la llamarada #08

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ÓRGANO DE DISFUSIÓN DE LA AGRUPACIÓN HOMBRE NUEVO REVISTA DE DISCUSIÓN POLÍTICA ///////////// Septiembre/Octubre 2011 Precio $3 / Precio Solidario $6 8 Contacto: [email protected] La Llamarada por internet: http://lallamarada.blogspot.com/ http://agrupacion-hombrenuevo.blogspot.com/ La Llamarada TAMBIÉN EN ESTE NÚMERO... REBELIÓN PINGÜINA Retomando luchas del pasado, creando nuevas formas de resistencia. Los estudiantes chilenos enseñan... [Textuales] A confesión de partes... Entre las elecciones y el “Modelo” NACIONAL Crisis Capitalista Lucha de Calles, Lucha de Clases INTERNACIONAL “Que el arte no se convierta en un fetiche de los coleccionistas” ARTE Entrevista a Ana Longoni

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Órgano de Difusión de la Agrupación Hombre Nuevo

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ÓRGANO DE DISFUSIÓN DE LA AGRUPACIÓN

HOMBRE NUEVOREVISTA DE DISCUSIÓN POLÍTICA /////////////

Septiembre/Octubre 2011Precio $3 / Precio Solidario $6 8

Contacto: [email protected] La Llamarada por internet: http://lallamarada.blogspot.com/ http://agrupacion-hombrenuevo.blogspot.com/

La Llamarada

TAMBIÉN EN ESTE NÚMERO...

REBELIÓN PINGÜINARetomando luchas del pasado, creando nuevas formas de resistencia.

Los estudiantes chilenos enseñan...

[Textuales] A confesión de partes...

Entre las eleccionesy el “Modelo”

NACI

ONAL

Crisis Capitalista

Lucha de Calles, Lucha de Clases

INTER

NACIO

NAL

“Que el arte no se convierta

en un fetiche de los

coleccionistas”

ARTE

Entrevista a Ana L

ongoni

2PAGINA

sumario

Internacional6 CHILE

De las luchas estudiantiles a las �las de la construcción PAGINA

7 LUCHA DE CALLES, LUCHA DE CLASESPAGINA

Economía/Internacional8 CRISIS CAPITALISTA

PAGINA Aportes para el análisis, lecturas para la lucha

Nacional4

PAGINAENTRE LAS ELECCIONES Y EL “MODELO”

5PAGINA

[TEXTUALES]“A confesión de partes…” (O la boca del pez)

En Debate12PAGINA

EL OTRO 11 DE SEPTIEMBRE

Economía11

PAGINAESTADO PRECARIO (O ESTADO DE PRECARIEDAD)

En Lucha10PAGINA

RETAZOS DE LUCHAS QUE DEBEN SER UNA

Arte14PAGINA

“QUE EL ARTE NO SE CONVIERTAEN UN FETICHE DE LOS COLECCIONISTAS”

NO A LA CRIMINALIZACIóN DE LA PROTESTA

ABSOLUCIóN DE LOSLUCHADORES CONDENADOS

Y DE LOS QUE ESTáNEN PROCESO DE JUICIOKarina Germano, José Villalba

exigimos LIBERTAD Y DESPROCESAMIENTO DE TODOS LOS PRESOS POR

LUCHAR!

Acompañan este número ilustraciones de artistas de Hombre Nuevo y otros caricaturistas populares a quienes agradecemos la difusión de sus imágenes públicamente.En especial la imágen de En Debate fue realizada para La Llamarada por Verónica; las de Tapa, Nacional y Economía/Internacional fueron realizadas por Sebastián; las de En Lucha y Economía por Nicolás; y las de Internacional y Contra-tapa por Victoria. También agradecemos las fotos que han sido tomadas de distintos medios de prensa popular.

A más de cuatro décadas de distancia, la voz de Dalton, el poeta – compañero o el compañero – poeta, se alza y nos habla con la confianza, la sinceridad y el rigor con que se debe hablar entre compañeros. Sonríe sarcásticamente frente al pretendido triunfo definitivo de la burguesía; y nos recomienda: hay que leer y releer a Lenin, hay que saber usar la propia cabeza y nunca hay que olvidarse de que no hay práctica revolucionaria sin teoría revolucionaria, pero que tampoco hay teoría revolucionaria sin una práctica revolucionaria.Y nosotros agregamos: hay que leer a Dalton.

La LlamaradaPoema-collage,de Roque Dalton

Ediciones

Un libro rojo paraLenin

presenta:

Con prólogo de Néstor Kohanconseguilo comunicándote con nosotrosvía mail a [email protected]

Entrevista a Ana Longoni

El albañily el impostor

3PAGINAeditorial

EEl viejo tiene 77 años. Habla, y le tiembla la voz. (Será la ansiedad, y no �ojera.) Está sentado de frente

al tribunal. Cuenta todo pausadamente, sin evitar los detalles. Acompaña su relato con los gestos de sus manos; su pulso se sacude levemente. (Serán los años, y no miedo.) El recuerdo y lo que cuenta son un puente que une aquella mesa de tortu-ra donde un comisario sádico lo picanea, con esta sala, donde el antiguo verdugo es el acusado. Julio también se llama el mes; 2006: la mano gruesa de albañil de López señala a los asesinos. Allí está el testimo-nio valiente de este viejo, secuestrado y torturado en 1976 por grupos de tareas de la Policía Bonaerense. Su palabra, y la de otros testigos, será clave en esta causa. El principal acusado, el ex comisario Miguel Etchecolatz, que torturó personalmente a López y asesinó a militantes frente a él, será condenado en ese juicio. Pero Julio no podrá presenciar el veredicto: ese 18 de septiembre, fue secuestrado por segun-da vez.

“Estamos como el primer día”, declara hoy Rubén, su hijo. Cinco años después, la investigación está empantanada; la verdad, escondida; y la impunidad, consagrada. Ésa contra la que López peleó y por la que guardó en su memoria cada detalle para dar testimonio cuando llegase el momento.

Mientras la lucha de muchos organismos de DD.HH. independientes del gobierno ha logrado que por el llamado “Circuito Camps” sean sentados en el banquillo 26 genocidas en una misma causa, poco se ha podido avanzar en la llamada “Causa López”. Lejos de la complacencia o�cial, estos organismos no se callan, y denun-cian la inacción de �scales y jueces que se han paseado por la causa. Señalan,

además, la pasividad de los gobiernos provincial y nacional. En una investiga-ción errática donde se incluyen testimo-nios de videntes y parapsicólogos, donde cada tanto se ven irrupciones mediáticas con algún anuncio tan rimbombante como inocuo, no se ha indagado mínima-mente al entorno fascista del torturador Etchecolatz, ni a las redes de la Bonaeren-se, que cuenta con la nefasta experiencia, logística e impunidad para llevar a cabo un crimen como la segunda desaparición del albañil.

Pero toda historia tiene sus contracaras. En julio de este año, a casi un lustro exacto de aquella valiente declaración que diera López, distintas organizacio-nes sociales y de Derechos Humanos denunciaron penal y públicamente a Gerardo Martínez, jefe del sindicato de la construcción (UOC�) desde hace más de 20 años. La acusación: ser miembro del Batallón 601 del Ejército, nada menos que desde la dictadura hasta –al menos- el año 84. Su labor, entre otras, obrar como alcahuete de los genocidas; como un delator. El joven que a los 22 años ingresó a la UOC� como empleado administrativo, y que según cuentan nunca tomó un ladrillo con sus manos, pobladas por anillos de oro en lugar de callos, hizo su aporte para el exterminio de más de 100 obre-ros de su rama, albañiles como López. Quien fue cómplice del desguace priva-tizador menemista, y es hoy Secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, se inició como “servicio”, según consta en las nóminas del personal de inteligencia del Ejército en dictadura desclasi�cadas recientemente. Pero no es ése el único lugar en que �gura: la presencia de Martínez junto a los suce-sivos gobiernos peronistas, y en particu-lar junto al actual, es inocultable.

Mientras la desaparición de Julio López es ninguneada desde los discursos presi-denciales, Martínez, que no ha sido indagado judicialmente todavía, forma parte del elenco estable del sindicalismo o�cialista. Uno fue a fondo en una lucha contra la impunidad; el otro fue infor-mante de los genocidas para que asesi-nen obreros de su gremio. Uno fue albañil, un laburante de siempre; el otro vive como un magnate gracias a las penurias de sus a�liados, que se juegan la vida colgando de los andamios, haciendo casas siempre para otros. Uno es un albañil; el otro, un impostor. A uno lo buscan las organizaciones popu-lares ante la indiferencia y el encubri-miento estatal; el otro visita la Casa Rosada.

Tal vez éste sea algo más que un ejemplo, que un posible contrapunto entre un Abel y un Caín. Tal vez sea una instantá-nea de una realidad compleja, en la que las banderas de los derechos humanos pretenden ondear, arrebatadas, en manos de un gobierno que cuenta con doce muertos en poco más de un año, todos por la represión abierta sobre manifestaciones populares. En esos crímenes, de estrecha ligazón con el poder político, el aparato policial se complementó con la ma�a civil que conforma la burocracia sindical: tal fue el caso del crimen de Mariano Ferreyra, tal el del Parque Indoamericano, donde actuaron punteros municipales armados del SUTECBA. El jefe de la UOC� está impune. Las conocidas patotas de su sindicato, que este año sirvieron como grupo de choque contra los docentes en huelga de ADOSAC en Santa Cruz, tampoco han sido investigadas; sí en cambio, se judicializó a los propios docentes por cortar rutas y se ilegaliza-ron sus medidas de fuerza. Similar suerte

corre la causa del Parque Indoamericano, aunque allí los 12 procesados se reparten en porciones iguales entre dirigentes barriales acusados por la toma de tierras, y policías �lmados mientras pateaban en el piso a un joven ensangrentado. Ningu-no de los 3 homicidios de ese diciembre cuenta con detenidos.

La CGT, columna vertebral de este gobierno, según sus propias arengas, muestra a Moyano, antiguo delfín de la ultraderecha peronista en la Concertación Nacionalista Universitaria (CNU), vincu-lada a las AAA.; a Pedraza y a Zanola, presos por asesinato y falsi�cación medi-camentos para enfermos terminales, respectivamente; y ahora, también, a Martínez, buchón del Ejército. El pueblo en lucha reclama por los muertos de Jujuy, los Qom, los pibes que asesinó la policía en Bariloche; Luciano Arruga, López, Silvia Suppo… Demasiados casos para tratarse de anomalías o conspiraciones de la derecha, excepto que se entienda que ésta no es ajena al gobierno.

La impunidad muestra de vuelta su rostro en septiembre. Así será hasta que no sepamos qué hicieron con nuestro compañero Julio López. Sin embargo, perduran sus palabras, acusando a policías y milicos, inmortalizadas y atesoradas en busca de un tiempo realmente justo, buscando su lugar en la Historia. Los Martínez, los Moyano, esperan también su lugar en la Historia: el del basurero, a donde el pueblo alguna vez los con�nará. Parece escu-charse el testimonio de López todavía. Su voz se sacude. (Debe ser la edad, porque este albañil, por más viejo que esté, no se achica ante los verdugos.)

Equipo de redacciónde La Llamarada

apremiante de �nes de la década del 90 implicaron una mejora parcial de las condicio-nes materiales de existencia. En combinación con una inteligente iniciativa cultural, han cumplido hábilmente aquello que planteaba el pensador marxista Antonio Gramsci, que hablaba de la capacidad de las clases dominan-tes de hacer una “revolución pasiva”, o sea una transformación por arriba, en la que se dan ciertas concesiones, pero cuya estrategia fundamental es modi�car lentamente las relaciones de fuerza para neutralizar los reclamos, resigni�cándolos y quitándoles radicalidad.

Todos estos elementos pueden explicar, en parte, que transcurridos dos mandatos del kirchnerismo, se avecine un tercero y se mantenga la expectativa y adhesión popular.

En este contexto, y con aires triunfalistas, tanto la UIA como la presidenta, llaman a profundizar el “modelo”. ¿Qué implica esta profundización? Implicará posiblemente continuar con una estructura económica basada en los agro-negocios, con predomi-nio de la soja, que hoy día ocupa un 50 % de la super�cie sembrada en el país, la agresión química de los campos, sobre todo con la soja transgénica de Monsanto, con consecuencias devastadoras sobre la salud y vida de las poblaciones rurales. El recien-te anuncio del Plan Estratégico Agroali-mentario y Agroindustrial (PEA) se inscri-be en este mismo sentido: garantizar super-ganancias a los pools sojeros, grandes monopolios graneros y capitales del sector. El PEA estipula que para el 2020 el aumen-to en la demanda mundial de materias primas continuará, incrementándose el destino a biocombustibles y encareciendo los precios de los alimentos en un país que produce alimentos para un número siete veces superior a su población, pero no alimenta a todos sus habitantes. Profundi-zar el modelo puede implicar aumentar la militarización de los centros urbanos, al mejor estilo de las favelas en Brasil. La creación del Ministerio de Seguridad, la presencia callejera hasta la saturación de gendarmes, prefectos y policías, los casos de gatillo fácil, son evidencias del camino emprendido: profundizar el control y la criminalización de los sectores populares. Los que se presentan como los garantes de la seguridad son las fuerzas represivas que ejecutan y garantizan la multiplicidad de delitos que existen hoy en Argentina: trata de personas, narcotrá�co, secuestros, etc. Profundizar el modelo bien puede implicar ahondar la represión de la protesta social y las legítimas demandas de los trabajadores. Durante la era kirchnerista 16 personas han sido asesinadas por reclamar soluciones concretas ante demandas que este gobierno “Nacional y Popular” luego de 8 años, no ha querido abordar: el derecho a la vivienda y la tierra, el trabajo digno, el �n de la crimi-nalización de la pobreza, la erradicación del gatillo fácil. Recostarse en la llamada “burguesía nacional”, la que fue mandamás en dictadura, la misma que hoy manda a matar al pobrerío cuando éste se anima a tomar el 1 por 10.000 de sus tierras, como ocurrió en Jujuy con los Blaquier: eso también es profundizar el modelo. La profundización del modelo puede estar indicando que van a aumentar las condicio-nes de precarización a las que en pos de obtener ventajas comparativas, los capita-les imponen a los trabajadores. La última reunión del Consejo del Salario es toda una antesala de lo que se viene: más complici-dad y conciliación entre el capital y el

trabajo. Con la venia de la CGT y la colabo-ración de la CTA de Yasky se acordó un salario que cubre el 40% de la Canasta Básica Familiar, la cual se estima según diversos estudios en $ 5.700. La profundi-zación del modelo implica la concentración del capital y la transferencia de ingresos hacia empresas mediante millonarios subsi-dios.

Por el camino de la construcción de poder popular: la experiencia de la democracia directa

Es difícil encontrar un año en la historia Argentina contemporánea en el que haya habido tantos actos eleccionarios como éste. El presente año es, sin dudas, el de las elecciones. Sin embargo, no hay una relación proporcionalmente directa entre cantidad de elecciones y democratización de las decisiones. Más elecciones no redundan en más democracia. Sabemos que la burguesía utiliza este mecanismo para generar una ilusión de igualdad. Esto es una abstracción. No somos todos iguales, las condiciones materiales, sociales y de clase nos distinguen y se ocultan bajo la categoría de ciudadano. Nos parece importante volver aquí a Rober-to Santucho, que planteaba en Poder Burgués, Poder Revolucionario, retomando las enseñanzas de Lenin “El parlamentarismo es una forma enmascarada de dictadura burguesa. Se basa en la organización de partidos políticos y en el su�agio universal. Aparentemente todo el pueblo elige sus gober-nantes. Pero en realidad no es así, porque como todos sabemos las candidaturas son determina-das por el poder del dinero”.

En tiempos donde la farsa electoral no se cuestiona, donde las expectativas elecciona-rias, esconden el camino para arribar a solucio-nes de raíz para los problemas que siguen aquejando a nuestro pueblo, creemos que debemos problematizar el rol de la democracia burguesa representativa y proponer una verda-dera democracia en la que quien gobierne y delibere sea el pueblo trabajador, y no representantes de la burguesía.

En este sentido, desde la Agrupación Hombre Nuevo, creemos que es preciso acompañar los reclamos que en los distintos lugares del mundo, y mediante protestas multitudinarias en las calles, están erosionando la legitimidad de los parlamentos y gobiernos burgueses, de esta democracia de ricos. Es preciso retomar la crítica a esta farsa electoral en la que se vota más y se decide menos. Por ello nos sumamos activamen-te a participar, apoyar y difundir la Campaña por una democracia directa y participativa (h�p://participaresmasquevotar.blogspot.com), que un conjunto de organizaciones políticas, sociales, y culturales han lanzado con el objeti-vo de criticar, y proponer el ejercicio de otra democracia, que sea superadora de esta demo-cracia limitada que sólo garantiza condiciones de explotación y opresión para las mayorías, y que tienda un puente hacia la única democra-cia real: la democracia de los trabajadores.

Ante tantos llamados a profundizar el modelo. Nosotros, seguiremos profundizando la organi-zación, la construcción de poder, la democracia directa, la unidad por abajo y la incansable pelea por una sociedad sin explotados ni explotadores, una sociedad donde el ser humano sea la medida de todas las cosas: una sociedad socialista.

