entre el humor y el horror

18
ENTRE EL HUMOR Y EL HORROR Elisa Arribas Álamo Imágenes de la Hª del Arte II Cuenca 2011

Upload: elisa-arribas-alamo

Post on 12-Mar-2016

227 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Un análisis de la figura del payaso

TRANSCRIPT

ENTRE EL HUMOR

Y EL HORROR

Elisa Arribas Álamo Imágenes de la Hª del Arte II Cuenca 2011

2

I�DICE 1-Introducción - p.3 2-Bufones de la antigüedad -p.4 3-Los prodigios de la corte: Medievo y Siglo de Oro -p.5 4-La figura del payaso –p-9 5-De la corte al circo y del circo a la pantalla –p.12 6-Análisis del payaso terrorífico –p.15 7- Percepción final –p.17 8-Bibliografía y webgrafía –p.18

3

1. Introducción

¿Quién no quiso alguna vez disfrazarse de payaso y gritar a los cuatro vientos verdades como puños? ¿Qué es aquello que nos inquieta de los payasos y nos llama más la atención que el colorido que desprenden? Los niños quieren ser astronautas y las niñas bailarinas por norma general, jamás oí decir a un niño/a que quisiera ser payaso/a de mayor; los que lo tuvieron claro desde un principio normalmente era por una cuestión familiar y hereditaria, cuando su futuro parecía estar escrito. El payaso, ¿nace o se hace? ¿Qué ser habita en la piel del payaso? Tras la fachada del grotesco maquillaje y la ropa de un multicolor estrafalario, el espíritu curioso ansia descubrir cómo es el alma que habita el cuerpo del payaso. Un ser misterioso lleno de contradicciones, desprende una parte cómica y trágica, alegre y patética así como ingenua y maliciosa. A mi parecer el carácter humorístico es algo innato en las personas, aunque se vaya acrecentando con el paso del tiempo o por situaciones de la vida pueda tender a ser cada vez más ácido. Pero el hecho de convertirse en un payaso para ejercer dicha profesión, puede considerarse una decisión adulta, un posicionamiento ante la vida como respuesta al mundo en el que vivimos, pero sin elegir un lado u otro de la vida, muestra ambas posiciones, elije jugar y poner a prueba los límites, como un ser anárquico que atraviesa la línea del bien y del mal. El payaso se adapta a las circunstancias, pero siempre se mantiene al margen del cambio, digamos, que se posiciona en la paradoja de la vida. Podríamos definir al payaso como un provocador de sensaciones, como un ser travieso que quiere compartir y devolver a la gente por un momento el aspecto más agradecido de la vida. Y así, el payaso necesita al público, necesita de su carcajada y aplauso, y para ello, él se desnuda ante el público, mostrando la ilusión, la magia, la energía, el sentimiento y la expresividad, sacando a relucir las carencias de la sociedad, se convierte en el reflejo de ella misma.

4

2. Bufones de la antigüedad

El arte de lo cómico se remonta a miles de años atrás. Se sabe que durante la Quinta Dinastía Egipcia, hacia el año 2500 a.c. actuaba un bufón enano en la corte del Faraón Dadkeri Assi. Los bufones han actuado en la antigua China desde 1818 a.c, se les denominaba paiyou, youren, youling, changyou, lingren, linglun. Se trataba de un personaje que usaba el humor para burlarse y bromear, quién podría hablar sin ofender, y quién también tenía la capacidad de cantar o bailar. Podemos nombrar a uno en especial llamado Yusze que servía en la corte del emperador Chiiu Shih huang-ti, a quien debemos la construcción la gran muralla china, en la que se sacrificó la vida de mucha gente. Desde esta época el bufón tenía el privilegio de poderse burlar del rey, hacerle sugerencias, e influir en sus decisiones, aunque este beneficio debía ser ejercido con tacto y cautela, pues de sobrepasarse o equivocarse su vida estaría en juego. Un día, al emperador chino se le ocurrió pintar la gran muralla, con lo cual, todo el pueblo se estremeció por todo lo que conllevaba. El bufón Yusze se atrevió a sugerirle bromeando, que no lo hiciera y el emperador cedió, ahorrándose con ello muchos años de trabajo y muchas más muertes. Uno de los más famosos bufones de las cortes Europeas fue �asir Ed Din. Un día el rey se vio en el espejo, y triste por lo viejo que se veía, empezó a llorar. Los demás, miembros de la corte decidieron que lo mejor que podían hacer era llorar también. Cuando el rey paro de llorar, todos pararon de llorar, excepto Nasir Ed Din. Cuando el rey le pregunto a Nasir porque el continuaba llorando, el replico, "Señor, tu te has visto a ti mismo en el espejo solo por un momento y has empezado a llorar. Yo te veo todo el tiempo". En otras partes de oriente aparecieron los Lubyet, que caminaban y tropezaban haciendo una pésima imitación de los miembros de la realeza. En Malasia surgen los P´rang que llevaban enormes turbantes, mascaras y colores extravagantes sobre las cejas. Ya hace cerca de unos 2000 años, en Grecia, los payasos irrumpen en lo que podría ser denominado como el antecedente de las atelanas, tradición seguida por los romanos en la que se presentaba una obra teatral y los payasos aparecían en los intermedios, o al final, interpretando una propia versión cómica de la obra. Dentro de los payasos romanos se hicieron famosos Cicirro, que usaba una máscara con cresta de gallo y actuaba como tal, cacaraqueando y batiendo los brazos; Estúpido, que llevaba un traje de parches y un gorro puntiagudo y Filemón. Pero cuando el emperador romano se convirtió al cristianismo, desaparecieron las famosas atelanas que se interpretaban en calles o plazas. Entonces los payasos se vieron obligados a errar por las plazas y mercados de los diferentes países europeos, convirtiéndose en seres nómadas.

