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IMPLICACIONES TICAS EN EL ESTUDIO DEL JESS HISTRICO

INTRODUCCINLa investigacin religiosa actual se enfrenta, quiz, a uno de sus mayores problemas: el Jess histrico, Quin fue Jess de Nazaret? Qu intent en su tiempo y lugar?Con razn, no pocos telogos cristianos y no cristianos, catlicos y no catlicos han abordado la cuestin por medio de un minucioso y analtico estudio historiogrfico de Jess de Nazaret, en el que aplicando los criterios de historicidad a los evangelios y a algunos escritos no cannicos de los siglos I o II d.C., intentan descifrar la persona de Jess desligndola de la enseanza de la fe cristiana.

Tal intento ha atravesado una serie de etapas arrojando diversos resultados con el pasar de los aos; los resultados actuales parecen muy importantes si se tiene en cuenta que en su obtencin intervinieron significativamente la ciencia histrica, la sociologa y la exgesis bblica del Nuevo Testamento, aportando cierta carga de objetividad cientfica a los mismos.

Hasta mediados del siglo XVIII no se planteaba la duda sobre la veracidad y fiabilidad histrica de los relatos evanglicos. A partir de entonces, comienza a cuestionarse desde las corrientes filosficas del racionalismo alemn. Son los protestantes alemanes quienes comienzan a intentar una respuesta a estas cuestiones, abrindose as la que se ha llamado la Bsqueda del Jess histrico.

Histricamente, se ha dividido esta bsqueda en tres periodos:

Antigua bsqueda del Jess histricoEste periodo se extiende de 1778 hasta 1953. Se considera que la obra de Hermann Samuel Reimarus, publicada pstumamente en 1778 por su discpulo Gotthold Ephraim Lessing (Von dem Zwecke Jesu und seiner Jnger, Berlin 1778), es la que marca el comienzo de la Antigua bsqueda del Jess histrico.Este periodo est protagonizado por la teologa protestante alemana y por el racionalismo ilustrado alemn.

La Nueva bsqueda del Jess histricoLa nueva bsqueda del Jess histrico surge como reaccin al escepticismo promovido por Rudolf Karl Bultmann, que origin un periodo intermedio denominado por algunos autores "no bsqueda" (no quest). Son los propios discpulos de Bultmann los que exponen la importancia de acceder al Jess de la historia. Proponen no excluir el kerigma de la iglesia primitiva sino precisamente partir de l para intentar retroceder hasta el personaje que lo origin.

A diferencia de la antigua bsqueda del Jess histrico, esta nueva etapa no est protagonizada en exclusiva por los telogos protestantes alemanes, sino que a ellos se unen telogos catlicos. Es Ernst Ksemann, discpulo de Bultmann, quien establece el inicio de la Nueva bsqueda, en una conferencia dada el 20 de octubre de 1953La Tercera bsqueda del Jess histrico

La denominacin Tercera bsqueda del Jess histrico (Third Quest) fue propuesto por Stephen C. Neil y Tom Wright en 1988, aunque se considera que sus planteamientos se venan forjando desde 1965. En esta nueva etapa se rebasan los mbitos de la filosofa y la teologa, dando entrada a numerosos estudios de diversos campos: sociologa, psicologa, historiografa, arqueologa, etc.

Es en esta forma que a Jesus y su paso por la historia tiene necesariamente que pasar por criterios de comprobacin cientfica como ya lo dira Gerd theissen annette merz

El estudio del Jess histrico iba asociado en la generacin anterior a la idea de su escasa relevancia teolgica. Se deca que lo decisivo era el Cristo predicado, con la nica premisa de asegurarnos de su compatibilidad con el Jess histrico, del cual por cierto se aada sabemos muy pocas cosas. Esta idea ha calado. Muchos se sienten hoy inermes a la hora de aclarar con argumentos lo que sabemos del Jess histrico, lo que slo podemos conjeturar y lo que no podemos conocer. Libros desveladores de secretos, que pretenden rescatar al verdadero Jess de las falsificaciones eclesiales, se apresuran a llenar este hueco en el mercado, al igual que ciertos escritos edificantes que extraen de los anhelos religiosos y valores ticos de nuestro tiempo un Jess de nueva hechura. De ambos lados se desdea la labor paciente de la ciencia. Pero no hay otra alternativa en una sociedad ilustrada y en una Iglesia abierta que quiere estar al tanto de sus propios fundamentos.

Gerd theissen annette merz 1999

La ciencia no dice simplemente este es nuestro resultado, sino este es nuestro resultado a partir de determinados mtodos. La va por la que la ciencia alcanza su objetivo es para ella tan importante como el propio objetivo; a veces incluso ms. Porque la va puede ser correcta aunque el objetivo resulte ser una estacin intermedia que luego es preciso abandonar. Por eso asomarn a menudo en este libro ciertas consideraciones metodolgicas y hermenuticas. Conviene hacerlo as para obviar la actitud de escepticismo, que desespera de poder obtener algn conocimiento histrico sobre Jess.

La ciencia es consciente, en fin, de que sus resultados son ms efmeros que los problemas a los que intenta dar respuesta. Esto vale tambin para la investigacin sobre Jess. Pese a la enorme serie de actitudes y posiciones, hay algunos problemas bsicos que son recurrentes. Forman las constantes dentro de la variedad. De ah que nuestra exposicin se focalice en los problemas. Pero ya por razones de trasparencia y claridad indicamos siempre dnde pueden estar las soluciones en el estado actual de nuestros saberes y errores.

Como la ciencia no se ocupa simplemente de la realidad sino que reflexiona sobre fuentes, niveles de investigacin, mtodos y problemas, su tarea resulta complicada. Vemos aqu un desafo para la didctica cientfica. La responsabilidad teolgica parte entonces de exponer con la mayor claridad posible un conocimiento preciso de los problemas, y tambin trasmitir algo de la alegra que produce, dentro del proceso de la ciencia, participar en la bsqueda de la verdad y de la enmienda de nuestros errores. Por eso agregar la traduccin de todas las citas y frases hacer uso de los idiomas originales en griego y hebreo. Y procuramos ceder lo menos posible a la tendencia acadmica de confundir profundidad con oscuridad. As, por ejemplo, para hablar acerca de "la vida oculta de Jess muchos investigadores de la materia y en especial los que pertenecen al "Jess Seminar, realizaron un estudio sociolgico e histrico sobre los aspectos sociales (cultura, educacin, modos de vida, entre otros) de la Palestina de algunos aos anteriores al nacimiento de Jess, en la poca del nacimiento y despus de ello. Todo esto para poder conocer (aunque con ciertas inseguridades) la educacin, el estatus socio-econmico y otros aspectos que no se conocen a travs de la lectura de los evangelios (teniendo en cuenta que los evangelios no son libros de historia) de la poca en la que vivi Jess de Nazaret. Todos los resultados arrojados por la investigacin religiosa sobre el Jess histrico pertenecen al campo del estudio teolgico y no al de la fe, en consecuencia, lo que se obtiene de la primera sobre el Jess histrico difiere de lo enseado por la segunda.Este trabajo quiere dar a conocer a fondo el estudio del Jess histrico realizado hasta ahora, revisar algunos de los textos que traducidos o escritos en Castellano se han elaborado sobre la cuestin, para plantear algunos presupuestos ticos del Jess histrico que puedan ser orientadores de nuestra vida como seres humanos y cristianos. No busca hacer un anlisis comparativo de textos sobre el Jess histrico, tampoco quiere proponer un tipo determinado de Jess histrico, ni mucho menos entrar a formar parte de la discusin ciencia-fe que ya bastante se ha crecido a raz de los resultados arrojados por la investigacin del Jess histrico. No obstante, plantea de manera abierta que la reciente investigacin sobre Jess no es esttica ni definitiva sino que es dinmica y se re-crea gracias a los adelantos de la ciencia y al esfuerzo teolgico de valerse de ello para interpretar mejor el contexto de Jess y abrir el horizonte de su conocimiento para que los que viven la fe cristiana la fortalezcan y encuentren un sentido ms humano a su prctica.Este trabajo trata precisamente de lo anterior, de expandir el horizonte y el conocimiento que se tiene sobre Jess pero aplicado a la tica para buscar alternativas ticas diferentes de vivir la fe cristiana.

