entrega nº 16 libros de clm

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LIBROS Y NOMBRES DE CASTILLA-LA MANCHA DÉCIMOSEXTA ENTREGA 1 de abril de 2011 JOSÉ CORREDOR MATHEOS Desolación y vuelo. Poesía reunida 1951-2011 Tusquets editores, Barcelona, 2011; 544 pags.; 25 Jose Corredor Matheos (Alcázar de san Juan, 1929) es, sin duda, el mejor y más reconocido de los poetas castellano- manchegos vivos. Ya lo era antes de que en 2005 obtuviera el premio nacional de Poesía por su libro El don de la ignorancia, pero a partir de esa fecha su proyección se ha multiplicado. En este caso, creo sinceramente, que lo de menos son los premios. José Corredor es un poeta esencial, riguroso, hondo, ajeno a cualquier retórica, a cualquier barroquismo, que ha demostrado a lo largo de más de una docena de libros su trayectoria y su alta calidad expresiva. Por todo eso no podemos sino felicitarnos de que Tusquets, la editorial que había publicado sus últimos libros, nos ofrezca ahora esta entrega con toda su obra, ordenada y revisada por el autor, que abarca desde su primera entrega Ocasión donde amarte (de 1951, publicado en 1953) hasta poemas inéditos de ayer mismo. Son, en conjunto, 60 fructíferos años de actividad poética que alumbran un universo y una expresión muy personales, una mirada ante la vida llena de preguntas, llena de dudas, manifestadas con una especial hondura poética. El interés de este volumen, para los qe habíamos descubierto tarde -como es mi caso- la obra singular de José Corredor Matheos, es poder disponer de todos sus libros, algunos tan esenciales, en mi opinión, como Carta a Li Po (escrito entre 1969 y 1975), en el que su poesía se abre definitivamente a la influencia oriental, hondamente conocida y asimilada, lo que le confiere un tono muy especial dentro de nuestro panorama poético. La principal sorpresa que he tenido al leer ahora su obra primera es que su poesía ya era moderna cuando se publicó. Empiecen si no por sus primeros títulos, escritos en los 50 y los 60, y piensen cuál era la poesía dominante en España en esas décadas. Luego comparen; es posible que saquen esta misma conclusión. En definitiva, estamos ante un libro total, la obra de toda una vida, pero un libro también necesario y hermoso, por su concisión, por su austeridad formal, en que la desolación ante el absurdo del mundo se une con el vuelo del espíritu para comprenderlo y sentirlo; un libro en el que todas nuestras extrañezas se convierten en pálpitos de misterio. Alfonso González-Calero

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Entrega Nº 16 Libros de CLM

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LIBROS Y NOMBRESDE CASTILLA-LA MANCHADÉCIMOSEXTA ENTREGA1 de abril de 2011

JOSÉ CORREDORMATHEOSDesolación y vuelo. Poesíareunida 1951-2011Tusquets editores, Barcelona, 2011;544 pags.; 25 €

Jose Corredor Matheos (Alcázar de sanJuan, 1929) es, sin duda, el mejor y másreconocido de los poetas castellano-manchegos vivos. Ya lo era antes deque en 2005 obtuviera el premionacional de Poesía por su libro El donde la ignorancia, pero a partir de esafecha su proyección se ha multiplicado.En este caso, creo sinceramente, que lode menos son los premios. JoséCorredor es un poeta esencial, riguroso,hondo, ajeno a cualquier retórica, acualquier barroquismo, que hademostrado a lo largo de más de una

docena de libros su trayectoria y su altacalidad expresiva.Por todo eso no podemos sinofelicitarnos de que Tusquets, la editorialque había publicado sus últimos libros,nos ofrezca ahora esta entrega con todasu obra, ordenada y revisada por elautor, que abarca desde su primeraentrega Ocasión donde amarte (de1951, publicado en 1953) hasta poemasinéditos de ayer mismo. Son, enconjunto, 60 fructíferos años deactividad poética que alumbran ununiverso y una expresión muypersonales, una mirada ante la vidallena de preguntas, llena de dudas,manifestadas con una especial hondurapoética.El interés de este volumen, para los qehabíamos descubierto tarde -como es micaso- la obra singular de José CorredorMatheos, es poder disponer de todos suslibros, algunos tan esenciales, en miopinión, como Carta a Li Po (escritoentre 1969 y 1975), en el que su poesíase abre definitivamente a la influenciaoriental, hondamente conocida yasimilada, lo que le confiere un tonomuy especial dentro de nuestropanorama poético.La principal sorpresa que he tenido alleer ahora su obra primera es que supoesía ya era moderna cuando sepublicó. Empiecen si no por susprimeros títulos, escritos en los 50 y los60, y piensen cuál era la poesíadominante en España en esas décadas.Luego comparen; es posible que saquenesta misma conclusión. En definitiva,estamos ante un libro total, la obra detoda una vida, pero un libro tambiénnecesario y hermoso, por su concisión,por su austeridad formal, en que ladesolación ante el absurdo del mundo seune con el vuelo del espíritu paracomprenderlo y sentirlo; un libro en elque todas nuestras extrañezas seconvierten en pálpitos de misterio.

Alfonso González-Calero

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Tomasa CuevasPresas: Mujeres en las cárcelesfranquistasEd Icaria/Antrazyt; Barcelona, 2011;176 pags.; 14 €

