excavaciones arqueologicas en espaÑa 63

43
EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63 EXCAVACIONES EN HUELVA EL CABEZO DE LA ESPERANZA Memoria redactada por Juan Pedro Garrido Roiz MINISTERIO DE EDUCACION Y CIENCIA. DIRECCION GENERAL DE BELLAS ARTES SERVICIO NACIONAL DE EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS

Upload: others

Post on 30-Jul-2022

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

E X C A V A C I O N E S A R Q U E O L O G I C A S E N E S P A Ñ A

63

E X C A V A C I O N E S E N H U E L V A

EL C A B E Z O DE L A E S P E R A N Z A

Memor ia redactada por

Juan Pedro Garrido R o i z

MIN ISTER IO D E E D U C A C I O N Y C I E N C I A . D I R E C C I O N G E N E R A L DE B E L L A S A R T E S

S E R V I C I O N A C I O N A L D E E X C A V A C I O N E S A R Q U E O L O G I C A S

Page 2: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

RECIENTES PUBLICACIONES D E L A INSPECCION G E N E R A L DE

EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS

EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS E N ESPAÑA

1. LANCIA, por FRANCISCO JORDÁ CERDA. 2. HERRERA DE PISUERGA, por A. GARCÍA Y BELLIDO, A. FERNÁNDEZ DE AVILES, ALBERTO

BALIL Y MARCELO VICIL. 3. MEGALITOS DE EXTREMADURA, por MARTIN ALMACRO BASCH. 4. MEGALITOS DE EXTREMADURA (II), por MARTÍN ALMACRO BASCH. 5. TOSSAL DEL MORO, por JUAN MALUQUER DE MOTES. 6. AITZBITARTE, por JOSÉ MIGUEL DE BARANDIARÁN. 7. SANTIMAMIÑE, por JOSÉ MIGUEL DE BARANDIARÁN. 8. LA ALCUDIA, por ALEJANDRO RAMOS FOLQUES. 9. AMPURIAS, por MARTÍN ALMAGRO BASCH.

10. TORRALBA, por F. C. HOWELL, W. BUTZER y E . ACUIRRE. 11. LAS NECROPOLIS DE MERIDA, por ANTONIO GARCÍA Y BELLIDO. 12. CERRO DEL R E A L (GALERA), por MANUEL PELLICER y WILHELM SCHÜLE. 13. LAS FORTIFICACIONES D E L MONTGO, CERCA DE DENIA (ALICANTE), por HER-

MANFRID SCHUBART, DOMINGO FLETCHER VALLS y JOSÉ OLIVER Y DE CÁRDENAS. 14. NECROPOLIS Y CUEVAS ARTIFICIALES DE S'ON SUNYER (PALMA DE MALLOR­

CA), por GUILLERMO ROSSELLÓ BORDOY. 15. EXCAVACIONES EN "ES VINCLE V E L L " (PALMA DE MALLORCA), por GUILLERMO

ROSSELLÓ BORDOY. 16. ESTRATIGRAFIA PREHISTORICA DE LA CUEVA DE NERJA, por MANUEL PELLICER

CATALÁN. 17. EXCAVACIONES EN LA NECROPOLIS PUNICA "LAURITA" , D E L CERRO DE SAN

CRISTOBAL (ALMUÑECAR, GRANADA), por MANUEL PELLICER CATALÁN. 18. INFORME PRELIMINAR SOBRE LOS TRABAJOS REALIZADOS EN CENTCELLES,

por HELMUT SCHLUNK y THEODOR HAUSCHILD. 19. LA VILLA Y E L MAUSOLEO ROMANOS DE SADABA, por ANTONIO GARCÍA Y BELLIDO. 20. EXCAVACIONES EN SEPULCROS MEGALITICOS DE VALDOSERA (QUEROL, TA­

RRAGONA), por JUAN MALUQUER DE MOTES, P. GIRÓ y J . M . MASACHS. 21. CUEVA DE LAS CHIMENEAS, por JOAQUÍN GONZÁLEZ ECHECARAY. 22. E L CASTELLAR (VILLAJIMENA, PALENCIA), por M . A . GARCÍA GUINEA, P. JOAQUÍN

GONZÁLEZ ECHECARAY y BENITO MADARIACA DE LA CAMPA. 23. UNA CUEVA SEPULCRAL D E L BARRANCO D E L AGUA DE DIOS, EN TEGUESTE

(TENERIFE), por Luis DIECO CUSCOY. 24. LA NECROPOLIS DE "SON R E A L " y la " ILLA DELS PORROS", por MICUEL TARRADELL. 25. POBLADO IBERICO DE E L MACALON (ALBACETE), por M. A. GARCÍA GUINEA y

J . A. SAN MIGUEL RUIZ. 26. CUEVA DE LA CHORA (SANTANDER), por P. J . GONZÁLEZ ECHECARAY, Dr. M. A. GAR­

CÍA GUINEA, A . BECINES RAMÍREZ (Estudio Arqueológico); y B. MADARIACA DE LA CAMPA (Estudio Paleontológico).

27. EXCAVACIONES EN LA PALAIAPOLIS DE AMPURIAS, por MARTÍN ALMACRO. 28. POBLADO PRERROMANO DE SAN MIGUEL VALROMANES (MONTORNES, BAR­

CELONA), por E. RIPOLL PERELLÓ, J . BARBERA FARRAS y L. MONREAL ACUSTÍ . 29. FUENTES TAMARICAS, VELILLA D E L RIO CARRION (PALENCIA), por ANTONIO GAR­

CÍA BELLIDO y AUCUSTO FERNÁNDEZ DE AVILES. 30. EL POBLADO IBERICO DE ILDURO, por MARIANO RIBAS BERTRÁN. 31. LAS GANDARAS DE BUDIÑO (PORRINO, PONTEVEDRA), por EMILIANO ACUIRRE. 32. EXCAVACIONES EN LA NECROPOLIS DE SAN J U A N DE BAÑOS (PALENCIA), por

PEDRO DE PALOL. 33. EXCAVACIONES EN LA VILLA ROMANA D E L "CERCADO DE SAN ISIDRO"

(DUEÑAS, PALENCIA), por el RVDO. D. RAMÓN REVILLA VIELVA, ILMO. SR. D. PEDRO DE PALOL SALELLAS y D. ANTONIO CUADROS SALAS.

34. CAPARRA (CACERES), por J . M. BLÁZQUEZ. 35. EXCAVACIONES EN E L CONJUNTO TALAYOTICO DE SON OMS (PALMA DE MA­

LLORCA, ISLA DE MALLORCA), por GUILLERMO ROSSELLÓ BORDOY. 36. E L TESORO DE VILLENA, por JOSÉ MARÍA SOLER GARCÍA. 37. TRES CUEVAS SEPULCRALES GUANCHES (TENERIFE), por Luís DIECO CUSCOY. 38. LA CANTERA DE LOS ESQUELETOS (TORTUERO, GUADALAJARA) , por EMETERIO

CUADRADO, MIGUEL FUSTE y RAMÓN JUSTE, S. J .

Page 3: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

E X C A V A C I O N E S A R Q U E O L O G I C A S E N E S P A Ñ A

63

E X C A V A C I O N E S EN H U E L V A EL C A B E Z O DE L A ESPERANZA

Memoria redactada por

Juan Pedro Garrido Roiz

MINISTERIO DE EDUCACION Y CIENCIA. DIRECCION GENERAL DE BELLAS ARTES

SERVICIO NACIONAL DE EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS

Page 4: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

INSPECCION GENERAL DE EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS

DELEGACION DE ZONA D E L DISTRITO UNIVERSITARIO DE SEVILLA

E X C A V A C I O N E S E N H U E L V A . E L C A B E Z O D E L A E S P E R A N Z A

Autorizadas por Orden de 15-VII-1966.

Financiadas por la Sociedad Onubense de Arqueología

y la Caja Provincial de Ahorros de Huelva.

DIRECTOR: JUAN PEDRO GARRIDO ROIZ.

COLABORADORES: ELENA MARÍA ORTA GARCÍA Y FRANCISCO JOSÉ HERRERO BENDICIIO

El material se depositó en el Museo Arqueológico de Huelva.

Depósito legal: M . 6.260-1968.

Langa y Cía. Tahona de las Descalzas, 6. MADRID.

Page 5: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

I

I N T R O D U C C I O N

E l objeto de l a presente m e m o r i a es dar a conocer los resultados obtenidos en u n p r i m e r sondeo real izado en Hue l va , en la costa atlántica andaluza (F ig . 1).

E l s i t io elegido pa ra l a prospección ha sido u n a de las zonas de a l tu­ras que rodean l a c iudad po r su parte N . y N E . , denominada cabezo de L a Esperanza , que ha venido ofreciendo sugestivos ind ic ios de interés arqueológico.

E l cabezo de L a Esperanza jun to con los otros cabezos de H u e l v a const i tuyen u n a serie de col inas s i tuadas entre l a conf luenc ia de los ríos T in to y Odie l , siendo el de L a Esperanza el más m e r i d i o n a l de el los y dominándose desde sus a l turas los ampl ios estuarios de los dos ríos. Geológicamente están formados en s u base por margas pl iocenas sobre las que descansan aluviones pleistocénicos formados po r cantos roda­dos, entre los que abundan las cuarc i tas y rocas paleozoicas proceden­tes del in ter ior . Sus a l turas osc i lan de 40 a 60 m . sobre el n i ve l del mar . A l expandirse l a población durante el pasado siglo, su f r i e ron gran transformación las más próximas a l casco u rbano a l ser cortadas vert i -calmente sus laderas (1), lo que ha act ivado l a erosión p luv i a l a l actuar sobre l a base de margas pl iocenas, socavando los cerros y dejando como testigos la parte más a l ta de los denominados cabezos. E n l a actual i ­dad, estos testigos están desapareciendo por acción del hombre a l u t i l i ­zarse sus t ierras pr inc ipa lmente para re l lenar las mar i smas c i rc iy idantes .

