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Revista Oficial en español de laOrden Rosacruz, AMORC

Director:Roland Brisson, Gran Maestro

Editor:Rubén Colomo Badillo

Diseño:Alejandro Ruvalcaba Rábago

Traductora del Francés:Marta Eugenia López Subirós

Publicada e impresa trimestralmente por la Gran Logia AMORC Jurisdicción de Habla Hispana para las Américas, A. C., Camino a Los Naranjos No. 102, San Pedro de los Hernández Guanajuato, C.P. 37280, León, Gto., MÉXICO.

Reserva al Título en Derechos de Autor de la Secretaría de Educación Pública No. 003570/95. Certificado de Licitud de Título No. 9547 y Certificado de Licitud de Contenido No. 6661, ambos expedidos por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Todos los derechos están reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de “El Rosacruz”, sin previa autorización otorgada por escrito por el editor.

Suscripción anual: US$ 28.00Número suelto: US$ 7.00

Los pagos pueden ser realizados por cheque bancario o giro postal dirigidos

a esta Gran Logia.

Los artículos firmados son respon-sabilidad de sus autores y no representan necesariamente el criterio del Consejo Editorial, ni de la Orden Rosacruz AMORC, salvo mención específica.

COLABORACIONES

Para esta revista pueden ser enviadas al Consejo Editorial al domicilio anotado abajo, a cuyo criterio queda su publicación. Los artículos deberán ser correctamente mecanografiados o digitalizados en mayúsculas y minúsculas, a doble espacio, en hojas blancas, tamaño carta. Fotografías, se acompañarán de negativos y textos explicativos. En ambos casos debe constar el nombre del autor y su declaración expresa, firmada, autorizando la publicación del artículo o foto en la revista. Los manuscritos y fotos no publicados no serán devueltos.

[email protected] www.rosacruz.org

ROSACRUZEl

Revista Oficial en español de laOrden Rosacruz, AMORC

índice

Lealtad - Fidelidad - Gratitud | Christian Bernard, F.R.C.

La fuerza de la palabra y el perdón| Jorge Roble Jofre, F.R.C.

El Sánctum Celestial - Así habló Zaratustra | Raymund Andrea, F. R.C.

La Búsqueda de la Mente |Explorando la Eficacia de la Entonación de Vocales |Melanie Braun, M. Mus.

Uróboros, la serpiente que se devora a sí misma | Parte 2Manuel Alfonseca

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Según los diccionarios, la definición oficial de la lealtad es la siguiente: “Fidelidad en llevar a cabo sus compromisos, en obedecer las reglas de honor y de probidad.” Hecho con respecto a un tercero. Ser leal, es respetar al Maestro, al compañero de trabajo, a la pareja o al amigo que se eligió o por quien aceptamos ser elegidos. Pero es también e incluso, sobre todo, ser verdadero

Lealtad – Fidelidad – GratitudPor Christian Bernard, F.R.C

Imperator de la AMORC

consigo mismo. Se dice que “Caridad bien ordenada empieza por sí mismo”, pero se puede transformar este adagio afirmando que “La lealtad comienza siempre con respecto a sí mismo”. Es más fácil enseñar a los demás lo que ya se conoce, es más fácil ser respetuoso del otro si se respeta a sí mismo, y por lo tanto, más leal con el prójimo, si ya se manifiesta esta lealtad hacia nuestro propio ser interno.

Ser leal no significa perder todo sentido crítico, ni estar en deuda con alguien, algo o una idea. Ser leal no implica seguir ciegamente un camino peligroso porque nos comprometimos accidentalmente. No, eso no se llama ser leal, sino más bien inconsciente, o incluso insensato. Si algunas personas, naturalmente de mente ágil, pueden tomar un compromiso trivial o importante en algunos segundos, otros deberían absolutamente abstenerse de hablar demasiado pronto y comprometerse a actuar a la ligera sin haber reflexionado bien, pesado y medido las consecuencias de su compromiso. Una vez aceptado el compromiso, debemos hacer todo lo posible por respetarlo. Por

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supuesto, se dice también “Que a lo imposible nadie está obligado” y es precisamente aquí que interviene la noción de lealtad.

Si, por diversas razones, no podemos cumplir con lo que había sido convenido, entonces debemos tener el valor de reconocer nuestra incapacidad para efectuar lo que estaba previsto, dar la ayuda prometida o simplemente continuar con una relación insatisfactoria. Los ejemplos son múltiples, tanto como las circunstancias o los problemas inesperados que pueden impedirnos hacer lo que habíamos prometido.

En ese caso, hay que tener la honestidad moral e intelectual para hacerle frente personalmente, reconocer que el problema puede venir de nosotros mismos, de nuestra mala evaluación del servicio solicitado, incluso por nuestra fatiga o nuestra pereza. Por supuesto, yo no me refiero al caso extremo en el que un ser o un grupo perverso, maquiavélico o manipulador haya abusado de nosotros. En ese caso, cuando nuestros ojos se abran, debemos primero e inmediatamente alejarnos del peligro, retroceder, reflexionar, meditar y pedir al Cósmico que nos ilumine o nos guíe en la decisión que debe tomarse.

Cuando hayamos adquirido personalmente la certeza de que hemos tomado el camino equivocado, y que debemos romper nuestro compromiso, entonces hay que hacerlo con tranquilidad, sin odio, y con tanta convicción que la situación únicamente puede permanecer sin posibilidad de apelación. Sin compromiso, sin arreglo complicado, nada más que la simplicidad, la fuerza y la determinación.

Permítanme insistir sobre la importancia de asegurarse de la verdad del propósito que nos habría llevado y que sería el origen de nuestra separación. Hay una señal que en general no nos engaña, ya que viene de lo más profundo de nosotros mismos; es el sentimiento, la impresión de incomodidad que sentimos frente a esa persona o a esa situación. Esto se llama simplemente “utilizar su intuición”. Pero aquí también, no juzguemos precipitadamente, ya que un buen número de factores pueden inducirnos al error y falsear nuestras

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facultades, incluso psíquicas. Por lo tanto, siempre hay que analizar adecuadamente, y como lo mencioné antes, pesar y medir. Tengan cuidado del canto de las sirenas, ya que puede ser traicionero.

Resumiendo, no es ser desleal romper un compromiso, sino hay que hacerlo con honestidad, con sentido de responsabilidad y sin reprochar al otro o a los otros la decisión que hayamos tomado, ni la que tomamos ahora. No nos sintamos obligados, por justificar nuestra eventual debilidad o nuestra incomprensión, o denigrar lo que un día quisimos, seguimos y amamos. Por lo tanto se puede ser leal, incluso en la ruptura de un compromiso. Es una cuestión de nobleza, de rectitud y de honor.

Ser leal, no es cambiar de punto de vista todo el tiempo, o como se dice familiarmente “ser villamelón”. Por supuesto, sé que también se dice “que sólo los tontos no cambian de opinión”, pero esta frase no debe incitarnos al abandono de nuestras convicciones y de nuestra fe, ni servirnos de excusa para una eventual traición, una actitud hipócrita, perjudicial y, por lo tanto, desleal.

La lealtad puede ser también una forma de gratitud. Cuando recibimos, poco o mucho, según nuestra apreciación y nuestra capacidad para evaluar el impacto positivo de este regalo, debemos dar muestras de gratitud a Dios, a la vida y a nuestra madre la Tierra, sin olvidar la cosa, el acontecimiento o la persona que es el origen de los beneficios recibidos.

A la lealtad puede agregarse la fidelidad. Ciertamente, esas cualidades son hermanas, pero todavía podemos vislumbrar algunos matices. La fidelidad es tal vez más dulce que la lealtad. Entiendo por esto que ella se manifiesta naturalmente en algunas personas. Ésta forma parte de su temperamento, y no se imaginan que pueda ser de otra manera. Diré que esta forma de fidelidad no se controla, no se razona. Ella “es” simplemente.

Existen personas que no les gusta cambiar de costumbres.

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Son fieles a marcas, comerciantes, restaurantes, autores, etc. Ellos son también generalmente fieles a la amistad y al amor. No se esfuerzan. No tienen en cuenta la traición, conservan sus convicciones, no se dejan impresionar o influenciar por un discurso demasiado bueno, una moda o alguna presión.

Puesto que es bajo la égida de la A.M.O.R.C. que este texto se publica, permítanme tomar un ejemplo acerca de la afiliación rosacruz. Las personas fieles por naturaleza, cuando encontraron el camino que les conviene, se adhieren y se aficionan a éste.

Si obtienen satisfacción en la lectura de sus monografías o de libros, si son felices de sentirse miembros de una Fraternidad como la nuestra y sienten los beneficios y la fuerza mística de su Egrégor, por poco que tuvieran la posibilidad de participar en los trabajos de una Logia, de un Capítulo o de un Pronaos, y en consecuencia si tuvieran la posibilidad de ofrecer lo mejor de ellas mismas a través del servicio, entonces ¿por qué renunciarían a ello?

¿Por qué buscarían ellas otra cosa, otro camino, puesto que están bien en el sendero rosacruz? Estas personas permanecen entonces fieles, apoyan el ideal que eligieron y que les conviene, a pesar de las inevitables pequeñas eventualidades, algunas decepciones de amistad, un poco de cansancio y de desaliento cuando ellas deben, por ejemplo, aceptar por la décima o vigésima vez, o más todavía, una función de Oficial o de responsable de un comité en el seno de su Organismo. Una puerta que se encuentra cerrada debido a un retardo, un hermano o una hermana que no piensa regresarle un libro o un objeto prestado, una palabra más fuerte que la otra, un malentendido o una decepción, nada altera su fe y su fidelidad.

