periódico en comunidad

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Así rescatamos al Presidente Correa En Comunidad LEY LEY Edición No. 1 • Septiembre 2013 El Ministro del Interior y el 30S José Serrano Salgado hace una lectura política de los sucesos ocurridos hace tres años. Pág. 2 El Comandante General y el 30S El General Rodrigo Suárez Salgado habla por primera vez del sacudón institucio- nal de hace 3 años. Págs. 3-5 El Cabo Primero Cristian Bonilla del GOE, y el Capi- tán Santiago Ordóñez del GIR, fueron protagonistas y testigos excepcionales del 30S. Por primera vez de- tallan cómo protegieron, rescataron y salvaron la vida del Presidente Rafael Correa Delgado. Págs. 10-14 Imágenes del hecho histórico Cristian Bonilla. Estuvo siem- pre con el Presidente. Santiago Ordóñez. Manejó el auto con el que rescataron al Pre- sidente del Hospital de la Policía. Las cifras Entre septiembre del 2010 y septiembre del 2013, la Policía elevó su eficiencia en el con- trol antidelincuencial. Págs. 6-7 Una mirada al pa- sado y presente del 30S. Nuestra Policía Nacional tres años después. Págs. 8-9 2010 2011 2012 Cae la tasa de homicidios en porcentajes

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Revista institucional publicada por el Ministerio del Interior y la Policía Nacional. Especial sobre el 30-S

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Page 1: Periódico En Comunidad

Así rescatamos al Presidente Correa

En Comunidad LEYLEY

Edición No. 1 • Septiembre 2013

El Ministro del Interior y el 30SJosé Serrano Salgado hace una lectura política de los sucesos ocurridos hacetres años. Pág. 2

El Comandante General y el 30SEl General Rodrigo Suárez Salgado habla por primera vez del sacudón institucio-nal de hace 3 años. Págs. 3-5

El Cabo Primero Cristian Bonilla del GOE, y el Capi-tán Santiago Ordóñez del GIR, fueron protagonistas y testigos excepcionales del 30S. Por primera vez de-tallan cómo protegieron, rescataron y salvaron la vida del Presidente Rafael Correa Delgado. Págs. 10-14

Imágenes del hecho histórico

Cristian Bonilla. Estuvo siem-pre con el Presidente.

Santiago Ordóñez. Manejó el auto con el que rescataron al Pre-sidente del Hospital de la Policía.

Las cifras

Entre septiembre del 2010 y septiembre del 2013, la Policía elevó su eficiencia en el con-trol antidelincuencial. Págs. 6-7

Una mirada al pa-sado y presente del 30S. Nuestra Policía Nacional tres años después.Págs. 8-9

2010

2011

2012

Cae la tasa de homicidiosen porcentajes

Page 2: Periódico En Comunidad

2 En Comunidad Especial 30SoPiNióN

30S, el día en que triunfóla democracia en el EcuadorHace tres años, en el Hospital Militar de la Policía Nacional en Quito, en medio de una situación

crítica, la Patria Grande renació gracias al apoyo del pueblo ecuatoriano al proceso revolucionario.

Regreso a los acontecimientos ocurridos hace tres años, cuyo escenario principal fue el Hos-pital de la Policía Nacional y sus inmediaciones, para recordar el

día en que la Patria Grande renació gra-cias a la convicción de un pueblo que desde el 2007 apoya un proceso revolu-cionario cuyo máximo objetivo es y será el lograr una sociedad más justa y equitativa en todos los ámbitos.

Aquel hecho histórico marcó un antes y un después en la Policía Nacional del Ecuador. El 30S evidenció las debilidades institucionales, las cuales en el lapso de tres años de intenso trabajo han sido y seguirán siendo corregidas, con el único propósito de fortalecer el accionar policial para garantizar, entre otros, el derecho a la seguridad ciudadana.

Para alcanzar este propósito, el primer paso que dio el Gobierno Nacional fue dignificar las condiciones humanas y la-borales de los miembros policiales, que durante décadas fueron olvidadas por los gobiernos de turno, a través de una me-jora salarial, entrega de vivienda fiscal, inversión en formación y capacitación profesional, dotación de equipos técnicos y tecnológicos y proporcionando espacios adecuados para su labor y descanso.

Hoy 430 nuevas y modernas Unidades de Policía Comunitaria, UPC, albergan, cada una, a un máximo de 22 policías, desde ahí brindamos a la ciudadanía servicios policiales desconcentrados con calidad y calidez.

Las UPC se han convertido en puntos de encuentro con la comunidad ecuatoriana desde donde trabajamos temas de pre-

vención como charlas de erradicación de todo tipo de violencia, medidas de segu-ridad y autoprotección y los peligros en el consumo de bebidas alcohólicas y sustan-cias estupefacientes.

Pero también se han convertido en cen-tros de operaciones para la investigación e identificación de la delincuencia común y el crimen organizado.

El Gobierno Nacional, a través del Ministe-rio del Interior, con el apoyo de la cúpula policial ha priorizado a partir del 30 S la profesionalización de los servidores poli-ciales, que amparada por la nueva Doctri-na Policial, se orienta en dos ejes funda-mentales: la utilización de conocimientos científicos aplicadas a la seguridad integral y la protección interna para garantizar la

Edición No. 1Septiembre 2013

Concepto y diseño editorialFarola Comunicaciones

Econ. Rafael Correa Delgado

Presidente Constitucional de la República

Dr. José Serrano SalgadoMinistro del Interior

General Superior Rodrigo SuárezComandante General de la Policía Nacional

Dr. José Serrano SalgadoMinistro del interior

En Comunidad LEYLEY

paz y el pleno ejercicio de los derechos y libertades ciudadanas; y el manejo de sa-beres científicos y tecnológicos con apti-tudes, destrezas y actitudes profesionales para la investigación y la acción efectiva en colaboración con la Función Judicial.

Hoy la Policía Nacional del Ecuador está capacitada y especializada en la protec-ción interna, seguridad ciudadana, mante-nimiento del orden público y la paz social, dentro de un contexto de protección de derechos y garantías constitucionales.Todos estos conocimientos son puestos en práctica desde una técnica preventiva, ba-sada en una doble intervención, disuasiva y reactiva frente a la infracción.

Durante todo este proceso de cambio es-tructural de la Policía Nacional hay uno que marca un hito en la historia institu-cional: la separación de 208 policías que irrespetaron los principios y valores con-sagrados en la Constitución, las leyes y la doctrina policial.

Esta autodepuración también responde a la necesidad de consolidar la credibilidad de la Policía Nacional ante la ciudadanía. El 30 S nos dejó lecciones que hemos sa-bido enmendar y superar. Aquel día la democracia triunfó porque el compromiso y la voluntad del Gobierno Nacional, la Po-licía Nacional y la comunidad ecuatoriana se impuso ante los intereses mezquinos de quienes segados por el odio a un proceso revolucionario legítimo intentaron, con in-formación falsa, manipular a un grupo de miembros policiales.

