cartas arqueologicas municipales

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79 Sandra Rodríguez de Guzmán Sánchez Conservadora Servicio de Protección Dirección General de Bienes Culturales Yolanda González- Campos Baeza Arqueóloga Servicio de Investigación y Difusión Dirección General de Bienes Culturales Palabras clave Carta Arqueológica Municipal / Patrimonio Histórico / Patrimonio Arqueológico / Tutela / Gestión / Pro- tección / Conservación / Investigación /Difusión Resumen Con este artículo se pretende difundir los criterios técnicos generales que han dirigido los trabajos que se están elaborando, por iniciativa de la Consejería de Cultura, con el fin de ordenar y racionalizar las actuaciones relacionadas con la tutela del Patrimonio Arqueológico Municipal. Para ello ha establecido un modelo de Cartas Ar- queológicas cuyos objetivos son identificar y evaluar el Patrimonio Histórico-Arqueológico del municipio en su estado de conservación actual; diagnostivar las actuaciones que inciden sobre su conservación; programar y normalizar su protección-conservación a través de diferentes herramientas legales, progra- mar su investigación y programar su difusión y pues- ta en valor. La tutela del Patrimonio Histórico a través de las Cartas Arqueológicas Municipales Idea INTERVENCIÓN

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79

Sandra Rodríguez de Guzmán SánchezConservadora

Servicio de ProtecciónDirección General de Bienes Culturales

Yolanda González- Campos BaezaArqueóloga

Servicio de Investigación y DifusiónDirección General de Bienes Culturales

Palabras clave

Carta Arqueológica Municipal / Patrimonio Histórico/ Patrimonio Arqueológico / Tutela / Gestión / Pro-tección / Conservación / Investigación /Difusión

Resumen

Con este ar tículo se pretende difundir los criteriostécnicos generales que han dirigido los trabajos quese están elaborando, por iniciativa de la Consejeríade Cultura, con el fin de ordenar y racionalizar lasactuaciones relacionadas con la tutela del PatrimonioArqueológico Municipal.

Para ello ha establecido un modelo de Car tas Ar-queológicas cuyos objetivos son identificar y evaluarel Patrimonio Histórico-Arqueológico del municipioen su estado de conservación actual; diagnostivarlas actuaciones que inciden sobre su conservación;programar y normalizar su protección-conservacióna través de diferentes herramientas legales, progra-mar su investigación y programar su difusión y pues-ta en valor.

La tutela del PatrimonioHistórico a través de las CartasArqueológicas Municipales

Idea

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RVE

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Introducción

Conocer qué, dónde, cómo y cuándo se deben eje-cutar las diferentes actuaciones que implican el ejer-cicio de la Tutela de los Bienes Culturales, sobre to-do cuando éstos son sólo parcialmente reconocibles,obliga a establecer un amplio programa de trabajo.

La evolución en el tratamiento y requisitos exigiblesa la documentación e información que trata el Patri-monio Histórico demuestra el grado de madurez delas administraciones encargadas de su tutela.

Así, los aspectos que tradicionalmente aparecían co-mo documentación suficiente para la gestión y tuteladel Patrimonio Arqueológico (caracterización de ya-cimientos arqueológicos, localización y, a lo sumo,delimitación de sus ámbitos), se manifiestan clara-mente insuficientes. En la actualidad se precisa, ade-más de la descripción de los elementos, su análisis,diagnóstico y propuestas de actuación ya que el ejer-cicio de la tutela de los Bienes Culturales se amplía yse hace cada vez más complejo.

Para ello la Consejería de Cultura ha establecido unmodelo de Cartas Arqueológicas cuyos objetivos sonidentificar y evaluar el patrimonio histórico-arqueo-lógico de ámbito municipal en su estado de conser-vación actual; diagnosticar las actuaciones que inci-den sobre su conservación; programar y normalizarsu protección-conservación a través de diferentesherramientas legales, programar su investigación yprogramar su difusión y puesta en valor.

Con éste ar tículo se pretende difundir los criteriostécnicos generales que han dirigido los trabajos quese están elaborando por iniciativa de la Consejeríade Cultura. No se trata pues de realizar un análisisexhaustivo de los documentos que con relación altema se han elaborado en nuestro país y en otrospaíses europeos.

Antecedentes

La tutela del patrimonio histórico conlleva la búsque-da de herramientas eficaces que posibiliten alcanzarlos objetivos programados. Conocer los instrumen-tos que en otros lugares se están utilizando y analizarsu estructura permite avanzar en la adaptación deestos a las necesidades específicas de nuestro patri-monio. En este sentido la publicación en 1992 de LaCarta de Riesgo 1, supuso un paso adelante.

El referente principal de las Car tas de Riesgo, es laCar ta del Riesgo del Patrimonio Cultural de Italia,que según la definición de Pio Baldi, “es un conjuntode acciones cognoscitivas, de banco de datos actuali-zables, de gestión de la información, que permite in-dividualizar en tiempo real cualquiera que sean losbienes culturales más vulnerables y más expuestos aun inminente peligro de deterioro o de destruccióny que permite, por tanto, programar las intervencio-

nes en el Patrimonio Histórico según su plano racio-nal de prioridades” 2. Bajo estos parámetros de ac-tuación, incorporando la experiencia obtenida contrabajos de características similares e intentando al-canzar los objetivos que la tutela del patrimonio ar-queológico demanda, se inician los trabajos de docu-mentación de las Cartas Arqueológicas Municipales.

En Andalucía se impulsó inicialmente el desarrollo delas Car tas de Riesgo Urbanas dentro del ProgramaEspecial de Arqueología Urbana 3. La Consejería deCultura planteó la necesidad de redactar dichos do-cumentos como “instrumento imprescindible por sucarácter básico evaluador del nivel de conocimientoque se tiene sobre la evolución histórica de la ciudad;así como el grado de preservación de la ciudad”. Losprecedentes directos de estas Cartas se encontrabanen las experiencias desarrolladas en Europa desde fi-nes de los años sesenta: Londres y diferentes ciuda-des de Italia, Francia y Bélgica 4.

La experiencia ha sido positiva ya que ha servido pa-ra sentar bases sobre las que proyectar nuevos tra-bajos definiendo y detallando más los objetivos, aun-que el proceso de desarrollo de estos documentosen Andalucía ha sido un tanto desigual 5.

