La única revista trimestral que sale cuando se puede (o no)

Num. 57 enero 2016 57. zkia 2016. urtarila

En diciembre pasado se celebró en París una nueva Cumbre del Clima, para tratar de estabilizar el cambio climático. Para ello, los participantes acor-daron retomar los esfuer-zos para que la temperatu-ra media del planeta no suba otros 2º más y, si es posible, que que-de por debajo de los 1,5º.

De su desarrollo, extraemos dos ideas im-portantes:

. La mayor parte del mundo científico consi-dera probado que el cambio climático ya ha comenzado.

. Para que no aumente, hay que reducir las emisiones de CO2, lo que significa gastar me-nos petróleo y gas natural.

El acuerdo tiene varios puntos positivos:

- El compromiso de todos los países en fun-ción de sus emisiones

- La creación de un fondo para ayudar a los países con menos recursos para que cam-bien también su modelo económico

- La transferencia de conocimientos técnicos y científicos a los países que los necesiten.

Sin embargo, desde la sociedad civil se han puesto unos cuantos “peros” a los acuerdos de esta Cumbre, que reflejan la insuficiencia del acuerdo:

- Los compro-misos a adop-

tar por los gobiernos de

los países son voluntarios, y

se revisan muy tarde (¡quizás demasiado tarde!)

- El texto no contempla las emisiones que emiten barcos y aviones

- No se aborda la necesidad de un cambio en el modelo de crecimiento

- Se sigue confiando en las soluciones técni-cas (almacenar el CO2 bajo tierra, etc.)

- Y ¿Realmente los países pondrán sobre la mesa el dinero comprometido?

Conclusión: hemos mejorado respecto a la cumbre de Copenhague (2009), y ya tene-

mos recambio al acuerdo de Kyoto de 1997, pero hay muchas dudas sobre si este nuevo acuerdo será suficiente, o el cambio climáti-co nos adelantará con las consecuencias y

desastres que ello conlleva.

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Estas Navidades volvimos a organizar la Venta Especial de Juguetes en el local de Triki Traku, y se puede decir que nos ha quedado un buen sabor de boca. Mantuvimos abierta la Venta entre el 15 y el 31 de diciembre, y dimos salida a las decenas de cajas de juguetes que durante todo el año habían ido preparando las compañeras de Titos. Una novedad eran los legos a pe-so, que tuvieron mucho éxito y, además, hubo también libro infantil y muchos disfra-ces para fin de año. Mucha gente participó en esta manera de dar una nueva vida a los juguetes que quedan en desuso para que vuelvan a jugar con ilusión en otras manos .

El primer día fue la locura, con fila de gente esperando

a que abriéramos para lle-varse alguno de nuestros

tesoros. Ese día contamos también

con la colaboración de nuestro especialista en

Playmobiles, Luis Fernán-dez, que no solo nos ayudó en la preparación, sino que

atendió y explicó todo lo que hizo falta a la gente que

se acercó a curiosear y a llevarse regalos reutilizados

para los niños y niñas de todas las edades.

Eskerrik asko!

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Los días 10 y 11 de diciembre tuvo lugar en Soissons (cerca de París), la Segunda Conferencia Internacional sobre la Gestión Textil en las Entidades Sociales, que ha dado continuidad a la realizada el año pasado en Bruselas . La jornada fue organizada por RREUSE* en colaboración con Emmaüs Francia y Le Relais. Además de Traperos de Emaús de Navarra, hemos participado alrededor de 50 personas representando a 37 organizaciones europeas. Los objetivos fueron los siguientes:

Facilitar el diálogo entre los empresas sociales sobre el estado actual del mercado del

textil usado Explorar las oportunidades de

cooperación (a nivel local e internacional) que puedan existir entre las entidades

Debatir sobre las necesidades políticas del sector a nivel europeo

Facilitar el trabajo en red entre las entidades sociales de Europa.

El evento comenzó con la visita a una de las plantas de clasificación textil gestionadas por Le Relais, empresa de integración social que lleva 30 años trabajando en la gestión de dicho residuo y que recoge aproximadamente el 55% de todo el textil del país. A continuación, una primera sesión titulada Estado del mercado, cooperación e innovación estuvo destinada a analizar la situación actual del mercado del residuo textil y su impacto en el sector. Al día siguiente, la segunda sesión trató sobre La gestión del textil: perspectivas políticas y transparencia. Finalmente, RREUSE presentó el posicionamiento de las entidades de la red ante la gestión del textil usado, que pretende hacer una defensa del tipo de gestión desarrollada por el sector, centrado en el cumplimiento de una serie de criterios sociales, económicos y medioambientales.