La labor de compilación de la obra deTomasa Cuevas comienza en 1974,cuando decide recorrer España e irgrabando con un magnetófono lostestimonios de mujeres que habíanestado con ella en diversas cárceles.Contraria al "pacto de silencio" de latransición, decide publicar el materialrecogido en esas cintas. Tomasa,militante del Partido Comunista y conuna gran fortaleza de carácter, recogelos impresionantes testimonios demuchas mujeres que fueronencarceladas, algunas de ellassimplemente por el hecho de sermadres, hermanas o mujeres deactivistas políticos. Todas ellasmantuvieron la dignidad y se negaron aser humilladas en público. ¿Por quétodo este sacrificio no se ha visto nuncareconocido? Bien por ese "pacto desilencio", bien por el machismo dentrode los partidos políticos, ya que pocasmujeres resistentes y del exilio llegarona ocupar cargos públicos.Este libro es un homenaje a todas lasmujeres que durante el régimenfranquista sufrieron represión, torturas,presidio e, incluso, la muerte.Tomasa Cuevas (Guadalajara, 1917)ingresa en la Juventud Comunista con14 años. Cuando estalla la Guerra Civil

defiende la República con las JSUC ymás tarde con el PCE. Al acabar laguerra es detenida, encarcelada en laprisión de Guadalajara y condenada a30 años de prisión, de los cualescumplirá cinco. Después es desterrada aBarcelona, donde se incorporará alPSUC. En 1945 vuelve a ser detenida,salvajemente torturada y trasladada a laprisión de Les Corts. En 1951 se exiliaen Francia hasta 1961. En 1969 pasanuevamente a la clandestinidad. Esmiembro de la Asociación Catalana deExpresos Políticos y autora, entre otrostítulos, de "Cárcel de mujeres y“Mujeres de la resistencia". En 2004recibió la Cruz de Sant Jordi de laGeneralitat de Cataluña.

De la web de Icaria ediciones

Harold

Crónicas cinematográficas deJosé Antonio Tendero

Varios autores. Filmoteca de Albacete;Albacete, 2010

José Antonio Tendero (Albacete, 1917-1909) era maestro de escuela ylibrepensador. Un día de 1959, eldirector de la emisora COPE en

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Albacete, que era amigo suyo, lo invitóa colaborar preparando las críticas decine. Ese momento cambió su destinopara siempre. Desde entonces, películaa película, con minuciosa lealtad, fuecubriendo la historia del cine en suscrónicas radiofónicas y siguióhaciéndolo hasta casi el final de susdías.

Cuando mudaron las salas al extrarradioy había que “salir de excursión” para ira ver los estrenos, cambió el temamonográfico y pasó a hablar de suscosas, que era otro modo de hablar de lomismo a través de su vasta cultura y sumemoria portentosa. Pero no dejó deacudir a su cita con la radio.Afortunadamente también colaboró conla prensa local en el diario La Voz deAlbacete durante quince años, con lamisma febril constancia, lo que hapermitido a la Filmoteca de Albaceterescatar 70 de aquellas crónicas,espigando las más significativas portratarse de clásicos reconocidos, porhaber llegado a las salas después dehaber estado prohibidas por la censura opor ser características de una épocapeculiar de España.

Se aprecia en estos textos la agudeza delcrítico que, siendo autodidacta, eracapaz de apreciar y valorar trabajos deMankiewicz, Bergman o Truffaut, porcitar tres ejemplos dispares. Puededecirse que el cine en Albacete le debe aJosé Antonio Tendero, que utilizaba elseudónimo de ‘Harold’ en sus crónicasescritas, haber creado escuela con sumirada respetuosa y exigente a la vez.También con su enorme capacidad parala amistad, como se aprecia en lascolaboraciones de distintos escritores,conocidos e incluso parientes, queabocetan por acumulación los perfilesde este singular personaje que paseabapor la ciudad con sombrero borsalino ygabardina detectivesca y nunca rehuía

una pausa para la conversación, allídonde se presentara.

La variedad de generaciones que hablande él y el tono de sincero cariño quemuestran todos ellos confirman su tallahumana. El editor, Jesús AntonioLópez, ha completado el perfil confotografías que recogen momentosespeciales de su vida, como aquellas enlas que posa con su amigo Luis GarcíaBerlanga.

Arturo Tendero

Escultores del siglo XVI enCuencaMª Luz Rokiski Lázaro

Diputación de Cuenca; serie Arte nº 24;2011; 464 pags.

El libro continúa otro anterior de laautora titulado Documentos sobreescultura del siglo XVI en Cuenca,

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publicado en 2001 también por laDiputación de Cuenca.Esa centuria fue buena en la ciudad delos dos ríos en términos económicos(gran auge de la ganadería y de laindustria textil) y esa bonanzaeconómica se reflejó en numerososencargos de edificios y losconsiguientes ornamentos de losmismos. Aquí es donde aparece laescultura, materia que estudiaexhaustivamente Mª Luz Rokiski enesta obra.Numerosas iglesias y conventospusieron en pie retablos y encargaron aarquitectos nativos y foráneos (porejemplo de Francia y de los PaísesBajos) que los cubrieran de esculturas,como es obvio de temática religiosa.También las cofradías encargaron pasosprocesionales e imágenes.Los nombres más notables que destacala autora (entre los casi 150 artistasreseñados) serian los de Juan de Flandeso Antonio López pero sobre todo el másfamoso y reconocido de todos ellos seráEsteban Jamete, al que el libro dedicacerca de un centenar de paginas con undetallado estudio de su trayectoriabiográfica y una abundantísimarepresentación gráfica de su obra.Jamete era francés y dejó su impronta,por ejemplo en la sala capitular de lacatedral de Cuenca así como en elconocido como retablo de Santa ElenaOtros autores que destaca la autora sonMiguel Hernández, o Diego de TiedraLas últimas décadas del siglo XVIregistran una notable crisis económicaen la ciudad, cuyas consecuencias sedejan sentir en el menor encargo deobras de arte y en la correspondienterecesión de esta disciplina.El libro, de gran formato, está muy bieneditado, con abundantes imágenes encolor y con unos útiles índices denombres y topográfico que facilitan labúsqueda.Otros libros de la autora son: Rejeríadel siglo XVI en Cuenca; Arquitectura

del siglo XVI en Cuenca, Arquitecturadel siglo XVI en Cuenca: Arquitectos,canteros y carpinteros, y Arquitecturasde Cuenca, editado por el Servicio dePublicaciones de la JCCM en 1995.

A G C

Escritoras de cineRosa Mª Ballesteros GarcíaColec. Atenea Estudios sobre la Mujer;Universidad de Málaga; 2011;312 pags. 12 €

El presente estudio está basado sobreuna serie de novelas, relatos u obrasteatrales de escritoras llevadas al cineespañol. Tras la introducción, dondeanaliza el cine como fenómenomediático, entre otras cuestiones, unsegundo capítulo muestra a las autoras(con una breve biografía y una reseñade las obras versionadas). Un tercercapítulo recoge las fichas de laspelículas. Todo lo anterior se completacon un apartado de apéndicesdocumentales y una bibliografíarelacionada.

