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  • HISTORIA DE LOS ARCHIVOS DE CANARIAS

    TOMO I

  • Esta edicin ha sido financiada por:

    Consejera de Educacin, Universidades, Cultura y Deportes Milagros Luis Brito

    Viceconsejero de Cultura y Deportes

    Alberto Delgado Prieto

    Directora General del Libro, Archivos y Bibliotecas Blanca Rosa Quintero Coello

    Enrique Prez Herrero (coordinador), 2009 de los textos: Vctor M. Bello Jimnez, Mara Iluminada Cabrera Valenciano, Argelia Ca-

    mino Prez, Elisa Isabel Carballo Carrin, David Corbella Guadalupe, Carmen Luz Her-nndez Gonzlez, Jos Lavandera Lpez, Francisco Javier Macas Martn, Miguel ngel Navarro Mederos, Mara Jos Otero Lojo, Enrique Prez Herrero, Pedro Carmelo Quin-tana Andrs, Isabel Rua-Figueroa Rodrguez y Juan Francisco Tacoronte Lpez, 2009

    Gobierno de Canarias, de la actual edicin Anroart Ediciones, S.L. Primera Edicin, abril 2009 Diseo cubierta: Beginbook Maquetacin y correccin: Beginbook Direccin de la obra: Enrique Prez Herrero Anroart Ediciones, S.L. C/ Santa Juana de Arco, 46 35004 Las Palmas de Gran Canaria www.anroart.com ISBN (obra completa): 978-84-92628-18-6 ISBN (Tomo I): 978-84-92628-17-2 Depsito Legal: GC-46-09 Imprime I.G.E. Industrias Grficas ECIR Villa de Madrid n 60-b Polgono Industrial Fuente del Jarro 46988 Paterna (Valencia) Impreso en Espaa Cualquier forma de reproduccin, distribucin, comunicacin pblica o transformacin de esta obra solo puede ser realizada con la autorizacin de sus titulares, salvo excepcin prevista por la ley. Dirjase a CEDRO (Centro Espaol de Derechos Reprogrficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algn fragmento de esta obra

  • HISTORIA DE LOS ARCHIVOS DE CANARIAS TOMO I

  • NDICE TOMO I

    PRESENTACIN. HISTORIA DE LOS ARCHIVOS EN CANARIAS. Milagros Luis Brito INTRODUCCIN. NECESIDAD DE LA HISTORIA DE LOS ARCHIVOS Y DE SUS FONDOS. Enrique Prez Herrero LOS ARCHIVOS HISTRICOS PROVINCIALES DE CANARIAS.. Francisco Javier Macas Martn Enrique Prez Herrero LOS ARCHIVOS DE LOS CABILDOS INSULARES Juan Francisco Tacoronte Lpez LOS ARCHIVOS MUNICPALES CANARIOS. Vctor M. Bello Jimnez LOS ARCHIVOS DE LOS GOBIERNOS CIVILES EN CANARIAS. Argelia Camino Prez LOS ARCHIVOS NOTARIALES EN CANARIAS... Mara Iluminada Cabrera Valenciano LOS ARCHIVOS DEL COLEGIO OFICIAL DE ARQUITECTOS DE CANARIAS.. Elisa Isabel Carballo Carrin LOS ARCHIVOS PRIVADOS Enrique Prez Herrero Isabel Ra Figueroa Rodrguez LOS ARCHIVOS PARROQUIALES EN CANARIAS Y SUS APORTACIONES DEMOGRFICAS, SOCIALES Y ECONMICAS EN EL ESTUDIO DE LA EDAD MODERNA Pedro Carmelo Quintana Andrs LOS ARCHIVOS DIOCESANOS DE CANARIAS... Jos Lavandera Lpez Miguel ngel Navarro Mederos David Corbella Guadalupe Carmen Luz Hernndez Gonzlez Mara Jos Otero Lojo

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  • INTRODUCCIN Enrique Prez Herrero

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    HISTORIA DE LOS ARCHIVOS EN CANARIAS Los archivos custodian los documentos que se conservan como testimo-nio del pasado. Son fuente de historia que atesora nuestra propia memo-ria como pueblo.

    Nuestra obligacin como Gobierno es ponerlos a disposicin de la colectividad en todas sus variables, como son la gestin administrativa, la investigacin y la actividad cultural.

    No es tarea fcil. Los documentos deben ser custodiados, con-servados, inventariados, protegidos y difundidos para que sirvan a la co-munidad cientfica y a la sociedad en general. El Gobierno de Canarias, entre otras muchas competencias culturales, tiene la de realizar el censo de archivos y fondos documentales constitutivos del Patrimonio Docu-mental Canario, cuya finalidad primordial es conocer y dar a conocer los centros de archivos y la informacin que atesoran. De nada vale tener y no conocer, pues quien no conoce no aprovecha.

    Adems, ha de establecer los planes de ediciones de guas, inven-tarios, catlogos e ndices de los documentos y favorecer el conocimiento y difusin de este patrimonio parlante.

    La obra que se presenta viene a cumplir en parte esta intencin, por cuanto pretende con la edicin de sucesivos tomos escribir la verda-dera historia de los archivos existentes en las Islas. Muchos son los ar-chivos canarios con una informacin de innegable valor, cuyo conoci-miento debe ser impulsado para que puedan ser utilizados por cuantos lo

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    deseen. No olvidemos que un patrimonio no utilizado, no es disfrutado, por lo que pierde su principal razn de existir y de inversin pblica.

    Los archivos han de estar abiertos para su uso y este acceso slo es posible si se narran sus contenidos y se nombra su existencia, pues de otra forma es ilgico pensar que pueda ser utilizada y analizada la infor-macin que nos transporta al pretrito, es decir, a la historia de Canarias.

    Desde nuestra responsabilidad al frente de la Consejera de Edu-cacin, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, te-nemos la satisfaccin de presentarles este primer tomo de la Historia de los archivos en Canarias, que representa buena parte la riqueza documental de nuestra Comunidad. Es un buen comienzo para trasladar el ayer al hoy y, sobre todo, para preservar su futuro.

    Milagros Luis Brito Consejera de Educacin, Universidades, Cultura y Deportes

    Gobierno de Canarias

  • INTRODUCCIN Enrique Prez Herrero

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    NECESIDAD DE LA HISTORIA DE LOS ARCHIVOS Y DE SUS FONDOS La Historia es testigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memo-ria, maestra de la vida y mensajera de la Antigedad. Mejor no lo pudo expresar Cicern, y nadie con menos palabras y ms alcance lo podr ni siquiera emular. El pasado es invisible, impalpable, intangible, inmaterial y de fcil olvido, pero existe. La Historia da vida al pasado muerto, desentumece lo dormido, revive los hechos postergados. La Historia busca, pues, la des-cripcin de las cosas como fueron por una narracin continuada y verdadera de los sucesos y el historiador entreteje los sucesos sin que parezcan los unos digresiones de los otros (Diccionario de Autoridades, 1734). Los historiadores necesitan herramientas con las que realizar los anlisis pertinentes para conocer el pasado del Hombre, tanto de las li-tes victoriosas como de la gente ordinaria, pues todos fueron y sern agentes activos del proceso histrico. Estas herramientas no son otras que los documentos escritos, pblicos o privados, que hablan de las rela-ciones, actividades y comportamientos de los hombres, pues para eso fue inventado el documento, para que estos hechos no se olviden ni tras-cuerden con el paso del tiempo. En efecto, el documento escrito es el puente hacia el pasado, puente que se construye con la escritura y se re-corre mediante su lectura. Por otro lado, los archivos son los almacenes, los graneros, los emporios de la memoria, del recuerdo, ya que guardan los documentos. Son como atades de la vida. Por lo tanto, los archivos

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    se tienen que conocer y su contenido saber para recuperar del olvido las acciones de los hombres del pretrito, al menos desde que la escritura y la lectura fueron inventadas por necesarias Conocer los archivos canarios es imprescindible para la confeccin de la historia del Archipilago, dado que en sus plteos y anaqueles colma-dos de documentos reposa adormecido el pretrito de las Islas. Por ello, la verdadera historia de los archivos de Canarias y de sus contenidos es impor-tante para acceder a la informacin y, de su mano, llevar a buen puerto todo intento de averiguar lo que en ella aconteci, y poder formar los pertinentes anlisis que conduzcan al mejor conocimiento de la historia de Canarias. Todo ello se logra mediante la identificacin de los fondos y de las series documentales que los conforman, cuyo fiel reflejo son los cuadros de clasifi-cacin, que vienen a ser como un mapa de carreteras por el que discurrir con acierto para localizar el o los documentos de inters. En definitiva, esta publicacin y las sucesivas, hasta agotar el co-nocimiento y difusin de los contenidos de los archivos radicados en las Islas, tienen como objetivo primordial ofrecer a la comunidad cientfica la historia institucional (historia de los productores de documentos), la historia archivstica (historia de los fondos documentales), los cuadros de clasificacin de los fondos de los archivos (estructura orgnica o funcio-nal del fondo y sus datos esenciales) y el estudio de las series documenta-les ms relevantes, todo ello contenido y perteneciente a los centros de archivo canarios. A partir de este momento, los historiadores e investiga-dores tienen la palabra, pues a ellos corresponde actuar con el material ofrecido por los archiveros y diplomatistas. La historia de los archivos de Canarias est por hacer, pero con este primer tomo cabe apostillar que ha nacido la tan necesaria historia, por cuanto ofrece (y deber seguir ofreciendo en publicaciones posterio-res) al investigador las pautas y pistas para obtener los datos que requiere para justificar sus hiptesis histricas y convertirlas en tesis definitivas. Deseamos que la Historia de los Archivos en Canarias, entendida como publicacin recurrente destinada a dar a conocer los archivos y sus fondos documentales, logre una larga existencia en el tiempo, una exube-rancia en sus contenidos y una difusin sin ningn tipo de cortapisas en beneficio de los archivos, de los investigadores y, por extensin, del pa-

  • INTRODUCCIN Enrique Prez Herrero

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    trimonio documental canario. Por ello es importante la participacin de profesionales y entidades que materialicen esta ilusin en tomos venide-ros, pues, remedando a Arthur Schopenhauer, el archivo no puede por s mismo, sino muy pocas cosas; es un Robinsn abandonado; solo en comunidad con los dems es poderoso. Es de esperar que los tomos de esta historia (dado que los archivos son numerosos) se sucedan sin des-mayo ni desvanecimiento alguno, pues lo bueno siempre prevalece, co-mo el aceite sobre el agua.

