sígueme · “nadie puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel...

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SíGUEME www.parroquiagenoves.org Publicación semanal de la Parroquia Ntra. Sra. de los Dolores de Genovés Curso 2013-2014 Nº 204 Del 24 de febrero al 2 de marzo DOMINGO VIII DEL TIEMPO ORDINARIO Lectura del libro de Isaías 49, 14-15 Yo no te olvidaré Salmo responsorial 61, 2-3. 6-7. 8-9ab Descansa sólo en Dios, alma mía. Lectura de la 1ª de san Pablo a los Corintios 4, 1-5 El Señor pondrá al descubierto los designios del corazón + Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 24-34 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuer- po, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos. » Palabra de Dios. BUSCAD PRIMERO EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA En un mundo, una sociedad, donde el dinero es acumulado, adorado y servido…, hemos de ser muy cautos para no dejarnos tranquilizar por las personas que nos aportan argumentos prudentes y previsores. Jesús nos indica la acertada orientación: Dios, su Reino, su justicia; “buscad: ante todo el reino de Dios y lo que es propio de él” (v. 33). En el mundo judío retener lo que no se necesitaba para sí era injusto, la justicia suponía compartir, dis- tribuir providentemente. Jesús nos invita a vivir, buscar y servir al Reino como un absoluto en el que la justicia providente de Dios pasa por nuestras vidas, por nuestra solidaridad providente, por nuestra mirada y cercanía amorosas en los hermanos. Vamos más allá de la comida y el vestido, dos ejemplos que nos aporta Jesús. “No os inquietéis”. En una sociedad que tiene un índice tan alto de falta de trabajo, de mendicidad, de corrupción y de injusticia, sí que estamos inquietos por estas lacras que estamos creando y arrojando sobre los pequeños y débiles de nuestro entorno. Nos inquieta, nos preocupa y nos quita el sueño no realizar hoy, ahora, en esta sociedad y en esta Iglesia que formamos, la justicia del Reino, que es el amor providente y generoso de Dios. Nos preocupa el mañana de tantos hombres y mujeres que sufren la “injusticia” de no tener de que co- mer y con que vestirse; me preocupa mi justicia lejos de la justicia providente y distributiva de Jesús. “A cada día le basta su propio afán” (v. 34). Este es nuestro afán y preocupación. “Nadie puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y al otro no le hará caso. No podéis servir a Dios y al dinero” (v. 24). Jesús les hace ver a sus discípulos cómo viven los que no conocen a Dios, esto es, cómo se desviven por las cosas y se olvidan de lo fundamental. Jesús centra a sus discípulos: “buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se les darán por añadidura”. No hay un desprecio o rechazo por las cosas materiales. Lo que Jesús rechaza y denuncia es la idolatría del dinero, poner los medios como fin, servir y amar al dinero. A la luz de este evangelio, podríamos preguntarnos: ¿Qué lu- gar ocupa Dios en mi vida? ¿Qué cosas me inquietan o preocupan? ¿Dónde está el Reino de Dios y su justicia? ¿Qué es lo que Dios quiere y espera de nosotros? ¿Cómo hemos de entender el “servicio”? Si para Jesús el Reino de Dios ocupa siempre el primer lugar en su programa, en el nuestro, en general, suelen estar los propios intereses. Se puede concretar lo que habría que esforzarse por conseguir en las diferentes dimensiones de la vida: la humanización de las relaciones y de la situación de los hombres, la democratización de la política, la socialización de la economía, la conversión de la cultura a la naturale- za, la permanente orientación de la Iglesia al Reino de Dios.

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  • SíGUEME w w w. p a r r o q u i a g e n o ve s . o r g

    Publicación semanal de la Parroquia Ntra. Sra. de los Dolores de Genovés

    Curso 2013-2014 Nº 204

    Del 24 de febrero al 2 de marzo

    DOMINGO VIII DEL TIEMPO ORDINARIO Lectura del libro de Isaías 49, 14-15 Yo no te olvidaré

    Salmo responsorial 61, 2-3. 6-7. 8-9ab Descansa sólo en Dios, alma mía.