E l cabezo de L a Esperanza , como queda ind icado , es el más mer id io ­na l de esta serie de co l inas que, f o rmando testigos de erosión, se extien­den po r el N . y N E . de lo que fue el centro u rbano de l a c iudad desde mediados del siglo x i x a mediados del actual . E n épocas todavía históri­cas bañaban l a parte S. de l cabezo de L a Esperanza las aguas del doble estuario de l T into-Odie l , zona hoy ocupada por parte de l a c iudad y po r las mar i smas de formación reciente que re l lenan gran parte del p r i m i t i v o estuar io (F ig . 2).

A l a consideración de las a l turas de los cabezos de H u e l v a como lugar idea l pa ra a lbergar u n a población p o r razones estratégicas y mercant i les , hemos de añadir l a existencia de niveles freáticos a re la t i va poca pro fun­d idad en el cabezo de L a Esperanza , lo que lo hace lugar idóneo pa ra estos asentamientos. Y a E d u a r d o Hernández Pacheco dedujo, basándose en

(1) De ello, tenemos entre otros testimonios históricos el de Braulio Santa Ma­ría en su obra Huelva y la Rábida. Huelva, 1878.

3

Page 6: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

F I G . 1.—Situación de Huelva en el S.O. de la Península Ibérica.

razones geográficas, que debió ex ist i r en u n lugar tan adecuado, como los cabezos de Hue l va , una factoría comerc ia l en t iempos protohistóri-cos (2).

Durante estos últimos años, los diversos hallazgos casuales real izados en el cabezo de L a Esperanza (3) y la urgenc ia de invest igar arqueológi­camente estos lugares en vías de rápida urbanización, nos mov ie ron , una vez recabada ayuda económica de l a Soc iedad Onubense de Arqueolo­gía y con l a correspondiente autorización de la Dirección Genera l de Be l las Artes, a rea l i zar u n a prospección o sondeo en la parte alta, sec­tor SO. del c i tado cabezo, entre e l borde del ta lud fo rmado a l cortar e l ca­bezo pa ra el trazado de l a l l amada Vía Pa isa j is ta y el denominado cabezo de la H o r c a , una de las máximas al turas de los cabezos de Hue l va con u n a cota actualmente de 56 m . (F ig . 3). E l mot i vo inmedia to pa ra real i ­zar aquí la prospección fue el hal lazgo casual de u n a u r n a de inc inera­ción (4) que había quedado en la pared del c i tado ta lud , po r enc ima de

(2) EDUARDO H E R N Á N D E Z P A C H E C O : Fisiografía del solar hispano. «Memorias de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.» Tomo X V I (pr imera parte). Madr i d , 1955, pág. 191.

(3) J . P . G A R R I D O y E . O R T A : Nuevo hallazgo de una tumba de incineración en los cabezos de Huelva. «Ampurias», X X V I I I , Barcelona, 1966. I d em: Cerámicas prerromanas de Huelva. Trabajos de Prehistoria, Madrid. ( E n prensa ) .—J. P . G A R R I D O y F. C A N T E R Í A : Un anillo tartéssico en el cabezo de La Esperanza. ( E n preparación.)

(4) J . P . G A R R I D O y E . O R T A : Una nueva urna de incineración en los cabezos de Huelva. «Ampurias», X X V I I I , Barce lona, 1966, pág. 209 y ss., fig. 1.

4

Page 7: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

^ I ü - 2.—Situación topográfica de Huelva en la margen izquierda del río Odiel. A l S . de la ciu­dad se ven las marismas correspondientes a la actual margen derecha del río Tinto. Las flechas

señalan el cabezo de LA ESPERANZA. (Escala 1:25.000.)

5

Page 8: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

l a nueva carretera; de esta manera intentábamos loca l i zar l a posible necrópolis que ofreciera u n ind i c i o cronológico más seguro.

P a r a el lo t razamos u n a cuadrícula de 3 m . de lado, pues esperábamos no pro fund i zar más de lo ind icado , dado que l a u r n a recuperada a cor ta d is tanc ia del lugar elegido pa ra l a prospección (a unos 2 m.) se había encontrado a 1 m . de p ro fund idad bajo el n ive l de l a superf ic ie del terreno en l a parte a l ta (Lám. I y F i g . 3).

E l resul tado obtenido en l a prospección no fue encontrar e l ind ic io cronológico que podía ofrecernos l a buscada necrópolis, s ino ha l l a r u n a serie de niveles arqueológicos que a continuación deta l lamos y que nos ofrecen u n a interesante secuencia sobre el pob lamiento ant iguo de estos lugares.

L a necrópolis parece ser fue des t ru ida en el lugar donde real izamos l a excavación po r u n pav imento de época romana , encontrándose en éste tan sólo algunos fragmentos correspondientes a l a m i s m a clase cerá­m i c a perteneciente a l a u r n a funerar ia rescatada, antes menc ionada, y al­gunos fragmentos de restos óseos.

Hemos de mani fes tar nuestro agradecimiento a la Compañía Española de M i n a s de R io t in to , y, en especial , a su d i rec tor l abo ra l y soc ia l , don M a n u e l G a r r i d o G a l , quien h izo pos ib le el análisis de las escorias ha l la ­das en l a prospección, en los laborator ios de d i cha ent idad y a l Jefe de los c i tados Labora to r i os don Fernando B a r r i g a .

Hemos de hacer también patente nuestro agradecimiento a l señor Delegado P ro v inc i a l de Excavac iones Arqueológicas, don Car los Cerdán Márquez, qu ien obtuvo para nosotros toda clase de ayudas y fac i l idades, y a los m i embros de l a Soc iedad Onubense de Arqueología que colabora­r o n en los trabajos de campo.

6

Page 9: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

I I

L A E X C A V A C I O N . L O S M A T E R I A L E S

Se comenzó e l día 8 de agosto de 1966, concluyendo el 22 de l m i s m o mes. Se procedió, como se ha ind icado anter iormente, a excavar u n a cua­drícula de 3 m . de lado, distante unos 2 m . del borde del t a lud de l trazado de la Vía Paisa j is ta , en la parte surocc identa l del cabezo de L a Esperanza , en el sector bajo del cabezo de l a H o r c a , a med ia ladera (Láms. I y I I , 1 y 2, y F i g . 3) en terrenos p rop i edad del Excelentísimo Ayuntamiento de Hue l va .

De terminamos l a existencia de ocho niveles arqueológicos en l a parte or ienta l de l a cuadrícula y siete en l a parte occ identa l (F ig . 4).

Las t ierras fueron cr ibadas en su to ta l idad desde el n i ve l super f i c ia l hasta el fondo na tura l , v i rgen de margas pl iocenas. L a p ro fund idad alcan­zada fue de 3,90 m., dejándose u n testigo de 0,50 X 0,50 m . en el ángu­lo E . para mayor precisión de las observaciones. L o más destacable ha sido el hal lazgo en todos los niveles de escorias de fundición de minera­les, excepcionalmente r icos en p la ta en algunos de el los y cuyos análisis r eproduc imos en l a tab la de l a pág. 33. E n e l N i v e l V I I se encontraron restos de u n a construcción que, dada l a pequenez de l a cuadrícula, no fue pos ib le de terminar en todas sus características, pero a l parecer pre­senta u n a p lan ta posiblemente c i r cu la r , que pud i e ra estar en relación probablemente con u n horno de fundición.

Ba j o u n a capa super f i c ia l de unos 10 a 15 c m . de humos recientes y t ierras sueltas y po lvor ientas se pudo de te rminar l a existencia de los niveles arqueológicos cuyas características y mater ia les se reseñan a con­tinuación.

N I V E L I

Potenc ia , 0,80 a 0,85 m .

E s pos ib le aprec iar dos es t ra tos : E l p r imero , de u n a potenc ia de 0,10 a 0,12 m. , está const i tu ido po r t ierras sueltas de or igen vegetal.

E l segundo estrato, f o rmado po r t ierras duras y compactas de carácter arc i l l oso , ofrece u n a potenc ia de 0,70 a 0,75 m .

Cr ibadas las t ierras, se ob tuv i e ron los siguientes mate r i a l e s :

7

Page 10: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

F I G . 3—Plano parcial del cabezo de L A ESPERA\ZA. E l recuadro negro indica el lugar de la pros­pección. Las calles señaladas con trazo discontinuo están proyectadas o en vías de ejecución.

Page 11: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

NIVEL 1

NIVEL II

NIVEL 111

NIVEL IV

NIVEL V

NIVEL VI

NIVEL Vil

F I G . 4.—Corte estratigráfico del cabezo de LA ESPERANZA (Huelva). (Cuadricula A 1, pared NW.)

9

Page 12: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

I N V E N T A R I O D E LOS M A T E R I A L E S

Cerámica a torno

1. Fragmentos de tégulas de barro de co lor rosa, amar i l l en to y ver­doso.

2. Fragmentos de cerámica común a torno de co lor amar i l l o y ro j izo . 3. U n borde de taza de cerámica de loza de L a Car tu ja con decoración

en ro jo y blanco. 4. Bo rde de u n vaso de cerámica esponjosa de co lor ocre (Fig. 5, 2). 5. Fondo de gran vasi ja con pie marcado y paredes inc l inadas , de

cerámica común, pasta gris a l in te r io r y amar i l l en ta a l exter ior (Fig. 5, 1).

F IG . 5.—Materiales del Nivel I.—1-2. Cerámica a torno.—3. Caparazón de caracol marino. (Escala en centímetros.)

Varios.

6. Pequeña bo la de p iedra granítica. 7. Dos fragmentos de escor ia de aspecto poroso, parec ido a las esco­

r ias antiguas del Filón Nor te de R i o t in t o . 8. U n fragmento de p iedra cal iza. 9. U n a va r i l l a p lana de p l omo de 2 x 0,3 cm.

10. U n hueso de dátil. 11. U n caparazón de caraco l m a r i n o de l género murex, de los l lamados

en la loca l idad, cañadilla, de co lor b lanco (F ig . 5, 3).

N I V E L I I

Potencia , 0,35 a 0,45 m. Está const i tu ido en su to ta l idad por u n pav imento fo rmado por grue­

sas cuarc i tas y bar ro apisonado ut i l i zado como argamasa, entre el que se encuentra ca l , fragmentos de cerámica común a torno, fragmentos de tégulas, trozos de ladr i l l os y de p izarras silúricas, con algunos ind ic ios de cenizas.

