varios - cuentos de horror (pastiches de revistas)

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  • 8/22/2019 Varios - Cuentos de Horror (Pastiches de Revistas)

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    ESCALOFRIO PRESENTA CUENTOS DE HORRORVARIOS AUTORES

    HISTORIAS DE MEDIANOCHE

    Seleccin de Cuentos de Horror: de las publicaciones de la era Vrtice, Escalofros de los cmicsMarvel en Espaa y de Creepy segunda poca de Toutain Editor, y para finalizar un relato fantstico de Tales from the cryptpublicada originalmente en 1952.

    Relatos donde encontramos al conde Drcula, hombres-lobo y Voodoo entre

    otros.

    Contenido:ESCALOFRIO PRESENTA CUENTOS DE HORROR.......................2

    LOCURA BAJO UNA LUNA DE PLENO VERANO.........................................................................3YO FUI ANTAO UN HOMBRE AMABLE....................................................................................13CON EL ALBA LLEGA LA MUERTE..............................................................................................21EL PERFECTO HOMBRE VOODOO...............................................................................................32CONSERVA TU ATAUD SECO, NEVADA.....................................................................................38JIMMY YA NO VIVE AQUI..............................................................................................................42

    LUNA DE SANGRE...........................................................................................................................46HIJO DEL SOL....................................................................................................................................55ALGUNAS MUERTES SIN SENTIDO.............................................................................................71NASTASSJA III..................................................................................................................................78EL CONTRATO..................................................................................................................................81EL PRINCIPIO DEL FIN....................................................................................................................84TRAVELLERS....................................................................................................................................89

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    LOCURA BAJO UNA LUNA DE PLENO VERANOGerry Conway

    Aparece en Escalofri 26 Monsters Unleashed!1974

    Una historia del Hombre Lobo, por Gerry Conway

    SINOPSIS: En muchos aspectos, excepto uno, yo soy un adolescente como cualquier otro muchacho deCalifornia..., pero es esa excepcin la que me hace diferente. Algunos muchachos son tmidos con las chicas: otros tienendificultades con la trigonometra y los clculos superiores. Yo, soy un hombre lobo... un hombre lobo nocturno. Tres das de

    cada treinta, me crece vello en el cuerpo y colmillos en la boca, y un humor que no desearas ver en un sargento demarines. Todo se debe a una maldicin procedente de mi padre: pero esto es otra historia. La actual se refiere a un grupode tipos que se han apoderado de la casa de apartamentos en la que vivo... y cuando digo se han apoderado, quiero decirque SE HAN APODERADO. Han cortado los cables telefnicos y han hecho salir cuantos estaban en la Golden House (elnombre del lugar) al vestbulo de entrada... incluyndome a m, claro, la maana siguiente a una de mis transformacionesmensuales en hombre lobo. Naturalmente, no poda pensar en atacar yo slo, a una docena de tipos musculosos: puedo serloco como adolescente, pero no suicida. El problema es que slo haba pasado UNA de las tres noches de lunamensuales... y la segunda se estaba acercando, y no demasiado lentamente. Lo que me preocupa es: si los tipos estnaqu cuando salga la luna, soy capaz de atacar con las manos desnudas... y si ellos se marchan ANTES de salir la luna, ellono podr ser bueno para la colectividad de vecinos mos supervivientes ni para m mismo, puesto que los tipos en cuestinno querrn dejar testigos de sus hazaas para qu les compliquen la vida... y para que los lleven a un tribunal.Francamente, no s qu esperar; slo s esto...

    Que la segunda noche va a ser un infierno.

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    PARTE DOS

    Ponindome cmodo en el sof del centro del vestbulo, hice una seal a ClaryWinter para que viniese a mi lado. Ella ech una mirada nerviosa en direccin aunos bandidos que estaban de pie junto a una ventana, pero no parecanobservarnos a nosotros, de modo que la chica se sent a mi lado, mientras seapartaba de los ojos el cabello rojo. Me toc una magulladura del hombro,producto de un golpe que me haba dado el jefe de los bandidos, Baldy.

    Quieres algo? Ver si me dejan ir a la cocina a buscar ms hielo.Estoy bien, Clary contest. He pasado las ltimas horas pensando, y creo

    haber encontrado un modo de salir de este lo. Es arriesgado, y si lo descubrenpuede salir mal..., pero hay una posibilidad de que funcione.

    Qu es, Jack? pregunt dirigindome esa mirada abierta suya, y yo sonre,a pesar del dolor que me causaba la mandbula negra y amoratada.

    Crear una distraccin. Iniciar una pelea con uno de los tipos, quizs ese aquien Baldy llama Boxeador, y mientras yo doy el espectculo, podrs correr

    hacia la salida lateral. Con un poco de suerte...Vas a hacerte matar concluy ella. No, Jack Russell, no lo har. Su bocase cerr con una lnea firme. La ltima paliza que has recibido puede haberte rotoalgunas costillas. No dejar que te den otra.

    Quin ha dicho que he recibido una paliza? pregunt inocentemente.Podra "salir vencedor, "sabes?

    Y todos podramos convertirnos en mosquitos y refugiarnos en los muebles,pero probablemente no ser as, y t, probablemente...

    Se interrumpi y volvi la cabeza, al or la conmocin del exterior. Se oanvoces que gritaban, y el inconfundible ruido de puos al golpear carne, y unmomento ms tarde entraron en el vestbulo tres granujas llevando a un hombre

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    sobre los hombros. Lo arrojaron sobre la alfombra y se retiraron, mostrando losennegrecidos dientes al sonrer, y echando una buena mirada a todos los queestbamos en el vestbulo antes de salir, al exterior por las puertas cristaleras.Clary y yo nos acercamos a la figura que yaca al lado de la mesita del caf. TinaSands, la dama que dirige la Golden House, se uni a nosotros. Dimos vuelta alhombre, y no nos sorprendi en absoluto ver que era Coker, el estudiante negrocuyo apartamento estaba cerca del mo. Yo haba reconocido ya su voz cuandogritaba. Coker tiene uno de esos tonos de voz irritantemente arrogantes que no

    se olvidan con facilidad. Lo que me sorprendi fue su aspecto. Tena las ropasdesgarradas como s se hubiese encontrado en una colisin de coches, y su pieltena una serie de cortes como los que uno se hace al correr entre los matorralesde un bosque. Haba barro en las suelas de su calzado y en su cabello, y se levean marcas sucias en el pecho, y algo de color rojizo en las uas. En resumen,estaba hecho una desgracia. Lo levantamos y lo pusimos en el sof donde haba estado yo antes. Sam la rubiacompaera de habitacin de Clary fue al lavabo donde moj una tela y la aplic a la frente de Coker. El parpade,murmur algo incoherentemente, y despus se sent para mirar aturdidamente en torno suyo.

    Puede saberse qu te han hecho? pregunt Sam, con su voz aguda.Mirando con lentitud, y al darse cuenta de dnde estaba y en qu condicin, la

    expresin de Coker pas de aturdimiento a enojo, con inesperada rapidez.No es asunto tuyo dijo speramente. No eres mi condenada niera. No lo

    sois ninguno de vosotros.Y sin decir ms, se puso de pie y march hacia el extremo lejano del vestbulo.

    Los dems que estaban all, la mayora personas de nuestra edad y mayores, lomiraron a l y despus nos miraron a nosotros; Clary se encogi de hombros. Tinay Sam movieron la cabeza, y yo solt un gruido de disgusto y me dej caer denuevo en el sof.

    Un tipo amistoso, verdad? dije. El y Baldy pueden formar una buena pareja.Jack dijo Tina, qu supones que quieren de nosotros?Lo nico que puedo decir es que Coker quiere que le dejemos en paz. Esto es

    evidente.No hablo de Coker; a l ya le comprendo. Me refiero al calvo, a ese Kingston...

    qu quiere, Jack? Se ha llevado todo lo que tenamos de valor, todo lo que ha podido cargar en las motos...qu ms puede querer?

    Honestamente, Tina, no lo s.A decir verdad, no era ms que una mentira, porque yo tena una sospecha de lo que

    quera Baldy Kingston...

    Pero en aquel momento, yo no deseaba pensar en ello; creedme, tena otrospensamientos en la mente, ms espantosos. Estaba asustado por m, porquenunca me haba gustado convertirme en hombre lobo... y faltaban slo dos horaspara salir la luna.

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    SEGUNDA NOCHE

    Dos cosas ocurrieron casi simultneamente, slo con unos diez minutos deseparacin. En casos como ste, unos pocos minutos son cruciales, y una sextaparte de hora puede pasar como unos breves segundos, casi sin que uno se dcuenta de que ha transcurrido. Yo haba intentado durante horas convencer a una mujer de que escapasemientras yo creaba una distraccin, pero ninguna de ellas haba querido arriesgar mi vida. No se daban cuenta de quearriesgaban las suyas propias al negarse, porque cuando yo me convirtiera en hombre lobo no distinguira a amigos ni aenemigos... slo vera vctimas, y slo con una mezcla de suerte y fuerza de voluntad me impedira atacar a un amigo en talsituacin, y era locura pensar que dicha mezcla se producira. No hace falta decir que yo estaba muy deprimido a la hora deponerse el sol. Cuando las sombras se alargaron en el vestbulo, vi que mi propia vida se acortaba... y tambin las vidas dealgunos de mis mejores amigos. ,

    Aparentemente, yo no era el nico que se senta abatido. Coker, sentado en unrincn y mirando fuera haca la puesta del sol californiano en la cercana playa, erala imagen de la introversin. Con el puo debajo de la barbilla y el codo en larodilla, miraba como hipnotizado la tonalidad rojiza y amarillenta del sol poniente;algunos de los que estaban en el vestbulo haban intentado hablar con l durantela ltima hora, pero os haba ignorado como si fuesen insectos. Yo admir sufrialdad. No me senta inclinado a este modo de ser, pero no podemos nacer todoscon la misma personalidad, no es cierto?

    Como he dicho, sucedieron dos cosas simultneamente. Primero, los bandidosentraron en el vestbulo y se plantaron delante de nosotros formando semicrculo. Baldy estabaen el centro, con los brazos cruzados sobre el pecho desnudo, con el afeitado crneo brillndole a la luz y los ojos pequeos

    y oscuros hundidos profundamente en las cuencas. Mostr los dientes, y se volvi para hablar al que estaba a su lado:De cul te quieres encargar primero, Boxeador?Boxeador, un tipo grueso con chaqueta de cuero y cadenas, lanz el pulgar

    hacia m, y despus hacia Coker.Esos dos, Kingston. Nos fastidiaron cuando entramos aqu; hemos de darles

    su merecido por esto, antes de hacernos cargo de los dems, comprendes?S dijo Baldy, asintiendo lentamente con la cabeza. Los msculos de debajo de su barbilla se abultaron al

    hacer el movimiento: S, lo comprendo. Vamos a disfrutar. Esos muchachos van a pasar un poco de dolor. S. Me seal am: Hazlo poner de pie. Y tambin al otro. Los quiero tener fuera, en la arena sonri, para que no ensucien esta bonitaalfombra nueva.

    Riendo, retrocedi unos pasos y dej que sus dos secuaces ms grandesavanzaran hacia m.

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    He dicho que avanzaron; al principio, no dieron ningn golpe.El ms cercano a m cay cuando le pegu un puetazo en el vientre. Not que

    se le hunda la barriga bajo mis nudillos, y a continuacin le solt otro golpe en elplexo solar, con lo cual perdi el equilibrio y fue a dar con la barbilla contra el borde de cristal de la mesita del caf. Elcristal se rompi. Yo lament que no se hubiese roto su barbilla.

