fijo testigo: el mar

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FIJO TESTIGO: EL MAR POESÍA CÓSMICA-MARINA DE LALITA CURBELO BARBERÁN ESTUDIO Y PRÓLOGO DE FREDO ARIAS DE LA CANAL FRENTE DE AFIRMACIÓN HISPANISTA, A. C. México 1999

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Poesía cósmica-marina de Lalita Curbelo Barberán, estudio y prólogo de Fredo Arias de la Canal, FAH, México, 1999

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Page 1: Fijo testigo: el mar

FIJO TESTIGO: EL MAR

POESÍA CÓSMICA-MARINA

DE

LALITA CURBELO BARBERÁN

ESTUDIO Y PRÓLOGO DE

FREDO ARIAS DE LA CANAL

FRENTE DE AFIRMACIÓN HISPANISTA, A. C.

México 1999

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FIJO TESTIGO: EL MAR

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FIJO TESTIGO: EL MAR

POESÍA CÓSMICA-MARINA

DE

LALITA CURBELO BARBERÁN

ESTUDIO Y PRÓLOGO DE

FREDO ARIAS DE LA CANAL

FRENTE DE AFIRMACIÓN HISPANISTA, A. C.

México 1999

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© FRENTE DE AFIRMACIÓN HISPANISTA, A. C.

Castillo del Morro # 114

Lomas Reforma11930 México, D. F.Tel. 55-96-24-26E-mail: [email protected]ÉXICOPORTADA: Sobrerrelieve anónimo , siglo XIX.Dibujos de Berenice Garmendia

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PRÓLOGO

En Las fuentes profanas de "Primero sueño", dije:

Uno de los arquetipos que representan en formasimbólica el inconsciente colectivo, es el mar. Todogran poeta lo ha metaforizado en las imágenesinconscientes que concibe sobre todo en sus sueños.Veamos el siguiente fragmento de 15 versos dePrimero sueño de Juana Inés:

Las velas, en efecto, recogidas,que fio inadvertidastraidor al mar, al viento ventilantebuscando desatentoal mar fidelidad, constancia al viento,mal le hizo de su gradoen la mental orilladar fondo, destrozadoal timón roto, a la quebrada entena,besando arena a arenade la playa el bajel, astilla a astilla,donde ya recobrado,el lugar usurpó de la carena,cuerda refleja, reportado avisode dictamen remiso

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Luego consigné la poesía marina de Propercio , Petrarca,Boscán, Garcilaso de la Vega, Luis de Góngora, Lope deVega y Quevedo.

Rosalía de Castro (1837-85), asoció la inmensidad delmar al daimonion que la amenazaba en esta visióncósmica:

¡Mar!, con tus aguas sin fondo,¡ciélo !, con tu inmensidad,el fantasma que me aterraayúdame a enterrar.

Es más grande que vosotros todosy que todos puede más...con un pie puesto donde bailan los astrosy otro donde la sepultura me hacen.

Implacable, burlón y sañudo,delante de mí siempre va,y amenaza perseguirmehasta la misma eternidad.

Alfonsina Storni (1892-1938), en su poema cósmicoCrepúsculo , de su libro Mundo de siete pozos , presintióque algún día regresaría al mar:

El mar inmóvil,desprendido de sus mandíbulas,exhala un alma nueva.

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No tiene fondo,buques hundidos,almas , abrazadasa sus algas.

Recién nacido,la cara de Dios,pálida,lo mira.

Buques no lo escribieron.Hombres no lo descifraron.Peces no lo pudrieron.

Baja a buscarloel sol,precipitándose en llamasentre bosques violáceos,y al tocarle la frenteabre puertas de oroque calan túneles-espacios desconocidos.

Escalinatas lentasdescienden al aguay llegan, desvanecidas,a mis pies.

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Por ellasascenderéun díahasta internarmemás allá del horizonte.

Paredes de aguame harán cortejoen la tarderesplandeciente.

Desde el suicidio marino de Alfonsina, los poetas la hanllorado, entre otros:

Gloria Vega de Alba (1916-99), uruguaya, en su poemaAlfonsina de su libro Cielo derramado y otros motivos:

Dame aquí el mar, tú más que hermana, amigaque desplegando estás la sombra ardientecon dedos de neblina transparentey ojos de sal cargados de fatiga.

Dame tu voz, tu sazonada espigael surco florecido de tu frentedel que fluye la idea en la vertienteque su reino te da y es tu enemiga.

X

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Tú que llegaste al mar como a un amantepara olvidar en él, el duro oficiode amar y de vivir, el ejercicio

del beso y la sonrisa y la sangranteherida de poesía , cruel diamante,que hirió tu corazón con su cilicio.

