palabras de aliento del presidente de la sgi: grabemos en el...

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¡LLEGÓ LA HORA DE LA DIVISIÓN FUTURO! ESTE DOMINGO 13 DE DICIEMBRE: ENCUENTROS VIRTUALES DEL GRUPO VICTORIA Y DEL GRUPO ESPERANZA. Asociación Peruana de la Soka Gakkai Internacional EDICIÓN DIGITAL EXTRAORDINARIA N.° 73 Viernes 11 de Diciembre de 2020 / PSGI «Año del avance y de los valores humanos» Palabras de aliento del Presidente de la SGI: GRABEMOS EN EL CORAZÓN LOS ESCRITOS DE NICHIREN DAISHONIN «[L]as deidades celestiales y benevolentes adoptarán diversas for- mas, entre ellas, las de hombre y mujer, y darán ofrendas para ayu- dar a las personas que practican el Sutra del loto» 1 «El exilio a Izu», END, pág. 36. Las funciones protectoras del universo se manifiestan de ma- neras concretas para brindar protección a quienes practican el Sutra del loto. Se expresan en diversas formas como el apoyo de las personas que nos rodean y actúan dirigiendo las cosas en la mejor dirección posible. Este es el gran poder benéfico de la Ley Mística, que deriva de la doctrina de los tres mil aspectos conte- nidos en cada instante vital. El daimoku firme es la clave para activar las fuerzas positivas del universo. Cuando trabajamos valientemente por el kosen-ru- fu, podemos sumar a más aliados que nos apoyan y ayudan. A través de una oración segura y de una conducta sincera, representemos audazmente una saga victoriosa tanto en el ko- sen-rufu como en la vida personal. (Traducción del artículo publicado el 7 de octubre de 2020 en el Seikyo Shim- bun, diario de la Soka Gakkai). 1.- Extraído de El exilio a Izu, en Los escritos de Nichiren Daishonin, Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 36. Activemos las funciones protectoras del universo Monte Fuji, Japón, fotografía de Daisaku Ikeda (Mayo 1989) Se inicia semana de «Encuentros de Esperanza» Actividad para los amigos de los grupos Fortaleza y Desafío Aliento diario Por muy negativa o desoladora que parez- ca la realidad, siem- pre existe la posibili- dad de revivir nuestra esperanza y nuestro valor. Por eso, jamás debemos rendirnos. 11 de diciembre

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  • ¡LLegó La hora deLa división Futuro! este domingo 13de diciembre:encuentrosvirtuaLes deL grupovictoria y deL grupo esperanza.

    Asociación Peruana de la Soka Gakkai Internacional

    EDICIÓN DIGITALEXTRAORDINARIA N.° 73

    Viernes 11 de Diciembre de 2020 / PSGI«Año del avance y de los valores humanos»

    Palabras de aliento del Presidente de la SGI:GRABEMOS EN EL CORAZÓN LOS ESCRITOS DE NICHIREN DAISHONIN

    «[L]as deidades celestiales y benevolentes adoptarán diversas for-mas, entre ellas, las de hombre y mujer, y darán ofrendas para ayu-

    dar a las personas que practican el Sutra del loto»1

    «El exilio a Izu», END, pág. 36.

    Las funciones protectoras del universo se manifiestan de ma-neras concretas para brindar protección a quienes practican el Sutra del loto. Se expresan en diversas formas como el apoyo de las personas que nos rodean y actúan dirigiendo las cosas en la mejor dirección posible. Este es el gran poder benéfico de la Ley Mística, que deriva de la doctrina de los tres mil aspectos conte-nidos en cada instante vital.

    El daimoku firme es la clave para activar las fuerzas positivas del universo. Cuando trabajamos valientemente por el kosen-ru-fu, podemos sumar a más aliados que nos apoyan y ayudan.

    A través de una oración segura y de una conducta sincera, representemos audazmente una saga victoriosa tanto en el ko-sen-rufu como en la vida personal.

    (Traducción del artículo publicado el 7 de octubre de 2020 en el Seikyo Shim-bun, diario de la Soka Gakkai).

