cuestionario consejeria profesional

Cuestionario CN6354 Introducción Consejería Profesional

Student: 523673

Universidad de St. Mary

Graduate School

Maestría en Consejería Profesional y Salud Mental

Mentora: Dra. Guerrero

Equipo: Púrpura

Monterrey, N.L. México, 25/06/ 2010

2CUESTIONARIO - CN 6354 INTRODUCCIÓN A LA CONSEJERÍA PROFESIONAL

1. La Dra. Bárbara Okun (2001) otorga los fundamentos para que las

personas puedan adquirir y poner en práctica las habilidades que les ayuden a

vincularse de manera eficaz con otras personas a corto o largo plazo. Escriba su

reacción a las premisas de la consejería que la Dra. Bárbara Okun propone.

a) La comunicación eficaz constituye el núcleo de cualquier relación de ayuda.

b) Los objetivos en la ayuda a una persona incluyen hacer que esa persona mejore

su autoestima y logre aceptarse a sí misma, así como que asuma el control y la

responsabilidad sobre sus decisiones y conductas.

c) Es posible utilizar más de una estrategia con cada persona.

d) La continua evaluación de la evolución de la relación terapéutica por parte del

consejero o terapeuta es fundamental para proporcionar una ayuda eficaz.

e) La persona debe ser consciente de sus propios valores, sentimientos y

pensamientos para poder aceptar a las personas que son objeto de su ayuda

con sus propias necesidades, sin imponer las suyas. El propósito de una

relación de ayuda es satisfacer las necesidades de la persona que ha acudido en

busca de ayuda, no las de quien la proporciona.

f) La persona que ayuda debe ser sensible a los determinantes sexuales y

culturales de las creencias, valores y conductas de la otra persona.

REACCIONES:

a) La comunicación ineficaz o disfuncional se encuentra en la base de la

mayoría de las relaciones interpersonales. Es necesario establecer una comunicación

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eficaz para desarrollar y mantener cualquier tipo de relación interpersonal positiva.

En las escuelas se excluyen las habilidades interpersonales, o cara a cara y no nos

enseña a escuchar, percibir y responder a los mensajes verbales y no verbales más

sutiles. La comunicación eficaz es la base sobre la que se sustentan los procesos de

ayuda y permite establecer relaciones personales más satisfactorias en cualquier

ámbito.

b) El propósito de una relación de ayuda es satisfacer las necesidades de la

persona que ha acudido en busca de ayuda, no las de quien la proporciona. Se

supone que la relación de ayuda debe permitir a la persona que es atendida asumir la

responsabilidad de sus propias acciones y tomar sus propias decisiones basándose

en una mayor variedad de alternativas y enfoques. Las personas que ayudan no

solucionan los problemas ni proporcionan la seguridad necesaria para que los demás

se sientan mejor.

c) Es necesario tener en cuenta factores culturales cuando se escogen las

estrategias de ayuda. Los terapeutas deben adaptar su estilo para que sea congruente

con los sistemas de valores de los clientes que presentan diferencias culturales. La

sensibilidad a los matices e implicaciones de las variables culturales es necesaria

para ser eficiente con clientes que provienen de orígenes diferentes.

Para sentirse cómodo aplicando una serie variada de estrategias de ayuda, hay

que ser capaz de relacionarse con los demás en los dominios afectivo, cognitivo y

conductual. Y hay que enseñar a los clientes a funcionar mejor en estos dominios.

Personas diferentes necesitan ayuda en diferentes áreas de funcionamiento; es

más probable obtener resultados exitosos si la persona que ayuda adapta su

estrategia a las necesidades individuales de cada persona en lugar de aplicar siempre

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la misma estrategia, y a veces la estrategia eficaz es relativamente sencilla y puede

ser utilizada por alguien que no disponga de una amplia formación profesional.

d) Las personas que participan en la relación de ayuda establecen metas,

objetivos y estrategias de intervención cuyo éxito pueda evaluarse a través de

cambios conductuales observables, pero el vehículo más importante del cambio

sigue siendo el desarrollo y mantenimiento de una relación cálida y empática

caracterizada por la implicación personal. Cuando las personas que reciben ayuda

son capaces de asumir la responsabilidad de sus sentimientos, pensamientos y

acciones y de reducir las contradicciones entre ellos, son capaces de sentirse bien

consigo mismas y con el mundo y de tomar decisiones que reflejan la integración de

variables internas y externas. Es entonces cuando son capaces de comportarse de

manera proactiva en lugar de reactiva en los sistemas relacionales de los que forman

parte.

e) Para lograr definir sus valores, tanto la persona que ayuda como la que

recibe la ayuda deben hacerse responsables de sus propias actitudes, creencias y

valores. Si las personas que ayudan no son conscientes de sus propios sesgos, éstos

pueden tener efectos dañinos. Por el contrario, si los reconocen es más difícil que

los impongan a sus clientes. La investigación ha demostrado que, quieran o no, las

personas que ayudan transmiten sus valores a quienes reciben su ayuda, ya sea de

manera consciente o inconsciente. Sacar estos valores a la luz y ser siempre

consciente de su existencia puede ayudar a los terapeutas a evitar imponerlos sobre

los demás.

f) Como se mencionó anteriormente los terapeutas deberán ser responsables de

su actuación, será importante ser lo suficientemente sensible para estar abierto a

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atender un sinnúmero de creencias de toda índole; para ello deberá documentarse

sobre lo que acontece a nivel mundial, qué es lo que le preocupa a las personas hoy

en día, cómo viven las familias y parejas de diversas culturas y así estar preparados

y sensibles a las personas que acuden a nosotros.

2. Los estudios científicos en el área de la consejería y psicoterapia sugieren que

los atributos personales de quien ayuda influyen más en los resultados que las

habilidades estratégicas que pone en práctica. Elabore acerca de las implicaciones de

esta afirmación. Responda después de leer la introducción del libro de Okun (2001), el

Capítulo 11 de Mahoney (2005) y el Capítulo 1 de Corbella y Botella (2009).

Las personas que tienen éxito prestando ayuda están familiarizadas con muchos

enfoques y estrategias. Cuando se aplican las estrategias seleccionadas, éstas pasan por el

filtro de la personalidad única de la persona que proporciona la ayuda. En otras palabras,

las percepciones, actitudes, pensamientos y sentimientos de cada persona influyen en la

interpretación y aplicación que hace de la teoría.

Un aspecto que subyace a la eficacia de cualquier estrategia es la confianza establecida

en la primera etapa del proceso de ayuda, la etapa de la relación, entre la persona que

proporciona la ayuda y la persona que la recibe. Esta confianza se desarrolla utilizando

habilidades de comunicación dentro de un contexto empático. La empatía, definida como la

comprensión de las emociones y sentimientos de otra persona poniéndose en su lugar y

asumiendo su punto de vista, es fundamental para la efectividad de las habilidades de

comunicación. Las habilidades empáticas de comunicación que fomentan la confianza son

esenciales para la eficacia de todo el proceso de ayuda. (Okun, 2001) (p. 29)

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El efecto de las técnicas psicoterapéuticas como factores de cambio depende de la

interrelación entre el paciente y la aplicación de determinadas técnicas o estrategias por

parte del terapeuta, no de las técnicas en sí. (Corbella y Botella, 2009) (p. 29)

3. Para sentirse cómodo aplicando una serie variada de estrategias de ayuda, hay

que ser capaz de relacionarse con los demás en los dominios afectivo, cognitivo,

conductual y espiritual. Esto implica que los que ofrecen la consejería profesional

constantemente han de estar evaluando su propio nivel de integración de estas

dimensiones humanas. ¿Cuáles son sus planes para su constante renovación e

integración de estos dominios?

En lo personal, el vivir la experiencia de la terapia personal ayuda a entender la

posición del otro y aprender lo que el terapeuta hace; en cierto sentido una consejería

didáctica es de gran utilidad.

Por otro lado, conviene pertenecer a una sociedad nacional o internacional de

Consejería que informe de coloquios e invite a participar con investigaciones, ello ayuda al

profesional a estar continuamente actualizado. La supervisión es una tarea que si bien, es

muy útil para el consejero novel, el consejero con experiencia debe de organizar sesiones

con sus colegas para comentar y escuchar la opinión de otros profesionales de la consejería.

El estar pendiente de Diplomados que ofrezcan nuevas técnicas en psicología

ayudará mucho al consejero a tener una panorámica de los estilos de terapia.

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4. El establecimiento de relaciones de ayuda eficaces requiere de habilidades y

conocimientos que conduzcan a desarrollar y mantener relaciones interpersonales

saludables. Explique en qué consiste el modelo de las relaciones personales, donde está

puesto su énfasis y preséntelo en términos de dimensiones.

El modelo de las relaciones personales pone énfasis en el establecimiento de una

relación de ayuda centrada en el cliente y orientada a la resolución de problemas en la que

los cambios conductuales (resultados) pueden tener su origen en 1) la exploración y

comprensión por parte del cliente de sus sentimientos, pensamientos y acciones, o en 2) la

comprensión por parte del cliente de las variables ambientales y sistémicas que intervienen

en sus dificultades y su decisión de cambiarlas. En este tipo de terapia se utilizan estrategias

cognitivas, afectivas o conductuales por separado o de manera conjunta.

Las principales implicaciones del modelo de terapia de las relaciones personales para

las personas que facilitan la ayuda son:

1. Define las habilidades de comunicación empática como el núcleo de las

relaciones personales eficaces.

2. Permite enseñar habilidades de comunicación empática a todas las personas que

facilitan ayuda en todo tipo de relaciones de ayuda.

3. Proporciona espacio para la diversidad y la flexibilidad de manera que las

personas que ayudan pueden aprender distintas estrategias de intervención que

pueden ser eficaces si se desarrolla y mantiene una relación de ayuda exitosa.

4. Modifica e integra una serie de enfoques y estrategias ya establecidos.

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5. Proporciona la versatilidad y flexibilidad necesarias para satisfacer las

necesidades de una población multicultural heterogénea.

6. Facilita el dominio práctico a corto plazo de las emociones, pensamientos y

conductas de quien recibe la ayuda.

7. Se centra en los aspectos positivos, en lugar de centrarse en los negativos, de la

vida de la persona que recibe la ayuda.

8. Ayuda a la persona que recibe la ayuda a asumir la responsabilidad sobre su

propia vida y sobre las decisiones que toma.

El modelo de las relaciones personales consta de tres dimensiones integradas: etapas,

habilidades y temas.