5

3. Los prodigios de la corte: Medievo y Siglo de Oro

En la antigüedad, las anomalías tanto físicas como psíquicas, eran motivo de marginación, era tal la desgracia de un nacimiento anómalo que en ocasiones se les dejaba morir. La sociedad les apartaba a causa de su deformidad o rasgo anormal. Esta era la situación de enanos, gigantes, desfigurados, jorobados, hermafroditas, mujeres barbudas… o todos aquellos seres que no tuvieran una apariencia desapercibida pero que resultaban ser personas corrientes, dotados de un pensamiento y emociones normales. O también podrían presentar ciertos trastornos mentales o comportamientos fuera de lugar relacionados con la locura, aunque quizá estuvieran más cerca de ser graciosos profesionales que personas que realmente hubieran perdido el juicio. Todos estos personajes formaban parte del mismo bando, unidos por la desgracia común de la marginación social y el cruel oficio que se les había asignado: Oficio de Burlas. Paradójicamente estos personajes extraños fueron reclamados a modo de afición por la corte real a lo largo de los siglos XVI y XVII. Tan solo los reyes y los grandes nobles podían permitirse entretenerse con los más diversos, extraños e infelices individuos manteniéndolos en sus casas con una mezcla de rechazo y fascinación que provocaba aquello que era distinto, rompiendo el orden natural de las cosas. Estos individuos fueron conocidos como los prodigios de palacio o gente de placer de la corte, pero también se les denominó las sabandijas de palacio o incluso musarañas del Arca de

�oé. Una época de particulares gustos, fascinada por lo que debería repelerle y deseosa de tener lo que le aterraba. En varias ocasiones los auténticos locos eran reclutados de manicomios y trasladados directamente a la corte real; fue el caso de María Ramos que en 1681 fue sacada del manicomio para servir como entretenimiento a su majestad, pero a los cinco años tuvo que salir de palacio debido a sus delirios. El palacio se ll enaba de locos, cretinos, simples e inocentes, aunque los dementes que eran admitidos nunca debían estar afectados por los violentos ataques que se llamaban furias. Había de quienes fingían la locura para entrar a formar parte de dicha farándula o por cierto interés de entrar a palacio, eran conocidos como truhanes, granujas, bribones… llámense locos discretos. Los truhanes se asemejaban a la figura del juglar (s.XIII-XV), en cuanto a que solían cantar, tocar instrumentos y contar historias, pero éstas no eran propias sino que siendo auténticas de trovadores (1), ellos las copiaban o modificaban y difundían con el único propósito de entretener valiéndose de la picardía y el humor.

(1) Detalle miniatura de un manuscrito medieval, en el que vemos a un grupo de trovadores tocando el laúd.

