periódico parroquial comunidad #90

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Monterrey, N. L ., México Marzo de 2013 No. 90 M uy queridos hermanos y hermanas en el Señor: Dios nos ha permitido, en su amor infinito por nosotros, vivir en este mes de Marzo dos acontecimientos de gracia para bien de toda su Iglesia. Cronológicamente el primero fue la elección del Papa Francisco el 13 de Marzo, tras las votaciones que los Cardenales de la Santa Iglesia realizaron en el Cónclave efectuado en la Capilla Sixtina. “Habemus Papam…” anunció en su momento el Cardenal francés Jean-Louis Tauran. Y nos señaló que los Cardenales electores, inspirados por el Espíritu Santo habían elegido al Arzobispo de Buenos Aires, Argentina, Monseñor Jorge Mario Bergoglio y que había tomado el nombre de Francisco. Es el primer Papa latinoamericano, es el primer Papa jesuita, quien ahora guiará el caminar de la Iglesia Universal como Obispo de Roma, Sucesor del Apóstol San Pedro, Vicario de Jesucristo en la Tierra, principio y fundamento de la fe y el amor en toda la Iglesia. Damos gracias a Dios nuestro Señor por el nuevo Santo Padre, que ha llamado a la Iglesia y a la humanidad a atender como es debido a los pobres, a procurar la paz y la fraternidad y que es un signo de esperanza para los nuevos momentos de la Iglesia para que ésta responda a los retos y desafíos pastorales del mundo de hoy y del mañana. Roguemos al Señor, cada día, por nuestro Papa Francisco. El segundo acontecimiento es, ni más ni menos, la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, que son los misterios más grandes de nuestra fe, que son los misterios que nos dieron nueva vida, pues con su Pasión, Muerte y Resurrección Cristo nos liberó del pecado, del poder del demonio, del infierno y nos ganó el derecho de ir al Cielo. Hemos celebrado con fe la Semana Santa, que iniciamos con la meditación del Vía Crucis, para llegar al jueves Santo conmemorando la institución de la Eucaristía, del Sacerdocio católico y del Mandamiento del Amor. Entramos al Viernes para conmemorar la muerte Redentora de Jesús y esperar su Resurrección, misma que celebramos con la Vigilia Pascual, con el Domingo de Resurrección y prolongamos la celebración hasta el día de Pentecostés. Demos gracias a Dios por su amor infinito que como prueba entregó a Jesús, su Hijo Unigénito, para nuestra Salvación. ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! ¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCION! Pbro. Juan Carlos Castillo Ramírez. Párroco

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Periódico Parroquial de Santa Beatriz de Silva de la Arquidiócesis de Monterrey, México

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Monterrey, N. L ., México Marzo de 2013 No. 90

M uy queridos hermanos y hermanas en el Señor:

Dios nos ha permitido, en su amor infinito por nosotros, vivir en este mes de Marzo

dos acontecimientos de gracia para bien de toda su Iglesia. Cronológicamente el primero fue la elección del Papa Francisco el 13 de Marzo, tras las votaciones que los Cardenales de la Santa

Iglesia realizaron en el Cónclave efectuado en la Capilla Sixtina. “Habemus Papam…” anunció en su momento el Cardenal francés Jean-Louis Tauran. Y nos señaló que los Cardenales

electores, inspirados por el Espíritu Santo habían elegido al Arzobispo de Buenos Aires, Argentina, Monseñor Jorge Mario Bergoglio y que había tomado el nombre de Francisco.

Es el primer Papa latinoamericano, es el primer Papa jesuita, quien ahora guiará el caminar de la Iglesia Universal como Obispo de Roma, Sucesor del Apóstol San Pedro, Vicario de Jesucristo en

la Tierra, principio y fundamento de la fe y el amor en toda la Iglesia. Damos gracias a Dios nuestro Señor por el nuevo Santo Padre,

que ha llamado a la Iglesia y a la humanidad a atender como es debido a los pobres, a procurar la paz y la fraternidad y que es un signo de esperanza para los nuevos momentos de la Iglesia

para que ésta responda a los retos y desafíos pastorales del mundo de hoy y del mañana. Roguemos al Señor, cada día, por nuestro Papa Francisco.

El segundo acontecimiento es, ni más ni menos, la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, que son los misterios más grandes de nuestra

fe, que son los misterios que nos dieron nueva vida, pues con su Pasión, Muerte y Resurrección Cristo nos liberó del pecado, del poder del demonio, del infierno y nos ganó el derecho de ir al

Cielo.

