fenÓmenos de serialidad criminal.docx

20
FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL: Una cuestión "psi- jurídica". LUÍS ALBERTO DISANTO Introducción La denominación fenómenos de serialidad criminal, ya implica cierta conceptualización. Si bien es posible situar la estructura subjetiva en algunos de los casos, los diagnósticos conocidos y en uso, no suelen explicar la razón de la serie tanto homicida como la de los delitos sexuales. El fenómeno no es nuevo, pero si su relevancia y extensión. A fines del siglo XIX y principios del XX comienza a tomar importancia no sólo el desenlace sino el análisis mismo del crimen y las observaciones sobre el acusado. El delito se impone bruscamente con evidencia desconocida, no porque haya estado ausente de los tribunales sino que parece más observado, incluso más temido. Este tipo de crimen-símbolo, dice Vigarello concentra en un punto extremo el acto de violencia y sangre, proporcionando el ejemplo de un horror límite, de una crueldad absoluta. (1) El acusado es descripto en las últimas décadas del siglo XIX como un individuo privado, con sus rasgos personales y hasta en su comportamiento íntimo. El criminal adquiere un rostro, sus actitudes una cierta densidad, sus obsesiones una existencia ignorada hasta ese momento. Se escribe sobre su aspecto, gestos, sentimientos; la policía averigua sobre su pasado, el médico sobre su normalidad. La defensa trata de recordar su ascendencia para sugerir posible irresponsabilidad. El primero en ser

Upload: facundo-fontela

Post on 27-Nov-2015

13 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL: Una cuestión "psi-jurídica".

LUÍS ALBERTO DISANTO

Introducción

La denominación fenómenos de serialidad criminal, ya implica cierta conceptualización. Si bien es posible situar la estructura subjetiva en algunos de los casos, los diagnósticos conocidos y en uso, no suelen explicar la razón de la serie tanto homicida como la de los delitos sexuales. El fenómeno no es nuevo, pero si su relevancia y extensión.

A fines del siglo XIX y principios del XX comienza a tomar importancia no sólo el desenlace sino el análisis mismo del crimen y las observaciones sobre el acusado. El delito se impone bruscamente con evidencia desconocida, no porque haya estado ausente de los tribunales sino que parece más observado, incluso más temido.

Este tipo de crimen-símbolo, dice Vigarello concentra en un punto extremo el acto de violencia y sangre, proporcionando el ejemplo de un horror límite, de una crueldad absoluta. (1)

El acusado es descripto en las últimas décadas del siglo XIX como un individuo privado, con sus rasgos personales y hasta en su comportamiento íntimo. El criminal adquiere un rostro, sus actitudes una cierta densidad, sus obsesiones una existencia ignorada hasta ese momento. Se escribe sobre su aspecto, gestos, sentimientos; la policía averigua sobre su pasado, el médico sobre su normalidad. La defensa trata de recordar su ascendencia para sugerir posible irresponsabilidad. El primero en ser estudiado es el agresor sexual, aquel que agrega a la violación, el homicidio.

Este moderno monstruo humano se encontrará enmarcado en una noción jurídica amplia abarcativa de lo social y de lo natural, un ser a medias hombre y a medias bestia que implica una doble infracción, la excepcionalidad que combina imposible y prohibido.

Michel Foucault en su texto "Los Anormales" retoma las dos figuras del monstruo sadiano: el antropófago, representado por la figura del pueblo sublevado y el monstruo incestuoso, representando principalmente por la figura del rey, del príncipe, del ministro. Figuras que se retoman en el fondo de la cuestión jurídico-médica del siglo XIX y derivan en la problemática de lo anormal.(2)

Page 2: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

Es así, que los casos cruciales de la medicina legal fueron precisamente esos indecidibles, no aquellos donde la locura era evidente, sino esos monstruos a su vez incestuosos y antropófagos. Figuras de la monstruosidad sexual y antropófagica, ante las cuales Foucault plantea que:

"la doble figura del transgresor sexual y el antropófago van a cubrir todo el siglo XIX, extendiendo su sombra sobre el XX. los encontraremos en los confines de la psiquiatría y del derecho penal, dando su dimensión a esas figuras de la criminalidad: Vacher en Francia, el Vampiro de Düserdolff en Alemania y Jack el destripador en Inglaterra" (3)

De esta manera, algunos casos echan raíces a fines del siglo XIX, su crueldad es analizada por primera vez como sadismo reincidente, sus ataques luego estudiados con tanta precisión que a veces dejan ver la marca personal ó firma del criminal, en las formas de las heridas o en las circunstancias del crimen. Esto renueva la percepción de las reinicidencias, la de actos cometidos compulsivamente en varios tiempos y en distintos lugares por un mismo autor.

