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    EL ALGODNEl 31 de diciembre de 2008 se publicaron las Reglas deOperacin de los programas de SAGARPA 2009, y en elPrograma de Atencin a Problemas Estructurales (Apoyoscompensatorios), se estableci el Ingreso Objetivo Mnimopara Algodn en Pluma por tonelada, en 16 mil pesos.

    Posteriormente, el 2 de enero de 2009, fueron publi-cados de nueva cuenta los ingresos objetivos para dife-rentes cultivos, y, en el caso particular del algodn, esteingreso fue fijado en 12 mil pesos por tonelada pluma,lo que representa 41.61 dlares el quintal (t.c. $13.7). De2002 a 2008, el ingreso objetivo para este cultivo estuvofijado en 67.75 dlares / quintal, lo que motiv a los pro-ductores de algodn a solicitar el mismo precio objetivopara el presente ciclo agrcola.

    Ante la reduccin del ingreso objetivo, los productoresrepresentados en el Consejo Nacional del Sistema Produc-to Algodn entablaron una mesa de trabajo en SAGARPAsin llegar a acuerdos sobre el incremento solicitado enel ingreso objetivo. Ms an, la falta de definicin de unacuerdo gener incertidumbre entre el sistema finan-ciero regional, limitando el otorgamiento de los avos alsector algodonero, situacin por dems difcil, si se con-sidera que la fecha de siembra para este cultivo inicia apartir del 15 de febrero.

    En el mbito estatal, los efectos de la poltica pblicava ingreso objetivo provocaron el desistimiento de siem-

    bra de ocho mil hectreas de algodn, de las 12 mil so-licitadas para el ciclo primavera-verano 2009. La falta deacuerdos en el rea federal propici un ejercicio estatal derecuperacin de la rentabilidad de la actividad mediante el

    establecimiento de acciones como las mencionadas ante-riormente y contenidas en el PROTEGE: compras consoli-dadas de insumos, plaguicidas y fertilizantes; apoyo parala adquisicin de semilla (20 por ciento del costo total);apoyo a la capacitacin y extensin (80 por ciento del to-tal). El logro ms significativo en esta negociacin fue laorganizacin de los productores para acceder a los apoyosy repercutirlos en una efectiva disminucin en los costosde produccin.

    PRODUCCIN DE LECHEPARA CONSUMO EN FRESCOLa industria productora de leche fresca de bovino de laentidad ha visto afectada su rentabilidad en los ltimosmeses del ao en curso, debido a una serie de factores quehan provocado un incremento en el costo de produccinde cerca del 16 por ciento, entre los que se identifican:incremento en el precio de la alfalfa, concentrado y re-vuelto, que en conjunto representan el 76 por ciento delos costos de produccin; incertidumbre y elevacin deltipo de cambio, que impacta directamente en el costo delos insumos que se cotizan a precio internacional, comolos granos que integran el concentrado y otros insumoscomo medicamentos, vacunas y semen; as como el costode las vaquillas de reemplazo, que se cotizan en dlaresnorteamericanos; concentracin de la industrializacin deleche fresca en una empresa que cubre al 87.72 por ciento,lo que resta poder de mercado y disminuye notablementela capacidad de negociacin de los productores de lecheen torno al precio del producto pagado por la industria;as como el incremento mensual del costo del agua.

    Ante el panorama anterior, actualmente el subsectorlechero sufre prdidas, toda vez que el precio recibidopor parte de la industria no alcanza a cubrir el costo

    de produccin en su totalidad; sin embargo, y en un es-fuerzo solidario con el Gobierno del Estado de Baja Cali-

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    fornia y con la sociedad que representa, los productoresde leche se han comprometido a mantener el precio actualdel litro de leche y a garantizar el abasto, toda vez queun incremento en el precio estimulara la importacin delproducto a menor costo, para satisfacer las necesidades

    regionales.Nuevamente la crisis evidencia fallas de mercado en

    el encadenamiento productivo de este sector, y una faltade competitividad sostenida por el apoyo a la comercia-lizacin que la SAGARPA brinda a las empresas pasteuri-zadoras para garantizar la adquisicin de excedentes decuencas lecheras excedentarias.

    APOYOS COMPLEMENTARIOSPara subsanar el impacto de la crisis, nuevamente el go-

    bierno del Estado debe implementar medidas de corto,mediano y largo plazo, a fin de restituir parte de la renta-

    bilidad perdida por este sector. De esta manera, se plan-tean apoyos complementarios para reducir el costo del

    agua de uso en establos lecheros; compras consolidadasde insumos (forrajes); apoyo emergente al flete para eltraslado de forrajes; establecimiento de lneas de crdi-tos puente a tasas preferenciales; programa para la pro-duccin de ensilajes; programa para el establecimiento deproductos residuales (composta); entre los principales.

    Los productores de leche han experimentado losembates de la crisis, a la par que la oportunidad pararedisear sus empresas y estructura productiva parapermanecer en el mercado.

    CONCLUSIONESLa crisis ha puesto en relieve la falta de rentabilidad y com-petitividad de algunas actividades agropecuarias, como elalgodn y la leche fresca. Se espera que en el corto plazose manifieste la misma problemtica en el sector granos,particularmente el trigo, que ha sustentado su crecimien-to, al igual que los anteriores, en los apoyos complemen-tarios brindados por el estado, aunado a la tendencia a la

    baja del precio del producto en el mercado internacional.Al parecer, los diseadores de la poltica pblica agr-

    cola no consideraron en las estimaciones que solventar unproblema social a travs de apoyos subsidiarios restaracompetitividad y rentabilidad a este tipo de actividades.En este contexto de crisis, las instituciones pueden serun instrumento eficaz para revertir la tendencia y lograrla rentabilidad y competitividad de las actividades agro-pecuarias va la restructuracin de sus esquemas pro-ductivos, reduciendo costos y diseando polticas acordes

    al desempeo y necesidades regionales, acompaadas deuna oportuna y eficiente dispersin de apoyos.

    Algunos autores consideran que los tiempos de cri-sis son tiempos de oportunidades. Efectivamente, unacrisis se puede tornar en oportunidad para trabajar coor-dinadamente y convertir las actividades agropecuarias enempresas rentables y competentes; pero tambin puedeconvertirse en un instrumento de fomento a la ineficien-cia, si los actores regionales no perciben la oportunidadde cambio, y se teme a los conflictos sociales que se pue-den generar en este tipo de contextos.

    INEGI, 2009 . Comunicado 045/09, Aguascalientes,Ags.PROTEGE , enero-diciembre 2009. Gobierno delEstado de Baja CaliforniaSEFOA , 2009. Gobierno del Estado de BajaCalifornia. Documentos de trabajo.

    REFERENCIAS

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    Parece increble, pero algunas organizaciones, en me-dio de la crisis, descuidan su mayor activo; el recursohumano. Existen muchas causas por las cuales lasempresas pueden entrar en problemas con sus empleadosy puede ser que los recursos humanos sean los causantesde los problemas en el clima de trabajo.

    Algunos problemas frecuentes a los que hay que poneratencin son los siguientes:1-El no tener una claridad suficiente para que la genteentienda sus trabajos; que la gente sepa qu es lo quedebe hacer y cmo contribuye.2-El que las metas sean no realistas o que estn cam-biando constantemente. Aun en ambientes turbulentosse puede mantener rumbo y a la vez existir con virajesnecesarios en la direccin del barco.3-La existencia de una pobre comunicacin es un ele-mento disparador de baja moral. Ambientes de constan-tes crticas entre los empleados; que los jefes estn inac-cesibles cuando se les necesita; indisciplina; ser tratadocomo un nmero: todo esto promueve graves deteriorosen los programas de comunicacin.4-El alejamiento de la alta administracin en tiempo decrisis es un problema serio, ya que es en estos momentoscuando ms se necesita que la gente sepa lo que est pa-sando y evitar todo tipo de rumores y especulaciones.

    5-La administracin de la empresa, al enfrentar unacrisis, slo se preocupa por resolver sus problemas fi-nancieros u operativos, y no pone la mnima atencin alrecurso humano. ste ser el asunto crtico a resolver encortsimo plazo.6-La carencia de mediciones claras y objetivas del des-empeo de la gente, al igual que indicadores de evolu-cin de personal, son causa importante de problemas debaja moral en las compaas.

    IMPORTANCIA DE LAS PYMESEn esta crisis, no hay que perder de vista a las micro,pequeas y medianas empresas. Frecuentemente habla-mos de los problemas que enfrentan los grandes corpo-rativos y cmo estn sorteando los momentos difciles.Para muestra de la importancia econmica en el pas delas empresas de menor tamao, tenemos que, en el ao2006, existan en Mxico cuatro millones de empresas,de las cuales el 99.8 por ciento eran micro, pequeas ymedianas empresas, que generaban el 52 por ciento delProducto Interno Bruto y contribuan con el 72 por cientode los empleos formales, segn datos de la Secretara deEconoma.

    La micro, pequea y mediana empresa desempean unpapel importante en el desarrollo econmico de las nacio

    No le agregue ms crisis a la crisisRodrigo Plancarte de la Garza

    Maestro Rodri goPlancarte de laGarzaComisionadoPropietarioComisin deTransparenciay Acceso a laInformacindel Estado deNuevo [email protected]

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    nes. En trminos numricos, este segmento representa enpromedio el 95 por ciento (considerando que en generalno se define a la microempresa, se asume que est con-siderada en este porcentaje) del total de empresas en lospases de la Organizacin para la Cooperacin y el Desa-

    rrollo Econmico (OCDE),mientras que en Amrica Latinalas cifras oscilan entre 95 y 99 por ciento (incluida la mi-croempresa).

    ACCIONES FRENTE A LA CRISISDadas las circunstancias econmicas internacionales, esnecesario tomar acciones para hacer frente a la crisis yno salir tan afectados, por lo que se recomienda realizarun diagnstico de la situacin actual de las PYMES. Dichodiagnstico implica las siguientes acciones:A) Identificar el sector al que pertenecen. Esto es impor-tante, debido a que los impactos econmicos son diferen-tes, dependiendo del sector en que estn inmersos:comercio, transformacin, construccin, turismo, trans-porte, servicios, extractivas. A la vez, se deben identificarsus fortalezas y debilidades ante la crisis, al igual que antela competencia, pues no todos pierden en una crisis. Hayquienes ganan, pues en ella tambin se dan oportunidadesde crecimiento, inversin, fusin por absorcin, maquila,negociacin de precios.B) Determinar la disponibilidad de efectivo a la fecha .Con base en la informacin financiera de la PYME, se debedeterminar cul es el flujo de efectivo con el que se iniciay cul sera el que resulte de liquidar y cobrar deudas ysaldos a favor, considerando las fechas compromiso dematerializacin. Esta informacin ser de gran utilidadpara la elaboracin de un flujo de efectivo a corto plazo.C) Evaluar los crditos financieros existentes. En caso detener crditos con instituciones financieras, es necesario

    identificar si son a tasa fija o variable; en el caso detasa variable, sera conveniente renegociarlos a tasafija a corto plazo. Esto depender de la liquidez.

