relevancia de la teoría crítica en la psicología social comunitaria doc

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Relevancia de la Teoría Crítica en la Psicología Social Comunitaria Cuando se busca conocer sobre los inicios de la Psicología Social Comunitaria (Cruz Souza, 1999 1 ; Montero, 2004 2 ), se encuentra con el desgaste y las limitaciones de la(s) psicología(s) de la época, una psicología que podía ir desde un asistencialismo anestesiante hasta un encasillamiento determinista dentro de clasificaciones médicas, volviendo siempre a la persona en un objeto a ser intervenido, manipulado, analizado y etiquetado sin ningún tipo de acción por su parte, ningún aporte al conocimiento que se está generando a partir de él, como si el investigador tuviera una capacidad sobrehumana (científica pura) de comprender todo el entorno de la persona, más allá de las vivencias de ella misma. Es en ese agotamiento de la visión clásica de la psicología, en sus distintas vertientes, que adquiere su importancia la teoría crítica, como nos dice Montero: “Por crítica se entiende la posición que denuncia, demuestra y rechaza el mantenimiento y la justificación de condiciones injustas de vida y de modos de conocer insatisfactorios. En el caso de la psicología comunitaria, puede decirse que ella es hija de la crítica, pues surge como una respuesta a la insatisfacción con los modos de hacer predominantes hace treinta o cuarenta años” (pp. 61, 2004). Se plantea en el modelo de la Psicología Social Comunitaria (como se le llama en América Latina) una aproximación en la cual la investigación o el conocimiento de las necesidades parta de una acción conjunta con las personas antes llamadas sujetos, donde este sujeto se reconoce como activo y conocedor de su vida, de su entorno, pero además -tomando acá del construccionismo social- ese sujeto aporta conocimiento para su propia transformación. Esta propuesta no se define ni se postula como una visión máxima y verdadera de cómo debería ser o evolucionar la psicología, y se ha alimentado de distintos marcos teóricos, ha incorporado diversas metodologías y se fue estableciendo desde la práctica, desde el hacer con las comunidades y las personas para luego ir construyendo teoría. Una teoría que por ir haciéndose junto con la práctica, no se prevé un fin, ya que las sociedades cambian y también sus necesidades y la manera de aproximarse y abordarlas igual se transforma; “la verdad es de naturaleza cultural, lo que se considera como verdadero en un contexto psicológico no es necesariamente verdadero en otra cultura. 1 Cruz Souza, F. (1999) Psicología Comunitaria. LUMEN-HVMANITAS. Buenos Aires. Argentina. 2 Montero, M. (2004) Introducción a la Psicología Comunitaria: Desarrollo, conceptos, procesos. Editorial Paidós. Buenos Aires. Argentina.

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Ensayo sobre la Relevancia de la Teoría Crítica en el desarrollo de la Psicología Social Comunitaria.

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Page 1: Relevancia de la Teoría Crítica en la Psicología Social Comunitaria doc

Relevancia de la Teoría Crítica en la Psicología Social Comunitaria

Cuando se busca conocer sobre los inicios de la Psicología Social Comunitaria

(Cruz Souza, 19991; Montero, 20042), se encuentra con el desgaste y las limitaciones de

la(s) psicología(s) de la época, una psicología que podía ir desde un asistencialismo

anestesiante hasta un encasillamiento determinista dentro de clasificaciones médicas,

volviendo siempre a la persona en un objeto a ser intervenido, manipulado, analizado y

etiquetado sin ningún tipo de acción por su parte, ningún aporte al conocimiento que se

está generando a partir de él, como si el investigador tuviera una capacidad sobrehumana

(científica pura) de comprender todo el entorno de la persona, más allá de las vivencias

de ella misma.

Es en ese agotamiento de la visión clásica de la psicología, en sus distintas

vertientes, que adquiere su importancia la teoría crítica, como nos dice Montero: “Por

crítica se entiende la posición que denuncia, demuestra y rechaza el mantenimiento y la

justificación de condiciones injustas de vida y de modos de conocer insatisfactorios. En el

caso de la psicología comunitaria, puede decirse que ella es hija de la crítica, pues surge

como una respuesta a la insatisfacción con los modos de hacer predominantes hace

treinta o cuarenta años” (pp. 61, 2004).

Se plantea en el modelo de la Psicología Social Comunitaria (como se le llama en

América Latina) una aproximación en la cual la investigación o el conocimiento de las

necesidades parta de una acción conjunta con las personas antes llamadas sujetos,

donde este sujeto se reconoce como activo y conocedor de su vida, de su entorno, pero

además -tomando acá del construccionismo social- ese sujeto aporta conocimiento para

su propia transformación.

Esta propuesta no se define ni se postula como una visión máxima y verdadera de

cómo debería ser o evolucionar la psicología, y se ha alimentado de distintos marcos

teóricos, ha incorporado diversas metodologías y se fue estableciendo desde la práctica,

desde el hacer con las comunidades y las personas para luego ir construyendo teoría.