    Lectura de la 1ª de san Pablo a los Corintios 4, 1-5 El Señor pondrá al descubierto los designios del corazón

    + Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 24-34

    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a

    uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios

    y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuer-

    po, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad

    a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No

    valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su

    vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os

    digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el

    campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe?

    No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se

    afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el

    reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque

    el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos. » Palabra de Dios.

    BUSCAD PRIMERO EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA En un mundo, una sociedad, donde el dinero es acumulado, adorado y servido…, hemos de ser muy cautos para no dejarnos tranquilizar por las personas que nos aportan argumentos prudentes y previsores. Jesús nos indica la acertada orientación: Dios, su Reino, su justicia; “buscad: ante todo el reino de Dios y lo que es propio de él” (v. 33). En el mundo judío retener lo que no se necesitaba para sí era injusto, la justicia suponía compartir, dis-tribuir providentemente. Jesús nos invita a vivir, buscar y servir al Reino como un absoluto en el que la justicia providente de Dios pasa por nuestras vidas, por nuestra solidaridad providente, por nuestra mirada y cercanía amorosas en los hermanos. Vamos más allá de la comida y el vestido, dos ejemplos que nos aporta Jesús. “No os inquietéis”. En una sociedad que tiene un índice tan alto de falta de trabajo, de mendicidad, de corrupción y de injusticia, sí que estamos inquietos por estas lacras que estamos creando y arrojando sobre los pequeños y débiles de nuestro entorno. Nos inquieta, nos preocupa y nos quita el sueño no realizar hoy, ahora, en esta sociedad y en esta Iglesia que formamos, la justicia del Reino, que es el amor providente y generoso de Dios. Nos preocupa el mañana de tantos hombres y mujeres que sufren la “injusticia” de no tener de que co-mer y con que vestirse; me preocupa mi justicia lejos de la justicia providente y distributiva de Jesús. “A cada día le basta su propio afán” (v. 34). Este es nuestro afán y preocupación. “Nadie puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y al otro no le hará caso. No podéis servir a Dios y al dinero” (v. 24). Jesús les hace ver a sus discípulos cómo viven los que no conocen a Dios, esto es, cómo se desviven por las cosas y se olvidan de lo fundamental. Jesús centra a

    sus discípulos: “buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se les darán por añadidura”. No hay un desprecio o rechazo por las cosas materiales. Lo que Jesús rechaza y denuncia es la idolatría del dinero, poner los medios como fin, servir y amar al dinero. A la luz de este evangelio, podríamos preguntarnos: ¿Qué lu-gar ocupa Dios en mi vida? ¿Qué cosas me inquietan o preocupan? ¿Dónde está el Reino de Dios y su justicia? ¿Qué es lo que Dios quiere y espera de nosotros? ¿Cómo hemos de entender el “servicio”? Si para Jesús el Reino de Dios ocupa siempre el primer lugar en su programa, en el nuestro, en general, suelen estar los propios intereses. Se puede concretar lo que habría que esforzarse por conseguir en las diferentes dimensiones de la vida: la humanización de las relaciones y de la situación de los hombres, la democratización de la política, la socialización de la economía, la conversión de la cultura a la naturale-za, la permanente orientación de la Iglesia al Reino de Dios.

  • Avisos Lunes, 19:15 h. IDR Amparo T5

    Martes, 19:30h. Cáritas parroquial

    Martes, 20:30h. IDR Vicent T5

    Martes, 22h. Xàtiva, Escuela en la fe

    Jueves, 22 h. Oración mensual Capilla

    Viernes, 17:30 h. IDR Fina T5

    Sábado, 16 h. Día del Árbol

    Sábado, 20 h. CONFIRMACIONES

    Confirmación El Sacramento de la madurez cristiana

    Nuestra vida está siempre marcada por momentos

    importantes de tránsito de una etapa a otra. El paso al

    instituto, el inicio del primer trabajo o la graduación de

    la facultad son eventos que marcamos de una manera

    especial en nuestra vida. En nuestra vida cristiana, el

    tránsito a una etapa de mayor madurez también existe.