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La autora, toledana, profesora en laUniversidad de Málaga desde haceaños, se ha especializado en estudiossobre la historia de las mujeres (porejemplo sobre la eclosión del feminismoen Portugal) y sobre otros aspectos de lacreatividad femenina, por ejemplo en elcampo de la Literatura. En ese aspectocabe citar su trabajo Hijas de Galiana:Un viaje literario con Toledo al fondo,que publicamos en Almud ediciones en2010.En este nuevo libro, Rosa MaríaBallesteros nos ofrece una ampliarevisión del papel de mujeres escritorasen el mundo del cine y del audiovisual,en España, entre 1934 y 2000. Aparecenen esta galería autoras importantescomo Luisa Alberca (de Alcazar de sanJuan; nacida en 1920 autora de serialesradiofónicos, en la SER, como Lo quenunca muere y Ama Rosa).Pero también podemos encontrar otrosnombres conocidos como los de CeciliaBohl de Faber (Fernán Caballero),Concha Espina o Emilia Pardo Bazán, uotros más recientes como CarmenLaforet, Rosa Chacel, Carmen MartínGaite, María Lejárraga, etc.Se trata de un trabajo muydocumentado, en el que en cada entradaaparecen además de datos biográficosde la autora, el resumen argumental dealguna o algunas de las obrasmencionadas, y bibliografíaseleccionada en cada caso; además delas correspondientes fichasfilmográficas.

A G C

En recuerdo de Antonio AragonésSuberoDías pasados falleció en Madrid elconocido folclorista alcarreño AntonioAragonés Subero. Se ha ido parasiempre, pero su recuerdo permaneceráen quienes lo conocimos y tratamospersonalmente a través de las reunionesde la hoy añorada Institución de Cultura“Marqués de Santillana”, que tantosignificó para el desarrollo de la Culturade Guadalajara, y tuvimos la suerte decompartir con él un vaso de vino de labodega de su pueblo, Yélamos deAbajo, al que tanto quería. Pero eltiempo es inexorable y por eso, ahora, elmejor homenaje que podemos hacer ensu memoria, es releer la obra que dejópublicada y darla a conocer a cuantoshasta todavía la ignoran. Sirvan, pues,estas líneas, como el sencillo homenajeal que me he referido.En el año 1973 vieron la luz dos librossuyos, los más conocidos: Danzas,rondas y música popular de Guadalajaray Gastronomía de Guadalajara. Elprimero de ellos, cuya cubierta diseñó elcartelista Fernando Humanes, fueentrañablemente prologado por el Dr.Cortijo Ayuso, por entonces presidentede la Sección de Literatura de laInstitución de Cultura, encargada de

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calificar los trabajos presentados alConcurso “Danzas, Rondas y MúsicaPopular”, instituido por la Diputacióncon motivo de la celebración del XI Díade la Provincia, en1972, y del que ellibro que comento fue justo ganador.Se trata de una amplia antología delfolclore de Guadalajara, en la que ellector interesado podrá encontrar unamplio espectro de manifestaciones,algunas ya perdidas para siempre como“El japé” de Moratilla de los Meleros.Así, botargas, judas, paloteos y otrasdanzas, fiestas de Santa Águeda,cencerradas, toros de fuego, mayos,rondas y cantos de gran interés por loque aportan al mejor conocimiento delfolclore provincial. Hoy es un libroimportante para poder compararaspectos puntuales sobre determinadasfiestas y tradiciones que han sufridonotables variaciones con el paso deltiempo, algunas ya perdidas, comoqueda dicho, pero algunas otrasrecuperadas.La segunda edición, con cubierta deCésar Gil Senovilla, varía en algunasfotografías e incluye algunas más encolor, así como un prólogo de FranciscoTomey, a la sazón presidente de laDiputación. El segundo libro-Gastronomía de Guadalajara- lleva unacubierta realizada por Rafael Pedrós: elbodegón titulado “Sopas de ajo” y un“Prologuillo jolgorioso” escrito porCamilo José Cela, tras el que figura una“Justificación” del propio Aragonés queadvierte “que una cosa es un libro decocina y otra muy distinta una guíagastronómica” y donde nos recuerdaque su afición al tema no le llegó por lacomida, sino a través de la apasionantelectura de un Cuaderno de recetas decocina firmado por un tal padre Salsete,manuscrito fechado en Pamplona en elsiglo XVII, además de otras lecturasmas refinadas como las de Ruperto deNola (1477), así como las aportacionesde Layna Serrano y Castillo de Lucas.Una “Justificación” llena de gracejo,

fechada “En mi bodega de Yélamos deAbajo, una noche de mayo de 1972”.El libro aparece dividido en dos partesmuy distintas: por un lado vanprimeramente unos trabajos literariosacerca de aspectos coquinarios o con lacocina emparentados, uno por cada mes,por ejemplo: “Un leonés vendíalechones en la Alcarria” (enero), “De loque comió y bebió en Semana Santa unfraile predicador” (abril), “Un confiteroa quien no gustaba el dulce” (agosto), o“Un peñalvero allegando géneros”(noviembre), a la manera de losantiguos cuentos. La segunda parteconsiste en una larga serie de “Recetasde los guisos y otras cosas de laprovincia de Guadalajara” realizadas abase de leche (leche frita, calostros conmiel); queso (queso frito, pan derequesón); huevos (tortillas varias,mojao de Alocén); pan (pan cenceño,caridad, matambre); migas (alcarreñas,campiñeras, canas); sopas (de ajo, dealmendras y piñones, de leche, llorona,consumado del cura); gachas (de pastor,de matanza, del Tío Eustaquio); ajo(aceitajo, salmorejo, breve); potaje(adafina, olla podrida, cocido derastrojo, potaje de vigilia, hartatunos);arroz (con costillas de cerdo, conhabas); hortalizas, ensaladas ygazpachos (setas de cardo, pepirrana,bacaolivas, cardillos, collejas); y carnes,de vaca (galianos, chilindrón, ajoarriero); cerdo (morteruelo, destripaos,somarro); caza (conejo escabechado,conejo tojunto, liebre con arroz); perdiz(escabechada yelamera, palominos delconvento, tordos en escabeche); pollo(tetillas de gallina, a la chilindrina,pepitoria de ave); pesca (truchas deTrillo, anguila en salsa verde, tortilla decangrejos); bacalao, arenques, besugo,caracoles y ancas de rana (bacalao delmolinero, de cuaresma, en ensalada,topos de agua, lagarto); vino, vinagre ylicores (mistela, sopas de aguardiente,nueces en morillejo, chapurriao, zurracon miel); frutos secos (cañamones,