    El otro tipo avanz hacia m por un costado. Me agach cuando lanz un golpe,y consegu soltarle dos contra la nuez del cuello. Se tambale hacia atrs,buscando aire para respirar. Yo ataqu de nuevo con un puetazo a la cara, y acontinuacin un gancho que lo levant del suelo y lo hizo caer a poca distancia delos pies de Coker. En aquel momento, Coker y yo nos miramos uno al otro, y creoque capt un asomo de sonrisa de aprobacin en sus labios...

    ...mientras oa los fuertes latidos de mi propio corazn, y me senta envueltopor un ruido ensordecedor.

    * * *

    Despert diez minutos ms tarde, y se produjo la segunda de las dos cosas deque he hablado; la luna se estaba empezando a alzar sobre el acuoso horizonte.

    Yo estaba tendido de estmago, con la boca llena de arena de la playa, y en micabeza resonaban ecos que hubieran enorgullecido a una concha marina. Alguienestaba sentado encima de m espalda; se levant cuando yo gru, y un pie megolpe fuertemente un costado. Me volv y mir arriba. De pie a poca distancia,con las manos en las caderas, estaba Baldy con mirada maligna, necesitando slo un anillo en la orejapara completar la imagen de un pirata. Ms all, pude ver la espumeante superficie del agua que saltaba sobre la playa, yms all an, el ocano Pacfico... y por encima del ocano el plido crculo de la luna que se alzaba. No haba nadie mscerca de nosotros, pero pude or voces procedentes de una duna cercana. Baldy capt mi mirada en direccin a la duna, ysolt una risotada.

    No recibirs ayuda alguna de tu camarada negro me dijo. El Boxeador va aencargarse de l, como yo voy a encargarme de ti.

    Y los dems? Quin va a encargarse de ellos?Nosotros contest el calvo. Danos tiempo. Una hora; es todo lo que se va

    a necesitar, una hora, y nadie nos fastidiar ms, ni nadie ir a decir a la policaquin les ha despedazado, ni nadie vivir para recordar nuestras caras... No serisms que un montn de cuerpos muertos, esto es todo

    Debes haber tenido una infancia muy piojosa, amigo.l se encogi de hombros.No tan mala. Slo que voy a solucionar esto, como hace el poder, entiendes?El poder golpea a la gente?

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    Capta esto dijo Baldy . Es as: en los tiempos actuales, todo el mundo pertenece a alguien; todo elmundo tiene un nmero, un sitio donde estar. Nadie se pertenece a s mismo, vas captando? Excepto nosotros. Nosotrosno pertenecemos a nadie, y en esto est nuestro poder.

    Yo mir ms all de su hombro. La luna, un agujero blanco en la oscuridad del cielo,me miraba a m. Me sent hundido en ella y, por una vez... no me resist.

    Hablas del poder, Kingston dije. Yo te ensear qu es el poder... unpoder no muy agradable... pero probablemente el nico que eres capaz decomprender.

    Solt algo despectivo y empez a quitarse la cadena que llevaba comocinturn. Tena ms de un metro de longitud, y los eslabones de acero brillaroncuando la agit probndola contra la arena de sus pies, que hizo saltar por el aire.

    Esto es algo que vas a comprender T dijo, hasta que te mate.Al decir esto me mir... y su boca se qued abierta mientras se le escapaba un

    grito de agudo y puro terror.El cambio haba empezado.Para m, era volver a una pesadilla que ya me era familiar.

    * * *

    Al principio fue como si todo mi cuerpo estuviese encendido. Not la piel como

    si se desprendiese de mis brazos y piernas, y la carne de debajo irrumpiese enllamas. Me agit en la arena, pataleando y gruendo con la agona de la maldicin queobraba en m. A travs de una neblina, pude ver las facciones contorsionadas de Baldy, y pudeor su grito, y cuando mi mirada borrosa enfoc mi propio cuerpo, pude ver lo que vea l: mi pecho y mi estmago seproyectaban hacia afuera y un vello oscuro estaba llenando mi piel. Not tambin presin en la boca, procedente de lasencas; un dolor un dolor cegador me recorri toda la cara mientras brotaban los colmillos, y de mi boca sali un rugidoanimal. Rug y me puse de pie, agachado adelante, en postura bestial. Me mir las manos y vi las garras en lo que anteshaban sido mis dedos, y supe que la transformacin se haba completado. La segunda noche acababa de empezar; lasegunda de las tres mensuales... y yo volva a ser un hombre lobo.

    Baldy Kingston dio un paso atrs, arrastrando los pies por la arena. Agit la cadena delante suyo, y se forzvisiblemente a mantener la calma.

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    No s cmo has hecho esto susurr roncamente, pero no me importa. Voya acabar contigo pese a ese aspecto de monstruo de pelcula de terror... Voy aacabar contigo, de todos modos.

    En alguna parte de mi mente animal que todava conservaba comprensinhumana, las palabras de Baldy tuvieron sentido... y me asustaron,porque eran evidentemente laspalabras de un hombre lleno de pnico, y los hombres como Baldy son peligrosos cuando estn llenosde pnico. Pero el hombre lobo no lo comprendi en absoluto; y el hombre lobo era el que llevaba el control y no JackRussell... por lo cual salt adelante, levantando arena con los pies, y me lanc hacia l salvando los dos metros de distanciaque nos separaban. Baldy grit, agit la cadena... y conectamos.

    Cay debajo de m y rodamos por el agua, haciendo saltar arena mojada,mientras dbamos vueltas y ms vueltas. Not su rodilla antes de que megolpeara con ella la ingle, me retorc y recib el golpe en el muslo. Baldy gru y preparun nuevo ataque. Yo pude salir de debajo suyo, dentro del agua, a medio metro de distancia. Hubo un aturdimientomomentneo cuando mi cabeza choc contra una roca sumergida; despus me pas, y pude ver a Baldy viniendo hacia m,agitando la cadena, dispuesto a golpear. Pude justo evitarla. La cadena cay chapoteando en el agua prxima a la orilla.Baldy rugi y se volvi para encararse nuevamente conmigo.

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    No dejar que te acerques ms a m dijo con voz rasposa. No te daroportunidad de araarme con esas uas. Voy a convertirte en pulpa desde aqu.Mira, y podrs ver cmo lo hago.

    La cadena avanz hacia m, y antes de que yo pudiera retroceder el eslabn delextremo me acert en el pecho. Me tambale, llevndome una mano a la lnea de

    sangre, y mirando sin comprender la sangre que corra por m mano.Ahora dijo Baldy, ahora vamos a ver...Yo le mir, gruendo. El dolor del pecho era como un fuego en mi cerebro, y me

    produca un furor de locura... de locura animal. Sin pensarlo ni un momento, mearroj hacia l...

    Y me tuve que apartar, porque el hombro me punzaba despus de otro golpede cadena.

    Ah, no te resulta fcil, verdad? Ni te lo va a ser. Te abatir... dijo, y lacadena silb de nuevo en el aire, a pocos centmetros de mi mejilla. Te voy adestrozar.

    Yo no esper a ver si poda hacerlo. La bestia que haba dentro de m no gozaba

    con aquella lucha desigual; quera buscar un terreno ms igualado, y por esto sevolvi y salt haca la duna ms cercana, acaricindose el hombro que Baldy habalastimado.

    Detrs mo, Baldy se ri y ech a correr, agitando otra vez la cadena por encima de su cabeza, como si fuese unlazo de acero. Estaba sobre mis talones cuando yo llegu a la duna me pareci que slo a un palmo de distanciacuando yo me arroj al suelo. La cadena silb. Algo golpe mi crneo. Y yo qued en la inconsciencia.

    Lo que ocurri despus siempre lo he recordado y lo recordar mientras viva...aunque creo que no podr vivir mucho en estas condiciones.

    Al caer vi en el suelo una figura tendida, a una distancia mxima de un par demetros de m. Apenas tuve tiempo de ver el brillo del cuero negro, la abultadabarriga del hombre al que conoca como el Boxeador, y luego las luces fueronoscurecindose en mi cerebro y qued inconsciente durante los pocos segundos

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    que siguieron. Pero, en el instante anterior a mi desvanecimiento, pude hacermecargo de la totalidad de la escena que estaba delante de m, y estoy seguro dedos cosas: era el Boxeador el que estaba cado sobre la arena, con la gargantaconvertida en una masa sanguinolenta, y las manos extendidas como si intentaseempujar algo o a alguien lejos de s. Y haba alguien de pie ante l, alguien queestaba medio agachado, con los negros ojos brillando a la luz de la luna. Ms allde esto, no pude estar seguro, pero no vi a Coker o por lo menos a nadie aquien pudiera reconocer como Coker pero quizs esto era debido a que yo lo

    haba dejado sin sentido. Todo lo que puedo asegurar es esto: el Boxeador estabamuerto, y la cosa que estaba agachada delante suyo tena ms de animal que dehombre... y podis sacar de esto las consecuencias que queris.

    Otra cosa: antes de que cayera sobre m la cortina de oscuridad, o un ruidoque no olvidar fcilmente. Un ruido prolongado y bajo, como el gemido delviento a travs de un grupo de rboles... o algo que slo se puede identificar conun ruido salvaje. Pero se trataba de un grito; del largo y arrastrado grito demuerte de un hombre. S que no puedo estar seguro, pero casi lo estoy, y ajuzgar por lo que vi al da siguiente, debi ser el grito de muerte de Baldy.

    Aunque, como he dicho, no lo podra jurar. Entonces ya estaba yo dormido a fondo.La maana lleg como siempre llega para m despus de una noche de haber

    sido hombre lobo: como una cicatriz larga y sangrienta a travs del cielo, soltandoluz dorada sobre mis fatigados miembros y trayendo los ruidos de la vida, que yo habapensado que no volvera a or. Esta vez haba adems agona, procedente del dolor en labase del crneo, donde la cadena de Baldy haba contribuido tanto a dejarme dormido. Abr los ojos, gruendo,y mir al cielo increblemente azul del amanecer. Se oan ruidos que llegaban hasta m de todas direcciones, el ruidodistante del trfico en la carretera principal, el ms cercano de las olas sobre la playa y entre ellos el murmullo de vocesde personas que hablaban, acercndose de la direccin de la Golden House.

    Est all, donde yo dije que estara.Ignorando el dolor que senta entre los ojos, me incorpor con una mano

    apoyada en la arena y mir a las personas que venan hacia m. Eran Tina, Clary ySam, y seis o siete personas ms, a todas las cuales yo conoca, ms lo quepareca ser un ejrcito de policas, con los cascos brillando a la luz del sol, y las

    insignias brillando en sus pechos como espejos. Alguien ms iba tambin conellos, guindoles. Era Coker. Tena tan mal aspecto como yo mismo, tena cortesen los ojos, una magulladura amoratada en la mandbula, y sus ropas estabasms destrozadas an que cuando yo le haba visto por ltima vez. Pero os diruna cosa... casi sonrea.

    Coker era el que haba hablado, y Coker fue el que ahora dijo:Como le dije, agente... muertos los dos. Parece como si les hubiera atacado

    un animal salvaje, verdad?