Esas personas son sabias simplemente y continuarán apoyando a la A.M.O.R.C. hasta el final de su encarnación, porque incluso si ellas ya no pueden desplazarse a una Convención o a una Convocación, continúan trabajando espiritualmente en su casa, en la discreción de su Sánctum, luego más tarde, desde su sillón o su cama, y, finalmente,

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cuando el momento haya llegado para ellas, según el refrán, y cuán cierto es, “entregar su alma a Dios”, es bajo los auspicios de la Rosacruz que ellas preparan su último viaje y dejan su cuerpo con la esperanza y misma certeza que encontraran, desde una edad temprana, el Sendero Rosacruz. Sí, esas personas son fieles y la cuestión de la lealtad no les concierne verdaderamente, ya que ellas son naturalmente leales.

Podemos considerar la lealtad como una virtud más activa

que la fidelidad, ya que ésta conlleva compromisos deliberados, el prestar un juramento y a veces una posición. Hay que ser sincero, demostrar fuerza moral e incluso a veces física. Hacer caso omiso a las intrigas y a los chismes. Se debe estar en pie y derecho frente a las dificultades y tentaciones del “diablo” que halaga nuestro ego y se sirve de nuestras debilidades. No hay que dejarse atrapar por las fuerzas oscuras que pueden empujar a la traición, a las mentiras, a las falsas acusaciones, a la negación de su fe, a la destrucción de lo que se construyó, al abandono de lo que se amó, de sus amigos o de su familia.

Negar lo otro, es negarse a sí mismo. Esta referencia a la negación me lleva a reflexionar en la negación y en la ingratitud que se derivan con frecuencia. Si somos leales y fieles, en principio no somos ingratos. La gratitud puede expresarse de varias maneras: primero en su forma más simple y más ligera. Consiste en contentarse en ser feliz y recordarse de vez en vez que tal o cual beneficio nos llegó de tal o cual persona. En general, es un acontecimiento o un problema externo a nosotros que desencadena este recuerdo. Éste no es un acto voluntario, pensado o deseado. Es justamente la circunstancia del momento, y ese recuerdo involuntario es muy loable porque prueba que nuestra memoria y nuestro corazón nada han borrado.

En su forma activa, el reconocimiento está más presente, más palpable, más demostrativo. Rechaza el olvido y tiene la necesidad de manifestarse de manera más visible y más concreta. Puede dirigirse a Dios, a la Gran Consciencia Cósmica, a la naturaleza, etc. El Código

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de Vida Rosacruz utiliza esta noción en varias ocasiones. Si no lo conoce, hago de su conocimiento que existe una versión internacional ya que se editó un libro que contiene este texto en varios idiomas, incluyendo el esperanto.

Éste es el reconocimiento puro, por la vida que nos fue concedida, por las experiencias vividas y la inevitable evolución que resulta de ello. Este pensamiento diario es requerido, puesto en acción; es una gratitud activa. Pero si se trata de hecho de su manifestación más perfecta, la gratitud no excluye que se revele bajo otras formas. En todos los lugares de culto del mundo, se dicen oraciones, se quema incienso, cirios o aceite, se hacen ofrendas bajo formas de frutas, de dinero o de servicios. En esta etapa, el reconocimiento se manifiesta materialmente por un acto o una ofrenda concreta y tangible. Pero una vez más, es un reconocimiento general a la intención del principio divino, aunque concierna un beneficio particular. En la fraternidad rosacruz, llamamos a eso la Ley de Amra.

[…] La Ley de Amra era una práctica común en el antiguo Egipto, principalmente entre los adeptos que frecuentaban las Escuelas de Misterios. Bajo una forma un poco diferente, fue perpetuada en el Judaísmo, y en la actualidad, podemos encontrar algunos aspectos en la religión cristiana. Ésta consiste simplemente en expresar de una manera o de otra su reconocimiento por un beneficio recibido, en el entendido que ese beneficio no corresponde necesariamente a una adquisición material o una ganancia financiera. En efecto, ya sea que tengamos consciencia o no de ello, estamos en deuda con el Cósmico de todo lo que contribuye para nuestra felicidad. Por esa razón, algunos aplican la Ley de Amra cuando simplemente tuvieron la alegría de pasar un momento agradable en compañía de personas interesantes. Otros lo hacen por haber sido ayudados por una tercera persona durante ciertas pruebas físicas o morales. Otros más ponen esta ley en aplicación cuando recibieron el apoyo del Comité de Ayuda Espiritual. A este respecto, cada quien tiene sus propias razones para participar en el Amra, porque lo que unos consideran como un regalo venido del cielo, para otros sólo es el fruto de sus propios méritos.

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Sin embargo, deberíamos siempre considerar que todo beneficio, aunque lo atribuyamos a lo que pensamos, dijimos o hicimos, es finalmente el resultado de lo que el Cósmico nos permitió llevar a cabo, ya que es la Inteligencia divina la que trabaja a través de cada individuo y le permite recibir sus Bendiciones. […]

Antes de considerar la manera en la que se puede aplicar la Ley de Amra, debemos insistir sobre el hecho que ésta no es en ningún caso una obligación. Esto significa que la aplicación de esta ley debe ser aceptada libremente y hacerse sin la menor reserva mental. Si ese no es el caso, lo que se dio como Amra no tiene ningún valor en el plano místico. Por otra parte, lo que se hace en el marco de esta ley no debe teñirse de ninguna forma de superstición. Dicho en otras palabras, no se debe imaginar que si no se aplica, no se recibirán más beneficios. Es verdad que la ingratitud no da buena suerte, pero no es el miedo de tener mala suerte lo que debe obligarnos a aplicar la Ley de Amra. Por otro lado, tampoco hay que pensar que para beneficiarnos de una ayuda espiritual, basta, incluso antes de haberla recibido, expresar su reconocimiento al Cósmico practicando esta ley. Esta manera es en sí misma un matiz de superstición.

Al igual que un beneficio no corresponde necesariamente a dinero o algo material, así también, el Amra no se aplica sistemáticamente haciendo un donativo de una suma de dinero o de un bien material. Dicho en otras palabras, podemos aplicar esta ley prestando servicio a personas que tienen necesidad de él, tomando el tiempo para consolar a quienes están en dificultades, haciendo esfuerzos para ser mejores en nuestras relaciones y, de una manera general, aplicándonos a hacer el bien alrededor de nosotros por la utilización de nuestros talentos y de nuestras cualidades. Lo podemos hacer igualmente participando lo más regularmente posible en el trabajo del Comité del Silencio, ya que dicho trabajo contribuye al bienestar del prójimo. […]*

Esta es la definición rosacruz de la Ley de Amra y unos ejemplos de su aplicación. En relación con la gratitud, pienso que

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deberíamos expresarla con más frecuencia a las personas que nos aportan bienestar, que nos dedican tiempo, que nos prestan varios servicios o nos ofrecen regalos. En el lenguaje humano, en todas las lenguas, hasta en el más pequeño dialecto, la expresión “Gracias” existe. En palabras, en gestos o en sonrisas, el agradecimiento es universal y es tan antiguo como la humanidad. Si esto es así, es porque el sentimiento de gratitud es mucho más profundo que la simple cortesía o el gesto de conveniencia que haya podido inventar el hombre con el tiempo y las modas.

Desde hace siglos, la moderación, la discreción y el ocultamiento de los sentimientos poco a poco se han vuelto una segunda naturaleza en el ser humano. Si a esto le agregamos la acumulación de bienes, de comodidades y de abundancia de tiempo libre, se puede observar que muchas cosas nos parecen ridículas y sin importancia, como debió haber sido evidente. En nuestras sociedades llamadas “civilizadas” y “modernas”, con frecuencia se consume sin pensar que detrás de algunas cosas hay mucho trabajo y entrega de sí mismo. En resumen, desgraciadamente estamos demasiado a menudo fastidiados, ciegos y sordos.

Entonces, detrás de su agradecimiento, tiene que haber un sincero reconocimiento. No duden en expresarlo, porque más allá del acto de cortesía, percibirán el sentimiento de ligereza y de alegría por no haber mostrado ingratitud. Disfrute de una fiesta de familia, de una reunión de amigos o bien de trabajo, para expresar su gratitud a una o a varias personas presentes, y que lo merezcan. Diga todo lo bueno que piensa de ellas y lo agradecido que está con ellas. Afirme y oficialice este reconocimiento ante testigos, esto tendrá más impacto.

¿De qué sirve amar en secreto y en silencio, si quien es el objeto de nuestro afecto lo ignora? Algunos de ustedes quizás escucharon o leyeron mi escrito sobre la felicidad. Es en la continuidad de éste que los animo a revelar sus sentimientos. Esto volverá felices a aquellos que se beneficiarán de esta actitud gentil y positiva, y ustedes mismos conocerán una verdadera felicidad porque después de haber recibido,

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habrán dado. En resumen, ser agradecido es bueno, y expresar esta gratitud es mejor.

¡Lealtad, fidelidad, gratitud: tres virtudes a desarrollar, tres principios a aplicar, tres ideas a profundizar, pero un solo espíritu! Puedan estas cualidades animarlos a lo largo de su vida y puedan estar sólo en contacto con personas que las posean. Si eso no puede ser el caso, puedan entonces tener la suficiente lucidez, fuerza y sabiduría para protegerse.

Christian Bernard Imperator

*Extracto del Liber 888

Como las ramas de un árbol devuelven la savia a la raíz, de donde vino; como un río derrama su corriente en el mar, de donde provino, así el corazón del agradecido se deleita en devolver el beneficio recibido.Reconoce él sus obligaciones con alegría; mira a su benefactor con amor y estima.Y si no estuviera en su mano el hacer retribución, mantiene el recuerdo en su pecho con amabilidad, y no lo olvida en todos los días de su vida.La mano del generoso es como las nubes del cielo, que riegan la tierra, las frutas, las hierbas y las flores; pero el corazón del ingrato es como la arena del desierto, que se traga con avidez las flores que caen y las entierra en su pecho y no producen nada.No envidies al benefactor, ni trates de ocultar el beneficio que te ha dado, pues aunque es mejor que te deban y no que tú debas, aunque el acto de generosidad produzca admiración, sin embargo, la humildad de la gratitud conmueve el corazón y es grata, tanto a los ojos de Dios como a los ojos de los hombres.Pero no recibas favor de la mano del orgulloso; nada debas al egoísta y al avaro; la vanidad del orgullo te expondrá a la vergüenza; la avidez del avaro jamás estará satisfecha.

