E X C A V A C I O N E S A R Q U E O L O G I C A S E N E S P A Ñ A

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M E R I D A La gran necrópolis romana de la salida del puente

(Memoria segunda y última)

Memoria redactada por

A . García y Bellido

M I N I S T E R I O D E E D U C A C I O N N A C I O N A L . D I R E C C I O N G E N E R A L D E B E L L A S A R T E S

S E R V I C I O N A C I O N A L D E E X C A V A C I O N E S A R Q U E O L O G I C A S

RECIENTES PUBLICACIONES DE LA INSPECCION GENERAL DE EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS

EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN ESPAÑA

1. LANCIA, por FRANCISCO JORDÁ CERDA.

2. HERRERA DE PISUERGA, por A . GARCÍA Y BELLIDO, A . FERNÁNDEZ DE AVILES, ALBERTO

BALIL Y MARCELO VICIL.

3. MEGALITOS DE EXTREMADURA, por MARTÍN ALMACRO BASCH.

4. MEGALITOS DE EXTREMADURA (II), por MARTÍN ALMACRO BASCH.

5. TOSSAL DEL MORO, por JUAN MALUQUER DE MOTES.

6. AITZBITARTE, por JOSÉ MIGUEL DE BARANDIARÁN.

7. SANTIMAMINE, por JOSÉ MIGUEL DE BARANDIARÁN.

8. LA ALCUDIA, por ALEJANDRO RAMOS FOLQUES.

9. AMPURIAS, por MARTÍN ALMAGRO BASCH.

10. TORRALBA, por F . C HOWELL, W. BUTZER y E . ACUIRRE.

11. LAS NECROPOLIS DE MERIDA, por ANTONIO GARCÍA Y BELLIDO.

12. CERRO DEL REAL (GALERA), por MANUEL PELLICER y WILHELM SCHÜLE. 13. LAS FORTIFICACIONES DEL MONTGO, CERCA DE DENIA (ALICANTE), por HER-

M A N F R I D S C H U B A R T , D O M I N C O F L E T C H E R V A L L S Y JoSÉ O L I V E R Y DE C Á R D E N A S .

14. NECROPOLIS Y CUEVAS ARTIFICIALES DE S'ON SUNYER (PALMA DE MALLOR­CA), por GUILLERMO ROSSELLÓ BORDOY.

15. EXCAVACIONES EN "ES VINCLE VELL" (PALMA DE MALLORCA), por GUILLERMO ROSSELLÓ BORDOY.

16. ESTRATIGRAFIA PREHISTORICA DE LA CUEVA DE NERJA, por MANUEL PELLICER CATALÁN.

17. EXCAVACIONES EN LA NECROPOLIS PUNICA "LAURITA", DEL CERRO DE SAN CRISTOBAL (ALMUNECAR, GRANADA), por MANUEL PELLICER CATALÁN.

18. INFORME PRELIMINAR SOBRE LOS TRABAJOS REALIZADOS EN CENTCELLES, por HELMUT SCHLUNK Y THEODOR HAUSCHILD.

19. LA VILLA Y EL MAUSOLEO ROMANOS DE SADABA, por ANTONIO GARCÍA y BELLIDO. 20. EXCAVACIONES EN SEPULCROS MEGALITICOS DE VALDOSERA (QUEROL, TA­

RRAGONA), por JUAN MALUQUER DE MOTES, P. GIRÓ y J. M . MASACHS.

21. CUEVA DE LAS CHIMENEAS, por JOAQUÍN GONZÁLEZ ECHECARAY.

22. EL CASTELLAR (VILLAJIMENA, PALENCIA), por M . A . GARCÍA GUINEA, P . JOAQUÍN GONZÁLEZ ECHECARAY y BENITO MADARIACA DE LA CAMPA.