Era necesario el análisis de las perversiones y de las obsesiones maníacas, era necesaria una información geográficamente más extendida y centralizada para sugerir la presencia del mismo criminal en casos seguidos por separado antes. El crimen en serie se volvió más observable, nació una categoría criminal, la de los asesinos en serie "avant la lettre" como señala Stephane Bourgoin.

La Criminología suele moverse con soltura ante aquella motivación que aparece como objetivable, identificable y predecible con respecto al delito.

La cuestión de la motivación de los delitos sistemáticos o seriales se ha enfocado en el componente sexual de tipo sádico, algunos autores ubican al componente sexual no en la motivación sino como un instrumento para ejercer poder y dominación sobre sus víctimas.

Suele darse que en el debate de la cosa pública y la privada, se introduce un elemento que compromete a la razón y al impulso: la pulsión, debate entonces entre la ley y la intimidad. Kant ha señalado que lo privado es el uso de la razón en el ámbito público y donde esta razón se hace propia. Por otra parte, lo íntimo no transcurre sólo entre cuatro paredes y un techo.

Page 3: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

En constelaciones sociales atravesadas y consumidas por masificaciones e individualismos, el delincuente serial realiza a veces un montaje escénico de una acción que tendrá repercusión en los otros, allí donde algo de lo íntimo se hace público.

Intentar explicar que un delincuente serial comete sus crímenes por placer, es atenerse a la simple evidencia. Desde la psiquiatría clásica y desde la actual, se han intentando dar diversas respuestas: monomanía sin delirio (Pinel), monomanía homicida (Esquirol), locura moral (Pritchard), sadismo homicida por lubricidad ó lascivia (Krafft-Ebbing),

personalidades psicopáticas (Schneider), psicopatías perversas sintomáticas (Cabello), trastorno sádico de la personalidad (DSM-III-R), síndrome de narcisismo maligno (Kenberg). Y aquellas clasificaciones en relación a las escenas del crimen: organizado, desorganizado y mixto (FBI).

Episodios de violencia recurrente protagonizados las más de las veces por sujetos que son calificados con saberes tranquilizantes –para aquel que los formula-: como psicópatas por un lado y definiendo a su acto criminal como en definitiva "sin sentido".

Quizás deba reflexionarse, que en ciertos casos el delito es "una especie de regulador de una vida, una suplencia reglada ante la ausencia de otros parámetros. No existe una sintaxis del crimen que explique a cada criminal, pero el crimen suele ser causa de una historia que convierte al acto criminal en una verdadera manifestación de un ser en particular". (García) (4)

El lector advertido

Los indicadores de la violencia instrumental y fundamentalmente, de la violencia expresiva; son signos que se dan a ver, a leer, a un lector advertido. Con frecuencia sin demasiadas posibilidades metafóricas, casi deben leerse a la letra. Escritura sobre un material inquietante, el cuerpo de sus víctimas. A veces también hay cartas o mensajes.

Este lector supuesto debe ser un lector advertido, de que su lectura y la fascinación que la misma ejerce puede deslizarlo a analizarse con el criminal, es el lado peligroso del "quid por quo".

¿Qué escribe mediante sus crímenes?, una narración en el mejor de los casos, pero que no termina de escribirse y que lleva a su continuidad y/o repetición.

Page 4: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

El primer hecho de la serie, se resignifica a partir de la introducción de tres eventos, –algunos plantean que con dos es suficiente-, inaugurando una serie como suceso, aunque el primer hecho puede ser inédito, incluso azaroso.

Y en su carácter de marca inaugural llama a algo intramitable, y esto a la repetición e incluso a la diferencia, con frecuencia representada tanto en la escalada de violencia presente en elementos de violencia expresiva como en la variedad de violencia instrumental y en los criterios de elección de las víctimas

Esto implica un escenario, donde algo de lo íntimo se dispone en la escena pública.