    Enrique Prez Herrero Director del Archivo Histrico Provincial de Las Palmas

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  • LOS ARCHIVOS HISTRICOS PROVINCIALES DE CANARIAS Francisco Javier Macas Martn / Enrique Prez Herrero

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    LOS ARCHIVOS HISTRICOS PROVINCIALES DE CANARIAS

    Francisco Javier Macas Martn Director del Archivo Histrico Provincial de Santa Cruz de Tenerife

    Enrique Prez Herrero

    Director del Archivo Histrico Provincial de Las Palmas

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  • LOS ARCHIVOS HISTRICOS PROVINCIALES DE CANARIAS Francisco Javier Macas Martn / Enrique Prez Herrero

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    RESUMEN Los Archivos Histricos Provinciales fueron creados a finales del primer tercio del siglo XX, a travs de un Decreto conjunto de los Ministerios de Justicia e Instruccin Pblica y Bellas Artes fechado el 12 de noviem-bre de 1931. En 1934 comenz su andadura el Archivo Histrico Pro-vincial de Santa Cruz de Tenerife. El de Las Palmas lo hizo en 1948. A lo largo de los aos el establecimiento y andadura de estos archivos estuvo sometida a notorios cambios normativos. Con el Decreto 914/1969, por el que se creaba el Archivo General de la Administracin Civil (AGA), se confi-ri a los mismos un carcter similar al en relacin a las delegaciones provinciales de la Administracin Central e Institucional, con lo que, en la praxis, los centros receptores adquiran, de hecho, la condicin de archivos intermedios. El asentamiento de la Democracia, y la consiguiente estructuracin autonmica del Estado, trajo consigo un nuevo escenario en relacin a los Archivos Histricos Provinciales. Por lo pronto, en el periodo comprendido entre 1981 y 1986 fueron firmados la mayora de convenios mediante los cuales el Estado transfera la gestin de estos Archivos a las respectivas Co-munidades Autnomas. En Canarias esto aconteci mediante el Convenio sobre Gestin de los Archivos y Museos de Titularidad Estatal, y sobre ges-tin de las Bibliotecas de Titularidad Estatal, de 24 de septiembre de 1984. En el Decreto de 12 de noviembre de 1931 por el que se creaban los Archivos Histricos Provinciales, determinaba que los Protocolos Notariales centenarios deban ser el ncleo documental bsico de estos centros. Con el tiempo el abanico documental se fue ampliando. De esta manera, custodian tambin en ellos los Libros de Registros de las Conta-duras de Hipotecas, antecedente inmediato de los actuales Registros de la Propiedad; documentacin generada por los Tribunales; documenta-cin generada por los rganos de la Administracin Central Delegada, Administracin Local y Administracin Autonmica, amn de la proce-dente de gran variedad de personas fsicas y jurdicas de carcter privado. PALABRAS CLAVE: Archivos Histricos Provinciales, protocolos notaria-les, Libros de Registro, Contadura de Hipotecas, documentacin judi-cial, documentacin local, documentacin autonmica.

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    ABSTRACT The Historical Provincial Files were created at the end of the first third of the 20th century, across a joint Decree of the Departments of Justice and Public Instruction and Fine arts dated on November 12, 1931. In 1934 his gait began the Historical Provincial File of Santa Cruz de Tene-rife. That of Las Palmas did it in 1948. Throughout the years the establishment and gait of these files was submitted to well-known normative changes. With the Decree 914/1969, by which there was created the General File of the Civil Ad-ministration (AGA), it gave to the same ones a similar character to in re-lation to the provincial delegations of the Central and Institutional Ad-ministration, with what, in the practice, the centers recipients were ac-quiring, in fact, the condition of intermediate files. The accession of the Democracy, and the consequent autonomous structure of the State, brought with it a new scene in relation to the Historical Provincial Files. For the prompt thing, in the period included betweenn1981 and 1986 there were signed the majority of agreements by means of which the State was transferring the management of these Files to the respective Autonomous Communities. In Canaries this happened by means of the Agreement on Management of the Files and Museums of State Ownership, and on management of the Libraries of State Ownership, of September 24, 1984. In the Decree of November 12, 1931 by which there were cre-ated the Historical Provincial Files, it was determining that the Notarial centenary Protocols had to be the documentary basic nucleus of these centers. With the time the documentary range was extended. Hereby, they guard also in them the Books of Records of the Accountancies of Mortgages, immediate precedent of the current Records of the Property; documentation generated by the Courts; documentation generated by the organs of the Central Representative Administration, Local Administra-tion and Autonomous Administration, and of the proceeding one from great variety of natural and juridical persons of a private nature. KEYWORDS: Historical Provincial Files, notarial protocols, Books of Re-cord, Accountancy of Mortgages, judicial documentation, local docu-mentation, autonomous documentation.

  • LOS ARCHIVOS HISTRICOS PROVINCIALES DE CANARIAS Francisco Javier Macas Martn / Enrique Prez Herrero

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    NDICE 1.- Historia institucional 1.1.- Creacin 1.2.- Evolucin normativa y segunda etapa de creacin 1.3.- Los Archivos Histricos Provinciales y el Estado de las autonomas 2.- Historia archivstica 2.1.- Archivo Histrico Provincial de Santa Cruz de Tenerife 2.1.1.- Creacin 2.1.2.- Sedes 2.1.3.- Historia archivstica de los fondos del AHPTF 2.2.- Archivo Histrico Provincial de Las Palmas 2.2.1.- Creacin 2.2.2.- Sedes 2.2.3.- Historia archivstica de los fondos del AHPLP 2.2.4.- Duplicacin de fondos documentales de otros archivos 3.- Cuadros de clasificacin de los Archivos Histricos Provinciales 3.1.- Cuadro de clasificacin del Archivo Histrico Provincial de Santa Cruz de Tenerife 3.2.- Cuadro de clasificacin del Archivo Histrico Provincial de Las Palmas 4.- Fondos ms relevantes 4.1.- Caractersticas generales 4.2.- Documentacin de la fe pblica 4.2.1.- Protocolos notariales 4.2.2.- Libros de registros de Contaduras de Hipotecas 4.3.- Fondos judiciales 4.4.- Fondos de la Administracin delegada 4.5.- Fondos de la Administracin local 4.6.- Fondos de la Administracin autonmica 5.- Legislacin 6.- Bibliografa 6.1.- General 6.2.- Relativa al AHPTF 6.3.- Relativa al AHPLP

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    1. HISTORIA INSTITUCIONAL 1.1. CREACIN Los Archivos Histricos Provinciales fueron creados a finales del primer tercio del siglo XX, a travs de un Decreto conjunto1 de los Ministerios de Justicia e Instruccin Pblica y Bellas Artes fechado el 12 de noviem-bre de 1931. La citada norma, entre otros extremos, buscaba reunir la do-cumentacin histrica hasta entonces dispersa por el pas en un variado nmero de archivos y dependencias, con la finalidad ltima de asegurar la organizacin y conservacin de la misma. Para ciertos autores2, no obstante, los orgenes de estos archivos podran retrotraerse an ms y ser tan antiguos como las provincias, de-limitadas como tales en la Corona de Castilla desde comienzos de la Edad Moderna. En este sentido, ya por entonces el Ayuntamiento era la capital de la provincia, y su corregidor tena la obligacin de custodiar su propia documentacin y la de carcter provincial. En este mismo sentido habra que considerar la preocupacin reiterada a lo largo de este perodo por las Juntas del Reino en relacin a la organizacin de estos archivos. Cuando por Real Decreto de 30 de noviembre de 1833 se establece la organizacin provincial que hoy conocemos, esto se hizo encima de los anti-guos Ayuntamientos, sobre los cuales se superponen otras instituciones de nuevo cuo, como las Diputaciones Provinciales y los nuevos Ayuntamientos. Mientras esta reforma administrativa segua su curso, el proceso desamortiza-dor3 contribuy a matizar an ms la naturaleza y evolucin de los archivos ya creados o de nueva planta, al recibir la documentacin hasta entonces deposi-tada en los conventos, monasterios y otras instituciones desalojadas. El proceso es sobradamente conocido. La Administracin no pu-do hacer frente a tal avalancha documental, que se intent concentrar en 1850 en la Real Academia de la Historia, primero, y luego, en 1866, en el

    1 Decreto de 12 de noviembre de 1931, sobre Rgimen y Denominacin de los Archivos Histri-cos de Protocolos e Histricos Provinciales. Gaceta de Madrid, 14 de noviembre de 1931. 2 GALLEGO DOMNGUEZ, O.; LPEZ GMEZ, P.: Los Archivos Histricos Provinciales en su cincuentenario, en Boletn de ANABAD, XXXII (1982), nm. 1-2, pp. 3-16. 3 Real Decreto de 15 de julio de 1834; Real Decreto de 4 de julio de 1835, por el que se suprimi la Inquisicin y la Compaa de Jess; Real Decreto de 25 de julio de 1835, por el que se hizo lo propio con los conventos y monasterios con menos de 12 profesos, cuyos bienes se destinaron a sufragar la deuda interior del Estado.

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    recin creado Archivo Histrico Nacional. Esta solucin, empero, as como la creacin del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios (1858), no logr dar curso normalizado al hacinamiento, so-bre todo a nivel provincial, por lo que fue preciso articular remedio. En tal empeo se sucedieron las iniciativas, sin que ninguna lograra poner fin por completo al desaguisado a lo largo de la centuria. Como afirman Olga Gallego y Pedro Lpez Gmez4, fueron los ar-chivos de las Administraciones Econmicas Provinciales, luego Delegaciones de Hacienda (1881), los encargados de custodiar esta enorme masa documen-tal desamortizada, a la que se uni, asimismo, la procedente de las Intenden-cias, amn de la producida por la propia Hacienda. Sin embargo, la desorgani-zacin imperante no pudo ser superada pese a los varios intentos en este sen-tido, lo que motiv que fuera puesto bajo la responsabilidad del Cuerpo Facul-tativo de Archiveros, por Decreto de 17 de julio de 1888. Pese a todo, a comienzos del siglo XX la problemtica segua siendo la misma, y cada vez fueron mayores las voces que reclamaban modular provincialmente la organizacin archivstica, sobre todo de los fondos monsticos y conventuales, que seguan bajo la responsabilidad de los archiveros al frente de los Archivos Provinciales de Hacienda. Esta concienciacin se materializ en el citado Decreto de 12 de noviembre de 1931, donde se estableca la creacin de una Junta de Pa-tronato por provincia, presidida por el Gobernador provincial, e integra-da, entre otras personalidades, por el Presidente de cada Diputacin, Al-calde de la capital de la provincia, Notario-Archivero del distrito, Presi-dente de la Comisin de Monumentos, catedrticos de Historia de los distintos centros de enseanza y un funcionario del Cuerpo Facultativo de Archiveros, organismo cuya misin era impulsar la creacin de los Ar-chivos Histricos Provinciales en cada distrito. En 1932 comenz su andadura el Archivo Histrico Provincial de vila, el primero en crearse. En el ao siguiente lo haran el de Palencia y Sa-lamanca. En 1934 comenz su andadura el de Santa Cruz de Tenerife. En 1935 hicieron lo propio Valladolid, Almera y Ciudad Real. Luego vino el pa-rntesis trgico de la Guerra Civil. A su trmino se reanud el proceso con el de lava (1942), Orense (1943), Tarragona y Zamora (1944), y Mlaga 4 GALLEGO DOMNGUEZ, O., LPEZ GMEZ, P.: op. cit., p. 5.