La primera dimensión. Comprende las dos etapas del proceso de ayuda que constan de

los siguientes pasos:

1. Relación (conexión, confianza, sinceridad, empatía)

a) Inicio/entrada

b) Identificación y definición del/ los problema/s que se presenta/n

c) Acuerdo sobre la estructura/el contrato de la relación de ayuda

d) Exploración intensiva del/los problema/s

e) Definición de posibles metas y objetivos de la relación de ayuda

2. Estrategias (trabajo)

a) Acuerdo sobre la definición de las metas y objetivos de la relación de ayuda

b) Planificación de estrategias

c) Evaluación de las estrategias

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d) Cierre

e) Seguimiento

La segunda dimensión: está formada por las habilidades de comunicación: la escucha

de los mensajes verbales, la percepción de los mensajes no verbales y la respuesta a ambos

tipos de mensajes.

Los mensajes verbales son el contenido cognitivo y afectivo manifiesto y subyacente de

las intervenciones de la persona que recibe la ayuda. Los mensajes no verbales se

transmiten a través del lenguaje corporal (la postura, los gestos, el contacto visual), el tono

de voz, la expresión facial y otras claves que acompañan a los mensajes verbales. La

persona que ayuda debe aprender a reconocer incoherencias entre los mensajes verbales y

no verbales y a desarrollar en el cliente la conciencia de estas incoherencias. La respuesta

requiere una reacción inmediata, genuina, concreta y empática a los mensajes verbales y no

verbales. Estas habilidades de comunicación son necesarias para desarrollar las dos etapas

de la ayuda que constituyen la primera dimensión.

La tercera dimensión: la constituyen los asuntos, que son los valores y temas

cognitivos que aparecen en las otras dos dimensiones. Estos aspectos comprenden no sólo

la relación de un individuo con los demás y con su entorno, sino también temas como el

sexismo, el racismo, la discriminación por motivos de orientación sexual, la discriminación

por motivos de edad y la pobreza. Incluye también las cuestiones relacionadas con la ética,

la formación y la práctica profesional, y los valores y actitudes personales del terapeuta.

Las habilidades de escucha activa son técnicas que pueden ser eficaces para el

descubrimiento y exploración de esos asuntos. (Okun, 2001) (p. 41)

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5. Mencione las presuposiciones e implicación es del modelo de las relaciones

personales. Elabore sobre que presuposición es la que le resulta más difícil de aceptar,

y cómo afectaría a su comportamiento con otras personas.

1. Las personas son capaces de tomar sus propias decisiones y son responsables de

ellas.

2. El entorno ejerce hasta cierto punto control sobre las personas, pero éstas

pueden ejercer un mayor control sobre sus vidas del que se imaginan.

3. Toda conducta tiene alguna intención y está dirigida hacia algún objetivo. Las

personas luchan continuamente por satisfacer sus propias necesidades, desde las

necesidades fisiológicas más básicas hasta las necesidades de realización más

abstractas.

4. Las personas quieren sentirse bien consigo mismas y necesitan

permanentemente que otros significativos les confirmen su propio valor.

Quieren sentirse y comportarse de manera congruente, para reducir la

disonancia entre sus realidades internas y externas.

5. Las personas son capaces de aprender nuevas conductas y desaprender

anteriores, y están sometidas a las consecuencias ambientales e interiores de sus

conductas, que a su vez hacen la función de refuerzos.

6. Los problemas personales pueden surgir a raíz de asuntos no finalizados que

tengan su origen en el pasado y, aunque en algunos podría ser útil explorar sus

causas, la mayor parte de los problemas pueden resolverse centrándose en el

aquí y ahora, en las posibilidades que tiene la persona en el momento presente.

Los problemas también pueden tener su origen en incongruencias entre

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percepciones internas y externas en el momento presente; es decir, en

discrepancia entre la experiencia real de una persona y la imagen que tiene de

esa experiencia.

7. Muchos de los problemas que experimentan las personas hoy en día son de

carácter social o sistémico más que interpersonal o intrapersonal.

6. En el proceso de la consejería los consejeros y consejeras ayudan y apoyan a los

consultantes para que puedan enfrentarse a sus problemas a través de la exploración,

la comprensión y la acción. La eficacia de esta relación terapéutica depende de la

habilidad del consejero/consejera para:

Comunicar su comprensión de las emociones, la cosmovisión y el

comportamiento del consultante

Determinar y definir el problema

Aplicar estrategias de ayuda apropiadas para facilitar la exploración y la

comprensión de sí mismo, la resolución de los problemas y la toma de

decisiones del receptor de la ayuda, aspectos todos ellos que fomentan la

actuación constructiva de la persona que recibe la ayuda.

Elabore sobre el proceso de ayuda: explorar, comprender y actuar. Responda

después de leer el Capítulo 2 de Okun (2001), el Capítulo 2 y 3 de Corbella y Botella

(2009) y el Capítulo 5 de Michael Mahoney (2005).

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Okun (2001) nos señala:

Las personas que ayudan asesoran y apoyan a otras personas para que puedan

enfrentarse a sus problemas a través de la exploración, la comprensión y la acción. Por

ejemplo, si una persona tiene determinada dificultad se hace una exploración de la

situación y después de estudiarla, se ayuda a la persona a adaptarse a esa situación o la

ayuda podría traducirse en la introducción de un cambio en su entorno o en el sistema

que tuviera el efecto de ayudar a las personas que forman parte de él… En una situación

de ayuda no se le hace algo a otra persona para convertirle en alguien mejor; se trabaja

de manera conjunta en la búsqueda de la mejor solución (después de haber considerado

todas las alternativas disponibles) y, si es posible, su puesta en práctica.

Por lo tanto, una relación de ayuda beneficiosa es un proceso de aprendizaje

conjunto en el que participan la persona que recibe la ayuda y otra u otras personas. (p.

45)

¿Cómo podríamos ayudar a una persona si no fuéramos capaces de entender sus

preocupaciones ni de comunicarle nuestras emociones o pensamientos? Estos dos procesos

dependen de nuestra capacidad para comunicarnos. La comunicación en este sentido es

nuestra capacidad para escuchar, prestar atención, percibir y responder de manera verbal y

no verbal a una persona de tal modo que le demostremos que le estamos prestando

atención, escuchando y entendiendo de manera adecuada. Esto significa responder en lugar

de reaccionar.

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7. La Dra. Okun (2001) menciona que las investigaciones han demostrado que las

dificultades en la comunicación interfieren en las relaciones interpersonales. Por eso,

es necesario que el consejero y la consejera desarrollen la habilidad de comunicación

eficaz y empática con el objetivo de mejorar la comprensión de sí mismo y aumentar

su autoestima. Esto le ayudará a entender y aceptar a los demás mejorando sus

relaciones de ayuda. Haga una comparación de las conductas que son de ayuda y

aquellas que no lo son. Responda en base a la lectura del Capítulo 2 de Okun (2001).

Las conductas que son de ayuda como las de escucha y atención que comunican

empatía, ánimo, apoyo, sinceridad, preocupación, cuidado, respeto, solidaridad, afecto,

protección, fuerza y aceptación incondicional hacen sentir a los clientes valorados como

personas y aceptados por otro ser humano, y por lo tanto, con permiso para ser ellos

mismos y explorar sus verdaderas preocupaciones.

De esta manera los señala Okun (2001) :

De un modo parecido, también podemos identificar conductas que no facilitan la

comunicación y estas son conductas verbales y no verbales que implican la falta de

atención, la imposición de los valores y creencias de la persona que ayuda, los juicios y

las actitudes del tipo “Yo-sé-lo-que-es-mejor-para ti” o “Soy-mejor-que-tú”. Estas

conductas constituyen obstáculos porque ponen a las personas que reciben la ayuda a la

defensiva y les hacen sentir que tienen tan poco valor que su elección más lógica será la

evitación en lugar de las conductas de aproximación. (p. 51)

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8. Haga los ejercicios 2.6 y 2.8 del Capítulo 2 de Okun (2001). Determine cuáles

son las conductas verbales que usted observa. Explique cómo afrontaría usted esa

misma situación. Identifique los sentimientos y determine el actuar de la Señora

Smith.

Conductas verbales observadas para el ejercicio 2.6:

Tutea a la persona que ayuda.

Hace interpretaciones acertadas

Interpreta las frases de manera tentativa para provocar una retroalimentación

genuina por parte del cliente

Repite y aclara las intervenciones del cliente

Emplea palabras fáciles de entender

Aporta comprensión a la intervención del cliente

Conductas verbales observadas en el ejercicio 2.8

Tutea a la persona que ayuda

Aporta comprensión a la intervención del cliente

Interpreta las frases de manera tentativa para provocar una retroalimentación

genuina por parte del cliente

Proporciona información de manera adecuada.

La Sra. Smith actuó sin explorar y sin mostrar comprensión de la situación.

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9. Los consejeros y consejeras tienen diversas características personales que les

permiten satisfacer las necesidades de quienes buscan su ayuda de manera eficaz.

Mencione las creencias que comparten los consejeros y Consejeras profesionales.

Responda en base a la lectura del Capítulo 2 de Okun (2001), el capítulo 3 de Corbella

y Botella (2009) y el Capítulo 11 de Mahoney (2005).

Un número cada vez mayor de investigaciones apoyan la idea de que las personas que

ayudan sólo son eficaces si tienen cierta conciencia de sí mismas y son capaces de asumir

su función de catalizadores del cambio. La formación sobre los contenidos podría no ser tan

importante como la formación sobre los procesos, las habilidades y el conocimiento de uno

mismo. La integración de experiencias personales con experiencias supervisadas y la

formación académica es fundamental para el desarrollo de la capacidad de ofrecer ayuda.

Si nos centramos en los aspectos que comparten algunas investigaciones

representativas, podemos identificar una serie de características que son propias de las

personas que ayudan con eficacia. En su revisión de trece estudios sobre relaciones de

ayuda eficaces, Combs (1989) concluyó que hay algunas creencias que comparten las

personas que se dedican a la ayuda de manera profesional. Son las siguientes:

1. Actitud hacia otras personas: las personas que ayudan con eficacia creen que

las personas son capaces en lugar de incapaces, son valiosas en lugar de no valer nada, se

puede confiar en ellas en lugar de no ser dignas de confianza, sirven de ayuda y se

comportan de manera agradable en lugar de poner dificultades y distanciarse, y piensan

bien de los demás en lugar de pensar mal.

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2. Autoimagen: las personas que ofrecen ayuda de manera eficaz piensan de sí

mismas que están bien en lugar de creer que no están a la altura de las circunstancias, se

identifican con los demás en lugar de sentirse aisladas, creen que son dignas de confianza

en lugar de pensar que no la merecen, creen que los demás las necesitan en lugar de pensar

que no desean contar con ellas, y que son valiosas en lugar de creer que no tienen ningún

valor.