Habrá delincuentes seriales o sistemáticos con una estructura psicótica y otros con una perversa, sin descartar los montajes psicopáticos y rasgos de perversión que nos colocan en el dilema de los arrabales diagnósticos y jurídicos.

Pero si pensamos cuál es la función del nombre propio en el destino del sujeto y que, su relación con la función paterna se encuentra severamente cuestionada desde hace tiempo en lo social por las declinaciones de las figuras de lo parental. No es tan absurdo reconocer que en esas vacilaciones del Nombre, del Padre y de la Ley a nivel de la referencia social se reeditan a su vez tres instancias psíquicas, y que en relación al reiterado fracaso de la función simbólica del asesinato del padre se lo suplanta en ciertos casos con identidades homicidas, donde el sujeto precario de la crueldad va realizando un trayecto entre el acto y el comentario del mismo.

A modo de ilustración de esto último y en el centro de los debates sobre la existencia ó no de la llamada personalidad criminal, cito una frase del Dr. Coll, el fiscal del caso de Cayetano Santos Godino (a) el petiso orejudo. Este fiscal refuta los diagnósticos y la posibilidad de inimputabilidad que estos le daban y dice en 1915:

"la llamada locura moral, no es más que la falta de afecciones o la perversión de ellas, pero esto, en lugar de alienar, forma la personalidad sistematizándola" y agrega, "no podemos decir que es alienado, por más que sus actos nos causan horror, pues guardan entre sí, para el sujeto que los produce, armonía perfecta en todos sus correlativos dotados de conciencia..." y "por eso se les llama, más que locos, antisociales, porque sus actos no perjudican al sujeto mismo, que es precisamente lo que constituye su patología, sino al medio

Page 5: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

social y por eso es, que un loco moral puede serlo en un medio y no en otro" (5)

Causas y motivaciones

La intersección entre lo psi y lo jurídico es una intersección que se tiende a completar por la idea dualista cartesiana que solemos habitar, se tiende a completar tanto desde el campo psi ó desde el jurídico, pero precisamente en ese agujero se ubica la causa.

Las causas serán tantas como los saberes en juego: biológica, psíquica, social, jurídica, etc., creo pertinente plantear una analogía con las series complementarias freudianas donde una serie de factores concurren en la causalidad.

En una época de patologías del consumo, donde el lazo social es el consumo, donde todo está en función de consumir y descartar, ¿por qué algunos son depredadores? ¿cuál es su necesidad?. Curiosa patología extrema de consumo que se consume en los medios y es más frecuente en sociedades de mayor consumo.

Desde una perspectiva de la motivación, la investigadora canadiense Candice Skrapec (6), propone una construcción multidimensional, afirma que los criminales seriales no son diferentes al resto sino que revelan aspectos extremos de la normalidad, donde la violencia cumple una función en sus vidas. Asi el miedo, la ira, el desprecio, el sadismo puede deducirse de las evidencias de su comportamiento delictual.

Sus experiencias vitales suelen estar marcadas por recuerdos angustiosos, creencias distorsionadas y conflictos no resueltos que dirigen su comportamiento criminal, siendo sus experiencias vitales las que activan ó refuerzan sus inclinaciones hacia la violencia.

Skrapec diferencia entre:

. homicidio sexual: de motivación sexual para obtener orgasmo pre, peri o posmortem . . homicidio sexualizado: el motivo es matar

Y dice que suelen aparecen tres temas dominantes en las motivaciones: el de justificación, el de control y poder, y el de la vitalidad. En relación a la justificación, sienten que son víctimas que castigan a los que se lo merecen, es una víctima furiosa que se ha convertido en un victimario omnipotente, poseen una doble moral, una para si mismos y otra para el resto.

Page 6: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

En la motivación de control/poder, el acto de matar o violar les otorga un poder fugaz, donde el motor fantasioso es crucial, dado que es otra realidad que les proporciona la experiencia de un control tanto sobre los demás como sobre su propio destino.

Frente a un destino ineluctable y ante la incertidumbre de su cotidaneidad, surge vía el crimen la posibilidad de hacer una diferencia, un lugar como criminal, dando encarnadura al dicho del poeta: que es más seguro ser temido que ser amado.

Por último, la vitalidad se refiere a la sensación de extásis eufórico o ira violenta de consecuencias orgiásticas, luego del cual experimentaban un estado de alivio o calma.