    1.- Extraído de El exilio a Izu, en Los escritos de Nichiren Daishonin, Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 36.

    Activemos las funciones protectorasdel universo

    Monte Fuji, Japón, fotografía de Daisaku Ikeda (Mayo 1989)

    Se inicia semana de«Encuentros de Esperanza»

    Actividad para los amigos de losgrupos Fortaleza y Desafío

    Aliento diario

    Por muy negativa o desoladora que parez-ca la realidad, siem-pre existe la posibili-dad de revivir nuestra esperanza y nuestro valor. Por eso, jamás debemos rendirnos.

    11 de diciembre

  • — 02 —Sobre el eSpíritu de laS contribucioneS

    ¿Por qué las oraciones de los practi-cantes del Sutra del loto siempre generan una respuesta? El Daishonin escribe que las funciones universales reconocen una gran deuda de gratitud con el Sutra del loto, y que por tal razón, si dejan de pro-teger a los devotos de ese sutra, estarían actuando como ingratos con el buda Sha-kyamuni. Para retribuir lo mucho que le deben, las deidades o funciones benevo-lentes del universo protegen fielmente a todos aquellos que propagan el Sutra del loto en el Último Día de la Ley. No hacerlo sería una falta de respeto al Buda.

    La Ley Mística es el principio o ley fun-damental del universo. Las oraciones de aquellos que entonan, practican y pro-pugnan esta Ley incomparablemente profunda viven en directa sintonía con el ritmo esencial del universo. En tal senti-do, sus oraciones son respondidas en for-ma natural e inevitable. Y ellos mismos serán protegidos y resguardados sin falta por las deidades celestiales y por todos los budas y bodisatvas del universo.

    La oración en bien del kosen-rufu es crucial. A lo que me refiero aquí es a una oración imbuida del juramento de apoyar y proteger a la Soka Gakkai, la organiza-ción que hace realidad el kosen-rufu, y de contribuir a su éxito y vigoroso desarro-llo; me refiero a una oración basada en el espíritu triunfal del budismo, para poder brindar pruebas concretas de la grande-za de la Ley Mística en nuestra vida; y me refiero a una oración dirigida a refutar lo erróneo y a revelar lo verdadero, para poder derrotar a las poderosas fuerzas que obstruyen el kosen-rufu. Esta clase de oración es vital.

    En el Gohonzon se leen inscritas las siguientes palabras: “A aquellos que per-turben o molesten [a los practicantes del Sutra del loto] se les partirá la cabeza en siete pedazos”. Debemos luchar contra la injusticia y el mal, para impedir que las personas acumulen un karma negativo y sufran sus penosas consecuencias.

    También es vital que sigamos orando con coraje y amor compasivo por la feli-cidad de todos nuestros compañeros de fe, sin excepción. En el Gohonzon, tam-bién hallamos las palabras: “Los que den ofrendas [a los practicantes del Sutra del loto] gozarán de una buena fortuna su-perior a los diez títulos honoríficos [del Buda]”. El beneficio de la Ley Mística es realmente inconmensurable.

    El Daishonin escribe: “sin duda alguna los que creen en el Sutra del loto obten-drán respuesta a sus oraciones en esta vida, y gozarán de buenas circunstancias en su próxima existencia”. Las “oraciones” de “los que creen en el Sutra del loto” son las oraciones de los miembros de la Soka Gakkai, que asiduamente marchan en pos del kosen-rufu. No cabe la menor duda de

    Oraciones enfocadas en el logro del kosen-rufuDurante una reunión ejecutiva para líderes del área Tokio 2, el presidente de la SGI Daisaku Ikeda hizo referencia al beneficio de dedicarse el kosen-rufu.

    «En el Gohonzon, también ha-llamos las palabras: “Los que den ofrendas [a los practican-tes del Sutra del loto] gozarán de una buena fortuna supe-

    rior a los diez títulos honorí-ficos [del Buda]”. El beneficio de la Ley mística es realmen-

    te inconmensurable».

    que podremos establecer un estado de felicidad duradera en nuestra vida actual, que perdurará a lo largo de las existen-cias futuras.