LA HISTORIA DEL ESTUDIO SOBRE EL JESS HISTRICO

El ao 1778' est sealado como la fecha en que se dio comienzo al estudio sobre el Jess histrico. Se considera que unos manuscritos inditos de Hermann Samuel Reimarus, publicados pstumamente por su discpulo Gotthold Ephraim Lessing, son los que marcan el comienzo de la bsqueda del Jess histrico. El ltimo de los manuscritos se titulaba "La intencin de Jess y sus discpulos, en el que "Reimarus sostiene que el Jess que existi realmente en Nazaret y el Cristo que predican los evangelios no son lo mismo: el primero fue un mesas poltico que fracas (expresin de este fracaso es la cuarta palabra en la cruz). El resto lo hicieron sus discpulos en una especie de venganza: transformaron este fracaso y a su maestro con ello

Es de esperar que, despus de la publicacin y divulgacin de una obra que llevara consigo afirmaciones de ese estilo, le aparecieran crticas, vetos y negaciones rotundas a Reimarus. No obstante, a medida que surgan las contradicciones a la obra pstuma de Reimarus, tambin se aceptaban inconscientemente muchas de sus dudas y de sus postulados tericos. El fuego que Reimarus le haba prendido a la chimenea de la teologa iba a permanecer encendido gracias a que algunos telogos posteriores formularan una pregunta mucho ms concreta y compleja de responder: Fueron realmente lo mismo el Jess de la historia y el Cristo que es objeto de la fe? Este cuestionamiento ha impulsado, desde el momento mismo en que se formul hasta nuestros das, el surgimiento de diversas corrientes dentro de la teologa cristiana que han tratado de responderlo no sin pocas dificultades y errores. En el texto de Theissen y Merz, que ya se ha citado aqu, se encuentra una clasificacin de las diferentes etapas que ha atravesado la investigacin sobre el Jess histrico desde que apareci; en este trabajo se resumirn las etapas basndonos principalmente en esa clasificacin pero tambin se agregar uno que otro aporte de autores diferentes, estudiosos tambin del Jess Histrico.PRIMERA ETAPA: LA INVESTIGACIN SOBRE LA VIDA DE JESS.La investigacin formal del Jess histrico surge como resultado de la ilustracin. sta forj una nueva cosmovisin que sirvi de lente para una nueva lectura de la realidad en general y de la religin en particular. El racionalismo interpretaba la realidad como una serie de causas y efectos que podran ser estudiados con el mtodo cientfico. No se poda ya postular simplemente un agente divino como causa inmediata. El racionalismo no excluye una creencia en Dios necesariamente, pero le relega a una intervencin directa solamente en la creacin y no despus.

Reimarus fue el primero en aplicar racionalismo a los estudios bblicos y crear un choque brutal con la teologa ortodoxa de los primeros 18 siglos. A esta intencin de Reimarus ayuda la aparicin de la historia como ciencia, creyendo que la naciente podra ayudar a responder la pregunta. Es entonces cuando aparecen en escena personajes que se suman a la investigacin de Reimarus, alegando que el dogma cristiano ha metido a Jess a una crcel de la que es necesario sacarlo para conocerlo como un ser humano en toda su verdad. A esta corriente teolgica de estudio sobre el Jess histrico se le ha de llamar como Teologa Liberal y va a abarcar todo el siglo XIX. Cabe anotar aqu, por la estrecha relacin que tiene con la investigacin sobre Jess, la aparicin en la escena filosfica del idealismo de Georg Wilhelm Friedrich Hegel y la influencia directa e indirecta que su sistema filosfico y sus escritos tuvieron en la naciente investigacin crtica sobre el Jess histrico.

Para empezar bastara con decir que, de joven, Hegel se interes mucho en la figura de Jess, redactando una especie de ensayo en el que manifiesta la importancia que tiene aplicar la razn a la vida y las palabras del Nazareno. Pero la concepcin filosfica de Hegel de que el principio de todas las cosas y al cual ellas tienden no puede ser otro que la razn, el pensamiento, la idea y que todo ello se expresa absolutamente en el espritu fue una de las motivaciones mas fuertes para que algunos telogos de su tiempo se interesaran por buscar los orgenes de sus creencias religiosas en la razn y no ya en supuestos designios divinos o supersticiones sobrenaturales.As fue como Hegel influy notoriamente en su discpulo David Friedrich Strauss, quien public una obra que caus un gran revuelo en su poca y que hizo vetar a su autor. En "La vida de Jess, Strauss ofrece una interpretacin racionalista de la vida del judo, de sus obras y milagros, desligando todo del sobrenaturalismo y de la irracionalidad, previamente condenada por su maestro Hegel.

Pese a las crticas y al veto de la iglesia catlica, los aportes de la obra de Strauss se consideran un adelanto significativo dentro del marco de la investigacin histrica sobre Jess y un gran aporte de la teologa liberal de la poca. La obra del discpulo de Hegel alentara mucho ms la investigacin teolgica y despertara un optimismo por encontrar la figura autntica de Jess liberada del dogma de la fe. No obstante, lo que pasara despus de un fructuoso siglo de teologa liberal cambiara el curso de la investigacin sobre el Jess histrico. Al respecto, se puede leer lo siguiente:Al cabo de un siglo el balance de este esfuerzo ilusionado no puede ser ms desalentador: en nombre de la ciencia han aparecido las imgenes ms variadas y ms opuestas de Jess: el humanista, el esteta, el romntico, el moralista, el socialista... lo que un cientfico cree poder garantizar, lo niega otro. Parece que cada poca o situacin falsea la imagen de Jess de acuerdo con ella misma[footnoteRef:1]. [1: KLAUSNER, Joseph. Jess de Nazareth]