Hemos celebrado con fe la Semana Santa, que iniciamos con la meditación del Vía Crucis, para llegar al jueves Santo

conmemorando la institución de la Eucaristía, del Sacerdocio católico y del Mandamiento del Amor.

Entramos al Viernes para conmemorar la muerte Redentora de Jesús y esperar su Resurrección, misma que celebramos con la

Vigilia Pascual, con el Domingo de Resurrección y prolongamos la celebración hasta el día de Pentecostés. Demos gracias a Dios por su amor infinito que como prueba

entregó a Jesús, su Hijo Unigénito, para nuestra Salvación.

¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA!

¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCION!

Pbro. Juan Carlos Castillo Ramírez. Párroco

Por su reportero Capsulito

1) Muchos saludos para todos ustedes, mis amables lectores.

Empezamos la reseña de marzo recordando que en este mes, el cinco

para ser exactos, el Grupo del Santo Padre Pío cumplió 10 años que

celebraron con una Misa de acción de gracias y una convivencia. ¡Felicidades!

2) En este Marzo de contrastado clima, se realizaron los Ejercicios

Espirituales para niños, adolescentes y jóvenes, a cargo del seminarista

Reynaldo Lázaro A. y los de matrimonios, dirigidos por el P. Humberto Torres Hernández.

3) El Consejo de Pastoral y el de Economía tuvieron su reunión el 18 ,

donde con los Padres de la Parroquia evaluaron el mes anterior y vieron

los puntos a trabajar para abril.

4) En el de Pastoral están los coordinadores y coordinadoras de las

áreas de pastoral: catequesis, Verónica Fuentes de Acuña; Liturgia,

Rebeca González de Ayala; Social, Leticia Peña de ..; Familiar, Carlos Arrieta y Sandy Ferreti.

5) En el de Economía, Mario Ramírez y Flor de R., Jesús González

Treviño, Alicia Arroyo, María Emilia Treviño de Ch., Rebeca González de

A.

6) Los papás y mamás de los niños y niñas de catecismo tuvieron

también su junta mensual el 19.

7) El grupo juvenil Lolek, tuvo su Misa y plática sobre las enseñanzas

del Beato Juan Pablo II el día 20.

8) Nos visitaron Cabal e Ingenium, dos grupos locales que trabajan el

primero por la familia y contra el abuso de la ingestión de alcohol y el segundo a favor de familias en las que alguno de sus integrantes

padece de algún padecimiento psicológico, especialmente de línea esquizofrénica.

9) Por supuesto que vivimos el momento de la elección del Papa

Francisco y con mucho gusto le dimos gracias a Dios por este gran momento en la vida de la Iglesia. Oremos siempre por el Santo Padre.

10) Los niños y niñas del catecismo, ya del martes ya del sábado, se

fueron felices a sus vacaciones al terminar el 19 y el 23

respectivamente la etapa del catecismo, para seguir en abril, Dios mediante.

11) Celebramos con gozo a San José, patrono de la Iglesia universal,

ejemplo de fe, de sencillez y humildad, a quien le pedimos: ¡Ruegue por nosotros!

12) El sábado 23 el P. Humberto y 17 jóvenes del grupo parroquial

Impulso se fueron a la misión de Semana Santa en la Parroquia de San

Pedro Apóstol, en El Alamo, Santiago, N. L.

13) Con el Domingo de Ramos iniciamos la anual vivencia de la

Semana Santa, recibiendo a Cristo espiritualmente y comprometiéndonos a seguirlo siempre.

14) El Miércoles Santo el Arzobispo, D. Rogelio López Cabrera,

celebró en la Basílica de Guadalupe la Misa del Santo Crisma y en ella los sacerdotes renovaron las promesas sacerdotales que hicieron el día de

su ordenación.

15) Por la tarde de ese día se recibieron en el templo parroquial los

Santos Oleos para el bautismo y la unción de los enfermos así como el santo crisma, para el bautismo y la confirmación.

16) El Jueves Santo gran cantidad de fieles acudió a la Misa del cena

del Señor, con el lavatorio de los pies de doce niños del catecismo, recordando la actitud de humildad y de servicio de nuestro Señor

Jesucristo en la Ultima cena.

17) Igualmente se recordó la institución de la Eucaristía, del

sacramento del sacerdocio y el mandamiento del amor. Los fieles hicieron guardias ante Jesús en la urna, recordando su Pasión.