¿Qué subjetividad se encuentra en juego en estos fenómenos?, Fernando Ulloa dice que la crueldad es una patología de fronteras mal establecidas entre el suceder instintivo, epílogo biológico del cuerpo real y el acontecer pulsional, asentamiento del cuerpo erógeno. (7)

Lo cruel deriva del latín bajo crudelis, y este a su vez del latín crudus, crúor; lo que sangra, lo sangrante. Términos relacionados en su origen con la medicina antigua, alrededor del 1250 que luego se desplazan para abarcar a todo aquel capaz de hacer padecer a otros ó de ver que padecen sin conmoverse o con complascencia.

La crueldad a su vez se relaciona con el Mal, palabra tan antigua que es difícil encontrar su etimología, pero implica la entidad abstracta constituída por las cosas ó seres que son malos porque dañan, hacen padecer o porque son contrarios a la moral humana ó divina.

Los criminales seriales suelen ser percibidos en su representación social como la encarnación del mal.

Ahora, por un lado tenemos los delitos de relación social: por celos ó por venganza, homicidios en ocasión de robo, homicidios para ocultar otro delito como la violación y demás. El crimen serial –en particular el homicidio-, no suele ocurrir en las sombras de relaciones preexistentes, no es la relación social previa lo impulsa a la destrucción del otro. Suele representar una racionalidad digamos independizada, de individuos ocupados en sí mismos y en sus fantasías.

Entonces, la búsqueda de los motivos ya no comienzan en las relaciones con las víctimas, sino en cierta abstracción. Revisándose

Page 7: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

incongruencias y fugas en secuencias temporales de tipo estadístico, podría encontrarse un delincuente serial.

En el análisis del lugar del hecho o de hallazgo que junto con sus mensajes y sus dichos, nos dicen algo sobre lo verdadero para estos sujetos, es necesaria otra forma de análisis, un nuevo plano pasa a ser relevante, la pregunta acerca de quien pudo tener motivo suficiente no se ubica al comienzo sino al final, dice Sebastián Scheerer, titular de Criminología de la Universidad de Hamburgo. (8)

Las series

Según Zenón, que era matemático existían dos tipos de series: las divergentes y las convergentes. Vemos que tanto desde el cálculo de la psicología como desde el de los investigadores policiales a través de la estadística o de la perfilación, se intentan situar fenómenos de serie, agrupables en términos finitos o convergentes.

Algunos fenómenos de serialidad se encuentran en el inicio como la suma de partes dispersas que se aproximan a algo caótico, inconexo, sin relación.

Siguiendo al filósofo Alain Badiou y su concepto del acontecimiento, el primero de la serie tendría que constituir un hecho digamos inefable, inédito, que rompe con las series anteriores del individuo y produce un efecto, una aparición nueva, una verdad nueva, un acontecimiento en escena.

La serie decía se suele presentar como aleatoria, azarosa; hasta que un lector pueda detectar la repetición de un hecho, en alguna señal o característica, ahí puede ordenarse como serie. Este primer hecho puede ser inaugural, inédito; incluso para el mismo actor.

Entonces, los fenómenos de serialidad criminal pueden ser analizados como una situación. En las situaciones lo que está en consideración es lo verdadero, no una verdad absoluta, lo verdadero para esa situación.

Si vamos a establecer algún tipo de diagnóstico de un serial, deberíamos pensar en quién puede acontecer ese efecto de verdad, dado que el lector inadvertido suele ser un neurótico que produce efectos de verdad en su propio fantasma.

Page 8: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

El lector advertido no está exento de este riesgo, pero debe intentar dejar por fuera su subjetividad no dividida como persona e introducir la búsqueda de lo verdadero para el serial, no lo verdadero para sí.

Pulice, Manson & Zelis dicen al respecto que "hay cosas que no pueden inducirse o deducirse de lo sabido, hay preguntas que atraviesan su manto, que persisten ó que nacen precisamente allí, donde termina el saber; en los límites y en los agujeros del conocimiento, adonde lo real muerde lo simbólico y entonces, es necesario ir a buscar las respuestas a otro lugar". (9)

Diagnósticos

Desde la perspectiva psicopatológica no es sencillo ni directo identificar a los delincuentes seriales con las perversiones, más allá de la presencia de parafilias en muchos casos. Siendo incluso necesario no homologar perversión con psicopatía.