Es as como cierto negativismo se apoderara de la investigacin histrica de Jess y la culpa recaera sobre la misma teologa liberal, a la que ya desde 1863, con la aparicin de la escuela escatolgica representada por Albert Schweitzer, se le haba comenzado a dar fin. Albert Schweitzer en su libro Investigaciones sobre la vida de Jess proporciona una resea de la investigacin de todo el siglo XIX que hasta hoy es la mejor resea de la literatura de esa poca. Su crtica principal de la obra de los liberales es que sus bases eran ms psicolgicas que histricas, pues presentan a Jess como si fuera el reflejo exacto de una persona del siglo XIX. La aportacin propia de Schweitzer al estudio de Jess ha tenido un impacto enorme. Entre otras cosas se le acredita la recuperacin del aspecto escatolgico de la vida de Jess. En realidad Johannes Weiss ya haba identificado el elemento escatolgico en la predicacin de Jess, pero Schweitzer fue ms all al considerar la escatologa como la clave para comprender e interpretar toda la vida de Jess; por eso, su postura se denomina "la escatologa consistente y sostiene que lo importante de Jess consiste en el anuncio del Reino de Dios, que lleva consigo el fin de los tiempos y que el mismo Jess lo predic como el fin del mundo. La obra de Schweitzer ser considerada como la partida de defuncin del movimiento liberal, an cuando l mismo perteneci a dicha corriente. Toda su decepcin se entiende claramente con la lectura del siguiente prrafo de su obra:A la investigacin sobre la vida de Jess se le ha ocurrido una cosa curiosa. Naci con el nimo de encontrar al Jess histrico y crey que podra restituirlo a nuestro tiempo como El fue: como maestro y salvador. Desat los lazos que le ligaban desde haca siglos a la roca de la doctrina de la Iglesia y se alegr cuando su figura volvi a cobrar movimiento y vida mientras pareca que el Jess histrico se le acercaba. Pero este Jess no se detuvo, sino que pas de largo por nuestra poca y volvi a la suya... se perdi en las sombras de la antigedad, y hoy nos aparece tal como se present en el lago a aquellos hombres que no saban quin era: como el Desconocido e Innominado que dice: Sgueme[footnoteRef:2]. [2: SCHWEITZER, Albert. Investigacin sobre la vida de Jess. Volumen 1. Valencia: EDICEP, 1990. p.52.]

Despus de esto Schweitzer se ira como misionero entre los leprosos de frica y aos ms tarde se le otorgara el Nobel de paz.SEGUNDA ETAPA: LA REACCIN FIDESTA

Justamente cuando la corriente liberal llegaba a su fin, ya se pona en marcha el movimiento teolgico que haba de relegarla. A finales del siglo XIX, cerca del ao 1892, Martin Kahler dict en Alemania una conferencia acerca del Jess histrico y del Cristo que confiesa la Biblia. Kahler afirmaba que los resultados arrojados por la investigacin histrica sobre Jess, aunque estuvieran cientficamente probados, carecan de significado y el significado es inaccesible a la investigacin histrica. Kahler ejemplifica sus afirmaciones diciendo que aunque la ciencia histrica pueda decirme que un hombre muri en la cruz hace mil novecientos aos no podr afirmar que en aquella muerte "Dios reconciliara al mundo consigo (2Cor 5, 19), porque eso slo me lo dice la palabra de la comunidad de fe: la Biblia.

Para Kahler, el llamado Jess histrico es ya un Jess interpretado, una imagen ms de Jess, tanto como lo es el Cristo de la fe. En conclusin, Kahler no cree que una teologa liberal aplicada a Jess pueda prometer resultados ptimos para la fe, incluso, se vale de aquella afirmacin que Pablo escribe en una de sus cartas ("Dios no ha querido valerse de las persuasivas palabras de la sabidura humana) para volver a sepultar cualquier intento de llegar a Jess por medio de la ciencia histrica.TERCERA ETAPA: BULTMANN Y LA HISTORIA DE LAS FORMAS.Con Bultmann y sus seguidores parece que el abismo entre el Jess histrico y las fuentes ms antiguas es insalvable: Las fuentes nos proporcionan una visin clara del Cristo de la fe, pero se vuelven confusas e inaccesibles en cuanto al Jess histrico.Despus de Schweitzer y Kahler hubo otros desarrollos en el estudio de los evangelios que contribuyeron al escepticismo histrico y al distanciamiento de una posible investigacin sobre el Jess de la historia.

En 1919 Martn Dibelius inici la crtica de las formas con la publicacin de su libro La historia de las formas evanglicas. Su metodologa fue aplicada y desarrollada por Rudolf Bultmann en "Historia de la tradicin sinptica publicado en 1921. Bsicamente la crtica de las formas analiza las formas literarias de los pasajes de los evangelios, las clasifica por sus gneros, asignando trminos tcnicos para sus formas como son: paradigmas, leyendas, mitos, novelas, palabras o dichos y apotegmas. Ofrecemos una breve descripcin de cada uno de los gneros o formas literarias que la escuela de las formas aplica a los evangelios.Paradigmas.Son relatos breves en los que el punto sobresaliente es un hecho o un dicho de Jess usado como modelo para ilustrar o corroborar una enseanza. Sus caractersticas son: estilo conciso, carcter religioso y edificante, brevedad y nfasis en las palabras de Jess. Los paradigmas de la curacin del paraltico (Uno de ellos lo encontramos en Mc 2,1s) y de las preguntas sobre el ayuno (Mc 2,18s) indican la enseanza de que el sbado es para el hombre y no al contrario.

Novelas.Son como una ampliacin de los paradigmas. Son modelos de enseanzas mucho ms amplios que los paradigmas. Provienen de una poca en que se quera conocer ms de la vida de Jess. Estas piezas vienen ms bien de maestros que de predicadores y se caracterizan por ser amplias y tender a lo fabuloso. Pertenecen a este gnero la curacin de un leproso (Mc 1,40-44), la tempestad calmada (Mc 4,35-41) y la multiplicacin de los panes (Mc 6,35-44), que contienen algunos elementos no cristianos. Probablemente las iniciaron algunos maestros que con ellas hayan tratado de ampliar y comentar los paradigmas.Las leyendas.Son historias piadosas que tratan, por ejemplo, sobre la vida y la muerte de hombres virtuosos, y que pueden ser histricas o no serlo porque el narrador se centra en lo edificante del ejemplo y no le interesa si el hecho ocurri realmente o no. Dentro de este tipo la historia de las formas clasifica la presentacin de Jess en el Templo (Lc 2,22s), la curacin de diez leprosos (Lc 17,12s) y el encuentro con la samaritana (Jn 4,1-42).El mito.El mito es una historia que de algn modo cuenta con la intervencin de los dioses. Los mitos cristianos representan el ser y la accin de un Dios desconocido cuyo nombre es Jess, o las epifanas de este Hijo de Dios celebradas en el culto y proclamadas en la predicacin; por ejemplo el himno de Fil 2,5-11, las tentaciones en el desierto, la transfiguracin, el bautismo de Jess, etc.Las palabras o dichos.Las palabras sapienciales, las figuradas, las parbolas, los llamamientos profticos, las bienaventuranzas, los mandamientos breves. (Mt 5,43s.; Lc 6,27s.)