18) También el Jueves Santo se tuvo la Hora Santa para pedir por las

vocaciones sacerdotales y por los sacerdotes de todo el mundo.

19) El Viernes Santo el Via Crucis, el sermón de las Siete Palabras y

los oficios propios del Viernes Santo, con la adoración de la Cruz, el

Sermón del Pésame a la Virgen y la procesión del silencio.

20) El Sábado Santo por la noche la Vigilia Pascual con la que “se

abrió la Gloria”. El 31: el Domingo de Resurrección que proclama el

triunfo de Cristo sobre la muerte y el pecado, el demonio y el infierno.

Para todos: ¡Felices Pascuas de Resurrección!

¡Hasta la próxima! Si Dios quiere.

Les dice “Capsulito”, su reportero favorito.

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SAN JOSE El 19 de este mes, unidos a toda la Iglesia, celebramos la solemnidad de San José. Recordamos que san José es el elegido por el Padre para ser el que cuidara en la Tierra a su Hijo Unigénito, a nuestro Señor Jesucristo; y cuidara también de la santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra. Los dos grandes amores del Padre, le son confiados a San José, el hombre que la Sagrada Escritura nos revela como un hombre de fe, que escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica. Un hombre sencillo y humilde, cuyo silencio en la Escritura es un mensaje de amor a Dios, a Cristo y a María. El Beato Juan Pablo II en 1989 nos regaló la Exhortación Apostólica “Redemptoris custos” en la que nos precisa la figura y misión de San José en la vida de Cristo y de la Iglesia. En ella nos dice que “durante su vida, que fue una peregrinación en la fe, José, al igual que María, permaneció fiel a la llamada de Dios hasta el final. La vida de ella fue el cumplimiento hasta sus últimas consecuencias de aquel primer “fiat” pronunciado en el momento de la anunciación, mientras que José en el momento de su “anunciación” no pronunció palabra alguna. Simplemente él “hizo como el ángel del Señor le había mandado (Mt. 1, 24). Y este primer “hizo” es el comienzo del “camino de José”. A lo largo de este camino los Evangelios no citan ninguna palabra dicha por él. Pero el silencio de José posee una especial elocuencia: gracias a este silencio se puede leer plenamente la verdad contenida en el juicio que de él se da: “el justo” (Mt 1,19)”. Agrega que hace falta leer esta verdad, porque ella contiene uno de los testimonios más importantes acerca del hombre y de su vocación. En el transcurso de las generaciones la Iglesia lee, de modo siempre atento y consciente, dicho testimonio, casi como si sacase del tesoro de esta figura insigna “lo nuevo y lo viejo (Mt 13,52). Nos dice también que el varón “justo” de Nazaret posee ante todo las características propias del esposo. El evangelista habla de María como de “una virgen desposada con un hombre llamado José” (Lc 1,27). Antes de que comience a cumplirse “el misterio escondido desde siglos” (Ef 3,9) los evangelios ponen ante nuestros ojos la imagen del esposo y de la esposa. Según la costumbre del pueblo hebreo, el

matrimonio se realiza-ba en dos etapas: primero se celebraba el matrimonio legal (verdadero matrimo-nio) y, sólo después de un cierto período, el esposo introducía en su casa a la esposa. Antes de vivir con María, José era, por tanto, su “esposo”; pero María conservaba en su intimidad el deseo de entregarse a Dios de modo exclusivo. Se podría preguntar cómo se concilia este deseo con el “matrimonio”. La respuesta viene sólo del desarrollo de los acontecimientos salvíficos, esto es, de la especial intervención de Dios. “Desde el momento de la anunciación, María sabe que debe llevar a cabo su deseo virginal de darse a Dios de modo exclusivo y total precisamente por el hecho de llegar a ser la madre del Hijo de Dios. La maternidad por obra del Espíritu Santo es la forma de donación que el mismo Dios espera de la Virgen, “esposa prometida” de José. María pronuncia su “fiat”. El hecho de ser ella la “esposa prometida” de José está contenido en el designio mismo de Dios. Así lo indican los dos evangelistas citados, pero de modo particular Mateo”, señala el Beato Juan Pablo II.