Agrupación

Hombre Nuevoseptiembre de 2011

4PAGINA Nacional

Entre las eleccionesy el “Modelo”

Mientras el llamado a “profundizar el modelo” resuena en los discursos guberna-mentales y el oficialismo aguarda una cosecha de votos tan envidiable como la de soja, el escenario para el pueblo trabajador no contempla en el horizonte la solu-ción de los problemas estructurales que lo aquejan: la falta de acceso a la vivien-da, el trabajo informal y con salarios de pobreza, la represión institucional. Ante esto, la necesidad de organizarnos desde una perspectiva de clase, independiente de todo patrón, de todo explotador.

l aplastante triunfo del kirchnerismo en las elecciones primarias del pasado 14 de Agosto, con una cosecha que

superó el 50 % de los votos emitidos, trajo entre otras cosas un reacomodamiento en el tablero político: hacia la interna del partido de gobierno, en relación a la oposición, pero también por parte de las distintas fracciones del capital.

La incertidumbre de una economía mundial que no logra superar una crisis sistémica es una preocupación para empresarios y gobierno. A pesar de que el discurso o�cialista insiste con el desacople, y hasta recomienda a los Estados Unidos y los países europeos aplicar la “receta argentina”, lo cierto es que este rebote de la crisis mundial plantea un horizonte económico inesta-ble, complejo y en el que no hay garantías de que se repita el “blindaje” de 2007-2008.

En búsqueda de la conciliación…

Toda la burguesía rápidamente tomó nota del resultado electoral. Hasta el acérrimo opositor ruralista Hugo Biolcati, que hace unas semanas reclamaba un voto cali�cado, recientemente celebró el discurso presidencial en el que se hacía referencia a la unidad nacional y a abandonar la confrontación.

Cristina ya ganó, por lo tanto nadie se quiere perder un acercamiento al gobierno, tan es así que hubo asistencia perfecta de los empresa-rios a los distintos encuentros en los que participó la presidenta.

…Y con la perspectiva del disciplinamiento

Si hasta hace un tiempo se podía vislumbrar que los con�ictos del gobierno antes que con la oposición serían más bien dentro de su estructura interna, disputas mediante, los resultados de las primarias también indican un cambio de situación en este aspecto. La estrategia o�cial logró un exitoso disciplina-miento interno. La �gura de Moyano se corrió de escena, aumentando los rumores de un posible recambio en el liderazgo de la CGT. Por ahora, no se vislumbra un posible sucesor. Gerardo Martínez, titular del gremio de la UOC�, fogoneado por secto-res del o�cialismo como un posible candida-to, cuenta con un prontuario demasiado comprometedor para el autoproclamado “Gobierno de los Derechos Humanos”, en especial luego de ser denunciado como espía de la dictadura militar.

Con el guiño de la presidenta, La Cámpora se ha consolidado en los primeros lugares de las listas

legislativas. De repetirse la performance electoral, en diciembre una buena cantidad de sus dirigen-tes ganará posiciones de poder, desde el Congre-so hasta en las provincias y los municipios.

Por el lado de los poderosos barones del Conurbano, si bien en la mayoría de los casos rea�rmaron sus candidaturas, obtuvieron en promedio un 30% menos que el voto a Cristi-na Fernández. Como buenos peronistas apelaron a la lealtad y se llamaron al silencio.

El arco opositor

Desconcierto, fragmentación, oportunismo y pases de factura, son las características que por estas horas de�nen a la oposición burguesa. Luego de un inusitado y absurdo esfuerzo por instalar la idea del fraude electoral, los principales candidatos opositores han concentrado sus energías en apelar al equilibrio parlamentario, para -al menos- conservar bancas en las cámaras legislativas. En el circo electoral, sobraron las actuaciones bochornosas, como la interna del PJ Federal entre Rodríguez Saa, Duhalde y Das Neves, o la alianza entre Ricardito Alfonsín y el empresario menemista De Narváez, que lejos de fortalecer a un candidato terminaron creando fuerzas enfrentadas que consiguieron posicionar-se a casi 40 puntos del o�cialismo. Por su parte el peronismo duhaldista no admite la derrota y, cual Padrino, declara que de aquí a octubre “pueden

pasar muchas cosas”. La estrategia en conjunto con Clarín y otros para instalarlo

como segunda fuerza nacional fue más que fallida. Los empre-sarios de la comunicación pueden in�ar y exagerar lo que hay, pero no les alcanza para inventar lo que no existe. Por su parte, con la nueva reglamenta-ción electoral, este arco opositor, cuyos votos sumados no alcanzan el 40%, no tiene posibilidad de unirse y presentar una única fuerza en octubre. En realidad tampoco tienen la capacidad política de hacerlo.

Quien obtuvo el primer puesto a la derrota fue Proyecto Sur, que al no llegar al 1,5% de los votos válidos

emitidos ya no tendrá posibili-dad de presentar candidato presidencial en octubre, sin embargo sí podrá presentar candidatos a diputados

nacionales en aquellos distritos donde superó dicho porcen-taje. Estos resultados contras-

tan con los del 2009, cuando con casi el 25% de los votos se

posicionaban como la segunda fuerza de la Capital Federal. Entre otras cosas, el inevitable viraje del líder cineasta de la “centro-izquierda” a panelista estrella de TN, su incapacidad de construir con otras fuerzas y respetar los acuer-dos previos, favorecieron esta disminución en el electorado. El 3% y tanto obtenido por Carrió tuvo un efecto devastador para la coalición. Lejos del 23% obtenido en la elección presidencial del 2007, con su típica retórica apocalíptica, Lilita admitió ser “la razón de la derrota”. La diáspora continúa, y posiblemente candidatos a ocupar cargos legislativos se pasen a las �las del PRO o del Frente Amplio Progresista.

Los medios de comunicación están instalando a Binner como el candidato con mayores posibilidades de crecer. El actual gobernador santafecino, candidato por el FAP se ha reunido unos días antes de las primarias con Hugo Moyano y luego de las mismas ha intentado hacer lobby en cuanta reunión empresaria se organice, como el precoloquio IDEA en Rosario o recientemente en la cena por el “Día de la Industria”. Ocupa un lugar de opositor sin ser oposición. Ha tenido guiños hacia el Gobierno, disputa en parte una misma base electoral y su gestión al frente de la provincia de Santa Fe reconoce continuidades con cualquiera de las gobernaciones provincia-les peronistas: trabajo estatal en negro y contratos �exibilizados, o complicidad con empresarios o�cialistas, como Cristóbal López, cuya intervención en la empresa Paraná Metal provocó el despido de centenares de trabajadores y su vaciamiento.

Si bien como Hombre Nuevo hemos elegido otro camino, básicamente porque no compar-timos las formas de construcción, ni abocar todos los esfuerzos militantes es pos de una estrategia únicamente electoralista, saludamos los resultados obtenidos por el FIT que consiguió superar la barrera del 1,5%. Enten-demos que es positivo que haya habido medio millón de votos para una fuerza que se presen-ta como anticapitalista. Nuestras críticas a la cortedad de alcance que inspira este armado, como a la pobreza programática de su campa-ña, siguen siendo las mismas que expusimos en varias ocasiones. Las rea�rmamos, además, en vistas de la farandulización con la que el FIT ha encarado sus intervenciones públicas, llegando grotescos en procura del voto disper-so, o del “voto lástima”.

Profundizar el “modelo”

Sin dudas el kirchnerismo construyó una serie de consensos sociales amplios, con medidas focalizadas, pero que a la luz del contexto

apremiante de �nes de la década del 90 implicaron una mejora parcial de las condicio-nes materiales de existencia. En combinación con una inteligente iniciativa cultural, han cumplido hábilmente aquello que planteaba el pensador marxista Antonio Gramsci, que hablaba de la capacidad de las clases dominan-tes de hacer una “revolución pasiva”, o sea una transformación por arriba, en la que se dan ciertas concesiones, pero cuya estrategia fundamental es modi�car lentamente las relaciones de fuerza para neutralizar los reclamos, resigni�cándolos y quitándoles radicalidad.

Todos estos elementos pueden explicar, en parte, que transcurridos dos mandatos del kirchnerismo, se avecine un tercero y se mantenga la expectativa y adhesión popular.

En este contexto, y con aires triunfalistas, tanto la UIA como la presidenta, llaman a profundizar el “modelo”. ¿Qué implica esta profundización? Implicará posiblemente continuar con una estructura económica basada en los agro-negocios, con predomi-nio de la soja, que hoy día ocupa un 50 % de la super�cie sembrada en el país, la agresión química de los campos, sobre todo con la soja transgénica de Monsanto, con consecuencias devastadoras sobre la salud y vida de las poblaciones rurales. El recien-te anuncio del Plan Estratégico Agroali-mentario y Agroindustrial (PEA) se inscri-be en este mismo sentido: garantizar super-ganancias a los pools sojeros, grandes monopolios graneros y capitales del sector. El PEA estipula que para el 2020 el aumen-to en la demanda mundial de materias primas continuará, incrementándose el destino a biocombustibles y encareciendo los precios de los alimentos en un país que produce alimentos para un número siete veces superior a su población, pero no alimenta a todos sus habitantes. Profundi-zar el modelo puede implicar aumentar la militarización de los centros urbanos, al mejor estilo de las favelas en Brasil. La creación del Ministerio de Seguridad, la presencia callejera hasta la saturación de gendarmes, prefectos y policías, los casos de gatillo fácil, son evidencias del camino emprendido: profundizar el control y la criminalización de los sectores populares. Los que se presentan como los garantes de la seguridad son las fuerzas represivas que ejecutan y garantizan la multiplicidad de delitos que existen hoy en Argentina: trata de personas, narcotrá�co, secuestros, etc. Profundizar el modelo bien puede implicar ahondar la represión de la protesta social y las legítimas demandas de los trabajadores. Durante la era kirchnerista 16 personas han sido asesinadas por reclamar soluciones concretas ante demandas que este gobierno “Nacional y Popular” luego de 8 años, no ha querido abordar: el derecho a la vivienda y la tierra, el trabajo digno, el �n de la crimi-nalización de la pobreza, la erradicación del gatillo fácil. Recostarse en la llamada “burguesía nacional”, la que fue mandamás en dictadura, la misma que hoy manda a matar al pobrerío cuando éste se anima a tomar el 1 por 10.000 de sus tierras, como ocurrió en Jujuy con los Blaquier: eso también es profundizar el modelo. La profundización del modelo puede estar indicando que van a aumentar las condicio-nes de precarización a las que en pos de obtener ventajas comparativas, los capita-les imponen a los trabajadores. La última reunión del Consejo del Salario es toda una antesala de lo que se viene: más complici-dad y conciliación entre el capital y el

trabajo. Con la venia de la CGT y la colabo-ración de la CTA de Yasky se acordó un salario que cubre el 40% de la Canasta Básica Familiar, la cual se estima según diversos estudios en $ 5.700. La profundi-zación del modelo implica la concentración del capital y la transferencia de ingresos hacia empresas mediante millonarios subsi-dios.

Por el camino de la construcción de poder popular: la experiencia de la democracia directa

Es difícil encontrar un año en la historia Argentina contemporánea en el que haya habido tantos actos eleccionarios como éste. El presente año es, sin dudas, el de las elecciones. Sin embargo, no hay una relación proporcionalmente directa entre cantidad de elecciones y democratización de las decisiones. Más elecciones no redundan en más democracia. Sabemos que la burguesía utiliza este mecanismo para generar una ilusión de igualdad. Esto es una abstracción. No somos todos iguales, las condiciones materiales, sociales y de clase nos distinguen y se ocultan bajo la categoría de ciudadano. Nos parece importante volver aquí a Rober-to Santucho, que planteaba en Poder Burgués, Poder Revolucionario, retomando las enseñanzas de Lenin “El parlamentarismo es una forma enmascarada de dictadura burguesa. Se basa en la organización de partidos políticos y en el su�agio universal. Aparentemente todo el pueblo elige sus gober-nantes. Pero en realidad no es así, porque como todos sabemos las candidaturas son determina-das por el poder del dinero”.

En tiempos donde la farsa electoral no se cuestiona, donde las expectativas elecciona-rias, esconden el camino para arribar a solucio-nes de raíz para los problemas que siguen aquejando a nuestro pueblo, creemos que debemos problematizar el rol de la democracia burguesa representativa y proponer una verda-dera democracia en la que quien gobierne y delibere sea el pueblo trabajador, y no representantes de la burguesía.

En este sentido, desde la Agrupación Hombre Nuevo, creemos que es preciso acompañar los reclamos que en los distintos lugares del mundo, y mediante protestas multitudinarias en las calles, están erosionando la legitimidad de los parlamentos y gobiernos burgueses, de esta democracia de ricos. Es preciso retomar la crítica a esta farsa electoral en la que se vota más y se decide menos. Por ello nos sumamos activamen-te a participar, apoyar y difundir la Campaña por una democracia directa y participativa (h�p://participaresmasquevotar.blogspot.com), que un conjunto de organizaciones políticas, sociales, y culturales han lanzado con el objeti-vo de criticar, y proponer el ejercicio de otra democracia, que sea superadora de esta demo-cracia limitada que sólo garantiza condiciones de explotación y opresión para las mayorías, y que tienda un puente hacia la única democra-cia real: la democracia de los trabajadores.

Ante tantos llamados a profundizar el modelo. Nosotros, seguiremos profundizando la organi-zación, la construcción de poder, la democracia directa, la unidad por abajo y la incansable pelea por una sociedad sin explotados ni explotadores, una sociedad donde el ser humano sea la medida de todas las cosas: una sociedad socialista.

Agrupación

Hombre Nuevoseptiembre de 2011

5PAGINANacional

l aplastante triunfo del kirchnerismo en las elecciones primarias del pasado 14 de Agosto, con una cosecha que

superó el 50 % de los votos emitidos, trajo entre otras cosas un reacomodamiento en el tablero político: hacia la interna del partido de gobierno, en relación a la oposición, pero también por parte de las distintas fracciones del capital.

La incertidumbre de una economía mundial que no logra superar una crisis sistémica es una preocupación para empresarios y gobierno. A pesar de que el discurso o�cialista insiste con el desacople, y hasta recomienda a los Estados Unidos y los países europeos aplicar la “receta argentina”, lo cierto es que este rebote de la crisis mundial plantea un horizonte económico inesta-ble, complejo y en el que no hay garantías de que se repita el “blindaje” de 2007-2008.

En búsqueda de la conciliación…

Toda la burguesía rápidamente tomó nota del resultado electoral. Hasta el acérrimo opositor ruralista Hugo Biolcati, que hace unas semanas reclamaba un voto cali�cado, recientemente celebró el discurso presidencial en el que se hacía referencia a la unidad nacional y a abandonar la confrontación.

Cristina ya ganó, por lo tanto nadie se quiere perder un acercamiento al gobierno, tan es así que hubo asistencia perfecta de los empresa-rios a los distintos encuentros en los que participó la presidenta.

…Y con la perspectiva del disciplinamiento

Si hasta hace un tiempo se podía vislumbrar que los con�ictos del gobierno antes que con la oposición serían más bien dentro de su estructura interna, disputas mediante, los resultados de las primarias también indican un cambio de situación en este aspecto. La estrategia o�cial logró un exitoso disciplina-miento interno. La �gura de Moyano se corrió de escena, aumentando los rumores de un posible recambio en el liderazgo de la CGT. Por ahora, no se vislumbra un posible sucesor. Gerardo Martínez, titular del gremio de la UOC�, fogoneado por secto-res del o�cialismo como un posible candida-to, cuenta con un prontuario demasiado comprometedor para el autoproclamado “Gobierno de los Derechos Humanos”, en especial luego de ser denunciado como espía de la dictadura militar.

Con el guiño de la presidenta, La Cámpora se ha consolidado en los primeros lugares de las listas

legislativas. De repetirse la performance electoral, en diciembre una buena cantidad de sus dirigen-tes ganará posiciones de poder, desde el Congre-so hasta en las provincias y los municipios.

Por el lado de los poderosos barones del Conurbano, si bien en la mayoría de los casos rea�rmaron sus candidaturas, obtuvieron en promedio un 30% menos que el voto a Cristi-na Fernández. Como buenos peronistas apelaron a la lealtad y se llamaron al silencio.

El arco opositor

Desconcierto, fragmentación, oportunismo y pases de factura, son las características que por estas horas de�nen a la oposición burguesa. Luego de un inusitado y absurdo esfuerzo por instalar la idea del fraude electoral, los principales candidatos opositores han concentrado sus energías en apelar al equilibrio parlamentario, para -al menos- conservar bancas en las cámaras legislativas. En el circo electoral, sobraron las actuaciones bochornosas, como la interna del PJ Federal entre Rodríguez Saa, Duhalde y Das Neves, o la alianza entre Ricardito Alfonsín y el empresario menemista De Narváez, que lejos de fortalecer a un candidato terminaron creando fuerzas enfrentadas que consiguieron posicionar-se a casi 40 puntos del o�cialismo. Por su parte el peronismo duhaldista no admite la derrota y, cual Padrino, declara que de aquí a octubre “pueden

pasar muchas cosas”. La estrategia en conjunto con Clarín y otros para instalarlo

como segunda fuerza nacional fue más que fallida. Los empre-sarios de la comunicación pueden in�ar y exagerar lo que hay, pero no les alcanza para inventar lo que no existe. Por su parte, con la nueva reglamenta-ción electoral, este arco opositor, cuyos votos sumados no alcanzan el 40%, no tiene posibilidad de unirse y presentar una única fuerza en octubre. En realidad tampoco tienen la capacidad política de hacerlo.