Los apotegmas.Son dichos encuadrados en un pequeo marco escnico. Los hay polmicos, como las controversias con los judos; didcticos, motivados por una curacin o por una pregunta de los discpulos (Mc 3,1-6; 10,17-31), biogrficos (Mc 1,1620).La enseanza de la escuela de las formas y de Bultmann se basa en esas formas para estudiar los evangelios y afirmar con radicalidad que un estudio del Jess histrico es prcticamente imposible. Incluso, Bultmann radicaliz las posiciones de sus predecesores en lo que se refiere a: La imposibilidad de alcanzar al Jess de la historia, siguiendo la escuela de Strauss y Kahler. La categora de mito para explicar gran parte del material evanglico, como Strauss. La distincin entre el Jess de la historia y el Cristo de la fe, de Kahler. La importancia del papel creador de la comunidad primitiva, de Reimarus y Wrede. En resumidas cuentas, para Bultmann el cristianismo naci con el Cristo predicado, por eso lo que debe interesarle a la teologa es el hecho mismo de la existencia de Jess, su vida y su personalidad, pero a lo que Jess dijo - segn Bultmann-, no hay que darle mucha importancia. Bultmann argumenta su postura con los siguientes puntos: En lugar de la persona de Jess, el kerigma propuso la figura del Hijo de Dios. Jess proclam la venida inminente del Reino, en cambio la Iglesia predic al Cristo muerto por los pecados y resucitado. Jess habl de la obediencia al Padre, en cambio en el kerigma se habla de la obediencia a la Iglesia. Con estos tres argumentos, Bultmann llega a las siguientes conclusiones: Es utpico escribir una Vida de Jess, porque los evangelios son confesiones de fe; en ellos se mezclan de forma tan enmaraada los elementos histricos y los elementos mticos que es imposible encontrar la verdad histrica y seguir la sucesin fiel de los acontecimientos. La fe tiene su justificacin en s misma, y debe liberarse de la precariedad de la investigacin histrica.Segn Bultmann la predicacin de Jess pertenece a los presupuestos de la teologa del Nuevo Testamento y no constituye una parte de sta. Esto significa que los evangelios desarrollan y muestran mucho ms el kerigma (el mensaje) que la proclamacin de Jess mismo. La predicacin de Jess queda relegada al presupuesto, al punto de partida, porque el kerigma de la Iglesia se basa, con palabras de Bultmann, en "la accin salvfica escatolgica de Dios efectuado en la crucifixin y en la resurreccin de Jess. Bultmann hace que a la teologa le deje de interesar el hombre Jess y focalice sus esfuerzos intelectuales en el mensaje y en las formas en que los evangelios transmiten el mensaje. La manera como la teologa de las formas concibe el problema del Jess histrico la podramos resumir en el siguiente prrafo extrado de la obra de Theissen:En el principio exista la predicacin es la frase de M. Dibelius que sirve para explicar el nuevo mtodo exegtico que ahora aparece: si slo podemos llegar a la predicacin primera, la tarea de la exgesis no puede ser ms que trazar la historia de esa predicacin, no la historia de Jess. Por tanto, no se trata de reencontrar al Jess real, que es inaccesible y que no interesa, sino de encontrar esas unidades primeras independientes (formas) para sacarlas de texto y situarlas en el contexto vital en que nacieron, y as poder entenderlas. Este es el famoso mtodo llamado de historia

.Lo nuevo que aporta esta corriente teolgica es una descripcin del contexto en el que vivi y comparti la comunidad cristiana primitiva y no una descripcin del Jess histrico.Una vez ms, pues, se desecha cualquier posibilidad de acercarse al Jess histrico.CUARTA ETAPA: EL RETORNO AL JESS HISTRICO.El escepticismo de Bultmann con respecto a las posibilidades de conocer al Jess histrico y la centralidad que concede al Cristo predicado ejercieron una gran influencia en el panorama exegtico y teolgico durante varias dcadas.Sin embargo, de las filas de sus propios discpulos surgi la contestacin al maestro, dando lugar, en los aos 50, al movimiento de retorno al Jess histrico, preocupado por investigar las palabras mismas, los hechos mismos y la intencin misma de Jess[footnoteRef:3]. [3: TAMAYO-ACOSTA, Juan Jos. El horizonte tico de Jess de Nazaret: #5 Por eso lo mataron. Madrid: Trotta, 1998. p.67. Coleccin: Hacia la comunidad.]

Ernst Kasemann, un profesor de Nuevo Testamento de la universidad de Tubinga y discpulo de Bultmann, pronuncia una conferencia en 1953, en la que defiende la viabilidad de acceder a Jess a travs de la historia diciendo que el kerigma no se limita al Cristo de la fe, sino que tambin lleva consigo la transmisin de datos y hechos de la vida de Jess. Tal anuncio habra de ser uno de los desencadenantes de las nuevas investigaciones que apareceran sobre el Jess histrico.

Desde 1956 comenzaran a aparecer en la escena teolgica no pocos libros sobre Jess que concentrarn sus esfuerzos investigativos en intentos de esbozos sobre la figura histrica de Jess, personalidad y actitudes. Los nuevos exegetas constatan que en los evangelios se entremezclan la informacin sobre Jess de Nazaret y la confesin de fe en l, los relatos de hechos y los testimonios de fe de la comunidad.

Pero un nuevo problema surgira: Cmo y cundo se sabe que un evangelio ofrece datos sobre el Jess histrico y cundo se est refiriendo a confesiones de fe proyectadas por la primitiva comunidad cristiana? Es decir, si se acepta que los evangelios transmiten datos y hechos histricos de la vida de Jess, de qu manera son constatables? Cmo se pueden diferenciar de aquellos que se refieren a confesiones de fe de la primitiva iglesia cristiana?

A raz de esta pregunta algunos telogos volvern atrs, conservarn el escepticismo en la investigacin histrica sobre Jess y la considerarn como fracaso. Otros tantos creyeron que no se poda perder el inters por el Jess histrico; uno de ellos es Joachim Jeremias, para quien el origen del cristianismo no se debe buscar en lo que los discpulos entendieron de Jess o de la experiencia pascual de Jess (muerte, resurreccin), sino en un hecho histrico: la persona de Jess de Nazaret y su mensaje. Jeremias cree que no puede decirse, sin ms, que los hechos y dichos de Jess son simples creaciones de sus discpulos o de alguna comunidad annima, sino que el anuncio que sobre Jess hace la comunidad se trasciende a s mismo y remite directamente al Jess histrico.

Esta nueva bsqueda introduce un nuevo elemento metodolgico que tendr mucha importancia para el anlisis del Jess histrico: se trata de los criterios de historicidad, que representan una de las herramientas ms importantes que se puede tener a la mano se tendr muy en cuenta lo que al respecto escribe Jose Caba,

En su obra titulada "De los evangelios al Jess Histrico, tambin se observar el gran aporte que al respecto hace Meier, que es bastante amplio y sensato. Se advierte al lector, tambin, con Caba, que "El establecer contacto con el Jess histrico en cada uno de los dichos y sucesos que encontramos en los evangelios, presenta, sin duda, seria dificultad, ya que cada uno deellos se nos ofrece enlosevangelios despus de unalarga tradicin previa queha mirado a Jessconojos de fe[footnoteRef:4]. [4: CABA, Jose. De los evangelios al Jess histrico: Introduccin a la Cristologa. Madrid: B.A.C., 1980. p.437-438.]