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    Uno de los policas gru, y mir algo que estaba en el suelo cerca de m. Yomir en la misma direccin y vi a Baldy tendido, a pocos centmetros de mi mano izquierda. O lo quequedaba de Baldy. Coker haba dicho algo respecto a un animal salvaje; y era comprensible. Baldy estaba destrozado.

    Y, tambin, completamente muerto.Jack, ests bien? Te hicieron mucho dao?Clary se arrodill a mi lado, con expresin de pena en los ojos. Sin duda yo

    tena muy mal aspecto, a juzgar por cmo me miraba. Las cadenas le puedenhacer esto a uno. El pecho todava me sangraba, y tena una gran hinchazn en labase del crneo, y el hombro me dola a no poder ms, pero aparte de todo estoyo me senta grande. Se lo dije a ella, y sonri dbilmente y se apret contra m. Esto me gust.

    Lo que no comprendo es por qu no nos ha venido a llamar ms pronto elpolica le estaba diciendo a Coker. A estos tipos parece que los mataron aprimera hora de la noche, y usted no ha aparecido en el puesto hasta hace unahora. Han te nido suerte de que los compinches de Kingston no les mataran atodos en la casa, en vez de sacarlos aqu como hicieron...

    Ya le he explicado todo esto, agente; no volv en m hasta el amanecer. Loque atac a esos dos hombres nos debi atacar tambin al seor Russell y a m... y, simplemente, hemostenido suerte de escapar con vida dijo Coker. Hizo una mueca, con aquella expresin desaprobadora que yo conoca tanbien. En cuanto a lo que les poda haber pasado a todos le aseguro que a m me tena sin cuidado.

    Con esto desapareci de la escena y march en direccin a nuestra casa de

    apartamentos. El polica que haba hablado con l le estuvo mirando,evidentemente enojado. Se volvi hacia nosotros, y pregunt:Siempre es as?Yo pens en ello durante un momento, y luego me re.La mayora de las veces dije, teniendo estrechada a Clary. Y algunas

    veces, an es peor A veces me pone furioso.Me gustara verlo dijo el polica.Qudese por aqu y lo ver repliqu.Despus de esto hubo quietud en la tercera noche... y para m, quedaba todava una noche de infierno.Tres noches al mes. No resulto una persona demasiado agradable.

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    YO FUI ANTAO UN HOMBRE AMABLEChrs Claremont

    Aparece en Escalofri 11 Drcula Lives!1974

    Nota del editor: El siguiente escrito est entresacado de los documentos VanHelsing, escritos por Abraham van Helsing y donados a la Oxford Union Library enenero de 1973 por la nieta del profesor Rachel y transcritos por Chrs Claremont.

    Yo soy Van Helsing.Abraham Van Helsing, de Rotterdam. Herr Dekter Van Helsing, de la

    Universidad de Leyden. Profesor Van Helsing del Trinity College, Universidad de Oxford. Y, finalmente, y lo ms absurdo de todo. Barn VanHelsing de Bistritz, en la comarca de Wallachia, una tierra abandonada de un imperio decadente. Barn. Completo, con mansin y terrenos, aunque jamsdorm en esa mansin.

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    Sin embargo. Elisabeth si Mi esposa de treinta y seis das. Mi esbelta y morenay gentil esposa.

    La enterraron en la cripta de la mansin hace tres das y desde entonces estoy aqu, a la espera.Aguardando y vigilando, esperando que la pesada puerta de la cripta se abra con un crujido. Rezando al cielo que haya slo empezado a creer en lo que nosuceder.

    Y pronto ser medianoche.

    Hace una hora que sali la luna, luna llena, pendiendo gorda y rechoncha sobrelos picachos de levante, mirando el espectculo nocturno como algn Nerncelestial, impaciente porque empiecen los juegos.

    Los aldeanos de Bistritz dicen que en luna llena sale el hombre lobo, pero yo nohe odo aullidos de lobo esta noche, ni animales ni de los otros. No he odo nada en absoluto Ojal lo hubiese odo: este silencio destroza ms los nerviosque el clamor de cualquier manada que sale de caza Por lo menos los lobos son enemigos a los que puedes ver y contra los que puedes luchar.

    Enemigos.Y qu falta me hacen los enemigos? Qu me importan 1 Soy un universitario, un profesor de

    antropologa y filosofa (secular y cannica). Y, sin embargo, aqu estoy sentado, rodeado por todas partes de altas losas de granito porque as es ms difcildefenderse, segn se me ha dicho un revlver de la caballera americana metido en mi cintura, una pesada escopeta entre los brazos, colgndome del cuellouna cruz de oro. A mi lado est una ballesta, una flecha de espino blanco bendito, una bolsa conteniendo ms estacas y una maza, al lado mismo.

    He venido bien preparado; una larga discusin con el obispo local me informde lo que necesitaba saber

    Pero esto es el fin de todo Qu hay del principio?

    Qu hay en verdad?Das despus de que Elisabeth y yo nos cassemos, recib una carta de unafirma de abogados de Viena, dicindome que un pariente lejano de Wallachia habamuerto, nombrndome su nico heredero. De estas tierras, de su fortuna y de su ttulo. No haba mucho terreno. Pronto lo descubr e incluso menos fortuna,pero el ttulo era legtimo: y quin era yo para despreciar la oportunidad de convertirme en barn Van Helsing?

    Asque Elisabeth y yo cambiamos nuestros planes para luna de miel y tomamos el coche hacia el este de Viena, en direccin a Budapest, luego despidindonos de nuestros amigos, con los que nos reuniramos dentro de quince das en nuestra mansin (cielos, cunto disfrutaba Elisabeth pensando enque iba a ser baronesa!) partimos para Bistritz. El viaje fue duro, el pas es increblemente spero, resulta fcil comprender por qu los turcos tuvieron tantasdificultades luchando contra las fuerzas nativas del prncipe Vlad. El prncipe tena tres nombres, se me dijo, ninguno de ellos agradable, ni repetible en ciertacompaa. Uno de ellos es Drcula.

    Drcula.Siempre recordar ese nombre.

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    Tuve que resolver algunos asuntos en Bistritz otra larga y aburridaconferencia con los abogados del finado barn y se sugiri que Elisabeth tomase un carruaje que la llevase a la mansin, para preparar las cosaspara la noche Estuve de acuerdo y ella me dio un beso, en pblico, con una maliciosa sonrisa inglesa en su rostro ligeramente moreno La devolv el beso,ignorando ambos las miradas de sorpresa y las exclamaciones emitidas por los aldeanos.

    Pronto, demasiado pronto, se fue y yo me qued con los abogados Uno de ellos tema una coleccin deartefactos magiares y mosaicos entre ellos de la poca de los hunos de cuando Roma atraves los Balcanes y me invit a su casa para que los viese El marido

    que haba en m dijo que no, el antroplogo, por lo contrario, si, este ltimo venci. El abogado y yo tuvimos una charla agradable; tena una estupenda bodega.Era ya tarde cuando part para la mansin, slo, en uno de los caballos delabogado La noche era oscura, el bosque negro bajo un cielo sin luna tambinnegro y me encontr temblando de fri que nada tena que ver con el amargoinvierno que me rodeaba Por instinto, palp el revlver Colt que mi hermano Boris me habaenviado desde Amrica. Pero no haba riada contra lo que disparar y me re de mi locura.

    Sin embargo, not que algo andaba mal, muy mal; espole al caballo y le hice apretar el paso.Cuando me aproxim en la mansin no haba ninguna luz, slo el sonido de los cascos de mi caballo en el empedrado del patio eslo que se perciba. Empuaba el revlver mientras cruzaba la puerta, montndolo al adentrarme en la casa. Me detuve en el vestbulo; el silencio eraensordecedor.

    Di unos cuantos pasos y tropec con algo, el revlver se dispar con unadetonacin ridculamente fuerte. Sin embargo. segua sin percibir otro sonido

    Creyndome el mayor loco del mundo, reaccion y encend una cerilla. Habacerca un candelabro; slo tard un segundo en encenderlo. Haba tropezado conun cuerpo, era un viejo Le mir con rapidez estaba muerto extrandome las seales de su cuello, la curiosa triple x quepareca quemada por debajo de ellas. Record alguno de los tratados eclesisticos que leyera en Pars, 'uno de ellos escrito por un sacerdote llamado AgustnCalmet; mencionaba ciertas criaturas que vagaban por la Europa del Este Criaturas con forma humana pero que acechaban de noche, buscando presashumanas y las mataban con una mordedura en el cuello, sorbiendo la sangre de sus vctimas. Criaturas que l llamaba vampiros.

  • 8/22/2019 Varios - Cuentos de Horror (Pastiches de Revistas)

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    Con un miedo que congelaba mi alma, casi al borde del pnico, recorr la casacomo un loco, pronunciando el nombre de Elisabeth. Encontr siete cuerpos ms, todos de criados. Pero no aElisabeth.

    Llegu a Bistritz cuando amaneca, era una maana extraamente hermosa eneste segundo da de febrero: la Candelaria, uno de los cuatro das festivos delcalendario satnico. Durante todo el da persegu a los raptores de Elisabeth ydescubr en m un sentido de lo implacable que ignoraba poseer. Incluso ahora, me da asco pensar en alguna de las cosas que dije e hice...

    Para encontrar a aquellos que se haban llevado a mi esposa, me rebaj a sunivel, me convert, durante algn tiempo, en uno de ellos (en espritu aunque no

    en forma); algo que nunca volver a repetir.

    Al final, averig cuanto quera saber.Se les llamaban los Hijos de Judas, era un grupo de vampiros marcado por la

    belleza inhumana de sus rasgos y por el color curioso de su cabello; ste era rojo,

    con un tono profundo y slido color sangre. Acechaban en las montaas. cayendosobre los confiados viajeros, matndoles como enormes sanguijuelas y marcandolos cadveres con tres X, el precio de la sangre. El nmero de monedas que Judasrecibi por la vida de su Maestro.

    Estos monstruos tambin tenan un maestro, segn descubr; un boyar, local,un conde que llevaba el nombre de Drcula (quizs un descendiente delsanguinario prncipe del mismo apellido; no lo s. ni me importa).

    Uno de los jvenes del pueblo me indic dnde estaba el lugar secreto en elque el grupo celebraba sus aquelarres. Me prepar con rapidez y part al caer latarde, armado y preparado para cualquier cosa. Buscando pelea. SI no poda salvara Elisabeth, morira con ella

    La memoria del muchacho era defectuosa, su descripcin no del todo exacta;emple ms tiempo de lo que esperaba para encontrar el emplazamiento dellugar. Ya estaban celebrando la Misa Negra cuando llegu, treinta esclavizantesanimales con aspecto humano retorcindose de manera profana en un pequeo claro. Haba un altar en el extremo lejano, cerca de los rboles,oscuro, en granito labrado; encima estaba encadenada Elisabeth, desnuda, el miedo pona tenso su cuerpo, mantenindola muy rgida. Y an haba otrapersona.

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    Era un hombre alto, extraordinariamente delgado para su altura, con el portenatural y majestuoso del que ha nacido para vestir ricos ropajes. Pero su porte erael natural de un rey en la jungla un jefe del "veldt" africano, un matador deballenas de los mares rticos no de un ser humano. Era la encarnacin delpredador mientras se plantaba contemplando la ceremonia, muy por encima yapartado del ritual, su piel, con su palidez mortal, destacando en contrasteabsoluto con los tonos negros de su ropaje.