Quien obtuvo el primer puesto a la derrota fue Proyecto Sur, que al no llegar al 1,5% de los votos válidos

emitidos ya no tendrá posibili-dad de presentar candidato presidencial en octubre, sin embargo sí podrá presentar candidatos a diputados

nacionales en aquellos distritos donde superó dicho porcen-taje. Estos resultados contras-

tan con los del 2009, cuando con casi el 25% de los votos se

posicionaban como la segunda fuerza de la Capital Federal. Entre otras cosas, el inevitable viraje del líder cineasta de la “centro-izquierda” a panelista estrella de TN, su incapacidad de construir con otras fuerzas y respetar los acuer-dos previos, favorecieron esta disminución en el electorado. El 3% y tanto obtenido por Carrió tuvo un efecto devastador para la coalición. Lejos del 23% obtenido en la elección presidencial del 2007, con su típica retórica apocalíptica, Lilita admitió ser “la razón de la derrota”. La diáspora continúa, y posiblemente candidatos a ocupar cargos legislativos se pasen a las �las del PRO o del Frente Amplio Progresista.

Los medios de comunicación están instalando a Binner como el candidato con mayores posibilidades de crecer. El actual gobernador santafecino, candidato por el FAP se ha reunido unos días antes de las primarias con Hugo Moyano y luego de las mismas ha intentado hacer lobby en cuanta reunión empresaria se organice, como el precoloquio IDEA en Rosario o recientemente en la cena por el “Día de la Industria”. Ocupa un lugar de opositor sin ser oposición. Ha tenido guiños hacia el Gobierno, disputa en parte una misma base electoral y su gestión al frente de la provincia de Santa Fe reconoce continuidades con cualquiera de las gobernaciones provincia-les peronistas: trabajo estatal en negro y contratos �exibilizados, o complicidad con empresarios o�cialistas, como Cristóbal López, cuya intervención en la empresa Paraná Metal provocó el despido de centenares de trabajadores y su vaciamiento.

Si bien como Hombre Nuevo hemos elegido otro camino, básicamente porque no compar-timos las formas de construcción, ni abocar todos los esfuerzos militantes es pos de una estrategia únicamente electoralista, saludamos los resultados obtenidos por el FIT que consiguió superar la barrera del 1,5%. Enten-demos que es positivo que haya habido medio millón de votos para una fuerza que se presen-ta como anticapitalista. Nuestras críticas a la cortedad de alcance que inspira este armado, como a la pobreza programática de su campa-ña, siguen siendo las mismas que expusimos en varias ocasiones. Las rea�rmamos, además, en vistas de la farandulización con la que el FIT ha encarado sus intervenciones públicas, llegando grotescos en procura del voto disper-so, o del “voto lástima”.

Profundizar el “modelo”

Sin dudas el kirchnerismo construyó una serie de consensos sociales amplios, con medidas focalizadas, pero que a la luz del contexto

{Textuales}

Haga click aqui... para no sorprenderse demasiado.

“A confesión de partes…”(O la boca del pez)

Todos unidos triunfaremosEl pasado jueves 1 de septiembre, durante la cena por el Día de la Industria, luego de elogiar el discurso pronunciado por el titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, Cristina F. de Kirchner señaló: “Siempre se ha dicho que hay intereses contrapuestos entre capital y trabajo, pero en este tiempo me he convencido que no hay intereses más coincidentes que los de los empresarios y los trabajadores. Por eso tenemos que ser todos lo suficientemente inteligentes para no arruinar lo que son las bases de este desarrollo argentino y esta Argentina que hemos construido con tanto esfuerzo”.A la ceremonia asistieron el gabinete de ministros en pleno y varios gobernadores, entre ellos Daniel Scioli, Hermes Binner, José Luis Gioja, Jorge Capitanich y Maurice Closs. También estuvo el jefe de la CGT, Hugo Moyano, quien ingresó al predio junto a la Presidenta, De Mendiguren y el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. Entre los empre-sarios presentes también se observó al titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati; al presidente de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi; y al presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), Osvaldo Rial.

¿Combatiendo al capital (I)?Un 20 de septiembre, pero de hace 5 años, en 2006, en su viaje a la Asam-blea General de la ONU, Nueva York, el entonces Presidente Néstor Kirchner y su esposa, la actual presidenta, participaron de un acto en la Bolsa de Valores de Wall Street. Allí, el mandatario protagonizó la ceremonia del toque de campana que indica el cierre de las operaciones bursátiles del día. En dicha oportunidad Kirchner dijo: “…agradezco el gesto del mercado de invitarnos aquí. La Argentina está volviendo al lugar del que nunca debió haber salido”. En ese mismo viaje, la enton-ces senadora Cristina Fernández de Kirchner pronunció en una confe-rencia en la Universidad de Columbia: “¿Qué es el capitalismo? (…) lo que hizo caer al muro del Berlín no fue el poderío de Estados Unidos sino que el capitalismo es una mejor idea que el comunismo, y si el capitalis-mo se distingue frente a otras doctrinas es por la idea del consumo”.

¿Combatiendo al capital (II)?El pasado 7 de septiembre, en un acto realizado en Casa Rosada, la presidenta anunció un aumento en las asignaciones por hijo. Cristina planteó: “Cuando se tiene que lidiar con esto, lidiar con otro, lidiar por ahí con que le pararon el subte porque la tarjeta del SUBE le da tendi-nitis cuando la ponen y entonces uno dice: <La pucha, parece ser que algunos no han entendido lo que está pasando en la República Argentina y cuál es el rol…> (…) Yo vi a mi viejo trabajar durante años de colecti-vero, ¿tendinitis? Tenía que sacar boleto por boleto, picando… (…) laburó toda su vida y nunca tuvo tendinitis de nada. Vivía, claro, en un país donde en el que si no laburabas… y era más difícil hacerse el revolucio-nario, porque no había gobiernos democráticos, entonces… Cuando hay gobiernos como el nuestro, que ha hecho de su política de derechos huma-nos, de no criminalización de la protesta social, inclusive, respetada hasta límites que muchas veces nos provocan costos políticos, porque no hay protestas políticas y sociales, sino que muchas veces son provocaciones…Bueno, por supuesto, cuando uno tiene un gobierno como el nuestro, ser revolucionario es lo más fácil que hay. Así que, nosotros, yo por lo menos, nunca pretendí ser revolucionaria, siempre fui pero-nista y, muy humildemente, nada más.”

un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE)

reveló que el costo de estudiar en Chile es el segundo más caro del mundo,

detrás de Estados Unidos.

6PAGINA internacional

Hace más de tres meses que los estudiantes vienen movilizándose y luchando contra la mercantilización de la Educación, legado de la dictadura y los gobiernos posteriores que conciben a esta misma como un servicio. El reclamo por el derecho a una educación verda-deramente pública y gratuita ha calado hondo en todo el pueblo chileno y ha hecho eco en América Latina y en todo el mundo.

relación con lo sentido de la reivindica-ción: la educación como un derecho, reclamo impulsado con suma originali-dad y creatividad por el movimiento estudiantil chileno a la hora de hacerse escuchar: bailes masivos, videos por internet, canciones y parodias a publici-dades son sólo algunos de los elementos que han utilizado para hacerse notar e instalar sus demandas. A la par, �rmeza y combatividad en las calles para no ceder ante el aparato represivo, poniendo en evidencia nuevamente y ante amplios sectores de la opinión pública el derecho a la autodefensa y la acción directa del pueblo frente a las fuerzas del régimen.

El apoyo masivo a los estudiantes puso en cuestión mucho más que el modelo educativo. Pueden verse en las moviliza-ciones, expresiones masivas que mues-tran una situación generalizada de descontento hacia las políticas públicas heredadas de la última dictadura militar y una evidente pérdida de legitimidad del gobierno de Piñera. Se cuestiona la

lógica de la mercantilización, que no es solamente aplicada a la educación, si no también a los recursos naturales, y que se complementa con condiciones nefas-tas para el pueblo chileno como son el aumento en el precio de los productos básicos, la precarización laboral, la criminalización del pueblo mapuche, las condiciones laborales de los trabajado-res del cobre, entre otras.

Para la resolución de la crisis educativa que el Movimiento Estudiantil chileno ha podido instalar en la agenda del Gobierno de Piñera y lograr un amplio apoyo de diversos sectores, se han planteado soluciones como la realiza-ción de un plebiscito -que gran parte de los estudiantes ven como un elemento de desmovilización del pueblo- y una mesa de diálogo comenzada el pasado 3 de septiembre. Sin embargo el Gobier-no se mantiene �rme en su posición de que “nada es gratis en esta vida” como declaró el Presidente Piñera.

Si bien aún hay un debate abierto frente a las posibles soluciones, sin duda esta experiencia deja un saldo organizativo importantísimo. El pueblo chileno ha retomado sus métodos de lucha, y comienza un camino de construcción colectiva y participativa. Hoy, el pueblo de Chile comienza a despertar…

Azul Figueroa

(*) Leé los informes completos de “De las luchas estudiantiles a las �las de la construc-ción” en h�p://lallamarada.blogspot.com/

e las luchas estudiantiles a las �las de la Revolución”

Consigna del �ente estudian-til del MIR chileno a �nes de los 60.

De las luchas estudiantiles…

Para poder entender el proceso que existe hoy en Chile, es necesario analizarlo como la continuidad de experiencias de luchas que los estudiantes vienen desarrollando desde hace 3 décadas. A partir de 1980, la dictadura introduce en el país la lógica neoliberal al Sistema de Educación Supe-rior con dos consecuencias fundamenta-les: el surgimiento de un subsistema priva-do, y un gran aumento del número de ingresantes. Así, se pueden distinguir tres subsistemas: Universidades Tradicionales, Universidades Privadas y, por último, los Centros de Formación Técnica e Institu-tos Profesionales. En la década de 1990 se crea un complejo sistema de “ayudas estudiantiles” para este nivel educativo, que consiste en mecanismos para obtener préstamos estatales por un porcentaje del arancel total de una determinada carrera. Éste debe ser pagado mensualmente 2 años después que el estudiante deje de tener el carácter de “regular”. Desde hace al menos cinco años, mediante un complejo sistema de aranceles diferenciados, de cali�caciones y exámenes de ingreso, sumado a que las asignaciones que reciben son muchas veces insu�cientes, los alum-

nos se suelen ver desalentados siquiera a matricularse y a abandonar las aspiracio-nes de estudiar en la Universidad.

Por su parte el sistema de Educación Secundaria consta de tres subsistemas: los Colegios Municipales, los Particulares Subvencionados y los Privados. Este sistema también es herencia de la dictadu-ra y se enmarca en la lógica de debilitar la competencia del Estado en la toma de decisiones. En mayo de 2006 las calles de

Chile se llenaron de estudiantes; marchas, tomas y protestas fueron las manifestacio-nes más claras de la “toma de Chile” que realizaron los secundarios. Esto tiene su antecedente en el denominado “Mochila-zo” del año 2001, en el cual participaron muchos de los dirigentes que lideraron el movimiento del 2006. En los años poste-riores al “Mochilazo” se realizó un fuerte trabajo de base que dio resultados tanto en la elaboración de demandas como en el desarrollo de espacios de organización y participación estudiantil.

En 2005 los universitarios se movilizaron contra la Ley de Financiamiento de Educación Superior y en abril los secunda-rios en torno a demandas relativas a la Prueba de Selección Universitaria, y segui-damente en el 2006 los estudiantes denun-ciaron y se movilizaron por la incongruen-cia entre la realidad educativa y los discur-sos de los gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia, logrando generar un apoyo social transversal. Así se fueron dando las condiciones para que

estas protestas den lugar a un movimiento social, el único desde que asumió la Concertación.

...al pueblo chileno en pié

En la actualidad la situación de la Educa-ción en Chile expresa su grado de privati-zación e inaccesibilidad cuando se obser-van datos como el costo de las matrículas y las mensualidades universitarias que suben hasta los u$s 500, e incluso 800. En contraste, la mitad de los hogares recibe

menos de u$s 900 al mes. Por esto mismo, un estudiante, de hecho, puede egresar de su carrera con una deuda de u$s 50.000 a pagar con una tasa del 6%. En los últimos meses un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) reveló que el costo de estudiar en Chile es el segundo más caro del mundo, detrás de Estados Unidos. Frente a esta situación los estudiantes secundarios y universitarios hace más de tres meses que vienen movilizándo-se, realizando tomas de las instituciones educativas, escra-ches y huelgas de hambre por más

de 45 días.

El reclamo “por una educación pública y de calidad” tuvo un imponente apoyo popular en las calles con los “cacelorazos”, lo que obligó al Gobierno chileno a retro-ceder parcialmente. El 9 de agosto debió autorizar una marcha que fue masiva y contó con más de 100 mil personas en las calles de Santiago, y con la réplica de movi-lizaciones en solidaridad en distintas partes del mundo, entre ellas, en la Argen-tina. En nuestro país, a través de este con�icto, se ha conformado la “Asamblea de Estudiantes Chilenos Exiliadxs por la Educación” que han difundido el con�icto y organizado distintas movilizaciones en apoyo a la lucha de los estudiantes en Chile. En una de ellas, la del pasado 2 de Septiembre frente a la Embajada Chilena en Argentina, la represión también se hizo presente dejando un saldo de 6 detenidos. La asamblea que viene en crecimiento tanto en Bs. As. como en La Plata, es un ejemplo de organización y solidaridad.

El punto cúlmine de este proceso hasta el día de hoy fue el 24 y 25 de agosto, cuando con�uyeron las protestas estudiantiles con el paro general decre-tado por la CUT, Central Unitaria de Trabajadores, y el gobierno de Piñera respondió, como venía haciendo, con una brutal represión llevada a cabo por los carabineros, dejando un saldo de más de 1.300 detenidos, decenas de heridos y el asesinato de Manuel Gutié-rrez de apenas 14 años, todo en un clima tendiente a instalar en los hechos el Estado de Sitio.

Es necesario destacar que la legitimidad que ha encontrado este reclamo tiene

Chile: de las luchas estudiantiles a las filas de la construcción *

Se cuestiona la lógica de la mercan-tilización, que no es solamente aplicada a la educación, si no también a los

recursos naturales

7PAGINAinternacional

relación con lo sentido de la reivindica-ción: la educación como un derecho, reclamo impulsado con suma originali-dad y creatividad por el movimiento estudiantil chileno a la hora de hacerse escuchar: bailes masivos, videos por internet, canciones y parodias a publici-dades son sólo algunos de los elementos que han utilizado para hacerse notar e instalar sus demandas. A la par, �rmeza y combatividad en las calles para no ceder ante el aparato represivo, poniendo en evidencia nuevamente y ante amplios sectores de la opinión pública el derecho a la autodefensa y la acción directa del pueblo frente a las fuerzas del régimen.

El apoyo masivo a los estudiantes puso en cuestión mucho más que el modelo educativo. Pueden verse en las moviliza-ciones, expresiones masivas que mues-tran una situación generalizada de descontento hacia las políticas públicas heredadas de la última dictadura militar y una evidente pérdida de legitimidad del gobierno de Piñera. Se cuestiona la

lógica de la mercantilización, que no es solamente aplicada a la educación, si no también a los recursos naturales, y que se complementa con condiciones nefas-tas para el pueblo chileno como son el aumento en el precio de los productos básicos, la precarización laboral, la criminalización del pueblo mapuche, las condiciones laborales de los trabajado-res del cobre, entre otras.

Para la resolución de la crisis educativa que el Movimiento Estudiantil chileno ha podido instalar en la agenda del Gobierno de Piñera y lograr un amplio apoyo de diversos sectores, se han planteado soluciones como la realiza-ción de un plebiscito -que gran parte de los estudiantes ven como un elemento de desmovilización del pueblo- y una mesa de diálogo comenzada el pasado 3 de septiembre. Sin embargo el Gobier-no se mantiene �rme en su posición de que “nada es gratis en esta vida” como declaró el Presidente Piñera.

Si bien aún hay un debate abierto frente a las posibles soluciones, sin duda esta experiencia deja un saldo organizativo importantísimo. El pueblo chileno ha retomado sus métodos de lucha, y comienza un camino de construcción colectiva y participativa. Hoy, el pueblo de Chile comienza a despertar…

Azul Figueroa

(*) Leé los informes completos de “De las luchas estudiantiles a las �las de la construc-ción” en h�p://lallamarada.blogspot.com/

A partir del 6 de agosto pasado la furia de los sectores sociales más pobres recorrió durante varios días las calles de Londres y otros centros urbanos ingle-ses. Frente a los edi�cios en llamas, los medios masivos y la clase dominante salieron aterrorizados a criminalizar la protesta. Si bien es claro que en esta revuelta no hubo liderazgo ni consignas claras, sobraban los motivos. Los jóvenes embistieron contra los símbo-los del mercado y la propiedad, ponien-do de mani�esto los resultados sociales de las políticas neoliberales que se arrastran desde el �atcherismo y que hoy se agravan producto de la crisis. El desempleo entre la población blanca asciende al 20%, mientras que entre la población negra llega al 50%, lo que se suma a la falta de representación políti-ca y asistencia social que sufren los jóvenes extranjeros o hijos de inmigran-tes.