3. Aproximación a la ayuda: las personas que ayudan con eficacia están más

orientadas a las personas que a las cosas y es más probable que se aproximen a las personas

de manera subjetiva o fenomenológica; es decir, poniéndose en el lugar y asumiendo el

punto de vista de la persona que recibe la ayuda en lugar de adoptar su propio punto de

vista. Implementan las estrategias que utilizan con empatía y son coherentes con sus

propios valores.( Okun, 2001) ( p. 60)

10. Corey (1977) menciona que Carl Roger enfatiza el sentido básico de confianza

en las personas que buscan ayuda como una habilidad para moverse hacia delante de

manera personal o constructiva, por lo tanto, el consejero o consejera debe tener una

actitud abierta. ¿Cuáles son las actitudes que deben caracterizar a los consejeros y

consejeras profesionales eficaces? Responda en base a la lectura del Capítulo 2 de

Okun (2001), el Capítulo 5 de Corbella y Botella (2009) y el Capítulo 11 de Mahoney

(2005).

1. Aceptación incondicional: la persona que ayuda debe comunicar que acepta al otro

como persona digna de ser valorada, independientemente de quién sea o de lo que haga o

diga.

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2. Autenticidad y congruencia: la persona que ayuda debe ser auténtica y sincera,

honesta y clara. Debe hablar y comportarse con congruencia dentro de la relación de ayuda.

En otras palabras, debe practicar lo que predique.

3. Empatía: la persona que ayuda debe ser capaz de comunicar su comprensión

empática de los marcos de referencia del otro y debe hacerle saber que percibe y entiende

sus preocupaciones asumiendo su propio punto de vista.

11. Las habilidades que se utilizan cuando se entabla una conexión de confianza

entre el consejero/consejera y el/la consultante son habilidades básicas que

normalmente se usan en las interacciones con otras personas en la casa, en el trabajo,

en las instituciones y en la comunidad. La Dra. Okun (2001) nos menciona que los

trabajos de Carkhuff y otros han identificado estas habilidades relacionales entre las

que se encuentran componentes de la comunicación como la escucha, la atención, la

percepción, y la respuesta y que ayudan en la exploración, definición y evaluación de

las situaciones difíciles que acontecen. ¿Cuáles son los cuatro rasgos básicos que

Carkhuff y Berenson (1967) mencionan y que si son practicados apropiadamente

pueden facilitar las relaciones eficaces de ayuda? Responda en base a la lectura del

Capítulo 2 de Okun (2001).

Al respecto Okun (2001) nos indica:

1. Empatía: las personas que ayudan con eficacia son capaces de comunicar al

otro su comprensión y conocimiento de sí mismas, proporcionando a la persona que

recibe la ayuda una base experiencia para el cambio.

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2. Respeto y aceptación: las personas que ayudan con eficacia son capaces de

comunicar calidez y preocupación.

3. Autenticidad: las personas que ayudan con eficacia son sinceras consigo

mismas y con las personas a las que ofrecen su ayuda.

4. Concreción: las personas que ayudan con eficacia responden de manera

adecuada, clara, específica e inmediata a sus clientes. (p. 61)

12. Corey (1977) considera que uno de los elementos esenciales para trabajar como

consejero o consejera es el mismo consejero o consejera como persona, ya que, en cada

sesión el consejero o consejera trae sus características humanas y sus experiencias por

las que está influenciado. Así que para poder motivar hacia un cambio positivo, el

consejero o consejera debe crecer en su vida personal. ¿Cuáles son las características,

de acuerdo con Corey (1995) que el consejero y consejera deben tener para crecer

como personas dentro de la propia relación de ayuda? Responda en base a la lectura

del Capítulo 2 de Okun (2001).

1. Autoconciencia: las personas que ayudan deberían desarrollar continuamente la

conciencia de sus propios valores y emociones para poder mejorar, estar abiertas a los

cambios y modelar conductas congruentes y actividades de alto riesgo. El conocimiento de

uno mismo hace posible la autenticidad.

2. Interés: las personas que ayudan deberían mostrar interés e implicarse activamente en

el bienestar de los demás y la influencia de la cultura en todas las personas.

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3. Conocimientos y habilidades: para poder ser eficaces en las profesiones de ayuda, los

profesionales deben ser capaces de integrar la teoría y la práctica psicológica con sus

significados personales. Deben integrar sus competencias multiculturales con sus

conocimientos y habilidades. (Okun 2001) (p.61)

13. Existen cualidades, conductas y conocimientos propios del consejero y

consejera profesional que influyen a su vez de manera significativa en las conductas,

actitudes y emociones de las personas que les consultan mejorando las relaciones de

ayuda. (Okun, 2001). Elabore extensamente sobre las siguientes características de un

consejero o consejera profesional, y explique en qué forma le ayudarían a usted a

mejorar las relaciones de ayuda.

Autoconciencia

Género y conciencia cultural

Sinceridad

Congruencia

Amor incondicional

Empatía

Integridad

La profesión de ayuda exige al consejero cierta preparación personal al igual que en

cualquier profesión, pero a diferencia de otras que no trabajan con gente en forma directa,

la manera en que el consejero percibe la relación de ayuda resulta determinante para definir

su acción; es decir, el vínculo formado por el cliente y el consejero es el campo de trabajo

los dos constituyen una relación única “hecha a la medida”; en este tenor y sin restarle

importancia a la responsabilidad que el mismo cliente tiene para el éxito de la terapia,

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existen acciones concretas que le corresponden al terapeuta para ayudar en forma eficaz.

Un ejemplo concreto es logar “estar del otro lado”; es decir ser la persona que está siendo

ayudada, pues le ofrece una visión más amplia del proceso de ayuda y le educa en la

empatía. El sujeto humano requiere de los otros para subsistir y desarrollarse, por ello no es

raro que para el crecimiento como personas requiera de la compañía de otro para salvar los

escollos de la vida para los que, en muchas ocasiones, no se está suficientemente

preparado.

Resulta interesante observar la relación de ayuda desde la perspectiva donde la

demanda del cliente da lugar a la acción del consejero; en este sentido el deseo del

terapeuta se enlaza a la demanda de ayuda y permite que éste (como tal) exista. Lo anterior

nos lleva al primer punto identificado como:

Auto conciencia, esto hace referencia a la necesidad del profesional de la ayuda a estar

en continua actualización tanto en el plano cognitivo como emocional con la idea de

“afinar” su percepción del mundo y de sí mismo logrando la sana diferenciación de “quién

soy yo, quién eres tú y que estamos haciendo juntos”. En este sentido Okun (2001) nos

comenta “La autoconciencia puede permitir a los terapeutas hacer un uso más eficaz de sí

mismos como instrumentos para provocar cambios en sus clientes.” (p.64)

A fin de cuentas la razón de cliente es buscar una estrategia diferente para resolver una

situación que por el momento, con sus recursos, no puede ver. Así el consejero deberá

estar atento a sus emociones, pensamientos, necesidades, etc. Diferenciándose en cada

momento en pro de una relación de ayuda efectiva.

Género y conciencia cultural es otro punto vital a considerar por el consejero, ya que

apunta a su sensibilidad sobre las particularidades del cliente; ello incluye raza, sexo y

valores culturales específicos. Para los cuales nadie está exento de emitir juicios fuera de

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contexto debido a que el propio consejero no existe fuera de estos mismos campos de

género y conciencia cultural, por ello es necesario considerar siempre la posibilidad de

tener prejuicios sobre el cliente pese a la conciencia que se debe tener de aceptación total de

la persona, pues el consejero tiene su historia personal y profesional. Con esto en mente es

posible considerar que hay valores y percepciones diferentes de acuerdo a la idiosincrasia

del cliente; por ello es importante no presuponer significados y mantener, como consejero,

una actitud exploratoria y sensible a las maneras en que las personas conciben su realidad;

por ello indica Okun (2001)

Es más probable que los terapeutas que son sensibles a las características

culturales de sus clientes sean capaces de entender y sentirse cómodos con las

diferencias de género, raza y etnia presentes en ellos mismos y los demás y de

valorar en lugar de menospreciar esas diferencias. (p.65)

Adaptarse a las diferencias y mantener una actitud positiva hacia ellas es requisito para

aquellos consejeros que trabajan con clientes de diferentes culturas.

Por otro lado, hablar de Sinceridad (característica del consejero) pareciera algo pre

establecido en la relación de ayuda, sin embargo es una postura que ofrece, al consejero, la

base del logro de la confianza. Una persona se acerca a un desconocido, que aunque pueda

ser recomendado, representa un extraño con el que se abrirá emocionalmente; por ello el

consejero debe generar confianza a través de una actitud sincera, interesada, relajada y

enfocada en la escucha activa. Incluso la mayoría de las personas requieren de la sinceridad

como elemento primario para iniciar una relación, con mayor razón una relación objetivada

a la mejora del cliente.

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Por lo común el cliente también “lee” la fenomenología del terapeuta y se da cuenta de

la sinceridad con la que aplica sus conceptos y sugerencias; es decir percibe con claridad si

se le está atendiendo como espera; por ello Okun (2001) nos dice:

Los terapeutas pueden transmitir su sinceridad siendo abiertos con sus clientes,

poniendo todo su empeño en contestar a sus preguntas y admitiendo sus errores o

lagunas de conocimientos. La sinceridad implica algo más que ser digno de

confianza; implica también estar abierto a la exploración y ser justo en las

valoraciones. (p.67)

La apertura y el juicio correcto en la valoración de un cliente serán en todo momento producto

del modelamiento de las buenas prácticas de los consejeros que nos antecedieron, ya que es

necesario tener en mente que una buena parte de la práctica de la consejería es un arte y un estilo

que “curan”.

Congruencia es un término ligado a las acciones y a los pregones; es decir lograr qué lo

que se dice tenga relación lógica y directa con lo que se hace; así las cosas, se podría decir

que valor es algo significativo, es como un vehículo del sentido de la vida en la acción del

consejero y que provoca un movimiento interno, un sentir que “aterriza” dando congruencia

sobre lo qué el consejero hace en el mundo y que está relacionado con lo que ha decidido

ser en el mundo, y ello solo toma acción en la práctica de la consejería. En palabras de

Okun (2001):

Un individuo que lleva un estilo de vida congruente con sus creencias y valores

comunica más credibilidad y ejerce un mayor efecto como modelo que otro que

emplea toda su energía en la negación de sus incongruencias. Además, cuando uno

define y <<toma posesión>> de su propio sistema de valores, es más capaz de

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expresar sus valores y creencias sin imponerlos a los demás, haciendo posible una

relación más sincera, sin juicios. (p.68)

Tal como se comentó la aceptación del cliente total no se puede entender sin el principio de

congruencia del consejero; pues una relación de ayuda no es la imposición de las creencias del

consejero sino la de colaborar en el reconocimiento y creación de recursos personales para cliente

en su mejor entendimiento de sí mismo; quizá esta reflexión defina la diferencia entre aconsejar

(dar un consejo) y hacer una labor de consejería, donde no hay un grupo de valores mejores que

otros sino que en ocasiones esos valores que fueron los mejores para el cliente, ya no lo son más en

las circunstancias actuales y requieren de una mejor congruencia entre lo que se cree y lo que se

vive; así el consejero puede hacer su tarea señalando o sugiriendo como hacer más estrecha la

brecha que separa las inconsistencias que puede ser vividas como un conflictos para el cliente.