Guadalupe Trullén, uruguaya, en su poema Alfonsinadel mar:

Las cambiantes mareas te regían la sangresedienta de su hechizo buscabas sus orillas,su abismo te atraía cual imán poderosoque en extraño presagio inspiraba tus rimas.La soledad te hundía en su estación antárticacuando el dolor postrero te nevó las mejillas,el verbo sin futuro del amor conjugabasy cual demonios negros tus sentidos te herían.Escuchaste el llamado de engañosas sirenascautivamente reclamo a su honda guarida,ciego pájaro fuiste , sin timón y sin brújulafatalmente cumpliendo con su última cita.Y al igual que en tus versos las mortajas de algasenvolvieron tu cuerpo en su blanda caricia,el edredón tejido de musgos escardadosondeaba entre corales con estrellas marinas.Un ballet silencioso de peces asombradoste besaban la boca y las ciegas pupilas

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y desde transparencias arcanas de las aguastu alma de naufragio resurgió amanecida.Porque aún detenido el reloj de tu pulsoun místico misterio te prolonga la vida,quedaste en el fulgor del eterno relámpagoque nos donó en sus luces tu honda filosofia.Trazaron en el cielo purísimo de octubreAlfonsina , tu nombre inquietas golondrinas,indeleble y muy alto ha quedado tu acentoy tu canto glorioso de lírica argentina.Afinaron los vientos sus clarines sonorosdonde encalló tu barca solitaria y perdida.En líquidos cristales boga quebrado un sueño...¡Tal vez sonó el teléfono en tu casa vacía!

Margarita Robles, cubana, en su poema Ay, ese mar...,tomado de Gaceta lírica v. XIII, enero 1996:

¡Ay, ese mar que sabe de Alfonsina!Que allá en el horizonte besa el cielo,que fue cómplice azul de mi desvelo.¡Ay! ese mar de aurora clandestina;

me traduce la voz de la neblinaque habla un idioma como de pañuelodiciendo adiós y el terco desconsuelosobre mi frágil corazón camina.

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Ese mar que se crece si lo miroa través de la magia de un suspirocomo crece el recuerdo en la distancia.

¡Ay, ese mar que hasta mis playas llegacomo un jazmín alado que navegay deja en las riberas su fragancia!

Daniuska González, cubana, en su poema Monólogo ytiempo de Alfonsina Storni , tomado de la revistaAteneo # 4:

Mientras doblegan mis pasosla inmovilidad de la arena,una sola muerte espera por mi cuerpo: el mar.Qué vendrá después del abismo de las olas,de ese velero que silenciosamenteesconde la tarde en la aventura de su fuga.Siento esquiva la austeridad del silencio,la canción de mis mojadas ropasen un aparente disfraz de algas.Sólo la inmortalidad me separa del mar,forastero sobre mis brazos.Ante mí parecieran aclarar la lejanía,el color informe de los solsticios en los corales.Quizá seamos una alucinación de Dios,su único sueño en el horizonte.Pero mi huída se confunde en metáforas,en revelación ante la palabraque seduje algún día.

XIII

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Al final, caerá la muerte como rayo,lenta en su mutilación de diosa.Entonces no seré Alfonsinasino un nombre en la evocación del mar.Aunque no termine mi verdadera ida,porque, ¿qué somos los poetas

sino consagrados de la muerte?Este camino que apenas celebro desde el agua,anunciará el firmamento,la luna que divaga en su espejismo de sal.A lo mejor no olvido solay alguien elevará mi canto

entre los caracoles y el silencio.Ahora que bajo estas olas

comienza el poema definitivo.Que desaparezco como la página en blancocuando escribía la ilusión que fui.

Herminia D. Ibaceta, cubana. Su poema Réquiem porAlfonsina tomado de su libro En pos del rumbo:

Era una tarde amarilla...el mar, azulado espejo,apenas copió el reflejodel sol en postrera silla.Te enlazaron en su quillasilencios y soledades,viste pasar las edadesrebelde al propio destino;te fuiste por el caminode inhóspitas oquedades.

XIV

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El mar te abrió su regazoversificando la espuma,rítmicamente la brumate ciñó en místico abrazo.Tu espíritu rompió el lazoque encadenaba la vida,con la corola encendidatu piel besó los torrentesy reposaste en sus fuentescomo una ninfa dormida.

Ató la noche sus istmos...al ritmo de la mareaentre corales te creasenda desde los abismos.Matinales espejismoste envolvieron en su manto,y entre conchas de amarantoguardó la arena celosa,en el perfil de una rosa,libres, tu cuerpo y tu canto.

Lalita Curbelo Barberán también lloró a Alfonsina en supoema El mar, mar que no significó para Lalita unaatracción tanática como para Alfonsina, sino que tiñó deazul el alma de la poeta: el color del abandono. Mas elazul también poseyó a Alfonsina.

