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MADRID

NOVIEMBRE 1961

N.° 22-61 N

RfMOL^f^IA fORR^]fRAVARIEDADES Y CULTIVO

luis Cubillo de MerloIngeniero Agrónomo.

MINISTERIO DE AGRICULTURA

DIRECCION GENERAL DE COORDINACION,CREDITO Y CAPACITACION AGRARIA

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Cuando se suceden años secos, muchos agriculto-res echa,n de menos los piensos para alimentar suganado al llegar el invierno, cuando es difícil adqui-rirlos, pues entonces esta necesidad surge en todaspartes simultáneamente. EI cultivo de remola,chas fo-rrajeras permite obtener un pienso aplicable a todaclase de ganado, de labor o de renta; y que, ademásde otras buenas cualidades, presenta la ventaja deser «fresco» en la época en que única.mentc se dis-pone de piensos «secos».

No quiere decir lo anterior que sólo deba cultivarsela remolacha forrajera en los años que se presumensecos, cosa que hasta ahora ningún ser humano co-noce con tanta anticipación, sino que disponemos deuna planta que por sus condiciones y época en queprecisa más atención, es complemento indispensablede la explotación agrícola y que, al comprobar lasgrandes pérdidas que los años secos acarrean a laganadería, nos debe mover a procurar disponer siem-pre de piensos de cualidades muy distintas, a fin deque no pasen nuestros animales penuria de ellos si,debido a las condiciones del año, se malogran en granparte los forrajes disponibles en años que se ha dadoen llamar normales.

A lo anterior se une, como decimos, el hecho delas cualidades de la remolacha forrajera, culturalesunas, otras ganaderas, que a continua^ción sP enu-meran, y que no son de despreciar en modo alguno.

Esta planta, por sus características bastante dis-tintas a la mayoría de las forrajeras, contribuye alequilibrio ideal de la explotación agrícola, que con-siste en la debida ponderación entre los cultivos cuyafinalidad sea la alimentación humana, la del ganadoy el abastecimiento de las industrias derivadas de laAgricultura.

Las remolachas fotografiadas en la portada de esta HoJs lliv[ Lc.nlloxq co-rresponden a las variedade^ «Ovcidea Barres» (forrajera) }«Blanca de cuello^verde» (semiuucarera), cuya porción enterrada representa, respecti^•amente, el55 y el 65 por 100 de tod^^ la raíz.

(Fotografías de los Laboratorios de 5Eb'IESA, reproducidas por cortesía dela revista _4grvca^!tur^.)

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REMOLACHAS FORRAJERAS Y SEMIAZUCARERAS

La remolacha iorrajera que, como de todos es >ai^ido,es plaiita que se aprovecha por su raíz, no es sino la varie-clacl cr^ussa de la especie 13eta vulgaris, que presenta la par-ti^-ularidad, primera de la serie, de que en su primer añr.cle vegetación no produce sino raíz y hojas, todo aprove-chable por el ganado. Como es exigente en abonos y labo-res de cultivo, deja la tierra limpia de malas hierbas y abo-nada, pues, lógicamente, no aprovecha todos los elementosnutritivos que se añaden a la tierra, sino sólo los que enépoca oportuna se han hecho asimilables.

.Vo precisa apenas cuidacíos durante verano y otoño; encambio, el arranque y la conservación proporcionan trabajoen invierno, cuando los demás cultivos no los necesitan.

.lcíemás de lo apuntaclo, es planta de cosecha segurauna vez que ha nacido, si recibe los cuiclados a ĉíecuaclos,naturalmente.

Si atendemos a su utilización como alimento del gana-do, podemos decir que es un pienso fresco de invierno, pococoncentrado.

Lo comen bien tanto el ganado vacuno como el lanar ;y administrando con cuidado las remolachas semiazucare-ras, caballos, mulos }- asnos. También se puede dar, en fres-co o cociclo, al ganado de cerda, aun en época de cebo (e^^dosis de las que no trataremos aquí).

La ciilerencia entre el aspecto cíel ganado que duranteel invierno no come sino pienso seco, y el lustroso y lozanodel que además recibe remolacha, es bien patente y conocida.

Una aplicación que pudiéramos 1lamar específica de laremolacha es como alimento del ganado vacuno lechero,cuya secreción excita.