El amor incondicional ayuda a mejorar las relaciones de ayuda cuando se entiende que la

persona que acude al consejero se encuentra ante un dilema en la vida donde se manifiesta un

sufrimiento. El consejero requiere de sensibilidad ente el sufrimiento humano sin importar si es

considerado por otros como algo insignificante o exagerado; por ello Okun (2001) al referirse a

Rogers (1958) comenta que “los terapeutas deben mostrar una actitud abierta…para que sea posible

el desarrollo de las personas que reciben su ayuda.” (p.60)

El amor en su polaridad nos indica indiferencia, así definir amor en consejería necesariamente

estará ligado a la atención y a la aceptación sin condiciones del cliente respetando su historia,

condiciones de vida, narrativa personal, etc. Es menester mantener una actitud empática en todo

momento, pues esta refleja comprensión humano – humano, pues más que ponerse “en los zapatos

de otro” demuestra la intención de reconocer, por parte del consejero, que si bien no se pude vivir la

experiencia tal y como la vive el otro, al menos la intención de estar ahí y participar de ésta refleja

cercanía, escucha y aceptación.

23


La exposición que las personas hacen al consejero de sus pensamientos, sentimientos y

conductas demanda de éste la suficiente integridad personal y profesional para dar una imagen

congruente con la profesión de ayuda; es decir no aprovecharse de las condiciones y debilidades

que pueda mostrar el cliente en beneficio personal o de terceros ajenos al proceso de ayuda. Quizá

por ello Okun (2001) sintetizando a Rogers (1958) indica que el terapeuta debe de logar las

condiciones siguientes:

1. Aceptación incondicional: la persona que ayuda debe comunicar que acepta

al otro como persona digna de ser valorada, independientemente de quién sea o de

que haga o diga.

2. Autenticidad y congruencia: la persona que ayuda debe ser auténtica y

sincera, honesta y clara. Debe hablar y comportarse con congruencia dentro de la

relación de ayuda. En otras palabras, debe practicar lo que predique. 3. Empatía: la

persona que ayuda debe ser capaz de comunicar su comprensión empática de los

marcos de referencia del otro y debe hacerle saber que percibe y entiende sus

preocupaciones asumiendo su propio punto de vista. (p.60)

Las cualidades y conductas del consejero pueden ser descritas por diferentes autores en

diferentes momentos de la historia de las profesiones de ayuda, lo importante es que están

ahí como una advertencia a todos aquellos que deciden “ayudar” a los demás. La ayuda

desde la buena voluntad tiene su mérito y refleja las buenas intenciones del ser humano por

sus semejantes; sin embargo, los profesionales de la ayuda trascienden la buena voluntad

hacia un plano de acompañar, facilitar y enseñar al otro evitando la dependencia y

promoviendo el auto soporte, como lo comenta Castanedo (1988) al hablar de la terapia

gestalt: “El objetivo de la terapia gestalt es lograr la madurez del cliente. Perls define

24


madurez como la transición que se opera al pasar de recibir el soporte del medio ambiente a

darse el propio auto-soporte.” (p.75)

En este sentido la integridad se refleja en permitir acompañando a las personas en sus

procesos de madurez.

14. ¿Por qué según la Dra. Okun (2001) es importante que los consejeros o

consejeras realicen una evaluación continua de sus necesidades y emociones?

Responda en base a la lectura del capítulo 2 de Okun (2001).

Para evitar que se establezca una relación de dependencia con la persona a la que

prestamos ayuda, es importante que seamos conscientes de cuáles son sus propias

necesidades, sentimientos y problemas. Como ya hemos comentado, ser conscientes de

nosotros mismos nos permite comunicar mejor nuestra igualdad con las personas que

ayudamos y el respeto y confianza que sentimos por ellas, así como nuestra capacidad para

entender empáticamente sus problemas sin distorsionarlos con la proyección de nuestras

propias emociones y necesidades. Se debe asumir la responsabilidad de no establecer este

tipo de relaciones de dependencia y animar a las personas a las que ayuda a ser

responsables de sus propias acciones.

Es muy útil que las personas que ofrecen ayuda realicen una evaluación continua de sus

necesidades y emociones, que reflexionen sobre el lugar en que están en cada momento

formulándose a sí mismas los siguientes tipos de preguntas y comentándolas con sus

colegas y supervisores.

1. ¿Me doy cuenta de los momentos en que me siento incómodo con un cliente o un

tema en particular? A menudo los terapeutas se sienten incómodos con un cierto

25


tipo de clientes que podrían representar una amenaza o cuya presencia les resulta

incómoda por algún motivo. También es posible que se sientan incómodos con

temas polémicos, como el sexo o las drogas. Es importante que la persona que

ofrece la ayuda reconozca su incomodidad, “la haga suya”, y decida asumir un

enfoque sincero (controlando su incomodidad y actuando) o evitativo (derivando a

su cliente a otro profesional de la ayuda). Los mensajes en primera persona pueden

ser útiles en estos casos; por ejemplo: “Mira, sinceramente, creo que no sé lo

suficiente sobre drogas como para tratar el teme contigo”.

2. ¿Soy consciente de mis propias estrategias de evitación? ¿Reconoce usted cuándo

evita ciertos temas, cuándo permite que sus clientes se vayan por las ramas o

formulen demasiadas preguntas para ocultar su inseguridad? Los terapeutas que son

conscientes de su conducta evitativa pueden decirse a sí mismos “Parece ser que

esto me está molestando, y lo mejor que puedo hacer es resolver lo que está pasando

para poder ser un buen facilitador para este cliente”. Así, usted podrá arriesgarse a

cometer equivocaciones.

3. ¿Puedo ser realmente sincero con la persona la que estoy ayudando? ¿Su miedo a no

gustarle a su cliente está haciendo que tenga miedo a enfrentarse a él o ayudarle a

centrarse en algo desagradable? ¿Tiene que ser perfecto y tener razón en todo

momento, o puede ser auténtico? Si un terapeuta siente la intensa necesidad de

gustarle a su cliente en todo momento, utilizará demasiadas respuestas

tranquilizadoras y de apoyo, limitando las posibilidades de que su cliente desarrolle

su responsabilidad e independencia.

4. ¿Tengo siempre la sensación de que debo tener la situación bajo control? Cuando la

persona que recibe la ayuda no está de acuerdo con la estrategia que se sugiere es

26


posible proponer alternativas o retrasar la introducción de otros enfoques. Si siente

la necesidad de tener el control de la situación, la escucha activa puede servir de

salvavidas contra el control en el proceso de comunicación.

5. ¿Me molesto cuando los demás no ven las cosas de la misma manera que yo o

cuando mis clientes no responden tal como yo creo que deberían hacerlo? Debemos

recordarnos constantemente que hay muchos puntos de vista respecto a cualquier

tema y que “bueno”, “malo”, “correcto” e “incorrecto” son conceptos relativos y

subjetivos.

6. ¿Me siento a menudo como si tuviera que ser omnipotente, como si debiera hacer

algo para que mi cliente se “ponga mejor” y así mantener una relación exitosa con

él? Si experimenta a menudo esta sensación, ¡debería preguntarse si está

dedicándose al trabajo adecuado! Lo que facilita una resolución de problemas

satisfactoria para las personas que reciben su ayuda es la relación que usted

mantiene con ellas, no su varita mágica. Puede sentirse bien consigo mismo cuando

vea que las personas a las que ayuda asumen la responsabilidad sobre sí mismas y

sus acciones.

7. ¿Estoy tan orientado hacia los problemas que siempre busco lo negativo, los

problemas, y nunca respondo ante lo positivo, ante lo bueno? Ésta es una

preocupación común entre las personas que facilitan ayuda, ya que suelen estar

expuestas más a menudo a emociones negativas que a emociones positivas. Es

importante identificar y responder a los afectos y los contenidos cognitivos

positivos para equilibrar la propia perspectiva y, lo que aún es más importante, para

reforzar lo positivo.

27


8. ¿Soy capaz de ser tan abierto con mis clientes como me gustaría que ellos lo fueran

conmigo? Un problema común de los profesionales de la ayuda es que quieren dejar

a un lado sus propias emociones y problemas centrándose en los de sus clientes.

Una buena regla general es no pedirle nunca a nadie que haga nada o hable de nada

que usted no quisiera hacer o no quisiera comentar en esa situación o en otra

similar.

15. La Dra. Okun (2001) recomienda practicar las habilidades de comunicación de

manera constante para que el consejero y consejera puedan escuchar los mensajes

verbales (contenido cognitivo y afectivo) y los mensajes no verbales (contenido

conductual y afectivo) y pueden responder de manera verbal y no verbal a los dos

tipos de mensaje. Por medio de la práctica las habilidades de la comunicación pasarán

a formar parte integral en las técnicas de ayuda del consejero y consejera ayudándoles

a identificar sus reacciones de acercamiento y evitación durante la sesión. Practique

sus destrezas en la percepción de mensajes no verbales y escucha de mensajes

verbales, después de leer el capítulo “habilidades de la comunicación” (Okun, 2001).

Haga los ejercicios 3.7, 3.10, 3.14, 3.28.

Ejercicio 3.7. Hacer una lista con las emociones predominantes en cada una de las

situaciones.

1. “En estos momentos estoy con el agua al cuello con todas las facturas que tengo que

pagar, y ahora Tom no trabaja y yo no sé qué hacer. No gano lo suficiente con este

trabajo y supongo que debería intentar conseguir un trabajo extra por las tardes, de

28


camarera o en el teléfono erótico. Quería volver a ir a la escuela nocturna, pero

parece que va a ser imposible hacerlo ahora”

Respuestas

Desesperación

Ansiedad

Inconformidad

Enojo

Intolerancia

Desánimo

2. “Por qué debería seguir yendo a la universidad cuando hay tantos licenciados que

no encuentran trabajo? No creo que esté aprendiendo nada aquí, a nadie parece

importarle lo que te pasa, y las clases son muy largas e impersonales. Es malgastar

el dinero.”

Respuestas

Pesimismo

Desánimo

Frustración

Desesperanza

Negativo

3. “Hoy no he podido encontrar aparcamiento, así que me he perdido la reunión

informativa de esta mañana. Alguien debería hacer algo con esta situación. No

29


puedo encontrar ese memorando y no sé que voy a decirle al señor Jones cuando

llame esta tarde.”

