La única revista trimestral que sale cuando se puede (o no)

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No existe una crisis de refugiados en Europa. En todo caso, es una crisis de identidad humanitaria cuando en la base de su fundación están los derechos humanos. Sus instituciones son incapaces de responder a las exigencias legales que impone el estatuto de refugiados de 1951. No sanciona con la debida contundencia a gobiernos como el húngaro por su actitud criminal, ni se garantizan rutas seguras para la ya de por sí dura huida del terror. Europa gobierna como la ultraderecha para que la ultraderecha no gobierne en Europa. “Esto me recuerda a Siria; nunca esperé algo así en Europa” exclamaba Zaha, una madre con cuatro hijos huida de Damasco.

Donde sí está la crisis de refugiados es en los países que, como Líbano y Turquía, acogen A más de un millón de refugiados. Países como Paquistán, Etiopía y Chad dan acogida a personas en un número que debería avergonzar a Europa.

Pero la mayor crisis de refugiados está en los países de los que huyen: no solo Siria, con la mitad de su población desplazada, también otros lugares y otros conflictos a los que el mundo occidental no es ajeno.

Desde enero de 2015, más de 411.000 personas han emprendido peligrosas travesías para alcanzar la seguridad en Europa. Cerca de 3.000 han muerto en el intento.

Si toda la población de Suecia se viera obligada a desplazarse hacia el Sur;

¿pondríamos vallas en su camino y les dispararíamos con gas y pelotas de caucho? ¿miraríamos el fenómeno con indiferencia? o ¿nos movilizaríamos en defensa de sus derechos?.

A Europa la salvan sus ciudadanas y ciudadanos, que salen a recibir a las gentes que huyen y los acogen y ayudan sin más preguntas que saber que lo necesitan. También instituciones como ayuntamientos y gobiernos autónomos, que convierten sus territorios en lugares de refugio.

Traperos de Emaús es, en buena medida un lugar de acogida de todas las personas que participamos de este proyecto y puede serlo también desde lo que puede y sabe hacer, como impulso y partícipe de una actitud que haga real la frase

Bienvenidos refugiados, Ongi etorri errefuxiatuak!

Trapu Berri

de Otoño Num. 56 octubre 2015 56. zkia 2015. urria

REFUGEES WELCOME!

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Tocar África fue tocar otro mundo. Otra forma de pisar, de sentir, de ver. Pero, sobre todo, otro fondo que pisar, que sentir, que ver. Allá

se late diferente, se respira diferente, porque se vive diferente. África es origen. Es tierra y, por lo tanto, todo marcha a otro ritmo, tiene otro

caminar. Parar es un derecho. Y cada pausa es una oportunidad de estar. Los tiempos no son ocupados sino habitados. África vive, se vive

y , por lo tanto, es.

Decidimos ir a Benin sin todavía saber ni dónde ubicarlo en el mapa. Y ahora, pasados ya unos cuantos meses desde nuestro viaje, podemos hablar largo y tendido sobre este diminuto país. Si se está abierto de corazón, la experiencia, en sus múltiples facetas, es un regalo. Ahora sabemos que Benin fue el primer país democrático del continente; que alberga más de cuarenta idiomas; que hace frontera con Nigeria, Niger, Togo y Burkina Faso; que conviven varias tribus originarias como los Somba, los Fulani o los Holi; que es la cuna del vudú; y tantas otras características que hacen que Benín sea Benín.

Pero no es eso lo único y quizá tampoco lo esencial. Lo que ha hecho a este viaje inolvidable, han sido los nombres propios. Cada uno de los momentos vividos con ellos, con ellas. Su cercanía. Su alegría. Su curiosidad. Su generosidad. Su amabilidad. Dominique y los sabores. Françoise y el canto desafinado pero bien intencionado de Naîma. Thibaut y su risa contagiosa. Omar y el amor a su tierra. Isaac y su picardía, sobre todo con las mujeres. El chamán con taparrabos de piel de mono y su mirada profunda. Martine, toda ella. El pequeño Thibaut y su apetito insaciable. Los niños y las niñas de todas las calles y su grito de guerra: “Yovo, Yovo bonsoir, ça va? Ça va, merçi”… Porque, si algo nos ha dejado huella, han sido las personas. La gente, en comunión, en sintonía, en armonía con el entorno ha sido nuestra gran escuela. Una escuela en valores.

¿Qué nos encontramos cuando quitamos el ruido, el consumo, el entretenimiento? Ahí es donde

empieza el verdadero viaje. El que no termina con el billete de vuelta.