Indica que son muy significativas las palabras dichas a José: “No temas en tomar contigo a María , tu mujer, porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo” (Mt 1,20). Estas palabras explican el misterio de la esposa de José: María es virgen en si maternidad. En ella el “Hijo del Altísimo” asume un cuerpo humano y viene a ser “el Hijo del hombre”. Dios, dirigiéndose a José con las palabras del ángel, se dirige a él al ser esposo de la Virgen de Nazaret. Lo que se ha cumplido en ella por obra del Espíritu Santo, expresa al mismo tiempo una especial confirmación del vínculo esponsal, existente ya antes entre José y María. El mensajero dice claramente a José: “No temas tomar contigo a María tu mujer”. Por tanto lo que había tenido lugar antes –esto es , sus desposorios con María, había sucedido por voluntad de Dios y, consiguientemente, había que conservarlo. En su maternidad divina María ha de continuar viviendo como “una virgen, esposa de un espo-so” (cfr. Lc 1, 27), dice el Beato Juan Pablo II. (continuará).

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QUINTO ANIVERSARIO DEL

FALLECIMIENTO DEL

CARDENAL SUAREZ RIVERA

El 22 de Marzo se cumplieron cinco

años de su paso a la vida eterna del

señor Cardenal D. Adolfo Antonio

Suárez Rivera.

El vivió su pascua de resurrección

con Cristo precisamente en los días

en que la Iglesia celebra el misterio

pascual de Jesús que culmina con su

gloriosa resurrección, que nos da la

vida nueva.

Dios quiso que de una manera rápida

el Cardenal Suárez Rivera viviera

sus últimos días terrenales.

El Jueves Santo del 2008 fue

internado en el hospital y el Sábado

Santo, en las primeras horas de ese

día, falleció y nació a la vida eterna.

Don Adolfo Antonio Suárez Rivera

nació en San Cristóbal de las Casas,

Chiapas, el nueve de enero de 1927.

Fue consagrado obispo el 15 de agosto

de 1971, siendo obispo de Tepic de

1971 a 1980.

Posteriormente fue nombrado obispo

de Tlalnepantla de 1980 a 1983 y

finalmente Arzobispo de Monterrey,

ministerio que vivió del 12 de enero

de 1984 al 25 de enero del 2003.

El 26 de noviembre de 1994 el Papa

Juan Pablo II (+) lo nombró miembro

del Colegio de Cardenales. El 25 de

enero del 2003 le fue aceptada su

renuncia como Arzobispo de

Monterrey pasando a ser Arzobispo

Emérito de esta Arquidiócesis.

Demos gracias a Dios por el

ministerio que realizó durante sus 56

años de sacerdote y 37 de obispo, de

los que 19 entregó generosamente en

su ministerio episcopal en esta

Arquidiócesis de Monterrey; y

pidámosle que amorosamente le

conceda su luz, su paz y el descanso

eterno.

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¡Santificar el Sábado

o el Domingo?

En el libro del Éxodo 20, 8-10 y Dt. 5,12-15 dice: Recuerda el día sábado para santificarlo. Seis días trabajaras y harás todos tus trabajos, pero el día séptimo es el día de descanso para el Señor,

tu Dios. No harás ningún trabajo”. Este texto es para recordar la creación y que por haber hecho Dios en seis días todo lo creado y descansar el séptimo día, lo bendice y lo hace sagrado.

El sábado también es un memorial de la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto. Dios confió a Israel el sábado para que lo guardaran como signo

de la alianza. El pueblo de Dios guarda el sábado y se dedica a alabar al Señor y asiste a la sinagoga para leer la palabra de Dios. El mismo

Cristo solía ir a la sinagoga los sábados y cuando en una ocasión, le dan el texto del Profeta Isaías sobre EL Espíritu del Señor. …dice todo esto se ha cumplido hoy.

Sin embargo, Jesús es acusado de no respetar la ley, pues lo han visto hacer curaciones en sábado e inclusive arrancar espigas para comer.

Esto es una profanación para los Judíos. Sin embargo, dice: “ El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado “ Mc. 2, 27.

Para Cristo, santificar el sábado es hacer el bien en lugar del mal y salvar una vida en vez de destruirla.

Por lo tanto el Hijo del hombre es Señor del Sábado (Mc. 2,28) Nosotros celebramos como cristianos el domingo porque Cristo resucito el primer día de la semana y porque significa la nueva

creación inaugurada con la Resurrección de Cristo que es la primera de todas las fiestas llamadas Kyriatke hemera o dies dominca o Domingo.

