la importancia de la empatÍa en el trabajo …...la escucha empática con el fin de conse - guir...

5
E ste artículo tiene por objetivo ilustrar cómo pueden trabajar los educadores una competen- cia tan importante como es la empatía para crear un clima favorable y saluda- ble que ayude en el proceso educativo de los jóvenes, tanto en el campo de la educación para el ocio, como en el tra- bajo con jóvenes en riesgo de exclusión, en contextos sociales desfavorecidos y/o en la escuela. El desarrollo de esta com- petencia debería de ayudar a crear es- pacios donde los sujetos pueden desarrollarse por sí mismos, dotándoles de recursos personales para afrontar di- ferentes situaciones, para desenvolverse con autonomía en la sociedad y para es- tablecer relaciones saludables con los demás. Su contenido se apoya en el trabajo de investigación realizado sobre la forma- ción y desarrollo de las habilidades de los educadores (Huegun, 2004) y en las pos- teriores experiencias prácticas realizadas con educadores que trabajan en el ám- bito no formal con jóvenes de edades comprendidas entre 14 y 16 años. L a relación entre el educador y los educandos es un factor importan- tísimo en la acción educativa y, es por ello que debemos prestarle aten- ción, en el ámbito de la educación en ge- neral y en el de la educación no formal en particular. Las habilidades y competencias rela- cionales del educador aparecen en el momento práctico y relacional del acto educativo (Van Manen, 1998). Entiendo que la esencia de la educación se mani- fiesta en el momento práctico de una si- tuación, en la cual el centro está en la interacción y en el encuentro activo entre el educador y el educando. Es decir, que en toda acción educativa hay un en- cuentro y contacto, y es la calidad de ese contacto lo que hace –entre otras cosas- que el trabajo sea pedagógico. Con todo ello, el formar a profesiona- les del ámbito educativo en competen- cias que favorezcan el desarrollo de las potencialidades de los educandos y que ayudan a éstos en los programas de edu- cación para la salud es un caballo de ba- talla importante en cualquier proyecto educativo. Desde este punto de partida podemos afirmar que la labor del educador se fun- damenta en dos grandes bloques: 1) Por un lado, los saberes pedagógi- cos; es decir, el bloque que haría re- ferencia a los conocimientos a escala pedagógica y didáctica: el proceso de enseñanza-aprendizaje, la evaluación diagnóstica, la programación, las cla- ves metodológicas de la intervención, la evaluación…) 2) Un segundo bloque que hace refe- rencia al aspecto relacional del trabajo educativo. De un conocimiento salu- dable de este aspecto se deriva un trabajo más profesional y de calidad del primer aspecto (Lletjós Llambies, 2003). Desde un enfoque humanista de la educación (Rogers, 1986,1996), el ejer- cicio profesional del educador se basa en la orientación y mejora de los procesos educativos de los educandos y como afir- man Romans, Petrus y Trilla (2000) la ac- tividad laboral descansa en las interactuaciones con los usuarios y a esa labor no se le da respuesta sola- 15 resumen/abstract resumen/abstract Uno de los aspectos básicos del trabajo del educador es la relación que construye con los edu- candos. Las habilidades relacionales que sustentan esa labor son fundamentales a la hora de llevar a cabo el proyecto educativo. Una de ellas es la empatía. Así, en este artículo, basándose en investigaciones y experiencias prácticas en contextos educativos, se presenta la importancia de la empatía, así como sus características fundamentales y los posibles modos que tiene el educador para desarrollarla y ponerla en práctica. De esta manera, el artículo presenta dife- rentes estrategias concretas para que los educadores puedan establecer relaciones saludables con los educandos en su quehacer educativo. Palabras clave : Relación saludable. Emociones. Práctica educative. Empatía. THE IMPORTANCE OF EMPATHY IN THE WORK FOR EDUCATOR healthy relationships. Abstract: One of the basic aspects of the work of the educators is the relation that they construct with the pupils. The relational skills that base this work are fundamental at the moment of carry out the educational project. One of them is the empathy. In this article, being based researches and practical experiences on educational contexts, presents the importance of the empathy, as well as his main important characteristics and the possible manners that the educator has to deve- lop it and put it into practice. Hereby, the article presents different concrete strategies in order that the educators could establish healthy relations with the pupils in their educational occupa- tion. Keywords : Healthy relation. Emotions. Practice educative. Empathy. AUTORES: Asier Huegun Burgos. Universidad del País Vasco LA IMPORTANCIA DE LA EMPATÍA EN EL TRABAJO DEL EDUCADOR PARA UNAS RELACIONES SALUDABLES. Asier Huegun Burgos. Universidad del País Vasco (UPV-EHU) Departamento de Didáctica y Organización Escolar. Donostia – San Sebastian (Gipuzkoa) A TU SALUD Nº 67-68 / Octubre-Diciembre 2009 XVII ANIVERSARIO Universidad 1. INTRODUCCIÓN 2. RELACIÓN EDUCATIVA Y EMOCIONES