    Entonces no saba contra quin luchaba; el cielo me proteja, porqu pens quelas leyendas eran simples historias, que aquellos eran fanticos dementes,enloquecidos adoradores ms dignos de compasin que de odio o de desprecio.En mi arrogancia, con mis armas v mi amor a Elisabeth, crepoder dominarles.

    Sal de mi escondite y avanc por el claro, la escopeta preparada mientras lesordenaba que cesasen con esta abominacin de ceremonia y soltaran a miesposa. El hombre alto se limit a sonrer e hizo un gesto para que continuasenDe nuevo, volv a gritar y otra vez sonri Segu adelante.

    Uno de los participantes salt hacia m y yo le dispar desde cerca, lanzndole hasta el centro del claro Apunt con elarma al hombre alto, slo para enfrentarme con aquella condenada sonrisa mientras sealaba al hombre al que acababa de disparar Mir y por poco lanc un

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    grito de sorpresa y terror El hombre deba estar muerto le haba volado la mitad del pecho: era preciso que estuviera muerto pero se pona en pie y veniahacia m, como si nada hubiese ocurrido! |Todos venan hacia mil Ahora el hombre alto se rea. Elisabeth me gritaba mientras l se inclinaba hacia ella. Volv adisparar, utilic la escopeta como masa, saqu mi pistola y la emple. Y Elisabeth ahora gema, gema con un placer obsceno que me puso frentico. Trat dellegar hasta ella, pero lo nico que pude ver fueron colmillos brillantes y brazos crispados y aquellos rostros hermosos e inemotivos.

    Cielos, cmo trat de llegar hasta ella!Entonces vinieron los sacerdotes, sacerdotes y soldados. Saban lo que hacer

    mientras sus cruces hacan retroceder a los practicantes, quemando con sucontacto a cualquiera de aquellos malvados que no se movan lo bastante rpidos Los soldados llevabanpicas de espino blanco y los pocos vampiros incapaces de huir y salvarse en el bosque eran empalados, las cabezas se las cortaron Fue un asunto horrendo,siniestro; vomit ms de una vez.

    Despacio, sabiendo lo que encontrara, temindolo, avanc hacia el altarElisabeth estaba tan fra como la piedra, las marcas de los colmillos con unreguerito de sangre saliendo de ellas toda la que le quedaba destacabancontra la pura blancura de su piel

    Estaba muertaLos sacerdotes quisieron empalarla y decapitarla, pero yo no se lo permit,

    preparado en mi locura, a luchar contra ellos con todas mis fuerzas, al igual queluchara contra los vampiros. Yo no quera creer lo que saba que era cierto; nopoda. De mala gana, me dejaron' enterrarla en la cripta de la mansin.

    Eso fue hace tres das y llevo esperando aqu desde entonces. Segn laleyenda, los que recibieron el beso de la maldicin vamprica se levantarn la tercera noche despus de sumuerte, para caminar con nocturnidad y temer a la luz del da. Para cazar. Para matar.

    Esta noche.Ahora.El atad haba sido sellado con los sellos ms fuertes que se conocan, sin embargo se libert. La cripta estaba cerrada con fuertes cerrojos; sin

    embargo ella los abri tan fcilmente como yo derribara un castillo de naipes. Durante un momento, se plant all y dej que la luz de la luna acariciara. Avanzde manera sedosa debajo de su camisn, un suave gruido y xtasis saliendo de su garganta, sus colmillos vrgenes brillando con ansia, con profana lucidez.

    La llam.

    Gir en redondo, riendo al verme, hacindome gestos, ofrecindome su cuerpo.Hasta que avanc hacia la luz y vio la cruz que yo llevaba Retrocedi, silbando dedolor como un animal herido. Trot y cambi de forma, pero tambin estabapreparado para eso: el aire estaba cargado con el incienso, el incienso sagrado bendito por el obispo. Al cabo de un momento, quedparalizada, desvalida.

    Me gru mientras me arrodillaba a su lado, su gruido convirtindose en ungemido lastimero mientras sacaba de la bolsa la estaca. Coloqu una segundacruz sobre su pecho, tratando de no or sus gritos, puesto que la quemaba comosi fuese cido. Tom la estaca con una mano, el mazo en la otra.

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    Un golpe, haba dicho el obispo, uno y no ms, de otro modo volvera a vivir.Se realiz con rapidez.Necesit hasta la maana para hacer acopio de valor y decapitarla Pero

    eventualmente, eso tambin estuvo hecho. Los sacerdotes vinieron despus desalir el sol; la dieron la extremauncin, bendicindola y encomendando su alma a Dios, y la enterraron en tierra sagrada.

    Dicen que el castillo de Drcula se alza al sudeste de Bistritz. Nadie va haciaall, de da o de noche. Lobos y gitanos guardan los accesos durante el da, los nomuertos por la noche. Dicen que el viejo conde es tan eterno como las montaasque son su patria, tan indestructible como una fuerza de la naturaleza. Muchos

    han tratado de acabar con su reinado del terror; sus huesos yacen blanquendosebajo las murallas de su fortaleza, excepto aquellos cuyos cascarones corporalessiguen a los vivientes nocturnos en servicio de los no muertos. Afirman que sloun loco se alzara contra ellos.

    Drcula, yo soy ese loco.Te perseguir desde las montaas, como un animal que eres, y te cazar all a

    donde vayas, all donde te escondas. Y luego, te matar, vampiro. Yo, o mis hijos,o los hijos de mis hijos. Te enterars de que un Van Helsing es enemigo decuidado.

    Ojo por ojo, Drcula. Vida por vida La tuya por la de Elisabeth. Todo esto noterminar hasta que uno de nosotros sea muerto, su descendencia acabada para

    siempre.Lo juro por el Dios de mis padres, por el alma de mi esposa muerta.Yo soy Van Helsing.Recurdame. Drcula, y teme mi llegada.Y que el cielo me perdone, porque antao fui un hombre amable.

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    CON EL ALBA LLEGA LA MUERTEChrs Claremont

    Aparece en Escalofri 8 y 18 de Tales of the Zombie1974

    David Sanford, periodista norteamericano, est en Hait interesado por el Vud, desaparece en el interior sombro de laisla. Su hermana, Tracy Sanford, acude al Mayor Dureaux, de la polica, buscando ayuda. No existe ms que una pista: elcomentario de David sobre un Laplace Vud (maestro de ceremonias), llamado Tierce, que ha consentido en mostrarlealgunos rituales secretos. Cuando Dureaux localiza a Mama Jean, una mambo o sacerdotisa Vud, Tracy se burla de l porcreer en lo que ella considera una supersticin. Hasta que, al interrogar a la anciana, hace su aparicin un espritu destructorque aniquila a Mama Jean y a varios policas. Hasta que el espritu se dirige a Bureaux y Tracy para pedir ayudalastimeramente... con la voz de David Sanford! El periodista ha sido posedo por el ms diablico de todos los dioses delVud, Bakula-Baku, llamado tambin El Siniestro. Y cuando la criatura desaparece, Dureaux sabe dos cosas: la primera,que hay que buscar a Bakula-Baku; y la segunda que, con toda seguridad...

    Los loa son nuestros guardianes; nos protegen. Nos! aman, Mam'selle. Noshablan de nuestros parientes que viven lejos, incluso tan lejos como los de supas. Cuando estamos enfermos, acuden a nosotros con remedios para ponernosotra vez bien. Cuando tenemos hambre, se nos aparecen en un sueo y dicen:No temas; las cosas mejorarn. Tendrs dinero. Y el dinero viene la ancianase incorpor en la dura silla de madera, su frgil cuerpo haciendo acopio de unafuerza que no deba tener, mientras sus negros ojos se clavaban en los azules dela joven americana que se sentaba enfrente. Ya viene!

    Dureaux hizo un gesto a la muchacha, manteniendo la puerta abierta mientrasella entraba en el despacho, el grito intenso de la anciana mambo siguindolescomo una arpa persecutora.

    Y nos avisan de aquellos que nos haran dao a nosotros y a los nuestros.

    Me oye, Mam'selle? Nos avisan! Y pueden ayudarnos.La chica elabor una sonrisa desvada mientras sacaba un cigarrillo del bolso,algo desconcertada cuando Dureaux le ofreci lumbre. Haca calor, demasiadocalor, aunque se [estaba cerca de la media noche, el aire era denso y elctricocon la promesa de una fuerte tormenta. Dureaux se senta

    Cansado, su uniforme se le pegaba al cuerpo como una toalla hmeda, supistola era una pesada molestia en la cadera izquierda.

    Salere haba sido muy persuasivo cuando su llamada telefnica arranc aDureaux de un bien merecido descanso; un periodista americano habadesaparecido en el interior, su hermana estaba armando un gran escndalo parasu res-I cate y, mi querido Armand, como en el asunto parece estar complicado le

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    vedu el Vud es usted la persona ms lgica para que vaya a encontrarlaantes de que le suceda algn dao. N'est ce pas?

    La respuesta de Dureaux fue impublicable, sus pensamientos an peor, mientras se vesta y conduca su coche hasta la ComisariaCentral de Polica, maldiciendo primero a su jefe, luego a este tres veces maldito necio americano que se adentr en el bosque para ver loque es en realidad el vud. Infiernos, si los santodomingos no acaban con l, lo hara el bocor.

    Y bien, mayor Dureaux? pregunt la muchacha, hacindole salir de su ensueo. La tena sentada enfrente del [escritorio, sufalda subida hasta los muslos cuando cruz las piernas... unas piernas bonitas, advirti Dureaux distrado, un (cuerpo mejor que lamayora de las turistas americanas que se acumulaban en Puerto Prncipe, pero el calor tambin estaba dominndola. Se la vea tanacalorada y tan sudorosa (como l, y ola. No era un olor desagradable, pero tampoco perfume, eso hizo que el polica se sintiera mejor.

    Y bien, Mam'selle Sandord?Qu es eso... eso... busc la palabra adecuada,-no la (encontr, que esa

    mujer tiene que ver con encontrar a mi (hermano. El ministro Salere measegur...

    Dureaux la interrumpi.Yo s lo que le dijo el ministro, Mam`selle, ya conoce! mis sentimientos en

    este asunto; su hermano fue un estpido! por adentrarse solo en el bosque...Ya le dije... intent explicarle la muchacha. Silencio! Esa anciana de ah

    fuera es una maman-loa, una mambo... una sacerdotisa del vud... y lo que esms] importante, es una divine, una visionaria, una que puede ver ms all de loque hay aqu y en este momento la muchacha pareca escptica,preguntndose qu clase de analfabeto! era Dureaux. Es una clarividentereconocida, Mam'selle. Acreditada por L'institution de Recherche Psychique, dePars.

    Oh!Si el ritual del vud la ayuda a libertar su talento, quines somos nosotros

    para criticarla? Ahora reptame otra vez la historia.Ya la hemos repasado un centenar de veces, mayor.Otra vez, por favor.De acuerdo se instal en la silla encendiendo otro cigarrillo antes de

    continuar. Mi hermano es un escritor independiente, especializado enfenmenos ocultos, brujera, esa clase de cosas. Hace un par de semanas estuvoleyendo el libro de Alfred Mtraux sobre vud haitiano...

    Vud en Hait? la muchacha asinti. El libro es excelente; aqu tengo un ejemplar Dureaux seal a una primera edicinmuy manoseada que estaba en el escritorio.

