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DECANATO DE CIENCIAS DE LA SALUD HALLAZGOS POR RESONANCIA MAGNÉTICA EN PACIENTES CON LUMBALGIA. INSTITUTO DIAGNÓSTICO DE BARQUISIMETO JANET GRACIELA RODRÍGUEZ-ARTEAGA Barquisimeto, 2009

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  • DECANATO DE CIENCIAS DE LA SALUD

    HALLAZGOS POR RESONANCIA MAGNÉTICA EN PACIENTES CON

    LUMBALGIA. INSTITUTO DIAGNÓSTICO DE BARQUISIMETO

    JANET GRACIELA RODRÍGUEZ-ARTEAGA

    Barquisimeto, 2009

  • DECANATO DE CIENCIAS DE LA SALUD

    ESPECIALIZACIÓN EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

    HALLAZGOS POR RESONANCIA MAGNÉTICA EN PACIENTES CON

    LUMBALGIA. INSTITUTO DIAGNÓSTICO DE BARQUISIMETO

    Trabajo Presentado para optar al grado de Especialista en Diagnóstico por Imágenes

    Por: JANET GRACIELA RODRÍGUEZ-ARTEAGA

    Barquisimeto, 2009

  • iii

    APROBACIÓN DEL TUTOR

    En mi carácter de tutor (a) del trabajo titulado: HALLAZGOS POR RESONANCIA

    MAGNÉTICA EN PACIENTES CON LUMBALGIA. INSTITUTO

    DIAGNÓSTICO DE BARQUISIMETO, presentado por el (la) ciudadana: Janet

    Graciela Rodríguez Arteaga, para optar al Grado de Especialista en DIAGNÓSTICO

    POR IMÁGENES, considero que dicho trabajo reúne los requisitos y méritos

    suficientes para ser sometido a la presentación pública y evaluación por parte del

    jurado examinador que se designe..

    En Barquisimeto, a los 25 días del mes de noviembre del 2009

    ___________________________

    Dra. Urimare Romero de Contreras

    Tutora

  • iv

    HALLAZGOS POR RESONANCIA MAGNÉTICA EN PACIENTES CON

    LUMBALGIA. INSTITUTO DIAGNÓSTICO DE BARQUISIMETO

    Por: Janet Graciela Rodríguez Arteaga

    TRABAJO DE GRADO APROBADO

    ______________________________ ________________________

    Dra. Urimare Romero de Contreras Dr. Jaime Moscoso

    Tutora Jurado

    ________________________________

    Dra. Cémida Sánchez

    Jurado

    Barquisimeto, 2009

  • v

    DEDICATORIA

    A DIOS, mi guía, fortaleza y el sentido de mi vida.

    A mis padres, Lis y Humberto, mi pilar fundamental de apoyo, gracias por

    acompañarme, motivarme, apoyarme y comprenderme, sin ustedes no sería posible

    este logro. Infinitamente agradecida.

    A Evelyn, hermana, gracias por tu apoyo incondicional, y por siempre estar conmigo

    a pesar de la distancia.

    A Luis, gracias por tu paciencia y amor, simplemente gracias por estar allí

    A Yore, Zamir, Erika R., Erika C. y Janeth, gracias por ser mis verdaderas amigas y

    siempre creer en mí.

    A mis amigas y madrinas, Dra. Nohemí Mendoza, Dra. Elexia Coronel, Dra.

    Carmen Marín y Dra. María E. Velasco, así como a mi padrino Dr. Omar

    Hernández, por sus enseñanzas académicas y de vida, y por fomentar en mí el ser

    cada día mejor.

    Al Dr. Honorio Anza, por su apoyo, compresión y empatía sinceramente

    agradecida con usted.

    A los docentes del Postgrado de Diagnostico por Imágenes de la UCLA, por

    todas sus enseñanzas, así como al Hospital Central Antonio María Pineda, por

    permitirme crecer en el ámbito personal y profesional.

  • vi

    AGRADECIMIENTO

    A la Dra. Urimare Romero, mi tutora, gracias por sugerir este interesante tema

    y por su valiosa orientación durante la realización de este gran proyecto.

    Al personal del Instituto Diagnóstico de Barquisimeto (IDB), por su

    colaboración desinteresada, permitiéndome la realización y culminación de esta

    investigación, en especial a José Gregorio y Lilibeth.

    A los Ingenieros Lis Marina Arteaga y Humberto Alirio Rodríguez, por su

    invaluable asesoría en el área metodológica e informática, nuevamente, infinitamente

    agradecida.

    A los doctores Cémida Sánchez y Omar Hernández, por sus valiosos aportes y

    orientación.

    A mis pacientes, cuya participación voluntaria, permitió la realización del

    presente estudio, y cuyo bienestar es la principal motivación para nuestro trabajo

    diario y nuestra razón para la realización continua de investigaciones en búsqueda de

    mejor entendimiento del cuerpo humano.

  • vii

    ÍNDICE

    PÁG.

    DEDICATORIA v

    AGRADECIMIENTO vi

    ÍNDICE DE CUADROS viii

    ÍNDICE DE ANEXOS

    RESUMEN

    INTRODUCCION 1

    CAPÍTULO

    I EL PROBLEMA 3

    Planteamiento del Problema 3

    Objetivos 7

    Generales 7

    Específicos 7

    Justificación e Importancia 8

    II MARCO TEÓRICO 10

    Antecedentes de la Investigación 10

    Bases Teóricas 15

    Bases Legales 71

    Operacionalización de Variables 73

    III MARCO METODOLÓGICO 75

    Tipo de Investigación 75

    Población y Muestra 75

    Procedimiento 76

  • viii

    ÍNDICE

    PÁG.

    Técnicas e Instrumento de Recolección

    de Datos 77

    Técnicas de Procesamiento y Análisis de

    los Datos 78

    IV RESULTADOS 79

    V DISCUSIÓN 194

    VI CONCLUSIONES 226

    VII RECOMENDACIONES 234

    REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 236

    ANEXOS 248

  • ix

    ÍNDICE DE CUADROS

    CUADRO PÁGINA

    1 Proporción de pacientes con lumbalgia según edad y género. IDB. 2008.

    79

    2 Descriptiva para la edad de pacientes con lumbalgia. IDB. 2008.

    80

    3 Proporción de pacientes con lumbalgia según caracterización de la irradiación del dolor caudal. IDB. 2008

    81

    4 Cantidad de pacientes con lumbalgia en función de la irradiación del dolor lumbar y género. IDB. 2008.

    82

    5 Proporción de pacientes con lumbalgia asociada a radiculopatía según el género. IDB. 2008.

    83

    6 Descriptiva para la edad de pacientes con lumbalgia sin radiculopatía y con lumbalgia asociada a radiculopatía. IDB. 2008.

    84

    7 Cantidad de pacientes con lumbalgia asociada a radiculopatía según edad. IDB. 2008.

    85

    8 Proporción de pacientes con lumbalgia asociada a radiculopatía. IDB. 2008.

    86

    9 Proporción de pacientes con lumbalgia asociada a radiculopatía según el género. IDB. 2008.

    87

    10 Cantidad de pacientes con parestesia en función de la irradiación de la lumbalgia. IDB. 2008.

    88

    11 Cantidad de pacientes con parestesia en función de irradiación de la lumbalgia y género. IDB. 2008.

    89

    12 Proporción de pacientes con parestesia según su localización e irradiación del dolor lumbar. IDB. 2008.

    90

    13 Cantidad de pacientes con paresia según irradiación del dolor y género. IDB. 2008.

    91

    14 Proporción de pacientes con lumbalgia en función probables alteraciones en la angulación de la curvatura fisiológica de la columna lumbar y el género. IDB. 2008.

    92

    15 Proporción de pacientes con presencia de probable alteración de la alineación y angulación de la curvatura lumbar fisiológica en función de la edad. IDB. 2008.

    93

  • x

    16 Proporción de pacientes con lumbalgia y presencia de probable rotación del eje de la columna vertebral IDB. 2008.

    94

    17 Proporción de pacientes con presencia de probable rotación del eje vertebral en función del género. IDB. 2008.

    95

    18 Proporción de pacientes con lumbalgia y presencia de probable rotación del eje de la columna vertebral en función de la edad. IDB. 2008.

    96

    19 Proporción de pacientes con presencia de espondilolistesis. IDB. 2008.

    97

    20 Proporción de pacientes con presencia de anterolistesis según el género. IDB. 2008.

    97

    21 Proporción de pacientes con presencia de anterolistesis en función de la edad. IDB. 2008.

    98

    22 Cantidad de pacientes con anterolistesis según edad y género. IDB. 2008.

    99

    23 Proporción de anterolistesis en los segmentos vertebrales. IDB. 2008.

    100

    24 Asociación de espondilolistesis por segmentos lumbares. IDB. 2008.

    101

    25 Cantidad de pacientes en función de la espondilolistesis asociada a artrosis facetaria. IDB. 2008.

    101

    26 Proporción de espondilolistesis por segmento vertebral según artrosis facetaria. IDB. 2008

    102

    27 Cantidad de pacientes en función de patología del disco vertebral y género. IDB. 2008.

    103

    28 Proporción de discos con patologías distribuidos por segmento vertebral IDB. 2008.

    104

    29 Cantidad de pacientes sin patologías discales en función de la edad y el género. IDB. 2008.

    105

    30 Cantidad de pacientes con patologías discales en función de la edad y el género. IDB. 2008

    106

    31 Proporción de discos intervertebrales distribuidos por intensidad de señal y localización del disco intervertebral lumbar. IDB. 2008.

    107

  • xi

    32 Proporción de discos intervertebrales vertebrales con relación a la forma del núcleo y la localización del disco intervertebral lumbar. IDB. 2008.

    108

    33 Cantidad de pacientes con lumbalgia distribuidos según la altura del disco vertebral y género. IDB. 2008.

    109

    34 Proporción de pacientes con altura disminuida de discos vertebrales en función de la edad y el género. IDB. 2008.

    110

    35 Proporción de discos intervertebrales con relación a la altura y localización del disco intervertebral lumbar. IDB. 2008.

    111

    36 Proporción de discos lumbares con relación a la intensidad de señal, la altura discal y la localización del disco intervertebral lumbar. IDB. 2008.

    112

    37 Frecuencias relativas para intensidad de señal, altura del disco y localización del disco intervertebral lumbar. IDB. 2008

    113

    38 Relación entre la intensidad de señal y la altura del disco intervertebral lumbar. IDB. 2008

    114

    39 Proporción de discos lumbares en función de su localización y degeneración. IDB. 2008.

    115

    40 Cantidad de discos lumbares en función de su localización y de la relación entre la afectación de la intensidad de señal y la altura discal. IDB. 2008.