La corresponsabilidad de esta trilogía au-gura escenarios aún más favorables para la seguridad ciudadana y la consecución del Buen Vivir.

Consejo editorial

Camilo MárquezAsesor de Comunicación

Ramiro NúñezAsesor Político

Yamil MurilloDirector de Comunicación

Coordinación editorial:Mónica Gavilanes

Page 3: Periódico En Comunidad

3Especial 30S En ComunidadPErSoNajE

‘El doloroso 30S marcó un giro en la Policía Nacional’El Comandante General de la Policía Nacional, Gral. Rodrigo Suárez Salgado, se refiere por primera vez y en detalle a los hechos que repercutieron a nivel nacional e institucional.

El amor a su familia, a la institución Policial y al país han marcado la vida del Comandante General de la Policía Nacional, General Rodrigo Suárez Sal-gado (Latacunga, 1959).

Tiene 35 años de servicio en la Institución Poli-cial, a la cual llegó gracias al carácter que forjó en él su madre: luchador, esforzado, disciplinado.A los 18 años recibió una carta donde se le no-tificó que por problemas cardiacos, visuales y pies planos no era apto para ingresar a las filas policiales. Con argumentos probó que aquel in-forme era erróneo ya que estaba 100 por ciento preparado física e intelectualmente para ingresar a la Institución.Luego de someterse a nuevos exámenes físicos logró que se revisara su expediente, en el cual se destacó como excelente deportista (futbolista profesional). Desde entonces su trayectoria ha sido un referente para las diferentes promocio-nes de la Policía Nacional.Su destacada formación, su amor por el unifor-me verde aceituna y su trabajo en favor de la seguridad ciudadana le hicieron merecedor del máximo grado jerárquico en la escala profesional de la institución: General Superior de la Policía Nacional del Ecuador. Suárez es el primer oficial que alcanza esa jerarquía en la última década. Un decidido, frontal y trabajador Comandante de la Policía se expresó en los siguientes términos:

¿Qué significa para usted el 30S?Es una fecha dolorosa porque entristece recordar a nuestra Institución en esa situación. El 30S es una fecha nefasta para todo lo significa institu-cionalidad. ¿Cómo fue posible que un grupo de personas afecte a una institución jerarquizada, disciplinada, obediente y no deliberante? Es una fecha que nos recuerda lo que nunca más se pue-de volver a repetir.

Grado actual: General Superior de la Policía Nacional. Cargo Comandante General de la Policía Nacional.

Su ruta profesional

Reconocimientos: Enero 2003: Felicitación pública por el desempeño logrado como alumno del Colegio Inte-ramericano de Defensa en los EE.UU.

Marzo 2013: Condecoración Gran Cruz del Orden y Seguridad Nacional, por cumplir funciones de Comandante General de la Policía Nacional.

Abril 2013: Condecoración al Mérito Institucional “Oficial”. Este logro lo consiguió luego de alcanzar el grado de General Inspector.

Octubre 2013: Condecoración Cruz del Orden de la Seguridad Nacional, luego de cumplir 35 años de servicio en la Institución Policial.

El Comandante General de la Policía Nacional en su despacho. Asumió en agosto del 2013. Pase a las páginas 4 y 5

Foto: En Comunidad

Page 4: Periódico En Comunidad

4 En Comunidad Especial 30SPErSoNajE

“La sociedadecuatoriana escambiante y la

institución Policial debe estar acorde a ella y sus cambios.”

¿Cuáles son las lecciones que dejó el 30S?Que el Mando Institucional debe mantener un canal de comunicación con el personal subal-terno, cosa que hoy sí ocurre, a través de video conferencias, visitas permanentes, además de control y supervisión. Con aquel suceso se evidenció todo lo negativo que había que corregir, sobre todo en aspectos disciplinarios, la forma de actuar de los servido-res policales, una mejor supervisión que siempre debe existir, y la urgencia de aplicar algunos cam-bios en la formación de nuestros policías.

¿A qué aspectos se refiere?A los derechos humanos, a la disciplina, al cum-plimiento de la ley y el mantenimiento del orden, a la preservación de los principios y valores y en el aspecto doctrinario también.

A usted, ¿qué lección personal le dejó el 30S?Una lección personal... Nunca me han hecho esa pregunta. No sé si la respuesta más adecuada es decir que, como institución, la Policía Nacional jamás, jamás puede volver a realizar un acto simi-lar. Por eso hemos adoptado ciertos mecanismos para evitar que eso vuelva a suceder. Si no que-remos que algo así vuelva a ocurrir, tenemos la obligación de tomar acciones.

¿Cómo fue la Policía Nacional antes y cómo es después del 30S como institución?Antes era una institución, digámoslo así, más independiente, sin control en varios aspectos,

como la administración y el Comando mismo de la Policía Nacional. El 30S nos permitió conocer que debíamos hacer varios cambios. Antes, por ejemplo, teníamos un sistema de trabajo y un manejo operativo diferente; hoy tenemos una or-ganización con varios aspectos positivos, uno de ellos, la descentralización de los servicios policia-les. Pasamos de la estructura de los grandes cuar-teles por cada provincia, a la implementación de Unidades de Policía Comunitaria (UPC) en cada subcircuito, las cuales se encargan de proteger a la población en determinado territorio. Hoy tenemos un mejor equipamiento, mejor talento humano, recursos logísticos, tecnología y, sobre todo, en la actualidad se dignifica claramente el trabajo que realizan nuestros policías.

¿Cuál es su opinión sobre las reformas legales que se avecinan y que tendrán incidencia en la Policía Nacional?Estamos a la espera de lo que viene en el Có-

digo Orgánico de las Entidades de Seguridad Ciudadana. De hecho estamos avanzados y pre-parándonos para -cuando salga la Ley- tener la adecuada estructura orgánica de la Institución y desarrollar los reglamentos necesarios que per-mitan su plena ejecución. Se trata de darle una mayor especialidad a la Policía Nacional en su razón de ser: desarrollar las tareas de prevención y tener una Policía más cercana a la población, es decir, tener una Policía Comunitaria.

¿Qué tipo de Institución Policial es la ideal para usted como Comandante? ¿Puede defi-nir este perfil profesional e institucional?Debe ser -y es- una Institución verdaderamen-te respetuosa de los derechos humanos, cuyos procedimientos deben estar siempre revestidos de legalidad. Y la legalidad es observar el debido proceso, es decir, el procedimiento que la Ley le otorga al policía en su accionar. Los policías debemos cumplir lo que la Ley dice, si nos apartamos de ella empiezan los proble-mas. El policía, además, está para hacer cumplir las diferentes leyes, como el Código de Procedi-miento Penal, la Ley de Migración, la Ley de Anti-narcóticos, etc. En este contexto, la Policía debe contar con suficiente recurso humano y con los medios logísticos-tecnológicos que una sociedad exige. Como institución policial nos debemos a la sociedad. En un plano de opinión más personal, considero que los policías debemos actuar siempre acorde con los intereses de la sociedad ecuatoriana.