    Nichiren Daishonin nos hace esta fir-me promesa: “Los infortunios de Kyo’o se convertirán en buena fortuna. Ármese de fe y ore a este Gohonzon. Entonces, ¿ha-brá algo que no pueda lograr?”. Las ora-ciones de los practicantes del Sutra del loto siempre generan una respuesta. En cualquier situación, la persona que ento-na un firme daimoku puede transformar el veneno en remedio, y no tiene nada a qué temer.

    El Daishonin declara: “Crea en este mandala con todo su corazón. Nam-myo-ho-renge-kyo es como el rugido de un león. Por lo tanto, ¿qué enfermedad pue-de ser un obstáculo?”. El rugido leonino del daimoku es la reverberación esencial de la vida, capaz de vencer la enfermedad y todos los demás obstáculos y funciones demoníacas.

    (Extracto de la orientación del presidente Ikeda,Perú Seikyo N.° 1650)

    Contribuciones financieras

    Las contribuciones apoyan las numerosas actividades que de-sarrolla la Asociación Peruana de la Soka Gakkai Internacional (PSGI) a nivel nacional, ayudando a construir y fortalecer nuestra comunidad para la paz; por lo tanto en esta oportunidad la contri-bución financiera se realizará durante todo el mes de enero, de la misma manera como lo hicimos en el mes de agosto, es decir, úni-camente a través de depósitos o transferencias a las cuentas que la PSGI tiene en los bancos BBVA, BCP, Interbank y Scotiabank, o también realizando depósitos en los agentes que estos bancos tienen en todo el país. Las cuentas ya están disponibles.

    Si desea más información sobre cómo poder participar en esta importante actividad, por favor revise el manual de «Proceso para la contribución» Enero-2021, que se está distribuyendo de manera virtual en todas las organizaciones.

    Asimismo, a fin de poder estudiar más sobre la importancia

    y significado de las contribuciones, la PSGI ha elaborado un folleto virtual: «El espíritu de las contribuciones en bien del kosen-rufu» Enero-2021, que tam-

    ¿Cómo participar en lascontribuciones financieras?

    Presidente de la SGI Daisaku Ikeda

    Construyendo nuestro

    movimiento hacia el 2030

    bién se viene distribuyendo de manera virtual.

    — Pero si tuviera alguna consulta respecto a las contribuciones o los materiales antes señalados no dude en comunicarse con noso-tros al 946592941 (PSGI).

    «El budismo enseña que «lo importante es el corazón». Mientras nuestros corazones sean puros y sinceros, y nuestra motivación sea el gran juramento del Buda de hacer felices a todas las personas, todo empeño que hagamos en bien del kosen-rufu se convertirá en be-neficios. En última instancia, todo queda determinado por nuestro corazón y por nuestra postura de fe».1

    Departamento de Zaimu de la PSGI.1.- Tomado de la revista bimensual Nueva Era, N.° 242.

