vicco y san mateo

66
RAUL E. CHACON PAGAN EL NACIMIENTO DEL ECOLOGISMO POPULAR EN EL PERÚ, O LA LUCHA SIN FIN DE LAS COMUNIDADES DE VICCO Y SAN MATEO. A Adela, Elsa y Ofelia, mis tres madres. Hay mucho que defender. Hay que ser fieles. Hölderlin. Los frutos maduros. PRESENTACION Las líneas que siguen abordarán los rasgos y condicionantes de lo que consideramos un nuevo tipo de movimiento social, nacido en el cambiante mundo rural, sin negar sus evidentes vinculaciones con el mundo urbano hegemónico. Este tema de estudio se relaciona con las nuevas temáticas de Pobreza y medio ambiente y Gestión ambiental y desarrollo, vinculadas a su vez con los más conocidos temas de Desarrollo rural y Desarrollo sostenible. Temas que suelen ser trabajados, en la teoría y en la práctica, de un modo bastante técnico y focalizado. Modo no pocas veces ajeno a las efervescencias sociales, conocidas como conflictos socio ambientales por algunas ONGs y los mismos actores. Lo que aquí queremos decir es que el desarrollo rural sostenible hoy parece estar más en las manos de actores sociales organizados en un movimiento ecologista popular, que en las de las ONGs y las del mismo Estado. Algo que podría sonar extraño y hasta ilógico para los oídos de

Upload: raul-chacon

Post on 25-Jun-2015

270 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Vicco y San Mateo

RAUL E. CHACON PAGAN

EL NACIMIENTO DEL ECOLOGISMO POPULAR EN EL PERÚ, O LA LUCHA

SIN FIN DE LAS COMUNIDADES DE VICCO Y SAN MATEO.

A Adela, Elsa y Ofelia, mis tres madres.

Hay mucho que defender.

Hay que ser fieles.

Hölderlin. Los frutos maduros.

PRESENTACION

Las líneas que siguen abordarán los rasgos y condicionantes de lo que

consideramos un nuevo tipo de movimiento social, nacido en el cambiante

mundo rural, sin negar sus evidentes vinculaciones con el mundo urbano

hegemónico. Este tema de estudio se relaciona con las nuevas temáticas de

Pobreza y medio ambiente y Gestión ambiental y desarrollo, vinculadas a su

vez con los más conocidos temas de Desarrollo rural y Desarrollo sostenible.

Temas que suelen ser trabajados, en la teoría y en la práctica, de un modo

bastante técnico y focalizado. Modo no pocas veces ajeno a las efervescencias

sociales, conocidas como conflictos socio ambientales por algunas ONGs y los

mismos actores.

Lo que aquí queremos decir es que el desarrollo rural sostenible hoy

parece estar más en las manos de actores sociales organizados en un

movimiento ecologista popular, que en las de las ONGs y las del mismo

Estado. Algo que podría sonar extraño y hasta ilógico para los oídos de

muchos expertos y científicos sociales, presuntos únicos propietarios del

conocimiento científico-técnico. Y es que las fuerzas sociales dominantes

siempre han excluido sistemáticamente los intereses y las necesidades de

actores sociales como las comunidades campesinas, cuyo pausado (sub)

desarrollo suele respetar su entorno ambiental, pese a las limitaciones

estructurales y los conflictos internos.

El nuevo movimiento podría marcar en los siguientes años la pauta en

una activa manera de conservación y defensa del medio ambiente, abriendo la

puerta a nuevas formas más efectivas y participativas de conseguir ese

objetivo. ¿Cuál otra sino es la esencia de un verdadero desarrollo sostenible?

Page 2: Vicco y San Mateo

Ese desarrollo que busca ajustar el uso del medio ambiente a un estándar

racional que garantice para las generaciones futuras un similar disfrute del

mismo. Objetivo que requiere, a su vez, el desarrollo de la ciudadanía y de la

participación política, es decir, el fortalecimiento de una verdadera sociedad

civil, dígase popular, en democracia. En última instancia, se trata de

democratizar el desarrollo para garantizarlo, y aquí se esbozará una posible vía

en esa dirección, tomada de la misma práctica social.

Debo agradecerle a Miguel Palacín y al equipo de la CONACAMI, por

permitirme hurgar en un problema tan apasionante como desafiante. Espero

que este texto no los defraude y sea un aporte a su terca lucha de jinetes

insomnes en pro de un Perú más justo. Last but not least, mi mayor gratitud

para con el profesor Martínez Alier, por su atenta lectura y apoyo a este texto.

Irónicamente, poco después de concluidas estas líneas, tuve el gusto de

conocer en Lima al creador original del concepto de ecologismo popular, que

aquí pensaba yo estar estableciendo.

DEL MEDIO AMBIENTE AL MEDIOAMBIENTALISMO/ ECOLOGISMO

Hoy ya es casi un lugar común para ciertos especialistas vincular medio

ambiente y pobreza o gestión ambiental y desarrollo. En la primera temática, se

analiza cómo confluyen en una zona las áreas ambientalmente críticas y los

niveles de pobreza de la población, a fin de sugerir la elaboración de políticas

públicas adecuadas1. En la segunda temática, más instrumental que la anterior,

se busca cómo gestionar racionalmente los recursos naturales de una zona

para encaminar a su población hacia el desarrollo2.

El primer camino requiere de un Estado fuerte y muy comprometido con

los más pobres para diseñar e implementar las políticas públicas necesarias,

aun en contra de grandes intereses económicos, algo que hasta ahora se ha

dado casi sólo en el discurso político. El segundo camino implica que entes

estatales u ONGs emprendan proyectos focalizados destinados a brindar

capacidades y recursos en gestión ambiental a poblaciones pobres específicas,

a fin de que éstas se encaminen por su cuenta hacia el desarrollo sostenible.

Esto parece ser más viable, y algo se ha avanzado al respecto, pero su límite

1 GONZALES DE OLARTE, Efraín: Medio ambiente y pobreza en el Perú. Lima: IEP, 1997.2 CONAM: Manual de capacitación en manejo y resolución de conflictos ambientales. Lima: CONAM, s/a.

2

Page 3: Vicco y San Mateo

es precisamente la focalización: no se pretende generar redes sociales más

allá de cada localidad como para emprender mayores acciones ambientales

conjuntas. El fenómeno social que estudiaremos aquí procura contrarrestar

efectivamente esas dos tendencias, pese a sus limitaciones. ¿Qué explica el

surgimiento del nuevo tipo de movimiento social, cuando los problemas

ambientales en el país no son recientes, e incluso ya tuvieron antes ciertas

respuestas aisladas?

El nacimiento en los años 90 de lo que aquí llamamos ecologismo

popular obedece principalmente a dos factores. Por un lado, a los efectos

producto del auge en la década pasada del sector minero, favorecido

tempranamente de varias formas por el gobierno fujimorista (exoneraciones

tributarias, leyes y actitudes políticas favorables a la minería). De otro lado, a la

activa y respaldada presencia de tenaces dirigentes, no siempre nuevos,

dentro de algunas comunidades afectadas, poseedoras de ciertos niveles de

ciudadanía y de desarrollo económico interno. Esta es la hipótesis central que

articulará este trabajo y orientará sus reflexiones exploratorias. A ello habría

que añadirle, como otro factor subjetivo, la apropiación por esos mismos

dirigentes y la población del discurso medioambientalista, alimentada por la

asesoría que recibieron de algunas ONGs en aspectos ecológicos, legales y

técnicos. Enfatizaremos, pues, seguidamente en cómo surge un nuevo tipo de

movimiento social, predominantemente rural, identificando su contexto social y

sus diversos actores encontrados. El cuadro final es una lección de cómo hacer

que “los indios no sean excluidos de los beneficios sociales que la esplendente

independencia del Perú prodiga a los blancos”3, recogiendo el anticuado

discurso de Juan Bustamante, caudillo criollo de una rebelión indígena del siglo

XIX. Se trata, pues, una vez más, de la secular lucha por la inclusión

emprendida por los sectores “menos favorecidos”, sobre todo rurales, al

sentirse postergados y vejados por el Estado y los intereses capitalistas.

Empecemos viendo ese otro lado de la medalla: las empresas mineras y su

papel en la economía nacional.

EL REINO DE ESTE MUNDO DE LA MINERIA MUNDIAL Y NACIONAL

3 MC EVOY, Carmen: Forjando la nación. Lima: PUCP, 1998.

3

Page 4: Vicco y San Mateo

Empecemos por el primer factor causal, el proceso del sector minero en

los años 90. El desarrollo de la minería en esa época puede dividirse en tres

etapas bien definidas, según De Echave: 1) De 1990 1993, la minería mundial

sigue bajo la crisis que la afecta desde los años 80. “En el Perú es la época de

los cierres de minas, hay una caída significativa de la producción, no hay

inversión minera y en general podemos decir que es un período marcado por la

inestabilidad”4. Paradójicamente, esto no le impidió a Fujimori apostar desde el

principio por la alicaída minería de entonces como factor del desarrollo

nacional, en mayor desmedro del tan postergado sector agrario. 2) De 1993 a

1997, se produce el boom minero mundial al recuperarse las cotizaciones del

oro y la plata y fusionarse varios de los principales grupos mineros. “En el Perú

hay un boom de exploraciones, el territorio que ocupa la minería se multiplica

por seis, importantes empresas se instalan en nuestro país y se anuncian

nuevos proyectos de inversión”5. Es la época del despegue económico del

Perú, que parece confirmar la bondad de las políticas neoliberales seguidas y

hace posible la segunda fase del fujimorato. 3)En 1998 caen significativamente

las cotizaciones de los metales debido a la crisis asiática, la sobreproducción y

la escasez financiera. “En el Perú (...) el boom de exploraciones comienza a

mostrar síntomas de agotamiento y algunos proyectos considerados como

estratégicos terminaron postergándose”6. Aquí se cerraría el ciclo ascendente

minero, hasta ahora, sin que ello significara la desactivación de los principales

proyectos mineros de la década (Antamina, Yanacocha), o de otros menores

(Manhattan Sechura, Barrig Misquichilca), en explotación o no para 1998.

Podemos ver que en realidad el llamado boom minero mundial se reduce

al breve período que va de 1993 a 1997, sólo media década, cuyos duraderos

efectos en el país son el trasfondo de lo que aquí nos ocupa. De cuatro

millones de hectáreas destinadas a exploración y explotación minera en 1992,

se pasó a 22 millones de hectáreas en 1999, bajando a 15 millones de

hectáreas el año 2000. Las comunidades afectadas potencialmente serían

unas 3,000 de un total de 5,500. De Echave distingue tres tendencias en esa

etapa: un crecimiento sustantivo del área que ocupaba la minería en el mundo

(de 105 países entre 1990 a 1993 a 151 países en 1994), la consolidación de

4 CONACAMI: El rostro de la minería en las comunidades del Perú. Lima: 2000.5 Ibid.6 Ibid.

4

Page 5: Vicco y San Mateo

mayores conglomerados mineros debido a las fusiones y, acaso la más

importante para nosotros, el traslado de la inversión minera al Sur, en especial

a América Latina7. Enfoques más críticos afirman que, pese a que las nuevas

tecnologías disminuyen algunos serios impactos ambientales, “la escala

gigantesca de los proyectos mineros modernos ha creado nuevos problemas

igualmente gigantescos”8.

En respuesta al auge minero, se intensificaron en el mundo los conflictos

entre poblaciones nativas y empresas mineras, muchos Estados introdujeron

en su legislación minera disposiciones especificas que reconocen los derechos

ancestrales de esas poblaciones y algunas comunidades plantearon reglas

para regular su relación con las empresas mineras9. La respuesta de los

mineros ha sido ofrecer empleo, clínicas de salud y donaciones a entidades

caritativas; dividir a las comunidades, mentir hablando de la minería

“sustentable” y “limpia”, presionar a las autoridades locales para modificar la

ley, calumniar a los opositores mediante los medios de comunicación y

amenazar a los líderes con juicios o actos violentos. Y es que, según la

Organización Internacional del Trabajo (OIT), los 300 millones de indígenas del

planeta viven en zonas donde se halla el 60% de los recursos naturales

mundiales, y el otro 40% está en tierras de los pobres o en zonas protegidas.

De ahí que los habitantes de esas tierras sufran cada vez más violaciones de

sus derechos básicos10. Sin embargo en el Perú, “Desde el Estado y desde las

propias empresas mineras existe todavía una actitud ambigua frente al

problema”11, pues estos actores no asumen como debieran su responsabilidad

frente a la problemática ambiental. Esto es lo que justifica e impulsa, en

diferente grado y forma, al ecologismo popular en numerosas comunidades

rurales, y hasta urbanas, del país.

Por supuesto que la opinión de los mineros es muy distinta: “En el sector

Energía y Minas en 1993 se comienza a implementar una política minera, la

misma que combina producción con la conservación del medio ambiente (...) A

diferencia de otros sectores productivos del país, el sector minero ha logrado

un importante avance en cuanto al establecimiento de los instrumentos de 7 Ibid.8 FLEWEGER, Mary: Es un monstruo grande y pisa fuerte. Quito: DECOIN, 19989 CONACAMI: Ob.cit.10 FLEWEGER, Mary: Ob. Cit.11 CONACAMI: Ob. cit.

