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LA SEGURIDAD DEMOCRÁTICA EN EL CONTEXTO DE LAS RELACIONES COLOMBIA-ESTADOS UNIDOS
FABIAN ENRIQUE PALACIOS OJEDA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANAFACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICABOGOTÁ D.C.
2009
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LA SEGURIDAD DEMOCRÁTICA EN EL CONTEXTO DE LAS RELACIONES COLOMBIA-ESTADOS UNIDOS
FABIAN ENRIQUE PALACIOS OJEDA
TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR EL TÍTULO DE POLITÓLOGO
DIRECTOR DE TESISCARLOS LAROTTA LAROTTA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANAFACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICABOGOTÁ D.C.
2009
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Dedico este trabajo a mis padres que gracias a ellosTengo lo que tengo y soy lo que soy, a mi hermana y
Al que considero mi hermano Mauricio; A Mónica mi inspiración y que Me ha acompañado durante todos estos años
... Melin le, Inyë le melë.... y las personas que de alguna manera
me acompañaron en este proceso.
8
AGRADECIMIENTOS
Agradezco a todas las personas que apoyaron mi formación como Politólogo, sobre
todo a mis amigos por su compañía, apoyo y enseñanzas.
Asimismo quiero agradecer a Carlos Larotta, por su dedicación y apoyo en el
desarrollo de este trabajo.
9
INDICE
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................................... 1
CAPITULO PRIMEROSEGURIDAD DEMOCRÁTICA Y CIENCIA POLITICA ................................................................................... 6
1. Ciencia Política y el Estado .............................................................................................................. 6
1.2 El Estado dentro del sistema internacional ................................................................................. 10
1.3 Bases doctrinarias de la Seguridad Democrática, proyecto de gobierno .................................... 11
SEGUNDO CAPITULORELACIONES INTERNACIONALES, POLÍTICA EXTERIOR Y SEGURIDAD DEMOCRÁTICA .......................... 13
2.1 El fin de la Guerra Fría y el nuevo paradigma de la seguridad .................................................... 13
2.2 La estrategia de seguridad después del 11 de Septiembre de 2001 .......................................... 17
2.3 Política de seguridad de los Estados Unidos hacia America Latina ............................................. 20
2.4 El conflicto armado en Colombia y su proyección en las relaciones internacionales .................. 23
2.5 El conflicto armado en Colombia luego del 11 de Septiembre de 2001 ..................................... 26
CAPITULO TERCEROSEGURIDAD DEMOCRATICA CONCEPTO RECTOR DEL GOBIERNO COLOMBIANO ................................ 30
3.1 El proyecto Político de la Seguridad Democrática ...................................................................... 30
3.2 La seguridad democrática en la política exterior de Colombia ................................................... 32
3.3 Acción frontal contra el terrorismo ............................................................................................ 38
3.4 Las relaciones Colombia – Estados Unidos ................................................................................. 39
3.5 Evaluación aproximada de la Seguridad Democrática ................................................................ 41
CAPITULO CUARTOESTADOS UNIDOS FRENTE A LA SEGURIDAD DEMOCRÁTICA ............................................................... 43
4.1 Reorientación en los procedimientos de ejecución de la política exterior de los Estados Unidos .......................................................................................................................................................... 43
4.2 Percepción de Colombia en los Estados Unidos ......................................................................... 44
CAPITULO QUINTO CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ............................................................................................... 48
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................................... 55
ANEXOS ................................................................................................................................................ 60
10
INTRODUCCIÓN
En las elecciones presidenciales del 2002 en Colombia, Álvaro Uribe Vélez fue
elegido presidente de la República para el periodo 2002 – 2006. Por la complejidad y
circunstancias particulares de nuestro país, especialmente en materia de orden
público, agravadas por el fracaso en las negociaciones de paz iniciadas durante la
administración de Andrés Pastrana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC) y el crecimiento de esta organización al margen de la ley, el
proyecto político de la administración Uribe, denominado “Seguridad Democrática”,
se orientó principalmente hacia la recuperación del orden y la seguridad en todo el
territorio nacional, con el fin de garantizar la plena vigencia de los derechos y libertad
ciudadanos y el fortalecimiento de la democracia, dentro del marco del derecho
internacional humanitario y de la Constitución Política de Colombia.1
Para el logro de los objetivos propuestos en el proyecto de gobierno, Seguridad
Democrática, uno de los aspectos esenciales es el de gestionar apoyo político y
financiero en el exterior, que permita impulsar la economía y obtener cooperación en
la lucha contra el terrorismo.
Estados Unidos como principal socio político y comercial de Colombia, ha sido el
aliado más importante en la implementación de la Seguridad Democrática. Su apoyo
se ha expresado no solo en el Plan Colombia (iniciado durante las administraciones
Pastrana y Clinton), sino también en el ámbito económico, con el proceso de
negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los dos países, y el ATPDEA
(preferencias arancelarias Andinas de Estados Unidos), Además del apoyo político
en los planos bilateral y multilateral.
Durante la administración de George W. Bush (2001 - 2009), se llegó a un alto nivel
de cooperación entre Colombia y Estados Unidos, facilitada por los temas comunes
en las agendas exteriores de los dos países, como la lucha contra el tráfico de
drogas ilícitas, terrorismo y el crimen organizado, sin olvidar los asuntos
1 La política de seguridad democrática sostiene que la condición para poder robustecer el Estado de Derecho, es el fortalecimiento del control de las autoridades sobre el territorio nacional; además, sostiene que mantener el control del territorio implica un trabajo coordinado entre las fuerzas del Estado y los civiles.
1
económicos, como la negociación del TLC, y la ampliación de la vigencia del Plan
Colombia con el objetivo de disminuir los cultivos ilícitos. Las excelentes relaciones
entre los dos países se expresaron también en los continuos contactos directos al
más alto nivel entre los gobiernos y miembros del Congreso, representantes del
Ejecutivo, inversionistas de ese país y, los frecuentes encuentros de los Jefes de
Estado.
Con la reelección del Presidente Uribe para el periodo 2006 – 2010, se garantizó la
continuidad de la Seguridad Democrática. Es precisamente en este escenario en el
que el gobierno colombiano tiene grandes desafíos en las relaciones con los
Estados Unidos, teniendo en cuenta no sólo los cambios políticos y composición del
nuevo gobierno en ese país, y la recesión económica global, sino también las
características del ambiente político colombiano particularmente las relacionadas
con la posibilidad del referendo y los hechos que han enrarecido la gestión publica.
Durante la administración Bush se contaba con una mayoría republicana en el
Congreso lo cual facilitaba la gestión del gobierno colombiano pero, en el 2008, los
demócratas alcanzaron la mayoría, generando nuevos retos a la gestión de
Colombia, ya que en el régimen político de Estados Unidos el congreso tiene una
gran injerencia en el manejo y desarrollo de la política exterior.
Con la elección de Barack Obama como nuevo Presidente, Estados Unidos opta por
un enfoque político diferente al de la administración Bush. Obama inicia su gestión
con decisiones como iniciar los procesos de retiro de las tropas norteamericanas de
Irak; y el cierre de la prisión de Guantánamo. El Presidente Obama cuenta con la
mayoría demócrata en el Congreso, que claramente tendrá efectos en la política
interna y externa de ese país, y en particular hacia Colombia, en materias muy
importantes en el proyecto político que adelante el presidente Uribe tales como el
Plan Colombia y el Tratado de Libre Comercio TLC.
Del escenario anterior, surgen las preguntas que se tratarán de responder este
trabajo: ¿Qué proyección tiene la Seguridad Democrática colombiana en el actual
contexto político de los Estados Unidos?; ¿qué influencia tiene la actual coyuntura
política colombiana en la presentación exterior de la Seguridad Democrática?; ¿Es
2
necesario, para la continuidad del proyecto Seguridad Democrática otra reforma
constitucional?; Específicamente, el objetivo central de este estudio es analizar la
proyección de la Seguridad Democrática de una manera prospectiva frente a los
cambios políticos que la nueva administración de los Estados Unidos ha adoptado,
teniendo en cuenta el desarrollo del proceso político colombiano y las nuevas
particularidades que orientan la política exterior de los dos gobiernos.
El enfoque utilizado para el desarrollo del trabajo fue el institucionalismo
internacional ya que permite analizar la tendencia hacia la cooperación entre las
naciones, por la regulación de las expectativas, la coordinación y el alineamiento de
interpretaciones en la política internacional. Así mismo el institucionalismo
internacional permite tener en cuenta aspectos históricos que inciden en el
desarrollo del tema del trabajo ya que contribuyen a entender los comportamientos
individuales e incluso colectivos son el resultado de decisiones y acuerdos
institucionales tomados en el pasado especialmente en relaciones internacionales
las políticas toman un rumbo determinado según las decisiones iniciales. También el
institucionalismo constructivista apoyan el desarrollo del tema central del trabajo ya
que nos ayuda a entender el “... papel que juega el proceso de cambio institucional
la construcción discursiva de la especificidad de las instituciones, de las
oportunidades políticas que enfrenta y de la naturaleza de las crisis que la misma
sufren” (Casas y Losada, 2007, pág. 182).
En el trabajo se aplicaran dos procesos metodológicos; el primero la consulta
bibliográfíca que analiza el tema de la seguridad en el contexto internacional, con el
fin de visualizar un panorama general de la seguridad democrática en las relaciones
bilaterales Colombia – Estados Unidos y lograr establecer el “régimen”2 de la
seguridad en la región; y segundo el análisis de criterios oficiales, de la prensa
especializada e informes académicos, para dar un análisis prospectivo de la
proyección de la seguridad democrática, dentro del “régimen” de la seguridad.
La argumentación de este estudio parte de la hipótesis: La implementación del
proyecto político Seguridad Democrática tendrá una significativa variación en las 2 Krasner, define un régimen como principios, normas, reglas y procedimientos para la toma de decisiones implícitos o explícitos, en los cuales convergen las expectativas de los actores en un área dada de las relaciones internacionales.
3
relaciones Colombia - Estados Unidos como consecuencia de los nuevos enfoques
en el proyecto político exterior de los Estados Unidos y de la coyuntura política
colombiana.
El trabajo se organizó en los siguientes temas específicos, pero de necesaria
interconexión: Capitulo Primero, Seguridad Democrática y Ciencia Política,
partiendo del objetivo de la ciencia política, el estudio del bien común y del orden
social, orientado por el concepto Estado-Nación, sujeto protagónico de primer orden
del Derecho Internacional y del Sistema Internacional. Dentro del punto de vista de
las proyección exterior de la política colombiana Seguridad Democrática es un
proyecto de gobierno orientado a la consecución del bien común, responsabilidad o
función esencial del Estado.
El capitulo segundo, Relaciones Internacionales, Política Exterior y Seguridad
Democrática, se orientará al examen de las características de estas expresiones en
un mundo globalizado e interdependiente; las relaciones internacionales están
condicionadas por el rol de los múltiples actores Estados, Organismos
Internacionales, Organismos No gubernamentales, empresas multinacionales y el
individuo mismo. que inciden en la mismas. La política exterior de un Estado se
entiende por la gestión o proyecto que debe adelantar en esa multiplicidad de
interacciones denominada relaciones internacionales en procura de la consecución o
satisfacción de las relaciones internacionales.
En el Capitulo Tercero, Seguridad Democrática, Concepto Rector del Gobierno
Colombiano, se expone el fundamento ideológico y objetivo del proyecto de
Seguridad Democrática, en lo referente a su proyección exterior y específicamente
hacia los Estados Unidos; El Capitulo Cuarto, Estados Unidos frente a la seguridad
democrática, considerará la política exterior de los Estados Unidos hacia Colombia,
especialmente en materia de seguridad democrática. Aspecto importante de este
examen es el concepto de seguridad de los Estados Unidos luego de la tragedia de
S-11 y los cambios en esa actitud como consecuencia del triunfo electoral
demócrata en las elecciones presidenciales y del Congreso.
4
El Capitulo Quinto, Conclusiones y Recomendaciones, se refiere a los elementos
que inciden esencialmente en la actualidad de las relaciones Colombia-Estados
Unidos. Así mismo, se plantearán algunos enfoques sobre lo que se conciben
debería ser la actitud de Colombia para el buen suceso de su política exterior hacia
Estados Unidos.
Es necesario precisar que el trabajo diferencia entre Seguridad Democrática, como
alternativa para atender los problemas de la sociedad colombiana, de las recurrentes
reformas constitucionales para prolongarla, con el riesgo que otra reforma
constitucional prolongue el ejercicio del poder por parte de un solo individuo.
Igualmente conviene precisar que si bien el trabajo considera un aspecto coyuntural
como se desprende de su titulo “Seguridad Democrática en el contexto de las
relaciones Colombia Estados Unidos”, debe entenderse también que considera
integralmente las relaciones no solamente de la actualidad particularmente en los
procesos diplomáticos y de negociación resultantes del proceso electoral de los
Estados Unidos en Noviembre del 2008 y de las características de la situación
política colombiana y que incide en la ejecución de los respectivos proyectos de
política exterior eso si de carácter en general permanente. Esto explica también la
importancia que en este trabajo tiene los análisis de los académicos y especialistas
contemporáneos en las actitudes oficiales de los dos gobiernos.
5
CAPITULO PRIMEROSEGURIDAD DEMOCRÁTICA Y CIENCIA POLITICA
1. Ciencia Política y el Estado
La ciencia política como disciplina no sigue un paradigma metodológico especifico,
pero si tiene un objetivo claro: La política; Una simple acepción es entenderla como
el arte de gobernar; definiciones la conciben como “como el uso limitado del poder
social”3 (Ibíd., 2001, Pág. 27). O definirse en torno al poder en donde “la vieja
definición neoweberiana de Dahl (1957) sigue siendo útil: X tiene poder sobre Y en
la medida en que (i) X es capaz de conseguir, de un modo u otro, que Y haga algo
(ii) que es mas de agrado de X, y que (iii) Y no habría hecho de otro modo” (Goodin
y Klingemann, 2001, Pág. 27). Otro concepto la ciencia política versa sobre los
repartos terminantes de valores a nivel de toda una comunidad o sociedad; repartos
entendidos como repartir cargas y beneficios, materiales e inmateriales, en la
medida que pueden ser producto de una disposición restrictiva; este conjunto de las
interacciones entre diversos actores en torno a estos repartos constituye la
naturaleza especifica de los políticos o, del mundo de la política (Casas y Losada,
2007, Pág. 43).
Por su parte la ciencia política se concibe como “una disciplina académica que
pretende describir, analizar y explicar de forma sistemática esta toma de decisiones,
así como sus valores y puntos de vista subyacentes. Sin embargo, la ciencia política
debería prestar una especial atención al ámbito colectivo que conforman las
actividades de la administración pública en el Estado moderno, dada la amplitud y
carácter coercitivo de la autoridad que dichas actividades representan” (D. Marsch y
G. Stoker, 1995. Pág. 19)
La política se podría fundamentar como un contrato de asociación mutua entre los
individuos y, la ciencia política debe ser entendida como el intento de asegurar, de la
mejor forma posible, la conservación del ser humano. Sin embargo, “de la mejor
forma posible” puede entenderse como si existiera una forma unívoca de
3 El estudio de la política –sea el que llevan a cabo los académicos o los políticos activos- se pueden caracterizar a su vez como el estudio de la naturaleza y el origen de esas limitaciones y de las técnicas para el uso del poder social dentro de tales limitaciones. ” (Goodin y Klingemman, 2001, Pág. 27).
6
organización política; desde el discurso liberal moderno se podría argumentar que el
tipo de organización del Estado democrático moderno es la forma mas adecuada de
organización política (Toro, 2007, Pág. 41)4.
Hay una “profesionalización en la ciencia política en general, pues hay un acuerdo
creciente en torno a un “núcleo común” que podría definir la “competencia
profesional mínima” dentro de la profesión; además de la tendencia de juzgar el
trabajo en términos de unos patrones cada vez mas altos de excelencia profesional”
(Goodin y Klingemman, 2001, Pág. 26).
En cuanto a la especificidad de la función estatal “Se asume, entonces, que en toda
sociedad, sus miembros, además de numerosos bienes particulares, desean
también algunos bienes colectivos, tales como la defensa contra los agresores
externos, la preservación de un cierto orden interno y la solución... Según la época y
los gustos de quienes integran la sociedad” (Casas y Losada, 2008, Pág. 22).
El Estado democrático moderno, desde su creación, tal vez ha sido la mejor forma
de organización política que ha permitido la seguridad y la vida política de sus
ciudadanos; pues el poder legítimo que ejecuta el Estado es generado por los
ciudadanos, quienes al ser el poder primario, mediante el voto popular, eligen a sus
gobernantes, responsables de la vigencia y ejercicio de sus derechos y del correcto
funcionamiento del Estado.