6

Los juglares, unos más independientes y bohemios y otros estaban a sueldo de los trovadores. Aquellos que actuaban en la corte, serían los bufones (2) del Siglo de Oro (XVI-XVII) a quienes les correspondía el oficio del buen humor o de gracioso para hacer reír a los miembros de la corte, ya fuere a través de gestos o palabras de burla, pero era muy común que se mofaran de sí mismos. Así, siendo el caso de un enano, subido a unos zancos y pronunciando algunas palabras que obviaran su carencia de altura, se conseguía la ridiculización del individuo y por lo tanto la risa estaba asegurada. Se trataba de un humor muy cruel que solo podía ser menester de reyes, nobles y cortesanos, que utilizaban a estos seres prodigiosos para realzar sus perfecciones y sus supuestas bellezas como si de un juego de espejos se tratara, al lado de seres descomunales, faltos o excesivos ellos parecerían majestuosos y pulidos. Por lo que estas gentes de placer debían hacer el paripé que les correspondía para poder llevarse algo a la boca. La truhanería de los falsos locos se acercaba a la labor de los actores del siglo de oro, que no solo tenían que representar sus papeles, sino que además tenían que danzar y cantar, algunos locos incluso se atrevían a fingir ser clérigos o aristócratas. El cometido de los truhanes estaba en la acrobacia, en el ingenio y en la palabra, parecían vivir al margen de las convenciones protocolarias. La gracia consistía precisamente en violar la rigidez que suponía la sociedad estamental y palaciega. Existe cierta confusión a la hora de diferenciar un truhán de un bufón, éste último algunas veces aparece en referencia de simples o a locos, mientras que el truhán era más identificado con el ingenio, aunque ya se hablaba de bufones en tiempos de Alfonso x (s XIII) a quien fingía ser loco en palacio. La truhanería más cercana a ser un oficio, como un arte que simulaba la locura a través del ingenio, mientras que la libre bufonería tiene sus propias reglas acompañadas de un don natural dejando un sabor agridulce. También estaban aquellos personajes repentinos o improvisadores que al igual que los truhanes, eran herederos de la juglaría haciendo uso de la rama poética y teatral.

(2) Court jesters playing bowls 1868 by Eduardo Zamacois y Zabala

7

Francés de Zuñiga es sin duda el más famoso de los graciosos de palacio de la primera mitad del siglo XVI perteneciente a la corte de los Austrias. Se dice que nadie practicó la peripecia y la “antietiqueta” mejor que el, desde un prisma caricaturesco, grotesco y satírico lograba contrastar lo serio y lo ridículo utilizando abundantes juegos de palabra y metáforas. Este peculiar personaje es el ejemplo de que estas gentes no estaban exentas de peligros, ya que el tomarse estrepitosas libertades en una sociedad estamental, podría tener terribles consecuencias. Don Francesillo de Zuñiga sufrió una muerte violenta fruto de la venganza de un noble ofendido. Erasmo de Rotterdam subraya la importancia de los bufones cerca de los reyes en Elogio de la

locura: "Los reyes más grandes los aprueban tanto o más que, sin ellos, no sabrían sentarse en la mesa o dar un paso, ni pasarse sin ellos durante una hora. Ellos aprecian a los tontos más que a los sabios austeros, teniendo la costumbre de mantener por ostentación a los bufones, y ellos, proporcionan lo que los príncipes buscan por todas partes y cueste lo que cueste: el entretenimiento, la sonrisa, la carcajada, el placer." Erasmo también hace unas alusiones a un segundo papel que corresponde al bufón: la de revelador, ser espejo grotesco:

"Los reyes no sólo acogen con placer las verdades, sino también hasta las injurias directas, y se da el caso de que aquello que dicho por un sabio se habría castigado con la muerte, produzca en labios de un tonto un increíble contento". La cotidianeidad de los locos en palacio fue consecuencia de la fama de la locura, rodeada por el mundo bajomedieval y el humanista. La causa de este elogio a la locura llevado a la práctica fue debido a la suposición de que el rey oiría la verdad a través de los locos, cuya inocencia, a veces inspirada por Dios, los habría hecho inmunes a cualquier tipo de interés particular, si que por ello estuvieran reducidos al estado de los necios, éstos sí desterrados de palacio. Jerónimo de Mondragón expone que el estado de la locura es excelente: “Al que el mundo tiene por loco jamás le desasosiega el cuidado de adquirir haciendas, llagar a estados, pretender gobiernos, fundar ciudades, levantar mayorazgos…no paga tributos, ni otro genero alguno de servidumbres y finalmente no está sujeto a nadie, más vive que ninguno libre, quieto y sosegado”. Mondragón animaba irónicamente a ingresar en el cortejo de locos o a fingir serlo, en una noción de “tonto-sabio”. Fue muy sonado el caso de un hombre rico y cuerdo que al no estar de acuerdo con una decisión tomada por la Corte de Castilla, se hizo pasar por loco y todos los días salía por las calles vestido de colores y con el gorro de cuernos de cascabeles que solían llevar los bufones de la corte mientras decía: “Hambre tengo de