Aunque, por otro lado, parece que el intento de encontrar rastros del Jess histrico en los evangelios no es del todo desesperanzador, tal como afirma Joachim Jeremias cuando alude a que una buena aplicacin de los criterios, desprovista de todo fin personal e ideolgico, mostrar no pocos rasgos y dichos probables del Jess histrico, aunque tampoco se podran olvidar las palabras de Meier al respecto:

Dada la ndole de la historia antigua en general y de los evangelios en particular, los criterios de historicidad producirn normalmente juicios con un grado de certeza ms o menos elevado:raramente se podr alcanzar la certezaabsoluta. De hecho, como en la bsqueda del Jess histrico casi todo es posible, la funcin de los criterios es permitir el paso desde lo simplemente posible a lo realmente probable, para estudiar varias probabilidades y decidir qu candidato es el ms probable. De ordinario, esto es todo lo que se puede esperar de los criterios[footnoteRef:5]. [5: MEIER P, John. Un judo marginal: nueva visin del Jess histrico. Tomo I: Las races del problema y de la persona. Pamplona: Verbo Divino, 1998. p.183]

Criterios de credibilidad

En esta bsqueda del Jess histrico se han utilizado los siguientes criterios de credibilidad histrica:

Criterio de testimonio mltiple.

Segn este criterio, un dato autntico del Jess histrico es aquel que es atestiguado por varias fuentes[footnoteRef:6], es decir, si varios evangelios relatan un hecho de Jess ello se toma como una convergencia de testimonios que avalan la historicidad del relato. Pero este criterio no tiene gran utilidad para determinar la autenticidad histrica de relatos o palabras concretas de Jess, si la tiene, en cambio, para determinar actitudes o comportamientos; por ejemplo: la misericordia de Jess, sus comidas con pecadores y otros ms que aparecen en casi todos los evangelios. [6: No se puede escribir aqu por varios evangelios, porque resulta que ellos mismos tienen varias fuentes en comn, habra que hacer referencia, pues, a las fuentes comunes en las que se inspiraron algunos evangelios, por ejemplo: Marcos tom mucho del material de Mateo y Lucas.]

Criterio de desemejanza o discontinuidad.

Caba se refiere a ello con las siguientes letras: "Es uno de los criterios ms universalmente reconocidos como vlidos para mostrar la autenticidad histrica de un hecho o dicho de Jess[footnoteRef:7]. Para este criterio, el dato autntico es el que no puede reducirse a las concepciones del judasmo o de la comunidad cristiana primitiva. Este criterio se aplica para evaluar si el material sobre Jess podr ser autntico o no y poder diferenciarlo de las confesiones de fe de la primitiva comunidad cristiana. La aplicacin de este criterio al estudio del Jess histrico consiste en que si el material es coherente con lo propio del judasmo de su poca, se rechaza su autenticidad porque no se puede distinguir histricamente si es de Jess o de una influencia juda. Si el material es coherente con la fe de la Iglesia primitiva, tambin, lo que significa que el material verdaderamente autntico del Jess histrico es aquel que entra en desemejanza con la realidad del pueblo judo de la poca y con las confesiones de la iglesia cristiana primitiva. El propsito de este criterio es recuperar con un elevado nivel de confianza un mnimo de material "particular o "exclusivo del movimiento de Jess, lo que verdaderamente podra considerarse como histrico en Jess es aquello cien por ciento original, que no tiene relacin directa con el contexto judo ms prximo a Jess ni con las confesiones de fe de la comunidad cristiana de los orgenes. Si algunos dichos, frases o actitudes de Jess se presentan en desemejanza con las creencias propias del judasmo de aquel entonces y con las de las primeras comunidades cristianas, entonces esos datos no han podido ser aadidos por los redactores de los evangelios. Por ejemplo, su actitud libre y crtica frente al A.T. y la ley, su atrevimiento para llamar "Abba a Dios, su visin del reino distinta de la concepcin juda, el bautismo de Jess en medio de pecadores, la orden de no predicar a samaritanos y gentiles, la muerte en cruz, etc. Caba lo escribe de esta forma: "Apoyados en este criterio, se ha de afirmar que hay ciertos datos en la vida de Jess que constan con toda seguridad, porque nadie los pudo inventar; sobre todo no los habran inventado los que crean en ellos y tenan que predicarlos[footnoteRef:8]. Y despus aade: [7: CABA, Jose, Op. cit., p.440.] [8: CABA, Jose, Op. cit., p.440.]

... como dato inconcluso, est su muerte violenta en la cruz. En unin con su muerte en la cruz est ligado el fracaso externo de su obra, imposible de ser inventado por sus partidarios y futuros propagadores del mensaje; su procedencia de Nazaret, sumamente despreciada; el hecho del bautismo de Jess conferido por Juan el Bautista, y la catalogacin que esto poda suponer de Jess entre los pecadores, es, sin duda, materia que poda dificultar la fe al comienzo de la tradicin, ms bien que ser aliciente para ella.

Algunos, como Bultman y Kasemann, consideran que este criterio es el nico legtimo. Pero es un criterio excluyente y por eso, quedarse slo con l, atribuyendo a Jess slo aquello que no se puede atribuir a otros, deja fuera otros posibles datos y desconfa de la fidelidad en la transmisin, no se puede, por tanto, usarlo con exclusividad pero s es sumamente til para ver lo que hay de original en el mensaje y accin de Jess y establecer puntos de partida que nos permitan extraer algunas cuestiones ticas.Criterio de conformidad o continuidad.

Es un criterio que puede entenderse como un complemento del anterior. ". una vez establecidos con seguridad, por va de discontinuidad, elementos autnticos en acciones y palabras de Jess, tambin ser autntico todo aquello que est en conformidad y armona con lo ya establecido como ciertamente histrico Por otro lado, tambin puede entenderse este criterio con cierto nivel de independencia del criterio anterior, o sea, se puede considerar como autntico un dicho o una accin de Jess narrada en los evangelios que est en estrecha conformidad no solamente con su poca y ambiente (sea lingstico, geogrfico, social, poltico, religioso, etc.), sino adems y sobre todo que sea perfectamente coherente con la enseanza esencial de Jess; como ejemplos se presentan:

En cuanto a la continuidad o conformidad con el ambiente: Se ubican todas las situaciones histrico-polticas que concuerdan con el cuadro narrado por otros autores, con personajes histricos como Cirino, Herodes, Caifs, Pilato, etc. Tambin hacen parte todas las situaciones geogrficas confirmadas por la Arqueologa, lugares como Tiberiades, Genesaret, Cafarnam, Cesarea de Filipo, etc. El ambiente cultural y la idiosincrasia juda que envuelve a los evangelios, detalles como el lenguaje que se usaba en la poca, arameo en Galilea. La ropa, las costumbres, las habitaciones, los alimentos, los oficios; todo ello propio de Palestina del tiempo de Jess. Y por ltimo, la situacin religiosa: La rivalidad entre fariseos y saduceos, las controversias rabnicas, la espera mesinica y escatolgica, el centralismo cultual del Templo, todo ello confirmado por los escritos apcrifos y los rollos de Qumran.