Para efectos del presente estudio no nos referiremos a las múltiples concepciones
del Estado, limitándonos al concepto de Estado que se aviene al objetivo y esencia
de este trabajo es decir el concepto de Estado que interesa a las relaciones
internacionales que lo conciben como la “Entidad político-legal regida por un
gobierno soberano, el cual ejerce autoridad plena sobre una población mas o menos
constante, dentro de un territorio demarcado por fronteras precisas y quien no
reconoce autoridad superior alguna fuera de sus fronteras” (Pearson y Rochester,
2001, Pág. 634).
4 El Estado no es la única unidad de análisis dentro de la ciencia política, pues ahora se ha reemplazado por varias unidades de análisis que van desde el individuo hasta entidades territoriales.
7
El tema considerado en esta monografía es pertinente en el marco conceptual de la
ciencia política y las relaciones internacionales en la medida que aborda un
problema político con incidencia en la actual complejidad del país y por tanto en su
percepción y gestión exterior, específicamente por la acción que adelanta el
gobierno con el objetivo de regular los intereses de los ciudadanos en su función de
ser el vocero o representante legal del Estado-nación colombiano. Conviene aquí
mencionar una noción de la administración publica como la “actividad relacionada
con la ejecución de las decisiones del Estado mas exactamente relacionado con
procedimientos que unidos a los esfuerzos organizacionales cumplen con los fines
del Estado” (Gaitán, 1987, Pág. 48).
La Administración publica enmarcada en la Ciencia Política, se adelanta por el
Estado en el cumplimiento de las funciones gubernamentales que se relacionan con
el marco “institucional de los aparatos ideológicos del Estado que cumplen la tarea
de mantener el orden y el bienestar social” (Ibíd., Pág. 133). También observamos la
pertinencia de esta monografía en el contexto de la Ciencia Política, en cuanto a la
prestación de seguridad5 y democracia como funciones del Estado, con el fin de
garantizar a la población el desarrollo de sus potencialidades y su bienestar, como
funciones del Estado Social de Derecho y de la constitución política de un país. 6
“La noción de seguridad no se remite más al uso de la fuerza para garantizar la
existencia del Estado, de la sociedad o de los individuos. Esta dimensión de la
seguridad, llamada “militar” por diversos autores, ha cedido el paso a una noción de
seguridad que propone la construcción de un orden social que proteja y beneficie a
todos y cada uno de sus asociados en los espacios y ámbitos en que tiene lugar la
vida”. (Atehortua, 2007, Pág. 51)
5 “La seguridad no es solamente el estado en el cual el sujeto, individual o colectivo, no se siente vulnerable. La seguridad no guarda como meta prioritaria y única la disuasión de quienes amenazan a la sociedad entera o a sus individuos con el uso de la violencia. La seguridad implica, ante todo, la constitución de un colectivo político, de un Estado legítimo que garantice la dignidad de la vida como valor intrínseco de todo ser humano” (Atehortua, 2007, Pág. 50) 6 “El estado absolutista, cuya existencia fue justificada por su función de proveer seguridad, fue sustituido por el Estado liberal el cual, aparte de proveer seguridad, debía garantizar la protección y el desarrollo de las capacidades intelectuales y políticas de los ciudadanos. A medida que los Estados fueron depurando su papel social, fue cada vez mas complicado separar la seguridad de la democracia puesto que esta ultima supone un esquema de organización política – o de forma más amplia una forma de vida – con la virtud de garantizar el papel social del Estado no se centre solo en la seguridad. Esto quiere decir que pensar en términos de un proceso democrático contribuye a desplazar al Estado como único referente de la seguridad y bajar al ámbito individual y societal en la provisión de la seguridad como bien publico” (Sánchez y Rodríguez, 2007, Pág. 27)
8
La seguridad de un Estado esta ligada a la existencia de una vida digna para sus
asociados, a un orden político y social que la protege y garantiza. La seguridad por
esta vía se liga a la fuerza pero también a la legitimidad y es esta legitimidad que la
vincula con la gobernabilidad y con la autonomía. Pero esta legitimidad no es
derivada de la simple aplicación de la fuerza, esta legitimidad surge con el
reconocimiento que los ciudadanos hacen de la seguridad que brinda frente a la
dignidad de la vida, de las prácticas y garantías que ofrece con respecto a las
necesidades sociales. De hecho la exclusión y la discriminación son factores de
inseguridad, de deslegitimación del Estado. (Ibíd., 2007, Pág. 51).
Los fines del Estado, consignados ideológicamente en las Constituciones, las
adelantan los gobiernos elegidos que implementan proyectos políticos con el fin de
alcanzar los objetivos nacionales; es el caso de la “Seguridad Democrática”,
concepto que en realidad no es nuevo ya que tiene antecedentes en 1990 cuando la
Comisión Sudamericana de Paz presentó el término Seguridad Democrática
Regional.
“La seguridad democrática es el resultado de la combinación de los postulados de la
seguridad humana y del espíritu de la democracia liberal; mientras la primera define
su contenido como un concepto multidimensional, la segunda configura su esquema
político operativo. Por lo tanto, la seguridad democrática se entiende como un
esquema orientado tanto la protección militar, política, económica, societal y
ambiental de los individuos, como a la construcción democrática de la seguridad, lo
cual demanda esfuerzos colectivos en los ámbitos doméstico e internacional”
(Sánchez y Rodríguez, 2007, Pág. 168).
La seguridad democrática es un concepto que se puede construir a partir de las
pautas que ofrecen distintas subdisciplinas de la ciencia política sin desconocer los
aportes que puede dar cada una (Ibíd., 2007, Pág. 15).
De otra parte en el desarrollo del tema planteado es esencial entender la estrecha
interconexión entre la ciencia política y las relaciones internacionales sin menoscabo
de su autonomía estructural. Así mismo y para el efecto que nos incumbe debe
tenerse en cuenta que el sistema de relaciones internacionales ha cambiado durante
9
el último siglo, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial y de manera más
radical con el fin de la guerra fría, a pesar del común denominador en la historia de
las relaciones internacionales de la dicotomía cambio-continuidad.
1.2 El Estado dentro del sistema internacional7Ya hemos mencionado el concepto del estado que en esencia orienta el contexto de
este trabajo pero también nos ayuda a precisar su función en el ámbito internacional
al entenderla como “una sociedad humana, asentada de manera permanente en el
territorio que le corresponde, sujeta a un poder soberano que crea, define y aplica un
orden jurídico que estructura la sociedad estatal para obtener el bien público de sus
componentes” (Porrúa, 1996, Pág. 198). El concepto de Estados moderno tiene dos
tipos de funciones generales, una interior y una exterior. en la primera (la principal)
cumple funciones de tipo económico, educativas, políticas, jurídicas, de seguridad
etc. En la segunda debe adelantar una gestión que le permita apoyar el
cumplimiento de los objetivos nacionales de los proyectos políticos de un gobierno.
Específicamente, con el fin de ejercer su soberanía y proyección de sus políticas
dentro del sistema internacional, el Estado, -en el contexto de su Constitución
Política y del esquema normativo internacional al que está vinculado- es
representado por el gobierno que orienta su gestión en procura del bienestar y
desarrollo de sus gobernados. 8
En general, la concepción del Estado-Nación es la que surgió en la paz de Westfalia
de 1648 al menos en sus elementos constitutivos, complementado y el acerbo de la
revolución francesa y que en la actualidad es no es solamente el sujeto de derecho
7 “El estado es un tipo de actor social que participa de forma privilegiada en la construcción discursiva de la realidad. Dado que éste no tiene un estatus ontológico independiente de las practicas que lo constituyen como tal (Campbell, 1992: 12), el estado debe construir y reconstruir su propia identidad a través de actos sistemáticos que lo legitiman ante la población y que lo diferencien de otros actores estatales y no-estatales. La política exterior en particular en lo que se refiere a la seguridad, constituye “...una práctica política que resulta fundamental para la constitución, producción y mantenimiento” de la identidad nacional (Campbell, 1992: 8), dado que su ejercicio permite la articulación de distintas amenazas y peligros que fundamentan la existencia del Estados así como el poder de las elites políticas” (Tickner, 2008, Pág. 6) 8 Para que el Estado pueda ejercer su voluntad, posee un poder que se define, como “la facultad consustancial con el Estado, que le permite dictar normas obligatorias que regulen la convivencia de las personas que por vínculos personales o situación territorial, se encuentren dentro de su jurisdicción legislativa o reglamentaria” (Santos, 2004, p. 67).
10
internacional por excelencia, –junto con los organismos internacionales-, sino el
actor principal, el de primer orden, en las relaciones internacionales, rol que sin duda
seguirá proyectándolos indefinidamente.
La internacionalización de las políticas internas de los Estados como forma de
posicionarse en el ámbito internacional, plantea incluso la existencia de algunos
intereses nacionales contrapuestos con el sistema internacional. Es necesario
observar que a pesar de los análisis idealistas, la creciente interdependencia entre
los actores genera confrontaciones directas entre los Estados. En efecto, la
distensión entre las superpotencias y sus satélites en el esquema de la Guerra Fría,
no eliminó totalmente las causas de confrontaciones; lo que hay que tener en cuenta
es que cambian las matices de los conflictos ante la variedad de actores en el
sistema internacional que pretenden una seguridad de tipo hobbesiana (Ceballos,
2008, Pág. 1).
1.3 Bases doctrinarias de la Seguridad Democrática, proyecto de gobierno
El proyecto político, y como resultado del proceso electoral del 2002, proyecto de
gobierno denominado Seguridad Democrática, plantea a la sociedad colombiana las
bases para el cumplimiento de los fines esenciales del Estado. Una síntesis
doctrinaria de la Seguridad Democrática la expone Obdulio de Gaviria (2006) “a
Uribe lo que es de Uribe” de ella extraemos los siguientes planteamientos:
1. El fin esencial es asegurar la convivencia pacifica y la vigencia de un orden
justo.
2. Las autoridades están instituidas para proteger la vida, honra, bienes,
creencias, derechos y libertades de las personas.
3. Sin seguridad no hay condiciones para el ejercicio de los derechos y
libertades.
4. Del imperio de la ley depende el desarrollo y la prosperidad económica.
5. La vigencia del Estado es indispensable para frenar el concepto implícito en la
naturaleza del hombre de una perpetua guerra todos contra todos.
11
6. Dada la naturaleza humana se necesita de un poder invisible para regular la
conducta del hombre. El pacto de armonía entre los hombres necesita del
castigo que constriña la violación del orden.
7. La guerra de todos contra todos es precisamente fruto de la ausencia del
poder en tanto que la paz es el fruto de la existencia del poder. Los hombres
se han unido voluntariamente para vivir felices.
8. Es necesario repensar la dialéctica entre el bien colectivo de la seguridad
ciudadana y los derechos individuales. Rescatar el contenido democrático del
concepto de seguridad.
9. Debe asegurarse la reacción coercitiva y pronta del Estado para impedir la
violación de los derechos.
10.Seguridad ciudadana y libertad individual son las caras de la misma moneda,
son claras expresiones de la vigencia del Estado de derecho.
11.En los gobiernos débiles y diletantes, la libertad individual y el Estado de
derecho sufren los mayores retrocesos.
12.El estado debe castigar implacablemente el crimen para en aras de las plenas
garantías y la oposición y la critica. La impunidad puede llegar a ser un
camino para la intolerancia social.
13.Que el estado sea ingenuo y vacilante frente al crimen es el camino abonado
a la tentación totalitaria.
14.En un estado con pleno ejercicio de la democracia no se puede admitir la
legitimidad de la oposición armada.
15.El terrorismo con todas sus manifestaciones criminales no tiene limites éticos
ni fronterizos, su desden por el estado es total. La antípoda de la democracia
es el terrorismo que pretende imponer por la violencia su voluntad.
16.Para consolidar los avances de la seguridad se requiere cooperación
internacional y corresponsabilidad particularmente en la persecución de la
droga.
Queda así articulado el proyecto político Seguridad Democrática en el contexto de
las relaciones internacionales y de la ciencia política en el que el Estado colombiano
tiene la responsabilidad de cumplir los fines esenciales del bien y del orden común a
través de un programa de gobierno que debe actuar en los ámbitos interno e
internacional
12
SEGUNDO CAPITULORELACIONES INTERNACIONALES, POLÍTICA EXTERIOR Y SEGURIDAD
DEMOCRÁTICA
2.1 El fin de la Guerra Fría y el nuevo paradigma de la seguridad
A partir de la Segunda Guerra Mundial el sistema internacional se determinó, por
más de 40 años, sobre una lógica bipolar en una confrontación indirecta entre dos
potencias, Estados Unidos y la Unión Soviética.
Con el fin de la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín, el colapso de la Unión
Soviética y la reunificación de Alemania, el esquema bipolar del mundo terminó y el
sistema internacional resultante dio paso a la preponderancia de los Estados Unidos
como potencia mundial, lo que determinó su política exterior a partir del pensamiento
neoconservador de desarrollar acciones individuales, como si su fin fuera la
dominación política, económica y militar del sistema internacional e implicaba un
desconocimiento de las instituciones multilaterales y de los aliados tradicionales
(Herrera, 2005, Pág. 339).
Es claro que el fin de la Guerra Fría determinó un nuevo esquema internacional -
que aún se encuentra en formación - en el que se presentó al menos en una fase
inicial una potencia predominante en el mundo. Se aspiraba a que esta situación
generara expectativas de mayor estabilidad y seguridad, pues la lógica bajo la cual
se determino el “enfrentamiento entre las potencias” estuvo caracterizada por una
parte, en la división ideológica y, por la otra, el enfrentamiento geoestratégico de las
dos potencias, que incluía la posibilidad de una confrontación militar directa.
La nueva situación internacional generó una reconfiguración de las amenazas y por
ende de los intereses estratégicos de las grandes potencias, lo que requirió un
esfuerzo de adaptación y no vio el ambiente de estabilidad como se esperaba;
surgieron amenazas difusas y factores de inseguridad provenientes de las tensiones
internas de los diferentes Estados, que sin las condiciones impuestas por la Guerra
Fría, empezaron a expresarse de manera mas libre y a asociarse ante nuevas
amenazas de carácter transnacional. (Costa en Ardila comp. 2005, Pág. 3).
13
“Este esfuerzo de adaptación condujo, por lo menos en lo que se refiere a Estados
Unidos, a la decisión de consolidar y reafirmar, por la vía de la ampliación, su
supremacía estratégica así como su necesidad de recurrir a instrumentos de poder
en las situaciones en que sus intereses fundamentales estuvieran en cuestión. Una
vez terminada la guerra fría y tras un breve período en el que las condiciones para el
uso de la fuerza fueron objeto de discusión, Estados Unidos retornó, a lo largo de los
años noventa, de manera gradual y persistente, una postura categórica a ese
respecto, lo cual se vio confirmado, de manera dramática e irremediable, a partir de
los atentados del 11 de Septiembre, con las acciones militares desencadenadas en
Afganistán y, en seguida, en Irak.” (Ibíd., 2005, Pág. 4).
La pos-guerra fría se caracteriza por la internacionalización militar y política de los
Estados; la vinculación financiera global; el fortalecimiento de redes transnacionales
de intereses; mayor complejidad y nitidez de la conexión entre procesos económicos
y políticos en los niveles local, nacional, regional y global; el cosmopolismo
occidental, que generó como consecuencia, la “desaparición” de las fronteras
nacionales, territoriales y simbólicas. (Guaqueta en Ardila comp. 2005, Pág. 32)
Hacia los 80´s y comienzo de los 90´s, los países establecieron nuevas metas dentro
de sus agendas políticas como la globalización económica, la disminución de la
pobreza, el desarrollo social, protección del medio ambiente, fomento de la
democracia y los derechos humanos; pero, a pesar de esta situación, empezaron a
aparecer nuevos problemas de inestabilidad – como en África: La crisis del Congo,
los conflictos de Sierra Leona, Liberia, entre otros; en Medio Oriente: El conflicto de
Israel y Palestina, la guerra del Golfo; en Europa: La guerra de Serbia y de los
países que fueron parte de la Unión Soviética; en América Latina: el conflicto interno
colombiano y el problema de las drogas ilícitas- en diferentes partes del mundo, que
se convirtieron, en algunos casos, en problemas transnacionales que generaron, en
gran medida, factores de inestabilidad e inseguridad interna en algunas regiones.
Es posible que dificultades derivadas de la falta de solidez institucional, de cohesión
interna y de la conciencia nacional, en algunos Estados, se agraven en la medida
que en algunas regiones del mundo se presentan conflictos internos por lograr el
control de recursos estratégicos, por parte de grupos armados no estatales – este
14
era el caso de Colombia -. En buena medida se estaba colocando en el fenómeno
de los “Estados en proceso de fracaso” (Pizarro, 2005, Pág. 275).
Desde el final de la Guerra Fría, los Estados débiles o fracasados se han convertido
en un problema para el orden internacional. Los estados débiles o fracasados
conculcan los derechos humanos, provocan desastres humanitarios, causan oleadas
masivas de inmigración y atacan a sus vecinos. (Fukuyama, 2004, Pág. 240). Por
supuesto, estos criterios no son aplicables a Colombia, ya que a pesar de las
enormes dificultades, varias de ellas endémicas, sus fortalezas le han permitido
afrontarlas y presentar una progresiva consolidación institucional y crecimiento
económico y social.
