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MOSCOTE CANALES y CIA . EN TALLERES DEL DIARIO DE PANAMÁ, PANAMÁ R. de P. AVENIDA NORTE No 18
CONTENIDO
FIGURAS DEL PROSCENIO
El Almirante Horthy, Dictadorde Hungría
Melquiades AlvarezEugenio Debs : La Figura Con-
tral del Socialismo americano
ACTUAC :CN DE LA MUJERMODERNA
E Drama Moderno como instru-mento educativo
El (lía de le mujer
. .El. problema inmediato para las
mujeresEl Sufragio femenino en Esta-
dos Unidos
. . . .Quien es Luisa. Bryant . .La obrera no organizada en Es-
tados Unidos
ARTE Y LETRASEl mundonovismoLo que es el "Plagio," por Ana-
tole France
. .El teatro en Italia . La mejor
obra de 1919
,Un hermano de Rodó cuenta
cómo estudiaba éste .
27Renac+m'ento de la cinemato_
grafía italiana 28IJua empresa cubana 29Sainte Beuve y Renán .
29Controversia entre críticos al-
rededor de l a obra de Gorky"Posadas nocturnas' ,30
Stendhal, el Plagiario 32El mejor payaso del mundo.--
El misterio de un clown . . .
33
Rodín y la escultura moderna
35Carnet de un hombre de este
siglo.—J. Accuso
.
36Primeras impresiones del tea-
tro, de Lucien Guitry . . . .
37
DE COLABORACIONLa Cuestión Social, por J . M.
Blázquez de Pedro
40
NOTICIAS DEL MUNDO CIEN-TIFICO
Nuevos y sorprendentes resul-tados de la imp -antación de
g'ándulas do cabros como re-medio contra la locura y laestirilidad, p o r FedericoCalvo 46
TRABAJOS NOTABLES
La crisis del Humanismo, porLuis Araquistain 49
Lo que opina Azmin sobre laCuest ión Social
52El problema social—Coloqu'o
de sobremesa, por Ramón Pé-res de Ayala 56
Los ideales del grupo "C ari-dad," por José Ingenieros .
58Los grandes timos periodísti-
cos .--El libro de Upton Sin-clair, sobre la Prensa ameri-cana, por Frank Hzrris . . .
69El Navalismo y la liga . . . .
67Lo que d'ce Bernad Shaw so-
bre la situación actual de losEstados Unidos 70
AQU!LATACICNES
Guaperías, ,por Nemes'o Cana-les 74
LOS GRANDES ASUNTOS
DEL DIA
(Notas dcl Director)
E . mes 76El Diluvio . . . .
76La única esperanza de la ci-
vilización 77Los compadres se arreg an
71El caso de Armenia 77Controversia acerca de los atro-
pellos de Hungría .—Dos car-tas interesantes 78
MISCELANEA
Julio R. Barcos, por CarmenLira Si
NOTAS PANAMEÑAS
Carta al Presidente Wilson, so-bre el asunto Taboga
82Pershing en Panamá, por Hum-
berto Tejera 83
1415
19
2121
22
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25
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Tomo 111
Figuras del Proscenio
El Almirante Horthy, Dictador de HungríaEUGENIO S. BAGGER
(De "Tbe New Republie")
YA tenemos al Koltehak grande fuera y
al pequeño Koltchack adentro . Hun-gría, por fin, ha quedado " asegura-
da para la democracia" y viceversa. El Al -mirante Nicolás Horthy de Nagybanya, Ge-neral en jefe del Ejército Nacional húngaro,quien el día 16 de Noviembre del año de gra-cia de 1919 hizo su aparición en las calles deBudapest, jinete en blanco corcel de guerra,con el estandarte de la Virgen María, Patro-na de Hungría, flotando sobre su cabeza, haquedado convertido, mediante un decreto dela recién electa Asamblea Nacional, en Regen-te del Estado. De esta manera él ha obtenidola realidad húngara equivalente a la ficciónrusa del finado y llorado Jefe Supremo deOmsk. Hungría tiene al fin un gobierno deley y orden. Un gobierno con el cual los alia-dos se dignan tratar, un gobierno bendecidohasta por el General Franchet d 'Esperey,lamente directriz de la política francesa en losBalkanes.
La línea que marea el proceso Kerensky-Lenin-Kolchack se asemeja mucho a la líneahúngara Karolyi-Kun-Horthy. Karolyi, co-mo Kerensky, representaba el elemento radi -cal intelectual—la Girando, de su revoluciónparticular . Karolyi, como Kerensky, abrigabaun cordial amor hacia la Entente . Karolyi,como Kerensky, vió su sueño de una demo-cracia constitucional pro-aliada destruido porla ignorancia y hostilidad de los aliados . Ka-rolyi, como Kerensky, envió a París, una trasotra, patéticas imploraciones de socorro,Karolyi, como Kerensky, no fué escuchado.Y así Karolyi, como Kerensky, fué derriba-do, y Bela Kun llegó, del mismo modo que
había llegado Lenin, a arreglar por sí mismolo que los aliados se habían negado a arre-glar
Pero aquí aparece un pequeño claro en laanalogía . El pequeño claro consiste en el da-to estadístico de que hay 130 millones de ru-sos, pero sólo 10 millones de húngaros . Dehual modo, la distancia entre Omsk y Mos-
cow es de 1,500 millas, en tanto que la dis -tancia entre Siofok, el Omsk del SupremoJefe húngaro, y Budapest, es de sólo 65 mi_llas . Y así Kolchack no leudo llegar a Moscow,r,untpie estaba ayudado por las potencias deprimer orden : Inglaterra, Francia y Japón.Por otra parte, Horthy llegó a Budapest,aunque sólo ayudado indirectamente por lapotencia de cuarto orden Rumania. El Al-mirante Horthy de Rusia trató de marcharsobre Moscow escondido entre las faldas delmuy Honorable Winston Spencer Churchill,y fracasó ignominiosamente, El AlmiranteKolchack magyar trató de marchar sobre Bu-dapest escondido entre las faldas de las mi-siones aliadas establecidas en dicha ciudad,y obtuvo un éxito completo . En Noviembre16 último, entró en Budapest a la cabeza desu bizarro ejército, recién cubierto de laure-les obtenidos en las victorias sobre la pobla -ción civil judaica del Oeste de Hungría . Fueaclamado por las ovaciones unánimes del pue-blo de Budapest . Esta unanimidad recono-cía una razón muy clara y poderosa . Aquellosque no eran bastante «unánimes », eran vio-lenta y reiteradamente golpeados en la ca-beza y llevados a la cárcel . La cosa fué unagran fiesta nacional.