justicia, hambre tengo de justicia” reclamando que se revisara un pleito que había perdido. Durante la dinastía de los Habsburgo en España aquellos que abundaban de las sabandijas de palacio eran los enanos (3) aparte de lo locos y era bastante común regalar pigmeos de una corte a otra durante el siglo XVII. Fue el caso de Luisillo y Nicolasito, dos enanos que recibió Carlos II de Flandes. En Polonia era tal el número de enanos que se llegó a pensar que allí se construían mediante algún artificio. Desde luego, fue un médico polaco, Jacob Wenceslaus Dobrzensky, quien en 1670 dio noticia de una pomada que, aplicado sobre la columna vertebral y las articulaciones de un recién nacido, impedía su crecimiento normal y lo convertía en un pigmeo. Este hecho se relaciona con la existencia de ladrones que robaban niños para desfigurarlos, con el fin

8

de poderlos exhibir en ferias y obtener un beneficio. Uno de los más famosos enanos de la corte de los Austrias era Estanislao que era famoso por sus habilidades camaleónicas que le permitían coleccionar objetos que iba adquiriendo discretamente. Con la llegada de los Borbones estas gentes de placer o prodigios de la corte, fueron desterrados, porque la majestad del rey ya no los precisaba a su lado para reafirmarse.

(3) El niño de Vallecas 1637 y El enano Sebastián de Morra 1645 de Diego Velázquez Durante aquellos tiempos de auge de la locura y las anomalías, pasaron por la corte criaturas tales como los hermanos Madrid Lázaro y Juan Bautista Colatero, que nacieron unidos por la cintura. El llamado Lázaro, era un muchacho proporcionado, entero y “de buen entendimiento” mientras que Juan Bautista pendía a su lado y su único signo vital era que mordía las cosas que le metían en la boca. Eso sí, en palacio no permanecían sino pinturas que los representaban, como el fabuloso cuadro de José de Ribera que retrata a Magdalena Ventura (4), una mujer barbuda posando con su marido y con su hijo en 1631. Las barbudas eran maravillas de la Naturaleza –Magnum naturae

miraculum, dice la inscripción del cuadro de Ribera.

(4) Magdalena Ventura 1631por José de Ribera Toda la gente deseaba ver engendros o seres monstruosos y con ellos, se hacía espectáculo y se ganaba dinero. “El pobre enano tenía buena razón y discurso, y sólo algunas veces se le veía lamentarse y llorar cuando se burlaban de él”, cuenta fray Prudencio de Sandoval en 1543.

9

4. La figura del payaso

Hasta ahora hemos tratado la figura del personaje cómico como si de un esclavo se tratara, al estar al servicio de la corte y ser ridiculizado sin pudor alguno por el propio poder, ya que las singularidades psíquicas y malformaciones físicas no estaban permitidas por su majestad. Pero para hablar de la figura del payaso y de sus variantes, como un individuo que en ocasiones decide libremente posicionarse ante la vida desde la perspectiva humorística y desempeñar dicha labor, debemos remontarnos a los orígenes italianos de la Comedia del Arte, que influyeron en el desarrollo del payaso tal y como lo conocemos en la actualidad. La Comedia del Arte comenzó en Italia a lo largo del siglo XVI y se extendió por toda Europa. Se desarrollaba en las plazas y en las calles a las que acudían personajes de diferentes partes de Italia. Era un tipo de teatro con grandes dosis de improvisación, basado en personajes y escenarios arquetípicos de la época. Los personajes de la obra eran actores cómicos que representaban la figura del amo y del sirviente (zanni) (5). De estas representaciones nacía la figura del Arlequín (6)

de los rombos, que era un sirviente muy pobre, pero ambicioso, y por lo general se metía en líos. Pero gradualmente se fue dotando al Arlequín de cierta elegancia elevándolo a un escalafón más intelectual.

(5) Personaje inicial del zanni. (6) Evolución del personaje. Arlequín 1888 de Paul Cézanne Más adelante en Francia, se adoptó al gusto francés el personaje del Pedronilo denominándose Pierrot (7), también llamado Payaso blanco pero perdió las características de astucia e ironía propias de los zanni para acabar siendo un mimo triste, enamorado de la luna. Maquillado de blanco y de apariencia fría, representa la ley, el orden, el mundo adulto y la represión.