También hay casos evidente de psicosis ó psicosis con montajes psicopáticos que estabilizan el cuadro. Kurt Schneider situaba a la psicopatía como un trastorno de la personalidad en la esfera del deseo en semejanza a la perversión instintiva de Dupré.

Cabello distingue entre psicopatías y pseudopsicopatías, en estas últimas, la conducta o proceder psicopático ocupa un lugar sintomático, y dice que:

"Las personalidades psicopáticas ocupan el extenso e impreciso territorio que separa a los enfermos mentales de las personas anormales, no son enfermos pero tampoco sanos, o son ambas cosas a la vez. La vaguedad, polimorfismo e indeterminación de sus manifestaciones clínicas, su arraigo en la inmediatez que a veces presentan en satisfacer sus demandas con su estilo personal, conforman un rompecabezas para la psiquiatría y psicología forense, tanto como para la justicia penal. Por definición son agentes de perturbación social, no se adaptan a las normas de convivencia. Cuando las cosas son claras, para reconocerlas con un nombre basta. La multitud de apelativos que se le asignan demuestran la inseguridad diagnostica" (10).

Dentro la clasificación que propone, interesa situar a las psicopatías perversas, que cuentan en su haber la delincuencia más grave y despiadada, de inicio precoz, niños difíciles en edad escolar, destructores, agresivos, egoístas, simuladores, gozan de martirizar animales, sexualmente precoces se deslizan fácilmente a delitos del

Page 9: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

mismo orden, también pueden ser incendiarios sin descartar el robo. Y dentro de estas psicopatías perversas, vale la pena detenerse en la que llama sintomática. Afirma que en ciertas psicosis hay un comienzo de apariencia perverso, Cabello cita el caso de Langoni, un homicida al que se declaro imputable y luego de su reclusión desarrollo un proceso psicótico y piensa que el caso Robledo Puch puede seguir similar evolución.

Se trata de un inicio de un proceso psicótico o de una restitución psicopática de la psicosis, que posterga el desencadenamiento psicótico bajo la paradoja de una certidumbre criminal que otorga sostén a cierta identidad homicida?. Algo así como un desarrollo diferente a la presentación alucinatoria y delirante, que deriva en el homicidio.

Desde enfoques psicoanalíticos, la perspectiva kleiniana planteaba que el acto del psicópata expresaría la única respuesta que le permitiría conservar su unidad y mantener el contacto con el mundo exterior, conducta diferente a la psicótica, en tanto el paso a la acción, sustituiría a la elaboración delirante.

Lacan también planteaba en "Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en criminología" la cuestión del montaje ó estado psicopático, afirmaba en ese texto que el superyo pone en cuestión la confrontación del sujeto con la ley, que no es sólo la ley de la prohibición en su sentido normativo, sino como imperativo. En esta encrucijada debe situarse el estado psicopático, o sea, en la confrontación a la castración, donde el Superyo la niega, resguardando al narcisisimo. Si bien el estado psicopático, puede llegar a mostrar la negación de la castración, lo que queda por explicar y fundamentar es como se establece dicho montaje..

Por otro lado los llamados rasgos de perversión son aquellos que implica un proceso económico condensador de goce por un lado y portador de algo del ideal al mismo tiempo, detalles de ciertos fantasmas donde se puede percibir la fascinación por determinados objetos o situaciones. Y los rasgos de perversión pueden presentarse en diferentes estructuras subjetivas.

En estos sujetos, los criminales seriales se pueden encontrar rasgos de perversión anudando en el acto criminal los agujeros simbólicos de la sexualidad y de la muerte, pero sostenidos en el horror.

En ciertos casos, la venganza contra sus padres es animada por el odio del ser, como en el asesino de ancianas de Santander, España.

Page 10: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

Odio inducido pro el hecho de que el sujeto imagina la existencia de un "ser" que posee un saber inasible y amenazante para sí mismo. Odio que puede dirigirse hacia aquel que supone más perfecto, según Freud del odio participa el deseo de saber, algo es más odiado cuanto más desconocido, sobreestimando la amenaza que representa.

Quizás haya un probable retorno del superyo en lo real, no bajo la alucinación como en ciertas psicosis, sino como un impulso feroz sin vigilia de la conciencia moral y de la autobservación, desatadas de la ley. El acto serial alivia inmediata y parcialmente a quien lo comete, un criminal serial suele atacar el pudor y lo bello, a pesar de que en algunos se promulga la idea de un acto en nombre de lo bello, el asesinato como una de las bellas artes. Pues comparten ciertas características del artista, saben que son diferentes a otros, experimentan impulsos y tensiones que los apartan del resto y poseen la decisión ó desesperación suficiente para satisfacer esos impulsos desafiando a la sociedad.