Rreuse es la red Europea que agrupa a las redes nacionales y regionales europeas que trabajan en la reutilización y reciclaje. Nosotros

pertenecemos a la red estatal AERESS (Asociación española de

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LAKABE!! “Ez ba, ez diagu behin ere

bisitarik egin Lakabera… badakik… eginen diagu… eginen diagu… eta orain arte. Baina oraingoan bai, egin eginen diagu!” zioen Trapero batek…

Así que en noviembre

organizamos una visita trapera a Lakabe. Les conocemos de siempre y, en el largo camino recorrido por ambos colectivos, hemos hecho muchas paradas en común. Ahora hacemos otra. Nos salen al encuentro Luis, Alfredo, Staci, en el camino hay más gente, unos que vienen y otros que se van.

Entre casas y huertas, vamos comenzando a conocer Lakabe. ¡Vaya casas que han levantado! Son preciosas! En el recorrido vemos la evolución de las construcciones, de la manera de trabajar, de las necesidades y de los objetivos: “Ésta fue la primera casa, la única que estaba medio bien. Es Suskal, y aquí están el comedor y cocina comunes, y además un gran espacio para actividades, bailes, fiestas, reuniones y talleres”. “Ésta otra antes fue escuela”, “En ésta los jóvenes hicieron el primer gaztetxe, esta es la panadería, y ahí enfrente el horno antiguo; allí arriba, en la torre de la iglesia vive uno; ésta casa se hizo de paja, y fue el segundo gaztetxe.”… UUUaaalaaa, qué grande y bonita… es Ederrena, y en el sabai se hacen actividades de todo el pueblo (cine,

juegos ). Ésta otra es la más reciente, y la más avanzada en bioconstrucción.” Vemos los molinos de viento y hablamos sobre energías…

El tiempo también nos acompaña… para que nos enteremos de lo que es vivir en Lakabe… ¡hace un frío que pela!!! Alfredo nos lleva al resguardo del comedor de Suskal. Todavía no es hora de comer, así que nos sentamos alrededor de una mesa. Ellos nos preguntan sobre reciclaje, sobre RAES, sobre ropa. Nosotros a ellos sobre los comienzos, las dificultades de vivir en grupo, la economía, el agua. El equipo de cocina nos oye y luego dice: “dábais envidia ahí, todos enredados en esa conversación sustanciosa”.

BAZKALTZERA! Para sustanciosa, la comida que preparan. Por los aromas y el tamaño de los peroles, la cosa promete. Es sábado, y todo el pueblo va a venir a comer. Hay que autogestionarse: coge tu plato, coge lo que quieras comer, comparte con quien tengas alrededor, limpia después las cosas.

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Así va la cosa aquí… pero hoy hay un duende que está dispuesto a que de verdad aprendamos lo que es Lakabe, está vigilante, y cuando ese tío enorme (se llama Luis y cuida del ganado) sale de la cocina con un gran perol de sopa, se le cruza el duende y ¡adiós perolo! ¡Se ha ido al suelo! ¡Con toda la sopa! Podía haber sido un accidente más grave, con la sopa tan caliente, pero el duende (se llama galtxagorri, es pequeño y cuida de lo que le da la gana) estaba atento: sólo quería enseñarnos que lo de la comida en Lakabe… ha tenido tiempos en que no ha sido tan abundante.

Aquí también se come rápido, casi como en Beltzuntze, y hay mucho ajetreo de gente, las primeras ya se van, otras llegan, la sal y el aceite, el pan, el postre se acaba...

Sin tiempo para sobremesa,

hemos quedado con Staci para ver el horno antiguo, uno de los objetivos de la visita. Estamos un buen rato allí, hablamos de la construcción y del funcionamiento, del fuego directo e indirecto, del humo, del pan, los bizcochos y, sobre todo, de las pizzas que hacen aquí todas las noches de luna, que se chupan los dedos todos, chicos y

grandes. No salen tan buenas como aquí en ningún otro horno. ¿Qué, le metemos fuego ya? El frío no da tregua y, un poco encogidos, nos vamos ya, en parte por el frío y en parte porque este lugar causa verdadera impresión. Las montañas, las casas, las gentes… se respira fuerza de vida.

Agur Lakabetarrok! ¡Esperamos vuestra visita!

“Zergatik ez dugu guk hau eza-gutzen? Hau pasada bat da! Izugarri ederra da etxe hau! Eta dena! Ingu-rua, baratzak, tailerra… eta ederre-nak zuek zarete, traperook! Etorri behar dugu bisitan hona, Lakabeta-rrok!” (Lakabetar batek, Beltzuntzen)

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El día de Nochebuena, como cada año, Olentzero y Mari Domingi llegaron con su carro y su burro a repartir los regalos entre los niños y niñas de nuestra casa en

Beltzuntze. Este año batimos el récord, y entregaron regalos a más de 50 chicos y chicas de las familias traperas y de nuestros amigos. Nos acompañó la música de acordeón de Amaia y disfrutamos de la merendola y de la fiesta. Urte berri on!