10

(7) Pierrot et Colombine 1899 de Charles Leàndre La palabra payaso viene del italiano pagliaccio donde tiene lugar Giuseppe Grimaldi (8), aunque el nació en Londres, pero su padre era Italiano. Grimaldi se considera el pionero del género Clown (payaso en inglés), fue mimo y cómico desde que tenía dos años, aunque su apariencia no era sino una réplica del Pierrot francés de rostro blanco. Actuaba en pantomimas y fue muy conocido por los ingleses quienes le llamaron Joy

aunque en realidad Grimaldi no era un hombre muy feliz. Hoy todavía en Inglaterra se continúa denominado Joeys a los Clowns.

(8) Si bien la figura del clown se deriva, en gran parte de Pierrot, más tarde, ese clown se presentaría acompañado del augusto (9), derivado del arlequín de la Comedia del Arte. Existen notables diferencias en la apariencia y carácter de ambos personajes. El clown generalmente viste de manera recatada, con un traje de lentejuelas, la cara maquillada de blanco y cejas altas, es astuto, digno y dotado de un humor conservador y reaccionario. Es el payaso inteligente y de apariencia un poco solemne frente al desaliño de su compañero de escena. Por el contrario, el augusto usa disfraces extravagantes y coloridos que nunca le quedan a la medida, siendo muy grandes o extremadamente estrechos, lleva habitualmente la nariz roja, un maquillaje que combina negro, rojo y blanco, peluca grotesca, ropa de colores brillantes y zapatos enormes. Siempre desbarata todas las iniciativas del payaso blanco, es rebelde, ingenuo e incluso impertinente, como una especie de personificación del desorden y el enredo. Estúpido pero ingenioso, no comprende lo que se le pide y sufre humillaciones como que lo empapen de agua o embadurnen de pastel, pero al final, siempre sale triunfante (características

11

premeditadas para hacer la contraparte del clown). Después de la figura de augusto llegó contraugusto (10), un tercer payaso con la función de desbaratar dicha escena.

(9) Chocolat and Footit (10) The Fratellinis Albert, Francois, Paul. A finales del siglo XIX, en estados unidos se originó un nuevo personaje, el payaso

vagabundo, que procedía del teatro vodevil (comedia frívola, ligera y picante que da lugar a equívocos y situaciones cómicas). Emmett Kelly (11), siendo uno de los mejores Clowns estadounidenses, durante el fracaso de su matrimonio creó la figura del payaso vagabundo, coincidiendo con la época de la Gran Depresión en la que mucha gente se quedó sin hogar, y basándose en historias de vagabundos que vivían viajando por todo el país como polizones de trenes y mendigando comida o unas monedas creó a Weary

Willie. Era un personaje triste y melancólico y sufría una mala suerte constante, pero le animaba un gran optimismo que le caracterizaba. Por aquella época, en Estados Unidos encontramos a payasos célebres que suscitaban cierta ternura; Paul Jung (12) y sus acrobacias, Felix Adler (13) ,Otto Griebling y Bobby Kaye con su fantástico número de la camisa gigante, fueron algunos de los muchos payasos que cautivaron a más de uno.

(11) Emmett Kellyn (12) Paul Jung by Barbara Keith (paint) (13) Felix Adler Pese a las guerras mundiales, las depresiones económicas y los cambios culturales, esta especie de héroes anónimos mantenían vivo el humor cuando más necesario era, haciendo que el público se riera a carcajadas y que olvidaran sus problemas. Hoy en día parecen inspirar nostalgia de un tiempo en que el mundo del espectáculo prosperaba y se vivía en carne y hueso en vez de contemplarlo desde la distante pantalla televisiva.

12

5. De la corte al circo y del circo a la pantalla

Los tiempos cambian aunque las necesidades del ser humano siempre sean las mismas, y algo que permanece indudablemente es la necesidad de reír y disfrutar, síntomas propios del humor, que resulta cambiante en función de los tiempos que corran. Desde que los servicios del bufón formaban parte de las necesidades del rey hasta que el circo fue un reclamo popular, un gran cambio hubo en la sociedad. Centrándonos en los personajes históricos de interés humorístico que hemos tratado hasta el momento, como es el bufón, el truhán, el juglar, el loco, el enano, el arlequín, el augusto, y el pierrot hasta llegar al clown actual, hemos de analizar como evolucionó el escenario de acción desde que el sujeto estaba sujeto al rey hasta que se convirtió en un objeto de masas. Durante la Edad Media aquellos prodigios de la corte del rey que tenían la función de amenizar los festines y banquetes (14) haciendo reír a aquellas gentes de alto rango social, aportaban un ambiente jovial y efusivo en donde el protocolo y la apariencia no permitían exaltarse, en muchas ocasiones las carcajadas venían a costa de ridiculizar a éstos singulares personajes dejándonos ver el tipo de sociedad y mentalidad que se daba en aquel entonces con un concepto del humor un tanto cruel, en una contraposición del humor y la tristeza, así como del sufrimiento y la alegría, ya que de alguna manera estos personajes estaban condenados a hacer reír. Pero a su vez, dominar la técnica del humor se convertía en un arma de doble filo. La picardía y el ingenio podrían hacer que aumentara el reconocimiento en la corte del susodicho y por lo tanto, la confianza del rey.