5

Page 6: Vicco y San Mateo

gestión ambiental”12. Mas es la realidad la que contradice este tipo de

expresiones, como lo demuestran los casos de San Mateo de Huanchor y La

Oroya, entre tantos otros, donde la contaminación afecta impunemente a los

pobladores. Es así que muchos peruanos, deben vivir con elevadas

concentraciones de metales tóxicos en su sangre, sin que el Estado haga algo

por revertir o remediar su situación, lo que es más grave cuando se trata de

niños y madres. Los mineros también señalan los beneficios que su actividad

aporta al país: su gran contribución a las exportaciones, al ingreso de divisas y

a los ingresos fiscales; la dotación de infraestructura básica para las regiones

alejadas; la transmisión y generación de tecnología, y la contribución a la

generación de negocios aparentemente desconectados del quehacer minero13.

Beneficios que también desmiente la misma realidad, pues, exceptuando

al primer beneficio, que va a la caja fiscal del Estado, los demás suelen existir

más en la mente de los mineros, a menos que la población se los exija

firmemente, por lo general como compensación a los daños ambientales.

Mientras que éstos últimos son más tangibles y hasta omnipresentes, pese a

las modernas tecnologías empleadas, que no siempre se tienen, como en La

Oroya. Esto no les impide a los mineros referirse incluso al concepto de

desarrollo sustentable, que “se viene vinculando fuertemente a la minería para

reforzar la búsqueda de puntos en común entre una actividad económica

altamente rentable – que aparentemente beneficia a muy pocos - , con un

Estado siempre ávido de recursos y con aquellas poblaciones en situación de

desventaja”14. Mas hasta ahora sólo la minería y el Estado han encontrando

puntos en común, no todos referidos al desarrollo sustentable, dejando fuera

del gran acuerdo a las comunidades rurales. Para éstas, el desarrollo social/

sustentable es aún una falacia total, y también lo es el crecimiento económico,

que suele limitarse, de darse y con efectos distorsionantes, a las capitales

departamentales (Cajamarca, Cerro de Pasco, Huaraz).

En ese sentido, la cosas no han cambiado mucho desde los tiempos en

que las Indias Occidentales eran ante todo la fuente de metales preciosos de la

metrópoli española. Por ello, en gran parte aún es cierto que, discrepando en

12 “Sector minero lidera cambio ambiental”. El Ingeniero de Lima Nº 22. Lima: 1999.13 “La minería peruana en el nuevo milenio”. Informativo mensual de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía Nº 1. Lima: SNMPE, 2001.14 Ibid.

6

Page 7: Vicco y San Mateo

parte con el sustantivo inicial, “Los indios han padecido y padecen –síntesis del

drama de toda América Latina- la maldición de su propia riqueza”15. Volviendo a

la sostenibilidad, ésta alude más bien a la satisfacción plena de las

necesidades vitales del hombre, lo que responde a las estrategias de

racionalidad de los sistemas productivos y a la equidad social, incluyendo la

tecnología indígena y tradicional, sin comprometer el medio natural16. Mas para

los “nuevos indigenistas” el tema aquí no es tanto la sostenibilidad, como el

derecho de los llamados pueblos indígenas a la libre determinación, a

contracorriente de los intereses de las grandes corporaciones trasnacionales y

del mismo Estado nacional. Un tema implícito en este trabajo es dicho derecho,

no así “lo indígena”, por no corresponder necesariamente este concepto al

discurso de los actores que aquí estudiamos. Aunque podría resultar

conveniente estratégicamente rescatarlo, al igual que se hizo en el Ecuador, a

fin de acogerse a tratados internacionales, como el Convenio 169 de la OIT,

que apoyen las reivindicaciones de las llamadas comunidades originarias.

La razón de fondo para la abstención del Estado es que el modelo

económico que promovió Fujimori desde su primer gobierno “se sustenta en el

liderazgo del capital transnacional en la modernización y ampliación de la base

exportadora primaria en sectores de alta renta diferencial, como la minería”17.

De ahí que desde 1991 las reformas y las medidas del gobierno para promover

la inversión minera, sobre todo transnacional, privilegiaran un acelerado

proceso de privatización y la reducción de costos18. Como consecuencia, entre

1990 y 1995, el control transnacional de la producción minera pasó del 28% al

39,3%,la participación del Estado se redujo del 27,6% al 15,3% y el capital

nativo conservó el control del 40%19. Aunque se calcula que para el año 2000,

el control transnacional de la producción minera nacional alcanzará, al menos,

el 58,2%, concentrándose en la explotación del cobre (93,9%), lo que implicará

que la participación del capital nativo en dicha producción descienda al 30% y

la del Estado al 9%20. Advertimos que estos cálculos se hicieron en 1997, poco

antes del fin del boom minero, tras el cual se retrajeron las inversiones

15 GALEANO, Eduardo: Las venas abiertas de América Latina. México DF: Siglo XXI, 197116 LAZAR, A.: La lucha indígena por el derecho a la libre determinación. NORD-SUD XXI, s/a.17 ASTE, Juan: La transnacionalización de la minería peruana. Lima: Friedrich Ebert, 199718 Ibid.19 Ibid.20 Ibid.

7

Page 8: Vicco y San Mateo

extranjeras, estancándose muchos proyectos mineros hasta hoy. Mas

megaproyectos como Antamina y Yanacocha no perdieron sus ímpetus, todo lo

contrario, afectando de varias formas a las comunidades vecinas con sus

operaciones (compras compulsivas de tierras, exploraciones, extracción de

mineral).

Ahora bien, entre 1993 y 1995, el peso de las empresas transnacionales

en las exportaciones subió del 47,5% (US$ 613 millones) al 61 % (US$ 1,492

millones)21. De seguir esa tendencia, se calcula que entre 1997 y 1998 el

ingreso por exportaciones mineras oscilará entre US$ 3,060 millones y US$

3,500 millones, entre US$ 4,600 millones y US$ 5,700 millones el año 2000 y

entre US$ 6,000 millones y US$ 7,000 millones el año 200522. Es decir, recién a

inicios del siglo XXI se daría el mayor aporte de la minería a la generación de

divisas, como para cubrir el déficit de la balanza de pagos23. Algo que, a

diferencia de principios del siglo XX, en realidad no ocurrió ni ocurrirá por un

tiempo indefinido, debido al brusco fin del boom minero, como ya se señaló

arriba. Y sin embargo, la transnacionalizada minería sigue siendo vista por el

gobierno como un sector prometedor y rentable a corto plazo. No en vano aún

se habla del positivo efecto Antamina (Ancash) sobre las exportaciones y las

divisas del país, o del gran y duradero potencial de la aurífera Yanacocha

(Cajamarca). Lo que explica la continuidad de la escolar idea del Perú como

país minero. Por eso, en caso de conflictos entre empresas mineras,

transnacionales o nacionales, y comunidades rurales o urbanas, el Estado

tiende a inclinarse a favor de las primeras, o a hacerse el desentendido,

descuidando la protección y defensa de los derechos de las segundas, como

aquí expondremos. Sin olvidar la sencilla idea de que el gran poder económico

de los mineros unidos tiende a imponerse sobre cualquier otra consideración,

incluso socioambiental, aunque eso implique perjudicar a quienes no

comparten sus intereses y viven de la “poco rentable” agricultura. Grupos que

hasta no hace mucho estaban desunidos en defensa de sus derechos

ambientales y territoriales a lo largo del país.

MOVIMIENTOS SOCIALES Y CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES

21 Ibid.22 Ibid.23 Ibid.

8

Page 9: Vicco y San Mateo

Mas también es cierto que a todo poder se opone un contrapoder,

siempre socialmente relevante por ínfimo que sea, lo que da lugar a los

conflictos socioambientales focalizados. Para comprender esto, debemos

ocuparnos antes de los conceptos de movimiento social y de movimiento

ecologista o medioambientalista, entre otros. También daremos una rápida

mirada a la reciente historia de los movimientos sociales en el Perú a fin de

tener una mejor perspectiva. Un movimiento social es “una red interactiva de

individuos, grupos y organizaciones que, dirigiendo sus demandas a la

sociedad civil y a las autoridades, interviene con cierta continuidad en el

proceso de cambio social mediante el uso prevaleciente de formas no

convencionales de participación”24. Según Cohen y Arato, los movimientos

sociales constituyen el elemento dinámico de los procesos que buscan realizar

potenciales positivos de las modernas sociedades civiles25. En el Perú de los

80, destacaron, por un lado, los movimientos reivindicativos relacionados con la

declinación de las condiciones sociales de vida, “que se expresaron de manera

muy dinámica y creativa a través de la autogestión de sus demandas, las

estrategias de sobrevivencia y los intentos por atender necesidades

elementales en los campos de la vivienda, la alimentación, la educación y la

salud”26. De otro lado, estaban los movimientos sociales populares que

reivindicaban el terreno simbólico-expresivo en aras de la democratización de

la vida cotidiana, como los movimientos feministas y de mujeres urbano

populares y algunos movimientos regionales y étnicos27. Esto significó el

agotamiento de los sindicatos, federaciones y organizaciones vecinales como

formas anteriores de organización y movilización que fueron exitosas y

eficientes en los 7028.

Se puede decir que la tendencia de los 80 aún persiste actualmente, con

la diferencia de que los movimientos sociales simbólicos-expresivos, como el

que nos ocupa, han ido cobrando mayor fuerza a partir del regreso a la

democracia formal. Esto es lo que explica el clima actual de efervescencia

24 CASQUETTE, Jesús: Política, cultura y movimientos sociales. Bilbao: Baqueaz, 199825 LOPEZ, Sinesio: La sociedad civil en el Perú. Lima: 1999 (Inédito).26 BALLON, Eduardo: “Movimientos sociales: itinerario de transformaciones y lecturas”. En: BALBI, Carmen Rosa y otros. Movimientos sociales: elementos para una relectura. Lima: DESCO,1990.27 Ibid.28 Ibid.

9

Page 10: Vicco y San Mateo

social, así como la percepción social del gobierno como falto de reflejos

políticos. La sociedad civil, concepto muy difundido y banalizado hoy en día, es

entendida como el locus principal para la expansión potencial de la democracia,

tanto intensiva como extensivamente, y está integrada por instituciones como la

familia, los movimientos sociales y las formas de comunicación pública29.

Algunos autores critican que este concepto haya perdido su identificación con

los movimientos populares, como en los años 70, para pasar hoy a fortalecer la

ideología dominante y a la sociedad civil burguesa30. Precisamente esa

tendencia se combatirá aquí implícitamente gracias a la perspectiva adoptada.

El concepto de participación política también es aquí pertinente: “aquel

conjunto de actos y actitudes dirigidos a influir de manera más o menos directa

y más o menos legal sobre las decisiones de los detentadores del poder en el

sistema político o en cada una de las organizaciones políticas, así como en su

misma selección, con vistas a conservar o modificar la estructura (y por lo tanto

los valores) del sistema de intereses dominante”31. Esta definición se justifica

mejor si se trata de modificar la estructura del sistema de intereses dominante,

pues el conservarla también encaja bien con la función de los usados lobbies.

Otro concepto útil es el de ciudadanía, que alude a los derechos garantizados

por el Estado y a las responsabilidades hacia la comunidad política a la que

pertenece un individuo o conjunto de individuos32. Una tesis central de López,

que nos sirve de marco histórico, es que el Perú ha sufrido una profunda

revolución silenciosa en los últimos 50 años: la apropiación masiva de

derechos de diverso tipo por parte de los peruanos antes excluidos de su

disfrute por la sociedad oligárquica, que los reducía masivamente a la

condición de indios o siervos33. El ecologismo popular es parte de esa

apropiación masiva de derechos, a la cual busca prolongar como un asunto de

participación política y de sobrevivencia a largo plazo.

En cuanto al movimiento ecologista en el mundo, tal parece que resulta

arbitrario hablar de él, según Castells, pues su composición es muy diversa y

29 Ibid.30 MESCHKAT, Klaus. “Una crítica a la ideología de la sociedad civil”. En: www.cholonautas.org.pe. 31/05/0231 PASQUINO, Gianfranco: “Participación política, grupos y movimientos sociales” (Separata).32 LOPEZ, Sinesio: Ciudadanos reales e imaginarios. Lima: IDS, 1997.33 Ibid.

10

Page 11: Vicco y San Mateo

sus expresiones varían mucho de un país a otro y entre las diferentes

culturas34. Una solución ante tal problema es plantear el concepto de

medioambientalismo, que para nosotros es sinónimo de ecologismo, definido

como “todas las formas de conducta colectiva que, en su discurso y su práctica,

aspiran a corregir las formas de relación destructivas entre la acción humana y

su entorno natural, en oposición a la lógica estructural e institucional

dominantes”35. Castells distingue cinco tipos de movimientos ecologistas, de los

que sólo nos interesa la movilización de las comunidades locales en defensa

de su espacio, que “constituye la forma de acción ecologista de desarrollo más

rápido y la que quizá enlaza de forma más directa las preocupaciones

inmediatas de la gente con los temas más amplios del deterioro

medioambiental”36. Lo que estos movimientos cuestionan es la localización de

materiales o actividades indeseables en comunidades de renta baja y zonas

habitadas por minorías, y la falta de transparencia y participación en la toma de

decisiones sobre el uso del espacio37. Según Castells, los movimientos

sociales, en general, nacen de la contradicción entre la globalización inducida

por la tecnología, el poder de la identidad y las instituciones del Estado. Lo cual

vemos que se traduce, parcialmente, en el enfrentamiento entre comunidades y

transnacionales mineras, aliadas con mineros nacionales, con una peculiar

“mediación” del Estado, que en realidad es más una promoción de la minería

por razones económicas.

