(oda 4 16) en francisco de medrano (oda · 2017. 4. 29. · the spanish poet francisco de medrano....

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Horacio (Oda 4 16) en Francisco de Medrano (Oda XXIV)’ Manuel MAÑAS NÚÑEZ RESUMEN Horacio es utilizado continuamente como fuente en el cancionero de Fran- cisco de Medrano. Estudiamos la presencia del poeta latino (Flor, carm. 2,16) en Medrano (oda XXIV) y analizamos la recreación. SUMMARY Horace’s works are systematically used as source in the poetie colleetion of the Spanish poet Francisco de Medrano. The presence of this Latin poet (Hor., carm. 2,16) in Medrano (ode XXIV) has been studied in this essay, and the imitative process has been analysed. En las odas que clausuran el segundo y tercer libro de sus Carmina, Hora- cio expresó un sano orgullo por la obra poética realizada y vaticinó, como en una especie de visión profética, la futura inmortalidad que le aguardaba. Y es que, como más adelante expone en las odas 8 y 9 del libro cuarto, la poesía po- see, en efecto, un poder inmortalizador 2• Horacio asegura en la oda 2,20 que él alcanzará la inmortalidad por la fama en el mundo entero; incluso llega a de- cir meperñus/disce¡Hiber(vv. 19-20>, como si estuviera adivinando Ja celebri- dad y pervivencia que sus versos iban a tener en las letras hispanas ~. Estaba el Deseamos expresar nuestro agradecimiento a los Drs. Galán Sánchez y Laguna Mariscal por las correciones efectuadas al artículo. 2 Sobre la pervivencia de este tópico en la literatura castellana medieval, cf. M. R. Lida de Malkiel, La idea de la fama en/a EdadMedia castellano, México, 1983 (1952). -> Sobre la pervivencia de Horacio en España es fundamental M. Menéndez Pelayo, Hora- Cuadernos de Filología Clásica. Estudios latinos, nY 8. Servicio de Publicaciones IJCM. Madrid, 1995

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  • Horacio (Oda 4 16) en FranciscodeMedrano (Oda XXIV)’

    ManuelMAÑAS NÚÑEZ

    RESUMEN

    Horacio esutilizado continuamentecomo fuenteen el cancionerode Fran-cisco de Medrano.Estudiamosla presenciadel poetalatino (Flor, carm.2,16)enMedrano(odaXXIV) y analizamosla recreación.

    SUMMARY

    Horace’sworks aresystematicallyusedas sourcein the poetiecolleetion ofthe Spanishpoet Franciscode Medrano.The presenceof this Latin poet(Hor., carm. 2,16) in Medrano(ode XXIV) has beenstudiedin this essay,andtheimitativeprocesshasbeenanalysed.

    En las odasqueclausuranel segundoy tercerlibro desus Carmina,Hora-cio expresóun sanoorgullo por la obrapoéticarealizaday vaticinó,como enunaespeciedevisión profética,la futura inmortalidad quele aguardaba.Y esque,como másadelanteexponeen las odas8 y 9 del libro cuarto,lapoesíapo-see,en efecto,un poderinmortalizador2• Horacioaseguraen la oda2,20queél alcanzarála inmortalidadpor la famaen el mundoentero;inclusollegaade-cir meperñus/disce¡Hiber(vv.19-20>,comosi estuvieraadivinandoJacelebri-dady pervivenciaquesusversosiban a tenerenlas letrashispanas~. Estabael

    Deseamosexpresarnuestroagradecimientoa los Drs. GalánSánchezy LagunaMariscalpor lascorrecionesefectuadasal artículo.

    2 Sobrelapervivenciadeestetópico enla literaturacastellanamedieval,cf. M. R. Lida deMalkiel, La ideade lafamaen/aEdadMediacastellano,México, 1983 (1952).

    -> Sobre lapervivenciadeHoracio enEspañaesfundamentalM. MenéndezPelayo,Hora-

    Cuadernos de Filología Clásica. Estudioslatinos,nY 8. Servicio de PublicacionesIJCM. Madrid, 1995

  • 130 Manuel MañasNúñez

    quiriese,no sufriríauna muertecompleta.La muertesólo sepodríaadueñarde sucuerpomodal.Susversos,en cambio,habríandepervivir en el tiempo.Por lo tanto, su «yo poético>’ seríainmortal. Así lo leemos en la oda 2, 20,6-7: Non..obibo; y lo volvemosaescucharde nuevoen la oda3, 30, 6: Nonomnismoriar. Porotraparte,la proclamade quecon su quehacerpoéticohalevantadoun rnonumenturnaereperenniusimplica también que su nombresoportará,indeleble,«la voraz lluvia, el fuerteAquilón y el pasofugitivo delos años»~‘. Puesbien,si, como hemosseñalado,el mismoHoracioprofetiza-ba que hasta«el docto ibero aprenderíasusversos»,no creemosque resulteexageradoconsideraral poetasevillanoFranciscode Medranocomo uno delos mejoresconocedores,imitadoresy traductoresqueHoracioha tenido enla historiadelas letrasespañolas.