Una teoría que por ir haciéndose junto con la práctica, no se prevé un fin, ya que las

sociedades cambian y también sus necesidades y la manera de aproximarse y abordarlas

igual se transforma; “la verdad es de naturaleza cultural, lo que se considera como

verdadero en un contexto psicológico no es necesariamente verdadero en otra cultura.

1 Cruz Souza, F. (1999) Psicología Comunitaria. LUMEN-HVMANITAS. Buenos Aires. Argentina.2 Montero, M. (2004) Introducción a la Psicología Comunitaria: Desarrollo, conceptos, procesos. Editorial Paidós.

Buenos Aires. Argentina.

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Esto también se aplica a subculturas y marcos teóricos” (Teo3, 2005).

Así mismo, el esfuerzo que implica asimilarse como siempre en cambio, de

pensarse y cuestionarse como investigador, de no instaurar-abusar-detentar el poder que

implica jugar el papel del científico, es uno de los principios base de la Psicología Social

Comunitaria como modelo de investigación-acción y es una de las principales influencias

de la mirada crítica hoy día. Lo dice Ian Parker (20094) al plantear que “no deberíamos

intentar construir una <<psicología alternativa>> porque esto simplemente servirá para

contrabandear de nuevo a la psicología radical las ideas reduccionistas y esencialistas y

servirá para convertir a los radicales en psicólogos de nuevo”; dando por entendido que si

se instaura como la alternativa, deberá llegar otra postura que la rete y que busque

cambiar la dinámica cristalizada que se instalaría. Esta dinámica de cuestionamiento

sería, como plantea Cruz Sousa (1999), la base fundamental para que se genere el

cambio social, elemento clave de la propuesta comunitaria.

La Teoría Crítica también mantiene en la superficie la relación que hay entre el día

a día y la política, destacando así que la ciencia y la política se encuentran, con lo cual no

se puede pretender hacer ciencia neutra porque siempre se investiga y se conoce desde

algún lugar, y ese lugar, lo óptimo, es tenerlo claro para que sepamos la influencia que

puede tener en nuestro trabajo y para que pueda ser conocida y puesta a discusión por

las personas que entren en contacto con nuestro trabajo, de manera que se pueda llevar

a cabo una discusión crítica. Esta idea está presente en la Psicología Social Comunitaria

ya que una intervención desde acá no sería imponerle a una comunidad desde un ente

superior -pongamos un programa del Estado, sin escuchar las necesidades reales de la

población- la solución a sus problemas, sino todo lo contrario, como Cruz Sousa (1999)

plantea en la “intervención habrá que contar con la participación de los sujetos con los

que se va a trabajar. La población objetivo debe participar al máximo en todas las etapas

del proceso”, lo que implica tener en cuenta desde dónde se está haciendo la ciencia.

Si la Psicología Social Comunitaria llegara a prescindir de la Teoría Crítica,

podríamos encontrarnos en algunas décadas con el desgaste y el agotamiento de su

propuesta, de su utilidad y su relevancia social. Este fenómeno se puede notar con el gran

impacto del psicoanálisis -como respuesta a la psicología del momento- en el campo de la

psicología, pero a pesar de que la teoría original fue muy significativa en su época, ha

debido ser modificada para poder dar respuesta a críticas que ha recibido a lo largo de los

3 Teo, T. (2005). The Critique of Psychology: From kant to postcolonial theory. Springer Science Business Media Inc. New York, USA.

4 Parker, I. (2009) Psicología Crítica ¿Qué es y que no es? Revista Venezolana de Psicología Clínica Comunitaria, 8, pp. 139-159. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello.

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cambios sociales que se han dado en el tiempo. Pero el hecho de haber adaptado ciertas

visiones -como despatologizar la homosexualidad- no implica que en la propuesta misma

del psicoanálisis se haya planteado el cambio cultural y social a lo largo del tiempo como

un factor que vaya a aportar nueva información y nuevas propuestas teóricas al modelo,

de hecho la propuesta inicial se sigue manteniendo a grandes rasgos e incluso cuenta con

un grupo de psicoanalistas radicales u ortodoxos.

Este mismo efecto podría sufrirlo la psicología social comunitaria, y por tanto, el rol

de la teoría crítica es mantener constantemente a las personas que hacen investigación

(todas las personas de la comunidad y los psicólogos y demás científicos sociales) con la

mirada atenta sobre ellas mismas. Sería evitar, según palabras de Zaldúa (20105), “un

deber ser, sin interrogación, imponiendo un juicio de autoridad como dominio de un saber

descontextualizado” (pp. 30).

5 Zaldúa, G. (2010). Capítulo 1: Prevención y Promoción de la Salud Comunitaria: Tensiones, paradojas y desafíos. Zaldúa, G. (Comp.) (2010). Epistemes y prácticas en Psicología Preventiva, Buenos Aires, EUDEBA.