entrevista escuela

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MARTÍN SÁEZ Este año su Universidad, la Carlos III, ha organizado la I Jornada contra la Violencia de Género. ¿Cuál es su balance de esta jornada? Muy positivo, por vez primera en nuestra Universidad se han realizado unas jornadas de este tipo. Se ha trata- do de la injusta e histórica segregación de las mujeres, germen de la violencia de género. Nuestra universidad ha de sumarse a este esfuerzo por la igualdad de forma activa, se trata de iniciar esta andadura que hemos de recorrer jun- tos desde una conciencia de ejercicio de verdadera ciudadanía. Han sido parti- cipes en estas jornadas poetas, artistas desde el espacio del arte que posibilita lo sensible, que es un espacio social que no ha sido todavía roturado, ordenado, clasificado, y que es un espacio liber- tario. Se ha hecho una exposición de pintura sobre las emociones. También, se ha hecho un recital poético para expresar la denuncia pública de las relaciones de abuso de la violencia. La universidad ha de escuchar, por tanto, la declamación de lo poético y recoger este conocimiento implacable de los ver- sos , para recoger este eco y contribuir desde la educación y la investigación a erradicar la violencia de género. Tam- bién fueron partícipes en estas jorna- das asociaciones de mujeres ya que la universidad ha de tratar de fomentar la relación con asociaciones y grupos de mujeres para promover la igualdad. Hemos traído la exposición No seas cómplice . También se incorporaron dos mesas redondas sobre educar e investigar contra la violencia de géne- ro. Ya que para conseguir incorporar y mantener a las mujeres en la ciencia y la tecnología no basta asegurar su prepa- ración y tener una política de igualdad, sino que hay que abordar los propios contenidos científicos, pues la exclu- sión de las mujeres ha tenido, y tiene, consecuencias para estos contenidos y en las prácticas científico-tecnológicas. Existen sesgos sexistas y androcéntricos en las ciencias y disciplinas. La investi- gación científica ha tenido una exclusi- va mirada masculina y ello ha incidido en la organización científica. La Histo- ria de la ciencia comprende prejuicios de género. Por tanto, no se trata única- mente de reformar las instituciones y de alfabetizar en ciencia y tecnología a las mujeres, sino también de reformar la propia ciencia. La ciencia es consti- tutiva de las bases principales sobre las que se asientan los valores sociales, por lo que debe tener mayor compromiso social y ser pionera en la construcción paritaria del conocimiento. El sistema educativo de la Universidad ha de in- cluir entre sus fines la formación en el respeto de los derechos y de las liber- tades, así como de la igualdad entre mujeres y hombres, y también en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia, como pilares funda- mentales de la formación. ¿Qué estrategias podemos articular para promover la educación en igualdad, así como en la lucha para erradicar la violencia de género en cualquiera de sus formas? Para promover la educación en igualdad es imprescindible la adopción de medidas que posibiliten alcanzarla. La enseñanza sobre el significado y alcance de la igualdad entre mujeres y hombres; la inclusión de perspectivas de género en distintas asignaturas; la inclusión en los planes de estudio de enseñanzas y materias específicas de igualdad entre mujeres y hombres; la creación de postgrados específicos, en el contexto de distintas especialidades científicas; la realización de estudios e investigaciones especializadas. Tam- bién medidas como la implantación de un lenguaje no segregacionista y sexista en el ámbito universitario y educativo; así mismo la transmisión de una imagen igualitaria, plural y no es- tereotipada de mujeres y hombres en la sociedad, la composición equilibrada en todos los órganos que garantice la presencia de mujeres y hombres, la for- mación en el respeto de los derechos y libertades y de la igualdad, así como en el ejercicio de la tolerancia dentro de los principios democráticos de con- vivencia. Remover los obstáculos que impliquen la pervivencia de cualquier tipo de discriminación, así como evitar el menoscabo de la promoción profe- sional de las mujeres. El camino para la igualdad, como ejercicio de plena ciudadanía, debe contar con el com- promiso y la participación activa de las universidades. ¿Es clave la concienciación de los más jóvenes en la denuncia de la violencia de género? Es imprescindible la educación de la juventud, de hecho invisibilizan más la violencia, pues la juventud actual no ha padecido la desigualdad en el marco legal y solo advierten la apariencia de igualdad existente e invisibilizan más las distintas formas de violencia. La re- acción contra la igualdad y el neoma- chismo está más posicionado en la juventud, el camino hacia la igualdad conlleva un proceso relativo contrario; en la juventud se pone de manifiesto esta contradicción de valores y la vio- lencia de género se ha incrementado en esta edad. Hay que educar en valo- res de igualdad, de derechos humanos y de ejercicio de ciudadanía. Los mile- nios de cultura masculina y de exclu- sión de la ciudadanía a las mujeres, que nos anteceden, inciden en numerosos aspectos; conformándose una sociedad de género, es decir, compuesta por dos sexos, y en la cual detenta la autoridad, en términos generales, uno de ellos. Esta situación también tiene su