El desarrollo que la protección y conservación delPatrimonio Arqueológico en Andalucía tiene a travésde la aplicación de diferentes figuras legales de pro-tección, declaraciones de BIC con categoría de Con-junto Histór ico cuando el Patr imonio Histór icoemergente y soterrado tienen dimensiones similares,de su inscripción específica como Zona Arqueológicaen el Catálogo General del Patrimonio Histórico deAndalucía 6 así como a través de las diferentes figurasde planeamiento urbanístico 7, demostró que era ne-cesario continuar con la elaboración esos documen-tos. En la actualidad y a través de subvenciones oconvenios de la Consejería de Cultura a Corporacio-nes Locales se ha puesto en marcha el programa pa-ra la elaboración de Cartas Arqueológicas Municipa-les en Andalucía , cuyos pr imeros resultadosconoceremos. La primera fase se ha iniciado con laredacción de las Car tas Arqueológicas Municipalesde: Huelva (Huelva), Algeciras, Cádiz y El Puerto deSanta María (Cádiz), Écija y Valencina de la Concep-ción (Sevilla), Antequera, Málaga (Málaga), Priego deCórdoba (Córdoba), Úbeda (Jaén) 8, Almuñécar(Granada) y El Ejido y Níjar (Almería).

Como se observará, a lo largo del ar tículo se haráreferencia a Cartas Arqueológicas Municipales y no aCartas de Riesgo. El cambio de denominación se de-be a la voluntad expresa de ejercer unas actuacionespreventivas más eficaces a través de éstos trabajos,tratando de reducir al máximo el “riesgo” de des-trucción, intentando en definitiva que el denominado“problema arqueológico” en el ámbito de la ordena-ción del territorio pase a denominarse simplementePatrimonio Arqueológico.

Asimismo y a diferencia de los planteamientos inicia-les, los documentos que se están elaborando tratan

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de abarcar todo el ámbito municipal no sólo urbano,por un criterio de carácter funcional, ya que se inten-ta que las propuestas de protección y conservaciónde éstos documentos se asuman por el planeamien-to urbanístico municipal. Además existen tambiénmotivos metodológicos puesto que, parece más lógi-co tratar territorios históricos amplios y no sólo yaci-mientos concretos, aunque se es consciente de quelos límites administrativos actuales no se correspon-den a los diferentes límites históricos del territorio.Por otra par te se salva un tema habitual: la falta decoincidencia, total o parcial, entre la Zona Arqueoló-gica y el ámbito urbano actual.

Objeto

El objeto de los trabajos es el Patrimonio Históricoincidiendo específicamente en el Patrimonio Arqueo-lógico 9 por la singularidad de su tratamiento, tantopara su investigación como para su conservación. Alo largo del texto se denominará el objeto de estostrabajos como “Patrimonio Arqueológico”, esto no

implica una confusión de términos sino simplementeuna cuestión de unidad de criterios y de redacciónya que, en el fondo, lo que subyace es la clara impo-sibilidad práctica de separar unos “patrimonios” deotros, Patrimonio Histórico, Patrimonio inmueble et-nográfico, etc., sobre todo y especialmente a la horade intervenir en ellos desde el ámbito del conoci-miento histórico y la protección. Por ejemplo, unmolino puede estar incluido en el Catálogo Generaldel Patrimonio Histórico de Andalucía como Lugarde Interés Etnológico, a su vez puede estar siendo in-vestigado con metodología arqueológica y estar in-cluido en el Catálogo de Inmuebles Protegidos delPlaneamiento Urbanístico del municipio donde seubique, con unas condiciones de protección deter-minadas. Otro caso muy frecuente es el inmueble

declarado BIC como Monumento, inser to en el ám-bito de un Conjunto Histórico y cuyo Plan Especial yCatálogo Urbanístico establecen unas cautelas ar-queológicas como apoyo a las posibles obras de res-tauración que puedan tener lugar.

La casuística se podría ampliar hasta el infinito perono es nuestra intención, lo que sí consideramos ne-cesario que quede claro es que muchas veces las de-finiciones impuestas por la legislación vigente no lle-van totalmente implícito el carácter o los métodospara tutelar el bien que tratamos; así existe la impo-sibilidad de separar, en cuanto a acciones de tutela,el Patrimonio Histórico soterrado del emergente yaque ambos son susceptibles de ser investigados conmetodología arqueológica.

En la práctica, este hecho se evidencia, en la evolu-ción positiva que dentro del planeamiento urbanísti-co está sufriendo la protección y conservación delPatrimonio Histórico. Dejando para un futuro próxi-mo el análisis de dicha evolución, consideramos ne-cesario observar el hecho de la normalización deltratamiento del Patrimonio Histórico soterrado y

emergente en dichos documentos. Esa normalizaciónno sólo implica que el Patrimonio Histórico sea teni-do en cuenta para hacer una introducción históricamás o menos precisa en sus Memorias, sino en la im-bricación de su tratamiento en todas las par tes delos documentos, hasta el punto que la ordenaciónurbanística se considera una herramienta muy precisade la protección y conservación patrimonial.

En ese mismo sentido de unidad entendemos el tra-tamiento conceptual que se debe dar a los yacimien-tos arqueológicos que se ubican en medios urbanos,aunque a muchos les parezca extraño, todavía hayprofesionales que tratan como “yacimientos” a las di-ferentes parcelas en las que se estructuran las ciuda-des actualmente, olvidando evidentemente que la

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EA ocupación de ese territorio, continua o discontinua

en el tiempo, debe tener una lectura conjunta, tantoen el ámbito de conocimiento como de tratamientopara su protección.

Objetivos

La necesaria programación, por parte de la Adminis-tración, de las convocatorias periódicas de proyectosgenerales de investigación, la contratación de proyec-tos de conservación y difusión, la cober tura básicaproyectual que debe tener toda intervención puntualde investigación y conservación, así como la coordi-nación de los trabajos realizados por diferentes disci-plinas y especialidades para un mismo ámbito deanálisis, demandan la formalización de documentosde carácter global que amorticen todo tipo de inves-tigación histórica que se haya desarrollado en un te-rritorio, para conformar hipótesis sobre la evoluciónhistórica, detectar las carencias o vacíos de conoci-miento y, en definitiva, tener una información, enprincipio básica, para plantear el desarrollo futuro dela tutela del Patrimonio Arqueológico de un áreaconcreta.

Bajo este mismo criterio se pretende que las CartasArqueológicas sean documentos que beneficien cual-quier actuación que la Consejería de Cultura y otrasAdministraciones desarrollen, coordinando progra-maciones a través de una serie de actividades queseñalen tanto las líneas de investigación como las deconservación, protección y difusión, quedando vincu-ladas unas a otras.

Los objetivos básicos de las Car tas ArqueológicasMunicipales son:

1. Estructurar un sistema en el que la información his-torico-arqueológica pueda ser continuamente ac-tualizada con los resultados de todo tipo de investi-gaciones. No se trata pues de elaborar documentoscerrados 10.

2. Dar cabida a todo tipo de investigación que aportedatos sobre la conformación histórica de los yaci-mientos, sin discriminaciones de disciplinas, meto-dología ni de especialidades investigadoras.