23. UNA CUEVA SEPULCRAL DEL BARRANCO DEL AGUA DE DIOS, EN TEGUESTE (TENERIFE), por Luis DIEGO CUSCOY.

24. LA NECROPOLIS DE "SON REAL" y la "ILLA DELS PORROS", por MICUEL TARR\DELL. 25. POBLADO IBERICO DE EL MACALON (ALBACETE), por M . A . GARCÍA GUINEA y

J. A . SAN MIGUEL RUIZ.

26. CUEVA DE LA CHORA (SANTANDER), por P . J. GONZÁLEZ ECHECARAY, Dr. M . A . GAR­CÍA GUINEA, A . BEGINES RAMÍREZ (Estudio Arqueológico); y B . MADARIACA DE LA CAMPA

(Estudio Paleontológico). 27. EXCAVACIONES EN LA PALAIAPOLIS DE AMPURIAS, por MARTÍN ALMACRO. 28. POBLADO PRERROMANO DE SAN MIGUEL VALRROMANES (MONTORNES, BAR­

CELONA), por E. RIPOLL PER ELLO, J. BARBERA FARRAS y L. MONREAL ACUSTÍ.

29. FUENTES TAMARICAS, VELILLA DEL RIO CARRION (PALENCIA), por ANTONIO GAR­CÍA BELLIDO y AUGUSTO FERNÁNDEZ DE AVILES.

E X C A V A C I O N E S A R Q U E O L O G I C A S E N E S P A Ñ A

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M E R I D A La gran necrópolis romana de la salida del puente

(Memoria segunda y última)

M I N I S T E R I O D E E D U C A C I O N N A C I O N A L . D I R E C C I O N G E N E R A L D E B E L L A S A R T E S

S E R V I C I O N A C I O N A L D E E X C A V A C I O N E S A R Q U E O L O G I C A S

INSPECCION GENERAL DE EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS DELEGACION DE ZONA DEL DISTRITO UNIVERSITARIO DE SEVILLA

MERIDA: LA GRAN NECROPOLIS ROMANA DE LA SALIDA DEL PUENTE (MEMORIA SEGUNDA Y ULTIMA)

Excavaciones autorizadas por Orden de 20-111-63.

Financiadas por el Servicio Nacional de Excavaciones.

Director: A . GARCÍA Y BELLIDO

Depósito legal: M. 952-1966.

l̂ anga y Cía.—Tahona de las Descalzas, 6.—Madrid

M E R I D A : L A G R A N NECROPOLIS R O M A N A D E L A SALIDA D E L P U E N T E

( M E M O R I A S E G U N D A Y ULTIMA)

La banda derecha de la necrópolis romana de Emér i ta Augusta, sita a la salida del puente sobre el Guadiana, en la calzada que conducía a Hispalis y Olisipo, ha llegado a nosotros muy perdida. Sus restos son pocos y pobres, de menos entidad que los del lado opuesto, el izquierdo, excavada por nosotros en 1961 *.

Dos razones principales pueden explicar esta relativa pobreza. Una sería el hecho de que parte de sus monumentos fueron no de hormigón bien fraguado como los subsistentes, sino de mampos te r ía recibida con cal floja de la que hemos visto restos. Esto hizo de ellos fácil presa para los buscadores de tesoros y para los que necesitaban de sus piedras. Los construidos con derretido de cemento y cantos de río pequeños eran, en cambio, lo suficientemente duros para resistir perfectamente el pico de quien quisiera sacar de ellos provecho. Son los que tanto en este lado como en el otro han pervivido casi intactos. La segunda razón sería que la carretera actual se ha construido sacando de este lado derecho que ahora hemos excavado, gran cantidad de piedra para el firme, no sólo destruyendo los monumentos que más a mano tenían, sino incluso modi­ficando el antiguo nivel del terreno del que se han llevado con los mismos fines la roca que afloraba en ciertos lugares dejando en su lugar grandes cavas, hoyos y altibajos. Una ojeada a la figura 1 demos t ra rá gráficamente lo dicho al ver los grandes espacios, hoy sin restos monumentales, cuando en la antigüedad debieron de estar densamente alineados como aún en parte es comprobable.

De los restos llegados a nosotros cabe afirmar que la necrópolis emeritense de la salida del puente tuvo una longitud de más de 500 me­tros. La cámara más occidental de este cementerio se halla exactamente a 600 m. del final del puente y es de creer que seguiría más al W. a lo largo de la calzada romana que por esta parte ha coincidido (por desgra-

* Véase Excavaciones arqueológicas en España, Memoria núm. 11. Madrid, 1962.