Sigue en la página 5

El General Suárez está familiarizado con el trabajo intenso y el uso permanente de tecnologías de la comunicación.

Foto: En Comunidad

Page 5: Periódico En Comunidad

5Especial 30S En ComunidadPErSoNajE

Su vida

El Comandante General de la Policía Na-cional nació en Latacunga, hace 54 años.

El General Suárez ha sido un excelente deportista desde su niñez, con una desta-cada trayectoria que le permitió alcanzar la primera antigüedad en el XXVI curso de Estado Mayor. Por ese motivo recibió una condecoración del Gobierno del Perú.

Se licenció en Administración Educativa y se desempeñó como Director General de Operaciones de la institución Policial.

El actual Comandante General ejerció el profesorado en las Escuelas de Especializa-ción y Perfeccionamiento de Oficiales, Su-perior Alberto Enríquez Gallo y Formación de Policías. Realizó varios cursos en Defen-sa, Seguridad Hemisférica y Antiterrorismo.

Fue el primer integrante de su familia en optar por la vida poli-cial. Pero ejerció influencia en su familia: actualmente su hijo, su nuera y un sobrino siguieron sus pasos.

Su familia es el pilar fundamental de su vida. Su hijo estudia para capitán del GIR, y su hija cursa los estudios de Administra-ción. Su gran adoración es su nieta Amely, que tiene nueve meses.

La persona que más influyó en su vida es su madre. De ella aprendió la disciplina como herramienta fundamental para alcan-zar todos los objetivos que se proponga conquistar a nivel personal y profesional.

Además, debemos tener mejores condiciones de vida, no solamente en el campo laboral, sino también en el campo familiar y personal, donde aún falta trabajar. Ahora bien, hay algo importan-te que debo destacar: la Policía Nacional es una institución del Estado ecuatoriano, no de un Go-bierno específico. Entonces, el poder del policía radica en la normativa del país.

¿Cuál es el perfil profesional y humano ideal de un policía ecuatoriano?Ser policías honestos, profesionales, dignos, con una filosofía de servicio y un profundo amor a su institución, a su profesión, a su país, a la socie-dad y a su familia. Expresado así, quizá es pedir mucho, pero ojalá algún día tengamos eso. De-bemos trabajar día a día para que sea así.

En concreto, ¿qué aspectos deben mejorar para elevar la calidad de la tarea policial? Definitivamente hay que seguir fortaleciendo y consolidando el nuevo modelo de gestión operativa basado en el concepto de la Policía Comunitaria; es decir, nos interesa profundizar la idea de tener un policía cercano, un policía del barrio que conoce los problemas del sector donde trabaja. Es el policía que busca solucionar los problemas en conjunto con la comunidad. A la par, seguimos fortaleciendo las otras unidades de inteligencia y anti delincuencial, sin descuidar el reforzamiento del talento humano con tecno-logía y recursos logísticos.

¿Cuál es su balance sobre el combate a la in-seguridad en estos últimos años? Creo que se ha logrado bastante, partiendo de algo que antes no había: una metodología para el registro y levantamiento de la información de todas las noticias delictivas. ¿Qué obtenemos de esto? Todos los datos y la información nos permi-te geo-referenciar el delito.

Es decir, ¿actualmente se tiene mayor cono-cimiento de lo que sucede con la ciudadanía ecuatoriana? Georeferenciar implica muchas cosas, incluido el análisis del delito mismo. Gracias a la infor-mación que obtenemos podemos establecer en qué lugar nos roban, qué día, en qué horario, a quién, cómo roban y qué roban... Por ejemplo, nos interesa saber que uno de los objetos que más roban a las personas es el celular. De esta forma analizamos para conocer estos datos y el levantamiento de la información nos ayuda a realizar análisis delictivos para establecer indica-dores y nuevas estrategias de nuestro accionar.

¿Este sería uno de los principales cambios da-dos en los últimos años?En lo puntual, sí, y en general como Institución hemos mejorado mucho en cuanto a infraestruc-tura, equipamiento y talento humano.

¿Es positivo lo avanzado hasta este momento?Por supuesto. Es imposible no reconocer los grandes avances que hemos tenido en estos tiem-pos como Institución.

Luego de una década, la Policía Nacional tiene un General Superior al mando.

Foto: En Comunidad

Page 6: Periódico En Comunidad

6 En Comunidad Especial 30SCiFraS

159 16

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013

Cae la tasa de homicidos y asesinatosAgosto 2012 - Agosto 2013 / Menos 7% durante el período

2010

2011

2012

Tasa x 100.000 habitantes

Tras los sucesos ocurridos el 30 de septiembre de 2010, la Policía Nacional fortaleció su accionar. Las siguientes estadísticas muestran una parte de la eficiencia y efectividad de la tarea policial.

El trabajo conjunto ofrece muy buenos resultados...

Ing. Javier Córdova UndaViceministro de Seguridad Interna

Apartir del 30 de septiembre del 2010 (30S), la Policía Nacional del Ecuador, con apoyo del Gobierno Nacional, ha vivido profundos cam-bios estructurales que han permiti-

do que actualmente el país presente resultados positivos en la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado.El primero paso que dimos fue dignificar el tra-bajo de los servidores policiales. Atrás quedaron los años en que nuestros policías dormían en colchones viejos y no contaban con la dotación de armamento necesario ni con la debida infraes-tructura y equipamiento tecnológico. Hoy, los responsables de la seguridad ciudadana, quienes día a día ponen en riesgo sus vidas por el

bienestar del país, gozan de salarios y de lugares de trabajo dignos. Las nuevas y modernas Unida-des de Policía Comunitaria, a nivel nacional, no solo son favorables para el trabajo y descanso de los uniformados, también prestan las condicio-nes necesarias para brindar a la ciudadanía los servicios policiales desconcentrados con calidad y calidez.Como bien lo dice la doctrina policial, actual-mente ser policía es, ante todo, una vocación de servicio público en el marco de un Estado de De-rechos. Es un compromiso con el bien común, con el desarrollo de nuestro país, con el bienes-tar de la sociedad y, sobre todo, con la existencia misma del Estado ecuatoriano en el contexto regional y mundial.

Este compromiso se refleja en los resultados al-canzados hasta el momento (ver recuadros pági-nas 6 y 7). Estos logros no serían posibles si no existiera el compromiso y el trabajo planificado entre las au-toridades gubernamentales y la cúpula policial, con el apoyo y confianza del pueblo ecuatoriano. Reiteramos nuestro compromiso de trabajo para garantizar a las y los ecuatorianos, entre otros de-rechos, los que se refieren a gozar de una cultura de paz, integridad personal, seguridad humana, protección integral y armonía con el Buen Vivir.