En cuanto a la continuidad o conformidad con el mensaje: Habiendo obtenido un ncleo del evangelio ya aprobado por el criterio de discontinuidad, es posible ahora completarlo aplicando el criterio de continuidad; as por ejemplo, al analizar el tema del Reino de Dios, el criterio de discontinuidad se aplica a las parbolas, las bienaventuranzas, el Padre Nuestro, etc., y el criterio de continuidad a la utilizacin de las formas judas de expresin: el pasivo divino (Mc 4,11), el paralelismo antittico (Mt 5,19), etc.

En cuanto a la continuidad o conformidad con las caractersticas generales de sus palabras y acciones: Se pueden subrayar algunas caractersticas que son constantes y reiterativas en el mensaje de Jess, Caba lo escribe as:Estas caractersticas excepcionales de las palabras mismas de Jess han sido sintetizadas y tambin analizadas en los siguientes rasgos: excepcional consciencia de s mismo, manifestada en esas formulaciones "yo soy, "Hijo del hombre; en oraciones dirigidas a Dios como su Padre; en la importancia dada a su palabra y en el relieve en que se sita su misin[footnoteRef:9]. [9: MEIER P, John]

Junto a las caractersticas de Jess se pueden sealar tambin otros rasgos propios de la actividad de Jess que nos ponen en contacto con su figura original: el amor permanente a los pecadores, compasin hacia todos los que sufren y estn avasallados, severidad inexorable contra toda clase de farisesmo, clera contra la mentira y la hipocresa, y sobre todo una orientacin radical hacia Dios.Criterio de dificultad.

Meier describe muy bien este criterio, que guarda estrecha relacin con el de desemejanza, ya que como dice el autor: Se centra en acciones o dichos de Jess que habran desconcertado o creado dificultades a la Iglesia primitiva. Lo esencial de este criterio es que difcilmente la Iglesia primitiva se habra molestado en crear un material nicamente susceptible de dejarla en una posicin difcil o debilitada en las disputas con sus oponentes. Por el contrario, el material embarazoso procedente de Jess habra sido suprimido o suavizado en etapas posteriores de la tradicin evanglica, y frecuentemente sera posible seguir la pista de esa progresiva supresin o adaptacin a travs de los cuatro evangelios[footnoteRef:10]. [10: MEIER P, John, Op. cit., p.184.]

Meier, basndose en Breech, toma como ejemplo la escena del bautizo de Jess, de la cual la Iglesia primitiva, al parecer, no debi estar muy orgullosa, ya que presenta serias dificultades al momento de mostrar a Jess como el hijo de Dios. El hecho de que Jess, un ser superior y sin pecado, fuese bautizado por Juan Bautista, inferior suyo, era en ese entonces para la Iglesia primitiva una muestra de debilidad y un problema para el kerigma. En Marcos el hecho se nos narra sin alguna explicacin de por qu el superior sin pecado se somete a un bautismo destinado a pecadores; Mateo introduce un dilogo entre el bautista y Jess antes del bautismo en el que Juan antepone y reconoce su inferioridad para hacer algo a alguien muy superior de "quien no es digno de desatar las sandalias; Lucas narra el apresamiento de Juan por parte de Herodes antes de relatar el bautizo; y Juan soluciona la cuestin omitiendo por completo cualquier alusin a un bautizo. Es en estos casos, segn Meier, cuando se utiliza no con cierta precaucin el criterio de dificultad para tratar de descubrir aquello original de Jess y que resultaba dificultoso para el kerigma de la Iglesia primitiva.Criterio de rechazo y ejecucin.

Este criterio se diferencia en mucho de los criterios anteriores. No indica directamente si un dicho o hecho de Jess es autntico o histrico, "lo que hace es guiar nuestra atencin hacia el hecho histrico de que Jess encontr un violento final a manos de funcionarios judos y romanos, y luego nos pregunta qu palabras y hechos histricos de Jess pueden explicar su muerte y crucifixin como "rey de los judos'0. El hecho de que Jess haya muerto en la cruz, implica para muchos autores, que entr en discordancia con los poderosos de su tiempo y que encontr un gran rechazo entre ellos. Un Jess que slo se hubiese dedicado a pronunciar parbolas, cuentos y hacer una serie de raras sanaciones no hubiese sido en nada daino para la aristocracia poltica y religiosa juda, tuvo que haber sido molesto, seguro se enoj, amenaz, molest e irrit a mucha gente. En resumen, segn este criterio, un Jess cuyas palabras y hechos no encontraron rechazo, sobre todo en los poderosos, no es el Jess histrico.

Otros criterios.Meier y otros autores describen otros criterios para acceder al Jess histrico. Pero para el mismo Meier, son solo criterios secundarios que llevan consigo muchas dudas y que solo podran ser utilizados en relacin con los 5 que ya se describieron. Por lo tanto, no se mencionarn aqu los criterios secundarios o dudosos, solo se har referencia a ellos si se consideran necesarios en captulos posteriores.

Hasta aqu se hace alusin a los criterios de historicidad para acercarse al Jess histrico, se ha dejado claro que sern de grandsima utilidad para los fines de este trabajo pero se debe sealar, tambin, que el resultado de la aplicacin de los criterios, sin embargo, podra distanciar a Jess del judasmo, pero tampoco se pretende producir un Jess idiosincrsico que no pertenece al mundo judo de su entorno y poco tiene que ver con la iglesia primitiva. La idea es, pues, no caer en ese error.

Por ahora, el balance obtenido del movimiento de retorno al Jess histrico es obvio: deja claro que habran formas de obtener datos histricos de Jess, pero los limita al mximo con la manera de obtenerlos.EL JESS HISTRICO EN LA INVESTIGACIN CONTEMPORNEA.Las recientes publicaciones sobre el Jess histrico muestran puntos de vista diversos y contrarios no slo sobre cmo los expertos del Nuevo Testamento clasifican histricamente a Jess, sino tambin sobre cmo se aproximan a Jess a travs de mtodos de anlisis histricos, antropolgicos o sociales. Los investigadores actuales, entre los cuales resalta el grupo llamado "Jesus Seminar, ofrecen siete imgenes distintas del Jess histrico: Jess, un judo marginal; un profeta escatolgico; un profeta del cambio social; un sabio o la sabidura de Dios; un ser humano del espritu; un filsofo cnico itinerante y un campesino judo.Se presentarn, a continuacin, cada una de las 7 imgenes que ya hemos mencionado, teniendo en cuenta que ninguna de ellas representa una verdad absoluta sobre lo que fue y sigue siendo Jess de Nazaret para la historia del mundo.Jess: Un judo marginal.

Para John Meier, la familia de Jess estara imbuida de una piedad juda sencilla probablemente extendida entre los campesinos de la baja Galilea. Una caracterstica que hace a Jess destacable en su ciudad natal es que Jess nunca se cas, lo cual lo hace un ser atpico, y por extensin marginal en la sociedad juda convencional, donde casarse era casi una definicin idiosincrsica del hombre judo. Meier, incluso, inicia su discurso sobre Jess describiendo la cultura y sociedad de la Palestina del siglo I, y a travs de una clara y extensiva explicacin muestra cmo Jess probablemente lleg a ser un judo comn y corriente, nacido de un matrimonio, con una educacin-iniciacin bsica en la Tor, utilizando el arameo como lengua ordinaria, apenas balbuceando el griego y desconociendo completamente el latn.

