01f5+ ef 3. 01d5+ Il!lId8 4 . .Qg,b6+ ll!\?d7 5. 'f1!l f7+ ll!\?c6 6. 'f1!lc7+ \1!l1b5 7. a4+ 'f1!l xa4 8. ~xa4 \1!l1 xa4 9. 'f1!l c4++.

3. 'f1!l f7 .Qg, d7. Si 3 ... .Qg,e7, entonces 4. ~f5 'f1!lc7 (4 ... ~e8 5 . .Qg,b6+ ll!\?d7 6. ~d 1) 5. 01a4 ~ f8 6. ~xh7 ll!lIe8 7 . .Qg,b6 'f1!l d7 8. 'f1!lh5+ ~f7 9. 01g7+ VRf8 1 O. ~h8++.

4. 'f1!l xf6+ VR c7 5. 'f1!l xh8 .Qg,h6. Este contra­golpe no cambia nada. 6. 01 xe6+! Una impor­tante jugada intermedia. Si 6. ~xa8, inmedia­tamente, entonces después de 6 ... .Qg,xe3+ 7.

\1!t1h1 ~xd4 8. 'fIlt f8 ~xc3 9. bc 'fIlt xe4, debido a la debilidad de los peones blancos y a la amenaza 1 O ... ~c6, las negras obtienen con­trajuego. Ahora, en variantes análogas, el caballo c3 tiene la casilla d5.

6 ... 'fIlt xe6 (6 ... ~xe6 7. 'fIlt xh7+) 7. 'fIlt xa8 ~xe3 8. IJ!!Ih 1. Las negras abandonaron. Des­pués de 8 ... ~c6 9. 'fIlth8 ~xe4 1 O. ~xe4 'fIlt xe4 11. ~e 1, la amenaza 12. 'fIlt c3+, es irrefutable.

En esta partida el combate recordó "el juego en una sola portería", ya que las negras no tuvieron ni siquiera la posibilidad de empezar a realizar sus proyectos, tan peligrosa era la posición de su rey. En el medio juego, la permanencia del rey en el centro, en la mayo­ría de los casos, resulta desfavorable. El plan de juego más utilizado por el otro bando es el ataque al rey.

Con enroques en lados opuestos, el ataque a la posición del rey también es una estrategia muy extendida. A menudo ambos bandos siguen este plan y el resultado del combate depende de quién consiga adelantar a su adversario en el ataque.

DIAGRAMA 2

En el diagrama 2, tenemos una posición de la partida Tolush-Krogius (Leningrado, 1951). Los planes de ambos bandos están determi­nados: las blancas se disponen al asalto del flanco de rey (en primer lugar con los peones "g" y "h" Y teniendo previsto ocupar con el caballo la casilla e5), y las negras están obli­gadas a contraatacar en el flanco de dama. Las negras tienen que elegir: ¿qué peón avan­zar? Después de la natural 1 ... b5, las blancas pueden jugar IJ!!Ib1 ~c1, y ~a4, (a b5-b4), cambiando su plan y pasando al ataque al peón c6 debilitado. Por eso las negras unen su plan de juego con el avance del peón "a";

se esfuerzan en avanzarlo hasta a3, provo­cando la jugada b2-b3, y después tratarán de abrir columnas en el flanco de dama mediante b7-b6, seguido de c6-c5, e incluso c5-c4. Si bien es cierto que cuando el peón c6 avance, las negras deben prestar atención a la defen­sa del peón d5.

En la partida siguió: 1... a5! 2. g4 a4 3. ~xa4 7 Una desviación innecesaria. Las blan­cas van al encuentro del enemigo. Después de esta jugada se justifica el sacrificio de peón, y se aprovecha la columna "a" para el ataque. También era mala 3. a3, ya que las negras tendrían la posibilidad de abrir líneas mediante b7-b5-b4 (en esta variante no se aprecia la debilidad del peón c6). Por lo visto, las blancas debieron permitir a4-a3 y respon­der b2-b3. En este caso mantení an la tensión con posibilidades mutuas.

3 ... 'fIlta5 4. ~e3. Si 4. b3, entonces 4 ... ~e6 5. ~e5 b5 6. ~c5 (6. ~c3 ~b4) 6 ... ~xc5 7. dc ~e4! ó 5. g5 ~xf4 6. ef ~e4, con iniciativa de las negras.

4 ... b5 5. ~d2. No se consigue mantener el peón. En caso de 5. a3 b4 6. ab ~xb4, el ataque negro se desarrolla sin obstáculos. Ahora está claro que la jugada 3. ~xa4, fue un error grave. En vez del choque de planes de ambos bandos, en el que cada uno tiene las mismas posibilidades de éxito, la partida se desarrolla bajo el signo unilateral del ataque de las negras.

5 ... b4 6. ~b3 'f1!lb6 7. ~e2 k!. xa2 8. IJ!!Ib17 Era imprescindible 8. f3, para trasladar el rey por la ruta c 1-d2-e 1-f2. La jugada de la parti ­da deja escapar esta posibilidad de defensa. 8 ... ~a7 9. f3 ~a6. Es útil cambiar los alfiles de casillas blancas para el dominio de la casilla c4.

1 O. ~xa6 'fIlt xa6 11. ~ee 1 4)e6 12. ~d3 ~d7 13. lJ!!Ie 1. Debido a la inminente ruptura c6-c5, las blancas intentan trasladar el rey a un refug io seguro, pero no lo consiguen. A esto las negras ya disponen de una maniobra muy fuerte, el traslado del caballo a la casilla c4.

13 ... ~b6! 14. ~de5. Era mala 14. IJ!!Id2, por 14 ... ~c4+ 15. lJ!!Ie2 ~xf4+ 16. ef (16. ~xf4 ~g5, Y 17 ... ~xe3) 16 ... ~h4+. 14 ... ~xe5 15. ~xe5 ~xe5 16. de ~e4 17. 'fIltb3. Se amena­zaba 17 ... b3. 17 ... fll' b5 18. ~de1 ~xe5 19. 'md1 ~ae7 20. ~c2 ~xe3 21. ~xe3 ~xe3+ 22. k!. xe3 'f1!l xe3 23 ~f1 ~a8 24. ~e1 ~xe1+. Las blancas abandonaron.

Con la situación de los reyes en flancos opuestos, a menudo, el ataque se realiza con el asalto de los peones. Este asalto intenta

11

abrir columnas y diagonales para las piezas de largo alcance, que participan en el ataque. Los cambios de peones que surgen durante el asalto, son favorables al bando atacante, ya que así el rey enemigo se ve privado de su cobertura. Hay que advertir que, por lo general, la mejor posición defensiva de los peones es mantenerlos en su situación inicial. Cualquier avance facilita al atacante no sólo la realización del asalto de peones, sino tam­bién crear amenazas desde lejos y la posibili­dad de realizar sacrificios. La efectividad del asalto de peones en las posiciones con enro­ques opuestos, se basa en que el avance de peones no empeora la posición del rey pro­pio, que se encuentra en el otro flanco. En los enroques en el mismo lado, el plan de ataque al rey no predomina, y se realiza junto a otros planes alternativos: aprovechamiento de las debilidades en la estructura de peones del enemigo, limitar la movilidad de sus pie­zas ligeras, el dominio de las columnas y diagonales abiertas, etc ... Si se elige el plan de ataque al rey enemigo, entonces el asalto de peones o bien no se realiza (en el asalto toman parte otras piezas), o bien se hace después de una cuidadosa preparación. Resulta que el avance de los peones de la posición del propio rey por lo general viola sustancialmente su seguridad. Es especialmente peligroso en aquellos casos en los que el adversario contraataca activa­mente en el centro. Hay que advertir que semejante ataque en el flanco (y no hablemos sólo del ataque de peones con enroques en el mismo lado), tiene perspectivas cuando la posibilidad de contrajuego del enemigo en el centro está eliminada. En el diagrama 3 tenemos una posición de la partida Panov-Bondarevsky (Tbilisi, 1937). Juegan las negras. Vamos a valorar la posi­ción. Es evidente que las piezas negras están mejor desarrolladas y ocupan posiciones más activas. Por parte de las blancas no intervie­nen en la lucha ni la torre a 1 ni el alfil c 1. Además, los caballos en b3 y e2 aún están pasivos. La cobertura del rey blanco está debilitada por el avance del peón a h3, que debe tener (lo veremos más adelante) un significado importante.

(ver diagrama)

Es cierto que las negras tienen el peón d5 aislado. Pero en este momento no es una debilidad; en primer lugar, porque las blancas no están en condiciones de atacarlo, y en segundo, porque permite a los caballos ne­gros establecer bases en c4 y e4.

Así, en resumen, hay que valorar la posición como favorable a las negras. La combinación de una serie de particularidades en la disposi­ción de las piezas: debilitamiento de la cober-

12

I

-

DIAGRAMA 3

tura de peones del rey blanco, los alfiles y la dama negros que apuntan al flanco de rey, la posibilidad de irrumpir con la dama en la casilla g3 (gracias a la clavada del peón f2 por el alfil b6), y también la comprensión de la circunstancia de que la ventaja en el desarro­llo de las piezas no es permanente, lleva a las negras a la conclusión de que es necesario un ataque directo sobre el rey.

Sobre esta posición escribió Bondarevsky: " ... si ahora jugaran las blancas, podrían llevar el caballo de b3 a d4, ocupando un buen punto central y preparando b2-b3, etc ... Las blancas reforzarían gradualmente la posición de sus piezas, estableciendo la necesaria interacción entre sus fuerzas ... Las negras decidieron que había llegado el momento crí­tico en el que era necesario actuar con ener­gí a, para que las blancas no pudieran conso­lidar su posición". El primer campeón mundial Wilhelm Steinitz indicó, con justicia, que el bando que tiene ventaja está obligado a ata­car, a mostrar actividad, o de lo contrario perderá su ventaja.

En la partida continuó: 1 ... ~xh3! 2. ~ f4. En caso de 2. gh, seguiría un nuevo sacrificio sobre el tema de destrucción de la defensa, 2 ... ~xe2, que llevaría a una rápida victoria negra. Por ejemplo, 3. ~xe2 ~g3+ 4. 'i1l!1h1 ~xh3+ 5. 'i1l!1 g1 ~xf2+ 6. ~xf2 <íJe4+ 7. 'i1l!1g1 ~g3+ 8. 'i1l!1h1 <íJ f2++, Ó 3. ~xe2 ~xg3+ 4. 'i1l!1 f1 ~h3+ 5. 'i1l!1g1 ~g3+ 6. 'i1l!1 f1 ~xf2+, etc ... , ó 3. ~xe2 ~xg3+ 4. 'i1l!1 f1 ~xh3+ 5. 'i1l!1 g1 <íJg4.

2 ... ~d7 3. gh. En caso de 3. ~xc4 dc 4. gh (4. <íJbd4 ~f5, ó 4. ~xd7 ~xd7 5. <íJ d2 <íJe4) 4 ... ~xh3 5. <íJbd4 g51 6. ~d6 (6. ~xg5 ~g4+ 7. 'i1l!1h2 ~h5+ 8. 'i1l!1 g1 ~xg5+ ó 6. ~g3 <íJe4, y 7 ... f5) 6 ... <íJ e4 7. ~xf8 ~c7 8. <íJ f3 ~xf3 9. ~d4 ~xf8, las negras tendrían un gran ataque. Aconsejamos al lector que analice atenta-

mente las variantes que surgen tras 3. ~xc4.