Celebrar el domingo es dar culto exterior a Dios y no podemos conformarnos con decir que aunque no vayamos a misa, nosotros le podemos rendir ese culto solos; encomendándonos todos los días a Dios.

La carta a los hebreos dice: “ No abandonéis vuestra asamblea, como algunos acostumbran hacerlo, antes bien, animaos

mutuamente”. (Hb. 10,25)

Asistir a la Santa Misa, no es una decisión personal como parte

hacerlo cuando se tiene tiempo de sobra o de hacerlo cuando: “ le nace sino que es una obligación con Dios: una responsabilidad con la Iglesia y una gran necesidad de buscar a Dios con el hambre y la sed de justicia .

El precepto de asistir a la Eucaristía, se puede cumplir desde el sábado por la tarde. Pero, la santificación del Domingo debe ser dedicando a la familia, el templo y los cuidados que no se

pueden prestar otro día de la semana. Quienes no están obligados a este precepto son los enfermos o quienes tiene el cuidado de niños muy pequeños que no puedan

llevar por alguna razón al templo. Hoy se pueden aprovechar las misas que se pasan por la televisión, pero solo en casos de que la persona no pueda salir,

pero si no asiste a misa y si sale a pasearse o puede ir a otros asuntos, entonces no pude cumplir este precepto viendo la televisión. Recibir la sagrada comunión a través de los hermanos ministros

extraordinarios es una gracia y una oportunidad mas que la iglesia ofrece a los enfermos para estar en comunión con Dios.

Santificar los domingos exige un esfuerzo y un sacrificio que con amor y generosidad debemos de hacer para nuestra vida espiritual y nuestra salvación.

Recuerda que cada domingo el Señor te espera para alimentarte y para decirte cuanto te ama y que desea siempre estar contigo. Trata de nunca fallarle y estas a tiempo en esta cita que Jesús te

llama. “Ven y sígueme”.

P. Humberto Torres Hernández. 7

MENSAJE DEL PADRE VICARIO

LOS FRUTOS DE

LA PASCUA

El tiempo pascual termina con pentecostes que es

la fiesta de los frutos, cuando se presentan las

primicias de la cosecha y ofrecemos a dios un

reconocimiento de ser quien nos permite tener el

pan de cada día y nos da abundantes frutos para

vivir.

Sabemos que quien recibe el espíritu santo, su

vida esta llena del amor y de ese fuego que mueve

al hombre hacia el bien y hacia los demás,

llegando a ser una persona carismática que trata

bien, con cariño y ternura a los demás.

Una persona déspota y grosera refleja una persona

amargada y vacía pues no acepto ser morada de

dios y de su espíritu.

El verdadero cristiano transparenta ese espíritu y

refleja la paz y la alegría en toda su acciones y

palabras.

Esta alegría brota de la pascua es decir, de la

resurrección del señor, pues recordamois como

san pablo decía que si cristo no hubiera

resucitado, vana seria nuestra fe.

La virgen María, desde el momento de la

encarnación tiene esta experiencia de fe cuando es

cubierta bajo la sombra del espíritu santo y el

ángel le dice: alégrate maría pues el señor esta

contigo. Estas palabras le quitan sus temores y la

llenan de paz y fortaleza para soportar todas las

adversidades.

Este gozo lo guardo en su corazón y fue capaz de

trasmitirlo a los demás, como cuando visita a su

prima santa Isabel y el niño que lleva en vientre

salta de gozo ante la presencia del hijo de

dios.

Por eso sabemos que la alegría se siente cuando la

persona esta con dios y la tristeza es un

alejamiento o ausencia de dios.

El hombre se deprime cuando esta solo pero

quien, a dios tiene nunca se sentirá abandonado y

encontrara la paz y la verdadera felicidad.

El hombre busca salidas falsas a sus sufrimientos

y problemas y se refugia en las drogas o el

alcohol y se destruye a si mismo y a su familia.

San Basilio decía siempre estarás gozoso y

contento, si en todos los momentos diriges a dios

tu vida y si la esperanza del premio suaviza y

alivia las penalidades de este mundo.

Si buscamos consuelo o ayuda a nuestras

preocupaciones busca a un dios vivo y no a un

cristo muerto y deja que el espíritu santo actué en

tu corazón y te mueva a vivir como un buen

cristiano que ama sus hermanos como cristo nos

ama y celebra con jubilo la presencia de dios en tu

familia.

¡Felices Pascuas de Resurrección

P. Humberto Torres Hernández

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