E l pav imento sigue el declive na tura l de la superf ic ie actual en di ­rección SO.

10

Page 13: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

I N V E N T A R I O D E LOS M A T E R I A L E S

Cerámica a torno

1. G r a n cant idad de fragmentos de tégulas e ímbrices de ba r ro co lor rosado y amar i l l o .

2. Fragmentos de grandes vasijas de cerámica común, predominando dos cal idades fundamenta les :

a) B a r r o rosado con profusión de arenas; b) Cerámica de bar ro fino y depurado de co lor amar i l l ento . Se conserva parte de u n asa y u n solo fragmento de barro co lor marrón con muchas impurezas.

3. Fragmentos del borde de una gran vasi ja con reborde vuelto hac ia fuera, cerámica común, barro rosado, con muchas inc lusiones de cuarzo. Dimensiones, 8 x 6 cm. en lo conservado (Fig. 6, 1).

F I G . 6.—Materiales del Nivel II.—1-3. Cerámica a torno

11

Page 14: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

4. Fragmento de asa y parte la tera l de u n vaso, probablemente u n án­fora, de bar ro co lor ocre, homogéneo y b i en coc ido (F ig . 6, 2).

5. Fragmento de u n asa de t ipo de bastonc i l lo , de bar ro co lor amar i ­l lento, duro y b i en cocido, correspondiente a u n gran vaso o ánfora (Fig . 6, 3).

Varios

6. Fragmentos de l ad r i l l o esponjoso, co lor ro j i zo , con apar ienc ia de re f ractar io .

7. U n fragmento de escor ia de aspecto poroso y u n a formación de granos de cuarzo cementados por escor ia. Es tas escorias son semejantes a las del N i v e l I.

8. Trozos de ca l . 9. Dos fragmentos de p iedra arenisca con muestras de haber sido

labradas, presentando un or i f i c io cónico en su parte centra l .

N I V E L I I I

Potencia , 0,20 a 0,35 m . Está const i tu ido por t ierras arc i l losas que ofrecen mater ia les diversos,

entre los que encontramos cerámicas romanas. A continuación descr ib imos los mater ia les ob ten idos :

I N V E N T A R I O D E L O S M A T E R I A L E S

Cerámica a torno

1. U n fragmento de cerámica a torno, p in tada con u n a banda ne­gra; el resto, co lor naranja . B a r r o co lor gris.

2. Fragmento de u n a asa bífida de sección ova l , correspondiente a un ánfora de gran tamaño, ba r r o co lor ocre, con fragmentos de cuarzo como degrasante (F ig . 7).

3. Cuat ro fragmentos de cerámica común a torno, ba r ro gr is c laro . 4. Fragmentos atípicos de cerámica a torno co lor ocre c laro , cuya

pasta presenta granos de m i c a y otros fragmentos de cerámica común, también atípicos.

Varios

5. Fragmentos de tégulas, ímbrices y l adr i l l o s , y fragmentos de u n a tégula angular .

6. Fragmentos de escorias, m u y porosas.

12

Page 15: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

N I V E L I V

Potencia, 0,55 m. Separado del nive l anter ior por u n a serie de fragmentos de p izarras

silúricas, casi todas en posición hor i zonta l , que parecen haber const i­tu ido u n piso.

Es te n ive l no sigue la inclinación del decl ive na tura l del terreno en dirección N E . a SO., como acontece en los anteriores, sino que se aprec ia una sensible hor i zonta l idad .

F I G . 7.—Nivel I I I . Fragmento de asa cerámica a torno.

Las t ierras de este n ive l son sueltas y gredosas, con escasas piedras. Los hal lazgos, en su mayor parte, son restos óseos m u y pequeños y frag­mentos de cerámica a torno de ba r ro co lor amar i l l o , de análogas carac­terísticas a l a de l a u r n a c inerar ia recogida antes de la excavación en las prox imidades de la cuadrícula. Se encuentran trozos de ca l y cenizas;

13

Page 16: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

también algunos bloques de margas pl iocenas fosilíferas que no corres­ponden geológicamente a este n ive l . Todo el lo, junto con el hecho de la co inc idenc ia ap rox imada en la p ro fund idad a la que se halló l a u r n a c inerar ia recuperada con anter ior idad , como ya se ha dicho, nos induce a suponer que con toda p robab i l i dad correspondería este n ive l a l de la necrópolis a la que debió pertenecer la u r n a de referencia, y que se encuentra dest ru ida en el área de la cuadrícula.

I N V E N T A R I O D E LOS M A T E R I A L E S

Cerámica a torno

1. Fragmentos pequeños atípicos de cerámica amar i l l a y otros de cerámica rosada.

2. Fragmento de un asa de sección hexagonaloide perteneciente a un gran vaso o ánfora, de barro , co lor rosáceo (F ig . 8, 1).

3. Asa de resalte en fo rma de arco, correspondiente a un fragmento de vaso, de barro co lor ocre grisáceo, f ino y poco coherente (Fig. 8, 2).

4. Fragmento de un objeto de cerámica co lor ocre, fina y depurada, que pud ie ra corresponder a un pie de vaso (F ig . 8, 3).

5. Fragmentos cerámicos a torno de co lor grisáceo, perf i l curvo. 6 Fragmento del borde de una fuente o plato de cerámica gris, dura

y bien coc ida, de perf i l curvo y reborde engrosado (Fig. 9, 1). 7. Fragmentos cerámicos a torno de barros amar i l l os , rosa y ocre.

L a pasta presenta buena cocción y el corte es l imp io . Junto a el los, ce­rámicas imperfectamente cocidas y algún fragmento gris de bar ro espon­joso de ma la ca l idad . Todos ellos atípicos.

8. Fragmento del borde de un vaso de paredes inc l inadas de cerá­mica rosa-ocre (Fig. 9, 2).

F I G . 8.—Materiales del Nivel IV. Cerámica a torno—1-2. Fragmentos de asas—3. Frag­mento cerámico indeterminado.

14

Page 17: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

9. Fragmento del borde de un vaso de perf i l curvo , l igeramente reentrante, de cerámica amar i l l a (Fig. 9, 3).

10. Fragmentos del borde de un ánfora, del t ipo corr iente en los yaci­mientos fenicios de Occidente, con cuel lo recto, ancho y muy corto, bar ro co lor rosado (Fig. 9, 4).

11. U n fragmento cerámico, correspondiente a l borde de u n p lato m u y p lano, de per f i l curvo , con incipiente reborde. B a r r o co lor ocre anaranjado (Fig. 9, 5).

12. U n fragmento del borde de un plato de barro ocre-anaranjado, m u y f ino y esponjoso, que parece estaba recubierto de barn iz rojo (F i ­gura 9, 6).

Cerámica a mano

13. Fragmentos atípicos de cerámica a mano, tosca y m a l coc ida. 14. U n fragmento atípico de cerámica a mano, tosca y ma l coc ida,

que presenta un cierto espatulado. 15. U n fragmento de cerámica a mano, de bar ro co lor gris, m a l co­

c ida , con muchas impurezas, y con la superficie l igeramente espatulada.

Restos óseos

16. Fragmentos informes de restos óseos. 17. U n a especie de conglomerado de huesos t r i turados . 18. Fragmentos óseos correspondientes a un cráneo humano (véase

lámina IV , 1, pared derecha).

F I G . 9.—Materiales del Nivel IV.—1-6. Cerámicas a torno.

15

Page 18: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

Fauna

19. Fragmentos óseos correspondientes a : a) Hueso corto , de 5,30 X 2,50 cm., con art iculac iones en ambos lados; b) Hueso , a l parecer, de u n a cos t i l l a de jabalí, m u y gruesa; c) Otros huesos s in determinar .

20. Mandíbula in fer ior de u n jabalí.

Varios

21. Fragmento de l ad r i l l o de bar ro co lor ro jo . 22. Fragmentos de m ine ra l «gossan» (óxido de hierro ) con cuarzo. 23. U n trozo de creta. 24. Trozo de ba r ro in forme correspondiente a l n ive l de margas pl io-

cenas, con incrustac iones de fósiles. 25. Fragmentos de obs id iana s in f o rma determinada intenc ional -

mente.

N I V E L V

Potencia , 0,25 m . Const i tu ido po r t ierras compactas, ofrece más abundanc ia de frag­

mentos cerámicos a mano que los anter iores. E n este n ive l , además de las escorias, se aprec ian ind ic ios de act iv idades metalúrgicas. A l i gua l que en el n ive l anter ior , e l estrato aparece ho r i zon ta l en contraste con la superf ic ie y los tres p r imeros niveles.

A continuación descr ib imos los mater ia les obtenidos.

I N V E N T A R I O D E LOS M A T E R I A L E S

Metal

1. U n clavo de h ie r ro , de sección cuadrangular , que mide 0,05 cen­tímetros de largo.

Cerámica a torno

2. Numerosos fragmentos atípicos de cerámica a torno, correspon­dientes a grandes vasos. Ba r r o s amar i l l os , rosas y grises, de d ist intas cal idades. B a r r o s grises duros, pero poco compactos ; algunos fragmentos co lor naran ja .

3. Fragmento cerámico correspondiente a u n a pequeña asa bífida. B a r r o co lor rosado (F ig . 10, 1).

4. Fragmento cerámico correspondiente a l borde de u n vaso de ce­rámica gris c on reborde l igeramente engrosado (F ig . 10, 2).

5. Pequeño fragmento cerámico correspondiente a l borde de u n vaso. B a r r o co lor rosado.

16

Page 19: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

6. Pequeño fragmento cerámico correspondiente a l borde de u n vaso. B a r r o co lor ocre.

7. Pequeño fragmento cerámico correspondiente a l borde de u n vaso. B a r r o co lor rosado, untuoso a l tacto, presenta barn iz rojo. Parece corresponder a u n «vaso de boca de seta».

Frc. 10.—Materiales del Nivel V.—1-6. Cerámica a torno.