3 ... ~xh3. Amenaza 4 ... ~xb2 y 4 ... ~xf2+ 5. ~xf2 ~g4+ 6. ~g1 ~ce3. 4. ~xc4 ~g4+ 5. ~f1. Si 5. ~g3, entonces 5 ... bixe2 6. bixe2 ~xg3+ 7. ~fl ~h3+ 8. ~el dc 9. ~d4 ~e4 10. bi xe4 ~h 1 + 11. ~d2 ~xe4. 5 ... ~xf27! Una belleza superflua. Ganaba con mayor rapidez la jugada tranquila 5 ... ~f3! Después de 6. ~bd4 ~xd4 7. ~xd4 ,ªxe2 8. ~g1 dc; las negras tienen dos peones de ventaja y una posición de técnica sencilla para la victo­ria.

6. ~xf2. Se amenazaba 6 .. . bi xe2. 6 ... ~e4+

7. ~f1 ~f3+ 8. ~g1 ~f2+ 9. ~h1 bie6 10. ~xd5. También perdía lO. bi fl, por lO ... ~h4+ 11. ~g2 big6+ 1 2. ~f3 ~h3+ 1 3. ~xg3 ~xg3 pero 1 O. ~d3, permití a continuar la resistencia. Por ejemplo: 10 ... dc 11. ~e3 cb 12. ab, ó 12. ~xf2. Las negras deben ganar (invitamos al lector a que lo vea por sí mis­mo), pero ¿para qué darle al enemigo posibili­dades? (recordemos la jugada 5 ... ~f3!).

1 O ... ~f3+ 11. ~h2 big6 12. ~xf7+ bi xf7 13. ~d8+ bi f8 14. ~d5+ ~h8 15. ~g3 ~f2+.

Las blancas abandonaron.

Ejercicios

A

juega n blancas

.i. 1.

1.

'cd B,B,B,

Wl

IWI. • 1. 1.

1. 1. ..

~

'ª B, B, ji .i.

¿Qué objetivo establecería para las blancas y qué procedimiento elegirí a

para su realización?

e 1. ... W 1. .i. .i.J.

.1 .1 J. B, J. ~ B, ~

cd juegan

B,B, B,B, jiWl blancas

Elija un plan de juego para ellas.

Fe de erratas:

B

juegan blancas

11'1. .I..i.W J..i. 11.1.

.1.1..1.

B, B, B, B,cd 'ª 41 'ª ~ B,B,B,

ji liWl Elija un plan de juego para las blancas.

D J. ... I.W J..i.J. • 11.

.1 .i. 1. 1. B,

cd B,cd juegan

B,B,~ B,B,B, Wl ji 'ª .i. blancas

Elija un plan de juego para ellas.

En el número 9 del "Especial OchoXOcho juego y práctica del ajedrez", pág. 6, penúltima línea de la columna derecha, donde dice l!t'h4? debe decir cmg4?

13

fFOfJD@JO@[$ (]J2f!fJ({jjOCC@[$ 111 VALORES CASI INALTERABLES

Por Fernando Visier. Ex campeón de España.

Los ajedrecistas que hemos cruzado la barrera de los cincuenta (años) tenemos tendencia a comentar partidas o anécdotas de otros tiempos. Y no es porque en el andar diario falten asuntos de interés, merecedores de atención y debate; no, el motivo -tal vez­

tiene una naturaleza cercana a la que mueve al abuelo a contar sus "bata//itas". Sirva este preámbulo para justificar mi inveterado proceder al traer a estas páginas temas que,

por lo general, descansan en paz en revistas y libros más bien añejos.

C uando los progresos en las aperturas se producen casi de hora en hora, en otras

cuestiones ocurre igual que en el tango " ... que veinte años no es nada ... " y el avance se viste de quelonio y es de andares lentos, cuando no permanece inmóvil, expuesto como valor abso­luto, definitivo. Así pasa con algunos conceptos (casillas débiles, columnas abiertas, etc.) que resisten los embates del tiempo, al igual que muchos finales enjuiciados hace años y que "viven" sin esperanza de que futuros tribuna les cambien su suerte.

El proceso de análisis en las partidas aplaza­das, si ha sufrido alguna alteración se debe más al dinamismo imperante, que día a día se extien­de, que a cualquier cambio significativo del método. En la actualidad, el tiempo que media entre el aplazamiento de la partida y su reanuda­ción es, por lo general, más corto que, ponga­mos por caso, en la década de los sesenta. Los torneos con días de descanso, destinados estos a las partidas aplazadas, son ahora una excep­ción.

De cualquier forma, no está de más, creo, recomendar al joven ajedrecista que ignora, por falta de información o por "desprecio" -esto es más grave-, las lecciones que maestros de anta­ño dictaron respecto a la técnica analítica, que llene este vacío cuanto antes.

De un trabajo del G.M. Geller, que publicó en los primeros años setenta, titulado "El día de las aplazadas", presento un breve resumen.

"He tenido oportunidad de ana lizar partidas suspendidas con muchos grandes maestros y lo que más me ha impresionacjo es la laborconjun­ta de Botvinniky Smyslov. Este, por regla gene­ral, capta sumamente rápido la idea fundamen­tal, esboza la disposición de las piezas, pero no examina jugada tras jugada para lograr esa disposición. Botvinnik, en cambio, no queda tranquilo hasta haber desarrollado minuciosa­mente todas las variantes.

De más está decir que he tratado de aprender de ambos sintetizando en cierta medida sus distintas maneras de ana lizar. Además, cuando la partida se halla suspendida en posición total ­mente perdida o de nulidad evidente, he adop­tado por norma tratar de buscar alguna idea fantástica, con el fin de llevarla a cabo si la oportunidad se presenta.

Por paradójico que parezca, tales casos se dan con mucha mayor frecuencia de lo que podría suponerse. 14

Si frente al tablero todo ajedrecista, en virtud de numerosos motivos, tiene derecho a come­ter errores (derecho del cua l todos nos aprove­chamos) ya, en cambio, en los análisis de las partidas suspendidas se está obligado a llegar a las conclusiones lógicas. Las sorpresas el día de la reanudación ocurren, en mi opinión, ya sea porque uno de los adversarios analizó con dis­plicencia o porque -y esto ya es mucho más serio- no se ha acostumbrado a una severa labor analítica. Y sin esta última ni hablar se puede acerca del perfeccionamiento.

GELLER-RESHEVSKY

Juegan negras

La poslclon corresponde a una partida del Torneo de Candidatos (Zurich, 1953).

Se entiende que jugando con exactitud el resultado de la partida está decidido. Es eviden­te que portal motivo Reshevsky se mostró muy satisfecho a la hora de entregar al árbitro el sobre que contenía las planillas. En vísperas de la reanudación se informó respecto a si estaba dispuesto a abandonar sin reanudar el juego. Cuando nos sentamos frente a frente, encargó con ostentación un pocillo de café y, tintineando con la cucharilla, comenzó a mezclar el azúcar.

En el análisis doméstico había esbozado tres ideas que me permitían continuar la lucha. La primera : tratar de obtener un final con los peo­nes "f" y "h" de las blancas. Segunda: buscar una posición donde los dos peones de ventaja de las blancas pudieran ser bloqueados. Tercera (fan-

tástica): ¡jugar al ahogo! La continuación de la partida demostró que si las dos primeras posibi­lidades, en cierta forma, habían sido previstas por Reshevsky, en la tercera ni siquiera había pensado.

41. bie1 42. f4 bie3 43. big4 'i!tlh7 44. big3 bie2 45. h47

Un error poco perceptible y, no obstante, serio. Reshevsky consideraba que ganaría de cualquier forma y ni siquiera suponía cuán más difícil se tornaba su propósito después del desaprensivo debilitamiento de su casilla "g4". Correspondía dejar libre el camino al rey, retirando la torre de "g3".

45. ... bie4 46. bi f3 f6

Este cambio se ha hecho factible sólo a causa del error de las blancas en la jugada precedente. Las negras tratan de controlar "g4" con el fin de impedir la formación de la falange de peones.

47. exf6 48. 'i!tl g3

.gxf6

Para 48. g4 tenía preparado 48 ... f5, dejando a las blancas ya sea un final con los peones "f" y "h" o, después de 49. g5 \'!I1g6, con los peones "g" y "h" bloqueados, con lo cual el triunfo de las blancas se tornaría más que problemático.

48. 49. bia3

\'!I1 g6 f5

Las negras han logrado mucho: tienen las piezas activas, mientras que los peones blan­cos carecen de movilidad. La única forma en que Reshevsky podía luchar ahora por la victoria era mediante 50. bia8!, teniendo en

111 vista la siguiente disposición de fuerzas: la torre blanca se ubica en "g5", el peón avanza a "h5" y el rey se sitúa en "h4". Las negras, en tal circunstancia, están obligadas a tener su rey en "h6" y la torre en su cuarta horizontal. Entonces sigue el avance g4 que decide. Por lo visto, a Reshevsky le pareció que no era preciso seguir un camino tan largo.

50. bi a6+ \'!!lh5 51. bi f6

Parece que las negras están condenadas, pero ...

51. 52. \'!!l f2

1-

.1 1-

bie3+! bia3

-

Las blancas advierten que si toman 53. bixf5+, surge una de las posiciones de nuli­dad con los peones bloqueados.

(Geller no cita aquí ninguna variante. Una continuación puede ser: 53. bixf5+ 'i!tl xh4 54. big5, y ahora los que hayan seguido con aprovechamiento los trabajos de Angel Mar­tín sobre el rey ahogado, saben que la torre negra es una pieza "enfurecida". 54 ... bia2+ 55. \'!I1e3 bie2+! 56. 'i!tld4 bie4+! y son tablas. Al mismo resultado lleva 55. \'!I1 f1 bi f2+ 56. \'!I1g1 bi f1+!)

53. g3

Si la defensa se ajusta a lo puramente con­vencional, la continuación¡:>odrí a ser: 53 ... bia5 54. Wg2 bib5 55. Wh3 bl.a5 56. bif8 bib5 57. big8 \'!!lh6 58. big5 bia5 59. h5, seguido de 60. 'i!tlh4 y 61. g4, ganando. Pero ...

53 ....

(ver diagrama)

¡Explotó la bomba! Tomando la torre de inme­diato o después de 54. \'!!lg2 bixg3+, las blan­cas sólo logran ahogar al rey enemigo.

15

Confieso que aquí me permití una pequeña · venganza: Mientras Reshevsky miraba atur­dido el tablero, pedí un vaso de té y, con el mismo cuidado que él antes, me puse a revol­ver el azúcar ...

54. l1!!I e2 55. -ªxf5+

-ª xg3 l1!!I xh4

Ahora todo queda claro. Ambos monarcas se hallan separados del peón y el avance de éste conduce finalmente al equilibrio de ma­terial.

56. 'mf2 57. -ª g5 58. -ª g1 59. l1!!I e2 60. f5

-ª a3 -ªb3 'mh5 -ªa3 -ªa5

y se acordó el empate.

I

GEllER-lOMBARDY XIX OLIMPIADA

.1..1.

-

A la altura de la jugada 13l!, Lombardy me "atrapó" con la repetición de jugadas. Objeti­vamente, la posición requería acordar tablas, pero en ese momento, en los restantes table-16

111 ros de nuestro equipo no había nada bueno. Yo esperé, repetí dos veces la posición y tomé la decisión: ¡jugar! Para ello me vi obli­gado a sacrificar una calidad, recibiendo como compensación cierta iniciativa.