Respuestas

Enojo

Frustración

Ansiedad

Angustia

Preocupación

4. “Mira, mi hijo está enfermo, y acabo de mudarme a ese barrio, así que no conozco a

nadie. El casero no me enciende la calefacción y necesito encontrar un trabajo para

poder pagar las facturas. No sé a quién acudir, ¡y aún estoy esperando que me

traigan el resto de mis muebles!”

Respuestas

Tristeza

Preocupación

Angustia

Desesperación

Enojo

5. “¡Qué bien lo pasamos! Íbamos a nadar cada día, a montar en bicicleta por las

noches, a pescar muchas veces y pasamos unos ratos fantásticos. Sí, fuimos a

navegar con el bote de los Meyer; ¿sabías que estaban aquí?”

Respuestas

30


Alegría

Felicidad

Optimismo

Positivismo

Ejercicio 3.10. Extraer todos los temas cognitivos

1. “En estos momentos estoy con el agua al cuello con todas las facturas que tengo que

pagar, y ahora Tom no trabaja y yo no sé qué hacer. No gano lo suficiente con este

trabajo y supongo que debería intentar conseguir un trabajo extra por las tardes, de

camarera o en el teléfono erótico. Quería volver a ir a la escuela nocturna, pero

parece que va a ser imposible hacerlo ahora”

Respuestas

Necesito dinero.

Tengo que pagar las facturas

¿Debería buscar otro trabajo?

2. “Por qué debería seguir yendo a la universidad cuando hay tantos licenciados que

no encuentran trabajo? No creo que esté aprendiendo nada aquí, a nadie parece

importarle lo que te pasa, y las clases son muy largas e impersonales. Es malgastar

el dinero.”

Respuestas

¿Vale la pena gastarse el dinero en la universidad?

No estoy aprendiendo nada.

Los que van a la universidad también es difícil que encuentren empleos.

31


No cultivas amistades verdaderas.

3. “Hoy no he podido encontrar aparcamiento, así que me he perdido la reunión

informativa de esta mañana. Alguien debería hacer algo con esta situación. No

puedo encontrar ese memorando y no sé que voy a decirle al señor Jones cuando

llame esta tarde.”

Respuestas

Debo madrugar o tomarme más tiempo.

Perdí el memorándum

No sé cómo enfrentar al Sr. Jones

Deberían hacer algo para mejorar el aparcamiento.

4. “Mira, mi hijo está enfermo, y acabo de mudarme a ese barrio, así que no conozco a

nadie. El casero no me enciende la calefacción y necesito encontrar un trabajo para

poder pagar las facturas. No sé a quién acudir, ¡y aún estoy esperando que me

traigan el resto de mis muebles!”

Respuestas

No me gusta el lugar donde vivo, está muy frío.

Mi hijo está enfermo.

Estoy sola

Necesito un trabajo

Me cae mal mi casero.

Necesito dinero

No me han traído los muebles

32


5. “¡Qué bien lo pasamos! Íbamos a nadar cada día, a montar en bicicleta por las

noches, a pescar muchas veces y pasamos unos ratos fantásticos. Sí, fuimos a

navegar con el bote de los Meyer; ¿sabías que estaban aquí?”

Respuestas

Me gustó mucho

La pasamos bien

Estaban los Meyer

Paseamos en bici

Fuimos a pescar

Ejercicio 3.14.

Escriba todas las palabras que se le ocurran para expresar cada una de las cuatro

categorías básicas de la emoción: felicidad, ira, miedo y tristeza. ¿Qué palabras utiliza para

expresar estas emociones?

Felicidad:

Bienestar

Alegría

Satisfacción

Plenitud

Ira:

Contrariedad

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Obstáculo

Discusión

Distancia

Miedo:

Parálisis

Bloqueo

Cerrazón

Desasosiego

Tristeza.

Pérdida

Dolor

Incompleta

Carencia

Ejercicio 3.28. reconocer e identificar los tipos de respuestas verbales en cada una de

las siguientes intervenciones:

1. CLIENTE: Por eso he venido. Ingrid me dijo que se podía hablar contigo.

TERAPEUTA: Vamos a ver. Quieres que te ayude a decidir si deberías aceptar

o no el traslado. ¿Me equivoco?

Comprueba

2. CLIENTE: ¿Crees que pagan bien allí?

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TERAPEUTA: Según el National Conference Board, esa compañía ocupa el

tercer puesto entre las que mejor pagan a sus empleados.

Informa

3. CLIENTE: Hoy Eddie ha hecho que me expulsen de clase.

TERAPEUTA: Explícame.

Explora

4. CLIENTE: Tengo que arreglar la casa antes de que vengan las visitas.

TERAPEUTA: Entiendo.

Da una respuesta verbal mínima

5. CLIENTE: En mi familia, ni mi padre ni mi hermano ayudan con las tareas de la

casa.

TERAPEUTA: Los hombres de tu familia no hacen ninguna tarea doméstica.

Parafrasea

6. CLIENTE: Soy incapaz de decidir qué hacer. Es como si nada estuviera bien.

TERAPEUTA: Te sientes muy frustrado y te gustaría que yo te dijera lo que

tienes que hacer.

Refleja

7. CLIENTE: No quiero hablar de eso.

35


TERAPEUTA: Siempre pareces distanciarte cuando entramos en temas

relacionados con tu entorno personal. Tengo la impresión de que te resulta mucho

más fácil hablar de lo que te pasa que sentirlo.

Confronta

8. CLIENTE: De todos modos, no voy a poder permitírmelo porque es demasiado caro

y tampoco va a servirme de nada.

TERAPEUTA: Permíteme que sea directo. Crees que las pruebas van a costar

demasiado y que los resultados no van a valer la pena. ¿Es eso?

Aclara

9. CLIENTE: En este mundo nadie se preocupa por los demás.

TERAPEUTA: Da miedo pensar que uno no le importa a nadie en este mundo.

Interpreta

10. CLIENTE: Bueno, creo que eso es todo.

TERAPEUTA: Vamos a ver si podemos repasar las cosas de las que hemos

hablado hoy…¿Te parece bien?

Resume

36


16. En el Capítulo 3 de Okun (2001) se exponen los componentes cognitivos y

afectivos de los mensajes verbales y no verbales, y se identifican y elaboran los

elementos de la escucha activa y se desarrollan diez tipos de respuestas verbales que

son esenciales. Estos componentes, elementos y tipos de respuestas verbales que sean

congruentes con el tema y la etapa en la que se encuentre la relación de ayuda. Estas

habilidades se adquieren a través de la investigación, el aprendizaje y la práctica y son

de suma importancia para el consejero y consejera. Explique brevemente sobre las

siguientes habilidades:

La escucha activa

Las respuestas aditivas o facilitadoras

Dar una respuesta verbal mínima

Parafrasear

Explorar

Reflejar

Aclarar

Comprobar

Interpretar

Confrontar

Informar

Resumir

Escucha activa. Los terapeutas deben tener habilidades de escucha activa, ya que éstas

constituyen la base a partir de la cual pueden responder de manera verbal y no verbal a sus

clientes. La escucha activa puede definirse como la atención a los mensajes verbales y no

37


verbales y a los sentimientos manifiestos y subyacentes de la persona. Haciendo una

escucha activa el terapeuta es capaz de comunicar la autenticidad de su comprensión

(empatía), preocupación y aceptación de la otra persona y, al mismo tiempo, de mejorar su

comprensión del tema que se esté tratando aclarando las intervenciones del cliente.

Las respuestas aditivas facilitadoras. Ayudan a nuestros clientes a entender sus

pensamientos y emociones y añadan algún análisis a lo que nos intentan comunicar. Las

respuestas facilitadoras comunican la escucha, la comprensión y la preocupación de la

persona que ayuda, ayudan a centrarse en los contenidos implícitos y explícitos afectivos y

cognitivos y pueden dar pie a una exploración posterior. Las respuestas que identifican las

emociones subyacentes de los clientes deberían ser facilitadoras.

Dar una respuesta verbal mínima. Las respuestas mínimas son los equivalentes

verbales del gesto de asentir con la cabeza de vez en cuando. Son claves verbales como “m-

m”, “sí”, “ya veo”, “ajá”, que indican que la persona que ayuda está escuchando y que

sigue lo que el otro le está diciendo.

Parafrasear. Una paráfrasis es una intervención verbal intercambiable con la del

cliente, y las palabras que utiliza pueden ser sinónimas de las del cliente o las mismas.

Explorar. Es intentar obtener más información sobre algún tema dejando abiertas todas

las posibilidades. Estas exploraciones suelen dar mejor resultado cuando se utilizan frases

como: “Cuéntame más”, “Hablemos de esto”, “Me pregunto…” en lugar de preguntas del

tipo “como” “qué”, “cuándo”, “dónde” o “con quien”.

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Reflejar. Es comunicar a la persona a la que estamos intentando ayudar lo que hemos

logrado entender de sus preocupaciones y de su punto de vista. Podemos reflejar emociones

manifiestas o subyacentes, lo que observamos en las conductas no verbales, lo que creemos

que se ha omitido o enfatizado o contenidos específicos.

Aclarar. Cuando queremos aclarar algo intentamos centrarnos en lo que hemos

entendido de la naturaleza de alguna de las intervenciones de nuestro cliente.

Comprobar. Los terapeutas hacen comprobaciones cuando no están seguros de haber

captado correctamente la conducta verbal o no verbal de sus clientes o cuando tienen algún

presentimiento que quieren confirmar.

Interpretar. El terapeuta hace interpretaciones cuando añade algo a la intervención de

su cliente o intenta ayudarle a entender las emociones subyacentes, la relación que éstas

tienen con el mensaje verbal o el papel que ambos desempeñan en la situación.

Confrontar. La confrontación implica darle a la persona que recibe la ayuda una

retroalimentación sincera respecto a qué es lo que está sucediendo en realidad. Puede

centrarse en la autenticidad, con intervenciones como: “Creo que la verdad es que no

quieres de esto”, “parece como si estuvieras jugando a algún juego conmigo” y “Me

pregunto por qué crees que siempre tienes que asumir la culpa. ¿Qué es lo que recibes a

cambio?”. O puede centrarse en la discrepancia, con intervenciones como: “Dices que estás

enfadado, pero no dejes de sonreír” y “Por un lado pareces sentirte mal por no haber

conseguido ese trabajo, pero por otro pareces aliviado”. Un modo eficaz de usar la

confrontación es emitir mensajes en primera persona, de los que uno asuma toda la

39


responsabilidad, compartiendo abiertamente todas las propias respuestas con el cliente o

centrándose en su resistencia o evitación.

Informar. Cuando informamos compartimos una información objetiva que se atiene a

los hechos. Es importante que los terapeutas sepan diferenciar entre dar información y dar

consejos, que son subjetivos y rayan en decirle al cliente lo que tiene que hacer.

