testigo de sueños
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Compendio de escritos cortos que abarca poesía y reflexión, acompañados de fotografías.TRANSCRIPT
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TESTIGO DE SUEÑOS
Manuscrito sujeto a cambios en la diagramación.
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TESTIGO DE SUEÑOS GINA FRANCO MORA
Manuscrito sujeto a cambios en la diagramación.
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Todos los derechos reservados.
Prohibida la reproducción total o
parcial de esta obra por cualquier
medio sin permiso escrito del autor.
Título: Testigo De Sueños
© 2010, Gina Franco Mora
Fotografías interiores y de cubierta:
Gina Franco Mora
Impreso en República Dominicana
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DEDICATORIA
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PRÓLOGO
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PRÓLOGO
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AMOR ESCONDIDO
Cuando volemos los dos al otro lado del mundo,
por fin podré mirarte con francos ojos de amor.
Sin tener que escondernos de nadie
mostraremos nuestra pasión.
Lejos de todo conocido
te enseñaré lo que es un amor prohibido.
Tú y yo nacimos para los dos,
que el tiempo se equivocó, no tiene que ver conmigo.
Yo te amo, ven a mi lado,
todavía estamos a tiempo.
Disfrutemos lo vivido sin vergüenza ni remordimiento.
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SIN RESPUESTA
Hoy tengo ganas de saber.
La curiosidad despierta.
Preguntas en la punta de la lengua.
Hoy investigo el porqué de cada detalle.
Cada gota de lluvia.
Cada mota de polvo.
Cada mirada extraviada.
Cada señal confusa.
Cada cosa que simplemente no tiene explicación.
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SEGUIR LUCHANDO
¿A dónde van los sueños luego de que se rinden?
¿Qué pasa cuando nuestras metas se empolvan en el olvido?
Difícil es enfrentar momentos
en los que sabes te vas a hundir,
y defender lo indefendible.
Pero sabiendo que ya no hay chance,
seguimos luchando.
Luchamos por pasión,
por orgullo,
o por miedo.
Pero seguimos luchando,
porque es aún más difícil
enfrentarse a lo desconocido.
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HOY
Heridas sanan.
Y me siento poderosa.
Con ganas de arrollar todo obstáculo,
y seguir adelante
hasta encontrar eso que la gente busca.
De ser la primera.
De evadir preguntas.
De reír por nada
siendo nada el todo.
De confundir a todo el mundo
simplemente porque sí.
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A TI
Hubo noches en las que pensé que no había salida,
y que ya nunca soñaría de nuevo.
Pero llegaste tú.
Luego de todo lo malo
y de lo poco que te había cuidado,
viniste a darme la mano...
Con esa forma invisible de llegar
a través del sentimiento,
por una diminuta puerta llamada fe.
Contigo volvió esa parte de mí que estaba perdida,
esa parte que tenía cuando era niña.
La inocencia, la esperanza,
y esa fuerza para esperar mi final feliz.
Contigo ya no estoy sola.
Los problemas se hacen pequeños.
Gracias por esos momentos de felicidad.
Te debo mi vida, y mucho más.
Te amo a ti... el de la dulce mirada.
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REFLEXIONES EN MI SILLÓN
Conocer, es saber los secretos que no cuenta...
Sus expectativas... sus límites.
Si tiene o no la fuerza para luchar.
Qué sería de él en una aventura.
Si alguna vez ha estado enamorado.
Saber el momento justo para preguntarle algo.
Darse cuenta de cuando miente, de cuando siente.
Conocer es ver lo invisible en otra persona.
Saber lo que dice cuando calla,
y lo que calla cuando dice.
Cuando promete cosas que no cumplirá,
y cuando cumplirá sin tener que prometer.
Conocer es saber las verdaderas intenciones.
En fin... conocer es imposible.
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A PUERTA CERRADA
Nada de qué escondernos
ni a qué temerle
excepto tal vez, a uno mismo.
Nuestro enemigo sin tiempo.
Hay tanto de nosotros que somos solo ahí,
en la soledad...
Sin estar obligados a compartir lo que sentimos,
y por segundos,
ser comprendidos
sólo por el silencio de nuestras verdades.
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Invade la desilusión,
abriendo puertas a otros caminos
que ya no llegan a un mismo destino.
Eso que llaman libertad
trae sabor a soledad,
y entierra la nostalgia
en un corazón lleno de lágrimas
que siente la necesidad
de satisfacerse un poco más.
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DIFÍCIL
Es aquello que no podemos evitar.
Cuando no regresa algo que se extraña...
La espera que tarda una eternidad.
Confiar a ciegas.
Aceptar cambios a la primera.
Ignorar.
En vez de oír, escuchar.
Difícil es hacer algo contra nuestra voluntad.
Aguantar lágrimas.
Callar.
Difícil es el secreto guardado.
Sentirse desilusionado.
Reconocer el haber fallado.
Mantener el orgullo intacto.
Superar nuestros miedos.
Evitar los prejuicios.
Difícil es ser humano.
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SÓLO CON ESO BASTA
El eco de tu voz...
tibio contra mi oreja,
me causa un palpitar,
inevitable en tu presencia.
Tu respiración contra la mía,
amedrenta dudas,
esparce sensaciones...
por todo mi cuerpo,
por toda mi alma.
Sentirte cerca mío...
algunas veces sentirte mío aún si no estás cerca,
es un sendero que escogió mi corazón.