Upload: others

Post on 10-May-2020

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: LA IMPORTANCIA DE LA EMPATÍA EN EL TRABAJO …...la escucha empática con el fin de conse - guir las metas educativas, por ejemplo, de los centros de atención a jóvenes en riesgo

Este artículo tiene por objetivoilustrar cómo pueden trabajarlos educadores una competen-

cia tan importante como es la empatíapara crear un clima favorable y saluda-ble que ayude en el proceso educativode los jóvenes, tanto en el campo de laeducación para el ocio, como en el tra-bajo con jóvenes en riesgo de exclusión,en contextos sociales desfavorecidos y/oen la escuela. El desarrollo de esta com-petencia debería de ayudar a crear es-pacios donde los sujetos puedendesarrollarse por sí mismos, dotándolesde recursos personales para afrontar di-ferentes situaciones, para desenvolversecon autonomía en la sociedad y para es-tablecer relaciones saludables con losdemás.

Su contenido se apoya en el trabajo deinvestigación realizado sobre la forma-ción y desarrollo de las habilidades de loseducadores (Huegun, 2004) y en las pos-teriores experiencias prácticas realizadascon educadores que trabajan en el ám-bito no formal con jóvenes de edadescomprendidas entre 14 y 16 años.

La relación entre el educador y loseducandos es un factor importan-tísimo en la acción educativa y,

es por ello que debemos prestarle aten-ción, en el ámbito de la educación en ge-neral y en el de la educación no formalen particular.

Las habilidades y competencias rela-cionales del educador aparecen en elmomento práctico y relacional del actoeducativo (Van Manen, 1998). Entiendoque la esencia de la educación se mani-fiesta en el momento práctico de una si-tuación, en la cual el centro está en lainteracción y en el encuentro activo entreel educador y el educando. Es decir, queen toda acción educativa hay un en-cuentro y contacto, y es la calidad deese contacto lo que hace –entre otrascosas- que el trabajo sea pedagógico.

Con todo ello, el formar a profesiona-les del ámbito educativo en competen-cias que favorezcan el desarrollo de laspotencialidades de los educandos y queayudan a éstos en los programas de edu-cación para la salud es un caballo de ba-talla importante en cualquier proyectoeducativo.

Desde este punto de partida podemosafirmar que la labor del educador se fun-damenta en dos grandes bloques:

1) Por un lado, los saberes pedagógi-cos; es decir, el bloque que haría re-ferencia a los conocimientos a escalapedagógica y didáctica: el proceso deenseñanza-aprendizaje, la evaluacióndiagnóstica, la programación, las cla-ves metodológicas de la intervención,la evaluación…)

2) Un segundo bloque que hace refe-rencia al aspecto relacional del trabajoeducativo. De un conocimiento salu-dable de este aspecto se deriva untrabajo más profesional y de calidaddel primer aspecto (Lletjós Llambies,2003).

Desde un enfoque humanista de laeducación (Rogers, 1986,1996), el ejer-cicio profesional del educador se basa enla orientación y mejora de los procesoseducativos de los educandos y como afir-man Romans, Petrus y Trilla (2000) la ac-tividad laboral descansa en lasinteractuaciones con los usuarios y aesa labor no se le da respuesta sola-

15

r e s u m e n / a b s t r a c tr e s u m e n / a b s t r a c t

Uno de los aspectos básicos del trabajo del educador es la relación que construye con los edu-candos. Las habilidades relacionales que sustentan esa labor son fundamentales a la hora dellevar a cabo el proyecto educativo. Una de ellas es la empatía. Así, en este artículo, basándoseen investigaciones y experiencias prácticas en contextos educativos, se presenta la importanciade la empatía, así como sus características fundamentales y los posibles modos que tiene eleducador para desarrollarla y ponerla en práctica. De esta manera, el artículo presenta dife-rentes estrategias concretas para que los educadores puedan establecer relaciones saludablescon los educandos en su quehacer educativo.