Page 7: Periódico En Comunidad

7Especial 30S En ComunidadCiFraS

Pichincha 15.25

Guayas 35.97

Azuay4.90

Manabí4.52

El Oro9.04

Otros30.32

Bandas desarticuladasEnero - agosto 2013, en %

100% = 531

Pichincha 21,79

Guayas 21,54

Santo Domingo15.44

Manabí11.46

Azuay4.61

Otros25.16

Bandas desarticuladasEnero - diciembre 2011, en %

100% = 803

Pichincha 19.37

Guayas 29.34

Santo Domingo5.60

Manabí6.16 El Oro

7.95

Otros31.50

Bandas desarticuladasEnero - diciembre 2012, en %

100% = 893

Fuente: Mando Integral - Policía Nacional del Ecuador

Detenidos nacionales

Recapturado nacional

Detenidos provinciales

TOTAL: 182

Resultados del Plan de recompensasMás Buscados

2011- 15 de septiembre de 2013

2011

2012

2013

2013

2011

2012

2013

2011

2012

2013

Incautación de drogaEnero 2011 - 15 de septiembre 2013

En toneladas métricas

26,98

42,9438,33

2011

20122013

Detenidos por tráfico ytenencia de droga

Enero 2011 - 15 de septiembre 2013

4.336

5.331

4.344

Page 8: Periódico En Comunidad

8 En Comunidad Especial 30S

El 30S del 2010...

EL ZooM

Fotos: archivos particulares

Page 9: Periódico En Comunidad

9Especial 30S En Comunidad

...El 30S en la actualidad

EL ZooM

Fotos: Ministerio del interior

La sociedad ecuatoriana cuenta con una Policía Nacional civil y comunitaria, altamente capacitada en temas de prevención y equipada técnica y tecnológicamente para combatir la delincuencia común y el crimen organizado.

Page 10: Periódico En Comunidad

10 En Comunidad Especial 30STESTiMoNio

El 30 de septiembre de 2010 (30S) el Ecuador se conmovió. Un grupo de policías se insubordinó ante el po-der político democráticamente cons-

tituído y desencadenó una seria de hechos graves para la sociedad, para la Institución Policial y riesgosos para la democracia. La gran historia del 30S está en construcción. En el plano de la reconstrucción de los hechos hay un largo trecho por recorrer. Por ejemplo, muy poco se sabe del grupo de Unidades Espe-ciales de la Policía que actuó para defender la democracia y el orden público. Estas líneas calzan en ese esfuerzo. Este testimonio inédito permite adentrarse en los sucesos que escalaron al nivel más alto hasta involucrar al propio Presidente Correa. A continuación el Teniente Santiago Xavier Or-dóñez Rosemberg (SO) y el Cabo Primero Cris-tian Byron Bonilla Lescano (CB) -protagonis-tas y testigos únicos- narran cómo protegieron la vida del Presidente, cómo le rescataron y cómo llegó al Palacio Nacional:

‘Le entregamos al señorPresidente, sin novedad’

En este testimonio excepcional se descubren los detalles nunca divulgados del secuestro y rescate del Presidente Rafael Correa.

CB - Soy Cristian Bonilla (Ambato, 1980), Cabo Primero de la Policía Nacional, pertenezco al Grupo de Operaciones Especiales (GOE). El 30 de septiembre de 2010 estaba de servicio, dis-puesto a una práctica de tiro en la Escuela Supe-rior Militar (ESMIL), en Parcayacu. El día anterior me habían indicado que fuera con ropa cómoda (pantalón, camiseta, etc.) para esa actividad que empezaría a las 8 de la mañana. Yo formaba par-te de la Seguridad del señor Presidente Correa. A esa hora estábamos reunidos con el personal de la Presidencia para dicha práctica y justo ese momento se escuchó en la radio que algo pa-saba en Quito y la práctica se suspendió. Estaba al mando de mi Mayor Montenegro -miembro del Ejército y del Cuerpo de Seguridad del Presi-dente- quien ordenó que nos movilicemos hacia el Regimiento Quito, pues ahí estaba el Presi-dente dando un discurso. Hasta ese momento no sabíamos qué sucedía y desconocíamos las razones por las que se encontraba ahí el señor Presidente. A las 8 y media de la mañana, el esce-nario era un caos, quemaban llantas en la parte

Foto: En Comunidad

El Cabo Primero Cristian Byron Bonilla Lescano (izq.) y el Capitán Santiago Xavier Ordóñez Rosemberg revelan hechos inéditos del 30S.

de afuera, había manifestaciones; fue lo primero que vi cuando llegué al Regimiento Quito.SO - Soy Santiago Ordóñez (Quito, 1979), ca-pitán de la Policía Nacional y miembro del Gru-po de Intervención y Rescate (GIR), especialista en Operaciones de Protección y Seguridad. Por disposición de la Casa Militar debíamos estar a las 8 de la mañana en la ESMIL, punto de en-cuentro de los miembros de la Seguridad del señor Presidente. Cuando salí de mi casa oí en la radio lo que pasaba en el Regimiento Quito; en eso recibí una llamada de mi Almirante San-tiago, entonces Jefe de la Casa Militar, quien me comentó: “teniente (esa época era teniente), ¿sí está escuchando la radio, verdad?, ¿sabe lo que está pasando con su institución?, ¿usted está trabajando con nosotros, no?, ¿sabe de qué lado está?”… Le respondí: “Tranquilo, mi Almirante, soy responsable de mi gente y sabemos qué te-nemos que hacer”. Contestó: “Entonces le hago responsable de lo que pase…”; éramos policías, alrededor de 15 personas.Casi al llegar a la ESMIL recibí la llamada del Capitán Celi: me indicó que no vaya hacia allá, que todos debemos reunirnos en el Palacio de Gobierno. Cuando llegué a Carondelet ahí esta-ba mi capitán Oswaldo Mora (entonces Teniente

Page 11: Periódico En Comunidad

11Especial 30S En ComunidadTESTiMoNio

Foto: En Comunidad Foto: En Comunidad

20 de mayo del 2013: Condecoración al Valor por los actos excepciona-les en el desempeño de sus funciones específi-cas y por precautelar la integridad del señor Presidente de la República, Economista Rafael Correa.

29 de febrero del 2008: Condecora-ción al Mérito Profesional “Caballero” por aprobar con calificación sobresa-liente el décimo Curso de Perfeccio-namiento.

22 de agosto del 2005: Diploma del X curso y III Internacional avanzado de Intervención.

20 de mayo del 2013: Condecoración al Valor por los actos excepciona-les en el desempeño de sus funciones específi-cas y por precautelar la integridad del señor Presidente de la República, Economista Rafael Correa.