Gradualmente, sin embargo, logré organizar un ataque; luego, en los apuros de tiempo pude dar mate, pero me equivoqué y suspen­dí la partida en posición perdida.

Pasé casi toda la noche buscando posibilida­des de salvación y llegué a la conclusión de que éstas consistían en la ofensiva del rey negro sobre ... ¡la dama blanca!

Cuando supe que Lombardy había comentado alegremente: "¡Ganaré con facilidad!", com­prendí que las perspectivas de hacer tablas aumentaban.

47. -ª f2!

Fortí sima jugada secreta. La defensa 47 ... ~f5 es insuficiente: 48. g4 ~e6 49. -ªh2 y cuando se retire la dama negra se da mate con ~b8+ y ~h8++.

47 .... f5 48. ~b8+

En la profundidad de mi alma suspIre con alivio. La continuación más desagradable para las negras era 48. g4. Lombardy no lo habí a analizado.

48 ....

El comienzo de la ofensiva. No ofrece espe­ranzas 48 ... l1!!Ig7 49. ~xb7+ 'mh6 50. ~b8, etc.

49. ~xb7+ 50. ~a6+ 51. ~xa7+ 52. ~b6+ 53. 'mxg67

1-

Ji Ji I

~e6 ~d7 'me6 ~d7

'* .1 Ji -*.

~ I

~ ~

.1.

Ji -

Ji I I ir'

La trampa se ha cerrado. No era tarde toda­ví a para volver con la dama a su base: 53. ~b7+ ~e6 54. ~a6+ ~d7 55. ~f1 Y las negras pueden ofrecer una larga res istencia, pero difícilmente tener éxito en ella. De~pués de 55 ... ~h6+ 56 . .1d. f4 ~h2+ (56 .. . g5 57. llxf5l 57. ~f2 ~h1, las blancas no pueden seguir con 58 . .1d.h4, ~b1 59. ~e3 ~c1+ 60. ~d2 ~g1+ 61. ~f4, debido a la réplica 61 ... g5+! He aquí cómo en esta y en otras variantes a las blancas les convení a haber cambiado su peón "g" (48. g4!l.

53. 54. ~f7+ 55. ~g8+ 56. ~g7+

~b1! 'l!!I d8 'l!!I e7 ~e6 Tablas

Esta es la posición final. Geller no da muchas explicaciones , por lo que me permito ofrecer algunas variantes.

Al 57. .1d. e2 ~xb2+ 58. 'l!!I e1 ~c3+ 59. .1d. d2 ~e3+ 60. .1d. e2 Tablas

Bl 57 . ~h6+ ~d7 58 . ~e3 ~xb2+

1m 59. 'l!!I d1

Si 59. Wie1 ~bl+ 60. 'l!!Ie2 ~xa2+ 61. Wif1 ~b1+, etc.

59 .... 60. ~c1

~a1+

O bien 60. ~e2 ~xa2+ 61. ~d2 ~a6+, y las negras no tienen nada que temer.

60 .... ~xd4+

Las blancas mantienen la calidad de ventaja, pero sus posibilidades de victoria son prácti­camente nulas ante la actividad de las piezas contrarias. Por ejemplo, si 61. ~d2, ~d3! Y no serviría 62. ~b2 a causa de 62 ... ~e2+!

el 57. lJ!!1 e3

La tentativa más interesante. Si las negras juegan 57 ... ~e1+?, sigue 58 . .1d.e2 y después de 58 ... ~g1+ 58. ~d2 ó 58. ~c1+ 'l!!I f2 la torre está lista para tomar en "e4".

57 .... 58 . .1d. d2

~c1+!

Aparecen algunos problemas para la defen­sa. Si 58 ... ~g1+ 59. 'l!!I f4 ~f1+ 60. ~g5 Y la "clavada" 60 ... ~c 1 se resuelve mediante 61. ~h6+ Y 62. ~h2 . Por otra parte, ya hemos visto que 58 ... ~e 1 + no funciona por 59 . .1d.e2. ¿Qué se debe jugar?

58 .... f4+!!

La respuesta es obligada, ante 59. 'l!!Ie2? f3+ .

59. gxf4 60. lle2

~e1+ ~c1. +

Tablas. Si 61. ~f2 ~xf4~ 62. 'l!!Igl (62. ~e1 ~c1+l 62 ... ~c1+ 63. 'l!!I f2 (63. ~h2?? ~h1+l 64. ~f4+, etc. ..

r=-=-=--______ Im [fJ~aD@!Jf!DfR2@~

.l él l

ji ji ,i ii W

ii

~

Por "El Federal",

PROBLEMA Dr.A.Pach

Schach -Echo, 1974

1º Las negras efectúan 13 jugadas segu idas y quedan en situación de recibir mate en una.

2º Las negras juegan 13 jugadas seguidas y a co nti­nuación las blancas, que no quieren ganar, ahogan a su contrario.

17

Por Juan Reyes. Maestro Internacional

Le invitamos a que haga usted, sin necesidad de adversario, un test de su fuerza ajedrecística. ¿ Cómo? Mediante el estudio de las partidas que les iré seleccionando. Apenas superada la fase teórica del planteo, se anunciará el comienzo del test. Usted deberá intentar acertar las jugadas del bando vencedor y le aconsejamos que prepare una cuartilla para cubrir el texto y la vaya bajando línea a línea, para evitar leer las siguientes jugadas. En ese mismo papel podrá ir anotando las jugadas que usted elija y los puntos correspondientes a los aciertos, para ver, al final, cómo ha resultado el examen. También se intercalan unas preguntas cuyas contestaciones se dan en las páginas de soluciones.

Torneo Piatigorsky Cup, 1966 Apertura Española Blancas: Spassky Negras: Unzicker

1. e4 2. 01 f3 3. ~b5 4. ~a4 5. O-O 6. ,ªe1 7. ~b3 8. c3 9. h3

10. d4

e5 01 c6 a6 01 f6 ~e7 b5 O-O d6 01b8 01bd7

Ahora comienza el Test Le recomendamos que siga las instrucciones de la introducción y que trate de hallar las jugadas

que dieron la victoria a las BLANCAS, a partir de la posición del diagrama. Cuando no vayan los puntos entre paréntesis y detrás de la jugada es que hay comentario.

11. 01bd2

2 puntos. La movida más usual las blancas buscan un juego tranquilo con sólido desarro­llo de piezas, esperando mantener la iniciativa típica de la "Tortura Española". Otras opcio­nes son 11. 01h4 Y 11. c4, si las pensó anótese 1 punto.

~b7 ¡Test! 11. ... 12. ~c2

2 puntos. Es necesario defender el peón de "e4" para permitir las evoluciones del caballo "d2" hacia "g3", vía "f1" muy común en la apertura española, las blancas conservan una iniciativa muy duradera.

,ªe8 ¡Test! 12. 13. 01f1

18

3 puntos. Las blancas también disponen de 13. a4 (si ésta fue su sugerencia anótese 4 puntos) c5 14. d5 c4 15. b3 cxb3 16. 01xb3 'ffflc7 17. ~d2 01b6 18. 01a5 con una ligera ventaja blanca Dolmatov-Sax, Novosibirsk 1993. Otra posibilidad es 13. b4 con la idea de movilizar los peones del flanco de dama, si la pensó anótese 3 puntos.

13 .... 14. 01g3 (2)

~f8 ¡Test! g6

Las negras han conseguido un juego relativa­mente cómodo, gracias a su presión sobre el peón "e4" . En la partida Lein-Jolmov URSS 1972 se jugó 14 ... c5 15. d5! c4! 16. ~g5 'fffl c7 17. 01f5 ;Q;eb8 y las negras consiguieron bue­nas chances defensivas. ¡Test!

15. ~g5

3 puntos. Las blancas intentan ~d2 y ~ad1 con total armoní a, también se ha jugado 15. ~d2 ~b7 16. ~c1 d5 17. ~g5 ~c8 y pocas jugadas después se acordaron las tablas Spassky-Unzicker, Siegen 1970. Hay que ha­cer notar que las negras pueden jugar 16 ... c5 17. ~h6 'f!le7 18. ~xf8 'mxf8 19. ~d2 0lb6 20. ~ad1 ~ac8 con juego satisfactorio Unzicker­Karpov, Hastings 1972 . Karpov en muchas ocasiones ha adoptado 15. a4, si lo pensó anótese 4 puntos.

15. oo, h6

Parecerí a que ahora las negras se precipitan, pues ahora la debilidad que surge después de la respuesta es incurable, fijando la fisono­mía del juego. ¡Test!

16. ~d2

4 puntos. Las blancas preparan la maniobra 0lh2-f~H3- 0Jg4, etc.

16 . .. . ~g7

También el propio Spassky mejoró la línea de las negras en su encuentro con Fischer, Sveti Stefan match (5ª) 1992, con 16 ... exd4 17. cxd4 c5 18. d5 0lb6 1'9. ~a5 0lfd7 20. b3 Q¡,g7 21. ~c 1 'f!l f6 22. ~b 1 b4 Y las negras fueron tomando cierta iniciativa. iTest!

17. ~e1

2 punt os. Evitando cualquier contra juego de las negras en la gran diagonal en base a ... exd4 seguido de ... c5, etc. Las blancas hacen una jugada de espera ya que la configuración de los peones no está definida. Pero era me jor 17. a4 (si la pensó anótese 3 puntos) que se dio en la partida Fischer-Spassky, Sveti Stefan match (1 ª ) 1992.

17 ... , e5

Las negras se apuran con esta jugada, PREGUNT A 1.- ¿ De qué otra posibilidad de­fensiva disponían las negras? ¡Test!

18 . d5

5 puntos. Ahora con el centro bloqueado el juego entra en una fase de largas maniobras posicionales, las blancas se apoyan en su superioridad de espacio.

18 .... 0lb6

Un tanto artificial (Unzicker) más acorde con la posición es 18 ... c4, etc. iTest!

19. ~d3 (3) ~e77

Las negras se preparan a buscar la iniciativa en el flanco de dama. Pero con este tipo de centro cerrado las blancas son las que dispo­nen de mejores oportunidades en el flanco de rey en donde está el verdadero peligro. Las negras juegan con indiferencia sin sospechar que el peligro se está incubando lentamente en el otro sector. Era más apropiado jugar 19 ... ~c8, dejando a su dama vigilando el flanco de rey. ¡Test!

20. 0lh2 (4) 0la4 21. ~b1 (2) e4 22. ~e2 (2) 0l e5 23. 0lg4

4 puntos. Las blancas comienzan a asomar sobre el rey contrario. Señalaremos que esta maniobra no hubiera sido posible si las negras hubieran jugado 19 ... Q¡, c8 ya que entonces simplemente responderían ... 0lxg4 seguido de ... ~h4, etc.

23. oo,

24. ~f3 (3) 'mh7 ¡Test! 0lxg4

El momento crucial, a considerar era 24 ... 0lg8 y en caso de 25. h4 ~e7(25 ... h5? 26. 0lxh5 gxh5 27. ~f5+, etc. )26. h5 ~f8 y las blancas no tienen todas las facilidades del caso. ¡Test!