En algunas regiones del mundo estos Estados se convirtieron en un problema para
sus vecinos y para el mundo desarrollado y se denominaron focos de inestabilidad
regional9, en la medida que se convirtieron en amenazas para algunos países y, en
algunos casos, consideraban que estaban en riesgo sus intereses – como Estados
Unidos -.10
“Los especialistas en relaciones internacionales coinciden en señalar la
preponderancia militar y política de Estados Unidos como la característica mas
sobresaliente del sistema internacional en la posguerra fría” (Guaqueta en Ardila,
comp. 2005, Pág. 33). Este aspecto se enfatizó luego de los ataques terroristas del
11 de Septiembre de 2001 en Nueva York y Washington –intervención militar de
Estados Unidos, en Afganistán y luego en Irak -. La seguridad mundial paso a ser un
elemento determinante en las relaciones internacionales ya que el mundo sufrió una
gran transformación, pues “En una visión convencional de las relaciones
internacionales, la guerra ocurre entre Estados. Pero en Septiembre, individuos
pobremente armados de repente retaron, sorprendieron e hirieron a la superpotencia
dominante en el mundo. Los ataques mostraron también que para todos los efectos,
la globalización permite terribles formas de violencia sean fácilmente accesibles para
fanáticos desesperados.” (Inderfurth en Pizarro, 2004, p. 72).9 Definición tomada de Alcides Costa Vaz10 “El final de la guerra fría dejó tras de sí una zona de Estados débiles o fracasados que abarca desde los Balcanes hasta el Cáucaso, Oriente Próximo, Asia centra y el sur de Asia. En los años noventa. El desplome o la debilidad del Estado habían provocado ya desastres humanitarios y de derechos humanos de gran magnitud en Somalia, Haití, Camboya, Bosnia, Kosovo y Timor Oriental” (Fukuyama, 2004, Pág. 11)
15
Los ataques terroristas del S-11 generaron un efecto en el sistema de las relaciones
internacionales en el que algunos países querían enfrentar el fenómeno del
terrorismo de manera autónoma y otros deseaban fortalecer el multilateralismo, lo
que condujo a nuevas alianzas internacionales que inciden en las políticas exteriores
de algunos países, como el caso especifico de la relación Colombia Estados Unidos
afectados por el terrorismo y otras graves amenazas a la seguridad. .
Es claro entonces que a partir del 11-S el concepto de seguridad nacional tuvo otras
dimensiones y amplias connotaciones ante la evidencia que la población y el
territorio norteamericano eran vulnerables y podrían ser afectados por ataques
terroristas, en el sentido que el ataque a intereses norteamericanos no
necesariamente podían afectar territorios externos.11
Otra consecuencia de S-11 fueron las acciones militares y políticas en contra de
posibles orígenes de amenazas en Estados considerados hostiles o que permitieran
actividad de grupos terroristas, mediante acciones militares preventivas, lo cual
condujo a la consolidación alianzas estratégicas internacionales. La agenda de
seguridad de Estados Unidos se proyectó de manera global. Por esto, a lo largo de
la década pasada, la lucha antidrogas, las intervenciones humanitarias, Medio
Oriente y con el 11 de Septiembre de 2001, la lucha antiterrorista fueron aspectos
prioritarios de la política internacional, de manera más evidente que cualquiera otro
de los temas de la nueva seguridad de la posguerra fría. (Guaqueta en Ardila, 2005,
Pág. 36).
Es evidente el carácter transnacional que tomó “la guerra contra el terrorismo”.
Estados Unidos buscó apoyo a nivel mundial pues consideraba que el terrorismo
podía afectar a cualquier Estado en el mundo, además de los intereses políticos; “se
puede afirmar entonces desde una visión tradicional de la seguridad, en la guerra
fría, se pasó a una visión ampliacionista en los años 90, y luego del ataque del 11 de
septiembre de 2001, se desarrolló la visión preventiva de seguridad” (Montero, Pág.
114).11 “en el diagnostico norteamericano la amenaza del terrorismo emana de la “posesión de tecnologías catastróficas por parte de unos amargados”; una situación provocada por “los estados colapsados” y percibida como “inminente” (Andrade, 2004, Pág. 134)
16
Consecuencia de lo anterior, el panorama estratégico global se caracteriza por
tensiones y factores de inestabilidad asociados: 1) A cuestiones tradicionales no
superadas –disputas territoriales, nacionalismo, conflictos étnicos y religiosos,
separatismo, disputas hegemónicas, etcétera- y, en algunos casos, generadas por el
fin de la guerra fría; 2) surgimiento de amenazas difusas, de carácter transnacional,
como las redes asociadas al narcotráfico, el crimen organizado y al terrorismo y las
conexiones que se establecen entre estos; 3) perspectivas de la proliferación de
armas de destrucción masiva en regiones de inestabilidad política que potencian
amenazas como el terrorismo internacional; 4) la valoración de la capacidad militar
como una forma de respuesta a los principales retos de la seguridad, tanto en el
plano interno como externo. (Costa en Ardila comp. 2005, Pág.. 6).
Además, se revivió de nuevo el discurso de seguridad, como ocurría durante la
Guerra Fría. La lucha contra el terrorismo predominó y el resto de “guerras” (contra
las drogas, el crimen transnacional o el lavado de activos), pasaron a segundo plano
o simplemente se supeditaron a la guerra principal bajo el argumento que estas
modalidades de criminalidad se retroalimentan mutuamente. El término “narco-
terrorismo” es una evidencia de esto. (Pizarro, 2005, Pág. 276).
“Este nuevo escenario dio preeminencia a los criterios políticos sobre los factores
económicos propios de la globalización, lo cual generó un escenario de relaciones
internacionales mucho más complejo.” (Barco, 2006, Pág. 19). La percepción de la
seguridad mundial generó que algunas regiones del mundo, tuvieran una mayor
atención por parte de los Estados Unidos con la estrategia de guerra preventiva y
también puso mayor énfasis en algunos focos de inestabilidad regional como el
conflicto colombiano en América Latina.
2.2 La estrategia de seguridad después del 11 de Septiembre de 2001
El terrorismo hasta S-11 no había jugado un papel fundamental para determinar las
posibles amenazas que Estados Unidos enfrentaba y por tanto no en una prioridad
en su gestión exterior. Luego de los ataques, la agenda de seguridad de Estados
17
Unidos en el mundo y particularmente en America Latina cambio “y sus intereses en
la región pusieron énfasis en la “securitización” de estas relaciones y en la lucha
contra el terrorismo como componente prioritario de la estrategia de seguridad”
(Ahumada, 2008, Pág. 4).
El cambio en la agenda exterior de Estados Unidos hacia América Latina, estuvo
determinado bajo la estrategia de seguridad nacional presentada por la
administración Bush; en ella se promulgan cuatro pautas fundamentales: 1)
Proclama la acción militar preventiva contra Estados hostiles y grupos terroristas que
intenten elaborar armas de destrucción masiva; 2) No se permitirá que ninguna
potencia extranjera dispute el poderío militar americano en el mundo; 3) Declara su
compromiso con la cooperación multilateral internacional, para defender los
intereses y la seguridad nacionales; 4) La promoción de la democracia y el respeto
por los derechos humanos por todo el mundo.12
“La puesta en práctica de las políticas derivadas de esta estrategia y del modelo que
allí se propone ha representado para los países andinos una mayor injerencia de los
Estados Unidos en sus asuntos internos. Proyectos como el Plan Colombia, la
Iniciativa Regional Andina, el Plan Patriota y el proceso de liberalización económica
y comercial que se expresa en los acuerdos bilaterales y regionales de libre
comercio entre el país del Norte y las naciones andinas, dan cuenta de ese proceso”
(Ibíd., 2008, Pág. 1).
El involucramiento de América Latina en la acción militar y el apoyo político en “la
guerra contra el terrorismo” no fue directo, las naciones primero se posicionaron de
manera individual – como por ejemplo Colombia - y no como una región; y segundo,
el terrorismo tuvo un fuerte pero diferente impacto en las políticas de seguridad de
algunos países.
Los países considerados como focos de inestabilidad regional tuvieron especial
atención por parte de los Estados Unidos; particularmente Colombia, especial aliado
político de este país en América Latina, que ha sido considerado como una amenaza
12 Para mas información sobre la estrategia de seguridad nacional de los Estados Unidos consultar http://georgewbush-whitehouse.archives.gov/nsc/nss/2006/
18
potencial a los intereses de seguridad de los Estados Unidos; por la agudización
paulatina del conflicto armado que vivía el país desde los orígenes de la década de
los cincuenta y sesenta, agravado con el problema de narcotráfico.
Luego de las graves tensiones diplomáticas durante el gobierno de Ernesto Samper,
a partir de 1998 Colombia comenzó a tener un tratamiento especial en el marco de
la política exterior de los Estados Unidos hacia America Latina el cual se vio
reflejado principalmente en la concertación del Plan Colombia y que más adelante se
complementó mediante la Iniciativa Regional Andina13. Estos programas de ayuda
tenían como objetivo el ataque al narcotráfico y los problemas que se podían derivar
de ello, pero, “a partir del 11 de septiembre de 2001 en el marco de la política de
Washington tendiente a conformar una Coalición Mundial Antiterrorista se abrieron
las compuertas para la utilización directa de estos recursos en la guerra interna
contra las organizaciones armadas no estatales, tanto de izquierda como de
derecha. Es decir, las orientaciones que han guiado la ayuda estadounidense hacia
Colombia han experimentado una honda mutación en consonancia con los cambios
del escenario mundial tras los ataques terroristas en Nueva York y Washington”
(Pizarro, 2004, Pág. 258).14
Un factor de tensión entre los países andinos se relaciona con algunos problemas
que enfrentan a nivel doméstico, como el debilitamiento institucional y la
ingobernabilidad, la inestabilidad política y económica y, niveles considerables de
violencia e inseguridad ciudadana. Estas condiciones internas han afectado las
percepciones de inseguridad, tanto de los estados, como de las sociedades de los
Andes y ha sido determinantes de las estrategias de securitización de sus
13 “La región Andina representa un desafío para la política exterior de Estados Unidos. La democracia esta bajo presión allí, el desarrollo económico es lento y el progreso hacia la liberalización es inconstante. La región Andina produce virtualmente toda la cocaína del mundo y una creciente cantidad de heroína, lo que representa una amenaza directa a nuestra salud pública y seguridad nacional. Estos temas se relacionan entre si y necesitan que se los atienda de manera amplia para adelantar los intereses de Estados Unidos en la región y promover un hemisferio estable y prospero.” Cita extraída de www.javeriana.edu.co/andino/docs/iniciativaregionalandina.pdf 14 “Algunas partes de America Latina enfrentan un conflicto regional, en particular el derivado de la violencia de los carteles de drogas y sus cómplices. Este conflicto y el tráfico de narcóticos sin restricciones pueden poner en peligro la salud y la seguridad de Estados Unidos. Por lo tanto hemos formulado una estrategia activa para ayudar a los países andinos a ajustar sus economías, hacer cumplir sus leyes, derrotar a las organizaciones terroristas y cortar el suministro de drogas, mientras tratamos de llevar a cabo la tarea, igualmente importante, de reducir la demanda de drogas en nuestro propio país. En cuanto a Colombia, reconocemos el vínculo que existe entre terrorismo y los grupos extremistas, que desafían la seguridad del Estado, y el tráfico de drogas, que ayuda a financiar las operaciones de tales grupos. Actualmente estamos trabajando para ayudar a Colombia a defender sus instituciones democráticas y derrotar a los grupos armados ilegales, tanto de izquierda como de derecha, mediante la extensión efectiva de la soberanía a todo el territorio nacional y la provisión de seguridad básica al pueblo de Colombia.” (Documento oficial de Estados Unidos en Pizarro, 2005,Pág. 262)
19
gobernantes, lo que ha redimensionado sus políticas exteriores y de seguridad en
torno a temas estratégicos que se consideran centrales para mitigar la vulnerabilidad
de los estados y los gobiernos nacionales de la zona. (Tickner, 2008, Pág. 22)
2.3 Política de seguridad de los Estados Unidos hacia America Latina 15
Las relaciones entre Estados Unidos y America Latina durante la Guerra Fría se
determinaron bajo la concepción que representaba un espacio de amenaza a sus
intereses, por las peculiaridades de los ejércitos y de los gobiernos de esta Región
ante la amenaza comunista –America Latina se vio afectada por golpes militares,
facilitadas por la debilidad institucional- pero este panorama cambió con la
finalización de la misma y se transformó la base sobre la cual se constituyó la
estrategia de defensa y seguridad.
El periodo de la Guerra Fría dejó tres herencias institucionales en la política exterior
de los Estados Unidos que siguen actuando como filtros cognitivos para la definición
de políticas hacia América Latina, aun cuando algunos de esos filtros
desaparecieron: 1) La inclinación de Estados Unidos a emplear la fuerza y la
coerción (Guatemala, República Dominicana, Chile, Granada y Nicaragua entre
1954 y 1990); 2) la transformación de la política anticomunista en la “guerra contra
las drogas”, desde la administración Reagan hasta la actualidad y, mas
recientemente, la “guerra contra el terrorismo”; 3) la política hacia Cuba. (Andrade,
2004, Pág. 132).
La desaparición de la “amenaza comunista” en el mundo y en America Latina en
particular, a fines de los ochenta y comienzos de los noventa, generó un cambio en
el enfoque de la política exterior de Estados Unidos hacia la Región, durante las
administraciones de Ronald Reagan y George H. Bush, que elevaron el narcotráfico
en Colombia, Perú y Bolivia al lugar de una amenaza de primer orden a la seguridad
nacional. La política antidrogas llevó a la generación de una nueva institucionalidad
legal antinarcóticos, plasmada en leyes nacionales y en la Cumbre Andina de Lucha
contra las drogas y delitos conexos. Pero el fracaso de la política norteamericana al
respecto y la evolución de la economía política de las drogas, generó que a finales 15 Ver anexo 1. Ayuda económica de los Estados Unidos en la Región Andina.
20
de los noventa el negocio se concentrara en Colombia, aumentando su importancia
en Washington y reforzando la aproximación militar que la casa blanca le ha dado al
problema. (Ibíd., Pág. 135).
“Durante los últimos años la región andina ha sido considerada como el epicentro de
la inseguridad del hemisferio occidental. Aunque muchos de los factores han
erosionado la estabilidad de los Andes – entre ellos, la debilidad institucional, la
fragilidad de la democracia, la desigualdad social y económica, y la inseguridad
ciudadana – operan a nivel nacional, otros aspectos de la crisis de seguridad andina
son más de carácter transnacional.” (Tickner, 2008, Pág. 1).
Como consecuencia, Estados Unidos elaboró una nueva agenda exterior de
seguridad en America Latina que contenía elementos críticos que afectaban
intereses estadounidenses vitales y secundarios, que hacían referencia a la
estabilidad económica, política y social de al región, con problemáticas diversas
como narcotráfico, conflictos internos y regionales, proliferación de tecnología militar
de destrucción masiva, amenazas transnacionales y desastres humanitarios
(Montero, Pág. 107).
En 1994 el presidente Clinton presentó la Política de Seguridad Nacional, cuyo su
objetivo es el de difundir y proteger en el mundo, los principios de democracia y de
libre mercado, mediante 3 aspectos: 1) Mejorar la seguridad, mediante la promoción
de medidas de seguridad y el mantenimiento de una capacidad de defensa; 2) el
estimulo del mercado, mediante la expansión de mercados a nivel mundial y, 3) por
ultimo, el fomento de la democracia.
Bajo la nueva administración el concepto de seguridad nacional de los Estados
Unidos se ha ampliado: Comercio, crisis económica, energía y otros temas de la
agenda nacional pasaron a formar parte del mismo. La política exterior de los
Estados Unidos hacia America Latina se expresa en 3 componentes:
1. En lo concerniente a la defensa, disponía de fuerzas militares establecidas en el
exterior y en las fronteras; fuerzas temporales para ejercicios, entrenamiento
combinado o intercambios entre militares; programas de cooperación en defensa,
21
seguridad y programas de armamentos, actividades de asistencia humanitaria, en
conjunto con operaciones y ejercicios militares. (Ibíd., Pág. 112). America Latina
recibió apoyo para sus fuerzas militares en programas de entrenamiento, además
del establecimiento de algunas bases militares.
2. En cuanto al aspecto económico, desarrolló acuerdos a nivel mundial y, en
America Latina, tratados como el NAFTA con México y la propuesta del ALCA y
APTDEA para los países andinos, además de inversiones y acercamiento político
hacia varios países.
3. El fomento de la democracia trató de establecerse como modelo político, que en
America Latina estuvo afectada por amenazas múltiples e inciertas, como el
narcotráfico –los carteles de la droga en Colombia- migraciones, Estados fallidos16,
asuntos de medio ambiente y regimenes autoritarios. (Ibíd., Pág. 114). Especial
apoyo para la consolidación de la democracia en America Latina es la Carta
Democrática Interamericana, la que en ciencia expresa ser incompatible con el
sistema interamericano el gobierno que no sea expresión democrática de su pueblo.