Frente a esta situación, agravada por las nuevas medidas “anti-crisis”, los jóvenes más pobres y perjudicados por un siste-ma socioeconómico que día a día los extermina, hicieron ver su furia median-te la acción directa y la lucha en las calles, desplegando un importante caudal de violencia urbana como forma de protesta frente a la injusticia.

representación, ni reclamaban un cambio político radical. Pero su protesta sacudió desde adentro los cómodos sillones desde los que los políticos israelíes dirigen los bom-bardeos y ataques al pueblo pales-tino. Con un grado importante de heterogeneidad, decenas de miles de personas se movilizaron y acam-paron por las afueras de Tel Aviv denunciando el abandono y la inca-pacidad del gobierno para resolver el problema de vivienda, exigiendo un viraje en las políticas sociales y rechazando la privatización de los servicios públicos. Aunque por ahora no han desarrollado ningún tipo de organización, los “indigna-dos israelíes” reclaman además la reducción del costo de vida, la erradicación del desempleo, mejo-ras en la inversión estatal, en educación y salud y aumento de las ayudas públicas.

Primaveras árabesLos procesos abiertos en el mundo árabe demandando la democratización de la

sociedad, exigiendo justicia social, cambios en las políticas económicas y

sociales, albergan también tintes antiim-perialistas. Rebeliones como las de Egipto y Túnez pusieron en cuestión los intereses estratégicos geopolíticos de las

potencias imperialistas y aún está en disputa el

camino que transi-tarán estos procesos.

Los pueblos de Europa y el mundo árabe lograron desde comienzos de este año alzar la voz de su indignación y ganar las calles. La crisis económica marca el escenario actual. Los mercados no

logran reactivarse y se comienza a visualizar un escenario de recesión a nivel mundial. Los recortes presupuestarios han profundizado en Europa los efectos sociales de las políticas neoli-berales que los pueblos sufren desde hace varias décadas. Éste es el telón de fondo de las movi-

lizaciones masivas, revueltas y luchas en las calles que se propagan en Europa y otras regiones. Ante los efectos incipientes de una crisis que no se ha desplegado del todo aún, pueden verse algunas reacciones populares que reabren la discusión sobre la legitimidad de las revueltas

callejeras.

El 15-M volvió a concentrar la atención internacional con sus protestas contra los preparativos en Madrid ante la visita del papa Benedicto XVI con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud ( JMJ). En esta ocasión, lo que se puso en discusión fue el destino de los fondos públicos en un contexto de crisis y ajuste en que los presupues-tos para salud y educación son recorta-dos drásticamente. Varias organizacio-nes laicas, feministas, partidos de izquierda, también han convocado acciones de protesta por el gasto públi-co que supone tal evento religioso, que movilizó unos 10.000 efectivos de seguridad y más de 50 millones de euros. La respuesta del gobierno no se hizo esperar. La Plaza del Sol, punto neurálgico si los hay en la ciudad, se desalojó y cercó para evitar que allí se concentren los indignados, quienes mantuvieron durante tres días una ofensiva contra los cordones policiales para recuperarla. La manifestación laica del 17 de agosto, previa al inicio de las JMJ fue reprimida por las fuerzas de seguridad.

En Siria las protes-tas exigiendo la renuncia de

Bashar Assad llevan ya seis meses. El escenario es complejo y los intereses y alianzas internacionales

di�cultan los alineamientos. Situado entre Turquía, Líbano, Irak, Israel y Jordania, Siria ocupa un territorio estratégico en la región y mantiene desde hace tiempo buenas relaciones con Irán y ha establecido contactos con Rusia, China, América del Sur. De allí la preocupación de Washing-ton e Israel, que ven en las protestas popu-lares una excelente oportunidad para destituir a la dictadura de Bashar Assad y alinear a Siria con los regímenes pro-estadounidenses en el mundo árabe.

¡NO a la interven-ción imperialista en Libia!El domingo 21 de agosto las fuerzas arma-das contrarias al gobierno de Gadda� entraron a Trípoli en una campaña en la que murieron más de mil personas en 12 horas. Esto estuvo acompañado de más de 60 misiles lanzados por la OTAN desde el mediterráneo. El con�icto se inició en febrero de este año, cuando se generó una serie de protestas en contra del régimen de Al Gadda�. Seguidamente dos resolucio-nes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas abrieron paso a una intervención de la OTAN, que desde marzo se mantie-ne bombar-deando la nación norafricana, brindado ayuda y negociando con los insurgentes para instalar en el poder un gobierno pro imperialista que ya está siendo reconocido por los líderes de los principales países europeos con quienes se ha reunido para repartir el botín.

Martín Retamoso Clara García B.

La indignación salta las fronteras de Europa, se asienta y se expande por otros pueblos. El 13 de agosto pasado con�uyeron en una masiva moviliza-ción diferentes sectores sociales que hacía un mes se encontraban acam-pando en las calles de Tel Aviv. Los indignados israelíes no cuestionaban las formas de organización social, ni la

e las luchas estudiantiles a las �las de la Revolución”

Consigna del �ente estudian-til del MIR chileno a �nes de los 60.

De las luchas estudiantiles…

Para poder entender el proceso que existe hoy en Chile, es necesario analizarlo como la continuidad de experiencias de luchas que los estudiantes vienen desarrollando desde hace 3 décadas. A partir de 1980, la dictadura introduce en el país la lógica neoliberal al Sistema de Educación Supe-rior con dos consecuencias fundamenta-les: el surgimiento de un subsistema priva-do, y un gran aumento del número de ingresantes. Así, se pueden distinguir tres subsistemas: Universidades Tradicionales, Universidades Privadas y, por último, los Centros de Formación Técnica e Institu-tos Profesionales. En la década de 1990 se crea un complejo sistema de “ayudas estudiantiles” para este nivel educativo, que consiste en mecanismos para obtener préstamos estatales por un porcentaje del arancel total de una determinada carrera. Éste debe ser pagado mensualmente 2 años después que el estudiante deje de tener el carácter de “regular”. Desde hace al menos cinco años, mediante un complejo sistema de aranceles diferenciados, de cali�caciones y exámenes de ingreso, sumado a que las asignaciones que reciben son muchas veces insu�cientes, los alum-

nos se suelen ver desalentados siquiera a matricularse y a abandonar las aspiracio-nes de estudiar en la Universidad.

Por su parte el sistema de Educación Secundaria consta de tres subsistemas: los Colegios Municipales, los Particulares Subvencionados y los Privados. Este sistema también es herencia de la dictadu-ra y se enmarca en la lógica de debilitar la competencia del Estado en la toma de decisiones. En mayo de 2006 las calles de

Chile se llenaron de estudiantes; marchas, tomas y protestas fueron las manifestacio-nes más claras de la “toma de Chile” que realizaron los secundarios. Esto tiene su antecedente en el denominado “Mochila-zo” del año 2001, en el cual participaron muchos de los dirigentes que lideraron el movimiento del 2006. En los años poste-riores al “Mochilazo” se realizó un fuerte trabajo de base que dio resultados tanto en la elaboración de demandas como en el desarrollo de espacios de organización y participación estudiantil.

En 2005 los universitarios se movilizaron contra la Ley de Financiamiento de Educación Superior y en abril los secunda-rios en torno a demandas relativas a la Prueba de Selección Universitaria, y segui-damente en el 2006 los estudiantes denun-ciaron y se movilizaron por la incongruen-cia entre la realidad educativa y los discur-sos de los gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia, logrando generar un apoyo social transversal. Así se fueron dando las condiciones para que

estas protestas den lugar a un movimiento social, el único desde que asumió la Concertación.

...al pueblo chileno en pié

En la actualidad la situación de la Educa-ción en Chile expresa su grado de privati-zación e inaccesibilidad cuando se obser-van datos como el costo de las matrículas y las mensualidades universitarias que suben hasta los u$s 500, e incluso 800. En contraste, la mitad de los hogares recibe

menos de u$s 900 al mes. Por esto mismo, un estudiante, de hecho, puede egresar de su carrera con una deuda de u$s 50.000 a pagar con una tasa del 6%. En los últimos meses un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) reveló que el costo de estudiar en Chile es el segundo más caro del mundo, detrás de Estados Unidos. Frente a esta situación los estudiantes secundarios y universitarios hace más de tres meses que vienen movilizándo-se, realizando tomas de las instituciones educativas, escra-ches y huelgas de hambre por más

de 45 días.

El reclamo “por una educación pública y de calidad” tuvo un imponente apoyo popular en las calles con los “cacelorazos”, lo que obligó al Gobierno chileno a retro-ceder parcialmente. El 9 de agosto debió autorizar una marcha que fue masiva y contó con más de 100 mil personas en las calles de Santiago, y con la réplica de movi-lizaciones en solidaridad en distintas partes del mundo, entre ellas, en la Argen-tina. En nuestro país, a través de este con�icto, se ha conformado la “Asamblea de Estudiantes Chilenos Exiliadxs por la Educación” que han difundido el con�icto y organizado distintas movilizaciones en apoyo a la lucha de los estudiantes en Chile. En una de ellas, la del pasado 2 de Septiembre frente a la Embajada Chilena en Argentina, la represión también se hizo presente dejando un saldo de 6 detenidos. La asamblea que viene en crecimiento tanto en Bs. As. como en La Plata, es un ejemplo de organización y solidaridad.

El punto cúlmine de este proceso hasta el día de hoy fue el 24 y 25 de agosto, cuando con�uyeron las protestas estudiantiles con el paro general decre-tado por la CUT, Central Unitaria de Trabajadores, y el gobierno de Piñera respondió, como venía haciendo, con una brutal represión llevada a cabo por los carabineros, dejando un saldo de más de 1.300 detenidos, decenas de heridos y el asesinato de Manuel Gutié-rrez de apenas 14 años, todo en un clima tendiente a instalar en los hechos el Estado de Sitio.

Es necesario destacar que la legitimidad que ha encontrado este reclamo tiene

Londres en llamas

Israel

En qué andan Los In-dignados españoles.

Lucha de calles, lucha de clases

Ante la crisis…

La crisis nos obliga a definir tareas. En cuanto a lo reivindicativo, aunque la crisis no impacte en nuestro país en forma inmediata, es importante reforzar la organización en contra de la precarización laboral. Si ésta se mantuvo muy elevada en momentos de auge, tenderá a agravarse en un contexto de crisis en el que los índices de desempleo se elevarán.

En una proyección más general, creemos que se abre un nuevo espacio para la batalla de ideas. Insistimos en que ninguna crisis por grave que sea traerá consigo el “derrumbe” automá-tico del capitalismo; sin embargo, es indudable que la visibilidad que adquieren las contradicciones de este modo de producción es mucho mayor en momentos de crisis que en los de crecimiento. Luchar contra la ilusión de que la crisis no es un problema del capitalismo sino de la “especulación”, luchar contra la falacia de que “de la crisis el capital sale con distribución del ingreso” no son tareas académicas sino que pueden contribuir a visuali-zar cuál es la verdadera raíz de los males que nos aquejan como clase.

Asimismo, estrechar y entablar lazos a nivel internacional es una necesi-dad. Los capitalistas están dando muestras -por ahora- de una capaci-dad para consensuar medidas que –hasta ahora– no se corresponden con una respuesta similar de nuestra parte para dar una pelea de manera unificada. La crisis abrirá luchas y discusiones. En ellas será una tarea central orientar la crítica hacia sus causas: el propio capitalismo, y así poner en cuestión las versiones aggiornadas que conciben la posibi-lidad de un capitalismo con rostro humano.

Ana Marchesi

La realidad muestra que lo que está en crisis es el capitalismo como sistema que incluye necesaria-mente a las esferas productiva

y financiera

$

8PAGINA

“Caen las bolsas”, “tiemblan los mercados”, “corre riesgo el dólar”… En esta nota abordamos la crisis mundial discutiendo qué es lo que está en crisis, cuál es el escenario que se vislumbra en Argentina y a nivel mundial. A su vez, nuestra posi-ción y aportes al debate respecto de cómo intervenir.

risis en el centro del capitalis-mo mundial

Luego de dos años de una relativa, pero no por eso menos real, recupe-ración de la economía mundial, la crisis ha vuelto a aparecer en el cora-zón del sistema capitalista. Si la crisis de 2007/8 había golpeado especialmente a EEUU y a los secto-res hipotecario y financiero, hoy la crisis se presenta en forma más aguda y bajo la forma de déficits estatales impagables. Tras dos años de ofensiva en contra de derechos que los trabajadores habían conser-vado a pesar de la destrucción de los llamados Estados de Bienestar, ofen-siva que fue parte de la salida de la crisis mundial de mediados de los setenta, tras dos años de aumento de la productividad del trabajo con restricción salarial, tras dos años de inyecciones billonarias de fondos para evitar el colapso de grandes bancos y empresas, el gasto y la inversión privadas decaen, los capi-tales optan por la liquidez y, más aún, se refugian cada vez más en el oro como reserva última de valor frente a la incertidumbre creciente en torno al dólar y al euro.

varios los que se atreven a dejar de lado la idea de lo sacrosanto de las deudas para sugerir que el default (o sea, dejar de pagar) no sería una medida del todo perniciosa si aliviara la situación de los países que hoy se encuentran más compro-metidos.

Pero no sólo por este motivo la acción de los gobiernos está más limitada hoy. Un dato nuevo de la realidad es la lucha de calles que con sus formas e intensidades variadas ha cambiado el escenario. La crisis, por tanto, no es sólo “económica”.

Las explicacion

Rápidamente, premios Nobel “pro-gresistas”, economistas “hetero-doxos” y académicos “bienpensan-tes” se apresuran en atribuir la causa de todos los males actuales al capital financiero. El exceso de especulación, arguyen, sería la causa de que el verdadero capitalismo, basado en la

En Argentina, los economistas oficialistas presentan la crisis mun-dial como un hecho externo. Ha quedado atrás la idea de que la situa-ción de reservas, fiscal, comercial y financiera de Argentina inmuniza al país contra la sacudida internacio-

Tampoco es correcta la interpreta-ción que propone el “progresismo” respecto de la falta de acción del estado. Los estados intervinieron enormemente en la economía evitan-do que muchas empresas y bancos fueran a la quiebra, tanto como lanzando una ofensiva abierta contra los trabajadores (aumento de la edad jubilatoria, reducción de salarios, recortes a servicios sociales, etc. etc.). Responderán los “heterodoxos” que ellos refieren a una acción del estado que contribuya a la distribución del ingreso, a la reactivación de la acumu-lación a través de un acrecentado consumo de masas. Resulta curioso que sólo se consideren las interven-ciones estatales que tenderían al “bien común” y no a aquellas que desnudan la naturaleza de clase del estado.

así que para los exponentes de esta corriente los ajustes son contra-producentes.

Sin embargo, la realidad muestra que lo que está en crisis es el capitalismo como sistema que incluye necesaria-mente a las esferas productiva y financiera. Sin la expansión mundial del crédito y las finanzas sería imposi-ble que la producción mundial pudie-ra concretarse y venderse. Si la producción capitalista se enfrenta hoy a una nueva crisis no es porque se ha levantado contra ella una fuerza exterior, la de las finanzas, que le impide desarrollarse con normali-dad; por el contrario, es el desarrollo normal y hasta exitoso de la acumula-ción lo que conduce en forma recu-rrente e inexorable a crisis como la que estamos viviendo hoy.

Además, ninguna crisis a lo largo de la historia del capitalis-mo se ha resuelto de ese modo. La recomposición de la rentabilidad se produce depurando capitales (con su secuela de desocupación), introdu-ciendo innovaciones en la produc-ción y, sobre todo, aumentando la explotación de los trabajadores. Baste recordar que la salida de la profunda crisis de 2001/02 vino de la mano de una devaluación y dramá-tica reducción de los salarios que al tiempo que producía los mayores picos de desempleo y miseria que conociera nuestro pueblo permitía a los empresarios ir en busca de la rentabilidad perdida.

Las perspectivas para la economía argentina

producción, se enfrente hoy a una crisis de gran magnitud. La entroniza-ción del mercado en contra del Estado, argumentan, impide la aplica-ción de políticas que mejorando la distribución del ingreso y generando empleo permitan salir de la crisis; es

tiempo, a corregir el tipo de cambio devaluando el peso (más o menos drásticamente) y a controlar la inflación.

En contra de estas perspecti-vas, el economista Julio Gambina ha señalado acerta-

damente que la crisis es mun-dial a pesar de que sus manifes-

taciones sean locales. Esto no significa que su impacto en Argen-

tina será inmediato y bajo las mismas formas

que viene adquiriendo en el centro, pero sí marca que

el país no es una isla al margen del mercado mun-dial. La reactivación de la UNASUR y, aparentemen-te, la puesta en marcha del

demorado Banco del Sur expresan en

cierta medida el reco-nocimiento de las

dificultades de moderar los efectos de la crisis

desde un acotado espa-cio nacional. El hecho

de que los países latinoa-mericanos más estrecha-mente identificados con el neoliberalismo y más ligados a EEUU estén impulsando este nuevo paso en la integra-

ción regional muestra cuál es el carácter del proceso, si bien

no es un dato menor o desdeña-ble para comprender la situa-ción.

La discusión sobre Estados Unidos

La enorme deuda de EEUU, el deterioro de la confianza en el

dólar y en los títulos del Tesoro, junto a las dificultades para reacti-

var la producción y las exportacio-nes, son conceptualizados por

muchos intelectuales como la consta-tación de que el país del norte ha entrado en la fase de declive de su hegemonía mundial. A partir de eso se habla de la emergencia de la “mul-tipolaridad” y se discute cuál sería la potencia que reemplazaría a EEUU en el lugar predominante a escala global.