25. hxg4 (1) 'f!l e77

Las negras se han dado cuenta de las inten­ciones del oponente y corrigen parcialmente su pérdida de tiempo anterior. Las blancas preparan su ofensiva en base a "g3-'mg2-~h1", con lo cual tendrán que llevar su caballo de "g3" a "e3", a considerar era la posibilidad defensiva ... ~h8 seguido de ... 'mg8 adelantándose al ataque blanco. Unzic­ker después de la partida mencionó que éste era el comienzo de un plan erróneo y que era a considerar 25 ... a5. ¡Test!

26. b3!

6 puntos. Excelente jugada, las blancas no se apresuran con su ofensiva, de momento cam­bian su modesto peón de "a2" por el orgulloso infante negro de "c4", su idea es que las negras no tengan la casilla "d3" para su caba­llo.

26. ... exb3 ¡Test! 27. axb3 (1) ~f67

Las negras no lograrán cambiar los alfiles de casillas negras y quedarán a merced de un potencial g3-f4. Era mejor 27 ... ~c8. iTest!

28. 0l f1 (3) ~g5 ¡Test!

19

29. 0l e3

4 puntos.

PREGUNT A 2.- ¿Por qué las blancas no cam­bian los alfiles de casillas negras?

29 .... ~c8

A pesar que las negras intentan mejorar la ubicación de sus piezas, su posición es bas­tante comprometida por los desaciertos an­teriores. ¡Test!

30. g3 (3) 0ld7

Este movimiento acaba por comprometer aún más la posición negra. Correcta era 30 .. . a5. ¡Test!

31. ~e2

3 puntos. El juego de las blancas es muy fácil, de momento preparan "f3" ante las amenazas de las piezas enemigas, pero siempre con la intención de romper con "f4" más adelante si las circunstancias lo requieren.

31 .... 32. f3 (2)

0lf6 ¡Test! h57

La desesperación ha llegado a las huestes negras, la falta de contra juego alguno hace que las negras combinen en fa lso, dejando a su alfil de "g5" sin defensa alguna, justificado esto por un jaque en la diagonal "g1 -a7". Pero las blancas están preparadas y no se dejan sorprender. Mejor que la textual era 32 ... ~d7 Y si 33. \'ll1g2 \'ll1g7 34. bU 1 ~xe3 35. ~xe3 g5 y la posición todavía era jugable. ¡Test!

33. \'ll1 g2!(4) ~d8

La dama vuelve a su posición original, habien­do consumido con anterior idad valiosos tiem­pos. A una rápida catástrofe conduce 33 ... hx g4 34. '¡::¡'h1+ Wg7 35. 0lf5+!, etc. La resolu­ción de la partida es cuestión de técnica, de lo cual las blancas se encargarán de demostrar. ¡Test!

34. '¡::¡' h1 (2 ) 35 . '¡::¡'b-f1

\'ll1 g8 iTest!

4 punt os. Las blancas colocan sus piezas en donde desplegarán su máxima actividad y t odo ello lleva una serie de amenazas que las negras no pueden impedir.

35 . ... ~h6

PREGUNT A 3.- ¿Qué ocurría si las negras sacrificaran una pieza, con 35 ... hxg4? ¡Test! 20

36 . 0l f5!

7 puntos. Un sacrificio que no debe extrañar a los aficionados ya que estaba latente, es tan fuerte como gratuito, las negras no pue­den frenar la irrupción final.

36 .... ~xd2

En caso de 36 .. . ~ f8 37. 0lh6+ Wg7 38. gxh5 0lxh5 39. '¡::¡'xh5 gxh5 40. f4 con un decisivo ataque por ejemplo 40 ... \'ll1 xh6 41. f5+ Wg7 42. ~xh5 y las negras no tienen defensa contra 43. bl,h1. iTest!

37. ~xd2 (1) gxf5

Si 37 ... 0lh7 38. ~h6 ~f6 39. 95 ~h8 40. 0lxd6 '¡::¡' d8 41. 0lf5! gxf5 42. '¡::¡' xh5 ~g7 43. ~b6 ~d7 44. bl, f -h1 0l f8 45. ~f6 0lg6 46. exf5 ganando. ¡Test!

38. ~h6

3 puntos. Tranquilamente, ahora se amenaza g5 entre otras.

38 .... 39. fxg4 (1)

fxg4 ¡Test! ~xg4

Las negras no pueden mantener la pieza de ventaja, por ejemplo 39 ... 0lxg4 40. ~xh5 0le3+ 41. \'ll1 g 1, etc.; ahora intentan desespe­radamente cerrar la columna "h". ¡Test!

40. '¡::¡' xf6 (1) ~e7

Las negras han llegado al control de tiempo y podí an deponer las armas sin remordimiento alguno, en esta posición la partida fue sus­pendida. El resto nos servirá para apreciar la justeza del remate de las blancas. ¡Test!

41. ~g5+ (3 ) \'ll1 f8 iTest! 42. ~d1!

4 puntos. Con el jaque anterior las blancas evitaron ... ~f8 Y ahora quieren acabar con la resistencia negra en la columna "h".

42 .... ~xd1

Si 42 ... ~d7 43. ~xg4 ~xg4 44. '¡::¡'xf7!+, etc. ¡Test!

43. '¡::¡' x d1 (1) 44. '¡::¡' d-f1 (2) 45. ~xh5 (1) 46. \'ll1h1 (2)

Excelente demostración de Spassky en la plenitud de su carrera. •

(C(jjJ@~ao@ov@~ @@O [f],@f$o@J[J[JlJ@OVa@ ¡E EL RELO!or~u~A~Ma~~RTIDA (1)

El juego de competición, a todos los niveles, está dominado por el reloj

La partida decisiva del Torneo de Netanya (Israel) de 7977, fue disputada entre dos norteamericanos de adopción. El primer puesto del Torneo dependía de su resultado.

Cuando iba a realizar su jugada nº 40, BENKO que conducía las piezas negras, tenía una torre de ventaja y posición ganadora. Sin embargo, en ese mismo momento

fue obligado a ceder el punto en disputa a su contrario, KAVALEK, quien por esta causa ocupó el puesto de honor en la tabla de clasificaciones.

L a explicación de lo sucedido es bien sencilla y ocurre con frecuencia en los torneos de

ajedrez: las blancas ganaron portiempo, porque en el preciso mo.mento en que el húngaro­americano BENKO jugaba 40 ... ll!!1g8 cayó la "banderita " de su reloj .

Vamos a utilizar este suceso, por lo demás muy repetido como queda dicho, para acercar­nos al Reglamento del Ajedrez y más concreta­mente a los artículos del mismo que, con este asunto, se relacionan .

El 12.1 dice, esencialmente, que "cada juga­dor debe realizar un cierto número de jugadas en el periodo de tiempo asignado". Tanto el número de jugadas como el tiempo concedido para efectuar las deben estar, como es lógico, predeterminados con antelación a la disputa de la partida. En caso de incumplimiento por algu­na de las partes (los jugadores), el Reglamento es claro y rotundo en su resolución . En 10.13 se precisa: "Pierde la partida el jugador que no ha completado el número de jugadas prescrito, en el tiempo establecido".

Como puede observarse, hay un elemento de decisión, en cuanto al resultado de una partida de ajedrez, ajeno por completo al juego en sí y no obstante mucho más definitorio en lotocante al fallo que "reglamentariamente " deba produ­cirse . Nos referimos, en concreto, al hecho de que un caballo de ventaja (en un final de ll!!1~ contra ll!!1) no concede el punto en disputa y, por el contrario, una centésima de segundo (!!) es suficiente para que ese punto termine en el casillero de quien consiguió la ventaja en el tiempo contabilizado por el re loj.

El asunto de la utilización de relojes para la práctica del juego, sugiere numerosas conside­raciones de lasque procuraremos destacar aquí las que nos parecen más directamente relacio­nadas con el espíritu de esta sección de la Revista.

Ya en el Torneo de Londres, 1851 se produje­ron protestas por la lentitud de algunos jugado­res a la hora de reali zar sus movimientos. Aun desconta ndo los "abusos" , las partidas eran agotadoras. Del match Staunton-Horwitz, uno de los juegos duró desde las 11 de la mañana hasta las 10 de la noche; y las partidas en que

intervenía Williams, "campeón de los pelma­zos" , duraban a menudo 20 horas debido a sus larguísimas meditaciones.

1. 1.

KA VALEK-Benkó Netanya 1971

.1

Situación que presentaba el tablero, des­pués de que el Blanco realizara su 40ª jugada, m f6+. Al Negro no le dio tiempo de mover su Rey . Según P ARMA en Informa­tor, con 40 .. . ll!!1g8; el segundo jugador habrí a ganado.

Se dice que Morphy llegó a llorar exasperado por el lentísimo ritmo de juego de l alemán L. Paulsen, con quien disputó un match en 1858.

Estas cosas y otras semejantes hicieron pen­sar en la necesidad de limitar, en alguna forma, el tiempo de reflexión. Al principio se utilizaron relojes de arena; pero estos instrumentos pre­sentaban, evidentemente, serios inconvenien­tes y poca garantía de exactitud a la hora de resolver los conflictos derivados de los apre­mios de tiempo. Ventonces empezaron a usarse relojes de péndulo, de más precisión: se coloca­ba un reloj aliado de cada jugador, pero funcio­nando independientemente. Según parece, este procedimiento se aplicó por primera vez en el match ANDERSSEN-STEINITZ, 1866.

Por fin, en el Torneo de Londres, 1833, pudo utilizarse el primer reloj mecánico de dos esfe­ras. Tomando una idea de BLACKBURNE, el

21

inglés Thomas B. Willson, de Manchester, fabri­có un conjunto de dos relojes fijados uno aliado del otro formando un ángulo de 30 grados y moviéndose sobre un eje de forma que, al fun­cionar uno, dejaba el otro parado. Este fue el original "tumbling clock". Había nacido el pri­mer antecedente directo del re loj de ajedrez que ha venido "impon iendo su ley" en las competi­ciones que, desde aquel entonces, se han dispu­tado por el ancho mundo de nuestro tablero.

La actitud de los jugadores respecto del "apa­rato" controlador ha ido evolucionando a lo largodetodoestetiempo. El reconocimiento de que la calidad del juego puede resentirse va acompañado de la aceptación detal instrumen­to como un mal necesario, en la mayor parte de las ocasiones en que los jugadores hacen mani­festaciones al respecto. Además,si en un princi­pio los jugadores no acostumbraban a presen­tar reclamaciones por considerarlo poco depor­tivo, tales escrúpulos fueron poco a poco des­apareciendo. En el Torneo de Viena, 1882, du­rante el desarrollo de la 3ª ronda, MASON, que jugaba con BIRD, rebasó el límite de tiempo pero continuó jugando y terminó ganando la partida cuatro horas más tarde. STEINITZ, pues­to que Bird no lo había hecho, reclamó ante la dirección del torneo y consiguió su propósito de quitar a Mason el punto irregularmente conse­guido. (Nota: El torneo finalizó, tras 34 rondas, con el triunfo, en cabeza, de Steinitz y Winawer, que sumaron 24 puntos, y Mason fue 3º con 23 puntos, uno menos que Steinitz ti]).

En la edición anterior (1971) del Reglamento del Ajedrez, las normas contenidas en el mismo, se agrupaban en dos partes: una primera con las REGLAS GENERALES y una segunda con las REGLAS SUPLEMENTARIAS PARA TORNEOS. En aquélla, las normas que rigen el juego mile­nario; en ésta, las que han ido apareciendo para reglar el ajedrez de competición.