    De hecho,las odasde Medrano existenporqueHoracio escribiólas su-yas~. En estesentido,hayvecesenqueMedranosiguea Horaciocon absolu-ta fidelidad y sucomposiciónes prácticamentetraducciónde la latina. Otrasveces,retomael temadealgunaodadel venusino,combinandoy variandoli-brementeelementosdel modelo.En ocasiones,esunaestrofalatina la quedaorigen a todo un nuevo poema.Puedeocurrir tambiénque, a partir de dosodasdistintasdeHoracio, Medranoelaboreunapoesíapropia.No faltan, fi-nalmente,ejemplosen losqueMedranocomienzaimitandodecercaa Hora-cio para acabar,posteriormente,apartándosedel modelo.No obstante,encualquiercasosiemprese encuentranrastrosde la forma, temáticay pensa-mientohoracianos6

    Perovayamosal texto latino dela odaquevamosaanalizar~:

    Otiumdivosrogat in patenñprensusAegaeo,simulatra nubescondíditlunamncquecertafi¿lgent

    sic/era naitlis,oíiumbellofuriosaThrace, .1olium Medipharetro decorí,Grosphe,nongemmisnequepurpurave-

    ¿¡o en España,Madrid 1885, recogido en su Bibliografía Hispano-Latina clásica, Santander,195!, VI. VéasetambiénM. Fernández-Galianoy V. Cristóbal, Horacio. Odasy Epodos,Ma-drid, 1990,Pp.44-65 dela Introducciónrealizadapor V. Cristóbal.

    Parafraseamosa Hor., Carm.3. 30, 3-5.Cf.DámasoAlonso, Franás-codeMedrano:Poesias,Madrid,1988,pl

    42.Sobreel impactode las odasdeHoracioen lasdeMedrano,cf? DámasoAlonso, op. ¿it.,

    ppl34-l53. Asimismo,recientementesehaestudiadola recreaclondela odaIV, 7 deHoracioenla odaXIV deMedrano,cf. A. RamírezdeVerger, Horacio(OdaIV, 7) y Franciscode Me-drano(OdaXIV), en P. BádenasdelaPeña,A. MartínezDíez, MY E. Martínez-Fresneday E.RodríguezMonescillo (eds.),Ath/on. Saturograinmatica in honoren.Fruncisci R. AdradoxII,Madrid, 1987,PP.767-773.

    Ofrecemosel texto establecidopor D. R. SchackletonBailey,Q, 1-lorati Flaccí opera.Stutt-gart, 1985.

  • Horacio (Oda2, 16) en Franciscode Medrano(OdaXXIV) 131

    nalenequemiro.non enimgazaenequeconsularissummovetlictor miserostum¿dtus JOmentísetcitrastaqueatacircum

    tectayo/ants.vivitur parvobene,cuipaterna

  • 132 Manuel MañasNúñez

    La oda sepuedeincluir dentrode esebloque temáticoquese halla pre-senteencasi todoel cancionerohoraciano:la inspiraciónfilosófico-moraldeinflujo epicúreo9. El términofundamentalen torno al quegira todoel conte-nido del poemaes el sustantivoorium, repetidomedianteuna triple anáforaen la mismaposiciónversal(vv. 1, 5 y 6). Y otium es,en efecto,unaep¡tureauox50, es el ‘ocio’, la ‘tranquilidad’, el ‘estadode calma’ —libre de afanes—que todohombrebuscaen medio de las tribulacionesde la vida. Y es que,como muy bien refleja Horacio en estaoda,el sabio epicúreo,personificadoen la composiciónpor el «yo lírico» del poeta,obtieneel máximo placer apartir de Ja eliminación del dolor corporal y de las preocupacionesvitales,buscandosiemprela serenidadde ánimo y la dichasuave.Se tratade un he-donismo razonadoy razonable,de una corduraque, apuntandoal placercomobien supremo,tratade conseguirla eudaímoníapor unasendaascéticay calculada