3. Metodológicamente plantear los inicios de estostrabajos desde la escala más general hacia la másparticular, o desde la particular a la general tenien-do siempre como unidad de referencia el yacimien-to completo y/o territorio.

4. Delimitar los ámbitos de ocupación histórica objetode Tutela.

5. De este “primer nivel” de conocimiento de la ciu-dad/yacimiento/territorio se podrán deducir dife-rentes propuestas investigadoras para continuaravanzando en su conocimiento. Estas propuestaspodrán ser de ámbitos espaciales concretos, de te-mática concreta o de metodología par ticular etc.pero siempre teniendo como premisa la “alimenta-ción” general de la información histórica del/los ya-cimiento/s.

6. Conocer el estado de conservación del PatrimonioArqueológico para tener una visión general que di-rija tanto las propuestas de carácter puntual comolas de carácter general. Así, la escasa transforma-ción y, por tanto la comprobación fehaciente delóptimo estado de conservación de un ámbito deocupación histórica continuada y significativa comopodría ser el Albaicín de Granada, demanda el esta-blecimiento de unas medidas de protección máxi-mas que implicarían la desviación de afecciones so-bre el subsuelo mediante la aplicación de losmismos mecanismos que se establecen habitual-mente para el patrimonio emergente.

7. Identificación de variables o factores de afección ydesafección que inciden sobre el Patrimonio Ar-queológico: definición de impactos positivos y nega-tivos a través del análisis de la normativa sectorialvigente: urbanística, territorial, medioambiental, etc.

8. Establecer propuestas de protección-conservaciónpara la corrección de los impactos negativos quesobre el Patrimonio Arqueológico se puedan haberdefinido. Esas pautas de actuación, en materia deprotección-conservación, se marcarán a través demedidas correctoras que deberá asumir el planea-miento territorial y/o urbanístico desde su fase derevisión/modificación o redacción. De esta forma elPatrimonio Arqueológico queda “integrado” en laordenación de la ciudad y del territorio, y el urba-nismo deja de ser un “riesgo” para pasar a ser unavía para su Tutela.

Asimismo, esas propuestas, se convertirán en crite-rios para las distintas actuaciones de la Consejeríade Cultura en el desarrollo de sus competencias:incoaciones de expedientes de diferentes figuras deprotección, informes técnicos preceptivos etc.

9. Establecer propuestas de Difusión y Puesta en Valor:

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A– Difundir el conocimiento del Patrimonio Arqueoló-gico a través de la publicación y exposición de losresultados de estos trabajos y los que en un futurose realicen.

– Definir una propuesta de puesta en valor de ele-mentos significativos de la ocupación del territorioque según los criterios establecidos pueda tener unalectura coherente y sean susceptibles de orientar unproyecto de musealización de inmuebles.

Metodología

Todos los citados trabajos subvencionados por la Con-sejería de Cultura 11 se han realizado basándose en unaMemoria o Pliego de Prescripciones Técnicas 12 que de-fine los contenidos que se consideran necesarios paraelaborar este tipo de documentos. Lógicamente dichopliego se basaba en los criterios anteriormente citadosdel Programa Especial de Arqueología Urbana, desarro-llando otros aspectos esbozados pero no explicitadosen éstos, así como en los proyectos de Cartas de Ries-go finalizados citados anteriormente y otros que no sellegaron a culminar como tales 13. Asimismo, el trabajode coordinación entre los equipos que actualmente tra-bajan en estos documentos y la Consejería de Culturaha dado lugar a matizar y corregir algunas carencias deforma detectadas en el pliego inicial. Todas las aporta-ciones positivas que en este sentido se han dado porlos equipos redactores a la Consejería también se hantratado de recoger en este artículo.

1) Recogida de datos

Los aspectos sobre conocimiento histórico se de-mandaban en el pliego en el punto denominado Ca-racterización Histórica dentro del capítulo generaldenominado “Delimitación de ámbitos de protecciónde la/s zona/s arqueológica/s” 14:

La conformación de esa Caracterización Histórica selleva a cabo a través del análisis de dos tipos de in-formación: información de tipo “material”, objetiva yderivada de las intervenciones arqueológicas desa-rrolladas, de los catálogos de elementos, etc. y otrainformación que tendría su origen en los análisis ysíntesis históricas, urbanísticas, demográficas, geográ-ficas, etc. o cualquier otro tipo de estudio interpreta-tivo, además de fuentes documentales originales, grá-ficas o escritas.

El pliego posee un anexo en el que se configuran unas fichasque conformarán las bases de datos en las que se identificanobjetivamente los elementos y hechos “valorables” tanto his-tóricamente como materialmente. Esos datos proceden dediversas fuentes y deben tratar diferentes aspectos básicos pa-ra la reconstrucción de la evolución histórica de la ocupacióndel territorio.

Los estudios previos se sistematizan en bases de datossegún la siguiente documentación de obligada consulta:

a) Recopilación de planimetría histórica, fotografía ydemás documentación gráfica.

b) Recopilación de documentación histórica

c) Recopilación bibliográfica realizada

d) Catalogación de las intervenciones arqueológicasrealizadas hasta la actualidad.

e) Catalogación de bienes muebles de carácter singu-lar (epígrafes, restos arquitectónicos etc.).

f) Catalogación de bienes inmuebles susceptibles de serinvestigados con metodología arqueológica, identifi-cando los elementos arqueológicos amortizados eninmuebles, en la medida de lo posible. Asimismo, sedemandaba un estudio y la valoración pormenorizadae individualizada (análisis por parcelas catastrales), delos elementos definitorios que “a priori”, ya sea porsu entidad material, por su significado dentro del pro-ceso histórico de ocupación del territorio, por su es-tado de conservación, o por las estructuras que pue-den englobar, ofrezcan datos que contribuyan avalorar el estado del Patrimonio Arqueológico. Estapropuesta planteada de forma genérica en el pliego,debe ser adaptada a cada caso en particular 15.

g) Elaboración de las fichas correspondientes de losyacimientos arqueológicos del término municipalconforme a lo establecido en la base de datos AR-QUEOS.

h) Recopilación de documentación relativa a los oríge-nes y evolución geomorfológica y sedimentológicade los ámbitos a través de la bibliografía y del estu-dio de los sondeos geotécnicos u otro tipo de aná-lisis geológico.

De cada tipo de fuente , además de los datos deidentificación, descripción, ubicación etc. se debe ex-traer conclusiones y valoraciones globales que per-mitan la reconstrucción histórica de territorio y ladetección de vacíos de información. Así, por ejem-plo, para el caso de información gráfica o planimétri-ca, implica determinar los elementos materiales (es-tructuras, etc.), que nos aportan datos nuevos sobrela ciudad o que pueden dar lugar a nuevas interpre-taciones o a corroborar otras anteriores. En otro or-den también nos sirven de referencia para ubicar deforma aproximada elementos desaparecidos que a suvez contr ibuyen a plantear hipótesis. El grado deexactitud o de deformación en la información puedeser valorado de antemano si se poseen datos proce-dentes de investigaciones recientes.