14 de abril del 2011: Felicitación pública solemne por su actuación en la custodia, evacuación y protección del Presidente de la República, Rafael Correa, el 30 de septiembre del 2010.

15 de marzo del 2010: Curso especializado de Búsqueda y Rescate Subacuático.

Santiago Ordóñez: experto del GIR. Cristian Bonilla: comando del GOE.

Hoja de vida Hoja de vida

¿Qué pasó cuando el Presidente llegó al Hospital de la Policía? El escenario cambió drásticamente: no pudo salir de ahí. Entonces, con mi compa-ñero Giovanni Molina -por nuestra condición de policías no podíamos hacer nada sin autoriza-ción de la Casa Militar- pedimos a mi Subcoman-dante de Casa Militar que nos permita realizar algunas acciones… CB - Hacia las 9 de la mañana, cuando llegamos al Regimiento Quito, el Presidente trataba de ha-blar con el personal policial ahí reunido; unos gritaban y silbaban, otros abucheaban, algunos querían escucharle… había de todo. Se buscaba un altavoz para el Presidente, nadie ayudó. Entonces, alguien de la Seguridad pro-puso que el Presidente, junto con el doctor Gus-tavo Jalhk, suban al segundo piso del Edificio del Regimiento Quito y hable desde ahí. Así lo hizo, luego se sacó la corbata. Yo escuchaba en la parte de abajo, esperando que se calmen los ánimos; sabíamos que los compañeros policías estaban armados y que alguien quizá podía oca-sionar una tragedia. Casi todos tenían información parcial. Mucha gente fue llevada por otros compañeros que re-cién se enteraban de lo que pasaba. En general, les animaba la defensa de algunos beneficios que teníamos. Pero el Presidente también tenía su criterio: se nos estaba beneficiando bajo otra modalidad. En ese momento no hubo ningún acuerdo. El Presidente se retiró la corbata y la gente se exaltó. Él estaba recién operado y no podía caminar bien, necesitaba muletas y gente que lo ayude, ahí hicimos los primeros cercos. En ese momen-to el Capitán Celi me dijo: “Usted, que es policía, ayúdeme a buscar una puerta de salida porque la principal está obstruida”. Me fui hacia arriba, hacia el GOE, sabía que ahí había una puerta de salida, desgraciadamente, semanas atrás le ha-bían sellado. Luego hablé con mi Mayor Miño para que nos ayude tumbando la pared, pero no había tiempo. Me desplacé al otro lado del Regi-miento donde había salida a través de una malla. Regresé para decirle que era imposible. Cada quien daba su opinión teníamos comunicación confusa, la gente nos empujaba.SO - En ese momento se vio que no había un plan de contingencia para ese tipo de sucesos; cuando se tiene un plan de seguridad se hacen las adaptaciones pero los procedimientos gene-rales permiten saber qué hacer.CB - Fue ahí cuando vimos como le lanzaban gas al señor Presidente. A las 10 de la mañana, en el helipuerto del Regimiento Quito, buscan-do una salida, pero todo el mundo corría sin saber qué hacer. Unas motos cerraban el paso hacia la salida del hospital, en eso vino alguien y dijo: “les vamos a ayudar, vengan por la parte de acá para que salgan, fue cierto: un grupo de compañeros militares nos ayudó a abrir la puer-ta, bajamos al Presidente en andas y llegamos a la puerta del hospital. Ahí, la mayoría de la Segu-ridad Presidencial nos contactamos otra vez. En

de Navío), quien reunió al Grupo de Seguridad Presidencial para saber qué pasaba y organizar grupos que informen desde los puntos donde se apreciaban los mayores problemas: Regimiento Quito, Aeropuerto, Ministerio de Defensa, etc. También se envió gente para que informe qué pasaba en Guayaquil, Cuenca.Empezamos a mandar gente al Hospital de la Policía para tratar de sacar de ahí al Presidente, llegó información de que varios policías motori-zados venían a tomarse el Palacio de Gobierno. La presión de la Seguridad Presidencial recayó sobre nosotros, se nos pidió recabar datos de fuentes policiales para planificar, pero todo era un caos total.

la puerta recibí una orden: “Tú hazte cargo y no permitas que nadie ingrese por esta puerta (de emergencia)”, fue la disposición de mi almirante Santiago. Estaba con dos compañeros militares, sabía que los compañeros policías podían identi-ficarse pero no podían ingresar. En ese momen-to, el señor Presidente estaba asfixiándose, esta-ba mal, aparte, tenía la dolencia de la pierna y estaba siendo atendido. Media hora después co-municaron al Presidente que le iban a trasladar al segundo piso; igual, gente que se apostaba en las ventanas gritaba que salga. Le trasladamos al segundo piso, a una habitación del ala izquierda del hospital; había una puerta de emergencia por donde comenzaron a asomarse miembros

Page 12: Periódico En Comunidad

12 En Comunidad Especial 30STESTiMoNio

El Cabo Bonilla y el Capitán Ordóñez rinden testimonio de su participación durante las trágicas horas del 30 de septimbre del 2010.

policiales con capuchas. Por tanto, era muy di-fícil y peligroso quedarnos ahí en esas condi-ciones, aunque algunos compañeros militares que estaban a cargo del señor Presidente eran menos pesimistas. En todo caso, unos señores del hospital nos ayudaron a subir al tercer piso, a la parte derecha. Había una puerta de ingreso y dos habitaciones al final del pasillo. Me ordena-ron cuidar la puerta de acceso. Ahí fue colocado el señor Presidente, luego llegaron asesores, de la fuerza de seguridad no éramos muchos. Era casi mediodía, estábamos relativamente tranqui-los: había una puerta de seguridad, nadie pudo ingresar sin autorización de los miembros de Se-guridad. Se apostaron más compañeros en esa puerta y en la puerta de cristal.SO - ¿Qué pasaba ese rato en el Palacio de Go-bierno? Nos acercamos al Subcomandante de la Casa Militar, al ver que el hospital estaba tomado por policías y era difícil el acceso. Los policías sabían quiénes eran de la Seguri-dad, quiénes trabajaban con el Presidente, por eso pedimos autorización para ir –conocíamos el hospital- para tratar de encontrar medidas de evacuación para el señor Presidente. Cuando nos acercamos al hospital subimos a pie, todo era un caos, jalando dedo, una camio-neta nos dejó en el hospital. Estábamos de civil y fue fácil ingresar. Distribuí al personal: unos se quedaron en el cerco exter-no, yo fui al cerco interno para ver la situación. Era la una y media de la tarde. Para eso ya había avanzado personal de Seguridad del Presidente, no tan cerca pero alrededor del hospital. Con-tacté con mi Mayor Mora a quien informé de la situación, también a mi mayor Celi. Entré al hospital sin mayor problema porque me iden-