8. Pequeño fragmento del borde de u n plato de barn i z ro jo . 9. Fragmento cerámico correspondiente a l borde de un vaso. Ba ­

rro co lor amar i l l o (F ig . 10, 3). 10. Fragmento cerámico correspondiente a l borde de un vaso de

boca acampanada. B a r r o co lor ocre (F ig . 10, 4). 11. Pequeño fragmento de vaso cerámico correspondiente a l borde de

u n vaso. B a r r o co lo r ocre. 12. Fragmento cerámico correspondiente a l borde de u n vaso de

paredes vert icales. B a r r o co lor ocre (F ig . 10, 5). 13. Fragmento cerámico correspondiente a l fondo de u n vaso con

u m b o resaltado en su parte in ter ior . B a r r o co lo r amar i l l o , de caracterís­ticas análogas a l de la c i tada u r n a c inerar ia encontrada junto a este corte estratigráfico (F ig . 10, 6).

14. Pequeño fragmento cerámico a torno correspondiente a l borde de u n vaso. B a r r o co lor amar i l l o , de las mismas características que el an­ter ior .

17

Page 20: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

15. Fragmento cerámico correspondiente a l borde de un vaso cerrado con reborde vuelto hac ia afuera, de bar ro ocre. Presenta engobe o barn iz marrón (Fig. 11, 8).

16. Fragmento del fondo de un gran vaso de paredes inc l inadas de barro co lor rosado (F ig . 11, 9).

Fie. 11—Materiales del Nivel V.—1-7. Cerámica a mano.—8-9. Cerámica a torno.

18

Page 21: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

Cerámica a mano

17. Fragmentos indeterminados de cerámica a mano ( t ipo «pasta de higo» ) de cocción regular y peso excesivo.

18. U n fragmento de l borde de u n a vas i ja de ba r r o negruzco, deco­rado con incis iones hechas con l a uña o con u n a mediacaña, y dispuestas en u n a m i s m a línea, a l rededor del vaso, a 3 c m . bajo e l borde (F ig . 11, 1).

19. Fragmento de l fondo de u n vaso con p ie redondo m u y esbelto y paredes curvas. B a r r o negruzco (F ig . 11, 2).

20. U n fragmento correspondiente a l borde de u n vaso con u n a ancha arandela y que presenta en ésta u n a gruesa pro tuberanc ia en f o r m a de tronco de pirámide. Pasta b i en coc ida , co lor cenic iento, presenta engobe gris oscuro en su superficie (F ig . 11, 3).

21. Fragmento de u n asa de bastonc i l l o , de ejecución m u y descuida­da. B a r r o co lor castaño, engobe negro (F ig . 11, 4).

22. U n fragmento correspondiente a l borde de u n vaso de paredes cas i vert icales con reborde l igeramente vuelto hac ia fuera. B a r r o co lor ro j i zo , presenta muchas impurezas , cocción i r regu lar (F ig . 11, 5).

23. Fragmento correspondiente a l bo rde de u n gran vaso en f o r m a de l ebr i l l o . B a r r o co lor marrón, cocción i r regu lar , presenta tres líneas incisas o acanaladuras hor izonta les a lrededor en su parte externa (Figu­ra 11, 6).

24. Fragmento correspondiente a l borde de u n vaso con reborde vuelto hac ia fuera. B a r r o marrón, presenta engobe negruzco (F ig . 11, 7).

25. Va r i o s fragmentos cerámicos a mano , atípicos. B a r r o co lo r os­curo y engobe negro.

Varios

26. Fragmentos de escorias, m u y porosas. 27. U n trozo de grani to micáceo, tex tura granuda. 28. Fragmento de u n l ad r i l l o esponjoso, superf ic ie a l i sada y ennegre­

c ida po r efecto del fuego. 29. U n fragmento de l ad r i l l o ro j i zo que presenta adher ida u n a capa

metálica.

'Fauna

30. Fragmentos óseos de aves y mamíferos. 31. Seis caparazones de caracoles mar inos de l género murex (caña­

di l las pequeñas) y f ragmentos de otros y diversos fragmentos de con­chas mar inas de l género pectunculus y cardium norvegicum.

32. Caparazón de u n caraco l terrestre.

N I V E L V I

Potenc ia , 0,60 m . Cons t i tu ido p o r t ierras sueltas y cenicientas. Hemos de destacar que

19

Page 22: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

este n i ve l ofreció algunos fragmentos de cerámica del m i s m o t ipo y clase que l a que suele presentar decoración de «retícula bruñida».

A continuación descr ib imos los mater iales obtenidos.

I N V E N T A R I O D E L O S M A T E R I A L E S

Cerámica a torno

1. Diversos fragmentos cerámicos atípicos, a torno, todos de buena ca l i dad y cocción con barros colores ocre, rosa y amar i l l o ; a excepción de u n fragmento de bar ro co lo r marrón m a l cocido.

2. Fragmento cerámico corespondiente a l borde de un vaso de pare­des cas i vert icales. B a r r o co lor gris (F ig . 12, 1).

3. Diversos fragmentos cerámicos indeterminados correspondientes a grandes vasos. Ba r r o s colores ocre, ocre-grisáceo, anaranjado, gr is c laro y amar i l l o . A lgunos presentan poca cocción.

4. Fragmento del fondo de u n vaso de barn i z ro jo con pie c i r cu la r marcado y paredes curvas, bar ro co lor anaranjado. E l barn iz , sólo por e l in te r io r de l vaso, es más b ien p i n t u r a que se disuelve con el agua (F i ­gura 12, 2).

F I G . 12.—Materiales del Nivel VI.—1-3 y 5-8. Cerámica a torno.—4. Cerámica a mano.

20

Page 23: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

5. Fragmento cerámico correspondiente a l borde de u n vaso cerrado o ánfora con el reborde de l a boca u n poco acampanado. B a r r o roj izo-ocre. Cocción regular (F ig . 12, 3).

6. Fragmento correspondiente a l borde de u n gran vaso de perf i l en ese. B a r r o co lor gr is , s in engobe (F ig . 12, 5).

7. Fragmento del borde de u n cuenco. B a r r o co lor amar i l l o (F igu­r a 12, 6). L a f o r m a es m u y frecuente en L a Esperanza en cerámicas grises.

8. Fragmento cerámico correspondiente a l a boca de u n ánfora de cuel lo ancho y corto con grueso reborde, del t ipo corr iente en los yac i ­mientos fenicios de Occidente. B a r r o co lor ocre-grisáceo (F ig . 12, 7).

9. Fragmento cerámico correspondiente a l borde de u n plato o fuen­te de paredes curvas y poco hondo. B a r r o co lor gris c laro , buena coc­ción (F ig . 12, 8).

10. Fragmento cerámico correspondiente a l borde de u n plato o fuente de per f i l curvo . B a r r o co lor ocre-anaranjado, cocción regular .

Cerámica a mano

11. Diversos fragmentos cerámicos atípicos. B a r r o t ipo de «pasta de higo», co lor negruzco.

12. Fragmentos indeterminados de cerámicas espatuladas y con en­gobe, pasta negruzca.

13. Fragmento cerámico a mano, correspondiente a l borde de u n vaso cerrado con reborde hac ia afuera (F ig . 12, 4), pasta de co lor oscuro.

14. U n solo fragmento m u y pequeño, de pasta negruzca, de ca l idad y características análogas a l a cerámica que suele presentar decoración de «retícula bruñida».

Varios

15. Fragmento correspondiente a u n l ad r i l l o poroso ; coloración ro­ja , quizá re fractar io , que parece haber soportado g ran temperatura .

16. Fragmento de l ad r i l l o del m i s m o t ipo que el anter ior , co lor ana­ranjado.

17. U n fragmento de p i ed ra arenisca, de f o rma i r regular . 18. U n trozo grande de escor ia.

Fauna

19. Diversos restos óseos de aves y mamíferos. 20. Diversos fragmentos de conchas mar inas del género pectunculus

y cardium norvegicum y caparazones de caracoles mar inos de l género murex.

N I V E L V I I

Potenc ia , 0,40 a 0,70 m . Ba j o u n a capa de p i zarras y p iedras sueltas se i n i c i a este n ive l , d iv i ­

diéndose l a cuadrícula en dos sectores po r restos de u n tosco múrete de

21

Page 24: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

piedras sueltas, m u y toscamente trabadas con arc i l l a , que cor ta la p lanta de la cuadrícula en dirección aprox imada N.-S., a lcanzando el estrato desigual potencia en ambos lados (Lám. I I I , 4 ) .

E n la parte or ienta l , que denominamos in ter ior de la construcción, el n i ve l está sel lado po r u n delgado p iso de grav i l l a y t i e r ra apisonada, a l­canzando u n a potenc ia de 0 , 7 0 m. ; en l a parte occ idental o exter ior de la construcción l a potencia es de 0 , 4 0 m. , alcanzándose aquí la a r c i l l a v irgen del terreno. E n ambos sectores l a t i e r ra ofrece coloración grisácea, en­contrándose cerámicas a mano y a torno. Las t ierras del in ter ior de la construcción ofrec ieron ind ic ios de cenizas y fragmentos de escorias, j un to con restos de carbón vegetal.

A continuación descr ib imos los mater ia les obtenidos.

I N V E N T A R I O D E L O S M A T E R I A L E S

Metal.

1. U n fragmento de una va r i l l a fina de bronce de 4 c m . de largo (F i ­gura 1 4 , 2 ) .

2 . Agu ja fina de bronce de 11 cm. de long i tud (F ig . 14 , 3 ) .

Cerámica a torno.

3. Diversos fragmentos cerámicos pequeños y atípicos de d ist intas cal idades. B a r r o s colores ocre, anaranjado, gr is y algunos amar i l l entos .

4 . Fragmentos del borde de u n vaso con cuel lo recto y reborde vuelto hac ia afuera. B a r r o co lor ocre. Recubier to por su parte in te rna de barn i z ro jo , de m a l a ca l idad , más b ien p i n t u r a (F ig . 13 , 1 ) .

I / I /

3cms

F I G . 13.—Materiales del Nivel VIL—1-5. Cerámicas a torno.

22

Page 25: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

5. Fragmento correspondiente a l borde de u n ánfora de cuerpo panzudo, ancha boca con reborde vuel to hac ia afuera. B a r r o co lor ocre (F ig . 13, 2).

