suplemento voy diario río negro | articulo 5 | 06-dic-2013

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Un otoño cuento 5 de

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Un otoñocuento

5

de

RÍO NEGRO VIERNES 6 DE DICIEMBRE DE 20138

Un otoño

JIMENA SÁNCHEZ

[email protected]

Lluvia de hojas deálamos, nieve enlos picos de lasmontañas, elParque NacionalLos Alerces todopara nosotros...así fue este tramodel viaje.

Fotos: Andrés Calla

RECOMENDAMOS

• Pasar varios días y noches en los campings libres del Parque NacionalLos Alerces | www.esquel.gov.ar• Recorrer con tiempo los senderos y “La Pasarela” del Parque NacionalLos Alerces.• No perderse de la “Fiesta Nacional del Asado” en Cholila los primerosdías de febrero.• Conocer el pueblo Epuyén y su lago | www.epuyenpatagonia.com.ar• Caminar por la playa de arena de Parque Nacional Lago Puelo|www.chubutpatagonia.gob.ar

En la portada sur del Parque Nacional Los Alerces.

El día está un poco nublado y frío.Vamos avanzando a buen ritmopara entrar en calor y llegar alParque Nacional Los Alerces, unlugar que hacía tiempo quería co-nocer. Andrés lo visitó en veranocuando tenía 10 años, pero volveren otoño es diferente. Y eso mehace pensar que, al igual quecuando sacamos del placard laropa acorde cuando empieza unanueva estación del año, los lu-gares hacen lo mismo: se vistende verano, de invierno, de otoñoy de primavera, y hoy Chubutdesfila ante nosotros vestido consus más lindos colores otoñales.Llegamos al cartel de bienveniday en la primera casa de guarda-parque que nos cruzamos, fre-namos a tomar unos mates ca-lentitos. Calculamos recorrer elparque de sur a norte en 2 díaspero, como siempre, todo de-pende del clima.Vemos pegado en una de las pa-redes un papel con el estado deltiempo y el pronóstico es lluviadurante las próximas 72 horas.Hermoso y prometedor pano-rama para estar con una carpa enun Parque Nacional, pero así es elotoño y esas son las reglas delviajar durante tanto tiempo.En abril los campings que estándisponibles para acampar son loslibres, así que antes de salir con-sultamos en el mapa dóndeestán ubicados: Punta Mattosestá casi en la mitad del Parque yPuerto Cañero a pocos kilóme-tros de la salida.

TODO NOS GUSTAEl camino es de ripio y con su-bidas pronunciadas (algunascortas y otras bien largas). Des-pués de 2 horas de pedaleo lle-gamos al primer camping siendolas 4 de la tarde, excelente ho-rario para parar y armar la carpalo mejor posible para la lluvia quesupuestamente vendrá mañana.

Como era de esperarse por laépoca del año en la que lo está-bamos visitando, el Parque Na-cional Los Alerces es todo paranosotros: en la ruta vamos tran-quilos porque son poquísimoslos autos que la transitan y no lo-gramos decidirnos en qué lugaracampar porque todos tienenalgo que nos gusta.Dejamos las bicis apoyadas en unárbol y vamos a la costa del lagoFutalaufquen. Cuando veo unarrayán gigante y el muelle apocos metros nuestro, tomo lainiciativa y sin darle opción a An-drés, declaro que en este lugarvamos a acampar. Descubrimosdebajo de unos árboles un es-pacio ideal para armar la carpa y

protegerla de la lluvia, el sueloestá cubierto de un colchón dehojas marrones muy chiquitas ylos arrayanes son los árboles denuestro jardín. Al otro día, lasgotas de lluvia rebotando en eltecho de la carpa sirvieron comodespertador. Cuando abrimos elabside (una extensión de la carpaque permite proteger el equipode las inclemencias del tiempo)vemos el cielo cubierto de nubes.Creemos que harán unos 5grados así que qué mejor quequedarnos dentro de las bolsasde dormir leyendo uno de loscuatro libros que llevamos connosotros para nuestros tiemposlibres. En la hora del almuerzo,Andrés prepara un fuego y em-