En lo teórico, cabe considerar también que hoy se cuenta con dos

paradigmas respecto al estudio de los movimientos sociales: la teoría de la

movilización de recursos y los nuevos movimientos sociales. En síntesis, el

primer enfoque propone un modelo multifactorial de formación de movimientos

que destaca la disponibilidad de recursos (elementos que hacen de un

colectivo amorfo un colectivo organizado para el cambio social), la organización

y las oportunidades políticas, sin abandonar del todo la hipótesis tradicional del

descontento38. Mientras que el segundo enfoque atribuye la emergencia de las

nuevas formas de acción colectiva, después de la Segunda Guerra Mundial, a

34 CASTELLS, Manuel: La era de la información: Economía,ociedad y cultura. Vol. II: El poder de la identidad. Madrid: Alianza editorial, 1998.35 Ibid.36 Ibid.37 Ibid.38 CASQUETTE: Ob. Cit.

11

Page 12: Vicco y San Mateo

profundos cambios estructurales en las sociedades capitalistas desarrolladas39.

El primer enfoque permite identificar, y hasta cuantificar, los impactos

procedimentales, sustantivos y estructurales de los movimientos sociales,

mientras que el segundo remite a sus dimensiones simbólicas e identitarias40.

Es por eso que Casquette concluye que para acercarnos a los efectos de los

movimientos sociales en su medio sociopolítico y cultural es necesaria una

visión ecléctica que use ambos paradigmas41. A la misma conclusión llega

Starn cuando afirma que un análisis sólido de las movilizaciones rurales exige

atender el juego de los significados, así como las causas, las estrategias y los

límites de aquellas42. Esto bien vale para el ecologismo popular, en el que

confluyen, por un lado, la racionalidad y los conflictos de interés y, por el otro,

aspectos identitarios de los actores, sean campesinos, andinos, provincianos, o

simplemente agricultores.

Mas, ¿por qué hablar tan pronto de un nuevo tipo de movimiento social,

dejando de lado el concepto de movimiento campesino? ¿Acaso basta la

existencia de un conflicto socioambiental para deducir automáticamente la de

un movimiento ecologista popular? ¿Y qué hay de los movimientos campesinos

“clásicos”?. Entre los años 60 y 70, el movimiento campesino peruano se

caracterizó por involucrar a la mayor parte de la sierra y a gran parte de la

costa, integrar a todos los grupos campesinos y por tender a coordinarse a

nivel nacional43. Esto se daba a través de tres canales principales: la

sindicalización, las invasiones de tierras y la incorporación militante a grupos

políticos44. Los sindicatos de la sierra de los 60 buscaban conseguir mejoras

dentro del mismo sistema de dominación, pero también combatían todo el

orden tradicional de dominación al invadir las tierras de las haciendas, como en

La Convención y Lares45. De otro lado, los sindicatos de la costa tampoco se

limitaban a exigir sólo mejores condiciones de trabajo y mejores salarios, pues

llegaron a reivindicar la tierra misma a través de huelgas, como en Chancay46.

39 Ibid.40 Ibid.41 Ibid.42 STARN, Orin: Reflexiones sobre rondas campesinas, protesta rural y nuevos movimientos sociales. Lima: IEP, 1991.

43 QUIJANO, Aníbal: Problema agrario y movimientos campesinos. Lima: Mosca azul, 1979.44 Ibid.45 Ibid.46 Ibid.

12

Page 13: Vicco y San Mateo

Las tendencias más radicales se atenuaron a partir de la reforma agraria

velasquista, la cual propiciaron, que implicó una nueva estructura de la

propiedad de la tierra y un discurso reivindicativo del actor rural que desde

entonces fue llamado “el campesinado”. Mas también se buscó darle un cauce

institucional oficial a ese campesinado, creándose la Confederación Nacional

Agraria (CNA), a fin de desplazar a la radical Confederación Campesina del

Perú (CCP)47. Objetivo que no se alcanzó, pero sí se logró dividir el movimiento

campesino, situación que persiste hasta hoy. En los años 80, la prolongada

crisis agraria, el accionar de Sendero Luminoso y la política represiva del

Estado repercutían en el campo y en las organizaciones campesinas. Por

entonces, desde la esforzada iniciativa cohesionadora del Consejo Unitario

Nacional Agrario (CUNA), creado en 1983, se dio mayor énfasis a las

reivindicaciones “economicistas”, a lo que el gobierno de García respondió,

mientras pudo, con un preferencial crédito agrario y los Rimanakuy, o

conversaciones directas con los dirigentes comuneros48. En sus dos congresos,

el efímero CUNA abordó también la defensa de los recursos naturales,

reclamando ante la contaminación minera en la sierra y la depredación forestal

en la selva, sin obtener respuesta precisa del gobierno49. Durante el fujimorato,

pese a la derrota de Sendero Luminoso, ya no hubo otras iniciativas de articular

gremios y organizaciones agrarias, cada vez más debilitados por el

autoritarismo del gobierno y la agudización de la crisis del agro debido a la

política neoliberal. Las reivindicaciones de la CCP y la CNA, aún centradas en

lo económico, no contemplaban los conflictos ambientales, situación que

empezó a cambiar recién desde 1999, a raíz de la creación de la Coordinadora

Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería (CONACAMI) ese mismo

año. La CCP también incluyó el tema ambiental en la agenda política de su

congreso del año pasado, pero sin plantearle una solución integral y sostenida,

al igual que la CNA.

Es así que el movimiento campesino institucionalizado, aún copado por

viejos dirigentes radicales de izquierda, tiende a diferenciarse del movimiento

ecologista popular, aún heterogéneo y no del todo articulado, en el cual ve

47 ARIAS, Custodio: “Movimiento campesino: Frente agrario y plataforma de lucha”. Revista de sociología Nº 7. Lima: UNMSM, 1990.48 Ibid.49 Ibid.

13

Page 14: Vicco y San Mateo

incluso un incómodo competidor político. Al nuevo movimiento se le puede

atribuir un motor institucional aún más nuevo: la CONACAMI. Esta

organización, creada en un congreso fundacional, pretendidamente nacional,

en 1999, es la culminación de una amplia movilización popular, que empezó

con la realización, ese mismo año, de ocho congresos regionales en Junín,

Cajamarca, Pasco, Apurímac, Cusco, Moquegua-Tacna, Huancavelica y

Arequipa. Movilización que logró su carta de ciudadanía a fines del 2000, al

realizarse la primera marcha nacional de las comunidades afectadas por la

minería, que llegó al Congreso de la República y al Palacio de gobierno. En su

iniciativa de organizarse, los dirigentes regionales recibieron desde el principio

el apoyo material y la asesoría de ONGs nacionales comprometidas con la

problemática ambiental: ECO, CEPES y Cooperacción, entre otras. Una vez

fundada la organización, ante la insolvencia de las entidades señaladas, se

hizo imprescindible el apoyo económico de ONGs extranjeras: OXFAM-

América y 11.11.11 (Bélgica). La CONACAMI se autodefine como “una

organización nacional integrada por representantes de las comunidades rurales

y urbanas constituidas a nivel local, regional y nacional afectadas por la

actividad minera, hidroenergética y otras industrias extractivas”50. Aunque más

se centra, como su nombre lo indica, en las afectadas por la minería. Además,

busca “El respeto al derecho a la vida, al territorio, a los recursos naturales, a la

consulta y otros, para lograr un desarrollo integral y sostenible”51. Ello se hará a

través de “De la participación ciudadana, el diálogo, la concertación y la

generación de propuestas en coordinación con las diferentes organizaciones

locales, nacionales e internacionales involucradas”52. Por supuesto que, para

evitar caer en un análisis ingenuo, debemos saber distinguir entre estos buenos

propósitos y la realidad de la práctica institucional, algo que veremos grosso

modo. Otro tema de debate es qué tan ecologista es la CONACAMI, si de sus

14 propuestas, sólo seis se podrían considerar que tienen un neto componente

ecologista, y el resto, o son más generales (derecho a la participación) o más

especificas (capacitación a los pobladores de la zona para trabajos mineros).

En realidad, esta es una discusión ociosa, pues la organización no se creó

como prioritariamente ecologista en un sentido convencional, pero el rótulo de

50 CONACAMI: Plan estratégico al año 2003. Lima: 200151 Ibid.52 Ibid.

14

Page 15: Vicco y San Mateo

“afectadas por la minería” hace inevitable y central, aunque no exclusivo, ese

componente. Abriendo un paréntesis, creemos que un lejano antecedente de la

CONACAMI podría ser el Comité Pro Derecho Indígena Tahuantinsuyo, creado

en 1920 por indígenas de distintas comunidades del país, dentro del

indigenismo de principios del siglo XX53. Esta corriente puede entenderse como

la construcción de una nueva identidad nacional, cuyo centro fuese la cultura

autóctona de origen precolombino sobreviviente54. Aquí ya encontramos una

primera gran semejanza: el énfasis en lo identitario. El indigenismo moderado

rechazó el racismo, criticó los abusos de los gamonales, a los que entendió

como producto de la falta de presencia del Estado en las haciendas serranas,

ignoró el aspecto económico de la explotación indígena, y promovió la

generalización de la educación primaria y del servicio militar obligatorio55. De

nuevo saltan los parecidos con el discurso de la CONACAMI, con algunos

cambios contemporáneos: crítica de los abusos de las mineras en vez de los

de los gamonales, ignorancia de lo económico en la situación del campesino

(“afectado”) y promoción de la participación, el derecho a la determinación y el

derecho a la tierra.

En el país, el movimiento ecologista popular se ha constituido a partir de

una serie de conflictos ambientales focalizados, poco conocidos por obvios

motivos o intereses económicos. En esto poco tuvo que ver la constitución

previa en Lima del Foro Ecológico, impulsado por ONGs ambientalistas, que

representó la maduración de un ecologismo de clase media, dedicado al inicio

al caso de los Pantanos de Villa. El conflicto ambiental, como se entiende

oficialmente, es aquel conflicto en el que el ambiente está en disputa por los

roles y servicios que brinda y por los efectos del uso y apropiación que el

hombre ejerce sobre los recursos naturales56. Es mucha la complejidad de este

conflicto porque “Los recursos con que cada actor cuenta para hacer valer sus

intereses en un conflicto son asimétricos, en parte porque los generadores, las

propias instancias reguladoras y aun parte de la población posiblemente

afectada perciben la conservación del ambiente como un freno al desarrollo”57.

53 CONTRERAS, Carlos y Marcos Cueto: Historia del Perú contemporáneo. Lima: IEP, 2000.54 Ibid.55 Ibid.56 CONAM: Manual de capacitación en manejo y resolución de conflictos ambientales. Lima: s/a57 Ibid.

15

Page 16: Vicco y San Mateo

En realidad, se nos está diciendo sutilmente que los solitarios defensores del

medio ambiente, sea cual sea su motivación, suelen tener menor poder que

quienes causan o permiten los daños ambientales (empresas minera y Estado),

por lo que hay que potenciarlos en su desigual lucha. Lo cual puede ser útil,

pero lo importante es la existencia autónoma de ese contrapoder, el cual nace

de la fusión de la voluntad de dirigentes comunales y de la voluntad de la

población afectada. Voluntades que pretenden conjurar un aspecto de la

sociedad del riesgo o sociedad de las catástrofes, configurada por la

modernización58. Dicha sociedad en el Perú más parece percibirse en el campo

que en las ciudades, aquejadas usualmente de catástrofes invisibilizadas o

aceptadas como inevitables (colapso por hipercrecimiento demográfico,

contaminación vehicular).

Eso es lo que ocurre precisamente, con algunas diferencias, en la

comunidad campesina de Vicco y en el distrito de San Mateo, lo que explica su

similar respuesta medio ambientalista. Esa respuesta obedece a una serie de

factores subjetivos y objetivos preexistentes, como el nivel educativo, el grado

de desarrollo socioeconómico, el nivel de ciudadanía o conocimiento de los

derechos, y el tamaño y la distribución etaria de la comunidad, todos ellos

interrelacionados. Es decir, al menos cierto grado de alfabetismo, de

dinamismo económico local y de conocimiento de los derechos ciudadanos

favorece el surgimiento de una voluntad reivindicativa en lo ambiental, en este

caso. Siguiendo a Quijano, se trataría de poblaciones y dirigentes “cholos”,

“cuyo mundo cultural va siendo integrado con elementos provenientes de la

cultura indígena y, al mismo tiempo, por otros provenientes de la cultura

occidental criolla, aunque en su gran parte se mantiene bajo la capa de

influencia de la cultura indígena” 59. Lo más importante aquí es que ese binomio

de voluntades “cholas” no tiene por qué luchar solo. Todo lo contrario, pues el

problema a enfrentar es compartido por muchas colectividades similares a lo

largo y ancho del país. Dos de estos casos emblemáticos veremos

cronológicamente de inmediato.