Hoy, tres meses después de aquella en`tra-
2
*CUASIMODO », MAGAZINE INTERAMERICANO
da gloriosa, el Almirante Kolchack—perdo-nadme, el Almirante Horthy—es dictador deHungría. Es dictador de jure, después dehaber sido dictador de facto durante todoese tiempo. Se le ha asegurado al mundo enlos despachos de la Prensa Asociada, que élfué debidamente nombrado por la AsambleaNacional, que había sido electa a su vez porel veto popular en las eleciones generales deEnero 25 de 1920 . La convocación de estaAsamblea fué la principal condición exigidapor Sir George Clerk, representante del Con -sejo Supremo aliado, en su nota leída antelos líderes magyares en la mañana misma enque se efectuó la entrada del Almirante Hor-thy. Decía Sir George:
" . . .• Los aliados no desean en maneraalguna intervenir en los asuntos internos deHungría, pero sí desean que Hungría pro-ceda a la creación de un gobierno provisio-nal de coalición que les dé garantías deunas elecciones libres, imparciales y demo-cráticas' . . . Tan pronto como sea posible,se han de efectuar elecciones que permitana Hungría notificar al mundo entero laforma de gobierno que desea . . ."Después de negociaciones que duraron
unas tres semanas, la primera de las trescondiciones consignadas se cumplió . Mr. Frie-drich, el Premier, a quien Sir George se ne-gó a reconocer porque había sido nombradopor el Archiduque José, a quien el SupremoConsejo se había negado a su vez a recono-cer, le cedió su puesto a Mr . Charles Huszar,un viejo político clerical de insignificantenombre. La mayor parte de los ministrosprocedían de alguna u otra facción del granbloque cristiano, el partido de Mr . Friedrich,quien retuvo para sí la importante cartera deGuerra. Había en el Ministerio representan-tes del partido de los «pequeños propieta-rios», una liga de campesinos conservadoresnada más que un poco rnencs reaccionariosque los «Cristianos Nacionales» ; de los de-mócratas, el partido de la burguesía de Bu-dapest, monárquico pero moderadamente li -beral ; y debido a insistencias de Sir George,dos demócratas sociales, Peyer y Miakits, seincluyeron también.
Pero este gabinete se formó sólo para ga-rantizar " unas elecciones libres, imparcia-les y democráticas ." Nada podía estar máspuesto en razón que la insistencia de SirGeorge con respecto a la necesidad de esaselecciones . No había nadie con títulos parahablar en nombre de la nación . Sería difícilel determinar de dónde el Gabinete de Hus-zar, nombrado por nadie en particular, de-rivaba su autoridad . Sir George pudo habersido un optimista inocente cuando con tanta
energía protestaba de que los aliados no te-nían el menor deseo de intervenir en los asun-tos húngaros ; pero con respecto a la necesi-dad de celebrar elecciones, no hay duda deque tenía razón.
Esta segunda condición fué cumplida enEnero 25 . Hungría ha hablado . Según los ca-bles, las elecciones generales se efecetuaronen dicho día con perfecto orden y tranquili-dad. Del 99 al 88 por ciento del electoradovotó en favor de la candidatura del bloquegubernamental monarquista, nacionalista ycristiano.
Tal resultado puede ser deplorable desdeel punto de vista de aquellos liberales ameri-canos e ingleses que hubieran preferido unrégimen republicano en Hungría, como unamejor salvaguardia de la paz y estabilidadde la Europa Sud-Oriental . Pero el pueblode Hungría ha resuelto otra cosa . Y ahí ter-mina la cuestión.
Pero ¿termina en realidad?Sólo hay un pequeño «pero» . Los despa
chos de la prensa oficial describen las elec-ciones corno «ordenadas » . Estos despachos nohacen ningún gasto de palabras para descri-birlas como " libres, imparciales y democrá-ticas . " No han dicho nada en cuanto a si es-tas elecciones fueron preparadas y regidas.
Verdaderamente es de lamentar esta omi-sión. Porque los periódicos de Viena, Praga,Zurich y Berna, y hasta los de Budapest.fueron menos reticentes que el despacho ofi-cial de Budapest transmitido por la PrensaAsociada. Con todos estos periódicos es po-sible hacer la reconstrucción de lo que ver-daderamente pasó, y así aquilataremos lo dela libertad e imparcialidad de las eleccioees.
Comenzaremos por el lo . de Diciembre, fe-cha en que el «Nene Freie Presse» de Vienacopia, sacándolo del «Budapesti Hirlap», undecreto del Ministro húngaro del Interior.Mr. Beniczky, al efecto de que " aquellos co-munistas contra quienes el Procurador Gene-ral no hubiera formulado cargos, pero quehubiesen demostrado por su conducta . serpeligrosos a la paz del Estado, " serían inter-nados . El primer grupo de estos comunistasfué enviado al campamento de concentraciónde Hajmasker en Noviembre 29.
Observad las restricciones indicadas : sóloserán internados aquellos comunistas contralos cuales el acusador público no hubiera for-mulado acusaciones. Ya puede sospecharseque el acusador público en el Gobierno deHuszar y Friedrich no perdió su tiempo enformular denunciar contra los comunistassiempre que tenía ocasión . Pero no hay quedetenerse en sospechas . Los demócrata-socia-les representados en el gabinete de coalición
FIGURAS DEL PROSCENIO
3
por Peyer y Miakits (calificados en el pe -riódico socialista de la izquierda «BernerTagwacht» como unos fanáticos y desprecia-bles patrioteros) no tenían que atenerse asospechas. Estaban enterados . Y protestaronviolentamente.
Un comentario interesante al decreto deinternación nos lo suministra el mismo Frie_drieh quien, según el «Prager Tagblatt » deDiciembre 6, hizo en Diciembre 4, en el ClubNacional Cristitino, un discurso en el cualdijo entre otras cosas:
"Se pretende que pongamos fin al cam-pamento de concentración. Por el contra-rio hemos todavía de internar mucha másgente. liemos de enviar los judíos al cam-pamento .Hajmasker . . . Lo que yo no heconseguido como Premier o Ministro de laGuerra, lo conseguiré como lider de unpartido."
En Diciembre 10, el «Pester Lloyd» publicó una orden de Mr. Benizky en que dispo -nía se procediera "a internar o expulsar delpaís a todo extranjero (con su familia) cuyapresencia fuese peligrosa o no deseable paralos intereses públicos ." Este decreto se re-fería, aparentemente, a los millares de ju_(líos que habían venido de Galicia durante laguerra y después de ella y que, al instalar-se en Budapest, contribuyeron con sus espe-culaciones en pequeña y grande escala a pro-mover un fuerte sentimiento antisemita . Sinembargo, la . verdadera finalidad del decretonos la revelaba una cláusula adicional quedecía : "Los ciudadanos húngaros puedenser internados de igual modo por razones si -milares ." Razones similares, o sea : por noser «deseable» a los intereses públicos, segúnconcibe estos intereses el Gobierno de Hus-zar y Friedrich.
El peligro estaba claramente expuesto enel «Pester Lloyd», ese viejo baluarte de laalta banca húngara, un periódico con casi lamismas simpatías por el comunismo y loscomunistas que puede sentir el «New YorkTimes». Este periódico protestó inmediata-mente contra la concentración de los ciuda-danos húngaros "por la mera razón de quesus acciones sean consideradas por el Gobier-no como peligrosas, sospechosas o nocivas . "Esta orden, dice con la mayor suavidad elperiódico, "se presta a grandes abusos, es-pecialmente no habiendo recurso de apelación. "
Los resultados del decreto de internamien -to se describen en el «Viena Arbeiter-Zei-tung», órgano del ala derecha del partido So-cial-democrático del Austria, en un artículoallí publicado . Un sumario de dicho artículo
(tomado de la revista «Foreign Press », deLondres) dice:
"El Gobierno Huszar ha decretado losinternamientos y constituido el conocidocampamento de concentración de Haymas-ker con el fin de cerrarles la boca a todoslos demócrata-sociales y progresistas y pa-ra robarle al proletariado sus principaleslíderes en la víspera de las elecciones ge-nerales . Cientos, quizás miles de familias,serán arrojados en destartalados y suciosedificios, donde perecerán lentamente de in.suficiencia de nutrición, de frío y de epi-demias . Mujeres y niños, ancianos y enfer-mos han sido internados, por la sola faltade ser parientes de algún demócrata-so-cial o de alguna persona no grata por otro:;motivos a la casta dominante . Se ha de-cretado expresamente que sólo aquelloscontra quienes no exista sospecha algunade un delito común, podrán ser interna_dos . "De acuerdo con periódicos de Viena, a me-
diados de Enero el número de los internadosascendía a 40,000 y en el campamento deHajmasker el tifus estaba diezmando a losprisioneros.
