hoja parroquial - 31 de marzo de 2013 - num. 13

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Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106 Arquidiócesis de Guadalajara, A.R. 1 Hoja A veces es útil hacerse preguntas. Y hoy, en este solemne y glorioso día de Pascua, al iniciar la gran fiesta de los cristianos la gran fiesta de la fe, podría ser oportuno preguntarnos si sabemos exactamente lo que creemos. No quisiera ofender a nadie. Quisiera, únicamente, que todos hoy nos interrogáramos sinceramente para que, así, podamos celebrar bien estas siete semanas de fies- ta cristiana: el tiempo pascual. Y, para celebrarlo bien, es necesario que sepamos bien qué creemos. ¿Qué es ser cristiano? ¿El cristiano es el hombre que cree en Dios? Sí, pero no es necesario ser cristiano para creer en Dios: hay millones de creyentes que no son cris- tianos (y no únicamente en países lejanos; también entre nosotros). ¿El cristiano es aquel que cree en una vida que no termina con la muerte? Sí, pero tampoco es exclusiva nuestra creer en la pervivencia: también hay hombres que esperan otra vida sin ser cristianos. ¿El cristiano es el hombre que cree en la necesidad de cierto tipo de comportamiento basado en el amor, en la justicia, en la verdad...? Sí, pero una vez másde- bemos reconocer que no es necesario ser cristiano para creer en la exigencia de un camino de amor, de lucha por la justicia, de bús- queda de la verdad... Hay muchos hombres incluso no religiososque, de hecho, procuran vivir así. Todas estas preguntas no definen lo que es nuestra fe. Pero tampoco basta decir que el cristiano es aquel que quiere inspirar su vida en la palabra y en el ejem- plo de Jesucristo. Ciertamente, el cristiano como dice la misma palabrase define en relación, en referencia con Cristo. Pero, para nosotros, Jesús no es únicamente un maestro, un ejemplo. Nuestra fe nos pide un paso más, un paso de una importancia y no lo escondamos: de una dificultaddecisiva. La pregunta sobre nuestra fe tiene una respuesta precisa y concreta: ser cristiano es creer en la Resu- rrección de Jesucristo. Quien tiene esta fe con todas sus consecuenciases cristiano; quien no cree en la Resurrección, no puede llamarse cristiano (por más que pueda ser un hombre admirador de Jesús, o un hombre religioso, o un hombre justo). Ser cristiano no pide nada más ni nada menos que esto: creer que Jesús de Naza- ret, después de seguir su camino de anun- cio de la Buena Noticia del Reino de Dios, para ser fiel a ello hasta el extremo, aceptó el camino de la cruz con una fe, con un amor, con Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106 ¡Cristo RESUCITÓ! N.º 13 LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR / CICLO C 31 de Marzo de 2013 P arroqu ial Continúa en pág. 3

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Boletín Semanal de la Arquidiócesis de Guadalajara

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Page 1: Hoja Parroquial - 31 de Marzo de 2013 - Num. 13

Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos

depositados por sus editores o agentes.INDA-04-2007-103013575500-106

Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.

1

Hoja

A veces es útil hacerse preguntas. Y hoy, en este solemne y glorioso día de Pascua, al iniciar la gran fiesta de los cristianos –la gran fiesta de la fe–, podría ser oportuno

preguntarnos si sabemos exactamente lo que creemos. No quisiera ofender a nadie. Quisiera, únicamente, que todos hoy nos interrogáramos sinceramente para que, así, podamos celebrar bien estas siete semanas de fies-ta cristiana: el tiempo pascual. Y, para celebrarlo bien, es necesario que sepamos bien qué creemos.

¿Qué es ser cristiano? ¿El cristiano es el hombre que cree en Dios? Sí, pero no es necesario ser cristiano para creer en Dios: hay millones de creyentes que no son cris-tianos (y no únicamente en países lejanos; también entre nosotros).