Este sabe de manera cierta,
que no importa los riegos que tome,
o las batallas que libre,
sólo contigo…
Sólo con eso basta.
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Se hacen falta dos almas
que hacen paso al tiempo
que se recuerdan cada tanto
con la sombra del presente,
persistente, en cada pensamiento.
Dueños de un amor
que casi vence
pero que al final, fue vencido.
Un amor fuerte
pero no lo suficiente
para atravesar el camino
donde la ausencia no fue la distancia
sino la costumbre.
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EN CADA RESPIRO
Cansada del camino,
a punto de rendirme,
viene a mi lado una fuerza que me empuja.
Un apoyo.
Tú.
Porque siempre me entiendes.
Porque sé que me cuidas.
Porque te arriesgas por mí.
Y todo, sin esperar nada.
Porque has logrado mucho más que comprobar
Que como tú ya no hay.
Me has dado la vida,
Y una razón para vivirla.
Contigo soy la persona que soñé siempre con ser.
Y te lo agradezco en cada respiro.
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DEL RITMO DE LA VIDA
El ritmo de la vida
no lo marca el tiempo.
Lo marca cada paso a una nueva etapa.
El conteo de cada latido.
La energía y fuerza
en cada visión hacia el futuro.
Cada pequeño afrontamiento
que hace crecer el alma.
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Suena en mi corazón
un nuevo presentimiento.
Un sentir que me susurra el alma,
que me cuenta historias de amor.
Uno para siempre.
Allí duerme mi libertad.
Donde se posan los sueños.
Donde no hace falta el aire,
mientras el recuerdo lentamente escapa.
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CUANDO LLUEVE
En los días lluviosos, no nos queda más que pensar.
Hasta que la lluvia pase
nos abrazamos a la almohada,
nuestra fiel consejera en los tiempos difíciles…
Y recordamos todo lo que nos falta,
todo lo que hacemos,
y también lo que no debimos.
Pero llega caminando ese momento,
donde detenemos todo pensamiento.
Se duermen los sentimientos, y se despiertan los sentidos.
Nos percatamos de un suave latir en nuestro pecho.
De una gota mojada que rueda por la mejilla.
De una pena que atraviesa el corazón.
Y quedamos así… quietos.
Con el dolor que te imprime el deseo de vencer,
hasta que nos despierta un aroma,
un aroma que absorbe toda derrota.
Y como en las películas en blanco y negro…
Tenemos nuestro final feliz.
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¿Te habré visto alguna vez?
Es que te sueño con tanto detalle,
que ya no sé reconocer la línea
que divide lo imaginario de lo real.
Ya no sé si te quiero así.
Si buscarte entre la gente,
o inventarte cada noche,
con esa misma mirada.
No sé si sentarme a esperarte,
o darte por perdido.
Si quererte o detestarte,
por estar cerca o en el olvido.
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La vida me llevaba
como brisa a la marea.
Así, acariciada...
Hasta el día que te conocí.
Llegaron estas nefastas olas
que golpean a su ritmo,
incontrolable, fuerte...
Así lo siento.
Te amo...
Con la misma energía que la vida
te trae y te lleva.
Con la misma que te arrastras sobre mí,
dejando nada, excepto tu recuerdo.
Una delgada línea en la arena,
un rastro, una esperanza
de que regreses a mí.
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Anoche te vi.
Estabas tan distante…
Sentado sobre las piedras.
Me entristeció tu mirada.
Yo palpitaba en la sombra,
escuchando los rumores que trae el viento,
abriendo una grieta en nuestro silencio
mientras me acercaba a ti.
Con cada paso que daba
se desabrochaba un nuevo pensamiento.
Me sentiste, y giraste.
Fue cuando comprendí que
respirar no demuestra que existimos,
para eso, hay que mirarse a los ojos.
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Y NO FUE SUFICIENTE
Tranquila mi consciencia.
Contento mi corazón.
Luché contra el sufrimiento.
No habrá alma que ponga en duda el amor que entregué.
No habrá duda alguna del alma que entregó su amor.
Pero soy de esta historia sólo la mitad,
Y no fue suficiente.
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SEGUNDAS OPORTUNIDADES
Lo haré.
Por el perdón,
aunque no lo merezcas.
Lo haré contra mi voluntad,
pero con ganas de querer hacerlo.
Con lágrimas en mis ojos,
y una decisión que no fue mía.
Lo haré una última vez,
porque te debo un feliz pasado.
Secretos guardados.
Porque me has desilusionado,
pero te amo.
Lo haré cubriéndome el corazón,
para que esta vez no duela tanto.
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LUNA
Luz silente.
Fiel acompañante de las estrellas
cuando la manta que cubre nuestras cabezas cambia de color.
Promesa a los deseos, oídos a los ruegos,
testigo de nuestros sueños.
Borrador de nuestras penas, al verla cuando está llena...
Semejante a una sonrisa cuando está sólo a medias.
¿Dónde está la Luna hoy, que busco y busco y no la encuentro?
Y me responde: se esconde en un cuento.
Me canta el Sol la mayor verdad de la Luna...
Solamente en un cuento
encuentra ella su propia felicidad.
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AMIGO MÍO
Sabes bien como me siento...
Me entiendes y sorprendes
con esos sabios consejos
que además de ser sinceros,
nunca fallan.
Esos que me hacen triunfar en mis sueños y alegrías.
También superar mis grandes tristezas.