En su actual y vigente redacción {1984j, las LEYES DEL AJEDREZ dedican su artículo 12 al

RELOJ DE AJEDREZ; pero las "manecillas" de este instrumento medidor del tiempo, también "tocan" en otros apartados del Reglamento, como ya he dejado señalado más arriba, y se comprueba con una lectura, por ligera que sea, del texto. Esto produce, a nuestro entender, una gran complejidad que agrava y polariza alrede­dor de l RELOJ los temas de discusión que se plantean sobre el Reglamento. Como una mues­tra de lo que acabamos de decir, he aquí una prueba. En 6.5 se indica que, salvo excepciones, "la última jugada no se considera completada hasta que el jugador ha detenido su reloj", en referencia a la última jugada antes del control de tiempo.

Pero volvamos al texto actual de las LEYES para enterarnos en 12.2 de que: "el control de tiempo correspondiente a cada jugador se rea­lizará mediante un reloj provisto de una "bande­rita" {u otro dispositivo adecuado)". En nuestros días, cuando comienzan los apremios detiempo en cualquier partida de ajedrez, varios pares de ojos no apartan su atención de la dichosa "ban­derita": hasta los jugadores la miran más que a las piezas del tablero. Se han convertido en el juez "supremo" de la contienda.

Antes de la invención de este pequeño artilu­gio, era muy difícil determinar con precisión cuá ndo el tiempo se había consumido, lo que daba lugar a numerosas disputas e insatisfac­ciones. En el Torneo de Nueva York, 1894, AL­BIN consiguió el punto que disputaba a STEI ­NITZ gracias a la reclamación que presentó a los árbitros cuando al segundo de los citados le faltaban tres movimientos para completar el contro l y la manecilla del minutero de su reloj estaba exactamente sobre la señal de la ho ra. Los árbitros del torneo argumentaron su deci­sión afirmando que, si bien Steinitz no había rebasado el tiempo de reflexión, era seguro que lo rebasaría antes de llegar al control al no disponer de nada de tiempo para realizar los 3 movimientos restantes. ..

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22

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NEZHMETDINOV CONTRA LA DEFENSA SICILIANA

Por Juan Reyes. Maestro Internacional.

1m

Rashid Gibyatovich Nezhmetdinov, jugador soviético, nació el 15 de diciembre de 1912, maestro internacional desde 1954. Obtuvo dicho título al ocupar el segundo puesto en el torneo de Bucarest de aquel año. Durante mucho tiempo fue el mejor jugador

de la región de Kazakistán. Fue reconocido como un gran combinador. Participó en algunos campeonatos de su país con diferente fortuna.

También fue el primer jugador que obtuvo el título de maestro soviético en damas.

URSS, 1961 9. g4! Blancas: Nezhmetdinov Negras: T ahl

1. e4 2. 01 f3 3. d4 4. 01 xd4 5. 01 e3

e5 d6 exd4 01 f6 e6

La clásica variante Scheveningen, adoptada con frecuencia en las partidas magistrales.

6. ~e2 ~6 7. O-O ~e7

La práctica ha demostrado que los planes relacionados con un retraso del desarrollo del flanco de rey no conduce a nada bueno para las negras, teniendo en cuenta el rápido de­sarrollo de las fuerzas blancas. Y este caso no será una excepción a pesar que las piezas negras las conduzca el genio de Riga.

8. f4 01bd7

Las negras se apresuran con esta jugada, a considerar era 8 ... t!6e7, apurando el desarro­llo en el f lanco de rey.

Jugándole en su propio estilo al ex-campeón del mundo, hay que mencionar que hasta este momento el marcador personal favore­cía a Nezhmetdinov por +3 -1. Este decidido ataque, en etapa tan temprana de la partida da originalidad a la lucha.

9. 10. a3 11. t!6 f3 12. ~e2

b5 ~b7 01 c57! e5

Las negras esperan poder contrarrestar el ataque de las blancas en el flanco de rey con esta acción central ya que sería un poco difí cil para ellas seguir con 12 ... d5 13. exd5 0-0-0 14. b4! y la posición negra es muy delicada.

13. 01 f5!

Las blancas tienen una clara venta ja.

13. 14. fxe5! 15. 01h6 16. ~g2

g6 dxe5 01e6 ~g7

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ptas. c. IVA

ptas . c. IVA ptas. c. IVA ptas . c. IVA ptas. c. IVA ptas. c. IVA

::: ~iSs~t~~:,sJ¡~~g!1ic~le.~ ll~.n.~. :: : ::::: : ::: : :: : :::::: : ::::::::: : ::: :: ::: :: :: : :::: :::: :::::: : :: : : ::: : : :::::::::: :::::::::: :: : : ::.~.·8~§ ptas . .f- IVA - La práctica de mi sistema, Nimzowitch ..... ...... ........................... .. ... .................... .... ......... .. ..... ... 850 - Los grandes maestros del tablero, Reti .......... .... .... .. ... .......... ..... ................................................ 850 - El arte del ajedrez, Cámara ..... ................ .......... ... ........... .. ....... .... ............ ... ... .... ... ... .................... 955

~ t\e~}}~~~ú~n~i~~:~~~J~?~'~}~~~v: : . ::::. : :.: : : : :: .. ::::. ::::: ::::::.::: .. :.::::::.::::::.::::::.: .:':::::::::::·::":Jlli 23

w W .1 ... .i.tf J..i..l

.l •• .l ~ .l .l

ji ji ji 41

ji ji ~ ~ji ,i ~ -~

,i~

17 . .b!. xf6!! ~xf6 18. 'Ü d5 1!\td8

Con el sacrificio de la calidad, el ataque blan­co ha adquirido gran fuerza. Si ahora, 18 ... ~xd5 19. exd5 'Üd4 20.1!\tf2 1!\td6 21.g5!, etc.

19. 1!\t f2 'Üf4

En caso de 19 ... ~xd5, Nezhmetdinov tenía pensada la siguiente continuación 20.exd5 'Üf4 21.~xf4 exf4 22.1!\tc5! (con la terrible amenaza 23 . .b!.el+) contra la cual las negras no podían defenderse con 22 ... ~e7 a causa de 23. d6 ~xd6 24. 1!\tc6+ f/Re7 25 . .b!.el+ f/R f6 26. g5+! f/Rg7 27. 1!\tc3+ f6 28. ~xa8 y las negras no pueden capturar el alfil con su dama quien tiene que evitar 29. 1!\txf6 mate. Sin embargo Flohr señala la posibilidad de­fensiva 22 ... 1!\te7! 23. d6 1!\ta7! 24. d7 + f/R d8! 25. 'Üxf7+ f/R xd7 26 . .b!.d1+ f/Re8 27. ~c6+ f/Rxf7 28 . .b!. d7+ 1!\txd7 29. ~xd7 .b!.ad8 y las negras obtendrían dos torres a cambio de su dama.

20. ~xf4 21. e5 22 . .b!. e1 23. 'Ü xf6+!

exf4 ~xe5 f6

Fuerte jugada que acaba con las últimas es­peranzas defensivas de las negras.

23. 24. 1!\td4 25 . .b!. xe5

1!\txf6 Il!!7 f8 1!\td8

Las negras evitan la amenaza 26 . .b!.e8+ Il!!7g7 27 . .b!.e7+, ganando la dama. Pero les espera­ba otra desagradable sorpresa ...

26 . .b!. f5+! gxf5

No resultaba 26 ... f/Re7 27. ~g7+ f/Rd6 28. 1!\te5+ f/R d7 29 . .b!. f7+ con mate inmediato. 24

27. 1!\t xh8+ 28. 1!\tg7+ 29. gxf5+

ll!!7e7 f/R e6 rinden.

111

Si 29 ... f/Rd6 seguiría 30. 'Üf7 + ganando la dama. iUna severa derrota del ex-campeón mundial!

P ARTIDAS COMPLEMENTARIAS (1) Nezhmetdinov - Chernikov Rostov, 1962 1.e4 c5 2. 'Üf3 'Üc6 3. d4 cxd4 4. 'Üxd4 g6 5. 'Üc3 ~g7 6. ~e3 'Ü f6 7. ~c4 O-O 8. ~b3 'Üg4 9. 1!\txg4 'Üxd4 10. 1!\th4 1!\ta5 11. O-O M 6 12. ~xf6 'Üe2+! 13. 'Üxe2 exf6 14. 'Üc3 .b!.e8 15. 'Üd5 .b!.e6 16. ~d4 Il!!7g7 17 . .b!.adl d6 18 . .b!.d3 ~d7 19 . .b!. f3 Q¡,b5 20.Q¡,c3 ~d8 21. 'Üxf6 Q¡,e2 22. 'Üxh7+ 1-0 (2) Nezhmetdinov - Tahl Moscú, 1959 1. e4 c5 2. 'Üf3 e6 3. d4 cxd4 4. 'Üxd4 a6 5. 'Üc3 1!\tc7 6. ~d3 'Üc6 7. ~e3 'Üf6 8. O-O 'Üe5 9. h3 b5 10. f4 'Üc4 11. Q¡, xc4 1!\txc4 12. 1!\td3 d5 13. exd5 1!\t xd3 14. cxd3 b4 15. 'Üe4 'Üxd5 16. Q¡,d2 a5 17 . .b!.acl Q¡,a6 18 . .b!. fel g6 19. f5 Q¡,g7 20.f6 'Üxf6 21. 'Üd6+ f/Re 7 22. 'Üxf7 Il!!7xf7 23. .b!.c7+ f/R g? 24. 'Üxe6 'Üe8 25 . .b!.d7 ~f6 26 . .b!.fl 'Üg7 27 . .b!. xf6 'Üxe6 28 . .b!. xe6 ~b5 29 . .b!. c7 h5 30 . .b!. xg6+ f/R f8 31 . Q¡,h6+ ll!!7e8 32 . .b!.e6+ Il!!7d8 33 . .b!. c5 f/Rd7 34 . .b!.b6 ~xd3 35. ~f4 .b!.hf8 36. .b!.d6+ ll!!7e7 37 . .b!. c7+ f/Re8 38. ~g5 .b!. fl+ 39. f/Rh2 Q¡,b 1 40 . .b!.h6 1-0 (3) Nezhmetdinov, R - Radulov, I Varna, 1967 1. e4 c5 2. 'Üf3 'Üc6 3. ~b5 g6 4. O-O Q¡, g7 5. c3 'Üf6 6 . .b!.el o-o 7. h3 d6 8. d4 cxd4 9. cxd4 a6 1O.Q¡,fl e5 11 . 'Üc3 b5 12. a3 ~b7 13. ~g5 h6 14. Q¡,e3 .b!.c8 15. d5 'Üa5 16. 'Üd2 'Üd7 17. a4 f5 18. axb5 f4 19. Q¡,a7 .b!.a8 20.bxa6 ~c8 21. b4 .b!.xa7 22 . .b!. xa5 g5 23. 'Üb5 .b!.xa6 24 . .b!. xa6 ~xa6 25. 'Üxd6 ~xfl 26 . .b!.xfl 1!\tb6 27. 'Üf5 1!\txb4 28. ~c2 'f1!I' c5 29. 1!\txc5 'Üxc5 30 . .b!.cl 'Üxe4 31 . 'Üe7+ 1-0 (4) Nezhmetdinov, R - Sergievsky, V Saratov, 1966 1. e4 c5 2. 'Üf3 e6 3. d4 cxd4 4. 'Üxd4 a6 5. 'Üc3 1!\tc7 6. ~e2 'Üf6 7. O-O 'Üc6 8. ~e3 ~b4 9. 'Üxc6 bxc6 1 0. 'f1!I' d4 ~d6 11. f4 e5 12. 'f1!I'd2 exf4 13. Q¡, xf4 Q¡, xf4 14 . .b!. xf4 d6 15 . .b!. d1 1l!!7e7 16 . .b!. f2 h6 17. 'f1!I'd4 ~e6 18. e5 dxe5 19. 1!\tc5+ f/Re8 20 . .b!.xf6 gxf6 1-0 (5) Nezhmetdinov, R - Dubinin Cheboksary, 1950 1. e4 c5 2. 'Üf3 'Üc6 3. d4 cxd4 4. 'Üxd4 'Üf6 5. 'Üc3 d6 6. Q¡,g5 e6 7. 1!\td2 a6 8. 0-0-0 h6 9. Q¡, f4 Q¡,d7 10.Q¡,g3 1!\tc7 11. f3 'Üe5 12. f4 'Üg6 13. ~e2 ~e7 14. Il!!7b1 e5 15. 'Üf5 ~xf5 16. exf5 'Üxf4 17. ~xf4 exf4 18. 1!\txf4 0-0-0 19. Q¡, f3 ~b8 20.Q¡,d5 .b!.hf8 21. ,ªhe 1 ,ªd7 22. 'f1!I' g3 'Üe8 23. 'Üe4 f/Ra7 24 . .b!.e3 1!\td8 25 . .b!.b3 Q¡, f6 26. 1!\te3+ f/Rb8 27 . .b!.b6 1!\tc8 28 . .b!.d3 .b!.e7 29 . .b!.db3 1!\txf5 30 . .b!. xb7+ .b!. xb7 31 . .b!. xb7+ Il!!7c8 32. 'Üxd6+ 1-0 ..