    D) Identificacin de los insumos (bienes o servicios)y materias primas para llevar a cabo su actividadeconmica. Es necesario clasificar todas las adquisi-ciones, en principio si son nacionales o de exportacin,debido a que las condiciones de los precios pudierantener variaciones por las paridades cambiarias; en elcaso de insumos nacionales, obtener los precios enmoneda nacional, para no caer en la incertidumbre dela paridad cambiaria. Una segunda clasificacin seraidentificar los que son derivados del petrleo, por losposibles cambios de precios. Una tercera clasificacindebera ser de aquellos bienes o servicios que tienensubstitutos y que no afectan la calidad del producto odisminucin de los costos.

    Por ltimo, es muy importante identificar aquellos bienes o servicios que pudieran tener problemas de es-casez. Esta informacin ayudar a elaborar un presu-puesto ms real, acorde con las expectativas de la cri-sis. Esta actividad tendr diferentes cargas de trabajo,dependiendo de la actividad, debido a que las presta-doras de servicios utilizan menos bienes tangibles quelas de transformacin o comercializacin, pero indu-dablemente reciben algunos bienes y servicios.

    Es importante valuar el inventario de bienes quese utilizan para las actividades, y aqullos que sean

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    de lento movimiento u obsoletos, debe buscarse el ven-derlos.E) Determinar la capacidad productiva o de servicio. Esimportante conocer cunto se est utilizando de la capa-cidad productiva instalada de la PYME, debido a que, nor-malmente, no se utiliza en su totalidad. El conocer cuntose puede aprovechar dara como resultado una fortaleza;

    tendra que utilizarse buscando nuevos clientes con loscuales se podran negociar precios ms atractivos, debidoa que los costos tenderan a bajar. Al prorratear entre msunidades los costos fijos, el ganar clientes dara como re-sultado que otra empresa estara perdindolos.

    Otra opcin sera ofrecer maquila por medio de unaalianza con otras PYMES que elaboren bienes o servicioscon caractersticas iguales o similares. De la misma mane-ra, se obtendran costos ms bajos, y el hecho de poderdisminuir costos dara la posibilidad de brindar bieneso servicios con precios ms bajos y ayudar a nuestrosclientes. No olvidemos que esto es una cadena; sin em-

    bargo, con el presupuesto y el flujo de efectivo, estaramosen condiciones de definir cunto es nuestro margen demaniobra en nuestros precios. En esta cadena ganan losinvolucrados, incluyendo los empleados.F) Anlisis o implementacin del Sistema de Costo. Lafalta de sistemas de costos en las PYMES en Mxico, yel hecho de experimentar en este momento una crisis in-ternacional, hace necesaria la generacin de informacinveraz, oportuna y confiable para la toma de decisiones.Esto obliga al empresario a identificar los costos en queincurre, clasificndolos en fijos y variables (materia prima,mano de obra y costos indirectos); posteriormente deberanalizar la importancia y racionalidad de los mismos, con

    lo cual deber tomar decisiones de disminuirlos en uni-dades y en costos; suspender los que son infructuosos,e incluso realizar alianzas para adquisicin de bienes oservicios en conjunto con otras PYMES y con esto negociarmejores precios de compra.

    Con mejores costos obtendremos una base clave paraestablecer una poltica de precios para competir en estosmomentos de crisis. Es evidente que el desarrollo de unsistema de costos es caro y lleva tiempo, dependiendo delsector en que se vaya a utilizar, y del volumen de las opera-ciones que se realicen.

    En el caso de las PYMES que cuentan con sistemade costos, valdra la pena realizar un anlisis de la in-formacin y, dependiendo del sistema de costeo que seutilice, valorar si es necesario adecuarlo ; actualizar constan-temente el precio de los estndares, si fuera el caso; dis-minuir en lo posible las mermas; estar al pendiente, con-

    juntamente con los de produccin, por posible escasez dematerias primas; analizar los estndares de inventarios ytrabajar sobre los mnimos; considerar el justo a tiempo

    en la recepcin de materias primas.En poca de problemas econmicos es conveniente

    valuar las mercancas por el mtodo UEPS (ltimas entra-das primeras salidas); es importante no disminuir la cali-dad de los bienes o servicios.Es evidente que, para la mayora de las PYMES, el realizar unsistema de costos no est en sus posibilidades econmi-cas, por lo que alguna alternativa sera a travs de las c-maras a las que pertenezcan, de modo que stas hagan

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    alianzas con universidades o colegios de contadores paraque diseen modelos de simuladores de sistemas de cos-tos para los diferentes sectores y los puedan utilizar demanera provisional; crear pginas Web y subir de maneragratuita estos simuladores y que estn al alcance de todaslas PYMES.G) Determinacin del punto de equilibrio . Es necesaria laaplicacin de herramientas financieras que la mayora delas PYMES no han utilizado, lo que en gran parte se debea la falta de estructura administrativa; y en ocasiones sedebe a un desinters por obtener los puntos de equilibrio

    por lneas de produccin, y qu mejor producto o serviciodara informacin para la toma de decisiones, sobre losproductos con mayor rentabilidad, e incluso de aqullosque son necesarios seguir ofreciendo, porque de ellos sedesprende la venta de otro bien (refacciones) o servicio(mantenimiento). Con esta informacin se obtendran lasproyecciones mnimas de ventas en unidades y con quprecio.H) Determinacin de la rotacin de las cuentas por co-brar y por pagar. Mediante razones financieras, conocercules han sido y proyectar las rotaciones de las cuentaspor cobrar y por pagar, ayudar en la elaboracin de unadecuado flujo de efectivo y nos dar informacin de posi-

    bles contingencias de falta de flujo, con lo cual podramos

    negociar diferir pagos o bien anticipar cobros, ofreciendotasas de descuento que no afecten nuestra operacin.I) Evaluacin de los clientes. Es urgente revisar o imple-mentar polticas de crdito, ya que no slo es necesario elvender en estos tiempos, sino el cobrar. Debemos detectarlos clientes cumplidos e incluso analizar qu tanto le afec-ta a nuestro cliente la crisis; conocer un poco ms de losclientes de nuestro cliente; buscar darle alternativas quele permitan seguir siendo competitivo; comprometer laentrega, en tiempo y forma, de los bienes y servicios que levendemos. Por lo que corresponde a los clientes morosos,

    es conveniente tener acercamiento con ellos y replantearla poltica de crdito existente, con la finalidad de obtenerla recuperacin de los flujos de efectivo y, en el peor de loscasos, suspender las entregas.

    J) Evaluacin de los proveedores. Revisin o implemen-

    tacin de las polticas de compras con todos los pro-veedores de bienes y servicios con los que tenga relacinla PYME. Con algunos no ser posible, debido a que setrata de precios o tarifas oficiales. Por lo que respecta alos dems, es un momento de oportunidad para ajustarprecios de manera favorable y establecer condiciones depago. Por eso es importante la elaboracin de un presu-puesto y proyectar el flujo de efectivo.K) Determinacin de los pasivos a la fecha. Se deberevaluar cada uno de los pasivos, atendiendo a si son decorto o largo plazo; si son en moneda nacional o monedaextranjera; si corresponden a pasivos corrientes, de inver-sin o impuestos. Esto es importante, debido a la exigibili-dad y al riesgo de negocio en marcha, por posibles embar-gos o falta de suministros de bienes o servicios.

    L) Anlisis de las remuneraciones y prestaciones.Segn el sector al que pertenezca la PYME, la mano deobra representa, en algunos casos, dentro del costo, unvalor muy importante; sin embargo, ante una disminucinde las ventas, se pueden encarecer los costos y generartiempos muertos no productivos del personal. Esto consti-tuye un problema grave, por lo que, en caso de ser necesa-rio, se deber llegar a acuerdos con el personal y plantearacciones emergentes mientras pasa la crisis, como ajustarla jornada de trabajo, al igual que el sueldo; establecersueldo base y, cuando se pueda, a destajo. No es conve-niente en un principio el recorte de personal y ms cuan-do es calificado; no olvidar que se puede convertir en unperiodo de oportunidad; tener reuniones con el personal y

    sindicato, si es que lo hay; reorientar actividades cuandoexistan tiempos muertos. Es necesario informar a los em-pleados sobre cmo, en lo personal, pueden hacer frentea la crisis.

    TODOS TENEMOS ALGO QUE HACERPara que la crisis no se convierta en psicosis, todos te-nemos tareas que cumplir. Por parte del gobierno, su tareadebe ser la de informar permanentemente sobre los pro-gramas de apoyo, y estimular fiscalmente para la gene-racin de nuevos empleos y cuidar los actuales.

    En el caso de las PYMES, es importante reunir infor-macin que les ayuden a ir midiendo el entorno de su ne-gocio, con el cual puedan prever y ajustar sus presupues-

    tos y flujos de efectivo, y evitar en los posible las deudascontradas, y ser productivos en sus lugares de empleoLa crisis no debe considerarse como una pesadilla. Los

    momentos histricos similares en el pasado han sido deaprendizaje, de sensibilizarnos como personas, de apren-der que lo espiritual siempre debe estar sobre lo material.La crisis, en sntesis, la debemos traducir en aprendizaje,prudencia serenidad y paciencia ante estos acontecimien-tos.Y, por favor, no le agregue ms crisis a su crisis. Seamospropositivos.

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    Las crisS

    i en algo destacan los diferentes tejidos productivos

    y empresariales que surgieron y an operan en elnorte de Mxico (Valle de Culiacn, La Laguna, Valle

    del Yaqui, Valle de Mexicali, Monterrey) es justamente ensu perdurabilidad. Son espacios de actividad econmica,cuya expresin ms joven (Valle del Yaqui) suma ya 90aos de existencia. Y en algunos casos, como sucede conMonterrey, puede hablarse de un empresariado que hadesbordado el siglo y medio de vida.