XV

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En la tragedia de abandono de Lalita se repite la leyendamitológica de Ceix y Alcione, narrada por Ovidio en Lasmetamorfosis:

Era ya la mañana; sale de su casa hacia la playa y,llena de inmensa tristeza, vuelve al lugar en donde lehabía visto cuando se alejaba. Y mientras se detieneallí diciendo: "Aquí soltó las amarras, en esta playame besó al marcharse", y mientras recuerda todo loque ha hecho en este lugar y mira el mar, ve a lolejos no sé qué, como un cuerpo en el agua movedi-za. Primero no podía distinguirse qué era aquello,pero cuando la ola lo acercó un poco, a pesar dehallarse lejos, tuvo la evidencia de que era un cadá-ver. Aún ignorando quién sería, se perturbó, ya queera un náufrago y un augurio. Y le lloró como a undesconocido, diciendo: "¡Ay, desgraciado!, quien-quiera que seas, y tu mujer también, si la tienes".

Empujado por las olas, el cuerpo se acerca mástodavía, y cuando más lo mira, más se turba sucorazón y, cuando está más próximo a la orilla, lo velo bastante bien como para poder reconocerlo: era suesposo . "¡Es él!", grita, y se desgarra el rostro, semesa los cabellos , se destroza el vestido y, tendiendohacia Ceix sus manos temblorosas, dice: "¿Así, ¡ohqueridísimo esposo!, así, ¡oh infortunado!, vienes ami?" Cerca de las aguas se encuentra un diqueconstruido por la mano del hombre, donde rompenlas primeras olas del mar, y, a lo lejos, fatiga suímpetu al recibirlas primero. Salta Alcione sobre él,

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siendo increíble que pudiera, pues volaba, y, batien-do con las alas que acaban de nacerle el ligero aire,rozaba, como pájaro desgraciado, la superficie de lasolas. Y mientras vuela, su boca lanza un sonidocomo un grito de aflicción lleno de quejas, a travésde un delgado pico . Mas cuando tocó el cuerpo mudoy sin sangre , abrazada a los queridos miembros consus, recientes alas, le dio en vano unos fríos besos consu duro pico.

Morfeo toma el rostro y la figura de Ceix y se le apareceen sueños a Alcione, y le dice:

¿Reconoces a Ceix, oh, desdichadísima esposa?¿Acaso mi rostro ha cambiado con la muerte?Mírame. Me conocerás y encontrarás, en vez de tuesposo, a la sombra de tu esposo. No me han propor-cionado ayuda alguna tus votos, Alcione: estoymuerto; cesa de alimentar la esperanza quimérica demi regreso.

Asomémosnos al inconsciente marino y cósmico de estagran poeta cubana.

FREDO ARIAS DE LA CANALCiudad de México

Verano de 1999

XVII

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EL MAR

¿A dónde lleva el mar?Quizá su mínimo secreto

lo guarda una lagartija que caminapor un árbol alzado entre los arrecifes.Calla secretos de rostros que se alejaron

para volver un díadespués de recorrer todas las playas

del mundo.

¿Por qué grita el mar?Por su manera azul de atrapar cuerpospor su charla nocturna con las costas

por esa amistad salobre con los pájaros,por haber sido siempre ávida criatura

que retorna al inicio de los cauces secretos.

Agua que baña las estructuras y se pierdeen ese camino de rocas que ha hecho el hombre,

agua que lava mi rostrodejando un sabor a peces milagrosos,

a sal, a niebla.

Quiero descender hasta lo más profundode su verde

encontrar castillos tejidospor criaturas milagrosas.

XIX

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Hablar con Alfonsina en el lenguajede sus sirenas azules.

Perderme en su lenguaje sólo aprendidopor la muerte.

Volverme historia en su misterioy amar, amar profundamente el mar

aunque me lleve al olvido,aunque me grite noches oscuras y perdidas.

Lalita

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IFUEGO

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EL OTRO ÁNGEL

Allí está el otro ÁNGELhaciendo inventario de ternurasdespués de espantar adversidades.Ávido ÁNGEL que supo del pasodel abismo.ÁNGEL sabedor de sal y oleajedesde lejanas islas vienecon su rostro ENCENDIDOinsomne pasa por los huesosdel tiempoHAMBRIENTO toca a mi puertacomo un tripulante ENVENENADO porAZULES.Cruza el aterrado silencio delos MUERTOSy lanza GAVIOTAS a la distancia.Llega con lluvia finacomo un fantasma salido del exiliocruza olas gigantescasconjurando a todos los que ya se fueronpara siempre.Se alza en un RELÁMPAGOy al fin cae, dulce, cercano,en la sombra de TIGRE DE MIS OJOS.