“Independientemente de su importancia para Estados Unidos, los países andinos
han mantenido políticas exteriores favorables a ese país. Entre los cambios
contemporáneos.....el carácter fuertemente ideológico que la administración de
George W. Bush ha impreso a las relaciones de Estados Unidos con Colombia,
Venezuela y Ecuador; países con los cuales Estados Unidos se relaciona ahora
principalmente a través de una percepción de potenciales amenazas a su seguridad
domestica” (Andrade, 2004, Pág. 130).
La presencia militar norteamericana con programas de ampliación en Colombia y, en
menor medida, en Ecuador, ha convertido a Estados Unidos en un participante
activo en el juego de la seguridad andina. Además, la inserción del conflicto armado
colombiano en la lógica de la lucha mundial antiterrorista generó que los imperativos
16 La revista Foreign Policy y la organización Fund for Peace, construyeron un índice de doce indicadores, que sirve para establecer la propensión de un país a caer dentro de la categoría de “Estado fallido”. En términos generales, se trata de un Estado en el cual el gobierno no tiene un efectivo control de su territorio, no es percibido como legítimo por una porción significativa de la población, no puede proveer seguridad interna o servicios públicos básicos para sus ciudadanos, y carece del monopolio en el uso de la fuerza. Un Estado fallido puede experimentar violencia o simplemente ser vulnerable a ella. El índice mide también la vulnerabilidad al conflicto interno violento. (Foreign Policy & the Fund for Peace, The Failed States Index, www.foreignipolicy.com, mayo, junio 2006). ( Ahumada, 2008, Pág. 6)
22
globales de Washington determinaron las lógicas en las que se daban las relaciones
entre los países andinos y Estados Unidos y, de igual manera, con las relaciones de
seguridad que se desarrollaban. Si no es del todo claro que Estados Unidos
reemplazara a los estados del subsistema en la creación de todas las dinámicas
locales de seguridad – los conflictos entre Colombia y Venezuela y, Colombia y
Ecuador, son ejemplos que pueden dar cuenta de esto- es evidente que la presencia
norteamericana en la región ha generado percepciones negativas y positivas de
costos y beneficios entre todos los países de la región (Tickner, 2008, Pág. 12).
2.4 El conflicto armado en Colombia y su proyección en las relaciones
internacionales17“El eje contemporáneo de los asuntos internacionales para un país de importancia
media como Colombia está constituido por la manera como en general se responde
a los grandes retos de la inserción en el mundo. En este sentido, la política exterior
puede facilitar el proceso de inserción e, incluso, adelantarse al mismo; o puede
seguirlo; o también puede ser anodina y de viejo cuño y no corresponder en un
momento dado a los requerimientos de la nueva y más compleja
internacionalización” (Cardona en Ardila comp., 2005, Pág. 354).
Colombia a través de los años y, objetivamente, gracias a la seguridad democrática,
ha venido cambiado la percepción de ser un “país problema” o un factor de
desestabilización en la región, en gran medida por el conflicto interno y las
consecuencias que se derivaban de ello, por la de un país que supera sus
endémicos problemas dentro de un esquema democrático con las particularidades
que esta expresión tiene en el país.
Colombia es el único país en America Latina que no ha superado el tema más
importante en la agenda regional durante el periodo de la Guerra Fría, el conflicto
contra insurgente y también se enfrenta, al mismo tiempo, a los desafíos de la nueva
agenda internacional de los años noventa: Democratización, derechos humanos,
criminalidad, corrupción, pobreza, medio ambiente, desplazamiento de población,
17 No se realizara una caracterización muy a fondo del conflicto armado en Colombia, solo algunas aspectos relevantes para la monografía.
23
tráfico de drogas. Estos desafíos del pasado y presente empeoran la vulnerabilidad
interna e internacional del país. (Pizarro, 2005, Pág. 262). Lo que ha generado una
intervención directa e indirecta de algunos países –mas directamente los Estados
Unidos- para la solución del conflicto armado, por ser un factor de desestabilización
en la Región, con las consecuentes implicaciones globales.
El conflicto armado en Colombia se podría caracterizar como “un conflicto armado
interno (inmerso en un potencial conflicto regional complejo), irregular, prolongado,
con raíces ideológicas, de baja intensidad (o en transito hacia un conflicto de
intensidad media), en el cual las principales victimas son la población civil y cuyo
combustible principal son las drogas ilícitas” (Ibíd., 2005, Pág. 80).
El conflicto es de origen y naturaleza interno pero no ha se ha cerrado totalmente a
“influencias” externas. En el periodo de la Guerra Fría y posteriormente recibió, por
un lado la influencia de las ideas revolucionarias en formación de la guerrilla y, por
otro, la influencia de las políticas de contención del comunismo en las acciones de
contrainsurgencia del gobierno. Simultáneamente se proyectó al exterior en la
medida que condicionó y estructuró a actores y procesos internacionales, que de
alguna u otra manera introdujeron nuevos y distintos aspectos. (Costa en Ardila
comp., 2005, Pág. 11).
Se menciona también la acción de actores estatales y no estatales con el fin de
neutralizar los elementos que alimentan directa o indirectamente el conflicto. Estas
proyecciones del conflicto, tanto interna como externamente, lo alimentaron aun
más, con influencias que tuvieron significativo efecto. Esto explica la trascendencia
internacional que ha tomado el conflicto, a pesar que sus causas y objetivos
originales no se hayan internacionalizado, ni proyectado más allá de las fronteras
colombianas. (Ibíd. 2005, Pág. 11).
Con la agudización del conflicto colombiano, los países vecinos empezaron a sentir
también los efectos en sus fronteras; originado en el tráfico de drogas, armas y
municiones con los cuales los grupos guerrilleros se abastecían, además de la
circulación por las fronteras de los guerrilleros, generando acciones tendientes a
evitar estas situaciones en las fronteras de los países vecinos, se hablaba entonces
24
de un “aislamiento” de nuestro país. Sin embargo y como se ha anotado la
concepción de estado fallido de Fukuyama no es aplicable a Colombia ya que su
fortalezas le han permitido avanzar en medio de sus enormes dificultades, que los
temas que la afectan – terrorismo, trafico de drogas ilícitas, trafico de armas etc- son
de dimensión internacional. Otro aspecto que hay que examinar es si la complejidad
en algunas zonas fronterizas no obedece también a la actitud indiferente e incluso
complaciente de sectores de países vecinos.
Otro aspecto que debe considerarse para resaltar en la proyección del conflicto en
nuestro país, es el impacto que tuvo la política de combate al narcotráfico
emprendida por los Estados Unidos en los años 80. La “politización e influencia
asumida por la política antinarcóticos de Estados Unidos en el país y en toda la
región, y la creciente dependencia que se estableció por parte de los países andinos
y de Colombia en particular, para con la cooperación estadounidense en el
enfrentamiento del narcotráfico en sus diferentes dimensiones –producción,
procesamiento, distribución, consumo y lavado de dinero-. A partir de entonces,
tanto en la óptica de Estados Unidos como en la de los países vecinos y de la
comunidad internacional, en general, el conflicto colombiano paso a estar
indisolublemente imbricado con el narcotráfico y los demás delitos conexos” (Ibíd.,
2005, Pág. 13). Además, dada la influencia del narcotráfico en la guerrilla y en los
rumbos del enfrentamiento, Estados Unidos se convirtió en actor de primer orden en
el conflicto colombiano, potenciándolo como el factor más importante en la
proyección externa del mismo. (Ibíd. 2005, Pág. 14).
La participación más directa de Estados Unidos en el conflicto de Colombia conllevó
al incremento de la injerencia de ese país en nuestros asuntos internos, dada la
interconexión de los problemas comunes – terrorismo, narcotráfico, crimen
organizado..- con otros temas de orden interno.
La cooperación de los Estados Unidos para enfrentar diferentes fenómenos durante
el gobierno de Andrés Pastrana, que marcó una nueva etapa en las relaciones entre
Colombia y Estados Unidos luego del deterioro de las relaciones durante el gobierno
de Samper, se enfilaron a atender problemas políticos relacionados con el
narcotráfico. el aumento en el cultivo de coca había convertido a nuestro país en el
25
principal productor de drogas de la región. Por su parte las FARC enfatizaron en su
tarea de acercamiento de tipo económico hacia los campesinos aprovechando las
reacciones de algunos sectores contra las fumigaciones aéreas.
Cuando Pastrana fue elegido Presidente expresó en efecto que las drogas eran un
problema social para Colombia y manifestó sus intención de ampliar la agenda
bilateral con Estados Unidos; la prioridad en la agenda bilateral fue la paz,
argumentando que como consecuencia de la finalización del conflicto se recuperaría
control territorial y por ende se lograría la disminución de los cultivos ilícitos.
En el mismo gobierno se inició un proceso de paz con las FARC, pero con el
asesinato de tres norteamericanos por parte de este grupo armado, el respaldo
político de los Estados Unidos disminuyó y puso en juego las relaciones bilaterales
con este país, advirtiendo al gobierno de Pastrana, que si el manejo en el proceso
no cambiaba, no respaldaría mas ese proceso de paz. (Tickner, 2001).
A raíz de las condiciones del proceso de paz y el poco nivel de credibilidad que tenía
Estados Unidos en el proceso, el gobierno de Pastrana se vio obligado a cambiar el
enfoque dado al conflicto, con el fin de obtener la ayuda estadounidense. En
consecuencia, vino la creación del Plan Colombia, cuyo objetivo principal era
disminuir el tráfico de drogas ilícitas y resolver el conflicto armado. Este cambio de
enfoque conllevaba indirectamente a reactivar los sectores económicos y sociales,
además de desarrollar una nueva política contra el narcotráfico y la búsqueda de
una solución definitiva al conflicto armado.
2.5 El conflicto armado en Colombia luego del 11 de Septiembre de 2001
Desde la aprobación del Plan Colombia, los recursos económicos de los Estados
Unidos han seguido fluyendo sin interrupción, año tras año, lo que indica la
importancia que tiene Colombia en el marco de la visión sobre seguridad nacional
predominante en los círculos de poder en los Estados Unidos. (Pizarro, 2005, Pág.
282). 18 18 Ver anexo 2. Ayuda económica de Estados Unidos para Colombia.
26
Con el colapso del proceso de paz, las fuerzas armadas retomaron el control de la
llamada “zona de distensión”. “Esta ruptura del proceso de paz tuvo como
consecuencia inesperada: le abrió las compuertas del triunfo electoral al único de los
precandidatos presidenciales que se oponía abiertamente al modelo de paz en
curso. Álvaro Uribe Vélez denunciaba tanto el carácter estéril de los diálogos, así
como la zona de distensión que se había transformado – según su perspectiva – en
una simple “retaguardia estratégica” por parte del grupo guerrillero para agudizar el
conflicto armado. En este diagnostico sombrío coincidían el precandidato
presidencial y la opinión mayoritaria de los colombianos” (Ibíd. Pág. 297).
Álvaro Uribe Vélez con su propuesta de “Seguridad Democrática”, ganó las
elecciones presidenciales de 2002, para el periodo 2002 - 2006. Fue un triunfo
electoral nunca antes visto, derrotó al oficialismo y, contrario al pronóstico sobre los
resultados electorales obtuvo más del 50% de los votos ganando así en la primera
vuelta.
A diferencia de Andrés Pastrana, que enfatizó principalmente en la
“internacionalización del proceso de paz”, mediante la participación activa de la
comunidad internacional, el presidente Uribe opto, ante todo, por “internacionalizar el
conflicto armado interno”, mediante llamamientos a la comunidad internacional
(Ibíd., Pág. 297).
Las fallidas negociaciones de paz con la guerrilla crearon un ambiente de
fortalecimiento de las políticas de seguridad y defensa como posible mecanismo de
salida al conflicto, reconfigurando las principales prioridades del Estado. Además, los
atentados terroristas del 11 de Septiembre no solo afectaron el ámbito internacional
sino también la participación de Estados Unidos en el conflicto colombiano.19
19 “La emergencia y valoración del terrorismo como forma de caracterizar el conflicto colombiano esta directamente asociada a dos factores fundamentales para la comprensión del actual contexto en que transcurren el conflicto y las estrategias aplicadas por el gobierno colombiano, con respaldo fuerte y directo de Estados Unidos: en primer lugar, el combate al terrorismo paso a ocupar un lugar central en la política exterior y en el marco de los intereses de seguridad de Estados Unidos después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. se noto lugar prioritario del combate del terrorismo en las Américas a partir del renovado énfasis en cuanto a los vínculos entre el narcotráfico y el terrorismo, en este caso particular, en el apoyo a estrategias y acciones de carácter represivo tanto al tráfico como a la guerrilla y las fuerzas paramilitares en Colombia. El segundo factor es la convergencia entre los gobiernos de George W. Bush y Álvaro Uribe en lo concerniente a la forma de abordar militarmente la amenaza representada por el terrorismo y su asociación con el narcotráfico y otros
27
Los acontecimientos también ayudaron a darle una mayor proyección internacional
al conflicto, dada su asociación con el terrorismo. Aunque en las diferentes etapas
del conflicto el terrorismo haya sido un componente presente, jamás fue el elemento
que lo caracterizó, ni en la percepción de la sociedad ni de los gobiernos
colombianos – hasta la administración de Álvaro Uribe -, ni ante los países vecinos y
la comunidad internacional. Se asoció más a acciones y tácticas empleadas por
diferentes facciones y grupos guerrilleros, principalmente las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN),
así como por grupos paramilitares, como las Autodefensas Unidas de Colombia
(AUC). (Costa en Ardila comp., 2005, Pág. 15).
La nueva lucha antiterrorista tuvo al menos 3 efectos para el conflicto colombiano: 1)
La legitimidad de la lucha contra las FARC y el ELN por utilizar el terror como una de
sus estrategias, lo cual se puede argumentar en la falta de acciones creíbles por
parte de la guerrilla para una negociación con el gobierno en términos aceptables
para la sociedad, fueron los que poco a poco endurecieron la percepción
internacional sobre la guerrilla, además, los acontecimientos del 11 de Septiembre
como lo hemos recalcado le dieron una mayor legitimidad a esta lógica y la idea que
combatir a los grupos armados era una prioridad colectiva nacional en lugar de una
imposición de la elite, de sectores radicales de derecha, o de los militares; 2) la
lucha antiterrorista también ayudó a identificar a los paramilitares como amenaza
contra la sociedad y el Estado por sus acciones terroristas y no solo por sus vínculos
con el narcotráfico, aunque su acción estuviera dirigida contra las guerrillas y no
contra el Estado; 3) el 11 de Septiembre dio ímpetu a los regimenes internacionales
de control, como el de armas, lavado de dinero y anticorrupción y el control de
drogas. Todos cobraron importancia como medidas anti terroristas (Guaqueta en
Ardila, 2005, Pág. 37).20
ilícitos” (Costa en Ardila comp. 2005, Pág. 16) 20 “El conflicto colombiano, cuando se considera desde una óptica global, se ajusta en gran medida al patrón de conflictos observados en el contexto del mundo posterior a la guerra fría, esto es, conflictos desencadenados por perspectivas y polarizaciones políticas en el plano doméstico y que pasan a ser alimentados e influenciados por factores exógenos y por transformaciones sistémicas globales, con particular relevancia de las perspectivas y acciones de Estados Unidos, a las cuales se ajusta, incorporando agentes, temas y dinámicas distintas de aquellas presentes en sus orígenes, al mismo tiempo que proyecta externalidades en su entorno inmediato con diferentes expresiones y alcance según las condiciones y perspectivas de cada país o actores considerados” (Costa en Ardila comp., 2005 Pág. 23)
28
Hasta hace algún tiempo, los asuntos de seguridad y los de la política exterior se
separaban, excepto en los países imperialistas. Actualmente, y mas aún para un
país como Colombia, están unidos inextricablemente, al punto que las iniciativas de
la política exterior obedecen a que los requerimientos de la seguridad, se conciban
como fortalecimiento del Estado, como política de poder, como preservación de
algún margen de autonomía relativa en medio de la inserción o como seguridad
humana. Los programas de “seguridad democrática” a la colombiana, tienen todos
estos componentes y, de esta manera, el ejercicio de la gestión diplomática en el
exterior no debe desconocer el tratamiento a fondo de esos aspectos. (Cardona en
Ardila comp., 2005, Pág. 355).
29
CAPITULO TERCEROSEGURIDAD DEMOCRATICA CONCEPTO RECTOR DEL GOBIERNO
COLOMBIANO
3.1 El proyecto Político de la Seguridad Democrática
La ruptura del proceso de paz con las FARC y la finalización de las conversaciones
con el ELN, implicaron un cambio radical en el escenario político nacional, por
cuanto los problemas de narcotráfico y terrorismo se intensificaron debido a las
fallidas negociaciones de paz con la guerrilla, esta situación originó a su vez el
fortalecimiento de las políticas de seguridad y defensa como mecanismo de salida al
conflicto, ocasionando una reconfiguración de las principales prioridades del Estado.