plas- mación en el ámbito educativo, donde la mujer durante siglos ha tenido ve- tado el acceso y a los derechos civiles, fundamentos estos constitutivos de la ciudadanía. Por consiguiente, educar y concienciar a los jóvenes contra la vio- lencia de género es imprescindible. ¿Quedan todavía muchos puntos por re- solver en tal sentido? Lo más duro en la actualidad es el denominado posmachismo o neoma- chismo, es la contra reacción frente a la igualdad, y aparece cuando se cree que la igualdad ya está conseguida, se basa en la argumentación de que las mujeres utilizan la desigualdad para beneficiarse. Es una reacción frente a la igualdad. Las formas de dominación mutan, así como las relaciones de abu- so y de maltrato hacia las mujeres se desplazan. El neomachismo reprodu- ce el mismo modelo de dominación pero modifican la contextualización del mismo. ¿Qué medidas más urgentes se pueden pedir a los poderes públicos para paliar la creciente violencia de género? Existe en la actualidad un instru- mento muy valioso, la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Vio- lencia de Género de 2004, que sin em- bargo está teniendo una aplicación en los juzgados con muchas resistencias y de forma opuesta a su objetivo inicial. Por ejemplo, se están dando guardias y custodias compartidas a hombres condenados por violencia de género e, incluso, hay casos en que hombres con condena por violencia tienen la guar- dia y custodia exclusiva. Tampoco hay ningún hombre cumpliendo condena de cárcel por saltarse una orden de ale- jamiento, esto pone de manifiesto la no aplicación de la Ley integral por parte del sistema judicial. También se produ- ce en el juzgado la doble victimización de quien ha sufrido violencia, al poner en duda, de forma muy reiterada, su testimonio. Se trata de un delito que se denuncia poco y sin embargo se está acusando de forma muy generalizada a las mujeres de denuncias falsas. Es necesario, por tanto, una reforma del sistema judicial más acorde con las ne- cesidades y actuaciones actuales. 200.000 niños son hijos de mujeres con una orden de protección por violencia de género en España, aunque se estima que 800.000 son víctimas cada día de esta lacra. Sin embargo, solo el 4% de ellos recibe atención especializada. ¿Terribles datos? Sí, son terribles los datos; la vio- lencia es un forma de interactuar con el otro, es una conducta aprendida, podemos interactuar en relaciones de igualdad, de reciprocidad, de convi- vencia en la pluralidad o, en las antí- podas, establecer relaciones de abuso, de acoso, de dominación, estas últimas son las relaciones que se establecen en la violencia. La violencia no es algo ge- nético sino que es algo aprendido, se aprende en los primeros meses y hacia los 7 años si se vive un ambiente de vio- lencia. Si en la infancia no se ha estado en un ambiente de violencia es muy di- fícil serlo, es una conducta que es difícil de reproducir si no se ha vivido el mo- delo. Hay una transmisión intergene- racional del maltrato mientras se está en la construcción de la personalidad y en la construcción del afecto. Por tanto, si no se corta el ciclo de la violencia no se está trabajando de forma adecuada con los menores que padecen violencia de género. ¿Todavía se puede considerar a nuestro país como machista? Sí, por supuesto, nuestro país y ab- solutamente todos, aunque haya dife- rencias pues la segregación histórica de la mujer abarca a todo el género y tiene una historia de milenios. Se basa en la idea de que hay seres superiores que tienen derecho al poder sobre otros. Se parece mucho en su manifestación social al racismo, un grupo se siente y actúa con superioridad en todo y en derechos sobre otros grupos. Todo ello se percibe con normalidad y cierta to- lerancia e invisibilidad social pero, ade- más, las formas de dominación mutan por lo que hay gran perdurabilidad. Es en el siglo XX cuando la mujer ha conseguido las primeras conquistas hacia la igualdad, en nuestro país en 1978 con la Constitución se promulga la igualdad jurídica por primera vez en nuestra historia, años más tarde por primera vez las mujeres pueden ser juezas, fiscalas, militaras, por primera vez en la historia hay igualdad de dere- chos civiles, la igualdad real todavía está por llegar. Y estamos en esta andadura. El siglo XX, sin duda alguna, pasará a la historia como el siglo de las mujeres, en él, la mujer ha accedido al espacio público, a la educación, a la universi- dad, al voto, a la igualdad de derechos civiles, es el inicio de la andadura hacia la igualdad. “Educar y concienciar a los jóvenes contra la violencia de género es imprescindible” ROSA SAN SEGUNDO MANUEL P rofesora del departamento de Biblioteconomía y Docu- mentación en la Universidad Carlos III. Especializada en Sistemas de clasifi cación; CDU y Organización del conocimiento. Presidenta del capítulo español ISKO International Society for Knowledge Organisation. Ha sido se- cretaria y directora del Departamento de Biblioteconomía y Documentación y secretaria y presidenta de la Junta de Personal Docente e Investigador. Trabaja para la igualdad y contra la vio- lencia. Pertenece a la Junta Consultiva del Consorcio Internacional de la CDU (UDC Consortium Advisory Board). Es autora de libros individuales, colectivos y artículos especializados sobre CDU, Sistemas de clasifi cación, y Organiza- ción del conocimiento. Perfil 3 de junio de 2010 Núm. 3.869 (929) ESCUELA 17 Entrevista

