hoja parroquial del 5 al 11 de marzo de 2012

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n I I ) Uiln LA OKACION *"" Hotl os a inlito a 4ue me acom- pañéís a hacer un bretu eramen en las formas de oración a truoés de los tiempos,comocrístianos(ue somos g miemúros de la lglesia Ca- tílica. Comenzamos en tiempos remo- tos U nos fíiamos en el Catecismo de la Doctrina Cristiana, compues- to por el Padre lerónímo Ripalda. s.1. rt.616) Nos díce: nOtar,es eley'arnos a Díos, con el corazón q con la men- te, para pedirletoda clase de bienes". Este Catecismo compteté, en forma de preguntas g resPuestas, el de! Padre Gaspar Astete,de 1.599. Entre paréntesis, recogemos otra frase de sumo in- terés: ("sobw el perdón de lasofensas, Dios no es ca- paz de perdonar at 4ue no es capaz de perdonar"). /r Dejamos alPadre Ripalda, Damos un enorme sal- l' ñl to cudnt¡tatieto en el tiempo. Consultamos el Cate- i ", cismo de la lglesiaCatólica aprobado por el Papa - L I Juan Pablo ll, el ll de octubre de 1.992, t = I entre sacamos algunos párrafos,4ue desta' -' ' I camos "La Oración Uocal.- Por medio de supala- 1. bra Dios hablaal hombré. comose ora. oLa confianza fifial se pone a prueba cuando tenemos el sen' timiento de no ser siempre es- cuchados. El Ettangetíonos in- tlita a conformarnuestra oración al deseodel Espíritu". "0rad continuamente" (l Ts 5, l7). 0rar es'siempre PosiÚle. Es íncluso una.uecesidad uital. Oracióu q lida cristiana son in' separables". "La oración del Señor: "Pa- dre Nuestrc" . La tradicién lítítrgica de la lglesia ha conserladoet ierto de San 'l4ateo,r. DelEttangelio de San Úlateo (6. il. "tl'létodo de hacer oración Gc ll-2-D "!/ cuando oréis, no seáis como loshipócritas, 4ué qustan de orar en pié en las sjnagogas g en losángulos de lasplazas, para ser ttístospoi los honbres; en uerdad os diqo 4ue tla r3.' recibieron su recompensa.Tú cuando ores' en' tru en tu cámard q cewada la puetta, ora a tu Padre 1ue está en'lo secreto; t! tu Padre, ' (ue le en lo escondido, te recompensará. por(ue ttuestro Padre conoce las cosas de las 4ue tenéis necesídad, antes 4ue se las pidáís..-"/ (iPalabru de Dios!). Concluyendo: tllás díálogo con Dios, menos ru' tína, rl más meditación. iAh! se meoluidaba U mas acción de gracias. Diqanos como.la Beata Teresa de Calcuta: inse- ñor agítdame a serte fiql"!. La señal del cristiano es Cristo Resucita{o. iAle' luga!. . Saludos de, ***\ "\ 5/ orando no seáis hablodores,'como los \ I gentiles 4ue piensan ser escuchados por su \ mucho hablar.No os asemeiéís pues,a ellos, Por medio de palabras, mentales o t/ocales, nuestra oración toma cuerlro. Pero lo más importante es la presencia del c:ora- zón ante Aquél a (uién hablamos en la oración..,,Que nuestra oración se oiga no dependede la cantídad de palabras, sino del feruor de nuestras almas., (San luan Crisóstomo, ecl.Z.) "La oraciónsupone un esfuerzo g una lucha contra nosotros mismos,tl contru las astucias del tentadar. El combate de.la oraciónes insQparable del "combate es- pirituab, necesario lrara actuar haÚítualmente según el Espíritu de Cristo: Se ora comose litu por4ue settiue JESÚ S V I LASANC HEZ MARTI NEZ, www. j e susv iI asa nc he z.we bc inda rio. co m

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Page 1: Hoja parroquial del 5 al 11 de marzo de 2012

nII)

UilnLA OKACION

*"" Hotl os a inlito a 4ue me acom-pañéís a hacer un bretu eramenen las formas de oración a truoésde los tiempos, como crístianos (uesomos g miemúros de la lglesia Ca-tílica.

Comenzamos en tiempos remo-tos U nos fíiamos en el Catecismode la Doctrina Cristiana, compues-to por el Padre lerónímo Ripalda.s.1. rt .616)

Nos díce: nOtar, es eley'arnos aDíos, con el corazón q con la men-te, para pedirle toda clase de bienes". Este Catecismocompteté, en forma de preguntas g resPuestas, el de!Padre Gaspar Astete, de 1.599.

Entre paréntesis, recogemos otra frase de sumo in-terés: ("sobw el perdón de las ofensas, Dios no es ca-paz de perdonar at 4ue no es capaz de perdonar"). /r

Dejamos alPadre Ripalda, Damos un enorme sal- l'

ñl

to cudnt¡tatieto en el tiempo. Consultamos el Cate- i ",cismo de la lglesia Católica aprobado por el Papa - L IJuan Pablo ll, el ll de octubre de 1.992, t = Ientre sacamos algunos párrafos,4ue desta' -' ' Icamos

"La Oración Uocal.- Por medio de su pala- 1.bra Dios habla al hombré.

como se ora.oLa confianza fifial se pone

a prueba cuando tenemos el sen'timiento de no ser siempre es-cuchados. El Ettangetío nos in-tlita a conformar nuestra oraciónal deseo del Espíritu".