Un solo inconveniente tiene el abuso de la remolacha :clue a los trastornos digestivos que generalmente presentael ganado al cambiar de régimen alimenticio sc^ n al ac^atiosn

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(pues al arranque de la remolacha ya suele estar sometidoa dieta de henos y pajas) se unen las propiedades laxantesde este pienso refrescante, lo que puede ocasionar diarreasque lo desmejoi-en. Por ello es preferible no abusar de sueinpleo.

Lugar en la rotación de cultivos.

Siendo la remolacha una planta-raíz que precisa prepa-ración esmerada del suelo y abonado intenso, es lógico quesiga a plantas de raíz superficial, aunque puede preceder oseguir a cualquiera, e incluso ser la cabeza de la alterna-tiva. No es conveniente su cultivo cíespués de praderas ar-tificiales, pues la acumulación de nitrógeno en la tierra re-trasa su madurez.

No hay inconveniente en cultivarla cada cuatro añosen el mismo terreno, siempre que se le proporcionen laslabores y abonos que esta planta requiere.

En terrenos cuya capa arable sea de pequeño espesorserá preciso esperar a repetir el cultivo en intervalos mu-cho mavores.

Clima y suelo.

Si traemos a colación el clima que conviene a esta raízes únicamente para hacer notar que, en los lugares dondepor la escasez de lluvias en verano se cultivan plantas enregadío, debe ser una de ellas la remolacha ; en los que per-miten el cultivo de la mayoría de ellas en secano, puedecultivarse sin la aplicación de riegos.

En cuanto a suelos, puede decirse que le convienen to-dos, aunque prefiere las tierras f rancas, arcilloso-calizas,suaves, fértiles y profundas. En los suelos excesivamentearcillosos encuentran grandes dificultades para nacer y des-arrollarse; en los muy arenosos, para esto último.

Más importancia que la calidad del terreno tiene, eneste cultivo, la profundidad de la capa a.rable, pues, portratarse de una planta de gran desarrollo de la raíz, nece-sita encontrar sustancias nutritivas a bastante profundidad.Tampoco son convenientes para esta pla.nta las tierras áci-ĉias o recién roturadas.

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Abonos.

La reinolacha necesita para su desarrollo de abonosabundantes. Fs preciso tener en cuenta que una cosecha de1-emolacha en regadío, cuando ha sido bien cultivada, re-presenta una cantidad de materia seca por hectárea de unos8.000 kilogramos ; es decir, aproximadamente dos veces lo

Fig. 1.-Remolacha forrajera Oberndorf y de raíz globosa poco enterrada. Esvariedad de gran producción, pero de escaso valor nutriti^^o. (Foto SEMESA.)

que una buena cosecha de trigo. Por ello, es p]anta exigen-te en abonos y es preciso proporcionárselos si se quiere te-ner provecho en este cultivo_

Claro que no pretendemos en lo que sigue dar una fór-mula de abonado ítnica e imprescindible para todos los ca-

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sos, sino unos términos aconsejables si, como suponemos,es esta planta la que se abona de preferencia en la rotaciónde cultivos.

- El e.etiércol debe c.onstituir la base de toclo abonadoracional, sobre toclo en caso cie que, como en este que nosocttpa, la planta que se cultiva lo es con vistas a la alimen-

Fig. 2.-Itemolacha forrajera Eckendovf amavilla, de raíz cilíndrica poco ente-rrada. Muy productiva, pero demasiado acuosa. (Foto sEMESA.)

tación del g-anado. Por ser sobradamente conoci^las las pro-piedades del estiércol, no sólo en principios fertilizantes,sino como enF^nierada 1>ara toda clase de terrenos, no las ea-poncírenlos aquí, limitándonos a aconsejar su empleo, repe-timos, con^o base cle un abonado yacional.

- Los aboylo.c fo.cfat,aclos son convenientes, pues, aun-

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yue ni la raíz ni las hojas de la ren7olacha contienen inu-^cho fóstoro, avuclan a la n^ovilización del nitrógeno, iavo-recen el crecimiento de la l^lanta en las primeras etapas clesu desarrollo, cuando las plantitas son más sensibles a lashela^las }- a la «pttlgtiilla», su mayor enemi^^o en ese l^e-a-íocl^ ^.