Bailar con el alma en un lento bolero por la vida
con ritmo alegre y atrevido.
Sería yo sin ti
un chiste sin su risa
una mirada entre la niebla
una brújula sin sentido de orientación.
Eres lo bonito de mi vida.
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Voy a escribirte una despedida.
De esas tristes en las que se pide un nunca jamás.
Te voy a escribir el adiós a puño y letra
para poder tener cautela en cada palabra.
Para que no me veas derramar lágrimas.
Para que no se me escape el corazón.
Años de mi vida se fueron contigo
a un lugar de pronto olvido.
Ya no miro atrás.
A no ser que decida recordar
que alguna vez fui amada por un tierno corazón,
Que el tiempo creció e hizo hombre.
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DEVUÉLVEMELO TODO
Regálame las noches en las que te esperé.
Devuélveme la fuerza con la que te amé.
Retorna cada uno de los besos que te di con amor.
Lo debo enterrar todo en el olvido,
Para seguir adelante.
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INNECESARIO
No necesitaba esta pena.
La desilusión, el dolor.
Pero seguiré adelante.
Aunque se lastime más la herida con cada paso del camino,
me voy.
Ya vendrá el que no permita que caiga.
El que cuide mis sentimientos.
El que no tenga miedo.
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Lo que espero en estos momentos
está lejos de aquí.
Eso, en lo que insisto
a pesar de lo que dice la gente,
tardará en llegar.
Aún así, lo espero.
Sé que valdrá la pena.
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Todas las historias de amor son igual.
Para cada quien, sólo hay una.
Las demás son vientos pasajeros en tardes de primavera.
Lo que será, siempre fue.
Y lo que no fue, nunca será, aunque parezca.
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Rendirse es la parte más difícil.
Caer dormida en medio de la lucha.
Soñar con un rostro distinto.
Dejarse encaminar a un nuevo destino.
Mantenerse en el lugar preciso, donde llega la luz perfecta.
Nos veíamos caer, y quisimos ignorar.
Tratamos de seguir adelante y
sobrellevar lo que alguna vez fue todo ilusión.
Pero fue aquella noche
en la que ya no dormía el corazón,
y el cielo vi mas despejado que nunca.
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Acércate a mí.
No te mientas,
que está en tu mirada la verdad escondida.
Te diste cuenta de que el amor no se improvisa.
Que debe nacer de muy adentro.
Con las cosas como son,
sólo hace falta que pase el tiempo…
Y a pasito lento
llegaran todas a su lugar correcto en el mundo.
Al lugar donde las esperan desde un principio.
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TU COMPLEMENTO
Abre un poco tus ojitos.
Hazme un espacito en tu corazón.
Soy la dueña de tu felicidad,
eres dueño de mi destino.
Es tiempo de atreverse a dar el paso.
Aquí me tienes
hecha a tu gusto y allí estás tú,
hecho al mío.
Para ser de tu historia la mitad.
Para ser de tu pecho el aliento.
Ser tu complemento.
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Si imaginaras todo lo que pienso en ti.
Si soñaras lo que eres para mí.
Si admitieras lo que gritan tus ojos.
No hubiera ningún problema.
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PERO EN ESTA VIDA
Algo distinto me pasó contigo.
Soñé que tus ojos me miraban.
Soñé que nuestros corazones palpitaban.
Y se me ocurrió algo gracioso…
Sola, en medio de la noche.
Habían sido cosas de niña y niño,
una historia extraviada en el tiempo.
Y creí ya no querer. Creí haber seguido adelante.
Pero en esta vida
se creen muchas cosas que no son ciertas.
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COMO EL CORAZÓN AL LATIDO
Hay algo de ti que me encanta.
Algo inexplicable.
Que me hace odiar a los minutos que tardan.
Necesitarte como el corazón al latido.
Como la memoria al olvido.
Porque cuando me miras así,
cuando sonríes de ladito,
cuando me susurras al oído…
Se me derrite el corazón.
Porque detienes el tiempo.
Porque conociste el gran secreto de mi alma.
Te hiciste querer.
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A ti, compañero de momentos
te lo debo todo.
Caminando por situaciones distintas,
aquellas que cambian, que transforman,
crecimos.
Uno junto al otro, compartimos.
Y luego nos miramos distinto.
Con un aire de amor.
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Mi pueblo es un pueblo que pretende hacer cuentos largos.
Que prefiere reír con excesiva simpatía,
antes que llorar por falta de pan y consuelo.
Mi pueblo es uno que sueña alto,
pero no puede llegar a donde sueña.
Mi pueblo es un pueblo que trata,
y sólo a veces triunfa.
Mi pueblo tiene a los más ricos,
pero se alimenta de los más pobres.
A mi pueblo le faltan letras en el alfabeto.
En él solo nievan pedazos de juventud, sed, y esperanza.
Es un resumen de tempestades.
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UN NUEVO LUGAR EN EL MUNDO
¿Recuerdas cuando éramos niñas,
y soñábamos con el día
que hoy llamamos presente?
¿Recuerdas las incertidumbres,
las tristezas, los sacrificios?
¿Las alegrías, las travesuras,
los juegos, los secretos, los amigos?
Hoy me despido.
Esta vez de una bella etapa.
Hoy me saluda,
Un nuevo lugar en el mundo.
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Algo andaba mal,
y no me di cuenta.
Faltó decirle que no era la salida.
Que siempre hay solución.