\a Por Juan Reyes. Maestro Internacional

Le invitamos a reflexionar sobre los siguientes diagramas. En cada uno de ellos habrá de encontrar una maniobra de tipo posicional,

que supone la mejor opción para el bando que la ejecuta. Nuestro objetivo es ayudarle a perfeccionar su juego dándole a Ud. algunos puntos de apoyo

1. 4.

ji

ji

que le permitan tomar decisiones responsables en el futuro.

A Kasparov-Anderson

Tilburg, 1981 _ .... .1.1 .1..1

.1

.1 ... .1 1. ii Ji

Ji Ji ~ éJ Ji

~~~ Juegan blancas

e Dückstein-Petrosian

Bamberg, 1968

Juegan negras

ii -

A

.!

B Petrosian-Gl igoric

Varna, 1962

w &

.i.

Juegan blancas

D Larsen-Padevsky

Mónaco,1968

J. Ji

.1.1 .i. ji

W .!.!

~Ji Ji Ji Ji~Ji

j¡ ~ Juegan blancas

25

Nivel I l No debe ofrecer excesiva dificultad la resolución de los problemas de este grupo

a los jugadores de primera categoría, pero sí será interesante para éstos tratar de resolverlos a "golpe de vista ", en dos o tres minutos a lo sumo.

Para los de segunda categoría, calculamos como tiempo bueno para hallar la línea ganadora de cuatro a seis minutos; unos nueve o diez, para los jugadores de tercera categoría,

y un máximo de doce minutos, para el aficionado. En todo caso, un buen aperitivo para afrontar los siguientes niveles.

5.116

Blancas juegan y ganan

1t

W

J.

.1

.1. .I. .i

.1. ji ji .1.

ji ~~

il Un bonito juego de "clavadas" en el tema que

decidió esta posición, que el teórico Chatard ganó con blancas, en una partida disputada en 1906. ¿Cuál es la continuación ganadora?

5.117 W ;

.l.l..l .1. .. .l. • é! il .i.

Negras ji ~

juegan ji ~jiji y .1. 'ª ganan

Con conocidos temas tácticos las p iezas ne­gras pueden forzar una rápida victoria, en esta posición. ¿ Cómo conduc iría usted el ataque ga­nador? 26

5.118

Negras juegan y ganan

Especulando con los temas de la clavada y un esquema de mate m uy frecuente en la práctica, las negras se salvaron de lo que parecía una rápida victoria. ¿Cómo ganaron?

5.119 J. .i. J.W .1..1. .i..l

é! .l.l .l. .. él .l

Negras juegan Y ganan

ji ji ji ~ji

ji 'i' ji ji i, ~ ~ I

Esta posición se produjo en la partida Bojko­vic-Dabrowska (Olimpiada, 1994). En ella, espe­culando con la de licada situación del rey blanco, las negras remataron expeditivamente la lucha.

5.120

Negras juegan y ganan

-..J. .1.

.1. .1. ~

.i. Ji . ~ ~ Ji

I. ~ ji ji

W .1 .1.

.1.

Ji Ji Ji ~

Apoyándose en el tema de la doble amenaza, las negras decidieron la lucha a su favor, en esta posición de la partida Peralta-Felsberger (Olim­piada, 1994). ¿Cómo cont inuaría usted?

5.121 I 1. -i .l • W .ljf

Ji .l .l.l Blancas Ji Ji

~ ~~ Ji juegan ~ y .i. ~ ganan

Las blancas están en condiciones de dar un rápido mate, en esta posición, especulando con el conocido tema de la "desviación" (de la pieza defensora) . ¿ Cómo?

5.122

Blancas juegan y ganan

J..i..l

.1. ~

Ji Ji Ji ~

1. • é1 .1..1. 'i' . 11,

~ Ji

Ji

A pesar de las amenazas de las negras, son las blancas quienes están en condiciones de forzar un brillante desenlace, con hábil maniobra. ¿Cuál es? Dos jugadas clave lIevar;l al triunfo.

1m 5.123 I 1. I W

.1..1. .i. .1..1..1. "ir

Ji Negras é1

Ji . ~ juegan ~ Ji Ji Ji y j,~ ,i~ ganan

Especulando con e! tema de la doble amenaza, las negrasforzaron la ganancia de material, tras rápida maniobra. ¿Cómo continuaría usted? Fue en la partida Rudakovsky-Botvinnik(URSS, 1945).

5.124 .i. W .1. 'IV .l.l

.l ~ .l .l Ji

Blancas juegan y ganan

Ji ~ ~ Ji

~ .1 Ji Ji~

Especulando con conocidos temas tácticos, las blancas remataron expeditivamente la lucha, en la partida Belli-Tilmatine (Olimpiada de 1994). ¿Cuál es la continuación ganadora?

5.125 • .l ....... J. .1. .l

1. .l Blancas é1

~ juegan Ji ~JiJi~ y :i .i ~. ganan Una maniobra de ataque muy espectacular, de

la que son clave sus dos primeras jugadas, dan la victoria a las blancas. ¿Cómo conduciría usted la ofensiva ganadora?

27

Nivel 2 ~ Imperceptiblemente, se eleva el nivel

de dificultad, aunque es probable que alguno de los problemas de este nivel le resulte

más fácil que otros del nivel 1. Se trata de que los temas combinativos

se van conociendo y nuestras ideas son más claras. Cuatro minutos deben bastar, en cada problema,

para el jugador de primera categoría; nueve, para el de segunda;

trece, para el de tercera, y quince, para el aficionado.

5./26

Negras juegan y ganan

.1.1

Una sutil maniobra vino a decidir la lucha en favor de las negras, en esta posición de la partida Rellstab-Petroff(Kemeri, 1937) ¿Cómo continua­ría usted el ataque?

5./27

Negras juegan y ganan

El ataque de las negras sobre la columna "g" resultó decisivo, en esta posición que corres­ponde a la partida Lukez-Minasian (Olimpiada de 1994). 28

5./28

B/ancas juegan y ganan

La delicada posición del rey negro permitió a las blancas rematar drásticamente la lucha, es­peculando con el tema de la "clavada" . ¿Cuál es el plan ganador?

5./29

B/ancas juegan y ganan

Aprovechando la mala situación del rey negro, que perdió la natural protección de los peones del flanco en que se encuentra, las blancas pue­den rematar espectacularmente la lucha. ¿Cómo?

5./30

Negras juegan y ganan

J. J. W .1. 'i'A .1. .1. .1.

.i.

Varios temas tácticos coinciden en la manio­bra que dio el triunfo a las negras, en esta posición. ¿Cómo continuaría usted el ataque ganador?

Nivel 3 Un nuevo paso, quizá menos perceptible

que el anterior, en cuanto a dificultad se refiere. Para resolver los problemas

de este nivel, un jugador de primera categoría no deberá emplear

más de cinco o seis minutos, V será un buen tiempo el de doce minutos

para el de segunda; dieciocho, para el de tercera, V veinte, para el aficionado.

5.131

Negras juegan y ganan

.1.

~ ~

.1. fi

1!

J.J. W .1..1.1 "i' • 1, .

fi fififi ,iW;¡

l

Apoyándose en conocidos temas tácticos, las negras lograron ventaja decisiva, con maniobra combinativa de ataque. ¿Cómo lo conduciría usted?

5.132

Blancas juegan y ganan

.i.J. J.

J. ~

El tema del "molinillo" es la clave de la man io­bra, que dio el triunfo a las blancas en esta posición, al obtener un final netamente ventajo­so. ¿Cómo se logra?

5.133 "- J. 'ir "- VlJ.

.! • .1. J.J. .1. ~ .l

Blancas fi1! fié! ~ i,i,

juegan fifi fifi y w;¡ ganan

Aunque las negras tienen planteadas amena­zas directas, las blancas lograron imponerse, en esta posición, mediante vistosa maniobra com­binativa. ¿Cómo?

5.134

Blancas .1. 1! juegan w;¡ i, y .1 ganan

Con preciso juego de ataque, las blancas incli­nan la balanza a su favor, en este estudio de H. Rink, apoyándose en eltema de la clavada. ¿Cuál es el plan ganador?

5.135

Blancas juegan y ganan

.1 .1..1..1.

•

A esta posición se llegó en la partida Mikenas­Flohr (Folkestone, 1933) y, en ella, las blancas iniciaron una fuerte maniobra de ataque que les proporcionó la victoria. ¿Cómo?

29

Nivel 4 La dificultad, teóricamente, es mayor

en el lote de problemas de este grupo. Pero ya algunos de los temas

nos serán familiares. Las soluciones, por otro lado, nos ayudarán a comprender las combinaciones. Siete u ocho minutos

han de ser suficientes para la resolución de cada problema

al jugador de primera categoría; quince, para el de segunda; veintidós, para el de tercera,