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nueces, piñas, pipas de calabaza,aceitunas, bellotas, palomitas, moras);tisanas, vahos y otras cosas (ajo,amapola, cominos, menta, poleo, té deroca, ortigas) y miles de dulces.El comer y el beber en refranes ymodismos, Olla revuelta (a modo decajón de sastre) y Apodos alcarreñosrelacionados con la gastronomíacompletan el libro, que finaliza con unaselecta bibliografía de quince títulos.La segunda edición, al igual que el librode Danzas, rondas…, también lleva unacubierta realizada por Gil Senovilla, yun prólogo de Francisco Tomey.El mismo año que apareció la segundaedición de la Gastronomía deGuadalajara, 1985, Antonio Aragonéscolaboró con otros miembros de laSección de Etnología de la Institución“Marqués de Santillana” (José AntonioAlonso Ramos, M.ª Teresa Butrón,Eulalia Castellote, Francisco Cortijo,Jesús García Perdices, Antonio HerreraCasado, Tomás Nieto Taberné y quienesto escribe), en la edición de un librito:Cultura tradicional de Guadalajara,destinado principalmente a los jóvenesde Guadalajara, con motivo de lacelebración del Año Internacional de laJuventud: Participación, Desarrollo yPaz, así designado por la AsambleaGeneral de las Naciones Unidas en susesión de 24 de enero de 1980.El trabajo presentado por AntonioAragonés trata de “Gastronomía,Matanza, Panadería y Dulcería” y en élse deja notar cierto aire de nostalgia, alconsiderar que la tradicional fiesta de lamatanza, con toda su parafernalia, habíadesaparecido casi por completo de la fazprovincial por culpa de las carnicerías,lo mismo que sucedió con los hornos depan cocer, a base de leñas de encina,jara, sabina o enebro, que tambiénsucumbieron ante las maquinariasmodernas totalmente electrificadas.De 1992 data el extenso artículo que,sobre El paso del marojo, vio la luz enla revista Cuadernos de Etnología de

Guadalajara, 24 (de cuyo Consejo deRedacción formó parte desde sufundación, en 1986, hasta 2010). En él,Antonio Aragonés, describe este ritomilenario -la curación de la herniainguinal infantil al pasar a la criaturapor entre la rama desgajada de un robleo marojo-, partiendo del escenariodonde tiene lugar (que en este caso fueChillarón del Rey), sus protagonistas(“pasadores” o padrinos, quenecesariamente deben llamarse Juan yMaría), la fecha, siempre coincidiendocon el solsticio de verano (o día de SanJuan, al salir el sol por el horizonte), elmismo ritual dentro y fuera de España,el culto arbóreo, magia, canciones,refranes, topónimos, etc., añadiendo atodo lo anterior el valor documental delas fotografías tomadas en el momentode realizarse “el paso”.He aquí la obra escrita (sabemos quedesde hacía años estaba recogiendodatos para redactar un “Palabrario” quenos gustaría ver publicado) por estebuen amigo que se nos ha ido. Séale latierra leve.Otros libros del autor:Danzas, rondas y música popular deGuadalajara, 1.ª ed. Patronato deCultura “Marqués de Santillana”, 1973,262 pp. (2ª ed. ibid. 1986)Gastronomía de Guadalajara, 1.ª ed.Guadalajara, Institución de Cultura“Marqués de Santillana”. 1973, 270 pp.(2.ª ed. Ibid., 1985, 268 pp.).“Gastronomía, Matanza, Panadería yDulcería”, en Cultura Tradicional deGuadalajara, Institución “Marqués deSantillana”, 1985.“El paso del marojo. Ritos de paso ytradiciones mágico-medicinales”,Cuadernos de Etnología de Guadalajara,n.º 24 (1992, 4.º), pp. 7-60.

José Ramón López de los Mozos enUno por Uno. Libros de Guadalajara

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Las órdenes militares de losrománticosMiguel Cortés ArreseCatarata Eds. Madrid, 2011PVP: 17 euros 192 páginas

La Edad Media ocupa un lugarprivilegiado en el corazón de losrománticos, en su visión del mundo, ensus relaciones con el pasado y presente,en la percepción de la belleza o el gustopor lo imaginario: una época fabulosa ylibre que se ofrecía generosa a la miradade dramaturgos, novelistas, poetas ypintores. En el escenario de esta EdadMedia, mitificada y rehabilitada, losacontecimientos evocados de lasórdenes militares hispanas ocuparon unlugar sobresaliente; por suprotagonismo en las luchas dereconquista, en la repoblación de lasnuevas tierras, en la difícil convivenciade su tiempo. Sus crónicas, enseñas,edificios y sepulcros atrajeron deinmediato a curiosos y artistas de la másvariada condición. Literatos, eruditos ygrabadores visitaron las ruinas deCalatrava en Castilla-La Mancha o lacasa de Santiago, en León; doña Maríade Orozco, el conquense don Álvaro deLuna o los Carvajales se pusieron demoda y no tardaron en convertirse enhéroes románticos.Las referencias a nuestra región en ellibro son muy abundantes: así, se

estudia con detalle el palacio de laorden de Calatrava en Ocaña; elconvento de san Francisco en Torrijos;Calatrava la nueva y Calatrava la viejaen Ciudad Real; el hospital de Santiagoo la iglesia de san Pedro mártir, enToledo; el convento santiaguista deUclés (Cuenca) o el castillo calatravo deZorita de los Canes (Guadalajara), entreotras.Miguel Cortés Arrese es catedrático deHistoria del Arte y director delDepartamento de Arte de la Universidadde Castilla-La Mancha, en Ciudad Real.Es autor, entre otros, de Memoria einvención de Bizancio (2008) yPeregrinos de la revolución (2010); ymuy recientemente de De Toledo aMoscú: Viajes alrededor del Quijote(Almud ediciones, 2010). En laactualidad prepara un estudio sobre laRusia pintoresca.