Resumir. La persona que ayuda sintetiza todo lo que se ha comunicado a lo largo de la

sesión de ayuda y subraya los temas afectivos y cognitivos más importantes que se han

tratado. Por ello, un resumen es una especie de aclaración. Resumir es beneficioso cuando

tanto la persona que ayuda como la que recibe la ayuda participan y están de acuerdo con el

resumen. Okun (2001)

17. A través del Capítulo 4, la Dra. Okun (2001) nos explica sobre las condiciones

referentes a la etapa de relación como son el contacto inicial, la duración de la

relación de ayuda, las solicitudes y formularios, las instalaciones, el horario de las

sesiones, los historiales y otras personas. Señala también las diferencias entre las

entrevistas, las reuniones iniciales donde se desarrolla una conexión y se habla sobre si

se continúa o no con la relación ayuda, y cuantas sesiones se llevarán a cabo y las

sesiones de seguimiento, al igual que la elaboración de un contrato y las estrategias a

seguir. De manera breve haga referencia a los cinco pasos o fases de la consejería que

la autora sugiere en el Capítulo 4.

Los 5 pasos que se dan en la consejería, mencionados por la Dra Okun (2001); pueden

citarse brevemente de la manera siguiente:

40


Inicio / Entrada: Se espera del terapeuta una bienvenida cordial propiciando un

ambiente de confianza demostrando interés por el asunto y la persona centrándose en el

motivo de la reunión. Es importante que la persona se sienta escuchada, por ello es

innecesario hacer intervenciones con preguntas pertinentes basadas en una escucha activa,

evitando juicios y confrontaciones con el objetivo de crear una ambiente de apertura y

cordialidad. Se recomienda, ante clientes “resistentes”, el tomar una actitud de alianza ante

el problema(s) que le aquejan hablando con la persona sobre los resultados de una relación

de ayuda, el número de sesiones posibles ofreciendo, de esta manera, la iniciativa al cliente

para motivarse a estructurar la relación. En este curso de ideas, es recomendable que el

terapeuta tenga una actitud flexible que le permita hacer ciertos cambios en el estilo de

abordaje y evitar el actuar como un interrogador.

Definición del Problema: Es necesario considerar que cada persona es diferente y que

el terapeuta debe gozar de una adecuada capacidad de receptividad, aceptación

incondicional y paciencia, pues debe tener en mente que ante la manifestación, más o

menos revelada, de un problema manifiesto existe una condiciona latente. La definición del

problema podrá ser un proceso diferente en cuanto a tiempos para diferentes personas;

además no podemos esperar que la persona tenga suma claridad sobre su situación y si llega

atenerla, a pesar de ello, habrá que considerar lo que subyace a su demanda de ayuda. El

desarrollo de la confianza y el interés del terapeuta por lo que acontece en la persona

ayudaran a definir el problema.

Estructura /Contrato: Es determinante que tanto para el terapeuta y la persona exista

claridad sobre el asunto en el cual va a trabajar logrando claridad sobre las expectativas de

atención para así platearse las posibilidades de solución. Una vez definido el problema el

41


terapeuta debe de decidir si esta en sus manos el poder atender o dar la ayuda necesaria a la

persona o derivar con quien pueda atender el problema específicamente con la mayor

rapidez posible. Como parte de la relación de ayuda es hacer una clarificación de

expectativas de manera que la persona tenga una idea más amplia de lo que el terapeuta

puede ofrecer y lo que la persona espera que suceda; además el rol de la profesión de ayuda

indica el dar el mejor consejo para la persona y ello puede implicar referirlo a un médico,

una agrupación especializada, etc.

En este tenor y si se ha llegado a un acuerdo en las expectativas, puede entonces

proceder a establecer un contrato que de cuenta del encuadre necesario para que la relación

de ayuda se lleve a cabo, éste puede ser verbal o escrito, pero el que se establezcan

horarios, duración, llegar , honorarios; etc., es un factor primordial.

Exploración intensiva del problema: Esta etapa considera un proceso continuo durante

toda la relación de ayuda, pues durante la misma surgen nuevos problemas o derivados; sin

embargo implica, en un primer momento, el explorar con detalle los antecedentes de la

persona, sus sentimientos, emociones, posibilidades de cambio, intentos de solución,

valores, actitudes, esperanzas, etc., con la idea de observar todas las ramificaciones posibles

del problema.

Establecimiento de posibles metas y objetivos: El terapeuta y la persona deben

establecer metas y objetivos para la relación de ayuda una vez que se ha explorado el

problema lo más ampliamente posible; ello permitirá que el tratamiento se lleve a cabo en

forma ordenada, clara y consensual. Al respecto Okun (2001) comenta:

42


Los objetivos deben ser concretos y conductuales. Se formulan en varias

sesiones y están siempre abiertos a modificaciones posteriores. Cuando se formulan,

es bueno que terapeuta y cliente decidan cómo van a evaluar su logro; cómo van a

saber cuándo han resuelto el problema (p.151)

Lo anterior es aplicable a todos clientes sin importar su edad, ya que los objetivos

ayudan a establecer una expectativa positiva en el tratamiento. Los objetivos dependerán en

tanto de las circunstancias; de tal suerte que pueden ser inmediatos o a largo plazo e incluso

poco precisos o concretos. La idea principal es que terapeuta y paciente trabajen con metas

y objetivos que den orden y prioridades.

18. El Dr. Michael Mahoney sugiere que el ser humano cuenta con una elasticidad

increíble que le permite adaptarse, sobrevivir y florecer aun en medio de

circunstancias muy desafiantes. Sin embargo, él reconoce lo complejo, lo arriesgado y

lo difícil del cambio de una persona. De manera que ayudar al cambio implica el estar

dispuesto a ser sensibles a las necesidades y paso de crecimiento de cada persona, al

desarrollo histórico del individuo, al proceso del ciclo vital o curso de la vida, a los

estilos de aprendizaje de cada persona, a la red de relaciones sociales, y al contexto

personal de la gente. El constructivismo considera que la exploración y consideración

de estos factores es central al proceso de cambio. ¿Describa brevemente los temas

básicos del constructivismo y los principios básicos de la práctica constructiva?

Elabore sobre los siguientes temas: 1) Actividad, 2) Orden, 3) Identidad, 4)Procesos

socio-simbólicos, y 5) Dialéctica dinámica del desarrollo. Responda a esta pregunta

después de leer la introducción, el capítulo uno, dos, diez y el Apéndice L del libro de

Michael Mahoney (2005).

43


Los principios básicos del constructivismo se basan en la idea humanística de las

potencialidades del ser humano; es decir la capacidad de crear y cambiar en contraste a la

entropía y la “estatismo”. Se percibe al ser humano con una gran capacidad para imaginar,

adaptarse e innovar; incluso pese a la tendencia a seguir pautas de conducta familiares o a

establecerse en ciertas creencias no cuestionadas, aun ente esto, el cambio se lleva a cabo al

estar enfrentando nuestras necesidades a nuevas situaciones; a través de nuestra mejor

capacidad evolutiva: la relacional. El éxito del ser humano se debe en gran parte a la

influencia que ejercemos unos a otros y ésta tanto puede detenernos como motivar al

cambio; por ello la percepción positiva de este enfoque en construir. En palabras de

Mahoney (2005), “Las formas efectivas de ayuda son más creativas, más confirmadoras y

seguramente más respetuosas con nuestras capacidades de desarrollo. Todo esto refleja una

perspectiva que ha ido ganando una visibilidad creciente. Esta perspectiva es lo que

denominamos: constructivismo” (p.24)

Se puede mencionar que la acción práctica de estos principios se encuentra enlazada a

la historia de la psicoterapia integrando los conceptos del conductismo, la psicología

cognitiva, la base biológica, el aspecto psicodinámico, lo existencial –humanístico, el

enfoque sistémico y transpersonal. En otras palabras tomando al ser humano desde un

enfoque holístico; biológico conductual – socio lingüístico emocional – existencial y

espiritual. Así, el constructivismo se concibe como un sistema que estudia al ser humano de

forma interdisciplinaria entendiendo su complejidad y valorando la experiencia de vivir y

crecer en forma positiva y constructiva.

En el sentido de la vieja escuela de la piscología de la gestalt; el constructivismo

entiende al hombre como un organismo que fluye, se re organiza y logra “la mejor forma”

44


en un momento determinado para, en otro momento, re estructurarse saliendo del reposo

momentáneo hacia otra nueva mejor forma; por ello se le concibe como un ser dinámico.

La ley de la buena forma sencillamente plantea que un “problema” es en sí una solución, la

mejor posible; por ello Mahoney (2005), al hablar del cambio advierte que:

Clientes y terapeutas están tan preocupados por el cambio, por la resolución de

un problema personal, que con frecuencia pasan por alto el hecho de que el

problema es una solución…pero en muchas ocasiones los problemas surgen como

soluciones a otros problemas anteriores. (p.252)

En el sentido anterior, el constructivismo revela que aun lo entendido como enfermedad o

desadaptación sugiere algún grado de salud y adaptación que forman parte del cambio mismo. Por

lo anterior y a decir de Mahoney (2005)

No promete soluciones rápidas o fáciles para las desdichas y para la lucha de

toda la vida. La psicoterapia constructiva ofrece una carga de compasión y

esperanza, basada en la comprensión y confianza en la poderosa sabiduría de los

procesos vitales para re organizarse a sí mismos. (p.33)

Los principios de la práctica constructiva dan la entrada a los temas básicos del

constructivismo, que son desarrollados a lo largo del texto de Mahoney sobre psicoterapia

constructiva, y que se expondrán brevemente a continuación:

Actividad: lo anterior presupone que la experiencia del hombre se encuentra en

continua configuración / re configuración; es decir, la realidad en que nos desenvolvemos

esta en gran parte definida por nuestra acción en el mundo. En este sentido, construimos la

realidad y somos responsables de nuestras elecciones y la manera en que vivenciamos

45


nuestras relaciones con otros seres humanos. Mahoney (2005) menciona “el punto

central… es que los humanos no son instrumentos pasivos dentro del juego de la vida.”

(p.29)

Orden: El cerebro, entre otras cosas, tiene la facultad de ordenar la percepción y regular

el orden interno del organismo. El orden antecede a las jerarquías y prioridades, el lenguaje

y sus significantes son representaciones del orden de las cosas del mundo; por ello la

narrativa que la persona tiene sobre sí misma forman gran parte de la realidad y esto es lo

considerado significativo; es decir cómo es que se explica en el mundo, su lugar, su

identidad, su propósito y es esta misma cualidad en donde el cambio se hace sensible al

poder referir cambiar “la narrativa sobre sí mismo” y ello implica las esferas cognitivas,

emocionales , sociales y espirituales. Mahoney (2005) lo refiere así :

Los significados son las relaciones que se establecen entre los aspectos

particulares. La pérdida o falta de significados se vive como caos. La red o matriz

de significados personales crea <<realidades personales>>. A pesar de que

compartimos muchos aspectos con los otros, cada uno vive en, y desde, unas

realidades personales exclusivas. Los cambios más relevantes a nivel psicológico

implican cambios en los significados y, por lo tanto, en las realidades personales.