Dedicarse a deambular por la baja Galilea y por cierta parte del resto del territorio palestino anunciando la llegada de un nuevo Reino no era un oficio admirable, ni siquiera lo fue para su propia familia, quienes lo llamaron "loco. Todo ello, segn Meier, ocurre hacia el ao 28, cuando Jess abandona su vida estable en Nazaret y se dirige a Juan el Bautista, que influye notablemente en l a partir de su escatolgica predicacin en el desierto. Despus de un breve perodo de preparacin, Jess viaja a travs de Galilea, Samaria, la Decpolis, Perea y Judea, predicando el Reino de Dios, especialmente a los pobres.

Esta predicacin no indica, siquiera, que Jess hubiese pertenecido a algn movimiento social de la poca, sino que afirmaba la venida de Dios para juzgar al mundo y transformarlo. A partir del smbolo del "Reino de Dios, Jess evoca a su audiencia el drama bblico del gobierno majestuoso de Dios sobre su creacin y su pueblo Israel. Esta cualidad dinmica y polivalente del Reino de Dios como salvacin histrica fue la que probablemente us Jess en su ministerio.As, "Jess proclam la llegada inminente del Reino de Dios y lo hizo presente por sus milagros. Esta convergencia y configuracin de diferentes rasgos del ser humano Jess... le dieron su distincin o unicidad en el judasmo palestino en el primer siglo de nuestra era .

En resumen, para Meier, el Jess histrico fue un judo marginal. Esta persona histrica no era significante para la fe cristiana. El objeto prximo y directo de la fe cristiana es Jess, el Cristo crucificado, resucitado y presente en su Iglesia. Este Cristo, que est vivo, resucitado y glorificado en la presencia del Padre, es accesible a todos los creyentes. El Jess histrico es necesario para el estudio teolgico, pero Jess, el Cristo, es significante para la fe.Jess: el profeta escatolgico.

Esta posicin est representada por Ed. Parish Sanders y M. Casey. Sanders comienza su investigacin sobre el Jess histrico usando las sentencias tradicionales de los Evangelios, no como textos de prueba, sino para aislar los eventos concretos de la vida de Jess.

El Jess histrico fue un profeta escatolgico. Esto es, Jess se consideraba como el ltimo mensajero de Dios antes del establecimiento del Reino. Adems, los eventos histricos, como la controversia sobre el templo, indican que Jess formaba parte del ambiente general de la restauracin escatolgico juda y se le identificaba como el fundador de un grupo que se uni a las expectativas de esta teologa. En otras palabras, Jess pensaba que el templo sera destruido y reemplazado, que Jerusaln sera el centro de la era mesinica, y que l y sus discpulos gobernaran sobre un Israel restaurado. Por el hecho de que Jess no intent apoderarse del control de la situacin poltica, ni conspirar para derrocar a los sumos sacerdotes, se puede concluir, segn Sanders, que la misin y el mensaje de Jess respecto al Reino de Dios deben haber sido apolticos pero estrechamente relacionados con el dominio religioso de lo venida de Dios al mundo.Jess: Un profeta del cambio social.

Esta posicin est representada por Richard Horsley y Gerd Theissen. En oposicin a Sanders y Casey, Horsley sita a Jess ms en un contexto social que en un escenario religioso del primer siglo de Palestina. La cuestin para los contemporneos de Jess fue aparentemente ms un tema de fenmenos concretos sociohistricos que de ideas teolgicas o esperanzas escatolgicas. Por tanto, el contexto para la misin de Jess fue la opresin colonial de los judos por los romanos. Jess se opuso al dominio de Roma y a la colaboracin de la aristocracia sacerdotal con Roma. En esta situacin colonial de lucha de clases y conflictos, Jess, fiel a la tradicin proftica del Antiguo Testamento, tom parte por el pobre y acuso a la clase gobernante. Sin embargo, Horsely indica claramente que Jess no estaba interesado en organizar una revolucin poltica sino una revolucin social.

Siguiendo a Horsely, D. Kaylor, sostiene que Jess fue un reformador social que trabaj por una sociedad de justicia y paz. Sin embargo, segn Taylor, Jess fue un profeta poltico que predic y ense un mensaje que era totalmente poltico, un mensaje que demandaba una revolucin poltica y social. Tal predicacin fue comprendida por el poder gobernante como subversiva. Por ello fue Jess ejecutado.

Theissen tambin ve a Jess como un reformador social, afirmando que los primeros movimientos reformadores judos como los zelotas o los fariseos estaban implicados ya sea con la intensificacin, ya con la relajacin de ciertas normas y leyes como reaccin a la tendencia a la asimilacin, producida por una cultura ajena y superior como la cultura de Roma. Durante este perodo Jess inici su ministerio pblico y organiz un movimiento. Este movimiento de Jess no aconsejaba la revuelta contra Roma o la resistencia armada, era el partido de la paz entre los movimientos renovadores del judasmo. Este partido pacfico peda una intensificacin de las leyes que pertenecen a la esfera social y una relajacin de las religiosas. As, la imagen de Jess, segn Theissen, aunque implicada con el cambio social, no fue suficientemente radical.Jess: Un sabio.

Esta posicin est representada por E. Schussler Fiorenza y James Witherington.Fiorenza tambin ve a Jess y a sus seguidores como un movimiento renovador interno del judasmo. El movimiento de Jess era intrnsecamente sociopoltico al desafiar el sistema social judo de pureza y santidad. Jess subverta las estructuras dominantes de su tiempo con una visin diferente: "un discipulado de iguales. Tambin desafiaba claramente la preocupacin social por la pureza y el patriarcado. Pero Jess puede llamarse profeta de sabidura, o mejor, portavoz de la Sofa divina. As le comprendieron los primeros seguidores, como mensajero de la Sofa o como la Sofa misma, y as probablemente se comprendi a s mismo. Fiorenza escribe:El primer nivel de reflexin teolgica, en el que se puede recurrir al Jess histrico, pero que es apenas localizable, comprende a Jess como mensajero y profeta de la Sofa. El segundo nivel identifica a Jess con la Sabidura divina. Aunque Jess no es llamado Sofa recibe ttulos cristolgicos masculinos como kyrios y soter que tambin fueron ttulos de Isis-Sofa...La primera reflexin cristiana sofialgica tambin conoce una fase de transicin en la que se concedieron a Jess atributos de Sofa[footnoteRef:11]. [11: PAGRASAM, Arul. La bsqueda del Jess Histrico en los estudios contemporneos. Traducida y condensada por Eugenia Molinero Madrid: Sal Terrae, 2000. p.109]