    1-lay ideasbásicasen la oda—todas ellas de talanteepicúreo—sobrelasque se articula el conceptode otium al que aspiraHoracio. Efectivamente,esedespreciopor los peligros innecesariosquese corren a] viajar por mar(estrofa 1) o al intentarmedianteguerrasconseguirlo ajeno(estrofa2), eseafán por adquirir riquezas(estrofas3 y9) o cargospúblicosque nos procu-ren equivocadamenteuna vida más desahogada(estrofas3 y 6), esetemorpor lo queel futuro nos tienedeparado(estrofa7) o la inquietudquenosas-fixia ante la esperade la muerte (estrofa 8), son preocupacionesque noscoartane impidenadquirir el otiumo felicidada la queaspirael sabioepicú-reo.La felicidaddel epicúreosóloesalcanzablea travésdela búsquedadelaauuirkeia, esto es, de la antosuficiencia,que unto a la ataraxia (ausenciadeturbaciónanímica)constituyenlos lemasdel filósofo epicúreo.Paraello esprecisoserconscientesdequelos verdaderosbeneficiosprovienende la Na-turaleza,no de la sociedad¡2~ Este ser autarkésva unido en todoslosaspec-tos, comorefleja Horacioen la oda,a unanorma de frugalidad(estrofas4 y10) y de renunciaa lo costosoy superfluo(estrofas1,2 y 6), a las ambicionesde honores(estrofas3 y 5) y de riquezas(estrofas3 y 9). Paralograresatran-quilidad, bienaventuranzay felicidad que nos ofrecela Naturaleza,el sabioepicúreono encuentranadamejorque la pazespiritual quele proporcionaelcultivo dela filosofía. «Nadiepor serjoven vacileen filosofarni por hallarse

    relincho la yeguaidóneaparalas cuadrigas,a ti le visten lanasteñidasdosvecescon púrpuraafricana;a mí pequeñoscamposy la tenueinspiracióndelagriegaCamenameconcedióla Par-ea,quenomiente,y al estérilvulgodespreciar.»

    Cf. W. a 1,ebek,4-torasnad dic Philosophie:die “Odea”, Aufstieg‘md Medergangder,-ómischeWeI:,1131.3 (Berlin-NewYork, 1981),pp. 2061-2065.

    1~ Cf Sen., EpisL68,10y Epicuro,frag.426 Us. (utilizamosla ediciónde 1-1. Usener,Epicu-reo, Leipzig, 1887,reímp.anast-ática,Roma, 1963).

    Cf. (2. GarcíaCual, Epicuro,Madrid, 1985 ~ 1981),p. 186.12 Cf.Epicuro,Irag. 202 lis.

  • Horacio (Oda2, 16) en Franciscode Medrano«ida XXIV) 133

    viejo de filosofar se canse»13 nos diceEpicuro al comienzode suEpístolaaMeneceo,entendiendola filosofía como unaespeciede medicinaparael al-ma.Horacio,encambio,máspoetaquefilósofo, halla en suspiritum...tenuem(y. 38), estoes,en su inspiraciónpoética,el medio más útil y efectivo paraencontrarel otiumquereclamabaal comienzodel poema.

    Si pasamosa la distribuciónestróficade lostemas,comprobamosquelaodaestáestructuradasegúnun esquemadeoposicionesquereflejamosasi:

    1. 1-111: Aspiración al otium (vv. 1-8) ¡ Recusatiode riquezasy cargospúblicos(xv. 9-12).

    2. IV-V: Aurea mediocritas(vv. 12-16)¡ Condenade aspiracionesdes-medidas(vv. 17-20)

    3. VI-VII: Presenciade la Cura en la guerra(vv. 21-24) ¡Invitación aldisfrutedel presentey a la búsquedadela ataraxia(vv. 25-28).

    4. VIII-X: Exemp/amitológicos: la muertecomo destinouniversaldelhombre.Horacio aspiraa no morir del todo (vv.29-32).Riquezas-precupa-ción de Grosfo(vv. 33-36) ¡ Preferenciasde Horacio por su pobrezamode-rada,su inspiraciónpoéticay el despreciodel improductivo vulgo (vv. 37-40):ambasestrofasopuestasenformadepriamel 14•

    La estructuraque proponemosdifiere de la establecidapor RamírezdeVerger15• La primerapartequehemosfijado gira en torno al deseonaturaldel hombrede conseguirel oñum,conceptoqueseoponedirectamentea losotros dosde la estrofatercera:gazae(v.9) y consularis...lictor (xv. 9-10). Latriple anáforacon quese reiterael deseode conseguirun sosiegoespiritual,obstaculizadosiemprepor el afánde riquezasy de cargospúblicos,escalcoformal, perono decontenido,delosversos13-16del poema51 de Catulo:

    Otium, Catulle,ti/ii mo/estumest;otio exsultasnimiw-nquegestis:otuumet regespriuset beatas

    perdiditurbes,

    “ Epicuro,Epístolaa Meneceo,D. L. X, 122 (traduccióndeC. GarcíaGual): x~tevéosxisdiv ~LEXXáW9LXooo~peLv,IUITE $Q

  • 134 Manuel MañasNúñez

    En Catuloel otuum,la «vida indolentedel enamorado»opuestaa la “vida ac-tiva» del ciudadanodedicadoala milicia, el foro o los negocios,es un conceptonegativo.Sin embargo,el quepropugnaHoracionadatienequever con e! delveronés>». El venusinosehaservidode Catulo,perosóloenla forma.El conte-nido filosófico positivo del otuumhoracianoha de serbuscadoen el contextode la filosofía epicúreaen el quese inscribeestaoday, másconcretamente,enel comienzodel libro segundodel De renumnatura de Lucrecio (vv. 1-61). Dchecho,podemosencontrarmuestrasde cómo Horacio traducey recreael pen-samientode Epicuro con sólo contrastarla SentenciaVaticana81 y la terceraestrofadel poema:Oú Xúa (=non... s¿¿bmove¡j~v ti~q ‘~pu~q -ragaúv(tumu/-tus mentis et curas) o~& n~v &~toXoyov ¿tJroycvvg xctQñv ornr ~Xo~rociuiápxo}v 6 ~téyto-roc(=gazae~oCde’ ~ YEUQ« toiq rtokXotg Tt1á1 ¡CaL ~TEQtI3XEttc(=neque...consu/arislictor) oit &XKo u tdv ~rugñrég ñ6to~o-rougaix~aq 17•

    Perosi enel texto horacianoencontramoscalcosdel original griego, tam-pocofaltan clarasevocacionesa Lucrecio. En efecto,la expresiónmiserostu-mutis... mentísdel y. 10 de Horacio es una reelaboraciónde otra de Lucre-cio (2, 14): miserashominummentesel sintagmalaqueara... tecta del y. 11 dela odahoracianaapareceen Lucrecio (2,28) como laqueata,..templa.Es más,toda la estrofaterceradel poemade Horaciopuedeserunareelaboracióndelosversos37-38del libro segundodeLucrecio:

    Quapropterquonianinil nostro in corporegazaeproficiunínequenobilitas necgloria regn4

    puescoincidenlas idease inclusohay evocacionesdirectas.Másaún,nosatre-veríamosa decirquela triple anáforahoracianade otuumno sólo puederas-trearseen Catulo, cuyaformasindudaimita, sino quetambiénpuedetenerunprecedenteen la triple anáforadel término síaitecon la que se inicia el librosegundode Lucrecio(vv. 1,4 y 6). Dc estamaneraencontraríamosesaadecua-ción entreforma y contenidodela quecarecíanlostextosdeCatuloy Horacio.

    En la segundapartedela odala oposiciónseestableceentreel elogio deltérmino medio, la aurea mediocritas(vivitur parvo bene, y. 13), de la estrofacuartay la críticaa las aspiracionesdesmedidasde la quinta.El tema estabaya enEpicuro:«Lapobrezaacomodadaa la ley naturalesgranriqueza»(frag.477 Us.); “Muchos queobtuvieronriquezas,no encontraronen eflasla libe-ración de susmales,sino un cambiode éstospor otros mayores»(frag. 479Us.). En realidad, el mensajehoracianoes que hay unasnecesidadesinme-diatasy naturalesdel cuerpo(el hambre,la sed,el frío) quehay que calmar

    6 Cf. A. RamírezdeVerger,are. cit, pp. 66-67.‘~ «No sealeja la turbacióndel almani producealegríadigna demenciónla mayorriqueza

    del mundo, ni elrecibir honoresde la multitud, ni el gozarde unaconsideraciónextraordinaria,ni otracosaalgunaque dependadecausasindeterminadas,traduccióndeM. Jufresa,Epicuro:Obras,Madrid, 1991.