El poder de la sangre

Adolfo Carrasco Martínez

Ed. Actas; Madrid, 2011; 532 pag; 36 €

La historia de la aristocracia es unaparte sustancial de la historia de España.Durante la Edad Media y los siglos

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modernos, la casa ducal del Infantado,cabeza del linaje de los Mendoza, formóparte de ese escogido grupo. Sucapacidad de insertarse en el proyectopolítico de la Monarquía, el diseño deuna inteligente política de alianzasmatrimoniales, la creación de un aparatode gestión señorial que mostró notablegrado de eficacia y la dedicación intensaal patronazgo religioso, artístico yliterario, hicieron prosperar a losInfantado. Con todo ello y contando,además, con el blindaje de su riquezagracias a la institución del mayorazgo,Infantado no dejó de ver crecer susdominios hasta el siglo XVIII. Susseñoríos se extendían por la zonacantábrica, Castilla la Vieja, el centropeninsular, el reino de Granada, el deValencia y Calabria, en Italia.En este libro, la historia del poder de losMendoza del Infantado se aborda desdevarias perspectivas que soncomplementarias para entender lacomplejidad de su mundo nobiliario yseñorial. Por un lado, se aborda latrayectoria de la política familiar yducal, su inserción en el marco generalde la Monarquía de España y laconstrucción de un inmenso patrimonioseñorial. En paralelo a la acumulaciónde riqueza material se analiza lacreación de su patrimonio inmaterial,compuesto por iniciativas de mecenazgoartístico, el proceso de formación deuna memoria del linaje y una estrecharelación con lo religioso con objeto deasegurarse legitimidad en la tierra ytriunfar sobre la muerte. Sigue despuésun pormenorizado estudio de las basesdel poder ducal, que son el ejercicio deamplias facultades jurisdiccionales y degobierno, junto con los ingresosgenerados por sus señoríos. Para lagestión de estos recursos y capacidades,Infantado creó estructurasadministrativas inspiradas en las queestaba ensayando contemporáneamentela corona, un sistema de gobierno,justicia y hacienda sometido a una

constante evolución para adaptarse a loscambios, y que acreditó no escasorendimiento hasta el final del AntiguoRégimen.

Adolfo Carrasco enseña HistoriaModerna en la Universidad deValladolid y es investigador delInstituto de Historia Simancas (de dichaUniversidad). Ha sido durante unadécada profesor del Departamento deHistoria Moderna de la Complutense deMadrid y profesor invitado en laUniversidad Nacional de Mar del Plata(Argentina). Su actividad investigadorase ha centrado en el estudio de lanobleza española y europea durante lossiglos XVI al XVIII, en particular losaspectos señoriales y culturales. Dentrodel libro Castilla en llamas La Manchacomunera (Almud, 2008) escribió elcapítulo relativo a Guadalajara.

Juan Correa de Vivar 1510-1566Maestro del Renacimiento español

A lo largo de sus 186 páginas, el libroanaliza la trayectoria y el contexto querodeó a este pintor, considerado el másrepresentativo y prolífico de la escuelatoledana en los años centrales del sigloXVI. La Junta de Castilla-La Manchaha editado el catálogo de la exposición‘Juan Correa de Vivar 1510-1566.Maestro del Renacimiento Español’,inaugurada en el Museo de Santa Cruzde Toledo con motivo del 500aniversario del nacimiento del pintor.La ausencia, hasta hoy, de exposicionesy publicaciones monográficas sobre elartista nacido en el pueblo toledano deMascaraque convierte al catálogo en la

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referencia bibliográfica obligada sobreeste artista, considerado uno de los másimportantes representantes de la estéticarenacentista española del siglo XVI.Más de una decena de estudiosos hanparticipado en la redacción de este libroque ha sido coordinado por la comisariade la exposición y jefa del departamentode Pintura Española hasta 1700 delMuseo del Prado, Leticia Ruiz Gómez.El catálogo incluye estudios de LeticiaRuiz Gómez, Isabel Mateo y PilarFernández Vinuesa sobre que elcontexto histórico y artístico que rodeóla trayectoria de Correa de Vivar, asícomo de su importante producción deretablos. Al lado de estos textos, elcatálogo está compuesto por el análisisy las fotografías de las 41 obras queestán presentes en la exposición delMuseo de Santa Cruz y que han sidocedidas por el Museo del Prado, algunasde ellas depositadas en el propio museotoledano, la Iglesia Católica yPatrimonio Nacional, así como diversoscoleccionistas privados.Contenido de la exposiciónEn la primera de las salas destaca el‘Retablo de la Natividad’ delMonasterio jerónimo de Guisando (ElTiemblo, Ávila), compuesto por ochotablas y perteneciente al Museo delPrado. La segunda está dedicada a lasadvocaciones marianas, mientras que enla tercera se exhibe el frontal del Altardel Terno de la Fundadora, del RealMonasterio de las Descalzas Reales; eldibujo de ‘La Crucifixión’, atribuido aCorrea y procedente del Prado; y elmagnífico breviario de Carlos Vprestado por la Real Biblioteca delMonasterio de San Lorenzo delEscorial. Del Prado son también lassiete tablas del Retablo del Monasteriocisterciense de San Martín deValdeiglesias, correspondientes a ladécada de 1540, que se puedencontemplar en la cuarta sala. Elrecorrido continúa ofreciendo las tablasmás grandes y llamativas de la

pinacoteca española, así como ‘LaCrucifixión’ y ‘Camino del calvario’, dela Colección Arango; y el‘Descendimiento’ de la colección JuliaSegovia Argudo-Rafael PérezHernando. Esta quinta sala dedicada a laPasión se completa con un tondo conCalvario procedente del Monasterio deSan Juan de los Reyes. La última sala sededica a la obra retablística de Correa,mostrándose el retablo de ‘Laestigmatización de San Francisco’,único en sarga, procedente delConvento de santo Domingo el Antiguode Toledo. También se exhibenfotografías de otros retablos del pintor,así como dos planos en los que se invitaa un recorrido por la obra de estemaestro tanto en Toledo, como en elresto de los lugares donde trabajó.De la web www.jccm.es

Ángel Ramón del Valle Calzado(coord.): Historia Agraria de Castilla-La Mancha. Siglos XIX-XXI,Almud Ediciones, 2010, 384 pp.