En cuanto a la información documental se debe es-pecificar la valoración a efectos de información me-diante la que se pretende que se diferencien los da-tos corroborados de los datos que pasan a engrosarlas hipótesis. La información apor tada por la biblio-grafía también deberá ser descrita plasmando los da-tos que ofrece en el ámbito de la interpretación his-tórica y que sean aprovechables para la investigación.

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EA En relación con los datos aportados por las interven-

ciones arqueológicas se les demanda, además de lainformación propia de la intervención, los paráme-tros ofrecidos por los trabajos que complementen elconocimiento de la ciudad o del territorio: datos delterritorio previos a su ocupación, de ocupación delterritorio, urbanísticos, arquitectónicos (domésticos,religiosos, públicos, técnicas edilicias etc.), sociales(usos, costumbres, población, etc.), reconstrucciónmedioambiental, etc.

Toda esta información se deberá procesar y analizarpara elaborar una valoración sobre la evolución histó-rica del municipio, los espacios urbanos o cualquierotro elemento que la conformaron. Se plasman las hi-pótesis históricas evolutivas sobre su estructura actual:de nivel macro a micro, desde áreas de ocupación te-rritorial a espacios o ámbitos que definen estructurasurbanas (viales, manzanas, áreas funcionales y/o tipoló-gicamente diferenciadas) definiendo y detectando a suvez las pervivencias actuales.

Un aspecto en el que se incide expresamente es lanecesidad de que la información histórica “materiali-zable” se traslade a los planos del territorio sobre labase de su estructura actual ya que, como ya se hacitado anteriormente, se trata de crear documentospara la Tutela y de los que podrán derivar los dere-chos y deberes que se les imponen a todos los suje-tos implicados en el uso y transformación del suelo,ya sean particulares o administraciones.

Como trama que une todos estos datos “materia-les”, existen otros de carácter político, social, econó-mico, demográfico, geográfico etc. que incide directa-mente en los elementos anteriores y les dan razónde ser y explicación. Obviamente todos los cambiosy transformaciones que se detecten o se planteencomo hipótesis tendrán esos aspectos como justifica-ción y como objetivos de conocimiento e investiga-ción ligándose así la investigación histórica con la in-tervención arqueológica.

Otro objetivo esencial de éstos trabajos es definir elestado de conservación del Patrimonio Arqueológi-co: se trataba de valorar el grado de alteración oconservación que ha sufrido la información histórica.No se pretende analizar exclusivamente depósitos oniveles arqueológicos, puesto que se consideran porigual los elementos soterrados y los emergentes.

Se establecen dos escalas de análisis:

• General: identificado con espacios de escala urbanay territorial (manzanas, barrios, alineaciones, parce-lario, áreas geomorfológicas, paisajísticas, etc.), cuyonivel de alteración se puede evaluar por amplias re-estructuraciones urbanísticas o actuaciones en infra-estructuras, aprovechamiento de recursos naturales(forestales, agrícolas, minerales, etc.)

• Particular : identificado, en ámbito urbano, con par-celas y definido por las transformaciones, reutiliza-ciones y/o continuidades de inmuebles concretos.Analizándose, para el ámbito no urbano, los mismos

elementos que a escala general pero centrándoseen el yacimiento y su entorno

De esta información se puede deducir de forma rela-tiva el potencial de yacimiento que resta y que pue-de ser objeto de protección integral, investigacióncon metodología arqueológica o proyectos de con-servación y puesta en valor para ámbitos concretos.

Definir previamente las condiciones que faciliten odificulten la investigación arqueológica, sobre la basede elementos ajenos a la propia metodología arque-ológica, se denomina en el pliego accesibilidad. Conello se pretende analizar la capacidad de obtener lainformación histórica conservada a través de una in-tervención arqueológica, es decir, baremar las dificul-tades de acceso a la información histórica.

La accesibilidad aportará datos concretos para las in-tervenciones arqueológicas que serán útiles “a poste-riori”, aunque “a priori” nos puede dar las pautas delposible desarrollo de la investigación con metodolo-gía arqueológica en años venideros según las posibili-dades de intervención que se detecten.

También se establecen dos niveles o escalas de análisis:

• General: Factores homogéneos para amplias zonas:– Áreas donde se tienen previstas transformaciones

urbanísticas y/o territoriales (agregaciones parce-larias, aperturas de viario, actuaciones en infraes-tructuras, etc.) que pueden facilitar la accesibili-dad al registro.

– Topografía antigua que definirá la estratigrafía ver-tical sujeta a cautela.

– Áreas que por la propia orografía del terrenopermitan o no el acceso directo a la información

– Áreas que por el uso del terreno resulte difícil elacceso a la información (terrenos de uso militar,áreas de reservas naturales, etc.)

• Particulares: Identificación parcelaria– Dimensiones de la parcela– Morfología de las parcelas.

Por último, a los equipos encargados de los trabajosse les pide el desarrollo de un punto denominadoelementos de riesgo. En él se pretende que se defi-nan los posibles impactos negativos o positivos quepodía afectar al Patrimonio Arqueológico a través delanálisis de los documentos derivados de diversasnormativas sectoriales: urbanística, de ordenación delterritorio, medio ambiental etc.

Para definir variables de afección o desafección so-bre el patrimonio arqueológico en el pliego se sinte-tizaban los aspectos clave que “a pr ior i” podíanaportar datos sobre el objeto de estudio, medianteel análisis de los elementos del planeamiento urba-nístico en vigor. En principio no se planteaba el aná-lisis de otros documentos (Planes Subregionales deOrdenación del Territorio, Planes de Ordenación deRecursos Naturales…) aunque en la revisión 16 delcitado pliego que se ha realizado recientemente sí

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Ase plantea junto con otros aspectos de los puntosprecedentes. Para ello se analizará y evaluará de losámbitos delimitados como yacimientos arqueológi-cos y su entorno más próximo:

a) La incidencia sobre el Patrimonio Histórico de de-terminados elementos del planeamiento urbanísticomunicipal como: la estructura general y orgánica delterritorio, calificación y ordenación física, ordenan-zas de suelo urbano, normativa de protección, catá-logo urbanístico de edificios, ordenanzas concretaspara yacimientos situados en suelo no urbano y ur-banizable, etc.

b) La incidencia sobre el Patrimonio Histórico de lasdeterminaciones y actuaciones derivadas del desa-rrollo de la legislación medioambiental.

c) La incidencia sobre el Patrimonio Histórico de lasdeterminaciones y actuaciones derivadas de otrasfiguras de desarrollo de la legislación del Suelo y deOrdenación del Territorio.

d) La incidencia sobre el Patrimonio Histórico de lasdeterminaciones y actuaciones derivadas de la legis-lación de Ordenación del Territorio

e) La incidencia sobre el Patrimonio Histórico de lasdeterminaciones y actuaciones derivadas de planes,programas y proyectos de desarrollo económico,turístico, etc.

f) La incidencia sobre el Patrimonio Histórico de lasdeterminaciones y actuaciones puntuales incidentesen la ordenación de los espacios naturales dondese pueden ubicar los yacimientos.