Fue, pues, de esta manera que el gobier-no de coalición IIuszar Friedrich cumplió supalabra dada a Sir George Clerk de celebrar"libres e imparciales " elecciones para de-terminar la voluntad de la nación. A princi-pios de este año, según el corresponsal del«Berner Tagwacht» de Budapest, todos losmiembros del Comité Ejecutivo de las Unio-nes Obreras-fueron o internados o reducidosa prisión. Los propagandistas del partido So_eial_demócrata fueron todos rotulados de co-munistas e internados ; varios candidatos(seis nombres se han dado) fueron arresta-dos o secuestrados . Ni siquiera los miembrosdel partido Social-demócrata que ocupabanpuestos en el Gabinete se salvaron . El Mi'nistro Peyes trató de dirigirse a sus comitentes de Dorog . El Jefe de policía, acompa-ñado de gendarmes, se presentó en el salóny disolvió el mitin, amenazando al ministrocon arresto si se resistía.
La propaganda en la prensa del partidoDemócrata-social, resultó completamente im-posible . En diciembre 5, una turba «Blanca»,en la que sobresalían oficiales del ejército.asaltó las oficinas del «Nepszava», el princi-pal diario social-democrático, y destrozócuanto encontró en el edificio, desde las pren -sas hasta los muebles y archivos de la ofici-na editorial, haciendo daños por valor de másde veinte millones de coronas . La distribu-ción de hojas y folletos de propaganda fué
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también prohibida, o directamente por el Go-bierno, u obstaculizada por pandillas de los"húngaros que despiertan," la misma turbade estudiantes católicos que había dirigidotos abominables excesos anti-semitas duran-te la ocupación rumana, y que formaba elprincipal baluarte de Mr. Priedrich. Las pu-blicaciones que pasaban por las manos delcensor quedaban ininteligibles . Así el Comité Ejecutivo del partido Social-democráticolanzó una hoja redactada en los términosmás inofensivos que era posible y la que ter-minaba así : "Obreros y camaradas! I,Deposi_tad vuestro voto a favor de los candidatosdel partido Social-democrático!" Esto erademasiado para el censor ; la última frasefué suprimida. Ya puede imaginarse lo quequedaría.
Corno resultado de estos métodos, los â 7i-nisros Social-democráticos Payar y Miakits,que habían entrado en el Gabinete a instan-cias expresas de Sir George Clerk, dimitie-ron. Con su salida, la. primera condiciónimpuesta por Sir George Clesrk, o sea quelas elecciones fuesen dirigidas por unGobierno de coalición que incluyese re-presentantes de la minoría, ha cesado deoperar . Por vía de protesta, el Ejecutivo delpartido ordenó a los demócrata-sociales quese abstuviesen en absoluto de votar.
Pero no fue sólo a los demócrata-socialesa quienes el terror del Gobierno y sus parti-darios trató de intimidar. Los liberales bur-gueses no lo pasaron mucho mejor. Los in-ternamientos rompieron la espina dorsal decualquiera oposición liberal que se hubierapodido hacer al bloque cristiano-nacional. Pa -ra citar un caso típico de entre los muchosocurridos : el doctor William Vazsonyi, fun'dador y lider de los demócratas burgueses,uno de los más. brillantes miembros del anti_gua parlamento y un celoso monarquista. que,en los últimos días de octubre de 1918, habíahecho grandes esfuerzos para salvar el tronode Carlos IV, fué nominado por uno de losdistritos de Budapest. En su refugio de Vie-na declaró que, bajo las circunstancias rei-nantes, él no consideraba prudente regresara su país, aun cuando fuese electo, y anun-ciaba su decisión de retirarse de la políticahúngara para siempre, fijando su residenciaen Suiza.
Y con esto ya tenemos bastante idea . de losmétodos mediante los cuales la Asamblea Na_cional, con su mayoría de un 95 por cientoen favor del bloque cristiano-nacional, lo-gró verse electa . Pué una Asamblea Nacionalescogida de la manera que se acaba de rala_tar la que a su vez nombró al Almirante
Ilorthy Regente del Estado de Hungría . Aho_ra, una palabra o dos acerca del programade esta Regencia.
El bloque del gobierno en la Asamblea con-siste, además de los grupos menores, en dosgrandes partidos : el partido Cristiano-na-cional, al cual pertenecen Priedrich y Hus -zar, y el partido de los «Pequeños propieta-rios», dirigidos por Julius Rubinek y Ste-phen Szabo.
1\4r . Itnninek era antes Presidente de lallamada «Gragea, la todo poderosa unión delos terratenientes húngaros . Puede mencio-narse que de los 123 candidatos del partidode los «Pequeños terratenientes», sólo 19 eranpequenis terratenientes, al paso que 28 eranabogedos y otros profesionales y 76 grandespropietarios dueños de terrenos con un áreade 1(1,000 y 100,000 acres cada lino . Esto pa-ra un partido de «pequeños terratenientes»habla con bastante elocuencia ; y en realidad,este grupo, aunque el grueso de sus filas qui-2as no esté todavía enterado de ello, abogapor la restauración del feudalismo puro ysimple Aboga por otras cosas también, igual-mente progresivas . En un discurso pronnnciado en Keeskenrent, Mr. Rubioek, encarga-do de la cartera de Agricultura en el Gabi_ne e Husma, puso de manifiesto su deman-da de que " el número de judíos que desea-sen ingresar en las profesiones debía ser li-mitado por la ley " y que la prensa, " quees principalmente la responsable de la ruinade Hungría " (y esta acusación la hace unhombre que fué uno de los principales ins-tigadores de la guerra de tarifas contra Ser -bial, " debe ser reconquistada para la cris-tiandad y la nación . "
En cuanto al partido Cristiano-nacional, suprograma abraza. cuatro cuestiones : anti-se-mitismo, militarismo, mónarquía y revancha.Una Hungría sin judíos, es una de sus prin-cipales finalidades . He aquí una característi-ca declaración (le su lider, Mr . Priedrich, quetomamos del «Manchester Guardiana :
"Soy un partidario decidido de una po-lítica cristiano-nacionalista, de la integri-dad territorial de Hungría, y de la manar_quia . No estoy en favor del desarme ; enrealidad prefiriría antes dejar mi puesto.No podemos abandonar la única arma quenos queda . Yo declaro francamente que nopodemos ni queremos confiar en la Enten-te . . . El momento para implantar mi política. ha de venir, y entonces actuaré enfavor del reinado ideal . . . ."En cuanto al Almirante Horthy mismo, él
también, aunque hombre de acción y pocaspalabras, un patriota sin sectarismos, un
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fuerte y callado soldado-marino, etc. (paraepítetos, ved los artículos de los apologitsasde Koltchak), algunas veces dice alguna queotra palabra. Y así, sus opiniones sobre cues-tiones políticas fueron admirablemente con-densadas en obsequio suyo en una declara-ción publicada por el Nemzeti (órgano de loscristiano_sociaiistas) en la víspera de su en-trada a Budapest el último Noviembre . De-cía él :
"Yo no apruebo el modo como una par-te de los trabajadores gasta los fondos delas nnicncs obreras con fines de agitación.No confiscaré los bienes de las unionesobreras, pero restringiré sus proeedimien_tos. Las contribuciones de los obreros de-Len usarse solamente para fomentar el bien_estar de los obreros . . . Cuanto a los de-mócrata-sociales, no quiero cuentas conellos . . . Yo mando, y ellos obedecen."En Diciembre 6, el «Arbciter-Zeitung » in_
sertó un discurso del Almirante Horthy enque éste declara que la integridad territorialde ILungría era una necesidad de importan-cia mundial que " no podía dejarse a. merced(le la megalomanía de un abogado loco deParís" (refiriéndose a Clemeneeau) . En es-tos asuntos, decía él, ellos no accederán nisiquiera a. un plebiscito, ya que quieren evi-tar hasta la mera apariencia . de renunciar asus derechos.