  • LOS ARCHIVOS HISTRICOS PROVINCIALES DE CANARIAS Francisco Javier Macas Martn / Enrique Prez Herrero

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    (1945). En la mayora del resto de las provincias dificultades de toda ndole retrasaron el alumbramiento, por lo que algunos protocolos notariales siguie-ron depositados en condiciones que dejaban mucho que desear5. A lo largo de los aos reseados el establecimiento y andadura de es-tos archivos estuvo sometida a notorios cambios normativos. El Decreto de 12 de diciembre de 1931 prestaba especial atencin a los protocolos notaria-les, cuya responsabilidad de custodia y tratamiento se otorgaba al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arquelogos, previendo su dep-sito en los Archivos Histricos Provinciales. El problema se deriv del mis-mo planteamiento, pues el mencionado Decreto slo estableca la creacin de estos archivos en las capitales provinciales que tambin fuera cabezas de distrito notarial, dejando fuera de tal planteamiento a aquellas ciudades que no siendo capitalinas, si fuesen sedes de Colegio Notarial se creaban los Ar-chivos Histricos de Protocolos.

    1.2. EVOLUCIN NORMATIVA Y SEGUNDA ETAPA DE CREACIN La confusin fue tanto mayor cuanto que, apenas cuatro aos ms tarde, mediante el Reglamento Notarial de 8 de agosto de 1935, se derogaba el Decreto de 1931, dando preeminencia, otra vez, a los Archivos Generales de Distrito pasando, de nuevo, a los notarios el control de los protocolos centenarios. El asunto, lejos de quedar aqu, tuvo un nuevo vuelco cuan-to, mediante otro Decreto del Ministerio de Justicia, de 21 de febrero de 1939, pona de nuevo en vigor el de 1931. Otro de 1944 derogaba el de 1935 y, por si fuera poco, con fecha 2 de marzo de 1945 de Presidencia de Gobierno, un nuevo Decreto estableca una triple divisin de los ar-chivos de protocolos: archivos de los Colegios Notariales; Archivos His-tricos Provinciales, sitos en las capitales de provincia que, a su vez, ten-an la condicin de cabeza de los Distritos notariales; y Archivos Histri-cos Comarcales o Locales, en aquellas entidades poblacionales que no os-tentaran ese carcter capitalino. De hecho, el Decreto de 1945, pretendi mejorar el estado de cosas, as como impulsar el establecimiento de estos centros all donde an no existan. Dos aos ms tarde, otra norma de igual rango de 24 de julio de

    5 CABRILLANA CIZAR, N.: Fondos notariales en los Archivos Histricos Provinciales, en Boletn de ANABAD, XXXII (1982), nm. 1-2, pp. 17-25.

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    1947, indicaba claramente el depsito de los protocolos centenarios en los Archivos Histricos Provinciales, obligacin que extendi ms tarde a la do-cumentacin histrica de naturaleza judicial, entonces en Audiencias y Juz-gados6, al igual que la procedente de las antiguas Contaduras de Hipotecas y el Ministerio de Hacienda7 -con ms de 25 aos-, as como la custodiada en las Delegaciones de Hacienda. Finalmente conceda tal posibilidad a la pro-ducida por otros organismos o personas fsicas que as lo solicitaran. Por lo dems, qued a cargo del Ministerio de Educacin Nacio-nal la creacin de un Archivo en aquellas capitales de provincia que no estuvieran dotadas de Archivo General, Regional o Provincial. A partir de este ao, y en la dcada siguiente, fueron puestos en funcionamiento ca-torce nuevos Archivos Histricos Provinciales: Cuenca y Segovia (1947), Las Palmas y Zaragoza (1948), Cceres y Logroo (1949), Santander (1950), Gerona y Lugo (1951), Jan y Mahn (1952), Alicante (1954), Oviedo y Soria (1956), Teruel (1958). En 1961 le llegara el turno a Mur-cia, y al ao siguiente a Albacete y Len. Al comenzar la dcada de los 60 el marco documental susceptible de ser tratado por los Archivos Histricos Provinciales no haba cambia-do demasiado desde la reforma normativa de 1947. Las cosas cambiaron con el Decreto 914/19698, por el que se creaba el Archivo General de la Administracin Civil (AGA), en cuyo articulado se confera a aquellos Archivos los mismos objetivos que el recin creado, siempre en relacin a las delegaciones provinciales de la Administracin Central e Institucional. Dicho de otra manera, las citadas delegaciones deban transferir a cada uno de ellos la documentacin que, con ms de 15 aos de antigedad, carecieran de vigencia administrativa, con lo que, en la praxis, los centros receptores adquiran, de hecho, la condicin de archivos intermedios. Los estudiosos ven esta etapa como un tiempo de consolidacin de estos archivos9, no exenta de dificultades dada la amplitud de los fondos que

    6 Orden del Ministerio de Justicia, de 14 de diciembre de 1957. 7 Orden de las Subsecretara del Ministerio de Hacienda, de 12 de enero de 1962. 8 Decreto 914/1969, del Ministerio de Educacin y Ciencia, de creacin del Archivo General de la Administracin Civil del Estado. 9 Vase, entre otros, Generelo Lanaspa, J. J.: Fuentes para la investigacin en los Archivos Hist-ricos Provinciales, en La Investigacin y las fuentes documentales en los Archivos, ANABAD-Castilla-La Mancha, Asociacin de Amigos del Archivos Histrico Provincial, Guadalajara,1996, p. 216 y ss.

  • LOS ARCHIVOS HISTRICOS PROVINCIALES DE CANARIAS Francisco Javier Macas Martn / Enrique Prez Herrero

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    estaban obligados a recoger. Es el momento de creacin de varios archivos, as como de la mejora de las instalaciones en otros, con su traslado a las Ca-sas de la Cultura fueron construidas a lo largo de los aos 60 y 70. Al final se pudo comprobar que las mismas se mostraban claramente insuficientes para abordar los cometidos. Por lo mismo, durante la dcada siguiente se pro-gramara y ejecutara un ambicioso programa de nuevas construcciones, cu-yos resultados estamos viendo todava en nuestros das. 1.3. LOS ARCHIVOS HISTRICOS PROVINCIALES Y EL ESTADO DE LAS AUTONOMAS El asentamiento de la Democracia, y la consiguiente estructuracin autonmica del Estado, trajo consigo un nuevo escenario en relacin a los Archivos Hist-ricos Provinciales. Por lo pronto, en el periodo comprendido entre 1981 y 1986 fueron firmados la mayora de convenios mediante los cuales el Estado transfe-ra la gestin de estos Archivos a las respectivas Comunidades Autnomas. En lo relativo a Canarias cabe indicar que el artculo 30.9 del Estatu-to de Autonoma10 determina, entre otros extremos, la competencia exclusi-va de la Comunidad Autnoma en materia de archivos y bibliotecas que no sean de titularidad estatal. Este precepto autonmico ha sido desarrollado posteriormente a travs de la ley 3/1990, de 22 de febrero, de Patrimonio Documental y Archivos de Canarias. Aunque, como se evidencia en el enunciado de la norma estatutaria, los Archivos Histricos Provinciales, al ser de titularidad estatal, quedaban, en principio, fuera del mbito competencial autonmico, mediante el Convenio sobre Gestin de los Archivos y Museos de Titularidad Estatal, y sobre ges-tin de las Bibliotecas de Titularidad Estatal, de 24 de septiembre de 198411, el Estado transfiri la gestin de estos Archivos al Gobierno de Canarias.

    Gmez-Llera Garca-Nava, E.: Los Archivos Histricos Provinciales, en Cuadernos de Historia Moderna, 1994, p. 251 y ss. 10 Ley Orgnica 10/1982, de 10 de agosto, del Estatuto de Autonoma de Canarias (B.O.J.C. n 17, de 28.09.1982). 11 Vase Resolucin de 17 de junio de 1985, de la Secretara General Tcnica, por la que se dispo-ne la publicacin de los convenios suscritos entre el Ministerio de Cultura y la Consejera de Cul-tura y Deportes del Gobierno de Canarias, el 24 de septiembre de 1984, sobre gestin de los ar-chivos y museos de titularidad estatal, y sobre gestin de las bibliotecas de titularidad Estatal. BOC, 12 de julio de 1985.

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    2. HISTORIA ARCHIVSTICA 2.1. ARCHIVO HISTRICO PROVINCIAL DE SANTA CRUZ DE TENERIFE 2.1.1. CREACIN Desde 1932 comenzaron los trmites para el establecimiento del Archivo Histrico Provincial tinerfeo. En febrero de ese ao Miguel Gmez del Campillo, Director del Archivo Histrico Nacional, e Inspector General de Archivos, remiti un oficio Eduardo Champn Lpez, entonces encargado del archivo de la Delegacin de Hacienda de la Provincia, instndole a pro-mover la constitucin de la Junta de Patronato del Archivo Histrico12. Transcurri el ao, empero, y siguieron las demandas de informa-cin al respecto desde Madrid. A finales de 1932 ya se haban realizado los contactos pertinentes con el Ayuntamiento santacrucero. En marzo de ese ao Eduardo Champn se entrevist con el Alcalde. Por esas fe-chas pidi al Gobernador Civil la constitucin del Patronato, con igual insistencia, pero sin resultados tangibles hasta diciembre. 2.1.2 SEDES En julio de 1933 el Consistorio santacrucero tom una primera decisin respecto a la sede del proyectado archivo, concretamente ofreci un local en la parte baja del Grupo Escolar del Norte, donde se hallaba instalada la Banda Municipal13. Por esas fechas la Junta de Patronato ya llevaba al-gunos meses funcionando. Hasta ahora no hemos encontrado documen-tacin fehaciente sobre el momento preciso de la constitucin, pero todo parece indicar este extremo. As, por ejemplo, por esos das la citada Ins-peccin sugera, a ttulo ejemplarizante, trasladar a dicha Junta informa-cin sobre la creacin de Archivos Histricos Provinciales en vila, Huesca, Logroo, Palencia, Salamanca, Badajoz, Toledo, Valladolid, Za-mora, Almera y Ciudad Real, cuyas Diputaciones Provinciales contri-buirn, conforme dispone el Decreto de creacin, no de una manera uni-

    12 Oficio de Miguel Gmez del Campillo a Eduardo Champn Lpez, Madrid, 18 de febrero de 1932. Archivo Histrico Provincial de Santa Cruz de Tenerife (en adelante AHPT), Archivo, 1. 13 Oficio del Secretario del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife al Archivero de la Delega-cin de Hacienda de Santa Cruz de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, 25 de julio de 1933.