(14) Felipe II en el banquete de los monarcas 1596 Sanchez Coello Bufones en la corte de Anna Ivanovna

En ocasiones, los bufones hicieron cambiar de opinión a algún que otro rey en la toma de ciertas decisiones drásticas, eso sí, sin delatar sus intenciones, siempre enmascaradas con humor e ingenio. Hubo de quienes se jugaron la vida por no morderse la lengua en tiempos en los que se toleraba mas los ultrajes cometidos por la religión, que una ligera broma acerca de un rey. También las gentes de la calle, aldeanos, campesinos, comerciantes… tenían derecho a divertirse; juglares y trovadores recorrían plazas y mercados contando historietas y recitando versos sin pasar desapercibidos, con el fin de complacer al pueblo y sacarse algunas monedillas.

Con la llegada de la Comedia del Arte a las plazas italianas se comenzó difundir el teatro callejero a reclamo popular y poco a poco el papel del cómico pasó a valorarse tanto como el de un actor, y así comenzó a formarse la figura del payaso, como un ser independiente que elige su profesión. El gran espectáculo popular y reconocimiento del payaso como tal, vino con la llegada del circo moderno, aunque la historia del circo se

13

remonte a 2000 años atrás en Oriente Medio. Acróbatas, contorsionistas, malabaristas, equilibristas, payasos…fueron algunos de los personajes que formaban el espectáculo que el circo itinerante presentaba. El circo se componía de teatro, música, gimnasia, pantomimas, magia e incluso números con animales, muy a su pesar. Los payasos también tenían su lugar, su momento de gloria, su inesperada actuación, en la que captaban la atención del público con su picardía e ingenio, aunque también mostraban la parte cómica del absurdo, desatando un mar de carcajadas alrededor de la pista. El circo siempre ha tenido un carácter itinerante, ya que su espectáculo llegaba a las ciudades o aldeas como si de una aparición se tratara, trayendo con sí un mundo onírico, de fantasía, magia e ilusión. Un espectáculo del pueblo y para el pueblo a modo de entretenimiento permitiendo hacer la vida más llevadera ya que en tiempos de escasez y penuria siempre ha supuesto una bocanada de libertad e ilusión. Trabajar en el circo es una labor muy dura por su carácter nómada, precario y supeditado a las inclemencias del tiempo, por lo que quien se dedica a ganarse la vida en el circo suele ser una persona humilde y que valora el trato directo con la gente, con el público. Normalmente los circos los componen familias y el trabajar en las artes circenses, en la mayoría de los casos ha sido por un factor hereditario. Hay que tener en cuenta lo sacrificado de esta profesión, ya sea por el riego que suponen ciertos números acrobáticos, como el carácter de supervivencia del día a día. Todo ello es fruto del afán de superación de cada uno de los miembros y lo gratificante que resulta desde la parte emocional el disfrute del público, con un pensamiento del bien común y de hacer posible lo que en apariencia no lo es. Retomando la figura del payaso, hay que decir que su labor humorística suscitó un gran reclamo popular y su colorida imagen formó parte de muchos carteles que promocionaban la llegada del gran espectáculo circense. Así, el payaso iniciaba su labor más estética en el mundo publicitario y ya con la llegada de la televisión, éste cambiaría su escenario, pasando de tener un contacto directo con las emociones del público hasta limitarse al efecto visual que éstas pudieran causar. Desde el entrañable Charlie Chaplin en la película muda El circo (1928) (15) hasta el repulsivo clásico del horror La parada

de los monstruos (Freaks) (1932) (16) así como Una tarde en el circo (1939) (17) de los cómicos Hermanos Marx, han suscitado en la imaginación popular versiones opuestas de la figura del Clown. Pero la esencia del payaso perdía fuerza, ya que la televisión no puede trasmitir el sentimiento del espectáculo, que solo puede hacerse en vivo y en directo.