¿El cristiano es aquel que cree en una vida que no termina con la muerte? Sí, pero tampoco es exclusiva nuestra creer en la pervivencia: también hay hombres que esperan otra vida sin ser cristianos.

¿El cristiano es el hombre que cree en la necesidad de cierto tipo de comportamiento basado en el amor, en la justicia, en la verdad...? Sí, pero –una vez más– de-bemos reconocer que no es necesario ser cristiano para creer en la exigencia

de un camino de amor, de lucha por la justicia, de bús-queda de la verdad... Hay muchos hombres –incluso no religiosos– que, de hecho, procuran vivir así.

Todas estas preguntas no definen lo que es nuestra fe. Pero tampoco basta decir que el cristiano es aquel que quiere inspirar su vida en la palabra y en el ejem-plo de Jesucristo. Ciertamente, el cristiano –como dice la misma palabra– se define en relación, en referencia con Cristo. Pero, para nosotros, Jesús no es únicamente un maestro, un ejemplo. Nuestra fe nos pide un paso más, un paso de una importancia –y no lo escondamos: de una dificultad– decisiva.

La pregunta sobre nuestra fe tiene una respuesta precisa y concreta: ser cristiano es creer en la Resu-rrección de Jesucristo. Quien tiene esta fe –con todas sus consecuencias– es cristiano; quien no cree en la Resurrección, no puede llamarse cristiano (por más que pueda ser un hombre admirador de Jesús, o un hombre religioso, o un hombre justo). Ser cristiano no pide nada más ni nada menos que esto: creer que Jesús de Naza-

ret, después de seguir su camino de anun-cio de la Buena Noticia del Reino

de Dios, para ser fiel a ello hasta el extremo,

aceptó el camino de la cruz con

una fe, con un amor, con

Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos

depositados por sus editores o agentes.INDA-04-2007-103013575500-106

¡Cristo ResuCitó!

N.º 13 • La ResuRRección deL señoR / cicLo c • 31 de Marzo de 2013 •Parroquial

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Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 10, 34. 37-43

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: “Ya saben ustedes lo sucedido en toda Judea, que tuvo principio en Galilea, después del

bautismo predicado por Juan: cómo Dios ungió con el poder del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y cómo éste pasó haciendo el bien, sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él.

Nosotros somos testigos de cuanto Él hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de la cruz, pero Dios lo resucitó al tercer día y con-cedió verlo, no a todo el pueblo, sino únicamente a los testigos que Él, de antemano, había escogido: a nosotros, que hemos comido y bebido con Él después de que resucitó de entre los muertos.

Él nos mandó predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo ha constituido Juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es uná-nime: que cuantos creen en Él reciben, por su medio, el perdón de los pe-cados”. Palabra de Dios.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los colosenses 3, 1-4Hermanos: Puesto que ustedes han resucitado con Cristo, bus-

quen los bienes de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. Pongan todo el corazón en los bienes del Cielo, no en los de la tierra, porque han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios.

Cuando se manifieste Cristo, vida de ustedes, entonces también us tedes se manifestarán gloriosos, juntamente con Él. Palabra de Dios.

seCueNCiA

eVANGeLiO Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 1-9

El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba.

Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro dis-cípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto”.

Salieron Pedro y el otro discípulo, camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró.

En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, por-que hasta entonces no habían entendido las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos. Palabra del Señor.

ORACióN COLeCtADios nuestro, que por medio de tu Hijo venciste a la muer-te y nos has abierto las puer-tas de la vida eterna, concede a quienes celebramos hoy la Pascua de Resurrección, re-

sucitar también a una nueva vida, reno-vados por la gracia del Espíritu Santo. Por nuestro Señor Jesucristo.

sALMOResPONsORiALSal 117, 1-2. 16ab-17. 22-23

R. Este es el día del triunfo del Señor. Aleluya.

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Diga la casa de Israel: “Su misericordia es eterna”. R. Este es el día del triunfo del Señor. Aleluya.