  • Horacio «ida 2, 16) en FranciscodeMedrano«ida XXIV) 135

    paralograr la serenidady el gozodel alma.El ecolucrecianoen dondesegu-ramentese inspiró paraestaoposiciónentrela aurea mediocritasy las exage-radaspretensionesdeloshombres,lohallamosenel libro 5,1118-1119:

    divieiaegrandeshominisuntviverepareeaequoanimo;neqiteenimesíu¡nquampenitñaparvi

    La tercerapartedeJa odainsistedenuevoeneJ desasosiegoqueembargaa los que guerreanpor mar o por tierra con el afánde obtenervictorias yconquistarnuevastierras(estrofa6). Contrapuestoa estaidea, estáel senti-mientoepicúreode conformarseconel momentopresentey no preocuparsepor el futuro, pensamientoqueya aparecíaen Cicerón, Fin. 1,62: fsapiensJpraesentibusita ponitur, itt animadvertatguanta smC ea quamqueiucunda, ne-quependetexflituris. También la buenacaray la sonrisaantela adversidad(amara Ieneo/eemperetrisa, vv. 26-27)es de tono epicúreo:«Hay quereír almismotiempoquefilosofar»,nosdecíaEpicuroensuSentenciaVaticana41 t8

    La cuartay última partedela odacomienzaconunaestrofade transición(vv. 29-32),pues,por unaparte,estáen conexióncon la sentenciade la es-trofa anterior (ni/dl eseab omni/parte beatum,vv. 27-28); y, por otra, sirvetambiénde introduccióna la priamelqueformanlas dosúltima estrofasdelpoema.En efecto,los versos29 y 30,

    absíulit clarumcita morsAcbillem,longa Tithonumminuil senectus,

    son exemplamitológicos que ilustran la sentenciade los versos27-28.Hayque advertir, no obstante,que,desdeel punto de vistaepicúreo,estosdosexempla,que hacenrecordaral lector la inquietantepresenciade la muertetanto en la juventudcomo en la vejez,no cuadranmuy bien conla doctrinade los epicúreos,cuyo lemaprincipal es que «la muertenadaes para noso-tros.Porquetodo bien y mal resideenla sensación,y la muerteesausenciade sensación...Nadahay,pues,temible en el vivir paraquien ha comprendi-do rectamentequenadatemible hayen el no vivir» ‘~. Porotraparte,losver-sos31-32 (etmihiforsan, ñU quodnegarit,/porriget hora) introducenclara-mentelasdosestrofassiguientesconstruidasenformade priamel,puesel tibidel y. 31 seencuentradesarrolladoenla estrofanovenay el mi/ii de esemis-moversodalugara la décima.

    Las dos últimasestrofas,en fin, desarrollanen unaclaraantítesislas si-tuacionesde Grosfo y Horacio. Grosfo es un rico hacendadocon unagranganaderíavacunay equinay vestidosde granlujo; a él, en correspondencia

    ‘s rEx~V tquz&t qnXooo~etv...‘» Epicuro, Epístola a Meneceo,en D. L. 2

  • 136 ManuelMañasNúñez

    con susituacióneconómicay social,Horacio le asignaunatriple anáforaconpoliptoto, te...tibi...te, propia de un estilo elevado.Horacio, en cambio, que,como epicúreo,rechazatodo placer que no provengade la Naturaleza(ri-quezas,cargos,etc.),se designaa sí mismocon un humildemihi. El poetapo-seepocosbienesmateriales(parva rura, y. 37, quizásrefiriéndosea su fincade Sabina),una modestainspiraciónpoética(spiritum...tenuem,y. 38), comopreceptuabael ideal calimaqueodeXmrró-niq, y un despreciopor el vulgo im-productivo,segúnpropugnabala filosofíadeEpicuro 20

    En el fondo,Horacio se sientemuy superioraGrosfo,en la ideade quela gloria de éstedurarámientrasduresu vida: cuandomuera,con él desapa-recerátodo lo queposee.Sin embargo,la gloria de Horacioperdurará,pues,aunqueél sólo poseaparva rura (y pensamosque no se refiere a sufinca deSabina,sino a suspropios poemas>y un spiriíum tenuem,cuandomuera,sulegadoseráimperecederoy, conél, sunombredepoeta21

    Si ahorapasamosa la OdaXXIV de Franciscode Medrano,comproba-remosquesuponeunabellay fiel imitacióndela deHoracio:

    Sosiegopidea Dios, en sudesiertay altamar, el piloto a quien la lunanubesrobarontristesy ningunale luze estrellacierta;

    sosiego,el alemáninfantearmado; 5sosiego,el voladorginetemoro:queno conperlas,Niño,ni tesoroel sosiegoescomprado.