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    Estupendo a la chica le importaba un bledo. De todas formas vinimos aqu hace un mes y David, mi hermano, comenz ameter sus narices en todo lo del vud que pudo encontrar. Se hizo amigo de un hombre llamado Tierc, se haban conocido en una de lasceremonias a la que asisti David, Tierc la diriga, tratando de aparecer impresionante con su machete, sin conseguirlo muy bien...

    Tiene usted machete? interrumpi Dureaux. Oprimi, el intercomunicador de su escritorio. Henri, investiga los detalles de unhombre llamado Tierc, un vud Laplace, maestro de ceremonias; llama a los Macoutes si necesitas ayuda, pero quiero su dosier aqudentro de una hora. Entendido? A Dureaux no le gustaba utilizar a los Ton-ton Mascoutes, la polica secreta, pero Salere le habaordenado que realizase el trabajo y esos ex-policas eran eficientes, a su condenada manera.

    Siga, por favor dijo a la joven.Oh! bueno, Tierc le cont la vida de ese humfo en los bosques diciendo que

    se alzaban all muchos santuarios vud, ms que aqu en la ciudad. David y l

    salieron para contemplar algunas ceremonias, quiz obtener buenas fotos para ellibro de David...Y usted les dej ir?Trat de detenerle; pero mi hermano es un hombre tozudo, a veces

    demasiado tozudo.Lstima dijo simplemente.Dijo que slo estara ausente por unos das. Le conced este fin de semana y

    entonces empec a llamar a la embajada. Eso ocurri hace siete das. Desdeentonces no he tenido noticias suyas...

    Y usted no tiene idea de a qu loa estaba consagrado ese humfo?Es que hay tantos?

    Dureaux suspir; iba a ser sta una larga noche.Mam'selle Sandord, qu es lo que sabe usted del vud?Casi nada; y no me interesa aprender tampoco.Una noche largusima.Dureaux abri la puerta, frunciendo la nariz ante el hedorMama Jean estaba

    echando el resto esta noche y uno de sus ayudantes sacudi la cabeza; todavanada de ella, probablemente an tardara un rato.

    Mam'selle Sandord, si esto la aburre, le presento mis excusas; pero, porfavor, siga conmigo. Si tenemos que encontrar a su hermano antes de que seademasiado tarde, hay algunas cosas que debe usted saber.

    Primero lo de los loa. Se dividen en dos categoras principales, rada y petro.

    Los espritus de los rada-loa son bsicamente amables y gentiles, amigos de lahumanidad, a menudo voluntariamente viven con sus poderes si sus poderes sonconvocados y hay necesidad.

    Los petro-loa son otra cosa se sirvi una taza de caf, la nica cosa barata deesta isla, la chica no quiso. Se haba quedado sin cigarrillos, sin embargo, yestaba atareada fumando en cadena de los que haba en la tabaquera delescritorio del polica. Son espritus amargados, los oscuros, crueles, fieros,implacables; especialistas en magia, a menudo magia negra. Se dice que un buenespritu se puede corromper meramente aadindole un sobrenombre petre a suttulo: los rada-loa. Damballah, el dios serpiente, se convierte en petro,Damballah... Hangbo. Muchos de los petro-loa son espritus diab... comedores de

    hombres.Ella sonri con condescendencia, como si el polica le estuviese dando material

    para contar historias en alguna fiesta, all en Nueva York.Se pueden fascinar a los dos a la vez, de los loa para que encajen en sus

    respectivos nanchou... sus grupos nacionales... los Ibe, Bambara, Mausa, Wangol,Siniga, Congo...

    Los Congo se pueden fascinar todava ms... todos... estn los Congo-du-bord-de-la-mer... los Congos de la orilla del mar... y los zandor o Congo savanne... losCongo de la sabana... los primeros tiene pieles ms claras que los zandor, mayorinteligencia, mejores colores, los zandor poseen mayor habilidad en la medicina...

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    Los zandor se subdividen a s mismos en los Kango nanchou, los Caplau, losBumba, los Kita y los Kita-seco, o Kita ide secano. Y, siguiendo este panten estnlos Congo-francs, los Kango-mazine, los Kango-massa. Lo que an nos deja con elresto de los petro-loa, los rada-loa y los Gemelos, los marassa, los vivos y losmuertos, que quedan fuera en total de los loa.

    Comprende a dnde quiero llegar?Con franqueza, no. Pero por m no se detenga.Sinti ganas de darle de mamporros, pera se contuvo; eso de ninguna forma

    ayudara a su hermano.Hay tantos loa como estrellas en el cielo, mam'selle, cada uno tiene su propiohumfo en algn lugar de esta isla, probablemente ms de uno. Y con todaprobabilidad, hay loa de los que nada sabemos. As que por dnde empezamos abuscar a su hermano? Antes de que sea demasiado tarde!

    Ella no contest, su clera apenas controlada comenzaba a dominarla; no tenamucho que decir.

    Por eso hemos llamado a Mama Jean, porque ella utiliza sus cnticos y sustalentos para ayudarnos ahora. Si su hermano est cerca de un verdadero humfo,sus contactos entre los rada-loa lo sabrn y se lo dirn a ella.

    Cielos lanz una carcajada en tono bajo. Parece usted creer que mi

    hermano se encuentra en alguna especie de peligro.Usted llam a la embajada.Estaba preocupada. Cre que Tierc poda robarle o algo por el estilo.Tierc. Usted no tiene miedo a le vud?Ya le dije, maldicin, que no creo en eso!El telfono son alto de repente en la silenciosa habitacin. Era Henri que

    llamaba desde Duvalier Square, cuartel general de les Macoutes.Armand dijo excitado. Encontr algo. Sobre Tierc. Naci en Miamazil, en las montaas... Conoce el distrito?S. Sigue.Bueno, en los pasados dos aos hubo un enorme crecimiento Vud diab en esas montaas, centrndose en Mia-mazil, circulan

    rumores de que all hay humfos consagrados a Marinette-bwa-chech. Consagrados con sacrificios de sangre...Humanos?Aqu no lo saben y tengo la sensacin de que tienen miedo a preguntar. La gente ha estado desapareciendo, no en mucha cantidad,

    pero ms de lo que se puede explicar por un descuido en el bosque o un ansia sbita de cruzar la frontera para contrabandear en SantoDomingo. Y... hizo una pausa y Dureaux reprimi un nerviosismo, casi un miedo, que advirti en su colega y que nunca not quetuviese antes, incluso cuando se trataba de les Macoutes. Eso le preocup; infiernos, todo el caso le preocupaba.

    Y? acuci.Armand, se habla de les loup-gareau...Hombres lobo?Slo informes aislados, ninguno de ellos corroborado, pero demasiados para despreciarlos o ignorarlos. Como las desapariciones.Alguna otra cosa? Henri dijo que no. Sigue investigando. mon brave; veamos que otras gemas puedes desenterrar.Mientras sea yo quien las desentierre y no a la inversa... es decir, que me entierren a m...Lenta, pensativamente, Dureaux colg el telfono y se dej caer en su silla.

    Hombres lobos? pregunt la muchacha con una semi-carcajada burlona.Hmm. Son los hijos de Marinette-bwa-chech... Marinette la de los brazos secos... la diablesa, la penltima demonio de los petro-

    loa, uno de los espritus ms temidos que existen.Superado porque, quin es el ltimo demonio, mayor?Bukulu-baka. Tan terrible, tan horrendo, que nadie se atreve a invocar su nombre.Usted acaba de citarlo, mayor, o usted no es uno de esos que le temen?Dureaux jams tuvo ocasin de responder porque un rugido atronador y de tonos bajos estall en la habitacin contigua, con un grito

    agudsimo sirvindole de eco mientras una ventana se destrozaba... el grito desapareci mientras el cuerpo caa desde diez pisos dedistancia hasta la acera... de nuevo el gran ruido reverber a travs del edificio, sacudindolo todo como un terremoto del nmero 5 de laescala de Richter. No hubieron ms gritos, hombres y mujeres a la vez, en todo el cuartel general estaban aterrorizados como si algo lesacechase, les atrapase, les matara. La muchacha tambin gritaba, acurrucndose detrs del escritorio de Dureaux; el polica dese poderestar con ella.

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    Se dirigi hacia la puerta, pistola en mano, con la otra agarrando el pomo,gritando entonces con una sacudida y una agona propia mientras un fro increblele calcinaba la palma de la mano. Trat de libertarse, no pudo, intent de nuevo

    con un tirn bruta! que dej pedazos ensangrentados de mano colgando delpomo, mientras l caa a! suelo.

    Su mano! grit la muchacha.La ignor, ignor el dolor mientras envolva con un pauelo apretado la palma

    de la mano. Dej esta vez tranquilo el pomo, dando una patada de karate quearranc la ligera puerta de sus goznes y la envi con un estrpito al interior delantedespacho.

    El fro cal sus rodillas antes de que pudiese moverse, un fro que le cort comosi fuese un fino escalpelo, abrindole hasta la mdula de su alma. Slo dos vecesen su vida haba visto nieve, ambas durante su asistencia a unas conferencias enNueva York y aunque haba sentido fro con anterioridad, eso no era nada

    comparado con esto.Mama Jean estaba en el centro de la habitacin, su grueso cuerpo extendido

    sobre alguna percha invisible y vertical, retorcido en una caricatura de lo que fuehumano, retorcido por cierta increble agona...

    Posesin...La palabra escalofri ms a Dureaux que el fro mismo: era posesin, pero algo

    que nunca viera antes, algo mucho ms all del usual trance vud. Uno de lospetro-loa estaba dentro de ella... como no lo saba, el cielo quiz s, pero se dabacuenta de que era verdad... un espritu como nunca anduvo suelto por Hait desdeque los primeros esclavos vinieron desde frica tres siglos antes.

    Socorro!... pidi la cosa, pero no con la voz de Mama Jean: era una voz de

    hombre. Tras l, Dureaux oy un ruido mientras la chica se abra paso paracolocarse a su lado.

    DAVID...!'grit ella mientras el viento del demonio la azotaba. Esa es lavoz de David!

    El cuerpo comenz a moverse y Dureaux capt un atisbo de sus ojos je rougeojos, ojos de hechicero si aquellos ojos le daban de lleno, morira, y la chica conl, sus cuerpos quedaran posedos como el de Mama Jean, sus almas condenadasa algn infierno vud. Instintivamente, levant la pistola la chica trat dedetenerle, gritando incoherentemente acerca de su hermano, pero l la apart deun empujn, el 45 brinc en su mano cuando dispar una y otra vez,

  • 8/22/2019 Varios - Cuentos de Horror (Pastiches de Revistas)

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    destrozando el rostro de Mama Jean hasta que el percutor cay en una cpsulavaca.

    Hubo un sonido de aire implotando y el cuerpo de Mama Jean desapareci, slola gente muerta, las cosas destrozadas que quedaron. Eso y una profunda risa entono bajo la voz que haba posedo la vieja maman-loa originalmentedisfrutando del caos que haba forjado.

    Bukulu-baka.El oscuro.

    S haba un diablo entre los loa, se era. Tan temido y aborrecido como lascosas de las que escribiera Lovecraft en sus mitos de Cthulhu; con la excepcinde que stas eran reales.

    Y ahora alguien le estaba llamando... o. que el cielo no lo quiera, le hallamado... utilizando como catalizador a hermano de la chica.

    Dureaux volvi a enfundar su revlver, mirando en su torne a la carnicera,escuchando cmo se disipaba la risa del demonio en la oscuridad matutina. Desequ hubiera salido el sol. Dios, cmo dese que hubiese salido el sol.