    116

    41 Proporción de discos lumbares en función de su localización y de la relación entre la afectación de la intensidad de señal y la altura discal. IDB. 2008.

    117

    42 Proporción de discos lumbares en función de su nivel de degeneración y género. IDB. 2008.

    118

    43 Proporción de discos lumbares en función de su nivel de degeneración, localización y género. IDB. 2008.

    119

    44 Proporción de discos lumbares en función de su nivel de degeneración y edad del paciente. IDB. 2008.

    120

    45 Cantidad de pacientes con alteraciones del contorno discal según género. IDB. 2008.

    121

    46 Proporción de pacientes con patología de afectación del contorno discal según edad. IDB. 2008.

    122

    47 Cantidad de discos con alteraciones del contorno por paciente. IDB. 2008.

    123

  • xii

    48 Cantidad de discos en función de su localización y la alteración del contorno discal. IDB. 2008.

    124

    49 Cantidad de alteraciones en el contorno del disco lumbar clasificadas por tipo y localización del disco intervertebral lumbar. IDB. 2008.

    125

    50 Proporción de pacientes con prominencias según edad y género. IDB. 2008.

    126

    51 Cantidad de prominencias en el contorno de los discos en función de su simetría. IDB. 2008.

    127

    52 Cantidad de prominencias en el contorno del disco según localización del disco intervertebral lumbar y la afectación radicular. IDB. 2008.

    128

    53 Proporción de prominencias con afectación radicular según la localización del disco lumbar. IDB. 2008.

    129

    54 Proporción de pacientes con herniaciones según edad y género. IDB. 2008.

    130

    55 Proporción de protrusiones focales en el contorno del disco intervertebral lumbar. IDB. 2008.

    131

    56 Cantidad de pacientes en función de la presencia de protrusiones intravertebrales (Nódulo de Schmorl) en el contorno del disco intervertebral lumbar. IDB. 2008.

    132

    57 Cantidad de discos con presencia protrusiones intravertebrales por paciente. IDB. 2008.

    133

    58 Asociación de protrusiones intravertebrales y otras alteraciones del contorno discal. IDB. 2008.

    134

    59 Cantidad de protrusiones en el contorno del disco lumbar. IDB. 2008.

    135

    60 Proporción de protrusiones asociadas a afectación radicular. IDB. 2008.

    136

    61 Proporción de extrusiones en discos intervertebrales lumbares IDB. 2008.

    137

    62 Proporción de pacientes con extrusiones discales según edad y género. IDB. 2008.

    138

    63 Proporción de extrusiones discales según localización del disco intervertebral lumbar. IDB. 2008.

    139

  • xiii

    64

    Proporción de extrusiones discales asociadas a afectación radicular según la localización del disco intervertebral lumbar. IDB. 2008.

    140

    65 Proporción de extrusiones discales según tipo y afectación radicular. IDB. 2008.

    141

    66 Proporción de extrusiones discales en función de la localización del disco intervertebral lumbar y de la herniación migrada. IDB. 2008.

    142

    67 Proporción de extrusiones en L5-S1 según su tipo y su asociación con herniación migrada. IDB. 2008.

    143

    68 Proporción de extrusiones discales en función de la localización del disco intervertebral lumbar, la herniación migrada y la afectación radicular de los discos. IDB. 2008.

    144

    69 Proporción de discos intervertebrales con alteración del contorno y afectación radicular en función de su localización. IDB. 2008.

    145

    70 Cantidad de pacientes en función de la orientación de la herniación e irradiación de la lumbalgia. IDB. 2008.

    146

    71 Cantidad de pacientes con herniaciones en función de la orientación de la herniación y sintomatología neurológica. IDB. 2008.

    147

    72 Proporción de desgarros anulares en el contorno discal según localización del disco intervertebral lumbar IDB. 2008.

    148

    73 Proporción de pacientes en función de la altura del cuerpo vertebral. IDB. 2008.

    149

    74 Proporción de pacientes con alteración de la altura del cuerpo vertebral según edad y género. IDB. 2008.

    150

    75 Proporción de cuerpos vertebrales en función de su localización y su altura. IDB. 2008.

    151

    76 Proporción de cuerpos vertebrales en función de la disminución de su altura. IDB. 2008.

    152

    77 Proporción de pacientes con disminución de la altura del cuerpo vertebral, según edad y género. IDB. 2008.

    153

    78 Cantidad de cuerpos vertebrales con alteraciones de la altura en relación con la etiología y su localización. IDB. 2008.

    154

    79 Proporción de pacientes con lumbalgia en función de la intensidad de señal de los cuerpos vertebrales. IDB. 2008.

    155

  • xiv

    80 Proporción de pacientes con lesiones neoplásicas y alteraciones de intensidad de señal de los cuerpos vertebrales según su etiología. IDB. 2008.

    156

    81 Proporción de pacientes con lumbalgia y/o radiculopatía y patologías neoplásicas de columna vertebral lumbar según tipo de lesión y género y.IDB. 2008.

    157

    82 Proporción de pacientes con lumbalgia asociada a alteraciones difusas de la intensidad de señal, según edad. IDB. 2008.

    158

    83 Proporción de pacientes con lumbalgia asociada a alteraciones difusas de la intensidad de señal, según edad. IDB. 2008.

    159

    84 Proporción de pacientes con lumbalgia y/o radiculopatía asociada a Cambios Modic en las plataformas vertebrales. IDB. 2008.

    160

    85 Proporción de pacientes con lumbalgia y/o radiculopatía asociada a cambios Modic en las plataformas vertebrales según edad y género. IDB. 2008.

    161

    86 Cantidad de segmentos de la columna vertebral lumbar con Cambios Modic por paciente. IDB. 2008.

    162

    87 Proporción de pacientes con alteración del contorno del cuerpo vertebral, según edad y género. IDB. 2008.

    163

    88 Cantidad de cuerpos vertebrales con alteraciones por paciente. IDB. 2008

    164

    89 Proporción de cuerpos vertebrales con alteración del contorno. IDB. 2008.

    165

    90 Proporción de pacientes con relación a la afectación de las facetas articulares interapofisiarias y género. IDB. 2008.

    166

    91 Proporción de pacientes con facetas articulares interapofisiarias afectadas, según edad. IDB. 2008.

    167

    92 Cantidad de segmentos facetarios articulares afectados por paciente. IDB. 2008.

    168

    93 Proporción de segmentos facetarios afectados según su localización. IDB. 2008.

    169

    94 Cambios artrósicos de las facetas articulares interapofisiarias en relación con la irradiación del dolor lumbar. IDB. 2008.

    170

  • xv

    95 Cambios artrósicos de las facetas articulares interapofisiarias en relación con la sintomatología neurológica. IDB. 2008.

    171

    96 Proporción de pacientes con engrosamiento del ligamento amarillo, según edad y género. IDB. 2008.

    172

    97 Proporción de pacientes con engrosamiento del ligamento longitudinal posterior, según edad y género. IDB. 2008.

    173

    98 Proporción de pacientes en función de la amplitud del canal raquídeo. IDB. 2008.

    174

    99 Proporción de pacientes con disminución de la amplitud del canal raquídeo, según edad. IDB. 2008.

    175

    100 Proporción de pacientes con disminución de la amplitud del canal raquídeo, según género. IDB. 2008

    176

    101 Proporción de pacientes con disminución de la amplitud del canal raquídeo, según la irradiación del dolor lumbar y radiculopatía. IDB. 2008

    177

    102 Proporción de pacientes con disminución de la amplitud del canal raquídeo, según la raquiestenosis y género. IDB. 2008

    178

    103 Proporción de pacientes con alteraciones congénitas, según edad. IDB. 2008.

    179

    104 Proporción de pacientes con alteraciones congénitas, según género. IDB. 2008.

    180

    105 Proporción de pacientes según las alteraciones congénitas. IDB. 2008.

    181

    106 Proporción de pacientes con según tipo de las vértebras transicionales. IDB. 2008.

    182

    107 Cantidad de pacientes con alteraciones traumáticas, según edad. IDB. 2008.

    183

    108 Proporción de pacientes con alteraciones traumáticas según su caracterización. IDB. 2008.

    184

    109 Cantidad de alteraciones traumáticas en el cuerpo vertebral. IDB. 2008.

    185

    110 Proporción de pacientes con lumbalgia y/o radiculopatía asociado a patologías neoplásicas de la columna vertebral lumbar. IDB. 2008.

    186

    111 Proporción de pacientes con lumbalgia y/o radiculopatía asociada a patologías neoplásicas en columna vertebral lumbar, según edad y género. IDB. 2008

    187

  • xvi

    112 Proporción de patologías neoplásicas de columna vertebral lumbar en pacientes con lumbalgia y/o radiculopatía. IDB. 2008.

    188

    113 Proporción de patologías neoplásicas de columna vertebral lumbar en pacientes con lumbalgia y/o radiculopatía según género y tipo de lesión. IDB. 2008.

    189

    114 Proporción de pacientes con lumbalgiay/o radiculopatía asociados a Hemangiomas vertebrales según edad y género. IDB. 2008.

    190

    115 Cantidad de hemangiomas vertebrales en pacientes con lumbalgia por cuerpos vertebrales lumbares. IDB. 2008.

    191

    116 Cantidad de hemangiomas vertebrales por paciente. IDB. 2008.

    192

    117 Proporción de alteraciones incidentales en pacientes con lumbalgia, según su caracterización. IDB. 2008.

    193

  • xvii

    ÍNDICE DE ANEXOS

    ANEXO PÁGINA

    A Resumen Curricular Del Autor 249

    B Clasificación de la Espondilolistesis según Meyerding 252

    C Banderas rojas o señales de alarma en pacientes con lumbalgia 253

    D Cascada de la degeneración de la unidad funcional vertebral. 254

    E Origen de las lesiones metastásicas osteolíticas. 255

    F Origen de las lesiones metastásicas osteoblásticas 256

    G Operacionalización de la Variable de Estudio. 257

    H Categorización de las variables y nivel de medición. 258

    I Aceptación de la Unidad De Resonancia Magnética Del Instituto

    Diagnóstico De Barquisimeto (IDB).