La ruta que recorre el parque es de ripio, para conservar y preservar su ambiente natural

RÍO NEGROVIERNES 6 DE DICIEMBRE DE 2013 9

pieza a saltear unas ver-duritas con arroz. Nos acor-damos del vino que nos ha-bían regalado unos días antes ynos sentamos en un tronco paraescuchar el silencio, disfrutar delos sabores y de este otoño decuento que estamos viviendo.Durante la noche llovió e hizotanto frío que a la mañana si-guiente todos los picos de lasmontañas se vistieron de blanco.A la tarde llegamos a Puerto Ca-ñero y mientras armamos otravez la carpa, nos cruzamos con laúnica pareja en todo este reco-rrido que nos invita a cenar po-lenta con verduras y comer depostre maní con chocolate en lacosta del lago Rivadavia.A la mañana siguiente vemos elcielo bien celeste pero la tempe-ratura sigue bastante baja: las bi-cicletas están cubiertas de es-carcha y la neblina permanecesuspendida sobre el lago. Nobien salimos del Parque NacionalLos Alerces, la ruta empieza abordear un lugar bien verde ylleno de casitas que parecen dejuguete llamado Villa Rivadavia.Las hojas amarillas de los álamoscaen del cielo y el calor del sol semezcla con el frío del otoño. Laarmonía y conexión entre mi “yo”y el lugar es tal que me da la im-

de cuento

presión de estardentro de un

cuento, me sientoplena donde estoy y con lo pocoque tengo. Sin dudas la bicicletaes la mejor terapia para el alma.Llegamos a las 6 de la tarde a laentrada del pueblo Epuyén algocastigados por la fría brisa que selevantó durante las últimas horasde pedaleo. Vemos unos puestosde venta de comidas y decidimoscomer algo calentito antes debuscar un lugar donde armar lacarpa a reparo del viento. En unonos atiende una mujer de unos50 años de pelo negro y largo fle-quillo que ofrece panchos. Mien-tras comemos le contamos sobrenuestro viaje y cuando le decimosque íbamos a acampar al costadode la ruta, nos propone dormirdentro de un quincho al lado desu casa. Pasamos la noche bajoun techo, con el calor de unhogar. Llevamos 4 meses en laruta, pero la hospitalidad de lagente nos sigue sorprendiendo.

Somos Andrés y Jimena, una pareja que decidió recorrer laArgentina de sur a norte en bicicleta.

Podés seguir nuestras aventuras en lavidadeviaje.com.

Muelle sobre el Futalaufquen, en uno de los campings libres del parque enPunta Mattos.

Otra fría mañana en el lago Rivadavia.

En las cimas de las montañas más altas podían verse las primeras nevadas.

Una buena porción de costa en el lago Puelo puede recorrerse a pie.

Villa Rivadavia, pequeña localidad turística en el acceso norte a Los Alerces.

l.

HACIA LAGO PUELO

Salimos de Epuyén tempranopara llegar a Lago Puelo al me-diodía. Para conocer a estepueblo y al quinto Parque Na-cional en este viaje, nos des-viamos unos kilómetros de laRuta 40 y tomamos la Ruta Pro-vincial 16. En la costa del parquevemos un arrayán a orillas dellago con aguas bien verdes y elcerro Tres Picos de fondo. Nossentamos un buen rato para dis-frutar del paisaje, por la tardevamos hasta una playa de arenaque es conocida por los luga-reños como “La Playita” y por úl-timo, pedaleamos hasta la de-sembocadura del río Azul.Extasiados de belleza patagónicaseguimos viaje hacia la provinciade Río Negro pensando que elotoño en el sur de Argentina es,literalmente, de cuento.

(En la próxima entrega: “Habíauna vez un refugio de montaña”)

CHUBUT

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