La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro orgullo. No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el Señor ha hecho. R. Este es el día del triunfo del Señor. Aleluya.

La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. R. Este es el día del triunfo del Señor. Aleluya.

ACLAMACióNANtes DeLeVANGeLiO Cfr. 1 Cor 5, 7-8

R. Aleluya, aleluya. Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido inmolado; celebremos, pues, la Pascua. R. Aleluya, aleluya.

ORACióN DesPuÉs De LA COMuNióNSeñor, protege siempre a tu Iglesia con amor paterno, para que, renovada ya por

los sacramentos de Pascua, pueda llegar a la gloria de la Resurrección. Por Jesu-cristo, nuestro Señor.

Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la Víctima propicia de la Pascua.Cordero sin pecado, que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables unió con nueva alianza.Lucharon vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la vida, triunfante se levanta.“¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?”. “A mi Señor glorioso, la tumba

abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja. ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; allí veréis los suyos la gloria de la Pascua”.Primicia de los muertos, sabemospor tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no manda.Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte en tu victoria santa.

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Gloria a Dios en el Cielo,y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor.Por tu inmensa gloriate alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos;te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,

Dios Padre todopoderoso.Señor Hijo único, Jesucristo,Señor Dios, Cordero de Dios,Hijo del Padre.Tú que quitas el pecado del mundo,ten piedad de nosotros;Tú que quitas el pecado del mundo,atiende nuestra súplica;

Tú que estás sentadoa la derecha del Padre,ten piedad de nosotros;porque sólo Tú eres santo,sólo Tú, Señor,sólo Tú, Altísimo Jesucristo,con el Espíritu Santo,en la gloria de Dios Padre. Amén.

una esperanza total. Y que, por ello, Dios Padre le resucitó, es decir: le comunicó aquella plenitud de vida que Él había anunciado, constituyén-dole así Señor –es decir, criterio y fuente de vida– para todos los que creyeran en Él.

Pero demos un paso más. Hagá-monos otra pregunta: ¿Cómo –los que creemos en Jesucrito resucitado, vivo– vivimos nosotros, vinculados a su vida? Y la respuesta será: la consecuencia de nuestra fe en Jesu-crito vivo, es que nosotros creemos que su Espíritu –aquel Espíritu de Dios que dicen los evangelios que estaba en Él– está en nosotros.

El tiempo de Pascua debe sig-nificar para los cristianos un pro-greso en esta fe en el Espíritu de Jesucristo que penetra, ilumina, for-talece nuestro camino. Porque es gracias a que el Espíritu Santo está presente en ti, en mí, en cada uno de nosotros, que tú, yo, todos noso-tros, estamos injertados, vinculados

con Jesucristo resucitado.El error de los cristianos muy a

menudo es éste: nos la queremos arreglar solos, porque olvidamos el Espíritu de Dios que está en noso-tros, como estaba en los primeros cristianos. Repitámoslo: creer en la Resurrección de Jesucristo –esto que define nuestra fe– es lo mismo que creer que tenemos en nosotros su Espíritu. El camino no lo hacemos solos: el camino es el Espíritu, quien lo hace en nosotros.

Y si ésta es nuestra fe, ésta es también la causa de nuestra ale-gría. Por eso, la Pascua es tiempo de alegría, de fiesta, de abrirnos sin miedo a la vida de Dios. De ahí que ahora –como hemos hecho en la ce-lebración de anoche, en la solemne Vigilia Pascual– renovemos nuestro compromiso bautismal de lucha con-tra todo mal, de fe en el Padre que es amor, en el Hijo que es nuestro camino, en el Espíritu que está pre-sente y vivo en nosotros.