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Educar y concienciar a los jóvenes contra la violencia de género es imprescindible

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Page 1: Entrevista escuela

MARTÍN SÁEZ

Este año su Universidad, la Carlos III, ha organizado la I Jornada contra la Violencia de Género. ¿Cuál es su balance de esta jornada?

Muy positivo, por vez primera en nuestra Universidad se han realizado unas jornadas de este tipo. Se ha trata-do de la injusta e histórica segregación de las mujeres, germen de la violencia de género. Nuestra universidad ha de sumarse a este esfuerzo por la igualdad de forma activa, se trata de iniciar esta andadura que hemos de recorrer jun-tos desde una conciencia de ejercicio de verdadera ciudadanía. Han sido parti-cipes en estas jornadas poetas, artistas desde el espacio del arte que posibilita lo sensible, que es un espacio social que no ha sido todavía roturado, ordenado, clasificado, y que es un espacio liber-tario. Se ha hecho una exposición de pintura sobre las emociones. También, se ha hecho un recital poético para expresar la denuncia pública de las relaciones de abuso de la violencia. La universidad ha de escuchar, por tanto, la declamación de lo poético y recoger este conocimiento implacable de los ver-sos, para recoger este eco y contribuir desde la educación y la investigación a erradicar la violencia de género. Tam-bién fueron partícipes en estas jorna-das asociaciones de mujeres ya que la universidad ha de tratar de fomentar la relación con asociaciones y grupos de mujeres para promover la igualdad. Hemos traído la exposición No seas cómplice. También se incorporaron dos mesas redondas sobre educar e investigar contra la violencia de géne-ro. Ya que para conseguir incorporar y mantener a las mujeres en la ciencia y la tecnología no basta asegurar su prepa-ración y tener una política de igualdad, sino que hay que abordar los propios contenidos científicos, pues la exclu-sión de las mujeres ha tenido, y tiene, consecuencias para estos contenidos y en las prácticas científico-tecnológicas. Existen sesgos sexistas y androcéntricos en las ciencias y disciplinas. La investi-gación científica ha tenido una exclusi-va mirada masculina y ello ha incidido en la organización científica. La Histo-ria de la ciencia comprende prejuicios de género. Por tanto, no se trata única-mente de reformar las instituciones y de alfabetizar en ciencia y tecnología a las mujeres, sino también de reformar la propia ciencia. La ciencia es consti-tutiva de las bases principales sobre las que se asientan los valores sociales, por lo que debe tener mayor compromiso social y ser pionera en la construcción paritaria del conocimiento. El sistema educativo de la Universidad ha de in-cluir entre sus fines la formación en el respeto de los derechos y de las liber-tades, así como de la igualdad entre mujeres y hombres, y también en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia, como pilares funda-mentales de la formación.