(15) (17) (16)

14

En los anuncios, los envases y la televisión, sobre todo en sus primeros años, proliferaron los payasos como reclamo para todo tipo de objetos de consumo, desde pasteles hasta patines o neumáticos de coche. Los productos que se asociaban visualmente a un payaso se vendían bien. Aprovechando la evidente relación del clown con la niñez, los publicistas cosechaban beneficios económicos, incluso cuando el producto anunciado, por ejemplo, una marca de cigarrillos (17), era nocivo para la salud.

Cereal box 1950 Lou Jacobs (17) Camel cigarettes 1954 Schlitz beer 1956

Con la llegada de los anuncios y la televisión fue lanzado al mercado el icono de Ronald McDonald (18) (1963), actual símbolo de comida rápida.

(18) Y progresivamente fueron apareciendo un gran número de producciones cinematográficas protagonizadas por payasos asesinos, aterradores y criminales como es el caso de El mayor espectáculo del mundo (1952) de Cecil B. DeMille, Payasos

asesinos del espacio (1988) de Stephen Chiodo (19) o It (1990) (20), basada en la novela de terror de Stephen King. Estos son algunos de los ejemplos de cómo ha cambiado la percepción del payaso desde sus orígenes a la actualidad. ¿Qué cambio de valores se han producido en la humanidad?

(19) (20)

15

6. Análisis de la figura del payaso terrorífico

La transformación de la simbología del payaso, nos vuelve a recordar que los tiempos están cambiando pero las necesidades continúan siendo las mismas en cuanto al papel del humor y del entretenimiento, aunque a mi parecer, el humor escasea más que el entretenimiento. Con la llegada del capitalismo y del consumo, el exceso de ocio ha supuesto un cambio en el concepto del humor, ya que se ha producido un cambio en las mentalidades y por lo tanto en las emociones. Aunque el carácter esperpéntico haya estado presente a lo largo de la historia, parece hacerse más visible en cuanto la sociedad toma un rumbo descontrolado, excesivo y antinatural. Es entonces cuando aparece una visión grotesca de la realidad y en muchos de los casos con una implícita crítica de la sociedad. Una de las reflexiones más importantes que plantea la visión esperpéntica es si se trata de una imagen deformada de la realidad, o de la imagen fiel de una realidad deforme. A través de este concepto podríamos cuestionarnos porqué la figura del payaso como un ser que pretende hacer reír y disfrutar ha degenerado con el paso del tiempo en un personaje aterrador y siniestro. Es cierto que a partir de la llegada de la televisión y la sociedad contemporánea se ha ido instaurando un ritmo de vida frenético, en el que se prioriza en la innovación, en el confort y la vitalidad. Época de tecnología y nuevos medios, en los que la comunicación a distancia ha conquistado el planeta y la información viaja más rápido que la luz. La población se dedica a intentar hacer todos sus sueños realidad porque todo parece estar al alcance de su mano, o al menos eso es lo que dicen los mensajes de los que estamos rodeados. La publicidad se encarga de recordar nuestros deseos y nuestras carencias imperando sobre nuestras almas. Gran cantidad de productos envuelven nuestras vidas y nos vemos en la necesidad de buscar y comparar aquello que es mas adecuado y parece que así nos pasemos la mayor parte del tiempo: comparando precios, haciendo entrevistas de trabajo, buscando información, comunicándonos con los cajeros, teleoperadoras... Nos pasamos la vida consultando y verificando como si fuera nuestra razón de ser; y es curioso pensar que cuando estamos saturados de ello y necesitamos desconectar, una vez más nos conectamos, ya sea a ordenadores, videojuegos, móviles… ¡o vete tú a saber qué! Y así, obtener nuestra correspondiente dosis de entretenimiento que nos permite abstraernos de todo lo demás. Está claro, que ha habido un notable cambio de valores en la humanidad desde que la diversión se asociaba a un festejo colectivo a en la actualidad que parece que el entretenimiento, como si de un ritual individual se tratara, se apoderó de la diversión en equipo. De alguna manera parece que la era de la información y las tecnologías se hayan apoderado de nuestro espíritu para convertirnos en un medio más de difusión de información, en una máquina de reproducción y por consiguiente, estamos enajenados. Todo ello se hace visible en la expresión de los rostros, o más bien en la inexpresión a causa de la alienación a la que hemos sido sometidos, transformándonos en seres totalmente cerebrales para dejar las emociones a un segundo plano. Por lo que la imperturbabilidad y la normalidad han de ser el comportamiento habitual del individuo. Podemos pensar que existe una especie de miedo a sentir, las emociones naturales son cosa de locos y el amor, ya pasó de moda, ahora el horror parece ser lo desconocido en estos tiempos de gloria y de abundancia en los que parece no faltarnos de nada. Ponemos como ejemplo nuestro personaje: el payaso, que a través de su gesto y comportamiento transmite una alta dosis de humanidad con valores tales como la