Amaneció en algún momento
con la mirada perdida.
Con un pensamiento oscuro.
Respirando aire de fin.
Fue en un segundo de su vida
donde se detuvo a convertir el resto en pasado.
Así nos dejó… Sin aviso.
Nos mandó con un grito aquel segundo
que pasa de causa a consecuencia.
Amaneció dormida
en algo más fuerte que el sueño.
Su corazón latía inerte,
como por costumbre.
Su alma se despedía.
Por alguna razón
insoportable para su ser,
terminó convirtiendo la solución en el problema,
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y la conclusión en una interminable pena.
Pena que solo cura aquel lugar utópico,
donde convergen el tiempo y el olvido.
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La lluvia derrama más que gotas de sueños y sal.
Lágrimas trazan su trayecto a través del espacio vacío.
¿Por qué no llorar?
Cuando hasta la naturaleza lo hace sin pena,
logrando a su paso dar vida y continuidad.
Cada gota aporta su poquito a un mundo que necesita desahogo.
Limpiarse de angustias y quebrantos,
de penas y duros sentimientos.
De todo aquello que es parte de la humanidad misma,
pero que la va destruyendo poco a poco,
casi sin darnos cuenta.
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Aquí una promesa:
Hacer un cambio en el mundo.
Aquí como hacerlo:
Mirarme.
Hacer el cambio en mí.
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Sólo somos.
Somos dos.
Dos soñadores, que buscan sobrevivir
en un mundo de vuelos y distancias.
De aquellos que valoran,
y por lo que valoran, no temen luchar.
Y cuando luchan…
Luchan a ganar.
Somos dos.
De aquellos que duermen tranquilos.
Que creen con el corazón.
Y quieren con el alma.
Somos dos en un mundo incompleto, pero en cierta forma, perfecto.
Ya que lo perfecto sería imperfecto, si así lo fuera todo.
Y por esa razón, somos dos que toman lo que traiga el viento.
Dos que sonríen mientras corre el tiempo…
Ya pasará lo pasajero, y durará lo verdadero.
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En este triste amanecer
puedo contar con los dedos de la mano nuestros días.
Se me inunda el corazón en nostalgia, soledad, necesidad de ti.
No me abandona el pensamiento de esperanza,
la única fuerza que me queda para seguir.
Esa constancia de dos almas atadas con el más fuerte amor.
Por eso lucho contra la realidad de cada minuto.
Y prometo nunca, ni por un segundo,
olvidar tu olor.
Mientras, no nos queda más
que guardar besos para mañana.
Ahorrar frases al oído.
Una reserva de cariños durmiendo impaciente en el corazón.
Cuidar cada noche, que no se disuelvan en el viento,
y entregarlos a la espera de un regreso
que tardará siempre demasiado.
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LO SABÍA
Lo escribieron mis manos cuando era niña,
lo sintió mi alma años atrás.
Que algún día serias la historia de mi vida.
Que el amor a primera vista puede ser verdadero,
teniendo en cuenta, claro,
que no solo se ve con los ojos,
y que cualquier momento podría ser el primero.
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GRACIAS POR ESO
Podría decirles que ha sido terrible.
Que la espera es interminable.
Que ya no puedo con la ausencia.
Pero mentiría.
Me duele que no esté. Mucho.
Sin embargo, no ha sido terrible…
Tú lo haces todo más fácil.
Me das todo lo que necesito para vencer la soledad.
En más de una forma aún estás aquí.
Unidos vencemos el reloj.
Así como cada reto.
Aquí no hay cabida para nada que no sea nuestro amor.
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SIN TI
Llueve siempre en los días como hoy.
En los días que te vas.
Los días que despierto, y ya no estás.
Hoy solo queda la sombra de ayer.
La sensación de una última sonrisa.
El sabor de un último beso aún sentado sobre mis labios…
Aún amarrándome los recuerdos,
aún apretándome el corazón.
Ahora cargo un reloj en la espalda.
Una agenda vacía.
Un respiro profundo.
Y el lamento de tu partida.
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BUSCAR EN LA VIDA LO QUE MERECE LA PENA
En mis manos escrita una historia
con suposiciones y cosas inesperadas,
para creer lo que en el fondo siempre supe.
Recordar lo que he olvidado…
El instinto natural de manifestarnos.
El poder para vencer los fantasmas
y buscar en la vida lo que merece la pena.
Y sólo a eso poner mi pasión en encontrar.
A lo que haga latir mi corazón.
A lo que le dé a la vida una razón.
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Hoy que su presencia aún es compañía,
que en su mirada aún destella sabiduría,
rodea su cama una muralla de ángeles
y un fiel amor.
Hoy que respira esperanza,
escucha los latidos de su corazón.
Sin necesidad de moverse
nos aprieta el alma,
sin necesidad de pronunciar una palabra,
nos susurra nuestros deseos más profundos.
Hoy, descubrimos que hay más
de una manera de decir te quiero…
Y estoy a tu lado por siempre.
Por imposible que parezca la salida,
nada justifica el darse por vencido.
Nunca hay razón suficiente para dejar de creer.
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Hay algo en las personas alegres…
Contagioso.
Curioso.
Envidiable.
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Cierro los ojos,
porque solo así me atrevo
a levantar el corazón
a nivel de la luna.
A dejarme llevar
por el susurro atrevido
del fondo de la noche.
Pedir al viento
que asalte mi pensamiento...