LAS LUCHAS AMBIENTALES DE VICCO Y SAN MATEO

58 BECK, Ulrich: La sociedad del riesgo. Barcelona: Paidós, 199859 QUIJANO: Ob. Cit.

16

Page 17: Vicco y San Mateo

Empecemos por el conflicto ambiental entre la comunidad campesina de

Vicco y la minera nacional El Brocal S.A., el cual es el primer caso bien

documentado de defensa del territorio comunal, sostenido antes del inicio de

una explotación minera. Motivo por el que este conflicto marca, a nuestro

parecer, el nacimiento del ecologismo popular en la sierra central peruana. En

Tambogrande (Piura), en los años 80 se impidió la incursión de la empresa

minera estatal francesa BRGM en salvaguarda del frutícola Valle de San

Lorenzo, pero ésto sólo constituyó uno de los antecedentes aislados del

ecologismo popular. Recién ahora el nuevo conflicto ambiental de

Tambogrande, con la minera canadiense Manhattan Sechura, es parte de este

ecologismo, por entonces inexistente como fenómeno social más amplio. Otro

antecedente sería la protesta popular contra la contaminación ambiental que

ocurrió en Cajamarca en los años 70 y 80. La reconstrucción del conflicto de

Vicco la hemos hecho a partir de nuestra sistematización de la documentación

de la Coordinadora Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería

(CONACAMI). De más está decir que lo que viene no pretende ser “neutral” ni

“objetivo”, pero se aspira a mantener cierto distanciamiento valorativo y

expositivo.

Previamente, brindaremos algunos datos que permitan contextualizar el

conflicto, tomados del mismo archivo de la CONACAMI. La comunidad de

Vicco está enclavada en la Meseta de Bombón, en el Nudo de Pasco, a 4,199

m.s.n.m., y limita por el sur con el segundo lago más grande del país: el

Chinchaycocha o Lago de Junín, que es una reserva nacional. Se ubica en la

provincia de Pasco, a 22 kilómetros de la ciudad de Cerro de Pasco, y cuenta

con 25,511 hectáreas de territorio. Vicco fue fundada como pueblo en junio de

1618 por el visitador español Juan de Dios y Cadarcio, remensurero y

repartidor de pastos, quien hizo la repartición y el deslinde obedeciendo una

orden del virrey Toledo. Fue reconocida por la Constitución Política del Estado

Peruano en 1919. Goza de personería jurídica como comunidad indígena

desde el 17 de enero de 1940, en que la Resolución Suprema No 15 oficializó

su existencia, siendo registrada en el padrón No 3455. En 1963 la sociedad

agrícola y ganadera AGOLAN S.A. “dona” y vende tierras a la comunidad, que

así las recuperó.

17

Page 18: Vicco y San Mateo

Vicco tiene a la municipalidad como gobierno local, a un Teniente

gobernador como representante del gobierno y a un juez de paz como

representante del Poder Judicial. Cuenta con una granja comunal, una

cooperativa comunal, granjas familiares, una Junta de Administración y el local

Shelby. Tiene dos centros poblados: Shelby y Cochamarca, y tres anexos:

Upamayo, Casacoto y Condorcayán. Sus organizaciones de base son: vaso de

leche, club de madres, la liga deportiva, organizaciones religiosas, el Barrio

Túpac Amaru y la Sociedad Tres de Mayo. La población, según el censo de

1993, es de 3,440 habitantes, siendo 1,185 los comuneros inscritos (900

varones y 285 mujeres). La población económicamente activa de Vicco es de

1,838 personas y se divide principalmente en: propietarios (320), choferes

(342), ganaderos (211) y profesionales (142). En segundo lugar vienen los

comerciantes y artesanos. Una cifra preocupante la constituyen los 257

desempleados de Vicco. Dentro del ganado, destaca el ovino con 80,000

cabezas, y muy detrás el alpacuno con 1,100 cabezas y el vacuno con sólo 350

cabezas. Esto indica que la ganadería es la principal fuente de ingresos para la

comunidad, captando un buen porcentaje de la PEA. Dentro de la producción

agrícola destaca la maca y el forraje, a escala de consumo.

El conflicto ambiental empezó entre 1992 y 1994, cuando El Brocal S.A.

inició, sin pedir permiso a las autoridades comunales, sus labores de

prospección minera en tierras de Vicco. El Proyecto San Gregorio de la minera

es uno de los más grandes yacimientos de zinc conocidos en el Perú, e incluso

a nivel internacional. Se calculan unas 70 millones de toneladas con una ley

promedio de 7.33% de zinc, 2.19 % de plomo y 0.57 onzas de plata por

tonelada métrica. El yacimiento produciría 10,000 toneladas diarias de mineral

a tajo abierto, lo que representaría una producción diaria de 350 toneladas de

concentrados de plomo y 1,300 toneladas de zinc. La venta anual de esa

producción bien podría alcanzar los US $ 110 millones, por lo menos, por lo

que San Gregorio podría ser la segunda concesión minera más grande de zinc

en el Perú, después del megaproyecto de Antamina. Desde 1956, por iniciativa

de la familia Fernandini, se constituyó la Sociedad Minera El Brocal S.A., para

explotar la mina Colquijirca. Posteriormente, se incorporó al accionariado la

Compañía de Minas Buenaventura S.A. y, recientemente, COMINCO Ltda. de

Canada, el primer productor de zinc en el mundo y dueña de la refinería de

18

Page 19: Vicco y San Mateo

Cajamarquilla. El paralizado proyecto San Gregorio aún no causa impactos,

lógicamente, pero los mayores impactos ambientales de El Brocal se han dado

por sus otras operaciones mineras en perjuicio del río San Juan y el lago

Chinchaycocha.

El Brocal ha comprometido una inversión de US $ 4’340,687 en su

Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) entre 1997 y 2001. Entre

los proyectos de recuperación destacan las obras de estabilidad física y

química de los depósitos de relaves N° 1 y 2 de Huaraucaca. Estas obras

impedirán que los relaves almacenados se derramen al río San Juan, y su

costo estimado es de US $ 400,000. Los trabajos de mitigación de corto plazo

han estado orientados a reducir la carga contaminante que llega al río San

Juan, sin embargo es necesario controlar definitivamente su contaminación y

restaurar la zona afectada en el lago Junín. Pese a las obras realizadas, uno

de los más graves problemas que sigue afrontando El Brocal es la generación

de drenaje ácido. Según su PAMA, la ejecución del proyecto de colección y

tratamiento de aguas de mina está prevista a partir del año 2000. La Pampa de

Unish es la zona identificada para la construcción de la planta, llegando el

monto de inversión a US $ 3’200,000.

En 1994, el presidente comunal se quejó ante el Ministerio de Energía y

Minas (MEM) por la arbitrariedad de la empresa. En noviembre de ese año,

ésta solicitó ante la Dirección General de Minería (DGM) el establecimiento de

una servidumbre por tres años sobre 1,019 hectáreas, ubicadas en el paraje de

San Gregorio, para su exploración minera. La DGM aceptó realizar el trámite

solicitado, sin dar curso a la queja de la comunidad. Precisamente, para

entonces las comunidades cercanas al contaminado Chichaycochaya ya

habían fundado en Vicco (mayo de 1994) el Frente de Defensa Ecológico de

las Comunidades y Pueblos de la Zona Alto Andina, llamado luego sólo Frente

Ecológico60. Pensamos que este es el hito que marca el nacimiento del

ecologismo popular en el Perú, pues en esa organización ganan experiencia y

cohesión dirigentes que luego impulsaron la creación de la CONACAMI. En

Asamblea General, en febrero de 1995, la comunidad de Vicco decidió otorgar

la servidumbre por un año, a cambio de una contraprestación de S/. 42,000.

Cumplido el plazo, El Brocal se retiró en 1996 después de varios meses de

60 PALACIN, Miguel: Vicco: Muertes anunciadas o un ejemplo al mundo. Lima: s/a

19

Page 20: Vicco y San Mateo

exigencia comunal. En agosto de 1996, El Brocal solicitó de nuevo ante la DGM

el establecimiento de una servidumbre de 20 hectáreas, donde antes había

operado, dentro de las cuales comprende 50 perforaciones y trochas de

acceso. La DGM aprobó el pedido, pero Vicco, asesorada por la Sociedad

peruana de Derecho Ambiental (SPDA), presentó un recurso de nulidad al

procedimiento. En diciembre de 1996, cuatro dirigentes de Vicco suscribieron

con El Brocal un acta de acuerdo, autorizando la realización de 57

perforaciones en San Gregorio para la prospección geológica e hidrológica. En

febrero de 1997, la Asamblea general de Vicco rechazó ese acuerdo, que

violaba los estatutos de la comunidad, y expulsó a los dirigentes que lo

firmaron. En Marzo de 1997, la nueva junta directiva comunal y funcionarios de

El Brocal suscribieron un acta que anulaba el acta anterior, y acordaron

dialogar, con el patrocinio de la Defensoría del Pueblo, para definir los términos

de la servidumbre.

Luego se acordó que El Brocal requería entre 20 y 120 hectáreas para

su exploración, y que la comunidad sería compensada con una obra de agua

potable y un proyecto para la industrialización de fibra de alpaca y lana de

ovino. Mas la minera prefirió conseguir la firma del presidente de la comunidad

en una solicitud de servidumbre perpetua, sobre un área de 3,310 hectáreas,

para exploración y explotación minera, fijándose como compensación poco

más de un millón y medio de nuevos soles. Entonces la empresa se retira del

diálogo, y en julio de 1997 la DGM admite la solicitud de establecimiento de

servidumbre, iniciándose el procedimiento administrativo de servidumbre

minera. En octubre, la comunidad de Vicco plantea, en vano, la nulidad al

procedimiento de servidumbre, pues se nombran dos peritos para valorizar el

área pedida. En enero de 1998, un joven fiscal comunal, hoy presidente de la

CONACAMI, se topa en las tierras de Vicco con esos peritos y su comitiva,

quienes realizaban la inspección ocular sin notificación previa a la comunidad.

Por esto, se acordó suspender dicha inspección y que se fijaría nueva fecha

para ella en coordinación con la comunidad. Pero en febrero, la minera

denuncia penalmente al presidente y al fiscal de Vicco por el supuesto

secuestro de los personajes mencionados. Ese mismo mes, El Brocal cierra el

canal de irrigación a lo largo de 1,200 metros, lo que constata un congresista y

la policía, entre otros.

20

Page 21: Vicco y San Mateo

En marzo, los peritos del Consejo Nacional de Tasaciones y del MEM

presentaron el informe de la pericia, que valorizó el área de más de 3,278

hectáreas en US $ 575,000. Informe que Vicco impugnó tras encontrarle una

serie de omisiones (viviendas, ganado, cultivos, etc). En abril, la comunidad

solicitó una copia de todo el expediente. Los dirigentes encontraron en él que la

DGM había violado la ley de Procedimientos Administrativos por favorecer el

trámite de la solicitud de establecimiento de servidumbre. Viendo eso, la

comunidad presenta en junio de 1998 un recurso de nulidad a la resolución

directoral de la DGM que aprobó ese trámite y a todo lo actuado

posteriormente. Ese mismo mes, gracias al respaldo internacional,

representantes de Vicco logran reunirse con funcionarios de COMINCO

(corporación minera canadiense, la mayor productora de concentrado de zinc

en el mundo) en Lima, acordándose que El Brocal reiniciaría el diálogo con la

comunidad. Ya en abril, la comunidad de Vicco, el Frente Ecológico Alto Andino

y la ONG ECO habían firmado un convenio dirigido a la promoción del

desarrollo local de la comunidad. Esto implicaba la realización de un taller de

planeamiento estratégico para las comunidades afectadas, así como la

elaboración de un proyecto de desarrollo para ellas, en especial para Vicco.

En agosto de 1998, la DGM concedió la nulidad deducida por Vicco, que

obtenía una tercera nulidad sin un gran respaldo legal, estatal y económico.

Mas de inmediato El Brocal solicitó la reducción del área de la servidumbre a

2,900 hectáreas, con la valorización fijada por los peritos, lo cual fue aprobado

por la DGM. La comunidad interpuso en setiembre un recurso de revisión a la

resolución que aprobaba lo anterior, y además acordó realizar una masiva

marcha, en apoyo a sus dirigentes, hacia Lima. En noviembre, la comunidad le

reitera su voluntad de diálogo a El Brocal y le adjunta las bases para una

negociación. Esto es desvirtuado pronto, pues el Consejo de Minería dictamina

no ratificar la nulidad deducida por Vicco, pero, curiosamente, sí anula la

pericia de inspección ocular y todo lo actuado posteriormente. Por entonces, la

dirigencia de Vicco y el Frente Ecológico se reunieron en Lima con la Comisión

Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, denunciando la persecución,

arbitrariedad y prepotencia de las mineras, especialmente de El Brocal y

COMINCO contra Vicco, y de la minera Milpo contra la comunidad de

21

Page 22: Vicco y San Mateo

Ninacaca, con el aval del gobierno, según los denunciantes. Coincidentemente,

poco después se reabre la posibilidad de diálogo entre Vicco y la minera.