    Cuntas crisis (grandes, pequeas o medianas; nacio-nales, internacionales, regionales; polticas, econmicas,sociales, militares) debieron enfrentarse en tan dilatadatrayectoria? Revisemos, aunque de manera somera, elcaso Monterrey , sobre el cual se nos solicit informacin yopinin frente a la crisis actual.

    I. LOS SECULARES AVATARES REGIOMONTANOSLos orgenes de los grupos propietarios y empresarialesasentados en esta ciudad pueden remontarse a los tiem-pos ms convulsivos de la historia mexicana, a mediadosdel siglo XIX, cuando los Estados Unidos -en plena expan-sin territorial y en vsperas de su propia revolucin in-dustrial- se apropiaron de ms de la mitad de la geografadel inestable vecino del sur.

    Fue en tan tumultuosos aos, precisamente, cuando enMonterrey y en su entorno inmediato comenz a perfilarse

    Mario Cerutti

    una burguesa comercial, alimentada por las oportuni-

    dades que gestaban la tosca frontera del Bravo, las guerrasy ejrcitos dedicados ya a las luchas civiles, ya a combatirapaches y comanches, ya a repeler invasiones externas.

    Cules acontecimientos definieron, por los rumbosdel agreste noreste, el perodo 1850-1875? Entre otros:crisis generalizada por las prdidas territoriales frente aEstados Unidos, guerra de Reforma, intervencin france-sa, enfrentamiento poltico-militar entre el gobernadorSantiago Vidaurri y Benito Jurez, amenazas permanen-tes de grupos texanos, combate racial contra apaches ycomanches, ocupacin de La Laguna, llegada de PorfirioDaz al gobierno central.

    Desde aquellos tiempos se conocieron en el noresteapellidos y familias que -durante dcadas- seguiranmencionndose en el escenario regional de los negocios:Zambrano, Madero, Garza, Caldern, Gonzlez, Trevio,Belden, Milmo, Hernndez, Rivero. Entre 1880 y la revolu-cin, se sumaron Sada, Garza Sada, Armendaiz, Mendiri-chaga, Muguerza, Ferrara, Maiz. Este conjunto de apellidos-que agrupaba comerciantes autctonos e inmigrantes--alent la primera fase de crecimiento industrial en la ciu-dad. Ocurri entre 1890 y 1910, las dcadas felices (es-tables?) de Bernardo Reyes y del porfiriato.

    Dur poco la felicidad/estabilidad del estado oligrqui-co en su versin mexicana. Tras la quiebra del Estado y la

    y el empresariado de Monte

    DoctorMario CeruttiMiembro delSistema Nacionalde Investigadores,nivel III

    Profesor/ investigadorFacultad deEconoma / UANLEspecializado en lahistoriaeconmicacomparadae historiaeconmicay empresarial delNorte de [email protected]

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    sociedad porfirianas, este pas transit -entre 1911 y 1920-una profunda experiencia revolucionaria, a la que sigui ladifcil y sinuosa reconstruccin (econmica y poltica) delos aos 20. Como si fuera poco, la dcada termin con lasevera crisis mundial de 1929, anticipada por una recada

    no menor desde 1926 en el propio Mxico, y rematada conlos convulsionados tiempos de Lzaro Crdenas.Los aos 40 tendieron a consolidar el modelo de in-

    dustrializacin protegida, novedosa etapa de estabilidadrelativa, de centralizacin poltica y de indudable floreci-miento empresarial en la ciudad. A los Santos y los Bena-vides, crecidos desde el seno de la misma revolucin,les siguieron apellidos como Clariond, Lobo o Ramrez, nacidos y nutridos a su vez al amparo de la crisis de 1929,de la gran depresin, alimentados con los avatares de laSegunda Guerra. Las familias nuevas -cualesquiera fueransu orgenes- tendieron a sumarse a los ncleos sobrevi-vientes de las etapas anteriores y terminaron integrn-dose, con suma frecuencia, a las ms antiguas. O sea: revi-talizaron y consolidaron el tejido empresarial, aun cuandoalgunos apellidos (Armendaiz, Hernndez, Mendirichaga)salieran de la escena, y aun cuando no pocas empresasquedaran en el camino.

    ATERRADORA RECADALa industrializacin protegida y un Estado cada vez msobeso (los tiempos gloriosos del voluntarismo industrial yde la sustitucin de importaciones), ese proyecto alterna-tivo a la gran depresin, terminaron de estallar en los 80.Una apertura por momentos indiscriminada, el desman-telamiento de buena parte del Estado intervencionista y laincorporacin al ms desigual tratado de integracin co-mercial, conocido hasta entonces (el TLCAN), siguieron ala descomunal crisis de 1982 y prologaron otra aterradora

    recada: la de 1994-95.Era la ltima? Por supuesto que no. Si el capitalismo

    como sistema es un permanente generador de situacionescrticas, un notorio y notable gestor de incertidumbres, unvivo procurador de vaivenes cclicos, cmo suponerlo? Yen una nueva crisis estamos.

    II. LA PERDURABILIDADSi se recuerda todo lo comentado y se verifica -a la vezque despus de 1995 el empresariado con asiento enMonterrey, sigui funcionando y (algo evidente) continurealizando buenos negocios, podramos concluir: a) quea este empresariado -como conjunto de agentes socia-les dedicados a la reproduccin ampliada y rentable del

    capital- no le ha faltado capacidad de adaptacin dentrode tan azaroso devenir; b) que, dada la experiencia histri-ca, nutrida de un siglo y medio, lo ms probable es que eltejido empresarial en su conjunto sobreviva a la actualgran depresin .

    La combinacin de factores familiares, los vnculos -in-tensos e histricos- con Estados Unidos, y la muy llamativadinmica regional/nortea explicaran en principio el per-fil y la capacidad de adecuacin de este empresariado.

    Pero perdurabilidad y capacidad de adecuacin anteuna prolongada sucesin de crisis (militares, polticas,

    sociales, econmicas, nacionales, internacionales) no significan que todas lasfamilias fundacionales y todas las empresas de este conjunto arraigado en Mon-terrey hayan logrado sobrevivir. Cada coyuntura crtica da o elimin algn n-cleo familiar aunque tambin facilit la aparicin y/o incorporacin de gruposfamiliares distintos.

    El matrimonio, las sociedades por acciones, las inversiones realizadas attulo individual en diversas compaas y la participacin en consejos directi-vos de empresas ajenas alimentaron -segn los tiempos- los procesos de ar-ticulacin y cimentacin sociocultural. Estos mecanismos cumplieron al menostres funciones: a) reunieron/asociaron a miembros diversos de las familias msreconocidas; b) introdujeron integrantes de las familias de ms reciente apari-cin en el mundo de los negocios ; c) y, sobre todo, sirvieron de soporte en lascoyunturas ms crticas, ya fuesen econmicas (1929), sociales (la revolucin) opolticas (los tiempos de Crdenas, los aos de Echeverra).

    Con semejantes datos y antecedentes, a nadie debera sorprender que enMonterrey se haya mantenido hasta hoy el entramado familia/empresa. Nique numerosas sociedades sigan operando bajo el control y la conduccinfamiliar, aun cuando se hayan transformado en enormes corporaciones o, comoCEMEX, en empresa global .

    III. SUGERENCIA FINALPara quienes en cada crisis, o ante cada situacin desfavorable que atraviesanuna o varias empresas de Monterrey, no se resisten a pronosticar la inmi-nente desaparicin de este empresariado o de muchas de sus sociedades (enespecial las fabriles), conviene sugerir:1. Un manejo ms firme de la perspectiva de largo plazo. El estudio de laempresa y del empresariado requiere mucho ms que una coyuntura, si seaspira a obtener conclusiones confiables. Trabajar con la coyuntura (y susangustias existenciales, las disputas ideolgicas en pleno proceso, la no siem-pre adecuada controversia acadmica) no parecen recomendables. La idea deque en cada crisis (circunstancia natural del sistema), o con determinadaspolticas econmicas que no nos agradan se vendrn abajo las estructurasempresariales, no encaja con la ya probada perdurabilidad de tejidos produc-tivos y empresariales que llevan ms de cien aos de existencia en diferentes

    espacios econmicos del norte del pas.

    2. Revisar materiales sobre demografa empresarial. All se podr observarque el nacimiento y muerte de empresas (grandes, medianas, pequeas) estan natural como sucede con mujeres y hombres. Nadie puede asegurar queCEMEX sobrevivir a la crisis actual; pero 102 aos de existencia no parecensuficientes en trminos de vitalidad empresarial? De paso: no sucede algosimilar con General Motors o Ford?

    3. Dejar de asumir al sector manufacturero como indicador supremo dela capacidad empresarial. La empresa, como organizacin y mecanismo degestin se extiende, sabido es, a mltiples actividades que bien vale analizar(o tal vez informarse en numerosos estudios recientes). El fundamentalismoindustrial ya debera ser revisado, pues, por lo general, conduce a conclu-

    siones poco coherentes con el funcionamiento global de la actividad empre-sarial.

    4. Lo que importa finalmente es la permanencia del tejido empresarial,no de la empresa X o Z. Si la impulsiva Pulsar desapareci, si la histricaHYLSA fue vendida (y a muy buen precio en verdad), o si la aturdida Vitro nopuede sortear sus innumerables problemas, el empresariado de Monterreyseguramente continuar operando como tejido, como conjunto sustentadoen redes socioeconmicas y sociopolticas. Si lo mismo sucedi con lascrisis de 1907, 1929, 1976, 1982, 1994, cual experiencia histrica hacesuponer que ahora sera diferente?

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    Hay una relacin dual entre crisis y medios de comuni-cacin. Los medios son sujetos que hablan de la cri-sis, pero tambin son objetos que sufren los quebran-

    tos de la crisis. En los ltimos meses, todos los peridicos,televisoras, revistas, estaciones radiofnicas y demsmedios del mundo han abierto espacios a la crnica deuna crisis de la que se ha dicho es la ms profunda ydevastadora de todos los tiempos. A la vez, innumera-

    bles peridicos, revistas, casas editoriales, estaciones ra-diofnicas y dems medios comerciales que viven de lapublicidad navegan en aprietos.

    La crisis en los medios pienso con Ignacio Ramo-net es tambin la crisis de los medios. No es una con-clusin reciente ni mucho menos, pero s actual. De ah sucentralidad en numerosos debates contemporneos, entreellos los del Foro Social de Belm do Para, en cuya ltimaedicin se discuti cmo los medios de comunicacinanalizan la crisis econmica actual y cmo se manifiestala crisis de aqullos, entre otros dilemas actuales.