    260

    J Consentimiento informado 261

    K Instrumento De Recolección De Datos 262

    L Resumen curricular del tutor 266

    M Fotos de casos clínicos de paciente con lumbalgia de la población

    de estudio

    267

  • xviii

    UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL LISANDRO ALVARADO DECANATO DE CIENCIAS DE LA SALUD

    ESPECIALIZACIÓN EN DIAGNÓSTICO POR IMÁGENES

    HALLAZGOS POR RESONANCIA MAGNÉTICA EN PACIENTES CON

    LUMBALGIA. INSTITUTO DIAGNÓSTICO DE BARQUISIMETO

    Autora: Janet Rodríguez Arteaga

    Tutora: Dra. Urimare Romero de C.

    RESUMEN

    La evaluación de la lumbalgia utiliza la resonancia magnética (RM) como método imagenológico diagnóstico para su estudio. Esta investigación descriptiva de corte transversal, se condujo para determinar los hallazgos por RM en pacientes con lumbalgia que acudieron al Instituto Diagnóstico de Barquisimeto (IDB), entre febrero-julio 2008. La población se conformó con 675 pacientes, de ambos géneros, con edad promedio de 45 años, a quienes se les realizó RM de columna lumbar, con protocolo institucional, evaluándose las siguiente variables: alineación de la columna, características de 3.374 cuerpos vertebrales, discos intervertebrales y facetas articulares interapofisiarias, estructuras ligamentarias, y presencia de alteraciones degenerativas, congénitas, traumáticas, neoplásicas y vasculares. Los datos se procesaron mediante análisis porcentual de frecuencias de ocurrencia o de proporciones de grupos en dos o más categorías de las variables. El 92,15% de la población presentó alteraciones anatomo-funcionales de etiología mecánica, pudiendo observarse más de un tipo de alteración por paciente, originadas principalmente por discopatías (92,15%), osteoartrósis facetarias (39,70%), raquiestenosis (9,78%), fracturas osteoporóticas (0,59%), probables alteraciones de la alineación de la columna (34,96%), cambios sugestivos de hiperplasia de médula ósea (0,44%), patología traumática (1,04%) y patologías congénitas (20.59%), predominando las vértebras transicionales. Entre las etiologías no-mecánicas: neoplásicas intra y extradurales (9,93%), 0,04% de tipo maligno (mieloma múltiple y metástasis), sin observarse lesiones inflamatorias y/o infecciosas. Los hallazgos permitieron establecer las etiologías más frecuentes de la lumbalgia, contribuyendo a fundamentar la utilización de la RM como método de elección. Investigaciones que incluyan gran número de pacientes y variables en la patología de columna lumbar, representan un aporte significativo para el conocimiento de dicha patología en una población, es este estudio específicamente del estado Lara. Palabras clave: Lumbalgia, columna lumbar, resonancia magnética.

  • 1

    INTRODUCCIÓN

    La columna vertebral lumbar constituye un asiento de múltiples patologías,

    particularmente, la lumbalgia, la cual es una entidad clínica caracterizada por dolor en

    la región lumbar como manifestación de una patología subyacente.

    La lumbalgia, afección de alta prevalencia mundial, dado que se considera que

    entre el 60-80% de la población la manifiesta a lo largo de su vida con tendencia a la

    cronicidad, incluso hasta llegar a la incapacidad del paciente. (Delgado-López et al.,

    2005; Pérez Guisado, 2006; Gautschi et al., 2008).

    De acuerdo a los registro epidemiológicos venezolanos, esta afección representa

    un alto porcentaje de los motivos tanto de la consulta externa como en el área de

    emergencia, estando entre los primeros diagnósticos en las consultas de 2007 en el

    Hospital Central Universitario “Dr. Antonio María Pineda” (HCUAMP) de

    Barquisimeto. Esta entidad clínica origina grandes repercusiones económicas y

    sociales, por cuanto ocupa una de las primeras causas de ausentismo laboral (Palma,

    2003; Grabois, 2005; Boleaga-Durán y Fiesco-Gómez, 2006).

    Para el estudio de la lumbalgia se han desarrollado múltiples métodos

    diagnósticos imagenológicos con la finalidad de proveer información morfológica de

    la región lumbar y ayudar a guiar la conducta terapéutica. Entre ellos se señalan la

    radiología convencional, la tomografía axial computarizada, la mielotomografía y la

    resonancia magnética (RM) de columna lumbar. (Ballinger, 1997; Atlas, 2004;

    Pedrosa, 2008).

    Dentro de estos procedimientos de diagnóstico, la resonancia magnética es uno

    de los métodos imagenológicos más modernos y con gran utilidad en el área de la

    medicina, permitiendo la evaluación del cuerpo humano de forma multiplanar, con

  • 2

    una alta definición de sus estructuras y órganos constituyentes. En el caso específico

    de la columna vertebral lumbar, ella ofrece un alto contraste entre sus tejidos blandos,

    lo que facilita el reconocimiento y detección de los hallazgos patológicos presentes.

    La caracterización de las alteraciones estructurales, degenerativas, infecciosas,

    congénitas, traumáticas, neoplásicas, vasculares y/o inflamatorias presentes en

    pacientes que refieren dolor en la región lumbar permitiría fundamentar a la

    resonancia magnética como método diagnóstico imagenológico de elección en el

    estudio de patologías de los tejidos blandos de la columna lumbar.

    En virtud de esto, se planteó la importancia de conducir una investigación para

    determinar los hallazgos por resonancia magnética en pacientes con lumbalgia,

    atendidos en el Instituto Diagnóstico de Barquisimeto (IDB) en esta ciudad durante el

    lapso febrero-julio 2008, con la finalidad de establecer las etiologías más frecuentes

    en esta población de estudio, lo cual contribuirá a la obtención de un diagnóstico

    acertado y con prontitud, para la aplicación a tiempo de la terapéutica adecuada en

    cada caso para mejorar la calidad de vida del paciente. Cabe mencionar que no se han

    publicado estudios similares en esta población, siendo desconocidos la prevalencia,

    el patrón de cambios morfológicos y la presencia de patologías estudiados por

    resonancia magnética.

  • 3

    CAPÍTULO I

    EL PROBLEMA

    Planteamiento del Problema

    La lumbalgia constituye una entidad clínica caracterizada por dolor en región

    lumbar (vertebral o paravertebral), siendo referida por el paciente y pudiendo ser

    evaluada mediante el examen físico. Suele acompañarse de mialgias y alteraciones

    sensitivas o motoras que pueden afectar levemente la movilidad del enfermo hasta

    llegar a limitar sus actividades diarias, lo que indica la afectación radicular

    (radiculopatía), manifestándose como disestesia, paresia y parestesia (Halabe et al.,

    1997; Bradley et al., 2004; Fauci et al., 2008; Asha et al., 2008).

    Pérez Guisado (2006) de acuerdo a su tiempo de evolución las clasifica en: a)

    Aguda, presenta resolución espontánea durante las primeras 6 semanas desde su

    aparición; b) Sub-Aguda, resolución entre 6 y 12 semanas y c) Crónica, resolución

    después de 12 semanas. Gurcay et al. (2009), reportaron la mejoría de la lumbalgia

    en el 57,1% de los pacientes estudiados y desarrollo de cronicidad en el 8,7% de los

    mismos.

    El dolor lumbar se presenta como la manifestación clínica de una patología

    subyacente que puede ser muy variable en complejidad y pronóstico, de allí la

    importancia de un diagnóstico etiológico preciso que conlleve a la terapéutica idónea

    (Braunwald et al., 2006, Chou et al., 2007)

    Braunwald et al. (2006), Atlas (2004), Pedrosa y Casanova (2004b) y Pedrosa

    (2008), han establecido las siguientes causas de la lumbalgia:

  • 4

    1. Alteraciones estructurales (mecánicas o inespecíficas) y degenerativas en la

    biomecánica de la columna vertebral: prolapso de discos intervertebrales,

    desgarro anular, espondilolisis, espondilolistesis y disfunción de la cara

    articular de las articulaciones.

    2 .Malformaciones congénitas.

    3. Traumáticas

    4. Neoplasias: primarias o secundarias

    5. Inflamatorias: espondilartropatías, sacroileítis o disfunción sacroilíaca

    6. Infecciosas: discitis, osteomielitis, abscesos paraespinales

    7. Dolor referido hacia la columna lumbar proveniente de órganos abdominales,

    estructuras retroperitoneales, aparato urogenital, aorta o cadera.

    Se considera que el 90% de las lumbalgias son de causa mecánica, lo que indica

    que el 10% de los pacientes presenta otra etiología, por lo cual deben ser estudiados

    clínica y paraclínicamente, complementándose con los estudios de imágenes (Speed,

    2004; Seçer et al., 2009).

    En la actualidad, las lumbalgias representan un alto porcentaje de los motivos

    de consulta tanto en el área de emergencia como en consulta externa, y ocupa la

    segunda causa en frecuencia de visitas médicas. Se estima que un 60-80% de la

    población presenta lumbalgia a lo largo de su vida con una tendencia significativa a la

    cronicidad, pudiendo conducir a la incapacidad del paciente. Estos aspectos le

    confieren a la lumbalgia una repercusión psicosocial y económica (Delgado-López et

    al., 2005; Pérez Guisado, 2006; Sociedad Española de Reumatología, 2007; Seçer et

    al., 2009).

    Gurcay et al. (2009), indicó que la lumbalgia afecta más del 70% de la

    población de los países desarrollados, lo cual plantea una importante carga

    socioeconómica, y que solamente en los Estados Unidos, causó el 13% de ausencias

    laborales e incidió en el desempeño laboral del 60% de los pacientes con lumbalgia.

    Sin embargo, según Speed (2004) y Gurcay et al. (2009), la incidencia anual en los

  • 5

    adultos alcanza hasta el 45%, siendo los más afectados el grupo etario comprendido

    entre los 35 y 55 años. Aunque el 90% de los episodios de lumbalgia aguda remiten

    dentro de las seis semanas, entre el 7% y 8,7% de los pacientes desarrollan lumbalgia

    crónica.

    En Venezuela, en una población de trabajadores se reportó un 70% de ellos con

    diagnóstico de lumbalgia (Guédez, 2000). También, en un estudio conducido para

    evaluar las inadecuaciones ergonómicas como causal de lumbalgia en el Hospital

    Central Universitario “Dr. Antonio María Pineda” (HCUAMP) de Barquisimeto, se

    observó un aumento progresivo de la frecuencia de la enfermedad durante la jornada

    de trabajo, desde un 27% al inicio de la jornada hasta un 88% al final de la misma

    (Palma, 2003).