En Vos Confío, Libro sexto, capítulo 4

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En el ejercicio de nuestra vida hacemos un camino extenso de aprendizaje. Una actividad de vital importancia en este desarrollo, es el pensamiento. Cada vez que traducimos los pensamientos, con los mecanismos de las cuerdas vocales más el aire impulsado por los pulmones, los transformamos en vibraciones y sonidos, estos sonidos toman forma de palabra y cuando a estas palabras les agregamos emociones como rabia, odios, venganza y se las enviamos a seres humanos o a seres del reino animal o vegetal, estamos prendiendo el detonador de una de las bombas más silenciosas y letales que podemos producir.

La energía que viaja desde nuestro ser hasta el otro ser, deja un registro cargado de materia física, tangible. No hace mucho tiempo

La fuerza de la palabra y el perdón

Por Jorge Roble Jofre, F.R.C.

Y dijo Dios: “Sea la luz; y fue la luz” Génesis 1:3

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culturalmente la palabra tenía fuerza de ley, los compromisos tomados por nuestros ancestros, se sellaban con un apretón de manos, así fuera un compromiso de compra, respeto, amor, la palabra no se

quebrantaba, se cumplía.

La fuerza de la palabra la vemos en las oraciones, súplicas, invocaciones, declaraciones de amor, etc. Hay palabras conocidas y que tienen la fuerza del tiempo, al

ser repetidas una y otra vez por la humanidad, palabras cargadas de misterios de amor de vida.

Los hermanos negros suelen utilizar palabras que son pronunciadas en orden invertido, intentando de esta

forma anular o cambiar el sentido de las energías de aquellos vocablos, así como el uso de la palabra en las invocaciones o el envío de energías a otros seres para afectar sus vidas.

Una palabra de cariño lleva en si una idea, un concepto, una energía, que puede cambiar el mundo de un ser; conocidos son aquellos oradores que con la fuerza de la palabra, han cambiado el rumbo de nuestra historia, grandes seres de la historia mística: Moisés, Jesús, Buda y otros luchadores como Gandhi, apuestan a la fuerza de la palabra y el perdón. Gandhi dijo cierta vez: “No dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores”. Martin Luther King comentó: “Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”. Ellos utilizan la palabra como herramienta, en el proceso de mostrar sus verdades.

Muchas veces juramos, realizamos oraciones, sin saber el real fin de aquellas palabras y adquirimos compromisos que trascienden el tiempo y el espacio. Me refiero a ciertos rituales o pactos que realizamos en la vida cotidiana.

Uno de los más conocidos es el que realizan los enamorados:

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pactos que no pierden su vigencia en la vida planetaria y nos llevan a reencuentros forzados por aquellas energías amarradas a una idea equívoca del amor.

La historia de la humanidad esta llena de hechos de violencia, que encarnan mucho dolor. Las guerras, las disputas entre tribus por territorios, llevan en sí mucha fuerza. La palabra ha jugado un rol muy importante en todo esto. Entonces, la conocida ley del karma juega un rol fundamental al restablecer los equilibrios necesarios en el Cosmos y lo seguirá haciendo hasta que aprendamos y reconozcamos los hechos.

¿Cómo se materializan las palabras emitidas? Ésta es una muy buena pregunta.

Cuando tomamos la forma de un nuevo cuerpo, para vivir la experiencia que nos corresponde en este periodo, nuestro ser adquiere primero la forma física, luego se adhieren los cuerpos etéreo, emocional y mental. A una edad establecida por el Cósmico tenemos todos los elementos para enfrentar el camino, y el libre albedrío que nos permite tomar el camino: el ancho, el angosto, el más largo, el más corto.

Tenemos un nombre, un signo zodiacal, un color de piel, un rayo, una personalidad, un entorno familiar. En el caminar de esta vida nos encontramos con defectos, enfermedades, accidentes de mayor o menor importancia, marcas en el cuerpo físico; en el recorrido de este caminar, nos vamos relacionando con otros seres humanos, es aquí donde muchas veces no nos damos cuenta que todo tiene un orden, todo tiene un tiempo… un para qué.

Cuando nos enfrentamos a situaciones de dolor, muchas preguntas emergen de nuestro ser, nos acercamos a las iglesias, a las personas que nos podrían dar una luz de vida, una ayuda. Y la pregunta es ¿Por qué a mí? ¿Por qué a nosotros? Muchos nos miraremos hacia adentro, sintiendo que hemos sido buenos, que hemos gastado todas

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las energías, en ser un SER de bien.

Es aquí donde aparece el otro vocablo llamado Perdón, que no es tan solo una palabra: la acción de perdonar lleva en sí la llave que nos permite equilibrar las energías del Cósmico, abrir las puertas para que todos aquellos daños, producidos por muchas acciones realizadas, y también por todas aquellas inocentes palabras dichas con tanta rabia, con tanta negatividad o maldiciones, que silenciosas nos persiguen encarnación tras encarnación, puedan quedar atrás. Si no somos capaces de pedir perdón y perdonar a otros, como a nosotros mismos, no avanzaremos en el camino extenso del aprendizaje.

Si queremos ser seres de luz, tenemos que tener mucho cuidado respecto a lo que pensamos y decimos -difícil trabajo pero no imposible- nosotros somos lo que pensamos, ya sabemos que la energía sigue al pensamiento.

El maestro Jesús nos dio muchas lecciones al respecto: “Si al llevar tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene algo en contra de ti, deja tu ofrenda allí y ve primero a ponerte en paz con él. Entonces podrás volver al altar y presentar tu ofrenda”, “Amen a sus enemigos y oren por quienes les persiguen”.

Tenemos la parábola en que un padre perdona a su hijo, una profunda enseñanza hay detrás de la historia. Unas de las últimas palabras antes de morir, que expresan la consecuencia de Jesús, según cuentan los evangelistas, fue: “Padre perdónalos por que no saben lo que hacen”.

El poder que tiene el perdón no tiene tiempo, ni espacio. Jesús fue muy claro al momento de hablar e intentar explicar el alcance del perdón. En uno de sus evangelios hay un hecho que nos muestra el poder del perdón: “Allí llevaron a un paralítico, acostado en una camilla; y cuando Jesús vio la fe que tenía, le dijo -ánimo hijo; tus

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pecados quedan perdonados. Algunos maestros de la ley pensaron: lo que ha dicho es una ofensa contra Dios, pero como Jesús sabía lo que estaban pensando les preguntó: -¿Por qué tienen ustedes tan malos pensamientos?- ¿Qué es más fácil decir: “tus pecados quedan perdonados o decir levántate y anda? Pues voy a demostrar que el hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados. Entonces dijo al paralítico -Levanta tu camilla y vete a tu casa-. El

paralítico se levantó y se fue a su casa” MT 9 2-7.

¿Qué enseñanza descubrimos aquí?

• E l pa ra l í t i co t en ía una enfermedad que era parte de la ley de causa y efecto.

• ¿El paralítico no fue sanado por la acción mágica o por el poder de Jesús? Él fue sanado por el restablecimiento del equilibrio, mediante el perdón, otorgado por Jesús. Si pudiéramos viajar en el tiempo quizás podríamos descubrir aquella acción o palabra, pronunciada por ese paralítico, que causó que él tendría que vivir aquella experiencia de vida.

• El perdón, como lo entendemos hoy, no tiene nada que ver con el perdón del maestro Jesús. Analicen en su consciencia este relato del paralítico.

• Reconocer la importancia del Perdón. Perdón a todos los que nos han dañado, pedir perdón a quienes dañamos y perdonarnos a nosotros mismos, en este tiempo y otros tiempos.

• Si usamos la ciencia del perdón, podría ser que nuestras experiencias de vida tengan otros colores, otras vivencias y otros lentes para ver la vida desde una dimensión mucho más amplia, sin tantos prejuicios, es decir, con una mirada objetiva.

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¿Cuántas de nuestras parálisis físicas, emocionales, mentales, dificultades en el quehacer diario, tienen su raíz principal en otros tiempos?

Que el paso por este periodo de tiempo-espacio, no consista solamente en ser buenas personas de corazón, sino que de todos los preceptos ritos, leyes, experiencias y vivencias, aprendamos si somos capaces de practicar “la ciencia del perdón”, pues aplicándola desde los orígenes de nuestro existir, el plan divino será cada vez más sencillo de visualizar.

Seamos conscientes de todas las oportunidades que nos da esta experiencia terrena de perdonar, de trabajar el despego de aquellas energías que nos persiguen en el tiempo. Restablezcamos los equilibrios necesarios que nos permitirán dejar este plano terrenal llenos de la energía del amor, y de esta forma sumarnos con más facilidad a los planos superiores del servicio y de la divinidad.

DONACIONES Y LEGADOS

De las contribuciones y del apoyo de los miembros y amigos dependen las actividades culturales y educativas de una organización no lucrativa como la Orden Rosacruz AMORC. El crecimiento y el digno trabajo de muchas organizaciones meritorias se han extendido como resultado de legados dejados a ellas por aquellos que los estipularon en sus testamentos. Si usted desea contribuir con esta noble obra, puede solicitar información acerca de la manera de realizar su testamento, así mismo, sugerencias relativas a cómo estipular una donación a la Orden. Por favor, sírvase dirigir su petición a:Tesorero AMORC GLH, Apartado Postal 827, Oficina Centro, C.P. 37000, León, Gto., México, Tel. 477-104-42-76, fax 477-104-49-08 y 104-49-76.

Por e-mail: [email protected].