    O su relacin dual con los medios de comunicacin

    La crisis y el mensaje

    DoctorMario NievesOcina de

    Cooperacincon la UNESCO,[email protected]

    Mario Nieves

    El director de Le Monde Diplomatique revel quegrandes diarios como Le Monde y El Pas atraviesan por mo-mentos inciertos, mientras Chicago Tribune se hunde enmedio de la crisis que repercute en los poderosos gruposmediticos del planeta. El diario Metro uno de los tantosperidicos gratuitos que inundan las ciudades en los lti-mos aos acaba de anunciar su salida de circulacin enEspaa, ante la falta de clientes que rediten una inversinde 25 millones y medio de euros, aportada por el gruposueco Metro Internacional, S.A., para la publicacin delperidico en Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Alican-te, Valencia y La Corua. Segn su presidente, Mikael Jen-sen, el Metro reportaba prdidas insostenibles, aun cuan-do eran inferiores a las de todos sus competidores en elmercado de la prensa gratuita espaola.

    PUESTA EN PERSPECTIVALa maana del 25 de octubre de 1929, los titulares de to-dos los peridicos de Estados Unidos anunciaban la

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    Pero, a estas alturas, el desafo es la publicidad, cuya dispora mediada ha puesto en marcha un proceso decrecimiento exponencial de tales proporciones, que losespacios que ocupa el discurso publicitario en la cabezadel hombre sern cada vez ms dinmicos y darn lugar

    a una mayor produccin de sentidos condicionados porel imperio de la mercanca. Es tpica de estos tiempos laexistencia de una hegemona simblica como capacidaddel discurso publicitario televisivo para expandirse enel espacio y prolongarse en el tiempo bajo condicionescualitativamente dominantes.

    La compleja y dinmica relacin de los cuatro factoreshasta aqu enunciados caracterizan el contexto en el quese produce y circula la produccin simblica de los me-dios de comunicacin. Slo bajo semejantes circunstan-cias puede darse fenmeno semejante. Y slo entendiendoaqullas desentraaremos ste.

    MEDIOS DE COMUNICACIN Y DESARROLLOECONMICO: ANTECEDENTES FALLIDOSLas fortunas ms grandes del mundo se acumulan enunas 400 familias. La suma de todas esas riquezasequivale al 40 por ciento de lo que poseen todos losseres humanos ms pobres, que alcanzan la cifra de dosmil millones y medio de personas. Los norteamericanosgastan ocho mil millones de dlares anuales en cosm-ticos, pero el mundo no tiene los nueve mil millones queharan falta para proporcionar agua para beber y lavarsea miles de millones de habitantes que mueren miserable-mente de sed.

    Datos publicados por el Instituto de Estudios Polti-cos de Washington dicen que entre las cien potencias msgrandes del planeta, ya hay ms empresas que Estados;las ventas anuales de corporaciones como General Motors

    o Wal-Mart son superiores al Producto Interno Bruto denaciones como Polonia, Sudfrica, Grecia, Portugal o Vene-zuela. Cul es el lugar de los medios en este panorama?

    Los medios son parte del problema, no de la solucin.Intentar una perspectiva regional. En el caso de nuestrocontinente, grandes expectativas de desarrollo econmi-co fueron alimentadas por la Comisin Econmica paraAmrica Latina (CEPAL), cuyo pensamiento contribuye ala difusin de una mstica del desarrollo y promuevela conviccin de que el arranque desarrollista tendra unpunto de sustentacin importante en los sistemas de co-municacin masiva, como apunta el brasileo Marques deMelo. En este contexto, la UNESCO fomentaba iniciativasarticuladoras y movilizadoras orientadas a estimular

    el crecimiento de las redes nacionales de difusin ma-siva, renovar o formar equipos profesionales, investigarlos fenmenos culturales implcitos en la actuacin de losmass media .

    CRECIMIENTO DE LOS MEDIOSPero tempranamente se advierte que la expansin de losmedios de comunicacin en Amrica Latina en modo algu-no tendra un impacto directo en la transformacin de lasestructuras sociales y econmicas. En sentido opuesto alentusiasmo desarrollista y a su correspondiente visin ins-

    trumental de los medios, el crecimiento y modernizacinde la radio, la televisin y los peridicos ocurri a la parde un proceso de empobrecimiento de las masas urbanas

    en la gran mayora de los pases latinoamericanos, comoresultado del modelo de desarrollo dependiente que aquse instaur.

    Prebisch ya haba advertido el papel relativo de la in-formacin de masas en el contexto desarrollista, al con-siderar por aquellas fechas, en Santiago de Chile, que lastcnicas modernas de difusin de ideas y de informacio-nes no eran ms que una variable dentro de un procesode mayores proporciones: la asimilacin y adaptacin dela tcnica contempornea a las condiciones de AmricaLatina.

    El entusiasmo result a todas luces esquivado por loshechos, segn se desprende de la posterior evolucin delcontinente. El balance del decenio anterior y de los prime-

    ros aos del segundo decenio para el desarrollo, elaboradopor la CEPAL, indica que en Amrica Latina se produje-ron importantes cambios en la condicin social. La po-blacin crecera de 210 millones en 1960 a 279 millonesen 1970 y llegara a 372 millones diez aos despus. Ereferido balance establece que continuaron agravndoseaspectos negativos de la concentracin urbana y el dete-rioro del medio ambiente. Las proporciones de las pobla-ciones nacionales que sienten el impacto del cambio socie-tal y del desigual crecimiento econmico han aumentado atal punto que llegan a abarcar casi la totalidad.

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    VOCACIN MERCANTILEl panorama no constituye un freno para el desarrollode la televisin sostenido por su vocacin mercantil. Dosson los aspectos, entre otros, que abren espacio a esta di-cotoma. Uno de ellos es, contra toda lgica, el afn dereproducir el modo de vida de los pases avanzados y enparticular el de los Estados Unidos, que comparten lospases de la regin, especialmente en lo que concierne a lamanera en que Amrica Latina se incorpora a la demanday a la oferta industrial, a la plataforma energtica, a la co-mercializacin, a las comunicaciones y al financiamientodel consumo.

    El segundo aspecto es que la televisin constituye unresorte para el auge del propio modo de vida que ellasimboliza en s misma, gracias a su capacidad para orien-tar la demanda, en virtud de la considerable fuerza depenetracin de la publicidad comercial. Marques de Melosita este hecho como una confirmacin de la adverten-cia de Ral Prebisch, quien argumentaba que la presenciade los medios de difusin de ideas podra agudizar la ex-posicin de las poblaciones latinoamericanas a patronesde bienestar que las sociedades nacionales no estaban encondiciones de propiciar colectivamente.

    EL CASO DE MXICOMxico puede presentarse como una excepcional confir-macin de tales contradicciones. Ms del 10 por cientodel Producto Interno Bruto de la nacin se concentra enuna veintena de las familias mexicanas mejor dotadaseconmicamente, que adems son dueas de ms de lamitad del valor accionario de la Bolsa. Dice Patterson enLos amos de Mxico , que, adems, estas familias influyendecisivamente en la economa y la poltica mexicanas y,por ende, en la vida de todos los habitantes. Es prctica-

    mente imposible que un mexicano pase un da de su vidasin requerir de los productos de Slim o del conjunto delos empresarios aqu incluidos. Comer, beber, vestirse,ver televisin, seguir el ftbol, fumar, enfermarse, viajar,hablar por telfono, ir al cine, escuchar msica.

    Y afirma ms adelante: No deja de ser paradjico queel segundo hombre ms rico del planeta viva en un pascon la mitad de la poblacin en el umbral de la pobre-za, y que figura en el puesto 103 de 126 naciones enla lista de Naciones Unidas sobre igualdad. El aumentode la riqueza de Slim contrasta con la realidad lacerantede muchos de sus compatriotas, segn muestran las es-tadsticas: en los dos ltimos aos gan 27 millones dedlares diarios, mientras que el 20 por ciento de la po-

    blacin mexicana vive con dos dlares al da.En su pas de nacimiento, Slim no tiene rival. Como el

    rey Midas, lo que toca Slim se convierte en oro. sta es laimagen del multimillonario mexicano que transmiten losmedios de comunicacin, y que l se encarga de alimentar.El poder econmico de Carlos Slim Hel ha llegado tanlejos, y son tantos y tan largos los tentculos de sus em-presas, que su desaparicin de la escena mexicana seraun cataclismo no slo para los cientos de miles de ciu-dadanos que consumen al ritmo que marca el magnate,sino tambin para la economa del pas. Paradjicamente,

    el liderazgo indiscutible como el hombre ms rico deja aMxico hurfano de competidores en sectores estratgi-cos. Un mal escenario para el crecimiento y desarrollo.

    MSCARA Y ESPUELA: EFECTOSDUALES DE LA PUBLICIDADCuando la presente crisis apenas comenzaba a dibujarseen los peridicos y noticieros de televisin, Carlos Slimdeca que la publicidad es independiente de las crisiseconmicas. Y tambin deca que la inversin en publi-cidad podra ayudar a que un pas como Mxico entre alprimer mundo. Cuesta mucho trabajo entender ideas tandescabelladas, que sin embargo permiten advertir el papelcolosal que se atribuye a y tiene, en cierto sentido lapublicidad en estos das. Baste recordar que por 30 segun-dos de tiempo televisivo se han llegado a pagar hasta dosmillones de dlares.

    La publicidad puede enmascarar la crisis, pero noevadirla y mucho menos evitarla. Y la puede enmascararun tiempo, no todo el tiempo. Mas la publicidad en sustrminos fanticos y neoliberales no es slo mscara.Tambin es un problema ligado de algn modo a las racesde las crisis del mundo actual.

    No slo es dual la relacin entre medios y crisis.Podemos pensar tambin en ciertos efectos duales de lapublicidad.

    Por un lado, su impacto estimulante sobre el consumoproduce una reaccin de carambola que repercute final-mente y de modo negativo sobre diversos factores; porotro, la publicidad, que es omnipresente y se ocupa, segnse suele creer, de indicar vas para la satisfaccin de nece-sidades humanas, ignora los desastres que amenazan laexistencia misma de los consumidores. Los datos de estarelacin de causas y efectos son alarmantes.