    En virtud de la importancia de la lumbalgia y su incidencia, se han probado

    diversos métodos de diagnósticos imagenológicos para proveer información

    morfológica de la columna lumbar. Entre ellos se encuentran la radiología

    convencional (proyecciones anteroposterior, lateral, oblícuas y dinámicas de columna

    lumbar), la tomografía axial computarizada, la mielotomografía y la resonancia

    magnética (RM) de columna lumbar, los cuales representan altos costos para el

    paciente y para los sistemas de salud pública por lo que todavía en la actualidad no

    están bien definidos los criterios médicos para establecer el método diagnóstico más

    idóneo (Ballinger, 1997; Atlas, 2004; Pedrosa, 2008).

    Dentro de estos métodos diagnósticos imagenológicos, una de las técnicas más

    novedosas es la resonancia magnética que constituye un método de obtención de

    imágenes del organismo basada en el fenómeno físico de la resonancia; las cuales se

    utilizan como fuente de información en numerosos diagnósticos y a su vez, ha

    revolucionado el estudio no invasivo de la columna, dado que no utiliza radiaciones

    ionizantes, de alta sensibilidad y contraste, ideal para evaluar lesiones de tejidos

    blandos, del disco intervertebral y del contenido del canal raquídeo; permitiendo la

  • 6

    evaluación multiplanar con una adecuada resolución espacial (Firooznia et al., 1993;

    Braunwald et al., 2006; Chou et al., 2007).

    La resonancia magnética utiliza equipos con potentes campos magnéticos que

    oscilan desde 0,2 hasta 2 ó más Teslas (1 Tesla = 10.000 Gauss). Los campos

    generados se alinean ordenadamente en el momento magnético de los átomos con un

    número impar de nucleones del organismo que se estudia, y es sometido a señales de

    radiofrecuencia que le otorgan energía a los diferentes átomos; cuando la señal cesa,

    los átomos se realinean con el campo magnético, esto produce liberación de energía

    en forma de señales electromagnéticas que son recogidas por bobinas o antenas y

    procesadas por un ordenador que traduce los patrones de estas ondas en imágenes

    detalladas de las partes del cuerpo. El átomo más abundante y utilizado actualmente

    en este estudio es el hidrógeno (Pedrosa y Casanova, 2004a).

    Hoy en día, la resonancia magnética se ha utilizado para la evaluación de

    lesiones o compresiones medulares, para los cuadros de dolor lumbar agudo o crónico

    acompañados de déficit sensitivo y/o motor, además de aportar datos importantes en

    procesos inflamatorios, infecciosos y neoplásicos, llegando a constituir una

    herramienta insustituible para la evaluación de la columna lumbar y sus diversas

    patologías; permitiendo así la reducción de la incidencia del diagnóstico tardío de las

    distintas entidades (Humphreys et al., 2002; Atlas, 2004; Kjaer et al., 2005a y 2005b).

    La alta incidencia de lumbalgia reportada a nivel mundial incluyendo a

    Venezuela, establece las bases para conducir trabajos dirigidos a ampliar la

    información existente. Específicamente en Barquisimeto se posee con respecto a la

    evaluación mediante RM de pacientes que presentan dolor lumbar.

    De allí la importancia de determinar los hallazgos por resonancia magnética en

    y establecer las etiologías mas frecuentes de los pacientes con lumbalgia que

    acudieron al Instituto Diagnóstico de Barquisimeto (IDB) de esta ciudad durante el

    lapso febrero-julio 2008, lo cual contribuirá a la obtención de un diagnóstico precoz y

    http://www.annals.org/cgi/content/full/147/7/478#FN#FN

  • 7

    acertado, para la aplicación con prontitud de la terapéutica adecuada a cada caso,

    mejorando la calidad de vida del paciente con lumbalgia.

    Los resultados de este estudio permitieron obtener información representativa

    de la lumbalgia en Barquisimeto, generar pautas para fundamentar la utilización de la

    resonancia magnética como método de elección para la evaluación de lesiones de

    tejidos blandos, del disco intervertebral y del contenido del canal raquídeo en el

    estudio del paciente con lumbalgia.

    Objetivos

    Objetivo General

    Determinar los hallazgos por resonancia magnética (RM) en los pacientes

    con lumbalgia que acuden al Instituto Diagnóstico de Barquisimeto (IDB)

    en Barquisimeto durante el lapso febrero-julio 2008.

    Objetivos Específicos

    Caracterizar por género y edad la población de pacientes con lumbalgia que

    acuden a la realización de resonancia magnética de columna lumbar en el

    Instituto Diagnóstico de Barquisimeto (IDB) en Barquisimeto durante el

    lapso febrero-julio 2008.

    Caracterizar los pacientes con lumbalgia según su irradiación y asociación a

    radiculopatía, que acuden a la realización de resonancia magnética de

    columna lumbar en el Instituto Diagnóstico de Barquisimeto (IDB) en

    Barquisimeto durante el lapso febrero-julio 2008.

    Determinar las alteraciones estructurales y degenerativos de la columna

    lumbar por resonancia magnética (RM) y su frecuencia en pacientes con

    lumbalgia que acudan al Instituto Diagnóstico de Barquisimeto (IDB) en

    Barquisimeto durante el lapso febrero-julio 2008, según género y edad.

  • 8

    Determinar las alteraciones congénitas, traumáticas y neoplásicas de la

    columna lumbar por resonancia magnética (RM) y su frecuencia en

    pacientes con lumbalgia que acudan al Instituto Diagnóstico de

    Barquisimeto (IDB) en Barquisimeto durante el lapso febrero-julio 2008,

    según género y edad.

    Determinar las patologías vasculares, inflamatorias y/o infecciosas de la

    columna lumbar por resonancia magnética (RM) y su frecuencia en

    pacientes con lumbalgia que acudan al Instituto Diagnóstico de

    Barquisimeto (IDB) en Barquisimeto durante el lapso febrero-julio 2008,

    según género y edad.

    Justificación e Importancia

    La lumbalgia o dolor lumbar es la manifestación clínica de una patología

    subyacente que puede ser muy variable en complejidad y pronóstico y de origen

    multifactorial. Esta constituye un padecimiento frecuente en la edad media de la vida,

    pero también afecta a todas las edades. Aproximadamente el 80% de la población

    experimenta un episodio de dolor lumbar en algún momento de su vida (Boleaga-

    Durán y Fiesco-Gómez, 2006; Gurcay et al., 2009; Seçer et al., 2009).

    La alta incidencia de esta enfermedad en Venezuela, comúnmente en la

    población laboralmente activa, específicamente en la ciudad de Barquisimeto, estado

    Lara, determina la importancia de un diagnóstico etiológico preciso que conlleve a la

    terapéutica idónea para cada caso (Guédez, 2000; Palma, 2003).

    En la actualidad se utilizan diversos métodos imagenológicos para el estudio de

    la lumbalgia siendo la resonancia magnética de gran utilidad para la evaluación de

    lesiones y/o compresiones medulares, para los cuadros de dolor lumbar agudo o

    crónico acompañados o no de déficit sensitivo y/o motor, además de aportar datos

    importantes en procesos inflamatorios, infecciosos y neoplásicos y constituye una

  • 9

    herramienta insustituible para la evaluación de la columna lumbar y sus diversas

    patologías (Humphreys et al., 2002; Atlas, 2004; Kjaer et al., 2005a y 2005b).

    La resonancia magnética lumbar provee una alta resolución y una visión

    multiplanar y multiaxial que genera un alto contraste entre los tejidos blandos. La

    obtención de estas imágenes produce riesgos mínimos para los pacientes y representa

    para el médico una excelente herramienta imagenológica, mecanismo excelente para

    el estudio del detalle morfológico y la composición bio-mecánica de la columna

    vertebral lumbar. El valor diagnóstico de la imagen por resonancia magnética en el

    estudio de la lumbalgia, ofrece una evaluación confiable con gran sensibilidad y

    especificidad, para la toma de decisiones terapéuticas adecuadas en los casos de dolor

    lumbar crónico (Beattie y Meyers, 1998; Braunwald et al., 2006).

    En este sentido, se consideró realizar estudios de resonancia magnética en caso

    de lumbalgias en el estado Lara, fundamentalmente en Barquisimeto, con la finalidad

    de determinar los hallazgos por este método en los pacientes con dicha

    sintomatología, que conlleven a establecer las etiologías mas frecuentes de la misma

    en la población de estudio, ya que no existen estudios previos publicados de similares

    características en este población.

    Los resultados del presente estudio contribuirán a la obtención de un

    diagnóstico precoz y acertado para la aplicación con prontitud de la terapéutica

    adecuada a cada caso, conducente a reducir la posibilidad de daño permanente y a

    decidir entre una conducta conservadora o quirúrgica, y generando información

    relevante que conllevará a propiciar una mayor calidad de vida del paciente con

    lumbalgia, y por ende a una parte significativa de la población activa.

    Esta investigación representa un aporte para fundamentar la utilización de la

    resonancia magnética como método de elección para la evaluación de lesiones de

    tejidos blandos, del disco intervertebral y del contenido del canal raquídeo en el

    estudio del paciente con lumbalgia, conllevando al establecimiento de pautas

    especificas sobre los estudios imagenólogicos adecuados a cada caso.

  • 10

    CAPÍTULO II

    MARCO TEÓRICO

    Antecedentes de la Investigación

    La lumbalgia representa una entidad con alta incidencia a nivel mundial,

    estimada en un 70 % en los Estados Unidos, 90% en Madrid y 70- 88% en

    Venezuela, específicamente en Barquisimeto (Guédez, 2000; Contreras y Mulero,

    2001; Palma, 2003; Speed, 2004; Sociedad Española de Reumatología, 2007; Chou et

    al., 2007; Last y Hulbert, 2009)

    En las estadísticas de los registros epidemiológicos del Hospital Central

    Universitario “Dr. Antonio María Pineda” (HCUAMP) de Barquisimeto,

    correspondientes al lapso enero-octubre 2007, se observa a la lumbalgia entre los tres

    (3) primeros diagnósticos en las consultas externas de Neurocirugía, ubicándose en el

    primer lugar en los meses de junio, julio y octubre, habiendo un ascenso significativo

    en este último mes. Asimismo, los datos del primer trimestre del año 2007 de la

    consulta de empleados del mismo centro hospitalario, colocan a la lumbalgia como el

    sexto diagnóstico reportado (Registros epidemiológicos del HCUAMP, 2007).

    Con respecto a la etiología, Rodríguez y Cesaro (2005) y Secer et al. (2009),

    establecen que la lumbalgia es frecuente en las consultas, fundamentalmente de

    etiología mecánica (97%), de las cuales el 70 % por causa de estiramientos músculo-

    ligamentarios, 10 % por procesos degenerativos discales y facetarios, 4% por hernias

    discales, 4 % por fractura osteoporótica, 3% por estrechez del canal medular, 2% por

    espondilolistesis y menos del 1 % por fractura traumática. Asimismo, las causas

    espinales no mecánicas representaron menos del 1 %, particularmente las neoplasias,

  • 11

    las infecciosas y las artritis inflamatorias seronegativas, mientras que las causas

    viscerales (aorta, riñón, entre otros) representan el 2 %.