¿Qué estrategias podemos articular para promover la educación en igualdad, así como en la lucha para erradicar la violencia de género en cualquiera de sus formas?

Para promover la educación en igualdad es imprescindible la adopción de medidas que posibiliten alcanzarla. La enseñanza sobre el significado y alcance de la igualdad entre mujeres y hombres; la inclusión de perspectivas de género en distintas asignaturas; la inclusión en los planes de estudio de enseñanzas y materias específicas de igualdad entre mujeres y hombres; la creación de postgrados específicos, en el contexto de distintas especialidades científicas; la realización de estudios e investigaciones especializadas. Tam-bién medidas como la implantación de un lenguaje no segregacionista y sexista en el ámbito universitario y educativo; así mismo la transmisión de una imagen igualitaria, plural y no es-tereotipada de mujeres y hombres en la sociedad, la composición equilibrada en todos los órganos que garantice la presencia de mujeres y hombres, la for-mación en el respeto de los derechos y libertades y de la igualdad, así como en el ejercicio de la tolerancia dentro de los principios democráticos de con-vivencia. Remover los obstáculos que impliquen la pervivencia de cualquier tipo de discriminación, así como evitar el menoscabo de la promoción profe-sional de las mujeres. El camino para la igualdad, como ejercicio de plena ciudadanía, debe contar con el com-promiso y la participación activa de las universidades.

¿Es clave la concienciación de los más jóvenes en la denuncia de la violencia de género?

Es imprescindible la educación de la juventud, de hecho invisibilizan más la violencia, pues la juventud actual no ha padecido la desigualdad en el marco legal y solo advierten la apariencia de igualdad existente e invisibilizan más las distintas formas de violencia. La re-acción contra la igualdad y el neoma-chismo está más posicionado en la juventud, el camino hacia la igualdad conlleva un proceso relativo contrario; en la juventud se pone de manifiesto esta contradicción de valores y la vio-lencia de género se ha incrementado en esta edad. Hay que educar en valo-res de igualdad, de derechos humanos y de ejercicio de ciudadanía. Los mile-nios de cultura masculina y de exclu-sión de la ciudadanía a las mujeres, que nos anteceden, inciden en numerosos aspectos; conformándose una sociedad de género, es decir, compuesta por dos sexos, y en la cual detenta la autoridad, en términos generales, uno de ellos. Esta situación también tiene su plas-mación en el ámbito educativo, donde la mujer durante siglos ha tenido ve-tado el acceso y a los derechos civiles, fundamentos estos constitutivos de la ciudadanía. Por consiguiente, educar y concienciar a los jóvenes contra la vio-lencia de género es imprescindible.

¿Quedan todavía muchos puntos por re-solver en tal sentido?

Lo más duro en la actualidad es el denominado posmachismo o neoma-chismo, es la contra reacción frente a la igualdad, y aparece cuando se cree que la igualdad ya está conseguida, se basa en la argumentación de que las mujeres utilizan la desigualdad para beneficiarse. Es una reacción frente a la igualdad. Las formas de dominación mutan, así como las relaciones de abu-so y de maltrato hacia las mujeres se desplazan. El neomachismo reprodu-ce el mismo modelo de dominación pero modifican la contextualización del mismo.

¿Qué medidas más urgentes se pueden pedir a los poderes públicos para paliar la creciente violencia de género?