    COLAPSO ECOLGICOEstados Unidos destin en 2008 un presupuesto de unossiete mil millones de dlares para combatir el cambioclimtico; pero a su vez invierte ms de 200 mil millonesde dlares anuales en publicidad, y la produccin de au-tomviles crece, y se espera que para los prximos veinteaos circulen en el mundo mil 600 millones de carros, locual arrasa con cualquier esperanza depositada en los es-fuerzos por evitar un colapso ecolgico, sobre lo cual lapublicidad guarda silencio.

    Algunos pases, como Ecuador, Brasil, Colombia yEstados Unidos, invierten en publicidad comercial cifrasalgo superiores al uno por ciento de sus respectivos PIB.A juicio de los expertos, bastara una inversin equiva-lente al uno por ciento del Producto Interno Bruto delmundo para combatir el cambio climtico.

    La compaa General Motors es el segundo anunciantede los EE.UU., con una inversin publicitaria que rebasa loscuatro mil millones de dlares anuales. Esto constituye unejemplo de cmo crecen, con el respaldo de la publicidad,la produccin y el consumo de automviles, no slo en losgrandes pases industrializados, sino en naciones comoChina e India, donde se registran incrementos de hasta 20por ciento anuales. En contraste, los datos estadsticos di

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    cen que la contaminacin atmosfrica que genera cada au-tomvil privado que entra en circulacin es quince vecessuperior a la emisin del transporte pblico.

    SOCIEDAD DE CONSUMOUna sociedad poseda por el frenes de producir ms paraconsumir ms deca Octavio Paz tiende a convertir lasideas, los sentimientos, el arte, el amor, la amistad y laspersonas mismas en objetos de consumo. Todo se vuelvecosa que se compra, se usa y se tira al basurero. Ningunasociedad haba producido tantos desechos como la nues-tra.

    Esta preocupacin del escritor mexicano se puede fun-damentar con slo un puado de datos: en todo el mundoanualmente se tiran al basurero ms de 500 millones detelfonos celulares desechados. La fabricacin de cadauno de ellos produce 75 kilogramos de basura. Todo elproceso que implica la produccin de un anillo de oro,desde el momento en que el mineral es extrado de la tierrahasta convertirse en delicada joya, genera dos toneladas de

    desechos. Y la produccin de un ordenador da lugar a unatonelada y media de basura. Los norteamericanos tiran alvertedero todos los das 49 millones de paales desecha-

    bles. Todo este frenes consumista es acompaado y es-timulado por la publicidad, tambin frentica, sin advertirque ella es a su vez mscara y espuela de la crisis.

    CUL CRISIS?Algunas televisoras intentaron disipar los temores de lagente preguntndose: cul crisis?. La respuesta iba yaenunciada en el tono con que reconocidos personajes detelenovelas prestaron su imagen al cuestionamiento: Nohay crisis, somos luchadores, vivimos bien, tal vez pen-sando en aquella expresin de un personaje de CarlosFuentes en La silla del guila: Los pueblos juzgan mspor lo que ven, que por lo que comprenden.

    Me permitir retomar la pregunta, slo que sin edul-coramiento y guardando debida distancia con respecto alset del melodrama. En una perspectiva sensata, cul cri-sis tambin denota ms de una , con lo cual advertimosentonces que, aunque los medios se concentran hoy enuna crisis financiera y sus inevitables improntas polticas,econmicas y sociales, vivimos adems otras crisis sobrelas cuales los medios no parecen interesados en discutirpblicamente.

    Hay una crisis de los medios. Sus manifestacionesms visibles son las estrategias y dispositivos publici-tarios, las estructuras de programacin y la bsquedadesenfrenada de contenidos que aseguren la venta desuficiente publicidad como habra querido el publi-cista norteamericano Bruce Barton en los disipados aosveinte para ayudar a las grandes compaas a encontrarsu alma.

    Esta crisis no est anclada slo en la crisis econmi-ca. Ramonet menciona algunos de sus factores externos,como la despiadada ofensiva de los peridicos gratuitosque, en el caso de Francia, ya tienen ms lectores que LeParisien. Se sabe tambin de la incontenible expansin deInternet, capaz de avanzar a razn de millones de web-

    sites por ao. En consecuencia, mientras crecen los espacios de comunicacin enInternet, que ya cuenta con ms de 700 millones de usuarios, todos los sectoresde la informacin pierden audiencia. Hasta tal punto se ha endurecido la compe-tencia entre los medios de comunicacin, segn Ignacio Ramonet.

    El expresidente chileno Ricardo Lagos dijo ante el foro Mxico ante la crisis:Qu hacer para crecer?, que la crisis tambin est trayendo una crisis de lasideas. Y el mundo que va emergiendo, no me cabe duda, va a ser un mundodistinto. En otro espacio y momento, en conferencia en el Tec de Monterrey,el filsofo francs Gilles Lipovetsky dijo que la recesin, la crisis energtica, yla conciencia ecolgica no anuncian el entierro de la era del consumo, sino suapoteosis, porque estamos destinados a consumir cada vez ms objetos, infor-maciones y servicios, aunque sea de manera distinta.

    Ambas visiones la del poltico y la del filsofo anuncian desafos. Am-bas advierten no slo la dimensin de la crisis, sino adems el calado de sumensaje. Ambas afectan a los medios.

    REFERENCIAS

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    Geertz, Clifford (2005) La interpretacin de las culturas , Barcelona: Gedisa.

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    Prebisch, Ral (1998) El desarrollo econmico de la Amrica Latinay algunos de sus principales problemas en CEPAL, Cincuenta aos depensamiento en la CEPAL , Volumen I, Santiago de Chile: FCE-CEPAL.Ramonet, Ignacio (1999), Un mundo sin rumbo. Crisis de fin de siglo ,Madrid: Temas de Debate.

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    Zepeda Patterson, Jorge (2007) Los amos de Mxico , Editorial PlanetaMexicana: Mxico.

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    Si volteamos a ver las noticias que dominan la prensanacional y local, adems de los bloqueos y la violen-cia que impera en el pas, encontraremos noticias

    relacionadas con la crisis econmica que aqueja al mundo

    entero.Mezcladas las notas locales con las internacionales,podemos leer, entre otras noticias, que en enero se per-dieron 105 mil empleos en Mxico; que el peso pierde el40 por ciento de su valor en seis meses; que los fondos deretiro en los EEUU perdieron el 30 por ciento de su valor;que cerrarn empresas a causa de la crisis.

    El panorama se ve sombro, por decir lo menos. Anteesta situacin, surge una pregunta muy particular: so-mos menos felices los mexicanos a causa de la crisiseconmica?

    LA CRISIS FINANCIERA Y LA FELICIDADHace algunas semanas se reunieron en la ciudad de Wa-shington varias personalidades para discutir las implica-ciones de la crisis financiera en la felicidad en Latinoam-rica. El marco de esta reunin fue un coloquio organizado

    por la Brookings Institution.Entre los temas tratados, se mencion que, en el pa-sado, las crisis financieras han trado una reduccin en lafelicidad de la poblacin, de alrededor del 10 por ciento.Por otro lado, una vez que la crisis empieza a ceder, lafelicidad vuelve a su nivel anterior.

    Una semanas antes, la doctora Sonja Lyubomirsky,investigadora de la Universidad de California en Ri-verside, escriba en el New York Times que, a pesar dela crisis financiera que nos aqueja, la gente no se veaafectada en su nivel de felicidad. La razn: mientras la

    La crisis econmica y la felicidadJos de Jess Garca Vega

    Doctor Jos deJess Garca VegaDirector del Centrode Estudiossobre el Bienestar / UDEM

    [email protected]

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    situacin sea igual para todos, no tenemos por qu sen-tirnos mal. O, como decan los viejos: mal de muchos,consuelo de tontos.

    Aplica esta afirmacin para los mexicanos? De mane-ra consistente, los mexicanos obtenemos calificacionesaltas en el tema de la felicidad. Ya sea en encuestas lo-cales o aquellas coordinadas por organismos internacio-nales, los mexicanos figuran generalmente entre los in-dividuos ms felices del mundo. Volvemos entonces a lapregunta inicial: afecta la crisis econmica a la felicidadde los mexicanos? O, ms bien: somos los mexicanosinmunes a las situaciones adversas?

    Una primera inquietud que viene a la mente de los queven los resultados tan altos de la felicidad de los mexi-canos, es: para qu se estudia la felicidad?, a quin leimporta? Otra pregunta relacionada pudiera ser: cmo semide la felicidad? Y para finalizar con este bloque: qutan confiables son las mediciones de la felicidad en Mxicoy en el mundo?

    LA FELICIDAD, UN FIN EN S MISMALa felicidad es y ha sido desde hace tiempo uno de losobjetivos primordiales del ser humano. Desde las pocasde Aristteles podemos percibir una importancia signifi-cativa del tema de la felicidad. Aristteles sostena que lafelicidad es el nico fin que es un fin en s mismo. Esto es,se buscan otros logros o metas con el fin de ser felices, yslo la felicidad es algo que se busca como un fin ltimo.

    Por otro lado, se ha comprobado que la felicidadtiene efectos positivos en la poblacin. La gente felizse enferma menos, es menos propensa al divorcio, esmucho ms agradable como compaero de trabajo y, porsi fuera poco, la gente feliz es ms productiva y falta me-nos al trabajo.

    Dado que la felicidad es de inters para la mayora denosotros y tiene implicaciones positivas, resulta de uti-lidad saber cul es el nivel de la misma y cules son losfactores que la determinan, entre otros aspectos. Muchosde los estudios acerca de este tema estn orientados pre-cisamente a descubrir cules son los elementos que hacenque una persona sea ms o menos feliz que otra.

    Ciertamente, surge el problema de la medicin. Cmoes posible que sepamos qu tan feliz es una persona?Aunque esta tarea es primordialmente subjetiva, existenhoy en da avances que comprueban que la medicin de lafelicidad es hasta cierto punto confiable.

    ESTUDIOS SERIOS SOBRE LA FELICIDADLas preguntas se hacen directamente, y, a lo largo deltiempo, estas preguntas se han validado en estudios se-rios. Una pregunta tpica es: en una escala del 1 al 10, endonde 1 es muy infeliz y 10 muy feliz, qu tan feliz sesiente usted considerando todos los aspectos de su vida?Otra opcin de escala es enfocarse en las opciones de muyfeliz, feliz, poco feliz e infeliz. Los resultados son igual deconsistentes.