PPaallaabbrraass cc llaavvee:: Relación saludable. Emociones. Práctica educative. Empatía.

THE IMPORTANCE OF EMPATHY IN THE WORK FOR EDUCATOR healthy relationships.Abstract:One of the basic aspects of the work of the educators is the relation that they construct with thepupils. The relational skills that base this work are fundamental at the moment of carry out theeducational project. One of them is the empathy. In this article, being based researches andpractical experiences on educational contexts, presents the importance of the empathy, as wellas his main important characteristics and the possible manners that the educator has to deve-lop it and put it into practice. Hereby, the article presents different concrete strategies in orderthat the educators could establish healthy relations with the pupils in their educational occupa-tion.

KKeeyywwoorrddss:: Healthy relation. Emotions. Practice educative. Empathy.

AUTORES: Asier Huegun Burgos.Universidad del País Vasco

LA IMPORTANCIA DE LA EMPATÍA EN EL TRABAJO DEL EDUCADORPARA UNAS RELACIONES SALUDABLES.

Asier Huegun Burgos. Universidad del País Vasco (UPV-EHU) Departamento de Didáctica y Organización Escolar.Donostia – San Sebastian (Gipuzkoa)

A TU SALUD

Nº 67-68 / Octubre-Diciembre 2009 XVII ANIVERSARIO

Universidad

1.IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

2.RELACIÓN EDUCATIVA

Y EMOCIONES

Page 2: LA IMPORTANCIA DE LA EMPATÍA EN EL TRABAJO …...la escucha empática con el fin de conse - guir las metas educativas, por ejemplo, de los centros de atención a jóvenes en riesgo

mente con técnicas, recursos y métodossino también con las competencias ne-cesarias para la relación educativa.

Una de las habilidades básicas del edu-cador es saber adaptarse a las necesida-des del momento pedagógico que estásucediendo en ese instante, teniendo encuenta que la interacción entre él o ella ylos educandos es dinámica y cambiante(Schön, 1992; Gladwell, 2005). Cada si-tuación práctica está compuesta por mul-titud de aspectos significativos y entreellos, toman especial importancia la si-tuación emocional y afectiva del educa-dor y los educandos en ese instante yque, a su vez, están en un marco profe-sional concreto (escuela, contextos so-ciales de riesgo…).

Por lo tanto, la interacción educador-educando no está compuesta sólo por lossaberes teórico-técnicos del educador,sino también por personas que se estánrelacionando con su dimensión racional,emocional y corporal. Por eso creo queen el centro de la práctica educativa, contanta o más importancia que el conoci-miento teórico y técnico del educador,están las características y competenciasdel educador, dada su influencia en la re-lación con el educando. Mediante la teo-ría y las técnicas educativas el educadorordena y secuencia su intervención parala consecución de los objetivos y reflexio-nando saca conclusiones para mejorar lapráctica. Con todo, los problemas quesurgen en la práctica con los educandosgiran sobre el “qué hacer” y la soluciónestá en hacer algo en el momento en elque está interactuando (Argyris, 1993).Según Pérez Gómez (1988), los proble-mas prácticos son de origen incierto y noadmiten reglas técnicas específicas oprocedimientos que puedan prescribirsecon anterioridad (Gimeno Sacristán yotros, 2008). Además requieren enfoquessingulares ligados al contexto específico,capaces de afrontar el desarrollo impre-visible del acontecimiento dentro o fuera

de la escuela. Es ahí donde cobra rele-vancia especial la relación. Y, por su-puesto, las emociones.

Desde ahí, creo que el aspecto emo-cional y relacional van unidos, de formaque el mundo afectivo del educador y eleducando se relacionan entre sí. Desdeesta perspectiva cobran importancia lasemociones (Asensio, García Carrasco,Núñez Cubero y Larrosa, 2006), pues nosllevan a englobar un saber práctico, yaque el fluir continuo de emociones por lasque pasamos constantemente – y pasaen la relación educador-educando- esuna realidad ineludible que modula inin-terrumpidamente nuestro quehacer coti-diano. Siguiendo a Maturana y Bloch(1996:90): “Las emociones constituyen elfundamento de todo lo que hacemos, in-cluso el razonar”. Las actitudes del edu-cador tienen tanto o más que ver con susituación emocional en ese instante quecon los actos de razonamiento intelec-tuales (Tirapu, Landa, Lorea, 2004).