Sin embargo, en enero de 1999, la DGM fija nueva fecha para peritaje

en las tierras de la comunidad, trámite que El Brocal hace anular al presentar

una solicitud de reducción del área de 3,310 a 2,903 hectáreas. En febrero, la

Asamblea comunal acuerda llevar ante la Corte Superior de Lima la

impugnación a la resolución administrativa del Consejo de Minería que invalidó

la nulidad concedida por la DGM. Esta, por su parte, fija la pericia ocular sobre

las tierras de Vicco para marzo de 1999, lo que la comunidad rechaza pues

había acordado con El Brocal resolver el conflicto mediante el diálogo. Sin

embargo, en la fecha fijada para la pericia, dos dirigentes comunales llevaron a

los peritos a sus propias tierras, lo que terminó provocando la renuncia del

presidente de la comunidad. En abril, con nuevas autoridades comunales, se

cumplió la decisión de la comunidad de llevar, a través de una medida cautelar

innovativa, su posición a la Corte Superior de Lima, que la declaró

improcedente en junio de 1999. Vicco impugnó de inmediato ese veredicto y

también le solicitó al MEM la suspensión del trámite del proceso administrativo

de establecimiento de servidumbre minera iniciado por El Brocal. Ese mismo

mes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le comunica a Vicco

que su denuncia de noviembre de 1998 había quedado registrada y que se

encontraba estudiando el trámite que se le iba a otorgar.

En julio de 1999, Vicco acordó con representantes de El Brocal hacer

una visita de constatación de los daños en las zonas de Tomachisga y Coto-

Coto por las aguas ácidas y servidas, vertidas por la minera en los terrenos de

la comunidad. Para esta visita, el presidente de Vicco invitó a la Comisión de

Medio Ambiente, Ecología y Amazonía del Congreso, a la cual le pidió recorrer

también la zona de la represa de Upamayo para verificar los daños producidos

por Electro Andes y Electro Perú por sobrerepresamiento de aguas

contaminadas del Lago Chinchaycocha en el sector noroeste. Causa que

produjo la inundación de más de 1500 hectáreas de pastizales de la

comunidad. Por esto, también se pidió que se convoque a un diálogo entre

Vicco y representantes de las empresas eléctricas.

En agosto, El Brocal y Vicco le solicitan a la Sala Corporativa Transitoria

la dilación del proceso al máximo de ley, por estar dialogando para resolver la

22

Page 23: Vicco y San Mateo

posibilidad de establecimiento de servidumbre minera. El 20 de agosto, el

presidente de Vicco y representantes de El Brocal se reúnen por tercera vez en

presencia del presidente de la Comisión de Ambiente, Ecología y Amazonía del

Congreso. En setiembre de 1999, se realiza otra reunión de trabajo entre las

dos partes, por iniciativa del mismo congresista, a fin de discutir sobre el

proyecto de San Gregorio. El 17 de setiembre, se realiza la primera reunión

entre la comisión de diálogo de Vicco, la dirigencia de Huaraucaca y los

integrantes de la Comisión de El Brocal, acordándose incluir a cuatro miembros

de Huaraucaca en la Comisión Mixta del canal de agua para Vicco. En

setiembre de 1999, el presidente de Vicco le solicita al presidente de la

Comisión de Ambiente, Ecología y Amazonía del Congreso que convoque a

una reunión de reinicio del diálogo con representantes de El Brocal y de las

empresas eléctricas, a fin de abordar la inspección de campo del cinco de

setiembre. El mismo mes, representantes de El Brocal se reunieron con los

dirigentes de Vicco en la zona del canal de agua, que estaba haciendo la

minera para la comunidad, a fin de determinar la longitud del canal que debería

entubarse o recubrirse con concreto (unos 450 metros).

Para setiembre, El Brocal, cumpliendo con las demandas de la

comunidad para iniciar el diálogo sobre la servidumbre, había retirado sus

demandas contra dirigentes de Vicco y terminado la apertura del canal en el

tramo faltante. La minera también estaba dispuesta a compensar a Vicco por el

área afectada por los trabajos de El Brocal. En octubre, la Comisión de Diálogo

de Concesión de Servidumbre Minera de Vicco acuerda iniciar las

conversaciones formales con El Brocal, previa reunión con el presidente del

directorio de la minera, Ing. A. Benavides de la Quintana. El mismo mes, la

Asociación Hijos de Vicco Residentes en Lima le solicita al presidente de Vicco

que se defina su plena participación en el proceso de diálogo con El Brocal.

Caso contrario, la asociación anunciaba su retiro del diálogo, acusando al

presidente comunal de facilitar y permitir la pretensión de la minera de

apropiarse de las tierras de Vicco. El 14 de octubre, se reunieron en las oficinas

del Directorio de El Brocal representantes de Vicco y de la minera,

acordándose el nombramiento de una comisión mixta (comunidades de Vicco y

Huaraucaca y El Brocal) para la construcción del canal Jupayragra-Vicco. En la

cuarta reunión de la Comisión mixta, a fines de octubre, Vicco aceptó que se

23

Page 24: Vicco y San Mateo

revista y entierre 510 metros de canal. Sin embargo, en la quinta reunión se

acordó abovedar 610 metros de canal, contando a partir del final del tramo que

está revestido.

En noviembre de 1999, la DGM del MEM auspicia una reunión entre

Vicco y El Brocal a fin de que lleguen a un acuerdo sobre el área superficial

necesaria para ejecutar el proyecto de zinc. En noviembre también se realiza

ante la Sala Transitoria Especializada en lo Contencioso Administrativo una

audiencia de saneamiento y conciliación, en la causa seguida por Vicco con El

Brocal y la Procuradoría Pública del MEM sobre la impugnación de resolución

administrativa. Ese mismo mes, Vicco le dirige un memorial al Presidente de la

República, haciéndole una serie de peticiones (vehículo de carga,

computadoras, centro de salud e inclusión en el Programa de Alimentación). El

7 de diciembre de 1999, representantes de Vicco y de El Brocal y la Comisión

de Diálogo de la Comunidad se reúnen en el MEM para dialogar sobre el

Proyecto San Gregorio y el proceso de servidumbre. Poco después, El Brocal

le insiste al presidente de Vicco que indique una fecha para el inicio de los

trabajos de revegetación en el área de Tomachisga. El 21 de diciembre, se

vuelven a reunir en el MEM las partes en conflicto, proponiendo El Brocal que

hayan reuniones semanales con Vicco a partir de enero con la participación del

MEM hasta que se resuelva la solicitud de servidumbre.

El 26 de enero, las partes en conflicto se reunieron en el MEM,

anunciando Vicco que, por acuerdo de asamblea, cedería 700 hectáreas al

oeste del río San Juan para el proyecto San Gregorio. Mientras que El Brocal

siguió pidiendo 1,764 hectáreas en la misma zona, pero aceptó instalar una

tubería de 48 pulgadas, solicitada por la comunidad en 610 metros del canal de

agua. En febrero del 2000, el presidente de Vicco le pide a la DGM del MEM

que siga suspendido el procedimiento administrativo de establecimiento de

servidumbre minera sobre terrenos comunales, por estar dialogando las partes.

Las partes concuerdan en que el canal a ejecutarse será abovedado de

concreto en los 610 m. de longitud. Una familia perjudicada le solicita al

Concejo de Administración de Vicco que intervengan a fin de que cese la

contaminación en sus terrenos, los más contaminados por El Brocal. En

febrero, El Brocal le ofrece a Vicco pagarle US $ 540 por hectárea, 35% por

encima de la valorización del MEM, por las 1,764 hectáreas que pretenden

24

Page 25: Vicco y San Mateo

comprarle para su proyecto, advirtiéndole que de no llegar a un acuerdo, el

MEM aprobará la solicitud de servidumbre de El Brocal por 2,904 hectáreas. En

marzo, Vicco le pide al presidente del Directorio de El Brocal su informe final

respecto a la solicitud de servidumbre minera, a fin de saber si falta o no la

etapa de exploración. El Brocal responde que en 1995 y 1996 realizó trabajos

de exploración en San Gregorio, descubriendo cerca de 69 millones de

toneladas de zinc con una ley promedio de 7.33 %, uno de los más importantes

del país.

En mayo del 2000, El Brocal le reitera a Vicco su pedido de 1,764

hectáreas, aunque la minera manifiesta estar dispuesta a aceptar la reducción

propuesta por el Colegio de Ingenieros (a 1,580 hectáreas), y pide una pronta

respuesta a su solicitud de tierras. La DGM anuló la suspensión del tramite de

servidumbre iniciado por El Brocal S.A., que aquella había dispuesto en agosto

de 1999 hasta que la entidad judicial resuelva la demanda interpuesta por

Vicco ante la Sala Corporativa Transitoria Especializada en lo Contencioso de

la Corte Superior de Lima. En junio del 2000, la asamblea de Vicco acuerda

ceder a El Brocal 1,264 hectáreas, una vez que se llegue a un buen acuerdo en

los convenios y condiciones entre las partes. Poco después, el presidente de

Vicco le solicita a la DGM que se entienda suspendido el procedimiento

administrativo de establecimiento de servidumbre minero sobre los terrenos

comunales, pues las partes estaban en diálogo directo.

El 27 de junio, en una reunión entre las partes celebrada en la DGM, El

Brocal aceptó la decisión de la asamblea de Vicco de cederle 1,264 hectáreas

en la margen derecha del río San Juan, con la condición de que luego se

negocien otras 316 hectáreas en la margen izquierda del mismo río, a fin de

completar las 1,580 hectáreas recomendadas por el Colegio de Ingenieros del

Perú. En agosto, El Brocal le solicita a la DGM se ordene una nueva diligencia

pericial de inspección ocular, ratificándose en la observación presentada contra

el informe pericial de abril de 1999. Este señalaba que la servidumbre procedía

sólo para realizar actividades de exploración por un plazo máximo de dos años,

algo que la minera nunca solicitó. En setiembre del 2000, el presidente de

Vicco le solicita a la DGM que fije fecha para nuevas reuniones que permitan

continuar el proceso de negociación. Después de todo lo anterior, a la fecha, el

proyecto San Gregorio sigue siendo sólo una aspiración y un caso único de

25

Page 26: Vicco y San Mateo

derrota de una minera por una comunidad campesina. Aunque se trate de una

población urbana, si nos atenemos al criterio de las Naciones Unidas

(población urbana es de 2000 a más habitantes)

Hasta aquí, podemos apreciar con claridad, primero: la evidente actitud

pro minería del Estado, pues la DGM del MEM otorgó varias veces, y con gran

facilidad, la servidumbre minera solicitada por El Brocal con fines exploratorios.

Luego, destacamos lo complicado que es una negociación entre una empresa

minera nacional mediana y una comunidad campesina, ubicada en una zona

ambientalmente crítica, siempre y cuando la segunda cuente con dirigentes

muy comprometidos con los intereses de su colectividad. Algunos de ellos, si

son jóvenes, incluso con educación superior, gracias a su cercanía a la ciudad

de Cerro de Pasco, pero sobre todo capaces de formar redes sociales con

otras comunidades vecinas, e incluso con las ONGs capitalinas que se

acercaron a la zona. Ambos factores les permitieron saber a dichos dirigentes

cómo actuar a fin de impedir que la minera logre sus objetivos, acudiendo

incluso a un organismo internacional de Derechos Humanos en defensa de los

intereses comunales. Lo que no les impidió acudir también al Poder Judicial

peruano, nada confiable por entonces, a fin de ganar tiempo en las

negociaciones. Ello pese a que algunos pobladores eran favorables a la

minera. Sin embargo, queda la duda de si la minera terminó perdiendo fuerza

en sus acciones más debido a la resistencia de la comunidad o al final del

boom minero. Además, en el futuro bien podría acceder a la dirigencia comunal

un sector más favorable a la minera, lo cual permitiría el reinicio de las

exploraciones y hasta de la explotación.

Sin embargo, parecería que las condiciones socioeconómicas de la

población, no harían posible ese viraje tan brusco, pues la comunidad cuenta

con una serie de recursos que la hacen menos vulnerable social y

económicamente, empezando por su ubicación geográfica. Este aspecto ha

dado origen a otro tipo de especulaciones, plasmadas en un informe elaborado

para el MEM, que apuntan a la existencia en la comunidad de grupos familiares

presuntamente ligados al narcotráfico61. Estos grupos, poseedores de

numerosos camiones, aprovechando la estratégica ubicación de Vicco, se

61 QUEA, Felipe y José María Salcedo: Análisis de las percepciones e información socioeconómica de la relación entre empresas mineras y poblaciones ubicadas en las áreas de interés para la exploración: Tambogrande y Vicco. Lima: MEM, 1999.

26

Page 27: Vicco y San Mateo

habrían dedicado al recojo de droga desde la ceja de Selva cercana. De ahí su

interés por evitar el ingreso de la minería, que haría que se pongan al

descubierto actividades ilícitas de un puñado de familias de la comunidad. Esta

versión más busca ocultar que las operaciones de El Brocal han contaminado

el lago Chinchaycocha y el río San Juan, afectando a las comunidades

campesinas aledañas, además de Vicco.