tificaron como policía, no como miembro de la Seguridad de Presidente, porque había llegado tres meses antes. Me identifiqué como miembro del GIR y dije que venía con una emergencia; me dejaron pasar, todos estaban encapuchados y era difícil identificarles, además yo no iba para identificar personas, el fin era identificar rutas. Subí al piso donde estaba el Presidente; fui a la terraza para ver si se podía hacer una evacuación aérea.Ahí contacté con el Capitán Celi y me dijo que ayude a sacar al Presidente. Vi el movimiento donde estaba el Presidente, había un gran cerco; la Seguridad Presidencial y los médicos tranqui-lizaban a la gente que estaba afuera, explicaban que era una casa de salud, que había gente en-ferma. Al interior estaba calmado. Hacia las tres y media de la tarde salimos a la parte externa y vimos que un grupo de gente -con banderas- su-bía para apoyar al Presidente. Los policías empe-zaron a lanzar bombas para replegar la marcha. En el plano de la seguridad, aquel escenario se complicó más porque se cerraron las rutas de evacuación que habíamos visto temprano para sacar al Presidente; los manifestantes llegaron por distintos lugares y cercaron el hospital. El ambiente era muy violento y era difícil el paso. A las cinco y media de la tar-de todo estaba totalmente complicado. En eso, desde la terraza del hospital, vimos que helicópteros militares aterrizaban en el Colegio Mi-litar. Luego supimos que los militares buscaban algún tipo de opción.¿Cuál era el escenario a las

seis de la tarde? Muy complicado, se escuchaban disparos, había más agresión entre manifestan-tes y policías, el uso del gas era descontrolado, se veían los impactos de proyectiles en los vi-drios del Hospital Metropolitano. Si hasta ese momento pensábamos que la única manera de sacar al Presidente era vía helicóptero, improvi-sando un helipuerto, a las seis y treinta esa idea colapsó: entraba gente al hospital, donde estaba el Presidente (creo que él les llamó para que le expliquen qué estaba pasando).CB - Hacia las dos de la tarde llegó algo de co-mida para el Presidente, le dejaron una bandeja, pero su edecán ordenó que le retiren; sospecha-ba que podía tener algo dañino. Veíamos por TV los saqueos en Guayaquil, el caos en Quito. Mi comandante estuvo en contacto por radio, tra-tando de comunicarse, buscando una ruta para sacar al Presidente, no había manera. El Presi-dente hizo dos o tres apariciones por la ventana, yo estaba a sus espaldas y se molestó con no-sotros porque no le dejamos salir, obviamente, por razones de seguridad; hasta cierto punto se disgustó porque le dijimos que no había cómo hacer eso. Llegó el Ministro Patiño. Mi Coman-dante General trataba de calmar las cosas, hubo reuniones de miembros policiales con el Presi-

dente. Tres grupos subieron a hablar con él: entraban tran-quilos, al salir se iban más dis-gustados, bravos. Alguno dijo: “no sé qué hacemos aquí” y se fue.SO - No podían entrar enca-puchados a hablar con el Pre-sidente, todos tenían unifor-mes, eran de distintos rangos

Foto: En Comunidad

“Llegó comida para el Presidente en una bandeja;

su edecán ordenó que le retiren: todo

era sospechoso”

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policiales. Yo me encargué de ver que tengan sus credenciales, que tengan sus uniformes. Pero hubo también personal vestido de civil, un mi-litar registraba sus nombres. Las conversaciones del Presidente con esos grupos fueron a puerta cerrada, nosotros, afuera, nunca supimos de qué se habló. A quienes entraban, algunos les aren-gaban diciéndoles: “no te dejes convencer”. A las seis media de la tarde, unos encapuchados entraron corriendo y disparando. “Esto se c…, vienen los militares”, dijo. Yo estaba en la parte externa del círculo interno, es decir, entre la pre-vención del hospital y el hospital. Ví un herido que entró a emergencia. “Vienen los militares no les dejen entrar, vienen disparando”, dijo otro policía. Hablaban por radio. Inmediatamente subí donde estaba el Presidente.CB - Aproximadamente a las 6 de la tarde apare-cieron policías con el distintivo de GOE y decían que venían a sacar al Presidente. Se tomaron el segundo y tercer piso distribuyendo a la gente casi en hilera. Mi mayor Miño estaba dispuesto a sacarlo pero no tenían el ingreso, se le consultó a mi Comandante, hubo la apertura; habló con el Presidente para sacarlo del lugar, le indicó cómo tenia distribuido el personal para el ope-rativo. Fueron miembros del GOE y del GIR, que también ingresaron al sitio, quienes intentaron sacar la primera vez al Presidente.SO - Me dejaron ingresar, subí corriendo y le indiqué a mi Capitán: ahora ya es más compli-cado sacar al Presidente, entraron disparando al interior del hospital, en la radio se oye decir “hay que matarlo”, llegaron los militares, todo colapsó, hay violencia, bombas de gas, agresión física, los policías llegaron disparando, con un herido, y bloquearon todas las salidas. Ahí se conmocionó todo, todo el mundo comenzó a disparar. Cuando ingresé a la sala donde esta-ba el Presidente vi que el cabo Cristian Bonilla ayudaba al señor Presidente a sentarse en una silla de rue-das, comenzamos a evacuar el tercer piso, no teníamos un plan establecido, el momen-to en que estábamos sacando al Presidente se apagaron las luces; había gente del GOE alrededor.CB - Ese momento, el señor Presidente de la República ya no quería caminar, le subimos a la silla de ruedas, sonaron disparos y una bom-ba reventó cerca de la silla de ruedas; escucha-mos pa-pa-pa-pa, eran disparos y empezamos a correr con la silla de ruedas…SO - Estábamos el cabo Gallegos, Geovani Moli-na, Cristian Bonilla, mi capitán Rocha del Ejérci-to, Piedra, Quiroga, el doctor Pancho de la Torre. Tomé la silla de ruedas para evacuar al Presiden-te, y a lo que íbamos saliendo, nos botaron una bomba de gas aún en el tercer piso, ahí estaban periodistas y fotógrafos; se rompieron vidrios y se oía disparos de gente que subía por las gradas

principales, ya no pudimos evacuar por ese lado. Entonces fuimos a la sala de neonatos, donde, gracias a Dios no hubo ningún niño prematuro. Una enfermera, aparecida del cielo, nos abrió la puerta y entramos. Le dijimos que estábamos con el señor Presidente; nos llevó a una esqui-na de la sala, cerramos la puerta y apagamos la luz… Ella nos salvó la vida. Vino mi mayor Miño y le dio un casco y un chaleco al señor Presiden-te. El escenario de violencia era increíble: por efecto de los disparos las ventanas se iluminaron como en las películas. Pasamos de 15 a 20 minu-tos con la luz apagada.Estando ahí buscábamos un alicate para zafar los pies del Presidente que estaban atados a la silla, eso le provocaba mucho dolor en sus rodillas,