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La Orden Rosacruz, AMORC, presente en todo el mundo, es una fraternidad no sectaria de hombres y mujeres dedicados a la investigación, estudio y aplicación práctica de las leyes naturales y espirituales. El propósito de la Organización es ayudar a todos para vivir en armonía con las fuerzas cósmicas creativas y constructivas, para el logro de salud, felicidad y paz. La Orden es conocida internacionalmente como la Antigua y Mística Orden Rosae Crucis y tanto en América como en otros continentes, constituye la única forma de actividades Rosacruces integradas en una sola institución. La A.M.O.R.C. (por sus iniciales) no vende sus enseñanzas. Las da libremente a sus miembros afiliados junto con otros beneficios. Para información completa acerca de las ventajas de la afiliación Rosacruz, escriba una carta al domicilio citado abajo y pida el folleto gratuito titulado «El Dominio de la Vida».

El Propósito de la Orden Rosacruz, AMORC

Diríjase a:Escribano R.E.R.

Orden Rosacruz, AMORC, Apdo. Postal No. 827, Oficina Centro,

C.P. 37000, León, Gto. - MÉXICO

Jerarquía esotérica

A todos los miembros de la Jerarquía Esotérica se les pide participar en los «Períodos Especiales de Meditación» que se efectuarán en las siguientes fechas:

Jueves 21 de Febrero, Jueves 16 de Mayo, Jueves 15 de Agosto y Jueves 21 de Noviembre de 2013 a las 20:00 horas de su localidad. Sus informes deberán enviarlos a la atención del Gran Maestro a esta Gran Logia AMORC, Juris-dicción de Habla Hispana para las Américas, en León, Gto, México.

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Zaratustra, cansado de su soledad en la montaña, fue ante el sol y declaró que él también debía bajar entre los hombres, porque había crecido cansado de su sabiduría y necesitaba manos extendidas para tomarlo. Luego comenzó sus discursos únicos para todo tipo de gente que conoció en sus travesías a través de muchas tierras. Los discursos consisten en cuatro series. Sin embargo, después de completar la primera serie, otra inspiración vino a Zaratustra, quizás tan inesperada como la primera, que le había traído fuera de su retiro en la montaña. Fue llamado a volver a su soledad.

Hasta ese momento había dado abundantemente de su sabiduría

a quien le escuchara. Audaces, revolucionarias, incomprensibles palabras había hablado, y pocos deben haber sido quienes podrían aceptarlas. Tenían un doble significado y sólo el sabio podía interpretarlas acertadamente. Pero habló con el golpe del trueno de inspiración tal como descendieron sobre él, sin cuidar nada si se entendían o no, sin alabanza o culpa.

Cuando el fuego de la sabiduría superior se apodera de un hombre,

no puede argumentar con ella, ni puede andar con rodeos o diluirla para complacer o conciliar a quienes lo escuchan. Y considerando que una importante porción de las Escrituras consiste en este tipo

EL SÁNCTUMCELESTIAL

Por Raymund Andrea F.R.C.De “The Rosicrucian Digest” Febrero 1952

Traducción de Pablo César Delgado Guerra, F.R.C.

Así Habló Zaratustra

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de alocución, que personas de todas las naciones aceptan sin mucho problema, ya que se cree que son inspiradas, nos preguntamos sobre la incoherencia de la naturaleza humana. ¿Por qué hoy en día, el mismo espíritu de inspiración, cuando encuentra una voz entre los hombres, es recibido con una actitud tan diferente? Así, también, con Zaratustra. Él miraba a la gente y decía en su corazón: “Ahí están; allí se ríen; no me entienden; yo no soy la boca para estos oídos.” Eso sucedió incluso durante el prólogo de sus discursos: y él dio veintidós discursos antes de su primer regreso a la soledad.

Los años pasaron, y Zaratustra vino otra vez entre los hombres y dio

una segunda serie de veintidós discursos. Ellos fueron tan atrevidos y revolucionarios como la primera serie. El discurso concluyente de su serie se titula: “El gran silencio.” Este cuenta sobre el segundo retiro de Zaratustra a su soledad. Cito de él:

¿Qué me ha ocurrido, amigos míos? Me veis trastornado, acuciado,

dócil a pesar mío, dispuesto a marchar - ¡ay, a alejarme de vosotros!

Sí, una vez más tiene Zaratustra que volver a su soledad: ¡pero esta vez el oso vuelve de mala gana a su caverna!

¿Qué me ha ocurrido? ¿Quién me lo ordena? - Ay, mi irritada señora lo quiere así, me ha hablado: ¿os he dicho ya alguna vez su nombre?

Ayer al atardecer me habló mi hora más silenciosa: ése es el nombre de mi terrible señora.

Y esto es lo que ocurrió, - ¡pues tengo que deciros todo, para que vuestro corazón no se endurezca contra el que se va de repente!

Y después de que Zaratustra en su orgullo había varias veces

cuestionado y repudiado la perentoria voz del silencio, le fue dicho finalmente:

Y por última vez algo me habló: « ¡Oh Zaratustra, tus frutos están

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maduros, pero tú no estás maduro para tus frutos! Por ello tienes que volver de nuevo a la soledad: pues debes ponerte tierno aún.» -

Una y otra vez esto sucedió a Zaratustra: un deambular entre muchos pueblos en diversas ciudades, y un retiro a la montaña y a su cueva. Durante este periodo dio la tercera y cuarta serie de sus discursos. A veces las dio a personajes extraños que encontró en el camino, a veces a los animales que conversaban con él y muy frecuentemente un soliloquio consigo mismo.

Ahora, si realmente la experiencia de la que nosotros a menudo

hemos leído como “la noche oscura del alma” se indica en esta periódica retirada de Zaratustra en el aterrador silencio, una interpretación tal nos viene inmediatamente a la mente y nos impresiona. El desarrollo de Zaratustra procede en alternados ciclos de actividad y retiro: cada período de soledad y silenciosa meditación es seguido de una inspiradora actividad y una exhortación a sus semejantes. Nuevamente la hora de inspiración pasa: el mensaje se entrega; y él es llamado nuevamente al silencio del corazón y de la solitaria comunión con el espíritu de sabiduría.

Palabras y Enemigos Mis lectores seguro saben que el libro titulado “Así Hablaba

Zaratustra”, fue considerado por Nietzsche como su mejor obra. He caracterizado los discursos como audaces, revolucionarios e incomprensibles; sin duda fueron y lo son para el lector general. Pero para aquellos que han recorrido un largo camino en el sendero de la evolución y están acostumbrados a lo audaz y revolucionario en los escritos de videntes y profetas, estos discursos tienen una decidida calidad mística y pueden ser apreciados en su verdadero valor. Sólo un hombre sabio y un vidente, podrían haberlos escrito.

Que él sabía que tenía una misión que cumplir es corroborado por el hecho de que a los 30 años de edad Nietzsche salió de su casa y pasó

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diez años en la soledad de la montaña y en búsqueda tras la verdad de la vida. Tenía un amplio conocimiento de la literatura. Había estudiado exhaustivamente las religiones de Oriente y Occidente y todas las grandes filosofías. Sus críticas sobre el Cristianismo ortodoxo son audaces y algunas veces profanas; tanto es así que sus más enconados enemigos se encuentran en Gran Bretaña, donde sus libros desde hace mucho tiempo han sido difíciles de obtener. Sin embargo, él es un pensador original y audaz que es reconocido en todo el mundo hoy día; y cabe señalar que casi todo gran escritor en filosofía, religión y arte, le cita y valora su amplia erudición y su penetrante comprensión de cada uno de los temas que manejó.

Nietzsche no es un autor que sea recomendable para todo lector.

A aquellos de inteligencia y apreciación limitada, algo de su trabajo puede demostrar ser pernicioso y engañoso. Para el muy inteligente, aunque de mente cerrada y tendencias ortodoxas, él será rechazado como un innovador peligroso y destructivo. Al religioso profeso él le parecerá anatema y denunciado como un traidor del alma del hombre. Aquellos que atestiguan la decadencia rápida de Occidente, hoy y luego consultan sus páginas, su resonante palabra probará ser tan siniestra como para hacer que un cristiano lo odie. Para aquellos que buscan la verdad dondequiera que pueda ser encontrada, quienes saben que es una espada de doble filo que expone la belleza y la fealdad de la vida con indiferencia suprema, él puede ser una inspiración y de muchísima guía. Esto depende del tamaño y la calidad del pensamiento de un hombre. Y se puede decir que aquellos que han mostrado verdadera apreciación de Nietzsche y lo han citado más en sus propios trabajos, han sido exactamente los que sobresalen por su amplitud de visión y profundidad de entendimiento de la naturaleza y el alma del hombre.

La naturaleza del desarrollo de Zaratustra es indudablemente

análoga a aquella fase de la evolución conocida como “la noche oscura.” E inmediatamente viene a la mente el clásico tratado místico

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de San Juan de la Cruz que trata completamente con la materia. No tengo duda que Nietzsche conociera bien este trabajo e hiciera un estudio particular de ello en el curso de su lectura omnívora. Concediendo que él fue un severo crítico de ciertas enseñanzas religiosas, habiendo discernido de ellas que obstaculizan y encadenan la mente más que aclararla, su aguda intuición expuso las fases positivas y negativas de estas enseñanzas con indiferencia despiadada y desprecio completo de los sentimientos de aquellos que habían sido nutridos en ellas desde la infancia, quienes descansaron toda su esperanza de futura salvación sobre ellas.

Incluso, vemos en el desarrollo de Zaratustra algo análogo a la

doctrina y práctica mística de San Juan de la Cruz en su trabajo. San Juan comenta sobre ciertas imperfecciones que acosan a los aspirantes que empiezan el camino, imperfecciones tales como orgullo, avaricia e inactividad espiritual, cólera, envidia y tibieza espiritual. Él muestra por qué estas imperfecciones asaltan al aspirante y dificultan su progreso. Zaratustra, en sus discursos, alude a las mismas imperfecciones con aquella originalidad de tratamiento, la fineza de percepción y agradable discriminación como es aplicado al desarrollo individual, para hacernos sentir que él es quién entró en la soledad de la montaña para buen propósito; y ese propósito era bajar al cimiento de la verdad sobre ella y la vida, registrándola para los pocos quienes tenían oídos para oírlo.