    La edad adulta cristiana, en efecto, nos llega a través

    de un sacramento que llamamos “Confirmación”.

    La Confirmación actualiza las promesas que nues-

    tros padres y padrinos hicieron por nosotros en el Bautis-

    mo. En la Confirmación, nosotros confirmamos precisa-

    mente aquel compromiso para convertirnos en miem-

    bros de la Iglesia con plenos derechos y plenos deberes.

    Es por eso que el rito esencial de la Confirmación

    es la unción; es decir, cuando se nos unge con el santo

    crisma, aquel aceite de oliva mezclado con perfumes y

    consagrado por el Obispo en la Misa Crismal.

    El santo crisma es un símbolo que proviene de una

    antigua tradición. En el pasado, era el único perfume, y

    por tanto, era el líquido que se imponía sólo sobre reyes

    y sacerdotes. El aceite perfumado también se imponía

    al cuerpo de los soldados, porque los hacía menos vul-

    nerables a ser capturados por el enemigo.

    Por esta razón, la Iglesia ha conservado el óleo co-

    mo signo de la Confirmación: el cristiano participa de

    modo especial en la vida de Cristo: sacerdote, profeta y

    rey. Es importante saber que, como sacramento, la Con-

    firmación no “simboliza” estas cosas. Ellas realmente su-

    ceden. El cristiano confirmado verdaderamente se con-

    vierte en sacerdote, profeta y rey.

    La Confirmación, por tanto, convierte al cristiano

    en un miembro pleno de la Iglesia. A partir de este sa-

    cramento, ya no puede hablar de “la Iglesia” como al-

    go ajeno o distinto a él o ella. Quien ha recibido la Con-

    firmación es miembro pleno. Y en consecuencia, ya no

    puede preguntar “¿Por qué la Iglesia…?”, sino que pre-

    gunta “Por qué yo…?” Los dolores, los sufrimientos, las

    faltas y los aciertos de la comunidad son ahora suyos.

    Aunque la Confirmación puede recibirse en cual-

    quier momento de la vida, con la sola condición de es-

    tar bautizados y tener uso de razón, este sacramento

    suele impartirse a jóvenes. Por ello, la Confirmación es

    una ocasión para preguntarse con más intensidad y cla-

    ridad sobre los planes que Dios tiene para nuestra pro-

    pia vida, y por ello, para considerar si Dios está llaman-

    do a un servicio de manera plena, a través del sacerdo-

    cio, de la vida consagrada o del matrimonio.

    Al meditar sobre este hermoso Sacramento de la

    madurez cristiana, recemos por todos aquellos que en

    nuestra parroquia se han preparado para recibirlo; y pi-

    damos también al Señor para que, quienes ya estamos

    confirmados, nos renovemos en las responsabilidades

    que adquirimos al recibir el sacramento.

    www.parroquiagenoves.org es nuestra web y ya ha recibido más de

    63.600 visitas. Es una herramienta pastoral y

    social para todo Genovés. Si tienes alguna empresa o negocio y quieres publicitarte,

    nos ayudarás a mantenerla. Ponte en con-

    tacto y te informaremos.

    Dissabte a les 16 h. Desde Pl. Espanya, al Paratge la Foieta.

    Dia de l’arbre 2014

    Per als Scouts i tots els que vullguen. Els menors de 9 anys tenen que anar acompanyats

    Gracias a las empresas que habéis colabora-

    do con la campaña de Manos Unidas; y a

    todos los que participasteis comprando ti-

    ckets de la Cena o Rifa. La cantidad de lo

    recogido será presentada en el próximo Sí-

    gueme. Aquí tienes los números premiados:

    003 017 036 068 105 135 193 251 394 401

    416 526 664 727 757 800 866 896 983 986

    1022 1082 1087 1100 1112 1142 1168 1278 1280 1298

    1312 1389 1402 1408 1438 1445 1452 1468 1487

    http://www.parroquiagenoves.org/