Desarrollemos ahora el conflicto ambiental del distrito de San Mateo de

Huanchor, luego de ubicarlo en su contexto geográfico, histórico y

socioeconómico. Se verá que en esta zona ya existe la memoria de una lucha

que se podría considerar ambientalista, ocurrida en los años 30 del siglo XX, la

cual inspira a los pobladores en la defensa actual de sus derechos

ambientales. Una vez más, debemos considerar que lo importante no es el

resultado, fácil de subestimar en este caso, sino el proceso social que aquí

reconstruiremos, utilizando de nuevo el archivo de la CONACAMI. Empleamos

la misma fuente documentaria para esbozar el contexto general de la

comunidad.

El distrito de San Mateo se sitúa en la zona noreste de la provincia de

Huarochirí, departamento de Lima, en la cuenca alta del Rímac, a 95 km de la

capital de la República y sobre los 3,200 m.s.n.m. Su geografía, clima y las

aguas naturales de sus lagunas, puquios, riachuelos, y los ríos Blanco, Aruri y

Rímac posibilitan la existencia de extensos pastos. En 1905, Lisandro Proaño,

dueño de la minera Negociaciones Minera Tamboraque instaló la fundición de

Tamboraque, muy cerca de la ciudad de San Mateo, y funcionó hasta 191162.

En 1930, Proaño reactivó dicha fundición, para tratar los minerales de las

minas de la Sociedad Minera Parac, en Aruri y Viso. Eso generó el rechazo del

pueblo de San Mateo, que temía los efectos del arsénico de los “humos” sobre

la gente y el ambiente, aunque los funcionarios de la fundición decían que las

escorias minerales abonarían los campos. Hasta que en enero de 1934, debido

a la descortés respuesta de Proaño en brindar ayuda económica para enterrar

a un comunero que trabajaba para la empresa, supuestamente envenenado

por los “humos”, se desató la violencia popular contra las instalaciones de la

fundición. A ello le siguió una fuerte represión policial que dejó un saldo de

62 CACEDA, Ruperto: La lucha del pueblo de San Mateo de Huanchor en defensa de la ecología y el medio ambiente en el Perú. Lima: 2000.

27

Page 28: Vicco y San Mateo

varios muertos, conocidos hoy como los mártires de San Mateo. Luego se

desató una persecución en contra de quienes fueron considerados los

instigadores de la acción en contra de la empresa, hoy considerados héroes

locales.

En 1998, la Empresa Minera L. Proaño implementó su nueva Planta de

Beneficio de Tamboraque, lo que generó el nuevo conflicto ambiental. Esta

planta fue la primera en el país en su género, por el uso de bacterias en el

tratamiento de los minerales (biolixiviación), con una inversión de 23 millones

de dólares y una expectativa de 20 años de producción. Dicha inversión

corresponde al grupo peruano Rodríguez-Mariátegui-Proaño, y una parte de la

financiación fue obtenida en Canadá y los EE.UU.

El pueblo de San Mateo de Huanchor, capital del distrito del mismo

nombre, está formado por los barrios de San Mateo y San Antonio. Ha crecido

a través de los asentamientos humanos de Pite, Marpa, Daza y Mayoc,

especialmente en el último, por influjo de la mediana minería y del comercio. La

población de San Mateo supera hoy los 5,600 habitantes63, por lo que se trata

de una población sobradamente urbana. El distrito de San Mateo es un pueblo

ganadero y agricultor gracias a la existencia de los extensos pastos. Las

comunidades campesinas de la zona vienen fortaleciendo sus empresas

comunales y sentando las bases de su desarrollo a través de importantes

irrigaciones. También está la fábrica de agua mineral San Mateo, propiedad de

la Backus y Jhonston S.A.,y la explotación de piedra caliza, por la empresa

CIMALSA de la familia Revoredo. Finalmente, la Empresa Minera Proaño S.A.,

sucesora de Negociaciones Mineras Tamboraque, se dedica a la explotación

minera, como ya se dijo.

Ahora describiremos el conflicto ambiental de San Mateo de Huanchor.

El conflicto se debe a que se depositó muy cerca de una zona poblada el relave

tóxico durante cinco años, como resultado del Proyecto Tamboraque. Durante

ese tiempo, el relave depositado en Mayoc alcanzó una altura de 20 metros.

Recién entonces, la empresa manifestó que lo cubririría con una capa de tierra,

para luego reforestar el terreno y devolverlo a la comunidad. Se produjeron

daños a la salud., como lo revela un estudio de la Dirección general de Salud

(DIGESA) con muestras de sangre tomadas a 30 personas: 12 personas eran

63 Ibid.

28

Page 29: Vicco y San Mateo

menores de 15 años, de las cuales 10 presentaron valores mayores a 10 ug de

plomo (10.31 ug), y 18 personas eran mayores de 18 años, de las cuales 13

presentaban valores mayores a 10 ug de plomo. Los resultados de la DIGESA

permitieron concluir que existe evidencia de contaminación por plomo, arsénico

y mercurio en los pobladores de San Mateo, y que la principal fuente de

contaminación es la cancha de relaves Mayoc.

Al iniciar sus operaciones, supuestamente a prueba, en el fundo Mayoc,

la minera Lisandro Proaño S.A. no cumplió con presentar un Estudio de

Impacto Ambiental (EIA). Sorprendió a las autoridades del MEM con un estudio

correspondiente a la zona de Triana, que tangencialmente incluía a Mayoc, el

cual fue aprobado en 1996. Sin embargo, el fundo Mayoc fue comprado recién

en setiembre de 1997. Por ello se determinó que el estudio estaba incompleto,

por no abarcar la cancha de relaves, originándose una situación irregular que

comprometió a las autoridades del MEM. El conflicto se inicia con la inspección

realizada a la relavera el 22 de marzo de 1999 por las autoridades de San

Mateo (alcalde y regidores y jueza de paz), y la toma de muestras del relave. El

análisis hecho en los laboratorios de la Universidad Nacional de Ingeniería

indicó que las muestras contenían un alto grado de arsénico, plomo y zinc.

Luego se realizó la denuncia ante el director general de minería del MEM

contra la Empresa Proaño, por los peligros de contaminación ambiental en la

población de Mayoc y Daza.

El MEM exigió el cumplimiento del “requisito legal”, es decir, la

contratación de una empresa auditora del medio ambiente. La municipalidad

tuvo que contratar a tres de esas empresas, debido al descargo de la minera,

para lograr el trámite de la denuncia. Ante ello, el MEM tuvo que reconocer que

la empresa estaba trabajando su planta de beneficio y el depósito de relaves

tóxicos sin autorización de funcionamiento. Entonces, emitió en julio las

resoluciones 110 y 118 en las que ordenaba la paralización de las operaciones

metalúrgicas. La empresa no acató la orden, apelando ante el Consejo de

Minería del mismo MEM, el cual aceptó la reconsideración que anuló las dos

resoluciones mencionadas. En setiembre de 1999, el alcalde del distrito de San

Mateo, con el apoyo de la población y de instituciones representativas, y por

decisión de un Cabildo abierto, formula denuncia penal contra los

representantes de la Compañía Minera Lisandro Proaño S.A., ante el Ministerio

29

Page 30: Vicco y San Mateo

Público de la provincia de Matucana. Se abrió proceso penal contra el gerente

de la minera, por delito contra el Medio Ambiente en su modalidad agravada,

pronunciándose a favor del pueblo el fiscal y el juez mixto de Huarochirí. La

empresa tampoco acató los mandatos del juez, y el gerente general de ella

puso en práctica una cuestión previa por faltar el requisito de procedibilidad.

Luego el MEM le dio la autorización de funcionamiento al depósito de

relaves, y la Dirección General de Salud (DIGESA) le dio la autorización

sanitaria de vertimiento de residuos industriales. Por su parte, el nuevo juez

mixto de Huarochirí aceptó la cuestión previa mencionada, sin notificarlo a la

municipalidad, con lo que anuló lo hecho por el juez anterior. Sin embargo, un

estudio ambiental de la auditora Equass S.A., contratada por el mismo MEM,

ya había detectado la contaminación en las biotas de las plantas, por lo que la

minera fue sancionada por el MEM en setiembre de 1999 con una multa de 12

UIT. En setiembre del 2000, el segundo cabildo abierto dispuso el desarrollo de

una amplia política de alianzas con todas las instituciones y organizaciones

sociales a nivel local y nacional que pudieran ayudar en la lucha. La Comisión

de Defensa de la Ecología y el Medio Ambiente de San Mateo se contactó con

la Asociación de Alcaldes de la Zona Centro de Huarochirí, la Asociación

Provincial de Huarochirí, la CONACAMI y ONGs ambientalistas. Esto permitió

realizar el Primer Encuentro de Comunidades y Municipalidades de Huarochirí

Afectadas por la Minería, donde se elaboró un programa de apoyo a la lucha de

San Mateo. Además, dicha lucha fue difundida sostenidamente a través de la

prensa, lo que permitió incrementar el conocimiento público del caso y generar

una mayor presión social sobre el gobierno fujimorista.

Por esa fecha, se consiguió cierto apoyo del presidente de la Comisión

del Medio Ambiente del Congreso de la República, y de otro congresista. A

fines del 2000, el Wiese Leasing Sudameris S.A. y Proaño S.A., ante la falencia

económica de la segunda, suscribieron un contrato de arriendo financiero, por

el cual el primero adquirió el dominio del fundo Mayoc, anunciándose que se

realizaría la actividad propia de la extracción de oro por el método de lixiviación

bacteriana. Para entonces, las compañías auditoras M y S Especialistas,

Consultont S.A. y Equas S.A. habían determinado que en el fundo Mayoc

existían grandes concentraciones de contaminación ambiental, especialmente

de arsénico, por la explotación de arseniopirita, sin contarse a la fecha con

30

Page 31: Vicco y San Mateo

elementos de mitigación. Hecho que también fue comprobado por instituciones

públicas como el Instituto de Recursos Naturales (INRENA), DIGESA y la

Policía Ecológica.

Por todo lo anterior, el alcalde pide por escrito, en diciembre del 2000, a

los representantes del Wiese, que se tomen todas las medidas correctivas del

caso, advirtiendo que cerca de la cancha de relaves existen dos poblaciones y

un colegio. Señala que todas las empresas auditoras (M y S Especialistas,

Consulcont S.A. y Equas S.A.) determinaron en sus estudios que en el Fundo

Mayoc existe contaminación ambiental, especialmente por arsénico. Concluye

solicitando que se cierre la citada cancha, trasladando los desechos a otros

lugares para proteger el medio ambiente y la población.

En enero del 2001 se realiza en San Mateo la marcha de protesta contra

la contaminación, con el apoyo de la CONACAMI, la cual fue difundida por la

prensa invitada. Al final de la marcha, se dio un plazo de 15 días para el cierre

definitivo de la relavera. El 12 de febrero, vencido el plazo, se concentra a las

puertas del MEM un grupo de huanchurinos, obteniéndose el compromiso del

vice ministro de ordenar de inmediato la paralización de la relavera. Ese mismo

día, la Comisión de Medio Ambiente y algunos pobladores se reunieron con el

gerente general de la consultora Buenaventura Ingenieros S.A., quien expresó

que había recomendado al MEM no depositar relaves en Mayoc y estudiar

técnicamente los ya depositados. La consultora iba a evaluar la factibilidad de

explotación de las minas, realizar un inventario físico de las propiedades de la

minera y desarrollar un plan de ubicación fija, sembrado y arboleado de los

relaves de Mayoc, para evitar la contaminación. El 19 de febrero, las

autoridades de San Mateo se reunieron con altos funcionarios del Wiese

Sudameris Leasing S.A., quienes, informados por los primeros de los

problemas ambientales de Mayoc, se comprometieron a dialogar sobre las

inquietudes de los huanchurinos sobre Tamboraque.

Como resultado de lo anterior, en marzo la gerente de operaciones del

Wiese le comunicó al alcalde de San Mateo que habían dispuesto el inmediato

cierre definitivo de la relavera Mayoc. Además, iban a evaluar las acciones

necesarias para mitigar los problemas generados por las operaciones

realizadas antes en la relavera. El 26 de marzo, vistos los exámenes de

DIGESA, que certificaban la contaminación de la población de Mayoc, y el

31

Page 32: Vicco y San Mateo

Informe de la Dirección de Fiscalización y Desarrollo Minero, que demostraba

que la minera había violado el Código de Medio Ambiente, la DGM ordenó

paralizar definitivamente la relavera por contaminación ambiental. Quedaba

oficializado, pues, lo que tanto se reclamaba, pero aún queda algo no menos

importante: el traslado de los relaves a otro sitio, así como la indemnización a

todos los afectados y el reconocimiento de la reparación civil a la Municipalidad

Distrital. En junio del 2001, debido a que la Autoridad Judicial de la provincia de

Huarochirí no reabría el juicio contra el gerente general de la minera, por el

delito de contaminación ambiental, la Comisión de Defensa del Medio Ambiente

de San Mateo (CODEMA) y la población de Mayoc realizaron un plantón de

presión en la plaza central de Matucana. Poco después, el juez mixto de

Huarochirí ordenó que se realizara una inspección ocular, en la que

participaron autoridades de DIGESA, el Ministerio de Agricultura, la CODEMA y

representantes de Mayoc.