Pero, ¿cuál fue el punto de esta devastadora crítica que suscitaba

el odio amargo y la venenosa denuncia de aquellos que se sintieron mucho mejor que él? ¿Cuál era su ideal? Éste, fue el mayor hombre del futuro, el supra hombre. Ahora bien, si usted desea traer lo peor del político o religioso, y los hombres de aprendizaje y la ciencia, sólo se necesita apuntar a un personaje que los empequeñezca y ensombrezca. La recepción dada al supra hombre de Nietzsche lo demuestra. Él aborreció algunas de las enfermizas enseñanzas sentimentales del cristianismo ortodoxo y las trató, sin piedad. Sin embargo, él estaba

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buscando todo el tiempo al hombre ideal. A cada paso propinó golpes de martillo a los grilletes que atan a los hombres y les retienen en su condición de percibir la verdad. Y cuando es recordado que Cristo dijo: “La verdad os hará libres”, yo no dudo en decir que el hombre que se atreva a opinar públicamente y poner en peligro su reputación en una audaz y honesta búsqueda por ella, al igual que Nietzsche, debe merecer el respeto de los hombres honorables.

Nietzsche ha sido condenado porque él era un destructor despiadado de falsos valores. Él ha sido más condenado por aquellos que temieron cuestionar esos valores, quienes temen a cualquiera que se atreva a interrogarlos abiertamente, porque ellos han vivido tanto tiempo con esos valores y saben que cierta prosperidad mundana descansa sobre dichos valores. Él ha sido condenado por comunidades cristianas porque dirigió una descarga con un efecto sorprendente contra los fundamentos putrefactos de la ortodoxia. Desde ese día (él murió en 1900) aquellas fundamentos han sido sujetos a preguntas implacables y críticas de izquierda y derecha, desde dentro y fuera de la iglesia. Y es interesante notar cuán escasa ha sido la oposición levantada contra aquellas declaraciones de hombres y mujeres pensantes. El hecho es que por mucho que nosotros podamos retomar sobre algunos términos vituperados que Nietzsche permitió a sí mismo en la materia, nos encontramos sin embargo, incapaces de refutar sus conclusiones.

Un Falso Discípulo La condenación de Nietzsche en Gran Bretaña sin duda ha sido

realzada por el hecho conocido que el pervertido Hitler estaba interesado en sus escritos. Con una aptitud diabólica característica para tergiversar lo bueno en malo y convertir la verdad en una mentira, Hitler asumió que él mismo era el supra hombre de su tiempo; mientras que él, sólo era un asesino común. Entonces el juicio de Nietzsche descansa sobre un error lógico. Hitler estudió a Nietzsche: Nietzsche enseñó el supra hombre: Hitler creyó que él era el supra hombre, y

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por lo tanto, Nietzsche era responsable de Hitler.

Tenemos que agradecer al Profesor Lichtenberger de Francia, por una evaluación imparcial, su sólido y equilibrado juicio sobre Nietzsche. Una cita de su libro “El Evangelio del Supra hombre” mostrará a primera vista lo que Nietzsche hubiera pensado de Hitler como exponente de su supra hombre si hubiera podido presenciar la colosal vanidad y descaro de esta caricatura del gran hombre del futuro.

“El supra hombre de Nietzsche era esencialmente uno de esos grandes Iniciadores que, como Cristo o incluso Buda o el profeta Mahoma, han ejercido influencia sobre las almas de los hombres. Por tanto, el tipo de guerra que interesaba a Nietzsche no fue de las que fueron promulgadas en el campo de batalla y que, en su violencia ciega, atacaron indiscriminadamente la riqueza, los tesoros del arte y la vida y felicidad de los hombres. Este tipo de guerra podría ser una fatalidad, pero fue sobre todo una barbarie de la que el alma de Nietzsche, tan fácil de conmoverse a compasión, sintió más que la mayoría de los hombres el trágico horror. Pero el tipo de guerra que encendió su entusiasmo fue la silenciosa, invisible, misteriosa lucha que tiene lugar en lo más íntimo del alma entre los grandes principios que rigen la vida humana, y que en última instancia deciden la dirección que la evolución tomará. La guerra material y visible tiene por objeto la hegemonía de un pueblo o una raza. La guerra espiritual determina lo que podría llamarse en el sentido más amplio de la palabra, el futuro religioso de la humanidad. El verdadero discípulo de Nietzsche es el hombre que con toda la fuerza de su ser, se encamina a la creación de una idea que regirá a la humanidad, en el triunfo de un ideal religioso, antiguo o moderno. El hombre que es fanático de la causa de su raza o país no tiene derecho a conectarse con el nombre de Nietzsche.”

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El Comité de Ayuda Espiritual de la Gran Logia AMORC Jurisdicción de Habla Hispana para las Américas, imparte ayuda metafísica desde el Gran Templo, de lunes a viernes a las 13:00 hrs. tiempo central de México (12:00 hrs. P.M. tiempo astronómico), a través de un grupo de miembros locales que trabajan en esta humanitaria labor, siguiendo las instrucciones indicadas por el Imperator para todas las Grandes Logias de la Orden.

Los miembros estudiantes de AMORC visitantes en la sede de esta Gran Logia, pueden unirse y participar en dicho Comité, siempre que acrediten su afiliación activa. Quienes deseen hacerlo así desde otras localidades, pueden unirse al Comité de Ayuda Espiritual, a cualquier hora del día, desde sus lugares de residencia, integrándose así a este noble trabajo a través del Consejo del Silencio.

NUESTRAS CUBIERTAS

PORTADA: Machu Picchu, del quechua sureño Machu = anciano, Picchu = montaña, “Montaña Anciana”. Construcción Inca edificada a mediados del siglo XV en la vertiente oriental de la Cordillera Central, al sur del Perú. Es considerada al mismo tiempo una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería.CONTRAPORTADA:Reunión de la Gran Logia Suprema de AMORC, integrada por el Comité Directivo y los Grandes Maestros de las varias Jurisdicciones de la Orden.

Somos una institución de servicios para el desarrollo de las potencialidades del ser humano, a través de mecanismos de autoaprendizaje, utilizando para esto la tecnología más avanzada en la generación y distribución del conocimiento rosacruz de A.M.O.R.C.

Misión:GLH Centro Cultural Rosacruz AMORC GLH

León, Gto., México

Comité de Ayuda Espiritual“Consejo de Solaz”

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Trabajos e Investigaciones realizados por Miembros

Rosacruces y por Investigadores del C.I.I.R.

LA BÚSQUEDA DE LA Mente LA BÚSQUEDA DE LA Mente

Explorando la Eficacia de la Entonación de Vocales

Por Melanie Braun, M. Mus.The Rose+Croix Journal 2005, Vol. 5, pp. 11-21

Resúmen

Una importante enseñanza Rosacruz aboga por trabajar con “entonación de vocales” para ayudar al estudiante en la meditación y para crear armonía física y espiritual. La ciencia moderna, especialmente en el campo de la física cuántica, ha empezado a confirmar algunas de las enseñanzas de las escuelas ocultas sobre el poder de la vibración y el sonido. Este artículo intenta conectar las enseñanzas Rosacruces con el nuevo pensar, el cual ha tratado de investigar, por medio de experimentos, cómo el sonido afecta a las células.

Traducción: Carmen C. Izquierdo, S.R.C.

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Introducción

El objetivo de este estudio es explorar la enseñanza Rosacruz, en la que las entonaciones formadas de vocales, consonantes, y tonos musicales específicos, son verdaderamente beneficiosas para las personas que las entonan y escuchan -y de hecho, hasta son capaces de estimular y afectar las células y el centro en el cuerpo, y el espacio en el cual son entonadas. Éste no se supone que sea un documento científico primordialmente, sino uno que explora las varias teorías y descubrimientos desde el punto de vista de un músico. Para lograr este fin, es necesario establecer un escenario del cual se derivan conceptos básicos.

Misterios Antiguos

Los antiguos misterios enseñan que en el principio, la Fuerza Creativa “habló”, y este sonido, esta vibración, esta Palabra, se convirtió en la unidad de toda la existencia: “Los seis días fueron creados [por medio de la Palabra], siendo luces emanando de la Palabra e iluminando el mundo.” Como seres creados nosotros incorporamos este sonido primordial en nuestros seres físico, mental y espiritual. Nuestros propios huesos, vasos sanguíneos, y nervios están cantando la canción del universo: “Del interior más profundo del átomo hay tonos agudos de docenas de octavas por encima de los tonos superiores de un violín. Esta es la música del núcleo atómico… ésta es la sinfonía de la vida, este tapiz inimaginablemente complejo de música que resuena dentro de nosotros cada momento de nuestra vida.”

En épocas antiguas, “cuando el mundo era regido por los sabios,” el conocimiento intuitivo de las vibraciones de esa energía creativa era manifestado en la vida y el ritual. Trazas de expresiones vocales se encuentran primero en nuestros antepasados animales; estudios del comportamiento animal muestran que “las vocalizaciones reflejan cambios en el estado afectivo del que envía la señal, las emociones, y la motivación… basado en… las investigaciones con los monos Rhesus y otras especies, y parece que… los componentes

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de nuestra propia capacidad musical han estado ubicados por un largo tiempo.” La práctica natural de las madres de cantarles a sus hijos y de usar otros sonidos calmantes o expresivos sugiere que “los adultos ancestrales muy bien pueden haber seguido un curso similar al ritualizar vocalizaciones naturales en momentos de fuertes emociones y cuando la solidaridad era manifestada o requerida.” Según el uso del sonido, se volvió más sofisticado, y los seres humanos se dieron cuenta que su aplicación podía elevar los niveles vibratorios en la consciencia. De hecho, el canto u otra forma de música en todos los relatos están conectados con el ritual, la religión primitiva, y las primeras etapas de la expresión religiosa.