pero no había manera. En ese momento de tanta adrenali-na, al doctor De la Torre se le ocurrió hacer una oración, re-zar un Padre Nuestro. Todos los que estuvimos ahí pen-samos que no íbamos a salir vivos. Junto con el Presidente estábamos: mi comandante Andrade, Cristian Bonilla, el cabo Gallegos de la FAE, Geo-vani Molina, mi capitán Rocha

del Ejército, Piedra, Quiroga, el médico del Pre-sidente y el doctor De la Torre. Eran como las 8 de la noche. Estábamos en una situación de extrema vulnerabilidad: ¡alguien podía abrir la puerta, disparar una ráfaga, y todo habría termi-nado así sin que nadie sepa qué pasó y ya! En ese momento de tanta adrenalina, sin embargo, hubo un breve tiempo para pensar en la familia, en nuestros hijos, en nuestros padres. El doctor De la Torre rezó el Padre Nuestro, nosotros le escuchábamos. Luego el señor Presidente nos agradeció, nos dijo: “yo les agradezco por su

lealtad, por estar aquí”. Añadió: “si salgo vivo de aquí nunca me olvidaré de ustedes”. Nosotros le dijimos que esté tranquilo, que proteger su vida era nuestro trabajo, que para eso estábamos, que no se preocupe. Entonces remarcó: “muchas gracias por su lealtad”. En realidad, en nuestro fuero interno, creo que todos los allí presentes esperábamos un desenlace fatal. Admitíamos la posibilidad de que nos maten. En medio de este escenario desolador, reaccio-né y le dije a mi Comandante: “yo conozco este lugar porque mis hijos nacieron aquí”. Sabía que al lado de la sala había una bajadita para salir con el señor Presidente. Me adelanté, bajé y me topé con miembros del GIR. Les pregunté: “¿qué hacen aquí?”. Me respondieron: “buscamos al Presidente”. Entonces les dije: “suban conmigo”. Ahí comenzamos la evacuación. La enfermera milagrosa nunca más apareció.CB - Salimos de la sala de neonatos y empeza-mos a evacuar el lugar cuando ya había un cer-co de seguridad para el Presidente. Cuando me encontré con los del GIR me comentaron que habían tenido un serio problema con miembros del GEO pues les habían querido desarmar. El problema era entre militares y policías: los del GEO querían desarmar a los del GIR pensando que estaban contra el Presidente. Cuando llega-ron les dije a los del GIR: suban para sacar al se-ñor Presidente. Me dicen: “ya mi comando”. An-tes subí yo y le digo a mi Comandante Andrade: “está listo, salgamos. Él me dice: “no, tengo la disposición de salir solo con los del GEO”. “Pero mi comandante –le dije- está asegurado”. En eso se presentó el mayor Apolo del GEO y dijo: “Se-ñor Presidente, son del GEO, estamos listos para su evacuación”. Así empezó el operativo.SO - Cuando empezamos a salir hubo la triful-ca total: querían llevar al Presidente pero no se sabía a dónde. La misma silla de ruedas del Pre-

El Capitán Ordóñez dibuja el mapa de evacuación del Presidente en el hospital.

Foto: En Comunidad

“Una enfermera, aparecida del cielo, abrió la puerta, nos llevó a una esquina y apagamos la luz… Nos salvó la vida.

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Los dos miembros de la Policía Nacional recuerdan los momentos dramáticos del 30S.

El Cabo Bonilla y el Presidente Correa, el momento de su ingreso al Palacio Nacional.

sidente era halada por gente del GEO y del GIR. Decidimos proteger más al Presidente, Cristian estaba siempre detrás de la silla. Los del GEO querían sacarle por las gradas principales, por donde ya hubo la balacera. Les dije que por ahí no llegaremos a ninguna parte. Les quité la si-lla de ruedas donde estaba el Presidente, justo en eso llegaron los del GIR. Reconocí a uno de ellos. “Guzmán –le dije- tú eres del GIR, ayú-danos a evacuar al Presidente por la salida de emergencia. Cuando llegaron los del GIR me sentí más tranquilo porque es mi gente. Cuan-do comenzamos a salir, la gente apostada dentro del hospital nos golpeó, nos insultaron, nos di-jeron “desleales” y cosas por el estilo. Al llegar al borde de la puerta de salida de emergencia nos topamos con que no había un conductor.CB - En la salida de emergencia del hospital aún no teníamos escudos que nos protegieran. El Presidente y nosotros estábamos expuestos. Luego llegaron, justamente cuando comenzaron los disparos desde las partes aledañas y altas. Gritábamos pidiendo ayuda. En la salida de la evacuación no había militares, solo mi capitán Quiroga, quien estuvo hasta el último con no-sotros. El señor Presidente se mostraba bastan-te tranquilo, tenía un casco, máscara. No decía nada; él vio todo lo que pasó.SO - Hay imágenes donde se ve que los policías retroceden y llegan los escudos para proteger-nos, eran del GOE y del GIR. Cuando me dicen que no hay conductor, decidí conducir yo y an-tes de subirme al vehículo un policía empezó a dispararme, gracias a Dios no me pegó. Llegué al auto y no había la llave, los del GIR ven eso, gritan y ponen sus escudos. Alguien dice: “tran-quilo, mi comando, nosotros le protegemos”. En eso, alguien tira la llave y me dicen: “mi coman-do ahí la llave”. Encendí el motor, pero la trasmi-sión automática del Nissan Patrol estaba trabada. Puse en “D” y sonó pero empezó a andar. Fue

cuando grité: “listo, embarquen al Presidente”.CB - Estaba mi capitán Díaz también. Subimos al señor Presidente por el asiento de atrás. Para protegerle le pusimos en el piso, le viramos la silla y le abracé. Le dije: “señor Presidente, esté tranquilo, no puede moverse”. Le llevamos con el capitán Quiroga; eran las nueve de la noche.SO - Empecé a salir cobijado por un un escu-do humano, cuando giré en el parqueadero vi que empezaron a disparar a un carro del GEO que estaba parqueado en la salida principal del hospital, por donde ellos querían sacar al Pre-sidente, se desató fuego cruzado con munición real. Cuando llegué a la puerta principal no pude salir; estaba bloqueada con piedras. Di retro y los del GIR levantaron el obstáculo. Al frente vi que un Trooper rojo empezó a dispa-rarme. Puse retro y evadí los disparos haciendo un zigzag. Logré salir a la avenida Mariana de Je-sús. Ahí Froilán Jiménez me dijo: “tranquilo mi comando, yo protejo su ventana”; él estaba con el escudo. Veía por los retrovisores y escuchaba que me estaban disparando. Salimos y vi caer a Froilán; pensé que le topé con el carro por la maniobra que hice (luego me enteré que había caído por un impacto de bala y falleció). Nunca imaginé que iba tan rápido, pensé que nos se-guían porque escuché las municiones. Me subí a las veredas pues había vehículos cruzados. CB - Casi se vira el carro, pero no le dejamos levantar la cabeza al señor Presidente, yo le tenía abrazado, le decía: “tranquilo señor Presidente”. Él nunca dijo nada. Hasta ese momento no ha-bíamos recuperado la situación normal. SO - En la avenida América y Selva Alegre la cosa empezó a calmarse un tanto. Detuve el auto porque sentía que golpeaban la ventana… ¡era mi capitán Yépez, quien durante todo ese tra-yecto se había quedado colgado de la ventana! Abrimos la ventana y el Presidente ordenó que se suba. Ahí me comentó: “bajaste rapidísimo