El 24 de junio, se realizó en San Mateo el primer cabildo abierto del

2001, en el que se trataron los logros de la lucha y las tareas pendientes, y se

reconoció la capacidad de liderazgo de la Comisión de Defensa frente al caso

de Mayoc. También se determinó la existencia de otros focos de contaminación

que amenazan los ecosistemas del distrito, por lo que se estableció la

ampliación de las actividades de la Comisión de Defensa hacia todo el ámbito

distrital en forma permanente. Dicho organismo pasó a ser llamado desde

entonces Comité de Defensa del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del

Distrito de San Mateo de Huanchor (conservando sus siglas, CODEMA), cuyo

cuerpo directivo debía ser estructurado por sus actuales dirigentes. Al día

siguiente, tras reiteradas gestiones ante la DIGESA, se inició la entrega de los

resultados de los exámenes tomados a los pobladores de Mayoc, Daza y San

Mateo. Además, se reclamaba ante el MEM que la minera entregara su Plan de

Cierre Definitivo calendarizado para la erradicación de la relavera de Mayoc. Es

también importante que gracias al alcalde de San Mateo, ante una denuncia de

la comunidad San José de Parac sobre los relaves de Millotingo en el río

Parac, el MEM envió en junio una Auditora Ambiental para la evaluación

pertinente. Se determinó que la propietaria es la minera Yscairruma, a la cual la

Autoridad Administrativa venía exigiéndole el cumplimiento de su plan de

contingencia y abandono de su cancha de relaves.

32

Page 33: Vicco y San Mateo

Pese a la fuerza y la constancia de las autoridades de San Mateo,

apoyadas por la población, hasta hoy no se ha conseguido el retiro del depósito

de relaves debido al alto costo que eso implicaría para el nuevo dueño del

fundo Mayoc, el Wiese Sudameris Leasing. En este caso, también puede

apreciarse la ambigüedad del Estado en su accionar, que de favorecer a la

minera, ante la gravedad de los hechos, tuvo que tomar partido por la

comunidad afectada, aunque tardíamente, cuando la minera ya no operaba por

estar quebrada. De modo que la actuación estatal termina siendo bastante

retórica, e incapaz de hacer que la minera o el Wiese cumplan con sus

responsabilidades ambientales después de tanto tiempo. Una razón podría ser

que el marco legal correspondiente a este tipo de casos no es lo

suficientemente drástico con los infractores contaminadores. Es decir, no se

contempla el mecanismo de mercado para control de la contaminación “El

contaminador paga”, ni se cuenta con los efectivos mecanismos vinculantes

que obliguen a cumplir con la remediación del medio ambiente en caso de

contaminación excesiva. El principio señalado implica que las empresas que

vierten sustancias contaminantes al medio ambiente deberían pagar un precio

por tales descargas, según el daño causado64. Así, el Reglamento de

Protección al Medio Ambiente del MEM de 1993, al cual dice acogerse el sector

minero, y publicado justo cuando empieza el boom minero, además de tener

vacíos, termina reduciéndose muchas veces a letra muerta por la poca

voluntad para hacerlo cumplir.

MÁS ALLÁ DE VICCO Y SAN MATEO

Después de tantas palabras, creemos que conviene preguntarse qué es

lo que está sucediendo realmente en comunidades como las señaladas. ¿Se

trata del desarrollo de algo que puede ser llamado ecologismo popular, tan de

buenas a primeras? ¿No será sólo la defensa de los intereses de grupos de

poder, a veces ni siquiera campesinos, al interior de ciertas comunidades

campesinas con el apoyo de sectores de comuneros, como podría

ejemplificarlo Vicco y San Mateo? ¿Cómo demostrar contundentemente que se

trata de lo primero y no de lo segundo, o al revés? ¿Qué tan representativa es

64 PEZZEY, John: “Mecanismos de mercado para control de la contaminación”. En: PASCO-FONT, Alberto: Cuando contaminar no cuesta. Lima: Consorcio de investigación económica, 1998.

33

Page 34: Vicco y San Mateo

la CONACAMI como organización social de base? ¿Y hacia donde se dirige

este ecologismo popular como movimiento?. Preguntas que son el gran desafío

de nuestra línea argumental, que requiere de mayor sustento empírico para dar

respuestas contundentes. Sin embargo, pese a ello, creemos que algo se

puede avanzar en dirección hacia algunas respuestas provisorias, hasta

realizar un estudio más profundo y completo. Antes, queremos decir que los

casos presentados significan dos hitos para la CONACAMI, para la cual Vicco

es la primera comunidad que demostró la inconstitucionalidad de la Ley de

servidumbre minera, y San Mateo, la primera comunidad que logró el cierre de

una minera que la contaminaba65. Estos logros son centrales para el

fortalecimiento del ecologismo popular, al margen de que lo segundo no sea

tan cierto. Se trata más que nada de un elemento del mito (en el sentido

mariateguiano) de la organización, tomado del mismo pueblo de San Mateo, a

fin de impulsar el movimiento a partir de una pretendida gesta comunitaria,

concreta y ejemplar. Y de hecho lo fue por momentos, pues incluso marcharon

los escolares, pero el mayor peso de la lucha recayó más en las autoridades de

San Mateo, a semejanza de Vicco. Incluso puede hablarse de un insuficiente

compromiso de la población de San Mateo con la lucha ambientalista, como lo

indicaría el que la marcha de enero del 2001 no haya sido realmente

multitudinaria. Mas de ser cierto eso, quedan por averiguarse las causas para

que así sea (desinformación, bajo nivel de participación política y de

ciudadanía, etc). Sin que eso signifique subestimar el potencial ambientalista

existente.

Nosotros hemos optado por hablar de ecologismo y no de

medioambientalismo, debido a que los actores de la gesta relatada suelen

priorizar la noción de ecología sobre la de medio ambiente. Eso se observa en

el caso de Vicco, donde se creó un Frente Ecológico, y en parte en San Mateo,

donde si bien se fundó la Comisión de Defensa del Medio Ambiente, los

pobladores protestaban con parcartas que aludían a la defensa de la ecología y

el medio ambiente. Por igual motivo, ya dijimos, no hablamos de lo indígena ni

de comunidades originarias, pese que ello podría serles útil a los afectados en

su lucha, imitando a los indígenas ecuatorianos y bolivianos. Y es que la

Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha emitido el Convenio 169, que

65 CONACAMI: Tríptico de la Marcha nacional 2002.

34

Page 35: Vicco y San Mateo

establece los derechos de una amplio abanico de seres humanos marginados

por su origen étnico y su pobreza: los llamados indígenas.

En cuanto a lo popular, esta es una noción que fue bastante usada

políticamente por la izquierda de los años 70 y 80, siendo puesta en cuestión

por los científicos sociales en los años 90, al igual que otros conceptos

(ideología, clases sociales, etc). Veamos una definición de lo popular formulada

en 1990, que tomaremos como punto de partida. “Hablar sobre lo popular es

referirse a la manera en que los distintos grupos sociales y actores políticos

han conferido significado a los sectores subalternos o bajos de nuestra

sociedad. Asimismo, es entender qué papel les fue asignado por estos grupos

sociales y políticos”66. Al respecto, caben algunas precisiones. Primeramente,

los sectores populares no pueden existir sólo en función de lo no popular, pues

eso equivaldría a restarles toda capacidad de conferirse significado o sentido a

sí mismos. En segundo lugar, estos sectores subalternos o bajos son muy

complejos, en especial debido a los procesos que desató el proceso de

urbanización masiva desde los años 50, a raíz de las grandes olas migratorias.

Limitarse a roturarlos en bloque como subalternos o bajos significa caer en el

reduccionismo teórico, pues dentro de los sectores populares hay varios

estratos, al igual que dentro de las clases medias. Y los sectores populares

emergentes tienden a confundirse con las clases medias emergentes, que

conservan sus valores tradicionales (laboriosidad y orientación colectivista),

que combinan con valores modernos (desarrollo individual, eficiencia)67.

Esto mismo es lo que pasa en las comunidades campesinas (“rurales”

cuando sobrepasan los 2,000 pobladores) o en un distrito urbano/ rural como

San Mateo, cuyos grupos dominantes, emergentes o no, suelen estar

integrados por profesionales destacados (profesores o técnicos), líderes locales

y comerciantes medianos, más modernos y vinculados a la capital que el resto.

Asumiendo, claro está, que las zonas “rurales” y las urbano/ rurales

corresponden eminentemente al mundo de lo popular, y que las industrias

modernas ahí afincadas, como la minería, funcionan como islas de modernidad

autónomas, pero relativamente “conectadas” a su entorno. Es así que los

grupos dominantes rurales y urbano/ rurales pueden acceder a las

66 ADRIANZEN, Alberto y Eduardo Ballón (Editores): Lo popular en América Latina. Lima: DESCO, 1992. 67 TEMPO: Las clases medias. Lima: OXFAM y Sur, 1998

35

Page 36: Vicco y San Mateo

organizaciones y las instancias de poder alojadas en Lima, a fin de promover,

con mayor o menor éxito, sus objetivos. En la comunidad campesina de Vicco,

esos grupos estarían constituidos por unas cuantas familias, dedicadas al

transporte de carga, además de a la agricultura y ganadería medianas. En el

distrito de San Mateo, más grande y complejo que Vicco, los profesionales son

quienes acceden a la alcaldía y en especial a los cargos vinculados a la

defensa del medio ambiente (CODEMA). En la lucha de las comunidades

también puede contar la participación de los migrantes radicados en Lima,

como los Hijos de Vicco, que aún se interesan por su comunidad, por lo que se

les abrió la posibilidad de hacerse comuneros a la distancia. Así, la

subalternidad estaría relativizada, aunque no borrada, gracias al poder político,

los moderados recursos económicos y las redes sociales (capital social) de los

grupos populares dominantes. Mientras que los pequeños comerciantes y los

campesinos más pobres, entre otros, dedicados sobre todo a la subsistencia y

sin los recursos y redes sociales de los otros, serían los sectores subalternos

en sentido estricto, pero con la capacidad potencial de cuestionar dentro de su

condición subalterna. La diferenciación social dentro de los sectores populares

o subalternos lleva a la existencia de grupos dominantes dentro de ellos, cuyos

proyectos no están divorciados, al menos en el tema que estudiamos, de los

intereses de la “plebe rural”.

Esto hace posible que en Vicco y San Mateo las autoridades, salidas de

los grupos dominantes, puedan canalizar el descontento de las capas pobres

producto de los efectos, reales o potenciales, de la contaminación ambiental. El

resultado es una serie de movilizaciones sociales locales que se constituyen en

los afluentes del ecologismo popular, en maduración como un todo único.

Prueba de esta maduración sería la constitución en 1999 de la CONACAMI,

experiencia única en su tipo en América Latina, que significaría la organización

autónoma de las comunidades afectadas por la minería en defensa de su

derecho a la tierra y a un medio ambiente sano, principalmente. Mas antes de

dar por cierta esa idea, debemos decir que esta organización está dirigida por

una Dirección Ejecutiva Nacional, constituida por el presidente, el

vicepresidente, 12 secretarías y una vicepresidencia. Estos dirigentes

provienen sobre todo de 10 de las 12 Coordinadoras Regionales de

Comunidades Afectadas por la Minería (CORECAMIs), que son las bases

36

Page 37: Vicco y San Mateo

departamentales de la CONACAMI, creadas democráticamente en un congreso

fundacional. Sin embargo, sólo el presidente es quien permanece la mayor

parte del tiempo en la oficina de Lima, contando en su trabajo con el apoyo

interno de algunos asistentes y el apoyo externo de algunos asesores de

ONGs.

Para vislumbrar el carácter democrático representativo de la

CONACAMI, primero es necesario verificar qué tan democráticas y

representativas son esas CORECAMIs. Tal parece que aquí empiezan los

problemas, como en la mayoría de organizaciones sociales, pues las

CORECAMIs tienden a reproducir el centralismo nacional a nivel

departamental. Son constituidas en congresos que protagonizan líderes nuevos

y no politizados, por lo general, que ya han logrado destacar en su localidad,

que suele estar cerca de la capital departamental. Estos líderes terminan

siendo elegidos por el plenario, imponiéndose a otros líderes más periféricos, lo

que conduce a su postergación y a la de sus localidades, que muchas veces

son de difícil acceso. De ahí que las CORECAMIs con cierta frecuencia

funcionan sin recoger debidamente las demandas de las provincias y distritos

afectados por la minería más recónditos de los departamentos, lo que llevó a la

aparición de una CORECAMI paralela en Puno. En este departamento la

CONACAMI optó, según los descontentos, por coordinar la formación de la

CORECAMI-Puno con dirigentes campesinos ya posicionados pero poco

preocupados por el medio ambiente al no ser afectados. Muy distinta es la

situación de Cajamarca, donde la presencia de la Minera Yanacocha S.A. ha

creado un gran descontento en parte del campesinado, principales dirigentes

regionales, algunas ONGs y maestros y estudiantes radicales. En este

departamento no se pudo formar una CORECAMI debido a la rivalidad entre

los dos bloques que se ocupan de los problemas medioambientales: la

Federación de Rondas Campesinas Femeninas del Norte del Perú

(FEROCAFENOP) y la Federación Departamental de Rondas Campesinas de

Cajamarca, que han creado, respectivamente, la Coordinadora Regional de

Cuencas Afectadas por la Minería de Cajamarca (CORECAMIC) y el Frente de

Defensa de los Intereses, Ecología y el Medio Ambiente de Cajamarca68.