En el antiguo Egipto, las leyes de la música estaban grabadas en las paredes del templo. Los Egipcios tomaron las siete vocales de los idiomas Orientales y las usaron como representaciones musicales. Las invocaciones a los siete planetas estaban compuestas de vocales y modos musicales designados. Se creía que una palabra o vibración era capaz de literalmente desintegrar lo material, debido a la relación de las vibraciones de esa palabra con el estado vibratorio de la materia en cuestión. Esto era punto central del alma de la “magia” Egipcia. En las escrituras Herméticas leemos que las palabras Egipcias contenían en sí mismas la energía de los objetos que designaban, o sea, cada símbolo contenía en sí mismo una complejidad vibracional. Una palabra era “el sonido del espíritu golpeando el aire y declarando todo el deseo de una persona… un sonido pleno de acción.” De la misma manera, el antiguo ritual Egipcio para preservar la influencia del Faraón después de la muerte consistía de un encantamiento musical: “El Hierofante hacia resonar mágicamente las siete notas [que correspondían a las ondas astrales de los siete planetas] … entonces la atmósfera de la tumba era animada por líneas de energías sutiles … [formando] una maravillosa espiral fluídica…” En este momento, las siete notas resonarían en las octavas superiores del sonido inaudito, derivando su poder de estas energías superiores. Otros usos de los siete sonidos vocales originales incluían la curación y el de crear bienestar.

En el estudio Kabalístico, se enseña que las letras y palabras

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Hebreas son elementos de poder. En la Kábala, el sonido, “cuando es manipulado apropiadamente”, nos puede llevar al éxtasis. Se enseñaba que el pensamiento y la palabra (sonido) eran de la misma esencia. La mayoría de los sistemas espirituales tienen cantos, a veces llamados mantras, para ayudar a centrase y meditar; algunos también enseñan la relación entre estos cantos y ciertos centros energéticos en el cuerpo. El sistema Rosacruz de vocales habla del uso de combinaciones de sonidos y tonos para estimular los “centros psíquicos” en el ser humano con el propósito de mantener la salud y elevar la consciencia de las células según el ser espiritual evoluciona. Después de estudiar las afirmaciones esotéricas del sonido y la psique, podríamos preguntar: ¿existe evidencia en los niveles científicos e intelectuales para respaldar estas proposiciones?

Las Teorías Rosacruces y la Ciencia

Para examinar esta pregunta, primero debemos hacer referencia a una enseñanza principal Rosacruz que sostiene que todo es de naturaleza vibratoria, desde la célula más sencilla, a la materia más densa y al espacio más transparente. De hecho, ésta es una ley de la física. El sonido es la articulación de una vibración, escuchada por seres humanos en ciertos niveles auditivos. Cada sonido también tiene su contraparte en armónicos o sobretonos, vibrando simpáticamente hasta las octavas superiores. Esta enseñanza dice que es así como las entonaciones nos conectan con energías superiores e intensifican un estado de meditación. Continúa diciendo que las entonaciones vocales, cuando se entonan en un tono dado, actualmente causan que los centros en el cuerpo resuenen en armonía, permitiendo que la energía fluya libremente, mejorando la meditación y manteniendo la salud.

Por algún tiempo la ciencia ha estado examinando muchos aspectos de principios esotéricos que se mantuvieron ocultos en épocas pasadas. Con el advenimiento de la física moderna de partículas y la mecánica cuántica, muchos principios de vibración, que una vez fueron el dominio de las escuelas de los misterios, se han convertido en teoría científica. En la física cuántica, las fuerzas fundamentales de

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la naturaleza son vibratorias; la “música” creada por la combinación de ondas es la materia. El principio de la física moderna que es más relevante a nuestro estudio es el de la resonancia. Por supuesto, la palabra significa “re-sonando” y se refiere a la respuesta simpática de un objeto vibrante a otro objeto vibrante. En su brillante estudio, The Living Energy of the Universe (La Energía Viviente del Universo), los Doctores Gary Schwartz y Linda Russeck constantemente van un paso más allá del “status quo”. Al discutir el principio de la resonancia con un ejemplo de dos diapasones, ellos proponen que la resonancia es una calle de doble vía: el diapasón B no solamente recoge vibraciones de A, que está sonando, sino que también devuelve vibraciones a A, una y otra vez, resultando un estado de vibración acumulativa en los diapasones.

Se podría postular una conclusión cuando este estudio es relacionado con los sonidos vocales y su resonancia dentro del cuerpo: los “centros” afectados por las entonaciones gradualmente acumulan memoria y respuestas de forma que la práctica regular, especialmente cuando se realiza en un entorno de grupo, tiene un efecto acumulativo, sanador. Las variadas combinaciones de frecuencias vibratorias en el cuerpo, responden más inmediatamente con cada sesión de entonación, hecha más poderosa cuando se combina con técnicas de visualización y pensamientos directivos.

Por algún tiempo la ciencia se ha dado cuenta del poder del sonido. El ultrasonido se usa en varias capacidades; la terapia de plantas ha demostrado que el sonido puede afectar el crecimiento. El trabajo de Alfred Tomatis muestra el efecto del sonido en el sistema nervioso, especialmente su enfoque en los sobretonos y la música de Mozart. Los “sonidos vocales”, las entonaciones y los sondeos están capturando la atención de científicos tradicionales y profesionales médicos también. Uno de estos profesionales, el Dr. Mitchell Gaynor, un oncólogo en la ciudad de New York, usa el sonido en forma de entonaciones y resonancias de cuencos Tibetanos con sus pacientes de cáncer para acelerar la curación. Él se refiere al trabajo de científicos y psicólogos tales como David Simon, M.D., en San Diego y Mark

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Rider, Ph.D., en Dallas, quienes han realizado investigaciones para determinar empíricamente que la música, especialmente el canto, es metabolizado en el cuerpo y actúa como un sanador y una influencia positiva en el sistema inmune. Él continúa describiendo el efecto de “entonación” en su relación con el fenómeno de encarrilamiento, que parece ser una forma ligeramente más compleja de resonancia, que abarca movimiento y ritmo al igual que frecuencias de sonidos:

“Christian Huygens, científico holandés del siglo diecisiete, notó que los péndulos de dos relojes, colgados uno al lado del otro, comenzaban por sí solos a oscilar con el mismo ritmo idéntico. La razón por la cual el encarrilamiento ocurre es que las vibraciones rítmicas más poderosas de un objeto, cuando son proyectadas en un segundo objeto de frecuencia similar, hacen que ese objeto comience a vibrar en resonancia con el primer objeto.”

El fenómeno también ha sido describo como “la sincronización de dos o más procesos rítmicos autónomos…[que] han sido identificados en muchos sistemas naturales. Cuando un sistema físicamente oscilante encarrila a otro, esto significa que la frecuencia de los movimientos repetitivos de un sistema influencian los movimientos del otro oscilador de tal forma que caen en una sencilla relación temporal entre sí.” Esta dinámica puede ser observada en el reino animal cuando los pájaros vuelan juntos, o los peces nadan en banco. Esencialmente están “sintiendo” el movimiento en unísono. Otro ejemplo es la armonía que se siente entre una madre y su bebé, o entre dos “almas gemelas”. El cuerpo humano en general también exhibe esta atracción por la armonía, que es su estado natural. Se ha observado en el laboratorio que dos células individuales vivientes del corazón, vistas bajo el microscopio, cada una pulsando separadamente, cómo súbitamente se acercan, cambian ritmo, y comienzan a pulsar juntas perfectamente!

El Encarrilamiento Aplicado a las Entonaciones Rosacruces

Este fenómeno de encarrilamiento se puede decir que está

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detrás de los efectos de las entonaciones vocales. Si un cierto sonido, entonado a un cierto nivel de tono (longitud de onda), afecta un centro nervioso en el ser humano, es tal vez porque ese centro comienza a vibrar en simpatía y sincronía con la vocal entonada, causando movimiento y hasta reparación, en la forma de activación celular. Según las enseñanzas Rosacruces acerca de los sonidos vocales, el proceso es descrito así: las entonaciones “inician ciertas tasas de vibraciones en el cuarto, que armonizan con otras vibraciones del universo y afectan una cierta condición conectada con el aura.” Las “tasas de vibración” son por supuesto las ondas de sonido, las configuraciones que avivan el aire en un cuarto y causan resonancia en todos los cuerpos que están en armonía con ellas.

El requisito que el sonido vocal sea entonado en el tono “apropiado” presenta otra pregunta. Podríamos preguntar, ¿existe alguna evidencia que un tono es más efectivo que otro? Sabemos que la célula es la unidad básica en el cuerpo y que la vibración es la unidad más sencilla de la música. Cada tono tiene su propia onda de sonido. La célula vibra; por tanto un tono, un sonido centrado en un nivel tonal, y las vocales, que están compuestas de tonos musicales, tienen una afinidad con la célula. De hecho, la ciencia ha desarrollado un estudio llamado cimática, basado en la palabra Griega para “onda”, que está investigando la teoría de que cada molécula en el cuerpo tiene su propia frecuencia y que nuestros cuerpos por tanto son “armonías” compuestas de las frecuencias de las células que la componen.

En un artículo con fecha de 1986 del Beckman Research Institute en California, el geneticista Susumo Ohno reportó que, para poder detectar los patrones fluyentes de las ecuaciones genéticas, el decidió convertirlas en música. El ideó una regla sencilla para la conversión: a cada uno de los cuatro ácidos nucléicos básicos en los genes, le fueron asignadas dos notas consecutivas de la octava musical; las notas entonces fueron combinadas en la secuencia genética exacta. Cuando el RNA viviente de un ratón fue convertido por medio de este proceso, se descubrió que una porción del material genético, al ser traducido a notas y tocado en el piano, ¡tenía la misma

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melodía de partes del Nocturno de Federico Chopin, Op. 55, No. 1! Cuando el proceso fue invertido, y la Marcha Fúnebre de Chopin fue convertida en ecuaciones químicas, pasajes completos parecían ser idénticos al gen humano del cáncer. Ohno explicó este sorprendente descubrimiento como una ley natural que tanto la naturaleza como la música siguen. Como las células están compuestas de átomos, y cada átomo proyecta un tono, cuando tomamos en cuenta el fenómeno de sobretonos parciales, las células debieran responder con sonidos simpáticos, porque cada tono actualmente incluye todos los tonos en el universo.