6. Fragmento cerámico- indeterminado , ba r ro co lor ocre, recubier to de barn i z o engobe rojo-castaño.

7. Fragmento cerámico correspondiente a l borde de u n vaso con grue­so reborde ver t i ca l . B a r r o co lor anaranjado con numerosas motas de m i ca . Presenta restos de barn i z ro jo en l a parte externa (F ig . 13, 3).

8. Fragmento correspondiente a l borde de u n vaso de paredes vert i ­cales y reborde vuelto hac ia afuera con u n pequeño resalte bajo e l mis ­mo . B a r r o co lor ocre (F ig . 13, 4).

9. Fragmento cerámico perteneciente a l borde de u n vaso de cerá­m i c a gr is con per f i l en ese (F ig . 13, 5).

10. Fragmentos cerámicos a torno. B a r r o s colores gris (fino y depu­rado) , gr is c laro , marrón (muy m a l cocidos) y ocre anaranjado.

11. Fragmentos cerámicos correspondientes a l borde de u n vaso con restos de barn i z ro jo ; otro fragmento de cerámica m u y fina con restos de p in tu ra .

12. Fragmento del borde y pared la tera l de u n gran vaso de cuerpo g lobular . B a r r o f ino y depurado, co lor anaranjado, presenta elegante de­coración de bandas hor izontales p intadas en ro jo , negro y b lanco (F i ­gura 14, 1), d i s t r ibu idas de l a siguiente m a n e r a : en l a parte super ior pre­senta u n a f ran ja r o j a de 2 c m . de anchura , po r debajo se subraya con una línea de co lor negro; inmediatamente debajo, u n a pequeña f ran ja b lanca con o t ra línea negra por debajo; a continuación, u n a f ran ja b lan­ca de 3 c m . de anchura , bajo l a cua l nuevamente aparece u n a banda roja.

13. Fragmento de l a pared la tera l y asa bífida de u n gran vaso o ánfora de bar ro co lor ocre, depurado y b i en coc ido (F ig . 14, 4) y diversos fragmentos indeterminados correspondientes también a ánforas o gran­des vasos.

Cerámica a mano

14. Fragmentos cerámicos a mano atípicos pertenecientes a los t ipos de «pasta de higo».

15. Fragmentos cerámicos a mano de d is t intas cal idades recubiertos con engobe gr is . U n fragmento es del m i s m o t ipo característico de las cerámicas que presentan decoración de «retícula bruñida».

Varios

16. Diversos fragmentos de escorias, unas porosas, otras m u y poro­sas con partes b lanquec inas y también trozos de escor ia porosa con cuar­zo l ibre , esta última s im i l a r a l a mues t ra de l N i v e l V , p o r lo que no se da el análisis de l a m i s m a ; las demás h a n s ido di ferenciadas en l a tab la de análisis con las letras a, b, c, d.

17. U n trozo de m ine ra l ag lomerado o reb landec ido , que no está fund ido .

18. Fragmento de l ad r i l l o c on restos de escor ia m u y porosa adhe­r idos .

23

Page 26: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

Fauna

19. Fragmentos m u y pequeños de huesos de animales. 20. U n a va lva de cardium edule (berdigón); var ios caparazones de

caracoles mar inos del género murex (brandaris y trunculus); conchas

F I G 14.—Materiales del Nivel V I I . — 1 . Cerámica a torno pintada.—2-3. Objetos de bronce.— 4. Asa de ánfora a torno.

24

Page 27: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

mar inas del género pectunculus y cardium norvegicum; f ragmentos de conchas de gryphaea angulata (ostiones) y u n a va lva de tapes decussatus (a lmeja grande).

21. Caracoles terrestres de diversas clases.

N I V E L V I I I

Potencia, 0,30 m . Como estrato arqueológico sólo existe en la parte or ienta l , dentro de

lo que hemos denominado in te r io r de la construcción. Se encuentra sella­do por una capa de unos 4 c m . de espesor, const i tu ido por arenas sueltas de co lor ro j i zo , posib lemente po r haber soportado elevadas temperatu­ras; entre éstas se encuentran restos de cenizas; las t ierras son sueltas y cenicientas, de carácter arc i l loso mezcladas con arena.

A continuación descr ib imos los mater ia les de este n ive l .

I N V E N T A R I O D E L O S M A T E R I A L E S

Metal

1. Fragmento pequeño de u n a va r i l l a c i l i nd r i c a de bronce con u n extremo aplanado que mide 2 c m . de largo.

2. Tres fragmentos c i l indr i cos correspondientes a u n a m i s m a va r i l l a de bronce, que m iden en total 10,5 c m . de l ong i tud .

Cerámica a torno

3. Fragmentos cerámicos indeterminados. Ba r r o s de co lor ocre, gr is y rosáceo.

4. U n fragmento de asa de ánfora, de f o rma arqueada y sección re­donda. B a r r o co lor ocre con muchos granos de cuarzo (F ig . 15, 1).

F I G . 15.—Materiales del Nivel V I I I . — 1 - 2 . Asas de ánfora, cerámica a torno.

25

Page 28: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

5. Fragmento de u n asa y pared la tera l de u n ánfora de sección irre­gular , pasta ocre con mucho cuarzo (Fig. 15, 2).

6. Fragmento cerámico m u y pequeño correspondiente a l borde de u n vaso con u n grosor de 3 m m . ; conserva restos de engobe rojo.

7. Fragmento cerámico m u y pequeño correspondiente a l borde de u n vaso de barn i z ro jo . B a r r o co lor ocre. Presenta barn iz sólo por su parte interna, distinguiéndose una f ranja más oscura en el borde.

8. Fragmento cerámico correspondiente a l borde y parte de la pa­red de u n vaso de cerámica gris del t ipo de As i a Menor . B a r r o fino y depurado, buena cocción y gran dureza (F ig . 16, 1).

9. U n borde de vaso de pasta gris más c la ra que l a anter ior , pero de análogas características (F ig . 16, 2), y var ios fragmentos indeterminados de l a m i s m a clase cerámica.

F I G . 16.—Materiales del Nivel V I I I .—1-4 . Cerámica a torno.—5. Cerámica a mano.

1 0 . Fragmento cerámico a torno correspondiente a l fondo de u n vaso de fondo p lano con u m b o centra l en su parte in te r io r y pie l igeramente marcado con e l ar ranque de la pared la tera l . B a r r o co lor ocre, depurado y b i en coc ido (F ig . 1 6 , 4 ) .

1 1 . Fragmentos cerámicos a torno correspondientes a grandes vasos o ánforas de ba r ro co lo r ocre. Buena cocción.

1 2 . Fragmentos cerámicos a torno correspondientes a grandes vasos o ánforas. B a r r o s colores gr is y ro j i zo , de m a l a cocción.

1 3 . Pequeños fragmentos cerámicos a torno, de barros de co lor ana­ranjado, grisáceo y ocre.

2 6

Page 29: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

14. Fragmento del borde de u n vaso panzudo con cuel lo ancho y corto , y reborde hac ia afuera. B a r r o co lor marrón, basto y con muchas impurezas (F ig . 16, 3).

Cerámica a mano

15. Fragmentos cerámicos a mano . B a r r o t ipo «pasta de higo»; pre­senta escorias de fundición en sus barros .

16. Fragmentos cerámicos a mano , de barros roj izos con impurezas , i r regularmente cocidos y con poca coherencia.

17. Fragmento cerámico a mano, correspondiente a l fondo de u n gran vaso, con pie redondo m u y marcado . B a r r o co lor negro con granos de m i ca , posee gran peso. Está recubierto p o r u n a espesa capa de bar ro ro jo a l isado a modo de engobe (F ig . 16, 5).

18. Numerosos fragmentos pequeños con r o t u r a ant igua correspon­dientes a vasos hechos a mano, m u y m a l cocidos y toscos, que proba­blemente corresponden a l recipiente inventar iado con el número 17.

Varios

19. Pequeños fragmentos de escorias m u y porosas. 20. Unos trozos de mate r ia l ag lomerado o reblandecido, que no está

fundido .

Fauna

21. Fragmentos de huesos de bóvidos, de zancudas y esquir las de otros huesos indeterminados .

22. Fragmentos de caparazones de caracoles terrestres, de valvas de tapes decussatus (almejas grandes), de pectunculus, co lor gr is y b lanco, de pectén maximus (concha de peregrino) , de gryphaea angulata (ostio­nes) y u n caraco l ma r ino del género murex, junto con restos de carbón vegetal.

N I V E L I X

Corresponde en e l in t e r i o r de l a construcción o sector o r i en ta l de l a cuadrícula a l suelo v i rgen de a r c i l l a amar i l l a , f o rmado geológicamente p o r l a capa de margas pl iocenas y arqueológicamente estéril.

27

Page 30: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

R E S U M E N

De los mater ia les obtenidos en este corte estratigráfico, p r imero que se real iza en la c iudad de Hue l va , pese a lo reduc ido del área excavada, podemos deduc i r a grandes rasgos parte de l a h i s to r i a y v ic is i tudes de ocupación del lugar .

Has t a hace unos c incuenta años, e l cabezo de L a Espe ranza estaba ocupado por pequeñas huertas y a lmendrales y así estaría desde hace s i ­glos, pues n i en l a superf ic ie n i en e l N i v e l I aparecen apenas restos de cerámicas modernas , fa l tando p o r completo las de época árabe, s i b i en los huertos modernos pudiesen ex is t i r y a desde estas fechas.

E l N i v e l I, evidentemente de formación reciente en su estrato super ior , ofreció mezclados fragmentos romanos y modernos en e l estrato in fer ior . U n fragmento de escor ia de aspecto poroso, análogo a los existentes en el Filón Nor te , en las minas de R io t in to , puede considerarse con toda proba­b i l i dad arrastrado desde l a parte más a l ta de l a Mesa de l a H o r c a , pues corresponde a fundición p re r romana , como se desprende del análisis de la m i s m a y po r las razones que se ind i can más adelante.