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Y EL OTRO ÁNGEL

Dormido en el silencio quietode BOCAS ENCENDIDAS

cantó su última olaapuró con tristeza el VINO del otoñoy lanzó su corazón entre las olorosasramas de los eucaliptos.Yo estaba entre los rostros quietos de la esperasobre pilotes donde las GAVIOTAS reposaban,lo veía llegarsaliendo de una habitación ILUMINADAdonde las PAREDES de sal parecían fabulosasmontañas.

Un PÁJARO EXTRAÑO Y NEGROPICABA con desesperación

un cangrejo MUERTO en la ARENA.La costa era un abrazo de alas ysargazosy el perfume del MAR lo inundaba todo.Llegó DEVORANDO palabrasy atravesando nochesdejó su AMARGO testimonio.

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IIPIEDRA

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BOTELLA VERDE

Por un estrecho mágico se une elAtlántico con el Mediterráneo.Yo tiro una botella verdeque guarda un verso antiguode aquellos que escribíamosen nuestra infancia.De un exilio a otro exilioquiere ROMPER fronterasy llegar a tus playasen la memoriade un tiempo nunca MUERTO.Por eso va en todas direccionescon la furia del oleajeen el VINO AZUL DE LAS AGUASen el presagio de las AVES marinasen las LUCES de llegadas y despedidas.Terrestre PÁJARO DE CRISTALque surca la distanciacondenado al olvidoo a la tibieza de tus manos.Siempre con la marea , cruzando desdeel Atlántico hasta el Mediterráneo.Desde mi centro hasta tu centro.

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FUGA

Quise huir de las calles igualesde los MUROS alzados por la costumbrede las desamparadas voces que llegabana mi puertade las cruces que marcaban los días,quise desembocar en otro sitiosaborear furias desencadenadas y nuevasy vine al MAR, al sitio donde me conducentodos los gritos y todos los AZULES,al juego de las nubes en mi cuerpoal estremecido golpetear de las OLASen mis cabellos¡oh, esta pasión antigua ! Este abandonode sales y de arenasesta desnuda sensación de vidaeste reclamo de lejanía y SUEÑO.Al fin, mi rostro reencontrado en las AGUASlejos ciudades y caminoslejos lo que destruye y aniquila,el MAR, y los DESPOJOS de otros tiemposy mis pies hundiéndose en la ARENAy la canción marina renaciéndome.

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BRISA ANTIGUA

Porque hay una brisa antigua y el MARsigue guardando los secretosla hilera de PIEDRAS que lleva aningún sitiolas AGUAS humedeciendo los desnudos piesla salvaje canción que se vuelve lloviznafinalas ocultas palabras que no dijimosaquel sabor de las familiasen la hora donde lo AMARGO desaparece.Tantos PECES AHOGADOS por el tiempolas GAVIOTAS perdiéndose en el lejanocruceroaquella casa donde nos amamosNÁUFRAGOS de SUEÑOS poblados deMAREA profunda.Todo este momento y aquel y el otro.Porque hay una BRISA antigua y el MARsigue guardando los secretosbajo el CRISTAL DEL AGUAy las costas esconden rostros perdidosy se consagran las CARACOLAS a un juegode sargazos

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y vamos salvajes por el oleajeen círculos concéntricosmientras más allá, más allá del MARtodo es inmutable.

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IIIFUEGO-PIEDRA

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AQUELLAS TARDES

Aquellas tardes que establecieron latormentosa voz del MARdonde nos reconocimos en la FIJEZADE UNA MIRADA.Entrégate a esas horas donde el amorera algo que buscábamos como criaturasque llevaban siglos esperándose.Cómo ahora te guardo en la memoriay tocas mis manos con tus manos de AGUAque tienen la melancolía de la MUERTE.Días que se hicieron para conocernosmás allá de tinieblas y PÁJAROS quegolpeaban con sus ALAS los mástilesde los barcos.Intento del tiempo de deshacer eltejido de aquella lluvia marinaque mojaba nuestras caras.Las canciones aquellas que nos hicieronsus huéspedespara empezar la fábula de un amor diferente.Aquellas tardes, aquella casa que despuésprofanaron DEMONIOS y silencios.Ahora sería fácil ENCENDER LA LÁMPARAy andar errante por las solitarias habitaciones

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olvidando , las destrucciones del VIENTOdispuesto a borrar nuestros rostros.Ahora nos asomamos a las ruinasde todo aquel tiempoy todo se reconstruye por aquel puñadode ARENA que echaste sobre las cenizasdel olvido.Y nunca te vas presencia abandonadaporque saliendo de una LUZ diferenteterrestrevuelves con aquel juego de GAVIOTASfijas en tu MIRADA.SUEÑO de antiguos díasdulce como la nostalgia en la vozmás secreta , es el recuerdoinacabablede tu amorde aquellas tardes que establecieronla tormentosa voz del MAR.