y veintiséis, para el aficionado.

5.136

Negras juegan y ganan

... I

.l.i. A.

J. • "it .l.i..l

.l

l

A esta posición se ll egó en el curso de la partida Byrne-Fischer (Nueva York, 1963). En ell a, co n brillante maniobra combinativa, las negras se alzaron con la victoria. ¿Cómo?

5.137

Blancas juegan y ganan

4)'1' W I .lA.

.1. .l .lA. fi .l ~ ~

fi fiJi

iiiifi ji ~

Una precisa maniobra combinativa permitió a las blancas alza rse con la victoria, en esta posi ­ción de la partida Euwe-Alekhine (Zurich, 1934). ¿Cómo continuaría usted el ataque? 30

5.138 .i. .l

~ .l fi

Blancos 4) juegan y ganan

Esta posición corresponde a un estudio del compositor ruso Platov, en el que, con una sor­prendente m an iobra, las blancas se anotarán la victoria, gracias a su peón pasado. ¿Cómo?

5.139

Negras juegan y ganan

Con ingeniosa y muy precisa maniobra de ataque, las negras consiguieron salir ven cedo­ras en esta posición que se produjo en la partida Euwe-Keres (La Haya, 1948).

5.140 "'4) "itW 1.

.i. .l.l.l .1. 4).1.

Blancas ii A. ~ ~ ~ juegan fiii iififi y Ji ~j, ~ ganan

Esta posición corresponde a la partida Bogol­jubov-Rellstab (Alemania, 1940). En ella, con vistosa maniobra de ataque, las blancas consI­guieron imponerse. ¿Cómo lo llevaría usted?

Nivel 5 l Si ha resuelto los niveles anteriores,

podrá afrontar los de éste con buenas posibilidades de éxito.

Encare el estudio con espíritu de competición V, al final, viendo en las soluciones

cómo se resolvieron las partidas, obtendrá una valiosa experiencia.

Tiempos: diez a doce minutos, el jugador de primera categoría; diecinueve,

el de segunda; veintiséis, el de tercera, V treinta, el aficionado.

5.141

Blancas juegan y ganan

W 1.

.'-1.

De la partida Re llstab-Ahues (Alemania, 1930) es esta interesante posición, en la cual las blan­cas ganaron brill antemente, especulando con conocidos temas tácticos. ¿Cómo?

5.142

Negras juegan y ganan

Esta posición, de la partida Shaw-Gossip (Nue­va York, 1889), la ganaron las negras con una brillante maniobra combinativa, apoyándose en ataque sobre columnas y diagonales.

5.143

Blancas juegan y ganan

I

1), i. .1

Esta posición se presentó en la partida Brons­tein-Kotov (Moscú, 1949). En ella las blancas ganaron con elegante ma niobra. ¿Cómo condu­ciría usted la ofensiva?

5.144

Negras juegan y ganan

W -'.1.

El que fue gran maestro Nikolai Rossolimo, conduciendo las piezas negras, logró ganaresta posición, en una partida disputada en París, 1944. ¿Cuál fue la maniobra ganadora?

5.145

Blancas juegan y ganan

.1

Este interesante fina l lo pueden ganar las blan­cas, mediante una maniobra, apoyada en un sutil detalle táctico. Le prevenimos de un detalle no menos sutil en cuanto a la clave se refiere."

31

PORTADA 1. b!.h1! (Despeja la primera línea y atraviesa la casilla crítica g1) Q¡, d7 2. ~b1! (Amenaza 3. ~b4 mate, sigue defendiendo el caballo b6 e impide la fuga del rey por b5) Q¡,b5 3. ~g1 mate!

MATES Y REMATES I

1... b!. f1+ 2. Vi!1 g3 h4+! 3. Vi!1h3 b!. f3+!! y las blancas abandonaron ante 4. gxf Q¡, f 1 mate (Georgiev-Kadrev. Bulgaria, 1965).

TÁCTICA Y ESTRATEGIA Ejercicios

A El objetivo es aprovechar la posición del rey en el centro. Una variante posible: 1. 0> xb5 ab 2. Q¡, xb5 Q¡, e8 3. b!.d6! b!.g8 (amenazaba 4. b!.e6+) 4. b!.hd 1 b!.g4 5. b!.e6 (con la amenaza 6. b!.xc8) 5 ... b!.h4 6. ~d3 e4 7. ~e2 Q¡,b7 8. g3 ~g4 9. ~xg4 b!. xg4 10. b!.e7.

B El plan es el ataque al rey. El camino con mayores perspectivas es el siguiente: 1. e5 0>d5 2. Q¡, xh7+ Vi!1 xh7 3. 0>g5+ Vi!1 g6 4. ~g4 f5 5. ~h4 0> f6 (de lo contrario 6. b!. c3, y 7. b!.g3) 6. ef IJi? xf6 7. b!. xe6! ~xe6 8. d5+ e5 9. de b!. xe6 10. f4 g6 11. 0>d4 ed 12. ~h7 ~g7 13. ~xd4+ b!.e5 14. 0> f3.

e El plan es la inclusión de la torre en el ataque al rey. Es posible la variante: 1. b!. f3 ~f8 2. b!.g3!, Ó 1... ~b5 2. b!.g3 b!.e7 3. ~f6 l1l!1h8 4. m h6 ~f8 5. 0> xb5 ab, etc ...

o El plan es el ataque al rey con el avance de los peones. En la partida Riumín-Rabiilovich (Le­ningrado 1934), siguió: 1. h4 e5 2. g4 ed 3. ed g6 4. g5 hg 5. h5! Vi!1 g7 6. hg fg 7. ~d3 b!.h8 8. ~xg6 ~e7 9. ~f5 b!. xh1 10. b!. xh1 0>f8 11. b!. g1 ~f4 12. 0> xg5 ~xg5 13. 0>e2 ~xf2 14. ~e7+ Vi!1 h6 15. ~d6+ l1l!1 g7 16. b!.g5+ Vi!1 f7 17. ~g6+ 0>xg6 18. ~xg6+ Vi!1 e7 19. b!.e5+. Las negras abandonaron.

TEST DEAJEDREZ Respuesta I

Las negras disponían de la siguiente posibili­dad, 17 ... , exd4 18. cxd4 c5, etc; también era a considerar un plan a base de 17 ... 0>h7-f8-e6 32

sin apresurarse en el centro, ahora se brindan excelentes posibilidades de ataque al primer jugador en el flanco de rey al cerrar el centro. Además el alfil "b7" quedará sin juego alguno. Si esta fuese su consideración anótese 4 puntos.

Respuesta 2 Por supuesto es preferible evitar el cambio de alfiles. Las blancas intentan aprovechar la mala situación del alfil enemigo en "g5" pre­parando g3, seguido de f4, etc. Si consideró esto anótese 3 puntos.

Respuesta 3 No valía el intento de sacrificar una pieza con 35 ... hxg4 36. f4 exf4 37. gxf4 0>xe4 38. ~xe4 b!. xe4 39. fxg5 ~xg5 40. ~f2 f5 41. 0> xf5! ~xf5 42. ~h4 ~f3+ 43. Vi!1 g1!, ganando. Si estuvo atento a esta posibilidad anótese 6 puntos, por su gran labor analítica

Resultado del test De 90 a 100 puntos, gran maestro; de 75 a 89 puntos, maestro; de 60 a 74 puntos, primera categorí a; de 45 a 59 puntos, segunda cate ­gorí a; de 20 a 44 puntos, aficionado; menos de 20 puntos, ¡hay que pensar más!

TEST POSICIONAL A

1. d5! Excelente sacrificio de peón el cual dificulta el normal desenvolvimiento de las piezas negras en el flanco de rey, al abrirse la diagonal "a 1-h8". Este es el castigo por la "alteración arbitraria del equilibrio". Las blan­cas obtienen un ataque fortí sima. 1 ... exd5 2. ~g2 c6 3. O-O, etc. Las blancas tienen una clara ventaja, las negras no pueden jugar 3 .. . f5, evitando que se abra la columna "e" , porque solo ocasionaría más trastornos en la posición negra. Andersson intentó el enroque artificial, pero la catástrofe vino por las casi­llas blancas. Posición tomada de la partida Kasparov-An­dersson, Tilburg 1981: 1. d4 0>f6 2. c4 e6 3. 0>f3 b6 4. a3 ~b7 5. 0>c3 0>e4 6. 0>xe4 ~xe4 7. 0>d2 ~g6 8. g3 0>c6 9. e3 a6 10. b4 b5 11. cxb5 axb5 12. ~b2 0>a7 13. h4 h6 (diagrama) 14. d5 exd5 15. ~g2 c6 16. O-O f6 17. b!.e1 ~e7 18. ~g4 Vi!1 f7 19. h5 ~h7 20. e4 dxe4 21 . ~xe4 ~xe4 22. 0> xe4 0>c8 23. b!.ad1 b!.a7 24. 0>xf6 gxf6 25. ~g6+ IJi? f8 26. ~c 1 d5 27. b!.d4 0>d6 28. b!. g4 0> f7 29. ~xh6+ Vi!1e8 30. ~g7 1-0.

B 1. b!.e 1! Excelente sacrificio posicional de calidad. Un buen recurso defensivo. No hay otra forma de controlar la casilla de bloqueo

"e4", porque las torres blancas están des­afortunadamente dispuestas ante l a amenaza negra e5-e4 . 1 ... 01d3 2. ~fe2 01 xe1 3. ~xe 1 ,etc. Las blancas siguen controlando la casilla temática "e4" y están pendientes del peón "e5", es una posición donde la calidad de ventaja apenas se nota. Posición tomada de la partida Petrosian-Gli­goric, Varna 1962: 1. d4 01f6 2. c4 g6 3. 01c3 ~g7 4. e4 d6 5. ~e2 O-O 6. 01f3 e5 7. d5 01bd7 8. O-O 01c5 9. ~c2 a5 1 O. ~g5 h6 11. ~e3 01 fd7 12. 01d2 f5 13. exf5 gxf5 14. f4 exf4 15. ~xf4 01e5 16. 01f3 01g6 17. ~e3 ~e7 18. ~d2 f4 19. ~f2 01e5 20. 01 xe5 ~xe5 21. ~d4 ~f5 22. ~f2 ~g6 23. ~af1 ~g5 24. ~xe5 dxe5 25. ~h1 ~a6 26. ~f3 ~af6 (diagrama) 27. ~e1 01d3 28. ~fe2 01 xe1 29. fir xe1 ~e8 30. c5 ~ff8 31. 01e4 Y2-Y2.