E l N i v e l II , const i tu ido po r u n firme de cantos rodados datable en época romana , así identi f icado por l a presencia de fragmentos de tégulas y otros mater ia les , no ofreció ningún fragmento cerámico típico que nos permi t i e ra establecer u n a fecha. Aquí encontramos u n fragmento de es­cor ia análogo a l descr i to en el N i v e l I y unos granos de cuarzo cemen­tados po r escorias de l a m i s m a clase, f o rmando parte del pav imento a l igua l que los demás mater ia les.

E l N i v e l I I I también ofreció mater ia les romanos . Hemos de destacar l a existencia de fragmentos de escorias m u y porosas procedentes del be­neficio de minerales excepcionalmente r icos en p la ta . De l resul tado del análisis de las mismas se deduce que «sus condic iones de formación fue­ron m u y deficientes, atribuyéndose a que l a composición de l a carga pa ra l a fusión fue incorrec ta , y no po r haberse operado a temperatura d is t in ta de la necesaria». P o r el lo, hemos de pensar que estas escorias, a l i gua l que las de los niveles anter iores, no datan de época romana , a pesar de en­contrarse entre mater ia les de esta época, y deben proceder de u n a remo­ción anter io r o arrastradas hasta este s i t io desde otro lugar, pues los explotadores de época r o m a n a dominaban b ien las técnicas y proced i ­mientos de fusión de minera les , pudiéndose de te rminar que no se t ra ta de escorias de fundic iones romanas , b i en conocidas y caracter izadas en los grandes escoriales en la zona m ine ra de Hue l va , s iendo fácilmente reconocibles e identi f icables.

28

Page 31: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

E n el N i v e l I V aparecen algunos fragmentos de cerámicas a mano y son numerosos los fragmentos de cerámicas a torno de co lor amar i l l o . Suponemos que este n ive l pueda corresponder a u n a destru ida necrópolis p r e r r omana p o r l a analogía de los fragmentos cerámicos amar i l l os con los de la clase cerámica de l a u r n a de incineración ha l l ada casualmente en las prox imidades del lugar de l a prospección (1). L a existencia de tro­zos de ca l , cenizas y restos óseos nos apoyan en esta idea. Las lajas de p izarras silúricas que a l comienzo de este n ive l se nos aparecen sueltas, pero con c ier ta hor i zonta l idad , nos hace pensar que este n ive l fue revuel­to pa ra aprovechar los mater ia les de entibación de las tumbas , prec isa­mente lajas de p i z a r r a p a r a cons t ru i r u n posib le camino o p iso , proce­dente del conso l idado con mater ia les netamente romanos que const i tuye el N i v e l IT, lo que explicaría el grado de destrucción de los mater ia les de este N i v e l .

Los parale los geográficamente más próximos pa ra las cerámicas, pue­den señalarse en el estrato I I I de C a r m o n a (2), donde existen cerámicas a torno de bar ro amar i l l o y cerámicas grises de t ipo «ampuritano»; tam­bién encontramos en C a r m o n a algunos perf i les de vasos con el borde l igeramente vuelto hac ia dentro (3), análogos a alguno del N i v e l I V de Hue l va (F ig . 5, 1), aunque este último no es de cerámica gr is.

E n Carmona , e l estrato I I I se fecha en época anter ior a l siglo n antes de J . C , probablemente en el siglo n i a. de J . C , aunque el análisis a l carbono 14 de muestras de carbón vegetal ofrecen fechas entre fines del siglo v i y p r inc ip ios del v a. de J . C. (4). L a presencia de u n frag­mento de ánfora fenic ia (F ig . 9, 4), análoga a las de Mogador y otros yac imientos fenicios (5), y la cerámica de barn i z ro jo permi te establecer un cierto ambiente cu l tu ra l , en relación con el «Círculo fenicio de Occ i ­dente» (6), s in que puedan valorarse cronológicamente, dada l a perviven-c ia de dichas cerámicas en el ambiente cu l tu ra l c i tado. Tampoco debe desecharse l a pos i b i l i dad de haberse remov ido los Niveles I V y aun el V en l a época de formación del p iso que separaba los Nive les I I I y IV .

E l N i v e l V , de escasa potencia , ofreció, no obstante, gran cant idad de mater ia les cerámicos, aumentando notablemente l a proporción de ce­rámicas a mano en relación con el n ive l anter ior . L a existencia de frag­mentos correspondientes a grandes vasos, tanto a torno como a mano, y l a d ivers idad de clases y t ipos cerámicos nos revelan un abigarrado m u n ­do y l a existencia de importantes act iv idades mercant i les , probablemen­te reflejo de los contactos del m u n d o indígena con los pueblos co loni ­zadores.

L a existencia de l ad r i l l o poroso, con su pos ib le uso re f ractar io y el

( 1 ) J . P. G A R R I D O y E . O R T A : Nuevo hallazgo de una tumba de incineración en los cabezas de Huelva. «Ampurias», XXVI I I , págs. 209 y ss.

( 2 ) J . D E M . C A R R I A Z O y K. RADDATZ : Primicias de un corte estatigráfico en Car-mona. «Archivo Hispalense», núms. 103-104. Sevilla, 1960.

( 3 ) J . DE M. C A R R I A Z O y K. RADDATZ : Ob. cit., Fig. 6, 1-8. (4 ) J . DE M. C A R R I A Z O y K . R A D D A T Z : Ob. cit., pág. 1 3 . — S C H W A B E D I S S E N y F R E U N -

P L I C H : Kóln radiocarbon mesurements I. Radiocarbon, vol. 8, 1966, págs. 239-247. ( 5 ) A. J O D I N : Mogador. Comptoir phénicien du Maroc Atlantique, figura 26 ,

páginas 123 y ss. ( 6 ) M. T A R R A D E L L : El impacto colonial de los pueblos semitas. Primer Sympo-

sium de Prehistoria de la Península Ibérica. Septiembre 1959, Pamplona, 1960, pá­ginas 2 7 0 y ss.

29

Page 32: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

hallazgo de escorias procedentes de las fundic iones de minerales r icos en p lata , nos sugieren l a presencia de industr ias de fundición de este precio­so meta l .

U n cierto ind i c i o cronológico podía ofrecer l a existencia de fragmen­tos de cerámica de barn i z ro jo y d ist intos t ipos de grises, aunque fa l ta para estas cerámicas u n a precisión t empora l concreta como hemos ind i ­cado anter iormente. U n pequeño fragmento de cerámica puede correspon­der a u n vaso de «boca de seta», aunque su pequenez no permi te asegu­ra r l o , nos acercaría a l siglo v i (7). Ex i s t e u n fragmento cerámico a mano decorado con impres iones (F ig . 10, 1), cuya clase y características se han considerado típicas del m u n d o céltico y como ind i c i o de la in f luenc ia indoeuropea en Andalucía. E s t a clase de cerámica l a encontramos también en C a r m o n a (Sevi l la ) (8), en R i o t in to (Huelva) (9) y Arcos de l a F ron te ra (Cádiz). E n general, se encuentran cerámicas análogas en ambientes coloniales fenicios, inc luso fuera de l a Península, como en Mogado r (10). S u cronología también nos ap rox ima a l siglo v i a. de J . C.

E l N i v e l V I debe ser considerado tipológicamente análogo a l anter ior , aunque los restos cerámicos son menos abundantes y d i sminuye el núme­ro p roporc i ona l de cerámicas a mano , menos abundantes que en el n ive l precedente. E l borde de u n cuel lo de ánfora fenic ia (F ig . 12, 7), e l fondo de u n vaso de ba rn i z ro jo (F ig . 12, 2) y var ios fragmentos de grandes vasos i nd i can este m i smo mundo . E l hal lazgo de u n fragmento de cerá­m i c a a mano de la m i s m a clase que la que suele presentar decoración de «retícula bruñida» puede ser ind ic io de u n a cronología algo más ant igua, aunque en C a r m o n a (11) aparece la cerámica de retícula bruñida en el estrato 4 y con cronología del siglo i v o quizá del v, lo que parece una fecha excesivamente tardía pa ra estas cerámicas.

También aparecen restos de fauna m a r i n a . S i n embargo, se han encontrado menos elementos en relación con l a

fundición de minera les , lo que puede a t r ibu i rse a s imple casua l idad, dada la u n i d a d cu l tu ra l con el n i ve l inmedia to super ior , que parece represen­tar u n a intensificación de l a v i da y relaciones mercant i les del m u n d o representado en este estrato.

E l N i v e l V I I también se nos aparece cerrado por u n a serie de fragmen­tos de lajas de p izarras silúricas, sueltas y separadas, norma lmente colo­cadas en posición hor i zon ta l como s i a lguna vez hubiesen f o rmado parte de u n piso que constituía el fondo del N i v e l V I , a l i gua l que aconteció a l comienzo del N i v e l IV .

Inmediatamente , bajo las lajas de p izarras aparecen los restos de u n a construcción (Lám. IV , 4) cuya natura leza es difícil de prec isar , dado l a pequenez del área excavada. E l estrato, en el in t e r i o r de l a construcción, descansa sobre u n tenue y débil p iso de grav i l l a y t i e r ra ap isonada y en el exter ior o sector occ identa l de la cuadrícula, sobre l a a r c i l l a v i rgen. Los restos de l m u r o son de piedras, entre las que había algún fragmento de

( 7 ) P. C I N T A S : Ceramique punique. París, 1950, pág. 4 5 6 y ss. ( 8 ) G. B O N S O R : Les colonies agricoles de la vallé de Betis, 1899, págs. 109 y ss. ( 9 ) A . B L A N C O F R E I J E I R O : Antigüedades de Riotinto. «Zephyrus», X I I , 1962, pá­

gina 32 , fig. 1, 3 . ( 10 ) A . J O D I N : Mogador. Comptoir phénicien du Maroc Atlantique. Rabat, 1966.

página 166. ( 1 1 ) J . J . DE M . C A R R I A Z O y K . R A D D A T Z : Ob. cit., pág. 13. No obstante es posible

que las fechas para Carmona sean más antiguas. V. nota 4.

30

Page 33: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

adobe o l adr i l l o y algunas p izarras , ensamblados todos con a rc i l l a a modo de argamasa, e inc luso algún gran b loque de escor ia.