    En otro estudio realizado por Morillo (2001) en el Hospital Central

    Universitario “Dr. Antonio María Pineda”, se encontró en la evaluación del dolor

    lumbar que el 26,1% de los pacientes presentaron hallazgos compatibles con

    síndrome de dismorfogénesis caudal, perteneciente a anomalías estructurales, de tipo

    congénito.

    Desde hace varios años, algunos investigadores han probado los métodos

    diagnósticos imagenológicos de mayor sensibilidad para el estudio de la lumbalgia,

    obteniendo en su evaluación primaria, que la resonancia magnética (RM) suele ser

    una de las técnicas preferidas por los médicos y pacientes; cuya elección para el

    estudio de las patologías de tejidos blandos de columna lumbar, radica en que provee

    excelentes detalles anatómicos de estructuras, como el disco intervertebral,

    ligamentos y raíces nerviosas (Humphreys et al., 2002; Jarvik et al., 2003; Kjaer,

    2005; Jensen et al., 2009).

    En Chile, Matus et al. (2003), en vista de la alta incidencia de pacientes (60 -

    80%) con lumbalgia que acuden a las consultas, realizaron una revisión sistemática de

    las causas más frecuentes, concluyendo que el conocimiento fisiopatológico y

    etiológico del dolor lumbar constituyen las bases que permiten seleccionar un

    adecuado método imagenológico, tomando en consideración las ventajas de cada

    técnica, evitando gastos innecesarios y ocurrencia de falsos negativos.

    Los autores Humphreys et al. (2002), Gray et al. (2003) y Jarvik et al. (2003),

    Chou et al. (2007), Gautschi et al. (2008), señalaron que es común la utilización de la

    radiografía convencional, a pesar de la exposición gonadal a las radiaciones y su baja

    sensibilidad para lesiones metastásicas y fracturas crónicas entre otros. Sin embargo,

    esta puede ser usada en lumbalgias agudas, pero se recomienda la resonancia

    magnética en casos de lumbalgias crónicas que no mejoran con el tratamiento

    después de 4 a 6 semanas.

  • 12

    En contraste con dichos hallazgos se han realizado comparaciones de la

    resonancia magnética con la radiología convencional, concluyendo que no existe

    superioridad o ventajas comparativas entre ambos método. No obstante, la resonancia

    magnética constituye el método utilizado por los distintos investigadores en el campo

    del estudio de la lumbalgia tales como Gray et al. (2003), Jarvik et al. (2003), Modic

    et al. (2005), Ergin et al. (2007), Cheung et al. (2009), Jensen et al. (2009) y Takatalo

    (2009) sugiriendo que esta preferencia, a pesar del alto costo, obedece a las

    características relevantes, la sensibilidad en el detalle y ausencia de exposición del

    paciente a radiaciones ionizantes.

    Kjaer et al. (2005a y 2005b), en dos estudios con pacientes jóvenes y adultos,

    mencionan la relación entre la lumbalgia y ciertos hallazgos patológicos con

    resonancia magnética en columna lumbar. Se reportaron 50% y 75 % de las

    poblaciones estudiadas, respectivas, cambios degenerativos discales como son la

    disminución de la altura y cambios en la forma del disco intervertebral,

    modificaciones de la intensidad de señal núcleo de disco. Así mismo encontraron con

    menor frecuencia, la presencia de fisuras anulares y protrusión discal (entre el 25 – 50

    %), estableciendo una relación significativa entre la presencia de dolores lumbares y

    las fisuras anulares, la protrusión discal, espondilolistesis y cambios en la intensidad

    de señal de la plataforma vertebral correspondientes a Cambios Modic tipo I.

    En contraposición, otros autores han señalado la existencia de hallazgos

    patológicos tales como protrusión discal en pacientes asintomáticos sin evidencia

    relación entre cambios Modic tipo I, degeneración discal, fisuras anulares o

    degeneración facetaria y la sintomatología del paciente, concluyendo que existe

    asociación con la extrusión discal, estenosis del canal central y la compresión de la

    raíz nerviosa (Humphreys et al., 2002; Jarvik et al., 2005; Modic y Ross, 2007).

    Videman (2003) distinguió hallazgos con resonancia magnética en columna

    lumbar, y señaló una relación directa entre la presencia de lumbalgia y la reducción

    de la altura del disco intervertebral y la presencia de fisuras anulares, además

  • 13

    concluye que estas alteraciones por si solas muestran poca relevancia clínica.

    Mientras que Mengiardi et al. (2006), demostraron una interrelación significativa

    entre la lumbalgia crónica y el contenido de grasa del músculo multífido. (Kjaer et al.,

    2007; Clark et al., 2009).

    Kuisma et al. (2006) y Jensen et al. (2009), resaltaron la importancia de la

    evaluación de los cambios de la plataforma vertebral (Modic tipo I, II y III) en los

    pacientes con discopatías lumbares degenerativas.

    La presencia de variaciones en cuanto a los hallazgos patológicos por género,

    fue cuantificada por Kjaer et al. (2005a y 2005b), encontrando mayor frecuencia de

    patologías de columna lumbar en los segmentos superiores en el sexo masculino y en

    los segmentos inferiores lumbares en pacientes femeninas jóvenes (13 años). Otros

    autores en estudios realizados en pacientes adultos reportaron mayor afectación en

    mujeres que en hombres (Modic et al., 2005; Shobeiri et al., 2009).

    Los resultados presentados por diversos autores que han reportado hallazgos

    con el uso de la resonancia magnética en pacientes con lumbalgia, permiten afirmar

    que una investigación que se oriente a valorar la utilización de esta técnica para la

    comprensión de la lumbalgia, debe incluir la determinación de alteraciones de tipos

    estructural, degenerativa, infecciosa, congénita, traumática, neoplásica, inflamatoria y

    vascular, fundamentalmente por las características relevantes de la misma en el

    estudio de patologías de tejidos blandos de columna lumbar.

    La relación entre el dolor lumbar y las anomalías congénitas ha sido estudiada

    por diversos investigadores, e indican que estas anomalías generalmente son

    responsables de aproximadamente el 1% de las lumbalgias, las cuales comúnmente se

    diagnostican en la infancia, pero han sido detectadas por primera vez en pacientes

    adultos. Sin embargo Luoma et al. (2004), Taskaynatan et al. (2005), Bron et al.

    (2007) y Seçer et al. (2009), apuntan que su prevalencia en pacientes con lumbalgia

    varía entre 4% y 30%, particularmente, las vértebras transicionales y las espinas

    bífidas, con prevalencias promedio de 30 % y 8,5 %, respectivamente. Cabe destacar

  • 14

    que estos hallazgos pueden presentarse en pacientes asintomáticos, no obstante

    Luoma et al. (2004), concluye que la presencia de vértebras transicionales condiciona

    un aumento en la probabilidad de presentar degeneración discal del disco superior

    adyacente. En adición, Taskaynatan et al. (2005), significa que la presencia de estas

    malformaciones exacerba la severidad del cuadro clínico e impresiona incrementar

    los compromisos de afectación nerviosa y los síntomas.

    Tanto las lesiones neoplásicas como las patologías inflamatorias-infecciosas

    han sido descritas como causantes de lumbalgia (Harrison, 2006), así como los

    dolores irradiados de origen extravertebral. Manzone et al. (2003), reportaron la

    presencia de causas no habituales de lumbalgia en un 3,4 % de los pacientes, con

    mayor frecuencia, la simulación, las patologías nefrourológicas y ginecológicas, las

    enfermedades psiquiátricas, estableciendo como factores de riesgo: sexo femenino,

    edad superior a 50 años, distribución atípica del dolor y síntomas prolongados,

    considerando en dichos casos que el método o diagnóstico complementario más

    efectivo es la resonancia magnética.

    Otros autores observaron que 2% de los dolores lumbares eran causados por

    afectación de órganos abdominopélvicos, tales como patologías del tracto

    gastrointestinal (pancreatitis, colecistitis, ulcera perforada), del tracto urinario (litiasis

    renal, pielonefritis y absceso renal), y afectaciones de sistema reproductor (prostatitis,

    endometriosis y enfermedad inflamatoria pélvica); el 0,7% eran de etiología

    neoplásica intra y/o extradural, el 0,3 % inflamatorias-infecciosas y el restante 97%

    de las causas de dolor lumbar son causadas por alteraciones anatómicas y funcionales

    sin evidencia de patología maligna, neoplásica y/o inflamatoria subyacente (Deyo y

    Weinstein, 2001; Manzone et al., 2003; Jarvik y Deyo, 2002).

  • 15

    Bases Teóricas

    Columna Vertebral Lumbar

    La columna vertebral, se extiende desde la base del cráneo hasta el vértice del

    coxis, proporcionado soporte estructural al tronco, rodeando y protegiendo la médula

    espinal, el cono medular y la cola de caballo. Esta se divide en cinco (5) regiones:

    cervical, dorsal, lumbar, sacra y coccígea, posee un total de 33 vértebras (7

    cervicales, 12 torácicas, 5 lumbares, 5 sacras y 4 coccígeas), discos intervertebrales y

    ligamentos accesorios. Presenta cuatro (4) curvaturas que proporcionan el soporte

    flexible del cuerpo; las primarias, curvaturas dorsal y sacra, se manifiestan desde el

    periodo fetal, y las otras dos (2) secundarias, cervical y lumbar, que se evidencian

    durante el periodo de la lactancia (Moore y Dalley, 2005)

    La región o segmento lumbar soporta la mayor presión y peso de toda la

    columna vertebral, lo que condiciona que los componentes de las vértebras presenten

    características específicas. Consta de cinco (5) vértebras (L1, L2, L3, L4 y L5) con

    los espacios intervertebrales correspondientes, de aproximadamente 18 cm de altura

    con un ancho que aumenta progresivamente desde 6-7 cm en la L1 a 8-10 cm en la

    L5. Presenta una curvatura fisiológica lordótica en el plano sagital, de concavidad

    posterior, con valor normal entre 15 y 30 grados, considerándose rectificada con

    menos de 15 grados y acentuada, mayor de 30 grados. La lordosis lumbar puede

    medirse por diversos procedimientos o métodos:

    A. Método de Cobb

    Tomando como referencia la plataforma superior del cuerpo vertebral de la L1

    y el inferior de la L5, trazando líneas perpendiculares a dichas superficies hasta el

    punto donde se cruzan, en donde se mide el ángulo formado, cuyo valor normal esta

    comprendido entre 15 y 30 grados (Muñoz, 1999; Keats y Sistrom, 2002).