(p.63)

En este sentido la búsqueda de orden genera significado en la vida.

Identidad: Este tema surge de la idea de auto organización en donde la coherencia y el

logro de la diferenciación nos permiten tener identidad y límites. Al hablar de percepción

podemos imaginar el contraste como la posición de diferentes elementos (relativa) incide

46


sobre la atribución de cualidades; es decir que soy y que no soy en contraste a determinada

persona o personalidad. La adecuada integración en oposición a la fragmentación de la

identidad vista como proceso es a lo largo de la vida una base que está en constante ajuste o

actualización. Mahoney (2005) hace referencia a la identidad de la manera siguiente: “Las

relaciones con el sí mismo son cruciales para la calidad de vida. Dentro de ellas

encontramos el auto concepto, la imagen corporal, la autoestima y las capacidades para

reflexionar y darse consuelo a uno mismo.”(p.64)

La identidad permite la “saludable” idea del individuo original único y con capacidad

de cambio y ajuste; a fin de cuentas el cuerpo refiere qué duele, dónde duele y a quién le

duele; y ese cuerpo…soy yo.

Relación sociosimbólica: Es importante entender que las relaciones sociales están

ligadas al lenguaje; en cualquier caso la representación del mundo y sus relaciones

simbólicas está limitada a una estructura relacional que trata de dar cuenta de todo y al

mismo tiempo es incapaz de hacerlo, por ello el lenguaje es un logro que devela el intento

de comunicarse de diversas formas, ya que la palabra no alcanza, la música no alcanza y la

vida no alcanza para decir todo lo que queremos o representar el origen del deseo. Resulta

apasionante el solo pensar que al expresarnos, sea cual fuera la forma, solo alcanza a ser

una representación y esta carencia en si misma empuja a seguir hablando… viviendo.

Mahoney (2005) lo expresa de la manera siguiente:

No hay una forma clara de separar nuestra sociabilidad de nuestras capacidades

simbólicas. Se puede decir que vivimos <<dentro>> de la cabeza, porque pasamos

mucho tiempo pensando, pero la forma y la estructura del pensamiento son en sí

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mismas relacionales…experimentamos y trasmitimos gran parte de nuestra

construcción de significado en forma de narrativa (historias): nuestras historias,

nosotros mismos.(p.32 )

Desarrollo vital: Es hablar de una dialéctica del desarrollo, en el sentido mismo de una

dinámica que da lugar a las parejas de conceptos que se complementan en las polaridades;

es decir, la organización no se entiende sin el concepto de des organización y a su vez una

re organización en un ciclo continuo. La vida exige periodos de ajuste, desajuste y re ajuste

es como hablar de crisis y transición en todos los momentos de la vida hasta el cierre de la

existencia, pues la persona no se deja desarrollar en su interacción con el mundo, pues

afecta y es afectado por éste e incluso la propia negación al cambio es una acción

(consciente o inconsciente) que indica la mejor forma de afrontar un problema o conflicto

que nos lleva de vuelta a un patrón de crisis en las formas de comportamiento que

demandan una transición o actualización. La complejidad del desarrollo vital quizá esté en

lo sencillo del concepto de entender al ser humano como en mutación constante. Se puede

incluso pensar en la conexión transpersonal en donde las acciones y decisiones de cada

persona en el mundo afectan a nuestros semejantes y a la concepción de la realidad; así

aquella frase de “el batir de las alas de un mariposa en New York causa una tormenta en

Ecuador” alcanza a develar un poco el misterio de la manera en que todos los seres y sus

acciones se relacionan y afectan mutuamente. Cada dolor, cada emoción, cada pensamiento

y cada vivencia moldean nuestra experiencia de la vida; por ello Mahoney (2005) al hablar

sobre el ciclo vital plantea que “los patrones de angustia y disfunción no se consideran

como enfermedad. Pueden ser terriblemente dolorosos y persistentes, por supuesto, pero no

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se contemplan como algo que está <<equivocado>> biológica o moralmente en la persona.”

(p.34)

Resulta complicado pensar que relativamente nada está equivocado y nada es acertado,

que son parte de la misma cosa y que puede ser significado dependiendo de los recursos de

cada persona.

Mahoney (2005) señala, al referirse al ciclo vital que “las ondas o ciclos de apertura y

cierre (expansión y contracción) son experiencias frecuentes en el desarrollo.”(p.65)

19. Un Consejero Profesional necesita creer que el mañana será distinto al

presente y que las cosas en el futuro pueden ser mejores o peores. El desenlace tiene

mucho que ver con la creación del significado de la vida a partir de los eventos o

circunstancias que enfrentamos. El Consejero o la Consejera Profesional “cree y

enseña que la vida es un precioso regalo” y que vale la pena vivirla a plenitud por lo

tanto son agentes promotores de la esperanza. ¿En qué forma se visualiza usted como

protector y promotor de la esperanza? Responda a esta pregunta después de leer el

capítulo dos de Michael Mahoney (2005).

Para contestar esta pregunta, es necesario reflexionar sobre lo que Mahoney (2005) comenta:

No podemos asumir que la esperanza y el compromiso con la vida estén siempre

presentes de forma activa en nuestros clientes. Una de las principales y más

exigentes responsabilidades de la psicoterapia hace referencia a nuestro papel

sancionado socialmente como protectores y promotores de la esperanza (p.53)

49


La visualización comienza con la conciencia de comprender que la persona que acude a

nosotros, en cierta medida, ha dejado de tener una visión alentadora sobre el futuro; por lo general

el problema parece no tener claridad al respecto de cómo enfrentarlo en este momento pareciendo

que no hay los recursos suficientes (emocionales y cognitivos) para seguir a una nueva etapa de la

vida. En otras palabras “no cuenta con una actualización de su vida” que le permita operar las

nuevas demandas que le exige el ambiente. Visto de esta forma el solo acudir al terapeuta

representa en si la mejor forma que encontró la persona para re establecer la idea (aunque quizá no

muy clara) de que existe la esperanza.

La esperanza es llevar la visión de la persona al siguiente estadio de una manera estructurada y

profesional haciendo uso de la confianza que se ha depositado en nosotros para, juntos, construir un

“nuevo puerto”; ello no puede ser visualizado si el terapeuta no cuenta con una visión de la persona

(y del ser humano) como un ente lleno de posibilidades y de gran capacidad creadora en eso se basa

el poder de la esperanza.

Promover la esperanza es aceptar que parte del fundamento del terapeuta esta en dar a

la esperanza un lugar en donde terapeuta y paciente generen y practiquen estrategias

promotoras del cambio a nivel emocional, cognitivo y espiritual, pues la dirección de las

emociones deberá tener un objetivo de mejora en la forma de vida y también de la certeza

de que vale la pena ser vivida. Refirmar lo anterior le da a la profesión de ayuda una

característica humana con una visión trascendente, ya que los cambios en un ser humano,

incluyendo al terapeuta, generan una reconfiguración del campo de la realidad que

compartimos y más de uno modifica su actuar en el mundo; es decir cuando una madre,

agobiada por problemas emocionales, hace un cambio en la manera de vivenciar, organizar

y significar sus emociones su hijo organiza sus emociones y crece junto a ella; esta forma

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de trascendencia tiene un caris espiritual de esperanza en las nuevas generaciones. De

alguna manera cada terapeuta afecta y cambia el mundo.

20. Bajo una perspectiva constructivista la intención de la evaluación es la de

proporcionar al Consejero Profesional una mejor comprensión de la realidad del

consultante. ¿En sí, en qué consiste una evaluación integral constructiva y qué

aspectos se deben tomar en cuenta en el proceso de medición de los significados,

conducta, pensamiento y relaciones? Responda a esta pregunta después de leer el

capítulo tres de Michael Mahoney (2005).

Del mismo modo que la psicoterapia constructiva no es algo que se hace “para” un

cliente, la evaluación constructiva no es algo separado de la psicoterapia constructiva. Cada

encuentro es una oportunidad, tanto para el cliente como para el terapeuta, de examinar y

de experimentar creativamente con la experiencia que tiene el uno del otro, y de cómo su

interacción, aunque sea breve, se refleja en sus propias experiencias.

El principal objetivo de la evaluación constructiva es proporcionar al terapeuta una

mejor comprensión de qué se supone ser el cliente. Quiero saber cómo se experimenta a sí

mismo y a su mundo. Por la seguridad y la responsabilidad social, no sólo necesito evaluar

los riesgos inmediatos en términos de su salud o de su conducta, sino que también escucho

y busco cualquier aspecto que el cliente pueda sentir como que no va bien. Me resulta útil

entender el proceso continuo de la evaluación en relación con los cinco temas básicos del

constructivismo.

En el campo de la actividad, estoy interesado en los patrones cotidianos de los clientes.

¿Cómo es un día típico para él?, ¿Qué hace antes de nada? Etc. La atención es un aspecto

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importante dentro de un funcionamiento saludable. ¿A qué presta atención más

frecuentemente? ¿Está haciendo cosas que le gustaría no hacer?, etc. Algunas de estas

cuestiones se exploran a través de preguntas directas y de ejercicios para casa.

En el orden, se buscan los sistemas de significados que organizan la vida del cliente.

Intento entender su mundo, al menos por momentos, y trato de imaginar cómo es la vida

para él. ¿En qué dimensiones encuentra significado? Mientras describe sus preocupaciones

actuales, busco la estructura aparente de su vida (por ejemplo, rutinas diarias, papeles,

responsabilidades). Este foco de atención refleja el interés por determinar si ha habido

sentimientos de cambio en su orden vital. Por ejemplo, ¿quiere encontrar más sentido o un

sentido diferente a lo que está haciendo?, etc. Dados que las emociones son poderosos

organizadores de la experiencias, estoy muy atento a la presencia de las emociones y cómo

las comunica.

En el campo de la identidad personal o la mismidad, el foco de atención de la

evaluación gira en torno a la presentación que hace el cliente de sí mismo. Se puede

preguntar sobre cómo se siente con relación a sí mismo y a sus capacidades. El interés

principal es conseguir un sentido de su coherencia o estabilidad, así como de su capacidad

para experimentar desde una perspectiva diferente de sí mismo. Las respuestas preliminares

a preguntas como éstas se irán haciendo evidentes conforme se vaya desarrollando una

relación de confianza entre el cliente y el terapeuta.