16

inocencia, la bondad, la ternura, la sencillez, la picardía y la espontaneidad; por lo tanto se encarga de sacar a relucir muchas de las carencias de uno mismo, y que no todas las personas quieren ver. Según este análisis, el payaso rompe los esquemas en un mundo en el que todo parece estar bajo control y con su don emocional puede ser relacionado con algún tipo de trastorno o locura al no ser un comportamiento habitual, en un retorno a la visión medieval en la que las anomalías se relacionaban directamente con la locura, una vez más el payaso es un reflejo del mundo en el que se vive y que directamente pone en duda todos aquello valores de la sociedad Quizás por ello ha podido acabar desvariando su imagen a un icono del terror, al tratarse de un comportamiento inusual y a su vez por el temor a lo desconocido, a lo incomprensible y absurdo. Habría que entrar en un juego de estudio psicológico para analizar que es lo que suscita la imagen del payaso en nuestro más profundo ser ya que puede llegar a aterrar a mucha gente, de echo el miedo a los payasos es conocido como coulrofobia, que se dice que afecta a quienes anteriormente han tenido una mala experiencia con payasos, pero hay niños que lo sufren de una manera irracional. Puede ser también que todos tengamos un ser absurdo, grotesco, miserable y bizarro que nos empeñemos en ocultar y que cuando sale inconscientemente nos asustemos de nosotros mismos.

17

7. Percepción final. ¿Cómo se siente una persona completamente libre? Me gustaría relacionar todo lo anterior y finalizar esta labor de estudio sobre la figura del payaso, con un texto extraído de un diálogo de la película de Dennis Hopper, Easy Rider (1969) ya que engloba los conceptos entre el humor y el horror, enlazando el humor con la libertad, y el horror, con el miedo provocado por la ausencia de ésta. “No les dais miedo vosotros, les da miedo lo que representáis para ellos; lo que representáis para ellos es la libertad. Todo el mundo quiere ser libre, pero una cosa es hablar de ello y otra cosa muy diferente es serlo. Es muy difícil ser libre cuando te compran y te venden en el mercado, claro que, no les digas jamás que no son libres porque entonces se dedicarán a matar y a mutilar para demostrar que lo son. Están todo el día dale que dale con la libertad, pero ven a un individuo libre y se cagan de miedo, el miedo no les hace vivir, el miedo les hace peligrosos”.

Imagen de una escena de la pelicula �oviembre (2003) de Achero Mañnas

18

8. Bibliografía y Webgrafía

- Fernando Bouza, Locos, enanos y hombres de placer en la corte de los

Austrias, Madrid, Ediciones Temas de Hoy, 1996. 223 p. - H. Thomas Steele, 1000 Clowns more or less. Taschen. Spain. 2004. 286p.

- Erasmo de Rotterdam. Elogio a la locura. Holanda. 1508.

- http://es.wikipedia.org/wiki/Humor

- https://laperadelolmo.wordpress.com/2009/12/28/historia-significados-y-

existencia-del-payaso-callejero/ - http://es.wikipedia.org/wiki/Freaks

- http://es.wikipedia.org/wiki/Buf%C3%B3n

- http://www.monografias.com/trabajos11/hispay/hispay.shtml

- http://es.wikipedia.org/wiki/Juglar

- http://es.wikipedia.org/wiki/The_Joker

- http://es.wikipedia.org/wiki/El_Loco_(Tarot)

- http://joellovesclementine.blogspot.com/2008/08/de-yu-sze-al-joker.html

- http://www.clownplanet.com/historia.htm

- http://clownludens.blogspot.com/2009/01/el-bufn_21.html

- http://www.clownbaret.tv/cine-y-tv-payasos-comicos/payasos-de-hoy-en-

europa/ - http://www.lluisvives.com/servlet/SirveObras/ecm/46860953115138273022202/

p0000002.htm - http://totemjodido.blogspot.com/2006/12/rebelarse-revelarse-o-re-velarse.html

- http://es.wikipedia.org/wiki/Payaso

- http://www.elarcaimpresa.com.ar/elarca.com.ar/elarca33/notas/bufones.htm

- http://www.clownbluey.co.uk/clown-bluey-clowns-history.html