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DE LAS HORAS DE AMARGURA

Hay horas de AMARGURA , de un tedio largo,pesaroso,cuando perdido el pensamiento en lejanosfantasmas vuelve el rostro de la infancia.Se quiere rescatar lo AZUL de la existencia,de una época ida, diferente a esta horade estériles lluvias y torrenciales nochesdonde todo se vuelve de hojas SECASy AMARGAS sentencias van cayendosobre el cuerpo.Y queremos recorrer otras sendas con pasosno conocidos por la cóleramientras un frío molesto se pega en nuestrapiel.

¿Qué sueño sino el pino aquel que se alzabaen el patio o madre caminando por la casa?¿Qué busco sino al poeta que me amó y queconmigo echaba barcos de papel en el RÍO?Pero todo nos arrebata la incansable belleza.Guardamos la noticia de que MURIÓ en unpaís lejano y sólo encontramos el rostrode la madre en un retrato.

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Nada nos devuelve la LUZ de aquellos días,porque todo se fue destruyendo más allá delhorizonte.

Seguimos buscando las horas sumergidasque tan sólo rescatan la esperanzacuando la neblina va poblando la casa.

Por la ventana entran MARIPOSAStransformadas en hilos de ternura que revivenla memoria.

Y el amor es un AVE nocturna de sabor marinoque no se apaga.Los PÁJAROS de la AMARGURApueden más que todo.Nos acecha la noche en cada esquina.Nos resistimos a ser animales de costumbresqueremos salir del fondo del MAR con losbrazos jóvenesy la MUERTE es lo único que se asoma en elespejo del AGUA.Vuelve, como VIDRIOS QUEMANTES, todo loque creíamos olvidado.Pero siguen las horas de AMARGURA, de tediolargo, de paz inalcanzable.En el patio sólo quedan los despojos de unPÁJARO MUERTO.

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POLVO DE PECES

Vienes a mi memoria en esta horaen que el MAR es mediodíay las olas golpean en la costa cercana.Dormido en la hora prisionerallegas en lo más tibiode MAREAS tempestuosas , océanicas canciones,NAUFRAGIOSen el torbellino del oleaje en los ARRECIFES.Llegas, y se empieza a SOÑAR todo ese tiempoque se quedó en el tiempo.

Porque ya sólo eres polvo de PECES.Fantasma dulce que emerges de las AGUAS,furtivo aliento que calienta mis huesos.Vienes FULMINANDO todos mis silenciosy el paisaje se vuelve una concha de FUEGOpor donde crecen los perdidos instantes.Vienes a mi memoria en esta horaen que el MAR es mediodíay es mentira la MUERTE, la soledadla tristeza.

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IvCósmicos

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SALIDA HACIA LA LLUVIA

No es fácil MORIR,adentrarme en el olvido, sollozar,decir la última palabra.Agoté gestos frenéticosDEVORÉ ternuras, me perdí en el desamparode ROTOS testimonios.¡Oh criatura querida! apagué todas las LUCESde la tierra. Quise ser PEZ en el minuto últimopretendiendo una salida hacia la LLUVIA.Pero fue todo inútil. En un pedazo de MARvolví a encontrarme, lejos del terror y laangustia,

volví a encontrarte en el centrodel OCÉANO.Y todas las máscaras cayeron en un huecoprofundomientras todo lo que estaba despidiéndomeme recibía como DESLUMBRAMIENTO.Fue la pasión del abismo en el cálido instantede otro abismo.Fluyendo del misterio del MUNDOte volviste ARENA, ola, ARRECIFE y playa,y empezó la vigiliade lo dulce

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y quise hundirme en el MAR, y me hundí conel terror de la alegría.Y no fue fácil ni necesario MORIRpara encontrarte.(El MAR empezó a arrastrarnos con su furia AZULy nos dejó exhaustos y felices en las arenasde una playa del MUNDO).

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EL ÁNGEL

Hay un ÁNGEL en la puerta custodiandomi SUEÑOy cuando duermo vienen rostros queridosa acompañar mis OJOS.Enigma de las nochesdonde extrañas MARIPOSAS caen sobre mialmohada.La medianoche suspende algo fugitivopor donde andas como un fantasma querido.Y voy hundiéndome en el recuerdomientras FEROCES PALABRASVIENEN A MIS LABIOS.El ÁNGEL sigue custodiando la puerta.Un aire de MAR sigue nombrándotey las orillas del tiempo se juntanpara un regreso posible porquela lluvia te repite.La LUNA va a MORIR sobre el almendro frío.Ante lo INDESCIFRABLE me lanzo por esacomarca AZUL por donde tu paso dejó huellasde una ternura fugitiva.Presencia que se alarga con la BRISA.El ÁNGEL sigue cuidando la puerta.