Además la puesta en escena es crucial, dado que algo de lo íntimo (pulsional) del victimario se suele disponer en esa escena, un borde de obscenidad que ataca lo privado.

A veces, la necesidad de lo público en las marcas suele contrastar sobremanera con la actitud de estos sujetos en su vida privada.

Marcas de autoría, cortes ó señales en el cuerpo del otro, que evocan un rasgo perverso como señal de apropiación o como fetiche que soporta un goce último, aún después del crimen. Escritura a manera de membrete de apropiación, un hacerse mirar pero inscripto en un código a descifrar, con una repetición y complejización en grado creciente que marca cierto estilo.

Toda esta violencia expresiva va más allá de la acción necesaria para cometer el crimen, va más allá de la violencia instrumental. Las fantasías son expresadas con frecuencia en una manifestación personal, única.

Por un lado, hay una gran necesidad de dejar marcas por aquí y por allá. Y por otro, un sistemático proceso de ocultación, como un doble juego.

Esta escritura de signos sobre el cuerpo de la víctima, se suele escribir en signos muy condensados como en los ideogramas de la caligrafía oriental, el serial que es anónimo quizás no este tratando de escribir algún nombre, ¿se tratará de un nombre propio ó quizás de

Page 11: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

hacerse un nombre?. Puede estar realizando una extraña escritura de signos que configura un nombre que lo representa y esto quizás ni siquiera lo sepa. (11)

Los elementos aparentemente irracionales de la escena del crimen: pista, singular, curioso, extraño, inverosímil, raro, insensato, misterioso, irreal, increíble. El detalle más trivial, una observación menor, un gesto extraño, etc., que por su posición estructural destituye la homogeneidad del todo del que forma parte y que puede desencadenar otra escena posible.

A partir de las pistas, el detective desmonta la unidad imaginaria de la escena del crimen, desnuda su carácter de montaje, la relación entre la escena armada y los detalles, entonces el caso concreto debe buscarse como si se leyera un texto.

Noticias de los criminales

Lo que sabemos de estos sujetos se basa en las entrevistas para conocer sus motivaciones, historias y métodos. Y también en el análisis de la investigación criminal. A mi entender, los antecedentes más relevantes en la construcción de lo que se ha dado en llamar el perfil psicológico en la escena del crimen han sido tres.

En primer lugar el texto del Dr. Karl Berg, "Der Sadist" (El sádico), donde se exponen las confesiones y relatos de Peter Kürten, el vampiro de Düsserdolff. Aparece con gran claridad que la motivación de los crímenes pueden provenir de fantasías de carácter perverso por su contenido y por su ubicación en la conciencia, y que estas fantasías puede ser un móvil tan poderoso o más que los motivos criminales tradicionales.

En segundo lugar, el trabajo realizado por el Dr. Brussel de New York que posibilita la captura de un sujeto que colocaba bombas, inaugura el proceso de realizar un perfil psicológico de alguien desconocido a distancia, analizando las escenas del crimen, los artefactos explosivos que utiliza y sus cartas, no en su aspecto grafológico sino en su gramática y sintaxis.

Y en tercer lugar, la descripción del Dr. Robert Brittain del asesino sádico, artículo de tono descriptivo pero orientador en una patología no siempre evidente y que suele mimetizarse con otros diagnósticos.

Por último, la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI realizo a mediados de la década del 70 una metodología basada en

Page 12: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

entrevistas a criminales cumpliendo condena, a la informtización de la misma y luego al establecimiento de protocolos de aplicación del perfil, para su validación y objetivación.

En Inglaterra, David Canter es un representante de la llamada psicología investigadora, sostiene que un agresor sistemático va contando una historia ó narración, donde cada uno de sus crímenes forma un capítulo de esa historia que el psicólogo investigador debe interpretar para responder a la pregunta central de qué es lo que le mueve y qué es lo que pretende con esos actos criminales. Esta psicología investigadora es un conglomerado sistematizado de teorías, hipótesis y resultados de estudios de historia y patrones de conducta de las características individuales de los delincuentes.