Y de acuerdo con el «Nene Zürcher Zei-tung», en Enero 30 el Almirante Horthy de-clara ante la Convención del partido Cristia-no, que Hungría firmará todos los términosde paz que se le sometan por los aliados ; por-que éste es el único media de ganar tiempopara la reorganización del ejército de Hun-gría. La tarea del gobierno húngaro—conti-nuó diciendo—es el preparar a todo el pue-No para usar armas y crear un ejército . biendisciplinado . ..
Durante todo este artículo, me he abste-nido cuidadosamente de entrar en detallesacerca de las innumerables atrocidades come-tidas por los «terroristas blancos» de Hun-gría : de las matanzas de judíos en la regióndel Trans-Danubio ; de los detestables exce-sos perpetrados por las turbas de l3udapestbajo la dirección de los oficiales y políticos«Blancos» ; de las ejecuciones en gran escalade los sospechosos ; del estrangulamiento dela prensa. húngara ; de la destitución de losprofesores judíos y la exclusión de los estu-diantes judíos de todos los colegios y univer_sidades ; de la destrucción por el fuego de15,000 libros de la biblioteca municipal deBudapest ; de la propaganda llevada a cabopor los líderes del partido Cristiano-nacional,
y prensa de este partido, para el boicot eco-nómico de los judíos al estilo polaco . Uña re-lación de estas cosas llenaría seguramente unvolumen. Junto a . este record de siete mesesde régimen «Blanco» en IIungría, lo peor quepueda aducirse en contra del terror «Rojo»ya en Rusia, ya en Hungría, se vuelve insig-nificante . También me abstendré de ningúnanálisis de las consecuencias que entraña elrégimen del Almirante Horthy en el campode las relaciones internacinoales y de su úni-co efecto posible para . la paz de Europa . Enconclusión, sin embargo, me gustaría formau_lar una pregunta.
¿Por qué es que los aliados hoy tratan conel Gobierno del Almirante Ilorthy y, sin em-bargo, hace un año se negaron a tratar conel Gobierno del Presidente Karolyi?
Hay un informe del Conde Apponyi, liderde la Delegación húngara de la paz en Neni-Ily, en que enuméra sesenta puntos absurdoscontenidos en el tratado sometido a ellos porlos representantes aliados . Ilaríamos la apiles_ta de que él no mencionó el absurdo mayorde todos : que él, el hombre cuyo grito de " ¡alfin•" rompió el silencio solemne con que elanuncio de la declaración de guerra contraSerbia fué recibido en el parlamento húnga-ro, el hombre que como Ministro de Instruc -ción había hecho más que ningún otro indi_ricino, exceptuando quizás al Conde Tisza,para. incitar el odio a la nación húngara y atodas las cosas magyares entre los eslavos yrumanos de Hungría ; el hombre que encar-naba la megalomanía «chovinista » magyar,esté hoy en. París, hablando a nombre de ungobierno que se ha conquistado para sí unpuesto en la historia junto al de los Enver yTalaat, verdugos de Armenia, y le esté per-mitido hablar por IIungría, 1 paso que elConde Miguel Karolyi, un amigo sincero deInglaterra y de Francia, un noble idealistay lider de gran visión, está convertido hoy enun refugiado pobre, en una buhardilla dePraga, expulsado del país al cual lo sacrificótodo ; y en el momento mismo en que OscarJaszi, el único estadista magyar, desde hacecien años, que hubiera sido capaz de resolverel problema de la nacionalidad de Hungría sise le hubiera dado la menor ocasión, se halla.desterrado en Viena ; y cuando, en fin, losmejores hombres todos de la política, litera-tura, el arte y la ciencia húngaros están, orefugiados en tierras extrañas, o pudrién -dose en las prisiones de un despotismo asiá-tico.
p,Y todo esto por qué? Quizás a los libera-les de América les interese la respuesta a es-ta pregunta .
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Melquiades Alvarez Jefe del Partido
Reformista Español(Del diario madrileño "España Nueva")
Ayer en el Congreso.—Una lección de Melquiades a Lerroux y los socialistas
El periódico "España Nueva", que so publica en Madrid,contiene en uno de sus números recientes referencias a la ap-taeción parlamentaria de Melquiades Alvarez en estos turbulen-tos días de la política española. Los apuntes de España Nue-vo' 'nos han de dar do esta descollante figura política de laactualidad española la más exacta idea de sus puntos de vistay do su ideología general ante los grandes problemas moder-nos .—N. de R.
Un abismo nos separade don Melquiades Al_varen . No compartimosla mayoría de los cre-dos que integran su ideelogia política . Su pasode las filas republicanas a la monarquía nosha, parecido una indignidad ; estarnos segu-ros de que si algún día el Régimen le llamaraa gobernar sería indudable su fracaso, por-que no llegaría a satisfacer las ansias de nin-gún sector de la opinión española, <España.Nueva» ha combatido duramente y seguirácombatiendo al jefe del partido Reformista,no hay, pues, duda alguna de que el señorAlvarez no encuentra, en nosotros un amigo,sino un adversario, dispuesto a seguir riñen-do con él la batalla que requiere la gran di_ferencia de ideas políticas que nos separan.
Vaya lo que antecede corno prueba de nues-tra, sinceridad al elogiar el notable discursoque el señor Alvarez pronunció ayer en elCongreso . Por primera vez se alzaba en laCámara Popular—en el transcurso de esteinterminable debate sobre la situación de Bar -celona—una voz a tono con la realidad de lavida social . Melquiades Alvarez es el únicodiputado de la nación en quien han coincidi-do la inteligencia, la imparcialidad, la honra -dez y la serenidad en el estudio de uno delos más graves problemas que hoy existen enEspaña.
Para él, enemigo de las doctrinas comunis-tas que hoy ha izado como bandera de luchael proletariado mundial, el sindicato únicoes, sin embargo, una fuerza con la cual de-ben contar los gobiernos . Frente a un Poder,el plutocrático, se ha alzado otro tan fuertecomo aquel, el poder del proletariado . Pre-tender destruirlo sólo puede concebirlo laestulticia de aquellos que encontraron ayersus adecuados representantes en los interrup-tores que salieron al paso del señor Melquia -des Alvarez cuando hablaba sólo para perso-nas inteligentes .
En armonía con sucriterio, el jefe de losreformistas combatió rcldamente al gobierno porsu política de represióny violencia, procedi-
mientos que ocultan, bajo la máscara de laenergía, el desconcierto y miedo del gober_ante ante una fuerza, que le domina.