2) Delimitación de ámbitos y niveles de protección

El desarrollo del análisis de los datos recogidos en laCaracterización Histórica tendrá como resultado la ela-

boración de la secuencia de ocupación histórica delterritorio y las delimitaciones de áreas consideradascomo yacimiento arqueológico a todos los efectos.

Una vez definidos y plasmados planimétricamentelos aspectos anteriores y los relacionados con el es-tado de conservación y accesibilidad, se superpon-drán y como resultado se tendrán ámbitos de di-mensiones variables, desde la parcela como unidadmínima hasta áreas más extensas, para los que sepodrán definir los métodos y líneas de investigaciónprecisos.

El mismo análisis se deberá realizar cotejando la in-formación sobre las zonas arqueológicas, el estadode conser vación y los definidos como elementosde riesgo, lo que permitirá la identificación de ám-bitos cuyo tratamiento en el ámbito de la protec-ción y la conservación deberá ser homogéneo, se-gún las afecciones que se derivan del planeamientourbanístico u otros documentos vigentes en esemomento.

Cuando esas afecciones se consideren excesivas parael Patrimonio Arqueológico, se deberán elaborarunas propuestas para la corrección de los impactosnegativos que sobre el patrimonio arqueológico sepuedan haber definido. Esas pautas de actuación,propuestas de protección-conservación, informaránsobre las actuaciones que las Administraciones debe-rán desarrollar de acuerdo con sus competencias.

Como ya se ha citado, la normalización del trata-miento del Patrimonio Arqueológico, sujeto comoestá en muchas ocasiones a las consecuencias im-puestas por el uso y la transformación del suelo, re-quiere la definición de los ámbitos que se considera-rán como yacimientos arqueológicos y la utilizaciónde diferentes herramientas para su protección-con-servación y gestión. En unos casos implicaría la inco-ación de los expedientes per tinentes para su inclu-s ión en el CGPHA con la redacción de sus

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EA Instrucciones Par ticulares y la utilización del planea-

miento urbanístico para dotar de la protección y or-denación oportuna a unos elementos inmuebles queno se pueden ni se deben aislar del medio donde seubican 17. Asimismo y para todos los yacimientos seplantea su inclusión en el CGPHA con carácter ge-nérico colectivo.

Para trasladar el tratamiento de los bienes patrimo-niales a los documentos de planeamiento se necesi-ta elaborar un tipo de información determinadaque clarifique dónde, qué tipo, cómo y cuándo sedeben desarrollar actuaciones de protección-con-servación del Patrimonio Arqueológico presente enese territorio. En este sentido no está de más expli-car que cuando hablamos de actuaciones de con-servación lo entendemos como un nivel de la pro-tección, sería el grado máximo de la protección yno como una actuación aislada dentro de interven-ciones arquitectónicas sobre inmuebles. En el pliegose denomina niveles de protección, y se definen deacuerdo con el diagnóstico del Patrimonio Arqueo-lógico del municipio una vez establecidos los ámbi-tos o zonificación, su gradación y caracterización, enel ámbito patrimonial y de riesgo.

La intención genérica de este punto es la definiciónde áreas sobre las que aplicar las herramientas deprotección más oportunas. Las cautelas que se con-sideraba necesario observar en esos documentosabarcaban un amplio marco de protección. Desdelas áreas de protección integral en las que se debeprimar e incentivar la no-afección del PatrimonioArqueológico, hasta las áreas que son susceptiblesde liberar de las cautelas arqueológicas tras inter-venciones de investigación y documentación previas.

La premisa básica a tener en cuenta, a escala general,es que la mejor forma de conservación de ese patri-monio es su no alteración, ni siquiera por interven-ciones arqueológicas. Los años de experiencia en latutela, la citada generalización de la protección delPatrimonio Histórico a través del planeamiento urba-nístico, la existencia de patrimonio histórico arqueo-lógico en la inmensa mayoría, por no decir todas, denuestras ciudades, hace necesario plantear solucionesque sean respetuosas con el patrimonio además deser social y económicamente viables.

Se establece una definición de áreas, que puedenafectar tanto a elementos soterrados como emer-gentes y cuyas dimensiones pueden ser var iablesdesde parcelas concretas a áreas de ocupación histó-rica amplias, conforme al siguiente esquema:

Áreas de protección integral

Áreas de conser vación preferente que no debenquedar afectadas por ningún tipo de obra o modifi-cación en el uso del suelo

Los criterios para su definición pueden ser variados ytomados de forma aislada o conjunta: excepcional

estado de conservación, singularidad histórica, impo-sibilidad técnica de abordar con rigor y garantías lasintervenciones arqueológicas que requeriría para su“conservación documental” etc.

La desviación de las afecciones de esas zonas con-centrándolas en otras áreas, muchas veces estáapoyada por otras normas paralelas de proteccióndel Patrimonio Histórico emergente. A través dela ordenación urbanística del planeamiento, porejemplo, la imposibilidad de ocupación del subsue-lo para uso de garajes y el apoyo con otras figurasde protección afines con estos objetivos, desvian-do la reforestación a otras zonas, proponiendomodificaciones alternativas a los proyectos de in-fraestructuras, etc.

Áreas de integración de elementos arqueológicosconservados:

Áreas de conservación preferente en las que se van aefectuar intervenciones y obras para su puesta en valor.

Los criterios utilizados en su definición deben ser si-milares a los del punto anterior, pero aquí sí se per-mite la intervención arqueológica, ya que se puedetratar de zonas en las que se tenga prevista su inte-gración y puesta en valor (espacios públicos, elemen-tos arqueológicos de carácter singular y unitario cuyodesarrollo abarca varias parcelas y sólo se ha recupe-rado parcialmente, p.ej. teatros romanos de Cádiz,Málaga etc.). También se podrán desviar las afeccio-nes utilizando la gestión urbanística como herramien-ta de conservación, proponiendo los usos más opor-tunos para cada caso.

Áreas de intervención y conservación bajo cimen-tación o sobre la rasante

En ellas no sería factible inicialmente la puesta envalor de elementos, según los datos apor tadospor ejemplos próximos, pero sí se debe procedera su conservación como hito histórico significati-vo o de conservación obligada (p.ej. cimentaciónde muralla).