El más íntimo.
Alcanzar al fin
aquel beso que a veces te da la vida,
sencillamente dulce.
Borrar las respuestas.
Ignorar la palabra protectora.
Y quizás poder actuar únicamente
a propósito del alma.
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Flores caen.
Caen sin prisa,
con gracia,
con elegancia.
Si tan sólo así fuera todo...
Un tierno coqueteo con el viento.
Una tarde tranquila
en la espera de un milagro.
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Nada es igual cuando me siento capaz de imaginar.
Cuando siento en el corazón la necesidad de crear.
El mundo cambia…
Las pequeñas cosas se vuelven grandes.
Cada detalle indispensable.
El amor… vital.
Sin amor, no hay nada.
No habría ni el respiro exasperado,
ni el llanto de un bebé,
ni la palabra nosotros…
Ni las miradas, para cuando contamos historias que preferimos mudas.
Sin amor no tendría nombre, ni horizonte, ni motivo.
No habría una verdadera existencia.
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Muchas veces nos preocupamos
por saber dónde termina nuestra historia,
aún sabiendo que no nos queda más
que convivir con los secretos del mundo.
Nos envolvemos tanto en esta incógnita
que se nos olvida responder a otra
que llama a nuestra puerta cada mañana…
¿A dónde comienza realmente nuestra historia?
¿Como seguir nuestro camino y ver más allá de lo que somos, sin saberlo?
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C’EST LA VIE
El amanecer me encontró soñando con horizontes desconocidos
en un trayecto de doble vía entre la pasión y la calma.
Ese amanecer que todavía hoy me cuesta concebir como un hecho real,
invadió mi vida murmurando sobre las verdades del corazón.
Toda alma pide desahogo, y toda conciencia pide limpieza.
En algún momento de nuestras vidas
cada uno de nosotros abrazará la oportunidad de un nuevo comienzo,
o necesitará refugio en el olvido.
Y es aquí donde nuestras historias, la tuya y la mía, convergen.
Aunque tierras lejanas, culturas distintas, y almas aisladas nos separen,
venimos de la misma naturaleza equivocada y mágica,
ignorante y poderosa.
Basta contemplar el cielo desde cualquier lugar
para percatarnos de que aunque a veces no lo parezca,
todos compartimos un sólo mundo.
Para este momento ya se preguntarán
¿En qué exactamente convergemos ésta y yo?
Pues les pregunto, ¿en qué no?
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Ese amanecer imprevisto nos llega a todos por seguro.
A unos delante, a otros más tarde…
Nada impide que en el transcurso de nuestra existencia
llegue el momento de aceptar un desafío,
de correr peligro, de ser susceptible.
Nos disgustamos y nos lastimamos con frecuencia en la vida,
y no es hasta la llegada silenciosa de aquel amanecer
donde despertamos a la realidad de que somos,
a pesar de nosotros mismos, frágiles e indefensos,
y no hay nada que podamos hacer para evitarlo.
Es una de las cláusulas en el contrato de estar vivo.
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PIEDAD
Piedad.
Por los niños que no tienen hogar.
Por los brazos que no pueden alcanzar el pan.
Por los que hoy, pueden contar con los dedos de la mano sus alegrías.
Por aquellos que no saben porque están aquí.
Piedad.
Por aquellos a quienes les tiembla el pulso en defender lo que es suyo.
Por los que mienten para cubrir sus mentiras.
Por los que ven y son ciegos.
Por los que no pueden soñar.
Piedad.
Por los que no saben levantar el rostro.
Por los que no son libres.
O mejor por los que no saben verdaderamente qué es la libertad.
Piedad por el enfermo,
a menos que el enfermo sea mas feliz que el sano,
en ese caso, piedad por el sano,
quien sería verdaderamente el enfermo…
Enfermo de corazón y alma.
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Piedad.
Por aquellos que tienen mucho, y mucho nunca es suficiente.
Piedad por todos.
Piedad por el mundo.
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Me apronta el recuerdo de vientos pasados…
Un revestimiento de ternura,
una mano de apoyo en mi mano.
Miro fijo al presente,
tratando de entender
cómo fue que llegamos hasta aquí.
Y me convenzo finalmente,
de que nadie quiere como un niño.
Aún si el niño crece,
aquel amor permanece...
Por siempre.
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Tenerte a ti es la sola razón
que me permite concebir
la palabra amor.
Escribirte a ti
nace de mi
como la respiración…
Como el latir al corazón.
Casi sin saberlo.
Pero hay días como hoy,
en los que duele mucho hacerlo.
No hace falta decirlo.
El adiós se esconde en un matiz de tu mirada.
Algo suave y culpable en la modulación de tu voz.
Durmámonos más tarde,
y quizás así no llegue el domingo.
Esa mañana empapada del eco... de nuestra historia serena.
De esos plenos días que ya se nos acaban.
De esos plenos días… mi única fuerza.
Miguitas de pan que nos da la vida,
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Para poder sobrevivir.
Son una voz que nos dice, este es su camino.
Un recuerdo de la realidad.
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SECRETO
Lo que siento ahora lo digo bajito,
y aún en secreto lo grita mi corazón.
No sé si sea correcto,
pero se ha vuelto necesario.
Contigo, mi siempre amigo,
Ahora nada mi alma mares de ilusión.
Si tu me acompañas, te dibujo el camino.
Y seremos felices los dos.