    Aunque los estudios recientes indican que ha habidoun creciente inters en el tema, en Mxico no se midesistemticamente la felicidad, como en otros pases. En

    el plano internacional, contamos con los resultados de laEncuesta Mundial de Valores, del Latino Barmetro, de la

    Encuesta Gallup y de un par de esfuerzos ms. En lo nacio-nal, nos encontramos, nuevamente sin una periodicidadrepresentativa, y con slo algunas encuestas aisladas.

    El Centro de Estudios sobre el Bienestar realiz unaencuesta sobre la felicidad y los valores de los mexicanosen el ao de 2002; Consulta Mitofski realiz una encuestaque incluy una pregunta sobre la felicidad hace un par deaos; la UDEM y el CESOP de la Cmara de Diputados lvantaron una encuesta sobre felicidad y calidad de vida enoctubre de 2008; y ms recientemente, TNS de Mxico re-aliz un esfuerzo similar. En el plano local contamos conlas encuestas que realiza SABA Consultores, que incluyedentro de sus encuestas polticas preguntas relacionadascon la felicidad.

    LOS MEXICANOS, PRIMERLUGAR EN FELICIDADAun y cuando las metodologas difieren ligeramente, enla mayora de las encuestas los mexicanos alcanzamosun alto ndice de felicidad. Por ejemplo, en la ms re-ciente ola de la Encuesta Mundial de Valores, los mexi-canos ocupamos el primer lugar en felicidad, con unresultado de 8.73 de 10 posibles puntos. La encuestaUDEM-CESOP, realizada apenas el ao pasado, arro

    ja un promedio de 8.1 en una escala del uno al diez.

    ..

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    CONOCIMIENTOLA CRISIS Y LA CIENCIA ECONMICA70

    De acuerdo con los anuncios oficiales trasmitidos rei-teradamente en los medios, la crisis viene de afuera;va a pasar, es cuestin de percepcin, estamos pre-

    parados para esto y ms. A estas notas llenas de nimoy optimismo, se agregan algunas francamente ingenuas einsultantes a la inteligencia y la razn. Vaya un solo ejem-plo: Hoy, el mundo est atravesando una crisis econmi-ca muy grande que tambin est afectando a Mxico ().No existe un solo momento en nuestra historia en dondeun problema haya sido ms grande que nuestro corazn ymucho menos que todos nuestros corazones unidos.

    Antes, cuando sobrevenan hechos inusitados como la

    rabia, la viruela, los ciclones, en las escuelas sola desa-rrollarse una Unidad Didctica, que no era otra cosaque la informacin breve, objetiva y sustentada sobreel hecho. Los nios entendan el problema, advertan so-

    bre la magnitud de sus efectos y, sobre todo, asumanresponsabilidades y acciones preventivas, correctivas osimplemente formaban una opinin propia sustentada eninformacin veraz.

    FALTA CLARIDADHoy estamos ante una crisis; a nadie en su sano juicio lepasa inadvertida; sin embargo, nadie se ocupa de expli-carla con lenguaje sencillo y directo, para que la entiendanlos nios y los viejos, todos.

    Hasta donde alcanzo a entender, la crisis financieraque nos aqueja desde 2008 tuvo su origen en el colapsode la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, ocurridaen 2006, que provoc en 2007 la llamada crisis de lashipotecas subprime . Los efectos de esta crisis hipotecariase empezaron a manifestar de manera extremadamentegrave desde inicios de 2008, primero en EU y luego en otrasnaciones que empezaron a experimentar una crisis de li-quidez que a su vez nos condujo a una crisis alimentariaglobal, a diferentes derrumbes burstiles y, en conjunto, ala crisis que nos aqueja, pero que, segn las grandes tele-

    Crisis e informac

    Profesor IsmaelVidales Delgado

    Director delProyecto Centro

    de Altos Estudiose Investigacin

    [email protected]

    Ismael Vidales Delgado

    visoras y la oficialidad, no existe. Va a pasar, como pasa la

    brisa o el camin. La crisis, desde mi modesto y desinfor-mado punto de vista, no es nueva; se ha venido constru-yendo al menos en las tres dcadas recientes, y de ellas noestn exentos los presidentes en turno.

    Recuerdo que en 1976, se produjo la devaluacin delpeso. Despus de 22 aos de estar a 12.50, se fue a cifrasde tres dgitos, y desde entonces su precio jams ha re-cobrado estabilidad: el dinero se ha encarecido gracias alos subterfugios chocarreros de los bancos y sus cajerosautomticos; el tipo de cambio se volvi sper vulnerable;los intereses bancarios son inestables, lejanos de sentidosocial, y selectivos; las afores pasan por una calma chicha,que va a despertar a muchos mexicanos ms empobreci-dos de lo normal.

    UNA CALAMIDAD TRAS OTRALa banca se estatiz, se devolvi a los banqueros, la que-

    braron, fue salvada. En 1987, un crack burstil dej des-protegidos a muchos mexicanos que apostaron todos susahorros para ganar con el alza de los intereses que la ban-ca y las Casas de Bolsa ofrecan en su momento, pero stasllevaron a los aprendices de inversionistas a que perdieransus ahorros y sus casas.

    El mismo perodo presidencial nos enfrent al mayorporcentaje de inflacin que la historia financiera hayareportado, casi el 160 por ciento anual; adems, los in-tereses llegaron a pagarse como tasas pasivas hasta por172 por ciento.

    As llegamos a la entrada y firma del TLC, que a la

    fecha algunos opinan que junto con la globalizacin y losesquemas neoliberales, debe ms muertes que la guerrade 1910; otros, en cambio, le sealan ilimitadas virtudes.Respecto de la crisis, aunque no quisiera reconocerla, hue-lo su presencia, y con ella: la globalizacin, el control denuestra economa por parte de los organismos internacio-nales, las turbulencias financieras, la guerra del sub (msde palabra que de balas), el error de diciembre de 1994, lacada de los precios del petrleo, el desempleo galopante,el retorno de los paisanos, el comercio informal, la pi-ratera, la proliferacin de negocios de giro negro y ms.

    BUENAS INTENCIONESNadie duda de las buenas intenciones de los empresarios,

    ni del gobierno, pero la crisis sera ms manejable en elplano individual si contsemos con informacin real; hayun mundo de diferencia en la cosmovisin del analfabetay del escolarizado, ms an entre el bieninformado y elsabio.

    Un Estado que logra la autosuficiencia de sus habitan-tes es ms fuerte que un Estado que agranda la beneficen-cia con el consabido riesgo de manipular las votacionesy de enajenar o adormecer las conciencias. Entonces, laplutocracia habr triunfado y la democracia har mutis y

    buscar otros lares donde anidar.

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    Revisar el crecimiento econmico y estabilizar elsistema financiero mundial es la tarea de la cienciaeconmica en estos tiempos en que la crisis golpeaplanes de sustentabilidad y desarrollo de millones deseres humanos que viven en la incertidumbre no slo porel peligro de perder el empleo, sino tambin por ignorarcmo se configurarn los nuevos liderazgos socio-polti-cos y econmicos en plena recesin internacional.

    Los estudiosos de la ciencia econmica se preguntanhoy cmo se puede promover la estabilidad del sistemafinanciero mundial, en medio de esquemas polticos quegaranticen la gobernabilidad mundial, regional y nacionaly, al mismo tiempo, puedan hacer frente a los desafos deldesarrollo en un mundo inmerso en una crisis que ame-naza con arrasar no slo las bolsas de valores de las na-ciones ricas y poderosas, sino el nimo mismo de millonesde ciudadanos del Primero, Segundo y Tercer mundos.

    REVISIN DE ESQUEMASEstabilidad y gobernabilidad son acciones vinculadas ala ciencia econmica y a la poltica. Desde ah se debenrevisar los esquemas institucionales y operativos de losestados y sociedades del siglo XXI en el mediano, largo ycorto plazo.

    Esta dura tarea de equilibrios nada fciles y que precisade una destreza y conocimiento tal como si se tratara deuna especie de neurociruga sobre los sistemas econmi-cos, se da cuando el mundo enfrenta una crisis con al-cances sin precedentes y cuya nueva agenda de solucio-nes an no se termina por definir.

    Reestructurar un mundo en crisis econmica no es yaslo una solucin que pueda darse con una visin unila-

    teral de las naciones poderosas incluidas en el G-8 o porlos Estados Unidos de Amrica.

    INCLUSIN DE NACIONES EN DESARROLLOLas reformas y cambios econmicos del Tercer Milenio nopueden hacerse slo para que el dlar, el euro o el yen nose volaticen parte sustancial en la antigua y en la nuevaingeniera financiera-, sino, adems, debern prever visio-nes de inclusin de las naciones en desarrollo y de aqu-llas calificadas como ms pobres, puesto que el cambioclimtico, la hambruna, la inseguridad en las fronterasy dentro de las naciones con la lucha contra el narcotr-fico, son asuntos que incumben a todos: a los ricos y a loseconmicamente menos favorecidos.

    Humanizar la economa mundial con decisiones ypresupuestos que tengan rostro humano y no slo sesustenten en las efectivas pero fras estadsticas, es elgran desafo de la Ciencia Econmica frente a la crisisgalopante.

    Frente a la crisis galopante

    El reto: humanizar

    la economa mundial

    Doctora PatriciaLiliana Cerda

    Prez

    Coordinadora delCentro

    de InvestigacionesFCC / UANL

    [email protected]

    Patricia Lil iana Cerda Prez

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    CONOCIMIENTOLA CRISIS Y LA CIENCIA ECONMICA72

    Desde que nac estamos en crisis. Sin saber qu sig-nificaba, la palabra ya entonces formaba parte de mivocabulario. Crisis e inflacin van casi siempre una

    junta con la otra. Inflacin, vocablo que yo relacionaba,cuando era nia, con un globo muy grande, o ms bien, aalguien soplando muy fuertemente, con los cachetes mo-rados de tanto exhalar. Crisis, palabra gastada, sobada yrecurrente; palabra tan antigua como actual, tan pretritacomo futurista.

    Es qu siempre estamos en crisis? Hoy, como nunca,la palabra crisis cobra dimensiones goliticas; adolecemos,sin querer, de todo tipo de crisis: crisis de identidad, crisissocial, crisis de valores, crisis econmica.

    Y es que la crisis econmica, con el fenmeno de la glo- balizacin, adopta matices ms dramticos y violentos. Esesta crisis la peor de muchas dcadas; incluso se le llegaa comparar con la Gran Depresin de 1929. Hay quienesinsisten en que, despus de muchos aos de bonanza o deboom econmico, existen perodos de estancamiento; o,lo que es peor, de nulo crecimiento. Pero tambin es ciertolo que se dice, de que de un problema puede surgir unaoportunidad, o que una debilidad se puede convertir enuna fortaleza. O, como dicen popularmente : en poca decrisis unos lloran y otros venden pauelos .