Dentro de los procesos socio simbólicos busco y presto atención a los aspectos

relacionados con la confianza y con la comunicación abierta. Trato de ser sensible a las

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imágenes, metáforas y símbolos que los clientes utilizan para expresarse. Es necesario

aprender a escuchar y a hablar en su propio lenguaje.

El último tema básico del constructivismo es el que hace referencia al desarrollo, que

incluye y recuerda los cuatro temas básicos que le preceden. Estoy atento a las señales que

puede dar acerca de en qué punto de sus ciclos de experiencia se encuentra y qué es lo

primero que necesita de mí.

El espíritu de la evaluación constructiva es fundamentalmente creativo y, igual que

sucede con toda la psicoterapia constructiva, el objetivo principal es explorar y

experimentar al servicio del desarrollo de los clientes.

21. Describa brevemente las técnicas de centramiento tales como los ejercicios de

respiración, ejercicios de equilibrio corporal, la meditación y la relajación centrada.

Responda a esta pregunta después de leer el capítulo cuatro, el capítulo siete y los

Apéndices D, E, F, G, H, I, y J del libro de Michael Mahoney (2005).

Respiración. El centramiento es, esencialmente, un proceso relacionado con la

seguridad, la paz y el bienestar. La respiración es imprescindible para la vida. Está

relacionada con el ritmo del corazón, con la tensión muscular, con el estado de alerta, con

los niveles de energía y con la experiencia emocional.

Liberar la respiración consiste en inspirar profundamente, de una forma que resulte

cómoda, y después, en el punto más alto de la inspiración, liberar el aire con la boca y la

garganta abiertas.

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Ejercicios de equilibrio corporal. Permanezca de pie en una posición cómoda, con el

tronco y la cabeza erguida y las manos a los costados. Centre su mirada en algún objeto o

zona frente a usted y a la altura de sus ojos. Libere profundamente la respiración y relájese.

Inclinarse un poco hacia adelante hasta alcanzar el mayor ángulo posible. Permanecer un

par de segundos cerca de su punto de equilibrio más adelantado. Cambiar la dirección de la

inclinación y lentamente mover el peso del cuerpo hacia atrás permanecer un segundo en el

punto de equilibrio más inclinado hacia atrás, cambiar la dirección y repetir este ciclo al

menos tres veces. Emplear unos 10 segundos en cada dirección y balancearse hacia

adelante y hacia atrás. Por último, con los ojos abiertos o cerrados, detener el suave

movimiento de balanceo y permanecer cómodamente de pie e inmóvil.

Meditación. Elegir un lugar y un momento en el que se pueda estar solo/a, sentarse

cómodamente en una silla, las manos pueden permanecer dobladas sobre el regazo,

descansar en los brazos de la silla, dobladas en posición de rezo o colocadas sobre el

abdomen. Programar el reloj el tiempo necesario. Liberar la respiración lentamente varias

veces. Reducir el ritmo. Posar los ojos en una zona justo por debajo de usted. Seleccionar

alguna sensación que note cada vez que espira. Utilice esta sensación como un punto de

referencia para la atención. Contar en silencio y lentamente cada espiración. La atención irá

vagando hacia sus pensamientos, imágenes, sensaciones y sentimientos, donde puede

quedar enganchado pero donde también puede volver a su punto de referencia, a la

sensación elegida. Relajarse y cuando suene el reloj, liberar profundamente la respiración.

Relajación. Cerrar tranquilamente los ojos y concentrarse en el momento y en el

ejercicio. Liberar profundamente la respiración, inspirar profundamente hasta que los

pulmones estén llenos y, después, soltar el aire a su propio ritmo, sin forzarlo ni retenerlo.

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Suspirar varias veces, apartar preocupaciones y empezar a relajar los músculos desde la

frente hasta los pies. Liberar cualquier tensión que sienta en el cuerpo. Permanecer un

tiempo en este estado y comenzar a salir de él entrando en contacto nuevamente con su

mundo. (Okun, 2001)

21. ¿En qué consiste la construcción narrativa? Responda a esta pregunta después

de leer el capítulo seis de Michael Mahoney (2005)

Uno de los desarrollos más potentes de los últimos años en el campo de la psicoterapia

ha sido la comprensión de los seres humanos como la encarnación de historias y como

contadores de cuentos creativos. El “giro narrativo”, como se ha denominado, ha sido un

aspecto central del constructivismo. No somos simplemente los portadores o los vehículos

de nuestras vidas; también somos los autores. Escribimos cada momento en diferentes

niveles, no siendo conscientes por lo general de estar creando la historia en la que vivimos.

Todo ello significa, entre otras cosas, que la psicoterapia es, principalmente, un esfuerzo

por parte del terapeuta para ayudar al cliente a recuperar su autor-ía y a escribir unas

dimensiones diferentes y más plenas de su vida.

Brunner y Kalman sugieren que una narrativa es una interacción entre los siguientes

componentes: un personaje o personajes con algún grado de libertad, una acción o un curso

de acción que está en marcha, una meta hacia la que se dirige el personaje principal, unos

recursos, un /unos escenario/s y un problema o una serie de problemas que se han de

solucionar. Este problema suele resultar fundamental en la decisión de buscar ayuda

profesional. La función de la narrativa es dar significado a todo.

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La reconstrucción narrativa del significado es un proyecto de transformación que dura

toda la vida. No es algo que se termina en la psicoterapia, aunque se puede organizar y

acelerar notablemente en ese contexto. Las historias que nos contamos a nosotros mismos

son construcciones temporales de una vida que está en curso. Los ejercicios de revisión de

la vida son en sí mismos búsquedas de coherencia. El sí mismo representa el personaje

principal y, por lo tanto, tiene unos aspectos característicos. Se darán contrastes en el

desarrollo de una historia de vida.

22. El Dr. Michael Mahoney sugiere que el crecimiento humano no es posible en el

descuido de la dimensión espiritual de la persona. Él enfatiza que la psicoterapia en sí

misma no es más que el restablecimiento del espíritu. La espiritualidad incluye

aspectos tales como la conexión, intemporalidad, significado y sentido existencial,

gratitud, paz y esperanza. Un Consejero o Consejera Profesional puede ayudar a sus

consultantes en sus búsquedas espirituales de muchas maneras incluyendo el invitarlo

a tomar una pausa del ajetreo de la vida, a detenerse a escuchar los sonidos naturales,

a saborear la sencillez de la vida, a estar agradecido por la existencia, a expresar

alegría por la belleza de la vida, por la compasión, por el aprecio a los demás y a la

naturaleza, el celebrar el poder para ceder en la vida y por las relaciones, a proclamar

las buenas nuevas de la vida, a manifestar el deseo a servir y de constantemente

alabar. ¿Qué otras técnicas usted ofrecería y de qué forma? Responda a esta pregunta

después de leer el capítulo nueve y el Apéndice K del libro de Michael Mahoney

(2005).

Se puede contestar a la pregunta con el ejemplo siguiente:

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Le pedí a un cliente que anteriormente había relatado una escena de su niñez en donde

se sentía rechazado, pues era un “burro” y estaba constantemente en soledad (varón 46

años). Su conducta facial reflejaba rechazo cuando hablaba de si mismo como niño. Basado

en su historia le indique que me comente lo que guarda en su closet o qué es lo que hay en

su closet y me contesta que solo ropa…. Pero ínsito en más de 5 ocasiones y le pido que

revise cada una de sus gavetas. Su sorpresa fue máxima al recordar que tenía desde hace

años una serie de fotos y calificaciones… recordó las veces en que fue golpeado por no

poder escribir bien su nombre y hace un año su madre le dio todos esos recuerdos y los

“guardo” para olvidarlos. Le pedí que trasformara esa foto en donde sus amigos se burlaban

de él y le pedí que se tomara una nueva foto con sus amigos actuales, la enmarcara y atrás

de esa nueva foto pusiera la anterior. Además le solicité que buscará la forma de trasformar

esas calificaciones en otra cosa y que no importaba si se destruían… resolvió hacer una

maqueta con el papel, pues su profesión es arquitecto y quedo muy complacido, luego

hicimos una sesión de silla vacía e integramos al niño que en palabras de él… “ese niño que

era yo también era rechazado por mi”. A partir de esa sesión se sintió más relajado en la

relación con sus hijas (son unas niñas en edad escolar de primaria) y en la manera de vivir

los reclamos escolares.

23. Imagínese que usted tiene una cita con una Consejera Profesional quien le

pidió que llene el Informe de la experiencia personal para la primera consulta. Llene

el informe de la Experiencia Personal que se encuentra en el Apéndice C del libro de

Michael Mahoney (2005) y lo anexa a este cuestionario.

Ver anexo

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24. Brevemente mencione las recomendaciones que el Dr. Michael Mahoney

sugiere para el cuidado propio del profesional de la consejería y para una práctica

constructiva. Responda a esta pregunta después de leer los Apéndices M y N del libro

de Michael Mahoney (2005).

Recomendaciones para el cuidado propio del terapeuta

Tenga consideración de usted mismo/a; respete su propio proceso. Las

responsabilidades profesionales y las demandas de la vida presionarán para que se

exija demasiado y para que se muestre impaciente ante sí mismo y sus limitaciones.

Aprenda a relajarse, a encontrar un ritmo adecuado y a perdonarse.

Descanse adecuadamente. Aprenda a realizar siestas breves.

Póngase cómodo. Utilice ropa cómoda. Disfrute.

Muévase con frecuencia. Evite permanecer inmóvil realizando estiramientos suaves.

Elabore un ritual de transición para dejar el trabajo en la oficina.

Reciba masajes profesionales regularmente.

Valore la amistad y la intimidad con su familia.

Cultive su compromiso con la ayuda; honre el privilegio de nuestra profesión.

Pida y acepte consuelo, ayuda y consejo.

Desarrolle una red de apoyo entre sus colegas.

Diviértase.

Siga a su corazón y acoja su búsqueda espiritual

Recomendaciones para una práctica constructiva

Prepárese para cada sesión con una reflexión íntima.

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Honre la complejidad y la singularidad de cada cliente. No asuma que ya lo conoce.

Concédase a usted mismo/a y al cliente el permiso para no saber o para no

comprender por completo.

Permita que los clientes marquen el ritmo y respete su proceso.

Fomente (pero no fuerce) la expresión emocional.

Permítase y anímese a sentir emocionalmente durante la terapia.

Confíe en que sus clientes pueden resistir el sufrimiento y en que se verán

fortalecidos en ese proceso.

Enfatice la seguridad y ofrezca tanta estructuración como necesiten los clientes.

Afirme y fomente la experimentación y la exploración.

Enseñe la compasión, el perdón y el cuidado propio.

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cuestionario consejeria profesional

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