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Llueve a pleno Sol…
Y el arco iris hace tiempo
dejó de confundirse con sonrisa.
Dime, este llanto
a pesar de secos los ríos
¿No te dicen algo?
El mundo, a su propia manera, grita.
¿No es suficiente?
En lo fundamental,
mil y una cosas hoy sobran.
Cosas que no estuvieron torcidas desde un principio.
Sólo un pequeño grupo intenta hacer algo sonado,
En un mundo de oídos sordos.
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Y los minutos,
así como las situaciones,
pasan.
Inadvertidos pero seguros.
Se revelan ante el futuro
abriendo la brecha
entre nuestros pensamientos,
y nuestras acciones.
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La emoción… Enardecida.
La decisión… Un arrebato.
La conclusión… Inquebrantable.
El poder del perdón…
Extraordinario.
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Hay días grises
en los que escribo versos divinos.
Y los hay como hoy…
Días hermosos
en los que escribo sólo para mí.
A necesidad de crear un hogar
para alojar mis deseos,
desnudar mis pensamientos,
diluir mis penas.
Aún si me cuesta un poco ganarme el respiro,
no me cubro la frente…
Hay dolores que no se curan sin llorar.
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POR DEBAJO DE LA PIEL
Allí se encuentra lo que debemos aprender a amar.
Aceptar.
En algunos casos, mejorar.
Nunca entendí eso de la discriminación.
¿Por qué juzgar el exterior?
Lo que hay allí no es más que producto
de circunstancias de la vida.
En fin, algo irremediable.
Lo entendería mejor si se tratara de juzgar
lo que hay por dentro de cada cual.
Eso sí me concierne.
He allí los verdaderos ricos y mendigos,
a pesar de lo que nos cubra del frío.
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Son momentos de la vida…
De eso se trata.
La felicidad, son momentos.
Y esos momentos, vienen y van.
Esperar que llegue el siguiente feliz momento.
De eso se trata.
La vida, es esperar.
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Un grito en mi garganta, sofocado.
Un reemplazo de ideas
atadas a otro lugar,
lejos de mi.
Esta noche hay un canto nuevo en mi corazón,
imposible de arrancar.
Ya no hay pasatiempo que me haga olvidar
el ruido que hace mi alma…
Lo que advierte la posibilidad.
En el horizonte de mis pensamientos
se dibuja despacio un nuevo paisaje,
con colores distintos al anterior.
Habría dado por evitarlo.
Hasta lo que aún no tengo.
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Sólo la mirada que devuelve mi reflejo...
Sólo ella lo percibe.
Quizás alguien muy cercano... pero no.
Bastaría con creer sus propias explicaciones.
Mientras yo,
aquí sola,
trato de ponerle fecha y hora a este cambio.
A este nuevo sentir dentro de mi,
justo debajo de mi piel.
Escondido pero presente,
manipulando todos mis pensamientos,
todas mis acciones.
Está ahí siempre...
Sin importar cuánto tiempo pase.
Sin importar cuánto quiera que desaparezcan.
Sin importar que nadie más se de cuenta.
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Me pregunto si amar es una cualidad que depende
de hallar un alma que nos cargue en su regazo,
o si es una que traemos por defecto…
Que se manifiesta desde nuestro interior,
proveniente de la humanidad misma.
El amor tiene un sabor único.
Cada uno es una maravilla distinta.
Eso es lo que nos empuja al puede ser o no ser…
Es lo que nos deja el universo
cuando el amor se marcha… Un hermoso recuerdo.
Distinto a todo lo que conoces o conocerás.
Si llega ese momento
debemos aprender a fluctuar suavemente
sobre nuestras derrotas,
hasta encontrar una nueva manera de expresar
ese que tanto dolió una vez,
porque la vida sin amor
se halla injustificada.
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Así que empapémonos de esa fuerza salvaje,
que mueve al mundo desde sus cimientos,
que triunfa sobre lo imposible,
y que vale perseguir la vida entera.
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TU PRESENCIA
Lo que ven otros ojos:
A una que contempla con admiración a través de su ventana.
Probablemente disfrutando el paraíso natural
gobernado por montañas, pastos, y otras maravillas.
Acompañadas de vientos que cuentan historias de vidas
escondidas entre flores y hojas.
Lo que ven mis ojos:
A ti.
En todas partes.
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Espero en un desierto, paciente,
una ráfaga de viento
que me ayude a levitar mi cuerpo,
mi mente, y mi alma
en la dirección del sol.
Pero hay un problema:
No puedo esperar a que el viento
llegue en la dirección que quiero...
y mis alas están rotas.
Así que me rindo a su libertad.
Que me lleve a donde plazca,
Siempre que no me deje caer.
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COTIDIANIDAD
La cotidianidad. Concepto peligroso.
Los momentos que vivimos a diario
nos orientan hacia un camino predecible…
Que nada alrededor de las necesidades de la sociedad.
No cerremos los ojos ante la importancia que tiene para el ser humano.
Pero nunca olvidemos tomar a la cotidianidad de los días
como el suelo sobre el cual trazar los caminos,
y no como el destino final de nuestra existencia.
Nuestro corazón depende sólo de nosotros para sobrevivir…
Perduremos, de manera que nunca despertemos una mañana
sintiendo que todos los días nos resultan iguales.
Tener deberes y compromisos no implica desistir de nuestros sueños.
Correr riesgos, luchar batallas, alimentar deseos…
Explorar, sentir, conocer…
Son tan importantes para nuestra alma como el día a día.