Gracias a los esfuerzos de un grupo cada vez másnutrido de historiadores y científicos sociales, elterritorio de lo que en la actualidad constituyeCastilla-La Mancha está dejando de ser ese gran

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desconocido que casi nunca aparecía en las obrasgenerales de Historia de España, al menos en loque se refiere a los libros relacionados con laHistoria Contemporánea. Mucho tiene que ver enello la encomiable labor de la Editorial Almud,como demuestra su ya extensa relación de títulospublicados. Que esta región esté atrayendo por finla mirada de los analistas que miran al pasado sinduda guarda también relación con lainstitucionalización de los estudios universitariosallí desde hace aproximadamente un cuarto desiglo, en el marco de la construcción del Estadoautonómico. Esta circunstancia ha contribuido deforma decisiva a sentar los cimientos quepermitan a corto plazo superar el atraso intelectualsecular que ha padecido esta tierra. Entre otrosbeneficios, el notable salto que se ha producido hafacilitado que los estudios históricos dejen de serel ámbito exclusivo de unos cuantos curiosos yaficionados locales. Éstos jugaron en su día algúnpapel en la localización de documentos de interés,pero su labor se vio seriamente lastrada pormúltiples carencias, en particular su nulo dominiode los fundamentos teóricos y metodológicos quedeben arropar la labor de todo historiador. Por nohablar de otras carencias y miserias, como lapatrimonialización individual —o el robo en elpeor de los casos— de la documentaciónpreservada en los archivos públicos y privados sinque ninguna autoridad hiciera nada por evitarlo.

Ciertamente, Castilla-La Mancha casi siempre haestado ausente de los estudios históricos y noporque sea un territorio que carezca deimportancia objetiva. Hasta hace muy poco, elvacío se cubría mal que bien con generalizacionesabstractas que se tomaban prestadas de losestudios elaborados en otras regiones vecinas,especialmente Andalucía y Extremadura. Así, porejemplo, todos los tópicos relacionados con larealidad del “latifundismo” se han extrapoladocon cansina reiteración y suma alegría a larealidad de la Castilla sur, sin preocuparse muchode verificar el alcance de ese diagnóstico en elterritorio que nos ocupa.

El libro colectivo coordinado por Ángel Ramóndel Valle Calzado, buen especialista él mismo enla historia de la Desamortización, viene a llenarmuchos vacíos y a romper no pocas inercias. En elempeño se dan cita un total de nueve especialistas,procedentes de la Historia Moderna yContemporánea, la Historia Económica y laEconomía, todos profesionales de la Universidadregional o formados en ella. Miguel Ramón Pardo

brinda dos introducciones globales coherentes ydidácticas: una general (Cap. I: “El desarrolloeconómico de Castilla-La Mancha a la luz de ladinámica agraria, social e institucional”) y otrareferida al siglo XX (Cap. 4: “Dinámica ydesarrollo agrario: de la II República a latransición, 1931-1985”). Desde la perspectiva delanálisis económico, ambos capítulos nos muestranla evolución de las grandes magnitudes agrarias ypermiten encuadrar con eficacia las temáticasconcretas que luego desarrollan los otros autores.En virtud de enfoques y estrategias metodológicasvariadas, en el libro se plantean todas laspreguntas esenciales relacionadas con la economíay la sociedad agraria autóctonas. Pocas son lasque quedan sin respuesta: ¿Cómo se desarrolló laagricultura castellano-manchega a partir de laevolución económica y demográfica territorial trasla llamada Reconquista? ¿Cómo afectaron en estatierra las cargas del imperio edificado por laMonarquía Hispánica? ¿En qué medida impactóaquí la Revolución liberal, ese proceso clave en laconstrucción de la España contemporánea? ¿Quéresponsabilidad cupo a las elites políticas yeconómicas en la configuración del nuevo modeloagrario? ¿Fue un modelo constreñido por elarcaísmo o se mostró sensible a las pautasmodernizadoras? ¿Con qué límites físicos yclimáticos hubo que lidiar? ¿Qué alcance tuvo laexperiencia reformista de la Segunda República yquiénes fueron los responsables de su frustración?¿Y las colectivizaciones agrarias de signorevolucionario ensayadas durante la Guerra Civil?¿En qué quedaron, a su vez, las pretensionesagraristas redentoras lanzadas a los cuatro vientospor la dictadura franquista? ¿Y la recienteincorporación a la Unión Europea? ¿Quéperspectivas de futuro aguardan al sector agrarioregional al filo del s. XXI?

A mi juicio, uno de los grandes aciertos de estaobra es que las respuestas que se ofrecen nunca sedan de forma hermética, sino en abierto diálogocon otros autores al calor de los grandes debatesque han recorrido la historiografía española de losúltimos treinta o cuarenta años: el retraso ofracaso de la modernización económica española,las conquistas y servidumbres de la Revoluciónliberal, las virtudes y carencias del Estadocentralista afirmado en el siglo XIX, lasresponsabilidades colectivas de las oligarquíasdominantes (ya no se habla del añejo “bloque depoder”), etc. Con diferencias apenas de matizentre unos y otros autores, una de las tesiscentrales del libro subraya el fracaso global de la

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agricultura en su papel de impulsor de laeconomía regional desde el siglo XVI hasta la másreciente actualidad. Detrás de ese fracaso seapunta a unos responsables con nombres yapellidos: esas sagas familiares de grandespropietarios —foráneas unas, y asentadas en laregión otras— que desde el Antiguo Régimen(bien que nutridas con sucesivas oleadas denuevos apellidos, sobre todo a partir del s. XIX)no quisieron o no pudieron romper con lasinercias productivas y mostraron poco interés porla innovación y el riesgo. Beneficiados por laabundancia de mano de obra sostenida consalarios de hambre, aquellos grandes propietarioshabrían optado por el beneficio fácil, insensiblesal desafío de romper con el peso del pasado. Ahíresidiría una de las principales razones de queCastilla-La Mancha haya figurado en losdoscientos últimos años como una de las regionesmás atrasadas y más pobres de España y Europa.