(Vargas, 2008, p. 113). Álvaro Uribe con su proyecto político denominado la
Seguridad Democrática, planteó como objetivo recuperar el orden y la seguridad
como principio fundamental para el desarrollo de las libertades y de los derechos
humanos, garantizando de esta manera el pleno ejercicio de la democracia, dentro
del marco del derecho internacional humanitario.
Un lógro significativo del gobierno del presidente Uribe es el cambio favorable de la
opinión pública en su percepción sobre la seguridad. El gran favoritismo del
presidente Uribe, reflejado en su reelección, muestra el grado de optimismo y de
confianza con los cuales Colombia trata de mirar la perspectiva del conflicto; pero,
por el carácter volátil e inestable de la opinión, el riesgo del derrumbe ante cualquier
contratiempo no se debe subestimar. (Atehortúa, 2007, Pág. 83).
El plan nacional de desarrollo 2002 – 2006 definió la Seguridad Democrática como
“El ejercicio de una autoridad efectiva que sigue las reglas, contiene y disuade a los
violentos y está comprometida con el respeto a los derechos humanos, el pluralismo
político y la participación ciudadana”, consolidándose así conceptualmente la Política
de Seguridad Democrática.
Con los postulados de la Política de Seguridad Democrática enunciados en el
capitulo primero el gobierno nacional trazó las líneas de la seguridad democrática
para proteger los derechos de los colombianos y fortalecer, con apoyo de la
ciudadanía, el Estado de Derecho y la autoridad democrática. El objetivo central de
30
esta política es el de reforzar y garantizar el Estado de Derecho en todo el territorio,
mediante el fortalecimiento de la autoridad democrática y del Estado de Derecho,
con miras al fin superior de la protección de todos y cada uno de los habitantes de
Colombia.
Esta política como se ha enunciado, concibe esencialmente los siguientes aspectos:
1. Control del territorio y defensa de la soberanía nacional.
2. Combate al problema de las drogas ilícitas y al crimen organizado.
3. Fortalecimiento del servicio de justicia.
4. Desarrollo en zonas deprimidas y de conflictos.
5. Protección y promoción de los derechos humanos y del derecho internacional
humanitario.
6. Fortalecimiento de la convivencia y los valores.
7. Política de relaciones exteriores y cooperación internacional.
“La Política de Seguridad Democrática propuso devolver la seguridad y el orden a
los colombianos y garantizar el pleno ejercicio de la democracia así como los
derechos y las libertades fundamentales en un contexto de pluralismo político y
participación ciudadana, en el marco del compromiso absoluto con la observancia de
los derechos humanos y el cumplimiento de las normas del Derecho internacional
humanitario” (Barco, 2006, Pág. 57).
“La implementación de la Seguridad Democrática, cuyas premisas y acciones han
sido permanentemente evaluadas por la comunidad internacional, implicó trabajar en
varios frentes. Por una parte, se propuso continuar y acelerar el fortalecimiento de
las fuerzas militares para desarrollar una contundente ofensiva militar con miras a
recuperar el control global del territorio, imponer el estado de derecho y aislar a los
grupos ilegales, fomentando de paso la desmovilización y reinserción...además
mantuvo una puerta abierta a la negociación de acuerdos con los grupos ilegales,
siempre y cuando estos cumplieran ciertas condiciones claramente estipuladas ”
(Ibid, 2006, Pág. 58).
El gobierno inicialmente expresó que el dialogo con los grupos armados ilegales
dependía del cese de hostilidades contra los civiles como condición para una
negociación. Esto significó un gran cambio en la política – por las condiciones en las
31
que se dieron las fallidas negociaciones de paz con la guerrilla – para el terrorismo y
sus delitos conexos, el problema mundial de las drogas, lo que tuvo consecuencias
en las relaciones y acuerdos con la comunidad internacional.
3.2 La seguridad democrática en la política exterior de Colombia21La política exterior de un Estado esta determinada por la armonización con la
realidad internacional y su coyuntura interna, además, es la vía para la consecución
de los intereses de la Nación en el sistema internacional, “Durante las ultimas
décadas del siglo veinte y el lustro transcurrido veintiuno, ha habido cambios
globales, regionales e internos que inciden en la inserción internacional de
Colombia. Algunas de estas transformaciones se relacionan con cambios en el
sistema mundial y otras son producto de la situación interna. La combinación e
interrelación de estos dos procesos coloca al país en un alto nivel de vulnerabilidad
– interna e internacional-. Sin embargo, la conexión entre lo interno y lo externo no
es exclusiva de Colombia, sino que hace parte de los elementos que actualmente
afectan e inciden en el diseño de la política exterior de todos los países y, en
general, de la política internacional.” (Cardona en Ardila comp., 2005, Pág. s.f.)
“La política exterior ha cambiado en sus conceptos: primero, porque incluye una
multiplicidad de temas antes no considerados; segundo, porque implica diversidad
de instrumentos y no solo los políticos-diplomáticos tradicionales; tercero, porque
requiere de una aproximación interméstica a la realidad, que no olvide los
condicionamientos y oportunidades externas, pero que tampoco haga caso omiso de
las condiciones de factibilidad y de las presiones de la política interna. Tal dinámica
lleva a disminuir en algún grado las fronteras entre la política exterior, las políticas
comparadas y la política internacional propiamente dicha.” (Ibíd., 2005, Pág. xvi).
Las decisiones en materia de política exterior en nuestro país son facultad del
Presidente de la República. El articulo 189 de la Constitución Política dispone
“Corresponde al Presidente de la República como Jefe de Estado, Jefe de Gobierno
y Suprema Autoridad Administrativa: Dirigir las relaciones internacionales. Nombra
21 La politica exterior de un pais pretende desarrollar los intereses nacionales de un pais, mediante los proyectos politicos que los gobiernos implementan.
32
los agentes diplomáticos y consulares, recibir agentes respectivos y celebrar con
otros Estados y entidades de derecho internacional tratados o convenios que se
someterán a la aprobación del Congreso”. El Ministro de Relaciones Exteriores, bajo
la dirección del Presidente, ejecuta la política exterior. Otros órganos en materia de
política exterior son: El Congreso de la República, que se encarga de aprobar los
tratados internacionales y de ejercer un control político y, La Comisión Asesora de
las Relaciones Exteriores, órgano de consulta y asesoría.
La política exterior de Colombia a lo largo del siglo pasado se caracterizó por una
relativa eficacia aunque presente sobre todo en el ámbito regional, por respaldar la
institucionalidad internacional de carácter multilateral, por buscar soluciones
pacíficas a los problemas con los vecinos, mantener el prestigio de estabilidad
económica y democrática en medio de una región caracterizada por vaivenes y, por
darle continuidad a una relación de alineamiento con Estados Unidos, aunque
manteniendo un margen de maniobra con el aliado del Norte. Hasta ese momento, el
tema del conflicto armado, ni en sus implicaciones ni en su resolución, hacia parte
de la agenda internacional del país, era básicamente un tema de carácter doméstico,
tendencia que cambiaría hacia mediados de los noventa por la asociación de dos
tipos de factores: Por un lado, un cambio en el entorno internacional y del otro, la
grave crisis nacional. Lo anterior daría lugar a lo que se ha identificado como la
“internacionalización” del conflicto colombiano, manifestado en la visibilización de la
crisis nacional y la preocupación e interés por parte de diversos actores
internacionales sobre lo que acontecía en Colombia, así como sobre los efectos de
esta guerra para la estabilidad regional y la seguridad internacional. (Rojas, 2006,
Pág. 87).
El cambio en el contexto internacional era consecuencia del fin de la Guerra Fría y
con ello se conformó una agenda internacional donde una serie de temas como el
tráfico ilícito de drogas, derechos humanos, crisis humanitarias, migraciones, etc., se
posicionaban en las políticas exteriores de los países, principalmente en los países
centrales. Colombia, con la agudización del conflicto armado, el incremento del
fenómeno del narcotráfico y una crisis humanitaria, calificaba como escenario de
preocupación internacional. De otro lado, la crisis de gobernabilidad del gobierno
Samper tuvo grandes repercusiones, no sólo en la legitimidad y en la
33
institucionalidad interna, sino que también generó la percepción internacional de un
país tomado por el narcotráfico, con una guerra interna y en serio riesgo de colapso.
Frente a esta situación, el gobierno de Pastrana canalizó esta percepción y dio
camino a la “internacionalización”, surgiendo la llamada “diplomacia por la paz”. Así
la política internacional del gobierno no solo se enfocaba en acompañar y favorecer
la estrategia de pacificación nacional, sino que se constituía en un espacio vital para
el éxito de la política doméstica frente al conflicto armado; básicamente era una
política exterior con una orientación al apoyo político y económico internacional.
(Ibíd., 2006, Pág. 88). Esta estrategia pretendía buscar y legitimar el proceso de paz
iniciado con las FARC.
Con esta estrategia, Estados Unidos se convirtió poco a poco en el principal aliado
frente al conflicto colombiano y enfatizó en el vínculo que existía entre el conflicto
armado interno y el tráfico ilícito de drogas, dando como resultado la creación del
Plan Colombia, adicionalmente, consiguió acompañantes internacionales en el
proceso de paz iniciado con la guerrilla.22
Luego del fracaso del proceso de paz y la elección de Álvaro Uribe Vélez como
Presidente de la República, éste siguió la misma estrategia en materia de
internacionalización que adelanto Pastrana, además en la coyuntura de los
acontecimientos en el contexto internacional que llevaron a los Estados Unidos y un
gran numero de países a darle mayor atención al conflicto armado interno.
Así el gobierno de Uribe, definió el perfil de su política exterior a partir de
circunstancias que le dan su propia particularidad. Dos son los factores que ayudan
a moldear esta práctica: Por una parte, el impacto de los atentados del 11 de
Septiembre de 2001 y el consecuente cambio en la agenda política exterior de los
Estados Unidos y, de otro lado, la ruptura del proceso de negociación con la guerrilla
22 “La diplomacia por la paz demostró la relevancia de una estrategia de “canalización” de la participación internacional en la búsqueda de soluciones a la guerra; sin embargo, también evidenció que por sí misma la intervención internacional no era garantía de un proceso de paz exitoso; en buena medida los resultados de una política de pacificación siguen dependiendo del balance de fuerzas entre los actores del conflicto. Asimismo, puso de presente que los actores internacionales actúan desde sus propias agendas e intereses, promoviendo cada uno un diagnóstico y una visión propia del conflicto y su tratamiento, que muchas veces entra en colisión con la perspectiva y las disposiciones del gobierno nacional.” (Rojas, 2006, Pág. 88)
34
y sus resultados, además de las lecciones sobre la diplomacia por la paz del
gobierno Pastrana. (Ibíd., 2006, Pág. 89)
“Teniendo en cuenta y a pesar de las diferentes estrategias de seguridad y paz de
cada uno de los gobiernos de la última década puede afirmarse que la política
exterior de Colombia, en lo que al conflicto y seguridad se refiere, se enfocó en las
siguientes actividades: 1) conseguir asistencia militar y no militar – para el
fortalecimiento de las instituciones, la aplicación de la ley y el desarrollo de
programas sociales-; 2) lograr la cooperación de otros países, incluyendo acciones
en su propio territorio, para disminuir los factores que alimentan el conflicto; y 3)
lograr legitimidad para sus políticas, que como se mencionó arriba fueron
componentes tanto de negociación como de disuasión legal y militar. Dos de ellos
fueron el malestar de los vecinos por la regionalización del conflicto y sus efectos por
la ayuda de Estados Unidos a Colombia y el tenor de las políticas anti-drogas, y las
prevenciones de la comunidad internacional sobre la reputación de Colombia en
materia de derechos humanos.” (Guaqueta en Ardila comp., 2005, Pág. 41)
“La política exterior del gobierno ha permanecido al servicio de los intereses y
prioridades de la política doméstica. Al igual que en el período Pastrana, la
orientación ha girado en torno a la internacionalización del conflicto colombiano; una
apuesta a través de la cual se vincula la situación nacional con las dinámicas
internacionales tras la obtención de apoyos políticos y económicos. La política
exterior, en concepto del gobierno Uribe, “debe servir de soporte y complemento a
los esfuerzos desplegados en el ámbito interno para implementar la política de
seguridad democrática y atender las necesidades de desarrollo económico y social
de la nación”. (Atehortúa, 2007, Pág. 68).
El nuevo gobierno buscó que la comunidad internacional tomara responsabilidades
frente a la problemática colombiana, en la que inciden problemas de orden global y
pedía acciones internacionales para su solución. Esta petición de apoyo
internacional para la lucha contra las drogas ilícitas y los grupos ilegales se
fundamentó en una política interna que asignó gran cantidad de recursos para las
fuerzas militares. (Ibíd., 2006, Pág. 58).
35
El presidente Uribe en la lógica de gobierno de la seguridad democrática “define a
Colombia como una democracia en profundización, respetuosa por los Derechos
Humanos, pluralista y participativa. Colombia es un Estado de derecho, con
separación de poderes, transparencia en los procedimientos, respeto a las libertades
públicas, cohesión social y acatamiento a las instituciones. Por eso no puede
caracterizarse como “oposición armada” a las organizaciones armadas. Son
terroristas, puesto que utilizan la violencia contra la sociedad y contra un Estado
legítimo que tiene abiertos los canales de la acción política para dirimir sus
conflictos. Porque existen plenas garantías democráticas, Uribe define la acción de
los grupos violentos como terrorismo y no como una acción de beligerancia en un
conflicto político armado”. (Gaviria, 2006, Pág. 80).
A la definición de los elementos básicos de las relaciones exteriores de Colombia
contribuyo la prioridad dada por la comunidad internacional al tema de la seguridad,
a la lucha contra el terrorismo a la situación de los derechos humanos y a la
necesidad de la integración de Colombia al sistema internacional, aspectos
planteados en el proyecto de seguridad democrática.
El énfasis en la ejecución de la política exterior de Uribe esta dado en función del
conflicto armado y su resolución, esta actitud significo una reorientación de la política
exterior colombiana que se venia desarrollando desde finales de los noventa. La
orientación dada sobre reconocer que el conflicto armado se encuentra vinculado
con dinámicas internacionales, busca motivar y, mas allá, canalizar la preocupación
de diferentes actores internacionales con miras a obtener apoyos políticos y
económicos concretos que contribuyan a la solución de los problemas que enfrenta
el país. (Rojas, 2006, Pág. 86).
La política exterior de Colombia en el contexto de la política de Seguridad
Democrática, se expone en el documento “Política exterior de Colombia:
Gobernabilidad Democrática, responsabilidad compartida y solidaridad”. Presentado
por la Cancillería, en el que se relacionan el conjunto de objetivos y metas, que se
plasman como principios rectores, objetivos estratégicos y líneas de acción.
36
Los conceptos rectores son: 1) Gobernabilidad Democrática, que promueve la
preservación de las instituciones democráticas, el respeto por el Estado Social de
Derecho, el fortalecimiento de la democracia y el pluralismo. Mediante la política de
seguridad democrática, con el objeto de “transmitir el mensaje que Colombia está
fortaleciendo la democracia y la gobernabilidad en todo el territorio nacional e
impulsando el desarrollo con equidad, que sigue luchando contra el terrorismo y
persevera en el compromiso indeclinable de combatir las drogas. Pero su esfuerzo
no basta: son necesarias las acciones concretas, decididas e inmediatas de la
comunidad internacional.”23
2) Responsabilidad Compartida: “La política exterior colombiana reconoce y valora la
existencia de una responsabilidad compartida por la comunidad internacional frente
al problema de las drogas y sus delitos relacionados y frente a la lucha contra el
terrorismo y sus fuentes de financiación. Esa responsabilidad supone aunar a la
acción del gobierno colombiano el compromiso firme de otros Estados y de todos los
actores internacionales con posibilidades de contribuir a la erradicación de estos
flagelos”24. Y también por medio de estrategias coordinadas y conjuntas, combatir y
hacer frente a problemas como la pobreza, exclusión y la brecha social.