He aquí lo más sustancioso de la oracióndel señor Alvarez:
Peligros del miedo
" Siempre he creído, lo he dicho muchasveces, que el miedo en las colectividadeses el estimulante más poderoso de la reac-ción. Un pueblo miedoso no tiene fe en lajusticia, sino en la fuerza . Por eso, en es-tos momentos de pánico se hablaba por al-gunes de Gobiernos dictatoriales, sin com-prender que la dictadura es ridícula cuando no se vislumbra por ninguna parte, co-mo sucede en España, el hombre excepeie_nal, de tales méritos y virtudes que puedadignamente ejercerla, y sin observar, ade-más, que esa idea de la dictadura es peli -grosa, porque en estos tiempos de turbulen -cias toda desviación del Gobierno en estesentido legitimaría, a la postre, esa dicta-dura del proletariado a que a veces aspi-ran las masas proletarias.
Importancia del problema social en Cataluña
"Discurramos, pues, con serenidad, quees lo que quiero hacer esta tarde, para com_prender toda la importancia del problemasocial en Cataluña y discernir con aciertola responsabilidades.
"Yo creo, señores, que se han cometidomuchas exageraciones, si lamentables siem ._pre, más lamentables en estas circunstan-cias, porque pudieran legitimar, a la pos-tre, la existencia de una política reaccio -naria, que considero en estos momentos el
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«CUAS!MQDO » , MAGAZINE INTERAMERICANO
nización sindicalista de Barcelona con losatentados terroristas, poniendo en la cuen -ta de las organizaciones obreras la respon-sabilidad exclusiva y total de lo que ocu -rría en aquella ciudad.
" No voy a discutir aquí--tengo miedoa lo que decía esta tarde el señor Bestei-ro-- ; no voy a discutir, porque podría pa_rector académico, si el sindicalismo es unaforma lógica del anarquismo o es la últi-ma derivación del socialismo marxista . Re-pito que sería. un debate más académicoque parlamentario, y considero, como elseñor8esteiro, que la política no se nutrode abstracciones doctrinales, sino de reali -dades positivas y prácticas . Quiero aten.der a la realidad, y la realidad es—no ca-be negarlo—quo la inmensa mayoría de losanarquistas de Barcelona se han acogidofervorosamente a la bandera del sindicalismo ; cosa que no debe extrañar a nadie,porque el sindicalismo parlamentario, esapolítico ; porque el sindicalismo aspira. in_mediatamente a la sustitución del Estadopor el taller, sin pasar por aquel régimen(le tránsito que representa la conquista delpoder público, régimen que lossocialistasestiman necessario para llegar a lo que ]la-man expropiación de los expropiadores;porque el sindicalismo, además, preconizacomo táctica las excelencias de la accióndirecta, en la cual nachos anarquistas hanquerido ver como una reminiscencia ate'nada de la propaganda. por el hecho .
verdadero sacrilegio . Sobre lodo, señoresministros—tenedlo en cuenta--, fortalece-Iríais la desesperanza . de los pesimistas quecreen que en este régimen burgués actual,el Estado, aunque quiera, no puede ser elórgano social dula vida jurídica, sino quetiene que ser por fuerza un instrumentode opresión contra la. clase trabajadora,puesto siempre al servicio de las ambicio-nes y (le los egoísmos de la clase capita-lista.
Hacer reponsables a los obreros, es unainjusticia
"Pero, además, esta política significa-ría que arrojabais toda la responsabilidaddel conflicto social de Cataluña sobre laclase trabajadora, y la razón se rebela con -tra esta injusticia, pues ni siquiera la cla-se patronal de Cataluña se atreve a sus-cribir estas afirmaciones vuestras . Sientoque no esté aquí el señor Cambó . Tuve. elplacer de oírle en Barcelona una confe-rencia interesantísima en el Palacio*de laMúsica Catalana, sobre el conflicto social.En ella el señor Cambó, representante defuerzas conservadoras, caudillo de elemen-tos políticos donde predominan los fabri -cantes y los burgueses, no se atrevió a ex-clnír de responsabilidad a ]a clase patro-nal de Cataluña, de quien decía, señores di_putados, entre discretas alabanzas, que te -nía una pasión : que era la. de ganar dine-ro, y que, además, por defectos de carác-ter en sus relaciones sociales con los obre-ros, desmoralizaba muchas veces la indus-tria y pecaba o de excesivamente transigen-te, o de exageradamente cobarde . Estamañana leía yo un artículo muy interesan-te del señor Anudara, representante de laCámara de la. Industria, en el que llega . adecir que los fabricantes catalanes pecaronde imprevisión y, oidlo bien, de falta, depatriotismo. No me atrevo yo a ser tanduro en mis apreciaciones, porque tengomiedo a . incurrir en injusticia ; sólo diréque, a mi entender, la clase patronal deCataluña peca de falta de generosidad y deincomprensión. Esto se debe a que no seha. dado cuenta . de que la evolución econó-mica acusa constantemente la /necesidadde una, mayor intervención del trabajadoren la reglamentación y or ganización de laindustria ., y a que no se ha percatado tam-poco de que los progresos que han traídoconsigo las leyes sociales, unidos al senti-miento igualitario de la vida. moderna, vancor rigiendo las injusticias del régimen del
Peligros de una política de represión
" Porque todo esto es verdad, considero,señores ministros—y quiero poner suavi -dad en mis palabras—, que la política, másabominable que hoy podéis intentar es unapolítica de persecución contra el sindicalis -mo. (Rumores).
"Es la política—me voy a referir con-cretamente a mi particular amigo el señorMinistro de la Gobernación—que más es-tragos produce, porque nada hay más pro- ..lífieo que la injusticia del Poder público.Es una política que a los ojos de todo elmundo representaría un sentimiento de vio_lencia y produciría el efecto de unir a to-dos los obreros en una común protesta, noya contra vosotros, sino contra institucio -nes más altas, que pagarían indebidamen-te los excesos de vuestra actuación (Rumo -res) . Daríais, además, la sensación de quese perseguía a las ideas, política que en es-tos tiempos de libertad y de democracia,no sólo constituye nn anacronismo, sino un
FIGURAS DEL PROSCENIO
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salario y van pidiendo la cooperación, laasociación armónica yfraternal de todoslos elementos de la producción.
El odio al Sindicato único hizo nacer el'lock-out'
"Esa incomprensión, unida a una ma -niobra política de que hablaré después, ya un sentimiento de odio contra el Sindi -cato único, determinaron la existencia deese "leck_out," que, a mi entender, es lamás irreflexiva y peligrosa de las temeri-dades patronales, porque si los patronosquerían defenderse, como era su deber, delos deseos excesivos de los obreros y ponercoto a sus exigencias, muchas veces injus-tificadas y absurdas, pudieron haber mm ..pleado otros procedimientos más eficacesy menos perturbadores ; pero nunca un" loek-out " general, que, por el mero he-cho de serlo, comprometía . una gran partede la riqueza nacional y ponía en peligrolos intereses públicos, perjudicando, ade-más, a gentes inocentes que no eran ni si-quiera partícipes en la lucha, encareciendo,por añadidura, la vida, y creando un al)]Mente de dolor y de miseria donde porfuerza tenían que pulular los gérmenes dela. perversidad y del crimen.