Por lo tanto, las competenciasque el educador debe saber llevar a lapráctica en el caso de la empatía, no seaprenden sólo entendiéndolas, sino quehay que experimentarlas y vivirlas, parapoder saber dónde existen dificultades ypoder mejorarlas. Quiero decir que elmero hecho de saber qué es la empatía,por ejemplo, no conlleva aplicarla en larelación educativa, sino que hay quedotar al educador de herramientas con-cretas para que pueda ir surcando cami-nos que le lleven a poder impregnarse dela habilidad empática.

La escucha empática es una lasherramientas fundamentales parafavorecer el cambio en el proceso

educativo. Y se entiende como la capaci-dad de ponerse en lugar del otro o de en-tender lo que la otra persona estáexpresando o sintiendo, de manera queésta perciba que se le está compren-diendo de manera adecuada. Mediante laempatía el educador crea un espacioamable, seguro y protegido, en donde lapersona escuchada se siente motivada asentir, reconocer y expresar más aspec-tos de su mundo interior o de su emocio-nes. Es una de las competencias básicas

para fomentar relaciones sanas con eleducando (Vega, Meneses 2009).

Los educadores son las personas quepasan mayor tiempo con los niños, jóve-nes y/o adultos que participan en la es-cuela o en programas de educación noformal en donde podemos incluir los pro-yectos en los que se trabaja tanto la pre-vención como la inserción social. Por estemotivo, se entiende que su función edu-cativa contiene fines educativos para ge-nerar un clima relacional propicio parafavorecer el proceso de cambio en los jó-venes y la construcción de conductas sa-ludables. La generación de un adecuadoclima relacional se sustenta en el respetoy la aceptación de las experiencias quecomunican los jóvenes y se plasma a tra-vés de las respuestas interaccionales yverbales concretas que ofrece el educa-dor. Es en esa relación de persona a per-sona donde aparecen las emociones ydonde cobra sentido la labor educativa.El tipo de respuesta interactiva que favo-rece la configuración de un espacio cer-cano es lo que llamamos empatía(Rogers1996, Barceló, 2008), y si bien noes la única competencia necesaria paretrabajar en educación, si que es una delas fundamentales, a veces, mencionada,pero, no desarrollada. A continuación ladefinimos, explicamos y ejemplificamos:

Para entender mejor cómo se practicala escucha empática con el fin de conse-guir las metas educativas, por ejemplo,de los centros de atención a jóvenes enriesgo social, es necesario comprenderque consta de tres objetivos claros:

1. Ofrecer a los jóvenes un espaciode relación libre de juicios (Rogers,1996).

2. Apoyar a los jóvenes a estar encontacto con sus propios senti-mientos.

3. Favorecer una relación positivaentre el educando y sus propiossentimientos.

Paso ahora a explicar cómo se puedellevar a la práctica todo lo que he ex-puesto hasta ahora. Esta parte me pa-rece una de las más importantes y una delas más difíciles de la labor educativa:crear herramientas prácticas para experi-mentar y mejorar una competencia, eneste caso la empatía. Estos es: ¿cómodebe relacionarse el educador con loseducandos para que éstos sientan que seles está escuchando empáticamente?

A TU SALUD16 XVII ANIVERSARIO Nº 67-68 / Octubre-Diciembre 2009

Universidad

3.LA EMPATÍA EN LA

PRÁCTICA

Page 3: LA IMPORTANCIA DE LA EMPATÍA EN EL TRABAJO …...la escucha empática con el fin de conse - guir las metas educativas, por ejemplo, de los centros de atención a jóvenes en riesgo

3.1 ESCUCHAR PARA OFRECER UNESPACIO DE RELACIÓN NO VALO-RATIVO Y LIBRE DE JUICIOS:

Uno de los requisitos básicos para con-figurar un clima propicio para favorecer elproceso educativo en los educandos, esque el educador adquiera una actitud noenjuiciadora y así puedan ofrecer una re-lación protectora y de respeto hacia lasexperiencias, emociones o sentimientosque los niños, jóvenes y/o adultos expre-san en los distintos espacios de interac-ción (encuentros grupales, talleres,conversaciones personales, hora de al-muerzo, asambleas etc.). Esta relacióndebe construirse sobre dos pilares (Ro-gers, 1996): la aceptación y el respeto.La relación debe estar libre de juicioshacia la experiencia que los sujetos co-munican y nos transmiten tanto a loseducadores.