3) La solidaridad, que se da en dos dimensiones; por un lado para el combate contra
el terrorismo y el narcotráfico y, por el otro, la multilateralidad con el fin de impulsar
el desarrollo de instituciones, crecimiento económico, reducción del desempleo,
derechos humanos, educación, inversión social y reducción de la pobreza, los cuales
se complementan con unos objetivos estratégicos25.El desarrollo de esta política
correspondió a seis grandes ejes temáticos (Barco, 2006, Pág. 62):
23 Colombia, Ministerio de Relaciones exteriores de Colombia (2004) “Política exterior de Colombia 2002 – 2006” 24 Ibíd.. 25 “Los objetivos estratégicos son 6 y uno más institucional. Las líneas de acción son temáticas y geográficas. El primero, el más importante y el que obedece a las exigencias del sistema: Defender la soberanía Nacional y promover un desarrollo integral en las fronteras, elemento en que los temas limítrofes, de seguridad e integración se acentúan. El segundo, consolidar las relaciones bilaterales y regionales estratégicas, primordialmente en América Latina, pero lógicamente con focos de dirección como Norteamérica, Europa, África – medio oriente y Asia pacífico. El tercero, Defender y promover los intereses nacionales en escenarios multilaterales, tanto hemisféricos como universales, entre ellos ONU, OEA, MERCOSUR, puebla- Panamá, UE Y FOCALAE. En cuarto lugar, apoyar las políticas del gobierno nacional en el ámbito internacional, con la internacionalización de la política de seguridad democrática (seguridad democrática, crecimiento económico, equidad social y eficacia estatal). El quinto criterio, mejorar la comprensión de la realidad del país en el exterior, vinculando a los nacionales en el exterior, con la formulación de normas y legislación que contribuya a mejorar las condiciones de vida, inclusión e integración de connacionales en sus países de residencia.” (Ceballos, 2008, Pág. 3)
37
- Divulgación y la explicación adecuadas y objetivas, de las políticas de
gobierno, en particular de la política de seguridad democrática.
- El relanzamiento de los principios de responsabilidad compartida y solidaridad
internacional.
- La concertación, el dialogo político y la concreción de programas de
cooperación internacional.
- El fortalecimiento de los procesos de integración económica y política.
- El acercamiento y el apoyo a las comunidades colombianas en el exterior.
- El fortalecimiento del Ministerio de Relaciones Exteriores.
3.3 Acción frontal contra el terrorismo
La administración de Álvaro Uribe Vélez, proyectó su política exterior26 a un llamado
a la cooperación e integración con el fin de responder al problema del conflicto
armado interno, que ahora estaba determinado bajo la lógica de la lucha contra el
terrorismo, puesto que los grupos ilegales en Colombia cometieron actos que la
comunidad internacional calificó de terroristas y, la integración de la política de
Seguridad Democrática encontró relación en la lucha mundial contra el terrorismo.
La Política de Seguridad Democrática caracteriza al terrorismo como el “principal
método que utilizan las organizaciones armadas ilegales para desestabilizar la
democracia colombiana”27 y se basa en la protección contra el mismo como objetivo
fundamental, además, diseña acciones de cooperación internacional en el combate
al terrorismo que parecen ser acordes con el reconocimiento de los vínculos entre
narcotráfico y terrorismo. Entre las acciones se encuentran: El desarrollo de la
resolución 1373 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; la aceptación de
las recomendaciones del Comité contra del Terrorismo; y, el intercambio de
información sobre actividades de redes terroristas y el intercambio de información
26 “La política exterior del gobierno Uribe se ha definido en torno a la búsqueda de apoyos políticos y económicos concretos; se redefine y delimita hasta donde es posible la participación internacional en la salida al conflicto armado. En la actual estrategia internacional hay una mirada más “realista”, que combina una actitud utilitarista y pragmática del entorno internacional con un discurso voluntarista y doctrinario; esta actitud contrasta con la mirada más idealizada y expectante sobre el papel de la comunidad internacional en la solución del conflicto armado que caracterizó al gobierno anterior.” (Rojas, 2006, Pág. 104).27 Colombia, Ministerio de la Defensa Nacional, Política de defensa y seguridad democrática, Pág. 24.
38
sobre actividades de grupos terroristas y el cumplimiento de las órdenes de captura
de la INTERPOL. (Costa en Ardila comp., 2005, Pág. 16).
La Administración Uribe ha tenido en cuenta también el clima internacional posterior
al 11 de Septiembre, cambiando la visión que tenia la Cancillería colombiana en
torno al impacto regional de nuestro conflicto interno con el objetivo de aislar
internacionalmente a la guerrilla, aumentar el flujo de recursos externos para
fortalecer las fuerzas militares y de Policía y conseguir una mayor colaboración en la
lucha contra el tráfico de drogas, el contrabando de armas y el lavado de activos,
flagelos que de suyo requieren una colaboración internacional para afrontarlos.
“De este modo se establece una convergencia directa entre las preocupaciones
estratégicas de Estados Unidos en el hemisferio, entre las que se encuentra el
combate al narcotráfico y al terrorismo, y la política de seguridad democrática
implementada por el presidente Álvaro Uribe, lo que, a su vez, se refleja en la
consolidación de una clara tendencia de escalada militar en la conducción del
conflicto y su internacionalización también por esa misma vía. La militarización de la
política antidrogas de Estados Unidos se extendió al caso colombiano,
principalmente al combate contra el terrorismo, debido al reconocimiento de los
vínculos entre los grupos narcotraficantes y los grupos armados a los cuales se
atribuye la responsabilidad por actos terroristas dirigidos a ciudadanos y a la
infraestructura en territorio colombiano, en el contexto del conflicto interno.” (Costa
en Ardila comp., 2005, Pág. 17).
3.4 Las relaciones Colombia – Estados Unidos
El mantenimiento de un alto nivel en las relaciones con los Estados Unidos ha sido
una de las prioridades en la política exterior colombiana para la recuperación de la
seguridad y la actividad en el país.28
El gobierno privilegió una alianza estratégica con los Estados Unidos, con el fin de
fortalecer la ayuda a través del Plan Colombia y el TLC (Tratado de libre comercio);
en este contexto, Estados Unidos tuvo un mayor involucramiento en el conflicto 28 Ver anexo 3, ejes de la relación bilateral con los Estados Unidos
39
colombiano, sobre todo después del 11-S, caracterizando el conflicto colombiano en
la lucha global contra el terrorismo y concibiendo el Plan Colombia con esa misma
lógica, además, vinculó el combate contra las drogas y guerrilla bajo la
denominación común de “combate al terrorismo”.
Estados Unidos se convirtió en el principal aliado político y económico del gobierno
de Uribe, sobre todo bajo la administración de Bush; a su vez Colombia, aspiraba a
ser un aliado firme y vocero de la política exterior de los Estados Unidos en la
región, sobre todo con la llegada de gobiernos de izquierda en algunos países. “En
esta medida, los gobierno de Bush y Uribe se han prestado mutuamente buenos
oficios para que, cada uno, desde su perspectiva e interés, puedan legitimar el
actual enfoque de la seguridad internacional. El primero, en sus intervenciones en el
exterior tipo Irak, y el segundo, para resolver su propia guerra interna”. (Rojas,
2006, Pág. 100).
Las relaciones bilaterales se han basado en tres componentes centrales: 1)
Cooperación de Estados Unidos al Plan Colombia, estrategia fundamental de la
política exterior de Colombia, con base en el principio de responsabilidad compartida
en la lucha contra el problema mundial de las drogas ilícitas, el terrorismo y el crimen
organizado, ayuda a la reactivación económica y social, fortalecimiento institucional
y el alcance de la paz en Colombia. 2) La relación comercial, con énfasis en el
acuerdo de las preferencias arancelarias ATPDEA y el tratado de libre comercio,
pendiente por aprobación por parte del congreso de los Estados Unidos. 3) La
expansión de la agenda en temas como energía, cooperación en ciencia y
tecnología, educación, promoción del turismo, entre otros. (Araujo, 2008, Pág. 61)
Durante las administraciones Uribe-Bush las relaciones se fortalecieron en los
diferentes niveles tanto en los oficiales como en el sector privado. La identificación
de los dos gobiernos en la lucha contra el terrorismo, principalmente, fue el pilar
sobre el cual se construyo el fortalecimiento de las relaciones de cooperación.
Ahora, en el nuevo contexto de las relaciones bilaterales el Presidente Obama
expresó que las nuevas relaciones con America Latina se basarán en la igualdad y
40
el respeto mutuo. Ya desde su campaña había anunciado una nueva era de diálogo
y no de imposición en las relaciones con el hemisferio.
Algunos cambios ya empiezan a manifestarse: en el propósito de recuperar la base
moral de la política exterior que tanto importa a la opinión publica norteamericana y
también en la tarea de propugnar por la vigencia y el respeto de los Derechos
Humanos, se dispuso el cierre de la base de Guantánamo, la iniciación del proceso
de retiro de las fuerzas militares en Irak, principalmente. También se inicia un nuevo
proceso de dialogo con America Latina, como se desprende de la pasada cumbre de
las Américas en Trinidad y Tobago y de la flexibilización de las medidas contra Cuba
3.5 Evaluación aproximada de la Seguridad Democrática
El gobierno de Uribe desde su inicio enfrentó con decisión el grave problema de
orden público que aquejaba al país, basado en el proyecto político Seguridad
Democrática, con los componentes del énfasis militar y de una política económica
realista, con una política social que enfatizo en aspectos educativos laborales y
pensiónales. Lo anterior se tradujo en el aumento de la seguridad y de la inversión
extranjera adicionalmente el estilo del presidente caracterizado por su liderazgo y
trato directo en el tratamiento de los problemas le generaron un alto índice de
popularidad.29
Luego de siete años, los logros en materia de la seguridad democrática son
evidentes – disminución del conflicto, reducción de secuestros y de homicidios,
liberaciones de secuestrados, repliegue de las guerrillas y perdida de su pie de
fuerza; desmovilización de paramilitares – pero estos logros han sido opacados por
las acusaciones de violaciones de los derechos humanos, los denominados falsos
positivos; las dudas sobre la transparencia en el proceso de desmovilización, las
discusiones sobre la reparación de las victimas y los problemas de la parapolítica.
En el aspecto económico, se ha incrementado la inversión extranjera y la
exportación de productos, aunados al crecimiento del PIB y la economía en general;
29 Ver anexo 4. Resultados del gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
41
sin embargo, aún hay grandes niveles de desempleo y pobreza y la actividad
subversiva que cíclicamente se manifiesta en diferentes regiones del país.
Uno de los aspectos mas graves y que ha reflejado una profunda contradicción
frente a la primera administración del presidente Uribe, ha sido el cambio en la
“forma de gobernar”, que ha permitido evidenciar el “estilo pendenciero con la
oposición política, con la crítica de opinión y con algunas instituciones estatales. Los
intentos por desprestigiar a miembros de las cortes que no se doblegan a las
pretensiones del Gobierno han sido vergonzosos. Hay episodios oscuros, como los
de las “chuzadas telefónicas, que son reductos de la penetración paramilitar en el
DAS. Ha sido también bochornosa la promoción de una segunda reelección
inmediata del Presidente a través de un referendo cuyos promotores no han sabido
explicar como lo financiaron, tratan de cambiar en el Congreso la pregunta que fue
puesta a consideración de los electores y atropellan a quienes plantean su
inconformidad con estos procedimientos”.30
Si bien no se cuestiona el éxito que en varios ordenes ha tenido el proyecto de
Seguridad Democrática es posible que algunas situaciones irregulares que están
siendo objeto de averiguación, tengan incidencia negativa en las relaciones con
Estados Unidos e incluso con la comunidad internacional.
Debe advertirse que la excesiva participación de los Estados Unidos en el
enfrentamiento a las amenazas de la seguridad de Colombia llevan de suyo latentes
peligros. También la confusión generalizada sobre los contenidos de las nociones de
seguridad y defensa nacional, pero tan amplia y tan disímil cobertura justifican que
en que en general en la opinión publica, los medios universitarios y académicos
deben generarse una mayor preocupación por estos temas31
30 Guillermo, P. (2009, 16 de mayo), “Uribe ayer y hoy”, en el Tiempo, Bogotá.31 Un estudio amplio sobre este aspecto crucial de la seguridad y defensa de Colombia se encuentra en la obra Colombia indefensa, Ricardo Esquivel, Bogota, Espassa 2001.
42
CAPITULO CUARTOESTADOS UNIDOS FRENTE A LA SEGURIDAD DEMOCRÁTICA
4.1 Reorientación en los procedimientos de ejecución de la política exterior de los
Estados Unidos
El discurso antiterrorista que caracterizo la política exterior de Estados Unidos, ha
sufrido reveces, sobretodo por el fracaso de la Guerra de Irak y las denuncias sobre
violaciones de los Derechos Humanos. De otra parte, el nuevo esquema político del
Congreso con una mayoría demócrata, implica la necesidad de una acción
diplomática coherente y eficaz por parte de Colombia
La proyección que Obama le ha dado a su política exterior es la de mitigar los
efectos negativos de la política exterior adelantada por la administración Bush. En
efecto, ha iniciado un acercamiento con los líderes y países mediante un discurso de
cooperación y apertura al diálogo. Los contactos directo con el presidente de Rusia,
las gestiones en Turquía, la expresión de la voluntad de dialogo con Irán, con los
talibanes moderados y con sectores de Irak no radicalizados. En Japón, China,
Corea del Sur, Medio Oriente, la Unión Europea y Francia, entre otros, ha
adelantado una intensa actividad diplomática además de la que se desarrolla en el
ámbito multilateral.
En cuanto a la política hacia América Latina, el presidente Obama se ha acercado a
los presidentes que tuvieron distanciamientos con el Presidente Bush y ha
inaugurado una era de diálogo para la cooperación, voluntad que de alguna manera
se evidenció en la pasada cumbre de las Américas realizada en Trinidad y Tobago:“En la reciente Cumbre de las Américas, el presidente Obama expuso las maneras en que Estados Unidos se comprometerá con nuestros asociados en la región. No nos interesa la retórica sin resultados. Estamos decididos a tomar medidas concretas para profundizar y cumplir la agenda de la cumbre, y a establecer asociaciones pragmáticas y con principios que vayan más de las soluciones ‘que sirven para todos’ que no reflejen la diversidad y el alcance de nuestro hemisferio. Por eso, tenemos la intención de ser flexibles e innovadores para lograr mejoras materiales en la vida de más gente, en más lugares”, dijo la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton en la Conferencia de Washington del Consejo de las Américas, el 13 de mayo.”32
32 Discurso de la secretaria de Estado ante el Consejo de las Américas (2009) [en línea], disponible en: http://www.america.gov/st/peacesec-spanish/2009/May/20090514134908emanym0.7878229.html?CP.rss=true
43
“El presidente Obama quiere que Estados Unidos establezca un nuevo enfoque de cooperación en sus relaciones con los demás países del Hemisferio que se base en los pilares paralelos de gobierno democrático y prosperidad inclusiva, dijo James Steinberg, vicesecretario de Estado.“En base a nuestras anteriores experiencias, el presidente Obama y la secretaria de Estado [Hillary Rodham] Clinton están elaborando un nuevo enfoque para la cooperación hemisférica, con el propósito de beneficiar a todos nuestros ciudadanos de América del Norte, Centro y Sur y del Caribe, desde los más desarrollados hasta los que pasan por dificultades”, declaró Steinberg en su intervención el 13 de mayo con motivo de la 39a. Conferencia de Washington sobre las Américas, realizada en el Departamento de Estado”33.
4.2 Percepción de Colombia en los Estad os Unidos
“Los tres principales objetivos de Estados Unidos en Colombia son: La lucha
antinarcóticos, la lucha antiterrorista y ayudar a que el país se convierta en un
modelo para la democracia, el desarrollo y estabilidad en la región”.(Cívico, 2008,
Pág. 71).
La preponderancia de los demócratas en el Congreso de los Estados Unidos puede
generar un nivel de dificultad para Colombia, porque entre el 2001 y el 2006, cuando
los republicanos eran mayoría, en el gobierno y en el Congreso no se hizo mayor
esfuerzo en incrementar una relación directa con los Demócratas, esquema que,
como sabemos, ha cambiado, (Isacson, 2008, Pág. 42) y que se evidencio con la
negativa del Congreso de aprobar el TLC y en la disminución de recursos para el
Plan Colombia.34
Recientemente el presidente Obama consideró a Colombia como “un buen amigo”: “Cuando enviamos a América Latina profesores y cuerpos de paz para trabajar con la comunidad, ellos se convierten en la cara de América, por eso cuando necesitamos su ayuda para luchar contra el narcotráfico, es más fácil para el Presidente de Colombia o de México aliarse con nosotros, porque nosotros consideramos al pueblo mexicano o al pueblo colombiano como buenos amigos, como personas que nos importan” además “ esto, en definitiva, nos ahorra recursos, porque no tenemos que enviar tropas ni hacerlo todo nosotros mismos, tenemos aliados que trabajan con nosotros. Al final, no solo es lo correcto desde el punto de vista ético y moral, es también una buena estrategia"35.
Como complemento a la percepción del Presidente Obama el Centro para la política
internacional, Washington, Estados Unidos dice “Visto desde Washington, Uribe es
una figura auto-contradictoria. Goza de alta popularidad, muestra una verdadera
fascinación con los detalles de la gobernabilidad y ha logrado una disminución
impresionante en los indicadores de violencia. Pero a la vez, tilda con frecuencia de
“terroristas” a sus contradictores políticos, usa un tono amenazante en contra de los
33 EE.UU. desea mejores relaciones con el Hemisferio Occidental (2009) [en línea], disponible en: http://www.america.gov/st/peacesec-spanish/2009/May/20090513181735jkdm0.7121851.html?CP.rss=true
34 Una caracterización del pensamiento de algunos representantes demócratas se puede ver en el anexo 5. 35 El Espectador (2009, 30 abril), “Obama insiste en que Colombia es un buen amigo”, Bogota, tomado de http://www.elespectador.com/noticias/politica/articulo138610-obama-insiste-colombia-un-buen-amigo
44
grupos que están a favor de los derechos humanos en Colombia y cuenta con una
base de apoyo político que incluye algunos de los patrocinadores más entusiastas
del paramilitarismo”. (Ibíd. 2008, Pág. 42).