  • Soy una orgullosa miembro de la pri-mera promoción del Kayo-kai Ikeda del Perú y coordinadora de la DJF del área Sur 2. Crecí dentro de la Soka Gakkai siendo la tercera generación de la prác-tica budista en mi familia y, actualmente, soy miembro titular. Desde pequeña es-cuchaba a mis abuelos hablar sobre las ofrendas y contribuciones. Ellos, desde los inicios de su práctica, a pesar de que tenían grandes limitaciones económicas, mostraban mucha alegría y gratitud ha-cia las enseñanzas del budismo Nichiren. Mis padres, durante mucho tiempo, atra-vesaron grandes dificultades económicas e incluso ambos llegaron a perder el tra-bajo de forma simultánea, lo que generó episodios muy marcados en mi vida; pero de los cuales la gratitud y el deseo de par-ticipar en las contribuciones de enero y agosto de cada año son los que recuerdo con mayor claridad. Durante mi infancia, y también en la de mi hermano, mis padres nos permitían colocar nuestros nombres en los sobres del zaimu y desde entonces, sin comprender a profundidad lo que sig-nificaba el «kosen-rufu», comenzamos a sentir gran emoción por participar de las actividades de contribución. Durante mis años en la secundaria, motivada por mi familia, coordinadoras y amigas de la DJF, comencé con el hábito del ahorro; apren-dí a organizar mis gastos y a distribuir mes a mes el dinero para mis suscripcio-nes y contribución al kosen-rufu. Fue así que mi primera contribución, aunque mí-nima por entonces, estaba llena de mucha gratitud. En La nueva revolución humana, volumen 4, Ikeda Sensei escribe: «El es-píritu de ofrenda hecha con alegría eleva el estado de vida de la persona y produce beneficios inmensurables. Esto, a su vez, profundiza los cimientos de la felicidad»1.Cuando inicié mis primeros trabajos re-munerados como profesional en Trabajo Social, también se produjeron otros gas-tos. Deseaba seguir estudiando, apoyar económicamente en mi familia, corres-ponder con gratitud cada acto que tuvie-ron conmigo; pero, también, sentía el de-seo de corresponder a la Soka Gakkai, ya que durante mi vida había superado di-ferentes dificultades en la salud, el estu-dio, las relaciones familiares, entre otras; es por ello que a través del daimoku, el hábito del ahorro se sumó a la prioriza-ción de gastos y actividades, aprendiendo a organizar mis ingresos. Así, todos los

    meses, desde ese momento hasta la actualidad, designo parte de mis ingre-sos al ahorro para el zaimu y cada año con un objetivo dife-rente. A mediados de 2019, tomé la decisión de cambiar de trabajo. Mi deseo era encontrar un es-pacio diferente para seguir desarrollán-dome de forma profesional sin perder la cercanía con las personas. Este nuevo trabajo vino con un mejor cargo, y me-jores beneficios económicos; pero, tam-bién, con mayor complejidad. El nivel de exigencia de la jefatura era muy alto, mi equipo de trabajo aún recordaba mucho a su líder anterior y me costaba lograr co-nectar con ellos. Por momentos dudaba que lograría sacar adelante esta respon-sabilidad laborar. Fueron meses comple-jos; sentía demasiada presión por todos lados y comencé a justificar mis errores en lugar de analizarlos. En la ceremonia de Kayo-kai Ikeda de octubre de ese año, luego de estudiar La nueva revolución hu-mana, recordé el espíritu de ser una líder valerosa, y ello debía aplicarlo en todos los aspectos de mi vida.

    Comencé a organizarme mejor en mi trabajo e intentar avanzar poco a poco. Así, me tracé objetivos claros para el 2020: consolidaría mi equipo de trabajo y lograría conectar con mi jefa. Sin em-bargo, a finales de enero, un accidente automovilístico con víctimas fatales —trabajadores de la empresa— me llevó a viajar durante varias semanas a la ciudad de Arequipa. El primer viaje fue con mi jefa y otros directores de la empresa. La coyuntura era difícil, las familias de las víctimas, las autoridades y hasta la pren-sa local requerían respuestas. Más de una noche regresaba al hotel y solo me ponía a llorar de la impotencia. Luego de llamar a mi familia hacía daimoku sola en esa ha-bitación con el único objetivo de que cada

    Elia Vásquez Carpio (DJF),territorio Vanguardia Soka

    Contribuir con espíritu de gratitud— 03 —experiencia

    familia de las víctimas encontrara en mí un apoyo durante el proceso de duelo. Comencé a buscar orientaciones de Sen-sei no solo para mí, sino para compartirla con todos ellos en ese momento. Es así que poco a poco fuimos todos levantán-donos.