En los experimentos de Mindquest realizados en el laboratorio en el Parque Rosacruz en los años 1970, los científicos reportaron reacciones humanas al usar ciertos instrumentos de respuesta galvánica en la piel, cuando se entonaban ciertas combinaciones de sonidos vocales en tonos particulares. En experimentos de Mindquest relacionados, realizados una década más tarde, se usó el análisis Fourier de transformación para medir las ondas de las entonaciones focales; se descubrió que muchos factores afectan la eficacia del sonido entonado. La armonía, la resonancia de las cuerdas vocales, hasta la resonancia de la garganta y las cavidades de los senos frontales afectan el sonido producido. Basándose en estos resultados se puede asumir que cada persona tiene un tono o tonos particulares que resuenan en consonancia con el cuerpo; los efectos de un tono dado de una entonación, se puede experimentar en forma diferente por las diferentes personas que lo entonan. Sin embargo, existen ciertos tonos tradicionales que pueden o no resonar más fuertemente. Las conclusiones de los investigadores declaran, para que conste, que “del valor de tal análisis surge, si aceptamos la hipótesis, que los sonidos vocales son más efectivos cuando se realizan apropiadamente.”

(continuará)

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La incertidumbre quántica

La cuestión puede ser aún más compleja de lo que parece a primera vista. Desde la década de 1920, una nueva teoría física ha revolucionado nuestra comprensión del universo, que resulta ser más asombroso y paradójico de lo que se creía.

La Mecánica cuántica [10] comenzó demostrando que las partículas elementales, además de ser bloques fundamentales de la materia, se comportan también como ondas. No se trata de una mera hipótesis, sino de una afirmación susceptible de demostración experimental, que tiene aplicaciones prácticas inmediatas, como el microscopio electrónico.

La segunda sorpresa la proporcionó el principio de incertidumbre de Heisenberg, que afirma que es imposible conocer con precisión absoluta todas las propiedades de una partícula, porque el mero hecho de afinar la medida de una, aumenta la incertidumbre sobre otra. Si detectamos con enorme exactitud la posición de un electrón, perdemos automáticamente precisión sobre su velocidad (lo que significa que no sabemos dónde estará el

Uróboros,

Por Manuel Alfonseca

La Serpiente que

se devora a sí misma

Traducción de Marta Eugenia López Subirós, S.R.C.

parte 2

Werner Heisenberg

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electrón un instante después). Así cayó por tierra la visión determinista del universo, que en expresión de Laplace dice: Si conociésemos con precisión arbitraria la posición y la velocidad de todas las partículas en el principio del universo, podríamos predecir su desarrollo futuro hasta el fin de los tiempos. El principio de incertidumbre nos asegura que el antecedente de esta proposición condicional es imposible. Por tanto, la evolución del universo es intrínsecamente impredecible.

En tercer lugar, la Mecánica Ondulatoria (formulación de Schrödinger de la Mecánica Cuántica) nos obliga a abandonar definitivamente el determinismo, sustituyéndolo por una interpretación esencialmente probabilista de los fundamentos del universo. De acuerdo con esta teoría, no sólo es imposible conocer con precisión

arbitraria la posición, la velocidad y otras propiedades de una partícula, sino que, antes de realizarse una medida, ninguna de esas propiedades tiene sentido, pudiendo hablarse únicamente de la probabilidad de que la partícula se encuentre en cierta posición o posea cierta velocidad o cierto espín (dirección de su momento magnético). Además, el concepto de probabilidad que se

aplica es más riguroso que el que usualmente utilizan los estadísticos. No se trata de que, entre miles de electrones, el cincuenta por ciento tenga espín positivo y el otro cincuenta por ciento lo tenga negativo, sino que cada electrón individual tiene simultáneamente, en potencia, los dos valores, positivo y negativo, y no tomará uno de ellos definitivamente, con un cincuenta por ciento de probabilidad, hasta que un observador externo (un ser humano, por ejemplo), realice una medida para detectarlo. En ese momento, la situación de superposición de estados colapsa en uno de ellos con la probabilidad indicada.

Las consecuencias de la Mecánica Ondulatoria para la visión tradicional del mundo son devastadoras, pues provocan una interacción inesperada entre los niveles microscópico y macroscópico del universo que da lugar a paradojas extrañas, como la del gato de Schrödinger,

Erwin Schrödinger

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propuesta en 1935 por el autor de la Mecánica Ondulatoria [11]:

Supongamos que introducimos un gato en un recipiente perfectamente sellado y aislado de toda influencia externa. Dentro del recipiente se encuentra un átomo radiactivo que tiene un cincuenta por ciento de probabilidades de descomponerse, emitiendo una partícula radiactiva. Si lo hace, un detector atrapa la partícula emitida y provoca la ruptura de una cápsula de ácido cianhídrico, con lo que el gato morirá. Pero si el átomo no se descompone, el gato seguirá vivo. De acuerdo con la Mecánica Cuántica, el átomo radiactivo se encuentra simultáneamente en los dos estados hasta que algún observador externo provoque el colapso probabilístico en una u otra dirección, lo que significa que el gato estará simultáneamente vivo y muerto hasta que alguien abra el recipiente para mirar en su interior.

Incapaz de aceptar el abandono del determinismo, Albert Einstein expresó su escepticismo hacia la Mecánica Cuántica con la frase tantas veces citada: Dios no juega a los dados [12] y dedicó muchos esfuerzos a tratar de echarla abajo. Paradójicamente, sus intentos sólo sirvieron para consolidarla. El más ambicioso fue la paradoja EPR, llamada

así por las iniciales de sus autores, Einstein-Podolsky-Rosen, que la publicaron en 1935. En una de sus formas, esta paradoja dice lo siguiente:

Supongamos que un acelerador lanza simultáneamente, en direcciones opuestas, dos partículas de espines magnéticos contrarios. De acuerdo con la Mecánica Cuántica, las dos partículas tienen simultáneamente una superposición de los dos estados posibles (espín positivo y negativo) con una probabilidad del cincuenta por ciento. En cualquier caso, sus espines serán opuestos. Mucho tiempo más tarde, cuando las dos partículas están separadas por distancias enormes, realizamos una medida sobre el espín de una de ellas y detectamos, por ejemplo, que es positivo. En ese mismo instante, quizá a años-

Albert Einstein

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luz de distancia, la superposición de estados de la partícula gemela debe colapsar al espín opuesto (negativo), aunque la información de que se ha realizado la medida no pueda llegar instantáneamente, ya que no puede transmitirse más de prisa que la velocidad de la luz. La realidad de la paradoja EPR fue comprobada experimentalmente por John Stewart Bell en 1964 [13].

Nos encontramos, por consiguiente, en una situación curiosa: la Mecánica Cuántica, que pretende explicar la estructura microscópica del universo, depende a su vez, para pasar de potencia a realidad, de la existencia de observadores macroscópicos. Tal vez, después de todo, no hace falta un número infinito de niveles para explicar el universo, sino sólo unos pocos, el último de los cuales se explicaría, a su vez, en función del primero. Quizá podríamos representar gráficamente esta situación mediante el antiguo símbolo alquímico de Uróboros, la serpiente que se devora a sí misma.

El tiempo irreversible

La ciencia griega alcanzó cotas inigualadas durante la segunda mitad del primer milenio antes de Cristo, pero también se introdujo en algunos callejones sin salida, que acabaron provocando su estancamiento. Un ejemplo fue su incapacidad de aceptar la existencia de magnitudes irracionales, lo que condujo a problemas irresolubles, como la cuadratura del círculo o la asignación de un valor racional al número pi, que tanto tiempo y esfuerzos desperdiciaron. Otro ejemplo fue la obsesión por la explicación geocéntrica del universo, que sumió en el olvido intentos como el de Aristarco de Samos (310-230 a.C.)

Estamos tan orgullosos de nuestros avances científicos, que en el siglo XVIII inventamos el mito del progreso indefinido. Los pensadores modernos hablan y actúan a menudo como si el desarrollo científico futuro tuviese que continuar indefectiblemente de forma imparable. La Historia, sin embargo, no garantiza ese resultado. El progreso científico se ha detenido más de una vez a lo largo del camino de las civilizaciones, y podría volver a hacerlo.

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Algunos [14] piensan que ya estamos cerca de ese momento, porque pronto llegaremos a saberlo todo y no quedará nada por descubrir. Otras veces se ha cometido este mismo error, notoriamente a finales del siglo XIX, cuando la predicción del fin inminente de la Física fue espectacularmente desmontada por las dos revoluciones de principios del siglo XX: la Relatividad y la teoría cuántica. Pero la ciencia también podría detenerse porque se meta en uno o más callejones sin salida, como ocurrió con los griegos. Quizá estamos ya atascados, sin saberlo, en más de un problema científico.

Me parece que la ciencia actual está bloqueada en dos cuestiones que podrían convertirse, si no lo han hecho ya, en uno de estos callejones sin salida: la primera es la dificultad de los físicos para aceptar la irreversibilidad del tiempo; la segunda es la resistencia de los psicólogos y los biólogos a reconocer la realidad de la libertad humana, la voluntad libre. Los dos casos son semejantes, pues nuestra percepción y sensibilidad se enfrentan a las teorías científicas que, desde Newton y Freud, respectivamente, consideran esas percepciones como ilusiones subjetivas, carentes de realidad, y se empeñan en rechazarlas a pesar de la experiencia común contraria de toda la humanidad.

La ciencia experimental se basa en las percepciones humanas, directas o amplificadas por medio de instrumentos. Resulta contradictorio negar la realidad de algunas percepciones, considerándolas ilusorias, porque se oponen a las teorías. Se transgrede así uno de los principios fundamentales del método científico, que da a los experimentos (percepciones) prioridad sobre las teorías.