    No la Américatodaes deprovecho,ni lasflamencasguardiasy españolas, 10o a mitigar las ensañadasolasquevatenel realpecho,

    o a arredrardeéllos tímidoscuydadosque,importunos,sin términorodean

    20 Cf? Epicuro,frag. 187 Us.y Hor., carI,,. 3,1,1.21 Pensamos que esta última estrofasuponeunaconcesióny adhesióna la poéticaalejandri-

    na-calimaqucay por ende,al ideal lírico de los poe¡aenoii romanos.No creemosque seaunacoincidenciaque, mientrasGrosfo cría y alimenta«vacas»,Horacioprefiera cultivar su spiri-tu,n..tenuentAdemáslos parva rura puedenaludir, por contraste,al lema caliniaqueode queun granlibro esun granmal». Finalmente,el despreciode la vulgaridaderadefendidopor Ca-

    limaco (Epigr. 28, 4). Por tanto, nuestraopinión es que estaúltima estrofaes una adaptacióndel programaliterariodel poetaalejandrinoCalímacoque encontramosresumidoen el poemaintroductoriode los Actio (fr. 1. 22-32 Pfeiffer). Cf. al respecto,Verg., Ecl. 6, 4-5: ..pastore,n,Tytire, pinguis/pascereoponetouis, deductumdicerecarmen:y el propioflor., Serna2, 6, 14-16:pinguepecusdominofaciasel ceteropraeíer/ingenium..

  • Horacio «ida 2, 16) en Francisco deMedrano (OdaXXIV) 137

    los techos,queal grandueñolisongean, 15conoro artesonados.

    Vívesebienconpoco;y quiencudiciadesusabuelosel hogarpequeñono romperáconmiedoel fácil sueño,ni conbrutaavari~ia. 20

    ¿Quétiramos,envida,malvalientes,tanbreve,a tanprolixas pretensiones?¿Quéinquirimos,solícitos,regionesconotro sol calientes?

    Subeacaballo,y enlanaoprimero 25entra,queyo, el cuydadocongojoso,másligero queel gamo,y, queel nebosoAquilón, másligero.

    A lopresenteel ánimoalentado,deelporvenirno cuyde,y laprecisa 30ocasióndepesar,templeconrisa;quenoay bienconsumado.

    Robóa Alexandroel hadointempestivo;alargóseembidiosode 1-ladriano;ya ¡nipordichael tiempodará,‘umano, 35lo quea ti niega,esquivo.

    Deapriscosati un cientoentornociñen;mil vacasparati las ubrescrecen;y parati el relinchoensoberbecenmil yeguas;y setiñen 40

    tuspañosunay otravez engrana.Ami unagrei dio el cielo,devil precio;un gratoingenio;unseñorildespreciodelachusmaprofana22

    Observamos,como muy bien señalóD. Alonso, quela estrofasáficadeloriginal se imita con la combinaciónABBa, incrementandoMedrano cadaestrofacon dossílabas23 Los temasy la distribuciónsonidénticos,conlige-ras modificacionesnecesariasbienpara ajustarlas expresioneshoracianasala lenguacastellana,bien paraadecuarla odaa las condicionesespañolasdela época.

    22 SeguimoslaedicióndeDámasoAlonso.23 Cf?O.Alonso,op. ciÉ, p. 292.

  • 138 Manuel MañasNúñez

    En efecto,las dosprimerasestrofasdeMedranomantienenla triple aná-fora del original, conel otium horacianotraducidopor «sosiego»;pero incor-poranen el y. 8 unanuevarepeticióndel término que,a nuestrojuicio, restabrillanteza la composición.El divos(y. 1) del original sehacambiadopor el«Dios» (y. 1) cristianoen Medrano,puesa finalesdel siglo XVI y principiosdel XVII es inconcebiblehablarde «Dioses»enplural. El Egeodel original estransformadoen «alta mar», muy de acuerdocon el sentir horaciano,pues,efectivamente,el sintagmaiii patenti...Aegaeo(vv. 1-2) del venusinoequivalepor sinécdoquea la «desiertay alta mar»(vv. 1-2) deMedrano,con igual dis-posiciónversalen amboscasos.Los pueblosguerrerosThracey Medi (vv.5-6) del original secambianporel «alemán»y por el «moro» (vv. 5-6) enMe-drano, acomodandoasí el contenidoa las circunstanciashispanasmenosle-janasdelas guerrasconAlemaniay dela dominaciónquedio origena la Re-conquista.El vocativo Grosphetambiénlo cambiaMedranopor el de«Niño»(y. 7), refiriéndosea «Don FernandoNiño de Guevara,Cardenaly Arzobis-podeSevilla»,aquien dedicala oda.