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MEDIODÍA DE SEPTIEMBRE

Por cálidas arenas dejé que el verde oleajeme humedeciera los pies,mientras un mediodía de septiembreiba AGUJEREANDO EL GRITO DEL SOL.Quería huir de la ciudad y refugiarmeen el RELÁMPAGO AZUL de aquella playa.Enloquecido el rostro se alzaba hasta las nubesmientras el AGUA golpeaba como extraña caricia,impreciso manotear de AGUAS en el giro de vocestransitadasternuras insondables desde la caricia de la olareclamaciones de cada juego de la ARENAque señala una hora,misterio de canciones mojadasde sitios marinos por donde se pierdenlas palabrasy 'la costumbre es un PEZ MUERTO en mediodel OCÉANO.Lejanía al fin alcanzadasin otro remo que la esperanzay extrañamente tu rostro buscándome los OJOS.Huir , huir de la ciudad , volver al MAR dondeperdí mi nombre

y encontrarme al fin en eldesamparo de sus olas.

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LAS FLORES DEL JARDÍN

Vamos a cuidar las flores del jardíncomo si iniciáramos una nueva liturgiacuando ya todo se ha borrado en el horizontey se cierran los OJOS para no ver losúltimos fantasmas.Cuando ya todo se ha vuelto una nieblavengadora donde himnos lejanosmodulan sus íntimos reclamos.

Vendrá entonces un ÁNGELVESTIDO DE MARIPOSASy luego será fácil echarse a dormircon los húmedos cabellos de ROCÍOsin más enigma que la noche misma.Entonces , en el SUEÑO , iremos recogiendoel perfume en fuga de los recuerdosy volveremos a aquel puerto donde nuestrasvidas se encontraronlejanas a la crueldad del mundoy al desamparo de los corazones vacíos.

Tú levantas las madrugadas, el lejano BRILLODE LAS ESTRELLASsitios donde todo es bellezacanciones de unos niños que se fueron a la

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guerra para sembrar las cruces en la nievecon sus frías manos alargadas al vacíodonde los rostros del minuto últimose TRAGAN el espacio melancólico.Irás nombrándome en los oscuros laberintosde bosques gigantescosme irás llamando más allá de la medianochey nos volveremos fugitivas criaturas queaman la LUZ.

Por eso, vamos a cuidar las FLORES del jardínque las ramas de los árboles den su sombranunca sojuzgaday hundiéndonos en el verde camino por dondese alzan tulipanes y geraniosalcancemos la estación sin límite,el territorio de las feroces verdadesy en un juego de ARENA limpiacaigamos de golpe en esa orilla donde ladesolación se desconoce.

Oh caminos ruinosos del olvidola MUERTA GOLONDRINA, en el alerode la ventananos da una ternura dolorosa.Ven, olvidemos todo , cuidemos las FLORESdel jardín . Será suficiente para no MORIRNOS.

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DE NUEVO LOS ÁNGELES

Buscan los ÁNGELES su sitio en algunaparte de la tierray hay un terror pequeño y sordo bajo lashojas de la alta enredadera.Una BRISA de MAR lejana muestraalgo que sabe el secreto de las olasque van a MORIR en la ROCA duravolviéndose encaje nunca olvidado.El rostro queda húmedo y saladoy recordamos que aquellas lluvias quecayeron en las tardes largastraen el perfume de cosas idas y siemprepresentes.

Pero los ÁNGELES siguen buscando como sila muerte no fuera una cosa parecida a la vida.Entonces era la hora de sentarse a la mesay bendecir el PAN. La íntima costumbre desabernos en familia y empezar a esperarel atardecer cargado de sombras y dulzuras.Claros y FIJOS TUS OJOS más allá delblanco mantelcírculos que nos envolvían haciéndonossentir cómo nos arrastraba unapasión diferente.

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Las sombras allá afuera donde el MARROMPÍA LOS CRISTALES del tiempo.Era el momento de los mejores SUEÑOS.Después la noche caía sobre nuestrossemblantes . Junto al viejo sillón dela habitación marina tu cuerpo descansabamientras el VIENTO golpeaba las ventanas.

Había como un desolado andar de fantasmasy criaturas extrañas.