    Semanas después cancelaron mis via-jes, había la directiva de mantenernos en nuestras ciudades por la llegada de un vi-rus, la Covid-19, y desde ahí cambió todo y la forma de trabajo también. Debíamos monitorear en paralelo las 120 opera-ciones a nivel nacional, acompañar a los casos positivos que superaron los 2 mil, intentar controlar el miedo de los que estaban fuera de sus casas y en la mar-cha aprender a lidiar con algo descono-cido. Mis horas de daimoku aumentaron, no podía dejarme vencer, pero tenía días que no quería levantarme, no quería con-testar a nadie, solo quería que todo aca-bara. En medio de esas circunstancias, recordaba el aliento de mi maestro a no retroceder a pesar de las adversidades, y mantener un espíritu triunfal.

    Gracias a las actividades como la «cam-paña OEA», las reuniones de estudio, las reuniones de división y nuevos amigos (Fortaleza y Desafío) comencé a enten-der cuál era mi misión en este trabajo y por qué estaba ahí en ese momento tan crucial. Comencé a mirar todos los be-neficios que había recibido en esos me-ses: ampliaron el personal para mi área, mi trabajo fue expuesto en otros países, y pasé de un contrato a plazo fijo a un contrato indeterminado en medio de una pandemia; pero en especial, pude ampliar el lazo laboral a un plano de compañeris-mo amigable con mi jefatura, pares y mi equipo de trabajo. Todos saben que soy miembro de la Soka Gakkai y con orgullo los hago partícipes de nuestras activida-des. Todo ello era un gran avance en mi revolución humana, y hoy continúo desa-fiándome en medio de grandes retos.

    Con el lema de la Soka Gakkai para el 2021: «Año de la esperanza y de la vic-toria», mi determinación es seguir desa-fiándome en la propagación del budismo Nichiren, hacer propio el objetivo de las diez mil nuevas familias felices y la cons-trucción de nuestra nueva sede central hasta el año 2030; por ello, seguiré alen-tando a cada una de las miembros de la DJF y secundarias, promoviendo nuevos valores dentro del área, y seguir partici-pando con un corazón agradecido en las actividades de contribución de enero y agosto. 1.- IKEDA, Daisaku. La nueva revolución humana, vol. 4, ca-pítulo «El triunfo», pág.114.

    «El espíritu de ofrenda he-cha con alegría eleva el es-

    tado de vida de la persona y produce beneficios inmen-

    surables»

  • — 04 —para dialogar

    Grup

    oF o r t a l e z aEstudiar el budismo Nichiren

    Material de refencia para las reuniones del Grupo Fortaleza

    La fuerza motriz de nuestrarevolución humana

    El presidente Ikeda resalta la importancia de leer los es-critos de Nichiren Daishonin y de aplicarlos a las pro-pias circunstancias para seguir el mejor rumbo posible en la vida. Señala que, en el budismo Nichiren, el estudio no es una mera actividad intelectual, sino algo que hacemos para vencer en nuestras contiendas reales.

    En octubre de 1271, poco después de la persecución de Tat-sunokuchi que lo puso al borde de la muerte, y antes de partir a su exilio en la isla de Sado, Nichiren Daishonin envió una carta conmovedora a sus discípulos en la cual les dice: «Tal vez, haya quien sepa recitar al pie de la letra el Sutra del loto, pero cuesta muchísimo más actuar como este indica».1

    Luego, declara que él, por haber practicado exactamente como había enseñado el Buda y por haber soportado grandes persecu-ciones derivadas de esta práctica correcta, había «leído y vivido» los pasajes del Sutra del loto que predecían que los practicantes de épocas futuras serían despreciados, odiados, envidiados o trata-dos con rencor,2 y que el odio y los celos hacia el sutra abundarían más aún después de la muerte del Buda.3

    Sin duda, las palabras de este indómito rey león habrán conmo-vido hasta la médula a sus queridos discípulos. Lo que preguntaba era: «¿Cómo lucharán ustedes, discípulos míos, cuando les toque enfrentar pruebas y obstáculos como estos?».