    Dureaux luch por apartar de su mente la angustia sufrida durante las dosltimas horas. A pesar del peligro que representa Bakula-Baku, debe librar aDavid de la garra del Siniestro. Pero para hacer frente al ms peligroso de losdioses del vud, necesitar de gran ayuda.

    Estn a una hora de Puerto Prncipe, recorriendo los caminos laterales que llevan al Humfo (centro de hechiceravud), en Susuribe, con Miamazil a la espalda, cuando Dureaux ve al viejo. Se halla junto a la encrucijada de Susuribe; es un ancianocorcovado y mugriento, que se apoya en una tosca muleta de madera; y no parece esperar que alguien se ofrezca a llevarle en su vehculo,

    pues se limita a mirar fijamente el jeep de Dureaux, que recorre la fangosa colina antes de que Henri d la tercera marcha, acelerandobrutalmente al pasar ante el hombre. Sin embargo, Dureaux no se ha hecho acompaar del joven oficial, pensando en sus dotes deconductor. Las luces del vehculo iluminan una curva y muy pronto hasta el sonido del motor queda engullido por la siniestra noche.

    Dureaux permanece quieto en su asiento, sin or los interminables comentariosde Henri, que no cesa de dirigirse a los ocupantes del asiento trasero, TracySanford y Sam Conover, amigo de Dureaux, de la CIA, que ocultan celosamentelas armas de que van provistos. No hubo tiempo para solicitar todo lo necesariopor los medios legales, pero una vez que el demonio de Mama Jean huborealizado su trabajo, se contaron con canales magnficos para requisar lodeseado. Cuando ellos salan, los edificios de la polica se incendiaron, como enholocausto demonaco que desafi al agua y dos extintores qumicos de laBrigada de Incendios.

    En la confusin y el pnico reinantes, Dureaux y Sam Conover asaltaron elastillero, cogiendo lo que necesitaban: escopetas del M-16, pistolas y un

  • 8/22/2019 Varios - Cuentos de Horror (Pastiches de Revistas)

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    disparador de dardos. Es un arma importada de Estados Unidos e ideadarecientemente para hacer frente a cualquier insurreccin. Dispara una carga decien punzantes dardos y cualquier humano cogido a alcance de tiro puede quedar hecho trizas por esta silenciosa descarga. Noera bonito, precisamente, pero si endiabladamente eficaz. Adems de esto, una docena de cajas de municin especial con punta plateada,especial contra hombres lobo, por si acaso...

    Pero los pensamientos de Dureaux nada tenan que ver con la enloquecidacarrera por las montaas que se elevan al fondo de la capital de Hait, ni conaquello a lo que habran de enfrentarse al final del trayecto. El polica piensa en elviejo harapiento de la encrucijada. Harapos, un rado zurrn y una pipa sujeta

    entre los pocos dientes naturales que an le quedan. Dios mo! murmura el polica Legba.Legba. Primero entre los loa del vud. Algunos le llamaban la voz de los dioses y se deca que era el amo de la mstica puerta que

    separa al hombre de los loa; que, sin su permiso, ninguno de los loa se atreve a presentarse. Pero tambin dice la tradicin: Si en un lugarest Legba, los loa no andan lejos.

    Qu, en nombre del cielo, est sucediendo esta noche? masculla Dureaux.Y Henri le oye.Un momento antes de que subiramos al jeep, me llam mi hermana dice a

    gritos para hacerse or por encima del estrpito del motor. Es Reine-chaterelleen un humfo de Susuribe, un legtimo santuario dedicado a Elizi-Freda-Dahomey.No es un engao para turistas...

    Qu es una Reine-chaterelle?pregunta Tracy. Y quin Elizi-Freda...?Tracy se ha olvidado ya de su indiferencia; el desastre ocurrido en los edificios

    de la polica ha hecho variar por completo su actitud hacia el vud. Dureaux noquera llevarla a esta expedicin, pero la muchacha ha demostrado ser tanobstinada como su hermano.

    Elizi-Freda-Dahomey o Elizi de Whydah-Dahomey es el equivalente vud denuestra Afrodita, es el espritu del amor, la personificacin de la feminidad y labelleza. Una Reine-chaterelle es una directora del coro en un humfo. Ella dirige loscnticos en las ceremonias, presenta a cada loa cuando aparece y elige la cancinque debe entonarse en su honor. Es un puesto importante, un gran honor...

    Su voz se pierde en el silencio, mientras el jeep toma una doble curvapeligrosa. Sabe que Dureaux le observa con el ngulo del ojo.

    Para qu te llamaba Marianne? pregunta Dureaux.El demonio de Mama Jean no slo ha actuado en nuestro edificio. Marianne

    me ha dicho que los infiernos se han abierto tambin en el humfo. Hougans y mambos sonposedos y destruidos despus. Hay incendios, telekintica, ataques y todo lo imaginable. Le he pedido

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    que saliera de all, prometiendo que nosotros acudiramos pronto; en seguida nos hemos quedado sincomunicacin.

    Bueno, Henri se oye decir a Conover con una risilla, desde el asiento trasero. Ya sabes que aqu los telfonos siempre estn estropendose.

    Henri nada dice.All estaremos pronto, mon brave asegura Dureaux. Pero todava les falta casi una hora para llegar a Susuribe,

    pues los caminos estn enlodados, tras las lluvias casi monznicas de la pasada semana. Por fin Henri detiene el jeep ante los arbres-reposoirs el cementerio de los rboles sagrados que circunda el humfo y toca la bocina unas cuantas veces. No obtiene respuesta.Tampoco se ven luces. Ni indicios de que hayan personas, ni perros... Nada. Hasta la jungla ha quedado quieta.

    No. Quieta no. Silenciosa. Nada se mueve hasta all donde alcanza el odo.Dureaux se acerca a la puerta, cubierto por la pistola de dardos de Conover,respira hondo, murmura una plegaria al dios a quien ha ignorado durante aos yse lanza contra la puerta, que se derrumba. Recobrando el equilibrio, Dureauxespera, alerta, con la pistola preparada, dispuesto a lanzarse en cualquierdireccin.

    El peristilo est desierto, pero por doquier se advierten las huellas de undesastre similar al ocurrido en los edificios de la polica. Nada est intacto, noqueda cosa alguna sin romper, no se ha respetado ni un solo objeto sagrado.

    Empuando la pistola, hmeda de sudor, Dureaux penetra en el caye-mysteres,el santuario mismo, y encuentra el mismo perverso vandalismo. Y una cosa ms...

    Est a unos diez metros de l, sentado sobre sus cuartos traseros, con lalengua fuera y los ojos brillando en la oscuridad. Es un lobo del tamao de unhombre. Uno de esos je-rouge, de ojos rojizos, un espritu canbal.

    Abajo! grita Conover, viendo saltar al lobo.Dureaux se echa al suelo, funciona la pistola de dardos y el lobo prorrumpe en

    un alarido humano, mientras recibe los impactos. Los dardos no son de plata y nopueden matarle. Eso slo puede conseguirlo el M-16 de Dureaux, pero cuando ellobo-hombre se regenera, su presa humana ya ha huido.

    Un alarido y una rfaga de disparos en el exterior del humfo indican a loshombres que su suposicin inicial era errnea.

    Son demasiados los problemas existentes para que puedan solucionarlos cuatro

    humanos solos. Dureaux y Conover hacen fuego, mientras corren junto a Henrique aprieta el acelerador y los neumticos chirran al patinar alrededor del humfo,atropellando a ms de un lobo. Vuelven a encontrarse en la jungla, en una buenacarretera, dejando atrs un escenario de horror.

    Qu era eso? pregunta Tracy.Hombres-lobo replica Dureaux con tono montono. Je rouges que pueden

    cambiar de forma.Lo eran todos?quiere saber Conover. Siempre he odo decir que eran solitarios, debido a sus instintos de canbal.

    En cuanto hay muchos juntos se comen entre s. Sin embargo, parecan controlados.

    Lo estaban. Slo unos pocos eran je-rouge cambiantes; los dems eranmiembros del humfo. He visto cuerpos humanos donde cayeron los lobos; incluso he

    reconocido a dos de ellos.A Marianne? pregunta Henri, fingiendo indiferencia.No, mon am, a ella no la he visto.Y entonces suena la risa; es la "voice" que oyeran en el edificio de la polica,

    cuando empez la pesadilla. La voz que se posesion y mat a Mama Jean, que sedivierte con la lucha. Se divierte porque sabe que es una lucha desesperada...

    Sois hormigas, pequeos humanos dice la voz. Sois polvo bajo mis pies, ypuedo sacudiros o aplastaros cuando me plazca. Vuestro desafo me complace,pequeos, aunque es intil.

    David Sanford les aguardaba en la plaza del pueblo que una vez fue Miamazil.Tambin all ha estado el demonio. Slo la iglesia ha quedado en pie. Pero

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    Dureaux sabe que lo nico que queda es la fachada. El interior estar destrozado,lo mismo que el humfo de Susuribe y el sacerdote, muerto.

    Sanford va vestido de zozop, el ms diablico de los hechiceros; su tnicaescarlata se ajusta a la cintura con un collar sacerdotal, lleva en la cabeza un cirionegro y de su mano pende un ltigo de piel de toro. Aparece flaqueado por dosenormes lobos je-rouge, que miran sin parpadear. Habra resultado cmico en unapista de circo, posiblemente tambin ahora fuese un espectculo cmico, peronadie sinti deseos de rer. Nadie os hacerlo.

    Henri detuvo el jeep y los cuatro, armas en mano y cautelosos salieron aenfrentarse al hermano de Tracy.Le esperaba, Mayor. Y a ti tambin, Tracy dice. Su voz es una mala imitacin de la "voice" que les ha asaltado

    en el camino. Gracias por venir.

    Es un placer replica Dureaux en tono suave.Sanford se re y luego, sbitamente, deja de ser l y su cuerpo es posedo por la

    "voice" que ya han odo en dos ocasiones y a la que, sin duda, divierten lashormigas. Un instante despus se marcha y Sanford vuelve a ser l mismo.

    Ests posedo dice Dureaux, no en tono de pregunta, sino de informacinpara sus compaeros.

    Tracy se siente enferma. No puede creer lo que le ha sucedido a su hermano.Por el mismsimo dios Bakula-Baku.Y Tierce?Tierce! llama Sanford, treme a la mujer.Tracy grita mientras la mano de Dureaux se cierra en torno al brazo de Henri.

    Conover observa al joven oficial desde la izquierda. Tierce o lo que Sanford hadejado de Tierce, saca a Marianne Gerard de la iglesia. Tierce ya no es una real amenaza paranadie. Sanford le ha convertido en una zombie! Es el castigo de Bakula-Baku por haber llevado un extrao a su sagrado y secreto humfo.

    Armand sisea Henri forcejeando, en un intento por utilizar la escopeta.Por Dios! La matar!

    Eso no lo sabes. Pero es seguro que te matar a t, si le atacas.Y voy a permitir que mate a mi hermana, por salvar mi vida?

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    Tendrs que esperar y ver, teniente Gerard. Es lo que haremos todos,comprende?

    Vete al diablo!Sam, si se pasa de la raya, acta.Pero Sanford no hace nada a Marianne Gerard. En cambio, segn observa

    Dureaux, sus ojos enrojecidos se encienden al mirar a Tracy. Ella se envara, dejacaer su arma al suelo y empieza a caminar con movimientos fluidos, msinhumanos a cada paso, ms espritu que mujer. Mien tras ella se transforma en zombie, Tierce sueltaa Marianne que corre a su hermano. Ambos se abrazan y ella estalla en sollozos.