Crisis capitalista: aportes para el análisis, lecturas para la lucha

El margen de acción con el que cuen-tan hoy los estados es menor del que disponían hace tres años. El endeuda-miento al que recurrieron para evitar las quiebras de grandes bancos y empresas, hoy se ha convertido en algo verdaderamente impagable y son

nal; hoy reconocen que la crisis se hará sentir, pero sostienen que al igual que durante 2008/9 la aplica-ción de medidas contracíclicas permitirá capear el temporal. Los economistas liberales llaman, como lo vienen haciendo desde hace

No obstante, hay elementos que obligan a tener una visión menos categórica de la anunciada debacle del imperialismo norteamericano. No sólo la escala global de los nego-cios de empresarios de ese origen

constituye un elemento a considerar al evaluar el problema; además, la preeminencia de EEUU se apoya no sólo en el dólar sino en la fuerza militar que ningún país o región está poniendo en cuestión por ahora. Hay que recordar que este país desde la finalización de la Segunda Guerra cumple una función de gendarme del conjunto del mundo capitalista por lo cual resulta cues-tionable analizarlo como si fuera meramente un país más.

Ante la crisis…

La crisis nos obliga a definir tareas. En cuanto a lo reivindicativo, aunque la crisis no impacte en nuestro país en forma inmediata, es importante reforzar la organización en contra de la precarización laboral. Si ésta se mantuvo muy elevada en momentos de auge, tenderá a agravarse en un contexto de crisis en el que los índices de desempleo se elevarán.

En una proyección más general, creemos que se abre un nuevo espacio para la batalla de ideas. Insistimos en que ninguna crisis por grave que sea traerá consigo el “derrumbe” automá-tico del capitalismo; sin embargo, es indudable que la visibilidad que adquieren las contradicciones de este modo de producción es mucho mayor en momentos de crisis que en los de crecimiento. Luchar contra la ilusión de que la crisis no es un problema del capitalismo sino de la “especulación”, luchar contra la falacia de que “de la crisis el capital sale con distribución del ingreso” no son tareas académicas sino que pueden contribuir a visuali-zar cuál es la verdadera raíz de los males que nos aquejan como clase.

Asimismo, estrechar y entablar lazos a nivel internacional es una necesi-dad. Los capitalistas están dando muestras -por ahora- de una capaci-dad para consensuar medidas que –hasta ahora– no se corresponden con una respuesta similar de nuestra parte para dar una pelea de manera unificada. La crisis abrirá luchas y discusiones. En ellas será una tarea central orientar la crítica hacia sus causas: el propio capitalismo, y así poner en cuestión las versiones aggiornadas que conciben la posibi-lidad de un capitalismo con rostro humano.

Ana Marchesi

risis en el centro del capitalis-mo mundial

Luego de dos años de una relativa, pero no por eso menos real, recupe-ración de la economía mundial, la crisis ha vuelto a aparecer en el cora-zón del sistema capitalista. Si la crisis de 2007/8 había golpeado especialmente a EEUU y a los secto-res hipotecario y financiero, hoy la crisis se presenta en forma más aguda y bajo la forma de déficits estatales impagables. Tras dos años de ofensiva en contra de derechos que los trabajadores habían conser-vado a pesar de la destrucción de los llamados Estados de Bienestar, ofen-siva que fue parte de la salida de la crisis mundial de mediados de los setenta, tras dos años de aumento de la productividad del trabajo con restricción salarial, tras dos años de inyecciones billonarias de fondos para evitar el colapso de grandes bancos y empresas, el gasto y la inversión privadas decaen, los capi-tales optan por la liquidez y, más aún, se refugian cada vez más en el oro como reserva última de valor frente a la incertidumbre creciente en torno al dólar y al euro.

varios los que se atreven a dejar de lado la idea de lo sacrosanto de las deudas para sugerir que el default (o sea, dejar de pagar) no sería una medida del todo perniciosa si aliviara la situación de los países que hoy se encuentran más compro-metidos.

Pero no sólo por este motivo la acción de los gobiernos está más limitada hoy. Un dato nuevo de la realidad es la lucha de calles que con sus formas e intensidades variadas ha cambiado el escenario. La crisis, por tanto, no es sólo “económica”.

Las explicacion

Rápidamente, premios Nobel “pro-gresistas”, economistas “hetero-doxos” y académicos “bienpensan-tes” se apresuran en atribuir la causa de todos los males actuales al capital financiero. El exceso de especulación, arguyen, sería la causa de que el verdadero capitalismo, basado en la

9PAGINA

En Argentina, los economistas oficialistas presentan la crisis mun-dial como un hecho externo. Ha quedado atrás la idea de que la situa-ción de reservas, fiscal, comercial y financiera de Argentina inmuniza al país contra la sacudida internacio-

Tampoco es correcta la interpreta-ción que propone el “progresismo” respecto de la falta de acción del estado. Los estados intervinieron enormemente en la economía evitan-do que muchas empresas y bancos fueran a la quiebra, tanto como lanzando una ofensiva abierta contra los trabajadores (aumento de la edad jubilatoria, reducción de salarios, recortes a servicios sociales, etc. etc.). Responderán los “heterodoxos” que ellos refieren a una acción del estado que contribuya a la distribución del ingreso, a la reactivación de la acumu-lación a través de un acrecentado consumo de masas. Resulta curioso que sólo se consideren las interven-ciones estatales que tenderían al “bien común” y no a aquellas que desnudan la naturaleza de clase del estado.

así que para los exponentes de esta corriente los ajustes son contra-producentes.

Sin embargo, la realidad muestra que lo que está en crisis es el capitalismo como sistema que incluye necesaria-mente a las esferas productiva y financiera. Sin la expansión mundial del crédito y las finanzas sería imposi-ble que la producción mundial pudie-ra concretarse y venderse. Si la producción capitalista se enfrenta hoy a una nueva crisis no es porque se ha levantado contra ella una fuerza exterior, la de las finanzas, que le impide desarrollarse con normali-dad; por el contrario, es el desarrollo normal y hasta exitoso de la acumula-ción lo que conduce en forma recu-rrente e inexorable a crisis como la que estamos viviendo hoy.

Además, ninguna crisis a lo largo de la historia del capitalis-mo se ha resuelto de ese modo. La recomposición de la rentabilidad se produce depurando capitales (con su secuela de desocupación), introdu-ciendo innovaciones en la produc-ción y, sobre todo, aumentando la explotación de los trabajadores. Baste recordar que la salida de la profunda crisis de 2001/02 vino de la mano de una devaluación y dramá-tica reducción de los salarios que al tiempo que producía los mayores picos de desempleo y miseria que conociera nuestro pueblo permitía a los empresarios ir en busca de la rentabilidad perdida.

Las perspectivas para la economía argentina

producción, se enfrente hoy a una crisis de gran magnitud. La entroniza-ción del mercado en contra del Estado, argumentan, impide la aplica-ción de políticas que mejorando la distribución del ingreso y generando empleo permitan salir de la crisis; es

tiempo, a corregir el tipo de cambio devaluando el peso (más o menos drásticamente) y a controlar la inflación.

En contra de estas perspecti-vas, el economista Julio Gambina ha señalado acerta-

damente que la crisis es mun-dial a pesar de que sus manifes-

taciones sean locales. Esto no significa que su impacto en Argen-

tina será inmediato y bajo las mismas formas

que viene adquiriendo en el centro, pero sí marca que

el país no es una isla al margen del mercado mun-dial. La reactivación de la UNASUR y, aparentemen-te, la puesta en marcha del

demorado Banco del Sur expresan en

cierta medida el reco-nocimiento de las

dificultades de moderar los efectos de la crisis

desde un acotado espa-cio nacional. El hecho

de que los países latinoa-mericanos más estrecha-mente identificados con el neoliberalismo y más ligados a EEUU estén impulsando este nuevo paso en la integra-

ción regional muestra cuál es el carácter del proceso, si bien

no es un dato menor o desdeña-ble para comprender la situa-ción.

La discusión sobre Estados Unidos

La enorme deuda de EEUU, el deterioro de la confianza en el

dólar y en los títulos del Tesoro, junto a las dificultades para reacti-

var la producción y las exportacio-nes, son conceptualizados por

muchos intelectuales como la consta-tación de que el país del norte ha entrado en la fase de declive de su hegemonía mundial. A partir de eso se habla de la emergencia de la “mul-tipolaridad” y se discute cuál sería la potencia que reemplazaría a EEUU en el lugar predominante a escala global.

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Se abre un nuevo espacio

para la batalla de ideas

Aunque la crisis no impacte en nuestro país en forma inmediata, es impor-tante reforzar la organización en contra

de la precarización laboral

El margen de acción con el que cuen-tan hoy los estados es menor del que disponían hace tres años. El endeuda-miento al que recurrieron para evitar las quiebras de grandes bancos y empresas, hoy se ha convertido en algo verdaderamente impagable y son

nal; hoy reconocen que la crisis se hará sentir, pero sostienen que al igual que durante 2008/9 la aplica-ción de medidas contracíclicas permitirá capear el temporal. Los economistas liberales llaman, como lo vienen haciendo desde hace

No obstante, hay elementos que obligan a tener una visión menos categórica de la anunciada debacle del imperialismo norteamericano. No sólo la escala global de los nego-cios de empresarios de ese origen

constituye un elemento a considerar al evaluar el problema; además, la preeminencia de EEUU se apoya no sólo en el dólar sino en la fuerza militar que ningún país o región está poniendo en cuestión por ahora. Hay que recordar que este país desde la finalización de la Segunda Guerra cumple una función de gendarme del conjunto del mundo capitalista por lo cual resulta cues-tionable analizarlo como si fuera meramente un país más.

10PAGINA

Las luchas que se desarrollan en todo el país son por ahora parciales, están aisladas, son retazos que no logran unificarse.

Sin embargo, cada una de ellas tiene el po-

tencial de ir construyen-do organización y de ir acumulando fuerzas para la clase trabajadora.

rETAZOS De LUCHAS QUe DEBeNSER UNA

julio-agosto

JUJUY TOMAS DE TIERRASPobladores de Juju

y reclaman la

cesión de tierras para la construc-

ción de viviendas. La policía y la

patota privada de los Blaquier

intentó desalojar a 700 familias que

tomaron un predio en Libertador

Gral San Martín, asesinando a 4

personas durante la feroz represión

.

Más de 200 familias resisten en

distintos puntos de la provincia en

reclamo de una vivienda digna.

formosa pueblos originariosEn noviembre de 20

10 los Qom de la comunidad

La Primavera fueron violentamente re

primi-

dos por la policía por reclamar sus d

erechos

y por el despojo de sus tierras. A pes

ar del

pedido constante de ayuda y de un ext

enso

acampe en Buenos Aires, aún no obtien

en

respuestas concretas.

agosto-septimbre

chaco viviendaLa Organización Toba Qompi realiza, hace más de un mes, un corte de ruta para reclamar viviendas y electri-cidad en la zona del impenetrable chaqueño.

misiones docentes en luchaDurante varias semanas docentes autoconvocados y del Frente Gremial realizan paros, marchas y concen-traciones, incluyendo el corte de la ruta nacional n°12 en reclamo de un aumento salarial y en defensa de la educación pública.

catamarca mina no!Resistiendo var

ias represiones,

los vecinos y ambientalistas de

Andalgalá continúan la lucha

contra la minería a cielo

abierto

santa cruz i adosacLos docentes santacr

uceños

reclamaron un aumento salarial

y la reapertura de las parita-

rias en una huelga que duró

más de sesenta días, que incluyó

cortes de ruta y piquetes a las

grandes empresas petroleras.

Fueron reprimidos por la

gendarmería y las patotas

sindicales. ADOSAC forjó una

referencia unitaria y democrá-

tica aglutinando a un amplio

arco de solidaridad que se

expresó en distintos puntos del

país y en Buenos Aires ante el

Ministerio de Trabajo, donde fue

desalojado su acampe. feb-may

agosto

tucumán viviendaLa policía desalojó b

rutalmente

a más de 200 familias que

ocupaban un predio en reclamo

de vivienda.

El Sindicato de Trabajadores

Autoconvocados de la Salud de

Tucumán alcanzó un acuerdo con

el gobierno provincial luego de

varios meses de lucha en

reclamo de la apertura de la

negociación salarial y de

mejoras en las condiciones de

trabajo y de contratación.

trabajo digno entre ríos docentes en luchaContinúa el plan de lucha docente en reclamo de un aumento salarial

buenos ares ferroviarios Tras una lucha de varios meses, y luego del asesinato de Mariano Ferreyra, fueron efectivizados los trabajadores tercerizados del ex ferrocarril Roca. oct2010

ene2011INDOAMERICANO Unas 17 mil personas tomaron el predio del Parque Indoame-ricano en Villa Soldati / Lugano en reclamo de viviendas. En un operativo conjunto, la policía federal, la metro-politana y bandas de civiles armados asesinaron a 3 personas.

vial costero La Asamblea de Vecinos de Vicente López es brutalmente reprimida cuando se manifesta-ba en oposición a la construcción del Vial Costero.

Subestación Rigolleau

diciembre 2010

2006-2011

AGTCAP Luego de meses de lucha, más de 12oo cooperativistas de todas las regionales de la AGTCAP (Asociación Gremial de

Tabajador@s Cooperativ@s Autogestionad@s y Precarizad@s) se movilizaron al Ministerio de Desarrollo Social logrando que se reconoz-ca la compatibilidad entre el Programa de Trabajo Autoges-tionado y la Asignación Universal por Hijo

Pese a la represión, los Vecinos Autocon-vocados por la Vida de Berazategui, continúan oponiéndose a la instalación de la Subestación Rigolleau en zona poblada.

no a la entrega de la costaVecinos y ambientalistas se organizan para rechazar el mega emprendimiento inmobiliario Nueva Costa del Plata que la multinacional Techint quiere realizar en la zona ribereña de Avellaneda y Quilmes

chubut/santa cruz iI

petroleros Trabajadores PETRO-

LEROS de SANTA CRUZ

y de CHUBUT continúan en conflic

to y

con paros intermitentes.

en lucha

11PAGINA

a lucha de los docentes de Santa Cruz fue histórica. Sesenta días de huelga, cortes

de ruta y piquetes a las grandes empre-sas petroleras, represión de la gendar-mería y de las patotas sindicales, descuentos y cerco informativo. Todo decidido en asambleas a través de una práctica de representación democráti-ca que impulsa la participación desde las bases, que promueve el análisis crítico frente a la toma de posición. Las maestras y maestros santacruceños pelearon para que su con�icto tome carácter nacional y llegaron a Buenos Aires en busca de una respuesta del Ministerio de trabajo. Allí fueron brutalmente desalojados con camiones hidrantes.

A pesar de no lograrse los objetivos propuestos, los docentes de ADOSAC lograron constituirse como referencia unitaria y democrática no sólo del conjunto de la docencia santacruceña sino de los trabajadores de distintos puntos del país, como se expresó en la Caravana Solidaria que viajó hasta Santa Cruz o en el apoyo durante la estadía de la comitiva en Buenos Aires. Por ello, sin restarle importancia a los esfuerzos y luchas cotidianas que los trabajadores dan en todo el país, enten-demos que el con�icto santacruceño marcó un rumbo.

Otro ejemplo de lucha y organización sindical a destacar es el de la AGTCAP (Asociación Gremial de Trabajador@s Cooperativ@s Autogestiv@s y Precarizad@s). Este agrupamiento, formado hace pocos meses atrás a través del debate fraternal entre cientos de cooperativistas de distintos movi-mientos sociales de todo el país, comienza a acumular sus primeros triunfos. A través de la movilización, la AGTCAP consiguió destrabar la com-patibilidad del Programa de Trabajo Autogestionado (PTA, subsidio para cooperativas) con la Asignación Universal por Hijo; bene�cio, que abarca a todos los trabajadores coope-rativistas del país que perciban el subsi-dio –no solo a los de la AGTCAP–.

Estos y tantos otros ejemplos de lucha que se alzan a lo largo de nuestro terri-torio demuestran que es posible orga-nizarse, tener una práctica sindical distinta que fortalezca a los trabajado-res como clase, buscando únicamente la participación y voluntad de los traba-jadores como eje de las decisiones, y no la acumulación de tal o cual organiza-ción política. Quedó demostrado también que, aún en una etapa no revo-lucionaria como la actual, la solidari-dad entre trabajadores es posible, que es posible romper enormes barreras y debilidades, que es posible coordinar acciones comunes entre agrupaciones diversas y acumular fuerzas en pos de una sola lucha, la emancipación de los trabajadores.

Agustina Villegas

economia

recarización para los trabaja-dores…

Un reciente informe del Ministerio de Trabajo (MTEySS) a�rma que “la promoción del empleo genuino, producti-vo y justamente remunerado constituye uno de los principales canales a través del cual el actual enfoque político mejora las condiciones de vida de las personas” (h�p://www.trabajo.gov.ar/trabajoyempleoenelbicentenario). En el mismo documento se plantea que a través del programa nacional de regulación del trabajo (en el que intervienen el propio ministerio, ANSES, AFIP junto a gobiernos provinciales) “se regularizó el 38% de los asalariados no registrados DETECTADOS”.