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    forme, pues depende de las circunstancias peculiares de cada provincia14; en todo caso, instaba a Camping Lpez a recabar de esas autoridades su eficaz y patritico auxilio, para conseguir en el plazo ms breve posible la decorosa instalacin del correspondiente de esa provincia15. Con los antecedentes expresados, gracias a los esfuerzos del archive-ro de la Delegacin de Hacienda, en los primeros meses de 1934 el Archivo ya haba sido creado como tal, partiendo de las escrituras an custodiadas en aquella Delegacin pertenecientes a los conventos desamortizados, que fue-ron separadas del resto de los fondos del Archivo de Hacienda. Bien es ver-dad, empero, que an no tena un local propio, pese a las promesas del Ayuntamiento en este sentido, pero ello no fue bice para que, en los prime-ros das de enero fuera recibida la autorizacin oficial para hacerse cargo de los protocolos seculares custodiados en los archivos notariales, as como los oficios ministeriales que deba entregar a los notarios archiveros conminn-doles a hacer efectiva la entrega de los mismos16. Sin embargo, empezaba el ao sin consignacin presupuestaria estatal alguna, cuestin que no fue resuelta hasta marzo, momento en el que, todava, no se tena sede habilitada, pese a las reiteradas demandas en tal sentido al alcalde santacrucero. El problema del local no estuvo re-suelto hasta el primer trimestre de 1936, momento en que el Ayunta-miento puso a disposicin del responsable del Archivo Histrico Provin-cial unas instalaciones que no fueron las inicialmente previstas, sino las si-tuadas en la llamada Institucin de Villasegura, en la calle Imeldo Sers, entregadas oficialmente el 20 de febrero de 193617. Al poco tiempo co-menzaron las primeras transferencias de protocolos. El edificio, correspondiente a la que luego se denomin Institu-cin de Villasegura, fue una donacin al Ayuntamiento del marqus del mismo nombre, con la manda expresa de ser destinado a la enseanza. Se

    14 Oficio del Inspector General de Archivos, a Eduardo Champn Lpez, Madrid, 7 de diciembre de 1933. AHPT, Archivo, 1. En concreto, la de Palencia gast en el Archivo ms de 15.000 pesetas, y la de Logroo tiene consignadas 30.000 en su presupuesto para este objeto. Hay otras cuya situacin eco-nmica es mediana, que han iniciado esta obligacin con un gasto de 500 pesetas anuales. 15 Ibdem. 16 Oficio del Inspector General de Archivos, a Eduardo Champn Lpez, Madrid, 5 de enero de 1934. AHPT, Archivo, 1 17 Oficio del Acalde de Santa Cruz de Tenerife al responsable del Archivo Histrico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, 20 de febrero de 1936. AHPT, Archivo, 1.

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    trataba de un edificio de principios del siglo XX, muy espacioso para la poca, ocupado en su mayor parte por la Escuela de Comercio. Para el Archivo fueron ofrecidas las salas de la planta baja, las cuales, en princi-pio, colmaban con creces las aspiraciones del responsable del mismo, por su luminosidad y amplitud. Sin embargo, a la hora de hacer la entrega efectiva del nuevo espacio, del ofrecimiento inicial de espacio se obviaron las salas mejores, por lo que el Archivo fue a parar a los peores espacios, carentes de luz, hmedos y ms reducidos, totalmente inadecuados para albergar la documentacin y los servicios correspondientes. Tras repetidas gestiones ante las autoridades municipales e insulares, para conseguir un local ms idneo, el Ayuntamiento de Santa Cruz ofreci, en noviembre de 1959, el piso superior del edificio ocupado por el Crculo de Bellas Artes, en la Calle del Castillo, nmero 47. Este nuevo espacio se acondi-cion contando con las aportaciones econmicas del propio Ayuntamiento, el Cabildo, la Direccin General de Archivos y Bibliotecas y el propio Gobierno Civil, entonces ocupado por Manuel Ballesteros Gaibrois. Hasta 1963, empero, el Archivo no fue trasladado a las nuevas depen-dencias, donde permanecera hasta finales de 1976. En ese momento sus do-cumentos y enseres fueron llevados hasta la Casa de la Cultura de Santa Cruz de Tenerife, que los acogi hasta que en el ao 2005 pas a ocupar sus depen-dencias actuales, en el Camino de La Hornera, nmero 78, en La Laguna. Las nuevas instalaciones del Archivo Histrico Provincial de San-ta Cruz de Tenerife estn situadas en La Laguna, y en concreto en un so-lar situado en el Camino de la Hornera, casi colindante con el Campus Universitario de Guajara. El edificio fue diseado por lo arquitectos A. Perea Gonzlez, C. Gonzlez Rodrguez y E. Gordillo Denche. Se trata de un conjunto definido por la existencia de diferentes reas articuladas segn las funciones que cada una debe cumplir dentro de las tareas archivsticas, es decir, un rea privada, otra pblica y una re-servada. En su conjunto totaliza unos 5.916,20 m2 construidos. El edificio, situado paralelamente al Camino de la Hornera, desta-ca por su sencillez y naturalidad. El elemento base es el hormign arma-do visto. El acceso, tanto para vehculos privados y de servicio, como de peatones se sita en un solo punto controlable desde el centro de control y recepcin del edificio, localizado en el extremo Sur de la fachada.

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    Los visitantes acceden directamente a las puertas de entrada. Los vehculos particulares pueden hacerlo directamente a los aparcamientos correspondientes, mientras que los de servicio lo hacen con el rea de re-cepcin de documentacin, donde est la puerta de acceso correspon-diente que conecta directamente con los espacios destinados a limpieza, desinfeccin, desinsectacin y fumigacin, prximos, a su vez, al rea de clasificacin a travs del correspondiente montacargas. La organizacin interior del Archivo Histrico se articula en dos ejes verticales: uno, constituido por la columna de servicio interior, ya descrito, en el extremo Norte, y otro, en el extremo opuesto, que resuelve la circulacin de personas, tanto funcionarios como visitantes. Este ltimo sistema parte de un vestbulo en la planta baja alrededor el cual, en este nivel, disponemos de un puesto de control y recepcin. En el amplio vestbulo se sita tambin el saln de actos y la sala de exposiciones, entre otras dependencias. En el lado opuesto (extremo Norte) la dinmica de servicio se articula a travs de un ascensor-montacargas y una escalera interior que intercomunican los distintos espacios (cuarto de limpieza, aseos, salas de equipos de mantenimiento, etc.). La tres primeras plantas, destinadas a depsitos, se dividen en es-pacios independientes de 250 m2 cada uno, dotados todos de un sistema de puertas con retenedores elctricos que se liberan ante la menor alarma de incendios, cerrndose. La superficie total de almacenamiento es de 4.510 m2. Todos los depsitos estn dotados de estanteras mviles, cuya capacidad total de almacenaje es, aproximadamente, de 34 kms. lineales. La cuarta y ltima planta aloja, prcticamente, todas las reas de trabajo. Es decir, oficinas, rea de reprografa, de clasificacin, de restau-racin y, por supuesto, la de consulta. En esta ltima se ubica la Bibliote-ca Auxiliar, as como las salas de lectura de microfilmes. 2.1.3. HISTORIA ARCHIVSTICA DE LOS FONDOS DEL AHPTF Desde que a mediados de 1933 la Corporacin santacrucera ofreci local para la sede del Archivo, el archivero responsable comenz de inmediato los contactos con los distintos notarios, requirindoles informacin sobre el nmero de protocolos centenarios que obraban en poder de cada uno y el apresto de los mismos para prxima remisin.

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    En los primeros meses de 1934 el Archivo ya haba sido creado como tal, partiendo de las escrituras an custodiadas en el archivo de la Delegacin de Hacienda, pertenecientes a los conventos desamortizados, que fueron separadas del resto de los fondos de este archivo. La primera transferencia de documentacin notarial de la que tene-mos noticia tiene fecha 21 de marzo de 193618, y proceda del Distrito Nota-rial de La Laguna, cuyo responsable remiti un total de 1.717 legajos, los cua-les se ordenaron... cronolgicamente, y despus se fueron agrupando por notarios, quedando colocados en las estanteras. La segunda transferencia importante de esta documentacin aconteci el 6 de julio de 1940, momento en el que hizo lo propio el Distrito Notarial de Santa Cruz de Tenerife, en-viando 179 protocolos19. El responsable del Distrito de La Orotava comuni-c la inexistencia de protocolos centenarios bajo su responsabilidad20; lo mismo hicieron sus homnimos de San Sebastin de La Gomera21, Los Lla-nos de Aridane22 e Icod23. No tenemos noticias de lo acontecido con los Dis-tritos de Valverde y Santa Cruz de La Palma en estos primeros instantes. A partir de estos momentos las transferencias de la documenta-cin notarial se ha venido realizando peridicamente, conforme a la normativa vigente, desde todos los distritos de la Provincia, a excepcin de los correspondientes a La Palma. A partir de 1969, con el mentado Decreto 914, el Archivo co-menz a recibir la transferencia de la documentacin correspondiente a los rganos de la Administracin Central Delegada radicados en la Pro-

    18 . Parte Trimestral remitido a la Direccin del Archivo Histrico Nacional, Santa Cruz de Tenerife, 4 de julio de 1936. AHPT, Archivo, 1. 19 . Oficio del responsable del Archivo Histrico Provincial al Inspector General de Archivos, Santa Cruz de Tenerife, 27 de marzo de 1941. AHPT, Archivo, 1. 20 . Oficio de Javier Carvajal y Palma al responsable del Archivo Histrico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, La Orotava, 24 de marzo de 1934. AHPT, Archivo, 1. 21 . Oficio de Manuel Arteaga Alba al responsable del Archivo Histrico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, San Sebastin de La Gomera, 22 de marzo de 1934. AHPT, Archivo, 1. 22 . Oficio de Jos M Hernndez de Las Casas al responsable del Archivo Histrico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, La Orotava, 2 de marzo de 1936. AHPT, Archivo, 1. 23. Vase oficio de Eduardo Champn Lpez al Director del Archivo Histrico Nacional, Santa Cruz de Tenerife, 21 de febrero de 1936, cit. Respecto a la misma, empero, se informaba:me comunica el nota-rio que all no existen protocolos de ms de cien aos, y si bien esto es cierto, no lo es menos que los protocolos antiguos de este distrito se encuentran en Garachico custodiados por el Ayuntamiento, abar-cando desde principios del siglo XVI hasta mediados del siglo XIX, todo lo cual he podido comprobar personalmente. Esto es debido a que la Notara radicaba antes en Garachico, y despus fue trasladada a cercana villa de Icod, que adquiri mucha mayor importancia (ao 1860)....

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    vincia. Esta dinmica se intensific desde la instauracin de la Adminis-tracin Autonmica prevista en la Constitucin de 1978, momento en que la mayora de aquellos rganos desaparecieron. 2.2. ARCHIVO HISTRICO PROVINCIAL DE LAS PALMAS 2.2.1. CREACIN En 1931 se crean por el Ministerio de Justicia y de Instruccin Pblica y Be-llas Artes los Archivos Histricos Provinciales, punto de partida para el na-cimiento escalonado de estos centros de archivo24. Habran de pasar 17 aos desde la promulgacin del citado decreto para que el Archivo Histrico Pro-vincial de Las Palmas viera la luz y comenzase su lenta pero brillante anda-dura, no exenta de percances, unos ms lastimosos que otros. En 1947 el Presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria, don Ma-tas Vega Guerra, indiscutible impulsor de la creacin del Archivo Histrico Provincial, se dirigi al Gobernador Civil, que en aquel entonces ostentaba la presidencia del Patronato provincial para el fomento de los archivos, biblio-tecas y museos en su jurisdiccin, para transmitirle una vez ms su deseo y preocupacin por la necesidad imperiosa de crear el Archivo Histrico Pro-vincial de Las Palmas25, como nica solucin para la salvaguarda del patri-monio documental de la Provincia de Las Palmas, que se encontraba muy diseminado y, a veces, en un estado de conservacin poco recomendable. El traslado de este deseo al Ministerio de Educacin Nacional no se demor, as como tampoco la creacin del AHPLP. Tantos desvelos y esfuerzos no tardaron en ofrecer su apetecido fruto. El Ministerio de Educacin Nacional, por Orden de 20 de sep-tiembre de 1948, cre el AHPLP26. Y as fue, nace el Archivo Histrico Provincial de Las Palmas a impulsos del Presidente del Cabildo Insular y en cumplimiento del Decreto de 24 de julio de 194727, que dictamina la inmediata creacin de un Archivo Histrico Provincial en las capitales

    24 Para conocer con ms detalle la historia institucional de los Archivos Histricos Provinciales, al margen de todo lo hasta aqu dicho, consltese PREZ HERRERO, E.: El Archivo y e Archivero. Sus tcnicas y utilidad para el patrimonio documental canario. Islas Canarias, Viceconsejera de Cultura y Deportes, 1997, pp. 273 y ss. 25 Desde ahora ser nombrado con el acrnimo AHPLP. 26 BOE del 12 de octubre de 1948, p. 4.794. 27 Sobre ordenacin de los Archivos y Bibliotecas y del Tesoro histrico-documental y bibliogrfico, art. 34 (BOE de 17 de agosto de 1947).