Ya en el Antiguo Régimen se afirmó la imagenestática de una agricultura deprimida, conenormes extensiones de secano, pocodiversificada (cereales y ganado) y arcaica. Con elañadido de que esta tierra todavía se hallaba lejosde ser el gran centro vitivinícola que sería a partirde finales del XIX. Como sostienen FranciscoGarcía y Cosme Jesús Gómez, desde principios dela Edad Moderna “la esencia” del sistema agrarioresidió aquí en “la correlación entre la estructurade la propiedad y la estructura de los cultivos”. Eneste mismo sentido, la Revolución Liberal habríasido la gran oportunidad perdida. Así lomanifiesta en su denso capítulo Ángel Ramón delValle, que se mueve como pez en el agua por eseperíodo. Nuestro autor suscribe en general lastesis pesimitas. Con todo, no considera que laagricultura fuera el pozo de todos los males.Acertadamente, afirma que no se puede hablar deinmovilismo agrario entre 1800 y 1931, pues, pesea todas las inercias, los cambios inherentes a laconstrucción de la sociedad capitalista permitieronun crecimiento agrario sostenido y una mejorageneral de las condiciones de vida de la mayoríade la sociedad campesina, aunque fuera en unmarco de atraso y desigualdades socialesacentuados al amparo del Estado liberal. Entreotros, dos factores capitales en esa línea fueron lamodernización del sistema de transportes(ferrocarril) y una mayor diversificación agraria(de la mano del olivar y, sobre todo, del viñedo).Además, nuestro autor, como otros del libro,considera que no cabe atribuir toda laresponsabilidad del atraso agrario a los grandes

propietarios de la tierra. Por ello, también remarcala importancia de las limitaciones impuestas por elmedio físico (escasez de lluvias, suelos pobres,red fluvial poco densa, aislamiento geográfico…)o los bajos niveles educativos, lastres igualmenteclaves para entender la dependencia de la regióncon respecto a Madrid al socaire de la articulacióndel mercado nacional. Por ello, igualmente,analiza la complejidad de aquella sociedadagraria, en la que los medianos y pequeñoscampesinos propietarios o arrendatarios —englobados en la voz “labradores”— tuvieronmucho que decir, sobre todo en aquellas comarcascomo “La Mancha” de Ciudad Real y Albacetedonde eran mayoría y líderes en la explotación delterrazgo.

En un capítulo singularmente interesante ynovedoso, Oscar Bascuñán se encarga de analizarlas consecuencias sociales provocadas por elasentamiento del orden liberal en la Castilla sur.Joven promesa de la historiografía castellano-manchega, convertido por méritos propios en unode los mejores expertos en movimientos socialesde nuestro país, Bascuñán nos presenta algunas delas conclusiones aportadas por su investigaciónsobre la protesta social entre 1875 y 1923. A partirde sus trabajos, éste entre otros, sabemos ahoraque Castilla-La Mancha no era ese páramoterritorial que, desde la mirada de laconflictividad, solía dibujársenos, ese páramodonde casi nunca pasaba nada relevante. Muy alcontrario, durante la Restauración estas provinciascastellanas fueron un hervidero de variadosdescontentos, un auténtico campo deexperimentación de múltiples manifestaciones deprotestas de tipo antiguo (el “repertoriotradicional” del que hablara Charles Tilly)protagonizadas por los excluidos del orden liberal.Protestas que se tradujeron en hurtos, talas dearbolado y otros atentados contra la propiedad,amén de los motines contra la carestía de lassubsistencias o contra la presión fiscal reiteradosmachaconamente a lo largo de aquellas cincodécadas. A su vez, tales conflictos sirvieron deantesala de las modalidades nuevas de rechazo alorden existente propias de la modernidad(primeros sindicatos y organizaciones obreras,huelgas, manifestaciones, etc.). La exploraciónque ha realizado Bascuñán de fuentes judicialesapenas transitadas hasta ahora así como sudominio de las teorías de la acción colectivaresultan ejemplares. Con la particularidad, porende, de que a este autor se le entiende muy biencuando transita el proceloso universo —a menudo

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muy abstruso— de la Sociología Histórica, unámbito especialmente complejo para el lector noiniciado.

Menos novedoso, en cambio, se muestra el cuadrotrazado por María Paz Ladrón de Guevara sobre laincidencia del reformismo republicano y laexperiencia revolucionaria vividas en la regióndurante los años treinta del s. XX. Pionera de losestudios agrarios en la provincia de Ciudad Real,su análisis queda un tanto antiguo, desde elmomento en que, como tantos hicieran en sumomento, vuelve a centrar el foco de atención enel problema de la reforma agraria y laresponsabilidad de los grandes terratenientes en sufracaso, cuando en realidad esa reforma y esosterratenientes no tuvieron tanto calado en laMeseta sur como en algunas de las regionesvecinas. En consecuencia, se desdibuja larelevancia de los propietarios modestos, aquellosque levantaron sus voces y se movilizaron alunísono masivamente contra la reforma laboraldel primer bienio, verdadero caballo de batallaque sufrieron de forma gravosa e inmediata en suspropias carnes a la sombra de una coyunturaagraria muy negativa (caída del precio de loscereales, bloqueo del mercado internacional devinos, elevados costes salariales…). Tampocoparecen convincentes sus apreciaciones sobre elmítico asunto de la colectivización revolucionariaimpulsado en el verano de 1936 en la retaguardiarepublicana. Es curioso que la autora cuestione laimagen negativa de esa experiencia aportada porla inmensa mayoría de los historiadoreseconómicos. Ladrón de Guevara engarza aquí conlas tesis de Martínez Alier y González de Molina,defensores de una interpretación ecológico-anticapitalista de las colectivizaciones agrariasque enfatiza su carácter pretendidamentealternativo y rentable, por encarnar una“economía social, sustentable y sostenible”.