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cia) exactamente con la vía moderna. Pero de esta última parte no tene­mos por hoy testimonios visibles y es de creer que tampoco se encuen­tren ya. Juzgando por la densidad de monumentos hoy apreciable en las zonas menos esquilmadas y teniendo en la memoria lo que fue la Via Appia, no sería muy exagerado decir que esta necrópolis hubo de tener a ambos lados de la vía y en el espacio hoy textificado de 500 m., unos cien grandes mausoleos de obra solemne (columbaria, torres, túmulos, aedicula, etc.) junto a un sinfín de enterramientos más o menos modes­tos de gentes de clases más humildes. A ellos han de haber pertenecido los trozos de estelas aparecidos en las dos campañas (para el de la úl­tima ver aquí fig. 3).

F I G . 3.—Fragmento de un á r u l a funeraria hal lada en el edificio I.

En nuestra exploración de diciembre de 1963 *, sólo han salido a luz siete mausoleos, cuatro de ellos relativamente grandes; los otros me­nores, probablemente en forma de torre. La parte delantera de los tres más orientales (fig. 2, J, K y L) había ya desaparecido sin duda borrados por la carretera actual que siendo más ancha que la calzada romana ha cortado en unos metros los frentes de aquellos edificios que se asomaban al borde de la vía antigua. Los otros cuatro se han salvado, bien por estas más alejados de la carretera, bien (fig. 6) por el

* E n ella lomaron parte el profesor don Fernando de Almeida , de la Univers idad de Lisboa y el investigador don Alfonso do Paco, que vinieron a c o m p a ñ a d o s de algunos alumnos de la Facul tad de Letras de dicha Univers idad. A todos me com­plazco en dar desde a q u í las gracias por su c o l a b o r a c i ó n .

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F I G . 1.—Desarrollo total de la zona excavada de la n e c r ó p o l i s emeritense de la salida del puente romano.

Fie. 2.—Zona de la nec rópo l i s de la sal ida del puente romano de M é r i d a excavada en la segunda y ú l t i m a c a m p a ñ a ( a ñ á d a n s e Jos dos monumentos sitos 300 m . m á s a l W. (fig. 1 y 6).

grosor y reciedumbre de su masa de hormigón. Los pocos medios eco­nómicos de que disponíamos aconsejó limitarnos por el momento, y únicamente , a seguir las paredes de los edificios por dentro y por fuera, para conocer su planta exacta. E l interior de ellos no pudimos explorar­lo salvo en el más occidental (fig. 6), donde pronto tropezamos con una estructura interna que los demás no ofrecieron, ni en indicio siquiera.

Vamos a describirlos siguiendo el orden alfabético ya empleado en los del lado izquierdo de la vía.

A, B , C, D, E , F y G (véase la memoria 11 antes citada y aquí fig. 1, lado izquierdo de la carretera).

H . —(Véase aquí, para éste y los siguientes, las figs. 1 y 2.) Edificio cuadrado al que falta parte del lado oriental. Es de hormigón recio. Mide 5,40 X 5,70 m. y sus paredes tienen un grosor que oscila entre 80 y 90 cm. Sepáranlo 8 m. de la carretera.

I. — A l N E . del anterior. También de hormigón muy duro. Debió ser un sepulcro cuadrado como el precedente, pero de él no quedan enteros más que los cimientos de la pared N . , de 4,70 m. de longitud y 90 cm. de espesor. Este edificio se separaba de la línea de la calzada unos 15 metros. Junto a la pared N . y por fuera de ella apareció el árula funeraria de nuestra figura 3. Es de mármol blanco, mide 22 cm. de altura en lo conservado. Sus cuatro caras estaban molduradas. E n la principal se lee P E T R O N . . . / . . . X I I . E n la posterior hay restos de una decoración escul­pida. Otro hallazgo surgió al exterior de la pared occidental. Trátase de un cuenco (fig. 4) de barro rojizo, claro, mate, con paredes lisas al exte­rior y rugosas al interior. E n su base de asiento un signo esgrafiado figu­rando como dos tridentes engarzados en un asta común.