Sin embargo, entre 2003 y 2010 la incorporación en reparticiones del Poder Ejecutivo de empleados bajo la forma de contrato, y no como emplea-dos estables de planta, creció un 155%; en el primer año mencionado, había 17.242 contratados, cifra que en 2010 llegó a 43.973. Gracias a esa forma de precariedad, un trabajador estatal bajo contrato cobra la mitad y hasta un tercio de lo que percibe uno de planta perma-nente (Lozano, Claudio “El Estado y sus trabajadores”, citado en Clarín, 26/6/11).

La precarización, en su modalidad de tercerización, alcanza al propio MTEySS, donde afecta al 70% de sus trabajadores, unos 3000 empleados. Frente a la lucha por el pase a planta de estos precarizados “no detectados”, la única respuesta concreta proporcionada por el organismo que debe velar por la situación de contratación en Argentina fue el descuento de los días de huelga.

…promoción para los empresarios

El mismo estado que reproduce en su interior la lógica de precarización laboral, no muestra reparos a la hora de otorgar bene�cios a las empresas. Para asegurar los niveles de acumulación que el capital requiere, año a año son otorga-dos millones de pesos anuales en concepto de subsidios. Sólo en los primeros seis meses del año se les trans-�rieron $32 mil millones. En el mismo lapso los subsidios sociales sumaron $18 mil millones. Las tres principales

ramas bene�ciadas con subsidios estata-les fueron luz, gas y transporte. En muchos casos el dinero que otorga el estado subsidia la precarización; el asesinato de Mariano Ferreyra visibilizó ante la sociedad las condiciones labora-les y los oscuros negocios defendidos en el ferrocarril por el tándem de funciona-rios, sindicalistas – empresarios, barra-bravas; pero está lejos de ser el único sector en el que esto ocurre.

Reconquistar el terreno perdido

Sólo los trabajadores podemos hacer valer nuestros derechos y avanzar en la recuperación del terreno perdido. La propaganda o�cial a favor del trabajo “en blanco” se contradice con las prácti-cas de contratación que el mismo estado implementa en sus dependencias. La

construcción de una lista unita-ria de todo

el arco de la izquierda en las últimas elecciones de la Asociación de Trabaja-dores del Estado es un hecho auspicioso que requiere de todo nuestro aporte como militantes.

La campaña en contra de la precariza-ción, hoy compartida por varias organi-zaciones es un primer paso muy impor-tante para visibilizar esta situación. La lucha contra el trabajo precario permite trazar un eje de intervención que une a trabajadores del sector público y privado, al tiempo que permite uni�car el reclamo de la in�nidad de formas que adopta la precarización (contrato temporario, trabajo en cooperativas, pasantías, etc.). La lucha por mejorar las condiciones laborales y de vida de los sectores más castigados supera lo meramente corpora-tivo al contribuir a elevar la situación objetiva del conjunto.

Martín De Benede�i

En la segunda entrega para el debate sobre la precariza-ción, buscamos mostrar el papel del estado en esta situa-

ción y los desafíos como clase para enfrentar estas condi-ciones.

12PAGINA

la resistencia a los ataques de la clase do-minante superó el carácter meramente defen-sivo. La consigna de “¡Luchar, crear poder

popular!” pintada, gritada y practicada por miles de trabajadores, estudiantes y campe-sinos pobres sintetizó esa aspiración de construir un verdadero poder del pueblo.

en debate

El otro 11 de septiembreA 38 años del golpe de Pinochet, cuando la voz de los estudiantes chilenos estalla en las calles, y cuando en el panorama nacional las elecciones cubren todas las preocupaciones de partidos oficiales y hasta de una parte de la izquierda, recupe-ramos la experiencia de la “vía chilena al socialismo” para extraer enseñanzas de cara hacia la actualidad.

“Retornarán los libros, las canciones, que quemaron las manos asesinas. Renacerá mi pueblo de su ruina y pagarán su culpa los traidores.”<<Yo pisaré las calles nuevamente>>; Pablo Milanés

“¡Luchar, crearpoder popular!” Del cancionero popular

l 11 de septiembre de 1973, en un escenario en el que la pelea entre revolución y

contrarrevolución arreciaba en todo el planeta, las calles de Chile eran ocupadas por el ejército. A través del sanguinario golpe de estado encabezado por Augusto Pinochet, la burguesía chilena, los terratenien-tes y los representantes del capital imperialista pusieron �n al intento de transformación conocido como la “vía chilena al socialismo”. Han pasado 38 años del día en que comenzó formalmente el in�erno neoliberal, esa nueva careta económico-política que se abría paso a sangre y fuego para seguir garantizando la ganancia capitalista y la hegemonía burguesa en América Latina y el mundo. A cuatro décadas de distancia, rendimos homenaje al hermano pueblo chileno que hoy nos está dando nuevamente grandes lecciones de movilización y lucha. Lo hacemos intentando extraer de aquella experiencia enseñanzas para la lucha actual. Entendemos que la re�exión sobre aquella experiencia arroja algunas claves para abordar el debate sobre la relación entre el poder, el poder popular y los gobier-nos populares.

La vía chilena al socialismo

El 4 de septiembre de 1970 la Unidad Popular (UP) -un frente formado por el Partido Socialista (PS), el Partido Comunista (PC), el Movimiento de Acción Popular Unitario (MAPU) y otras organiza-ciones políticas- ganó las elecciones presidenciales con Salvador Allende a la cabeza.

La UP planteaba realizar la transi-ción de Chile al socialismo reco-rriendo el camino de la legalidad

burguesa. Sin dejar de reconocer la condición de clase de esas institu-ciones, la UP proponía emprender desde el Poder Ejecutivo reformas estructurales que fueran transfor-mando la correlación de fuerzas a favor de los trabajadores, cambios que modi�caran la infraestructura social para avanzar de manera gradual y pací�ca a la conquista del aparato de dominación capitalista todo. El programa de reformas incluía la nacionalización de los recursos naturales esenciales como el cobre, la profundización de la reforma agraria iniciada por el gobierno demócrata-cristiano, la estatización de los grandes monopo-lios -la mayoría de los cuales estaban en manos de capitales extranjeros- junto a medidas sociales de gran magnitud: la universalización de la previsión social, educación básica y atención hospitalaria gratuitas y universales, desayuno y almuerzo en las escuelas para los niños pobres, provisión de medio litro de leche para todos los niños, programa de construcción de viviendas populares con agua potable, electricidad y gas, etc.

El gobierno popular

En ese contexto, la lucha entre opre-sores y oprimidos se agudizó. Luego de haber perdido el control del Poder Ejecutivo y gran parte de los gobiernos municipales, la burguesía chilena e imperialista buscó retomar la iniciativa recurriendo a todos los medios de lucha a su alcance. El gobierno norteamericano bloqueó la economía chilena, solventó a los monopolios de comunicación,

�nanció y entrenó a los grupos dere-chistas, envió a agentes de la CIA a organizar la contrarrevolución. Las patronales chilenas, por su parte,

obstruyeron las iniciativas popula-res por medio de sus representantes en el Poder Judicial y en el Legislati-vo, acapararon bienes de primera necesidad alimentando el mercado negro, realizaron en octubre de 1972 un lock-out para paralizar la producción y distribución de mer-cancías, organizaron bandas fascis-tas como “Patria y Libertad”, volvie-ron a presentarse a elecciones a inicios de 1973 (en las que nueva-mente fueron derrotados), hasta que la opción golpista fue reconoci-da por el conjunto de la clase domi-nante como la única posible. El 29 de junio de 1973 la derecha hizo el primer intento conocido como “El Tancazo” y pocos meses después llevó a cabo el alzamiento de�nitivo.

Los trabajadores y el pueblo en general fueron respondiendo a la creciente ofensiva de la derecha con una creciente participación y crean-do nuevas formas de organización. Nacieron al calor de la lucha distin-tos organismos embrionarios de poder popular que comenzaban a ensayar el autogobierno. Con las Juntas de Abastecimiento Popular (JAP) enfrentaron el desabasteci-miento y paliaron los efectos del mercado negro que disparaba la in�ación. Ante la radicalización patronal, los trabajadores respon-dieron ocupando fábricas, empresas y fundos, y organizando la produc-ción y formando los Cordones Industriales que articulaban a las unidades productivas de una misma región. Adicionalmente, en los Comandos Comunales se nucleaban todos los sectores del pueblo sin distinción de su inserción en la

producción. Fue así que la resisten-cia a los ataques de la clase domi-nante superó el carácter meramente defensivo. La consigna de “¡Luchar,

crear poder popular!” pintada, grita-da y practicada por miles de trabaja-dores, estudiantes y campesinos pobres sintetizó esa aspiración de construir un verdadero poder del pueblo.

El gobierno llamó a la calma, incitando a que el poder popular se subordinara a las instituciones vigentes bajo la conducción de la UP. En esa misma coyuntura, Fidel Castro le dijo a Allende: “Éste es tu Playa Girón” aludiendo a la necesi-dad de lanzar una contraofensiva que incluyera como paso indispen-sable la construcción de un ejército popular. Sin embargo, el gobierno trató de aplacar la situación y man-tuvo su apuesta a que el ejército chileno mantendría su tradición republicana de respeto a las institu-ciones.

Las organizaciones de izquierda críticas dentro de la UP (un sector importante de izquierda del PS y el MAPU), las que no formaban parte de él (Movimiento de Izquierda Revolucionaria - MIR) y los organis-mos de poder popular comenzaron a hacer duras críticas al gobierno, sin dejar de considerarlo un gobierno propio. En una carta del 5 de septiembre de 1973, la Coordinado-ra de Cordones Industriales pide a Salvador Allende que cumpla con el programa de la Unidad Popular, y mani�esta que: “(nos encontramos) alarmados por el desencadenamien-to de una serie de acontecimientos que creemos nos llevará no sólo a la liquidación del proceso revolucio-nario chileno, sino, a corto plazo, a un régimen fascista del corte más implacable y criminal”. Seis días después, las Fuerzas Armadas daban el golpe de Estado que acabaría con la “vía chilena al socialismo”. Salva-dor Allende se despedía de su pueblo y cumplía su promesa de no

salir con vida de la Moneda bombar-deada y sitiada. La burguesía domés-tica e imperialista, con el apoyo de gran parte de la pequeña burguesía, puso �n a la tradición de respeto a las instituciones republicanas de un plumazo y sin dubitación. El pueblo trabajador, la militancia, el activis-mo de izquierda, revolucionario e incluso simplemente democrático, no tuvieron armas con las que enfrentar una represión sin prece-dentes.

La legalidad, el Estado, la violencia y el poder popular

¿Cuáles son las enseñanzas que entendemos entraña esta experien-cia? Ante todo, el viejo principio de que ninguna clase social se suicida muestra su validez de una manera brutal. Tal como lo dijo Edward Korry, embajador norteamericano en Chile durante el gobierno de Allende, y organizador del golpe, la vía chilena pretendía que la burgue-sía se suicidara. Cualquier estrategia revolucionaria debe contemplar la cuestión político – militar no como un �n en sí mismo ni como algo aislado de su línea política global de transformación, sino como un momento que inevitablemente deberá enfrentar. La vía no es algo que pueda decidir por su cuenta una fuerza popular, si no que la acción de los opresores obligará a que la lucha también se despliegue en ese plano.

A inicios de los setenta, en Argenti-na la sucesión de golpes militares, estado de sitio e interrupción de la vigencia de la Constitución a lo largo del siglo hacían imposible que existiera aquí un consenso en torno

a la legalidad y una con�anza en la acción constitucional de las Fuerzas Armadas y la clase dominante como el que existía en Chile. No obstante, es una advertencia para nuestra práctica política hoy cuando la defensa de la democracia represen-tativa y de la institucionalidad ha ganado a gran parte de nuestro pueblo y es uno de los ejes que aglu-tina a las diversas expresiones político-ideológicas de la clase dominante.

Por otra parte, es importante tomar nota de las potencialidades y límites de la ocupación de espacios dentro del Estado. El propio dirigente del MIR, Miguel Enríquez, a�rmaba que es una situación que modi�ca la relación de fuerzas favorablemente, pero alerta sobre las contradicciones del proceso, ya que el poder no es una cosa sino un conjunto de relaciones. Así es que reconoce que al ingresar elementos revoluciona-rios a la administración del Estado (por ejemplo la UP), se da una puja entre las clases hacia adentro del Estado mismo, pero como el poder no es una cosa “…no se trataba de ir conquistando el poder por pedazos, como quien corta un salchichón en pedazos, y cada pedazo que se va ganando o conquistándose una supuesta cuota de poder.”

Las contradicciones que implican una situación de este tipo tienen posibles efectos regresivos en la conciencia de los trabajadores. Dependen de la política de las fuer-zas revolucionarias y de las iniciati-vas tendientes hacia el despliegue de consignas que no estanquen el desa-rrollo de las organizaciones en pos de mantener los espacios burocráti-cos conseguidos, en función de

defender “razones de estado” por encima del desarrollo de las fuerzas populares.

Si una experiencia de reformas tan avanzadas, apoyada por la moviliza-ción de masas, como fue la de Allende, no logró escapar de los efectos regre-sivos sobre la conciencia y la práctica que conlleva ser parte del Estado, qué se puede esperar de la carrera por

cargos en el marco del gobierno argentino actual cuya máxima reforma social (la tan mentada Asignación Universal por Hijo, duplicada en monto por los subsidios a las grandes empresas) no tiene punto de compa-ración con el programa de la UP. Cabe preguntarse, para profundizar en una re�exión especí�ca, qué elementos aporta el actual y contradictorio proceso venezolano a este debate. Cuál es la postura que deben y debe-mos tomar las organizaciones que pretendemos ser revolucionarias ante gobiernos de este tipo. Por otra parte, es importante recalcar la necesidad de mantener la independencia de las construcciones de base respecto del gobierno, así sea un gobierno popular, para poder lograr que la clase logre transformarse en fuerza social y desplegar todo su potencial desde sus intereses.

Finalmente, el estudio de la experien-cia chilena, y nuestras pequeñas y modestas experiencias cotidianas de

construcción, nos demuestran el carácter estratégico de la construc-ción de poder popular. Creemos que la independencia política de clase implica la autonomía y el antagonis-mo con la burguesía y su Estado. Esta-mos convencidos, y el ejemplo de poder popular en Chile lo corrobora, de que dicha independencia se mani-�esta en los contenidos de los progra-mas y además en la organización bajo

la forma de democracia directa, de base, en la que los propios trabajado-res nos vamos transformando en sujetos activos, concientes y decidi-dos de nuestra propia historia. Por de�nición, en una situación que no es revolucionaria, los ensayos de poder popular no están generalizados, así como la confrontación abierta con la clase dominante y el Estado no apare-ce en el horizonte inmediato. Sin embargo, sí es necesario hoy poder hacer propia una experiencia como la de Chile en la que miles y miles de hermanos de clase combatieron por la construcción de un mundo sin explo-tadores ni explotados, para reivindicar su lucha y para que la misma nos sirva para luchar mejor hoy por esa misma pelea, la más digna que puede emprender un pueblo.

Agrupación

Hombre Nuevoseptiembre de 2011

la UP proponía em-prender desde el

Poder Ejecutivo re-formas estructurales que fueran transfor-mando la correlación de fuerzas a favor de

los trabajadores

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es importante recalcar la necesidad de mante-ner la independencia de las construcciones de base respecto del gobierno, así sea un gobier-no popular, para poder lograr que la clase logre transformarse en fuerza social y des-plegar todo su potencial desde sus intereses

en debate

“Retornarán los libros, las canciones, que quemaron las manos asesinas. Renacerá mi pueblo de su ruina y pagarán su culpa los traidores.”<<Yo pisaré las calles nuevamente>>; Pablo Milanés

“¡Luchar, crearpoder popular!” Del cancionero popular

l 11 de septiembre de 1973, en un escenario en el que la pelea entre revolución y

contrarrevolución arreciaba en todo el planeta, las calles de Chile eran ocupadas por el ejército. A través del sanguinario golpe de estado encabezado por Augusto Pinochet, la burguesía chilena, los terratenien-tes y los representantes del capital imperialista pusieron �n al intento de transformación conocido como la “vía chilena al socialismo”. Han pasado 38 años del día en que comenzó formalmente el in�erno neoliberal, esa nueva careta económico-política que se abría paso a sangre y fuego para seguir garantizando la ganancia capitalista y la hegemonía burguesa en América Latina y el mundo. A cuatro décadas de distancia, rendimos homenaje al hermano pueblo chileno que hoy nos está dando nuevamente grandes lecciones de movilización y lucha. Lo hacemos intentando extraer de aquella experiencia enseñanzas para la lucha actual. Entendemos que la re�exión sobre aquella experiencia arroja algunas claves para abordar el debate sobre la relación entre el poder, el poder popular y los gobier-nos populares.

La vía chilena al socialismo

El 4 de septiembre de 1970 la Unidad Popular (UP) -un frente formado por el Partido Socialista (PS), el Partido Comunista (PC), el Movimiento de Acción Popular Unitario (MAPU) y otras organiza-ciones políticas- ganó las elecciones presidenciales con Salvador Allende a la cabeza.