  • 16

    B. Método de la “cuerda y flecha”

    La cuerda de la lordosis es la línea que se extiende desde el punto o borde

    posterosuperior de la L1 hasta el punto o borde posteroinferior de la L5, mientras que

    la flecha es la distancia existente entre la cuerda y el ápex (punto de máxima

    curvatura) que generalmente se localiza en la L3. La flecha y la cuerda aumentan al

    acentuarse la lordosis y se acortan al disminuirse la curvatura, esto último llamado

    rectificación. Según Muñoz (1999), el valor normal de la “flecha” es de 10 mm, en

    cambio para otros autores consideran un valor promedio de 19,2 mm (Keats y

    Sistrom, 2002).

    Los cuerpos vertebrales normales poseen una adecuada alineación en todos sus

    ejes, conservando su alineación lateral y anteroposterior con respecto a los cuerpos

    vertebrales adyacentes. La ocurrencia de la curvatura lateral de la columna vertebral

    en el plano frontal se denomina escoliosis, la cual puede ser de convexidad izquierda

    o derecha.

    La rotación del eje de la columna puede determinarse mediante diversos

    estudios imagenológicos, comúnmente el método radiológico es el más idóneo,

    realizado con proyecciones en decúbito y en bipedestación lo que facilita la medición

    del grado de angulación de la curvatura. La resonancia magnética y la tomografía

    computarizada, se efectúan en decúbito dorsal, lo que únicamente sugiere la

    posibilidad de su existencia y la orientación de su convexidad, no siendo fidedigna

    para la medición de los ángulos debido a la corrección que ocurre en la posición en

    decúbito.

    Palastanga et al. (2002) han reportado una incidencia de escoliosis clínicamente

    evidente entre 1 y 5 por cada 1.000 personas; mientras que otros estudios reflejan

    hasta un 15% de incidencia, lo que probablemente muchas de estas curvaturas no son

    estructurales y no llegan a ser de relevancia clínica. De igual forma se mostró su

    predominio en el género masculino con respecto al femenino, con incidencia de 5:1

    (Osborn, 1996; Mercarder y Viñuela, 2004; Atlas, 2004).

  • 17

    La desalineación de los cuerpos vertebrales en su eje anteroposterior se llama

    espondilolistesis, denominado así por Killian en 1854, etimológicamente proviene del

    griego "espondylo" que significa vértebra y "olisthesis", deslizamiento, refiriéndose

    al deslizamiento o desplazamiento de una vértebra sobre otra. Los cuerpos

    vertebrales de localización craneal a la vértebra desplazada, acompañan a la misma en

    su desplazamiento, por tanto, toda la columna sufre una modificación postural.

    De acuerdo a la orientación, puede ser “antero” (anterior) o “retro” (posterior)

    al referirse al desplazamiento en el sentido del eje anteroposterior de una vértebra en

    relación a sus vertebras adyacentes, considerándose correcto referir el desplazamiento

    de la vértebra superior con respecto a la vértebra inferior. La anteroespondilolistesis

    de L4 sobre L5, al desplazarse en sentido anterior o retroespondilolistesis, en sentido

    posterior. Su evaluación se realiza a través de radiografías lateral y dinámicas de la

    columna vertebral lumbar, siendo este el método fidedigno para su evaluación,

    sospechándose su existencia al observarse la desalineación de los contornos

    vertebrales en las imágenes de RM, debiendo complementarse con el estudio

    radiológico específico.

    La medición del grado de espondilolistesis se efectúa por el método de

    Meyerding, descrito en 1932, clasificando el deslizamiento de acuerdo al porcentaje

    de desplazamiento del cuerpo vertebral con respecto al cuerpo vertebral inferior

    adyacente, categorizándose en cuatro (4) grados; inicialmente se divide en cuatro (4)

    partes iguales el eje longitudinal del cuerpo vertebral inferior, representando cada

    parte el 25 % del tamaño total anteroposterior del mismo. Las categorías se ilustran

    en el Anexo B y se detallan a continuación:

    Grado I: El cuerpo vertebral se desplaza entre el 1 al 25% del total de eje

    anteroposterior de la vértebra inferior adyacente.

    Grado II El cuerpo vertebral se desplaza entre el 26 al 50% del total de eje

    anteroposterior de la vértebra inferior adyacente.

  • 18

    Grado III: El cuerpo vertebral se desplaza entre el 51 al 75% del total de eje

    anteroposterior de la vértebra inferior adyacente

    Grado IV: desplazamiento mayor del 75% (76- 99%)

    En adición a esta clasificación, algunos autores introducen el grado V, con

    respecto a un desplazamiento del 100% del cuerpo vertebral (espondiloptosis).

    La anteroespondilolistesis generalmente suele ser secundaria a artrosis de

    articulaciones interapofisarias, con estrechamiento del espacio articular, esclerosis y

    osteofitos, en cambio la retroespondilolistesis se asocia a (osteo) condrosis

    intervertebral. Es frecuente la anteroespondilolistesis en L4-L5, y la

    retroespondilolistesis en L1-L2 (Pedrosa, 2008).

    Morfológicamente, los componentes de la columna lumbar se dividen en

    elementos anteriores y posteriores, ligamentos y tejidos blandos y tejido nervioso.

    a) Elementos anteriores, conformados por los cuerpos vertebrales y los discos

    intervertebrales.

    Los cuerpos vertebrales lumbares son de forma reniforme, de contornos

    definidos y con una altura promedio de 2,5 cm. Su forma la determina la relación

    entre la altura y el ancho (altura/ ancho), cuyo valor varia entre 0,87 y 1,00. Estos

    cuerpos vertebrales están conformados externamente por hueso cortical e

    internamente por una parte medular, constituida por médula ósea, la cual modifica sus

    características imagenológicas dependiendo de su contenido. Predominantemente

    hematopoyético (médula roja) con alta celularidad se comporta isointensa a los

    músculos paraespinales en imágenes potenciadas en T1, como ocurre en los niños. A

    medida que se produce la conversión de médula ósea por contenido adiposo (médula

    amarilla), disminuye su celularidad, y se las secuencias potenciadas en T2. Esta

    conversión se inicia en la adolescencia y aumenta progresivamente con la edad,

    observándose en pacientes ancianos un aspecto “moteado” en cuanto a la intensidad

  • 19

    de señal en las imágenes potenciadas en T1. Este comportamiento determina las

    características imagenológicas por resonancia magnética consideradas normales

    según el grupo etario (Osborn, 1996; Atlas, 2004; Möller, 2005; Godigna, 2006).

    Los discos intervertebrales lumbares son estructuras fibrocartilaginosas,

    localizadas entre los cuerpos vertebrales. Su morfología es de concavidad posterior, a

    excepción de L5-S1, posee aspecto redondeado, su contorno normal no excede por

    más de 1 a 2 mm a los cuerpos vertebrales adyacentes. Están conformados por una

    porción externa por láminas concéntricas de fibrocartílago, el anillo fibroso, que

    conforma la circunferencia del disco y se comporta hipointenso en las imágenes

    potenciadas en T1 (IPT1) e imágenes potenciadas en T2 (IPT2). La porción central,

    denominada núcleo pulposo, es una estructura cartilaginosa, elástica, con abundante

    contenido acuoso con comportamiento hiperintenso en las secuencias potenciadas en

    T2. A partir de la segunda década de vida, se desarrolla la hendidura nuclear, que se

    corresponde con tejido fibroso en el centro del núcleo pulposo y se visualiza como

    una banda hipointensa. Cabe destacar que los cambios debidos a deshidratación de los

    discos con respecto a la edad, se inician aproximadamente en la tercera década de la

    vida.

    b) Elementos posteriores, que incluye pedículos, pilares articulares y

    articulaciones interapofisarias

    Los pedículos y el arco neural constituyen los elementos posteriores de la

    columna vertebral. Los pedículos son estructuras óseas constituidas por hueso cortical

    denso que surgen de los cuerpos vertebrales para unirlos con el arco neural,

    conformando parte de las paredes del conducto raquídeo.

    El arco neural esta formado por los pilares articulares, las articulaciones

    interapofisarias, las láminas y las apófisis espinosas. Los pilares articulares se

    corresponden con la pars interarticularis, que son estructuras óseas que se extienden

    desde el pedículo y originan las carillas articulares superior e inferior, que componen

    las articulaciones interapofisarias que son de tipo diartrodia, y conectan las apófisis

  • 20

    articulares posterosuperiores de la vértebra inferior con la apófisis articular

    posteroinferior de la vértebra suprayacente. La orientación de los pilares articulares y

    las articulaciones varía en la columna lumbar, ubicándose en un plano casi parasagital

    en la región superior y más oblicua en al inferior. Las láminas son placas óseas que se

    extienden posteriormente a partir de los pilares articulares y se juntan entre si en la

    línea media, donde forman la raíz de las apófisis espinosas. Estas se extienden hacia

    atrás y hacia abajo a partir del arco neural. Imagenológicamente en el plano sagital la

    pars interarticularis se localiza entre las carilla articular superior y la inferior, de

    aspecto mas redondeado.

    c) Ligamentos, tejidos blandos (grasa epidural y plexos venosos)

    Los ligamentos longitudinales anterior (LLA) y posterior (LLP), se encargan

    de unir entre sí y se insertan en los discos intervertebrales, son bandas de tejido

    fibroso que se extienden a lo largo de la superficie anterior y posterior de los cuerpos

    vertebrales desde la base del cráneo hasta el sacro. Imagenológicamente en

    resonancia magnética se visualizan como líneas de baja intensidad de señal en

    imágenes potenciadas en T1, localizadas anterior y posteriormente a los cuerpos

    vertebrales, respectivamente. El LLA se adhiere a la superficie anterior de los cuerpos

    y el LLP se adhiere al anillo fibroso, y moldea a la superficie posterior del disco, sin

    embargo no se adhiere al cuerpo vertebral interponiéndose entre ellos venas y grasa

    epidural.

    El ligamento amarillo (LA) se extiende desde la cara anterior del borde inferior

    de la lámina hasta la superficie posterior de la lámina inferior. En imágenes axiales de

    resonancia magnética potenciadas en T1 y T2 se observan como una estructura en

    forma de “V” que cubre la articulación por delante y a veces esta ocupado por grasa

    por detrás. En imágenes sagitales, se proyecta como una banda lineal y oblicua de

    baja señal que se adhiere al borde superior de una de las apófisis espinosas y a la

    superficie inferior de la siguiente.