"¿Qué más querían los terroristas, pa-ra sus designios punibles, que un estadosocial, obra. de la clase burguesa, dondeprecisamente se justificaran todos losodios y todas las violencias?
La clase patronal es la principal responsa-ble .—La huelga y el " lock-out"
"Comprenderéis, por lo que acabo de de_cir, señores diputados, que incumbe en elconflicto de Barcelona una gran responsa_bilidad a la clase patronal ; me atrevería.a decir que esta responsabilidad es mayorque la que incumbe a la clase obrera, por-que además de estar obligados los patro -nos, dada su posición y sus intereses aextremar la prudencia, tendré que demos-trar que el " Iock-out " respondía a . unamaniobra política que no puede menos (leser calificada por vosotros y por nosotrosde ilegal y de perturbadora.
"Oidlo bien, por que quiero evitar el equí -voco. Yo no niego con esto la licitud del"lock-out", como no niego la licitud de lahuelga ; tendría que renunciar a mis con_vicciones de liberal y de demócrata . No.Siempre he creído que la. huelga y el " lock-
out " merecen protección jurídica por par-te del Estado, porque son el resultado na-tural, necesario e inevitable de dos fuer-zas sociales que luchan, alentadas por idea_les y por sentimientos contrapuestos ; esmás, creo en esa contraposición de fuerzaspoderosas, vigiladas atentamente por elPoder público y encauzadas a tiempo para.evitar que se desborden, radica muchas ve-ces la garantía más eficaz de la armonía . yde la justicia. Pero lo que digo es quecuando un " loek-out" se produce en lascondiciones en que se ha producido el deBarcelona, nadie que sienta de veras lajusticia puede atreverse a defenderle.
El "lock-out" juzgado con el criterio delos conservadores
"No quiero juzgar el "loek-out" con elcriterio de los socialistas, para quienes hoes admisible que en ningún momento elpatrono pueda, con daño de la colectivi-dad, disponer a su antojo de las máqui-nas y de los elementos de producción. Niaun quiero juzgarlo con ami criterio, quese indina--¿por qué he de ocultaros lo queestá en el fondo de mi alma?—a creer queel "loek-out" produce, para la colectivi-dad social, efectos más graves y peligro-sos que los efectos derivados de la huelga.No ; yo quiero juzgar el "loek-out" con elcriterio vuestro, con el criterio de los con-servadores, por lo mismo que alegáis elcelo extremado que ponéis siempre en ladefensa de los intereses de la colectividad.
"¿Qué piensan los conservadores? ¿Quépensáis vosotros, desde los amigos del se-ñor Dato, que representa la. fuerza con-servadora liberal, hasta los diputados deese sector (señala a los bancos del centro),que representa la fuerza, ultra-conservado-ra reaccionaria? (Risas y rumores) ¿Quépensáis? Lo dijisteis aquí muchas veces.lo dijeron vuestros periódicos, lo ratificó,siendo ministro de la Gobernación, el actualpresidente de la Cámara . Cuando os en-contráis con una huelga de carácter gene-ral, pensáis que por el mero hecho de sergeneral es una huelga presunta revolucio -naria. Con vuestro criterio, es lógica laconclusión . En esa parálasis de la vida na-cional que representa la huelga, encon-tráis vosotros una constante excitación aldesorden, que pone en peligro las institu-ciones fundamentales del país.
" Excuso decir que cuando la huelga tie-ne una significación política . entonces ya.
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no es una huelga revolucionaria de carác-ter presunto ; es una huelga revoluciona-ria indiscutible y manifiesta . Y, claro, enarmonía con este criterio, qué aplaudenlas derechas, clausuráis los Centros, dete-néis a los representantes obreros, denun-ciáis su Prensa, suspendéis las garantíasy empleáis todos los medios para asegurarla tranquilidad pública social.
Proclamas revolucionarias de los patronos
"¿Qué harías, os pregunto a vosotros,cuando os encontrarais con un " loclrout "que paraliza, por voluntad de los patronos,toda la vida industrial de una región ycuya intención política se ha significadobien claramente? Porque no lo neguéisque aquí vivimos todos de la falta de me-moria ; los manifiestos de los patronos te-nían el aire de proclamas revolucionarias;eran algunos de tal virulencia que pare_cían encaminados sólo a 'agraviar despia -dadamente a los depositarios del Poder pú-blico . Como que llegaron a decir del Go-bierno del señor Sánchez de Toca, despuésde algunos apóstrofes, -que había utilizadodesde el Poder procedimientos subversivos,en complicidad punible con el sindicalismorojo.
"`Y por si esto no bastara, señores di-putados, puestos ya en el camino de unaagresividad desbordante, atacaban a toades los que habéis pasado por el Gobier-no, no a nosotros, que no hemos pasadopor él . (Ifumnes en el centre) . Pero, enfin, atacaban a todos los hombres políti-cos que habían ejercido el Poder, y lesconminaban a que dejaran el paso libre asoluciones que la Confederación poseía ydeseaba llevar a la práctica . Y se llegó adecir, en un acceso que me atrevería a ca-lificar de acceso de orgullo delirante, queno cejarían en su actitud mientras no exis-tieran en el Gobierno personas que, a sujuicio, representaran con acierto ladefen-sa de los ideales y del bienestar de la pa-tria . Es decir, señores diputados, que uti-lizaban la fuerza del " lock-out" como ame-naza para imponer determinadas solucio -nes políticas, pretendiendo, así mediatizarla voluntad de la Corona.
"Por haber dicho (tosas como éstas, nomás graves que éstas, y erigirlas despuésen bandera de una huelga general revolu -cionaria, fueron condenados algunos delos que aquí se sientan, a cadena perpe-tua. Y cuando esas afirmaciones reapare-cen luego corno base para organizar, y pre-
parar después, un "lock-out" político, alos patronos no se les ha dicho nada . Has-ta ha habido aquí quien lo ha santificado.¿Creéis con sinceridad que esta falta dejusticia. no llega al pueblo, siendo el es -tímulo más poderoso de la rebeldía? ¿Locreéis de buena fe? Un Estado que noquiere hacer justicia, que no sabe hacerjusticia, o que no puede hacer justicia,es, sin querer, un Estado anárquico, por-que pierde desde luego toda la autoridadmoral que se necesita para hacer efecti-vos en momentos críticos el acatamientoy la obediencia a las leyes.
La solución es gobernar
" Y une diréis—vuelvo al tema—, ¿quésoluciones proponéis? (Nuevos rumores).Os voy a decir, señores diputados, comosolución una perogrullada : gobernar . (Ex-clamaciones en el centro.) Esperaba losclamores porque muchas veces no se adivi_na bien el sentido de las palabras. Gober-nar, para mí, no es permanecer inactivoen el Poder, marchando a la zaga de losacontecimientos, dejándose conducir o sor-prender por ellos ; eso no es gobernar ; esoes engarfiar al país y perder el tiempo enel Gobierno. Gobernar no es oponerse a la.evolución lógica, inevitable de los sucesos,apelando como la «última ratio» de todos losproblemas, a los designios brutales de lafuerza . Ya sé que hay algunos partidariosde estos métodos de Gobierno . (Denegacio -nes en el centro .) Si los hay, ¿por qué ne-garlo? Son todos aquellos que creen queel arte de gobernar no es una función :•ere_bral, sino otra clase de función . (Risas).Y son también, ¿por qué no decirlo°?, losegoístas y pusilánimes que juzgan por suespíritu a los demás y consideran que Es_paña es un inmenso rebaño de cretinos ode cobardes, dóciles tan sólo a las augestio_mes del terror, pero no a las influencias dela razón y tic la justicia . Y así gobiernanlos régulos africanos o asiáticos ; pero nogobiernan los hombres cultos, que conocénel valor de las ideas y saben que tienen asu cargo un patrimonio, no sólo material,sino moral, que están en la obligación deconservar y acrecentar.