por la América, a unos 80 km por hora, y casi te pegas contra un carro”. Muchos vehículos esta-ban cruzados sobre la avenida como barricadas.CB - Le preguntamos al señor Presidente si se encontraba bien, dijo que sí. Le pregunté a dón-de vamos: “Al Palacio”, dijo. En ese momento el Presidente volvió a preguntar quiénes éramos, de dónde éramos. Y por primera vez revelo aquí un hecho inédito que casi nadie sabe: al señor Presidente se le fueron las lágrimas. “Estoy vivo –dijo-, todos estamos bien”. Me tomó del bra-zo, yo le dije: “soy Cristian Bonilla, soy del GOE, soy policía”. También se apoyó en el hombro de mi teniente Ordóñez y le dijo: “¿quién eres tu?” “Soy Ordóñez, de la policía”, respondió. SO - Nos preguntó si hay muertos, si hay he-ridos. Ese momento no teníamos información. Nos dirigimos al Palacio Nacional. Seguí condu-ciendo. La gente, el pueblo, al ver la caravana se lanzó a las calles; el Presidente quiso salir pero no le dejamos, no era seguro, incluso en la Pla-za Grande. Hice una maniobra de distracción indicando que el Presidente venía en el auto de atrás, todo el mundo se desplazó y así pude entrar al Palacio Nacional. Le dije: “señor Presi-dente, espero que nunca se olvide que los que le sacamos fuimos policías”. Él comentó: “nunca me voy a olvidar”.CB - Llegar con el Presidente al Palacio Nacio-nal fue gratificante, porque el trabajo de tantos años de preparación en el GOE y en el GIR estu-vo bien encaminado, fue bien hecho.SO - Una vez en la cochera de la Presidencia, yo bajé del auto y le dije a mi Almirante Santiago: “le entrego al señor Presidente, sin novedad”. Enseguida se bajó el Presidente, le recibió el al-mirante Santiago. Ahí mismo me quisieron sacar del lugar porque estaba de civil, pero el señor Presidente les dijo “a él no le topan, viene con-migo”. Entonces subí en el ascensor con él.CB - Yo no pude subir, luego el señor Presiden-te salió con sus muletas y me dijo: “ven conmi-go”. Me tomó del hombro y caminé junto al Pre-sidente, mientras de la parte de atrás me halaban la camista. Decían: “es policía, retírenlo”. SO - Simplemente nadie sabía lo que nosotros habíamos hecho: cuidamos y rescatamos al se-ñor Presidente de la República, Rafael Correa, y le llevamos vivo al Palacio Nacional.

Foto: En Comunidad

Foto: archivo particular

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15Especial 30S En ComunidadDoCTriNa

El principal cambio estratégico de la Policía Nacional del Ecuador en los últimos años radica en el enfoque de su trabajo diario y permanente con la comunidad ecuatoriana. Así lo mani-

fiesta el Coronel Edmundo Moncayo, Director de la Policía Comunitaria. Esta transformación se gestó, esencialmente, a raíz del 30 de septiembre de 2010 (30S), una fecha que marca el cierre de una era y el inicio de una nueva época para la Institución Policial. Antes de esa fecha, la Policía Nacional tenía un concepto rector que giraba alrededor de la segu-ridad nacional y era más represiva. A partir del 30S, el accionar dio un giro hacia la prevención y el desarrollo de la doctrina de la seguridad ciuda-dana con el propósito de proteger a la población. Este cambio histórico y estratégico trajo grandes beneficios a la Institución, mejorando la digni-dad de los policías. “Hoy contamos con herra-mientas que nos permiten desempeñar mejor nuestro trabajo: buenos vehículos, camionetas, motocicletas, lanchas, tecnología de primera ge-neración, etc.” A este refuerzo evidente se suma una sustancial mejora de las instalaciones donde funciona la Policía Comunitaria, que cuenta con todos los servicios básicos que permite a los po-licías cumplir correctamente su trabajo.Más allá del factor logístico y material, sin em-bargo, el principal logro que destaca el Coronel

El actual concepto de laPolicía Comunitaria radica en una filosofía de trabajo y un nuevo modelo de gestión. Todo esto se desarrolla a raíz del 30 de septiembre de 2010.

Moncayo es una excelente trilogía de trabajo entre las autoridades gubernamentales, la insti-tución policial y la comuni dad. Actualmente se realiza un trabajo conjunto y la comunidad mira a la Policía como una institu-ción amiga en la que puede confiar cada día más. La Policía Comunitaria hoy en día es el punto de seguridad, encuentro y trabajo permanente hacia la comunidad”.

La nueva esencia del policía comunitarioAtrás quedó el concepto de pensar en la seguri-dad como el fin para obtener ciertos resultados. Para la nueva Policía Comunitaria, lo esencial ahora es la cercanía con la comunidad que se constituye en la principal motivación de la poli-cía: estar junto a la gente en su diario vivir. Gracias a los cambios ejecutados la relación de la Policía Nacional con la comunidad ecuatoria-na ha ido mejorando y se ha visto fortalecida. Este giro estratégico se refleja muy bien en el

La Policía Comunitaria está al servicio de la sociedad

grado de credibilidad alcanzado por la Institu-ción: actualmente se ubica en el segundo lugar a nivel de toda América Latina, con el 50% de aceptación, solo superada por Uruguay (53%).Este dato corresponde a un sondeo realizado por Latinobarómetro, ONG con sede en Chile. De acuerdo con el nuevo modelo de gestión, la Policía Nacional del Ecuador actúa de forma pre-ventiva, disuasiva y reactiva. En el área de pre-vención, por ejemplo, los policías ecuatorianos han elevado su profesionalismo y trabajan con la comunidad en tareas de capacitación, temas de autoprotección, prevención de violencia intrafa-miliar, cómo evitar el consumo de drogas, etc.

“actualmente tenemosherramientas que nos permiten desempeñar

de mejor forma nuestro trabajo cotidiano”.

Fotos: En Comunidad

Coronel Edmundo Moncayo,Director de la Policía Comunitaria

Las Brigadas de Seguridad se mantienen muy activas en el Ecuador.

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