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    de provincia donde no exista un Archivo General, Regional o de Chancillera y no contasen con el que se pretende crear. Antes de la publicacin en el Boletn Oficial del Estado de la Or-den de creacin, la correspondencia entre el Ministerio actuante y las au-toridades provinciales se sucedieron en una y otra direcciones. El mismo da de la Orden, el Director General de Archivos y Bibliotecas la traslad al Gobernador Civil y Presidente del Patronato provincial para el fomen-to de los archivos, bibliotecas y museos. Al tiempo dirigi idntico trasla-do a Benjamn Artiles, en aquel entonces director del archivo de la Real Audiencia de Canarias, que desde esa fecha tambin lo fue del reciente creado AHPLP, por cuanto en su art. 3 se nombra Director del citado Archivo al funcionario de Cuerpo Facultativo de Archivos, Bibliotecas y Arquelogos, a D. Benjamn Artiles Prez. El 7 de octubre de 1948, el recin nombrado director dirigi escrito al Director General de Archivos y Bibliotecas transmitindole la duda de qu autoridad debe darme pose-sin de dicho cargo, por ser este Archivo un centro autnomo e inde-pendiente28. Por ltimo, el 12 de octubre se public en el BOE la Orden de 20 de septiembre de 1948 por la que se crea el AHPLP con la finalidad de recoger en su seno los protocolos notariales de ms de cien aos de antigedad, la documentacin histrica de las Audiencias y Juzgados, de la Delegacin de Hacienda y de otras dependencias oficiales de la Provin-cia, s como la documentacin histrica que con el carcter de depsito le quieran hacer las corporaciones, organismos y particulares, para su mejor custodia, conservacin y estudio. En dicha Orden se nombra a su primer director, que ya ha sido mencionado; se determina que los costes que se produzcan sern atendi-dos por la Direccin General de Archivos y Bibliotecas; se felicita al Pa-tronato por su inters en la creacin del Archivo; y se excita el celo de los miembros de dicho Patronato y de cuantos forman parte del Cabildo Insular para lograr el acrecentamiento de los fondos documentales del nuevo Archivo, en el cual se aspira a reunir cuanta documentacin hist-rica referente a la Provincia de Gran Canaria29 se encuentra hoy dispersa,

    28 AHPLP: Archivo de Secretara. 29 As en el documento original. Lo correcto hubiera sido provincia de Las Palmas. Equvocos de este gnero suele ser bastante frecuente. Asimismo en el ttulo de la Orden de creacin del AHPLP se dice

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    sin posibilidad de ser atendida y en grave riesgo de desaparecer. La primera plantilla del AHPLP estuvo formada por cuatro perso-nas, insuficiente a todas luces para el reto y responsabilidades que se le otor-gaban30. Esta situacin no mejor con el tiempo, aun reconocindose el m-rito y el esfuerzo que requera la defensa de la memoria histrica de la Pro-vincia de Las Palmas, de sus instituciones y de sus gentes. Esta deficiencia, no resuelta pero si sentida con rubor, nunca se solucion porque nunca me-jor, aun con la presencia de catalogadores en algn momento determinado y no excesivamente dilatado. Es una herencia que durante tres generaciones se ha hecho palpable. Al presente, el nmero del personal adscrito al AHPLP es mayor, evidentemente, pero hay que tener en cuenta que el vo-lumen de los fondos documentales se ha multiplicado por cuatro, por lo que la relacin personal y volumen de documentos se mantiene. El AHPLP se inaugur, tras diferirse el acto en varias ocasiones, el mircoles 25 de enero de 1950 con la presencia de su director (D. Benjamn Artiles), el Presidente del Cabildo Insular (D. Matas Vega) y consejeros del mismo, el Gobernador Civil (D. Jos Garca Hernndez), el subjefe del Mo-vimiento (Sr. Quintana Marero), el Presidente de la Audiencia Territorial (Sr. Gmez Miranda), el Fiscal (Sr. Gandarias), el Alcalde de la ciudad (Sr. Her-nndez Gonzlez), el Decano del Colegio de Licenciados y Doctores (D. Joaqun Artiles), el Delegado de la Subsecretara de Educacin Popular (Sr. Jimnez Snchez), el apoderado del Tesoro Artstico Nacional (Sr. Cullen), varios notarios pblicos (Sr. Sosa, Sr. Zabaleta y Sr. Gimer), el Presidente del Museo Canario (Sr. Bentez Padilla) y la archivera de la Delegacin de Hacienda (Teresa Bahamonde)31. En el mismo ao de la creacin del AHPLP, en el mes de octubre, el Ministerio de Educacin Nacional, a peticin el Presidente del Cabildo Insu-lar de Gran Canaria, cre el Patronato del AHPLP para su mejor asistencia,

    Archivo Histrico Provincial de Las Palmas de Gan Canaria, cuando debera hacer dicho Archivo Histrico Provincial de Las Palmas. 30 No quiero silenciar los nombres y emolumentos de la primera plantilla en homenaje carioso a la im-portante labor que realizaron, que entre otros mritos est el de echar a rodar al AHPLP, cuyo impulso an hoy se siente. Estas personas fueron: Benjamn Artiles Prez, director, con 500 ptas. mensuales de gratificacin; Orlando Rodrguez Artiles, auxiliar mecanogrfico, con una gratificacin de 333,33 ptas.; Nelson Rodrguez Artiles, subalterno, con una gratificacin de 580 ptas.; y Dolores Gonzlez, limpiado-ra, con una gratificacin de 55 pesetas. 31 Diario La Provincia, de 26 de enero de 1950.

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    fomento y conservacin. Estuvo formado en su inicio (hoy no existe) por los siguientes cargos con voz y voto: Presidente (el del Cabildo Insular de Gran Canaria, que poda delegar en el Vicepresidente de dicha corporacin), cuatro vocales (el Presidente de la Audiencia Territorial de Canarias, el De-cano del Colegio Notarial de Canarias, un consejero del Cabildo Insular de Gran Canaria designado por su presidente y el Presidente del Museo Cana-rio), y un secretario (el Director del AHPLP)32. En el primer trimestre de ca-da ao, el Presidente del Patronato deba enviar una memoria a la Direccin General de Archivos y Bibliotecas del Ministerio para dar cuenta de las labo-res desarrolladas durante el ao anterior. En 1983 se firm un convenio entre la Administracin del Estado (Ministerio de Cultura) y el Gobierno de Canarias (Consejera de Cultura y Deportes) para la gestin de los Archivos Histricos Provinciales de titulari-dad estatal con sede en La Palmas de Gran Canaria y en Sana Cruz de Tene-rife33, en virtud del Real Decreto 3.355/198334 y el Estatuto de Autonoma de Canarias35. Por Resolucin de 9 de marzo de 198936, la Viceconsejera de Cultu-ra y Deportes del Gobierno de Canarias acord denominar al AHPLP en lo sucesivo como Archivo Histrico Provincial de Las Palmas Joaqun Blan-co, en homenaje a la memoria del ilustre investigador canario don Joaqun

    32 El primer Patronato estuvo formado por los siguientes miembros: Jos Garca Hernndez, Goberna-dor Civil de Las Palmas (presidente), Matas Vega Lpez, Presidente del Cabildo Insular de Gran Cana-ria (vicepresidente 1), Francisco Hernndez Gonzlez, Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria (vice-presidente 2), Joaqun Artiles, catedrtico del Instituto de Las Palmas (tesorero), Benjamn Artiles P-rez, director del Archivo Histrico Provincial de Las Palmas (secretario), Desgracias Rodrguez y Ma-nuel Luezas del Valle, catedrticos del Instituto de Las Palmas (vocales), Sebastin Jimnez Snchez, Simn Bentez Padilla y Nstor lamo (vocales designados por el Museo Canario) y Teresa Bahamonte Valencia, jefa del Archivo de la Delegacin de Hacienda (vocal). 33 Resolucin de 14 de diciembre de 1984, de la Secretara General Tcnica, por la que se da publicidad a los convenios entre la Administracin del Estado y determinadas Comunidades Autnomas para la gestin de Museos, Archivos y Bibliotecas de titularidad estatal (BOE, n 16, de 18 de enero de 1985). Con posterioridad se publico el mismo texto en el BOCA: Resolucin de 7 de junio de 1985, de la Se-cretara General Tcnica, por la que se dispone la publicacin de los convenios suscritos entre el Minis-terio de Cultura la Consejera de Cultura y Deportes del Gobierno e Canarias, el 24 de septiembre de 1984, sobre gestin de los archivos y museos de titularidad estatal y sobre gestin de las bibliotecas de titularidad estatal (BOCA, n 84, de 12 de julio e 1985). 34 Real Decreto 3.355/1983, de 28 de diciembre, sobre traspaso de funciones y servicios del Estado a la Comunidad Autnoma de Canarias en materia de cultura (BOE de 27 de enero de 1984 y BOCA n 5, de 8 de febrero de 1984). 35 Ley Orgnica 10/1982, de 10 de agosto, de Estatuto de Autonoma de Canarias, tit. II, art. 33, letra b). 36 BOC n 117, de 30 de agosto de 1989.