Anda, que el tiempo corre.
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EL CAMINO
Cierra tus ojos.
Imagina que caminas. Caminas sin parar.
Es un lindo trayecto. Emotivo.
Cosas ocurren.
Inesperadas, provocadas.
Felices, tristes.
Ocurren de todas maneras.
Le dan sentido a tu camino.
Notas que te arrugas un poco con cada paso.
Encuentras cicatrices sobre tu cuerpo, o quizás dentro.
Aún así, el camino te llena de algo inexplicable.
¿Experiencia, conocimiento?
Y aún más preguntas.
Lloras tus penas.
Ríes cuando puedes.
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Cambias, creces.
Te vuelves adicto al camino.
O más bien, a las ganas de seguir caminando.
Es algo maravilloso en un principio,
hasta que descubres que la moneda tiene otra cara…
De repente todo cuelga de dos finas manecillas
de ritmo constante, predecible,
y sobretodo imparable.
Se te olvida lo que antes estaba tan claro en tu mente,
tan cerca de tu corazón.
Pero podrías recordarlo.
Depende sólo de ti.
Abre tus ojos.
Mira a tu alrededor.
¿Qué ves?
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AQUEL MOMENTO
Parada frente al fuego
miro fijamente un punto vacío.
Miro, pero sólo eso...
no veo el fuego delante mío.
Veo otro lugar, otro tiempo.
Ojos rebosados de sentimiento...
Uno tibio, que corre por mis mejillas.
Que rueda suavemente sobre mi piel
mojando recuerdos,
empañando mi realidad.
Marcando el trayecto de mi vida.
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REFLEXIONES DE AYER
Mejor así.
Sabiendo lo que sucedió
sólo en lo oscuro de mi soledad.
Sin comprender.
Sin intentar escapar.
Sin pretender ignorar.
Abrazar estas sensaciones muy dentro mío
hasta que llegue el momento indicado
de abrir la ventana,
y dejar entrar luz a mi vida.
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Siento que desvanezco,
lentamente desaparezco,
y me sumerjo bajo lamentos ajenos
que se posan sobre mis hombros.
Quisiera,
pero no puedo evitar
que me duela el suspirar
de aquel, al que quiero como mío.
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ASÍ SE QUIEREN
Como la oscuridad arropa el mundo a media noche,
mitad sueño, mitad secreto,
en el silencio de su lecho
bajo un cielo del color que se esconde en sus pupilas.
Como el agua del río abre la tierra
corriendo entre piedras, llenando vacíos, clamando poder.
Atravesando laberintos, y otros mundos ajenos
con torrente de emociones.
Como las almas de rostros enamorados…
Haciendo el mundo a un lado cuando sonríen.
Con un amor que tiembla
vivo bajo sus manos.
Así se quieren.
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MARES DEL SILENCIO
Si los secretos te llevan caminando
sobre mares del silencio,
mira hacia abajo,
y en lo profundo de esas aguas
hallarás rastros de tu verdad...
Pues son desde la superficie
inalcanzables.
Surgirán de la nada vientos de temor.
Y tu aspiración... El horizonte,
se alejará cada vez un poco.
Tu fuerza y tu consuelo
serán impulsados por un quizás,
desde tu interior
hasta la posibilidad.
Busca entre los sonidos a tu alrededor,
hasta percibir aquel leve susurro
que sopla contra tu oído...
Que te cuenta tu historia,
que te hace sentir el Sol.
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Luego de encontrarte a ti mismo,
continúa tu camino a paso firme
siempre con tu corazón puesto en otro lugar.
Desprendiéndote de todo aquello que te pesa.
Reviviendo tus esperanzas,
dispuesto a conocerte más allá
de aquel a quien compartes con los demás.
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NIÑO
Por alguna razón desconocida y curiosa, lo miraba.
No pude evitarlo… Acercarme a él.
Cada paso que avanzaba daba seguridad a mi mente…
Este era el camino correcto.
Mientras el espacio entre nosotros se hacía más y más corto,
sentía como se purificaba mi alma.
En cuestión de minutos
llegue hasta donde estaba sentado ese niño, solo,
en el borde de la calle.
Una tibia brisa de verano nos acariciaba cuando él, tímido,
levantó su mirada a la mía.
Pocos ojos decían tanto como aquellos.
Posé mi mano sobre su hombro,
porque sabía que en ese momento
no hacía falta nada más.
Sobraban las palabras.
Preferimos abrazar el silencio... hacerlo nuestro.
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Me recorre un escalofrío por todo el cuerpo,
y sé que él lo siente igual.
Reconocí en aquella mirada mis mimas penas, mi propia imagen,
pintada sobre otro lienzo,
escondidas en otro rostro.
Comprendí algo que en teoría, ya sabía... No estoy sola.
Algo reconfortante en este pensamiento
me hace olvidar porqué llegué allí.
Me resolví a sólo vivir el momento.
Disfrutar de esa compañía
que de alguna extraña manera
entiende los laberintos de mi alma.
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Me aferro tus miradas
buscando en ellas
el camino de vuelta al pasado.
Mientras se me parte el alma
me sostienes la mano,
brindándome apoyo...
Nunca suficiente para verte partir.
Y me siento impotente.
Negada a resignarme
pero sin poder hacer nada,
mas que seguir buscando en tu mirada
alguna dirección que tomar.