    La estrofa terceradel original la encontramosdesglosaday ampliadaendosestrofasen la imitación de Medrano.Las gazaey el consularislictor que,segúnHoracio,no contribuíana lograr la serenidadanímica,los transformaMedranoen

    «Nola Américatodaesde provecho(=gazae)ni las flamencasguardasy españolas(=consularis lictor)»,

    en claraconsonanciacon las circunstanciassocialesy políticasde la Españadel siglo xvt. Y esque,efectivamente,toda la riquezadel país en esemomen-to veníade América.La imitatio ampliada—puesen estecasono es traduc-ción— dela juntura miserostumultos menfis(y. 10-11) por las «las ensañadasolas quevatenel realpecho»es irreprochable,dadoque tumultustieneen la-tín el sentidode «oleajeborrascosoy tempestuoso».La estrofacuartatieneademásalgunosañadidosqueno aparecenen Horacio:«importunos»,«quealgrandueñolisongean»,«conoro»,

    La estrofa quinta correspondea la cuartadel original. Reproducecongranfidelidad el movimientoestilísticodela odalatinay seconservael enca-balgamiento.La máximaepicúreavivitur parvo bene(y. 13) es traduccióndi-rectaen Medrano:«Vívesebien con poco» (y. 17), mientrasquela añoradafrugalidadromana(cui paternum/splendetinmensatenui salinum,vv. 13-14)es recreadapor Medranocomo y quien eudicia¡de susabuelosel hogarpe-queño»,con el mismosentidoqueel original.

    En la sextaestrofade la composiciónespañolaseconservanla triple aná-fora, con poliptoto en cl último término repetido(quid..quidquis, xv. 17-1 9), y el hipérbatonde la horaciana.En general,es fiel al original, pero,como casisiempre,sedesarrollacon mayor amplitudlo queen latínestáex-

  • Horacio «ida 4 16,) en Franciscode Medrano(OdaXXIV) 139

    presadode maneramás escueta.Así, por ejemplo,el predicativolatino fortes(y. 17) lo traducecon la palabracompuesta«malvalientes»(y. 21) y el adjeti-vo neutro multa por «a tan prolixas pretensiones»24 Estamayor extensióncon queMedranovierte y recrealos versoshoracianoses la causapor la queseveobligado aelidir losvv. 19b-20del original quealudenal exsut

    En la séptimaestrofa de Medrano desapareceaeratas(y. 21); el doblesintagmaverballatinoscandit...non relinquit (vv. 2 1-22)quedareducidoaunúnico «sube»,igual quelas turmasequitum(y. 22) se transformanenla expre-sión «a caballo» (y. 25). El Euro (y. 24) es sustituido en Medrano por el«Aquilón». Porlo demás,seconservanlos hipérbatosy encabalgamientos,ylos versos23-24del original sontraducidoscon extremaconcisióny belleza:«masligero queel gamo,y, queel neboso/Aquilón, más ligero»(vv. 27-28),creandoun hermosoquiasmoquesustituyeel paralelismodelatín.

    La estrofaoctavade Medrano refleja con bastanteexactitudel pensa-mientoqueHoracioexponeensu estrofaséptima.Realmente,setratadeunatraducción—más o menosliteral— de la estrofamásquede unaadaptaciónoimitación: «A lo presente[in praesens] el ánimo alentado[laetus animus],/deelporvenir [quod ultra estf no cuyde [oderit curare], y la precisa/ocasíonde pesar[et ainara lento], templecon risa [temperetrisu];/ queno aybien con-sumado[ni/-dl estab omni/parte beatum~»25• Comovemos,la corresponden-ciaentreel textocastellanoy el latino es casiperfecta.Inclusoel tonoprover-bial de la última frase horacianaesrecogidopor Medranocon la oraciónnomenossentenciosade que«no aybienconsumado»(y. 32).

    La estrofanovenadel poetasevillanoes imitación dela octavadel venu-sIno. La imitaciónde Medranoespocofiel respectoa sumodelo,puesaludea «Alexandro»y a «Hadriano»(vv. 33-34)en vezde aAquiles y a Titono (vv.29-30);sehabladel «hado»(y. 33) envezdela mors(y. 29); no sehacemen-ción de la longa senectusde Titoño y seañadenlosadjetivos«‘umano»y «es-quivo» (vv. 35-36),queno aparecenenel original.