e 1 ... ~xc3!! El gran Petrosian nos brinda un maravilloso sacrificio posicional de calidad sin la más mínima compensación en material; de esta manera las negras evitan la presión enemiga en el punto "e6", obligando a las blancas a ceder la iniciativa, ya que ahora las negras presionarán sobre los peones de "a4", "e4" y a través de la columna "c", las torres blancas carecen de .objetivos al no haber columnas abiertas, lo cual f;¡vorece el juego de piezas menores de las negras. Posición tomada de la partida Dückstein-Pe­trosian, Bamberg 1968: 1. e4 c5 2. 01f3 d6 3. d4 cxd4 4. 01xd4 01f6 5. 01c3 a6 6. ~g5 01bd7 7. ~c4 !la5 8. !ld2 e6 9. a4 h6 1 O. ~e3 01e5 11. ~a2 01eg4 12. O-O ~d7 13. h3 01 xe3 14. !l xe3 ~e7 15. f4 O-O 16. ~h1 ~ac8 17. f5 (diagrama) ~xc3 18. bxc3 e5 19. <í)e2 ~c8 20. ~fd1 ~c5 21. ~d3 ~f8 22. ~b3

~c6 23. 01g3 b5 24. ~d5 ~e8 25. !lf3 bxa4 26. c4 !lb4 27. 0>h5 01xd5 28. cxd5 ~g5 29. !lg4 ~c4 30. 01g3 ~xc2 31. h4 ~ f6 32. 01h5 ~c4 33. ~e3 ~c3 34. ~xc3 !lxc3 35. ~a2 !le1+ 36. ~h2 !lxh4+ 37. !lxh4 ~xh4 38. 01g3 ~d8 39. 01e2 ~a5 40. ~g3 ~b4 41. ~f3 0-1.

D 1. ~xd5! Las blancas rematan el juego en forma simple y elegante entregando la cali­dad ya que ahora el valioso peón "d" se convierte en un arma mortal para las negras. Posición tomada de la partida Larsen-Pade­vsky, Monaco 1968: 1. g3 d5 2. ~g2 01f6 3. c4 e6 4. d4 dxc4 5. !la4+ 01bd7 6. !lxc4 a6 7. !lc2 c5 8. dxc5 01xc5 9. 01c3 ~d6 10. 01f3 O-O 11. O-O !lc7 12. ~d 1 01ce4 13. ~e3 01xc3 14. !lxc3 01d5 15. !lxc7 ~xc7 16. ~d4 f6 17. ~ac1 ~d8 18. ~c5 ~e8 19. e4 b6 20. exd5 bxc5 21. d6 ~b7 22. ~xc5 ~b6 23. ~c3 ~ab8 24. d7 ~ed8 25. ~d6 ~a5 26. ~c1 ~b4 27. ~d4 ~d5 (diagrama) 28. ~xd5 exd5 29. ~h3 ~f8 30. 01d4 ~b6 31. ~c8 ~e7 32. 01c6+ ~xc6 33. ~xc6 a5 34. ~a6 g6 35. a3 ~d6 36. ~xa5 d4 37. ~d5 ~e5 38. f4 ~c7 39. ~f1 f5 40. ~xd4 ~xd7 41. ~xd7+ ~xd7 42. ~g2 ~b6 43. ~d5 h6 44. ~f7 g5 45. fxg5 hxg5 46. h4 g4 47. h5 1-0.

PASATIEMPOS Problema

1º) 1. a5 2. a4 3. a3 4. a2 5. a1=~ 6. ~xb2 7. ~c3 8. ~d3 9. ~c4 1 O. ~b4 11 . ~b5 12. ~a4 13. ~a5. Juegan las blancas: 1. 01c5 mate. 2º) 1. a5 2. a4 3. a3 4. a2 5. a 1 =01 6. 01c2 7. 01e3 8. ~f3 9. ~g3 1 O. ~h4 11. 01f5 12. 0>g7 13. f5. Juegan las blancas: 1. 01xg7 ahogado.

PROBLEMAS Nivel I

Núm. 5.116 1. ~c 1!! y las negras abandonaron tras esta "contraclavada", ya que, si 1 ... ~xc1 2. !l xa2 decide.

Núm. 5.117 1 ... ~xf1+ 2. ~xf1 ~d3+ y las blancas abandonaron, ante la pérdida de la dama.

Núm. 5.118 1 ... ~c51! y las blancas abandonaron, ya que, si 2. dxc5 ~d1 mate y, si 2. ~xc5 ~xb7 gana fácilmente.

Núm. 5.119 1 ... 01 g4+! 2. fxg4 ~h6+ 3. IJitI f3 fxg4+ Y las blancas abandonaron, ante 4. ~xg4 e5+ 5. ~g5 ~f6 mate.

Núm. 5.120 1 ... ~xb2! 2. ~xb2 ~c3 y las blancas aban­donaron, ante la doble amenaza 3 ... ~xb2 y 3 ... 01f3+ para 4 ... ~xe5.

Núm. 5.121 1. ~b6+!! ~e7 (si 1 ... cxb6 2. ~b4 mate) 2. d6+ ~f8 3. dxc7 y las negras abandonaron.

Núm. 5.122 1. 01g6+! 01xg6 (si 1 ... ~xg6 2. ~xd8+) 2. ~xh7+! ~xh7 3. ~h5 mate.

Núm. 5.123 1 ... 01xc1 2. ~bxc1 ~xc1 3. ~xc1 !lh6 y las blancas abandonaron, ante las amenazas 4 ... ~xc1+ y 4 ... fl'l' xh4, ya que, si 4. ~c4 ~b5! 5. ~c5 b6.

Núm. 5.124 1. ~c8! ... (tema de "desviación" y "clavada")

33

1 ... ~xc8 (ante 2. ,º,- xg7+ y, claro está 2. blxfS mate) 2. ,º,-xg7+ 'iIl!1 g8 3. ,º,- fS+ 'iIl!1 f7 4. ~h5+ Y las negras abandonaron.

Núm. 5.125 1. ~fS+! 'º'- xfS 2. blxc7! y las negras aban­donaron, ya que, si 2 ... ~xc7 3. ~eS mate y, si 2 ... ~dS 3. ~eS+ lleva al mate.

Nivel 2 Núm. 5.126 1 ... 'º'- xf4 2. ~xf4 bl g3! y las blancas aban­donaron, sin defensa contra la amenaza 3 ... blxh3 mate.

Núm. 5.127 1 ... ~xh3! 2. gxh3 ... (si 2. bld2 ~g7 3. 'º'- f 1 ~g5 con la amenaza 4 ... ~xf3+ 5. gxf3 blg 1!) 2 ... ~g7 3. 'º'- f1 blg1 y las blancas abando­narno, ante 4 ... ~g3 mate.

Núm. 5.128 1. ~f5+ ~e6 (si 1 ... 'mdS 2. blcS mate) 2. blc7+! ~d8 (a 2 ... 'iIl!1 xc7 3. ~xe6 gana la dama) 3. ~xeS bl xeS 4. bl fd7 mate.

Núm. 5.129 1. ~h5+!! 'iIl!1 g7 (si 1 ... 'iIl!1 xh5 2. ~f7 + 'iIl!1g4 3. ~h6 mate) 2. ~h7+ 'iIl!1 f8 3. ~xa7 ~e7 4. blxf6+ ~xfS 5. ~h7+ y las negras abando­naron.

Núm. 5.130 1 ... 'º'- f5! 2. ~xf5 ~xf5!! 3. ~xf5 ... (si 3. ~c2 ~xd2+ y, si 3. 'iIl!1c2 ~e3+) 3 ... ~xd2+ 4. ~a1 bl c1+ 5. ~b1 blxb1 mate.

Nivel 3 Núm. 5.131 1 ... ~f3+! 2. gxf3 ... (si 2. 9ll1h1 ~xd4) 2 ... ~gS+ 3. 'mh1 ~g3+ 4. hxg3 ~xc2 y las blancas abandonaron.

Núm. 5.132 1. ~xg5+ ,º,- xg5 2. blxg5 'º'-xc4 3. bl xg7+ 'iIl!1h8 4. blxd7+ ~g8 5. blg7+ 'iIl!1h8 6. blc7+ ~g8 7. blxc4 y las negras abandonaron.

Núm. 5.133 1. bl xh7+! ~xh7 2. ~h4+ ~g7 3. f5! blh8 (ante 4. ~h6 mate) 4. ~xh8+! cmxh8 5. blh3+ !!!ig7 6. 'º'-h6+ !!!ih7 7. ,º,- f8 mate.

Núm. 5.134 1. ~e4+ 'ma6 2. blh6+ blf6 3. 'mf5! y las negras abandonaron, ante este tema de do­ble "clavada". Tampoco valía 1: .. !!!ib6 2. blh6+ 'mc5 3. ~e5+ ~d5 4. ~c7+ 'md4 5. bld6 y ganan.

Núm. 5.135 1. ~xa7+1 'º'- xa7 2. ~a3 bS (a 2 ... ,º,-bS 3. ~aS ~c6 4. ~xbS+ 'iIl!1d7 5. blxb7+ l!i!?eS 6. ble1+ ~e4 7. 'ili!e5+, ganando) 3. blxb6! 'º'- xb6 4. ~a8 mate. 34

Nivel 4 Núm. 5.136 1 ... ~h3+ 2. 'iIl!1 g1 ble1+!! 3. bl xe1 ... (si 3. ~xe1 ~g2 mate) 3 ... 'º'- xd4 y las blancas abar.donaron, ante 4 ... ~g2 mate.

Núm. 5.137 1. ~f7!! ~e8 (si 1 ... 'mxf7 2. ~h5+ l!i!?e7 3. blxe6+ I!i!? xe6 4. ble1+ ~d6 5. ~c5+ 'md7 6. ~f5+ II!rld6 7. ~e6 mate) 2. blxe6 ~xe6 3. ~d8 ~e4 4. ~xc6 y las blancas se impusie­ron gracias a su neta superioridad.

Núm. 5.138 1. ,º,-c4+ ~xc4 2. a6 b5 (para controlar la coronación del peón, con 3 ... ~b6, pero ... ) 3. ,º,-a5!! ~xa5 4. a7 y las blancas ganan cómo­damente el final.

Núm. 5.139 1 ... c6!! 2. ~xc6 ... (si 2. g3 blxg3+!) 2 ... blc3! (tema de "desviación", ya que si 3. ~xc3? ~xg2 mate) 3. ~d5 blc5! 4. ~d2 ... (a 4. ~b7 blc2 decidiría) 4 ... bl xc1! y las blancas aban­donaron, por el doble tema de "desviación": 5. ~xc1 ~xg2 mate ó 5. blxc 1 ~f3+ ganando la dama.

Núm. 5.140 1. ,º,-g6!! hxg6 (si 1 ... l!i!?e7 2. ~xd6 ~xd6 3. 'ili! xd6+ I!i!?xd6 4. 'º'-xf7 ,º,-d5 5. blad1, con neta ventaja blanca) 2. ~xd6+ 'me7 3. ~xb7 ~c7 4. ~d5 ... (también es fuerte 4. 'Iltd4) 4 ... bl h5 5. 'Ilte4 ~c6 6. g4! Y las negras abandonaron.

Nivel 5 Núm. 5.141 1. ,º,- d4!! bl f8 (a 1 ... blxe4 2. 'º'-xf6+ 'Iltg7 3. ,º,-xg7+ Y 4. blxe4, .ganando) 2. ~e8!! ~g7 3. ~xf8+! 'Ilt xf8 4. ble8!! y las negras abando­naron.

Núm. 5.142 1 ... ~f3+! 2. gxf3 'º'-xf3+ 3. ,º,-g3 ~xg3+!! 4. hxg3 blxg3+ 5. Wh2 ... (si 5. 'º'-g2 blxg2+ 6. 'iIl!1 f1 blh2, para blh1) 5 ... 'º'- xf2 6. ,º,-h3 bl xh3+! y las blancas abandonaron, ante 7. 'iIl!1 xh3 blhS mate.

Núm. 5.143 1. bl xg7 blxe6 (o bien 1 ... 'iIl!1 xg7 2. blxe5) 2. blxe5!! blxe5 3. blg8+!! blxg8 4. 'º'- f6+ blg7 5. 'º'-xe5 y las negras abandonaron.

Núm. 5.144 1 ... bld1!! 2. 'º'- xb7+ ... (si 2. 'Ilt xb5? 'º'-xf2+ 3. L!)

II!rlh2 blhS mate) 2... !!!ib8! 3. c4 blxf2! 4. ~ ~xb5 blfxf1 + 5. I!i!?h2 blh1 mate. '";"

Núm. 5.145 ~ 1. ~c6+ I!i!?d6 2. ~a5 bl xb2 3. ~c4+!! dxc4 ~ 4. O-O-O+! y las negras abandonaron, ante 5. ~ 'mxb2. .. -

IIr] Nº 14 La defensa Ca .. o-Kann

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