Por eso los ÁNGELES siguen queriendovencer el tiempo y buscan tus OJOS.Toda lucha es inútil . Tú vuelves a andarpor los mismos sitios . El MAR ROMPE enla costa . Mis huesos sienten tu caricia.Se multiplican los rostros y vuelve a serverano. Aquel mismo verano donde fuimospropietarios del amor más profundo.Estación del SOL y arena sin más testigoque el MAR con su fuerte AZUL. Aquel veranodonde quedamos indefensos y desnudosdonde quisimos olvidar que toda llegadatiene su partida y transformándolo todoapretamos en las manos la brevedad deun SUEÑO.

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Ahora se despiertan los ÁNGELES conun temblor de siglosy nosotros volvemos a ser los mismos

que repetían sus sombras en la playa¿por qué si la BRISA nos hacía sentir

SABOR SALADO nos invadía una dulzura

poblada de PECES dormidos y nieblasde lejanas tierras?

Ahora la playa está desierta . En tornosólo hay silencio y los ÁNGELES siguenbuscando su sitio en lo FIJO claroy profundo de nuestros OJOS.

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VOLVER AL MAR

Volver al MAR para encontrar tus OJOStu figura dibujada en el viejo MUROla sombra de los ÁRBOLESy aquella forma de andar por los caminosAMARILLOS.SOL QUEMANDO LOS OJOSmientras los DEMONIOSAZULES ENCENDÍAN la pielpaisajes por donde nos hicimos sombraaquel perro negro que respondía anuestras vocesen aquel verano diferente.

Sentir el azote de la BRISA marinarefugiamos en la casa a medio construir,amor, amor querido, las olas del Atlánticonos señalan en la mejor hora.Una MAREA cálida nos envuelvey todo es posible porque el tiempose detieney nacemos en un gesto, en una palabra,en una MIRADA que se confunde con las AGUAS.Oh sí, volver al MAR para encontrar tus OJOSy ser entonces irreversible canciónque se TRAGA la tarde.

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NIÑO EN LA PLAYA

Camina hasta nosotros con sus OJOS negrosy alegrestrae en las manos una ESTRELLA DE MARencontrada en la ARENAy juega a ser alguien en el tiempo.Embriagado de AZUL parece no vernospero sus pasos lo acercan a nuestra sombray se empina al SOL para que lodibujemos en el paisaje.Mira con asombro el lejano cruceroy levanta sus manos queriendo asiruna GAVIOTA.Se pierde en el diálogo de las OLASy el olor a marisco lo embriagadulcemente.Se pierde vagabundeando entre las ROCASy ya no es más que una pequeña LUZentre los ARENALES.

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DE ESOS ARENALES

Más allá de esos ARENALES estás con tusOJOS de MARcomo queriendo ROMPER la magia de losaguaceros.Es un grito de animal HERIDO el que llegacon la noche,pasarán las ciudades y en todas ellasencontraré tu nombretraído por aquel veranodonde el MAR fue nuestro secretomientras en el puerto ARDÍANLAS ÚLTIMAS LUCES.No puedo olvidar aquella playadonde iban a MORIR maderos tristesy aquellas GOLONDRINAS que venían alas ventanas de aquella casa nuestragolpeada por la lluvia en los amaneceres.

Desafio del tiempo que no trae el olvidoy aquellas ARENAS que todavía guardannuestras pisadas.

Tierna, rabiosamente, con una tristezadiferente

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Page 45: Fijo testigo: el mar

llegas y los MUROS guardan las palabrasde entoncescuando la lejanía era palabra inútil.

Tú sigues en algún lugar de aquel puertodonde llegaban barcos de países lejanosborrados por la niebla de un MAR fuertey distinto.

Alguna palabra traída por el VIENTOy las GAVIOTAS cerca de los mástiles.Yo he tenido tus OJOS.Siguen conmigo pese a que las bestiasdel tiempo lo han TRAGADO todo.Acaso sin quererlo te volviste algo eternoel fijo testigo de toda una época.El VIENTO seguía rompiendo los techos delas pequeñas casas de los pescadores.Guardada por los SUEÑOS aquella dulzuraque se volvía nostalgia cuando tus OJOSse perdían en el MAR.Nombrándome me volviste oleaje verdey toda la BELLEZA DEL MUNDO nos pertenecía.Por eso estás más allá de esos ARENALESy la crueldad de esta horano puede borrarnos.

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VABANDONO

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EN AQUEL VIEJO BARCO

Es posible que hayas zarpado en aquelviejo barco. Recuerdo que no quisisteque fuera a despedirte. Que me besasteen el claro comedor cerca de lasmadreselvas y las piscualas.Yo quedé estremecida por aquel ADIÓSy acaso no entendí que mis OJOS temiraban por última vez.Largas horas empezaron a pasar sobrelas tardes. Tu rostro crecíamultiplicado en todos los rostros.Te buscaba en los espejos y en el AGUAmientras sabía que seguías recordándomeque en aquella hora que mirabas desdeel muellealgo nacía en ti profundo y grave.Empezaste a recordarme en cada cosay a reconocerme en todas lascriaturas que pasaban por tu lado.