¿Cómo podemos crear un espaciolibre de juicios al interactuar con los jó-venes y qué herramientas podemos darlos educadores para mejorar su compe-tencia empática? Pues mediante otromodo de respuestas y actitudes que noson las que utilizamos habitualmente. Esimportante que los educandos perciban

a través de estas respuestasde escucha que están siendocomprendidos, respetados yacompañados. Ahí cobran im-portancia las emociones en larelación educativa y las rela-ciones saludables y de res-peto.

Veamos algunas ejemplifica-ciones extraídas desde la pro-pia experiencia práctica:

Si el educando se muestradesconfiado, tímido o reacioa compartir sus expe-

riencias y sentimientos, podemos in-tervenir de las siguientes formas:

- “Me doy cuenta que te es difícil con-tarme cómo te sientes, tal vez quierasir poco a poco”.

- “Quizás me puedas decir en una pala-bra o en una imagen de cómo te estássintiendo”.

- “Quizás no estás acostumbrado a ha-blar de ti, pero quiero que sepas queaquí puedes hacerlo y que yo voy a in-tentar escucharte con respeto”.

- “Tal vez me quieras contar qué es loque te hace sentirte incómodo aquí”.

Si el educando no desea participarverbalmente en actividades grupales:

- “Respeto tu decisión de no hablar estávez”.

- “Cuando te sientas preparado/a parahablar, estaré listo para escucharte”.

- “Entiendo que ahora no te sientas conganas de participar”.

Si el educando expresa emocionesque culturalmente se califican comonegativas:

Desde mi experiencia en el trabajoeducativo, esas respuestas por parte deleducador ayudan mucho a los jóvenes,ya que si el educador enjuicia y valora deun modo sistemático la experiencia y ac-titud del educando está reduciendo lasposibilidades para que esté más dis-puesto a explorar, reconocer y expresarsus emociones y sentimientos; lo cual im-plicará la perdida de una de las piezasfundamentales del trabajo educativo, yno será un buen punto de partida paracrear una relación sana y saludable.

Se pueden poner algunos ejemplos derelación donde la experiencia de los edu-candos no es aceptada y respetada de-bido a la presencia de juicios ovaloraciones: a) no acoger sentimientosque generalmente son calificados comonegativos aburrimiento, desmotivación,indiferencia, frustración, rabia, pena, etc.;b) presionar a los educandos a partici-par en actividades grupales cuando ellosno lo desean, y c) desestimar, ignorar,contradecir, subestimar los sentimientosque los comunican.

Ahondando un poco más en este puntoveamos los siguientes ejemplos:

Si un joven nos comunica que está“muy nervioso” a menudo utilizamos estetipo de caminos para no aceptar e ignorarlo que siente en ese momento:

- “¡Vaya, de nuevo estás con esas ton-terías!” (juicio).

- “¿Cómo dices?” (sin prestar atencióna lo que realmente nos está comuni-cando, aquí, evidentemente, el tonoes lo importante para mostrar una ac-titud de indiferencia).

- “Tranquilo chaval, tranquilo” (consejo).

- “No será para tanto” (quitarle impor-tancia).

- “No es posible, no parece que estésnervioso” (negarle lo que siente)

A TU SALUD17Nº 67-68 / Octubre-Diciembre 2009 XVII ANIVERSARIO

Universidad

Page 4: LA IMPORTANCIA DE LA EMPATÍA EN EL TRABAJO …...la escucha empática con el fin de conse - guir las metas educativas, por ejemplo, de los centros de atención a jóvenes en riesgo

XVII ANIVERSARIO Nº 67-68 / Octubre-Diciembre 2009

A TU SALUD18

Universidad

- “Eso nos pasa a todos, seguro quemañana ya se te ha pasado y has ol-vidado el asunto” (sermones morali-zantes).

- “Yo también me suelo poner nerviosoen estos momentos” (cambiar el focodel asunto y el protagonista).