    Los escritos de Nichiren Daishonin son escrituras atemporales. Son el clamor inspirador que surge de lo profundo de su ser. Son la apasionada declaración de verdad y de justicia que nos dejó a los que practicamos el Sutra del loto en el Último Día, una época de maldad donde cunden las funciones negativas. Son un bramido leonino que nos sacude hasta la médula: «¡Esfuércense con bra-vura y nunca abandonen la fe!». «¡Adornen su vida con triunfos!». «¡Derroten el mal resueltamente!».

    Por eso todos nosotros, los discípulos del Daishonin, debe-mos preguntarnos seriamente cada vez que leemos sus escritos: «¿Cómo viviré mi existencia? ¿Cómo voy a esforzarme en aras del kosen-rufu?».

    Leer los escritos del Daishonin con la vida significa sentir que se refieren a nosotros mismos y a nuestro presente, en lugar de interpretar que aluden a otras personas o que relatan hechos del lejano pasado. Y significa, también, aplicar el texto a los desafíos que enfrentamos en nuestra realidad cotidiana. Este es el camino correcto para manifestar el solemne espíritu de inseparabilidad de maestro y discípulo.

    Es importante que grabemos las palabras del Daishonin en lo más profundo de nuestro corazón —aunque sea una frase o un pasaje que haga impacto en el centro de nuestra vida, y que sinta-mos como que ha sido escrito para nosotros— y que renovemos siempre nuestro esfuerzo en bien del kosen-rufu con fe inamovi-ble. Así podemos observar la advertencia de Nikko Shonin, el su-cesor directo de Nichiren Daishonin, quien nos exhorta a «grabar los escritos del Daishonin en nuestra vida».4

    Durante la segunda guerra mundial, el señor Toda pasó dos años sombríos en prisión, a causa de la persecución del gobierno

    militar japonés. Allí, tras las rejas, comprendió que el kosen-rufu era la misión suprema de su vida. Como fiel discípulo del maestro Tsunesaburo Makiguchi, juró no ser vencido por las fuerzas re-presivas de la autoridad, culpables de que su mentor muriera en la cárcel injustamente. El señor Toda no temía a nada; ni siquiera la amenaza de morir ejecutado por un pelotón de fusilamiento lo hacía titubear. No bien recuperó la libertad, inició su grandiosa gesta por el kosen-rufu.

    Y sin embargo, esa misma persecución había hecho que los de-más discípulos del presidente Makiguchi renunciaran a la fe. En La apertura de los ojos, el Daishonin escribe: «Cuando llega el mo-mento crucial, los necios tienden a olvidar sus promesas».5 En el momento crucial, esos discípulos temblaron, retrocedieron y re-negaron de la preciada espada que era su fe en la Ley Mística. El señor Toda lamentaba mucho que hubiesen tomado esa decisión. ¿Por qué el solo hecho de ir a la cárcel los hizo abandonar la fe? ¿No era acaso la oportunidad más brillante para adquirir bene-ficios inmensos e imperecederos? Después de todo, en la fe que describe el Daishonin en sus escritos no hay nada de vacilante o de cobarde.

    El presidente Toda reflexionó; consideró la cuestión deteni-damente. Día y noche, este hombre de excepcionales dotes inte-lectuales ponderó por qué razón los demás practicantes habían abandonado la fe.

    Y llegó a la conclusión de que ninguno de ellos tenía bases fir-mes en el estudio budista, que explica en qué consiste la fe y obra como fuerza impulsora de la práctica. Comprendió que había olvi-dado enseñarles a leer los escritos de Nichiren Daishonin. Si, en lo sucesivo, alentaba a los miembros a estudiar el budismo con toda su vida y a fusionarse con las enseñanzas contenidas en los es-critos del Daishonin, no dejarían de practicar. Hasta las personas temerosas se sentirían inspiradas a perseverar en su lucha con va-lor. La clave —concluyó— eran los escritos del Daishonin.

    Basada en esta orientación del señor Toda, surgida de sus do-lorosas experiencias en tiempos de guerra, la Soka Gakkai estudió minuciosamente los escritos de Nichiren Daishonin en cada una de sus instancias. Miembros y líderes por igual llevaron el Gosho a todas partes.