Empezamos a andar por todos los caminosy debajo de todos los árbolescreciéndonos en cada pedazo de MAR asomadoa la tarde.

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Pero qué triste todo en este otoñodonde la madrugada me alcanza escribiendotus OJOSmientras las HORMIGAS borraron yala huella de tus huesos amados.Sigues alejándote en aquel viejo barcoy sigues llegando en cada marejadaque golpea mis playas.

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DE NIEBLA

Te fuiste volviendo de niebla, creciendoen cada cántico MARINOsaltando de pronto en alguna calle pordonde tus pasos te llevaban a mi casa.Llegabas cada tarde. A las cinco enpunto de la BRISA e iniciábamos el juegode las palabras mientras movíamos enla breve taza la cucharilla de té.

Con frecuencia regresas. Te posesionascon tu niebla y en la niebla de todolo que me rodea.Te acomodas en los rincones de la salay empieza una apacible manera de presenciasrecónditas como un desnudo andar dondetodo comienza de nuevo su canciónefimera.

¿Quién te menciona de pronto ycómo, decir olvido cuando atraviesas todaslas PAREDES haciéndote sólo visiblepara mis OJOS?¿A qué país te fuiste, a qué ausenciadisuelta en la humedad de las submarinascanciones que dejaron sabores eternos?

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Las ventanas ROTAS , las MUERTAS vocesmultiplicándose en la hora , niebla siempre,niebla multiplicada donde tus gestosvuelven y tus OJOS tus OJOS que no olvidome ABANDONAN a lo más profundo del MAR.

Sigamos conversando como entonces , hagamoscomo que el tiempo no ha pasado, burlémonosde la MUERTE , déjame recuperar tus manosque sea posible aquella intimidad dondetodo era de una dulzura nunca vulnerable.Sigue de niebla . Yo repetiré: amo la niebla.

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LLUVIA FINA

Una LLOVIZNA fina está cayendoy la casa se llena de una música extrañatraída por manos que conocen los secretosdel tiempo.Hay un algo tan íntimo en las cosascomo si hasta los árboles quisieranconfundirse con los objetos cercanos.La BRISA leve enmudece las PALOMASlos pasillos donde tus pasos dejaron unahuella distinta y los sonidos del surhicieron insondable todo momento eterno.Es que acaso , bajo los altos techos, esealguien que eres tú fue marcando los mesesen la arena de los patios.Y se despiertan las AMAPOLAS borrando lotriste de cada día.

Volvemos a encontrarnos bajo la fina LLUVIA.En la mesa, el blanco mantel habla deconversaciones familiares y hay un ABANDONOde ternura que desnuda todo pensamiento.Galopa el mismo sentimiento de entoncese iniciamos el ritual tan conocidopor los mayores, antiguos habitantesde las noches de LLUVIA fina.

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Aquí están mis OJOS . Buscándote en lasombra de la noche , queriendo empezar eldiálogo interrumpido por la distancia.Cuando no sabíamos que todo terminaba,que la MUERTE era un CUCHILLO sobre losdíasque la tierra se lo tragaba todoque era inútil el golpeteo vivo del MAR.

Nos buscaremos en el OCÉANO. Nosconfundiremoscon los PECESserá inútil toda fugaestaremos juntos, irremediablementedonde la canción de la eternidadnos vuelva a reunir en la mejor ternura.Afuera sigue cayendo fina LLUVIA.

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INDICE

PRÓLOGOFredo Arias de la Canal VII

EL MAR XIX

1FUEGO

El otro ángel 3Y el otro ángel 4

II

PIEDRA 5

Botella verde 7Fuga 8Brisa antigua 9

IIIFUEGO-PIEDRA 11

Aquellas tardes 13De las horas de amargura 15Polvo de peces 17

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IVCÓSMICOS 19

Salida hacia la lluvia 21

El ángel 23Mediodía de septiembre 24Las flores del jardín 25De nuevo los ángeles 27Volver al mar 30Niño en la playa 31De esos arenales 32

VABANDONO 35

En aquel viejo barco 37De niebla 39Lluvia fina 41

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FIJO TESTIGO: EL MARde

LALITA CURBELO BARBERÁN

se terminó de imprimiren Octubre de 1999como un homenaje

al septuagésimoaniversario del natalicio de la autora.

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La edición de la presente obra estuvo a cargo deBerenice Garmendia

Diseño deIván Garmendia R.

Captura y corrección de textosJuan Ángel Gutiérrez

Para la formación de los textos se utilizó la tipografía

Times New Roman de 13 puntos en el programa Word Perfect 7.