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    Blanco Montesdeoca, director del AHPLP durante veinte aos (desde agos-to de 1968 hasta diciembre de 1988, en que se jubil37). 2.2.2. SEDES En los primeros aos de sus existencia, el Cabildo Insular se ocup de proveerle de un local donde ubicarse, aunque su titularidad fuese la del por aquel entonces Ministerio de Educacin y Ciencia (hoy Ministerio de Cultura). Lo que en un principio fue una medida temporal de colabora-cin y ayuda, se convirti con el tiempo en algo acostumbrado y perma-nente, pues hasta el ao 1987 el AHPLP no cont con un edificio propio, exento y costeado por el Ministerio de Cultura, su titular desde 1948. Durante sus primeros cuatro aos tuvo residencia en la calle Murga 42, en el barrio de los Arenales de Las Palmas de Gran Canaria, a la espera de que se terminasen las obras que se estaban realizando en el edificio llama-do Casa de Coln. Este primer local fue facilitado (al igual que lo seran los siguientes) por el Cabildo Insular de Gran Canaria, quin, adems, coste las reformas necesarias para hacerlo apto al fin a que se destinaba y la construc-cin de una estantera adosada a las paredes de la estancia, ms otra a dos ca-ras en el centro de la misma donde albergar la rica y abundante documenta-cin que se iba acumulando. Adems dot con 30.000 ptas. anuales al Ar-chivo, de las cuales 25.000 ptas. fueron destinadas al pago de las nminas del personal y 5.000 ptas. para sufragar el material necesario para el desarrollo de las labores del Centro. La Direccin General de Archivos y Bibliotecas no estuvo ausente en el impulso inicial del AHPLP y concedi 17.000 ptas. para adquirir el pertinente mobiliario38. Como en este mismo ao se transfiri la documentacin secular (la ms antigua era de 1526) del Archivo de la Real Audiencia al recin creado AHPLP, el espacio y utilizacin del archivo fuente qued holga-

    37 Don Joaqun Blanco Montesdeoca falleci al mes de su jubilacin (29 de enero de 1989), prdida prematura que trunc muchas ilusiones y dej inconclusos trabajos de gran mrito, que por desgracia ya nunca vern la luz ni de ellos se aprovechar la cultura. 38 AHPLP: Archivo de Secretara. Memoria del ao 1948. Despacho para la Direccin compuesto de mesa, librera, un silln, cuatro sillas, una lmpara de buena calidad y excelente factura, un tresillo com-puesto de sof, dos sillones, una mesa, y un cuadro del Generalsimo, tambin de muy buena calidad y factura. Una mesa y silla para el auxiliar; cuatro mesas excelentes para los investigadores, una slida y amplia de trabajo y ocho sillas buenas y fuertes; y finalmente una esplndida instalacin elctrica hecha con todas las seguridades para el rico material que alberga.

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    do, lo que permiti transferir junto con la documentacin un armario acristalado grande. El horario de apertura al pblico en el primer bienio de su vida fue vespertino, de 15 a 19 horas. En el primer trimestre de 1952, el AHPLP mud sus reales y se asent en el Palacio que la generosidad del Cabildo Insular ha levantado en la calle Coln, en el mismo lugar y conservando las mismas caracters-ticas arquitectnicas que tena otro entroncado en los primeros aos de la conquista y situado en lugar pletrico de historia islea, pues en su recin-to se estableci el Real de Las Palmas39. No obstante la majestuosidad del lugar, el edificio estaba an sin terminar, por lo que las salas palacie-gas destinadas al AHPLP, en un primer momento, no tuvieron la holgura y capacidad necesarias que alcanzaran andando el tiempo. De una habi-tacin con que contaba en la calle Murga, se pas a tener tres salas, una destinada a sala de lectura y de trabajo del personal no facultativo (auxi-liar administrativo y catalogadores), otra a custodiar ordenadamente los protocolos notariales centenarios, y la tercera destinada a contener la do-cumentacin trada del archivo de la Real Audiencia, asimismo destinada para despacho del director y sala de sesiones del Patronato del AHPLP. El abandono de las instalaciones, a todas luces temporal, del local de la calle Murga 42 fue bien aprovechado, por cuanto all se instal de inmediato la Biblioteca Provincial, que se adecu al espacio con pequeas reformas, y se form con el lote fundacional constituido por los libros de la Biblioteca del Cabildo, que su presidente Matas Vega cedi ntegra, y los de la biblioteca del Instituto de Enseanza Media de Las Palmas. Pero esto es otra guerra que atae a nuestros hermanos bibliotecarios, por lo que del tema nos retiramos cautelosos. Si bien es verdad que la inauguracin de la calle Murga 42 se hizo de rogar y tarda fue, en cambio la segunda sede no demor sino tres meses pa-ra su inauguracin junto con la del Museo de Pintura del Cabildo. El 18 de julio de 1952 se inauguraron las nuevas salas del ya no tan nuevo AHPLP en la Casa de Coln (calle Coln n 1)40. En esta segunda sede el horario de apertura se vio ampliado, abriendo sus puertas a investigadores y a visitas de turistas desde las 9 hasta las 13,30 horas. Por la tarde se abra tambin el

    39 AHPLP: Archivo de Secretara. Memoria del ao 1952. 40 Diario La Falange, martes 15 de julio de 1952.

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    archivo tres horas (de 18 a 21 horas), pero solo para investigadores, pues por las tardes la escasez de personal subalterno no permita ocuparse de los turis-tas. El Presiente del Cabildo pretendi que los visitantes a la Casa de Coln pudieran visitarlo de 18 a 21 horas, pero el Ministerio lo consider improce-dente alegando que si para ello es necesario que se haga cargo de las llaves del archivo el portero del Cabildo, es imposible acceder a dicha pretensin, ya que solamente el personal del archivo puede tener dicha llave41. En 1963 el AHPLP emprendi de nuevo viaje rumbo a una nue-va residencia, pero sin salir de la Casa de Coln esta vez, y ocup un nuevo lugar situado en la Plaza del Pilar Nuevo, frente a la trasera de la Catedral. El cambio fue beneficioso por ser ste ms espacioso, ventila-do, luminoso y porque el Cabildo Insular de esta isla generosamente lo ha acondicionado con decencia y decoro y al mismo tiempo le ha pro-porcionado estanteras metlicas de muy buena calidad y con capacidad para distribuir los fondos actuales y los que puedan ingresar en un lapso de tiempo bastante largo42. Mas esta bonanza no fue muy duradera, pues en un informe (ca-rece de fecha) emitido por Joaqun Blanco Montesdeoca, director del AHPLP en aquella fecha desconocida (por lo que se debe fechar despus de 1968) el local, de unos 240 m2, ya se consider inadecuado por no ca-ber ms estantera ni documentacin, inundarse la sala de lectura con re-lativa frecuencia y estar expuesto al polvo de la calle.

    Con el tiempo, estos depsitos se fueron haciendo pequeos, o, mejor dicho, aumentando la documentacin, por lo que la Casa de Co-ln, una vez ms, tuvo que acudir con su innegable mrito en ayuda del AHPLP ofrecindole, en este caso, una cuarta habitacin donde poder depositar la documentacin. Las estanteras metlicas, tambin ofrecidas por el Cabildo Insu-lar, venan a cubrir unos 1.204 mts. lineales, no suficientes en los ltimos aos, pero imposible de ampliar, ya que los mdulos montados ocupaban prcticamente el espacio disponible y amenazaban con irrumpir en la sala de lectura, desde donde se las vea aumentar amenazadoramente. Alguna,

    41 AHPLP: Archivo de Secretara. Carta de Jos de la Pea a Benjamn Artiles desde el Archivo General de Indias, Sevilla, a 24 de noviembre de 1954. 42 AHPLP: Archivo de Secretara. Memoria del ao 1963.

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    por ser pequea, consigui penetrar en este espacio arrinconando an ms a los investigadores que, persistentes en su empeo, no encontraban excusas suficientes para cejar en sus estudios y lecturas. El despacho de direccin (prolongacin de la sala de lectura, de los depsitos en casos de urgencia y biblioteca) daba al vestbulo mencionado y a la sala de lectura, por lo que en no pocas ocasiones fue paso obligado de los lectores que entraban o salan del Archivo, cuando no recepcin de tu-ristas que en su afn de visitar el Museo de la Casa de Coln se introducan en demanda de informacin. Dado que el vestbulo y el resto de las dependencias se encontraban a nivel de la calle, a la que daban sin el ms mnimo obstculo, en ocasiones se recibi la visita de palomas que penetraban caminando por el recibidor buscando el frescor interior. Y lo que en un principio pareca suficiente, una habitacin en la calle de Murga, tres en la calle de Coln n 1 y cuatro en la Plaza del Pilar Nuevo, pronto la realidad vino a demostrar la necesidad de un edificio propio, am-plio y moderno. Bastantes aos tuvieron que transcurrir, sin embargo, antes de que esta ansa tuviera el reconocimiento oportuno por parte de la Admi-nistracin. La situacin era tal (falta de espacio, archivos condenados a la es-pera de poder contar con espacio suficiente para poderse transferir, lectores hacinados e incluso de pie por falta de sillas, y un largo etc.) que el Ministerio de Cultura consider oportuno proceder a la construccin de un edificio amplio, moderno y con todos los elementos necesarios para su desarrollo y labor social. Pero esto ya es otro captulo43. Desde el ao de 1968, Joaqun Blanco Montesdeoca asumi la di-reccin del Archivo, direccin que ostentara ininterrumpidamente hasta diciembre de 1988 en que caus baja por jubilacin. Desde los primeros momentos hizo pblica la necesidad de un local adecuado que reuniera las condiciones ptimas para albergar el legado documental canario. Tra-baj en ello con tanto empeo y denuedo que al final logr la meta pro-puesta. En 1987, se inaugur un esplndido edificio de nueva planta en su interior con fachadas del siglo XVIII, en la Plaza de Santa Ana, que cuenta con creces con los elementos y dependencias administrativas y de

    43 El texto que describe el AHPLP en su ltima y actual ubicacin en la Plaza de Santa Ana ha sido sa-cado de PREZ HERRERO, E: El Archivo y el Archivero. Sus tcnicas y utilidad para el Patrimonio Documental Canario. Islas Canarias : Viceconsejera de Cultura y Deportes, 1997, pp. 278 y ss.

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    servicios propios de un centro de esta importancia (actual sede). Pero antes, la Comisin de Gobierno del Cabildo Insular de Gran Canaria, en reunin celebrada el 15 de junio de 1983, adopt por una-nimidad la iniciacin de expediente de cesin gratuita al Estado Espaol (Ministerio de Cultura) de la Casa Viera y Clavijo, sita en la Plaza de Santa Ana nm. 4, de esta poblacin, con destino a la instalacin en ella del Ar-chivo Histrico Provincial, de conformidad a lo pactado en la estipula-cin primera, punto 5, del convenio suscrito entre este Cabildo Insular y el Ministerio de Cultura, con fecha 22 de noviembre de 1980, sobre co-operacin cultural y asistencia tcnica y artstica... Asimismo, se har constar, como clusula especial, que si el servicio para el cual se cede el inmueble fuera transferido a la Comunidad Autnoma, la titularidad do-minical revertir a esta Corporacin Insular. En marzo de 1982 se firm el convenio entre el Ministerio de Cultura y el Cabildo Insular. La dona-cin se acept por el Consejo de Ministros en diciembre de 1984 (Real Decreto 4.426/1984). En las estipulaciones se puntualiza una vez ms el destino inviolable para Archivo Histrico Provincial. El actual edificio del archivo fue construido a fines del s: XVIII por Jos de Viera y Clavijo, Arcediano de Fuerteventura, primer historia-dor cientfico de Canarias, y su hermano Nicols sobre el solar de la casa del den Zoilo Ramrez. La obra de los hermanos Viera comenz en 1785 y termin en 1789. Posiblemente existan razones para atribuir su construccin al arquitecto Diego Nicols Eduardo y Ro44, si se conside-ran las mediciones que ste tom de esta casa y de la existencia de un pe-ritaje en que intervino Eduardo, a cuyas resultas se decidi demoler la an-tigua y arruinada y levantar la actual45. Por resolucin de 24 de mayo de 1982 de la Mesa de Contrata-cin del Ministerio de Cultura, las obras de reforma para adecuar el edifi-cio para Archivo Histrico Provincial salieron a concurso subasta con un presupuesto mximo de 82.806.001 ptas. Fue adjudicado con fecha 15 de

    44 Prebendado y arquitecto canario (1733-1798), entre otras obras, fue constructor de la Catedral de Santa Ana en Las Palmas de Gran Canaria. 45 Para mayor detalle de estos extremos, vase: MARTIN RODRIGUEZ, F. G.: Arquitectura Domstica Canaria.- Santa Cruz de Tenerife: ACT, 1978, pp. 271-272; BEAUTELL STROUD, F: El arquitecto Eduardo. 1733-1798. En: La Laguna - Gran Canaria. [La Laguna]: Ediciones Canarias, 1997. pp. 117-138.