Se pueden proponer actuaciones preceptivas comolas intervenciones arqueológicas y la delimitación deelementos de obligada conservación

Áreas de intervención arqueológica y posible re-moción de los restos

Para zonas que no reúnan los requisitos anterioresy haya cer teza de la existencia de restos arqueoló-gicos.

Se pueden proponer actuaciones preceptivas comolas intervenciones arqueológicas. En determinadoscasos se puede demandar la conservación de ele-mentos.

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AÁreas donde proponga el desarrollo de otro tipode labores de documentación arqueológica:

Áreas donde se presuma la existencia de PatrimonioArqueológico en las que se desconozca su ubicaciónexacta (zonas de ocupación histórica periurbana in-determinada) o como complemento de una inter-vención arqueológica.

Zonas en las que se proponen prospecciones super-ficiales intensivas, control de movimientos de tierra,sondeos geotécnicos, prospecciones geofísicas, etc.

Para las áreas delimitadas en ámbitos no urbanosademás de elaborar la zonificación anterior, se pedíaque se hicieran propuestas de definición de usos per-mitidos, no permitidos y usos sometidos a autoriza-ción por parte de la Consejería de Cultura.

Sobre esta base de conocimiento se deberán pautar lasformas de documentación con la metodología arqueo-lógica más adecuadas. Para ello y para cada área, inde-pendientemente de su dimensión, se definirá dicha me-todología según la tipología más común, a saber:

– Excavación Arqueológica.– Prospección arqueológica superficial.– Prospección con sondeo estratigráfico.– Sondeo estratigráfico.– Investigación o intervención en estructuras emer-

gentes.– Vigilancia o control de movimientos de tierras.– Sondeos geotécnicos y otros tipos de intervencio-

nes que apor ten información arqueológica (pros-pecciones geofísicas, georrádar etc.)

En un principio, se incluía otro apartado más al que sele denominó “criterios de valoración” para la remo-ción, conservación o integración de restos inmueblesrecuperados o de restos muebles asociados a ellos.Para ello se pedía que se estudiaran y enumeraran, deforma justificada todos aquellos parámetros a valorar ala hora de la toma de decisiones sobre el fin que hande tener los restos, tras la intervención arqueológica.

En la revisión que se ha hecho posteriormente se haeliminado para desarrollar otros apar tados que sehan considerado más necesarios para completar ladocumentación.

3. Propuestas de tutela y gestión del patrimonio

El análisis de la información permitirá diseñar las líne-as generales de actuación de los órganos de gestiónde este Patrimonio, de las que se derivarán actuacio-nes concretas de investigación, protección-conserva-ción y difusión.

Es en este apartado en el que se ha producido un cam-bio interesante, en relación con primer pliego que seelaboró, pues si bien, al principio no se consideró opor-tuno incluirlo, ahora se ha considerado un apar tadoconcluyente que puede favorecer la gestión patrimonial.

La experiencia adquirida a través del desarrollo delos trabajos nos ha permitido evidenciar, que diversasdeterminaciones que quedaban implícitas en el análi-sis general de la documentación, era necesario for-malizarlas en un apartado concreto en el que se pro-pusiesen las líneas de actuación que deberían dirigirla planificación coherente del Patrimonio Arqueológi-co municipal.

Propuestas de investigación

La Caracterización Histórica del municipio supone, co-mo norma general, el análisis del estado actual de suinvestigación histórica.

A pesar de las lógicas limitaciones que impone unaprimera aproximación a escala global, en todos loscasos, se pueden extraer unas conclusiones a cercade los vacíos de conocimiento que sería convenientedesarrollar como líneas de investigación prioritarias ytemáticas tanto ligadas a la metodología arqueológicacomo a otras disciplinas y métodos de análisis histó-rico. Esto mismo puede decirse en relación con elmayor o menor desarrollo del estudio de diferentesperiodos históricos, unas veces por la falta de aplica-ción de la metodología arqueológica estricta a deter-minados niveles de ocupación y otras por la falta deinterpretación conjunta de todos los datos, a pesarde haber quedado registrados, cuestión que es nece-sario ir corrigiendo paulatinamente

La carencia de un horizonte de investigación históricacomún a un territorio tiene como resultado paradó-jico la descompensación, sobre todo desde el perio-do medieval en adelante aunque también se da enépoca clásica, entre los resultados de la investigaciónhistórica de las fuentes y la investigación con meto-dología arqueológica. La validez de la aplicación deun método de trabajo que implique un tratamientointerdisciplinar del análisis de cualquier ámbito terri-torial, viene avalada, por ejemplo, por las experien-cias positivas que se han dado en Andalucía en las di-ferentes investigaciones arqueológicas de inmuebles,que más que estrictamente arqueológicas son real-mente investigaciones históricas. Esta descompensa-ción no sólo se detecta cuantitativamente, sino tam-bién cualitativamente; el aislamiento entre unasformas de abordar la documentación histórica re-dunda negativamente en el conocimiento, multipli-cando esfuerzos de interpretación y llegando a con-clusiones incompletas.

Por otro lado también se demanda el auxil io deotras ciencias que complementan el conocimientobásico del territorio como podría ser la geografía,paleontología, paleozoología, paleobotánica etc.

Este ar tículo no se considera el lugar oportuno paraprofundizar en éstos aspectos ya que su origen y, so-bre todo sus soluciones, son complejas y diversas. Enrelación con las conclusiones que, en este sentido, sedemandan a las Cartas Arqueológicas Municipales hayque añadir que al tratarse de documentos de carácterabier to, tanto en su forma como en sus contenidos,

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EA deberán establecerse las líneas de investigación que

lleven a ir completando paulatinamente el conoci-miento histórico de ese municipio.

En éste capítulo se trata esencialmente de las formasde aproximación a la realidad histórica de los diferen-tes ámbitos a través de la metodología arqueológica.Se deberán desarrollar sobre todo para los ámbitosque queden fuera de las áreas de protección integral.

Para definir éste aspecto se deberán analizar previa-mente diversos parámetros de escala diferente, en lamedida en que se tengan datos o hipótesis previas:

• En escala espacial se diferenciarán áreas funcionalesy sus ámbitos relativos de ocupación (p.ej. ciudad:necrópolis-hábitat-agropecuarias/industriales), se de-finirán sus pautas morfológicas genéricas de ocupa-ción del territorio y su posible superposición en losdiferentes periodos. El objetivo esencial es saberqué buscamos a través de una intervención arqueo-lógica y cómo lo deberíamos buscar, aplicando el ti-po y modo de intervención más oportuno.

• Dentro de esas áreas funcionales existen infinidadde aspectos que se habrán de tener en cuenta.Continuando con el ejemplo citado:

– Necrópolis: diferentes tipologías según cronología,rituales etc.