"0rad continuamente" (l Ts5, l7). 0rar es'siempre PosiÚle.Es íncluso una.uecesidad uital.Oracióu q lida cristiana son in'separables".

"La oración del Señor: "Pa-dre Nuestrc" . La tradicién lítítrgica de la lglesia haconserlado et ierto de San 'l4ateo,r.

DelEttangelio de San Úlateo (6. il. "tl'létodo dehacer oración Gc ll-2-D "!/ cuando oréis, no seáiscomo los hipócritas, 4ué qustan de orar en pié en lassjnagogas g en los ángulos de las plazas, para ser

ttístos poi los honbres; en uerdad os diqo 4ue tla

r3.'recibieron su recompensa. Tú cuando ores' en'

tru en tu cámard q cewada la puetta, ora atu Padre 1ue está en'lo secreto; t! tu Padre,

' (ue le en lo escondido, te recompensará.

por(ue ttuestro Padre conoce las cosas de las4ue tenéis necesídad, antes 4ue se las pidáís..-"/(iPalabru de Dios!).

Concluyendo: tllás díálogo con Dios, menos ru'tína, rl más meditación. iAh! se me oluidaba U masacción de gracias.

Diqanos como.la Beata Teresa de Calcuta: inse-ñor agítdame a serte fiql"!.

La señal del cristiano es Cristo Resucita{o. iAle'luga!. .

Saludos de,

***\ "\ 5/ orando no seáis hablodores,'como los\ I gentiles 4ue piensan ser escuchados por su\ mucho hablar. No os asemeiéís pues, a ellos,

Por medio de palabras, mentales o t/ocales,nuestra oración toma cuerlro.

Pero lo más importante es la presencia del c:ora-zón ante Aquél a (uién hablamos en la oración..,,Quenuestra oración se oiga no depende de la cantídad depalabras, sino del feruor de nuestras almas., (San luanCrisóstomo, ecl.Z.)

"La oración supone un esfuerzo g una lucha contranosotros mismos, tl contru las astucias del tentadar. Elcombate de.la oración es insQparable del "combate es-pirituab, necesario lrara actuar haÚítualmente segúnel Espíritu de Cristo: Se ora como se litu por4ue settiue

J ESÚ S V I LASANC H EZ MARTI N EZ,www. j e susv i I asa nc he z.we bc i n da r i o. co m

Page 2: Hoja parroquial del 5 al 11 de marzo de 2012

w..) Lscrunas sÍnI,Icls (cicto B)

: s Domingo 2". da Coresmaq.;*1,

* :

sr . Xénese 22,1-2j15-18: Sacrificio do{ p.t,i.r.. Abrahán.

..i*

& .Salmo 115,10.15.16-19: Camiñarei naff presencia do Señor, no país da vida.

$ . *ot.nos,8,31-34: Dans entregou óü seu propio Fillo, á rnorte por nós.

. Evanxeo: Marcos 9,1-9: lste é o meuFillo amado, escoitádeo.

Deus está connosco

datesegunlo lomingo le corumn, as {ecturasfa-fan lemorte e le aíla. Aírafuin, que pugo tola a sunconfianza en Deus, non lubila en o/rererffe ao seufitb único. O &ai lo cu entrella ri morte ao seu fi[b.único para que tolos teramos uila. Camirn de Xeru-safen, [ugar lamorte leXuus, xtemostra ós seus lis-cípu[os o seu rostro transfiguralo,

Xa que bgo, aínla que w [ecturas fakn letnrte ele aila, o que kte4a ínconteni1[e n¿[ns é a r¡ila, arwurreccióry a uitoría fina[. Son unrtn cfrnnnla ti con-fiarua. Case ao coffi.ezo la corumn recórlanras quenanpolenns uler ao [utinímo canlo o camirn fága-se bngo e ct$toso. Imas por un camino le¡forin cruci-fícalí, perr 0 ftLesnn xisus aen connasco"a[¿ntanlo arnsa mnrcfrn e recorúínloflos que "si Deus utti con-nosco, quen utara contra nosl"'.

MEDITACIÓN DO "PAI NOSO'' AOLONGO DA CORESMA

Xesús díxonos que non recemos por rutina ou vanidade. Eenseguida ensinounos o Pai noso. Podería ser bo exercicio deCoresma o aprender a rezat o Pai noso.

,Aprender. As palabras xa as sabemos de memoria. Foi dasprimeiras cousas que aprendemos. Pero trátase de aprender obspírito de cada invocación e cada palabra. Só o Santo Espíri-to pódenolo ensinar.

. Primeiro día: dedicado á primeira palabra: Pai.

Completa coa oración de Foucauld: ..Pai, póñome nas túasmanS)).