Pese a l a escasa potencia de este estrato abundan los restos cerámi­cos : fragmentos de vasos de barn i z ro jo , cerámicas p intadas y grises de dist intas cal idades y t ipos, d i sminuyendo aún más l a proporción de cerámicas a mano , re lat ivamente escasas, y entre las que se encuentran algún fragmento de la m i s m a ca l idad de las que presentan decoración de «retícula bruñida».

Fragmentos de escorias minerales y de ladr i l l os esponjosos nos seña­lan l a existencia de act iv idades metalúrgicas.

Restos de fauna m a r i n a comestibles (berberechos, almejas, ostiones) parecen ind icarnos quizás determinados hábitos a l iment ic ios .

E s difícil establecer u n a cronología para este n ive l , y más siendo tan pequeños los fragmentos cerámicos obtenidos y careciéndose de las for­mas completas. Los vasos con asas dobles y las cerámicas p intadas a bandas aparecen en ambientes fenicios de los siglos v i - v n (12), pero no tenemos elementos pa ra fijar u n a fecha concreta que señale l a desapari­ción de estas clases y t ipos cerámicos, poco documentados en el Suroeste peninsular . L o m i s m o puede decirse de las cerámicas grises, que a lcanzan u n a larga perv ivenc ia (13), así como las cerámicas de barn i z ro jo .

E l N i v e l V I I I se encuentra debajo del p iso de grav i l las y t i e r ra apiso­nada que const i tuye el fondo del n ive l anter ior en el in te r i o r de los restos de la construcción c i tada. E l estrato descansa directamente sobre l a ar­c i l l a v i rgen del terreno.

E l hal lazgo de fragmentos de cerámica gris m o n o c r o m a s in decora­ción, con las características de l a gr is minorasiática puede ofrecernos u n ind i c i o cronológico. Es tas cerámicas s in decoración de ondas se han con­s iderado impor tac iones directas del As i a M e n o r (14) y corresponderían al siglo v i (15) y probablemente a l v i l , en el Mediodía pen insular . E l per­f i l de l a figura 16. 1 corresponde a u n vaso abierto, probablemente una copa. E l per f i l recto de la figura 16, 2 es corr iente en esta clase de cerá­micas (16).

L a abundanc ia de fragmentos cerámicos correspondientes a grandes vasos, tanto a torno como a mano, sugiere importantes act iv idades comer­ciales. L a presencia de la cerámica gris m o n o c r o m a puede ind i ca r en cierto modo u n a relación con el m u n d o or ienta l , probablemente fócense, como nos ref ieren las fuentes escritas (17).

L a existencia también en este n ive l de escorias de fundición de m i ­nerales, m u y r icos en p la ta , pueden expl icar en concordanc ia con los tex­tos, e l mot i vo p r i n c i p a l de las relaciones mercant i les que parecen refle­j a r los hal lazgos cerámicos.

(12) G . V U I L L E M O T : La necrópole punique du phare dans lile Rachgoun (Oran). «Libyca», III. Argel, 1955.—A. J O D I N : Mogador. Comptoir phénicien du Maroc Atlan-tique. Tánger, 1966.

(13) F . B E N O I T : Recherches sur l'heüenisation du Midi de la Gaule. Aix en Pro-vence, 1965.

(14) F . B E N O I T : Ob. cit., pág. 155. (15) M . A L M A G R O : Cerámica griega gris de los siglos VI y V a. de J. C. en Am­

purias. «Rivista di Studi Liguri», X V , 1949, pág. 70. (16) F . B E N O I T : Ob. cit. «Planche», 28.—F. V I L L A R D : Las ceramiques grecques de

Marseille. París, 1960, pág. 52. (17) Herodoto, I, 163.

31

Page 34: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

C O N C L U S I O N E S

E l carácter de s imple prospección, en u n área reduc ida , no permi te establecer unas conclusiones definit ivas.

Las curvas de n i ve l actuales no representan la topografía ant igua del cabezo de L a Esperanza . A pa r t i r del N i v e l I V los estratos se presentan hor izontales , p o r lo que hemos de suponer que e l per f i l de l a co l ina no acusaría el decl ive sensible que h a adqu i r ido en épocas poster iores, c on toda p robab i l i dad a causa de l a erosión or ig inada a l seccionar las lade­ras vert icalmente, lo que hizo descender el n ive l de base de los arroyos pluviales act ivando l a erosión (*).

Desde el N i v e l V y hasta el V I I I , donde se encuentran, a l i gua l que en el V I I , m ine ra l reb landec ido, son frecuentes los ind ic ios de act iv idades metalúrgicas encaminadas pr inc ipa lmente a l a obtención de p la ta . Los Niveles V y V I I son los más r icos en cerámicas, separados por e l N i v e l V I , más pobre en número de hal lazgos, aunque notablemente de mayo r po­tencia. Probablemente estos niveles representan dos momentos de intensi­ficación de las posibles act iv idades comercia les. E s de notar l a mayor pro­porción de cerámicas a mano del N i v e l V en relación con los Niveles V I y, sobre todo, con el V I L

E s difícil establecer u n a conclusión sobre l a natura leza y finalidad de los restos de l a construcción que se in i c i a en el N i v e l V I I , que quizá haya que poner en relación con las act iv idades reseñadas, y pud i e ra tratarse de u n a torre de fundición, como parece ind i ca r l o los bolsones de arena ca lc inada, existentes en el horno o N i v e l V I I I .

Como hemos ind icado , dado l a pequenez del área excavada se hace necesario l a ampliación y confirmación de los datos, pues podríamos estar en presencia de u n fenómeno de sedimentación de u n pozo o en u n barranco .

E s t a pos ib i l i dad debe ser tenida m u y en cuenta, dado que en l a parte del t a lud de la Vía Pa isa j is ta se aprec ia como u n a especie de embudo, que así lo sugiere; no obstante e l hecho de presentarse u n a serie de n i ­veles hor izontales con u n a aparente con t inu idad de pisos o pav imentos parecen demasiado evidentes; los restos de l a construcción del N i v e l V I I I también pueden ser restos de u n m u r o de contención de aguas p luv ia les .

E n def in i t iva, es prec iso l a ampliación y continuación de las exca­vaciones para elevar a def init ivas las conclusiones que se exponen.

(*) La tendencia a seccionar los cabezos ha subsistido hasta nuestros días, de­bido al deseo de los habitantes de viviendas de ampliar las mismas o sus depen­dencias a costa de las tierras de los cabezos, lo que origina relativamente frecuentes desplomes y derrumbamientos.

32

Page 35: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

AN

AL

IS

IS

Des

crip

ción

C

u pb

Zn

A

s Sio>

A|̂

D

SQ^

1.

Esc

oria

s. N

ivel

I

Traz

a 1.

82

0.04

0.

08

36.5

0 47

.34

2.84

2.9

7 0.

72

1.55

2.

92

2.

Esc

oria

s. N

ivel

II

Traz

a 0.

62

0.04

0.

07

55.9

6 33

.95

2.68

1.

96

0.36

1.

56

0.18

60

.2

0.1

3.

Esc

oria

s. N

ivel

III

0.

05

0.62

0.

06

0.07

30

.20

34.7

2 3.

59

2.85

0.

80

18.5

2 0.

95

879.

0 0.

4 4.

E

scor

ias.

Niv

el I

V

Traz

a 0.

46

0.08

0.

04

66.3

4 24

.69

2.76

1.

01

0.72

0.

11

0.06

10

5.8

0.2

5.

Esc

oria

s. N

ivel

V

Traz

a 1.

93

0.02

0.

45

43.2

2 30

.09

5.60

6.

45

1.23

4.

89

0.03

41

7.6

1.2

6.

Esc

oria

s. N

ivel

VII

(a

) 0.

06

3.88

0.

04

0.12

30

.36

28.0

3 2.

34

2.92

0.

65

22.2

3 3.

14

7.

Esc

oria

s. N

ivel

VII

(b

) 1.

16

3.17

0.

12 4

3.40

18

.00

4.85

2.

47

1.16

14

.13

2.41

8.

E

scor

ias.

Niv

el V

II

(c)

Traz

a 0.

08

0.02

0.

02

75.1

0 16

.98

2.59

0.

22

0.65

0.

04

0.14

9.

E

scor

ias.

Niv

el V

II

(d)

Traz

a 1.

61

0.10

25

.32

54.2

6 2.

51

5.10

0.

80

5.05

0.

14

10.

Esc

oria

s. N

ivel

VII

I Tr

aza

2.71

0.

10

0.10

36

.28

38.5

8 4.

43

3.65

0.

72

4.16

0.

13

822.

0 0.

4

CO

PIA

D

E

AN

ALI

SIS

D

E

LOS

A

RC

HIV

OS

D

E

LA

CO

MPA

ÑIA

E

SPA

ÑO

LA

DE

M

INA

S D

E R

IO T

INT

O

Esc

oria

de

Filó

n N

orte

0.

08

0.70

31

.20

50.0

0 18

3.0

0.9

Esc

oria

de

Filó

n

Nor

te

0.18

2.

18

27.4

0 51

.50

170.

3 2.

1 E

scor

ia B

ajad

a Is

la

0.15

0.

64

22.0

0 52

.00

8.60

18

9.2

0.7

Esc

oria

Rom

ana

0.20

2.

00

37.0

0 41

.20

2.30

30

5.0

0.8

Esc

oria

de

Nie

bla

0.07

1.

82

43.8

0 38

.20

750.

6 1.

3 La

drill

o de

gos

san

0.02

2.

66

64.1

0 18

.70

1.20

16

5.6

31.5

(*)

No

se h

a an

aliz

ado

la e

scor

ia d

el N

ivel

VI,

por

ser

peq

ueñ

a la

mu

estr

a.

Page 36: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

Del análisis de las escorias se deduce con toda segur idad l a existencia de act iv idades re lac ionadas con la obtención de metales preciosos, fun­damentalmente p lata . Hemos de hacer notar que estas escorias antiguas prer romanas se d is t inguen perfectamente de las de época r omana p o r sus rugosidades y fundición imperfecta. Po r el contrar io , las romanas están b ien fundidas y suelen superponerse a las anteriores en los grandes esco­r iales de las explotaciones mineras de l a región onubense (18).