Existe en la actualidad un instru-mento muy valioso, la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Vio-lencia de Género de 2004, que sin em-bargo está teniendo una aplicación en los juzgados con muchas resistencias y de forma opuesta a su objetivo inicial. Por ejemplo, se están dando guardias y custodias compartidas a hombres condenados por violencia de género e, incluso, hay casos en que hombres con condena por violencia tienen la guar-dia y custodia exclusiva. Tampoco hay

ningún hombre cumpliendo condena de cárcel por saltarse una orden de ale-jamiento, esto pone de manifiesto la no aplicación de la Ley integral por parte del sistema judicial. También se produ-ce en el juzgado la doble victimización de quien ha sufrido violencia, al poner en duda, de forma muy reiterada, su testimonio. Se trata de un delito que se denuncia poco y sin embargo se está acusando de forma muy generalizada a las mujeres de denuncias falsas. Es necesario, por tanto, una reforma del sistema judicial más acorde con las ne-cesidades y actuaciones actuales.

200.000 niños son hijos de mujeres con una orden de protección por violencia de género en España, aunque se estima que 800.000 son víctimas cada día de esta lacra. Sin embargo, solo el 4% de ellos recibe atención especializada. ¿Terribles datos?

Sí, son terribles los datos; la vio-lencia es un forma de interactuar con el otro, es una conducta aprendida, podemos interactuar en relaciones de igualdad, de reciprocidad, de convi-vencia en la pluralidad o, en las antí-podas, establecer relaciones de abuso, de acoso, de dominación, estas últimas son las relaciones que se establecen en la violencia. La violencia no es algo ge-nético sino que es algo aprendido, se

aprende en los primeros meses y hacia los 7 años si se vive un ambiente de vio-lencia. Si en la infancia no se ha estado en un ambiente de violencia es muy di-fícil serlo, es una conducta que es difícil de reproducir si no se ha vivido el mo-delo. Hay una transmisión intergene-racional del maltrato mientras se está en la construcción de la personalidad y en la construcción del afecto. Por tanto, si no se corta el ciclo de la violencia no se está trabajando de forma adecuada con los menores que padecen violencia de género.

¿Todavía se puede considerar a nuestro país como machista?

Sí, por supuesto, nuestro país y ab-solutamente todos, aunque haya dife-rencias pues la segregación histórica de la mujer abarca a todo el género y tiene una historia de milenios. Se basa en la idea de que hay seres superiores que tienen derecho al poder sobre otros. Se parece mucho en su manifestación social al racismo, un grupo se siente y actúa con superioridad en todo y en derechos sobre otros grupos. Todo ello se percibe con normalidad y cierta to-lerancia e invisibilidad social pero, ade-más, las formas de dominación mutan por lo que hay gran perdurabilidad. Es en el siglo XX cuando la mujer ha conseguido las primeras conquistas hacia la igualdad, en nuestro país en 1978 con la Constitución se promulga la igualdad jurídica por primera vez en nuestra historia, años más tarde por primera vez las mujeres pueden ser juezas, fiscalas, militaras, por primera vez en la historia hay igualdad de dere-chos civiles, la igualdad real todavía está por llegar. Y estamos en esta andadura. El siglo XX, sin duda alguna, pasará a la historia como el siglo de las mujeres, en él, la mujer ha accedido al espacio público, a la educación, a la universi-dad, al voto, a la igualdad de derechos civiles, es el inicio de la andadura hacia la igualdad.

“Educar y concienciar a los jóvenes contra la violencia de género es imprescindible”

ROSA SAN SEGUNDO MANUEL

P rofesora del departamento de Biblioteconomía y Docu-mentación en la Universidad

Carlos III. Especializada en Sistemas de clasifi cación; CDU y Organización del conocimiento. Presidenta del capítulo español ISKO International Society for Knowledge Organisation. Ha sido se-cretaria y directora del Departamento de Biblioteconomía y Documentación y secretaria y presidenta de la Junta de Personal Docente e Investigador. Trabaja para la igualdad y contra la vio-lencia. Pertenece a la Junta Consultiva del Consorcio Internacional de la CDU (UDC Consortium Advisory Board). Es autora de libros individuales, colectivos y artículos especializados sobre CDU, Sistemas de clasifi cación, y Organiza-ción del conocimiento.

Perfi l

3 de junio de 2010 Núm. 3.869 (929) ESCUELA 17

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