    El budismo no existe sin el estudio. Y el budismo sin fe no es budismo.

    En los primeros días de nuestro movimiento, cada vez que te-níamos un momento libre, estudiábamos el Gosho. En cada reu-nión, leíamos alguna parte de los escritos, debatíamos sobre al-guna frase y la estudiábamos juntos. Esto encendía en nuestro corazón una llama renovada y brillante; ante nuestros ojos, surgía la visión de un futuro nuevo e inmenso. La lectura de los escritos del Daishonin incidía de manera clara y directa en nuestra revo-lución humana; era el ímpetu para profundizar nuestra fe ilimita-damente.

    El estudio budista al cual me refiero no tiene nada que ver con analizar conceptos abstractos. No se trata de memorizar doctrinas difíciles ni de ser académicos o expertos intelectuales.

    El estudio que emprendíamos en esos años abría en nosotros la fortaleza interior que nos permitía seguir viviendo, seguir ba-tallando y seguir esforzándonos por el kosen-rufu. Era un proceso que nos llevaba a entender día a día las enseñanzas y los princi-pios del budismo Nichiren, y a encarnar esa gran filosofía en nues-tra conducta real para afrontar los retos de la vida y triunfar en la sociedad.

    (Extraido del estudio del budismo Nichiren es la fuerza motriz de la revolución humana. Adaptado de la serie de ensayos «Resplandor del siglo de la humanidad», publicado en japonés en el Seikyo Shimbun, del 20 de octubre de 2004. Traducción general del artículo publicado en la edición de diciembre de 2015 del

    Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai)

    1.- END, pág. 209.2.- Véase El Sutra del loto, Tokio: Soka Gakkai, 2014, cap. 3, pág. 73.3.- Véase END, pág. 209.4.- Artículo 11 de los «Veintiséis artículos de advertencia de Nikko». Gosho zenshu, pág. 1618.5.- END, pág. 300.

  • — 05 —para dialogar

    Publicación de: Asociación Peruana de la Soka Gakkai Internacional (PSGI)

    Gr

    up

    o D e s a f í oLa sabiduría

    Un buda se caracteriza por ser una persona de profunda sabiduría. La idea de sabi-duría es fundamental para el budismo. Pero la sabiduría puede ser un concepto vago y esquivo, difícil de definir y más difícil aun de encontrar. ¿Cómo se hace uno sabio? ¿Es la sabiduría algo que podemos desarrollar activamente, o debemos simplemente espe-rar volvernos más sabios a medida que envejecemos? Tal vez sea porque la sabiduría es un concepto tan indeterminado que ha perdido valor como un ideal relevante en la sociedad moderna, que en cambio ha llegado a dar mucha importancia a la información y al conocimiento.

    Josei Toda identificó la confusión entre el conocimiento y la sabiduría como uno de los principales defectos de la sociedad moderna.

    Su crítica se explica claramente en el asombroso progreso de la tecnología en el si-glo pasado. Si bien el desarrollo científico y tecnológico ha mostrado solo un resultado irregular en el alivio del sufrimiento humano, sí ha triunfado notablemente en su capa-cidad y eficiencia para desatar la muerte y la destrucción.

    Toda comparó la relación entre el conocimiento y la sabiduría con la de una bomba de agua y el agua en sí. Una bomba que no sea capaz de extraer el agua (conocimiento sin sabiduría) sería de poca utilidad.

    Esto no significa negar la importancia del conocimiento. Pero el conocimiento puede ser utilizado para generar tanto una destructividad extrema como el bien más profun-do.

    La sabiduría es aquello que dirige el conocimiento hacia el bien, hacia la creación de valor.

    Las enseñanzas budistas, como el concepto de las cinco clases de sabiduría, descri-ben y analizan en detalle la dinámica de la sabiduría y cómo se manifiesta en los dife-rentes niveles de nuestra conciencia.