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Me sabe a amor
esto que se mueve lentamente dentro mío...
Rompiendo cadenas, atravesándome el alma.
Me suena a melancolía el canto de la luna
cuando ilumina culpable la distancia entre nosotros.
En situación cualquiera casi no se me notara.
Habría que fijarse muy a fondo,
percibir aquello escondido detrás de mis bordes intactos.
Pero cuando la luna canta...
Cuando estás lejos y ella entona aquel llanto nostálgico,
entonces sí, se me nota...
Que si no estás, aquello que se mueve lentamente
no roza mis adentros
y por eso padezco, mojada en un lago de soledad
que sin tu regreso podría tardar en secar
lo que dura el amor en disiparse,
es decir, lo que dura la vida.
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Nadie sabe de dónde viene...
Como perfume que llega arrastrado
por viento inesperado.
Quizás los sentidos aún recuerdan el pasado,
y este irrumpe en nuestra vida
fundiéndose entre nieblas,
vistiendo de besos al dolor más pesado.
Mientras un eco lejano que mira quieto
lo que ahora hemos encontrado,
nos advierte una conclusión
que puede ser capullo, o flor marchita.
Pero cuando el amor llega entre aquellas nieblas
ciega los sentidos.
Entonces aquel eco palidece
como la luz del Sol cada atardecer.
En medio de la oscuridad, frente a lo desconocido,
nos proponemos descubrir la respuesta nosotros mismos.
Esa es la hermosura de vivir.
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Mi silencio sabe en cuál cuna escojo dormir
mis secretos, mis pensamientos, mi sentir.
Pocos buscan el sabor verdadero de mi esencia.
Prefieren pintar con imaginación un lienzo que cubre mi apariencia…
Ocultando mi verdad, dejando traslucir solo destellos de lo que soy.
Me tiene sin cuidado si es un lienzo de falso triunfo, o falsa herrumbre.
Es falso igual.
Busquen debajo que aquel manto que llamamos sociedad.
Allí encontrarán las cenizas que quedan de mí.
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Todo lo que escribo
es sólo un intento de
encontrar la palabra perfecta...
Y como en la vida,
lo que importa es esa búsqueda,
el camino.
Aunque la palabra perfecta no exista,
de la misma manera que una vida ideal tampoco.
Lo que me deja mi búsqueda son palabras...
Que son tan mías como una extensión de mi cuerpo,
como un soplo de mi alma.
Rastros de mí misma,
que ni yo antes conocía.
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UN LARGO VALS
Quiero bailar un largo vals que traiga a mi cuerpo consuelo,
y a mi corazón una excusa para sonreír.
Quiero bailar para ignorar esa tormentosa soledad.
Para olvidar mi terca obstinación de escucharlo cuando no está.
De sentir que sus manos me sostienen,
que sus ojos miran los míos.
Este vals que me engaña…
Que me permite no sentir la herida
cuando en realidad me destruye cada vez un poco,
al desear que fuera verdad
que estuviera aquí.
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EN UNA HUMILDE NOCHE
Escrito estaba...
Con tinta ennegrecida
sobre los muros que nos separaban.
Estaba un final feliz, retorcido
entre columnas rotas y pisos agrietados.
Allí y así nació nuestro amor.
De la nada, bajo escombros del pasado,
en una humilde noche,
persistente e inagotable.
Invulnerable.
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Beso intangible,
sentado a orillas de un bosque
que se baña en primavera.
Caricia inalcanzable
rodeada por quietismo,
perfecta pero intocable...
Dichosamente perdurable.
Aguardo nuestro momento
abrazada a un lágrima,
acurrucada en el tiempo.
Intentando romper este hondo vacío
con una sonrisa cuajada en tibia pena,
en creciente silencio,
anegándome los labios de tu recuerdo.
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Caminaba por calles vacías una noche,
cuando el ensueño me aprisionó
el alma apasionadamente,
y en un agujero hondo echó raíz mi eco.
Mis dudas se quemaron con el incienso.
El viento fue un ungüento de fe.
Y fui destejiendo plácidamente
la red de nudos en mi garganta
logrando emitir ese sonido,
el chasquido que rozó tu oído,
que nos llevó a estar como estamos hoy,
húmedos de rocío,
viendo cómo corren las gotas de agua,
mientras la flor se abre.
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ANHELO
Me sobrecoge un pensamiento... Y un escalofrío.
Extranjera de mi propio cuerpo, cierro mi puño.
No vaya a escaparse la posibilidad.
Un anhelo se ovilla entre mis dedos.
Va bordando la sombra de una realidad,
con el vaivén de lo acontecido
y los suspiros de la gente.
Borda también un hilo de esperanza.
Una tenue luz entretejida, que nunca
enciende pero tampoco apaga.
Es lo único que rasga la tristeza,
una duda incierta.
La luz no será una ventana al paraíso,
tampoco la centella efímera de una estrella fugaz.
Es una idea palpitante.
Un sabotaje de lo imaginario a lo existente.
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Inquietud que trabaja silenciosa.
Un destello hermoso que se contempla a lo lejos,
desdeñando cicatrices, humanizando penas...
Quieto en la ausencia.
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181
La primera última página que escribo.
Perteneciente no al final de mi libro…
Sólo al de un capítulo de mi historia.
Se la dedico,
con el único propósito
de robarme un momento de alegría
y regalarlo al futuro
como legado mío...
como firma de mi existencia.
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