"Para mí gobernar es tener en la cabe-za un ideal y poner a. su servicio una vo-luntad perseverante y enérgica, que, aten-ta constantemente a las fluctuaciones dela, vida, las va traduciendo en realidadprácticas de verdadera eficacia . Así es co-rno la labor política tendrá toda la fecun-
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didad y toda la consistencia de las obrasde la Naturaleza.
" Claro que este ideal, tratándose de lascuestiones sociales, es para mí, señores di-putados, para toda la gente de mi partido,casi me atrevería a decir para todos loshombres de este sector, un ideal, trausfor_'nado, de grandes avances, que respondapor un . lado al sentimiento de justicia, queya no puede permitir la existencia de mo-nopolios ni privilegios deelase, y que vaya,por otro lado, facilitando la emancipaciónde las muchedumbres proletarias, cuya in-fluencia en la vida económica se afirma ca.-da día con mayor preponderancia y ma-yor fuerza.
" No basta . para gobernar, señores dipu-tados y señores ininistros, un programa yun ideal . El Poder público en España hallegado, por su desprestigio, a tocar en loslímites del vilipendio . No es culpa sólo dolos gobernantes ; es culpa. de todos. Nece-citamos devolver al Poder público el maxi_nuun de autor idad y esa autoridad sólo sepuede recoger acudiendo a las fuentesle-gitimas del Poder, a la corriente pura dela democracia, única autoridad que hoy re-conoeen los pueblos.
"Y además de recobrar el máximum deauteridad, necesitamos darle normas deconducta ; normas de conducta que, frentea. este problema social, consisten en desen -tenderse de todo interés de clase, en pro-peder con una gran elevación moral, man-teniendo inexorablemente en la vida so-cial el cumplimiento del deber y de la jus-ticia.
No hay que tener miedo a las ideas. Estasno se combaten con la fuerza
" ¿Que los sindicatos persiguen a vecesideas disolventes, perturbadoras, anárqui-cas ; que sueñan en ocasiones, señor Sala,con un comunismo libertario, remedo tris-te del bolsheviquismo ruso? ¿Y qué? (Ru -mores .) ¿Y qué? Para la obra de la cola-boración social, ¿qué nos importan lasideas? Cuando los patronos o el Estadoconciertan un estatuto con sus obreros, ¿lespreguntan acaso por sus opiniones? Aho-ra mismo, en la Conferencia de Washing-ton, ¿se ha negado a los sindicalistas ni anadie el derecho a intervenir en una legis-lación internacional del trabajo? Entonces,¿para qué os preocupáis tanto de las ideas?
" ¿Qué tienen que ver las ideas con elreconocimiento de la personalidad obreraen que estas ideas se proclamen? Es apo-tegma antiguo de Derecho público que sóloson punibles los actos, no las ideas . ¿Porqué os alarmáis entonces de lo que vengodiciendo? (Rumores y risas .) Las ideas,señores diputados, no se combaten con lafuerza, sino con otras ideas, y al calor deesta lucha espiritual, donde la razón y laverdad tienen por fuerza que prevalecer,se va formando poco a póeo la concienciacolectiva y se va desarrollando, muchasveces entre inquietudes, entre dolores, entre lágrimas, la obra fecunda y redentora(le la civilización y del progreso humano.
La presión militar preparó el sindicalismo
" ¿Pero cito algo nuevo? ¿Pero no esverdad, señor ministro de la Gobernación,porque su señoría tiene las Memorias comoministro, no es verdad que el jefe de Se -guridad de Barcelona dijo al Gobierno quecuando más se multiplicó el sindicalismoen Cataluña fué durante el estado de gue -rra? (Rumor es.) ¿Pero no es verdad queeste mismo jefe de Seguridad hablaba deque, existiendo antes de la declaración delestado de guerra de 40 a 50,000 sindicadosen Barcelona, cuando el capitán general.Seíior Milans de Boseb, propuso al Gobier-no que se levantara el estado de guerra,existían en las organizaciones sindicadasmuy cerca, de 280,000? ¿ Pero no es verdad,señor ministro de la. Gobernación, que elpropio jefe de Seguridad decía que desdelas cárceles se organizaban los trabajos sin-dicalistas, y que los mismos patronos delas industrias cooperaban con su interven_ción a que los delegados (le los Si . dleatescobraran las cuotas para la sindicación enlos talleres y en las fábricas? Y si esto escierto, ¿cómo creéis que suprimiendo el Ju-rado vais a poner coto a los delitos y crí-menes que se cometen en la ciudad de Bar -celona?
"No .; dad la sensación a Cataluña deque el Poder es como el Argos mitológicoque tiene cien ojos para ver lo que pasaen esa colectividad, y que, merced a unapolicía soeial vigilante, perspicaz, inteligen -te, se entera de todos los conflictos y for-talece la confianza en el espíritu de losciudadanos, para que éstos, cumpliendo consu deber, acudan entonces a. denunciar loshechos, cuando realmente han sido testigospresenciales de los mismos .
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«CUASIMODO» , MAGAZINE INTERAMERICANO
Hay que gobernar sin poderes dictatoriales
"Así hay que gobernar : sin poderes die_tatoriales, sin estados excepcionales, sinpersecusiones, con la justicia y mirandosiempre al porvenir . Y cuando deis la con_fianza a unos y otros elementos de que,
sin quebrantar el derecho de nadie estáisfavoreciendo desde el Gobierno una obrade evolución fecunday de transformaciónsocial, la. paz vendrá rápidamente y conla paz la prosperidad del pueblo español yel amor de España a las libertades y a lasinstituciones que las encanan . (Muy bien).
Eugenio Debs: La Figura . Central del socialis-mo americano
CARLOS PEREYRA
(De Iti revista "España")
Después de la persecución iniciada por elgobierno de los Estados Unidos durante laguerra para impedir que la opinión librejuzgase los actos de la plutocracia dominan-te, se ha iniciado una nueva persecución jus-tificada como defensa del nacionalismo ame-nazado por una tendencia revolucionaria quese presenta bajo el aspecto de propagandaextranjera.
Aun no salen de las cárceles los que protestaron contra las brutales medidas dicta-das durante la guerra, y ya les hacen courpañía otros perseguidos por causas idénti-cas.
Nada más típico que este sistema . Nadamás «americano» . Los que presentan el rigorbajo un aspecto de nacionalismo, no se en-gañan del todo ni falsifican los hechos en fa-vor de una tesis.