68 CHACON, Raúl: Rondas campesinas, dirigencias ronderas regionales y ecologismo popular en Cajamarca. Lima: 2002 (Inédito).

37

Page 38: Vicco y San Mateo

Pese a lo anterior, o por lo anterior, es innegable que se va

constituyendo dificultosamente una serie de dirigencias regionales de nuevo

tipo, preocupadas por responder a los problemas y conflictos ambientales que

les parecen más relevantes y se ubican en zonas vitales. Por ello no les

interesa tener un caudal fijo de seguidores activos, como los políticos, aunque

algunos de esos dirigentes lo tengan como producto de su labor organizativa/

política previa, no precisamente ambientalista. Esto es lo que ha resultado tan

contraproducente en Cajamarca y Puno, cuyos dirigentes vieron en la lucha

ambientalista una forma de potenciar su poder. Otro factor que limita la labor de

los dirigentes de las CORECAMIs, y de la misma CONACAMI, es el escaso

financiamiento, proveniente de ONGs extranjeras, cada vez menos dadivosas.

De modo que los dirigentes regionales no disponen, por ejemplo, de los

suficientes recursos para desplazarse al interior de sus departamentos, a fin de

atender los llamados de los afectados. Llamados que terminan siendo dirigidos

a la oficina capitalina, a veces visitada por preocupados representantes de

remotas comunidades amenazadas de varias formas por operaciones mineras.

Recientemente, se ha impulsado la descentralización económica dentro

de la CONACAMI, con lo que las CORECAMIS disponen ahora de fondos

propios para elaborar sus propios proyectos. Esto significaría toda una

revolución en la organización, pero queda ver qué tanto se cumple la

descentralización real, y qué permite lograr, tomando en cuenta el monto

limitado de los fondos. En cuanto a lo primero, está el delicado asunto del

poder del que aún dispone el presidente de la organización, en el cargo desde

su fundación. Un poder que le permite diseñar las grandes acciones a

emprender, con el apoyo de sus asesores, las que luego somete a consulta al

Consejo Directivo Nacional para su “democrática” aprobación. Y es que no

puede ser de otra forma por residir la mayoría de los miembros de este

Consejo fuera de Lima, acudiendo a las asambleas para cumplir un rol

secundario frente al presidente, en cuanto a las decisiones principales. Con la

descentralización, no menos importante será la capacidad de los dirigentes

regionales para diseñar y gestionar proyectos adecuadamente. Proyectos que

no podrán ser tan ambiciosos como muchos dirigentes querrían, pero que

iniciarán una nueva era en la organización.

38

Page 39: Vicco y San Mateo

Tal es el reto que ahora se le presenta a la CONACAMI, que tiene las

limitaciones o debilidades, pero sobre todo las virtudes o fortalezas de las

organizaciones de base de un país como el Perú. Pese a todo, organizaciones

como ésta, o el movimiento ecologista popular que representa e impulsa,

podrían ser la mejor forma para ciertos pobladores rurales de poner su cuota

para ir combatiendo desde ya eso que Neira llama el mal peruano. Esa oscura

maraña constituida de abuso de poder, plata fácil y espera de impunidad, ese

tejido despótico, que en realidad es parte del Perú desde su fundación 69.

Visto desde otra perspectiva el ecologismo popular es una manera de

combatir las brechas ciudadanas (rural-urbana, regional, étnica y social), que

explican que en nuestro desigual país hayan ciudadanos reales e imaginarios,

es decir, ciudadanos de primera y de segunda categoría70. Es decir, los que

pueden hacer valer sus derechos, al territorio y al medio ambiente sano, por

ejemplo, y los que no, los que disponen de riqueza y los que no. El ecologismo

popular se ubicaría más dentro de los movimientos que reivindican el

reconocimiento cultural que de los que apuntan a la redistribución económica,

como distingue el debate postsocialista71. Sin embargo, el reclamar el derecho

a la tierra o al territorio o al medio ambiente sano, como base material de la

identidad de una comunidad, también contribuye a la conservación de un

patrimonio económico. Esto es una forma de evitar, al menos, el progresivo

empobrecimiento de un grupo, que es una redistribución económica negativa

en menoscabo de los ciudadanos de segunda.

Sintiéndolo así, un grupo de pobladores de San Mateo exigieron juntos

en enero del 2001 el cierre y traslado de la relavera contaminante, participando

escolares con coloridas pancartas alusivas a la defensa de la ecología y el

medio ambiente. Como ya vimos, la lucha de San Mateo fue protagonizada

desde el inicio por las autoridades municipales y un equipo técnico. Pese a lo

duro de su situación, por la suma de pobreza y contaminación, algunos de los

pocos pobladores del anexo afectado manifestaban que no se irían de sus

tierras por haber nacido y vivido siempre ahí. En realidad, para esos pequeños

agricultores el dejar sus tierras significaría un salto a una situación más incierta

o de mayor pobreza en la zona urbana. De modo que para ellos rechazar la

69 NEIRA, Hugo: El mal peruano. 1990-2001. Lima: SIDEA, 2001.70 LOPEZ, Sinesio: Ciudadanos reales e imaginarios. Lima: IDS, 1997.71 FRASER, Nancy. Iustitia interrupta. Bogotá: Universidad de los Andes, 1997.

39

Page 40: Vicco y San Mateo

relavera y defender, por tanto, su medio ambiente, sería más un mecanismo de

sobrevivencia que una señal de ecologismo. Sin embargo, Castells argumenta

que aquí no hay contradicción, pues una cosa lleva a la otra, sin que sea

necesario un sofisticado discurso ecologista para practicar una forma de

ecologismo espontáneo. Lo que faltan son los medios o recursos para

practicarlo sostenidamente hasta alcanzar el objetivo deseado. De ahí que,

siguiendo la teoría de movilización de recursos, el ecologismo popular no

pueda desarrollarse mucho a nivel de los más afectados, que suelen

pertenecer a los sectores subalternos carentes de mayores recursos

(económicos y redes sociales). A los pobladores pobres afectados, de por sí,

sólo les queda esperar en sus poblados a que “alguien” les dé algún apoyo

para movilizarse y participar políticamente, en sentido general. Algo a todas

luces totalmente paternalista, pero inevitable mientras persista una abismal

desigualdad social en el Perú.

Eso es precisamente en lo que incurre una organización como la

CONACAMI, al promover y organizar movilizaciones, pese a su escaso

financiamiento. De otro lado, si en Vicco la posición frente a la minera no

siempre fue de rechazo homogéneo, es lo que ha predominado hasta ahora

gracias al acuerdo y la dirigencia comunales. La larga lucha de Vicco

desembocó, con el apoyo de ONGs capitalinas, en una gran red de

comunidades afectadas por la minería. Y es que ONGS como ECO,

Cooperacción, CEPES, entre otras, impulsaron el congreso fundacional de la

CONACAMI en 1999, coordinando con un joven y destacado dirigente de

Vicco, agricultor y ganadero. Eso explica que ese dirigente, también técnico de

profesión, proveniente de una familia influyente en la comunidad, fuera

nombrado primer presidente de la CONACAMI, sin haber renovación en el

cargo hasta ahora. Este dirigente, recientemente sin capacidad total de manejo

presupuestario, ya ha viajado incluso por varios países y dos continentes en

misión de trabajo, lo que le da una experiencia excepcional sobre los otros

dirigentes. El año pasado se realizó en Cerro de Pasco, a unos pocos

kilómetros de Vicco, la II Cumbre Internacional de Comunidades y Poblaciones

Afectadas por la Minería. En la actividad participaron representantes nacionales

y del Ecuador y Bolivia, siendo aclamado al final el presidente de la

CONACAMI, lo que significó el reconocimiento de sus méritos por las bases.

40

Page 41: Vicco y San Mateo

Sin embargo, el peligro que amenaza a la organización y a ecologismo popular

es el síndrome del líder único, un viejo mal del país, además del tejido

despótico, al cual se yuxtapone. Esos son los peligros que amenazan a la

CONACAMI en momentos en que trata de acumular fuerzas desde sus bases,

esto es cuando se prepara una segunda gran marcha nacional en defensa del

medio ambiente (“Por la vida, la tierra, el agua y el agro”). Si bien puede

discutirse si las comunidades campesinas son parte de la sociedad civil o no,

argumentándose que la pertenencia a ellas no es voluntaria (algo también

discutible), es más claro que una organización de organizaciones puede

constituir un vigoroso movimiento si se consolida. Movimiento que reclama

inevitablemente su lugar en la sociedad civil.

Aquí podrían estar manifestándose una serie de síntomas muy

peruanos, nuevos y viejos a la vez. Por un lado, tendríamos la superposición de

la Conciencia Histórica y de la Conciencia de la Crisis, que significa que la

peruanidad siempre ha surgido como una respuesta a las urgencias del

presente72. La variante del caso es la progresiva afirmación de la ciudadanía y

la participación política, al principio a nivel local, a partir de una situación crítica

ambiental, sin la debida intervención del Estado. Proceso que se va dando sin

negar del todo la actitud y la conciencia “plebiscitarias” de los sectores

populares, que llevó a que los partidos políticos no procuraran en los años 80

consolidar la democratización, tratando más de satisfacer las necesidades

inmediatas de sus votantes73. Hasta que esta estrategia se hizo inviable debido

al agravamiento de la crisis económica a fines de los 80, que dejó al Estado/

gobierno sin recursos fiscales disponibles para redistribuirlos a la población.

Entonces, con la crisis del socialismo real, llegó el momento de los

movimientos sociales de nuevo tipo, es decir, “desideologizados” o libres de

una ideología político partidaria fuerte, y con reivindicaciones sociales

específicas, algunas nuevas sólo en su planteamiento mas no en su fondo. La

CONACAMI es uno de esos movimientos sociales, tal vez el primero,

propiamente dicho. Sus predecesores, como la CNA o la Confederación

Campesina del Perú, se debaten entre ponerse al día o mantener su

radicalismo político campesinista. Los nuevos movimientos sociales, al igual

72 IWASAKI, Fernando: Nación peruana: entelequia o utopía. Lima: CRESE, 1989.73 MURAKAMI, Yusuke: La democracia según C y D. Lima: IEP, 2000.

41

Page 42: Vicco y San Mateo

que los nuevos movimientos políticos, ofrecen flexibilidad, capacidad de

adaptación y rapidez de respuesta, más también son propensos a sus

debilidades: riesgo del aislamiento, fragmentación o atomización74. Mas en el

caso de la CONACAMI, es decir del ecologismo popular, representa para los

mineros, algunos sectores del gobierno y ciertas ONGs otro foco de radicalismo

político, lo que cierra las posibilidades del diálogo entre las posiciones

encontradas. Un proceder y una actitud que no favorece ni la efectiva

democratización del país ni el reclamado y ponderado desarrollo sostenible.

¿EN CONCLUSIÓN?

El ecologismo popular se debate entre la debilidad de las bases,

carentes de recursos para actuar autónoma y sostenidamente, y la constitución

de dirigencias, ahora con manejo de ciertos recursos, económicos y técnicos,

que las ponen (muy) por encima de las primeras. Lo que puede dar lugar a

actitudes paternalistas, sino clientelistas, que podrían trabar al nuevo

movimiento social, impidiendo una nueva vía de participación política de la

sociedad civil popular/ “rural”. Algo que no ocurrirá necesariamente si es que el

ecologismo popular, al menos como maraña de representaciones ecologistas

elementales, va calando hondo y seguro en mayores grupos de afectados por

la minería. Mientras esto sea así, habrá una fuerza social esperando ser

activada por alguna forma de liderazgo ecologista popular, a nivel local,

regional o nacional. De modo que el ecologismo popular, pese a sus

debilidades y falencias, representa la progresiva constitución de un camino

inédito para muchos peruanos cuyos derechos son postergados en beneficio

del “interés nacional” al que recurre la minería.

El que la minera Yanacocha anuncie que se quedará unas tres

generaciones es un aliciente para que las comunidades apresuren su carrera

organizativa por defender su subsistencia y el medio ambiente. El otro reto será

la constitución firme de propuestas de desarrollo locales que sean capaces de

revertir la llamada pobreza rural. Algo sólo viable si esas propuestas encajan

en un verdadero modelo de desarrollo nacional alternativo, que articule todos

nuestros sectores productivos sosteniblemente. Aunque este diseño ya

corresponde a otro nivel, deberá siempre estar abierto a las propuestas y

74 GROMPONE, Romeo: Las nuevas reglas de juego. Lima: IEP, 1999.

42

Page 43: Vicco y San Mateo

necesidades que porta el ecologismo popular, por ejemplo, que pretende

penosamente no quedarse en mera protesta, que hoy debe privilegiar para ser

oído. Mientras así sea, aquel será para el gobierno y algunas ONGs sólo una

más de las impredecibles bestias negras que amenazan la paz social, y no la

promesa democratizadora que creemos que es.

43