En el proyecto político de la seguridad democrática hay dos puntos fundamentales
en las relaciones bilaterales con los Estados Unidos, el Plan Colombia (que los
demócratas disminuyeron en el componente militar y ampliaron el aspecto social)36 y
el TLC, que congelaron los demócratas. Es muy probable que a gestión diplomática
que Colombia adelanta ante los Estados Unidos se ve afectada por los falsos
positivos y por asesinato de los sindicalistas, temas que inciden en el Congreso de
los Estados Unidos.
Bajo la administración Bush, el enfoque que se le dio a la política exterior no fue muy
compartida por los demócratas, que desde el 2006 son la mayoría del Congreso, el
cual es fundamental en la determinación de la política exterior. Pero, y a pesar de lo
que se creía, Obama en lo concerniente a temas de seguridad no ha tenido una
“declaración oficial” que pueda dar cuenta de su posición; al parecer no se ha
evidenciado un cambio brusco, pues dejó al mismo funcionario en el Departamento
de Defensa – Robert Gates-, eso sí, enfatizando permanentemente el aspecto de los
derechos humanos y en el cambio de discurso de su antecesor de “están con
nosotros o contra nosotros”. Con respecto a Colombia, durante su campaña
presidencial dijo: “Cuando sea Presidente, continuaremos con el programa Andino Anti – Drogas y lo actualizaremos para afrontar los nuevos desafíos. Apoyaremos completamente la lucha de Colombia contra las FARC. Trabajaremos con el gobierno para terminar el reinado del terror de los paramilitares derechistas. Apoyaremos el derecho de Colombia a combatir a los terroristas que buscan seguridad atravesando fronteras y estaremos alertas ante cualquier apoyo a las FARC que provenga de gobiernos vecinos. Esta conducta debe ser condenada internacionalmente y producir aislamiento regional y, si no fuera necesario, conducir a fuertes sanciones. No debe permitirse” esto acompañado de la necesidad de apoyar los derechos humanos y laborales, y a fortalecer las instituciones democráticas “Debemos también hacer claro nuestro apoyo a los derechos humanos y laborales, y que ello implica el apoyo a las instituciones democráticas. Hemos descuidado este apoyo –particularmente en lograr la vigencia de la ley- por demasiado tiempo. En cada país de nuestro
36 En el presupuesto del 2009, la administración solicita US$ 402,823 millones que se dedicarían a la interdicción, fumigación, entrenamiento y educación militar y asistencia anti terrorista. Así mismo, US$ 142,366 millones en fondos para el desarrollo. En contraste, los demócratas aprobaron para el 2008 un presupuesto de US 309.051 millones en fondos militares-antinarcóticos y US 233,838 para los de corte social. Cifras del Plan Colombia El Tiempo (2009) “US$ 545 millones para financiar el Plan Colombia en el 2009 pidio el gobierno de E.U. al Congreso, Bogota, tomado de http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-3945253
45
hemisferio, incluyendo el nuestro, los gobiernos deben desarrollar instrumentos para proteger a su pueblo”37
Por su parte la secretaria de Estado Hillary Clinton expreso que: “Obama respalda en Plan Colombia pero cree que debe ser actualizado para responder a la “evolución de los retos”. Aunque destaca una mejoría en la situación del país, deja entrever cierta preocupación por los resultados en materia de erradicación de cultivos. Grandes cantidades de drogas siguen saliendo de Colombia hacia E.U. estoy dispuesta a trabajar con el Congreso y con nuestros amigos socios en Colombia para asegurarnos que las futuras inversiones ayuden a parar el flujo y contribuyan a consolidar las ganancias en materia de seguridad y de una paz duradera” y agrego “la administración Obama respaldara plenamente la lucha de Colombia contra las FARC y trabajará con el gobierno para poner fin al terror de los grupos para militares”. En cuanto al TLC “los ataques contra sindicalistas siguen y eso hace que sea imposible garantizar las protecciones laborales en la Colombia de hoy. Colombia debe mejorar. Estoy dispuesta a trabajar con el congreso para mirar que pueda hacer EU para contribuir a que se ponga fin a la violencia y la impunidad contra lideres sindicales y civiles”38
Un aspecto que sin duda tendrá especial influencia importancia en las relaciones
Colombia - Estados Unidos es la designación a jefe diplomático de Estados Unidos
para Latinoamérica de Arturo Valenzuela, para quien el tema de la democracia es
fundamental porque “no es partidario -y lo ha dicho abiertamente- de reformas que
conduzcan a terceros períodos presidenciales o ilimitados. En otra ocasión en el
2006, Valenzuela comentaba que en Latinoamérica se necesitan partidos políticos
fuertes, coherentes, con ideologías. No con mística. No liderazgo personalizado sino
liderazgo que se basa en el apoyo de sus propias organizaciones, con democracia
interna".39
Como se desprende de la visión general de las políticas exteriores de Colombia y de
los Estados Unidos es indudable que seguirán manteniendo una relación especial
principalmente por la coincidencia en temas cruciales de sus agendas exteriores;
pero las nuevas concepciones en el gobierno de los Estados Unidos sobre la forma
de adelantar su política exterior y también la incidencia del Congreso y de la opinión
publica en la misma, así como las actuales condiciones de la política colombiana –
principalmente las relacionadas con el proyecto del referendo que permitiría otra
reelección presidencial, las interceptaciones del DAS a altos magistrados y lideres
políticos, los crímenes cometidos por miembros de las Fuerzas Militares
denominados “falsos positivos” y la influencia de los paramilitares en el Congreso- 37 Cívico, A (2008, junio). “¿Cómo lograr la paz en Colombia?”, en Revista Javeriana, núm 745, p. 68-7438 Palabras de Hillary Clinton en El Tiempo (2009, 17 Enero), “Obama respaldará el Plan Colombia” p. 1-339 Definiciones tomadas El tiempo (2009, Mayo), “Nominado a jefe diplomático de EU para Latinoamérica es un viejo conocido de Colombia ”, Bogota, tomado de http://www.eltiempo.com/mundo/euycanada/nominado-a-jefe-diplomatico-de-eu-para-latinoamerica-es-un-viejo-conocido-de-colombia_5186704-1
46
sin duda tendrán un efecto o una incidencia profunda en el desarrollo de las
relaciones Colombia-Estados Unidos.
De lo expuesto en las anteriores paginas se colige tanto Colombia como Estados
Unidos deben continuar la cooperación en el tratamiento de los temas y problemas
que le son comunes y que requieren un recíproco apoyo y cooperación, teniendo en
cuenta, por supuesto, los nuevos condicionamientos de la diplomacia de los Estados
Unidos y la proyección de la seguridad democrática desde el punto de vista de la
política exterior de Colombia.
47
CAPITULO QUINTO CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
1.Para explicar uno de los objetivos del trabajo “La Seguridad Democrática en el
contexto de las Relaciones Colombia-Estados Unidos” de contribuir con las páginas de
este trabajo a generar la cultura de que los temas de política exterior sean analizados
con más amplitud en los medios universitarios y en general en la opinión publica,es
oportuna la referencia a la obra “Enfoques para el Análisis Político” de Rodrigo Losada
y Andrés Casas cuando recuerdan la visionaria propuesta de Aristóteles sobre la ciencia
política y la tarea que espera a los estudiosos de la misma, cuando aglutina los
elementos básicos que inspiran y guían la ciencia política así como la tarea de las y los
politólogos, “Y lo hacen guiados, ante todo, por el sentido de responsabilidad que
implica orientar a la sociedad sobre las causas, el contexto, las alternativas de acción y
las consecuencias de los fenómenos políticos que afectan la vida individual y colectiva
de los miembros de una sociedad”.
Y también cuando expresan los autores en mención “La tarea del politólogo se
diferencia de la de otros oficios debido a que se soporta en la imperiosa necesidad de
hablar desde el rigor de los hechos y de sus responsabilidades. No es otro su
importante compromiso: orientar y develar desde la explicación y la comprensión de la
realidad de la política”.
Como corolario, incumbe a los estudiantes de las disciplinas relacionadas con la ciencia
política formular preguntas pertinentes y útiles para la sociedad colombiana, de los
contrario “Se perderá la posibilidad de cosechar en este fértil campo y de aportar al
debate público sobre los problemas de la sociedad”
2. El presente trabajo analiza la proyección del proyecto político que adelanta el
gobierno del Presidente Álvaro Uribe en un momento singular en la historia de Colombia
y los Estados Unidos, singularidad en la que inciden los complejos mecanismos de
acción en la ejecución de las respectivas políticas exteriores. En el Caso de Colombia,
para la consecución de los objetivos de su política exterior debe afianzar la comprensión
y cooperación internacional sobre un proyecto político que busca atender los cruciales
problemas que la afectan.
48
3. Al considerar la proyección del programa político Seguridad Democrática en las
relaciones Colombia y los Estados Unidos, se aprecia que es un tema coyuntural, ya
que enfatiza esencialmente en las complejas circunstancias internas de Colombia,
incluyendo las de orden político y en la nueva expresión de la política exterior de los
Estados Unidos, que pretende a la par de satisfacer sus interés nacionales, recuperar
el prestigio y la base moral de su gestión exterior. Pero este enfoque coyuntural no es
circunstancial o fáctico, es también el resultado de la historia, obedece a la propia
dinámica de la evolución de los acontecimientos nacionales en los dos países que
inciden en el desarrollo de los respectivos proyectos de política exterior, que señalan los
propósitos y los intereses nacionales que en términos generales son de carácter
permanente.
4.Estados Unidos juega un papel de primer orden como potencia predominante en el
nuevo sistema internacional, aún en formación. En enero del 2009 la nueva
administración “hereda” un muy bajo nivel en el prestigio y respetabilidad de su política
exterior, además de la recesión económica y otros problemas de profundo impacto
social en el plano interno con la responsabilidades de potencia mundial de primer orden.
5 Estados Unidos ha expresado su disposición en una nueva era en las relaciones con
América Latina, que pretende un dialogo directo superando el esquema de la actitud
impositiva, actitud que favorece especialmente a Colombia.
Sin duda hay un enorme apoyo a Colombia en Washington. El Presiente Obama se ha
referido a Colombia como un aliado privilegiado pero habrá que evaluar las
consecuencias que ola de noticias que afectan la institucionalidad del régimen
colombiano y su transparencia tiene en la fluidez de las relaciones entre los dos países .
6. Sobre la consideración del TLC con Colombia, como se ha examinado, la coyuntura
es compleja, por la actitud de la bancada demócrata en el Congreso de los Estados
Unidos, en la que tiene influencia las fuerzas sindicalistas. Si bien dentro de la
estructura ideológica de ese país el libre comercio es uno de los pilares de la política
exterior, la nueva Administración estima que el mismo no es la panacea, ya que debe
49
estar complementado con disposiciones que extiendan sus beneficios a los sectores
sociales mas necesitados.
7. El proyecto Seguridad Democrática encontró respaldo en las urnas cuando Alvaro
Uribe fue elegido Presidente para el período constitucional 2002-2006, luego se
reforma la Constitución para abrir el camino a la reelección para el período 2006-2010.
Pero la situación ha cambiado: la política colombiana esta determinada por la suerte del
proyecto de referendo que abriría posibilidad de una nueva reelección del Presidente
Uribe, al tiempo que surgen a la luz pública graves situaciones que violarían la
normatividad legal e incluso el ejercicio trasparente de la política, estas situaciones
aún son materia de averiguación y tendrían una profunda incidencia en la gestión
exterior del gobierno nacional y por tanto en el desarrollo de las relaciones Colombia-
Estados Unidos. .
8. Una aproximación a los resultados del proyecto político Seguridad Democrática,
desde 2002, podría ser la siguiente:
Como aspectos positivos pueden mencionarse el logro de un alto nivel en la relación
con los Estados Unidos particularmente en la administración Bush, cuando incluso de
habló de Colombia como el más importante o único aliado de los Estados Unidos en la
Región; el aceleramiento del desarrollo del país en algunos sectores; en materia de
seguridad, las fuerzas militares y de policía han ampliado el radio de su presencia en
zonas antes dominadas o con enorme influencia de la guerrilla, gracias en buena
medida al apoyo del Plan Colombia y del Plan Patriota; así mismo se registran
importantes éxitos en la lucha contra la delincuencia común; en materia económica, se
recuperó la confianza inversionista que coincidió con el boom del mercado internacional
lo que permitió registrar nuevos índices decrecimiento económico; el estilo del
Presidente Uribe le generó un amplio respaldo internacional en los ámbitos
multilaterales y bilaterales, el que a la par con los resultados positivos de su gestión, le
permitieron consolidar un liderazgo sobre el cual cimentó la gobernabilidad.
Como aspectos negativos, crece la percepción que del liderazgo del Presidente,
sustento de la gobernabilidad, se ha visto afectado por la práctica de las canonjías y
favoritismos. El tono intemperante en el ejercicio del poder, con el agravante de la
actitud maniquea al considerarse como adversarios o enemigos a quienes tomen una
actitud opositora o de critica sobre un aspecto determinado de la gestión
50
gubernamental. Otro aspecto de innegables consecuencias negativas es la actitud
confrontacional con el poder judicial, especialmente con las Altas Cortes.
Las graves acusaciones que son materia de investigación, como los espionajes del
DAS, órgano de seguridad adscrito a la Presidencia de la República a magistrados y
lideres de la oposición; los crímenes cometidos por miembros de las fuerzas militares,
llamados eufemísticamente “falsos positivo”, y el apoyo que grupos paramilitares dieron
a un importante número de congresistas en el proceso electoral, tiene un efecto
negativo en la percepción sobre las bondades del esquema Seguridad Democrática.
Sin duda los aspectos negativos que tendrán más efecto en los Estados Unidos valga
decir en la Administración, el Congreso y la opinión pública serán los relacionados con
los derechos humanos.
9. Un elemento que influye en las relaciones con los Estados Unidos es que los
colombianos manifiestan “un fuerte y atípico americanismo” ,confían en que Estados
Unidos cumplirá sus responsabilidades como gran potencia y en los beneficios de la
relación especial con Colombia. A manera de referencia, los colombianos creen que
finalmente el TLC no tendrá mayores obstáculos, en el Congreso, y aprueban las
medidas que ha adoptado el gobierno de Colombia como la extradición y la gestión para
prolongar el Plan Colombia. En Colombia no ha echado raíces el sentimiento
antinorteamericano que se extendió en otros países de la Región y en general del
mundo.
10. Es errónea la percepción de que Colombia era “el único” aliado de los Estados
Unidos en la Región ya que una cosa es ser “aliado especial” a único. Brasil es también
un aliado muy importante para los Estados Unidos, por el comercio y los temas de la
agenda global; México lo es por el comercio, la vecindad y otros factores. Y Colombia lo
es pero por otras razones como la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, además
del comercio.
Parte de la intensa actividad diplomática que Colombia debe adelantar ante el Gobierno
y en el Congreso de los Estados Unidos, debe orientarse al mejoramiento de la
percepción, sobre temas específicos que son cuestionados, particularmente en materia
51
de Derechos Humanos. Este aspecto debe superar la simple retórica para basarlo en
resultados tangibles.
11. Si bien el concepto de Seguridad Democrática tiene una amplia cobertura en
materia económica y social, en los medios académicos y analíticos especializados,
existe la convicción que en la práctica el proyecto político en mención enfatiza y se
adelanta con criterio a militar, como lo anota el profesor Francisco Leal Buitrago “ … la
seguridad ha sido manejada con óptica militar, recurriendo a posturas políticas sólo para
buscar dividendos favorables en la opinión, defender decisiones oficiales sin contenido
ético y criminalizar a críticos del gobierno. Ha habido poco uso de recursos políticos del
Estado en seguridad, aspecto que es función estatal y mandato constitucional”.
12. La seguridad nacional a través del proyecto de la Seguridad Democrática se logra
con el apego fiel a la constitución política de Colombia y con el diseño de programas
que superen la acción exclusivamente militar para penetrar en las causas que generan
los factores de inestabilidad, teniendo en cuenta las realidades socioeconómicas del
país.
13. El mayor reto de Colombia frente a los Estados Unidos – y frente al mundo- es
convencer que la Seguridad Democrática tiene una base, esencia y procedimientos
democráticos, tarea no exenta de dificultades a la luz de los recientes hechos que sin
duda por su gravedad y efecto, deben aclararse oportunamente para tranquilidad del
país y de la comunidad internacional.
14. Otro énfasis que debe tener la gestión diplomática de Colombia es la presentación
en los medios oficiales académicos y de opinión publica de los Estados Unidos de las
fortalezas de Colombia las que precisamente le han permitido durante décadas afrontar
las graves dificultades y registrar progresivamente índices de crecimiento económico y
social, a pesar de los marcados desequilibrios que este último aspecto presenta.