    Muy emocionante, mayor. Es una lstima que no podamos amarnos as unosa otros, que no nos interesemos por los dems. Dime, hermana, t me amas?

    Conover que ha preparado el disparador de dardos, cierra el dedo, en torno algatillo.

    Mira, Tracy, quiere herirme. No podemos permitir que lo haga, verdad? Ha vuelto la "voice", como un viento que asolael pueblo. Ahora no re. Ogu-je-rouge, ven y maldice a esta mujer.

    Con un grito salvaje, Tracy se enfrenta a Cono-ver, al tiempo que con manos como garras rasga suscarnes y sus ropas, hasta quedar desnuda a la luz de la luna. Su cuerpo se contrae, adquiriendo dorados resplandores .mientras su faz setransforma y desarrolla un hocico lupino. Alla, mirando a Conover y Dureaux puede ver que sus dientes caninos son ahora mucho mslargos y afilados, como .los colmillos de un vampiro.

    Cuando ella se lanza a Conover dos armas disparan al unsono, -el M-16 deDureaux, lanzando las mortferas cargas de plata contra Tracy, y el disparador dedardos de Conover que alcanza a la silueta de Sanford, estremecida por la risa. Laescopeta de Henri suena un momento despus.

    Slo Tracy cae muerta. Su hermano permanece como si nada hubiera sucedido,aunque ahora sus ojos brillan de manera insoportable.

    Ahora, gusanos ruge la voz, todos moriris!A esta orden, seres demonacos llegan en enjambre desde el bosque, seres que

    han sido personas antes de que la locura de Tierce haya ofendido a Bakula-Baku.Los cuatro humanos no tienen oportunidad alguna, cuando los demonios selanzan a ellos, haciendo caso omiso de las armas, ignorndolo todo, excepto lanecesidad de matar. Sam Conover es el primero en morir, cuando su armaalcanza a uno de los extraos seres, cuyas garras se hunden y recorren su carne,desde la garganta a las ingles.

    Dureaux intenta alcanzar a Sanford. Muerto l, Bakula-Baku no tendra cuerpoque le mantuviera en la tierra y desapareciendo el Siniestro, seguramente losseres demonacos recobraran su forma humana.

    El problema estaba en alcanzar a Sanford.Dureaux poda or a Marianne, al fondo, invocando a Elizi-Freda-Dahomey para

    que prestara su ayuda. Los cnticos quedaban acompasados por los disparos derifle y ametralladora. No tenan oportunidad, ninguna, ninguna...

    Pero, y el viejo de la encrucijada? Dureaux se haba sentido confortado cuandole mir a los ojos. En su mente flotaba una cita que haba aprendido en su

    juventud.Si necesitas mi ayuda, joven, basta con que te apresures a nombrarme ytendrs esa ayuda....

    Legba! grit, y una docena de seres horrendos se aplastaron contra elsuelo. Al mismo tiempo por el rostro de Sanford cruz una expresin de horror,ante la mencin del nombre santo Legba, aydame!

    No era exactamente una plegaria, pero bast. El cuerpo de Dureaux fueperdiendo su forma humana, y empez a alargarse, hasta quedar transformadoen una grande y rolliza pitn. Una pitn marcada con el veve, el smbolo deDamballah-Wede, el dios serpiente de la mitologa de Dahomey, el ms poderoso

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    de los loa. Una pitn que sobresalt a sus enemigos cuando empez a arrastrarseen direccin a Sanford.

    Fue una batalla de espritus, no de hombres. Damballah frente a Bakula-Baku.La serpiente se mova con rapidez increble, enrollndose al cuerpo delnorteamericano, mientras Sanford replicaba con todos sus demonacos poderesque el Siniestro poda proporcionarle. En torno a ellos, todo se detuvo, humanos yno humanos estaban como hipnotizados por la batalla mortal, conocedores deque su destino depende del resultado de esta lucha.

    En el firmamento, la luna se ha ocultado tras las oscuras nubes, mientras Agau,el espritu de las tormentas .conduce a sus dos compaeros Sogbo y Bade(espritus de los rayos y los vientos), al campo de batalla, y estalla el trueno comoheraldo de la clera de Dios.

    Y entonces, casi con demasiada rapidez, todo concluye.Dureaux vuelve a su estado habitual con el cuerpo totalmente dolorido,

    mientras contempla la masa que fue David Sanford, conocedor de que ha dado fina un ser humano inocente, consciente, tambin, de que no poda hacer otra cosa.

    Est mareado.Gracias, Legba sisea en su agona de dolor, no sabiendo si quiere realmente

    dar las gracias o pronunciar una maldicin. Legba entender.

    Y hecho esto, Henri, Marianne y l vuelven al jeep, cruzando entre los cuerposque fueron esclavos de Sanford, todos muertos ahora, sin detenerse ms que arecoger los cuerpos de Conover y Tracy. Ellos sern enterrados en lugar sagrado,bendecidos por un houngan.

    El mayor Dureaux permanece silencioso, mientras Henri pone en marcha eljeep en direccin a Puerto Prncipe. Sus pensamientos son una masa confusa,pero l los va seleccionando, no sin dificultad. Por qu Legba ha sido amigablecon l? Si de nuevo invocase al loa, reaparecera el Siniestro? Seguir el poderde Damballah imperando en su cuerpo humano, para ser utilizado en losmomentos de necesidad?

    Preguntas. Cuntas preguntas...! Y la nica respuesta, la definitiva, aqulla

    que todos los hombres encuentran, ms pronto o ms tarde. Dureaux mira contristeza los dos cadveres que van en el jeep.Haba amanecido y la muerte ya haba llegado.

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    EL PERFECTO HOMBRE VOODOOChrs Claremont

    Aparece en Escalofri 21 Tales of the Zombie1974

    O sea, que deseas informacin acerca del Voodoo, verdad muchacho? pregunt Seymour, mientras apagaba un cigarro puro en el cenicero y tomaba unsorbo de su copa. Era un hombre pequeo pero corpulento, de unos 50 aos, unlibrero profesional con una memoria tal que le envidiaran las computadoras IBM.Posea una precisin casi mecnica, incluso en sus movimientos, secos y directos;no desaprovechaba nada, ni cuando estaba descansando y disfrutando de unagradable almuerzo.

    Yo tambin disfrutaba del almuerzo, pero no tanto como l; si, era yo el quepagaba es el precio que uno paga por una buena informacin.

    No, no sobre Voodoo contest, sobre los libros de Voodoo. Ah!pens unos momentos. Realidad o ficcin?

    Realidad.Serios o fantsticos?Ms serios que fantsticos, pero me quedar con todo lo que tenga.Muy amable de tu parte, muchacho, pero me temo que no tengo gran cosa

    que ofrecerte. En primer lugar, no se han escrito demasiados libros decentessobre este tema. Y el Voodoo no ha sido un rea de lo Oculto que me hayainteresado particularmente.

    Pero, tiene algo?Naturalmente. Hay 5 o 6 libros que te pueden interesar...

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    Estoy listo dije despus de algunos minutos de silencio. Sonri y acab subebida; llam al camarero y ped que le sirvieran lo mismo, mientras l aceptabacon un movimiento de cabeza.

    Bien dijo finalmente, est el libro de Mtraux. Voodoo en Hait, porAlfredo Mtraux. Es un buen libro, uno de los mejores, escrito por alguienseriamente interesado por el Voodoo, de fcil comprensin, si tienes la energa yla paciencia de entrar en l. Es un estudio antropolgico, pero est mucho mejorescrito que la mayora de libros de texto. Es algo pesado, sin concesiones para un

    lector popular, es un texto universitario...Ahora, un libro igualmente informativo, par concebido para una mayora delectores, el de Milo Rigaud, Secretos del Voodoo, un ttulo atrayente, verdad?No explora los aspectos socio-econmicos del Voodoo, como hace Mtraux; ellibro de Rigaud est ms en la lnea del Todo-lo-que-desea-saber-del-Voodoo-y-jams-se-atrevi-a-preguntar. Escribe sobre sus orgenes, la jerarqua de lossacerdotes, el panten del Loa, los smbolos, los cnticos, los rezos, la magia ycmo realizarlos. Est usted interesado en hacer un mueco Voodoo de alguienque odia? No, creo que no; tuvo usted siempre miedo de meterse en esosasuntos. Qu pena! No diga que no tuvo usted la oportunidad...

    Rigaud divide su material en varios captulos uno para el rada-loa, otro para el petro-loa, yas; es mucho ms fcil de seguir que los pesados e interminables prrafos de Mtraux, sobre todo para alguien que tiene prisa o queest interesado superficialmente en el tema.

    S, creo que Rigaud es el ms til; tendra que usarlo para sus artculos sobre el Voodoo, le facilitar la tarea.Es ya un poco tarde; acabo de extender el cheque.

    Oh, no es nada caro, supongo. Ms o menos como esta comida.Mov la cabeza, sonriendo, mientras l rea ahogadamente.Ningn otro libro? pregunt, buscando una pgina blanca en mi carnet de

    notas.Hay tambin un libro soberbio, escrito por ese investigador de la, Psique,

    cmo se llama?... No me acuerdo... parece el nombre de un compositor... Bach!Eso es, Marcus Bach. Se llama Dentro del Voodoo, pero no dejes que el ttulo tedesanime. Es probablemente uno de los mejores libros personales sobre elVoodoo. Menciona muchos detalles del ritual, lo que ocurre, quin lo hace, esetipo de cosas. Se usa nombre de ficcin pero es la historia de Marcus y LorenaBach, y de Stanley Reser. Reser es un americano, un blanco que consigui llegartan lejos como es posible en el Voodoo; era un hombre fascinante, est muerto ahora,creo que desde hace casi diez aos. El libro de Bach supera a todos los libros populares de Voodoo.Tiene un gran poder, porque es la historia de lo que le ocurri al autor cuando fue a Haiti y lo presencitodo con sus propios ojos. Es un libro personal, mientras que Rigaud y Mtraux han escrito libroscientficos; muchos datos, pero nada que acapare el inters del lector.

  • 8/22/2019 Varios - Cuentos de Horror (Pastiches de Revistas)

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    Con el Voodoo-es-horrible vemos en lado contrario de la cuestin. Tenemosa Denis Wheatley, con su El demonio y sus trabajos. Conoce a Wheatley,verdad?; es ese tipo que escribe contra los libros de magia negra. El libro estbien, a su manera; es una recopilacin exhaustiva de todas las manifestacionesconocidas del Satanismo, la Magia, y lo Oculto contiene un interesante captulosobre Numerologa, Quiromancia y Tarot incluyendo algunas pginas deVoodoo. Al autor no le gustan esas cosas; cree que no son ms que negros que seburlan de otros negros y blancos, que hacen orgas en la jungla, que se rigen porel terror y el crimen, y corrompen una religin africana ya bastante corrompida.

    Bach considera que es una expresin de alegra, de unidad entre la Tierra y todo lo queexiste... afuera.

    Seymour agitaba el brazo hacia el cielo, y lo sonre, mientras estiraba los dedosdoloridos de tanto escribir.

    El Diablo..., es un buen libro continu, perfecto para alguien que buscauna buena introduccin general a la Magia y lo Oculto; un poco exorbitante, sinembargo...