– Hábitat: diferentes modelos de ocupación y pará-metros básicos de funcionalidad y distribución se-gún distintos periodos: morfología urbana: tramaviaria, espacios libres, edificaciones 18 (obra civil:arquitectura defensiva, viario, puentes, abasteci-miento y evacuación de aguas, otros inmuebles decarácter comunitario; arquitectura doméstica des-de el ámbito palaciego hasta el más tradicional in-cluyendo viviendas y estructuras anejas; obra reli-giosa de culto y de congregaciones etc.)

– Zonas de abastecimiento, explotación agropecua-ria y/o industrial: definición de modos de ocupa-ción según los posibles tipos de explotación o deactividad y estructuras o elementos característicos(abastecimiento, explotación de recursos: minas,transformación: molinos, tenerías, alfarerías, almo-nas, atarazanas, factorías de salazón etc.)

• Común a estos tres aspectos, y descendiendo en laescala existen otros como son el análisis tipológicode inmuebles, de técnicas constructivas, de materia-les etc., que también deberán contemplarse comofactores que orienten la tipología de intervención.

• Como trama que une todos estos datos “materia-les”, existen otros de carácter político, social, eco-nómico, demográfico etc. que inciden directamen-te en los elementos anteriores y les dan razón deser y explicación. Obviamente todos los cambios ytransformaciones que se detecten o se planteencomo hipótesis tendrán esos aspectos como justifi-cación y como objetivos de conocimiento e inves-

tigación ligándose así la investigación básica con laintervención arqueológica.

Propuestas de Protección-Conservación:

Basándose en la documentación analizada se señala-rán qué actuaciones se deberían realizar para la pro-tección, la conservación y la puesta en valor del pa-trimonio existente en el término municipal, utilizandolas diversas herramientas que la legislación permite.Para ello se analizará:

• La legislación sobre Patrimonio Histórico, indicándo-se que elementos podrían incluirse en el CGPHA odeclararse BIC.

• La legislación urbanística, señalándose las líneas ge-nerales de protección- conservación que deberíandesarrollarse en la normativa específica.

• Otras normativas sectoriales, proponiéndose suadecuación a la protección del Patrimonio Histórico.

• Los elementos significativos de la evolución históri-ca del término municipal, proponiéndose aquellasactuaciones de conservación y puesta en valor quepermitan su conocimiento por la sociedad en ge-neral.

Propuestas de Difusión

El conocimiento obtenido sobre el patrimonio ar-queológico municipal permitirá definir una propuestade puesta en valor de elementos significativos de laocupación del territorio que según los criterios deconservación ya barajados puedan tener una lecturacoherente

Asimismo, y como una forma de difundir el conoci-miento del Patrimonio Histórico del Municipio, se haprevisto publicar los resultados de estos trabajos y losque en un futuro se realicen. Para ello, se exige quelos trabajos se presenten ajustándose a unas normasconcretas de presentación, en las que se ha tenido encuenta su futura publicación en distintos soportes.

Conclusiones

Como se ha podido deducir a lo largo de este ar tí-culo, una Car ta Arqueológica Municipal tal y comoestá planteada no es un fin en sí misma. Es un instru-mento de referencia para el desarrollo de las laboresde tutela y para la configuración de unos modelos degestión 19.

Por esto, es nuestra intención añadir, a modo deapunte, un aspecto más que trate sobre la gestión delPatrimonio Arqueológico, que no se ha tratado en lasCartas Arqueológicas y que seguramente deberá serobjeto de un estudio específico e independiente.

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Genéricamente se viene estableciendo una defini-ción de “gestión del patrimonio” un tanto incomple-ta ya que creemos que los temas tratados como ta-les habitualmente, pertenecen más al ámbito tutelarde los bienes patrimoniales (actuaciones de protec-ción, conservación, investigación y difusión). Consi-deramos que a los conceptos que forman par te dela tutela, se les debía incorporar el análisis de otrosaspectos escasamente tratados como serían: losagentes implicados en la Tutela, sus acciones y rela-ciones, entre otros, para poder empezar a hablar re-almente de gestión del patrimonio.

Para ello habría que definir los indicadores de la ges-tión del Patrimonio Arqueológico: agentes que in-tervienen en la Tutela (administraciones, colectivos,profesionales, par ticulares…, etc.), tipos de inter-venciones derivadas de esa Tutela, identificación delos agentes con las intervenciones que les son habi-tuales y las podrían serlo de acuerdo con sus com-petencias, relación entre origen / número / tipologíade intervenciones, procedimientos administrativosque ordenan las actuaciones de la Tutela, relacionesentre los agentes, inversiones por agentes etc.

El análisis de todos esos datos podrá dar lugar a unasconclusiones que nos permitan elaborar unas pro-puestas de gestión para la optimización de los recur-sos humanos y materiales empleados.

En respuesta a una pr imera aproximación a esarealidad del estado actual de la gestión, la Conse-

jería de Cultura ha firmado Convenios de colabo-ración con Corporaciones Locales con el objetivode pautar las actuaciones tutelares en esos munici-pios. Todos ellos tienen como base la elaboraciónde la Car ta Arqueológica Municipal conforme alos cr iter ios ya descr itos. En estos convenios, através de sus órganos de seguimiento y programa-ción, se han establecido las fórmulas iniciales decolaboración con otros agentes implicados, ini-ciándose así fórmulas de gestión adaptadas a cadasituación local que podrán irse consolidando en elfuturo.

Notas

1. AA.VV.,1992

2. Definición incluida en la presentación realizada por RománFernández-Baca en AA.VV., 1992

3. Programa Especial de Arqueología Urbana. ConvocatoriaPública de Proyectos de Arqueología Urbana: Orden de 6 deoctubre de 1993, por la que se hace pública la convocatoria deautorizaciones para la ejecución de proyectos generales deinvestigación arqueológica y de actividades en desarrollo de losmismos, en la Comunidad Autónoma de Andalucía para lacampaña 1994.

4. RODRÍGUEZ TEMIÑO, I. y PUYA GARCÍA DE LEANIZ, M.1993. Esos criterios para la elaboración de Cartas de Riesgoexpuestos en la publicación citada, se trataron en una Reuniónde Trabajo Programa Especial de Arqueología Urbana.Antequera 1995 (inédito). Asimismo en 1992 el InstitutoAndaluz del Patrimonio Histórico había publicado su segundotomo de la serie Cuadernos titulado La Carta de Riesgo.AA.VV., 1992

5. Derivadas de esos Proyectos de Arqueología Urbana se hanelaborado de forma más completa las Cartas ArqueológicasUrbanas de Carmona (inédita), Niebla (CAMPOS CARRAS-CO, J et alii 1997) y dos sectores del Conjunto Histórico deGranada RAYA PRAENA, I et alii 1999. En el caso de Córdoba(MURILLO REDONDO J.F., et alii1998/99), su redacción se ini-ció con la firma a finales de 1996 de un protocolo de colabo-ración entre la Consejería de Cultura y la Gerencia Municipalde Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba.