Gloria

En este Año de la Fe, aprendamos de memoria el Credo y recitémoslo como

oración todos los díasCredoCreo en un solo Dios,Padre todopoderoso,Creador del Cielo y de la tierra,de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor Jesucristo,Hijo único de Dios,nacido del Padre antes de todos los siglos:Dios de Dios, Luz de Luz,Dios verdadero de Dios verdadero,engendrado, no creado,de la misma naturaleza del Padre,por Quien todo fue hecho;que por nosotros, los hombres,y por nuestra salvación, bajó del Cielo, y por obra del Espíritu Santose encarnó de María, la Virgen,y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificadoen tiempos de Poncio Pilato;padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras;y subió al Cielo, y está sentadoa la derecha del Padre;y de nuevo vendrá con gloriapara juzgar a vivos y muertos,y su Reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo,Señor y dador de vida,que procede del Padre y del Hijo;que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.Confieso que hay un solo Bautismopara el perdón de los pecados.Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

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Las comidas Familiares

Las comidas familiares son algo más que comer juntos, sa-ciar el hambre y cuidar la salud. El acto de comer juntos todos los de la familia es una antigua y excelente tradi-

ción que va pasando de generación en generación. Desgra-ciadamente, está despareciendo o disminuyendo en algunas culturas y determinados segmentos de la población, debido al exceso de trabajo, a las prisas, a los horarios familiares incompatibles y un largo "etcétera". En las familias tradiciona-les, casi siempre es la esposa o madre la que suele encargarse de hacer la compra; también lo hace ya el esposo, preparar y organizar la comida, junto a las otras tareas del hogar.

Qué bonito es poder reunir alrededor de una mesa, to-dos los días, a la familia. También lo es reunir los días de fiesta a todos los hijos con sus respectivas nuevas familias, uniendo dos, tres o cuatro generaciones, como se hacía tan-tas veces en otros tiempos.

La comida familiar es el lugar perfecto para que toda la familia cumpla con su misión de transmitir con el ejemplo la práctica de las virtudes y valores humanos, enseñar a pen-sar, a amar al prójimo, a hablar con Dios dándole gracias por los alimentos recibidos y a defenderse de las influencias y agresiones externas. Es el resumen de una buena educa-ción y la mejor demostración de lo que hay detrás de ese comportamiento.

Consulta la Hoja Parroquial:www.arquidiocesisgdl.org.mx/publicaciones/hojaparroquial

Diseño e imPresión: Centro Católico de Comunicaciones. Tels. 3002-6470 • 3002-6471

DireCtor resPonsable: Pbro. Adalberto González GonzálezreDaCCión: Pbro. Alberto Ávila / Pbro. Juan Javier Padilla

Liceo 17, Guadalajara, Jal. tel.: 3942-4305aDministraCión: Pbro. Rubén Darío Rivera • Alcalde 294, Guad., Jal. Tel. 3614-2746

Boletín semanal de la Arquidiócesis de Guadalajara, A.R. Tiraje de 200,000 a 300,000. $40.00 ciento

Jubileo CirCular

1, 2 y 3: Lunes, Martes y Miércoles PuRíSIMA CoNCePCIóN, Col. Los Gavilanes SAN LuIS GoNzAGA, oratorio festivo SeñoR De LoS RAyoS, Rancho NuevoNtRA. SRA. DeL CARMeNNtRA. SRA. De GuADALuPe, Lomas del CamichínLA DIvINA PRovIDeNCIA, Lomas del Paraíso SAGRADA FAMILIA, Buenavista de Cañedo SAN CRIStóBAL, zapotitán

4, 5 y 6: Jueves, Viernes y sábadoNtRA. SRA. De GuADALuPe, Santa Anita NtRA. SRA. DeL ReFuGIo, Cerro del Cuatro INMACuLADA CoNCePCIóN, zalatitán SANtA MARíA ReINABeAto JuAN DIeGo, Sta. Margarita ReinaSAN ANtoNIo De PADuA, Col. vicente GuerreroNtRA. SRA. De GuADALuPe, MatatlánSAN JoSé, San Miguel de la Paz