Canter afirma que un crimen es una transacción personal entre el asesino y su víctima dentro de un contexto social. El papel del psicólogo investigador consiste en determinar cuáles de los aspectos de la transacción se pueden vincular con otros aspectos de la vida presente o pasada del criminal, y cuáles de ellos se pueden identificar como propios del individuo frente s los de los grupos sociales a los que pertenece.

Sostiene que hay cinco enfoques sobre los que trabajar un perfil:

. coherencia interpersonal: selección de víctimas con características similares a

personas que son significativas para ellos,

. importancia del tiempo y lugar: señala cuando tiene tiempo libre, que tipo de trabajo

tiene y dónde puede vivir, si está familiriazado con el lugar por su forma de moverse

. características criminales: permite clasificar a los agresores

. carrera criminal: valoración de antecedentes delictivos

. conciencia forense: los que han cometido delitos y conocen las técnicas forenses

Otro de sus aportes es su hipótesis del círculo, que consiste en marcar sobre un mapa todos los crímenes cometidos por alguien, luego se toman como diámetro las dos escenas del crímen que se encuentren más alejadas la una de la otra. Después se dibuja un círculo en el que

Page 13: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

se incluyen todas las localizaciones mencionadas. La "hipótesis del círculo" dice que el criminal vive dentro de ese círculo, posiblemente cerca del centro.

De acuerdo a los datos obtenidos por Canter, el 80% de los violadores viven dentro de ese círculo. (12)

Por ahora, dejamos aquí.

Si hay algo que los fenómenos de serialidad criminal producen, es interrogantes. Desde lo psicopatológico y sus diversas vertientes, es por ahora de rigor, sostener que los diagnósticos no son suficientes para explicar la serie homicida o violadora, si es cierto; que se pueden diagnósticar los casos y encontrar seguramente argumentos que den cuentan de la causa, pero esos argumentos no son válidos cuando en otros no aparece la conducta criminal. El lugar de la fantasía suele ser central, pero cuáles son las peculiaridades de esta fantasía y las transformaciones que sufre para ser puestas en acto?. Las metodologías de análisis criminal ya no pueden prescindir de lo "psi" en estos fenómenos. Hay muchas cuentas pendientes pero destaco algunas: qué lugar para las víctimas sobrevivientes?, directas o no; como pensar la intervención del sistema penal en su papel de agravamiento de las conductas criminales y qué posición tomar frente a las llamadas psicopatías y perversiones, frente a las que suele haber opinión unánime de intratables?

NOTAS

 

VIGARELLO, G.: "Historia de la violación. Desde el siglo XVI hasta nuestros Días", Ediciones Trilce, Montevideo 1999.

DISANTO, L.A.: "Tú...Pierre Riviére", Revista Imago/Agenda n°77, Buenos Aires, 2004.

FOUCAULT, M.: "Los anormales", Ed. FCE, Buenos Aires 2000.

(4) GARCIA, G: "Jacques Lacan y la criminología", Revista Etiem de Psiquiatría y Psicoanálisis n° 1, Buenos Aires

(5) Caso Cayetano Santos Godino. Revista Museo de la Policía Federal Argentina n° 1, Bs. As. 1946.

Page 14: FENÓMENOS DE SERIALIDAD CRIMINAL.docx

(6) SKRAPEC, C.: "Las motivaciones de los asesinos en serie" en "VIOLENCIA Y PSICOPATIA", Sanmartín & Raine (compiladores), Editorial Ariel, Barcelona 2000.

ULLOA, F.: "La metapsicología de la crueldad", inédito, Buenos Aires 2000.

(8) SCHEERER, S.:" Mítodo y método, hacia una arqueología de los homicidas seriales" en "TÄTERPROFILE BEI GEWALTVERBRECHEN: MYTHOS,

THEORIE UND PRAXIS DES PROFILINGS", Springer, Berlín 2001.

PULICE, MANSON & ZELIS: "Investigación <> Psicoanálisis: de Sherlock Holmes, Peirce y Dupin a la experiencia freudiana", Letra Viva Editorial, Buenos Aires 2000.

(10) CABELLO, V.: "Psiquiatría Forense en el Derecho Penal", Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2000.

DOBON, J.: "Serialidad", inédito, Buenos Aires 2000.

BERBELL & ORTEGA: "Psicópatas criminales", La Esfera de los libros, Madrid, 2003.