    Cuando la sabiduría funciona en nuestra vida, tiene el efecto de permitirnos supe-rar las perspectivas arraigadas de nuestro pensamiento habitual y llegar a una visión fresca y holística de una situación dada. Podemos hacer una evaluación amplia de los hechos, percibir la esencia de un problema y dirigir un rumbo seguro hacia la felicidad.

    El budismo también compara la sabiduría con un espejo claro que refleja perfecta-mente la realidad tal como es. Lo que se refleja en este espejo de sabiduría es la interre-lación y la interdependencia de nuestra vida individual con toda la vida. Esta sabiduría disipa la fuerza que divide a las personas y despierta en nosotros mismos, un sentido de igualdad empática con todos los seres vivos.

    El término “Buda” describe a una persona que manifiesta libremente esta sabiduría inherente. Y lo que hace que esta sabiduría brote en nuestras vidas es el amor compa-sivo.

    El budismo ve al universo, y a la vida misma, como una manifestación del amor com-pasivo: el entretejido de los “hilos” de los fenómenos interdependientes, que dan ori-gen y nutren la vida en todas sus manifestaciones maravillosas y variadas.

    Enseña que el propósito de la vida humana es ser un participante activo en los pro-cesos compasivos del universo, enriqueciendo y mejorando el dinamismo creativo de la vida.

    Por lo tanto, es cuando actuamos con amor compasivo que nuestra vida coin-cide con la fuerza vital universal y mani-festamos nuestra sabiduría inherente. La acción de alentar y compartir la esperan-za con otros nos despierta a una identi-dad más grande y más libre más allá de los límites estrechos de nuestro ego. La sabiduría y el amor compasivo son, pues, inseparables.

    Cuanto más profundamente nos esforzamos por desa-

    rrollar un espíritu altruista, más se eleva la sabiduría de

    Buda dentro de nosotros

    El centro de la práctica budista es el autocontrol, el esfuerzo por “convertirse en el amo de la mente”. Esta idea implica que cuanto más profundamente nos es-forzamos por desarrollar un espíritu al-truista, más se eleva la sabiduría de Buda dentro de nosotros y más poderosamente, a su vez, podemos dirigir todas las cosas, nuestro conocimiento, nuestros talentos y las particularidades únicas de nuestro ca-rácter, hacia el fin de crear felicidad para nosotros y para los demás.

    Hablando en la Universidad Tribhuvan en Nepal en 1995, Daisaku Ikeda comen-tó: “Ser maestro de la propia vida significa cultivar la sabiduría que anida en lo más recóndito de nuestro ser y que brota en profusión inextinguible solo cuando nos impulsa la determinación benevolente de servir a la humanidad y de luchar por la felicidad de la gente”.

    Si la historia humana debe cambiar y ser redirigida desde la división y el con-flicto hacia la paz y una ética subyacente de respeto por la santidad de toda vida, son los seres humanos quienes deben cambiar. La comprensión budista de la sa-biduría del amor compasivo puede servir como una base poderosa para tal trans-formación.

    (Tomado de la web de la SGI: https://www.sokaglobal.org/es/resources/study-materials.html)

    información importante.- Apreciados lectores, amigos y colaboradores de Perú Seikyo, aprovechamos esta oportunidad para agradecerles nuevamente por la buena recepción de estas ediciones extraordinarias digitales de nuestro semanario y que hasta la fecha venían apareciendo periódicamente los días martes y viernes.

    Sin embargo, luego de 73 ediciones digitales extraordinarias y considerando que nuestras actividades se vienen reactivando de manera virtual, consideramos que ha llegado el momento de regresar a nuestra frecuencia semanal. En tal sentido, a partir de la edición digital extraordinaria N.° 74 comenzaremos a hacer entregas semanales (los días martes).

    También deseamos informarles que estamos trabajando arduamente para poder regresar a nuestras ediciones impresas en cuanto las circunstancias lo permitan.

    Muchas gracias por acompañarnos siempre. En el facebook oficial de la PSGI (PSGI.OFICIAL) así como en nuestra web (sgiperu.org) publicaremos los enlaces para acceder al Perú Seikyo edición digital extraordinaria.

    Muchas gracias