En la búsqueda de lo esencial, África es esencial. De todo corazón, eskerrik asko, “édabo” a Emaús Navarra y Emaús Benin, por brindarnos esta oportunidad.

El pasado 24 de septiembre nos visitaron en Sarasa los compañeros de AERESS, la Asociación española de Recuperadores de Economía Solidaria, una red en la que también estamos integrados l@sTraper@s de Navarra, junto con otras 54 organiza-ciones de todo el Estado Español.

Las 15 personas –procedentes de Andalucía, Madrid, Castilla León y Euskadi—que vinieron están recorriendo distintas experiencias de buena gestión de los RAEES co-mo la nuestra, buscando compartir buenas prácticas en la recogida, recuperación y reciclaje, y especialmente en la preparación para la reutilización de aparatos eléctri-cos y electrónicos.

Además de guiarles en un recorrido por las instalaciones de Sarasa, les acompaña-mos a visitar el punto limpio de Eroski y nuestro rastro de Artika. También les mos-tramos la nave de Berriozar y el recién estrenado taller de reparaciones Arréglatelas. Después conocieron la comunidad de Belzunce donde les contamos nuestro modelo de gestión social y laboral y les enseñamos nuestro taller de desmontaje de CPUs.

En la visita, los Traperos de Navarra insistimos en recordar a nuestros compañeros de la Asociación de Recuperadores que tenemos que enorgullecernos del valor añadido que nos hace únicos e imprescindibles por el enfoque social y solidario de nuestras entidades.

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La visita de los compañeros de AERESS forma parte del proyecto

RE-ENCHUFA, que impulsa el intercambio de información y de

tecnología entre nosotr@s, las asociaciones de recuperadores

de economía solidaria.

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22 De octubre 2015,8:30 De la mañana, nos disponemos a subir al autobús y

emprender la marcha. ¿A dónde vamos? ¡¡A MURCIA!! Y... ¿qué vamos a hacer allí? Y

se produjo el silencio. Pues…¡¡UN VIAJE!!Este era el tema elegido para este año en el

encuentro de comunidades. Nos juntamos traperos y traperas de Murcia, Pamplona,

Huelva, Sabadell y Pontevedra para celebrar el 20 aniversario de traperos de Emaús

Murcia

Hemos trabajado en diferentes grupos de forma

creativa sobre los pilares de Emaús España. Todos y

todas fuimos actores de un proceso que nos llevó a

la grabación de un video con el que podremos

comunicar nuestras conclusiones, peculiaridades y

convicciones. Todo el viernes se dedicó para

preparativos y ensayos y el sábado la grabación de

los mismos.

No todo ha sido trabajo, también hemos tenido momenticos de fiesta:

Representación de teatro de los compañer@s de Murcia, los Rumber@s de Belzunce,

excursión a Murcia y visita al rastro y a la catedral, mini concierto a cargo de Pepo y

su guitarrista, karaoke y baile.

Han sido días llenos de energía, buenas sensaciones compañerismo, pero también de

un trabajo bien hecho que dará sus frutos. Éste viaje, aunque parezca que se acaba,

continua con la ilusión de volvernos a ver en el encuentro de comunidades 2016.

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” Con esto y muchas despedidas más em-pezaban las vacaciones….y yo me preguntaba, ¿a dónde voy? ¿Estoy seguro?... Después de muchas horas de preparación, el 29 de Julio empezaba el viaje hacia Kirguistán. Y os pre-guntareis, ¿Kirgui…ke? Pues sí, existe. Un país que comparte frontera con China, Kazajistán y algún país más que suena parecido. Después de pasar media vida leyendo libros sobre expediciones, sobre biografías de montañeros, después de andar y escalar mu-chos montes de aquí y de allí, me ponen en bandeja el apuntarme a una expedición para intentar subir un monte de 7000m, ¡cómo de-cir que no! La principal intención del viaje era disfrutar de la montaña y ver cómo funcionaba el cuerpo y la mente en altura, ya que ninguno de los que íbamos teníamos experiencia.

Y, si nos encontrábamos bien, intentar subir a la cima del Khan Tengri. Seis días des-pués de salir de Iruña llegábamos al campo base que estaba a 4000 m. Entre la altura y la paliza del viaje, los siguientes dos días los dedi-camos a recuperar. Luego sí, poco a poco em-pezamos a ganarle metros al monte y pasados unos 15 días, después de pasar de todo, ham-bre, frío, mucho frío, dolores de cabe-za….llegamos a 6200m, el punto más alto que pudimos alcanzar.