    Las dosúltimasestrofasdela odaespañolarespetanbastantefielmentelanovenay décimalatinas,al menosenlo queatañeal sentido.Traduceel poe-ta hispano—creemosquecon buencriterio— el numeralcentum(y. 33) por«mil» (vv. 38-40),pues,enrealidad,esecentumestáaludiendoa un númeroindeterminado,grandee infinito, y no a cien exactamente.Los adjetivosquedeterminana las vaccae(Siculae,y. 34) y el murice(Afro, y. 35) sonelimina-dos,por serreferenciasdeambientetípicamenteromano.El único verbolati-no (mugiunt,y. 34) que acompañaa los sujetosgregesyvaccaeesdesglosadoen dospor Medrano:«ciñen»(y. 36) y «las ubrescrecen»(y. 37). La Parca(y.39) de la última estrofalatina, por seruna referenciapagana,es sustituidapor «el cielo» (y. 42), másacordeconel sentir cristianode la sociedadespa-

    24 Interpretando,seguramente,el neutropluralmu/facomounacusativointerno.25 Vv. 25-28deHoracioy vv. 29-32deMedrano.

  • 140 Manuel MañasNúñez

    fiola del momento.Los parva rura (y. 37) horacianosseconviertenen «unagrei... de vil precio» (y. 42); el verso38 (spiritum Graiae tenuemCamenae),queexpresabala filiación calimaqueade Horacio,es remplazadopor un in-sulso«gratoingenio» (y. 43) y la concisaexpresiónmalignum/spernerevulgus(vv. 39-40)esampliadapor Medranoa«un señoril desprecio!de la chusmaprofano», teniendo,sin duda,en cuentapara la elaboraciónde esteúltimoversoel comienzodela famosaoda3,1 de Horacio:Odiprofanumvulgus.

    Concluyendo,observamosqueMedranovierte con bastantefidelidad laodahoracianaobjeto de nuestraatención.Pero hay diferenciasrespectodesumodelo,yaporqueha suprimidoreferenciasexclusivasdel mundo roma-no y las ha cambiadopor otrasmás acordescon la Españade su época,yaporqueha ampliado concisossintagmaslatinosmedianteclarasamphflcatio-nes,ya porqueha omitido otros queno le interesano no le cuadranen sues-quemacompositivo,ya porqueinclusohatomadocomoreferenciaalgúnver-so de otra odade Horacio.En general,sepuedeobservarque el respetoporel tema epicúreoes absolutoy que la estructuracompositivaestrófica esidénticaenamboscasos,exceptuando,claroestá,las estrofasterceray cuartadela imitación, quesuponenunaamplificatio dela terceralatina.

    Hemoscomprobado,por tanto, que Horacio tenía razónal atribuir a lapoesíaesepoder inmortalizador.En efecto,era conscientedequesunombrey susversosperduraríana lo largo de los siglosy deque hasta«lo aprenderíael docto ibero» (carm. 2, 20, 19-20).Medrano se constituyeasí en unaclaramuestrade cómo los versoshoracianoshansido fuentecontinuade inspira-cion entrelos poetashispanos.Finalmente,no queremosterminarsinseñalarcómo el comienzode estaoda latinarevierteen el sonetode Quevedotitula-do «Reprehendela continuasolicitud de los usureros»26, especialmenteenlosversos7-8:

    Con más vergiienzaviven Euroy Noto,Licas,queen nuestraedadlos usureros:sosiégansetal vezlos vientosfieros,y, ocioso,el marno gime sualboroto.

    No siempreel Pontoen susorillas rotoejercitalos roncosmarineros:ociotienenlos golfos masseveros:ociogozael bajel,ocioeípiloto.

    Cesade la borrascala milicia:nuncacesael despojoni lausura,ni sabeestarociosasu codicia.

    26 E. de Quevedo,Poemasmorales,en Poesíaoriginal completo,ed.J. M. Blecua,Barcelona,1981,núm. 66, p. 60.

  • Horacio (Oda 2, 16) en FranciscodeMedrano(OdaXXIV) 141

    No tienepaz;no sabehallarhartura;osallamara sumaldadjusticia;arbitrio,al robo;a la dolencia,cura.»

    Observamos,igualmente,la triple anáforaqueelaboróCatuloy quelue-go retomóHoracio.Y es quelos versosde Horacio,ademásde modelo,fue-ron crisol parala posteridadde toda la tradición lírica quelo habíaprecedi-do 27

    27 cf~ V. Cristóbal,«Precedentesclásicosdelgénerode la oda,encl libro colectivoLa ada(ed.B. LópezBueno),UniversidaddeSevilla/UniversidaddeCórdoba,1993,Pp. 19-45.