    MXICO, PAS PRIVILEGIADOPor qu lo digo? Segn un libro titulado The Economists World in Figures 2008, Mxico destaca entre 183 nacionesdel mundo que fueron investigadas, en diversos rubrosque pueden favorecer a la economa nacional. Y es queMxico siempre ha vivido a la sombra de una sper poten-

    A vender pauel

    Claudia Ordaz

    cia, como lo es Estados Unidos, que se ha privado de bri-llar con luz propia. Todo es cuestin del cristal con que semire. El panorama no puede resultar ms esperanzador:Mxico es la dcima tercera economa en el mundo, justopor encima de la economa emergente rusa. Si medimosen trminos de la paridad de poder de compra, estamospor encima de Canad. Mxico es el noveno pas en tr-minos de servicio, y ocupa un honroso dcimo lugar enla industria manufacturera. El Distrito Federal es la se-gunda megaciudad ms grande del mundo, slo despusde Tokio, y es la octava ciudad con mayor auge econmico,superando a ciudades como Boston, Buenos Aries y HongKong.

    Mxico es el pas que mayor cantidad de remesas man-

    da en el mundo; posee el lugar 66 en Producto InternoBruto (PIB), pero un respetable lugar 51 en derechos hu-manos, muy por encima -segn el Libro Mundial de losDatos de la CIA- de una China comunista, de un Brasilmultirracial y de una Venezuela chavista. El nuestro esun pas joven, cuya edad promedio por habitante rondaen los veintitantos aos ; y que pasa por un momentopoblacional que hace de ella una nacin poseedora detres de las ciudades con mayor crecimiento poblacionalen el planeta -por arriba de los 750 mil habitantes: TuxtlaGutirrez, Tijuana y Ciudad Jurez.

    RICA BIODIVERSIDADMxico no slo atraviesa un boom demogrfico, sino quees dueo de una de las ms ricas floras y faunas en el orbe.Es la quinta nacin en el mundo en biodiversidad, en cuyosespacios se ubica el sptimo desierto ms largo de la fazde la Tierra: Chihuahua. Es poseedor de muchas especiesendmicas y de una variedad infinita de recursos natura-les, que, para fortuna nuestra, se cotizan bien en el mer-cado mundial. Es el segundo productor ms importantede plata y la cuarta nacin ms poderosa en yacimientospetrolferos. Mxico es el octavo destino ms visitado porturistas al ao en el planeta.

    Con todo esto a su favor, Mxico no debe ponerse allorar, sino ponerse a vender pauelos, salir a la calle conla camisa arremangada o exponerse al mercado interna-cional, ya que posee el potencial humano y econmicopara salir de los conflictos financieros en los que se en-cuentra sumergido no slo nuestro pas sino el mundoentero.

    Mxico debe hacer posibilidades de sus problemas yhacer de sus debilidades, fortalezas. Debe continuar ofre-ciendo su mano de obra, promoviendo de manera creativasus destinos tursticos, debe generar nuevas fuentes detrabajo, y debe continuar apoyndose en sus variadsimosrecursos naturales: petrleo, metales preciosos, hierbas,frutas y vegetales, para sobrevivir de manera airosa a es-tos grandes males econmicos.

    The Economists World inFigures 2008.

    Libro Mundial de los Datos de la CIA.

    REFERENCIAS

    IngenieraClaudia OrdazCatedrtica delDepartamento

    de Comunicacin / ITESM

    [email protected]

    . .

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    La Listapor Keith RaniereEstaba hecho bola y dolaEscribo este artculo desde el dolor. Es un dolor pro-fundo desde lo ms profundo de mi centro hasta migarganta y capturando mi cabeza; cada clula de micuerpo llora con este dolor. Es un dolor construdo deuna vida de prdida; gozo, momentos especiales, derrota,separacin, ni un slo aspecto de la existencia humana es-capa sus cimientos.

    Es el dolor de la vida misma: lo que significa haber

    vivido y lo que significa eventualmente perder todo lo queesa vida contiene; todo momento, todo tesoro de experien-cia languideciendo a los pies de la muerte.

    Este dolor es bueno

    Sentir profundamente la existencia humana, apreciarlatanto que se siente dolor por sus particularidades, es teneruna conciencia y un verdadero corazn por los dems. Elque a uno le importe otro ser humano no es algo intelec-tual, es primitivo ms all de los pensamientos.

    Los bebs y los nios que an no han aprendido la ha- bilidad del pensamiento organizado pueden experimentarla vida desde un espacio de sentir puro; la esencia per-sonal ms vulnerable, expresiva, y sin adulterar. Despusde todo, cuando lloramos la prdida de un ser querido, oincluso simplemente buscamos compaa, de hecho esta-mos buscando una empata que haga ms persona y me-nos objeto a quien las hace personales para nosotros.

    Nos sentimos personas a travs de este dolor. Ya seael dolor explosivo del gozo, o el dolor pesado y descen-diente de la desesperanza; la intensidad de nuestro dolores la profundidad de nuestra conciencia.

    Mi Proyecto Especial

    Yo era tan slo un nio pequeo; quizs 8 o 9 aos de edad cuando mucho.Haba trabajado todo el da en mi idea creativa, cuidadosamente trazando laforma de mi mano una y otra vez, cortando estas formas y cuidadosamente,individualmente coloreando cada una. La tarea de escribir las simples palabras,Monstruosa Fiesta de Cumpleaos con la fecha y hora adecuadas parece muchomenos ardua cuando es el paso final de un esfuerzo creativo de todo un da.

    Estaba haciendo las invitaciones de mi propia fiesta de cumpleaos: una paracada nio de la colonia. Estaba tan entusiasmado y orgulloso de entregar cada

    una de ellas personalmente, incluso a los nios de la otra calle que me resulta- ban menos familiares y eran un poco menos amistosos.

    Yo era considerado el nio diferente de la colonia. Iba a una escuela dife-rente, que estaba lejos. Estudiaba materias rarastejer, francs, mitologagriega y esculturay mi escuela tena das festivos diferentes (con frecuenciacuando los dems nios estaban en casa vacacionando, yo estara en la escuela;similarmente, yo estaba slo en muchas de mis vacaciones).

    As que en este da, este nio diferente, hizo algo diferente, con la esperanzade tentar a los dems nios a unirse a su mundo de fantasa. Las reacciones demis compaeros de juego variaron del entusiasmo a la indolencia, pero todosaceptaron la invitacin. Yo estaba jubiloso.

    Al terminar mi ruta planeada de distribucin y tornarme hacia la casa, cami-nando, o ms bien: caminando, saltando, dando brincos, correr un poco, de-tenerme a ver, zigzaguenado hacia la casa, me lo tope.

    Yo estaba hecho bola y dola. Al lo menos uno de mis destinatarios habaroto mi obsequio hecho a mano, lo haba hecho bola y dejado caerme imaginoque lo tiral piso.

    Parece ser que no apreci, ni le import, el esfuerzo y entusiasmo expectanteque haba yo ejercido para l.

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    Por poco

    Mi vida continu y recolect una rica base de maravillo-sos, desastrosos momentos colgados, como perlas precio-sas de un collar, en mi mente. Mis padres deben haberhecho una magnfica labor al educarme porque yo amabala plenitud de la vida: los xitos y los fracasos.

    Era mi diezyochoavo cumpleaos, 26 de agosto de1978, y yo estaba empezando mi segundo ao de univer-sidad. Yo era un hijo nico de padres divorciados y misrelaciones con ellos eran bastante tormentosas. Mi madrehaba recibido ciruga de corazn abierto cuando tena yo13 aos, as que todas las labores del hogar eran mi res-ponsabilidad; mi madre con frecuencia estaba en cama oen el hospital.

    Fue en este contexto que me di cuenta de algo nico:durante este tiempo tan difcil con mi madre, reconoc elvalor de su amor y de todo lo que hizo por mi a travsde su vida. La vi a ella, no slo como una madre, sinocomo otro ser humano; asustada, luchando y con espe-

    ranza, simplemente tratando de sentir amor y afirmacin.Nuestras discusiones eran bastante intensas, pero com-paradas con el fondo de lo que yo haba entendido eranmenos que un susurro.

    Todava recuerdo su rostro confundido y lleno delgrimas cuando, en medio de un conflicto que haba du-rado una semana, me le acerqu, en su cumpleaos, conun ramo de sus flores favoritas. La abrac ese da y le dijecon mi ms plena autenticidad que la amaba, la atesorabay reconoca todo lo que ella haba hecho por mi en mi vida.Le dije que no slo era ella una excelente madre pero unaverdadera amiga y que me senta honrado de ser su hijo.

    Mi madre tena un don para ocultar sus adversidades;aunque su estilo de vida estaba mejorando progresiva-mentesu resistencia fsica en aumento le permita ahoraactividades tales como caminar en el exteriornos ocul-taba cierto problema mdico a todos menos a su doctor, ydicho problema mdico era una preocupacin creciente.

    Era su esperanza celebrar una ltima navidad antes deconsentir a la ciruga que necesitaba, que probablementecausara su muerte. Mi madre falleco ese ao el 13 dediciembre: a menos de 2 semanas de su meta. Al final midiezyochoavo cumpleaos fue la ltima vez que estuvi-

    mos juntos en nuestro hogar. Me siento tan agradecidode que, por cualquier razn, pensamiento, intervencindivina, o casualidad, haya yo tenido la claridad mental, enmi cumpleaos diezyocho, de elevarme por encima de lomundano y celebrar mi amor por mi madre con ella. Fuela ltima oportunidad que tuve. Ningn conflicto, deseo,objeto material u otra preocupacin terrenal debe jamssepararnos del ms importante atributo humano: el valorde una vida humana. Ningn pensamiento puede brindar-nos una verdadera experiencia de este valor; slo el dolor,la plenitud de la vida, empata profunda, conciencia hu-manitarialo que guste llamarlepuede salvarnos.

    Pensar no sentir

    Un juego que suma cero es un juego en el que la totali-dad de las ganacias y prdidas es cero. Por ejemplo, en elpoquer, cada dlar perdido por un jugador es ganado porotro jugador. Si este juego de poquer fuera jugado estilocasino, con una casa que se lleva un porcentaje de lasapuestas (una tajada) el juego sera de suma negativa:la suma de todas las ganancias y prdidas de los juga-dores sera menos de cero (la casa, que tambin se llevauna porcin , no es un jugador). Por supuesto, tambinhay juegos como el Monopoly donde se inyecta dinero al

    juego a travs de un banco. Este tipo de juego es un juegode suma positiva: la suma de las ganancias y prdidas porparte de los jugadores es mayor a cero.