También tuvimos nuestros buenos mo-mentos, no creáis que todo fue horrible. El paisaje que nos rodeó durante todos esos días era muy salvaje, glaciares por todas par-tes, grietas enormes, aludes con unos increí-bles estruendos… Algo muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en el Pirineo. Nunca pensé que me iba a ocurrir, pero después de tantos días de ver el mismo mon-te, al final me llegue a cansar de él y tenía (y l@s demás compañer@s también por supues-to), ganas de salir de allí para volver a los cam-pos verdes y a sentir el calor del sol en los hue-

sos.

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Mucho se habla de la diversidad en los últimos tiempos, como si descubriéramos el

“diverso” es decir el “distinto de mi” como una novedad en nuestras vidas cotidianas.

En general nos referimos a la diversidad del “otro” refiriéndonos a su país de nacimiento, a

su color de piel, a su idioma materno, su religión o pensamiento filosófico y por supuesto a

su elección sexual. Evidentemente, la movilidad de las personas en un nuevo mundo

globalizado nos permite sin duda alguna conocer y enriquecernos de modos distinto de

vivir, de concebir el mundo y las relaciones entre las personas.

Tendemos a hacer un bloque entre “nosotros” y “los demás”, como si nosotros fuésemos

todos iguales y los demás todos, de igual manera, “diversos”, olvidándonos de que ya

desde la conformación genética, somos todos netamente diversos. No existe ningún ADN

igual a otro y, también físicamente, no obstante las aparentes semejanzas, nadie es

perfectamente igual al otro, ni siquiera los/as

gemelos/as, y pasa también en nuestro propio

cuerpo: la mano derecha difiere de la izquierda,

así como los pies, bastaría hacernos una foto de

los dos perfiles de la cara para ver cómo somos

distintos vistos de un lado o por el otro.

Pero vayamos también a los de nuestro “grupo” y, para evidenciar las diversidades, no

necesitamos ir muy lejos, incluso en nuestro núcleo familiar. Pasamos por alto las más que

notables diversidades de modo de relacionarnos con los demás, de los padres y de los hijos,

por causas generacionales y/o ambientales . Ponemos la atención en el modo de

relacionarse con los demás, por ejemplo de unos hermanos de edad cercana, en las

elecciones ideológicas tanto religiosas como políticas, en el modo de vestirse… a veces un

mundo los separa.

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Es muy interesante que, al mismo tiempo que enumeramos una serie de factores que nos

distinguen como individuos, -religión, raza, color, idioma, inclinación sexual, filiación

política, etc- pregonamos que deber y justicia es tolerar las diferencias...y aseguramos que

hacerlo es acercarse brevemente a lo que denominamos DERECHOS HUMANOS.

Sin embargo, se antoja realizar una precisión: mientras consideremos que debemos

tolerar a nuestros semejantes en sus diferencias, estamos practicando el respeto solo de

forma y no de fondo. El término tolerar implica soportar una molestia, algo que nos

incomoda pero desafortunadamente tenemos que vivir con ello, ya que son valores

humanos fundamentales. Ser respetuosos de los derechos humanos va más allá de las

formas. Implica un cambio de actitudes y sentimientos, un cambio de visión de lo que es la

sociedad y cada uno de sus miembros. Una sociedad más allá de nacionalismos o credos;

una sociedad que acepte y defienda el concepto de ciudadanía mundial, global, de

especie...de Humanidad.

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Después de la Prevención, el primer paso en la preparación para la Reutilización es la recogida de los

materiales en origen. La recogida puerta a puerta es un método de

trabajo que nos permite un mayor porcentaje de reutilización y reciclaje y , por realizarse

manualmente, garantiza el tratamiento cuidadoso de los materiales. Contribuye además a mantener relación cercana, directa y permanente con la

ciudadanía. Prebentziozko Aurre-lanaren ondoren, Berrerabilpenerako prestaketaren lehenengo urratsa gauzakiak sor-lekuan jasotzea da. Atez ateko bilketa berrerabilpena eta birziklaia errazten dituen lan-moldea da, izan ere, eskuz egiten denez, gauzak era egokian tratatzeko aukera ematen baitu. Gainera, hondakinen kudeatzaileen eta herritarren arteko harreman estua bermatzen du.

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En este Trapu va un poco de: Pili, Pedro, Xabi; Zoila, Mauro, Fernando A., Amaia y Aitor.