15. Colombia debe ser consecuente con la tendencia mundial de que la seguridad no se
limita al plano militar, ni a la libre interpretación del Estado sobre la misma. Es evidente
que Colombia debe manejar con tacto, y realismo la determinación de hacer frente a las
52
amenazas terroristas acogiéndose plenamente a la normatividad internacional a fin de
generar confianza en sus vecinos y en general en la comunidad internacional.
16.El concepto de Seguridad Democrática, como proyecto político, debe ser separado
de la necesidad de una reforma constitucional que permita otra reelección del
Presidente e la República. Desde el punto de vista de la ciencia política no es entendible
ni justificable reformas constitucionales orientadas a favorecer la aspiración electoral
del Jefe de Estado en ejercicio, al contrario, sería esta actitud una perversión de la
naturaleza y esencia de un sistema democrático La reelección presidencial, en la
práctica, debilitaría el régimen político y el concepto mismo de lo que la Constitución
Nacional significa como carta de navegación política y jurídica de Colombia. También se
correría el riesgo de que esa reelección fuera en contravía del espíritu de la Carta
Democrática Interamericana
17.El proyecto de Referendo, que además busca otra reforma constitucional en realidad
con nombre propio, lo que de suyo conlleva una distorsión del ejercicio democrático,
demás de estar organizado con prácticas oscuras que aún son materia de averiguación,
(financiación del referendo, cambio en la redacción de la pregunta del mismo que fue
puesta a consideración de los electores es una de las tareas que preocupa
especialmente por el efecto en la proyección de la política exterior.
Insistir en otra modificación del orden constitucional para aprobar otra reelección es
mirar con desdén la historia y le esencia misma de la ciencia política sobre los
perversos y nocivos efectos del ejercicio prolongado del poder. Es en la practica la
negación de la democracia, porque el proyecto, en todo caso es de un partido, que
presentó a consideración de electorado un proyecto de gobierno a fin de tender los
males de una sociedad en profunda crisis, pero no el proyecto que sólo un individuo
puede adelantar o ejecutar. Por vía de la manipulación de las mayorías, se llega a los
caudillismos, a las autocracias, formas perversas y que en su esencia son la negación
mismo de la democracia representativa y pluralista.. El efecto de semejante concepción
es, preciosamente la deslegitimización de la seguridad democrática
La proyección de la Seguridad Democrática, el pragmatismo de la política exterior
norteamericana, a su vez sustentada en valores, condicionará la acción diplomática de
53
Colombia al pedir avances en materia de protección de los derechos humanos,
resultados de beneficio social en los indicadores de progreso, el ejercicio democrático
pleno, adicionalmente, la gestión Colombiana debe tener cuidado en que la relación
especial con los Estados Unidos en la que hay un recíproca necesidad de apoyo, no
implique una actitud hegemónica y conculcadora del concepto de soberanía nacional,
tema de especial atención a la luz de nuestra propia historia.
54
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Ayuda de Estados Unidos para la región [en línea] disponible http://justf.org/All_Grants_CountryTodas las cifras en dólares, traducción personal
Ayuda militar y policial, todos los programas, toda la región, 2004-2009
País 2004 2005 2006 2007 2008 2009 TOTALColombia 594,244,588 578,921,737 581,695,053 593,056,053 421,981,757 419,314,053 3,189,213,241Perú 63,671,475 55,934,641 56,410,548 64,599,548 45,063,548 46,530,548 332,210,308Bolivia 50,321,830 45,156,590 40,782,150 37,401,546 33,527,546 33,544,546 240,734,208Ecuador 42,057,183 17,742,101 14,231,055 17,489,055 15,890,055 16,446,055 123,855,504Brasil 10,307,738 9,280,762 7,187,439 5,925,967 2,852,967 2,805,967 38,360,840Paraguay 1,605,230 1,913,874 2,919,792 3,315,792 3,467,792 3,381,792 16,604,272Chile 1,982,946 1,804,902 2,502,705 2,205,705 2,235,705 2,343,705 13,075,668Argentina 1,520,558 1,729,546 2,013,601 1,967,601 2,377,601 2,017,601 11,626,508Venezuela 2,658,360 2,279,450 801,550 1,561,550 608,550 561,550 8,471,010Uruguay 452,382 506,187 476,201 564,642 697,642 769,642 3,466,696
Ayuda económica y social, todos los programas, toda la región, 2004-2009
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País 2004 2005 2006 2007 2008 2009 TOTALColombia 134,479,000 134,713,000 142,955,000 149,723,970 240,839,296 247,000,000 1,049,710,266Bolivia 104,189,000 92,503,000 95,722,000 91,840,842 71,586,000 72,087,000 527,927,842Perú 120,735,000 102,606,000 87,675,000 82,423,000 56,071,000 67,628,000 517,138,000Ecuador 36,048,000 36,861,000 24,597,000 26,113,000 20,875,000 27,655,000 172,149,000Paraguay 12,467,000 10,260,000 46,953,000 11,784,000 10,626,000 10,810,000 102,900,000Brasil 17,793,000 12,689,000 7,004,000 11,200,000 13,183,000 6,997,000 68,866,000Panamá 11,000,000 13,043,000 4,484,000 6,357,000 4,719,000 7,219,000 46,822,000Venezuela 3,797,000 3,157,000 3,681,000 4,625,000 8,495,000 5,000,000 28,755,000
Ayuda concedida, todo tipo, todos los programas, toda la región 2004-2009
País 2004 2005 2006 2007 2008 2009 TOTALColombia 728,723,588 713,634,737 724,650,053 742,780,023 662,821,053 666,314,053 4,238,923,507Perú 184,406,475 158,540,641 144,085,548 147,022,548 101,134,548 114,158,548 849,348,308Bolivia 154,510,830 137,659,590 136,504,150 129,242,388 105,113,546 105,631,546 768,662,050Ecuador 78,105,183 54,603,101 38,828,055 43,602,055 36,765,055 44,101,055 296,004,504Paraguay 14,072,230 12,173,874 49,872,792 15,099,792 14,093,792 14,191,792 119,504,272Brasil 28,100,738 21,969,762 14,191,439 17,125,967 16,035,967 9,802,967 107,226,840Panamá 19,171,359 19,380,250 12,170,472 15,449,472 12,986,472 14,444,472 93,602,497Venezuela 6,455,360 5,436,450 4,482,550 6,186,550 9,103,550 5,561,550 37,226,010Chile 1,982,946 1,804,902 2,502,705 2,205,705 2,235,705 2,343,705 13,075,668Argentina 1,520,558 1,729,546 2,013,601 1,967,601 2,377,601 2,017,601 11,626,508Uruguay 452,382 506,187 476,201 564,642 697,642 769,642 3,466,696
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Anexo 2
Ayuda de los Estados Unidos para Colombia [En linea] Disponible http://justf.org/Print_Country?country=Colombia&year1=&year2=&subregion=&funding=&x=343&y=13Todas las cifras en dólares, traducción personal
Ayuda militar y policial a Colombia todos los programas, 2004-2009
Programa de ayuda 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Total del programa
control internacional de narcóticos y aplicación de la ley
331,754,458 334,077,125 350,248,000 386,869,000 247,097,704 247,500,000 1,897,546,287
sección 1004 Counter-Drug Assistance 161,649,000 138,113,000 132,980,000 112,046,000 112,046,000 112,046,000 768,880,000
Financiación militar extranjera 98,450,000 99,200,000 89,100,000 85,500,000 55,050,000 53,000,000 480,300,000
NADR – asistencia anti terrorismo 5,118,000 5,176,000 3,395,000 3,288,000 2,750,000 19,727,000
Entrenamiento y educación militar 1,676,000 1,700,000 1,673,000 1,646,000 1,428,000 1,400,000 9,523,000
Asistencia de no seguridad – comando unificado 1,609,148 1,609,148 1,609,148 1,609,148 6,436,592
Programa de asistencia contra terrorismo 543,665 310,200 222,659 222,659 222,659 222,659 1,744,501
NADR – destrucción de armas convencionales 691,000 427,000 400,000 1,518,000
Servicio de academias 100,165 220,995 227,725 227,725 227,725 227,725 1,232,060
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Programa de ayuda 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Total del programa
NADR – desminado humanitario 300,000 691,000 991,000
Centro de estudios hemisféricos de defensa 71,300 155,150 96,750 96,750 96,750 96,750 613,450
NADR – armas pequeñas y ligeras 427,000 427,000
Programa de liderazgo de aviación 27,267 59,383 59,383 59,383 59,383 264,799
Centro Asia – pacifico 2,388 2,388 2,388 2,388 9,552TOTAL 594,244,588 578,921,737 581,695,053 593,056,053 421,981,757 419,314,053 3,189,213,241
Ayuda económica y social a Colombia, todos los programas, 2004-2009
Programa de ayuda 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Total del programa
Control internacional de narcóticos ayuda económica 134,479,000 131,294,000 139,982,000 139,166,000 39,427,296 40,000,000 624,348,296
Fondo de apoyo económico 194,412,000 200,000,000 394,412,000
Sección 1207 asistencia de seguridad y estabilización 4,000,000 5,000,000 5,000,000 14,000,000
PL 480 `Comida para la paz` 3,419,000 2,973,000 4,858,000 11,250,000Iniciativas de transición 1,699,970 2,000,000 2,000,000 5,699,970TOTAL 134,479,000 134,713,000 142,955,000 149,723,970 240,839,296 247,000,000 1,049,710,266
Toda la ayuda a Colombia, todos lo programas, 2004-2009
2004 2005 2006 2007 2008 2009 TOTAL
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TOTAL 728,723,588 713,634,737 724,650,053 742,780,023 662,821,053 666,314,053 4,238,923,507
Reclutas militares y policiales de Colombia, todos los programas, 2004-2009
Aid Program 2004 2005 2006 Total del programaSección 1004 Counter-Drug Assistance 6,472 9,152 6,262 21,886Control internacional de narcoticos y ayuda a la ley 903 587 555 2,045Educacion militar y entrenamiento internacional 704 504 499 1,707Programa de acompañamiento anti-terrorismo 542 11 100 653Asistencia de no seguridad – comando unificado 3 190 193Centro de estudios hemisfericos de defensa 71 41 40 152Financiación militar extranjera 58 31 56 145Ventas militares extranjeras 45 32 19 96Departamento de Seguridad nacional/actividades guardia costera 30 30Servicio de academias 2 4 4 10Programa de liderazgo de aviación 1 4 5Varios departamentos del Estado/ Departamento de Defensa ayuda 1 1
TOTAL 8,801 10,393 7,729 26,923
Armamento y equipamiento vendido a Colombia, todos los programas, 2004-2009Programa 2004 2005 2006 2007 Total del programa
Ventas directas comerciales 60,446,880 71,095,113 273,452,684 102,268,881 507,263,558Venta extranjeros militares 24,580,000 41,710,000 88,776,000 231,384,000 386,450,000TOTAL 85,026,880 112,805,113 362,228,684 333,652,881 893,713,558
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Despliegues y operaciones en Colombia, Todos los programas, 2004-2009Programa 2004 2005 2006 2007 Program Total
Sección 124 operaciones anti droga 19,780,000 17,200,000 19,575,000 19,434,000 75,989,000Asistencia Civica e humanitaria 280,482 280,482 433,107 558,295 1,552,366TOTAL 20,060,482 17,480,482 20,008,107 19,992,295 77,541,366
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Anexo 3
Resultados del gobierno [en línea] disponible en: http://www.presidencia.gov.co/resultados/index.asp
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Anexo 4
Ejes de las relaciones bilaterales con Estados Unidos [en línea] Disponible en: http://www.cancilleria.gov.co:82/wps/portal/espanol/!ut/p/c1/04_SB8K8xLLM9MSSzPy8xBz9CP0os_jQsKAwo2AXYwN_3yBTA6MwH7NAL1djI_dQE30_j_zcVP2CbEdFAIiEiFo!/dl2/d1/L2dJQSEvUUt3QS9ZQnB3LzZfODVGOVVPMTMwOEY5RjAyRk5OS0NRSDIwVDE!/
Estados Unidos La relación bilateral con Estados Unidos tiene 6 ejes principales:
1. Una política bipartidista hacia Colombia que se ha reflejado con la cooperación de EE.UU al país, concretamente con el Plan Colombia y la Consolidación del Plan Colombia. 2. Un alto relacionamiento político con el Gobierno de EEUU, un despliegue de acciones hacia los nuevos miembros de la administración Obama y permanentes visitas a Congresistas de ambos partidos. 3. Rol del comercio y la inversión que en los últimos años que se tradujo en la negociación y gestiones para la aprobación del TLC. 4. La importancia de Colombia en el escenario regional. 5. Explicación continua de los avances y compromisos en derechos humanos, asunto transversal en la agenda con EE.UU. 6. Expansión de la agenda bilateral en temas como energía, medio ambiente, asuntos consulares, entre otros.
Consolidación Plan Colombia“Estrategia de Fortalecimiento de la Democracia y el Desarrollo Social” La Estrategia tiene como propósito consolidar los logros y avanzar aún más en los objetivos de fortalecimiento de la democracia, la superación de las amenazas contra la estabilidad democrática, la promoción de los derechos humanos, el desarrollo económico y social, y la lucha contra la pobreza. El programa que comprende se ejecuta a través de seis (6) componentes: a) Lucha contra el terrorismo y el narcotráfico; b) Fortalecimiento de la justicia y promoción de los DDHH; c) Internacionalización económica; d) Desarrollo social integral; e) Atención a población desplazada; y f) Desmovilización, desarme y reintegración.
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La cooperación de de Estados Unidos se divide en tres grandes programas: 1. Iniciativa Andina contra las Drogas, ACI: interdicción, erradicación, mantenimiento de helicópteros 2. Asistencia Militar: financiamiento militar extranjero, educación y entrenamiento militar internacional. 3. Programas Sociales: procesos desmovilización y reintegración, apoyo a personas desplazadas y grupos vulnerables, gobernabilidad democrática, promover alternativas, económicas y sociales a la producción de cultivos ilícitos.
Tratado de Libre ComercioAspectos Generales En la relación con Estados Unidos, el TLC constituye un instrumento integral orientado a generación las oportunidades de empleo, inversión, y comercio con beneficios para ambos países. Para Colombia, se constituye en instrumento para avanzar en el crecimiento y desarrollo social y la paz en el entendido que el mejoramiento de las condiciones de vida que se derivan de su puesta en práctica, asegurará los avances sociales y contribuirá en la lucha contra las drogas y el terrorismo y aportará en la superación de la pobreza. Este tema es de alta trascendencia en la agenda y en este sentido Colombia orienta esfuerzos y realiza las gestiones necesarias para lograr la aprobación de este instrumento por parte del Congreso de los Estados Unidos.
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Anexo 5
“Durante el debate sobre el Tratado de Libre Comercio, el representante McGovern planteo las razones para esta oposición:
“Nosotros queremos continuar trabajando con el Presidente Uribe en programas y proyectos que traigan progresos en los derechos humanos, el cumplimiento de la ley, el fin de la impunidad; para romper los lazos políticos y militares con los grupos de narcotraficantes y paramilitares, y para proteger y promover los derechos laborales básicos.
Si se solicitara votar el TLC con Colombia yo me opondría vigorosamente. He dicho repetidas veces al gobierno Colombiano que estoy siempre dispuesto a reconsiderar mi posición. Pero cuando se plantean asuntos tan graves como la violación de los derechos humanos pienso que no debo hacerlo.
Las Naciones Unidas, la Cruz Roja, y grupos Colombianos y de Estados Unidos de derechos humanos, describen un empeoramiento de la crisis humanitaria en Colombia. El numero de desplazados internos creció el 27% durante el año pasado, debido al aumento de la violencia en el país. Y durante los pasados tres años, las muertes de civiles por parte de las Fuerzas Armadas de Colombia se han incrementado.
La violencia contra los sindicalistas continúa en niveles muy altos y la gran mayoría de los asesinatos de lideres sindicales siguen sin resolverse. Es verdad que las muertes violentas de sindicalistas en 2007 fueron aproximadamente la mitad de las que ocurrieron en 2006, pero aún así, Colombia tiene la mayor tasa de asesinatos de sindicalistas en el mundo. Y las amenazas de muerte, ataques, y desapariciones se han incrementado. Durante el presente año, en apenas los primeros tres meses de 2008, han sido asesinados 17 lideres sindicales.
El Congreso debe insistir en el mejoramiento de los derechos humanos en Colombia, y no dibujar un panorama rosa simplemente para asegurar un acuerdo comercial. Estados Unidos debe asumir su responsabilidad por el comportamiento de las fuerzas de seguridad entrenadas con dólares de los impuestos de sus ciudadanos. Debe tener en cuenta el prolongado sufrimiento de la población civil en medio del conflicto armado, y apoyar los derechos de las victimas después de una década de atrocidades.”(Civico, 2008, pag 72)
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