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    junio de 1983 en la cantidad de 82.557.593 ptas., lo que supuso una baja de 248.418 ptas. sobre el presupuesto de licitacin. Los trabajos comen-zaron el 14 de julio de 1984 con un plazo de 18 meses para la termina-cin de la obra. En enero de 1984, la Direccin General de Bellas Artes y Archivos autoriz la redaccin de un proyecto reformado, habida cuenta de que en el de remodelacin no figuraban ciertos puntos de inters a considerar, y a causa de ciertas modificaciones forzosas por la existencia de una habitacin perteneciente al edificio colindante que incida al pro-yecto en las plantas stano, baja y primera. El presupuesto de ejecucin de obra qued cerrado en 98.996.309 pesetas. El propsito principal del proyecto fue conservar las fachadas del edi-ficio, dado su conocido inters histrico-artstico, y reconstruir el interior en su totalidad para adecuarlo a los fines perseguidos por el nuevo uso que se iba a dar al inmueble. Se estabilizaron las fachadas antes de proceder a la demoli-cin, y se desmontaron los elementos recuperables, como los cercados, hojas y fraileros de las ventanas y las columnas torneadas que sustentaban el patio cen-tral. Una vez demolido el interior del edificio, se excav su planta, con lo que se obtuvo un stano bajo nivel de calle. Las alturas de los forjados se cambia-ron con el consabido respeto a los vanos de ambas fachadas, lo que permiti aadir dos plantas ms a la distribucin original, obtenindose un edificio de tres plantas en fachada principal pero con seis en su interior, con el consi-guiente aumento de metros cuadrados y, por lo tanto, de metros lineales de es-tanteras. El edificio, tras los aumentos de plantas en interior, alcanza los 2.157,66 metros cuadrados de superficie ocupada, es decir, 774,05 mts2 ms que el edificio demolido. De ellos, 1.431 mts2 estn destinados a depsitos do-cumentales y 726,66 a despachos, reas pblicas, talleres y dems servicios. En el momento de proceder a su adecuacin para poder someterlo al fin propuesto, los muros eran de mampostera en aparente buen estado y los forjados de madera de tea. Presentaba un patio central con galera cerrada soportado por ocho columnas de madera. Su estructura interior, reformada en ocasiones, era de viviendas, aunque en sus ltimos tiempos se destin la planta baja a oficinas del Ayuntamiento capitalino y luego a depsito de fon-dos bibliogrficos de la Casa de Coln. Las plantas superiores se encontra-ban abandonadas por su estado precario de conservacin. El rea dedicada a depsitos se concibi como zona amplia, lo ms

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    difana posible, por lo que se evitaron las divisiones interiores que impidie-ran el mximo aprovechamiento de la superficie dedicada a este uso. Bajo es-ta concepcin se dedicaron a este menester las seis plantas del edificio, salvo la parte correspondiente a servicios, administracin y reas pblicas. En to-dos los depsitos se instal el sistema de estantera mvil sobre guas empo-tradas en el suelo y accionable mediante volante de reduccin. Con ello se obtuvo el mximo rendimiento del espacio, al tiempo que se confera mayor seguridad a la documentacin, no slo contra el fuego, sino tambin contra la suciedad ambiente, tan propia de los archivos convencionales o de estan-tera fija. El total de metros lineales de los depsitos asciende a 8.241,50 mts. en su disposicin regular de cinco baldas por unidad y cuerpo. Se ha observado una estricta separacin entre la zona de los de-psitos y las restantes dependencias, siempre en este tipo de edificios. Cada uno de los depsitos cuenta con un nico ingreso cerrado por puer-ta doble ignfuga de chapa lisa a dos caras con mirilla, que a manera de cortafuegos impide la propagacin del mismo, bien proceda el conato de incendio del interior como del exterior del depsito. Estn protegidos contra el fuego por un sistema de gas haln de disparo automtico con posibilidad de accionarse a mano y por extintores manuales ubicados es-tratgicamente. Se construyeron con placas de hormign carentes de to-do revestimiento de madera, falsos techos de escayola y dems elementos decorativos o de ocultacin de estructura en evitacin de riesgos que pu-dieran facilitar la propagacin del fuego. Dado que la funcin bsica del depsito es la de conservar con la mayor seguridad posible los documen-tos, se han concebido bajo este prisma, abandonando todo aspecto deco-rativo superfluo y todo material que no fuese el hormign y similar (te-cho, paredes) y metal (estantera, puertas). El rea reservada a despacho de direccin, administracin y zona de trabajo del personal ocupa un espacio mnimo adecuado, pues la idea fija siempre ha sido destinar el mayor espacio posible para depsitos. La sala de lectura mide 63,96 mts2. y tiene un aforo de 28 investiga-dores, distribuidos en seis mesas de amplias dimensiones. Los lectores dis-ponen a su alcance los oportunos instrumentos de descripcin documental, un cuadro de fondos por donde encauzar sus bsquedas, un pequeo fondo bibliogrfico compuesto de diccionarios y enciclopedias para resolver de in-

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    mediato ciertas dudas de lxico y similares, los ficheros de la biblioteca auxi-liar del Centro, lmparas de luz negra, lectores de microfilmes y microfichas y un ordenador para consultar los fondos digitalizados. Dentro de las reas sociales, el archivo cuenta con un saln de actos polivalente, en la planta baja, junto a la puerta principal de entrada, y abierto al recibidor, de 63,96 mts2., con un aforo de 50 personas, que sirve de saln de actos culturales, cursillos, exposiciones, conferencias, visitas dirigidas, etc. Asimismo, se dispone de una zona de talleres, separada de las restantes, des-tinada a restauracin, encuadernacin, microfilmacin y fumigacin. Las caractersticas del edificio y su contenido hacen necesario no escatimar, y menos olvidar, el captulo de seguridad contra incendios. Como primera medida se ha tendido a la separacin absoluta entre los depsitos y las restantes zonas, comunicadas entre s por vestbulos de independencia cerrados por puertas de metal a modo de cortafuegos. Las paredes que los delimitan son de bloque macizo de hormign con morte-ro de vermiculita. Un moderno sistema de extincin protege los depsi-tos documentales de cualquier conato de incendios. No tard mucho el edificio en ver repletos sus depsitos y estan-teras, a raz de lo cual el Ministerio de Cultura procedi a la compra de un edificio colindante para destinarlo como prolongacin de los depsi-tos agobiados con excesiva carga documental del edificio principal. Al presente (noviembre de 2008), est en construccin. 2.2.3. HISTORIA ARCHIVSTICA DE LOS FONDOS DEL AHPLP Una vez creado el AHPLP, no tard mucho en empezar a recibir la do-cumentacin histrica de la Provincia, que se encontraba por aquel en-tonces un poco dispersa y en estado precario, tanto en lo que se refiere a su conservacin, como a su organizacin, descripcin y uso. En 1948 ingresaron los primeros protocolos notariales centena-rios de la Provincia en cumplimiento de la Orden de creacin del AHPLP. No tard este primer fondo en verse acompaado por el fondo histrico del Archivo de la Real Audiencia compuesto por 256 legajos con 2.608 documentos histricos de la Audiencia ya inventariados46. Los

    46 AHPLP: Archivo de Secretara. Memoria correspondiente al ao 1948 Fecha de la memoria: 3/01/1949.

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    documentos ingresados estaban en un estado lamentable de desorden y suciedad que, antes de proceder a su instalacin por orden cronolgico, se tuvieron que limpiar cuidadosamente y envolver en unas cubiertas de fuerte papel poniendo en el lomo las indicaciones precisas para su identi-ficacin. A posteriori de estas labores higinicas y de orden, se comenz su inventario para lo que se tuvo que realizar un examen cuidadoso de cada legajo. Se pudo comprobar que el contenido de muchos de ellos no corresponda al escribano o al ao que expresaban muchas de las cubier-tas primitivas47, situacin que de vez en cuando an se nos ofrece. En 1950 se termin el inventario de los protocolos de la Provin-cia, a falta de los de la isla de Fuerteventura que tena en depsito el Mu-seo Canario. Estos protocolos, al quedar vacantes los tres oficios de es-cribanos de Fuerteventura, fueron depositados en el Ayuntamiento de Antigua en 1850 por orden de la Real Audiencia de Canarias, hasta que en 1930 se entregaron en calidad de depsito al Museo Canario. En el ao 1952, ya creado el AHPLP, y tras tres aos completos de conversa-ciones y de promesas relativas a la entrega de los mencionados protoco-los notariales de Fuerteventura, qued certificada la recepcin de esta do-cumentacin (el 23 de enero) por el Director del AHPLP a la Jefe tcnico del Archivo del Museo Canario, que por aquel entonces lo era Aurina Rodrguez Galindo, de entraable recuerdo. La documentacin se entre-g en perfectas condiciones de limpieza, en correcto orden y con una re-lacin clasificada cronolgicamente por oficios de escribanos48. En 1950 naci el proyecto de que los ayuntamientos entregaran en depsito al AHPLP su documentacin histrica que no pudieran con-servar con las suficientes garantas. En la materializacin de este plan, se volcaron (sin xito al parecer) el Patronato del AHPLP, el Cabildo Insu-lar de Gran Canaria y la Direccin General del Ministerio de Educacin. Mas a pesar de unas primeras impresiones favorables, el xito brill por su ausencia, pues ningn municipio prest atencin al conveniente pro-ceder, al menos, por el momento, salvo alguna que otra contestacin al respecto, pero siempre sin alcanzar el esperado resultado. 47 AHPLP: Archivo de Secretara. Informe sobre el estado del Archivo Histrico de Protocolos de Las Palmas a 1 de mayo de 1949. Fecha del informe: 04/05/1949. 48 AHPLP: Archivo de Secretara. oficio del director del Archivo Histrico Provincial de Las Palmas a Aurina Gonzlez Galindo. Su fecha: 28/01/1952.