Desacuerdos de interpretación al margen, si hayun período donde este libro colectivo flaquea algoese es el del franquismo. Esta fase clave para lahistoria agraria de la región sólo en parte se cubrecon la introducción general citada de MiguelRamón Pardo, que nos traza una síntesis clara ysolvente. Pero, por ello mismo, el lector se quedacon ganas de más, echándose en falta la luz quealgún o algunos trabajos monográficos podríanaportar. No cubre las expectativas el capítulo queIsidro Cruz Villegas dedica a la contrarreforma ycolonización agrarias, apenas un esbozoregularmente hilvanado sobre un tema que a priori

despierta gran interés. El franquismo fue unperíodo capital en la historia económica denuestro país, máxime en una región como éstadonde se sufrió en primer plano la crisis de laagricultura tradicional y la consiguientemecanización del campo, que, entre otros efectos,trajeron consigo la expulsión cientos de miles decastellano-manchegos de sus lugares de origen.Sin duda, futuras investigaciones habrán de cubrirel vacío reseñado; sin duda, ahí se encuentra unfilón que los historiadores tienen la obligación deexplotar.

En los dos capítulos finales el libro vuelve aremontar el vuelo. El que Ángela Triguero dedicaa analizar los efectos de la entrada en la UniónEuropea sobre el campo castellano-manchego esmás que notable. Un informe preciso, claro ycontundente que demuestra cómo la apertura alexterior, lejos de ser perjudicial para este sectoragrario, ha sido fuente de todo tipo de beneficios.Y no sólo por las jugosas y abundantessubvenciones recibidas por su campesinado, sinopor el desafío que comportó para unas gentesacostumbradas a un exceso de intervención yprotección estatales. Los agricultores de la regiónse han sabido adaptar a este contexto mucho máscompetitivo encarando importantes reformasestructurales. El futuro no está escrito y, aunquerazones para la inquietud no faltan, tampoco haymotivos para pensar que no puedan abrirse nuevasoportunidades para los productores locales. Unode los grandes debates, si no el más importante,que habrá que afrontar en breve será el del agua.De ello da cuenta Gregorio López Sanz en elúltimo trabajo de este volumen. Desde unconocimiento técnico envidiable, nos pone sobrela pista de los efectos perniciosos que puedeacarrear más pronto que tarde la sobreexplotaciónde los recursos hídricos disponibles, al tiempo queinvita a una reconversión “mental e institucional”que debiera llevar, en su opinión, a romper con elmodelo de crecimiento establecido. Susadvertencias, por más que incómodas eincorrectas políticamente, están cargadas deargumentos y de lógica. Queda por ver si en losaños venideros será factible, como cree este autor,la apuesta por un crecimiento agrario que se halleen armonía con la naturaleza.

Fernando del Rey, Universidad Complutensede Madrid;

aparecida en “Historia y Política” nº 25

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Fallece la pintora toledana AmaliaAvia

La pintora Amalia Avia, uno de los referentesde la pintura realista española de las últimasdécadas ha fallecido en Madrid el 30 demarzo, después de una larga enfermedad,según informaron a Europa Press, fuentes dela familia.

Nacida en Santa Cruz de la Zarza (Toledo)desarrolló buena parte de su trayectoriaartística en Madrid, cuyas calles han sidotema de referencia en muchos de sus cuadros.Será enterrada en el Cementerio Civil deMadrid, donde reposan los restos de sumarido, el también artista, Lucio Muñoz.

BiografíaAmalia Avia nace en 1930 en Santa Cruz dela Zarza, provincia de Toledo. Vive entreMadrid y el pueblo una infancia marcada por

la guerra y la posguerra. Su carrera comopintora empieza en los años 50 en el estudiode Eduardo Peña en Madrid. En esos añosempieza a conocer a muchos de sus amigos yposteriores compañeros de generación:Esperanza Parada, Antonio López, JulioLópez Hernández y sobre todo, LucioMuñoz, con quien se casa en 1960.Su primera exposición tiene lugar en 1959 enla Galería Fernando Fe de Madrid. A partirdel año 1964 pertenece a las legendariasgalerías Juana Mordo y Biosca. Desde 1993 laGalería Juan Gris se convierte en la sedefundamental de sus exposiciones en la capital.Participa en numerosas exposiciones en tornoal realismo español por todo el mundo, y enconcreto sobre el grupo de realistas deMadrid: Antonio López, Julio LópezHernández, María Moreno, IsabelQuintanilla, Francisco López Hernández...La gran exposición antológica sobre su obrala realiza en 1997 el Ayuntamiento de Madriden el Centro Cultural de la Villa. En ella se leconcede la Medalla del Mérito Artístico delAyuntamiento de Madrid.En 2004 publica sus memorias, ´De puertasadentro´, aplaudidas por la naturalidad de suescritura y por el relato de una vida llena decontrastes, con una infancia y primerajuventud marcadas por la tragedia de laguerra, y una segunda etapa de su vidaluminosa y feliz en el entorno del mundo delarte. Su pintura realista, nunca hiperrealista,afronta temas preferentemente urbanos, sobretodo de Madrid, ciudad desde siempreadorada por la artista. Son calles, fachadas,comercios, garajes: lugares en generaldesgastados por el tiempo, en ocasiones viejosy desconchados, donde la pintora coloca suparticular mirada. Camilo José Cela ladenominaba la pintora de las ausencias, laamarga cronista del "por aquí pasó la vida", yFrancisco Nieva habla de una melancolíabarojiana refiriéndose a su pintura. Sobre suobra han escrito, entre otros muchos, CamiloJosé Cela, Francisco Umbral, FranciscoNieva, Juan Manuel Bonet o FranciscoCalvo Serraller.

El digital de Castilla-La Mancha