Para comprender al Jess histrico, Witherington propone una aproximacin sapiencial a Jess y a su ministerio. El modo como Jess llama a Dios Padre, el cual no es caracterstico del Antiguo Testamento se explica porque donde encontramos un lenguaje parecido es en la literatura sapiencial.[footnoteRef:12] El uso de Jess del lenguaje del Reino de Dios en unin con la sabidura hablada y el modo como mira a las cosas se encuentra, casi exclusivamente en los contextos de la Sabidura de Salomn (Sb 10,10). El modo como Jess practica exorcismos podra fcilmente haber influenciado la visin de s mismo, ya que fuera visto, como el sucesor de Salomn o incluso ms grande que l. Durante el primer siglo, se vea a Salomn como un exorcista, y su sabidura se entenda como la clave para los exorcismos del presente. Witherington va todava ms all y afirma que el que Jess se describiese a s mismo con imaginera femenina tal, como se encuentra en el lamento sobre Jerusaln en Mt 23,37-39 y Lc 13,34-35 puede explicarse solamente si Jess se vea a s mismo como el sabio de la Sabidura, a partir del modo como sta se representa en los textos cruciales de Pr 8-9 y Sb 8-9. [12: Respecto a ello, Witherington establece como punto de comparacin con la doctrina de Jess algunos pasajes del libro de Sircides. Los textos son: Sir 23, 1.4; 51, 10; y 14.3.]

Jess: Un ser humano del Espritu.

El representante de este grupo es Marcus Borg, que ofrece una imagen del Jess histrico en cuatro rasgos: como persona del espritu, maestro de sabidura, profeta social y fundador de un movimiento.El hecho ms crucial del Jess histrico es que fue una persona del Espritu, un mediador de lo Sagrado, y una de aquellas personas que hacen del Espritu una realidad experiencial en la historia humana. Por Espritu, Borg entiende lo Sagrado, la realidad o la presencia inmaterial que las tradiciones religiosas han denominado de muy variada forma. Las personas del Espritu son las que han vivido y frecuentado experiencias subjetivas de lo trascendente a otro nivel o dimensin.Jess fue una persona del Espritu como se expresa en el discurso inaugural de Lc 4,18-21 "El Espritu del Seor est sobre m. Jess tena una profunda y continua relacin con el Espritu de Dios, por lo que ". lleno de la alegra del Espritu, or al Padre diciendo Abba . Debido a esta experiencia espiritual personal, Jess habla con autoridad lo cual sugiere que Jess se perciba a s mismo hablando por boca del Espritu y no simplemente aludiendo a una tradicin.

En resumen, Jess era una de aquellas figuras de la historia humana con una conciencia experiencial de la realidad de Dios. Jess, persona del Espritu fue tambin un maestro de sabidura. Usaba regularmente las formas clsicas de sta para ensear una sabidura subversiva y alternativa. Jess tambin fue un profeta social, similar a los profetas clsicos del antiguo Israel, un fundador de un movimiento que promovi una renovacin juda que desafiaba y destrozaba las fronteras sociales de su tiempo, un movimiento que accidentalmente se convirti en la primera Iglesia cristiana.Jess: Un filsofo cnico itinerante.

La multiplicidad de formas de recuerdo en los Evangelios sugieren que hubo muchas imgenes del Jess terrenal. Estas variadas tradiciones de la memoria no pueden fusionarse en una imagen simple y coherente, por lo que todas ellas no pueden ser igualmente primarias y verdaderas. Sin embargo, como el nivel ms antiguo de la tradicin de Jess es el sapiencial, prefiere llamar al Jess histrico un maestro cnico, ms helenista que judo en una Galilea totalmente helenizada. La analoga cnica sita al Jess histrico lejos del ambiente sectario especficamente judo y lo aproxima al ethos helenstico que dominaba en Galilea.

Aunque judo por nacimiento y educacin, Jess no estaba implicado en las cuestiones del mundo social judo. No tena una misin en relacin con el judasmo: ni lo criticaba ni pretenda renovarlo. No llamaba a las gentes a la comunidad; su mensaje era para individuos. El Reino del que Jess hablaba estaba ms prximo al reino del cnico que a cualquier nocin especficamente juda del Reino de Dios. As, Mack se distancia de muchos otros especialistas contemporneos del Nuevo Testamento: separa a Jess de su mundo judo.Jess: Un campesino Judo.

Esta posicin est representada por John Dominic Crossan, para el que Jess era un campesino cnico judo. A diferencia de Mack, que argumenta que el cinismo de Jess era ms helenstico que judo en una Galilea completamente helenizada, Crossan presenta a Jess como un judo cnico que enva a sus discpulos a predicar la buena nueva de ciudad en ciudad, sin comida y mendigando en las casas en que se alojaban.Sin embargo, hay diferencias entre Jess y los filsofos cnicos. Jess es rural, ellos (los filsofos cnicos) son urbanos; l organiza un movimiento comunitario, ellos siguen una filosofa individual y su simbolismo exige bastn y alforja mientras que el de Jess no.Este campesino cnico, el Jess histrico, tena una nica visin social que se encarnaba en sus dos actividades ms caractersticas: "lo mgico y la comida. Crossan prefiere el trmino mgico o mago cuando se refiere a curaciones y milagros de Jess, pues un mago es un sanador que acta fuera del reconocimiento de la autoridad religiosa, y por tanto, fuera del sistema, y Jess hacia sus curaciones o su magia fuera del sistema religioso.[footnoteRef:13] [13: CROSSAN Dominic, John. El Jess Histrico. Buenos Aires: Trotta, 1994. p.433.]

Afirma que las curaciones de Jess difcilmente eran recuperaciones fsicas, sino ms bien una resocializacin de los excluidos de la comunidad. La intencin de los milagros y las parbolas, las curaciones y las comidas, era integrar a los individuos sin mediar contacto fsico ni espiritual con otros. Jess practicaba la comensala abierta que se entiendo como el comer con todo tipo de personas sin hacer distinciones sociales (vase Lc 14,15-24). La estrategia de Jess era la combinacin de la curacin gratuita y de la comida en comn, un igualitarismo religioso y econmico que anulaba por igual a la vez las normas jerrquicas y patronales de la religin juda y del poder romano.

La historia del estudio del Jess histrico, deja claro el inters casi exclusivo que la teologa de los ltimos siglos ha tenido en la persona de Jess, sea ya para decir que a l solo se lo lee desde la fe religiosa o sea para afirmar con mltiples argumentos lgicos que tambin puede reconstruirse su figura histrica. Se quiere, pues, ante semejante cuanta de posiciones y disputas teolgicas, inclinarse por no tomar posicin en ellas ni por matricular este trabajo a una de las corrientes en el mismo expuestas sino por tratar de mostrar que an en medio y despus de la discusin por Jess, la construccin histrica de Jess reflexionada y elaborada por el estudio cientfico-teolgico puede representar un tesoro tico para la humanidad.

CONCLUSIONES Le es posible a la actual ciencia teolgica, ayudada de las ms recientes tcnicas de investigacin histrica, acceder al Jess de la historia haciendo una clara diferenciacin del Cristo de la fe y mostrando un Jess ms acorde con la idiosincrasia juda y con las caractersticas propias de la poca que vivi. Es importante como creyentes e investigadores proponer una fe con pruebas y refutaciones contra el escepticismo critico Es importante conocer las diferentes lneas del pensamiento filosfico para poder contar con argumentos propuestos para defensa de fe

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