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    En 1953 una nueva actividad se hizo patente por necesaria y ur-gente, la conservacin fsica de los documentos, pues el estado de gran parte del fondo era deplorable. En verdad, una limpieza detenida logr librarlos de la polilla, mas no fue suficiente esta medida purificadora, por lo que por vez primera se habl de restaurar los documentos ms importantes y ms antiguos. En 1954 la capacidad de las estanteras casi se agot tras la incor-poracin de 1.200 legajos de pleitos del Archivo de la Real Audiencia, lo que puso en peligro evidente con dejar fuera los prometidos depsitos de los ayuntamientos y centros de beneficencia de la Isla. Con el tiempo se vera que estas promesas no se cumplieron, salvo el caso del Ayuntamien-to de Las Palmas de Gran Canaria, como luego se ver. En 1956 se incorporaron importantes fondos como el de Con-ventos desamortizados y el fondo denominado Audiencia de Sevilla. Este ltimo est compuesto por los pleitos que fueron remitidos a la Au-diencia de Sevilla por tratarse en ellos de asuntos que, tanto en lo Civil como en lo Criminal, traspasaban los lmites a que se extenda la compe-tencia de la Real Audiencia de Canarias. El Cabildo Insular de Gran Ca-naria, representado por Miguel Santiago Rodrguez, se hizo cargo en Sevi-lla de dichos fondos para su traslado al AHPLP49. La documentacin de los conventos desamortizados ingres en el AHPLP en este mismo ao procedente del Archivo de la Delegacin de Hacienda de Santa Cruz de Tenerife, donde se encontraba a la sazn. Tres aos antes a este ingreso importante, una nueva llama encendi el in-agotable afn de recoger la documentacin escapada del rea de la Provincia de Las Palmas. Una vez ms, Benjamn Artiles, director incansable en la bsqueda de documentos histricos, reclam la necesaria autorizacin para recoger del Archivo de la Delegacin de Hacienda de Santa Cruz de Teneri-fe, donde actualmente se hallan depositados los legajos que contienen do-cumentos interesantsimos relativos a los antiguos conventos de esta Provin-cia, que en la poca de la Desamortizacin se depositaron en el mencionado

    49 Se desconoce el acta de entrega del fondo Audiencia de Sevilla que se cita en el oficio de 27 de abril de 1956 dirigido por el Cabildo Insular de Gran Canaria al Director conservador de la Casa de Coln de Las Palmas.

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    Archivo donde se hallan an sin inventariar50. Tras una conversacin amis-tosa entre Emma Gonzlez Ynes, directora del Archivo de Hacienda de Santa Cruz de Tenerife, que tambin lo era del Archivo Histrico de dicha provincia, y su homnimo de Las Palmas (Benjamn Artiles Prez), no sin cierto pesar por parte de la primera, se procedi a la devolucin del fondo y su ingreso en el AHPLP. En 1957 tuvieron ingreso los importantes archivos privados de los hermanos Len y Castillo, el uno correspondiente a Fernando (polti-co), el otro a Juan (ingeniero). Ambos entregados por los familiares para su mejor custodia y conservacin. En 1958 se acrecent el fondo del AHPLP con el no menos intere-sante archivo de Leopoldo Matos y Massieu, gran hombre canario y Minis-tro de la Corona en los ltimos aos de la Monarqua y que encontr alevosa muerte en Fuenterraba en los comienzos de nuestra Guerra de la Libera-cin. Para el estudio e investigacin de esta interesante serie de documentos, subvenciona asimismo el Cabildo Insular a una Seorita, que realiza su traba-jo a las rdenes y bajo la direccin del que suscribe (Benjamn Artiles)51. Posteriormente, la Casa de Coln hizo depsito de la documenta-cin que posea procedente del Ayuntamiento de Las Palmas, el archivo de la familia Sall Tascn y la documentacin del antiguo Registro de Hipotecas de Telde. En 1979 ingresaron por transferencia la documentacin ms anti-gua de la Delegacin Provincial de Hacienda, del Gobierno Civil y la serie de Amillaramientos. Y as sucesivamente el resto de los fondos: Juzgado de Primera Instancia de Gua, Censo de Poblacin del Instituto Nacional de Estadstica, ms protocolos notariales, Asociacin Arte y Deporte, etc. A partir de 1985 se recibieron nuevas colecciones documentales, aunque desde esta fecha ya ingresaron en el nuevo edificio de la Plaza de Santa Ana. Cabe sealar los archivos de la Seccin Femenina, Delegacin de Comercio, Delegacin Provincial de la Familia, Delegacin Provincial de Cultura, Servicio Provincial de Informacin y Asesoramiento de las Corpo-raciones Locales, archivos del diario Eco de Canarias, Planes Provinciales, Gobierno Civil, Colegio Oficial de Ingenieros Tcnicos Industriales, Delega-

    50 AHPLP: Archivo de Secretara. Informe sobre problemas y aspiraciones del Archivo. Su fecha: 07/04/1953. 51 AHPLP: Archivo de Secretara. Memoria correspondiente al ao 1958.

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    cin Provincial de Excombatientes y Divisin Azul, Instituto Canario de Es-tadstica, Juzgado de Menores, Delegacin Provincial del Ministerio de Co-mercio, Centro Meteorolgico Territorial de Canarias Orientales, Delegacin del Gobierno en Fuerteventura, Instituto Nacional de Estadstica, Registro de la Propiedad de Arrecife y Lanzarote, Antigua Contadura de Hipotecas de Gua, Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias, Colegio Oficial de In-genieros Industriales, Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y otros ms, que no hace necesaria su inclusin, dado que todos figuran en el cuadro de clasi-ficacin del AHPLP que se incluye a continuacin. En los ltimos aos, y ya en uso el nuevo Archivo, a raz de las transferencias de Cultura al Ente Autonmico, comenz el ingreso de documentacin emanada de esta Administracin, o a ella transferida, co-mo el archivo de la A.I.S.S., entre otros. 2.2.4. DUPLICACIN DE FONDOS DOCUMENTALES DE OTROS ARCHIVOS El AHPLP no solo se contenta con aumentar sus fondos documentales con archivos endgenos, sino que tambin se interesa por otros archivos residen-tes y conservados fuera de las Islas. De tal suerte, ha puesto en prctica un proyecto plural de digitalizacin de documentos que persigue una doble acti-vidad y sus correspondientes resultados. La primera actividad es digitalizar los fondos propios para preservarlos fsicamente del uso diario a que quedan expuestos al ser consultados por los investigadores, y al tiempo permitir el acceso a la informacin a travs de la visualizacin de las imgenes en panta-lla de ordenador. La segunda actividad es la de recopilar en soporte digital o microgrfico aquellos documentos de inters para Canarias que se encuen-tran en otros archivos insulares, peninsulares y extranjeros, para ofrecrselos a los investigadores y favorecer el estudio del pretrito de las Islas. En resumidas cuentas, la reproduccin de la imagen de los documen-tos, bien sea en microfilm o por digitalizacin, ofrece varias ventajas irrefutables como permitir la consulta de los documentos sin necesidad de recurrir a los originales; salvaguardar las fuentes primigenias, ya que una vez reproducidas por cualesquiera de estos sistemas, huelga su manejo para su consulta; facilitar la posibilidad del intercambio de copias digitales, por lo que un archivo podra contar, adems de con los fondos propios, con los de otras instituciones simila-res, o la creacin de archivos de imgenes pero sin documentos; conservar la

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    informacin ante la prdida del documento original; permitir la consulta de do-cumentos desde remotos puntos de acceso; eliminar los riesgos de prdida de documentos; eliminar la cultura de las fotocopias; evitar el desgaste por abra-sin y uso de los documentos originales; permitir el intercambio de informa-cin; posibilitar la creacin de archivos de imgenes pero sin documentos. En la materializacin de este proyecto se han digitalizado los siguien-tes fondos y/o series documentales: series documentales custodiadas en el Archivo Histrico Provincial de Las Palmas (protocolos notariales, expe-dientes de la Audiencia, series del Ayuntamiento de Las Palmas); fondos de inters para Canarias conservados en otros archivos como: Archivo de Ma-tanzas (Cuba), Archivo Histrico Nacional de Madrid, Archivo General de Indias de Sevilla y ayuntamientos de la Provincia de Las Palmas. El fin ltimo del fruto de la digitalizacin es, sin lugar a dudas, su incorporacin en Internet, para que desde puntos remotos se pueda ac-ceder a la informacin sin necesidad de desplazarse a la sala de lectura AHPLP. Se acceder desde la pgina Web del AHPLP al o los enlaces que para ello se establezcan. 3. CUADROS DE CLASIFICACIN DE LOS ARCHIVOS HISTRICOS PROVINCIALES 3.1. CUADRO DE CLASIFICACIN DEL ARCHIVO HISTRICO PROVINCIAL DE SANTA CRUZ DE TENERIFE

    Cronologa u.i.

    0. Antiguo Rgimen 1. Alcaldas de la Isla de Tenerife 1. Isla de Tenerife 1.1. San Cristbal de La Laguna 1527-1842 5 1.2. Daute 1500-1846 116 1.3. Icod 1580-1899 49 2. Jueces de Residencia 1580 1 1. Archivos Pblicos 1.1. Judiciales 1.1.2 mbito Provincial Audiencia Territorial 1913-195552 1.067 1.1.3 Jurisdiccin Especial de Responsabilidades Polticas53

    52 Tiene documentacin acumulada desde 1905.

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    Juzgado Instructor de Responsabilidades Polticas Santa Cruz de Tenerife54

    1939-1942

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    Juzgado Civil Especial 1939-1942 1 Comisin Provincial de Incautacin de Bienes 1937-1939 1 Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife 1941-1962 1 Comisin Liquidadora de Responsabilidades Polticas 1945-1961 1 Tribunal para la represin de la Masonera y el Comunismo 1943-1963 2 Juzgado Primera Instancia e Instruccin n uno de Santa Cruz de Tenerife

    1952-1960 1

    Comisin de Aplazamiento de Pagos 1937 1 Comisin bando 25/11/1936 Comandante General de Canarias 1937 1 1.1.4. mbito de partido55 Juzgado de Santa Cruz de Tenerife 1851-196156 1.077 Juzgado de San Cristbal de La Laguna 1835-195457 1650 Juzgado de Granadilla de Abona 1870-1988 668 1.1.5. mbito de Distrito Juzgado de Valverde 1795-196658 780 Juzgado de Gmar 1877-2000 1.2. De la fe pblica 1.2.1. Notariales 1.2.1.1.Seccin Histrica de Protocolos del A.H.P.T

    Protocolos notariales. Distritos: San Cristbal de La Laguna 1505-1908 1777 La Orotava 1520-1908 1256 Icod de los Vinos 1511-1908 641 Santa Cruz de Tenerife 1546-1908 775 Granadilla de Abona 1871-1908 47 San Sebastin de La Gomera 1871-1908 16 Vallehermoso 1871-1908 6 Valverde de El Hierro 1871-1908 15

    1.2.1.2.Protestos de documentacin de giro. Distrito: La Laguna 1968-1993 650 1.2.2. Registrales 1.2.2.1.Contadura de Hipotecas. Partidos judiciales:

    San Cristbal de La Laguna 1543-1862 49 La Orotava 1850-1862 50 Santa Cruz de La Palma 1768-1863 45 Santa Cruz de Tenerife 1615-1862 28

    1.2.2.2.Registros de la Propiedad. Partidos judiciales: La Orotava 1905-1908 1 Santa Cruz de La Palma 1863-1886 15

    1.3. Admin