Véase, por ejemplo, el caso de Mr . Debs,condenado a diez años de prisión. ¿Cuál fuésu crimen? Unicamente protestar contra lapena de diez años de cárcel que se impuso ala señora Rose Pastor Stokes . Y a quien leasombre que se impongan penas de diez añospor una, simple protesta, se asombrará másaún al saber por qué se impuso una pena dediez años de cárcel a la señora Rose PastorStokes . Había, y hay, una «ley de espionaje » ,y fundándose en esa ley de espionaje, el juezVan Valkenburgh, magistrado del' TribunalFederal en el distrito del oeste de Misuri conresidencia en la ciudad de Kansas, castigóa la señora Stokes, por haber pronunciadopalabras que estaban inspiradas en un pro-grama sistemático para crear descontentocontra la guerra, desagrado respecto de suscausas, inconformidad con su justicia y des-confianza en la buena fe y en la sinceridadde su dirección, a fin de conseguir que el go-.Fiemo perdiese el apoyo de la opinión pú-
blieay de que no tuviesen eficacia loes esfum-zos de los soldados en el campo de batalla.¿Pro hizo todo esto la señora Stokes? Lapobre e inofensiva señora Stokes, persona ab-solutamente desconocida, no hizo otra cosaque tomar una pluma y escribir a un periódi_co local de escasísima. circulación, la más an-téutica . de las perogrulladas . " La guerra dápretexto y ocasión para negocios ilegítimos . "Es verdad que dentro de esa frase cabían to -das las intenciones, desde la más vehemente-mente patriótica. hasta la (le una traición.Pero las leyes no pueden castigar intenciones,sino actos, y el acto de la señora Stokes eralícito . Más ate, su alegación era tan funda-da y procedente que hasta se ha. propuestouna legislación para cercenar, ya que no pa-ra anular, los provechos ilegítimos obtenidosdurante la guerra.
La sentencia del magistrado Van Valken -burgh podría haber sido explicable en un paísinvadido. Pero en guerras de jactancia y delujo, de propaganda y de imperio, ele nego-cios, sobre todo, ¿pueden caber y legitimarseestos excesos de represión? No se legitima-rán, pero han existido, y se prolongan conaplicaciones de indefinible saña.
Una ley' expedida el 6 de Octubre de 1917,imponía numerosas restricciones a la prensa, y en declaración oficial hecha tres díasdespués por Mr . Burlesson,-miembro del ga-binete a quien tocaba velar por el ramo delas comunicaciones postales, se anunció unacensura especial en las estafetas, destinadasobre todo a. " impedir que circulasen espe-cies relativas a supuestas influencias de WallStreet o de los fabricantes de municiones enlos actos del gobierno . "
Eugene V. Debs protestó, escandalizadopor esta situación, y precisamente su protes_ta lo ha llevado a la cárcel . Debs no protestó
FIGURAS DEL PROSCENIO
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por el caso especial de la señora Stokes, niprotestó como un particular a quien ofendenciertos actos . Lo hizo corno jefe de una co-rriente de opinión, y lo hizo desde una plata-forma política que pone sus palabras fueradel alcance de las interpretaciones policíacasa que pudo estar sujeta la intención de unapersona. desconocida como la señora Stokes.El jefe del socialismo militante debía habergozado de la inmunidad que otorgan los im-perativos de 'la. cultura aun cuando las leyesretiren su protección a la libre emisión delpensamiento . Pero a Dehs, representante dedos millones (le conciencias, se le trató comoa un espía de embajadas extranjeras . Y pa -sada la guerra, ese hombre sigue en la cárcel¿Por qué no se abre su calabozo? No sólose le mantiene sujeto a una acción excepcio-nal, cucos efectos debieron haber desapare-cido ya, sino que se lleva al exceso de poderhasta impedir toda protesta
Ile aquí la que dice el «New York Times»del 26 de Diciembre último:
"No habrá reunión pública en Hoboken,el próximo sábado, para protestar contrala prisión de ]!Ingenio Debs y Catalina 0 1
-Ilara. . . .Dos sucursales de la «Legión Ame -rieana» de Iloboken votaron resolucionespara solicitar del alcalde que impida lareunión de los socialistas . El alcalde dijoque se negaría ese permiso . "Si no se abre a punta de bayoneta, el ca-
labozo de Mr . Deba continuará cerrado . Sin-gular destino el (le ese hombre! Pocos agi -tadores rusos habrán pasado en la cárcel tan-tos años como ese ciudadano de la libre Amé-rica. Y justamente la prisión ha grabado al -gunos de los rasgos más atractivos de su fi -sonomía moral . Quien le haya visto no' podráolvidar aquella figura ascética, aquellos ojosdulces y claros, aquella voz de timbre suavey de cadencias amorosas, aquellas palabrasque suenan como corrientes de piedad huma-na. . Debs no arrastra ni fascina seduce.Cuando sube a. la tribuna, inclina su cuerpolarguísimo y desgarbado, seco y anguloso, ca-si hasta formar una escuadra . Pero nadie vela apariencia, y en la luz de la mirada y enlas inflexiones musicales de la voz, se revelaal instante un hombre inl:erior, lleno de fé-rrea ,' convicciones, pero lleno también demansedumbre.
Durante la campaña (le 1912, Mr . Debsluchaba contra las candidaturas de Mr . Taft,Mr. Roosevelt y Mr . Wilson. Yo le oí un dis-curso matinal de Madison Carden.
"Mr. Taft, Mr. Roosevelt y Mr. Wilson-decía el candidato socialista—, se indigna-
rían si alguien les dijera que han estado enla cárcel . En cambio, yo soy vuestro candida-to, soy elegido del pueblo sólo por haber es -tado en la cárcel ."
Su programa electoral, presenta estas apre-ciaciones que hoy dan la clave de la prolon-gada prisión de Mr . Debs. " Tenemos un cri-terio infalible para conocer a los partidos ya los candidatos . ¿Quién les da recursos?1'aft y Roosevelt, y el partido republicano,del que son candidatos, reciben apoyo pecu-niario de los monopolios industriales . ¿Seránecesario añadir (pie los monopolios indus-triales, dirigidos por hombres prácticos, nodan su dinero a. un candidato o a un parti-do sino para dominarlo? Sólo el cerebro deun imbécil puede creer que hombres tales co -mo Perkins, Nlr . Con-alivie y Munsey hacencorrer el ore para Roosevelt e inundan el paíscon subsidios pues creen a Roosevelt campeóndel progreso y amigo del pueblo . Es verdadque Woodrow Wilson no fué el primero enquien fijaron su atención los 13elmont, losRyan, los Nlurphy y los corruptores ele Tam-many IIall, pero lo encontraron de su agra-do, pues de otro modo no habrían consentidoen que se le designara. Después de la . Con-vención, hemos visto que Wilson está en elmás perfecto acuerdo con la banda de los de_predadores a quienes 13ryan azotaba en esamisma Convención. En su discurso ante losdelegados, 13ryan expuso las infamias deRyan, Behnont y álprphy . Declaró que noapoyaría a ningún candidato que recibieralos votos (le osos hombres y dé los noventamaniquíes de Mnrphy . Woodrow Wilson re-cibió esos votos . Sin ellos y sin otros votosigualmente dominados por «los intereses »
no habría sido designado Wilson . Bryan loapoya haciendo ante el país una figuraridícula . Mr . 'Wilson tiene tanto de candida-to popular como Mr. 'Paf, o Mr. Roosevelt.Ninguno de los tres se ha identificado con lasclases trabajadoras sino para pedirles votos,y ninguno de los tres se atrevería a declarar-se candidata de esas clases . El servilismo delos demócratas y de los republicanos llegahasta la descomposición pútrida para obte-ner el favor de los plutócratas ."
Hoy no sería Debs un candidato para elacademicismo de las periódicas demostracio-nes electorales . La situación toma cada díacaracteres más definidos de guerra, civil, y elprincipio de las hostilidades no es el momen-to de poner en libertad al enemigo.
Para Debs no hay término medio . Su pues_to está en la barricada o en el calabozo .