  • 21

    La grasa extradural rodea el saco tecal y la emergencia radicular, presenta alta

    señal en imágenes de resonancia magnética potenciadas en T1 y T2, además contiene

    numerosas venas que se anastomosan en la línea media para forma el plexo venoso

    epidural, el cual se detecta como focos lineales de baja señal en IPT1 e IPT2.

    El plexo basivertebral atraviesa los cuerpos vertebrales lumbares y emergen

    cerca de la línea media, para drenar en el plexo venoso epidural.

    d) Tejido nervioso, compuesto por el cono medular, la cola de caballo, las

    raíces y nervios lumbares.

    El cono medular, porción distal de la médula espinal, es una zona ligeramente

    ensanchada, que generalmente se localiza a la altura del espacio intervertebral L1-L2.

    Desde el cono medular salen las raíces de los nervios espinales inferiores y pasan

    hacia abajo al saco tecal conformando la cauda equina o “cola de caballo”.

    Entre L1 y L5, las raíces nerviosas emergen del conducto vertebral en un

    ángulo de 45 grados, rodeadas de la duramadre y aracnoides. Las raíces motoras se

    localizan delante de las sensitivas desde su salida hasta el ganglio raquídeo, el cual

    mide entre 6 y 15 mm.

    Cada raíz nerviosa lumbar sale del conducto vertebral a través del agujero de

    conjunción en su porción superior, por encima del nivel del disco intervertebral. Los

    agujeros de conjunción los conforman los pedículos de las vértebras adyacentes en su

    borde superior e inferior; la carilla articular y el ligamento amarillo en sus borde

    posterior y el cuerpo vertebral, el disco intervertebral y el ligamento longitudinal

    posterior en su borde anterior.

    El plexo sacro esta compuesto por las raíces anteriores de los nervios L4-L5 y

    S1-S4; inicialmente conformando el tronco lumbosacro, luego continua como plexo

    sacro y como nervio ciático, el cual abandona la pelvis a través del agujero

    sacrociático mayor.

  • 22

    La afectación de alguna de las estructuras que componen la columna vertebral

    lumbar, se manifiesta principalmente con dolor de la región lumbar, la cual se

    denomina lumbalgia.

    Lumbalgia

    La lumbalgia también ha sido definida como un dolor en la parte baja de la

    espalda en el segmento correspondiente a las vértebras lumbares, otros la señalan

    como un padecimiento doloroso de la región lumbar que generalmente es benigno y

    autolimitado y de compleja etiopatogenia o dolor lumbar o lumbago. La misma no es

    un diagnóstico, sino un síntoma que obedece a múltiples causas o entidad clínica en la

    que el paciente refiere dolor en la región vertebral o paravertebral lumbar” (Halabe et

    al., 1997; Deyo y Weinstein, 2001; Matus et al., 2003).

    El dolor lumbar puede ser local o irradiarse hacia la región glútea y/o miembros

    inferiores. Cuando hay afectación de las raíces nerviosas, el dolor sigue el territorio

    de inervación de la misma, denominándose dolor radicular o radiculopatía (Fauci et

    al., 2008).

    La radiculopatía produce comúnmente dolor, perdida sensitiva o ambos

    fenómenos en la distribución de una o mas raíces nerviosas. Se desarrollan síntomas y

    signos motores, con aumento de la intensidad, pero los síntomas sensitivos (por lo

    general dolor) pueden estar presentes durante años, sin que haya síntomas motores,

    sus principales manifestaciones son disestesia, parestesia y/o paresia, que puede

    irradiarse hacia un miembro inferior o ambos (Bradley et al., 2006).

    El dolor lumbar representa una entidad común y es una de las primeras causas

    de consulta a los médicos familiares, como ha sido reportado en los Estados Unidos

    por Humphreys et al. (2002) y en Alemania por Gautschi et al. (2009), donde se

    informó de una incidencia mayor del 90 % en pacientes adultos que han presentado

    un episodio de dolor lumbar al menos una vez en su vida. En Latinoamérica, Matus et

    al. (2003), señalaron una alta incidencia del 60-80% de lumbalgias como motivo de

  • 23

    consulta, y en Venezuela, específicamente en Barquisimeto, Guédez (2000) y Palma

    (2003) cuantificaron porcentajes entre 70% y 88% de incidencia de lumbalgia en una

    población de trabajadores activos. Según Postigo (2007), cada año el 5% de la

    población sufre de dolor lumbar en sus distintas intensidades.

    La historia natural de la enfermedad del dolor lumbar y radiculopatía se

    caracteriza por corta duración de síntomas, con mejoría de los mismo con el

    tratamiento conservador en el 50 % de los pacientes, y del 90% al cabo de doce

    semanas, sin embargo la recidiva de síntomas es frecuente produciéndose en los 4

    años siguientes en el 25% de los pacientes con tratamiento conservador y 15% de los

    tratados quirúrgicamente. (Orrison, 2001). Gurcay et al. (2009), reportaron la mejoría

    de la lumbalgia en el 57,1% de los pacientes estudiados y el 8,7% de los pacientes

    desarrollaron cronicidad del dolor lumbar.

    De acuerdo al tiempo de evolución se clasifica en: a) Agudo, presenta

    resolución espontánea durante las primeras 6 semanas desde su aparición; b) Sub-

    agudo, resolución entre 6 y 12 semanas y c) Crónico, resolución después de 12

    semanas (Pérez Guisado, 2006).

    Last y Hulbert (2009), consideran que el dolor lumbar debe clasificarse

    considerando la clínica del paciente en las siguientes categorías: 1) Lumbalgia no

    específica; 2) Lumbalgia asociada a radiculopatía y/o estenosis espinal; y 3)

    Lumbalgia asociada a otra patología espinal específica. Sugieren que los pacientes en

    las categorías 2 y 3 son los que ameritan la resonancia magnética y/o tomografía

    computarizada de columna lumbar como diagnóstico y guía para el manejo del

    paciente, contrario a los pacientes en categoría 1, deben retrasarse la realización de

    los estudios imagenológicos para luego del tratamiento y sin mejoría después de 4 a 8

    semanas.

    Varios autores refieren la importancia de detectar en la historia clínica del

    paciente las banderas rojas o signos de alarma en dolor lumbar, que se refiere a

    aquellas condiciones que de estar presente indican que el dolor es la manifestación de

  • 24

    un cuadro más complejo, debiendo sospecharse la presencia de enfermedad

    infecciosa, tumoral, fractura y/o síndrome de cauda equina.

    Debe descartarse la posibilidad de fractura en pacientes con antecedentes de

    trauma mayor (accidentes automovilísticos, caídas de altura considerable) y trauma

    menor en pacientes ancianos y/u osteoporóticos. Igualmente debe plantearse la

    probabilidad de tumor y/o proceso infeccioso en pacientes mayores de 50 años o

    menor de 20 años, antecedentes oncológicos, síndrome paraneoplásico (pérdida de

    peso, fiebre vespertina, escalofríos), infección bacteriana reciente, drogadictos,

    inmunosuprimidos y pacientes que refieren dolor que se exacerba e la noche y/o en

    posición supina.

    Se han descrito signos de alarma y/o banderas rojas en pacientes con lumbalgia

    para descartar el síndrome de cauda equina, tales como: asociación de anestesia en

    “silla de montar”, reciente aparición de disfunción vesical o esfinteriana anal, y

    déficit neurológico progresivo o severo en los miembros inferiores (Uribe, 2008;

    Lateef y Patel, 2009; Last y Hulbert, 2009), (Anexo C).

    Postigo (2007) reporta en el 3% de los pacientes con dolor lumbar la existencia

    de una patología subyacente de importancia y señala que si se realiza un adecuado

    examen clínico en busca de señales de alarma (banderas rojas), el valor predictivo

    negativo del examen clínico baja a rangos menores del 1%.

    Se ha propuesto el uso inicial de evaluación imagenológica de la columna

    lumbar por radiología para la exploración de causas degenerativas, congénitas,

    infecciosas y/o neoplásicas, y si no hay mejoría del dolor y la radiculopatía luego de 6

    semanas de tratamiento conservador, a menos que el paciente presente un dolor

    incapacitante, un déficit neurológico importante, debilidad progresiva o hallazgos

    clínicos que sugieran infección o tumores (Orrison, 2001).

  • 25

    La búsqueda etiológica de la lumbalgia y de los motivos anatómicos que

    condicionan y originan el dolor, constituyen los generadores de las investigaciones

    médicas en esta área.

    En vista de estos hallazgos de prevalencia, aunado al deterioro de la calidad de

    vida y ausentismo laboral causados por el dolor lumbar, es de vital importancia la

    determinación de su etiopatogenia, la cual puede ser única o múltiple, dado que es

    una entidad de causa multifactorial, considerándose la probable coexistencia de dos o

    más causas (Palma, 2003; Grabois, 2005; Boleaga-Durán y Fiesco-Gómez, 2006).

    Los estudios epidemiológicos han implicado a ciertos factores de riesgo,

    incluyendo obesidad, tabaquismo, movimientos de giro repetidos y vibraciones sobre

    todo el cuerpo. Los factores físico, psicosociales y laborales influyen en la

    sintomatología (Orrison, 2001).

    Las estructuras que conforman la Unidad Funcional Vertebral están inervadas,

    en especial los ligamentos, hueso, musculatura paravertebral, duramadre, facetas

    articulares y sus respectivas membranas sinoviales, así como el disco intervertebral,

    que tiene algunas terminaciones nerviosas dependientes del nervio sinuvertebral, en

    especial hacia ángulos posterolaterales del anillo fibroso (Postigo, 2007).

    Entre las principales etiologías de la lumbalgia y radiculopatía se destacan las

    estructurales y degenerativas, neoplásicas, traumáticas, patologías vasculares y

    patologías vertebrales inflamatorias e infecciosas (Halabe et al., 1997; Atlas, 2004;

    Braunwald et al., 2006; Fauci et al., 2008).

    Alteraciones de la Columna Vertebral Lumbar

    Estructurales y Degenerativas

    La estructura de la columna lumbar se refiere al patrón o disposición de sus

    elementos, que incluye el componente óseo, ligamentoso, discal, muscular y resto de

    tejidos blandos adyacentes. La ocurrencia de cambios que alteren la disposición

  • 26

    normal puede generar dolor. Estas modificaciones presentan una interrelación

    importante con malformaciones congénitas y con los deterioros graduales o

    degenerativos de dichos componentes y sus funciones normales.