T^ig. 3.-Remolacha forrajer^i Roja gigante Eckendorf, enterrada ^^n su tercioínferior v de características análog2s a la variedad amarilla. (Foto SEMESA.)

- La reniolacha es muy exig^ente en potasa, ^or lo que<lebe añ^^dirse al suelo este elemento, aunqtte se ha^^a estei--colaclo abunclantemente, sobre todo en los terrenos silíceos.

- Pei-o cle inayor necesidad es el enlpleo de ^lbo^aos ^ii-^roĉte^raclos, cuva influencia no se n7anifiesta sólo 1>oi- el

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aumento de cosecha, sino también en el de la «materiaseca» de la raíz.

Fig. 4.-Hemolacha Gigante blanca ovoidea (Ovana), de cu;Alidades intermediasrespecto a las forrajeras y semiazucareras. (Foto SED4ESA.)

lina íórmula general de abonado puede ser:Kilogramos

por hectaírea

Estiércol ............................... 30.000 a 40.000Superfosfato .......................... 400 a 500Cloruro potásico ..................... 150 a 250Nitrato sódico ........................ 200 a 250

F,n cuanto a la época de su aplicación, diremos que elestiércol debe añadirse en otorio, y los abonos mineralesunos quince días antes de la siembra, reservando la mitaddel nitrato para añadirlo al dar la primera bina.

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Labores preparatorias.

Por tratarse de una planta-raíz, el terreno dedicado ada remolacha debe ser preparado mediante una labor dealza y otra profunda, en otoño, dada con arado de verte-•dera o Brabant. Después, con el número de gradeos preci-sos para nivelar el terreno, cuando se ha de sembrar enllano, y paso de tabla o rastra, por último. Con el últimog•radeo se deben enterrar los abonos minerales, así comola labor profunda habrá de servir para incorporar el es-tiércol al suelo.

En los casos en que se siembre por trasplante, de esamanera debe prepararse también la parcelita dedicada asemillero.

Cuando se cultive en lomos, proceditniento convenienteen terrenos muy arcillosos o excesivamente húmedos, se ha-i-án aquéllos en la última labor.

Siembra.

Para efectuar la siembra es preciso contar con semilla^de garantía, lo qtte se logra comprando sólo en Casas sol-ventes.

En cuanto a la variedad o «marca», es preciso tener encuenta lo siguiente :

- Hay remolachas .forrajeras con gran producción porhectárea v poco enterradas, lo que constituye una ventaja;por el contrario, tienen nnty poca materia seca y poco po-^der nutritivo. Entre ellas están las Manzlctla, Gigantes de va-Y-ios colores, Eckendorf, Peragis, las llamadas «de bola» o-«globosas» (tipo Oberndorf), etc.

- Otras variedades son las ovoideas, remolachas fo-rrajeras ricas del tipo Barres, con mayor cantidad de ma-teria seca v la mitad de la raíz enterrada.

- Por último, las remolachas servciaz^ticareras, que tie-nen sólo una tercera parte fuera de la tierra, producen me-nos, pero son las más nutritivas y, en resumen, las que pro-porcionan mayor cantidad de alimento por hectárea. Son las1lamadas Bla^^r,ca de cu.ello verde o rnsa, Green-toppel, ete.

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Las ventajas de unas y otras quedan compensadas porsus inconvenientes, de modo que, en cada caso, debe elegirel agricultor conforme con las condiciones locales, pues, porejemplo, los jornales que se ahorran en el arranque y lim-pieza de la raíz cultivando remolacha f orrajeya prodr.rct^iva.quedan compensadas por el menor alimento que se obtiene,sucediendo lo contrario utilizando las sei^aiazucareras. Nos-otros, atendiendo tambiér^ a que se pueden suministrar in-cluso a caballos y mulos, nos inclinamos algo más por estasítltimas.

- Puede hacerse la siembra directamente o erya se^^^zi-lleyo, a lo que se recurrirá cuando por vientos, o por serlas tierras fuertes, se tema que no nazca la planta por napoder romper la costra del terreno, o cuando no se hayatenido tiempo de preparar la tierra.