La UP planteaba realizar la transi-ción de Chile al socialismo reco-rriendo el camino de la legalidad

burguesa. Sin dejar de reconocer la condición de clase de esas institu-ciones, la UP proponía emprender desde el Poder Ejecutivo reformas estructurales que fueran transfor-mando la correlación de fuerzas a favor de los trabajadores, cambios que modi�caran la infraestructura social para avanzar de manera gradual y pací�ca a la conquista del aparato de dominación capitalista todo. El programa de reformas incluía la nacionalización de los recursos naturales esenciales como el cobre, la profundización de la reforma agraria iniciada por el gobierno demócrata-cristiano, la estatización de los grandes monopo-lios -la mayoría de los cuales estaban en manos de capitales extranjeros- junto a medidas sociales de gran magnitud: la universalización de la previsión social, educación básica y atención hospitalaria gratuitas y universales, desayuno y almuerzo en las escuelas para los niños pobres, provisión de medio litro de leche para todos los niños, programa de construcción de viviendas populares con agua potable, electricidad y gas, etc.

El gobierno popular

En ese contexto, la lucha entre opre-sores y oprimidos se agudizó. Luego de haber perdido el control del Poder Ejecutivo y gran parte de los gobiernos municipales, la burguesía chilena e imperialista buscó retomar la iniciativa recurriendo a todos los medios de lucha a su alcance. El gobierno norteamericano bloqueó la economía chilena, solventó a los monopolios de comunicación,

�nanció y entrenó a los grupos dere-chistas, envió a agentes de la CIA a organizar la contrarrevolución. Las patronales chilenas, por su parte,

obstruyeron las iniciativas popula-res por medio de sus representantes en el Poder Judicial y en el Legislati-vo, acapararon bienes de primera necesidad alimentando el mercado negro, realizaron en octubre de 1972 un lock-out para paralizar la producción y distribución de mer-cancías, organizaron bandas fascis-tas como “Patria y Libertad”, volvie-ron a presentarse a elecciones a inicios de 1973 (en las que nueva-mente fueron derrotados), hasta que la opción golpista fue reconoci-da por el conjunto de la clase domi-nante como la única posible. El 29 de junio de 1973 la derecha hizo el primer intento conocido como “El Tancazo” y pocos meses después llevó a cabo el alzamiento de�nitivo.

Los trabajadores y el pueblo en general fueron respondiendo a la creciente ofensiva de la derecha con una creciente participación y crean-do nuevas formas de organización. Nacieron al calor de la lucha distin-tos organismos embrionarios de poder popular que comenzaban a ensayar el autogobierno. Con las Juntas de Abastecimiento Popular (JAP) enfrentaron el desabasteci-miento y paliaron los efectos del mercado negro que disparaba la in�ación. Ante la radicalización patronal, los trabajadores respon-dieron ocupando fábricas, empresas y fundos, y organizando la produc-ción y formando los Cordones Industriales que articulaban a las unidades productivas de una misma región. Adicionalmente, en los Comandos Comunales se nucleaban todos los sectores del pueblo sin distinción de su inserción en la

producción. Fue así que la resisten-cia a los ataques de la clase domi-nante superó el carácter meramente defensivo. La consigna de “¡Luchar,

crear poder popular!” pintada, grita-da y practicada por miles de trabaja-dores, estudiantes y campesinos pobres sintetizó esa aspiración de construir un verdadero poder del pueblo.

El gobierno llamó a la calma, incitando a que el poder popular se subordinara a las instituciones vigentes bajo la conducción de la UP. En esa misma coyuntura, Fidel Castro le dijo a Allende: “Éste es tu Playa Girón” aludiendo a la necesi-dad de lanzar una contraofensiva que incluyera como paso indispen-sable la construcción de un ejército popular. Sin embargo, el gobierno trató de aplacar la situación y man-tuvo su apuesta a que el ejército chileno mantendría su tradición republicana de respeto a las institu-ciones.

Las organizaciones de izquierda críticas dentro de la UP (un sector importante de izquierda del PS y el MAPU), las que no formaban parte de él (Movimiento de Izquierda Revolucionaria - MIR) y los organis-mos de poder popular comenzaron a hacer duras críticas al gobierno, sin dejar de considerarlo un gobierno propio. En una carta del 5 de septiembre de 1973, la Coordinado-ra de Cordones Industriales pide a Salvador Allende que cumpla con el programa de la Unidad Popular, y mani�esta que: “(nos encontramos) alarmados por el desencadenamien-to de una serie de acontecimientos que creemos nos llevará no sólo a la liquidación del proceso revolucio-nario chileno, sino, a corto plazo, a un régimen fascista del corte más implacable y criminal”. Seis días después, las Fuerzas Armadas daban el golpe de Estado que acabaría con la “vía chilena al socialismo”. Salva-dor Allende se despedía de su pueblo y cumplía su promesa de no

salir con vida de la Moneda bombar-deada y sitiada. La burguesía domés-tica e imperialista, con el apoyo de gran parte de la pequeña burguesía, puso �n a la tradición de respeto a las instituciones republicanas de un plumazo y sin dubitación. El pueblo trabajador, la militancia, el activis-mo de izquierda, revolucionario e incluso simplemente democrático, no tuvieron armas con las que enfrentar una represión sin prece-dentes.

La legalidad, el Estado, la violencia y el poder popular

¿Cuáles son las enseñanzas que entendemos entraña esta experien-cia? Ante todo, el viejo principio de que ninguna clase social se suicida muestra su validez de una manera brutal. Tal como lo dijo Edward Korry, embajador norteamericano en Chile durante el gobierno de Allende, y organizador del golpe, la vía chilena pretendía que la burgue-sía se suicidara. Cualquier estrategia revolucionaria debe contemplar la cuestión político – militar no como un �n en sí mismo ni como algo aislado de su línea política global de transformación, sino como un momento que inevitablemente deberá enfrentar. La vía no es algo que pueda decidir por su cuenta una fuerza popular, si no que la acción de los opresores obligará a que la lucha también se despliegue en ese plano.

A inicios de los setenta, en Argenti-na la sucesión de golpes militares, estado de sitio e interrupción de la vigencia de la Constitución a lo largo del siglo hacían imposible que existiera aquí un consenso en torno

a la legalidad y una con�anza en la acción constitucional de las Fuerzas Armadas y la clase dominante como el que existía en Chile. No obstante, es una advertencia para nuestra práctica política hoy cuando la defensa de la democracia represen-tativa y de la institucionalidad ha ganado a gran parte de nuestro pueblo y es uno de los ejes que aglu-tina a las diversas expresiones político-ideológicas de la clase dominante.

Por otra parte, es importante tomar nota de las potencialidades y límites de la ocupación de espacios dentro del Estado. El propio dirigente del MIR, Miguel Enríquez, a�rmaba que es una situación que modi�ca la relación de fuerzas favorablemente, pero alerta sobre las contradicciones del proceso, ya que el poder no es una cosa sino un conjunto de relaciones. Así es que reconoce que al ingresar elementos revoluciona-rios a la administración del Estado (por ejemplo la UP), se da una puja entre las clases hacia adentro del Estado mismo, pero como el poder no es una cosa “…no se trataba de ir conquistando el poder por pedazos, como quien corta un salchichón en pedazos, y cada pedazo que se va ganando o conquistándose una supuesta cuota de poder.”

Las contradicciones que implican una situación de este tipo tienen posibles efectos regresivos en la conciencia de los trabajadores. Dependen de la política de las fuer-zas revolucionarias y de las iniciati-vas tendientes hacia el despliegue de consignas que no estanquen el desa-rrollo de las organizaciones en pos de mantener los espacios burocráti-cos conseguidos, en función de

defender “razones de estado” por encima del desarrollo de las fuerzas populares.

Si una experiencia de reformas tan avanzadas, apoyada por la moviliza-ción de masas, como fue la de Allende, no logró escapar de los efectos regre-sivos sobre la conciencia y la práctica que conlleva ser parte del Estado, qué se puede esperar de la carrera por

cargos en el marco del gobierno argentino actual cuya máxima reforma social (la tan mentada Asignación Universal por Hijo, duplicada en monto por los subsidios a las grandes empresas) no tiene punto de compa-ración con el programa de la UP. Cabe preguntarse, para profundizar en una re�exión especí�ca, qué elementos aporta el actual y contradictorio proceso venezolano a este debate. Cuál es la postura que deben y debe-mos tomar las organizaciones que pretendemos ser revolucionarias ante gobiernos de este tipo. Por otra parte, es importante recalcar la necesidad de mantener la independencia de las construcciones de base respecto del gobierno, así sea un gobierno popular, para poder lograr que la clase logre transformarse en fuerza social y desplegar todo su potencial desde sus intereses.

Finalmente, el estudio de la experien-cia chilena, y nuestras pequeñas y modestas experiencias cotidianas de

construcción, nos demuestran el carácter estratégico de la construc-ción de poder popular. Creemos que la independencia política de clase implica la autonomía y el antagonis-mo con la burguesía y su Estado. Esta-mos convencidos, y el ejemplo de poder popular en Chile lo corrobora, de que dicha independencia se mani-�esta en los contenidos de los progra-mas y además en la organización bajo

la forma de democracia directa, de base, en la que los propios trabajado-res nos vamos transformando en sujetos activos, concientes y decidi-dos de nuestra propia historia. Por de�nición, en una situación que no es revolucionaria, los ensayos de poder popular no están generalizados, así como la confrontación abierta con la clase dominante y el Estado no apare-ce en el horizonte inmediato. Sin embargo, sí es necesario hoy poder hacer propia una experiencia como la de Chile en la que miles y miles de hermanos de clase combatieron por la construcción de un mundo sin explo-tadores ni explotados, para reivindicar su lucha y para que la misma nos sirva para luchar mejor hoy por esa misma pelea, la más digna que puede emprender un pueblo.

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¿Cuáles pueden ser las vinculaciones entre Arte y Política? ¿Qué grupos recorrieron los caminos donde ambos se en-trecruzan? ¿Qué pueden decir sobre esta relación docentes e investigadores? En entrevista con La Llamarada, la docente universitaria, investigado-ra y escritora Ana Longoni aborda éstas y otras relacio-nes, aspectos imprescindibles que se enmarcan en un plan-teo que concibe el arte vin-culado a la vida y a la lucha cotidiana. Se

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que el arte no se convierta en unfetiche de coleccionistas

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ETCETERA en el desembarco de la InternacionalErrorista.

n qué consiste el trabajo de investigación del arte en relación con la política?

- En la UBA tenemos un grupo de casi 20 investigadores, y el grupo Concep-tualismos del Sur, con casi 50 investi-gadores de Chile, Perú, Ecuador, Para-guay, Colombia, etc., que trabaja para rescatar experiencias de arte y políti-ca, que han quedado silenciadas del relato de la historia o�cial, o que han sido banalizadas. Tucumán Arde sería un ejemplo. Cuando empezamos a investigar con Mariano Metzman, a principios de los ‘90, existía como referencia o mención. Prácticamente no había materialidad, no había docu-

mentos, era una experiencia muy mencionada pero para nada documen-tada. La investigación fue muy larga, duró casi 10 años. Finalmente en el 2000 sacamos el libro, y desde �nes de los ‘90 hasta acá la situación de Tucu-mán Arde varió drásticamente1. Ahora es una �gurita repetida que está en todas las bienales de arte, en todos los libros de arte conceptual… en todos lados está Tucumán Arde, constru-yéndose como una suerte de mito de origen obligado de todos los relatos, no sólo del arte entrecruzado con la política. Es increíble cómo se puede convertir en una especie de signi�can-te vacío, que puede ser impulsado a decir cualquier cosa. Hace poco en la

bienal de San Pablo, cuyo lema era “Arte y Política”, que se ha puesto de moda dentro del arte contemporáneo, por supuesto estaba Tucumán Arde. Estaba convertido en un panel, una serie de fotos ampliadas de documen-tos. O sea, una especie de resto que no activa absolutamente ninguna poten-cia política en el presente.

Frente a eso, otros artistas como Hélio Oiticica o Lygia Clark, se plantean un desbordamiento del arte para incidir en política. Nos parecía que hay que sumar esfuerzos en una plataforma común, no solamente para investigar sino también para intervenir, incidir en este territorio por de�nir el sentido de las cosas, de manera de devolver el carácter radical, rescatarlo de que se convierta en un fetiche de coleccio-nistas y de museos de arte contempo-ráneo. Un poco en esta pelea estamos.

-¿Cómo continúa ese trabajo de rescate de diferentes experiencias artístico políti-cas?

-Ahora estamos en un proyecto muy grande, muy ambicioso, que incluye 25 investigadores, que consiste en investigar sobre nuevas formas de comprender la práctica artístico-política de los ’80. Una década en donde para los relatos más convencio-nalizados del arte y la política se trata de una época que parece de “pura �esta”, del retorno a la democracia, del auge del mercado del arte. Noso-tros queremos recuperar algunas

experiencias que quedaron muy marginadas por esos relatos, que com-plejizan y cuestionan esa versión de los ‘80. Es un proyecto ambicioso que tiene 4 grandes patas. La primera es “Eventos Artísticos Callejeros”. Recu-pera una serie de experiencias, por ejemplo del caso argentino hay una serie de activistas que incluso en los años de la dictadura se propusieron acciones de performances pero en contextos muy hostiles. De alguna manera aquellas experiencias se pueden leer como una forma de cues-tionar la sociabilidad. Manifestaron en sus acciones una interrupción de la normalidad del régimen represivo. Por ejemplo el grupo Cucaño, de Rosario, que se conforma por un grupo de chicos de 16, 17, 18 años, en el año ‘79. Este grupo en los ‘80 protagonizó una acción que en Rosario es casi un mito, que fue la interrupción de una misa de domingo en una iglesia muy importante de esa ciudad. En plena misa entraron, uno de ellos hizo la cola para confesarse y cuando le tocó su turno comenzó a vociferar la confe-sión a los gritos, diciendo que se había masturbado toda la semana pensado en su madre, mientras otro hacía la cola para tomar la comunión y cuando llegó su turno, vomitaba sobre el cura, y otra que aparentaba ser una mamá con un bebé muerto, pero en realidad era un muñeco, y decía una letanía por el hijo muerto, que podía ser una metáfora muy fuerte de las Madres (…) Terminaron por supuesto deteni-dos, era un riesgo que estaban

dispuestos a asumir. Son acciones entre surrealistas, híper politizadas pero a la vez metafóricas, porque no es que fueron con un cartel “abajo la dictadura” sino que reconstruyeron esta suerte de acción dispersa que afectó la normalidad de una institu-ción de la dictadura como fue la Iglesia Católica.

-¿Cómo son asimiladas estas investigacio-nes en el ámbito académico, institucional?

-Uno podría decir que el espacio académico es un espacio que encierra el conocimiento. Yo pienso que la universidad es también un espacio de debate, de intercambio con la gente, de generación de cosas. No es un espa-cio exclusivo sino que también hay que desbordarlo y conectarlo con otros. Hace algunos años que venimos haciendo con varias personas, con Marcelo Espósito o con Fernando Davis, un Seminario de Arte y Política en Latinoamérica, en Sociales. Y en ese seminario, hará unos 3 años, mos-trábamos una serie de prácticas que tenían que ver un artista brasileño de los ‘60 o ‘70, Cildo Meireles, que instalaba denuncias a través del circui-to comercial. La obra se llamaba “Inserciones en circuitos ideológi-cos”: sellaba botellas de Coca Cola, y las devolvía al circuito comercial; sellaba billetes con la pregunta “¿Quién mató a Herzog?”, que era un periodista que había matado la policía. Y a partir de mostrar este caso, a partir de Pablo Russo, llegó la idea al Frente por la Memoria de La Paternal, e inmediatamente empezaron a hacer el sello de “¿DÓNDE ESTA LÓPEZ?” que lo estampaban en los billetes. Esta idea se recontra multiplicó, lo toma-ron los chicos de HIJOS, empezó a llevarse a otras provincias, inclusive se sacó un librito, fue una experiencia potentísima.

Una vez me tocó (…) ir a Nueva Delhi, y tuve que llevar la experiencia del Siluetazo2, que estaba trabajando

en ese momento, me pareció una cosa realmente muy extraña en ese contex-to, y sin embargo la gente me dijo que era muy importante que se conociera la experiencia del Siluetazo allá, porque hubo un genocidio muy terri-ble en la frontera con Paquistán. Fue tan devastador el genocidio que no habían podido darle una forma para visibilizar a los que no están. De esa manera en México tomaron la idea del Siluetazo para retratar las víctimas de la violencia desenfrenada del narco. Una de las cosas más importantes del activismo artístico es esa capacidad de completamente alejada de la idea de autoría y originalidad tan fuertes en el mundo del arte, es la idea de que hay procedimientos que están disponi-bles, cualquiera los puede tomar, resigni�carlo, hacerlo suyo.

-¿Cómo entendés la relación entre estas acciones artístico políticas con la cultura popular?

-Yo creo que muchas de estas expe-riencias que les relato difícilmente sean consideradas como arte. Por ejemplo, muchas veces no se formali-zan en obras, o lo que está priorizado es el proceso y no tanto el resultado, o no hay un autor en el sentido del artis-ta con todas las connotaciones que tiene la �gura del artista en la moder-nidad occidental. Son prácticas que en muchos casos se emparentan mucho con las viejas tradiciones de la cultura popular. En ese sentido me parece que hay experiencias de vanguardia -no todas pero sí hay algunas- que se plan-teaban esta articulación. Planteaban ante todo otra idea de arte, que tomara distancia de esa suerte de condena a la élite que el arte sufrió desde el siglo IX a partir del Romanti-cismo. “Volver a articular arte y vida” dicen los vanguardistas históricos. “Devolverle el arte a la vida” de la que había sido extirpado.