J.—No quedan de este monumento más que los cimientos de dos pa­redes, la del N . completa, mide 11,10 m. de longitud y tiene un grosor de 78 cm. Es de hormigón duro. Su pared oriental era común con la occiden­tal del mausoleo contiguo. La septentrional, empero, no se insertaba en ella.

K . — E s el mayor de todos por su área entre todos los excavados en esta campaña y sólo cede al edificio C excavado en el lado opuesto duran­te la campaña anterior. Debía de ser un cuadrado de 16,90 m. de lado. Sólo han quedado los cimientos de tres de sus lados de hormigón muy recio y un grosor medio de 78 a 90 cm. De ellos ha llegado íntegro el del lado N . que mide los 16,90 m. dichos. E n el lado oriental y por fuera del edificio pero junto a él, apareció otro cuenco (fig. 5) de pasta y aspecto externo muy semejante al de la figura 4. Solamente nos ha llegado un trozo, pero el suficiente para recuperar su forma.

L.—Tumba de unos 6 m., probablemente en cuadro. Quedan de ella los cimientos de la pared N . y E . La occidental es común con la del mau­soleo K . L a pared N . apareció más que en el haz interior.

M.—Restos de un edículo probablemente cuadrado de 6,40 m. de lon­gitud en su lado N . , único conservado en toda su longitud. Su grueso es de 70 cm. Este edificio hállase ya a casi 300 m. al W. del señalado con H y a 28 m. del siguiente, ú l t imo de los conocidos.

N.—Es el monumento más importante entre los explorados en esta campaña y el más occidental de los conservados (figs. 6 a 8). Hállase a

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F I G . 4.—Cuenco aparecido en el edificio I.

una distancia en línea recta de 500 m. partiendo del primero de los cono­cidos por Oriente (fig. 2, L). Es un gran cuadrado, algo irregular, de unos 7,40 m. de lado promediando entre los cuatro todos de longitud distinta. Se trata de los cimientos de duro hormigón que sirvieron de asiento a paredes probablemente de ladrillo como se deduce también de los demás monumentos aquí estudiados. El haz superior de estos cimientos es hori­zontal y liso, como preparando el asiento de las hiladas de ladrillos que formarían sus paredes. Su grosor es de unos 70 cm. Pero lo interesante

FiG. 5.—Cuenco aparecido en el edificio K .

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de este edificio es que su cuadrante NE. es un enorme macizo de hormi­gón en cuyo interior se abrió una cámara de 2,75 X 1,92 m., al parecer subterránea en su tiempo como lo es aún hoy día. Dentro de esta cámara se ve aún un espacio con paredes forradas de ladrillo que debió de estar cubierto con un techo grueso, de opus signinum, del que han subsistido gruesos témpanos (figs. 7 y 8). Todo estaba removido y destruido. El resto del espacio interior de este monumento constitúyenlo dos cámaras

4 — i —

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F I G . 6.—Edificio N . Planta.

abiertas, separadas por un múrete careado sólo por un lado. Se hallaron tejas y ladrillos rotos que tendrían 20 x 12 x 5 y una moneda de bronce completamente borrada de 3 cm. de diámetro y un grosor como de 2 mm.

Hay testimonios aislados de paredes más al E. de este grupo; es decir, más cercanas al puente, que dista un centenar de metros. Pero no se han explorado por falta de tiempo y por sus pocas promesas, al menos a pri­mera vista. No obstante debemos dejar constancia de ello para informa­ción del que nos siga- Lo mismo dejamos dicho en el informe de la cam­paña anterior respecto al hiatus entre los edificios C y D, espacio donde, no obstante, hallamos restos de uno más (G en el plano). E l espacio com­prendido entré los mausoleos H, I y J mide unos 50 m. En él no afloraba