    Vivir en la Tierra es un juego de suma positiva.Si tomamos el valor de todas las ganancias (posesio-

    nes, etc.) de la humanidad, es positivo y va en aumento. Lacivilizacin humana construye valor ao con ao, dcadatras dcada y siglo tras siglo.

    Si valuramos a la civilizacin humana en tiempos muyprimitivos, el mundo estaba compuesto de unos pocoscientos de miles de humanos con pieles y palos. Ahorasomos miles de millones con muchas ms posesiones acu-muladas; incluso tenemos edificios y agua corriente.

    Una perspectiva similar sostiene que la Tierra y sushabitantes tenemos un valor justo de mercado. Todo loque en esta tierra tiene valor para los humanos en el mer-cado abierto puede inventariarse y ese inventario tendraun valor definido; un valor que aumenta con el tiempoporque las actividades de la vida humana componen un

    juego de suma positiva.

    . .

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    Historia de un mesero

    Finalmente, ha ocurrido. Primero, hubo noticias de bancoscolapsados. Despus, mltiples colapsos, cada de la bol-sa, rescate por parte del gobierno, dilogos entre naciones,ms malas noticias econmicas, una nueva administracinnorteamericana, una navidad difcil, ms malas noticias,medidas internacionales, el valor del peso fuera de controlfrente al dlar, y finalmente mi amigo, un mesero, justoayer, recibi menos propinas.

    Parece ser que, desde lo ms alto y hasta abajo, todomundo tiene menos dinero. Hace cuanto que la economase volvi un juego de suma negativa?

    Nuestra economa mundial es una estructura compleja basada en conceptos de dinero. El dinero est basado enel valor que lo respalda. Si el valor de la civilizacin esten aumentono slo en promedio a travs del tiemposino constantemente excepto en caso de desastre naturalglobalcmo es que de pronto nos hemos empobrecidotodos? Porqu est todo mundo trabajando tan intensa-miente como siempre sin embargo las propinas van en des-censo, rpidamente?

    Bueno, tenemos el valor de la civilizacin en la Tierracomo una especie de respaldo de las reservas bancarias.Tambin tenemos tipos de dinero, los cuales son las he-rramientas de intercambio. Existe la produccin de co-sas y el consumo de cosas con una estructura super-puesta que llamamos la economa. Este es el juego de lacivilizacin. Es un juego bastante estable, muy consis-tente, y de suma positiva en general. La nica manerade entender como es que se puede volver rpidamente un

    juego de suma negativa en la prctica es identificando quo quin est llevndose una tajada.

    En un sistema como la economa mundial, que tieneuna complejidad ms all de nuestra actual capacidad declculo, una respuesta puede an ser bastante simple: eldinero y nuestros sistemas de datos econmicos son he-rramientas; un bistur en manos de un cirujano creamilagros, en manos de un asesino, atrocidades. Nuestraeconoma mundial es un sistema que es una herramientaen manos de personas, y dependiendo de los principios deoperacin de dichas personas, la herramienta da resulta-dos. Algunas personas actan fuera de los principios del

    juego limpio, ya sea estratgicamente o inadvertidamente, creando problemas yla necesidad de compensaciones al parecer inacabables.

    Cules son los principios de una economa justa?

    1. Como individuo, grupo o pas, jams consuma ms de lo que ha producidoa menos que tenga el apoyo consciente y responsable de un individuo, grupo opas que ya lo haya hecho, para compensar por la diferencia. El valor neto (pro-duccin menos consumo) de este nuevo individuo, grupo o pas amalgamadodebe de ser positivo.

    2. No robe. Esto se extiende a ms que slo alguna persona que toma algoque no le pertenece de otra persona, lo que constituye un tipo de violencia.Robar tambin puede ser utilizar un sistema para ocultar y distribur un robode manera indolora (indolora es el concepto ms importante). Por ejemplo, sialguien comete fraude contra su aseguradora...obteniendo cobertura inapropia-damente...esa persona de hecho est robndole a todos los dems asegurados.Este robo no slo es invisible; es indoloro.

    Cada vez que consume sin respaldarse con produccin est robndole a to-das las dems personas de la Tierra. La pobreza con frecuencia tiene su origenen este tipo de violencia y robo.

    3. Valore la vida. De la constante aplicacin de este pricipio los otros 2principios proceden naturalmente. Esta es la base de la moralidad humana.

    El bien y el mal del dinero

    La economa ms simple es la economa de una persona. Si una personaproduce tanto o ms de lo que consume, prospera; si produce menos, se muerede hambre. Que simple.

    Lo que sigue en complejidad esun sistema de 2 personas. Cadapersona es un sistema en s. Adi-cionalmente, similar al problemade los dos cuerpos en la fsica, hayun componente interactivo. Estecomponente puede ser sinrgico ono; este componente tambin creala posibilidad del robo.

    Las dos personas en un sistemaas pueden intercambiar en base almomento inmediato (uno inter-cambia 3 pollos por el marrano del

    otro) o pueden intercambiar en base en parte a la confianza. Un intercambio en base a confianza involucra que una persona entregue valor en base a la promesade otra de entregar un valor similar en el futuro. As nace un concepto rudimen-tario del dinero. El dinero es la herramienta para este sistema de honor. Si unapersona falla en su promesa, no es culpa del dinero: la culpa es del honor de lo

    que a fin de cuentas es un robo. De esta forma, el dinero es muy parecido a un bistur . El dinero es un smbolo de la posibilidad del honor humano.

    Conforme los sistemas se vuelven ms complejos, al inclur las interaccionesde ms de 2 personas, el dinero se vuelve ms una abstraccin. En un sistemade 2 personas cada pesona sabe y entiende exactamente lo que respalda el valordel intercambio. En sistemas monetarios de mayor complejidad, es posible quelos participantes sean completamente ignorantes de los valores que respaldanel dinero. En un sistema de 2 personas, si una persona roba, todomundo sabequin lo hizo; es un hombre beneficindose del dolor del otro. En sistemas alta-mente complejos, los robos (e incluso los intercambios normales) estn divorcia

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    El valor de la vida

    Arrivamos ahora al ingrediente necesario para cualquier economa de sumapositiva y cualquier verdadera cura econmica de corto o largo plazo: el dolor.Hablo del dolor de la vida humana; amor, prdida, soledad y gozo que abarcantoda experiencia de la condicin humana. Sin este dolor no tenemos experienciaalguna de nuestros propios esfuerzos o vida. No tenemos forma de importarnosa nosotros mismos, ni de que nos importe alguien ms.

    El dolor, del que hablo, es el resultado de la lucha humana y de la vida mis-ma. Si lo duda examine lo que le sucede a los humanos cuando son privadosde informacin sensorial o adormecidos hasta el punto de no sentir nada; la

    mayora de la gente olvida que para sentir gozo, amor, satisfaccin o bondades necesario sentir. Mientras ms profundamente beba uno del pozo del sentir,ms intensamente ser posible vivir, amar y experimentar gozo. Mientras msprofundamente sienta uno, ms profundamente podr uno unirse en empatacon otros humanos. La empata y por lo tanto el respeto a fin de cuentas por lavida es la clave para el honor asequible a travs del dinero y la economa.

    La pelcula La lista de Schindler demostr la jornada de un hombre del ma-terialismo aptico a la realizacin final que conecta cualquier logro material conel valor de la vida humana.

    Schindler era un hombre que a fin de cuentas salv las vidas de casi 1,200 judos al comprar mediante sobornos el derecho a que les transportaran a sufbrica y lejos del peligro en vez de a Auschwitz, el infame campo de muerte.

    Con la suma desus recursos com-pr el derecho a lavida, uno por uno,de sus trabajadoresJudos. El nombrede cada personacomprada eraagregado a una lista,conocida como lalista de Schindlerque era usada paragarantizar transpor-tacin a salvo.

    Al principio, los motivos de Schindler eran menos que nobles. Conformelleg a conocer a sus trabajadores como personas (su dolor y el valor de susvidas identificados con los de l) gan el entender verdaderamente la base detodos los bienes materiales producidos por humanos. Los bienes materiales sonrespaldados por dolor humano y la vida humana. No son desechables y jamsdeben desestimarse. Cada dlar que controlamos es parte de un registro en unalista de Schindler. Al manejar el dinero elegimos si dejar esta lista en manos dela seguridad o no.

    La escena a continuacin es un dilogo entre Schindler y Stern (el adminis-trador judo de Schindler). Goeth, el Nazi principal al que le compraban a lostrabajadores judos, tambin es mencionado.

    dos de las masas sin rostro, invisibles, que resultan afectadas.El dinero, como smbolo, es honor y como herramienta ya sea sustenta este

    principio, o es utilizado para separar a los humanos de la humanidad facilitandoel robo sin conciencia. Si el dinero es usado correcta, honorablemente, muchosproblemas econmicos desaparecen.

    Las herramientas son neutrales. Los humanos jams crearn una herra-mienta econmica inmune al uso con fines malignos, y jams habr herramientaeconmica que cure al corazn aptico o mal intencionado.

    Schindler est dejando a sus trabajadores emancipa-dos. Le presentan un anillo de oro producido sacrificandoel puente dental de uno de los ellos. El anillo tiene unainscripcin:

    STERNEst en hebreo. Dice, Quien salva una vida, salva al

    mundo entero.

    Schindler desliza el anillo en uno de sus dedos, loadmira por un momento, agradece asintiendo, y luego

    parece abstraerse.

    SCHINDLER(para s)

    Pude haber sacado a ms...

    Stern no est seguro si oy bien. Schindler se alejaunos pasos de l, de su esposa, del auto, de los traba-

    jadores.

    SCHINDLER(para s)

    Pude haber sacado a ms ...si tan slo hubiera...no lo se, si tan slo hubiera

    ...pude haber sacado a ms

    STERNOskar, hay mil doscientas personas que

    estn vivas gracias a ti. Mralas.No puede...

    SCHINDLERSi hubiera ganado ms dinero ...desperdici

    tanto dinero, no tienes idea.Si tan slo...

    STERNHabr generaciones gracias a

    lo que hiciste.

    SCHINDLERNo hice lo suficiente.

    STERNHiciste tanto.

    Schindler