. Segundo día, a segunda palabra: Noso.

Asíse expresa S. Cipriano no seu precioso Comentario aoPai noso: ,,Non dicimos Paimeu ( ... ), o pan meu ( ... ) Nosaoración é pública e común. E cando oramos facémolo, non porun só, senón portodo o pobo, xa que todo o pobo somos comoun só,, .

Comoleta co himno:

"Pai noso, Pai de todos,lÍbrame do orgullo de estar 5e' (Laudes, Sábado 1 1)

. uNunca a vida é nosa, é doutros,a vida non é de ninguén, todos somos,a vida -pan de sol para os outros,os outros todos que nÓs somos-,son outro cando son, os actos meusson máis meus si son taméft de todos,para que poida ser hei de ser outro,saír de nin, buscarme entre os outros,os outros que non son si eu non existo,

' os outros que me dan plena existencia,non son, non hai eu, sempre somos nós,,.

(ocrAvlo PAZ). Terceiro día. Medita: Que estás no ceo.

O ceo son as almas dos santos.Cada un de nós está chamado a ser un ceo.

Ceo non é un lugar f ísico, senón espiritual, Onde se fai pre-sente peus, alí está o ceo. Pode ser o pesebre, pode ser oTabor, pode ser o Calvario, pode ser o Cenáculo, en calquerados seus momentos.

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ás Noticias das Nosas Parroquias e áctualidade en Xeraf

PIDO PERDONCuando los clásicos.de la antigüedad afirmaron que "errar es.

humano", no necesitaron agudas argumentaciones para demostra'r-lo.Tampoco hoy nos haría falta recurrir a ellas. Ahora como enton-ces sigue siendo lo más propio del hombre equivocarse.

Todos cometemos errores. Y además, con frecuencia; y no po-cas vebes bastante gruesos. Lo que no es tan común -ni antes ni aho-ra- es que los hombres se percaten de sus propios fallos y los reconoz-can como tales,Y aún menos común que se arrepientan de los mismos.

Pero lo realmente extraordinario es que pidan perdón y enmiendensu conducta. Eso ya nos va pareciendo de gente fuera de lo normal. Ysin embargo, yo creo que todo lo anterior es tan humano como el "meterla pata" de vez en cuando; y por tanto, debería ser igual de frecuente.Gracias a Dios, no falta gente en nuestros días que nos da la sorpresatambién en esto de pedir perdón y enmendar su comportamiento.l enalgunas ocasiones, de manera asombrosa. Me voy a referir ahora altes-timonio de una de esas personas que a todos nos recuerdan algo quefácilmente olvidamos: que es de almas grandes reconocer los propiosfallos y luchar por no volver a cometerlos. Es el testimonio de una joven,publicado en la revista Familia Cristiana hace unos días, y delque vale lapena reproducir aquí algunos fragmentos: "Soy una joven mujer de 29años.Y hace un año y medio hice un aborto. Desde entonces mi hijo vivedentro de mí. Cometí un gran error y ya no puedo volver atrás. Ahora séque aquel lo que entonces me parecía imposible. no lo era. Es más, erasuoerable: bastaba tener más confianza en mí. en la vida. en Dios. Pidoperdón a Dios, a la comunidad cr ist iana.. .y a mi hi jo. . . "Por mi parte,ahora sé qué es la vida y qué es el pecado. Rezaré y espero que tam-bién vosotros rezaréis por mí... y por mi niño nunca nacido, un ángel dela guardaJ' (Firmado: Francisca).

Ante la sinceridad y humildad de esta mujer, he recordado con espe-cial conmoción las ya conmoventes palabras que Juan Pablo l l, en laEvangelium Vitae, dirige a todas las mujeres que han recurrido al aborto:"La lglesia conoce cuántos condicionamientos pueden haber influido envuestra decisión, y no duda de que en muchos casos se ha tratado deuna decisión dolorosa e incluso dramática. Probablemente la herida aúnno ha cicatrizado en vuestro interior. Es verdad que lo sucedido fue ysigue siendo profundamente injusto. Sin embargo, no os dejéis vencerpor el desánimo y no perdáis la esperanza. Antes bien, comprended loocurrido e interpretarlo en su verdad. Si aún no lo habéis hecho, abríoscon humildad y confianza al arrepentimiento: el Padre de toda misericor-dia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el sacramento de lareconcil iación. Os daréis cuenta de que nada está perdido y podréis pe-dir perdón también a vuestro hijo, que ahora vive en el Señor". Cómo megustaría que tanto eltestimonio de Francisca como la reflexión del Papa,cayesen hoy como un bálsamo en el alma de todas aquellas que. hantenido la desgracia de cometer el error de abortar a su hijo. Cómo quisie-ra que experimentasen la paz y el consuelo profundos de saber quenada está perdido, que Dios las acoge con los brazos'abiertos de lamisericordia y el perdón. Cómo deseqría hacer sentir a Francisca y conella a las que se encuentren en su situación, que así como Dios lasperdona, lo hacemos nosotros; lo hace la lglesia y, siñ duda también suhijo que ya vive en el Señor. autor P. Marcelino de Andrés

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