    Ahora, los dos prximos libros son autobiogrficos como Dentro del Voodoo,no demasiado malos, e interesantes cada uno en su estilo. El primero de ellos es:Los Invisibles Dioses Voodoo en Hait, por Francis Huxley. Es el sobrino deAldous Huxley... que fue genial, en sus retornos al pasado y viajes al futuro. Meencant Un mundo feliz, un libro mucho mejor que los de ciencia-ficcin queaparecen ahora. Es una pena, porque me gustaba el gnero...

    Seymour murmur, para que no se saliera del tema.Oh, s. Es un libro bien escrito, que no se limita a una objetividad puramente

    cientfica. Huxley estuvo en Hait; tena amigos que practicaban el Voodoo, yescribi lo que vea.

    E1 otro libro es parecido a ste. Se llama La Isla Poseda, de KatherineDunham. Es muy atrayente porque la seora Dunham es a la vez una bailarina yun cualificado antroplogo hizo la coreografa de numerosos bailes basados endanzas Voodoo, muy excitantes. Pero supongo que esto suceda antes de que thubieras nacido. Ah, querido, la de cosas que te has perdido...!

    En fin, que escribe con la objetividad de un cientfico, y la subjetividadcargada emocionalmente de un artista, lo cual puede dar lugar a una interesante

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    dicotoma, o a una simple pesadez. El caso es que resulta en parte autobiogrfica,en parte antropolgica, y en parte novelesca.

    Prefer el libro del joven Huxley.

    Y llegamos al final de mi lista: La Isla Mgica, de William Seabrook. Es elms viejo de todos, publicado por primera vez en 1929. Se hizo una nueva edicinen 1968, creo, y el nmero de serie era el 75-0...38. Costaba unas 50 pesetas:Claro que esto era hace 5 aos, y quiz ya no se edite. En todo caso, ahoracostar bastante ms del doble, ya que el verdadero monstruo de nuestros dases la inflacin.

    Sabas que el libro de Mtraux fue escrito en parte para desmentir lo queSeabrook escribi?

    Dije que no.

    Pues bien, as fue. La Isla Mgica es de lo ms sin fundamentos. Seabrookdebi de haber publicado todos los rumores que oy cuando visitaba Hait, ynueve de diez se' pueden clarificar desde ligeras exageraciones hasta tremendasmentiras. Y 3so que su libro es ms verosmil que los dems libros de Voodoo quese publicaron antes de los aos 20. Increble.

    Seabrook es muy divertido, parecido a Wheatley o a Marcus Bach; la mitaddel tiempo no se est seguro de leer un texto serio o una novela, y tampocoimporta demasiado.

    Lo dudas, chico? Ah va un ejemplo.La Negra Celestina, vestida con su tnica roja y sosteniendo la

    resplandeciente bandeja, regres sola a palacio, bajo las palmeras; la Reina de la

    Jungla llevaba un corazn humano en el recipiente de plata.Oh, Dios mo me exclam riendo.No te ras; Seabrook no lo haca. Estaba describiendo las actividades Voodoo

    de Celestina Antoine-Simone, hija de uno de los presidentes de 'Hait.El hecho de que el Voodoo no efectuaba sacrificios humanos, no tiene nada

    que ver con esto, verdad? pregunt mientras contaba el nmero de libros yapuntes.

    Seymour se rea.En qu orden me los recomendaras?

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    Para una persona buscando algo fcil, sin mucha salsa, Bach estara alprincipio de la lista, naturalmente; Seabrook segundo, despus Rigaud, Wheatley,la seora Dunham, Huxley, y Mtraux al final.

    Ahora bien, para el estudioso, la persona seriamente interesada en el Voodoo, El Voodoo en Hait, de Mtraux,encabeza la lista, con Los secretos del Voodoo de Rigaud en segundo lugar. Tercero, Bach con su Dentro del Voodoo; despusWheatley con el Demonio y sus trabajos. Las dos autobiografas ocuparan el quinto lugar, y el ltimo seria La Isla Mgica.

    Satisfecho?Asent con la cabeza, y los dos nos enderezamos de repente, con los odos

    aguzados para captar de nuevo el sonido que acabbamos de escuchar. El vientoamain y lo omos de nuevo, viniendo de la parte norte del parque. Tambores.Alguien estaba tocando los tam-tam. Ocurra siempre, en las tardes de verano, enCentral Park. Cul era, pues, el motivo de nuestro nerviosismo?

    Por qu sentamos ese fro glacial en la mdula, mientras el sonido rtmico delos tambores nos era devuelto por el eco que producan las dos torres de acero y

    cristal que flanqueaban el parque? Sentimos que la vida no es algo tan bienordenado y sereno como los tcnicos de nuestra civilizacin nos quieren hacercreer.

    Hay ms cosas en el cielo y la tierra, Horacio...Ridculo. No haba nada de qu asustarse. Los dos nos tomamos otra copa; la de Seymour era doble, y su mano temblaba cuando

    alz el vaso.

    Ridculo.Los tambores seguan sonando.

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    CONSERVA TU ATAUD SECO, NEVADAJim Harmon

    Aparece en Escalofri 23 Tales of the Zombie1974

    Dos hombres atrapados en un inhspito desierto del Sudoeste, con un viejo loco que empua un revlver yalgo todava ms siniestro por encima de las lomas. Escuchad... no os los aullidos, o es que se est riendo desus impotentes vctimas? Una historia breve, para evocar el ambiente de aquellas viejas emisiones radiofnicas,como Inner Sanctum, I Love Mystery y Lights Out.

    Las diez de la noche en medio del desierto de Nevada, con nuestro coche allado y nosotros a un centenar de millas de la civilizacin y casi tan lejos de LasVegas gru Lank Barton, con montona insatisfaccin . Por las patillas de miabuelo, no s cmo uno ha podido meterse en semejante lo.

    Whisper Michales se puso en cuclillas junto al rojo brillo de su fuego decampamento. Era ms bajo y de hombros ms pesados que el hombre que'estaba revolviendo la arena con su impaciente pensar. Las dos caras no se parecan una a otra y, sinembargo, haba algo del mismo brillo de humor en sus ojos y en la expresin determinada de sus bocas.

    Quieres saber cmo nos hemos metido en este lo? Su voz era ms bien unsusurro que un gruido . T nos has metido en este lo. Te dije que no condujeras tan aprisa por estas carreteras. Nosabes que hay una velocidad lmite?

    Whisper, t sabes que esto no tiene aplicacin conmigo dijo Lank .Cuando estuvimos aqu hace un par de aos, mi primo Rafe me nombr diputadohonorario del sheriff de Coffin Country.

    Es todo un honor para ti gru Whisper . Diputado de sheriff para mil

    millas cuadradas de arena... porque no creo que haya ni una sola casa en todo el espacio ocupado porestas millas. Pues estn equivocados, amigos. No, no intenten sacar ningn arma.Era una voz nueva, que cortaba a travs del silencio nocturno del desierto. El

    recin llegado avanz hacia el pequeo crculo de luz de la hoguera, y su siluetaqued orillada de rojo contra la negrura del fondo del desierto. Era un hombremenudo y nervudo, viejo, pero no doblado.

    Os importa que comparta vuestro campamento? les pregunt. Somos particulares dijo Whisper. Quin es usted? En esta parte de la creacin no existe la etiqueta contest el viejo.Whisper Michaels se puso de pie y se encar j con l.

    Le importa mucho? No me importa. Mi nombre es Dirty Dan (Dan el Sucio).Lank se empuj el sombrero de ala ancha hacia la parte de atrs de la cabeza. Dirty Dan. Es todo un nombre para usted, eh? S, Dirty Dan. Lo de Dan, por la abreviatura de Daniel. En cuanto a lo

    dems... Puede guardarse las aclaraciones dijo Whisper . Ya sacaremos nosotros

    conclusiones propias. Van a desenfundar? pregunt Dirty Dan . Quieren resolverlo a tiros? Estoy dispuesto... Contngase, Dan dijo Lank, calmndole . Nada de armas.

    Despertaramos a los perros de la pradera.

  • 8/22/2019 Varios - Cuentos de Horror (Pastiches de Revistas)

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    No impediris que la ciudad conserve seco vuestro atad, sin embargo. No,seor Dan solt una carcajada. La carcajada se convirti en tos. Volvi a escupirdentro del fuego.

    Qu es esto? pregunt Whisper . Cmo se llama esa ciudad? Se llama Conserva Seco t Atad, Nevada contest el viejo . Hay una historia con mucho colorido

    de cmo se lleg a llamar as. Pero, si yo la he odo alguna vez, la he olvidado.

    Esto es una gran ayuda gruo Whisper . Para nosotros significa no estar lejos de un lugaredificado.

    Al otro lado de la prxima colina hay muchos edificios dijo el viejo . Una metrpoliregular. Almacn general, hospedera, tres cobertizos, una casa... Muchos edificios. Aunque sin gente. Una vez, lleg atener veintitrs habitantes.

    Creo que debi ser sesenta o setenta aos atrs, hacia la vuelta del siglo, eh, Dan? dijo Lank. No. Dan volvi a escupir. Esta vez no acert el fuego . Fue anoche, antes

    de que los mataran a todos. Los mataran! exclam Whisper . Toda una ciudad borrada. Qu est intentando decirnos, Dan? Lo estoy diciendo, forastero dijo Dan Toda la ciudad de Conserva Seco tu Atad fue asesinada por el lobo

    fantasma anoche, y si queris sacar la herramienta...

    Cada vez est resultando menos divertido, Dan dijo Lank, a quienabandonaban sus habituales maneras fciles . A m no me gusta la gente que aparece deimproviso, que habla de asesinatos y amenaza con liarse a tiros conmigo. Creo que deber hacerme cargo de cualquierarma que lleve usted.

    El viejo se agazap como un animal. Intntelo y es usted hombre muerto, Texas.Entonces, Whisper Michales se lanz adelante,le quit al viejo un revlver de largo can que llevaba en el bolsillo de la

    cadera, y lo empuj contra el arenoso suelo. Derribando a viejos, eh? gimi Dan. A uno que amenaza con matar a mi amigo, s dijo Whisper, soltando un silbido sordo . Lank, esta vieja pistola... Una Peacemaker calibre treinta y ocho, clculo dijo Lank. S, pero est cargada con balas de plata. Whisper se volvi hacia el viejo, que an estaba tendido donde haba cado

    . Quines se piensa que somos? Y quin cre que es usted? El Lone Ranger? No soy ningn tipo de "Ranger", ni de sheriff, pero s lo que se necesita para cazar a un hombre lobo soltDirty Dan.

    Un hombre lobo! Lank Barton se ri . Puedo ser un tejano supersticioso, pero aunque s que los hombreslobo son como vampiros y Frankensteins... slo estn en los libros baratos y en las pelculas de terror.

    Bien, tejano, tambin podr encontrar un hombre lobo en Conserva Seco tuAtad ,. dijo Dan . Anoche se comi a veintitrs personas. Yo imagino que va a tener hambre otra vez, yslo estamos nosotros tres para satisfacer su apetito.

    * * *

  • 8/22/2019 Varios - Cuentos de Horror (Pastiches de Revistas)

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    La media noche estaba encima, y el desierto estaba cada vez ms fro. DirtyDan haba contado ms cosas de su historia a los dos hombres, y ellos habandeclarado que eran detectives privados, que trabajaban habitualmente en LasVegas. Su compaa era la Deuce Investigations. A cambio, Dan les haba explicado a ellos que