En Física, la mayor parte de las ecuaciones y teorías consideran el tiempo estrictamente reversible. Si sustituimos t por -t en esas ecuaciones (es decir, si invertimos la dirección del tiempo) no se observa ninguna diferencia cualitativa. Los físicos han tenido siempre la sensación de que no debería haber diferencia alguna entre el pasado y el futuro. Pero existe una excepción, una ley única, aunque muy importante, que estropea la limpieza de la reversibilidad del tiempo:

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el segundo principio de la Termodinámica.

Reconocido oficialmente desde mediados del siglo XIX, este principio ha venido a convertirse en algo así como la oveja negra de la familia, de cuya existencia muchos físicos se sienten, en el fondo, avergonzados. A veces se intenta paliar el problema afirmando que la diferencia aparente entre el pasado (que conocemos) y el futuro (que se nos aparece abierto y desconocido) puede ser un simple resultado de la introducción en las leyes físicas deterministas de componentes aleatorios y procesos sujetos a la Estadística.

Quizá nos hace falta un cambio radical de paradigma, que abandone la reversibilidad teórica del tiempo, implícita en las teorías de Newton y de Einstein, y realice un cambio tan revolucionario como en su día supuso la Relatividad respecto a la Mecánica clásica.

Determinismo, aleatoriedad y libertad

Pasemos ahora a la segunda cuestión, la voluntad libre. Los científicos materialistas consideran evidente que la libertad humana no existe; que estamos totalmente determinados por nuestros genes, o por el ambiente en que nos movemos y nos han educado, o por ambas cosas a la vez; que la sensación que tenemos de ser libres es un epifenómeno, una apariencia, una ilusión. Aunque las palabras han cambiado, no se trata de una postura nueva, pues se remonta a los orígenes de la humanidad: Todo está escrito. Somos esclavos del destino.

A esto se opone un consenso general de la humanidad que no se basa en teorías científicas ni en razonamientos cuidadosos, sino en nuestra propia percepción: nos sentimos dueños de nuestros actos y capaces de tomar decisiones basadas en la lógica y la ponderación de alternativas, más bien que determinadas por el juego de fuerzas ciegas sobre las que no tenemos control. Esto es palpable, de mil formas distintas, en el lenguaje corriente, que los mismos materialistas utilizan constantemente, contradiciendo en la práctica sus teorías. En

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palabras de Samuel Johnson: Señor, sabemos que nuestra voluntad es libre, y ahí se acaba la cuestión [15].

Para los que creemos que la vida no se acaba definitivamente con la muerte, la cuestión de la voluntad libre es crucial, pues de nuestras decisiones actuales dependerá nuestro porvenir. Cada vez que haces una elección, estás convirtiendo tu parte central, la que escoge, en algo un poco diferente de lo que era. Si consideras tu vida en conjunto, con todas sus innumerables elecciones, toda tu vida estás convirtiendo esta cosa central, bien en una criatura celestial que está en armonía con Dios, con las demás criaturas y consigo misma, bien en una que está en estado de guerra y odio contra Dios, con el prójimo y consigo misma. El cielo consiste en ser una clase de criatura... Ser la otra significa locura, horror, idiotez, rabia, impotencia y soledad eterna. Cada uno de nosotros progresa en este momento hacia uno o el otro estado [16].

Es cierto que nuestra libertad dista mucho de ser perfecta, que existen fuerzas que nos empujan, que tiran de nosotros, que nos mediatizan, pero también es verdad que, ante cualquier alternativa, por nimia que sea, estamos convencidos de que la última palabra es nuestra. Los materialistas suponen que, una vez descontadas todas las fuerzas que nos influyen, no queda nada; el consenso de la humanidad coincide en que nos queda al menos un residuo de libertad, sin el cual no tendrían sentido conceptos como culpa, moral, responsabilidad, justicia, y tantos otros que hacen posible la vida en sociedad.

Todo esto se remonta a la vieja disputa entre los filósofos dualistas (Platón, Aristóteles, Descartes, etc.), para quienes el hombre es un compuesto de cuerpo y alma, y la de los materialistas, para quienes no somos más que materia y con la muerte se acaba todo. Podríamos pensar que la navaja de Occam debería impulsar a los científicos a preferir la segunda teoría, pues recurre a una sola entidad, mientras el dualismo alma-cuerpo precisa dos. Pero hay que recordar que el principio de la parsimonia distingue entre dos explicaciones diferentes del mismo fenómeno, y la postura materialista no explica

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nada, pues se limita a negar la realidad de nuestra percepción de nosotros mismos. Para el materialismo especulativo, la afirmación de que el mundo material es lo único que existe y basta para explicarlo todo, es un axioma, pues no puede demostrarlo. Todo lo que parezca contradecir este principio, como ocurre con la voluntad libre, se considera automáticamente ilusorio e inexistente. El procedimiento dista de ser ejemplar, desde el punto de vista científico.

Un biólogo tan famoso como Francis Crick, descubridor de la estructura del ADN, ha tratado de demostrar la imposibilidad del libre albedrío, aduciendo que su existencia transgrediría el principio de la conservación de la energía, uno de los axiomas fundamentales de la Física, que ha permanecido incólume a través de las revoluciones del siglo XX.

Al menos, en este caso no tenemos una pura y simple negación, sino un intento de demostración basado en razonamientos sacados de las ciencias físicas. Su argumento dice así:

Supongamos que un ser humano tiene que elegir entre dos alternativas diferentes de comportamiento, A y B. Las dos acciones antagónicas se diferencian únicamente en el disparo de una neurona. Si se elige A, la neurona se dispara; si se elige B, no se dispara. Según Crick, si se pudiera elegir entre las dos opciones con libertad, tendríamos una violación del principio de la conservación de la energía, pues la energía precisa para el disparo tendría que aparecer o desaparecer dependiendo, no de la distribución precedente de energías, sino de una decisión tomada a nivel macroscópico (la mente humana) por un ente inmaterial (el alma).

Desgraciadamente para Crick, la ciencia del siglo XX ha dejado de ser determinista. Su argumento pierde fuerza en un universo basado

Francis Crick

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en las paradojas cuánticas, sobre un vacío cargado de potencialidades. En cualquier punto del espacio, puede surgir en cualquier momento un par de partículas virtuales que, bajo determinadas circunstancias, pueden convertirse en reales. Hemos visto que una de las paradojas de la Mecánica Cuántica es la influencia inesperada de los niveles macroscópicos sobre los microscópicos, justamente lo que Crick supone imposible en su tratamiento de la libertad humana.

Por otra parte, el argumento de Crick es incorrecto, pues no tiene en cuenta los avances realizados durante el siglo XX en el estudio de los sistemas complejos. La simulación de enjambres, por ejemplo, en los que gran número de agentes simples interaccionan entre sí, permite detectar comportamientos globales sorprendentemente complicados, que se llaman propiedades emergentes, porque no son predecibles en función del comportamiento de las unidades de rango inferior. En este contexto, la voluntad libre podría ser una propiedad emergente de los sistemas complejos del tipo del cerebro humano. Así como no sabemos explicar la vida estudiando el funcionamiento de las moléculas, tampoco se puede explicar el comportamiento humano analizando las descargas de las neuronas, ni podrá identificarse una decisión concreta con el disparo de una de ellas.

Una vez excluido el determinismo como explicación del funcionamiento del universo, podemos tener la tentación de pensar que la aleatoriedad probabilística resuelve perfectamente el problema del libre albedrío. Esto sería un error, una solución falsa, como ya señaló Kant. En realidad, los términos del problema no son dos, situados en los extremos de un segmento recto en una dimensión, sino tres, que forman un triángulo en dos dimensiones. Uno de sus vértices es el determinismo, el segundo la aleatoriedad ciega, pero el tercero es un indeterminismo ordenado y razonado, que no puede explicarse en función de los otros dos, aunque está indisolublemente unido a ellos, hasta tal punto que resulta dificilísimo separarlos.

En palabras de Martin Gardner: Un acto de libre albedrío no puede estar completamente predeterminado. Tampoco puede ser el resultado

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de la casualidad. De algún modo, es ambas cosas, no es ninguna de las dos. Gardner cree que ...la única solución al problema de la voluntad libre es admitir que no podemos conocer la solución... Ni siquiera sabemos cómo hacer la pregunta. Puede que Dios lo sepa. Puede que no. Cuando no se puede hablar, es mejor callarse [17].

Sin embargo, cabe preguntarse si Dios habrá elegido crear un universo basado en las paradojas y aleatoriedades cuánticas, precisamente para que puedan surgir en él seres conscientes, capaces de actuar con cierto grado de libertad. Creo que todos estamos de acuerdo en que un universo poblado de seres libres es mucho más interesante que uno de autómatas, a pesar de los riesgos que comporta. Quizá Dios juega a los dados para que nosotros podamos elegir. Quizá Uróboros debiera ser el símbolo de nuestra libertad.

Referencias

[1] La Tabla Esmeralda, en Alquimia y ocultismo, Barral, 1973.[2] Geber, Summa perfectionis magisterii, siglo XIV.[3] Diego de Torres Villarroel, La piedra filosofal, siglo XVIII.[4] Ramón Llull, La clavícula, siglo XIV.[5] Nicolás Flamel, Las figuras jeroglíficas, siglo XIV.[6] Basilius Valentinus, Las doce llaves de la filosofía, 1609.[7] John Dalton, A New System of Chemical Philosophy, 1808.[8] Jeremy Bernstein, La décima dimensión, McGraw Hill, 1991.[9] James Joyce, Finnegans Wake, 1939.[10] M.Y.Han, La vida secreta de los cuantos, McGraw Hill, 1992.[11] Roger Penrose, The emperor’s new mind, 1989.[12] Albert Einstein, carta a Max Born, 4 de diciembre de 1926.[13] Jeremy Bernstein, Perfiles cuánticos, McGraw Hill, 1991.[14] John Horgan, The end of science, Addison-Wesley, 1996.[15] James Boswell, The life of Johnson, 1791.[16] C.S. Lewis, Mere Christianity, 1952, libro 3, cap.4.[17] Martin Gardner, The whys of a philosophical scrivener, 1983.

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