La siembra diyecta puede ser hecha a golpe o con má-quina. El primer método economiza semilla; el segundo ase-gura mejor nascencia y ayuda al logro del éxito en la lu-cha contra la «pulguilla».

Si se hace a golpes, en cada uno se dejan de cuatro aseis semillas, para que al germinar se ayuden todas las plan-titas a romper la costra del terreno. Los golpes deben po-nerse en líneas separadas de 40 a 50 centímetros, y cadagolpe a 25 centímetros.

Si se hace semillero (de ocho a diez áreas por cada hec-tárea que se vaya a dedicar al cultivo), se siembra en él avoleo y se ayuda la nascencia con riegos frecuentes pocc^copiosos.

Cuando las plantas han «cruzado», es decir, tienen cua-tro hojas, se puede decir que, a no mediar circunstancias^muy anormales, ya está asegurada la cosecha. Por ello nc^se recomendará nunca bastante que lo mejor es sembrarteriz,^ra^a^^ ^^ e.cj^eso, cuando ya no sean de temer heladas_

Desmate o aclareo.

Cuando haya nacido la planta, lo que ocurre a Ios diezo doce días normalmente, se dará tina bina superficial pararomper la costra del suelo v destruir las malas hierbas ;

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a lo largc^ cle la veg^etación se repetirá la labc^r otras tres octtatro veces con el mismo objeto.

Cuando la planta tenga inás de cuatro hojas de t^n^scliez centímetros de long-itud. se procederá a dejar ttna ^^^la

Figs. 5 y G.-IZemolachas semiazucareras: Blanca de cuello verde y Gigantesemiaz2ecarera. Tienen forrna alarl;ada y raíz enterrada en sus dos tc^rcics. .4un-que de menor producciGn que la; forrajeras, se recemienda por su altc^ ^ alor

nutritivo. (Fotos Sociedad General Azucarera.)

planta en cada golpe, si se ha selnbrado así. Si se ha hechocon máquina, se dejará una planta cada 25 centímetros a lolargo de las líneas. Se Procurará que sea la n^ás vil;-orosa.I?s precis^ hacerlo en tietnpo híimedo, y a continttación seclebe dar una cíe las binas indicadas anteriormente, cc^n loc^ue la hlantación recobrará stt aspecto lozano.

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Trasplante.

Si se hizo semillero, se arrancarán las plantitas de^-pués de un riego y, cortándoles el extremo cíe la raíz y delas hojas, se plantarán en el terreno donde han cíe comple-tar su ciclo vegetativo, procurando hacer el arranque a úl-tima hora de la tarde, y sólo de la cantidací de planta quese haya de emplear al día siguiente. Durante las horas demás calor se interrumpirá la plantación. Como ésta requie-re obreros especializados, sólo podrá emplearse este métodoen caso de contar con ellos.

Riegos.

1'ara dar el primer riego debe esperarse todo lo posi-ble a que la planta lo pida, para que profundice bien laraíz principal y aproveche así mejor los principios nutriti-vos cíe la tierra y de los abonos.

Después del primer riego se dejará transcurrir un inter-valo de doce días en los primeros meses de verano, y diezen agosto y septiembre para repetirlo. Si las plantas estáncolocadas al marco debido, en julio deberán «cerrar»; esdecir, las hoj as cubri rán el suelo, y ya no es preciso binar,pues las malas hierbas no podrán crecer por falta de espa-C2l) ^Z'bÍQ^i.

Recolección.

Al amarillear las hojas, la reinolacha está madttra vpuecíe procederse a su arranque. 1VIientras no sean de te-mer heladas puede demorarse éste, pero es preferible ha-cerlo cuanto antes, pues la conservación es mucho peor encaso de haber sufrido una helada, ya que gran parte de laraíz está fuera de la tierra.

El arranque se hace a mano para las variedades que tie-nen g•ran parte de la raíz fuera de tierra; o ayudándose deun arado común o romano para remover el terreno ; o cong•arfios, método nada aconsejable porque las lesiones en laraíz perjudicar^ a su conservación.

Después de limpias las raices, se descoronan, aprove-chánd^^se las hojas en seguida.

Depósito legal^ M. Ŝ .1Vy - 19J0. GRA![CAS UGUINA • 1áADRID