6. Algunos casos localizados en suelo urbanos son: Z.A. deHuelva, incoada su inscripción específica en el CatálogoGeneral del Patrimonio Histórico de Andalucía por Resoluciónde 29 de septiembre de 1999; Z.A. de Marroquíes Bajos (Jaén)inscrito específicamente en el Catálogo General del PatrimonioHistórico de Andalucía por Resolución de 7 de julio de 1997;Z.A. de Cercadilla (Córdoba) inscrito específicamente en elCatálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía porResolución de 2 de septiembre de 1997.

ALCÁZAR, Eva M. La carta de riesgo arqueológica de la ciudad.Códice, IX, 1995, pp 31-37.

AA.VV. La Carta de Riesgo. Una experiencia italiana para la valo-ración global de los factores de degradación del PatrimonioMonumental del Istituto Centrale per il Restauro. Cuadernos delInstituto Andaluz de Patrimonio, II, 1992.

CAMPOS CARRASCO, J et alii. Arqueología Urbana en el ConjuntoHistórico de Niebla (Huelva): Carta del Riesgo. Consejería deCultura. Junta de Andalucía. Sevilla. 1997.

GARCÍA GRANADOS, J.A. Análisis histórico y arqueológico en elcontexto del planeamiento urbanístico. El Barrio de San Antón.Arqueología y Territorio Medieval, 4. Universidad de Jaén. 1997.pp.

MOLINA GONZÁLEZ, F. et. alii. Un sistema de información paraAndalucía. Cuadernos Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico,VI. Sevilla 1996.

MURILLO REDONDO J.F., et alii. El Planeamiento Urbanístico y laGestión del Patrimonio Arqueológico de Córdoba. Kobie (SeriePaleoantropología), XXV,. Diputación Foral de Bizcaia. Bilbao.1998/99. pp 45-73

PÉREZ, Mª del Carmen; HORNOS, Francisca y ALCÁZAR, EvaMaría. (1995): El Proyecto de Arqueología Urbana’ 93: un instru-mento de conocimiento e intervención en la ciudad de Jaén.Arqueología y Territorio Medieval, nº 2, pp. 155-176.

RAYA PRAENA, I. et alii. La Carta de Riesgo: un documento de ges-tión para el Patrimonio Arqueológico urbano. El caso de Granada EnXXV CONGRESO NACIONAL DE ARQUEOLOGÍA.” Actas.Valencia 1999.

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RODRÍGUEZ TEMIÑO, I. y RODRÍGUEZ DE GUZMÁN, S.Excavaciones arqueológicas en Andalucía: 1984-1995. Trabajos dePrehistoria Vol. 54. nº 1 1997. pp. 57-70.

SALVATIERRA CUENCA, V. y GARCÍA GRANADOS, J.A.: CartaArqueológica Municipal de Úbeda. Consejería de Cultura. Junta deAndalucía. Sevilla. 2001 (formato electrónico).

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EA

Bibliografía:

7. En Andalucía, desde mediados de los años ochenta, se ha idogeneralizando la utilización del planeamiento urbanístico comoherramienta para la protección y conservación del PatrimonioArqueológico (RODRÍGUEZ TEMIÑO, I. y RODRÍGUEZ DEGUZMÁN, S. (1997) p.67. Su tratamiento en éstos documen-tos ha evolucionado de forma positiva y serían innumerableslos ejemplos que podríamos citar, en cambio la difusión deestos casos en publicaciones especializadas ha sido escasa.Unos ejemplos recientes son GARCÍA GRANADOS, J.A.,1997; MURILLO REDONDO J.F., et alii 1998/99.

8. SALVATIERRA CUENCA, V. y GARCÍA GRANADOS, J.A.,2001.

9. El artículo 40 de la Ley 16/85 del Patrimonio Histórico Españollo define como “… Los bienes muebles e inmuebles de carác-ter histórico, susceptibles de ser estudiados con metodologíaarqueológica, hayan sido o no extraídos y tanto si se encuen-tran en la superficie o en el subsuelo, en el mar territorial o enla plataforma continental. Forman parte, asimismo de estePatrimonio los elementos geológicos y paleontológicos rela-cionados con la historia del hombre y sus orígenes y antece-dentes”.

10. Una propuesta de de formalización metodológica de sistema:F. MOLINA GONZÁLEZ et alii. 1996.

11. Los trabajos han sido coordinados desde la DirecciónGeneral de Bienes Culturales a través de los Servicios deProtección y de Investigación y Difusión y de losDepartamentos de Protección e Instituciones de lasDelegaciones Provinciales.

12. En adelante y cuando de haga referencia a este texto se deno-minará “pliego”.

13. Proyectos presentados para Sevilla por el equipo dirigido porManuel Vera Reina “Bases que han de regir para la redacciónde la Carta del Riesgo de la ciudad de Sevilla”, documentoinédito en el Archivo de la Consejería de Cultura; para Jaén

por el equipo dirigido por Carmen Pérez Martínez, PÉREZ,C. et alii. (1995), entre otros.

14. En este caso se utiliza el término zona arqueológica comosinónimo de yacimiento y no exclusivamente como la figurade protección de la Ley 1/91 del Patrimonio Histórico deAndalucía.

15.

- Parcelas que incluyen o limitan con elementos de la arquitec-tura defensiva de la ciudad o del territorio.

- Parcelas que incluyen, limitan o colindan con inmuebles incoa-dos o declarados BIC, o inscritos en el CGPHA.

- Parcelas que incluyen, limitan o colindan con inmuebles inclui-dos en el Catálogo de protección del PGOU o NNSS, con losmáximos niveles de protección, en el caso de que exista paraese municipio.

- Parcelas que incluyan otros elementos o colinden con inmue-bles de carácter histórico - arqueológico integrados en las edi-ficaciones, tramas de la ciudad o del territorio, como viarios,infraestructuras y/o elementos industriales.

16. Se ha considerado necesaria su revisión para matizar y corre-gir determinadas carencias del pliego inicial así como paraconcretar para cada caso las directrices particulares quedeben seguir los trabajos, dado que el documento inicial teníacarácter genérico.

17. Ver notas 6 y 7.

18. Para este tipo de análisis ver J.A. García Granados, 1997.

19. El plural utilizado en “los modelos de gestión” expresa el con-vencimiento de que no existen fórmulas únicas para la gestióndel Patrimonio Arqueológico, ni siquiera que exista un mode-lo que, aplicado a un caso concreto, no deba variar en eltiempo.