-¿Cómo se van desarrollando estas experiencias en relación con las organiza-ciones sociales?

-Depende el caso, no hay una respues-ta única ahí. A mediados de los ‘90 hay una primera coyuntura potente que tiene que ver con HIJOS. Hubo sobre

todo dos grupos importantes que son el GAC (Grupo de Arte Callejero) y Etcétera, que hoy se llama La Interna-cional Errorista, que tuvieron mucho que ver con la forma que asumieron los escraches.

Etcétera era un grupo que nace en el ’97. Provienen del teatro Under, eran autodidactas. En cambio las chicas del GAC provenían de la Escuela Puey-rredón. Por distintos motivos ambos grupos tenían relación con HIJOS. El GAC lo que hizo fue proponer una serie de señales grá�cas que son las que uno reconoce de los primeros escraches, que tienen que ver con subvertir el código vial, tiene que ver con darle un nuevo sentido pero con la misma iconografía, la materialidad, los colores etc. Para agregar un “JUICIO Y CASTIGO”, “A 300 mts. VIVE UN REPRESOR” o “DE AQUÍ PARTÍAN LOS VUELOS DE LA MUERTE”. Una señalética que se podía confundir con las señales viales, pero para dislocarlas.

En el caso de Etcétera lo que ellos empezaron a hacer, sobre todo cuando la mano se puso más heavy con los escraches, que había mucha cana y no se podía llegar a las casas a escrachar, fue una especie de performances para distraer los cordones policiales, sobre todo con una forma muy carnavalesca. Ellos se caracterizan por hacer repre-sentaciones de los curas, de los milicos, de políticos de turno, de una forma muy grotesca muy ridiculizada. La intención de ellos era distraer la atención a ese foco mientras otros se acercaban lo más posible a la casa y la escrachaban desde lejos con bombitas de pintura roja.

Estos grupos eran independientes de HIJOS, no se sometían a las decisio-nes de HIJOS, la estética, etc. Pero se respetaban bastante las necesidades de HIJOS. En muchos casos los grupos nacieron muy ligados a las asambleas barriales. En el caso de Talleres Populares de Serigrafía nació vinculado a la Asamblea de San Telmo, el grupo Arde Arte nació de Argentina Arde, que fue un grupo asambleario y �nalmente cuando el grupo se disolvió terminaron vincula-

dos a la Asamblea de Palermo. Enton-ces se dan esas negociaciones, en donde el grupo es autónomo, y otras veces no; experiencias donde clara-mente el grupo se pone al servicio de las necesidades de la organización social. El caso concreto es toda la grá�ca hecha sobre Kosteki y Santi-llán. Se trabajó con las fotos que dieron las familias de Darío y Maxi, para que se imprimieran en las marchas en el Puente de Avellaneda. Ahí hay un ejemplo de una relación de subordinación muy directa.

-¿Cómo ves re�ejado en el activismo artístico la instalación de debates más políticos en estos últimos años?

-Para terminar el esquema, un momento bisagra es el 2004, momen-to claro hasta simbólicamente, que fue en la entrega de la ESMA a los orga-nismos de derechos humanos. Fue un divisor de aguas, para las organizacio-nes, para HIJOS, Madres. Pero también muchos grupos quedaron descolocados, ya que lo que siempre fue política de oposición, pasó a ser política o�cial. Hay un momento de cierta crisis, de cierta introspección. Algunos grupos se dividen, otros se disuelven. Otros siguen trabajando pero con otro ritmo, metidos para dentro, porque también las demandas de la multitud son distintas. No está la gente en la calle de igual manera. A pesar de eso hoy la vitalidad es muy importante en estas prácticas. Por ahí los temas son otros, los ritmos son otros, la elaboración es distinta. Pero si hay un balance, es que las prácticas de activismo artístico político asumen un rol creativo y esa es una conclusión bastante evidente. Otra cosa que estoy trabajando es cómo estas prácticas insisten en dar visibilidad a lo ajeno de la agenda política, como es la desaparición de Julio López. Es muy fuerte cómo en la ciudad de La Plata se ve la persistencia de denunciar la desaparición de Julio López. Grupos de murales, de acciones performáti-cas, de danzas, como el grupo Colecti-vo Siempre, que va a las marchas con acciones performáticas en las que invita a toda la gente a participar. Por ejemplo, salieron a taparle las bocas a todas las estatuas simbolizando el silencio o�cial.

Juan S.

1. Se re�ere a Longoni, Ana y Mestman, Mariano, “Del Di Tella a ‘Tucumán Arde’. Vanguardia artística y política en el 68 argentino”, EUDEBA , Buenos Aires, 2008.

2. El Siluetazo fue una intervención artística de denuncia realizada a principios de los ’80 en recordación de los desaparecidos por la última dictadura. Según palabras de la propia Ana Longoni, consistió en “el trazado sencillo de la forma vacía de un cuerpo a escala natural sobre papeles, luego pegado en los muros de la ciudad, como forma de repre-sentar <la presencia de una ausencia>, la de los miles de detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar.

arte

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Acciones que denuncian la desaparición de JorgeJulio López. Intervencióndel Frente por la Memoria de La Paternal

Acciones que denuncian la desaparición de Jorge Julio López

n qué consiste el trabajo de investigación del arte en relación con la política?

- En la UBA tenemos un grupo de casi 20 investigadores, y el grupo Concep-tualismos del Sur, con casi 50 investi-gadores de Chile, Perú, Ecuador, Para-guay, Colombia, etc., que trabaja para rescatar experiencias de arte y políti-ca, que han quedado silenciadas del relato de la historia o�cial, o que han sido banalizadas. Tucumán Arde sería un ejemplo. Cuando empezamos a investigar con Mariano Metzman, a principios de los ‘90, existía como referencia o mención. Prácticamente no había materialidad, no había docu-

mentos, era una experiencia muy mencionada pero para nada documen-tada. La investigación fue muy larga, duró casi 10 años. Finalmente en el 2000 sacamos el libro, y desde �nes de los ‘90 hasta acá la situación de Tucu-mán Arde varió drásticamente1. Ahora es una �gurita repetida que está en todas las bienales de arte, en todos los libros de arte conceptual… en todos lados está Tucumán Arde, constru-yéndose como una suerte de mito de origen obligado de todos los relatos, no sólo del arte entrecruzado con la política. Es increíble cómo se puede convertir en una especie de signi�can-te vacío, que puede ser impulsado a decir cualquier cosa. Hace poco en la

bienal de San Pablo, cuyo lema era “Arte y Política”, que se ha puesto de moda dentro del arte contemporáneo, por supuesto estaba Tucumán Arde. Estaba convertido en un panel, una serie de fotos ampliadas de documen-tos. O sea, una especie de resto que no activa absolutamente ninguna poten-cia política en el presente.

Frente a eso, otros artistas como Hélio Oiticica o Lygia Clark, se plantean un desbordamiento del arte para incidir en política. Nos parecía que hay que sumar esfuerzos en una plataforma común, no solamente para investigar sino también para intervenir, incidir en este territorio por de�nir el sentido de las cosas, de manera de devolver el carácter radical, rescatarlo de que se convierta en un fetiche de coleccio-nistas y de museos de arte contempo-ráneo. Un poco en esta pelea estamos.

-¿Cómo continúa ese trabajo de rescate de diferentes experiencias artístico políti-cas?

-Ahora estamos en un proyecto muy grande, muy ambicioso, que incluye 25 investigadores, que consiste en investigar sobre nuevas formas de comprender la práctica artístico-política de los ’80. Una década en donde para los relatos más convencio-nalizados del arte y la política se trata de una época que parece de “pura �esta”, del retorno a la democracia, del auge del mercado del arte. Noso-tros queremos recuperar algunas

experiencias que quedaron muy marginadas por esos relatos, que com-plejizan y cuestionan esa versión de los ‘80. Es un proyecto ambicioso que tiene 4 grandes patas. La primera es “Eventos Artísticos Callejeros”. Recu-pera una serie de experiencias, por ejemplo del caso argentino hay una serie de activistas que incluso en los años de la dictadura se propusieron acciones de performances pero en contextos muy hostiles. De alguna manera aquellas experiencias se pueden leer como una forma de cues-tionar la sociabilidad. Manifestaron en sus acciones una interrupción de la normalidad del régimen represivo. Por ejemplo el grupo Cucaño, de Rosario, que se conforma por un grupo de chicos de 16, 17, 18 años, en el año ‘79. Este grupo en los ‘80 protagonizó una acción que en Rosario es casi un mito, que fue la interrupción de una misa de domingo en una iglesia muy importante de esa ciudad. En plena misa entraron, uno de ellos hizo la cola para confesarse y cuando le tocó su turno comenzó a vociferar la confe-sión a los gritos, diciendo que se había masturbado toda la semana pensado en su madre, mientras otro hacía la cola para tomar la comunión y cuando llegó su turno, vomitaba sobre el cura, y otra que aparentaba ser una mamá con un bebé muerto, pero en realidad era un muñeco, y decía una letanía por el hijo muerto, que podía ser una metáfora muy fuerte de las Madres (…) Terminaron por supuesto deteni-dos, era un riesgo que estaban

dispuestos a asumir. Son acciones entre surrealistas, híper politizadas pero a la vez metafóricas, porque no es que fueron con un cartel “abajo la dictadura” sino que reconstruyeron esta suerte de acción dispersa que afectó la normalidad de una institu-ción de la dictadura como fue la Iglesia Católica.

-¿Cómo son asimiladas estas investigacio-nes en el ámbito académico, institucional?

-Uno podría decir que el espacio académico es un espacio que encierra el conocimiento. Yo pienso que la universidad es también un espacio de debate, de intercambio con la gente, de generación de cosas. No es un espa-cio exclusivo sino que también hay que desbordarlo y conectarlo con otros. Hace algunos años que venimos haciendo con varias personas, con Marcelo Espósito o con Fernando Davis, un Seminario de Arte y Política en Latinoamérica, en Sociales. Y en ese seminario, hará unos 3 años, mos-trábamos una serie de prácticas que tenían que ver un artista brasileño de los ‘60 o ‘70, Cildo Meireles, que instalaba denuncias a través del circui-to comercial. La obra se llamaba “Inserciones en circuitos ideológi-cos”: sellaba botellas de Coca Cola, y las devolvía al circuito comercial; sellaba billetes con la pregunta “¿Quién mató a Herzog?”, que era un periodista que había matado la policía. Y a partir de mostrar este caso, a partir de Pablo Russo, llegó la idea al Frente por la Memoria de La Paternal, e inmediatamente empezaron a hacer el sello de “¿DÓNDE ESTA LÓPEZ?” que lo estampaban en los billetes. Esta idea se recontra multiplicó, lo toma-ron los chicos de HIJOS, empezó a llevarse a otras provincias, inclusive se sacó un librito, fue una experiencia potentísima.

Una vez me tocó (…) ir a Nueva Delhi, y tuve que llevar la experiencia del Siluetazo2, que estaba trabajando

en ese momento, me pareció una cosa realmente muy extraña en ese contex-to, y sin embargo la gente me dijo que era muy importante que se conociera la experiencia del Siluetazo allá, porque hubo un genocidio muy terri-ble en la frontera con Paquistán. Fue tan devastador el genocidio que no habían podido darle una forma para visibilizar a los que no están. De esa manera en México tomaron la idea del Siluetazo para retratar las víctimas de la violencia desenfrenada del narco. Una de las cosas más importantes del activismo artístico es esa capacidad de completamente alejada de la idea de autoría y originalidad tan fuertes en el mundo del arte, es la idea de que hay procedimientos que están disponi-bles, cualquiera los puede tomar, resigni�carlo, hacerlo suyo.

-¿Cómo entendés la relación entre estas acciones artístico políticas con la cultura popular?

-Yo creo que muchas de estas expe-riencias que les relato difícilmente sean consideradas como arte. Por ejemplo, muchas veces no se formali-zan en obras, o lo que está priorizado es el proceso y no tanto el resultado, o no hay un autor en el sentido del artis-ta con todas las connotaciones que tiene la �gura del artista en la moder-nidad occidental. Son prácticas que en muchos casos se emparentan mucho con las viejas tradiciones de la cultura popular. En ese sentido me parece que hay experiencias de vanguardia -no todas pero sí hay algunas- que se plan-teaban esta articulación. Planteaban ante todo otra idea de arte, que tomara distancia de esa suerte de condena a la élite que el arte sufrió desde el siglo IX a partir del Romanti-cismo. “Volver a articular arte y vida” dicen los vanguardistas históricos. “Devolverle el arte a la vida” de la que había sido extirpado.

-¿Cómo se van desarrollando estas experiencias en relación con las organiza-ciones sociales?

-Depende el caso, no hay una respues-ta única ahí. A mediados de los ‘90 hay una primera coyuntura potente que tiene que ver con HIJOS. Hubo sobre

todo dos grupos importantes que son el GAC (Grupo de Arte Callejero) y Etcétera, que hoy se llama La Interna-cional Errorista, que tuvieron mucho que ver con la forma que asumieron los escraches.

Etcétera era un grupo que nace en el ’97. Provienen del teatro Under, eran autodidactas. En cambio las chicas del GAC provenían de la Escuela Puey-rredón. Por distintos motivos ambos grupos tenían relación con HIJOS. El GAC lo que hizo fue proponer una serie de señales grá�cas que son las que uno reconoce de los primeros escraches, que tienen que ver con subvertir el código vial, tiene que ver con darle un nuevo sentido pero con la misma iconografía, la materialidad, los colores etc. Para agregar un “JUICIO Y CASTIGO”, “A 300 mts. VIVE UN REPRESOR” o “DE AQUÍ PARTÍAN LOS VUELOS DE LA MUERTE”. Una señalética que se podía confundir con las señales viales, pero para dislocarlas.

En el caso de Etcétera lo que ellos empezaron a hacer, sobre todo cuando la mano se puso más heavy con los escraches, que había mucha cana y no se podía llegar a las casas a escrachar, fue una especie de performances para distraer los cordones policiales, sobre todo con una forma muy carnavalesca. Ellos se caracterizan por hacer repre-sentaciones de los curas, de los milicos, de políticos de turno, de una forma muy grotesca muy ridiculizada. La intención de ellos era distraer la atención a ese foco mientras otros se acercaban lo más posible a la casa y la escrachaban desde lejos con bombitas de pintura roja.

Estos grupos eran independientes de HIJOS, no se sometían a las decisio-nes de HIJOS, la estética, etc. Pero se respetaban bastante las necesidades de HIJOS. En muchos casos los grupos nacieron muy ligados a las asambleas barriales. En el caso de Talleres Populares de Serigrafía nació vinculado a la Asamblea de San Telmo, el grupo Arde Arte nació de Argentina Arde, que fue un grupo asambleario y �nalmente cuando el grupo se disolvió terminaron vincula-

dos a la Asamblea de Palermo. Enton-ces se dan esas negociaciones, en donde el grupo es autónomo, y otras veces no; experiencias donde clara-mente el grupo se pone al servicio de las necesidades de la organización social. El caso concreto es toda la grá�ca hecha sobre Kosteki y Santi-llán. Se trabajó con las fotos que dieron las familias de Darío y Maxi, para que se imprimieran en las marchas en el Puente de Avellaneda. Ahí hay un ejemplo de una relación de subordinación muy directa.

-¿Cómo ves re�ejado en el activismo artístico la instalación de debates más políticos en estos últimos años?

-Para terminar el esquema, un momento bisagra es el 2004, momen-to claro hasta simbólicamente, que fue en la entrega de la ESMA a los orga-nismos de derechos humanos. Fue un divisor de aguas, para las organizacio-nes, para HIJOS, Madres. Pero también muchos grupos quedaron descolocados, ya que lo que siempre fue política de oposición, pasó a ser política o�cial. Hay un momento de cierta crisis, de cierta introspección. Algunos grupos se dividen, otros se disuelven. Otros siguen trabajando pero con otro ritmo, metidos para dentro, porque también las demandas de la multitud son distintas. No está la gente en la calle de igual manera. A pesar de eso hoy la vitalidad es muy importante en estas prácticas. Por ahí los temas son otros, los ritmos son otros, la elaboración es distinta. Pero si hay un balance, es que las prácticas de activismo artístico político asumen un rol creativo y esa es una conclusión bastante evidente. Otra cosa que estoy trabajando es cómo estas prácticas insisten en dar visibilidad a lo ajeno de la agenda política, como es la desaparición de Julio López. Es muy fuerte cómo en la ciudad de La Plata se ve la persistencia de denunciar la desaparición de Julio López. Grupos de murales, de acciones performáti-cas, de danzas, como el grupo Colecti-vo Siempre, que va a las marchas con acciones performáticas en las que invita a toda la gente a participar. Por ejemplo, salieron a taparle las bocas a todas las estatuas simbolizando el silencio o�cial.

Juan S.

1. Se re�ere a Longoni, Ana y Mestman, Mariano, “Del Di Tella a ‘Tucumán Arde’. Vanguardia artística y política en el 68 argentino”, EUDEBA , Buenos Aires, 2008.

2. El Siluetazo fue una intervención artística de denuncia realizada a principios de los ’80 en recordación de los desaparecidos por la última dictadura. Según palabras de la propia Ana Longoni, consistió en “el trazado sencillo de la forma vacía de un cuerpo a escala natural sobre papeles, luego pegado en los muros de la ciudad, como forma de repre-sentar <la presencia de una ausencia>, la de los miles de detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar.

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