    Las características biológicas de la Unidad Funcional Vertebral manifiestan

    modificaciones con el tiempo. Los estudios realizados en cadáveres evidencian que

    los cambios degenerativos suelen tener un patrón común todos los individuos. Esto ha

    sido descrito por Kirkaldy-Willis desde la década de los 70, considerándose que la

    degeneración discal es el principal factor desencadenante de los procesos

    degenerativos, observándose tres (3) etapas: disfunción, inestabilidad y estabilización.

    En cada una se desarrollarán patologías específicas. En la primera aparecen las

    hernias del núcleo pulposo, desgarros anulares y degeneración discal, avanzando

    progresivamente hacia la etapa de inestabilidad segmentaria produciéndose la

    sinovitis facetaria, osteofiosis, esclerosis subcondral e hipertrofia de ligamentos.

    Finalmente, se llega a la etapa de estabilización con hipertrofia de facetas y osteofitos

    que causan el estrechamiento del canal raquídeo y la escoliosis degenerativa (Anexo

    D), (Postigo 2007).

    De forma más explicativa y amplia de las etapas o fases puede indicarse lo

    siguiente:

    La disfunción ocurre aproximadamente entre los 20 y los 45 años de edad, allí

    el disco comienza a perder su capacidad de soportar las cargas axiales y pierde altura,

    se continua con la degeneración facetaria, observándose signos de sinovitis en los

    complejos articulares. Esta segunda fase de inestabilidad normalmente afecta a

    personas entre 45 y 60-70 años, con pérdida de la altura de los discos que condiciona

    redistribución de cargas, llegando a pasar en casos avanzados hasta un 70% de la

    carga axial a las facetas, produciendo una subluxación vertical de las facetas e

    inestabilidad. De esta forma, conforme se colapsa el disco, aparecen fenómenos

    artrósicos articulares, pérdida de tensión y engrosamiento del ligamento longitudinal

  • 27

    posterior, estos elementos contribuyen a originar lo que se denomina estenosis

    blanda.

    La última fase de estabilización se produce alrededor de los 60 años de edad,

    debido a la sobrecarga articular se aparecen osteofitos en las plataformas vertebrales

    y las facetas articulares que aumentan la superficie de contacto para estabilizar la

    zona, lo que a su vez, disminuyen la amplitud del canal, lo que se denomina estenosis

    dura, que se adiciona a la estenosis blanda producida por la discopatía y el

    engrosamiento del ligamento amarillo. A esta estenosis estructural se añade la

    estenosis por inestabilidad estática, debido a la espondilolistesis degenerativa al fallar

    simétricamente las articulaciones posteriores o asimétricamente en forma de

    dislocaciones rotatorias.

    A través de la resonancia magnética de columna lumbar se puede estudiar la

    anatomía topográfica y las alteraciones de los cuerpos vertebrales, discos

    intervertebrales, raíces nerviosas y sus membranas envolventes, además de estimar la

    compresión neural y el grado del mismo, así como evaluar el aparato ligamentoso

    anterior y posterior, visualizados como finas líneas de muy baja señal en todas las

    secuencias. Según Grenier (1989), la ausencia de esta línea hipointensa periférica es

    el signo más constante y confiable para sugerir rotura ligamentosa, sin falsos

    positivos, ni falsos negativos.

    Cambios degenerativos:

    El envejecimiento fisiológico es un complejo proceso fisiológico que abarca

    varios grados de cambios anatómicos tanto discales como del resto de las estructuras

    vertebrales. Aún es discutible la distinción entre el envejecimiento normal y la

    degeneración discal.

    Factores genéticos, mecánicos, traumáticos y nutricionales (tales como el peso

    y el índice de masa corporal) participan en la cascada de la degeneración del disco,

  • 28

    manifestándose de forma variable en distintos individuos (Modic y Ross, 2007;

    Kuisma et al., 2008).

    Fisiológicamente, el envejecimiento del núcleo pulposo esta en relación con

    cambios químicos específicos en el disco intervertebral y consiste en reducción de la

    capacidad de unión del agua, desintegración de los proteoglicanos de molécula

    grande y aumento del contenido acuoso. Este envejecimiento normal se asocia a

    reemplazo del tejido matricial mucoso por uno fibroso, con preservación de la altura

    discal y márgenes regulares.

    Estos cambios condicionan modificación de la intensidad de señal del disco,

    siendo en el recién nacido muy intensa su señal en imágenes potenciada en T2

    (IPT2), con una delimitación definida con el anillo fibroso, al madurar, esta

    delimitación se pierde gradualmente, conservándose solo la hipointensidad del anillo

    externo, así mismo se produce una disminución de la intensidad de la señal en IPT2.

    Tanto en el envejecimiento como en la degeneración se afecta la intensidad de señal

    del disco. Es evidente que no son variables independientes y resulta difícil de

    distinguir una de otra .discal se evidencia discos intervertebrales.

    El anillo fibroso puede desgarrarse, formándose la fisuras anulares o desgarros

    anulares, las cuales se pueden disponer de forma concéntrica (tipo I) dado por

    afectación de las fibras longitudinales; de forma radial (tipo II) por afectación de

    todas las capas del anillo fibroso, y de forma transversa (tipo III). Finch (2006)

    concluye en su publicación que uno de las causas importantes de dolor discogénico

    son las fisuras anulares.

    Imagenológicamente se presentan como imágenes lineales de alta intensidad de

    señal en imágenes potenciadas en T2, en el anillo fibroso, en cualquiera de las

    disposiciones descritas.

    La degeneración y deshidratación discal se define como la disminución de la

    intensidad de señal en imágenes potenciadas en T2, asociado a perdida de su altura,

  • 29

    sin embargo en su fase precoz puede solo evidenciarse la disminución de la

    intensidad de señal en IPT2; este hallazgo puede conseguirse en pacientes

    asintomáticos. Asimismo se observa por RM, pérdida de la línea hipointensa

    horizontal central del disco normal, determinada por la disposición de tejido fibroso

    denso.

    Otros hallazgos de degeneración son la presencia depósitos distróficos de calcio

    intradiscales y el signo o fenómeno “de vacío” mejor definido en radiología y

    tomografía, debido a la presencia de gas en el espacio intervertebral, que se visualiza

    como imágenes hipointensas en IPT1 e IPT2 intradiscal.

    Se puede valorar la morfología del disco intervertebral, cuyo contorno normal

    no debe exceder el contorno de las vértebras adyacentes por más de 1 a 2 mm,

    Las alteraciones del contorno discal se dan cuando el núcleo pulposo pierde su

    turgencia y disminuye la elasticidad del anillo fibroso. Existen diferentes

    nomenclaturas para la clasificación de dichas alteraciones. Una ellas, la más aceptada

    y guiada por la morfología, es la siguiente:

    a) Prominencia anular difusa.

    Se denomina también protrusión anular discal difusa, abombamiento, “bulging”

    o disco ensanchado.

    Se define como prolongación generalizada de material discal más allá de los

    límites de la apófisis del anillo vertebral, visualizándose como una expansión discal

    circunferencial mas allá del borde de la plataforma vertebral, mayor del 50% de la

    circunferencia del disco, con un radio de extensión corto, generalmente menor de 3

    mm, además puede ser simétrica o asimétrica. Por RM se visualiza como un disco

    que sobresale circunferencialmente de forma concéntrica sobrepasando el borde

    vertebral, se asocia a osteocondrosis intervertebral, hipointensidad difusa del disco en

  • 30

    IPT2, pérdida de la altura discal, y desgarro anular, así como osteofitos de los

    plataformas vertebrales.

    b) Protrusión discal focal.

    Se denomina también disco protruyente o hernia contenida

    Se refiere al desplazamiento focalizado, menor del 50% de la circunferencia

    discal, más allá de los limites de la apófisis del anillo vertebral, observándose como

    material discal focal que se extiende dentro del canal raquídeo, o hacia la región

    posterior, anterior, foraminal o lateral, núcleo sobresale focalmente del margen

    vertebral, pero permanece contenido bajo el complejo formado por el anillo externo y

    el ligamento longitudinal posterior,

    Característicamente presenta una amplia base en el disco, el diámetro mayor del

    disco herniado en cualquier plano debe ser mayor a la distancia entre los bordes de la

    base en el mismo plano. Se considera focal si el material protruído es menor del 25%

    de la circunferencia discal y de base ancha si es entre el 25 y 50% de la circunferencia

    discal.

    c) Extrusión.

    Se denomina también disco extraído o hernia extruída.

    Desplazamiento focalizado de material discal con base estrecha en el disco de

    origen, el diámetro máximo del disco herniado en cualquier plano es mayor a la

    distancia entre los bordes de la base en el mismo plano. El material se extiende a

    través de todas las capas del anillo y se muestra como una masa epidural focal

    obliterando la grasa epidural, el fragmento del disco con frecuencia tiene un cuello

    estrecho. Puede localizarse en el borde anterior del disco, lateral o posterior o hacia la

    región adyacente a la forámina, denominándose foraminal.

  • 31

    Si el material discal extruído se desplaza desde su disco de origen en sentido

    caudal o cefálico se denomina migración, y si pierde continuidad con el disco se

    denomina secuestrado (Grosssman y Yousem, 2007).

    Otros autores utilizan el término de herniación discal, Modic y Ross (2007)

    refiriéndose así a un desplazamiento focal de material discal más allá del espacio

    intervertebral, lo cual incluye a las protrusiones focales y a las extrusiones, siendo

    menores del 50 % de la circunferencia discal, y clasificando aparte las prominencias

    circunferenciales difusas (mayores del 50% de la circunferencia discal), no

    considerándolas herniaciones.

    Cabe destacar que un disco puede tener más de una alteración del contorno y/o

    herniación (Modic y Ross, 2007).

    El hallazgo por RM en la protrusión focal es una anormalidad localizada del

    margen discal donde el disco protruido tiene forma de cono o un cuello amplio, que

    es isointenso al disco adyacente en IPT1 y de isointenso a hiperintenso en IPT2.

    En el caso de la extrusión se observa la anormalidad localizada del margen

    discal, con expansión focal que se comporta isointenso al disco adyacente en IPT1 y

    de isointenso a hiperintenso en IPT2, ocupando el espacio epidural y el canal

    raquídeo, si es posterior.

    En el secuestro discal no se evidencia continuidad entre el disco de origen y el

    material discal, pudiendo localizarse anterior o posterior al ligamento longitudinal

    posterior y se comportan isointenso en IPT1 e hipointenso con respecto a líquido

    cefalo