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resto alguno. Hicimos tres zanjas (fig. 2, a, b y c) sin hallar restos de nin­guna nueva construcción, pero sí un enterramiento (fig. 2, en b) del que aparecieron huesos y un lacrimatorio de vidrio traslúcido azuloso de for­ma corriente (una esfera con cuello largo, roto) *. Estos enterramientos de inhumación, muy posteriores a los mausoleos, pero aún romanos, aparecieron también junto a los edículos excavados hace dos años en el lado izquierdo de la calzada. Mas ahora, dada la escasez de medios, el temporal de lluvia, viento y frío que nos acompañó implacablemente du­rante toda la campaña obstaculizando nuestra labor y su provecho, y su­puesto el interés secundario de estos hallazgos un tanto marginales al propósi to principal perseguido, nos pareció mejor interrumpir la explo­ración de este sector por temor a que apareciesen nuevos enterramien­tos, lo que nos hubiese obligado a poner en ellos la atención debida en detrimento del propósi to primordial. Dejo, sin embargo, constancia de ello para los exploradores futuros.

Madrid, Navidades de 1963.

* Lo dejamos a un lado para que se fuese deshidratando antes de proceder a su limpieza de tierra y adherencias, pero un desaprensivo cualquiera se lo llevó.

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F I G S . 7 y 8.—Edificio N .

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30. EL POBLADO IBERICO DE ILDURO, por MARIANO RIBAS BERTRÁN. 31. LAS GANDARAS DE BUDIÑO, PORRINO (PONTEVEDRA), por EMILIANO ACÜIRRE. 32. EXCAVACIONES EN LA NECROPOLIS DE SAN JUAN DE BAÑOS (PALENCIA), por

PEDRO DE PALOL. 33. EXCAVACIONES EN LA VILLA ROMANA DEL "CERCADO DE SAN ISIDRO",

DUEÑAS (PALENCIA), por el RVDO. D. RAMÓN REVILLA VIELVA, ILMO. SR. D. PEDRO DE PALOL SAL ELLAS y D. ANTONIO CUADROS SALAS.

34. CAPARRA (CACERES), por J. M . BLÁZQUEZ. 35. EXCAVACIONES EN EL CONJUNTO TALAYOTICO DE SON OMS (Palma de Mallorca,

Isla de Mallorca), por GUILLERMO ROSSELLÓ BORDOV.

36. EL TESORO DE VILLENA, por JOSÉ MARÍA SOLER GARCÍA. 37. TRES CUEVAS SEPULCRALES GUANCHES (TENERIFE), por Luis DIECO CUSCOV. 38. LA CANTERA DE LOS ESQUELETOS (TORTUERO, GUADALAJARA), por EMETERIO

CUADRADO, MIGUEL FUSTE y RAMÓN JUSTE, S. J. 39. EL COMPLEJO ARQUEOLOGICO DE TAURO ALTO, EN MOGAN (ISLA DE GRAN

CANARIA), por SEBASTIÁN JIMÉNEZ SÁNCHEZ.

40. POBLADO DE PUIG CASTELLAR (SAN VICENTE DELS HORTS, BARCELONA), por E. RIPOLL PERELLÓ, J. BARBERA FARRAS y M. LLONCUERAS.

41. LA NECROPOLIS CELTIBERICA DE LAS MADRIGUERAS (CARRASCOSA DEL CAMPO, CUENCA), por MARTÍN ALMAGRO GORBEA.

42. LA ERETA DEL PEDREGAL (NAVARRES-VALENCIA), por DOMINCO FLETCHER VALLS, ENRIQUE PLA BALLESTER y ENRIQUE LLOBRECAT CONESA.

43. EXCAVACIONES EN SEGOBRIGA, por HELENA LOSADA GÓMEZ y ROSA DONOSO GUERRERO. 44. MONTE BERNORIO, por JULIÁN SAN VALERO APARISI.

NOTICIARIO ARQUEOLOGICO HISPANO

Tomo VII. Año 1963

Dirección:

INSPECCION G E N E R A L D E E X C A V A C I O N E S ARQUEOLOGICAS Medinaceli, 4. Apartado 1.039, MADRID

Precio: 20 ptas.