- “Estoy seguro que será por lo que teha dicho Miguel” (hacer de examina-dor).

- “Muy bien… ¿y qué tal el otro día en eltaller?” (cambiar de tema).

- “¿Por qué estás nervioso?” (interro-gar).

3.2 ESCUCHAMOS A LOS EDUCAN-DOS PARA QUE ELLOS ESTÉN ENCONTACTO CON SUS PROPIOS

SENTIMIENTOS

Cuando participamos en una interven-ción que busca brindar apoyo y orienta-ción a jóvenes en riesgo social, no bastacon sólo hablar o reflexionar acerca desus problemáticas puntuales, también esnecesario crear un espacio donde loseducandos se hagan concientes de suspropias emociones y sentimientos, yaque éstos serán una de las piezas esen-ciales del trabajo que vayamos a des-arrollar. Es muy importante que losjóvenes tengan conciencia de sus pro-pios sentimientos y que a través de éstos

puedan comprender cuales son las debi-lidades y fortalezas con las que se estánenfrentando en su cotidianidad, sus rela-ciones interpersonales, sus dificultades,su proceso de desarrollo personal, susgustos, sus inquietudes, sus deseos, susnecesidades, …

Veamos algunos ejemplos para poderver de una manera más pormenorizada:

Si el educador brinda una orientación,opinión, sugerencia o consejo a un edu-cando, puede ser muy interesante obser-var cómo este recibe tal proposición.

- “¿Sientes que esto que te digo tepueda ayudar de alguna forma?”

- “Cómo te sientes ante la sugerenciaque te acabo de hacer?”

Si el educando está hablando de símismo, contando cómo se siente, ha-ciendo una reflexión, o expresandocualquier cosa respecto a sí mismo:

- “Parece que te hace sentir mejor esoque acabas de decir?”

- “Me dices que ya estás mejor, pero tucara sigue como si estuvieras triste…”

A pesar de todo lo que estamos seña-lando hay que subrayar que la empatíano es una competencia que el educador

debe manejar sólo en situaciones enlas que el educando esté viviendo consentimientos negativos, ya que puedeocurrir que optemos por una visión te-rapéutica de la relación educativa.Nada más lejos de mi intención. Porejemplo:

- “Te veo hoy muy contento, como sihubiese algo especial te hubiera pa-sado”.

“Sí, estoy feliz porque… y además…”.

- “Pon atención a cómo te sientes, paraque puedas ver que es lo que te tienemal/bien”.

- “Pareces tranquila hoy, estás alegre…¿crees que te serviría hablar unpoco?”.

Al crear un clima destinado a que loseducandos se sientan progresivamentemotivados a sentir, reconocer y expre-sar más aspectos de su mundo interior,no sólo debemos ofrecer un espaciolibre de juicios e incentivar la toma de

conciencia respecto de los sentimientos.También es importante favorecer una re-lación positiva entre él o ella y sus pro-pios sentimientos. Una forma sencilla defavorecer una relación positiva entre eleducando y sus propias emociones, eshacer que se relacione como si se tra-tara de un “alguien” que necesita seracompañado, reconocido y escuchadocon paciencia y cariño:

- “¿Puede ser que esa ansiedad sepaqué es lo que te hace falta en este mo-mento?... y si le prestas atención para verqué te dice”.

- “Ese bienestar que sientes con losdemás últimamente parece que es agra-dable, tal vez sea bueno que estés asípor un rato”.

1) La experiencia me ha demostradoque la actitud empática del educa-dor se ha de trabajar dándoles he-rramientas concretas y prácticaspara que pueda ponerlas en mar-cha en su relación con los educan-dos y pueda ver cuáles son sudificultades y sus progresos.

4.CONCLUSIONES

Page 5: LA IMPORTANCIA DE LA EMPATÍA EN EL TRABAJO …...la escucha empática con el fin de conse - guir las metas educativas, por ejemplo, de los centros de atención a jóvenes en riesgo

Nº 67-68 / Octubre-Diciembre 2009 XVII ANIVERSARIO

A TU SALUD19

Universidad

2) El poner en la práctica la actitud em-pática del educador hace que la re-lación con los educandos sea mássaludable y cree un entorno de res-peto que es básico en el proyectoeducativo, más, si cabe, cuandotrabajamos en contextos no forma-les, en el cual los educandosaprenden.