A continuación reproduc imos el resul tado de los análisis efectuados sobre las escorias de los d ist intos niveles y su comparación con los obte­nidos en otras escorias antiguas existentes en los archivos de los labora­torios de l a Compañía Española de M i n a s de R io t in to .

E l d i c tamen emi t ido po r el jefe de labora tor io de l a Compañía Españo­la de M i n a s de R io t in to , señor Ba r r i g a , sobre el análisis de las escorias del cabezo de L a Esperanza es el s iguiente :

«En las muestras de escorias se observa invar iab lemente l a presen­cia de bar io , p l omo y metales preciosos. E s t a es u n a de las características que se suelen repet i r con bastante f recuencia en las muestras de escorias antiguas de R io t in to , de las que se ad junta análisis típico. También se da d icha característica en el m ine ra l «gossan» de Cerro Co lorado ; adjunta­mos el análisis de u n a mues t ra denominada «ladrillo de gossan» r em i t i da en c ie r ta ocasión por M r . Sa lk i e ld , interesante p o r su considerable con­tenido de oro.

E n general, estas escorias son m u y porosas, revelando unas condic io­nes de formación deficientes, no pudiéndose a t r i bu i r senci l lamente a que no se operó a l a temperatura requer ida , s ino probablemente a que la composición de l a carga pa ra l a fusión fue incorrecta .

M i opinión es que estas escorias pueden proceder de act iv idades rela­c ionadas con l a obtención de metales preciosos, y prec isando, p la ta más b ien que oro. Unas escorias tan cargadas de plata estuvieron en presencia, sin duda, de ricos materiales argentíferos.»

L a consecuencia que se der iva del análisis de las escorias y de los ind i ­cios cronológicos obtenidos, no puede p o r menos de ponerse en relación con las antiguas referencias l i terar ias sobre las r iquezas en p la ta del mí­t ico Tartessos, uno de los mot ivos p r imord ia l es de atracción comerc ia l de fenicios y griegos (19). Prec isamente las cerámicas fenicias y grises m i -norasiáticas no fa l tan en este yac imiento en los niveles más pro fundos.

Los minerales r icos en p lata , fundidos en e l cabezo de L a Esperanza , deben proceder de las numerosas m inas del in te r i o r de l a región de Hue l ­va, r icas durante la antigüedad no sólo en cobre, s ino también en p la ta y oro (20) y explotadas po r los p r imeros prospectores metalúrgicos ya des­de el B ronce I (21). También se h a de señalar que las únicas m inas de l

(18) I . P INEDO V A R A : Piritas de Huelva. Madrid, 1963 , pág. 18. ( 19 ) Fontes Hispaniae Antiqua I. Barcelona, 1955, págs. 174 y ss.—Fontes Hispa-

niae Antiqua II. Barcelona, 1925, págs. 28 , 94, 104, 136 y ss. ( 20 ) I. P INEDO V A R A : Obra cit., págs. 2 0 y ss. Señala la importancia y leyes muy

superiores a lo normal de las capas terrosas auroargentíferas de la zona de enri­quecimiento secundario bajo las monteras oxidadas, y que rara vez han podido ín­tegramente explotarse por haberse realizado ya en épocas antiguas.

( 21 ) J . DE S E R R A R A F O L S : Els conteneos de la minería i la metalurgia del come a la Península Ibérica. «Bulletí de l'Associació catalana d'Antropologia, Etnología i Prehistoria», 1924, págs. 147 y ss.

34

Page 37: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

Levante y S u r de España, donde en l a antigüedad se han extraído a la vez y en grandes cantidades el oro, l a p la ta y el cobre, son las de la región onubense (22).

Dado el carácter de prospección en u n área extremadamente reduc ida , no es pos ib le establecer n inguna conclusión def init iva, aparte de lo que queda apuntado, siendo evidente la necesidad de a m p l i a r e l área de exca­vación en este yac imiento pa ra obtener u n a visión más comple ta del sugestivo panorama del m u n d o p re r romano y protohistórico de este inte­resante lugar del SO. pen insular .

(22) I . P INEDO V A R A : Obra cit., págs. 22 y ss.

35

Page 38: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

L A M I N A S

Page 39: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

LAMINA I

Al

fon

do

de

la fo

togr

afí

a,

el ca

bez

o de

LA

E

SPE

RAN

ZA;

la f

lech

a y

el c

írcu

lo s

eñala

n r

esp

ecti

vam

ente

el

luga

r don

de

se v

erif

icó

el

son

deo

y

el del

h

all

azg

o fo

rtu

ito

de

un

a u

rna

cin

erari

a.

Page 40: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

LAMINA II

1. Sector suroccidental de la Mesa de la Horca en el cabezo de LA ESPERANZA. En primer término se distingue el talud formado al trazar la Vía Paisajista; la per­sona situada al borde del mismo señala el lugar de la prospección.—2. La cua­

drícula al comienzo de la excavación.

Page 41: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

LAMINA III

1- La cuadrícula al comienzo del Nivel II.—2. Detalle del Nivel II.—3. Sección del Nivel I I , en el lado NW. de la cuadricula.—4. E l Nivel I I I y comienzos del Nivel I V .

Page 42: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

L A M I N A IV

1. L a excavación al comienzo del N i v e l V y testigo del ángulo E .—2 . Nive les I, I I I I I I V y V — 3 Detal le de los Niveles IV y V .—4. N i ve l V I I mos t rando el in i c i o de los restos de la construcción, y ál SÉ. el testigo de los N i ­

veles V y V I que poster iormente se excavó.

Page 43: EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA 63

39. E L COMPLEJO ARQUEOLOGICO DE TAURO ALTO (EN MOGAN, ISLA DE GRAN CANARIA), por SEBASTIÁN JIMÉNEZ SÁNCHEZ.

40. POBLADO DE PUIG CASTELLAR (SAN VICENTE DELS HORTS, BARCELONA), por E . RIPOLL PERELLÓ, J . BARBERA FARRAS y M . LLONGÜERAS.

41 . LA NECROPOLIS CELTIBERICA DE LAS MADRIGUERAS (CARRASCOSA DEL CAMPO, CUENCA), por MARTÍN ALMACRO GORBEA.

42. LA ERETA D E L PEDREGAL (NAVARRES, VALENCIA), por DOMINGO FLETCHER VALLS , ENRIQUE PLA BALLESTER y ENRIQUE LLOBRECAT CONESA.

43. EXCAVACIONES EN SEGOBRIGA, por HELENA LOSADA GÓMEZ y ROSA DONOSO GUERRERO. 44. MONTE BERNORIO (AGUILAR DE CAMPOO, PALENCIA), por JULIÁN SAN VALERO

APARISI. 45. MERIDA: LA GRAN NECROPOLIS ROMANA DE LA SALIDA DEL PUENTE (Memoria

segunda y última), por ANTONIO GARCÍA Y BELLIDO. 46. E L CERRO DE LA VIRGEN, por WILHELM SCHÜLE y MANUEL PELLICER. 47. LA VILLA ROMANA DE LA TORRE LLAUDER DE MATARO, por MARIANO RIBAS

BERTRÁN. 48. S'ILLOT, por GUILLERMO ROSSELLÓ BORDOY y OTTO HERMANN FREY. 49. LAS CASAS ROMANAS DEL ANFITEATRO DE MERIDA, por EUCENIO GARCÍA SANDOVAL. 50. MEMORIA DE LA EXCAVACION DE LA MEZQUITA DE MEDINAT AL-ZAHRA, por

BASILIO PAVÓN MALDONADO. 51. EXCAVACIONES EN E L CIRCULO FUNERARIO DE "SON BAULO DE D A L T " (SANTA

MARGARITA, ISLA DE MALLORCA), por GUILLERMO ROSSELLÓ BORDOY. 52. EXCAVACIONES EN E L CERRO DEL R E A L (GALERA, GRANADA), por MANUEL P E ­

LLICER y WILHELM SCHÜLE. 53. CUEVA DEL OTERO, por P . J . GONZÁLEZ ECHECARAY, DR . M . A. GARCÍA GUINEA y

A . BECINES RAMÍREZ. 54. CAPARRA II (CACERES), por J . M . BLÁZQUEZ. 55. CERRO DE LOS SANTOS (MONTEALEGRE D E L CASTILLO, ALBACETE) , por

A . FERNÁNDEZ DE AVILES. 56. EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN IBIZA, por MARÍA JOSÉ ALMACRO GORBEA. 57. EXCAVACIONES EN NIEBLA (HUELVA), por JUAN PEDRO GARRIDO ROIZ y ELENA

M * ORTA GARCÍA. 58. CARTEIA, por DANIEL E . WOODS, FRANCISCO COLLANTES DE TERÁN y CONCEPCIÓN FER­

NÁNDEZ-CHICHARRO. 59. LA NECROPOLIS DE "ROQUES DE SAN F O R M A T G E " (EN SEROS, LERIDA), por

RODRIGO PITA MERCÉ y Luís DÍEZ-CORONEL Y MONTULL. 60. EXCAVACIONES EN LA NECROPOLIS CELTIBERICA DE RIBAS DE SALICES, por

EMETERIO CUADRADO. 61 . EXCAVACIONES EN MONTE CILDA (OLLEROS DE PISUERGA, PALENCIA), por

M. A. GARCÍA GUINEA, J . GONZÁLEZ ECHECARAY y J . A. SAN MIGUEL RUIZ. 62 . OTRA CUEVA ARTIFICIAL E N LA NECROPOLIS "MARROQUIES ALTOS" , DE JAEN

(CUEVA IV), por M . a ROSARIO LUCAS PELLICER. 63. EXCAVACIONES EN HUELVA, E L CABEZO DE LA ESPERANZA, por JUAN PEDRO

GARRIDO ROIG.

NOTICIARIO ARQUEOLOGICO HISPANO

Tomo VIII-IX. 1964-1965.

Di i r e cc i on :

INSPECCION G E N E R A L D E E X C A V A C I O N E S A R Q U E O L O G I C A S Medinaceli, 4. Apartado 1.039. M A D R I D

Precio: 100 ptas.