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Llevaba yo mucho tiempo en paro, sinceramente, nunca pensé que pudiese llegar a trabajar

aquí, pero llegué una mañana a comprar un espejo como ya había hecho en otras ocasiones

cuando me hacía falta algo y sentí que era un sitio en el que podría encajar .... Nunca pensé que

me llamarían, ya que soy consciente de que seguro que hay personas que quizás lo necesitarían

más que yo, y seguro que es así, pero me dieron la oportunidad de demostrar que yo también

podía ser un trapero.

En cuanto cruzas el umbral de la puerta de chapa que separa la calle de los pulmones

del mundo trapero con el chaleco reflectante puesto ya te das cuenta de que no solo son gente

que recogen cosas de las casas: no son pobres, ni mendigos, ni borrachos, ni drogadictos, ni

ludópatas, ni ex presidiaros, ni negros, ni rumanos, ni árabes... son personas, personas con un

ensombrecido pasado o tal vez mala suerte o quizás la Vida les obligó a escoger el camino

inadecuado. Personas que, como en mi caso, no han tenido reparo en contarme qué les sucedió o

cómo acabaron en una mala situación sin yo siquiera preguntarlo, personas que entre cataratas

de ropa, montañas de chatarra, veredas de mueble viejos y ríos de libros antiguos y juguetes han

podido dibujarse un presente, dibujarse una esperanza, una sonrisa. No les importa de dónde

viene cada uno, ni que religión practica, ni qué les pasó. Todo queda al margen para poder decirte

“buenos días compañero”, para poder convivir juntos sin que nadie te pueda mirar por encima del

hombro, donde nunca te puedes sentir excluido ni rechazado y poder emprender una nueva

jornada codo a codo, presionar timbres respondiendo “Traperos”, y llenarlos camiones con

millones de cosas que la gente no quiere o están estropeadas.

Me he quedado asombrado de todo lo que la gente puede tirar, todo lo que se llega a

derrochar con tal de seguir consumiendo, sin pararse tan siquiera a pensar que todo tiene un

límite, que los recursos que nos da este Planeta no son para siempre, que se puede y se debe

apostar por un mundo mejor, por disminuir la contaminación; que se pueden reutilizar y reciclar

muchísimas cosas, solo hay que concienciarse. Sé que no podemos escuchar los quejidos de la

Tierra, ni los sollozos, ni sentir sus lágrimas, pero nos lo está enseñando, cada día nos lo está

enseñando, que le duele y se muere.

Así que los Traperos no son solo esa gente que va a recoger un wáter a tu casa. No: es un

colectivo que defiende la igualdad, que lucha contra la hambruna y la pobreza, que apuesta por el

medio ambiente y la integración social.

Mañana cuando amanezca se volverán a arrancar los motores de nuestros camiones y

también del corazón de cada uno de nosotros y, ataviados con nuestros chalecos reflectantes,

nos diremos de nuevo: buenos días compañero, buenos días compañera.

í ñ

No sé si llevo el suficiente tiempo en este colectivo como para definir socialmente lo

que es el mundo trapero. Sé lo que mucha gente piensa: los traperos son esos a los

que llamas y que te quitan de en medio esos trastos que ya no quieres, que te salvan

la papeleta de tener que bajarlos al contenedor o de deshacerte de ellos en cualquier

parte y punto.

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Comienza el nuevo año y con él volvemos a pensar en nuestra Huerta

Colectiva en la comunidad de Belzunce

Tras cuatro años realizando auzolanes semanalmente en la huerta comunitaria que se encuentra en la comunidad, l@s compa-ñer@s de Traperos de-cidimos hacer un parón para que descansara la tierra. De esa manera, podremos utilizar ese tiempo para hacer otros trabajos en la misma y reflexionar sobre el trabajo realizado.

Esta primavera comenzaremos otra vez a juntarnos en la comunidad de Belzun-ce, para compartir, aprender y conocernos un poquito más, respetando la biodiversidad y participando de una cultura alimentaría local y de temporada.

Por ello, si quieres aprender a trabajar una

huerta a la vez que te llevas semanalmente

una bolsa de productos ecológicos, estate aten-

to esta primavera.

ñ

En este Trapu va un poco de: Asís, Andoni, Ana Rivas, Bego, Martin, Pedro, Pili, Xabi y Juan Mari