3) Es importante comprender que laconfiguración de un espacio edu-cativo que ayude a fomentar hábi-tos saludables es un proceso quese debe trabajar diariamente.

4) Sin importar cuáles sean los temasque se desarrollen en las activida-des de un programa de atención amenores en riesgo social, por ejem-plo, (familia, conductas de riesgo,motivación, asuntos escolares,etc.), éstos deberán ser examina-dos en alguna medida desde unaperspectiva emocional, ya que tra-tar tales asuntos desde un punto de

vista solamente cognitivo reduce laposibilidad que los jóvenes apren-dan y establezcan otro tipo de rela-ción.

5) Si las primeras veces que intenta-mos actuar con empatía no da re-sultado no significa que a lasprimeras de cambio debemos derecurrir a métodos que anterior-mente no nos han funcionado.

6) Ninguno de los caminos que heapuntado funciona con toda laspersonas, ninguna se ajustará atodas las personalidades.

7) Y, por último, ninguno funcionará entodo momento y en todos los con-textos.

Estas estrategias y propuestas prácti-cas favorecen un clima de respeto queen el que puedan germinar relaciones sa-ludables entre los protagonistas de unproyecto educativo.

- ARGYRIS, C (1993): Knowledge for Action.San Francisco: Jossey Bass.

- ASENSIO, J.M; GARCÍA CARRASCO, J;NÚÑEZ CUBERO, L; LARROSA, J(2006): La vida emocional. Las emocionesy la formación de la identidad humana.Barcelona: Ariel.

- BARCELÓ, T (2008): “Cuerpos que escu-chan. El acontecer de la empatía desdeel proceso de enfoque corporal”. Miscelá-nea-Comillas. Revista de Ciencias Huma-nas y Sociales. Vol, 66, nº 125, pp,83-116. Universidad Pontificia de Comi-llas: Madrid.

- GIMENO SACRISTÁN, J (Comp.);PÉREZ GÓMEZ, A.I.; MARTÍNEZ, J.B;TORRES, J; ANGULO, F; ÁLVAREZ, J.M(2008): Educar por competencias, ¿quéhay de nuevo?. Madrid: Morata.

- GLADWELL, M (2005): Inteligencia intui-tiva. Buenos Aires: Taurus.

- HUEGUN, A (2007). Hezitzaileen presta-kuntza esperientziala: aisialdiko hezitzai-leen harreman-trebetasunak lantzekoproposamen bat. Tesisi Doctoral. Leioa-Vizcaya: Servicio Editorial Universidad delPaís Vasco (UPV-EHU).

- LLETJÓS LLAMBIES, E (2003): “El as-pecto relacional del trabajo del educadorsocial”. Educación Social, 25, pp, 48-70.Fundació Pere Tarrés.

- MATURANA, H; BLOCH, S (1996): Biolo-gía del emocionar y Alba Emoting: respi-ración y emoción. Santiago de Chile:Dolmen Ediciones.

- ROGERS, C. (1986): Psicoterapia cen-trada en el cliente. Barcelona. Piados.

- ROGERS, C. (1996): El proceso de con-vertirse en persona. Barcelona: Piados.

- ROMAN, M; PETRUS, A y TRILLA, J(2000): De profesión educador(a) social.Barcelona. Paidós.

- PÉREZ GÓMEZ (1989): “Paradigmascontemporáneos de investigación didác-tica”. La enseñanza: su teoría y su prác-tica. Madrid: Akal.

- TIRAPU, J; LANDA, N; LOREA, I (2004):Cerebro y adicción. Una guía compren-siva. Iruñea-Pamplona. Gobierno de Na-varra. Departamento de Salud.

- SCHÖN, D. A. (1992): La formación deprofesores reflexivos. Hacia un nuevo di-seño de la enseñanza y el aprendizaje enlas profesiones. Barcelona: Paidós.

- VAN MANEN, M (1998): El tacto en la en-señanza. El significado de la sensibilidadpedagógica. Barcelona: Paidós Educa-dor.

- VEGA, A; MENESES, C (2009): “Conduc-tas de riesgo en la adolescencia: inter-vención educativa en los centrosescolares. 1ª parte”. A tu salud. Revistade Educación para la Salud. Segovia: Ale-zeia. Asociación de Educación para laSalud, 65, pp, 8-14.

5.BIBLIOGRAFÍA